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2007

Residencias porteñas Fotografías de interiores realizadas por Eugenio Avanzi hacia 1900

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© 2007Dirección General Instituto Histórico

Avda. Córdoba 1556, 1er. piso(1055) Buenos Aires - Argentina

Tel: 54 11 4813-9370 / 5822E-mail: [email protected]

Dirección EditorialLiliana Barela

Supervisión de EdiciónLidia González

Investigación fotográficaAbel Alexander

Departamento de InvestigaciónLidia González (coordinación)

Daniel ParedesJorge MalloElza Scalco

María Alejandra JonesAna María Peroni

EdiciónRosa De Luca

CorrecciónMarcela Barsamian

Paula Álvarez Arbelais

Diseño EditorialFabio Ares

GOBIERNODE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Jefe de GobiernoJorge Telerman

Ministra de CulturaSilvia Fajre

Subsecretariade Patrimonio Cultural

María de las NievesArias Incollá

Directora General Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires

Liliana Barela

ISBN 978-987-23118-2-7Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Queda prohibida sin la autorización escrita de los titulares delcopyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, lareproducción total o parcial de esta obra por cualquier medioo procedimiento, comprendidos la fotocopia y el tratamiento informático.

Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos AiresResidencias porteñas : fotografías de interiores realizadas por Eugenio Avanzi

hacia 1900. - 1a ed. - Buenos Aires : Instituto Histórico de la Ciudad de BuenosAires, 2007.64 p. : il. ; 22x20 cm. (Memorias urbanas)

ISBN 978-987-23118-2-7

1. Buenos Aires-Historia. I. TítuloCDD 982.12

Fecha de catalogación: 12/03/2007

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Prólogo 3

Eugenio Avanzi: un fotógrafo de Buenos Aires 5

Buenos Aires a comienzos del siglo XX. Breve contexto histórico 13

La vivienda residencial porteña. 1880-1930. Contexto urbano 16

Interiores de residencias porteñas 21

Salas de recibo y de uso social 23

Comedores 35

Dormitorio 43

Escritorios y Bibliotecas 45

Espacios de trabajo 53

Otros espacios 57

Prólogo

En el 2006 el Instituto Histórico de laCiudad de Buenos Aires adquirió, ennombre del Ministerio de Cultura de laCiudad, una colección de fotografías quese presentaron a remate público por lafirma Bullrich, Wernicke y Gaona. Estaserie de fotografías realizadas porEugenio Avanzi, a comienzos del sigloXX, no sólo evidencian una alta calidadartística sino también un registro pococomún de interiores de casas tradiciona-les de Buenos Aires.Esta colección incluye fotografías deinteriores de casas de la alta y medianaburguesía porteña, salones, comedores,bibliotecas, así como algún consultoriomédico o taller escultórico. Muchas deellas corresponden a familias tradiciona-les porteñas, otras a profesionales don-de se destacan los de origen italiano,cuya identificación figura al dorso, depuño y letra del propio Avanzi.

Para esta publicación, Residenciasporteñas. Fotografías de interioresrealizadas por Eugenio Avanzi hacia1900, contamos con la gentil colabora-ción del prestigioso historiador de lafotografía, Abel Alexander, quien harealizado una investigación sobre elfotógrafo Eugenio Avanzi, la primeraque se produce sobre éste y su actua-ción en Buenos Aires.Alexander sintetiza así el valor de estasfotografías: "el carácter documental querevisten estas imágenes del ayer, con-vierten a estos pequeños rectángulos depapel en preciosos testimonios visualessobre nuestro pasado" y, agregamos, seconstituyen en una fuente de informa-ción histórica privilegiada.Un primer análisis de estas imágenes deprincipios del siglo XX nos remiten a unperíodo de grandes transformaciones enla estructura urbana y social de Buenos

Aires. Nuevos sectores de la burguesíacomercial y profesional se incorporan ala elite tradicional porteña, desplegandoun estilo de vida ostentoso, remarcadocon la adquisición de bienes importa-dos, artículos de lujo y piezas de arte.Bienes que se integran al mobiliario y ala decoración de las viviendas y cuyaexhibición, en este caso a través delregistro fotográfico, será un signo delestatus adquirido.Su incorporación al patrimonio públicoes un modo de preservar nuestro acervocultural, y difundirlo es ofrecer fuentespoco comunes para conocer e interpre-tar aspectos de la historia de nuestraciudad y sus habitantes.Una invitación a todos los lectores: siidentifican alguna de las viviendas y suubicación, hágannoslo saber.

Dormitorio. Villa Ocampo de Mar del Plata.

Eugenio Avanzi, c.1900

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Eugenio Avanzi:un fotógrafo de Buenos Aires

por Abel Alexander

IntroducciónEn el campo de la historia argentina, seobserva con gran interés el desarrolloque han cobrado en las últimas décadaslos estudios sobre el origen y la evolu-ción de la fotografía en nuestro país.El carácter documental que revistenestas imágenes del ayer, convierten aestos pequeños rectángulos de papel enprecisos y preciosos testimonios visua-les sobre nuestro pasado.Como consecuencia de esta nueva ten-dencia, las antiguas colecciones fotográ-ficas en repositorios públicos estánsiendo investigadas con un renovadointerés por los especialistas.Debemos señalar que, las coleccionesfotográficas que se atesoran en distintasinstituciones gubernamentales, comomuseos, archivos históricos o bibliote-cas, se fueron conformando ya a partirdel siglo XIX, tanto por el régimen dedonaciones, cesiones oficiales o dere-chos de autor y, luego estos fondos sefueron enriqueciendo a través de losaños.Sin embargo, estas colecciones públicashan tenido un crecimiento lento, quizáspor sus mismas características burocrá-ticas y, de hecho, en los últimos cin-cuenta años no se han producidodonaciones o ingresos significativos anivel nacional.A este panorama gubernamental queadolece de un proyecto oficial con rela-

ción al patrimonio fotográfico, se con-trapone la acción de un activo grupo decoleccionistas privados que, en lasúltimas dos décadas, han crecido ennúmero e importancia.Sin embargo y como un signo alentadorsobre esta cuestión, diremos que en losúltimos dos años, hemos observadocomo algunas entidades oficiales vincu-ladas a la cultura, han iniciado unapolítica de adquisiciones de antiguasfotografías en los circuitos de remates ysubastas, tal es el caso del InstitutoHistórico de la Ciudad de Buenos Aires,quien recientemente adquirió una intere-sante colección de fotografías realizadaspor Eugenio Avanzi.Por sus características especiales, algu-nas de estas fotos de Avanzi fueronutilizadas en el marco de las XX Jorna-das de Historia de la Ciudad de Buenos

Aires y Conurbano - La vivienda enBuenos Aires, que se llevó a cabo en laManzana de las Luces del 13 al 15 deseptiembre de 2006.El presente trabajo de investigaciónhistórica sobre el fotógrafo Avanzi lorealizamos por sugerencia de las autori-dades del Instituto Histórico de la Ciu-dad de Buenos Aires y, debemos pun-tualizar que, hasta donde sabemos, estaes la primera indagación que se realizasobre este profesional de la cámara.

Un fotógrafo italianoPresumimos que el fotógrafo EugenioAvanzi era de nacionalidad italiana, o deese origen. Dicha presunción surge enprimer lugar de su apellido y por elhecho de que hacia la fecha de actuación–entre fines del siglo XIX y las primerasdécadas del XX– la mayoría de los estu-dios fotográficos establecidos en Bue-nos Aires eran regenteados por italia-nos, en especial provenientes del sur dela Península.En realidad si estudiamos los ateliersestablecidos en la ciudad capital, entrelas décadas de 1890 a 1920, comproba-mos que en forma abrumadora susdueños eran italianos; estos empresariosde la imagen formaban parte de hecho,de la misma corriente inmigratoria a lacual acompañaban y complementaban,pues ofrecían a sus paisanos y en lamisma lengua un servicio vital para esospobres desarraigados, nada menosque el retrato fotográfico, la pruebamás contundente –por lo visual– quepodían enviar a sus familiares allendeel Atlántico.

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Caballero, Eugenio Avanzi, c. 1905

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Debemos asumir que la retratística foto-gráfica jugó un papel crucial entre Amé-rica y Europa, o sea, entre los que par-tieron llenos de sueños y esperanzas ylos que quedaron aguardando noticiasen el Viejo Mundo. Por medio deestos solemnes retratos se enviabanclaros y tranquilizadores mensajes aparientes y amigos en la patria lejana;“estamos bien”, “vestimos buena ropa”,“mi esposa/o”, “estos son los niños”, yhasta se remitían los estremecedoresretratos post mortem como constanciade fallecimiento entre las familias cam-pesinas.El altísimo grado de analfabetismo deaquellos inmigrantes, convirtió al retratofotográfico en la única escritura quepodían enviar por carta a sus seresqueridos, y esta correspondencia visual

de fácil comprensión fue funcional asus propósitos.Como muchos de sus colegas capitali-nos, Avanzi retrató a innúmeros italia-nos y, como solo se emigra para triunfar,su atelier se convirtió en un verdaderoteatro de representación social, conprofusión de lujosos muebles, colum-nas, balaustradas y, como fondoescenográfico, bucólicos paisajes.Por supuesto existía un completoservicio de prendas y accesorios devestir a disposición de los clientesmás humildes.

Avanzi y la ExposiciónNacional de 1898El fenómeno de las grandes exposicio-nes reconoce como punto de partida laGran Exposición Internacional de Lon-

dres de 1851. En el marco grandioso delPalacio de Cristal desfilaron 6.039.195visitantes asombrados por los adelantosde la Revolución Industrial. Por supues-to, la fotografía encarada como espejode la sociedad decimonónica no estuvoausente de esta verdadera fiesta delprogreso y se exhibieron interesantescolecciones de daguerrotipos.Siguiendo éste y otros ejemplos euro-peos y norteamericanos, la flamanteRepública Argentina inauguró en 1871la Exposición Nacional en Córdoba, bajola inspiración de Sarmiento; ya en estainiciativa pionera estuvieron presentesdestacados fotógrafos del país y la Me-dalla de Oro le fue adjudicada al portu-gués Christiano Junior.Pero volviendo a nuestro personaje,diremos que uno de los más ricos testi-monios que dejó Eugenio Avanzi sobresu labor fotográfica se relaciona precisa-mente con su participación en la Exposi-ción Nacional inaugurada en BuenosAires el 16 de octubre de 1898.En esa oportunidad Avanzi presentótoda una serie de fotografías del génerollamado “de vistas”, como se denomina-ba en esa época a los registros de exte-riores. La calidad de estas obras deter-minó que el jurado le otorgara Medallade Plata y Diploma de Honor. Este se-gundo premio no es un mérito menor, sitenemos en cuenta que el cuerpo deljurado estaba compuesto por artistaspictóricos y fotográficos, y que la distin-ción fue obtenida superando las obrasde otros calificados colegas.La participación de los fotógrafos enexposiciones nacionales e internaciona-

Diploma de la Exposición Nacional reproducido en el dorso de sus fotografías

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les hay que inscribirla en la complejatrama de la publicidad comercial de laépoca. El mensaje era muy claro: si lasobras de determinado estudio eranpremiadas por su calidad artística porun jurado especializado, el futuro clientepodía contar con la seguridad de quesus propios retratos serían trabajos deexcelencia.No debemos sorprendernos entonces deque, inmediatamente después de obtenertan alta distinción –superando a muchosde sus colegas– Avanzi decidiera sacarventajas publicitarias de este premiofotográfico. Para tal fin encomendó a laFábrica de Tarjetas Gregorio Ortuño yCía. –reconocidos proveedores capitali-nos del gremio fotográfico– la impre-sión de dicho diploma al dorso de todos lossoportes de cartón en el formato portraitcabinet, junto a su firma autógrafa.En efecto, llama la atención la inclusiónde dicho diploma a todo lo ancho deeste rígido soporte, el cual se comple-menta con la inclusión de la Medalla dePlata en su anverso y reverso. En estereconocimiento y bajo los lemas de“Pax” y “Libertas” y con las firmas desus organizadores, se certifica queEugenio Avanzi fue premiado con unaMedalla de Plata por sus “fotografías alaire libre”.Era una práctica común que los fotógra-fos premiados en exposiciones incluye-ran sus medallas en los distintos sopor-tes de sus obras pero, con el tiempo, secomprobó que muchos retratistas quenunca habían obtenido premio alguno,también incluían medallas de exposicio-nes. Seguramente fue por este tipo de

engaño al público, lo que motivó aEugenio Avanzi a mostrar la autenticidadirrefutable de la distinción obtenida en1898 incluyendo dicho diploma.

Retratista en Buenos AiresEn realidad son escasos los datos bio-gráficos que se poseen sobre EugenioAvanzi. Todo indica que hacia la décadade 1890 ya se encontraba afincado en laciudad de Buenos Aires; y no se sabe siarribó de Europa con su profesión foto-gráfica o si adquirió estos conocimien-tos técnicos y artísticos en la Argentina.Para tener un claro panorama sobrefecha y lugar con relación a la actuaciónde Avanzi, nos remitiremos al segundocenso nacional de 1895, el cual indicaque el país contaba con 4.044.911 habi-tantes –siendo los italianos la colectivi-dad más numerosa con 492.636 indivi-duos– y Buenos Aires su principal ciu-dad con 663.845 vecinos.

La Capital era la principal plaza fotográ-fica ese año, con 234 fotógrafos, discri-minados en 182 extranjeros y 52 argen-tinos y, a pesar de la fuerte competencia,la ciudad ofrecía las mejores oportuni-dades de progreso en la profesión. Noes de extrañar entonces que EugenioAvanzi desarrollara toda su trayectoriade varias décadas exclusivamente en estaciudad portuaria.Como sabemos, ya desde la etapa deldaguerrotipo, los estudios fotográficosexplotaron comercialmente el género delretrato, definitivamente el segmento másredituable del negocio. También Avanzi,como la inmensa mayoría de sus colegas,se dedicó a la retratística social y susmúltiples variantes, que abarcaban desdeel bebé desnudito, primeras comuniones,retratos de matrimonio, grupos familiares,hasta la fotografía mortuoria.Hacia la fecha que Avanzi ingresó a lafotografía, ya se utilizaba el adelanto delos negativos sobre vidrio previamenteemulsionados –también conocidoscomo “placas secas”– y los papelesfotográficos al gelatino-bromuro deplata. Estos y otros insumos eran fabri-cados en forma industrial en Europa yEstados Unidos y comercializados porproveedores locales, como GregorioOrtuño y Cía. y otras firmas de plaza.Los establecimientos dedicados a lafotografía funcionaron durante el sigloXIX y principios del XX en localesalquilados, esta característica inmobi-liaria determinó, por lógica, numero-sas mudanzas y por supuesto EugenioAvanzi no escapó a esta regla generaldel gremio.

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Familia porteña, Eugenio Avanzi, c. 1903

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Así vemos que la Guía Nacional editadapor Pablo Basch de 1903, lo ubica en lacalle Artes número 944; en esta publica-ción figuran otros 60 profesionales conestudios instalados. Este nuevo localcontaba con buenas comodidades parala atención de sus clientes y, como deta-lle interesante, diremos que el italianoseguía imprimiendo sus soportes decartón para retratos con la inclusión deldiploma de manera idéntica al anterior,pero ahora con la nueva dirección.Todavía hacia la fecha continuaba lavigencia del popular formato conocidocomo portrait cabinet –lanzado enInglaterra hacia 1866– pero ya en esteperíodo se había reemplazado el antiguopapel a la albúmina por el modernogelatino-bromuro de plata. Las medidas

continuaban sin embargo inmutables, elsoporte rígido medía 16,7 x 11 cm y lacopia fotográfica era de 14 x 10,6 cm.La misma Guía Nacional de PabloBasch, pero correspondiente al año1905 aporta algunas novedades, puesnos informa que Avanzi se encontrabaestablecido en la misma calle Artes, peroen el número 345 –realmente no sabe-mos si se trata de un cambio de local olo que cambió fue la numeración–, peroesta publicación nos aporta un nuevodato, pues ubica el estudio en los “al-tos”, o sea, lo que actualmente denomi-namos como primer piso.No es un dato menor la referencia a los“altos”, si tenemos en cuenta que toda-vía hacia la fecha se utilizaba en aquellosestudios las clásicas “galerías de pose”

o sea unas construcciones especialesubicadas en la azotea y construidas demadera, pero con techo y pared de vi-drios y donde los clientes posaban largossegundos aprovechando la luz natural einmovilizados por ganchos de nuca.Siguiendo con la reconstrucción de sutrayectoria, diremos que la Guía Kraft de1907 confirma que Eugenio Avanziseguía al frente de su “Fotografía Auro-ra” en Artes Nº 345; este local debíaestar próximo al popular Mercado delPlata, un punto de concentración demercaderías, pequeños comerciantes yartesanos populares, en especial dedica-dos a la platería.La misma Guía Kraft, pero de 1910 –añode los famosos festejos por el Centena-rio– nos confirma que seguía en elmismo local, o sea 345, pero ahora laantigua calle Artes cambió su denomina-ción por la de Carlos Pellegrini.Finalmente Avanzi se muda, lo constata-mos gracias a la Guía Arlas del año1913, instalándose con un nuevo estu-dio de retratos, pero ahora más cerca delcentro de la ciudad, o sea, sobre la calleEsmeralda Nº 229. Todavía la Gran GuíaGeneral o Anuario Kraft de 1917 loconsigna en ese mismo local.Uno de sus últimos domicilios porteñoses Sadi Carnot –actual Mario Bravo–Nº 331, con teléfono (Mitre) Nº 5615,esta dirección está consignada en elLibro Verde de los Teléfonos del año1922. Finalmente y en esta misma guíase consigna el abonado E. Avanzi ehijos, en la calle Alberti Nº 1073, teléfono(Mitre) 911. Estas últimas dos direccio-nes del año 1922 se encuentran alejadas

Quema de basura, Eugenio Avanzi, c. 1900

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del circuito de los estudios fotográficos,por lo que nos inclinamos a pensar quecorresponde a viviendas o a locales deotro tipo, por ejemplo la sede de unaempresa volcada a la comercializaciónde algún producto, ¿postales o vistassueltas y en álbumes?

“Fotografías al aire libre”Cuando el Gran Jurado de la ExposiciónNacional de 1898 otorgó a EugenioAvanzi el segundo premio –la Medallade Plata– por el carácter relevante de susobras, lo hizo precisamente por la cali-dad técnica y estética de aquellas “foto-grafías al aire libre”.Tal la denominación utilizada por aque-llos jueces para designar las llamadasvistas o registros de exteriores, loscuales podían ser tanto urbanos comorurales, y que incluía también los tipospopulares, usos y costumbres típicosdel Río de la Plata.Esta rica iniciativa de Avanzi de registrarla realidad fuera de los artificiales límitesdel estudio fotográfico, coloca definitiva-mente su nombre junto a otros grandesdocumentalistas, como Esteban Gonnet,Benito Panunzi, Christiano Junior, An-gel Paganelli y otros precursores nacio-nales del tema.Y si bien esta producción fue realizadavarias décadas después con relación a laobra de aquellos pioneros, tiene el méri-to de mostrar los significativos cambiosarquitectónicos de aquella pujante Bue-nos Aires, que dejaba atrás su condiciónde gran aldea para convertirse en unamoderna urbe de estilo europeo.En junio de 2006 la firma Bullrich,

Gaona y Wernicke subastó cierta canti-dad de estas vistas que estaban firmadascon un sello seco en su borde inferior:“E. Avanzi. Fotógrafo. Sadi Carnot 331.Buenos Aires.” Se trataba de originalesde época al gelatino-bromuro de plata ysus medidas eran 15,5 x 21,5 cm a 17 x23 cm.En esa oportunidad pudieron apreciarsedistintos aspectos de Buenos Aires yuna vista de la ciudad de Córdoba; llamóla atención el registro de un basural,tranvías de la línea Lacroze, y en espe-cial un conjunto de fotografías sobre elCírculo Italiano ubicado en la calleFlorida.Es interesante también un álbum de 20fotos dedicado íntegramente a interiores

de residencias de tradicionales familiasporteñas, el cual se acompañaba de otroálbum de igual formato, también coninteriores de la alta burguesía, que in-cluía Villa Ocampo de Mar del Plata.El interior de viviendas fue un motivoescasamente fotografiado por los fotó-grafos profesionales, excepto cuando setrataba de residencias oficiales, lo quenos lleva a preguntar si estos trabajosfueron realizados por encargos particu-lares o bien se trató de un proyectocomercial del mismo Avanzi.Nuevamente en diciembre del mismoaño, la firma de subasta incluyó en sucatálogo un total de 41 fotografías deEugenio Avanzi, en esta oportunidadsalió en remate una significativa canti-

Basural, Eugenio Avanzi, c. 1900

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dad de fotos sobre navíos italianos en elpuerto de Buenos Aires, así como vistasde esta ciudad.

Avanzi y las postales fotográficasLa irrupción de las postales fotográfi-cas durante los últimos años del sigloXIX y las primeras décadas del XXprodujo significativos cambios entrelos profesionales de la cámara. Aque-llas pequeñas y económicas cartulinasmarcaron la virtual decadencia de loscostosos álbumes de vistas y hastaafectaron la venta de las fotos sueltassobre esta temática.La entusiasta acogida del públicoprodujo una verdadera “cartomanía”,todo el mundo enviaba y recibía estassimpáticas cartas mínimas y si eranfotográficas mucho mejor; su produc-ción alcanzó cifras increíbles y alpoco tiempo surgieron entusiastascoleccionistas y hasta clubes que losagrupaban.Esta tendencia mundial fue aprove-chada de inmediato por los grandesfabricantes de papel fotográfico, fir-mas como Kodak o AGFA produjeronde inmediato el formato post card, elcual contaba con la ventaja del dorsoya impreso con las indicaciones nece-sarias para el franqueo por correo,sin necesidad de utilizar un sobre.A estas postales fotográficas en papelal gelatino-bromuro de plata se sumóla impresión de postales por el proce-so fotomecánico, con tiradas enormesy precio reducido; grandes firmaseditoriales se sumaron a este fenóme-no popular, podemos mencionar

como ejemplo a Jacobo Peuser oGuillermo Kraft.Frente a esta nueva realidad fotográfi-ca, Eugenio Avanzi decide participaractivamente y, a partir del año 1900sus fotos de vistas serán incluidas enlas series de diversos editores argen-tinos, siempre por el proceso de im-presión fotomecánica.El prestigioso editor de postales Ro-berto Rosauer utilizó gran cantidad deimágenes de este profesional y con-signó prolijamente su nombre entodas ellas; por lo menos entre losaños 1901 a 1909 publicó vistas deAvanzi sobre la ciudad de BuenosAires, Morón, Tigre, San Isidro, Oli-vos, La Plata y Uruguay. Rosauer solíaconsignar “Neg(ativo) E. Avanzi”como crédito de sus obras.En las ediciones Rosauer –de excelen-te calidad gráfica– se puede apreciarel virtuosismo de la cámara deAvanzi, con imágenes sobre una re-vista militar en la Plaza de Mayo hacia1903, teatros, escuelas, hoteles, ytambién tradicionales barrios comoLa Boca, Barracas o Belgrano. Sedestacan una serie de cinco fotossobre la célebre fuente de Lola Mora,la construcción del Congreso Nacio-nal, la capilla de Santa Felicitas, elmonumento a la Revolución de 1890,navíos de guerra o la visita de delega-dos chilenos a Buenos Aires, sinolvidarnos de la simpática imagen del“Ferro-carril Liliputano” del ParqueLezama.Como vemos, Avanzi no solo docu-mentó la gran ciudad y sus alrededo-

res, también incursionó en la fotogra-fía llamada de reportaje, cubriendocon su cámara sucesos y aconteci-mientos diversos.Otro editor que solicitó sus imágenesfue H. Bachmann –considerado unpionero– quien colocaba los epígrafesen inglés, indicando que las fotogra-fías eran propiedad de Avanzi, conestudio en la calle Defensa Nº 113. Desu serie “Recuerdo de Buenos Aires”se destaca “Vista parcial de la ciudadcon el cementerio de la Recoleta”realizada hacia 1903.También hay que incluir al editorTonini quien publicó material hacia elaño 1904, o la sociedad editora dePita y Catalano que imprimieron pos-tales coloreadas también durante 1904.Ciertas series de tarjetas postales deAvanzi se imprimieron durante 1907 enAlemania y se les agregó color.Consideramos que Eugenio Avanziocupa un lugar importante entre losfotógrafos que suministraron susimágenes con destino a las primerasediciones de postales argentinas; sunombre merece figurar junto a desta-cados profesionales como H. G. Olds,S. Rimathé, A. W. Boote o la mismaSociedad Fotográfica Argentina deAficionados.Sus fotografías también interesaronen el exterior, los editores A. Hs. y B.de Alemania realizaron postales colo-readas hacia el año 1906 aproximada-mente, contaban con el crédito delfotógrafo – a veces erróneamenteescrito como E. Avangi- y la impre-sión estaba a cargo de la Neue

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Photographische Gesellchaft A. G.Steglitz. Los editores se identificabancon un trébol de cuatro hojas (símbo-lo de la buena suerte).

ConclusiónAl finalizar este primer abordaje históri-co sobre la vida y obra de EugenioAvanzi, podemos aventurar algunasconclusiones. La primera de ellas esconstatar que toda su trayectoria profe-sional la desarrolló en Buenos Aires.Por lo menos desde 1898 hasta 1922,es decir durante 24 años de actividadininterrumpida, regenteó un total de 5estudios fotográficos, casi todos en elcentro de la Capital Federal.La trayectoria de Avanzi coincide con ladefinitiva consolidación de los estudiosfotográficos profesionales en la Argentina,muchos de los cuales se convirtieron enverdaderos templos del destaque y la figura-ción social, como fue el caso de la firmaWitcomb sobre la elegante calle Florida.Eugenio Avanzi fue un correcto retratis-ta; las obras que se encuentran en nues-tra colección así lo atestiguan, en susestudios los clientes posaban en formacasi escénica –siguiendo los parámetrosde la moda– rodeados por unaambientación burguesa compuesta pormuebles de gabinete, elaborados fondospintados y diversos accesorios queresaltaban estos especiales registros.De su producción iconográfica conoce-mos ejemplos en el formato portraitcabinet del período tardío, pero todavíavigente en los muestrarios de aquellosateliers, y por supuesto aceptados en elgusto popular.

El momento cúlmine de su carrera pro-fesional fue la obtención de la Medallade Plata por sus “fotografías al airelibre”, otorgada por el Gran Jurado de laExposición Nacional de 1898 en BuenosAires; el hecho de reproducir dichodiploma al dorso de sus obras constitu-yó una estrategia publicitaria y unareacción frente a otros colegas desho-nestos que exhibían medallas y premiosinexistentes con el propósito de engañara incautos clientes.Por último, el hecho de que varios edi-tores de postales hayan solicitado susvistas fotográficas sobre Buenos Aires yotras localidades del país, es una pruebamás que fehaciente que estos registroseran de una excelente calidad, pues en elauge de aquella “cartomanía” el públicoexigía de sus proveedores las mejoresimágenes y, paralelamente, la competen-cia era muy reñida entre los principales

empresarios de tarjetas postales fotográ-ficas. Recordemos que los editores queutilizaron imágenes de Eugenio Avanzifueron Roberto Rosauer, H. Bachmann,Tonini Editor y Pita y Catalana, todosempresarios de Buenos Aires y conside-rados por los historiadores de lacartofilia como precursores en la ediciónde tarjetas postales por impresiónfotomecánica.De todos ellos, fue Roberto Rosauer(1875-1939) el más prolífico editor delas vistas de Avanzi; la visita de losdelegados chilenos a Buenos Aires hacia1904 conforma un verdadero reportajefotográfico, donde Avanzi cubre todaslas alternativas de esta comitivatrasandina, desde la recepción de losnavíos de la armada chilena en DársenaNorte, los actos centrales, hasta la visitaa la Sociedad Hípica, testimonios queRosauer incluyó en su Serie Nº 2.Definitivamente Eugenio Avanzi formóparte de aquella gigantesca sagainmigratoria que cambió radicalmentelas características de nuestro país; fuecomo todos ellos un protagonista, untestigo lúcido de aquellas grandes trans-formaciones pero, gracias a su especialprofesión, nos ha legado un conjunto devaliosos documentos visuales de suépoca, nada menos que la historia ar-gentina en fotos.

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Caballero, Eugenio Avanzi, c. 1898

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BibliografíaAlexander, Abel y Príamo, Luis; H. G. Olds, fotografías: 1900-1943, Buenos Aires, Fundación Antorchas, 1998.Barela, Liliana y Maronese, Leticia; Buenos Aires hace cien añosa través de sus postales, Colección Edgardo José Rocca, BuenosAires, Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cul-tural de la Ciudad de Buenos Aires, 2003.Cunietti-Ferrando, Arnaldo, “Medallas y diplomas en la fotografíaargentina del S. XIX” en 1º Congreso de Historia de la Fotografía,Buenos Aires, 1998.Loeb, Marcelo y Howat, Jeremy; Catálogo Descriptivo deTarjetas Postales Ilustradas de la República Argentina.Roberto Rosauer (1901-1909), Buenos Aires, Editor MarceloLoeb, 1992.Pezzimenti, Héctor Luis, Editores - Fotógrafos - Impresores detarjetas postales argentinas. Catálogo por localidades A-B,Buenos Aires, Ediciones Rememorando, 2005.Pezzimenti, Héctor Luis, Editores - Fotógrafos - Impresores detarjetas postales argentinas. Catálogo por localidades.Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Ediciones Rememorando,2006.

Guías y anuariosBasch, Pablo, Guía Nacional de la República Argentina, 1903,Buenos Aires.Basch, Pablo, Guía Nacional de la República Argentina, 1905,Buenos Aires.Guía Kraft, 1907; 2º Tomo, Buenos Aires, Establecimiento deImpresiones de G. Kraft.Guía Kraft, 1908; 1º Tomo. Buenos Aires. Establecimiento deImpresiones de G. Kraft.Guía Arlas de la República Argentina, 1918. Buenos Aires.Guía Metropolitana del Comercio, 1910; Tomo III, 1º Semestre,Editor Humberto Rolleri, Buenos Aires.Guía Kraft, 1910; 1º Tomo, Buenos Aires, Establecimiento deImpresiones de G. Kraft.La Rural. Guía General de Estancieros. 1912, Buenos Aires.Guía Arlas de la República Argentina. 1913, Buenos Aires.La fotografía y sus aplicaciones, Año 1, Nº 1, Buenos Aires,1915.Anuario Kraft. Gran Guía General, 1917; Tomo I, Buenos Aires.The Standard Directory Co. El libro Verde de los Teléfonos.Buenos Aires, 1922.

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Diploma de la Exposición Nacional y firma autógrafa

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Buenos Aires a comienzosdel siglo XX.Breve contexto histórico

A principios del siglo XX, la naciónexhibía los resultados de una aceleradamodernización. La llegada masiva deinmigrantes y una economía basada enla exportación agropecuaria fueronfactores determinantes en el vertiginosodesarrollo urbano. Buenos Aires, la“París de América del Sur” acusará elimpacto de los grandes cambios, nosólo en la fisonomía de su traza sinotambién en la composición de sushabitantes, sus modos, sus costumbres,sus ideas.Fueron muchas las medidas adoptadaspara afianzar ese proceso, entre lascuales la federalización de Buenos Airesfue determinante para otorgarle a laciudad un papel rector en la vidainstitucional del país.Hacia 1880, luego de un período deinestabilidad política y de luchas civilesse consolida el poder político de unaoligarquía nacional decidida atransformar el país en consonancia conel nuevo ordenamiento económicomundial y Julio A. Roca será uno de susmás conspicuos representantes. Dosveces presidente de la Nación (1880-1886y 1898-1904), su política fortaleció laprivilegiada situación de una elite,responsable de la construcción de estemodelo, para el cual resultaba clave laincorporación de tierras destinadas a laproducción agropecuaria, objetivo quese logró tras la campaña de 1879 contrala población aborigen que las ocupaba.

Las cuestiones nacionales, manejadascomo problemas dentro de las redes derelaciones familiares o amistosas servíany satisfacían los intereses del círculorestringido de la elite. El fraude electoralorganizado y el uso de la fuerza eranherramientas utilizadas para defender yconsolidar al sistema vigente. Larepresentación popular, la división depoderes y la estructura organizativafederal, principios establecidos en laConstitución de 1853, aparecían comodeclarativos, ya que en la práctica notenían vigencia.En 1890, por primera vez se produceuna ruptura en la alianza dominante yaparecen sectores dentro de ella queimpugnan la legitimidad del sistema. Lanecesidad de ampliar la participaciónpolítica aparecía como un reclamodentro del mismo régimen, pero serándos fuerzas diferentes las quecomenzarán a implmentar un plan deluchas para completarla: la clase media ylos obreros.La Unión Cívica, joven partido quenucleaba a sectores sociales medios,

había elegido el camino de las armaspara adelantar la salida del presidenteJuárez Celman. El ingreso de algunos desus hombres al gobierno de sureemplazante, Carlos Pellegrini,precipitó la división de la fuerza; el alamás intransigente conformó la UniónCívica Radical, entre cuyos fundadoresse encontraban Leandro Alem e HipólitoYrigoyen, impulsores del accionarrevolucionario.Por otro lado, el importante flujomigratorio que recibió el país trajoconsigo el ideario político vigente enaquellos momentos en la Europaexpulsiva. Socialistas y anarquistasserán protagonistas en la defensa y en eldesarrollo de un mundo obrero, hastaentonces, muy desprotegido.Cuando en 1910, la nación se preparabapara celebrar el centenario de laRevolución de Mayo, el clima socialhabía llegado a su máxima tensión y losfestejos, que se realizaron con lavigencia del estado de sitio, mostraronla deficiencia del régimen. En octubre de ese mismo año, 1910,

El presidente Roca y su comitiva se dirigen al Congreso. Caras y Caretas, 1899

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Roque Saénz Peña, el representante másprogresista de la vieja oligarquía, sehace cargo del Poder Ejecutivo Nacional.Dispuesto a ampliar la participaciónpolítica con vistas a descomprimir lasituación social, combatir elpersonalismo político y promover elvoto libre, impulsa la reforma de la LeyElectoral. El paso siguiente será larealización de las primeras eleccioneslibres que llevarán al poder a HipólitoYrigoyen.

Buenos Aires, ciudad modernaLos grandes cambios producidos a nivelnacional tuvieron su reflejo en la ciudad.Entre 1880 y 1914, Buenos Aires yamostraba una serie de transformacionesque permitían definirla como una ciudadmoderna. Gas y luz para la iluminaciónpública, irrupción del automóvil, trenes,

tranvías, subterráneos y callesasfaltadas. La Plaza de Mayo tomaba lasformas ornamentales actuales, elCabildo sufría la “mutilación” de suslaterales para poder abrir las avenidasdiagonales (también se recorta su torredebido al peligro de derrumbe quepresentaba), se constituye un “eje

cívico” con la Avenida de Mayo que uneel Congreso Nacional con la Casa deGobierno, el escenario del Teatro Colónconvocaba a las figuras más importantesde la lírica internacional y tenía lugar laExposición Internacional de Arte delCentenario. Transformaciones quetambién alcanzaron a sus habitantes. Elaumento demográfico por el aporteinmigratorio arrojó para Buenos Airescifras que triplicaron la población: entreel censo de 1895 y el de 1914, elnúmero de habitantes pasó de 663.000 a1.575.000, lo que significó un granimpacto en la composición social. Unaburguesía nacional ligada a intereseseconómicos y empresariales coexistíacon el sector más representativo de lasociedad tradicional. La riqueza, juntoal linaje y la familia fueron criterios quedefinieron a esta élite dominante. A ellase incorporaron miembros de la clasealta de Buenos Aires y de las provincias,como así también familias europeasadineradas de comerciantes yprofesionales.1 La conformación de unaclase media surgida, en gran medida

Avenida de Mayo en 1899. Caras y Caretas

Campaña electoral de 1809. Caras y Caretas

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Notas1 Caprio, Graciela Elena, “Consecuenciasculturales del proceso de urbanización,Buenos Aires, 1880-1910” en PrimerasJornadas de Historia de la ciudad deBuenos Aires: La vivienda en Buenos

Aires, Buenos Aires, MCBA, 1985.2 Míguez, Eduardo J., “Familia de clasemedia: la formación de un modelo”, enDevoto, F. y Madero M. (dirección),Historia de la vida privada en la Argen-tina, T. 2, Buenos Aires, Taurus, 1999.3 Iglesia, Rafael E. J., “La viviendaopulenta en Buenos Aires: 1880-1910.Hechos y testimonios”, en PrimerasJornadas de Historia de la ciudad deBuenos Aires: La vivienda en BuenosAires, Buenos Aires, MCBA, 1985.

como “... fruto de un proceso deurbanización, de movilidad social, de ladiversificación de los consumos, delsincretismo étnico, de laescolarización,…” 2 y un sector obreroen desarrollo, irán construyendo unnuevo escenario político y social.Como un fenómeno natural de estecrecimiento, la construcción de lasviviendas familiares irrumpe de diversamanera en la fisonomía urbana. Elarquitecto Rafael Iglesia sostiene que enesta etapa podemos clasificar lasviviendas en tres grupos: la vivienda delos más ricos; la vivienda de la pequeñay mediana burguesía; y la vivienda delos pobres. “Cobijo, territorio de ciertasactividades, signo y símbolo, gasto;todo eso es la arquitectura. En lasviviendas opulentas todas estasfunciones se pudieron cumplir sin

Obras en el Cabildo

retaceos, mientras que en las viviendaspobres el gasto mínimo sólo permitióacceder a un precario cobijo. Sólo enlos dos primeros grupos la vivienda fueconsiderada, más o menosexplícitamente, como arte, de acuerdocon su función simbólica. Eso era‘arquitectura’, las viviendas de la escasezsólo eran “construcción”.3

Cada sector buscará definir su ámbito depertenencia, la élite se irá desplazandodesde el sur y centro de la ciudad haciael norte, y los sectores más popularesexpandirán el espacio urbano hacia lossuburbios. La adquisición de bienesimportados, piezas de arte, artículos delujo, será un distintivo de clase.Integrados al mobiliario y a ladecoración de las viviendas, seránexhibidos como signo de ostentación yestatus social.

Si el modo de habitar refleja el lugar queocupa la población en la sociedad, elregistro fotográfico de los interiores deestas viviendas de la alta y medianaburguesía urbana, significó laposibilidad de contar con un documentoinalterable, probatorio del rango socialadquirido.

Daniel A. Paredes

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La vivienda residencialporteña. 1880-1930.Contexto urbano

AntecedentesPara comprender la arquitectura deBuenos Aires hacia 1900, podemosreconocer arbitrariamente tresmomentos de la historia de la ciudad.El primero, de 1840 a 1880, involucraparte del gobierno de Juan Manuel deRosas y el período de organizaciónpolítica de la región. Podemoscomentar sintéticamente que en estaetapa ubicamos una mixtura dearquitectura italianizante con la deacervo hispano criollo. Las terrazas enla llanura eran solo acentuadas odiferenciadas por las cúpulas de loscampanarios de las iglesias yconventos.Un segundo período abarca desde 1880hasta 1930, en el cual la imagen urbanade la ciudad experimenta sustancialestrasformaciones, con las grandes obraspúblicas, la influencia del Higienismo,el trazado de parques y bulevares, elAcademicismo francés, el Eclecticismoy el Decorativismo.

Esta transformación da lugar al tercerperíodo, de auge del racionalismoblanco a la criolla entre 1930 y 1940.Es así que la ciudad se transforma enmetrópolis internacional, se la apreciacontenedora ya no sólo de grandesavenidas, sino también de la mayormasa de arquitectura moderna degrandes rascacielos, solo superada porNueva York.Del primer período italianizante quedanmuy pocos registros, algunos en lazona sur de la ciudad, otros como laiglesia “redonda”, en Belgrano, y lasregistradas en las estampas dePellegrini, que expresan una variantedecorativa del renacimiento italiano queacentúa y afirma una actituddecorativista. Se destaca el ingenieroitaliano Francisco Tamburini quecomparte la época con el Clasicismo deCanale y de Buscchiazzo.Tamburini actuó en las oficinas de

Obras Públicas durante el período1882-1895, dejando su impronta envarios edificios oficiales de la época ydesplegando una fructífera actividad enla infraestructura edilicia del Estadonacional. Entre las obras realizadas estála Casa de Gobierno, conocida como“Casa Rosada”.Con la desaparición de Pueyrredón, deTaylor, de Pellegrini y de Canale, seconsidera cerrado el período delClasicismo romántico de la década de1870.La influencia Beaux Arts es la quedominará la morfología de la ciudad enadelante.

Desarrollo del período 1880-1930En 1879 la llamada Campaña deldesierto modifica los referentesterritoriales y las posibilidades deimplantación física de ocupación delespacio. Esta acción abre gigantescasextensiones de tierra para la explotaciónagropecuaria –si bien concentrada enpocas manos–, y se requiere de uncentro de intercambio para canalizar lasimportaciones y exportaciones de laproducción agropecuaria. Con lallegada de una gran corrienteinmigratoria se hace necesariomodificar los parámetros de ocupacióndel suelo, y comienza un importanteproceso de expansión del espaciourbano.A partir de 1880 la ciudad inicia unperíodo de transformación inédito, conconsecuencias que perdurarán hastanuestros días.El proceso de modernización se

Plaza de Mayo

Pasaje Barolo y “La Inmobiliaria”

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intensifica, el país se relaciona con laeconomía del mundo, se revela unproceso de transformación de laproducción tradicional rural con baseindustrial creciente, se modifica laocupación del suelo, se transforman lasinstituciones, los modos productivos ylas prácticas y convenciones sociales.En septiembre de 1880 se produce lafederalización de la capital y la creacióndel municipio, luego se aprueba elproyecto para un nuevo puertodesarrollado por Eduardo Madero en1884 y en este mismo año se apruebala ley que declara de utilidad públicalos terrenos ubicados sobre la futuraAvenida de Mayo, en 1887 se apruebael decreto del trazado de la avenida deCircunvalación –actualmente avenidaGeneral Paz–, en noviembre de 1889 sedeclaran de utilidad pública losterrenos para la avenida Norte a Sud–lo que hoy conocemos como laavenida 9 de Julio–; todas acciones quetransformarán profundamente la imagenurbana y el modo de apropiarse ypercibir el espacio y los usos socialesacontecidos en la nueva trama.La traza de la Avenida de Mayo esacompañada por la de las avenidasAlvear, Sarmiento y Del Libertador.El paisajismo en los espacios verdes severifica en las plazas de Mayo, DelCongreso y San Martín. Completan elpanorama las plazas Vicente López yPlanes, Rodríguez Peña, Recoleta,Palermo y Barrancas de Belgrano.El impulsor de esta transformación fueel primer intendente municipal Torcuatode Alvear inspirado en lo realizado por

el Barón Haussmann en París veinteaños antes, sin que mediara ningunacrítica para su proceso de adaptación alcontexto de Buenos Aires; comoejemplo se puede mencionar lademolición de la Recova de la Plaza deMayo en 1884.El predominio de los profesionalesfranceses se impone, entre los másdestacados se encuentra Charles Thays,que llega al país en 1890, es director deParques y Paseos a partir de 1891 ydesarrolla entre otros proyectos elParque 3 de Febrero y el jardínBotánico; Joseph Anatoine Bouvard–director de Obras y Paseos de París–es contratado por el gobierno entre1907 y 1910. Finaliza el ciclo elpaisajista Juan Charles Forestier en laComisión de Estética Edilicia durante lagestión del intendente Carlos Noel, que

elabora el Plano Regulador de Reformade la Capital Federal en 1924-1925,considerado el primer documentourbanístico de ordenamientonormativo.Como síntesis podemos decir que en laarquitectura de esta etapa predomina laobra pública de instituciones delperíodo liberal y las residencias de lospropios dirigentes.En esta etapa se destacan los siguienteshitos: el Congreso de la Nación, elTeatro Colón, el Teatro NacionalCervantes, la Bolsa de Comercio, eledificio del Diario La Prensa, el PasajeBarolo (estos dos últimos sobre laAvenida de Mayo) y el destacado HotelAlvear.El ferrocarril aporta las estacionesterminales de Retiro y Constitución.Además se destacan los palacios de lasencumbradas familias porteñas, comoAnchorena y Paz frente a la estratégicaPlaza San Martín; Ortiz Basualdo yPereda, en la Plazoleta CarlosPellegrini; Fernández Anchorena, y losdos pertenecientes a la familia Duhau,al 1600 de la avenida Alvear. Concluyeeste sintético listado con los palaciosde las familias Bosch, Alvear yErrázuriz, sobre la avenida DelLibertador, entre otros.La estilística predominante es la delAcademicismo francés –como no podíaser de otro modo en un organismo vitalcomo una ciudad con pretensionesmetropolitanas– contaminado por unambiente decididamente ecléctico y conparticipaciones notables de ArtNoveau, Modernismo catalán,

Casa de Pereyra

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Secesión y ráfagas de incipienteantiacademicismo.

Dinámica de la vida domésticaPodemos convenir que la dinámicasocial de la vida doméstica sufriógrandes transformaciones culturales,políticas y tecnológicas, tales como laelectricidad, los transportes y muydiversos fenómenos que condicionaronel concepto de confort relacionado conespacio doméstico.La propiedad familiar variaba en tipo yvalor según la generación.El parámetro que caracterizaba a lapropiedad era el de la diversidad deinversiones, tales como productosganaderos, tierras e instalaciones in-dustriales y maquinarias, acciones enferrocarriles, en bancos y en otrascompañías, además de los bonosmunicipales y una considerablecantidad de propiedad urbana comoinversión con fines tambiénespeculativos.En este contexto hay un lugar para laresidencia y la casa.Hacia 1860 la ciudad era relativamentepequeña y las familias influyentes seconcentraban en la parroquia de laCatedral y en las quintas del norte de laciudad. Luego de los sucesos de lafiebre amarilla en 1871 se produjo eléxodo de esta población hacia la zonaque hoy denominamos Barrio Norte, alnorte del sector comercial.Hubo una concentración residencialcaracterizada por intereses sociales,comerciales y especulativos comunes.Estas familias urbanas vivían en

residencias cuya disposición algunosautores la consideran derivada ovariante de la casa mediterránea opompeyana, o casas de localesalrededor de dos y tres patios lateralessucesivos.A esta disposición le sigue el estilo demansiones francesas, con aumento detamaño y de número de habitaciones,para composiciones familiares másreducidas.Toma una creciente importancia laconsideración de la fachada, que ya seemplazaba en terrenos más grandes;toda su concepción era la de unmonumento visible para su ostentación,idea esta, ausente en la generaciónanterior.

Viviendas residenciales:un pasaje a la modernidadEn sí, la vivienda es un complejo deacciones que realiza el hombre para

abrigo y resguardo, y la utiliza comomodo de separarse y vincularse con elmundo, es decir, con el ambiente, conlos objetos y con los otros hombresentre sí.Esta relación se estratifica endispositivos públicos y privados, quese distinguen y se relacionan dediversos modos hasta llegar a lamodernidad. Este proceso vinculatoriose resuelve con opacidades ytransparencias, de acuerdo con elmomento histórico y a la ubicaciónsocio cultural de los productores de laresidencia, tanto en el ochenta como enel Centenario.Hay crónicas que comentan que las casasde azoteas no tenían buenas calidadesambientales para los parámetros delmomento, y menos aún para los másrigurosos del Higienismo posterior. Estascrónicas mencionan que los límites entrelos diversos ámbitos eran lábiles y por lotanto las actividades desarrolladas enellos también.El retrete y el baldaquino en eldormitorio parecen ser los ámbitos demayor privacidad en las viviendastradicionales.En la casa con patio lateral yhabitaciones en ristra –casa chorizo–,los cuartos no son morfológicamentediferenciados, característica que lepermite la flexibilidad necesaria comopara satisfacer todo tipo de destino yfunción. Cada uno de éstos es uncubículo indiferenciado que puedecontener el espacio público o privadotanto de un taller, un dormitorio o unaula.

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La subjetivación de las formas en losprocesos de percepción o apropiaciónde los lugares deriva en una, cada vezmayor, “opacidad” entre los espaciosdonde se desarrollan las conductaspúblicas y privadas; entre padres ehijos; patrones y sirvientes, entrehombres y mujeres.Con la incorporación del pasillo, lashabitaciones ya no se vinculan entre símediante puertas. Aparecen losconductos y tuberías de desechos,vapores, y más adelante la instalacióneléctrica.Las residencias tradicionales defamilias acomodadas aumentan ladisponibilidad de servicios, yespecializan las funciones de los lo-cales.Los sectores populares continúanprefiriendo las viviendas tipo chorizo ode patio lateral, mientras que lasfamilias de sectores pudientes tienencomo referente de inspiración lasresidencias francesas.La diferencia con estas residenciaseuropeas será la inestabilidad en losdispositivos –en Buenos Aires–, lasáreas de servicio doméstico estánubicadas dentro de los límites de laresidencia y no en las azoteas como enlos referentes franceses.En la primera década del siglo XX lashabitaciones de servicio estaban dentrodel ámbito de las dependencias del“señor o la señora”, con el tiempo seacercarán a la cocina.Entre el novecientos y el treinta huboun proceso de simplificación de ladistribución y de la masa estructural de

las viviendas.Desde lo funcional, pasillos y lugaresde transición, como antebaños,antesalas, antecámara o antecomedor,eran espacios que le proporcionabanjerarquía ambiental y social a loslugares de habitar y le permitían formasde vinculación y, por lo tanto, designificación que con el tiempo fueronperdiendo.El proceso de modernización ycompactación –reducción ysimplificación– de la arquitectura y dela vida social, es acompañado por unproceso similar en el vestido y losaccesorios como sombrillas, sombrerosy bastones, que fueron también“compactándose” en contraposicióncon la expansión de la ocupación terri-torial de la ciudad. Los espaciosresidenciales también se comprimen, eldiseño de indumentaria y accesorios

siguen esta tendencia, y la vida ensociedad se resignifica en el proceso demodernización.Las habitaciones se caracterizan por lasuperabundancia de elementos visualesy objetuales de diversos significadosque contribuyen a caracterizar lassignificaciones de los lugares en losimaginarios de la mansión burguesa.

Breve referencia al dormitorioHasta 1910 el dormitorio debe cumplircon múltiples funciones, tales comoámbito destinado al reposo y al sueñoreparador, no existiendo referencias a lafunción sexual en esas habitaciones.Es el recinto designado a la mayorprivacidad y el de menor exposiciónpública, es el espacio menosfotografiado o expuesto enpublicaciones de la época mencionada.Es la habitación que lleva más marcado

Palacio Bosch

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Residencia Errázuriz

el carácter de su habitante.Hasta ese momento, predomina lapreocupación higiénica por sobre losgustos decorativos y el dormitoriotambién deberá cumplir funcionesluego asignadas al baño, por lo quedeberá estar bien ventilado y ser dedimensiones amplias, y especificar loslugares y modos de preservar labacinilla de uso nocturno.

El lugar socialLa sala hacia los primeros años delsiglo XX todavía no es el lugar donde lafamilia conversa, estudia o trabaja; eneste ámbito ni se come ni se duerme.Es el lugar donde se recibe.Es necesario aclarar que la sala nofunciona como transición entre lopúblico y lo privado, porque lastransiciones se generan en laantecámara, antecocina, etc.La sala se instala como un espacio dearticulación entre el espacio público delo urbano y el doméstico. Es el lugar delos ornamentos y las exhibiciones, dondese manifiesta el perfil de la residencia, ellugar de los objetos, de los retratos defamilia, de las obras de arte y el

mobiliario hasta llegar al coleccionismo,que caracteriza a la casa. Es el lugar de lasceremonias y los rituales enmarcados porlos sillones con su arcaica disposición.Cuando esta rigidez de lo ritual seablanda, los sillones llegan a subjetivarsecon sus dueños y visitantes, es entoncesque se resuelven mullidos para recibir asus usuarios, aquí empieza a aparecer elconcepto de living.

El verdadero lugar de reunión de lafamilia será el comedor. Un lugartranquilo de colores constantes, lostemas de los cuadros no serán lóbregospara no influir en la placidez delambiente. La calidad de vida y debienestar dependerá de qué alimentosse ingerirán y de qué modo se hará.No solo se dispondrá de una mesa,sino también de un aparador, donde seguardarán la vajilla, los manteles y loscubiertos.Se admitirán los arreglos florales, unreloj, y se observará con cuidado laclase y el estilo de los muebles.A principios del siglo XX en el interiorde las viviendas burguesas seencontraban registros de modasdiversas como las de origen victoriano,paredes revestidas con empapelado defuertes dibujos y colores, sillonesvestidos con pasamanería con flecos yborlas; complementando, seencontraban sillas Thonet con asientosde esterilla.Sobre los muebles, generalmente decolor oscuro y volumetría pesada, seubicaban figurillas de porcelana, floressecas o cereales exóticos, y todo tipo deelementos que denotaban el carácter deviajeros y “de mundo” de los dueñosde casa. Hasta podían encontrarseobjetos de referencia oriental.Esta diversidad funcional hará que elposterior proceso de modernización yconsecuente compactación espacialderive en lo que se conoce comoliving-room.

Jorge Mallo

Casa de Guerrico

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Interiores deresidencias porteñas

Federalizada en 1880, Buenos Airesseguía siendo el mayor emporio deriqueza de la Nación. Cosmopolita supoblación, renovadora su arquitectura, cultassus minorías y activo su puerto, la Capitalponía de manifiesto todos los rasgos delcambio que se operaba en el país.La arquitectura que se impuso fue la“ecléctica”, es decir, aquella que tomaelementos de diferentes estilos: neoclá-sico, italianizante, neogótico y –toman-do como modelo la Academia de BellasArtes de París– el estilo académico.Este último se aplicó en edificiospúblicos y residencias particulares, losque forman actualmente gran parte denuestro patrimonio arquitectónico. Paraestas construcciones se contrataronarquitectos extranjeros, entre ellosAlejandro Christophersen, Eduardo LeMonnier, Julio Dormal, René Sergent oLouis Sortais, que usaban materialesimportados, como se evidencia, no sóloen los exteriores, sino también en losinteriores de las residencias. Las

viviendas se ampliaron y se convirtieronen casonas y mansiones, con ambientesque se agregaban al uso cotidiano. Salasde recibo, vestidores, escritorios ybibliotecas eran parte de las nuevasviviendas de este tipo.Ya en la década del 80, en Buenos Airesse despierta la ansiedad de poseerporcelanas, piezas de mobiliario, etc.traídas de una Europa con ecos dedecadencia. Se superponen estilos y secolman espacios con toda clases deobjetos ornamentales y muebleseuropeos que se alternan con pinturascuya temática es el paisaje del campo olos retratos de damas y caballeros deuna recientemente adquirida repercusiónen los círculos de alto nivel social.Anuncios de venta describen conjuntosde muebles que indican estatransformación operada en Buenos Airesy que a la vez ilustra el paulatinoalejamiento de las sencillas costumbresde antaño.El comienzo del siglo XX recibe laherencia del surgimiento de la Argentinacomo nación pujante, permitiendo a lasfamilias de un alto poder adquisitivoexhibir su patrimonio decorativoproveniente del siglo XIX, sumandonuevas piezas que destacan su progreso.

Aparece el “nuevo rico”, aspirante aingresar en los círculos selectos de lasfamilias más tradicionales.En el mobiliario se ven los estilosrománticos o suntuosos, desde elneoclásico y neogótico hasta los Luisesfranceses desde la regencia hasta el LuisXVI y también el barroco y rococó. Entrelos estilos ingleses, predominan elvictoriano y el Chesterfield para losestudios y escritorios que son espaciosrelativamente nuevos en las casas de losahora pudientes propietarios.También se importan ebanistas, algunosde los cuales llegan a afincarse en laciudad.Las paredes se desbordan al exhibirpinturas que integran las coleccionesprivadas, un poco al modo de losmuseos ingleses y franceses.Abundaban en los anuncios deperiódicos las maderas como eljacarandá, el nogal, el roble y la caoba;también mármoles entre los cuales sedestacaba el de Carrara, telas como losbrocados de seda, el velour o pana deterciopelo y el gobelino. Según undiario de 1893, se puede ver unaimportación masiva de alfombras deBruselas, porcelanas francesas derecargada factura y la codiciadacristalería de Bohemia.Ricos artesonados de yesería en loscielorrasos, a veces también decoradoscon murales boisseries (paneles demadera tallada) recubren las paredes,grandes chimeneas de piedra o cerámicaespañola.

Ana María Peroni

Cristalería

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de S. Sánchez

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Casa de la familia Gutiérrez

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Casa de la familia Mendeville

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Casa del doctor Spinedi

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Casa del arquitecto Tartaglia

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Ex Embajada de México

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Gutiérrez

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Casa de la familia Gutiérrez

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Casa de la familia Ortiz de San Pelayo

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Casa de la familia Rusconi

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Casa de la familia Mendeville

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Casa de la familia Gutiérrez

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Casa de la familia Guerrico

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Casa de la familia Madero

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Casa del doctor Madero

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Casa de la familia De Martino

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Casa de la familiaGutiérrez

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Casa de la familia Noé

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Consultorio del doctor Piccinini

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Oficina

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Estudio-taller del artista Yori

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Casa de la familiaGutiérrez

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Casa de la familiaRusconi

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Casa de la familiaRusconi

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Residencia del Embajador de México

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Hogar.Escudo de lafamilia Remo

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Hogar. Escudo de Garay

una publicación de

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