memoria justicia y reparacion violencia sexual y violencia de en el terrorismo de estado en...

8/16/2019 Memoria Justicia y Reparacion Violencia Sexual y Violencia de en El Terrorismo de Estado en Argentina1

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Encuentro Internacional sobre Violencia de Género

10 y 11 de junio

Ciudad de Buenos AiresPanel: Violencia contra mujeres privadas de libertad

Memoria, justicia y reparación: violencia sexual y violencia de

género en el terrorismo de Estado en Argentina 1

María Sonderéguer

En estos últimos años, y con la reapertura de los procesos penales

por los crímenes cometidos durante la dictadura, luego de la

declaración de inconstitucionalidad de las llamadas “leyes de

impunidad”, algunas mujeres que sufrieron distintas formas de

iolencia se!ual en los campos clandestinos de detención "an

comen#ado a narrar una "istoria que "a$ía permanecido elada

"asta "oy% &elada, in isi$ili#ada, o$turada% En los años oc"enta, en

el escenario del 'uicio a las 'untas, las denuncias de pr(cticas de

iolencia se!ual "acia las mujeres ) o "acia los arones* quedaron

su$sumidas en la figura de los tormentos y en las distintas

ejaciones% +ncluso quedaron relegadas ante el crimen de la

desaparición for#ada, que se consideró el elemento central de la

metodología represi a del terrorismo de Estado% ero desde los

años no enta, la incorporación de la perspecti a de género en la

1 En este tra$ajo e!pongo algunas refle!iones que resultan del proyecto de in estigaciónso$re “&iolencia se!ual y iolencia de género en el terrorismo de Estado” desarrollado $ajomi dirección y con la codirección de &ioleta -orrea en los -entros de .erec"os /umanosde las 0ni ersidades de 1uilmes y de 2anús, y del proyecto “Memoria, &iolencia y 3énero4articulaciones conceptuales y encrucijadas teóricas”, tam$ién desarrollado $ajo mi dirección,con codirección de 5lejandro 6aufman, en la 0ni ersidad 7acional de 1uilmes%

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in estigación de iolaciones masi as a los derec"os "umanos en

los procesos políticos de la región latinoamericana y en distintas

partes del mundo, ya sea en situaciones de conflicto armado o enprocesos represi os internos, permitió comen#ar a identificar en los

distintos relatos, en los testimonios, una pr(ctica reiterada y

persistente de iolencia se!ual "acia las mujeres% El de$ate

jurídico a ni el internacional pudo entonces caracteri#ar la iolencia

se!ual en el conte!to de pr(cticas sistem(ticas de iolencia como

una iolación específica de los derec"os "umanos y en 899:, el

Estatuto de la -orte enal +nternacional la tipificó como crimen de

lesa "umanidad% or eso creemos que en los juicios actuales en

5rgentina, los testimonios so$re iolencias se!uales "acen posi$le

comen#ar a pensarlas como tortura, tomarlas como tal, isi$ili#arlas

y anali#ar de qué modo esa consideración puede llegar a impactar

en nuestra jurisprudencia%

;1ué interrogantes nos plantea incorporar la perspecti a de género

al an(lisis de la iolencia se!ual y de género en el marco de

iolaciones masi as y sistem(ticas de derec"os "umanos< ;1ué

sucede cuando a$ordamos desde esta perspecti a los testimonios

de las íctimas del terrorismo de Estado en 5rgentina< ;-ómo se

escri$en y se inscri$en en los cuerpos los enunciados de la

represión<

En 5rgentina )del mismo modo que en otros países del continente*

la iolencia se!ual ejercida durante la última dictadura se presenta

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como un caso paradigm(tico donde es posi$le o$ser ar cómo la

estructura de género reaparece y reafirma el sistema "egemónico

masculino al mismo tiempo que permite que ésta permane#cain isi$ili#ada trascendiendo el propio terrorismo de Estado% El

cuerpo de las mujeres )y e entualmente el de los arones*

aparece como un territorio marcado o a marcar, en cuya

apropiación se dirime la lógica de poder entre los géneros%

7umerosos testimonios de mujeres detenidas durante la dictadura

descri$en las múltiples formas de iolencia se!ual a que fueron

sometidas4 desnude# for#ada, manoseos de car(cter se!ual,

iolaciones indi iduales y grupales, penetración con o$jetos, etc%

=anto en las declaraciones ante la ->75.E ?-omisión 7acional

de .esaparición de ersonas@ como en el 'uicio a las 'untas

Militares en 89:A B, las mujeres relatan distintos modos de iolencia

se!ual y en algunos casos e!presan "a$er sido ioladas% Sin

em$argo, puede estimarse que la cantidad de mujeres ioladas es

muy superior a los casos denunciados, tanto porque no se

preguntó específicamente a las mujeres por las iolaciones

se!uales ?la información e!istente pro iene de las declaraciones

espont(neas@ como porque la percepción de que el número fue

significati o se e refor#ada por la gran cantidad de testimonios de

detenidos que dicen "a$er presenciado una iolación%

ara las Cuer#as 5rmadas y las Cuer#as de Seguridad argentinas,

2 &éase los testimonios transcriptos en los ejemplares del Diario de Juicio, Editorial erfil,

Duenos 5ires, 89: y el Nunca M s , Duenos 5ires, E0.ED5, 89: y reediciones

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la gram(tica de los cuerpos tiene una significati a incidencia en su

constitución como sujetos% 2as escuelas policiales y militares

“modelan” los cuerpos de sus agentes en un disciplinadoaprendi#aje% El soporte corporal instituye sus identidades e informa

so$re los atri$utos de sus integrantes% or ende, la “inter ención”

so$re los cuerpos por parte de los perpetradores tam$ién se

inscri$e en este dispositi o disciplinario4 podemos leer en los

crímenes una lengua y esa lengua nos interpela%

En el caso de la se!ualidad, cuando esa lengua escri$e su letra en

el cuerpo de una mujer )o de un arón* e!presa un acto

domesticador% F Si en los cuerpos se inscri$e la disputa política, en

el cuerpo territorio de las mujeres )y de los arones* el intercam$io

se!ual juega un papel en la reproducción de la economía sim$ólica

del poder marcada por el género G%

ero mientras el cuerpo iolado de los arones es destituido de su

masculinidad, en el cuerpo iolado de las mujeres la agresión

se!ual inscri$e la “so$eranía” de los perpetradores% 5sí tam$ién,

en la “entrega” del cuerpo de las mujeres, en los ínculos se!uales

e incluso amorosos )y no sólo en los encuentros se!uales

for#ados, sino en aquellos inculos afecti os entre secuestradas y3 “la dominación se!ual tiene tam$ién como rasgo conjugar el control no solamente físico sino

tam$ién moral de la íctima y sus asociados”, éase Hita Segato, = erritorio, so!eran"a y

cr"menes de #egundo estado: la escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en

$iudad Ju re% , Serie 5ntropología F B, Drasilia, BIIG, p(g% 8B4 &éase María Sonderéguer y &ioleta -orrea, comps, An lisis de la relación entre violencia

sexual tortura y violación a los derec&os &umanos , -uaderno del -e./EM*0ni ersidad7acional de 1uilmes, Dernal, diciem$re BII:

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sus captores “m(s complejos e insonda$les” A ?sa$emos que el

conte!to no es neutro y est( pautado por la iolencia@, el

intercam$io se!ual se inscri$e en un diferendo4 la alenciadiferencial de los géneros % or ello, la “ocupación” del cuerpo de la

mujer se asimila a la ocupación del territorio enemigo% ero

asimismo, la “escritura” de ese cuerpo que la iolencia se!ual se

propone producir ensaya una reescritura de los cuerpos que

sustenta resignificaciones morales y apuesta a restituir una

jerarquía de lugares respecto de arones y mujeres, íctimas y

perpetradores%

.esde esta perspecti a, me interesa pensar la iolación y la traición

como crímenes atra esados por la estructura de géneroJ crímenes

que se cometieron con las mujeres *la iolación* o con los que se

calificó el comportamiento de las mujeres )la traición*J crímenes

que al articular sujetos, cuerpos, creencias, pueden ser pensados

como categorías que se iluminan mutuamente% 2as narraciones

so$re la ley, el castigo, la erdad y la justicia que se desplegaron

desde los inicios de la democracia, en 89:F, se articularon so$re

presupuestos en los cuales la pro$lem(tica de género opera como

una de sus determinaciones sustanciales, aunque denegada %

5 5na 2ongoni, 'raiciones , Duenos 5ires, 7orma, BIIK, p(g% 8FK6 Crancoise /éritier, Masculino()emenino **+ Disolver la Jerar u"a , Duenos 5ires, C-E,

BIIK7 &éase el proyecto Memoria, -iolencia y .énero: articulaciones conceptuales y encrucijadas

teóricas , 0ni ersidad 7acional de 1uilmes, .irectores4 María Sonderéguer y 5lejandro6aufman%

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=anto cuando el cuerpo de las mujeres es iolado como cuando se

“entrega”, nos encontramos inscriptos en una estructura sim$ólica

que perci$e al cuerpo de las mujeres como territorio )literal* de losarones% Si el cuerpo de las mujeres es de los arones, son por

ende los arones quienes inscri$en allí su so$eranía% .esde esta

perspecti a, la violación y la traición son dos categorías que

pueden ser pensadas como dos núcleos de significados en los que

se condensa la relación entre las pr(cticas de intercam$io se!ual y

la lógica de poder entre los géneros%

or numerosos testimonios : sa$emos que las mujeres íctimas de

tortura sufrieron algún tipo de iolencia se!ual y que dic"a pr(ctica

ejercida contra las mujeres constituyó un método de tortura por la

condición de género de la íctima% ero esa pr(ctica específica no

fue isi$ili#ada en la indagación de los crímenes del terrorismo de

Estado, en las narraciones de las íctimas, en las políticas

reparatorias posteriores, o en las múltiples memorias de la

represión%

-onocemos tam$ién relatos )algunos de ellos recurrentes* so$re

relaciones amorosas entre algunas detenidas desaparecidas con

sus captoresJ en esos relatos, la “entrega” se!ual de esas mujeres

8 ilar -al eiro señala4 “En muc"os campos, en particular en los que dependían de Cuer#a 5rea o de la olicia, los interrogadores se alieron de todo tipo de a$uso se!ual,% .esde

iolaciones múltiples a "om$res y mujeres, a eces "asta einte eces consecuti as, asícomo ej(menes de todo tipo com$inados con los métodos ya mencionados de tortura,como la introducción en el ano y la agina de o$jetos met(licos y la posterior aplicación dedescargas electricas a tra és de los mismos% En estos lugares tam$ién era frecuente que alas compañeras les dieran”a elegir” entre la iolación y la picana, en /oder y Desaparición,Duenos 5ires, -oli"ue, 899:, p(g% A%

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es equiparada a la delación y a la cola$oración con los

perpetradoresJ las “traiciones” cometidas nos informan de la

estructura jer(rquica de las relaciones de género% 2anarrati i#ación de las memorias de la represión requiere entonces

una articulación conceptual con el pro$lema de las

representaciones de género y de la iolencia%

5ctualmente, en la legislación internacional, las iolaciones

se!uales sistem(ticas son consideradas iolaciones a los derec"os

"umanos% El Estatuto de la -orte enal +nternacional ?Estatuto de

Homa@, apro$ado en 899:, estipula que es un crimen de lesa

"umanidad la “ -iolación, esclavitud sexual, prostitución 0or%ada,

em!ara%o 0or%ado, esterili%ación 0or%ada u otros a!usos sexuales

de gravedad compara!le 2 artículo K, 8*g@, cuando se comete

como parte de un ataque sistem(tico o generali#ado contra una

po$lación ci il%

2a inclusión de la iolencia se!ual como una gra e iolación a los

derec"os "umanos se consolida a partir de los años 9I, cuando la

-onferencia Mundial de 7aciones 0nidas so$re .erec"os

/umanos en &iena la reconoce como tal en su plataforma de

acción, promulgada por la 5sam$lea 3eneral de las 7aciones

0nidas en 899F% oco después, la -uarta -onferencia Mundial

so$re la Mujer, reali#ada en Deijing en 899A, consolidó los alcances

de la -onferencia de &iena, al esta$lecer que “los derec"os de las

mujeres son derec"os "umanos”%

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.el mismo modo, la -on ención +nteramericana para pre enir,

sancionar y erradicar la &iolencia contra la Mujer ?-on enciónDelém do ar( @ de 899G, entiende como iolencia contra la mujer

la iolencia física, se!ual y psicológica, que comprenda *entre otras

iolencias* la iolación, el maltrato y el a$uso se!ual, tanto en el

(m$ito domestico, interpersonal o familiarJ en el (m$ito de la

comunidadJ o perpetrado o tolerado por el Estado o sus agentes%

Sin em$argo, en todos los años transcurridos desde el final de la

dictadura, y regulada por una estructura de poder entre los géneros

que se sustenta en el uso y a$uso del cuerpo de unos por otros 9, la

iolación de las mujeres durante el terrorismo de Estado en

5rgentina no pudo ser isi$ili#ada como un "ec"o polLtico4 "u$o

iolaciones, se supo, pero no fueron significadas como una forma

específica de tortura, y no constituyeron un dato a isi$ili#ar

específicamente en los testimonios%

Hecordemos que en el -ódigo enal argentino, la iolación se!ual

esta$a tipificada como “delito contra la "onestidad” y recién en el

año 8999, la definición fue sustituída por la designación de “delito

contra la integridad se!ual”% 2a figura legal pone de manifiesto un

orden pre io al orden contractual contempor(neo4 “el residuo de la

sociedad de estatus, premoderna, que antecede a la sociedad

moderna y contractual constituida por sujetos sin marca ?de g nero

9 Hita Segato, 3as estructuras elementales de la violencia , rometeo FI8I*Editorial 071,Dernal, BIIF, p(g% BF

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o ra#a@ que entran en el derec"o en un pie de igualdad”% 8I +ncluso

"oy, el ejercicio de las acciones penales en el caso de una

iolación, son “acciones dependientes de instancia pri ada”, esdecir, dependen de la “acusación o denuncia del agra iado o de su

tutor”, las acciones “que nacieren de los delitos de iolación,

estupro o atentado al pudor” 88 %

.esde esa misma lógica, la entrega del cuerpo a los perpetradores

fue isi$ili#ada como traición y se significó como un "ec"o político%

El delito de la traición se instala en la circulación del cuerpo de las

mujeres% 2a regla social de la e!ogamia esta$lece que el o$jeto de

intercam$io no es un sujeto con los mismos derec"os del que lo

posee, y no puede disponer de sí mismo según su oluntad 8B%

Me interesa detenerme en la noción de marcos sociales de

memoria 8F para refle!ionar so$re esos recuerdos oscurecidos y

o$turados )las iolaciones se!uales sistem(ticas* o iluminados por

la sospec"a y estigmati#ados *las traiciones de las mujeres* %

2a memoria es memoria de las memorias, y al mismo tiempo se

construye con fronteras, con coordenadas que encuadran lo

ocurrido, lo fijan, le dan esta$ilidad y consistencia% ero la fijación

no es definiti a% En esa selección de recuerdos y ol idos que se10 Hita Segato, 3as estructuras4 op% cit, p(g% BK11 -ódigo enal de la 7ación 5rgentina, 2ey 88%8K9, y sus modificaciones%12 Crancoise /éritier, op% cit%, p(g% B813 Maurice /al$Nac"s, Memoria individual y memoria colectiva , Estudios nro% 8 , otoño BIIA,

-E5 de la 0ni ersidad 7acional de -órdo$a%

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e!presa en los recuerdos indi iduales, continuidad e identidad de

la e!periencia ?continuidad con una serie de acontecimientos

similares, identidad para predicarse a sí mismo como sujeto acti oo pasi o de lo acontecido@ tra#an una intersección necesaria% El

relato del pasado encuentra en el presente sus principios de

intelección%

/a sido necesaria una transformación de los marcos sociales de

memoria para que se empe#aran a crear las condiciones para

“nue os” recuerdos, puesto que el testimonio da fe de la memoria

como e!periencia estructurante de la su$jeti idad% .esde 89:F

a899 , la llamada transición a la democracia se construyó so$re la

$ase de la re alori#ación de la idea de un sujeto de derec"os que

opera$a como fundamento de legitimidad del nue o orden que se

inicia$a% En este sentido, el 'uicio a las 'untas, en 89:A, se mostró

como un escenario en el que las íctimas del terrorismo de Estado

de inieron testigos y su pala$ra, sometida a la transformación

reglada de la escuc"a legal, redefinió el relato de la tragedia i ida

en testimonio ordenado según las normas de producción de la

prue$a jurídica% El derec"o restituyó a las íctimas su condición de

sujetos a costa de su a$stracción como sujetos concretos, situados

"istórica y e!istencialmente 8G% Este sujeto de derec"os neutro no

permitía la inscripción de las di ersas su$jeti idades% El paradigma

repu$licano sostenido en una noción de ciudadanía uni ersal

a$stracta esta$leció el terreno respecto del cual se esta$lecía una

política de la memoria ligada a la construcción del Estado de14 María Sonderéguer, “.e eso sí se "a$laO%”, re ista /uentes nro% F, de mar#o de BII8%

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.erec"o como "ori#onte contractual%

-omo ya sa$emos, las denominadas leyes de punto final y

o$ediencia de$ida 8A ?y m(s tarde los indultos@, significaron una

ruptura del pacto de credi$ilidad respecto de los alcances del nue o

orden repu$licano y, desde mediados de los no enta, di ersos

episodios ?las declaraciones de 5dolfo Scilingo, un militar

“arrepentido”J el nacimiento de la organi#ación /+'>S 8 J la llamada

autocrítica del general Dal#a, la proliferación de nue os testimonios

so$re las luc"as políticas de los años setentaJ la multitudinaria

mo ili#ación de repudio al BI ani ersario del 3olpe Militar en la#a

de Mayo en 899 , entre otros@ parecieron indicar una nue a fle!ión

con respecto a la memoria del pasado m(s reciente y dieron lugar a

la emergencia de narraciones que aglutina$an di ersos colecti os y

aspira$an a restituir identidades y tradiciones políticas4 “nosotraspresas políticas”, “ca#adores de utopías”, “p(jaros sin lu#”%

2uego de la crisis política e institucional de los últimos días de

diciem$re de BII8, el nue o go$ierno iniciado en el año BIIF

encaró una serie de decisiones de política estatal que comprendió

distintas medidas de justicia retroacti a y la instauración de

conmemoraciones y sitios de memoria4 la recuperación del predio

de la Escuela de Mec(nica de la 5rmada, donde funcionó un

-entro -landestino de detención para la reali#ación de un Espacio

15 2ey BF%G9B, de E!tinción de acciones penales, promulgada en diciem$re de 89: y 2eyBF%AB8 de .eterminación de los alcances del de$er de o$ediencia, promulgada en junio de89:K%

16 -onformada por "ijos de desaparecidos%

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para la Memoria y promoción de los derec"os "umanosJ la

instauración del BG de mar#o como .ía 7acional de la Memoria por

la &erdad y la 'usticia, la anulación y luego la declaración deinconstitucionalidad de las leyes “de impunidad “ )las leyes de

“punto final” y de “o$ediencia de$ida” y los indultos* con la

consecuente sustanciación de nue os juicios a los responsa$les de

crímenes durante la dictadura y, por ese camino, propuso un

nue o “pacto” fundador de la sociedad argentina% En articulación

con el impacto en la legislación argentina de los desarrollos del

derec"o internacional, este nue o contrato apuntó a esta$lecer

como piso mínimo con i encial el paradigma de la igualdad

uni ersal de los derec"os "umanos%

En la indagación so$re los crímenes de iolencia se!ual ocurridos

durante la dictadura, se inscri$en tam$ién otras circulaciones

discursi as en las que confluyen las nue as teori#aciones so$re

género, los mo imientos sociales feministas y algunos temas cla e

como la trata y tr(fico de personas% En los nue os testimonios, las

determinaciones sustanti as que la estructura jer(rquica entre los

géneros esta$lece entre arones y mujeres nos impone una

refle!ión en relación a los crímenes de iolación se!ual y de traición

?se!ual@% En la iolencia se!ual y la traición, en la agresión y en el

tri$uto se!ual del cuerpo de las mujeres, se cristali#a una arcaica

iolación y pri ación de derec"os% 5m$os crímenes, iolación y

traición, nos "a$lan del desposeimiento de las mujeres, el

enfrentamiento de los arones con otros arones, el refor#amiento

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del estatus masculino 8K% 5m$os crímenes tra#an tam$ién una

escritura, una letra iolenta en las que el cuerpo es soporte de una

nue a normali#ación de las su$jeti idades de las íctimas% 2osPastestigos "a$lan entonces en la do$le condición de la pala$ra

testigo4 tercero ante un litigio y so$re i iente de un acontecimiento

para dar fe de él% uesto que todo crimen puede leerse como un

te!to 8: en el que se articulan oces, enunciados, culturas,

creencias, cuerpos y sujetos, esa trama nos re elan los Lnculos

que la ley, la justicia, la erdad y el Estado esta$lecen con

aquellos 89 %

ero tam$ién dar testimonio )interrogar los testimonios e!istentes,

encontrar nue os testimonios* del impacto diferenciado de la

iolencia se!ual y de género so$re las mujeres tiene, adem(s de su

función “instrumental” ?cuyo alor se dirime en el régimen de prue$a

de los juicios@ una función “sim$ólica”4 en sus silencios, sus

referencias o$licuas, su conflicti a isi$ilidad, sus oces m(s

recientes, las narraciones de las íctimas de iolencia se!ual

durante la dictadura suscri$en )e inscri$en* alores, creencias,

e!pectati as que informan de las pugnas y tensiones en la

economía de poder entre los géneros% 2a noción de memoria

requiere una indagación conceptual a fin de definir las incidencias

originadas por las relaciones entre las representaciones de la

17 &éase, Crancoise /éritier, op% -it% (g KK18 Hita Segato, 'erritorio, so!eran"a y cr"menes de #egundo estado: la escritura en el cuerpo

de las mujeres asesinadas en $iudad Ju re% , Serie 5ntropología F B, Drasilia, BIIG19 'osefina 2udmer, El cuerpo del delito+ 5n manual, erfil 2i$ros, Duenos 5ires, 8999

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iolencia actual y del pasado, los relatos de la memoria y la "istoria

reciente, y las e!periencias pro$lem(ticas de género en la

actualidad%

Si en los primeros años de la democracia, esas iolencias fueron

silenciadas, es necesario "oy a an#ar en la incorporación de la

perspecti a de género a la refle!ión so$re el terrorismo de Estado%

2a mirada de género incidir( tanto en la conceptuali#ación legal de

las conductas como en las políticas de justicia, memoria y

reparación% 2a lógica de dominación a tra és de los intercam$ios

se!uales persiste en la actualidad en las situaciones de detención y

encierro% or ello, "acia el futuro se a$ren arios interrogantes a

resol er4

En primer lugar, de$emos preguntarnos por qué se pri ati#a la

iolencia se!ual, es decir, por qué se considera que la iolencia que

sufren las mujeres en procesos represi os no son de incum$encia

pú$lica% Es decir, es necesario que entren en el de$ate pú$lico las

especificidades de la tortura a las mujeres%

En consecuencia, "ay que utili#ar un modelo de registro, un

protocolo de interrogación que permita a las mujeres identificar las

formas de iolencia que i ieron como tortura, reconocer a la

iolencia se!ual, la iolación se!ual, como tortura, ya que nos

encontramos con un imaginario masculino respecto de la tortura y

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con una naturali#ación de la iolencia contra las mujeres%

or último, es indispensa$le repensar la reparación% 2as categorías

de la reparación que conocemos no $astan para resol er la

cuestión de iolencia se!ual que sufrieron las mujeres durante el

terrorismo de Estado% 2a noción de restitución, de re"a$ilitación, de

compensación, incluso las nociones de satisfacción o de garantía

de no repetición son insuficientes% orque la iolencia se!ual en la

dictadura no es una situación de e!cepcionalidad% 2a iolencia de

género es un continuo en el caso de las mujeres% /ay que formular

otro tipo de políticas de reparación que apunten a esta$lecer un

nue o piso político*cultural asentado en el efecti o reconocimiento

de la igualdad de derec"os de las mujeres% Es decir, es necesario

mirar de manera diferencial no sólo la iolencia o las iolaciones

que i ieron las mujeres sino tam$ién el impacto diferencial que

tienen las políticas de reparación so$re arones y mujeres% Es

necesario pensar las políticas de justicia, de memoria y de

derec"os "umanos con perspecti a de género%

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