médanos revista n°2
DESCRIPTION
Revista barrial de aparición bimestral pensada y editada dentro del Espacio Cultural La Variante el cual busca fomentar la cultura y la participación social a través de sus actividades e iniciativas.TRANSCRIPT
Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso aprendemos siemprePAULO FREIRE
Jack
A Ñ O 1 - N ° 2 R e v i sta d e ap ar i c i ón b i me str a l
Dis
trib
uci
ón
gra
tuit
a/ P
roh
ibid
o a
rro
jar
a la
vía
pú
blic
a. L
ey N
°26
0
.
LA VARIANTE editorial
Espacio editorial …….………….pág. 3
Cuentos para compartir: Zugzwang (1° parte)………….…...pág.5
Variantes de ajedrez ……..….….pág.9
Sección recomendamos………pág. 12
La jugada final………………......…pág.13
Dis
trib
uci
ón
gra
tuit
a- P
roh
ibid
o a
rro
jar
a la
vía
pú
blic
a. L
ey N
° 2
60
SUMARIO
Para contactarte con nosotros, en-
viarnos tus cuentos, historias, refle-
xiones, y conseguir las ediciones ante-
riores y las próximas:
Nuestro mail:
Nuestro blog: apilavarian-
te.blogspot.com
Nuestro Facebook: Face-
book.com/apilavariante
O acercate a la biblioteca “La variante”
del club a.p.i.: Juan A. García 5270 /
c.a.b.a.
RECORDá!
¿Cómo se puede explicar el nacimiento de un
Barrio? ¿Por qué mi barrio y el tuyo son únicos?
El nacimiento de un Barrio es un fenómeno
multicausal que puede ser abordado desde múl-
tiples perspectivas, enfoques y ciencias. En este
humilde tratamiento se tomarán algunas cues-
tiones geográficas, para romper con ciertas
creencias que circundan alrededor del análisis
histórico de los barrios porteños y para ofrecer-
les otra alternativa que puede ayudar a entender
el Barrio en su conjunto, como lógica particular
de asentamiento.
Los asentamientos humanos han tomado múlti-
ples formas a lo largo de la Historia. Ninguno es
igual a otro en relación, dimensión y percep-
ción. Además se caería en el uso de anacronis-
mos si queremos comprender de la misma ma-
nera un asentamiento producto de la revolución
neolítica con un asentamiento producto del
capitalismo industrial.
Nuestro Barrio nace en un momento muy parti-
cular del desarrollo de la Historia del Estado
Argentino. Villa Luro es resultado del Primer
Proceso de Urbanización de la Ciudad de Bue-
nos Aires. Este proceso se caracterizó princi-
palmente por la fijación de asentamientos alre-
dedor de los ejes ferroviarios desde finales del
siglo XIX hasta principios del siglo XX. Todos
los barrios de la Ciudad de Buenos Aires que se
encuentran alrededor del ferrocarril forman
parte de esta etapa de la historia de la urbaniza-
ción de la Ciudad de Buenos Aires. El barrio
tuvo un momento de crecimiento concreto,
vinculado a la aparición del Ferrocarril de Oeste
(actualmente Ferrocarril Sarmiento) y su respec-
tiva estación, pero la existencia del tren
2
no produjo el Barrio, ni los asenta-
mientos barriales fueron los que
hicieron que el ferrocarril se exten-
diese por sus áreas de influencia.
Los procesos de urbanización, que
dan nacimiento a los barrios, tam-
bién deben entenderse como proce-
sos multicausales. Con la afirmación
anterior lo que queremos resaltar es
que las obras de infraestructura
pensadas para determinado fin, pue-
den tener muchos resultados, desde
los más esperados hasta los menos
esperados, y seguramente de los más
inesperados. Por ejemplo, la exten-
sión de una línea de subterráneos,
tren o la pavimentación de una ruta
no activa económicamente un área si
esta construcción no se la piensa en
el contexto social en el que se la
construye y si no es acompañada de
políticas conjuntas que acompañen
esos crecimientos. El lugar puede
llegar a mejorar su situación econó-
mica, pero ese mejoramiento no es
producto de la construcción de cual-
quiera de las obras mencionadas,
sino del conjunto de acciones que
ayudan a que este crecimiento sea
efectivo. La construcción de estos
proyectos es una de las causas del
florecimiento de un Barrio, pero no
la única. Con esto no se disminuye
la importancia que han tenido los
medios de transporte, en sus diferen-
tes modos, en la fijación de las rela-
ciones espaciales de producción, y
principalmente el ferrocarril por su
particular fijación que tiene en el territorio y por ser el modo de trans-
porte que es ícono de la etapa del
capitalismo industrial, y del Modelo
Agroexportador en la Argentina. Sin
embargo, los barrios no son produc-
to de la simple fijación de un modo
de transporte en el territorio. El
entramado que subyace a los moti-
vos de su aparición es mucho más
complejo y no puede ser explicado
solamente por el transporte. Cabe
destacar, que igualmente los distin-
tos modos de transporte tienen una
impronta muy importante en el desa-
rrollo de las relaciones socio-
espaciales de producción, y más aún
desde la revolución industrial. No
obstante, que dinamicen el espacio
no significa que hayan sido causa
primera del surgimiento del fenó-
meno barrial. El barrio de Villa
Luro debe ser entendido en el con-
texto del primer proceso de urbani-
zación de la ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, no hay que dejar de
lado la dinámica propia que adquirió
y que le dio una forma particular de
implantarse en el espacio. Esta im-
plantación fue producto de dinámi-
cas socio-espaciales más generales
en la que intervienen las relaciones
de poder, materializadas en las lógi-
cas urbanísticas del Estado Nacional
y Municipal, las relaciones socio-
culturales, percibidas en las formas
que la cotidianeidad plasma día a
día, y las relaciones socio-
espaciales, implantadas en los luga-
La variante editorial Revista Médanos
Revis
3
res particulares y típicos que son
íconos del Barrio y que hacen que su
paisaje sea de una particularidad
única.
En definitiva, Villa Luro es único.
¿Por qué? Porque a pesar de las
directivas que el poder instale en su
agenda ya sea en los modos de
transporte que se construyan, en el
trazado de sus calles, en lo que se
permita o no hacer en los espacios
públicos, en los códigos de planea-
miento urbanos que han pasado los
diferentes gobiernos y de muchos
otros aspectos de la planificación
estatal, el Barrio resiste. Resiste en
su gente, resiste en sus formas, resis-
te en su identidad. La resistencia es
la clave de su identidad, es lo que lo
hace único y es lo que hace que un
simple asentamiento urbano sea
mucho más que eso, sea un Barrio.
Revista Médanos
Revis
EL PUENTE. desde General Paz, la vista hacia el sur y el cruce de Rivadavia a Ciu-dadela, en los `60. Pizzería El Tigre, el cine Liniers, y en la esquina la zapatillería El Revoltijo. Punto clave del Barrio. 4
zugzwang: Primera parte
De Rodolfo Walsh
Pobre comisario Laurenzi. Las cosas que me ha tenido que aguan-
tar… ¿Cuánto tiempo, por ejemplo, hace que vengo explotando sus re-
cuerdos? Él sólo habla, yo escribo. “No hay bicho más peligroso que el
hombre que escribe”, suele decir mirándome de reojo. “Explota a los ami-
gos, se explota a sí mismo, explota hasta las piedras. ¿Hay algo sagrado
para él? ¿Hay algo intocable para él? ¿Conoce la piedad? ¿Conoce la sim-
ple decencia? No. Y todo por ver su nombre en alguna parte. Gente ra-
ra…”
Cuando el comisario Laurenzi se pone así, yo me limito a sonreír.
Siempre he sostenido que cada hombre lleva adentro un demonio, y a
veces más.
En el bar Rivadavia, donde nos encontramos casi todas las noches, se
juega a muchas cosas. El comisario prefiere el casín. Yo prefiero el aje-
drez. De esta irreducible diferencia ha salido de todo: desde el patético
mate Pastor hasta el más feroz desparramo de bochas y palitos.
Ante el tablero, el comisario practica un juego solapado y simple.
Quiero decir que cultiva la agachada y el garrotazo por la espalda. Serio,
impávido, paquidérmico, hasta que lo calza a uno. Entonces le brillan los
ojitos, se vuelve sentencioso y sobrador, menciona a una misteriosa tía
Euclida que le enseñó a jugar lo poco que sabe…A esa altura de las cosas,
aún se puede abandonar la partida con dignidad. Si uno engrana, las car-
cajadas del comisario atronarán el café, los dichos encenderán la sonrisa
de mozos, acudirán los eternos mirones, comentarán lo perdido que está
uno, ensayarán presuntas jugadas salvadoras.
– ¡No joroben, por favor! –grita entonces uno– ¡Los de afuera son de
palo!
Y mueve. Y pierde. Con sutil satisfacción de equivocarse solo.
– ¡Je, afeitado y sin visita! –comenta entonces el comisario, sonriendo
modestamente, y mira a su alrededor como invitando a que todos miren.
Si lo dejan, en esos momentos de euforia, hasta es capaz de pagar un café.
Revista Médanos – Cuentos para compartir
Revis
5
Claro que éste no es el desarrollo normal de los acontecimientos. Las es-
tadísticas demuestran que me gana una vez de cada cinco que jugamos.
Anoche, por ejemplo, lo maté en pocas.
– ¡Mueva algo! –le dije con fina ironía.
–No puedo –se quejó–. Cualquier cosa que mueva, pierdo.
–Está en posición de zugzwang –le advertí.
–Claro, en zaguán… Supiera lo cansado que me siento esta noche –
aclaró bostezando ostentosamente y barriendo con un delicado movimiento
de la mano izquierda sus derrotadas piezas–. Me ha ganado una buena parti-
da.
–Le he dado una buena paliza –dije sin misericordia.
–No crea… Hum… No crea que no.
–La vida tiene situaciones curiosas –dijo Laurenzi, después de consolarse
con una grapa doble–. Posiciones de zaguán, como usted dice.
– ¡Zugzwang, comisario!
–Eso mismo –respondió sin inmutarse–. Porque, vamos a ver usted que
es leído, ¿qué es una posición de zaguán?
Siempre era así: una roca. Preferí llevarle la corriente.
–La posición de zugzwang –expliqué– es en ajedrez aquella que se pier-
de por estar obligado a jugar. Se pierde, porque cualquier movida que uno
haga es mala. Se pierde, no por lo que hizo el contrario, sino por lo que uno
está obligado a hacer. Se pierde porque uno no puede, como en el póker,
decir “paso” y dejar que juegue el otro. Se pierde porque…
–Basta, m’hijo, si yo entiendo. ¿No acabo de verlo? Yo le pedí una defini-
ción, y usted me da seis o siete, pero una es bonita. Se pierde porque cual-
quier cosa que uno haga está mal. En la vida también.
–Salute, comisario. ¿Y eso?
–Vea, es muy simple. Suponga que ante una situación cualquiera hay
dos modos opuestos de obrar, A y B. Normalmente, si A es bueno, B es malo
y viceversa. Es claro como el agua. Pero, a veces, A es malo y B también es
malo.
– ¿Y qué es bueno comisario?
–Nada –dijo tristemente–. Nada…
–Es una historia larga y absurda –murmuró Laurenzi, acariciándose el
bigote–. Pero tiene algo que ver con esa partida que usted me acaba de ga-
nar, y por eso se la cuento.
Revista Médanos – Cuentos para compartir
Revis
6
“Yo vengo aquí desde que usted era un chico. Hace veinte años ya se ju-
gaba al ajedrez en estas mesas. Ese lenguaje que usted oye, esas frases he-
chas que no escucharía en ninguna otra parte, esos chistes que nadie de
afuera entendería, se han ido formando con el tiempo. Una costumbre, una
comodidad, un vínculo borroso pero fuerte…
–Una tradición –interrumpí.
–Ríase si quiere. Ese era el esquema. El contenido es un cúmulo de cosas
que trascienden el juego. Aquí han venido hombres tristes, hombres preo-
cupados, hombres que iban a tomar una tremenda decisión. ¿Los hubiera
descubierto usted, con una sola mirada?
–Es imposible –admití–. Nadie nos reconoce con una sola mirada. Hacen
falta tantas miradas, y tantas palabras, y tanta superfluidad de gestos, y…
–Entonces no me interrumpa –dijo con hostilidad que no acerté a expli-
car.
–Era –prosiguió sin transición– un hombre canoso, delgado, que conver-
saba muy poco. Por esa época, y le hablo de quince años atrás, tendría alre-
dedor de sesenta. Siempre lo vi con el mismo traje, pero impecablemente
limpio y planchado. También usaba bastón, un viejo bastón de madera
bruñida y lisa, de punta ferrada. Le menciono el detalle porque eventual-
mente supe que era un arma mucho más peligrosa de lo que parecía. Lo
usaba, dijo, para defenderse de los muchachos, de las patotas… quién sabe.
“Al ajedrez no jugaba nunca, pero daba la impresión de entender, por-
que recorría todas las mesas con cara de inteligente, y si le preguntaban,
respondía con una jugada exacta.
“Me parece estarlo viendo, apoyado en su bastón, con la cabeza imper-
ceptiblemente ladeada, en desorden el cabello acerado, los ojos claros y
luminosos y el aspecto de una sonrisa en los labios.
“Llegaba a una hora fija, saludaba, caminaba entre las mesas, miraba las
partidas, saludaba, se iba. No se daba con nadie. Los demás lo tenían por un
excéntrico. Pero a mí, usted sabe, siempre me han interesado los viejitos
raros.
“Tardé tres meses en pasar del saludo a una conversación sobre el
tiempo. Tardé seis meses en averiguar su nombre –se llamaba Aguirre– y
algo de su vida. Por esa época, me dedicaba treinta segundos al entrar, an-
tes de ir a ver los juegos. Fue una felicidad para mí el día que pude sentarlo
a tomar un café. Yo acababa de retirarme de la policía –explicó con una
Revista Médanos Revis
7
mueca–, y ya sentía ese tedio, ese fastidio que me impulsa a hablar de cual-
quier cosa, con cualquiera.
Encontrá la segunda parte en el próximo número.
Cuentos para compartir
Revis
8
Revista Médanos- Ajedrez
Revis Variantes del ajedrez
Ajedrez hexagonal: sin lugar a dudas, el ajedrez hexagonal gana terreno y se po-siciona entre las modi-ficaciones favoritas. No solo se comerciali-za sino que existen programas de mode-rada fuerza (ajedrecís-ticamente hablando) para pasarse alguna que otra hora jugando. Las reglas son simila-res al ajedrez conven-cional, adaptadas para el caso (por ejemplo, dado que hay tres co-lores, hay tres alfiles, uno de cada color).
Alicia a través del espejo: Esta es una peculiar variante, inspirada en el libro “Alicia en el país de las maravillas”. Todas las piezas se mueven en la misma forma que en el ajedrez standard, excepto que en el Ajedrez de Alicia se juega normalmente sin la captura al paso. En el inicio del juego, las piezas se colocan en la misma posición que en el ajedrez normal, en el tablero "A", con el segundo tablero vacío. Siempre que se hace un movimiento, la pieza movida pasa "a través del espejo" hasta el otro tablero; si la pieza parte desde el tablero "A", termina en el tablero "B"; y si empieza en el ta-blero "B", termina en el tablero "A"; siempre en las mismas coordenadas en las que terminaría en el primer tablero. Un movimiento, para ser legal, tiene que ser legal en el tablero en el que se juega, y el escaque de destino en el otro ta-blero debe estar vacío. Una pieza se captura en el mismo tablero donde se encuentra y luego pasa al otro.
Saliendo de lo conocido, el ajedrez se presta a múltiples modificaciones. Algunas de ellas están condenadas al olvido de sus creadores y otras, mejor elaboradas, salen a la luz y hasta se comercializan. En este número mostraré, para diversión y sorpresa, algunas de estas variantes.
Dado lo extenso que resultan estas variantes (tantas como la imaginación humana), vamos a nombrar a penas algunos juegos representativos de cada categoría.
Modificación del tablero:
9
AJEDREZ DE FISCHER: Propuesto por Fischer en uno de sus ataques de locura, luego de aclamar que “el ajedrez ya no tenía secretos”. Antes de iniciar el juego, se sortea la posición de las piezas (a excepción de los peones, que se colocan al igual que en el juego tradicional). Cabe señalar que ambos ban-dos cuentas con la misma disposición de fuerzas.
AJEDREZ DE CAPABLANCA: Jugado en un tablero de 8x10, se agregan dos piezas nuevas, colocadas entre los alfiles y los caballos, un ministro (que mueve como una torre y un caballo) y un arzobispo (que mueve como un alfil y un caballo). Las reglas son iguales que en ajedrez convencional. Lo curioso es que el arzobispo puede dar jaque mate por sí mismo.
Revuelta de campesinos: Crea-do en 1947, el bando blanco tiene un rey y 8 peones (los campesinos) mientras que el negro contará con un rey, un peón y cuatro caballos (los nobles).
Revista Médanos
Adición y sustracción de piezas:
REVUELTA DE CAMPESINOS:
Creado en 1947, el bando blanco tiene un rey y 8 peones (los campe-sinos) mientras que el negro conta-rá con un rey, un peón y cuatro caballos (los nobles).
10
Débil: el blanco tiene las piezas normales, el negro tiene un rey, 7 caballos y 16 peones. Este juego fue practicado en el club de aje-drez de la Universidad de Colum-bia en los años 1960
AJEDREZ “ANITIREY”: creado en 2002, esta curiosa variante agrega al tablero la pieza “antirey. Esta pieza está en jaque cuando no está atacada. Si el jugador tie-ne un antirey en jaque y no puede mover-lo a una posición atacada por el contrario, el jugador pierde. El antirey no puede capturar piezas oponentes, pero puede capturar piezas propias. El rey no ataca al antirey contrario. El antirey no da jaque a su propio rey. El resto de reglas son las mismas que para el ajedrez convencional, incluyendo el jaque y el jaque mate al rey habitual.
Existen muchas más variantes que no mencionamos aquí. Un buen punto de partida para informarse al respecto es wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Variante_del_ajedrez . Más aún, la versión en in-glés de este mismo sitio tiene aún más variaciones del juego-ciencia.
Revista Médanos- Ajedrez
11
UNA PELI:
Río arriba
Un viaje interior del director del film, que explora desde su
historia familiar, con un antepasado que explotó un ingenio
azucarero, las consecuencias que la industria del azúcar
produjo en las comunidades Kollas de la región de Iruya.
Río Arriba, se pregunta y responde qué pasó con la tierra y
la cultura de los kollas cuando se vieron forzados a traba-
jar en la zafra de la caña de azúcar.
Río Arriba, un viaje por nuestra historia. Una búsqueda de memoria y raíz.
UN LIBRO: Fahrenheit 451
Temperatura a la que el papel de los libros
enciende y arde…
Es la novela clásica de un futuro posliterario.
Como un mundo feliz de Aldous Huxley, describe
una civilización occidental esclavizada por los
media, las drogas y el conformismo.
Revista Médanos
12
La jugada final
Presentamos dos problemas de ajedrez, Las soluciones en el próximo número.
Problema 1: Juegan blancas y ganan. Problema 2: Juegan blancas y ganan.
Revista Médanos
Soluciones del número anterior
Problema 1: 1. f7 Th8 2. fxe8=A Taxe8 3. dxe8=A Txe8 4. Ad4! Th8 5. e8=A Txe8 6. e7 Th8 7. e8=A Txe8 8. e6 (Aquí las negras están perdidas, para mos-trar alguna de las variantes) (1)...Tg8 13. e7 Rh4 14. Axf2+ g3 15. Rg1! (esta es la jugada salvadora de la variante) gxf2+ Rxf2 ... (2) Tampoco las negras pueden jugar pasivamente: ..Tc8 9.h6 Con idea de h8=D. No se puede Rh4 por el mismo motivo que en (1). Notar que h8=D es apoyado por el alfil de casillas negras Problema 2: 23...Txb1+ 24 Rxb1 Tb8+ 25 Ra1 c3 26 Ad2 Cb4 27 Bd3 Dc4 Nota: Esta partida corresponde a la partida de Evgeny Terpugov vs Tigran Vartanovich Petrosian, jugada en 1957
13
14
Esta obra esta bajo una licencia Creative Commons de “algunos derechos reservados”, denominada “Atribución no comercial 2,5 Argentina”, la cual no niega la propiedad intelectual ni los derechos del autor; pero permite a terceros el uso siempre y cuando sea sin fines comerciales.
15
´´