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Preliminar
Sobre el término “Tradición”
Algunas personas que vayan a leer el presente trabajo, estarán
“a priori” predispuestas contra él, ya que en la Tradición celta,
o si se prefiere en la Tradición druídica, no existe ningún
legado que nos relate como era el masaje celta o describa cómo
funcionaban esos teóricos calderos con los que se titula el
presente trabajo.
Por ello, en los párrafos que siguen, me centraré a modo de
aclaración, más que en la palabra, en el concepto, tal y como
suele usarse en el Paganismo y concretamente en el Druidismo,
cuando se emplea el vocablo “Tradición”, con mayúscula,
haciendo referencia a un conjunto de creencias, e hipotéticas o
reales prácticas antiguas, que constituyen de por sí un legado,
el cual se transmitió especialmente por vía oral, y también
escrita.
Obviamente cada orden o grupo druídico pone matices a su
concepto y algunos grupos afirman incluso ser sucesores de un
legado que les ha llegado hasta nuestros días, sin interrupción y
sin alteración por vía clánica, es decir, de padre o madre a hijo,
de abuelo o abuela a nieto, etc.
Otros, alegan que su Tradición, es un conjunto de actitudes,
pautas, enseñanzas, ritos e incluso “poderes” que se han ido
transmitiendo paulatina y selectivamente de unos individuos, a
solo otros ciertos individuos iniciados.
Otros, menos pretenciosos, manifiestan que la Tradición es un
saber hacer y un saber estar, que se ha transmitido desde
tiempos lejanos, y los más pragmáticos afirman que la
Tradición, es un conjunto de leyendas, historias y mitos, que
han sobrevivido a diversas aculturizaciones, que aunque nos
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han llegado alteradas, se pueden entresacar las esencias de sus
creencias y vislumbrar el trasfondo de la cuestión.
Con otras palabras, podría decirse que estos últimos entienden
la Tradición, tal y como expresó, acertadamente en mi opinión,
René Guénon:
“como un conocimiento que fluye a través de las
generaciones, desde tiempos inmemoriales, conocimiento
invariable en cuanto al fondo, pero siempre renovado en
cuanto a sus formas”.
En realidad, pocos grupos paganos y órdenes druídicas
contemplan la posibilidad de que Tradición e Innovación, no
sean antagónicos. Parecen eludir aquella máxima pagana por la
que se afirma que dos opuestos pueden ser complementarios y
crear algo mayor que los dos que lo integran.
El resultado es que al entender Tradición como concepto
enemigo del de la Innovación, ponen en el mismo carro; a la
Renovación, a la Transformación, a la Originalidad, al
Perfeccionamiento, al Progreso e incluso a la Reforma o
Enmienda, si fuera menester.
Con dicha aseveración no se está defendiendo un eclecticismo1
a ultranza, aunque también habría que saber bien que significa
dicho término, tan usado en nuestros días para censurar a
cualquier paganismo que adopta posturas intermedias o poco
definidas.
Pero éste no es el caso del presente escrito, ya que se está
defendiendo una postura druídica bien detallada y
argumentada.
1-Nota -El eclecticismo fue una escuela filosófica que procuró conciliar las
doctrinas que parecían mejores o más verosímiles de diversos sistemas. El
término lo empleó por primera vez el filósofo Diógenes Laercio.
Lo que viene sucediendo en general en el ámbito del
paganismo y en consecuencia también en la esfera del
Druidismo, es que se confunden algunas singularidades y se
confunden algunas significaciones, puesto que la esencial
diferencia entre lo que puede considerarse Tradición y lo que
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se considera, costumbres, usos, prácticas, ritos, etc., es que la
primera es atemporal, no pasa de moda, ni con el paso de los
años, ni de los siglos, ni con la llegada de otras culturas,
civilizaciones o religiones.
Y no pasa de moda, porque atañe a lo esencial de las creencias,
a la médula de la espiritualidad de la que se trate. Así pues aun
quedando ahogada u oculta por una nueva civilización o
invasión espiritual, puede reanudarse en un momento dado, con
un poco de dedicación por parte del hábil individuo(s) que
quiera(n) restablecerla.
En cambio lo que pertenece al ámbito del uso, del rito, de las
costumbres, de las prácticas o hábitos, son circunstanciales y
temporales. No solo es que pasen de moda, sino que hábitos,
usos, ritos y costumbres de unas épocas, en otras posteriores, se
convierten en ridículas, absurdas, y a veces, hasta peligrosas y
nocivas.
Los ejemplos pueden ser cientos: Desde la práctica con sus
rituales de los sacrificios humanos hasta los holocaustos de
animales. Desde las ancestrales costumbres rituales de cortar
cabezas amigas o enemigas, hasta el ritual de cortar muérdago
subidos a un roble con una hoz de oro, para recogerlo en un
lino blanco y luego sacrificar dos bueyes blancos.
Ha sido inevitable, hubo ideas druídicas que murieron, algunos
ritos cayeron en desuso, determinadas creencias han sido
superadas. Pero otras nuevas brotaron y siguen aflorando,
como seguirán germinando otras tantas, dando respuesta a las
nuevas y futuras inquietudes anímicas humanas.
Lo que verdaderamente permanece y se mantiene es la esencia
de su espiritualidad. Esa ausencia de dogma que le otorga la
facultad de ser flexible y de emerger aun en las peores épocas
humanas.
En contraste con otras religiones o espiritualidades del orbe, el
Druidismo siempre admitió la perspectiva de la transformación
y del desarrollo en sus convicciones. Excepto algunos grupos
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muy conservadores y otros aun más retrógrados, el Druidismo
en general, siempre ha apostado por la evolución, por el
dinamismo. Nunca ha pretendido o preferido quedarse
estancado ni atascado ante los avances y crecimientos
espirituales o incluso científicos que logra la Humanidad.
Entiende perfectamente que el Ser Humano tiene el privilegio y
la capacidad del razonamiento y la virtud de la intuición para
seguir avanzando en todos los horizontes y hacia otros niveles
de conciencia. En la proporción que la conciencia humana se
eleva, caen los dogmas, la fe ciega, la superstición y la
superchería.
El Druidismo se ha entendido a sí mismo, como un proceso de
cambio y renovación, mediante el cual la esencia de la
Tradición es mejorada y regenerada constantemente y
adaptadas a las necesidades de cada generación y a su
evolución espiritual como seres humanos.
Percepciones, intuiciones y conocimientos que quizás hace dos
mil años, no fueran comprensibles ni posibles, hoy lo son,
merced a que la Humanidad en general y paulatinamente,
avanza en conciencia y espiritualmente.
Si la mayoría de los druídicos de hoy, estamos en contra de las
corridas de toros, de los circos que usan animales, de los zoos o
de las matanzas de focas, delfines o ballenas, no es porque
desde la antigüedad nos hayan llegado directrices, pautas o
preceptos de nuestros maestros espirituales para oponernos a
tales iniquidades, sino porque nuestra conciencia y evolución
espiritual como seres humanos, junto a ciertas esencias
druídicas, así lo manifiestan.
Tratar sobre la espiritualidad druídica no es un trabajo de
anticuario o museógrafo”
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Sobre el concepto del masaje celta terapéutico
Introducción
El término masaje, al parecer proviene del idioma francés del
siglo XVIII, pero se supone que éste idioma lo pudo adoptar
del árabe y del griego y todos ellos a su vez, del antiguo
término mesopotámico Mushu´u. (sumerio y acadio)
Sabemos que todos los pueblos y culturas en la historia de la
Humanidad han utilizado técnicas de amasamiento y de
manipulación sobre el cuerpo de hombres y mujeres, tanto con
aplicaciones de fines sanadores y terapéuticos internos o
externos, como incluso con prácticas derivadas hacia el
erotismo y la sexualidad.
Así conocemos técnicas Chinas, japonesas, tailandesas,
griegas, romanas, hindúes, egipcias, mesopotámicas y quizá,
las más antiguas son las sumerias de hace 4000 años, pero
todas ellas, con sus peculiares formas de entender y aplicar el
masaje.
A lo largo de la historia se han desarrollado diversas escuelas
de masaje y así, hoy en día existen varias modalidades de
masaje como el sueco, el chino, el tailandés, el ayurvédico, el
hawaiano, el shiatsu japonés, y muchas otras también
contemporáneas, que aglutinan prácticas orientales y
occidentales dentro de las corrientes denominadas “New Age”.
A este respecto puede observarse una similitud entre la práctica
taoísta y las teorías celtas sobre el masaje, ya que ambas
deducen que cualquier obstáculo en estos canales provoca
excesos o defectos de esta energía en tejidos y órganos. Por
ello se trata de desbloquear esos canales (también llamados
wuivres somáticos) mediante masajes con aceites naturales,
complementándolo con procedimientos de aromaterapia, de
litoterapia, de cromoterapia y músicoterapia. Los taoístas
emplean además técnicas como la acupuntura y digito-puntura
para lograr dichos desbloqueos. A pesar de que no existan
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testimonios escritos algunos, de un uso similar en la Tradición
druídica, tampoco se piensa que métodos análogos y
equivalentes no pudieran haber sido utilizados por los druidas,
y por supuesto, en modo alguno los procedimientos y técnicas
taoístas, son contradictorios con la Espiritualidad druídica.
Así pues el término masaje engloba una serie de técnicas muy
diversas, que mediante la aplicación y amasamiento sobre la
piel y el cuerpo, además de fricciones, presiones, percusiones y
vibraciones, preferentemente con las manos, busca impulsar la
correcta circulación y drenaje sanguíneo, linfático o energético,
así como fortalecer los tejidos blandos y musculares del
organismo humano y vigorizar la estructura ósea, favoreciendo
con ello la salud y el bienestar tanto fisiológico como
psicológico de los individuos que se acogen a su praxis.
Resulta incomprensible dentro de la medicina holística celta, la
curación de una enfermedad física, sin haber previamente,
hallado y atajado las causas espirituales y mentales, que la han
provocado o que la han ayudado a manifestarse.
Cuando los vates druídicos en virtud y en proporción a sus
aptitudes y aprendizajes, identifican ese desequilibrio, pueden
utilizar también su propia energía fluida, canalizándola y
transmitiéndola a otro ser correctamente, mediante la
imposición de manos o mediante masajes, para intentar
equilibrar lo desequilibrado.
Dichos trastornos vienen motivados demasiadas veces por los
desequilibrios con alguno de los elementos de la naturaleza, o
por actuar en su contra y contra sus inmutables Leyes.
Para la sanación de ciertas enfermedades, se emplean también
sonidos y cánticos similares a los Mantras del budismo, del
hinduismo tántrico, o del Taoísmo, pero con la característica
exclusiva de que éstos deben ser rimados como los conocidos
“englyns”, y también a través de la repetición de esas estrofas
rimadas determinadas veces, alcanzar el trance.
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También se manejan para provocar ciertos efectos, diferentes
clases de dispositivos musicales como el “Cruit” (un arpa
pequeña sagrada). Estos instrumentos buscan la obtención de
una resonancia sagrada, como el que provocan los cuencos
tibetanos o algunas músicas tradicionales orientales como las
hindúes, chinas o japonesas.
Se cuenta tradicionalmente que la Irlanda de los druidas, el
arpista del “cruit” debía ser nombrado "maestro" en los tres
géneros musicales: el "Suantraidhe", el que nadie podía
escuchar sin enfrascarse en un sueño delicioso; el "Goltraidhe",
el que nadie podía oír sin echarse a llorar; el "Geantraidhe", el
que nadie podía resistir sin reírse a carcajadas.
Por ello se cree además que estas arpas afinadas de forma
especial y “mágica” pueden inducir al sueño, a la alegría o al
llanto…como se narra en la saga mitológica celta irlandesa, en
un episodio protagonizado por el Arpa de El Daghda.
Esta y otras anécdotas, nos sirven para entender como de
manera prácticamente excepcional, las tribus celtas utilizaron
ya ancestralmente, el conocimiento y práctica de la músico-
terapia, incorporándola a métodos rituales y terapéuticos como
el trance, la sugestión, la hipnosis, la relajación y la
meditación.
Un ejemplo de ello es el encantamiento1 conocido como
“imbas forosnai”: que fue una técnica de trance que empleaban
los Druidas para la adivinación e incluso se nos da una receta
de los medios empleados por los antiguos bardos, para obtener
la inspiración siguiendo una vieja máxima hermética que dice:
1 Nota1: Existieron cuatro encantamientos principales entre los celtas
de Irlanda; “glam dicinn”,”imbas forasnai”,”teinm laegda” y “dichetal
do chennaib”.
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“Que todo lo que es adentro, es afuera”, u otra que afirma que
“todo lo que está abajo, está arriba” (Hermes Trismegisto; La
Tabla Esmeralda):
I: Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero.
II- Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está
arriba es como lo que está abajo para hacer los prodigios de
una sola cosa,
III- y del mismo modo que todas las cosas han sido y han
venido de Uno por mediación de uno, así todas las cosas han
nacido de Uno por adaptación.)
El Druidismo piensa que la Madre Naturaleza es medicina, y
que la medicina sirve a la Madre Naturaleza, por tanto, basa sus
enseñanzas en lo que aprende de la Madre Naturaleza, por lo
que el método utilizado para la prevención y sanación de las
enfermedades, es la medicina natural en sus diferentes
ramificaciones, tales como la aromaterapia, la sonoterapia, la
cromoterapia, la herboristería, llamada actualmente fitoterapia,
la prevención y sanación mediante las piedras, como las
actuales litoterapia, gemoterapia y oligoterapia, y etc.
Debido a estas enseñanzas naturales, ya desde tiempos remotos
los druidas de antaño ya observaron como muchos animales
especialmente los mamíferos, instintivamente, se tocaban,
rozaban, friccionaban, lamían, aquellas zonas de sus cuerpos
que habían recibido golpes, contusiones o agresiones. Así
como observaron que el contacto, las caricias y roces, eran el
método común de relación entre los animales.
De la misma manera instintiva, ocurre en el hombre. Ya desde
tiempos muy arcaicos se supone que el hombre cuando sentía,
en o sobre su organismo algún tipo de dolor, lo primero que le
surgía espontánea e impulsivamente era colocar las manos o
friccionar la zona dolorida e incluso presionar las zonas
afectadas, convirtiéndose de esta manera la acupresión en una
de las formas más antiguas para el alivio de los dolores.
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Así pues, el masaje es un proceso natural, que en los seres
humanos y otros mamíferos, ya desde el nacimiento y previo a
éste, se halla presente, al recibir las caricias maternas.
Desgraciadamente, el individuo conforme crece, va asumiendo
los roles y valores de la sociedad occidental actual y empieza a
inhibirse, relegando al olvido este método de sanación integral,
así como de comunicación consigo mismo y los demás.
Para el Druidismo el arte del masaje es ante todo una destreza e
inspiración, que entra más en el ámbito de la maestría que en el
de la técnica, adhiriéndose más a la esfera de la vocación
espiritual que al de la profesión comercial.
Se podría decir que los artistas del masaje celta, no hacen
masajes para ganar dinero sino que reciben una retribución
material para su subsistencia, porque ponen su voluntad y
esfuerzo en su arte, mediante el masaje, para sanar.
Tiene por ello el masaje celta su concepto y estilo particular,
donde las manos del asistente danzan al ritmo de la armonía,
deleitándose en la intención de generar alivio, aliento y salud,
sobre los cuerpos físicos y energéticos de los asistidos.
Unas danzas manuales que recorren lo que el Druidismo
considera sagrado como es el cuerpo humano. Un cuerpo que
es templo sagrado del alma que en él mora, pero que guarda y
refleja los efectos energéticos que se traducen
psicológicamente en emociones, sean éstas positivas o
negativas, que a su vez, pueden somatizarse orgánicamente.
Uno de los puntos de partida de la espiritualidad y filosofía
druídica y que se expresa perfectamente en el masaje celta, es,
que no existe distinción en la esencia, entre lo creado o
emanado y Lo Hacedor o Difusor (Lo impulsador), por ello se
afirma que la Divinidad Suprema es a la vez, Acto o Devenir
de su propia existencia, pues su esencia es promotora de la
energía que hay en todo lo existente en el Universo.
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La Fuente Primordial, no es ajena a este Universo, forma parte
de él, es su propio Impulso, al igual que todo lo demás. Lo cual
significa que La Divinidad es una potencia impersonal,
espíritu, mente y ente, aunque también una fuerza y una
energía sublime e indescriptible.
Al no existir distinción esencial, sino solo gradual, entre La
Divinidad y todo lo existente, ello significa que todo lo que es
y existe en el Universo entero, es divino; y esta es la base
Panteísta.
El masaje celta por tanto, es panteísta, trata a la entidad integral
humana como divina, por ello afirma que el micro-cosmos es
reflejo del Macro-cosmos.
En el cosmos existe un equilibrio entre las diferentes energías,
fuerzas y leyes, cuando este equilibrio es trastornado, entonces
la derivación, el efecto de ello, es un desequilibrio.
En el ser humano acontece de igual manera, para curar ciertas
enfermedades, las cuales son un desequilibrio espiritual, mental
y orgánico, es necesario restablecer el equilibrio de las
diferentes energías, fuerzas y leyes que en él repercuten.
Fuerzas y energías que son tanto externas, como las
procedentes del Cosmos, de nuestro entorno y de otros seres,
como internas, generadas por nuestros propios vórtices
energéticos o calderos.
Por otro lado, el masaje celta como método preventivo aunque
igualmente sanador, no se circunscribe solo a un tratamiento
quiro-masajeador, terapéutico e higiénico, que fomenta los
procesos de curación natural, es decir, no solo se limita a un
tratamiento y manipulación del organismo tangible, sino que se
conceptúa a éste también como una sanación de la mente y del
alma.
El masaje celta es un arte integral que se vincula sutilmente a
éstas y considera al ser humano como un Todo. Se enlaza a
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éstas, pues se piensa que un trastorno o desequilibrio anímico
puede somatizarse en la mente y a través de ésta, en el cuerpo.
La tríada druídica que habla del vínculo entre alma, mente y
cuerpo, es una de las más importantes dentro de la
espiritualidad y filosofía druídica y obviamente igual de
importante en lo que puede llamarse “el concepto de salud
holística celta”.
Por ello, al hablar de salud, según las concepciones druídicas y
celtas, se tiene en consideración tanto el plano físico como los
planos menos densos e intangibles como pueden ser el mental y
el anímico.
Este sistema de salud ilustra que todos los seres, incluido el
humano, son un microcosmos, un mundo en sí mismos,
vinculados a la Madre Naturaleza, y también al Universo, es
decir, al Macrocosmos, y a todas las fuerzas naturales y
cósmicas que en ambos operan.
Un sufrimiento anímico se trasluce en un malestar o
enfermedad mental y lógicamente en un dolor físico, que
advierte que algo no funciona correctamente en nuestro ser
como entidad integral y completa. Y de forma viceversa
cuando un dolor físico nos abruma, la mente sufre y nos alerta
de que existe un conflicto anímico.
Desde este punto de vista el masaje celta nos ayuda a tomar
conciencia de nosotros mismos y cuando lo practicamos sobre
los demás, también nos aproxima a esas otras realidades
integrales que son el prójimo y nos ayuda a conocerlo mejor.
Así pues se convierte en una forma de comunicación sutil que
permite al sanador entender y conocer el estado físico, anímico
y mental del individuo al que se está atendiendo.
Obviamente, ningún masaje, ni siquiera el conceptuado como
celta, puede convertirse en una práctica milagrosa,
primeramente, porque de poco sirve cualquier masaje sanador,
si el individuo por sí mismo no es consciente, ni responsable de
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su propia salud. Si éste, no se encuentra sensibilizado a la
prevención que debiera tener en consideración como ser
viviente. Y en segundo lugar, porque someterse a un masaje,
para exclusivamente aliviar ciertos síntomas y posteriormente
seguir con las mismas actitudes de vida, tampoco resuelve en
profundidad el conflicto latente o patente.
Uno de los objetivos del masaje celta es armonizar y equilibrar
las energías, asegurándoles un óptimo fluir también desde los
calderos energéticos, estimulando todas las vías y líneas
energéticas que recorren el cuerpo del individuo. Un fluir que
es evidente en la lógica celta, ya que se piensa que todo lo que
se relaciona con la energía es movimiento. Un movimiento que
se traduce en vibración y acción, donde el masaje es una acción
que impulsa y activa dichas energías.
Cuando los calderos, están enderezados y equilibrados, el
primero o de la calidez, se muestra lleno de vitalidad, energía y
permanece exuberante, el segundo o de la vocación, aparece
lleno de alegría y de emociones positivas y el tercero o del
Conocimiento, se halla repleto de claridad mental y
pensamientos creativos.
Trata, como se ha mencionado, no solo de sanar el cuerpo
tangible, sino también de equilibrar y canalizar la energía vital,
tanto la cósmica, como la interna y la externa, a la par que dar
sosiego al alma, tranquilidad a la mente y relajación al cuerpo.
Trata al mismo tiempo de estabilizar las funciones de los tres
elementos, principios o “reinos” primordiales druídicos, a
saber: Tierra, Agua y Aire, reflejados en todos los organismos
vivientes, incluido el hombre y de su factor de transmutación:
El fuego.
Para ello recurre también a la praxis espiritual, anexada al
propio masaje, mediante los rituales.
Ello debería ser obvio, el masaje celta o si se prefiere druídico,
se enmarca dentro de una espiritualidad concreta, con las bases
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teóricas, filosóficas y espirituales que lo sustentan y los
conceptos sanadores que se utilizan con las aplicaciones
precisas. Por tanto, las personas que no se hallen predispuestas
a aceptar, admitir o al menos tolerar, dichas convicciones
filosófico-espirituales, resultan inadecuadas para recibir el
masaje mencionado.
Por otro lado, existe una forma druídica de clasificar las
manifestaciones de la Madre Naturaleza y sus interrelaciones.
Esta clasificación, es una interpretación del estado, tipo y
manifestación de la energía en tres.
Se refiere también al microcosmos como es el ser humano en
comparación al Macrocosmos que es el Universo, siendo por
ello una revelación básica de nuestro espíritu, el cual siendo
divino, es energía sutil, pero cuyas características
fundamentales se pueden comparar a los tres principios
primordiales, teniendo como factor de evolución al propio
fuego, expansivo, activador y penetrante, como equivalente al
resplandor anímico o halo lumínico divino que nos hace
transformarnos y evolucionar como entidades individuales y
espirituales.
Dicha tríada, se vincula a campos diversos, pero en lo que
atañe a la medicina holística celta y concretamente al masaje
celta, las correspondencias druídicas de los tres elementos
primordiales, más el fuego como factor de transmutación, con
los aspectos y funciones generales del organismo humano, son
las siguientes:
- La Tierra, como elemento primario y principio primordial, se
vincula al reino de lo físico a todas las partículas sólidas del
organismo como los huesos, músculos, ligamentos, tendones y
todo tipo de órganos.
La Tierra es uno de los reinos simbólicos druídicos y simboliza
también uno de los tres estados de la materia como es el Sólido.
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En lo metafísico, atañe a la energía sutil del primer caldero,
ubicado en el bajo vientre, que comparte con el Agua.
- El Agua: como elemento secundario se vincula en lo físico a
la sangre, a las secreciones, a la circulación sanguínea y
linfática y a todos aquellos fluidos corporales internos.
En lo metafísico atañe también a la energía compartida del
primer caldero que comparte con la Tierra.
El agua es un elemento esencial para la vida, es el segundo de
los reinos simbólicos del druidismo y representa otro de los
estados de la materia, como es el Líquido.
- El Aire: como elemento terciario se vincula en lo físico a la
respiración y a todos los gases.
En lo metafísico atañe a la energía del segundo caldero ubicado
en el plexo solar. Es el tercer reino simbólico druídico y
representa el tercer estado de la materia como es el Gaseoso.
- El Fuego: como factor de transmutación se vincula a la propia
alma. Su simbolismo está sujeto a la mística del espíritu, a esa
fuerza interior que reside en lo más recóndito del ser humano, a
la energía que también procede de la mente y genera el
pensamiento y la creación.
Atañe a la energía generada por el tercer caldero druídico,
ubicado en la frente.
Tierra, Agua, Fuego y Aire en su forma natural, son
propiedades del comportamiento de la materia y por tanto,
también de la energía. Son propiedades comunes a todos los
fenómenos materiales y que todo organismo exhibe, pero sobre
todo, por encima de elementos vitales, son principios
ordenadores y realidades esenciales de la existencia.
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El fuego, druídicamente, es dinámico, pero no se considera
elemento o principio primario porque se necesita de la
combinación o acción de alguno o de los otros tres, para que se
manifieste. Y sin embargo, es una mutación, un proceso, que
puede transmutar a los tres considerados primarios.
Físicamente los elementos primarios que pueden darse en la
naturaleza, los estableció un tal Dimitri Ivanovich Mendeliev
que clasificó en 1860, los elementos químicos ya conocidos,
dicha clasificación fue mejorada posteriormente, es lo que se
ha llamado Tabla Periódica.
De todos los elementos que componen dicha tabla se ha
establecido hasta la fecha que los considerados elementos de la
vida o bioelementos son unos 25, es decir, se piensa que la vida
en la Tierra ha surgido de unos elementos concretos y de sus
propiedades físico-químicas y sus procesos. A su vez se
establece que los bioelementos primarios, son básicamente el
carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
Con ello tenemos que al tratar de elementos primarios o
principios primordiales, como agua, tierra y aire, estamos
empleando metáforas y síntesis como conceptos metafísicos
vinculados a lo orgánico.
De esta manera cuando se dice que la Tierra, el Aire y el Agua,
son elementos o principios primarios y el Fuego es un factor
transformador, se está haciendo referencia a que los tres
primeros son elementos, principios y entornos básicos y el
último un agente o factor capaz de transmutarlos. Pues como es
sabido, la materia no se destruye por la acción del fuego, sino
que transforma la energía de la materia de distintas formas.
Todo lo que nos rodea y que percibimos a través de nuestros
sentidos humanos, viene en tres presentaciones aparentemente
distintas, básicas y exclusivas: en sólido, en líquido o en
gaseoso, es decir, una tríada, tan apreciada en la cosmovisión
celta, que se simboliza como Tierra, Agua y Aire y que
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corresponde también a los tres reinos místicos y simbólicos del
Druidismo.
De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo frío
y lo seco:
Lo sólido = La tierra
De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo frío
y lo húmedo:
Lo líquido = El agua
De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo
caliente y lo húmedo:
Lo gaseoso = El aire
De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo
caliente y lo seco: El fuego
El masaje celta persigue adquirir armonía entre el estado del
alma, el mental y el estado del cuerpo, como un todo, con la
Madre Naturaleza de la que forma parte, sirviéndose durante el
amasamiento del cuerpo, de los elementos y las esencias que
esta última proporciona, con el objetivo de lograr la deseada
armonía.
En el masaje celta terapéutico se aglutinan un conjunto de
conocimientos y prácticas naturales reconstituyentes,
atestiguadas dentro de la cultura celta, con unos métodos de
presión digital y manual, al estilo del “Shiatsu” japonés,
incluso con técnicas próximas al masaje taoísta, donde se
piensa, al igual que en las convicciones céltico-druídicas, que
existen canales energéticos invisibles para el ojo humano, en el
interior de los organismos, por los cuales circula la energía.
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Incluso similar a lo que viene llamándose actualmente
Kinesiología, consistiendo en reequilibrar la energía vital que
circula por el cuerpo humano a través de dichos canales
energéticos.
El masaje balsámico celta tiene efectos positivos en el cuerpo
físico y la salud, pero también en los elementos más sutiles que
se hallan en el Ser, como pueden ser los referidos e invisibles
conductos de energía. Por tanto, con el masaje lo que se
pretende es estimular el fluir de dicha energía por los
meridianos para deshacer los estancamientos, o
acumulamientos excesivos e intentar liberarlos.
A través de dichos meridianos, tanto la energía que nos llega
desde fuera, es decir, la externa, aunque obviamente también la
interna, se difunden a todos los tejidos y órganos del cuerpo,
aportando ciertas dosis, dependiendo de la exposición a dichas
energías, de aliento vital.
Dicha energía externa llega también a los vórtices o ruedas de
los calderos donde sigue vibrando y girando, encontrándose allí
con la energía interna que se ha generado y acumulado.
En óptimas posiciones de los calderos, la energía generada y
canalizada internamente en las ruedas de los calderos y la
recibida externamente, pasan a éstos, aglutinándose ambas.
Nuevamente, por uno o varios de estos canales fluye, sino hay
estancamiento, hacia el caldero inmediato superior, si éste se
halla en una posición óptima para la recepción, pero en
cualquier caso, continúa expandiéndose por todo el organismo,
por otros canales, en un continuo tránsito circulatorio,
concediendo una vitalidad básica al organismo e incluso
irradiando una parte hacia el exterior de éste.
Por tanto, la técnica del masaje sanador, puede aplicarse para
intentar combatir el desequilibrio de los tres calderos,
acometiendo la estimulación física, mediante el masaje, de los
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canales sutiles por donde circula, así como los vórtices o ruedas
rotatorias de los respectivos calderos.
Estos canales son comparativos, semejantes y vinculados a los
canales energéticos y telúricos de la misma Tierra, que se
conocen druídicamente como “Wuivres”, que representan los
nervios positivos y geológicos del planeta, también
denominados Líneas Ley.
Como es sabido, los druidas de antaño, como los actuales,
creían que la Tierra, era una entidad viva y con conciencia y
éstas Wuivres, eran como arterias energéticas y planetarias, por
donde fluía su fortaleza.
Para una mejor comprensión de cómo funcionan dichos
canales, su relación con las ruedas de los calderos y con los
calderos mismos, así como el reconocer que clase o tipo de
energía se produce internamente y como es la energía recibida
desde el exterior, se expone una escueta explicación.
1-Sobre la energía interna y los calderos:
A priori y en estados aptos para la existencia física, el ser
humano genera desde los vórtices energéticos, como son las
Ruedas de los Calderos, la suficiente energía vital interna o
metafísica para sobrevivir, que es conducida por los canales
energéticos a las diferentes partes del organismo. No obstante,
buena cantidad de esta energía se disipa sin canalizarse
adecuadamente o se pierde sin llegar a llenar los mencionados
Calderos, o simplemente queda estancada.
Se sustrae energía al Caldero de la Calidez, cuando hay
esfuerzos energéticos fútiles a todos los niveles que merman el
llenado del caldero al disiparse en acciones insustanciales, tales
como la exteriorización con gestos y ademanes de las
emociones negativas, los arranques de cólera, los
apresuramientos, las actitudes nerviosas, las preocupaciones, la
tensión de los diferentes músculos y ligamentos del organismo,
la palabrería constante interna o externa y etc.
20
Así como restan energía al Caldero de la Vocación, las
expresiones internas y externas de las emociones negativas, al
malgastarse en turbaciones y azoramientos como la tensión, la
ansiedad, la angustia, y etc.
También menguan energía al Caldero del Conocimiento al
derrocharse en pensamientos baladíes y especulaciones
insustanciales como las quimeras, las falsas fantasías de toda
índole, las proyecciones e impulsos gratuitos del Ego, las
pájaras mentales, los delirios, los pensamientos y las ideas
triviales, frívolas y etc.
Pocos seres humanos pueden evitar totalmente la merma, en
sus diferentes grados, de energía en sus calderos, y tras esa
disipación, la energía que aún subsiste, se ve abocada
principalmente a garantizar la supervivencia energética del
organismo.
Por ello, el llenado completo de los respectivos calderos se
convierte en una tarea bastante ardua, al ser insuficiente la
energía que permanece sin desvanecerse. Por dicho efecto, la
mayoría de los seres humanos deberían aspirar a utilizar
provechosa y sabiamente toda su energía e incluso a
acrecentarla, evitando o controlando las manifestaciones
derrochadoras mencionadas anteriormente.
No obstante, aquellos seres humanos que puedan lograr no
desperdiciar ni un ápice de su valiosa energía inclusive
aumentarla y así llenar todos los calderos, se hallan en los
umbrales de los altos estados de la conciencia y de los planos
más elevados del Ser. Incluso, se hallan preparados para
configurar las posibilidades y potencialidades de su cuerpo
astral.
La configuración de las posibilidades de un cuerpo más sutil
que el energético como es el astral, resulta inalcanzable en un
estado bajo de conciencia, pues en dicha situación, el astral se
halla durmiente, en espera del despertar de la Conciencia. Sin
embargo, la energía que el cuerpo astral precisa para su
21
desarrollo, es la misma que la que necesita el organismo para
su subsistencia energética, pero más refinada y con un flujo
mucho más abundante y constante.
2-Sobre la energía externa y los calderos:
Hay otros tipos de energías más o menos sutiles como son las
externas, las cuales proceden, como su nombre indica, del
exterior del ser humano.
Algunas impregnan y otras penetran en éste con todos sus
influjos. Entran por todos lados, por los poros de la piel, por los
ojos, por la boca, por las orejas, por la mente, por el alma y no
tan solo por la glándula pineal o epífisis (el séptimo chakra de
los hindúes, que es por donde algunos afirman que solo por
dicho punto entra la energía cósmica)
Después, fluyen por todos los canales energéticos del cuerpo
humano expandiéndose por el organismo, pero donde
realmente se acumulan en buena proporción es en las Ruedas
de los Tres Calderos, especialmente en la del Primero.
En éste, dicha energía se filtrará en un proceso alquímico
interno, que la convertirá en una energía aun menos grosera y
más sutil, la cual, en condiciones óptimas del primer caldero,
seguirá fluyendo para ser recibida por la Rueda del segundo y
así continuar el proceso de refinado e iniciar, en condiciones
favorables, el llenado de este segundo caldero.
Se indica menos grosera y más sutil, puesto que una parte de
esta energía externa proviene del Cosmos, pero el campo
electromagnético que cubre la Tierra, se interpone como
barrera a la llegada de forma correcta o pura, de esta energía.
La energía cósmica o taquiónica es interceptada tanto por los
campos electrostáticos, como por los magnéticos y ello la
alteran y le restan calidad vital, siendo en el interior del
organismo humano donde puede seguir depurándose algo más.
22
Como energías externas sutiles se pueden considerar:
2-A / Las energías procedentes de la Madre Naturaleza
Hay energías externas que provienen de la Madre Naturaleza,
las cuales, son las energías exteriores y exotéricas más
significativas e influyentes para el cuerpo energético del ser
humano.
Provienen tanto de todos los seres vivos, árboles, plantas,
animales, de los mismos humanos, como de la energía
acumulada en toda clase de alimento natural que puede nutrir al
hombre y de todos los elementos naturales, aire, agua,
minerales etc., y de sustancias tales como, oxigeno, hidrógeno,
etc.
Inclusive, de todas las energías manadas de los elementos de
este medio, que nuestro organismo recibe como sensaciones, a
través de los sentidos y sus impresiones, tales como olores,
aromas, sonidos, imágenes. Todos estos aspectos, son a fin de
cuentas, diferentes ondas vibratorias energéticas que acceden e
influyen en el cuerpo energético, siendo mayoritariamente
energías de influjo positivo.
2-B Las energías procedentes del entorno inmediato
A un nivel puramente físico, cualquier metal pueda entrar en
nuestro cuerpo. Hoy en día en las urbes y con los sistemas
actuales de alimentación industrializada, ingerimos cadmio y
plomo, respiramos y comemos mercurio, lo cual en altas dosis
y a un nivel energético tiene sus perjuicios. Dichos metales son
elementos disolventes de la energía cósmica que nos llega,
como lo es, el uso incontrolado de la electricidad y de toda
clase de aparatos eléctricos y micro-ondas que la distorsionan.
Es decir, el ser humano absorbe energía nociva del ambiente y
pierde energía saludable en el ambiente.
23
Además de las energías de todo aquello que nos rodea en las
ciudades, captamos y absorbemos, las energías manadas como
emociones, tanto positivas como negativas, de otros congéneres
humanos. Efectivamente, hay demasiados individuos a nuestro
alrededor con emociones patógenas e infecciosas y sus neuras
pueden energéticamente ser transmitidas a otros, mediante
emociones, mediante imágenes, mediante gestos y palabras.
2-C / Las energías procedentes del Universo o taquiónicas
El organismo sutil humano absorbe también la energía
procedente del Universo que llega a nuestro planeta, tanto de
gases cósmicos, de cuerpos celestes, de otros planetas o de
asteroides y satélites, y especialmente del Sol y de la Luna.
En algunas tradiciones espirituales dichas energías universales
reciben nombres tales como Prâna en la India, Chi, en China,
Ki en Japón, Luz astral en la Kábala, Nearth o Nert entre los
celtas, etc.
Esta energía cósmica vital sufre interferencias y alteraciones en
su deambular cósmico y por ello en su camino hacia nuestro
planeta, al atravesar éste, sufre neutralizaciones debido a los
campos electrostáticos y magnéticos que posee la Tierra y ello
la altera y le resta calidad vital.
Tras las exposiciones anteriores sobre las energías internas y
externas, volvamos a centrarnos en algunas de las prácticas,
tras la ya comentada sobre el masaje terapéutico al estilo celta,
que pueden servir de ayuda al equilibrado de los calderos, así
como las descripciones compendiadas de los dos restantes
calderos.
La Realización del masaje
En la praxis y durante lo que pueda durar una sesión, (entre 40
minutos y 2 horas) se hace sonar música adecuada y armónica
celta o de raíces celtas o aquellas que reproducen sonidos
armónicos captados en entornos naturales, consiguiendo de esta
24
manera también un masaje mental y anímico mediante el
sonido.
Cualquier sesión de masaje celta, se puede desarrollar en un
entorno con condiciones ambientales adecuadas y cálidas,
sonando dicha música si es en espacios cerrados,
acompañándose con técnicas propias de la aromaterapia, que
activa el olfato y ayuda a la sanación, pues al introducir el
efecto perfumado de los aceites esenciales durante el masaje, se
consigue un mayor bienestar general y se puede invertir un
estado de ánimo negativo.
Dichos óleos y aceites esenciales al aplicarse directamente
sobre la piel llegan hasta la sangre al estar compuestos de
moléculas pequeñas que traspasan con suma facilidad la
epidermis.
Conjuntamente a todo ello se procede a un breve ritual
espiritual de apertura.
Dicho ritual, comienza con unos breves momentos de silencio
interior y exterior, para a continuación, invocar interna o
externamente a las divinidades sanadores de Celtia, como
pueden ser Dian Cecht, Miach, Airmid, Bath, Sulis, Belisama,
etc., con el propósito de solicitar su guía y asistencia en la labor
sanadora que se va a realizar.
El masajista en su indumentaria de trabajo utilizara siempre
prendas de fibras naturales y si lo prefiere puede estar descalzo,
con el fin de estar conectado a la tierra para que todo lo que el
asistido desprenda energética y emocionalmente no sea
absorbido por el asistente, sino por el contrario sea enviado a la
tierra. El masajeado es preferible que se encuentre desnudo o si
lo prefiere, puede permanecer semidesnudo.
A continuación puede pasarse al masaje, que se inicia con
desplazamientos suaves por toda la superficie de la piel, como
una danza manual sanadora, donde ésta, tiene diferentes ritmos
ya que con cada variación se estimula un área con su singular
25
tipo de energía que comienza a circular y liberarse y con ello, a
aliviar las tensiones acumuladas, las contracciones sufridas y
otros malestares psíco-físicos.
Es recomendable el desplazamiento partiendo de los pies y
ascendiendo hacia las zonas del primer, segundo y hasta el
tercer caldero.
Iniciado el masaje, éste se acompaña de productos naturales
como óleos basados en aceites esenciales de plantas, que
faciliten un mejor deslizamiento de las manos sobre el cuerpo,
evitando fricciones innecesarias e incluso con otros elementos
u objetos naturales, como piedras calientes y de cantos romos,
que permitan fácilmente dicho deslizamiento o justamente,
todo lo contrario, dependiendo de lo que se pretenda conseguir.
El Masaje con Piedras Calientes:
Ésta es una práctica que utilizaron los celtas y sus druidas junto
a las conocidas cabañas de vapor celtas, que a modo de sauna
abrían los poros de la piel y revitalizaban los pulmones.
En dichas experiencias la combinación y enlace con elementos
que componen la Madre Naturaleza es excelente. Las piedras
de diversos tamaños y romas, son sumergidas en agua y
calentadas por la acción del fuego, para luego ser colocadas en
los lugares vitales del cuerpo, especialmente sobre la zona de
los tres calderos druídicos para facilitar una mejor rotación o de
sus canales energéticos para mejorar la fluidez y equilibrar los
excesos o defectos.
El calor directo sobre los calderos energéticos provoca una
mayor acción y efecto de éstos, así como permite una
manipulación suave y flexible en el masaje.
26
Una práctica anexada al masaje con piedras calientes, es la
combinación con el uso de piedras frías, lo que provoca una
reacción que logra abrir los canales energéticos obturados.
Sobre la Desnudez y otras consideraciones éticas en el
masaje
En párrafos anteriores se sugería en la realización del masaje,
que el asistido o paciente, se hallase desnudo o si lo prefería
semidesnudo.
Durante el masaje celta la persona que lo recibe puede
quedarse completamente desnuda aunque si el asistido lo
prefiere puede usar ropa interior holgada o cubrirse, con una
sabana u otra prenda adecuada, dejando solo al descubierto el
área que se está masajeando.
En la desnudez se incluye quitarse todo tipo de joyas, cadenas,
aretes o pendientes, relojes, colgantes, medallas o cualquier
objeto de adorno personal. También el asistente debe estar
exento de tales adornos.
No obstante la tendencia del masaje celta es que la persona
asistida o paciente se quede totalmente desnuda por las
consideraciones que se citarán.
Conceptualmente, el Druidismo rechaza el concepto de que en
este plano de existencia, los humanos seamos solamente
cuerpos. Pero también se desaprueba la noción opuesta, aquella
que sostiene que somos solamente mentes y espíritus.
Se entiende que la primera percepción es errónea y nos lleva a
sublimar sólo el cuerpo y por tanto, no puede considerarse
completa, y la segunda, nos encauza a rechazarlo totalmente, a
27
calificarlo como una prisión, sepultura, estorbo, origen de
pecado y fuente de depravación, y como consecuencia nos
induce a esconderlo, mortificarlo y en consecuencia, consciente
o inconscientemente, a dañarlo. Esta dicotomía es ajena a la
ética druídica.
El Druidismo es una filosofía basada en la integración del
individuo con los medios naturales; tierra, agua y aire, y la
conexión a todos los niveles mentales y espirituales con sus
habitantes, es decir, con la Madre Naturaleza en general.
No es poseedor de ninguna Verdad Absoluta, como afirman
otras filosofías, pero considera que su espiritualidad, favorece
el progreso y crecimiento de los procesos mentales, físicos y
espirituales de cada individuo y de la colectividad en general.
Aporta un modo de ser, estar y un concepto de la vida diferente
a los imperantes, cuyos parámetros, entre otros son: el
equilibrio, el respeto mutuo y la libertad del ser.
Es por tanto, consecuente con esta filosofía y espiritualidad,
vestirse o desnudarse en función del contexto, en función de
nuestras actividades, en función de nuestras ilusiones y
aspiraciones, en función de nuestras ceremonias y rituales, en
función de nuestra propia voluntad y conciencia.
Prácticamente, el Druidismo considera que en la realización de
un masaje celta, al utilizarse óleos y aceites, es recomendable
que el cuerpo del asistido se halle desnudo para facilitar la
impregnación y absorción integral de los óleos.
Psicológicamente, el Druidismo aconseja durante la sesión de
masaje celta que se realiza sobre el asistido, la desnudez de
éste, como una forma de entrar en una profunda relajación,
desinhibiéndose al completo y dejando incluso traumas y
tabúes fuera del espacio del masaje, ya que la ropa es una
extensión de nuestra personalidad.
28
Al deshacerse totalmente de ella en una sesión de masaje celta,
deja el sujeto de ocultarse tras las vestimentas, deja de
aparentar incluso aquello que realmente no es.
Representa la libertad de mostrarse como se es, pues no existe
acto de mayor confianza que mostrarse desnudo, sin oropeles o
apariencias distintivas, ante otro, pero desnudando el cuerpo
junto a la mente y el alma.
Ya solo mediante este ritual de desinhibición se consigue soltar
un pesado lastre. Sanar un cuerpo desnudo mediante el masaje,
facilita relacionarse de manera más franca y a no sentir
vergüenza del propio cuerpo.
Es un contrasentido, avergonzarse de la propia anatomía,
puesto que el pudor es un condicionante cultural bastante
generalizado, pero que resulta totalmente irracional, al menos
dentro de la lógica celta.
La desnudez, de por sí, es el estado natural del ser humano,
nadie nace vestido, o mejor explicado, todos nacemos vestidos
con nuestra propia piel, esa es nuestra genuina vestimenta.
En primer lugar, debe descartarse cualquier intención o visión
erótica del desnudo en el masaje celta. Un masaje erótico
recibe ese nombre porque en lo general, en él se trabajan las
zonas erógenas y genitales del cuerpo y fuera del contexto de la
pareja, suelen realizarse en lugares privados enmarcados o
relacionados con algún tipo de prostitución.
Desafortunadamente por esta causa, el concepto del masaje,
generalmente, ha degenerado, se ha prostituido, se ha desviado
numerosas veces hacia el erotismo e incluso hacia la
pornografía.
29
Pero el desnudo en el masaje celta se inscribe en otro ambiente
y contexto, tiene otra estructura y actúa bajo unos parámetros
naturales, que nada tienen que ver con un masaje o una
actividad erótica. En la filosofía y espiritualidad druídica, se
entiende que un desnudo no tiene porque englobarse en un
ámbito estrictamente sexual, pues se piensa que este contexto lo
decidimos nosotros, estemos vestidos o desnudos.
Aun se mantiene de una forma anti-natural en nuestras
sociedades, demasiados tabúes sobre el contacto físico y el
morbo trastornador ante un hecho tan natural como un cuerpo
desnudo.
Desafortunadamente en nuestras sociedades actuales y con
todos su tabúes y represiones, no toda persona está preparada o
dispuesta para recibir un masaje en estas condiciones, puesto
que muchas, incluso pueden ver erotismo y sexualidad, donde
solo deberían ver alivio y relajación.
Primero sería precisa la superación ante la provocación sexual
que suscita el desnudo en algunas mentes, efecto irremisible de
la represión causada por unas religiones castradoras, cuyos
prejuicios son socialmente aceptados.
Sin duda, un masaje puede resultar placentero, pero aunque
física y psicológicamente las manipulaciones, la música y el
ambiente, pueden entenderse como caricias diversas, éstas son
objetivas, cuya intención por parte del masajista, es un
tratamiento par la sanación, donde se transmite comprensión,
ternura y sobre todo humanidad.
En dicha situación, no existe, ni se transmite, ninguna intención
erótica, ni se espera tampoco ninguna respuesta de esta índole.
Si aun y así sucediese, el masaje debería ser interrumpido
inmediatamente o al menos temporalmente, porque no se ha
comprendido la finalidad de éste y no se debe convertir al
honorable asistente en un mero objeto de un mórbido deseo
sexual del asistido.
30
No cabe duda, que el contacto físico establece una confortable
comunicación y conexión entre asistido y asistente, pero este
acercamiento por parte del asistente, es comprensivo,
altruista y empático, y no entra en el terreno de lo personal
afectivamente hablando.
El practicante del masaje celta es, ante todo, un artesano, una
persona hábil y capacitada que tiene muy claras, su ética
vocacional o profesional y sus límites personales, para
mantener su objetividad ante el asistido y no involucrarse
amorosa o sexualmente con éste.
Si aun con todo, al asistido se le despertase una inoportuna
sensación sexual de forma involuntaria, debería ser éste quien
debiera solicitar la interrupción del masaje, definitiva o
temporalmente, según los casos.
Por otra parte, durante lo que pueda durar una sesión de masaje
celta, la comunicación es través de las sanas y circunspectas
sensaciones y con un lenguaje más corporal e incluso
positivamente emotivo, que mediante la palabra.
No resulta muy adecuado hablar durante una sesión de masaje
celta, sino es tan solo para aquello que resulte estrictamente
necesario para su correcto desarrollo, pues como toda terapia,
el masaje mueve, descubre, destapa emociones personales
latentes y esas reacciones, no podrían brotar si se ven alteradas
por una plática o charla insustancial.
Hay respuestas a problemas internos, trastornos, turbaciones,
palpitaciones y desconciertos que aparecen mientras una
persona recibe un masaje, pero sus resoluciones solo se hallan,
si se está en silencio, en introspección profunda, mientras se
recibe éste.
El cuerpo energético
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Aunque aún hoy en día siga habiendo gente escéptica, el
cuerpo energético existe.
Este apartado, versará sobre el cuerpo energético, lo que viene
llamándose aura y lo que los científicos occidentales han
convenido en denominar, campos bioenergéticos.
El aura ha sido definida como un haz resplandeciente, un
campo electromagnético lumínico en constante movimiento,
que envuelve, impregna y penetra en el cuerpo físico, el cual
emite unas radiaciones características. Se crea cuando la
energía eléctrica que genera el cuerpo se combina con la
energía externa que penetra, influyéndose recíprocamente e
irradiándose externamente.
El aura se halla dividida en siete estratos o capas, cada uno de
estos estratos posee uno de los once colores del aura, siendo la
coloración que más se repite, el tono primario del organismo.
También puede hallarse irradiando otros matices, además del
primario, que son gradaciones secundarias, indicadores del
estado interior del sujeto en el momento concreto de la
observación.
Ya desde la más remota antigüedad el cuerpo energético del ser
humano fue estudiado por numerosas filosofías y
espiritualidades. Primero fue una creencia mantenida por la fe
y la credibilidad, luego se convirtió en convicción, mantenida
por la intuición, la percepción y el conocimiento oculto. Con el
tiempo pasó a hipótesis, mantenida por la conjetura y la
probabilidad en la investigación, poco después se volvió una
teoría, mantenida por el razonamiento y ensayos científicos, y
en la actualidad es una evidencia que se tiene en cuenta en los
estudios de muchas Universidades del Mundo para aplicarlos
como terapias, incluso dentro de la medicina y de la psicología
moderna, aprovechándose como medio de diagnóstico.
32
En realidad, el tema de las bioenergías, puede ser utilizado para
la sanación, la auto-curación, el diagnóstico y un buen número
de alternativas más, pero todo ello, por su extensión, escaparía
del presente ensayo, así que nos concentraremos en los órganos
del cuerpo energético y sus funciones, para conocerlos algo
mejor y con ello lograr profundizar un poco más, en el auto-
conocimiento del Ser integral.
Igual ocurre con el estudio y profundización del aura. Ya que
ésta, puede ser considerada como un espejo de nuestra armonía
física, mental o emocional, el presente esbozo prescindirá de
dar más criterios sobre ésta y se recomienda la lectura de los
estudios y libros congruentes que tratan de las capas y colores
del aura como una manifestación de las emociones, salud y
pensamientos del ser humano, donde cada capa corresponde a
un aspecto distinto de todas las funciones y puede ser definida
mediante diferentes parámetros, como la forma, el color, el
brillo, la pureza, la densidad, etc.
Así pues, centrándonos en los órganos, sabemos que para
muchas personas, admitir la existencia de las partes del cuerpo
energético es lo más difícil, motivo incluso de debates y
numerosas polémicas, dada su invisibilidad y falta de
constatación empírica hasta el momento.
Los científicos actuales admiten, como se ha mencionado, los
campos bioenergéticos, pues como sabemos, el cuerpo
energético o aura, desde hace más de medio siglo (1939) pudo
ser detectado y visto por las cámaras Kirlian, pero todo y con
esto, muchos de ellos, no admiten la existencia de órganos
relacionados con dicho cuerpo o campo bioenergético.
Según la concepción hindú el cuerpo energético está
constituido por ciertos órganos dinámicos y energéticos, éstos
son los conocidos chakras, que a su vez dispone de los nadis o
canales de distribución de la energía, imperceptibles para el
órgano físico de la visión, ya que sus frecuencias no se
33
encuentran dentro del espectro de ondas que el ojo humano
puede detectar.
En las percepciones druídicas, ya que no hay una sola sobre
esta cuestión, se contempla algo parecido pero con diversos
matices, que en algunas ocasiones divergen y en otras se
complementan, siendo, lo que resulta común, la comprensión y
aceptación de esta evidencia.
Por ello, desde una de esas concretas opiniones, la propia de
quien esto escribe, se tratará en síntesis el cuerpo energético y
sus componentes, por si ello sirve para el mejor conocimiento
del ser humano, a la vez que pretende ser un segundo paso a
considerar, tras conocer previamente el cuerpo físico y sus
funciones, para intentar alcanzar una mayor toma de conciencia
sobre uno mismo.
La cuestión de los calderos druídicos
Existe un paralelismo notorio entre lo que algunos
investigadores de la cultura celta y del Druidismo, han
considerado en llamar: Los tres calderos del cuerpo energético
humano, conocidos en gaélico irlandés como “Ecoirí filíochta”,
y los chakras del hinduismo que son siete, o del budismo que
son nueve o el de los tibetanos que son cuatro, e incluso, con
los tres centros de energía divina (Tan Tien), que considera el
Taoísmo.
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Obviamente mediante las pruebas empíricas y el conocimiento
de la ciencia actual, no existe ninguna fórmula o experimento
para verificar la existencia de estos centros, chakras o calderos,
puesto que pertenecen al cuerpo sutil, pero sus funciones y
repercusiones, es decir los efectos de estas causas en el ser
humano, son visibles mediante la observación.
Los materialistas mas exacerbados quizás no logren
comprender que los chakras o calderos sean puntos o zonas
inmateriales del Ser, y debido a su concepción del Universo,
piensen que su existencia es algo solamente teórico o de
hipótesis fantasiosas. Pero es necesario incidir en el hecho de
que todo lo que se piensa corresponde a algún nivel de la
Realidad donde se forma y se genera, y éste no tiene porque ser
necesariamente dentro de este plano material.
Los tres calderos druídicos sutiles, se vinculan a una primera
división física del cuerpo humano como es la parte alta o
cabeza, la parte media o pecho, y la parte baja, que engloba, las
extremidades y el abdomen, abarcando cada uno de los tres una
de las mencionadas áreas.
A un nivel místico y en el lenguaje del mito se relacionan con
los Tres Reinos tradicionales que se tienen en consideración en
algunos ritos druídicos (Tierra, Agua y Aire)
Estos tres Calderos, como los describe un diálogo de poesía del
siglo XV, que fue descubierto en un reglamento legislativo
irlandés algo posterior, compila ciertas reseñas legendarias
entre dos bardos míticos y tradicionales: Amerghin, Poeta de
los Hijos de Milé y Nede McAdne, doctor en Poesía del círculo
cortesano del legendario rey Conchobar McNessa., y viene a
explicar que los tres calderos, se encuentran en las personas,
pero en sus cuerpos inmateriales.
Por otra parte, en la simbología céltico-druídica más antigua,
tres son las gotas que bebe el galés Gwion del caldero del
Conocimiento que preparaba la diosa Kerridwen,
35
convirtiéndose en el druida bardo Taliesin, alcanzando con ello
la conciencia integral, el conocimiento perfecto y la sabiduría.
Tres son también, los calderos en los que deberá introducirse el
héroe celta-irlandés Cuchulainn para completar su iniciación,
como tres son también las patas que sostienen a estos calderos.
Tiene cada uno de estos calderos, tres actitudes o modos que
son;
1-Hacia arriba o Vertical
2-Ladeado u Horizontal
3- Hacia abajo o Invertido
Dando con ello nueve elementos situacionales (3 modos x 3
calderos = 9 modos).
Por otra parte, también existen nueve dones mencionados en la
Canción de los Tres Calderos de Amerghin que son: la poesía,
la reflexión, la meditación, la investigación, la ciencia, el gran
conocimiento, la inteligencia, el entendimiento o comprensión
y la sabiduría.
Estas aptitudes se hacen necesarias para alcanzar otros niveles
de conciencia y de auto-conocimiento.
Una teoría sobre el funcionamiento de los Calderos:
36
Estos tres calderos energéticos pueden ser simbolizados dentro
de ruedas dinámicas, rotativas, en movimiento, que no
pertenecen a un centro estático, aunque tengan un foco o centro
o de gravedad, sino que ocupan una gran área e influyen en
todo el cuerpo.
En el sistema energético del ser humano, dichas Ruedas
dinámicas hacen la función de estaciones generadoras de
energía interna y a la vez, receptoras, transformadoras y
redistribuidoras de las diferentes energías externas que les
llegan, para luego encauzarlas hacia los respectivos calderos,
que actúan como recipientes refinadores, y a la vez como
corazones que bombean la energía hacia los calderos superiores
a través de los diversos canales energéticos.
Cada rueda, por dicha rotación sutil e invisible, va generando
continuamente nueva energía interna, que se aprovechará total
o parcialmente o desechará, según el caso, estando relacionado
dicho aprovechamiento o desperdicio, con funciones
psicológicas específicas. Rotación, por otra parte, que
dependiendo de la rueda del caldero que se trate, tiene su
propia velocidad, siendo ésta diferente para las tres.
Observando las funciones de los tres calderos, podemos
constatar como la vibración y rotación más rápida la obtiene la
Rueda del Caldero de la Vocación, le sigue la del Caldero de la
Calidez y finalmente la más lenta es la del Caldero del
Conocimiento. Cuando los calderos se enderezan o llenan de
esa energía que generan y canalizan las Ruedas, lo hacen en
sentido horario y cuando se vacían lo hacen en sentido contra-
horario.
Por ejemplo, en el Caldero del Conocimiento se fraguan las
energías precisas para las evoluciones y procesos neuronales
del cerebro y hasta para los procesos mentales y éstos son
mucho más lentos que los procesos instintivos y motrices,
cuyas energías sutiles se proyectan desde el Caldero de la
37
Calidez, y mucho más aun, que las emociones y sentimientos
que se generan mediante las energías que emite el Caldero de la
Vocación.
Según este enfoque druídico, el cual traslucirá en todo este
ensayo, se expone una breve sinopsis de estos tres calderos,
incluyendo sus nombres tradicionales y su traducción, aunque
obviamente, pueden ser descritos, observados y denominados
de otras maneras coherentes, según otras percepciones, incluso
dentro de esta misma espiritualidad.
1-El Caldero de la Calidez, (en gaélico irlandés; coire Góir)
También es conocido en gaélico irlandés como “Caldero del
Calor” o “Coire Goiriath”
Tiene su centro de gravitación o foco energético ubicado en el
bajo vientre, en el área pélvico-abdominal, que concuerda con
la zona alrededor del primer, segundo y hasta tercer chacra de
los yoguis hindúes y con la franja del Tan Tien inferior de los
conceptos taoístas. Se asocia con uno de los tres elementos
druídicos como es la tierra, o sea lo material y terrenal.
Este primer caldero atañe a un nivel de conciencia básico. En
él, se halla almacenada la energía vital del ser humano, siendo
el centro capital que otorga energía a las funciones motrices e
instintivas, tales como los movimientos internos del organismo,
los reflejos externos, la funciones motrices de la sexualidad,
todas las funciones mecánicas, la movilidad en el deporte y los
juegos, las creaciones, habilidades, innovaciones o soluciones
físicas para realizar trabajos manuales, materiales o mecánicos,
38
así como la capacidad para aprender e imitar gestos, voces y
ademanes y reproducirlos con habilidad.
-Alineado verticalmente
Este Caldero originalmente se halla vertical, lleno o
aproximado, en todo individuo al nacer. Posteriormente sigue
boca arriba en aquellos sujetos que gozan de un óptimo
impulso de vida, jovialidad y salud.
Con dicho alineamiento, guarda y reabastece la energía vital, el
vigor y la salud sexual, así como la herencia cultural, los
vínculos con la Madre Tierra y con las fuerzas telúricas que se
manifiestan.
En dicha posición, muestra que el individuo tiene una
tendencia sana y adecuada hacia el deporte, indica que se tiene
una provechosa movilidad motriz, y se exterioriza una eficaz
destreza manual y física.
En dicha posición o bastante aproximada, todo el trabajo del
organismo se hace en armonía, se canaliza la energía sutil que
fluye por los canales energéticos para fácilmente entrar de
pleno en el siguiente Caldero que es el de la Vocación
(emoción)
Así mismo con este caldero en estado vertical o lleno de
manera permanente, siendo el foco energético de la conciencia
básica, se inicia un proceso de ascensión de la conciencia,
logrando aprender sobradamente de todo lo que atañe a este
caldero, especialmente en lo concerniente a su funcionamiento
y posibilidades de desarrollo. Es decir, es un primer paso hacia
el auto-conocimiento.
39
Con el Caldero de la Calidez lleno y rebosante de energía, se
prende el fuego de la voluntad, se consigue el control de la
propia existencia física y se trepa un peldaño hacia las gradas
de la conciencia, reduciendo y eliminado muchos de los más
obstinados bloqueos y tenaces obstáculos.
Comienzan los procesos de abandono y renuncia a muchos de
los hábitos mecánicos e inconscientes y sobre todo
condicionantes. Y el Ser, se descubre preparado para ejecutar
un salto cuántico para conseguir alcanzar ese siguiente peldaño
de la conciencia, que es, el que concierne al Caldero de la
Vocación.
-En posición horizontal, ladeado o semi-lleno
Se ladea en aquellos individuos que como reflejo de la
horizontalidad del caldero, comienzan a mostrarse en diversas
situaciones, individualistas, egocéntricos, ególatras casi
siempre insatisfechos inestables emocionalmente y crispados
frecuentemente ante las vicisitudes de la vida.
En esta posición, baja la conciencia de uno mismo y se nubla la
visión concerniente a las posibilidades que se tienen para el
desarrollo personal.
Las funciones motrices e instintivas se hacen más torpes y
menos armónicas, se pierden grados de movilidad y
estabilidad, se desperdicia la habilidad manual, que se
convierte en más tosca y ruda. Se bloquea parcialmente el canal
energético que conecta con el caldero inmediato superior, de
manera que fluye menos energía sutil a dicho caldero.
Se comienzan a mecanizar los instintos que se vuelven más
torpes, menos creativos y con menor control. La voluntad
40
desciende, pierde grados y las ganas de esforzarse y superarse,
se convierten en los primeros indicios de apatía física y desidia.
Toda clase de deseos físicos se acentúan en este nivel, aunque
con discontinua persistencia. Todo en el ser humano empieza a
robotizarse progresivamente y comienzan a aparecer
irregularidades, anomalías y caprichos en la función sexual que
solo atiende a antojos espontáneos y de escasa permanencia. La
vida misma del individuo comienza a caer en la rutina. Sus
hábitos y costumbres se automatizan
-En posición invertida o vacía
Todo lo expuesto anteriormente se agudiza extremadamente y
dicha posición se refleja en los individuos depresivos,
obsesionados por lo material, por lo sexual, por todos los
deseos materiales.
Es decir, se refleja en aquellos que viven solo a través de sus
instintos, excitaciones y arrebatos.
Son personajes que incluso pueden llegar a mostrar la
agresividad más instintiva y elemental y su intolerancia,
ignorancia e insensibilidad les llevan por los derroteros de la
crueldad, el rencor, la venganza, la saña, el exceso y el
despotismo. Y, si acaso éstas le resultan placenteras, se llegan a
obsesionar con ellas. Incluso pueden llegar a gozar del
sufrimiento, del padecimiento ajeno y propio, e incluso hacen
de la auto-compasión su principio básico en la vida y adquieren
identidad de víctimas ante toda circunstancia adversa o de
aquellas de las que puedan sacar ventaja.
41
Con este caldero invertido, el ser ya se halla en una fase
totalmente mecánica y casi inconsciente. Se cierra el canal
principal de flujo energético y la poca conciencia adquirida, se
halla en un estado casi totalmente durmiente.
Las funciones motrices son más torpes aun que en el anterior
estado y las funciones instintivas aprisionan toda la vida del
hombre.
Nos hallamos ante el hombre rutinario y mecánico, el hombre
material, el hombre robotizado, el que hace de sus instintos el
proyecto de su vida, obviamente inconscientemente,
mecánicamente ya que la conciencia se halla profundamente
aletargada.
Su sexualidad es compulsiva y aunque puede ser extremada, es
pobre, inepta y fugaz. De persistir en el tiempo, esta posición
con el caldero invertido o vacío, las anomalías sexuales graves
comienzan a hacer su aparición, el vigor sexual decrece, de la
compulsión se pasa a la inapetencia, a la desgana, al empacho,
llegando a la impotencia y a la frigidez, y en el mejor de los
casos, en el varón, al orgasmo prematuro.
Con el primer caldero invertido resulta improbable que algo de
energía sutil, llegue al caldero superior, y de llegar lo hace tan
débilmente que solo genera desolación ante su insuficiencia.
Por tanto, cuando este primer caldero de la Calidez no logra su
posición vertical sino que queda invertido, impidiendo todo
flujo de energía al siguiente caldero, podemos decir que la
parte negativa de este caldero predomina sobre los otros dos, y
consecuentemente nos topamos con el ser humano en su nivel
más bajo de conciencia y voluntad, a la par que indica una
posición de carencia total de auto-conocimiento.
Su conciencia moral es muy pobre, y por tanto, su
espiritualidad, de tenerla, también lo es, ya que se estimula
42
fundamentalmente por instintos, impulsos, inclinaciones y
tendencias.
Los individuos con dicho caldero invertido no pueden tener una
alta espiritualidad, pues tienen una escasa conciencia moral,
aunque indudablemente ciertas religiones, determinadas
prácticas religiosas o sistema de creencias colman sus
expectativas.
La parafernalia, las demostraciones pomposas, la obsesión y
manía por lo ritos y rituales, por las formas externas, por las
grandes ceremonias de masas, las cuales no se preocupan del
conocimiento puesto que no lo desean, por las supersticiones o
por las liturgias tétricas, tenebrosas y macabras, al estilo de
satanistas, santeros, góticos y demás, son las que más atractivo
tienen para los sujetos con el Caldero de la Calidez invertido.
Así de volcado y vacío se halla este caldero en buena parte de
la humanidad en Occidente, que del entretenimiento y afición
por el deporte físico, donde la superación de las habilidades y
pericias motrices debieran quedar manifiestas, hace, una
rivalidad absurda entre equipos y aficionados que llega a la
hostilidad y enemistad, convirtiéndose en una obsesión que
trasladan a sus rutinarias vidas sociales y laborales, repletas de
competencia, discordia y animadversión.
Los pocos conocimientos que adquieren estos seres humanos,
lo son en función de la imitación, de los instintos, de la
memoria, pero con escasa o ninguna comprensión. El arte que
alcanzan a entender y que se halla en consonancia con sus
estados de conciencia, es un arte grotesco, tosco, estridente,
desorientado, disonante, estrambótico, sin ninguna o escasa
simbología, alegoría o mensaje y así les sucede en todas las
manifestaciones de su instintiva pero condicionada y
automática vida.
43
No obstante y a pesar de lo descrito, existen apoyos externos
que ayudan a enderezar este primer caldero mediante métodos
que los druidas de antaño ya utilizaron.
Estos son ayudas y refuerzos que se consiguen a través de la
aromaterapia, la gemoterapia, la cromoterapia, la
músicoterapia, los mantras celtas, los masajes, la imposición de
manos, etc., tanto de forma alternativa y paralela entre ellos,
como al unísono.
Pero debemos ser conocedores que, es a través de la voluntad,
del estudio y conocimiento de uno mismo y del crecimiento de
la conciencia como se puede enderezar completa y
perfectamente este caldero. Primero, haciendo que el estudio de
uno mismo favorezca los cambios interiores logrando hacer
fluir la energía interna, es decir, la que nosotros mismos
generamos, para llenar el primer caldero, y posteriormente se
requiere lo mismo para seguir llenando el segundo y el tercero.
Por tanto, las ayudas externas y los métodos y prácticas
alternativas solo son una viga, un soporte para apuntalar la
morada que es nuestro Ser, el cual se nos puede venir abajo
sino lo consolidamos correctamente mediante el estudio y
análisis de uno mismo para avivar la alquimia interior de
transmutación y adquirir mayor conciencia.
Una conciencia que en el caso de este caldero invertido se halla
profundamente aletargada y que costará hacer despertar.
Quizás un atisbo o señal, un shock emocional o un dolor
anímico, sea el detonante para que, aunque sea fugazmente, la
conciencia empiece a despuntar.
Aunque este ensayo no pretende adentrarse en las prácticas que
pueden servir de ayuda, sin embargo sintetizará las que se
piensan como más idóneas.
44
Con la Imposición Druídica de manos
La singularidad de este procedimiento, estriba en que combina
los métodos de las imposiciones de manos tradicionales, con
las prácticas y ritos espirituales de los druidas, los cuales
veneran a la Madre Naturaleza.
Es decir, la desconocida imposición de manos, viene a ser una
práctica parecida al moderno “Reiki”.
Esta técnica es una práctica de sanación de origen japonés, pero
la imposición de manos druídica, es una innovación en cuanto a
la destreza sanadora que usa técnicas de auto-conocimiento y
de armonización vinculadas a una espiritualidad tradicional,
con métodos prácticos que remarcan el panteísmo pagano que
la caracteriza.
Es por tanto, un método benéfico, parecido al masaje celta,
pero sin masaje, que trata solo mediante la imposición de
manos, de desbloquear o hacer fluir las energías que circulan
por los meridianos para una redistribución correcta hacia los
órganos y hacia las Ruedas de los Calderos.
Con la imposición de manos al estilo druídico, existe una
intencionalidad de canalización energética de la propia energía
de quien la aplica, hacia el individuo tratado, que puede ser
también uno mismo, sumada a las que masajista y masajeado
reciben externamente de los entornos naturales.
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Aunque también la imposición de manos se puede aplicar en
animales, árboles o plantas.
Mientras se realiza la imposición de manos, se utilizan como
fuentes de transferencia energética las energías de los árboles,
de los arbustos, de las plantas, de los bosques y montañas en su
conjunto, de los dólmenes y megalitos antiguos que se hallan
esparcidos por doquiera e incluso del mar, de las fuentes, de los
ríos y lagos, del agua de lluvia, del rocío y un largo etc.
Es decir, la imposición de manos siguiendo la práctica y ritos
druídicos, se realiza en espacios naturales o en áreas donde las
influencias energéticas de los elementos mencionados, es
notoria y notable, y donde el impositor también sirve de puente
energético.
Es un método que también ayuda a mantener en equilibrio lo
físico, lo emocional y lo mental, aunque puede ser utilizado
como terapia para la sanación física, realmente su cometido, es
una vez más, la toma de conciencia, el auto-conocimiento y por
supuesto la captación y comprensión de otras realidades, de
otras fuerzas y energías y de otros mundos, además del
tangible.
Los símbolos psíquicos, mentales, místicos y espirituales que
se utilizan en la Imposición de manos celta, son los propios del
Druidismo y destacan los del alfabeto Ogham, donde cada letra
está conectada con la energía, propiedades y vibraciones de un
árbol, arbusto o planta concreta.
En la actualidad y especialmente en países de habla inglesa
existen diversas corrientes y escuelas que inciden en unos
matices u otros, pero la mayoría de ellas, se circunscriben a una
Federación que se denomina de Reiki Celta o Reiki Druídico.
En dicha federación, aunque siguen usando el nombre japonés
de Reiki, (existen polémicas sobre lo adecuado del nombre)
afirman que la palabra gaélica irlandesa que nombra a la
46
energía Universal, es "Neart" y la galesa "Nerth" que se traduce
como fuerza, poder o energía.
Con la Músico o Sonoterapia:
Para los druidas la música es una de las expresiones artísticas
que provienen de la Awen y ésta a su vez proviene de Brigitt y
del Otro Mundo.
La música celta por excelencia es el arpa y el Dios-Druida
mayor del panteón, “el Dagdah”, posee una. En el Druidismo la
música tiene una triple consideración:
1- Es una forma de diversión
2- Es una forma de hacer magia
3- Es una forma de terapia
En lo que incumbe a este tema, acudiremos a la música por su
tercera apreciación, es decir, como terapia:
La música cura, ésta es una máxima druídica, pero igual que
ayuda y puede sanar, existen ciertos sonidos que pueden
provocar una postración, un malestar, un dolor, un sufrimiento,
una molestia, etc., anímicamente y consecuentemente también
físicamente. Por lo tanto, se debe ser cuidadoso a la hora de
elegir la música que pueda ser la adecuada y armónica para
realizar una terapia, sea cual sea.
Ello debe quedar claro, hoy en día existe, mucha música
contemporánea, que es mucho más ruidosa que armónica.
Incluso, la música llamada celta, en no pocas ocasiones su tono
o letra, provoca estados de melancolía y nostalgia que puede
llevar a la hipocondría, a la languidez, a la tristeza, cuando se
aplica en una terapia.
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Igual ocurre con la llamada música natural, especialmente la
elaborada a base de sonidos de animales. Se debería prestar
atención a esos sonidos de animales, que quizá hayan sido
obtenidos bajo presión humana, maltrato, humillación o
violencia. De la misma manera, hay que saber bajo qué
situación han sido obtenidos esos sonidos, puesto que pueden
ser estallidos de desesperación, ansiedad, algarabías de
apareamiento, alborotos de luchas, y etc.
También es menester considerar que en las concepciones
céltico-druídicas, los instrumentos de viento estaban reservados
para la guerra o para la juerga, donde los participantes eran
dados a mucho jolgorio y alboroto. Los de percusión como
timbales y tambores eran más empleados en los rituales
religiosos, de matiz extático, quedando reservados los
instrumentos de cuerda, como el arpa o la lira, que
materializaban música considerada sagrada, para las terapias y
sanaciones. Sería beneficioso considerar estas clasificaciones
para poder emplear la música adecuada en las terapias.
Igualmente, hay que considerar las diferencias existentes entre
la música modal y la música tonal. Diferencias que hay que
tener en cuenta a la hora de aplicarla como ayuda terapéutica,
mientras dura una sesión de masaje celta.
La música Modal se apunta como la más adecuada para la
mayor parte del tiempo por el que transcurre una sesión de
masaje celta, pues induce a la relajación, a la meditación, al
trance, a la interiorización, a la catarsis individual e íntima.
Entonces pues, se trata de ayudar al llenado del primer caldero
a través de la música o sonidos equilibrados. Con dicha
práctica se precisa que durante varios minutos o el mayor
tiempo posible, el cuerpo permanezca en total relajación o
meditación, permitiendo que la euritmia de una música
adecuada inunde nuestro organismo.
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Para este primer caldero se sugiere como más apropiada la
música que contiene sonidos de la Madre Naturaleza, como
viento, lluvia y relámpagos, sonidos de animales como aullidos
de lobos, bramas y bramidos de los cérvidos, rugidos de
grandes felinos e incluso música tribal con timbales, como las
africanas o las nativas americanas. Todas ellas, para ayudar a la
toma de conciencia y colaborar a enderezar a este primer
caldero.
También puede servir la música denominada “celta” o de raíces
celtas, que evoque los sonidos naturales, sean mediante arpas u
otros instrumentos de cuerda, incluso el sonido de la gaita
puede ser conveniente, si ésta no está siendo tocada tan rápida
y estentóreamente que rompa la relajación.
Como excepción, si uno es capaz de entrar en trance, puede
acompañarse mediante una música algo más enérgica y
dinámica, danzando inclusive al compás de los sonidos de
tambores y timbales para que circule la energía de la Rueda del
primer Caldero.
También pueden usarse los mantras tanto los orientales (si
resultan más familiares), como las voces o sonidos al estilo de
mantras, de la tradición druídica.
Sobre los mantras de la tradición celta, pueden usarse
cualquiera de los diversos idiomas celtas, siempre y cuando, se
conozca y se haya estudiado su significado y los efectos de su
reverberación, fluctuación, así como la entonación más
adecuada.
Pero para ofrecer una ayuda a todo nuestro Ser en su
concienciación sobre el organismo y las energías sutiles que en
él interactúan, y apoyar al mismo tiempo al primer caldero para
obtener la energía de su Rueda y llenarse, se sugiere en este
texto, por su mayor conocimiento y siguiendo la tradición, las
voces de las vocales del alfabeto Ogham en gaélico irlandés,
aun a pesar de las controversias y diatribas que se mantienen
sobre su origen y autenticidad.
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Por tanto, se propone pronunciar preliminarmente el mantra
Onn, que es el nombre de la letra celto-gaélica “O”, en el
alfabeto Ogham, que recibe su nombre del arbusto de la
retama.
Su sonido posee un carácter global, útil para toda meditación y
para ayudar a cualquier caldero.
Su frecuencia y vibración se entona parecido al mantra hindú
Om, aunque su sonido original en gaélico sonaría en español
como “Oun”.
No obstante, con una entonación más específica para este
caldero, se sugiere el sonido o mantra celta “Idho”, que es el
nombre de la letra I, en el alfabeto esotérico del Ogham y que
recibe su nombre del Tejo. Dicho sonido posee, la entonación
adecuada para ayudar a la activación de la vitalidad y de todo
lo que tenga relación con la movilidad y la motricidad del
individuo, ello, entre varias de sus otras peculiaridades.
Se entona en dos sílabas Id-ho, rápidamente, sonando la
segunda sílaba como “jo” en español.
No obstante, otros mantras como el sonido de la vocal
oghámica Ur, de la letra U, que recibe su nombre del Brezo,
ayuda a vincularse con las fuerzas telúricas de la Tierra. En
este caso el sonido Ur, se entona alargando la última letra, la r,
todo lo posible. En gaélico original se pronuncia de igual
manera.
Con la Gemoterapia:
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Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante las piedras y
los minerales.
Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco o
centro de gravedad del primer caldero. Es decir, en el bajo
vientre, sobre el área pélvico-abdominal.
Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda, son el
rubí y el granate.
Debido a ello, muchas personas prefieren hacerse colgantes con
dichos minerales y así estar siempre bajo su influjo y apoyo,
pero la forma más acertada de utilizar la piedra como refuerzo,
es igual que con la musicoterapia, cuando el cuerpo, el alma y
la mente humana se hallan en relajación, reflexión o
meditación.
Con la Aromaterapia:
Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante los aromas.
La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y
provechosa, como el sándalo, el jazmín, la rosa, etc., así como
con los aromas propios de los óleos naturales.
Con este método se enciende el incienso o esencia en un lugar
donde se encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o
meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas y lograr la
armonización de los canales energéticos que penetran por los
calderos. Dicha técnica se puede acompañar con otras, como la
músico-terapia o la gemo-terapia.
51
Con la Cromoterapia:
Trata de compensar, mediante el uso de luces de colores con la
intensidad adecuada u objetos coloreados, los desequilibrios
energéticos. Por tanto, se trata de ayudar al llenado del caldero
a través del color. El color rojo resulta útil ya que éste ayuda al
llenado de este primer caldero.
2-El Caldero de la Vocación (en gaélico irlandés coire érmai)
También conocido coo Caldero del Movimiento. Su centro
gravitacional se encuentra cercano al corazón, justo en el
centro del pecho, coincide con el cuarto chacra yóguico y con
el “Tan Tien" medio, de la espiritualidad Taoísta.
Originalmente se halla ladeado, es decir semi-lleno u
horizontal, pero puede invertirse o enderezarse según el
desarrollo, avances o retrocesos de cada ser humano.
Este segundo caldero atañe a un nivel de conciencia más
elevado que el anterior, es la consecuencia directa e influjo de
un Caldero de la Calidez vertical que ha dejado fluir la energía
rebosante a este siguiente nivel, al nivel de las emociones y de
los sentimientos.
Cuando este segundo caldero se estabiliza verticalmente y se
llena de energía, se alcanza un decisivo primer nivel de la
conciencia auto-reflexiva.
52
El Caldero de la Vocación, es el punto intermedio y puente
entre lo instintivo y mecánico del primer caldero y lo
intelectual del tercero.
Es el caldero del espíritu interior que conecta todas las fuerzas
superiores e inferiores, internas y externas. Más arriba se halla
lo abstracto, la esfera del intelecto, de lo mental. Más abajo, se
hallan las funciones terrenales y facultades telúricas.
Llegamos a este segundo caldero desde el primero que refleja
el mundo del cuerpo, de la manifestación instintiva y mecánica,
expresada desde ese primer caldero, para trascender a las
suaves regiones del espíritu, progresando desde el Ego más
primario, hacia un segundo nivel más amplio.
Este es el caldero de las emociones, del amor, del sentimiento y
hasta del presentimiento, tanto en sus aspectos positivos si se
halla lleno, como en sus aspectos negativos si se halla vacío.
Se asocia con otro de los tres elementos druídicos como es el
Aire, el menos denso de los tres principios, pues al igual que
éste, los sentimientos y emociones no se ven a simple vista,
pero se sienten y perciben.
El aire simboliza la libertad, en las concepciones druídicas,
como los besos de Oengus Mac Og, los cuales se convertían en
pájaros que libres podían volar.
En el aire se halla buena parte de la experiencia y sabiduría de
nuestros ancestros. Palabras etéreas que no escribieron pero
que emitieron, a veces como invocaciones, difundiéndolas por
el aire para explicar sus sentimientos y emociones.
El aire mueve el agua y cambia el aspecto de la tierra, de la
misma manera un sentimiento o emoción consciente y lúcida,
53
puede mover al intelecto, como puede cambiar la percepción
que se tiene de las sensaciones físicas.
Con la ayuda del anterior Caldero de la Calidez vertical o lleno,
que deja fluir la energía sobrante, el Caldero de la Vocación
incluye la facultad de la creación artística e influjo de la Awen,
que incluso puede manifestarse en los estados del sueño.
Dicho Caldero se circunscribe dentro de todo tipo de
emociones y sentimientos, religiosos, espirituales, sociales,
familiares, morales e incluso emociones estéticas y artísticas.
Siendo su posición original en el ser humano ladeada u
horizontal, es decir, que se halla medio lleno de energía, puede
variar, no obstante, tanto para enderezarse, llenarse o ponerse
en posición vertical, con el transcurso del tiempo y la evolución
de la conciencia, como lo contrario.
Aunque también, seguirá ladeado en las personas que son
conscientes de sus dones o su rumbo en la vida, pero no logran
centrarse o tener la voluntad suficiente para emplearlos y
orientarse.
Puede invertirse, sin embargo, cuando la persona experimenta
grandes impactos emocionales como euforias extremas,
tristezas muy intensas o traumas muy fuertes.
Por ello, aunque el primer Caldero de la Calidez vertical o
lleno, deje pasar energía sutil, este segundo Caldero de la
Vocación, puede desaprovecharla utilizándola en emociones
estériles o extremadas y puede por tanto de nuevo ladearse, o
peor aún, invertirse y vaciarse, produciendo un desperdicio
energético que ningún caldero recupera.
54
-Se encontrará completamente boca arriba
En aquellas personas "iluminadas espiritualmente" o inspiradas
por la Awen.
El Caldero de la Vocación confiere importantes dones a
quienes lo tienen lleno, permitiéndoles cambiar su estado de
conciencia hacia nuevos niveles y acceder a facultades y
experiencias incomprensibles para otros, gracias a la
sensibilidad que se adquiere para percibir otras realidades.
Si este caldero está lleno, actuando así de forma armoniosa, el
individuo tendrá una vida emocional y sentimental agradable y
libre de agobios, mostrándose y comportándose optimista ante
la vida.
Se mostrará y será sensible, perceptivo, afectivo, emotivo y
tierno en sus relaciones amorosas, familiares y sociales y su
espiritualidad crecerá paralelamente a su vigor energético. Su
sexualidad vendrá y se hallará motivada por la sensualidad, por
emociones positivas como la alegría y el entusiasmo y por el
sentimiento del amor.
Será una persona cuyo grado de conciencia la vuelve generosa
y noble, su corazón y sentimientos se desplegarán de forma
bondadosa. Tendrá fe, una fe consciente y una esperanza
reflexiva y juiciosa tanto en sí mismo como en la Humanidad
en general, hasta el punto que de personas así, surgen
personajes altruistas y solidarios, grandes filántropos tanto de
la humanidad y de la Madre Naturaleza, como de las Artes.
Mecenas o talentos desinteresados de cualquier forma de arte
emotivo.
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Quien tenga este caldero enderezado, pertenecerá al tipo de
persona que se acepta a sí mismo porque empieza a conocerse
y a considerar sus posibilidades de evolución. Adquirirá serena
autoestima, aceptando a los demás con todas sus limitaciones e
incluso puede convertirse en un amistoso consejero y mentor
de otros que no han logrado llenar de energía este caldero, ni el
anterior.
Una persona que tenga este caldero lleno o vertical puede mirar
hacia el cielo claro y estrellado y sentir que pertenece a él. Está
firmemente enraizado en su lugar dentro del Universo y ya
reconoce, porque lo siente, que es parte de la Madre Tierra y
del Universo entero.
Será entonces cuando obtendrá experiencias que apoyen su
voluntad, ya que su conciencia percibirá claramente que la
energía y la Conciencia Divina están en armonía y consonancia
con las suyas.
Consecuencia de ello, el individuo alcanzará una mayor
percepción y sabiduría espiritual.
Puede y sabe amar, puede y sabe reír, puede y sabe sentir,
puede y sabe compartir. La humanidad florece dentro de él y
los rayos místicos iluminan su caminar. Con los dos primeros
calderos verticales o llenos, el cielo y la tierra se unen en él en
un equilibrio mágico. Lo interno y lo externo se acoplan en una
acción fluida y voluntaria que mana hacia el tercer caldero.
Desgraciadamente, la mayoría de personas ni siquiera logran
tener el primer caldero enderezado, así que obviamente este
segundo caldero, resulta mucho más difícil mantenerlo en su
posición correcta,
para la gran cantidad de sujetos que pululan por nuestras
ciudades y entornos.
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-Cuando este caldero se invierte
O se aproxima a esta posición, todo lo positivo se altera, se
subvierte, se desbarata.
Es un reflejo de que el ser humano está padeciendo emociones
extremas que no sabe controlar, conmociones que le causan
resquebrajaduras internas, sentimientos y emociones infantiles
e inmaduras.
Cuando este caldero se invierte o comienza a invertirse, sigue
persistiendo los sentimientos de cariño y de ternura, pero éstos
se perturban desvirtuándose y tienden hacia el sentimentalismo
fantástico y novelesco, hacia la sensiblería insípida y banal.
El amor superficial se convierte en celos, en envidia, en
inseguridad, en posesión y el individuo muestra y tiene
dificultades para amar.
No tiene la facultad de establecer relaciones duraderas, pues
todas las pautas estables son resultado de un equilibrio interno.
Para poder amar de una forma continua y perdurable, hay que
consentir en la concesión de cierta porción de nuestra
independencia, a favor de la persona amada, con el objetivo de
experimentar y de sentir una armonía superior, que incluso
ayude a la toma de conciencia de sí mismo.
Con este caldero vacío no existe la capacidad ni el sentimiento
de ceder un ápice en favor del otro. El sentimiento del amor se
convierte en un pseudo-amor egoísta, que lo espera y quiere
todo, pero que no se halla dispuesto a entregar nada. Debido a
todo ello la persona siente desolación, siente soledad, tiene
sensaciones de desconexión, de falta de unión con todo. Le
asaltan mil y una impresiones infundadas, cayendo en
alucinaciones y confusiones de todo tipo.
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El individuo se fanatiza, le subyuga todo lo que le produce
excitación y emociones fuertes, le seducen las exhibiciones
masivas de grandes exaltaciones y euforias, apareciendo
incluso la histeria. Su conciencia moral, baja, se reduce
enormemente y este proceso da paso a la aparición de un Yo
ofuscado, irónico, sarcástico, burlón, obstinado, cruel, muy
fragmentado, pero que tiene un sentido del humor punzante y
grosero.
Aparece la susceptibilidad y el individuo con dicho caldero
invertido exterioriza sus emociones negativas a lo que cree son
ataques incesantes de lo que le rodea. Las emociones se
exteriorizan de forma negativa a la mínima provocación
externa, e incluso sin ninguna provocación. La crudeza, la
venganza, la represalia, la ira, la severidad, el egoísmo,
aparecen.
La espiritualidad desaparece y deja paso al dogmatismo, al
fanatismo, a la fe inconsciente e ingenua, a la exaltación
religiosa, al frenesí del devoto y al delirio de las masas.
Su percepción se altera de tal forma que asoman las emociones
más desagradables de intolerancia religiosa, de sentimientos de
rechazo sistemático, de aborrecimiento y resentimiento hacia lo
que el individuo cree, obviamente de una manera totalmente
subjetiva, como infiel o hereje, falso o inexacto.
A los sujetos con el Caldero de la Vocación totalmente vacío,
solo les agrada aquello que es como ellos desean, pero en los
procesos más intensificados y crónicos, son personas que
incluso se sienten atraídas por todas las emociones negativas
que les perjudican, incluso las buscan, de esta manera, son
individuos que se vuelven masoquistas emocionales.
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En las cuestiones artísticas, le atraen todo tipo de espectáculos
sensacionalistas, el drama, las películas de terror y
especialmente aquellos espectáculos que escenifican una
glorificación o exaltación de dichas emociones negativas.
Y en los sueños, en vez de soñar con creaciones armoniosas
llenas de emociones positivas, la vacuidad del caldero, invade
este otro estado de la conciencia con ensueños fútiles y
pesadillas enojosas. La Awen se retira incluso de los sueños.
Con dicho caldero invertido, no es factible percibir y sentir
acertadamente ninguna de las leyes universales que rigen el
Cosmos, ni las propias pautas y ritmos del crecimiento y
evolución personal. Las personas con este caldero vacío,
pierden o carecen del sentimiento y de la percepción de la
sacralidad del ser humano, de lo divino de la Madre
Naturaleza, de los animales y de la vida misma, estando
implícitas, dogmáticas creencias acerca del funcionamiento del
Universo.
Si este caldero se halla vació o se vuelca, mostrará que el sujeto
obtiene la equívoca idea de que la voluntad divina o incluso de
otras personas se oponen a la propia. La imagen distorsionada
de un universo lleno de hostilidad donde sólo sobreviven los
agresivos, hará creer a la persona que su supervivencia está
siempre en juego.
Juzgando con las emociones negativas que lo ahogan
espiritualmente, tratará de dar mayor seguridad a su existencia,
controlando a los demás, actuando de forma desconsiderada,
injusta y cruel.
Todo y así, como con el caldero anterior, también se puede
obtener cierta ayuda para intentar enderezar este segundo
caldero con los métodos alternativos que se citaban
59
anteriormente, tales como el masaje, la imposición de manos,
la gemoterapia, etc.
Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la
Musicoterapia
Para este caldero, se precisa igual que en el anterior, que
durante varios minutos o el mayor tiempo posible, con el
cuerpo en total relajación o meditación, se acceda a la armonía
de una música adecuada, esta vez sonando con una melodía
emotiva y espiritual, para así, ayudar a la toma de conciencia y
colaborar con los sonidos a enderezar al segundo caldero.
Puede servir cualquier música celta o de raíces celtas
armoniosa, melodiosa y agradable, que inspire algo sagrado,
pero también puede ser útil la música "new age", los cantos
gregorianos, la música oriental o hindú de meditación, la
música de los nativos americanos y los mantras tanto orientales
como los de la tradición druídica, y etc.
Sobre los mantras de la tradición celta, para ofrecer una ayuda
a nuestro Ser en su concienciación y ayudar al mismo tiempo al
segundo caldero, se sugiere preliminarmente la entonación del
sonido de la letra oghámica Onn, como se sugirió con el primer
caldero, para ulteriormente, pronunciar el mantra “Eadha”, que
es el nombre de la letra oghámica E y recibe su nombre del
Álamo.
Dicho mantra se pronuncia en dos silabas, ead-ha, la primera
sílaba rápidamente y la segunda pausadamente sonando como
“ja” en español, soltando todo el aire en la letra “a”.
Dicho mantra según la práctica druídica ayuda a eliminar la
negatividad y los obstáculos que pueden entorpecer el camino,
60
canalizado la vibración de su sonido y favoreciendo,
consiguientemente, a enderezar el segundo caldero. Dicho
mantra o palabra sagrada, en gaélico original se pronunciaba
“egha”.
Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la
Gemoterapia
Igual que con el caldero anterior y con el posterior, puede
utilizarse el masaje y la imposición de manos en la zona
específica de este caldero.
Ahora bien, con la gemo-terapia, se trata de ayudar al llenado
del caldero a través de las piedras y minerales. Con dicho
método o técnica se aplica la piedra en el foco o centro de
gravedad del segundo caldero, es decir, en el centro del pecho.
Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda son el
cuarzo rosa y la esmeralda, entre otras. Debido a ello muchas
personas prefieren hacerse colgantes con dichos minerales y así
estar siempre bajo su influjo y apoyo, aunque la forma más
acertada de utilizar las piedras como refuerzo, es al igual que
en la musicoterapia, cuando el cuerpo, el alma y la mente
humana se hallan en relajación, reflexión o meditación.
Con la Aromaterapia:
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De modo similar a lo expuesto con el anterior caldero, se trata
de ayudar al llenado del caldero a través de los aromas. La
ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y provechosa,
utilizando para tal fin el sándalo, la mirra, el almizcle, etc. Con
este método se enciende el incienso o esencia en un lugar
donde se encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o
meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas.
Con la Cromoterapia:
Análogo al primer caldero, se trata de ayudar al llenado de éste,
a través del color. El color verde u otros colores tenues
asociados a la armonía como los rosados, resultan útiles ya que
ayudan al llenado del caldero.
3-El Caldero del Conocimiento (en gaélico irlandés coire
fhís)
También conocido como “Coire Sophis” o “Caldero de la
Sabiduría”.
Su centro de gravedad o foco energético se encuentra en la
cabeza, en el centro de la frente y es el más alto de los tres
“coirí filíochta”. Coincide con el sexto chacra hindú, pero su
área de influencia se extiende desde el quinto hasta el séptimo
chakra. Coincide también con el Tan Tien Superior de la
espiritualidad y práctica taoísta.
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Originalmente está boca abajo desde que nacemos pero puede
irse enderezando y variar su posición inicial con el transcurso
del tiempo y con la evolución de la conciencia de cada cual.
También puede quedarse inactivo en su posición inicial, como
puede enderezarse en períodos concretos de nuestra existencia
o volver a volcarse en etapas involutivas.
Llegamos a este tercer caldero desde el caldero de las
emociones y de los sentimientos, para esforzarnos en penetrar
en las serenas, despejadas y despiertas regiones de lo mental,
pretendiendo evolucionar, caminar hacia un horizonte más
lejano lleno de conocimientos, que nos resultan inaccesibles en
otros niveles.
Penetra también en el orbe psíquico de la clarividencia y en el
místico de las visiones, ya que estando asociado al tercer ojo,
este Caldero lleno abre la conciencia a la profundidad y a la
dimensión de los mundos sutiles.
Su función más valiosa es generar, absorber y captar la energía
interna y externa, para poder vislumbrar lo invisible, conocer lo
desconocido y aprender lo ignorado.
Se asocia con otro de los tres reinos y elementos druídicos
como es el del Agua.
El agua como la mente, puede ser gélida como un témpano de
hielo, pero también puede ser ardiente como el agua de un
caldero en ebullición. Puede ser fría como el agua de nieve,
pero también puede ser tibia como la espuma. Puede hallarse
sucia, turbia o fangosa como la de una ciénaga pero también
puede hallarse limpia y clara como la del caudal de un río.
Puede hallarse muerta, estancada y putrefacta, pero también
puede hallarse fértil y fecunda como el agua de la de la lluvia.
Puede ser amarga o salada pero también dulce, puede ser
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deliciosa, pero también venenosa, puede ser frágil como una
burbuja, pero también puede ser una tempestad.
En pocas palabras, la mente como el agua, posee una enorme
facultad de adaptación y transformación. En cada persona
reside la voluntad de orientarla hacia unas u otras expresiones y
pensamientos.
-Un Caldero del Conocimiento boca arriba o lleno
Confiere intuición, claridad y sensatez. Refleja la capacidad de
construcción, invención, concentración y creación. Manifiesta
una firme voluntad y un esfuerzo constante y una atención
perseverante.
Este tercer caldero atañe al nivel de conciencia óptimo, cuando
horizontal e incluso enderezándose de la verticalidad hacia la
horizontalidad, se combina con un Caldero de la Vocación
erguido, que ha dejado fluir la energía rebosante a este tercer
nivel, al nivel del intelecto, de la mente, del entendimiento, del
ingenio, de la agudeza mental, de la meditación, de la
reflexión, de la comprensión, del conocimiento, de la sabiduría,
de los conceptos, tanto de lo abstracto como de lo concreto.
Este caldero lleno, refleja unas cualidades mentales y una
amplitud de miras que ya se encuentran por encima de lo
mundanamente habitual, pero que precisa de una combinación
adecuada con los otros calderos, para que la plenitud de este
tercer Caldero no lleve al intelecto a sumergirlo en las más
oscuras ciénagas del ser humano, en las más retorcidas,
tortuosas, taimadas y astutas perfidias mentales que el ser
humano es capaz de tramar.
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Cuando el segundo caldero inicia un negativo proceso de
pérdida de energía, dicho retroceso afecta a la plenitud o semi-
plenitud del tercer caldero. La agudeza mental adquirida vira
hacia la artimaña y hacia la picardía, donde el intelecto
desempeña la función más negativa.
Así pues se incluyen en este tercer Caldero, las facultades del
intelecto, la capacidad de discernimiento, raciocinio y madurez
mental, la potencialidad de inventiva, de genialidad, de talento
y de coherencia, etc., que con la ayuda del anterior Caldero de
la Vocación vertical o lleno, que deja fluir la energía emotiva
positiva a éste, se combina con un intelecto potencialmente
activo que canaliza dicha intelectualidad con sentimientos y
emociones positivas que vibran en una alta frecuencia.
-Si este Caldero se ladea o toma una posición horizontal
Refleja que las ideas creativas se quedan bloqueadas ya que la
cantidad de energía que le llega no es la óptima para su pleno
funcionamiento.
Incluso señala que las personas son conscientes de la
potencialidad de su intelecto y mente, pero no logran
concentrarse y se resisten a ser aprendices de las técnicas o
procedimientos que no saben dirigir u orientar convirtiéndose
en personas obstinadas y hasta obsesivas.
Un tercer Caldero ladeado refleja que el sujeto tiene ideas
creativas, pero éstas se disipan fácilmente. Nociones que
confusas pierden su rumbo, donde las ideas están mal
orientadas desde el plano mental hacia el material
exclusivamente, y se convierten en frustraciones.
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Si se mal combina con un Caldero de la Vocación ladeado, los
pensamientos y emociones reflejan un cierto grado de
egocentrismo que perturba a su entorno. Axiomáticas
especulaciones mentales, se convierten en pensamientos que
desarrollados sobre conceptos equívocos, los cuales con cierto
nivel de éxito, se convierten en acciones nocivas hacia los que
le rodean.
Utiliza su inteligencia que aunque inmadura logra afectar a las
personas con las que se relaciona provocando en ellas, ante su
pedantería, un rechazo que aun acrecienta más la falsa idea de
que el mundo está contra el sujeto.
El individuo puede actuar en consecuencia en su propio interés
ególatra, desenvolviéndose en un medio social que piensa le es
hostil, con escasa conciencia moral, pudiendo reflejar esta
combinación a sujetos faltos de ética, que pueden llegar a
convertirse en criminales, delincuentes o sociópatas de toda
índole.
-Puede invertirse, sin embargo.
Cuando se invierte, refleja que el egocentrismo se ha
acentuado, no hay humildad y, por tanto, los conocimientos
adquiridos se utilizan sin justicia y solo para el
aprovechamiento personal, reflejando incluso un ego espiritual
negativamente enfocado.
La persona con dicho caldero invertido evidencia que es un ser
racional pero sumamente condicionado por juicios mentales,
los cuales tampoco son propios o esencias de él mismo.
Refleja una pérdida de discernimiento y entendimiento,
aplicando en su vida lo considerado y aceptado como lógico y
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no interpreta prácticamente nada, sino que ejecuta y realiza
textual y literalmente.
Dicho caldero invertido, evidencia también a las personas
sumamente teóricas ante las incógnitas de la vida, que no se
sienten capaces de poner sus ideas en práctica totalmente y aun
poniéndolas parcialmente, siguen siendo altamente teorizantes.
Refleja dicho caldero invertido a personas poco espirituales y
partidarias, en la mayoría de los casos, de filosofías
especulativas básicamente antirreligiosas, ateas o teófobas.
Trasluce dicha inversión a personas a las que les domina el
intelecto, todo lo lógico y racional, pero desde un prisma
totalmente condicionado por lo aceptado culturalmente como
indiscutible.
El caldero invertido se manifiesta en personas que son
sumamente escépticos ante los cambios y novedades que les
impliquen abandonar los esquemas mentales adquiridos y que
han hecho propios, ante otros esquemas de vida que se les
puedan presentar.
Se muestran incapaces de comprender y aceptar conceptos, que
no sean los que ellos ya hayan asumido como válidos. Su moral
es un intelectualismo filosófico radical o un cientifismo a
ultranza dogmático, basado metódicamente en justificaciones
materialistas y en argumentos socialmente considerados como
incuestionables, que toman como normales, siguiendo así, la
mayor parte de las normas y concepciones establecidas.
Sus siempre deducciones sistemáticas y metódicas y el
constante predominio en el intelecto de todo lo material,
arrinconan sus emociones positivas, mostrándose fríos,
distantes y con un axiomático complejo de superioridad que
exhiben con petulancia y prepotencia.
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Al tumbarse este tercer caldero, los pensamientos y conceptos
se polarizan hacia lo binario y los matices se diluyen. Solo se
reconocen dos elementos, dos principios, dos factores, dos
términos, dos variables, dos realidades: “Bueno o malo”, “si o
no” “bien o mal” “falso o verdadero” “negro o blanco” “Yo y
el mundo” “racional o irracional”, “lógico o ilógico”.
Un caldero volteado refleja una capacidad mental analítica
distorsionada. En dicha posición, el ser humano razona,
conjetura y resuelve, pero sus reflexiones y especulaciones son
dualistas. Observa y analiza pero sus observaciones son
parciales y arbitrarias. Argumenta, explica y hasta puede querer
dar lecciones y aleccionar, pero sus argumentaciones,
informaciones y discursos se hallan fragmentados y totalmente
condicionados.
Su visión de la realidad se halla igualmente deformada y solo
acepta como real el mundo tal y como él cree percibirlo tanto el
interno como el externo, desacreditando cualquier otra forma
de comprenderlo y de sentirlo.
En nuestros días, un porcentaje muy alto de los individuos que
viven en las sociedades occidentales, reflejan que tienen este
caldero parcial o totalmente invertido. Descubrirlo y
constatarlo, es ya un pequeño paso para querer intentar
enderezar este caldero.
Ayudando a enderezar el tercer Caldero con la
Musicoterapia
Al igual que con los calderos anteriores, puede utilizarse el
masaje y la imposición de manos en la zona específica de este
caldero.
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Además, con la músico-terapia se precisa igual que en los dos
anteriores, que durante varios minutos o el mayor tiempo
posible, con el cuerpo en total relajación o meditación, se
acceda a la armonía de una música adecuada. Para este caldero
se sugiere para llegar al intelecto la música clásica, más
intelectual, con ritmos y escalas más complejas como muchas
de las obras de Mozart. (Parece demostrado que la música de
Mozart tiene un poderoso efecto en el desarrollo intelectual y
creativo, en especial en los niños).
En general, la música natural ayuda al primer caldero, ya que
evoca a la Madre Naturaleza e imita o transmite los sonidos de
ésta e incluso puede inducir a la danza. Tiene una función
catártica, liberando tensiones y relajando, siendo una música
que se siente, sensual, que involucra físicamente. La música
emotiva ayuda al segundo caldero pues transmite emociones y
sentimientos en su lenguaje, siendo evocadora de imágenes y
recuerdos positivos. Sublima las emociones positivas y los
sentimientos ayudándonos a penetrar en nuestra propia
sensibilidad y espiritualidad.
La música intelectual ayuda al tercero caldero, estimulando al
intelecto. Es una música que puede comprenderse, descifrarse,
interpretarse, conllevando una aptitud de compromiso-análisis.
Sobre los mantras de la tradición celta, que pueden ofrecer una
ayudar a nuestro Ser en su concienciación, y ayudar al mismo
tiempo, al tercer caldero, se sugiere preliminarmente la
entonación del sonido de la letra oghámica Onn, como con en
el primer y segundo caldero.
Posteriormente, se sugiere pronunciar el mantra céltico “Ailm”
que es el nombre de la letra oghámica A, y recibe su nombre
del Abeto Blanco o quizá del Pino Albar o blanco.
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Dicho mantra u ondulación de voz, se puede pronunciar en
castellano en tres golpes de voz, a-il-m, la primera largamente,
la segunda corta y fuerte, y la tercera, la letra m, con vibración.
Según la práctica druídica, dicho vocablo en su frecuencia de
onda, ayuda al nacimiento de ideas positivas y eficaces, a la
creatividad, a la circulación y difusión de los pensamientos,
canalizado la vibración de su sonido y ayudando,
consiguientemente, a enderezar este tercer caldero.
Con la Gemoterapia:
Igual que en los calderos anteriores, se trata de ayudar al
llenado de este caldero a través de las piedras. Con dicho
método o técnica se aplica la piedra en el foco o centro de
gravedad del tercer caldero, es decir, en la frente.
Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda son
amatistas y zafiros.
Con la Aromaterapia:
De modo similar como con los anteriores, se trata de ayudar al
llenado de este caldero a través de los aromas. La ayuda con
inciensos naturales puede ser idónea y provechosa, como el
jazmín o la menta. Con este método se enciende el incienso o
esencia en un lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación,
reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas.
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Con la Cromoterapia:
Análogo al primer y al segundo caldero, se trata de ayudar al
llenado de éste, a través del color.
El color azul, asociado druídicamente a la mente e intelecto, u
otros colores análogos como añiles, índigos y violetas, resultan
útiles ya que pueden ayudar al llenado de este tercer caldero.
FIN DEL PRESENTE TRABAJO
Gracias a los lectores por el interés mostrado en su lectura.
¡Nos encontramos por el camino!