martin fierro

Upload: felipe-demaria

Post on 06-Jul-2015

265 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Primera parte: "La Ida" Martn Fierro, el gaucho, nos va a contar con sincera nostalgia la vida feliz que antao llevaba en la pampa y la inicia no con el grandilocuente verso homrico de "Canta musa, la clera de Aquiles" sino con un autntico rapsoda del pueblo al que van destinadas sus cuitas y lamentos: "Aqu me pongo a cantar / al comps de la vigela" en el canto II comienza el relato propiamente novelesco del poema, concretamente al llegar la cuarta estrofa: la leva lleva al gaucho del hogar a "la frontera", a la tierra de indios. En el canto III asistimos a la vida miserable que sufre nuestro protagonista en su nuevo destino. La guerra con el indio se halla erizada de peligros sin cuento, hasta el punto de que el gaucho decide huir (canto IV y V). La continua huda va a durar tres aos, sembrado de penalidades sin cuento. Pobre y desnudo, regresa a su rancho, que ha sido destruido y ha de refugiarse en una cueva. Las penalidades no han terminado: en el canto VII Fierro sufre persecucin al ser considerado un vago. Entonces se revela y se torna "malo", frecuenta las "pulperas", se emborracha y, pendenciero, en una pelea mata a un negro. En el canto VIII, la polica lo persigue. Exhausto, pero valiente, lucha hasta la extenuacin, hasta conseguir la admiracin del sargento de polica Cruz, en el canto IX lo escucha con atencin y, compadecido de l, le cuenta a su vez, su historia; y as ambos, por ser dos almas gemelas, deciden marchar a tierra de indios. As se llega al canto XIII, con el que finaliza la primera parte. Hernndez, por boca de su protagonista, anuncia "romper la guitarra para no volverla a templar". En la ltima estrofa se encierra toda la protesta y denuncia socio-poltica: "que refer ans a mi modo / males que conocen todos / pero que naides cont". Metforas: La tierra no da fruto si no la riega el sudor. Yo soy toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno. Sangra mucho el corazn del que tiene que pedir. Tiene en la desgracia ma un espejo en que mirarse. Siempre es bueno tener palenque ende ir a rascarse. Si la vergenza se pierde jams se vuelve a encontrar. Comparaciones: El hombre que lo desvela una pena estrordinaria, como el ave solitaria, con el cantar se consuela. Cuando puntiao me encuentro, me salen coplas de adentro como agua de la vertiente Mi gloria es vivir tan libre como pjaro del cielo. La ocasin es como el fierro, se ha de machacar caliente. Estaba el ato presente, sentado como de adorno. A poco andar dispararon, lo mesmo que sabandija. Personificaciones: La miseria en su afn de perseguir de mil modos llama en la puerta de todos y entra en la del haragn. En donde viven bramando los volcanes que echan fuego. Son los secretos que las tinieblas esconden.

Son los ecos que responden a la voz del que da un grito Es siempre, en toda ocasin, el trago el pior enemigo. Los cielos lloran y cantan hasta en el mayor silencio. Resume los consejos de Martn Fierro a sus hijos. Opina al respecto. Tengan cuidado, porque nunca se sabe donde se oculta un enemigo. Tengan en cuenta que debe saber muy poco aquel que no aprendi nada. Es mejor que aprender mucho, aprender cosas buenas. No aprovechan los trabajos si no han de ensearnos nada. Siempre deben conocer al momento cuando a alguien enfadan. En el mayor infortunio pongan su confianza en Dios; de los hombres, slo en uno; con gran precaucin en dos. Las faltas no tiene lmites; aquel que defectos tenga, disimule los ajenos. Nunca abandonen a un amigo, pero no pretendan nada de l. Siempre el amigo ms fiel es una conducta honrada. Ni el miedo ni la codicia es bueno que a uno le asalten. No se sobresalten por los bienes que pierdan. Al rico nunca le ofrezcan y al pobre jams le falten. Bien lo pasa el que respeta a la gente. Sean prudentes para librarse de enojos: cautelosos entre los flojos, moderados entre valientes. El trabajar es la ley, porque hay que adquirir; es una triste situacin el tener que pedir. Trabajen siempre para ganarse el pan, pues la miseria siempre alcanza al haragn. A ningn hombre amenacen, porque nadie se acobarda. Para salir de cualquier peligro, ms vale la confianza en uno mismo que las armas. Nunca dejen pasar una oportunidad cuando esta se presente. Si la vergenza se pierde, jams se vuelve a encontrar. Mantnganse unidos, pues si se pelean son vulnerables. Respeten a los ancianos. Tengan cuidado porque sern juzgados de acuerdo a la gente de la que se acompaen. Procuren cuidar de sus padres en su edad madura. No se fen de quien los ofenda, aunque perdonen la ofensa. Si tienen que obedecer, obedezcan y el que manda ser ms bueno. Procuren no perder ni el tiempo ni la vergenza. Sepan que ningn vicio acaba donde comienza. No es vergenza ser pobre, pero s ser ladrn. No maten a otra persona ni peleen sin motivo. Es siempre, en toda ocasin, el trago el peor enemigo. Si se arma lo no se muestren altaneros aunque tengan razn. Si se enamoran, nunca ofendan a la mujer. Si son cantores no templen el instrumento si no tienen fundamento. Si echamos un vistazo a la vida de Fierro es fcil darse cuenta que este no rigi su existencia en base a estas mximas. Llev una vida muy dura, repleta de sufrimientos y, evidentemente, arrepentimientos. Cometi muchos errores, pero tuvo mucho tiempo para meditar respecto a ellos, y darse cuenta que tan distinta podra haber sido su vida de haberse comportado ms sabiamente. Los consejos que l da, son conclusiones sacadas por l mismo al analizar su propia vida y, al transmitrselos a sus hijos y a Picarda, pretende ahorrarles los sinsabores que el padeci, por no haber tenido a nadie que lo guiara en su momento. Al analizarlos por separado es curioso como algunos son extremadamente pesimistas, mientras otros son muy optimistas. Es claro que no tiene mucha confianza en el gnero humano, ya que insta a sus hijos a no fiarse y a ser precavidos; pero, por otro lado, demuestra la seguridad sorprendente de que las buenas actitudes sern correspondidas. Son consejos muy sabios, que recomiendan, a la vez, paranoia, desconfianza, lealtad, disimulo, honradez, humildad, solidaridad, precaucin, responsabilidad, esfuerzo, amabilidad, ternura, bondad, respeto, prudencia, moderacin, audacia, conciencia y valor, entre otras cosas. Martn Fierro relata la historia de las penas de un gaucho. El final del poema cierra este relato pero no su propia vida.

Segunda parte: "La Vuelta"

La segunda parte abre tambin con una pequea introduccin. Se trata de una novela rimada con ecos de poema pico. Jos Hernndez saba que la fama de su personaje corra de boca en boca, a semejanza de lo que Sancho dice en relacin a su amo en la segunda parte del Quijote (1 y 2). Narracin de las aventuras de Cruz y Fierro en la tierra de indios, fiestas y bailes de los mismos, postura ante los prisioneros. En el canto 3 aparece una poesa sentenciosa junto al treno y la lamentacin continuada. Una resignacin sin esperanza, un estoicismo ilustrado con metforas encadenadas. Menos mal que el lamento es el mejor lenitivo para todos los males. Las lamentaciones se cortan y volvemos a enfrentarse con el indio y conocemos la vida de prisioneros de Cruz y Fierro. En los cantos 4 al 6 se nos describen las costumbres indias, muchas de ellas brbaras y salvajes, singularmente las de los hombres que maltratan a sus mujeres cuales aparecen como sufridas y abnegadas.

En el canto 6, Cruz muere de viruelas. Encomienda a Fierro a su hijo porque ya no tiene tampoco madre. Hasta ese momento no sabamos que cruz tena un hijo, y es quiz para un hombre que siempre se halla en escenarios blicos, el pensar que poda tener una familia le quitaba toda la dureza de su carcter.

En el canto 8, tras enterrar a Cruz y llorarle, Fierro se ve envuelto en un terrible duelo con un salvaje que maltrata a una prisionera blanca. Despus logra huir con ella, no sin antes asistir a una de las escenas ms tiernas y a la vez duras del poema: el indio golpea brutalmente a la mujer y le arranca a su hijo de los brazos, acto seguido lo degella para amarrarle despus las manos con las propias tripas de su hijo! En los cantos 9 y 10 Fierro y su compaera sepultan al nio despedazado, tras matar al indio y enterrarlo en un "pajonal", a fin de que la tribu tarde en encontrarlo; despus marchan a "tierra de cristianos".

Cuando llegan, Fierro se despide de la mujer y cada cual parte por su lado. Tres aos han pasado en duro peregrinaje y cinco con los indios cautivo. Las autoridades ya no se acuerdan de sus delitos. Entonces aparecen los hijos de nuestro protagonista, a los que les cuesta identificarle, porque "vena muy aindiado y muy viejo". En el canto 12, el hijo mayor cuenta su estancia en la crcel; en el 13 el hijo segundo narra asimismo su historia. Se nos da a conocer un nuevo personaje: el viejo Viscacha, a quien se le encomend el hijo ms pequeo hasta que tuviera edad para gozar de la herencia. El carcter y las acciones de Viscacha se nos narran en los cantos 14 y 15. En el canto 16 fallece Viscacha y es enterrado (canto 17 y 18). La obsesin por el viejo Viscacha, que tanto hiciera sufrir al hijo segundo, se nos explica con detalle. En el canto 20 aparece Picarda, que explica su azarosa vida picaresca (cantos 21 a 28). Finalmente descubrimos que Picarda as el hijo de Cruz!

Aparece a continuacin el Moreno, nada menos que el hermano menor del negro que injustamente mat Martn Fierro (canto 29 a 31). Por ltimo, Martn Fierro (transposicin del autor) da una serie de consejos a sus dos hijos. Estos, junto con Picarda, se despiden, no sin antes decidir cambiar de nombre. En la penltima estrofa se nos devela el mensaje del autor al proponerse escribir la segunda parte de la obra: "es el tiempo de olvidar antiguas rencillas, tiempo es de trabajar por un futuro". El propio Jos Hernndez se dirige a los lectores con el convencimiento de que su poema a de pasar a la posteridad y de que todo l encierra una enseanza.

Personajes secundarios

Cruz

Es tambin gaucho como Fierro, pero ha ingresado en la polica gracias a un amigo que le deba una "deuda de sangre"; aparece como una especie de "doble" de aquel, pero no le anula. Su nombre ya es un smbolo: sufrimiento, muerte, castigo, purga en la vida de acciones pasadas y por "la forma de firmar" con una cruz! como analfabeto. Acta como complemento y desdoblamiento de nuestro hroe, que clama incluso con mayor fuerza que este contra la injusticia de los que mandan.

En la segunda parte lucha fieramente a lado de Fierro contra los indios: cree que va a morir, pero no es as hasta que le sobreviene el final, no en la lucha, sino tras cuidar a un indgena. Ms humano que nunca, cae tambin l gravemente enfermo y encomienda con la mayor ternura un hijito a Fierro, desapareciendo para siempre.

El hijo mayor de Martn Fierro. Se nos presenta como un ex presidiario que ha ido a la crcel injustamente, a la manera de El Proceso, de Kafka. El hijo mayor acusa y de l se vale Jos Hernndez para lanzar un ltimo ataque contra la justicia y el sistema penitenciario. En l estn simbolizados no slo todos los perseguidos injustamente, sino todos los que se hallen encerrados en la crcel de su propia existencia (angustia existencial).

El hijo segundo. Se relaciona con Picarda, hijo de Cruz, y es un digno continuador de la gloria picaresca espaola. Trasciende de l un sentido humano de inocencia gracias a l se introduce en la obra un personaje de la riqueza argumental del viejo Viscacha. Una mujer (la ta) le recoge y le mima, y le deja una herencia gracias a la cual este hijo segundo entra en contacto con gente ms refinada que los gauchos. La semejanza con los pcaros se halla muy lograda, ya que el muchacho vagabundo va de mano en mano y pasa "hambre viva" en casa del avaro Viscacha. Como en el caso de Picarda, su forma de vivir se halla determinada por las circunstancias.

Picarda. Hijo de Cruz, su nombre lo dice todo, narra sus aventuras sus detalles de humor que suavizan la tragedia del hijo mayor.

Vizcacha. Viejo astuto y avaro que ha vivido siempre en el campo. Viscacha recuerda con su nombre al de una clase de roedor que vive en las madrigueras (una "vizcacha"). Es viudo por haber matado a su mujer de un golpe por haberle dado un "mate fro", pero el remordimiento no lo dejar ya en paz. Avaro, celoso o manitico, el hijo de Fierro deber dormir fuera de su covacha, a la serena, con el cuerpo medio desnudo. Viscacha da al muchacho unos consejos, autntica norma de vida para el pcaro que ha de desplegar la astucia, el engao, el disimulo y la misoginia para sobrevivir en un mundo donde el hombre es lobo para el hombre.

El Moreno o "Negro de la Payada". Contrasta con los otros personajes sobre todo por el color. Se trata de un vengador de ofensa legal (venganza de la sangre) por ser pariente del muerto, pero no consuma la venganza, porque en la segunda parte ha llegado la hora del perdn y el olvido para las viejas ofensas. Su figura es interesante desde el punto de vista tcnico y estilstico por introducir la payada, y con ella el poema incorpora uno de los elementos corrientes en la poesa gauchesca. El enfrentamiento entre negro y blanco es explicado por algunos como intencin de tipo racial. El gaucho siente con orgullo la indiferencia hacia el color y si este orgullo lo separa del "pueblero" (aqu con mucho de defensa), tambin lo hace del indio y el negro.

Las mujeres

Se ha dicho que el Martn Fierro es un poema de hombres, lo cual no obsta para que la mujer se halle presente en l, tanto de forma individual como colectiva, en los distintos cantos de las dos partes.

La primera que nos presenta el poema es la esposa de Fierro. No posee nombre concreto y sale en l de forma episdica sin que sepamos nada ni de su rostro ni de sus formas "una de tantas". Al marchar Martn Fierro, ella tambin marcha "con no se qu gaviln", y Fierro la disculpa e incluso le desea suerte.

La segunda es la del negro a quien un da, estando Fierro borracho, la insulta y se mete con ella hasta que la pelea inevitable termina con la muerte del negro. Fierro pretende entonces continuar su atropello, pero reflexiona y, por respeto, desaparece con gran remordimiento.

Cuando Cruz acaba de unir su vida a la del gaucho aventurero, aparece de nuevo la mujer, que si es buena puede ser de gran alivio para el compaero. Sin embargo, la de Cruz, a la que primero se pondera, termina, como la de Fierro, abandonndole por el comandante de la milicia. La misoginia de ambos hombres es pues justificable. Misoginia que se repite en el baile del gaucho (canto XI), en donde, adems de una que le provoca, otras se burlan de l.

Llegamos con ello a la Vuelta. Las primeras mujeres que se nos presentan son las indias. Martn no tiene ms que elogios para ellas. Son tambin mujeres sin rostro: piadosas, diligentes y sufridas en los trabajos. Sufren pacientes bajo el duro yugo del marido que es su tirano y su seor, y que "ni sabe lo que es amar". Con las indias contrasta el retrato de la "china vieja" que culpa a un "gringuito" cautivo de ser el causante de la viruela negra. Es una mujer malfica y supersticiosa.

El episodio de la mujer cautiva produce el retrato ms tierno de mujer del Martn Fierro, as como las trgicas escenas de las que es protagonista: mujer buena con su hijito contrapuesto al de la "china mala" que desencadena el drama. Gracias a la entereza de la cautiva, que pierde a su hijo degollado, Fierro recupera el instinto de pelea. Mujer valiente, Posee toda la cautela propia de la feminidad y sabe sobreponerse al dolor y ayudar a Fierro cuando es atacado por el indio y cae debajo de l sin poder volverse. Hernndez hace que Fierro bendiga a Dios por haber puesto en aquella mujer la "juerza que en un varn / tal vez no pudiera haber".

Muerto el indio, se produce la huda de Fierro y la mujer. Nada se nos dice en cuanto si ha habido relaciones ms ntimas entre el protagonista y la cautiva. El autor es todo discrecin y hace que Fierro, convertido en autntico paladn, no necesite descender a situaciones ms prosaicas

Por ltimo se hallan: la ta que, recoge al segundo hijo de Fierro, lo mima y lo hace su heredero. Es una mujer con autntico buen corazn y carcter maternal; y en contraste con la amable figura de la ta, est la curandera, autntica parca, que visita a Viscacha viejo y enfermo. La viuda de la que se enamora el segundo hijo de Fierro. De la viuda su conducta, nada sabemos, mujer esquiva de la cual anda locamente enamorado el muchacho, no puede consumar su unin porque aquella es fiel a la memoria de su marido.

Unas tas que recogen al hijo de Cruz para que no ande suelto y desamparado, buenas mujeres, aunque unas beatorras de cuidado y, contrastando, la mulata que se "pega" al lado de Picarda, primero como ngel de la guarda, despus como pcara tentadora del muchacho. Apodada "la parda, tena los ojos como refocilo" Finalmente, la alusin que hace el Moreno a su sufrida madre que tuvo diez hijos

Las masas

Se hallan representadas por la caterva de jueces, comandantes, comisarios, asistentes, vigilantes, pulperos, indios, indias, unos ms prximos al lector, otros en segundo plano; pero todos imprescindibles para que las figuras de los protagonistas aparezcan recortadas con mayor fuerza.

OTRO RESUMEN:

RESUMEN Primera Parte

El Gaucho Martn Fierro

Capitulo 1:

Martn Fierro se hallaba en una pulpera (bar-despensa) y decide contar su historia, pidindoles a Dios y a los santos que lo ayudaran a refrescar su memoria y aclaren su entendimiento. El deca que no era cantor letrado, que si se pona a cantar no iba a terminar, que hacia gemir a la prima y llorar a la bordona (Cuerdas de la viguela). Contaba que tena mucha experiencia en la vida, y que nada enseaba tanto como el sufrir y el llorar.

Capitulo 2:

Fierro va narrando su vida feliz como gaucho, pero explica que despus comenzaron las desgracias. Dice que tena hijos, vivienda y mujer; y comienza a detallar los trabajos propios de un gaucho. Vivan escapndose de las autoridades, pues esta se llevaba a los gauchos y los maltrataban sin que estos pudieran defenderse. Luego los mandaban a la frontera o los echaban a un batalln. Fierro cuenta que as empezaron sus males.

Capitulo 3:

Un da se encontraba en una pulpera cantando, y el Juez de Paz realizo una arriada en montn. Algunos lograron escapar, pero el no porque era manso y no haba el por que huir. Pero el juez lo odiaba a Fierro, pues este en las ultimas elecciones no haba ido a votar y el juez lo considero de la oposicin, y lo mando a la frontera. All al principio no hacan nada, pero despus los empezaron a tratar como malevos y los obligaron a hacer trabajos duros. Los indios entraban cuando queran, a su territorio, pero no los perseguan. Entonces les dieron armas, pero eran lanzas y otras armas primitivas, pues para las armas de fuego no tenan municiones. Una vez, los atacaron por sorpresa al salir de un maln, y un indio se le vino encima a Fierro con una lanza, pero este le tiro sus boleadoras bajndolo del caballo y matndolo. Luego se subi al caballo y se escapo al fuerte.

Capitulo 4:

Esperaron que llegara el sueldo pero no venia, y la miseria los acosaba. No tenan nada de ropa, pero a el le quedaba solo una manta de abrigo que se la saco al Comandante. Paso un ao y las cosas seguan igual. Luego

dieron algo de dinero, pero a el no lo llamaron a cobrar por que "no estaba" en la lista. Se disgusto Fierro, pero de esto se entero el comandante y llamo al Cabo y al Sargento, quienes despus le dieron un castigo.

Capitulo 5:

Fierro esperaba una ocasin en que los indios entraran y hacerse el cimarrn (salvaje) y volverse para su pago. Crea que si se quedaba iba a morir. Una noche un gringo borracho no lo reconoci y le disparo a Martn Fierro, pero no le pego porque estaba mamado. Por el ruido salieron los oficiales y lo atraparon a Fierro y lo tiraron al suelo. En eso vino el Mayor y le empez a gritar. Luego lo ataron de las manos y de las piernas; y toda la noche Fierro le estuvo haciendo maldiciones al gringo.

Capitulo 6:

Se reuni una militada para una expedicin que iban a hacer sin carretas ni baguales (caballos), para golpear a los indios en sus mismas tolderias, y que vendra con ellos un ministro llamado Don Ganza que iba a reunir el ejercito y que tenia caones. Fierro explica que el nunca fue un gaucho dominado, que nunca se ha acobardado. Un da que estaban reunido el Jefe y el Juez de Paz, Fierro agarro un caballo y se escapo. Volvi a su pago al cabo de tres aos convertido en desertor. Cuando fue para su rancho no encontr ni el rastro de este. Despus le cont un vecino que sus hijos trabajaron como peones y su mujer se fue con no sabe que gaviln, pues el campo se lo pidieron y la hacienda la vendieron para pagar arrendamientos. Fierro piensa que sus hijos estn sufriendo mucho, y decide hacerse gaucho matrero "malo".

Capitulo 7:

Luego Fierro comenz a ser perseguido porque pensaban que era un vago, lo que se vio obligado a huir constantemente. Adems el no tenia ni mujer, ni rancho, ni dinero, ni hijos. Un da se entero que haba un baile por all y se encontr con muchos amigos que se alegraron al verlo. Al ver llegar una morena la ofendi. El que la acompaaba haba estado juntando rabia, y luego de otra ofensa de Fierro, el moreno se le vino encima pero el gaucho le pego con un porron de ginebra. Luego el negro lo atropello y le tiro dos cuchillazos que le logro esquivar; pero Fierro le devolvi el ataque y lo hiri. Volvi a venirse furioso, el moreno, encima de Fierro pero este lo hiri nuevamente matndolo.

Capitulo 8:

Otro da, en un boliche, entro un gaucho guapo y peleador; y lo provoco a Martn Fierro. Este le respondi y comenzaron a luchar, pero Fierro lo mata de un revs con el facn (cuchillo) y se retira del lugar.

Capitulo 9:

Fierro se la pasaba matreriando de da, pero siempre sobre el rancho estaba para vigilar que la polica no lo agarre, y de noche buscaba una guarida para que no lo atrapen. Un da, se hallaba contemplando las estrellas y escucho ruido de caballos que se aproximaban. Era la polica que lo haba venido a buscar por sus crmenes. Pero Fierro no quera entregarse y tuvieron que luchar. Un polica le disparo , pero err el tiro, y el gaucho aprovecho y lo hiri a otro que estaba acomodando las boleadoras. Otros dos se le vinieron encima, pero con faconazos los mato. Luego un polica lo venia a atacar, pero Fierro le echo tierra a los ojos y le clavo el facn. En eso uno de los policas, llamado Cruz, les dijo a los otros que no era justo que le den muerte as a un valiente y se paso al lado del gaucho, con lo que la pelea se emparejo, y al venrsele dos encima los mato. Al ver esto, el resto de la polica escapo. Despus se dirigieron a un rancho y se pusieron a beber.

Capitulo 10:

Cruz le empieza a contar su historia: habla del gaucho, y de su mujer; y le explica como conoci al Comandante. Este lo tenia de lado a lado y no le pagaba nada. A veces lo mandaba a hacer viajes largos. Pero en una ocasin, entro a su rancho y lo encontr abrazando a su china. Este, por el temor, saco su espada y se le vino encima a Cruz. Le tiro un espadazo, pero el gil gaucho lo esquivo y golpeo al Comandante. Pero en eso entro un hombre del comandante, y le disparo pero no acert, y Cruz se le acerco y lo mato de un faconazo. Luego agarro sus ponchos y sus prendas y se fue para siempre del rancho.

Capitulo 11:

Luego supo Cruz que haba una milonga por la zona y all fue. Se puso a bailar, pero el guitarrero lo ofende con una payada y Cruz de un faconazo le corta todas las cuerdas de la guitarra. Un gringo con fusil acudi en defensa del cantor entonces Cruz se vio obligado a salir. De adentro de la pulpera sali el guitarrero y se puso a pelear con Cruz, pero este con un corte lo dejo en el piso. Monto su bagual y se largo a los campos.

Capitulo 12:

Un da lo llamo el juez a Cruz y le propuso que se hiciera soldado de polica. As obtuvo el cargo de sargento, pero como a el no le gustaba andar con el revolver en la cintura y por haber prestado ayuda a Fierro que no lo iba abandonar, decide dejar la polica y seguir como matrero.

Capitulo 13:

Luego se retiran del rancho y mientras van cabalgando, Fierro alaba las creaciones de Dios, en especial la mayor que le dio al hombre que es una lengua que habla. Luego deciden ir a tierras indgenas, al lugar donde estaban los caciques, pues estos trataban a los cristianos que iban por su gusto de "hermanos". Y hacia esas tierras partieron porque all iban a tener mas seguridad y pasaran menos males. Cruz y Fierro, arriando su tropilla cruzaron la frontera. Y cuando la haban pasado Cruz le dijo a Fierro que mirara su pueblo, y a este dos lagrimas le rodaron por la cara. Siguieron su rumbo y entraron al desierto. El relator concluye diciendo que no sabe si se habrn muerto y que el ha relatado a su modo: "Males que conocen todos, pero naides canto"

Segunda Parte

La vuelta de Martn Fierro

Capitulo 1:

El relator pide silencio porque va a demostrar que a su historia le faltaba lo mejor. El explica que uno viene como dormido cuando vuelve del desierto, que haba recibido la facultad para el canto y que tanto el pobre como el rico le han de dar la razn.

Capitulo 2:

Fierro, tristemente, va recordando a su familia y a su pago, y en ocasiones se tira entre los yuyos a llorar por ellos. Recuerda tambin que se dirige al desierto con Cruz, y llegaron a unos toldos de salvajes. Cuando estos los vieron a Cruz y a Fierro se armo un tremendo alboroto y los rodearon. Los gauchos pensaron que moriran, pero en eso llego un indio que les dijo que su salvacin se la deban a un cacique, y que ellos iban a quedar cautivos. Como el indio era muy desconfiado, los pusieron separados bajo vigilancia.

Capitulo 3:

Fierro no pudo hablar con Cruz por dos aos, pues recin al cabo de ese tiempo el cacique los dejo vivir juntos, y estos se fueron a la orilla de un pajal. Como el alimento no abundaba por mas empeo que se hiciera, semejante ejercicio hacia diestro al cazador, que tenia que comer cualquier animal.

Capitulo 4:

Fierro explica que antes de aclarar el da, el indio empieza a aturdir la pampa con su rugir, y a veces, sin que el y Cruz sintieran nada se largaban a invadir. Cuenta que para realizar el maln, se procuran los mejores caballos y van con lanza sola, varios pares de bolas y nada mas, para no fatigar al caballo. Es cruel el indio y odia al cristiano. El peso del trabajo lo dejan a sus mujeres, pues ellos son ladrones, pero viven en miseria que causa horror.

Capitulo 5:

Cuando la invasin regresa, los indios traen miles de cabezas de vacas y yeguas y negocios enteros que han saqueado. Luego se reparten el botn con igualdad y cada indio va a su toldo. Cuando el hombre es mas salvaje, trata peor a su mujer. La mujer pronta esta para servir a un desgraciado, pero tiene corazn de madre. El indio no tiene cario a nadie ni sabe lo que es amar, y eso se refleja cuando matan a sus mujeres sin tener compasin.

Capitulo 6:

Paso el tiempo y ellos seguan solitarios. De los indios sanguinarios no tenan que esperar, aunque el que los salvo cuando llegaron era mas hospitalario. Este les regalo dos caballos y a veces los fue a ver, aunque Fierro deseaba que jamas lo hubiera salvado. Al cabo de un tiempo, apareci la viruela negra y empezaron a morir los salvajes. Cruz y Fierro, por esto, tenan ganas de volver a sus pagos, pero como el indio que los salvo enfermo, decidieron ir a su lado a cuidarlo. Pero muri a los pocos das y Cruz tambin enfermo, muy grave, y antes de morir le pidi a Fierro que si volva, busque a su hijo. Tuvo un terrible desmayo y muri.

Capitulo 7:

Fierro sepulto a su amigo y humedeci aquel terreno con su llanto. Escuchaba a cada rato a Cruz que lo llamaba, y no encontraba consuelo que ir al suelo al lado se su sepultura. All pasaba las horas pensando en su mujer, sus hijos, su pago y su amigo. Como escucho unos quejidos se aproximo a ver que era y descubri que era una cristiana llena de sangre que un indio haba herido con su rebenque.

Capitulo 8:

Supo despus que ella llevo una comitiva de indios pampas a su partido, mataron a su marido y se la llevaron cautiva. Tenia un hijito a su lado. Cuando estos crecan, los indios lo vendan o los cambiaban por potros. Ella trabajaba para una india, pero un da la hermana de esta falleci y le echaron la culpa a ella por brujera. El Indio la saco al campo y la obligo a que confiese su brujera, pero como la cautiva no dijo nada, degoll a su hijo.

Capitulo 9:

De ella haban sido los lamentos que Fierro escucho. Cuando el indio lo vio saco sus boleadoras y el gaucho su facn. Se miraban mutuamente, desconfiando uno del otro, hasta que el salvaje se le vino encima y le tiro las boleadoras, que solo rozaron a Fierro, quien le tiro una pualada, pero el indio la esquivo, y el gaucho se enredo con el chiripa (boleadora indgena) y cayo. El indio se le puso encima y cuando le estaba por pegar, la mujer lo empujo quitndoselo de encima a Fierro. Siguen peleando pero el indio se resbala con el cuerpo del chiquito degollado y cae, y el gaucho aprovecha para hacerle un tajo y luego otro con el que lo mata.

Capitulo 10:

Se subieron, Fierro y la cautiva, a los caballos y se fueron del lugar. Luego describe la forma en que los salvaje domaban potros. Decidi ir sin rumbo. Varias veces no comieron o comieron carne cruda, y en otras con races se mantuvieron. Hasta que, despus de mucho sufrir, alcanzaron a divisar una sierra y luego se dirigieron a una estancia, en donde se despidi de su compaera.

Capitulo 11:

Al acercarse a otra estancia, se encontr con un viejo amigo. Este le cont que el juez que lo buscaba ya haba muerto; le dice que ya todos sus crmenes haban quedado en el olvido y que el gobierno no lo buscaba. Fierro reflexiona que por culpa del Juez haba perdido diez aos, que no son pocos para quien ya llega a viejo. Se entero que haba una carrera de estancieros y se fue para ah. Estos, despus de reconocerlo le contaron que su mujer haba muerto en la miseria. Y mientras tomaba unos tragos se consol al encontrarse con sus dos nicos hijos que le cuentan sus historias.

Hijo Mayor de Martn Fierro

Capitulo 12:

LA PENITENCIARIA: Cuenta su soledad y la pobreza en la que viva. Trabajo como pen con un patrn que hacia su vida un calvario. Pero un da mataron a un boyero y lo culparon a el sin tener nada que ver, y el y dos mas fueron a la crcel. En tal terrible soledad, oye el latido de su pecho y piensa en su madre, padre y hermano. Cuenta que por mas fuerte que sea el hombre, tambin sufre, gime, llora y calla metido en aquel infierno. Lamentaba tambin el no haber aprendido a leer, y sufri mucho al ver que a otros presos los visitaban sus familias y a el nadie. En la crcel no se permita hablar, ni matear, ni cantar, ni fumar. Luego les pide que guarden en su memoria lo que les acaba de decir, pues sino tendrn que sufrir mucho si no creen en su verdad.

Hijo menor de Martn Fierro

Capitulo 13:

Cuenta que vivi diez aos entre extraos, hasta que lo encontr una ta que le dio todo (cuidado, cario, etc.) y lo nombro heredero de los bienes que tenia. Al fallecer la vieja, heredo todo, pero como era menor el Juez le confisco la herencia hasta que sea mayor. Le nombro un tutor y paso al cuidado de este.

Capitulo 14:

El juez trajo a un viejo medio cimarrn (salvaje), muy renegado y muy ladrn que lo llamaban Vizcacha. Andaba rodeado de perros que eran todo su placer. Carneaba noche a noche alguna res (vaca, chancho, etc.) en el pago dejando all el rezago, alzaba en ancas el cuero, que se lo venda a un pulpero por yerba, tabaco y trago. Le tenia rabia a las vizcachas. -"Cuando el juez me lo nombro tutor me dijo que era un seor, me iba a ensear a trabajar y darme la educacin, pero en realidad era todo lo contrario. Vizcacha, segn un amigo mo, mato a su mujer de un palazo porque le dio un mate fro. Soaba siempre con ella y deca que ella desde el mismo infierno lo estaba llamando a gritos."-

Capitulo 15:

-"Solo me aconsejaba cuando estaba borracho."- Le deca que se haga amigo del juez y nunca le lleve la contra; que nadie le tenga envidia; y que si buscaba vivir tranquilo que no se case. Le aconseja que es necesario llevar armas. Luego de estos consejos se quedaba dormido por la borrachera.

Capitulo 16:

-"El viejo vizcacha cayo enfermo y empeoraba. Entonces le traje una curandera a ver si mejoraba. Al verlo dijo que tenia un tubrculo y no le dio mucho tiempo de vida. Vizcacha le peda a gritos al diablo, que se lo llevara al infierno. Cuando ya no pudo hablar mas, le ate una campana en la mano. Pero al poco tiempo falleci."-

Capitulo 17:

-"Cuando lo vi muerto, le cobre un miedo terrible. Llame al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los vecinos le pedan a Dios que le perdone todo lo que haba hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades que hacia, como escupir asados ajenos. Esta costumbre se la quito un mulato desertor que le llamaban barullo, quien una noche, luego de escupir el asado Vizcacha, le largo una pualada, pero el viejo gano la puerta y se fue."- Luego el alcalde comenz a registrar la casa. Encontr lazos, cabrestos, coyundas, maniadores, una punta de arriadores, cinchones, maneas, torzales, una porcin de bozales, un montn de tiradores, y unas cuantas cosas mas. Pero las personas all presentes empezaron a reconocer cosas, supuestamente suyas, y a llevrselas. Cuando se fueron todos, el juez le dijo al hurfano que "el iba a ser el heredero y el que se hara cargo de todo", aunque lo que haba quedado eran todas porqueras.

Capitulo 18:

-"Al verme solo con el finado (muerto) y los perros me puse a llorar a gritos. Me saque el escapulario y se lo colgu a mi tutor. Mientras tanto, los perros, para aumentar mi miedo y mi tormento, se pusieron a llorar. Agarre lo que era mo y me fui. Despus me entere que esa tarde vino un pen y lo enterr. Pero al otro da amaneci con una mano afuera, y segn el enterrador, que se la haba comido un perro. Por mucho tiempo no pude saber lo que me pasaba. Todas las noches soaba con viejos, perros y guascas (ltigos)."-

Capitulo 19:

-"No volv por lo del juez, por miedo a que me nombre a otro tutor. El juez me haba prometido que cuidara de mis cosas hasta que tenga 30 aos y sea mayor de edad. Viv por ah y fui vctima del mas desdichado amor con una viuda. Fui a ver a un adivino para ver si me curaba de todos esos males que me haban ocurrido, y me dijo que me haban hecho dao en un mate y me haban querido embrujar, y me paso una pluma de avestruz. Me dijo que la causante de esto haba sido la viuda y que probara una receta, pero esta no curo mis males. Me dio otra pero tampoco funciono. Finalmente me dijo que le corte tres motas a un negro y que las hirviera en leche. Pero como ninguna funciono, me fui a ver al cura y este me dijo que la viuda no se poda casar por que se lo haba prometido a su marido moribundo, y que entonces me aleje de la mujer. Pero el cura le dijo al juez que yo era un cabeza dura y no tenia compostura, y este me echo a la frontera"-

Capitulo 20:

Martn Fierro y sus dos hijos festejaban el reencuentro. En ese momento, vino un mozo forastero que venia de la frontera y les pidi la bendicin. Les dijo que el nombre de Picarda era lo nico que llevaba y para contar su historia a todos les peda licencia, dicindoles que enseguida iban a saber quien era. La gente se puso atenta y Picarda comenz a cantar.

Picarda

Capitulo 21:

-" Me quede hurfano y no pude conocer a mi padre, siendo mi madre Inocencia me llamaban Picarda. Primero me llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero todo el da eran quejas y guascazos. Luego me fui a Santa Fe buscando mejores fines, pero tambin me fue mal. Ya pensaba en volverme, cuando salieron unas tas que quisieron recogerme. Ellas se pasaban el da rezando, y luego me obligaron a mi. Yo rezaba sin dificultad todo el da pero a la noche no poda. Por culpa de una morena que me hacia tentar, rezaba pero me equivocaba. Y un da me aburr de esos enriedos y me fui."-

Capitulo 22:

-"Anduve, siendo pobre, de lado a lado. Pero cuando empece a ganar plata, me tuve que volver. Cuando vine me enrolaron en la Guardia Nacional. Comenz a trabajar en combinacin con el dueo de una fonda (especie de hotel-casino), jugando cartas y peleando a la gente. Hacia trampas as los clientes se entusiasmaban o se ponan nerviosos y jugaban mas. Como hacia trampa con arte y no me descubran lo hacia en todos los juegos."-

Capitulo 23:

-" Un da, un vendedor ambulante napolitano se vino a jugar hacindose el chiquito para sacarme ventaja, pero perdi todo, y se puso a llorar mientras yo me llevaba toda su mercadera. Segu ganando, hasta que se presento un Oficial de Partida, que era ato (de nariz chata), que me exigi que pagara una multa porque el juego estaba prohibido y que me iba a llevar al cuartel. Dos veces nos encontramos y dos veces lo insulte. Todo se complico, cuando intente conquistar a la mujer que le gustaba al ato, y ah se me declaro enemigo."-

Capitulo 24:

-"Me escape de el en muchas oportunidades, hasta que me agarro en las elecciones, y me quiso obligar a votar por quien quera el Comit. Pero le dije que "Respeto al que me respeta, pero el naipe y la boleta nadie me la ha de tocar". En ese momento cayo la polica y fui a parar al cepo por no querer pelear."-

Capitulo 25:

A los pocos das, hicieron citar la gente para reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayora eran los que no haban votado por el que la Partida quera. Llego el Comandante y comenz a explicarles uno por uno porque los mandaran a la frontera. Luego empezaron a acumularse mas personas, y aunque sus familias lloraran y pidieran compasin, era intil.

Capitulo 26:

-"Luego llego mi turno y estaba asustado. El comandante me deca que era un jugador, un vago un picaflor, y que haba de ser un bandido como mi padre, a pesar de que no lo conoca. Me empee en averiguarlo, y me entere que era el guapo sargento Cruz. Yo conoca bien su historia y jure tener enmienda. Todo consegu olvidar, pero el nombre de Picarda no me lo pude quitar."-

Capitulo 27:

-"Serv en la frontera en un cuerpo de milicia, por culpa de un ato. Pero all trabajaba y se hacia sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario cuando venia con la paga, por "mala suerte" esta era del contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de nosotros, lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin darle ningn papel que acredite su servicio."-

Capitulo 28:

-"En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando me eligieron asistente mejor, en cierto modo, supe hacerme lugar al lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque quera recibirse de fraile, era delicado, pero jamas lo vi disgustado. La gente lo aborreca y lo llamaba "La Bruja", aunque lo nico que hacia era recibir las raciones de vveres y de vicios. Pero los milicos decan que yo y la bruja los estabamos

traicionando a todos con sus raciones. Esto no era cierto, por que nosotros los traamos, pero lo reciba el comandante, que sacaba cuanto quera. Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por ultimo recin al soldado, y cuando llegan a este ya casi no quedaba racin. El vestuario era otro infierno; si lo daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene algn pecado que pagar."-

Capitulo 29:

Esto canto Picarda y despus guardo silencio. Mientras todos celebraban ese casual encuentro, llego tambin un moreno. Este presuma de cantor y se crea bueno, se sent y le pego un rasgido a la guitarra desafiando a Martn Fierro. Este, que siempre se halla dispuesto, tomo la guitarra y los dos comenzaron a cantar.

Capitulo 30:

Fierro explica que el hombre debe mostrarse cuando yegua la ocasin, hace mal en que se niegue o en que se lo rueguen; y dice que har gemir las cuerdas hasta que las velas no ardan. Cuenta que era costumbre de el cantar las noches enteras. El moreno le dice que el es un pobre guitarrero y da gracias a Dios por poder cantar con alguien que lo experimenta a el. El negro cuenta que tenia nueve hermanos, que ha vivido libre sin depender de nadie, y que sabe mucho. Explica que si tiene alguna falta al cantar que se la perdonen y que se debe escuchar al cantor, aunque sea negro, por que aprenden todos. Fierro le replica que si el sabia tanto, que le diga cual es el canto del cielo. El moreno le dice que Dios haba creado a los hombres negros y blancos, pero que no hizo dos clases distintas, pues los negros pintaban al diablo blanco, y los blancos lo pintaban de negro. Continua y explica que los cielos lloran y cantan hasta el mayor silencio. Fierro, por su parte, dice que los negros y los blancos tienen los mismos dolores, y que le relate el canto de la tierra. El moreno, a pesar de sus pocos conocimientos, lo explico bien, y entonces Fierro le pide el canto del mar, el de la noche, de donde nace el amor, y que explique que entiende por ley. Como relata todas bien, Fierro le permite al moreno que le pregunte algo. El moreno, entonces le pregunta "Para que fin el Eterno ha creado la cantidad?" Fierro le dice que Dios creo solo la unidad, y que el hombre aprendo a contar. Al ver que le contesto correctamente, el moreno le pregunta para que formo Dios la medida. Fierro le contesta que la medida la invento el hombre para el bien suyo, pues Dios no tenia que medir sino la vida del hombre. Luego el moreno le pide que le diga que significa el tiempo y el peso. Fierro se lo relata bien, y le dice que si quera aprender mas cosas que se lo preguntara. El moreno le dice que ninguno debe abusar de la ignorancia de nadie, que es seguro que pierda un cantor de media talla contra otro de talla entera, que esta deprimido y triste y que solo cantara para buscar consuelo. Cuenta que de los diez hermanos solo quedan nueve, pues el primero muri a manos de un pendenciero, que jamas encontr. Dice finalmente que si en otra ocasin payan, cantaran sobre las muertes injustas que algunos hombres cometen. Fierro le responde que por fin se haba callado, que el conoci a los morenos mas peleadores, y que el no busca peleas y que las contiendas no le gustan, pero ni las sombras lo asustan ni los bultos lo menean.

Capitulo 31:

Luego de las palabras, los presentes los separaron y Fierro, sus hijos y Picarda montaron y se dirigieron a la costa de un arroyo. All pasaron toda la noche, y al amanecer meditaron, y por su estado de pobreza decidieron separarse. Antes de hacer esto, Fierro les aconsejo.

Capitulo 32:

Fierro los empieza a aconsejar y le dice que estos consejos, que le ha costado adquirirlos, se los da porque desea dirigirlos, pero que su ciencia no alcanza para darles la prudencia que precisan para seguirlos.

Capitulo 33:

Luego se separaron todos, una para cada punto cardinal, pero hicieron una promesa: convinieron entre todos cambiarse el nombre. El relator explica que ha cumplido con su deber, pero todava le quedan rollos por si se ofrece a dar lazo, que le permitan descansar porque en este punto (33 cantos) se planta; dice que recordemos estas palabras "En mi obra he de continuar hasta drselas concluidas, si el ingenio o si la vida no me llegan a faltar", y que si algn da faltasen, los gauchos sentirn tristeza en el corazn y lo tendrn en su memoria para siempre. "Que nadie se ofenda si canto de este modo no es para mal de ninguno si no para bien de todos".

1) El texto lo describe al gaucho Martn Fierro como: Un hombre olvidado, que esta rodeado nada mas que de soledad, y de incertidumbre por no saber a donde huir ni hasta cuando hacerlo, viviendo de recuerdos. Un gaucho afligido que solo piensa en lo peor que le puede haber pasado a sus hijos y a su mujer, Tal vez los vern sufrir / sin tenerles compasin; / puede que alguna ocasin,/ aunque los vean tiritando, / los echen de algn jogn Un gaucho donde prevalece la religiosidad ante los momentos difciles, "Pido a los Santos del Cielo / Que ayuden mi pensamiento;" Era un hombre despierto y temerario pero que solo pelea ante necesidad de hacerlo y no en vano, "Y sepan cuantos escuchan / de mis penas el relato, / que nunca peleo ni mato / sino por necesid," Un luchador en ambos sentidos, ya que desde que era nio se gano la vida con esfuerzo y sacrificio, "Dende chiquito gan / la vida con mi trabajo.. Un hombre que posea una familia, tal como lo empieza a recordar en el primer canto, pero que lo perdi todo al abandonar sus pagos. "tuve en mi pago en un tiempo, / hijos, hacienda y mujer / pero empec a padecer ,/ me echaron a la frontera,/ y qu iba a hallar al volver!/ Tan slo hall la tapera." (Racista)- Tambin se lo puedo ver como en algunas ocasiones acta en forma discriminatoria, por ejemplo al matar al moreno, hace uso del racismo al decir, "a los blancos hizo Dios,/ a los mulatos san pedro, / a los negros hizo el diablo / para tizn del infierno." (Ignorante)- Reconoce su ignorancia, y que nada vale, En medio de mi inorancia / conozco que nada valgo

Perspicaz y despierto que sabia como reaccionar ante cada situacin, y me les haca el dormido / aunque soy medio despierto Nunca ju gaucho dormido; / siempre pronto, siempre listo, / yo soy un hombre, qu cristo!, / Que nada me ha acobardao, / y siempre sal parao / en los trances que me he visto. 2) Gringo: Los califica como: Bozal, que al hablar nada se le entenda y que era napolitano. Bruto, que se asusta al verlo, estando de centinela, y le dispara, pero por suerte le err. Intil, ya que no encuentra la razn de porque el gobierno los lleva a trabajar a la frontera, si no saben atracar ni a un pingo. Inservibles, ya que solo dan trabajo, porque no saben ensillar, ni carniar. Delicados, porque parecen, al comer, hijos de rico. Pocos hombres y maricas, no saben soportar el fro y al llover se achican. Ciegos, no sirven ni para vichar (espiar) Autoridad: La califica de: Autoritaria, porque al no presentarse a votar lo considera de la oposicin y por ello es que lo castiga. Falsa de palabra, porque le promete que en seis meses seria relevelado y volvera a sus pagos, pero no fue as. Cruel, ante alguna queja estaqueaban al rezongn, y del dolor este no se quejara ms. Fraudulenta, ya que dice Yo he visto en esa milonga / muchos jefes con estancia y se da cuenta de los negocios feos / a pesar de (su) inorancia.

Indio: Lo considera como: Salvaje e incivilizado, "En los caballos en pelo/se vienen medio desnudos" Violento, pues donde dentra,/roba y mata cuanto encuentra/y quema las poblaciones. Irracional en su forma de actuar, que el indio lo arregla todo/con la lanza y con gritos. Crueles, "Le descarnaban los pieces/a las pobrecitas vivas" Ladrn, porque entraba, manotiaba lo que estaba a su paso, y huia sin apuro, por que no le perseguan Indomable: Y el indio es como tortuga/de duro para espichar; Implacables: Es de almirar la destreza/con que la lanza manejan!

3) Canto VI Despus de tres aos de estar en la frontera, Martn Fierro volvi a sus tierras. Pgina 34.cita 1005 volva al cabo de tres aos /de tanto sufrir al udo/ resertor, pobre y desnudo/a procurar suerte nueva./y lo mesmo que el peludo/enderec pa mi cueva Lleg y no encontr nada de su vida anterior y prometi volverse rudo. Pgina 34 cita 1010 no halle ni rastro del rancho; /slo estaba la tapera/ Por Cristo, si aquello era/ pa enlutar el corazn! / yo jur en esa ocasin /ser mas malo que una fiera. El juez le prometi que volvera a su hacienda y mientras tanto cuidara su mujer los bienes. Pgina 34 cita 1030. Al dirme dej la hacienda/ que era todito mi haber; /pronto debamos volver, /segn el juez prometa/ y hasta entonces cuidara/ de los bienes la mujer Despus le cont un vecino que al campo lo vendieron para pagar arrendamientos. Pgina 35 cita1035 Despus me cont un vecino/ que el campo se lo pidieron/ la ascienda le vendieron /pa pagar arrendamientos / y que se yo cuantos cuentos; / pero todo lo fundieron

Su mujer se fue con otro hombre para buscar comida, Marn Fierro est de acuerdo con esta decisin. Pgina 35 cita 1055. y la pobre mi mujer/ Dios sabe cunto sufri/ me dicen que se vol/ con no se qu gaviln/ sin duda a buscar pan / que no poda darle yo. Se lamenta por la perdida de sus hijos y piensa constantemente donde andarn. Pgina 36 cita 1070/1075. Como hijitos de la cuna/ andarn por ah sin madre/ ya se quedaron sin padre,/ y ansi la suerte los deja/ sin naides que los proteja/ y sin perro que los ladre. MARTN FIERRO CRUZ SEMEJANZAS Ambos son gauchos Los dos pierden a su mujer (aunque de manera diferente) Los dos matan en medio de rias que se le presentan (Cruz, mat al hombre del comandante y a un cantor, y Fierro a un moreno y un gaucho.) Los dos se enfrentan a la polica en medio del pajonal y los matan. Ambos eran valientes ( a Fierro se lo reconoce cuando Cruz se une a l por su fuerte valenta, y se nombra esta cualidad en Cruz cuando cuenta que el comandante le da una proclama, tratndolo de valiente) Por ultimo que ambos deciden ir a las tolderas en busca de mayor tranquilidad y seguridad. OPOSICIONES DIFERENCIAS Que Fierro peleaba solo cuando era necesario, en cambio Cruz solo porque se sinti identificado en la cancin del cantor lo atac En su forma de pensar acerca de las mujeres, para Fierro es la mejor compaera que un hombre puede tener y que estar all aun cuando este no le haya sido cordial, en cambio para Cruz solo eran traidoras y todas del mismo palo, y que el amor entorpece el accionar del hombre. Es zonzo el cristiano macho / cuando el amor lo domina! La forma en que pierden a su mujer, ( lo que los hace tener diferentes puntos de vista acerca de las mismas), Fierro la pierde al tener que ir a la frontera, ya que seguramente para sobrevivir debi buscarse otro hombre,( Y la pobre mi mujer, / Dios sabe cunto sufri! / Me dicen que se vol / con no s qu gaviln: / sin duda a buscar el pan / que no poda darle yo.) y por eso el la entiende. En cambio Cruz la deja al ver como la engaaba con su comandante, marchndose as de su hogar.

5) A- Martn Fierro y Cruz deciden marcharse porque eran perseguidos por la autoridad, es as que deciden ir a las tolderas del desierto para tener mas seguridad y as evitar males, atrados por haberse escapado de la frontera y haber matado al negro y al gaucho, Fierro, y a Cruz por haberlo ayudado a pelear con la polica. B- Martn Fierro se marcha con su amigo Cruz, tal como lo dice: vamons, amigo Cruz. C- Martn Fierro y Cruz deciden refugiarse en las tolderas del desierto. Porque ah no se atrevera nadie a entrar a irrumpir la calma. D- El estado de nimo de los personajes momentos antes de la partida es de esperanza por llegar a las tolderas y as poder descansar de las aflicciones que los perseguan, pero a la vez se generaba un sentimiento de tristeza y melancola en Fierro al ver quedar su tierra atrs, la tierra donde el haba sido feliz, donde haba tenido una mujer e hijos, fue as que al recordar esto se le cayeron dos lagrimas de se rostro. Y cuando la haban pasao, / una madrugada clara / le dijo Cruz que mirara / las ltimas poblaciones, / y a Fierro dos

lagrimones / le rodaron por la cara. Las caractersticas romnticas que se reflejan en la obra son: (CARACTERISTICA, CON EL EJEMPLO DEL MOMENTO EN QUE SE PRESENTA) El individualismo: presente cuando Martn Fierro mata al negro, no piensa en lo que sucede si mata a ese ser, si lastima a alguien mas, solo piensa en si mismo. El sentimentalismo: se puede reflejar cuando vuelve y no encuentra a su familia y piensa en sus hijos constantemente. El historicismo: se ve en las costumbres del gaucho, por la vestimenta, forma de hablar, y sus costumbres. La exaltacin de la naturaleza: cuando tirado en la naturaleza admira la maravilla del firmamento repleto de estrellas. El espritu de libertad: reflejado cuando Fierro esta en la frontera y planea escaparse porque desea mas que nada ser libre y volver a estar con su familia en su tierra de origen. La actitud de compromiso, del autor, de trasmitir lo que suceda en esa poca, las injusticias, lo que deban atravesar los gauchos, y queda demostrado en la obra a lo largo de su narracin.

BORGUES EL FIN : Recabarren, tendido, entreabri los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco. De la otra pieza le llegaba un rasgueo de guitarra, una suerte de pobrsimo laberinto que se enredaba y desataba infinitamente Recobr poco a poco la realidad, las cosas cotidianas que ya no cambiara nunca por otras. Mir sin lstima su gran cuerpo intil, el poncho de lana ordinaria que le envolva las piernas. Afuera, ms all de los barrotes de la ventana, se dilataban la llanura y la tarde; haba dormido, pero aun quedaba mucha luz en el cielo. Con el brazo izquierdo tante dar con un cencerro de bronce que haba al pie del catre. Una o dos veces lo agit; del otro lado de la puerta seguan llegndole los modestos acordes. El ejecutor era un negro que haba aparecido una noche con pretensiones de cantor y que haba desafiado a otro forastero a una larga payada de contrapunto. Vencido, segua frecuentando la pulpera, como a la espera de alguien. Se pasaba las horas con la guitarra, pero no haba vuelto a cantar; acaso la derrota lo haba amargado. La gente ya se haba acostumbrado a ese hombre inofensivo. Recabarren, patrn de la pulpera, no olvidara ese contrapunto; al da siguiente, al acomodar unos tercio de yerba, se le haba muerto bruscamente el lado derecho y haba perdido el habla. A fuerza de apiadarnos de las desdichas de los hroes de la novelas conclumos apiadndonos con exceso de las desdichas propias; no as el sufrido Recabarren, que acept la parlisis como antes haba aceptado el rigor y las soledades de Amrica. Habituado a vivir en el presente, como los animales, ahora miraba el cielo y pensaba que el cerco rojo de la luna era seal de lluvia. Un chico de rasgos aindiados (hijo suyo, tal vez) entreabri la puerta. Recabarren le pregunt con los ojos si haba algn parroquiano. El chico, taciturno, le dijo por seas que no; el negro no cantaba. El hombre postrado se qued solo; su mano izquierda jug un rato con el cencerro, como si ejerciera un poder. La llanura, bajo el ltimo sol, era casi abstracta, como vista en un sueo. Un punto se agit en el horizonte y creci hasta ser un jinete, que vena, o pareca venir, a la casa. Recabarren vio el chambergo, el largo poncho oscuro, el caballo moro, pero no la cara del hombre, que, por fin, sujet el galope y vino acercndose al trotecito. A unas doscientas varas dobl. Recabarren no lo vio ms, pero lo oy chistar, apearse, atar el caballo al palenque y entrar con paso firme en la pulpera. Sin alzar los ojos del instrumento, donde pareca buscar algo, el negro dijo con dulzura: Ya saba yo, seor, que poda contar con usted.

El otro, con voz spera, replic: Y yo con vos, moreno. Una porcin de das te hice esperar, pero aqu he venido. Hubo un silencio. Al fin, el negro respondi: Me estoy acostumbrando a esperar. He esperado siete aos. El otro explic sin apuro: Ms de siete aos pas yo sin ver a mis hijos. Los encontr ese da y no quise mostrarme como un hombre que anda a las pualadas. Ya me hice cargo dijo el negro. Espero que los dej con salud. El forastero, que se haba sentado en el mostrador, se ri de buena gana. Pidi una caa y la palade sin concluirla. Les di buenos consejos declar, que nunca estn de ms y no cuestan nada. Les dije, entre otras cosas, que el hombre no debe derramar la sangre del hombre. Un lento acorde precedi la respuesta de negro: Hizo bien. As no se parecern a nosotros. Por lo menos a m dijo el forastero y aadi como si pensara en voz alta: Mi destino ha querido que yo matara y ahora, otra vez, me pone el cuchillo en la mano. El negro, como si no lo oyera, observ: Con el otoo se van acortando los das. Con la luz que queda me basta replic el otro, ponindose de pie. Se cuadr ante el negro y le dijo como cansado: Dej en paz la guitarra, que hoy te espera otra clase de contrapunto. Los dos se encaminaron a la puerta. El negro, al salir, murmur: Tal vez en ste me vaya tan mal como en el primero. El otro contest con seriedad: En el primero no te fue mal. Lo que pas es que andabas ganoso de llegar al segundo. Se alejaron un trecho de las casas, caminando a la par. Un lugar de la llanura era igual a otro y la luna resplandeca. De pronto se miraron, se detuvieron y el forastero se quit las espuelas. Ya estaban con el poncho en el antebrazo, cuando el negro dijo: Una cosa quiero pedirle antes que nos trabemos. Que en este encuentro ponga todo su coraje y toda su maa, como en aquel otro de hace siete aos, cuando mat a mi hermano. Acaso por primera vez en su dilogo, Martn Fierro oy el odio. Su sangre lo sinti como un acicate. Se entreveraron y el acero filoso ray y marc la cara del negro. Hay una hora de la tarde en que la llanura est por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una msica Desde su catre,

Recabarren vio el fin. Una embestida y el negro recul, perdi pie, amag un hachazo a la cara y se tendi en una pualada profunda, que penetr en el vientre. Despus vino otra que el pulpero no alcanz a precisar y Fierro no se levant. Inmvil, el negro pareca vigilar su agona laboriosa. Limpi el facn ensangrentado en el pasto y volvi a las casas con lentitud, sin mirar para atrs. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho era el otro: no tena destino sobre la tierra y haba matado a un hombre.