maría en el misterio de la cruz

13

Upload: jose-de-maria-pinto-pinto

Post on 30-Jul-2015

84 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

Page 1: María en el misterio de la Cruz
Page 2: María en el misterio de la Cruz

La espada atravesará su corazón: esto hace referencia a la Pasión del Hijo, que se convertirá también en Pasión de la Madre.

El pasaje comienza meditando en las palabras del anciano Simeón: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción

-¡y a Ti misma una espada te atravesará el alma!-» (Lucas, 2, 34).

Page 3: María en el misterio de la Cruz

Así, María está preparada para el misterio de la Cruz, que no termina simplemente en el Gólgota. Su Hijo sigue siendo signo de contradicción, y así Ella sigue sumergida en el dolor de dicha contradicción,

el dolor de la maternidad mesiánica.

Dicha Pasión comienza ya con su siguiente visita al Templo. Debe llevar hasta el final el sí a la voluntad de Dios que la hizo llegar a ser Madre:

retirarse y ponerlo en libertad para su misión.

Page 4: María en el misterio de la Cruz

En la Madre que compadece han encontrado los dolientes de todos los tiempos el reflejo más puro de esa compasión divina que es el único consuelo verdadero. Pues todo dolor, todo padecer es,

en su esencia última, aislamiento, pérdida del amor, dicha destrozada de quien ya no es aceptado.

Especialmente querida para la piedad cristiana se ha hecho precisamente la imagen de la Madre sufriente, convertida totalmente en compasión, con el Hijo muerto sobre el regazo.

Page 5: María en el misterio de la Cruz

Se podría decir que la Cruz de Cristo es la compasión de Dios por el mundo. El Antiguo Testamento nos dice, con una palabra del lenguaje del cuerpo, cómo Dios nos contiene en sí nos lleva en sí con un amor que compadece.

En Bernardo de Claraval se encuentra esta palabra maravillosa: Dios no puede padecer, pero puede compadecer.

Page 6: María en el misterio de la Cruz

Pero la imagen de la Pietà, la Madre que padece por el Hijo muerto, se convirtió en la traducción viva de esta palabra: en ella queda patente el padecer materno de Dios.

En Ella se ha hecho visible, tangible.

Las lenguas en las que el Evangelio entró con su paso al mundo pagano no conocían tales formas de expresión.

Page 7: María en el misterio de la Cruz

Pero, puesto que la vida humana es en todos los tiempos padecer, la imagen de la Madre que padece, la imagen de los «rahamim» de Dios, ha llegado a ser muy importante para la cristiandad.

Ella es la «compassio» de Dios, representada en un ser humano que se ha dejado implicar plenamente en el misterio de Dios.

Page 8: María en el misterio de la Cruz

Así, el dolor de la Madre es dolor pascual que ya manifiesta la transformación de la muerte en la solidaridad redentora del amor.

Sólo en Ella llega a su término la imagen de la Cruz, porque Ella es la Cruz asumida, que se comparte en el amor, la que nos permite ahora experimentar en su com-pasión la com-pasión de Dios.

Page 9: María en el misterio de la Cruz

Pues la alegría que le es anunciada no es la alegría banal, es la verdadera alegría, que nos hace arriesgarnos al éxodo del amor hasta el interior de la ardiente santidad de Dios.

Con ello, sólo en apariencia nos hemos alejado mucho del «Alégrate»con el que comienza la historia de María.

Page 10: María en el misterio de la Cruz

Cardenal J. Ratzinger . Texto publicado en el libro de "Ediciones Encuentro" "María, Iglesia naciente"

Es esa verdadera alegría que con el dolor no se destruye, sino que llega a su madurez. Sólo la alegría que se mantiene firme ante el dolor y es más fuerte que el dolor, es la verdadera alegría.

Page 11: María en el misterio de la Cruz

Juan Pablo II, 2 de abril de 1997

"...La esperanza de María al pie de la Cruz encierra una luz más fuerte que la oscuridad que reina en muchos corazones: ante el sacrificio redentor,

nace en María la esperanza de la Iglesia y de la humanidad..."

Page 12: María en el misterio de la Cruz

Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús.

Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre,

pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo,

en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús:

"Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre".

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan!

Queremos llevarte siempre a nuestra casa.

Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón,

donde mora la Trinidad Santísima. Amén.

Page 13: María en el misterio de la Cruz

Los archivos del mes puedes descargarlos en:http://siembraconmigo.blogspot.com/

Si deseas recibir archivos de Espiritualidad Católica envía un correo a: [email protected]

con el título “Suscripción a Siembra Amor” .

Servicio Gratuito con Fines Educativos