marco palacios - de populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (parte 2:mandarines)

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  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    1/76

    M ND RINES

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    2/76

    CAPÍTULO CUATRO

    POPULISTAS

    CONTRA

    EXPERTOS:

    «CONSTRUCCI

    ÓN

    SOCIALISTA» O «RESTAURACIÓN

    BURGUESA» EN LA PERSPECTIVA DE LA

    REVOLUCIÓN CULTURAL CHINA·

    BREVE PRESENTACIÓN

    Quisiera

    llamar la atención delleclOr sobre las circunslancias, prin-

    cipalmente intelectuales, en que [-ue

    concebido

    y escl;lO este ensayo.

    Estaba finalizando los estudios

    de

    la

    maestría en

    Estudios Orientales

    (tenía

    ese nombre eurocéntrico) en el área de China, de

    El

    Colegio

    de

    México.

    Ahora

    estoy más seguro de que el estímu lo académico para

    aventuranne en

    el ensayo provenía

    de

    mis

    profesores

    de China

    yJapón.

    Aquí recuerdo con gratitud a Byron T Marshall

    (Historia

    cOlllemporá

    oea),

    a Kimitada Miwa

    (Modernización)

    ya

    Shigeaki

    Uno

    (Ideología).

    Por

    razones personales,

    entre

    las cuales

    debo mencionar

    un breve viaje

    a China en el verano

    de

    1963 como dirigente de lasJuventudes del Mo

    vimiento Revolucionario Liberal,]MRL, me dediqué a explorar la

    Gran

    Revolución Cultural Proletaria» que estalló en agosto

    de

    1966

    y

    según

    se pensaba, había concluido

    en

    abril de 1969.

    Bajo la

    influencia

    de las discusiones en los seminarios de

    El

    Colegio,

    en

    particular

    la del

    profesor

    Uno,

    pude

    dialogar con

    textos

    como

    el

    de

    Fl antz

    Schurmann,

    ldeology nd Organizalion in Communisl China (Berke

    ley

    1966) , especialmente

    con

    la

    segunda edición

    y su

    extraordinario

    suplemento sobre la Revolución

    Cultural,

    publicada en 1968. Ahora me

    ..

    Publicado

    en la uiJla de Esludios Sociales, Bogotá,

    n.

    o 7, septiembre de 2000,

    pp

    19-25.

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    3/76

     

    8

    De

    P(}jJulislas, mllnllarines y violl 1lcias

    doy cuenta

    de

    que esta

    obra,junto

    con las

    deJoseph

    Levenson sobre la

    China

    confuciana

    y

    los

    problemas

    de la modernidad, han tenido en mi

    fom13ción

    intelectual

    un

    efecto

    de

    larga

    duración.

    Era

    perfectamente

    consciente

    de que

    este

    punto de

    vista

    no

    era ori

    ginal.

    i

    desventaja

    frente

    a los sinólogos (más acusada

    frente

    a quienes

    se habían dedicado a estudiar casos locales) era, para decirlo rápida

    mente, que

    ellos

    empleaban fuentes

    chinas, mientras

    que

    yo

    apenas es

    taha

    aprendiendo

    el

    idioma.

    En

    lodo

    caso

    adopté

    un

    enfoque que

    entonces era minoritario,

    navegaba

    a

    contracorriente de

    los paráme

    trOs

    de

    la

    guerra

    fría,

    según

    la

    cual

    la Revolución

    Cultural

    se

    reducía

    a

    una

    lucha

    por

    el

    poder»,

    podía interpretarse como

    un

    anticipo del

    «cambio dinástico» en el

    contexto

    tradicional chino.

    Pretendí ilustrar

    la

    pertinencia de

    los jacobinos

    chinos dentro de

    una

    historia o

    modelo

    general

    de

    revolución.

    Por

    esa

    época empezaba

    a

    influir en

    nosotros el

    texto de

    Barrington Moore,

    Social Origins oJ Demo-

    cracy

    and Dü:lalorship:

    Lord

    and Peasanl in the

    Making

    oJ he Modern World

    (Londres, 1969), Yademás

    yo

    había leído con atención dos trabajos

    de

    ChalmersA.Johnson:

    Reuolulion and lhe Social Syslnn

    (Stanford, Cal., 1964)

    y PI fMant Nalio/Jalism and lhe C01mnllnist. Pown: TI/IJ E17/elgmce oJ Reuolulirm:

    China, 1937-1945 (Stalúord, Cal., 1962).

    Mi

    posible ventaja provenía

    de

    mi pasado político

    que

    me había pre

    parado

    para tomar en serio el tema

    de

    la ideología; por eso me parecían

    más import. 1l1leS las observaciones

    de

    economistas simpatizantes del

    experimento

    maoísta

    como Joan

    Robinson,

    The ultural Revolutiol1 in

    China

    (Londres,

    1969),

    que

    las

    de

    los China-watchers» más avezados.

    En aquel entonces disrrmaba las lecturas

    de

    Gcorges Lefebvre y Albert

    Soboul sobre la Revolución Francesa, y

    de

    Edward H. Carr e Isaac OeulS

    her

    sobre la Revolución Rusa, y

    lamentaba que un

    sociólogo histórica

    mente odentado como

    Lewis Coser

    no

    hubiera

    incluido

    nada sobre

    China en

    su maravilloso H 0 1 l l I . n f ~

    {le ideas. EL/Junio de vista de un sociólogo

    [1965] (México, 1968).

    Cuando

    escribi

    el

    ensayo

    eSlaba familiarizado

    con

    la bibliografía

    básica en inglés y francés sobre China contemporánea; la

    barrera

    del

    idioma me impedía,

    empero,

    trabajar con las fuentes más sustanciales

    disponibles

    en chino

    y

    aponés.

    También eslaba

    al

    cOlTiente

    de

    los acon

    lecimientos

    por

    Pekín

    InJorma y

    para balancear, el hina

    New Analysis.

    Seguía la discusión, entreverada co n la escalada bél ica

    de

    Estados Uni

    dos en Vietnam, en revistas como la bien establecida Monfly Review de

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    PO/m listas contra expertos

    83

    Nueva York o el recién fundado The

    Bulklin

    of Concerned Asian Srholars

    de San Francisco.

    Presumo

    que

    las

    compilaciones

    documentales

    que

    utilicé

    en

    1970

    todavía son pertinentes: La

    wan revolución cullural socialisla en China,

    10

    vals. Ediciones en Lenguas Extranjeras (Pekín, 196 .1967) y Fan Kuang

    Hilan, ed., La

    Gran Revolución Cultural

    China (México, 1970).

    Para la edición del prese

    nte

    texto ha

    sido

    muy útil el t r b ~ o de

    Lawrence

    R

    Sullivan, con la ayuda de Nancy

    R

    Hearsl,

    Hislorical Diclio-

    /la/) of lhe Pepole\

    RejJ'u Jlir ofChina J949-1997 (Londres, ] 997).

    EL TEXTO'

    EL LUGAR DE

    LA

    IDEOLOGÍA EN

    LA

    DIALÉCTICA

    DE

    LAS

    CONTRADICCIONES

    a

    fase jacobina de las revoluciones Francesa, Rusa y

    China

    esui atra

    vesada

    por

    el

    temor

    a la restauración

    contrarrevolucionaria. Lo

    insólito

    es que este miedo legitimador, o mejor,

    que

    toda ulla ideología alimen

    te el proyecto de revolucionarios como los actuales líderes chinos que

    llevan veinte ailos (1949-1970) en el poder estatal y tienen más de

    cuarenta años de experiencia política.

    Más que analizar los contenidos ideológicos de la Revolución Cultu

    ral, el objeto del ensayo es seilalar aquellos elementos

    jacobinos

    que, en

    el caso duno, configuran

    una

    ideología

    en tomo

    a «

    las

    contradicciones»

    11/ l ){lun) en

    la sociedad china,

    en

    el proceso

    de

    «construcción socialis

    ta,..

    Para hacer este ejercicio

    es

    imperioso considerar

    la

    Revolución Cultural

    como

    punto de inflexión a partir del cual se podría explicar

    mejor

    el

    papel de

    la

    ideología en

    la

    política china de las dos últimas décadas.

    Tanto

    en

    la

    teoría

    marxista-leninista

    como

    en la práctica del Partido

    Comunista

    Chino, PCCH,

    fundado en

    1921 por un grupo

    de

    intelectua

    les

    (renshife1 u),

    así

    como

    en el «pensamiento MOlO Zedong»

    (Mao

    Ze-

    dong sixiang) ,

    habremos

    de hallar una continuidad tangible,

    un

    hilo

    conductor que

    proviene

    de

    los

    tiempos

    y

    el

    espíritu

    de

    Yan

    an.

    Se refie

    re éste a un período

    en

    la historia del PCCH (193 .1945). inmediata-

    mente

    después

    de

    la legendaria Larga Marcha,

    cuando

    los

    comunistas

    se establecieron en el

    apartado

    pueblo de Yan'an, en

    la

    provincia de

    Shanxi. Germinal, en este período se

    formó

    la

    trinidad

    ideológica del

    Partido: la línea de masas

     . (qunzhong luxian);

    el espíritu iguaJilario y

    de sacrificio y

    entrega

    de los líderes y las «campailas

    de

    rectificación»

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    5/76

    84

    t populistas, mandarines

    y

    violmeias

    zJumgfmgyumumg).

    Durante

    la

    Revolución Cultural, los años de Ven 'a n

    fueron sacrnJizados

    como

    la

    edad de

    oro

    del

    peCHo

    En esos años,

    particularmente

    en

    1943-1945,

    y

    por

    la

    pluma

    de

    Chen

    Boda (1904-1989), se estableció el ' pensamiento Mao Zedong

    .

    como

    una categoría específica de la sinización o acondicionamiento a las con·

    diciones chinas z.hotlgguohua) de la teoria Iilun) de Marx y Lenin. A

    esta lillima

    podemos aplicar

    el s u r t ~ zhuyi. o sea ideología

    en

    el

    sentido

    de

    Marx: visión del

    mundo de una

    clase social. Este

    s u r t ~

    que

    puede

    traducirse

    como

    nuestro ismo, se aplica a las

    teonas

    científicas,. de

    Marx o Lenin pero casi

    nunca

    a las de Mao; o sea que

    en

    chino no hay

    oficialmente

    maoísmo

    sino pensamiento Mao  ..

    Para aclarar el

    asunto,

    sigo a Franz

    Schurmann en

    la

    obra

    arriba

    citada. Este

    autor

    diferencia la ideología pura

    de

    la i

    deología

    práctica.

    La primera es el

    conjunto de

    ideas que ofrecen al individuo una visión

    uni.ficada

    y

    consciente del

    mundo

    ,

    y

    la

    segunda, un

    conjunto

    de

    ideas

    que

    ofrecen al

    individuo instrumentos

    racionales de acción (p. 22).

    Por

    otra

    pane,

    .. teoría práctica  = pensamiento  (p. 30), que

    en

    el caso

    que

    nos

    ocupa

    sería:

    Eventos del PCCH Ideologia pura.

    Ideologia práctica

    VI I Congreso (1945) ' Ma rxismo-Ien i n ismo-   Pensamiento

    Mao

    Zedong

    VIII Congreso (1956)

    Marxismo_

    _Lenini

    smo

    ~

     

    1960

    '

    Marxismo-Ie n in ¡smo

    . Pensamiento

    Mao ZedonglO

    Rc\'olución

    Cultural

    ( 1966-) ..Pensamiento

    ..

    Pensamiento

    Mao Zedong_ Mao Zedong_

    Para los

    dirigentes

    chinos, el acceso al

    poder en

    1949

    no

    fue ni

    desde entonces ha

    sido definitivo,

    porque

    la lucha

    de

    clases

    continúa

    e

    infiltra inexorablemente todos los resquicios

    de

    la \'ida social. En Otras

    palabras, porque la conUarrevolución

    puede

    ser restaurada

    en

    cualquier

    momento.

    Después de la toma del poder, la

    principal

    tarea de los revoluciona·

    ríos es doble: profundizar la revolución en un proceso ininterrumpido

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    6/76

    PO JUlislas contra expertos 85

    budan geming) y empezar a edificar el socialismo científico. Pero ésta es

    apenas una parte de la

    obra

    revolucionaria. Los revolucionarios deben

    perseverar

    en

    la

    destrucción

    de

    las antiguas clases

    dominantes.

    Arreba

    tarles

    el

    poder político y despoja

    rl

    as de la posesión de los medios de

    producción

    no

    es suficiente,

    puesto que permanecen

    las fuerzas iner

    ciales del stalus social y del prestigio del antiguo régimen. Para el Mao

    Zedong de los años sesenta, «los enemigos del pueblo», es decir, los

    terratenientes

    shensht) ,

    Jos «burócratas imperiales»

    shenjin)

    ylos miem

    bros de la «burguesía compradora» maiban), no habían desaparecido

    del todo. Se

    reproducían

    como

    el

    conde

    Drácula y sus epígonos,

    de

    suerte

    que para

    extirparlos había

    que despedazarles

    el

    corazón de

    un

    modo ritual.

    a

    tarea revolu

    cionaria

    consiste, en

    suma,

    en

    no

    cejar en la lucha

    por el poder político, pues sólo la

    lucha

    decid irá cuál de los «dos cami

    nos» prevalecerá en China: el socialista o el

    capita

    lista. El único instru

    me nto idó n

    eo

    para

    conceb

    ir y

    desarrollar una

     política p

    ara

    que «C

    hin

    a

    no cambie de

    co

    lo r» es decir,

    para

    que no caiga

    en

    «e l revisionismo

    soviético,., es la «línea

    de

    masas» del PCCH.

    No basta

    que

    el PCCH

    detente

    el

    poder po

    lítico. El

    nu

    evo Esmdo

    no

    posee atributos que

    conduzcan

    automáticamente a la construcción so

    cialista y al tránsito hacia la

    sociedad

    comunista. En tanto

    que

    Estado es

    «opresión» y «democracia».

    Opresión

    para las clases derrocadas; demo-

    cracia para el pueblo: campesinos,

    obreros,

    intelectuales y burguesía

    n a c i o n a l » ~

    El

    papel de «la línea de masas» es evitar que el Estado se enajene de

    la

    sociedad, o sea,

    que la burocracia

    y el pueblo no se

    coloquen

    en

    una

    contradicción

    antagónica.

    Siempre estal

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    7/76

    8 De pO/JUlisla5

    mandarines

    y

    violencias

    blar correctamente

    la

    lucha

    revolucionaria,

    pues

    allí es en

    donde

    aguar

    da

    el

    enemigo.

    En la

    superestructura

    reside

    el

    mayor peligro

    de

    , cstauración bur

    guesa. En la sociedad

    china

    la superestructura socialista estaba amena-

    zada por «los Cuau'O viejos» Sijin) confucianos: ideas, cultura, hábilos y

    costumbres. Por esto,

    una

    vez

    que en

    agosto

    de

    1966,

    y por apretada

    mayoría, el

    Undécimo

    Pleno del Comité Central del PCCH

    adoptó una

    resolución

    llamando a la revolución

    de

    la política, la sociedad

    y

    la cu ltu

    ra chinas, Mao (1893-1976) presidió

    una

    gigantesca manifestación

    de

    guardias

    rojos

    hongweibillg)

    en

    la Plaza

    de

    Tiananmen

    y

    aprobó

    la

    consigna

    de losjó\

    'c

    nes de luchar contra

    los

    C

    uatro viejos».

    Para

    hacer

    la revolución

    en

    esta

    superestructura confuciana

    hay

    que

    emplear

    la teoría marxisL: 1-leninisla

    y

    «e l pensamiento Mao Zedong»; a

    diario hay

    que poner en

    práctica las directrices

    del

    PCCH.

    Es

    apenas lógico

    suponer que

    este abecé se

    loma

    opaco yescurridi-

    zo en la práctica.

    Conoce

    sallos y retrocesos determinados

    por una

    nui

    da

    situación

    interna

    e

    internacional

    y se manifiesta

    agudamente en

    el

    seno

    del

    PCCH.

    Los zigzagueas, divisiones y pugnas

    siempre han

    estado

    acompañados

    de intensos debates

    ideológicos y

    alrededor de

    éstos se

    agrupan

    y fraccionan los líderes

    en

    todos los niveles.

    Cuando

    se

    tensan

    demasiado las contradicciones

    entre

    el proceso

    revolucionario y la

    construcción

    socialista hay

    que encontrarles una

    so

    lución política. Desde 1942 el principal

    método

    para resolverlas ha sido

    el

    de

    «las

    campañas

    de

    rectificación»

    (en

    el estilo

    de

    unidad

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    8/76

    Populistas contra exfJertos 87

    rojo y el experto, pues el

    modeld

    privilegiaba los valores y

    saber

    de eSle

    último.

    Las cOnlradicciones salieron a

    la

    luz

    durante

    la

    política

    de

    las «C

    ien

    flores» 1956-1957),

    cuando

    se hizo manifiesta la crítica de los intelec

    tuales alienados del poder al

    burocratismo» (gtumliaozhu),t de

    los cua

    dros del PCCH, es decir, a los rojos.

    a

    severidad yamplitud de las criticas

    llevó a suspender la política, y el péndulo se fue al

    otro

    extremo: a una

    campaña

    de rectificación contra los «derechistas» () oupat)

    ,

    clasificados

    en

    «co munes,

    medios y

    extremistas»,

    en

    la que fueron acusados más

    de

    medio m ill ón de illlelectuales y expertos.

    Fue más evidente que el proceso

    de

    construcción socialista

    era

    un

    semillero de confliclOS ycontradicciones.

    a

    industrialización y moder-

    nización del país

    imp

    li

    caban, además de la formu lación y resolución de

    espinosos problemas administrativos

    alrededor

    del

    asunto de

    la

    centra-

    lización-descentralización, aquellos relacionados directamente con las

    superestruCnlra5, o sea, con los intelectuales

    y

    el poder.

    La

    industrialización de tipo soviético exigía el uso sistemático de

    c

    ritedos

    y

    métodos de

    racionalidad

    económica que, en una sociedad

    con

    más de veinle siglos de arraigadas

    tradiciones

    confucianas del man

    darín-burócrata»

    (wmren; shinmj shmjin , podía

    n

    conducir

    a la forma

    ción de valores teenoerálicos, al «fetichismo

    de

    la tecnología»

    y

    al

    endurecimiento de una élile de poder, además de

    que ponían en

    peli

    gro

    los valores revolucionarios

    que

    y estaban siendo desplazados de la

    ment.alidad de los jóvenes.

    En

    este

    sentido,

    la

    racionalidad

    económica

    de

    Lipa

    soviético

    y

    la

    lí-

    nea

    de

    masas del tipo Van an se presentaban

    en

    una relación cada vez

    más opuesta

    y

    co nflictiva De allí que Mao planteara el viraje conocido

    como

    El

    Gran Salto

    Adelante

    DaY1/ejin)

    1958-1960) que, bajo

    la

    con

    signa «Poner la política al mando»,

    debía proporcionar

    el método paTa

    solucionar satisfacto,·iamente

    t al

    «contradicción dialéctica

    »

    El reto del

    Gran Sallo

    era

    entonces

    moderniza

    r e

    industr

    ializar el país

    mediante

    la

    utilización intensiva de los recursos humanos

    en

    gran

    escala, con el mar

    xista-leninismo como núcleo

    int.egrador.

    Durante

    esta fase alcanzó

    un

    clímax sin precedentes la crítica a los «

    derec

    histas»; la movilización ideo

    lógica

    desbordó completamente

    los

    canales

    del

    aparato

    del PCCH

    y

    las

    masas fueron movilizadas. Mao no sólo

    intentaba

    resolver las contra-

    dicciones económicas», sino

    que

    aspiraba a desmitificar las virllldes in

    herentes que se atribuían al modelo soviético. Mitos que, qu izás a la

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    9/76

    88 e populistas mandarines y violencias

    vuelta de una

    generación,

    podrían encarnar en

    ulla

    llueva ideología

    burguesa y por ende, en una potencial restauración capitalista.

    De

    esta

    manera

    , el

    Gran

    SaltO

    hizo

    prevalecer

    el

    rojo

    sobre

    el

    exper

    to, los valores colectivos

    sobre

    los individuales y la ideología sobre los

    incentivos

    materiales.

    El

    fetichismo

    de

    la

    tecno

    logía»

    y

    las inversiones

    intensivas de capital fueron relegados

    y

    la nueva política económica dio

    p.-ioridad a la aplicación masiva

    de l ano

    de

    obra y al

    impulso a las indus

    trias pequeilas y medianas. Las

    Comunas

    Populares Remllin gongshe

    propuestas

    para transformar

    radicalmente

    el

    campo

    chino crearían nada

    menos

    que una infraestructura comunista. En pocas palabras, el hom

    bre fue

    colocado en

    el centro de la «g

    uerra

    contra la naturaleza»

    y

    fue

    considerado el motor de la vida social. Pero el hombre

    annado

    de un

    «

    pensamiento

    conccto»,

    esto

    es, el comunista que despliega una c o n ~

    ducta proletaria , que «trabaja tenazmente y sirve al pueblo),.

    L EXPERTO Y L EJÉRCITO POPULAR

    En el

    clímax

    del Salto Adelante muchos dirigentes militares se p l a n ~

    tearon

    este dilema: ¿Requería, o no , la constmcción de una nación po

    derosa

    y moderna

    el desarrollo

    de

    métodos militares

    diferentes de

    los

    consagrados en la doctrina

    de

    la guerra popular prolongada que , a

    fin de cuentas, los

    había

    llevado al poder? En agosto de 1959, en el

    Pleno de Lushan ,

    Mao

    escuchó crílicas

    de parle

    del ministro

    de D e f e n ~

    sa Peng Dehuai (1898-1974), quien en ese

    momento

    aparecía

    como el

    representante del modelo soviético

    en

    el campo militar.

    A

    mediados

    de

    1954,

    cuando

    la

    influencia

    soviética

    en

    China era

    abmmadora, el EPL se transformó

    de

    ejército guerrillero» en

    ejército

    profesionaJ».

    Las

    fuerzas militares chinas adquirieron la conformación,

    y acaso

    lambién la mentalidad, del

    Ejército

    Rojo Soviético. EntTe 1953,

    después que

    regresó de

    dirigir las

    tropas chinas

    en la Guerra de Corea,

    y 1959, Peng

    dirigió

    el EPL. En este lapso la institución adoptó el siste

    ma profesional de grados, efectuó cursos de teoría militar

    moderna,

    restó

    imponancia

    a las

    labores

    políticas e

    intentó

    desvincularse al

    m á x i ~

    mo de la milicia civil. En suma, l EPL se profesionalizó despolitizándo

    se. La destitución de Peng y de sus colaboradores más cercanos y el

    ascenso de Lin Biao l 9 0 7 ~ 1 9 7 1 ) a lajefatura del Ministerio de Defensa

    fue la forma

    de

    resolver

    esta

    contradicción.

    Durame el Gran Salto apareció un nuevo elemento que hizo aún

    más

    compleja la situación: la

    creciente

    disputa

    sino-soviética. Su conte-

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    10/76

      opulistascontra

    f :..pertos

    89

    nido ideológico pasó de secreto a público y se desdobló en tres cuestio-

    nes capitales: 1) Cómo analizar y evaluar la correlación

    de

    flJerzas a

    escala

    mund

    ial, y

    en

    particular, el

    pape

    l

    de

    Estados Unidos. 2)

    El

    méto-

    do

    ,

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    11/76

    90

    De po-Imlislas, tnllndarines y violencias

    miento

    de

    la i masas.

    Ahora

    bajo el mando

    de

    Lin Biao, e l EPL volvió al

    camino de

    Yan an

    aseguró la lotal

    influencia

    del «pe nsamiento Mao

    Zedong»

    en

    el

    partido

    y

    el Ejército.

    EL ESPÍRlTU DE YAN AN

    El

    regreso al espíritu

    de

    Yan an

    fue

    cada día

    más palmario. Los mé

    todos de la

    línea

    de masas» aparecían

    en toda

    su magnificencia crea

    dora en la «B

    rigada

    Dazhai» o

    entre

    los

    trabajadores de

    los

    campos

    petroleros de Daqing, en

    Manchuria. Los

    campesinos de la pobre re

    mota aldea

    de

    Dazhai,

    enclavada

    en

    las

    montaiias

    de

    la

    provincia

    de

    Shanxj, los obreros petroleros

    resultaban ejemplares

    por

    una extraor-

    dinaria combinación de trabajo arduo y

    alta

    producúvidad. En

    ambos

    casos el secreto residía en que estos campesinos obreros ponían la

    ideología antes que los incentivos materiales y

    se

    «apoyaban en sus pro

    pias fuerzas »

    úli

    grngshe llg) así como la República Popular China «se

    apoyaba en sus propias fuerzas» sin depender

    de

    la URSS. Estos

    ca mpe

    sinos

    y

    obreros

    eran

    los

    verdaderos «modelos

    de aprender

    del

    EPL»

    que

    toda la

    nación

    debía segui

    r.

    El Ejército se convirtió en

    la

    principal fuente

    de

    reclutamiento

    de

    jóvenes para el

    PCCH.

    La

    primacía

    de la política y de la ideología so

    bre

    las bases matel;ales

    de

    la sociedad se sintetizaron en viejas consignas

    como

    «Poner

    la

    política al mando», que venía del Gran Salto, y nuevas,

    como «Aprender

    de

    Lei Feng» (1940-1962) ,jove n campesino que , como

    so ldado del

    EPL,

    perdió

    la vida

    tratando

    de recobrar un poste de

    teléfo

    nos que había caído en

    un

    río. El héroe del EPL dejó un diario personal

    henchido

    de fervor

    hacia

    Mao y fue

    convertido

    en el

    prototipo

    de la

    moral del

    nuevo

    hombre

    chino. Con

    esta campaila

    se

    buscaba

    ganar el

    corazón

    de los

    jóvenes,

    tarea asignada ahora al EPL;

    para

    cumplirla,

    lUVO que ampliar el campo de sus actividades y pasar al terreno

    de

    la

    gestión económica

    cultural.

    En el campo de la c

    ultura

    , la ofensiva revolucionaria fue lanzada

    simultáneamente desde el

    partido

    y desde el Ejército. Mao estableció su

    cuartel general en Shanghai y tejió con Yao Wenyuan el ataque a Wu

    Han ( 1909-1995), que dio comienzo real,

    si no formal

    , a la Revolución

    Cultural. J mismo tiempo, promovió a Zhang Chunqiao, el

    jefe

    políti

    co

    de la

    ciudad, y

    a

    Wang

    Hung>.ven , dirigente

    obrero

    en la misma. Estos

    tres dirigentes

    Jiang

    Qing

    (1913-1991) la

    tercera última esposa

    de

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    12/76

    PoJmlistas

    con ,

    ra

    expertos

    9

    Mao, formarían el

    grupo

    que, a la muerte

    de

    Mao, se llamaría

    ,la banda

    de

    los cuatro»

    siken bang).

    Wu

    Han

    illlelectua.1 comunista,

    quien

    en

    ese

    momento

    era

    viceal

    calde de Beijín, había escrito poco después

    de

    la desútución de Peng

    Dehuai a destilllción de Hai RlIi, pieza teatral cuya acción transcurre

    en

    el siglo XVI

    en

    plena dinastía Ming.

    Muchos

    entendieron la

    obra

    como

    una alegoría de la destitución de Peng como una crítica velada a Mao.

    Así planteó Yao el

    debate

    contra Wu

    Han

    en la prensa

    de

    Shanghai

    en

    novi

    embre de

    1965. Planteamiento reactivado unos meses después

    por

    los

    guardias

    rojos,

    con

    el

    patrocinio

    de

    J ian Qing.

    Simultáneamente reaparecieron con fuerza ou-os temas del Gran

    Salto,

    referidos

    ahora

    a las relaciones sino-soviéticas que

    en

    esos meses

    llegaron al puntO más álgido,

    escalando de disputa

    ideológica

    entre

    partidos comunistas a

    un asunto de

    ESlados y

    de

    límites territoriales.

    Eljruschovismo como una peculiar degeneración del marxismo-le

    ninismo se adjudicó a Liu Shaoqi. Liu (1898-1969),

    «e

    lJruschov chino»

    la

    persona número Uno

    con

    autoridad en

    el Partido», fue

    denunciado

    de llevar a

    China

    por e l

    camino

    capitalista» umúpm) y de infundir

    valores individualistas, tecnocrnticos y economicistas.

    Así, dos grandes problemas

    estaban

    detrás

    de

    lo que inicialmente

    parecía

    ser un mero debate académico y una campaña más de recti(ica

    ción

    y

    ed

    ucación socialista. Primero, la línea

    de

    l partido había a

    bi erto

    entre

    rojos y expel·tos un abismo que parecía cada vez más anc ho y

    pro-

    fundo. No sólo diferían

    por

    origen social y

    por

    el tipo de educación

    sino

    por

    slafus

    El

    sislema educativo,

    dirigido

    en

    función

    de

    las

    nece·

    sidades

    de

    la

    induslrialización, se había vuelto más profesiona lista y

    menos polit

    izado. Las universidades rec lutaban

    estudiantes de

    los mejo

    res

    alumnos

    de los mejores colegios

    de secundal;a;

    es decir, de los hijos

    de los funcionarios o aun de

    antiguos

    terratenientes; diplomaban técni

    cos y especialistas, no hombres templados con las masas

    en

    la lucha

    de

    clases.

    Por

    esto,

    en

    el transcurso

    de

    la

    Revolución

    Cu

    ltural las universida

    des

    secundarias

    se cargaron

    de una

    ferocidad hasta entonces descono-

    cida en la lucha simbólica de los valores del rojo y

    experto

    , del elitismo

    yel populismo. En este COnlexto se sitúan los guardias rojos, cuya apari

    ción se registra

    en

    la primavera de 1965 por medio de carteles en gran-

    des caracteres dazibao)

    ,

    en

    la Universidad

    de

    Beijing y

    en

    la

    secunda¡;a

    Quinghua

    también

    de

    la capital.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    13/76

    92

    De

    populislas,

    Iul Idari les

    y vi olencias

    El segundo problema tenía ahora que ver con

    la

    escalada mil

    itar

    no rteamericana

    en

    Vielnam. a alternativa escogida

    por

    Mao

    y

    Lin Biao

    pareció reducirse a preservar la

    teOl ía

    de

    la

    guerra popular

    a escala

    mundial (

    .

    el campo rodea la ciudad como Asia, África y América Latina

    rodean al imperialismo norteamericano ) ya prepararse para ella, pese

    a que en 1964

    China

    había ingresado al club de las potencias nucleares.

    Pero subyacía un asu

    nlo

    qUi7 s más importallle: freme a los Estados

    Unidos en VieUlam ¿qué era el campo socialista? ¿Sería posible part

    ici-

    par

    conjuntamente con

    la URSS

    en

    la

    guerra

    ? ¿O

    China

    debía preparar

    se e n sol itario

    para una

    defensa

    activa

     .

    ?

    Desde ma}'o de J966 hasta la reunión plenaria de l Comité

    Centra

    l

    del PCCH de agosto del

    mismo

    año, la lu

    cha dentro

    de l

    gmpo

    dirigente

    se libró e n torno a estaS dos grandes cuestiones: los va

    lor

    es

    de

    l rojo

    y

    el

    experto y

    qué es el

    campo

    socialista. Los debates

    y

    l

    as

    pugnas giraron no

    sólo

    sobre

    los conten idos explícitos, si no,

    y

    primordialmente sobre los

    méLOdos

    para

    resolver la lucha. El grupo de Liu apareció d istanciado

    del gmpo

    de

    Mao, tanto en el

    fondo

    como

    en

    la forma. Liu pensó que

    bastaba una nueva

    ..

    campaña de rectificación y educación ,

    mient

    ras

    que Mao pensaba

    en

    una revolución popu lar , por fu

    era

    y contra el

    mismo aparato del PCCH que según él. se estaba conservatizando. En

    esta atmósfera debe se,· analizada

    la

    tena pugna entre los nacientes

    guardias rojos y los . equipos de trabajo

    que

    Liu y el Comité Central

    despacharon a

    uni

    ersidades y escuelas.

    EPíLOGO

    En agosto de 1968 cientos de miles de jóvenes yadolescentes fueron

    enviados

    al

    ca

    mpo

    a reeducarse con los campesinos. una \'el q uedó ago

    tada

    la

    fase

    de

    sangrientas

    confrontaciones

    facciosas urbanas

    de

    los guar

    dias rojos.

    en part

    icular

    de

    la facció n más rad ical o

    ..

    facción rebelde

    .

    wofanpm) centrada

    en Sha

    nghai, a las que Mao puso fin en agosto de

    1967 empleando tropas del EPL.

    Las etapas y acontecimientos subsiguientes de

    la

    Revolución Cultu

    ral están más o me nos

    de

    limitados

    y

    se

    puede

    dar cuenta

    de

    ellos. Exp

    li

    carlos es el

    problema El IX

    Congreso

    de

    l PCCH (1-24 de abril de 1969)

    clausuró ofic

    ialmente

    la Revolución Cultural en un ambiente

    de

    unani

    midad. El partido se

    dep

    uró

    ideol

    ógicamente

    yen Un Biao q

    uedó

    ase

    gurada

    la correct., sucesión del presidente Mao.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    14/76

    93

    En suma, como nunca antes en un país social ista, las masas

    fueron

    movilizadas.

    Pero

    es

    probable que

    Mao

    Zedo

    ng

    considere que serán

    necesarias más revoluciones

    cu

    ltu rales

    para cambiar

    la

    mentalidad

    de

    las masas de los intelectuales asegurar el triunfo del camino socia li

    s-

    ta

    . Mao debe saber que la una

    nimid

    ad del PCCH es ritual

    porque

    ha

    vivido lo

    que

    Hegel

    postuló

    en la teoría:

    que

    un

    partido

    comienza a

    existir verdaderamente sólo desde e l día

    en que

    se divide.

    POSDATA

    Treillla aiios

    después

    la

    situaci

    ón

    c

    hin

    a

    parece

    haber dado

    un

    viraje

    de 1

    80

    grados y en IOdo el mundo el papel de Mao Zedong y su

    pensamiento

    se juzgan

    con otros

    criterios. Los estudios posteriores so

    bre la Revolución Cultural demuestran

    que hubo

    mucha más violencia.

    destrucción e impacto social y económico

    de

    lo

    que

    entonces se pensa

    ba. Además, si en

    este

    e nsayo se consideró unitariamenle el período

    1966-1969, hoy en día

    la

    mayoría

    de

    esp

    ec

    ialistas

    acepta que

    el fenóme

    no

    terminó

    tras

    la

    muerte de

    Mao

    en

    1976,

    a

    la

    que

    siguió el derroca

    miento de

    la

    banda de los cuatro,. siren bang) dirigida por Jian Qing.

    Mucho

    antes, en 197 1, se había producido la caída de Lin Biao, el

    íntimo compai'tero

    de

    armas del camarada Mao Zedong , quien reem

    plazó a Liu Shaoqi como presidente del partido y

    en

    1969 fue declarado

    sucesor oficial de Mao,

    quien

    mantuviera

    desde

    lajefatura del Ejército

    Popular de Uberación,

    EPL,

    una intensa

    (ya veces conflictiva) relación

    con

    la

    banda

    e

    los cuatro

     ..

    Segílll la versión oficial, Lin murió

    en

    un

    accidente

    aéreo

    en

    Mongolia cu

    ando

    lrataba

    de huir

    a Moscú

    después

    de

    un fallido

    intento

    de asesinar a Mao.

    Desde 1977 la Revolución Cultu ral ha sido

    condenada

    oficialmente

    y calificada de

    ..

    error de izquierda  . Los bandazos de «izquierda y de-

    recha

    . pueden

    ser

    ilUSlrados en la

    portentosa

    carrera

    de

    Deng Xiao

    ping

    (1904-1997),

    criticado desbancado en la Revolución Cu ltural

    para

    reaparecer

    en 1973, volver a caer y milagrosamente elevarse hasta la

    cima

    en

    1979,

    donde

    pemlaneció

    hasta

    su

    muerte

    .

    Es

    probable que

    C

    hin

    a siga ahora .eI camino capita

    li

    sta y

    de la

    co

    rrupción ideológica .;

    en

    todo caso,

    esta

    aseverac i

    ón

    es la

    Inás

    plausible

    a la luz del pensamiento de Mao Zedong. l mismo tiempo, el nuevo

    mode lo chino ha sido exitoso en

    términos

    de

    mod

    ern ización

    (económ

    i

    ca, demográfica, militar, educativa,

    tecnológiq,); el

    Panido Comunista

    mantiene el control y

    aún

    está latente el tema de una nueva revalori7.a-

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    15/76

    94 e

    poPlllútas, mandarines

    y

    violencilu 

    ción legitimadora del rojo y el

    experto,

    aunque, de producirse, no será

    en los

    términos

    del debate político de los años cincuenta y sesenLa.

    Según

    Mao. el

    buen

    comunista

    debe

    ser simultáneamente

    rojo

    y

    experto.

    En la práctica, sin

    embargo,

    la silUación es más complicada

    que

    una

    simple conjunción copulativa,

    pues

    los valores del rojo y el

    experto no sólo luchan en la

    conciencia

    individual, sino que terminan

    representando intereses

    de

    grupos

    ocupacionales

    que luchan por el

    poder.

    El poder

    internacional también

    ha

    cambiado dramáticamente y en

    esto quizás haya

    que abonar

    a Mao

    un argumento: que

    el

    desenlace

    no

    ocurrió a causa

    de

    la posesión per sey amenaza

    de

    emplear las bombas

    nucleares, sino por un colapso más

    profundo

    (político-miJitar, simbóli

    co, psicológico)

    en

    la URSS cuando prosiguió

    en

    la lógica de una carre

    ra

    armamentista

    que a la

    poslre

    no pudo costear.

    a

    «suavidad,. con la

    que

    China se desliza hacia el capitalismo

    pudo

    racilitarse

    por

    la nacionalización del marxismo, o sea, su aplicación a

    «la

    realidad China,.. De este

    modo,

    para el liderazgo chino fue relativamen

    te sencillo criticar

    primero

    y repudiar

    después

    los

    esquemas

    demasiado

    rígidos del estatismo

    y

    centralismo soviéticos. Elvocablo suavidad va entre

    comillas

    porque

    lo que se sabe del actual desalTollo económico chino

    es que llega para las mayorías trabajadoras con todos los horrores de la

    proletarización que y se

    habían

    conocido ampliamente en la Europa

    del siglo X X y

    primera

    mit. ld

    del siglo xx.

    Como historia

    presente, creo

    que algunas

    constantes

    del ensayo se

    sostienen y

    son de

    actualidad.

    Por

    ejemplo,

    el

    tema

    de

    la

    lucha

    entre

    el

    rojo y el experto que en Colombia y otros países latinoamericanos lla

    maríamos la lucha entre el técnico y el político o entre

    populismo

    eco

    nómico y neoliberalismo.

    Traducida

    como

    pugna por

    el poder entre las

    élites, alcanza a veces una rerocidad inusitada. El desgaste que produce

    parece ser uno

    de los precios

    de

    la

    modernización. a

    desdicha es que

    aun pagando tan alto precio, nuestros países poco

    han

    acortado

    el ca

    mino

    a la

    modernidad.

    Por último, quisiera

    señalar

    que

    considero

    que Marx tuvo razón con

    tra Mao, al menos en un sentido. Los comunistas chinos de la

    genera-

    ción fundadora colocaron

    la

    teoría

    de Marx

    en

    un

    lugar

    inaccesible y,

    con un pragmatismo quizás confuciano, se dedicaron a sinizar, o sea, a

    nacionalizar la tesis de la lucha de clases. Pero del mismo modo que en

    la URSS (en donde el proceso leninista fue más largo yquizás más costo-

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    16/76

      opulistas contra xp rtos

    9

    so en

    todo

    sentido , en

    China

    la base material

    de la

    sociedad, lo

    que

    Marx llamó las fuerzas productivas,

    determinó

    en últimas la dirección

    del cambio, más

    que

    la pureza

    jacobina

    tan

    próxima

    a la esperanza

    y

    tan distante del consenso. Esperanza consenso, elementos necesarios

    en la

    búsqueda de la gran

    transformación

    de la

    sociedad.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    17/76

    NOT S

    l. Hace

    algunos

    meses el

    Comité

    Editorial

    de

    la

    Revista

    rh Estudi05

    SociaÚ 5me

    invitó,

    junto

    a un grupo de colombianos de

    la

    diáspora (que, según entendí, somos los aveci

    nados

    en

    algún

    lugar

    fuera del país), a

    publicar una contribución

    inédita

    en

    Colombia.

    El

    único

    texto con

    esas características y a mi disposición fue escrito hace 30 años

    y

    reflexiona sobre un (ema que hace mucho tiempo no manejo. Aún así, generosamente

    insistieron,

    solicitándome editarlo.

    escribir unas líneas aclaratorias

    y someterlo

    a su con

    sideración. Ante esta respuesta

    no tUlle

    más

    remedio que

    dedicarme a la tarea:

    añadí

    unas cuantas

    líneas

    en

    diversas parles del texto,

    con

    el

    objeto de

    precisar

    un

    contexto o

    subrayar un argumento. Pero,

    en

    esencia

    y

    arquitectura, propongo el texto deju io de

    1970 que puede considerarse

    como un

    ensayo de historia

    p r e ~ e n t e

    2. V e r ~ ; i ó n editada de la ponencia que con el título C o n ~ l r U c c i ó n socialista o res

    tauración burguesa

    en

    la pel llpectiva

    de

    la Revolución

    C u l t u r a l ~

    presenté

    en

    la

    Quinta

    Conrerencia Anual

    del

    sian Studits

    on

    the

    PaCljic

    Coast,

    Oaxtepec,

    México,julio

    de

    1970.

    3.

    El término .burguesía nacional_ está lejos de

    llenar

    los criterios

    « c i c n l í f i c o s ~

    del

    materialismo histórico. Mao lo

    empleó

    desde sus tempranos esc.ritos de la década de

    1920. llí se refiere a la _burguesía media

    . que

    está ubicada entre la ~ g r a n burguesía- y

    la

    .pequeña

    burguesía_o

    A5pil

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    18/76

    CAPÍTULO CINCO

    SABER

    ES

    PODER:

    EL CASO DE LOS ECONOMISTAS COLOMBIANOS

    S BER Y PODER

    El

    econ.omista

    profesional

    aparece

    ante

    la sociedad

    como

    el

    pona-

    dor

    legílimo del conocimiento científico de la Economía. En cuanto

    tal; es el agente a quien se

    reconoce

    solvencia profesional para la elabo-

    ración y desarrollo de las políticas económicas

    que son

    de efecto general.

    Con el dominio

    de un

    saber especializado, los miembros

    de

    la élite

    de

    economistas se vuelven indispensables para los políticos que dirigen el

    Estado, para los

    gmpos

    de poder

    económico

    y en los procesos de for-

    mación

    de

    leyes

    en

    el

    Congreso.

    Eventualmente

    pueden

    ser

    decisivos

    para moldear

    el segmento cartesiano

    de

    la opinión pública

    2

    El economista

    portador de un

    saber legitimado, se transrorma en

    actor público

    cuando

    ingresa l entramado instirucional y político. En este

    momento se vincula el

    saber

    al poder yese vínculo es el objeto principal

    de

    eSle artículo que es un desarrollo de mi

    trabajo

    «Modernidad

    modernizaciones

    y

    ciencias sociales», publicado

    en arábola delliberalis-

    mo (Bogotá, 1999).

    Según clásicas definiciones

    de

    Max

    Weber, el Estado

    modcmo

    trans-

    forma

    las

    políticas en acción

    por

    medio de grupos

    humanos

    calificados y

    organizaciones que

    reúnen

    condiciones de racionalidad, procedimental

    • Esta ponencia fue presentada en

    el

    simposio A RP.xf arch Confeml(f 11

    Ü onomic

    oc·

    lrinrs;,¡ Lalin Amn-ira: IheiT Ewlulion, Transmissíon and POUJer que se realizó en Sl. Antony s

    Col1eg( , Oxrord

    cl28

    y 29 de

    septiembre de

    2000.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    19/76

    1

    De

    PoJlulistas,

    1IlnndarlJU S y uiolen s

    y

    sustantiva, legalidad

    y

    responsabilidad administrativa. En

    este

    proceso

    histó.;co el intelectual deviene

    en

    funcionado

    y

    el pensamiento crítico

    en

    razón burocrática.

    También

    entendemos con

    Weber

    que

    el

    poder

    es

    la

    probabilidad

    de

    imponer la voluntad

    propia en

    toda re l

    ación

    social,

    aun

    contra

    cualquier

    resistencia. En este caso, el

    poder de

    los economistas se

    acumula en

    sucesivas decisiones legales

    y

    administrativas

    de carácter

    obli-

    gatorio. Es decir, estamos ante un saber que se transforma

    en

    decisiones

    estatales sistemáticas: paradjgma moderno simbiosis de saber poder

    radicalmente diferente del paradigma tradicional: el saber es privilegio.

    Acreditado

    por

    estudios

    y

    títulos

    de

    doctorado

    el

    conocimiento

    de

    la

    ciencia económica se transfonl1a

    en

    poder cuando

    sus

    portadores actúan

    como funcionarios de Esmdo toman decisiones centrales de política

    económica que parecen técnicas, es decir, despojadas de responsabilidad

    política. Pero el hecho de elaborarse presentarse

    como

    técnica una de-

    cisión

    no

    inhabilita el

    poder de afectar

    o

    de

    promover

    intereses

    específi-

    cos

    dentro de

    la sociedad; es decir,

    no altera para nada su naturaleza

    eminentemente política. También suele considerarse que este técnico es

    apolítico, suponiéndolo más allá de las pugnas partidistas. En este senti-

    do,

    se dice que

    es neUlro. l problema estaría

    en confundir

    la neutrali-

    dad

    partidaria,

    en

    caso

    de que

    exista, con

    una pretendida

    neutralidad

    ideológica asegurada por «la ciencia objetiva de la economía»

    Por otra parte los distintos sistemas de concesión de becas

    para

    ha-

    cer doctorados

    de

    reclutamiento

    de los doctores para

    ocupar

    posicio-

    nes

    importantes en

    el

    Estado

    colombiano

    no parecen guiarse por

    los

    principios

    ciudadanos

    de

    la

    igualdad

    de

    oportunidades sino

    por

    la lógi-

    ca de

    la

    reproducción del

    capital culrural

    de

    los

    grupos

    sociales domi-

    nantes

    3

    • A

    este

    respecto el artículo sugiere

    que

    el

    modelo de la

    Universidad de los

    Andes resultó

    exitoso,

    dado

    el papel

    central que han

    jugado

    su Facultad

    de

    Economía el

    Centro de

    Estudios para el Desa-

    rrollo

    Económico

    CEDE,

    como

    nodos

    de

    reclutamien

    to de

    los altos

    cuadros económicos estatales del sector privado.

    De

    algún modo

    este

    artículo

    toca aspectos

    como

    la

    formación

    aca-

    démica

    la carrera profesjonal o el eventual sl tus político

    que

    pueda

    alcanzar

    el economista tiene

    implicaciones en campos

    diversos, aun-

    que

    complementarios

    COIllO

    la

    culnlra organización de

    las universida-

    des, la historia

    del

    pensamielHo, la sociología

    de

    los

    inte

    l

    ectuales

    de

    las profesiones, el análisis de las élites de poder» o la historia económi-

    ca yestatal.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    20/76

    Saber es poder: el caso de r s eco1 Omislas corom./)ianos 1 1

    Aunque

    hay al

    gunos estudios

    fragmentarios

    sobre el papel que

    des-

    empeiian

    estos profesionales politizados, no contamos

    con

    monogra-

    flas

    como

    las

    dedicadas

    a Chile, México, Brasil o

    Argentina

    4

    En

    este

    trabajo

    se

    ofrecen consideraciones tentativas,

    que

    , quizás,

    puedan

    serár a

    investigaciones posteriores

    sobre

    el acceso

    de

    los

    economistas

    colombia-

    nos a posiciones

    de poder

    e influencia desde la perspectiva

    de

    la tradición

    pragmáúca que da sentido a los valores e ideales

    de

    las élites colombianas

    desde

    fines del siglo XVIH; el surgim iento y masificación de los estudios

    universitarios de Economía; el despegue de una élile de economistas y

    su

    posible

    explicación

    como fenómeno

    social

    estableciendo un

    co ntrapunto

    muy

    somero de

    dos escuelas

    paradigmáticas de economis-

    tas en la segunda

    mitad

    del siglo xx, los de la Universidad Nacio nal y 1 5

    de la Universidad de los Andes; el entronque de esa élite en las

    cúpu

    las

    técnicas del Estado y su

    integración

    a las élites de poder.

    Hayal menos cuatro

    aspectos

    del

    tema

    que

    , pese a su

    importancia

    no tienen

    desarrollo

    en

    este artículo:

    a)

    a

    descripción y

    anál

    isis

    de

    la situación profesional

    de

    la masa

    de

    economistas.

    b) La validez, orientación y

    contenido

    científico o ideo lógico del

    discurso económico. A este respecto, baste añadir

    que

    los

    jJolicy

    mokers

    gozan

    de

    amplio

    margen

    de acción frente a las demás ramas

    del

    gobier-

    no , al

    Congreso

    a los

    gremios

    empresariales.

    Aunque

    el grado en que

    sus decisiones afectan el compon.amielllo general de la economía es

    limitado, parece ser

    que

    éstas no son neUlras en

    térm

    i

    nos de

    crecimien-

    to

    y

    distribución

    6

    c)

    Desde

    la Constitución de 1991. los

    economistas que ocupan

    altos

    cargos estatales deben librar una lucha

    legitimadora

    cada vez más ardua

    y

    compleja

    con los

    abogados

    que dictan

    sentencias

    en los altos tribuna-

    les de justicia del país

    6

    Así, la Corte

    Constitucional ha

    intervenido con

    sus fallos en

    un ámb

    ito

    qu

    e,

    se suponía era de

    acceso exclusivo

    de

    los

    expertos en Economía verbigracia, las tasas de interés, los salarios de

    los

    empleados

    públicos

    o la inflación. Este conflicto,

    planteado como

    si

    fuer. ideológico y social, podría entenderse

    como

    una lucha entre eco-

    nomistas de un lado , y abogados del otl'O,

    en

    la que ambos reclaman

    legitimidad de jurisdicción profesional sobre el amplio

    campo

    de las

    políticas eco nómicas y sus efectos sociales

    7

    . Lucha interprofesional que

    apenas

    comien

    za y que

    tiene

    por

    base

    una

    tecnificación real

    del Estado

    colombiano.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    21/76

    102

    e populistas, mandarines) viQwnritu

    d) También dejamos de lado

    l

    tema de la centrdlización eSlatal

    de

    las

    decisiones

    de

    política económica, que

    pone en

    ventaja a Bogotá y a

    las

    uni,'ersidadcs bogotanas

    en

    relación con las

    demás

    ciudades importan

    tes. l mismo tiempo, es evidente el peso que

    en

    sus entornos regionales

    tienen universidades públicas

    como

    las de Antioquia, Valle, la Universi

    dad Induslrial

    de

    Santander

    y

    algunas privadas. Desde un plano cultural,

    puede

    proponerse que el ascenso del economista

    de

    élite

    puede

    ser

    una

    manifestación más de la co oniz...ción civilizadora del cflChat O sobre los

    demás gmpos, clases y estereotipos p r O \ ~ n c i a n o s

    de

    los cuales los más

    resistentes siguen

    siendo

    los costeños,

    como

    nos lo

    recuerda

    la lileralUra

    de Carda M¡irquez, proyecto civilizador que definió un estilo de vida y

    una constelación de actitudes envueltas por

    la

    políticas.

    PAPELES YFUENTES DEL DISCURSO ECONÓMICO

    La emisión y recepción del discurso

    económico

    sigue

    en

    Colombia

    la trayenoria históJica de otros países latinoamericanos,

    en

    tanto y en

    cuanto

    que

    asunto público e institucional:

    pdncipió por

    los hacendistas

    de

    la época borbónica (abogados, políticos y

    empresarios

    a los que

    un

    siglo

    después

    se

    sumaron

    ingenieros)

    yen nuestros

    días está a

    cargo de

    funcionalios y exfuncionarios naciOllales e internacionales,

    en

    su mayo

    ría egresados

    de

    universidades norteamericanas con el tírulo

    de

    Ph. D

    en

    Economía. Pero antes del advenimiento de eslOS superexperlos, los

    hacendistas formularon políticas económicas coherentes

    que

    hacían

    referencia a doctrinas tenidas

    por

    universales, lógicas y

    i e n t í f i c a s ~

    No

    sobraría apuntar

    que

    los índices de

    crecimiento

    económico per cápita

    alcanzados

    por

    el país

    entre

    1970-2000, la época dominada

    por

    los eco

    nomistas profesionales, son inferiores a los

    obtenidos durante

    la era

    precientífica de los hacendistas,

    almenas

    durante el

    período

    1945-1970.

    Según Pau\ Streeten, lo que él denomina la comunidad del desarro

    llo está integrada por tres grupos:

    a) La

    comunidad

    académica y de investigación.

    b La comunidad

    de

    funcionarios

    de

    las instituciones multilaterales

    y bilaterales

    que

    se ocupan del desal-rollo y

    e) La más amplia comunidad

    de

    trabajadores

    de

    campo

    en

    progra

    mas

    de

    desarrollo.

    Los funcionarios que toman decisiones

    en

    los países

    en

    desarrollo

    están incorporados

    en

    el grupo b) y los funcionarios nacionales de ran-

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    22/76

    Saber

    es

    poder el caso de los

    economistas

    colombianos 1 3

    go inferior en

    el grupo

    C IO.

    Dos conocidos

    economistas sostienen que

    en

    la

    actual

    Colombia «la evidencia apuma hacia la inexistencia

    de

    una

    comunidad

    académica

    activa y

    consolidada

    [... ]

    J

    no haber una comu-

    nidad académica nacional

    las

    audiencias deseadas parecen

    estar situa-

    das

    en

    el

    exterior ya sea en

    el contexto

    de una comunidad

    vinual en

    formación o

    en

    las instituciones internacionales de tipo

    académico

    -

    nanciero

    o de

    fomento

    al deS

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    23/76

    104

    o pclmlista f mandarines v olnllúu

    Estado y en destacados exponenles de las políticas económicas

    domi-

    nantes. incluidas las inspiradas en

    la ortodoxia

    ncoliberal.

    Esto nos

    recuerda

    que

    las doctrinas e ideas

    no

    cxiSlen

    en

    abstracto.

    Piden un sujeto que las formule como d iscurso y el discurso requiere el

    lenguaje, que es un

    instrumelllo

    tanto de

    control

    CllalllO de comunica-

    ción [ .. ] El lenguaje es ideológico

    en otro

    sentido. más político. de la

    palabra: implica una i s l o ~ i ó n sistemálica

    al

    senicio de los intereses de

    c1ase.

    u

    , la ideología implica una presentación sistemáticamente or

    ganiLada de la realidad .

    El

    lenguaje sistematizado

    de

    los economistas

    se

    dirige a múltiples

    interlocutores sociales e institucionales. ¿En dónde se forma l

    para

    quié

    nes

    y

    desde dónde se emite?

    Los mecan ismos

    pr

    imordiales de fom

    la

    ción del discurso O

    doctrina

    han sido históricamente los grandes proyectos

    gubernamema

    les,

    Ia.

    i

    misiones extranjeras y las universidades, COIllO eremos adelante.

    En

    cuamo

    a los principales cemros de emisión del discurso econó-

    mico baste mencionar por ahora:

    a) El Ministerio de Hacienda,

    MH

    ,

    encargado

    de la

    orientación

    y

    pues{¡j. en práctica de la política macroeconómica, de la fonnulación pre-.

    iupues{¡j.1 y del manejo y

    control

    efectivo de la recaudación de impues

    lOS yde l gasto público central.

    b)EI Departamento Nacio nal de Planeación, DNP, cuyas func i

    ones

    se circunscriben a la

    aprobación de

    los proyeCtos

    de

    inversión pública,

    incluida la financiada con préstamos internacionales,

    aunque

    su papel

    puede

    'ier más significativo

    en

    cuanto

    es el

    coordinador

    técnico

    de

    dos

    IIlslituciones

    gubernamentales

    cla'e en la fm-mulación del

    Presupuesto

    Nacional: el CONPES y l CONFI$.

    e)

    El

    Banco de la República,

    SR.,

    que desde

    1991

    goza de mayor auto

    nomia constitucional

    y

    legal, y sus codirectores puedenjug'dr más fuerte

    que antes frente al MH.

    De

    todas mane ras, el SR muestra mayor estabili

    dad burocrática, de

    la

    cual da

    buena cuenta la

    duración de sus gerentes,

    según se aprecia

    en

    los apéndices I

    y

    2. Además, es

    probab

    le

    que

    las pre-.

    siones

    de la

    clase política sobre el

    MH

    en

    la

    designación

    de

    cargos hagan

    un contrapeso efectivo al dominio de los economistas profesionales, ex

    cepto en las áreas de fonnulación macroeconómica.

    d) También cuenta

    la

    prensa especializada. En efeclo, desde

    la

    cada de 1980 han

    aparecido

    y se han consolidado diversas publicaciones

    periódicas especializadas en

    Economía que.

    según Juan Lui_ i Londoño,

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    24/76

    Saber ( s

    poder: el caso di los economistas colombianos 105

    fOl-man nuevos «centros de poder de opinión económica,, 6_ Aquí ca

    brían dos observaciones: primera, estos nuevos órganos de expresión lo

    son

    de

    diversos

    grupos

    de poder

    y

    consolidados,

    como

    los

    grandes

    con

    glomerados económicos, o el Banco Mundial, y

    no

    tienen divergencias

    fundamentales

    en

    torno al «modelo» económico. Segunda, el discurso

    económico

    que promueven estos órganos de difusión, sea propaganda

    o sea pedagogía política, no se dirige a los ciudadanos

    para

    comunicar

    se, en el sentido de buscar y

    efectuar

    un intercambio de ideas y argu

    mentos

    en la

    urdimbre

    de una sociedad democrática. En Colombia

    aún

    no

    se

    ha

    formado del todo una esfera pública correspondiente a una

    genuina sociedad civil.

    El

    economista habla como maestro o profel< l

    ame audiencias pasivas que le reconocen el atributo de

    ser

    el intérprete

    válido

    de

    la

    ciencia

    económica. Su altf:T ego

    debe

    ser

    otro

    economista,

    ya los intercambios

    que

    establecen enu e sí

    suele

    Ilamárseles debate

    público.

    LA REPÚBLICA PRÁCTICA, MENOS POLÍTICA,

    Ás

    ADMINISTRACiÓN

    El prestigio social de economista

    (una

    de las fuentes de su legitima

    ción)

    echa

    raíces en el

    arquetipo

    de racionalidad atribuida

    al

    hacendis

    ta del

    tardío

    período colonial, cuando las obras públicas y el manejo de

    las finanzas estatales

    fueron

    materia explícita del arte del

    buen

    gobier

    no. Pero la construcción

    de

    este arquetipo terminó

    desbordando

    el cau

    ce burocrático que quisieron imponerle los proyectos borbónicos. En

    esta línea, se

    ha

    descrito

    cómo

    la

    economía

    política estuvo

    en

    la

    médula

    del proyecto intelectual

    y

    político de la élite criolla que

    confonnó

    la

    EX/JediciólI

    Botánica

    del

    Nuevo

    Reino

    de

    ranada (1783-1810),

    punlo

    focal

    de

    la primera

    generación patrio la. Esta

    «comunidad

    de interpretación»,

    según Renán Silva, introdujo

    l

    país «una cultura relativamente homo

    génea. dominada por una visión religiosa del mundo», pero también

    «un

    principio

    de secularizaCión de ciertas esferas de

    la

    vida social, [oo.] y

    el

    intento

    de

    revalorizar

    la

    vida social e individual,

    que

    debería

    ser

    no

    solamente búsqueda de la salvación, sino también búsqueda de la felici

    dad

    tnrena,

    apoyada en la prosperidad material,, ?

    Visión social que se inspiró

    en

    las ideas e ideales de la Ilustración,

    incluidas las divulgaciones de las teorías

    en

    boga de Jean Baptiste Say

    y

    por esta vía, de Adam Smith. Asimiladas por la generación de la Inde

    pendencia, habrían de

    ser

    puestas a tono

    con

    el utilitarismo

    deJeremías

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    25/76

    106 De tJQPulislas

    m nd rines y violenci s

    Bentham.

    Esle

    movimiento de

    nacionalización

    del

    discurso revistió u n

    caráCler más sutil

    y

    eficaz

    de

    lo

    que

    en nuestros

    días

    han querido

    acep.

    tar muchos

    economistas. A este respeclO,

    va

    lga

    recordar

    la

    crítica al

    jui-

    cio según

    el cual Francisco

    de

    Pau

    la Samander

    (1792-1840)

    demostró

    una pobre

    comprensión

    de

    la

    economía

    poslcolonial a la luz

    de

    las doc

    u'inas europeas prevalecientes en la

    época

    's

    ,Juicio que, quizás, se origi

    ne en el afán del economista profesional

    de

    nuesU os días

    de reclamar

    jurisdicción

    de

    su saber

    experto, poniendo

    en su

    debido

    lugar al charla-

    tán.

    Yen

    asuntos

    de

    economía política, subrayemos, Santa

    nder

    no era

    un

    c

    harlatán.

    Desde la

    época

    de la Ilustración

    neogranadina,

    el

    interesado

    en arri

    bar

    y permanecel- en i::J cúspide

    de

    l sistema social y en el

    centro

    del

    sistema pol ítico

    debe

    confi rmar capacidad discursiva p

    ara definir

    de

    fender valores y proyectos, así

    como

    talentO

    para

    crea r

    ag

    itar opinión

    pública.

    Vinudes

    materializadas a

    partir de

    las redes erigidas en el l r ~

    dío período

    colonial alr

    ededo

    r de las tertulias y la

    imprenta; de

    las so

    ciedades

    de debates

    y los

    co

    legios universi[ario

    s

    Politizadas estas

    redes

    a panir

    de

    1810

    (desde

    la insurrección

    de

    los

    Comuneros de

    1781 hay

    barmntos

    de politización), el discurso

    adquirió

    signifi

    cados

    en

    un

    en

    tramado

    táctico y faccioso y su objetivo

    ha

    sido,

    cada

    vez más

    exp

    lícita

    mente,

    alcanzar el

    poder

    del Estado y

    mantener

    legitimidad.

    La empresa de

    acondicionar

    las

    doctrinas económicas

    universa les a

    los e

    ntorn

    os

    colombianos, por

    un lado,

    y por

    el o

    tro

    , la

    tremenda

    u

    l de

    la

    idea de progreso hacen parte de

    un

    complejo proceso cultural

    de

    aprendizaje;

    de un

    .. Iearning by

    doing'

    que

    vino

    aparejado

    con

    aquel

    sueño elitista,

    de

    raíz borbónica, constnlido en

    torno

    a la estabilidad

    política y al

    progreso

    material. En

    cierto sentido,

    se trata

    de contrava

    lo

    res: apoliticidad frente a las pasiones

    de partido}'

    técn i

    ca frente

    a las

    necesidades del desarrollo material,

    que

    Frank Safford

    denomina

    el ideal

    de

    lo práctico, y cuya fuerza inercial podr

    ía

    verse, seg

    ún

    é l en la Univer

    sidad

    de

    los Andes

    '9

    .

    Reconocida la

    durabilidad

    del ideal

    de

    lo práctico, hay

    que

    dar

    cuenta

    de las

    sucesivas fracturas del proyecto l consu-tlir

    un

    Estado nacional yde

    fundar una nación

    civilizada». La fortaleza del idea l

    de

    lo práctico se

    comprueba en que

    ni

    aun

    bajo la hegemonía del liberal i

    smo manches

    teriano

    (c.1840-1880), las éJites

    confiaro

    n

    ciegamente

    e n

    que

    la

    mano

    invisible

    conduciría

    el país al

    prog

    reso.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    26/76

    Saber es poder: ('1 raso

    de

    los ,col/omistas colombi nos 107

    a visión dicOlómica de

    la

    realidad colombiana, según

    la

    cual el mer-

    cado

    funciona

    para

    bien

    aunque

    el país

    viva

    al

    borde

    del desgobierno, se

    nutría

    de las experiencias

    de

    la

    construcción nacional del siglo

    XIX.

    Pues-

    to que los valores aristocráticos Uadicionales habían hecho hiblidación

    en el vivero de las instituciones del liberalismo representativo, y las pasio-

    nes políticas habían anaigado

    profundamente

    en el

    cuerpo

    social de

    la

    República,

    la

    solución

    al

    déficit pelmancnlc de la hacienda pública y del

    «o rden público» (los dos coneclados

    por

    las guerras civiles) pareció ha-

    llarse en el divorcio de «política» y «adminisllación», lo que se fraguó una

    vez

    pasado

    el

    último conflicto ftatricida

    dd

    siglo

    XIX

    y sublevado el depar-

    tamento de Panamá para fonnar república soberana.

    Desde los albores del siglo xx y

    siguiendo

    la máxima

    de

    «menos po-

    lítica y más administración», sectores de

    las

    élites creyeron hallar el ábrete

    sésamo de estabilidad

    y

    desarrollo aislando

    en

    1 posible las institucio-

    nes económicas del ciclo electoral. Confonne a este

    principio

    normati-

    vo

    que

    opone administración y política,

    apareció

    más tarde

    la

    imagen

    que opuso

    técnicos y políticos.

    Según

    eSla visión

    de

    orden, el Estado puede modernizarse

    mediante

    un cuerpo técnico y profesionalizado que administre racionalmente

    y

    con neLLlralidad política. Entonces, el

    deber

    de los políticos que dirigen

    el Estado consiste en domesticar las pasiones y

    decidir

    sobre las opcio-

    nes por ejemplo, de política económica)

    que

    serán ejecutadas por

    un

    personal calificado de administradores neutrales, organizadosjerárqui.

    camenle.

    Sin embargo, la experiencia colombiana del siglo xx parece

    sugerir

    que

    la

    conStante

    expansión

    de

    las burocracias públicas

    no

    propi-

    ció

    la

    aparición de

    un

    cuerpo de funcionarios con etilOs moderno capa:t

    de

    ltansformar

    los

    patrones

    de una cultura política legalista, personalis-

    la, clientelar y de corto plazo. Por ono lado, la expansión de las buro-

    cracias administrativas,

    i n c l u i d ~

    las más tecnificadas, trajo aparejadas

    nuevas formas de

    lucha

    por el poder, de las cuales las de los ¡lotiry 11la ter.s

    del último cuarto del siglo xx serían

    un

    buena muestra.

    a

    pretensión

    de separar

    administración y política resultó fallida.

    Una de

    las causas pudo

    ser la

    concepción

    enraizada

    según

    la

    cual era

    posible modernizal  el país con un cambio mínimo de la estnlctura y

    o¡'ientación de lasjerarquías sociales. Pretensión que, si hemos de creer

    a Frédéric Martinez, se sirvió del mito creado desde fines del siglo XIX

    por la histo¡ iografia bipartidista en

    torno

    al papel del Estado regenera-

    dor 1880-1900) y su símbolo

    de

    autoridad: la Constitución

    de

    1886,

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    27/76

    1 8

    De

    fJofrUlislas m nd rines y violenci s

    que estableció «la

    central

    ización política

    y

    la

    descentra

    lización adminis-

    u aliva». MilO

    funciona

    l a conservadores

    y

    liberales en el siglo xx,

    en

    cuanto

    legitimó sus

    pugnas

    por

    el poder, e

    ncubriendo,

    de

    un

    lado,

    la

    fragilidad real

    de

    l Eslado

    y del otro,

    el

    abismo

    entre

    un impresionante

    y

    abigarrado cuerpo

    de

    leyes

    y

    la

    debi

    lidad

    del impelio

    de

    la

    ley y

    la

    ause ncia

    de

    co nsensos sociales inclusivos. Mito trágico que, acaso, está

    e n la raíz

    de a

    Violencia

    de

    med iados del siglo xx, cuyas

    secue las

    llegan

    a nuestros días

    20

    El

    d iscurso

    económico

    tiene resonanc

    ia

    y pe rtinencia en

    las relacio

    nes

    de

    Co

    lombia con

    el siste

    ma internacional

    y

    en

    las

    luchas internas

    por

    el

    poder y

    la legitimidad. En el p

    lano

    interno,

    es

    importante

    tene

    r

    presente:

    a) La larga d uración

    de

    l ideal

    de

    la modernidad,

    co

    n sus

    va

    lores cen

    trales

    de

    racional idad y cientificidad.

    b) La

    temprana separación en

    el sig

    lo

    xx enu-e las

    instituciones

    que

    formulan políticas económicas ylas instituciones representativas que resultan

    de

    la co

    mpetencia

    elec toral.

    c) Eligido

    sobre

    la

    economía

    cafetera, e l

    mode

    lo liberal (c. 1910-

    1940)

    tend

    ría

    un

    efecto definitorio en

    las relaciones

    de

    l Estado y el sec

    tor

    privado a lo largo del siglo xx: la

    orientación pragmát

    ica a

    ntes

    que

    docu-inaria

    de

    las po líticas económicas.

    d)La debi

    lidad

    de

    la presión

    popu

    lista en los p rocesos de llloderni

    zación

    21

    Desde el

    punto de

    vista

    internacional,

    se aprecia la

    contin uidad de

    un

    modelo

    elitista

    de

    legitimación desde,

    po

    r v

    cont

    ra el

    exterio

    r

    que

    desp

    liegan las éliles e n sus luchas domésticas y

    que

    viene del siglo

    XIX

    H

    .

    Para el caso q ue nos

    oc

    upa, este

    modelo entró

    en acc ión

    durante la

    primera

    misión

    Kemmere r

    en 1923, q

    ue

    rac ionalizó la

    lecnmcación de

    los seg

    mentos eco nómicos de

    l Estado.

    Las misiones extranjeras se acoplaron es tupendamente bien al am

    biellle paternalista

    de

    las élites

    colombianas. Dieron

    nic

    ho

    y

    alas a g ru

    pos

    sin

    responsabili

    dad po

    lítica,

    que

    sustituyero

    n los

    pa

    rtidos

    y el

    Co

    ngreso y que

    desde

    el Estado

    de

    finieron

    nocio

    nes

    de

    «interés

    bli

    co»

    en

    nom

    bre de

    la razón y

    de

    u na racionalidad «

    técnica que

    bien

    p

    ronto

    cobra

    un

    hálito

    mis terioso y sacro.

    Se ape

    la a ellas

    para cen

    trali

    zar

    las decisiones y

    legitimar

    la

    red

    istribución

    de

    l

    poder económico

    y

    social.

    Independientemente de

    su relativo éx ilO

    de

    la resistencia inter

    na que enfrentaron, de

    l

    impacto

    en la

    formación de

    especialistas

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    28/76

    Saber

    es

    poder

    el

    caso

    de

    los economisl s colQmbianos

    109

    colombianos, el técnico extranjero aparecía «más allá de toda sospe

    cha»:

    no prevaricaba con los intereses regionales y

    p o l i t i q u r o s ~

    a

    legitimación técnica del

    exterior

    se

    torna

    más necesaria

    en

    la

    medida en

    que

    aumente la dependencia del crédito internacional. Yse

    sabe que desde 1979 el financiamiento, ha estado s l ~ t o en Colombia,

    como en

    todas partes, a

    las

    ,cláusulas

    de

    condicionalidad» del

    Fondo

    Monetario Internacional, FMI, y del Banco Mundial, BM, con las consi

    g¡.Iientes ' políticas de

    ajuste»2 ¡

    que, dicho sea de paso, contribuyeron a

    ahondar la crisis política en Venezuela en 1989,

    El

    pragmatismo

    de

    las

    políticas económicas, correlato del pragma

    tismo de los intereses, marca

    la

    transacción

    entre

    diferentes doctrinas y

    escuelas

    de pensamiento, confonne

    a la

    cambiante percepción de

    los

    grupos empresariales ligados al café, a la industrialización y al sector

    financiero y

    bancario, principalmente.

    Si en un plano abstracto puede

    sostenerse

    que

    los intereses cafeteros yde los importadores

    son

    interna

    cionalistas y

    que

    los intereses industriales son nacionalistas, entonces el

    suave y más

    bien tardío

    proceso

    de

    stlstirución

    de importaciones

    colom

    biano daría prueba de la

    negociación pragmática

    entre

    todos estos gru

    pOS25, Negoc i

    ación

    facilitada por

    la

    ausencia de una etapa populista en

    el país, con

    la

    consig¡.tiente marginación de sindicatos

    obreros

    y organi

    zaciones populares en

    la

    fom1Ulación aplicación de

    las

    políticas eco

    nómicas, y la

    consiguiente

    debilidad de los intermediarios. esto es, los

    políticos populistas,

    Fracasada

    la empresa

    de aislar un gobierno guiado por la racionali

    dad

    técnica

    de

    las

    redes personalistas y clientelares,

    pudo,

    sin

    embargo,

    instirucionalizarse el

    conjunto de

    relaciones estratégicas elllre el gre

    mio cafetel O y el Estado. De este modo, se desarrolló un conjunto de

    valores derivados de la

    dicotomía

    política-administración, enraizados

    en

    ..

    el ideal de lo práctico». que dan pie a una especie de república

    práctica

    que han

    orientado

    la

    acción

    de

    las élites sociales yeconómi-

    cas aunque no hayan conseguido abarcar

    lodo

    el espectro de las étites

    políticas,

    Enumerémostos: a) Moderación de partido o apoliticidad, ames que

    sectarismo; b pragmatismo

    económico

    y empresarial, antes

    que

    doctrinarismo;

    c) colaboración y consenso, antes que lucha conflicto

    entre

    el sector privado y el sector público; y el) pre lación a

    la

    intervención

    estatal consensuada y limitada, antes que a la competencia abierta entre

    los

    agentes

    económicos

    26

    ,

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    29/76

    110

    e

    populistas ma ndarines

    y

    violelJcias

    Estos valores, que

    han guiado

    las práclicas de FEDECAFÉ en su rela

    ción

    orgánica

    con el Estado,

    trascendieron

    la esfera del café y definie

    ron

    reglas

    dejuego

    en

    un

    entramado

    más

    complejo

    que

    se forma

    en

    la

    il1lersección

    de

    dos ejes: Estado-sector privado

    y

    Estado nacional-siste

     

    ma mundial. intersección que puede verse

    también

    como la escenogra

    fía en la cual actúan las élites políticas y empresariales y con ellas, los

    economistas profesionales.

    SURGIMIENTO y DESARROLLO

    DEL ECONOMISTA PROFESIONAL

    El discurso económico

    elemento apendicular

    del discurso político,

    está presente desde el siglo XVI en los debates clásicos

    sobre régimen

    fiscal;

    protección

    y librecambio;

    financiamiento

    y

    dotación

    de infraes

    tructuras. Pero el

    apéndice

    fue ganando alguna independencia

    y

    perfil

    a la par con el desarrollo económico y social, y a medida que ascendie

    ron y se consolidaron las profesiones

    modernas

    y el país debió

    empezar

    a

    construir

    instituciones complejas.

    El aura de racionalidad y modernidad atribuida al economista tiene

    el

    antecedente

    más

    claro en

    el ingeniero.

    El

    prestigio social del ingenie

    ro

    provino de su asociación con los iconos del

    progreso

    nacional: el

    ferrocarril. las plal1las eléctricas, las carreteras los túneles, los tranvías,

    los acueductos los alcantarillados. l desarrollo inicial de estas infraes

    tructuras estuvieron vinculados los

    egresados

    de la Facultad de Ingenie-

    ría Civil

    de

    la Universidad Nacional

    y de

    la Escuela Nacional

    de

    Minas

    de

    Medellín. Se ha

    formulado

    la tesis

    del

    acüvismo

    de

    esta última

    en la

    formación de un grupo empresarial, en el sector privado y público de

    Antioquia

    y

    del país

    27

    Desde la creación de la Sociedad

    Colombiana

    de Ingenieros (1887)

    fue evidente la

    amalgama

    de prestigio científico y papel público de la

    profesión, inexorablemente coligada a los altos círculos del Estado

    en

    lo

    que

    llegaría a

    ser un

    poderoso Ministerio

    de

    Obras Públicas desde la

    danza

    de

    los millones» (1926-1929).

    El ascenso

    de

    los ingenieros se aceleró en 1931 a raíz del cambio

    estratégico

    de

    la base de los transpones del felTocarril a las carreteras.

    Se habla, incluso,

    de

    «un gobierno

    de

    ingenieros" entre 1946 y 1957,

    pues los tres

    presidentes

    del pedodo Mariano Ospina Pérez, Laureano

    Gómez

    yGustavo Rojas Pinilla tuvieron inicialmente esa formación pro

    fesional: S.

  • 8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)

    30/76

    Sabn es pode .; el caso de

    los

    economistas colombianos 111

    En el camino hacia la profesionalización

    de

    los economistas,

    las

    dos

    misiones Kemmerer 1923

    y

    1931) marcaron

    un

    hito

    29

    .

    Adquirió perti

    nencia

    una oriemación

    más técnica

    en

    la

    presentación

    y

    análisis

    de

    las

    estadísticas económicas en instituciones creadas

    en

    1923, como el BR

    la

    Contraloría General de la República. Los hacendistas que

    fungieron

    de interlocutores

    colombianos

    de misiones extranjeras, como las de

    Kemmerer, la del Banco Mundial 1949-1953) la de Economía y Huma

    nismo 1955)

    las

    dos

    de

    CEPAL 1954

    y

    1958), que estuvieron al

    frente

    de las

    islas más técnicas del Estado, consiguieron raciona

    li

    zar una

    política económica práctica que,

    en

    algunos casos, hubo de

    ser

    teoriza

    da

    ex

    post.

    En la década de