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MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS GONZÁLEZ MARTÍ, VALENCIA

DEL 1 DE ABRIL AL 28 DE JUNIO DE 2015

MANUELA BALLESTER EN EL EXILIO. EL TRAJE POPULAR MEXICANO.

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LA EXPOSICIÓN

El Museo Nacional de Cerámica presenta la exposición “Manuela Ballester en el exilio. El traje popular mexicano” con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo. La muestra presenta un conjunto de 47 pinturas y dibujos de Manuela Ballester pertenecientes a la serie del traje popular mexicano que la ar;sta desa-rrolló en México entre 1945 y 1953, durante su exilio (1939-1959). Junto a las obras de Ballester, se exhiben 48 piezas de indumentaria popular mexicana que la pintora adquirió en mercados del país. Todas las piezas expuestas pertenecen a los fondos del Museo y fueron donadas por Manuela Ballester en 1982. La exposición estará abierta al público del 1 de abril al 28 de junio de 2015.

OBJETIVOS La exposición quiere cumplir con varios obje�vos: 1. Por una parte, se pretende resaltar la figura de la ar�sta Manuela Ballester (Valencia, 1908-Berlín, 1994). Todavía en vida de la ar�sta, la obra de Manuela Ballester fue objeto de una retrospec�va en la galería Es�l de Valencia en 1980. Tras su fallecimiento, se organizó en 1995 una expo-sición homenaje celebrada a inicia�va del Ins�tut Valencià de la Dona y comisariada por Manuel García, con el obje�vo de recuperar y visibilizar el papel desempeñado por mujeres en la historia. En 2008, se le dedicó el documental Manuela Ballester, el llanto airado, con guión y dirección de Giovanna Ribes, a inicia�va de la asociación valenciana DonesenArt y con mo�vo del III Fes�val Octubre Dones, dedicado a Manuela Ballester en el centenario de su nacimiento. Consideramos que tanto la figura de Manuela Ballester como su obra es po-co conocida del gran público y ha sido muy poco difundida. El Museo quiere contribuir así a

difundir la obra de la pintora, centrándose en el periodo del exilio mexicano y la personal mirada a la población mexicana. De la misma manera rinde homenaje a esta ar�sta dando a conocer parte de la donación que generosamente efectuó al museo en 1982. 2. En segundo lugar, las piezas seleccionadas para la exposición permiten dar a conocer la indumen-taria y artesanía tradicionales mexicanas, patrimo-nio de los pueblos indígenas de ese país. Muchos de los trajes tradicionales mexicanos, de raíz prehispánica, se han conservado prác�camente iguales a pesar de la presencia colonial española y la introducción de nuevas ves�mentas, técnicas y materiales.

MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS GONZÁLEZ MARTÍ MANUELA BALLESTER EN EL EXILIO. EL TRAJE POPULAR MEXICANO


Manuela Ballester, De Cuetzalán, Puebla. Aguada sobre pa-pel. México, 1952. Museo Nacional de Cerámica, CE4/04300.

Las piezas expuestas, todas ellas adquiridas por la propia Manuela Ballester a mediados del siglo pasado, ofrecen diversos ejemplos procedentes de pueblos dis�ntos que ates�guan de la riqueza de técnicas, colores y mo�vos decora�vos que caracteriza esta artesanía mexicana. La muestra da pues la oportunidad a los visitantes del museo de conocer y poder apre-ciar estas piezas de indumentaria, fa-miliarizándolos con este par�cular pa-trimonio mexicano.

3. En tercer lugar, el Museo quiere potenciar, poner en valor y difundir sus colecciones en general y, en par�-cular, aquellos fondos que por mo�-vos de espacio no se encuentran ex-puestos de forma permanente, como es el caso de la totalidad de las 95 pie-zas (pinturas e indumentaria), así como de los documentos de archivo que componen la muestra. Se trata además de piezas prác�ca o totalmente desconocidas del gran público y de los in-ves�gadores ya que han sido prestadas en contadas ocasiones. Antes de formar parte de las colecciones del museo, las pinturas de Ballester sobre el traje mexicano se expusieron en dos ocasiones en los años sesenta: en 1963 en el Club de Creadores de Cultura de Berlín, y en 1965 en la exposición México y su mundo celebrada en Berlín y Dresde. La realización de una exposición temporal con piezas procedentes exclusivamente de los fondos del museo conlleva una labor de inves�gación, documentación, catalogación y difu-sión de estas piezas que amplían considerablemente la información disponible sobre las mismas y ayudan a ponerlas en valor.

4. Por úl�mo, y en estrecha relación con los otros tres aspectos, el Museo quiere con esta

exposición cumplir el deseo de Manuela Ballester, expresado en sus cartas a los directores del museo, de exponer sus obras sobre el traje mexicano, como for-ma de difundir y valorizar su obra y de dar a conocer al público visitante este par�cu-lar aspecto, el traje tradicional mexicano.

Enredo (detalle). Nahua, Acatlán, Guerrero, México. Ca. 1942. Algodón, seda. Museo Nacional de Cerámica, CE2/01367.



Manuela Ballester, Visto en los Remedios, México. Óleo sobre papel. México, 1945. Museo Nacional de Cerámica, CE4369.

CONTENIDOS DE LA EXPOSICIÓN

Discurso exposi;vo La indumentaria fue uno de los temas recurrentes en la obra de la pintora, ilustradora y cartelista Ma-nuela Ballester (Valencia, 1908 - Berlín, 1994), as-pecto que la ar�sta desarrolló en sus dos grandes ver�entes: la moda contemporánea y el traje popu-lar. Ballester inició el estudio del traje popular en los años 30 en Valencia, antes de su exilio a México en 1939. Se centró en el traje español para el cual em-pezó a recopilar documentación y realizar bocetos. A pesar del estallido de la Guerra Civil y del exilio a México, Ballester siguió trabajando en este proyecto hasta al menos 1944, año en el que Josep Renau le propuso incluso publicar un libro sobre el traje re-gional español con sus ilustraciones. Pero ante la dificultad de acceder a la información y documentación necesarias, la pintora abandonó el proyecto, a favor del estudio del traje mexicano cu-yas fuentes se encontraban a su alcance. Empezó a trabajar en marzo de 1945, con la idea de acabarlo al año siguiente, mo�vada por la urgencia de un su-puesto retorno a corto plazo a España que jamás se produciría. El proyecto se alargaría al menos hasta 1953. El trabajo de Manuela Ballester se benefició en México de un contexto polí�co, social y cul-tural favorable en relación con las artes populares, las cuales gozaron de un proceso de re-valorización y difusión, en par�cular a raíz de la Revolución de 1910. La celebración de la “Exposición Nacional de Artes Populares”, como parte de los eventos conmemora�vos del

Primer Centenario de Consumación de la Independen-cia en 1921, cons�tuyó un verdadero hito. Supuso el inicio de la protección, estudio y promoción de las ar-tes populares, además de contribuir a transformar el gusto de las élites intelectuales, sociales y polí�cas del país. La exposición tenía también una fuerte dimen-sión ideológica. La Revolución había significado el triunfo de las clases populares y el gobierno en el po-der emanaba de la voluntad popular. A través de esta muestra y de otras inicia�vas de índole cultural, el go-bierno quería contribuir a la formación de una nueva iden�dad mexicana que encontraba sus orígenes en las raíces indígenas.



Huipil. Mixtecos. Santa Cruz Nundaco, Oaxaca, México. Ca. 1947. Algodón, lana, raso. Museo Nacional de Cerámica, CE2/1382.

Manuela Ballester, Muchachas huastecas, San Luis Potosí. Agua-da sobre papel. México, 1945. Museo Nacional de Cerámica, CE4/01454.

La indumentaria tradicional, como parte de las artes populares, se convir�ó en un verdade-ro signo de pertenencia, que las élites sociales y los ar�stas se apropiaron para elevarla a símbolo de una nueva iden�dad nacional en proceso de gestación. Manuela Ballester desarrolló su proyecto en este clima favorable que propició la formación de nue-vas colecciones, públicas y privadas, la creación de mu-seos, la aparición de publicaciones especializadas y la comercialización de las artes populares de México, in-cluso más allá de sus fronteras. El resultado del trabajo de campo llevado a cabo por la ar�sta, de la labor de documentación e inves�gación, de los contactos con especialistas y las visitas a museos y exposiciones, es un conjunto de veinte aguadas que representan sendos trajes procedentes de regiones y grupos indígenas o mes�zos dis�ntos. A este conjunto de obras des�nadas a ser publicadas, se añaden boce-tos del natural, apuntes y dibujos preparatorios, con-servados en varias colecciones. El Museo Nacional de Cerámica conserva 47 pinturas y dibujos pertenecientes a la serie del traje mexicano, así como 48 piezas de indumentaria popular mexicana ad-quiridas por la ar�sta en mercados del país. Esta colec-ción fue depositada en el Museo en 1979 y donada por la ar�sta en 1982. Se exponen por primera vez al público, con el obje�vo fundamental de cumplir el deseo expreso de Manuela Ballester de “exponerlas para que la gente las vea” porque, como ella misma manifestó, “son cosas que hice con amor por México y que doné al museo por amor a Valencia”. Las pinturas, dibujos y piezas de indumentaria se han expuesto siguiendo un criterio geográfico de norte a sur, reuniéndolas por grupos étnicos y/o procedencias.

Piezas expuestas Del total de 95 piezas procedentes de la donación, las 47 obras de Manuela Ballester ex-puestas incluyen un óleo sobre tabla que representa una vista del palacio de Cortés en Cuernavaca (1950), 20 aguadas sobre papel con personajes ves�dos con la indumentaria tradicional de diversos pueblos indígenas del país, 11 bocetos de personajes mexicanos, 3 modelos de diseños de quechquémitl, 8 dibujos de piezas de indumentaria, 1 mapa de los pueblos indígenas, todo ello ejecutado en México y fechado entre 1945 y 1953, y 3 aguadas sobre papel que plasman interpretaciones modernas y personales de la ves�menta tradi-

cional, realizados ya en Berlín en 1968.

Manuela Ballester, Mujer de San Pabli-to, Puebla. México, 1952. Lápices de colores sobre papel. Museo Nacional de Cerámica, CE4/04366.



Faja. Huauchinango, Puebla, México. Mediados del siglo XX. Lana, algodón. Museo Nacional de Cerámi-ca, CE2/01387.

En cuanto al conjunto de 48 piezas de indumentaria, se compone de 14 fajas o ceñidores, 5 huipiles, 2 blusas, 6 quechquémitl, 5 pares de sandalias, 2 rebozos, 2 enredos, una falda, 2 cinturones, 2 bolsas, 2 adornos de falda, un sombre-ro, un sarape, una camisa, una capa y un pantalón. La mayor parte de las piezas no forman parte de nin-gún conjunto completo, pero la colección incluye asimismo un traje femenino procedente de Tehuan-tepec, Oaxaca, y un traje masculino completo de in-dio huichol procedente de Acaponeta, Nayarit. Junto con las obras de Ballester y las piezas de indu-mentaria, se presentan algunos documentos conser-vados en el archivo del museo. Por una parte se muestra una de las cartas de la correspondencia mantenida entre la ar�sta y los directores del museo en aquella época (Felipe Vicente Garín y María Paz Soler) entre 1979 y 1989. Estas cartas hacen referen-cia al depósito y posterior donación de las piezas ex-puestas al museo, así como del proyecto, jamás lle-vado a cabo, de organizar una exposición sobre sus “cosas de México”, como Manuela Ballester las lla-maba. El interés de esta correspondencia reside en el deseo manifiesto de la pintora por exponer sus obras sobre el traje mexicano al público, para darlas a conocer y dar a conocer ese aspecto de la cultura mexicana. Por otra parte, queda igualmente patente el interés de Ballester por el tema del traje en general y del valenciano y mexicano en par�cular, por la etnograHa y la expresión de la cultura de un pueblo a través de su indumentaria tradicional. Se exhiben igualmente los apuntes de Manuela Ballester sobre el traje y los pueblos de Mé-

xico y un mapa de América Central de 1961, am-bos documentos donados por la ar�sta al museo junto con las obras.

Quechquémitl. Nahua. Acaxochitlán, Hidalgo, México. Ca. 1945. Lana. Museo Nacional de Cerámica, CE2/01362.

Manuela Ballester, Visión moderna del traje mexicano. Aguada sobre papel. Ber-lín, 1968. Museo Nacional de Cerámica, CE4/00485.



MANUELA BALLESTER: BREVE BIOGRAFÍA Manuela Ballester Vilaseca nace en Valen-cia el 17 de noviembre de 1908. Es la se-gunda hija del escultor Antonio Ballester Aparicio y de la modista Rosa Vilaseca Oli-ver, y hermana del escultor y dibujante An-tonio (1910) y las pintoras y grabadoras Rosa (1919) y Josefina (1925). Entre 1922 y 1928, cursa sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, don-de conoce a Josep Renau con quien iniciará su noviazgo en 1931. En 1929, realiza sus primeros figurines de moda colaborando con revistas como Cró-

nica o El hogar y la moda. A par�r de 1930, colabora como ilustradora con las editoria-les Zeus y Cénit, que le otorga el primer premio en el concurso de portadas por la novela BabiJ, de Sinclair Lewis. En 1931 se afilia al Par�do Comunista y par�cipa en la exposición “Pintura, Escultu-ra, Dibuix” en la Sala Blava, organizada por la Agrupación Valencianista Republicana. El 29 de sep�embre de 1932, se casa con Josep Renau. Ese mismo año empieza su colaboración con las revistas Estudio y Orto, publicando fotomontajes y arLculos, así como con Nueva Cultura, órgano de expresión de la Unión de Escritores y Ar�stas Proletarios, fundada y dirigida por Josep Renau en 1935. También ese año gana el segundo premio en el concurso de carteles para el Patronato Nacional de Turismo. Ante las elecciones de 1936, realiza un cartel polí�co dirigido a las mujeres para promover el voto al Frente Popular. El comienzo de la Guerra Civil implica en la ar�sta la asunción de un claro compromiso polí�co con la causa republicana, par�cipando en todo �po de ac�vi-dades intelectuales y arLs�cas en su defensa. Como integrante de la Alianza de Intelectua-les para la Defensa de la Cultura, dirige en 1937 el periódico Pasionaria, órgano del Comité de Mujeres An�fascistas. En sep�embre de ese año, colabora con Renau, nombrado Direc-tor General de Bellas Artes, en la organización del Pabellón Español de la Exposición Inter-nacional de París. En Valencia, par�cipa en la organización del II Congreso de Escritores pa-ra la Defensa de la Cultura. En 1938 se traslada junto a su familia a Barcelona, donde se había instalado el Gobierno de la República. Trabaja hasta 1939 en la sección de Prensa y Propaganda del Comisariado Ge-neral del Ejército de Tierra, del que Josep Renau había sido nombrado director de Propa-ganda Gráfica el año anterior. Recibe el primer premio por su Medalla del Valor en el con-curso organizado por el Ministerio de Defensa Nacional. En febrero de 1939, junto con su madre, sus hermanas y sus dos hijos Ruy (1934) y Julieta (1936), Manuela Ballester cruza la frontera y entra en Francia. Después de una breve estan-cia en París, se embarcan a finales de abril en el Vendamm, de Saint-Nazaire hasta Nueva York, desde donde llegan a México.

Autor desconocido, Manuela Ballester en su estudio en México, realizando la obra De Papantla, Veracruz, hoy conservada en el Museo. Fotografía, 1950. Co-lección Teresa Renau, Berlín.



Recién llegada, trabaja en la ilustración de calendarios para la imprenta Galas de México, y colabora con Josep Renau en el mural Retrato de la burguesía en la sede del Sindicato Me-xicano de Electricistas. En 1940, par�cipa en la exposición “Pintura en el des�erro” organizada por la Casa de la Cultura Española y expone su obra en el Museo Nacional de Bellas Artes (1942) y en el Sa-lón de México (1943). Nacen sus hijos Álvaro Totli (1942) y Teresa (1943). En 1946, colabora, junto a Josep Renau, en el mural España hacia América para el Casino de la Selva de Cuernavaca, ciudad donde residirá la familia de 1948 a 1950. En diciembre de ese año nace su úl�mo hijo, Pablo. Colabora con varias revistas publicadas en México como Las Españas: revista literaria, Espa-

ña popular y Mujeres Españolas. A par�r de 1950, par�cipa ac�vamente en el Estudio Imagen-Publicidad Plás�ca, creado por Renau y ac�vo hasta 1958. En 1952, par�cipa en la “I Exposición Conjunta de Ar�stas Plás�-cos Mexicanos y Españoles Residentes en México” celebrada en el Pabellón de La Flor del Bosque de Chapultepec, en la Primera Exposición Conjunta de Ar�stas Españoles en 1956, y en la muestra “Ar�stas valencianos” celebrada en la Casa Regional Valenciana de México en 1959. Gana en 1954 el Segundo premio en el concurso de carteles del Club Rotario de México pa-ra la campaña de fomento del desayuno escolar, y en 1956, el Primer premio por el cartel para el Centenario de la primera estampilla mexicana. En agosto de 1959, con sus hijos Teresa y Pablo, se reúne con Josep Renau que se había trasladado a Berlín el año anterior. Trabaja para la ADN (Allgemeine Deutsche Nachrichten-dienst), la agencia de no�cias de la RDA, realizando fotomontajes y dibujos. Desde Berlín colabora con la revista Mujeres del Mundo Entero, y, a par�r de 1967, con España Republi-

cana, editada en Cuba por el círculo Julián Grimau. Sigue colaborando con la Casa Regional Valenciana de México y en 1962 gana el Primer pre-mio en el concurso de carteles de la segunda Gran Falla. Expone sus trabajos sobre el traje mexicano en el Club de Creadores de Cultura de Berlín en 1963, exposición organizada por la Unión de Mujeres Democrá�cas de Alemania (Demokra�scher Frauenbund Deutschlands), y en 1965 en la exposición “México-el hombre y su mundo” organizada por la Sociedad Germano-La�noamericana de la RDA en Berlín y Dresde. En 1966, se separa de Josep Renau. En 1972, expone en la Mostra d’Arte Contemporanea de Milán en solidaridad con España. En 1975, par�cipa en las exposiciones “Mujeres en la plás�ca” en el Palacio de Bellas Artes de México y “Pintores y escultores republicanos españoles” en la galería Mercedes y Jordi Gironella de México. Realiza ese año su primer viaje a Valencia desde que se exiliara en 1939. La galería Es�l de Valencia organiza en 1981 una exposición retrospec�va de Manuela Ballester que permite conocer su obra por primera. Par�cipa en las exposiciones “El exilio español en México” organizada en 1983 en el Palacio de Velázquez de Madrid, y “Homenatge a les víc�mes del franquisme i als lluitadors per la llibertat”, en la Lonja de Va-lencia en 1988. Manuela Ballester fallece el 17 de noviembre de 1994 en Berlín. Es enterrada en el Frie-drichsfelde, cementerio donde también descansan los restos de Josep Renau, fallecido en 1982, y de los comba�entes an�fascistas.



CRÉDITOS Organización Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González MarL Comisariado Liliane Cuesta Davignon Inves;gación y documentación Liliane Cuesta Davignon Luis Pérez Armiño Restauración Inma Félez Bernad Traducciones María José Badenas Población Diseño Quinto A Estudio Gráfico Montaje Juan González Juanjo Doménech Presentación a los medios Martes 31 de marzo a las 13:00 horas. Inauguración Martes 31 de marzo a las 19:00 horas. Fechas de la exposición Del 1 de abril al 28 de junio de 2015 Lugar Salas de Exposiciones temporales I, planta baja

AGRADECIMIENTOS Queremos expresar nuestra gra�tud a todo el equipo del Museo Nacional de Cerámica y a la Asocia-ción de Amigos del Museo. Agradecemos la ines�mable ayuda de Rosana Renau Aymamí en la localización de referencias al proyecto de estudio del traje mexicano en los diarios y cuadernos de Manuela Ballester, así como a Teresa Renau el habernos proporcionado fotograHas e información acerca de Manuela Ballester y su obra. Expresamos igualmente nuestro agradecimiento a las siguientes personas por su valiosa ayuda en la localización de la procedencia geográfica y de la pertenencia a los grupos indígenas mexicanos de algunas de las piezas incluidas en la exposición: Marco Antonio Aguilera; Magdalena Cárdenas; Servando Rodolfo Carrillo Gu�érrez; Claudia Dávila; Diane DiJemore; Jacques Galinier; Arturo Gómez; Irma Méndez; Octavio Murillo Álvarez de la Cade-na; Eva Romero y Patricia Terán. Finalmente, damos las gracias a todas las personas que han colaborado y prestado su ayuda en la realización de la exposición.



INFORMACIÓN PRÁCTICA

MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS “GONZÁLEZ MARTÍ” DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN

C/ Poeta Querol, 2 46002 VALENCIA ℡ 96 351 63 92 � 96 351 35 12

e-mail: [email protected] página web: hJp://mnceramica.mcu.es/

Cómo llegar: Autobús: Líneas 4, 6, 8, 9, 11, 16. 26, 27, 31, 36, 70 y 71

Metro: Líneas 3 y 5, Estación de Colón Aparcamiento público: Plaza de la Reina; Plaza Puerta del Mar; Centro Comercial C/ Pintor Sorolla y

C/ Colón Horario:

De martes a sábados: 10h a 14h y 16h a 20h. Domingos y fes�vos: 10h a 14h.

Cerrado: todos los lunes del año, 1 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y días fes�vos locales.

Precio de entrada: 3 € Entrada gratuita los sábados de 16h a 20h, y domingos y los días 18 de mayo (Día Internacional del

Patrimonio Museos), 12 de octubre (Fiesta Nacional de España) y 6 de diciembre (Día de la Cons�tu-ción Española)

Entrada gratuita a las exposiciones temporales



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