manuel larralde bustillo - rodolfo vera c · 2020. 6. 18. · larralde bustillo (31) –hijo de...

4
MANUEL LARRALDE BUSTILLO “MI BISABUELO ES SIEMPRE UNA GRAN INSPIRACION” Descendiente del arquitecto más importante de Argentina en el siglo XX, es una promesa del arte nacional. A punto de mudarse a Londres, muestra “La Estancia”, el campo que Alejandro Bustillo y Blanca Ayerza construyeron en 1931 La entrada a la propiedad, que en 1950 fue cedida a la congregación de religiosas húngaras María Ward, sigue preservada tal y como la diseñó Bustillo en 1931. Su tono colorado, tomado de las construcciones pompeyanas, le aporta un aire italiano único y original. “Este campo es una gran síntesis de la obra de mi bisabuelo, ya que es una construcción sencilla pero refinada. En cada uno de sus detalles podemos ver la influencia de su amor por lo criollo, por lo autóctono”, confiesa Manuel. Derecha, arriba: Manuel posa en uno de los patios de la propiedad con el último autorretrato que pintó su bisabuelo en 1961, a sus 72 años.

Upload: others

Post on 10-Mar-2021

6 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: MANUEL LARRALDE BUSTILLO - Rodolfo Vera C · 2020. 6. 18. · Larralde Bustillo (31) –hijo de Ig-nacio Larralde Gowland e Isabel Bustillo Lynch– habla con ¡Hola! Argentina sobre

84 85

MANUEL LARRALDE BUSTILLO “MI BISABUELO ES

SIEMPRE UNA GRAN INSPIRACION”

Descendiente del arquitecto más importante de Argentina en el siglo XX,

es una promesa del arte nacional. A punto de mudarse a Londres,

muestra “La Estancia”, el campo que Alejandro Bustillo y Blanca Ayerza

construyeron en 1931

La entrada a la propiedad, que en 1950 fue cedida a la congregación de religiosas húngaras María Ward, sigue preservada tal y como la

diseñó Bustillo en 1931. Su tono colorado, tomado de las construcciones pompeyanas, le aporta un aire italiano único y original. “Este campo es una gran síntesis de la obra de mi bisabuelo, ya que es una construcción

sencilla pero refinada. En cada uno de sus detalles podemos ver la influencia de su amor por lo criollo, por lo autóctono”, confiesa Manuel. Derecha, arriba: Manuel posa en uno de los patios de la propiedad con

el último autorretrato que pintó su bisabuelo en 1961, a sus 72 años.

Page 2: MANUEL LARRALDE BUSTILLO - Rodolfo Vera C · 2020. 6. 18. · Larralde Bustillo (31) –hijo de Ig-nacio Larralde Gowland e Isabel Bustillo Lynch– habla con ¡Hola! Argentina sobre

86 87

L os Bustillo son una familia prolífica. El apellido está vin-culado a la historia del arte

argentino del siglo XX y es un referente único de la arquitectu-ra nacional. Entre sus integrantes hay pintores, escultores, arquitec-tos, escritores y hasta bailarinas. Cuando Alejandro Bustillo y Blan-ca Ayerza se casaron en 1916, ja-más imaginaron que su amor por la estética trascendería de una forma tan intensa. Pero esas lar-gas temporadas en su estancia de Plátanos –la pequeña localidad en el partido de Berazategui fundada en 1874 por Laureano Godoy– de-jaron sus frutos. Allí, en el campo de ciento cincuenta hectáreas que

Godoy vendió a Alfonso Ayerza para criar caballos árabes, la fami-lia entera se nutrió del exquisito gusto del patriarca, que instaló ahí mismo uno de sus estudios.

Cuando Bustillo se casó con Ayerza, en 1916, el padre de la no-via les regaló una porción de sus tierras con una casa llamada “Cla-veles”. Allí vivieron hasta 1931, cuando decidieron mudarse a la ciudad. Pero no abandonaron ni vendieron la propiedad, sino que decidieron fundar “La Estancia”, un campo de 120 hectáreas que el afamado arquitecto subdividió en dos secciones. Una de ellas, de aproximadamente treinta hectá-reas, fue destinada a actividades

agropecuarias. En la otra, Bustillo profundizó los lineamientos arqui-tectónicos de la casa original, “Quin-ta Grande”, con una torre y amplias galerías de inspiración colonial ita-liana, y construyó alrededor un con-junto de casas para que cada uno de sus hijos veraneara con sus respecti-vas familias.

En esa misma propiedad, la más querida por el arquitecto, Manuel Larralde Bustillo (31) –hijo de Ig-nacio Larralde Gowland e Isabel Bustillo Lynch– habla con ¡Hola! Argentina sobre la influencia de su bisabuelo en su ascendente carrera en el mundo del arte y cuenta cómo fue crecer en una familia para la que la estética y la belleza fue siempre

“Alejandro era un ciudadano del mundo que siempre contaba anécdotas interesantísimas.

Fue un hombre que tuvo una gran influencia en el arte y siempre estaba rodeado

de figuras únicas”

Retrato de Alejandro Bustillo y Blanca Ayerza a los pocos meses de su

matrimonio. Abajo: además de servir de mirador, la torre de

“La Estancia” era el lugar en el que las cuatro hijas del arquitecto

–Marta, Blanca, Elena e Inés– reforzaban los estudios durantes

las vacaciones de verano. En la otra página: la casa principal

fue la primera construcción que edificaron cuando Alfonso Ayerza

les regaló una porción de sus tierras el día que se casaron, en 1916. En la otra página,

abajo: riguroso con los horarios, Alejandro colocó una campana

para anunciar que la comida estaba servida.

Page 3: MANUEL LARRALDE BUSTILLO - Rodolfo Vera C · 2020. 6. 18. · Larralde Bustillo (31) –hijo de Ig-nacio Larralde Gowland e Isabel Bustillo Lynch– habla con ¡Hola! Argentina sobre

88 89

una constante. “Nacer en una familia como la mía es realmente un privilegio. Mi bisabuelo fue una gran figura para todos y sigue muy presente en nuestras vidas. Su obra es el mejor legado que tenemos”, confiesa mientras termina de pintar un cuadro en el jardín rodeado de estatuas griegas que Alejandro dise-ñó en la década del 30.

–¿Qué recuerdos tenés de este campo?–Fue un lugar muy querido por toda

la familia y es un reflejo del gran amor que mi bisabuelo tenía por la arquitec-tura clásica. Según me contó mamá, era un tipo muy metódico, pero también muy alegre y al que le encantaba cantar y tocar la guitarra. De hecho, su casa siem-

pre estaba llena de gente muy interesan-te, como Leopoldo Marechal y Victoria Ocampo, a quien le construyó su casa de Palermo Chico en 1928. Tanto su estu-dio como sus casas eran lugares en los que siempre se congregaban los mejores artistas de la época. Es decir, en este cam-po se mezclaba la naturaleza con el arte, algo que es muy propio de los Bustillo.

–¿Cómo es ser artista llevando un ape-llido como el tuyo?

–Mi tío César, que hizo una gran ca-rrera como pintor, fue el primero en seguir sus pasos, por lo que no me sor-prende que yo haya elegido este camino también. A mí me enorgullece llamarme Bustillo y cada vez que veo una obra de

Alejandro me doy cuenta de que era un hombre muy refinado al que le gustaban las cosas simples de la vida. Fue un hombre cuya mayor virtud fue la sencillez.

–¿Cuándo te diste cuenta de que querías seguir el camino del arte?

–Siempre dibujé, desde muy chico, y ya adolescente comencé a tomar mis primeras clases de pin-tura en el taller de Jorge Demir-jian. Al igual que mi bisabuelo, empecé a estudiar Arquitectura y abandoné para dedicarme al arte. A diferencia de Alejandro, quien también se volcó a la pintura des-pués de abandonar la carrera de

Arquitectura, yo decidí que el arte sería mi vida y volqué todas mis energías en eso. Tuve la suerte de poder comenzar a vivir de mis obras. De hecho, siempre pienso lo difícil que habrá sido para él haber abandonado el arte plástico después de que en 1912 ganara con un autorretrato el primer pre-mio del Salón Nacional del Pintu-ra del Museo de Bellas Artes.

–¿Hay una influencia de las obras de Bustillo en el estilo de tus cuadros?

–No sabría definir mi estilo, pero sí estoy consciente de que, al igual que su obra pictórica, la mía

“Al igual que mi bisabuelo, dejé Arquitectura para dedicarme a la pintura. Pero él tuvo que

retomar su carrera para poder vivir”

Uno de los edificios más representativos de es la construcción con grandes ventanales y balaustrada que el reconocido

arquitecto levantó en medio del parque. Izquierda: la capilla, cuyo estilo Bustillo tomó de la arquitectura italiana, era donde

se celebraban muchas de las ceremonias religiosas de la familia. La columnas corintias que sostienen el balcón son un ejemplo de la influencia neoclásica. Izquierda, abajo: detalle de la puerta tallada de madera, cuyo diseño se inspiró en las

puertas de las iglesias del Renacimiento. Derecha, abajo: Manuel, que posa en una de las fuentes de la propiedad,

confiesa: “Bustillo fue multifacético, con una gran habilidad para construir lo que se proponía”.

Page 4: MANUEL LARRALDE BUSTILLO - Rodolfo Vera C · 2020. 6. 18. · Larralde Bustillo (31) –hijo de Ig-nacio Larralde Gowland e Isabel Bustillo Lynch– habla con ¡Hola! Argentina sobre

90 91

“Mi familia está feliz de que sea artista y me apoyó siempre. Entre mis hermanos hay un músico y una bailarina, por lo que la sangre Bustillo sigue latente”

Arriba: amante de los paisajes, Manuel termina de pintar uno de sus cuadros en el parque de “La Estancia”. “En este campo se mezclaba la naturaleza con el arte, algo que es muy propio de nuestra familia”, cuenta. Abajo: Alejandro Bustillo fue un gran coleccionista de estatuas griegas y

muchas de ellas las ubicó en la casa donde reunía a toda su familia los veranos y los fines de semana.

está marcada por el manejo del color y la fuerza del trazo. Creo que mis cuadros son un reflejo de mis recuerdos y de mis vivencias. Sin embargo, algunas veces tengo la sensación de que la tendencia en el mundo del arte está yendo hacia otro lado, pero recuerdo a Alejandro y sigo mi sensibilidad artística. Pienso que cuando Le Corbusier diseñaba obras lineales y minimalistas, él seguía idean-do construcciones neoclásicas y afrancesadas. En eso puedo decir que soy un Bustillo.

–Hablemos de tu mudanza a Londres…

–Decidí irme a vivir a Londres porque creo que es una de las capitales del arte más importan-tes del mundo. Además, me di cuenta de que como artista debo experimentar nuevas cosas y se-guir aprendiendo. Mi decisión

también estuvo influenciada por los consejos que el afamado ga-lerista Thomas Gibson, que es un gran amigo de mi padre, me dio cuando lo visité en su galería de Bruton Street. Recuerdo que fui a visitarlo para mostrarle mi trabajo, le gustó muchísimo y me aconsejó que siguiera estudiando y perfec-cionando mi técnica. Así es que en septiembre iniciaré un Master in Arts en la City and Guilds of Lon-don Art School. Sé que es una deci-sión de la que mi bisabuelo estaría muy contento, ya que nada le daba más gusto que cualquier Bustillo se interesara por el arte.•

Texto: Rodolfo Vera CalderónFotos: Tadeo Jones y Archivo de Blanca Bustillo de Balcarce Producción: Victoria Miranda

Agradecimientos: Giesso, Etiqueta Negra y Penguin