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MANUAL DE DOCTRINAS BÁSICAS Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello… 1 Timoteo 4:16.

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MANUAL DE

DOCTRINAS BÁSICAS

Ten cuidado de ti mismo y de la doctr ina; per siste en ello…

1 Timoteo 4:16.

Capitulo I DIOS

1. SU ESPIRITUALIDAD

1. Dios es Espíritu. J uan 4: 24.

2. ¿Que significa " espír itu" ? "Espíritu" significa una realidad incorpórea (que no tiene cuerpo) e invisible (que no se puede ver). Lucas 24: 39. Dios es Espíritu: una realidad incorpórea e invisible. I Tim. 1: 17, Col 1: 15, 1 Tim. 6: 16: I Juan 4: 12.

3. ¿Se puedemanifestar " espír itu" en forma visible? El espíritu Santo en forma de paloma. Juan 1:32. Los ministros como llama de fuego. He 1:7.

4. ¿Se ha manifestado Dios en forma visib le? Moisés, los sacerdotes, y los ancianos, "vieron .al Dios de Israel” Éxodo 24:9­10 El unigénito Hijo de Dios declaro al padre. Juan 1:18

5. ¿Que Se veía en estas manifestaciones? Lo que se veía no fue Dios en su esencia invisible, sino una manifestación de Dios. Éxodo 33:18­23. A los antiguos Dios se manifestaba en cierta “forma” y en el N. T. en “Forma” de hombre. “El Verbo fue echo carne” Juan 1:14.

6. ¿Como se r econcilian Ex. 24:9­10 (" Vier on al Dios de Isr ael”). Con J uan 1: 18 (" A Dios nadie le vio J amás" )? No hay contradicción alguna. Nadie ha visto a Dios en su esencia invisible, pero si han visto una manifestación de Dios.

7. " El Ángel de J ehová fue una manifestación de Dios" . Gen. 16: 7.10, 13; 18: 1, 2, 9, 10, 13, 14, 16; 21: 17­18; 22: 11­12. En el A. T. Dios se manifestaba en forma visible como el Ángel de Jehová, quien era el mismo Hijo de Dios antes de su encarnación. En su encarnación el hijo de Dios tomo forma de siervo. Fil. 2: 6­7.

8. ¿Como se exp lican los pasajes que r ep r esentan a Dios como si tuvier a miembros y pasiones corpór eas? Dios, siendo Espíritu, no tiene miembros o pasiones corpóreas. Num. 23: 19; Deut. 4: 15.16; Juan 4: 24. Lucas 24: 39. Dios tiene que ser representado a nosotros en lenguaje comprensible a nuestra inteligencia. Así se habla de El como si tuviera ojos, brazos, manos, pies, rostro, oído, boca, etc., para representar sus acciones, actitudes y relaciones con el hombre. Gen. 5: 24; Is. 6: 1; 2 Crón.

16: 9; 2 Sam. 22: 9, 16; Is. 52: 10; Deut. 29: 20; Is. 59: 1. Tales expresiones se usan tan solo para traer lo infinito dentro de la comprensión de nuestras mentes finitas.

9. ¿Existe Dios por Si mismo, apar te del Univer so? Si. Gen. 1: 1; Rom. 11: 36; Sal. 90: 2; 102: 12, 27; Juan 5: 26; I Hech. 17: 24­25. Estos pasajes combaten al Panteísmo que dice que "Dios es todo y todo es Dios", y que Dios no existe como una Personalidad aparte del Universo.

II . SU UNIDAD

1. Dios es Uno. El Señor nuestro Dios, el Señor uno es, y fuera de El no hay Dios, Deut. 4: 35; Is. 45: 22; 44: 6; 45: 5. 1 Tim. 2: 5; Marcos 10: 18; 12: 29, estos pasajes comba­ ten al Politeísmo que dice que hay muchos Dioses.

2. ¿Como se exp lica la Unidad Divina? El nombre usado para Dios en el A. T. se usa con mucha frecuencia en forma plu r a l. Dios también emplea pronombres plurales al hablar de si mismo. Gen. 1: 26 ("Hagamos... a nuestra imagen"); 11: 7 ("Descendamos"); 3: 22 ("Uno de Nos"); Is. 6: 8 (" quién nos irá.") La palabra "uno" denota una unidad compuesta, varias cosas o personas unidas en una, como se ve en los siguientes pasajes: Gen. 2: 24; 11: 6; 1 Cor. 3: 6­8; 12: 13; Juan 17: 22­23; Ga. 3: 28.

3. ¿Que significa la expr esión " El Tr ino Dios" ? Que en la Unidad de la Trinidad hay tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Tres personas pero un solo Dios. llust r aci6n. No es posible ilustrar perfectamente el misterio de la Trinidad, pero lo siguiente nos ayuda a comprenderlo. En el sol hay diferentes rayos que dan luz, calor y color, pero hay un solo sol. El hombre consiste de cuerpo, alma y espíritu, pero es un solo hombre. En el Tabernáculo había tres partes distintas, pero un solo Tabernáculo. Dios es Uno, pero se hace conocer al hombre en tres personas distintas, como Padre, Hijo y Espíritu. Juan 14: 16. "Yo". "El Padre". "El Consolador". Mat. 3: 16.17; 28: 19; 2 Cor. 13: 14; 1 Juan 5: 7. La Biblia decla r a: Un Padre que es Dios. Rom. 1: 7. Un Hijo que es Dios. Heb. 1: 8; Rom. 9: 5. Un Espíritu Santo que es Dios, Hech. 5: 3­4. El Padre es toda la plenitud de la Deidad invisible. Juan 1: 18. El Hijo es toda la plenitud de la Deidad manifestada. Juan 1: 14­18. El Espíritu es toda la plenitud de la Deidad obrando en el corazón humano, 1 Cor. 2: 9.10.

II I . SU ETERNIDAD E INMUTABILIDAD

1. Dios es eterno. Su existencia no tuvo principio y no tendrá fin, Siempre ha existido, siempre existe y siem­

pre existirá. Gen. 21: 33; Is, 40: 28; Hab. 1: 12; Sal. 90: 2, 4: 102: 22.27; Ex. 3: 14; Apoc. 1: 8.

2. Dios es inmutable. Siempre es el mismo. Su naturaleza, su carácter y sus propósitos no cambian. Mal. 3: 6; Sant. 1: 17; 1 Sam. 15: 29.

¿Como se puede r econcilia r la inmutabilidad de Dios con los pasajes que afirman que Dios " se a r r epiente" ? Jonás 3: 10; Gen. 6: 6. J onás 3: 10. Dios no cambia en su carácter y en su actitud para con el pecado, pero como los de Ninive cambiaron en su actitud para con el pecado y se arrepintieron, Dios cambio en su act itud par a con ellos. Gen. 6: 6. Esto no quiere decir que Dios se arrepintió de haber creado al hombre, sino que le entristeció, pesóle en el corazón, tan grande era la iniquidad en la tierra. Siendo santo, Dios necesariamente cambio en su actitud para con el hombre pecador, y resolvió destruirle. (Gen. 6: 13).

IV. SU OMNIPRESENCIA

1. Dios es Omnip r esente. Dios esta en todas partes del universo y cerca de cada individuo. En El cada uno vive, se nueve y es. Sal. 139: 7.10, Jer. 23: 23­24; Hech.17: 24­28.

2. Dios esta en todo pero no " es todo" , come dice el Panteísmo. El Panteísmo reconoce la actividad omnipresente de Dios pero niega su personalidad, y que existe aparte del universo. Dios esta en toda la naturaleza, pero la naturaleza no es Dios.

3. Dios no esta en todas par tes de la misma manera. Se dice que esta en el cielo, que su trono esta allí y que Cristo esta su diestra, Así que hay una manifestación mas plena de su presencia en algunos lugares que en otros. Juan 14: 28. 20: 17: Efes. 1: 20: Apoc. 21: 2, 3, 10, 22, 23: 22: 1, 3.

4. Esta doctr ina es una consolación a l cr eyente, pero una solemne amonestación al pe­ cador . Al creyente consolación Sal. 139: 17.18, Al pecador amonestación. Gén. 16: 13. “E1 Dios de la Vista".

V. SU OMNIPOTENCIA

1. Dios es Omnipotente. Dios puede hacer todas las cosas, Nada es demasiado difícil para e1. Esto en relación a todas

las cosas que son compatibles con su carácter. Job. 42: 2; Gen. 18: 14: Mt. 19: 26.

2. Toda la natur a leza esta sujeta a su volun tad y palabr a. Gen 1. 3; Sal. 33: 6.9; 107:25­29. Nahum 1: 5­6

3. Todos los hombres están sujetos a su voluntad y palabr a. Sant. 4: 12.15; Ex.4, 11; Dan. 4: 17: Rom. 13. 1.

4. Los Ángeles están sujetos a su voluntad y palab r a Heb. 1: 13­14; Dan. 4: 35.

5. Satanás esta sujeto absolutamente a su voluntad y palab r a. Job. 1: 12; 2: 6; Apoc. 20: 2. Dios no siempre hace uso de su omnipotencia. Es limitada por sus propios propósitos. Podr­ ía destruir a Satanás ahora mismo, pero no es su voluntad hacerlo,

VI. SU OMNISCIENCIA

1. Dios es Omnisciente. Dios sabe todas las cosas. Es perfecto en sabiduría. Su entendimiento es infinito. Job. 37: 16; Sal. 147: 5; Is. 40:28; Rom 11:13; 1 Juan 3:20

2. El ve todo lo que pasa en todos los lugar es Prov. 15: 3.

3. El conoce toda la natu r a leza en todos sus detalles. Sal. 147: 4; Is. 40. 26.27; Mat. 10. 29­30.

4. El conoce todo lo relacionado con la vida del hombre. (1) Sus obr as, caminos, exper iencias. Sal. 33: 13­15; 139; 2.3; Prov. 5: 21 (2) Sus palabr as. Sal, 139:4. (3) Sus t r istezas y aflicciones. Éxodo 3: 7, (4) Sus pensamientos e imaginaciones, Sal. 139: 1­2; 1 ('Con. 28: 9, (5) Los detalles más minuciosos. Mateo 10:29­30.

5. Dios conoce toda la histor ia humana. Hechos 15: 18. Daniel cap. 2 y 8.

6. Dios conoce todo lo que suceder á desde la eternidad hasta la eternidad. I s. 46: 9.10: 48: 5­8. Para Dios no hay pasado, presente ni futuro; todo es un gran presente. Dios ve el fin desde el principio. Dios conoce do antemano lo que cada uno hará. Ex. 3: 19. Dios conoce lo que nuestras vidas hubieran sido si hubiéramos obedecido sus mandamientos. Is. 48: 18,

VII. SU SANTIDAD

1. Dios es absolutamente Santo.

Is. 6: 3: Josué 24: 19; Sal. 22: 3; 99: 5, 9; Is. 5: 16; 57: 15­; Juan 17:11: 1 Pedro 1: 15, 16.El Padre se llama "el Santo de Israel". Is. 41: 14. El Hijo es llamado "El Santo". Hech. 3: 14; 1 Juan 2: 20. EI Espíritu es llamado "Santo", Efes. 4: 30, etc.

2. El significado de la Sant idad de Dios. Dios es absolutamente puro; exento de toda impureza e injusticia; todo lo que hace es carac­ terizado por la perfecta equidad. La santidad es el atributo que más glorifica a Dios, y el que se destaca más en las Sagradas Escrituras. Es perfecto en su naturaleza y en sus obras. Dios es luz y en el no hay tinieblas. Lev, 11: 43:45; Deut. 23: 14; Job, 34: 10; 1 Juan 1: 5.

3. La manifestación de la Sant idad de Dios. Se manifiesta en: (1)El abor r ecimiento del Pecado. Hab. 1:13; Gen. 6: 5­6. Deut. 25:16; Prov., 15:9,26, Job, 34: 10. (2) Su delicia es just icia y sant idad. Prov. 15: 9; lev, 19: 2; 20:26. (3) La separ ación del pecador y su cast igo. Is. 59: 1, 2: Ex. 34: 6, 7; Gén, 6: 5­6; Sal, 5: 4­6. (4) El Sacr ificio de su Hijo en el Calva r io par a sa lva r a l pecador . Is. 53: 6; Juan 3: 16; 1 Ped. 3: 18.

La muerte de Cristo no es solamente una manifestación del amor de Dios, sino también de su santidad. Era necesario castigar el pecado, y Dios lo hizo en la persona de su Hijo. La Cruz nos hace ver cuanto Dios aborrece el pecado y cuanto ama al pecador.

4. Infer encias p r act icas de esta doctr ina.

(1) Debemos acer ca rnos a Dios con toda r ever encia. Heb. 12: 28; Ecles. 5: l­3; Ex, 3: 4­5; Is, 6: 1.3, (2) Cuanto mas vemos de la sant idad de Dios, tanto mas vemos de nuest r o pecado. Is, 6: 5­6; Job, 40: 3­4; 42: 5.6, (3) Solo podemos acer ca rnos al Santo Dios por los mer itos de Cr isto el Santo Hijo.

Solo la sangre del Cordero de Dios, sin mancha y sin contaminación, puede cubrir el pecado de los ojos del Santo Dios. (1 Ped. 1:18.19), y abrir un camino de salvación (Juan 14: 6).

VII I. SU AMOR

1. Dios es amor . No solo ama, sino que es amor, Amor es la esencia de su naturaleza. El es la fuente de todo amor. I. Juan 4: 8, 16; 4: 7. El amor de Dios se manifiesta en su delicia en los objetos de su amor y en su deseo de buscar su bienestar, Es tan grande que le impele a hacer sacrificios infinitos, fuera de todo concepto humano, para revelarlo.

Mat., 5: 44 ­ 45; I Juan 3: 16.17; Juan 3: 16; Rom. 5:8.

2. Los Objetos del Amor de Dios.

(1) Dios ama a su hijo. El Hijo de Dios es el objeto eterno del amor de Dios. Mat. 3: 17; 17: 5, Luc. 20: 13; Juan 17: 24. I (2) Dios ama a los que son unidos a su Hijo por los víncu los de fe y de amor . Juan 16: 27: 14: 21­23; 17: 23. Cristo nos atrae al mismo centro del círculo de amor de Dios. 1 Juan 3: 1, Juan 17: 26. (3) Dios ama al mundo de pecadores. Juan 3: 16; 1 Tim, 2: 4; 2 Pedro 3: 9; Rom. 5: 6.8; Efes. 2: 4­5

Dios no tiene el mismo amor para con los pecadores impenitentes, que tiene por los que están en Cristo y son hijos de Dios por fe en El. Juan 14. 21, 23; 17: 23: 1 Juan 3: 1: Rom. 8, 17; 30.39. Dios tiene interés en todos los hombres perdidos: no quiere que ninguno perezca, y se rego­ cija en su salvación. Mat. 5: 44.45; 2 Pedro 3: 9; Lucas 15: 7.10.

3. La manifestación del Amor de Dios. Se manifiesta

(1) En hacer un sacr ificio infinito pa r a la sa lvación del pecador . I Juan 4: 9.10; Juan 3: 16. La Cruz es la expresión mas grande del amor de Dios para con el hombre. (2) En perdonar ampliamente al pecador , y hacer le su hijo. Is. 38: 17; 55: 7; Efes. 2: 4­5; 1 Juan 3: 1­2. (3) En minist r a r a los suyos en todas la s cir cunstancias de la vida. Is. 63: 9; 49: 15­16; Heb. 12: 6­11; Sof. 3: 17. Aun cuando Dios castiga a sus hijos rebeldes es una expresión de su amor, pues quiere hacerles, volver a El.

IX. SU JUSTICIA

1. Dios es J usto Esd.9: 15; Sal. 116: 5; 145. 17, Jer. 12: 1; Juan 17: 25. 2. Significado de J ust icia . Ser "justo" es tener aquel carácter que siempre conduce a hacer lo bueno y lo recto. La pala­ bra significa derecho, recto. La santidad se refiere al carácter de Dios, Como El es en si mismo, La justicia se refiere a su carácter como manifestado en sus relaciones con otros. Esdras 9: 15, Sof, 3:5.

3. La Manifestación de la J ust icia de Dios. Se manifiesta: (1) En cast igar a los impíos. Sal. 11: 4.7; Ex. 9: 23.27; Dan. 9: 12.14; 2 Crón. 12: 5­6; Apoc. 16: 5. ¡Cuan terrible es la ira de Dios!

(2) En perdonar los pecados de los que se a r r epienten. 1 Juan 1: 9. Si confesarnos nuestros pecados, la justicia de Dios es la garantía que El nos perdonará. El no puede sino perdonar y limpiar al penitente. (3) En cumplir su p romesa y pa lab r a a los suyos. Neh. 9: 7.8; La justicia de Dios es la garantía del cumplimiento de sus promesas; a pesar de todos los obstáculos Dios cumple su palabra. (4) En proteger y vindica r a su pueblo de sus enemigos. Sal. 129: 1­4; 98: 1­3; 103: 6; 2 Tes. 1: 6.7. Algún día Dios nos vindicara, y triunfaremos sobre todos nuestros enemigos. (5) En r ecompensar a los justos por su fidelidad. 2 Tim. 4: 8; Heb. 6: 10; 1 Reyes 8: 32; Sal. 7: 9­11; Dios condena al impío tomando su pro­ ceder sobre su cabeza, y justifica al justo para dar1e conforme a su justicia.

X. SU MISERICORDIA

1. Dios es miser icorDioso y abundante en miser icor dia. Sal. 103: 8; Deut. 4. 31; Sal. 62: 12. 145: 8; 86: 15. I lust r ación: El Padre perdonando al hijo prodigo. Lucas 15. 2. Significado de Miser icordia. Es aquel atributo que conduce a Dios a buscar el bienestar temporal y eterno de los pecado­ res a costa de gran sacrificio. Efes. 2: 4; Rom, 5: 8. La misericordia se ejerce especialmente en conexión con la culpabilidad. Es el amor de Dios perdonando al pecador. 3. La Manifestación de la Miser icordia de Dios. (1) Par a con los pecador es, perdonando el pecado confesado. Luc. 6:36; Is. 55: 7:2 Ped. 3:9. Sal. 51: 1: Núm. 14: 18­20. Ex. 34: 7; Jonás 4:2. Jer. 3: 12. Miq. 7: 18. (2) Par a con los Santos, consolándoles en sus aflicciones. Sal 32: 10; Fil. 2:27; Sal 21:7; 59:16:6 1­4; Ex.15:13.

XI. SU FIDELIDAD

1. Dios es fiel. Deut. 7: 9; 32: 4; Is. 49: 7; 1 Cor. 1: 9; 10: 13; 1 Tes. 5: 24; 2 Tes. 3. 3; 1 Juan 1: 9. 2. Significado de Fidelidad. La palabra quiere decir "apoyar o sostener". Aplicada a una persona, aquella persona es fiel en quien otro puede apoyarse y confiar. Dios es un ser en quien podemos apoyarnos y cifrar nuestra confianza. Sal. 119: 90; Prov., 14: 5; Mat. 24: 45.46; 25: 21.23; 1 Tim. 1: 15; Apoc. 21: 5. Su fidelidad es (a) grande Lam. 3: 23; (b) universal Sal. 36: 5; 89: 2; (c) se ve en todas sus obras. Sal. 33: 4. 3. Manifestación de la Fidelidad de Dios. Se manifiesta: (1) En guardar su pacto y cumplir su palab r a. Heb. 10: 23, 36, 37; Deut. 7: 9; 1 Reyes 8: 23, 24, 56; Sal, 89: 33­34; Sal. 119: 89, 90.

(2) En defender y lib r a r a sus siervos en sus aflicciones y conflictos. I Ped. 4: 19; Sal. 89: 20­26; 1 Cor. 10: 13; 1: 8­9; 2 Tes. 3: 3; 1 Tes, 5: 23­24. (3) En cast igar a los suyos cuando se apar tan de El. Heb. 12: 6; Sal. 119: 75. (4) En perdonar a sus hijos cuando confiesan sus pecados. 1. Juan 1: 9. (5) En contestar las or aciones de sus hijos. Sal. 143: 1­2.

XII. SUS 0BRAS

1. Cuales son las cuat r o esfer as en que Dios obr a? (1) En la Creación. Gen. 1: 1. (2) En la Providencia. Mat. 10: 29.31; 6: 25, 32 (3) En la Histor ia . Hechos 17: 26, (4) En la Redención. Col. 1. 13, 14; Efes 1 .6,7.

2. ¿Como se puede comprobar que Dios domina en toda la Histor ia? Is. cap 10 Libro de Ester. En el libro de Ester no se menciona el nombre de Dios, pero sin embargo se puede ver su mano a través del libro, obrando a favor de su pueblo.

3. ¿Donde se decla r a que (1) la Creación, (2) la Histor ia , y (3) el desar r ollo del p lan de la sa lvación, son todos según la sabidu r ía de Dios? (1) La Creación. Sal. 104: 24. (2) La Histor ia . Dan. 2: 19, 21. (3) La Redención. Rom. 11: 28 : 36; Efes. 3: 8­10.

4. ¿Como se puede comprobar que Dios es supr emo en la s esfer as mater ia l, mora l y espir itua l? Is. 45: 7; Sal. 115: 3; Dan. 4: 35; 1 Crón. 29: 11­12. Efes. 1: 11; 1 Cor. 1: 27­29.

Capitulo II J ESUCRISTO

1. LA REVELACION DE CRISTO EN EL A. T.

1. Pruebas del N. T. de que Cr isto es la sustancia de la r evelación del A.T. En todos los libros do la Biblia Cristo, en su persona y obra, se halla predicho y prefigurado o simbolizado. El es el eje alrededor del cual gira toda la Palabra de Dios. Hechos 5: 42, 8: 35; 9: 22; 10: 43; 17: 23; 18: 28; 26: 22, 23; 1 Pedro 1: 10­12. 2. La cr eencia de Cr isto mismo sobre el pa r t icula r . Cristo mismo creía que en su Persona y Obra estaba cumpliendo las Sagradas Escrituras. El dijo: "Era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mi en la ley de Moisés, y en los profetas y en los Salmos". Lucas 24:26, 27, 44, 45; Juan 5: 39, 46.

3. Pasajes del A. T, donde Cr isto es indudablemente p r edicho. Gen. 3: l5; 49. 10: 2 Sam. 7: 12­16; Miq. 5: 2: Is. 7: 14; 61: 1; Sal. 72: 10­15; Zac. 9: 9, 11: 12. 13: 13: 6, 7; Dan. 9:26: Sal. 69: 21. 4. Símbolos a t ipos de Cr isto en el A. T. (1) Simiente. Gen. 3: 15. (2) Cordero. Éxodo 12: 5, 6. (3) Arca. Éxodo 25: 10.16. (El Tabernáculo en todas sus Partes, ceremonias y utensilios es una prefiguración de Cristo y su obra). (4) Serpiente de meta l. Num. 21: 8­9. (5) Profeta. Deut. 18:18. (6) Sacerdote. Sal. 110: 4. (7) Ciudades de r efugio. Josué 20. (8) J onás en el abismo. Jonás 2: 1. Compárense Mat. 12: 40.

5. Pruebas de que Cr isto (el Mesías) er a esper ado por los J udíos. Mat. 11: 3; 2: 3.6; Lu­ cas 2: 25­38; Juan 1: 45.

II . LA HUMANIDAID DE CRISTO

1. Par entesco Humano. J esuCr isto fue el hijo de Maria y del linaje de David Mat. 1: 18; 2: I1­, 12: 47; 13: 55 ; Juan 1: 14; 2: 1 ; Hech. 13: 23­,2: 30; Rom. 1: 3; Gá. 4: 4; Heb. 7. 14. Cristo era la simiente de la mujer pero no del hombre (Gen. 3:15). Maria fue la madre de Jesús tan realmente como Dios era su Padre. 2. Cuerpo Humano. Jesús tenía un cuerpo verdaderamente humano. Juan 1: 14; Heb, 2: 14. Los que niegan que Cristo vine en la carne tienen el espíritu de AntiCristo. 1 Juan 4: 2­3 Cristo tenía un cuerpo verdadero después de su resurrección. Lucas 24: 39; Juan 20: 27. 3. Natur aleza Humana. Se componía de cuerpo, alma y espíritu. Cuerpo. Mat. 26: 12; Heb. 2: 14, 17. Alma. Mat. 26: 38. Espíritu, Lucas 23: 46. 4. Desa r rollo Humano. Estaba sujeto a las leyes ordinarias del desarrollo humano en su cuerpo y alma. Lucas 2: 40, 52, 46. 5. Semejanza Humana. Juan 4: 9; Lucas 24: 15; Juan 20: 15; 21: 4, 5; Marc. 7: 34; 15: 34, Su apariencia era verda­ deramente humana. Siembre era reconocido como verdadero hombre como los demás. 6. Nombr es Humanos. "Jesús". "hijo del Hombre". "Jesús de Nazaret". "El hombre". Lucas 19: 10; Mat. 1: 21; Hechos 2: 22; 1 Tim. 2: 5.

7. Condición y Limitaciones humanas. (1) Cansancio, Juan 4: 6; c. f. Is. 40: 28 (su Deidad). (2) Sueño. Mat. 8: 24, c, f. Sal. 121: 4, 5 (su Deidad),

(3) Hambre. Mat. 21: 18. (4) Sed. Juan 4: 7; 19: 28. (5) Dolor . Lucas 22: 44. (6) Tr isteza. Mat. 23: 37; Juan 11: 35, (7) Tentación. Mat. 4: 1; Heb. 4: 15. (8) Deseo por la simpatía. Mat. 26: 36, 40. (9) Muer te. 1 Cor. 15: 3.

Nota: Cristo participo de nuestra naturaleza humana a fin de que nosotros pudiéramos participar de la naturaleza divina. 2 Ped. 1: 4: 2 Cor. 8: 9. Fil. 2: 5­8. Nota: Destaca en el N. T. la relación intima entre la realidad y Deidad do Cristo c, f: Mat. 8: 24 ­ 26: Estaba durmiendo en el barco y después se levanto y calmo 1a tempestad. Búsquense otros ejemplos de esta combinación

II I. LA DEUDAD DE CRISTO

Cristo no era meramente humano, era también Dios, Su Deidad es atestiguada por: 1. Los nombres Divinos dados a El.

(1) El Hijo de Dios, Lucas 22: 70, (Se menciona 40 veces). (2) El Unigénito Hijo. Juan 1: 18. (5 veces). (3) El Pr imero y el Ult imo, Apoc. l: 17. (4) El Alfa y Omega. El principio y fin. Apoc. 22; 12, 13, 16, 1: 8. (5) E1 Santo. Hech. 3: 14; c. f. Oseas 11: 9 (6) El Señor . Mal. 3; 1 ; Luc. 2: 11 ; Hech. 9: 17; Fil. 2: 11; Mat., 22: 43.45. (7) Señor de todo. Hech. 10: 36. (8) El Señor de Glor ia , 1 Cor. 2: 8. (9) Dios. Is 9: 6; Heb. 1: 8, (10) Dios con nosotros. "Emanuel". Mat. 1: 23. (11) Nuestr o gr an Dios y Sa lvador . Tito 2: 13. (12) Dios bendito. Rom. 9: 5.

2. Los Atr ibutos Divinos ap licados a El,

(1) Omnipotencia, "Toda potestad". Mat. 28: 18. (1) Todo poder en la t ier r a. (a) Sobre la enfermedad, Lucas 4: 38.41. (b) Sobre la muerte. Juan 11. (c) Sobre la naturaleza. Juan 2: 1­8. (d) Sobre los elementos, el viento y el mar. Mat., 8. 23 . 25. (2) Todo poder en el In fierno. (a) Sobre los demonios, Lucas 4: 35, 36,41. (b) Sobre los Ángeles malos, Jud. 6. (3) Todo poder en el cielo. Efes. 1 : 20­22

(4) Todo poder sob r e todas las cosas. Heb. 2: 8; 1: 3; Mat. 28: 18.

(2) Omnisciencia. Cristo era omnisciente. (1) Conocía la vida de los hombres, su historia secreta. Juan 4:16­19, (2) Los pensamientos, lo que había en los hombres. Marc. 2: 8; Luc. 5: 22; Juan 2: 24.25, (3) Lo que los hombres iban a hacer, v, g. Judas. Juan 6: 64. (4) Lo oculto y el porvenir . Luc. 22: 10.12; Juan 13: 1; Luc. 5:4­6, (5) Sabía todas las cosas, Juan 21: 17; 16: 30; Col. 2: 3.

(3) Omnipr esencia. Cristo es omnipresente. (1) Esta con los suyos reunidos en su nombre. Mat. 18 20 (2) Con sus mensajeros. Mat. 28: 20. (3) En el cielo mientras estaba sobre la tierra. Juan 3:13 (4) Esta en cada creyente, Juan 14. 20, 2 Cor. 13:5. (5) Llena todas Las cosas en todo. Efes 1: 23.

(4) Eternidad. Cristo es eterno. Juan 1. 1; Miq. 5: 2. Col. 1: 17, Is 9: 6; Juan 17: 5; 8. 58; 1 Juan 1: l Heb.13: 8; Fil. 2:6

(5) Inmutabilidad. Heb, 13: 8; l : 12.

(6) Plenitud de la Deidad. Col. 2: 9. No solo tiene las perfecciones y atributos divinos, sino también la misma esencia y naturale­ za de la Deidad. No es meramente semejante a Dios. Sino que es Dios.

3. Por Sus Oficios u Obras Divinas. (1) Creación. Heb. 1: 10. Juan 1: 3 Col. 1:16 (2) Pr eservación. Heb. 1: 3. (3) Perdón de pecados. Marcos 2: 5­10; Lucas 7: 48. (4) Resur r ección de los muer tos. Juan 6: 39.44. (5) Tr ansformación del cuerpo. Fil.3: 21. (6) El J uicio. 2 Tim. 4: 1. (7) Dador de la Vida Eterna. Juan 10: 28; 17: 2.

4. Por la asociación de su Nombre con el del Padr e. 2 Cor. 13:14; Mat. 28: 19; 1 Tes. 3:11; 1 Cor. 12: 4­6; Tito 3:4,5; Rom. 1:7; Sant. 1: 1 Juan 14: 23; 2 Ped. 1: 1: Col. 2:2; Juan 17:3; Juan 14: 1; Apoc.7: 10; 5: 13.

5­. Por la Adoración ofr ecida a El y aceptada por El. Mat. 28: 9; Luc. 24: 52; Mat. 14. 33, Apoc. 22: 8­9; Mat. 4: 9, 10. Es la voluntad del Padre que el Hijo sea honrado como El mismo. Sal. 45:11; Juan 5: 23. Es adorado por los ángeles y hombres, Heb, 1:6; Fil. 2:10,11.

6. Por su Nacimiento Sobrenatu r a l. Mat. 1: 20; Lucas 1: 35,

7. Por las Pr etensiones hechas por El. Mat. 16: 16, 17, 27. 10. 37; Luc. 12: 8, 9; 10: 19.; 14: 26; Juan 10: 17, 18; 1: 49, 50; Marc. 14: 61, 62: Juan 14: 6­18; 8: 58; 19: 7.

8. Por el Test imonio dado por ot r os. (1) El Padre. Mat., 17: 5, etc. (2) Ángeles. Luc. 1: 35; 2: 10, 11, (3) Demonios. Marc, 1: 23, 24;3: 11. (4) Enemigos. Marc. 15:39. (5) Apóstoles. Juan 20:31; Hech. 9: 20; Mat. 16: 16; Heb.1:8. (6) Otros. Juan 1:34; Mat.14:33; Juan 1:49; 11:27; Hech. 15: 13.20.

9. Por Su Carácter Mora l. Juan 8: 46; Heb, 4:15; 7:26; 1 Ped.1:19; 2:22; 1 Juan 3:5.

10. Por Sus Obras. Mat. 11: 2­6; Juan 10: 37, 38; 14: 11; 15: 24.

11. Por Su Resu r r ección. Rom. 1: 4­,2 Cor. 13: 4.

IV. EL CARACTER DE CRISTO

1. Su Sant idad. Hech. 4: 27, 30; Marc. 1: 24; Luc. 4. 34; Hech. 3: 14; 1 Juan 2: 20.

2. Su Amor . Juan 14:31; Efes.5:25; 5:2; Gá. 2: 20; Juan 13: 1.

3. Su Compasion. Marc. 6: 34; Mat. 9: 36; Marc. 8: 2; Mat, 14: 14.

4. Su inter cesión. Heb. 5: 7; Luc. 6: 12: Marc. 1: 35.

5. Su Mansedumbr e. Mat. 11:29,2 Cor. 10; 1; Mat. 21:5.

6. Su Humildad. Mat. 11:29; Juan 8: 50; Mat. 9: 10, Luc. 15: 1,2. Is. 50. 5, 6; 53:7; 1 Ped. 2: 23.

V. LA MUERTE DE CRISTO

1. Su Impor tancia. Se menciona directamente 175 veces en el NA.

(1) Fue el Objeto Supremo de la Encarnación. El eterno Hijo de Dios se hizo hombre para morir. Su muerte no fue un mero incidente, fue

más bien el propósito de su venida al mundo. Heb 2:14. Mat. 20: 28.

(2) Fue el Tema de Inter és Supremo (a) Para los profetas Antiguos. 1 Ped. 1:11. (b) Para Moisés y Elías en la Transfiguración. Luc.9:30,31 (c) Para los Ángeles 1 Ped.1:12. (d) El tema del cántico celestial. Apoc. 5:8­12 (3) Una de las Verdades Fundamenta les del Evangelio. 1 Cor. 15: 1.3, 4.

2. Su Necesidad.

(1) El Pecado del Hombr e la demanda. El pecado es la transgresión de la Santa ley de Dios y debe ser castigado, o en la persona del pecador o de algún substituto. Cristo murió por causa del pecado, no el suyo, pues era sin pecado, sino por el pecado de otros. Is. 53: 5, 8, 11, 12; 1 Ped. 3: 18; Rom. 4: 25; 1 Cor. 15: 3; 1 Ped, 2: 24. (2) La Sant idad de Dios la demanda. Dios es santo y no puede pasar por alto el pecado sin castigarlo, el pecado era una barrera que separaba al hombre de Dios. Cristo vino para quitarla y abrir un camino de salvación. Juan 1: 29; 14: 6. Antes de que el pecador pudiera acercarse al Santo Dios y tener comunión con El, la propi­ ciación por el pecado era necesaria. Cristo es la propiciación por los pecados del mundo, 1 Juan 2: 2.

3. Su Significado. La Muerte de Cristo se puede considerar bajo varios aspectos. (I) Como un Rescate. Mat., 20: 28; 1 Ped. 1: 18; l Tim, 2:6 ; Gál. 3: 13. I lust r ación. Lev. 25: 27­49, Rescatar significa librar una cosa o persona pagando un precio. El pecado es como un mer­ cado de esclavos en el cual los pecadores son vendidos al pecado. Las almas están bajo sentencia de muerte. Ezeq. 18: 4. Cristo libra a los prisioneros de su esclavitud, pagando el precio, su propia sangre. Nos re­ dime de la maldición de una ley violada, siendo hecho una maldición para nosotros. Gál. 3: 13. (2) Como una Propiciación. Rom. 3; 25; 1 Juan 2: 2; Heb. 2: 17. Ilustración. El propietario o cubierta del Arca del Tabernáculo. Ex. 25: 22; Heb. 9: 5. La propiciación es aquel sacrificio hecho por Cristo, por meritos el Santo Dios se satisface y perdona al pecador arrepentido. Sobre la base de la muerte de Cristo Dios puede ser justo, y al mismo tiempo perdonar al pecador. Rom. 3: 25, 26;Heb.9: 15 (3) Como una Reconciliación. Rom. 5:10,2 Cor. 5: 18, 19; Efes.2:16; Col. 1:20. El pecador es enemigo de Dios, un rebelde. Rom. 8: 7; Efes. 2: 15; Sant. 4: 4

Somos reconciliados a Dios por la muerte de su Hijo, por la sangre de la Cruz. El efecto de la visión de la Cruz es de producir en el corazón del pecador tal cambio que deja de ser rebelde y enemigo, y se hace amigo, es decir, es reconciliado. 2 Cor. 5: 20. (4) Como una Subst itución. Is. 53: 6; 1 Ped. 2: 24; 3: 18; 2 Cor. 5: 21. Ilustración. El Cordero Pascual. Ex, 12 con 1 Cor. 5: 7, El Cordero fue inmolado para salvar a los Israelitas. Substitución significa: ¡una vida dada por otra! Cristo que no conoció pecado, fue hecho pecado por nosotros. 2 Cor. 5: 21. El llevo sobre si nuestros pecados en la Cruz, muriendo en nuestro lugar, pagando la penali­ dad de nuestros delitos. Un carnero fue provisto por Dios como un substituto por Isaac. Gen. 22:13.

4. Su Alcance. (1) Comprende todo el mundo, 1 Juan 2: 2; Juan 1:29. Tim 2:6. (2) Comprende a todo ser humano. Heb.2:9 (3) Comprende a todos los injustos e impíos Rom. 5:6, 10, 1 Ped 3; 18; 1 Tim. 1:15. (4) Compr ende a la Iglesia de Cristo. Todos los creyentes en El. 1Tim. 4:10; Efes. 5: 25­27; Gal. 2:20; 1 Cor, 8:11; Rom. 14:15.

5. Los Efectos. (1) En r elación con el univer so mater ia l. Rom. 8: 19.23; Col. 1: 20; 2 Ped. 3: 13. La creación que fue maldita por causa del pecado será redimida y renovada. Is. 11 y 35. (2) En r elación con el mundo pecador . (a) Enemistad quitada entre Dios y el hombre. Rom. 5: 10; Col. 1: 20­22. (b) Una propiciación provista para el pecado. 1 Juan 2: 2;4: 10, (c) El pecado coma una barrera quitada. Juan 1: 29; Rom. 3, 25, 26; Heb. 9: 26. (d) La Ley satisfecha y la maldición quitada. Col. 2: 14; Gál. 3: 13. (e) Para el pecador contrito y creyente hay perdón, justificación, adopción, santificación, acceso a Dios y una herencia eterna. Rom. 5: 9; Gál.4: 3­5; Heb. 10: 10; 10: 19, 20; 9: 15; 2: 14, 15. ­ (3) En Relación con Satanás. La muerte de Cristo fue para Satanás un golpe mortal. Gen. 3: 15; Col. 2 ­ 14, 15; Juan 12: 31. En el momento en que Satanás creía que había vencido fue precisamente el momento cuando fue vencido.

VI. LA RESURRECCION DE CRISTO

1. Es un hecho. 2 Tim. 2:8; 1 Cor. 15: 4.

2. Su Impor tancia. Se menciona 104 veces en el N. T. Es una de las doctrinas fundamentales del evangelio. 1 Cor. 15 :14­18. Si Cristo no resucito no hay base para nuestra fe y predicación. Nótense los diferentes puntos mencionados por el apóstol.

3. Su Evidencia. Las Apariciones de Cristo después de su Resurrección "Las pruebas indubi­ tables",Hech. 1:2. (1) Maria Magdalena. Juan 20. 14­18. (2) Las Mujeres. Mat. 28:8­10 (3) Pedro, Luc. 24: 34; 1 Cor, 15:5 (4) Discípulos de Emaús. Luc.24: 13.31 . (5) Los Apóstoles, menos Tomas, Luc. 24. 36­43; Juan 20: 19­24. (6) Los Apóstoles. Tomas presente. Juan 20: 24­29. (7) Siete Apóstoles en el Lago de Tiberias, Juan 21:1.23. (8) Los 500 hermanos. 1 Cor. 15: 6. (9) Jacobo. 1 Cor. 15:7. (10) Los Once. Luc. 24: 50­53: Marc. 10 9:20; Hech. 1: 9.12

4. Sus Resultados. (1) En cuanto a JesuCristo mismo. Declarado ser el Hijo de Dios. Rom. 1:4. No hecho, sino declarado ser. Un testimonio a la Deidad de Cristo. (2) En cuanto al Creyente. (a) Le asegura su aceptación con Dios. Rom. 4:25, (b) Le asegura la intercesión de Cristo. Rom. 8: 34. (c) Le asegura la potencia para su vida y servicio. Efes. 1: 19­22: Fil., 3: 10. (d) Le asegura su propia resurrección e inmortalidad. 1 Tes. 4:14, 2: Cor. 4. 14 ­ , Juan 14. 19. (3) En cuanto al Mundo. (a) La Certidumbre de la Resurrección. 1 Cor 15­22 (b) La certidumbre del Juicio venidero. Hec. 17:31.

VII. LA ASCENSION Y EXALTACION DE CRISTO

1. Es un Hecho. Marc. 16: 19; Luc. 24: 51; Juan 3. 13 Hech. 1:9 Efes, 4:8­10, Heb. 10: 12.

2. Su Natur a leza. (1) Ascensión visible y corpórea, Hech, 1:9­11; Luc. 24:51. (2) Paso por los cielos. Heb, 4:14, Efes.4:10; Heb. 7:26. (3) Se sentó a la diestra del Padre. Efes, 1: 20. Col, 3:1

3. El Propósito. (1) Entro en el cielo como el precursor. Los demás han de seguirle Heb. 6: 20. (2) Para preparar un lugar pura los suyos. Heb. 9: 21­24, Juan 14­2. (3) Para aparecer delante de Dios a nuestro favor. Heb. 9:24. (4) Para llenar todas las cosas y esperar el día de dominio universal. Efes 4: 10, Heb. 10:12,13; Hech, 3: 20, 21.

4. Los Resu ltados. (1) Nos asegura acceso a Dios. Heb. 4: 14­16, (2) Nos asegura la esperanza de la inmortalidad. 2 Cor. 5: 1­8.

(3) Nos da confianza en la providencia de Dios. Todo obra para nuestro bien. Rom. 8: 29. Es posible vencer las circunstancias contrarias. Efes. 1:22 Col. 1: 15­18. (4) Cristo ha sido Hecho la Cabeza sobre todo para la Iglesia. Todo esta sujeto a El. Efes 1: 22. Cristo es la plenitud del Padre para nosotros. Col. 1:19;2:9 Nos da el Espíritu Santo, Hech. 2: 33­36; Juan 7: 37­39. Nos da dones espirituales. Efes. 4:8­12.

Capitulo II I EL ESPIRÍTU SANTO

El periodo del Antiguo Testamento se puede llamar la Dispensación del Padre. El periodo comprendido en los Evangelios se puede llamar la Dispensación del Hijo. El periodo comprendido desde Pentecostés hasta la Segunda Venida de Cristo se puede lla­ mar la Dispensación del Espíritu. Por consiguiente, todo lo tocante al Espíritu Santo debería ser de interés especial a todos los creyentes.

1. SU PERSONALIDAD

1. Dificultades. (1) La obra del espíritu Santo es tan secreta y mística, y tanto se habla de su influencia, sus gracias y dones, que somos propensos a pensar de El como una mera influencia o poder que emana de la naturaleza divina, en vez de una Persona verdadera. (2) A menudo es llamado aliento, viento, poder. y ciertos símbolos se emplean acerca de El, tales como aceite, fuego, agua, etc. Juan 3. 5­8, Hech. 2: 1­4; J uan 20. 22; 1 Juan 20 Por eso: algunos piensan de El más como una cosa que una Persona.

2. Pruebas, El espíritu Santo posee los atributos y cualidades de una personalidad. (1) Tiene nombr es que implican per sona lidad. v.g. "El consolador".Juan 14:16:16:7. Significa "Uno que es llamado al lado de uno para ayudarle"; como un cliente llama un abo­ gado a abogar a su favor y defender su causa. La misma Palabra se usa de Cristo en 1 Juan 2:1, en cuanto a su obra a nuestro favor en el cielo. El Espíritu ocupa el lugar de Cristo en el mundo. Es llamado "otro Consolador". Juan 14: 16. Solo una persona puede tomar el lugar de otra persona (2) Pronombres per sona les son usados acer ca de El. v. g.”El” Juan 16: 7, 8, 13­15. Es el mismo pronombre que se usa acerca de Cristo en 1 Juan 2: 6:3: 3, 5, 7, 16. La palabra griega para "espíritu o vinito" es neutra, sin embargo cuando se usa para indicar al Espíritu Santo, el artículo masculino se emplea casi siempre denotando personalidad.

(3) El Espír itu es ident ificado con el Padr e y el Hijo, como también con los cr eyentes, en tal forma que indica per sona lidad. (a) Formula del bautismo. Mat. 28:19. (b) La bendición apostólica. 2 Cor. 13:14. (c) Identificación con los creyentes. Hech. 15: 28; 10: 38; Rom. 15: 13; 8: 14.16. (4) Posee las cua lidades de una per sona lidad. (a) Voluntad 1 Cor. 12:11, Ech. 13: 2. (b) Emoción, Efes. 4:30; Is. 63: 10; Rom. 15: 30. (c) Inteligencia. Rom. 8: 27; Juan 14: 26;1 Cor. 2. 10­11; Is. 11: 2; 1 Ped 1: 11. (5) Realiza actos per sona les. (a) Habla. Apoc. 2: 7, Mat. 10:20. Comp. Mat. 17: 5: "oiga lo que el Espíritu dice..." (b) Intercede. Rom. 8: 26. Comp. Heb. 7: 25; 1 Juan 2: 1­2. (La intersección de Cristo). (c) Enseña a orar. Judas 20, (d) Llama y separa a los obreros, dirigiendo a la Iglesia. Hech. 13: 2; 16: 6, 7; 20: 28. (c) Contiende con los pecadores, Gen. 6: 3. Convence. Juan 16:8. (f) Da el mensaje a los mensajeros. 1 Cor. 2: 13.

II . SU DEIDAD

El Espíritu Santo es Dios. Pruebas de ello: 1. Los Nombres Divinos dados a El. Hech. 5: 4; "Dios". 2 Cor. 3: 18: "Señor".

2. Los Atr ibutos Divinos poseídos por El. (1) Es Eternal. Heb. 9: 14. (2) Omnipresente. Sal. 139: 7­13. (3) Omnipotencia. Luc. 1: 35; Rom. 15: 19, (4) Omnisciente. 1 Cor. 2: 10, 11, Juan 16: 12, 13.

3. Obras Divinas hechas por El. (1) Creación Gen. 1: 2; Job. 33:4; Sal. 104:30. (2) Regeneración. Juan 3: 5.8; 6: 63; 16: 8­11. (3) Santificación. 1 Ped. 1:2. (4) Resurrección. Rom. 8: 11. (5) Intercesión. Rom. 8: 26, (6) Inspiración. 2 Ped, 1: 21; 2 Tim. 3: 16. (7) Iluminación. Juan 16: 13. 14, (8) Glorificación. 2 Cor. 3: 18.

4. Su nombr e es asociado con la Tr inidad. Compárese Pruebas de Personalidad" (3). Mat. 28: 19, 2 Cor. 13: 14. 1 Cor. 12: 4­6, Juan 14 16 Hech. 2: 33.

5. Pasajes en el A. T, r efer entes a Dios, se usan en el N. T. en conexión con el Espír itu Santo. Is. 6: 8.10 con Hech 28. 25­27: Ex. 16:7 con Hech. 3. 7­9,

II I. SUS NOMBRES 0 DESIGNACIONES

Nombres o designaciones especiales que son dados al Espíritu, indicando, su carácter y obra. 1. Espír itu Santo. Es santo en si, y produce santidad en otros. Luc. 11:13; Rom, 1:4.

2. Espír itu de Gr acia. Obra con gracia y confiere gracia. Heb. 10: 29, El que resiste al Espíritu ofrece a Dios el insulto más grande, pues esta rechazando la gracia divina.

3. Espír itu de Fuego. Es el Espíritu que escudriña, ilumina, retina y consume todo lo feo e indigno en nuestras vi­ das. Mat. 3: 11, 12; Is. 4: 4.

4. Espír itu de Verdad. El posee, revela, confiere, defiende, conduce y atestigua a la verdad. Juan 14: 17; 15: 26; 16: 13; 1 Juan 5: 6.

5. Espír itu de Vida. El Espíritu es lo que constituye el poder dinámico en la experiencia del creyente, conducién­ dole a una vida de libertad y poder. ROM. 8: 2.

6. Espír itu de Sabidur ía y Conocimiento. Is. 11 : 2; 61: 1, 2. (Lucas 4: 18). Estas gracias en el Señor Jesús eran el resultado de estar lleno de Espíritu.

7. Espír itu de Promesa. Efes. 1: 13. El Espíritu es el cumplimiento de la promesa de Cristo de mandar al Consolador. Confirma y sella al creyente, asegurándole que todas las promesas hechas serán cumplidas.

8. Espír itu de Glor ia . 1 Pedro 4: 14. Es el Espíritu que produce carácter semejante al de Dios en el creyente. 2 Cot. 3: 18.

9. Espír itu de Dios y de Cr isto. 1 Cor. 3: 16; Rom. 8: 9. Es el Espíritu que es enviado Del Padre y Del Hijo. y que obra como su representante.

10. El Consolador . El que esta a lado de los creyentes para ayudarles. Juan 14: 10; 16: 7.

IV. SU OBRA

1. El Univer so.

La Creación y Preservación del mundo. Gen.1: 3; Job .33:4; Sal.33: 6; Is 40. 7.

2. En la Humanidad. Juan 16: 8­11. Tres hechos a los cuales el Espíritu atestigua: (a) El pecado de la increduli­ dad; (b) La justicia de Cristo; (c) La derrota de Satanás. Testifica de Cristo y su obra de redención al mundo pecador. Juan 15: 26; Hech. 5: 32 .

3. En el Cr eyente. (1) Regener a a l cr eyente. Es esto lo que nos admite al reino de Dios. Juan 3: 3­5; Tito 3:5. (2) Habita en el cr eyente. 1 Cor. 6: 19; 3: 16; Rom. 8: 9; 1 Cor. 12:13.

Nota: La diferencia entre la relación del Espíritu con el creyente antes y después de Pente­ costés.

(a) Antes: Fue sobre ellos. Jueces 14: 6. (b) Después: mora en ellos. Juan 14: 17.

(3) Sella a l cr eyente. El sello es el indicio de propiedad y posesión. Efes. 1: 13.14; 4: 30, 2 Tim. 2: 19.21; 2 Cor. 1: 22; Gal. 4: 6; Rom. 8: 14, 16.

(4) Baut iza y llena a l cr eyente. Hech. 2: 4; Efes. 5: 18. (a) El Bautismo por el Espíritu es el acto inicial por medio del cual somos bautizados en el Cuerpo de Cristo por el Espíritu en nuestra regeneración. Es esto lo que nos constituye en un solo cuerpo. 1 Cor. 12: 13: Rom. 6: 3; Gá. 3: 27 (b)La Plenitud del Espíritu o el ser "llenos del Espíritu” es el resultado una entrega total a Dios. Gálatas 2: 20; Efesios 3:17 Todo creyente tiene al E. Santo, 1 Cor. 3:16 pero no todos están "llenos del E. Santo”;

(5) Equipa y for talece a l cr eyente par a vida y servicio. Rom. 8: 2. 12, 13, Gál. 5. 17. Nos da victoria sobre el pecado a fin de que no se enSeñoree de nosotros

(6) Produce fr uto en el cr eyente. Gá. 5: 22.23; Comp. vv. 19­21 (Obras de la carne).

(7) Guía del cr eyente, Rom. 8: 14; Gál. 5: 16, 25; Hech. 8: 27.29; 16: 6,7; 13: 24.

(8) Unge al cr eyente. (a) Para conocimiento y enseñanza, I Juan 2: 20, 27; 1 Cor. 2: 9­14; Juan 14: 26; 2 Cor. 1 : 21. (b) Para servicio. Lucas 4: 18; Hech. 10: 38

4. Relación del Espír itu Santo con las Sagr adas Escr itur as.

(1) Es el Autor de la s Sagr adas Escr itu r as. 2 Ped. 1: 20, 21; 2 Tim. 3: 16; Apoc. 2 y 3.

(2) Es promet ido y pr edicho en las Escr itu r as. Joel 2: 28, 29; Is. 32: 15; Zac. 12: 10

(3) Es el intérp r ete de la s Escr itu r as. 1 Cor, 2: 9­14; Efes. 1: 17; Juan: 16: 14, 15.

(4) Habla en y por medio de la s Escr itu r as, Heb. 3: 7;2 Sam. 23: 2; Hech. 1: 16. La Palabra de Dios es la espada del Espíritu. Efes. 6: 17.

5. Relación del Espír itu con el Señor J esús.

Jesús en su humillación era dependiente del Espíritu Santo. ¡Cuanto más nosotros! (1) Fue concebido por el Espíritu. Luc. 1: 35; Mat. 1: 20 (2) Era guiado por el Espíritu. Mat. 4:1. (3) Fue ungido para servicio por el Espíritu. Ech. 10: 38; Mat. 3: 16: 12:28. (4) Se ofreció por el Espíritu. Heb, 9: 14. (5) Resucitado por el poder del Espíritu. Rom. 1:4; 8:11; 1 Ped. 3: 18. (6) Dio mandatos a sus discípulos por el Espíritu. Hech. 1:2.

6. Símbolos del Espír itu .

(1) Paloma. Mat. 3:16 (2) Sello Efes.1 :13,14 (3) Oleo. Sal. 45: 7, (4) Viento, Juan 3: 8 (5) Fuego. Hech. 2:3 (6) Agua. Juann 7: 38, 39

VI. OFENSAS CONTRA EL ESPIRÍTU SANTO

1. Cometidas por los Incr édulos. En su actitud para con el Espíritu cuando este le, redarguye del pecado y procura llevarles a Cristo. (1) Resistiendo al Espíritu. Hech. 7: 51­57; 6: 10. Rechaza la evidencia y testimonio del Espíritu y rehúsa aceptar a Cris­ to. (2) Insultando al Espíritu. Heb. 10: 29. Al rechazar el testimonio del Espíritu acerca de la obra redentora de Cristo, le insulta, porque trata la evidencia como un engaño y mentira. (3) Blasfemando al Espíritu. Mat. 12: 31, 32. Para este pecado no hay perdón.

El que persiste en su incredulidad, después, de recibir la luz del Espíritu sobre la persona y obra de Cristo, es culpable del pecado imperdonable.

2. Cometidas por los Creyentes. En su actitud para con el Espíritu contrarrestando su obra en sus corazones y vidas. (1) Contristando al Espíritu. Por conversaciones insensatas, etc. Ef.: 4: 29­31. Is. 63:10; Gá. 5: 17­19. (2) Mintiendo al Espíritu. Hech. 5: 3, 4. Diciendo que se ha ofrecido todo a Dios cuando una parte se ha reservado para nosotros mismos. (3) Apagando al Espíritu. 1 Tes. 5:19. Resistiendo al Espíritu cuando procura guiarnos en nuestro servicio, no respon­ diendo a sus impulsos e instancias. Es posible apagarle en nuestras propias vidas, como tam­ bién en las vidas de otros, criticando el testimonio y servicio de otros hermanos.

Capitulo IV EL HOMBRE

I. SU CREACION Y CONDICION GENERAL

1. Fue hecho a imagen y a semejanza de Dios. Gen. 1:26:9:6. Este es un hecho fundamental en todas las relaciones de Dios con los hombres. 1 Cor. 11: 7; Efes 4:21­24; Col. 3. 10; Sant. 3: 9. (1)Esto no se refiere a la semejanza física. Dios Es Espíritu y no tiene cuerpo ni pasiones humanas. Deut. 4:15. (2) Se refiere a la semejanza intelectual, moral y espiritual. “A su imagen” = la sustancia espiritual del alma. “A Su Semejanza” = el carácter moral perdido en la caída. El conocimiento de la justicia y santidad. Col. 3:10, Efes. 4: 23, 24; Col 1:15. (3) Se refiere También a la Constitución del hombre Como una personalidad a saber: Intelec­ to, Emoción y Voluntad. (a)Intelecto: tiene la capacidad de pensar y expresar sus pensamientos en palabras. (b) Emoción: Puede amar y expresar su amor. (c) Voluntad. Tiene la capacidad de desear y expresar su voluntad en elección y acción.

Nota: de esto se deduce que el hombre no, fue al principio un salvaje desarrollado del ani­ mal, Como dice la evolución, sino la corona de la creación, pero que por el pecado cayó de su estado primitivo. En tugar de ser una evolución de un estado inferior hacia un estado superior, la historia del hombre más bien ha sido una degeneración, ha ido de mal en peor. El hombre siempre ha sido hombre. Fue una creación especial de Dios y no se desarrollo de un ser inferior. Entre el animal más superior y el hombre más inferior, hay una sima que no se puede cruzar. La diferencia consiste en que todo hombre, aun el salvaje más inferior, po­ see el sentido religioso, La conciencia de que hay un Ser Supremo para con quien se siente responsable; mientras que el animal más fino e inteligente no lo tiene. No se ha hallado el eslabón perdido" entre el hombre y el animal y nunca lo hallaran porque son y siempre han silo creaciones distintas.

2. Const itución de la Natur a leza Humana. (1) El hombre se compone de tres partes, cuerpo, alma y espíritu, de acuerdo a los siguientes pasajes: Mat. 10; 28; Hech 2: 31; 1 Ped. 2: 11; 1 Tes. 5: 23; Heb.4: 12, 1 Cor. 15: 44. (2) Diferencia entre el alma y el espíritu. (a) Alma = Es aquel elemento de nuestro ser que es consciente de si mismo. (b) Espíritu = Es aquel elemento de nuestro ser que es conciente de Dios. Luc. 1 : 47. Sal. 16:10; Luc 23: 46; Juan 12: 27; 13:21. (3) Las Dos Narraciones de la Creación del Hombre. En Gen. 1 y 2 tenemos dos narraciones de la creación, pero no se contradicen; en efecto son una. La primera (cap. I) es un resumen en general, la segunda (Cap. II) Es un resumen en detalle. No hay desacuerdo.

II . SU CAIDA

1. El r elato bíblico de la Caída. Gen 3 Rom. 5 12­19; 1 Tim. 2:14 Gen.6:5; 8:21; Sal. 14; Rom. 3:l0­23. En Gen 23 se relata no como el pecado entro en el mundo, sino como entro en la raza huma­ na. El pecado existía ya cuando el hombre fue creado, pues Satanás (la Serpiente) era ya un ser caído. La caída es confirmada por la Condición del hombre después. Comp. Gen 1:26 con 6: 5 y Sal. 14. Si el relato en Gen. 3 se omitiera, tendríamos que encontrar alguna razón para el estado pe­ caminoso del hombre que se describe en los capítulos siguientes.

2. Es un r elato liter a l. Es decir: que todo sucedió tal como esta relatado. Es un hecho histórico, lo mismo que otras partes del capitulo. Este es el punto de vista Evangélico. Fue aceptado como una historia verídica y literal por Cristo y los escritores de la Biblia Mat. 19: 4, Marc. 10: 6:2 Cor 11:3: 1 Tim. 2 13­15. 1 Cor. 15:56

3. La Natur a leza de la Caída. (1) nuestros primeros padres fueron creados inocentes. (2) Tenían el libre albedrío, el poder de elegir entre el bien y el mal, de obedecer o des­ obedecer el mandato de Dios. (3) El pecado fue un acto volitivo de voluntad. (4) La instigación al pecado vino de afuera, de Satanás (la serpiente), un ser angelical caído y sumamente sutil. Así que ya existía el pecado en el universo. (5El pecado consistió en la desobediencia al mandato divino. El hombre izo su propia vo­ luntad en lugar de la Dios. (6) Fue un acto de trasgresión, pasando los límites indicados por Dios. (7) Fue un acto de incredulidad creyeron la palabra de Satanás en lugar de la de Dios. (8) De la misma manera Cristo fue tentado. Mat. 4: 1 ­11; y así viene la tentación a todos los seres humanos. 1 Juan 2:15­17.

Nota: Las sagradas escrituras distinguen entre la caída de Eva y la de Adán. Eva fue engaña­

da, Adán no lo fue. 1 Tim 2 13­14

4. Resultados de la caída

(1) Par a nuest r os p r imeros padr es. (a) Vergüenza y miedo a Dios. Gen 3:7. (b))Tristeza y dolor en el parto, y la sujeción de la mujer al hombre 3: 16. (c) Maldición de la tierra. 3: 17­18. (d) Sudor en el trabajo físico. 3:19. (e Muerte física y espiritual.3: 3: 3: 19; 5: 5; Rom. 5: 12. (f) Expulsión del jardín. 3. 22­24.

(2) Par a toda la Raza. (a) Todos los hombres sin excepción, son pecadores. Rom. 3: 9, 10, 22, 23; Sal. 14, Is. 53: 6. Puede haber una diferencia de grado pero no de hecho. Algunos no se han sumergido tan hondamente en el lodo del pecado como otros, pero todos están en el lago de miseria (la muerte) y en el lodo (el pecado). Sal. 40: 1­3. (b) La condición pecaminosa del mundo esta relacionada vitalmente con el pecado de Adán. Todos estábamos en Adán cuando el peco, y todos morimos con El. Rom. 5: 12, 16. 19. (c) Toda la raza esta bajo condenación la ira de Dios y la maldición. Rom. 3: l9; Gál. 3: 10; Efes. 2: 3. . (d) Los no regenerados son considerados como "hijos del diablo". 1 Juan 3: 8­10; Juan 8: 44; 1 Juan 5: l9. (e) Toda la raza se halla en cautividad al pecado y a Satanás. Rom. 7; Juan 8: 31.36; Efes. 2: 3. (f) El hombre es impotente para restaurarse a si mismo. Rom. 8: 7.8; Juan 14: 17, Rom. 3: 11; Efes2:8. (g) La naturaleza entera del hombre, física, mental, moral y espiritualmente ha sido afectada por la caída. (1) Entendimiento entenebrecido. Efes 4:18, l Cor. 2:14; 2 Cor. 4: 4. (2) corazón engañoso y malo Jer. 17:9, 10, Marc. 7:21­23 (3) Mente y conciencia depravadas Gen 6:5. Rom 1:28. (4) Carne y espíritu corrompidos, Rom 7:18 “La carne” no es el cuerpo sino la naturaleza no regenerada. El mal no reside en el cuerpo sino en el corazón. (5) Voluntad debilitada Rom 7:18 (6) Resultados de la gloria de Dios. Rom 3:23 7:18

Nota: La depravación humana no quiere decir la falta de conciencia (Juan 8:9). Ni de cuali­ dades morales (Marcos 10:21) ni que todos son propensos a toda clase de pecado. Quiere decir que el hombre pecador esta destituido completamente de amor a Dios, el cual es la esencia de la ley de Dios (Juan 5:42) y que el hombre natural tiene una aversión para con Dios (Rom 8:7), y que posee una naturaleza que solo tiende a degenerar, y de cuyo dominio es totalmente impotente para librarse (Rom. 7:18,23). Las Escrituras no enseñan que todos somos “hijos de Dios”, Todos los seres humanos son la “prole” de Dios, porque reciben su vida de El (Hech. 17:28); pero solo los que creen en el Señor Jesús y son regenerados por el Espíritu Santo son llamados Hijos de Dios. Gál. 3:26;

Juan 1:12, Mat. 5:9; Rom 8:6, 14;9:8;1 Juan 3:10.

Capitulo V LA SALVACION

A. ARREPENTIMIENTO

1. SU IMPORTANCIA

1. Se le da un lugar p rominente en las Sagr adas Escr itu r as. Fue la nota predominante en la predicación primitiva. (1) Juan el Bautista. Mat. 3: 1, 2. (2) JesuCristo. Mat. 4: 17. (3) Los discípulos mandados a predicarlo. Luc. 24:47, Marc.6:12. (4) Los apóstoles lo predicaban. Hech. 2: 38; 20:21.

2. Es una de las Doct r inas Pr incipa les del Evangelio. (1) Es una condición de la Salvación. Hech. 11:18; 2 Cor. 7:9­11 (2) Dios manda a todos que se arrepientan. 2 Ped. 3:9 Hech. 17:30. (3) Los que no se arrepienten, perecerán. Lucas 13:3

II. DEFINICION

El arrepentimiento es un cambio de pensamiento acerca de (1) nosotros mismos (2) el peca­ do; (3) Dios: un cambio de pensamiento, propósito y actitud que conduce a un cambio de conducta.

II I . SU NATURALEZA

El acto de arrepentimiento se puede considerar bajo tres aspectos

1. En su r elación con el Intelecto. (1) Significa un cambio de pensamiento, propósito y actitud. Mudar de opinión o pensamiento acerca de una cosa o persona. Mateo 21: 29. El hijo que no quería obedecer a su padre, "mas después, arrepentido, fue". (2) Significa un cambio de pensamiento, propósito y actitud para con el pecado y la justicia de Dios. Una revolución en nuestra manera de pensar que se exterioriza en una acción resuelta. Ilus. El hijo prodigo, cuando comenzó a pensar en el hogar paterno y resolvió regresar a su padre, diciendo: "Me levantaré e iré". Luc. 15: 18. Ilus. El publicano en el templo, hiriendo su pecho, diciendo: "Dios, se propicio a mi, pecador". Lucas. 18: 13. (3) Significa un cambio de pensamiento, propósito y actitud acerca de Cristo. Comp. Hechos 2: 14­20. Los judíos son exhortados por Pedro a arrepentirse, a cambiar sus pensamientos y actitud para con JesuCristo. Le habían tratado como un mero hombre, un blasfemo e impostor. Pero los eventos recientes

habían comprobado que era el Justo, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. El arrepentimiento para los judíos significa que le habían aceptado como el Cristo, el Mesías prometido.

2. En su r elación con la Emoción.

(1) Significa t r isteza por el pecado. Profundo pesar y Contrición por el mal que se ha hecho, 2 Cor. 7: 9; Luc. 10: 13; Job 42: 5­6; Joel 2:12­13 Sal. 38:18; 51:17. (2) Significa más que Remor dimiento. Remordimiento es el pesar y tristeza sentido por las consecuencias del pecado, pero no por el pecado mismo. Ilus. (a) Saúl. 1 Sam, 15: 30. Para quedar bien delante del pueblo. (b) Faraón. Éxodo 10:16. Por las plagas mandadas. (c) Judas, Mateo 27: 4. Por verse chasqueado. (3) El Verdadero Ar r epent imiento. Ilustr. David, Sal. 51: 4. Se entristecía por el pecado mismo y no solo por las consecuencias. Lo confesó y lo renun­ cio.

3. En su r elación con la Voluntad. El cambio de pensamiento, propósito y actitud para con el pecado, Dios y Cristo, se expresa en " volverse a Dios". Ilus. El hijo prodigo. "Y levantándose, vino a su padre Luc. 15: 20. (1) Significa la Confesión de pecado a Dios. Sal. 38: 18; Luc. 18: 13; 15: 21; Oseas 14: 1­2 (2) Significa la Renuncia del pecado. Is, 55: 7; Prov. 28: 13; Mat. 3: 8, 10; Ezeq. 18: 30; 14: 6. (3) Significa Volverse a Dios, confiando solo en su Misericordia. Is, 55: 7; 1 Tes., 1: 9; Hech. 26: 18. Solo en volverse a Dios, puede el pecador dejar sui propios pensamientos y caminos. (4) Significa la Restitución y Reparación, donde sea posible, Mat. 5: 23.24. El mal ha de ser confesado a la persona ofendida y reparación hecha.

IV. SUS CAUSAS

¿Como se produce el Arrepentimiento''

1. Es un don divino. En una palabra es el resultado de 1a obra del Espíritu de Dios en nuestros corazones, porque a no ser por la influencia ejercida por el Espíritu sobre nuestras almas, nunca cambiaríamos de pensamiento, propósito y actitud para con el pecado. Dios y JesuCristo. Hech. 11: 18; 2 Tim, 2: 25; Hech. 5:30,31,

2. Es producido por cier tos meDios empleados por el Espír itu de Dios. (1) El Evangelio lo produce.

Hech. 2: 37, 38, 41. Ilus. Jonás 3: 5.10. Cuando los habitantes de Ninive oyeron la Palabra de Dios por medio del profeta Jonás, creyeron el mensaje y se volvieron a Dios. (2) El Evangelio p r edicado en el poder del Espír itu . 1 Tes. 1: 5­10. (3) La Bondad de Dios. Rom. 2: 4. Su paciencia y longanimidad y especialmente la manifestación de su amor en el Calvario. Rom, 5: 8. (4) La disciplina de la vida. Cuando las medidas más suaves no producen el efecto deseado, Dios tiene que recurrir a me­ didas más severas. Heb. 12: 6, 10, 11; Apoc. 3: 19. (5) La r ep r ensión por medio de algún hermano fiel. 2 Tim. 2: 24, 25.

Nota: La corrección ha de hacerse "con mansedumbre". Para los ovejas descarriadas se usa el cayado y no la vara.

V. SUS RESULTADOS

1. Gozo. (1) En el corazón del pecador. Sal. 51: 12. (2) En el corazón de Dios. Lucas 15: 7. 10, 24; Sof. 3: 17. (3) En el corazón de los Ángeles, Luc. 15: 7, 10, Los seres celestiales que cantaban en la primera creación, se regocijan también en la nueva creación.

2. Perdón, Is. 55:7: Hech. 3: 19, Luc. 24:47; Marc, 1: 4.

3. Recibir el don del Espír itu Santo. Hech. 2:38

4. Bendición. Hech.3: 19.21. Medio de bendición a otras almas. Sal. 51: 1.3,

B. LA FE I. SU IMPORTANCIA

La fe ocupa un lugar importantísimo en la vida Cristiana. tanto en la doctrina Como en la conducta.

1. Impor tante par a Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios. Heb. 11: 6. Es la fe la que da sustancia a las cosas del porvenir y hace las cosas invisibles reales al co­ razón. Heb. 11: 1.

Ilus. 2 Reyes 6: 15.17. Eliseo podría ver con los ojos de la fe a las huestes invisibles, cuando su siervo no podía ver nada. Eliseo andaba por fe, pero su siervo andaba por vista. Solemos decir que "ver es creer", pero en realidad "creer es ver".

2. Impor tante par a J esuCr isto. Era reconocida por Jesús como la virtud primordial. (1) En sus Milagros. Mat. 8: 13; 14: 31; 15: 28; Marc. 5: 28, 34: 9: 29. Cristo recompensaba la fe, porque la fe le honra a El., dándole la otoportunidad de manifes­ tar su poder. (2) En sus Enseñanzas. Mat., 17:20; Marc. 9: 23; l6: 16; Juan 3: 15, 16, 18; 6: 40, 47­.12:36,46. La fe es el eslabón que nos une a Cristo, la fuente de poder y vida eterna,

3. impor tante pa r a los Apóstoles. Hech. 16:31; Rom. 3: 28; Hech. 15:9, 2 Ped. 1: 5­7; Sant. 1: 5­7, Heb. 11 Para los apóstoles la fe era la condición de la salvación, justificación, santificación, victoria y toda la bendición.

II . SU SIGN1FICADO

1. Su significado Gener a l. (1) Denota Conocimiento. La fe se basa sobre la evidencia; busca una razón para creer. (a) La Fe es precedida por el conocimiento. Sal. 9; 10. (b) La Fe descansa sobre la Palabra de Dios, Rom. 10: 17. Lo que dice Dios es la mejor evidencia. (c) La Fe es creer con el corazón. Rom 10:10 Es decir: con todo el ser, inteligencia, sensibilidades y voluntad. (2) Asent imiento. Además del conocimiento de que Cristo puede salvar y que es el Salvador del mundo, debe haber el asentimiento del corazón a estas verdades y una respuesta a sus demandas. Es necesario creer en la palabra de Cristo. “Verdad has dicho” Marc. 12:32. Es necesario creer en el poder de Cristo. “¿Creéis que puedo hacer esto? Mat. 9:28 Son los que reciben a Cristo por todo lo que dice que es, Creyendo en El, que somos hechos hijos de Dios. Juan 1:12. (3)Apropiación. Lo que conocemos y a lo cual hemos dado nuestro sentimiento, debe ser apropiado perso­ nalmente. Las cosas referentes a Cristo y su obra han de ser aplicadas a nuestros corazones. No basta saber que Cristo es el hijo de Dios y el salvador del mundo, y dar nuestro senti­ miento a estas verdades, es necesario aceptarle como nuestro salvador personal, creyendo en el con todo nuestro ser. No es el conocimiento ni el asenso de nuestra persona lo que salva, sino la apropiación personal de lo que Cristo es y ha hecho. La fe es dar crédito a lo que ha dicho Dios acerca de su Hijo, y poner confianza en lo que

Cristo es y ha hecho. “Todo aquel que en el cree”. Juan 3:15, 16,18,36,20:31; Rom 10:9.

2. Su significado par t icu la r .

(1) En conexión con el nombr e de Dios. Es necesario tener: (a)Fe en la existencia de Dios. Heb 11:6. Que Dios es una realidad aunque invisible. (b)Heb .11:6 Que honrara, bendecirá y recompensara a los que se allegan a El (c) Fe en la palabra de Dios. Ceer que todo lo que dice Dios es verdad, y se cumplirá a pesar de las circunstancias que parecen indicar lo contrario. v.g. Abraham. Rom. 4:19­21 con Gen. 15:4­6. Pablo, Hech.27:22­25.

(2) En conexión con la per sona y obr a de Cr isto. (a) Conocimiento de las p r etensiones de Cr isto en cuanto a su Per sona y Obra. 1. Su Persona. Juan 9:35­38;10:30; Fil.2:6­11. 2. Su Obra. Mat. 20:28;26:26­28; Luc.24:27,44. (b) Asent imiento a las p r etensiones y demandas de Cr isto. Que el es todo lo que dijo que era. Mat. 16:16, Juan 6:68,69;16:30;20:28. (c)Apropiación de Cr isto como todo lo que pr etende ser y hacer . Fe en la palabra de Cristo ha de conducir fe en su persona y obra. Juan 1:12;5:24;89:21,24. v.g. Marta. Juan 11:23­27. La fe que tenia Marta en la doctrina de Cristo fue sustituida por fe en su persona. La fe que salva no es fe en un credo o doctrina, sino una entrega a una perso­ na. “Esto es creer con el corazón”.(Rom. 10:9,10).

(3)En conexión con la or ación 1 Juan 5:14, 15; Sant. 1: 5­7; Marc.11:23,24 Si hay duda no hay fe, la duda es incredulidad e impide la obra de Dios.

(4) En conexión con la Pa lab r a y p romesas de Dios. (a) Conocimiento de las promesas de Dios. Reconociendo su aplicación a todos los siglos. (b)Asentimiento a su veracidad, creyendo que son verídicas. Dios no puede mentir. Tito 1:2. Heb 11:11;10:23. (c)Confianza en ellas, obrando como si las creyésemos, apropiándolas personalmente, y es­ perando su cumplimiento.

La fe es obrar en conformidad con lo que Dios dice, a pesar de todo lo que parece contrario, y aunque no haya ninguna evidencia visible del cumplimiento de la promesa. 1 Reyes 18:41­ 43; Heb. 11:17­19.

3. Relación ent r e la Fe y la s Obras.

Compárese Sant. 2: 14­26; Rom. 4: t­12. No hay contradicción entre estos dos pasajes. Pablo esta mirando la Salvación desde el punto de vista divino, y afirma que somos justifica­ dos delante de Dios sin que medie ningún merito u obra de nuestra parte. Sant iago mira el asunto desde el punto de vista humano, y afirma que somos justificados delante de los hombres por las obras y no por la fe solamente. 2:24. Pablo nos da la base de nuestra justificación, pero Santiago la demostración de ella.

II I . SU FUENTE

1. El Lado Divino. Es la obra del Trino Dios. (1) Dios el Pad r e. Es el don de la gracia de Dios. Rom. 12: 3; 1 Cor. 12; Fil. 1: 29. (2) Dios el Hijo. Es el Autor y Consumador de la fe. Heb. 12: 2. Luc. 17: 5. Ilus. Pedro andando sobre las aguas. Mat., 14; 28­3 1. (3)Dios el Espír itu , Gál. 5: 22; 1 Cor. 12:9, Somos responsables no por la falta de fe, sino por resistir al Espíritu Santo, Quien la creara en nuestros corazones si le permitimos hacerlo.

2. El Lado Humano. (1) La fe es producida por medio de la Palabra de Dios. Rom. 10: 17;>Hech, 4: 4; Gál. 3: 2­5. La Palabra leída y oída es un instrumento que produce la fe. "La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios". (2) La fe es desa r r ollada por medio de la Oración, Luc. 17; 5; 22: 32; Marc.9; 24;Mat. 17: 19.21. (3) La fe se aumenta, ejer citándola. Usando la que tenemos, la fe se aumenta. Luc, 17: 5, 6; Mat., 25: 29.

IV. SUS RELATOS

1. Salvación. Nuestra salvación pasada, presente y futura depende de la fe en Cristo. (1)Aceptación por Cristo. Juan 1:12. (2) Justificación. Rom 5:1. (3) Adopción. Gál 3:26. (4) Santificación. Hecho 26:18. (5) Seguridad. 1 Pedro 1:5.

1. Exper iencia. La experiencia de los frutos de la salvación es el resultado de la fe. (1) Esperanza. Rom 5:2 (2) Gozo. Hechos 16:34; 1 Ped. 1:8

(3) Paz. Rom. 5:1;15:13; Is. 26:3; Fil. 4:6­7. (4) Confianza. Is. 28:16 con 1 Ped.2:6 (5) Reposo. Heb. 4:1­3 La fe se basa sobre los hechos y no sobre los sentimientos; sobre lo que Dios es, dice y hace, y no sobre lo que nosotros sentimos. Nuestros sentimientos cambian según las circunstan­ cias, pero Dios es inmutable y su palabra no cambia.

1. Obras. (1) El justo vive por la fe. Rom. 1:17; Heb. 10:38. (2) El creyente vive en la fe del Hijo de Dios. Gá. 2:20 (3) Las buenas obras son el fruto de la fe. Sant. 2:17­26: 2 Ped. 1:5­7. (4) Por la fe se pueden hacer “mayores obras” . Juan 14:12 (5) Por la fe se pueden realizar hazañas para el Señor. Heb. 11:32­40; Mat.21:21,22.

C. LA REGENERACION

Por la regeneración o el nuevo nacimiento somos admitidos al Reino del Dios. No hay otra manera de hacerse cristiano que por nacer de arriba. Esta doctrina es la puerta de entrada al discípulo cristiano.

I . SU NATURALEZA

1. Lo que no es. Otras cosas se han substituido por la Regeneración. (1) No es Baut ismo. Juan 3: 5; Tito 3: 5, Estos pasajes "De agua y del Espíritu",y "por el lavacro de la regeneración", no enseñan que la regeneración ocurre en conexión con el bautismo; sino mas bien se deben interpretar de una manera figurativa, en el sentido que se refieren al poder purificador de la Palabra de Dios. Efes. 5: 26. "Limpiándola en el lavacro del agua por la palabra". Juan 15: 3. "Limpios por la palabra". La Palabra de Dios es un instrumento empleado por el Espíritu Santo en la regeneración. Sant. 1: 18;'1 Ped. 1: 23. Simón Mago fue bautizado pero no era salvo. Hech. 8: 9­24. Cornelio era salvo antes de ser bautizado. Hech. 10. (2) No es la Reformación. No es un Paso adelante en el desarrollo natural del hombre. Es un acto sobrenatural de Dios, una crisis espiritual. No es la evolución de la vida natural. Sino la comunicación de una nueva vida. Es una revolución, un cambio de disposición y dirección resultando de la nueva vida.

2. Lo que es. (1) Es un Nuevo Nacimiento, Una vivificación espir itua l. Es la implantación de la vida divina en el alma muerta espiritualmente la producción de una cosa nueva.

Es una creación. No es la naturaleza vieja cambiada y reformada, sino un nuevo nacimiento de arriba. Juan 3: 3­7:5: 21 : Efes. 2: 1, 10; 2 Cor. 5. 17. Por su naturaleza el hombre esta muerto en el pecado (Efes. 2.1). por el nuevo nacimiento se le imparte nueva vida, la vida de Dios. de modo que es como uno que ha resucitado, porque ha pasado de muerte a vida, Juan 5: 24 . (2) Es la imp lantación de tuna nueva natur aleza, la natur a leza de Dios, Participes de la naturaleza divina. 2 Ped, 1:4; Hech. 12: 10. Vestidos del nuevo Hombre, Efes. 4:24; Col, 3:10. Cristo vive en nosotros. Gál. 2:20. La simiente de Dios esta en nosotros. 1 Juan 3:9 El creyente tiene dos naturalezas. Gál. 5: 17. (3) La Regener ación r esu lta en la Conver sión. La Regeneración es el acto interior. La Conversión es el efecto moral exterior y su manifes­ tación. El poder de la nueva vida implantada en el regenerado. le fortalece para vivir una vida Santa. La nueva disposición le lleva en una nueva dirección. Las cosas viejas pasaron: todas son hechas nuevas. 2 Cor. 5:17; Hech.16: 14; Ezeq. 36: 25­27 1 Juan 3: 69.

II . SU NECESIDAD

1. La Necesidad es Univer sa l. (1) Sin el nuevo nacimiento nadie puede ver ni entrar en el reino de Dios. Juan 3: 3,5. El que no nace de nuevo esta perdido. (2) No hay substituto por el nuevo nacimiento. Gá. 6: 15. "Sino la nueva criatura". (3) El que ha nacido do la carne, debe nacer del Espíritu. Juan 3:3­7

2. La Condición Pecaminosa del hombre lo demanda. La carne, la naturaleza pecaminosa. no se puede cambiar. Juan 3: 6; Jer. 13: 23; Rom. 8: 8; 7: 18. El estado natural del hombre es tal que no puede ni quiere recibir a Dios, ni percibir las co­ sas espirituales, sin que se le renueve el entendimiento y se le purifique el corazón. 1 Cor. 2: 14; Rom. 8: 7.

3. La Sant idad de Dios lo demanda. Sin la santidad nadie puede ver a Dios. Heb. 12: 14. La santidad no se adquiere por el desarrollo natural o por ningún esfuerzo humano, sino por la implantación de la naturaleza divina. El hombre reconoce que no es santo por naturaleza. Esdras 9: 15; Job 42: 6.

Las Escrituras confirman este estado pecaminoso, Rom 3:23 , y la necesidad de la santidad para aparecer delante de Dios. Heb, 12: 14.

II I . SUS MEDIOS

1. La Regener ación es una Obra Divina.

Juan 1: 13; Sant. 1: 18. Es un acto creador de parte de Dios, y no un proceso reformador de parte del hombre. Gál. 6: 15. No es por licencia ni por voluntad humana, sino absolutamente por voluntad de Dios. Juan 1: 13; Sant. 1: 18. El Espíritu Santo es el agente divino en la regeneración. Tito 3 5; Juan 3: 5.

2. La Regener ación t iene su lado humano. En Juan 1: 12 y 13 vemos los dos lados de la obra de la regeneración: lo divino y lo humano. "Los que le recibieron fueron hechos hijos de Dios." (1) El hombre es regenerado mediante la aceptación del mensaje del Evangelio. Sant. 1:18, 1 Ped. 1:23; 1 Cor. 4:15, La regeneración se efectúa en el corazón del hombre cuando lee u oye la Palabra de Dios o el mensaje del Evangelio, y por la inf1uencia del Espíritu obrando tanto en la Palabra como en el corazón, abre su coraron y recibe el mensaje coma la Palabra de vida para su alma. La verdad es iluminada así como la mente humana, por el Espíritu; el hombre cede a la ver­ dad, y nace de nuevo. Al creer y recibir la palabra, 1 Ped. 23 , el Espíritu comunica al corazón la nueva vida. (2) El hombre es regenerado mediante la aceptación Personal de JesuCristo como su Salva­ dor. Somos hechos hijos de Dios por fe en Cristo. Juan 1:12,13, Gál 3:26. El que acepta las declaraciones de Cristo y le recibe por todo lo que El pretende ser y hacer, nace de nuevo y tiene la vida eterna. Juan 3: 36.

El Espíritu de Dios nos impele hacia Cristo, haciéndonos ver nuestra necesidad de El, y en el momento en que nuestra voluntad cede a su influencia, y creemos en Cristo y le aceptarnos como nuestro Salvador, la vida de Dios es impartida a nuestro espíritu y somos hechos hijos de Dios.

D. LA 1USTIFICACION

I. SU SIGNIFICADO

1. En Gener a l. “Justificar" es declarar que uno es lo que debería ser y tratarle como tal. Es un cambio de la Posición del hombre delante de Dios. Time que ver con nuestra relación con Dios, la cual ha sido afectada por el pecado. Es un cambio de un lugar de condenación y culpabilidad a un lugar de absolución y acepta­ ción. La Regeneración tiene que ver con el cambio de la naturaleza del creyente; la justificación es el cambio de su posición delante de Dios.

2. Según las Sagr adas Escr itu r as. Rom. 4: 2­8. Considerar o declarar justo. Sal. 32: 2. No imputar la iniquidad. Su significado es un acto legal, judicial.

No significa "hacer justo", sino declarar juta o inocente una persona y tratarle como tal. La palabra no se refiere tanto a un cambio de carácter y conducta (aunque esto es uno de los resultados de la justificación), como a un cambio de posición delante de Dios. La justificación es aquel acto judicial de Dios por medio del cual todos los que ponen su fe en Cristo son declarados justos en sus ojos, y libres de culpabilidad y condenación.

3. Dos Elementos en la J ust ificación. (1) El Perdón del Pecado y la eliminación de la cu lpabilidad y cast igo. Miqueas 7: 18, 19; Sal. 103: 3, 10, 12; 130:4. En la justificación, el Santo Dios, el Juez justo, perdona nuestros pecados y quita la culpabi­ lidad y condenación. Hech. 13:38,39; Rom. 8:1.

Dios mira al creyente en Cristo como justo, sin pecado y culpa. Núm. 23:21; Rom 8:33,34.

(2)La imputación de la just icia de Cr isto y la r estau r ación a favor de Dios. Justificación significa más que absolución o remisión de pecados. El pecador arrepentido no es un pecador reo absuelto, pero si derecho a los privilegios de ciudadano. No solo es perdonado, y declarado justo, sino que también se le confieren todos los privilegios de un hijo de Dios y un ciudadano del cielo. El hijo prodigo fue perdonado, vestido del mejor vestido, (el traje de justicia), y recibido otra vez en casa, gozando del favor del padre y todos los privilegios de un hijo. La misma justicia de Cristo también es imputada al pecador. Rom. 3:22;5: 17­21;1 Cor. 1:30. Cristo se cubrió con el traje de nuestros pecados para que nosotros pudiéramos vestirnos del traje de su justicia. 2 Cor. 5:21. Todo lo que debíamos fue puesto a cuenta de Cristo, y el pago todo, de modo que Dios nos declara libres de la deuda que ha sido cancelado por su hijo. Ilus. Pablo y Enésimo el cimarrón. Filemón 18. “Si en algo te daño, o te debe, ponlo a mi cuenta”

II. SU METODO

1. Negat ivamente. La manera como no se efectúa. No es por la Obras de la Ley. Rom. 3:20, 28; Gál. 2:16,3:10 Dios no declara Justo al hombre por su obediencia a la ley. Sobre esta base Dios no puede justificar al pecador, porque este no puede cumplir la Ley. La ley revela el pecado y demuestra que el hombre es pecador. Abre nuestros ojos para ver el pecado pero no puede quitarlo. La ley demanda obediencia perfecta. El hombre no ha guardado la ley, y por lo tanto es con­ denado por ella. Gá. 3:10. La ley tapa la boca del hombre de modo que no puede justificarse delante de Dios. Rom 3:19,20.

2. Posit ivamente. La manera como se efectúa.

(1)Somos J ust ificados por la gr acia. La Fuente de la Justificación – el favor inmerecido de Dios. Rom. 3:24, “Justificación por su gracia”. “Gratuitamente – sin ningún merito de nuestra parte. (2)Somos J ust ificados por la sangre de Cr isto. La Base de la Justificación. Rom. 3:24. “Por la Redención que es en Cristo Jesús”. 5:9 “Justificados en su sangre”. 2 Cor 5:21. “Justicia de Dios en EL”. Heb 9:22 “Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados”. Los sacrificios antiguos prefiguraban el gran sacrificio del Cordero de Dios, sacrificio este que mas que la muerte de un mártir, pues la eficacia de su sangre es la base de la justifica­ ción del pecador. (3) Somos just ificados por fe en Cr isto La condición de la Justificación. Gál 2:16: Rom: 3:26:4:5. El pecador que, desconfiado en sus propias obras y esfuerzos, cifra todas sus esperanzas en Cristo Jesús, es justificado delante de Dios y tratado como justo. Lo que por la ley el hombre no pudo merecer, alcanza por la fe en Cristo. Hech. 13:39. (4) Somos just ificados por la Obras La evidencia de la Justificación. Las buenas obras no pueden preceder de la justificación, pero deben seguirla. No son la raíz, sino el fruto de la justificación. Sant 2:14, 18­24 Por las obras no podemos merecer la salvación, pero en la vida del creyente ya justificado delante de Dios, debe haber buenas obras para justificarle delante de los hombres, obras que serán recompensadas por Dios (1 Cor. 3:14)

Resumen 1. Somos Justificados Judicialmente por Dios. El santo Juez nos declara justificados. Rom. 8:33 2. Somos justificados Merecidamente por Cristo. Los meritos de su sangre nos justifican. Is. 53: 11. 3. Somos justificados Mediatamente por la Fe. La fe es la condition de la justification. Rom. 5: 1. 4. Somos justificados Experimentalmente por las Obras. Las obras son la evidencia de la justificación. Sant. 2: 14,18­24.

E. LA ADOPCION

I. SU SIGNIFICADO

La Regener ación tiene que ver con la implantación de una nueva vida. La J ust ificación ­ con una nueva relación establecida entre Dios y nosotros. La Adopción ­ con nuestra admisión a la familia de Dios. Significa "colocar a uno en el lugar de hijo". Rom. 8: 15, 23:9: 4; (;a' .4: 5; Efes, 1: 5, Por la regeneración nacemos de nuevo y llegarnos a ser hijos de Dios. Juan 1: 12, 13. Por la adopción, los quo ya son hijos de Dios son colocados en la posición de hijos adultos en la familia do Dios. I lus. Los Romanos tenían la costumbre de conferir a los mancebos un vestido blanco que se llamaba "Toga Virilis", cuando cumplieran 17 años. Hasta aquel memento no diferían de los siervos, y aunque eran en realidad "Señores de todo", estaban debajo de tutores y curadores hasta el tiempo señalado par el padre. Gál, 4: 1, 2. La palabra "adopción" se refiere a los derechos, privilegios y herencia del creyente como hijo de Dios, Ilus. Moises, Ex. 2:10 con heb. 11:24.

II . SU REALIZACION

1. En el Pasado. Fuimos adoptados como hijos de Dios en el plan del padre antes de la fundación del mundo. Efes. 1: 4, S. "Predestinados para se r adoptados hijos por JesuCristo La adopción tiene su origen únicamente en la gracia de Dios. Rom. 9: 11;11: 5, 6. 2. En el Pr esente. Somos adoptados experimentalmente en el momento de creer en el Señor JesuCristo. 1 Juan 3: 2; Gál. 3: 26. Adopción es la experiencia actual del creyente. Ha sido puesto en la posición de un hijo adulto en la familia de Dios con todos los derechos y privilegios de un heredero de Dios y coheredero de Cristo. Rom. 8: 16­17. El mundo no nos conoce como tales, pero cada uno puede decir:"Soy hijo de Dios", y el Espíritu de Dios clama en el corazón de cada uno: "Abba, Padre". Gál. 4: 6, 7. 3. En el Porvenir . Nuestra adopción será completada y perfeccionada en el Día de la Segunda Venida del Señor JesuCristo. Rom. 8: 23. "Esperando la adopción, es a saber: la redención de nuestro cuerpo. Ahora somos incógnitos en el mundo, pero algún día seremos manifiestos como hijos de Dios, todos unidos en una gran familia en Cristo Jesús, I Juan 3: 1.3.

II I . SUS BENDICIONES

1. Somos objetos del amor pecu lia r del Padr e (J uan 17: 23): y de su cuidado paternal. Luc. 12:27­31. 2. Todos per tenecemos a la misma familia . (1) Tenemos, el nombre “Hijos” I Juan 3:1; Efes. 3. 14. 15 (2) A imagen del Hijo Amado. Rom, 8: 29. (3) Amor de hijos. Juan 13: 35: 1 Juan 3. 14

(4) Espíritu de hijos. Rom, 8: 15. Gál.4­6, (5) Servicio de hijos, Juan 14: 23, 24; 15: 8. (6) Disciplinados como hijos. Heb, 12: 5­11. (7) Consolados como Hijos. Is. 66:13: 2 Cor. 1:4. (8) Herencia de hijos. Rom. 8: 17; 1 Ped. 1:3­5.

IV. SUS EVIDENCIAS

1. Guiados por el Espíritu. Rom. 8: 14; Gál. 5: 18. 2. 2. Confianza de hijos. Gál. 4: 5, 6. 3. Libertad de acceso. Efes. 3: 12. 4. Amor fraternal. I Juan 2: 9.11; 5:1. 5. Obediencia de hijos. I Juan 5: 1­3.

F. LA SANTIFICACION

La Santificación tiene que ver con nuestro carácter y conducta. Por la Justificación somos declarados justos. Por la Santificación somos hechos justos. La justicia de Cristo que es imputada a nosotros en la Justificación, es impartida a nosotros en la Santificación. La Justificación es lo que Dios hace por nosotros La Santificación es lo que Dios hace en nosotros. La Justificación nos coloca en una relación correcta con Dios. La Santificación exhibe el fruto de aquella relación en una vida apartada del mundo y dedi­ cada a Dios.

1. SU SIGNIFICADO

1. Separ ación de la ma ldad. 2 Crón.29:5, 15­18; 1 Tes.4:3, Heb 9:2. Significa la separación y renuncia de todo lo que es malo y que puede corromper y contami­ nar el alma y el cuerpo. 2. Dedicación a Dios. Lo que se aparta exclusivamente para el servicio de Dios es santificado, cualquier cosa que sea. Gen. 2:3; Ex. 13:2:22:31: Lev.21:8;27:14,16; Num. 8:17; Sal.29:2. Aun el hijo de Dios, en cuanto fue apartado por el padre y enviado a este mundo para hacer la voluntad del padre, era santificado y se santifico a si mismo. Juan 10: 36, 17: 19. La palabra "santificado" se usa con respecto a Dios para mostrar que El es absolutamente santo. Ezeq..36: 23.

II . TIEMPO DE SANTIFICAC1ON

1. Es un Acto Pasado. Sant ificación instantánea.

1 Cor. 6: 11; Heb. 10: 10, 14: Efes. 4:24. Por la muerte de JesuCristo la santificación del creyente es un acto instantáneo, porque cuando pone fe en Cristo es separado del pecado y dedicado a Dios. Por eso los creyentes en el N. T. son llamados "santos". 1 Cor. 1: 2, Rom. 1:7. Si somos cristianos, somos Santos, santificados. Por un acto de fe en Cristo somos puestos en una condición de santificación en la cual hemos de crecer hasta que lleguemos a la medida de la edad de la plenitud de Cristo. Efes. 4:13. 2. Es un Acto Pr esente, Sant ificación Progr esiva o Exper imenta l. La Santificación es una crisis que conduce a un proceso: es un acto instantáneo que se con­ tinúa en una condición de crecimiento hasta que lleguemos al perfeccionamiento. El progreso ha de estar manifiesto en nuestras vidas. "De gloria en gloria". 2 Ped. 3: 18; 2 Cor. 3: 18: 7: 1; 1 Tes: 3: 12; 4: 1, 3, 10; Efes. 4: 11­15; 5. 25­27; Fil. 3: 10.15; Heb 12:10. 3. Es un Acto Futuro. Sant ificación Per feccionada o Consumada. 1 Tes., 3: 13; 5: 23; 1 Juan 3: 2; Fil. 3: 12.14. Algún día el creyente será perfeccionado en todos los departamentos de su Carácter y todas las virtudes estarán manifestadas en el. Este perfeccionamiento se efectuara en la venida de Cristo, cuando todo creyente será trans­ formado en la imagen de Dios. EI creyente es santificado, santo, El creyente esta siendo santificado por el Espíritu Santo. El creyente ser á absolutamente santificado en la venida de Cristo.

II I . LOS MEDIOS

¿Como somos santificados? ¿Cuales son los meDios o instrumentos de que se vale Dios para hacernos santos y conformarnos a la imagen de Cristo? Los meDios son tanto divinos como humanos; Dios y el creyente cooperan y contribuyen al fin deseado, aunque en realidad la Santificación es obra divina.

1. El Aspecto Divino. Es obra del trino Dios. (1) Dios es el pad r e. 1 Tes. 5:23.24. “El Dios de la paz” que comenzó la obra en nosotros, la perfeccionara. Fil. 1:6 Mientras que el creyente en cierto sentido es responsable por el progreso en su vida cristiana (Fil. 3:12.13), sin embargo es la gracia divina la que obra todo en el (Fil. 2:12,13) No podemos hacer nada por nosotros mismos, pero si podemos ceder a Dios, y entonces El hace todo. (2) J esuCr isto el Hijo Heb 10:10. Es la muerte de Cristo lo que separa al creyente del pecado y el mundo, y le aparta como uno que ha sido redimido y dedicado al servicio de Dios. La santificación de la Iglesia en conjunto, así como del creyente individual, se basa en la muerte de Cristo. Efes. 5:25­27

Cristo nos ha sido hecho…santificación. 1 Cor. 1:30; Heb. 13:12 (3) El Espír itu Santo Sant ifica 1Ped. 1:2;2 Tes. 2:13 “Por santificación del Espíritu”. El Espíritu sella, atestigua y confirma la obra de gracia en el alma del creyente, produciendo los frutos de la justicia en su vida. Gál. 5:17­22. El Espíritu lucha contra la carne y da la victoria sobre el pecado, liberando de la ley de peca­ do y muerte. Rom.8:2. El Espíritu Santo es el que produce la santidad en el creyente.

2. El Aspecto Humano. (1)Sant ificados por la Fe. Cristo nos ha sido hecho sabiduría, justificación, santificación y redención, pero en realidad llega a ser todo esto para nosotros solo en la medida en que lo apropiemos por medio de la fe. Se requiere una actitud constante de fe para apropiarnos su santidad, su fe, su paciencia, su amor y su gracia. Cristo habita en nuestros corazones por la Fe, solo habita en nosotros a medida que le apro­ piamos por la fe. El grado de nuestra santificación es la medida de nuestra apropiación. Ilus. Un vaso mantenido debajo del agua corriente , es llenado, y se mantiene lleno, y se re­ bosa por los lados. El Espíritu santo quiere llenarnos de la plenitud de la vida en Cristo, pero es necesario que nos mantengamos por medio de la fe en tal actitud y posición que pueda llenarnos y mante­ nernos llenos y rebosando. (2)Sant ificados por la Verdad. Las Sagradas Escrituras, contribuyen eficazmente a la santificación. Juan 17:17; Efes. 5:26; Juan 15:3. Nuestra santificación es limitada por falta de nuestro conocimiento de y obediencia a la pa­ labra de Dios. ¿Cómo nos santifica la palabra de Dios? Descubriendo el pecado; despertando la conciencia; conduciendo a la confesión; revelando el carácter de Cristo; mostrándonos el ejemplo de Cristo; ofreciéndonos la influencia y poder del Espíritu; y poniendo delante de nosotros motivos elevados e ideales espirituales. (3)Otros meDios empleados. (a)La disciplina. Heb. 12:10,11. El objeto de la disciplina es producir en nosotros “el fruto de la justicia” (b)La Separación. Rom 6:19­22;2 Cor.6:17:7:1. Hemos de apartarnos de todo lo que sabemos que es malo, y dedicarnos continuamente como instrumentos a Dios para el cumplimiento de sus propósitos. Por estos actos de entrega la santificación llega a ser el hábito de la vida, una actitud cons­ tante. (c)Empeño. Heb. 12:14 “Seguid la santidad” Hemos de proseguir hacia delante para hacer progreso en la vida cristiana. “Una sola cosa” ha de ser nuestro objeto: llegar a la meta y alcanzar el premio. Tal actitud

mantenida continuamente promueve la santificación, dando al Espíritu Santo la oportunidad que busca para obrar en nosotros la voluntad de Dios.

Resumen:

1. Santificación es aquella obra de Cristo a favor del creyente que le aparta para Dios. 2. Santificación es aquella obra de Dios en el creyente mediante el Espíritu Santo y la pala­ bra de Verdad que le cambia progresivamente en la imagen de Cristo. 3. Santificación es aquella obra de Dios que perfeccionara al creyente en la semejanza de Cristo en su venida en gloria.

G. LA ORACION

I. SU IMPORTANCIA

La oración es un aliento del cristiano. Sin ella la vida cristiana no se puede sostener.

Su importancia se ve en las siguientes cosas:

1. Dios desea que le busquemos. Juan 4:23; Sal. 27:8 2. Descuidar la oración desagrada al Señor. Is 43:21, 22;64:6.7 3. Muchos males son el resultado de la falta de oración. Sof. 1:4­6; Dan. 9:13­14; Oseas 7:13,14. 4. Es un pecado descuidar la oración. 1 Sam. 12:23. 5. Somos exhortados a orar. Jer. 29:12,13; Col 4:2;1 Tes. 5:17; Rom 12:12;2 Tes. 3:1;1 Tim. 2:8; Sant 5:16. 6. Es el método designado por Dios para obtener lo que El quiere darnos. Dan. 9:3; Mat. 7;7­11; 9:27­29; Luc. 11:13. 7. El Señor Jesús enseñaba la necesidad de orar. Luc.21:36; 18:1­14; 11:1­13; Mat.17:18­21; 6:9­13. 8. Hay muchos ejemplos de la oración. Los santos de antaño; profetas, sacerdotes, reyes, apóstoles; el Señor Jesús mismo. Véase “Ejemplos”.

II . SU NATURALEZA

Los principales elementos son:

1. Adoración. Sal.90: 1­2; Mat. 6:9­10. 2. Confesión. Sal. 51: 1­4; Mat. 6:12. 3. Intersección. Sal. 90: 13­17; Hech. 12:5 4. Alabanza. Sal. 103 5. Petición 1 Crón 4:10; Mat. 6:11 6. Acción de Gracias. Sal.116

Además puede tomar las formas de comunión, contemplación, meditación y confianza en

Dios. Se puede orar en cualquier posición, lugar y tiempo.

II I. SU POSIBILIDAD

La posibilidad de la oración consiste en 5 cosas:

1. La revelación de Dios dada por JesuCristo. Como un Dios personal, soberano, y como el padre. Juan 1:18; 14:9; Mat. 11:27; Luc. 11:13; Mat. 19:26. 2. El sacrificio hecho por Jesu­Cristo. Heb.10:19­22 Como Cristo ha quitado la barrera del pecado, podemos acercarnos al trono de la gracia, y Dios puede escuchar y contestar nuestras peticiones. 3. La inspiración del Espíritu Santo Rom. 8:26, Judas 20. El Espíritu nos ayuda en la oración, indicando lo que es la voluntad de Dios y guiándonos en nuestras peticiones. 4. Las promesas de la Biblia. Cada una es “Si y Amen en Cristo Jesús”. Cristo es la garantía del cumplimiento de todas ellas. Marc. 11:24; Sal.91:15; Jer.33:3; Is 65:24; Juan 14:13;15:7; Luc.11:9; Sant. 1:5,6; 1 Juan 5:14,15. 5. El testimonio universal del pueblo de Dios. Millones de santos testifican al hecho de que Dios oye y contesta las oraciones.

IV. EJEMPLOS

1. Los Santos del ant iguo testamento. (1) Abraham. Gen. 18:22­33 (2) Moisés. Ex. 17:11­13;32:11­14; Num. 11:11­17. (3) Jacob. Gen 32:24­30 (4) Samuel. 1 Sam 7:9 (5) David. 2 Sam 7:18­29: Sal18:6 (6) Elías. 1 Reyes 19:14­20 (7) Exequias. 2 Reyes 19: 14­20 (8) Jeremías. Jer 32:16­25; 33:3:42:4 (9) Daniel. Dan. 9:20­23 (10) Esdras. Esd. 8:21­23; 9:5­15 (11) Nehemías. Neh. 1:5­11;4:9

2. El Señor J esús Marc. 1:35; 6:46: Mat. 11:25, 26;26: 36­44; 27:46; Luc. 6:12; Juan 11:41,42: Juan 17.3 3. Los Apóstoles

Hech. 1:14;6:4; 20:36; Rom 1:9; Col. 1:9;2 Cor. 12:8; Efes. 1:16;3:14­21; Fil. 1:4.

V. SUS CONDICIONES

1. Sinceridad. Sal. 145:18; Mat. 6:5 2. Sencillez. Mat. 6:7 3. Fervor. Sant 5:17; Hech. 12:5 Luc.22:44. 4. Perseverancia. Luc. 18: 1­8; Col. 4:2; Rom 12:12. 5. Fe Mat. 21.22; Sant 1:6; Marc. 11:24. 6. Obediencia. 1. Juan 3 :22 7. Unidad. Mat. 18.19,20. 8. Peticiones definitivas. Sal. 27:4; Mat. 18:19. 9. En el nombre de Jesús. Juan 16:23;14:13,14 10. En el espíritu. Rom. 8:26; Judas 20.

VI. SUS IMPEDIMENTOS.

1. Pecado. Sal. 66:18; Is. 59: 1,2. 2. Desobediencia. Prov. 28.9 3. Egoísmo. Sant.4:3. 4. Falta de amor. Mat. 5:22, 23;6:12. 5. Falta de fe. Heb 11:6; Sant 1:6 6. Ídolos en el corazón. Ezeq. 8: 5­18;14: 1­3.

Capitulo VI LA IGLESIA

1. SU SIGNIFICADO

El propósito de Dios en esta dispensación es la formación de la iglesia, sacar un pueblo para si de entre las naciones del mundo, separándolo para su voluntad y servicio.

1. Significado de la pa lab r a “iglesia” Significa “una asamblea convocada”. Es unas compañías especial compuesta por los creyen­ tes en Cristo Jesús que han sido sacados de entre los habitantes del mundo. Hech.19:39; 7:38; Mat. 16:18;18:17; Rom 16:5; Efes. 5;25­27. De acuerdo con este uso de la palabra los miembros de la iglesia son llamados “santos”, es­ cogidos y separados para Dios. Rom. 8:30; 1 Cor. 1:1: Rom. 1:7.

2. Uso de la pa lab r a “Iglesias” Se usa para designar las diversas congregaciones en diferentes lugares que constituyen la “Iglesia” universal de Dios Apoc.1:20;2:1,8,12,18;3:1,7,14. Estas “iglesias” locales pueden reunirse en cualquier lugar y en cualquier edificio. Fil.,4:15; 1 Cor. 1:2; Mat. 18:19; Col. 4:15,16; Filemón 1,2; Rom. 16:5.

II. SU FUNDACION

1. No esta pr edicha en el ant iguo testamento, pero si simbolizada o pr efigu r ada. Principalmente en el Tabernáculo. Véase el libro de éxodo.

2. Fue pr edicha por el Señor J esús. Mateo. 16:16­18. La primera mención de la iglesia en el N. T. Es una profecía y una prome­ sa.

Nota: El fundamento de la iglesia no es el apóstol Pedro, sino la gran verdad de la Deidad de Cristo, El hijo de Dios, que al Padre le había revelado a Pedro. Pedro no era sino un frag­ mento de la roca, una piedra (petros): pero la iglesia esta fundada sobre la peña (petra), el Señor JesuCristo.

3. Fue fundada por los apóstoles. Los apóstoles eran las primeras piedras puestas sobre Cristo el fundamento. Efes. 2:20. Hech. 1­2:47. En el día de Pentecostés nació la iglesia en el aposento alto, y se cumplió la promesa de Mat. 16:16­18.

II I . SU CONSTITUCION

1. Los que const ituyen en la iglesia de Cr isto. Todos los creyentes en Cristo Jesús. Todos los que han sido regenerados por el Espíritu San­ to y han nacido de nuevo. Efes. 2; Gá. 3:26­28.

2. ¿Los Santos del Ant iguo Testamento per tenecen a la iglesia? Parece que no. Forman parte del pueblo de Dios, la gran familia de los redimidos, pero no de la iglesia que empezó a formarse en el día de Pentecostés. Heb. 11:39,40;12:231 Cor. 12:13. La Iglesia es “la congregación de los primogénitos”. Los Santos del antiguo testamento “los espíritus de los justos hechos perfectos” Heb. 11:40;12:23

IV. SU CARACTER

1. La Iglesia es “el Minister io” mencionado por Pablo. La palabra “misterio”se aplica por el Apóstol a la iglesia de Dios como el cuerpo de Cristo, en el cual los creyentes, tanto judíos como Gentiles, de esta dispensación, se halan unidos, verdad que no fue revelada en los siglos pasados. Rom. 16:25,26. Efes. 3:1­6.

2. La Iglesia es el “Cuerpo” de Cr isto. Este es el aspecto precedente de la iglesia. Esta figura significa la unión de vida, la relación mas intima. Efes. 1:23;2:16;4:4. Cristo es la “Cabeza” de la iglesia, la cual es su “Cuerpo”. Efes. 1:22,23; Col 1:18;2;19.

3. La iglesia es la esposa de Cr isto. Este parece ser el aspecto futuro de la iglesia cuando se hayan realizado “las bodas del cor­ dero”. Esta figura significa la unión de Amor, la relación más dulce. Efes.4:25­27;29­30; Juan 3:29.Apoc. 19:7;21:9­10;22:17.

4. Nombr es t itulados aplicados a la Iglesia en el Nuevo Testamento (1)Cuerpo. Efes.1:22.23. (2)Esposa. Efes. 5:30­32. (3)Hermanos. Mat. 28:10; Hech. 11:29;12:17; Rom. 1:13. (4)Los del Camino. Hechos 9:2;19:9,23 (5)Rebaño. Hech 20:28. (6)Congregación. Heb. 12:23 (7)Grey. 1 Pedro 5:2 (8)Labranza. 1 Cor. 3:9 (9)Edificio 1 Cor 3.9:1 Ped 2:5 (10)Sacerdocio 1 Ped 2:5 (11)Ciudadanos. Efes. 2:19 (12)Templo Efes. 2:21,22;2 Cor 6:16; 1 Cor. 3:16­17. (13)Ciudad (Jerusalén) Gá 4:26 (14)Candeleros. Apoc 1:20 (15)Familia. Efes. 3:15 (16)Pueblo. 1 Ped. 2:10 (17)Pámpanos. Juan 15 (18)Santos. Hech. 9:13; 1: Apoc. 13:7. (19)Escogidos Marc. 13:27; Rom. 8:33 Efes. 1:4. (20)Cristianos. Hech. 11:26;26:28

5. r elación de los miembros de la iglesia los unos con los ot r os. Miembros del cuerpo; unidos por el mismo Espíritu. 1 Cor. 12; Rom 12:4­8

6. Dones dados a la Iglesia . Cada creyente ha recibido uno o varios dones, pero todos deben ser usados para la edifica­ ción de la iglesia, de acuerdo a las enseñanzas de las escrituras. 1.Cor. 12: 4­11,28­31.

V. CONDICONES DE INGRESO

1. Ar r epent imiento. Hech.2:38­41. 2. Fe en el Señor J esuCr isto como r edentor Divino. Mat. 16;16­18; Hech. 2:38­39 3. Regener ación, El Nuevo Nacimiento. Juan 3:3,5; Hech. 2:47; 5: 14; 11:24 4. Confesión de fe por medio del baut ismo. Mat. 28:19; Hech 2:38, 41; 10:47, 48;22:16.

5. Seguir la doct r ina apostólica. Hech.2:42

VI. SUS ORDENANZAS

Las ordenanzas, el Bautismo y la Santa Cena, han sido instituidas por el Señor JesuCristo para ser guardadas fielmente por la iglesia.

1. El Baut ismo. Mat. 28: 19­20; Mar. 16: 16; Hech. 2:38; 41; 8: 36­40; 10: 47­48; 22:16. (a)El bautismo es en primer lugar, un testimonio interno que sella nuestra redención y en segundo lugar, es una confesión publica de nuestra fe e identificación con Cristo en su muer­ te y resurrección (b) Solo deben bautizarse aquellos que han creído en Cristo. (c) La etimología de la palabra, las descripciones dadas en el Nuevo Testamento (Mat. 3: 6, 16; Hech. 8:38­39; Jn. 3: 23), y el simbolismo del bautismo (Rom.6: 4­5: Col 2: 12) prueban la inmersión.

2. La Santa Cena. Mat. 26: 26­29; Hech. 2: 42, 46; 20: 11 :1. Cor. 10: 16­17; 11 : 23­34. (a) Es una conmemoración de la muerte del Señor Jesús. Luc. 22: 19.20. (b) Es una proclamación de su muerte. 1 Cor. 11 : 26, (c) Es un testimonio de esperanza en la Segunda Venida y en la participación del creyente en la "Cena del Cordero” 1 Cor. 11:26. Mat. 26: 29. (d) Es un testimonio de comunión con el "Cuerpo de Cristo", la Iglesia. I Cor. 10: 16­17.

VII. SU VOCACION

1. Adorar a Dios y glorificarle en la tierra. Efes, 1: 4­6 2. Evangelizar al Mundo. Anunciar "las Buenas Nuevas'' de la Salvación. Mat. 28: 19.20; Hech. 2; 5: 42; 8. 4­6; 15: 7; Efes. 3: 8. 3. Edificar a los Creyentes. Efes, 4: 11­15. Por eso hay diferentes oficios y dones. 4 Testificar de Cristo y su Palabra. Hech 1:8; 8:1, 4. 5 Manifestar la gloria de la gracia de Dios por toda la Eternidad. Efes 3:10, 21.

VII I. SU GOBIERNO

1. Oficios y clones pa r a la edificación.

Rom. 12:4­8; 1 Cor. 12:28­31:1 Tes.3:2­8:Sant. 5:14­15.

2. La iglesia y las Finanzas Hech. 11: 27­30; Gál. 2:10;6: 6­10; 1 Cor. 9:11:2 Cor. 8:9; Fil. 4:15­17; 1 Tes. 2:6­9; 1 Tim. 5:17.18.

3. La Iglesia y la discip lina Mat. 16:18, 19; 18:15­17; Juan 20:22, 23:2 Cor 2:10; Sant 5:15, 16; 1 Juan 5:16; 1 Tes. 5 :14 ; 1 Tim 5 :20 ; Gal. 2 :11 ; Rom 16 :17 ; 1. Cor. 5 :2,4,5,11,13 ;2 Juan 10; Hech 5 :1­ 10 ;8 :18­24 ;1 Tim. 1:20;2 Tes. 3:14, 15.

4. La iglesia y sus Pastor es. 1 Tim. 3:1­7:2 Tim 2:4: 1­5: 1 Ped5 :1­4.

Capitulo VII EL MUNDO

1. SU SIGNIFICADO

1. La Creación Mater ia l El Universo, la tierra como obra de Dios. Mat. 13:35; Marc. 8:36; Juan 1:9; Hech. 17:24; Efes. 1:4; Col1:6.

2. La Humanidad La raza, el mundo de seres humanos. Juan 3:16­17; Rom 3:6,19; Gál 4:3; Col 2:8; 1 Juan 2:2.

3. La t ier r a habitada O una parte conocida de ella v.g. El mundo romano Luc 2:1 Una parte limitada. Hech 17:6,31 Una parte visible Lucas 4:5

4. Los Siglos El siglo presente. Un periodo de tiempo señalado. Efes 2 : 7; Heb 1:2; Rom12:2

5. El sistema mundano. El mundo de maldad, opuesto a Dios. Los no regenerados. La humildad gobernada por Satanás. Juan 7:7; 12:31;14:30;16:11;Efes. 2:2.

II . SU CARÁCTER Y SUERTE

1. La r elación del Mundo con el Diablo. (1) El diablo es el príncipe del mundo. Juan 12:31; 14:30; 16:11.

(2) El diablo es un gran usurpador que tiene el mundo en sus manos. 1 Juan 5:19.

2. La r elación del Mundo con la Salvación del Alma. (1) Son opuestos el uno a la otra. (2) El que gana al mundo pierde su alma. Mar 8:34­38.

3. La r elación del mundo con el Padr e. (1) El Mundo es opuesto al Padre, 1 Juan 2:15­17. Sant 4:4,5. (2) Dios ama al hombre pecador, pero aborrece al pecado. Jn. 3:16; 1 Jn.2:15 (3) No es posible amar a los dos al mismo tiempo. Mat. 6:24

4. La r elación del Mundo con Cr isto (1) Cristo esta separado del mundo, de su maldad. Juan 17:16;8:23. (2) Cristo no intercede por el mundo. Juan 17:9. Su ministerio de intercesión ahora en el cielo es por su pueblo y no por el Mundo. Heb. 7:25; Rom.8:34. (3) Cristo es aborrecido por el mundo. Juan 7:7 El mundo aborrece lo que es opuesto a si mismo. (4) Cristo quita el pecado del mundo ¿En que sentido? (a) Potencialmente (Juan 1:29)Quitando el pecado como una barrera entre Dios y el Hombre, por el sacrificio de si mismo, abriendo un camino de salvación para el pecador. (b) Efectivamente (1 Ped 2:24), llevando sobre si los pecados como el substituto de los que creen en el, y borrándolos para siempre.

5. La r elación del mundo con el Espír itu Santo. (1) El mundo es contrario al Espíritu; no puede percibir ni conocerle, ni recibirle. Juan 14:17. (2) El mundo es convencido por el Espíritu. Juan 16:8­11. Es el Espíritu quien convence al pecador de su pecado.

6. La r elación del mundo con el Tiempo. El mundo es transitorio en carácter. 1 Juan 2:17; 1 Cor. 7:31.

II I . EL CREYENTE Y EL MUNDO

1. El cr eyente es abor r ecido por el Mundo. No le conoce porque no es de él. Juan 15: 18­20; 1 Juan 3:1.

2. El cr eyente ha muer to a l Mundo. Por la cruz a sido crucificado al Mundo y él mundo a él. Gál. 6:14.

3. El cr eyente esta separ ado del mundo. Esta en el mundo, pero no es del mundo. Ha pasado ha otra esfera. Juan 17:11,16.

4. El cr eyente no debe conformar se a l Mundo.

No debe modelar su vida según el modelo de este siglo. Rom 12:2.

5. El cr eyente no debe amar a l Mundo. No debe tener ningún lugar en sus afectos, porque es opuesto al Padre. 1 Juan 2:15­17 Los dos amores no pueden subsistir juntos. El uno expele al otro.

6. El cr eyente puede vencer a l mundo. Cristo ha vencido al mundo, y en Él hacemos mas que vencer.(Rom. 8:37). (1) Paz en medio de la tribulación. Juan 16:33. (2) Muertos a sus atracciones y placeres. Gál. 6:14. (3) Guardados sin mancha y sin caída. Sant. 1:27; Judas 24. (4) Protegidos por el escudo de la fe. 1 Juan 5:4,5; Efes.6:16. (5) Renovación interior, salvándole de la conformidad exterior. Rom 12:2.

7. El cr eyente y la s autor idades. El creyente debe reconocer y respetar las autoridades civiles o militares, pues estas son esta­ blecidas por Dios para guardar el orden y la Justicia. Rom. 13:1­3,; 1 Ped. 2:13­14. El creyente honrará a las autoridades obedeciendo las leyes y pagando los impuestos. Mat. 22:21; Rom. 13:6­7

8. El cr eyente juzgar a a l mundo y a los ángeles. Hech. 17:31; 1 Cor. 6:2­3.

9. El cr eyente t iene la esper anza de un mundo nuevo. El reino eterno de la justicia. 2 Ped. 3:13­14. Por los tanto debe vivir en este mundo. “sin macula, sin reprensión, en paz”. La vida presente ha de ser vivida bajo el resplandor de esa gloriosa esperanza.

Capitulo VIII LA BIBLIA

1. Nombr es dados a la Biblia .

(a) La Escritura. Mar 12: 10; 15: 28; Luc. 4:21; Jn. 2:22;7:38;10:35; Rom. 4:3: Gál. 4:30; Ped. 1:20. (b) Las Escrituras. Mat. 22:29; Marc. 12:24; Luc.24:27; Jn. 5:39; Hech. 17:11; Rom 1:2; 2 Tim. 3:15; 2 Ped. 3:16. (c) La Palabra de Dios. Mar.7:13 Luc. 11:28; Rom. 10:17;2 Cor.2:17; Heb 4:12; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 2:9; Sant. 1:21­23. 1 Ped. 1:23.

2. Testamentos

“Testamento” significa “pacto”. Luc 22:20; 1 Cor 11:25; 2 Cor. 3. 6, 14 Heb. 9:15:12:24. La palabra se refiere a la relación que existe entre Dios y su pueblo. Después fue aplicada a los libros en que constaba ese pacto. (1) El Antiguo Testamento es el antiguo pacto de la ley y contiene un relato del llamamiento

e historia de la nación hebrea. (2) El Nuevo Testamento es el nuevo pacto de la gracia y contiene la historia y aplicación de la redención efectuada por el Señor JesuCristo. Hech. 8:7­13; Mat.: 26:28.

3. Otros nombr es r elacionados con la Biblia .

(1) Apócrifo. Esta palabra significa escondido, secreto, de origen desconocido, indigno de confianza. Se aplica a aquellos libros que no se tienen por inspirados y por consiguiente no forman parte del Canon.

(2) Canon Esta palabra significa una vara de medir, una regla: cualquier cosa que sirve para comparar o probar otra. Se aplica a la colección de libros de la Biblia que se tienen por inspirados, co­ lección que corresponde a la de la Biblia protestante. Los libros apócrifos son aceptados co­ mo parte del canon por la iglesia Católica Romana y Forman parte de la Biblia de ella.

(3) Septuaginta Esta es la versión Griega de las Escrituras Hebreas del Antiguo Testamento, y es llamada comúnmente la Versión de “Los Setenta”, por ser traducida por 70 hombres eruditos.

(4) Pentateuco Significa “Cinco Libros” se aplica a los primeros cinco libros de la Biblia, Génesis a Deute­ ronomio.

(5) Sinópt ico Significa “ver todos juntos”, y se aplica a los primeros tres evangelios (Mateo, Marcos y Lu­ cas), los cuales miran los eventos de la vida de Jesús mayormente desde el mismo punto de vista.

1. Símbolos de la Pa lab r a de Dios.

(1) Semilla . Luc. 8:11, (2) Oro. Sal.19:10;119: 72,127. (3) Fuego. J er . 23: 29, (4) Mar t illo. J er . 23: 29, (5) Espada. Efes. 6:17; Heb. 4:12 (6) Lámpar a. Sal 119:105. (7) Leche. 1 Ped. 2:2, (8) Pan. Deut . 8: 3; Mat. 4: 4, (9) Carne. Heb. 5: 12, (10) Miel. Sal. 119: 103, (11) Espejo. Sant. 1:23 (12) Agua. Efes. 5:26.

II . SU CARACTERSOBRENATURAL

1. La Biblia es Inspir ada. 2.Tim 3: 16 Es inspirada divinamente en todas sus partes. Dios ha alentado en ella “Soplo de vida”, como la creación del hombre. Gen.2:7. La inspiración significa: “Aquella influencia del Espíritu Santo sobre ciertos hombres, escogidos por Dios para ense­ ñar su voluntad, que los guardaba del error en la comunicación de todos lo que debía consti­ tuir una parte de la revelación divina” 2 Ped 1:21. Todo lo que contiene la Biblia fue escrito bajo la dirección de Dios, y es un fiel relato de lo que El quería que fuese escrito. Esto no quiere decir que Dios apruebe todo lo que se refiere en la Biblia, pues no solo relata las obras y palabras de Dios y de hombres buenos, sino también las obras y palabras de Sa­ tanás y de hombres malos, las cuales por supuesto son desaprobadas y condenadas por Dios. Dios no puede sancionar el pecado en forma alguna. La inspiración solo garantiza un fiel relato de lo hecho y dicho, sea por Dios, por Satanás o por el hombre.

2. La Biblia es Infa lib le Esto quiere decir que los mensajes y crónicas originales que Dios mando escribir por hom­ bres escogidos, eran inerrables e infalibles, sin error alguno. Muchos de los errores así lla­ mados son puramente imaginarios, y son fabricados por los que se empeñan por desacreditar a la Biblia.

3. La inspir ación y el elemento humano en las escr itur as La inspiración no quiere decir que Dios trataba como maquinas a los hombres escogidos para escribir la Biblia, pasando por alto su individualidad y personalidad. El Espíritu se valio de la individualidad de cada uno, empleando su personalidad, su memo­ ria, su razón, sus características y aun su vocabulario para expresar correctamente lo que debía decirse. Es por eso que cada uno de los libros de la Biblia se distingue por la individualidad de su escritor respectivo y por una diferencia en el estilo literario.

4. Pruebas de la inspir ación de la Biblia . (1) Internas (a) El carácter de los libros Hay algo que les distingue de otros libros. (b) La Unidad de los libros A pesar de la diversidad de escritores y contenido, hay tal unidad que no se puede eliminar un solo libro sin destruir toda la estructura. (c) La Profecía La profecía es la historia dicha de antemano. Muchas de las profecías se han cumplido al pie de la letra.

(2) Externas (a) La Perpetuidad. La manera como la Biblia ha sido conservada y transmitida a través de los siglos, a pesar de los esfuerzos de los enemigos para destruirla.

(b) La universalidad. Es el libro más universal, traducido en casi todos los idiomas y circulado por todos los países del mundo. La Biblia es adecuada y adaptada a toda clase y condición. (c) La potencia. Su poder de evidencia en la influencia que ha ejercido y sigue ejerciendo en la vida de indi­ viduos y naciones.

5. r elación de la Biblia con la Ciencia La Biblia no es científica en carácter, sin embargo, no es inexacta científicamente en ninguna de sus declaraciones. Antes al contrario se ve cada día con mas claridad que la Biblia esta de acuerdo con los descubrimientos de la ciencia demostrada.

6. El Test imonio de la s Escr itu r as a su p rop ia Inspir ación (1) En el A. T. Ex. 4: 10­15; 34: 27; Deut. 4: 2; Jer. 1: 7­9; Ezeq. 3: 4; Miq. 3: 8

Nota: Tales expresiones como Dios Dijo, La palabra de Dios fue, etc. Se encuentran 3808 veces en el A. T. Se afirma también que algunas partes fueron escritas por Dios mismo.

Ex. 24: 12; 31: 18; Deut 10: 2, 4, 9: 10

(2) En el N. T 2 Ped. 1: 20, 21; 1 Ped 1: 10, 11: Hech 1: 16; 28: 25, 1 Cor 2: 13; 14: 37; 1 Tes. 2: 13; 2 Ped. 3: 1; 2; Mat 10: 20; Marc 13: 11; Luc 12: 12; 21: 14; 15; Hech 2: 4.

II I . SU VALOR PRACTICO

1. Pa r a la edificación cr ist iana. 2 Tim. 3:16,17. Sirve para doctrina, prueba, corrección e instrucción.

2. En la tentación. Efes. 6:12­18; Mat. 4:11. Es la espada del Espíritu, y manejada en su poder vence a Satanás.

3. Pa r a la vida Diar ia . Sal.119: 105; Prov. 6:23; Ex. 16: 4; Lev. 26: 3; Sal. 86: 11; Ezeq.. 37: 24; Gál. 6:16; 3 Juan 4; Juan 13: 10; Heb 4:12.

4. Pa r a la Evangelización. Rom. 10: 14, 15; 1Cor. 1:21; Juan 3:5; Ezeq. 3:14; Rom. 1:16­17

5. Su aplicación univer sa l (1) Los Inconversos. Is. 53:6. (2) Los Incredulous. 1Cor.1:18. (3) Los Ateos. Sal. 14:1 (4) Los Ansiosos. Jer. 29:13. (5) Los Indiferentes. Ga.3:10­14.

(6) Los Reincidentes. Oseas 14: 1­7 (7) Los Engañados Is. 28:17, 18; Juan 3: 1­8 (8) Los Mundanos. 1 Juan 2: 15­17.

6. La act itud del Señor J esús pa r a con las Escr itu r as del A. T. Luc. 24: 26, 27,44,45; Juan 5:39, 46,47; 10: 35; Mat. 4: 1­11

Capitulo IX LOS ANGELES

Las sagradas escrituras atestiguan la existencia de un orden de seres entre Dios y el hombre, los cuales son superiores al hombre e inferiores a Dios. Son mencionados 108 veces en el A. T. y 165 veces en el N. T. La palabra significa “mensa­ jero”, y a veces se aplica a Dios así como a los hombres. Gen. 16: 9­11 comp. 22: 11­16; Luc. 7: 24; Sant. 2:25; Apoc. 1:20.

I . SU EXISTENCIA

1. La Enseñanza del Ant iguo Testamento. Gen. 19: 1;1 Crón. 21: 15,16,27; Sal. 103: 20; 104: 4; Ezeq. 9:1; Dan. 11; 1;12: 1.

2. La Enseñanza del Señor J esús Mat. 18: 10; 13:41; 26: 53; Mar. 8: 38; 13:32.

3. La Enseñanza de los Apóstoles. (1) Pablo. 2 Tes. 1: 7; Col. 2: 18; Efes. 1:21; Col. 1:16. (2) J uan. 1: 51; Apoc. 12: 7; 22: 8; 9. (3) Pedro. 1 Ped. 3: 22; Ped. 2:11.

II . SU NATURALEZA

1. Son ser es cr eados. Neh. 9:6; Col. 1: 16. No son los espíritus de los muertos, ni son seres humanos glorificados. Heb. 12: 22, 23.

2. Son ser es espir ituales. Sal. 104: 4; Muchas veces han aparecido a los hombres en forma visible, y aun en forma humana. Jueces 2: 1;6: 11­22; Mat. 1:20; Luc. 1:26; Juan 20:12.

3. Son ser es poderosos. Su posición o esfera es más alta que la del hombre. Sal. 8: 5; Heb. 2:7; Apoc. 20:2, 10; Is. 37:36. Su poder les ha sido dado por Dios “ángeles de su potencia” (2 Tes. 1: 7). Son poderosos pero no omnipotentes.

4. Son de difer entes órdenes o r angos. Judas 9; 1 Tes. 4:16; 1 Ped. 3:22; Col. 1:16. Dan. 10:21; 8; 16; 9:21; Is. 6: 2­7; Gen. 3: 24; Apoc. 12: 7­10.

5. Son innumerab les. 2 Reyes 6: 17; Mat. 26: 53; Job. 25: 3; Heb. 12: 22

II I. Los ángeles Malos

1. El t iempo y causa de su caída. Es probable que cuando Satanás cayo (Juan 8:44; Luc. 10:18), llevo consigo una multitud de otros ángeles. De estos ángeles caídos, algunos son reservados para el juicio con cadenas de oscuridad. 2 Ped. 2: 4; Judas 6: 1 Cor. 6:3. Los demás son libres, los demonios a los que se refiere el N. T. Marc. 5:9, 15; Luc. 8:30; 1 Tim. 4: 1. Esto son los agentes de Satanás en todas sus actividades y compartirán su suerte. Mat. 25: 41; Apoc. 20:10. Los ángeles caídos “no guardaron dignidad, mas dejaron su habitación” (judas 6). Parece que su pecado fue lo mismo que el de su caudillo, el orgullo y desobediencia (Ezeq. 28: 14­19). No estaban contentos con la dignidad de su posición bajo el hijo de Dios, mas aspiraron a algo mas elevado.

2. La Obra de los ángeles caídos. (a) Se oponen a los propósitos de Dios. Dan. 10: 10­14. (b) Afligen al pueblo de Dios. Luc. 13: 16; Mat. 17: 15, 16 (c) Ejecutan los propósitos se Satanás. Mat. 25:41 ; 12: 26: 27 (d) Impiden la vida espiritual del pueblo de Dios. Efes. 6:12. (e) Tratan de engañar al pueblo de Dios. I Sam. 28: 7­20.

3. El J uicio de los ángeles caídos Judas 6;2 Ped. 2:4; Mat. 25: 41. No hay esperanza de rendición. Su destino será el fuego eterno. Parece que los santos tomaran parte en el juicio de los ángeles caídos. 1 Cor. 6: 3

IV. SU MINISTERIO

1. Su Minister io Celest ia l. Adoración y servicio. Is. 6; Apoc. 5:11; 12: 8:3,4

2. Su Minister io Ter r ena l.

(1) En Ocasiones Especia les (a)En la creación. Job. 38: 7. (b)La Ley. Gál. 3:19; Hech. 7:53; Heb. 2:2; Apoc. 22:16. (c)Nacimiento de Jesús. Luc. 2:13.

(d)tentación de Jesús. Luc. 4:10 (e)En Getesemaní. Luc. 22: 43 (f)La Resurrección. Mat. 28:2. (g)La Ascensión. Hech. 1:10 (h)Segunda Venida. Mat. 24: 31; 25:31;2 Tes. 1:7.

(2) Obras de J uicio. Relacionadas con vientos, fuegos, tempestades y pestilencia. Sal. 104: 4; 1 Crón. 21:15, 16, 27; Apoc. 16

(3) Guardianes del pueblo de Isr ael Dan. 12: 1; Ezeq.. 9:1; Dan 11:1

(4) Servicio a los Santos. “espír itus Administ r ador es” Heb 1: 14; Sal. 34: 7; 91:11; Hech. 12: 7­10; 27:23 (a) Guían al creyente Guían al obrero, al necesitado (Hech.8:26), y el necesitado al obrero (Hech. 10: 3). El ángel guía, pero el Espíritu instruye (Hech.8:29). (b)Animan y fortalecen al creyente 1 Reyes 19: 5­8; Mat. 4:11; Luc. 22:43. (c) Defienden protegen y libran a los siervos de Dios. Dan. 6:22; Hech. 5:19; 2 Reyes 6: 18; Gen. 19: 11; Hech. 12: 8­11; 27: 23, 24. (d) Testigos que circundan a la iglesia 1 Tim. 5:21; 1 Cor. 4:9; 11: 10. (e)Atienden a los muertos en Cristo. Luc. 16:22; Mat. 24:31.

(5) Acompañaran a Cr isto en su Venida Mat. 25:31,32; 2 Tes. 1:7,8; Mat. 13:39­42.

Capitulo X SATANAS

Satanás es un ser muy elevado entre todos los seres creados por Dios, y es el enemigo mas fuerte de Dios y del hombre. Pero por más fuerte que sea, no es omnipotente ni omnisciente ni omnipresente. Es un ser creado por Dios y esta sujeto a Dios.

I . SU EXISTENCIA

1. Su Creación por Dios. Ezeq. 28: 12­19.

Si bien este pasaje se aplica en parte al Rey de Tiro, la descripción que se da no se halla cumplida sino en el personaje de Satanás antes de su pecado y caída. Comp. Is. 14: 12­14.

2. Su existencia afirmada por las Escr itu r as. Mat. 4: 1­11; 13: 19, 39. Juan 13:2; Hech. 5:3; 2 Cor. 11: 3, 14; 2 Ped. 2:4; Judas 6.

II . SU PERSONALIDAD

La personalidad de Satanás se comprueba por lo siguiente:

1. Se le at r ibuyen todos los elementos de una per sona lidad. Juan 8:44; 1 Juan 3:8. Es un homicida mentiroso y pecador.

2. Figur a ent r e los “hijos de Dios” Job 1: 6­12: 2: 1­13. Tiene acceso a Dios. Así como al hombre. Zac. 3: 1,2; 1 Crón. 21: 1; Sal. 109:6.

3. Su est r ategia, ma licia , sut ileza y astucia. Esto se ve en el Edén, en la tentación de Jesús y en la tentación de los hijos de Dios. Gen. 3: 1­15; Mat. 4: 1­11: 2 Cor. 11:3, 13­15: 12: 7: Luc. 22:31; Efes. 6: 10­12; Ped. 5:8; Apoc. 12:9, 10.

4. Obra conforme a un plan p r econcebido. 2 Cor. 2:11. En esto se ve su inteligencia.

5. Odia a Dios a Cr isto y al pueb lo de Dios. Siempre se ha esforzado por destruir la simiente prometida. Gen. 3:15; Ex. 1:15­17; Mat. 2:16; Apoc. 12: 3­5, 13­17. En esto se ve su emoción y su voluntad.

II I . SU CAIDA

1. El Tiempo Luc. 10: 18; Juan 8:44. Esto no se puede precisar porque las escrituras no nos dicen nada al respecto, pero puede haber ocurrido entre el vers. 1 y vers. 2 de Gen. 1. Algunos opinan que la condición desordenada y vacía de la tierra fue el resultado del pecado y caída de Satanás.

2. La Causa El orgullo fue una de las causas de su caída. Ezeq. 28: 15­17; Is. 14: 12­14. Satanás se puso a la voluntad de Dios, abrigando un propósito secreto en su corazón de ele­ varse hasta el mismo trono de Dios. Quiso ser semejante al Altísimo.

IV. SU POSICION Y PODER

1. Es un ángel poderosísimo. Judas 8, 9; Dan. 10: 12, 13; Luc. 11: 21; Juan 14: 30.

2. Es un pr íncipe de la potestad del air e. Efes 2:2;6:11,12. príncipe de los demonios. Mat. 12:24;9:34; Luc. 11:14­18.

3. Es el inst igador y dir ector de todas la s act ividades impías y mundanas que están en pugna con el propósito de Dios. 2 Cor. 4: 4; Juan 12:31; 14:30; 16:11; Efes. 2: 1,2; 1 Juan 5:19.

4.Es la cabeza de un r eino host il a Dios. Hech. 26:18; Col. 1:13.

5. Tenía el imper io de la Muer te. Heb. 2: 14. Este poder ha sido entregado a Cristo. Apoc. 1:18.

6. Obra en los inconver sos. Mat. 13: 19; 2 Cor. 4:3,4; Efes. 2:2.

7. Obra contr a los cr eyentes. Job. 2:7; Luc. 22:31; 1 Cor. 5: 5; 2 Cor. 12:7. Su poder es limitado. Solo puede obrar hasta donde Dios le permite.

V. SU CARACTER

El carácter de Satanás se indica por los nombres y títulos dados a él.

1. El adver sa r io, o Satanás. Significa “el que se opone a otro”. Es el adversario de Dios y del hombre. Zac. 3:1; 1 Ped. 5:8; Luc. 10:18.

2. El Diablo Indica que es un calumniador y acusador. Mat. 13:39; Juan 8:44; Apoc. 12:9. Habla contra Dios al hombre. Gen. 3: 1­7 Habla contra el hombre a Dios. Job. 1:9; 2:4

3. El Malo, el Maligno No solo es malo en si, sino que es el instigador de la maldad organizada en el mundo. Siem­ pre se opone a la obra de Dios. Mat. 13: 19, 28, 39:1 Juan 5:19.

4. El Tentador Mat. 4: 3; Gen. 3: 1­6. Tienta en momentos de debilidad. Mat. 4: 2­3; Luc. 22:40­46. Con señales y milagros. 2 Tes.

2: 9, 10.

5. La serpiente Es el engañador. Gen. 3:2; 2 Cor; 4:4. Es el falsificador. 2 Cor. 11:4; Mat. 13:25,38. Es sutil y astuto como serpiente. Efes. 6:11.

VI. SU DESTINO

1. Es un enemigo vencido y sentenciado. Gen. 3:15. Esta sentencia fue ejecutada en la cruz. Cristo ha vencido con la misma arma de Satanás ­ la muerte. Heb. 2: 14 Juan 12:31; 16:8­11; 1 Juan 3:8; Col. 2:15.

2. Esta bajo maldición cont inúa. Gen. 3:14. Maldición que nunca será quitada.

3. ser á a r r ojado del Cielo. Apoc. 12: 7­12 Por un tiempo limitado su actividad será limitada a la tierra.

4. ser á atado en el abismo por 1000 años. Apoc. 20: 1­3,7

5. ser á echado en el Lago del Fuego. Mat. 25:41; Apoc. 20:10

VII. NUESTRA VICTORIA SOBRE SATANAS

1. Satanás t iene poder limitado. Job. 1: 9­12; 2: 4­6. Solo puede obrar en la vida del creyente hasta donde Dios le permite. Su poder fue roto en la Cruz. Juan 12: 31; 16:11

2. Satanás puede ser r esist ido. 1 Ped. 5:8,9; Sant. 4:7. Esta resistencia se hace solo por la sumisión a Dios. Rom 6:17­23; Sant. 4:7. La armadura de Dios nos asegura la victoria. Efes.6:10­20.

3. Es necesa r io esta r a ler ta . 1 Ped. 5:8,9. No se debe dar lugar al Diablo. Efes. 4:27.

4. Las armas que aseguran la victor ia . El Espíritu, la Palabra, la oración y el testimonio. Mat. 4: 1,4,7,10; Efes. 6:17,18; Apoc. 12:11.

Capitulo XI LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

I. SU IMPORTANCIA

1. Su prominencia en la s sagr adas escr itu r as. Se menciona 318 veces en los 260 capítulos del N. T.

(1) Testimonio del A. T. La gran mayoría de predicaciones tocante a Cristo se refieren a la Segunda Venida. (2) Testimonio de Jesús Juan 14:3; Mar. 24 y 25; Marc. 13; Luc. 21; Juan 21: 22. (3) Testimonio de los ángeles. Hech. 1:11. Su testimonio es fiel. Heb. 2:2. (4) Testimonio de los apóstoles. Hech. 3:19, 20; 1 Tes. 4:16, 17; Fil. 3: 20, 21; Heb. 9:28; 1 Juan 2: 28; Judas 14 y 15.

2. Es la gr an esper anza de la iglesia . Tito 2: 13; 2 Ped. 3: 11­14; Luc. 12: 36, 36. El creyente no ha de esperar la muerte sino la venida de Cristo. Nuestra oración continua debiera ser: “Ven Señor Jesús”. (Apoc.22:20).

3. Es un gr an incent ivo a una vida consecuente Conduce a la vigilancia , fidelidad, actividad, templanza, oración y consagración. Mat. 24: 44­46; Luc. 21: 34­36; 1 Juan 2: 28; 3:3.

4. Es una gr an consolación pa r a el cr eyente. 1 Tes. 4: 14­18; Comp. Is. 40: 1,9,10 Nos asegura la resurrección de los muertos en Cristo y nuestra reunión con ellos.

5. Es el objet ivo del odio y r idícu lo de los bur lador es. 2. Ped. 3: 3,4 Tardanza en cumplir la promesa no quiere decir que Dios haya abandonado su propósito. Tardo miles de años en cumplir la promesa de Gen. 3:15, pero por fin vino la simiente pro­ metida.

II . SU SIGNIFICADO

1. Significa una venida per sona l y visib le. “Este mismo Jesús” Hech. 1:11. “El mismo Señor” 1 Tes. 4: 16,17. “Todo ojo lo vera” Apoc. 1:7.

2. Teor ías er r óneas de la Segunda Venida.

(1) Que Cr isto viene en la muer te del cr ist iano. Esto no puede ser el significado porque: (a) Cristo viene con aclamación. 1 Tes. 4: 16­17. (b) Los que vienen y quedan son arrebatados. Juan 14: 3; 1 Tes. 4: 16­17. En su venida Cristo viene a nosotros. En nuestra muerte nosotros vamos a Cristo. (c) “Hasta que venga” Juan 21: 23 no puede referirse a la muerte. (d) “Según 1 Cor. 15: 50­57 en la venida de Cristo vencemos la muerte y no sucumbimos a la muerte. (2) Que Cr isto vino en la venida del Espír itu Santo. La venida del Espíritu Santo era si una venida de Cristo, (Juan 14: 15­18, 21­23), pero la Segunda Venida no significa eso. (a) Muchos testimonios y promesas de la Segunda Venida fueron dados después de Pente­ costés. (b) Cristo no nos toma así mismo en el advenimiento del Espíritu, sino que viene a nosotros. Juan 14:3; 1 Tes. 4: 16­17. (c) Los eventos de 1 Tes. 4: 16­17 no ocurrieron en Pentecostés. “Vos del arcángel, aclama­ ción y arrebatamiento” (d) El cuerpo de nuestra bajeza no es transformada. Fil. 3:20­21. (3) Que Cr isto vino en la dest r ucción de J er usalén En el 70 después de Cristo, esto no puede ser porque: (a) Los eventos de 1 Tes. 4: 16­17 no se realizaron en aquel entonces. (b) Las palabras de Juan 21:21­23 y Apoc. 22:20 fueron escritas después de la destrucción de Jerusalén. El Apóstol Juan estaba esperando la venida del Señor.

Nota: de lo antes dicho es claro que la Segunda Venida de Cristo es un acontecimiento que ha de verificarse en el porvenir. Si Cristo vino una vez puede venir la segunda vez. Si as­ cendí al cielo puede descender del cielo.

II I . SU MANERA

Vesae 1 Tes. 4:16, 17; Mat. 25: 31, 32; 2 Tes. 2: 7,8; Zac. 14 : 1­5. 1. La Venida de Cr isto compr ende va r ias et apas o per iodos. (1) En el aire, a donde los creyentes serán arrebatados para encontrarse con el Señor. 1 Tes. 4: 16­17. (2) A la tierra cuando los santos le acompañan. 1 Tes. 3:13; Col. 3:4:1 Tes. 4: 14. Vendrá en el aire para los suyos, y a la tierra con los suyos. Parece que habrá un intervalo entre estas dos etapas de la venida de Cristo que comprenderá la gran tribulación. Lucas 21: 36; 2 Tes. 2: 7­8. (3) Una serie de eventos subsecuentes a su venida a la tierra.

2. Cr isto ha de venir corpor a l y visib lemente. Hech. 1: 11; Heb. 9: 28; Apoc. 1:7.

3. Vendrá con gr an publicidad

Mat. 24: 26, 27. Apoc. 1:7.

4. Vendrá sob r e la s nubes del cielo con gr an poder y glor ia . “En las nubes”. Compárese Ex. 19: 9; 34: 5; Sal. 97: 1,2; Sal. 104: 3.

5. Vendrá en la glor ia de su pad r e con sus santos ángeles. Mat. 16: 27; Mr. 8: 8; 2 Tes. 1:7.

6. Vendrá como lad rón, sin aviso ni adver tencia, inesper ada y r epent inamente. Apoc. 16: 15; 1 Tes. 5:2,3. El mundo estará preocupado con sus quehaceres y costumbres. Mat. 24: 37­39.

IV. SUS PROPOSITOS

1. Respecto a la iglesia . (1) Para tomar a si mismo a los suyos. Juan 14: 3; 17:24; 1 Tes. 4: 16­17. (2) Para transformar el cuerpo de nuestra bajeza. Fil. 3: 20,21. (3) Para hacer cuentas con sus siervos Mat. 25:19. Pagara a cada uno conforme a sus obras. Mat. 16:27. 1 Cor. 3:12­15; 2 Tim. 4:8; 1 Ped. 5: 4; 2 Cor. 5:10 (4) Para ser unido a su esposa en las “Bodas de Cordero”. Mat. 25: 1­10; Apoc. 19: 6­9; 2 Cor. 11:2; Efes. 5:23, 32. (5) Para ser glorificado en sus santos. 2 Tes. 1:10.

2. Respecto a los inconver sos. (1) Para jugar a los vivos y los muertos 2 Tim. 4: 1. (a) Las naciones. Mat. 25:31, 32. (b) Los muertos incrédulos. Apoc. 20: 7­11. Mil años separan esto dos juicios.

3. Respecto a los judíos. Cuando viene con sus santos. (1) Para liberar a Israel de sus aflicciones. Zac. 14: 1­4; Mal. 3: 1­3; Rom. 11:26. (2) Para recoger a todos los esparcidos de Israel a Jerusalén Is. 11:11; Is. 60; Zac. 8: 3,7,8.

4. Respecto al ant iCr isto y los enemigos del pueblo de Dios. 2 Tes. 1: 7­8; Apoc. 19: 20; 20:10.

Serán destruidos por el resplandor de su venida, y echados en el lago de fuego.

Respecto a l Reino Milenia l.

Cuando viene con sus santos, vendrá para reinar sobre la tierra. El reino de paz, y de justicia durara por mil años. Durante este periodo el diablo será atado en el abismo, y no podrá ejer­ cer ninguna influencia sobre los habitantes de la tierra. Is. 11: 1,2,4,5,9; Sal. 2:6; Dan. 7: 21, 22. Zac. 14: 9; Jer. 23: 5,6; Mat. 25 : 31; Luc 19: 12,15,16; 20: 4; 11:15. Al fin de los mil años abra otra rebelión y apostasía (Apoc. 20: 7­9), que terminará con el castigo de Satanás (Apoc. 20: 10), y el juicio del gran trono blanco (Apoc 20: 11­15). Después vendrá el estado eterno, con el nuevo cielo y la nueva tierra. Apoc. 21: 7­22.

V. EL TIEMPO DE LA VENIDA

El t iempo no es conocido. Mat. 24: 36­42; Marc. 13:32; Hech. 1.7.

Hay señales que indican que esta cer ca. (1) Apostasía. 1 Tim. 4: 1; 2 Tim. 3: 1­5; Luc. 18:8. (2) Riquezas amontonadas. Sant. 5: 1­9. (3) Actividad misionera. Mat. 24: 14. (4) Vuelta de los judíos a su tierra. (5) Aflicción en la tierra, guerras, hambre, terremotos, etc. Luc. 21: 9­11

Exhor tación a Vela r . Mat. 24: 42­44; Marc. 13:33­37; Luc. 21:36.

Capitulo XII LOS SUCESOS FINALES

A. LA RESURRECCION DE LOS MUERTOS

I. SU ENSEÑAÑZA

1. En el Ant iguo Testamento. (1) Por afirmación. Job 19: 25­27 (2) Por figura. Gen. 22:5 con Heb. 11:19. (3) Por profecía. Is. 26:19; 11:19. (4) Por hecho. 1 Reyes 17; 2 Reyes 4: 32­35; 13:21.

2. En el nuevo Testamento. (1) Por Pa lab r a. (a) De Jesús. Juan 5: 28,29;6: 39, 40, 44, 54; Lucas 14:13, 14; 20:35; 36. (b) De los apóstoles. Pablo. Hech. 24: 15; 1 Cor. 15; 1 Tes. 4: 14­16; Fil. 3:11.

Juan. Apoc. 20: 4­6; 13. (2) Por hechos. (a) Los Santos. Mat. 27:52,53. (b) Lázaro. Juan 11. (c) JesuCristo. Mat. 28. La resurrección del Señor Jesús confirmo la esperanza de una resurrección final, y dio a la doctrina un lugar importante en el cristianismo (1 Cor. 15)

II . SU NATURALEZA

1. Una Resur r ección liter a l y univer sa l. La resurrección literal del cuerpo de todos los hombres. Job. 19: 25­27; Sal. 16:9; Juan 5:28; 1 Cor. 15:22;2 Cor. 5:10, Apoc. 20:12.

2. La natur aleza del cuerpo r esucitado. (1) No será necesariamente idéntico con el cuerpo que fue enterrado en la tumba, es decir, con las mismas partículas. 1 Cor. 15: 36­37. Como en el caso de la semilla, la identidad se conserva bajo un cambio completo de condi­ ciones físicas. (2) Tendrá alguna conexión orgánica con el cuerpo sepultado. (3) Será el cuerpo que Dios en su soberanía nos dará. (4) Será mejor que el anterior.

3. La r edención del cuerpo se compr enden la r edención completa. Rom. 8: 11­23; Cor. 6:13­20; 15:20, 49;2 Cor. 5:4; Fil. 3:21 1 Juan 3:2

4. El cuerpo del cr eyente ser á semejante a l cuerpo de Cr isto, después de su r esu r r ec­ ción.

Luc. 24:39; 24: 31 Juan 20: 16; 20: 19.

(1) Verdadero. Luc. 24: 39; 1 Cor. 15:50, 51; 2 Cor. 5: 1­6; Heb. 2:14. (2) Conocido. Luc. 24: 31; Juan 20: 16. (3) Incorruptible. 1 Cor. 15:42. (4) Glorioso. 1 Cor. 15:43; 2 Cor. 3:18; Fil. 3:21; Apoc. 1:13­17. (5) Poderoso. 1 Cor. 15:43. (6) Espiritual. 1 Cor. 14: 44 (Adaptado para el uso del Espíritu). (7) Inmortal. 1 Cor. 15: 53­57. (8) Celestial. 1 Cor. 15:47­49.

II I . SU TIEMPO

1. La r esu r r ección de los J ustos. “En el día postrero”. Juan 6: 39, 40, 44. Este término significa un periodo de tiempo más bien que un día literal.

“En la venida de Cristo”. 1 Cor. 15: 23; 1 Tes. 4: 14­17. Este es el evento que introduce el periodo de tiempo designado “el día postrero”. “De entre los muertos” Fil. 3 :11. Resurrec­ ción a vida y gloria. “Para la vida eterna”. Dan. 12: 2. Una vida gloriosa sin fin.

2. La r esu r r ección de los injustos.

(1) En el t iempo “del fin”. 1 Cor . 15: 21­24. (a) “Cristo las primicias”. La resurrección de Cristo. (b) “Los que son de Cristo en su venida” Resurrección de los santos. (c) “Luego el fin”. La resurrección y juicio de los incrédulos.

(2) Un per iodo de 1000 años media a lo menos entr e la r esu r r ección de los justos y la de los injustos. Apoc. 20: 4­6, 12.

(3) La r esu r r ección de los injustos se r elaciona con el J uicio. Juan 5: 28, 29; Apoc. 20: 12­15; Dan. 12:2. “Resurrección de vida”, “Para vergüenza y confusión perpetua”. “Lago de fuego”.

3. El Estado intermedio. (Entr e la muer te y la r esu r r ección)

(1) Los J ustos. En el “Par aíso” “con Cr isto”. 2 Cor. 5: 1­10; Fil. 1: 23; Efes. 4: 8; 2 Cor. 12: 2­4; Rom. 8:38, 39; 14: 9: 1 Tes. 5:10.

(2) Los Incr édu los. En “Hades”, lugar en el mundo invisible donde esper an la r esu r r ec­ ción, par a ser juzgados ante el Gran Trono Blanco. Luc. 16: 25­31; Apoc. 20: 12­15. El relato de “Lázaro y el rico” hace ver que los muertos incrédulos son concientes, tienen el uso de sus facultades y son atormentados. ¡Cuánto mas terrible será “el lago del fuego – la segunda muerte”.

B. EL JUICIO

I. EL HECHO.

1. Las Sagr adas Escr itu r as lo afirman.

(1) En el A. T. Salmo 96: 13. La idea de un juicio comprende tanto la recompensa de los justos como el castigo de los imp­ íos. (2) En el N. T. Hech. 17: 31; Heb. 9: 27. El Juicio es tan seguro e ineludible como la muerte.

2. La conciencia lo atest igua. Ecles. 12: 1, 14. El testimonio de uno que había probado todas las cosas “debajo del sol” y había descubierto que todo sin Dios era “vanidad”. Tenia la conciencia de que cada uno tendría que dar cuenta de su vida a Dios. Es la conciencia de todo ser humano que es responsable a un Ser Supremo por lo que hace. Aunque se niegue durante la vida, muchas veces se confiesa en la hora de la

muerte.

3. La r esu r r ección de J esuCr isto lo evidencia. Hech. 17:31. Dios no pasará por alto el pecado; debe juzgarlo, y la resurrección de Cristo lo comprueba. El que murió por el salvador de los que en el creyesen, resucitó y será el juez de los que le rechazan.

II . EL JUEZ J ESUCRISTO

El hombre que murió en la cruz será el juez sentado sobre el trono. Juan 5: 22, 23, 27; 2 Cor. 5: 10; Hech. 10: 42; 17: 31; 2 Tim. 4: 1. El juez es “El hijo del Hombre”, por eso simpatiza perfectamente. también es el “Hijo de Dios”, y por eso es competente para juzgar. El padre ha encomendado todo juicio al hijo (Juan 5: 22).

II I . SU NATURALEZA

Las escrituras enseñan que hay diferentes juicios que difieren en cuanto a tiempo, lugar, per­ sonas y resultados.

1. En el pasado. El juicio de la Cruz. Juan 5: 27; 12: 31; 2 Cor. 5:21; Gál. 3: 13; 1 Ped. 2:24. En la cruz Satanás fue juzgado y su poder sobre el creyente quebrado. Se cumplió la promesa de Gen 3:15. En la Cruz también fueron juzgados y castigados los pecados del creyente.

2. En el pr esente. El juicio del pecado en la vida del creyente. 1 Cor. 11: 31, 32; 5: 5; 1 Tim. 1:20. Ilus. 2 Sam. 7: 14, 15; 12: 13, 14.

Cuando aparece el pecado en la vida del creyente es juzgado y condenado. Dios no puede pasar por alto el pecado de los suyos y muchas veces permite que suframos las consecuencias de nuestras malas acciones. Pero cuando los pecados son confesados son perdonados, y el creyente es restaurado a la comunión con Dios. 1 Juan 5­7; 2: 1.

3. En el porvenir .

(1) El juicio de los Santos. 1 Cor. 3: 8­16; 2 Cor. 5: 10; 1 Cor. 4: 5. Todos los creyentes han de comparecer delante del tribunal de Cristo a fin de que sean juz­ gadas sus obras, y cada uno recibirá conforme a lo que haya hecho. Recompensa o pérdida.

(2) El J uicio de las Naciones. Mat. 25: 31­46. La base de este juicio será la actitud de las naciones para “con los hermanos” de Cristo, el remanente de judíos durante la gran tribulación.

Nota: en Mateo 25 hay tres cosas importantes: (1) Las bodas del cordero, la unión con su iglesia. 1­13. (2) El juicio de los santos. 14 ­30. (3) El juicio de las Naciones. 31­46.

(3) El J uicio del Gran Trono Blanco. Apoc. 20: 11­15. Este es el juicio final que se efectuara después del milenio. El de las Naciones se realizara antes del milenio. Aquí los muertos incrédulos son resucitados para comparecer delante del Gran Trono Blanco, y por no ser hallado sus nombres escritos en el libro de la vida, son lan­ zados al fuego.

(4) El J uicio de Isr ael. Ezeq. 20:33­44; Sal. 50: 16­22. Este juicio tendrá lugar probablemente a fin de la gran tribulación.

(5) El J uicio de los Ángeles caídos. Judas 6; 2 Ped. 2:4. Los Santos serán asociados con Cristo en este juicio. 1 Cor. 6: 3.

C. EL DESTINO DE LOS IMPIOS

1. Los impíos mueren en sus pecados. Juan 8: 21, 24; Rom. 6:23; Apoc. 20: 14, 15; 21:8.

“La Segunda muerte” no significa la cesación de existencia, como “la vida eterna” no signi­ fica el principio de la existencia. El pecador ya esta muerto en sus pecados y sin embargo existe. Está muerto espiritualmente, mientras vive, porque esta separado de Dios. 1 Tim. 5: 6; Efes. 2: 1; Juan 5: 24, 25. “La segunda muerte” es lo mismo que “el lago del fuego”, Apoc. 21: 8.

2. Los impíos son aniquilados. (1) Los textos empleados a favor de la aniquilación de los impíos se refieren mayormente al acto de quitarles de la tierra. Sal. 37: 20; Abdías 16. (2) Según 2 Tes. 1: 9, los desobedientes serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y para que sea castigo es necesario que sea consciente. (3) Según Apoc. 19: 20, la Bestia y el Falso Profeta son echados en el lago de fuego antes del Milenio, y después de los 1000 años están todavía allí, no aniquilados, para ser “atormen­ tados para siempre jamás”. Apoc. 20: 10. El fuego no les ha consumido.

3. Los impíos han de ser cast igados. Rom. 2: 8, 9. Tales palabras como “enojo e ira, tribulación y angustia” indican claramente castigo. Las palabras “muerte, destrucción, perdición” indican castigo más bien que aniquilación. 2 Tes. 1: 7­9; Marc. 9: 43­50; Apoc. 21: 8; Lucas 16: 22, 23.

4. Palab r as empleadas en conexión con el cast igo y dest ino de los impíos.

(1) “Eterno” Mat. 18: 8; 25: 41, 46; Marc. 3:29; 2 Tes. 1:9; Heb. 6 : 2 ; Judas 7. (a) La palabra “eterno” se usa tanto en conexión con la vida de los justos como la muerte de los impíos. Si la vida es eterna, el castigo debe serlo también. Si el castigo de los incrédulos no dura para siempre, la felicidad de los justos no durara para siempre. (b) La palabra “eterno” se usa también en conexión con la existencia de Dios, el Espíritu, la salvación, el evangelio, el reino y la gloria. N. B. existencia de Dios. 1 Tim. 1:17; Rom. 16: 26; Apoc 10: 6; 4: 9, 10; 5: 14; 15: 7. (c) Las escrituras afirman no solo que el castigo de los incrédulos es “eterno”, sino que tam­ bién es “para siempre jamás”. Apoc.19: 3; 20: 10; 14: 11. N. B. Otras referencias: Apoc. 1: 6; 4: 9, 10; 5: 13; 7: 12; 10: 6; 11: 15; 15: 7; 22: 5.

(2) Cast igo. El castigo de los incrédulos se indica por diferentes términos: (a) Perdición, pérdida y ruina completa. (b) Condenación bajo la ira de Dios. (c) Tormento, dolor intenso y sufrimiento conciente. (d) Muerte segunda. Lo mismo que el lago del fuego. (e) Lloro y crujir de dientes. Angustia y agonía.

Nota: El Señor Jesús, el Hijo de Dios, habla más que ningún otro del castigo eterno de los perdidos. Mat. 5: 22, 29, 30; 10: 28; 18: 9; 23: 15, 33; Marc. 9: 43, 45,47; Luc. 12:5; 16: 22­31.

(3) Fuego. Mat. 5: 22; 3: 10, 12; 13: 42, 50; 18: 8. “Fuego” es el símbolo de la ira divina y del tormento mas intenso. Aunque puede ser que el lenguaje es figurativo, sin embargo representa una terrible realidad, y la realidad es siempre mas intensa que la figura. Es de notarse que el termino “fuego” nunca fue explicado por Jesús. Puede ser que exista un fuego que no conocemos, pero sea lo que fuere, el Señor Jesús, afirma que es inapagable. “Fuego que no puede ser apagado” (Marc. 9:43, 44, 45, 46, 48),

(4) Tinieblas. Este término se usa para describir la desolación completa de los perdidos. Mat. 8: 12; 22: 13; 25: 30; Luc. 13: 27, 28.

D. LA RECOMPENSA DE LOS JUSTOS

Si la esperanza del creyente es falsa, entonces el es de los mas miserables (1 Cor. 15: 19), pues ha elegido una vida de abnegación aquí, negándose los placeres de este mundo, sin que

tenga ninguna esperanza en el mas allá. Pero gracias a Dios, la esperanza es bien fundada, porque la Palabra de Dios, afirma que le espera un hogar en la casa del Padre, el “Bien hecho” del Señor, y la felicidad eterna.

1. El cr ist iano ha de vivir pa r a siempr e. Juan 8: 51; 11: 25, 26; 2 Cor. 5: 1; 1 Tes. 4: 13, 14; 1 Juan 2: 17. La experiencia que llamamos “muerte”no es muerte verdadera sino la entrada a la presencia de Dios.

2. El Cr ist iano a de esta r con Cr isto. 2 Cor. 5: 6; Fil. 1: 23; Juan 14: 3; 17: 24. Algunos opinan que 2 Cor. 5: 1­5 enseña que un cuerpo espiritual es dado al creyente durante el periodo en que esta esperando el cuerpo de resurrección.

3. El cuerpo del cr ist iano ha de ser r esucitado. 1 Cor. 15; 1 Tes. 4: 14­17; Fil. 3: 11; Col. 3:4; Apoc. 20: 4­6, 13. Véase nota bajo “Naturaleza de la Resurrección”. A. 11. 2 (2).

4. El Cr ist iano ha de ser semejante a Cr isto. Rom. 8: 29; Efes. 5: 27; Fil. 3: 20, 21; 1 Juan 3: 1­3; Judas 24. Ha de efectuarse una trans­ formación completa, tanto de carácter como de cuerpo.

5. El Cr ist iano fiel ha de ser r ecompensado. Mat. 25: 20­23; Luc. 19: 12­19. “Talentos” y “Minas”. Es la fe en Cristo lo que salva al creyente, pero su recompensa dependerá de su fidelidad en el uso de los dones (talentos y oportunidades que le han sido encomendados). La recompensa del creyente será conforme a su fidelidad en su servicio para el Señor. Algu­ nos serán salvados “así como por fuego”. 1 Cor. 3:10­15. Sus almas salvadas pero sus obras perdidas.

(1) Coronas p r epar adas pa r a los fieles. (a) De vida. Sant. 1: 12; Apoc. 2: 10. (b) De gloria. 1 Ped. 5: 4; Juan 17: 24. (c) De justicia. 2 Tim. 4:8. (d) De gozo. 1 Tes. 2 :19. (e) De oro. Apoc. 4: 4. (f) Incorruptible. 1 Cor. 9:25. (g) Personal. “Tu corona”. Apoc 3:11.

(2) Promesas dadas a los vencedor es. (a) Árbol de la vida. Apoc 2: 7. (b) No recibirá daño de la muerte segunda. Apoc. 2: 11. (c) Maná escondido. Piedrecita blanca. Nombre nuevo. 2: 17. (d) Potestad sobre las gentes. Estrella de la mañana. 2: 26; 28. (e) Vestiduras blancas. Nombre confesado. 3: 4, 5. (f) Columna en el templo de Dios. Nuevo nombre de Dios. 3:12. (g) Reinado con Cristo en su trono. 3: 21. Autoridad y gloria.

6. El Cr ist iano ha de gozar la felicidad eter na.

(1) Una nueva esfer a de vida. Un cielo nuevo y una tierra nueva. Apoc. 21: 1. Un universo renovado. 2 Ped. 3: 10. El mar no existirá más. Apoc. 21: 1. No habrá más peligro, intranquilidad, tristeza ni separa­ ción. Todo será nuevo. No habrá más muerte, ni maldición, ni llanto, ni dolor. Apoc. 21: 4; 22:3.

(2) Un nuevo hogar . La “nueva Jerusalén que desciende del cielo”. Apoc. 21­22:5. Juan 14: 1­3; Heb. 12: 22­24. Nótese su nombre, sus murallas, sus puertas, fundamentos, ciudadanos, dimensiones y gloria. “El cielo” será un lugar de: (a)Vida abundante. 1 Tim. 4: 8. (b) Descanso. Apoc. 14: 13. (c) Conocimiento perfecto. 1 Cor. 13: 8­10. (d) Santidad. Apoc. 21: 27. (e) Servicio. Apoc. 22: 3. (f) Adoración. Apoc. 19: 1; 5: 9­14. (g) Comunión. Apoc 21:3. (h) reunión. 1 Tes. 4: 17. (i) Felicidad. Apoc. 21:4­5. (j ) gloria. 2 Cor. 4: 17; Apoc. 21: 23, 24, 26.

(3) Una eternidad con Dios.

Dios morando con los suyos para siempre jamás. Apoc 21: 3. será una vida de servicio (“le servirán”); de visión (“verán su rostro”); de perfección (“nombre en sus frentes”), y de gloria (“reinaran por los siglos de los siglos”)22: 3­5.