manos milagrosas ben carson.pdf

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  • Ttulo del original: Gifted Hands. The Ben Carson Story, Review and Herald Publishing Association, Hagerstown, MD, Estados Unidos, 1990.

    Direccin editorial: Aldo D. Orrego Traduccin: Claudia Blath Diagramacin: Vernica Leaniz Tapa: Rosana Blasco

    IMPRESO EN LA ARGENTINA Printed in Argentina

    Primera edicin Segunda reimpresin MMVII - 4M

    Es propiedad. Review and Herald Publishing Association (1990).ACES (2005).Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723.

    ISBN 978-987-567-171-3

    Carson, BenManos consagradas : La historia de Ben Carson / Ben Carson / Dirigido por

    Aldo D. Orrego - 1a e d , 2a reimp - F lorida: Asociacin Casa Editora Sudamericana, 2007. 256 p . ; 21 x 14 cm.

    Traducido por: Claudia Blath

    ISBN 978-987-567-171-3

    1. Autobiografa. I. Orrego, Aldo D., dir. II. Blath, Claudia, trad. III. Ttulo.CDD 920

    Se termin de imprimir el 26 de septiembre de 2007 en talleres propios (Av. San Martn 4555, B 1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

    Prohibida la reproduccin total o parcia l de esta publicacin (texto, imgenes y diseo), su manipulacin informtica y transmisin ya sea electrnica, mecnica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

    102582

  • i Dedicatoria

    Este libro est dedicado a mi madre,

    SONYA CARSON, quien fundamentalmente sacrific su vida

    para garantizar que mi hermano y yo corriramos con ventaja.

  • ndiceCaptulo 1

    'Adis, pap .............................

    i Captulo 2Cmo llev la carga................

    i Captulo 3Ocho aos de edad.................

    I Captulo 4Dos factores positivos...........

    I Captulo 5El gran problema de un chico

    I Captulo 6Un temperamento terrible.....

    I Captulo 7El triunfo del RO TC..............

    I Captulo 8Elecciones universitarias........

    I Captulo 9Cambio de reglas....................

    Captulo 10Un paso serio .........................

    Captulo 11Otro paso hacia adelante........

  • Captulo 12

    Captulo 13

    Captulo 14

    Captulo 15

    Captulo 16

    Captulo 17

    Captulo 18

    Captulo 19

    Captulo 20

    Captulo 21

    I N I ) i c !:

    El verdadero rendimiento.........129

    Un ao especial........................ ..143

    Una nia llamada Maranda.......156

    Congoja..................................... ..166

    La pequea B eth .........................180

    Tres nios especiales..................191

    Craig y Susan............................ ..201

    La separacin de los gemelos .. 219

    " El resto de la historia.................233

    Asuntos familiares.................... 240

    Captulo 22Piensa en grande...................... 247

  • Introduccin

    Por Candy Carson

    , l \ l s sangre!Ya!El silencio de la sala de operaciones se interrumpi con la

    orden increblemente calma. Los gemelos haban recibido 50 unidades de sangre, pero la hemorragia no haba cesado!

    -Ya no hay ms sangre del grupo especfico -fue la respues- i ;i . I .a utilizamos toda.

    Como resultado de este anuncio, estall un pnico contenido cu la sala. Se haba agotado hasta el ltimo litro de sangre tipo \ B negativo* del banco de sangre del Hospital Hopkins. Sin em-

    Ilargo, los pacientes gemelos de 7 meses de edad, que desde su nacimiento estaban unidos en la parte posterior de sus cabezas, necesitaban ms sangre o moriran sin siquiera tener una oportunidad de recuperarse. Esta era su nica oportunidad, su nica< ipcin, para tener una vida normal.

    Su madre, Theresa Binder, haba buscado por todo el mundo de la medicina y slo hall un equipo que estuviera dispuesto a siquiera intentar separar a sus gemelos y preservar ambas vidas. ( )tros cirujanos le dijeron que no podra hacerse; que uno de los bebs tendra que ser sacrificado. Permitir que uno de sus preciosos hi/os muriera? Theresa ni siquiera poda soportar pensar en eso.

    I.l g rupo sanguneo fue cam biado pas m antener la privacidad.7

  • 8 M A N O S C O N S A G R A D A S

    Aunque estaban unidos por la cabeza, incluso a los siete meses de edad tenan su propia personalidad: uno jugaba mientras el otro dorma o coma. No, no poda hacer eso en absoluto! Despus de meses de bsqueda descubri al equipo del Johns Hopkins.

    Varios del equipo de 70 miembros comenzaron a ofrecerse para donar su propia sangre, al percibir la urgencia de la situacin.

    Las 17 horas de ardua, tediosa y meticulosa operacin en pacientes tan pequeos transcurrieron bien, y todos los detalles fueron tenidos en cuenta. Los bebs haban sido anestesiados con xito despus de algunas horas, un procedimiento complejo ya que compartan los vasos sanguneos. La preparacin para el bypass cardiovascular no les haba llevado mucho ms dempo delo esperado (los cinco meses de planificacin y los numerosos ensayos generales valieron la pena). A los jvenes aunque experimentados neurocirujanos tampoco les result pardcularmente difcil llegar hasta el lugar de la unin de los gemelos. Pero, como resultado de los procedimientos del bypass cardiovascular, la sangre perdi sus propiedades de coagulacin. Por consiguiente, todo lugar de la cabeza de los pequeos que poda sangrar, sangraba!

    Afortunadamente, en poco tiempo el banco de sangre de la ciudad pudo localizar la cantidad exacta de unidades de sangre que se necesitaban para continuar la ciruga. Al usar todas las habilidades, trucos y dispositivos conocidos en sus especialidades, los cirujanos pudieron detener la hemorragia en un par de horas. La operacin continu. Finalmente, los cirujanos plsticos suturaron las ltimas capas de piel para cerrar las heridas, y termin la operacin. Los gemelos siameses (Patrick y Benjamn) estaban separados por primera vez en la vida!

    El extenuado neurocirujano que haba diseado el plan de la operacin era hijo de un gueto de las calles de Detroit.

  • I Captulo 1

    A D I S , P A P

    \ Y tu pap ya no va a vivir ms con nosotros.

    I\>r qu no? volv a preguntar, conteniendo las lgrimas, imple-mente no poda aceptar la extraa finalidad de las palabras

    il< un madre Amo a mi pap!I ,1 tambin te ama, Bennie... pero tiene que irse. Para siem-

    |.i< isista Se supone que ambos deben estar con sus hijitos.

    S, hennie, pero a veces sim plem ente no sale bien.

  • 12 M A N O S C O N S A G R A D A S

    Todava no veo por qu deca.Pensaba en todas las cosas que pap hizo con nosotros. Por

    ejemplo, casi todos los domingos pap nos sacaba a pasear en el auto a Curtis y a m. Generalmente hacamos visitas, y muchas veces pasbamos a ver a una familia en particular. Pap hablaba con los mayores, mientras mi hermano y yo jugbamos con los chicos. Slo despus supimos la verdad: mi padre tena otra esposa y otros hijos de los que no sabamos nada.

    No s cmo se enter mi madre de su doble vida, porque nunca nos sobrecarg ni a Curtis ni a m con ese problema. De hecho, ahora que soy adulto, la nica queja que tengo contra ella es que haya luchado sola para protegernos de saber cun malas eran las cosas. Nunca se permiti compartir con nosotros cun profundamente dolida estaba. Pero en ese entonces, sa fue la manera que tuvo mam de protegernos, pensando que haca lo correcto. Y muchos aos despus finalmente comprend lo que ella llamaba las traiciones con mujeres y drogas de l.

    Mucho antes que mi madre se enterara de la otra familia, yo perciba que las cosas no estaban bien entre mis padres. Mis padres no discutan; en lugar de eso, mi padre simplemente se iba. Se haba estado ausentando de la casa cada vez ms; y cuando se iba, tardaba cada vez ms en regresar. Yo nunca saba por qu.

    Sin embargo, cuando mi madre me dijo: Tu pap no va a regresar, esas palabras me hicieron trizas el corazn.

    No le cont a mam, pero todas las noches cuando me iba a dormir oraba: Querido Seor, ayuda a mam y a pap para que vuelvan a estar juntos otra vez. En mi corazn saba que Dios poda ayudarlos a arreglar las cosas para que pudiramos ser una familia feliz. Yo no quera que estuvieran separados, y no poda imaginarme tener que enfrentar el futuro sin mi padre.

    Pero pap nunca ms volvi a casa.A medida que pasaban los das y las semanas, aprend que

    podamos arreglrnoslas sin l. Eramos ms pobres aun, y poda

  • A D I S , P A P 13

    ni ii.ii que mam estaba preocupada, aunque no nos deca muchoi < ni lis y a m. Al adquirir ms experiencia (a decir verdad, cuan- I'' Irma I I aos), me di cuenta de que en realidad los tres ramos

    Irliccs de lo que habamos sido con pap en casa. Tenamos I i Ni > haba perodos de un silencio mortal que llenaba la casa. * i tu 1 me quedaba duro de miedo ni me acurrucaba en mi cuarto, Iiii (Minindome qu pasaba cuando mam y pap no hablaban.

    I ni- all que dej de orar para que ellos volvieran a estar jun-h i'i

    I ,s mejor que ellos estn separados le dije a Curtis, . Vi nlailr1

    Si, creo que s -respondi.Y, al igual que mi madre, l casi no comparta sus sentimien-

    n i 11 iimugo. Pero creo que yo saba que l tambin reconoca de m.il.i > .iii.i que nuestra situacin era mejor sin nuestro padre.

    AI H a l a r de recordar cmo me senta en esos das despus i|in papa nos dej, no soy consciente de haber atravesado esta- ili ilc enojo o resentimiento. Mi madre dice que la experiencia ni 11 .i|< i mucho dolor a Curtis y a m. No tengo dudas de que i p ii l u l a signific un ajuste terrible para nosotros, sus hijos. No li-1 a 111

  • 14 MA N O S C O N S A G R A D A S

    dej de pedir lo que saba que de todas formas no tendramos.En pocas oportunidades el resentimiento cubra el rostro

    de mi madre. Luego se calmaba y nos explicaba a ambos que pap nos amaba pero no le daba dinero a ella para mantenernos. Recuerdo vagamente que pocas veces mam fue al jez para intentar conseguir que pap nos diera la cuota alimentaria. Despus, pap nos enviaba dinero por uno o dos meses -nunca el monto total y siempre tena una excusa legtima.

    No les puedo dar todo esta vez deca. Pero me pondr al da. Se los prometo.

    Pap nunca se puso al da. Despus de un tiempo mam se dio por vencida tratando de obtener alguna ayuda financiera de su parte. Yo era consciente de que l no le daba dinero, lo que haca que la vida se nos hiciera ms difcil. Y en mi amor de nio por un pap que haba sido bueno y carioso, nunca se lo reproch. Pero al mismo tiempo no poda entender cmo poda amarnos si no quera darnos dinero para comer.

    Una razn por la que no le guardaba rencor ni tena malos sentimientos para con pap debe haber sido que mi madre rara vez lo culp; al menos no lo haca delante de nosotros o para que escuchramos.

    Sin embargo, ms importante que ese hecho es que mam se las arregl para brindar una sensacin de seguridad en nuestra familia compuesta por tres miembros. Aunque yo todava extra a pap por mucho tiempo, senta una sensacin de felicidad al estar slo con mi madre y mi hermano porque realmente ramos una familia feliz.

    Mi madre, una joven con casi ninguna educacin, provena de una familia grande y tena muchas cosas en su contra. Sin embargo, logr que ocurriera un milagro en su vida, y nos ayud a nosotros. Todava puedo or la voz de mi madre, sin importar cun malas fueran las cosas, diciendo:

    Bennie, vamos a estar bien.

  • A D I S , P A P 15

    No eran palabras vacas, porque ella crea lo que deca. Y |n nqiic crea en ellas, Curds y yo tambin creamos, y me daban un i seguridad reconfortante.

    I,irte de la fortaleza de mi madre provena de una profunda Ii i i iI )ios, y quiz de su habilidad innata de inspirarnos a Curtis \ i mi para que sepamos que cada palabra que deca, la crea. *>.ilil.irnos que no ramos ricos; sin embargo, por ms que nos lu 1.1 mal, no nos preocupbamos por lo que habramos de co-ii H i o dnde viviramos.

    I .a crianza sin un padre era una pesada carga para mi madre. I II i n o se quejaba al menos no lo haca con nosotros y no i ma pena por s misma. Trataba de asumir toda la carga, y de 'ilpnu lorma yo entenda lo que ella haca. No importa cuntas I n 11 as i n viera que estar afuera trabajando, yo saba que ella loIi.ii i.i por nosotros. Esa dedicacin y sacrificio me dej una pro- I ni ii l,i impresin en mi vida.

    Aliraliam Lincoln una vez dijo: Todo lo que soy o espero i aliim da, se lo debo a mi madre. No s si decir exactamente

    Ii i mi'.ido, pero mi madre, Sonya Carson, fue la fuerza ms tem- pi mi.i, Inerte e impactante de mi vida.

    Sena imposible hablar de mis logros sin comenzar por la in- ilm ni ia de mi madre. Porque para m, contar mi historia significai 'iini nzar con ella.

  • I Captulo 2

    C M O L L E V L A C A R G A

    % y-J.Xl o van a tratar a mi hijo de esa manera dijo mam mientras miraba fijo el papel que Curtis le haba dado. No, seor, no te van a hacer eso a ti.

    Curtis le haba tenido que leer algunas de las palabras, pero ella entendi exactamente lo que la consejera escolar haba hecho.

    Qu vas a hacer, mam? pregunt sorprendido.Nunca se me hubiera ocurrido que alguien pudiera cambiar

    algo cuando las autoridades escolares tomaban una decisin.Me voy derecho para all maana a la maana a poner las

    cosas en orden dijo.Por el tono de su voz yo saba que lo hara.Curtis, dos aos mayor que yo, estaba en 1er ao del colegio

    secundario cuando la consejera decidi colocarlo en el currculum con orientacin profesional. Sus notas bajas haban estado subiendo estupendamente por ms de un ao, pero estaba inscripto en un colegio predominantemente para blancos, y mam no tena ninguna duda de que la consejera actuaba con un pensamiento estereotipado de que los negros eran incapaces de tener 16

  • C M O L L E V L A C A R G A 17

    mi n .ik ijn que requiriera ttu lo universitario.I'm supuesto, yo no estuve en la reunin , pe ro todava re

    ma iilii vividam ente lo que m am nos dijo esa noche:I i lije a la consejera: M i hijo C urts va a ir a la universi-

    il.ii I Ni i l quiero en ningn curso vocacion al .I >i pues puso su m ano en la cabeza de Curtis.

    < ni lis, ahora ests en los cursos p rep aratorios para en trar a U mu |in I m la lo m ejor siendo regaona, dem andante e incluso I* | i HI.kI.i conm igo. C uando crea en algo, se aferraba a eso y no..........lia No siem pre m e gustaba escucharla decir:

    |No naciste para ser un fracaso, Bennie! T puedes hacer-Inl

  • O una de sus frases favoritas:Slo pdele al Seor, y l te ayudar.Cuando ramos chicos, no siempre nos caan bien sus leccio

    nes y consejos. Se nos colaban el resentimiento y la obstinacin, pero mi madre rehusaba darse por vencida.

    Despus de unos cuantos aos, con el incentivo constante de nuestra madre, tanto Curtis como yo comenzamos a creer que realmente podramos hacer cualquier cosa que quisiramos. Quiz nos hizo un lavado de cerebro para que creysemos que bamos a ser extremadamente buenos y muy exitosos en cual quier cosa que intentramos. Incluso hoy puedo or claramente su voz por sobre mi hombro dicindome:

    -Bennie, t puedes hacerlo. No dejes de creer en eso ni por un segundo.

    Mam haba recibido educacin hasta tercer grado cuando se cas, sin embargo provea la fuerza motriz en casa. Lo impulsaba a mi padre remoln para que hiciese un montn de cosas. Mayormente debido a su senddo de la frugalidad, ahorraron una buena cantidad de dinero y con el tiempo compraron nuestra primera casa. Sospecho que, si las cosas hubieran salido a la ma era de mi madre, al final hubiesen estado bien econmicamente.Y estoy seguro de que ella no tena ningn presentimiento de la pobreza y las privaciones que tendra que enfrentar en los aos venideros.

    Por contraste, mi padre meda 1,89, era esbelto y siempre me deca:

    Tienes que vestirte elegante todo el tiempo, Bennie. Vstete como quieres ser.

    Enfatizaba la ropa y las posesiones, y disfrutaba estar rodea do de gente.

    -S bueno con la gente. La gente es importante, y si eres bueno con las personas, te querrn.

    Al recordar estas palabras, creo que le daba mucha impor-

    18 M A N O S C O N S A G R A D A S

  • C M O L L E V L A C A R G A 19

    i,"" ii il Ik d io de ser aceptado p o r todos. Si alguien m e pidiera >|h. la nlia ,i mi pap, tendra que decir: E s una buena perso-iii V i pesar de todos los prob lem as que surgieron despus, I que es as.

    Mi p a d r e era de esa clase de p erson a que le hubiese gusta- l |in ussem os ropa llam ativa para hacer el tipo de cosas que

    I.........' lie. m achos, com o salir con chicas; el estilo de vid a quei..11 111 ido perjudicial para estab lecernos acadm icam ente. E n......lu. ,ei indos, ahora estoy agradecido a m i m adre p o r haber-> - i d o d e ese am biente.

    )i i id n iualm ente, pap n o entenda fcilm ente los p rob le- i. i' 11 m iplejos porque tena la tendencia a quedarse atascado en I li i illi incapaz de v e r el cuadro general. E sa p robab lem ente i d i m ayor diferencia entre m is padres.

    \ mi ios padres venan de fam ilias num erosas: m i m adre tena1 ' I i m i mos, y mi padre se cri con 13 h erm anos y herm anas. Se

    > ,i ........ i i liando mi padre tena 2 8 y m i m adre tena 13 . M uchos ii - I .pues con fes que estaba buscando una m anera de salir Ii h u i i i i .ii ion fam iliar desesperante.

    I'oio tiempo despus del casamiento, se mudaron de' Ii n i ........ i' i Tennessee, a D etro it, que era la tendencia para los i i ni a lines de los aos 40 y a com ienzos de los 50. La gente ii 1 1 i ni.i rural del sur m igraban hacia lo que consideraban tra- I" industriales lucrativos en el norte . M i padre consigui unii iI> i|i i i n la planta Cadillac. H asta don de tengo conocim iento , Im 1 1 pnm er y nico em pleo que tu vo alguna vez. T rabaj para ' ulill ii Ii.iMa que se jubil a fines de los aos 70.

    Mi padre tam bin serva com o m inistro en un pequeo tem - l'l l iuii ,ia. N unca pude com p ren d er si era m inistro o rd en ado oi i .........Ii i una vez pap m e llev a escucharlo predicar, o al m enos * mi iiln una sola ocasin. Pap no era del estilo fo g o so com o l| iiin evangelistas de la televisin . H ablaba m s bien con cal- il Mal a vi >z algunas veces, p e ro predicaba en un to n o de voz

  • 20 M A N O S ( O N S A ( . I< A I) A S

    relativamente bajo, y la audiencia no se levantaba para irse. No i< na un verdadero flujo de palabras, pero haca lo mejor que podlu Todava puedo verlo ese domingo especial cuando se puso di pn frente a nosotros, alto y buen mozo, con el sol que se reflejaba en una gran cruz metlica que colgaba sobre su pecho.

    * * *

    Voy a salir por unos das -dijo mam varios meses despiica que pap nos dej. Voy a visitar a algunos parientes.

    Nosotros tambin vamos? pregunt con inters.No, tengo que ir sola su voz era extraamente suave-.

    Adems, ustedes no pueden faltar a la escuela.Antes que yo pudiera hacer alguna objecin, me dijo qu<

    podamos quedarnos con los vecinos.Ya arregl todo para que ustedes puedan dormir all y co

    mer con ellos hasta que yo regrese.Quiz debiera haber preguntado por qu se iba, pero no lo

    hice. Estaba muy entusiasmado de poder quedarme en otra casa porque eso significaba privilegios extras, mejor comida y mucha diversin jugando con los hijos de nuestro vecino.

    As ocurri la primera vez y muchas veces despus de eso. Mam nos explicaba que se iba por unos das, y que nuestros vecinos nos cuidaran. Dado que ella haca arreglos minuciosos para que nos quedemos con amigos, me entusiasmaba en lugar de darme miedo. Seguro en su amor, nunca se me ocurri que n< i regresara.

    Puede parecer extrao, pero es un testimonio de la seguridad que sentamos en nuestro hogar; ya era adulto cuando descubr a dnde iba mi mam cuando visitaba parientes. Cuando la carga se volva demasiado pesada, se internaba en una institucin de salud mental. La separacin y el divorcio la sumieron en un terrible perodo de confusin y depresin, y creo que su fuerza

  • ( O M O I, I. I' V I. A
  • 22 M A N O S C O N S A G R A D A S

    compartir con nosotros dos. Con el tiempo, llegaron a ser cuiii otro conjunto de padres para Curtis y para m, y eso era 111111,1 villoso, porque necesitbamos mucho afecto y simpata c n i entonces.

    Por un ao ms o menos, despus de mudarnos a Boston mam todava estaba bajo tratamiento psiquitrico. Sus vi:i|< >1 duraban tres o cuatro semanas cada vez. La extrabamos, pcm cuando se iba recibamos una atencin tan especial por part di I to William y de la ta Jean, que nos gustaba el arreglo ocasionul

    Los Avery nos aseguraban a Curds y a m:A su mam le est yendo bien.Despus de recibir una carta o una llamada telefnica no*

    decan:Estar de regreso en pocos das.Manejaban tan bien la situacin que nunca nos imagname >>

    cun difciles eran las cosas para mi madre. Y as justamente cu como Sonya Carson, con su voluntad de hierro, quera que fue ra.

  • I Captulo 3

    O C H O A O S DE E D A D

    1 1N 11 i 1 |M 111 I iy, Curt, fjate all! Veo ratas! seal con ho- i- i I...... un terreno enorme lleno de malezas detrs de nuestro 1111 ii i 11 departamentos. Y son ms grandes que los gatos!

    jn i.iii f,laudes replic Curtis, tratando de parecer ms l'rin cu verdad se ven feas.

    id i mi I )i troif nos haba preparado para la vida en un de- iih iiii mu de Boston. Ejrcitos de cucarachas pasaban a toda : i " id id di M t i a punta a la otra de la habitacin, y era imposible I' . mu', de i lias por ms que mam hiciera de todo. Lo que* 11 l mu di i inc daban era las hordas de ratas, aunque nunca se ...... Mayormente vivan afuera, en las malezas o en las

    di 11 idi ( por los senderos. Una vez una serpiente grande se

  • 24 MA N O S C O N S A G R A D A S

    meti en nuestro stano, y alguien la mat. Despus, por va r i o * das los chicos hablbamos de las serpientes.

    Sabes, una serpiente entr en uno de esos edificios qm estn detrs de nosotros el ao pasado y mat a cuatro chic un mientras dorman deca uno de mis compaeros de clase.

    Te engullen insista otro.-N o, no hacen eso- dijo el primero, rindose-. Es medio

    como que te pican y despus te mueres.Despus cont otra historia de alguien que se haba muer lo

    mordido por una serpiente.Las historias no eran ciertas, por supuesto, pero al esm

    charlas varias veces quedaban en mi mente, y hacan que fin i ,i cauteloso, que tuviera miedo y que siempre estuviera al tanto di las serpientes.

    Haba muchos indigentes y borrachos en la zona, y no* acostumbramos tanto a ver vidrios rotos, basurales, edifkion dilapidados y patrulleros que suban por la calle, que pronto n< tu adaptamos a nuestro cambio de vida. En semanas, ese escenario pareca perfectamente normal y razonable.

    Nunca nadie dijo: As no vive la gente normalmente" Nuevamente, pienso que era el sentido de unidad familiar, forin lecido por los Avery, lo que hizo que no estuviera tan preocupn do por nuestra calidad de vida en Boston.

    Por supuesto, mam trabajaba. Constantemente. Casi num .1 tena mucho tiempo libre, pero lo dedicaba a Curtis y a m, lo que compensaba las horas que estaba afuera. Mam comenz i trabajar en casas de gente rica, cuidando a los nios o haciendo tareas domsticas.

    Te ves cansada le dije una tarde cuando entr en nuestro pequeo departamento.

    Ya estaba casi oscuro, y ella haba dedicado todo un largo da en dos trabajos, ninguno de ellos bien pagos. Se reclin en l;i silla mullida.

  • O C H O A O S D E E D A D 25

    >ii|> ii i educacin comenz a darme la impresin de que ella iii|i|i mIm que la escuela era importante.

    Im.I ivI.i tenia 8 aos cuando nos mudamos a Boston; un i i . i m s e quiere, que ocasionalmente ponderaba todos los

    Hitilii' i- Mezclaba qumicos haciendo invenciones ?i i mIim i vaha fascinado cuando crepitaban, hacan espuma) | ..........I diferentes colores. Cuando algo que haba creadolliii.tlii iiiiln rl departamento con olor a huevo podrido o peori|iit............ n ia hasta que me dolan las costillas.

    ................Ii i , iiivc mi primera experiencia religiosa cuando tenaI i mi > adventistas del sptimo da, y un sbado de ma-

  • M A N O S C O N S A G R A D A S

    nana 1 1 pastor Ford, en la iglesia Burns Avenue de Detroit, ilustr su sermn con una historia.

    Narrador innato, el pastor Ford cont la experiencia de un mdico misionero y su esposa que eran perseguidos por ladrones en un pas lejano. Esquivaban rboles y rocas, siempre arreglndoselas para mantenerse apenas un poco ms adelante que los bandidos. Al final, exhausta, la pareja se detuvo exactamente antes de un precipicio. Estaban atrapados. De repente, justo en el borde del acantilado, vieron una pequea rotura en la roca; una separacin apenas lo suficientemente grande como para entrar gateando y esconderse. Segundos despus, cuando los hombres llegaron al borde de la escarpadura, no pudieron encontrar al mdico ni a su esposa. Para sus ojos incrdulos, la pareja simplemente haba desaparecido. Despus de gritar y de insultarlos, los bandidos se fueron.

    Mientras escuchaba, la escena se volvi tan vivida que sent como si me estuviesen persiguiendo a m. El pastor no era excesivamente dramtico, pero yo qued atrapado en una experiencia emocional, y viva su difcil situacin como si los malvados estuviesen tratando de capturarme a m. Me vea siendo perseguido. Mi respiracin se volvi superficial por el pnico, el temor y la desesperacin de esa pareja. Al final, cuando los bandidos se fueron, suspir con alivio por estar a salvo.

    El pastor Ford observ a la congregacin.La pareja estaba cobijada y protegida -nos deca-. Estaban

    escondidos en la grieta de la roca, y Dios los protegi de que les hicieran dao.

    Una vez terminado el sermn, comenzamos a cantar el himno del llamado. Esa maana el pastor haba seleccionado Roca de la eternidad. Hizo el llamado sobre la base de la historia misionera, y explic nuestra necesidad de ponernos a salvo en el escondedero fiel, porque la seguridad slo se encuentra en Jesucristo.

  • O C H O A O S D E E D A D 27

    -S i colocamos nuestra fe en el Seor -dijo a medida que recorra con la vista los rostros de la congregacin-, siempre estaremos a salvo. A salvo en Jesucristo.

    Mientras escuchaba, me imaginaba en qu forma maravillosa Dios haba cuidado a esas personas que queran servirlo. Por medio de mi imaginacin y de las emociones viv esa historia con la pareja, y pens: Eso es exactamente lo que debiera hacer: Cobijarme en la grieta de la roca.

    Aunque slo tena 8 aos, mi decisin pareca perfectamente natural. Otros chicos de mi edad se estaban bautizando y se unan a la iglesia, as que cuando el mensaje y la msica me conmovieron emocionalmente, yo respond. Siguiendo la costumbre de nuestra denominacin, cuando el pastor Ford pregunt si ;ilguien quera entregarse a Jesucristo, Curtis y yo nos pusimos de | >ie y fuimos hasta el frente de la iglesia. Pocas semanas despus ambos nos bautizamos.

    Bsicamente yo era un buen chico y no haba hecho nada malo en particular; sin embargo, por primera vez en mi vida me di cuenta de que necesitaba la ayuda de Dios. Durante los cuatro .itios siguientes trat de seguir las enseanzas que reciba en la iglesia.

    Esa maana marc otro hito en mi vida. Decid que quera ser mdico, mdico misionero.

    Los cultos y las lecciones bblicas muchas veces se centraban en historias de mdicos misioneros. Cada historia de mdicos misioneros que viajaban a travs de villas primitivas por Africa o India me intrigaba. Nos llegaban informes de sufrimientos fsi- i < >s que los mdicos aliviaban y de cmo ayudaban a las personas ,1 llevar vidas ms felices y saludables.

    -E so es lo que quiero hacer le dije a mi madre cuando volvamos a casa. Quiero ser mdico. Puedo ser mdico, mam?

    -Bennie -dijo, escchame.Nos detuvimos, y mam me mir fijo a los ojos. Luego, co

  • 28 M A N O S C O N S A G R A D A S

    locando sus manos sobre mis hombros delgados, dijo:Si le pides algo al Seor y crees que lo har, entonces se

    cumplir.Creo que puedo ser mdico.Entonces, Bennie, sers mdico -dijo categricamente, y

    seguimos caminando.Despus de las palabras de seguridad de mam, nunca dud

    de lo que quera hacer con mi vida.Como la mayora de los chicos, no tena ni idea de lo que una

    persona tena que hacer para llegar a ser mdico, pero asum que si me iba bien en la escuela, podra hacerlo. Para cuando cumpl 13 aos no estaba tan seguro de que quera ser misionero, pero nunca me apart de querer entrar en la profesin mdica.

    Nos mudamos a Boston en 1959 y estuvimos all hasta 1961, cuando mam decidi que volveramos a Detroit, porque se haba recuperado econmicamente. Detroit era nuestro hogar para nosotros, y adems, mam tena un objetivo en mente. Aunque no era posible al comienzo, hizo planes de regresar y reclamar la casa en la que habamos vivido.

    1 .a casa, ms o menos del tamao de muchos garajes de hoy, era una de esas antiguas cajas cuadradas prefabricadas, posteriores a la Segunda Guerra Mundial. La construccin completa probablemente no llegaba a los 95 metros cuadrados, pero estaba ubicada en una zona linda donde la gente mantena el csped cortado y estaba orgullosa del lugar donde viva.

    -Chicos -nos deca mientras pasaban las semanas y los meses, solamente esperen. Volveremos a nuestra casa de la calle Deacon. No podemos permitirnos vivir all ahora, pero lo lograremos. Mientras tanto, todava podemos usar el dinero del alquiler que nos pagan por ella.

    No pasaba ni un da sin que mam hablara de volver a casa. La determinacin flameaba en sus ojos, y nunca dud de que volveramos.

  • O C H O A O S D E E D A D 29

    Mam nos llev a vivir a un edificio multifamiliar justo del M i r o lado de las vas en un sector llamado Delray. Era una zona industrial con una densa niebla txica entrecruzada con vas del lerrocarril, que alojaban fbricas de autopartes donde explotaban i los trabajadores. Era lo que yo llamara un barrio de clase alta- 1 >a ja.

    Los tres vivamos en el ltimo piso. Mi madre tena dos o tus trabajos paralelos. En un lugar cuidaba chicos, y en el siguiente limpiaba la casa. Cualquier clase de tarea domstica que >c necesitara, mam deca:

    -Puedo hacerlo. Si no s cmo se hace ahora, aprendo fcil.En realidad no haba mucho ms que ella pudiera hacer para

    finarse la vida, porque no tena otras habilidades. Obtuvo mucha educacin no formal en esos trabajos, porque era lista y estaba ,il( rta. Mientras trabajaba, observaba cuidadosamente todo lo |iu la rodeaba.

    Se interesaba especialmente en las personas, porque la mayor parte del tiempo trabajaba para los adinerados. Cuando volva a ( ;isa nos contaba:

    -Esto es lo que hace la gente rica. As se comporta la gente exitosa. Esto es lo que piensan.

    Constantemente nos meta en la cabeza este tipo de infor- uunin a mi hermano y a m.

    -Ahora ustedes tambin pueden hacerlo -deca con una m >n risa, y agregaba, e incluso lo pueden hacer mejor!

    Aunque parezca extrao, mam comenz a colocar esos oblen vos frente a m cuando yo no era un buen alumno. No, eso no es precisamente cierto. Yo era el peor alumno de todo 5o grado en la Escuela Primaria de Higgins.

    Los tres primeros aos en el sistema de escuela pblica de I )eiroit me haban dado una buena base. Cuando nos mudamosi Moston, entr en 4o grado, y Curtis, dos aos ms avanzado que yo. Nos cambiamos a una escuelita privada de la iglesia, porque

  • 10 M A N O S C O N S A G R A D A S

    mam pens que eso nos ofrecera mejor educacin que las escuelas pblicas. Desdichadamente, no result ser de esa manera. Aunque tanto Curds como yo tenamos buenas notas, la tarea no era tan exigente como podra haber sido, y cuando regresamos a la escuela pblica de Detroit me qued conmocionado.

    La Escuela Primaria Higgins era predominantemente para blancos. Las clases eran exigentes, y mis compaeros de 5o grado a los que me un me superaban en cualquier tema sencillo. Para mi asombro, no entenda nada de lo que pasaba. No estaba preparado para ser el ltimo de la clase. Y para peor, yo crea seriamente que haba hecho un trabajo satisfactorio en Boston.

    El solo hecho de ser el ltimo de la clase duele bastante, pero las burlas y la tirantez de los otros chicos me hacan sentir peor. Como hacen los chicos, venan las conjeturas inevitables por las notas despus de haber dado una prueba.

    Alguien invariablemente deca:-Yo s lo que se sac Carson!-S! Un cero as de grande! -disparaba otro.Ey, bobo! Creas que acertaras una esta vez?Carson acert una la ltima vez. Sabes por qu? Estaba

    tratando de escribir la respuesta incorrecta.Yo me quedaba tieso en mi pupitre, y haca como si no los

    escuchaba. Quera que pensaran que no me importaba lo que decan. Pero s me importaba. Sus palabras me dolan, pero no me permita llorar ni salir corriendo. A veces una sonrisa enmascaraba mi rostro cuando comenzaban a burlarse. A medida que pasaban las semanas, acept que era el ltimo de la clase porque era all donde mereca estar.

    Simplemente soy un bobo. No tena dudas de esa afirmacin, y los dems tambin lo saban.

    Aunque especficamente nadie me deca nada por mi condicin de negro, creo que mis bajas calificaciones reforzaban la impresin general de que los chicos negros no eran tan inteligen-

  • O < l i o A N O S 1)1 I l ) A I ) H

    ii . como los blancos. Yo me encoga de hombros, aceptando la i' ilulad; se supona que las cosas deban ser as.

    Al mirar hacia atrs, despus de todos estos aos, casi puedo it m ir el dolor todava. La peor experiencia de mi vida escolar i urri en 5o grado despus de una prueba de matemtica. Como

    mi mpre, la seora Williamson, la maestra, nos haca entregar la Imja al de atrs para corregirla mientras ella lea las respuestas ni voz alta. Despus de corregida, cada hoja volva a su dueo. I icspus la maestra nos llamaba por nombre, e informbamos la in>hi en voz alta.

    1 l examen contena 30 problemas. La compaera que corri- }M< i mi prueba era la cabecilla de los chicos que se burlaban de mV me decan que yo era un bobo.

    La seora Williamson comenz a llamarnos por nombre. Y< i c staba sentado en el aula con el ambiente un poco cargado,V m i vista viajaba desde el brillante pizarrn de anuncios hastal.i ventanas cubiertas de recortes de papel. La sala ola a dza y a i lucos, y yo hund la cabeza, temiendo escuchar mi nombre. Era inevitable.

    -Benjamn? -la seora Williamson esperaba que yo le diera mi nota.

    Nueve!I .a seora Williamson dej caer la lapicera, me sonri, y dijo

    i un verdadero entusiasmo:-Oh, Benjamn, eso es fantstico! (Para m, sacarme 9 sobre

    '(I era increble).Antes de caer en la cuenta de lo que estaba sucediendo, la

    i Inca que estaba sentada detrs de m grit:-N o nueve! -dijo con risa burlona-. Se sac un cero. No hizo

    ni uno bien.A su risa burlona se sumaron las risas de todos los que esta-

    I >;in en la sala.Es suficiente! dijo rpidamente la maestra, pero era de

  • 32 M A N O S C O N S A ( , l< A I> A S

    masiado tarde.La dureza de esa chica me parti el corazn. Creo que nunca

    me sent ms solitario o estpido en toda mi vida. Era tan malo como para errarle a todas las preguntas en casi todas las pruebas, pero cuando toda la clase al menos pareca que todos los que estaban all- se ri de mi estupidez, quise escurrirme debajo del piso.

    Las lgrimas me hacan arder los ojos, pero me rehusaba a llorar. Prefera morirme antes que ellos supieran cunto me dola. En lugar de eso, puse una sonrisa de no me importa en mi rostro y fij la vista en el pupitre y en el gran cero redondo en la parte superior de la prueba.

    Fcilmente podra haber determinado que la vida era cruel, que ser negro significaba que tena todo en contra. Y podra haber seguido por ese camino a no ser por dos cosas que ocurrieron en 5o grado que cambiaron totalmente mi percepcin del mundo.

  • (Captulo 4

    D O S F A C T O R E S P O S I T I V O S

    N o s dije mientras sacuda la cabeza-; es decir, no estoy H i f i i r o .

    Nuevamente me senta un tonto de pies a cabeza. El chico i|uc estaba delante de m ley cada letra del grfico, de principio .1 lu, sin ningn problema. Yo no poda ver lo suficientemente liicn como para leer ms all de la primera lnea.

    -Est bien -m e dijo la enfermera, y el siguiente chico se .11 Iclunt hasta el grfico para hacer un examen ocular; su voz era ni rgica y eficiente-. Ahora recuerda, trata de leer sin entrecerrar Ins ojos.

    Cuando estaba a mitad de 5o grado, la escuela nos hizo un rxnmen ocular obligatorio.

    Yo entrecerraba los ojos, trataba de enfocar y lea la primera linc-a; apenas.

    I .a escuela me provey de anteojos, gratuitos. Cuando fui a probarlos, el doctor me dijo:

    -Hijo, tu visin es tan mala que casi ests en condiciones de M-r calificado como discapacitado.

    Aparentemente mi vista haba empeorado gradualmente, y33

  • M A N O S C O N S A G R A D A S

    no tena ni idea de que estaba tan mal. Llev mis nuevos anteojos a la escuela al da siguiente. Y estaba sorprendido. Por primera vez poda ver realmente lo escrito en el pizarrn desde el final del saln. Conseguir anteojos fue la primera cosa positiva que me dio el puntapi inicial en el ascenso a partir de ser el ltimo de la clase. Inmediatamente despus que mi visin se corrigi, las notas mejoraron; no mucho, pero al menos estaba avanzando en la direccin correcta.

    Cuando entregaron los boletines de calificaciones de mitad de ao, la seora Williamson me llamo aparte.

    Benjamn dijo, en general te est yendo mucho mejor.Su sonrisa de aprobacin me hizo sentir como que poda

    mejorar todava. Saba que ella quera animarme a mejorar.Tena una D en matemtica. Pero eso realmente indicaba

    mejora. A l menos no haba desaprobado.Al ver esa calificacin de aprobado me sent bien. Pens, me

    saqu una D en matemtica. Estoy mejorando. Hay esperanza para m. No soy e l chico ms tonto de la escuela. Cuando un chico como yo que haba sido el ltimo de la clase durante la primera mitad del ao de repente comenzara a ascender aunque slo fuera pasar de F a D -, esa experiencia hizo que naciera la esperanza en m. Por primera vez desde que haba ingresado a la Escuela Higgins saba que podra ser mejor que algunos alumnos de mi clase.

    Mam no estaba dispuesta a que yo me conformara con un objetivo tan bajo como se!

    -O h, claro que es un avance -m e dijo Y Bennie, estoy or- gullosa de ti porque mejoraste tus notas. Y cmo no vas a estar orgulloso t? Eres inteligente, Bennie.

    A pesar de mi entusiasmo y de mi sentido de esperanza, mi mam no estaba feliz. Al ver mi mejor nota en matemtica y al escuchar lo que me haba dicho la seora Williamson, comenz a enfatizar:

    Pero t no puedes contentarte con pasar a duras penas.

  • D O S F A C T O R E S P O S I T I V O S 35

    I res demasiado inteligente para eso. T puedes sacarte la mejor nota de la clase de matemdea.

    -Pero mam, no desaprob me quej, pensando que ella no li;iba apreciado cunto haba mejorado.

    -Est bien, Bennie, comenzaste a mejorar -dijo mam y v;is a seguir mejorando.

    Lo estoy intentando le dije. Estoy haciendo lo mejor que | mello.

    -Pero puedes hacerlo an mejor, y yo te voy a ayudar.I -e brillaban los ojos. Yo debiera haber sabido que ella ya ha-

    Ih.i comenzado a formular un plan. Para mam, no era suficiente mu decir: Hazlo mejor. Ella encontrara la manera de mos- n inne cmo. Su esquema, que se fue formando a medida que avanzbamos juntos, se convirti en el segundo factor positivo.

    Mi madre no haba dicho mucho de mis notas hasta que i Mingaron los boletines de calificaciones a mitad de ao. Ella i ida que las notas de la escuela de Boston reflejaban un progre- 'Hi. Icro como se dio cuenta de lo mal que me estaba yendo enl.i escuela primaria Higgins, empez a andar detrs de m todos li is das.

    Sin embargo, mam nunca pregunt Por qu no puedes i i como esos chicos inteligentes? Mam era demasiado sensata l'.na eso. Adems, yo nunca sent que ella quisiera que yo com- | m u ra con mis compaeros sino que quera que hiciera lo mejor l< mi parte.

    Tengo dos chicos inteligentes -deca-. Dos chicos grandio- m is c inteligentes.

    I stoy haciendo lo mejor que puedo -insista yo. Mejor i ii matemtica.

    Pero vas a mejorar an ms, Bennie me dijo una noche. \lii>ra, que empezaste a mejorar en matemdea, vas a continuar,

    \ .im es como lo vas a hacer. Lo primero que vas a hacer es me nicni/,ar las tablas.

  • 36 M A N O S C O N S A G R A D A S

    Las tablas? exclam. No me imaginaba aprendiendo tanto. Sabes cuntas hay? Me podra llevar un ao entero!

    Ella se irgui un poco ms.-Y o slo fui hasta 3er. grado, y las conozco de memoria

    desde los 12 aos.-Pero mam, yo no puedo...T puedes hacerlo, Bennie. Todo lo que denes que hacer es

    poner tu cabeza y concentrarte. Las estudias, y maana cuando vuelva de trabajar las repasamos. Vamos a seguir repasando las tablas hasta que las sepas mejor que nadie en tu clase!

    Yo refunfu un poco ms, pero debiera haberlo sabido.Adems aqu vino el disparo final , no vas a salir afue

    ra a jugar cuando vuelvas de la escuela maana hasta que hayas aprendido esas tablas.

    Casi me largu a llorar.Mira todo eso! exclam, sealando las columnas al final

    del libro de matemtica-. Cmo hace uno para aprenderlas a todas?

    A veces hablarle a mam era como hablarle a una piedra. Su mandbula estaba fija, su voz era cortante.

    No puedes salir afuera a jugar hasta que aprendas esas tablas.

    Mam no estaba en casa, por supuesto, cuando nos dejaban salir de la escuela, pero ni se me ocurri desobedecerle. Ella nos haba educado bien, y hacamos lo que nos deca.

    Me aprend las tablas. Me las pasaba repitindolas hasta que se quedaron grabadas en el cerebro. Tal como lo haba prometido, esa noche mam las repas conmigo. Su constante inters e infatigable aliento me mantena motivado.

    Pocos das despus de haber aprendido las tablas, matemtica me result mucho ms fcil y mis notas remontaron vuelo. Casi todo el tiempo mis notas eran tan altas como las de los otros chicos de mi clase. Nunca me voy a olvidar cmo me senta

  • D O S F A C T O R E S P O S I T I V O S 37

    ilt spus de otra prueba de matemtica cuando le responda a la seora Williamson con Veinticuatro!

    Prcticamente grit para repetir: Tuve 24 correctas!Me devolvi la sonrisa de una forma que me hizo saber que

    tsiaba complacida de verme mejorar. No les cont a los otrosi lucos lo que estaba pasando en casa ni cunto me ayudaban los .mteojos. No cre que a la mayora le pudiera interesar.

    Las cosas cambiaron inmediatamente, y eso haca que ir al.i escuela fuera ms placentero. Ya nadie se rea de m ni me llamaban bobo en matemtica! Pero mam me haca seguir me- n lotizando las tablas. Ella me haba demostrado que yo poda ii'iier xito en una cosa. As que comenz la siguiente fase de mi programa de autoperfeccionamiento para hacerme sacar las mejores notas en cada clase. El objetivo era bueno, simplemente i|ue no me gustaba su mtodo.

    -Considero que ustedes dos estn mirando demasiada televisin dijo una noche, y apag el equipo en la mitad de un piograma.

    -N o miramos tanto dije.Trat de sealar que algunos programas eran educativos y

    i|ue todos los chicos de mi clase miraban televisin, incluso los mas inteligentes.

    Como si no hubiese escuchado ni una palabra de lo que dije, eMableci la ley. No me gustaba el reglamento, pero su determinacin de vernos mejorar cambi el curso de mi vida.

    -De ahora en ms, no pueden ver ms que tres programas l'i >r semana.

    -Por semana? -inmediatamente pens en todos los programas estupendos que tendra que perderme.

    A pesar de nuestras protestas, sabamos que cuando ella dei hlio que no podamos mirar televisin ilimitadamente, hablaba en serio. Ella tambin confiaba en nosotros, y ambos nos atcma mos a las reglas familiares porque generalmente ramos buenos

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    chicos.A Curts, aunque un poco ms rebelde que yo, le haba ido

    mejor en la escuela. Sin embargo, sus notas no eran lo suficientemente buenas como para satisfacer los niveles de exigencia de mam. Noche tras noche mam hablaba con Curtis, y trabajaba con su actitud, lo instaba a que tuviera ganas de triunfar y le suplicaba que no se diera por vencido. Ninguno de nosotros tena un modelo de xito, ni siquiera una figura masculina respetable a quien admirar. Pienso que Curtis, al ser el mayor, era ms sensible a eso que yo. Pero sin importar cunto tuviera que trabajar con l, mam no se dara por vencida. De alguna forma, por medio de su amor, determinacin y el establecer reglas, Curtis se convirti en una persona ms razonable y comenz a creer en s mismo.

    Mam ya haba decidido cmo usaramos nuestro tiempo libre cuando no estuviramos mirando televisin.

    Ustedes van a ir a la Biblioteca a leer libros. Van a leer al menos dos libros por semana. Al final de cada semana me van a dar un informe de lo que han ledo.

    La regla pareca imposible. Dos libros? Yo nunca haba ledo un libro entero en toda mi vida, excepto los que nos hacan leer en la escuela. No poda creer que alguna vez pudiera terminar un libro entero en apenas una semana.

    Pero uno o dos das despus Curtis y yo bamos arrastrando los pies las siete cuadras que quedaban de casa hasta la Biblioteca. Nos quejbamos y rezongbamos, haciendo que el trayecto se hiciera interminable. Pero mam haba hablado, y no se nos daba por desobedecer. La razn? La respetbamos. Sabamos que iba en serio y que era mejor que nos interesara. Pero, ms que todo, la ambamos.

    Bennie -deca una y otra vez, si puedes leer, tesoro, puedes aprender casi todo lo que quieras saber. Las puertas del mundo estn abiertas para las personas que pueden leer. Y mis chicos van a triunfar en la vida, porque van a ser los mejores lectores de

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    l,i escuela.( uando pienso en eso, hoy estoy tan convencido, como en

    n|iii I entonces en 5o grado, que mi madre hablaba en serio. Rila ii i-i en Curtis y en m. Tena tanta fe en nosotros, que no nos Hievamos a fallarle! Su confianza inquebrantable lentamente me llevo a creer en m mismo.

    Varios amigos de mam cridcaban su rigurosidad. Escuchi pie una mujer preguntaba:

    Qu ests haciendo con esos chicos, que los haces estudiar indo el tiempo? Te van a odiar.

    Podrn odiarme! -respondi, cortando la crtica de la mu- |i i IV-ro van a obtener una buena educacin de todas formas!

    Por supuesto que yo nunca la odi. No me gustaba la prep o n , pero ella se las ingeni para hacerme notar que ese arduo lukijo era para mi bien. Casi diariamente me deca:

    Bennie, t puedes hacer cualquier cosa que te propongas.I Jado que siempre me gustaron los animales, la naturaleza

    \ l.i i iencia, elega libros de la Biblioteca relacionados con esosii iii.is. Y si bien era un alumno malsimo en las asignaturas acad- mii .is tradicionales, sobresala en ciencias en 5o grado.

    I I maestro de ciencias, el seor Jaeck, comprendi mi in-ii ii s y me anim al darme proyectos especiales, como ayudar i oros alumnos a identificar rocas, animales o peces. Yo tena11 lubilidad de estudiar las manchas de un pez, por ejemplo, y aI ui ni de dicha particularidad poder identificar esa especie. Nadie ni e. en la clase tena esa habilidad, as que tena oportunidad de Im n me.

    Al comienzo, iba a la Biblioteca y hojeaba libros de animales \ mos temas de la naturaleza. Me convert en el experto de 5 li do en todo lo relacionado con la naturaleza cientfica. A fin de im i poda tomar cualquier roca junto a las vas e identificarla. Le i nin is libros de peces y de la vida acutica, que comenc a ir a los..... en busca de insectos. El seor Jaeck tena un microsco-

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    pi, y a m me encantaba llevar muestras de agua para examinar los diversos protozoos bajo las lentes de aumento.

    Lentamente ca en la cuenta de que me estaba yendo mejor en todas las asignaturas escolares. Comenzaron a gustarme mis viajes a la Biblioteca. El personal de all se familiariz con Curs y conmigo, y nos ofrecan sugerencias sobre lo que nos podra llegar a gustar para leer. Nos informaban de los libros nuevos cuando entraban. Me iba muy bien en esta nueva forma de vida, y pronto mis intereses se ensancharon como para incluir libros de aventura y descubrimientos cientficos.

    Al leer tanto, mi vocabulario automticamente mejor junto con mi comprensin. Pronto llegu a ser el mejor alumno en matemtica cuando hacamos problemas basados en historias.

    Hasta las lmas semanas de 5o grado, aparte de las pruebas de matemtica, los concursos semanales de ortografa eran la peor parte de la escuela para m. Por lo general le erraba en la primera palabra. Pero ahora, 30 aos despus, todava recuerdo la palabra que realmente logr que me interesara saber leer.

    La ltima semana de 5o grado tuvimos un gran concurso de ortografa en el que la seora Williamson nos hizo repasar todas las palabras que se supona que habamos aprendido ese ao. Como era de esperarse, Bobby Farmer gan el concurso de ortografa. Pero para mi sorpresa, la palabra final que escribi para ganar fue agricultura.

    Yo puedo escribir esa palabra, pens con entusiasmo. Justo la haba aprendido el da anterior en el libro que estaba leyendo en la Biblioteca. Cuando el ganador se sent, me embarg una emocin una necesidad de lograr algo ms poderosa que nunca antes.

    Yo puedo escribir agricultura me deca a m mismo, y apuesto a que puedo aprender a escribir cualquier otra palabra. Apuesto que puedo aprender a escribir mejor que Bobby.

    Aprender a escribir mejor que Bobby Farmer realmente era

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    un desafo para m. Bobby, por lejos, era el chico ms inteligente ilc 5o grado. Otro chico, llamado Steve Kormos, se haba ganadol.i reputacin de ser el chico ms inteligente antes que apareciera Hobby Farmer. Bobby Farmer me impresion durante una clase ilc historia porque la maestra mencion la palabra lino, y nadie ilia de lo que estaba hablando.

    Entonces Bobby, todava nuevo en la escuela, levant la muo y nos explic al resto lo que era el lino: cmo y dnde i ic ca, y cmo hacan las mujeres para hilar las fibras y fabricar la frhi. Mientras lo escuchaba, pens: Bobby seguramente sabe mucho sobre el lino. Realmente es inteligente. De repente, sentado all en el aula11 ni los rayos de sol que entraban de soslayo por la ventana, un nuevo pensamiento cruz por mi mente. Yo puedo aprender acerca ihl Uno o de cualquier tema leyendo. Es como dice mam: Si puedes leer, pue- ilri tprender casi cualquier cosa. Me las pas leyendo todo el verano, \ |>;ira cuando comenc 6o grado, haba aprendido a escribir un montn de palabras sin haberlas memorizado conscientemente.I m (>" grado, Bobby segua siendo el chico ms inteligente de la i l.isc, pero yo comenc a ganarle terreno.

    I )espus que comenc a tomar la delantera en la escuela, el ili seo de ser inteligente se haca cada vez ms fuerte. Un da pen- > I hbe ser muy divertido que todos sepan que eres e l chico ms inteligente ih Iti clase. Desde ese da me propuse que la nica forma de saberi on certeza qu se siente, era llegar a ser el ms inteligente.

    Mientras continuaba leyendo, mi ortografa, mi vocabulario \ mi comprensin mejoraron, y las clases se volvieron mucho m.r. interesantes. Mejor tanto que para cuando entr en 7o grado i n el Colegio Wilson, era el primero de la clase.

    Pero ser el primero de la clase solamente no era mi verda- il< io objetivo. Para entonces, eso no era suficientemente bueno |ui,i m. All es donde la influencia constante de mi madre camino mucho las cosas para bien. No me esforzaba tanto para comI 'i ni y ser mejor que los otros chicos, sino porque quera hacer lo

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    mejor que pudiera; para m.Muchos chicos que haban ido a la escuela conmigo en 5o

    y 6o grado tambin se pasaron al Colegio Wilson. Sin embargo, nuestra relacin haba cambiado drsticamente durante ese perodo de dos aos. Los mismos chicos que una vez se burlaban de m por ser tonto empezaban a acercarse a preguntar:

    Ey, Bennie, cmo resuelves este problema?Obviamente yo sonrea cuando les daba la respuesta. Ahora

    me respetaban porque me haba ganado su respeto. Era divertido sacarse buenas notas, aprender ms, saber ms de lo que en realidad se requera.

    El Colegio Wilson segua siendo predominantemente blanco, pero tanto Curts como yo nos convertimos en excelentes alumnos all. Fue en Wilson donde por primera vez sobresal entre los chicos blancos. Aunque no era algo consciente de mi parte, me gustaba mirar hacia atrs y pensar que mi crecimiento intelectual ayud a borrar la idea estereotipada de que los negros son intelectualmente inferiores.

    Una vez ms tengo que agradecerle a mi madre por mi actitud. En todo mi desarrollo, no recuerdo haberla odo decir cosas tales como Los blancos son unos... Esta mujer sin estudios, que se cas a los 13 aos, haba sido inteligente como para descubrir cosas por su cuenta y para enfatizarnos a Curtis y a m que las personas son personas. Nunca dio rienda suelta al prejuicio racial, ni tampoco hubiera permitido que lo hiciramos nosotros.

    Curts y yo nos topamos con los prejuicios, y podramos haber quedado atrapados en ellos, especialmente en aquellos aos, a comienzos de los aos 60.

    Tres incidentes de prejuicio racial dirigidos contra nosotros me vienen a la memoria.

    S Primero, cuando comenc a asistir al Colegio Wilson, ( .urtis y yo muchas veces subamos a un tren sin pagar para ir a

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    l.i escuela. Nos divertamos haciendo eso porque las vas corran paralelas al camino que nos llevaba hasta la escuela. Si bien sabamos que no debamos colarnos en el tren, yo aplaqu mi concien- i la al decidir que me subira a los trenes ms lentos.

    Mi hermano se tomaba de los trenes que iban a gran veloci- I k I y que tenan que disminuir la marcha en el paso a nivel. Lo envidiaba a Curtis y lo observaba en accin. Cuando pasaban los trenes ms rpidos, inmediatamente despus del paso a nivel m iba su clarinete en uno de los vagones de adelante. Luego esperaba y se suba al ltimo vagn. Si no se suba y llegaba hasta .nielante, saba que perdera su clarinete. Curtis nunca perdi su instrumento musical.

    I '.legimos una aventura peligrosa, y cada vez que nos subamos a un tren me hormigueaba el cuerpo del entusiasmo. No '1 0I0 tenamos que saltar, subirnos a un vagn y sostenernos, mo que tenamos que asegurarnos de que los guardas nunca nos iitaparan. Ellos buscaban a los chicos y a los vagabundos que se Miliian a los trenes en los pasos a nivel. Nunca nos agarraron a ni isotros.

    Dejamos de subirnos a los trenes por una razn completamente diferente. Un da, cuando Curtis no estaba conmigo, mientras corra al costado de las vas, un grupo de muchachos mas grandes, todos blancos, se acercaron trotando hacia dondei taba yo mientras la ira se reflejaba en sus rostros. Uno de ellosii iti.t un palo grande.

    Ly, t! Negrito!Me detuve y me los qued mirando, con temor y en silencio.

    lin mpre he sido extremadamente delgado y debo haber parecido11 n lulamente indefenso, y as era. El chico con el palo me peg >n la espalda. Yo retroced, sin saber lo que podra ocurrir. El y1 1 ot t ( >s chicos estaban parados frente a m y me insultaban con ' mI.i las malas palabras que se les cruzaban por la mente.

    I ,1 corazn me lata en los odos, y me corran gotas de sudor

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    por los costados. Baj la vista hacia el suelo, demasiado asustado como para responder, con demasiado miedo como para salir corriendo.

    -S e supone que los chicos negros no van al Colegio Wilson. Si te volvemos a agarrar, te vamos a matar sus ojos claros eran tan fros como la muerte, Entendido?

    Nunca levant la vista del suelo.-Creo que s susurr.Te pregunt si me entendas, negro -m e toc con el palo.Me ahogaba del miedo. Trat de hablar ms fuerte.-S .-Entonces sal de aqu tan rpido como te den las piernas. Y

    ser mejor que te cuides de nosotros. La prxima vez te vamos a matar!

    Entonces sal corriendo, tan rpido como pude, y no me detuve hasta que llegu al patio de la escuela. Dej de usar esa ruta y me iba por otro lado. De all en adelante nunca ms volv a subirme a un tren sin pagar, y nunca ms volv a ver a la pandilla.

    Seguro de que mi madre nos sacara a los tirones de la escuela inmediatamente, nunca le cont ese incidente.

    S Un segundo episodio ms estremecedor ocurri cuando estaba en 8o grado. Al final del ao escolar el director y los maestros entregaban certificados al alumno que tena los logros acadmicos ms elevados de 7o, 8o y 9o grados respectivamente. Yo gan el certificado en 7o grado, y ese mismo ao Curtis lo gan en el 9H. Al final del 8o grado, la gente haba aceptado el hecho de que yo era un chico inteligente. Volv a ganar el certificado al ao siguiente. En una reunin con todos los profesores y alumnos de la escuela, una de las maestras present mi certificado. Despus de entregrmelo, se qued parada frente a todo el alumnado y observ a todo el auditorio.

    Tengo algunas palabras que decirles en este momento comenz diciendo en un tono de voz elevado, desconocido en

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    fila .

    Luego, para mi bochorno, rega a los chicos blancos porgue me haban permitido ser el nmero uno.

    Ustedes no se estn esforzando lo suficiente les dijo.Si bien nunca lo dijo con palabras, les hizo saber que una

    persona negra no debiera ser el nmero uno en una clase donde lodos los dems eran blancos.

    Mientras la maestra segua reconviniendo a los dems alumnos, varias cosas se empezaron a derrumbar en mi mente. Por supuesto, me senta herido. Yo me haba esforzado mucho para ser el primero de la clase probablemente mucho ms que nadie i n la escuela y ella me estaba menospreciando porque no era del mismo color. Por un lado pens: Qupava que es esta mujer! Luego I ii ot una determinacin airada en mi interior. Ya vern t y todos /tu dems tambin!

    No poda entender por qu esta mujer habl de esa manera.I ll;i misma me haba enseado en varias clases, pareca que le i .na bien, y ciertamente saba que me haba ganado las notas y me mereca el certificado a la excelencia. Por qu dira todas esasI I isas tan hirientes? Era tan ignorante que no se daba cuentai Ir que las personas son personas? Que su piel o su raza no las luce ms inteligentes o tontas? Tambin se me ocurri que, dado1 1 caso, tiene que haber ocasiones donde las minoras sean ms mu ligentes. Podra darse cuenta de eso?

    A pesar de estar dolido y enojado, no dije nada. Me qued .i niado en silencio mientras ella protestaba. Varios chicos blan-

    1 1 1 1 se daban vuelta para mirarme cada tanto, y ponan los ojos en Illanco para darme a entender que estaban disgustados. Sent que '.i.ihan tratando de decirme: Qu tonta que es!

    Algunos de esos mismos chicos que tres aos atrs se habanI ii it lati de m, se haban convertido en mis amigos. Se sentan iveri'onzados, y en sus rostros se notaba que haba resentimien-ii i

  • 46 M A N O S C O N S A G R A D A S

    No le cont nada a mam acerca de esta maestra. Pens que no le hara nada bien y slo herira sus sentimientos.

    ^ El tercer incidente que se destaca en mi memoria se centra en el equipo de ftbol americano. En nuestro barrio tenamos una liga de ftbol. Cuando estaba en 7o grado, jugar al ftbol eralo ms grande en atletismo.

    Naturalmente, tanto Curtis como yo queramos jugar. Para comenzar, ninguno de los dos Carson ramos altos. De hecho, comparados con los dems jugadores, ramos bastante pequeos. Pero tenamos una ventaja. Eramos rpidos; tan rpidos que podamos correr ms que cualquier otro en el campo de juego. Dado que los hermanos Carson dbamos tan buenos espectculos, nuestro desempeo aparentemente les disgustaba a algunos blancos.

    Una tarde, cuando Curtis y yo salamos de la cancha despus de un entrenamiento, un grupo de hombres blancos, ninguno de ms de 30 aos, nos rodearon. Su enojo amenazante se notaba a las claras antes de pronunciar palabra alguna. Yo no estaba seguro de si ellos formaban parte de la pandilla que me amenaz en el paso a nivel del ferrocarril. Slo saba que estaba asustado.

    Entonces un hombre se adelant.-S i ustedes vuelven los vamos a arrojar al ro dijo.Despus se dieron media vuelta y se alejaron de nosotros.Cumpliran su amenaza? Curtis y yo no estbamos tan pre

    ocupados por eso como por el hecho de que no nos queran en la liga.

    Mientras regresbamos a casa, le dije a mi hermano:Quin quiere jugar ftbol cuando tus propios simpatizan

    tes se ponen en tu contra?Pienso que podemos encontrar cosas mejores para hacer

    con nuestro tiempo dijo Curtis.Nunca le dijimos a nadie que bamos a abandonar, pero nun

    ca regresamos a los entrenamientos. Nunca nadie en el barrio

  • D O S F A C T O R E S P O S I T I V O S 47

    nos pregunt por qu. A mam le dije:Decidimos no jugar al ftbol.Curtis dijo algo as como que quera estudiar ms.Habamos decidido no decirle nada a mam sobre la amena

    za, sabiendo que si lo hacamos, su preocupacin por nosotros la enfermara. Como adulto que mira hacia atrs, es irnico lo de nuestra familia. Cuando ramos ms jvenes, por medio del alendo, mam nos haba protegido de la verdad de pap y de sus problemas emocionales. Ahora era nuestro turno protegerla a ella para que no se preocupara. Elegimos el mismo mtodo.

  • I Captulo 5

    E L G R A N P R O B L E M A

    D E U N C H I C O

    Oabes lo que hicieron los indios con la ropa gastada del general Custer? pregunt el lider de la pandilla.

    -Cuntanos respondi uno de sus compaeros con exagerado inters.

    La guardaron, y ahora la usa Carson!( )tro chico asind vigorosamente con su cabeza:Tal cual.Yo poda sendr que el calor me suba por el cuello y las meji

    llas. ( )tra vez se salieron con lo mismo los muchachos.Acrcate un poco ms y te dars cuenta -sonri el prime

    ro-, porque huele como si tuviera cien aos!Como era nuevo al comenzar 8o grado en el colegio Hunter

    Jnior, descubr que cappinge.ra una experiencia bochornosa y do- lorosa. El trmino viene de la palabra capitalice [capitalizar] y en la jerga es un insulto que significa aprovecharse de otra persona. La idea era hacer el comentario ms sarcstico posible, y lanzarlo como dardo para que sonara gracioso. El capping siempre se haca 48

  • dentro del alcance del odo de la vctima, y los mejores blancos eran los chicos que usaban ropa un poco pasada de moda. Los mejores capperos esperaban hasta que se reuna un grupo alrededor de la vctima. Despus competan para ver quin deca las cosas ms graciosas e insultantes.

    Yo era un blanco especial. De entrada, la ropa no me haba importado mucho hasta entonces, y tampoco me importa ahora. I .xcepto por un breve perodo de mi vida, no me preocupaba demasiado lo que usaba, porque como mam siempre deca:

    Bennie, lo ms importante es lo que hay adentro. Cualquiera |uiede vestirse por fuera y estar muerto por dentro.

    Yo odiaba tener que dejar el colegio Wilson a mitad de 8o fiado pero me entusiasmaba la idea de volver a nuestra antigua i asa. Como me deca a m mismo: Volvemos a casa! Era lo mas importante de todo.

    Dada la frugalidad de mi madre, nuestra situacin financiera luba mejorado gradualmente. Mam finalmente pudo juntar Miiciente dinero, y volvimos a la casa donde vivamos antes que mis padres se divorciaran.

    A pesar de lo pequea que era la casa, era nuestro hogar.I loy la veo en forma ms realista: ms semejante a una caja de los loros. Pero para los tres en ese entonces, la casa se pareca a una mansin, un lugar realmente fabuloso.

    Pero mudarnos de casa implicaba la necesidad de caminarnos de colegio. En tanto que Curts continu en el colegio Souiliwestern, yo me inscrib en el colegio Hunter, un colegio |>ii-dominantemente negro con un 30% de alumnos blancos.

    I ,os compaeros inmediatamente me reconocieron como un i luco inteligente. Aunque no era el mejor de todos, slo uno o di is me superaban en las notas. Crec acostumbrado al xito acadmico, lo disfrutaba y decid seguir siendo el mejor.

    No obstante, en ese tiempo sent una nueva presin a la que no haba estado sujeto antes. Adems del capping, enfrentaba la

  • 50 M A N O S C O N S A G R A D A S

    constante tentacin de convertirme en uno de ellos. Nunca antes haba tenido que involucrarme en ese tipo de cosas para ser aceptado. En los otros colegios, los chicos me admiraban por mis notas altas. Pero en el colegio Hunter, lo acadmico no era lo ms importante.

    Ser aceptado por la pandilla significaba tener que usar la ropa adecuada, ir a los lugares que frecuentaban los muchachos y jugar bsquet. Ms importante an, para ser parte de la pandilla, los chicos tenan que aprender a cappear a otros.

    No le poda pedir a mi madre que me compre la clase de ropa que me pondra al nivel de aceptacin social de ellos. Si bien quiz no comprenda lo mucho que trabajaba mi madre, saba que ella trataba de evitarnos recurrir a la asistencia pblica. Para cuando pas a 9o grado, mam andaba tan apremiada econmicamente que slo reciba cupones de comida. No podra habernos mantenido a nosotros ni hacerse cargo de los gastos de la casa sin ese subsidio.

    Dado que ella quera hacer lo mejor posible para Curtis y para m, escatimaba con sus cosas. Su ropa se vea limpia y respetable, pero no era moderna. Por supuesto, como yo era chico nunca me di cuenta, y ella nunca se quejaba.

    Durante las primeras semanas no deca nada cuando los chicos me cappeaban. Mi falta de respuesta tan slo los incentivaba a abalanzarse sobre m, y me cappeaban despiadadamente. Me senta horrible, al margen y herido porque no encajaba. Al volver a casa caminando solo, me preguntaba Qu es lo que estoy haciendo mal? Por qu no puedo ser uno de ellos? Por qu tengo que ser diferente? Me consolaba dicindome Son slo un puado de bufones. Si as es como se divierten, que sigan noms, pero no me voy a prender en su estpido juego. Voy a triunfar, y un da van a ver.

    A pesar de mis palabras defensivas, segua sintindome al nuigcn y rechazado. Y, como casi todos, quera pertenecer a un pupo y no me gustaba ser un extrao. Desgraciadamente, des-

  • E L G R A N P R O B L E M A D E U N C H I C O 51

    pues de un tiempo su actitud me contagi hasta que a la larga me infect con la enfermedad. Entonces me dije: Muy bien, si ustedes quieren cappear, les mostrar cmo se cappea'\

    Al da siguiente esper a que comenzara el cappeo. Y efectivamente empez. Un chico de 9o grado dijo:

    -Hombre, esa camisa que tienes puesta ha pasado la Primera, l;i Segunda, la Tercera y la Cuarta Guerra Mundiales.

    -S dije, y la us tu mam.Todos se rieron.Me qued mirando fijamente, casi sin poder creer lo que

    v haba dicho. Despus tambin se larg a rer. Me palme la espalda.

    -Ey, hombre, est bien.Mi estima creci inmediatamente. Pronto era el mejor de los

    uijipeadores de todo el colegio. Me senta bien al ser reconocido por mi lengua mordaz.

    De all en ms, cuando alguien me cappeaba, terminaba ci lindoselo en cara, que era la idea del juego. En semanas la |i;indilla dej de atormentarme. No se atrevan a dirigirme nin- pm sarcasmo en forma directa porque saban que me saldra con tlio mejor.

    Una vez cada tanto, los alumnos se abran paso cuando me vean acercarme. An as no dejaba pasar la oportunidad.

    -Ey, Miller! Yo tambin escondera la cara si fuera tan ho- nihle!

    Un comentario psimo? Es verdad, pero me consolaba iluiendo: Todos lo hacen. Contestndole a todos es la nica lorma de sobrevivir. O a veces me deca: El sabe que no quise decir eso en realidad.

    No me llev mucho tiempo olvidarme qu se siente ser el nl>|cto del capping. Tomar el poder del juego fue una gran solui ion para m.

    Desdichadamente, eso no resolvi qu iba a hacer con la

  • 52 M A N O S C O N S A G R A D A S

    ropa.Aparte de ser ridiculizado por la ropa, los chicos me llama

    ban pobre todo el tiempo. Y para su forma de pensar, si uno era pobre, no era bueno. Aunque parezca raro, ningn alumno era rico ni tena derecho a hablar de los dems. Pero como joven adolescente, yo no razonaba as. Senta el estigma de ser pobre en forma ms intensa porque no tena padre. Saba que casi todos los chicos tenan a sus dos padres, y eso me convenci de que estaban mejor.

    Durante el 9o grado haba una tarea que me avergonzaba ms que nada. Como mencion, recibamos cupones de comida y no podramos habrnoslas arreglado sin ellos.

    Ocasionalmente mi madre me enviaba al almacn a comprar pan o leche con los cupones. Odiaba tener que ir, por temor a que mis amigos vieran lo que estaba haciendo. Si alguien que yo conoca apareca en la caja, haca de cuenta que me haba olvidado algo y me iba por uno de los pasillos hasta que se iba. Esperaba a que nadie ms hiciera fila y me apuraba a salir con los artculos que tena que comprar.

    Poda aceptar ser pobre, pero me mora de tan slo pensar que otros chicos lo supieran. Si hubiese pensado en los cupones de comida en forma ms lgica, me habra dado cuenta de que varias familias de mis amigos tambin los usaban. Sin embargo, cada vez que sala de casa con los cupones quemndome en el bolsillo, tema que alguien pudiera verme o escuchar que usaba cupones de comida y luego hablara de m. Hasta donde yo s, nadie lo hizo.

    Al 9o grado lo tengo como un tiempo crucial en mi vida. Como alumno 10, intelectualmente hablando poda codearme con los mejores. Y poda mantener mi lugar entre los mejores (o peores) compaeros. Fue un tiempo de transicin. Dejaba la niez y comenzaba a pensar seriamente en el futuro, y especialmente en mi deseo de ser mdico.

  • E L G R A N P R O B L E M A D E U N C H I C O 53

    Sin embargo, para cuando entr en 10o grado, la presin de l( >s compaeros se haba vuelto muy fuerte para m. La ropa era mi mayor problema.

    -N o puedo usar estos pantalones le deca a mam Todos nc reirn de m.

    -Slo la gente tonta se re de lo que usas, Bennie deca.O:-N o es lo que usas lo que marca la diferencia.-Pero mam rogaba yo. Todos los que conozco usan me

    l r ropa que yo.-Q uiz s deca ella pacientemente. Conozco a muchas

    personas que se visten mejor que yo, pero eso no las hace mejo- ics.

    Casi diariamente le rogaba a mam y la presionaba, insistiendo en que tena que tener la clase apropiada de ropa. Saba exac-i ,imente lo que quera decir con ropa apropiada: camisas italianas de punto con frente de cuero, pantalones de seda, medias gruesas \ Imas de seda, zapatos de caimn, sombreros con poca ala, camperas de cuero y abrigos de gamuza. Hablaba de esa ropa cons- l.mi emente, y pareca que no poda pensar en ninguna otra cosa. I( na que tener esos zapatos. Tena que ser como la pandilla.

    Mam estaba decepcionada conmigo y yo lo saba, pero no poda pensar ms que en mi pobre vestuario y en mi necesidad ile aceptacin. En vez de volver directamente a casa despus del1 1 ilegio y hacer la tarea, jugaba bsquet. A veces no volva hasta l.e, 10, y alguna vez me quedaba hasta las 11. Cuando llegaba ai .iMi saba lo que me esperaba, y me preparaba para soportarlo.

    Bennie, te das cuenta de lo que ests haciendo? Es ms |u< una decepcin para m. Te vas a arruinar la vida saliendo aii m la hora y pidiendo nada ms que ropa cara.

    No me estoy arruinando la vida insist, porque no quera i m ndiar. No poda escuchar nada porque mi mente inmadura

    i ilta centrada en ser como todos los dems.

  • 54 M A N O S C O N S A G R A D A S

    Estaba orgullosa de ti, Bennie dijo ella-. Has trabajado mucho. No pierdas todo eso ahora.

    -Seguir haciendo las cosas bien repliqu bruscamente. Estar bien. No he estado trayendo buenas notas a casa?

    Ella no poda discutir sobre ese tema, pero s que estaba preocupada.

    Muy bien, hijo dijo finalmente.Entonces, despus de semanas de pedir ropa nueva, mam

    pronunci las palabras que quera escuchar.Tratar de conseguirte alguna ropa de moda. Si se es el

    precio que hay que pagar para hacerte feliz, la tendrs.-M e har feliz -d ije - . Ser feliz con eso.Se me hace difcil creer lo insensible que era en ese entonces.

    Sin pensar en sus necesidades, permita que mam pasara privaciones para que me comprara lo que me ayudara a vestirme como la pandilla. Pero nunca tena suficiente. Ahora me doy cuenta de que por ms camisas italianas, camperas de cuero o zapatos de caimn me comprara ella, nunca hubieran sido suficientes.

    Mis notas bajaron. Pas de ser el mejor alumno de la clase a ser un alumno 7. Incluso peor: me sacaba notas slo para pro- mocionar y no me importaba, porque era parte de la pandilla. Frecuentaba lugares con los muchachos populares. Me invitaban a sus fiestas y a sesiones improvisadas de rock. Y diversin; me diverta ms que nunca en mi vida porque era uno de los muchachos.

    Slo que no era muy feliz.Me haba desviado de los valores importantes y bsicos de

    mi vida. Para explicar esa afirmacin, tengo que volver a mam y contarles de una visita de Mary Thomas.

    * * *

    ( .liando mam estaba en el hospital a punto de darme a luz,

  • E L G R A N P R O B L E M A D E U N C H I C O 55

    iiivo su primer contacto con los adventistas del sptimo da. Mary Thomas estaba visitando el hospital, y comenz a hablarle de Jesucristo. Mam escuch cortsmente, pero tena poco inte- es en lo que ella tena para decir.

    Ms tarde, como ya lo he mencionado, mam estaba tan hernia emocionalmente que se intern en un hospital psiquitrico. 1.11 ese entonces consider seriamente el suicidarse, guardando mi medicacin diaria para tomarse todas las pldoras de una vez. I ntonces una tarde, una mujer visit a mam en el hospital. Rila li.iba visto antes a la mujer: Mary Thomas.

    Esta mujer callada pero fervorosa comenz a hablarle ilc Dios. Eso en s no era algo nuevo. Desde que era nia en Icnnessee, mam haba escuchado hablar de Dios. Sin embarco, Mary Thomas presentaba la religin en forma diferente. No n.naba de forzar nada en mam ni de decirle lo pecadora que i i i . Por el contrario, Mary Thomas simplemente expresaba sus 1 1 < c ncias y se detena cada tanto para leer versculos de la Biblia i|uc explicaban la base de su fe.

    Pero ms importante que lo que enseaba, Mary se preocupaba genuinamente por mam. Y justo en ese momento mam ni i c sitaba alguien que la atendiera.

    Incluso antes de divorciarse, mam era una mujer desespe- i na con dos nios y sin ninguna idea de cmo atenderlos si las m >'.;is no funcionaban. Se senta aislada por muchos que crean i|iu 1 1 0 era convencional. Entonces lleg Mary Thomas, con lo |i!* pareca ser un simple rayo de esperanza.

    I lay otra fuente de fortaleza, Sonya deca la visitadora, Yi .1 lortaleza puede ser tuya.

    I ',sas eran exactamente las palabras que necesitaba como una iin iza estabilizadora en su vida. Mam finalmente comprendi |i n no estaba del todo sola en el mundo.

    < ion el correr de las semanas, Mary continu con las cnse-ii.ni/ as de su iglesia, y mam lentamente lleg a creer en un Dios

  • M A N O S C O N S A G R A D A S

    amante que expresa ese amor a travs de Jesucristo.Da tras da Mary Thomas hablaba pacientemente con

    mam, responda sus preguntas y escuchaba todo lo que ella quera decir.

    La educacin que mam recibi slo hasta 3er. grado le impeda leer la mayora de los pasajes bblicos, pero la visitadora no se dio por vencida. Continu leyendo todo en voz alta. Y a travs de la influencia de esa mujer mi mam comenz a estudiar y a leer por s misma.

    Aunque mam casi no poda leer, una vez que decidi aprender, a travs de muchas horas de prcdca aprendi a leer bien por s misma. Mam comenz a leer la Biblia, a veces sondeando las palabras, a veces an sin entender; pero persisd. sa era su determinacin en accin. Con el tiempo fue capaz de leer material relativamente sofisticado.

    La ta Jean y el to William, con quienes vivimos despus del divorcio de mis padres, se haban convertido en adventistas en Boston. Con su ayuda, no pas mucho tiempo hasta que mam se fortaleci en sus creencias. Al no ser una persona que hace las cosas a medias, inmediatamente se volvi activa y ha seguido | siendo una devota miembro de iglesia. Y desde el momento de su conversin, comenz a llevarnos a Curtis y a m a la iglesia con ella. La denominacin adventista es el nico hogar espiritual que he conocido.

    Cuando tena 12 aos y era ms maduro, me di cuenta de que aunque haba sido impresionado emocionalmente a los 8 aos, e incluso me haba bautizado, no haba entendido exactamente lo que significaba ser cristiano.

    Para cuando tena 12 aos nos habamos mudado y estbamos asistiendo a la Iglesia Adventista del Sptimo Da de Sharon, en Inkster. Despus de das de pensar en el asunto, habl con el pastor Smith.

    Aunque me bautic - le d ije-, realmente no capt el signifi-

  • E L G R A N P R O B L E M A D E U N C H I C O 57

    culo de lo que estaba haciendo.-Ahora s lo entiendes?-O h, s, ya tengo 12 ahora le dije y creo en Jesucristo.

    I K'spus de todo, Jess tena 12 aos cuando sus padres lo lleva- ion por primera vez al templo de Jerusaln. As que me gustara kmtizarme otra vez, porque entiendo que estoy listo ahora.

    I il pastor Smith escuch con simpata, y al no tener problemas con mi pedido, me rebautiz.

    Todava, al mirar hacia atrs, no estoy seguro cundo realmente me volv a Dios. O quiz ocurri en forma tan gradual i|uc no tom conciencia del progreso. S s que cuando tena 14, Intmente comprend cmo puede cambiarnos Dios.

    I ue a los 14 aos que enfrent el problema personal msii no de mi vida, que casi me arruin para siempre.

  • I Captulo 6

    U N T E M P E R A M E N T O

    T E R R I B L E

    - F u e una estupidez decir eso -se burl Jerry mientras salamos juntos por el pasillo despus de la clase de ingls.

    Estaba lleno de chicos por todos lados, y la voz de Jerry se elev por sobre el alboroto.

    Me encog de hombros.-Supongo que s.Mi respuesta equivocada en ingls de 7o grado haba sido

    bastante avergonzante. No quera que me lo hicieran recordar.-Slo es una suposicin? la risa de Jerry era estriden

    te Escucha, Carson, fue una de las cosas ms tontas de todo el ao!

    Volv la vista hacia l. Era ms alto y ms pesado que yo, y ni siquiera era uno de mis mejores amigos.

    T tambin has dicho algunas cosas bastante tontas dije suavemente.

    -A h, s?-S. La semana pasada t...I -as palabras iban y venan, mi voz se mantena tranquila

    mientras que la de l iba en aumento. Finalmente me di vuelta I i ; k i;i mi armario. Simplemente lo ignor, y supuse que l se haba

  • U N T E M P E R A M E N T O T E R R I B L E 59

    ( aliado y se haba ido.Mis dedos buscaron la combinacin de la gaveta. Entonces,

    insto cuando haba levantado el candado, Jerry me empuj. Me11 < >pec, y se encendi mi mal humor. Me olvid de los 10 kg de musculos que tena encima. No vea a los chicos ni a los profesles que pululaban por el pasillo. Trat de pegarle, con el candado en mano. El golpe termin en su frente, y l gimi, tambalendose hacia atrs, y le sala sangre por un corte profundo de siete i entmetros.

    Aturdido, Jerry lentamente se llev la mano a la frente. Sintil,i sangre pegajosa y con cuidado baj la mano hasta sus ojos. ( iiiro.

    Por supuesto que el rector me mand a llamar. Para entonces me haba calmado y me disculp profusamente.

    Fue casi un accidente - le dije. No le habra pegado nunca i me hubiese acordado que tena el candado en la mano.

    Realmente pensaba as. Estaba avergonzado. Los cristianos no pierden el control de esa manera. Me disculp con Jerry y se iliu por terminado el incidente.

    Y mi temperamento? Me olvid de eso. No era la clase de i luco que fuera a partir la cabeza a otro a propsito.

    Algunas semanas despus mam me trajo a casa un nuevo p.i ni aln. Le di una mirada y sacud la cabeza.

    -De ninguna manera, mam. No voy a usarlo. No son de los i|nc se usan.

    - Qu quieres decir conque no se usan? reaccion.I .staba cansada. Su voz era firme.

    Necesitas pantalones nuevos. Ahora usa ste y se acab!I )obl el pantaln sobre el respaldo de la silla plstica de la

    1 1 m mu.No lo puedo devolver su voz era paciente Estaba de

    i >1 el la.No me importa me di vuelta para enfrentara. No me

  • 60 M A N O S C O N S A G R A D A S

    gusta, y no me lo pondr ni muerto.-Pagu bastante dinero por este pantaln.-N o es lo que quiero.Ella dio un paso hacia adelante.Escucha, Bennie. En la vida no siempre conseguimos lo

    que queremos.El calor me suba por el cuerpo, inflamndome la cara y

    energizando mis msculos.-\Yo s! -g r it - . Slo espera y vers. Yo s. Yo...Mi brazo derecho retrocedi, mi mano intent dar un golpe

    hacia adelante. Curtis salt sobre m por detrs, tratando de alejarme de mam, sujetndome los brazos al costado.

    El hecho de que casi le pego a mi madre debera haberme hecho tomar conciencia de que mi temperamento haba cambiado. Quiz lo saba pero no admitira la verdad por m mismo. Tena lo que slo puedo catalogar como un temperamento patolgico una enfermedad-, y esa enfermedad me controlaba, hacindome totalmente irracional.

    En general era un buen chico. Generalmente tardaba mucho en volverme loco. Pero una vez que alcanzaba el punto de ebullicin, perda todo el control racional. Totalmente sin pensar, cuando montaba en clera, tomaba el ladrillo, la piedra o el palo ms a mano que tena para golpear a alguien. Era como si no tuviera voluntad consciente del asunto.

    Los amigos que no me conocieron de nio piensan que exagero cuando digo que tena mal carcter. Pero no es una exageracin, y para que quede claro, he aqu slo dos ejemplos de mis experiencias delirantes :

    ^N o puedo recordar cmo comenz sta, pero un chico del vecindario me peg con una piedra. No me doli, pero nuevamente, debido a esa demente clase de enojo, me corr hasta el costado de la ruta, tom una piedra grande y se la arroj a la cara. Casi nunca le erro cuando tiro algo. La piedra le rompi los

  • U N T E M P E R A M E N T O T E R R I B L E 61

    anteojos y le hizo aicos la nariz.^Estaba en 9o grado cuando ocurri lo impensable. Perd

    el control y trat de acuchillar a un amigo. Bob y yo estbamos escuchando una radio a transistor cuando l gir el dial a otra i'stacin.

    A eso llamas msica? -protest.Es mejor de la que te gusta a d! le respond, tomando el

    dial.

    -Vamos, Carson. T siempre...En ese instante el enojo ciego la ira patolgica tom po

    sesin de m. Tom el cuchillo de campamento que llevaba en mi bolsillo trasero y embest al chico que haba sido mi amigo.< mi todo el poder de mis jvenes msculos, lanc una cuchillada Ilacia su estmago. El cuchillo choc contra su hebilla ROTC,* |i ic era grande y pesada, con tal fuerza que la hoja del cuchillo se |lard y cay al suelo.

    Me qued mirando el cuchillo roto y me debilit. Casi lo mato.< asi haba matado a mi amigo. Si la hebilla no lo hubiera protegido, Ml< i, y cerr la puerta con llave. Luego me arroj sobre el borde

    de la baera, con mis piernas largas estiradas a lo largo de la all imbra, que golpeaban contra el lavamanos.

    Intent matar a Bob. Intent matar a mi amigo. No importa cun-

    Nota d e la T raductora: ROTC, por sus siglas en ingls (Rserve Ojficers Trainitig Corps |( xn tro de1 nin ii.mm-nto de O ficiales de la Reserva, en Estados Unidos de Norteamrica]): Unidad de formacin '! i ........ oficiales com puesta por estudiantes universitarios becados por el Hjrciici.

  • 62 M A N O S C O N S A G R A D A S

    to me frotara los ojos cerrados, no poda borrar la imagen: mi mano, mi cuchillo, la hebilla del cinturn, el cuchillo quebrado. Y la cara de Bob.

    Es una locura finalmente murmur. Debo estar loco. La gente cuerda no intenta matar a sus amigos.

    El borde de la baera estaba fro bajo mis manos. Puse las manos en mi cara caliente.

    Me est yendo tan bien en el colegio, y ahora hacer esto.Haba soado con ser mdico desde que tena 8 aos. Pero

    cmo podra cumplir el sueo con un temperamento tan terrible? Cuando me enojaba, perda el control y no tena idea de cmo parar. Nunca llegara a nada si no controlaba mi temperamento. Si tan slo pudiera hacer algo con la ira que me quemaba por dentro.

    Pasaron dos horas. El diseo serpenteante de la alfombra verde y marrn nadaba ante mis ojos. Me senta enfermo del estmago, disgustado conmigo mismo y avergonzado.

    A menos que me haga cargo de este temperamento dije en voz alta, no lo voy a lograr. Si Bob no hubiera tenido puesta esa gran hebilla probablemente estara muerto, y yo estara en camino a la crcel o a un reformatorio.

    La miseria me inund. La camisa transpirada se pegaba a mi espalda. El sudor me corra por las axilas y los costados. Me odiaba, pero no poda evitarlo, y por eso me odiaba an ms.

    De algn lugar profundo en el interior de mi mente me vino una fuerte impresin. Orar. Mi madre me haba enseado a orar. Mis profesores en la escuela religiosa de Boston muchas veces nos decan que Dios nos ayudara si tan slo se lo pedimos. Por semanas, por meses haba estado tratando de controlar mi temperamento, imaginndome que podra manejarlo por mi cuenta. Ahora, en este baito caliente supe la verdad. No podra controlar mi temperamento solo.

    Me senta como si nunca ms pudiese enfrentarme con al-

  • U N T E M P E R A M E N T O T E R R I B L E 63

    filien. Cmo podra mirar a mi madre a los ojos? Lo sabra? ( (imo podra volver a ver a Bob? Cmo hara l para no odiar

    me? Cmo podra volver a confiar en m?Seor -susurr, t denes que quitarme este temperamen-

    m. Si no lo haces, nunca me librar de l. Terminar haciendoI I isas mucho peores que tratar de apualar a uno de mis mejores .Mingos.

    Ya bien al tanto de la psicologa (haba estado leyendo \'\yd)ology Today [Psicologa Hoy] por un ao), saba que el tempe- i amento era un rasgo de la personalidad. El pensamiento comnI I I ese campo sealaba la dificultad, si no la imposibilidad, de iik ulificar los rasgos de la personalidad. Incluso hoy los expertos i u 1 11 que lo mejor que podemos hacer es aceptar nuestras limi- i ii k mes y ajustarnos a ellas.

    1 .as lgrimas corran por entre mis dedos.Seor, a pesar de lo que me dicen todos los expertos, t

    |nn des cambiarme. Puedes librarme para siempre de este rasgo 'I' .imctivo de la personalidad.

    Me son la nariz en un pedazo de papel higinico y lo dej ' ii i al suelo.

    I las prometido que si vamos a t iy te pedimos algo con fe, in l< i hars. Creo que puedes cambiar esto en m.

    Me puse de pie, mirando hacia la ventana angosta, todava meando la ayuda de Dios. No poda continuar odindome para ii mpre por todas las cosas terribles que haba hecho.

    Me hund en el inodoro, con imgenes mentales de otros mu halos de ira que llenaban mi mente. Vi mi ira, apret los Iiiii M is contra mi enojo. No sera bueno para nada si no poda i imliiar. Mi pobre madre, pens. Ella cree en m. Ni siquiera sabe lo i.iln (iic soy.

    I a miseria me sumi en la oscuridad."Si no lo haces por m, Dios, no tengo otro lugar a dnde ir.I ai un momento me haba escabullido del bao lo necesa

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    rio como para tomar una Biblia. Ahora la abr y comenc a leer Proverbios. Inmediatamente vi una serie de versculos acerca de los airados y de cmo se metan en problemas. Proverbios 16:32 fue el que ms me impresion: Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseorea de su espritu, que el que toma una ciudad.

    Mis labios se movan sin pronunciar palabra mientras segua leyendo. Senta como si los versculos hubiesen sido escritos justo para m, para m. Las palabras de Proverbios me condenaban, pero tambin me daban esperanza. Despus de un momento la paz comenz a llenar mi mente. Las manos dejaron de temblarme. Las lgrimas cesaron. Durante esas horas solo en el bao, algo sucedi conmigo. Dios oy mis clamores profundos de angustia. Un sentimiento de alegra fluy en m, y supe que haba ocurrido un cambio de corazn. Me senta diferente. Era diferente.

    Al final me par, puse la Biblia en el borde de la baera y fui al lavamanos. Me lav la cara y las manos, me acomod la ropa. Sal del bao como un joven cambiado.

    Mi temperamento nunca ms me va a controlar me deca a m mismo. Nunca ms. Soy libre.

    Y desde ese da, desde esas largas horas que luch