lukas elisabeth - guía para la autobiografía logoterapéutica

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  • PARA EL RECONOCIMIENTO DE lA PROPIA PERSONALIDAD

    AUTOEXPERIENCIA DE MANERA DIFERENTE

    {Una gua para la realizacin de una autobiografa logoteraputica)

    l. Prembulo

    La vida de Viktor E. Frankl, el creador de la logoterapia, estuvo bajo la sombra de graves problemas de diversa ndole. Vivi dos guerras mundiales, una cuando nio, conociendo el hambre, y otra como hombre maduro, conociendo la "garganta del infier-no". Exceptuando a una hermana, que pudo huir a Australia, toda su familia fue aniquilada y l padeci infinitos sufrimientos en cuatro campos de concentracin. Adems los aos entre las dos guerras fueron difciles para l: un estudio a pesar de apremios econmicos, la realizacin de una carrera como mdico a pesar de un creciente antisemitismo y el desarrollo de un enfoque psicote-raputico propio a pesar del dominio victorioso en aquella poca del psicoanlisis. Todo aquello no fue un juego de nios. Lo mismo vale para los aos despus de la segunda guerra mundial: su llamado de "reflexin acerca del sentido" slo encontr odos sordos en una cultura en la que se haban destruido casi todos los

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  • valores, yen una poblacinqueensugranmayorahaba perdido su "centro interior". Mientras lo descubra y honraba el mundo, la patria lo ignoraba. En toda su vida no pudo incurrir en tanta culpa como la que l tuvo que perdonar.

    Quedar por siempre una deuda de culpa de su era para con l. Pensemos a continuacin qu hubiera sucedido, si Viktor E. Frankl hubiera crecido como hijo de una poca de bienestar, protegido y materialmente bien abastecido. (La tcnica "que-hubiera-sido-si" fue presentado por primera vez en el libro de Elisabeth Lukas, Rat in ratloser Zeit = Orientacin en tiempos des-orientados, Ed. Herder, 1988, Freiburg/Br., pp. 135ss.).

    Y si hubiese podido estudiar sin mayores preocupaciones y hubiese podido ejercer la profesin de mdico? Es de suponer que tambin en ese caso habra desplegado su genialidad, aunque no podemos estar seguros de ello. Porque el bienestar suele incitar a una indolencia espiritual. Ms an, si hubiese desarrollado su pensamiento de la misma manera que en su vida real, cabe preguntarse qu fuerza hubiera tenido, qu credibilidad hubiera infundido y qu efecto hubiera irradiado. Alguien que descansa sobre ptalos de rosa, puede defender un" optimismo trgico"? El que conoce los lamentos de Job slo de la Biblia, puede formular una "patodicea" (respuesta a la pregunta por el sentido del sufrimiento)?

    Y qu impresin dara si un cientfico hablara del "ser humano incondicional" cuando l mismo est protegido por condiciones positivas? La Logoterapia no se habra degradado como una farsa, a un logro de arte dramtico de un gran comediante que, bien alimentado y amado por todos, se encuentra en un cmodo silln delante de su escritorio y con afilada pluma filosofa acerca del "horno patiens"? Llegado a este punto: Ha tenido que sufrir Viktor E. Frankl para poder prestar un auxilio a su manera a otras personas sufrien-tes? No puede dejarse de afirmar esta pregunta. Su formacin tan dolorosa era una premisa y una necesidad incondicional para la evaluacin de la calidad y la garanta de autenticidad de la obra de su vida. Un precio muy elevado para un no menos alto valor ...

    Lo que vale para l, tambin es vlido para nosotros, aunque no siempre en forma tan clara. Tambin en nuestras vidas hay fatigas

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    y sombras, pequeas y grandes tragedias. Tambin en nuestras vidas cumplen un sentido, nos permiten crecer y madurar, llegar a ser ms mansos y comprensivos y nos otorgan credibilidad e irradiacin en cuanto lo utilizamos en forma "ejemplar".

    Por eso es importante aceptar nuestro trayecto de vida, que se desarrolla como algo "nico en el universo", una sola vez e irrepetible con nosotros y simultneamente ante nuestra vista y reconocer su estructura con las perspectivas de sentido. El que tiene ojos, que vea; el que puede autodistanciarse, como el ser humano, que mire tambin a s mismo, que vea la "explicacin temporal de la propia persona", pero que la vea en la forma de una "confrontacin de su existencia con ellogos"! Que vivencie nada menos que su propia personalidad, tal como se ha realizado, como se est realizando y con una "perspectiva del hacer futuro". Esta vivencia debe realizarse con vistas al ltimo destino que le puede ser revelado o no al final de su vida.

    2. Citas

    a) Con respecto a la "explicacin temporal de la persona". Con ayuda del telescopio pueden observarse todos los planetas del sol -con una excepcin: exceptese el planeta Tierra. En forma similar nos sucede a los seres humanos con todo conocimiento: todos los conocimientos, siempre que sean humanos, estn sujetos a un lugar de posicin. Pero all donde est el lugar de posicin no puede encontrarse el objeto, y as tampoco el sujeto puede ser en forma perfecta su propio objeto.

    Mas no slo no es posible realizar una perfecta autorreflexin: no debe realizarse; porque no es la misin del espritu observarse a s mismo y reflejarse en el espejo.

    Es parte del ser humano estar orientado hacia algo o alguien, hacia una obra o un hombre, hacia una idea o una persona! Existimos slo en la medida en que somos intencionales de esta forma. Slo en la medida en que el ser humano est espiritualmen-te con algo o alguien, con algo espiritual o con un ser no espiritual; slo en la medida de esta presencia, el hombre est consigo

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  • mismo. El ser humano no existe para observarse a s mismo y reflejarse en el espejo, sino est para entregarse, exponerse, darse reconociendo y amando.

    La persona se revela en su biografa, descubre su ser as, su inconfundible ser slo en una explicacin biogrfica, mientras que rehye un anlisis directo. La biografa no es finalmente otra cosa que la explicacin temporal de la persona: en este sentido a cada fecha biogrfica, a cada detalle de la trayectoria de vida le corres-ponde una valoracin biogrfica y junto con ello un valor de expresin personal (VIKTOR E. FRANKL, Logoterapia y anlisis existen-cial, Ed. Herder, Barcelona, 1990, pp. 64ss.).

    b) Con respecto a la "confrontacin de la existencia con ellogos". En la prctica la Logoterapia apunta a una confrontacin de la

    existencia con ellogos. En la teora parte de una motivacin de la existencia desde ellogos.

    Es muy probable la objecin de que el ser humano es sobreexigido con una confrontacin de la existencia con el logos, con la alineacin de la persona a un mundo de sentido y valores. Sin tener en cuenta que hoy en da es muy difcil que esto ocurra, tales preocupaciones ya estn equivocadas desde su prin-cipio ...

    En el campo de la neurologa y psiquiatra, fue Kurt Goldstein quien pudo demostrar que el principio de la reduccin de tensio-nes, en el que se basan las hiptesis psicoanalticas y psicodinmicas, en realidad es un principio sumamente patolgi-co: normalmente el ser humano busca ms bien aguantar tensio-nes u orientarlas hacia valores, pero no evadirse de ellas a cual-quier precio (VIKTOR E. FRANKL, Psicoanlisis y existencialismo, Ed. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1991, p. 72).

    3. Ejercicio preliminar Es recomendable que el aqu descrito ejercicio preliminar sea

    realizado en un grupo pequeo. Todos los integrantes deberan conocerse y tener una buena relacin, pero no deben saber dema-

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    siado unos de otros. Para lograr un clima de concentracin reflexi-va es conveniente realizar al principio una fase de unos minutos de silencio. Luego se harn los prximos pasos:

    a) Cada participante informa aproximadamente durante diez minutos acerca de algn suceso que ha tenido lugar en los ltimos doce meses de su vida.

    b) Cada uno debe concientizar que la eleccin de lo por l informado representa algo relacionado con un valor, ya sea con realizacin de un valor, con la vivencia de un valor o con la prdida de un valor.

    e) Cada uno aplica la "tcnica-qu-sera-si" y se pregunta: "Si este suceso no hubiera tenido lugar, o si se hubiera desarro-llado en forma diferente, qu hubiera pasado entonces?". Cada uno busca probables consecuencias.

    Hasta ahora los participantes han reflexionado cada uno para si slo, aunque haya sido en voz alta para que todos puedan escucharlo. Cada uno habl al tocarle el turno. El prximo paso es un trabajo grupal, un brain-storming compartido, o mejor un heart-storming ("tormenta de mente" 1 "tormenta de corazn").

    d) Se intenta encontrar un sentido a los sucesos relatados. Qu contenido de sentido puede vislumbrarse retrospec-tivamente? Para qu ha entrado este suceso en la vida de la persona, para llamarlo?, para qu?, para impresionarlo?, cmo?, para conmoverlo?, por qu?, o para despertar una respuesta?, cul?

    Simultneamente se reflexiona grupalmente acerca de dos pensamientos:

    e) Con qu enfoque o con qu criterio bsico interpreta la persona misma el suceso? (Lo proyecta sobre una "pantalla de filosofa de vida" oscura o clara, lo recibe con miedo ancestral o con confianza ancestral).

    f) Tuvo el suceso un sentido o todava se percibe en la actua-lidad un llamado de sentido? Deriva del suceso para la persona un deber pleno de sentido en el aqu y ahora?

    t:..., 101

  • Existe un eco presente del suceso? De ser afirmativo, en qu consiste su "desafo del momento"?

    Despus de este trabajo grupal se realiza nuevamente una fase de silencio. Lo trabajado debe "asentarse", debe pasar de lo reflexivo hacia lo intuitivo y debe "darle alas" al alma. Luego nuevamente se da la palabra a cada participante.

    g) Cada uno toma una decisin personal. Puede ser algo que l hace un ao con o sin el suceso hubiera decidido en forma totalmente diferente. Puede ser la decisin de continuar igual que hasta ahora. Puede ser agradecimiento con res-pecto al suceso o aceptacin de lo sufrido. Lo que sea, pero debe ser una decisin orientada a un sentido que l pueda aceptar.

    Las decisiones de cada uno de los participantes ya no se discuten o se interrogan, se respetan mutuamente. Cada uno lleva su decisin como un tesoro a su casa, los dems han participado en amistad en darle forma y desarrollo, lo han fundido y remodelado en un proceso de bsqueda y hallazgo de sentido compartido.

    4. Autobiografa

    El que est interesado en una amplia regeneracin espiritual-anmica de s mismo encontrar muchos mtodos y ofertas dife-rentes en el psico-mercado actual: serios y no serios, saludables y no saludables. De entre los serios y saludables se tomar y descubrir aqu un mtodo que se basa en el abordaje frankleano, la elaboracin de una autobiografa guiada logoteraputicamente.

    Sin lugar a dudas, esta empresa requiere durante varios meses una dedicacin regular, presupone superacin, entusiasmo y perseverancia y por lo general necesita adems un acompaa-miento profesional. Pero es una empresa que vale la pena a largo plazo, ms que otros de los habituales proyectos para la autoexpe-riencia. Porque el s mismo, como fue insinuado en la cita a), en la

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    realidad no es "experimentable". Apenas se piensa acerca dtl .,, mismo, el objeto del pensamiento ya no es el s mismo! Ms bitn el real s mismo es sin duda esa instancia que est pensando acen '

  • 1. Mis padres 2. Mi tiempo pre-escolar 3. Mi escolaridad 4. Mi madurez hasta hoy

    5. Mi situacin actual

    Visin futura { 6. Mi futuro prximo 7. Mi futuro lejano 8. Mi morir 9. Mis huellas en este mundo

    De la divisin se desprende que se intenta, partiendo de la situacin actual, abarcar tanto una visin retrospectiva como futura: cuatro captulos del pasado y cuatro captulos del futuro enmarcan el presente. La ptica siempre es la actual, no dispone-mos de otra. Pero a pesar de que slo podemos observar a travs de los anteojos del momento presente, lo observado puede perte-necer a otra poca, por la que la riqueza del trayecto de vida -an en la ptica limitada- se desenrolla como un rollo de papiro ante nuestra vista investigadora, con comienzo y fin, ntegramente.

    As cada una de las nueve secciones es un pedazo de la "explicacin temporal de la persona" en su tiempo propio, y un pedazo de la "confrontacin de la existencia con ellogos" en el aqu y ahora, lo que permite una elaboracin increblemente densa e intensiva. Esta densidad del"estar-consigo-mismo" n,o debe ser perdida, por eso es necesario dejar por escrito todo lo elaborado: los signos del rollo de papiro abierto deben ser traza-dos nuevamente con la propia letra, para que no pierdan nitidez en la vida diaria del futuro. De esta manera la autobiografa reaiizada se convierte en un document humain, que ocupa su lugar entre la partida de nacimiento y el certificado de defuncin de una persona como una constancia de su ser-persona con vida.

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    b) Desarrollo de la autobiografa: lado izquierdo

    Las hojas se dividen en dos mitades. A la mitad izquierda se confa el informe biogrfico.

    Lo especial en estos informes es el cambio del "reino de la realidad" al "reino de lo posible" en el umbral del presente. Por consiguiente se mueven los primeros cuatro captulos de la auto-biografa en el "reino de la realidad". Contienen relatos acerca de los padres, descripcin de la niez temprana, los aos escolares y los siguientes caminos profesionales y familiares. Uno describe ms con un estilo de diario cronolgico, otro prefiere "instant-neas" para hacer resaltar situaciones esenciales, un tercero trae una paleta multicolor de recuerdos. Cada uno de nosotros tiene su estilo, y esto est bien as, porque aqu no se trata de la calidad de composiciones de lengua, sino del resultado de vida vivida.

    Debe ser contemplada una pequea gua en lo que respecta a la relacin con nuestros semejantes. El aspecto: "Qu hizo una determinada persona para m?", sera unilateral si no fuese com-plementado con el aspecto "qu hice yo para una determinada persona?". Lo recibido que colocamos en un lado de la balanza de nuestra informacin, reclama la revelacin de lo entregado, que del lado opuesto pesa o adorna. El que rehye esto se engaara con respecto a la concientizacin de su responsabilidad.

    Se trata de un relato del pasado, que debe ser realizado lo ms objetivamente posible. Toda valoracin comentada corresponde al lado derecho de la hoja.

    Ya durante el ejercicio previo nos habremos dado cuenta de que la seleccin de lo relatado, tomada desde una inmensa canti-dad de sucesos ocurridos que no pueden ser relatados, descubre por s misma y por medio de s, algo acerca de nuestros valores y valorizaciones. Es ineludible: no solo cmo una persona describe algo, sino tambin qu describe, descubre aspectos de ella. Cuan-do dos nios describen la misma excursin del domingo, puede suceder fcilmente, que uno mencione las coloridas mariposas, los divertidos caracoles del bosque y el conejo que pas corriendo, y el otro se refiera a las sendas llenas de piedras a travs de las que fue tropezando y a la nube de lluvia que apareci a la tardecita.

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  • 'mios estos detalles son parte de la excursin, "reales" son todos, pen bajo una clave subjetiva. Pero corno la retroproyeccin slo puede acercarse a la verdad de la experiencia con la tcnica del pars-pro-toto, la cualidad de cada pars, o sea de cada partecita, delinea y tie la totalidad de esta verdad de la experiencia.

    Por consiguiente debernos tratar de ser justos con nuestro trayecto de vida transcurrido hasta ahora incorporando un am-plio espectro de detalles a nuestro reportaje: donde existi dolor, quiz hubo alegra, aunque haya sido pequea, y donde hubo peso sobre nuestros hombros probablemente existi algn alivio proporcionado. Los anteojos que utilizarnos para mirar hacia atrs no necesitan un filtro que slo deje pasar todo color de rosa, pero tampoco debe tener polvo que oscurezca lo observado. Limpiemos bien los anteojos y comencemos la obra!

    Paulatinamente llegarnos al quinto captulo, el hoy. Aqu especialmente se necesita honestidad, porque ningn sector est con tanta claridad ante nuestra vista corno el presente. Pero adems ninguno est tan expuesto con todas sus asperezas, des-niveles e imperfecciones. Ahora sobre todo golpean realidades y posibilidades fuertemente unas contra otras, continuamente son elegidas determinadas posibilidades y son realizadas, y continua-mente nos carcome la duda acerca de si hemos elegido las mejores de ellas para llevarlas a cabo, o si con nuestra eleccin hemos condenado a la nada a otras mejores. Porque cada eleccin deja sin ser elegida una mayor cantidad, y mucho ms que lo realizado permanece sin hacer.

    Podremos resistir al presente con esta duda, con la necesaria combinacin de inseguridad y riesgo? Podernos decir "s al ahora"? La contestacin debernos postergada para el lado dere-cho, pero ser tanto ms inequvoca en cuanto el lado izquierdo contenga vivencias dignas de aceptar e indignas de aceptar, que la contengan despiadadamente.

    A partir de este quinto captulo altamente activo y lleno de tensiones entrarnos en el "reino de lo posible". No conocemos nuestro futuro, pero tenernos ideas acerca de l. Qu ideas? Agradables, desagradables? Realistas, no realistas? Orienta-das hacia un objetivo, vagas? Cmo podra desarrollarse nuestro

    futuro prximo y lejano? En el "reino de lo posible" existen factores previsibles y no previsibles. Lo previsible es lo que nos ha sido entregado. Se puede tener en cuenta algo, se puede cambiar el lugar de trabajo, cancelar una cuenta bancaria para utilizar ese dinero para un determinado fin o se puede reservar un viaje. Hacer un plan previsible significa, en este contexto, que tambin e~iste la chance de permanecer en el lugar de trabajo, dejar el dmero en el banco sin tocarlo y desistir del viaje. All donde encontrarnos alternativas que nos saludan desde el futuro y nosotros enfrentarnos con una visin anticipada interior, all podemos sopesarlas, examinarlas y "vivir una prueba" en nuestra fa~tasa, all podernos hacer planes y soar. Podernos mejorar cUidadosamente y entregar promesas cuyo cumplimiento an no est maduro. Nada tiene un brillo tan perfecto corno el proyecto puro, la promesa inocente que no sabe de dificultades de realiza-cin y de fisuras provocadas por debilidades humanas. Ese pro-yecto tentativo para el futuro est guardado corno una vela plateada envuelta en un cajn, con cera y mecha intactas, sin haber sido daada por ninguna mano, un fsforo y ningn candelabro del cual pudiese caerse. Una vela que todava no alumbra, algo tentativo que todava no cumple su sentido.

    Cumplir con su sentido? En la observacin del futuro prxi-mo y lejano no debernos olvidar los factores imprevisibles. Lo imprevisible es lo que no nos ha sido entregado. La raya que anula planes humanos, el robo de alternativas del "reino de lo posible", el despertar de nuestros sueos. El puesto de trabajo que de repente se pierde porque el empleador se fundi. El dinero del banco que hay que retirar por alguna fuerza mayor. El viaje que lleva a un encuentro que hace cambiar el destino. Nadie conoce los factores imprevisibles que son adjudicados a su vela plateada en el cajn, para impedir su brillar, o para ser encendida mucho antes o en un lugar diferente. Lo imprevisible no se puede tener en cuenta, pero podernos aceptarlo por ms desconocido que sea, o podernos rechazarlo indignados. "Hgase tu voluntad ... "-quin ha logrado realmente orar estas palabras hacia el futuro?-. Antes del captulo ocho, sera bueno haber iniciado esta lucha interior por lo menos en el pensamiento.

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  • Porque el captulo ocho es el final de toda huida. Alguna vez debe terminar la evasin. Frecuentemente no slo se evade el tab del tener que morir, sino la comprensin de lo insignificante de las categoras temporales. El tiempo de vida es una de estas catego-ras. Es insignificante si uno cumple noventa o sesenta o treinta -insignificante ante el hecho de tener que morir de todos mo-dos-. Adems es insignificante el hecho de recibir elogio y agradecimiento de sus semejantes -insignificante en vista de que tambin esos semejantes debern morir-. Hasta es insignificante si tiene descendientes biolgicos o no, que transfieran algo de sus mritos a sus propias vidas- insignificante ante el hecho que tambin esos descendientes debern morir. El saber de la muerte, es saber que nada puede ser guardado en el espacio y el tiempo.

    Basndonos en este conocimiento describamos nuestro morir, tal como nosotros lo "vislumbramos". Cada uno vive su vida y muere su muerte. Slo cuando hemos realizado el duelo con respecto a todo lo que no puede ser guardado, estamos abiertos para lo imperecedero ms all de las categoras temporales.

    Todo aquello que emerge desde las profundidades sin eco de la nada al ser, deja huellas imborrables en el ser. Tambin noso-tros, cada uno de nosotros, graba sus huellas en el ser, realizndo-lo no slo como una criatura impotente sino-con el privilegio del anthropos de ser imagen- tambin creativamente-determinante. Qu huellas? En el ltimo captulo de la autobiografa pong-moslas bajo la lupa, a ellas, las huellas, que ya hemos dejado en el mundo y las que an pensamos dejar. Realicemos esto recordan-do las palabras de Laots: "Haber cumplido con un deber signifi-ca: ser eterno".

    e) Desarrollo de la autobiografa: lado derecho El lado derecho de las hojas que sern escritas, estn dedicadas

    al "juzgar y discutir". Le toca el turno a la persona que vivencia, que no es vivenciable, para palpar el sentido oculto de lo experi-mentado y posible de experimentar; su existencia se vuelve hacia ellogos. Este dirigirse se realiza a travs de tres rieles: emocional, cognitivo y espiritual. Como es sabido, en lo espiritual se unen los elementos emocionales y cognitivos con la fuerza impregnada de

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    misterio de la "sabidura del corazn", que hace prstamos de ambos elementos, pero es ms que su suma. Por este motivo a los nueve captulos se oponen tres interrogantes:

    Qu siento acerca de esto? Qu pienso acerca de esto? Cmo lo elaboro?

    Hay lugar para las respuestas y ojal tambin tranquilidad para formularlas.

    Como hemos aprendido de Viktor E. Frankl, la existencia humana siempre tiene la caracterstica de respuesta, y el dar respuesta es como un "documento de identidad" con el que nos damos a conocer.

    Para las respuestas correspondientes al lado derecho de la autobiografa no se dar ninguna gua, ninguna directiva y nin-gn ejemplo. As se convertirn en documentos absolutamente personales ("cdula de identidad") de nosotros mismos, y como tales harn al s mismo -que permanece intangible a todo abordaje psicolgico- ms transparente que a travs de todos los otros mtodos iniciados artificialmente.

    De la misma manera, no debe realizarse ninguna discusin acerca de la elaboracin espiritual de los contenidos del lado izquierdo de la autobiografa, tampoco con el acompaante pro-fesional. Tambin este debe permanecer en silencio respetuoso ante la persona y su "expresin"- slo la persona misma debe llevar lo expresado ante su propia conciencia moral-.

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  • el) Lsquema de la estructura bsica de la autobiografa

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    La explicacin temporal de la persona

    La confrontacin de la propia existencia con ellogos

    Mis padres

    Informe 1 Descripcin Qu siento acerca de esto?

    Qu pienso acerca de esto?

    Cmo lo elaboro?

    Mi tiempo pre-escolar

    Informe 1 Descripcin Qu siento acerca de esto?

    Qu pienso acerca de esto?

    Cmo lo elaboro?

    etc.

    Como todo comienzo es difcil, se presentan dos ejemplos a modo de iniciacin a la autobiografa, o sea para el tema "mis padres". Se trata de resmenes del lado izquierdo y del derecho de la autobiografa de dos personas, todo ello observado desde la perspectiva de su acompaante teraputico.

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  • ( 'on respecto al tema "mis padres" Sl'NOR A, 50 AOS DE EDAD

    El seor A fue adoptado siendo un nio de tres aos y se enter de este hecho a los catorce. A partir de ese momento su relacin con sus padres adoptivos ha sido de alguna manera tensa: ya no vio en ellos sus "verdaderos padres", no les haca caso y frecuen-temente se mostr fro y distante con ellos. Es de suponer que no slo ha sido la revelacin de su origen que lo ha desequilibrado. Probablemente estaba viviendo una fase sensible de su pubertad con tendencia a reacciones exageradas, en la que se unan las primeras crisis de identidad con las tendencias de independizacin que tienen las caractersticas de fases. Durante un tiempo busc febrilmente a sus padres biolgicos, no teniendo xito, y luego comenz una vida independiente.

    Al poco tiempo los padres adoptivos fallecieron, quince aos despus se despreocup totalmente de su tumba -un gesto simblico de haber terminado con ellos y con su niez-.

    Durante la redaccin de su autobiografa tena que abrirse nuevamente esa "puerta cerrada con llave". Comenz a informar acerca de sus padres, y cuanto ms escriba tanto ms se acordaba. Mas no slo esto, repentinamente advirti con qu naturalidad escribia acerca de los padres adoptivos como de "sus padres", y qu cantidad de cosas buenas y llenas de amor estaban registradas en el papel. En forma retrospectiva reconoci que haban sido los mejores padres que pudo imaginarse, y que en el fondo siempre lo haba sabido. En la elaboracin espiritual lleg a la conclusin de que ellos adquirieron su "derecho de padres", en forma pare-cida a como ellos hace tanto tiempo le haban otorgado su "dere-cho de hijo" -el derecho de ser hijo-. Al fin l pudo aceptarlos plenamente, les entreg, un cuarto de siglo despus de la muerte, su reconocimiento como sus padres y junto con esto les dio un lugar en su corazn de por vida, que ya no se perdera por ningn motivo.

    SEORA B, 36 AOS La seora B siempre tuvo una mejor relacin con su padre que

    con su madre. Despus de la separacin de sus padres qued bajo 192

    ~1 cu~dado _de la_ madre y creci con su proteccin, lo que le hizo 1deahzar aun mas al padre y criticar ms a la madre. Ms adelante e~ pa?re fue a vivir a mucha distancia de ellas y los contactos d1smmuyeron en forma considerable; mientras que los contactos con la madre continuaron hasta su vida de adulta, pero de manera muy conflictiva. En qu consistan los problemas de la relacin con su madre? En la elaboracin espiritual ella interrog su sentir y su intelecto acerca de esto y lleg a la conclusin de que su madre acostumbraba poner siempre los "signos equivocados". Por ejem-plo, en su ltima "visita obligada" la madre la oblig a aceptar ocho frascos de mermelada hecha por ella, mientras que la hija hubiera preferido que su madre la escuchase tranquila durante un cuarto de hora. "Si no se interesa por mis preocupaciones, puede guardarse su estpida mermelada ... ", haba dicho enojada la mujer. Pero al escribir su autobiografa, su enojo le pareci an ms estpido que la mermelada. "Quiz podra aceptar los signos dados por mi madre como lo que son: signos de un cario existente de ella para m, a pesar de todo. Es posible que generalmente sean expresiones equivocadas, pero estn dadas en lugar de algo, y este 'algo' no est mal, y si lo pienso bien, es autntico. Mi madre est interesada en mi bienestar, aun cuando no me lo puede demostrar en una forma que a m me agrada", reflexion la mujer. Al haber llegado a este punto de la lucha espiritual, la seora B repentina-mente interrumpi su escribir. No debera formular aquello que sucedi en direccin contraria, lo que parti de ella hacia la madre? Qu signos ha expresado ella hasta ahora? Haba muy pocos. Las habituales visitas obligadas, respuestas breves por telfono, saludos estndar para los aniversarios, intercalados constantemente con impaciencia y enojo cuando la madre daba consejos bien intencionados, pero totalmente fuera de lugar. Quiz le corresponda a ella, a la hija, comenzar a dar de vez en cuando algunos signos de amor, en lo posible los signos apropia-dos, justos. Hacer saber a su madre que, a pesar de todo, tambin ella le tena cario. Era capaz? Cul sera la respuesta? Que se produzca paz despus de conflictos acumulados durante decenas de aos? Acerca de esto dar cuenta otro captulo de la autobio-grafa; ahora deba tomarse la decisin, aqu y hoy. La seora B la logr.

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