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LOS GATITOS DEL PALACIO DE INVIERNO
Aurora Mateos
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LOS GATITOS DEL PALACIO DE INVIERNO1 (Registrada en el registro de propiedad intelectual)
De Aurora MATEOS
Esta obra de teatro para niños nace de largas conversaciones con Paola. En
nuestras charlas, a veces paseamos por algún museo o vamos al ballet. Ella quiere conocer mi otra ciudad. Y esta es una manera de empezar a enseñársela.
En la ciudad de San Petersburgo es bien sabido que existe un ejército de protectores del arte en los sótanos del palacio de invierno, donde se halla el grandioso museo del Hermitage. Posiblemente son los gatos más valientes y cultos del mundo. Esta historia está basada en ellos.
***** Agradecimientos:
Mis más cálidos agradecimientos a Iride Lamartine-‐Lens, Ignacio del Moral, Raúl Hernández, Jesus Eguía, Bea Melgares, Simone Cicconi, Jose Andrés García,
Alberto González, Mercedes León, Domi del Postigo… por ahora.
DRAMATIS PERSONAE:
(3 personajes para 2 actores y 1 lector)
Lector (será un escritor o famoso invitado) Marussia: la gatita blanca Matisse: el gatito negro, “General” de los gatitos del Palacio de invierno. Leky: líder de las ratas MÚSICA: Se adapta toda la música del Cascanueces. Sugerencia versión: Listado de canciones: https://www.imdb.com/title/tt0107719/soundtrack
1 Nombre otorgado por Catalina la Grande a los gatos del Hermitage.
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ACTO PRIMERO
I. El canal Griboedova
(MÚSICA (1): OBERTURA del Cascanueces) MARUSSIA.-‐ ¡Nieve! ¡tan blanda y blanca como yo! (hablando al público) ¿a que es bonita? ¡qué divertido!/ Estoy sola, pero estoy conmigo… /ésta será mi casita, y los peces del canal serán mi comida/ … a ver, a ver…(mete la mano en el canal) ..¡pez azul, pez verde, pez colorado! ¡vais a estar pescados!/
(Se oye los ruidos de gente pasando, coches pitando etc.) MARUSSIA.-‐ Estoy sola… necesito a un amigo… voy a preguntar a los que pasan… ¿quieres jugar? (da vueltas y vueltas alrededor de los humanos) ¿quieres jugar?...¡No! ¡no! ¿por qué te ríes de mí? ¿y tú? ¡eh! ¿por qué tocas mi cola? ¡sí, ya sé que es negra! ¿y qué?
(Se oyen voces mofándose) MARUSSIA.-‐ (Intenta defenderse) ¡Fuera! ¡dejadme en paz! /¡No soy rara, ni soy chica!…/ el problema es cómo tú ves:/ que al lado de un humano soy pequeña/ pero soy un gigante al lado de una hormiga./
(Se oyen voces de gente que le pega a Marussia) MARUSSIA.-‐ Pero, ¿qué os pasa? ¡yo no os he hecho nada! ¡no me peguéis! Yo sólo quiero jugar, ¡yo solo quiero un amigo! (le están pegando) ¡No, no!
(Se oye el sonido del caballo del Jinete) (La hieren)
MARUSSIA.-‐ ¡Mauh! ¡Gracias por ayudarme, Jinete!... (se queda pensativa) ¡pero yo te conozco! ¡tú estabas dentro de un cuadro en el taller donde yo nací! ¡junto a las pinturas de las niñas! ¡y ahora estás aquí!... pero mira…¡Me han hecho daño! (le enseña la pata al público). Los humanos se ríen de mí. Yo sólo quiero un amigo.
(Se lame el brazo)
MARUSSIA.-‐ ¿Quieres que mire esto? ¡un libro!/ Tienes razón. Un libro es un amigo./ Los colores de un libro borran las lágrimas/ y el saber llena la cabeza a través de las palabras./
(PAUSA)
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MARUSSIA.-‐ Voy a leer: érase una vez una gatita blanca con una cola negra que llegó a la ciudad de los palacios y del invierno… ¿esta soy yo? … a ver cómo sigue el cuento: de pronto Marussia se encontró una rata… (sorprendida) ¡una rata! llamada Leky…
II. Leky (De pronto aparece en escena Leky repartiendo octavillas. Va con gafas oscuras)
(MÚSICA (3): MARCHA del Cascanueces)
LEKY.-‐ (Reparte octavillas rojas) ¡Venid todos! ¡No os lo perdáis! ¡que no falte nadie! (se tropieza con MARUSSIA) ¡revolución! ¡revolución! (ve muy poco). ¡No pasarán! MARUSSIA.-‐¡Uy! ¡Ten cuidado! Me has pisado mi cola. LEKY.-‐ Priviét-‐priviét. (se queda en shock) ¡Olor a óleo! ¡qué rico! ¡ñam, ñam! ¿de qué pintura has salido tú? (asombrado) (PAUSA) ¡y además esa cola!... Eres nueva por aquí. Nunca te había visto antes (la mira asombrado). MARUSSIA.-‐ ¿Te gusta mi cola? (recoge los panfletos) estás ensuciando la calle… LEKY.-‐ Me gustan las cosas revolucionarias, y tu cola lo es… yo he conocido muchos gatos que huelen a cuadros, pero ninguno que huela a arte. Eres especial. MARUSSIA.-‐ Me llené de pintura porque nací en el taller de un pintor. Acabo de llegar. Me trajo un carruaje. LEKY.-‐ ¿No me digas? ¿te trajeron en taxi o en limusina? MARUSSIA.-‐ ¡Aparecí en una preciosa calle con un carruaje! ¡eso dice el cuento! LEKY.-‐ ¿Por qué te abandonaron los humanos si puede saberse? MARUSSIA.-‐ (Agacha la cabeza) ¡No me abandonaron! ¡eso no lo pone en ninguna parte! LEKY.-‐ (Se ríe) ¿Caerse de un carruaje en invierno? ¿seguro? (se ríe más fuerte) MARUSSIA.-‐ (Triste) No me querían porque soy una gatita blanca con una extraña cola negra (da vueltas confusa sobre su cola) ¿y sabes? ¿y sabes qué? LEKY.-‐ (Cínico) Que tú no eres rara, sino que eres única. Aunque eres una gatita, eres como yo…Rata-‐Gata. MARUSSIA.-‐ (Mira la cola. Después le habla muy determinada) ¡Exacto! ¡a mí me gusta mi cola, a mi me gusta ser pequeña! ¡tú me entiendes!
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LEKY.-‐ Soy Leky, el líder de las ratas y conozco bien a los humanos… llámame Leky o camarada, los animales somos todos iguales (le da una octavilla). MARUSSIA.-‐ ¿Qué es esto? LEKY.-‐ Lee, Rata-‐Gata. Verás como querrás unirte a nuestra causa. (le da una octavilla) MARUSSIA.-‐ ¿Para qué? LEKY.-‐ ¡Mira lo que te han hecho los humanos! Te han abandonado, te han herido. Nosotros te entendemos. Nosotros amamos tu cola ¡Únete a la causa! MARUSSIA.-‐ ¡Pero yo soy una gata blanca! LEKY.-‐ Tú no eres grande como un gato, sino pequeña como una rata. Eres como nosotros, Rata-‐Gata. ¡Aprovecha esta oportunidad! Si la vida no te da justicia, dale tú a la vida venganza… MARUSSIA.-‐ ¿Venganza? Yo no quiero herir a nadie. LEKY.-‐ Vente a nuestro mitin. Te mostrará que te equivocas. MARUSSIA.-‐ ¿Vais a jugar? LEKY.-‐¡No! ¡nos reunimos para hacer la revolución! MARUSSIA.-‐ ¿Para qué? LEKY.-‐ Los humanos contaminan: los humanos llenan el aire de humo, llenan el mar de petróleo, y llenan el mundo con más humanos, ¡hay que destruirles o nos destruirán a nosotros! ¡hay que hacerles caca! ¡Arriba la caca! MARUSSIA.-‐ (Se pone a ordenar) Es verdad que los humanos son difíciles, pero no les hagas caso. LEKY.-‐ ¡Eso! ¡quédate aquí para que los humanos vuelvan y te peguen otra vez…¡por ser maravillosa! ¿es eso lo que quieres? MARUSSIA.-‐ No… LEKY.-‐ No debes huir, sino tomar el control… cuando se mueran los árboles con el cambio climático ya será demasiado tarde. Por eso, nosotras las ratas debemos mandar. ¡Revolución! ¡la revolución llegará en navidad! MARUSSIA.-‐ ¿Qué es la navidad? LEKY.-‐ Es una celebración en que los humanos quieren ser más humanos ¡buah! (como vomitando) ¡Únete a la causa!
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MARUSSIA.-‐ Yo sólo quiero tener amigos. LEKY.-‐ Todavía no lo entiendes, pero lo harás. ¿Quieres que ellos sigan haciendo lo que les da la gana con nosotros? MARUSSIA.-‐ Pues no… LEKY.-‐ ¿Has conocido a algún humano que no se crea superior a ti? ¡los humanos piensan que no son animales! ¿no te parece increíble? MARUSSIA.-‐ Pues sí. LEKY.-‐ Han inventado el plástico para matar los peces que nos comemos./ Fabrican juguetes para que después los olvidemos./ Porque todo lo tiran, todo lo olvidan / ¿es eso lo que quieres? MARUSSIA.-‐ Yo lo que quiero es jugar. ¿Tú quieres jugar conmigo? LEKY.-‐ Tengo que hacer la revolución, estoy ocupado. Vamos a destruir el planeta de los hombres y vamos a crear el planeta de los animales. ¡Vente! ¡Necesitamos a una gatita tan especial como tú! MARUSSIA.-‐ ¿Y se tarda mucho en eso de la revolución? LEKY.-‐ Pues bastante porque hay que estar todo el rato hablando, después coger las armas, romperlo todo, para crear un mundo nuevo en el que te respetarán. MARUSSIA.-‐ Que me respeten… Eso a mí gusta. LEKY.-‐ Vamos a hacer caca, ¡caca! a los humanos ¡Vamos a ser los dueños del mundo! MARUSSIA.-‐¿Y qué tendría que hacer yo? LEKY.-‐ Serás la espía entre los gatos que son amigos de los humanos. ¡Irás al palacio de invierno! ¡al Hermitage! MARUSSIA.-‐ ¡Seré una espía en un palacio! ¡qué bien! LEKY.-‐ (La abraza) La revolución comenzará en el palacio. MARUSIA.-‐ (Levanta el puño)¡Jugaremos a la revolución! ¡Arriba la caca! LEKY.-‐ ¡Arriba! ¡Bienvenida, Gata-‐Rata! ¡Vamos al mitin!¡verás qué cara ponen cuando te vean! ¡ya no serás una gata pequeña sino la rata más grande de todas! MARUSSIA/ LEKY.-‐ ¡No pasarán!
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(Leky ve mal y se cae. Después se levanta). (Salen de escena) (PAUSA)
III. Matisse
(MÚSICA (13): DANZA DEL HADA DE AZÚCAR del Cascanueces a partir del minuto
0.35) (MARUSSIA entra de nuevo)
MARUSSIA.-‐ Me voy, pero… ¡he olvidado mi cuento! (lo recoge)/ Querido Jinete: Cuando nací, estabas en un cuadro y fuiste mi primer amigo. /Pero ahora que te he conocido/, soy incapaz de dejarte;/ me voy pero me iré muy poquito…/ y cuando acabe mi misión, volveremos a estar unidos./ (Entra Matisse. Está vigilando, de un lado a otro. MARUSSIA se asusta al tenerlo
detrás y da un gran salto. Un gato negro le sonríe amablemente) MARUSSIA.-‐ ¡Otro que me pisa la cola! MATISSE.-‐ Discúlpame, Madeimoselle Petite (saca un pequeño espejo y se pone a peinarse). ¡Tengo que ir al peluquero! MARUSSIA.-‐ Hola. Yo soy pequeña, pero yo decido cómo han de tratarme (se da la vuelta). MATISSE.-‐ (La mira alrededor para analizarla) Madeimoselle: eres chica te guste o no, tu talla es XS, tienes una pata 35-‐gato y… pero, ¡qué maravilla de cola! ¡qué fashion! oh, la, la! (da vueltas alrededor de ella) ¿es de Chanel? MARUSSIA.-‐ No, es mía. MATISSE.-‐ Oh, lá, lá! ¡Diseño propio…qué nivel! (se toca la frente) ¿has visto a una rata con un gorro rojo y gafas de ciego? MARUSSIA.-‐ ¡Uff! ¿La rata revolucionaria? ¿con una bufanda roja y repartiendo octavillas? MATISSE.-‐ ¡Oui, oui, oui! MARUSSIA.-‐ ¿Tú eres un gato amigo de los humanos? MATISSE.-‐ Mais oui. MARUSSIA.-‐ (Desconfiada) No, no he visto a la rata Leky… MATISSE.-‐ ¿Seguro? (ella niega de nuevo y él mira con sospecha) … no te creo pero da igual. Estoy harto de pasarme todo el día detrás de Leky para nada… por cierto, ¿dónde estoy? Me he perdido C´est horrible! Pero esa iglesia que parece una tarta … (saca la cámara y se hace un selfie)/
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MARUSSIA.-‐ (Se ríe) Yo tampoco sé donde estoy. Pero aquí tenemos de todo, si quieres comer, ve al canal y busca comida: ¡pez azul, pez verde, pez colorado! ¡vais a ser pescados! ¿Tienes hambre? MATISSE.– (Se acicala) Yo no puedo ocuparme de cosas tan mundanas. Tienes suerte de estar delante del General (postura de aristócrata) pero llámame Matisse. MARUSSIA.-‐ ¿Y no cazas? MATISSE.-‐ Mi ayudante de cámara me trae el alimento cocinado por el masterchef de palacio. Bien sûr! Habito en el palacio más grande y hermoso de San Petersburgo… allí todo es super à la mode. ¡Uy! Un pelo fuera de sitio. ¡de verdad que tengo que ir al peluquero! MARUSSIA.-‐¿Tu vives en el Palacio de Invierno? MATISSE.-‐ Bien sûr! Yo soy el gato de un Conde, familia de los Romanov, que me transfirió al Palacio de invierno cuando me nombraron gato General. MARUSSIA.-‐ ¡Yo quiero ir al palacio! MATISSE.-‐ Es comprensible que mi presencia te haya impresionado, pero ser guardián del Hermitage es muy difícil. MARUSSIA.-‐ ¿Tú eres un guardián?... ¡pero si ni siquiera sabes buscar comida! MATISSE.-‐ Pero sé cazar a los enemigos del arte… Es una larga historia. MARUSSIA.-‐ Me gustan las historias largas porque si son buenas, duran más. Seguro que esta leyenda sale en mi libro… (le da el libro) léelo. MATISSE.-‐ A ver (coge el cuento) pues sí, aquí está: Érase una vez un palacio/ que era tan grande que para visitarlo/, necesitabas varios días./ Había lámparas francesas, espejos venecianos,/ estufas portuguesas… pero de pronto, ocurrió algo terrible. MARUSSIA.-‐¿Qué pasó? MATISSE.-‐El palacio se llenó de ratas como Leky que se lo comían todo. MARUSSIA.-‐¡Eso es mentira, Leky no hace eso! ¿Qué ocurrió?
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MATISSE.-‐ La reina Isabel Petrovna2, que era la hija de Pedro el Grande, el rey más sabio de Rusia, se le ocurrió una idea. Pidió que se buscaran los mejores gatos del país y mandó emisarios por todo el reino. MARUSSIA.-‐ ¿Y qué pasó? MATISSE.-‐ Los siervos de la reina empezaron a buscar. Rastrearon a los gatos más valientes y los que mejor sabían cazar. Viajaron a los confines del reino, cruzaron las estepas más anchas y los ríos más largos …oh, lá, lá… MARUSSIA.-‐¿Y la encontraron? MATISSE.-‐ Los siervos de Isabel Petrovna trajeron de la tierra de los tártaros, los gatos más bravos. En San Petersburgo seleccionaron a los mejores para crear un ejercito de gatos. MARUSSIA-‐¡Eso es increíble! (MARUSSIA suspiró con emoción) ¿y mandaron a los gatos desde tan lejos a palacio? MATISSE. -‐ ¡Oui! Desde entonces la reina estableció que los gatos debían tener sus propias habitaciones y hasta sus sirvientes. Y así sucede desde hace más de doscientos cincuenta años. MARUSSIA.-‐ Yo tengo que ir al Palacio de Invierno porque yo también soy una soldado y tengo que… que… ¡ir de misión! MATISSE.-‐ ¿En serio? No pareces una soldado, pero eres tan á la mode con tu cola negra (saca el espejo). MARUSSIA.-‐ ¿El match qué? MATISSE.-‐ (Contrariado) ¡Que te llevaré al Hermitage para una visita especial! MARUSSIA.-‐¡Iré al Palacio, iré al Palacio! MATISSE.-‐ ¡Al Hermitage! (levantando la mano. Después coge la cámara y se hace un selfie junto a ella) ¡foto!, ponte más de perfil que sales mejor… así… muy bien. MARUSSIA.-‐¡Bien! (saltando. De pronto se queda parada)…un momento… pero si tú estás perdido, y yo también. MATISSE.-‐ ¡Anda! Si es verdad… ¿y cómo lo hacemos? C´est pas posible… ¡oh, la, la!... pero… ¡Omnia vincit Amor! El amor lo vence todo…¡c´est jolie! Está escrito en un mármol del Hermitage… pero… ¿cómo? ¿cómo lo hacemos?
(MARUSSIA Y MATISSE se ponen a dar vueltas meditando)
2 Ocurrió en 1745.
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(MÚSICA 16: DANZA DEL TÉ del Cascanueces)
MARUSSIA.-‐ Voy a consultar el cuento, a ver qué dice, aquí está la página: “Marussia y Matisse estaban perdidos,/ y para volver sólo necesitaban preguntar a Pedro el Grande un poquito./” MATISSE.-‐ ¿El gran Zar está aquí? ¡Pedro, el salvador de la ciudad! MARUSSIA.-‐ Detrás tuya. ¿Le conoces? MATISSE.-‐ ¡Pues claro que sí! ¡vaya pregunta! (Se pone de rodillas ante la estatua) Zar de todas las Rusias (saca el espejo, después saca el teléfono y se hace un selfie): tú que fuiste carpintero y construiste tu propio barco; tú que fuiste guerrero para tener el mar; tú que fuiste científico para aprender muchas cosas… ¿puedes decirme cómo llegar al Hermitage?
(PAUSA)
MARUSSIA.-‐ Igual no te ha escuchado porque no dice nada…
(Se oye truenos. Aparece el camino) MATISSE/MARUSSIA.-‐ ¡Ya sabemos como ir! ¡¡Bien!!¡¡ ¡Omnia vincit Amor!! El amor lo puede todo.
(Saltan de alegría. Andan por la ciudad)
(MÚSICA (17): BASTÓN de CARAMELO (o DANZA RUSA-‐Trepak) del Cascanueces)
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ACTO SEGUNDO _____________________________________________________________________________________________
IV. El Hermitage
(Decorado 2: Llegan al Palacio del Hermitage. Marussia se queda impresionada)
(MÚSICA 12: VALS de los copos de nieve) MATISSE.-‐ ¡Bienvenida al Hermitage! Este es el bizcocho de pistacho más grande del mundo. (se peina) Los demás gatos están de vacaciones, así que los conocerás otro día pero, ¡Uy! ¡Tengo una mancha.! MARUSSIA.-‐ ¿Si tú eres el General por qué no estás de vacaciones? (anda por la sala) ¡Este lugar es mágico! MATISSE.-‐ (Pensativo) No puedo irme porque yo estoy al mando……/ Es el palacio de los zares de Rusia. Los zares soñaron y soñaron durante muchos años,/ y cuanto más soñaban, más grande se hacía el palacio. MARUSSIA.-‐ Aquí los colores no acaban nunca. (Piensa para ella) ¿Por qué quiere Leky destruir el museo? MATISSE.-‐ ¡Ven, acércate! El mundo entero está aquí dentro, a trozos./ Con unos cuadros se puede viajar y ver lugares maravillosos./ En otros lienzos podemos ver escenas íntimas de una vida/, o retratos con la bondad o la maldad de los poderosos./ MARUSSIA.-‐ ¡Yo nací entre cuadros! ¡son mis amigos! Cada objeto aquí tiene un cuento… (pensando para ella) ¿sabrá Leky que esto lo han hecho los humanos? MATISSE.-‐ Todos los cuadros guardan la historia de un humano, del que lo pinta,/ del que posa o del que lo mira.../ cuando te conocí te vi fashion pero no imaginé tu pasión por el arte… no sólo pegas conmigo, sino también con el museo… Marussia, ¡eres perfecta para este lugar! (se toca el pelo) ¿Quieres ser mi ayudante? MARUSSIA.-‐ ¡Quiero ser una soldado de palacio! MATISSE.-‐ Pues desde hoy te nombro guardiana del Palacio de Invierno (la nombra con un golpe en cada hombro con una espada) MARUSSIA.-‐ ¡Genial! (Se abrazan) MATISSE.-‐ ¿Foto? (le entrega una espada) Sonríe a la cámara (saca el móvil y se hace un selfie): Ma-‐tisse…
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MARUSSIA.-‐ Ahora la pintura será mi hogar… hay algo que no entiendo, ¿por qué perseguías a Leky? MATISSE.-‐ El líder de las ratas atacó a mi mejor amiga. Yo le buscaba para darle una lección. MARUSSIA.-‐¿Tienes una mejor amiga? MATISSE. -‐Sí. Es tan bella como perfecta. Yo la adoro. MARUSSIA.-‐¿La adoras mucho, mucho? MATISSE.-‐ La quiero muchísimo: ¡Je l´aime!
(Marussia se queda en shock. Se da la vuelta)
MARUSSIA.-‐ ¡Juega con otra y otra juega con él! … (habla a sí misma) Yo no soy perfecta sino prescindible. MATISSE.-‐¿Te pasa algo? ¿Estás enfadada conmigo? MARUSSIA.-‐ ¿Quién dice que estoy enfadada? (y gira la cabeza impertinente) MATISSE.-‐ ¡Oh, la, la! Porque estás muy, pero que muy arisca (le pone el espejo delante) y francamente no te favorece, ni de frente, ni de perfil. MARUSSIA.-‐ No te preocupes por mí. Vete a jugar con tu amiga. MATISSE.-‐ Pero, ¡te iba a enseñar mi casa y a jugar! MARUSSIA.-‐ Pues ya no quiero. Adiós. MATISSE.-‐ Los caprichos no los tienes tú sino moi.
(Matisse se enfada y se va) MARUSSIA.-‐ (Mira a un lado, a otro) ¡Se ha ido! ¡Se ha ido!...¿Por qué se ha ido? (rompe a llorar)
V. Leky en el Hermitage
(MÚSICA (15): CAFÉ o DANZA ÁRABE del Cascanueces) (LEKY aparece de improviso)
LEKY.-‐ Priviét-‐priviét. ¿Ya estás sola, Gata-‐Rata? ¡Uhm, ese olor tuyo!... ¡Enhorabuena! ¡Misión cumplida! Ya estás dentro del Palacio. (Se ajustó su gorra roja al lado izquierdo). ¡Siempre supe que puedes conseguir lo que te propongas!
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MARUSSIA.-‐¡Leky! ¡Vuelves a pisarme la cola! LEKY.-‐ Perdona, no la he visto (anda torpe porque ve poco). La revolución se acerca. Todas las ratas de la ciudad han sido invitadas al palacio. ¡El asalto al Hermitage está cada día más cerca! MARUSSIA.-‐ ¡Este lugar es mágico! ¿Por qué lo odias? ¿qué te pasó? LEKY.-‐Yo vivía aquí con mi familia. Nací en el ático./ Nos encantaba comernos los lienzos del sótano a los que nadie hacía caso,/ ¡estaban tan ricos! Hasta que los humanos y los gatos nos encontraron./ Pero yo me escondí, y no me hallaron/, pero mataron a los míos. MARUSSIA.-‐ ¿Mataron a toda tu familia? LEKY.-‐ Asesinaron a mi papá y mi mamá, y mis dos hermanas ratitas (baja la cabeza). Desde ese día llevo gafas porque no me gusta el mundo que veo. MARUSSIA.-‐ ¡Eso es horrible! Y tus gafas también, la verdad. Pero odiar te hace daño. ¿No ves la maravilla a tu alrededor? ¿por qué quieres destruir el arte? LEKY.-‐ Matisse no es lo que parece. Ni es francés, ni aristócrata ni nació aquí. Te ha engatusado. MARUSSIA.-‐ Matisse no ha sido. El museo mostró lo que sé/. Aquí los colores no acaban nunca. El mundo entero está aquí dentro, a trozos./ Con los cuadros se puede viajar y ver mundos maravillosos/ ¡Míralos! ¿por qué no los ves? LEKY.-‐ ¡El alma de los humanos está en el arte y por eso hay que destruirlo! MARUSSIA.-‐ ¿Y por qué te lo tienes que comer? LEKY.-‐Porque el arte es la más exquisita de las comidas. Si te comes un zapato, no sabe a nada. Pero Si te comes a un cuadro de Goya, el sabor es inmejorable (pausa)…ñam, ñam, MARUSSIA.-‐ (Enfadada) Si destruyes lo hermoso, te destruyes a ti mismo. ¡Abandono la misión! LEKY.-‐ El arte es la única belleza creada por el ser humano. Pero ellos matan la nuestra. Veneran sus cuadro pero destruyen nuestros bosques y nuestros mares. Así que si ellos hacen caca nuestra casa, nosotros la suya también. ¡Arriba la caca! MARUSSIA.-‐ ¡Tú no lo ves! ¿Y qué culpa tienen los cuadros, las esculturas o los tapices?
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LEKY.-‐ El arte es peligroso. El arte enseña a pensar. El arte da la libertad (se cambia de posición para hacerse el interesante). Si destruimos el arte, destruimos a los humanos. ¡Hay que hacerles caca! MARUSSIA.-‐ Eres tan radical que es absurdo… LEKY.-‐ Dicen que tu cola también lo es… ¿no? (huele de un lado a otro) ¡Viene alguien! Disculpa que me marche pero es la hora del comité revolucionario. Me espera el buque Aurora. MARUSSIA.-‐ No puedes estar en un lugar tan hermoso con sentimientos tan feos. ¡Abandono la misión! ¡ahora soy una guardiana del Palacio! LEKY.-‐ Tú no eres como ellos. Eres una Rata-‐Gata y volverás (levanta el puño) (Sale).¡No pasarán!
VI. La Virgen Niña
(PAUSA. MARUSSIA se sienta delante de un cuadro) MARUSSIA.-‐ ¿Cómo pude estar tan ciega como Leky?.../ ¿cómo pude aceptar ser una espía?/ ¡yo jamás ayudaré a dañar este lugar! ¡jamás!/ ¿qué debo hacer? ¡Mi libro! ¿dónde está mi libro? ¿dice el cuento cómo he de actuar?/ ¡la página aquí está!:/ “Marussia debe confesar a Matisse la verdad./ Y cuando lo hace, Matisse se enfada a rabiar ”/ (cierra el libro) Pero… ¿qué voy a hacer? Matisse me echará del Palacio, ya no seré una guardiana nunca más. MATISSE.-‐ Bonjour. Espero que estés más tranquila. MARUSSIA.-‐ (Cierra el libro) ¿Y tú? ¿has estado con tu amiga? MATISSE.-‐ Pues sí, la verdad, la he visto muy bien. ¡Además! Quiero que la conozcas. MARUSSIA.-‐ (Preocupada) Es que tengo una cosa que decirte… MATISSE.-‐ La he traído del hospital. Está justo aquí detrás. MARUSSIA.-‐ ¿Hospital? ¿tanto daño le hicieron? ¡Pobrecita! pero.. no debe andar, moverse… MATISSE.-‐ ¡Cierra los ojos! MARUSSIA.-‐ (Cierra los ojos) Pero es que tengo que confesarte algo… MATISSE.-‐ Te presento a mi mejor amiga: La virgen niña.
(MÚSICA (20): Suena el VALS DE LAS FLORES del Cascanueces)
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MARUSSIA.-‐ (Extrañada) ¿Tu mejor amiga es ésta? (MARUSSIA se acercó tímidamente. Da vueltas alrededor del cuadro. Era la imagen
de una niña muy delicada.) MATISSE.-‐La hizo un pintor español que se llamaba Zurbarán. Era un artista que pintaba para Dios. Por eso la niña está hablando con Él. (se emociona) C´est jolie! MARUSSIA.-‐ Tiene la dulzura de los niños que quieren mucho.¿Qué le ha pasado? Tiene dañado uno de los costados. Está roído. ¿Ha sido Leky? MATISSE.-‐ Leky la atacó el día en que te conocí. Fue esa noche cuando salí tras él y me perdí. MARUSSIA.-‐ (Mira al cuadro) Niña querida: quiero que sepas que lo que te hicieron es horrible, pero que algo salió bueno de eso. Gracias a ti, Matisse y yo nos encontramos. MATISSE.-‐ ¡Y ahora somos amigos! C´est tellment jolie! (rompe a llorar) (después se percata que está perdiendo el momento y hace una foto) MARUSSIA.-‐ No llores que te despeinas… Se te va a ensuciar el pelaje con los mocos… tengo que decirte algo importante. MATISSE.-‐ (MATISSE llora, pero se mira al espejo) Tienes razón (saca un peine, se peina, después saca una cámara para hacerse un selfie con Marussia y el cuadro) Sonríe: Ma-‐tisse… (después de la foto) ¿Qué es eso que querías decirme?
(MÚSICA (21): PAS DE DEUX del Cascanueces) MARUSSIA.-‐Yo quería venir al Palacio porque era una espía. Yo era camarada de Leky. MATISSE.-‐ ¡Me has traicionado! MARUSSIA.-‐ ¡Eso era antes de ver el arte! ¡antes de conocer a la virgen niña! ¡Yo me uní a la causa de Leky sin saber nada! MATISSE.-‐ ¿Cómo pudiste hacerlo? MARUSSIA.-‐ Yo tenía un miedo grande de no ser como los demás. El miedo grande es malo. En cambio el miedo pequeño es necesario para protegernos. MATISSE.-‐ ¡Basta! Voy a hacerme la manicura y cuando vuelva no quiero verte aquí. MARUSSIA.-‐ ¡Leky y las ratas van a atacar el museo en navidad!
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MATISSE.-‐ ¡No te creo! Te lo estás inventando. MARUSSIA.-‐ ¡Pero si es verdad! MATISSE.-‐ ¡No te creo! Eres una mentirosa. MARUSSIA.-‐ Tú tampoco me has dicho la verdad: no eres un gato de la nobleza, ni un Romanov. MATISSE.-‐ Si piensas en flores, olerás perfume. Si piensas en cristales rotos, te cortarás con ellos. Yo soy lo que ves. MARUSSIA.-‐ Y yo también lo soy lo que ves. ¡Soy una protectora del palacio! MATISSE.-‐ ¿Cómo te atrevas a compararme contigo? Yo soy de sangre azul y tú una gata callejera. Así que vete. ¡Vete ahora mismo! Adieu! Adieu/ (Sale) MARUSSIA.-‐ (Se acerca a la ventana. Triste) Fuera hace viento, fuera hace frío./ Querida amiga: Me han echado/ (se acerca a la Virgen Niña) .Otra vez me han abandonado./ Pero yo sé que tú estás conmigo/. Habla con Matisse, por favor. Hazle razonar./ Pídele que prepare la defensa, que yo esté donde esté, seré una guardiana del Hermitage./
VII. El Mitin de Leky en el canal Griboedov
(MÚSICA (22): Danza del hada de caramelo y Caballero de Coda)
(MARUSSIA camina apenada. Se ve el decorado inicial, en el canal Griboyedov. Se ve a Leky con su gorra roja y un pañuelo rojo, hablaba sobre una tarima para que todos le pudieran escuchar mejor. Estaba muy exaltado y levantaba el puño constantemente, arriba y abajo como si quisiera dirigir una orquesta)
MARUSSIA.-‐ Antes yo sólo era una gatita blanca con una cola negra que llegó a la ciudad de los palacios y del invierno. Pero ahora soy mucho más: soy la guardiana de un palacio, una protectora del arte./ Y eso no va a cambiarlo ni Matisse ni nadie (busca a Leky por todas partes)./ ¿Dónde estará Leky? ¿Dónde? ¡Allí está! ¡apasionado y listo como siempre! (lo mira a lo lejos) Es una pena que las ideas más bellas se ejecuten en los actos más atroces… (se acerca) ¡Priviét-‐priviét, Camarada Leky. LEKY.-‐ (Se alegra de verla) ¡Rata-‐Gata! ¡Has vuelto! Has tardado menos de lo que yo pensaba. Ya sabía yo que esos gatos no podían comprender a alguien como tú. MARUSSIA.-‐ Tenías razón. Me han echado del Palacio. LEKY.-‐ No estés triste. Necesitamos un mundo nuevo donde todos los animales seamos iguales. Donde tu cola negra no sea rechazada sino comprendida ¡Por la
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revolución! Por eso debes escuchar el mitin que estábamos a punto de empezar. El otro día desapareciste demasiado pronto. MARUSSIA.-‐ Leky, escucharé el mitin pero no voy a cambiar de opinión. Debes abandonar la idea de asaltar al palacio. ¡Inmediatamente!
(MÚSICA (19): MADRE JENGIBRE del Cascanueces)
LEKY.-‐ (Se monta en el podio) ¡Camaradas ratas debemos tomar el control del mundo! MARUSSIA.-‐ (Enfadada) ¡Ratas y gatita! LEKY.-‐ Y Gatita… bien, bien… (empieza de nuevo) ¡Camaradas animales aquí reunidos! MARUSSIA.-‐ Ahora es políticamente correcto. LEKY.-‐¡Hay que acabar con el imperialismo de los humanos! ¡echar a los gatos del Hermitage! MARUSSIA.-‐ Los gatos como Matisse son unos creídos… LEKY.-‐ ¡Exacto! Se dedican a mirar pinturas y no hacen nada. Y encima les dan de comer. Mientras nosotros estamos todo el día en la calle buscando comida. MARUSSIA.-‐ Eso no es justo, la verdad. LEKY.-‐ Esos gatos viven como reyes en un palacio mientras nosotros dormimos en las calles (levantaba el puño en alto). ¡Arriba las ratas del mundo! MARUSSIA.-‐ ¡Arriba, arriba! LEKY.-‐ Camaradas, los humanos han propiciado el cambio climático, son unos irresponsables. ¡No deben ser los dueños del planeta! MARUSSIA.-‐ (Bostezando) ¿Y cuándo vas a hablar de caca? Estoy segura que a las camaradas ratas les gusta la caca. LEKY.-‐ Mis asesores de imagen dicen que es mejor decir que las ratas estamos oprimidas por humanos y gatos burgueses. MARUSSIA.-‐ Vale, pero ni se te ocurra hablar del arte. LEKY.-‐Hablando de arte… los gatos defienden el arte, pero ¿para qué sirve el arte? MARUSSIA.-‐¿Para adorarlo?
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LEKY.-‐El arte no sirve para adorarlo sino para devorarlo. MARUSSIA.-‐¡¡No!! ¿por qué? LEKY.-‐El arte enseña a enseña a pensar a los niños. Los hace más listos. Pero el arte es humano. MARUSSIA.-‐¿Y que? LEKY.-‐ A los humanos hay que hacerlos caca. MARUSSIA.-‐¡Qué bien! ¡ya ha empezado a decir lo de la caca! LEKY.-‐ Camaradas ¿qué queréis? MARUSSIA.-‐ ¡Caca, caca!... ¡pero con arte! LEKY.-‐ ¡Camaradas! tenemos que asaltar el palacio de invierno. MARUSSIA.-‐ ¡¡No!! ¡No debéis hacer eso! LEKY.-‐ Todas las ratas de la ciudad están avisadas y asaltarán el palacio cuando reciban la señal. MARUSSIA.-‐ ¿Qué señal? LEKY.-‐¡Esta noche que es nochebuena, a las nueve y cuarenta el buque Aurora dará el cañonazo de alarma y todas las ratas entraremos a la fuerza! ¡por la revolución! MARUSSIA.-‐ ¡No! ¡No, por favor!¡Leky, no lo hagas!¡¡No lo hagas!!
(LEKY baja de la tarima entre aplausos. Se va de subidón con los amigos)
(LEKY se va. MARUSSIA se queda deprimida)
VIII. El Jinete de Bronce
(MÚSICA (18): DANZA DEL MAZAPÁN del cascanueces) MARUSSIA.-‐ En la vida hay momentos grandes y segundos chicos, y estos momentos son enormes.
(Sigue la Música) MARUSSIA.-‐ ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Si la ayuda no llega, si ayuda no hay./ Los humanos no nos creerán si se la pedimos./ Debe haber alguien, algo, en alguna parte, que pueda cambiar el destino/
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(Sigue la Música)
MARUSSIA.-‐ ¿Qué hacer? Si nada se ha ganado y todo está perdido./ (Agacha la cabeza) ¡Ya sé! Debo consultar el libro… a ver que busque la página… / “La gatita Marussia necesitaba auxilio…/ pero la ayuda no estaba en el cielo, ni en el infierno, estaba justo en su sitio!”/ (cierra el libro) ¡No puede ser! MARUSSIA.-‐¡El Jinete de Bronce! ¿Cómo no se me había ocurrido antes? ¡El Jinete, el Jinete!
(Se pone de rodillas, como vio hacer a MATISSE)
MARUSSIA.-‐ Majestad, tú que te elevas sobre la “Piedra de Trueno”, la roca más grande jamás movida por los humanos; he sabido que cuenta la leyenda, que cuando San Petersburgo está en peligro, el Jinete salta de la piedra de trueno para salvar la ciudad….
(MÚSICA) MARUSSIA.-‐Gran Jinete, te necesitamos esta noche en el palacio de invierno o se acabará uno de los lugares que nos hace inmortales. Igual que el mar no se acaba nunca, lo mismo le pasa a las esculturas de Canova o los cuadros de Miguel Ángel. Ya sabes… la naturaleza crea montañas o atardeceres muy bonitos, pero nuestras montañas y atardeceres están en el palacio de invierno.
(MÚSICA) MARUSSIA.-‐ Estoy segura de que lucharás con nosotros.
(Aparece MATISSE) MATISSE.-‐ Yo también estoy seguro. MARUSSIA.-‐ ¡Estás aquí! ¡has venido! MATISSE.-‐ Tenías razón. Las ratas están tramando algo. Vi muchas merodeando el Palacio. MARUSSIA.-‐ Fuiste un engreído. Ni siquiera dudaste en echarme del Palacio. MATISSE.-‐ Hice lo que debía. Si dudara sería peor soldado. MARUSSIA.-‐ ¡Fuiste horrible conmigo! ¿Por qué te cuesta tanto pedirme perdón? disculparnos nos hace mejores. MATISSE.-‐ Perdóname. (Pausa) Yo también tengo que confesarte algo (cambia a acento merdellón): yo no soy el gato de un Conde, ni de los Romanov. A mí también me abandonaron en un canal. Me rescató un guardia que pasaba por allí
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y me llevó al Hermitage. Yo no voy de vacaciones porque soy soldado raso y no General. (agacha la cabeza). MARUSSIA.-‐ ¿Y cómo sabes tantas cosas interesantes? MATISSE.-‐ El museo es mi escuela. MARUSSIA.-‐ ¡Dame un abrazo! (Lo abraza) ¡Ahora me gustas más!
(MÚSICA (21): PAS DE DEUX del Cascanueces) MATISSE.-‐ (Saca el espejo y se mira los dientes) Tengo que ir a blanquearme los dientes al dentista. ¿No me los ves muy amarillos? MARUSSIA.-‐ ¡Matisse! MATISSE.-‐ Allez! Pues vámonos. Hay mucho trabajo que hacer. Omnia vincit amor!
(MÚSICA (21): PAS DE DEUX del Cascanueces)
IX. Defender el Palacio
(Palacio de Invierno. Campanadas) (Se ponen a trabajar para defender el Palacio)
MARUSSIA.-‐ ¿Qué hora es? MARUSSIA.-‐ Las nueve y cuarenta. Es la hora. MATISSE/MARUSSIA.-‐ Omnia vincit Amor3: ¡Venceremos!
(MATISSE y MARUSSIA se ponen espalda con espalda y esperan)
(MÚSICA (20):VALS DE LAS FLORES del Cascanueces) MATISSE.-‐ ¡Uff! No pasa nada. Igual se han ido a otro Palacio. ¿Sabes que en la ciudad hay al menos cien palacios? MARUSSIA.-‐ Vendrán tras el cañonazo del Aurora. MATISSE.-‐ (Se relaja) ¿Has olido mi nuevo perfume? Igual las ratas se han ido a comer turrón.
(Cañonazo del Aurora)
3 El amor lo vence todo. Égloga X, 69. Publio Virgilio.
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(Lluvia de ratas. Miles y miles de ratas asaltan el palacio de invierno. Miles de ojos rojos. Hay muchas más de las que los gatitos pudieron imaginarse. MARUSSIA y MATISSE luchan como pueden). MATISSE.-‐ ¡La señal! ¡Colas! ¡hay colas por ahí! Son como serpientes. MARUSSIA.-‐ ¡Son muchísimas! ¡Sólo el diablo sabe lo que se traen entre manos!4 MATISSE.-‐¡Si fuera rey, no haría nunca la guerra, pero están matando el arte! MARUSSIA.-‐ Lo malo de la guerra es que después de cada batalla, hay más guerra. MATISSE.-‐ El palacio muere. No sé cuánto podremos aguantar.
(Se separan para luchar) MARUSSIA.-‐ ¡Rata! ¡No toques el San Pedro de Murillo! ¡Que es sevillano y barroco! MATISSE.-‐ ¡No! ¡No toques el almuerzo de Velázquez! ¡No! ¡Quitad vuestros dientes de ahí! (MATISSE sale de escena para defender el cuadro de la virgen niña) MARUSSIA.-‐ (Luchando) ¡Hola amiga! (se pone delante de ella para defenderla) ¡Estoy aquí! ¡No permitiré que te ataquen!
(De pronto aparece LEKY) LEKY.-‐ Priviét-‐priviét. La mejor forma de perder el tiempo es confiar en una chica. MARUSSIA.-‐ Soy mujer y eres libre de temerme cuanto quieras. LEKY.-‐ Me niego a pelear contigo… ¡ey, Matisse! ¿te queda mucho para terminar? ¡No me digas que ahora tengo que luchar contra una hembra! MARUSSIA.-‐¡No me digas que ahora tengo que luchar contra un ciego! LEKY.-‐ ¡No pienso luchar contra ti, por muy enfadado que esté contigo! (se cruza de brazos y se da la vuelta) ¡Matisse! ¡deja que se coman el Velazquez y ven aquí! ¡¡Me aburro!! MARUSSIA.-‐ (Saca la espada y le obliga a luchar) ¡Pues yo no! LEKY.-‐ ¡Te vas a enterar! MARUSSIA.-‐ ¡No podrás conmigo!
4 Esta escena se inspira en episodios de la novela Guerra y Paz y repite alguna frase.
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(Luchan) LEKY.-‐ Estás acorralada. MARUSSIA.-‐ Pensaba que podías conmigo solo. Y en cambio necesitas tus amigas ratas para cazarme. LEKY.-‐ Jugar sucio es la única manera segura de ganar. ¡Chicos! Vamos a comernos a esta señorita. Haremos turnos… MARUSSIA.-‐ (Entrega la espada. Manos en alto) ¿Crees que no tendrás justicia? LEKY.-‐ ¡Exacto! (se acerca). La culpa se diluye en la manada. MARUSSIA.-‐ A veces la justicia duerme, pero normalmente está despierta. ¡Ayuda! ¡socorro!
(Se van acercando) (Truenos. Oscuridad)
LEKY.-‐ ¿Qué ha sido eso? MARUSSIA.-‐ ¡El Jinete ha venido! Se te han caído las gafas… (las recoge) LEKY.-‐ (Se frota los ojos) ¡Mis gafas! ¿Qué es todo esto? ¡este lugar es mágico! MARUSSIA.-‐ Son los cuadros. La virgen niña. Es Goya, es Zurbarán, es (mira a la otra habitación)… ¡bien!…al Velázquez no se lo han comido todavía. LEKY.-‐ Aquí los colores no acaban nunca. MARUSSIA.-‐ El mundo entero está dentro, a trozos./ Con unos cuadros se puede viajar y ver lugares maravillosos. / ¡Ven, acércate!
(Leky se acerca y se maravilla ante ellos. Después se dirige a ella) LEKY.-‐ Y tú eres aún más bonita que todos ellos juntos (le besa la mano)/ ¡¡Retirada, retirada!! ¡que nadie toque nada! /¡alejaos de los cuadros, de las esculturas, de los tapices, los conjuntos! ¡es una orden! ¡retirada!¡retirada!/ ¡Abandonamos el Palacio pero no la revolución. Llegaremos por otro camino!5 (Las ratas huyen despavoridas. Saltaban unas contra otras, se empujaban y hacían carreras para salir por cañerías, por tubos de ventilación, abrieron agujeros en los marcos más endebles de las ventanas, por las chimeneas del palacio, por cada
pequeño agujero que pudieron encontrar.
(Música (7): LA DANZA DEL ABUELO del Cascanueces)
5 Frase de Lenin
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MARUSSIA.-‐ (Se queda mirando como él se va. Le dice adiós con la mano) (Coge las gafas en la mano. Las besa) Ahora el museo tendrá un nuevo guardián, mucho más fiero que cualquier otro porque ve más allá de los demás. Al final es verdad que el amor lo puede todo ¡¡Omnia vincit Amor, Omnia vincit Amor!! MATISSE.-‐ ¡Hemos vencido!
(Se abraza y saltan de alegría) MARUSSIA.-‐ ¿Salvaste al Velázquez? MATISSE.-‐ ¿Acaso lo dudabas? (se huele) ¡huelo fatal! ¡Necesito una ducha! MARUSSIA.-‐ ¿Nos hacemos un selfie? MATISSE.-‐ ¿¡Estás loca?! ¿con esta pinta? MARUSSIA.-‐ Sí. Justo con esta pinta de feliz. MATISSE.-‐La felicidad no es para los cobardes. (MÚSICA (11): PARTIDA DE MARÍA del Cascanueces o bien la canción 23 FINALE) MARUSSIA.-‐ (Se acerca la virgen niña) Amanece. La nochebuena ha pasado. Feliz navidad. MATISSE.-‐ Feliz navidad.
(Ellos se abrazan) MATISSE.-‐¿Y qué pasa ahora? ¡Busca el libro! Y lee, lee… ¿qué dice? ¿cómo termina? MARUSSIA.-‐ (Lee) Oh, lá, lá… ¡no me lo puedo creer! MATISSE.-‐ (Lee) ¡Vaya con el cuento! MARUSSIA.-‐ ¿Sí o no? MATISSE.-‐ Siempre sí, como Matisse.
(SE BESAN) MARUSSIA/MATISSE.-‐ ¡Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado!
(MÚSICA (23): FINALE del Cascanueces)
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TELÓN