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Traducido por Leopoldo Muñoz Orozco.Gichin Funakoshi “Padre del Karate”, dijo cierta vez que el mayor objetivo del karate no es una victoria en una pelea, sino que el perfeccionamiento del carácter de sus participantes". En apoyo a esa postura de vida y como orientación a los futuros estudiantes, el acuñó sus legendarios veinte principios. Estos principios venían siendo divulgados desde hace años, los comentarios que los acompañan nunca habían tenido una traducción publicada hasta el momento presente. El método del maestro Funakoshi enfatiza las razones espirituales y la agilidad mental por sobre la fuerza bruta y la técnica. Los estudiantes no solo deben confiar en la técnica - puñetazos, patadas y bloqueos -, sino que, deben fomentar también los aspectos espirituales de la práctica. Conózcase a sí mismo y el resto seguirá naturalmente fue el mensaje que el dejó para la posteridad hace más de sesenta años. Como axiomas, los principios de Funakoshi están abiertos a varias interpretaciones. "En el karate no existe el primer golpe " ha provocado interminables discusiones en cuanto a su verdadero significado. Muchas de las ambigüedades son aclaradas en los comentarios, que también están repletos de reflexiones filosóficas, episodios históricos fascinantes y consejos para quien busca un Camino mejor. Traducido por primera vez del japonés por John Teramoto, el mismo un estudiante de karate, y acompañado de la caligrafía original, este estudio esperado desde hace mucho tiempo es una lectura estimulante y, para los entusiastas de las artes marciales, un tesoro raro y valioso que ya era el momento que fuera publicado

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Page 1: Los Veinte Principios Fundamentales del Karate By Gichin Funakoshi. Traducido por leopoldo Muñoz Orozco:
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Veinte Principios Fundamentales del Karate

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Gichin Funakoshi “Padre del Karate”, dijo cierta vez que el mayor objetivo del karate no es una victoria en una pelea, sino que el perfeccionamiento del carácter de sus participantes".

En apoyo a esa postura de vida y como orientación a los futuros estudiantes, el acuñó sus legendarios veinte principios. Estos principios venían siendo divulgados desde hace años, los comentarios que los acompañan nunca habían tenido una traducción publicada hasta el momento presente.

El método del maestro Funakoshi enfatiza las razones espirituales y la agilidad mental por sobre la fuerza bruta y la técnica. Los estudiantes no solo deben confiar en la técnica - puñetazos, patadas y bloqueos -, sino que, deben fomentar también los aspectos espirituales de la práctica. Conózcase a sí mismo y el resto seguirá naturalmente fue el mensaje que el dejó para la posteridad hace más de sesenta años.

Como axiomas, los principios de Funakoshi están abiertos a varias interpretaciones. "En el karate no existe el primer golpe " ha provocado interminables discusiones en cuanto a su verdadero significado. Muchas de las ambigüedades son aclaradas en los comentarios, que también están repletos de reflexiones filosóficas, episodios históricos fascinantes y consejos para quien busca un Camino mejor.

Traducido por primera vez del japonés por John Teramoto, el mismo un estudiante de karate, y acompañado de la caligrafía original, este estudio esperado desde hace mucho tiempo es una lectura estimulante y, para los entusiastas de las artes marciales, un tesoro raro y valioso que ya era el momento que fuera publicado.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

INTRODUCCIÓNEstos veinte principios fueron legados por el maestro Gichin Funakoshi1 para el

desarrollo espiritual y mental de sus alumnos. Ellos evidencian el deseo del maestro de asegurarse que el estudiante no quede preso de los aspectos técnicos del karate — esquivar, patear, bloquear — a costa del lado espiritual del arte marcial. Es la preocupación de los aspectos espirituales, insistía el maestro Funakoshi, que transforma el karate, de mero arte marcial, en Karate-do, el Camino de la Mano Vacía.

Los principios forman una base de sustentación para los estudiantes de todos los niveles técnicos. Para el principiante, ellos ofrecen una conceptualización global sobre cómo encarar este arte marcial. Para el estudiante serio del Karate-do, ellos propician una orientación continua y la oportunidad de estudiar más profundamente lo que ya aprendió.

La lectura atenta y ponderada de los axiomas del maestro Funakoshi nos lleva a una jornada mucho más intensa de lo que podríamos esperar inicialmente. Es por ese aspecto que los principios son importantes, incluso para quien no se dedica a esta práctica. Inesperadamente, cuestiones técnicas son dejadas de lado en beneficio de una investigación más profunda del gran Camino. Toda la atención se concentra en la actitud mental y en las condiciones espirituales necesarias, y en las mayores posibilidades del entrenamiento. Se enfatiza más la actitud que la postura, más el espíritu que la forma.

Como resultado, el estímulo sutil de estos veinte principios se aplica tanto a nuestra vida en general como en cuanto a la práctica del karate. Ellos nos llevan a reflexionar mejor sobre cómo conducir nuestra vida y como tratar a las personas con las que convivimos.

En resumen, ellos nos alientan a "construir" no solo nuestro arte sino que también a nosotros mismos. Los principios en si son frases concisas, elegantemente densas, constructivas en sí mismas, de una naturaleza profundamente filosófica.

Mientras tanto, el propio acto de ser concisas las deja abiertas a innumerables interpretaciones hasta en su mismo idioma nativo, el japonés — posiblemente algo muy distinto de su propósito original—.

Felizmente, la presente obra contribuye a ese esclarecimiento. Los veinte principios de Funakoshi son acompañados de los comentarios explicativos compilados por Genwa Nakasone2, un entusiasta de las artes marciales, y contemporáneo del maestro Funakoshi. El texto de Nakasone explica los principios, que fueron originalmente redactados como directrices

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Gichin Funakoshi (1868-1957) es uno de los grandes maestros del karate. Nacido en Okinawa, la cuna del karate, desde su infancia comenzó a entrenar en secreto las artes marciales. En 1922, por invitación del gobierno japonés hizo una demostración en el continente japonés, del aún secreto arte de la defensa personal de Okinawa, lo que condujo a la introducción del karate en el resto de Japón y más tarde en todo el mundo. Funakoshi dedicó su vida a este deporte tradicional y escribió varias obras clásicas en la materia, incluyendo el karate-do Nyu-mon, así como una autobiografía titulada Karate-do: mi forma de vida.

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Genwa Nakasone Nacido en Okinawa (1895-1978), fue uno de los primeros en apoyar a Funakoshi, encontrándose en una situación ideal para compilar los manuscritos de los veinte principios del maestro. A pesar de las restricciones impuestas para el ejercicio de la enseñanza y la política, organizo y publico varios libros sobre karate y artes marciales, incluyendo Karate-do Taikan, un compendio único y pionero de los textos y documentos sobre karate

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sucintas para ser ejercitadas en la práctica, por comentarios orales surgidos tanto en el dojo como en sesiones particulares con el maestro o con alguno de sus discípulos.

Es un placer tener la oportunidad de presentar esta obra, especialmente después de haber sido leída y aprobada por el maestro Funakoshi. Los pensamientos recogidos le ofrecen al lector una imagen nítida del verdadero propósito de Funakoshi y, como un comentario incidental, constituyen una especie de ventana histórica y cultural fascinante sobre la época en que el maestro vivió.

Para Funakoshi, la práctica del karate tenía mucho más que ver con dominar el ego que con el arte marcial. En Karate-do Kyohan, el escribió: "El valor del arte depende de quién lo aplica. Sí esa aplicación fue para un buen propósito, entonces el arte es de gran valor; pero sí fue mal usado, entonces no existe arte más maligno y nocivo que el karate."3

En otras palabras, antes de todo, el karate tiene que ver con la construcción del carácter. Por sus principios, Funakoshi pensaba en encargar a los estudiantes el buscar los aspectos más profundos y significativos de ese arte. Los principios tratan cuestiones del carácter y la espiritualidad, así como de la necesidad de coraje, honestidad, perseverancia y, el que es más importante, humildad — virtudes que encuentran expresión mediante la cortesía y el respeto autentico—.

Funakoshi advertía con vehemencia a los valentones y los que buscaban fama con demostraciones de proezas físicas extravagantes. "Ellos saltan por las hojas y las ramas de un gran árbol, sin [tener] la mínima noción del tronco."4 La pericia técnica y la agilidad rápidamente pierden el valor en comparación con la importancia de preparar el corazón, la mente y el carácter — los verdaderos elementos que definen la calidad de vida de alguien.

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Gichin Funakoshi, Karate-do Kyohan.

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4 Gichin Funakoshi, Karate-do Nyumon.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

PREFACIO5

Los veinte principios del karate fueron establecidos por Gichin Funakoshi como un instrumento de orientación para que sus discípulos pudieran explorar más plenamente los aspectos espirituales del Camino del Karate, o Karate-do. Desde la antigüedad, el karate era enseñado en secreto en Okinawa, la tierra natal del maestro Funakoshi. El tomó para sí la tarea de introducir y enseñar la práctica del karate en la capital, Tokio, donde comienza a prosperar.

Aquellos que ambicionan ejercitarse en el Camino del Karate no solo se deben preocupar con los aspectos técnicos; precisan también procurar cultivar los aspectos espirituales del Camino, toda vez que el verdadero Karate-do instruye tanto la mente como el cuerpo. Los veinte principios de Gichin Funakoshi propician a aquellos que se inician en el Karate-do un medio de acceso al lado espiritual del arte marcial. Para aquellos que ya se están adiestrando en ese arte, los principios funcionan como un recurso fecundo y provechoso para el desarrollo espiritual.

La obra siguiente comprende los comentarios breves que redacté sobre los veinte principios. El maestro Funakoshi leyó y aprobó el contenido. Genwa Nakasone 1938

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Traducido del inglés por Juliet Winters Carpenter

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1NO OLVIDE QUE

El KARATE-COMIENZA

Y TERMINA CON REI

Karate wa rei ni hajimari, rei ni owaru koto wo warusuma.

Al igual de lo que acontece con el judo y el kendo, el Karate-do es un típico arte marcial japonés. Y así como las otras artes marciales de la que es pariente, el Karate-do debe comenzar de la misma manera como debe terminar — con rei. Rei es definido como "respeto"6 pero en verdad significa mucho más que eso. Rei comprende tanto una actitud de respeto por los otros en cuanto un sentimiento de autoestima. Cuando aquellos que se respetan a sí mismos transfieren ese sentimiento de estima — esto es, de respeto — para los otros, su acción no es nada más que una expresión de rei.

Se dice que "sin rei se instala el desorden" y también que "la diferencia entre hombres y animales está en el rei". Los métodos de combate que no cuentan con el rei no son artes marciales, son mera violencia despreciable. La fuerza física sin rei es nada más que fuerza bruta, y para los seres humanos no tienen ningún valor.

Se debe notar que, ahora el comportamiento de una persona pueda ser correcto, sin sinceridad y respeto en el corazón ella no pose el verdadero rei. El verdadero rei es una expresión exterior de respeto íntimo.

Todas las artes marciales Comienzan y terminan con rei. A menos que sean practicadas con un sentimiento de reverencia y respeto, ellas son simplemente formas de violencia. Por esa razón las artes marciales deben mantener el rei de comienzo a fin.

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También se define como cortesía.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

2EN EL KARATE NO EXISTE EL PRIMER

ATAQUEKarate ni sente nashi.

"Una espada nunca debe ser de desenvainada de manera descuidada o imprudente" era la más importante regla de conducta en la vida cotidiana de un samurái7. Era esencial a un hombre digno de aquella época poner en práctica sus recursos hasta el límite extremo de su capacidad antes de ponerlos en práctica. Solo después de llegar el punto en que la situación no podría ser tolerada es que la hoja era sacada de la vaina. Esa era la enseñanza básica de la práctica japonesa del bushidò (el Camino del Guerrero). En karate, las manos y los pies pueden ser tan letales como la hoja de una espada. Así, el principio de que "en el karate no existe el primer ataque" es una extensión del principio básico del samurái, según el cual se debe evitar la indiferencia en el uso de las armas. Ello alienta la necesidad de paciencia y tolerancia absolutas.

Este principio también puede ser observado en las recomendaciones propuestas por el maestro de karate Yasutsune Itosu, que afirma:

“...cuando se vuelve necesario, no debe arrepentirse de quitarle la vida de alguien por el bien del señor o de su país, sacrificándose valientemente por el bien común. Mas el karate [enseña que] el verdadero significado de eso no se aplica en una lucha con el enemigo cara a cara. Por tanto, en una situación en que usted sea acosado por un bandido o desafiado por un agresor, trate de evitar la aplicación de un golpe mortal. Tenga como un principio esencial que evitar una herida a los demás con sus puños o sus pies es su mayor preocupación. Usted mismo sí está en una situación de emergencia debe hacer un esfuerzo para evitar un golpe fatal. Eso puede ser comparado a golpear al atacante con el lado plano de la espada en vez de usar a parte cortante de la hoja. Es fundamental dar tiempo al adversario para que reconsidere o se arrepienta de sus acciones.”

Por otro lado, cuando las circunstancias se salen de control y obligan a un artista marcial a recurrir a la acción, el debe reaccionar sin restricciones y sin preocupación por la vida o por un miembro, permitiendo que su pericia marcial brille en el extremo de su capacidad. Ese realmente es el verdadero espíritu del Budo (el Camino de las Artes Marciales) y es el espíritu correcto que está detrás del segundo principio.

Muchos no consiguen captar el verdadero significado que está detrás del segundo principio y afirman que todo el Budo se basa en la idea de golpear primero. Es muy probable

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En occidente normalmente se grababa en la vaina de las espadas la siguiente leyenda; “No me saques con rencor ni me guardes sin honor”.

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que las personas ni siquiera comprendan que el carácter bu ( ), "marcial", está constituido de

dos caracteres que significan "detener" ( ) y "alabarda " o "lanzas" ( ). Por tanto, un arte marcial detiene la lucha. De la misma manera, el carácter relativo a la "resistencia" o

"paciencia" ( ) es un ideograma derivado de una hoja ( ) siendo sustentada y controlada

por la mente o espíritu ( ). Cuando se encuentra frente a una situación tan insostenible, que se agota la capacidad de tolerar (o de darle un fin sin confrontación), es que la espada debe ser desenvainada o a lanza apuntada hacia el adversario. Ese es el verdadero espíritu del Budo. No obstante, en la peor de las hipótesis, cuando el combate es inevitable, se recomienda tomar la iniciativa, atacando incesantemente hasta alcanzar la victoria.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

3El KARATE PERMANECE DEL LADO DE

LA JUSTICIAKarate wa gi no tasuke.

Justicia es lo que es correcto. Hacer lo que es correcto requiere fuerza y capacidad verdaderas.

Los seres humanos son más fuertes cuando creen que están en lo correcto. La fuerza derivada de la confianza de alguien que sabe que está en lo correcto se expresa por el dictado:

"Cuando me analizo y veo que estoy del lado correcto, entonces no importa que yo tenga que luchar contra mil o contra diez mil adversarios, debo ir al frente."

Evitar la acción cuando la justicia está en juego demuestra falta de coraje. El karate es un arte marcial en que las manos y los pies son como espadas, y no debe

ser usado injusta o inadecuadamente. Los estudiantes del karate deben permanecer del lado de la justicia en todas las ocasiones, y apenas en aquellas situaciones en que no haya otra opción deben expresar su fuerza por el uso de las manos y de los pies como armas.

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4PRIMERO CONOZCASE USTED MISMO,

DESPUES CONOZCA A LOS OTROSMazu jiko wo shire, shikoshite tao wo shire.

Cuando se conoce el enemigo y a sí mismo, no se corre peligro ni en un centenar de batallas. Cuando se desconoce el enemigo, aunque que se conozca a sí mismo, las posibilidades de victoria o de derrota son iguales. Cuando no se conoce ni al enemigo ni a sí mismo, se perderán todas las batallas.

Sun Tzu, "Estrategia Ofensiva", El Arte de la Guerra

Desde los tiempos antiguos, este famoso pasaje ha circulado ampliamente entre aquellos que se adiestran en las artes marciales. Con nuestros esfuerzos, conocemos nuestras técnicas predilectas y nuestros puntos débiles. Más, en la lucha, no solo debemos estar bien conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles, también debemos comprender los puntos fuertes y débiles del adversario. Entonces, en un centenar de confrontaciones, el peligro será mínimo. Si nos conocemos a nosotros mismos, pero no conocemos a nuestro adversario, la victoria o la derrota dependerán del azar. Pero entrar en una lucha sin conocer ni a nuestro adversario ni a nosotros mismos, es como tratar de hacer alguna cosa o luchar con los ojos vendados — y cualquier confrontación lo colocará en peligro—.

Los estudiantes de karate deben estar enteramente conscientes de sus puntos fuertes y débiles, y nunca confundirse o dejarse cegar por preconceptos o confianza excesiva. Entonces ellos serán capaces de estudiar con calma y con cuidado los puntos fuertes y débiles de los adversarios, y crear una estrategia ideal.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

5El PENSAMIENTO POR SOBRE LA

TECNICAGijutsu yori shinjutsu.

Un día, el famoso maestro espadachín del siglo XVI, Tsukahara Bokuden, decidió probar la capacidad de sus hijos. Primero, llamó al primogénito, Hikoshiro, a su cuarto. Al empujar la puerta con el codo para abrirla, Hikoshiro notó que esta parecía más pesada que lo habitual y, tanteando con la mano a lo largo del borde superior, encontró y removió un pesado apoyo de cabeza hecho de madera dejado allí, poniéndolo cuidadosamente en su lugar después de entrar en cuarto. Bokuden, entonces, llamó al segundo hijo, Hikogoro.

Cuando Hikogoro, sin recelar nada, empujó la puerta, el apoyo de cabeza cayó, pero el más que deprisa le tomó y lo devolvió a su lugar original.

Entonces Bokuden llamó a su tercer hijo, Hikoroku. Cuando Hikoroku, que de lejos sobrepasaba a sus dos hermanos mayores en habilidad técnica, empujó enérgicamente la puerta, el apoyo de cabeza cayó y se golpeo. En una acción refleja, Hikoroku sacó la espada de su cintura y corto en dos el apoyo de cabeza antes que cayese en la estera de tatami del cuarto.

Bokuden dijo a sus hijos: "Hikoshiro, es el único que practica nuestro método de manejo de la espada y usted. Hikogoro, sí usted se ejercita y no desiste, algún día podrá alcanzar el nivel de su hermano. Hikoroku, en el futuro usted seguramente causará la ruina de esta casa y traerá vergüenza para el nombre de su padre. No debo tener a alguien tan imprudente como usted en casa." Y con eso el desheredó a Hikoroku.

Esa historia ejemplifica el principio según el cual en las artes marciales las facultades mentales son más importantes que la técnica. Aquella se sobrepone a esta última. Otra historia bien conocida puede ser citada para ilustrar el principio del "pensamiento por sobre la técnica". Entre los discípulos de Bokuden había un hombre con una habilidad técnica extraordinaria. Un día, caminando por la calle, sucedió que ese discípulo pasó cerca de un caballo muy arisco, que de repente lo pateó; mas el discípulo inmediatamente se volvió, evitando el golpe y escapando ileso de la agresión. Los espectadores que testimoniaron el incidente comentaron: "El bien merece ser considerado el mayor discípulo de Bokuden. Si Bokuden no le lega sus secretos a él, seguramente no los legará a nadie más."

Bokuden, pues, cuando oyó hablar del incidente, quedó desalentado y declaro: "Yo me engañé en cuanto a él", y expulso al discípulo de la escuela.

Las personas no consiguieron entender el raciocinio de Bokuden y concluyeron que no podrían hacer nada además que observar el modo como el propio Bokuden se comportaría en circunstancias semejantes.

Por tanto, las personas amarraron un caballo extremamente sensible a una carroza dejada en una calle por la cual sabían que Bokuden pasaría y quedaron observándolo

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secretamente de lejos. En cuanto, vieron pasar a Bokuden, conservando una buena distancia del caballo y atravesando a calle del otro lado.

Sorprendidas con el resultado inesperado, las personas, más tarde, acabaron confesando su ardid y preguntando a Bokuden la razón de la súbita dispensa del discípulo.

Bokuden respondió: "Una persona con una actitud mental que le permite pasar negligentemente cerca de un caballo sin considerar que el animal pueda recular por encima de él es una causa perdida, no importa cuánto estudie la técnica. Pensé que él era una persona mucho más juiciosa, pero me engañe."

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6LA MENTE DEBE ESTAR LIBRE

Kokoro wa hanatan koto wo yosu.

Es esencial perder la mente [para liberarla]. — Shao Yung, filósofo chino del siglo XI

Existe el lema "procurar la perdida de la mente ", pero también existe el dictado: "Es esencial perder [libertar] la mente." el filósofo confuciano Meng Tzu [Mencius] comenta sobre" procurar la perdida de la mente " buscar la mente que se extravió para recuperarla. Meng Tzu observa que, cuando perdemos nuestro perro, nuestro gato o nuestras gallinas, hacemos lo posible por encontrarlos y traerlos de vuelta. El observa justamente cuanto es de ultrajante, entonces, que cuando la mente — que es la facultad maestra del cuerpo — se va por el camino errado y se pierde, no hacemos ninguna tentativa para encontrarla y traerla de vuelta.

Shao Yung, al contrario, defiende que la mente necesita perderse. Shao Yung declara: "En el caso de que se sujete la mente, como un gato a una correa,

esta perderá su libertad de ir y venir. Use bien la mente, dejándola libre para ir adonde quiera, sin dejarla presa o ligada a nada." Los novatos acostumbran mantener un control muy rígido sobre sí mismos. Ellos desconfían de la idea de abrir la mente y dejarla ir libremente.

No obstante, debemos dejar vagar libremente a nuestra mente, que ella busque lugares oscuros. La flor de loto no es tan sucia como el lodo en que nace. De la misma manera, una bola de cristal finamente pulida dejada en el lodo es impermeable a las manchas.

Controlar la mente con firmeza aumenta su libertad. Mantener la mente así confinada puede ser una costumbre de los novatos, mas mantenerlo por el resto de la vida les impide pasar a un nivel superior, teniendo como resultado una vida mal resuelta. Así, cuando estamos entrenando, inicialmente el ideal es seguir las recomendaciones de Meng Tzu, pero después debemos liberar la mente para seguir el camino trazado por Shao Yung.

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7El INFORTÚNIO RESULTA DE UN

DESCUIDOWazawai wa getai ni shozu.

El descuido — un gran enemigo; las llamas saltan cada vez más alto—. Comentario de un tradicional juego de cartas japonés.

Esa advertencia se puede aplicar a muchos aspectos de la vida. El noventa y nueve por ciento de los accidentes de tránsito resultan de un descuido. En el trabajo, un poco de dejación puede arruinar toda una investigación o una preparación exhaustiva, dando como resultado incoherencias o la incapacidad de obtener los resultados deseados. Lo mismo acontece en la guerra, ya sea en una batalla que involucre ejércitos, ya sea en un combate individual. La preparación descuidada, o la franca negligencia, es una fórmula infalible para el desastre.

Para impedir que nuestros esfuerzos sean "consumidos por las llamas", debemos examinar constantemente nuestras acciones y ser cautelosos en cuanto a nuestros métodos, estando siempre conscientes de que "el infortunio resulta de un descuido".

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

8El KARATE VAMÁS ALLA DEL DOJO

Dojo no mino karate to omou na.

El objetivo del Karate-do es preparar y desarrollar tanto la mente como el cuerpo. El cultivo de la actitud mental y espiritual iniciada durante la práctica en el dojo (o sala de entrenamiento) no debe terminar después de que los ejercicios físicos y mentales terminan en el día. Al contrario, deben continuar fuera del dojo, a lo largo de la rutina diaria.

Inversamente, los efectos de los excesos en el consumo de alimentos y bebidas, además de otros hábitos perjudiciales para la salud fuera del dojo, luego se reflejan en las prácticas en el dojo. Ellos llevan el cansancio de la mente y el cuerpo, imposibilitando siempre la realización de las metas individuales de entrenamiento.

Dentro o fuera del dojo, los estudiantes del karate deben desarrollar y entrenar tanto la mente como el cuerpo.

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9El KARATE ESUNA ACTIVIDAD

VITALICIAKarate no shugyo wa issho de aru.

No existe un punto definido indicando la conclusión del entrenamiento en karate; siempre hay un nivel más alto. Por esa razón los estudiantes deben continuar entrenando durante toda su vida.

El verdadero camino del entrenamiento es un estudio ilimitado y sin fin. El hecho de haber aprendido todos los kata (ejercicios o formas) y las técnicas de bloqueo simplemente no constituye un verdadero entrenamiento, a menos que se continúe practicando lo que fue aprendido. Un pasaje en el primer libro del Hagakure sostiene esa afirmación:

En una historia de un viejo maestro espadachín se cuenta que “Al principio, incluso en caso de práctica regular, uno no tiene la sensación de progresar. Uno se sabe poco hábil y ve a los demás a su propia imagen. En este estadio es inútil precisar que no se es de ninguna utilidad.”

“Cuando se alcanza el estadio mediano, uno no es de gran utilidad pero toma conciencia de sus deficiencias y empieza a notar las imperfecciones de los otros.”

“Cuando se alcanza el nivel superior es capaz de tomar por propia iniciativa decisiones en cualquier situación"

“En una etapa superior, la persona cree en sí misma, orgullosa de sus conquistas, alegrándose en elogiar a otros y también compadeciéndose cuando los otros se equivocan. La persona mantiene a los otros en alta estima. Para la mayoría, esa es la etapa final.”

“Más, en el caso de que intente el paso siguiente, la persona entonces encontrara un Camino superior. Si usted escoge seguir por ese camino, llega finalmente a ver que en verdad no existe ningun fin. Toda la satisfacción por haber llegado tan lejos desaparece y la persona verdaderamente va a conocer sus propias debilidades. Ella vive la vida sin ningún deseo de éxito mundano, no tiene inclinación a ser orgulloso de nada, ni siente necesidad de humillarse.

El señor Yagyu dijo que no sabía cómo derrotar los adversarios, lo único que sabía era como superarse a sí mismo — volviéndose mejor en el presente que en el pasado — esforzándose así día tras día la vida entera.

Trabajar la frase infinita, volverse mejor hoy de lo que éramos ayer y entonces mejor mañana de lo que somos hoy — a lo largo de toda la vida — es una imagen verdadera del Camino del Karate.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

10APLIQUE EL SENTIDODEL KARATE EN

TODAS LAS COSAS.ESO ES LO QUE TIENE DE BELLO

Ara-yuru mono o karate-ka seyo, se soko ni myo-mi ari.

Un golpe o una patada, dada o recibida, pueden significar vida o muerte. Ese concepto es la esencia del Karate-do.

Sí todos los aspectos de la vida fueran interpretados con tanta seriedad, no habría desafío o dificultad que no pueda ser superado. Cuando un estudiante enfrenta una dificultad con la actitud de que su propia vida está en juego, tendrá la revelación de lo que es capaz de realizar con las propias habilidades. El comprenderá el poder maravilloso que se origina de la preparación de la mente y del cuerpo por el camino del Karate, reconociendo la belleza intensa y exclusiva de ese Camino.

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11El KARATE ES COMO EL ÁGUA

HIRVIENDO: SIN CALOR, VUELVE A ESTAR TIBIA

Karate wa yu no goto shi Taezu netsudo wo ataezareba moto no mizu ni kaeru

Aprender con la práctica es como empujar un carro montaña arriba: sí usted lo suelta, el corre para atrás.

Proverbio japonés

En todos nuestros estudios, la concentración y el empeño continuos son la marca del éxito, no tiene sentido comenzar el estudio del Karate-do como sí usted parase y se acostara en el marco de la entrada para descansar un poco en camino a su casa. Una demostración casual de karate, o su práctica casual, no son suficientes. Solo con un entrenamiento continuo usted será capaz de percibir, en la mente y en el cuerpo, los beneficios del Camino.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

12NO PIENSE EN VENCER. EN VEZ DE

ESO, PIENSE EN NO PERDERKatsu kangae wa motsu na makenu kangae wa hitsuyo.

Este décimo segundo principio trata del pensamiento cotidiano; el décimo tercero y el décimo cuarto principios se refieren a la actitud mental en una situación de combate decisiva.

"Saber apenas como vencer y no como no perder es derrotarse solo" fue una de las últimas recomendaciones dejadas por el Shogun Tokugawa leyasu antes de morir. La actitud mental que considera apenas el vencer alimenta inevitablemente un optimismo excesivo y causa impaciencia y mal humor. El estudiante que solo piensa en vencer pierde el sentido de humildad. Comienza a ignorar o a desconsiderar a los otros, una actitud que puede crear muchos enemigos.

La mejor actitud a adoptar es la siguiente: con base en sus verdaderos puntos fuertes y en su convicción inalterable, adopte una postura firme de no perder delante de ningún adversario, sea quien fuere; porque así, por medio de un comportamiento moderado, hace lo posible para evitar pleitos con otros.

Siga el dictado: “Cuando se enoja, hace que el animal más feroz se encoja, pero cuando sonríe, incluso un niño pequeño corre a sus brazos”. Un samurái con falso valor es duro por fuera y suave por dentro; la persona verdaderamente valerosa es suave por fuera y dura por dentro. El Karate-do siempre fue considerado un arte marcial de caballeros. El estudiante del Karate-do debe tener en mente ser suave por fuera y fuerte por dentro.

El principio de concentrarse en no perder tiene puntos en común con el siguiente pasaje de Sun Tzu:

“Una estrategia para el comando de las tropas no debe depender de que el enemigo no llegue, mas debe confiar en su propia habilidad de esperarlo y encontrarlo cuando llega. No debe depender del enemigo al atacar, mas debe buscar no ser susceptible de ataque.”

Sun Tzu, "Las Nueve Variables", El Arte de la Guerra

En resumen, el pasaje anterior nos alerta para estar siempre preparados, una advertencia que puede ser ampliamente aplicada en muchos aspectos de nuestra vida diaria.

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13CAMBIE DE POSICIÓN

DE ACUERDO CON SU ADVERSÁRIOTekki no yotte tenka seyo

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

14El RESULTADO DE UNA BATALLA

DEPENDE DE COMO ENCARAMOS EL VACIO Y LO LLENO (LA DEBILIDAD Y

LA FUERZA)Tatta kai wa kyu-jitsu no soja ikan ni ari.

La formación de un ejército debe imitar el agua. El agua evita los lugares altos y busca los bajos; los soldados deben evitar los lugares llenos de enemigos [fuerza] y atacar los vacíos [debilidad]. El agua cambia su flujo de acuerdo con la inclinación del terreno; un ejército llega a la victoria reaccionando frente al enemigo. Así, se puede decir que no existe patrón para una operación militar, de la misma manera como el agua no tiene una forma definida. Aquel que obtiene la victoria aprovechándose hábilmente de los puntos fuertes y débiles del enemigo es engrandecido.

— Sun Tzu, "Lleno y Vació", El Arte de la Guerra

Los principios número trece y catorce tratan de la actitud mental en batalla. Sun Tzu discute como se debe administrar las propias fuerzas en comparación con el

agua. De la misma manera como el agua corre naturalmente de un punto superior a otro inferior, el comandante debe evitar los puntos fuertes del enemigo y atacar los puntos débiles. Y así como el agua controla su flujo de acuerdo con los contornos de la tierra — reduciendo la velocidad y calmándose en tierra plana, siguiendo con rapidez por los declives pronunciados y en cascadas por los bordes de los precipicios — un ejército, para asegurarse la victoria, se debe adaptar a los movimientos del enemigo y las características del terreno.

Por tanto, al comandar y orientar soldados, un líder debe evitar una acción militar "patrón". Quiere decir, que la estrategia del líder debe ser tan fluida como el agua; maleable en vez de fija e inmutable. Su ejército debe moverse con libertad y habilidad para adaptarse a las circunstancias del enemigo. Quien es capaz de obtener la victoria de esa manera tiene un dominio extraordinario de la estrategia militar así como un admirable sentido de la oportunidad.

Conforme explicamos arriba, se entiende la importancia de escoger una estrategia de acuerdo con el enemigo, de manipular el "vació y el lleno". Ese concepto no se limita al comando de un gran número de soldados, se aplica, en un sentido más restrictivo, a los aspectos técnicos del combate en Karate-do.

El décimo noveno principio también refuerza la importancia de la flexibilidad de los métodos de lucha: "No se olvide de aumentar o sustraer la fuerza, de expandir o contraer el

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cuerpo, de aplicar la técnica rápida o vigorosamente." La aplicación de esos aspectos debe variar en relación a las técnicas usadas por el adversario.

Existen muchos proverbios bien conocidos que enfatizan la necesidad de adaptar las acciones del individuo a su adversario, como, por ejemplo: "Adaptar el discurso al público" y "Cuando este en un determinado lugar, siga los costumbres locales."

El décimo tercero y el décimo cuarto principios tienen un significado profundo, no solo en relación al combate y al Karate-do, sino que también en las confrontaciones y desafíos de la vida diaria.

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

15CONSIDERE LAS MANOS Y LOS PIES DEL ADVERSÁRIO COMO ESPADAS

Hito no te ashi wo ken to oboe.

Una vez que las manos y los pies del estudiante dedicado pueden ser tan peligrosos como una espada, este principio debe ser seguido al pié de la letra.

Sí ampliamos un poco más esa idea, también debemos considerar las manos y los pies de un no estudiante como peligrosos. Cuando está en juego la sobrevivencia, incluso una persona sin entrenamiento es capaz de desencadenar una fuerza sorprendente y extraordinaria con sus miembros. Cuando alguien sin conocimiento del karate o del judo se involucra en una lucha con todo su corazón y su alma, sin tomar en consideración su propia vida, un novicio en las artes marciales no tiene como resistir. Como se acostumbra decir: "Un ratón acorralado es capaz de morder hasta el gato."

Por esa razón, nunca debemos caer en el exceso de confianza o la arrogancia en relación a nuestra fuerza y a nuestra habilidad. Cuando se combate con alguien entrenado o sin entrenamiento en las artes marciales, debemos considerar el potencial del adversario.

Al surgir algún problema, debemos permanecer siempre cuidadosos y respetuosos en palabras y acciones, y nunca desconsiderar un adversario o hacer poco caso de su potencial. En vez de eso, debemos concentrarnos en defendernos con toda conciencia y dedicación.

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16AL SALIR POR SU PORTON, USTED SE

ENCONTRARA CON UN MILLAR DE ENEMIGOS

Danshi mon wo izureba hyakuman no tekki ari.

Este principio encuentra eco en un antiguo proverbio: "Aquel que cruza umbral de la puerta tienen siete enemigos." Ni "siete" ni "un millón" deben ser interpretados literalmente, es claro, que son una indicación de "muchos".

El descuido es un gran enemigo cuando dejamos la seguridad de nuestra casa. Si no estamos en la mejor forma, tanto física como emocionalmente, atraemos alborotadores y problemas. Por tanto, debemos adoptar la actitud que, al cruzar la puerta de su casa, estamos entrando en medio de muchos enemigos potenciales y debemos estar mentalmente alertas.

La historia siguiente fue contada por el maestro de karate Genwa Mabuni e ilustra el principio dieciséis:

El maestro Yasutsune Itosu, un gran conocedor del karate que vivió plenamente hasta sus ochenta y cinco años, cada vez que iba a salir de su casa tenía la costumbre de hacer una parada e inclinarse reverentemente delante del santuario domestico.

Un día, venciendo mi discreción, le pregunté: "Sensei, ¿qué pide a los dioses en su oración?"

El respondió: "Cuando un hombre viejo como yo sale de su casa, es gracias a los dioses el no ser atacado por un caballo o atropellado por una carroza, y poder volver sano y salvo a casa. Es así que yo les pido de nuevo, que por favor hoy, me protejan, y permitan que vuelva a casa con seguridad después de concluir mis negocios."

En esa ocasión, aun lleno de vigor juvenil, yo murmure: "Sensei, cómo dice una cosa así un experto en artes marciales como usted", y en ese mismo instante pensé que estaba siendo un tonto.

Pero ahora, al recordar la ocasión, comprendo como era de profundo el punto de vista de él.

La historia del maestro Mabuni constituye una rara oportunidad para vislumbrar el modo de pensar de un gran conocedor de las artes marciales y refuerza la importancia del principio en cuestión.

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17EL KAMAE ES PARA LOS NOVICIOS;

CON EL TIEMPO, SE ADOPTA SHIZENTAI 8

Kamae wa shoshinsha ni ato wa shisentai

Todas las modalidades de artes marciales tienen sus propios kamae9. El karate tiene un cierto número de kamae que le son peculiares, las cuales tienen como

base la eficiencia y la eficacia. Estas kamae evolucionaron a partir de investigaciones y experiencias realizadas por los maestros de karate del pasado y son transmitidas de profesor a alumno. Al estudiar el karate, se debe aprender todas las kamae.

Aun en la etapa inicial, es importante ejercitarse hasta dominar las diversas modalidades de kamae. No obstante, concentrarse exclusivamente en los kamae puede inhibir la libertad de ejecución de las técnicas, de ahí el sentido de la introducción de este principio. À medida que usted progrese en su entrenamiento, es fundamental evitar aferrarse al concepto de las kamae. Usted debe ser capaz de ser moverse y cambiar de posición a voluntad. Considere esta enseñanza en paralelo con lo indicado en el sexto principio: "La mente debe estar libre." "Después, se adopta shizentai", que tienen una contrapartida en un antiguo precepto: "En karate no existe kamae." Considerando que sabemos que el karate tiene kamae, esa afirmación parecería contradecir la primera mitad del principio diecisiete, pero en realidad no hay ningún conflicto. Algunos explican esa paradoja así: "En karate no existe kamae; mas en la mente la persona existe kamae."

Eso ha sido dicho de varias maneras a lo largo de la historia del karate: "No se distraiga preocupándose demás con la forma física de la su kamae, sí es buena o

mala." "No importa cuán impenetrable parezca su posición de guardia, si ella no tiene utilidad,

porque su mente está adormecida." "No importa cuán llena de fallas parezca el kamae de un adversario; si la mente está

preparada, usted debe ser extremamente cauteloso." De cierta forma, también es un gran error dejarse atrapar en la ilusión de la kamae

mental. Así, advierte una antigua canción: Es la mente en sí que lleva a la propia perdición; Nunca se descuide de la mente, Takuan Soho, La mente Liberada, (trad. de Willian Scott Wilson)

88 Postura natural

99 Posturas de preparación o de guardia.

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En otras palabras, debemos estar siempre en guardia contra nosotros mismos. Por ejemplo, si nos preocupamos exclusivamente de la kamae mental y descuidamos a su contrapartida física, nos volvemos susceptibles. Eso puede llevar fácilmente a un descuido y al consiguiente perjuicio. "Nunca se descuide, de la mente " apunta a la necesidad de desarrollar los rincones más profundos de la mente — del yo — por unanimidad, reprimir y acallar la mente engañada. Ese "maestro interior de la mente" acostumbra ser llamado "sabiduría inmóvil".

Todo eso sugiere que la idea de que "en karate no existe kamae; mas el kamae está en la mente de la persona" es un punto de partida en el camino de la comprensión más profunda; la comprensión de una persona no es genuina hasta que ella explore a fondo ese concepto, volviendo a entender que "en karate no existe kamae; si la kamae existe en la mente de las personas”.

Cuando el estudiante tiene ese estado de comprensión, ya no precisa prepararse mentalmente o planear el ataque al adversario ni en la propia reacción. No obstante, ese estado no es una actitud intempestiva del tipo: "¡Pueden venir que yo estoy preparado!" Tampoco es una actitud relajada y distanciada de indiferencia. Al contrario, es una postura abierta y honesta, en la cual el estudiante observa y responde a las manifestaciones de la mente y a los movimientos corporales del adversario a medida que ocurren. La velocidad de la respuesta es como la física que resulta del fricción de la piedra con el metal; esto sucede en un abrir y cerrar de ojos, instantáneamente.

Ese poder soberbio no es nada menos que una profunda y maravillosa habilidad. De observar la capacidad notable de reaccionar instantáneamente de un profundo conocedor de karate hace que el concepto de "no existe kamae" quede claro como el agua. Observar a un especialista revela la existencia de una habilidad primorosa que se manifiesta naturalmente de acuerdo con la necesidad de la situación. El poder del especialista sin kamae es coherente con este antiguo poema que muestra como, en el instante en que la Luna aparece por entre las nubes, su reflejo aparece en el agua.

Sus aguas, sin pretender reflejar; Luna misma sin querer ser reflejado.

El lago de Hirosawa. ¿Cómo se llega a ese estado de no kamae? La respuesta se encuentra en el cultivo de la

mente inalterable, libre de agitación. Tei Junsoku, un sabio erudito de Okinawa, explico el estado con una imagen parecida: "Mi mente, calma y limpia, como el agua sin ondulaciones sigue reflexionando." El reconoció la importancia de buscar un estado tranquilo para existir "como el agua sin ondulaciones", como si solo entonces fuese posible reflexionar las cosas de manera confiable.

Las ondulaciones en la superficie del lago Hirosawa hacían que el reflejo de la Luna se rompiese en una infinidad de imágenes. Confrontado con la multiplicidad, cualquiera se vuelve confuso y sin acción, incapaz de mover las manos o los pies en un esfuerzo coordinado.

La mente confusa es la causa de todo el mal, la base del error. Solo la mente cultivada al punto de volverse serena, tranquila, inmutable, es capaz de, como un espejo claro y cristalino, captar la Luna cuando ella aparece, o reflejar un pájaro volando en el cielo. Solo con la mente tranquila es posible hacer juicios justos y lúcidos, libres de error.

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"En el karate no existe kamae" — cuanto más se intente comprender el significado de ese precepto exquisito del Karate-do, más se admira la profundidad de su enseñanza. Insistir en que no existe kamae cuando, en la realidad, existe todo tipo de kamae, sigue el punto de vista filosófico según el cual todas las formas del universo están vacías de existencia real. Entonces, el shizentai sin kamae se transforma en un número ilimitado de formas.

En la profundidad de su contenido y en la manera concisa como es expresado, el principio diecisiete simboliza el significado profundo del camino ilimitado del entrenamiento que debe ser recorrido por el estudiante del karate.

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18EJECUTE CORRECTAMENTE EL KATA;

EL COMBATE REAL ES OTRA CUESTION

Kata wa tadashiko jissen wa bettsu mono.

Desde los tiempos antiguos, el kata es la parte central del entrenamiento en Karate-do. Considerando que las técnicas y métodos de todo tipo se han fundido en el kata, y especialistas y maestros de épocas pasadas han preservado cuidadosamente los diversos tipos de kata, los variados kata deben ser practicados y ejecutados de la misma manera como fueron enseñados. En las palabras del maestro de karate Yasutsune Itosu, "Mantenga los kata como son, sin procurar embellecerlos".

Más, en combate real, no debe ser impedido o limitado por los rituales del kata. Al contrario, el estudiante debe trascender el kata, moviéndose libremente de acuerdo con los puntos fuertes y débiles del adversario.

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19NO SE OLVIDE DE IMPRIMIR O

SUSTRAER LA FUERZA, DE EXPANDIR O CONTRAER EL CUERPO, DE APLICAR

A TECNICA CON RAPIDEZ O LENTAMENTE

Chikara no kyojaku, karad no shinshuku, waza no kankyu wo warusuma.

Se debe tener en mente que cada una de las combinaciones se aplica igualmente al kata y al combate real. En el caso de que se ejecute el kata sin considerar la variación de la fuerza, las posibilidades de extensión y contracción del cuerpo, o la aplicación de ritmos diferentes al usar una técnica, no tiene sentido aplicar esa técnica. La esperanza es que, a lo largo de la práctica del kata y del kumite (ejercicios físicos), el estudiante pueda comprender plenamente el significado de este principio.

Imprimir o sustraer la fuerza, expandir y contraer el cuerpo, ejecutar técnicas con rapidez o lentamente, inhalar y exhalar, y así en adelante — todos los esos elementos son esenciales en una lucha real y deben ser plenamente comprendidos para evitar a derrota.

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20MANTENGASE SIEMPRE

ATENTO, DILIGENTEY CAPAZ EN SU BUSQUEDA

DEL CAMINOTsune ni shinen kufu seyo.

Este principio comprende en si mismo todos los principios anteriores. Sea del punto de vista espiritual o técnico, el estudiante debe "mantenerse constantemente atento, diligente y capaz".

“El legendario maestro espadachín Miyamoto Musashi ilustra este principio: “Tuve mi primera disputa hace mucho tiempo, a los trece años de edad. (...) A

los veinte fui a la capital y, había conocido a los mayores estudiantes de las artes marciales del imperio y había participado en numerosos combates, nunca dejé de vencer. después de eso viaje de un lugar a otro, de provincia en provincia, procurando conocer estudiantes de artes marciales de varias escuelas; y, hasta ahora he participado de unos sesenta duelos, no perdí ni una sola vez, y de esa manera pase de los trece a los veintinueve años de edad”.

“En aquella época yo me ejercitaba fervorosamente de mañana a la noche, procurando entender los principios del Camino más profundamente, y cerca de los cincuenta años de edad llegué a una comprensión natural del Camino de las Artes Marciales”.

Libro de los Cinco Anillos

Hasta un genio de las artes marciales como Musashi, que se ejercitaba ardientemente de mañana a la noche sin descanso, solo consiguió llegar a un esclarecimiento sobre el Camino a los cincuenta años de edad.

El fundador del estilo de esgrima Muto-ryu, Yamaoka Teshu, tenía cuarenta y cinco años cuando declaro: "Solo ahora conseguí llegar a una comprensión maravillosa", para expresar su avance rumbo al esclarecimiento. Eso ocurrió después de treinta y siete años de entrenamiento con la espada, y de veintitrés años como discípulo del famoso espadachín Asari Matashichiro. Solo después de continuar con su práctica durante décadas, con un espíritu valiente e intrépido, fue que ganó el apelativo de "Demonio de Hierro", y solo después de dedicarse a su meta con una seriedad de propósito que le tomó casi toda su existencia, es que él capto por primera vez los verdaderos principios del Camino.

Esos ejemplos enfatizan como es engañoso ilusionarse con la idea de que es posible volverse maestro de un arte marcial después de cinco o diez años de práctica en los momentos de ocio. Ese comportamiento engaña al estudiante y corrompe el Camino. Es por eso que el último principio nos advierte "mantenerse constantemente atento, diligente y capaz".

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

La vanidad y el prejuicio son como amarras que impiden nuestro progreso. Los estudiantes del karate precisan probarse y cuestionarse constantemente, nunca dejando de ser atentos y diligentes, hasta ser capaces de penetrar los niveles más profundos del Karate-do. Esa debe ser la actitud de todos los que aspiran al Camino.

En estas pocas páginas, comente brevemente los veinte principios. Esos principios no deben ser considerados aplicables solamente al Karate-do.

Si usted los aplica, sus conceptos implícitos de atención, diligencia y desarrollo, a su manera de proceder en sociedad, aumentará significativamente su comprensión de la vida como un todo.

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CONCLUSIÓNLos veinte principios contenidos en este Libro se aplican no solo al karate, sino que

también a las artes marciales en general, así como a todas las actividades humanas. Muchos estudiantes del karate tienen la impresión de que esa modalidad de artes marciales es, más que todo, un instrumento para salir victorioso en disputas y aumentar la fuerza física. No obstante, conforme se ha explicado en este Libro, opiniones como estas reflejan un total desconocimiento y un gran mal entendido en relación a este arte marcial. El karate es mucho más que simplemente una técnica para obtener una victoria en combate. Es una manera de cultivar el espíritu. Los principios aquí presentados pueden ser aplicados en la vida diaria tanto por los estudiantes como por aquellos que no lo practican.

El maestro Gichin Funakoshi (1868-1957) fue el padre del Karate-do moderno. Como jefe de la Okinawa Shobukai, una asociación de karate, fue convidado por el Ministerio de Educación para ir a Tokio en mayo de 1922, a fin de participar de una demostración de artes marciales tradicionales patrocinada por el gobierno. Así, el se convirtió en la primera persona de todos los tiempos en presentar al continente del Japón la disciplina del kamte-jutsu, exclusiva de Okinawa (Ryukyuan). Apoyado por hombres como "el padre del judo", Dr. Jigoro Kano (1860-1938), y el maestro espadachín Hakudo Nakayama (1873-1958), el permaneció en Tokio y trabajó para popularizar este arte marcial.

Al dar clases en universidades, en la sede de la policía de Tokio y en otras instituciones, haciendo todo lo que pudo para diseminar el conocimiento de ese arte marcial hasta entonces desconocido, Funakoshi estudio Zen en el templo de Engaku-ji, en Kamakura, bajo la orientación del abad jefe Ekun. Alrededor de 1929, al concluir su educación, el maestro Funakoshi atribuyó un nuevo nombre a la disciplina hasta entonces simplemente conocida en Okinawa como te (mano) o tode (mano china). Funakoshi sustituyo el carácter relativo a "china", que se pronuncia kara en japonés, por un homónimo como el significado de "vació". En lugar de karate-jutsu, "Arte de la mano china", el arte paso a ser conocido como Karate-do, o "el Camino de la Mano Vacía".

La elección de la palabra "vacía" refleja un aspecto fundamental del Karate-do, que es defenderse a sí mismo y bloquear un enemigo usando nada más del que las manos desarmadas. Al mismo tiempo, el concepto de vacío es coherente con el precepto budista shiki soku ze ku, ku soku ze shiki, que significa "la forma del universo es el vacío, el vacío es la forma" (vea la autobiografía de Funakoshi, Karate-do: Mi Modo de Vida). Se considera que la esencia del budismo está contenida en el Sutra del Corazón, traducido por el monje chino Hsüan-tsang (602-64), cuya peregrinación a la India inspiro el célebre romance chino conocido en inglés como Monkey10. La ecuación de vacío y forma es esencial para la enseñanza del Sutra del Corazón, y Funakoshi encontró paralelos sorprendentes entre el budismo y su venerado karate.

Como la posesión de armas estaba prohibida en Okinawa, la disciplina tradicional del karate-jutsu se desenvolvió secretamente entre los guerreros, tanto como un medio de defensa personal o como un arma potencialmente letal. Cuando ese arte marcial fue rebautizado como Karate-do, las modalidades tradicionales se revistieron de un segundo propósito. Ellas se volvieron un modo de cultivar el espíritu. Los Veinte principios Fundamentales del Karate

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La obra, cuyo título original es Si Yeou Ki, del autor Wu Ch'eng-en, fue publicada en el Brasil bajo el título de El Macaco Peregrino. (N. del T.)

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

fueron concluidos varios años después que ese arte marcial fuera rebautizado y tenían como objetivo proporcionar una orientación espiritual para los estudiantes del karate. En suma, los principios tenían como finalidad funcionar como lecciones de vida para aquellos que ingresaren en el entrenamiento espiritual del Karate-do.

En enero de 1939, el primer dójo japonés para la práctica del Karate-do fue inaugurado en el barrio de Zoshigaya, en Mejiro, Tokio. Fue bautizado como Karate-do Shotokan del Japón. Shoto, que significa literalmente "sonido producido por el ondear de los pinos", se inspiraba en el seudonimo literario del maestro Funakoshi, para quien nada era más adorable que caminar entre los pinos nativos de Okinawa oyendo el susurro del viento entre sus ramas.

El primero de los veinte principios es: "No se olvide de que el Karate-do comienza y termina con rei." En cierto sentido, esa afirmación significa que toda lección debe comenzar y terminar con una reverencia, llamada rei. No obstante, en un sentido más profundo, sugiere que el estudiante del karate debe seguir sinceramente todas las convenciones sociales del Karate-do — mostrando respeto, adoptando el comportamiento adecuado y así en adelante — que también están comprendidas en el termino rei. Aun lejos del dojo, el estudiante debe cumplimentar a sus conocidos con cortesía sincera y basar todos los aspectos de su vida en el concepto fundamental de respeto. Por cuanto más tiempo se extienda el estudio del karate, más naturalmente se debe equiparar el karate al decoro y al respeto.

Como estudiante universitario, entre a un club de karate Shotokan bajo la dirección del maestro Funakoshi, donde me enseñaron con el mayor rigor que cualquier tipo de lucha estaba prohibido. No importaba cuales fuese las circunstancias, cualquiera que fuese sorprendido luchando sería expulsado inmediatamente. Estuviese ganando o perdiendo, luchar estaba fuera de cuestión. El maestro Funakoshi consideraba de manera inflexible que cualquiera que cometiese el abuso de usar las técnicas del karate para luchar era culpable de crueldad. El llamaba a este tipo de lucha jaken, que literalmente significa "puños malignos". El deseo de luchar convierte los puños normales en instrumentos del mal.

El más famoso de los veinte principios es el segundo: "No existe primer golpe en karate." Ese principio puede ser interpretado como significando que el karate comienza con una defensa, en vez de una instrucción para permanecer pasivo. El maestro Funakoshi escribió: "Nunca, en ninguna circunstancia, usted debe ser el primero en atacar, pero su actitud mental debe ser constantemente la de percibir la iniciativa [en el caso de que precise defenderse]."

En un sentido más profundo, este principio significa que en Karate-do no existe ni yo, ni el adversario. El estudiante del karate amplia su perspectiva para incorporar un adversario potencial y aleja de si a idea de la separación. Ese es otro modo por el cual el precepto budista shiki soku ze ku, ku soku ze shiki del Sutra del Corazón se traduce en karate.

El décimo segundo principio declara: "No piense en .vencer. Al contrario, pensé en no perder." Eso significa que, hasta ahora el estudiante no debe estar obsesionado por el deseo de vencer, es esencial que se convenza de que tampoco va perder. El estudiante de karate no debe subyugar el adversario en medio de un ansia desesperada por la victoria, mas debe estar tan bien entrenado en ese arte en que la derrota es evitada.

Cuando se conmemoró el décimo aniversario del club de karate en el auditorio de la facultad, no mucho tiempo después de la mi formación, el maestro Funakoshi, ya cerca de los ochenta años de edad, compareció en la ceremonia trabajando en su habitual hoba, zapatos con un suporte especial de madera de magnolia para fortalecer las piernas y la región viril. En esa ocasión, el proporciono a todos una demostración serena y relajada de karate. Al finalizar la ceremonia, el me mandó llamar. A cierta altura de la conversación, el me dijo: Cuando usted

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llegue a una curva en la calle, de una vuelta larga. Usted debe hacer eso porque nunca puede saber lo estará esperando del otro lado."

Partiendo de alguien en el auge de su maestría, con una fuerza constante, incluso en la vejez, este consejo parece sorprendentemente común. Pero de todas las cosas que él me dijo, fue la que me marco más profundamente. No hay duda de que el consejo provenía, en parte, de la experiencia de él en Okinawa, donde las calles no estaban muy bien iluminadas, impidiendo prever los peligros que podrían estar ocultos en la oscuridad. Para mí, las palabras de él transmitieron el estado mental de alerta constante de un maestro de karate, con la prudencia necesaria para ganarle al peligro en astucia sin lanzar un golpe. El consejo que el maestro Funakoshi me dio refleja las enseñanzas del décimo sexto principio: "Al salir por su puerta, a usted le esperan un millón de enemigos."

El décimo octavo principio aconseja: "Ejecute el kata con exactitud; el combate real es otra cosa." el kata tiene varios propósitos — visibles e invisibles. Al realizar los test para la promoción de un grado al siguiente, el maestro Funakoshi nunca aprobaba quien quiera que fuese que cometiese hasta el más minúsculo error en un ejercicio. "Los errores son inaceptables", el insistía, sin dar oídos a los argumentos de que la habilidad global del candidato podría ser alta a pesar de los errores.

Hoy mi carrera en karate atraviesa casi seis décadas. Durante todo ese tiempo, he repetido incansablemente el mismo entrenamiento una y otra vez, y recientemente he hecho todo tipo de descubrimientos. Hay muchas cosas ocultas en los katas del karate — ellos poseen la experiencia que no puede aprender de nadie. Pero, por la paciente repetición del kata, es posible llegar a un punto de descubrimiento que le llevará a pensar: "¡Ah, eso es todo! ¡De eso se trata!" Bajo la superficie de los ejercicios de Karate-do, hay un nivel más profundo de la comprensión, accesible sólo a aquellos que habían dominado las habilidades necesarias

En un sentido semejante los misterios más profundos de las artes marciales japonesas se registran en los rollos de papel que han sido legados en secreto de generación en generación a través de los siglos. Las palabras y las imágenes de los rollos de papel no dicen nada a la persona promedio. Sólo después de que alguien ha dedicado años de su vida a la práctica seria de este arte es que se revelan sus misterios.

En su libro Karate-do Kyohan, el maestro Funakoshi escribió que "el karate es la base de todas las artes marciales". Ciertamente, uno puede discutir largo y tendido sobre: coloque una espada en la mano vacía de un estudiante de karate y usted tendrá a arte del ken-jutsu; un bastón y tendrá a arte del bo-jutsu; una lanza y tendrá a arte del Jo-jutsu. La estrecha relación entre las artes marciales y el karate es evidente en personas como el propio profesor del maestro Funakoshi, Yasutsune Azato (1828-1906), que era un maestro de la espada de Jigen-Ryu y se perfeccionó en muchas otras artes marciales; y el fundador y la fundador de la escuela de Karate Goju-Ryu, Chojun Miyagi (1888-1953), quien también fue considerado como un espadachín extraordinario.

Además, el principio decimoquinto recuerda el practicante de karate: "Considere las manos y los pies de la oponente como una espada." Esto siempre ha sido una cita de Azato, un hombre con tanta experiencia en el karate que se dijo que era capaz de cortar a una persona sólo por apoyarse en ella.

Es importante recordar que los pies y las manos pueden ser tan eficaces en la lucha como una espada. De hecho, la Yagyu Shinkage ryu-ken-jutsu es una técnica famosa llamada "portando la espada", en la que el estudiante captura la espada de un oponente o someter a un atacante armado sólo con sus manos. Esta escuela fue fundada en el periodo Edo (1600-1868)

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Veinte Principios Fundamentales del Karate

y transmitida por sucesivos shogunes. Yagyu Munenori (1571-1646), fundador de la Yagyu de Edo, escribió un famoso libro titulado Heiho Kadensho, o dando vida a la espada.

De acuerdo con Shigeru Egami (1912-1981), uno de los mejores alumnos de Funakoshi, al maestro le gustaba decir: "No ir contra la naturaleza." Este concepto está contenido en el principio de XVII, que establece "El kamae (posición de guardia) es para principiantes, con el tiempo, adoptar la postura natural (shizentai)." El significado de la posición "natural" si no es fácil de entender, pero básicamente significa que el estudiante que no es un principiante tiene que mantener un comportamiento normal. El espíritu está en guardia, no del cuerpo. Dado que no hay manera de predecir lo que sucederá después, el espíritu debe estar completamente alerta, pero el kamae, o postura, permanece relajada.

La misma idea se enseña en la escuela Shinkage Yagyu-ryu. Sin ninguna indicación clara de la posición de preparado, el estudiante espera que el oponente haga su movimiento, y cuando el oponente ataque, el estudiante rápidamente da un paso atrás para evitar el golpe y luego atacar con la mano izquierda hacia adelante, derribando al oponente con un solo golpe. Esta es la quintaesencia de la enseñanza de la Shinkage Yagyu-ryu.

El décimo tercer principio aconseja: "Cambie de posición de acuerdo con el adversario"; y el vigésimo declara: "Manténgase siempre atento, diligente y capaz en la su búsqueda del Camino." Además de ser oportunos complementos al décimo séptimo principio, esas duras directrices hacen recordar al tercer hijo del maestro Funakoshi, Gigo Funakoshi (1906-45), que fue un profesor lleno de entusiasmo; nosotros le considerábamos como "el maestro joven". El se dedico a estudiar el karate y fue quien invento el prototipo del kata actualmente común de mawlashi-geri (patada en 360 grados) y del yoko-geri (patada lateral). El también creo el taikyoku no kata, o "kata del comienzo del universo" y el ten no kata, o "kata de los cielos", así como del matsukaze kata, el "kata del viento en los pinos" en el bo-jutsu. Gigo Funakoshi dedico su vida al descubrimiento de nuevos estilos para el karate a modo de poder ajustar su propio karate al del adversario.

El décimo primer principio declara: "El karate es como el agua hirviendo: sin calor, vuelve a quedar tibia." en otras palabras, practique constantemente. Muchas personas practican con entusiasmo cuando están en la facultad, sin embargo terminan perdiéndose cuando comienzan a trabajar, y acaban se apartándose del karate. Yo mismo, durante varios años, por causa de las presiones en el trabajo, estuve sin practicar. Hoy me arrepiento de la desatención en relación al karate. Mirando hacia atrás, encuentro que yo debí haber sido más riguroso con la práctica del karate y tener reservado por lo menos algún tiempo para la práctica, por más ocupado que estuviese. La recompensa viene con el tiempo y la repetición. Es por eso que hoy digo a las personas que están en el comienzo de la vida que, por más difícil que parezca, ellas deben encontrar un tiempo para practicar. Algunos minutos por día ya son suficientes. Estando determinado a insistir en el karate, usted encontrará un tiempo para practicar donde quiera que este. El Maestro Funakoshi decía: "El karate es un camino para el cultivo del espíritu, un régimen físico que requiere mucha disposición, un programa de acondicionamiento físico y un arte de defensa personal." Es verdad que el karate es la única manera de conservar aquellos que fueron no fueron aventajados con extrema fuerza y disposición. El verdadero Karate-do debe necesariamente estar al alcance de todos los tipos de personas en cualquier lugar del mundo, no importa la edad. Y solo porque es un camino para el cultivo espiritual, ciertamente no significa que los estudiantes deban volverse excesivamente religiosos o solemnes por demás. El propio maestro Funakoshi era una persona muy abierta y accesible. Sí aun estuviese vivo, sin duda recomendaría que "cualquier aprendiz del karate, por más ocupado que este en el trabajo o en la escuela, [debe] mantener el espíritu del karate con el mayor rigor posible, de la manera más

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natural y relajada posible, y por en cuanto tiempo sea posible". Conforme declara en el noveno principio, "El karate es una actividad de por vida".

Jotaro Takagi

Presidente del Karate-do Shotokai del Japón

Director del Shotokan

Traducido por Leopoldo Muñoz Orozco