los novatos en el periodismo deportivo radial de rosario

Lionel Diego Coria – Los novatos en el periodismo deportivo radial de Rosario

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Trabajo final integrador : Los novatos en el periodismo deportivo radial de Rosario. Alumno: Lionel Diego Coria Docente: José Dalonso Fecha: 29 de mayo de 2009 Quinta promoción: año 2008 Escuela de Comunicación Social Facultad de Ciencia Política y RR. II Universidad Nacional de Rosario (UNR)


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Lionel Diego Coria

LOS NOVATOS EN EL PERIODISMO DEPORTIVO RADIAL DE ROSARIO

Un aspecto de la precarización laboral

Lionel Diego Coria – Los novatos en el periodismo deportivo radial de Rosario 3

ÍNDICE Introducción ……………………………………………………………………………. 4 Objetivos ……………………………………………………………………………….. 5 Inserción en las radios …………………………………………………………………. 6 Formación de los principiantes ………………………………………………………… 8 Prácticas periodísticas ………………………………………………………………… 13 Contexto laboral ……………………………………………………………………… 16 Conclusiones …………………………………………………………………………. 28 Anexo: entrevistas completas ………………………………………………………… 30 1. Jesús Emiliano: “El que acepta trabajar gratis, trabaja gratis durante toda su vida”………………………...…………………………………………………... 30 2. Marcelo Vitelli: “El periodismo deportivo no tiene futuro económico” …….…... 35 3. Marcelo Ramírez: “Cualquiera que lleva un aviso ya puede salir al aire” …….… 40 4. Julián Bricco: “El periodismo deportivo en Rosario es nefasto” ………………... 44 5. David Luis: “Se elige al que trae publicidad y no al buen periodista” …………... 50 6. Miguel Ángel Tessandori: “Acá no te dejan crecer” …………………………….. 56 Anexo: Ley 12.908. Estatuto del periodista profesional ………………………………61 Bibliografía …………………………………………………………………………… 79


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INTRODUCCIÓN

“Hoy un país pertenece a quien controla los medios de comunicación”

Umberto Eco1 Rosario es una ciudad donde la mayoría de los amantes del fútbol siguen a sus equipos a través de las transmisiones radiales de los partidos o de programas diarios. Los oyentes asiduos no conocen por dentro ni tienen por qué conocer o importarles por qué la labor periodística sale como sale al aire. Sin embargo, existen aspectos que los unen a los periodistas deportivos: siempre hay una primera vez para el trabajo. Y el trabajo es cada vez más precario para más personas. De eso se trata esta investigación. De caracterizar una forma de precarización laboral desde el siguiente interrogante: ¿Qué análisis hacen los periodistas deportivos acerca del ejercicio de los novatos en las radios rosarinas? Las prácticas son el resultado de la formación periodística más un contexto laboral precario. La rama de deportes se destaca debido a un flujo importante de estudiantes o periodistas recién recibidos que hacen sus primeras armas. Al tiempo que muchos ingresan, otros tantos se alejan de proyectos periodísticos a corto y largo plazo, donde la gratuidad de sus servicios funciona como un filtro, ya que muchos experimentan, se esfuerzan e insisten pero muy pocos se asientan. Las radios poseen un fácil acceso para cualquiera que lo desee. Incluso aquellos que no son periodistas lo hacen gracias a la compra de un espacio.2 La sencillez en cuanto al dominio de las tecnologías, los bajos costos (con un celular ya se pueden cubrir entrenamientos, partidos y realizar entrevistas; se pueden leer noticias en el estudio bajadas de Internet) y pocos recursos humanos (algunos programas colocan música) configuran una ventaja de inserción con relación a la prensa escrita y la televisiva. Desde la década del 90 hasta hoy la proliferación de emisoras de frecuencia modulada amplió las posibilidades de inclusión pero paradójicamente incrementó la precarización laboral, reflejando lo sucedido en la mayoría de los oficios y profesiones a causa de la irrupción del modelo neoliberal a nivel político, económico y social. En consecuencia, muy pocos trabajadores de la radio reciben su sueldo en blanco y en relación de dependencia. Entonces es el medio de comunicación donde más desprotegidos se encuentran los principiantes, quienes carecen de derecho laboral alguno, y eso incide en su práctica al aire. Asimismo, en los 90 aumentó la cantidad de periodistas disponibles merced a la apertura de varios institutos que dictan la carrera. También el comienzo de la transmisión de radio La Red -íntegramente deportiva- por FM en 1998 antes del Mundial de fútbol estimuló y propagó esta especialización periodística. El presente trabajo busca producir conocimiento sobre una realidad distinta a la idealizada por la sociedad, que va más allá de un derecho de piso o de hacerse de abajo. La intención es difundir a qué ambiente o sistema los estudiantes están ingresando, reflexionado desde adentro por personas experimentadas.

1 Umberto Eco, “Para una guerrilla semiológica”, en http://www.nombrefalso.com.ar/index.php?pag=87 2 Por ejemplo, sin haber estudiado, el ex jugador y entrenador Pablo Vitamina Sánchez tuvo un programa deportivo en FM Continental Rosario y el ex árbitro Claudio Martín, otro en FM La Deportiva.


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OBJETIVOS • Caracterizar las prácticas de los novatos desde la visión de los periodistas deportivos

radiales. • Describir la relación entre el producto periodístico de los principiantes y el contexto

laboral de su radio. • Identificar debilidades y fortalezas de la formación periodística de los inexpertos,

que repercuten al aire. • Detallar cómo se manifiesta una forma de precarización laboral que afecta a los

periodistas deportivos novatos. • Contrastar las maneras de inserción laboral de los periodistas entrevistados y cómo

sucede hoy.


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INSERCIÓN EN LAS RADIOS

“Comunicar es ‘poner en común’, es hacer común, público, algo” Alejandro Grimson3 Los estudiantes o periodistas deportivos recibidos cuentan con varios caminos para integrarse por primera vez a los medios: son recomendados por profesores de las escuelas donde se forman o se formaron, por actuales empleados de las radios, envían un currículum ofreciéndose o comienzan como pasantes desde el punto de vista de la supervisión educativa. Cabe aclarar que en el presente trabajo la palabra pasantía deberá tomarse desde la acepción referida a aquel período de aprendizaje en práctica o un acuerdo según el cual una persona trabaja con profesionales experimentados por poca o ninguna paga. Por eso los términos inexperto, novato o principiante aportan más claridad para dar cuenta de la inserción laboral. —A todo el mundo que entra a trabajar le cobran un derecho de piso —se introduce en el tema el relator de Radio Continental Jesús Emiliano4—. Está esa mirada: “Que los pibes que arrancan se hagan de abajo, que no cobren”. Me parece terrible porque es un atropello a la profesión. El derecho de piso supuestamente y entre comillas se debe cobrar de otra manera: desde la producción, que los principiantes vayan, busquen, aprendan y mejoren pero que no recorran el camino de lo indigno —propone. Hoy por hoy, el incremento de las radios de frecuencia modulada otorga más oportunidades para arribar y por ende desaparecieron las dificultades de otrora por la escasez de medios. Marcelo Vitelli,5 director periodístico de FM La deportiva, admite que hubo muchos cambios con respecto a sus comienzos en 1984: —Estaban LT2 , LT3 y LT8 . A Nacional, que era del Estado, no entrabas si no tenías un toquecito político. El núcleo era totalmente cerrado. Es decir, ¿cuántas posibilidades tenías de entrar? De cien, una. Era imposible porque aparte estaban los de siempre. Ahora a un medio grande cuesta entrar, pero a uno chico si los periodistas tienen una producción y la posibilidad económica de comprar un espacio, recibidos o no, entran. Para el comentarista de fútbol y conductor Marcelo Ramírez,6 pese a que existe una superpoblación de periodistas, acceder a las emisoras es: —Mucho más fácil y los periodistas llegan con poca experiencia. Quienes cursan el primer año de cualquier escuela de periodismo ya vienen. Antes había que hacer la colimba, como quien dice, durante mucho tiempo: atender los teléfonos, hacer producción o una nota atemporal —recuerda. David Luis,7 quien realiza estudios centrales desde hace 18 años en las transmisiones de fútbol de Radio 2, reconoce que en su momento tuvo mucha fortuna para incorporarse:

3 Alejandro Grimson, “Introducción”, en Interculturalidad y comunicación, Norma, Bogotá, 2004, pág. 16. 4 Entrevista con el autor. Ver anexo “El que acepta trabajar gratis, trabaja gratis toda su vida”. 5 Entrevista con el autor. Ver anexo “El periodismo deportivo no tiene futuro económico”. 6 Entrevista con el autor. Ver anexo “Cualquiera que lleva un aviso ya puede salir al aire”.


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—Un conocido de mi papá estaba en LT2 , fui a verlo un martes y me presentó a otra persona que tenía un programa. El sábado me sentaron delante del micrófono y di una noticia. Era increíble. Esto hoy no es tan así, no pasa, cambió un poquito —coteja. El contacto con algún periodista y la fortuna se repiten en el caso de Miguel Ángel Tessandori:8 —Adolfo Chababo era un gran amigo de mi viejo, con quien trabajaba en una cervecería, y le dijo que tenía mi presencia periodística, que necesitaba estar en contacto con los medios. Y entré a LT8 en 1972. Nada que ver con lo que pasa hoy. Estamos hablando de otro mundo, de otra historia —contrasta. La edad promedio de inserción laboral ronda entre los 18 y 23 años, habiendo sus correspondientes excepciones. Porque hay personas que poseen otra profesión que les permite vivir y toman al periodismo deportivo como un hobby. Además, no todas las clases sociales pueden realizar sus primeras armas según el criterio de Vitelli: —Aquellos que no tienen una condición por lo menos media, que se puedan mantener de alguna manera, no pueden hacerlo. Los que están bien económicamente, sí porque tienen todos los problemas solucionados: se bancan ir a las prácticas, los viajes, lo que sea. En tanto, Ramírez describe a los principiantes, en su mayoría varones, como gente —De clase media para arriba, que tiene la facilidad de pagar un arancel en una escuela privada que en tres años le da un título. “‘Informal’ significa, en primer lugar, ‘no formal’, es decir, lo contrario de un puesto de trabajo fijo, regulado y normalizado según la economía, la política o la administración”.9 Por su parte, David Luis acepta que, al igual que en la oportunidad que le brindaron, la recomendación facilita el ingreso: —Tienen que tener una cuña. Necesitan a alguien que de adentro les de la posibilidad de entrar. Mientras que el periodista y relator de Torneos y Competencias Julián Bricco10 abre las posibilidades para todos aquellos que desean entrar: —No me fijo en cómo son los pibes. Para estudiar, y trabajar tienen que tener ganas y decisión.

7 Entrevista con el autor. Ver anexo “Se elige al que trae publicidad y no al buen periodista”. 8 Entrevista con el autor. Ver anexo “Acá no te dejan crecer”. 9 Ruth Engo-Tjega, “Capítulo 4: El futuro de África”, en Un nuevo mundo feliz, Barcelona, Paidós, 2007, pág. 287. 10 Entrevista con el autor. Ver anexo “El periodismo deportivo de Rosario es nefasto”.


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FORMACIÓN DE LOS PRINCIPIANTES “Los cínicos no sirven para este oficio”

Ryszard Kapuscinski11 Casi todos los novatos estudian o se formaron en institutos terciarios ya sea en la carrera de periodismo, periodismo deportivo o locución, en menor medida. En cuanto a si esa formación es buena, Jesús Emiliano considera: —No, en parte no. Tienen un total desconocimiento de quién fue Dante Panzeri pero sí saben a quién pertenece tal empresa de jugos. Están encandilados por las luces de las marquesinas de la televisión. Buscan fama antes que prestigio, reconocimiento popular antes que respeto de los propios. Tienen mucho más amor a que los conozcan que a desarrollar su profesión. Eso es muy peligroso —advierte. A su vez, David Luis comparte y destaca: —Para mí no están bien formados. También hay que ver quiénes dan las clases y qué escuelas, ya que algunas son superiores a otras. Pero me parece que el periodismo si no lo tienen adentro, si no tienen pasión, por más que les hayan enseñado no va. Miguel Ángel Tessandori, a su turno, sopesa las buenas y las malas: —Estoy viendo en algunos casos una evolución positiva. Hay chicos que tienen bastantes capacidades como para poder integrarse al grupo. Por ahí algunas cosas que siguen siendo el ABC no se entienden ni se profundizan. Por ejemplo en la dicción y la redacción tienen muchísimos inconvenientes. Pero algunos empiezan a preocuparse por lo que yo siempre insisto: que no solamente se centren en la parte deportiva sino que verifiquen que todo es cultura, conocimiento y aprendizaje. “Los medios organizan la visión de la realidad en el acontecer sociopolítico (esfera pública) y la vida cotidiana (esfera privada)”. Manuel Martín Serrano12 Julián Bricco interpreta las motivaciones de los jóvenes para aprender periodismo: —Los pibes ven a (Mariano) Closs o a (Enrique) Macaya Márquez y dicen: “Yo quiero ser como él”. Creen que en un año van a llegar a ser relatores o comentaristas de Fútbol de Primera. También algunos tienen vocación. En cuanto a los estudios que les pueden abrir más puertas, el relator no aconseja estudiar periodismo deportivo sino periodismo integral o Comunicación Social. —La fusión entre TEA y Comunicación Social sería muy buena para hacer una linda carrera porque una es muy práctica y otra muy teórica. Si se conjugan tendríamos una enseñanza estupenda —idealiza. Con respecto a saber si los jóvenes con los que se relaciona se acercan por ser hinchas de fútbol y desconocer otros deportes, Jesús Emiliano aclara:

11 Ryszard Kapuscinski, Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo, Barcelona, Anagrama, 2002. 12 Serrano citado en Ana María Miralles, Periodismo, opinión pública y agenda ciudadana, Bogotá, Norma, 2001.


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—En gran parte ni el fútbol les interesa sino el ambiente dulce que lo rodea, que los conozcan, que salgan por la radio, que un jugador pase, los salude y ellos puedan contar: “Soy amigo de fulanito”. Marcelo Vitelli lo juzga como una carencia: —Es muy difícil encontrar especialistas en otros deportes, que se dediquen exclusivamente a analizar hockey o boxeo. Decime cuántos conocés que estén en condiciones de relatar o comentar una pelea o tenis, que se ha puesto de moda. En ese sentido, David Luis agrega: —Saben poco de otros deportes ni se preocupan por aprender, que es lo peor. Les da lo mismo. A todos los que caímos en el periodismo deportivo nos gusta el fútbol y somos hinchas de algún equipo; siempre es así. Si ven rugby, hockey, tenis o automovilismo y no saben el reglamento, deben buscarlo en Internet. “Futbolismo” les gusta. Igual a muchos chicos por supuesto que sí les interesa —concede. Tessandori comparte estas apreciaciones y plantea: —No digo que conozcan las reglas a la perfección pero por lo menos dominen algún aspecto de los deportes popularizados por la difusión que han tenido, como el básquetbol, el tenis o el rugby. Conociendo, van ampliando el panorama y se van haciendo más completos, y no solamente se ciñen estricta y únicamente al fútbol. Bricco reflexiona sin medias tintas: —Para mí, el único periodista deportivo en la Argentina es Gonzalo Bonadeo. Todos los demás somos periodistas de fútbol. Hay una gran incapacidad para analizar otros deportes —situación entonces que excede a los novatos de Rosario. “Es paradójico que en la ‘era de la comunicación’ sea de incomunicación de lo que más parecen sufrir tanto la sociedad como los individuos.” Jesús Martín Barbero13 —¿A quién no le hubiese gustado ser Diego, Burruchaga, Francescoli o Passarella? —se pregunta Jesús Emiliano—. A mí me asusta cuando se acercan al periodismo deportivo porque son futbolistas frustrados. Porque esta es una profesión para comunicar ya sea en deportes, en fútbol, tenis o básquetbol. Además se pueden cruzar con (Joan Manuel) Serrat y tienen que saber quién es, con (Hermes) Binner y saber quién es. Si llega la etapa de recordar el Rosariazo y el Cordobazo, tienen que saber quién fue Agustín Tosco. La carencia de referentes a emular y los malos ejemplos que abundan según Bricco llevan a: —Que los periodistas jóvenes se pregunten para qué se van a romper el traste (sic) estudiando tanto tiempo si este tipo no estudió y está frente a un micrófono. No sabe decir dos palabras y está como cara visible de un canal o voz de una radio. Por sus conocimientos de los novatos con los que trabaja o trabajó, Vitelli concluye que

13 Jesús Martín Barbero, “De los medios a las culturas”, en Martín Barbero, Jesús y Silva, Armando comp., Proyectar la comunicación, TM editores, Bogotá, 1999, pág. 20.


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—Las escuelas no explican que los periodistas, si no venden, no pueden trabajar. Les hacen creer a los chicos que tienen que venir y cobrar. Y se van a golpear la cabeza contra la pared porque van a ir a diez radios y nueve no les van a querer pagar. Entonces me parece que habría que darles a los estudiantes una materia opcional: venta de publicidad. Por lo tanto, en esas nueve emisoras que no pagan se cumple el vaticinio de Zygmunt Bauman: “La contratación de mano de obra deja de ser un activo para transformarse en un pasivo”.14 Las puertas se abren de par en par para recibir a trabajadores ad honorem y se cierran enfáticamente para trabajadores remunerados. “Lo que caracteriza al Homo sapiens sapiens es la búsqueda desesperada del saber y la construcción de sentidos de lenguaje”. Alfredo Colombres15 La coyuntura actual les exige a los jóvenes competencias integrales además de incrementar y actualizar las de periodismo (y literatura, inseparables para algunos teóricos), comunicación y deportes. Deben poseer un manejo apropiado de las nuevas tecnologías, saber algún idioma extranjero, temas económicos, jurídicos, de sociología y psicología para interpretar algunos hechos de violencia y médicos, por las lesiones de los deportistas. Para Jesús Emiliano, la formación cultural va por el camino de la curiosidad, de seguir adquiriendo conocimientos: —La mayor inquietud que debemos tener los periodistas es la de saber un poco más. ¿Por qué preguntamos? Porque no sabemos. Preguntar o no saber algo no es terrible. Yo no sé pero todos los días pretendo dejar de no saber. Los periodistas somos hijos de la inquietud. Por eso preguntamos desde muchos lugares, desde una mirada académica, desde un libro, desde el frente a frente con un personaje porque queremos saber —asevera. Tessandori se refiere a los conocimientos extradeportivos que deben poseer los novatos, como el derecho: —No digo conocer en detalle porque no pueden ser juristas, pero sí estar en contacto con la gente que les dé el apoyo necesario para no decir barbaridades. El columnista de De 12 a 14, asimismo, cree que la cultura es fundamental: —Me da la impresión de que en cultura general están bastante bajos todavía. Hay una frialdad por aprender, que se palpa después cuando vemos a los chicos que aparecen en los medios como pasantes y que han venido de los cursos terciarios. El principal problema de acuerdo con la visión de Vitelli reside en la falta de lectura que acarrean los novatos: —No leen, no estudian. Es un problema del periodismo hablar por encima de la solidez al argumentar. Me parece que les falta agarrar más los libros, una de las falencias que me marcan como director. Ramírez opina sobre las facilidades para egresar de los institutos terciarios:

14 Zygmunt Bauman, Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona, Gedisa, 1999, pág. 84. 15 Adolfo Colombres, América como civilización emergente, Buenos Aires, Catálogos, 2008, pág. 163.


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—Hoy se reciben por estar presentes, y pagando la cuota de una escuela privada van a tener seguramente su título. ¿Cómo se mejora? Leyendo. Yo veo que no leen, no investigan. Esa es una tremenda falla. “El diferente poder de agenda de los distintos medios permite articular también cualidades distintas de influencia”. Mauro Wolf16 Si la formación es deficitaria puede mejorarse pero analiza Jesús Emiliano que —Los chicos que entran no tienen tanta voluntad. Están fagocitados por un sistema que nos oprimió y que está muy bien hecho. Este proceso que arrancó con la dictadura y continuó con el ‘menemato’ nos durmió, nos relajó, nos volvió ignorantes en un montón de causas —critica. Coincide Bricco en —El vacío cultural que se produjo sobre todo con la presidencia ‘del rey Carlos’ y que estamos pagando las consecuencias. Esos diez años fueron a nivel cultural… no cabe otra expresión: una mierda. Los chicos que salieron de esa época se sienten con la potestad o la capacidad de decir: “Yo pago y me tenés que aprobar”. Yo tuve grandes inconvenientes con ese tema.17 Es una generación de poco respeto, de poca cultura. Si bien reconoce que las generalizaciones son malas, el relator de T y C aclara: —Hay un mayor porcentaje que en otras épocas. Yo creo que la cultura y el aprendizaje te dan la libertad: estudiando tenés libertad. Para Vitelli es importante enlazar la vocación periodística con la educación: —Estudiar da una base para entender y saber de qué se trata, para tener la facilidad que antes no se tenía. Si tienen la vocación, la formación los ayuda a crecer, a aprender las cosas mínimas que después en la práctica pueden ir mejorando. El director periodístico de La deportiva añade respecto de los resultados: —Yo no veo que haya una preparación importante. El que llega, hizo una carrera como para decirle al padre: “En vez de medicina que es difícil y comprometida, estudio periodismo tres años, estoy haciendo algo y listo” —intuye. Agrega Tessandori: —Yo creo que tendrían que tener un poquito más de inventiva personal y de preocupación para tratar de elegir un espectro general, inclusive tenemos que hablar de chicos que profundicen idiomas. Sería una pena que no lo aprovechen. “El presupuesto fundamental de la agenda-setting es que la comprensión que tiene la gente de gran parte de la realidad social es modificada por los media”. Shaw18 También David Luis resalta la vocación que deben poseer los principiantes.

16 Mauro Wolf, La sociología de la comunicación de las masas. Críticas y perspectivas, Barcelona, Paidós, 1987, pág. 171. 17 NdA: Fue profesor en TEA y DeporTEA Rosario. 18 Wolf, op. cit., pág. 163.


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—Uno hace muchos años que está y cuando salen al aire una vez ya te das cuenta si tienen pasta en las formas de expresarse, en la fuerza o la potencia de la voz. Después hay otros que saben mucho pero son vagos —analiza. Ramírez, en tanto, argumenta acerca de los facilismos: —La facilidad de la carrera da la cantidad (de egresados) y no la calidad. Los que tienen que estar no están. Siempre es bueno hacer paralelamente la práctica y el estudio. No dejar de estudiar y seguir practicando. Porque no hay mucha gente que investigue. Los buenos medios buscan a los buenos periodistas. Si tienen pasión, dedicación, investigación y lectura, los encuentran. Si van al facilismo y no se preparan, no. El crecimiento es diario. No porque lleguen, ya está —advierte. Por su parte, Bricco se muestra contundente: —Esa cuestión de “no me dieron las posibilidades para estudiar” no me va. Yo respeto, pero si querés ser alguien en la vida, te vas a romper el traste (sic). Acá se puede estudiar gratis y el que no lo aprovecha es un pelotudo. No existe otro adjetivo calificativo. “Los medios ayudan a estructurar la imagen de la realidad social, a largo plazo, a organizar nuevos elementos de dichas imágenes, a formar nuevas opiniones y creencias”. Roberts19

19 Wolf, op. cit., pág. 161.


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PRÁCTICAS PERIODÍSTICAS

“Los informadores son un grupo con más poder que la mayoría para construir la realidad social” Guy Tuchman20 Los estudiantes o periodistas recién recibidos se unen a los equipos de las radios desempeñándose como ayudantes de producción ya sea en programas o transmisiones de partidos de fútbol. Con una responsabilidad menor que el productor, atienden teléfonos y realizan llamadas, seleccionan e imprimen noticias de Internet, coordinan con los operadores y asisten a los conductores satisfaciendo cualquier requerimiento necesario para la continuidad de las emisiones. Luego algunos comienzan a hacer micrófono, contando por ejemplo qué datos obtuvieron de algún protagonista, leen alguna noticia y más adelante, en algunas radios realizan la cobertura de los equipos de fútbol de Ascenso: Argentino, Central Córdoba y Tiro Federal, entrevistas en las concentraciones de los equipos que enfrenten a los clubes rosarinos de Primera División y otros deportes. Según Maxwell McCombs, “las noticias son un conjunto de historias construidas por periodistas sobre los eventos del día”.21 El nivel que demuestran los principiantes al construir esas historias es un tema de preocupación para los periodistas entrevistados. Jesús Emiliano menciona la frase de cabecera de Juan Fazzini, comentarista de radio La Red de Buenos Aires: “Se juega como se vive”. —Educamos como vivimos, estudiamos como vivimos, hacemos periodismo como vivimos —traza el paralelo. Por eso, si se vive vertiginosamente, se querrá ascender de la misma manera. —El nivel no es bueno: falta experiencia, cualquiera quiere hacer un vestuario, comentar un partido o tener su programa. Se hacen a los golpes hoy. Quieren ser el número uno enseguida, primero hay que ser el número cien e ir paso a paso. Lo que va muy rápido también termina muy rápido —apunta Marcelo Ramírez. “La calidad de las noticias en la sociedad es un índice de su organización social”. Walter Lippmann Para Marcelo Vitelli, la gente que exhibe vocación, conocimientos y ganas de aprender es muy poca. La irresponsabilidad también entra a tallar durante el desempeño en la radio, incluso a poco de entrar: —A un chico le decís: “Andá a cubrir un partido de la Rosarina”22 y te mira como si estuvieras totalmente loco. Nosotros tenemos vocación del fútbol de Ascenso y conseguir un tipo que cubra y conozca de Ascenso no es fácil. No interesa. Quieren hacer Newell’s y Central. He tenido un montón de chicos que no les gusta, no pueden,

20 Guy Tuchman, “La producción de la noticia”, México, Gustavo Gilli editor, 1983, pág. 222. 21 Maxwell McCombs, “Influencia de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo”, en Bryant, J. y Zillmarn, D. (compiladores), Los efectos de los medios de comunicación. Investigación y teorías. 22 NdA: Se refiere a los campeonatos organizados por la Asociación Rosarina de Fútbol.


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no es lo que pensaban o lo que estaban esperando —manifiesta el relator, experiencia por la cual también pasó Ramírez: —El 90 por ciento son hinchas de fútbol. Les decís: “Vayan a ver un partido de básquet de la Rosarina o uno de hockey femenino entre GER y el Jockey” y no van. Ellos quieren comentar un partido de fútbol. En tanto, Tessandori aporta sobre la motivación que da el fútbol a los jóvenes para elegir la carrera de periodismo deportivo: —Si fuera así me daría mucha lástima porque que el periodismo deportivo ha sido y debe seguir siendo una rama muy difícil de realizar como contrapartida de lo que se afirma generalmente, que se lo minimiza. El periodista deportivo tiene una gran capacidad para meterse en la cocina de los temas, que otro periodismo no se lo da. Entonces si se acercaran por ser hinchas de fútbol y si ese fuese el motivo, perfecto, pero la base de un gran periodista puede llegar a ser el periodismo deportivo. Lo económico influye en las trabas puestas por los jóvenes y se tratará más adelante. Pero es una muestra de la mentalidad que genera una grave situación debido a la responsabilidad que tienen los periodistas ante los ciudadanos quienes, como afirma Lippmann, “dependen de los medios para estar informados acerca de los asuntos, personalidades y situaciones hacia los que experimentan sentimientos de apoyo o rechazo”.23 A la hora de referirse a las destrezas de los principiantes, Julián Bricco manifiesta que son parte inseparable de un contexto: —El periodismo deportivo en Rosario está muy bajo y cada vez peor. No creo que hace veinte años haya sido mejor, pero con todos medios y herramientas que tienen hoy los pibes pueden mejorar. Antes no teníamos la posibilidad de utilizar Internet y encontrar la información en dos segundos o salir por teléfono desde cualquier sitio. Teníamos que ir a la biblioteca, buscar el libro y capaz que se lo había llevado otro —compara. “La precariedad laboral afecta profundamente a quien la sufre; al convertir el futuro en algo incierto impide cualquier previsión racional y, en especial, aquel mínimo de fe y esperanza en el futuro que es preciso poseer para rebelarse, sobre todo colectivamente". Pierre Bourdieu24 En tanto, Tessandori señala con relación a las nuevas tecnologías: —Internet varió muchísimo la forma de adaptarse a cada una de las funciones. Hoy apretando un botón tienen toda la información que necesitan. Antes era más artesanal: había que hacer un periodismo más de presencia y de inventiva. Había que buscar la información telefónicamente, a través de las radios, y rebuscárselas. Entonces hoy esto acelera mucho el proceso periodístico, pero a su vez conlleva que también puedan ser reemplazados los periodistas más fácilmente con una tecla. David Luis sugiere practicar para corregir los errores de formación y coteja: —Si al jugador de fútbol no lo hacés entrenar durante toda la semana, el domingo no va a rendir. Si los periodistas no saben leer, tienen que practicar. Y por supuesto no 23 Lippmann citado por McCombs, op. cit. 24 Bourdieu citado por Pedro López López, “Las condiciones laborales en la sociedad de la información”, disponible en http://www.attacmadrid.org/d/1/las_condiciones_laborales_en_la_.htm


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tenerle miedo al micrófono, porque puede ser que afuera sean unos fenómenos o grandes productores y cuando se sientan delante de un micrófono no andan (sic). Por su parte, a Tessandori le choca escuchar una mala expresión: —Una mala redacción, un mal armado de la frase y de la información ya están generando problemas porque evidentemente estamos hablando de alguien que no aprendió el ABC. Según Mc Combs, “los medios de difusión no sólo nos dicen sobre qué pensar, sino también pueden decirnos cómo y qué pensar e, incluso, qué hacer al respecto. […] No solo transfieren la prominencia de los temas, sino también la prominencia de los aspectos o características”.25 Para Alfredo Colombres, “el paradigma comunicacional es hoy informativo, no reflexivo, lo que de hecho mutila la tercera dimensión de la cultura: la de profundidad. No hay tiempo para detenerse en nada, y la velocidad con que se transmite la información no permite tampoco analizarla”.26 Si falta experiencia, capacidad y esfuerzo de los nuevos comunicadores dentro de un escenario veloz, el porvenir es sombrío si no cambian a tiempo. Por eso, Bricco no advierte gente que lo movilice ni grandes proyecciones: —Hoy los chicos no investigan, quieren decir dos o tres huevadas (sic), no importa lo que digan, para tener notoriedad en su trabajo. Me parece una enorme y sencilla pelotudez. Es un muy mal periodismo. Los que piensan eso están equivocados. “La calidad del reportaje depende del grado de libertad”. Furio Colombo27

25 Maxwell McCombs, “La imagen de los candidatos: el segundo nivel de la agenda setting”, en Comunicación y sociedad, Universidad de Navarra, 1996. 26 Colombres, op., cit., págs. 158 y 159. 27 Furio Colombo, “Hechos y opiniones”, en Últimas noticias sobre el periodismo. Manual de periodismo internacional, Barcelona, Anagrama, 1997.


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CONTEXTO LABORAL “[Adam] Smith pensaba que todo sistema económico debía basarse en la ley de la oferta y la demanda. Para que un país prosperase, los gobiernos debían abstenerse de intervenir en el funcionamiento de esa ley ‘natural’: los precios y los salarios se regularían por sí solos, sin intervención alguna del Estado y ello, entendía Smith, no podía ser de otra manera, por cuanto si se lo dejaba en absoluta libertad económica, cada hombre, al actuar buscando su propio beneficio, provocaría el enriquecimiento de la sociedad en su conjunto; algo así como la teoría del derrame”. Felipe Pigna28

“Smith era plenamente consciente del lado oscuro del mercado” Richard Sennett29 El contexto laboral gravita en el desempeño de los inexpertos, quienes no obtienen remuneración alguna durante los primeros meses en la radio y se les ofrece la posibilidad de vender publicidad a porcentajes o en algunos casos completa. Con el paso de los meses, si sus tareas conforman, permanecen en el staff periodístico. Y dependiendo de quienes toman las decisiones podrán acceder a viáticos -hasta llamados por alguno sueldo- pero que no satisfacen necesidades básicas ni respetan derechos laborales. Con libertad, eso sí. “El trabajo libre -escribe Robert Castel en Las metamorfosis de la cuestión social- significa que la fuerza de trabajo se intercambia como tal, se compra y se vende en función de las necesidades del mercado”.30 Para cumplimentar los objetivos trazados por los dueños de los medios de comunicación, el particular mercado de trabajo periodístico en radio necesita un costo cero o mínimo en salarios, que es “el precio de la transacción por la cual un propietario de su fuerza de trabajo la vende a un comprador”.31 Regis Debray juzga que “los ciudadanos son libres cuando no obedecen más que a sí mismos, es decir a las leyes que se dan de común acuerdo. Estas leyes, por lo tanto, deben ser la expresión de una voluntad a la vez general y razonable, puesto que, cuando obedecen a la razón y no a la creencia o al prejuicio, no obedecen a nadie”.32 Por lo tanto, es difícil hablar del periodismo deportivo a modo de profesión en las radios rosarinas si se sigue a Max Weber, quien entiende por profesión “el hecho de que una persona realice de manera continua ciertas prestaciones, con fines de subsistencia o ganancia”.33 Porque los ingresos para subsistir están supeditados al éxito de la venta de publicidad. 28 Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 2, 17ª ed., Bs. As, Planeta, 2008, pág. 354. 29 Richard Sennett, La corrosión del carácter, Barcelona, Anagrama, 2000, pág. 35. 30 Robert Castel, Las metamorfosis de la cuestión social, 1ª ed. 4ª reimp, Buenos Aires, Paidós, 2006, pág. 140. 31 Castel, op. cit., pág. 113. 32 Regis Debray, El Estado seductor, Buenos Aires, Manantial, 1995, pág. 74. 33 Weber citado por Castel, op. cit, pág 41. (cf. M. Weber, Histoire économique. Esquisse d’une histoire universelle de l’économie et de la société, trad. Franc. París, Gallimard, 1991, pág. 17)


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Específicamente en lo que concierne al periodismo existe una regulación, que contadas veces se cumple en la práctica y para el novato directamente es vulnerada. El Estatuto profesional del periodista (ley 12.908) aclara el panorama:

“Se consideran periodistas profesionales, a fines de la presente ley, las personas que realizan en forma regular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que les son propias en publicaciones diarias o periódicas y agencias noticiosas […] Se incluye las empresas radiotelefónicas, cinematográficas o de televisión que propalen, exhiban o televisen informativos o noticias de carácter periodístico y únicamente con respecto al personal ocupado en estas tareas”.34

Quedan excluidos de la ley los agentes o corredores de publicidad. Los novatos deberían encuadrarse en la figura de “aspirantes: los que se inicien en las tareas periodísticas”.35 De acuerdo a Salvador Giner, “toda vida social está permeada de normatividad, obedece a leyes. La conducta humana es básicamente normativa. Los grupos constantemente establecen las reglas de la interacción o juego social y las institucionalizan”.36 Para responder si se puede considerar un trabajo al periodismo deportivo, Zygmunt Bauman en Trabajo, consumismo y nuevos pobres define que la ética del trabajo es:

“Una norma de vida con dos premisas explícitas y dos presunciones tácitas. Si se quiere conseguir lo necesario para vivir y ser feliz, hay que hacer algo que los demás consideren valioso y digno de un pago. Nada es gratis: ‘Doy algo para que me des’ […] Trabajar es un valor en sí mismo, una actividad noble y jerarquizadora”.37

—Por mi experiencia personal y por el grupo en el cual estoy al frente hoy todos cobran. Tenés que hablar con cada uno para que te digan cómo es la situación. No hay arreglos publicitarios. Pero no está bien el medio. Hay un aprovechamiento muy grande desde todos los lugares —analiza Jesús Emiliano, cuya gestión en la FM Continental Rosario da dinero a cambio de la contraprestación en lo periodístico. David Luis narra con respecto a la satisfacción de necesidades: —Yo vivo del periodismo, pero me inicié en otra época. Hoy es difícil. Los chicos que recién empiezan si no tienen clientes no trabajan. A su vez, Miguel Ángel Tessandori resalta: —Un mayor nivel de posibilidades en la época en que nosotros arrancábamos. Dependíamos de los grupos publicitarios, por la comercialización de los productos. Yo tuve la suerte de trabajar para empresas que siempre me abonaron. —A mí, desde el 95, siempre me han pagado por lo que he hecho. Mal o bien, siempre yo arreglé por dinero. No por publicidad, que es otra cosa —confía Jesús Emiliano.

34 Nelson Domínguez, El estatuto del periodista profesional, Buenos Aires, UBA, 2000, pág. 144. 35 Ver anexo “Ley 12.908. Estatuto del periodista profesional” 36 Salvador Giner, “Las dimensiones primordiales de la sociedad”, en Sociología, Península, Barcelona, 1996, pág. 55. 37 Zygmunt Bauman, Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona, Gedisa, 1999, pág. 17.


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A criterio de Marcelo Vitelli, encontrar un trabajo retribuido con lo necesario para vivir representa un problema importante para los inexpertos: —Hoy las radios como la nuestra (La Deportiva) no pagan, salvo las de AM. Entonces los periodistas están obligados a vender publicidad y la mayoría no sabe hacerlo. Suelen venir 40 personas en un año y podés rescatar una o dos. El resto no queda. No sé si es falta de vocación o ven que el periodismo deportivo no tiene futuro económico —se sincera. “La mayoría de los trabajadores son en el menor de los casos vulnerables, y a menudo miserables, en tanto están privados de las protecciones ligadas a la propiedad”. Robert Castel38 Con relación a las condiciones laborales, según Castel “antes la vulnerabilidad se originaba en el exceso de coacciones, mientras que ahora parece suscitada por el debilitamiento de las protecciones”.39 Los pasantes de las radios rosarinas carecen de derechos laborales y quedan en una situación de inestabilidad. Varios luchan por mejorar su situación pero muy pocos lo consiguen. —¿Sabés qué pasa? —interpela Marcelo Ramírez—. Se puede pero, con el afán de trabajar, los periodistas jóvenes aceptan cualquier cosa y después se meten en un círculo publicitario. Los periodistas tienen que ser periodistas y los publicistas, publicistas. Hay que respetar eso. Pasa por los empresarios que dicen: “Total si no viene éste (periodista), hay diez atrás” —ejemplifica ante la gran cantidad de mano de obra disponible. Esto, también remarca Castel, “sirve para que la masa de desempleados pese efectivamente en el mercado de trabajo y haga bajar los salarios. A fin de que el ‘ejército de reserva’ haga presión sobre los salarios es necesario, en efecto, no sólo que haya trabajadores privados de empleo sino que también quieran trabajar o sean obligados a hacerlo”.40 Por lo tanto, en el periodismo deportivo la obligación y la vocación de los novatos determina que el sueldo se transforma en algún viático para movilidad o directamente no existe. Para maquillar la precariedad quienes comandan los grupos periodísticos en general argumentan acerca de la oportunidad que les están dando para adquirir experiencia. “Para Karl Marx, la fuerza de trabajo no puede presentarse en el mercado como mercancía a menos que sea ofrecida y vendida por su propio poseedor. En consecuencia, éste tiene que disponer de ella, es decir ser el libre propietario de su fuerza de trabajo, de su propia persona”.41 Giner entiende que “hay manipulación cuando los individuos creen actuar consensualmente o cuando creen que actúan según sus propios criterios de lo que les conviene o deben hacer pero en realidad son inducidos a comportarse según los deseos e 38 Castel, op. cit., pág. 302. 39 Castel, op. cit., pág. 32. 40 Castel, op. cit., pág. 88. 41 Marx citado por Castel, op. cit., págs. 112-113 (cf. Marx, Karl, El Capital, libro I, 2ª sección, cap. IV, pág. 715)


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intenciones de otros”.42 Las intenciones son pagar lo menos posible. Y a la larga a muy pocos les convienen estas pasantías. Prosigue Jesús Emiliano en torno a la subsistencia de los nuevos periodistas: —Tampoco se gana tan bien, y creo que nunca pasó. Además los periodistas somos culpables en ese punto. No nos hemos defendido como debía ser. Y también hay una miseria muy grande de los profesionales —achaca. Tessandori razona sobre los chicos que quieren trabajar sí o sí. —Privilegian la parte comercial o publicitaria antes que la profesional, cosa que se da lamentablemente en los medios de comunicación. Pocos han pagado sueldos, como corresponde, porque los periodistas deben ser pagados. No pueden estar dependiendo de una venta comercial para mantenerse. Tomando en cuenta que todas las personas son iguales en derechos y deberes, si alguno de los periodistas de trayectoria no cobra o percibe sólo viáticos o un básico mínimo en negro para demarcar las distancias ya sea en capacidad o responsabilidad con los novatos, éstos terminan en una posición de fragilidad absoluta. Señala Ulrich Beck en Un nuevo mundo feliz:

“Nunca los trabajadores (independientemente de sus aptitudes y currículum) fueron más vulnerables que en nuestros días: trabajan de manera individualizada, sin ningún contrapeso colectivo y más dependientemente que nunca, pues trabajan en unas redes flexibles cuyo sentido y pautas les resultan indescifrables a la mayoría de ellos”.43

Esa vulnerabilidad se palpa en que el periodismo deportivo según Vitelli no otorga una salida laboral salvo la excepción de ingresar a una radio grande. —Eso daría la tranquilidad de un sueldo seguro. Si no es imposible económicamente, porque tienen que solventarse todo ellos. Tienen que ser periodistas y publicistas cuando estudiaron para periodistas —describe. “La libertad (del trabajo) sin protección puede llevar a la peor de las servidumbres, la servidumbre de la necesidad”. Robert Castel44 Para Tessandori, tampoco existe una salida laboral: —Les dicen que si quieren continuar tienen que vender una publicidad y ya los están transformando en publicistas. En ese caso tienen condicionamientos que los complican; no son independientes. Los periodistas deben ser libres, total y absolutamente responsables por sus opiniones pero sin ningún tipo de presiones —acota. Bricco, en tanto, atribuye la continuidad de los novatos en las radios a una cuestión de suerte. —Se frustran un montón. Quedan muchos tipos inteligentes en el camino. El periodismo deportivo en Rosario es nefasto. Les dicen: “Vení, traeme una publicidad”. Entonces tienen que laburar y encima conseguirse una publicidad.

42 Giner, op. cit., pág. 56. 43 Ulrich Beck, “Capítulo 1. Modelo: trabajo cívico”, en Un nuevo mundo feliz, Barcelona, Paidós, 2007, pág. 121. 44 Castel, op. cit., pág. 31.


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Por su parte, David Luis relata una asidua consecuencia: —Al principio lo hacen por el entusiasmo de trabajar pero después les ofrecen ir a atender un negocio donde les pagan. Entonces van a dejar el periodismo, que es lo que les gusta y lo que estudiaron porque no les pagan, y van a terminar haciendo otra cosa que no les gusta pero les pagan. De acuerdo a Tessandori es muy difícil vivir del periodismo en Rosario para quienes recién comienzan: —Salvo que estemos en presencia de alguien muy brillante, que también necesita la suerte y la ayuda de quienes están a su lado. En el periodismo lamentablemente hay muchas trabas en función del ego personal, que hay que tratar de regularlo y manejarlo. Hay que tropezar con que te aplasten la cabeza y no te dejen crecer. “Para la mayoría de la gente, salvo para unos pocos elegidos, en nuestro flexible mercado laboral, encarar el trabajo como una vocación implica riesgos enormes y puede terminar en graves desastres emocionales”. Zygmunt Bauman45 De esta manera, en este ambiente laboral como argumenta Scott Lash en Crítica de la información “la desigualdad tiende a definirse cada vez menos por las relaciones de producción entre capitalistas y trabajadores en una empresa determinada. Es más central la exclusión que la explotación”.46 Entonces “en una economía de las comunicaciones, de flujos, también implican el movimiento de personas. Suponen el predominio de la circulación”.47 En ese razonamiento se puede encontrar una explicación al contexto de precariedad, de los pasantes eternos, del que las empresas sacan provecho. Porque quienes progresan y merecen cobrar más, irónicamente atentan contra las ganancias de la radio o la agencia que compra el espacio. Y si no consiguen publicidad terminan autoexcluidos y sustituidos por otros. Porque son escasas las ocasiones en las que se producen despidos, ya que a los jóvenes los marginan sutilmente negándoles funciones o privilegiando a otros. Entonces, aquí se aprecia el concepto de interino permanente, de Castel:

“Toda una población –sobre todo de jóvenes- parece relativamente empleable para tareas de corta duración, de algunos meses o semanas, y más fácilmente aún despedible. La expresión ‘interino permanente’ no es un mal juego de palabras. Hay una movilidad hecha de alternancias de actividad e inactividad, de oportunidades provisionales y sin certidumbre del mañana. Ésta es una de las respuestas sociales a la exigencia de flexibilidad, costosa para los interesados”.48

Asimismo para Castel, “la precarización del empleo y el desempleo se han inscrito en la dinámica actual de la modernización”.49 El entorno pocas veces sale al aire en las radios. Hasta algún cínico se dirige cada tanto al novato de turno con un “a ver usted, que cobra tanto” o “lo felicito porque se va para arriba periodística y económicamente”, si le designan una mejor tarea, casi siempre porque algún periodista abandonó o se fue

45 Bauman, op. cit., pág. 60. 46 Scott Lash, Crítica de la información, Buenos Aires, Amorrortu, 2005, pág 26. 47 Lash, op. cit., pág. 341. 48 Castel, op. cit., págs. 414-415. 49 Castel, op. cit., pág. 406


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gratis a una emisora más importante. No hablan de la precarización laboral actual ni de experiencias pasadas de cada uno de los periodistas deportivos del equipo. Tal vez porque no les conviene, como manifiesta Colombres:

“Para los medios [de comunicación] más entregados a la cultura de masas la mejor memoria es la memoria muerta, o sea, el olvido, el no hablar nunca de lo que no les conviene, pues toda información que distorsiona la memoria corre el riesgo de ser refutado por los memoriosos que aún quedan”.50

Estas condiciones influyen en la sociedad, en los pocos anunciantes conseguidos que a su vez dependen del poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores. Los novatos hacen periodismo de periodistas para criticar a un colega y quedar bien parados, pero no denuncian su situación, donde pagan de su bolsillo los gastos que genera trabajar o son vendedores de publicidad con micrófono. Sólo se pueden encontrar críticas así en los medios alternativos. Por lo tanto, es pertinente la digresión para aludir a un semanario de distribución gratuita ya desaparecido, donde Bricco cuenta: —Escribí hace un tiempo atrás en Notiexpress una nota llamada “El lado oscuro del periodismo”.51 En Internet debe estar. Responde que ser periodista no es vender publicidad, es investigar, tratar de estar informado. Si no existe la investigación, no existe el periodismo. Acá no te dan los medios —se lamenta. “El trabajo asalariado estable y formalizado (como obrero o empleado) es en Sudamérica experiencia de solo una minoría. […] No se puede hablar propiamente de trabajo ‘normal’, es decir, un trabajo que pueda servir de pauta a los sectores laborales formales e informales”. Ulrich Beck52 El tiempo transcurre y la gran mayoría de los principiantes no empiezan a cobrar un sueldo digno ni son blanqueados, por lo cual no es un derecho de piso sino el sistema de las radios, como subraya David Luis: —El sistema es ese. No pagan el derecho de piso. La salida laboral es muy difícil para los periodistas acá en Rosario donde si no tienen una cartera de clientes no entran. Nadie les va a pagar de entrada, salvo que tengan la suerte de ingresar a alguna de las AM como empleados de la empresa. Comparte Tessandori, aclarando que para él los novatos deben cobrar por su trabajo: —Si yo necesito un colaborador, tengo que pagarle por ese servicio, por lo que produce. Los medios lo han desnaturalizado. También hay una costumbre arraigada: “Dejemos a éste porque viene a canje publicitario”. Entonces eso ya deteriora el producto que sale al aire. No tengo opciones de elegir a los mejores pasantes, a los más responsables.

50 Colombres, op. cit., págs. 157 y 158. 51 Julián Bricco, “El lado oscuro del periodismo”, en Semanario Notiexpress, Nº 132, Editorial Perfil, Rosario, 7 de junio de 2007. La versión online fue quitada del portal de Notiexpress. Actualmente la nota se halla disponible en http://alcentroyadentro.blogspot.com/2007/09/esperando—julin—bricco.html 52 Beck, op. cit., pág. 141.


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—Lo que pasa es que acá el que acepta trabajar gratis, trabaja gratis toda su vida —explica Jesús Emiliano—. En esto somos culpables primero quienes participamos de los medios. Hay una mentalidad que dice: “Mirá si este tipo va a cobrar, si yo que relato o yo que comento estuve tanto tiempo gratis”. Bueno, es un problema tuyo —discrepa. Las causas de la precariedad que afecta a los inexpertos, de acuerdo a Ramírez, hay que buscarlas en el sector dirigencial. —Es por la mediocridad de los empresarios de los medios de comunicación. A un empresario mediocre, un periodista mediocre. Se busca a tipos que no pretendan cobrar y vos que estudiaste y laburaste, perdiste. Yo exijo que a mi gente se le pague, no quiero a nadie laburando gratis. David Luis, ante la consulta, no pudo trazar un comienzo de la precarización en el periodismo deportivo: —Si uno habla con gente que empezó hace cuarenta años, se les pagaba a los periodistas. No traían publicidad. De eso se encargaba exclusivamente la agencia. Algunos periodistas empezaron a traer clientes o compraron espacios y se fue degenerando. Ahora no se puede volver atrás. Además a ellos les interesa más vender publicidad que cobrar un sueldo porque capaz que ganan mucho más. “Sabemos, sentimos, comprendemos que todos somos desempleados o subempleados en potencia, trabajadores a tiempo parcial, jobbers en condiciones precarias. Pero lo que todos y cada uno de nosotros sabemos aún no se ha convertido en conciencia de nuestra común y nueva realidad. […] La utopía del libre mercado no es la solución, sino la verdadera fuente del problema”. Andre Gorz53 Claro que son condiciones donde no hay techo para ganar pero tampoco hay piso. Es decir, no existen las garantías de éxito en la consecución de pautas publicitarias que satisfagan las necesidades básicas del trabajador, más en el caso de un principiante que no terminó de asentarse periodísticamente en la radio y ya tiene que dedicarse a aprender a vender. Y con relación a las conveniencias, los novatos que consiguen una publicidad por un buen contacto, capacidades, etc., obviamente dejan de criticar el entorno, adoptando un cierto conformismo y por qué no enfrentándose a compañeros que desean defender sus derechos y cobrar por su trabajo. Entonces se advierten en la realidad los conceptos de Beck:

“Se pueden lanzar invectivas contra los nuevos contratos basura con los mejores argumentos del mundo, se puede incluso tacharlos de estrategia de explotación por parte del capital que se mueve a nivel global; pero no debemos extrañarnos si descubrimos que precisamente aquellos a los que queremos ayudar nos muerden la mano […] Toda política con manía reguladora tiene que vérselas rápidamente con la paradoja de que los protegidos atacan a su protector, pero para (y esta es la otra cara de la moneda) proteger a sus ‘explotadores’. Con lo cual, la ‘perversa’ coalición entre ‘explotadores’ y ‘explotados’ puede pasar fácilmente a la solidaridad de la acción insolidaria”.54

53 Gorz citado por Beck, op. cit., pág. 15. 54 Beck, op. cit., pág. 125.


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Zygmunt Bauman en Vida de consumo analiza la realidad laboral. Como las radios rosarinas son empresas que persiguen el lucro y no escapan a la ideología neoliberal global es interesante traer a colación su cita a Arlie Hochschild quien destaca las características de los empleados de este tiempo: “La decidida preferencia de los empleadores por los empleados flotantes, desapegados, flexibles y sin ataduras, empleados ‘generales’ (del tipo ‘todo terreno’) y no los especializados y sujetos a una capacitación específica y restrictiva”.55 Bauman amplía que los empleadores desean “una persona que deje la empresa cuando ya no se la necesita, sin queja ni litigio. Una persona para quien las expectativas a largo plazo, las carreras consolidadas y previsibles y toda forma de estabilidad resulten todavía más desagradables y atemorizantes que la ausencia de ellas”.56 Va de suyo la debilidad de los principiantes, quienes deben ser flexibles para realizar las tareas que les asignan y si tienen pasión exclusivamente por el periodismo, se les vuelca en contra si no saben vender publicidad. Ulrich Beck interpreta que “flexibilidad significa también que el Estado y la economía traspasan los riesgos a los individuos”.57 Para Richard Sennett, “las prácticas de la flexibilidad se centran principalmente en las fuerzas que doblegan a la gente”.58 Para Gaulier, aludido por Castel, “la empresa funciona como una máquina de vulnerabilizar, e incluso como una ‘máquina de excluir’”.59 Una especie de apuesta a todo o nada en la que los novatos llevan las de perder. “El poder está en la obediencia. En el momento en que uno se coloca en el espacio de la invitación, toda dinámica del poder desaparece o adquiere un carácter completamente distinto. Las relaciones de poder pasan a ser circunstanciales y ligadas a acuerdos y aparece la colaboración”. Humberto Maturana60 De todos modos, para Jesús Emiliano la pauperización excede lo económico: —El deterioro moral es aún peor que el económico. La pobreza me preocupa cuando arrastra a la decadencia social, cultural, académica y de buenos ejemplos. La caída como modelo social de valores. Cada vez hay más gente deshonesta —asegura. Julián Bricco comenta que hace tiempo propuso separar las tareas. Que los periodistas y los vendedores de publicidad se dediquen a sus profesiones de manera exclusiva para poder optimizar sus rendimientos. —No me dieron bola. “No, dejá, viene Juan Pérez que no sabe decir dos vocales pero trae toda la carpeta publicitaria”. Está lleno en Rosario —se indigna. Tessandori agrega una visión similar:

55 Zygmunt Bauman, Vida de consumo, 1ª ed., 1ª reimp, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2008, pág. 22. 56 Bauman, op. cit., pág. 23. 57 Beck, op. cit., pág. 12. 58 Sennett, op. cit., pág. 47. 59 X. Gaulier citado por Castel, op. cit., pág. 406. (Cf. “La machine á exclure”, Le Débat, nº 69, marzo-abril de 1992). 60 Najmanovich, Denise y Llamazares, Ana María, entrevista a Humberto Maturana: “La objetividad entre paréntesis”, en Página/12, Suplemento Futuro, Bs. As., 27 de junio de 1992.


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—Lo concreto sería que cada radio tuviera sus hombres, que respondieran a esa radio y que la parte comercial se encargara justamente de la comercialización del producto periodístico. Uno pretendería que los medios defiendan el producto. Últimamente hemos devenido en la falta de respeto al producto periodístico. Es como que todo da igual. Si pagándoles aumentaría la calidad periodística de los jóvenes que se van afirmando en las radios contesta Vitelli que: —De esa manera los motivás y les sacás esa presión permanente de tener que autoabastecerse, autofinanciarse. Los cronistas tienen que ir a las prácticas (de los equipos de fútbol) todos los días, ir a los partidos, en nuestro caso (La deportiva) viajar permanentemente y eso está todo pago, tienen que salir en las tiras y en los otros programas. Si cobraran un sueldo estarían mucho más tranquilos y tendrían posibilidades de progresar —conjetura. —Yo creo que sería mejor. Quien contrata elegiría a los mejores porque les va a pagar. No va a elegir a los que no son tan buenos pero que traen clientes. Y elevaría el nivel —teoriza David Luis. —Tendrían dedicación full time. El que paga, exige. El que no, ¿qué puede exigir? Si yo te pago, te digo: “Dedicate más a esto, hacé lo otro, comprate un libro” —imagina Ramírez. —Cuando están centrados en lo suyo aumenta la calidad del laburo. Si son buenos, van a ser muy buenos. Es así. Se ocupan de hacer lo que les gusta, hacer periodismo —considera a su tiempo Bricco. —Harían periodismo y no publicidad —marca Tessandori—. Evitarían la presión que significan a veces los condicionamientos que les traen las publicidades. La presión del mismo cliente que dice: “No juegues una opinión a favor de uno u otro porque me perjudicás”. “En la actual coyuntura del mercado mundial, el crecimiento económico torna obsoleta la idea del pleno empleo clásico y, por lo tanto, la consigna de puestos de trabajo para toda la vida”. Ulrich Beck61 Es contradictorio que ciertos periodistas que sufrieron de principiantes la gratuidad de sus servicios tampoco paguen a los inexpertos mientras comandan un proyecto en la actualidad. —Sí. Siempre les han pagado con avisos… Para esto viene a cuento la frase de Larralde: No hay peor tirano que esclavo con látigo. Son así la mayoría —define Jesús. Otro aspecto de la precarización laboral confunde democracia y oportunidades para todos con intrusismo de aquellos que pagan un espacio y hablan. Estos consiguen una posición hegemónica que, como escribe Néstor García Canclini, “es un proceso de dirección política e ideológica en el que un sector o clase consigue una apropiación

61 Beck, op. cit., pág. 129.


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preferencial de poder, admitiendo a los grupos subalternos que le son funcionales”.62 Y así lo económico margina al talento según contrasta David Luis: —Si alguno no trae publicidad y es un excelente periodista pero viene uno que no es tan bueno como periodista y trae clientes, generalmente, lamentablemente, eligen al que trae clientes. —Esto permite a cualquiera hacer micrófono, cualquiera puede decir cualquier cosa. El que lleva un aviso ya puede salir al aire. Los dueños de los medios no respetan y ensucian la profesión —se queja Marcelo Ramírez. Si se siguen las palabras de Castel se llega a la conclusión de que no es tan democrático este sistema donde se decide arbitrariamente no pagar o lo que se abona no cubre el costo de vida:

“La sociedad salarial es la base sobre la que reposa cualquier democracia de tipo occidental, con sus méritos y sus lagunas; no consenso, pero sí regulación de los conflictos; no igualdad de las condiciones, pero sí compatibilidad de sus diferencias; no justicia social, pero sí control y reducción de la arbitrariedad de los ricos y poderosos: no gobierno de todos, pero sí representación de todos los intereses llevados al debate de la escena pública”.63

“La sociedad del saber abre nuevos campos laborales, pero se está despidiendo al mismo tiempo de la más o menos apacible sociedad laboral convencional”. Ulrich Beck64 Bricco detalla la situación suscitada por la multiplicación de las emisoras que abre un abanico de posibilidades para trabajar. —Cualquiera pone una FM, que no veo que esté mal. Me parece que debe existir una regulación. Porque no es tan fácil hacer una buena radio. No es sólo poner un micrófono y empezar a hablar. El 100 por ciento de los tipos que laburan no pueden pronunciar un vocablo y sin embargo están. No me importa que se enojen. Lucho y voy a luchar hasta que me muera contra ese tipo de periodismo. Porque la única lucha que se pierde es la que se abandona, decía Guevara. Yo no puedo creer que en Rosario haya determinados personajes haciendo periodismo —se ofusca. El periodismo deportivo es caro para las radios, que tercerizan las transmisiones deportivas a manos de particulares o de agencias de publicidad, quienes vulneran los derechos laborales, ya que algunas tiras se emiten en parte en horario nocturno o en días feriados que no son reconocidos. Asimismo las transmisiones de partidos de fútbol abarcan el fin de semana según la programación de la televisión en conjunto con las asociaciones organizadoras correspondientes. Y, por supuesto, necesitan bastante personal para las coberturas. Sennett explica que “las empresas también han subcontratado con pequeñas empresas o individuos empleados con contratos a corto plazo muchas de las tareas que antes se

62 Néstor García Canclini, “Gramsci con Bourdieu”, Revista Nueva Sociedad, Nº 71. 63 Castel, op. cit., pág. 456. 64 Beck, op. cit., pág. 64.


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hacían siempre dentro”.65 De esta manera, las emisoras rosarinas se liberan de los riesgos ante la rotación de periodistas jóvenes. En las radios de FM es mucho mayor que en las de AM donde por su amplia experiencia David Luis puntualiza: —En el caso de Radio 2 una agencia de publicidad es la productora del fútbol. Si no hay una vacante por una renuncia, es difícil que entre alguien. A la persona que está a cargo no le interesa tener mucha más gente, precisamente por el tema de que no le puede pagar, tiene que vender publicidad y le ocupa el espacio a él de su venta de publicidad. Mientras más clientes tenga la transmisión, le quita lugar al mismo vendedor. Entonces, cabe colegir que en este caso los periodistas no serían compañeros de staff sino competidores por vender una publicidad. Tessandori completa el tema: —Se supone que en la AM es mucho más fijo, que tiene otros tipos de condicionamientos comerciales. Hay contratos que se respetan y se analiza los periodistas que trabajan. Pero generalmente las radios han caído en ese error común, de privilegiar la parte comercial. Conocidos los obstáculos, la salida habitual que encuentran los principiantes a este escenario precario es el abandono de la profesión, según Bricco. —En su momento vi alguna camada interesante que se fue pudriendo y cediendo ante el sistema nefasto que tiene el periodismo deportivo radial de la ciudad —se lamenta. Sin embargo, algunos jóvenes deciden esperar, otros consiguen empleo en otro rubro y se dedican al periodismo en sus ratos libres, otros prueban suerte en la venta de publicidad o arman un proyecto propio, dentro del sistema de similares características; es decir de la compra de espacios radiales. De esta forma, se aprecia lo que marca Beck sobre los autónomos aparentes quienes “son en cierta medida ‘empresarios autónomos’ en el sentido polivalente de que personifican un cruce entre el empresario y el jornalero, el autoexplotador y el autopatrón”.66 “El capitalismo del corto plazo amenaza con corroer aspectos del carácter que unen a los seres humanos entre sí y brindan a cada uno de ellos una sensación de un yo sostenible”. Richard Sennett67 Para los periodistas jóvenes que ingresan a La deportiva la venta de publicidad es el recurso para cobrar y sustentarse. —Lamentablemente a todos los periodistas que incorporo tengo que decirles que les doy uno o dos clientes libres —informa Vitelli. Con respecto a las posibles soluciones, David Luis estima que: —El tema es elegir a los periodistas buenos y darles la posibilidad de que estén al aire porque muchos con condiciones ha quedado en el camino precisamente porque no han tenido un cliente que los avale. Jesús Emiliano propone a modo de solución: 65 Sennett, op. cit., pág. 21. 66 Beck, op. cit., pág 81. 67 Sennett, op. cit., pág. 25.


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—Que triunfen las posturas como la nuestra (FM Cadena Continental Rosario), donde todos puedan cobrar. Acá hay un grupo de veinte personas que cobran. Si esto va mal, el ejemplo queda para el otro lado. “‘Nada a largo plazo’ es el principio que corroe la confianza, la lealtad y el compromiso mutuos”. Sennett68

68 Sennett, op. cit., pág. 22.


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CONCLUSIONES Según el análisis de los periodistas de trayectoria, en la actualidad el ejercicio de los principiantes en el periodismo deportivo radial de Rosario deja mucho que desear, salvo honrosas excepciones. Porque permanecen los más baratos –o directamente ad honorem- y no los mejores. En los jóvenes prevalece un bajo nivel cultural, que se refleja en la práctica. Temas como el desconocimiento de sus derechos, encajan perfectamente en las conveniencias de las radios. Rara vez se advierte rebeldía ante la adversidad y preocupación por adquirir cultura general y el aprendizaje de otros deportes. Aunque estas carencias implican, utilizando un léxico habitual de las empresas, una amenaza menos para quienes viven del periodismo. Del mismo modo, el miedo se aprecia cuando Tessandori dice que hoy no dejan crecer a los nuevos. Influye a su vez un cierto egoísmo que anula las luchas colectivas para mejorar esta situación. Además, se da por debilidad, temor a quedarse sin nada o por conveniencias, sobre todo en los novatos cuyos padres poseen dinero y los mantienen mirando hacia la oportunidad (o el hobby) y no hacia su dignidad. Eso genera el mercado de la gratuidad porque a ellos aceptan esas condiciones, siendo una actitud ejemplificadora para el resto. Y quiere decir que algunos están conformes. La salida laboral en el periodismo deportivo radial es muy poca. Es un sistema que excluye, donde no hay un derecho de piso como se da en otras profesiones. Y así se cumplen -como apunta Castel- los fracasos en la integración de los jóvenes quienes “hace veinte años se habrían integrado sin problemas en la producción, se encuentran condenados a errar de pasantía en pasantía, o de una pequeña tarea a otra”.69 En los casos estudiados en este trabajo, los títulos obtenidos valen poco y nada. Por eso no hubo casos de pasantes estudiantes o graduados en Comunicación Social, quienes estarían sobre calificados. Los periodistas consultados viven del periodismo, lo cual no implica que no vendan publicidad para sumar a sus ingresos. Repudian esta situación laboral donde se usa a los jóvenes y consideran positiva la apertura de nuevas radios de FM y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para el desarrollo de la profesión. Coinciden en separar los tantos: periodistas y publicistas, cada uno por su lado. Además, es evidente que hay más periodistas que puestos a cubrir. En consecuencia, el libre mercado de trabajo les baja el precio de sus remuneraciones hasta cero. Como hay una gran cantidad de jóvenes ansiosos de hacer sus primeras armas, se produce una rotación importante, un flujo permanente, en especial en las radios de frecuencia modulada. Esto genera ilusiones e impide argumentar sobre la escasez de chances. Entonces, al ser fácilmente reemplazables, al ser usados y tirados como objetos de consumo, sufren sutiles humillaciones, falta de respeto y mínimo reconocimiento al esfuerzo realizado. El aprendizaje es autodidacta, ya que muy pocos “grandes” aconsejan por temor a perder su puesto periodístico o el cliente publicitario. No hay tantos maestros o referentes como en tiempos pasados. Los novatos no dicen: “González es mi formador, mi moderador o mi espejo”.

69 Castel, op. cit, pág. 408.


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La venta de publicidad es la vía más usada para poder cobrar y es un oficio que, quienes lo abrazan, aprenden con los golpes de la práctica, en la calle y sin sustento académico. La venta exitosa, en determinados casos, genera injusticias ya que no siempre el mejor vendedor es el mejor periodista y esto le abre puertas para las mejores oportunidades en el grupo. La precarización laboral que afecta a los novatos en el periodismo deportivo radial de Rosario deviene de una cuestión política, de apropiaciones de instancias de poder, según el análisis de los autores leídos. Las emisoras no cumplen las leyes laborales vigentes, en lo que se refiere los novatos, que trabajan gratis, y en el caso de los viáticos, se entregan sin ningún tipo de recibo. Hasta algún grupo les hace firmar a sus pasantes que no existe ninguna relación laboral con ellos. A los que facturan, les piden boletas con números salteados para que la correlatividad evite una relación de dependencia. Y nadie controla esas irregularidades. Por lo tanto, se palpa una contradicción entre las mayores posibilidades para ejercer el periodismo y la imposibilidad de vivir de él. Va de suyo que se pide respeto a los derechos y no regalos. Las radios están bien así, y si los nuevos renuncian sin siquiera completar un periodo importante por discrepancias con las condiciones, a veces no se cubre ese puesto libre y por ende baja la calidad del producto periodístico. Claro está que los futuros periodistas no deberían prejuzgar las situaciones aquí desarrolladas ni adelantarse a los acontecimientos porque hay excepciones de jóvenes que se afirmaron. Tendrían que experimentar en carne propia, sobre todo por la cambiante sociedad actual. Por eso, las modificaciones desde la parte empresarial da la impresión de que no van a establecerse sino que, como afirma Alfredo Colombres, es responsabilidad del Estado que “deberá devolverle la dignidad al empleo, al que el capitalismo ha convertido en una mercancía vil, sin importarle que se encuentre en juego la vida, la dignidad y la felicidad de la gran mayoría de la población”.70

70 Colombres, op. cit., pág. 218.


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ANEXO: ENTREVISTAS COMPLETAS

1. Jesús Emiliano: “El que acepta trabajar gratis, trabaja gratis durante toda su vida” Hacia la fecha de presentación de este trabajo, mayo de 2009, Jesús Emiliano era el director periodístico de la Cadena Continental Rosario FM 100.1, donde además conducía el programa “Conectados” de lunes a viernes de 13 a 15. Era relator de partidos de fútbol y corresponsal en Rosario del equipo periodístico deportivo Competencia, comandado por Víctor Hugo Morales, en Radio Continental AM 590. También en televisión conducía el noticiero deportivo RD News en el canal Somos Rosario de Cablevisión y Multicanal . Asimismo a lo largo de sus catorce años de carrera en radio trabajó en LT3 , La Red Rosario y Radio 2, donde se desempeñó como informativista, relator y conductor de programas deportivos. —¿Cómo fueron tus comienzos en el periodismo deportivo? —En 1995 llegué a Rosario desde Bombal, un pequeño pueblo que queda a 80 kilómetros. Un locutor de mi pueblo, Rubén Pistacchia ya fallecido, trabajaba en LT3 y era conocido de mi papá. Yo relataba el fútbol chacarero, me venía para acá y empecé ayudándolo en un informativo que se emitía al mediodía donde me incorporé como flashero. En esa radio conocí a otra persona que iba a hacer fútbol en una FM. Yo le conté qué hacía y así arranqué: a los cinco meses debuté como relator en Rosario. Hice la conexión porque presenté un material, gustó y así arrancó mi trabajo. —¿Cambió mucho hasta hoy en cuanto a facilidades de inserción en el medio? —No, cambiar no cambió. Está hoy tan mal como estaba en ese momento. A mí, desde el 95, siempre me han pagado por lo que he hecho. Mal o bien, siempre yo arreglé por dinero. No por publicidad, que es otra cosa. A mí me empezaron pagando porque era el relator y consideraban que debía cobrar. Yo no estaba en condiciones de pelear esa situación laboral pero estaba tan difícil como ahora. —Hoy existen más radios FM. —Sí, y a todo el mundo que entra a trabajar le cobran un derecho de piso y no sólo en Rosario. Yo tengo la experiencia de radio Continental de Buenos Aires: no llegué así, a mí me contrató, pero veo que muchos chicos han llegado tras ir a ver los programas. Hablo de nombres muy importantes como Mariano Closs o Román Iucht, eran chicos que iban a verlo a Víctor Hugo durante años. Hasta que un día les pidió que les cebe un mate, otro día que le vayan a comprar el fiambre a la esquina, otro día otra cosa, después les pidió un material y después hicieron producción. Así arrancaron. Pero todo está tan complicado como en aquel momento, está muy mal la profesión en ese aspecto inicial y cuando da pasos adelante también. —Paradójicamente ahora hay más posibilidades para entrar pero sin remuneración. ¿Considerás un trabajo al periodismo deportivo en Rosario? —Por mi experiencia personal y por el grupo en el cual estoy al frente hoy sí: todos cobran. Tenés que hablar con cada uno para que te digan cómo es la situación. No hay arreglos publicitarios. Pero no está bien el medio. Hay un aprovechamiento muy grande desde todos los lugares. Las crisis en la Argentina siempre sirven para que el que comanda algo grande se aproveche, lamentablemente, más que para rescatar buenas


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ideas. Viste que cuando llegan las crisis se achica todo: achica al que está mal y achica al que está bien. —Cuando se achica la cabeza de grupo, para ser justo con su capacidad y responsabilidad, los novatos terminan no cobrando. —Me pasó eso cuando trabajé en Radio 2. En el lugar donde estoy hoy no pasa. Tampoco se gana tan bien y creo que nunca pasó ni en Buenos Aires, donde la paga no es la que debería ser. Creo que además porque los periodistas somos culpables en ese punto. No nos hemos defendido como debía ser. Y también hay una miseria muy grande de los profesionales. No sólo de no pelearse con los que comandan todo esto sino que está esa mirada: “Que los pibes que arrancan se hagan de abajo, que no cobren”. Me parece terrible porque en definitiva es un atropello a la profesión. Ahí ya no cuenta si es un cadete o el mejor comentarista de Rosario. No podemos mirar la profesión desde ese lugar. El derecho de piso supuestamente y entre comillas se debe cobrar de otra manera: desde la producción, que los principiantes vayan, busquen, aprendan, mejoren y que recorran otros caminos pero no el de lo indigno. —También entra el juego el tiempo, que se prolonga. Alguna vez tienen que empezar a cobrar. —Lo que pasa es que acá el que acepta trabajar gratis, trabaja gratis toda su vida. Hay un aprovechamiento muy grande. En esto somos culpables primero quienes participamos de los medios. Se dice: “Mirá si este tipo va a cobrar, si yo que relato o yo que comento estuve tanto tiempo gratis”. Bueno, es un problema tuyo. Hubo alguien que no te defendió o fue un aprovechador que vio la situación y tomó partido por eso. Pero me parece terrible eso de “como mi padre me pegó entonces yo le pego a mi hijo”. Lamentable. —Algunos periodistas sufrieron la situación de chicos y hoy están al frente de un proyecto y hacen lo mismo. —Sí. Siempre les han pagado con avisos… Para esto viene a cuento la frase de Larralde: No hay peor tirano que esclavo con látigo. Son así la mayoría. Hoy la mayoría de los periodistas que han negociado con (Eduardo, ex presidente de Newell’s) López y que han estado esclavos de los dirigentes de antes y de ahora de Central se manejan así. El gran problema de esto no es sólo lo económico, donde un trabajador no cobra que ya es un problema terrible sino que después todos encuentran el atajo. Manguear a los dirigentes o a empresas. Yo no estoy en contra de la venta de publicidad. De hecho, Víctor Hugo lo hace como algo extra al arreglo económico. Insisto: no es deleznable, la venta es un oficio. Lo que pasa es que acá no cobran, entonces van al negocio del ‘tesorero Juan Sánchez’. En una época el tesorero de Central era (Jorge) Sauán, que tenía otros negocios, e iban todos a manguearle. Pasaba con Accesaniga de Viliguer y con el dueño de El emporio de la zapatilla. Era una risa porque todos los periodistas tenían esas pautas. Desde ese lugar, ¿cómo criticás después una gestión? El tipo te corta el aviso. A estos miserables, nunca les pasó por la cabeza criticarlos obviamente porque sabían dónde se metían. Después podés negociarlo en el sentido de vendés un aviso a una empresa que por ejemplo es de Usandizaga y vos criticás su gestión. Viene el tipo y te dice que te va a levantar la pauta. Podés decirle: “Levantala pero yo recorro un camino de crítica buena y mala y a mí no me importa. Si sos un tipo honesto no vas a levantarla y si la levantás es porque me estás apretando de alguna manera”.


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—Suena disciplinador en el sentido de que sus ideas van por un lado pero al aire están condicionados y más cuando son inexpertos. —Claro. En Rosario creo que ya no pasa eso. Nadie los amenaza, no hace falta, sino que saben dónde se meten. Lo mismo pasó con López, quien compró a la mayoría de los periodistas. Luego compró medios y no le hizo falta nada ni protagonistas ni medios ya todo estaban vendidos aunque no cobren. En las últimas elecciones de Newell’s, pasó eso. —El contexto de precarización laboral donde se insertarán los estudiantes o periodistas recién recibidos, ¿tiene alguna solución; puede ser la venta de publicidad? —La solución es que triunfen las posturas como la nuestra (FM Cadena Continental Rosario), donde todos puedan cobrar. Acá hay un grupo de veinte personas que cobran. Si esto va mal, el ejemplo queda para el otro lado. Con esto no digo súbanse al caballo, apóyennos. Cada uno que haga lo que quiera. Pero me parece terrible cuando les va bien a estos personajes que no cobran. Se sienta un precedente. —En cuanto a los estudios de los periodistas novatos, ¿con qué competencias llegan? ¿Los notás bien formados? —No, en parte no. Algunos sí obviamente pero ahora llega mucha gente primero con el aviso. Hay un total desconocimiento de quién fue Dante Panzeri pero sí saben a quién pertenece tal empresa de jugos. No creo que lleguen por una cuestión económica sino porque están encandilados por las luces de las marquesinas de la televisión. Buscan fama antes que prestigio, reconocimiento popular antes que respeto de los propios. Tienen mucho más amor a que los conozcan que a desarrollar su profesión. Eso es muy peligroso. El deterioro moral es aún peor que el deterioro económico. Este país cambia y a lo mejor algunas cosas económicamente se resuelven. Pero no lo moral, que aplaca a muchísima gente y destruye el camino del profesional. La pobreza me preocupa cuando arrastra a la decadencia social, cultural, académica y de buenos ejemplos. Después lo otro es un vaivén de este país que ha vivido en crisis desde que yo lo recuerdo, lamentablemente. Ahora hay una crisis muy grande que no se soluciona con el aumento del dólar, con la convertibilidad o con que un ministro de economía acierte, que es el deterioro moral de las personas, de los trabajos y de la falta de dignidad en un montón de cuestiones. —¿A los principiantes les interesa sólo el fútbol y faltan especialistas en otros deportes? —Creo que hoy en gran parte ni el fútbol les interesa sino el ambiente dulce que lo rodea, que los conozcan, que salgan por la radio, que un jugador pase y los salude y ellos puedan contar: “Soy amigo de fulanito”. A mí me asusta cuando se acercan al periodismo deportivo porque son futbolistas frustrados. ¿A quién no le hubiese gustado ser Diego, Burruchaga, Francescoli o Passarella? Pero esta profesión va por otro lado. Me asusta cuando llegan porque no les dio para estar dentro de una cancha y entonces el atajo más cercano es ser periodista. Porque aparte es una profesión para comunicar ya sea en deportes, en fútbol, tenis, básquetbol. Además se pueden cruzar con (Joan Manuel) Serrat y tienen que saber quién es, con (Hermes) Binner y saber quién es. Si llega la etapa de recordar el Rosariazo y el Cordobazo, tienen que saber quién fue Agustín Tosco. Con saber quiénes son los cuatro últimos goleadores del campeonato local, me parece que no alcanza.


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—¿Entonces tendrían que leer más, tener una formación cultural más sólida? —La mayor inquietud que debe tener el periodismo es la de saber un poco más. ¿Por qué preguntamos? Porque no sabemos. Preguntar no es terrible. No saber algo, tampoco es terrible. Yo no sé pero todos los días pretendo dejar de no saber. A partir de eso está en la inquietud del periodista. Es hijo de la inquietud. Por eso pregunta desde muchos lugares: desde una mirada académica, desde un libro, desde el frente a frente con un personaje porque quiere saber. A mí me asusta porque hoy se llega por otras cosas. La gente (los periodistas novatos) sabe mucho más cuánto gana Closs o cuántas novias tuvo que en definitiva quién ha sido Panzeri. —¿Qué clase social accede al periodismo en Rosario? ¿Es una clase media o todas? —Desde mi humilde punto de vista, esta sociedad no nos permite llegar a todos a muchos lugares. Hay una gran recesión cultural donde para dominarnos primero tuvieron que bajarnos las defensas. Lo logró primero con un gran trabajo la dictadura. Gracias a la dictadura tuvimos un ‘menemato’ y en definitiva todo esto se fue armando así. Obviamente eso cercena la chance de que mucha gente pueda estudiar, educarse mejor o de estar más activo en ese aspecto. —¿Cuál es la falencia más importante: la precarización laboral o la poca preocupación por mejorar en lo cultural? —La caída como modelo social de valores; a partir de eso viene todo lo otro. Esta decadencia moral de la profesión se ve en la política y en un montón de lugares. Cada vez hay más gente deshonesta. Cuesta tremendamente educar, hay tipos que recorren otro camino, pasa lo mismo con la sanidad y a partir de todo esto es imposible tener modelos desde lo social. Como dice el Tano Fazzini: se juega como se vive. Educamos como vivimos, estudiamos como vivimos, hacemos periodismo como vivimos. Es una decadencia que parte desde muy arriba hacia todos los estamentos. —¿Hay voluntad de cambio? —El día que yo pierda las ganas, tengo que dejar esto. Y los chicos que entran no tienen tanta voluntad. Están fagocitados por un sistema que nos oprimió y que está muy bien hecho. Este proceso que arrancó con la dictadura y que continuó con el ‘menemato’ tuvo un resultado perfecto. Dio en la tecla. Nos durmió, nos relajó, nos volvió ignorantes en un montón de causas y ahora va a costar muchísimo tiempo. No veo en general ese deseo. —Para aumentar la calidad periodística no solo habría que mejorar el pago sino varios aspectos que se interrelacionan. —Sin dudas. Lo otro sería un ramalazo. Si acá mejora la economía, no digo por propia capacidad de los economistas y políticos argentinos sino porque se da vuelta algo y el peso toma un valor más significativo que el que tiene, no hemos hecho nada para estar mejor. Entonces la repartija es más grande, un tipo se avivó, lo peleó y consigue un mejor sueldo, pero la decadencia moral no se cambia. De hecho en la etapa de la convertibilidad, del uno a uno, podíamos viajar a cualquier parte del mundo y eso no nos hizo más cultos. Podíamos llegar a París como nada y sin embargo no aprendimos nada de todo eso. Teníamos una profesión donde viajaban a un Mundial setenta tipos por medio (sic), como el de Francia, y ¿qué aportó? No aportó nada porque fue un ramalazo económico. De hecho, esta profesión en Rosario, hoy en decadencia, tuvo mejores etapas económicas y no dejó nada. Esa gente que estaba bien, no aprendió nada.


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—Quienes hoy son novatos, mañana adquirirán experiencia. ¿Cómo ves el futuro de la profesión? —La veo peor. Porque los medios cambiaron de manos, ahora son corporaciones. Las empresas manejan un medio en Buenos Aires, un pozo petrolero en Arabia, una cadena de supermercados en Venezuela, una telefónica en Panamá y una cadena hotelera en Chile. Entonces será muy difícil ya que se conocen pocas caras de los dueños de los medios. Creo que sólo va a cambiar la cuestión económica por un ramalazo, nada más. Lo otro lo veo peor, muy mal, en decadencia. De hecho hoy hay una puja grandísima entre el Grupo Clarín y el Gobierno, que para mí merece grandes críticas, pero en algún momento nos vamos a liberar. Vendrán otros, mejores o peores. De Clarín , no y Clarín le hace tanto daño como una mala política. —¿Y en el mal llamado interior? —Los grandes grupos ya se han ido metiendo en el interior. Saben estos tipos, son inteligentes, no son tontos. Saben cómo llegar, cómo penetrar. Rosario es una plaza nada despreciable. Han ido a por todo y lo van sosteniendo.


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2. Marcelo Vitelli: “El periodismo deportivo no tiene futuro económico” Con 25 años de trayectoria, Marcelo Vitelli, en mayo de 2009, era el director periodístico de radio La Deportiva FM 96.9, donde circulaban muchos periodistas novatos. Se desempeñaba como relator de las transmisiones de fútbol y como conductor del programa Las estrellas del deporte de lunes a viernes de 19 a 21. —¿Cómo comenzaste en el periodismo deportivo radial? —Empecé muy de abajo: fue en LT 8, haciendo una especie de pasantía, que en ese momento no existía como tal. Tenía contacto con un amigo de mi abuelo, Orlando Bueno, que hace actualmente automovilismo en LT 3, Ruta Libre, un programa famoso, de muchos años. Entonces le dije de mis ganas de hacer periodismo, que siempre soñé con conocer y estar en un medio. Yo tenía diecisiete años, estaba terminando la secundaria. Fui a LT 8, Orlando Bueno me presentó a Carlos Molfino y empecé a ver cómo era la cosa. De ahí en más estuve todo un año observando el programa. Iba todos los días, y de tanto ir, un día me agarra uno de los productores y me dice: “Ya que estás todos los días y no sabemos qué hacés, ¿no querés dar una mano en la producción?”. Porque en realidad me presentaron y después nadie me daba bolilla pese a que me conocían la telefonista, el empleado de seguridad y me dejaban pasar. Le contesté que sí, con mucho gusto, y así empecé allá por febrero de 1984, como ayudante de producción. Después fui productor. —En ese momento no había institutos terciarios sino que había que hacerse en la práctica. ¿Por qué te volcaste al periodismo? —Yo era oyente de radio desde muy chico, relataba fútbol desde los nueve años, armaba mi equipito periodístico con la gente del barrio, ponía a uno de comentarista, otro de locutor, uno de vestuarista e inventábamos transmisiones de fútbol. Así que era lo único que tenía, no tenía ningún tipo de experiencia ni conocimientos, solamente el de escuchar todo el tiempo en Radio Rivadavia a José María Muñoz o Radio Oriental de Uruguay a Víctor Hugo (Morales). Y ser oyente de todas las radios que podía de Rosario, que también las escuchaba desde muy chico. —¿Qué cambios se produjeron desde aquel tiempo hasta hoy para insertarse en las radios? —Muchos. En Rosario siempre hubo cuatro radios. A Nacional, que era del Estado, no entrabas si no tenías un toquecito político. Estaban LT 2, LT 3 y LT 8. No existían las FM. El núcleo era totalmente cerrado. Es decir, ¿cuántas posibilidades tenías de entrar? De cien, una. Era imposible porque aparte estaban los de siempre: Pablo Cribioli, estaba empezando Molfino, Yorlano. Si no tenías una conexión… A pesar de que era mínimo lo de la conexión porque lo único que me dijo Orlando Bueno, a quien le estoy enormemente agradecido, fue: “Te presento y te hago entrar”. Después era arreglátelas como puedas, buscate una ayuda. Y está bien, obviamente, había que ganarse el lugar, pero era imposible entrar. No había forma. Creo que escuelas de periodismo todavía no había o alguna recién empezaba, no recuerdo bien. Era muy difícil. Además el nivel profesional era absoluto. Te encontrabas con monstruos (sic), no había principiantes o inexpertos. Quien se sentaba a un micrófono tenía diez años de experiencia. No era cualquiera. La gente que conocí tenía veinte o treinta años de radio. Y los mismos tipos te decían: “Vos para sentarte en este lugar tenés que haber transitado un camino de experiencia, aprendizaje”. Eran un montón de barreras que no cruzabas


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así nomás. Te paraban el carro, no te dejaban avanzar. Yo tenía que pedir permiso para ingresar al servicio informativo, por más que ya tenía cuatro o cinco años de radio, y me miraban de reojo para ver qué hacía. Ahora con el esparcimiento de las FM, es totalmente distinto. A un medio grande cuesta entrar, pero a uno chico si tenés una producción y la posibilidad económica de comprar un espacio, entrás, recibido o no. —¿Cómo es la formación de los chicos que se insertan hoy en día? —Hoy es distinto. Tener un título terciario o universitario te sirve, más allá de que yo digo que el periodismo es vocación, pero es una opinión muy personal. De todas maneras, hay que estudiar, lo que te da una base importante por lo menos para que entiendas y sepas de qué se trata, para que tengas la facilidad que antes no se tenía. Cuando yo entré era por vocación. Tenés que tener parte de la vocación y la formación que te ayuda a crecer, a aprender las cosas mínimas, que después en la práctica las podés ir mejorando. La teoría es importante. —Con respecto al nivel que demuestran los principiantes, ¿hay gente con conocimientos y ganas de aprender? —Lamentablemente es muy poca. Hay un problema importante: hoy las radios no pagan, salvo las grandes, que tienen una estructura importante, como las de AM. Eso influye en que el periodista esté obligado a vender publicidad y la mayoría no sabe. Entonces eso es un impedimento. Pero suelen venir por ejemplo cuarenta personas en un año y podés rescatar una o dos. El resto no queda. No sé si es falta de vocación o ven que no hay futuro económico. Porque el periodismo deportivo hoy no tiene futuro económico. Una FM como la nuestra no paga. Así se hace muy difícil y es preocupante el tema. Yo no veo que haya una preparación importante. —Si algunos carecen de vocación, ¿por qué creés que se acercan? ¿Porque les gusta el fútbol? ¿Para ser conocidos? —Para mí el que llega hizo una carrera que por ahí no es tan complicada como otras, para decirle al padre: “Yo estudio un terciario. En vez de medicina que es difícil y comprometida, estudio periodismo tres años, estoy haciendo algo y listo”. Me parece que pasa por ahí porque si te querés mostrar en el medio, de última, venís y le ponés ganas porque te querés quedar. Si a un chico le decís: “Andá a cubrir un partido de la Rosarina”71, te mira como si estuvieras totalmente loco. Nosotros que tenemos vocación del fútbol de Ascenso, conseguir un tipo que cubra y conozca de Ascenso no es fácil. No les interesa. Quieren hacer Newell’s y Central. Yo me moría porque me dieran un lugar. He tenido un montón de chicos que no les interesa, no les gusta, no pueden, no es lo que pensaban o estaban esperando cuando les doy una oportunidad. Lo económico es un tema aparte. —¿Faltan especialistas en otros deportes? —Sí, es muy difícil encontrar especialistas en otros deportes. No hay gente que se dedique exclusivamente a analizar hockey, boxeo –decime cuántos conocés que estén en condiciones de relatar o comentar una pelea— o tenis que se ha puesto de moda, pero si no es fútbol no hay. —¿Qué deberían mejorar los novatos que ya adquirieron una regularidad de participación en la radio?

71 Se refiere a los campeonatos organizados por la Asociación Rosarina de Fútbol.


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—No se lee, no se estudia. Es un problema del periodismo. Nosotros tenemos la mala costumbre de hablar, por encima de la solidez al argumentar. Entonces por ahí se nos va de mambo (sic) el tema de hablar sin estudiar. A mí me parece que les falta agarrar más los libros, una de las falencias que me marcan como director que creo que a esta altura no la voy a poder cambiar. —¿Qué clase social ingresa a La deportiva? —Las FM como esta no te pueden dar algo que económicamente te sirva. Te pueden dar un viático o la posibilidad de vender publicidad. Entonces aquel que no tiene una condición por lo menos media, que se pueda mantener de alguna manera, no puede hacerlo. El de arriba, que está bien económicamente, sí porque tiene todos los problemas solucionados: se banca ir a las prácticas, los viajes, lo que sea. —La proliferación de las FM paradójicamente otorga más posibilidades pero no en el campo rentado. —Sí, es cierto. Se ha agrandado el mercado y te da más posibilidades para que llegues pero en el aspecto económico es malo. Para el periodista que no cobra y para las FM porque es una competencia desleal para ver quién agarra al anunciante por menos plata. Porque tenés que vender menos que el otro para quedarte con la publicidad. Entonces por un lado es bueno porque para ingresar a trabajar es más abierto y por otro es malo porque no se paga y porque en lo comercial hay una disputa que puede ser hasta desleal en algún momento. —¿Una FM que paga no es sostenible? —Todo depende de lo que vendas, de cómo manejes el departamento comercial porque hay FM que pagan, que tienen contratado personal y son las menos. —¿El periodismo deportivo radial hoy en día no tiene una salida laboral? —No, hoy no. La posibilidad de ingresar a una radio grande te daría la tranquilidad de un sueldo seguro, más allá de que alguna radio de AM hoy no está bien. Sino es imposible económicamente, porque tenés que solventarte todo vos. Es muy difícil. Tenés que ser periodista y publicista cuando estudiaste para periodista. Las escuelas no explican la situación del periodista que si no vende no puede trabajar. Porque les hacen creer a los chicos que tienen que venir y cobrar. Y se van a golpear la cabeza contra la pared porque van a ir a diez radios y nueve no les van a querer pagar. Entonces me parece que habría que darles a los estudiantes una materia opcional: Venta de publicidad. Si no quieren, hacerles saber lo que puede llegar a pasar, para avivarlos y despertarlos, cosa que sepa con qué situación se va a encontrar. “¿Tengo que vender publicidad? A lo mejor tengo suerte, ingreso a un medio que me paga y no tengo que vender nada”. Pero por lo menos explicarles las variantes. —Para evitar una falsa expectativa de trabajo. —Y para que no estudie tanta gente que después queda fuera por más que haya dedicado tres o cinco años de su vida y no sirviéndole para nada la carrera porque no tiene una salida económica. —Hay una superpoblación de periodistas deportivos que no pueden insertarse. —Sí, si hacemos una lista vamos a ver millones de tipos (sic) que están recibidos y que no ejercieron nunca o que laburaron un tiempo y dejaron la profesión.


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—A los novatos que ya quedaron en la radio, que ya demostraron capacidad y responsabilidad, ¿pagándoles se incrementaría su nivel, accediendo también a más capacitación, cursos, libros? —Creo que sí. Sería muy importante porque primero los motivás y segundo les sacás esa presión permanente de tener que autoabastecerse, autofinanciarse. Los cronistas tienen que ir a las prácticas (de los equipos de fútbol) todos los días, ir a los partidos -en el caso nuestro viajar permanentemente y eso está todo pago-, tienen que salir en las tiras y en los otros programas, si todavía tienen que autoabastecerse, si cobraran un sueldo estarían mucho más tranquilos y tendrían posibilidades de progresar. —Cada persona gasta el dinero en la proporción de lo que cobra. Si la gente consume poco, al comercio le bajan las ventas y no hace o retira la publicidad en la radio. Si los periodistas principiantes cobraran un sueldo digno dispondrían de más dinero para consumir y el beneficio sería de la sociedad. —Creo que a aquellos periodistas consolidados, que tienen un prestigio, que demuestran que tienen calidad hay que pagarles porque sirve para todos. Eso es fundamental. Y los tenés tranquilos, contentos y con ganas de trabajar, más en este momento tan difícil, donde es imposible trabajar sin cobrar. —¿Cuál sería la solución? ¿La venta de publicidad? —Sí, lamentablemente a todo periodista que incorporo tengo que decirle que le doy uno o dos clientes libres. También hay un déficit en las radios. No hay departamentos comerciales o hay y no se vende, como nos pasa. Sabemos que la gente se dedica y no ha podido llegar a los objetivos. Porque hay muchas FM, hay una competencia desleal, están las AM; un montón de situaciones que realmente complican. —El mercado está saturado. —Vos contratás a diez periodistas y les das un aviso a cada uno: son diez clientes que venden ellos y no la radio. Debería haber una ley que dijera que los periodistas tienen que cobrar 10 pesos, 5 pesos, y la que tiene que vender es la radio (sic). Acá el fútbol está comercializado, entonces el productor vende los mismos clientes que vende la radio porque esta ciudad parece grande pero no lo es en lo comercial. Se chocan. O se lo das a la radio o al tipo que compra el espacio. Entonces sumá al que le das el fútbol de primera, a cada uno que le das un cliente por el fútbol de ascenso, a los que le das un par de clientes porque son productores o conductores. Después está la otra: decir yo no vendo publicidad, vendo espacios. Tampoco es lo mejor para una radio que quiere tener una identidad, pero ya es una opinión personal. Así la radio no tiene una tendencia, un lineamiento periodístico, un lineamiento político. Viene alguien que compra un espacio y lo que yo alabo, él lo critica y viene un tercero que en definitiva ni alaba ni critica lo que decimos: está en desacuerdo y tiene otra posición. El oyente se confunde: a las 12 Central tiene el mejor técnico del mundo, a la 1 el técnico es el peor y entonces se pregunta dónde estoy parado. —¿Cómo ves el futuro de la profesión y de los actuales principiantes? —Hay que separar los puntos de vista. Del lado de los medios lo veo muy complicado. Cada vez se les va a hacer más difícil a los periodistas poder vivir del periodismo. Las FM están cada vez peor económicamente. Esto no tiene vísperas (sic) de mejoramiento. Desde el periodismo, desde aquel que viene ya recibido para hacer una carrera me he llevado muy buenas sorpresas de quienes realmente tienen ganas y vocación. Empiezan a ser buenos profesionales. Vos ves que hay materia prima. El que


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tiene ganas, el que viene, te golpea la puerta, se te sienta enfrente y te dice que tiene ganas de hacer algo. O vos le hacés una propuesta y les interesa. El tipo que realmente tiene vocación lo veo con un buen futuro.


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3. Marcelo Ramírez: “Cualquiera que lleva un aviso ya puede salir al aire” En mayo de 2009, Marcelo Ramírez se desempeñaba como conductor del programa Fútbol y algo más de lunes a viernes de 17 a 19 y comentarista de los partidos de fútbol de Central y Newell’s por FM La deportiva 96.9. También ese programa tiene la versión televisiva en canal Somos Rosario de Cablevisión y Multicanal los lunes y jueves a las 22. —¿Por qué te volcaste al periodismo deportivo? —Por pasión, por necesidad de encontrar algo después de haber dejado el fútbol en Central Córdoba. Descubrí un mundo fascinante que te permite el desarrollo de la investigación y después cuando te vas metiendo, vas aprendiendo cosas que tenés que mejorar e ir creciendo en todo. Me gusta mucho investigar. —Es decir que ingresaste para seguir ligado al fútbol. —Fue el disparador. Tenía que hacer algo y me gustó siempre de chico, cuando armaba un equipo, relataba, hacía esas cosas, entre amigos y en las prácticas. Y parecía que había algo preparado para mi destino. —¿En qué medio comenzaste? —En 1987 empecé a laburar en una radio de circuito cerrado en Villa Gobernador Gálvez. Hice algo en Radio Nacional, después, creo que al año y medio, pasé a Radio 2, donde integré un equipo. Me llevaron Eduardo Vera y (Juan Gerardo) Mármora y en un tiempo me encontré cubriendo el Newell’s de Marcelo Bielsa. Ese fue mi despegue. —¿Te formaste como periodista en la práctica? —Sí. Hice un curso en Buenos Aires, porque quería seguir creciendo. Me iba todos los sábados a las 4 de la mañana para estar a las 8.30. Me sumó algunas cosas y después se ve que uno estaba preparado para esto. Y hoy soy un generador de producciones periodísticas. —¿La manera de llegar a los medios varió mucho de aquel tiempo hasta hoy? —Sí, ahora es mucho más fácil y los periodistas llegan con poca experiencia. Antes había que hacer la colimba, como quien dice, durante mucho tiempo: atender los teléfonos, hacer producción, hacer una nota atemporal. Nadie cubría Central y Newell’s. Ahora los que están en primer año de cualquier escuela de periodismo vienen. Esto es la superpoblación de FM también. Hay muchos medios. Entonces cualquiera va y hace experiencia. No está mal esta apertura de FM te permite trabajar. Sirve para la práctica. Nosotros no teníamos eso. Acá en Rosario había tres radios de AM y dos FM cuando yo arranqué y las mirabas detrás del vidrio porque era todo musical. Hoy hay muchas más posibilidades, pero llegan con muy poca experiencia. Se hacen a los golpes hoy. —¿Cómo es el nivel periodístico de los chicos que arrancan y que adquirieron una regularidad? —No es bueno, porque falta experiencia, porque cualquiera quiere hacer un vestuario, porque cualquiera quiere comentar un partido, porque cualquiera quiere tener su programa… Yo tuve un programa radial después de diez o doce años de carrera. Todos quieren ser protagonistas, pero acá hay tres o cuatro protagonistas que no se quieren levantar de la silla porque vienen de un tiempo, de veinte años de laburo. Hoy los pibes


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con dos o tres años de escuela tocan el cielo con las manos. Yo le explico a la gente que labura conmigo. Hay gente que primero hace la preproducción, la producción y el tiempo te va dando las posibilidades. Yo trato de inculcar eso y no son muchos los que lo entienden. Los que lo entienden, crecen. Yo tengo hoy gente que ha crecido mucho por entenderlo. —¿Tomando qué camino se mejoraría el nivel de los novatos? ¿Por lo cultural, por estudiar más, por leer más? —Por ejemplo esto de la superpoblación de periodistas. Hoy se reciben pagando una matrícula, por estar presentes y pagando la cuota de una escuela privada van a tener seguramente su título. Tienen mil facilidades. ¿Cómo se mejora? Leyendo. Yo veo que no leen, no investigan. Esa es una tremenda falla del periodismo. Acá hay gente que está caducando por no investigar. Hoy la gente (el público) no come más verdura (sic), hoy se investiga. Hay gente (periodistas) que no profundiza: le dan un dato en un bar, va a la radio y lo tira. Y ya la gente (el público) no compra eso. Eso trasciende porque no tiene profundidad periodística. Hay que investigar, hay que leer. Es lo que hay que decirles a los pibes jóvenes (sic). —¿Por qué considerás que se acercan? ¿Es por vocación o porque les gusta el fútbol? —El 90 por ciento son hinchas de fútbol. Les decís: “Vayan a ver un partido de básquet de la Rosarina o uno de hockey femenino entre GER y el Jockey” y no van. Me ha pasado. Ellos quieren comentar un partido de fútbol; son hinchas. Tampoco los mandes a ver a Argentino. Quieren ir a ver a Central o Newell’s. El 10 por ciento restante es la calidad. —¿Por qué se da eso y el apresuramiento que marcabas anteriormente? —Puede ser por la televisión y los medios en general. Hoy el periodismo deportivo es muy fuerte, trasciende mucho. El fútbol es pasión, es el arte de lo popular. Entonces ven esa fantasía: “Si éste llegó, ¿cómo no voy a llegar yo?”. Y éste laburó quince años para consolidarse. Tengo veintidós o veintitrés años de laburo, hace siete u ocho que soy empleado del Grupo Clarín y me permite vivir de mi laburo. Antes no podía. —¿En tus inicios para subsistir vendías publicidad? —Sí, y lo fui entendiendo. Me costó muchísimo hasta que me armé la productora publicitaria. Van paralelos la publicidad y lo periodístico. Pero no tengo capacidad para la venta. Parezco duro ante a un micrófono, pero tengo un tremendo defecto: soy muy vergonzoso, muy tímido. Entonces derivo la comercialización de los productos. Pero por algo estoy. Algunos dicen: “El Pelado tiene este error”. Pero no estás 23 años por estar. Tengo 45, pasé más de la mitad de mi vida en los medios. Por eso amo esta profesión y cada vez la voy queriendo más. Esta carrera tiene un montón de obstáculos pero le tenés que dedicar la vida. Siempre tenés que ser periodista: de mañana, de tarde, de noche. Y dejar el trapo del hincha en el fondo de tu casa. —¿Qué clase social realiza las pasantías? —De clase media para arriba. Los que tienen la facilidad de pagar un arancel en una escuela privada que en tres años les da un título. La facilidad de la carrera da la cantidad (de egresados) y no la calidad. Los que tienen que estar no están. Siempre es bueno hacer paralelamente la práctica y el estudio. No dejar de estudiar y seguir practicando. Y


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no querer ser el número uno enseguida, primero ser el número cien e ir paso a paso. Lo que va muy rápido también termina muy rápido. —¿No es contradictorio que haya más posibilidades para entrar pero sean casi nulas las de vivir del periodismo? —Sí. Esto permite a cualquiera hacer micrófono, cualquiera puede decir cualquier cosa, porque lamentablemente los dueños de los medios no respetan la profesión. Cualquiera que lleva un aviso ya puede salir al aire. Ensuciaron la profesión, que no tiene la estructura del Sindicato de Prensa. Estoy convencido de que el periodismo deportivo tiene un Círculo que hace lo que puede. Podés tener veinte años de experiencia y nadie te ampara. Nadie respeta a nadie. Mañana te dicen que no laburás más y no hay juicios. Principalmente para la gente joven. Hoy se usa mucho a la gente, en todos aspectos de la vida. —El oyente no sabe de este contexto y por eso los programas salen como salen. ¿Puede considerarse una salida laboral el periodismo deportivo en radio? —Sí, porque la radio te permite un montón de posibilidades. No hay mucha gente que investigue. Los buenos medios buscan a los buenos periodistas. Si tienen pasión, dedicación, investigación y lectura, los encuentran. Si van al facilismo y no se preparan, no. El crecimiento es diario. No porque lleguen, ya está. —Llega un momento en que los novatos se afianzaron pero siguen sin cobrar o no aumentan sus magros ingresos, ¿se generan falsas expectativas de trabajo? —Es por la mediocridad de los empresarios de los medios de comunicación. A un empresario mediocre, un periodista mediocre. Se busca a un tipo que no pretenda cobrar y vos que estudiaste y laburaste, perdiste. Yo exijo que a mi gente se le pague, no quiero a nadie laburando gratis. Después los periodistas tienen la posibilidad de negociar con la empresa una publicidad, pero poco o mucho deben cobrar. Esto lo aprendí hace ya unos años y mal no nos va. —¿El derecho de piso se excede? —Sí, te exigen y te sobre exigen. “¿Querés laburar? Bueno, te doy uno, dos clientes, tenés que vender”. Son estructuras que se van muriendo con el tiempo, sin dudas, porque todo va cambiando y esto también va a cambiar. —¿Creés que pagando sueldos se incrementaría la calidad periodística de los recién ingresados? —Sí, porque tendrían dedicación full time. El que paga, exige. El que no, ¿qué puede exigir? Si yo te pago, te digo: “Dedicate más a esto, hacé lo otro, comprate un libro”. Hay radios que no tienen ni diarios… (en el estudio o en la oficina de producción) Sacá tu conclusión. Esta profesión tiene mucha apertura de medios de comunicación que, insisto, están llenos de empresarios mediocres. Así están. —¿Los periodistas tienen una posición muy débil, no pueden pelear desde adentro contra eso para mejorar la situación? —¿Sabés qué pasa? Se puede, pero con el afán de trabajar los periodistas jóvenes aceptan cualquier cosa y después se meten en un círculo publicitario. Los periodistas tienen que ser periodistas y los publicistas, publicistas. Hay que respetar eso. Pasa por los empresarios, que dan una radio, sin teléfono, sin grabadores, sin informática, sin viáticos para concurrir a una práctica. Y dicen: “Total si no viene este (periodista), hay


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diez atrás”. Todo el mundo sabe quiénes son. En los últimos años exijo que se le pague a la gente que trabaja conmigo, sino me quedo en mi casa. No quiero renegar. —¿Qué le deparará el futuro al periodismo deportivo radial con los jóvenes de hoy? —Espero antes de retirarme encontrar el respeto y por supuesto la integración a una sociedad en la cual el periodista deportivo no sea un vendedor de publicidad. Que tenga una organización sindical, que el Círculo pueda crecer y reunir a todos, que nadie más labure gratis. Que se tenga la cobertura social, médica, aportes jubilatorios. Que se respete la profesión, en definitiva. Acá no se respeta nada.


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4. Julián Bricco: “El periodismo deportivo en Rosario es nefasto” En mayo de 2009, conducía La pelota no se pincha de lunes a viernes de 15 a 17, por Radio Pop, FM 96.1. Era relator de partidos de fútbol para Torneos y Competencias y conductor de El Nacional, por T y C Sports. —¿Por qué periodista? —Cuando yo era chico quería ser radiólogo o periodista. ¿Qué tiene que ver una profesión con la otra? Nada. Me gustaba mucho practicar deportes, siempre fui muy futbolero. A mi viejo le encantaba el deporte –a mi vieja no tanto- y con una barra de amigos permanentemente íbamos a jugar a todo lo que tuviera que ver con una pelota: tenis, fútbol, voleibol. Me encantó siempre el ambiente deportivo, que es aprovechable para fomentar la salud de un ser humano, vivir una vida sana y hacer amigos. Tiene un montón de beneficios el deporte, realmente es maravilloso. Aquel que practica cualquier deporte consigue amigos, consigue una buena salud y consigue un espacio para cultivarse. En la adolescencia, estaba entre educación física y periodismo. Estudié primero periodismo y después educación física, pero siempre me gustó el fútbol y aparte me encantaba relatar y escuchar las transmisiones deportivas. Mi viejo permanentemente escuchaba a (José María) Muñoz y yo me enloquecía con la radio en esos momentos, disfrutaba de los grandes relatores. Ahí me dije: “Voy a hacer periodismo”. No existía periodismo deportivo cuando yo estudié, que me parece que es una falencia muy grande que tenemos. Yo he dado clases de periodismo y periodismo deportivo y siempre pongo el mismo ejemplo que no sé si es bueno o malo pero a mí me gusta: es lo mismo que si estudiás cirugía o neumonología antes de ser médico. Primero sos médico y después te dedicás a una rama. Acá es lo mismo: no podés estudiar periodismo deportivo sin antes estudiar periodismo. Creo que hay grandes falencias en cuanto a las materias que se dan dentro de la carrera de periodismo deportivo. No tienen teorías de la comunicación. Es como si en medicina no tenés anatomía, que es lo básico. Entonces, estudié periodismo. No existían tantas carreras de periodismo: en la Siberia se estudiaba Comunicación Social y periodismo en el ISET 18 enfrente de la Maternidad Martin. Me enganché. En esa época cuando estudiaba periodismo era el más pendejo (sic) de todos porque mis compañeros eran gente grande, que fumaba en los salones, muy bohemia, que había estudiado otra carrera y se quedaban desde las 19 a las 23. Elegí periodismo porque me encantaba esta profesión. Tengo una familia que tiene que ver mucho con el arte, con la música, con la bohemia. Mis tíos son todos músicos. Un día me pregunté ¿qué puedo hacer? Y estudié periodismo, así de simple, porque no sabía si iba a hacer deportes u otro periodismo. Creo que tiene que ver con esta cuestión de amar al deporte. Y se dio, pero he hecho otras cosas. He escrito en medios cuando comencé cubriendo otro tipo de cuestiones. Después me dediqué al periodismo deportivo porque realmente me encanta, me fascina. —La forma de entrar a los medios en aquel momento era muy distinta a la de hoy. —Sí. En esa época cuando estudiaba periodismo iban a dar charlas gente de las FM alternativas, se les decía. Había una gran polémica acerca de si servían o no las FM y ahora han proliferado. Punto por punto en el dial encontrás una FM. Cualquiera pone una FM, que no veo que esté mal. Me parece que debe existir, como en cualquier cosa, una regulación. Porque no cualquiera puede poner un medio de comunicación y así están. No es tan fácil hacer una buena radio. No es sólo poner un micrófono y empezar a


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hablar. En esa época estaban LT3 , LT8 y LT2 y las FM que eran patrimonio de las AM. Pero con el tiempo eso ha cambiado y va a ir cambiando. Hoy los chicos en MP3 y MP4 no tienen AM. Esa es una gran preocupación que tienen hoy por hoy. La AM que era intocable hoy no es intocable. Muchos programas de culto hoy están en la FM, sobre todo para un segmento de jóvenes que buscan cambiar un poco. Acá en Rosario no cambian nunca, están siempre los mismos tipos. Hinchan las pelotas (sic). Si fueran buenos, buenos, listo… Pergolini hace veinte años que está en la Rock and Pop, pero hizo una radio de la hostia; merece estar. En Bs. As. hay cambios, hay inserción de otras personas. Después si te va bien o mal es otra cosa, tiene que ver no sólo con la capacidad sino con una cuota de suerte, por lo menos te permiten meterte. No hay grandes modificaciones en Rosario. —¿Notás bien formados a los periodistas nuevos con los que te toca trabajar? —No. La generación Google, le digo yo. “Che, tenés que averiguar esto” y van al Google. Creo que hubo un vacío cultural en los últimos años, sobre todo con la presidencia ‘del rey Carlos’ que estamos pagando las consecuencias hoy en día. Me parece que los pibes estudiaban, pagaban y se recibían con un bagaje muy acotado en lo cultural y me da la sensación de que es una generación que va a ser difícil de cambiar. Me parece que esos diez años fueron a nivel cultural… no cabe otra expresión: una mierda. Hay muy poco nivel cultural y los chicos que salieron de esa época se sienten con la potestad o la capacidad de decir: “Yo pago y me tenés que aprobar”. Yo tuve grandes inconvenientes con ese tema (NdA: fue profesor en TEA y DeporTEA Rosario). Es una generación de poco respeto, de poca cultura. Insisto, una generación de mierda que creó el ex presidente. —¿Por qué se da? ¿No tienen ganas de mejorar, no leen? —Quiero aclarar esto: las generalizaciones son malas y los nuevos periodistas no son todos malos. Hay un mayor porcentaje que en otras épocas. Yo creo que la cultura, el aprendizaje te da la libertad: estudiando tenés libertad. Podés expresarte si tenés un nivel cultural. Si no lo tenés, si no estudiás, si no te nutrís es muy difícil que tengas libertad. Pasás a ser una mejor persona. Yo no creo en esa cuestión de no tener medios. Yo, la verdad, estudié siempre en escuelas públicas. En el ISET 18 de Moreno entre San Luis y Rioja no se pagaba más que una cooperadora y si no la pagabas nadie te decía nada. O pagábamos entre cinco compañeros una fotocopia. Cuando vos tenés ganas de estudiar, estudiás y hacés todo lo posible. No creo en esa cuestión del “yo no puedo estudiar”. Por ejemplo cuando estudié educación física tenía un amigo al que le decíamos el Hachita, que hoy es profe, Licenciado, en Baradero, y se iba caminando hasta Granadero Baigorria. Nosotros aprendimos de ese pibe, que quería ser alguien y se rompía el traste (sic). ¿Sabés lo que es caminar hasta Baigorria todos los días? Hacía dedo, juntaba los morlacos (sic) y en vez de comer carne, comía ensalada. Nosotros también le preguntábamos si había comido o lo invitábamos con el desayuno o lo que fuera. Yo tomaba la M y también hacía dedo, porque no me alcanzaba para el 9 de julio en esa época. Cuando vos tenés ganas… Esa cuestión de “no me dieron las posibilidades para estudiar” no me va. Yo respeto, pero si querés ser alguien en la vida, te vas a romper el traste. Acá vos podés estudiar gratis y el que no lo aprovecha es un pelotudo. Esa es la palabra. No existe otro adjetivo calificativo. —¿Por qué llegan al periodismo deportivo: por el fútbol, para ser conocidos? —Yo creo que los pibes ven a (Mariano) Closs o a (Enrique) Macaya Márquez y dicen: “Yo quiero ser como él”. Creen que en un año van a llegar a ser relatores o


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comentaristas de Fútbol de Primera. También algunos tienen vocación. Yo no aconsejaría estudiar periodismo deportivo sino periodismo general o comunicación social. Siempre digo que la fusión entre TEA y comunicación social sería muy buena para hacer una linda carrera porque una es muy práctica y otra muy teórica. Si se conjugan esas dos maneras de enseñar, me parece que tendríamos una enseñanza estupenda, espectacular. Es una opinión muy particular. —¿Se necesitan expertos en otros deportes? —Sí. El único periodista deportivo en la Argentina para mí es Gonzalo Bonadeo. Todos los demás somos periodistas de fútbol. Hay una gran incapacidad para analizar otros deportes. El deporte más popular y el que da mayor notoriedad es el fútbol, entonces todos quieren comentar fútbol. Esto es muy sencillo y muy concreto. Piensan: “Si yo comento voleibol nadie me va a dar bola y no me van a conocer”. Pasa por esa necesidad de ser reconocido. —La formación de los novatos a la que nos referíamos anteriormente se traduce en la práctica al aire. —Sí. El periodismo deportivo en Rosario está muy bajo. Cada vez está peor y es un hecho a cambiar. Pero está cambiando para mal. Cada vez el nivel es más bajo. No creo que hace veinte años haya sido mejor que este, pero con todos medios y herramientas que tienen los pibes hoy pueden mejorar. Antes no teníamos la posibilidad de utilizar una computadora y encontrar la información en dos segundos o salir por teléfono desde cualquier sitio. Antes teníamos que ir a la biblioteca, buscar el libro y capaz que se lo había llevado otro. Hoy con Internet es mucho más sencillo. Me parece que por los pibes de veinte o veinticinco años a nivel general está muy mal utilizado, es para pelotudear, para meterse en los foros y escribir “vos sos hincha de Central”, “vos sos un puto”, “sos sin aliento”. Lo que es una mediocridad inaceptable. De diez adolescentes, nueve lo utilizan mal y uno lo utiliza bien para cultivarse. —¿Qué clase social hace las pasantías? —Yo no me fijo cómo son los pibes. Insisto, para estudiar tienen que tener ganas y decidirse. A mí nadie me regaló nada. Yo me iba en el (colectivo) 5 en esa época de periodismo, no sé ahora qué línea será. Me levantaba a las seis de la mañana a laburar en una pollería y huevería. Recuerdo que la profe García de historia una vez que me encontró en la calle y fue un orgullo para mí que me dijera: “La verdad que sirvió para algo que te durmieras en la clase de historia porque sé que hoy estás laburando en un medio de comunicación y te va muy bien”. Me dormía porque no daba más, escuchar historia a las diez y media, once de la noche, yo se lo explicaba que trabajaba seleccionando huevos y repartiendo pollos. Pero bueno, era mi laburo y no había otra manera de solventar mi traslado que no fuera para eso. No me quedaba otra opción: laburaba y estudiaba. Yo tengo amigos que han hecho una carrera en muchos más años. Se han recibido en nueve años en vez de seis. No les quedaba otra opción, porque si no laburaban no se podían comprar los libros. Se cansaban pero insistieron, insistieron y lograron lo que ellos querían. —El oyente ignora el contexto. ¿Se puede decir que el periodismo deportivo hoy es un trabajo, tiene una salida laboral? —Sí. Mi vida pasa por el periodismo deportivo, lo que pasa es que se ha proliferado de tal manera que se han llenado los medios de comunicación de deportes. Hay un hecho muy particular: el diario más importante de la República Argentina en toda la


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historia es Clarín . Si te remitís a treinta años atrás era imposible que los lunes titulara la mitad de la tapa con deportes o con fútbol. Ponía que ganó River, ganó Boca y nada más. Quiere decir que eso ha generado un montón de medios más, ha generado que la gente consuma más el periodismo deportivo y además da plata. Evidentemente vende más una tapa de Palermo que una de Aníbal Fernández con un bigote impresentable, más allá de esa broma. Vende más Maradona que le dijo que era un boludo a Humbertito Grondona que el muro que pusieron en San Fernando. —Hoy en Rosario, ¿ingresar es una oportunidad para los periodistas, pueden tener una continuidad o se frustran? —No, es muy difícil, se frustran un montón. Quedan muchos tipos inteligentes en el camino. Es una cuestión de suerte. El periodismo deportivo en Rosario es nefasto. Porque te dicen: “Vení, traeme una publicidad”. Entonces vos tenés que laburar y encima conseguirte una publicidad. Yo escribí, hace un tiempo atrás, en Notiexpress una nota llamada “El lado oscuro del periodismo”. En Internet debe estar. Creo que te responde un montón de cosas. El ser periodista, cómo se maneja. Ser periodista no es vender publicidad, es investigar, tratar de estar informado. Si no existe la investigación, no existe el periodismo. Acá no te dan los medios. Hoy por hoy estoy haciendo un programa (La pelota no se pincha) donde me quiero divertir, que es otra veta. Hay pocos que investigan bien en el periodismo de la ciudad. Uno de ellos es Alejo Diz, que está en Rosario/12. Los medios más grandes no le dan bolilla, lo tapan. Hoy los chicos no investigan, sino que quieren decir dos o tres huevadas (sic), no importa lo que digan, para tener notoriedad en su trabajo. Me parece una enorme y sencilla pelotudez. Es un muy mal periodismo. Los que piensan eso están equivocados. —A quienes no consiguen la publicidad se les genera una falsa expectativa de trabajo. —Sí. Salvo que los contrate un medio, que acá es muy difícil, o que armen un grupo como el que armamos ahora. Somos cinco, formamos una producción independiente, está bárbaro eso, es una buena veta. Yo aporto esto, el otro aporta lo otro. Vamos y vamos en lo que entre y vamos y vamos en las pérdidas. Es lo que hacemos en La pelota no se pincha. —Esa sería una salida, una solución. —Sí, es una salida, pero tenés que buscar un tipo sea conocido. Si recién empezás es imposible, lamentablemente. Cuando no te conoce nadie, fuiste y más en la radio. Yo vendo por el hecho de estar en Torneos y Competencias. No vendo yo, quiero decir que no salgo a vender, no voy a salir ni me interesa pero hay gente que se encarga del marketing, estudió, le gusta, se dedica a eso y se lleva lo suyo y nosotros hacemos el programa, por suerte. Era lo que estaba buscando hace veinte años y así salen las cosas y vienen solas. Yo vengo, me siento y hago el programa. La gente que hace la parte comercial, arregla con la radio. —De esta forma aumenta la calidad del producto. —Obviamente cuando vos estás centrado en lo tuyo aumenta la calidad del laburo. Si sos bueno, va a ser muy bueno. Es así. Te ocupás de hacer lo que te gusta, hacer periodismo. En nuestro caso nos cagamos de la risa todas las tardes (sic). —Esta precarización no es un derecho de piso sino el sistema.


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—Acá en Rosario. En Bs. As laburo hace quince años en Torneos y Competencias y yo no sé lo que es cobrar un 1 del mes. Tengo depositada la plata el 26, 27 o 28 de cada mes. Jamás una queja, jamás un quilombo (sic), jamás un atraso. Nada. Ahora, no te equivoques…Es mucho más profesional. —Tienen derecho a exigirte. —Claro que me tienen que exigir. Si me tengo que acostar temprano, lo hago. Por eso el tema es el mensaje. Es según cómo manejes tu negocio. Si River quiere tener un tipo que pesa 107 kilos (por Cristian Fabbiani) y un técnico (Néstor Gorosito) que le dice que los jugadores pueden ir a Esperanto (un boliche) es un pelotudo. Así le va. En Torneos las exigencias son notorias: hay reuniones de producción, hay tipos te que cuidan el idioma, árbitros que te corrigen. Te brindan todo para que vos hagas un buen trabajo. —Acá no se le puede exigir nada a nadie. —Te doy un ejemplo. Acá te dicen: “Andá a transmitir, te doy 15 pesos, arreglátelas con esto”. En Torneos vos no te ocupás de nada. Te llama un productor y te avisa: “El avión está a tal hora, te pasa a buscar un remís por tu casa a tal hora”. Te bajás, te subís al avión, llegás, hay un hotel de cuatro o cinco estrellas, descansás, estás seis horas tirado en la pileta y después vas a transmitir. Los productores te dicen, esto es así, así, así. Acá tenés la formación de los equipos, transmití, relatá y comentá bien. Esto a ellos les da plata. Yo lo propuse hace un montón de tiempo en Rosario y no me dieron bola porque “no, dejá, viene Juan Pérez que no sabe decir dos vocales pero trae toda la carpeta publicitaria y habla”. Está lleno en Rosario. El 100 por ciento de los tipos que laburan no pueden pronunciar un vocablo y sin embargo están. Ese es el periodismo que tenemos hoy en la ciudad. No me importa que se enojen. Lucho y voy a luchar hasta que me muera contra ese tipo de periodismo. Se ha proliferado cada vez más: más lucho y es peor. Pero la única lucha que se pierde es la que se abandona, decía Guevara. Y bueno, lucharemos hasta el final. Yo no puedo creer que en Rosario haya determinados personajes haciendo periodismo. Esto es lo mismo que el jugador que mira a Fabbiani, que se entrenó durante 30.000 horas (sic) y dice: “¿Para qué me voy a entrenar si el técnico pone al gordo este que no se puede mover y que va a Esperanto?”. Entonces, ¿cuál es el mensaje que bajás? El periodista joven se pregunta para qué se va a romper el traste estudiando tanto tiempo si este tipo no estudió y está frente a un micrófono, no sabe decir dos palabras y está como cara visible de un canal o voz de la radio. Es complicado luchar contra eso, pero hay que luchar. —Es un perjuicio para toda la sociedad, por la responsabilidad que tienen los periodistas, por los valores que transmiten a los más jóvenes, por ser referentes para la gente. —Sí, totalmente. El periodista es formador de opinión. No puedo creer que hoy se discuta determinadas cuestiones que tienen que ver con (Eduardo, ex presidente de Newell’s) López o el periodismo panqueque, que se dio vuelta. No puedo creer que la gente hoy se olvide de los tipos que bancaron eso. Y bueno, acá en la Argentina hay poca memoria. Algunos intentan decir que las desapariciones estuvieron bien, así que imaginate a nivel de los clubes. No se dan cuenta del perjuicio que le hacen a la sociedad. —Los chicos que hoy están ingresando al periodismo deportivo serán el futuro. ¿Cómo lo observás?


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—Peor, porque no veo un resurgimiento de gente capaz, que esté instruida, que sea capaz de formar opinión. Veo siempre a las mismas personas nefastas en el periodismo deportivo de Rosario. No veo una proyección interesante. En su momento vi alguna camada interesante que se fue pudriendo y cediendo ante el sistema nefasto que tiene el periodismo deportivo radial de la ciudad. Sí veo tipos que me gustan como escriben: gente joven como Ricardo Robins de Crítica de la Argentina o Alejo Diz que es muy bueno escribiendo y es el que mejor investiga en la ciudad. Antes veía surgir pibes. (Alejo) Mazzotti también se cansó del sistema y está laburando ahora sólo para Fox Sports y bienvenido sea. Pero es un tipo que ha sido desperdiciado. Los programas deportivos de Canal 3 y 5 son impresentables, con tipos de una gran incapacidad, que no hacen periodismo. Las tiras deportivas de las radios me parecen que son aburridas y muy malas y tengo que escuchar las de Buenos Aires cuando tengo las de acá. LT 8 me parece que ha perdido su esencia. Cuando yo era pibe era ‘la’ radio del interior del país. Hoy es LV 3 de Córdoba, que tiene una notoriedad increíble, trabaja muy bien, se ha expandido por todo el país y eso era LT 8 en su momento. Si tenés la oportunidad de escucharla, intenta producir, hacer cosas y nutrirse de lo que pasa en Córdoba para todo el país. Hay gente en Buenos Aires que escucha LV 3. Acá lo podrían hacer pero nadie lo hace; son muy pasivos. Nadie le compite a Novaresio; le ponés a un humorista, con todo el respeto que me merece Chiqui Abecasis.72 Es como si a Tinelli le pongo en el otro canal a Mariano Grondona. ¿Qué tiene que ver? Nada. Me parece que esta situación no se va a modificar, no hay una gran proyección y no hay tipos que me movilicen. Lamentablemente un tipo como Roberto Caferra está desperdiciado totalmente. Ha hecho uno de los mejores programas que yo he visto en la ciudad de Rosario como Elemental Watson, pero en vez de apoyar ese programa el medio dice: “Traeme todo”. Pagar el espacio y bancarse su producción. Si yo hubiese sido el gerente del canal le habría preguntado qué desea para hacer el programa. No se lo dicen ni se lo van a decir nunca, lamentablemente.

72 NdA: La entrevista se realizó antes de los cambios de horario producidos en Radio 2.


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5. David Luis: “Se elige al que trae publicidad y no al buen periodista” Hacia mayo de 2009 era el informativista de la tira deportiva y las transmisiones futbolísticas de Radio 2 y el columnista de deportes de los programas A diario y Radiópolis. Llevaba veinte años de carrera siempre en el mismo medio, con un paso fugaz por FM La Red Rosario en 1998. —¿Cómo te insertaste en el periodismo? —Siempre me gustaron el fútbol y las transmisiones por radio. Me pasaba horas escuchando a Víctor Hugo (Morales) en ese famoso programa Sport 80 de Radio Mitre , que era una selección de periodistas. Lo mejor del periodismo radial que había en Buenos Aires, lo pusieron en ese equipo. Me quedaba hasta el último segundo de la transmisión. Tenía once o doce años. Cuando crecí seguí haciéndolo porque me siempre me apasionó la radio. Un conocido de mi papá estaba en LT 2, fui a verlo un martes, me presentó a otra persona que tenía un programa y el sábado me sentaron delante del micrófono e hice micrófono y di una noticia. Era increíble. Esto hoy no es tan así, no pasa, cambió un poquito. Tenía dieciocho años y no había entrado nunca en mi vida a un estudio de radio. Tuve esa suerte, la varita me tocó. Era un programa que iba a las 0 del domingo: Balance deportivo se llamaba, un resumen del día y un anticipo de lo que iba a pasar el domingo en la actividad deportiva. Y nunca más dejé de hacer micrófono. No fue que tuve la oportunidad ese sábado y al siguiente tuve que ir a la producción. No. Empecé ahí y nunca dejé la carrera. Yo sólo producía mi trabajo, mis propias noticias. Se estaban jugando las eliminatorias para el Mundial 90. Además me gustaban las estadísticas, hacía las de los partidos de Newell’s y Central, que se jugaba el domingo, porque en esa época se jugaban los domingos todos los partidos de la fecha, y tenía que hacer un resumen de lo que pasó en la semana con las eliminatorias de todo el mundo. Tenía que buscar esas noticias y no era tan fácil como ahora con Internet. Así arranqué. —Hoy hay más radios de FM, los periodistas deben tener títulos... —Cuña tienen que tener igual. Necesitan a alguien que de adentro les de la posibilidad de entrar. Si no es difícil. Hoy está la posibilidad de estudiar en las escuelas de periodismo, que genera que haya más periodistas que lugares donde ir a trabajar. —Una superabundancia de periodistas... —Por allí, en la FM tienen que buscar las que le cumplan económicamente. Pueden trabajar un tiempo ad honorem pero va a llegar un momento en que van a tener que vivir del periodismo, que es lo que buscaron y para eso estudiaron. Cuando empecé estuve tres años sin cobrar un centavo, pero como a mí me gustaba lo hice. Hasta que me ofrecieron trabajar en un programa de turf donde me pagaban. Yo no tenía ni idea de lo que era un caballo, no había ido nunca a una carrera y todavía hoy no fui nunca. Ahí presentaba la información de las carreras. Iba contento al hipódromo, buscaba el programa de las carreras del día y daba los horarios, los nombres de los caballos y cuidadores. Es más, después me enteré con los años que había un programa de deportes en Canal 5 donde pasaban las carreras y el dueño de ese programa me contó que habían pensado en contratarme porque les gustaba cómo yo las daba. Pensaba que yo sabía de “burros” y no tenía ni idea. A lo mejor si hubiese cobrado desde antes en lo que venía haciendo no habría aceptado. Fue lo primero que cobré, que no era mucho pero me venía bien para pagar los gastos. A partir de allí ya empecé a cobrar porque me


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incorporé al equipo deportivo de la radio, donde colaboraba por una decisión propia los domingos con los chicos que hacían estudios centrales, que eran amigos míos. Eso fue a los dos años de arrancar en el periodismo. Un día faltaron los dos, bah, uno faltó porque se iba de viaje y el otro tuvo que ir a la cancha a cubrir a Newell’s porque creo que habían despedido a alguien del equipo periodístico. ¿Quién estaba? Yo, que era el que iba a escuchar la radio (de Bs. As) para pasarles los resultados y ayudarlos con la información. Me pusieron ese día hace 18 años y no dejé nunca más de hacer estudios centrales. Había quedado un hueco en ese fin de semana donde se jugaba el clásico, que ganó Central 1 a 0 como local con gol de Marcelo Delgado. Fijate una curiosidad: relataba Eduardo Vera y comentaba (Juan Gerardo) Mármora, habían pasado dos meses y no nos conocíamos las caras porque yo no estaba en la tira deportiva. Vera me presentaba en los partidos diciendo que era el mejor, que esto, que lo otro y nunca nos habíamos visto. Hasta que un día fui a la radio y me presenté. —Tu formación fue autodidacta y con la práctica. —Sí, con la práctica. Yo estudiaba una cosa completamente distinta: mientras hacía periodismo estudiaba farmacia. Nada que ver. Llegué hasta tercer año pero me daba cuenta de que mi pasión era el periodismo. En ese momento no había tantas escuelas de periodismo como hay ahora o algo muy específico como es el periodismo deportivo. Existía comunicación social, intenté ver como era y la verdad que el programa de la carrera no me gustó. Era muy teórico y yo buscaba otra cosa. No había muchas otras posibilidades. —Desde el Mundial de fútbol en 1998 apareció La Red como radio deportiva y eso amplió el panorama para que muchos chicos se insertaran. El deporte se expandió en las radios. ¿Notás una buena formación? —No, para mí no están bien formados. También hay que ver quiénes dan las clases y qué escuelas, ya que algunas son superiores a otras. Pero me parece que el periodismo si no lo tienen adentro, si no tienen pasión por más que les hayan enseñado, no va. Yo hace veinte años que estoy en esto y antes de irme a dormir reviso las noticias del día para ver si me perdí algo. A algunos chicos les da lo mismo si ganó Newell’s, si ganó Central, si se cayó un avión, si hay guerra en el Golfo. No tienen idea de nada, no están informados. Van al micrófono sin informarse y no puede ser así. —¿Por qué creés que llegan al periodismo? ¿Porque son hinchas de fútbol? —En general les gusta el fútbol, tampoco saben de otros deportes ni se preocupan por aprender, que es lo peor. A todos los que caímos en el periodismo deportivo nos gusta el fútbol y somos hinchas de algún equipo; siempre es así. Pero no se interesan por aprender. Les da lo mismo. Si ven rugby, hockey, tenis, automovilismo o cualquier cosa y no saben el reglamento, deben buscarlo en Internet. —¿Faltaría esa curiosidad, esa vocación? —Sí, para mí es vocación y pasión por lo que hacés. No podés vivir únicamente del fútbol. —Entonces no les gusta tanto el periodismo. —“Futbolismo” les gusta. Hay muchos chicos que por supuesto que sí les interesa. Uno que hace muchos años que está y cuando salen al aire una vez ya te das cuenta si tienen pasta, en las formas de expresarse, en la fuerza o la potencia de la voz. Después hay otros que saben mucho pero son vagos, como hay en todos lados.


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—¿Lo que hablábamos de la formación deficitaria se traslada a la práctica? —Sí, seguro. Cuando yo entré, si la persona que me puso veía que no andaba ese primer día que te conté, me podría dar dos o tres programas más de posibilidades, si no caminaba me iba a decir un día: “Pibe, seguí estudiando farmacia porque no te veo en esto”. Por ahí es duro decirle esto a una persona que a lo mejor tiene todo el entusiasmo pero no sabe. Como en todos los órdenes de la vida, siempre tiene que haber alguien que te lo diga. A una persona yo se lo dije una vez no tan directamente que no iba y tenía la posibilidad de un negocio mucho mejor. Hoy en día tiene mucha plata y siguió el negocio del padre gracias al consejo que le di. Y había estudiado y se había recibido de periodista pero no tenía fuego ni pasión. —¿Cómo se corregiría: estudiando más, leyendo? —Sí, pero para mí el periodismo lo tienen que traer de nacimiento. Además esto es práctica, como todo. Si al jugador de fútbol no lo hacés entrenarse durante toda la semana, el domingo no va a rendir. Si no saben leer, tienen que practicar. O en lo que fallan. Y por supuesto no tenerle miedo al micrófono, porque puede ser que afuera sean unos fenómenos o grandes productores y los sentás delante de un micrófono y no andan (sic). Mucha gente ve el micrófono y se asusta y detrás del micrófono son periodistas excelentes que pueden servir para otra cosa. A lo mejor tienen una gran pluma y terminan siendo grandes periodistas escritos. —Entonces el nivel general de los principiantes es malo. ¿No creés que incide la precarización laboral y que no se paga? —Sí, lo noto bajo. Si alguno no trae publicidad y es un excelente periodista pero viene uno que no es tan bueno como periodista y trae clientes, generalmente, lamentablemente, eligen al que trae clientes. —Una cuestión económica y no de capacidad y quedan muchos marginados. —Sí, no tengas dudas. Eso resiente el producto porque quedan marginados los buenos periodistas, los que se quieren dedicar exclusivamente y no a la venta de publicidad y tienen la posibilidad otros que tienen la suerte de vender publicidad. Así las cosas no van a salir tan bien. —¿En las radios de AM hay menos rotación de periodistas jóvenes? —Prácticamente no hay rotación. Más en el periodismo deportivo, donde es muy difícil entrar. Por ejemplo en el caso de Radio 2 es más complicado porque la radio no es la productora del fútbol. Lo vende una agencia de publicidad. Si no hay una vacante por una renuncia es difícil que entre alguien. Porque la persona que está a cargo no le interesa tener mucha más gente, precisamente por el tema de que no le puede pagar, tiene que vender publicidad y le ocupa el espacio a él de su venta de publicidad. Mientras más clientes tenga la transmisión, le quita lugar al mismo vendedor. —Paradójicamente no serían compañeros sino competidores por la publicidad. —Sí señor, son competidores. La persona que hoy maneja el fútbol tiene intenciones de pagar y siempre lo dijo pero no puede porque el negocio tampoco da para tanto. —En ese sentido Rosario no es una ciudad tan grande. —No en ese sentido. Las otras radios se manejan de manera parecida y no hay tantos clientes como para visitar que les interese una transmisión de fútbol o de algún deporte. Son siempre los mismos y los visitan los mismos periodistas. Entonces para los


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periodistas que empiezan es complicado conseguir una publicidad. En una AM el costo es mucho más alto y hay muchas más FM que venden publicidad a los comercios más chicos. Entonces el mercado está bastante saturado. —¿Si el tiempo pasa y los novatos no cobran no es un derecho de piso sino el sistema así? —El sistema es ese. No pagan el derecho de piso. Acá si no traen publicidad… Es más, en las escuelas les tendrían que decir a los chicos y enseñarles la venta de publicidad. La salida laboral es muy difícil para los periodistas acá en Rosario. Si no tienen una cartera de clientes no entran. Nadie les va a pagar de entrada. Salvo que tengan la suerte de ingresar a alguna de las AM como empleado de la empresa. Que les haya tocado la varita mágica de uno en un millón. También está el tema de las pasantías que los medios de comunicación grandes aprovechan. Les viene bien a los chicos por la práctica pero llega un momento en que se termina y quedan en la calle. —La pasantía es una forma de precarización laboral y no sería una oportunidad para poder vivir del periodismo. —Yo vivo del periodismo, pero me inicié en otra época. Hoy es difícil. Para estar en un medio tuve que trabajar catorce años hasta que un día me llamaron y me dijeron: “Sos personal permanente de la empresa”. Y tuve mucha suerte. Hoy los chicos que recién empiezan si no tienen clientes, no trabajan. O tienen que ir a probar suerte a Buenos Aires, donde hay más radios. Acá están las cuatro AM, las FM, los dos canales abiertos y los dos de cable, que es otra posibilidad linda pero tampoco pagan porque no pueden. Venden los espacios a las agencias, que tienen que pagar el costo del programa que por lo general es caro, entonces ¿adónde reducen? En los periodistas y no les pagan. Si no traen publicidad no les permiten trabajar. —Entonces después de un periodo se le genera una falsa expectativa de trabajo para los principiantes, que pueden frustrarse o comprobar que no hay una salida laboral. —No hay. No quiero que el que lea esto se pregunte ¿para qué estudié? Pero no sé si se lo dicen en las escuelas y si se lo dicen estaría contento: ¿Cómo se vende un cliente? Porque no lo saben los chicos. Se piensan que a los dos meses de terminar de estudiar, van a estar trabajando en algún medio y no lo van a lograr. —Y no se puede trabajar sin cobrar… —¿Cómo hacés? No podés vivir. Si recién empezaste, a lo mejor tus viejos te pueden mantener un tiempo pero llega un momento en tu vida que vos solo querés generar tus propios ingresos. —Si crecen las responsabilidades de los periodistas jóvenes, también le deberán dedicar más horas. —Más los gastos que tienen que no se los pagan: traslados, Internet. Están trabajando a lo mejor para un medio o para una agencia de publicidad que los contrató y no les pagan. ¿Van a poner plata de su bolsillo para trabajar? Al principio lo hacen por el entusiasmo de trabajar pero después les ofrecen ir a atender un negocio y les pagan. Entonces van a dejar el periodismo, que es lo que les gusta y lo que estudiaron porque no les pagan, y van a terminar haciendo otra cosa que no les gusta pero les pagan. —En otros trabajos es más fácil progresar.


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—A lo mejor alguno tuvo la suerte de pagar ese famoso derecho de piso, que entró, estuvo un tiempo sin cobrar o eternamente contratado por algún medio. Lo contraron y le renovaron por años hasta que algún día le comunicaron que está efectivo. Cuando uno entra tiene esa ilusión de pagar el derecho de piso pero a lo mejor es eterno, hasta que se cansa. —Si se les pagara a los novatos podrían seguir perfeccionándose. —Yo creo que sería mejor porque el que contrata elegiría a los mejores porque les va a pagar. No va a elegir a los que no son tan buenos pero que le traen clientes. Iría a buscar a los mejores. Y elevaría el nivel. —Sería un beneficio para la sociedad entera, porque hoy en el fútbol hay que saber de lo económico, de lo jurídico, etc. —Más acá en Rosario. En los últimos tiempos, hay que conocer términos de un abogado porque se habla mucho de denuncias, quiebras, jueces y hay que conocer un poco de todo. Lo ideal sería que se hable de deportes, pero acá hemos tenido dirigentes corruptos, que han hecho desastres y lamentablemente hay que volcar información de ese tipo. Las radios grandes tienen gente especializada en esos temas y te pueden dar una mano por ejemplo en policiales. —¿Se habla de por qué no se paga, alguien explica por qué no hay más ingresos? —Vaya uno a saber cómo empezó esto. El mercado (publicitario) me parece que no da para tanto. Si uno habla con gente que empezó hace cuarenta años, se les pagaba a los periodistas. No traían publicidad. De eso se encargaba exclusivamente la agencia. Algún periodista empezó a traer clientes o compró espacios y se fue degenerando. Ahora no se puede volver atrás. Además hay algunos periodistas que les interesa más vender publicidad que cobrar un sueldo porque capaz que ganan mucho más. —Entonces desde adentro se contribuyó. Los periodistas que quieren cobrar, deben pelear contra la radio o la agencia y además contra sus compañeros que quieren vender. —El periodista también es culpable. Cada uno lo mira desde el punto de vista que más le conviene. A lo mejor alguno tiene la facilidad para vender publicidad y va a ganar más dinero así que con un sueldo. Pero visitar a los clientes le saca tiempo al periodismo, al trabajo que debe hacer exclusivamente. Después se manda (sic) cualquier cosa al aire, porque no se está seguro. A todo le tiene que dedicar tiempo porque tampoco es ir al comercio y ofrecerle el producto. A lo mejor tiene que ir dos o tres veces para convencerlo, o tiene varios clientes y por lo general el que vende publicidad siempre está buscando un nuevo cliente. Después cuando van a cobrarle le dicen que ese día no puede pagar y tiene que ir otra vez. No es tan sencilla la venta de publicidad. También condiciona la palabra del periodista. El comerciante puede estar relacionado con algún tipo de noticia a la que vos te referís. Después no podés criticar al aire porque esa persona a lo mejor te está dando de comer. —Eso les sucede a ustedes, que tienen trayectoria. Los inexpertos aún son más débiles. —Por supuesto. Después hay otra cosa que se inició en los últimos años cuando los dirigentes deportivos se han metido en los medios de comunicación y eso también condiciona la palabra de los periodistas.


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—¿Qué se puede esperar en el futuro con los principiantes de hoy? —El tema es elegir a los periodistas buenos y darles la posibilidad de que estén al aire porque mucha gente con condiciones ha quedado en el camino precisamente porque no han tenido un cliente que los avale. A mí me gustaría que todo el mundo cobre, que no tenga que vender publicidad. —Lo ideal sería que los vendedores se dediquen a vender publicidad y que el periodista haga periodismo. —Pero lamentablemente eso no sucede. A mí me gustaría que sí y que los buenos periodistas tengan la chance como la tuve yo en su momento. Lo peor es que los chicos de ahora han estudiado mucho y no tienen la posibilidad de estar delante de un micrófono. Insisto: el primer día de clases de periodismo les tendrían que aclarar que la salida laboral es muy poca y más acá en Rosario para que sepan de entrada con qué se van a encontrar y no tengan la expectativa después de tres años de estudio de salir a buscar trabajo y no lo encuentren. Porque generalmente les pasa eso. Son muchos chicos los que se reciben y no tienen la posibilidad de trabajo.


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6. Miguel Ángel Tessandori: “Acá no te dejan crecer” Tras 10 años como comentarista en el programa Fuera de Juego y las transmisiones del fútbol de Primera división por Radio 2, dejó ese medio a fines de abril de 2009 debido a desavenencias con la agencia de publicidad que estaba a cargo del fútbol. Con 37 años de trayectoria, pasó por LT 8 e integró el grupo periodístico deportivo de Juan Gerardo Mármora, también en la vieja LT 2. En el programa De 12 a 14 por Canal 3, es el columnista de deportes y conduce Marca personal los jueves a las 22 por Canal 4 de Cablehogar. —¿Cómo te insertaste en las radios? —Yo, la verdad, tuve mucha suerte porque conocí a Adolfo Chababo, quien era un gran amigo de mi viejo. Ellos trabajaban juntos en una cervecería hace muchos años, tenían relación comercial, y le dijo que tenía mi presencia periodística, que necesitaba estar en contacto con los medios. Y entré a LT 8 en el año 72. Nada que ver con lo que pasa hoy. Estamos hablando de otro mundo, de otra historia, no había los medios que hay ahora. No te diría que el periodismo era más fácil pero sí mucho más artesanal, como todas las cosas que fueron cambiando. Entonces, pude participar enseguida del proceso de aprendizaje dentro mismo de los medios y eso me dio una ventaja enorme, que después hay que saber aprovechar. No cualquiera por estar insertado aprovecha. Ese fue el espaldarazo que tuve. —Hoy varió mucho la forma de insertarse. —Claro. Primero porque hay una cantidad de radios impensada. Segundo porque Internet varió muchísimo la forma de adaptarse a cada una de las funciones. Hoy apretando un botón los chicos tienen toda la información que necesitan. Por eso lo artesanal: había que hacer un periodismo más de presencia y de inventiva. Había que buscar la información telefónicamente, a través de las radios, había que rebuscárselas como se podía. Entonces hoy esto acelera mucho el proceso periodístico, pero a su vez conlleva que también puedan ser reemplazados los periodistas más fácilmente con una tecla. Lo bueno también conlleva lo malo. —Antes se hacían con la práctica, hoy estudian en institutos terciarios o en la Facultad. ¿Están bien formados los nuevos periodistas? —Mirá, estoy viendo en algunos casos una evolución positiva. Hay chicos que tienen bastantes capacidades como para poder integrarse al grupo. Por ahí hay algunas cosas que siguen siendo el ABC que no se entienden o profundizan. Por ejemplo la dicción y la redacción, que tienen muchísimos inconvenientes. Pero veo que algunos empiezan a preocuparse por lo que yo siempre insisto: que no solamente se centren en la parte deportiva sino que también fundamentalmente verifiquen que todo es cultura, conocimiento y aprendizaje. Que no se queden con una partecita nada más del objetivo periodístico que abracen. —Para lograr eso habría que leer más, preocuparse por cultivarse, ¿no? —Sí, yo creo que es fundamental. Sé que se les hace difícil, complicado y comprometido por esa posibilidad que tienen hoy de actualizarse apretando un botón. Me parece que esa artesanía del periodismo también tendría que aplicarse al nivel general de los chicos que hoy están entrando. Me da la impresión de que en cultura general están bastante bajos todavía. Hay una frialdad por aprender, que se palpa


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después cuando vemos a los chicos que aparecen en los medios como pasantes y que han venido de los cursos terciarios. —¿En algunos casos carecen de ganas de mejorar? —Claro, exactamente. Yo creo que tendrían que tener un poquito más de inventiva personal y de preocupación para tratar de elegir un espectro general, inclusive tenemos que hablar de chicos que profundicen idiomas. Antes no teníamos tantas alternativas. Sería una pena que no lo aprovechen. —Por el manejo de Internet que en ciertos deportes está en inglés… —Por todo, porque otro idioma es fundamental. Uno que ha tenido la posibilidad de viajar se da cuenta cómo se pierde tiempo a veces por no haber abrazado algún idioma. El idioma es la base de la comunicación. Si todos habláramos igual, bárbaro, pero idioma te abre puertas y además te cultiva. —Esa formación se transfiere a la práctica: los chicos mal formados van a desempeñarse mal. —Exactamente. El propio aspecto de la comunicación, de la redacción y de la expresión se profundiza y ya te choca. Una mala redacción, un mal armado de la frase y de la información ya están generando problemas porque evidentemente estamos hablando de alguien que no aprendió el ABC. La casa se construye de abajo para arriba porque de arriba para abajo se termina cayendo, no hay nada que hacerle. Es como los equipos de fútbol: muchos piensan que la mejor defensa es el ataque y yo pienso que primero la mejor defensa es la defensa. Habría que establecer esos cánones que inevitablemente, y a rajatabla, hay que cumplirlos. —¿Se vuelcan por ser hinchas de algún club y no por el periodismo? —No estoy en condiciones de decirte que se acercan por eso. Si fuera así me daría mucha lástima porque pienso que el periodismo deportivo ha sido y debe seguir siendo una rama muy difícil de realizar como contrapartida de lo que se afirma generalmente, que se lo minimiza. El periodista deportivo tiene una gran capacidad para meterse en la cocina de los temas, estar permanentemente en el seguimiento de todos los deportes, que es tan lindo, tan variable y le permite una agilidad que otro periodismo no se lo da. Entonces si se acercaran por ser hinchas de fútbol y si ese fuese el motivo, perfecto, pero la base de un gran periodista puede llegar a ser el periodismo deportivo. Después uno va viendo en la práctica dónde puede generar esa aceptación hacia el deporte. Si puede seguir siendo sobre esa base o bien puede inclinarse hacia todo el espectro general, que por supuesto sería mucho mejor. —Un concepto similar también puede aplicarse sobre los futbolistas frustrados. —Sí, quizás en ese caso pase por no saber qué hacer después de ser futbolistas. En otros casos porque se han dado cuenta de que por ahí el periodismo puede ser una buena manera de canalizar no su frustración sino su necesidad de estar en comunicación o de decir las cosas que ellos creen conveniente sobre el deporte que practicaron. Tampoco puedo hacerte una valoración general del tema. A mí me parece que están los deportistas que se dedican a hacer periodismo que dignifican el tema y hay otros que son aprovechados del éxito que significa ser conocidos como para poder trabajar en comunicación.


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—¿Llegan por el fútbol y no por los deportes en general? ¿Escasean los especialistas? —Sí, hay pocos especialistas en los otros deportes. A mí me gustaría que se englobara la calificación, que los periodistas no sean solamente de fútbol sino que conozcan por lo menos en la generalidad los otros deportes. Conociendo, van ampliando el panorama y se van haciendo más completos, y no solamente se ciñen estricta y únicamente al fútbol. No te digo que conozcan las reglas a la perfección pero por lo menos dominen algún aspecto de los deportes popularizados por la difusión que han tenido, que se han hecho muy conocidos como el básquetbol, el tenis, el rugby. Así que uno podría pedir que los periodistas, que se dedique a la parte deportiva, lo hagan integralmente. El fútbol es muy limitado. Hay tal cantidad de medios que hablan de fútbol que uno llega a cansarse, a hartarse, más por cómo lo ha desnaturalizado el negocio. —Ahora por todos los factores que inciden hay que saber algo de sociología, psicología, economía, derecho… —No digo conocer en detalle porque uno no puede ser un jurista, pero sí estar en contacto con la gente que les dé el apoyo necesario para no decir barbaridades. Nosotros tenemos que dar cuenta de que los medios de comunicación son muy importantes como para poner a cualquiera a decir barbaridades. Yo siempre digo que para trascender es fácil decir una barbaridad. Pero el problema es decir la barbaridad con algún fundamento. Tenemos que respetarnos a nosotros mismos y al oyente. No es fácil hacer periodismo. Acá estamos inclinados en decir que cualquiera puede hacer periodismo y no es así. Cualquiera puede comprar un espacio y hablar por radio pero no con la capacidad, el respeto y el profesionalismo que se necesita. Nuestro país está acostumbrado a manejarse sin profesionalismo, no sólo en el campo periodístico sino en muchos aspectos y así nos va. —La proliferación de FM permite incluir a nuevos periodistas pero para cobrar tienen que conseguirse publicidad. —Claro. Ahí entramos a considerar a los que quieren trabajar sí o sí. Entonces privilegian la parte comercial o publicitaria antes que la profesional, cosa que se da lamentablemente en los medios de comunicación. Pocos han respetado trayectoria y han pagado sueldos, como corresponde, porque los periodistas deben ser pagados, no pueden estar dependiendo de una venta comercial para mantenerse. Rosario en ese sentido es muy difícil. La cantidad de medios que hay hace que se compren los espacios y no se analice quiénes los utilizan. —En la FM si no consiguen la publicidad se genera una alta rotación, ¿en la AM es menor? —Se supone que en la AM es mucho más fijo, que tiene otros tipos de condicionamientos comerciales. Hay contratos que se respetan y se analiza los periodistas que trabajan. Pero generalmente las radios han caído en ese error común, de privilegiar la parte comercial. —¿Los medios o agencias dicen por qué no se paga? ¿Es sólo por problemas económicos? —No, no se dice nunca nada. Yo creo que hay una relación medio-periodista, empresa-publicista o como quiera llamárselo. Lo concreto sería que cada radio tuviera sus hombres, que respondieran a esa radio y que la parte comercial se encargara justamente de la comercialización del producto periodístico. Uno pretendería que los


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medios defiendan el producto. Últimamente hemos devenido en la falta de respeto al producto periodístico. Es como que todo da igual y entonces eso termina constituyendo un deterioro en lo que hace a lo periodístico que sale al aire. —Los pasantes en algún momento de su proceso mejoran y no cobran. ¿No es una salida laboral? —No. Les dicen que si quieren continuar, tienen que vender una publicidad y ya los están transformando en publicistas. No solamente tienen que ocuparse de la parte periodística. Yo particularmente siempre he cobrado por lo que hice periodísticamente. Eso me ha permitido liberarme de las presiones que significa vender la publicidad. En ese caso tenés condicionamientos que te complican, no sos independiente. Los periodistas deben ser libres, total y absolutamente responsables por sus opiniones pero sin ningún tipo de presiones, salvo obviamente una línea editorial que cualquier medio baja. En eso a lo mejor no podemos estar de acuerdo pero tenemos que aceptarlo. No en función de censura pero son líneas editoriales que deben ser respetadas. Cualquier medio de comunicación tiene una línea, eso es inevitable. —No es un derecho de piso donde los pasantes van subiendo sino el sistema. —El sistema es así. Pero los periodistas tienen que cobrar por su trabajo. Si yo necesito un colaborador, sea productor, editor, redactor, vestuarista, sonidista o lo que sea, tengo que pagarle por ese servicio, por lo que produce. Esa es mi idea. Después los medios la han desnaturalizado. También hay una costumbre arraigada: “Dejemos a éste porque viene a canje publicitario”. Entonces eso ya deteriora el producto que sale al aire. A mí no me da seguridades eso. No tengo opciones de elegir a los mejores pasantes, a los más responsables. Si me decís que traen publicidad pero no saben redactar una oración, me estás matando y yo tengo que aceptarlos, que agachar la cabeza. Lamentablemente se da. —En un momento quienes estudiaron se pueden frustrar si creyeron que pueden vivir del periodismo… —Es muy difícil vivir de esto en los medios de Rosario, salvo que estemos en presencia de alguien muy brillante, que también necesita la suerte y la ayuda de quienes están a su lado. En el periodismo lamentablemente hay muchas trabas en función del ego personal, que hay que tratar de regularlo y manejarlo. Uno cree que la salida en radio o televisión alimenta una figura y eso ensoberbece. No debería ser así. En mi caso no es así, pero en la mayoría de los casos sí. Hay que tropezar con que te aplasten la cabeza y que no te dejen crecer. A mí por suerte me dejaron crecer pero hoy la vanidad está presente y es mucho más difícil. —Dejan crecer a los novatos para darles responsabilidades pero no a la hora de abonar una remuneración. —No. Que este no sea un mensaje para deteriorar la necesidad de hacer periodismo. Yo creo que los periodistas tienen que estar, tienen que seguir estudiando y trascendiendo, pero se hace complicado. No es una profesión cualquiera: se sigue con pasión, con vocación, con devoción y muchas veces aguantando el descrédito de no poder cobrar por lo que hacen. —Nombraste la vocación, ¿es lo primordial que deben tener los chicos? —Yo creo que si uno pudiera vivir siempre de la vocación o de la pasión que siente y genera el trabajo, sería bárbaro. El periodismo está muy abonado a esos términos porque


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sale de toda regla de un trabajo genérico como puede ser un oficinista o un camionero, que suponga una rutina marcada. En el periodismo no hay horarios, no hay días determinados ni descansos. No podemos argüir que estamos en presencia de un feriado o un domingo. El periodismo es todos los días y a toda hora, sino no sos periodista. —¿En algún momento se acentuó la precarización laboral? —No, yo creo que ha sido generalmente así. A lo mejor con un mayor nivel de posibilidades en la época en que nosotros arrancábamos. Dependíamos de los grupos publicitarios, por la comercialización de los productos. Yo tuve la suerte de trabajar para empresas que siempre me abonaron. Televisión Litoral es una empresa que siempre les pagó a sus periodistas, incluso a sus pasantes. Hizo contratos, luego terminados o prolongados. —Los principiantes si cobraran podrían acceder a más capacitación. —Yo creo que sí, además harían periodismo y no publicidad. Y lo que decía antes: la presión que significan a veces los condicionamientos que te traen las publicidades. La presión del mismo cliente que te dice: “No juegues una opinión a favor de uno u otro porque me perjudicás”. Eso genera la falta de independencia que necesita todo periodista. —¿Qué porvenir observás para el periodismo deportivo? —Yo particularmente tuve la suerte de trabajar hasta hace pocos días en radio con un grupo bárbaro, que me parece tiene un gran futuro. Necesitan trabajar mucho pero son chicos que generan una pasión por lo que hacen, buscan instruirse, buscan ampliar el espectro. Yo siempre les sostenía a ellos que no solo de fútbol vive el hombre, que trataran de modificar su estructura y me parece que lo he logrado. Han hecho una variedad informativa importante. Han hecho también, dentro de los recursos limitados con que uno se maneja, lo suficiente para poder mejorar. Siempre que uno se sienta en plenitud, feliz con lo que hace y que busque permanentemente la inventiva de modificar la parte periodística, bienvenido. Estamos en presencia de un grupo que está luchando por mejorar las cosas. Aparte utilizando todos los aspectos tecnológicos que hoy te brinda la comunicación para lograr esa mejoría.


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ANEXO: LEY 12.908. ESTATUTO DEL PERIODISTA PROFESIO NAL 73 Art. 1— Ratificase con fuerza de ley a partir de su publicación, el decreto ley 761 8/44, que se transcribe a continuación, dictado el 25 de marzo de 1944. Art. 2— A partir de la promulgación de la presente, regirá el siguiente ESTATUTO DEL PERIODISTA PROFESIONAL Disposiciones generales Art. 1— Quedan comprendidos dentro de las disposiciones de la presente ley, que regirá en todo el territorio de la República, los periodistas profesionales que se especifican en ella. 1. Carácter aclaratorio de la ley— La ley 12.908 no tiene carácter ampliatorio sino aclaratorio con respecto al decreto 7618/44. (CN Rosario 14/1 2/51. 11 66—114). Art. 2.— (Mod. por ley 15.532).— Se consideran periodistas profesionales, a los fines de la presente ley, las personas que realicen en forma regular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que les son propias en publicaciones diarios, o periódicos, y agencias noticiosas. Tales el director, codirector, subdirector, jefe de redacción, secretario general, secretario de redacción, prosecretario de redacción, jefe de noticias, editorialista, corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante, traductor, corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaborador permanente. Se incluyen las empresas radiotelefónicas, cinematográficas o de televisión que propalen, exhiban o televisen informativos o noticias de carácter periodístico, y únicamente con respecto al personal ocupado en estas tareas. Se entiende por colaborador permanente aquel que trabaja a destajo en diarios, periódicos, revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas, por medio de artículos o notas, con firma o sin ella, retribuidos pecuniariamente por unidad o al centímetro, cuando alcance un mínimo de 24 colaboraciones anuales. Quedan excluidos de esta ley los agentes o corredores de publicidad y los colaboradores accidentales o extraños a la profesión. No se consideran periodistas profesionales los que intervengan en la redacción de diarios, periódicos o revistas con fines de propaganda ideológica, política o gremial, sin percibir sueldos. No está incluido el cronista redactor contratado por el Banco de la Nación Argentina, ya que ésta no es empresa periodística en que se desempeñan periodistas profesionales. (CNTr., 5 *, 1 2/2/75, Dl 1976—180) En la ley 12.908 están comprendidos sólo las actividades típicamente periodísticas consistentes en la publicación en diarios o revistas periódicas, no es aplicable a actividades análogas (en el caso, publicación de obras unitarias en fascículos); la ley no puede ser objeto de aplicación extensiva. (CNT., 5*, 22/5/75, LT 197SS50, DT 1975—716) I. MATRICULA NACIONAL DE PERIODISTAS Funciones

73 Disponible en http://www.fatpren.org.ar/Secciones/Estatuto.htm


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Art. 3— La autoridad administrativo competente del trabajo tendrá a su cargo la Matricula Nacional de Periodistas que esta ley crea y ejercerá las siguientes funciones: a) Inscribir a las personas comprendidas en el Art. 2 y otorgar el carnet profesional de conformidad con lo dispuesto en el Art. 11; b) Organizar el fichero general de periodistas en todo el país; c) Vigilar el estricto cumplimiento de todos los requisitos exigidos para obtener el carnet profesional y los términos de su validez; d) Considerar las reclamaciones que origine el trámite necesario para la obtención del carnet profesional, su denegación o caducidad, así se plantee directamente por las personas afectadas, o en su representación por las asociaciones numéricamente más representativas que agrupen a los dadores o tomadores de trabajo, siempre que posean personaría jurídica y gremial; e) Intervenir en los casos de incumplimiento de regímenes de sueldos establecidos en esta ley y en todos aquellos conflictos relacionados con las condiciones de ingreso, régimen de trabajo, estabilidad Y previsión de los periodistas, de oficio o a petición de parte o de la entidad gremial respectiva; f) Aplicar las multas y sanciones establecidas por la presente ley; g) Consignar en fichas especiales la identidad, entre otros datos, el número de orden, antecedentes personales, cambio de calificación de profesionales, tareas que realiza y demás informes necesarios para su mejor organización; h) Organizar y tener a su cargo, bajo el régimen que se considere más conveniente, la bolsa de trabajo, con el objeto de coordinar la oferta y la demanda del trabajo periodístico. Inscripción Art. 4— La inscripción en la matrícula nacional de periodistas es obligatoria y se acordará sin restricción alguna a las personas comprendidas en el art. 2, salvo las excepciones expresamente señaladas en la presente ley. No tienen obligación de inscribirse quienes intervengan exclusivamente en publicaciones que persigan sólo una finalidad de propaganda comercial extraño a los fines del periodismo en general. Art. 5— La libertad de prensa y la libertad de pensamiento son derechos inalienables, y no podrá negarse el carnet profesional, o ser retirado o cancelado, como consecuencia de las opiniones expresados por el periodista. 1— Personal incluido. Carácter general.— El estatuto del periodista comprende, en principio, a quienes en relación de dependencia de la empresa periodística realizan sus tareas en forma regular, mediante retribución pecuniaria. (CTr., S', 27/4/70, 11 142—143: íd. 1 *, 27/2/70, DT 1970294: TS Córdoba, 24/6/71, 11143—249, DT 1971—628). La calidad de redactor periodístico, según su acepción gramatical, requiere de la prestación de los servicios en determinado ámbito empresario


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y con sujeción a las órdenes o directivos emanadas directo e inmediatamente del principal. (CNTr., 5*, 27/4/70,11 142—143).No excluye la aplicación del régimen de periodistas profesionales la circunstancia que las publicaciones diarios o periódicas se entreguen gratuitamente a los suscriptores, si el mismo material se vende compilado en tomos, tratándose de una modalidad de la política comercial de la empresa que no incide en el régimen legal. (CNTr., 1 *, 29/4/74, DT 1974—926, sum. 140).Adjudica la calidad de dependiente la de encargado de una sección de la revista y la aparición de colaboraciones que exceden de 24 anuales. (CNTr., 1 *, 10/2/72, 11 149—25 — La sola falta de figuración en el staff no acredita la inexistencia de la relación de dependencia.) La incorporación de un colaborador al régimen del periodista profesional se determina en forma objetiva por la intensidad de sus prestaciones, fijados legalmente en un mínimo de 24 colaboraciones por año; no obsta la concurrencia discontinua o el pago no sujeto al cumplimiento de horario determinado. (CNTr., 1 ', 10/2/72, LL 149—25; íd., 5* 27/4/70, LL 142—143). El empleado de un tribunal que selecciona fallos y los transmite a una revista para su publicación sin otra tarea propia, no es reportero en el sentido de la ley. (CNTr., 3*, 22/11/57, JA 1957@V—473). Para incluir a un periodista en la categoría de colaborador permanente, es requisito fundamental que los trabajos no correspondan a las tareas habituales de los órganos periodísticos. (SCBA, 20/2/68, LL 131—922). Los programas de televisión que al mismo tiempo divulguen trabajos literarios, científicos, políticos o artísticos, tienen carácter periodístico. (CNTr.,5', 15/2/75, LT 1973—849). La colaboración en la realización de reportajes por televisión constituye noticia, o sea, periodismo en el sentido de la ley. (CNTr., 5*, 20/3/75, JA 1975—28—24). 2. Simultaneidad de varios puestos.— La ley no impide que un periodista desempeñe simultáneamente dos puestos y perciba dos sueldos mínimos. (CN Rosario, 14/1 2/5 1, LL 66—114; SCBA, 1 1 /1 2/56, 1l 86431; pero ver CAp.Rosario, 3/9/57, j 11—273 — El trabajo simultáneo contraría el convenio colectivo 1 38/50 para la industria gráfica —). Ck. Art. 32. El corresponsal, que realiza en forma simultánea la gestión de avisos, no dejó de estar amparado por la ley 12.908. (SCBA, 10/8/62, JA 1963—VI—280, DT 1963—82; CNTR., 1 *, 30/ 6/76, DT 1976—503). El periodista que se incorpora a otra empresa no periodística del mismo empleador, no pierde el amparo de la ley 1 2.908 que lo protegía anteriormente. (CNTr., 5*, 22/5/75, LT 1975—850).


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3. Inscripción y carnet profesional— La empresa que contrata a una persona para realizar tareas previstas en el art. 2 de la ley, no puede posteriormente eludir el cumplimiento de las disposiciones de dicha ley, alegando la falta de matriculación y de carnet profesional. (CNTr., 2', 10/12/59, JA 1960—111—391, 11 98—706, "07—S; CTr.Córdoba 10/3/58, BJ Córdoba 11—521 — Basta que la persona desempeñe efectivamente las tareas amparados por la ley — ; ver también en el mismo sentido : CNTR., 1 *, 10/2/72, 11 149—25, LT 1973—258; 30/6/76, DT 1976—503; íd., 3*, 23/4/71, LT 1971642; íd., 4*, 30/6/67, IT 1967—810; íd., 5*, 19/12/66, LT 1967—36; 28/9/73, DT 1974—393, sum. 55; 20/3/75, JA 197528—24; TSCórdoba, 24/6/71, LL 143—249, LT 1971—815, DT 1971—628; en sentido contrario (la ley 12.908 no ampara a quienes ejercen el periodismo sin haber cumplido el requisito de la inscripción, acreditada por el carnet profesional) 1 SCBA, 23/7/ 57, LL 88—370; 25/11/72, LT 1973—170). 1. Publicaciones no incluidas. No puede ser considerado periodista profesional, en los términos del Art. 2, quien se desempeña en una publicación editada por una empresa industrial de fabricación de motores. CNTR., 1 *, 31/1 2/68, JA 3—1969, síntesis, p. 976, n* 210).No atribuye la condición de periodista profesional la realización de las tareas de diagramador de bocetos para avisos, dibujos, volantes, membretes, etc., para publicidad, si la empleadora no es empresa periodística. (CNTr., 5*, 23/5/67, LL 127—798; pero ver CNTR., 2*, 25/6/74, DT 1975—56 — diagramador de la revista bimestral Noticiero Rigolleou — Art. 6— Es causa especial para negar la inscripción, el haber sufrido condena judicial que no haya sido declarada en suspenso y mientras duren los efectos de la misma. Art. 7— La inscripción deberá ser acordada en un término no mayor de 15 días, si se hubieren cumplido los recaudos reglamentarios. Durante todo el trámite de la inscripción se podrán realizar las tareas profesionales, quedando supeditado la contratación al otorgamiento de la matrícula. Art. 8— La inscripción en la Matrícula Nacional de Periodistas solo podrá ser cancelada o suspendida: a) Si se hubiere obtenido mediante ardid o engaño; b) Por condena judicial que no haya sido declarada en suspenso y mientras duren los efectos de la misma; c) Si se hubiere dejado de ejercer la profesión durante 2 años consecutivos. 1. Causales de la cancelación o suspensión— Las causales enumeradas en la ley son taxativas; es ilegal la cancelación fundada en la atribución del carácter de empleado administrativo (encargado de biblioteca) si la empresa considera al periodista como colaborador en la redacción — archivero — y el Sindicato de Prensa reconoce su función periodística. (C NTr,, 3 *, 24/1 0/68, 11 '1 3 2—964).


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Art. 9— La mora en acordar la inscripción, o su negativa, o la cancelación de la misma será recurrible, dentro de los 30 días de vencido el plazo legal o haber sido notificada la resolución recaída, por ante el tribunal colegiado que determina el artículo siguiente. Art. 10— Para entender en los casos señalados precedentemente se constituirá en tribunal formado por 5 miembros; 2 de ellos designados por la comisión local de la asociación con personaría jurídico y gremial numéricamente más representativa de los periodistas a que pertenezca el interesado, y los otros 2, por los empleadores del lugar. Ejercerá la presidencia el funcionario que designe la autoridad administrativa del trabajo, con voto en caso de empate. las resoluciones de este cuerpo, que serán dictadas dentro de los 30 días, serán apelables dentro de los 5 días siguientes por ante los tribunales del trabajo o del juez de primera instancia que corresponda, en las provincias, serán las respectivas leyes procesales. Art. 11— La inscripción en la matrícula nacional de periodistas se justificará con el carnet profesional que expedirá la autoridad administrativa del trabajo. Art. 12— El carnet profesional, que constituye documento de identidad deberá contener los siguientes recaudos: a) Nombre y apellido del interesado, función, fotografía y demás datos de identificación exigibles; b) La firma del funcionario que a tal efecto designe la autoridad administrativa del trabajo. Este documento, que llevará impresos los derechos que acuerda a su titular, tiene carácter personal e intransferible. Art. 13— El carnet profesional es obligatorio y será exigido por las autoridades y dependencias del Estado a los efectos del ejercicio de los siguientes derechos, sin otras limitaciones que las expresamente determinadas por la autoridad competente. a) Al libre tránsito y por la vía pública cuando acontecimientos de excepción impidan el ejercicio de este derecho; b) Al acceso libre a toda fuente de información de interés público, al acceso libre a las estaciones ferroviarios, aeródromos, puertos marítimos y fluviales y cualquier dependencia del Estado ya sea nacional, provincial o municipal. Art. 14— El carnet profesional acreditará la identidad del periodista a los efectos de la obtención, cuando proceda, de las rebajas de tarifas acordadas al periodismo en el transporte, en las comunicaciones telefónicas, telegráficas y cablegráficas y, en general para la transmisión de noticias. Además, las empresas dependientes del Estado o aquellas en los que participe financieramente y que tengan a su cargo servicios de transportes, marítimos, terrestres y aéreos, efectuarán la rebaja del 50% de sus tarifas comunes, ante la sola presentación del carnet. Art. 15— Cada 2 años se procederá a la actualización de los registros y carnet profesionales. Art. 16— El uso del carnet por persona no autorizada dará lugar a las sanciones que corresponda con arreglo a la ley penal, y se procederá a su secuestro. Si se comprobaré que el titular facilitó el uso irregular, abonará una multa que se duplicará en caso de


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reincidencia, pudiéndose llegar a la anulación definitiva cuando esta falta fuera reiterada y grave. Art. 17— Al vencimiento del término de la actualización del carnet, los titulares deberán presentarlos a ese efecto. Si pasados 30 días del plazo señalado en el art. 15, no se hubiere hecho, se declarará la anulación del mismo, y sólo procederá la renovación con posteridad a este plazo, previo pago de un recargo sobre el precio del carnet. La provisión del carnet en los demás casos se hará mediante el pago de la suma que fije la reglamentación respectiva. Categorías profesionales Art. 18— Las categorías profesionales para la inscripción de las personas comprendidas en el art. 2, serán las siguientes: a) Aspirantes: Los que se inician en las tareas periodísticas. b) Periodistas profesionales: Los que tengan 24 meses de desempeño continuado en la profesión, hayan cumplido 20 años de edad y sean afiliados a la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de Periodistas. A los efectos de esta última disposición, el Instituto Nacional de Previsión Social remitirá semestralmente a la autoridad administrativa del trabajo la planilla del personal afiliado a que se refiere la presente ley, consignando en la misma las altas y bajas producidas durante dicho período. Art. 19— Cuando el trabajo sea interrumpido a consecuencia del llamado a las armas, por movilización o por convocación especial, se computarán los meses de desempeño discontinuo a los fines del inc. b del artículo anterior. Periodistas propietarios Art. 20— Se considerará periodistas profesionales a los propietarios de diarios o periódicos, revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas que acrediten ante la autoridad administrativa del trabajo que ejercen permanente actividad profesional y se encuentren en las condiciones establecidas en el art. 3, inc. f, de la ley 12.581. II. INGRESO, REGIMEN DE TRABAJO, ESTABILIDAD Y PREVISION Condiciones de ingreso Art. 21— Para ejercer la profesión de periodista son necesarias la inscripción en la Matrícula Nacional de Periodistas y la obtención del carnet profesional. Referencia— Ver art. 2, nota 3. Art. 22— A los efectos de determinar las condiciones de admisibilidad del personal, así como para fijar el régimen de sueldos mínimos iniciales y básicos en las escalas progresivas, según las funciones, se establecen 3 categorías de empleadores, que serán clasificadas, atendiendo a su capacidad económica de pago, por el Poder Ejecutivo Nacional. Referencia— La tercera categoría de empleadores fue suprimido por ley 13.503 (B.O. 20/10/48), pasando las empresas así calificadas a la segunda categoría. Art. 23— La admisión del personal en las empresas periodísticas, editoriales de revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas, se hará de acuerdo con las siguientes calificaciones: a) Aspirante: El que se inicia en las tareas propias del periodismo.


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b) Reportero: El encargado de recoger en las fuentes privadas 0 públicas las noticias o los elementos de información necesarios para el diario, periódico, revista, semanario, anuario y agencio noticiosa. c) Cronista: El encargado de redactar exclusivamente la información objetiva en forma de noticias o crónicas. Cablero: el encargado de preparar, aumentando, sintetizando o corrigiendo, las informaciones telegráficas, telefónicas o rodiotelefónicas. d) Redactor: El encargado de redactar notas que, aparte de su aspecto informativo, contengan apreciaciones subjetivas o comentarios objetivos de índole general. e) Colaborador Permanente: El que escribe notas, retratos, paralelos, narraciones, descripciones, ensayos, cuentos, biografías y otros escritos de carácter literario o científico o especializados de cualquier otra materia en un número no menor de 24 anuales y que por la índole de los mismos no corresponde a las tareas habituales a los órganos periodísticos. f) Editorialista: El encargado de redactar comentarios — de orientación y crítica de las diversos actividades de la vida colectiva. g) Encargado o Jefe de sección, prosecretario de redacción o jefe de noticios, secretario de redacción, secretario general de redacción, jefe de redacción, subdirector, director o codirector: El encargado de las tareas técnicas particularmente señaladas por su designación. h) Traductor, reportero gráfico, corrector de pruebas, archivero: Encargados de realizar la tarea que indica su nombre. Dictafonista: Encargado de recibir informaciones mediante el dictáfono. i) letrista, retocador, cartógrafo: Dibujantes encargados de las tareas técnicas especialmente señaladas por su designación. j) Retratista, caricaturista, ilustrador, diagramador: Dibujantes encargados de las tareas técnicas especialmente señalados por su designación. Art. 24— La admisión del aspirante se hará por el empleador de acuerdo con las siguientes condiciones: a) En las empresas periodísticas, revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas de primera categoría, en la proporción de 1 por cada 8 con respecto a su personal total periodístico. b) En las de segunda categoría, esta admisión se hará en las mismas condiciones pero en la proporción de 1 por cada 5. c) En los casos en que la redacción comprendiese menos de 5 redactores, podrá admitirse más de un aspirante, pero en número inferior a esa base, siempre que ganen el sueldo mínimo. Los aspirantes, después de dos años de servicio y siempre que tengan 20 años de edad cumplidos, deberán ser incorporados dentro de cualquiera de las calificaciones previstas en el art. 23 incs. b a i. Art. 25— Todo el personal periodístico podrá ser sometido, si así lo desea el empleador, para su ingreso, a un período de prueba que no deberá ser mayor de 30 días. Probada su idoneidad, comenzará a ganar el sueldo mínimo o básico, según el caso, y se le considerará definitivamente incorporado al personal permanente, debiendo computarse el período de prueba para todos sus efectos. 1. Manifestación del do»o del empleador— El propio texto de la ley indica que el deseo del empleador de someter a la personal a un período de prueba, debe manifestarse en el


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momento de ingresar (para su ingreso) (CNTr., 2*, 11 /5/60, LL 100—695), Ver art. 28. 2. Prueba— El convenio de prueba, facultad del empleador, debe ser probado por éste. (CTr.Rosario, 16/11/54, j 6—142). Art. 26— Con relación a la totalidad del personal periodístico, el empleador sólo podrá admitir el ingreso de un 10% de extranjeros. Quedan exceptuadas de esta obligación las agencias noticiosas extranjeras, las publicaciones escritas en otros idiomas y las destinadas a las colectividades extranjeras. Art. 27— El cargo de director, codirector, subdirector, miembro directivo o consultivo, asesor o encargado de cualquier publicación o agencia noticiosa será desempeñado exclusivamente por argentinos nativos o naturalizados. Se exceptúa de esta disposición: a) A las personas que ocupen alguno de los cargos antedichos en el momento de entrar en vigor la presente ley, siempre que tuvieran una antigüedad no menor de 1 año en el desempeño del cargo; b) A los directores, codirectores, subdirectores, miembros directivos o del consejo consultivo, asesores o encargados de agencias noticiosas extranjeras y publicaciones escritas en otros idiomas y las destinadas a las colectividades extranjeras o que fueren propietarios de la empresa periodística. Art. 28— Tanto para los casos de ensayo de aptitudes como para la fijación de sueldos mínimos, básicos y familiares, aumento de sueldos por aplicación de la escala o por aumentos extraordinarios, como por cambio de categoría u otras causas, el empleador deberá comunicar sus decisiones por escrito al interesado. 1. Momento en que debe hacerse la comunicación— El texto de la ley pone de manifiesto, en cuanto califica de interesado y no de empleado al que se inicia con período de prueba, que la comunicación pertinente (Para el caso de ensayo de aptitudes) debe ser practicada con antelación al momento en que comienza la prestación de trabajo. (CNTr., 2*, 11/5/60,11100—695). Art. 29— La circunstancia de que el periodista sea afiliado a un sindicato o asociación gremial o a un partido político no podrá ser motivo para que el empleador impida su ingreso como tampoco causal de despido. Art. 30— Los periodistas ajustarán su labor a las normas de trabajo que fije la dirección del empleador dentro de la categoría en que se ha inscripto. Art. 31. Las agencias de información periodística no podrán suministrar a las publicaciones de la localidad donde tenga su asiento el servicio de información de la misma localidad, que, por su naturaleza, representa el trabajo normal de los reporteros o cronistas o demás personal habitual en los diarios y revistas, exceptuando las publicaciones escritas en idioma extranjero. Art. 32. Al periodista que preste servicios en más de dos empresas, desempeñando funciones propios del personal permanente y habitual de las mismas, le serán aplicadas las disposiciones de este estatuto sobre agencias noticiosas.


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Art. 33— [Derogado por la ley 1 3.503, art. 1 Art. 34— El horario que se establezca para el personal periodístico no será mayor de 36 horas semanales. Cuando por causa de fuerza mayor o la existencia de situaciones propias de la profesión, se prolongue la jornada determinado precedentemente, se compensará el exceso con las equivalentes horas de descanso en la jornada inmediata o dentro de la semana, o se pagarán las horas extras con recargo del cien por cien. Las horas extras no podrán exceder, en ningún caso, de 20 mensuales. 1. Relación entre horario y remuneración.— El art. 34 de la ley 12.908, en cuanto fija en 36 horas la labor máxima ordinaria para el personal periodístico, no permite inferir que los sueldos asignados en convenios colectivos se deban pagar íntegramente aún en los casos en que las partes convinieran una prestación de servicios por menos tiempo. (CNTr., 1 *, 16/8/66, 11 1 24—520). 2. Trabajo en dios feriados.— El salario correspondiente al trabajo en días feriados debe ser aumentado en un 100%, sea autorizado o no (ver ley 1 1.544, art. 5; L.C.T., art. 201). (CN Rosario, 14/1 2/51, 11 66—114). Vacaciones Art. 35— Los periodistas gozarán de un período mínimo continuado de descanso anual, conservando la retribución que les corresponde durante el servicio activo en los siguientes términos: a) 15 días hábiles, cuando la antigüedad en el servicio no exceda de 10 años b) 20 días hábiles, cuando la antigüedad en el servicio sea mayor de 1 0 años y no exceda de 20 años; c) 30 días hábiles, cuando la antigüedad en el servicio sea mayor de 20 años. Disfrutarán de un descanso mayor de 3, 5 y 7 días, cuando realizaren tareas habitualmente nocturnos. Conc.: L.C.T., arts. 2 y 1 50. Art. 36— Los periodistas gozarán de descanso hebdomadario, debiendo darse descansos compensatorios en la subsiguiente semana cuando trabajen los feriados nacionales obligatorios, o abonarse las remuneraciones correspondientes al feriado con un cien por ciento de recargo. Art. 37— Durante el descanso hebdomadario y el período de vacaciones anuales, todos los reemplazos serán efectuados por personal de la misma categoría, orden jerárquico o especialidad de funciones, y no podrá obligarse al reemplazante a realizar más de una vez por año esta tarea suplementaria correspondiente a vocaciones, y más de una vez por semana la de descanso hebdomadario. Estabilidad, ruptura del contrato de trabajo Art. 38— La estabilidad del periodista profesional, cualquiera sea su denominaci6n y jerarquía, es base esencial de esta ley, siempre que no estuviera en condiciones de obtener jubilación completa y salvo las causas contempladas en la misma. 1. Empleados en condiciones de obtener jubilación. Preaviso. Licencia diaria.— No corresponden las 2 horas diarias legales de licencia durante el plazo de preaviso, si esta no tiene objeto por coincidir la cesantía con el derecho del empleado a la jubilación ordinaria íntegra. (CTr., 4', 15/11/48, LL 56—1 29).


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Art. 39— Son causas especiales de despido de los periodistas profesionales, sin obligación de indemnizar ni preavisar, las siguientes: a) La situación prevista en el art. 5 de esta ley; daño intencional a los intereses del principal, y todo acto de fraude o abuso de confianza establecido por sentencia judicial; b) Inhabilidad física o mental; o enfermedad contagiosa crónica que constituya un peligro para el personal, excepto cuando es sobreviniente a la iniciación del servicio; c) Inasistencias prolongados o reiteradas al servicio; d) Desobediencia grave o reiterada a las órdenes e instrucciones que reciban en el ejercicio de sus funciones; e) Incapacidad para desempeñar los deberes y obligaciones a que se sometieron para su ingreso en el período de prueba establecido en el art. 25. Esta última causal sólo podrá invocarse con relación a los 30 días de prueba. Referencia— la indicación del art. 5 en el inc. a es evidentemente erróneo; la situación a que se alude es la prevista en el art. 6 (ver ROCCO, Régimen del personal de empresas periodísticas, en DEVEALI, Tratado de derecho del trabajo, 2* ed., t. iii, p. 659). 1. Daño intencional.— También la existencia de daño intencional requiere, a los fines del despido, previa sentencia en sede pena¡. (TTr la Plato, 23/8/57, DJBA LIV—269). Ver art. 47; L.C.T., art. 265, op. 1 *). 2. Inasistencias prolongadas.— No excluyen la necesidad, para valer como causal de despido, de intimar al reintegro, satisfaciéndose así el principio de la buena fe, salvo que las circunstancias demuestren la inoperancia de tal interpelación. (CNTr., S*, 25/11/74, Dl 1975—255). 3. Despido en caso de período de prueba.— El convenio de período de prueba no faculta a despedir sin alegar la causa de incapacidad prevista en la ley, causa que debe probar el empleador. (CNTr., 2*, 11/5/60, 11 100—695). Ver también las notas o art. 47. Art. 40— Las causales consignadas en los incs. b, c y d del artículo anterior deberán documentarse en cada caso, con notificación escrita al interesado. Art. 41— Ningún empleado podrá ser suspendido en el desempeño de sus tareas, sin retribución pecuniaria, por un plazo mayor de 30 días dentro del término de 365 días. Toda suspensión deberá estar debidamente documentada y notificada por escrito al interesado, con detalle de las causas invocadas por el principal para la aplicación de tal medida disciplinaria. La resolución del empleador podrá ser recurrida por el empleado dentro de los 5 días de notificada ante la comisión paritaria. Si la resolución fuera revocada, el empleador deberá pagar íntegramente las remuneraciones devengadas. Sanc. el 30/10/65 (B.O., 21/12/65). 1. Caso de fuerza mayor— No genera responsabilidad patronal,l a suspensión que excede al término fijado por la ley, si fue motivada por clausura del diario' por orden de la Comisi6n bicameral investigadora de torturas y actividades antiargentinas, dado que la suspensión no se debe a voluntad del patrono. (SCBA, 29/5/52,1166—647). 2. Suspensión consentido— El periodista que no apela a la comisión paritaria, ni formula reservas, consiente la suspensión disciplinaria. (CNTr., 5*, 26/3/68, 11 130@8, DT 1968—309, JA 1968@V382 — la impugnación telegráfica no es suficiente, si no se inicia el procedimiento administrativo previsto—). 3. Resolución de la comisión paritaria. Inconstitucionalidad. El art. 41 de la ley 12.908 es inconstitucional, en cuanto atribuye a las comisiones paritarias la decisión de cuestiones referentes al contrato de trabajo, con carácter definitivo, sin apelaci6n a


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autoridad judicial alguno. (CSN, 29/11/71, 11 144—521, DT 1972—267). Ver art. 74, ult. op., agregado por ley 20.358. Art. 42— Los periodistas conservarán su empleo cuando sean llamados a prestar servicio militar o movilizados o convocados especialmente, hasta 30 días después de terminado el servicio. Esta disposición regirá también para los que desempeñen cargos electivos, durante el término de su mandato, si no pudieran o no quisieran ejercer el periodismo. Art. 43 [Texto según ley 16.792*]— En casos de despidos por causas distintos a las expresamente enunciadas en el art. 39, el empleador estará obligado a: a) Preavisar el despido a su dependiente, con 1 o 2 meses de anticipación a la fecha en que éste se efectuara, según sea la antigüedad del agente menor o mayor de 3 años, respectivamente, a la fecha en que se haya de producir la cesación. El plazo de previos comenzará a computarse a partir del primer día hábil del mes siguiente al de su notificación, debiendo practicarse esta por escrito. b) Durante la vigencia del preaviso subsisten las obligaciones emergentes del contrato de trabajo, debiendo el empleador otorgar a su empleado una licencia diaria de 2 horas corridas, a elección de éste, sin que ello determine disminución de su salario; en caso de despido sin preaviso, el empleador abonará a su dependiente una indemnización sustitutivo equivalente a 2 o 4 meses de retribución, según sea la antigüedad del agente, menor o mayor de 3 años a la fecha de la rescisión del servicio; c) En todos los casos de despido injustificado, el empleador abonará a su dependiente, una indemnización calculada sobre la base de 1 mes de sueldo por cada año o fracción mayor de 3 meses de antigüedad en el servicio. En ningún caso esta indemnización será inferior a 2 meses de sueldo. d) Sin perjuicio del pago de las indemnizaciones establecidas en los incs. b y c que anteceden, el empleador abonará además a su dependiente, en los casos de despido injustificado, haya o no mediado preaviso, una indemnización especial equivalente a 6 meses de sueldo; e) A los fines de la determinación del sueldo a considerarse para el pago de las indemnizaciones previstas en los incs. b, c y d de este articulo, se tomará como base el promedio que resulte de lo percibido por el dependiente en los últimos 6 meses, o durante todo el tiempo de prestación de servicios, si éste fuera inferior, computándose a tal efecto las retribuciones extras, comisiones, viáticos, excepto en cuanto a éstos, la parte efectivamente gastada y acreditada con comprobantes, gratificaciones y todo otro pago en especies, provisión de alimentos o uso de habitación que integre con permanencia y habitualidad el solario, sobre la base de una estimación o valorización en dinero, conforme a la época de su pago. 1. Constitucionalidad— No es inconstitucional el art. 43 del Estatuto del Periodista Profesional que establece un resarcimiento mayor que el reconocido a la generalidad de los trabajadores. La garantía constitucional de la igualdad no impone una reglamentación uniforme de los distintos contratos de trabajo, (CSN, 3/3/72, 11 1972—903; 19/11/74, LT 1965—175; 19/1 1 74, DL 1975—5011— 16/8/79, LT 1980—175). 2. Cómputo de la indemnización— El sueldo anual complementario debe tenerse en cuenta para calcular las indemnizaciones previstas en los incas. b, c y d del art. 43, ley 12.908. (CNTR, 3', 22/8/68, JA 2—1969, sec. síntesis, p. 915, n* 226; 31/5/54, DT 1954—682).


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3. Indemnización especial— La indemnización especial equivalente a 6 meses de sueldo no se vincula con la antigüedad en servicio,— no corresponde en caso de falencia del principal. (CNTr., 6*, 23/6/77, DT 1977—892). No existe razón alguna para aplicar respecto del resarcimiento fijado por el in. d del art. 43 la doctrina del plenario 218. La indemnización, que establece este inciso, es totalmente independiente de las demás, y el único requisito exigido es el de que el despedido no obedezco a causa justificada. (CNT., 3*, 20/8/80, DT 1980—1770). 4. Salario base— El sueldo básico es el libremente convenido, y no el superior que fue determinado por la comisión paritario con posterioridad al despido, ya que tal determinación no surte efecto retroactivo. (TTr. La Plata, 8/8/49,11 57—519. JA 19494V—360). Ver art. 38, nota 1 (licencia diaria). Art. 44— La rebaja de sueldos o comisiones u otros medios de remuneración la falta de puntualidad en los pagos se considerará como despido sin causa legítima. Cuando se produzca la cesi6n o cambio de firma o cuando el empleador no haya dado el aviso previo en los plazos precedentemente enunciados, o en el de rebaja en las retribuciones o falta de pago, pasarán a la nueva firma las obligaciones que establecen este artículo y el anterior. Si el periodista prosiguiera trabajando con la nueva o no hubiere percibido indemnizaciones por despido y falta de preaviso, conservará su antigüedad para todos los efectos. 1. Rebaja de sueldos. Colaborador permanente— Estando comprendido en el estatuto (ver art. 2) el colaborador permanente puede considerarse en situación de despido, en el caso de sufrir una merma considerable en sus ingresos y de negársele los aumentos que le corresponden. (CTr., 3*, 31/7/52, DT 1952—622). Art. 45— En caso de falencia del principal, el periodista tendrá derecho a la indemnización por despido, según su antigüedad en el servicio. Las indemnizaciones por cesantía y por falta de preaviso que correspondan al periodista, no estarán sujetas a moratorias ni embargos, y regirá a su respecto lo dispuesto para salarios en el art. 4 de la ley 11.278. Estas indemnizaciones gozarán del privilegio establecido en el art. 129 de la ley de quiebras. En caso de cesantía o retiro voluntario del servicio, por cualquier causa, las empresas estarán obligadas a entregar al periodista un certificado de trabajo conteniendo las indicaciones sobre su naturaleza y antigüedad en el mismo. Referencia.— Prohibición de deducciones, etc., ver L.C.T., art. 132. Privilegios: ley 19.551, art. 265, inc. 4; L.C.T., tit. XIV. 1. Falencia del Principal.— La indemnización por despido que corresponde es la de la (entonces) ley 11.729, y no la del art. 43 del presente estatuto. (CNTr., 1 *, 22/3/71, 11 1 @46). No corresponde la indemnización sustitutiva de preaviso en caso de falencia del principal y, consecuentemente, tampoco la integración del mes de despido. (CNTr., 6*, 23/6/77, DT 1977—892). Art. 46— Todo empleado que tenga una antigüedad en el servicio superior a 5 años, tendrá derecho, en caso de retiro voluntario, a una bonificación de medio mes de sueldo por cada año que exceda los 5 y hasta un máximo de 3 meses, No gozará de este derecho en el supuesto que omitiese preavisar al empleador en los mismo plazos impuesto a estos últimos.


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1. Constitucionalidad— En sentido afirmativo de la constitucionalidad del art. 46 : CSN, 14/6/57, LL 90—1 20, fallos 238.60. 2. Retiro voluntario y despido—Equivale a despido la aceptación del retiro voluntario comunicada al periodista ocho meses después de expirar el plazo de preaviso cursado por éste (SCBA, 20/4/65, LL 11 9—50 l). Art. 47— Todos las disposiciones relativas al despido, indemnizaciones, antigüedad y enfermedad contenidas en la presente ley tienen el alcance y retroactividad de la ley 1 1.729. Los casos no contemplados específicamente serán resueltos de acuerdo con las disposiciones de la misma. Conc: art. 39, L.C.T. 1. Extinción del contrato por justa causa.— El concepto de injuria es aplicable al contrato de trabajo periodístico (TTr. La Plata, 23/8/57, DJBA LIV—269; SCBA, 28/4/58, DT 1958.512). El cambio de horario que origina al empleado (secretario de redacción) una superposición con respecto al horario que desempeñaba simultáneamente en otro diario, donde estuvo empleado con anterioridad, contraviniéndose así lo expresamente convenido al formalizarse el contrato posterior, importa una modificación arbitraria que autoriza al trabajador a considerarse en situación de despido, por aplicación del (entonces) art. 159, C.Com., apli—caci6n implícitamente admitido por el art. 47 (TTr.la Plato, 8/8/49, 11 57—519, JA 19494V—360). 2. Despido por falta o disminución de trabajo.— La eximente de falta o disminución de trabajo prevista en el art. 67, decr. 33.302/45 (y posteriormente incorporada al art. 157, op. 3, ley 11.729), es de aplicación también en el supuesto de despido de¡ personal en empresas periodísticas (CNTr., 3*, 12/8/57, JA 1957—1V—195, 11 91—358, DT 1957633). En sentido contrario se resolvió que la ley 12.908, por su carácter de ley especial y posterior, prevalece sobre la ley 1 1.729 y el decr. 33.302/45 y, por lo tanto, excluye la aplicación de las disposiciones relativas a falta o disminución del trabajo; predomino el sistema indemnizatorio previsto por la ley especial (CNTr., 5', 17/5/63, 11 11 3—71— en el mismo sentido, íd, 3 23/ 4/71, LT 1971—642). ACCIDENTES Y ENFERMEDADES INCULPABLES Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales Art. 48— Los accidentes y enfermedades inculpabas que interrumpen el servicio del personal comprendido en la presente ley no le privará del derecho a percibir la remuneración hasta 3 meses si el interesado no tiene una antigüedad mayor de 10 años, y hasta 6 meses cuando esa antigüedad sea mayor. Se tomará como base de retribución el promedio de los últimos 6 meses o el tiempo de servicio cuando es inferior a aquel plazo. El periodista conservará su puesto, y si dentro del año transcurrido después de los plazos de 3 y 6 meses indicados, el empleador lo declarase cesante, le pagará la indemnización por despido, conforme a lo estatuido en la presente ley. Art. 49— Los periodistas, cualquiera sea la remuneración que perciban, están comprendidos en la ley 9688, de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales; pero cada vez que uno de ellos sea encargado de una misión que comporte riesgos excepcionales, como ser, guerra nacional o civil, revoluciones, viajes a través de regiones o países inseguros, deberán estar asegurado especialmente por el empleador, de modo que quede cubierto de los riesgos de enfermedad, invalidez o muerte. Las indemnizaciones no podrán ser inferiores, en caso de muerte o invalidez física o intelectual, total o permanente, a una suma igual a 3 veces el Sueldo anual que percibía


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el periodista en el momento de producirse el infortunio, con una base total mínimo de [m$n. 10.0001. Cuando no se origine la invalidez total y permanente o la muerte, la indemnización será calculada teniendo en cuenta el grado de incapacidad, el lucro cesante y los gastos de asistencia médica. Art. 50— La indemnización por accidente o enfermedad que establece el Art. 48 no regirá para los casos previstos por la ley de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales o de se otros por riesgos especiales cuando, en tales casos, corresponda al empleado una indemnización mayor. En ningún caso el periodista tendrá derecho a más de una indemnización por accidentes o enfermedades inculpables o profesionales, excepto en los casos comprendidos en la ley nacional de jubilaciones y pensiones de periodistas. Art. 51— En los casos de muerte del periodista, el cónyuge, los descendientes y los ascendientes en el orden y la proporción que establece el Código Civil, tendrán derecho a la indemnización por antigüedad en el servicio que establece el art. 43, inc. b, limitándose pero los descendientes hasta los 22 años de edad, y sin límite de edad, cuando se encuentren afectados de invalidez física o intelectual, total y permanente, o cuando se trate de hijas solteras. A falta de estos parientes serán beneficiarios de la indemnización los hermanos, si al fallecer el periodista vivían bajo su amparo y dentro de los límites y extensión fijadas para los descendientes. En el caso de no existir beneficiarios, las indemnizaciones ingresarán a un fondo especial de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones para Periodistas destinado a finalidades idénticas a las previstas por el art. 10 de la ley 9688. A este fondo ingresarán también todas las multas que se apliquen por infracciones a la presente ley. III. REGIMEN DE SUELDOS Art. 52— Para el régimen de sueldos actúan las tres categorías de empleadores a que se refiere el art. 22 los dadores de trabajo que objetaran la categoría en que hayan sido incluidos por el Poder Ejecutivo Nacional, deberán presentar la lista del personal con los sueldos actuales y los que debieran ganar de acuerdo con la categoría que impugnan, mencionando, además, la tarea que desempeñan y la antigüedad en el empleo de cada uno, como también las causas en que funden su objeción. En este caso y al solo efecto de su comprobación, la autoridad administrativa del trabajo tendrá facultades para examinar los libros de la empresa reclamante y establecer así su fuente de ingresos, tarifas de avisos, subvenciones, egresos y demás elementos de juicio necesarios para determinar la capacidad económica de pago del reclamante. Sin perjuicio de ello, y a los efectos indicados precedentemente, dentro de los 30 días de cada ejercicio las empresas periodísticas remitirán a la expresada autoridad administrativa una copia de sus balances. Art. 53— Fíjanse para la Capital Federal los siguientes sueldos mínimos y básicos en las escalas progresivas: [Se omiten por carácter de actualidad] Referencia— los sueldos de los periodistas profesionales sufrieron modificaciones, primeramente por ley (leyes 13.503 y 13.904), y a partir de 1952 por convenios colectivos.


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1. Periodistas comprendidos en la tabla de salarios— Se comprende a quienes se hallan inscriptos en la matrícula de periodistas (SCBA, 5/9/50, JA 19514—51 8) Pero ver también art. 2, nota 3. 2. Filiales— los filiales de organismos periodísticos con sede en la Cap. Fed., están equiparadas o la casa central, en cuanto a los sueldos de su personal. (CNRosario, 14/12/51, 11 68—114). 3. Reducción del sueldo mínimo— Cuando el tiempo de tareas fijado contractualmente es inferior a la jornada legal, la obligación de pagar el sueldo mínimo se reduce en la mismo proporción (CNTr., 1 *, 16/8/66, 11 1 24,520). Ver también art. 34, nota 1. Art. 54 (ley 13.503, art.5)— Fuera del radio de la Capital Federal, los sueldos básicos se fijarán por comisiones paritarias constituidas y presididos por la autoridad administrativa, estableciendo las escalas por aumentos proporcionales a los fijados en el art. 53 para las distintos especialidades de trabajo en la Capital Federal, a partir de un salario mínimo de para las empresas de primera categoría, y de para las de segunda categoría. Para los periodistas que trabajan en diarios del interior de la República y que ejercen la profesión como función accesoria y no fundamental, la fijación del sueldo quedará librada a las comisiones paritarias. Art. 55— Sobre la base de las mínimas fijadas en los arts. 53 y 54, los personas comprendidas en la presente ley gozarán de un aumento mensual de sus retribuciones, progresivo por antigüedad, según la siguiente escala: [se omite] Referencia— Lo dicho en la referencia al art. 53 vale también para las bonificaciones por antigüedad. Art. 56— A los fines del artículo anterior, no se computará el tiempo en que el periodista se halla desempeñado como aspirante. Para todos los demás efectos, la antigüedad se computará desde el ingreso del periodista en tal carácter a la empresa. Las cesiones, cambios de firma, transformación de empresa, de organización o de formas en la publicación, no perjudicarán en ningún caso la antigüedad. Art. 57— los aumentos que fija el art. 55 deberán efectuarse sobre la base de la antigüedad que en las empresas tengan los beneficiarios a la sanción de la presente ley. Art. 58— Los sueldos establecidos en los artículos 54, 55 y 56 no excluirán los aumentos al que el periodista pudiera hacerse acreedor en razón de los méritos y capacidad demostrada en el desempeño de sus funciones. Art. 59— En los convenios colectivos del trabajo periodístico, que pudieran acordarse entre las empresas y su personal, no podrán establecerse sueldos mínimos ni escalas de sueldos inferiores a los que en el presente fija esta ley, así como también los que pudieran fijarse en el futuro. Art. 60— En ningún caso los periodistas perderán las ventajas que hubieran obtenido con anterioridad a la presente ley, y las modificaciones de horarios o cambios en las condiciones de trabajo que implicaren la pérdida de las mismas, harán incurrir al empleador en el pago de la suma que se determine para la indemnización por despido.


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Art. 61— Las personas comprendidas en esta ley que ganaren hasta [m$n. 5001 mensuales, gozarán de una remuneración adicional de [m$n 101 mensuales por cada hijo menor de 16 años que tuvieren a su cargo. Referencia— Las cifras contenidas en este artículo fueron varias veces modificadas por convenios colectivos. La asignación por tenencia de hijos se rige ahora por el decr.—Ley 18.017/68 (S 3). Art. 62— Los empleadores enviarán a la autoridad administrativa del trabajo, en el plazo de 30 días, a contar desde la fecha de promulgación del presente, una planilla detallada, bajo declaración jurada, en la que consignarán la nómina del personal a su cargo precisando la fecha de ingreso, nacionalidad, puesto que desempeña, sueldo que percibe y aumentos correspondientes. Esta planilla deberá ajustarse en un todo a la que corresponde enviar a la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de Periodistas. Art. 63— Los corresponsales que se desempeñen en capitales de provincias y territorios nacionales, como también en las ciudades de Rosario y Bahía Blanca, acrediten su condición de profesionales conforme a las especificaciones del art. 2, representen a empresas periodísticas de la Capital Federal, tendrán la misma retribución que el fijado por la empresa a su personal en las funciones especificadas que desempeñen. Los diarios del interior que tengan a su servicio como corresponsales a periodistas profesionales, aplicarán la misma norma establecida precedentemente. Art. 64— Las dependencias de la administración, reparticiones y autoridades judiciales no podrán disponer publicaciones de ninguna índole, condicionadas a un régimen de tarifas, en diarios, revistas, periódicos y órganos de difusión que utilicen personal comprendido en este estatuto que no hayan cumplido previamente las disposiciones de esta ley, la de jubilaciones y pensiones de periodistas y todo la legislación social que ampara los derechos del periodista profesional. El Poder Ejecutivo Nacional convendrá con los gobiernos provinciales, la aplicación de estas disposiciones, dentro de sus respectivas jurisdicciones. Art. 65— Las personas utilizadas transitoria o accidentalmente para la información o crónica de reuniones o acontecimientos determinados, serán remuneradas por cada crónica o comentario con 15, 16 o 17 pesos 1 por pieza, respectivamente, según la categoría del órgano periodístico o agencia noticiosa. Si estas personas fueran utilizadas más de 3 días por cada semana, deberán ser incorporadas al régimen del personal permanente. La persona que se limite, simplemente, a transmitir las noticias de la índole expresado percibirá [5 pesos] por cada reunión, cualquiera sea la categoría de la empresa. Art. 71 - Las comisiones paritarias para entender en los casos mencionados en el artículo anterior como en las convenciones colectivas de trabajo, se constituirán con 2 representantes de los empleadores y 2 de los empleados y donde no hubiere posibilidad de las designaciones por cualquier causa se efectuaran de oficio por la autoridad administrativa del trabajo. A ese efecto el organismo profesional con personería y la junta o entidad patronal comunicarán oportunamente la designación de sus representantes.


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Art. 72— Todos los miembros tendrán voz y voto y el presidente tendrá facultad para decidir en caso de empate, sin estar obligado a pronunciarse por ninguno de las propuestas en debate. Las resoluciones serán tomadas por simple mayoría y los votos serán individuales. Art. 73— La comisión paritaria se reunirá por lo menos una vez al mes, o cada vez que uno de sus miembros lo solicite por escrito, y será citado por su presidente con anticipación de 48 horas. Igualmente el presidente por si, citará a la comisión cuando exista algún asunto a considerar, debiendo los empleadores conceder los permisos que al efecto y para el desempeño de su cometido requieran los representantes gremiales. Si cualquiera de los miembros no asistiera a dos reuniones consecutivas de la comisión, se tendrá por desistido de su derecho y en la segundo reunión, transcurridos 30 minutos de la hora fijado, la cuestión será resuelta en forma recurrible por los asistentes y, en su caso, por el presidente de la comisión. En este último supuesto, la resolución de la presidencia será fundada. Art. 74 [texto según ley 20.358*]— Por decisión del presidente o a requerimiento de las partes, podrá solicitarse la concurrencia a la reunión, de las personas que estime necesario para mejor proveer. De todo lo actuado en las reuniones se levantarán actas que serán suscriptas por todos los miembros presentes, consignando en las mismas el asunto tratado, los fundamentos de las partes y la resolución adoptada. Las resoluciones de las comisiones paritarias serán definitivas y ellas se comunicarán de inmediato a los interesados para su cumplimiento, bajo pena de las sanciones dispuestas en esta ley. Exceptúanse aquellas resoluciones que versen sobre las materias tratadas en los arts. 38 a 46 de la presente, las que serán apeladas ante la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo dentro de los cinco días de notificadas. Art. 75 — Las comisiones paritarias quedan facultades especialmente para reducir hasta un 40% las escalas fijadas en los Arts. 53, 54 y 55 y para modificar las categorías profesionales respectivas, con respecto a las publicaciones periodísticas cuyo personal no exceda de cinco periodistas profesionales. Disposiciones generales Art. 76— Las empresas radiotelefónicas que tengan a su servicio personal incluido en las disposiciones de esta ley efectuarán el mismo el descuento establecido en el inc. b del art. 7 del Decr. ley 14.535. A su vez, dichos empresas realizarán los aportes fijados por los incs. c, d, y f del art. 7 del mismo decreto, sin perjuicio del aporte que corresponda al Estado. Art. 77— Las empresas periodísticas no podrán utilizar los servicios de contratistas, subcontratistas o concesionarios, si éstos no pagaran a su personal el salario mínimo, no estuvieran dentro de la escala de sueldos básicos (DNT. El 8473 B.O. 165/73) y no efectuaran los aportes correspondientes a la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de Periodistas, ley 12.581. Alcanzan a los contratistas, subcontratistas o concesionarios de cualquiera de las formas de trabajo periodístico, todas las obligaciones de los empleadores establecidas en la presente ley. Cada empresa periodística será responsable solidariamente del incumplimiento de las obligaciones por parte de los contratistas, subcontratistas o, concesionarios cuando éstos adeudaran el importe correspondiente hasta 2 meses de remuneración, solidaridad que


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se hace extensiva en los casos de accidentes y enfermedades sobrevinientes a consecuencia de las tareas encomendadas. En caso de que un diario posea dos o más personas con derecho de propiedad sobre el mismo, éstas deberán constituirse en sociedad de derecho dentro del término de 120 días a contar de la fecha de promulgación de la presente ley. La falta de cumplimiento de este requisito en el término previsto hará incurrir al propietario o propietarios que resulten culpables de incumplimiento por mora o negativa, en una multa de (m$n. 5.000 a 100.000), en cuyo caso se fijará un nuevo plazo de 60 días para el cumplimiento de este artículo. Si se produjera una nueva mora o negativa, se fijarán nuevos plazos obligatorios de 60 días, sujetos a la misma penalidad. Art. 78— El empleador que violare las disposiciones enunciadas en la presente ley será penado con una multa de (m$n. 100 a 1.000), por persona o infracción en la primera denuncia, la que podrá duplicarse en caso de reincidencia. Se considerará reiterada una infracción siempre que ésta se produjera dentro del plazo de 5 años siguientes a la primera. Art. 79— Las multas se harán efectivas por el procedimiento establecido en la ley 11.570 en la Capital Federal y territorios nacionales, y en provincias por el que establezcan sus leyes respectivas y de acuerdo con las siguientes disposiciones especiales: a) El funcionario expresamente designado por la totalidad administrativa en audiencia pública fijada y notificada con 3 días de anticipación, dará lectura del acta de infracción y recibirán en forma verbal actuada el descargo del supuesto infractor, el testimonio del empleado que comprobó la infracción y recibirá la prueba, que diligenciará en el término de 3 días, dictando a continuación la resolución que corresponda; b) La resolución podrá ser apelada dentro del tercer día, previa oblación de la multa, para ante la justicia del trabajo en la Capital Federal, y territorios nacionales, y ante la jurisdicción que corresponda en las provincias, conforme a las respectivas leyes procesales. Referencia— La ley 11.570 fue derogada por ley 18.695. Art. 80— Todas las gestiones o tramitaciones administrativas o judiciales que realizaron los periodistas profesionales en su carácter de empleados de las empresas ante los poderes públicos, relacionados con el cumplimiento de esta ley, se harán en papel simple y quedarán exentas de todo gravamen fiscal. Art. 81 .— las disposiciones de esta ley se declaran de orden público y será nula y sin valor toda convención de partes que modifique en perjuicio personal los beneficios que ella establece. EMPRESAS PERIODISTICAS Art 82— Quedan derogadas todas las disposiciones que se opongan a la presente ley, Disposiciones transitorias Art. 83— [Derogado por ley 1 6.792, art. 2]. Art. 84— [Se omite]. Art. 85— [De forma].


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