los nombres de tartesos1 francisco villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar...

28
LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villar Universidad de Salamanca La forma nativa prerromana del topónimo de Tartesos tuvo dos variantes: *Tartis y Turta. Menos probable es una tercera (*Tenis) que algunos postulan. Esas variantes se encuentran abundantemente representadas en la toponimia moderna hispana de origen prerromano, y se revelan como derivados de la raíz indoeuropea *ter-, cuyo uso en la toponimia europea es conocido. The prerroman native form for the name of Tartesos has two variants: *Tartis and Turta. The third one (*Tenis), postulated by some scholars, is less probable. All these variants are abundántly attested in modem Hispanic topo- nimy of prerroman origin, and are derived from the indo-european root *ter-, present in European toponimy. El nombre del legendario reino de Argantonio, que lo es también de su ciudad capital, aparece en las diferentes fuentes, semíticas, griegas y latinas, bajo modali- dades discrepantes que, como usualmente ocurre con los topónimos de una lengua extranjera, son resultado de otras tantas adaptaciones directas o intermediadas desde el original indígena a las lenguas recipiendarias. Parece innecesario encare- cer la importancia que tendría el conocimiento de la genuina forma indígena para 1 La investigación que ha dado lugar a este trabajo ha sido financiada por la Dirección General de Investigación Científica y Técnica de España (DGCYT), Proyecto PS90-0259. 243 HABIS 26 (1995) 243-270 http://dx.doi.org/10.12795/Habis.1995.i26.21

Upload: vudang

Post on 03-Dec-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS1

Francisco VillarUniversidad de Salamanca

La forma nativa prerromana del topónimo de Tartesos tuvo dos variantes:*Tartis y Turta. Menos probable es una tercera (*Tenis) que algunos postulan.Esas variantes se encuentran abundantemente representadas en la toponimiamoderna hispana de origen prerromano, y se revelan como derivados de la raízindoeuropea *ter-, cuyo uso en la toponimia europea es conocido.

The prerroman native form for the name of Tartesos has two variants:*Tartis and Turta. The third one (*Tenis), postulated by some scholars, is lessprobable. All these variants are abundántly attested in modem Hispanic topo-nimy of prerroman origin, and are derived from the indo-european root *ter-,present in European toponimy.

El nombre del legendario reino de Argantonio, que lo es también de su ciudadcapital, aparece en las diferentes fuentes, semíticas, griegas y latinas, bajo modali-dades discrepantes que, como usualmente ocurre con los topónimos de una lenguaextranjera, son resultado de otras tantas adaptaciones directas o intermediadasdesde el original indígena a las lenguas recipiendarias. Parece innecesario encare-cer la importancia que tendría el conocimiento de la genuina forma indígena para

1 La investigación que ha dado lugar a este trabajo ha sido financiada por la Dirección Generalde Investigación Científica y Técnica de España (DGCYT), Proyecto PS90-0259.

243

HABIS 26 (1995) 243-270

http://dx.doi.org/10.12795/Habis.1995.i26.21

Page 2: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

afrontar su análisis lingüístico e intentar eventualmente adscribirlo a una lengua ofamilia de lenguas determinada. Y para aproximarnos a ello no existe otro caminoque el de comparar cuidadosamente las variantes del topónimo tal como han lle-gado hasta nosotros por los diversos conductos.

I. INVENTARIO DE LAS FORMAS

1. Formas Tars-

En las fuentes bíblicas2 aparece el nombre de Tarsis, referido probablementeal reino de Tartesos, aunque no nos consta con seguridad3 . Y en una inscripciónasiria de la época de Asardón reviste la misma forma Tarsis[i] 4. Otra variedadTars- tenemos en Tapo-Vitov 5 cuya base, según todos los indicios púnica, apareceobviamente helenizada.

Polibio menciona en una ocasión el nombre de eepai-ral 6 que quizás signifi-que «habitantes de la región de Tartesos», aunque no es seguro que así sea. eco-oi-rat, como Taperñlov, son posiblemente helenizaciones de los correspondientestérminos usados en la tradición púnica. Si trato 0Epol-rm. bajo el epígrafe de lasformas Tars- es por una parte a causa de su /s/ y por otra de su vinculación conTapolitov en el común origen púnico y en la idéntica fuente polibiana. TantoTaperMov como eepal-rat son hapax. Y Ocpcf(Tat, por añadidura, es una formaaltamente sospechosa como variante del nombre de Tartesos a causa de sus nume-rosas peculiaridades, de manera que a mi entender es la menos fiable como reflejodel modelo indígena. En efecto, tiene como primera oclusiva una sorda aspiradaque no se da en ningún otro testimonio. Por otra parte, es la única forma real (esdecir: no resultado de una corrección textual) con vocal /e/. Y, en tercer lugar, estambién la única que tras la -s- presenta una /i/ de cantidad larga. Y, curiosamen-te, esa forma coincide en todos sus detalles con el antropónimo ecpal-nris, nombrede uno de los héroes griegos de la guerra de Troya. El plural de ese antropónimo,eEpoi-rat, cuya coincidencia con el ecperi-rat de Polibio es completa, se utilizó

2 Véase una completa relación de las fuentes bíblicas, y semíticas en general, en M. KochTarschisch und Hispanien (Berlin 1984) 161-66.

3 Véase en G. Bunnes, L'Expansion Phénicienne en Méditerranée (Bruxelles-Rome 1979) 331-48 una exposición de los diversos sentidos en que se usa Tarsis en las fuentes bíblicas, así como undetallado examen de las distintas posturas sobre la identificación de Tarsis con diferentes lugares ycon Tartesos en particular.

4 R. Borger, Die Inschriften Asarhaddons Kónigs von Assyrien (Graz 1956) 86: «Los reyes deen medio del mar en su totalidad, desde el país de ladnana, el país de laman, hasta el país de Tarsis, sehan doblegado a mis pies; yo he recibido su importante tributo»

5 «lipacrxEurai 6 cal 1-4i KaXII;) etKpuírripítp Maa-ria Tapo:n :11.ov» (Polibio 3.24.2). No entroen la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría Taperqlov. Véase al res-pecto M. Koch Tarschisch und Hispanien (Berlin 1984) 116-26. Me limito a dar por bueno que setrata de una variante más de nuestro topónimo.

6 «I-Icrav S' ol Stafletvres Els -njv /143/my 8Epati-ca...» (Polibio 3.33.9).

244

Page 3: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

para designar hombres de unas determinadas características. Por lo tanto, las tresdesviaciones que presenta Oepoi-rai respecto al conjunto de las formas de trans-misión fenicio-púnica en particular y de cualquier origen en general podrían serresultado de una helenización inducida en sus detalles por el antropónimo griegoOepal-rris y los usos especiales de su plural.

2. Formas Tart-

Forma Tart- tenemos en realidad sólo una: el Tom-nao-6s de las fuentes grie-gas. No es necesario entrar aquí en la discusión sobre la precedencia de la formade una sola silbante (Tap-upós) o la de silbante geminada (Tap-upoós) 7 , ni en ladel origen del sufijo implicado. Para los propósitos de este trabajo basta con laaceptación de que el sufijo de Taprqoaós no pertenece a la forma nativa del topó-nimo sino que es resultado de una adaptación helenizante, como de hecho se reco-noce en general.

A pesar de su flagrante helenidad, no podemos sin embargo estar seguros deque la forma Tap-r-rpo-ós esté en realidad libre de toda influencia fenicia. Dehecho los fenicios precedieron en varios siglos a los griegos en el comercio conla zona y es seguro que antes de viajar hasta ese reino los focenses habían escu-chado su nombre en la forma en que había sido previamente adaptado y trasmi-tido por bocas fenicias. Sin duda más tarde los comerciantes focenses oyerondirectamente la forma nativa. Pero nadie podría determinar hasta qué punto elTop-uy:ro-6s que se generalizó en las fuentes literarias griegas se basa exclusiva-mente en la audición directa del nombre nativo por parte de los marinos ycomerciantes focenses o es una especie de compromiso entre la forma que éstosoyeron en Hispania y la que previamente los fenicios habían puesto en circula-ción por el Mediterráneo oriental, que acaso había prendido y se había consoli-dado ya en la lengua griega de la metrópolis como término para designar elfabuloso reino occidental.

Una pequeña variante de la forma griega es la ofrecida por Estrabón 8 comonombre del país (en contraposición al de la ciudad), concretamente Tap-riao-ís,-18os, «Tartéside», término también obviamente helenizado sobre el modelo de4)caK1s, -18os «Fócide», 'HX1s, 4.8os «Elide», etc.

En latín se utilizó la misma forma griega, adaptada con pequeñas variantes(TartEsos, Tartt•ssos, TartJsus, Tartssus ), que no constituyen por lo tanto un tes-timonio independiente. Hasta tal punto son estas formas latinas simples trasposi-ciones de la griega que Plinio formaba el acusativo como Tarteson, con flexión ala griega9.

7 Véanse los datos relativos a esa cuestión en W. Sieglin, «Die Namensform der Stadt Tarte-sos», Zeitschrift für Ortsnamen Forschung 10.1971.266-75; cf. M. Koch, Tarschisch und Hispanien(Berlin 1984) 111.

8 Estrabón 3.2.11.9 «Maiorem Timaeus Cotinusam apud eos vocitatam ait, nostri Tarteson appellant, Poeni Gadir»

(Plinio 4.36.120).

245

Page 4: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

3. Formas *Tert-

No hay ninguna variante realmente testimoniada con la raíz en la forma Tert-.La única con vocal /e/ de entre las existentes es el ecpai-rat de Polibio ya comen-tado, que en rigor tampoco contiene Tert-. A. Schulten reconstruyó sin embargouna forma *Tertis, fruto de conjeturas diversas sobre textos que realmente tienenotras cosas. La primera de esas conjeturas la efectuó a propósito del pasaje en elque Plinio dice: «In universam Hispaniam M. Vano pervenisse Hiberos et Persaset Phoenicas gentes et Poenos tradit» 10 . Schulten argumentó en favor de corregirPersas por Tersas, que según él sería sinónimo de Tartesios. Pero sus argumentosson sumamente débiles. En efecto, Schulten alegaba que no puede sostenerse lalectura Persas que de hecho tiene el texto porque en realidad nunca hubo unainvasión persa en Hispania; y, por otra parte, creía que la forma corregida Tersasestaría apoyada por un supuesto Tertis de Tito Livio (que no es sino otra conjetu-ra, como ahora veremos) y el eepoll-rat de Polibio, de cuya escasa fiabilidad ya hehablado más arriba. El docto hispanista alemán no tomó en consideración otrasalternativas como que Persas esté utilizado en un sentido no tan preciso como elque hoy damos al término; o que Varrón o su fuente afirmaran efectivamente unainvasión persa en Hispania, aunque estuvieran equivocados; o que Plinio no reali-zara una interpretación y transmisión exacta del pensamiento de Varrón; o dife-rentes otras posibilidades. La única alternativa que consideró es precisamente laque corrobora su postura previa: que no se trata de Persas sino de Tersas y queTersas es lo mismo que Tursas, con lo que la cita de Varrón queda convertida enun argumento en favor de sus personales tesis sobre la existencia de una invasióntirseno-etrusca en la Península. Y en segundo lugar está el pasaje en que TitoLivio asegura que el río Guadalquivir es llamado Certis por los indígenas". A.Schulten propuso corregir Certis en Tertis, sin que tampoco haya para ello razónalguna de índole crítico-textual 12 . Aparte de que implica que Tartesos estuvieraubicada a orillas del Guadalquivir, como él siempre defendió, lo que sin embargono es un hecho probado.

En resumen, pues, no existe una variante Tert- realmente testimoniada. Lasconjeturas de Schulten para obtenerla a partir de Certis y Persas no tienen buenfundamento. Y la única forma atestiguada con /e/ radical, ecpairrat, es poco fia-ble por las razones arriba expuestas.

ler Plinio 3.3.8.11 Tito Livio 28.22.1: «...superato Baete amni quem incolae Certim appellant».12 Obsérvese que las variantes *Tertis y *Tersas resultados de sendas correcciones textuales de

A. Schulten son, desde el punto de vista fonético, contrarias a lo esperable. En efecto, la variante asibi-lada sería esperable ante vocal /i/, mientras que ante /a/ sería más probable la variante oclusiva. Esdecir: lo fonéticamente congruente seria *Tersis, *Tertas, exactamente lo contrario a lo que de hechoe da en las conjeturas de Schulten.

246

Page 5: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

4. Formas Turt-

Catón 13 , con ocasión de su campaña del año 195 a. C. en Turdetania nos trans-mitió una forma Turta, que sin duda los expedicionarios romanos oyeron de losnativos y recogieron de una manera directa. Como A. Schulten hizo ver 14, elTurta de Catón no debe referirse a la legendaria ciudad, que en el s. II a. C. ya noexistía, sino al país entero. Si la Turta de Catón fuera también una ciudad, habríade tratarse de alguna de las existentes en el s. II a. C., emplazada acaso en el

• mismo lugar en que lo había estado la vieja capital del reino de Tartesos, o en unparaje lo suficientemente próximo como para haber heredado el nombre. Perohubiera o no una ciudad Turta en el s. II a. C., lo que resulta seguro es que Turtaera el nombre nativo del país poAs'á fechas, como demuestra el testimonio deArtemidoro, que también estuvo en la Península en el s. II a. C.: «Toup&ri-ravía-

' ApTepl8wpos 81 Toupnrravíav airrñv KaXEI }cal ToUpTous TOÚS OIKT1TOpaS

Kal ToupnrravoUs» 15 . En ese pasaje queda fuera de dudas que Turtos, étnicocorrespondiente a Turta, es el nombre de los habitantes del país, y por lo tantoresulta obvio que Turta es el nombre del país al que antes los griegos habían dadoel nombre del TapTriacrós y que luego en época romana se llamará Turdetania.

Los testimonios conjuntos de Catón y Artemidoro proporcionan, pues, unasólida base para la equiparación Tapyricraós. = Turta como dos denominacionesdel mismo lugar. Y así lo admiten con amplia coincidencia de criterio quienes sehan ocupado específicamente del problema l6 . Cuestión distinta es la relación lin-güística que hay entre esos dos nombres, lo que constituye el tema central de estetrabajo, que afrontaré más adelante.

5. Formas Turd-

En la latinidad se impusieron de manera definitiva los nombres de Turdetaniay Turdetanos para el país y sus habitantes. Y con esos nombres se relaciona indu-dablemente desde el punto de vista etimológico el de Túrdulos.

II. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LAS FORMAS

Las formas que proceden de fuentes fenicias y púnicas (Tarsis, Tarsis[i],Tapcniiiov) tienen un esquema consonántico común Trs-. Como ya advertí, no esseguro que Tarsis se refiera a Tartesos. No obstante, en atención a Tapcdlov y,en la escasa medida de su fiabilidad, a 0Epol-rat, que testimonian también una sil-

13 Catón Oral. 1.18.19: «Ita porro in Turtam proficiscor», «Inde pergo porro ¡re in Turtam».14 A. Schulten, Fontes Hispaniae Antiquae III (Madrid 1935) 190; Tartessos (Madrid

19452) 51.15 Artemidoro apud Esteban de Bizancio, s.v. Toupb-ravía.16 A. Schulten, Tartessos (Madrid 19452) 51; A. Tovar, lberische Landeskunde II/1 (Baden-

Baden 1974) 150; M. Koch, Tarschisch und Hispanien (Berlin 1984).

247

Page 6: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

bante, y habida cuenta de que las formas con silbante son las menos favorables alas tesis que voy a defender aquí sobre el topónimo, ad cautelam no excluiré de laconsideración del problema la variedad Tarsis.

Por su parte las fuentes griegas y latinas 17 concuerdan en ofrecer sin ningunaexcepción un esquema consonántico Trt- (Tartessós, Turta, Toúp-rot).

El timbre de la vocal radical constituye un aspecto especialmente problemáti-co. Las formas que responden a una adaptación primaria fenicia tienen /a/ (Tarsis ,Tarsis[i], eaperñtov), con la única excepción del sospechoso &poi-mi de Poli-bio. Las griegas tienen bien /a/ (Tap-rnaaós, Tap-rwa(s) bien /u/ (ToupTu-ravía,Toúp-rous). Finalmente las formas adaptadas directamente por romanos tienenexclusivamente /u/ (Turta, Turdetania, Turdetani, Turduli).

La comparación de los rasgos lingüísticos presentes en los diferentes testimo-nios nos plantea en concreto las siguientes alternativas o incógnitas a la hora dereconstruir la forma indígena: a) Si el esquema consonántico nativo era Trt- o Trs- ;b) Si el final de la palabra tenía la modalidad -a (como Turta) o -i (como Tarsis);3) Si la vocal nativa de la raíz era /a/, /e/ o /u/; 4) Qué relación hay entre las for-mas Turt- y las formas Turd-.

A. Schulten, en consonancia con su tesis sobre el origen Tirseno de Tartesos,pensó que el nombre del mítico reino sería una repetición del de la ciudad lidia deTursa. Y para explicar más satisfactoriamente desde el punto de vista fonético lasdos alternativas (Turs-ITurt-) supuso que realmente el nombre originario de dichaciudad habría sido *tur0- con una fricativa interdental sorda 18 . Por otra parte,convencido como estaba de la existencia de una migración tirseno-etrusca, nosólo en la zona de Tartesos, sino de implantación más general en la Península,pretendió hacer extensiva esa filiación a otros topónimos en Tur-, concretamentelos que aparecen en la modalidad Turr-, que en su pensamiento se explicaríanfonéticamente por asimilación a partir de Turs-. Uno de esos topónimos supuesta-mente tirsenos creyó encontrarlo en el Turaniana andaluz del Itinerario de Anto-nino 19 . Pero como Turaniana tenía una /r/ simple que no casa bien con su hipóte-sis, propuso corregirlo en Turraniana20 , conjetura tan injustificada desde el puntode vista filológico como las anteriores.

Así pues, el prototipo del que según Schulten derivarían todas las modalidadesen que el topónimo aparece sería *tur0- . Y respecto a las distintas variantes atesti-guadas propuso las siguientes interpretaciones: 1) Turta sería la forma antigua,conservada para designar el país; 2) Tarsis sería la adaptación fenicia; 3) Tartes-

17 Véase una compilación y comentario de las fuentes griegas y romanas relacionadas con Tar-tesos en J. M. Blázquez, «Fuentes griegas y romanas referentes a Tartessos», Tartessos y sus proble-mas (Barcelona 1969) 91-110. En M. Koch, Tarschisch und Hispanien (Berlin 1984) 166-70, hay uninventario muy amplio de dichas fuentes.

18 A. Schulten, Tartessos (Madrid 1945 2) 34.19 En el itinerario entre Castulo y Málaga (405.1).20 A. Schulten en G. Wissoba et. alii eds. Paulys Realencyclopildie der classischen Altertunts-

wissetzschaft (Stuttgart 1893 y ss.) VII A 2, 1371.

248

Page 7: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

sós una adaptación griega; 4) Tapcn litov una forma de adaptación fenicio-púnica ytransmisión griega; 5) Y sobre *Tertis vaciló: en un determinado momento creyóque sería una adaptación fenicia21 ; pero en su obra sobre Tartesos22 se inclinó atenerlo por el nombre que en el propio país se daba al río Guadalquivir.

En ese conjunto de propuestas realizadas por A. Schulten hay elementos demuy diferente valor. El origen tirseno de la cultura tartésica no pasa de ser unahipótesis. Pero, aunque tal hipótesis fuera exacta desde el punto de vista histórico,ello no comportaría inevitablemente la corroboración de la etimología de los topó-nimos formulada por el hispanista alemán. Y el punto más débil es la reconstruc-ción de un prototipo *Tenis, basado en correcciones de los textos poco fundadas,cuando no puramente gratuitas.

M. Koch23 acepta la existencia de *Tertis como nombre indígena del río. YM. Pérez24 entiende que la forma nativa del topónimo es Tarte, perdiéndose enuna etimología gratuita que toma como referencia la palabra vasca tarte «coto».

Los autores que han estudiado el nombre de Tartesos no han solido ser lin-güistas. Y ésa es sin duda la causa de que no hayan tratado en detalle los proble-mas fonéticos implicados en las distintas adaptaciones, sea cual sea la modalidadque se elija como prototipo indígena original. Sin embargo, el análisis lingüísticode las diferentes adaptaciones resulta muy necesario ya que es uno de los indiciospara establecer el prototipo indígena de partida, desde el que deben poder expli-carse las diversas variantes implicadas. De hecho desde el presupuesto de Schul-ten con * ture- como forma originaria no se explica bien la /a/ de Tarsis yTaprgo-crós ni la /e/ del hipotético *Tertis25 . Y desde *Tertis no se explica sin másla /a/ de Tarsis y Tartesos y en modo alguno la /u/ de Turta.

Que la vocal nativa del topónimo sea /e/ además de no ser un buen punto departida para explicar las diferentes adaptaciones, tampoco tiene buen fundamentoen los testimonios. De hecho la /e/ está presente sólo en el hapax GEpoi-rai, sobrecuya escasa fiabilidad ya me he pronunciado más arriba. Por el contrario, la /u/,vocal elegida por Schulten para el nombre indígena de la ciudad, tiene un fuerteapoyo en la modalidad Turta, que goza de una triple garantía. Por una parte, fuerecogida directamente por testigos presentes allí en el año 195 a. C. y no es elresultado de una transmisión indirecta y con grandes probabilidades de haber sidoretocada y acaso deformada durante una dilatada tradición. Cuando Catón, a con-trapelo de esa tradición, nos proporciona la forma Turta es porque así la escucha-ron las gentes de su expedición de boca de los nativos. De manera que podemos

21 A. Schulten, lberische Landeskunde (Baden-Baden 19742 ) 327.22 A. Schulten, Tartessos (Madrid 1945 2) 51.23 M. Koch, Tarschisch und Hispanien (Berlin 1984) 111.24 M. Pérez, «El nombre de tartessos» Tartessos y sus problemas (Barcelona 1969) 369-78.25 No pasa de ser una observación superficial e inconsistente el comentario que hace Schulten al

respecto: «El cambio de A y U no ofrece particular dificultad (porque se encuentra, por ejemplo, tam-bién en la palabra asiria turtan (general), que en hebreo es tartan)» (A. Schulten, Tartessos [Madrid1945 2] 34)

249

Page 8: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

estar seguros de que Turta está mucho más próxima a la forma nativa utilizada aprincipios del s. II a. C. que el término tradicional Tap-rricr(a)ós oído y helenizadovarios siglos antes. La segunda garantía procede del hecho de que también tienevocal /u/ la forma recogida como nombre de los habitantes (Toúpi-ol = frurtoit)por una fuente independiente de la expedición de Catón, como es el geógrafogriego Artemidoro, que viajó a Hispania hacia finales del s. II. a. C., y que llegó aser una autoridad en temas hispanos a juzgar por las citas que de él hace Estrabónen el libro dedicado la Península. Y la tercera dimana del hecho de que sea tam-bién /u/ la vocal contenida en Turdetania y Túrdulos, formas que se impusieronfinalmente durante toda la latinidad, cuando el contacto de Roma con los nativosfue pleno y definitivo.

En mi opinión, las probabilidades están, pues, a favor de que Turta sea laforma nativa en época de Catón y Artemidoro, es decir: en el s. II a. C. Pero sobreeste punto volveré tras analizar otros aspectos del problema.

1. El esquema consonántico y la modalidad de la final (-a o -is)

Conviene tratar conjuntamente esas dos cuestiones porque, como se verá en loque sigue, están relacionadas entre sí. La naturaleza de la final (-a o -i-) no esconstatable de manera segura en Tap yrio-o-ós, Tap-nwaís ni Tapcn'ilov, ya que entodas ellas la sufijación griega elimina o enmascara la final indígena. En cambiola modalidad -a está confirmada directamente en Turta e indirectamente en Toíip-TOL. En esas formas se dan concomitantemente -t- como última consonante de laraíz y -a como modalidad de la final. Por el contrario, las variantes semíticas Tar-sis, Tarsis[i]; e igualmente la trasmitida a través del griego eepal-ral tienen /s/como última consonante y concomitantemente presuponen un prototipo indigenaterminado en -i-. Es decir: en la medida en que la constatación es posible, y pres-cindiendo por el momento de la vocal radical, las formas griegas y romanas pare-cen presuponer *Txrta y las semíticas *Txrsis.

En ese reparto agrupado de ambos rasgos hay una evidente congruencia foné-tica, lo que induce a pensar que probablemente la concomitancia no es casual . Enefecto, que una dental sufra un proceso de fricativización y asibilación ante vocal/i/ es un fenómeno fonético corriente. Así sucede, por ejemplo, en hetita y en unabuena parte de los dialectos griegos.

En consecuencia parace razonablemente bien fundada la conclusión de que nodebemos contar con una forma indígena única de nuestro topónimo sino simultá-neamente con dos ligeras variantes del mismo, que, prescindiendo todavía de lavocal radical, serían respectivamente Txrta y *Txrtis. Y esa doble posibilidad,lejos de ser un inconveniente o una incertidumbre en la reconstrucción del prototi-po indígena, es un dato revelador. En efecto, en varios trabajos dedicados a topo-nimia prerromana he aducido numerosos ejemplos de hidrotopónimos peninsula-res que presentan la doble variante flexional, según los temas en -a y según lostemas en -i-, a menudo coexistentes para un mismo río (o para un río y su ciudad

250

Page 9: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

ribereña), a juzgar tanto por testimonios antiguos como por resultados modernos.Entre otros ejemplos tenemos TamaralTamaris, TurialTuris, Anal(Ru)anes26,TorcalTurces, TormalTormes, etc.

Queda por establecer si la asibilación de *Txrtis en *Txrsis se había efectuadoen la lengua nativa y por ello los fenicios tomaron la forma a la vez con /s/ y con/i/ o si, por el contrario, la asibilación es tan sólo una parte de la adaptación feni-cia. En otros terminos: si en la lengua nativa las variantes eran *Txrta y *Txrtis, osi ésta última, como efecto de una asibilación autóctona, tenía ya *Txrsis. Y dadoque las versiones de Catón y Artemidoro parten de la variante con tema en -a(Turta), en la que no había lugar para tal asibilación, no podemos determinar siesa alteración había tenido lugar o no en la lengua nativa. Y tampoco ayuda elhelenizado Tap-rno-o-ós, del que sólo podemos decir que partió de una forma sinasibilación (no sabemos si *Txrta o *Txrtis). Como argumento en favor de que laasibilación de Tarsis no habría sido nativa, sino consecuencia de la adaptaciónfenicia, podría aducirse el nombre prerromano de un río de la zona, el Baetis, condental no asibilada ante /i/. Pero esa consideración, de indudable peso, no resultadecisiva porque no sabemos en realidad si ambos hidrónimos pertenecen almismo río ni si corresponden a una misma lengua o a dos diferentes, con distintoavatar fonético. Sin embargo, cobra mayor fuerza en una perspectiva más general:no hay ningún indicio de asibilación de /t/ ante /i/ en las lenguas prerromanas dela zona22.

3. Cuestiones etimológicas: Las formas con vocal tul

Prescindiendo por el momento de las variantes con /a/ (Tarsis, Tap-rricraós,etc.) y en /e/ (*Tertis, Ocpc(1-rw.) de que luego me ocuparé, las formas con /u/(Turta, Toi5pTol, Toup-ru-rav1a, Turdetania, Turduli) forman parte de la serietoponímica peninsular construida sobre la raíz Tur-, que he estudiado detenida-mente en otro trabajo28 , en el que se pone de manifiesto que dicha raíz es una delas más fecundas en topónimos hispanos de origen prerromano. Da lugar a nume-rosas formaciones, todas característicamente indoeuropeas: -*to-1-*tcT-, -*ko-1-*kff, -*no/ -*ncT, -*nticr, -*mant-, etc. Y varias de ellas son de unaenorme fecundidad: -*to-/-*tj-, -*ko-1-*IccT, *mo-1-*ma. Por añadidura, existenvarios apelativos que continúan aún hoy en uso en la lengua española o en algu-nas de las regiones hispanas, y que resultan igualmente derivados de esa raíz(torca, tormo y probablemente torta, tortilla), lo que me posibilitó una etimología

26 F. Villar, «El teónimo lusitano Reve y sus epítetos», Veleia (en prensa).27 Los casos de alternancia lis que M. Koch (Tarschisch und Hispanien [Berlin 1984] 112)

aduce como existentes en la Península (*Baet-l*Baes-, TorsinolTurtumeles), basados más bien en lasupuesta existencia de un fonema de índole tal que pudiera ser transmitido ora como /t/ ora como /s/,no son tampoco una sólida base explicativa. En realidad, lo que la serie Turta refleja en la toponimiahispana es una alternancia tld y no tls, como se verá en las páginas que siguen.

28 F. Villar, «Torrnes, Turia, Iliturgi», Los Celtas en La Meseta (Madrid [en prensa]).

251

Page 10: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

razonablemente segura a partir de la raíz indoeuropea *ter- «frotar, restregar,romper por fricción, penetrar, perforar». Para todo ello y la argumentación anejaremito al citado trabajo. Aquí me limitaré a aportar algunos ejemplos y el mapacon la distribución de esta serie toponímica en la Península.

He aquí una selección de ejemplos, espigados entre las formaciones primarias:Turia, Turis, Tora, Tores, Turaqua, Turobriga, Torca, Turces, Torce, Turcia,Torgas, Torga, Torgo, Tormes, Torme, Tormo, Turmos, Turmas, Tornes, Turnes,Torna, Turnas, Turnio, Turanas, Toraño, Turonium, Toroño, Touriño, Toribia,Torva, Turienzo , Toranzo, Torante, Turanzas, Tormantos.

• Hidrónimo antiguo O Hichtnimo moderno

▪ Totannimo antiguo 1:1 Topónimo moderno

FIG. 1. Los topónimos de la serie Tur- en cualquiera de sus variedades

Una de las formaciones más fecundas en sus diferentes variedades y que cuentaademás con un apelativo en uso (torta) es la derivada mediante el sufijo de adjetivoverbal o participio -*to-. Los derivados toponímicos hispanos de esta filiación apa-recen en tres variedades flexivas: 1)-a, 2)-i- y 3)-ia. Concretamente la antiguaTurta meridional pertenece a la primera de ellas, y tiene su correlato exacto dentrode la toponimia moderna, en el hidrónimo fuente Turta (Zorraquín, La Rioja)29;

29 A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 557.

252

Page 11: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

fuente de la Torta (Lorca, Murcia) 30; Torta (Lama, Pontevedra) 3I ; Torta (Lillo,Toledo)32 ; Peña de Torta (Alloza, Teruel)33 ; Torta (Juzcar, Málaga) 34; cañadaTortas (Miguel Esteban, Toledo) 35 ; Tortas (La Carolina, Jaén); Tortos (Narón,Coruña) 36; y con derivación latina secundaria Tortón (Ronda, Málaga); Tortones(Lucainena de las Torres, Almería); y Tortán (Caniles, Granada). La variante en-i-, que hemos visto presupuesta por las formas con la segunda dental asibiladatipo Tarsis, la tenemos con vocal /u/ (*Turtis) en Tortes (Becerreá, Lugo)32;Torde (Arenzana de Arriba, La Rioja); y probablemente en el río Tort (Gerona);el río Tort (Barrueca, Lérida) 38; el lago Tort (Capdella, Lérida)39.

Topónimos derivados de Turta o de *Turtis mediante sufijación secundaria,en general latina, son el río Tordera (Barcelona); Tortero (Galaroza, Huelva);Torterón (Villanueva de las Torres, Granada); el arroyo Torderón (afluente delDuero cerca de San Esteban de Gormaz, Soria); Tordera (Lérida); Tordera (Villa-lobar, La Rioja); Tórdiga (Ventrosa, La Rioja); Tórdiga (Viniegra de Abajo, LaRioja); y varios Tórdiga en la provincia de Ávila. Derivados con aspecto diminu-tivo encontramos varios: el ibón de Tortiella (Huesea)4 (); el lago de Tortiella(Aisa, Huesca)"; Tortiella (Ansó, Huesca)42 ; Tortiellas (Clamosa, La Fueva,Huesea)43 ; Tortellá (Gerona) a orillas del Torrente Viñol y no lejos del río Llier-ca; Tortilla (Linares, Jaén)" entre los arroyos de los Jarales y de los Curas; Torti-lla (San Millán de la Cogolla, La Rioja) 45 . Y con ellos hay que relacionar Tortela(Borge, Málaga)46 ; y Tortela (Almachar, Málaga). Un tipo de derivado algo dife-rente supone Tortal (Barbués, Huesca)42

La tercera variedad (-ja) da lugar a *Turtia que de hecho encontramos en elarroyo de Turza (Ezcaray, La Rioja)48 ; la fuente Turza (Viniegra de Abajo, La

30 A. González Blanco, Repertorio de Toponimia de la Región de Murcia (en prensa) (s. v.).31 Cartografía Militar de España, Serie L, IV 186. (En adelante CME, L- ).32 V. Cerveró Pozo, Repertorio de nombres geográficos: Toledo (Valencia 1975) 121.33 V. Muñoz Garrido V. Cerveró Pozo, Repertorio de nombres geográficos: Teruel (Valencia

1974) 125.34 Este y los demás datos que en lo que sigue corresponden a Andalucía están tomados del

Inventario de Toponimia Andaluza, volúmenes 1-VIII, Sevilla 1990, publicado poe la Consejería deObras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía.

35 V. Cerveró Pozo, Repertorio de nombres geográficos: Toledo (Valencia 1975) 121.36 CME, L-7.37 CME, L-125.38 CME, L-180.39 G. Bleiberg (ed.), Diccionario Geográfico de España v.16 (Madrid 1961) 319-20.

G. Bleiberg (ed.), Diccionario Geográfico de España v.16 (Madrid 1961) 319-21.41 CME, L-144.42 L. Ariño Rico, Repertorio de nombres geográficos: Huesca (Zaragoza 1980) 231.43 L. Ariño Rico, Repertorio de nombres geográficos: Huesca (Zaragoza 1980) 231.44 CME, L-905.45 A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 552.46 Nomenclator comercial: Pueblos de España (Madrid 1992) 628.47 L. Ariño Rico, Repertorio de nombres geográficos: Huesca (Zaragoza 1980) 233.

A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 557.

253

Page 12: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

Rioja)49; Turza (Carballedo, Lugo) 50 , no lejos del río Berbal; Turzabella —obvia-mente en su primer elemento— (La Peroja, Orense); Turzo (Orbaneja del Castillo,Burgos); Torzo (Coaña, Asturias) 51 , nombre de un monte asentado en la rivera delrío Navia. Derivado secundario de Turza debe ser Turzarana (Zorraquín, LaRioja)52.

Los derivados de Tur- corresponden en su totalidad a las formaciones típica-mente paleoeuropeas, como señalo con detalle en mi trabajo antes citado. Y enparticular Turta es una de ellas, provista del sufijo -to-, bien conocido también enesa clase de hidrónimos. Gracias a los diversos apelativos, varios de ellos (torca,tormo) vinculados de manera directa a los topónimos (Torca, Torga, Torgados,Tormo, Tormes), la etimología de Tur- resulta bastante clara. Concretamente setrata de la raíz indoeuropea *ter- «frotar, restregar, romper por fricción, penetrar,perforar»53 , cuyo uso en la hidronimia paleoeuropea es bien conocido 54 . Deboprecisar que en el trabajo ya varias veces mencionado 55 defendí con argumentosformales y semánticos que considero de peso el que las formas Tur- correspondenconcretamente al grado 0 de la citada raíz, lo que supone una vocalización en /u/de la sonante vocálica 41 en la lengua responsable de esta serie toponímica.

Los topónimos derivados de Tur- son frecuentemente hidrónimos, comoTuria, Tormes, Torca, Turienzo, etc. Y concretamente la formación Turta tienentambién como hidrónimos la fuente Turta, la fuente de la Torta, el río Tort, ellago Tort, el ibón de Tortiella, el lago Tortiella, el arroyo Turza y la fuente Turza.Y no hay que olvidar que el topónimo de Tartesos, sea cual sea su forma indígena,era también el nombre de un río, como dicen explícitamente Estesícoro 56 y Avie-no52 . Otro rasgo que introduce igualmente el nombre de Tartesos en el ámbito dela hidronimia es el hecho ya mencionado de que existan dos variantes del mismonombre, una con final -a y otra con final -i-.

4. Relación entre las formas Turt- y la formas Turd-

En páginas anteriores ha quedado establecido que, independientemente de larelación lingüística que pueda unir a la forma griega Tap-rrIcraós con la latina

49 A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 557.50 CME, L-188.5 CME, L-26.52 A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 552.53 J. Pokomy, Indogermanisches Etymologisches Wlirterbuch I (München 1959) 1071-1075, la

divide en dos raíces diferentes, división que ni la semántica ni la forma hacen imprescindible. Dehecho otros indoeuropeístas la consideran una única raíz, como H. Krahe (Unsere Áltesten Flussna-men [Wiesbaden 1964] 57) al atribuirl etimología a los topónimos de la serie *ter-Itar-.

54 H. Krahe, Unsere Áltesten Flussnamen (Wiesbaden 1964) 57.55 F. Villar, «Tormes, Turia, Iliturgi» (en prensa).56 Fragmento de Estesícoro en Estrabón 3.2.11: Tap-rnacro0 rro-rap.o0 Trape( rrayás

¿urcipovas ápyupopiZous v KEU01163Vt 1TE TpCIS.

57 Avieno 225 y 284 (Tartesus amnis).

254

Page 13: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

Turta, lo cierto es que ambas se refieren al mismo país. Y una de las piezasargumentativas más convincentes para demostrarlo es el hecho de que durante lalatinidad se llamó Turdetania al país que anteriormente se había llamadoTap-rnaoós, siendo así que la relación entre Turta y Turdetania se deja estable-cer con seguridad como dos formas sucesivas del mismo topónimo, resultandoser la segunda una ligera modificación fonética de la primera, provista ademásde un sufijo de adaptación latina. Para centrar ese aspecto del problema creoque es revelador el testimonio ya citado de Artemidoro en Esteban de Bizancio,que conviene recordar: Toup8Trrav1a • ' ApTcp.18copos 8 ToupTuTavíavKaXel: ¡cal ToúpTous Toús olicnTopas Kat ToupTuTavoús. En mi opinión esetestimonio despeja cualquier duda que pudiera existir sobre la identidad lingüís-tica y toponímica entre Turta y Turdetania. En efecto, la observación y adapta-ción realizada por Artemidoro demuestra que hacia finales del s. II a. C. lasegunda dental tenía carácter sordo tanto en Turta (cf. ToúpToi) como en Turde-tania (cf. ToupTuTavía). Y mi propuesta para explicar la pequeña diferenciafonética existente entre Turta y ToupTuTavía por una parte y Turdetania y Tur-duli por otra es que la /d/ de Turd- es el resultado de una sonorización fonéticade la dental tras /r/: -rt- > -rd-. Es éste un tratamiento bien conocido y descritopara los grupos de continua + oclusiva sorda del que Menéndez Pida1 58 citócomo ejemplos Ilerta / ¡lerda, Cinca / Cinga, Ercavica / Ergavica, Turcalium /Turgalium, Urci / Urgi, Helmantica / Ermandica, entre otros. Diferentes estu-diosos se ocuparon en los años siguientes de ese fenómeno y aportaron datosnuevos59 . Por mi parte, yo he tenido ocasión de encontrar varios más en otrotrabajo60 . He aquí algunos ejemplos, correspondientes todos a la raíz *ter- a laque pertenece Tuna:1) Por la ceca celtibérica tekkakom sabemos que el nombre antiguo de la actual

Tierga (Zaragoza) es *Terka o *Terga. Entre ambas posibilidades, el nombremoderno Tierga nos hace elegir *Terga, con sonorización antigua, porque lafonética romance no ha producido sonorización de las oclusivas sordas tras/r/.

2) Sin salir del grupo toponímico Tur- en el que se incardina Turta, tenemosinteresantes ejemplos del mismo fenómeno en Torca, Torcas / Torga, Tor-gas. Repárese en que *Terga (Tierga), de *Terka es exactamente la mismaformación que Torca, Torga de *Turka, con la única diferencia de la vocal,que es /e/ para *Terka y /u/ para *Turka.

58 R. Menéndez Pidal, Orígenes del Español (Madrid 1986 10) 296-300.59 A. Tovar, «La sonorización y caída de las intervocálicas y los estratos indoeuropeos en His-

pania», BRAH 28 (1948) 273; U. Schmoll, Die Sprachen der Vorkeltischen Indogermanen Hispa-niens und das Keltiberische (Wiesbaden 1959) 91-92; J. Corominas, Tópica Hespérica II (Madrid1972) 258 y ss.

F. Villar, «Tormes, Turia, lliturgi», Los Celtas en la Meseta (Madrid [en prensa]).

255

Page 14: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

3) Específicamente de Turta existe en la Antigüedad una variante con la segun-da dental sonorizada: Tito Liviom menciona una ciudad llamada Turda en laTarraconense, en la que Minucio ganó una batalla en el año 196. Una vezmás A. Schulten, llevado por sus personales convicciones, corregía el nombrede la ciudad Turda en Turba, relacionándola con los Turboletes, rivales deSagunto62 . Sin embargo no hay ninguna razón de índole crítico-textual paratal corrección. Y sin duda lo que tenemos en esa Turda es otro ejemplo delmismo topónimo Turta, con la dental sonorizada, ubicado en la Tarraconensedonde de hecho son abundantes los ejemplos de esta variedad hidrotoponími-ca Tur-, como puede verse en el mapa. Con la dental sonorizada encontramosen la toponimia moderna la fuente Tordas (Navajún, La Rioja); el río Torde-ra y varios otros Tordera en Cataluña (de *Turdaria, con sufijación latina apartir de *Turda); el arroyo Torderón (San Esteban de Gormaz, Soria); y eltopónimo Tórdiga (de *Turdika, formación denominativa a partir de *Tuna o*Turtis), de las que hay dos en la Rioja (respectivamente en Ventrosa y enViniegra de Arriba)63 ; y un Tórdigas en Burgohondo (Ávila).

Turdetania y su etnónimo correspondiente Turdetani son derivados latinos apartir de (Turta >) Turda, del mismo modelo que los creados por los romanospara tantos otros pueblos peninsulares: Edetania I Edetani, Bastetania I Bastetani,lacetania I lacetani, etc. y no merecen mayor comentario para los propósitos deeste trabajo64 . Por su parte, Turduli65 tiene igualmente paralelos en el nombre deotros dos pueblos peninsulares como Bastuli y Varduli. El primero de ellos pre-senta también una doble forma Bastetani I Bastuli en todo paralela a la de Turde-tani I Turduli. Normalmente la forma Turduli se entiende como un diminutivolatino66 . Sin duda los romanos debían sentirlo como tal. Y acaso lo sea de hechoetimológicamente. Sin embargo conviene recordar que no está construido sobreTurdetani (que habría dado *Turdetanuli), sino sobre un *Turdus no atestiguado,pero que corresponde de hecho, aunque con sonorización, al Toúp-ros de Artemi-

61 Tito Livio 33.26.1-4; 33.44.4.62 A. Schulten, Fontes Hispaniae Antiquae III (Madrid 1935) 176.63 A. González Blanco, Diccionario de Toponimia actual de la Rioja (Murcia 1987) 549.64 Sobre ellos véase M. Faust, Die antiken Einwohnernamen und Vülkernamen auf -itani, -etani

(Góttingen 1966).65 No voy a entrar dentro de la cuestión de su equivalencia o diferencia entre Turdetani y Tur-

duli. Es sabido que en la Antigüedad algunos autores los usaron como sinónimos ( Estrabón 3.1.6:«TObS 8' ¿VOIKODVTÓS TOVa8TITaVO1JS TE Kal. TOUp8OUXOUS Trpocrayopcüouaiv, TOS atirTOirS 1,0aL(OVTES, 01 6' ITEpOUS 1. 1) EaTt Kal 110)a/3LOS, OUVOLKOUS (klaaS Tolls TovpSrravoisTrpós óipx-rov Tabs Toup8oaovs»). Otros, en cambio, los diferencian: Aparte de Polibio (34.9.1),mencionado por Estrabón en la cita anterior, los distingue también Plinio 3.3.13: «Quae autem regio aBete ad fluvium Anam tendit extra praedicta, Baeturia appellatur in duas divisa partes totidemque gen-tes, celticos qui Lusitaniam attingunt, Hispalensis conventus, turdulos qui Lusitaniam et Tarraconen-sem accolunt, iura Cordubam petunt». Véase también P. Mela 3.3 y Ptolomeo 2.4.4 y 5.9.10. Cf. A.Tovar, lberische Landeskunde 11/3 (Baden-Baden 1989) 23.

66 A. Tovar, lberische Landeskunde II/1 (Baden-Baden 1974) 23.

256

Page 15: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

doro. Sin embargo, hay entre la toponimia hispana de la serie Tur- algunos ejem-plos que, con o sin sonorización de la segunda dental, presentan una formaciónidéntica a la de Turduli. Entre ellos tenemos: Valdetórtola (Cuenca)67 ; arroyo dela Tórtola (Valdetórtola, Cuenca)68 ; arroyo de Tórtolas (Madrid), afluente del ríoAlberche; Tórtola de Henares (Guadalajara) 69; Tórtoles de Esgueva (Burgos)70;Tórtoles (Ávila)71 ; Tordueles (Burgos), a orillas del río Arlanza. Es al menosposible que estemos ante una derivación denominativa en -*lo- de origen prerro-mano, diminutiva o no.

5. El problema de la vocal radical: Las modalidades con lal y le!

Una vez establecido que el elemento hidrotoponímico Tur-, y por lo tanto elnombre de Tartesos en su variante Turta, pertenece a la raíz *ter-, podemos cons-tatar la curiosa coincidencia de que las tres modalidades vocálicas con que apare-ce esa raíz en la toponimia hispana (Ter-, Tar- y Tur-) son de hecho las tres voca-les real o supuestamente presentes en el nombre del mítico reino meridional,representadas respectivamente por *Tertis, Tap-rno-aós y Turta. Prescindiendo porel momento de la variante en /e/ (el hipotético *Tertis), sobre el que luego volve-ré, la relación existente entre las dos modalidades vocálicas realmente atestigua-das, Tart- y Turt- (y más específicamente: entre Tarsis y Tap-rriao-ós por unaparte y Turta por otra) podría ser explicada mediante varias hipótesis alternativasque voy a explorar a continuación:

1) Que Tart- y Turt- nada tengan que ver entre sí en el plano lingüístico (esdecir: que Tap-rna(o-)ós y Turta sean adaptaciones que partieran de dos topó-nimos independientes, derivados de dos raices distintas o tal vez incluso dedos lenguas diferentes):

Esta primera hipótesis, que consiste en la completa desvinculación lingüísticade una y otra modalidad, es en mi opinión la menos verosímil de las alternativas.En efecto, a favor de la vinculación etimológica entre ellas está la coincidencia delas consonantes, tanto las radicales (/tr/) como la del sufijo (/t/ o, por asibilación,/s/). Por añadidura, la existencia tanto de Tar- como de Tur- está bien documenta-da en la toponimia hispana. Y ambas pertenecen a la raíz *ter-l*tar- «gastar porfricción, perforar, etc.», según he mostrado con argumentos semánticos de granpeso en mi trabajo ya varias veces citado. En cambio, contra la identidad lingüísti-ca hay tan sólo el argumento del distinto timbre de la vocal radical, diferencia tri-

67 En F. Villar, «Tormes, Turia, Iliturgi», Los Celtas en La Meseta (Madrid [en prensa]) he dis-cutido la cuestión de si todos o algunos de ellos deben ser entendidos como relacionados con el apela-tivo tórtola.

CME, L-634.69 CME, L-511.

CME, L-345.71 CME, L-529.

257

Page 16: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

vial tratándose de elementos morfológicos indoeuropeos, cuya especificidad ulaadmite explicaciones lingüísticas verosímiles. Por lo tanto, opino que la vía ade-cuada pasa por aceptar la vinculación etimológica entre ambas formas del topóni-mo y explicar con rigor la relación lingüística entre las vocales respectivas de*Turt- y *Tart-.

2) Que se trate de un único topónimo autóctono y que la diferencia en la vocal(Ial frente a tul) sea explicable como resultado de dos adaptaciones distintasde su vocal radical:

Esta hipótesis es la menos controlable de las varias que enuncio porque losfenómenos derivados del contacto entre lenguas no están sometidos a reglas fijas,aunque naturalmente hay probabilidades mayores y menores en lo que a los resul-tados se refiere. En esta hipótesis se tendría un topónimo indígena único con unavocal radical que, siendo la misma sin modificación alguna, habría sido oída einterpretada como /a/ por los fenicios y acaso los focenses, y en cambio como /u/por los romanos.

Contra esta hipótesis hay varios argumentos. No es fácil imaginar qué vocalreal sería susceptible de ser interpretada alternativamente como /a/ y como /u/,sobre todo por parte de hablantes de dos lenguas como el latín y el griego quecuentan con sistemas idénticos en sus vocales breves. Por otra parte, la gradacióncronológica de las adaptaciones, más antiguas con /a/ y más recientes con /u/,sean cuales sean las lenguas a las que se adapta el topónimo, sugiere más bienalgún tipo de cambio en el original indígena.

3) Que se trate de un único topónimo autóctono y que la diferencia en la vocal(Ial frente a tul) sea explicable como resultado de algún cambio fonéticoocurrido en su vocal radical:

Como la modalidad Tarsis basada en la fuentes fenicias —si es que Tarsis serefiere efectivamente a Tartesos, como me parece probable— y, en cualquiercaso, el Tap-rnuaós griego tienen una vocal /a/ mientras que las formas recogidasy adaptadas a partir del s. II tienen vocal /u/, una primera hipótesis simplista con-sistiría en suponer que la /a/ se hubiera transformado en /u/ en la lengua de losnativos. Sin embargo, una alteración como ésa no entra en el tipo que se suele lla-mar «cambio fonético usual». Y, aunque no es imposible, tampoco es metodológi-camente acertado postular un fenómeno fonético improbable para explicar unconjunto de hechos difíciles.

La segunda posibilidad a considerar parte del hecho de que la /u/ es en toda laserie toponímica Tur- resultado de la vocalización en /ur/ de /1/ (de la raíz *ter- engrado ø *tr-), como he demostrado en mi trabajo reiteradamente citado, en el queexpongo in extenso la argumentación correspondiente. Bajo ese supuesto, lahipótesis sería la siguiente: cuando los fenicios tomaron y adaptaron el topónimo,la /r/ conservaba todavía su carácter sonántico, de manera que el nombre de lacélebre ciudad y río sería en aquel momento *Trtá-, *Trtis. Como es sabido, una

258

Page 17: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

sonante vocálica (41 en nuestro caso), se caracteriza por no ir acompañada de unaverdadera vocal, sino de un soplo de aire de timbre no definido fonológicamente.Y si tales sonantes no existen en la lengua que adapta el topónimo será inevitableque una de las piezas de la adaptación consista en dotar a la sílaba en que seencuentra la sonante de una vocal plena. Que esa vocal hubiera sido /a/ sería lomás natural ya que /a/ es la vocal más abierta y por lo tanto la que proporcionauna sílaba acústicamente preferible. Ulteriormente /r/ habría vocalizado en /ur/ enla lengua indígena, de manera que las adaptaciones tardías habrían partido ya deuna forma autóctona Turta.

Pero esta hipótesis de la sonante /1/ y su ulterior vocalización en /ur/ tiene unsevero inconveniente: el resultado /ur/ de esa sonante se da en multitud de topóni-mos implantados en la totalidad de la Península, como puede verse en los mapas.Y, de haberse producido la vocalización de Turta en su emplazamiento andaluz enalgún momento entre el año 1.000 y el 200 a. C., tendríamos ciertas dificultadespara explicar que la vocalización en /u/ sea general y coincidente en toda laPenínsula, a pesar de haberse producido independientemente en sus distintos rin-cones. Dificultad que se agrava por la existencia de topónimos de la serie Tur- enotros puntos de Europan . La implantación generalizada de /u/ como timbre de lavocalización en toda la Península y, en la medida en que disponemos de datos,también fuera de ella, sugiere que la lengua de nuestros topónimos en Tur- debióentrar en Hispania con la Ir/ ya vocalizada en /ur/73.

En consecuencia, la hipótesis del topónimo único con un cambio fonético ocu-rrido en su forma autóctona, sin ser del todo descartable como posibilidad, tieneen cualquiera de sus variantes inconvenientes difíciles de obviar.

4) Que estemos ante dos variantes del mismo topónimo diferenciadas por sudistinto vocalismo radical, pero derivadas de la misma raíz y con la mismasufijación:

Esta última hipótesis supone que en el sur de la Península Ibérica existierongrupos de población que utilizaron como topónimos dos derivados de la raíz *ter-.Uno de ellos habría tenido vocal radical /a/ en la forma *Tartis, de la que habríapartido la adaptación fenicia, y la focense (en la medida en que fue independientede la primera). De otra de ellas, con /u/ en la raíz habría partido la adaptación de

72 Turamina (hoy Thorame, Bajos Alpes, Francia); Turtacum (hoy Zurzach, cantón de Aargau,Suiza); varios Tourteron franceses; Turva (ceca merovingia).

73 Tampoco cabría apelar a una cronología más tardía en la vocalización para Turta alegandoque podría tratarse de una sonante larga. Aunque ciertas formas indo-iranias parecen comportar unalargamiento laringal qué da una sonante larga (cf. ai. trrthá- «vado, abrevadero», prac. taha- «ori-lla, ribera» y pam. türt «vado»: J. Pokomy, Indogermattisches Etymologisches Wórterbuch 1 [Mün-chen 1959] 1071-75), esa posibilidad no es aceptable para las formas toponímicas hispanas. En efec-to, si se tratara de una sonante larga se esperaría como resultado una mientras que de hecho losusos modernos tanto toponímicos (Tortes, Torta, Torda, etc.) como apelativos (torta, tortilla) impli-can una la/.

259

Page 18: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

Catón (Turta), la de Artemidoro (Toírroi) y la romana posterior Turdetania. Estahipótesis admite diferentes subvariantes: a)Que uno y otro topónimo designaranexactamente el mismo lugar o dos distintos, más o menos relacionados; b)Queambos pertenecieran a la misma lengua, a dos dialectos de la misma, o a dos len-guas diferentes pero relacionadas; etc.

Debo aclarar que, aunque mucho menos frecuentes que Tur-, en la toponimiahispana74 hay también de hecho topónimos en Tar-, de entre los que me limitaréaquí a mencionar los derivados en -*to- (como Turta pero con vocal lal:*Tartal*Tartis). En primer lugar está Tartés (Viacamp y Litera, Huesca) y el oró-nimo loma de Tarde (Nacimiento, Almería), que verosímilmente son herederos dela forma exacta *Tartis, del nominativo y el acusativo respectivamente. El acentode Tartés no es desde luego el esperado: su latinización debería haber tenidocomo resultado *Tártis, independientemente de que la forma nativa se acentuaraITártisl o ITartísl . Sin embargo los romanistas saben bien que en la adaptación depalabras foráneas al latín se produjeron anomalías acentuativas que han hecho lle-gar hasta nuestros días palabras con un acento no esperado, similar al de Tartés.V. Váánánen75 ha señalado algunos de estos casos en el santoral cristiano, uno delos cuales resulta idéntico a nuestro Tartés. Me refiero a Inés que ha conservadosu acento final griego (cf. áyvós)76.

Pero la mayoría de los representantes de la serie *Tartal*Tartis que de hechoencuentro en la toponimia moderna están provistos de sufijación latina secunda-ria: 1) En primer lugar tenemos el derivado latino en Tartón (Tardienta, Hues-ca)77 y con sonorización de la dental tras /r/ Tardón (Bernardos, Segovia); Tardón(Baza, Granada); y Tardón (Antequera, Málaga); 2) Derivado denominativo en-ko- es Tartico (Bielsa, Huesca); 3) Con el sufijo -arius (*Tartaria) tenemos ellago Tartera (Benasque, Huesca) 78; Tarterá (Das, Gerona)79; Tartera(s) hayvarias más en en Huesca; el orónimo Tartero donde existe una fuente llamada hoy«Jordana»80 (Graus, Huesca); Tartiere (Cayés, Llanera, Asturias); Tartareu (Ave-

74 Para los derivados de Tar- y Ter- véase mi trabajo «Termes, Tarraco, Turiasu. Los dobletescon r/rr en la toponimia prerromana hispana» (en prensa).

75 V. Váánánen, «Á propos de quelques noms de personne chrétiens», Revue de LinguistiqueRomane 52 (1988) 5-8.

76 En el caso de Inés se debió a la influencia de los círculos helenizantes. En nuestro Tartés lascircunstancias han debido ser obviamente otras, pero equivalentes en el resultado. Concretamente seconservó la pronunciación nativa de la palabra hasta un momento en que el acento final resultó tolera-do en el romance peninsular.

L. Ariño Rico, Repertorio de nombres geográficos: Huesca (Zaragoza 1980) 230.78 L. Ariño Rico, Repertorio de nombres geográficos: Huesca (Zaragoza 1980) 230. Sobre la

obvia relación de los topónimos tipo Tartera con el apelativo aragonés tartera véase lo dicho en F.Villar, "Termes, Tarraco, Turiasu. Los dobletes con r/rr en la toponimia prerromana hispana", BNF(en prensa).

79 Menéndez Pidal (1968, p.145), siguiendo a W. Schulze (1904, p. 160), considera algunos delos topónimos de esta modalidad como posibles derivados del antropónimo Turturius. Concretamentemenciona Tatarén y Tarterá.

89 CME, L-288.

260

Page 19: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

llanes, Lérida); Tartero (Huercal-Overa, Almería); y Tardero (Beranuy, Huesca).Esta formación tiene su correlato exacto con vocal /u/ en el río Tordera; 4) El ríoTardea (Corgo, Lugo) es probablemente un derivado en -1-, acaso de tipo diminu-tivo, cuyo paralelo con la raíz en forma de grado 0 (Tur-) podría ser Tortela(Borge, Málaga); y derivados en -1- son igualmente Tarte! (Vicar, Almería); cuevade Tartala (Arboleas, Almería); Tartalas (Lucar, Almería); y Tardales (Las TresVillas, Almería); 5) Tartazu (Goizueta, Navarra) 81 , pueblo y orónimo del mismonombre, están cercanos al río Urumea, y a orillas de algunos pequeños cursos deagua cuyos nombres no he logrado; 6) Diminutivo de un *Tarta o *Tartis, consonorización antigua de la oclusiva son el ibón de Tardiella (Aisa, Huesca)82 y elMolino de los Tardillos (Paredes de Escalona, Toledo). Un tipo similar de dimi-nutivo, aunque con una peculiaridad que comentaré más abajo, es Tardesillas(Soria); 7) Y probablemente son también diminutivos de *Tarta, aunque obvia-mente de otro tipo, los varios Tartaja y Tartajo (Tartaja, Ibros, Jaén; Tartajo,Espiel, Córdoba; Tartajo, Molina de Segura, Murcia; etc.); y con sonorización dela dental tras /r/ hay Tardajos (Burgos) y Tardajos de Duero (Soria); 8) Y esposible que partan tambien del prototipo *Tarta, aunque con una estructura deri-vacional menos nítida, el barranco de Tartiste (Ansó, Huesca); el río Tartarés,afluente del Tort en Gerona; el barranco de Tartalés (Tartalés, de los Montes,Burgos); Tartalés de Cilles (Burgos) 83 ; el arroyo Tardanasa (Almendral, Bada-joz); la balsa de Tardienta (Tardienta, Huesca); Tardad (Villalba, Lugo); elbarranco de Tartata (Los Gallardos, Almería); la cañada de Tartasa (Antas,Almería); y Tartanedo 84 (Guadalajara).

La posibilidad de que la ciudad de Tartesos y su río tuvieran dos variantesligeramente distintas del mismo topónimo, diferenciadas sólo por las vocales /a/ y/u/ respectivamente, recibe un apoyo sólido en un interesantísimo dato que heencontrado en la toponimia moderna hispana. Se trata del ibón Tortiella (Aisa,Huesca), cuyo nombre pertenece a la serie toponímica Tur-, concretamente en lamodalidad Turta, *Turtis, de la que es una forma de diminutivo. Tal clase de for-mación tiene varios otros representantes distribuidos por toda la Península a losque he aludido más arriba: lago de Tortiella (Aisa, Huesca); Tortiella (Ansó,Huesca); Tortiella (Clamosa, La Fueva, Huesca); Tortilla (Linares, Jaén); la Tor-tilla (San Millán de la Cogolla, La Rioja); Tortela (Borge, Málaga); Tortela

81 Mapa Topográfico nacional de España (1/50.000), hoja 217. Menéndez Pidal, Toponimia pre-rromana hispánica (Madrid 1968) 146, interpreta este topónimo y otros parecidos como derivados deantropónimos tipo Turturius.

82 G. Bleiberg (ed.), Diccionario Geográfico de España v.16 (Madrid 1961) 61.83 Es posible que Tartalés sea también un caso de anomalía acentuativa como Inés, Tartés. Si

eso fuera cierto tendríamos un prototipo indígena *Tartalís, que con final en -a y la acentuación espe-rada encontramos de hecho en Tartala, Tartalas. Naturalmente sería también posible explicar Tartaléspor vías de regularidad a partir de *Tartalensis o de otras alternativas equivalentes.

84 CME, L-489.

261

Page 20: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

FIG. 2. Los topónimos de la serie Tar- en cualquiera de sus variedades

(Almachar, Málaga); y Tortellá (Gerona), que es a su vez un derivado secundarioa partir de ese prototipo. Pues bien, el ibón de Tortiella tiene aún hoy un nombrealternativo, concretamente ibón de Tardiella85 . Si recuperamos la forma no dimi-nutiva de que ambos parten tendremos respectivamente *Turta (o *Turtis) y*Tarta (o *Tartis), la segunda de ellas con una de esas sonorizaciones prerroma-nas tras /r/ examinadas más arriba, concretamente *Tarda (o *Tardis).

Tanto Tardiella como Tortiella son diminutivos que parten bien de *Tarta yTurta, bien de *Tartis y *Turtis. Pero cuando la forma moderna de esos topóni-mos procede del nominativo, como sucede con cierta frecuencia, el resultadoregular es *Tartes (o *Tardes) para *Tartis y Tortes (o *Tordes) para *Turtis. Ysi se creara un diminutivo romance a partir de esas formas se obtendría Tardes-illas y Tordes-illas respectivamente. Y ésa es la interpretación que propongo paralos topónimos Tardesillas (Soria, a orillas de río Tera) y Tordesillas (Valladolid,a orillas del Duero). De ello resulta que Tardesillas constituye un testimonioexacto del modelo toponímico *Tartis, con la unica salvedad de que se trata de undiminutivo romance creado sobre *Tardes, forma heredera del nominativo. Lapoblación de Tardesillas, a orillas del río Tera, constituye otro caso en que el río

85 G. Bleiberg (ed.), Diccionario Geográfico de España v.16 (Madrid 1961) 61.

262

Page 21: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

Turtanurtisnurtla •Tarta na Mis/Tarta •

LOS NOMBRES DE TARTESOS

y su ciudad ribereña son derivados de la misma raíz, con ciertas diferencias mor-fológicas, en esta ocasión la sufijación: Tera parte de *Taria86, mientras que Tar-desillas lo hace de *Tartis.

De la misma raíz pero con otra formación prerromana (concretamente*Turkal*Tarka) 87 tenemos un doblete vocálico similar al de *TartislTurta en eltopónimo Turgeno (derivado latino secundario de un *Turga < *Turka con sono-rización de /k/ tras /r/) que cuenta con una variante Targeno (que parte de Tarka),ambas en uso hasta el momento presente como nombres alternativos de un térmi-no perteneciente a la localidad murciana de Lorca88.

Lo importante de esos casos (TardiellalTortiella, TargenolTurgeno) es quenos revelan que un mismo lugar ha podido tener y conservar durante largo tiempo

FIG. 3. Los topónimos del tipo TurtalTurtislTurtia y TartalTartislTartia

86 Puede verse el análisis detenido de hidrónimos como Tera, Ter, etc. en F. Villar, «Termes,Tarraco, Turiasu. Los dobletes con r/rr en la toponimia prerromana hispana», BNF (en prensa).

87 Véase todo lo relacionado con ambas formaciones en F. Villar, «Tormes, Turia, Iliturgi. Lostopónimos de la serie Tur- y los elementos indoeuropeos no celtas de la Hispania prerromana», LosCeltas en La Meseta (Madrid [en prensa]); y F. Villar, «Termes, Tarraco, Turiasu. Los dobletes conr/rr en la toponimia prerromana hispana», BNF (en prensa) respectivamente.

88 A. González Blanco, Repertorio de Toponimia de la Región de Murcia (en prensa) s. v.

263

Page 22: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

dos nombres alternativos, consistentes en sendos derivados de una misma raíztoponímica, tan sólo diferenciados por el vocalismo radical, respectivamente /a/ y/u/ (Tart- y Turt-; Tark- y Turk-), como sucede con los nombres indígenas de tar-tesos, *TartislTurta.

III. RESUMEN Y CONCLUSIONES

Ni la hipótesis de dos topónimos totalmente independientes, ni la de un únicotopónimo invariable con diferencias resultantes tan sólo de las sucesivas adapta-ciones, son capaces de resolver los problemas implicados. La hipótesis de untopónimo nativo único con cambio fonético en su vocal para explicar la diferenciaTart- I Turt- tiene en cualquiera de sus variantes inconvenientes difíciles deobviar. El principal argumento en su favor es la sucesión cronológica de las adap-taciones con /a/ y con /u/. Y sin duda, ese escalonamiento resulta evidente: el pri-mer pueblo (los fenicios) a cuya lengua se adaptó el topónimo tiene sólo /a/,nunca /u/: Tarsis, Tarsis[i], Capon)tov. El segundo pueblo, el griego, tiene enfechas antiguas /a/ (Tap-rriaaós, Tap-rriaaís procedente de los focenses en el s.VII a. C.) y en fechas recientes /u/ (Tovp-rv-ravía, To6p-rous: Artemidoro en el s.II a. C.). Finalmente, el último pueblo que no tomó contacto directo con el paíshasta principios del s. II tiene únicamente /u/: , Tuna , Turdetania, Turdetani, Tur-duli. Pero, como veremos más abajo, ese escalonamiento puede en rigor explicar-se también en la hipótesis del doblete toponímico con /a/ y con /u/.

En la toponimia peninsular hay derivados de la raíz *ter- con los tres vocalis-mos /u/, /a/ y /e/. Como ya he dado más arriba ejemplos de timbre /u/ y /a/, melimitaré a añadir ahora algunos de los de timbre /e/, advirtiendo que de hecho sonlos más escasos de los tres. Paralelo a Turis (con /u/) y Tares (con /a/, de *Taris),con /e/ tenemos Tieres (de *Teris); paralelo a Torca (de Turca) y Targa (de*Tarka) tenemos Tierga (de *Terka); paralelo a Turza (de *Turtia) tenemos Ter-zaga, derivado denominativo de *Tertia; paralelo a Tormes (de *Turmis) hay Ter-mes; paralelo a *Tartis y *Turtis hay Terde (de *Tertis); etc.

La existencia de formas con los tres vocalismos de la raíz *ter- en la toponi-mia hispana permitiría aceptar la existencia de las tres variantes Tart-, Turt- yTert- para el nombre autóctono de Tartesos. Pero, como ya he dicho, la realidadde *Tertis no me parece demostrada al ser tan sólo resultado de correcciones tex-tuales filológicamente no justificadas. Sin embargo la demostración de su realidadprerromana no incidiría negativamente en las tesis aquí sostenidas. Muy al contra-rio, ese topónimo con idéntica formación ha debido existir efectivamente en laPenínsula como demuestra el actual Terde (Sarrión, Teruel) que fonéticamenteprocede del acusativo del prototipo *Tertis. Ese *Tenis formaría con *Tertia (cf.Terzaga) y *Terta (cf. Tertanga < *Tertanica) el mismo sistema (*Tertal*Ter-

264

Page 23: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

tisl*Tertia) que se encuentra con vocal /u/ en *Turtal*Turtisl*Turtia > TurtalTor-tesITurza.

En cuanto a las otras dos variantes, bien documentadas en Tap-rquaós (Tarsis)y Turta, tienen muchas probabilidades de haber coexistido un día como formasalternativas, lo mismo que de hecho coexisten hoy para el ibón Tortiella I Tardie-lla y para TargenolTurgeno. Un caso parecido, este de semicoexistencia entre for-mas de ambos vocalismos, lo tenemos en el río Tartarés (Gerona), afluente delTort, respectivamente derivado de Tarta y heredero de Tortis. Y dos variantestoponímicas de la misma raíz coexistiendo para dos lugares próximos o relaciona-dos, pero diferenciadas por distinta sufijación lo tenemos en Tartón pertenecienteal municipio de Tardienta (Huesca), si bien en esta ocasión ambos parten de laforma con vocal /a/; y el ya citado TeralTardesillas.

Combinando los dos vocalismos (Tart- y Turt-) con las dos finales posibles(-a, -is) obtendríamos cuatro formas hipotéticas: *Tarta, *Tartis, *Turta y *Tur-tis. Concretamente para Tartesos sólo tenemos constancia de la existencia de dos:*Tartis y *Turta. Los fenicios habrían hecho su adaptación a partir de *Tartis; ylos focenses, en la medida en que su adaptación fuera por completo de primeramano, pudieron partir igualmente de esa forma. Posteriormente esa variantehabría perdido terreno hasta ser postergada y acaso eliminada en el uso indígenapor la forma concurrente Turta, lo que habría sucedido en algún momento anterioral s. II a. C. Cuando primero Catón y luego Artemidoro estuvieron en el sur de laPenínsula en ese siglo, Turta era al parecer la variedad dominante del topónimo,acaso ya la única, que estaba en uso.

La tesis que propongo sobre los nombres de Tartesos establece una identidadtanto real como lingüística entre Tap-r-ricraós Turta = Turdetania, que se veavalada por el hecho histórico de que lo que antes se llamó Taprio-o-ós se llameluego Turdetania. Y que un autor como Estrabón 89 pase de lo uno a lo otro con lanaturalidad de quien está hablando de una misma realidad. Lo que sucedió, proba-blemente, es que los romanos, que habían estado llamando Tartesos a aquellaregión por herencia griega, cuando la conquistaron y la conocieron directamentefueron cambiando la vieja denominación helenizada por una nueva, creadamediante adaptación al latín de la forma toponímica utilizada en aquella épocapor los nativos. Ambas denominaciones (Tartesos y Turdetania) debieron seralternativas y equivalentes durante cierto tiempo, como revela el citado pasaje deEstrabón. Aunque desde pronto debió irse introduciendo una cierta especializa-ción de ambos términos, de manera que Tartesos se fue reservando para el país ensu etapa protohistórica y para el mítico reino de Argantonio, mientras que Turde-tania se especializó para designar el mismo país en su etapa romana.

89 Estrabón 3.2.14-15.

265

Page 24: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

En resumen, la etimología que propongo para el topónimo Tartesos suponetambién una pequeña historia de la palabra a lo largo de varios siglos. La versióncompleta de mi propuesta, presentada en forma esquemática, es como sigue:

1) El prototipo indígena antiguo del nombre de Tartesos es doble, Tartis yTurta, derivados de la raíz *ter-l*tar-l*tr- «frotar, restregar, romper por fric-ción, penetrar, perforar» mediante el sufijo -to-. Ambas modalidades existenen la toponimia hispana antigua y moderna. Y en un caso concreto ambasalternan de hecho para la designación de un río de montaña (TortiellalTardie-11a). No me parecen en cambio sólidos los argumentos en favor de una terce-ra variante *Tertis ni como forma indígena ni como adaptación semítica. Suefectiva falta de testimonio, la debilidad de los argumentos que podrían apo-yarla, así como la escasa fiabilidad en los detalles de ecpoi-rat, hacen pru-dente prescindir de ella90.

2) Es posible que esas dos variantes Tartis y Turta no se aplicaran por parte delos nativos al mismo lugar, sino que una de ellas fuera el nombre del río y laotra el de la ciudad. La tradición escrita no contiene argumentos que así lodemuestren. Pero diversos indicios hacen que ésa sea una posibilidad con-gruente. Concretamente, se podría pensar que Tartis fuera el nombre del río,teniendo en cuenta que las variantes toponímicas en -is corresponden fre-cuentemente a ríos en la Hispania antigua.

3) Hacia el cambio de milenio los fenicios hicieron su adaptación a partir de*Tartis con el resultado de Tarsis por asibilación de /t/ ante /i/.

4) La forma griega Tap-rria(a)ós no puede ser por completo resultado de adapta-ción al griego de la forma fenicia Tarsis, como pone de manifiesto su segun-da dental, no asibilada. Pero bien pudiera deber a la tradición fenicia algúnotro rasgo de su composición fónica. Por ello no podemos asegurar si hacia els. VII a. C. la variante *Tartis continuaba en uso y de ella hicieron los focen-ses una adaptación del todo nueva; o si, por el contrario, había decaído ya suempleo y la /a/ de Tap-rrlo-(o)ós se debe a influencia fenicia. Ambas posibili-dades están abiertas. En todo caso es obvio que el sufijo --rio-(a)o- es resultadode una adaptación helenizadora.

5) Turta era la forma indígena en el s. II a. C., cuando tuvieron ocasión de escu-charla primero los romanos participantes en la campaña de Catón del año 192a. C. y luego, ya a finales del mismo siglo, también Artemidoro. El uso indí-gena de *Tartis había decaído en favor de Turta, acaso hasta el extremo de sutotal desaparición.

90 Si su existencia hubiera sido real, no cambiaría por ello la propuesta etimológica que hagopara el topónimo Tartesos, puesto que también existen en la Península formas toponímicas de la raiz*ter- con grado /e/, algunas de las cuales he citado más arriba (cf. F. Villar, «Termes, Tarraco, Turia-su. Los dobletes con r/rr en la toponimia prerromana hispana», BNF [en prensa]). Tan sólo sería dife-rente un pequeño detalle de su morfología.

266

Page 25: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

6) Una posibilidad que explicaría la desaparición o desuso de la variante Tartises que el río que designaba hubiera cambiado su nombre, circunstancia queresulta frecuente en los ríos, para los que normalmente existían en la Anti-güedad —y también hoy, aunque en menor medida— varias denominacionesalternativas de las cuales una se podía imponer a otras en determinadas épo-cas. Si el río Tartesos fuera el Guadalquivir, como es una de las posibilida-des, la denominación indígena alternativa que se habría impuesto a expensasde Tartis sería Baetis (o, según Livio, Certis; o acaso ambas).

7) En el último tramo del milenio se produjo la sonorización de la oclusivasorda en el grupo irt/, teniendo ello como consecuencia que Turta se convir-tiera en Turda, forma no testimoniada directamente para el célebre país delsur, pero sí para una ciudad homónima de la Tarraconense. Dada la lentitudcon que los cambios fonéticos se imponen, podemos decir que en la etapaque media entre la expedición de Catón y el viaje de Artemidoro (es decir:todo el s. II a. C.) se utilizaba todavía la forma sin sonorizar, no sabemos sialternando ya con la articulación sonorizada. De manera que la imposicióndefinitiva de la forma sonora debió realizarse entre la época de Artemidoro(finales del s. II a. C.) y el cambio de era, es decir: durante el s. I a. C.. El tes-timonio de la Turda tarraconense no constituye un dato fiable para la crono-logía de la sonorización porque aunque la batalla en que Livio la mencionatuvo lugar en el año 196 a. C. nada nos asegura que su forma sonorizada res-ponda a la pronunciación de aquellos años y no a la de la época muy poste-rior del historiador romano. En cualquier caso el proceso de sonorización enambas zonas no tiene por qué haber sido sincrónico.

8) De Turda derivaron los romanos el topónimo etnónimo Turdetani, y de éste asu vez Turdetania, que se utilizaron durante la latinidad. Por su parte Turdulies un derivado a partir de Turta, generalmente considerado diminutivo latino.Pero ciertas coincidencias con determinados topónimos modernos dejanabierta la posibilidad de que sea un derivado denominativo de Turta de carác-ter prerromano y no necesariamente diminutivo.

En el siguiente esquema reflejo la historia fonética del topónimo, el estadio enque se produjeron las sucesivas adaptaciones directas, así como las dependenciasde las indirectas:

267

Page 26: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

1(Desde ± 1.000 a.C. hasta ¿,?)

*Turta I Tartis

--(s. VII a.C.) Tap-rricra6s

Tap-rnacrísTartesus, etc. (Latín)

Tarsis (s. X a.C.)

-

Tarsi[i]

ecpcii-rcu

Desde ¿3 hasta el s. I a.C.Turta

(196 a.C.) Turta

(Final del s. II a.C.) Tobp-rot.TOUpTliTaVta

TOUpTUTCW0t

(Desde el s. I a.C. en adelante)Turda

(A partir del s. I a.C.) TurdetaniaTurdetaniTurduli

FIG. 4. Esquema de la evolución del nombre de Tartesos

De mi propuesta etimológica para el nombre de Tartesos se deduce obviamen-te su carácter indoeuropeo. En efecto, no se trata de la mera coincidencia en unasecuencia de tres fonemas (Tar-) entre el nombre de Tartesos y los numerososderivados peninsulares de la raíz Tar-. Si todo se limitara a eso cabría no descartarla posibilidad de que todo fuera una mera coincidencia fortuita entre la bien cono-cida raíz indoeuropea y una secuencia similar en una lengua no indoeuropea des-conocida, supuesta responsable del nombre de Tartesos. Pero las coincidenciasexistentes entre ese topónimo y las series peninsulares de etimología indoeuropeason mucho más numerosas y significativas. La argumentación en favor de la indo-europeidad de los nombres de Tartesos puede formularse como sigue:

268

Page 27: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

LOS NOMBRES DE TARTESOS

1) Los derivados en Tar- de la Península en su conjunto son de indudable filia-ción indoeuropea como demuestra:

a) su incardinación en numerosos modelos derivacionales típicamente indo-europeos91.

b) la existencia de prototipos similares de la misma raíz en diferentes partesde Europa92.

2) Los derivados en Tur- son también indudablemente indoeuropeos por lasmismas dos razones93.

3) Entre los derivados en Tar- y los derivados en Tur- hay tan sólo una diferen-cia de grado vocálico, trivial en la morfología indoeuropea: Tar- correspondeal grado /o/ y Tur- al-grado 0.

4) En el nombre de Tartesos no se da sólo la coincidencia de los tres fonemasradicales Tar- sino también de la consonante del sufijo -t- que da lugar a unode los modelos derivativos de la serie toponímica indoeuropea (*Tartal*Tar-tis). Las posibilidades de coincidencia fortuita disminuyen en la medida enque la secuencia fonémica coincidente se va ampliando.

5) La modalidad fenicia Tarsis coincide en su secuencia completa con el modelo*Tartis, salvo la simple peculiaridad fonética de la asibilación de /t/ ante /i/.

6) La variante Turta de Catón y Artemidoro coincide también en su secuenciacompleta con numerosos hidrónimos y topónimos peninsulares integrantes dela citada serie indoeuropea (cf. fuente Turta, etc.)

7) A la coexistencia de ambas modalidades *Tartis y *Turta para el nombre deTartesos, idénticas a sendos modelos toponímicos modernos de España, seañade la coincidencia en las alternancias vocálicas, fenómeno específicamen-te indoeuropeo, difícilmente imaginable en una lengua no indoeuropea. Suconcreta especificidad vocálica (a/u) está además en armonía completa con elconjunto de la toponimia peninsular de etimología indoeuropea de las seriesTar- y Tur-.

8) Una rasgo ulterior, la coexistencia de formas -al-is (Turtal*Tartis), suponeuna nueva coincidencia entre las variantes del nombre de Tartesos y las seriestoponímicas indoeuropeas de la Península tanto de ésta como de cualquierotra raíz.

9) Si la existencia de una variante *Tertis se confirmara, la envergadura de lascoincidencias aumentaría al ampliarse al grado /e/, y con ella crecería la inve-rosimilitud de su carácter fortuito.

91 F. Villar, «Termes, Tarraco, Turiasu. Los dobletes con r/rr en la toponimia prerromana hispa-na», BNF (en prensa).

92 H. Krahe, Unsere Áltesten Flussnamen (Wiesbaden 1964) 57.93 F. Villar, «Tormes, Turia, Iliturgi. Los topónimos de la serie Tur- y los elementos indoeurope-

os no celtas de la Hispania prerromana», Los Celtas en la Meseta (Madrid [en prensa]).

269

Page 28: LOS NOMBRES DE TARTESOS1 Francisco Villarinstitucional.us.es/revistas/habis/26/21 villar liebana.pdf · en la discusión del difícil problema del significado de la expresión Maa-ría

FRANCISCO VILLAR

Así pues, la coincidencia en la raíz, en el sufijo, en la alternancia vocálica y en lasdos modalidades fiexivas nos sitúan en la esfera de lo que debemos llamar técni-camente coincidencias sistemáticas. Y el primer principio de la Lingüística Histó-rico-Comparativa es que tales coincidencias demuestran la identidad etimológica,lo que en nuestro caso significa etimología indoeuropea. Quedaría la alternativa,absolutamente artificial, de suponer que gentes indoeuropeas hubieran tomadounos topónimos preexistentes, derivados de unas imaginarias raíces Tar- y Tur-no indoeuropeas, casualmente homofónas de otras que ellos utilizaban abundante-mente en la hidrotoponimia y las hubieran adoptado y sometido a sus propiasreglas de derivación y alternancia vocálica para crear de esa manera las varieda-des Turtal*Tartis. Pero aún aceptando en el punto de partida ese préstamo hipoté-tico, cuyas implicaciones resultan más bien inverosímiles, subsistiría la necesidadde aceptar la existencia de unas gentes indoeuropeas que estuvieron establecidasen el sur de la Península en época anterior al s. X a. C, y que crearon con sus pro-cedimientos gramaticales los nombres históricos del reino de Tartesos.

La indoeuropeidad del nombre de Tartesos tiene importantes repercusioneshistóricas para la Península y su proceso de indoeuropeización. Pero de su meraindoeuropeidad no se deduce ninguna respuesta al problema del origen de la cul-tura tartesia; ni implica que la lengua de las inscripciones tartesias sea de filiaciónindoeuropea. Ni tampoco que la lengua hablada por las gentes de territorio tarte-sio a la llegada de los romanos fuera total o mayoritariamente la que en su díacreó los topónimos94 . Sobre todos esos plintos todas las diferentes posibilidadesquedan abiertas. La indoeuropeidad del topónimo supone únicamente que enalgún momento ha habido unos grupos de población hablantes de una lenguaindoeuropea asentados en en el extremo sur de la Península, que han generado allítopónimos a partir de su propia lengua. Y, a juzgar por la fecha en que el nombrede Taprryr(a)ós fue conocido y mencionado en el ámbito de las culturas medite-rráneas, esos grupos indoeuropeos hablantes de la lengua responsable de los topó-nimos en Tar- y Tur- debían estar asentados en suelo peninsular, incluido el extre-mo sur, al menos desde el s. VIII a. C.. Y, si Tarsis es efectivamente Tartesos,como la congruencia de los datos lingüísticos implicados parace indicar, al menosdesde finales del II milenio a. C.

94 Véase sin embargo mi trabajo F. Villar, «Las vocales /o/ y /u/ de la toponimia prerromana»,Veleia (en prensa), en el que, mediante argumentos de otra índole, llego a la conclusión de que la len-gua responsable de estos topónimos seguía viva en diferentes puntos de la Península en el momento enque se produjo la latinización de las poblaciones nativas. Y esos argumentos son igualmente válidos almenos para determinados puntos de Andalucía.

270