los barrios chinos en buenos aires: entre diversidades ... · 1 los barrios chinos en buenos aires:...

24
MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES UADE [email protected] DIVERSIDAD DIC 2015 - JUN 2016 # 11 – AÑO 7 ISSN 2250-5792 1 Los Barrios Chinos en Buenos Aires: entre diversidades, tensiones e interculturalidad Resumen El Barrio Chino de Belgrano es actualmente reconocido como uno de los principales puntos del circuito turístico de la Ciudad de Bue- nos Aires y uno de los mayores centros comerciales, visitado por miles de argentinos y turistas extranjeros cada fin de semana.En el año 2015 se inauguró un nuevo Barrio Chino en la localidad de Ti- gre, generando múltiples reacciones, desde el temor a la competen- cia hasta el entusiasmo por la mayor difusión de la cultura y los productos asiáticos. En ambos barrios confluyen múltiples facetas de la inserción de los migrantes asiáticos en el país. Su relevancia se refleja tanto en el aspecto económico, cultural, religioso, político y asociativo. Allí confluyen taiwaneses, chinos continentales y tam- bién otros migrantes asiáticos como vietnamitas, coreanos y japone- ses, siendo estos barrios un espejo de la interculturalidad del país. En este trabajo se buscará reflejar la complejidad de ambos barrios como espacios de interculturalidad donde confluyen y se entremez- clan diversas identidades migrantes y locales, y a su vez el carácter dinámico de estas relaciones. Para ello nos centraremos en el estudio de las construcciones de identidades y modos de inserción y relacio- namiento de los migrante asiáticos, en especial taiwaneses y chinos continentales. A su vez, nos interesará conocer el modo en que los vecinos se relacionan con los Barrios Chinos, y los consumos cultu- rales que de esas interacciones se derivan. Palabras clave: Migraciones, Identidades, Barrios Chinos, Inter- culturalidad.Chinatowns in Buenos Aires: among diversities, ten- sions and interculturality Chinatowns in Buenos Aires: among diversi- ties, tensions and interculturality Abstract Belgrano´s Chinatown is known as one of the main touristic spots in the city of Buenos Aires and also a relevant commercial center that is visited by thousands of argentineans and foreigners every weekend. On 2015 a new Chinatown was inaugurated in Tigre, generating mul- tiples reactions including on one hand, the concern about the competi-

Upload: duongkiet

Post on 14-Oct-2018

228 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

1

Los Barrios Chinos en Buenos Aires: entre diversidades, tensiones e interculturalidad

Resumen

El Barrio Chino de Belgrano es actualmente reconocido como uno de los principales puntos del circuito turístico de la Ciudad de Bue-nos Aires y uno de los mayores centros comerciales, visitado por miles de argentinos y turistas extranjeros cada fin de semana.En el año 2015 se inauguró un nuevo Barrio Chino en la localidad de Ti-gre, generando múltiples reacciones, desde el temor a la competen-cia hasta el entusiasmo por la mayor difusión de la cultura y los productos asiáticos. En ambos barrios confluyen múltiples facetas de la inserción de los migrantes asiáticos en el país. Su relevancia se refleja tanto en el aspecto económico, cultural, religioso, político y asociativo. Allí confluyen taiwaneses, chinos continentales y tam-bién otros migrantes asiáticos como vietnamitas, coreanos y japone-ses, siendo estos barrios un espejo de la interculturalidad del país. En este trabajo se buscará reflejar la complejidad de ambos barrios como espacios de interculturalidad donde confluyen y se entremez-clan diversas identidades migrantes y locales, y a su vez el carácter dinámico de estas relaciones. Para ello nos centraremos en el estudio de las construcciones de identidades y modos de inserción y relacio-namiento de los migrante asiáticos, en especial taiwaneses y chinos continentales. A su vez, nos interesará conocer el modo en que los vecinos se relacionan con los Barrios Chinos, y los consumos cultu-rales que de esas interacciones se derivan.

Palabras clave: Migraciones, Identidades, Barrios Chinos, Inter-culturalidad.Chinatowns in Buenos Aires: among diversities, ten-sions and interculturality

Chinatowns in Buenos Aires: among diversi-ties, tensions and interculturality

Abstract

Belgrano´s Chinatown is known as one of the main touristic spots in the city of Buenos Aires and also a relevant commercial center that is visited by thousands of argentineans and foreigners every weekend.On 2015 a new Chinatown was inaugurated in Tigre, generating mul-tiples reactions including on one hand, the concern about the competi-

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

2

tion this new commercial spot could imply, and on the other hand, the enthusiasm about the expansion of chinese culture and asian products. In the Chinatowns multiple aspects of Asian migrants’ life in the country converge. They are relevant in the economic, cultural, reli-gious, politic and associative aspects. Here Taiwanese and Chinese coexist with other Asian migrants such as Vietnamese, Koreans and Japanese’s, making the Chinatowns a reflection of the intercultural-ity of the country.This paper has the objective of reflecting the com-plexity of both Chinatowns as intercultural spaces where diverse identities coexist, and the dynamic relations among them. In order to achieve that objective we will focus on studying the identities’ construction and the manner migrants relate among them and with local people. We will also study the way neighbors relate with Chi-natowns and the cultural products derived from that interaction.

Keywords: Migrations, Identities, Chinese Neighborhoods, Interculturality

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

3

Las migraciones chinas, características y modos de inserción.

Los chinos son actualmente la cuarta migración más numerosa en Argentina y la mayor migración asiática en el país. ¿Se puede hablar de una comunidad china en Argentina? Este término podría resultar por lo menos poco preciso dado que se observan, como explicare-mos a los largo del artículo, diferentes identidades chinas. Como mínimo, podemos identificar una primera diferenciación entre tai-waneses y chinos continentales, dos identidades que se diferencian y a la vez se asemejan. Si bien los migrantes tanto chinos como taiwaneses en el país se reconocen herederos de un mismo legado cultural milenario, estas identidades son en ocasiones atravesadas por las diferencias políticas entre la República de China (de aquí en más RC) y la República Popular China (de aquí en más RPC). Hay por lo menos dos sentidos de ser “chino” en Buenos Aires. Por un lado, ser chino en sentido estrecho es decir, el inmigrante que proviene de zonas donde se reconoce la jurisdicción de la RPC. Por otro lado, podríamos hablar de ser chino en sentido amplio, aquellos que por sus costumbres y antepasados, se sienten pertenecientes a la cultura china, que excede a la cultura de los habitantes de la RPC.1

El migrante taiwanés puede reconocer su identidad como estricta-mente taiwanés (en diferenciación y en ocasiones hasta en oposición a la identidad de la China continental, considerando los elementos culturales propios como superiores), como chino (sintiéndose he-redero de la milenaria cultura china) o puede variar de una a otra de estas formas acorde a las circunstancias. Si bien la convivencia en Argentina de chinos y taiwaneses es bastante armoniosa y se ob-servan incluso formas de cooperación, esto no debe inducirnos a pensar en una única identidad china en Buenos Aires o la existencia de una comunidad homogénea.Las tensiones derivadas de los con-flictos entre la RC y la RPC así como las diferencias generacionales, culturales y en los niveles de alfabetización han impactado en la integración de las identidades migrantes. Mientras que las genera-ciones mayores han buscado marcar límites entre chinos y taiwan-eses y crear espacios exclusivos, las nuevas generaciones, acorde a como se deriva de las entrevistas realizadas, promueven una mayor integración y cooperación mutua.

Quienes buscan integrar lo chino en sentido amplio son mirados con suspicacia por algunos otros que aún buscan preservar una marcada dif-erenciación con la identidad taiwanesa y la reivindicación de la sober-anía de Taiwán. Son también estás nuevas generaciones las que integran

1 DENARDI, L. (2015), “Ser chino en Buenos Aires. Historia, moralidades y cambios en la diáspora china en Argentina.” Horizontes Antropológicos, 43, (julio). p. 79-103.

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

4

cada vez más elementos culturales argentinos que incorporan como propios, generándose nuevas identidades entre lo chino y lo argentino.

La inmigración china en América Latina tiene sus orígenes en la época colonial, asociada a los culíes. Contemporáneamente, Boga-do Bordazar2 reconoce tres periodos en los flujos migratorios de los chinos en Argentina. El primero coincidente con el periodo de la Guerra Civil en China y la Revolución Maoísta, motivado principal-mente por cuestiones políticas y poco relevante en cuanto al número de migrantes. En este periodo encontramos migrantes con pocos re-cursos económicos y mayormente hombres solos. El segundo periodo corresponde a la década del ’80 y se caracteriza por la llegada de taiwaneses al país. Estos migrantes han sido en su mayoría profesionales, aunque una vez aquí abandonan el ejercicio de sus profesiones por las barreras que encuentran para homologar sus títulos y la barrera idiomática. Es por ello que las actividades comerciales elegidas han sido aquellas en las cuales el uso del id-ioma no fuera prioritario (supermercados, almacenes, restaurantes, lavaderos). Las familias que arribaron al país fueron ayudadas por familiares o conocidos que ya estaban aquí y contaban con medios económicos para abrir sus negocios y comprar sus viviendas.3 En este sentido vemos que las redes y los vínculos de solidaridad son una característica marcada de la migración china, ya que un porcen-taje mayoritario de migrantes ha manifestado haber obtenido ayuda ya sea para conseguir su primer empleo, aprender el idioma, obtener vivienda, etc. A su vez, la elección del país en muchos casos estuvo marcada por la presencia de familiares o amigos ya presentes.4 Las asociaciones creadas por los migrantes también han cumplido el ob-jetivo de brindar protección y fomentar los vínculos de solidaridad. El tercer periodo, en los años 90, comprende la migración de chi-nos del continente, principalmente de las zonas costeras de China. En general estos migrantes llegaban sin recursos económicos ni for-mación profesional y con expectativas de progreso sostenidas en el crecimiento económico que se percibía en la época en Argentina. Los primeros años en el país deben trabajar para pagar las deudas contraídas para viajar e instalar sus negocios. La intensa actividad laboral hace que sean pocas las asociaciones chinas generadas por estos migrantes, en comparación a las taiwanesas. Acorde a uno de nuestros entrevistados, de origen taiwanés, los in-tentos de acercar a los chinos continentales a las asociaciones y actividades suele verse limitada por las largas jornadas de trabajo y la gran dedicación de los mismos a sus negocios.

2 BOGADO BORDAZAR L. (2003), Migraciones Internacionales: Influencia de la Migración China en Argentina y Uruguay. N° 12 - Noviembre 2003 (serie: tesis). Universidad Nacional de la Plata3 DENARDI, Op. Cit.4 BOGADO BORDAZAR, Op. Cit.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

5

Puede agregarse una cuarta ola migratoria alrededor del año 2004.5 La crisis del 2001 impulsó a un número considerable de migrantes chinos, en particular taiwaneses, a volver a su país mermando la canti-dad en Argentina, que volverá a crecer a partir de 2004 con la recu-peración económica del país. En los últimos años el escenario de la migración de China continental se fue diversificando con la llegada de migrantes jóvenes que vienen moti-vados a aprender español y que se desempeñan enseñando chino, o por la llegada de ejecutivos que vienen a cumplir funciones en las grandes empresas multinacionales de capital chino. El modo de vida de estos empresarios en el país dista mucho del de sus paisanos comerciantes. Las principales motivaciones para estas migraciones han sida la bús-queda de mayor seguridad (causas políticas en el primer periodo y el temor a la expansión del comunismo y de la RPC sobre Taiwán en el segundo) y también el buscar un mejor nivel de vida (principalmente en el tercer periodo).

Estimar con exactitud la cantidad de chinos y taiwaneses en Argen-tina resulta complejo, dado que hay un grado muy alto de población no registrada y datos desactualizados para una realidad tan dinámica. Aproximadamente podemos identificar entre 120 a 200 mil chinos.6 Los periodos migratorios considerados así como las diferencias en nú-mero entre la población taiwanesa y china dan cuenta de la disparidad entre estos grupos migrantes. La relación entre la los taiwaneses como la primera migración en establecerse y los chinos continentales que lle-gan al país con posterioridad ha implicado desafíos de readaptación.7 Como explica uno de nuestros entrevistados, “los chinos ven con respecto a los taiwaneses, sintiendo que tienen algo que aprender de ellos pues los mismos ya manejan con fluidez el idioma y conocen las costumbres y preferencias de los argentinos”. Los taiwaneses, por su parte, se dividen entre quienes buscan una integración armo-niosa o se sienten herederos de la tradición china, y quienes buscan continuar reivindicando una identidad taiwanesa diferenciada. El mayor porcentaje de chinos (alrededor del 70%) se encuentra en Buenos Aires, aunque también tienen presencia en otras zonas como Pilar, La Plata, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza y principalmente Rosario.8La concentración en áreas metropolitanas suele ser una tendencia de las migraciones chinas a lo largo del mundo.

5DENARDI, Op. Cit.6 Ídem.7Ídem. 8GUERRA ZAMPONI, C. (2010), “La Diáspora China”, Material de Conferencias, seminarios y reuniones, Seminario Estrategias de Relacionamiento con la República Popular China, CARI, Bs As. Dirección estable: http://www.cari.org.ar/pdf/mcsrt6.pdf

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

6

La migración china puede ser considerada una diáspora.9 Algunas características que permiten identificarla como tal son la dispersión de la población migrante, los destinos seleccionados relacionados a lazos entre migrantes ya instalados y quienes deciden migrar poste-riormente, la pertenencia identitaria y las relaciones que se conser-van r entre los grupos migrantes. El término diáspora, sin embargo, puede ser problemático pues resulta útil al momento de describir algunas prácticas del colectivo migrante, pero no abarca la heteroge-neidad de los procesos transitados por chinos y taiwaneses en el país. Por ejemplo, una parte de los migrantes no se plantea la residencia de forma permanente el país. No es objetivo de este artículo la prob-lematización de las categorías analíticas que mejor encuadrarían la migración china en toda su complejidad, por lo que nos remitiremos a la bibliografía existente para referirnos al fenómeno.10

La diáspora supone que las redes étnicas (familia, amigos, nego-cios e iglesias) son el centro de la cadena migratoria. Se constituyen como lugares de sociabilidad y memoria que restablecen un orden de transmisión entre generaciones. La memoria contribuye al sen-tido de pertenencia y a la cohesión. La diáspora, desde su existen-cia transnacional, supone un anclaje fuerte en el territorio de insta-lación, poniendo en evidencia el territorio como entidad simbólica, constituida por los anclajes nacionales, la identidad en el despla-zamiento y la conciencia nacional de origen.11

El elemento común de las comunidades chinas en los países de América, es la conformación de redes comunitarias que los agrupa en torno a actividades, lugar de procedencia, religión, entre otros12. Las asociaciones locales sirven a los fines de fortalecer los lazos y producir las identidades de la diáspora y generar cohesión. Las asociaciones de residentes han funcionado como puente entre el país de acogida y la madre patria, sirviendo de red y promoviendo el desarrollo de lazos económicos. En un país con un idioma descon-ocido y no del todo accesible a los migrantes, el estar cerca de la comunidad y poder ser auxiliado por la misma ha resultado de gran importancia. El Barrio Chino que nos ocupa en este trabajo, ha ser-vido desde sus orígenes para nuclear a esa comunidad, a pesar de no tener un carácter propiamente residencial. Los chinos en Argentina han conformado 31 asociaciones divididas según los grupos étnicos y los grupos comerciales. Existen 15 asociaciones según el lugar de origen, 16 cámaras de comercio y asociaciones por actividad, 2

9MERA (2008) “Movilidad territorial en la ciudad de Buenos Aires. Sobre los patrones residenciales de las migraciones Chinas y Coreanas” en GUIANCE A (Comp.) Movilidad y Migraciones. Actas de las III Jornadas Multidisciplinarias, Editorial Dunken, Buenos Aires, del 22 al 24 de octubre de 2008; GUERRA ZAMPONI, Op. Cit..10 Para un trabajo sobre los debates en torno al conceptos de diáspora ver BRAUNER, S y BRUMAT, L. (2012), “Diásporas y migraciones recientes en Argentina: una aproximación a las perspectivas en debate. El caso judío y el senegalés”, Pueblos afrodescendientes en América Latina y el Caribe – Universidad Nacional de Córdoba- UNTREF, Córdoba.11 MERA Op. Cit., p.20312 BOGADO BORDAZAR, Op. Cit.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

7

asociaciones de jóvenes y estudiantes.13 Las instituciones que responden a fines culturales, étnicos o reli-giosos son de y para chinos (Templos, Asociaciones y Escuelas). Mientras que las que responden a fines comerciales son tanto para el autoabastecimiento como para el intercambio con la sociedad re-ceptora (Restaurantes, supermercados, Bazar y medicina oriental). La asociación de Taiwaneses de la Argentina es una institución de y para chinos. En cambio el instituto Sing Heng ofrece actividades para argentinos como cursos y talleres, además de continuar con la escuela china los días sábados, a la que concurren alrededor de 300 jóvenes chinos o hijos de migrantes.

Aún así, cada vez las instituciones de y para chinos se han abierto a recibir argentinos y promueven actividades destinadas a la difu-sión de la cultura china que tienen como público a los miembros de la sociedad receptora. Un ejemplo de ello es el templo budista de la calle Montañeses, que imparte cursos de meditación, clases de yoga, y tiene horarios de visita y de ceremonias abiertas al públi-co. También se han creado instituciones destinadas a la difusión de la cultura China como la Asociación Cultural Chino-Argentina que dicta clases de idioma Mandarín, clases que fomentan el bienestar como el Tai-Chi, Yoga, Kung Fu, y organiza talleres de diversa índo-les como de caligrafía china. Las instituciones comerciales cumplen también una función central para reproducir elementos culturales, por ejemplo, la importación de productos gastronómicos ayuda a los migrantes a conservar sus hábitos alimenticios y transmitirlos a las nuevas generaciones.

La migración china también puede ser considerada en términos de Guerra Zamponi14 una migración transnacional en cuanto se esta-blecen y crean vínculos sociales en Argentina, manteniendo contac-tos con el país de procedencia. Continuando con el aspecto identitario, es relevante considerar el cambio generacional. Zuzek15 observa al estudiar las segundas gen-eraciones que los jóvenes taiwaneses encuentran su identidad tanto en los valores propios de su cultura (respeto a los mayores, impor-tancia del estudio, intervención de los padres en el estudio y amis-tades de los hijos, el trabajo duro y la honestidad, entre otros) y ele-mentos identificados con la cultura argentina (asociados a la calidez, simpatía y amistad).

13 GUERRA ZAMPONI, Op. Cit. p. 414 Ídem. 15 ZUZEK, C. (2004), “Identidad y aculturación: el caso de los inmigrantes taiwaneses jóvenes”, IDICSO, Universidad del Salvador, Bs As. Dirección estable: http://racimo.usal.edu.ar/112/1/Zuzek1.pdf

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

8

El proceso de aculturación que ha atravesado la sociedad taiwanesa al instalarse de modo permanente en el territorio argentino puede obser-varse también en la actualidad en los migrantes chinos del continente.16

Como explica Bogado Bordazar17 los chinos o taiwaneses que llevan más tiempo en el país, así como también los más jóvenes que han vivido toda o gran parte se du vida aquí, manifiestan tener una muy buena relación con los argentinos. También manifiestan “su necesidad y tendencia a mantener acciones y prácticas propias de su cultura”.18 Son múltiples los elementos de intercambio cultural entre chinos y argentinos tales como la enseñanza del idioma chino19, la introduc-ción de la medicina china en argentina,20 el cine asiático en Buenos Aires21 y la representación de la cultura china en el cine local22, la literatura y otras producciones artísticas,23 entre otros. Cada vez son más los argentinos que practican disciplinas orientales como las ar-tes marciales, los que acuden al médico chino o estudian medicina china y los que buscan aprender el idioma. También en la alimen-tación los productos chinos han sido adoptados por los argentinos hasta volverse, en algunos casos, productos de uso cotidiano, como por ejemplo la salsa de soja.

Los intercambios culturales, o sea la diplomacia cultural, desempe-ñan un papel insustituible en la relación entre los países. El gobierno chino presta mucha importancia a desarrollar sus lazos culturales con los países latinoamericanos. Los intercambios y la cooperación cultural han hecho grandes contribuciones a la profundización de la comprensión mutua y a la consolidación de la unidad y la coopera-ción entre los pueblos y gobiernos.24

Como plantea Bogado Bordazar25 la integración aún está en proceso y todavía existen manifestaciones de rechazo. No solo existen pre-juicios acerca de las costumbres chinas, sino que también se gener-an tensiones en aquellas áreas donde la actividad económica china

16 SAMARUGA, M. (2014), Beyond the supermarket. Acculturation processes of the Chinese Diaspora and the Argentinian society, Thesis for: Msc. in Development and International Relations, Aalborg University. 17 BOGADO BORDAZAR, Op. Cit. 18 Ibídem, p. 11519 LANUSSE, M. (2010), “El español, lengua migrante: representaciones sociolingüísticas en el programa de español para estudiantes chinos del Centro Universitario de Idiomas”, Buenos Aires, argentina, Revista SinoELE, (Jul-dic). Dirección estable: http://www.sinoele.org/images/Revista/3/lanusse.pdf20 APARICIO MENA, A. (2004), “Idea de salud intercultural. Una aproximación antropológica a la idea de salud intercultural, derivada de la medicina tradicional china, en contacto con diferentes culturas”, Gazeta de Antropología, 20, artículo 05 Dirección estable: http://hdl.handle.net/10481/725621 IADEVITO, P. y GAVIRATI, P. (2012), “Sentidos de lo alternativo en las industrias culturales El cine asiático en la Ciudad de Buenos Aires”, Revista Eptic, v 14, n 3. Dirección estable: http://seer.ufs.br/index.php/eptic/article/view/53922 FARES, G. (2013), “China y lo chino en tres películas latinoamericanas actuales. Una contribución a los Estudios Lachinos”, Revista Internacional d’Humanitats (septiembre), Univ. Autónoma de Barcelona. Dirección estable: http://hottopos.com/rih29/19-26Fares_REV-RT.pdf23 GEIROLA, G. (2005), “Chinos y Japoneses en América Latina: Karen Tei Yamashita, Cristina García y Anna Kazumi Stahl”, Chasqui Vol. 34, No. 2 (Nov) p. 113-130. Dirección estable: http://www.jstor.org/stable/2974197524 SHICHENG, X. (2008). “Las culturas de China y de América Latina: características, nexos históricos e influencias mutuas”. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 34, pp. 27-55.25 BOGADO BORDZAR, Op. Cit.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

9

genera competencia con comerciantes argentinos, por ejemplo los supermercados o restaurantes.

Después de la fundación de la RPC, en algunos países latinoameri-canos se establecieron las sociedades culturales o asociaciones de amistad con la RPC con el objeto de fomentar los vínculos culturales y las relaciones amistosas contribuyendo a la comprensión mutua. El primero de octubre de 1952, las personalidades amigas con China fundaron la Sociedad de Cultura Chileno-China, en 1953 se funda-ron la Asociación de amistad Mexicano-China; la Sociedad cultural Brasileño-China; en 1959 se fundaron: la sociedad cultural Bolivia-no-China y la Sociedad Cultural Uruguayo-China.26 La década del 70, tras la apertura China, fue decisiva para el fortale-cimiento de las relaciones entre América Latina y la RPC. Al inicio de la década, la RPC mantenía intercambios comerciales con dieci-siete países de América Latina, y al finalizar la década el número se duplicó. Actualmente los vínculos birregionales han trascendido las relaciones amistosas y se han encaminado hacia la cooperación eco-nómico-comercial, científica, tecnológica y cultural; lo cual derivó en la multiplicación de los intercambios comerciales27 A su vez, han sido bastos los intercambios culturales entre América Latina y Chi-na, que abarcan desde el envío de delegaciones, conjuntos artísti-cos, equipos deportivos, celebraciones y festivales dedicados a la difusión de la cultura china, exposiciones, etc.28 En torno al fortalecimiento de las relaciones sino-argentinas Denardi29 encuentra en la diáspora china y taiwanesa un puente entre la nación receptora y el país de origen. Esta función de intermediación entre las naciones se asocia a la expansión de la economia china hacia América Latina y Argentina y es fomentada por la República Popular China según la autora. Guerra Zamponi30 también atribuye a la diáspora chi-na un rol como instrumento de la política de expansión comercial de este país. Esto se evidencia en el cambio en materia de las políticas migratorias de la República Popular China que desde el año 2000 se han vuelto más flexibles y permiten mayor movilidad. El Gobierno chino y sus organismos no esperan ineludible-mente que los chinos cualificados retornen al hogar, sino que conser-ven y desplieguen una serie de asociaciones, lazos y relaciones con equivalentes y entidades en China desde su plataforma en un país foráneo. Como consecuencia de esta nueva política, China conquista un triple beneficio: sus expatriados conservan sus asociaciones en el país de acogida y, por lo tanto, se localizan en la vanguardia de la innovación y el cambio, y conjuntamente la transportan de forma inmediata a la práctica en su país de origen.

26 SHICHENG, Op. Cit. p. 3527 BOGADO BORDZAR, Op. Cit.28 SHICHENG, Op. Cit.29 DENARDI, Op. Cit.30 GUERRA ZAMPONI, Op. Cit.

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

10

Es decir que China está utilizando de forma muy dinámica su diáspora cualificada como fuente de práctica para contribuir con sus esfuerzos de progreso y atizando verdaderamente una «migración de retorno virtual» entre su diáspora. 31 En relación a la actividad económica y comercial de los migrantes, el supermercadismo chino ha sido protagónico, aunque no la única actividad relevante. En este eje se observa también que las institu-ciones sirven como factor de cohesión interna. La CASRECH (Cá-mara de supermercadistas y autoservicios en propiedad de residentes chinos) nuclea a los migrantes dedicados a este rubro y cumple un rol relevante armonizar la relación con el mercado nacional e internacio-nal y articular a los supermercadistas y el Estado Argentino. A ello se suma su intervención en casos de discriminación y/o xenofobia pro-venientes tanto de actores gubernamentales como de consumidores.

Los Barrios Chinos y sus identidadesLa idea de Barrio Chino y sus posibles encuadres teóricos

Como aclara Eng Menendez “no hay un barrio chino tipo” 32 Tan-to en su origen, época en la que surgen, zona de asentamiento y características, los barrios chinos si bien pueden tener similitudes, son diferentes entre sí. Algunas grandes ciudades cuentan con dos barrios chinos como el caso de Nueva York, Los Angeles, Toronto o Paris. Los barrios chinos han servido entre otras cosas como espa-cios de adaptación para los colectivos migrantes. Los barrios chinos tradicionales son integrales, complementan e integran todas aquellas actividades vitales de la comunidad china, incluyendo atractivos para los visitantes33 Fueron los fondos cul-turales sobre los que se construyó un nuevo modo de vida en el que perviven elementos tradicionales de la vida anterior, innovados con la manera que los nuevos escenarios en las sociedades receptoras obligaron a su reconstrucción.34 Son resultado de una manera única de interrelacionarse so-cialmente en condiciones específicas. Las sociedades receptoras reciben y se apropian de los elementos nuevos que traen los miem-bros de la comunidad inmigrante, pero lo hacen en forma selectiva, y estos inmigrantes, inevitablemente, reflejan una suerte de expre-siones exóticas primero y más tarde trasformadas y asimiladas como propias en un enjambre mixturado de elementos de todas las raíces etno-culturales locales. El grupo diaspórico que se asienta en la so-ciedad anfitriona-receptora está obligado a realizar un proceso de

31 Ibídem, p. 232 ENG MENENDEZ, Y. G. (2015) “Barrios chinos de América Latina y El Caribe” en Arsovska, L. (Coord.) Historia, cultura y aprendizaje del chino 2015, p. 63-7833 ENG MENENDEZ, I. (2013). “Proyecto de investigación: el chino latino como identidad en construcción por más de siglo y medio. Estudio de caso del chino-cubano”, en Liljana Arsovska (coord.), América Latina y El Caribe — China. Historia, Cultura y Aprendizaje del Chino. México, Union de Universidades de América Latina y el Caribe: 129-148. 34 ENG MENENDEZ (2015), Op. Cit., p.65

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

11

readaptación, de reformulación de sus recursos culturales de todo tipo —los propiamente sociales y culturales, los de reproducción económico-productiva, entre otros.35 Los primeros Barrios Chinos de la región son los de Lima y La Ha-bana. En América Latina el aspecto latino y caribeño de estos barri-os étnicos se caracteriza por el alto mestizaje biológico y cultural en la composición de la comunidad, lo que los diferencia de los China-towns en Norteamérica, e incluso de los que existen en Europa y Asia. Han tenido en común procesos de revitalización de las tradi-ciones chinas, siendo la reanimación o la creación de zonas comer-ciales chinas con fines turísticos y comerciales una de las manifesta-ciones de ese proceso que se inicia en la década del 1990 y aun continúa. Las autoridades gubernamentales se han servido de estos eventos para enarbolar los valores patrimoniales en los escenarios políticos, como instrumentos de la política bilateral, pero lo cierto es que en estos barrios no siempre ha existido complementación en las esferas social y cultural, y muchas veces en ellos no se corresponden los intereses y las aspiraciones de las comunidades y de las pobla-ciones locales chinas y no chinas del país anfitrión. 36

Las diferentes definiciones de barrio distinguen a éste como un área, sector o distrito de la ciudad con características históricas y cultura-les, esto es, como espacio de identidad social. Acorde a la relación entre barrio y comunidad, pueden surgir distintas categorías como el de barrio comunidad o el Barrio étnico. Este último se conforma sobre la base de las relaciones personales, familiares o sociales con-solidadas por las cadenas y redes migratorias.37

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires encontramos varios ejem-plos donde el espacio se asocia a distintas colectividades, por ejem-plo el barrio charrúa y el barrio coreano (Flores) el barrio armenio (Palermo) el barrio de Once, asociado a la colectividad judía, y el Barrio Chino de Belgrano. Los mismos no deben pensarse en senti-do de guetos, ya que por el contrario encontramos espacios abiertos y en muchos casos dinámicos. En paralelo a la identificación de cier-tos espacios con colectividades, se observa un proceso de revalori-zación del espacio público promovido por el Gobierno de la ciudad, usando la cultura como eje del mismo. Un ejemplo de ello es el Programa Buenos Aires celebra. El mismo organiza periódicamente ferias y celebraciones en honor a distintas colectividades presentes en la ciudad, ocupando el espacio público con elementos culturales que buscan que se conozcan y compartan tradiciones, danzas, músi-

35 Ibídem, p. 7336 Ibídem, p. 7437 SASSONE, S. y MERA, C. (2007). “Barrios de migrantes, espacios interculturales: coreanos y bolivianos en la Ciudad de Buenos Aires.” XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. Asociación Latinoamericana de Sociología, Guadalajara. Dirección estable: http://www.aacademica.com/000-066/1015

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

12

cas y comidas típicas. Finalmente, podemos decir que la Ciudad de Buenos Aires tiene un carácter intercultural, que se refleja en las dinámicas de algunos de sus barrios, como los aquí estudiados. Puede hablarse por un lado de un proceso de “etnización”, es decir, que algunos espacios serían exclusivos o asociados a ciertos colec-tivos de inmigrantes dentro de las delimitaciones barriales forma-les38 Siguiendo a Sassone y Mera39 el agrupamiento de inmigrantes cumple funciones como la de protección en un entorno diferente, conservando costumbres y tradiciones y aumentando la cohesión del grupo. El migrante puede encontrarse contenido en el barrio, por ejemplo, y hallar espacios donde reproducir elementos de su identi-dad, como por ejemplos los religiosos. En el caso del Barrios Chino de Belgrano la presencia de una iglesia evangélica y un templo bu-dista han servido a tal fin.

Desde la gestión de Anibal Ibarra, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, iniciada en 2003, y en las sucesivas gestiones, la Ciudad de Buenos Aires ha buscado posicionarse como centro de turismo cultural, mejorando diversas áreas de la ciudad y poniendo énfasis en la promoción de espectáculos, festivales internacionales y actividades culturales de diversa índole. En el caso de la comunidad China las actividades promovidas tanto por la comunidad como por el gobierno de la ciudad atraen principalmente al público porteño o al público no asiático en general.

Laborde40 ve la conformación del Barrio Chino de la Ciudad de Bue-nos Aires como una forma de recualificación del espacio urbano, siendo la alteridad inmigrante –en tanto cultura– un recurso central para este proceso y un aporte a la construcción de una marca-ciudad. El proceso de etnización de ciertos espacios públicos refuerza flujos de consumos culturales y turísticos y por ende revaloriza la alteridad inmigrante. La conformación del Barrio Chino, para la autora, se en-tiende no solo a partir del proceso migratorio chino – taiwanés sino también del desarrollo de nuevas políticas públicas para la construc-ción de la ciudad41. Un ejemplo que refuerza esta idea lo encontra-mos en las reformas que el Gobierno de la Ciudad ha realizado en las calles del Barrio Chino de Belgrano durante el corriente año, facili-tando la circulación peatonal y mejorando la apariencia del mismo.

38 LABORDE, S. (2011), “La alteridad inmigrante en la ciudad del siglo XXI: nuevas formas de construcción del espacio público”, CS No. 7, (enero – junio), Cali, Colombia. ISSN 2011– 0324.Dirección estable: http://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revista_cs/article/view/1037/106139 SASSONE y MERA, Op. Cit.40 LABORDE, Op. Cit., p. 2641LABORDE, M. (2008). “Apropiación y disputa en la conformación del “Barrio Chino” en la Ciudad de Buenos Aires: el patrimonio inmaterial como estrategia”. IX Congreso Argentino de Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales -Universidad Nacional de Misiones, Posadas.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

13

El ascenso de visibilidad que el Barrio Chino tuvo a partir del año 2000 coincide con el comienzo de algunos proyectos de ordenamiento del espacio iniciados por ciertos actores del colectivo chino-taiwanés junto con algunos funcionarios del gobierno local, principalmente a través de la presentación ante la Legislatura de un proyecto para lo-grar su reconocimiento como Barrio Chino y la manifestación de ex-presiones del patrimonio inmaterial en el espacio público.42 Como describe Serra del Pozo43 los emprendedores inmigrantes o étnicos han tenido un papel fundamental en la revitalización de mu-chos centros y periferias urbanos que se han transformado en distri-tos de negocios étnicos, en territorios étnicos urbanos. Los barrios étnicos han despertado el interés de los cientistas sociales, en espa-cial guiados por el interrogante de si estos barrios derivan en un pro-ceso de guetización de las ciudades o más bien ayudan a revitalizar e incluso revalorizar áreas de las mismas. En el caso del Barrio Chino habría una cierta “etnización” del espacio público establecida por ciertos flujos asociados a los consumos culturales y de turismo, sin embargo, dicha cuestión no puede leerse como una fragmentación en la ciudad desde el sentido de guetos. Por el contrario, la alteridad inmigrante es recuperada como un valor positivo en la construcción del espacio público para integrarlo a ciertos recorridos y flujos de la ciudad.44 En este sentido, la diversidad cultural se vuelve relevante como atractivo turístico, impactando positivamente en el comercio del Barrio Chino, y también en el marco de las políticas públicas del gobierno de la ciudad. Podríamos decir que dicho proceso de “etnización” coincide en algunos casos directamente con la recualificación urbana de la ciudad que enfatiza el lugar de la cultura como un recurso central para dicho proceso y contribuye a la construcción de una ciudad multicultural tanto como al control de la diferencia.45

No solo el Barrio Chino ha sido objeto de este proceso sino también las festividades de las comunidades china y taiwanesa, como por ejemplo el año nuevo lunar que ha comenzado a ser celebrado en el marco del programa Buenos Aires Celebra, un programa crea-do en 2009 con el objetivo de que diferentes colectividades puedan mostrar elementos culturales típicos de su identidad y que esto sea compartido con vecinos de la ciudad y turistas. La ciudad de Buenos Aires a su vez puede ser descripta como una ciudad intercultural. Este concepto es comúnmente utilizado para describir las realidades latinoamericanas en las cuales el término multiculturalismo parecería no ser plenamente adecuado. El mul-

42 LABORDE, 2011, p. 3543 SERRA, P. (2008). “Territorios étnicos urbanos y negocios étnicos”. En Simposio Internacional Nuevos Retos del Transnacionalismo en el Estudio de las Migraciones, pp. 1-35.44 LABORDE, 2011, p. 3845 Ibídem, p. 4

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

14

ticulturalismo no solo describe la convivencia de distintas culturas, y su reconocimiento, sino también las relaciones igualitarias y no conflictivas entre las mismas, que se mantienen en principio sepa-radas. La interculturalidad, por su parte, lleva implícito el diálogo basado en el respeto, y a su vez, la conciencia de la interdependencia entre los colectivos culturales.46 Las dinámicas que se entretejen en los barrios chinos, como ampliaremos más adelante, son espejo de la interculturalidad de la ciudad de buenos aires. Acorde a Pappier el barrio chino de Belgrano funciona como un “espacio del encuen-tro intercultural entre la comunidad china y la local”47 Los barrios chinos se encuentran entre la etnicidad, como espacio de cohesión intragrupal, y la interculturalidad, traspasando las fronteras de lo ét-nico para integrar identidades múltiples y dinámicas. En los barrios chinos estudiados no se observa un confinamiento espacial de inmigrantes, por el contrario, en el barrio de Belgrano viven muchas personas de origen no asiático, esto explica a su vez que sus dimensiones sean pequeñas en comparación a otros Barrios chinos en el mundo, por ejemplo el Chinatown en Los Ángeles. En el caso de Tigre, el llamado Barrio Chino corresponde más específi-camente a un centro comercial ubicado en un edificio reacondicio-nado, por lo que no existe en él función residencial de ningún tipo. Esto se condice con el hecho de que la actividad económica de los migrantes chinos ha llevado a una dispersión geográfica de los mis-mos. A su vez, los orígenes de los barrios y los locales que allí se encuentran no se asocian solo a población de la República Popular China, sino principalmente a migrantes taiwaneses, así como tam-bién japoneses, vietnamitas, coreanos y tailandeses. La ocupación del espacio por la comunidad china ha tenido distintas simbologías. A través de la danza del dragón se presenta una marca cultural que permite ocupar el espacio público y es escogida por excelencia como ícono para la presentación de la colectividad en cualquier ámbito. Nos cuenta uno de nuestros entrevistados de su deseo de llevar el Dragón por las calles de tigre, más allá de los límites del Barrio Chino. También ha sido elocuente la instalación del Arco en la entrada del Barrio Chino de Belgrano, que denota la necesidad de delimitar simbólica y físicamente la idea de un Barrio Chino.48 Los intentos de acercar la grandeza de la cultura china a los argentinos, convive aún con los estereotipos y prejuicios, aún así es evidente cómo muchos elementos culturales son aceptados y resultan atractivos.

46 DIEZ, M. (2004), Reflexiones en torno a la interculturalidad, Cuadernos de Antropología Social Nº 19, pp. 191-213.Dirección estable: http://horizontes.revues.org/85847 PAPPIER, A. (2011) “Inmigración china en Argentina: el barrio chino de Bs As como caso de estudio cultural”. XIII Congreso Internacional de Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA). Bogotá, Colombia. 23, 24 y 25 de marzo de 201148 LABORDE, 2011.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

15

Los alrededor de 20 mil visitantes por fin de semana que se acercan al Barrio Chino y la masiva concurrencia a algunas festividades, principalmente el año nuevo, son evidencia de ello.

El Barrio Chino de Belgrano

Sería un error asociar una única identidad al barrio como a la mi-gración china. Encontramos por el contrario un escenario de diver-sidades atravesadas por elementos políticos, socio- económico, cul-tural y propio de la dinámica migratoria. Se torna relevante entonces estudiar la relaciones entre estas diversidades, sus posibilidades de cooperación y sus tensiones. Por su carácter comercial y turístico, el Barrio Chino no es solo un lugar de encuentro entre lo asiático, sino que también el mismo es atravesado por las interacciones con los porteños que lo visitan se-mana a semana, turistas y los vecinos de la zona (que en su mayoría no son chinos ni asiáticos). Los Barrios Chinos son un espacio donde confluyen múltiples face-tas de la inserción de los migrantes chinos en Argentina. Su relevan-cia se refleja principalmente en el aspecto económico, pero también en el cultural, religioso, político y asociativo. En materia económica, podemos observar comercios de diverso tipo (restaurantes, super-mercados, regalaría, etc.) que explican en parte la inserción laboral de esta comunidad en el país. En materia religiosa, encontramos en el Barrio Chino de Belgrano lugares de culto que sirven no solo a las comunidades migrantes sino también a la difusión de elementos religiosos a los visitantes del Barrio, como el Templo Budista Tzong Kuan y la Iglesia Presbiteriana Evangélica Sin-Heng. En materia política y asociativa veremos que los chinos se han or-ganizado para su representación e interacción tanto con el gobierno local como con los vecinos. El aspecto cultural se entremezcla en-tre todos los anteriormente mencionados. Los locales comerciales tienen una dimensión cultural al comercializar productos importa-dos que ayudan a la difusión de las preferencias de alimentación los chinos y de artículos propios que remiten a leyendas o costumbres chinas. A su vez, se realizan numerosas actividades que promueven la difusión de la cultura china, como la celebración anualmente del año nuevo chino, la Festividad de la Luna o Vesak, una festividad budista. La zona donde se localiza el barrio fue elegida por los primeros inmigrantes taiwaneses por su ubicación, cercana a diversos medios de transporte, y por ser un barrio con vecinos con un buen poder ad-quisitivo49. El barrio se ha ido transformando a lo largo de los años, comenzando por la Asociación, ubicada en la calle Arribeños, un supermercado y un restaurante, para contar hoy con cuatro cuadras de negocios e instituciones, así como centros religiosos.

49PAPPIER, Op. Cit.

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

16

Si identidad original estaba ligada a la migración taiwanesa. Los migrantes solían llamar a la zona “la calle de Taiwán”.50 La zona adquirió oficialmente el nombre de “Barrio Chino” en 2005 medi-ante una ley de la Legislatura porteña, situándose entre las calles Juramento, Arribeños, Av Monroe y Montañeses. A partir de allí el barrio cobra relevancia para el Gobierno de la Ciudad y pasa a for-mar parte de las campañas de promoción del Ente de Turismo de la Ciudad. A partir de ese año son numerosos los comercios que comienzan a sumarse al escenario barrial. En 2009 se instala el arco en la entrada del mismo impulsado por una donación de la Asoci-ación Unificación Pacífica China, donaciones de los miembros de la comunidad oriental y aportes de los comerciantes del barrio. El barrio, sus instituciones y negocios se han ido abriendo con el ti-empo, recibiendo cada vez más a los argentinos en sus actividades y festividades. Este último año la Ciudad invirtió en una serie de mejores en el barrio, entre ellas, se ampliaron las veredas, se niveló la calzada con la vereda de modo de facilitar el paso de los peatones, se cambiaron las luminarias, se incorporaron barras ancladas al piso para asegurar bicicletas y motos y se construyeron bancos para que los visitantes puedan descansar.Cabe aclarar que “Barrio Chino” es una denominación popular para el turismo y la promoción del mismo, pero la zona continua siendo parte de Belgrano C. La modificación en la nomenclatura urbana no ha sido posible dado los habitantes asiáticos no son suficientes para que sea considerado efectivamente un barrio. La mayoría de los habitantes de la zona son de hecho no asiáticos. El proyecto para denominar a esta zona Barrio Chino es de todos modos relevante ya que unió tras un objetivo común a los distintos miembros de las comunidades asiáticas.

Los barrios son además centros de atracción turística tanto para los argentinos como para extranjeros. La diferenciación cultural que se enmarca en los barrios, viene a funcionar como marca de consumo.51 Lo “exótico” y novedoso se vuelve atractivo para los visitantes. Aunque sería un error pensar que los visitantes de ambos barrios, en particular en el Barrio Chino de Belgrano, que ya lleva años de fun-cionamiento, lo hacen solo por la curiosidad de explorar el paisaje variopinto de negocios y artículos de origen asiático. Acorde a nues-tros entrevistados algunos productos asiáticos se han vuelto parte del consumo cotidiano de los argentinos, que concurren al barrio buscando abastecerse. La salsa de soja constituye un ejemplo de ello, como también los ingredientes para preparar sushi, productos como los fideos de arroz que son utilizados por los celiacos, o una variedad de productos de consumo cotidiano de vegetarianos y veganos.

50 Ídem51 SASSONE y MERA, Op. Cit.

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

17

El Barrio Chino ha cambiado su dinámica por lo tanto coincidiendo con el dinamismo de las identidades migrantes, pasando de ser un barrio predominantemente taiwanés en su origen, a un barrio con múltiples identidades asiáticas, donde también confluyen no solo chinos continentales, sino también japoneses, vietnamitas, tailand-eses y coreanos. Esta interculturalidad no solo se refleja en la com-posición de los comerciantes del barrio sino también en los produc-tos que allí se comercializan. Junto a elementos propios de leyendas, costumbres y creencias chinas, encontramos objetos típicos de la cultura japonesa e incluso un local donde se comercializan objetos propios del hinduismo. Algo similar ocurre a nivel gastronómico, destacándose la venta de sushi tanto en los supermercados, como en restaurantes, e incluso un restaurante de comida tailandesa.

La interculturalidad sin embargo está presente en el marco de iden-tidades dominantes, en este caso la china y taiwanesa. Esto se ve marcadamente en las celebraciones, donde son las danzas, canciones y disciplinas chinas las que se exhiben al público. Mientras en el escenario la cultura china se despliega en todo su esplendor, en los locales de comidas aledaños, volvemos a encontrar la variedad de lo asiático. El nombre del Barrio es elocuente en sí mismo. Mientras el mismo alberga productos, comerciantes y elementos culturales asiáticos, es lo chino lo que se destaca. Esto también se visualiza en el hecho de que son principalmente jóvenes taiwaneses (alrededor de sus 30 o 40 años) los que motorizan las iniciativas de difusión cultural como la mejora y expansión de los Barrios Chinos y de las festividades chinas.

El Barrio Chino de Belgrano concentra los signos y marcas cultura-les, pero no articula en él la vida étnica. Su función es principalmente comercial y cultural, comunitaria en menor medida y extracomuni-taria en su estrategia dominante.52 Hacia la población local, el Barrio Chino representa un punto de comercio y un paseo donde nutrirse de elementos culturales asiáticos. Para los chinos, es un lugar de abastecimiento que permite reproducir ciertos hábitos y costumbres propios de esta migración, como por ejemplo los hábitos alimenti-cios, además de ser un punto de encuentro donde funcionan insti-tuciones que sirven al fin de reforzar los lazos entre los migrantes. En ambos barrios la función residencial no es relevante, más aún, es inexistente en el caso del Tigre. Por esta razón la convivencia y los acuerdos con los vecinos se tornan de gran relevancia. Así como las festividades y el barrio chino han ayudado a que ele-mentos de la cultura china sean incorporados por los argentinos, lo mismo ocurre a la inversa. En el barrio chino podemos encontrar desde productos con inscripciones en chino, muy poco accesibles

52 MERA, Op. Cit., pp. 206-208

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

18

al entendimiento del visitante argentino, pero también productos que se han adaptado al gusto y las preferencias de consumo de los visitantes no chinos. Un elemento elocuente que encontramos al caminar el Barrio Chino de Belgrano son los negocios, tales como peluquerías, con carteles e inscripciones en chino, sin ninguna tra-ducción, al parecer orientados al consumo interno de los chinos.Así como las celebraciones chinas y el barrio encuentra aprobación y resulta de interés, también genera críticas y malestar en el caso de al-gunos vecinos. Como describe un comerciante del barrio entrevistado, algunos vecinos se sienten orgullosos de vivir cerca del Barrio Chino, pero otros han manifestado molestias por los ruidos, basura y la intensa actividad del barrio. Chang considera su relación con los vecinos como buena en general, muchos de ellos son hace años sus clientes, pero ad-mite encontrar enemistades con algunos habitantes de la zona.

La asociación civil vecinos de Belgrano fue creada con el objetivo de controlar el cumplimiento de las normas en el barrio y encabeza los reclamos en torno al Barrio Chino. Como explican en su sitio web, varias familias de Belgrano han ayudado a los migrantes taiwaneses a establecerse, enseñándoles español o ayudándolos a realizar cier-tos trámites. Pero del mismo modo que se ha generado cooperación, también han surgido los conflictos. La instalación del arco fue en si misma motivo de disputa con los vecinos de la zona que se oponían a ello, considerando dicho acto “ilegal” y siendo denunciado ante la Procuración General de la Ciudad. También el proyecto de hac-er peatonal la calle Arribeños ha sido fuertemente criticado por los vecinos. Las habilitaciones de los locales y las prácticas del barrio chino como la venta de comida desde locales a la calle o la carga y descarga de mercancías, así como su almacenamiento también han sido materia de denuncias e investigaciones. Esto ha fomentado los prejuicios alrededor de los colectivos migrantes de origen asiático.

El festejo del año nuevo lunar, uno de los principales eventos que da visibilidad a los chinos en la ciudad, también se ha ido transfor-mando. Sus comienzos fueron de la mano de la Asociación de tai-waneses y limitándose a los pocos locales de la zona. Este festejo ha dejado de cumplir un rol solo al interior de la comunidad, para pasar a ser de interés para los argentinos, al punto tal de transformarse el mismo en un espectáculo donde compartir con los no chinos los elementos característicos de la cultura china.

A partir del año 2008 el Gobierno de la Ciudad dio apoyo y difusión al evento organizado por la Cámara de Comercio China-Argentina, que se previó para una semana antes del festejo de la Asociación de Tai-waneses en Argentina, lo que generó dos celebraciones en paralelo.53 Actualmente el año nuevo chino tiene una celebración de concurren-

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

19

cia masiva, que ha debido desplazarse de los confines del barrio por su magnitud destinada mayoritariamente a atraer público no chino, y las múltiples celebraciones más tradicionales de las familias migrantes. Según una encuesta realizada en el año 2013 por el Ente de turismo de la Ciudad de Buenos Aires a los asistentes a los festejos del Año nuevo chino, en su mayoría habían concurrido por recomendación de familiares o amigos, seguidos de carteles en la vía pública. Esto nos marca que si bien la difusión que el Gobierno de la Ciudad ha proporcionado ha sido valiosa, la festividad ha ido ganando visib-ilidad y aceptación entre los argentinos. En 2013, según datos del Gobierno de la Ciudad, asistieron a los festejos del Año nuevo chino unas 100.000 personas. Con el tiempo, el evento fue creciendo cada vez más en visibilidad y concurrencia desplazándose a unas cuadras del barrio por su dimen-sión, y comenzó a enmarcarse dentro del Programa Buenos Aires Celebra. Esto último ha cambiado de manera notable la dinámica del evento dado que del mismo han participado otras colectividades con puestos gastronómicos y venta de artículos de lo más variados. Esto ha suscitado críticas al interior de las comunidades china y tai-wanesa. En cada paso que se da por la mayor difusión de la cul-tura china encontramos los grupos más conservadores que ven el riesgo de desvirtuar las tradiciones, y aquellos que ven los cambios como necesarios para continuar expandiendo la actividad comercial y la influencia de la cultura oriental en el país. Las mismas suspi-cacias surgen al momento de la cooperación entre las comunidades asiáticas. Hay quienes tildan de “traidores” a los taiwaneses, por ejemplo, que cooperan con los chinos continentales, y quienes por el contrario buscan acercar cada vez más los lazos entre las distintas comunidades.

El Barrio Chino de Tigre

El Barrio chino de Tigre inaugurado en noviembre de 2015 se en-cuentra en un edificio de aproximadamente 4000 mts2 ubicado en las calles Bartolomé Mitre y Vivanco, frente al río, cercano al puerto de frutos y al lado del Parque de la Costa. Una ubicación estratégica por el tránsito de turistas y argentinos que visitan el lugar como paseo. Como ya se ha dicho, la denominación Barrio Chino en este caso es meramente simbólica, dado que el mismo no tiene una función residencial, tratándose más bien de un edificio preexistente que fue readecuado y tematizado para albergar locales, y funciona como un centro comercial y también cultural. El mismo fue una iniciativa de la Asociación Cultural Chino Argen-tina, La Asociación del Barrio Chino de Buenos Aires, y el Parque de la Costa. Los deseos de la gerencia del Parque de la Costa de

53 LABORDE, Op. Cit.

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

20

emprender una propuesta comercial innovadora, se encontraron con los deseos de la Asociación Cultural Chino Argentina de llevar el Barrio Chino a otro sitio. Esta iniciativa fue emprendida con entusiasmo por miembros de la asociación, pero a la vez recibida con temor y duras críticas por al-gunos comerciantes del Barrio Chino de Belgrano, preocupados por la competencia que el nuevo barrio podría generar. Cuenta Antonio Chang, uno de los principales promotores del Barrio Chino de Tigre, que no considera que el mismo sea competencia, ya que el Barrio Chino de Belgrano tiene más de 30 años de historia y el nuevo bar-rio no puede competir con la tradición del primero. En su primer año de funcionamiento el Barrio Chino de Tigre ha re-cibido más de 1.000.000 de visitantes, mostrando que existe un gran interés por la propuesta más allá de los límites de la Capital Federal. El barrio funciona los fines de semana y feriados, con locales que ofrecen una amplia variedad de productos. Al igual que en el Barrio Chino de Belgrano, los mismos pueden ser de origen chino pero también japonés y de otras partes de Asia. Se encuentran más de 70 locales de regalaría, bazar, almacén, indumentaria, librería, dec-oración y servicios, similar a los que encontramos en el Barrio Chi-no de Belgrano. Los comerciantes que han invertido allí son también de variado origen, principalmente chinos, taiwaneses y japoneses. En la parte superior del edificio funciona un patio de comidas asiáti-cas y no asiáticas, sumado a tres Food Truck en el ingreso, no aso-ciados a la gastronomía asiática. Algunos clásicos del Barrio Chino de Belgrano, como los helados Melona, que ya son reconocidos y del agrado de los argentinos, también se encuentran en el Barrio Chino de Tigre. En este caso estamos refiriéndonos a un producto de Corea del Sur. El escenario variopinto de productos coreanos, chinos, japonenes, tailandeses que encontramos en el Barrio Chino de Belgrano se hace presente también aquí, hablando de la inter-culturalidad como característica también de este nuevo barrio. Un ejemplo de ello es que entre los eventos desarrollado en el Barrio Chino de Tigre se encuentra la celebración en Homenaje a Japón y un Festival de Animé.

Si bien es una iniciativa privada, el municipio de Tigre ha dado su apoyo al mismo y a los eventos que allí se realizan. El objetivo de este nuevo Barrio Chino no se limita a lo comer-cial, sino que el mismo fue pensado para la promoción de la cultura china, organizándose periódicamente actividades que acerquen al público diversos aspectos de la milenaria tradición china. Acorde a Chang, el Barrio Chino de Tigre fue pensado para que el comercio solvente las actividades culturales que se desean realizar. El nuevo barrio chino de Tigre evidencia con mucha mayor claridad el obje-

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

21

tivo económico-comercial detrás del mismo que se entreteje con un deseo de promover y expandir la cultura china. Ambos objetivos se retroalimentan, y el ejemplo más claro de ello lo encontramos en las celebraciones de fiestas tradicionales chinas. En las mismas los bailes y canciones típicas se entremezclan con la venta de comidas tradicionales, promocionando los locales del barrio. La presencia de un Barrio Chino en el Gran Buenos Aires evidencia por un lado el enraizamiento de los colectivos migrantes chinos en Argentina, que no solo se han instalado en nuestro país, sino que invierten en él y apuestan a proyectos a futuro. A su vez, se observa un marcado deseo de expansión y difusión de la cultura y elementos identitarios en el país. El proyecto de Antonio Chang de llevar la danza del dragón por fuera de los límites del barrio hacia la ciudad de Tigre, es también elocuente en este sentido, así como su proyecto de traer artistas internacionales a las celebraciones.

Consideraciones finales

Como se ha visto no hay una única identidad china, como tampo-co un único modelo de barrio chino. Los barrios chinos de Buenos Aires son escenario de múltiples interacciones entre identidades mi-grantes y locales. Encontramos barrios chinos dinámicos y abiertos, aunque con una identificación dominante en lo chino o taiwanés, pero incorporando también a migrantes de diverso origen asiático, y elementos culturales y productos también variados. El crecimiento que ha tenido del Barrio Chino de Belgrano y la creación del Barrio Chino de Tigre nos hablan del enraizamiento de los chinos en Argentina, deseosos de crecer y proyectarse, así como también del ímpetu de los chinos por preservar elementos de su cul-tura y mostrar y compartir los mismos con los argentinos. La gran concurrencia a estos barrios y a las festividades en ellos organizadas da cuenta a su vez de la gran receptividad a nivel local. Los barrios chinos no son solo atravesados por las múltiples identi-dades que en ellos se incluyen, sino por su relación con el entorno, que va desde la asimilación de gustos y elementos propios de la cultura argentina, la readaptación de elementos orientales al gusto argentino, y la preservación de elementos propios no orientados al consumo ni al contacto con lo local. A pesar de las tensiones tanto al interior de los colectivos migrantes, como en relación a los vecinos, los barrios chinos son una realidad pujante. Los conflictos conviven con la aceptación y el interés que los mismos despiertan. Los grupos más tradicionalistas conviven con aquellos que buscan la expansión de la cultura china a través del fomento de las relaciones con el Gobierno de la Ciudad o los mu-nicipios, como el de Tigre, y de otras instituciones no asiáticas. Lo chino resulta predominante, pero se entremezcla con un carácter ori-

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

22

ental más amplio. Las cuatro cuadras del Barrio Chino de Belgrano y los 4000 mts2 del Barrio Chino de Tigre son recorridas por lo chino, lo oriental y lo argentino, y las inter-relaciones que entre estos elemen-tos se generan, en un escenario de interculturalidad pero que no está desprovisto de tensiones y en algunos casos de cierto escepticismo. Estudiar el Barrio Chino continua resultando un tema relevante y en actualización permanente. Las migraciones chinas hacia Argentina continúan al día de hoy, y mientras las mismas cambian y se diversi-fican, también lo hacen los Barrios Chinos, pudiendo considerarse a ambos como fenómenos en constante movimiento, siendo necesario revisar la reflexión acerca de los mismos periódicamente.

Fecha de recepción: Mayo 2016

Fecha de aceptación: Junio 2016

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

23

Bibliografía

APARICIO MENA, A. (2004), “Idea de salud intercultural. Una aproximación antropológica a la idea de salud intercultural, deri-vada de la medicina tradicional china, en contacto con diferentes culturas”, Gazeta de Antropología, 20, artículo 05 Dirección estable: http://hdl.handle.net/10481/7256BOGADO BORDAZAR L. (2003), Migraciones Internacionales: Influencia de la Migración China en Argentina y Uruguay. N° 12 - Noviembre 2003 (serie: tesis). Universidad Nacional de la Plata.BRAUNER, S y BRUMAT, L. (2012), “Diásporas y migraciones re-cientes en Argentina: una aproximación a las perspectivas en debate. El caso judío y el senegalés”, Pueblos afrodescendientes en América Lati-na y el Caribe – Universidad Nacional de Córdoba- UNTREF, Córdoba.DENARDI, L. (2015), “Ser chino en Buenos Aires. Historia, mo-ralidades y cambios en la diáspora china en Argentina.” Horizontes Antropológicos, 43, (julio). p. 79-103.DIEZ, M. (2004), Reflexiones en torno a la interculturalidad, Cua-dernos de Antropología Social Nº 19, pp. 191-213.Dirección estable: http://horizontes.revues.org/858ENG MENENDEZ, I. (2013). “Proyecto de investigación: el chino latino como identidad en construcción por más de siglo y medio. Estudio de caso del chino-cubano”, en Liljana Arsovska (coord.), América Latina y El Caribe — China. Historia, Cultura y Aprendi-zaje del Chino. México, Union de Universidades de América Latina y el Caribe: 129-148. ENG MENENDEZ, Y. G. (2015) “Barrios chinos de América Latina y El Caribe” en Arsovska, L. (Coord.) Historia, cultura y aprendiza-je del chino 2015, p. 63-78FARES, G. (2013), “China y lo chino en tres películas latinoame-ricanas actuales. Una contribución a los Estudios Lachinos”, Re-vista Internacional d’Humanitats (septiembre), Univ. Autónoma de Barcelona. Dirección estable: http://hottopos.com/rih29/19-26Fa-res_REV-RT.pdfGUERRA ZAMPONI, C. (2010), “La Diáspora China”, Material de Conferencias, seminarios y reuniones, Seminario Estrategias de Relacionamiento con la República Popular China, CARI, Bs As. Di-rección estable: http://www.cari.org.ar/pdf/mcsrt6.pdfGEIROLA, G. (2005), “Chinos y Japoneses en América Latina: Ka-ren Tei Yamashita, Cristina García y Anna Kazumi Stahl”, Chasqui Vol. 34, No. 2 (Nov) p. 113-130. Dirección estable: http://www.jstor.org/stable/29741975IADEVITO, P. y GAVIRATI, P. (2012), “Sentidos de lo alternativo en las industrias culturales El cine asiático en la Ciudad de Buenos Aires”, Revista Eptic, v 14, n 3. Dirección estable: http://seer.ufs.br/index.php/eptic/article/view/539

D I V E R S I D A D

DIC 2015 - JUN 2016# 11 – AÑO 7

ISSN 2250-5792

MAG. RAYÉN AMANCAY TORRES

[email protected]

24

LABORDE, M. (2008). “Apropiación y disputa en la conformación del “Barrio Chino” en la Ciudad de Buenos Aires: el patrimonio in-material como estrategia”. IX Congreso Argentino de Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales -Universidad Nacional de Misiones, Posadas.LABORDE, S. (2011), “La alteridad inmigrante en la ciudad del siglo XXI: nuevas formas de construcción del espacio público”, CS No. 7, (enero – junio), Cali, Colombia. ISSN 2011– 0324.Dirección estable: http://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revis-ta_cs/article/view/1037/1061LANUSSE, M. (2010), “El español, lengua migrante: representa-ciones sociolingüísticas en el programa de español para estudiantes chinos del Centro Universitario de Idiomas”, Buenos Aires, argen-tina, Revista SinoELE, (Jul-dic). Dirección estable: http://www.si-noele.org/images/Revista/3/lanusse.pdf MERA (2008) “Movilidad territorial en la ciudad de Buenos Aires. Sobre los patrones residenciales de las migraciones Chinas y Co-reanas” en GUIANCE A (Comp.) Movilidad y Migraciones. Actas de las III Jornadas Multidisciplinarias, Editorial Dunken, Buenos Aires, del 22 al 24 de octubre de 2008PAPPIER, A. (2011) “Inmigración china en Argentina: el barrio chi-no de Bs As como caso de estudio cultural”. XIII Congreso Interna-cional de Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA). Bogotá, Colombia. 23, 24 y 25 de marzo de 2011SAMARUGA, M. (2014), Beyond the supermarket. Acculturation pro-cesses of the Chinese Diaspora and the Argentinian society, Thesis for: Msc. in Development and International Relations, Aalborg University. SASSONE, S. y MERA, C. (2007). “Barrios de migrantes, espa-cios interculturales: coreanos y bolivianos en la Ciudad de Buenos Aires.” XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de So-ciología. Asociación Latinoamericana de Sociología, Guadalajara. Dirección estable: http://www.aacademica.com/000-066/1015SERRA, P. (2008). “Territorios étnicos urbanos y negocios étnicos”. En Simposio Internacional Nuevos Retos del Transnacionalismo en el Estudio de las Migraciones, pp. 1-35.SHICHENG, X. (2008). “Las culturas de China y de América La-tina: características, nexos históricos e influencias mutuas”. Biblio-teca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 34, pp. 27-55.ZUZEK, C. (2004), “Identidad y aculturación: el caso de los inmi-grantes taiwaneses jóvenes”, IDICSO, Universidad del Salvador, Bs As. Dirección estable: http://racimo.usal.edu.ar/112/1/Zuzek1.pdf