lopez mayorical - investigaciones históricas tomo i

162
MARIANO LÓPEZ MAYORICAL INVESTIGACIONES HISTÓRICAS TOMO I 1958 EDITORIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA Guatemala-Cent roamérica

Upload: raall10

Post on 20-Jan-2016

109 views

Category:

Documents


6 download

TRANSCRIPT

Page 1: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

INVESTIGACIONES

HISTÓRICASTOMO I

1958

EDITORIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICAGuatemala-Cent roamérica

Page 2: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

DE LA LEYENDA A LAHISTORIA

E N ESTAS BELLAS PAGINAS, obra de

un investigador paciente, hallará el lector

las pruebas irrefutables de que Sor Juana de

Maldonado, la poetisa colonial vivió y escribió

en su tiempo ; sin que fuera como lo han afir-

mado varios escritores producto de la fanta-

sía de Thomas Gage, el viajero narrador que

escribiera sus andanzas hacia 1648.

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL, enamora-

rado de su personaje, en un esfuerzo perse-

verante de varios años, lo sacó de la le-

yenda y le hizo cobrar vida retrospectiva

en el ambiente distinguido y libre de la

sociedad colonial de mediados del siglo

XVII.

EN SU PODER los libros de profesas del

Convento de la Concepción, localiza por su

nombre y por la fecha el momento en que

la novicia, hija del rico Oidor don Juan de

Maldonado y Paz, toma los hábitos y cam-

bia su nombre del siglo por el de Juana de

la Concepción. En los mismos manuscritos

del Convento haya después la firma autógra-

fa al pie de las actas conciliares. Encuen-

tra entre tanto la partida de bautizo de la

singular mujer y se da de pronto, como jus-

ta recompensa a su perseverante investiga-

ción, con la composición poética de Sor

Juana que demuestra no sólo la existencia

de la monja sino que estaba dotada del nu-

men preclaro y de la inspiración con que se

cantaba la vida religiosa en la lírica de su

tiempo.

[pasa a la otra solapa]

Page 3: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

Page 4: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Digitized by the Internet Archive

in 2011 with funding from

Universidad Francisco Marroquín

http://www.archive.org/details/investigashis01lopeguat

Page 5: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

lyis ¿y ¡áti nwñoz

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

INVESTIGACIONES

HISTÓRICASTOMO I

1958EDITORIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA

Guatemala — Centroamérica

Colección Luis Lujan MuñozUniversidad Francisco Marroquín

www.ufm.edu - Guatemala

Page 6: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Colección Contemporáneos

18

Impreso en los talleres de la

Editorial del Ministerio de Educación Pública

Page 7: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

I

{

%\ M* 1

Page 8: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 9: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

«SOR JUANA DE MALDONADO Y PAZ»(Monja poeta, que supo engalanar a Panchoy)

Para que la historia llene su función, debe

de significar para los vivos, lo que la vida

fuera para los muertos. .

.

Page 10: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 11: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

AL LECTOR:

Así como los buenos ejemplos y mejores enseñanzas deben

de principiar por casa, así también como miembro de número,

de una de las más dilectas instituciones, quiero mencionar en

primer lugar a la benemérita Sociedad de Geografía e Historia

de Guatemala: en homenaje de adhesión y sincera simpatía.

Seguidamente —como una merecida alusión— a la «Academia

Guatemalteca de Estudios Genealógicos, Heráldicos e Históri-

cos», en concepto de académico de numero y como Socio Fun-

dador de los «Institutos, Guatemalteco y Quetzalteco de Cultura

Hispánica». A continuación, me sentiré respaldado por la égida

noble, amplia y comprensiva, de mis compañeros integrantes

del Club Rotarlo de Quetzaltenango, amparándonos todos en

lo grandioso de los postulados de Rotary International:

«DAR DE SI ANTES DE PENSAR EN SI.» «SE BENE-FICIA MAS EL QUE MEJOR SIRVE.»

Page 12: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 13: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

N OTA

La sobriedad del tema, ajustado netamentea aquellos sobresalientes episodios capitales de la

vida colonial, obliga, a que todos los personajes

y citas, sean absolutamente auténticos, así comotodos los pasajes y alusiones rigurosamente his-

tóricos, siendo menester en nuestra era, publicar

esta antigualla antes de que se anticúe. m. l. m.

Page 14: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 15: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INTRODUCCIÓN

EL CONTENIDO DE ESTE LIBRO, significará tanto

para mí, cuanto de divulgación histórica represente para

mi patria. Nacido al calor del hogar, ¡bendito seas! en donde

se enseñorea la amistad sincera y consecuente —con genuino

marchamo de verdad—x estampado en clásico sentimiento de

pendolista, se halla en «Celeste» armonía de artista; el concepto

herido por el estilete de la «Espada» . .. ; pero predominando

en un todo, de perpetuo en hornacina empotrada a la derecha

de un intramuro, cual divina guardiana de la casa, la imagen

de «Nuestra Señora del Coro», la que se destaca frente a la

original concepción del genial Canova: «Amor y Psiquis» —que

lo inmortalizara en arte gentil— y en el ala izquierda, su esencia,

contenida en el mejor y más leal de los compañeros: el libro.

Imperando sobre todo, el indestructible eslabón, la lámpara

votiva, que sirve de unión; que me llena de ternura, toda ella

ocurrente y vivaz, irradiada a través de extraordinaria inteli-

gencia por mi adorada hijita Ana María, cuyos gestos, para mí,

valen como alabanzas, y su ingenua coquetería innata y de

ingenio, consagraciones. Sublime pebetero en que arden la facul-

tad de dar, siempre al acecho, y el cariño constantemente en

vendimia, con la retribución del mimo en una caricia; cuali-

1 Tratando de describir, materializada, la entrada de la casa del escribidor.

11

Page 16: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

12 INTRODUCCIÓN

dudes todas reflejadas por el espíritu ultrasensible de Darío

Cossier, en la expresión delicada de un elogio, que sin duda

alguna, le servirá de sello para su personalidad en el mañana:

«Cabeza valiente».

El autor

Page 17: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

ADVERTENCIA

ESTA OBRA, intitulada en un impromtus: «Investigando

Huellas Sagradas», ha sido con posterioridad clasificada

serenamente por el autor, en una recopilación de tres libros,

originalmente descalificados en la rama de Historia del Cer-

tamen Nacional Permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes

«15 de septiembre» del año de 1953. Integraron el Jurado:

Presidente J. Joaquín Pardo, Profesor Mario Silva Jonama yseñor Pedro Pérez Valenzuela, quienes incluyen al punto segun-

do: «se entró a deliberar sobre las dos obras recibidas «Investi-

gando Huellas Sagradas», amparado por el seudónimo MAYOTRES, y «La Vida Errante de Gómez Carrillo», con el seu-

dónimo Plutarcofilo. Tercero: «consideradas las obras en su

valor intrínseco y teniendo en cuenta las condiciones especiales

establecidas para la rama de Historia de Guatemala, el Jurado

estimó procedente declarar desierto el certamen en dicha rama,

de conformidad con el inciso a) del artículo 41 del acuerdo

respectivo (Artículo 41.—En virtud de no presentarse trabajos

de positivo mérito, los jurados podrán: a) declarar desierto el

certamen en la rama respectiva)».

Bien reza la sentencia popular: «No hay mal que por bien

no venga» ... Si en aquella ocasión hubiera merecido la apro-

bación de tan ilustre jurado, quizá por mi parte jamás mehubiera preocupado por continuar glosando datos dispersos.

13

Page 18: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

14 ADVERTENCIA

De por sí, la elaboración y preparación de la obra original,

tardó muchos años; pero el hecho de que este lapso se prolon-

gara aproximadamente por cuatro años más (1957), desde que

estuvo concluida sirvió para que ese intervalo sólo contribuyera

a acendrar el esfuerzo, que se vio estimulado con algunas nuevas

aportaciones documentales, siendo éstas poco o nada conocidas,

teniendo la utilidad precisa de rectificar errores tradicional-

mente tomados como verídicos, muchos de ellos admitidos en

textos de historia, que perjudican el anhelo común de perseguir

una orientación definitiva, sin falsear el valor de los aconteci-

mientos. Sea pues en buena hora lo sucedido.

Page 19: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

CAPITULO I

Sor Juana de Maldonado, La mujer de siempre. Opinióndel licenciado david vela. criterio del licenciado luisAntonio Díaz Vasconcelos. Benevolencia de don J. Fer-

nando Juárez Muñoz (q.e.p.d.) consocio de la Sociedad

de Geografía e Historia. «El Imparcial, del 10 de juniode 1949». Pintura del artista Francisco Brabo de Laguna.María Albertina Gálvez. Doctor Alfredo Carrillo Ra-mírez, Pedro Arce y Valladares, Carmen Duran de delCid, licenciado Salomón Carrillo Ramírez (q.e.p.d.).

Una ordenanza real. Afirmación del licenciado J. Anto-nio VlLLACORTA C. VERSIÓN DE J OSÉ LLARENA ZlRION.

«La Revista del Maestro».

El núcleo de la presente obra girará en derredor de impor-

tantes tópicos históricos, en su mayor parte desconocidos, los

cuales me han obligado a no abstraerme a la tentación de entrar

de lleno, profundizando el estudio e investigación del mismo.

Obvia es la razón que me asiste, e impostergable el derecho, no

teniendo que invocar para ello, la obligación, siempre latente,

de desvanecer toda falsa creencia. Me cupo en suerte haber

sido, con suficiente respaldo, el afortunado investigador que

aclarara un enigma histórico. Por mi parte —una vez satisfecho

el cometido— le había puesto punto final al tema. Supuse que

eran otros los llamados a comentar el contenido de mi estudio;

pero conforme los años han transcurrido, se ha afianzado en mí

el convencimiento de que mucho faltaba por hacer. No es sufi-

ciente el sustentar una tesis claramente elaborada. Es necesario

J5

Page 20: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

16 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

divulgarla por todos los medios al alcance, ya que aún dentro

de las personas cultas y estudiosas, son numerosos los que igno-

ran los últimos descubrimientos realizados con relación a la

materia, lo que contribuye a hacer prevalecer los errores inicia-

les, robustecidos por la falta de datos. De esta suerte veo en «La

Hora Dominical» correspondiente al 2 de septiembre de 1951,

que da cabida a un interesante artículo, escrito por don Enrique

Estrada Sandoval, intitulado: Tiempo, Patria, Historia.

SOR JUANA DE MALDONADOLA MUJER DE SIEMPRE

Entraré analizando, desde un principio, los conceptos ver-

tidos: «He ahí los motivos que me impulsan para escribir un

breve artículo sobre uno de los recuerdos más apasionantes ydiscutidos con que cuenta el pasado colonial de la Antigua Gua-

temala : la legendaria vida de Sor Juana de Maldonado y Paz».

«Muchas son las posiciones en que se sitúan los diferentes

autores que han abordado el tema y, entre ellas, es singular

la del escritor licenciado don David Vela, quien niega su exis-

tencia, echando un velo en torno de aquella figura, que por su

misma relevancia y belleza, se alza como una dulce creencia en

los corazones de los antigüenos». En uno de los párrafos subsi-

guientes:

«Fácil será comprender que no son pocos los autores que

le dan vida y, que por lo mismo, cualquier estudio que sobre

ella se haga, debe tender a darle vida, en vez de tratar de sumir-

la en la ignorancia y el olvido. . .»

Page 21: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

-a

o

w.

oPioüOO

2—T. I—I. H.

Page 22: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

18 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Prosigue en uno de los subtítulos:

PAGINAS CONVENTUALES

«Esta etapa de su existencia es, sin duda alguna, la másdiscutida y menos conocida de la ilustre monja. En efecto: don

David Vela hace referencia a dos hechos incontrovertibles:

1 9 que el nombre de Sor Juana no se encuentra registrado en

los manuscritos de votos de las novicias de la Concepción; y

29 que en dicho convento al profesar, se hacía voto de pobreza;

lo cual pone por los suelos el argumento que aduce a Sor Juana

un pequeño palacio en el interior del convento, y el cual fue

permitido hacerlo, gracias a las influencias de su padre. Masténgase en cuenta, que los dos hechos aluden a la etapa religiosa,

que es un solo capítulo de su vida». Por cierto que el más inte-

resante y discutido.

Con referencia a los hechos incontrovertibles a que aluden

los últimos conceptos que transcribo del señor Estrada Sandoval

y los cuales fija en el criterio del licenciado David Vela, comoefectivamente he podido comprobarlo en el tomo primero de su

«Literatura Guatemalteca», cuya impresión tuvo lugar en la

Tipografía Nacional, en enero de 1943, página 257, capítulo

XI. Hay que convenir en que esta obra salió a luz antes de que

se hicieran los descubrimientos que vinieron a demostrar la exis-

tencia real de Sor Juana, lo que en la primera parte desvanece

su «incierta historia» a la que se le daba la «calidad de mito».

Ya para la actualidad, no cabe la posibilidad de transmutar

mito en historia; los documentos hablan y solamente a ellos nos

podemos atener. Sin embargo se persiste en el mismo error en

la segunda edición, impresa en Guatemala en los talleres de

la Unión Tipográfica, habiéndose terminado el trabajo del pri-

mer tomo en mayo de 1948, cuando ya era tiempo de haber

hecho las rectificaciones, del todo justas e indispensables. Da la

Page 23: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Convento de la Concepción (Panchoy).

Page 24: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

20 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

consulta por resultado que, en ambas ediciones, se encuentra

errado el nombre del padre de esta religiosa, pues se anota el

de Alonso de Maldonado, fiscal de la Audiencia, en vez de la

del Oidor Juan Maldonado de Paz. Parecidas circunstancias

prevalecen en la obra intitulada «Apuntes para la Historia de

la Literatura Guatemalteca», escrita por el licenciado Luis An-

tonio Díaz Vasconcelos, quien en su segunda edición, que se

terminó de imprimir el 9 de septiembre de 1950, en los talleres

de la Tipografía Nacional de Guatemala, anota en el capítulo

décimo: «Tres siglos y un poco de Lirismo», página N 9 239:

«Sor Juana de Maldonado, quien por cierto ocupa una posición

discutida en cuanto a su persona, en el recuento histórico de la

Colonia. Se han encargado de dividir las referencias, por un

lado fray Antonio Arochena, compilador franciscano que en su

catálogo de Monjas (propiamente dicho en este católogo no

trató solamente de monjas, sino de religiosos y escritores de la

época en general) nos habla sobre ella, pero no con frases

demeritorias como lo hace por el otro el padre Tomás Gage,

quien le da un tinte pecaminoso a la vida monástica de Sor

Juana. Al tratar de escoger las opiniones, y examinando la

personalidad de los comentaristas, nos quedamos sin titubeo

alguno, con la opinión de Arochena, despreciando la del inglés,

que con malicia vio cosas malas donde no había mancha alguna».

Mas adelante: «Fue su padre, sin saberse el nombre de la

madre». (Como se verá ha sido calificada, mediante el sufi-

ciente respaldo, con el nombre de doña Concepción de Quin-

tanilla). Prosigue en otro de sus párrafos: «Se cuenta que vino

de México un apuesto y gallardo mancebo, de nombre don

Santiago de Córdova», continuando en lo de adelante: «Es el

año de 1625. Juana ingresa, para no salir más, en el convento

de La Concepción» (ella profesó el día 27 de diciembre de

1619), y para terminar consigna: «según informes de los auto-

res citados, nuestra bella y delicada poetisa, murió en 1638 a

Page 25: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 21

los cuarenticuatro años de edad». Resta únicamente aclarar que,

habiendo por mi parte efectuado ulteriores descubrimientos,

éstos vinieron a cambiar las fechas, tal como se consignara

escrito en su epitafio. Y para desentenderme en estas aclaracio-

nes y comentarios, solamente quiero agregar, que es de interesarse

por el primero de los autores que traigo a cuenta, debido par-

ticularmente al hecho de que en los tratados, se ha consignado

estar amoldados al programa oficial como textos de la asigna-

tura del cuarto año de enseñanza secundaria.

El nunca suficientemente recordado y erudito consocio

de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, don J.

Fernando Juárez Muñoz, de quien me place transcribir estos

benévolos conceptos, ha dicho: «¿Existió la monja poetisa Sor

Juana de la Concepción, como nos cuenta el señor López Ma-yorical, o sea la hija del Oidor don Juan de Maldonado y Paz?

Apenas si el mentiroso padre Gage es el único que la mencio-

na en su crónica de viajes. Los otros cronistas, los clásicos de

nuestra historia, nada dicen de esta mujer, poetisa y monja por

añadidura; y este silencio en quienes tienen derecho a ser oídos,

presta cimiento a la negación: quienes dicen que no hubo tal

poetisa, otros rechazan en absoluto su existencia. Los primeros

preguntan: si fue visitada por las musas, ¿en dónde está su

producción?; los segundos dicen: en los libros de profesiones del

célebre convento de la Concepción, no aparece el nombre de

Sor Juana de Maldonado. Sin embargo, ya oísteis al señor López

Mayorical asegurar con copias de documentos, que la tal monja,

que en el mundo se llamó Juana de Maldonado, en el convento

adoptó el nombre de Juana de la Concepción, y nos hace el

recuento de fechas y nos copia trozos de actas que concuerdan

en detalles formales, para poner en evidencia que la susodicha

monja sí existió con el nombre de Sor Juana de la Concepción.

Y para remachar los conceptos, nos cuenta que en opinión del

bibliógrafo fray Antonio Arochena, autor de un estudio sobre

Page 26: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

22 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

literatos de nuestro país, Sor Juana fue autora de versos magní-

ficos. Ya veis, señoras y señores, cómo no es posible negar en lo

absoluto, como tampoco lo debe ser el aceptar versiones que

pueden ser aún discutibles. Es preciso investigar, se impone la

espera de mejores y más concluyentes documentos para incli-

narse al uno o al otro lado».

Todos los errores en que se ha incurrido, son fáciles de

desvanecer en el momento actual, radicalmente y por su base,

no restando para ello más que remitirme al estudio que efectué

con ocasión de mi ingreso —el 11 de octubre de 1946— comomiembro de número de la Sociedad de Geografía e Historia

de Guatemala. En el mismo hice aparecer copias fotostáticas

de todos los documentos que cito, manuscritos incontrovertibles

y originales que obran en mi poder. De esta suerte quedó desde

aquel día dilucidada cualquier duda sobre la existencia real de

Sor Juana de Maldonado y Paz, así como la documentación

transcrita comprueba hasta la saciedad y de manera indiscutible,

que su nombre sí está inscrito en el libro de profesiones del

Convento de la Concepción, siendo el Voto auténtico de fecha

27 de diciembre de 1619, como tantas veces lo llevo dicho,

habiendo quedado registrada como Sor Juana de la Concepción.

Esto en cuanto al primero de los hechos expresados; ahora en

lo concerniente al segundo, dio a publicidad el periódico «El

Imparcial», el 10 de junio de 1949, un documento descubierto

por aquellos días, en el archivo general del gobierno, por su

director el profesor J. Joaquín Pardo, manuscrito que viene a

corroborar, tanto la existencia de la monja, como la fidelidad

del voto, saltando a la vista la pobreza de la «Divina Reclusa».

Lo último es una verdad absoluta; pero no debe de olvidarse

que solamente tiene fuerza para la época anotada en el docu-

mento descubierto por el Maestro Pardo, que representa la

existencia media en la vida de Sor Juana, 30 años antes de su

fallecimiento. Importa recordar también que, cuando ella des-

Page 27: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 23

puntaba a la plenitud de su belleza y de la vida, eran muydiferentes las condiciones económicas de su padre el Oidor y,

por consecuencia, la de ella. Y si no que lo diga la autenticidad

—entre muchas otras cosas y obras de arte— de aquel valioso

cuadro pintado por Francisco de Montúfar, y que dio origen

al juicio entablado en su contra, ante el tribunal de la inquisi-

ción de México, en el año de 1615.

No me encontraba desorientado, la tardanza en la publi-

cación de esta obra viene a justificar mis iniciales apreciaciones:

El (IDAEH) «Instituto de Antropología e Historia de Gua-

temala», vol. IX, N91. Enero de 1957, (valioso número que

llega a mi poder en el mes de mayo de 1957) en el cual mesatisface encontrar confirmadas mis primitivas deducciones: el

acucioso investigador Ricardo Toledo Palomo, proporciona una

brillante colaboración, incluida a la página 13, hallazgo cuyo

aporte viene a cimentar, tanto más, el valor histórico perfecta-

mente comprobado de lo que en un principio no pasaba de ser

una de tantas leyendas, con relación a Juana de Maldonado-Sor

Juana de la Concepción.

Al mismo tiempo contribuye aclarando otro extremo—para

hoy perfectamente comprobado— es el hecho de que el Oidor

Juan Maldonado de Paz, se permite la preeminencia de pro-

porcionarle a su hija Sor Juana, una cómoda y suntuosa depen-

dencia, en el interior del Convento, de acuerdo en un todo al

expediente completo descubierto por Toledo Palomo, en el que

aparece la venta de esta propiedad, a favor del Alférez Miguel

de Cuellar Varaona, Escribano de su Majestad, Notario del

Santo Oficio de la Inquisición y Público del juzgado Eclesiás-

tico. Efectuaron la negociación la Abadesa, Vicaria y Definido-

ras del convento de monjas de la limpia Concepción de Nuestra

Señora.

Según esta escritura el «Convento heredó por muerte de

la Madre Joana de la Concepción, religiosa que fue de él» las

Page 28: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

24 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

habitaciones que ocupara en vida. Lo que viene a probar plena-

mente, que durante la época en que (el señor Oidor Juan Mal-

donado de Paz) : «Mandó fabricar a su costa una casa para

ella dentro del mismo convento...», la suerte le favorecía,

poseyendo por aquel entonces una fortuna cuantiosa, a la par

de ser muy influyente ante las autoridades religiosas, las cuales

le concedieron tales prerrogativas.

Lo anteriormente anotado consta en el documento autén-

tico que «pasó ante el escribano Real don Antonio de Zabaleta

y se encuentra en el protocolo que contiene las escrituras que

corrieron en el año de 1669» (clasificado en el Archivo General

del Gobierno bajo la siguiente signatura: A 1-20 leg. 1459 fol.

73ss).

No me atrevería a prejuzgar —precisando— si a buena

o mala suerte, los originales primitivos, de lo actuado en la

capitanía general de Guatemala, fueran trasladados en su parte

documental (cartas, nombramientos, títulos, denuncias, infor-

maciones, procesos, etc., etc.) al Tribunal de México, encon-

trándose la mayor parte de ellos en el Archivo General de aque-

lla Nación. No sería desacertado conjeturar si tan importantes

expedientes documentales existan aún en las poblaciones de

relieve colonial. Conversando con mi distinguida y admirada

amiga, María Albertina Gálvez, me decía: haber tenido en

sus manos hace algunos años un legajo de papeles manuscritos,

relacionados, con Sor Juana de la Concepción, y los cuales con-

sultó superficialmente en el Archivo y Biblioteca de México.

Corroborando lo valioso de esta información, me manifestó el

Dr. Alfredo Carrillo Ramírez, tener—en la actualidad— conoci-

miento cierto de que en la capital de la vecina república del norte

existen, efectivamente, numerosos documentos relacionados con

el Oidor y con su hija Juana, no siendo ya un secreto, en el

presente, que entre estos expedientes se guarda el acta parro-

quial de su partida de nacimiento, que tuvo lugar en la Antigua

Page 29: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 25

Guatemala. De todo esto —me dijo el doctor Carrillo— está

perfectamente enterado Rodolfo Federico Pardo (hermano de

J. Joaquín Pardo, Jefe del Archivo Nacional).

Mi amigo Pedro Arce y Valladares recuerda, haber podi-

do apreciar documentación implicada en ciertos pasajes colo-

niales de la familia Asturias, en los que se alude a Sor Juana.

Al citar las aseveraciones anteriormente anotadas lo hago,

porque todo ello viene a sumarse con relieves de mayor noto-

riedad, por provenir de personas en quienes se reconoce ampli-

tud y probidad. A esto agrego el relato que me hizo mi distin-

guida amiga Carmen Duran de del Cid, quien tuvo en sus

manos los borradores (de la documentación citada) en una obra

inédita del licenciado Salomón Carrillo Ramírez (a la que a

grandes rasgos aludí con anterioridad) . Me es grato anticiparme

anunciando que el doctor Alfredo Carrillo Ramírez (hermano

del licenciado Salomón), me anunció haber recuperado la obra

que en cierta forma se le había extraviado.

Por los conceptos del documento que seguirá a conti-

nuación se puede ver con toda claridad que el padre de Sor

Juana de Maldonado y Paz, lo fue el Oidor Juan Maldonado

de Paz, quien por cierto, se encuentra perfectamente identificado

entre las personas de mayor valía que salieron primitivamente

del solar patrio español. Apellidos de valientes y denodados con-

quistadores que se diseminaron en todo el continente americano,

razón por la cual tenemos que, familiares cercanos, se radicaron

de un extremo al otro del «Nuevo Mundo», siendo por ello que

encontramos descendientes del mismo tronco familiar, desde la

Argentina hasta Nuevo México y California. He venido a con-

firmar mis investigaciones, sobre el particular, a través de los

sólidos y doctos conocimientos de Carlos Sabat Ercasty, «el gran

poeta cósmico de la América Austral», que es tanto como afir-

mar, sin hipérbole que al evocar su nombre, estamos en presen-

cia del esclarecido primer gran poeta uruguayo, de la actualidad,

Page 30: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

26 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

a manera de como se calificó a «Tabaré», Juan Zorrilla de San

Martín: «En América es único en su género, y en el Uruguayel primer poeta nacional». Me apoca tanto más el abordar tema

de mayor enjundia, cuanto que corrobora lo dicho, otro de los

prestigiosos uruguayos, la escritora Ofelia Machado Bonet, quie-

nes al unísono me refieren que ellos también cuentan con su

Juana de Maldonado... a manera como la valiente amazonaconocida por «La Maldonada», engalana el ancestro de las

mujeres europeas en el Río de la Plata: 1536-1600.

Pero siguiendo el hilo, estimo preferible que se sepa de este

importante pasaje, a través de los propios conceptos literales, en

la ordenanza real: «Vuestra Majestad hace merced a la MadreJuana de la Concepción, monja en un convento de Guatemala,

de 500 tostones de renta al año, en lo que reparte el Presidente

de aquella Provincia entre personas beneméritas, en considera-

ción de los servicios de su padre y de su necesidad. AI. 23 1516.

Fol. 91».

«EL REY. Don Alvaro de Quiñónez Osorio, Caballero de

la Orden de Santiago, mi Gobernador y Capitán General de la

Provincia de Guatemala y Presidente de la Audiencia Real que

en ella reside, o a la persona o personas a cuyo cargo fuere su

gobierno, por parte del licenciado Juan Maldonado de Paz, Oidor

que al presente es de mi Audiencia Real de la ciudad de México,

de la Nueva España, se me ha hecho relación que siéndolo de

esa de Guatemala y teniendo como tiene una hija monja pro-

fesa en el Convento de Nuestra Señora de la Concepción de esa

ciudad, que se llama la MADRE JUANA DE LA CONCEP-CIÓN, don Diego de Acuña siendo mi Presidente de esa Audien-

cia, dio una encomienda de indios al Capitán Jerónimo Alfonso

de Prado, vecino de la Ciudad Real de Chiapa, con calidad de

que acudiese con quinientos tostones de renta en cada un año,

por su vida, a dicha Madre Juana de la Concepción, su hija, en

su consideración de los servicios que él me había hecho en la

Page 31: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 27

dicha plaza de Oidor de esa Audiencia y otros cargos y ocupa-

ciones que había tenido, y que respecto de que por la pobreza

en que se hallaba, no había podido pagar la dote de la dicha

su hija, no los réditos que había de ella, desde el día de su pro-

fesión, ni la cera, ni sacristía, que es para lo que dio el dicho

Presidente la dicha pensión, gosase de ella después de pagado lo

referido, por la dicha de su vida, y que habiéndome pedido con-

firmación de la dicha encomienda, el dicho Capitán Jerónimo

Alfonso de Prado, con la dicha calidad, se le dio tan solamente

de su encomienda y de la dicha pensión se le denegó, y hice

merced de ella por dos vidas al Capitán Juan García de Navia»,

más adelante: «y al gasto que hizo en ir a servirme en la dicha

plaza de Oidor de México, de que le hice merced, y al desamparo

con que dejó a su dicha hija. etc. etc.». Y prosigue: «En lo que

en esa Provincia repartís entre personas beneméritas, pues ella

lo es tanto y a él no se le ha hecho merced ninguna y las que

podía pedirme en consideración de sus servicios». El licenciado

Juan Maldonado de Paz debe de haber retornado a Guatemala,

después de desempeñar el cargo de Oidor de la Audiencia Real

de la Ciudad de México—falleció en Santiago de los Caballeros

el día V de junio de 1653— otorgando su testamento ante los

oficios del escribano Luis de Andino. Importa la siguiente acla-

ración: al tomo XVIII de los Anales de la Sociedad de Geo-

grafía e Historia de Guatemala, página 476, se anota Luis de

Andino, en el libro de Efemérides del profesor J. Joaquín Pardo

(año 1944) página 63, se advierte lo mismo «Testó ante el escri-

bano Luis de Andino». En el tomo IV, número 3 del Boletín del

Archivo General del Gobierno (año 1939) página 291, Al. 20,

dice: «Protocolo del Escribano Luis Andrino (1646-1651)».

Según parece el referido Escribano ejerció funciones de tal duran-

te 30 años por lo menos tal se deduce de los protocolos conserva-

dos desde 1651 hasta 1681. Quizá haya una equivocación en la

Page 32: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

28 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

última fecha incluida en el Boletín, pues dice: «1779-1781» lo

que elevaría la cartulación a 130 años. Desgraciadamente se da

por desaparecido—por lo menos hasta el momento actual— este

importante documento, a pesar de que el erudito y bien docu-

mentado licenciado J. Antonio Villacorta C, me afirmaba haber-

lo tenido a la vista hace aproximadamente 25 años. Me decía

haber tomado algunos apuntamientos que conservaba y los cua-

les buscaría, ofreciéndome que al encontrarlos los haría llegar

a mi poder. Recuerda algo de lo expresado por el licenciado

Maldonado en aquel documento, en el que hizo constar que

moría pobre, toda vez que no disponía de bienes y riquezas, los

que había empleado en vida de su hija la profesa Juana de la

Concepción, dotándola de todas las comodidades. . . Desgracia-

damente se desprende de mi indagatoria que falta en los proto-

colos conservados, el año completo de 1652, en el cual posible-

mente testara. Parece ser que el profesor Pardo supo de la fecha

y escribano ante el cual testara a través de la partida de defun-

ción asentada en los libros parroquiales. Asimismo Sor Juana de

Maldonado y íaz o sea Sor Juana de la Concepción gozó de la

pensión que le fue concedida por su Majestad, por un número de

treinta años aproximadamente, ya que la orden del Rey está

fechada en Madrid a 22 de enero de 1636, tomándose nota de

la misma a 3 1 de marzo del propio año, y Sor Juana de la Con-

cepción he logrado establecer que falleció en derredor a la fecha

21 de noviembre de 1666. Por no ser de mayor interés, he prefe-

rido dar una versión en síntesis—del mandato real— que termina

así: «y asi mismo mando que tomen la razón de esta mi cédula

don Juan de Castillo mi secretario de registro de mercedes, dentro

de cuatro meses contados desde el día de su fecha, y que sin

haberlo hecho no se use de ella, ni los Ministro a quienes tocare,

la ejecuten y Jerónimo de Canenzia, mi Secretario, y de la junta

de la dicha media anata y a cuyo cargo están los libros de la

razón de ella y mis Contadores de Cuentas, que residen en el

Page 33: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 29

dicho mi Consejo. Fecha en Madrid a veintidós de enero de mil

y seiscientos treinta y seis años (f ) Yo el Rey».

«Por mandato del Rey Nuestro Señor»

(f ) D. Gabrién de Ocaña y Alarcón.

«Tomé la razón en 31 de marzo de 1636»

(f ) Don Juan de Castillo.

«Tomé la razón»

(f) D. Jerónimo de Canenzia.

Si nos detenemos a meditar nos encontramos en presen-

cia, indudablemente, de una de las personalidades más discuti-

das —del tiempo de la colonia— aún en el momento actual. En«La Revista del Maestro», correspondiente al número 19 —año

de 1951— aparece un artículo de Otto Raúl González, en la

página 96 y en el que, refiriéndose a Sor Juana de Maldonado

y Paz, entre otras cosas, incluye una nómina de los autores que

se han ocupado de ella. En otro de sus aspectos me interesó

—en su oportunidad— un artículo publicado en inglés, en el

«Panamericanismo» de Filadelfia, por la doctora Nora B. Thomp-son, cuya versión en español reprodujo José Llarena Zirión, en

el periódico «El Imparcial» del viernes 22 de junio de 1951.

Al tratar sobre ella, anota: «Sor Juana de Maldonado es una

figura de leyenda que va unida a la del falso Arzobispo de

Mira». 2

2 El historiador José Joaquín Pardo afirma que Sor Juana de Maldonado es

solamente una figura de leyenda», incluyéndose una nota del traductor: «El com-pañero Mariano López Mayorical, publicó en enero de 1948 (la citada fue unareproducción) una brillante documentación sobre Sor Juana de Maldonado y Paz,

desvaneciendo por completo la idea de que ésta fuera una figura de leyenda.

Acompañó a su documentación copias fotostáticas del voto religioso de Sor Juanade la Concepción, llamada popularmente Sor Juana de Maldonado». Agrego comosimple aclaración que, ya desde los números del 1 al 4: marzo a diciembre de 1946,

tomo XXI de los «Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala»,había sido publicada toda la documentación y reproducido las foto-copias de los

manuscritos.

Page 34: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

30 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

Pero volviendo a los conceptos del señor González, encuen-

tra interesante la referencia que hace del historiador contem-

poráneo Ernesto Chinchilla, quien según afirma tenía recien

publicado en México un pequeño libro intitulado «Sor Juanade Maldonado y Paz (pruebas documentales de su existencia)».

Por mi parte he tratado de adquirir este libro —hasta ahora no

me ha sido posible— para poderlo apreciar en todo su valor yasí formarme un concepto cabal de su contenido (veremos si

entre la bibliografía consultada aparece algo que se refiera a

mi estudio) . Según tengo entendido, puede considerarse al autor:

«colocado ya en primera fila de nuestra nueva generación de

historiadores», por lo menos, en lo que atañe a su obra intitulada

«La Inquisición en Guatemala», recientemente publicada con

un contenido de más de 300 páginas, bajo el patrocinio del

«Instituto de Antropología e Historia de Guatemala». Es lo

concerniente a su especialización —divulgada en su último tra-

bajo aludido— lo que atrajo mi atención; siendo esta la repro-

ducción que de él se invoca: «la denuncia que en 1615 enderezó

el doctor Rodríguez de Villegas contra el Oidor Juan Maldo-

nado de Paz, padre de Sor Juana, ante el Tribunal de la Inqui-

sición de México». Las reacciones humanas así son —tal vez

decepcionado del proceder de uno de sus más íntimos y allegados

familiares— quiso enmendar la falta tomando en Guatemala,

avanzado el año siguiente de 1616, el hábito del interior de la

Tercera Orden de Penitentes, siendo la persona (causa de su

determinación) el inmediatamente electo conciliario Agustín

de Villegas. Existió una verdadera y estrecha amistad entre esta

Orden y el Oidor Juan Maldonado de Paz, quien finalizando el

año, salió un día sábado, a 17 de diciembre, acompañado de ios

religiosos de la institución, con destino, en esta ocasión, a Tru-

jillo (Honduras), teniendo que hacer el viaje, según instruccio-

nes, por mar, para poder investigar lo concerniente a un gran

tesoro dejado en tierra por un navio inglés, según declaraciones

Page 35: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 31

del que servía de guía, de nombre Zacarías (inglés también).

El argumento más convincente, con relación a los vínculos —en-

tre Maldonado y la Orden— que los unían, es aquel por medio

del cual se le quiso elegir el 1 1 de octubre de 1 620, Ministro de

la Tercera Orden. Es costumbre —aún en la actualidad— de

la «Venerable Orden Tercera de San Francisco», integrar su

Directiva de la manera siguiente: Padre Director, Ministro,

Secretario, Tesorero, Maestro de Novicios, Viceministro, etc.,

etc., Celador Mayor, Celador de Cultos, Enfermeros (es de

suponerse cuan más estrictas e importantes, han de haber sido

estas designaciones en aquella lejana época). Pero volviendo a

la familia Villegas, se interrumpe el conocimiento de la sucesión

hasta el año de 1781.

Transmite don Otto Raúl, un comentario que del primero

de los libros hace Augusto Monterroso, y en el que se desen-

vuelve así: «La denuncia se conduce a señalar que el tal oidor

poseía en su casa de habitación un cuadro pintado por Fran-

cisco de Montúfar en el que se representaba a San Juan Bau-

tista, a San Esteban y a Santa Lucía. Esto no le hubiera pare-

cido mal al señor Villegas a no ser por el hecho de que la

cara de San Juan Bautista era fiel retrato del oidor, la de San

Esteban, el de un sobrino (no se sabe con certeza si era hijo o

sobrino del oidor (de nombre Pedro Pardo) y la de Santa

Lucía ni más ni menos que la vera efigie de la sin par Juana

de Maldonado, (hija del dicho oidor, aunque no legítima).

«La denuncia de Villegas —continúa Monterroso— era

aún para su tiempo, ligeramente estúpida, porque si el pintor

necesariamente tenía que usar modelos para sus obras —en lo

que a inspiración concierne, ha sido frecuente e indispensable

en todas las épocas— lo mismo daba que para tal fin sirvieran

unas personas u otras, además de que en todo caso, la belleza

de la monja le otorgaba una especie de derecho natural para

ello. Pero lo cierto es, que si tal denuncia fue tomada en cuenta,

Page 36: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Ruinas del Convento de la Concepción.

Manuscritos del Convento de la Concepción.

Page 37: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 33

se debió no a la supuesta herejía sino al odio y malevolencia del

inquisidor don Felipe Ruiz de Corral, quien profesaba un per-

sistente rencor (indudablemente por el entendimiento y simpatía

profesada a Remesal) al padre de nuestra monja, según lo asienta

Chinchilla en la introducción de su libro».

Analizando en el fondo de lo vertido he podido constatar

en la parte que me interesa, que el artista pintor Francisco Mon-túfar Bravo de Laguna, primo del escribano Juan Bravo de

Laguna (no confundirlo con el pintor, capitán Antonio de Mon-túfar), vino a Guatemala aproximadamente en el año de 1611;

pudiendo comprobar que la acusación del doctor don Rodrigo

(hay quienes le llaman Rodríguez) de Villegas, en contra del

oidor don Juan Maldonado de Paz, fue influenciada por el deán

Felipe Ruiz del Corral (a uno de cuyos familiares todavía se

ve figurar en el año 1750, don Cristóbal de Gálvez Corral).

Entre ambos existió intimidad —laborando conjuntamente

siendo en el propio año de 1611, tal como aparece en las Actas

(del convento de la Concepción) de 3 de febrero de este año

(1611). Se desprende esta conclusión, debido a que en este año

se le llamó «maestro», de acuerdo con las escrituras pasadas

ante (el escribano) Francisco de Vega, habiéndosele encomen-

dado, en el propio año, algunas obras de pintura por dos par-

ticulares (por lo visto, todo hace suponer que una de estas dos

personas lo fuera el oidor Juan Maldonado de Paz). Se le

encuentra trabajando en el Convento de la Concepción en el

año de 1637 (Sor Juana falleció en el propio convento en

1666) donde estaba comprometido a ejecutar «la pintura de

trece tableros, seis grandes y seis pequeños, y la portañuela del

sagrario». Según parece ser, era la especialización de este artis-

ta, el sujetarse a motivos escogidos previamente; en el último

caso debían estar de acuerdo con «unas estampas que se encon-

traban cosidas a la traza».

3—T. I—I. H.

Page 38: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

34 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Serán felices augurios o buenas casualidades las que regu-

lan ciertas manifestaciones del alma y pasajes de la vida. ¡No

lo" sé!, pero lo que sí sé, es que finalizando el mes de febrero

o primeros días de marzo de 1953, se encontraba en La Habanael genial artista y poeta —altamente honrado posteriormente

particular amigo mío, a quien tuve el privilegio de conocer el

15 de marzo, a través de la admirada y cordial amistad que mevincula con el más grande y sensitivo de los poetas contraactuales

que honran a la patria, Alberto Velásquez. Se trata de Carlos

Sabat Ercasty, quien siendo admirador de José Martí, con la

delicadeza que lo caracteriza estuvo a visitar la estatua del

Apóstol, en el parque Central de la Habana. Me conmovió el

reconocerlo en un fotograbado (aparecido en una de las tantas

revistas cubanas) imponente y dulce, tal cual es, con su enorme

cabellera blanca, suelta al viento. . . : recitando «Alegría del

Mar» y algunos otros de sus poemas y cumpliendo con la nobleza

de su corazón, el sagrado deber de colocar flores, como tributo al

recuerdo. Pero lo feliz de la coincidencia radica: en que, siendo

el pedestal de aquella estatua obra del famoso escultor uruguayo

contemporáneo, José Luis Zorrilla de San Martín, hijo del

famoso autor de «Tabaré» don Juan Zorrilla de San Martín

(trato en este libro a continuación de una composición inédita

de este astro de primera magnitud y brillante sudamericano y

la cual se conserva en un álbum de familia), lo interesante del

caso consiste en que todos poetas han venido a vincularse en el

transcurso de centurias 1611-1953. Mientras la figura delicada

de Sor Juana sirvió de modelo para la Santa Lucía de Fran-

cisco de Montúfar —el parangón se establece con la atlética ymuy joven entonces de Sabat Ercasty— que fue aprovechada

por su íntimo amigo, Zorrilla de San Martín, para esculpirla

en el pedestal de Martí, siendo tanto más original, cuanto que

este último modelo, no se viniera a encontrar —hasta entonces

a sí mismo . .

.

Page 39: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

CAPITULO II

Composiciones manuscritas e inéditas de valores con-tinentales. Carta autógrafa de don José Zorrilla yMoral. Actas del convento de la Concepción dondeaparecen autógrafas las firmas de sor juana de la

Concepción. Valiosa documentación adicional relacio-

nada con Sor Juana. El estilo barroco del siglo xviii.

los cinco estilos venidos a este continente. impor-

tantes conceptos de janos de szécsy. legendaria his-

TORIA del Emperador Carlos V. Cuatro astros femeninosDE PRIMERA MAGNITUD.

Bien puedo decir que a estas alturas (cabe lo inconcebi-

ble) median circunstancias particulares para aumentar el con-

tenido de lo que estoy escribiendo, en unas cuantas líneas de

más. Va tocando a su fin el siglo pasado (el XIX) de oro para

las letras patrias, y no menos brillante para la madre patria

España y para las continentales iberoamericanas. Aludiré a una

serie de composiciones manuscritas e inéditas, dedicadas a un

antepasado, que representa ser un valor familiar —femenino

de grandes relieves y atractivos, por autores significados como

prestigios que iluminan a Iberoamérica o en todo caso al istmo

centroamericano, que es en lo afectivo, la parte que siento más

cerca de mí: Enrique Guzmán, Manuel Valle, Juan Zorrilla

de San Martín («Tabaré»), José Milla («Salomé Jil»), Flavio

Guillen, Juan J. Cañas, Eugenio López, Francisco E. Galindo,

Román Mayorga Rivas, F. Castañeda, «Otro cuscatleco» (Pe-

35

Page 40: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

¡¡¡BISÉ

Música del Himno Nacional de Guatemala, dedicado por su autor y traspasodel álbum de familia a Mariano López Mayorical.

<át:, 4¿n-*-¿~- £*

$** J¿u> .m-¿Í4.4L-¿'¿.^^£,

, ,^^¿í^'^^Xv-^ '-¿^St&f!*!!4**" ?*?' "*ff*

m%¿f¿z¿r^3r&*~

Page 41: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 37

dro Arce y Rubio), Joaquín Méndez, Ángel Arris, Francisco A.

Gavidia, Guillermo F. Hall, José Manuel Lleras, Ed. Hall,

Vicente Carrillo, Federico Proaño («Rico de Fe»), M. Quirri-

zada, Martí (Apóstol cubano), Alvaro Bianchi Tupper, Antonio

Batres, José Santos Chocano, J. J. Palma (autor de la letra del

Himno Nacional de Guatemala), Máximo Soto Hall («La Divi-

na Reclusa»), «La Duquesita» (Gustavo A. Ruiz), Miguel A.

Urrutia, Rafael Vásquez A. (la música de un vals de Salón

N93), Ramón Rosa, María Guerrero, Fernando Díaz de Men-

doza, N. A. González, La Baronesa de Wilson, Fernando Cruz,

J. M. Izaguirre, Juan F. Ferráz (fundador del Colegio de San

Luis Gonzaga en San José de Costa Rica, hermano de don Vale-

riano. Persona notable, originario de las Islas Canarias), Justo

Pastor Ríos, Gustavo Guzmán, Federico A. Gamboa, Francisco

B. Alvarez, «Paulino» (Francisco Lainfiesta), «Chas Carrillo»

(Antonio Valladares), Rafael Alvarez (la Música del HimnoNacional de Guatemala) y, al sentirme alucinado por tal cons-

telación, uno más cuya luz peninsular que por lo intenso ciega:

José Zorrilla y Moral («Don Juan Tenorio»), que genial cual

era, supo retratarse a sí mismo, en una epístola que dirigió a

su grande amigo, Wenceslao Ayguals de Izco:

«Yo soy un hombrecillo macilento,

de talla escasa, y tan estrecho y magro

que corto, andando, como naipe el viento,

y protegido suyo me consagro;

pues son de delgadez y sutileza

ambas a dos, mis piernas, un milagro.

Sobre ella van mi cuerpo y mi cabeza

como el diamante al aire; y abundosa,

pelos me prodigó Naturaleza.

Page 42: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

< 4A «* *> *f <¿'fy

* fcf'

'*--**/

» -o ...

**Wi- *,. s<

' /<<>

Jktí tpitr&a Mtttttiwctír, «i m* ttnn* i>r tata h< JFwuniJfa» r mi rn

piar farf "Canter fcfí nena»"- to «rifcirá 13. ohiunso p.trx £;<»úv;,sí

fl. «ífetiss» wrmpíf ntt »a«J«i¿n «fjron»* <g *m bpra &s*p<ntií>< í - Hí-w

-ynwHw l» «otKt .«*o»tn* g «¿*ro*« M »w»j» fe» Husma, fw pr«!»t> ¡,

¡*» muttwítuiíf* <¡ alguno* ttnirat» ¡S* (mkk* &»iim!»&, ¿m» í»nrj»rs>« ,•>.

«*t» ttt i» muh* fer i» vatítxtta, <pw i miiftíl «jot pjtórrí» «tauur* ftf .1

fay*far 2 tPn qsusr* m> pobimrm» tafeo* !»* i>* fc» nxH. 3Ttsu'>r<*f II.

«ttÍMi 5 >j «wrxttfcjiUt. y U«* «n»f«raii»,

$«f «**#s Jtqmiwfrc n» *u «ana «{ ISmtm C-w» jisr.-» a«w<w<<!¡;

i«M { &f»í>t «la p*o el ükro. g *i »*«»> « to SCtnitinm Mn «tf».

<£amp*l>tttx V. * »>; bírjjf. prftmtt» U. mi» .'**prS;t« g to«fri>a»ir

itar«trw» ti«<<il!*im»» stniga* g r%<ní>» 11. Jlütra 3¡«ti ir r<w<«*tí .«

*w»í>r»í»j Rutila «fii* ir rs»iris **» »í«r«i».

|. Inrrttb

Carta autógrafa de don José Zorrilla y Moral. Propiedad particular.

Page 43: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 39

Comentándolo Fernández Flores ha dicho: «El día en

que anunciándose Don Juan Tenorio, estén vacíos los teatros,

España habrá llegado a su completa civilización, pero no será

España».

Y como reza la sentencia popular, quiero cerrar el tópico

:

«con broche de oro». Conservo entre mi colección de manus-

critos una carta autógrafa de don José Zorrilla de fecha 15 de

julio —deduzco de mis observaciones— a pesar de que él no

anota el año, que debe haberla escrito en España en 1883, pues

habla de la casa de Fernando VII, del «Cantar del romero», y

de la que fue su esposa en segundas nupcias, doña Juana Pa-

checo, con quien había contraído matrimonio con anterioridad,

en Barcelona.

Paréceme como si el destino se hubiera propuesto confiar-

me la misión de ser yo el llamado a ir completando toda la

información que ha venido a hacer luz en torno a la figura de

Sor Juana. Sin lugar a dudas todos estamos protegidos por una

fuerza desconocida y ésta ha acudido en mi auxilio, haciendo

que la suerte me sea propiciatoria. Ha sido el azar y cuando

menos me lo esperaba, el que ha colocado en mis manos un

valiosísimo y original documento manuscrito, en el que es noto-

ria la estrecha similitud existente entre los caracteres y tipo de

letra con que escribía su nombre religioso Sor Juana de la Con-

cepción —que aparece en su voto de profesión— y en algunas

de las actas que se levantaron con ocasión a los trienios. Séame

dado aclarar que, aún dentro de estas mismas firmas, hay algunas

diferencias —como acontece en toda firma manuscrita— posi-

blemente debido a la fuerte tensión nerviosa; muy compren-

sible. No podía ser lo mismo, aquella primera estampada en su

voto de profesión, cuando lo hizo por primera vez, cambiando

su apellido Maldonado, y las otras posteriores cuando ya fami-

liarizada con la escritura de su nuevo nombre y ambiente —es

de comprenderse— se sintiera más serena y con mayor dominio

Page 44: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Algimos de los manuscritos citados en esta obra. Propiedad particular.

Un aspecto de la capilla conocida como la de Doña Beatriz.

Page 45: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 41

de sí misma. Las últimas firmas que conservo están puestas

cuando actuaba como abadesa del convento, siendo sumamente

análogas a los caracteres de su nombre religioso que aparece

en uno de los extremos superiores, de una composición poética

escrita a mano, del todo antigua y que corresponde a la época.

Soy el poseedor afortunado, que los conserva en toda estima,

de muchos de los libros que pertenecieron, bien a la colección

particular de Sor Juana, o bien en todo caso de los que fueron

propiedad indiscutible del archivo y biblioteca del extinguido

convento de la concepción de Antigua Guatemala. Y no se vaya

a creer que se trata de uno o de dos ejemplares, quiero dejar

constancia de que mi colección de volúmenes manuscritos o de

libros impresos en primeras ediciones que he venido completan-

do en el correr de los años, representa ya un valioso aporte a la

bibliografía patria, no siendo todo ello sino el fruto de paciente

y metódica búsqueda de tanto documento histórico disperso.

Tengo ya en mi poder 31 libros voluminosos con un contenido

aproximado de unas 10,000 hojas entre manuscritas e impresas

y las que comprenden un período entre los años de 1579 y 1871.

Muy diversos son los tópicos, habiendo dedicado buena parte

de mi tiempo y persistiendo en el estudio de toda esta docu-

mentación. Existe aún en la actualidad, cierta familia, de las

más antiguas y distinguidas de Guatemala— pero quienes des-

conocían y no se interesaban en la materia— la que por sucesión,

conservó toda la documentación de los extinguidos conventos

de la Concepción y del de Santa Catarina Mártir. En lo minu-

cioso y profundo de mis investigaciones, hasta ella acudí, logran-

do que se me hiciera la cesión de los derechos sobre tanto desecho

y «papel viejo». . . abandonados en cofres en un desván, siendo

así como he podido continuar ahondando en la materia . .

.

Vale anotar que los que gustamos de manuscritos y de

todo lo que es arte, nos sentimos arrebatados al contemplar la

evolución sufrida en la ilustración de tanto pergamino, bien

Page 46: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

42 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

del mozárabe de los siglos X y XI, del arte romántico del siglo

XI al XII, del gótico del XIII al XV, del renacimiento de los

siglos XVI y XVII y del barroco del XVIII. Este último, fue

particularmente el estilo que predominó en la Antigua Gua-

temala y en el interior del país, como en todo Centroamérica

;

me atengo a Szecsy: «Fue un destino singular el que transformó

Centroamérica en una tierra de estilo único. La catedral origi-

nalmente fue un edificio sencillo, con techo de paja y levantada

indudablemente al estilo de basílica románica. La inundación

de Ciudad Vieja y el traslado de la ciudad hicieron que Antigua

se atrasase medio siglo más o menos dentro del progreso de los

estilos en América. Este es el punto importante que debemos

recordar. Cuando Antigua se robusteció suficientemente para

desarrollar alguna individualidad, Europa estaba ya en las pos-

trimerías del Renacimiento y la reforma había pasado ya su

apogeo. Esta época para Europa, era quizá la más gloriosa

desde tiempos de la Roma Imperial: Europa había sostenido

dos emancipaciones: una intelectual en el Renacimiento y otra

geográfica en sus descubrimientos. Se rompieron las formas rígi-

das de la era clásica, y Europa buscó un estilo que expresara

esa euforia de liberación, así fue como surgió un estilo de «estilo

libre», ajeno a las reglas clásicas y modestia renacentista. Por

desprecio, para decir que era algo de la calle, vulgar y popular,

los «snobs» y los profesores lo llamaron barroco, que era enton-

ces una palabra del lenguaje popular que quería decir: cursi.

El estilo nuevo fue un* estilo inmediato y pronto se divulgó en

la Europa Central, Italia y España. Llegó esporádicamente a

América en los últimos momentos del siglo XVI». Más adelante

:

«El barroco americano no conserva de su origen europeo nada

más que el sentimiento, el estado de ánimo».

De esta suerte tenemos pues que, entre el período com-

prendido desde el descubrimiento de América por Cristóbal

Colón y la declaración de la Independencia, cinco estilos emi-

Page 47: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 43

graron a este continente : el gótico, el románico, el renacimiento,

el barroco y el neoclásico. Pero sobre todos ellos se da a sentir

el barroco, y cierro el tópico con un gran concepto de Janos,

que por valioso lo incluyo como opinión: «El destino, la forma,

sentido y tragedia de Antigua se puede contar en una palabra:

el barroco es el alma de su belleza, es su armonía y finalmente

la causa de su muerte. Hubiera sido cualquier otro gran estilo

el de Antigua, y la tragedia, de 1773 nunca hubiera ocurrido».

Grande ha sido el interés y consagratorios los conceptos

que Janos de Szécsy le ha dedicado a Santiago de los Caballeros

de Guatemala. Nos dice, entre muchos otros conceptos, que él

podría asegurar: «que la iglesia hundida en 1717 se levantaba

en la misma plaza, pero en otro sitio. Si este otro sitio fuera

el Patio Municipal, la capilla conocida como la de doña Beatriz,

podría ser una capilla lateral de la iglesia franciscana men-

cionada por Vásquez, y que se derrumbó en 1717», y aclara:

«La Iglesia tuvo dos capillas en crucero. Una de estas, está casi

perfectamente conservada, y se le conoce en nuestros días bajo

el nombre de «Capilla de doña Beatriz de la Cueva», mientras

que la otra ha sido destruida, y se conserva solamente parte

de los cimientos». Todo esto lo hace llegar a las siguientes

conclusiones: «La opinión de que Ciudad Vieja se identifica

con Santiago de los Caballeros, está basada en la autoridad de

tres monumentos: la capilla llamada de doña Beatriz de la

Cueva, la Iglesia parroquial que se supone ser la primera cate-

dral, y el palacio de Alvarado, que se presume enterrado en

un lado de la plaza».

«El descubrimiento de la iglesia y convento franciscanos

probó que el crucero oeste de esta iglesia se consideraba ante-

riormente capilla de doña Beatriz. La iglesia resultó ser una

estructura post-inundación.»

«Lo que se dice ser el palacio de Alvarado, resultó la

entrada, campanario y fachada del monasterio.»

Page 48: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

44 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

«En relación con la iglesia parroquial, es conveniente

resumir los resultados de la búsqueda. El examen arquitectónico

y los estudios comparativos demuestran que la iglesia es un

ejemplo de avanzado estilo barroco (1700-1750), pertenecientes

a una fase casi churrigueresca (de don José de Churriguera,

arquitecto español que creó un estilo muy rebuscado). No tiene

la arquitectura usual de las catedrales. El monasterio anexo

(en ruinas), es contemporáneo a la iglesia.»

«La iglesia franciscana construida en los finales del siglo

XVI, se levantaba en una elevada ladera sobre la actual parro-

quia. Es muy probable que la plaza actual formara parte de

la propiedad franciscana. Una estructura del monasterio des-

cubierto, se alza tan alta como el techo de la iglesia parroquial;

y una catedral ubicada donde ahora se levanta la parroquia

hubiera estado en situación inferior. La presunta catedral (pa-

rroquia) se supone haber estado, junto a la iglesia franciscana,

desde los últimos años del 1600 hasta 1717. La municipalidad,

que se pretende ocupa el sitio original del primer Cabildo,

hubiera obstruido la entrada de los franciscanos. Por tanto, la

presencia de la iglesia franciscana, convierte en absurda la teoría

de la catedral.»

Todo hace suponer: «que los establecimientos tlaxcalteca

y choluteca parecen haber estado situados en Ciudad Vieja».

En un párrafo siguiente:

«La iglesia franciscana, post-inundación, tipo período de

establecimiento (1541-1580 más o menos), revela un grado tan

alto de artesanía y arquitectura, el conjunto de hallazgos arqui-

tectónicos ofrece tantos aspectos de avanzada edificación, que

sería útil para proseguir los estudios sobre la arquitectura y el

arte guatemalteco del siglo XVI.»«El material discutido en este estudio prueba que durante

el siglo XVI floreció en Guatemala un arte colonial, basado en

elementos puros de la España medioeval y el Renacimiento.

Page 49: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 45

Aunque el barroco mexicano los desplazó o transformó, muchos

de estos monumentos de los siglos XVII y XVIII, se descubrie-

ron durante la investigación de Santiago una considerable colec-

ción de restos. La observación de que el trazado de una basílica

románica española sobrevive en una serie de iglesias guatemal-

tecas, parece indicar que este período guatemalteco medioeval-

renacentista fue tan difundido como influyente.»

«Los azulejos coloreados y ollas de barro que hallamos,

aunque en pequeña cantidad, prestan sólida base para futuros

estudios comparativos sobre el tema, especialmente los encon-

trados en el altar mayor de La Concepción (iglesia franciscana) ».

«El último, pero no el menos importante de los resultados

obtenidos en la investigación de Santiago de los Caballeros, es

que la autoridad histórica de los cronistas queda una vez más

demostrada. Al comienzo de la búsqueda me sostuvo únicamente

la fe de que sus asertos eran fundamentalmente correctos. Lo que

pasó fue que los textos —aparte de cuestiones religiosas— están

muy cerca de la exactitud, y la mayor parte de los malenten-

didos se producen al aplicar a su lectura métodos erróneos.»

«Los hombres que fundaron Santiago de los Caballeros

de Guatemala, participaron en una de las más grandes (excur-

ciones) de la historia; su fama sobrevivió, pero principalmente

la fama de su crueldad, rudeza, y el recuerdo de lo que destru-

yeran por sed de gloria y botín. Si la investigación de Santiago

contribuye a documentar sobre lo que fue construido por estos

hombres de destino, por su fe, coraje y honesto deseo de pro-

pagar la idea latina de la civilización, sobre lo que hicieron

para substituir las ruinas con un nuevo mundo, el ideal del

historiador se verá satisfecho.»

Pero retornando a lo que me interesa, un día de tantos

me hallaba leyendo la legendaria historia del Emperador Car-

los V (perteneciente a esta colección) cuando algo vino a llamar

mi atención poderosamente —siendo todo obra de un instante—

Page 50: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

. ......

DckHift.de!Emdcíañradoíinde fugente^huyeroncomo tas obcjas dti lobo ¿>or los

montes.

MH. .fLltll.A $ i paliaran la* cofa* del año

* ** de i j i *.Yaque ilegaua ti dej $ 14. iifitteodofe d Rey de Fran»

cia aprct ado con los malo* faced-™u° ios de luisa, procer© la paz cony el .Rey Carbólico.Y Joqucíeconcl»yo»fuc vrsa tregua/"«r vnaío :

Ue'JoquaJel RífdlPSlatciTa,noguik» nada* V d#dc Apoco*días embio a pedír

, y álqturir ai

Principe don Carlo^qac puf s cú»

píía quato rzc ano* a lo* i4.de Hebrero, dciano<| entraua.quiiieíse

e celebrar el casamiento cotí Maáa' ma María ib hermana, como ella-

na concertado de ames : y lomtt-

i. moetnbioa pedir al Rey don r*cr

najtdo , v al Emperador Abueiodel Pruacípt. Lnsatijiesrcfpon-

dicron a cito . Y alsi i<> concerta-

ron v aconsejaron ai Principe ;q!

cafamicnto fe deuia dilatar algún

tiempo, porque ei era aun de muypoca ed.td para calarle, y.mas «o»musierdr !«•« cd.idqfce el . Debarcípue ií .1 ,h bien tulía,Vhone Íra>cJ

R ev áe Inglaterra iJtoftro machod?U*o«ríto, v brego trato de cafar

íti bermánaeon el Rey Lins de

Francia ,q de poeos díaseffoua vía

do.Y el caíamiento ú hizo c« «ue

ae dr r-cruin-r, del año de t < t j .y

je agentaron pizeí entre Inglarer

wicia ra y í' rácia<.P ero «I viejo Rey go-

mo «*t» zo poco deftc biéñ, porque, mu rio

primero dí.t de Eneró defteano <t

t í !^. V faced ¿ole en el reynoporva r<>¡ > deudo mas cercano, fportj

¡** f-íc ] no <]«*;«« hito) Francilco de

w»'* ^ ;íiííi> c-víado có ClaiHiJa.lajadd

ai: tÍK tiicV- Rcí' LaVs . Siendo Franríf-

, *áoí. co de .-: j.aftos de ed»dy?*rioíó y afí

uJoaado ¿Uta armas , y de grandes

Fr*(K

£3

«tüiíj..

per.Caries V. 27penf.tmiemoí, ycodicia de snlarí-

cbar cJ reyno q Dio» i* daua.Quefueron sordidones queco liaron

ahucha fangre altttundo, y |t¡r.tas

con Ja potenciada Francia, que*'gráde,pt>rq" lanería es uta.,grue£-

ía,atuiiA,y «toJ8fa,«ct cada porrodas portes Ómam y mórañas.Fueron caa<3> para que i© tttfs del t»é*

po <p \ixiia, y reyno>tt»u»efic cucr

jíii iir.prten tas con gran d,i ño dé-

la CKrjíiÍAndad tomóle veraet»

<ldiiittHodeílaHifio«a.Y yaeft

eík tiempo ,el Principe don Car-Jos era de quatorze ajio»

, y and.v

na en Jos ooiaze,y le eciaua d Ver

enci ci valorjabe»^ prudencia,^

delpiíct tnoUro . Y todos ¡uzgaüifervaüaftttj para tomar Ja admim(tracto, y goukrno drik»s rcyno*-,

anfi en ios de tfpaña ,como en ios

Lüados de Mandes, y porefto d<ay a pocos días íc ordetjo, Dé wa»neraqoeivno la goüerrtacioo delos vijos, y áe los otros rey nos «ib»

reo luego fe ver* . Y fieudo i«fot*

madoei naewo Rey de-FráttajdcJ

fer.y vaJor defté Prí»cfpe,Kolgt3i

que fe trttafftn algcftosmetíios <ií

paz ? y Uriñe eoficordia 'eotfe1 h>t

áos, porque-como echá&a ti ReyFr*ndfeo*i ojo a Italia, pareda»-

Je cofa muy yonnentente tenerfi¿

nado tal amÍE.o.l,Uts trato q Caí1

-;:

los caíafFe co Madama Renata^hí»'

ja delRey Luys difunto^ J benrta--

na de Ja Rcyna. Y para eftoem»btoa Mnfrar de Vendeftrie por iu

crnbaxador al Príncipe C arlos >-

acompañadode JMefircE freirá dePoncher Obtfpo de Parts , y dt(-

paes Arcf^jfpo de ¿¡cm,conotroscaua íler05.F*eró por tierra í ríe-

ttatíít atrayeí^ndo por el Pays deB<atia«t,v llegaron vtfperade S.

íttan año i < 1 1, a la liava en Ho-landa, donde luliaron al Principe>• reprefoftart;. í« embasáda, v tra

» iusan..

La página de la Historia de Carlos V (Edición 1604), dondefue encontrada la composición de Sor Juana. Propiedadparticular.

Page 51: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 47

para que saltara claro y luminoso, lo que al principio estaba

confuso y obscuro. Dentro de la reserva del caso (por su trascen-

dental importancia para las letras patrias), la afirmación tiene

que ser categórica y concluyente, no siendo fácil desmentir la

autenticidad de esta composición que atribuyo a Sor Juana.

Veamos en qué me fundo: muchas son las circunstancias que

se pueden invocar en favor, y no faltará alguna que esté en

su contra. Partiendo del extremo de ser efectivo mi aserto, será

hasta hoy día la única realmente conocida, de la fecunda labor

literaria que se le atribuye. El descubrimiento tuvo efecto al

ser encontrada en una fracción de hoja suelta, insertada, sir-

viendo como de señal, en la página número 27 «De la Historia

del Emperador Carlos V», correspondiendo a un tomo que con-

tiene 16 libros, verificado el hallazgo en el primero de ellos.

Trata el contenido de este libro inicial, de pasajes que tuvieron

desarrollo en el año de 1513 —se trata nada menos que de una

de las ediciones príncipe— que pertenecieron, siendo de inequí-

voca procedencia, del convento de la Concepción, publicado por

Sebastián de Canas, año de M.D.C. IV (1604). Sin que esto

quiera decir, precisamente, que por ser edición de 1 604, haya

llegado exactamente en este año a su biblioteca, tampoco signi-

fica nada que la composición —que debe haber correspondido

a un período de años comprendido de 1619 a 1666— se haya

guardado allí. Lo importante es el estilo de la composición yque el libro fuera propiedad del convento de la Concepción,

con anterioridad a la reclusión de Sor Juana, así como el tema

religioso de que trata. Esta obra fue escrita, la primera parte,

por el Maestro F. Prudencio de Sandoval, Abad de San Isidro

y Cronista de su Majestad —comprendiendo la misma un perío-

do de años— que cubre de 1500 a 1528. Es incuestionable que

esta composición fue escrita en aquellos remotos tiempos, como

que desde entonces, se conservó dentro de los folios del libro

en referencia. Fundo esta conclusión, en los siguientes porme-

Page 52: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

*'/ 7 7:?/? f '

y.y-

s

'-•S/s

)*>

>Jt¿¿~*; :¿f- :*f¡£¿

*¿Jr***y>A

^ís<sr4/-fj/y^

Firma autógrafa religiosa de Sor Juana de Maldonado yPaz, escrita en una de las Actas en las elecciones del con-vento, y por la que se establece la veracidad de la queaparece arriba en la composición que sigue en la fotocopia.Colección particular.

Page 53: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 49

ñores; Primero: el papel corresponde al legítimo papel español

fabricado en Cataluña, Valencia o Aragón, o bien es de aquel

papel que fue usado en todo el centro de España, importado

de Flandes, utilizado desde principios del siglo XVI, hasta el

reinado de Felipe IV (1605-1665) que principió en 1621, reve-

lándose todo esto por las marcas o filigranas que aparecen en

el papel donde está la composición; Segundo: la calidad de las

tintas de escribir —debido indudablemente a los ácidos de que

estaban compuestas— y las que eran utilizadas particularmente

por las monjas dirigentes de los conventos, solían quemar el

papel —por lo general se escribían los manuscritos con tintas

de dos clases: campeche y añil, siendo en esta forma como

aparece la escritura en el aludido manuscrito (del que incluyo

una copia fotostática, así como muchas otras de los documentos

piezas y monumentos artísticos que cito) . No favorece la inves-

tigación el hecho de que está completamente quemada o desin-

tegrada la parte interior de los signos; pero sin que pueda dejar

de precisarse la íntima analogía existente con los caracteres y

tipo de letra con que solía escribir su nombre religioso Sor

Juana de Maldonado y Paz, los que cotejados minuciosamente,

hacen aparecer en toda la realidad, la estrecha similitud exis-

tente —entre las tantas veces citada firma religiosa— de ine-

quívoca e incuestionable procedencia, y la que aparece en la

parte superior de la composición. Además coincide perfecta-

mente la parte desintegrada o quemada del artículo «la», con

la quemadura o desintegración análoga sufrida en la página 27

de la Historia de Carlos V, lo que demuestra que este papel fue

introducido allí cuando la tinta se encontraba aún fresca —o sea

recientemente utilizada— conservándose resguardada en este

lugar preciso, durante siglos. En esta parte —aparece pues

uno de los tantos manuscritos arcaicos en vetustez, estampados

sobre papel de excelente calidad en apariencia (posiblemente

del que fue fabricado en Sicilia) y en el cual se empleó un

4—T. I—I. H.

Page 54: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

50 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

agua rica en cobre. Indubitable que el cobre contenido en su

composición, hizo quebradizo el papel. Asimismo, está escrita

en la forma empleada en el castellano antiguo, imperando la

ortografía de la época. Puédese deducir de todo esto, que la

presente afirmación viene a alejar toda posibilidad de que Sor

Juana, haya sido una poetisa de leyenda, que se hubiera formado

andando los años. Para los guatemalenses debe de ser motivo

de justo orgullo considerar que le cabe en honra, la de tener

el derecho de antelación, entre los cuatro astros de primera

magnitud femenina, que iluminan la lírica religiosa del medioevo

colonial, en cuanto representan de baluarte para el Continente

Americano.

Page 55: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

CAPITULO III

Primer escrito de pluma femenina cursado en América.

Se afianza el prestigio de Sor Juana de Maldonado yPaz. Actas que concuerdan en la fijación de la fechade su muerte. otros valores femeninos en las letras

hispanoamericanas. Dificultades en el reconocimientode celebridades. Junco se refiere a las obras completasde Sor Juana Inés de la Cruz. Completando capítulos

truncos en la historia de sor juana.

Sería en esta parte incalificable, no traer a cuenta el escrito

más antiguo de pluma femenina cursado en América, y del cual

se tiene noticia, siendo este bello y gracioso en la expresión.

Sépase pues —en parte— del contenido de la carta que Isabel

de Guevara, dirigió con fecha 2 de julio de 1556 «a la princesa».

Por razones de época deduzco que solamente se puede tratar

de María reina de Bohemia, o de Juana princesa de Portugal

y gobernadora de España (mas me inclino por esta última),

ambas hermanas de Felipe II, hijos todos de Carlos V (I de

España) y de doña Isabel de Portugal. La carta fue remitida

de Asunción (Paraguay) y dice entre otras cosas:

«Muy alta y muy poderosa señora:

«A esta provincia del Río de la Plata, con el primer gober-

nador de ella, don Pedro de Mendoza, habernos venido ciertas

mujeres, entre las cuales ha querido mi ventura que fuese yo la

una; y como la armada llegase al puerto de Buenos Aires con

mil y quinientos hombres, y les faltase el bastimento, fue tamaña

51

Page 56: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

52 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

la hambre, que al cabo de tres meses murieron los mil. Esta

hambre fue tamaña que ni la de Jerusalén se le puede igualar,

ni con otra ninguna se puede comparar. Vinieron los hombres

en tanta flaqueza, que todos los trabajos cargaban (sobre los

hombros) de las pobres mujeres, así en lavarles las ropas, comoen curarles, hacerles de comer lo poco que tenían, a limpiarles,

hacer centinela, rondar los fuegos, etc., etc.», continuando en

lo de adelante: «Bien creerá V. A., que fue tanta la solicitud

que tuvieron, que si no fuera por ellas todos fueran acabados;

y si no fuera por la honra de los hombres, muchas más cosas

escribiera con verdad y los diera a ellos por testigos, etc., etc.,

y en otro de los siguientes párrafos: «He querido escribir esto

y traer a la memoria de V. A., para hacerle saber la ingratitud

que conmigo se ha usado en esta tierra, porque al presente se

repartió (indios e iridias), por la mayor parte de los que hay

en ella, así de los antiguos como de los modernos, sin que de mi

y de mis trabajos se tuviese ninguna memoria, y me dejaron de

fuera, sin mediar indios, ni ningún género de servicio», prosi-

guiendo en lo de abajo: «porque estoy casada con un caballero

de Sevilla que se llama Pedro de Esquivel», agregando : «porque

tres veces le saqué el cuchillo de la garganta, como allá V. A.,

sabrá»; y termina: «Servidora de V. A., que sus reales manos

besa».

Elocuente es la cita de fechas que vengan a afianzar el

primitivo prestigio que nos proporciona la existencia de Sor

Juana de Maldonado y Paz (Sor Juana de la Concepción).

Nacida en Santiago de los Caballeros de Guatemala en el año

de 1598, de padre español, que vino procedente de México,

habiendo contraído matrimonio en Guatemala con doña Con-

cepción de Quintanilla. Profesó en el convento de la Concepción

en 1619, donde permanece recluida durante 47 años, habiendo

fallecido a la edad de 68, en el año de 1666. Esta parte se debe

a un último y muy reciente descubrimiento realizado por mí,

Page 57: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 53

con posterioridad a mi estudio original, lo que me obliga a entrar

en todos los detalles para poder establecer con certeza la época

del fallecimiento de Sor Juana. En unas Actas de Elección yConfirmación de Abadesa, Vicaria y Definidoras de fechas 4

(Viernes por la mañana) y 5 de septiembre (Sábado por la

tarde) del año de 1648, salieron electas para el trienio 1648-

1 65 1 : para Abadesa la Madre Magdalena de San Fabián con

93 votos (en el trienio anterior lo fue Anna de Santa María)

siendo reelecta Vicaria Gerónima de San Sebastián con 115

votos (en esta elección obtuvo la Madre Juana de la Concepción

4 votos, para Abadesa) y por Definidoras las Madres : Cathalina

del Espíritu Santo, Cathalina de San Joseph, Anna de San Luis

y Juana de la Concepción (aparece la firma autógrafa de Juana

de la Concepción, Sor Juana de Maldonado y Paz).

En el Acta para el trienio siguiente (1651-1654) de fecha

16 de noviembre de 1651 (se anuló la primera elección y se

procedió a votar por segunda vez), salió electa por 96 votos la

Madre Anna de Santa María (en esta elección no se alude para

nada a la Madre Juana de la Concepción), habiendo votado

en total 181 religiosas. Por este tiempo sabemos de Sor Juana

solamente porque aparece su nombre en la nómina y tabla de

las Oficialas religiosas del convento.

En Acta de 19 de noviembre de 1654 salió electa para el

trienio 1654-1657, para Abadesa, Isabel de Santo Domingo con

109 votos. Aquí se pierde el rastro de Sor Juana completamente;

no aparece su nombre ni siquiera en la nómina y tabla de las

Oficialas del convento.

En Acta de 26 de noviembre de 1657 —se vuelve a en-

contrar— confirmada nuevamente como Abadesa, a la Madre

Isabel de Santo Domingo, para el trienio 1657-1660. Salió electa

Sor Juana como Definidora, aparece su firma autógrafa.

Fallece la Madre Abadesa Isabel de Santo Domingo y

se procede a elegir substituía. En Acta de 21 de marzo de 1658

Page 58: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

KNÑ\ BE 3\NCTAmASW . I>E TODAMfvoLVN3 Ht'iMMysaiiiffl ^CKUtihs:r:::yfj ir ICÓtJW

a mn p:^vcfr M Vi?.

rijftnaat/i* .' *>< JBíVLA ;va*//í /¿.. ?¿V ?y. ¿

',? ^

n'bniyjtt

r0',LiH "~fJTL.

Reproducción del Voto de Anna de Santa María, año 1616, por el que se

comprueba, las diferentes clases de tinta utilizadas en los manuscritos dela época. En la primera: YO SÓROR, quemó completamente el papel.

El resto de la escritura perfectamente conservado. La firma María de SanJoseph, impresa en tinta azul, que da la idea de haber sido puesta en laactualidad y la firma de Ana de Santa María estampada en tinta sepiadesvanecida. Colección particular.

Page 59: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 55

sale electa por 111 votos Anna de Santa María, habiendo obte-

nido la Madre Juana de la Concepción 10 votos, para Abadesa.

Es la última Acta que se levanta, llenando los requisitos acos-

tumbrados hasta entonces, para las elecciones de las autoridades

del convento; en lo sucesivo se pierde definitivamente esta prác-

tica. En esta parte ocurre algo fuera de lo común.

El último Voto de profesa que firma como Abadesa Anna

de Santa María y que corresponde al de Sor Juana de Santa

María de fecha 5 de marzo de 1661, no aperece calzado con la

firma conocida y acostumbrada de la aludida prelada. No hay

ningún Acta de elección que justifique cambio en la persona

que funja como Abadesa; pero sin embargo en el siguiente

Voto, por orden correlativo, que corresponde a María de la

Asunción, de fecha 21 de agosto de 1661, se encuentra firmado

(sin que exista ningún pormenor que determine la actuación)

por María de San Martín, como Abadesa, siendo la misma la

que subscribe el Voto de Sor Jacinta de San Agustín de fecha

30 de septiembre de 1664, pero ya no en su concepto de Aba-

desa, sino como «María de San Martín, presidenta».

Por su orden, sigue el Voto de Sor María de San Andrés,

de fecha 8 de septiembre de 1665, con la firma autógrafa de

Sor «Juana de la Concepción» como Abadesa. El siguiente Voto

de Sor Phelippa de San Juan, de fecha 8 de diciembre de 1665

está —como el anterior— claramente subscrito con la firma

—que no permite falsificación— de Juana de la Concepción,

como Abadesa. El siguiente Voto de Luisa de San Antonio, de

fecha 21 de noviembre de 1666, está subscrito por otra Abadesa,

de firma completamente diferente e ilegible; pero que según el

nombre incluido dentro del respectivo Voto, puede establecerse

que se trata de la Abadesa Sor Juana de la Concepción (pudiera

ser el que se encuentra registrado a 8 de septiembre de 1665),

es decir, que la última firma es apócrifa y por consecuencia

suplantada en el documento. De todo lo anteriormente expuesto

Page 60: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Convento de la Concepción (Panchoy).

Catedral de Santiago de los Caballeros de Guatemala (en el valle de

Panchoy).

Page 61: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 57

se desprende que Sor Juana de Maldonado y Paz fue Abadesa

del convento, con absoluta certeza, por tres meses, siéndolo en

un aspecto relativo por catorce meses.

El siguiente de Sor Francisca de San Raphael, de fecha

8 de noviembre de 1668, vuelve nuevamente a firmarlo —como

Abadesa— María de San Martín, y en su orden correlativo,

en lo de adelante aparece Antonia de Santa María, de fecha

10 de noviembre de 1670, firmando como Abadesa la MadreAnna de Santa María (este nombre y caracteres de firma bien

conocidos, por figurar insistentemente con anterioridad ) . Desde

la última vez que se cita a Sor Juana (noviembre de 1666), no

vuelve a mencionarse para nada su nombre. Esto hace que se

pueda fijar con certeza el fallecimiento de la profesa MadreSor Juana de la Concepción, del convento del mismo nombre

y que con anterioridad a su reclusión religiosa llevara el nombre

de Juana de Maldonado, quien indefectiblemente murió en San-

tiago de los Caballeros de Guatemala (en el valle de Panchoy)

a la edad de 67 o 68 años y en el período comprendido del 8

de diciembre de 1665 al 21 de noviembre de 1666; por conse-

cuencia, permaneció recluida en el convento de la Concepción

46 o 47 años, habiendo sobrevivido a su padre el oidor Juan

Maldonado de Paz, en 12 años. Acontecen en la vida de Sor

Juana, pasajes en extremo extraordinarios. El conocimiento

sobre su persona se eclipsa totalmente, al extremo de que se le

podría haber dado por muerta desde 1638 hasta 1648 (a esta

circunstancia se debió, que se dejara anotado este año en su

epitafio) por mi parte suspendí toda investigación en un prin-

cipio, toda vez que interrumpido por prolongado lapso, no meinteresó proseguir. Hay dos notorias lagunas en su vida de reli-

giosa. Esta primera que cubre 10 años y una segunda, compren-

dida de 1654 a 1657, en que se le ve esfumarse por tres años.

Con posterioridad al año de 1666 sí es definitiva su desaparición

Page 62: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

58 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

del convento; ni la más mínima alusión a ella se encuentra en

lo sucesivo en todas las actividades del mismo.

Sor Juana Inés de la Cruz, mexicana que representa ser

uno de los mayores prestigios femeninos de América, quien llevó

por nombre en el mundo (pagano) Juana Inés de Asbaje yRamírez de Santillana, fue hija de padre vascongado y madre

mexicana; nació el 12 de noviembre de 1651 y murió a 17 de

abril de 1691. Pertenece al mismo tronco familiar de la Casa

del Duque de Vargas Machuca, que es una de las más antiguas

del mundo, mi buen amigo Enrique de Llano, me ilustra sobre

el siguiente hecho histórico: El apellido Machuca del primero

que lo llevó proviene de que, en una de las guerras sostenidas

por España, en Italia, uno de los soldados españoles (Vargas),

hombre de una fortaleza bárbara, a quien se le había roto su

lanza, no teniendo con que defenderse, desgajó la gruesa rama

de un árbol y usándola como maza, machucó a todos los enemigos

que lo asediaban.

El Rey, en recompensa, le confirió, además de un título o

prebenda, el apellido Machuca, como recordación de la hazaña.

Se dice también que, deseoso de conocer al valiente sol-

dado, hizo que lo llevaran a su presencia y, al darle la mano,

Machuca, apretó tan fuerte —por razón de su misma fortale-

za— que el Rey le gritó : ¡ Suelta bruto ! . .

.

El Duque Ivan II de Vargas Machuca fue secretario de

la Consulta Heráldica Italiana y se puede considerar como autor

de la ley nobiliaria editada en 1934, por orden de Su Majestad

el Rey de Italia Victorio Emanuele III. Se trata de una antigua

familia dinástica emparentada con todos los Reyes de España.

En la actualidad su «Alteza Serenísima el Duque Ivan II de

Vargas Machuca es el Gran Maestro de la Orden de los Hospi-

talarios del Templo» (para muchos decadente, pero que en

mi concepto resurge a toda su plenitud, a través de ulteriores

investigaciones de mi parte, en las que he podido confirmar

Page 63: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 59

todo lo contrario) . Se consolidó en América, contando con regios

representativos, de las ejecutorias de Carlos Wyld Ospina, recor-

dando que para este gran amigo, siempre representó uno de sus

más preciados galardones, del cual como condecorado Templa-

rio, se ufanaba en la intimidad . . . Otro prestigioso condecorado

lo es José Vasconcelos llamado con justa razón maestro, recono-

cida su autoridad literaria internacionalmente.

He aquí los nexos: Don Bernardo de Vargas Machuca,nació en Simancas (Valladolid) hacia el año de 1557 y murió

en Madrid el 17 de febrero de 1622, vivió 6 años en Italia y22 en Indias (parte del tiempo lo pasó en la Nueva España)

donde en compañía de parientes cercanos dejó sucesión, nació

doña Juana, en México, entre uno de tantos descendientes, fue

hija de don Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca y de

doña Isabel Ramírez de Santillana. El apellido de Vargas Ma-chuca es noble en toda la extensión de la palabra, en lo que a

España respecta, queda clasificada en su parte andaluza en las

Ordenes de Santiago (1625-1641). Este caso puede ser bien

explotado, por aquellos que se preocupan por la reencarnación . .

.

Sor Juana Inés de la Cruz es—como queda establecido— ascen-

diente prominente de un Caballero Templario. Viene al mundoapenas pocos años antes de que Sor Juana de Maldonado falle-

ciera; opta por el hábito religioso del monasterio de monjas de

San Jerónimo, en donde ya se encontraba recluida en el año de

1666, pero en el que se le diera de baja momentáneamente el

18 de noviembre de 1667 (para recobrar la salud perdida...

siendo este año el mismo en el cual está comprobado, que nues-

tra Sor Juana falleció), es decir: un astro se eclipsa y el otro

surge. .

.

Sor Úrsula Suárez, religiosa chilena, abadesa del monas-

terio de Santa Clara de la Victoria (en Santiago) nació en 1668

(recién ingresada en el convento Sor Juana Inés de la Cruz) y

murió en 1749 (Según mis investigaciones proviene del mismo

Page 64: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

60 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

tronco familiar de doña Catalina Suárez Pacheco y de doña

Melchora).

Sor Tadea de San Joaquín (Tadea García de la Huerta),

a quien encontramos escribiendo su poema en octosílabos ; «Rela-

ción de la inundación del río Mapocho», en 1783.

Y no se vaya a creer que, en ningún tiempo, haya sido

fácil el reconocimiento de algunas de las celebridades, que

habiendo cultivado su afición a las letras, se colocaron en para-

lelo con la cultura. La propia madre de la lengua castellana,

España, ha regateado méritos a algunas de sus más sobresa-

lientes representativas, y esto, refiriéndome no solamente a his-

toria antigua; aún la más reciente y contemporánea nos hace

meditar en lo difícil que es llevar el convencimiento a los grandes

recalcitrantes. Se entenebrecen las postrimerías del siglo XIXy se obscurece el XX con el solo hecho de haber puesto en boca

de algunos biliosos comentaristas, figuras como la de la ilustre

autora de «Morriña» ; fueron estos días, aciagos para las letras,

cuando la Academia Española de la Lengua se negó a recibir

en su seno, a una esclarecida mujer, aplaudida por el mundoculto, gloria de España: Emilia Pardo Batán. Pero según de

público se ha dicho y se ha demostrado en apasionados escritos,

la creadora de «Los Pasos de Ulloa» ha encontrado siempre

entre los académicos, si no en todos, en la mayoría una ruda

oposición, a manera de lo acontecido con otra de sus glorias:

Gertrudis Gómez de Avellaneda. En estos pasajes no han sido

pocos los que han cometido errores de transcripción ; así tenemos

que durante el reinado de Carlos III se dice que alcanzó la borla

de doctora en Artes y Letras, siendo recibida en la Academia

de la Lengua, como miembro de número, María Quintana Guz-

mán, quien prestigiando a Alcalá en noviembre de 1772 recibe

análogos honores por parte de la Económica matrilense y la

Vascongada. Mas creo que se trata de doña Isidra de Guzmán

y Lacerda que pronunció su discurso de recepción a la docta

Page 65: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 61

corporación el 28 de diciembre de 1784, en cualesquiera de los

casos, con esto, no hace sino afianzar España los prestigios alcan-

zados por su genial Concepción Arenal.

Alfonso Junco se refiere a las obras completas de Sor

Juana Inés de la Cruz, con motivo del recién pasado centenario

de la Décima Musa, nos dice: «Nuestra monja, en radiante

ejercicio de ingenio y de sindéresis, acaudaló y redondeó con

excelencias propias, lo que otros —varones— habían dicho

antes.

«La cosa viene de muy atrás, y Alfonso Méndez Planearte

señala algunos precursores.

«Juan de la Encina, que cabalgó en el lomo de los siglos

quince y dieciseis, habla «Contra lo que dicen mal de mujeres»,

porque

:

«aunque quieren ser muy buenas

nosotros no las dejamos.

Que si son nuestra porfía

no siguiésemos su gala,

maldita la mujer mala

que en el mundo se hallaría.»

«Bartolomé Torres Naharro, en los albores del dieciseis,

afirma en su «Comedia Serafina»:

«De mujeres blasfemamos

los que malas las hacemos.»

«Estos dos precursores se expresan, como Sor Juana, en

Redondillas. Hay también el «Romance del maldiciente», incluso

en el Romancero General editado en Madrid por 1604 y 1614,

que le da un tirón de orejas al conde Cábremelo porque «aban-

donaba a toda mujer»:

Page 66: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

*3I

-"V '

Parte del Convento de la Concepción, como aparece en la actualidad.

Fuente principal del Convento de la Concepción.

Page 67: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 63

«Traidores hombres del mundohan hecho traidoras hembras ...»

«Pero el influjo más próximo a Sor Juana —y que yo tengo

por indudable en este caso como en algún otro— , es el de nuestro

insigne paisano don Juan Ruiz de Alarcón, que en la primera

mitad del diecisiete triunfaba en los tablados de Madrid, y en

el acto tercero de su comedia «Todo es ventura» hace decir al

criado Tristán»:

«Según eso, ¿cómo quieres

que yo, en tanto las precio,

entre en el uso tan necio

de injuriar a las mujeres. . .?»

Varias han sido las personas que se han interesado por

que por mi parte complete la narración, incluyendo en esta

reseña todos los datos relacionados con Sor Juana, muchos de

ellos extractados y utilizados por parte mía en el estudio verifi-

cado sobre su discutida existencia, pormenores sustentados en

el acto de mi incorporación a la Sociedad de Geografía e His-

toria de Guatemala. El Convento quedaba contiguo a la iglesia

de la Concepción, protegido el acceso a él por una gran reja

de hierro y a cierta distancia otra. Arriba de esta última había

una de madera, siendo tal su suntuosidad y tamaño, que cubría

ocho manzanas de terreno, con edificaciones diseminadas en

toda su extensión. Recientemente han sido descubiertas 16 pilas

o fuentes repartidas dentro de estos terrenos, en donde se con-

servan tradiciones discordantes, algunos de cuyos criterios disien-

ten. De todas maneras el emplazamiento actual, está respaldado

por pruebas fehacientes y documentos históricos. Gage nos habla

de un palacete para el uso particular de Sor Juana ;por mi parte

no me interesa conciliar su juicio con el hecho indiscutible de

Page 68: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Capilla privada del Convento de la Concepción, o bien la particular

de Sor Juana de Maldonado y Paz.

Page 69: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Dibujos que son la obra de un orfebre.

5—T. I—I. H.

Page 70: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Un aspecto de las ruinas del templo de la Concepción.

Pila central del claustro.

Page 71: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Baño de Sor Juana y marcos de puertas y ventanas.

Page 72: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

68 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

la realidad actual; ilustro con un juego de fotografías, profusa-

mente, la belleza conservada en vestigios, pudiéndose apreciar

el refinamiento del estilo y arte empleados. Hay encanto en la

estructura de la capilla privada del convento, medios relieves

que dan una idea de refinamiento, ahora sabemos con absoluta

certeza que el baño y algunas de las dependencias, forman parte

del ala edificada para el uso particular de Sor Juana.

Por mi parte no voy a incidir en esta disputa, habida

cuenta, además, de que, cualquiera que sea la verdad, tenemos

que aceptarla en la forma que se contempla en el presente.

Su estilo pertenece al barroco colonial, el más sencillo y sobrio

de todos los barrocos. Su contemplación demuestra la armonía

y filigrana de los dibujos que son la obra de un orfebre, paciente,

minucioso y llena a la vez de gracia. Existe algo de abigarrado

alarde de formas, cinceladas en la pila central del claustro, yen los marcos de puertas y ventanas. Por la documentación que

cito y las foto-copias que reproduzco, queda perfectamente com-

probada la existencia de Sor Juana de Maldonado y Paz, comonombre patronímico, y que posteriormente al año de 1619 optara

por el religioso de Sor Juana de la Concepción, es decir : dos

nombres que indistintamente se refieren a la misma persona.

Con esto no viene sino a completarse un capítulo trunco de

nuestra historia, por cierto en torno a una de las personalidades

más discutidas de la Colonia, durante la época actual. Estaba

fijada por las crónicas y relatos de historiadores, así como por

las tradiciones conservadas, en derredor del año de 1625, la

fecha en que había profesado. Ahora sábese con certeza, que

fue exactamente el día 27 de diciembre de 1619, y cuyo docu-

mento original inédito (con anterioridad a mi ingreso a la

Sociedad de Geografía) , transcribo literalmente a continuación,

así como una fotostática que aparece de este voto.

Page 73: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

ana

S'-**^****

mm¡

toWtkjk <***a| <**•»

/«¡•íV dupa ^^*jU$*ri*»

é4"* x*Jh

Voto fidedigno de la religiosa Sor Juana de la Concepción (SorJuana de Maldonado y Paz).

Page 74: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

70 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Copia fidedigna del voto religioso de Sor Juana de la

Concepción, llamada popularmente Sor Juana de Maldonado.

«Yo Sóror Juana de la Concepción, de toda my voluntad, por

amor y servicio de nuestro Señor Jesuxpo y de la inmaculada

concepción de su madre, Hago Voto y prometo a Dios, y alaglo-

riosa Virgen María y al Reverendissimo prelado que al presente

es de este Obispado, y a sus sucesores, y a buesa Reverencia

Madre María de Sant Pedro Abba de este Santo convento, en

cuias manos Hago profesión, y asus succesoras, de Vivir todo

el tiempo de mi Vida Hasta la Muerte, en obediencia, en

pobreca sincosa propia, en castidad, y en perpetuo encerramiento

según la Regla aesta orden concedida, por el santissimo Papa

Julio Segundo enfee de lo qual lofirmare de mi nombre Y es

Ffo en este monasterio de la Concepción de Guathemala en

veinte y siete de Diciembre de mil Y seiscientos Y diez y nueve

años».

María de San Pauladesanta Juana déla

Pedro Abba Fee maestra con cepción

(Hay una nota que dice:)

Difunta (Rubricada)

(Este voto de profesión está escrito con lindísima letra

de pendolista, así como tal su ortografía.)

Pero para que el documento anteriormente transcrito tenga

todo su valor e importancia, es indispensable que se compruebe

de manera categórica, que doña Juana Maldonado de Paz ySor Juana de la Concepción son la misma persona ; esto lo logrará

ampliamente con el documento que sigue en una acta levantada

en la ciudad de Guatemala y en el propio convento de la Con-

cepción, con fecha 15 de mayo de 1632 (la que no copio en su

totalidad por lo difícil de la interpretación de su escritura) en

la que aparece que el licenciado don Pedro de Bonilla Gil, acom-

Page 75: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

p*. xJl'rt/K¿&/< «4»?..%?

i£jm,WiMP9*!

u4>/l

Constancia de ser la hija del Oidor Juan Maldonado de Paz.

Page 76: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

72 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

panado de otros prelados y notables religiosos, actuando comocanónigo de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad de Santiago

de Guatemala, y para el efecto de elegir Vicaria y «difinidoras»

del Convento, y habiendo recibido los votos de las Religiosas,

salieron electas por mayoría: para Vicaria, la Madre Magda-

lena de San Fabián; para «difinidoras» las Madres Juana de

San Miguel, Isabel de Jesús, María de San Martín, Juana de la

Concepción hija del señor oidor Juan Maldonado de Paz, a las

cuales Vicaria y definidoras, su Ilustrísima confirma en sus ofi-

cios. Están las firmas de puño y letra rubricadas, del Arzobispo

y Secretario.

Estimo, partiendo de una hipótesis, que el calificativo

popular de Maldonado, que se le atribuyó en su voto religioso,

depende sin duda alguna, como es natural, del apellido familiar

y con el que frecuentemente se le distinguiera para diferenciarlo

del nombre del claustro en donde se internó, atribuyendo a lo

mismo el epitafio aquel de que se tiene conocimiento y que fue

colocado sobre su tumba, donde —según dicen— aparecía como

Sor Juana de Maldonado. Solamente deseo allanar en lo posi-

ble, las innúmeras dificultades con que hasta ahora se ha trope-

zado en materia tan intrincada. Confío en que todas estas reve-

laciones han de contribuir en mucho, al esclarecimiento de hecho

tan sugestivo a la par que tan meritorio y brillante en nuestra

historia patria. Es deber de todos los guatemaltecos en general

y de cada uno en lo particular, tratar de salvar del olvido todo

aquello que nos honre ; en ello está comprometido el patriotismo.

Alienta el poder comprobar la veracidad de lo que hasta ayer

no pasaba de ser la fantasía de un ser creado a voluntad y seme-

janza del espíritu, exagerado e inquieto, del único cronista colo-

nial que la cita. En esto último, me atengo solamente a lo que

por mi parte he podido comprobar y consultar. Me refiero a

Tomás Gage, quien en vez de beneficiar contrarrestó la prueba

de existencia de figura de tan sugestivos alcances. Muchos otros

Page 77: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 73

notables autores modernos, han urdido en contorno a su imagen,

todo un derroche de bella fraseología, consolidándose su perso-

nalidad, a través de la inspiración del poeta, de lo acucioso del

historiador, de toda erudición y de todo lirismo. Ya para nuestra

época actual, coinciden exactamente la realidad de los hechos

con lo sublime de las crónicas, tan perfectamente como son ver-

dad absoluta hoy día las fechas citadas y anotadas; bien vale

la pena aceptar de buen grado, que la fuente de información de

que tomara la esencia de su obra don Máximo Soto Hall, ha

sido del todo veraz, quitándole a su libro —para los fines histó-

ricos que persigo— «La Divina Reclusa» todas las figuras yadornos retóricos y ateniéndonos solamente a la parte histórica

que puede contener. Al cotejar las fechas a que alude el señor

Hall, con las que poseo, de origen inequívoco, llego a la conclu-

sión de que son exactamente las mismas, pudiendo establecer

esta conclusión todos aquellos que se enteren pacientemente de

las fechas anotadas en «La Divina Reclusa», calificada por su

autor como una crónica novelada en que todos los personajes que

figuran son rigurosamente históricos. Todo esto me ha obligado

a la verificación minuciosa de las fechas, a partir de la relación

que se inicia en el mes de junio de 1627, en que se vino a avecin-

dar, procedente de la Península, el linajudo caballero don Juan

Maldonado de Paz, quien contaba a la sazón veinte años : «Hace

alrededor de cuarenta años, según mi noticia», comenzó diciendo

doña Florinda, etc., etc.; de ello se desprende que, si del año de

1627 deducimos los cuarenta años, llegamos a la fijación de la

primera fecha importante, o sea el año en que arribó el señor

don Juan: 1587. Si a su llegada él tenía veinte años de edad y

se decidió a contraer matrimonio cuando apenas contaba treinta

años, luego entonces aumentaré la fecha inicial en diez años:

1597, en que contrajo matrimonio (lo estricto de las costumbres

de la época y por lo relevante de la personalidad de que se trata

puede que hubiera influenciado para llamarle matrimonio).

Page 78: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

74 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

De esta unión nació la que debía ser Sor Juana, siendo lógico

suponer que esto aconteció, más o menos por razones naturales

y numéricas al hacer el cómputo, para el siguiente: 1598; de

esta suerte, el año de nacimiento de doña Juana Maldonado

de Paz corresponde a 1598, habiendo muerto la madre cuando

ella frisaba en los cinco años: 1603. Después de la decepción

sufrida por doña Juana, en lo que al matrimonio que tenía

concertado con don Santiago de Córdova se refiere y que tuvo

por causa su desaparición, llevándose consigo a una joven casa-

da. Continúa la narración: «Desde aquel momento doña Juana

se encerró en su casa, etc., etc. ¿Cuándo pasaba esto?—preguntó

don Rodrigo. Va para ocho años, en septiembre— repuso la

viuda. Me acuerdo porque en esa ocasión se celebró con muchapompa la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes, etc., etc.»

Fecha absolutamente exacta, toda vez que si restamos los ocho

años al de 1627, nos encontramos en 1619, año que, quedó com-

probado sin lugar a dudas, por medio del documento auténtico

que copié anteriormente y el que puede calificarse de inédito.

Es decir, doña Juana profesó a la edad de 21 años, habiendo

permanecido recluida en el monasterio durante 47 años, o sea

hasta 1666, en que todo me hace pensar que le sorprendió la

muerte. Se puede afirmar que la vida de esta monja se divide

en dos principales etapas. La una, de 1598 hasta 1619, en que

dejó de existir para el mundo doña Juana Maldonado de Paz;

la otra, de 1619 hasta 1666, bajo el denominativo de Sor Juana

de la Concepción y lo que aconteció por haber optado por el

hábito de este convento. Se da por bien sentada, real y efectiva,

la existencia de un suntuoso coro bajo, en el templo del con-

vento, cuyo corredor principal cerrado con fuerte reja daba

al cerro de la Cruz, a corta distancia del río Pensativo. En el

deseo de confirmar algunos detalles, efectué una visita de estudio

a la ciudad de La Antigua Guatemala. Me cupo en suerte —en

aquella ocasión— la de que me sirviera de asesor técnico, una

Page 79: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Moles y enormes fragmentos desplomados sobre la bóveda subterránea

del templo de la Concepción.

Page 80: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

<:*

Virgen de la Concepción modelada en una de las bóvedas de la Iglesiade la Concepción en Santiago de los Caballeros de Guatemala (Panchoy).

Page 81: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 77

de las autoridades con que se cuenta en Guatemala, el ingeniero

Rafael Pérez de León, consagrado ingeniero y artista que se

inmortalizó con su obra cumbre: El Palacio Nacional del Go-

bierno, quien gentilmente se prestó a asistir en mi compañía a

la verificación de algunos pormenores. Llama mi atención yme ilustra —sobre un medio relieve— que representa la imagen

de una virgen en el misterio de la Concepción. Se trata de una

verdadera obra de arte, bastante bien conservada, modelada

en lo alto de una de las bóvedas de la primitiva iglesia de la

Concepción de Santiago de los Caballeros de Guatemala (inclu-

yo una foto-copia ilustrativa ) . Pero lo extraordinario acontece

cuando desciendo a la bóveda subterránea del templo de este

convento y la cual sirviera de sepulcro a las monjas y algunas

de las personalidades coloniales. No fue sino hasta el decenio

de 1840 (con ocasión a una de las epidemias de cólera) cuando

se instituyeron las necrópolis en el interior del país (Quetzal-

tenango), a pesar de que desde el 15 de mayo de 1804 —por

Real Cédula— se prohibió en las colonias españolas de América

que se siguieran sepultando los cadáveres en el interior de los

templos; pero se continuó con la antigua costumbre. Con rela-

ción al cementerio de Santiago de los Caballeros de Guatemala

(en Panchoy), la fecha más concreta que poseo, data del año

de 1834, en que se alude al «campo santo» de San Lázaro.

Me decía el ingeniero Pérez de León: (refiriéndose a la

bóveda subterránea del templo de la Concepción) como estruc-

tura es ciertamente muy bien proporcionada y bella. Pero lo

sorprendente es que en su construcción mediaron sólidos cono-

cimientos de ingeniería, por parte de aquellos notables religiosos

y primeros colonizadores. Los terremotos hicieron desplomar

enormes fragmentos, en la obra de la fábrica principal del tem-

plo, y a pesar de que la cubierta no tiene un espesor mayor de

10", resistió al peso en el derrumbamiento de aquellas moles

(incluyo foto-copias que sirven para ilustrar). Seguramente allí

Page 82: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Los tres maestros en la historia, confundiéndose las artes, las ciencias y las

letras patrias.

Kuinas del Templo de la Concepción (Panchoy).

Page 83: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 79

se conservó, o se conserva, la osamenta de la que en vida fue

Sor Juana de la Concepción (Juana de Maldonado y Paz).

Por mi parte estimo fructífero —en lo que me interesa— aquel

recorrido y no podía haber sido de otra manera, ya que depar-

tía con maestros de sólidos conocimientos: Humberto Garavito,

Pedro Arce y Valladares y Rafael Pérez de León.

He aquí una copia a grandes rasgos, pero literal, que viene

a reafirmar aún más, todo lo que he dejado anotado anterior-

mente: «Acta levantada a veinte y dos días del mes de mayode mili y seiscientos y treinta y cinco años» (la que para mayor

abundamiento cito), la misma que con toda claridad deja cons-

tancia de una nueva elección recaída en ella y por medio de

la cual se le confirma como «difinidora» (a Sor Juana de Mal-

donado). Quizá muy comunmente la llamaban por su nombre

de familia en el interior del convento, pues se nota que, tan

luego como recapacitó la persona de don Diego de C. Salva-

tierra, que actuó como secretario en aquel acto, tachó el ape-

llido Maldonado, escribiendo por encima, de la Concepción,

y salvando al fin de este instrumento, en los términos literales

que copio, este error: «Mando y firmo y las otras Vicaria ydifinidoras (entre renglones Concepción y de ado, niq. novalga

lo de ado. y lo otrossi». Con seis firmas más este documento

también está claramente firmado de puño y letra por Sor Juana

de la Concepción. Huelga considerar que, lo de ado. se refiere

a Maldonado, pues como está tachado y se trató de borrar,

escribiendo sobre la primera parte del apellido, solamente es

legible el fin. Existe un Voto de profesión de «Sor Catalina

Yosefa a 19 del mes de marzo de 1628»; siguen dos actas y a

continuación el Voto de profesión de «Sor Leonor de San Joseph,

a trece días del mes de diciembre año de mili y seiscientos y

treinta 8». En una de las actas intermedias se da a conocer que

salieron electas: para «Vicaria, la Madre Gerónima de San

Sebastián y por difinidoras las Madres Paula de Santa Fee, Anna

Page 84: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

80 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

de la Natividad, Anna de Santa María y Juana de la Concep-

ción a todas las cuales religiosas, etc., etc.». Tal acta está fir-

mada por todas las electas mencionadas; pero no aparece la

firma de Sor Juana de la Concepción (se interrumpe toda alu-

sión a Sor Juana, a quien no se vuelve a nombrar, hasta el año

de 1 648 ) . Por estar completamente consumido el papel en don-

de se presume que estaba anotada la fecha de esta acta, no es

posible incluirla.

Eliminando quizá, ciertos pequeños errores, la parte nuclear

histórica ha tomado el cuerpo que le corresponde, en todo lo

concerniente a doña Juana Maldonado de Paz, posteriormente

Sor Juana de la Concepción. He podido comprobar como efec-

tivas algunas de las alusiones que Tomás Gage hace, en lo refe-

rente a que todas o la mayoría de las religiosas que profesaban

en el convento de la Concepción, llevaban cuantiosas dotes.

Se les tenía abierta una especie de cuenta corriente con cargos

y abonos, partiendo la cantidad inicial de la suma aportada y

pormenorizando las cantidades en efectivo que se les entregaran

para sus gastos. Este mismo escritor relata que se había tratado

de elegir superiora o abadesa a esta monja, lo que vino a causar

un escándalo en la ciudad como en el interior del monasterio.

Tuvo lugar una verdadera conmoción en el convento; las reli-

giosas se dividieron en simpatías para esta elección, trascen-

diendo los efectos fuera del monasterio; sonaron las campanas

a alarma ; todos los vecinos prestos estuvieron a salir en defensa

de sus hijos o familiares, amenazando con echar las puertas por

tierra. Lograron las autoridades imponer el orden y todo ter-

minó satisfactoriamente, al saberse que Sor Juana declinaba el

honor que se deseaba conferirle. Supongo que no otra cosa, sino

lo anteriormente expuesto, vino a obligar a las autoridades ecle-

siásticas a tomar medidas de la importancia de lo que se hizo

anotar en las actas de 23 y 24 de agosto de 1625. Copio a

continuación los documentos que respaldan esta opinión, a saber

:

Page 85: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 81

no fue sino hasta los días 23-24 de agosto del año de 1625,

cuando por disposición expresa del obispado, se introdujeron

reformas y alteraciones substanciales en la redacción y formato

de los Votos de profesión, todo esto debido a ciertas dificultades

surgidas en el régimen interior del convento, que originaran

las palabras textuales que cito, y que aparecen en un acta levan-

tada en la época, a saber: «de las Monjas de este Convento

de Nuestra Señora de la Concepción, y el modo que en ellas

se tiene es de grande indescencia e commision del orden. Especial

y Jurídico con que acto de tanta importancia autoridad Ecle-

ssiastica. Sease saber; pues en presencia del Prelado que las

mas veces assiste, y algunas de Pontificia siempre su Provisor yVicario general, otras personas de Respetable dignidad, etc.,

etc.; y termina: «La que diosaforma seguarde y cumpla y todo

lo eneste auto contenido sopeña excomunicationis maioris Latae

Sententiae ipso facto incurrendae a la qual Mandaba y Mandoque ningún Su Inferios la Altere interprete Ny mude ento do

ni enParte Ny deste libro sequite Ny borre. Assi lo mando, yfirmo.

Obispo de Guatemala.

Por Mdo. del Smo. Misr y Antemy.

Po. Ramírez de Valdez M.

Secreto. (Rúbrica)».

O bien en el acta anterior, o la que a continación sigue,

tuvo origen el episodio ocurrido y que alterara la calma del con-

vento, me atengo sobre el particular a la cita hecha por el señor

Gage:

«En la Ciudad de Santiago de Guatemala a trese días del

mes de mayo de mili y seiscientos y treinta y dos años su señoría

Ilustrísima Sr. Doctor Don Augustín de Ugarte Saravia por la

gracia de Dios y de la Santa Sede Appostólica Obispo de la

6—T. I—I. H.

Page 86: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

82 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Ciudad de Guada, y Verapaz Misror. del Consejo de Guatemala.

Dixo que en este libro debiendo estar escritas en el las elecciones

que ha habido de Abbadessa y oficiales en el Convento de la

Concepción de esta Ciudad no se hallan en el sino solas tres ybuscando la elección del trienio próximo passado en que fué

Abbadessa La Madre Juana de la Trinidad no esta en el otro

libro y aesta caussa no haber información por donde conste aver

cumplido sobre los usos ha obedeser pressente mes de Mayo.

Para que en todo tiempo conste y parezca el dia mes y año en

que fueron electas La Abbadessa y demás oficiales y se ebiten

inconvenientes. Mandaba y Mnado que La Abbadessa que fuese

nuevamente electa dentro de ocho dias primeros siguientes, haga

que el Secretario ante quien ^passare la elección la escriba yautorise en otro libro con apercibimiento quien assi no lo hiciere

se le hará cargo de ello en la primera visita, ansi lo proveyó

mando y firmo. Sus Altissma.

A. Stago de Guatemala

(Rúbrica.)

Por mando del

Altimo. Iltmo.

A temi.

Don Diego de C.

Salvatierra.

Secretario.»

Y para finalizar en lo que respecta a toda esta documen-

tación, quiero citar en última instancia diferentes fragmentos de

las actas levantadas con fechas 23 y 24 de agosto de 1625. Me ha

sido casi imposible seguir una ordenación correlativa en la colo-

cación de las fechas, ya que se dificulta tanto más la paleografía

de todos estos documentos, por lo borrosa que los siglos han

puesto su escritura;pero en todo caso, aún usando arduo esfuerzo,

Page 87: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 83

legibles para constituir comprobación irrefutable de respaldo

histórico de singular mérito. Sigue la transcripción documental

anunciada en renglones anteriores, a saber:

«Prefiriéndose la Abbadessa entodo loquees Jurídico, y de

Autoridad en grave ofensa de la suya, del reconoscimiento yrespeto que seledeve y jurisdicción. Y porque cossa tan impor-

tante sea, y se execute conforme derecho con la desencia con-

veniente, y Reverencia Devida al Prelado, etc., etc.»; en otro

párrafo: «Hasta aqui en la fuerza ligitimidad, y valor que han

tenido, y tienen. Iqueriendo solo Reformar el modo y orden de

hazerse»; en otro párrafo: «que de otra manera se sigieren.

Da. y declara por nulas. Y deningun effecto, etc., etc.»; en el

acta de 24 de agosto: «estando el Illmo. Maestro Don Fray

Joan De Sandoval y Zapata de la orden de S. Augustin, del

cosejo de mis. en el Convento de la Concepción de esta Ciudad,

y junto todo el encommunidad en el coro bajo y en Presencia

De su Sazuma mis. yo el ifra scripto secretario ley en Alta Voz

y notifique el auto de susso atodo el dso. Convento (sigue una

parte completamente deteriorada y a continuación) Provissor

y Vica. eneste obpado. etc., etc. Firma Po. Ramírez de Valdez

M. Secreto».

Sin lugar a dudas, la objeción principal que se argüía, por

parte de las opositoras a esta elección, ha de haber sido la poca

edad y tiempo que tenían sus Votos, todo contrario a las reglas

concedidas a la institución; puesto de tal responsabilidad sólo

podía ser desempeñado por las monjas más autorizadas y de

mayor respeto, por su edad, tiempo de haber profesado y méritos

sobresalientes en su vida religiosa.

V

Page 88: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 89: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

CAPITULO IV

Vinculación de muchos de los pasajes de la vida

colonial con el convento de san francisco. manuscritode la Abadesa Sor Antonia Arze. Valiosas foto-copiasDE PINTURAS ORIGINALES. El HABITO DE LAS CONCEPCIONISTAS.En corto período DE TIEMPO se aclaran los enigmasRELACIONADOS CON SOR JUANA DE MALDONADO Y PAZ.

Pero es indispensable convenir que muchos de los pasajes

o episodios de la vida colonial, se encuentran relacionados con

el convento e iglesia de San Francisco, todo sin duda por ser

uno de los centros religiosos más importantes del país. Hacealgún tiempo sustenté una tesis por la que pude comprobar la

discutida existencia de la concepcionista Sor Juana de Maldona-

do y Paz, hija del oidor licenciado Juan Maldonado de Paz —

y

la que profesó en el convento de la Concepción, a 27 de diciem-

bre de 1619. Como es bien sabido, la escritora guatemalteca,

Elisa Hall de Asturias, publicó en septiembre de 1938, una obra

que suscitó intensa polémica, y la que no pocos dolores de cabeza

le produjo, intitulada «Semilla de Mostaza». Posteriormente,

en diciembre de 1939, se imprime su libro —que esta vez llama

a secas— «Mostaza» y en el que encontramos ya a don Sancho

Alvarez de Asturias —por el mes de junio de 1666— (que

resulta ser el mismo año del fallecimiento de Sor Juana) en

viaje hacia las indias occidentales, describiéndonos sus impre-

siones a su llegada al «Reyno de Guatemala» (algunos escritores

citan la producción de la señora Hall de Asturias, relacio-

nándola al nombre de Sor Juana de Maldonado y Paz; veremos

85

Page 90: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Iglesia de la Concepción (Panchoyj

Nuestro consagrado artista Humberto Garavito, utilizando como motivo el

baño de Sor Juana, para que pudiera servir de carátula a esta obra.

Page 91: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 87

cuanto de cierto hay en esto . ..

) Ahora encuentro que, en el

año de 1617, teniendo ya la Tercera Orden, ingresados sobre

poco más o menos —entre Hermanos y Hermanas— un número

de cuarenta, se procedió a la primera elección de Ministro,

recayendo el nombramiento por unanimidad en el HermanoBartolomé Martínez del Anillo. En esta forma síguense desarro-

llando las actividades de la organización religiosa, hasta que en

fecha 11 de octubre de 1620 (casualidades raras —pero que

existen— lo anteriormente expuesto acontecía apenas un año

después del ingreso de Sor Juana al convento de la Concepción)

en el mismo día y mes al del ingreso, en la Sociedad de Geogra-

fía e Historia de Guatemala, del que esto escribe y que afianzó

comprobando la existencia real de su personalidad mundana

y religiosa. Se procedió a publicar la cuarta elección, por medio

de la cual fue confirmado «en el oficio del Ministro el Herm.

Bartolomé Martínez del Anillo, porque aunque se intentó que

lo fuera el oidor licenciado Juan Maldonado de Paz, etc., etc.»,

de lo que se deduce que el licenciado Maldonado de Paz llegó

al país en derredor de 1587, designado oidor de la Real Audien-

cia en el Ayuntamiento de la ciudad de Santiago a 19 de marzo

de 1609, falleciendo a l9 de junio de 1653 o sea que, en el año

de 1953 rebasó la tercera centuria de su muerte, como consta

en el testamento pasado ante los oficios del escribano Luis de

Andino. De todo esto se desprende el hecho de que por aquel

entonces era uno de los más allegados a la Tercera Orden, toda

vez que —de otra manera— no podría haber sido propuesto a

ejercer funciones tan delicadas al prestigio de la institución.

Por demás, famoso y original el período que comprende

estos pasajes. Don Mathias de Palencia Monterroso, adquiere

por compra en 1674, una valiosa propiedad de 144 caballerías,

denominada «San José», pero a la que posteriormente, se le

conoció por la «Hacienda de Palencia». Fue dueño de ella por

aproximadamente 15 años, habiéndola enajenado al convento

Page 92: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

88 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

de los padres dominicos a 13 de diciembre de 1689, por escri-

tura que pasó ante los oficios del Escribano Bernabé Roxel.

Cabe la cita, por haber también pertenecido don Mathias a la

«Tercera Orden de Penitencia del Hábito descubierto del Señor

San Francisco», quedando concertada la venta por la suma de

trece mil pesos de a ocho reales. El inventario que se incluye es

detallado, y algunos de sus términos sumamente originales:

«Veinte suerte de caña de todas edades que para moler se van

llamando las unas a las otras, etc., etc.». En la repartición del

valor anotado deja la suma de 1,000 pesos a favor de «Josepha

de San Juan la serrano, Religiosa del Convento de Monjas de

Nuestra Señora de la limpia Concepción de esta dicha ciudad».

A esta religiosa le corresponde el número correlativo de profesas

302, habiendo ingresado a 19 de marzo de 1662 —dándosele

el calificativo de la serrano— por ser hija legítima de JuanSerrano y de doña Beatriz de Rivas. Poco después, a l

9 de julio

de 1692, otorga otra escritura ante el propio Roxel, cediendo

derechos en los siguientes conceptos: «un mulato mi esclavo

llamado Phelipe Catalán que será de edad de 38 años, que

hube y compré del Capitán Don Antonio de Fuentes y Guzmánsegún escritura que a mi favor otorgó ante Antonio de Rosales,

Escribano Real, a los veintiuno del mes de junio del año pasado

de 679 y con este título lo he poseído y lo vendo por esclavo

sujeto a servidumbre y por libre de empeño, obligación e hipo-

teca, con todas sus tachas, vicios y enfermedades públicas ysecretas» . .

.

Pero retornando ahora —se preguntarán mis lectores a

qué vino la cita que efectué— a las obras de la señora Hall de

Asturias (tal como podría hacerlo también de muchas otras)

a manera de la escrita por don José Milla («Los Nazarenos»),

don Víctor Miguel Díaz, Máximo Soto Hall («La Divina Re-

clusa»), el licenciado Salomón Carrillo Ramírez y Manuel Ga-

lich («Una Carta a su Ilustrísima») , en las que en su mayor

Page 93: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 89

parte es aprovechada (la histórica y prestigiosa figura de Sor

Juana) por la fantasía de los autores; pero en lo concerniente

a la primera citada, aclaro que se ha debido simplemente al

hecho de que en una nota insertada (en la última edición) de

la Crónica del padre Vázquez (Biblioteca «Goathemala») apa-

rece: «había muy buenas relaciones entre el oidor y los fran-

ciscanos contra lo que supone la discutible novela «Mostaza»

no ha mucho editada». En descargo de mis consultas, muy vaga

ha sido la apreciación encontrada, a no ser por el franciscano

aquel que en compañía del inquisidor, del bachiller y del mer-

cedario, impugnan en la autenticidad de la obra literaria de Sor

Juana . . . Mucho me temo que en lo de adelante me extenderé

volviendo nuevamente a tratar del tema —para mí tan cauti-

vador— que cubre toda una época y en la que se perfila comoindestructible protagonista Sor Juana de Maldonado y Paz. .

.

de suyo, ya consagrada por la leyenda y tradiciones populares.

En la vida del convento y de esta monja se suceden pasajes

peculiares: En un libro manuscrito de la Madre Abadesa, Sor

Antonia Arze, quien profesó a 22 de febrero de 1767, subscri-

biendo su primer Voto como Abadesa, el 8 de diciembre de

1803, habiendo fallecido el 13 de septiembre de 1820 (un año

antes de la Independencia) , aparece un «índice de lo convenido

en este libro de hábitos de Novicias y Religiosas de Nuestra

Señora de la Concepción lo que se hace observar para dar el

Hábito a las Novicias fol. 1. Bendición del Hábito, 2. Preguntas

que se han de haser a la Novicia quando no esta examinada2»

«La letra de el Retus se canta mientras al tiempo de

desnudarla la vestidura seglar: y el Salmo Beatry, etc., asi que

sele empiesa a poner el vestuario déla Religión, que el primero

significa desnudarse de el viejo, y el 2 vestirse de el nuebo, etc.»,

adelante: «Modo de dar el Habito alas Novicias del Convento

de Nuestra Señora de la Concepción de Guatehamala.

Page 94: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

90 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

«Puesta una messa al lado de la Epístola y sobre ella el

Habito sale el sacerdote y dise la Missa aque asisten la Novicia

y la Madrina delante del Altar con candelas encendidas que

ofrecen al sacerdote después, etc., etc.»; prosigue en lo de ade-

lante: «Baja el sacerdote a la ventana del coro y si la Novicia

esta ya examinada desuvoluntad como es costumbre el hacerlo,

el dia que para esto se asigne, seomiten las preguntas de abaxo;

pero sino lo esta se le preguntara: si entra en la Religión de

su voluntad a servir a Dios o si entra violentada, aducida, o

intimada 2. Si es libre, no casada, si ha dado palabra de casa-

miento y se halla obligada a cumplirla 3. Si tiene a su cargo

hacienda agena de que cuidar, dar quenta con obligación de

restituir 2.

«No haviendo impedimenta dirá el sacerdote, etc., etc.

«Si no fuera virgen cantara el sacerdote en lugar de la

antiphona Veni spensa Christi, la siguiente: Veni electa mece

y prosigue el coro, etc., etc.» (en la parte ilustraciones aparece

una foto-copia de la música y letra que se tocaba y cantaba).

Este libro manuscrito perteneció —como lo llevo indica-

do— a la Abadesa Sor Antonia «Arze», encontrándose contenida

en él una dedicatoria que reza así: «Mil gracias emos dado

al altísimo por el particular veneficio que al santo Convento yso

poniéndola de su prelada: esperamos en el mesmo Señor la

colme de toda su bendición para todo su desempeño: V. Ra.

reciba no la groceria del paravien si la sinseridad questos sus

pobres profesamos. Con verdadera Voluntad.

«B L M a V Ra sus mas humildes criados.

«Pedro y Vrsula.»

De una bien conservada y suntuosa colección particular

que se guarda con celo en nuestra ciudad Capital de Guatemala,

pude lograr de su propietario (no incluyo el nombre por no

Page 95: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Supuesto ser la Concepcionista, Sor Juana de Maldonado y Paz.

Page 96: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

92 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

estar autorizado) que me permitiera imprimir algunas foto-copias

de valiosos originales que posee. Entre algunos de estos tesoros

históricos de inapreciable valor, se me dio a saber de un cuadro

pintado —en todos conceptos antiguo— representando a una

religiosa profesa en su hábito de penitente, haciéndoseme cono-

cer que atribuía la pintura a renombrado artista de la colonia,

quien hizo representar en el mismo a la concepcionista «Sor

Juana de la Concepción». Creció de inmediato mi interés y meconsagré —desde entonces— a la búsqueda y comprobación de

algunas de sus características. En primer término surgió para

mí la duda de si el hábito que la viste, era el usado entonces en

el convento de la Concepción en Santiago de los Caballeros de

Guatemala, siendo mi deber el investigar sobre tales pormenores.

«La Cantiga de las Piedras» por Alfonso Toro, me ilustra bas-

tante bien; en una de sus páginas a colores aparece: «Hábitos

religiosos de la época colonial», primeramente se representa a

una «Monja Concepcionista de la Encarnación», en seguida:

«Monja Concepcionista de Guadalajara», y por último: «Mon-ja de la Concepción Concepcionista», todas tres utilizan manto

azul celeste, con toca blanca de lienzo que cubre la frente; pero

la que tiene más estrecha semejanza con la monja que se hizo

representar en la pintura, es la correspondiente a Guadalajara

(las otras dos se diferencian por ciertos recortes en la tela que

les cubre la frente). Lo importante es que se sepa a través de

la propia descripción, en la obra de Alfonso Toro: «túnica y

escapulario de estameña blanca, manto azul celeste, sobre el

escapulario un gran escudo pintado con la imagen de la Virgen,

otro pequeño en el manto, sobre el hombro derecho ; toca blanca

de lienzo que cubre la frente, mejillas y garganta, y cordón de

cáñamo a la cintura».

En cualesquiera de los casos no me encontraba comple-

tamente satisfecho; surgían ciertas incertidumbres ; había que

profundizar, tanto más. .

.

Page 97: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Pintura colonial perteneciente al Museo Nacio-nal que se encuentra abandonada en algúnpuerto de la América del Sur . .

.

Page 98: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

94 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

En otra colección privada (parte de cuyos originales fue-

ron facilitados para ser expuestos en el Museo Nacional)

, se mellama la atención sobre una (velada fotografía) de una pintura

en que se quiso hacer representar (en forma atribuible) a «Santa

Cecilia» . ..

, sin ponerse de acuerdo buenas o malas lenguas,

algunas de las cuales me afirmaron ser la efigie de «Sor Juana

de Maldonado y Paz» (Sor Juana de la Concepción». En mi

concepto mucho falta para un veredicto definitivo; pero en nin-

guno de los casos hay que desestimar. Ambas son pinturas autén-

ticamente antiguas «inusitadas para el tiempo en que fueron

llevadas al lienzo o al madero) ; sobresalientes en interpretación

y poco frecuentes para personajes que no fueran relevante repre-

sentación de familia e instituciones. Mas recientemente (octubre

de 1956) he podido observar detenidamente una pintura cuyo

origen tuvo lugar sin motivo a dudas— en Panchoy (Antigua

Guatemala) . Se trata de una bella modelo, a la que se representa

en posición meditativa, con uno de los brazos alzados, en sostén

de una bien formada cabeza ... En todos conceptos se trata de

una pintura excepcional para su tiempo, en el que estaba vedado

para la mujer participar en todo género de inquietudes intelec-

tuales. ¿Que esta pintura corresponde exactamente a la época?,

ni dudarlo. ¿Que el artista hizo representar a tres figuras? (dos

hombres y una mujer), perfectamente comprobado. Desgracia-

damente la anterior persona poseedora, negoció las figuras de

los caballeros, separadamente, con compradores anticuarios ex-

tranjeros. Esta amputación dio por resultado que no pudiera

consultar en las partes en que estaban representados varones.

Con relación a estos aspectos, seguirá la terrible incógnita . .

.

Para afianzar las conclusiones a que pueda llegar, es indis-

pensable pormenorizar sobre ciertos aspectos: de principio hay

que recordar que la segunda de las fotografías, es imperfecta

(en blanco y negro) las incluidas en la Cantiga de las Piedras,

son policromías, difíciles de interpretar en ciertos colores par-

Page 99: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 95

ticulares; sería arriesgarse a sustentar definidos aspectos. Corro-

boro con esta circunstancia mi primera impresión. De todas

maneras tuve que recapacitar en lo concerniente a un fotogra-

bado de doña Mariana de Austria, de un óleo por Carreño de

Miranda (en la antigua Academia de San Carlos);pero sobre

todo en lo concerniente al óleo de Miguel Cabrera (en el MuseoNacional de México), en donde se encuentra estampada al

lienzo la efigie de Sor Juana Inés de la Cruz. Todo lo anterior-

mente expuesto me ha hecho parar mientes en determinados

detalles: de los artistas coloniales que se preocuparon de Juana

de Maldonado y Paz, con anterioridad a su reclusión religiosa

lo fue Francisco Montúfar Bravo de Laguna, quien con antela-

ción al año de 1615, representó a Juana como a Santa Lucía.

Uno de los fotograbados que ilustran, se encuentra alejado en

un todo de las características de Santa Cecilia; pero no desen-

caminadas a las de Santa Lucía (en lo visible de sus objetivos)

donde aparece singularizada con una calavera, sin duda en

demostración a Lucía de Belefar, nacida en Castro Porciano,

de quien se cuenta «que advirtiendo que un joven le seguía a

todas partes, inquirió la causa, y habiendo averiguado que estaba

prendado de sus ojos «impulsada de espíritu superior», se los

arrancó y envió al galán. A este hecho alude el que se la repre-

sente sosteniendo en un plato sus ojos; todo ello porque la con-

funden, los pintores con su homónimo de Siracusa. . . Inter-

pretación : descansa, o más bien expresado, puede dársele el sig-

nificado de que la calavera, en la especificación, se refiere al

espacio dejado por la órbita de los ojos (por demás bellos y

expresivos, tal como aparecen en cada una de las foto-copias).

De comprobarse el acertó (nada extraordinario), la tradición

imperante quedaría así: la primera —como la última pintura

llevada al lienzo en los años de 1611-1613 por el pintor Fran-

cisco Montúfar Bravo de Laguna; y la otra pintada posterior-

mente en diferente época y por otro artista— pero no de las

Page 100: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Pinturas atribuibles a Montúfar en que representa a Sor Juana de Maldonadoy Paz antes de ingresar en el convento de la Concepción.

Page 101: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 97

superiores ejecutorias de Montúfar (ya en su concepto de reli-

giosa). Importa convenir en que no puede haberle servido de

modelo al natural (prohibido en la época, por las disciplinas

religiosas) por lo que es de suponer que utilizó una de las pintu-

ras anteriores o, en su defecto, la retentiva en la impresión con-

servada. . . (en la imagen de la persona). Convengamos en que

en todas corrobora singular belleza física, la que por razones

del hábito se acrecienta; ya en su concepto de religiosa (como

Sor Juana de la Concepción) se da en el óleo a sentir en toda

su superioridad. Bajo estos rasgos —estudiándolos estrecha-

mente— encontramos: firmeza depurada y ojos expresivos

(sintomáticamente la vida de un retrato). Todo me hace

suponer que este óleo debe haber sido pintado entre los años de

1625 y 1632, toda vez que firme está la conclusión de que por

el año de 1637, figuraba en toda su plenitud en el convento.

El solo hecho de meditar, da grima, al tener que reconocer

lo descuidados que somos los guatemaltecos. Una de las pinturas

que he venido describiendo anteriormente, perteneció a la colec-

ción de don Justo de Gandarias, adquirida posteriormente por

el gobierno y que pasó a formar parte de nuestro museo nacional.

Según tengo entendido, gran parte de esta colección fue enviada

a suramérica, para ser exhibida en una exposición; se trata de

cuadros de arte que representan ser herencia de nuestros ante-

pasados y los cuales deben de retornar al país, toda vez que son

tradición artística. Don Nicolás Reyes Ovalle manifiesta: «Uno

de tantos ministros plenipotenciarios se dio cuenta que en una

bodega (de un puerto suramericano) estaban arrinconados los

cuadros y gestionó ante el gobierno arbencista la erogación nece-

saria para pagar almacenaje, y no lo logró. Ese gobierno no le

dio importancia a esas obras de arte, y todavía han de estar

arrinconados, y quizá deteriorados por la acción del tiempo y de

la incuria nuestra, porque los guatemaltecos somos excelentes

7—T. I— I. H.

Page 102: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Tanto la pintura de arriba, como la de abajo corresponden a los vestigiosdel claustro del Convento de la Concepción de Santiago de los Caballerosde Guatemala (Panchoy).

Page 103: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 99

como olvidadizos y poco amantes de conservar nuestras joyas

históricas».

Pero compréndase, lo que me ha hecho inclinar a este

género de aseveraciones es el hallazgo por mi parte efectuado en

(«El Libro de Fundación del Convento de Monjas de Nuestra

Señora de la Limpia Concepción, en la Ciudad de Santiago, de

la Provincia de Guatemala»), a saber: «De la forma del abito

de esta religión, capítulo tercero».

«Sea el abito de las religiosas de esta orden unatunica yun abito y un escapulario todo esto sea blanco porque blancura

deestebestir exterior da testimonio delapureza Virginal delalma

y deel Cuerpo y un manto de estameña o de paño basto de color

deel ciero azul y esto por la significación que en si trae que mues-

tra que el alma déla sacristissima Señora desde su creasion fue

hecha telamo singular deel rey eterno : traygatanbien en el manto

y en el escapulario una ymagen de nuestra Señora cercada con

un sol con susrrayos y corona de estrellas en la cabeza traerán

esta ymagen enelescapulario colgada en los pechos porque dur-

miendo otravajando la pueden poner en lugar onesto y la tomen

quando fuerenal coro: ocapitulo: : o allocutorio en el mantola traerán cossida sobre elhombro derecho; traese esta ymagen

porquesepan las professas de esta Santa horden y religión que

ande traer a las madre de dios y reyna délos angeles enjerida

siempre en sus corazones como aymagen de vida y de gloria

para ymitar su ynosentissima vida y conversación ymitando

susoberana consersacion ymenos precio deel mundo que hiñien-

do en esta vida siguió, sean señidas las monjas decuerda

de cáñamo déla manera que la traen los frayles menores y el

tocado sea unatocablanca delienzo que cubra lafrente megillas

y gargantaa onestamente ysobreesta unbelo negro común no pre-

cioso ni curiosso : entodo tiempo y lugar y siempre traerán los

cabellos cortados el calzado seaalpargates ochapines o zapatos

o suecos de un corcho; la madre abadessa podra dispensar con

Page 104: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Personificados los tres caminos de la expresión artística para Guatemala...posando frente al Palacio de los Capitanes Generales (Panchoy).

Por este ventanal y a través de los espesos muros, puede ya entreversea la «Ciudad de las perpetuas rosas» (Panchoy).

Page 105: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 101

las nesesitadas entraer lienzo o mas ropa o calzado con consejo

de las discretas según el tiempo y las personas lodemandaren

travajen todas las monjas de ymitar la humildad y pobreza

denuestro señor gesuxpto y de su bendita madre amando la

santa pobressa asienlabileza de las bestiduras como en el calzado

y en todas las otras cossas porquemerescan ser alumbradas del

padre déla deel cielo y perseverar hasta el fin permaneciendo

enel.»

De toda la relación anterior se desprenden conclusiones

definitivas: con toda certeza el hábito en su parte más visible

lo fue de color negro. No fue hasta el año de 1775 cuando prin-

cipiaron las religiosas de velo blanco con posterioridad a la

ruina de Santiago de los Caballeros de Guatemala, siendo nueve

las fundadoras, a saber: Sor María Josefa Ziliezar, Sor Tomasa

Aguilera, Sor María Antonia Acosta, Sor Josefa Quiñones, Sor

Manuela Antonia Rosales, Sor María Ana de Jesús Barberena,

Sor Petrona González, Sor María Josefa Taracena, Sor Josefa

Juliana Aceituno, habiendo continuado del año de 1778 en ade-

lante las de velo negro, y siendo Sor Josefa Arze la primera

que en 18 de agosto de 1783, profesara de velo blanco en la

nueva ciudad (Guatemala de la Asunción).

Hora es ya de extirpar la cizaña y colocar a esta singular

mujer en el pedestal meritísimo que le corresponde como pen-

sadora de valía, cuya pluma viene ahora a presumirse que dejó

realmente huellas de su existencia. No podía dejar de mencio-

narse —como prueba sintomática— el valor católico que repre-

sentan las pequeñas composiciones que transcribo literalmente.

Por desgracia, es tan poco lo conseguido, que es como decir

—hallazgo de un grano de arena— ;pero por alguna parte se

ha de principiar, otros vendrán que implorando a la suerte,

traten de completar la obra, por mi parte solamente iniciada.

Ha sido mi propósito, más que otra cosa, el de anticipar este

trabajo, en todos conceptos rudimentario, pero que servirá para

Page 106: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

102 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

espolear y dejar abierta la brecha a los investigadores, eruditos

y estudiosos, que vengan a completarlo con nuevos y más fecundos

descubrimientos que, a manera del presente, traigan luz y con-

vencimiento pero de toda efectividad. Hasta hace once años

(1946) no sabíamos nada en definitiva de Sor Juana; mas se

creía, que estábamos en presencia de una persona ficticia, lo que

se explica por el estado en que se hallaba a la sazón, la certeza

de su existencia, por la falta de documentos y pruebas. Ahora

es ya tiempo de que podamos principiar a incluirla en el rol

literario correspondiente al despuntar de la vida femenina en

los albores de los pasajes coloniales del Continente Americano.

Interesado sobre manera en recabar todos los datos que fuera

posible, relacionados con esta legendaria figura, acudí solicitando

la importante colaboración y ayuda de mi culto amigo y fino

diplomático, señor don Francisco López Escobar, quien en el

primer trimestre de 1948, se encontraba en Madrid (España).

El tuvo a bien encomendar mi consulta al abogado Florián José

Díaz Núñez, residente en Castello, 37 (Madrid). Tenía interés

principal en saber todo lo posible con relación al compilador

franciscano: fray Antonio de Arochena, particularmente en lo

concerniente a la aseveración de que había publicado un catá-

logo en el que incluía los nombres de representativos guatemal-

tecos, que le habían dado lustre, como literatos a las letras patrias.

No son pocos los genuinos historiadores autorizados que afirman

que, entre los muchos nombres, alude encomiásticamente a Sor

Juana de Maldonado y Paz, en diversas de sus producciones y

particularmente en algunas de ellas. Numerosos son los autores

que de ella han tratado y no pocos los que se refieren super-

ficialmente, con relación a su producción. Lo importante, en mi

concepto, es poder remitirse, en todo, a la parte histórico-cien-

tífica, dejando a un lado la parte novelada. El señor Estrada San-

doval dice: «Tierna despedida», escrita a una religiosa mexi-

cana durante uno de los viajes que hizo a aquella ciudad. La

Page 107: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 103

fuente de información de la cual me he valido, le atribuye la

dedicatoria de esta composición a la Madre Elvira de SanFrancisco —en su viaje para Chiapas— mas don Máximo Soto

Hall, agrega: «Las malas lenguas dicen que ha sido compuesta

para llorar otra ausencia que no es la de su hermana en religión.

La verdad es que hay tal ternura y apasionamiento en esos ver-

sos, que uno se siente tentado de creer los decires que pululan»

(me duele no poder juzgar por mí mismo el valor y ternura

de los versos, cuyo hallazgo se atribuyó el licenciado Carrillo

Ramírez). Todo esfuerzo es poco para aclarar y dar luz en

materias intrincadas —siempre que para ello no tratemos de

apartarnos de aquellas fuentes informativas de toda veracidad.

Entresaco de la segunda edición del «Compendio de Lite-

ratura y Artes de Guatemala», escrito por la profesora y bachi-

ller Carmen Ydígoras Fuentes, lo siguiente : «Su obra es escasa,

el licenciado Salomón Carrillo Ramírez, publicó un trabajo sobre

ella, en el que nos da a conocer algunos poemas, todos de

carácter religioso: Cantos de Navidad, Triste Despedida, Ele-

gía, Villancicos y Versos dedicados a Santa Catalina». Los con-

ceptos anteriores los estimo de interés por tratarse de personas

estudiosas e historiadores contemporáneos. Por mi parte lamento

no haber podido cotejar la veracidad efectiva de las composi-

ciones que se le atribuyen a Sor Juana, debido a haber sido

informado, de que la obra del licenciado Carrillo Ramírez, está

inédita, no habiendo sido posible que los familiares me facili-

taran su estudio, lo que por consecuencia me ha privado de

poder profundizar en tan vital aspecto particular. He llegado

a la conclusión de que una de las circunstancias que menos

favorecieron a Sor Juana fue la poca difusión de su obra de

poetisa, pudiendo haber contribuido los cánones religiosos de

manera decisiva a la desaparición de toda su producción lite-

raria, en algunas de sus partes; en lo de adelante me atengo a

la solidez expresada en la obra : «La Inquisición en Guatemala»,

Page 108: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

104 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

escrita por Ernesto Chinchilla Aguilar. Puede que hubiera sido

aquella enemistad y arraigada predisposición, existentes entre

su padre, el oidor Juan Maldonado de Paz y aquel a quien se

le dio el título de Comisario del Santo Oficio de la Nueva Espa-

ña, don Felipe Ruiz de Corral (año 1602), siendo este último,

deán de la iglesia Catedral, desde el año de 1604 hasta el de

1636 en que murió. Reconozco de suma importancia conocer

algunos de los pormenores que mediaron: la mayor parte de

los documentos y juicios de la Inquisición fueron remitidos al

Archivo General de México, habiendo sido recogidos los que

se hallaban en poder de los Obispos y Comisarios. El Santo

Oficio se abolió en el año de 1820, habiendo ordenado el Capi-

tán General de Guatemala, don Carlos Urrutia, la entrega de

todos los papeles, en poder del último comisario de la ciudad.

Estos documentos posteriormente pasaron a la Biblioteca Nacio-

nal (de Guatemala), de donde se extraviaron, no siendo tam-

poco desacertado conjeturar que muchos otros importantes escri-

tos, fueran confiscados por las autoridades civiles, no faltando

la posibilidad de que se depositaran en manos particulares y

personas de confianza, en el deseo de resguardarlos (tal como

aconteció con la biblioteca y archivo de los conventos de la

Concepción y el de Santa Catarina Mártir). Corre la informa-

ción de que muchísimos documentos se encuentran esparcidos

en más de 1,300 tomos, irregularmente coleccionados y en los

que están comprendidos, un período de años desde 1534 hasta

el de 1800. Época por demás interesante ha de haber sido aquella,

en que se perseguía por todos los medios, la producción y criterio

personal de los habitantes. Las poblaciones (entre ellas Quet-

zaltenango) solicitaban la presencia de representantes de este

tribunal para que practicaran investigaciones, no siendo de

extrañar que cualquier palabra o proposición —fuera de lo

regular— alarmara a los censores; la sociedad de los siglos XVI

Page 109: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 105

y XVII se caracterizó por lo conservadora —en el último tercio

del siglo XVI— se conoció únicamente de 4 casos contra judíos.

Un maestro carpintero de nombre Simón, fue acusado por el

solo hecho de haber manifestado de palabra «que no le gustaban

las fiestas porque no se podía trabajar» . .

.

Page 110: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 111: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

CAPITULO V

La vida de Sor Juana se desarrolla dentro de los pro-

cederes INQUISITORIALES DEL COMISARIO DON FELIPE RuiZdel Corral. Amistad del oidor Juan Maldonado de Pazy de fray Antonio de Remesal. Opiniones de fray Anto-nio de Arochena. Biblioteca Hispanoamericana Septen-trional. La imprenta en el antiguo Reino de Guatemala.Sor Juana de Maldonado y Paz (pruebas documentalesde su existencia). Glosa pormenorizada del autor.Primera composición autógrafa de Sor Juana. Aconte-cimientos trascendentales en la vida de Sor JuanaQUE CONDUCEN A CONCLUSIONES DEFINIDAS.

Se puede decir que toda la vida de Sor Juana se desarrolla

dentro de los procederes inquisitoriales del comisario don Felipe

Ruiz de Corral (Sor Juana nació probablemente en 1598 ymurió en 1666-67) que desempeñó funciones los primeros 30

años del siglo XVII (como se ve, estas dos vidas corrieron, por

así decirlo, paralelas). Comisario desde 1602 hasta 1636, tiénese

por confirmado que sufrió una obsesión en contra de fray Anto-

nio de Remesal y su documentada Historia de las Indias Occi-

dentales, a la par que ejerció una inclemente persecución contra

el oidor Juan Maldonado de Paz y que, por consecuencia, com-

prendía dentro de este odio, a su hija Juana y toda su producción

poética-literaria. Veamos como se desenvuelve una serie de

acontecimientos de relieve. En el año de 1 609 se da por ofendido

Ruiz de Corral, por haber hecho acto de presencia: el oidor

licenciado Arredondo, el Presidente de la Audiencia y otras auto-

ridades de Santiago de los Caballeros, a la lectura del edicto

107

Page 112: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

108 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

«con silla y tapete»; las cosas empeoran en el año 1610 cuando

se -acusa a Cristóbal Escobar (hijo del secretario de la Real

Audiencia) por haberse manifestado: «que prefería ver a su

hermano hereje y no fraile dominico»; a continuación se sucede

una declaración del P. Téllez contra el corregidor de Santiago

(de Guatemala) quien quiso hacer alarde en el cumplimiento

de sus obligaciones, y dijo: «Señores: desengáñense de que si

Jesucristo bajara otra vez a Jerusalem no lo tengo de soltar sin

parecer de la Audiencia»; en el año de 1611 el oidor Juan Mal-

donado de Paz suscribe un contrato ante los oficios de Francisco

de Vega,1 con el artista Francisco Montúfar Bravo de la Laguna,

el que le acarrearía serias molestias y dificultades para el año

de 1615 —como he dejado anotado anteriormente— siendo todo

esto motivo de una verdadera enemistad surgida entre la Audien-

cia y el Comisario Ruiz de Corral, agravada por los aconteci-

mientos suscitados con Remesal y los que se prolongaron hasta

1623. Pero estaba escrito que no terminarían aquí las rencillas,

sino por el contrario, don Juan de Ibarra, tenía que residenciar

en 1621 al Presidente Conde de la Gomera, pudiendo compro-

barse el robo y violación de la correspondencia del Santo Oficio,

lo que dio lugar a una queja de Ruiz de Corral (estos apellidos

solían escribirse indistintamente: Ruiz de Corral y Ruiz del

Corral), a la que hizo acompañar copia de la Cédula Real que

prohibía tales procederes; viniendo a cerrarse esta serie con una

afortunada actuación para el comisario: desvirtuar la auten-

ticidad del Arzobispo de Myra, en el año de 1628.

Ahora surge claro ¿por qué el provisor de la Mitra y

Comisario del Santo Oficio doctor don «Philipe Ruiz del Corral»,

alentaba saña contra Sor Juana? Queriendo hacerle todo el

daño posible, zurció una trama de intriga perfecta, llamada a

1 No confundirlo con el otro Francisco de Vega que a 26 de enero de 1776,insistía ante el Consejo de Indias por la creación del tribunal del Santo Oficio enGuatemala, que fue definitivamente denegado a 9 de septiembre del mismo año.

Page 113: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 109

conservarse para la posteridad: primero el desafecto hacia su

padre el oidor Juan Maldonado de Paz, después de haber sabido

explotar la acusación contra el Santo Oficio por lo del retrato;

a continuación el distanciamiento —cada día más marcado

por la amistad que los unía con fray Antonio de Remesal (es

decir al oidor Juan Maldonado de Paz y Remesal) y los pre-

juicios creados en contra de su obra (esta última, por cierto que

monumental) : «Historia de la Provincia de Chiapa y Gua-

temala», a lo que debo agregar, la infame cruzada del sobrino

del doctor Ruiz del Corral, producto de la envidia, hacia don

Rodrigo de Acuña y Avendaño, por parte de don Raymundodel Corral, y como si no fuera poca la buena manera en que se

prestó a la chismografía y comentarios (latentes en todas las

esferas sociales, países y épocas), que sirvieron de arma para

vulnerar las dotes intelectuales, conocimientos y procederes de

Sor Juana de Maldonado y Paz. Lo que se haya escrito es poco

—cuando a historia nos remitimos— ya que todos los días sur-

gen para el investigador nuevos abrevaderos, que contribuyen

a desvanecer o aclarar los diferentes episodios que tuvieron lugar

en la vida y actuaciones de nuestros antepasados y personas que

se lo merecen. No hace mucho investigaba en los documentos

—manuscritos originales y libros de profesiones, todos de mi

propiedad— del convento de religiosas: «Monjas de la Gloriosa

Virgen y Martyr Sra. Sta. Cathalina», que comprenden un pe-

ríodo de años, desde 1694 (me interesa el período, tanto más,

cuanto que es sumamente cercano al año en que le fue donado

el vestido de plata a la Virgen del Coro, de mi propiedad ) hasta

la última razón que dice: «Murió la Ma. Asunción del Divino

Retor (sic) (supongo que se quiso decir Redentor) lunes 19 de

febrero de 1883 en la Antigua Guatemala, fue la última que

profesó Antes de la Exclaustración que fué día tres de marzo

de 1874, por orden del pete. J. Rufino Barrios». Pero lo que

interesa es aquello relacionado con ciertas religiosas de Guate-

Page 114: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

110 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

mala, algunos de cuyos singulares sucesos —en su existencia

quedaron comprendidos entre los años de 1769 y 1815. He estu-

diado detenidamente todos los votos de profesión desde 1694

hasta 1815, entre los que se alude a Sor Teresa Aycinena. Encasi todos los votos se menciona el nombre de los padres de la

profesa, no apareciendo en el voto de ninguna de las enclaus-

tradas Sor Teresas (toda vez que hay varias), el apellido ano-

tado, correspondiente a aquella «monja melancólica» de este

convento. Posiblemente influyeron los sucesos de Guatemala,

cuando se arruinó la ciudad en 1773— ; lo interesante radica en

que se suscitaron complicaciones entre el arzobispo Casaus yTorres y el comisario, siendo el último el que hizo entrega de

los papeles del Santo Oficio, al ser abolida la Inquisición en el

año de 1820.

En otro de los aspectos, es bien sabido que este religioso

(Arochena) hizo resaltar su obra literaria, sobre todo aludiendo

a la poesía mística —que practicó Sor Juana de Maldonado yPaz, citando de ella profusamente muchas y variadas composicio-

nes— a esta causa se debió mi interés por saber de la obra del

padre Arochena. Fueron estos los motivos, más que justificados,

para no escatimar esfuerzo alguno, a fin de lograr el cometido.

Toda dedicación tiene su premio y por ello me fue grato recibir

noticias de mi distinguido amigo señor López Escobar, adjuntán-

dome las cartas originales del abogado Díaz Núñez. La primera

de ellas fechada a 18 de marzo de 1948, por la cual se sirve

comunicar: «he agotado las bibliotecas del extinguido Congreso

de los Diputados, hoy Cortes Españolas (a cuyo Alto Cuerpo

tengo el honor de pertenecer como funcionario) y del antiguo

Senado, sin encontrar nada que se refiera a aquel escritor».

Y en un párrafo siguiente: «Estoy al habla con mi amigo, el

Secretario perpetuo de la Real Academia Española de la Lengua,

para realizar la misma labor en la Biblioteca de tan docta

Corporación, donde empezaré mi trabajo el próximo sábado,

Page 115: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 111

pues hoy tienen un acto oficial y mañana San José, es festivo»;

continuando

:

«Si el resultado no fuera positivo, me propongo ir después

a la Real Academia de la Historia, y, últimamente a la Biblio-

teca Nacional, sitios en los cuales voy preparando el terreno

para encontrar las mayores facilidades, ya que se trata de libros

o escritos verdaderamente raros, que no suelen ponerse al alcan-

ce de todo el mundo.»

Los conceptos expresados en la carta anteriormente citada,

fueron ampliados en la carta marcada con el número 2, de

fecha 27 de marzo del propio año, por la que manifiesta:

«Como continuación a mi carta del día 18, tengo el gusto de

remitir a usted las dos adjuntas notas, con el resultado de mibúsqueda en la Biblioteca de la Real Academia Española de la

Lengua, sobre los trabajos del padre fray Antonio Arochena,

para buscar sus alusiones a Sor Juana de Maldonado y Paz.

«La labor no ha sido inútil, ya que sabemos con certeza

que era franciscano, que escribió el catálogo que se cita —

y

ahora busco— ;que se lo remitió el Ilm9 Eguiara al R.P. Fr.

Marcos Linares y, por último, que dicho trabajo no se ha

publicado.

«Estoy en plena búsqueda en la Sección de Manuscritos

de la Biblioteca Nacional, especialmente del segundo índice del

catálogo. No es fácil encontrar siquiera el nombre de Fr. Anto-

nio Arochena», siendo también las siguientes notas extractadas,

por don Florián José Díaz Núñez.

«NOTAS TOMADAS DE LA

«Biblioteca Hispanoamericana Septentrional, por el doctor

don José Mariano Beristain y Souza. Segunda edición, —publi-

cada por el Presbítero Br. Fortino Hipólito Vera, Cura Párroco

de Ameca-meca, miembro de varias sociedades científicas y

Page 116: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

112 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

literarias. Tomo I. Amecameca— Tipografía del Colegio Cató-

lico, 1883.»

«Arochena» (Fr. Antonio), natural de Guatemala, lector

jubilado del orden de S. Francisco en la provincia del Santísimo

Nombre de Jesús, y doctor teólogo por la Universidad de S.

Carlos. Escribió:

«Catálogo y noticias de los escritores del orden de S. Fran-

cisco de la provincia de Guatemala, con tres índices: 1, de los

que escribieron en latín; 2, de los que escribieron en castellano;

3, de los que escribieron en lengua de los indios. M. S.

«De este libro se aprovechó el Illm9, Eguiara para su

biblioteca ; se lo remitió al R. P. Fr. Marcos Linares, provincial

de aquella provincia. Hasta el año de 1815, concluida ya esta

biblioteca, no llegó a mis manos; y algo me sirvió.

«La citada biblioteca Hispanoamericana Septentrional,

se titula también: Catálogo y noticias de los literatos que o

nacidos o educados o florecientes en la América Septentrional,

han dado a luz algún escrito o lo han dejado preparado para la

prensa. La escribía el Doctor Beristain de Souza en México,

calle de Santo Domingo y esquina de Tacuba, el año de 1816.»

«LA IMPRENTA EN EL ANTIGUO REINO DEGUATEMALA

«Primer capítulo de un libro inédito sobre la historia del

periodismo de Guatemala:

«OBRAS IMPORTANTES QUE NO SE IMPRIMIERON

«Según Beristain, el padre franciscano Fr. Antonio Aro-

chena, natural de Guatemala, lector jubilado en su provincia del

Santísimo nombre de Jesús, doctor Teólogo de la Universidad

de San Carlos, escribió, y no se sabe hoy su paradero, el «Cata-

Page 117: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 113

logo de los escritores del orden de San Francisco de la provincia

de Guatemala», con tres índices: l9, de los que escribieron en

latín; 29, de los que lo hicieron en Castellano; y 3 9

, de los que

escribieron en lengua de los indios.»

No es para muchos de nosotros —que hemos estudiado

la materia, desconocida la primera parte, o sea aquella relaciona-

da con la «Biblioteca Hispano Americana de Beristain», publi-

cada en México en 1816. De todo lo expresado —por el señor

Díaz Núñez— tenía por mi parte previo conocimiento, por lo

que no me sorprendió en nada la afirmación de que fray Anto-

nio de Arochena era franciscano y que había escrito el catálogo.

Ahora lo que me intrigó sobre manera, fue conocer con certeza,

que desde aquella lejana época (1816), se ignoraba ya su para-

dero. Huelga invocar la autoridad que el padre Arochena signi-

ficó para el propio doctor don José Mariano Beristain y Souza

;

lo cita en respaldo de sus aseveraciones, profusamente, al hacer

desfilar a todos los escritores del antiguo Reino de Guatemala.

Para muestra traeré a cuenta unos pocos de aquellos nombres

ilustres

:

alarcón (Fr. Francisco).—Natural de Guatemala, del

Orden de San Francisco de aquella provincia del Santísimo

Nombre de Jesús. Dejó escritos dos tomos en folio, que se con-

servan en la Biblioteca del Convento grande de aquella capital,

según la relación del padre Arochena

:

l9—De los seis principales daños del pecado mortal,

29—Noticias escogidas sagradas y profanas.

andrade (Fr. Francisco) .—Alias San Esteban, natural de

San Nicolás de Honduras en la diócesis de Comayagua. Tomóel hábito de San Francisco en la provincia de Guatemala donde

después de haber enseñado la Filosofía y Teología fue guardián

del Colegio de Propaganda Fide, y examinador sinodal. Infati-

8—T. I—I. H.

Page 118: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

114 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

gable en la Predicación y Apostólico en instrucción de los indios,

falleció, con universal sentimiento por sus talentos y amables

virtudes. Escribió:

Elogio fúnebre del venerable padre Antonio Margil, fun-

dador de todos los Colegios de Propaganda Fide de la NuevaEspaña. Imp. en México por Calderón, 1729. 4.

Y según el testimonio del padre Arochena, franciscano de

Guatemala: dejó en aquella Biblioteca, manuscritos 9 tomos de

sermones morales y panegíricos; tres tomos en nueve de misce-

láneas; un vocabulario de varios lugares dificultosos de la Sagra-

da Biblia; y una disertación apologética de los privilegios de los

Misioneros.»

Es así como llego a la siguiente conclusión: que el señor

Beristain y Souza tuvo perfecto conocimiento del catálogo del

padre fray Antonio Arochena;pero también, y a raíz de haberlo

consultado para su Biblioteca, de su desaparición. Es pues de

lamentarse la pérdida de este documento, el cual no se puede

reponer —restándonos solamente confiar en la suerte que pueda

algún día colocar— en manos de alguna persona capacitada,

hallazgo de tal magnitud para las letras Hispanoamericanas.

Atando conclusiones históricas, veamos como se puede

profundizar. La existencia de la Biblioteca de Beristain, no admi-

te discusión. Beristain invoca el testimonio del padre fray Anto-

nio Arochena ; luego entonces, la obra hecha constar en el catá-

logo de Arochena, fue un hecho. Al mismo tiempo Beristain

anota que la misma no fue impresa y de que se ignora su

paradero. Numerosos son los autores y no pocos los historiadores

que afirman que en esta obra manuscrita del padre Arochena,

se alude a la producción literaria de Sor Juana de Maldonado

y Paz, citándose en la misma numerosas de sus composiciones.

El único historiador contemporáneo de Sor Juana —que habla

más o menos extensamente de ella— es el padre Tomas Gage

(1625-1637). Ahora juzgúese la forma en que Beristain trata

Page 119: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 115

a Gage: «El ingrato Gage que confiesa haber recibido de los

americanos muchos favores, los ridiculiza cruel e irreligiosamente

insertando en su relación mil fábulas sobre la vida monástica ysobre las ceremonias del culto». Debemos recordar que este últi-

mo escritor se preocupó mucho más de México que de Gua-temala, si se toma en consideración que en un volumen de apro-

ximadamente 300 páginas, le dedica a Guatemala sobre pocomás o menos 100. Importa esta aclaración por la siguiente cir-

cunstancia: Primero, habría que establecer claramente cuándovivió el padre fray Antonio Arochena. Todo me hace creer que,

años más o años menos, fue contemporáneo del bibliógrafo yorador sagrado hispanoamericano don Juan José de Eguiara

y Eguren, nacido en México en el año de 1 706, donde murió en

1763. Su obra más famosa la publicó, él mismo, en el año de

1755, para cuyo objeto fundó en su propia casa una imprenta,

donde dio a luz su notable y curiosa «Bibliotheca Mexicana»,

de la que sólo pudo imprimir el primer volumen: «Antiloquios»,

que cubre las tres primeras letras del alfabeto (A-B-C). Para

el efecto se sujetó —siguiendo la costumbre de la época— al

orden alfabético de los nombres de pila y no al de apellidos,

como se acostumbra en la actualidad (en lo que trato de demos-

trar es muy importante tomar esto en consideración). Interesa

sobre manera traer a cuenta que don José Mariano Beristain y

Souza (afianzo mis deducciones en algunos datos de su propia

autobiografía), nació en Puebla (México) en el año de 1756

y murió en 1817 en la propia capital de la nación mexicana.

Sus estudios principales los llevó a término en España, donde

obtuvo el título de doctor en teología, en la provincia de Valen-

cia. Desempeñó cargos importantes, con relación a sus activi-

dades religiosas, en Valladolid y Toledo. Fue miembro de nume-

rosas e importantes academias españolas. Como escritor, su más

significada obra es la intitulada: «Biblioteca hispano-americana

septentrional», publicada en 1833. La producción de la misma

Page 120: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

116 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

está basada en la «Biblioteca mexicana», del padre Eguiara (esta

última está calificada como obra de consulta, llena de datos

bibliográficos, escrita con criterio sano y desapasionado y muynutrida en lo tocante a noticias bibliográficas de hombres de

ciencia que florecieron en la América septentrional). Pero vol-

viendo a la opinión del propio señor Beristain y Souza, y que

lo incluye en su Biblioteca al referirse a fray Antonio de Aro-

chena, manifiesta : «De este libro se aprovechó el Illm9 Eguiara

para su Biblioteca. Se la remitió el R.P. Fr. Marcos Linares,

Provincial de aquella Provincia, hasta el año 1815 concluida

ya esta Biblioteca, llegó a mis manos; y algo me sirvió» (lo

que significa haber sido en muy pequeña parte). De lo ante-

riormente anotado, se desprenden cuatro valiosos aspectos: El

primero, que el manuscrito del padre Arochena debe haber sido

escrito en el intermedio de los años de 1714-16 y 1755, es decir,

dentro de ese período de 40 años, poco más o poco menos.

Para llegar a esta conclusión me baso en lo siguiente: el más

autorizado de los escritores franciscanos, en Guatemala, con

anterioridad al año de 1714, lo fue el padre fray Francisco

Vázquez, y a pesar de que él hace recuento minucioso de todos

los religiosos franciscanos, hasta el año en que se cree que murió,

en el cual fue publicada postumamente su Crónica, o sea en

el de 1714, no alude, ni menciona para nada el nombre ni el

apellido del padre Arochena. El último año anotado de 1755

fue cuando publicó su primero y único libro, el señor Eguiara.

Tengo sobradas razones para inclinarme a creer que fray Anto-

nio de Arochena y fray Manuel de Arochena, son acaso la

misma persona, debiéndose todo a una alteración al transcribir

los nombres, o bien, que su verdadero nombre lo fuera Manuel

Antonio o Antonio Manuel, lo que era muy frecuente en la

época. El último mencionado es al que se alude, otorgándole

el grado de licenciado en Sagrada Teología, a 2 de septiembre

de 1750. Como bien establecido, y tal como lo dejo comprobado,

Page 121: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 117

se aprovechó Eguiara en gran parte, para su obra, del material

histórico bibliográfico del padre Arochena. El segundo, que si

el señor Eguiara utilizó para su biblioteca, el sistema de la época,

de orden alfabético en los nombres de pila, con tanta mayorrazón lo empleó el padre Arochena en su Catálogo, en el que se

refiere a los Escritores del antiguo Reino de Guatemala, toda

vez que este Catálogo manuscrito, fue escrito con anterioridad

al primero. El tercero, que como lo certifica en su biblioteca el

señor Beristain, hasta el año de 1815 (concluida ya la Biblio-

teca de Beristain), no llegó a sus manos la obra de Eguiara ypor ende, la del padre Arochena, la que utilizó en una muypequeña parte. El cuarto, he estudiado detenidamente la «Biblio-

teca Hispano Americana de Beristain», en lo que a escritores

del antiguo Reino de Guatemala se refiere, habiendo podido

constatar que apenas alcanzó a aprovecharse este autor, del

material contenido; bien, en el manuscrito original del padre

Arochena ; o bien, a travéz del único libro publicado, de Eguiara,

o de los borradores de este último, en lo que a los escritores de

Guatemala se refiere. Según aparece, se valió de estas fuentes

de información, estrictamente hasta la letra J (o sea, con la

que principia el nombre de pila Juan). Me llama poderosa-

mente la atención, que aquí hubieran parado las citas que Beris-

tain hace del padre Arochena (por cierto, la última en que alude

a un Juan, la hace relegando a Arochena, a un segundo término.

Se trata de Lázaro (Fr. Juan), a saber: «Hacen mención de

éstos y del autor, el cronista Vázquez y el padre Arochena en

su Catálogo), cuando el inmediato siguiente le correspondía

exactamente a Sor Juana. No vuelve a aludir a Arochena, en lo

de adelante se concreta a dar el pie de imprenta, o simplemente

a decir: «Dio a luz», o manifestar: «Escribió como asegura el

padre Vásquez en su crónica», o bien anota : «Dejo en la Biblio-

teca del convento principal de esta ciudad (de Guatemala) dos

Page 122: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

118 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

libros. Mss», o termina citando otro autor: «La leyó Remesal»,

etc., etc.

En todos conceptos es raro que, teniendo el alfabeto cas-

tellano 28 signos o letras, se hayan quedado en este caso, elimi-

nados—como por encanto— los 1 7 restantes, es decir, una mayo-

ría de ellos, toda vez que si deducimos las 11 letras que fueron

aprovechadas, nos coloca en una situación precaria de consulta

y lo que es más, incita a poner en entredicho tanta casualidad . . .

Me veo obligado a aclarar, aún más, lo que dice Beristain; por

ejemplo: «Casero (Fr. Juan). Natural de la Antigua España,

etc., etc. (respaldándose con el concepto final), según la relación

del padre Arochena». Ahora la forma en que se refiere Beristain

al señor Eguiara, el asunto cambia, pues utiliza dos diferentes sis-

temas, a saber: «Cano (fray Agustín). Natural de Antequera,

etc., etc. (respaldándose con el concepto final), como asegura el

señor Eguiara (no olvidar que el único libro impreso del señor

Eguiara, solamente cubre las tres primeras letras del alfabeto, en

lo que a nombres propios o de pila respecta ) , en su otra forma

:

«Gallegos (fray Lucas). Dominico de la provincia de Castilla,

etc., etc. (respaldándose con el concepto final) . Acaso es el mismo

que con el nombre de Francisco halló en los borradores del señor

Eguiara. Para mayor abundamiento es bueno parar mientes,

que no eran pocas las faltas que se cometían. En este último

caso posiblemente se confundían los nombres de Lucas con el

de Francisco. No faltó otro, que dentro de los apellidos que

principian con D. (Beristain sigue ya el orden alfabético de ape-

llidos) incluye a: «Santo Domingo (fray García de)». Caso

típico de las anomalías que se cometían, nos lo da el propio

Beristain, con lo que cierro este argumento decisivo, al copiar

literalmente los conceptos expresados por él mismo (se refiere

a fray Antonio Remesal) : «De cualquier modo, no puedo dejar

de admirar que el Illmo. Eguiara, que tantas veces cita en su

biblioteca la historia de Remesal, omitiese a este autor entre

Page 123: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 119

los Antonios». Si se cometieron faltas de tal magnitud, cuales-

quiera otras son de esperarse.

De todo lo apuntado se desprende una conclusión lógica:

que el señor Eguiara no pudo aprovecharse, para su obra for-

mal —en sus consultas— de lo que el padre Arochena decía de

Sor Juana de Maldonado (su Catálogo solamente cubre —comolo tengo anotado anteriormente— las tres primeras letras del

alfabeto, y él seguía el sistema alfabético de nombres de pila )

.

En lo que al señor Beristain respecta, mal podía referirse a Sor

Juana de Maldonado, como lo llevo comprobado; suspende sus

alusiones en las citas que hace el padre Arochena, hasta en los

nombres que principian con J (él sigue ya el orden alfabético

de apellidos), siendo así que para un ejemplo invoque para

mayor abundamiento, lo que él mismo dice sobre el particular

en su Catálogo de fray Cristóbal de Martínez Puerta : «Natural

de la Andalucía, siendo joven y soldado, pasó a la América el

año 1600, etc., etc.», y prosigue: «Escribió el venerable Puerta,

etc., etc.», agregando: «Hace de ellas mención el cronista Váz-

quez y se asegura ser comparables a las del mártir San Ignacio

a los romanos», terminando: «Seis consultas en que..., etc.,

etc. Ms. original que se conserva en el convento de San Fran-

cisco, de Guatemala, como afirma el padre Arochena, citado

por el Ilimo. Eguiara». Beristain lo tiene registrado en la letra

P. (Puerta), Eguiara lo incluye en la letra C. (Cristóbal). Por

lo demás, en caso de que el señor Beristain utilizara directamente

el Catálogo de Arochena, solamente se valió de éste hasta la

letra J. (como lo tengo claramente comprobado, y para aludir

a Sor Juana, debería de haber llegado hasta la letra M.).

Ahora, si fue a través de Eguiara —su obra formal— solamente

cubre las tres primeras letras del alfabeto, habiendo tenido que

utilizar, para el resto, borradores, los que son de suponerse defi-

cientes para consulta, ya que nunca es lo mismo, que aprove-

charse de un trabajo corregido y terminado. Reasumiendo, he

Page 124: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

120 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

llegado al siguiente extremo: que podrían ponerse en tela de

juicio las constancias que dejaron Arochena, Eguiara y Beristain,

con relación a Sor Juana de Maldonado y Paz, porque todos

ellos son posteriores; pero lo que no admite ni el menor comino

de duda, es lo que escribió Tomás Gage (sin que esto signifique

estar por mi parte de acuerdo en algunos de los episodios colo-

niales que relata) que fue su contemporáneo y vivió en su época.

Por fin, a estas alturas (mayo de 1955), me fue posible

consultar el estudio de Ernesto Chinchilla Aguilar, al que aludo

con anterioridad: «Sor Juana de Maldonado y Paz», pruebas

documentales de su existencia, que se terminó de imprimir el

día 17 de diciembre de 1949 en la Editorial Costa-Amic, S. de

R. L., República de El Salvador 56, México, D. F. Por cierto

que éste fue otro hallazgo—hijo de la casualidad— por haberse

convertido en sumamente raro el conocimiento del mismo. Trans-

cribo algunos de los conceptos incluidos en el capítulo: «La

Leyenda del Padre Gage», donde literalmente aparece : «Tomás

Gage goza de más crédito entre los historiadores mexicanos que

entre los guatemaltecos; aquéllos rinden el homenaje debido a

las finas cualidades de un extranjero, sorprendente por la ori-

ginalidad de sus apreciaciones y por su conocimiento profundo

de las cosas de América»; en un subsiguiente párrafo: «Pero

hora es ya de que descorramos el velo que nos ha mantenido

ciegos ante este simpático viajero irlandés, y lo veamos con el

acatamiento que deben merecernos sus maravillosas e instruc-

tivas narraciones». En lo de adelante afirma: «¿Pero no es por

error, acaso, suponer que la amenidad y la ironía de que están

salpicados sus escritos tiene que volverlos necesariamente falsos?».

«Para esclarecer, en la medida de lo posible, la leyenda

de Sor Juana de Maldonado, tenemos que comenzar forzosa-

mente por someter la obra de Gage a un riguroso estudio, y

analizar desde sus orígenes el mito de la Reclusa. La reivindica-

ción de Gage significa también la reivindicación de Sor Juana.

Page 125: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 121

He ahí por qué nos preocupa, no sólo saber si Gage dice la ver-

dad de los sucesos acaecidos en el convento de la Concepción,

sino también, saber si Gage siempre dice la verdad (ya para

el año de 1957, no podemos separarnos del hecho confirmado

que —hasta lo que he podido comprobar— siempre dijo la ver-

dad). De ser esto último, no tendríamos base suficiente para

aseverar que urdió únicamente la mentira de Sor Juana, sino

más bien deberíamos inclinarnos a creer que lo que nos dice de

ella debe tener un indiscutible fondo de verdad, como el resto».

Nosotros hemos podido corroborar, paso a paso, los datos

proporcionados por Gage, relativos a su estancia en Guatemala

:

lo primero que hace notar es que le llamó mucho su atención el

hecho de que la ciudad no estuviera «fortificada con buenas

murallas, torres y bastiones para resistir a los que pretendiesen

atacarla, etc., etc.».

Y anota el siguiente comentario concluyente : «Ahora bien,

si en tal forma se desarrolla la obra de Gage ¿qué es lo que

nos parece inverosímil de su relato? David Vela dice que tenía

una fantasía tan exuberante como poco digna de crédito», re-

matando: «Pero, ¿desde cuándo es éste motivo suficiente para

echar en descrédito la palabra de un cronista religioso? ¿Acaso

no están poblados los escritos de casi todos los frailes con rela-

ciones parecidas?». Terminando este capítulo con las siguientes

palabras: «la leyenda de Sor Juana de Maldonado y Paz debe

tenerse por cierta y rigurosamente histórica, por lo menos en

lo que se refiere a la existencia de la poetisa (comprobada hasta

este momento —como tal— con la transcripción de las compo-

siciones que incluyo), a la seducción y fama de su nombre (sien-

do dueña de una ala construida exprofeso —de edificación

erigida dentro del convento), y al hecho de que fue protegida

por el obispo y admirada en todo el ámbito de la ciudad, por ser

la hija de un hombre poderoso y extraordinario, como fue, sin

duda, el oidor don Juan de Maldonado de Paz».

Page 126: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

122 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

En el capítulo intitulado por Chinchilla: «La Nueva Sor

Juana», se lee: «Se humaniza por el hallazgo de unos documen-

tos, y al descender de su pedestal legendario, la nueva Sor Juana

de Maldonado y Paz pierde a nuestros ojos algo de su antiguo

prestigio. Nos hallamos ahora, ya no frente a la figura idealizada

de la Divina Reclusa, sino ante una mujer de carne y hueso:

la hija ilegítima de un oidor de la Real Audiencia de Guate-

mala». En un párrafo siguiente: «Su vida, artificiosamente for-

jada sobre el testimonio más o menos verídico de un fraile bur-

lón, toma ahora legítima consistencia histórica; aunque gana

poco al quedar referida definitivamente a una denuncia ante el

Tribunal de la Fe». Debe suponerse que cuando escribió lo ante-

riormente expuesto, Chinchilla Aguilar, ignoraba por completo

los descubrimientos efectuados por mí, con anterioridad al año

en que él realizó su hallazgo de la denuncia ante el Tribunal

de la Inquisición. Recuérdese que la misma se relaciona con

Juana de Maldonado y Paz, en su concepto de vecina de la

ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, cuando

tanto ella como su padre, eran muy libres de utilizar los servi-

cios de cualquier artista y hacerse representar como más les pla-

ciera, a pesar de que más creo que fuera el propio artista, quien

se inspirara en la belleza y gallardía de sus modelos para repre-

sentar sus imágenes. La pintó Montufar en el año de 1611,

viéndola Villegas —por primera vez— en 1613, lo que causó

la denuncia del año de 1615. Sor Juana no profesó hasta el año

de 1619.

Pero siguiendo la relación de nuestro historiador Chin-

chilla Aguilar: «Si don Juan de Maldonado de Paz es el ver-

dadero padre de Sor Juana, y Sor Juana es la verdadera hija

de la Concepción de quien nos habla Gage (de momento no

tenemos razones para suponer otra cosa)». De esta suerte surge

nuevamente el desconocimiento de la documentación hallada

por mí. La fracción del acta levantada en la ciudad de Gua-

Page 127: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 123

témala y en el propio convento de la Concepción, con fecha

15 de mayo de 1632, y en la que aparece: Juana de la Con-

cepción hija del señor oidor Juan Maldonado de Paz, siendo el

auténtico Voto de profesión —bajo el nombre religioso de Juana

de la Concepción— de fecha 27 de diciembre de 1619. Prosi-

gue mi tantas veces citado historiador: «se explica fácilmente

por qué la hija del oidor armó tanto revuelo en nuestra socie-

dad colonial de principios del XVII. Ya nada puede sorpren-

dernos : Sor Juana en el mundo se hace retratar de Santa Lucía

;

en el convento, la bastarda aspira al rango de prelada, y en-

cuentra la oposición decidida de gentes celosas del buen orden

social ; en las letras, se destaca como nuestra poetisa más famosa,

sin que conozcamos un solo verso suyo; aquí y acullá halla opo-

nentes y defensores;pero siempre queda en pie la mágica seduc-

ción de su nombre, porque una cosa sí es innegable: la elegida

de las musas, recogida por los pinceles de don Antonio de

Montúfar (se trata del artista Francisco Montúfar Bravo de

Laguna), bajo la figura de Santa Lucía, muéstrase adorada en

vida, como lo ha sido después de muerta.

«Los documentos de que nos servimos para provocar esta

revaloración de nuestra poetisa se vuelven pruebas de incalcu-

lable mérito en las letras guatemaltecas, y dejan establecidas

las bases en que debe fundarse toda futura interpretación de

Sor Juana. El investigador puede ahora ir tras la huella de una

realidad histórica, y no tras los fulgores de una deslumbrante

ficción, como antes.

«Proponemos a la crítica guatemalteca la necesidad de

ceñirse, con menos desconfianza, a la muy probable relación de

Gage. Claro que sin aceptar las evidentes exageraciones de sus

apuntes acerca de Sor Juana; pero sí, creyendo que existió en

nuestro país una mujer de extraordinario mérito, sepultada

entre las paredes del convento de la Concepción, de donde sur-

gían irremediablemente las voces de su fama y las calumnias de

Page 128: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

124 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

quienes la envidiaban, que siempre acompañan a los seres que

sobrepasan la medida común.

«Creemos firmemente que la Sor Juana de Gage es la

misma Juana de Maldonado de Paz a quien aluden nuestros

documentos. No sería improbable que un buen día se hallaran

en nuestro archivo colonial testimonios que mejor afirmen nues-

tras deducciones. De no ser así, el estudioso de la literatura gua-

temalteca no tiene más salida que conformarse y lamentar que

la inexorabilidad del tiempo destruyera todo vestigio de su paso

terreno.

«De momento se dibuja con toda claridad la perspectiva

de localizar un cuadro del siglo XVII, que responda a las carac-

terísticas del que escribe la denuncia del doctor Villegas :¡Hallad

una Santa Lucía de Montúfar, y tendréis el retrato de la ver-

dadera Sor Juana !»

Lo que antecede apuntado, me obliga a hacer una glosa

pormenorizada, analizando serenamente: es incuestionable que

el relato de Tomás Gage se encontró ajustado en un todo a la

realidad de la época; ¿ podríamos nosotros historiadores del siglo

XX, discriminar, dónde principió lo real y cuándo lo ficticio?

hasta ahora todo se presta a confirmar que su relación, con res-

pecto a Sor Juana, lo es completamente real y verídica : hija del

Oidor Juan Maldonado de Paz, opulentos en riquezas en la

primera etapa de su vida (aunque posteriormente sufrieran los

rigores de la pobreza), Reclusa del convento de la Concepción,

en Santiago de los Caballeros de Guatemala, bella en todo el

concepto de la palabra, sirviendo de modelo en lo mundano,

provoca revuelos en el interior del monasterio (lo que puede

comprobarse a través de las actas respectivas) , escalando en las

postrimerías de su vida, el rango (a que pretendía) de prelada,

en las Letras sobresale (divulgándose en esta ocasión sus prime-

ras composiciones realmente conocidas) . En conclusión: la Sor

Juana de Gage, es ciertamente la mismísima Juana de Maído-

Page 129: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 125

nado y Paz para el mundo y que optara por el nombre religioso

de Juana de la Concepción en el Convento. Contémplesela desde

cualquier aspecto; se trata de una mujer singular. Aspirante a

las grandes posiciones, dueña de sí misma, al extremo de cauti-

var y hacer propias todas las tentativas.

Soy poseedor de casi todos los libros manuscritos irrefuta-

bles, y de muchos correspondientes a ediciones príncipe de la

biblioteca del primer convento de la Concepción de Santiago de

los Caballeros de Guatemala (por cierto que aún poseo algunos

legajos de papeles sin revisar) y como dije anteriormente; en

uno de los tantos volúmenes (aquel que corresponde exactamente

al tiempo en que actuó Sor Juana en tal Convento 1619-1666,

siendo la Edición de 1604), encontré la siguiente composición,

en la que aún se puede palografiar claramente (a pesar de lo

roído, perforado o quemado en que se encuentra el papel en

esta parte recubierta por la escritura) «JUANA DE LA CON-CEPCIÓN». No hay motivo para encontrar nada de insólito en

las ejecutorias de Sor Juana; una vez conocido el ascendiente,

no causan sorpresa sus dotes de extraordinaria inteligencia yconocimientos, puede decirse que son para ella de abolengo.

En la época de su existencia, contadas eran las personas, tanto

en España como en América, que gozaran del acerbo intelectual

suficiente para valorar los prestigios intelectuales de una persona,

sin inmiscuirse en los cánones religiosos, sumamente estrictos, de

aquel tiempo. De esta suerte son de admirarse los procederes de

verdadero erudito, con que se condujo su padre, el Oidor Licen-

ciado don Juan Maldonado de Paz (familiar por parte materna

de don Alvaro de Paz), cuando del eminente historiador fray

Antonio de Remesal se trató. Es el caso de que, el Lunes Santo

de 1614, pronuncia fray Antonio un elocuente sermón que agrada

a todos los escuchas, menos al Deán de la Catedral y Comisario

del Santo Oficio don Felipe Ruiz del Corral, quien tan pronto

como retornó a su casa; «tomó cuantos libros hubo a la mano,

Page 130: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

126 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

hizo un bulto con ellos y los envió al licenciado Juan Maldonado

de" Paz, Fiscal de la Real Audiencia, que era uno de los que se

manifestaron más entusiastas defensores del dominico, escribién-

dole que le enviaba aquellas obras para que viera que las doctri-

nas predicadas por fray Antonio eran apóstatas. Juzgó sin duda

Corral que se le creería bajo su palabra, sin tomar en cuenta

que Maldonado —que era hombre de letras y meticuloso— no

se atendría (a lo dicho por el Deán) , estudiándolos y revisándolos

vio con sorpresa que los libros remitidos como prueba, para nada

absolutamente trataban del asunto . . . Divulgado el caso, todos

rieron de la lijereza con que había procedido el Deán». Siendo

así que el licenciado Maldonado en todo momento se declaró

defensor de las letras, representadas en la ocasión por fray Anto-

nio, habiendo intercedido ante el Conde de la Gomera y diri-

giéndose, acto continuo, al Provincial de «Oajaca», abogando

por él. Debe de admirarse la valiente mediación que ejerció,

cuando podía ser un serio peligro para el licenciado Maldonado

indisponerse con una fuerza tan poderosa, como lo era el no des-

preciable sector de la iglesia que criticaba acremente la valiosa

Historia que nos legó fray Antonio, habiendo tomado una par-

ticipación tan directa el licenciado Maldonado, para salvar tan

importante relato, de su total desconocimiento, como que se

interesó personal y particularmente, en hacer llegar a la casa

Real, donde se hospedaba temporalmente fray Antonio de Reme-

sal, a numerosos vecinos, que infundadamente se sentían lesio-

nados (ya que se había hecho creer que lastimaba a la mayoría

de los habitantes), para que el religioso les explicara, enseñán-

doles la obra y leyéndoles algunos capítulos. Estimo pues, de

justicia, el divulgar por mi parte la composición de SOR JUANADE MALDONADO Y PAZ y la cual en lo adelante incluyo

(reproduciendo una foto copia del original). De esta suerte,

solamente se hace luz, a otra de las referencias, que sobre el

particular hace Gage. Deducciones: Primero: fue él el único

Page 131: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Composición encontrada en la Historia de Carlos V (Edición

príncipe 1604) de la que también se reproduce una fotocopia,

de la página 27, donde se conservó la misma por siglos. Puedeobservarse la parte quemada, tanto en el nombre de Sor Juana,como en la hoja del libro. Colección particular.

Page 132: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

128 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

cronista colonial que habla de ella, quedando plenamente con-

firmada su existencia, hasta el año de 1946, por lo tanto se

requieren más de trescientos años, para desvanecer plenamente

la incógnita de su existencia real. Segundo: cuando a ella se

refiere la describe y adorna con el don y cualidad de poetisa;

la suerte ha querido favorecernos de entonces para ahora, ya que

después del primer hallazgo, solamente se necesitaron escasos

tres arios para poder demostrar, en absoluto, la pobreza que

sufría en el año de 1636, siendo su padre por aquel entonces

Oidor de la Real Audiencia de México. Corresponde esto a su

vida media conventual e inmediatamente cuatro años después,

o sean en total siete años, a partir del primer descubrimiento,

lo que vengo a confirmar plenamente con el documento, escrito

con dos tipos de letra: el manuscrito en toda su extensión (el

que podría atribuir —de no ser escrito por ella misma— a un

copista) y la firma del todo original cuyo nombre religioso de

Sor Juana de la Concepción está escrito abreviadamente de su

puño y letra con tinta perforante que roen el papel en zonas

recubiertas por la escritura o la impresión (es decir por Juana

de Maldonado). La veracidad de lo anteriormente apuntado,

queda acreditada por las firmas religiosas e inscripciones estam-

padas, tas que no dejan lugar ni a equivocaciones ni a dudas;

manuscritos conservados en las actas y documentos irrefutables,

los cuales hacen desaparecer toda incertidumbre de autenticidad.

La más vaga suspensión de buen juicio, sería causa de infanti-

lidad, corriendo el riesgo de ponerse en ridículo, el que tal sostu-

viera. Así pues transcribo literalmente, respetando en todo su

valor, la redacción, colocación y ortografía auténticas:

Letra Con estrivio a la purícima

concepción, de nuestra Señora.

Page 133: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 129

La Reina mas linda Juana de-

Yegando a excistir, la Concepon.

al momento triunfa

del dragón mas bil,

que al hombre en priciones

le acia centir,

un perpeotuo llanto

continu<d gemir: •

Estri) Esto si que es lucir,

vio ) Oyar del tirano1

su feros servis.

7^la Concepción pura

linda Emperatris,

ha librado al hombre

del yugo infelis,

venciste señora

gloria cea a tí,

por que a Dios, y al hombre

los yegastaa rmnir.

,sto sSfme es lucir.

O Racael ermosa

Valiente Judit#,

que a tu imbicta planta

de blanco marfil,

1 En la ortografía moderna serían los dos últimos versos como sigue:

Hollar del tirano

su feroz cerviz.

9—T. I—I. H.

Page 134: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

130 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

ha cido impocible

pueda recistir,

el león que rugiente

nos quiso destruir.

Esto si que es lucir.

O lirio del Campolucido Aleli,

rosa sin espinas

fragante jasmín

linda margarita

precioso ruví,

a ti todo el Orbe

te alabe sin fin.

Esto si que es lucir:

Lo Cantaron.

Se ha sublevado en mi ánimo el sentido de responsabilidad,

al comprometerme en un contrato con el Ministerio de Educa-

ción Pública de Guatemala, el que viene a garantizar la publi-

2 Llama mi atención un inteligente ex-compañero de estudios y buen amigo,doctor Horacio Figueroa M., sobre los posibles motivos por los cuales trajo a

cuenta Sor Juana —en su inspiración— el pasaje descrito por fray Antonio deRemesa! (que cultivó en la época, estrecha amistad con el padre y por consecuenciacon la hija) el cual por acarrear trascendencia, transcribo literalmente: (Al tomo 1,

página 252): Al hablar del ganado cuenta que se lo comían los leones y dice:

«Sintióse este daño mas en particular el año de mil y quinientos y treinta y dospor el mes de Febrero, de un león muy grande que bajaba de lo alto del volcánde agua y hacia el solo mas estragos que los demás habian hecho los años pasados.Prometió la ciudad a quien le matase veinticinco pesos de oro de minas o cienfanegas de maiz. Y a los veinte de Marzo salió el Adelantado don Pedro deAlvarado con casi toda la ciudad a montería y no pudieron coger el león. Matóledespués el yegüerizo. ^Y a los treinta de Julio del mismo año de treinta y dos pidióel prometido y escogió y se le dieron los veinte y cinco pesos de oro».

Page 135: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Convento de La Concepción.

Page 136: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

132 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

cidad de este libro (mayo de 1957), motivo por el cual me he

esforzado por avanzar todo lo posible en la glosa de numerosos

legajos de documentos que pertenecieron al extinguido Convento

de la Concepción (establecido originalmente en el valle de Pan-

choy y posteriormente trasladado al de la Ermita o de la Virgen)

,

los que se conservan en la actualidad en mi poder. Quizá por

incuria o falta de tiempo los había relegado a un segundo término

en su comprobación. No me ha sido factible cubrir su estudio en

la totalidad, pero dentro lo que he confrontado —manuscritos

de inequívoca procedencia— he hallado lo que puedo calificar

de valiosa contribución a la historia literaria del país. Cabe

indicar que ha azuzado en mí, el firme propósito de inquirir

sobre nuevos aportes a enriquecer lo substancial del caudal

logrado en un principio, por lo que importa incluir las siguientes

composiciones que atribuyo a Juana de Maldonado y Paz (Sor

Juana de la Concepción). Aprecíese la calidad de la siguiente

versificación:

Si al Misterio Santo

Antonio afortunado

Te ves hoy elevado

Escogido entre mil

No olvides un instante

Que Jesús tu modelo

Bajó del alto cielo

A inmolarse por tí.

Celebra el sacrificio

Sacrifícate todo

Por pagar de algún modoLo que hizo por tu amor.

Page 137: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 133

Eres Antonio feliz

Pues baja a tus manos puras

Un Dios que se sacrifica

Por amor de sus criaturas.

Y llenándote de gracias

Este Cordero Divino

Quiere Antonio que tú seas

El Sacerdote más digno.

VERSOS PARA LA PASCUA

La sacra aurora

la hermosa luna

hoy nuevas luces

nos asegura.

En su dulcísima

espectación

cual precursora

del mejor sol.

Esta ave pura

de gracia llena

le canta amores

al bien que espera.

Page 138: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

134 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Venid le dice

fuente de vida

ven a mis brazos

dulce alegría.

Véate el mundodulce amor mío

y yo te abraze

recien nacido

Los santos padres

Ya desde el Limboclaman al cielo

llueva el rocío.

(Siguen de otros metros)

¡O! hermosísima aurora

¡o alva benigna!

ya apresuran tus ruegos

el feliz día.

En tus brazos divinos

mirar deseas,

al fruto que en tu vientre

vos misma encierras.

Ya de tí bello oriente

con luces claras

verás al sol nacido

que amante aguardas.

Page 139: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 135

Pues con vos clamaremos

dulce María

se cumplan ya tus ancias

y nuestras dichas.

Supongo tanto más efectivo el hallazgo, cuanto que entre

algunas de las piezas que preferentemente se le atribuyen, cons-

tan: Cantos de Navidad, Redondillas, Despedidas, Villancicos,

etc. Deduzco de su contenido, que ciertas composiciones fueron

tomadas de los originales, por copistas del monasterio (quizá

para ser utilizadas en recitaciones y cantos) destinados por las

demás profesas, monjas y dirigentes del convento, para los actos

religiosos.

PARA EL DÍA DE LOS INOCENTES

Madrecitas queridas

gozen sus días

Entre mil inocencias

paz y alegrías

Y al mirarlas hoy libres

del cruel Herodes

demos a Dios las gracias

de estos favores.

PARA LOS SANTOS REYES

Comerciantes del cielo

buscan la perla

que aunque precio no tiene

se pondrá en venta

Page 140: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

136 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Hacia el mar de las gracias

los pasos llevan

que hallar puerto en el golfo

su amor desea.

Navegando los Reyes

vienen por tierra

pues de norte en su rumbo

sirve una estrella.

A remar marineros

y alto a la vela

que también verdes olas

forman las selvas.

A buscar van la Navede lejas (sic) tierras

que en el trigo conduce

tantas riquezas

Saben que llegó al puerto

donde la esperanza le espera

viniendo no cargada

pero sí llena.

De la corte de Herodes

el mar se altera;

a donde los riesgos (sic)

ven la tormenta.

Obliga la borrasca

que el rumbo tuerzan

pero asi a salvamento

mas presto llegan.

fin.

Page 141: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 137

PARA LAS DESPEDIDAS

Ya es preciso despedirnos

aunque con llanto y lamento

de ver que ya se acabaron

las fiestas del nacimiento.

Adiós María y José,

adiós Niño de mi vida

de aqui a un año nos veremos

si tu nos prestas la vida.

Adiós santos Reyes magos

adiós sencillos pastores

ya van hacer nueva vida

las pobres de las sórores.

Que comienze la lección,

que empiezen a regañar

que venga lo que viniere

todo lo hemos de aguantar.

Que viva pues Nuestra Madreque tanto nos ha obsequiado

y las Madres torneritas

por lo bien que se han portado.

Vivan las nacimienteras

y la Madre festerita

que por ellas ha quedado

la pascua tan esquisita.

fin.

Page 142: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

138 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Con grande tristeza

y mucho pesar

ya las despedidas

van a comenzar.

Bestidas de luto

llorando venimos

pues ya de las pascuas

hoy nos despedimos.

Pero antes de todo

con grande placer

prevengan el víctor

para agradecer.

A ese tierno infante

niño enamorado

que con mil primores

nos ha regalado.

El victor le den

recio y muy lucido

viva en nuestras almas

el recien nacido.

Viva nuestro Padre

todos repitamos

con salud cumplida

viva muchos años.

Sus muchos primores

quisiera expresar

pero es imposible

poder acertar.

Page 143: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 139

Y asi me acomodo

a callar mejor . .

por ser el silencio

un gran hablador.

Y de Nuestra Madresolo hay que decir

que en llegando al recreo

no quiere salir.

La Madre Vicaria

¡o que primorosa!

há estado en la pascua

cierto, muy donosa.

Todas muy alegres

viva repetimos

con salud cumplida

viva muchos años.

A las virgineras

un victor les den

por lo primoroso

de nuestro Belén.

Y las oficialas

cierto, se han portado

con grande primor

nos han regalado.

Las representantes

la vieja y doctores

nos han divertido

con diez mil primores.

Page 144: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

140 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

El victor repitan

aqui a las cantoras

a las bellas músicas

y a las veladoras.

Y las asistentes

mil gracias tuvieron

y con su prudencia

las faltas suplieron

Y la festera

pide por favor

la eximan de fiestas

por amor de Dios.

Como es de notar, en todas las composiciones anterior-

mente transcritas, se ha introducido —en su mayor parte— la

ortografía y puntuación modernas, lo que las hace más acce-

sibles al lector, toda vez que de los manuscritos atribuibles a Sor

Juana, algunos pueden haber sido de su escritura, y otros no.

La consideración que antecede, en nada afecta realmente la

disciplina, la técnica, el conocimiento de los materiales manus-

critos. Es conveniente que dé a conocer algunas de las reflexiones

imperantes en mí, relacionadas con la producción de Sor Juana.

Convengamos que lo difícil de la labor consiste en entresacar

del hacinamiento de producción manuscrita que obra en mi

poder; contenida en atados de papeles provenientes del archivo

del Convento de la Concepción.

He aquí —para ejemplo— el logro de una composición

en que se ha respetado el estilo de la época (siglo XVII).

Todos los Cortesanos

me vienen a ver,

y dizen, que mi alma

es Esposa del Rey.

Page 145: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 141

Hasta salir del cuerpo,

no quiero assentar

dentro de mis entrañas

aquesta verdad.

No quiero que tome

de aqui Satanás

ocasión a mi carne

de lisongear.

Al amor, y temor

me quiero ir asida,

con que vaya entre Ayos

bien guarnecida.

Con el brago valiente

de mi dulce amorno temeré las tretas,

que haze el traydor.

A busear el tesoro,

vengan las gentes,

que entre las bestias brutas

hazen sus fuertes.

Los esclavos trabajan

en los ladrillos,

y la Esposa se huelga

con los anillos.

En pajuelas entienden

como ignorantes:

ponenles piedra agufre

para adelante.

Page 146: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

142 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

A la sabiduría

no quiero llegar,

ni saber entre amantes

las leyes de amar.

Almas redemidas,

venid a mi Esposo,

que me abrasan las ansias

de su reposo.

Almas de los hombres

lo traen cansado,

para darles la vida

de enamorado.

Angeles, y Santos,

ya no os tengo amor,

que es mi amor poquito,

y es de mi Señor.

Ojalá todos ellos

me quisieran dar,

quanto amor ellos tienen,

para solo amar.

Mas teniendo en mi alma

mi querido amor,

tengo en él á los Santos,

que es traga de amor.

Y entre los demás tengo

a mi Juan querido,

que en el pecho amoroso

haze su nido.

Page 147: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 143

Juan, amador divino,

mostradme a querer,

pues soys diestro en la ciencia

de tan gran saber.

Todos los amadores

no saben amar,

si no aprenden la ciencia

de vuestro caudal.

Una vez sabido del valioso contenido de estos importan-

tes documentos, cabe la sugerencia de poner en la balanza todos

aquellos argumentos que se puedan invocar a favor. Lógica-

mente tiene uno que llegar a conclusiones exactas. Naturalmente,

no me precio de ser un técnico en la materia; pero, («quien

hace lo que debe, hace más de lo que puede»), está en mílatente la obligación de advertir y divulgar este descubrimiento

;

hallazgo que por sí solo justifica el apartar falsas modestias

substituyéndolas por un sentimiento de halago toda vez que

—en todo esto— no media ningún pensamiento mezquino, ni

mucho menos que se quieran hacer valer intereses personales;

soy el afortunado poseedor de estos manuscritos y esto me bas-

taría para darme por satisfecho. . . pero no es el caso; mi obli-

gación, es darlos a conocer, generalizando su contenido.

Insistir sería ya una redundancia ¿ a qué cabe darle mayor

crédito? A los documentos manuscritos, que son incuestionable-

mente de la época y en el que sobresalen las características

apuntadas, no pudiendo existir ninguna duda de que pertene-

cieron al extinguido Convento de la Concepción, con la parti-

cularidad de que el primero de los poemas le fue dedicado por

la autora, a la: «Purísima Concepción de Nuestra Señora».

¿O será todavía el momento de que los prejuicios con que se

la rodeó antaño, se quieran hacer prevalecer? Todo esto no es

sino la consecuencia de aquella malhadada recriminación a Gage

;

Page 148: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

144 MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

prejuicios que, por suerte, hoy en día se pueden desvirtuar, toda

vez que la historia como ciencia, o como arte, ha evolucionado,

llenando la función de observar retrospectivamente y sin apasio-

namientos, hasta encontrar la hebra a desmadejar. He aquí el

secreto para que las posibilidades de la historia tiendan a elevarse

y descubrir lo permanente dentro de lo mutable. Alguien ha

dicho: «La Historia es más literatura que Ciencia» y, en mi

concepto, creo que hay mucho de cierto. Dos son los testimonios

sobre los que descansan las aseveraciones del historiador. El uno

directo, el otro indirecto. Aquella persona que ha presenciado

un hecho, si trata de comprobarlo con la versión de otra que

también lo ha visto, difícilmente coinciden en un todo sus obser-

vaciones, es decir, que por lo general nunca se está de acuerdo

en los detalles y pocas veces en el conjunto. En el otro caso,

cuando corresponde a épocas lejanas, no quedan sino la tradición

o el documento, siendo ya casi un imposible separarse de la

versión admitida: verdadera o falsa. Por mi parte he tenido la

oportunidad de comprobar, cómo se puede cambiar la realidad

de los hechos. Tengo amistad con dos personas de nacionalidad

alemana, que no se conocen entre sí y quienes presenciaron su-

cesos y actuaciones, en determinadas zonas y regiones de su país,

sucesos desarrollados en la misma época y en idéntico lugar, pero

quienes me han dado versiones tan diferentes y opuestas entre sí

que me han hecho meditar. Se sobreentiende que ninguna de

las dos ha tenido ningún interés ni motivo para la efectividad

de sus dichos, más bien lo atribuyo a algo de carácter tempera-

mental. El uno tiende a disminuir la importancia del suceso, o

de darle el valor que ciertamente le corresponde a la actuación,

mientras que el otro lo amplifica, acrecentando los procederes.

Recuerdo haber leído la manera en que se han cambiado o alte-

rado algunas de las frases de los personajes célebres. Es sabido

que Francisco I, al escribirle a su madre, después de la batalla

de Pavía, le decía : «De todas las cosas, no me queda más que

Page 149: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 145

el honor y la vida, que se ha salvado», hoy en día, reza la

expresión: «Todo se ha perdido menos el honor». No faltarán

los que crean que es igual. Sí, pero distinto.

Recientemente el doctor Sheldon Judson, de la universi-

dad de Wisconsin, ha dado —a través del Instituto Smithso-

niano— a la publicidad, un valioso estudio, que ha arrojado

nueva luz sobre aproximadamente once siglos de historia humanaen el valle de México. Se refieren al sitio llamado el Zanjón,

ocupado durante los últimos años de la edad de hielo, siendo

en este sitio descubierta, hace poco, una lanza del tipo llamado

de Folsom, que se encuentra asociada con los primeros habitantes

del continente americano. .

.

Las razones más importantes en ciertos y algunos de los

acontecimientos y determinaciones trascendentales, a la vez que

por la documentación existente—tomadas por el Oidor y por su

hija Juana, por su orden cronológico— pueden resumirse así:

Primero, fue nombrado el licenciado Juan Maldonado de

Paz, Oidor de la Real Audiencia de Santiago de los Caballeros

de Guatemala, a 19 de marzo de 1609.

Segundo, en el año de 1611 se hace retratar por el pintor

Francisco de Montúfar, quien lo caracteriza como a San Juan

Bautista y a su hija Juana como a Santa Lucía.

Tercero, en el curso de los meses de marzo o abril de 1614,

viene del rompimiento entre el oidor Maldonado de Paz y el

Deán de la Catedral y Comisario del Santo Oficio, don Felipe

Ruiz del Corral, todo por la antipatía existente por parte del

Comisario, para fray Antonio de Remesal.

Cuarto, la denuncia hecha por el doctor Rodríguez de

Villegas, en el año de 1615, ante el Tribunal de la Inquisición

de México, por la posesión del cuadro en casa del Oidor.

Quinto, la confianza que mediaba entre la Orden Fran-

ciscana y las autoridades superiores del Reyno, comprobada por

el viaje que hizo el sábado 17 de diciembre de 1616 a Honduras.

10—T. I—I. H.

Page 150: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

146 * MARIANO LÓPEZ MAYORÍCAL

Sexto, la reclusión de Sor Juana de Maldonado y Paz ( Sor

Juana de la Concepción), el 27 de diciembre de 1619, en el

Convento de la Concepción.

Séptimo, la elección que quiso recaer en el Oidor JuanMaldonado de Paz el 1 1 de octubre de 1620, para el desempeño

de funciones de Ministro de la Tercera Orden.

Octavo, las constancias de que el pintor Francisco de

Montúfar trabajó por largo tiempo para el Convento de la

Concepción.

Noveno, fallece en Guatemala, el Oidor Juan Maldonado

de Paz a l9 de junio de 1653.

Décimo, el fallecimiento de Sor Juana acaecido (siendo

Abadesa) en el período comprendido del 6 de diciembre de

1665 al 21 de noviembre de 1666.

Undécimo, la comprobación de que tanto Tomás Gage,

como Máximo Soto Hall estaban en lo cierto cuando en la «Rela-

ción de sus Viajes» el primero y en «La Divina Reclusa» el

segundo, la describen anotando que era hija del Oidor «Liz(en-

cia)do Joan Maldonado de Paz» (oidor que fue de la Real

Audiencia de esta ciudad «Padre de la d(ic)ha Madre Joana

de la Concepción». Advierten que en su tiempo fue «no sola-

mente la admiración del convento, sino también de la ciudad».

Poseyó, dentro del Convento, un suntuoso y adecuado espacio

edificado de su propiedad. De que Juana de Maldonado y Paz

—Sor Juana de la Concepción llegó a ser Abadesa ( del Convento

de la Concepción). Que para el año de 1669, había ya fallecido

(el resto de las afirmaciones de Gage y Soto Hall, quedan com-

probadas plenamente, en el texto general de mi estudio, encon-

trándolas en un todo apegadas a la verdad).

Conclusión: FIAT para el prestigio que irradia la perso-

nalidad de Juana de Maldonado y Paz —Sor Juana de la Con-

cepción, para los guatemalenses en lo particular y para América

en general. Todo lo anteriormente expresado, se encuentra con-

Page 151: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 147

tenido en documentación inequívoca (citada anteriormente y de

manera irrefutable).

Y ya para concluir difícil sería responderme a mí mismola siguiente pregunta: ¿Será una simple ilusión, forjarse la

creencia de que hay otras personas interesadas en sus investiga-

ciones? ¡Quien sabe! Preferible ignorarlo y pasar al cierre del

capítulo y de la obra.

Sólo me resta agregar, mis anhelos vehementes por que

los guatemalenses traten de superarse en su historia, en las artes

y en las ciencias, sabiendo mantener siempre encendida la llama

que tienda a elevar los prestigios patrios, a la manera como mi

adorado padre supo interpretar sus vivas inquietudes por la

suerte de Guatemala, siendo común en su generación ese entra-

ñable amor por la tierra nativa, respetada y enaltecida por el

concepto del patriotismo, tan venido a menos para las genera-

ciones posteriores, al extremo de tenerse, en la actualidad, comocaduca sensiblería . . . siendo todo esto, que tan de cerca nos

atañe, la mayor de las veces ignorado: ¿por qué?; porque no

ponemos el correspondiente cariño en aquéllo. Reconozcamos

que no está en el clamor el mérito, sino en la intención noble

de superación.

Prodigalidades del siglo XIX cifradas en el genial cere-

bro de Rubén Darío, que supo hacer perdurar en bautismo a sus

nepentes, traídos a cuenta en el realismo del siglo XX, bajo el

denominativo de «copetines» . ..

, siendo ésta la historia de siem-

pre, implicada en diferentes conceptos, pero los cuales eterna-

mente conducirán al mismo fin . .

.

En una ocasión, nuestro gran Alberto Velázquez, trae a

cuenta un convivio de pensadores y artistas, y nos refiere ame-

namente la fábula del burro pintor, narrada por Felipe Cossio

del Pomar: «Así muere el Sol Sobre El Adriático». Esto me hizo

rememorar un cuadro de lo inverosímil, que pude contemplar en

una monumental exposición de arte en Nueva York. Su autor

Page 152: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

148 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

lo había titulado «Blanco sobre Blanco», desgraciadamente para

mí, la ignorancia me privó de poderme sentir cautivado de este

género de modernismos, bien sean representados en la pintura,

en la poesía, en la escultura, en la música;pero que no influenció

para que aquel lienzo obtuviera el primer premio en el concurso

a que fue sometido.

Viene al caso traer a cuenta, por original y genial, una

simple descripción de uno de los magnates de las letras castella-

nas, el poco ponderable Emilio Castelar, reclinándose sobre un

bastión de letras sajonas —Byron— quien como motivo, lo ha

sido sublime para la posteridad de su época. Mediocre sería aquel

que desestimara a Castelar, grande entre los grandes, ya de por

sí, pero que se superó al definir en cierne: Las tigresas paren

poco. .. ;

pero concibiendo lo hacen regiamente caracterizándose

excepcionales algunos de sus engendros, que se resisten en nacer,

y tan luego como pisan por primera vez lo candente de nuestra

tierra, instintivamente levantan su extremidad (no importa si

ésta es la derecha o la izquierda), cuando se siente lastimada.

Byron era cojo Siendo así que al arte de modelar ideas lo

sean una, en Castelar o en Darío, él que sintiéndose apocado,

quiere defenderse del temido «Clarín» (Leopoldo Alas), escu-

dándose en una frase del no menos grande español, don Marce-

lino Menéndez y Pelayo, quien en consagratorio concepto le dice

:

«mi lectura constante, usted la tiene», ateniéndose a lo cual,

Rubén anota : «Si quiere saber Clarín quién ha escrito esas líneas

busque la cabeza más alta de España, entre las altas del mundo».

No hay trabajo creador que, por pequeño, aparezca super-

ficial, y el que no resulte grande en el curso de los años. .

.

A nada hay que temerle tanto como al veredicto de la historia.

Los historiadores no han sido, sino el fruto de obscuros dolores,

en donde la vigilia anónima y el sacrificio han hundido su garfio,

sin tomar en cuenta sus desvelos y actuaciones, como postulado

de acción próvida. Ojalá que este libro pueda contribuir en algo,

Page 153: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 149

para que abran los ojos, a la manera de los numerosos países queen la actualidad están legislando para preservar sus tesoros artís-

ticos, como parte del patrimonio nacional ; una inmensa mayoría

tiene prohibida la salida de este género de reliquias, estableciendo

algunos, que no se podrán sacar aquéllas que cuentan más de

cien años y que se juzguen en detrimento a la integridad histórica

documental y folklórica, con tanta mayor razón los que repre-

sentan momentos gloriosos en el pasado de las naciones. Estas

precauciones han sido tomadas lógicamente, por la alarma con

que se ha visto mermar numerosos de los tesoros y como un signo

de avance en la cultura;particularmente en Guatemala, los sa-

queos han sido tremendos. .

.

Creo por mi parte que me hubiera sido imposible concluir

esta obra, sin la fe mantenida y el anhelo vivido, por lo cual

había que renunciar en innúmeros momentos a lo placentero;

hubiera sido absurdo tratar de hermanar la banalidad con el

esfuerzo idealístico. El solo hecho de compenetrarse con la histo-

ria, hace desechar lo efímero y posesionarse de la parte genera-

dora, apartando la inclinación que tiende a la fantasía. Todo

poseído de un secreto histórico, se yergue ante la incomprensión

de la inmensa mayoría, no importando que aliente —de peren-

ne— el martirio por encontrar la expresión justa ; se trata de un

ejercicio heroico; paradójicamente es un tormento deleitoso, para

el que lo practica. Es una angustia creadora; es sentir el hálito

de lo recóndito, fúlgidamente : es narrar un cuento de verdad . .

.

Page 154: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 155: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

ÍNDICEPáff.

AL LECTOR 7

NOTA 9

INTRODUCCIÓN 11

ADVERTENCIA 13

CAPITULO I.—Sor Juana de Maldonado, la mujer de siempre.—Opinión

del licenciado David Vela.—Criterio del licenciado Luis

Antonio Diaz Vasconcelos.—Benevolencia de don J.

Fernando Juárez Muñoz (q. e. p. d. consocio de la

Sociedad de Geografía e Historia).—«El Imparcial,

del 10 de junio de 1949».—Pintura del Artista Francis-

co Bravo de Laguna.—María Albertina Gálvez, doctor

Alfredo Carrillo Ramírez, Pedro Arce y Valladares,

Carmen Duran de del Cid, Lie. Salomón Carrillo Ra-

mírez (q. e. p. d.).—Una ordenanza real.—Afirmación

del licenciado J. Antonio Villacorta C.—Versión de José

Llarena Zirión.—«La Revista del Maestro» 15

CAPITULO II.—Composiciones manuscritas e inéditas de valores conti-

nentales.—Carta autógrafa de don José Zorrilla y Mo-ral.—Actas del Convento de la Concepción donde apa-

recen autógrafas las firmas de Sor Juana de la Con-

cepción.—Valiosa documentación adicional relacionada

con Sor Juana de la Concepción.—El estilo barroco del

siglo XVIII.—Los cinco estilos venidos a este Conti-

nente.—Importantes conceptos de Janos de Szécsy.

Legendaria historia del Emperador Carlos V.—Cuatro

astros femeninos de primera magnitud 35

151

Page 156: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

152 MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

Pá:

CAPITULO ttt—Primer escrito de pluma femenina cursado en Amé-rica.—Se afianza el prestigio de Sor Juana de Mal-

donado y Paz.—Actas que concuerdan en la fijación

de la fecha de su muerte.—Otros valores femeninos

en las letras hispanoamericanas.—Dificultades en el re-

conocimiento de celebridades.—Junco se refiere a las

obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz.—Com-pletando capítulos truncos en la historia de Sor Juana 51

CAPITULO IV.—Vinculación de muchos de los pasajes de la vida colo-

nial con el convento de San Francisco.—Manuscrito de

la Abadesa Sor Antonia Arze.—Valiosas foto-copias de

pinturas originales.—El hábito de las concepcionistas.

En corto periodo de tiempo se aclaran los enigmas

relacionados con Sor Juana de Maldonado y Paz 85

CAPITULO V.—La vida de Sor Juana se desarrolla dentro de los pro-

cederes inquisitoriales del comisario don Felipe Ruiz

del Corral—Amistad del Oidor Juan Maldonado de Paz

y de Fray Antonio de Remesal.—Opiniones de FrayAntonio de Arochena.—Biblioteca Hispanoamericana

Septentrional.—La imprenta en el antiguo reino de

Guatemala.—Sor Juana de Maldonado y Paz (pruebas

documentales de su existencia).—Glosa pormenorizada

del autor.—Primera composición autógrafa de Sor Jua-

na.—Acontecimientos trascendentales en la vida de Sor

Juana que conducen a conclusiones definidas 107

Page 157: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

NOTA

Todas las obras consultadas en este tomo, por

el autor, aparecerán incluidas en la BIBLIOGRA-FÍA GENERAL del tercer tomo de «INVESTI-GACIONES HISTÓRICAS», obra que fue recibida

en la Editorial en el mes de mayo de 1957.

Page 158: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 159: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

Terminóse la impresión del primertomo de «Investigaciones Históri-cas», el día 30 de septiembre de1958, en los talleres de la Editorial

del Ministerio de Educación Pública,

de Guatemala en Gentroamérica.

Page 160: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I
Page 161: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I

DEJA ASI SOR JUANA, la Madre Juana de

la Concepción, de ser personaje legendario

para figurarse en la historia y en las letras;

y esto da oportunidad al escritor de esta

obra, para entrar en comparaciones con

otras mujeres excepcionales de la Colonia.

Ya no sólo México tiene su monja poetisa:

la tiene Guatemala; y deja a sus seguidores

la tarea, si difícil no imposible, de hallar

su obra que a lo mejor aparece empapelada

en algún proceso inquisitorial o en algún si-

tio ignorado de alguna ruina conventual.

En el capítulo V nos cuenta el autor de la

coexistencia de Sor Juana y de aquel terri-

ble cancerbero de la Inquisición llamado

don Felipe Ruiz del Corral que amargó la

vida de Fray Antonio de Remesal y que

tuvo con el padre de Sor Juana grave desa-

venencia. No sería extraño que alguien

arramblara con cuanto la monja dejara es-

crito hallándolo inconveniente o para el sólo

fin de expurgarlo de cuanto fuese mundano

o heterodoxo.

ENTRE, el lector por estas bellas páginas,

que amén de entretenidas nos dan una vi-

sión panorámica de este intrigante período

de la historia colonial.

Luis Beltranena.

Miembro correspondiente de la Real

Academia Española.

EN EL CENTENARIO DEL NACIMIENTODEL MAESTRO «RAFAEL ALVAREZOVALLE», AUTOR DE LA MÚSICA DEj

NUESTRO HIMNO NACIONAL

Page 162: Lopez Mayorical - Investigaciones históricas  Tomo I