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LO QUE HACE FELICES A LAS MUJERES de Víctor Vegas © 2010 Obra para 3 actrices Copyright © 2010 R8-0414 Octubre,

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Lo que hace feliz

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  • LO QUE HACE FELICES

    A LAS MUJERES

    de

    Vctor Vegas 2010

    Obra para 3 actrices

    Copyright 2010

    R8-0414

    Octubre,

  • Lo que hace felices a las mujeres es

    un enigma tan antiguo como la esfinge.

    J. M. Coetzee

    PERSONAJES

    VICTORIA, 32 aos. ISABEL, 42 aos. ALEJANDRA, 26 aos.

    2

  • 1

    Saln-comedor de apartamento. Victoria, desde la puerta de entrada, despide al

    ltimo grupo de amigas que se marcha luego de haber

    asistido a su despedida de soltera. El saln-comedor est hecho un desastre, un caos:

    vasos, botellas, restos de comida y, por supuesto,

    decoracin diversa, globos y jugueticos alusivos a

    la celebracin que acaba de finalizar.

    VICTORIA: Adis, chicas! Gracias por venir!

    Al darse vuelta, contempla por un rato

    el desorden de la habitacin.

    VICTORIA: Uf! Tengo que arreglar un poquito esto.

    Y se pone manos a la obra. Entra Isabel. Est algo ebria y descompuesta.

    ISABEL: Y tus amigas?

    VICTORIA: Justo acabo de despedir al grupito que quedaba.

    ISABEL: Se han marchado todas?

    VICTORIA: S. Y t dnde te habas metido?

    ISABEL: Estaba en el bao.

    VICTORIA: Todo este tiempo?

    ISABEL: (Melodramtica.) Ni te imaginas la aterradora

    experiencia que viv en ese lugar.

    VICTORIA: Qu te pas?

    ISABEL: Horripilante! De veras. Te lo juro. No se la

    deseara ni a mi peor enemiga.

    VICTORIA: Qu fue lo que te pas?

    ISABEL: Pues vers, apenas entr y encend la luz, vi

    cmo la baera, el bidet, el lavamanos y hasta

    la poceta giraban a m alrededor...

    3

  • VICTORIA: (Re.)Cmo?!

    ISABEL: No te burles. No te burles, Victoria, que esto

    va muy en serio.

    VICTORIA: Perdona. No pude evitarlo... Pero, vamos!

    Cuntame lo que te pas.

    ISABEL: (Tras una pausa.) Antes de decidirme ir al

    bao me haba sentido full mareada, sabes?

    VICTORIA: Aj.

    ISABEL: Hubo un momento en que no aguant ms y tuve

    que ir a vomitar.

    VICTORIA: No me extraa en lo absoluto, amiga. Se te pas

    la mano con la bebida.

    ISABEL: Nada de la bebida!

    VICTORIA: (Irnica.) Ah, no? Y entonces qu sera lo que

    te cay mal?

    ISABEL: Creo que fueron los pasapalos.

    VICTORIA: Los pasapalos?

    ISABEL: Particularmente los que trajo una de tus amigas.

    La pequeita, regordeta, con ojos saltones y

    lengua viperina... Cmo se llama?

    VICTORIA: Trinidad?

    ISABEL: Exacto! Esa misma! Trinidad! Te aseguro que

    fueron sus pasapalos los que me sentaron mal.

    VICTORIA: Y por qu?

    ISABEL: Es que no tenan ni buen aspecto ni buen sabor.

    VICTORIA: Pero si no paraste de comer uno tras otro.

    ISABEL: Porque nadie ms los quiso.

    VICTORIA: Y por eso te los zampaste!

    4

  • ISABEL: Todas tus amigas les sacaron el culo. No te

    diste cuenta? Hasta t misma! Yo fui la nica

    valiente que se atrevi a probarlos y la nica

    que al final acab sacrificndose. Sabes que

    detesto que se desperdicie la comida, con tanta

    hambre que hay por ah rodando por el mundo... Segn cifras de la FAO, la Organizacin de

    las Naciones Unidas para la Agricultura y...

    VICTORIA: (Interrumpindola.) Okey, okey. Pero no te me

    pongas intensa, por favor, y contina con tu

    historia del bao.

    ISABEL: Mi historia del bao?

    VICTORIA: La del bidet y la baera voladora.

    ISABEL: Qu bidet y qu baera voladora?

    VICTORIA: Bueno, los objetos del cuarto de bao que

    giraban a tu alrededor...

    ISABEL: Ah, s, s! Por supuesto. Perdona. Te contaba

    que haba ido al bao porque me urga vomitar.

    VICTORIA: Aj.

    ISABEL: Y que una vez adentro, todo empez a dar vueltas

    a m alrededor.

    VICTORIA: Exacto.

    ISABEL: Pues bien, tena unas arcadas horribles, pero

    el condenado wter no se quedaba tranquilo en

    un mismo sitio.

    VICTORIA: (Escandalizada.) Isabel, no habrs...?

    ISABEL: Ya va! Ya va! No te adelantes. Deja que termine

    de contarte...

    VICTORIA: Okey.

    ISABEL: Estoy all, parada en el centro del cuarto de

    bao, en el centro de aquel tornado de objetos

    sanitarios, blancos y relucientes, girando a m

    alrededor con actitud agresiva... Y yo con los

    nervios de punta y unas ganas terribles de

    vomitar... Entonces le apunto a la taza del wter

    5

  • y disparo, con tan mala suerte, que en lugar de al wter le atino al lavamanos...

    VICTORIA: Dios santo!

    ISABEL: Pero la historia no acaba all.

    VICTORIA: Ah, no?!

    ISABEL: No, no, no... Porque las arcadas continuaban...

    Si me entiendes? As que me concentro y trato de afinar la puntera y voy con la segunda descarga...

    VICTORIA: Y?

    ISABEL: Le atin al bidet.

    VICTORIA: Qu asco!

    ISABEL: De pronto me pongo a reflexionar un poco sobre

    mi situacin, y en mi tercer intento, decido

    apuntarle al bidet a ver si de ese modo le

    atinaba al condenado wter volador.

    VICTORIA: Y qu? Lo conseguiste?

    ISABEL: No. Esta vez me cargu la baera.

    VICTORIA: Aaaggghhh! Isabel!

    ISABEL: Pero como soy una mujer perseverante, de las que

    nunca, nunca se dan por vencidas con facilidad...

    VICTORIA: Qu hiciste?

    ISABEL: Esta vez le apunt a la baera y por fin le

    atin al wter.

    VICTORIA: Gracias a Dios! Por un momento cre que diras

    que habas vomitado sobre las toallas limpias

    que tenemos dobladas en la repisa del bao.

    ISABEL: Nooooo! Cmo se te ocurre?

    VICTORIA: Menos mal.

    ISABEL: (Avergonzada.) Pero tuve que usar esas toallas

    para limpiar todo aquel desastre.

    6

  • VICTORIA: Isabel!

    ISABEL: Qu queras que hiciera? Fue mi primer impulso;

    un acto reflejo. Y era lo ms a mano que

    encontr... O preferas que saliera del bao

    dejndolo hecho un desastre? Qu hubiera dicho

    una de tus amigas si justo despus de aquello

    hubiera entrado y...?

    VICTORIA: Cllate! Qu asco!

    ISABEL: Pero no te preocupes, t tranquila, porque ahora

    mismo las toallas que utilic estn dando

    vueltas en la lavadora con full detergente, un

    potente desinfectante, dos quitamanchas y hasta

    ese suavizante que compramos la ltima vez en el

    sper y cuyo olor tanto te agrada.

    VICTORIA: No quiero ni imaginar cmo ha quedado el bao

    despus de todo esto que me acabas de contar.

    ISABEL: Hey! Qu insinas?

    VICTORIA: Bueno, si sueles dejarlo hecho un desastre en

    condiciones normales, ni te cuento en tu

    estado actual...

    ISABEL: Mi estado actual? Qu quieres decir con

    mi estado actual?

    VICTORIA: Pues...

    ISABEL: Ests insinuando que estoy borracha?

    VICTORIA: No lo insino, amiga.

    ISABEL: No estoy borracha! Tal vez un poquito mareada,

    pero eso fue antes... Antes de vomitar! Ahora

    mismo estoy sobria, con mis seis sentidos

    funcionando a la perfeccin.

    VICTORIA: Se nota.

    ISABEL: Ah! Y para que lo sepas, he dejado el cuarto de

    bao tal y como estaba antes de entrar...

    VICTORIA: (Al pblico.) Lamentablemente eso tendr que

    averiguarlo tarde o temprano.

    7

  • ISABEL: ...Por eso he tardado todo este tiempo en

    reincorporarme de nuevo a la reunin, porque

    estaba esforzndome para que quedara limpiecito

    como un sol... (Breve pausa y despus de mirar

    a su alrededor.) Y tus amigas?

    VICTORIA: Se han marchado.

    ISABEL: Todas?

    VICTORIA: Todas.

    ISABEL: En serio?

    VICTORIA: Claro. Por qu lo preguntas?

    ISABEL: Cmo que por qu lo pregunto? Porque hay

    que limpiar y recoger todo este desastre.

    VICTORIA: Es que la mayora tena que ir a trabajar muy

    temprano.

    ISABEL: Aj!, porque seguramente t y yo no tenemos

    igual que levantarnos temprano para ir a

    trabajar...

    VICTORIA: T y yo tenemos el da libre. No lo recuerdas?

    Yo porque lo ped para hacer diligencias

    relacionadas con la boda y t porque lo

    pediste para acompaarme.

    ISABEL: Ah, s, s, es cierto... Pero eso no justifica

    la actitud viva la pepa de tus amigas. Qu

    frescas! Y mira que les dije a varias de

    ellas que despus de la recepcin por favor

    se quedaran a echarnos una mano.

    VICTORIA: No te enrolles por eso, Isa. Ya nos ocupamos

    nosotras.

    Reanuda su paseo por el saln-comedor con el fin

    de recoger cosas e Isabel, mientras continan

    los dilogos, se las va quitando de las manos y

    dejndolas en cualquier lugar.

    ISABEL: Pero si t eres la agasajada.

    VICTORIA: No importa.

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  • ISABEL: Si todas disfrutamos y nos divertimos de lo

    lindo, no era justo que tambin todas

    hubiramos colaborado en la limpieza? Al fin y

    al cabo, fue algo que preparamos entre todas,

    no te parece?

    VICTORIA: Ay, amiga! T y tus utopas...

    ISABEL: (En tono sermoneador.) Vicky, si siempre echas

    mano a esa actitud tan tuya, tan tolerante, tan

    complaciente y, por cierto, bastante alcahueta,

    no avanzaremos nada. Dime: as cmo diablos

    vamos a conseguir que las cosas cambien?

    VICTORIA: Y t crees que en este preciso momento de mi

    vida yo estoy interesada en que las cosas

    cambien? Pero si soy la mujer ms feliz del

    mundo!

    ISABEL: S, claro, porque en unos das te vas a casar

    (Efusiva.) con el hombre ms maravilloso que

    ha existido nunca jams sobre la faz de la

    tierra....

    VICTORIA: No te burles.

    ISABEL: Si no me burlo. Acaso no es lo que me insinas

    a cada rato desde que Federico te propuso

    matrimonio?

    VICTORIA: S, es verdad. Pero ese tonito tuyo...

    ISABEL: Mi tonito un rbano con mayonesa... T no

    permitas que ni mi tonito ni nadie te amarguen

    la felicidad de estos das, de acuerdo?

    VICTORIA: (Tras reflexionar.) Sabes qu? Tienes razn.

    ISABEL: (Harta de ir tras Victoria quitndole las cosas

    de las manos.) Ahora deja todo esto como est.

    Por favor, olvdate un momento del orden y la

    limpieza y sentmonos un ratico a conversar.

    Empuja a Victoria hacia el sof y se sientan.

    VICTORIA: (Con cario.) Qu es lo que quieres?

    Isabel coge a Victoria de las manos.

    9

  • ISABEL: Te voy a hacer una pregunta y te exijo que me

    contestes con el corazn en la mano, okey?

    Con toda la sinceridad que guardas ah dentro.

    VICTORIA: Okey.

    ISABEL: Te gust tu despedida de soltera?

    VICTORIA: Muchsimo!

    ISABEL: De verdad?

    VICTORIA: Totalmente.

    ISABEL: Porque la prepar con mucho cario, sabes? Me

    dije: la Victoria decidi casarse desoyendo mis

    sabios consejos, pero an as, voy a prepararle

    su despedida de soltera.

    VICTORIA: Qu linda!

    ISABEL: Tal vez no estuvieron todas las amigas que t

    habras querido que estuvieran, pero te juro que

    contact con todas aquellas que estoy segura de

    que se merecen tu estima.

    VICTORIA: Gracias.

    ISABEL: Y aunque no todas vinieron, que quede claro que

    yo las invit a todas.

    VICTORIA: Tranquila. Est bien. Estuvieron todas las que

    deban de estar.

    ISABEL: Eso mismo pienso yo. Y las que recibieron la

    invitacin y no se aparecieron, pues ellas se lo

    perdieron.

    VICTORIA: As es.

    ISABEL: Pero te confieso algo, si por m hubiera sido, a

    algunas de tus amigas que vinieron ni siquiera

    las hubiera contactado para invitarlas.

    VICTORIA: Y eso por qu?

    ISABEL: (En lo suyo.) No voy a decir nombres porque no

    estara bien de mi parte y... (Incisiva.) Al

    10

  • carajo con la bicicleta! No hubiera invitado a

    esa Trinidad, ni a Maribel y mucho menos a la

    tal Rebeca, son todas unas pesadas, chama,

    unas brujas... Dime algo: cmo siendo t tan

    simptica, noble y bella persona, te rodeas de

    cuaimas como esas, eh?

    VICTORIA: Isabel...

    ISABEL: S, s. Ya s. Mejor cierro el pico y no me

    adentro en esas profundidades...

    VICTORIA: S, mejor que no.

    ISABEL: Y sin embargo, como te deca, a todas las

    invit porqu s que a ti te haca ilusin

    compartir estos momentos con ellas.

    VICTORIA: Y yo te lo agradezco enormemente.

    ISABEL: Tambin quera sorprenderte con otro par

    de cositas, pero no fue posible.

    VICTORIA: Ah, s?! Cules?

    ISABEL: La primera era que te quera hacer beber hasta

    que perdieras el control y te cayeras de culo,

    pero finalmente la que acab borracha y

    limpiando el suelo con su culo fui yo.

    VICTORIA: (Re, pcara.) Eso lo sospech desde un

    principio, por eso le ped consejo a Trinidad

    y ella me recomend unas pastillitas que

    evitaron que la bebida se me subiera tan

    pronto a la cabeza... Me tom dos!

    ISABEL: QU ZORRA!

    VICTORIA: Qu?!

    ISABEL: No! T no, querida! Me refiero a la zorra de

    tu amiga Trinidad. Bruja! Putona! Mil veces

    putona! Zorra entre todas las zorras!

    VICTORIA: Y cul es la segunda?

    ISABEL: La segunda? Pues mira, me queda sper claro que

    la Trinidad es la primersima putona de todas

    11

  • tus amigas, pero la segunda, tendras que darme unos minutitos ms para pensrmelo mejor y...

    VICTORIA: No, chica! Que cul era la segunda sorpresa que

    me tenas para esta noche.

    ISABEL: Aaah! Claro, claro! (Breve pausa.) Haba

    contratado los servicios de un stripper, pero

    al final el muy imbcil no se ha aparecido.

    VICTORIA: Qu pervertida!

    ISABEL: Pero si era slo para recrearnos la vista un

    ratito... Bueno, bueno, corrijo: para que t

    te recrearas la vista un ratito...

    VICTORIA: (Irnica.) S, por supuesto.

    ISABEL: El tipo est tan bueno que si me dicen que fue

    el modelo que utiliz Miguel ngel para esculpir

    su David, lo creo sin chistar. Ah, y su show es

    una maravilla. No s si ser la octava o la

    novena maravilla del mundo, pero muy cerquita

    debe de estar... Mnimo debe andar por la

    novena... Est para caerse de espalda y con la

    boca bien abierta. Te lo juro!

    VICTORIA: Ah, s? Y t cmo sabes todo eso?

    ISABEL: (Titubeante.) Que cmo lo s? Pues porque...

    porque... Porque lo le en internet! Es que no te

    lo haba dicho todava: el chico este tiene su

    propia pgina web, para publicitarse, sabes?, y,

    ah, los que han contratado sus servicios, suelen

    dejar de manera annima sus comentarios. Adems,

    tiene muchsimas fotos y videos y...

    VICTORIA: Entiendo.

    ISABEL: Me hubiera encantado que lo vieras actuar.

    VICTORIA: No importa. As como te qued la reunin, amiga,

    sin que se concretaran tus dos sorpresitas, te

    juro que estuvo todo muy bien.

    ISABEL: De veras?

    VICTORIA: Ujm.

    12

  • ISABEL: No lo dices por puro compromiso?

    VICTORIA: Te lo digo con el corazn en la mano.

    ISABEL: Es que quiero que estos ltimos das que pasemos

    juntas sean inolvidables para ambas.

    VICTORIA: Slo me voy a casar, Isa, ni me muero ni me voy

    a vivir a otro planeta.

    ISABEL: Lo dirs en broma, pero el matrimonio est a

    esto de parecrseles.

    VICTORIA: T no te has casado para que digas eso.

    ISABEL: No, pero tengo un montn de amigas que s lo

    han hecho y justamente te hablo desde esa

    perspectiva, la nica que conozco: la antigua

    amiga de las nuevas esposas que se casaron y se

    murieron o se mudaron a otro planeta.

    VICTORIA: Isa, ya hemos hablado de esto. Nada tiene por

    qu cambiar entre nosotras.

    ISABEL: Cmo que no? Te dice algo el hecho que dentro

    de unos pocos das ya no viviremos juntas?

    VICTORIA: Ya no viviremos juntas, es verdad, pero las

    otras cosas no tienen por qu cambiar.

    ISABEL: Sabes muy bien que eso no ser posible,

    Victoria. No trates de engaarme como si yo

    fuera una chiquilla de cinco aos.

    VICTORIA: No, si yo no trato...

    ISABEL: (En lo suyo, quebrndosele la voz.) Entre tu

    trabajo y tus nuevas obligaciones de mujer

    casada, ya no tendrs tiempo para m. Ya vers!

    VICTORIA: Para, para! No vayas a soltarte a llorar, por

    favor, que tambin me vas a arrastrar a m y las

    dos acabaramos ahogadas en llanto antes de que

    amanezca.

    ISABEL: Perdname, perdname... Pero no puedo

    evitarlo... El alcohol me pone as, me pone

    la sensibilidad a tope, a milln, pues...

    13

  • Breve silencio.

    ISABEL: (Secndose las lgrimas.) Al carajo con la

    bicicleta! No me pares, amiga. Estoy un poco

    borracha... Es verdad... Si t eres feliz,

    yo soy feliz!

    VICTORIA: Ves? Eso est mejor.

    ISABEL: En cuanto al apartamento, no te preocupes,

    cuando regreses de tu luna de miel con el Fedex,

    ya me habr llevado mis cosas...

    VICTORIA: Otra vez? Ese es otro tema del que tambin ya

    hemos hablado y no me parece que...

    ISABEL: No, no, no, no! Con esto otro s que no me vas

    a convencer. Ya es una decisin tomada, okey?

    Este ser tu apartamento de casada.

    VICTORIA: Isabel, no creo que sea justo ni una buena idea.

    ISABEL: S que lo es y no se hable ms del asunto.

    Maana mismo hablar con el seor Contreras para

    comunicrselo y para que vaya redactando un

    nuevo contrato de alquiler a tu nombre.

    VICTORIA: Pero si este ha sido tu hogar durante aos.

    ISABEL: Ya iba siendo hora de que cambiara de aires.

    VICTORIA: No seas mentirosa! T amas este apartamento.

    ISABEL: Ya no ser igual. Me quedara demasiado grande.

    VICTORIA: Te recuerdo que antes de venirme a vivir contigo

    ya t vivas aqu... Y sola!

    ISABEL: Qu testaruda eres. Es que no lo entiendes? T

    y Federico son mis amigos. Los amo como a nada

    ms en este mundo... Quiero que t y l vivan

    aqu y punto!

    VICTORIA: Y tu hermana?

    ISABEL: Alejandra? Ella slo est de paso.

    VICTORIA: Se lo has dicho?

    14

  • ISABEL: Claro!

    VICTORIA: Y cmo lo tom?

    ISABEL: Eso no importa. Las que pagamos el alquiler

    somos t y yo. Ella es una simple visita y

    tendr que aceptar y adaptarse a cualquier

    decisin que nosotras tomemos. Y en lo que a m

    respecta, es una decisin ms que tomada. Ser

    uno de mis regalos de bodas.

    VICTORIA: No s, no s. Qu te parece si mejor

    continuamos con esta conversacin maana, cuando

    ambas tengamos la cabeza ms despejada?

    ISABEL: Y dale con lo mismo. Ya no estoy borracha. Y

    aunque lo estuviera, ms a mi favor: acaso no

    dicen que los nios y los borrachos dicen

    siempre la verdad?

    VICTORIA: (Re.) Eres como los nacidos en Jalisco, amiga,

    no es cierto?

    ISABEL: Ah?!

    VICTORIA: Que t eres como los nacidos en Jalisco: si no

    ganas arrebatas.

    ISABEL: Pues as mismo es.

    VICTORIA: A ver: y adnde piensas irte a vivir?

    ISABEL: Eso tampoco es tu problema y no tienes por qu

    preocuparte por eso.

    VICTORIA: Y cmo no voy a preocuparme si eres mi mejor

    amiga? No, no, no, no. Esta conversacin me pone

    demasiado incmoda y me sobrepasa.

    ISABEL: Dime la verdad: no te agrada la idea de vivir

    aqu tus primeros aos de casada?

    VICTORIA: Claro, pero...

    ISABEL: Sin peros! Sabes? Uno de tus defectos es que

    piensas demasiado en el bienestar de las personas

    que te rodean antes que en el tuyo propio. Amiga:

    a veces las circunstancias tienen que obligarnos a

    ser un poco ms egosta que de costumbre.

    15

  • Silencio.

    VICTORIA: Tal vez tengas razn.

    ISABEL: La tengo. T slo recibe con los brazos

    abiertos, y una hermosa sonrisa en esa boquita

    tuya, lo que yo te ofrezco... Y por favor, en

    estos momentos no te preocupes por m ni por

    nadie ms. Yo estar bien. Sabes que soy como

    los gatos: siempre caigo de pie.

    Breve silencio.

    VICTORIA: Est bien. Te prometo que me lo voy a pensar

    mejor esta noche. Como dicen por ah: lo

    consultar con la almohada.

    ISABEL: Bueno, eso al menos ya es algo... Y ahora dame

    un abrazo!

    Se abrazan.

    VICTORIA: Te quiero mucho.

    ISABEL: Yo tambin.

    VICTORIA: Eres mi mejor amiga. Gracias por ayudarme y

    soportarme todos estos aos.

    ISABEL: Y por presentarte a Federico!

    VICTORIA: (Re.) S, por eso tambin.

    ISABEL: Hacen una estupenda pareja. Me alegro de haber

    sido su alcahueta... Y no ha sido nada, Vicky!

    Todo lo que hice lo hice con el mayor cario. T

    hubieras hecho lo mismo por m.

    VICTORIA: Sin tu ayuda quin sabe dnde andara yo ahora

    mismo dando tumbos.

    ISABEL: No digas eso.

    VICTORIA: (Quebrndosele la voz.) Al menos de una cosa

    estoy segura, algo me lo grita desde muy

    adentro, no sera aqu, en el mero-mero

    centro de estos das felices...

    16

  • ISABEL: Ahora soy yo la que te pide que por favor no te

    vayas a poner a llorar.

    VICTORIA: (Re.) No, tranqui... No lo har.

    ISABEL: Tambin t has sido de gran ayuda para m,

    aunque ni te hayas enterado en todo este tiempo.

    VICTORIA: Qu dices!

    ISABEL: Es verdad. Te juro que me has ayudado a ver la

    vida de otro modo, a ser mejor persona...

    VICTORIA: Te quiero mucho!

    Se abrazan de nuevo.

    ISABEL: No cambies nunca.

    VICTORIA: No lo har.

    ISABEL: Al menos no cambies conmigo, okey?

    VICTORIA: Te lo prometo.

    ISABEL: Espera! Tenemos que hacer un brindis!

    Se pone de pie.

    VICTORIA: No! Para ya! Mira que maana ninguna de las

    dos va a querer levantarse de la cama.

    ISABEL: Maana? Querrs decir dentro de un rato...

    VICTORIA: Ms a mi favor. Necesitamos dormir un poco

    porque si no, no vamos a valer ni un cntimo

    partido por la mitad y yo tengo un montn de

    cosas pendientes...

    ISABEL: Pero qu dices! Si las dos estamos enteritas,

    frescas como lechugas... T haciendo trampas,

    claro, con ayuda de las dichosas pastillitas

    esas... Voy a servir!

    VICTORIA: (Ponindose de pie.) No! Lo siento, Isa. Yo

    me voy a la cama.

    ISABEL: Anda...! Que slo ser una copita.

    17

  • VICTORIA: No insistas.

    ISABEL: Qu aguafiestas eres! (Pausa.) Y no me mires

    con esa cara de escopeta.

    VICTORIA: Sabes qu? T en lugar de seguir bebiendo como

    lo has hecho durante toda la noche, deberas

    imitarme e irte a la cama.

    ISABEL: Nada de eso. Yo s que voy a tomarme otra

    copita... (Melodramtica.) Aunque tenga por

    nica compaa el canto triste de los grillos.

    Por fin va y se sirve el trago.

    VICTORIA: Conozco tus estrategias, amiga, y ni siquiera

    as vas a lograr convencerme.

    Se dispone a salir.

    ISABEL: Es que si no me bebo otra copita ahora, maana

    s que no voy a querer salir de la cama.

    VICTORIA: Bueno, que conste que te lo advert. Hasta

    maana.

    ISABEL: Adis, aguafiestas!

    Sale Victoria. Isabel retorna al sof. Se sienta. Silencio.

    ISABEL: (Alzando su vaso.)Por ellos! Aunque mal

    paguen...

    Re. Bebe. Pausa.

    Llaman a la puerta.

    ISABEL: Eh! Y quin coo podr ser a estas horas?

    Se levanta y va hacia la puerta de entrada. Antes de abrirla, mira por el ojo mgico.

    ISABEL: Diga?

    Escuchamos la voz del hombre pero no le vemos.

    18

  • VOZ DE HOMBRE: Hola. Soy el stripper que contrataron para la

    despedida de soltera. No pude llegar antes

    porque cuando vena hacia ac, en un semforo,

    me atracaron y se llevaron mi moto. Tambin me

    quitaron el celular, por eso no he podido llamar

    para avisarles de mi retraso... Pero como

    seguramente leyeron en el anuncio que tengo

    colgado en mi web, asisto a los eventos donde me

    contratan llueve, truene o relampaguee... Espero

    que no sea demasiado tarde y todava quieran mis

    servicios... Oye! Un momento... T cara me

    suena. Te conozco! Me habas contratado antes,

    verdad?

    Isabel se vuelve hacia el pblico y deja escapar

    una expresin entre avergonzada y pcara.

    19

  • 2

    Mismo saln-comedor; mismo desorden y caos. Victoria, vestida de manera casual y lista para salir,

    de pie e inclinada sobre la mesa del comedor, hace algunas

    anotaciones en un trozo de papel mientras busca y lee en

    su agenda personal.

    VICTORIA: Isa, ya me voy. Te dejo la lista con los

    telfonos sobre la mesa del comedor.

    Entra Isabel. Va vestida con ropa de dormir. En una de las manos lleva una bolsa de hielo que presiona contra su cabeza; en la otra sostiene un vaso efervescente de sal de frutas, del que bebe pequeos sorbos de tanto en tanto.

    ISABEL: Sorry, amiga! Te prometo que esta tarde s te

    acompao, okey? Te lo prometo.

    VICTORIA: No hagas promesas que no sabes si vas a

    cumplir.

    ISABEL: Nunca ms! No vuelvo a beber nunca ms en mi

    vida. Ni una gota, coo. Lo juro!

    VICTORIA: Repito: no hagas promesas que no sabes si vas a

    cumplir.

    ISABEL: No seas pesada conmigo, quieres? Mira que

    estoy de veras malita.

    VICTORIA: Si me hubieras hecho caso anoche, y te hubieras

    ido a la cama como te dije, no estaras en esas condiciones tan lamentables.

    ISABEL: Creme, si por hacerte caso e irme enseguida a

    la cama es que he amanecido hecha polvo... Ya no estoy para estos trotes, amiga, la verdad.

    VICTORIA: No te entiendo.

    ISABEL: No me hagas caso. Tranquila. Basta con que yo

    solita me entienda.

    20

  • VICTORIA: Para ya de darle besitos a esa sal de frutas y

    bbetela de una buena vez! Si no, no te va a hacer ningn efecto.

    ISABEL: Es que sabe horrible.

    VICTORIA: Si de verdad quieres acompaarme esta tarde en

    mis diligencias, tendrs que hacerlo.

    ISABEL: Est bien, est bien: todo sea por mi mejor

    amiga y una muy buena causa.

    De un trago despacha el contenido del vaso.

    VICTORIA: Buena chica.

    ISABEL: Aaagggghhh! Qu cosa ms horripilante!

    VICTORIA: Ya vers que dentro de un rato empiezas a

    sentirte mejor. Luego te metes bajo la regadera, te das una ducha alternando agua fra con caliente y asunto arreglado: como nueva!

    ISABEL: (Sin mucha conviccin.) Segn las estadsticas,

    88,7% de los remedios que la tradicin atribuye al combate de la resaca, no son efectivos en el 93,6% de los casos.

    VICTORIA: Isabel...

    ISABEL: Ya s, ya s. Mejor cierro el pico y deposito

    toda mi fe en las nunca suficientemente ponderadas cualidades curativas de la sal de frutas.

    Silencio.

    VICTORIA: Por cierto, quera preguntarte algo.

    ISABEL: S?

    VICTORIA: Escuchaste anoche unos ruidos raros?

    ISABEL: Ruidos raros?

    VICTORIA: Como gemidos... Ya sabes... Como cuando un

    hombre y una mujer...

    21

  • Ante la incomprensin de Isabel, Victoria hace gestos para indicar que se refiere a cuando un hombre y una mujer hacen el amor.

    ISABEL: Ah! Claro, claro!

    VICTORIA: No s qu hora era, porque enseguida que puse

    la cabeza sobre la almohada me qued completamente rendida, pero al rato los ruidos me despertaron...

    ISABEL: No lo soaras? Anoche estabas tan cansada.

    VICTORIA: Te juro que sonaban muy real.

    ISABEL: No s, no s. Espera! Se me ocurre que quiz

    los gemidos que escuchaste pudieron haber venido del apartamento de al lado.

    VICTORIA: Lo extrao es que pareca que fueran aqu

    adentro.

    ISABEL: Bueno, bueno, te recuerdo que las paredes de

    estos apartamentos son extremadamente delgadas. Ya otras veces nos ha pasado.

    VICTORIA: Tienes razn. Adems, no tiene ninguna

    importancia.

    Va y le entrega a Isabel el trozo de papel en el que ha estado haciendo sus anotaciones.

    VICTORIA: Toma. Ah estn los nmeros telefnicos a los

    que tienes que llamar. Trata que te enven los presupuestos a tu correo electrnico, si se niegan, entonces pide la direccin y apntala para acercarnos esta tarde, de acuerdo?

    ISABEL: Okey.

    VICTORIA: Chao. Nos vemos luego. Para entonces me

    encantara verte completamente recuperada.

    Sale. Isabel ve salir a su amiga y luego mira el vaso que todava conserva en sus manos. Trabajosamente, camina hacia la mesa, deja el

    vaso all y se guarda la nota que le dio Victoria en el bolsillo de su pijama.

    22

  • Se dispone a salir cuando llaman a la puerta.

    Retorna sobre sus pasos. Lentamente. Sin

    soltar ni dejar de aprisionar por un instante

    la bolsa de hielo contra su cabeza. Los llamados a la puerta arrecian.

    ISABEL: Ya va, ya va! Un momento, por favor! Voy en

    camino! (Entre molesta e irnica.) Coo! Ni

    que tuvieran una urgencia!

    Entra Alejandra.

    ALEJANDRA: Me hago pis!

    Como un blido cruza la escena y sale por

    el lateral opuesto.

    ISABEL: Buenos das, hermanita. Cmo amaneces?.

    Yo? Fatal! No me ves la pinta?. Y eso?.

    Porque anoche beb y tragu como un cosaco.

    Es que t ya ests demasiado viejita para esas

    cosas. Lo s, lo s. Y como si beber y comer

    como un cosaco no hubiera sido suficiente, se

    me ocurri tirarme al stripper que vino a la

    despedida de soltera de Victoria. Noooo!.

    Siii...! Tengo el coo y la cabeza

    palpitndome como el corazn de una adolescente

    a punto de perder el virgo.

    Vuelve a entrar Alejandra.

    ALEJANDRA: Qu? Ahora te ha dado por hablar sola?

    ISABEL: Y tus llaves?!

    ALEJANDRA: (Tras una pausa.) Oye, perdona que te lo diga,

    pero luces fatal.

    ISABEL: Dnde estn tus llaves?

    ALEJANDRA: Las dej olvidadas en...

    ISABEL: (Interrumpindola.)Otra vez?! Son el segundo

    juego de llaves que pierdes en menos de un mes!

    ALEJANDRA: No las perd. Slo las he dejado en...

    23

  • ISABEL: Para que lo vayas asimilando: no pienso darte

    un juego de llaves ms. Que te quede claro. As que t vers cmo te las arreglas.

    ALEJANDRA: Ya, ya. Tranquilzate. Se te va a reventar la

    lcera... (Tras mirar el caos del saln- comedor.) Coo! Parece que anoche se la montaron bien en la despedida de soltera de tu amiga. Con razn tienes esa facha.

    Busca entre los restos de comida que hay sobre la mesa. Agarra algn pasapalo, lo olfatea y luego lo come.

    ALEJANDRA: Ah, por cierto, el bao huele asquerosamente

    mal y no he sido yo, que conste. Slo hice pis.

    ISABEL: Por qu no viniste anoche a la reunin?

    ALEJANDRA: Tena cosas ms importantes que hacer.

    ISABEL: Dnde estuviste?

    ALEJANDRA: (Pcara.) En realidad te gustara saber dnde

    estuve anoche, hermanita?

    ISABEL: Olvdalo. No me interesa.

    ALEJANDRA: Yo creo que s.

    ISABEL: (Tras una pausa.) Qu tramas?

    ALEJANDRA: Ms bien la pregunta exacta debera ser

    (Imitando a Isabel.): Qu coo hiciste anoche, Alejandra?!

    ISABEL: Djate de jueguitos conmigo y dime de una vez

    por todas qu te traes entre manos.

    ALEJANDRA: Jueguitos? Nada de jueguitos, hermanita. Desde

    el principio he querido decrtelo y eres t la que me interrumpe a cada rato.

    ISABEL: Sultalo ya!

    ALEJANDRA: (De lo ms natural.) Anoche me acost con el

    novio de tu amiga Victoria.

    ISABEL: Qu?!

    24

  • ALEJANDRA: Lo que oyes: me tir al noviecito de tu

    queridsima amiga.

    ISABEL: Cmo?! Qu has dicho? Creo que no te escuch

    bien... Que hiciste qu?!

    ALEJANDRA: Que me tir al tal Federico, chica!

    ISABEL: No, no, no, Alejandra! No pudiste haber hecho

    una tontera de ese tamao. Dime que no es cierto, por favor.

    ALEJANDRA: Lo siento, pero no puedo complacerte, porque la

    pura verdad es que (Cantadito con sorna.) ANOCHE ME ACOST CON EL NOVIECITO DE VICTORIA.

    Silencio. De pronto, Isabel reacciona y con furia le lanza a Alejandra la bolsa de hielo, que sta esquiva por poco.

    ISABEL: Zorra!

    ALEJANDRA: Hey! Ms cuidado! Por poco me abres la cabeza

    en dos.

    ISABEL: Justamente esa era mi intencin.

    ALEJANDRA: Qu?!

    ISABEL: Es lo menos que te mereces por putona y mala

    gente.

    ALEJANDRA: Tranqui. Deja la histeria. Te van a salir ms

    arrugas de las que tienes y entonces no te servirn de nada los tarros de crema cara esos que compras.

    ISABEL: Puta, putonga, putaza!

    ALEJANDRA: No entiendo por qu reaccionas de esa manera,

    si al que me he tirado es al novio de tu amiguita, no al tuyo... (De nuevo con sorna.) Ah! Perdona. Se me olvidaba que por vieja y

    amargada t no tienes perro que te ladre.

    ISABEL: Maldito el da que te dej entrar por esa

    puerta.

    25

  • ALEJANDRA: No digas eso. Mira que mam, dnde quiera que

    est, te puede estar escuchando...

    ISABEL: No metas a mam en este asunto!

    ALEJANDRA: Tengo que hacerlo, hermanita, porque fue a ella

    que le prometiste que cuidaras de m...

    Silencio.

    ISABEL: Un momento! Cmo s que lo que dices es

    verdad y que no te lo ests inventando?

    ALEJANDRA: Porque tom fotos.

    ISABEL: Tomaste fotos?!

    ALEJANDRA: Aj.

    ISABEL: De t y Federico...

    ALEJANDRA: S. Con mi celular. Mientras l dorma... Saba

    que dudaras de m, as que... Quieres verlas?

    Silencio.

    ISABEL: (Ms para s misma.) En qu coo estara

    pensando el imbcil de Federico cuando se fue a

    la cama contigo? Por ms que le doy vueltas no puedo entenderlo...

    ALEJANDRA: Yo en cambio me pregunto en qu estara

    pensando cuando le propuso matrimonia a Victoria. No es que l sea un Hugh Jackman,

    pero Victoria es tan desaliada, tan desabrida,

    la pobre, tan poquita cosa...

    ISABEL: Hay hombres que ven ms all de la belleza

    fsica de una mujer.

    ALEJANDRA: Pues si creas que Federico era uno de ellos,

    te recomiendo que lo vayas sacando de esa lista.

    ISABEL: Es que me va a escuchar el muy imbcil, el muy

    desgraciado... Eso no se le hace a mi amiga! Te juro que le voy a partir el alma.

    26

  • ALEJANDRA: A riesgo de pasar por ingenua, porque s de

    sobra que mi opinin para ti no cuenta en lo ms mnimo, no crees que antes de hablar con l deberas decrselo a Victoria? O acaso ests pensando en ocultrselo? Se trata del futuro de tu mejor amiga... Se casa dentro de

    muy poco y ya el muy cabrn le anda montando los cuernos! Qu terrible! Ser duro para ella, pero yo, sinceramente, pienso que tienes que decrselo todo. Victoria tiene que saberlo sin falta y cuanto antes mejor.

    ISABEL: (Tras una pausa.) Te acostaste con Federico

    con el nico propsito de hacerle dao a Victoria?

    ALEJANDRA: (Nauseabundamente cnica.) Ooops! Me has

    pillado!

    ISABEL: Ahora no estoy tan segura si eres ms putona

    que hija de puta.

    ALEJANDRA: Y? Qu le vamos a hacer! T siempre has

    tenido esa disyuntiva conmigo.

    ISABEL: No s por qu esa ojeriza tuya con la pobre

    Victoria. Si apenas la conoces. Qu te ha hecho? Yo que sepa, desde que llegaste a esta casa, ella no ha hecho otra cosa que intentar ser amable contigo.

    ALEJANDRA: La suerte de la fea, las bonitas la desean.

    ISABEL: Perdn?

    ALEJANDRA: Te acuerdas de ese refrn?

    ISABEL: Claro.

    ALEJANDRA: La abuela Vera lo deca siempre.

    ISABEL: Y a qu viene que lo recuerdes ahora?

    ALEJANDRA: Por qu va a ser?

    ISABEL: Y yo qu s!

    ALEJANDRA: Pues por tu amiga Victoria!

    27

  • ISABEL: Por Victoria?

    ALEJANDRA: S.

    ISABEL: Ya va, ya va. Crees que Victoria es una

    afortunada? Eso piensas? Crees que ella lo ha tenido fcil en la vida?

    ALEJANDRA: En lo que llevo tratndola no he conocido a

    nadie ms feliz... Y no soporto a la gente que va por ah restregndole su felicidad en la cara a los dems.

    ISABEL: Pues djame decirte que ella la ha tenido ms

    difcil que t y que yo juntas.

    ALEJANDRA: Qu? Nunca conoci a su padre y su mam muri

    cuando era una nia?

    ISABEL: No, todo lo contrario: conoci a sus padres y

    ambos estn vivos, pero nunca se han ocupado de ella. Si nos atenemos a los hechos, eso es mucho peor que haberse quedado hurfana.

    ALEJANDRA: Hay que ver cmo la defiendes.

    ISABEL: Porque te equivocas con ella. Es una mujer que

    ha sufrido un montn y apenas ahora es cuando la vida le da un respiro.

    ALEJANDRA: S, s, claro.

    ISABEL: Al poco de conocerla, su novio de entonces la

    dej por otra. No sabes cunto llor por ese tipo. Iban a cumplir ocho aos de noviazgo. Estuvo meses en un estado de depresin total. Hasta perdi su trabajo y para salir del hueco oscuro donde estaba tuvo que recurrir a la

    ayuda de un especialista. En esos momentos me identifiqu enormemente con ella e intimamos ms, nos hicimos ms amigas, tanto, que le ped que se viniera a vivir conmigo.

    ALEJANDRA: Y ahora piensas dejarle tu apartamento.

    ISABEL: No es mi apartamento. Escucha. Pese a lo mal

    que le pueda ir en la vida, Victoria no es de

    esas que se la pasan rumeando sus desgracias por los rincones y tratando de desquitarse con

    28

  • los dems. Simplemente, cuando tropieza, se levanta y hace el esfuerzo de seguir adelante.

    ALEJANDRA: Lo que t digas.

    ISABEL: Es la persona ms noble con la que me he

    tropezado en la vida.

    ALEJANDRA: Ella y la Madre Teresa de Calcuta.

    ISABEL: Y en definitiva es mi amiga. La quiero y hara

    cualquier cosa por ella porque se lo merece. Y s que yo a ella le importo tanto como ella me

    importa a m...

    ALEJANDRA: Claro, claro.

    ISABEL: Con ella empec a ver el mundo de otro modo e,

    incluso, he aprendido a ser mejor persona.

    ALEJANDRA: De ese tipo de mejor persona que manda a la

    mierda a su propia familia?

    ISABEL: Es imposible hablar contigo!

    ALEJANDRA: Yo soy tu hermana! De tu misma sangre! Ella

    en cambio, hasta no hace mucho, era una total desconocida para ti, pero ahora le dejas tu apartamento y a m me echas como un perro a la calle cuando ms te necesito.

    ISABEL: Cuntas veces se ha repetido esta historia,

    Alejandra? Dime. Vives la vida loca por un tiempo, durante el cual no s nada de ti, y cuando te ves con el agua al cuello, cuando por equis o por ye no consigues levantarte a un tipo que te mantenga, corres adnde tu hermana para que te saque las patas del barro.

    ALEJANDRA: Le prometiste a mam que cuidaras de m.

    ISABEL: No sabes cunto me arrepiento de haberle hecho

    esa promesa.

    ALEJANDRA: Y no puedes romper tu promesa as como as de

    la noche a la maana.

    ISABEL: Quin dice que no? No te he ayudado lo

    suficiente acaso?

    29

  • ALEJANDRA: No. No puedes romperla porque es una promesa

    para toda la vida.

    ISABEL: Nada es para toda la vida.

    ALEJANDRA: La promesa que le hiciste a mam s.

    ISABEL: Si tan slo le hubieras sacado provecho a una

    de las tantas veces que te he tendido la mano... A una sola! Un provecho positivo, quiero decir, que te haga una mujer independiente, que no ande por ah chulendose

    a la gente...

    ALEJANDRA: Ella nos debe estar mirando ahora mismo desde

    all arriba.

    ISABEL: Por eso, cada vez que te ves obligada, recurres

    al mismo chantaje...

    ALEJANDRA: T se lo prometiste!

    Isabel se le va encima a Alejandra, la agarra fuerte con ambas manos, ella intenta zafarse pero no lo consigue.

    ISABEL: Mrame. Mrame! Algn da vas a llegar a mi

    edad y por ms cremas que te pongas tu piel empezar a lucir flcida, arrugada y con manchas. Eso si tienes el dinero suficiente con

    qu comprarlas, claro. S, ese cutis lozano, terso y juvenil que tienes ahora, ir perdiendo brillo, elasticidad, y se llenar de manchas y arrugas... Qu hars entonces? Porque no creo que el tipo de hombre que te gusta, el que ests acostumbrada a chulear y que te complazca tus caprichos, se interesar ya por ti. Tendrs

    la edad de sus esposas y entonces no llamars para nada su atencin.

    ALEJANDRA: Sultame, bruja!

    Consigue zafarse de Isabel.

    ISABEL: Probablemente pienses que falta mucho para eso,

    pero ese da llegara mucho antes de lo que

    tienes previsto. Y tal vez ya yo no est all para cumplir la promesa que le hice a mam.

    30

  • ALEJANDRA: Cuando llegue a t edad, no estar sola como

    t, tendr un hombre a mi lado que cuide de m.

    ISABEL: Eso piensas? Yo creo que no, si sigues por el

    camino que vas... Incluso me atrevera a apostar, 100 a 1, a que estaras peor que yo.

    Porque yo al menos tengo una profesin con la

    cual defenderme.

    ALEJANDRA: De ah tambin sacas el dinero para pagarle a

    los jovencitos que te llevas a la cama?

    ISABEL: S, eso tambin es verdad. Pero al menos yo, a

    mi edad, puedo decir con tranquilidad que tengo

    sexo slo cuando quiero.

    Largo silencio.

    ALEJANDRA: Nunca me vas a perdonar, verdad?

    ISABEL: Es que no haces nada al menos para que yo me lo

    plantee, sabes?

    ALEJANDRA: De aquello hace ya mucho tiempo, Isabel.

    ISABEL: Pero yo an sigo corriendo con las

    consecuencias.

    ALEJANDRA: Yo slo era una nia... Una nia sola que

    buscaba la atencin de su hermana...

    ISABEL: Qu triste que despus de tanto tiempo no hayas

    cambiado en lo absoluto.

    ALEJANDRA: Eres mi nica familia.

    ISABEL: Me vas a hacer llorar.

    ALEJANDRA: No seas cruel.

    ISABEL: Y qu esperabas? Que por ser mi hermana

    tienes derecho a herirme cuando te plazca y yo

    el deber de perdonarte una y otra vez?

    ALEJANDRA: Todos cometemos errores y todos necesitamos una

    nueva oportunidad.

    31

  • ISABEL: Cmo si fuera la primera vez que pasa y que

    hablamos del asunto!

    Silencio.

    ALEJANDRA: Tu amiga Victoria me tiene sin cuidado.

    ISABEL: Me qued claro desde el principio.

    ALEJANDRA: La que en realidad me importa eres t. Es tu

    cario el que quiero recuperar...

    ISABEL: Y sta es tu manera de hacerlo?

    ALEJANDRA: Todo lo que he hecho lo he hecho para ganarme

    tu atencin.

    ISABEL: Qu inmadura eres!

    Silencio.

    ALEJANDRA: Crees que Victoria, despus de saber que yo,

    la hermana de su mejor amiga, me he acostado con su prometido, te seguir tratando igual?

    ISABEL: No conoces a Victoria.

    ALEJANDRA: Claro que no, pero al igual que nosotras es

    mujer, y t mejor que nadie sabe que una mujer herida es capaz de cualquier cosa.

    ISABEL: Sabes qu? Esta conversacin no nos llevar a

    ninguna parte, as que en lo que a m respecta, la doy por concluida.

    Intenta salir.

    ALEJANDRA: Isabel!

    ISABEL: Qu?

    ALEJANDRA: Si no hablas t con Victoria, lo har yo.

    ISABEL: Eso tambin me ha quedado claro.

    Sale.

    32

  • 3

    Victoria est sentada en el sof. Hojea un catlogo de arreglos florales mientras bebe

    de una taza humeante.

    VICTORIA: Por fin: vas a venir o no?

    ISABEL: (Voz en off.) Un momento! Enseguida estoy

    contigo.

    VICTORIA: Llevas ms de una hora pegada a esa computadora.

    ISABEL: (Voz en off.) No exageres. No llevo ni cuarenta

    minutos.

    VICTORIA: No estars tratando de ligar otra vez por

    internet, verdad?

    ISABEL: (Voz en off.) No. Para nada. Estoy chateando con

    una vieja amiga de la universidad.

    VICTORIA: Mmmhhh... (Pausa.) Slo para refrescarte la

    memoria: te recuerdo que tus ltimos ligues

    por internet fueron un fiasco.

    ISABEL: (Voz en off.) No, no se me olvida.

    VICTORIA: Todos se autocalificaron como diez y, segn t,

    cuando quedaron, ni el mejor de los casos

    alcanz a aprobar con el cinco y un cuarto.

    ISABEL: (Voz en off.) Es verdad. Pero te informo de que,

    segn un estudio reciente del Pew Internet &

    American Life Project, el 15% de norteamericanos

    adultos conoce a alguien que ha iniciado una

    relacin estable por internet, el 31% tiene

    algn amigo registrado en un portal de contactos

    y el 61% no cree que estos sitios sean nidos de

    solitarios y desesperados.

    VICTORIA: (Irnica.) Uf, es un alivio saberlo.

    ISABEL: (Voz en off.) Pero te juro que ahora mismo no

    ando por la labor de ligar en internet.

    VICTORIA: Tambin es bueno saber esto otro.

    33

  • ISABEL: (Voz en off.) Dame slo cinco minutitos y estoy

    contigo, okey?

    VICTORIA: De acuerdo.

    Contina hojeando el catlogo. De tanto en tanto coge una libreta que tiene

    a mano y hace anotaciones. Largo silencio.

    Entra Isabel.

    ISABEL: Listo. Soy toda tuya.

    VICTORIA: Menos mal que iban a hacer slo diez minutos.

    ISABEL: Tampoco fue ms de una hora como insinuaste.

    Le quita la taza a Victoria.

    VICTORIA: Cuidado. Est caliente.

    ISABEL: (Tras beber de la taza.) Y bien, cmo va la

    eleccin?

    VICTORIA: Hay varios ramos que me gustan, pero todava no

    me decido por ninguno.

    ISABEL: Djame ver.

    Se sienta al lado de Victoria. Victoria le ofrece el catlogo.

    VICTORIA: Quiero algo sencillo. Nada tradicional, pero

    tampoco demasiado moderno, sabes?

    Isabel hojea el catlogo. Sin quitarle la vista de encima, bebe de la

    taza y luego se la pasa a Victoria. Silencio.

    ISABEL: Algo como esto?

    Le muestra el catlogo a Victoria.

    VICTORIA: No! Un poco ms moderno.

    Isabel hojea el catlogo. Silencio.

    34

  • ISABEL: Y as?

    Le muestra el catlogo a Victoria.

    VICTORIA: Un peln ms tradicional.

    Isabel contina hojeando el catlogo. Silencio.

    VICTORIA: Djame mostrarte los que ms me han gustado

    hasta el momento, quieres?

    ISABEL: Okey.

    Victoria le entrega la taza a Isabel y vuelve

    a coger el catlogo. Silencio.

    ISABEL: Por cierto, sabes qu me cont mi amiga?

    VICTORIA: (Sin mucho inters.) Qu amiga?

    ISABEL: Con la que estaba chateando.

    VICTORIA: Ah, entonces era verdad que estabas chateando

    con una amiga?

    ISABEL: Pues claro!

    VICTORIA: Qu te cont?

    ISABEL: Que el otro da se encontr en un centro

    comercial con una antigua amiga de ambas que

    tenamos ms de quince aos sin saber de ella.

    VICTORIA: Tanto tiempo?

    ISABEL: Ujm.

    VICTORIA: Y eso por qu?

    ISABEL: Porque apenas nos graduamos, ella regres a su

    pueblo para casarse con su novio de toda la vida

    y desde entonces le perdimos la pista.

    VICTORIA: Entiendo.

    35

  • ISABEL: Pero antes de irse, nos haba prometido que nos

    invitara a su boda en cuanto tuviera una

    fecha definitiva... A nosotras nos haca mucha

    ilusin, sabes? Asistir a la boda de nuestra

    amiga, pero al final, nunca recibimos la

    susodicha invitacin.

    VICTORIA: Qu lstima.

    ISABEL: Y adivina qu!

    VICTORIA: Qu?

    ISABEL: No recibimos la invitacin porque nunca hubo

    boda.

    A partir de este punto, Victoria deja de hojear

    el catlogo y comienza a mostrar un inters

    progresivo en la historia que cuenta Isabel. Por

    otra parte, Isabel contar su historia como quien tiene una idea clara a dnde quiere

    llegar, pero en el fondo, se nota que se la va

    inventando en el camino. Durante los dilogos se

    van alternando la taza.

    VICTORIA: No se cas?

    ISABEL: (Negando.) Ah, ah!

    VICTORIA: Y entonces?

    ISABEL: Bueno, no se cas con el novio de entonces,

    porque el tipo la dej por otra.

    VICTORIA: Qu miserable!

    ISABEL: Ella estuvo mal por bastante tiempo. Incluso

    necesit ayuda profesional. Los padres, como

    eran gente de dinero, hicieron las gestiones

    necesarias y la mandaron al exterior.

    VICTORIA: Al exterior?

    ISABEL: S.

    VICTORIA: A tratarse en el exterior?

    ISABEL: No, no.

    36

  • VICTORIA: Entonces?

    ISABEL: Yo qu s! Quiz por aquello de que la

    distancia hace el olvido.

    VICTORIA: Y la enviaron sola?

    ISABEL: Ah?

    VICTORIA: Porque en su estado, creo yo, no era lo ms

    conveniente.

    ISABEL: No, no, no. La mandaron con unos parientes que

    tenan por all afuera.

    VICTORIA: Okey.

    ISABEL: El asunto es que mientras andaba por aquellos

    lares, conoci a otro chico y se enamor.

    VICTORIA: No hay mal que por bien no venga.

    ISABEL: As es. Y le cuenta esta otra amiga, a mi amiga

    del chat, que este chico era supuestamente el

    hombre perfecto: con un sentido del humor nico,

    siempre la estaba haciendo rer; complaciente,

    tierno, sin dejar de ser varonil, por supuesto;

    detallista, sociable, para nada celoso;

    comprensivo, dado a salir por las noches y

    pasarlo bien, estupendo conversador, adems de,

    segn ella, un excelente polvo.

    VICTORIA: Isabel!

    ISABEL: En fin: el hombre perfecto!

    VICTORIA: Pues s, si nos atenemos a tan minuciosa

    descripcin...

    ISABEL: Y estaba tan enamorada nuestra amiga que, cuando

    el tipo va y le pide, a los seis meses y medio

    de conocerse, que se casen, la chama no se lo

    pens dos veces y ah mismo le dijo que s.

    VICTORIA: En serio?!

    ISABEL: Ujm.

    VICTORIA: Qu casualidad! Les pas como al Fedex y a m.

    37

  • ISABEL: (Fingiendo sorpresa.) Claro! Es verdad! No lo

    haba relacionado.

    VICTORIA: Y qu hizo esa mujer en todo ese tiempo?

    ISABEL: (Evidentemente no se espera la pregunta.) Eh?!

    VICTORIA: Tu amiga! Seis meses y medio en otro pas, sin

    hacer nada, debe ser de un aburrimiento total.

    Breve pausa.

    ISABEL: Perdona. Es que antes me olvid comentrtelo: a

    los pocos das de llegar al pas ese al que la

    haban enviado sus padres, nuestra amiga se

    inscribi en un postgrado... Justamente all fue

    donde conoci al chico...

    VICTORIA: Ya va. Y cmo hizo con los papeles?

    ISABEL: Cules papeles?

    VICTORIA: Sus documentos de estudio: el ttulo

    universitario, las notas y los pensum de estudio

    de la carrera respectivamente certificados y

    apostillados...

    ISABEL: Eh...

    VICTORIA: En fin, todos esos papeles que a uno le

    solicitan para estudiar en el exterior.

    ISABEL: (Tras una pausa.) Supongo que sus padres se los

    enviaran luego por correo postal, no?

    VICTORIA: As noms?

    ISABEL: O ella se los haba llevado desde un

    principios... (Perdiendo la paciencia.) Espera,

    espera! Te estoy contando algo que me cont una

    amiga a travs del chat, no algo que le en la

    prensa, en un libro o vi por la tele, okey?

    VICTORIA: Perdona. Es que me apasionan los detalles.

    ISABEL: S, pero yo te estoy hablando del chat... De

    chisme puro y duro; comn y corriente... Encima

    38

  • t estabas taquititaqui todo el tiempo preguntndome cunto me faltaba para terminar!

    VICTORIA: Okey, okey.

    ISABEL: Ya? Puedo continuar?

    VICTORIA: Claro, contina.

    ISABEL: Dnde haba quedado?

    VICTORIA: En la parte donde el tipo le propona matrimonio

    a tu amiga.

    ISABEL: Aj!

    Silencio.

    VICTORIA: Y?

    ISABEL: Espera un poco, que estoy tratando de

    recapitular.

    Silencio.

    VICTORIA: Se casaron o no finalmente tu amiga y su Romeo?

    ISABEL: Se casaron, s...

    Silencio.

    VICTORIA: Pero...?

    ISABEL: Antes tuvieron que superar juntos un pequeo

    impasse.

    VICTORIA: Un pequeo impasse?

    ISABEL: Ujm.

    VICTORIA: A qu clase de pequeo impasse te refieres?

    ISABEL: Unos das previos a la boda...

    VICTORIA: S...?

    ISABEL: l...

    VICTORIA: Aj...

    39

  • ISABEL: Le fue infiel con otra.

    VICTORIA: Qu?!

    ISABEL: Pero no fue ms que una vez, un momentito de

    debilidad, de locura, una nadera, pues... De

    esos instantes fortuitos y confusos en los que

    cualquiera podemos perder la cabeza y dejarnos

    llevar por las pulsiones ms bsicas...

    VICTORIA: No te puedo creer!

    ISABEL: (En lo suyo.) Porque, segn las estadsticas, un

    56% de los hombres no rechaza una aventura

    cuando se presenta la oportunidad, an cuando se

    trate de varones que, en general, tienen un

    matrimonio bien avenido...

    VICTORIA: Te ests escuchando?

    ISABEL: (dem.)...Adems, el prometido de mi amiga le

    fue infiel con una desconocida, una mujer que no

    buscaba otra cosa que hacerles dao a ambos. Una

    descarada, una desvergonzada, mala gente, zorra,

    bruja, una hija de...

    VICTORIA: Isabel!

    ISABEL: Ah?!

    VICTORIA: Te das cuenta que ests tratando de justificar

    lo injustificable?

    ISABEL: S.

    VICTORIA: Entonces?

    ISABEL: Pero luego mi amiga y su prometido hablaron, se

    arreglaron las cosas y se casaron. l no le

    volvi a ser infiel nunca ms, tuvieron tres

    hijos hermosos e inteligentsimos y vivieron

    felices y comieron perdices...

    VICTORIA: No lo creo.

    ISABEL: Bueno, eso fue lo que le cont ella a mi otra

    amiga; la del chat.

    40

  • VICTORIA: Me refiero a que no puedo creer lo que estoy

    escuchando salir de tu boca.

    ISABEL: Ah!

    VICTORIA: T, la irreductible defensora de los derechos de

    la mujer ante los comportamientos machistas de

    los hombres, hablando de ese modo?

    ISABEL: Bueno...

    VICTORIA: No eras t la que, meses atrs, me aconsejaba

    que no me casara, que no era necesario, que

    Federico y yo podamos vivir juntos sin

    complicarnos la vida?

    ISABEL: S, pero...

    VICTORIA: Y si vea que las cosas con l no funcionaban,

    lo dejaba y listo.

    ISABEL: As es.

    VICTORIA: Y?

    ISABEL: T decidiste casarte y complicarlo todo.

    VICTORIA: Yo?

    ISABEL: Porque estabas, o ests, enamoradsima del

    Federico.

    VICTORIA: Aj: Y?!

    ISABEL: Pues que una vez tomada esa decisin, creo que

    no tienes otra opcin que arriar con todo el

    peso, como las mulas.

    VICTORIA: Por qu? Si en cualquier momento podra echarme

    para atrs y romper el compromiso... (Pausa.)

    Por ejemplo, si yo hubiese estado en el lugar de

    tu amiga, no me hubiese casado.

    ISABEL: No me escuchaste? Se trat slo de un desliz!

    El tipo, el prometido de mi amiga, en el fondo

    la quera y se lo ha demostrado en todo este

    tiempo que llevan viviendo juntos.

    VICTORIA: Y cmo sabes t que no la ha vuelto a engaar?

    41

  • ISABEL: Yo no lo s. Es ella la que lo dice.

    VICTORIA: Si la enga una vez lo volver a hacer.

    ISABEL: Eso no lo sabemos.

    VICTORIA: Amiga, cito tus propias palabras: Las mujeres

    somos capaces de fingir un orgasmo, pero los

    hombres pueden fingir toda una vida.

    ISABEL: Yo dije eso?

    VICTORIA: Aj.

    ISABEL: Bueno, lo importante es que ahora mismo mi amiga

    y su pareja se aman y son felices.

    VICTORIA: Cmo se puede volver a confiar en tu pareja

    luego de una traicin como esa?

    ISABEL: No te parece que traicin es una palabra muy

    fuerte para referirse a un simple desliz?

    VICTORIA: Una infidelidad es una traicin y no vengas t a

    maquillar las cosas.

    ISABEL: A ver, contstame algo.

    VICTORIA: Dime.

    ISABEL: T amas a Federico y Federico te ama a ti, no

    es cierto?

    VICTORIA: S.

    ISABEL: Ambos se la llevan tan bien juntos que han

    decidido, de mutuo acuerdo, pasar a un nivel

    superior en la relacin y es por eso que van

    a casarse, no es as?

    VICTORIA: Aj.

    ISABEL: En definitiva: se aman y son felices.

    VICTORIA: Muy felices.

    ISABEL: Okey, aqu va mi pregunta: en un supuesto negado

    que Federico tuviera un desliz con otra...

    42

  • VICTORIA: Que me fuera infiel, que me engaara y

    traicionara con otra. Llama las cosas por

    su nombre!

    ISABEL: Perdn. Que te fuera infiel, que te engaara y

    traicionara con otra... En ese supuesto caso:

    mandaras todo al carajo a pesar de lo bien que

    te sientes a su lado? De lo que han construido

    juntos hasta el da de hoy? De que hacen una

    bonita pareja y su futuro juntos luce por lo

    menos prometedor?

    VICTORIA: Qu clase de pregunta es esa?

    ISABEL: Una simple pregunta.

    VICTORIA: A ver. Djame entender algo... Te pido que me

    ayudes a escoger el ramo que voy a usar en el

    da de mi boda, que est a la vuelta de la

    esquina, y en lugar de eso t te pones a

    contarme historias raras, de mal gusto, y a

    hacerme preguntas fuera de contexto... Acaso

    quieres arruinarme estos das de felicidad?

    ISABEL: No, no, no. De ninguna manera, amiga.

    VICTORIA: T conoces tan bien como yo a Federico. Sabes

    que l sera incapaz de un acto tan bajo, ruin y

    mezquino como ese que le hizo su prometido a tu

    amiga...

    ISABEL: Es cierto. Totalmente de acuerdo contigo. Cmo

    se me ha podido ocurrir? En qu estara

    pensado?

    VICTORIA: Entonces, por qu no dejamos a un lado este

    temita de tu amiga, tan desagradable, y nos

    centramos en lo que nos debiera ocupar: el

    ramo de mi boda.

    ISABEL: Tienes toda la razn, Vicky. Olvida lo que te he

    dicho, okey?

    VICTORIA: Es lo que pienso hacer.

    ISABEL: Volvamos entonces a tu ramo.

    Victoria abre de nuevo el catlogo.

    43

  • Isabel mira al techo, se muerde los labios;

    hace gestos de impotencia.

    VICTORIA: Mira. ste, por ejemplo, es uno de los que ms

    me han gustado...

    ISABEL: Qu bonito!

    44

  • 4

    Victoria est sentada a la mesa del comedor. Hojea su agenda personal a la vez que hace

    anotaciones en una libreta. Entra Isabel, lleva puesto un delantal y una fuente

    con ensalada en las manos.

    ISABEL: Deja ya de revisar esa bendita agenda, quieres?

    Va y pone la fuente sobre la mesa.

    VICTORIA: Es que tengo la sensacin de que se me est

    quedando una cosa por fuera.

    ISABEL: Eso sera algo as como que imposible, querida,

    porque tienes ms de una hora saltando de tu

    dichosa agenda a esa otra libreta y viceversa.

    Sale y al rato vuelve a entrar con otra fuente

    y platos.

    VICTORIA: Por qu casarse ser tan complicado? Y eso que

    por lo general las partes involucradas estn de

    acuerdo en casi todo, verdad?

    ISABEL: (Tras una pausa.) Por ejemplo, justo aqu yo

    podra aprovecharme de tu comentario y decir:

    te lo advert, pero no lo voy a hacer.

    VICTORIA: Gracias!

    ISABEL: Adems, si el matrimonio te parece complicado,

    imagnate el divorcio, que por lo general,

    ninguna de las partes involucradas suelen

    estar de acuerdo en casi nada.

    VICTORIA: Isabel...

    ISABEL: Por cierto, sabas que, segn las estadsticas,

    el 25,19% de los divorcios se produce entre

    parejas que llevan casadas menos de cinco aos?

    Sale y al rato vuelve a entrar con lo que

    le faltaba para la cena.

    45

  • VICTORIA: Por qu de unos das para ac no paras de hacer

    comentarios mordaces con relacin al matrimonio?

    ISABEL: Para que espabiles, querida, para que

    espabiles... Listo! Ya podemos cenar.

    Se quita el delantal.

    VICTORIA: Mmmmhhh...! Huele rico. Qu preparaste?

    ISABEL: (Sealando las fuentes.) Ensalada de cangrejo y

    queso de cabra, con aderezo de miel y mostaza,

    para la entrada; y de segundo, una cremita de

    calabacn con tocineta. Todo very ligth para que

    maana en tu ltima prueba del vestido de novia

    no pases ningn susto.

    VICTORIA: Coo!

    ISABEL: Qu?

    VICTORIA: Saba que se me haba pasado algo.

    ISABEL: Qu se te pas?

    VICTORIA: Tena que llamar a la seora Concepcin para

    cambiar la cita de maana, porque justo me choca

    con la prueba del vestido.

    ISABEL: No pasa nada. Maana la llamamos bien tempranito

    y ya est.

    VICTORIA: Se va a poner furiosa.

    ISABEL: Ya tendr que contentarse otra vez, no te

    preocupes. Ahora quitemos todo esto de aqu

    (Aparta libreta, agenda, lpices y resaltadores

    y las otras cosas que tena Victoria sobre la

    mesa.), porque vamos a hincarle el diente y

    disfrutar de esta deliciosa cena que he

    preparado con mucho cario para ambas.

    VICTORIA: Okey.

    Isabel se sienta a la mesa.

    ISABEL: Te sirvo vino?

    VICTORIA: Por favor.

    46

  • ISABEL: Buen provecho!

    VICTORIA: Buen provecho!

    Comen.

    ISABEL: Uy! Qu rica me ha quedado la ensalada,

    verdad?

    VICTORIA: Divina!

    Entra Alejandra.

    ALEJANDRA: Caramba. Llego a buena hora, no? Ms

    oportuna, imposible. Con el hambre que tengo!

    Isabel no disimula su enojo. Victoria, con discrecin, intenta tranquilizarla.

    ALEJANDRA: (Cnica.) No, no, no! No se molesten, por

    favor. Permanezcan all sentaditas. Yo misma

    puedo ir por mis platos y cubiertos. Gracias

    de todos modos. Vuelvo enseguida.

    Sale.

    ISABEL: Y a sta quin la invit a sentarse a la mesa?

    VICTORIA: T tranquila. No pierdas la paciencia con ella,

    por favor. Vamos a tratar de cenar las tres en

    santa paz, okey?

    ISABEL: Pero no la has odo?!

    VICTORIA: S.

    ISABEL: Siempre con su caradura y su cinismo.

    VICTORIA: Promteme que te vas a portar bien y le vas a

    tener paciencia a tu hermana, Isabel. Promteme

    que vas a hacer todo lo posible por no perder

    los nervios y no vas a convertir nuestra cena en

    una batalla campal.

    ISABEL: Victoria: me pides demasiado.

    VICTORIA: Hazlo por m, por favor.

    47

  • ISABEL: ...

    VICTORIA: Promtemelo, Isabel, por lo que ms quieras.

    ISABEL: De acuerdo, te lo prometo.

    VICTORIA: Gracias!

    Entra de nuevo Alejandra. Trae platos y cubiertos.

    ALEJANDRA: Ya estoy de vuelta. Y qu? Disfrutando de

    la cena? Est rica? A ver qu tenemos aqu.

    Le echa un vistazo a las fuentes.

    ALEJANDRA: Y esto es todo lo que hay para cenar? O es

    que acaso tienen ms en la cocina? No me fij.

    Ah, ya entiendo... stas son slo las entradas,

    verdad?

    ISABEL: Pero qu hija...

    Victoria le da una patada por debajo de la mesa

    a Isabel para que se calle.

    VICTORIA: (A Alejandra.) Tu hermana tuvo la amabilidad de

    prepararme esta cena ligera porque maana voy a

    medirme el vestido de boda.

    ALEJANDRA: Okey. Ya entiendo. Lo que est sobre la mesa es

    todo lo que hay para cenar.

    VICTORIA: As es.

    ALEJANDRA: Bueno, ni modo, comer como las cabras del

    monte. (A Victoria.) Y t, por favor, no te

    ofendas.

    Alejandra se sirve ensalada y vino y luego

    se sienta a la mesa.

    VICTORIA: No, de ninguna manera; no me ofendes.

    Las tres comen. Silencio.

    ALEJANDRA: A propsito, hermanita, ya le contaste

    a Victoria sobre aquel asunto?

    48

  • VICTORIA: (A Alejandra.) Qu asunto?

    Isabel le suplica, le hace gestos desesperados

    a Alejandra para que no hable.

    ALEJANDRA: Aaaah... Ya veo por qu todo sigue en santa

    paz y armona: no le has dicho nada an.

    VICTORIA: (A Isabel.) De qu habla tu hermana?

    Isabel se atiborra la boca de ensalada para no

    hablar, slo le hace gestos a Victoria de que

    no tiene la ms peregrina idea.

    ALEJANDRA: Isabel es as, habladora como ninguna para

    ciertas cosas, pero para otras, es tan elocuente

    como una tumba... Verdad, hermanita? Pero no te

    preocupes, Victoria, yo te voy a poner al tanto,

    te lo voy a contar todo...

    ISABEL: (Escupiendo la comida que tiene en la boca.)

    Alejandra, no!

    ALEJANDRA: (A Isabel.) Tuviste el tiempo suficiente para

    decrselo y no lo hiciste. Ahora es mi turno.

    Voy a contrselo todo...

    ISABEL: Por favor!

    VICTORIA: Pero cul es el misterio... (A Alejandra.) A

    ver: qu es lo que tengo que saber?

    ALEJANDRA: (De lo ms natural.) Que el da de tu despedida

    de soltera me fui a la cama con tu prometido.

    Largo silencio. De pronto Victoria coge su copa de vino y

    le lanza el contenido a Alejandra.

    ALEJANDRA: (Levantndose de la mesa en el acto.)Hija de

    la grandsima...! Esta era mi blusa favorita!

    Sale.

    ISABEL: Se lo mereca!

    Victoria coge su vaso de agua y lo derrama

    sobre Isabel.

    49

  • ISABEL: Ay!

    Victoria se levanta de la mesa. Silencio.

    ISABEL: Creo que tambin yo me lo mereca...

    Silencio.

    VICTORIA: Por qu?

    ISABEL: Djame explicarte...

    VICTORIA: Te consideraba mi mejor amiga.

    ISABEL: Y claro que sigo siendo tu mejor amiga.

    VICTORIA: Pero ibas a dejar que me casara con Federico an

    sabiendo que me haba engaado con tu hermana.

    ISABEL: Te repito que puedo explicrtelo...

    VICTORIA: Claro! Al final lo consideras a l ms amigo

    tuyo de lo que en realidad soy yo.

    ISABEL: No digas eso.

    VICTORIA: Entonces, por qu me has ocultado una cosa tan

    grave como esta?

    ISABEL: Si te calmas, y me permites hablar, puedo

    explicrtelo.

    Se levanta de la mesa. Silencio.

    ISABEL: En cuanto lo supe, trat de decrtelo enseguida.

    VICTORIA: Y por qu no lo hiciste?

    ISABEL: Saba que iba a ser algo doloroso para ti...

    Quera encontrar tanto el momento apropiado como las palabras justas...

    VICTORIA: No existen ni el momento apropiada ni las

    palabras justas para hablar de una cosa como

    esta.

    50

  • ISABEL: Lo s, lo s. (Pausa.) Estos ltimos das han

    sido un verdadero suplicio para m...

    VICTORIA: Di la verdad. Intentabas protegerlo a l.

    ISABEL: No, Vicky. Te juro...

    VICTORIA: No me llames Vicky!

    Silencio.

    ISABEL: Te juro que intent contrtelo en varias

    oportunidades. Te lo juro.

    VICTORIA: Pero no lo hiciste.

    ISABEL: No, quiz porque nunca llegu a reunir el valor

    suficiente... Tema a tu reaccin y a las

    decisiones que pudieras tomar una vez que lo

    supieras.

    VICTORIA: Cmo cules?

    ISABEL: Como mandar todo al carajo.

    VICTORIA: Y tengo otra alternativa?

    ISABEL: Tienes una. Habla con Federico y trata de

    aclarar las cosas.

    VICTORIA: Aclarar las cosas? Pero qu dices! Si todo

    est clarsimo!

    ISABEL: Por favor, Victoria. No te dejes llevar por la

    rabia y el dolor del momento.

    VICTORIA: Qu?!

    ISABEL: Tienes que ser ms sensata, ms madura.

    VICTORIA: Un momento... Hablas como si hubiera sido yo la

    que por unos minutos de placer mand al carajo

    una relacin que prometa.

    ISABEL: Tienes que conversar con Federico, enfrentarlo,

    exigirle una explicacin...

    VICTORIA: Ya t hablaste con l?

    51

  • ISABEL: S. Y est muy arrepentido.

    VICTORIA: Arrepentido?! Pero an as el muy cabrn no se

    ha atrevido a hablarme del asunto.

    ISABEL: Yo le ped que no lo hiciera, que me dejara

    conversar contigo primero.

    VICTORIA: Lo saba! Ests de su parte!

    ISABEL: No estoy de su parte. Aunque no lo quieras ver,

    estoy de tu parte.

    VICTORIA: S, claro. Se nota.

    Silencio.

    ISABEL: Tal vez fue un error pedirle a Federico que no

    hablara contigo hasta que yo lo hiciera, pero no

    quera que por una decisin visceral destruyeras

    tu vida.

    VICTORIA: Una decisin visceral?

    ISABEL: Eso sera si te niegas a conversar con Federico

    y mandas todo a la mierda sin siquiera

    escucharlo.

    VICTORIA: Y qu pasa con mi dignidad? Con mi amor

    propio? Con este dolor que estoy sintiendo?

    Esos s los puedo mandar a la mierda?

    ISABEL: Toda eleccin implica una renuncia.

    VICTORIA: No me vengas con frases hechas!

    Silencio.

    ISABEL: Voy a contarte algo sobre m que no te haba

    contado antes. Y no lo haba hecho porque es un

    episodio doloroso de mi pasado que me promet a

    m misma olvidar, borrar por completo... Pero en

    vista de la situacin... (Pausa.) Cuando tena

    28 aos estuve a punto de casarme. Ya para

    entonces mam estaba muy enferma... Vivamos con

    la abuela Vera y la ta Sofa. Yo y ta Sofa

    ramos las nicas que trabajaban. En aquel

    tiempo Alejandra era una adolescente de 12 o 13

    aos, pero con cuerpo de mujer, casi tan hermosa

    52

  • y despampanante como es ahora. Una Lolita.

    (Pausa.) Mi novio se llamaba Humberto. Era un

    chico guapo, noble y maravilloso. Todos en casa

    lo queran. Especialmente yo. Estaba loca por

    l. A causa de la enfermedad de mam, llevbamos

    meses postergando la fecha de la boda, pero un

    da nos dimos cuenta de que no podamos

    continuar as, de que lo mejor era fijar una

    fecha y que fuera lo que Dios quisiera. Una

    noche, poco despus de fijar la fecha y

    comunicarla en casa, al llegar del trabajo,

    encontr a Alejandra llorando en la habitacin.

    Le pregunt qu le pasaba y al principio no

    quiso decrmelo, luego accedi a hablar si yo le

    prometa que no se lo contara a nadie. Eso

    hice. Lo que vino a continuacin parti mi vida

    en dos, en un antes y un despus... Ya s que

    suena a frase hecha, a lugar comn, pero no

    encuentro mejor manera de expresarlo... Alejandra me dijo que Humberto, mi novio, haba

    abusado de ella. Te podrs imaginar cmo me

    sent. El suelo se abri bajo mis pies y el

    cielo se me vino encima. Las siguientes horas

    ella y yo la pasamos llorando en nuestra

    habitacin, encerradas, para que los dems en la

    casa no se enteraran...

    VICTORIA: Qu horrible!

    ISABEL: Al da siguiente llam a Humberto por telfono.

    Lo insult y le dije que no quera volver a

    verlo nunca ms en mi vida. Que si se acercaba a

    Alejandra, a m o a cualquier otra mujer de mi

    familia, lo denunciara a la polica. l me dijo

    que estaba siendo muy injusta, al acusarlo de

    aquella manera, sin tener pruebas, sin

    permitirle que se defendiera, sin siquiera darle

    chance a explicarse... Yo le dije que me vala

    la palabra de mi hermana. Me negu a seguir

    escuchndolo y le colgu.

    VICTORIA: No lo denunciaste?

    ISABEL: No.

    VICTORIA: Por qu?

    53

  • ISABEL: Porque no quera que se armara un escndalo gordo

    con todo aquello que terminara llevndose a la

    tumba a mam antes de lo previsto.

    VICTORIA: Una decisin difcil.

    ISABEL: Espera. Hay ms. Humberto no me hizo caso y

    sigui insistiendo para que lo escuchara. Iba

    a la casa, me dejaba cartas que yo tiraba a la

    basura sin leer. Tuve que inventarme el cuento

    que ya no lo quera, que no me importaba, para

    que mi familia no sospechara la verdadera

    causa de nuestro rompimiento. Incluso les

    prohib que lo dejaran entrar en la casa.

    VICTORIA: Y te creyeron?

    ISABEL: No s, pero lo que s te puedo decir es que

    todas respetaron mi decisin.

    VICTORIA: Qu miserable pueden llegar a ser los hombres.

    ISABEL: An no he terminado.

    VICTORIA: Hay ms?

    ISABEL: S. Al final Humberto se dio por vencido. Dej

    de rondar la casa y mi trabajo; de llamarme y

    enviarme cartas. Cuando al poco tiempo muri

    mam, ni se apareci. No supe ms de l hasta

    muchos aos despus, cuando me lo encontr en un

    centro comercial.

    VICTORIA: Y qu hiciste t?

    ISABEL: Yo? Nada. Fue l el que se me acerc.

    VICTORIA: Qu caradura!

    ISABEL: Se haba casado. Andaba con su esposa y su

    pequeo de 2 aos.

    VICTORIA: Qu cnico!

    ISABEL: A los tres se les vea muy felices.

    VICTORIA: Puro teatro!

    54

  • ISABEL: Esta es Isabel, le dijo a su esposa al

    presentarnos...

    VICTORIA: Le haba hablado de ti?

    ISABEL: ...Isabel, esta es mi esposa, la madre de mi

    hijo y la mujer que ahora amo...

    VICTORIA: Desgraciado!

    ISABEL: ...Y precisamente por ellos, y ante ellos, que

    son lo que ms quiero en este mundo, te juro que

    yo nunca abus de tu hermana...

    VICTORIA: Qu?!

    ISABEL: Pues eso, que Humberto no haba abusado de

    Alejandra.

    VICTORIA: No puede ser!

    ISABEL: Nunca le puso una mano encima. Y yo no quise

    escucharle porque me dej llevar por la rabia

    y el dolor...

    VICTORIA: Entonces tu hermana se lo invent todo?

    ISABEL: Aj. As fue.

    VICTORIA: Por qu?

    ISABEL: Porque tena miedo de que yo, al casarme, me

    olvidara de ella, de que la abandonara cuando

    muriera mam. Aquella fue su manera de que yo no

    me fuera de casa. Me lo confes entre lgrimas

    esa misma noche, cuando llegu del centro

    comercial y la obligu a que me dijera la

    verdad.

    VICTORIA: Dios santo.

    Silencio.

    ISABEL: Victoria: conseguir al compaero adecuado,

    nuestra media naranja, como ridculamente se

    suele decir, supone un gran esfuerzo o una gran

    fortuna... sta es quiz la principal razn por

    la que hoy en da haya tantas separaciones y

    55

  • divorcios... Yo lo tuve y lo dej escapar en

    un arranque de dolor y rabia.

    VICTORIA: Cmo estoy haciendo yo ahora?

    ISABEL: Es probable. Por eso he querido contarte mi

    historia.

    VICTORIA: Pero Humberto no era culpable de nada, en cambio

    Federico...

    ISABEL: Federico te ama.

    VICTORIA: Pero me enga con tu hermana.

    ISABEL: Alejandra se acost con l porque estaba celosa

    de ti, porque vea que yo te mostraba ms afecto

    a ti que a ella. Sigue siendo as de infantil. Adems, no quera que ustedes se quedaran con el

    apartamento.

    VICTORIA: Y l tuvo que haberse negado y no lo hizo.

    ISABEL: Es cierto. Pero tambin es verdad que podras

    darle una oportunidad para que se explique, para

    que te d sus razones...

    VICTORIA: Nunca debi de irse a la cama con otra.

    ISABEL: Si me lo permites, creo que subestimas el poder

    de seduccin de Alejandra. Si le interesara y se

    lo propusiera, sera capaz de llevarse al

    mismsimo Papa a la cama.

    VICTORIA: Las tcticas de seduccin de tu hermana me

    tienen sin cuidado. Es de la confianza y la

    capacidad para ser fiel de Federico de lo

    que estamos hablando.

    ISABEL: Est bien. De acuerdo. Pero no es conmigo sino

    con l que deberas discutirlo, no te parece?

    Silencio.

    VICTORIA: Crees que valga la pena?

    ISABEL: Estoy segura. Si despus de escucharlo te

    mantienes en tu posicin de mandarlo todo al

    carajo, yo ser la primera en apoyarte. Si luego

    56

  • de hablar con l, no te sientes segura de

    que puedas perdonarlo, pasar pgina y

    olvidar, entonces lo mejor ser que rompan.

    VICTORIA: Ahora mismo la indignacin y el dolor son

    muchos, Isabel.

    ISABEL: Somos las decisiones que tomamos. Nuestra vida

    la vamos construyendo con nuestros propios

    aciertos y equivocaciones... Pero, por favor, no

    te dejes llevar por tu indignacin de ahora, no

    dejes que te ciegue y cometas el error que yo

    comet. Tmate tu tiempo para pensarlo y, cuando

    ests ms calmada, toma entonces tu decisin

    escuchando ms al corazn que a tu cabeza.

    Silencio.

    VICTORIA: Has vuelto a saber de Humberto?

    ISABEL: A veces chateamos o nos escribimos un email.

    Sigue casado con aquella mujer y ya son dos

    los hijos que cran juntos...

    Silencio.

    VICTORIA: No necesito tiempo para pensarlo. Seguir tu

    recomendacin y hablar con Federico.

    57

  • 5

    Sonidos de llaves y cerraduras. Entra Alejandra.

    ALEJANDRA: Me hago pis!

    Atraviesa el escenario como una exhalacin y

    sale por el lateral opuesto. Silencio.

    Entra Isabel. Lleva puesto un elegante vestido de noche y

    un ramo de flores en las manos.

    ISABEL: Volviste a dejar las llaves pegadas en la

    puerta. Cundo aprenders!

    Saca las llaves y, junto con el ramo, los

    coloca sobre la mesita enana de la sala. De pie, quejndose un poco, se quita los

    zapatos de tacn alto.

    ISABEL: (A los zapatos.) Cmo pueden portarse tan mal

    conmigo despus de lo que tuve que pagar por

    ustedes? (Pausa, como esperando respuesta de los

    zapatos.) Claro! Porque son zapatos. Entindase

    bien: de gnero masculino. Si fueran sandalias,

    seguramente otro gallo cantara.

    Entra Alejandra.

    ALEJANDRA: Hablando con tus zapatos?

    ISABEL: Volviste a dejar las llaves pegadas en la

    puerta, Alejandra!

    ALEJANDRA: Pero si t venas justo detrs...

    ISABEL: A ver qu excusa pones cualquier da de estos

    que entremos y no encontremos nada en el

    apartamento.

    ALEJANDRA: No exageres.

    ISABEL: Si no exagero. Con lo desatada que anda la

    delincuencia en estos das, ms bien es un

    milagro que no nos haya ocurrido antes.

    58

  • ALEJANDRA: Por lo menos ya no pierdo las llaves como

    al principio, hace ao y medio, cuando

    estaba recin llegada.

    ISABEL: Pero las dejas pegadas a la puerta, por la parte

    de afuera, que es mucho peor.

    ALEJANDRA: Te prometo que no volver a pasar.

    ISABEL: No hagas promesas que no sabes si vas a cumplir.

    ALEJANDRA: No seas cruel. Ya te he demostrado que cuando me

    lo propongo puedo cambiar. Acaso no he cambiado

    mucho en este ltimo ao?

    ISABEL: Eso es verdad. Aunque te recuerdo que el mrito

    no es slo tuyo.

    ALEJANDRA: Por supuesto que no. T has contribuido y

    tienes mucho que ver con este cambio.

    ISABEL: As est mejor.

    ALEJANDRA: Ya vers que de aqu en adelante no me dejo

    las llaves en la puerta.

    ISABEL: Eso espero, por el bien de las dos.

    Alejandra coge el ramo de flores.

    ALEJANDRA: Verdad que estuvo linda la boda de Pilar?

    ISABEL: Hermosa y muy movida.

    ALEJANDRA: (Irnica.) Sobre todo cuando la abuelita

    del novio resbal y cay a la piscina.

    ISABEL: (Ahoga una risita.) ...

    ALEJANDRA: Y, como en las pelculas, enseguida dos

    borrachines se lanzaron en clavado para

    rescatarla...

    ISABEL: Mala suerte para ellos que antes no se hubieran

    percatado de que era la zona ms llana de la

    piscina.

    ALEJANDRA: Uy! Qu tortazo se dieron los pobrecitos!

    59

  • ISABEL: A pesar de la borrachera, te aseguro que no

    olvidaran en aos esos clavados.

    ALEJANDRA: Desde luego que no.

    ISABEL: Aunque lo peor para ellos vino despus.

    ALEJANDRA: Lo peor?

    ISABEL: Cuando la abuelita del novio los ayud a salir

    de la piscina.

    ALEJANDRA: Es verdad.

    Ren.

    ISABEL: Para su desgracia y vergenza nadie ms quiso

    lanzarse al agua.

    ALEJANDRA: Quiz pensaron que con los novios era ms

    que suficiente.

    Ren.

    ALEJANDRA: Pilar luca sper elegante embutidita en su

    vestido de novia, no es cierto? Hasta se

    vea mucho ms joven y menos gordita.

    ISABEL: Alejandra...

    ALEJANDRA: Pero si es la verdad!

    ISABEL: Te he dicho que no me gusta que hables de la

    edad y los defectos fsicos de mis amigas. Al

    menos no en mi presencia.

    ALEJANDRA: Si no lo digo por maldad o burla, todo

    lo contrario. Es un cumplido.

    ISABEL: Dios me libre de tus cumplidos!

    ALEJANDRA: Mira que hay que tener buena estrella

    para casarse a los 45 aos.

    ISABEL: No es buena estrella sino pura y absoluta

    perseverancia.

    ALEJANDRA: Y el marido est guapsimo.

    60

  • ISABEL: Te ha parecido guapo Roberto?

    ALEJANDRA: A ti no?

    ISABEL: Cmo se ve que has cambiado! Dos aos atrs ni

    te hubieras fijado en un hombre como l.

    Silencio. Alejandra huele el ramo de flores.

    ALEJANDRA: (Pcara.) Y qu me dices de ti?

    Todava perseveras?

    ISABEL: Perdn?

    ALEJANDRA: Que si an sueas con casarte algn da.

    ISABEL: No todas nacimos para pasar por un altar.

    Le quita el ramo de flores a Alejandra, lo

    mete en un florero y lo pone sobre la mesa del

    comedor.

    ALEJANDRA: Y an as, a las bodas que te invitan, casi

    siempre sales premiada con el ramo de la novia.

    ISABEL: Eso s que es pura suerte.

    Breve silencio.

    ALEJANDRA: Te puedo preguntar algo?

    ISABEL: Claro.

    ALEJANDRA: Cmo es que en todos estos aos no has

    encontrado un tipo que te guste como

    para casarte con l?

    ISABEL: Los ha habido. Slo que el matrimonio es cosa de

    dos.

    ALEJANDRA: Quieres decir que en todos estos aos no ha

    habido un hombre que te proponga matrimonio?

    ISABEL: Bueno, no exactamente...

    ALEJANDRA: Entonces?

    61

  • ISABEL: Digamos que los que me han propuesto matrimonio,

    no cumplan mis expectativas.

    ALEJANDRA: Tan altas son?

    ISABEL: No, para nada. Slo tengo una.

    ALEJANDRA: Cul?

    ISABEL: Que me hagan feliz.

    ALEJANDRA: (Irnica.) Guau! T s que ests clara.

    ISABEL: Bueno, puede que suene un poquito abstracto,

    pero al menos s qu tipo de hombre no quiero

    a mi lado.

    ALEJANDRA: Por ejemplo?

    ISABEL: Eh... Por ejemplo... Por ejemplo... El tipo

    autista deportivo!

    ALEJANDRA: El autista deportivo?

    ISABEL: Aj.

    ALEJANDRA: Y cul es se?

    ISABEL: El que se sienta frente a la tele durante la

    transmisin de algn programa deportivo y no

    te habla, no te oye, ni reacciona a ninguno de

    tus estmulos.

    ALEJANDRA: (Re.) ...

    ISABEL: O el tipo muchacho-empaquetador-de-supermercado.

    ALEJANDRA: Y se?

    ISABEL: El que, tras mucho pedrselo, cuando te acompaa

    de compras, slo te sirve para cargar con las

    bolsas.

    ALEJANDRA: (Re.) ...

    ISABEL: O el tipo piromanaco.

    ALEJANDRA: Y ese otro cul es?

    62

  • ISABEL: El que te enciende en la cama y luego no

    consigue, no sabe, no le importa o no le

    interesa en lo absoluto apagarte.

    ALEJANDRA: (Re.) Qu ocurrencias tienes!

    ISABEL: Tambin estn los confusos irredentos, los

    separados arrepentidos, los compromiso-fbicos,

    los celosos-controladores, los mamitis-

    dependientes, los competidores natos, los yo-yo-

    yo-yo-y-yo, los con-mis-panas-no-te-metas, los

    tareas-de-casa-fbicos y para de contar...

    ALEJANDRA: Qu lista ms larga!

    ISABEL: Y no son todo, eh? Hay muchos ms. Estos son

    apenas algunos ejemplos del tipo de hombres

    que no quisiera dejar entrar en mi vida.

    Adems, estoy tan a gusto como estoy, que para

    cambiar de estado, la oferta tiene que ser

    extremadamente atractiva y tentadora.

    ALEJANDRA: Algn da ese hombre que esperas tocar a

    tu puerta.

    ISABEL: Claro. Y mientras llega el ideal, hay que

    divertirse con el equivocado.

    Silencio.

    ALEJANDRA: A m s que me encantara conocer a un buen

    hombre, enamorarme locamente de l y, por

    fin, casarme y formar una familia.

    ISABEL: Esa s que es toda una proeza, hermanita, y,

    segn las estadsticas, algo muchsimo ms

    difcil de lo que el comn de la gente piensa.

    Pero t eres an muy joven para casarte!

    ALEJANDRA: La abuela Vera deca que las mujeres debamos

    casarnos antes de los treinta, recuerdas?

    ISABEL: El mundo ha girado mucho desde que la abuela Vera

    era una jovencita, gracias a Dios. Ya la barrera

    de los treinta no tiene por qu asustar a nadie.

    Hay un montn de cosas que deberamos hacer las

    mujeres antes de casarnos.

    63

  • ALEJANDRA: Pero a m no me gustara casarme a los 45

    como tu amiga Pilar.

    ISABEL: (En lo suyo.) Por ejemplo, la mayora de mis

    amigas se han casado despus de los treinta.

    Adems, Alejandra, te repito que el matrimonio

    no es algo que se pueda planificar en solitario.

    Para eso...

    ALEJANDRA: (En coro con Isabel.) Hacen falta dos.

    ISABEL: Exacto.

    ALEJANDRA: Y yo ni siquiera tengo novio.

    ISABEL: No pienses en eso, okey? Tienes toda una vida

    por delante. Recuerda nuestro trato. Por ahora

    debes enfocarte en los estudios, terminar tu

    carrera y prepararte como es debido para ser una

    persona independiente.

    ALEJANDRA: Lo s. En eso estoy clarsima. Pero despus me

    gustara poder casarme como lo hizo tu amiga

    Victoria. Por cierto, qu ms sabes de ella?

    ISABEL: Justamente ayer chatee un rato con ella. Me

    envo una foto del beb. Est enorme, bello,

    el condenado... Para comrselo!

    ALEJANDRA: En serio?

    ISABEL: Tambin me dijo que a Federico lo van a promover

    en el trabajo.

    ALEJANDRA: Tan rpido?

    ISABEL: Aj.

    ALEJANDRA