lo esencial es invisible - lavaca.org

24
acto 1 Enero. la ministra de Economía Felisa Miceli ordena que la responsable de la medición del índice de precios del INDEC haga mutis por el foro. acto 2 Febrero. El coro de empleados se indigna: “El INDEC no dibuja”. El ministro Aníbal Fernández sale a escena, los llama “mafias” y “forajidos”. El índice de enero fue 1,1%. acto 3 Marzo. Se larga el año electoral. El INDEC informa que por primera vez en 14 años la desocupación bajó a un dígito. La platea, perpleja. ¿Cómo se llama la obra? Mu era un continente fértil, una selva templada con llanuras infini- tas, suaves colinas y sin monta- ñas: los cataclismos que fractura- ron el suelo y los horizontes llegarían mucho después. Cubría casi la mitad de lo que hoy es el Océano Pacífico. Vivían allí 64 millones de seres fértiles, templa- dos y con horizontes. En Yu Nan, China, aún le cantan a esa tierra que la memoria se resis- te a dejar de soñar: “En aquella época la paz reinaba en el mundo entero / No había ricos ni pobres / ¿Crees lo que digo?”. La Cooperativa de trabajo lavaca agradece su compra, con la que nos permite sostener nuestro proyecto. Y como tan elegan- temente ha dicho José Saramago cuando recibió el Nobel: perdón si les ha parecido poco esto que para nosotros es todo. Año 1 / Número 2 Marzo 07 Valor en kioscos $ 5 Benetton vs. mapuches Moda, marketing y derechos. El nuevo capítulo de la saga ¿De quién es la Patagonia? Bajo Flores La guerra por la libertad en un territorio donde la droga y los prejuicios se combaten con ideas y producción invisible. Y como el barrio alimenta un desfile de alta costura. Mina de escándalo Desde Andalgalá, el negocio que envenena la cordillera. Verdades y mentiras de la contaminación Cómo operan las empresas sobre la opinión pública. Los casos que huelen como el Riachuelo. Y sí Acá también se opina sobre Gran Hermano. El polaco Bauman lo analiza como símbolo de la cultura del desperdicio. La modernidad basura el periódico de lavaca

Upload: others

Post on 08-Nov-2021

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Lo esencial es invisible - lavaca.org

acto 1Enero. la ministra de Economía Felisa Miceliordena que la responsable de la medicióndel índice de precios del INDEC haga mutispor el foro.

acto 2Febrero. El coro de empleados se indigna: “El INDEC no dibuja”. El ministro Aníbal Fernández sale a escena, los llama “mafias”y “forajidos”. El índice de enero fue 1,1%.

acto 3Marzo. Se larga el año electoral. El INDECinforma que por primera vez en 14 añosla desocupación bajó a un dígito. La platea, perpleja. ¿Cómo se llama la obra?

Mu era un continente fértil, unaselva templada con llanuras infini-tas, suaves colinas y sin monta-ñas: los cataclismos que fractura-ron el suelo y los horizontesllegarían mucho después. Cubríacasi la mitad de lo que hoy es elOcéano Pacífico. Vivían allí 64millones de seres fértiles, templa-dos y con horizontes. En Yu Nan, China, aún le cantan aesa tierra que la memoria se resis-te a dejar de soñar: “En aquellaépoca la paz reinaba en el mundoentero / No había ricos ni pobres /¿Crees lo que digo?”.

La Cooperativa de trabajo lavaca agradece su compra, con la que nos permite sostener nuestro proyecto. Y como tan elegan-temente ha dicho José Saramago cuando recibió el Nobel: perdón si les ha parecido poco esto que para nosotros es todo.

Año 1 / Número 2Marzo 07Valor en kioscos $ 5

Benetton vs. mapuches Moda, marketing y derechos. El nuevo capítulo de la saga¿De quién es la Patagonia? Bajo Flores La guerra por la libertad en un territoriodonde la droga y los prejuicios se combaten con ideas y producción invisible.Y como el barrio alimenta un desfile de alta costura. Mina de escándalo DesdeAndalgalá, el negocio que envenena la cordillera. Verdades y mentiras de lacontaminación Cómo operan las empresas sobre la opinión pública. Los casosque huelen como el Riachuelo. Y sí Acá también se opina sobre Gran Hermano.El polaco Bauman lo analiza como símbolo de la cultura del desperdicio.

La modernidad basura

el periódico de lavaca

Page 2: Lo esencial es invisible - lavaca.org

2 MARZO 2007MU

LA VERDADERA GUERRA DEL BAJO FLORES

En los mapas de la ciudad es un triángulo verde, un espacio vacío en el que más de 60.000 personas todos los días producen vida: ferias, talleres,comedores, murgas, construcciones, música y hasta didácticas leccionespara los varones golpeadores. Cómo se teje resistencia sobre un territorio donde la mano del Estado es siempre corta y la de la policía, demasiado larga.

Lo esencial es invisible

Page 3: Lo esencial es invisible - lavaca.org

npo

ust

ho

mis

- g

vo

lá /

su

b.c

oo

psu

b.c

oo

p

dejan caer a un policía, a un político y auna calavera con parche que representa alos “transas” que venden droga en el ba-rrio. Mientras Bajo Flores es presentadopor los medios como un agujero negro se-de de una guerra narcoterrorista, quizáconvenga retener la idea de ese mural an-tes de que termine de descascararse.

Se ve la luz de fogatas, y otra azul e in-termitente de los patrulleros que se insta-lan en la otra esquina. Elia, boliviana, jo-ven mamá que colabora en el comedorcomunitario Victoria, explica: “Molestan alos que no andan en nada, a los que vuel-ven del trabajo, y a los transas nunca losagarran, ni van a las casas que vendendroga, aunque todos saben cuáles son”.

Hay pequeñas parrillas en la calle, pre-paran anticucho, una especie de brochetteque se hace con corazón de res. El aroma acarne asada salva almas y narices del olora basura que viene de enfrente. Del labe-rinto de pasillos estrechos siguen fluyendovecinos y cumbia. Se escucha el gran éxitodel momento, el tema de la AgrupaciónMarilin llamado Tu florcita, que cuenta lahistoria de una nena (“tan bonita, tan chi-quita / tan llena de sonrisa / perfumada florque crecía”) que no vuelve de la escuela. Lamadre se preocupa, cuatro horas de demo-ra, suena el teléfono, y la peor noticia. Lacanción termina con una pregunta: “Cómoes que matan / a una niña tan pequeña / só-lo tenía doce años/ toda una vida por vivir”.Elena, que tiene 13 años, informa con natu-ralidad: “Lo que cuentan es algo típico deaquí. Hicieron otra canción que tambiénescucha todo el mundo, de una chica quequeda embarazada, el tipo se va y la dejasola”. Crecen las conversaciones, la cum-bia. Todo silencio es desbaratado.

En la puerta de la radio fm Bajo Floresse juntan decenas de jóvenes riéndose. Mi-

n francés nacido en Argeliallamado Albert Camus, quehubiera entendido mucho delo que ocurre en Bajo Flores,escribió: “La forma más có-

moda de conocer una ciudad es averiguarcómo se trabaja en ella, cómo se ama ycómo se muere”.

Nadie sabe si tal cosa es posible. Se hi-zo de noche en Bajo Flores, el barrio quealberga la mayor villa de Buenos Aires, yla más poblada. Las calles están ilumina-das por bombitas de luz aquí y allá quelos vecinos van colocando para salir de lassombras, y por una luna naranja. La calleRiestra empieza a llenarse de gente, de ne-nes corriendo, adolescentes ruidosos, pa-rejas con hijos pequeños que salen a estarafuera. Suena la cumbia, y todos parecenconocerse. Tuti –13 años– dice: “No nos co-nocemos todos, pero la gente es re simpá-tica, todos te saludan”. Hay 60.000 habi-tantes, cálculo moderado para las más de30 manzanas de la villa 1-11-14 y las zonasmás urbanizadas o de monoblocks, los ba-rrios Rivadavia, Illia, Charrúa, Juan xxiii.

Enfrente hay basura acumulada y Tutiexplica perpleja: “Los camiones no vienena sacar la basura todos los días. Y entoncesse roban el tacho.” ¿Quién se lo roba? “Losde allá –señala con su brazo largo– porquetampoco tienen tacho”. Ciertos problemasaquí son de esa índole: mucha basura, po-cos tachos. Otro dilema es el de clasificarqué cosas son percibidas como basura enBajo Flores, barrio con experiencia profe-sional en el asunto, dada la enorme canti-dad de cartoneros y cirujas que hanaprendido a vivir de discriminar los des-perdicios, salvar lo útil, descartar el resto.En un mural ideado por adolescentes jun-to al comedor Niños Felices, pintaron –en-tre otros símbolos– un gran inodoro al que

cardenal Jorge Bergoglio por su rol acasopoco cristiano en ese drama. En los planosde Buenos Aires la villa aparecía, como si-gue apareciendo, como un espacio verde:invisible, o borrada del mapa.

A principios de los 80, la villa comenzóa repoblarse. Eduardo Nájera vive allí ha-ce 25 años y hoy dirige la fm Bajo Flores:“En el 82 había solamente 20 casas y laparroquia”. Argentina resultaba más prós-pera que los países vecinos y atraía inmi-gración. En los 90, con el dólar 1 a 1 la ten-dencia se reforzó. Eduardo: “500 pesoseran 500 dólares, mandaban 200 a su fa-milia y era una fortuna”. Bolivia, Paraguayy Perú entran en esa lógica. Muchos ar-gentinos iban también siendo expulsadospor la pobreza privatizada y se lanzabandesde sus provincias hacia Retiro, con másilusiones que equipaje. La villa de Retiroya era tan pequeña y acotada, que no te-nía lugar para nadie más. Allí aparece otrodato crucial: el recorrido de la línea 23. Na-ce en Retiro, termina en Bajo Flores, que elboca a boca convirtió en un Nuevo Hori-zonte (como bautizaron a una de las pelu-querías del barrio).

La zona fue poblándose con los descen-dientes del 23, cada uno con su música, to-dos con el ritmo veloz de la cumbia. Los pa-raguayos armaron sus casas para quesiempre haya una planta que recuerde laexistencia del color verde. Los bolivianos co-menzaron a construir casas de ladrillo, cadavez más altas. Eduardo: “Un arquitecto vie-ne acá, mira las construcciones y rompe eltítulo. ¿Cómo están agarradas?”. Muchas ve-ces la planta alta es de mayor superficie quela baja, como un cubo grande sobre unochico: pirámide invertida. Algunos vecinosvan por la tercera y hasta la cuarta planta.

¿Cómo hacen? La pregunta fue formula-da por un policía que ronda el barrio en

ran de reojo a las chicas, que devuelven eldesafío haciéndose las distraídas. Se intuyeque antes de salir de casa todos han hechotrabajar a los espejos. En la radio los chicosvan a empezar su programa: Si te pica, ras-cate es el título.

La cumbia y los murales son crónicasde la época. No son las únicas.

¿Por qué en Bajo Flores?

ara llegar a Bajo Flores las prime-ras indicaciones pueden corres-ponder a un tal Homero, que hace

59 años propuso este itinerario: “San Juany Boedo antiguo / y todo el cielo / Pompeyay más allá la inundación”. Bajo Flores erala inundación. Desde entonces el barriotrabaja para emerger de aquellos panta-nos, para imaginar trucos, como algunosmagos, que rompan la ley de gravedad. Ypara no ser ese más allá que describía eltango. La villa se empezó a instalar en losaños 50, se pobló en los 60, se organizó enlos 70 (movimiento villero, curas rebeldes,militancia juvenil, sueños de cambio). Lospantanos se iban rellenando con tierra, ba-sura y vida.

La villa se convirtió en una desapareci-da tras el golpe militar de 1976. Arrasaroncasas y ranchos con topadoras dirigidas demodo personal por un intendente y briga-dier cuyo nombre es parte de aquel mate-rial no reciclable arrojado a la basura porla historia. Los pobladores huyeron comopudieron, empezaron las desapariciones,incluida la de siete militantes cristianos dela parroquia Santa María del Pueblo, entrequienes estaba Mónica, la hija de EmilioMignone (luego fundador del Centro deEstudios Legales y Sociales), quien siem-pre responsabilizó a la Iglesia y al actual

3MARZO 2007 MU

U

P

Page 4: Lo esencial es invisible - lavaca.org

una conversación inesperada con mu. “Esalosa que están construyendo cuesta 30.000pesos. Yo no me puedo hacer mi casa y és-tos se hacen la suya”, farfulló el agente, co-mo insinuando que sólo cierta ruptura de laley (no sólo la de gravedad) explica el em-puje de la villa hacia arriba. Cintia, una delas asombrosas integrantes del comedor Ni-ños Felices (donde se alimentan 300 perso-nas por día) brindó luego una respuesta pa-ra explicar esa magia ascendente: “Mispaisanos saben mucho de construcción. Nopagan la mano de obra que es una fortuna.Ganan bien porque cobran menos queotros, son muy cumplidores y entregan encinco meses lo que otros tardan un año. Esacasa que le mostró el policía es de una se-ñora que conozco, para ampliarla están aho-rrando desde hace 20 años”. No hay tram-pa, sino trabajo, capital humano y tiempo.Ganarse la vida, se aprende aquí, implica al-go mucho más complejo que el ingreso dedeterminada cantidad de billetes.

¿Qué pide el cuerpo?

os laberintos tienden a confundiry a encerrar a la gente. Bajo Floreses un zigzag de pasillos que van

eludiendo las casas en la villa. Los mono-blocks son también una encrucijada. Losentrevistados y amigos que se van hacien-do en el camino insisten en cuidar al visi-tante. Evelyn (18 años) anuncia: “Robos acasas no hay, pero algunos pibitos te quie-ren robar algo para comprar pasta base. Lavenden a un peso, o dos”.

El paco o pasta base es la basura de lafabricación de droga, mezcla cocaína notratada con solventes como kerosene, ben-cina, parafina, con talcos o hasta pinturas, yasí se arma el polvillo que se fuma en cañi-tos huecos. Se usa lana metálica como fil-tro, aplastada con un clavo. En ocho segun-dos produce efecto que todos en el barrio

4 MARZO 2007MU

19 de Diciembre, explica: “En 2002 desa-pareció la marihuana. Secaron el mercadono menos de seis meses. Y metieron el pa-co masivamente.” Un detalle interesantees que el paco no produce placer, ni “via-jes”, ni ese bienestar transitorio que le ad-judican a otras drogas. “El placer es conse-guir la plata para comprarla –relata Quito–.El paco es para lo marginal. Sólo te sirveseguir consumiendo.”

Quito suma un elemento de control so-cial al auge del paco: “Alguno habrá pen-sado: ‘¿cómo les comemos la cabeza a lospibes?’ Estoy pensando muy mal, perocreo que hay que hacerlo”. Luego de unestallido como el de 2001, pensar mal qui-zás es pensar bien.

Noticias sobre la guerra del paco

n los últimos meses hubo un alu-vión informativo que se sintetizamás o menos así: en Bajo Flores

se desarrolla una guerra de narcotrafican-tes y/o narcoterroristas, varios de ellosllegados desde el Perú tras haber hechosus primeras armas en el grupo SenderoLuminoso. Es una lucha entre distintasbandas para la comercialización de ladroga, tal como ocurre en Colombia o enlas favelas cariocas. Las fuerzas legales nologran romper ese “aguantadero”. Si estoes así, las principales víctimas de la gue-rra son los propios vecinos y organizacio-nes del barrio, que sin embargo fueroncuidadosamente relegados u omitidos enlas noticias sobre el tema. (Veloz anécdo-ta: la ya presentada Alejandra, nacida ycriada en la villa, dice que ama la liber-tad de expresión y que no la censuren.¿Quién puede impedirle la libertad de ex-presión? Contesta como riéndose ante laingenuidad de la pregunta: “Los mediosde comunicación”.)

¿Cómo percibe el barrio las noticias so-bre el estado de guerra?

Eduardo, de la fm: “Esto no es una islade Argentina. La sociedad está violenta,son tiempos muy irracionales. Y hay vio-lencia en el barrio desde hace mucho. Pe-ro veo una intencionalidad. Tapa de Cla-rín, un domingo, y al día siguiente elbarrio inundado de policía. Es una crimi-nalización de la pobreza, y que todo elmundo mire eso para no ver otras cosas.Página/12 habla de una escuela en zonade guerra (la secundaria emem) y al día si-guiente anuncia que Daniel Filmus es elcandidato a jefe de Gobierno de Kirchner.¿Qué querés que te diga? Leés esa nota yparecería que todos los habitantes de BajoFlores somos delincuentes y narcos. Huboun accidente de un guardia de la escuelaque llegó tarde al trabajo y quiso pasarpor arriba de la verja con tan mala suerteque se la clavó. Lo ponen como una vícti-ma de la guerra narcoterrorista”. Eduardono niega lo obvio: “Hay mucha violencia,cualquier pelea puede terminar en muer-te”. Otro dato: “También tenemos en el ba-rrio 17 casos de gatillo fácil en los últimosaños”. Y un reconocimiento: “Se vendedroga pero, ¿en algún barrio de Buenos Ai-res no?” ¿Qué efecto tuvo el aumento dela presencia policial? “Desde los patrulle-ros nos filman a todos. Van a los comedo-res, vienen a la radio, piden documentos,preguntan qué hacemos. Y la droga sevende igual que siempre. En realidad, meparece que lo que quieren es controlar alas organizaciones del barrio.”

¿Pero existen esas bandas de narcos?Eduardo considera que hubo una desme-sura informativa al respecto. “Pero si exis-ten grupos de narcos, organizados militar-mente, que venden 400 kilos de cocaína,en este barrio que mide menos de 15 cua-dras, ¿por qué no van y los agarran?” Amu se le ocurren al menos dos explicacio-nes. “A mí también -dice Eduardo- o no escierto, o es cierto, y en ese caso hay un ne-gocio tremendo entre la policía, la justiciay la política. Porque acá entra cualquiera,esto no es la selva.”

Quito, del Frente Barrial 19 de Diciem-bre: “El problema de la droga existió siem-

describen así: “Te come el cerebro”. La con-secuencia es un deterioro neuronal agudo,una necesidad casi inmediata de volver aconsumir (los adictos no bajan de ocho fu-matas diarias), irritación masiva de la mu-cosa pulmonar que genera enfisema, alte-ración de la personalidad, angustia aguda,pérdida de contacto con la realidad (y conel propio cuerpo: se abandona la comida).Con el correr de las semanas aparecen losestados de paranoia y demencia. La edadtípica de caída en el consumo es a partir delos 14 años, pero todos reconocen que haychiquitos que fuman eso desde los 7.

¿Por qué se empieza a consumir paco? “En la adolescencia, por la sensación

de estar a la intemperie. Problemas fami-liares, violencia, el pibe se siente indefen-so. Muchos nunca participaron en algoque tenga algún sentido” (Diego Jaimes,de la Cooperativa de Producción y Apren-dizaje –Coopa– que a través del ProyectoAdolescentes incluye a más de 200 chicosen diversas actividades y talleres).

“Porque te lo regalan para engancharte,o te lo venden a un peso, y el cuerpo te pi-de cada vez más” (Sebastián, 24, bajo sugorra de béisbol).

“Porque a los pibes les saca el hambre”(Alejandra, 18, después de preguntárselo avarios de sus vecinos del barrio).

Los chicos empiezan a tener tics, cami-nan de un modo un tanto destartalado,quedan chupados, esqueléticos, y hay gen-te que por eso llegó a una extraña conclu-sión: “La marihuana engorda”. “Engordar”,aquí, quiere decir estar más robusto y salu-dable. La vida del barrio suele presentarlesa las personas esos laberintos: falsas opcio-nes entre lo malo y lo peor.

Como tantas novedades argentinas, elpaco tiene su origen en la crisis de 2001.Toda droga importada triplicó su precio alromperse la paridad cambiaria. Quito Ara-gón, vecino del barrio desde hace 42 añose integrante del kirchnerista Frente Barrial

E

Dos historias en una mañana de recorrida, para confirmar que Bajo Flores esuna fábrica de sorpresas.

Daiana, 16 años, hija de Ana “la uruguaya”, ahijada del futbolista AntonioBarijho, y futbolista también ella de San Lorenzo: subcampeona en 2006. Enla puerta del monoblock en el que vive, cuenta:

“Los pibes rompen las antenas de televisión para fumar paco por el cañito.Aplastan ‘virulana’ con un clavo (es el filtro) y meten la droga por el otro la-do”. Efectos: “Les come el cerebro, las neuronas, y los va enflaqueciendo. Nocomen, hacen movimientos raros (Daiana mueve los hombros como si algúnbicho le caminara por la espalda). Se les frunce la cara, se muerden los la-bios. Y se ponen violentos. Mirá cómo dejó la ventana uno de mis hemanosmayores”. La persiana está agujereada y los vidrios rotos. “Agarró unos fierrosque encontró en la calle. Quería plata. Le quiso pegar a mi mamá y yo salté adefenderla. Peleamos, y se fue a dormir a la calle. Después vino llorando apedirme disculpas, pero ya está loco de nuevo. Es grandote, pero pesa 52 ki-los. Una vez largó el paco, y subió casi a 80 porque sólo fumaba porros.”

Dice que otra cosa que come neuronas es Gran Hermano: “No se puede ha-blar tantas boludeces, pero lo mira todo el mundo. Yo prefiero Los Simpson,son remalditos”. Daiana calcula que conoce “como diez lugares donde ven-den el paco. Los pibes se drogan ahí mismo, ¿por qué nadie hace nada?”.

Por una extraña carambola, un rato más tarde MU sostuvo una instructivacharla con un agente de policía que trabaja en la zona, mirando desde cier-ta altura el barrio. Contó sus angustias económicas, y de pronto dijo: “El sis-tema es para que el que tiene, tenga siempre, y el que no, no tenga nunca.Y uno de golpe piensa: ¿qué sentido tiene seguir siendo un hombre debien?”. Silencio mutuo.

El hombre relata: “Uno se cansa. Tengo montones –pero montones– de compa-ñeros policías que cruzaron al otro lado, absolutamente”. Al observar el gestode asombro del cronista, señala hacia los techos de la villa con gesto cómplice:“¿Ve aquella casa un poquito más elevada, cerquita de Varela, que tiene algoazul en el techo? Ese lugar es intocable. Hay de todo lo que uno se pueda ima-ginar. Pero no se toca. Si salen distribuidores nuevos, la policía los hace caer,pero es para proteger al capitalista principal. ¿Me va siguiendo? Un suponer:usted distribuye droga, yo lo detengo. Ahí nomás me llaman de la comisaría:

–¿Quién carajo te dijo que agarres a ése? Y uno entonces piensa: ¿Tiene sentido ser un hombre de bien?”.

La nena y el policía: ser o no ser

L

E

Page 5: Lo esencial es invisible - lavaca.org

organizaciones sociales, pero tampoco tan-to como para hacerlos peligrar. Entonceshay políticas parciales. Es un proceso limi-tado, y vamos empujando. El Estado te dauna parte, y la otra trata que te cueste”.

Diego, de Coopa, y coordinador de pro-gramas del Gobierno de la Ciudad, creeque “no hay políticas públicas que denuna respuesta a esta situación.” “Concreta-mente, no hay un lugar donde puedas in-ternar a un pibe que está consumiendo. Ylos que hay son un negocio, te lo dicen enel mismo Estado, gente que tiene funda-ciones de lucha contra las adicciones perono hacen nada”, dice. Diego no se planteacomo un adalid de nada: “Nuestra funciónes acercar la realidad a los funcionariosque toman decisiones todos los días. Peroel Estado es una cosa muy fragmentada.Las gestiones duran muy poco, los planesson de 6 meses o un año. Todo se piensaen forma de parches”.

Otras fronteras

rancisco Monzón preside la Coope-rativa de Trabajo Ecológica de Reci-cladores del Bajo Flores que admi-

nistra una planta de reciclado cedida por elGobierno de la Ciudad, sobre la avenidaVarela, mejor cuidada y aseada que mu-chas oficinas públicas. (Un dato: hay luga-res donde recuperar la basura, pero no don-de recuperar a los chicos adictos al paco.)La Cooperativa les devolvió la dignidad deltrabajo, pero para evitar efectos alucinóge-nos aclara: “Somos 42 y en Buenos Aireshay 20.000 cartoneros. Hace 5 años éramos3.000. Esto creció así por la crisis social, eldesempleo, la desocupación”.

Francisco informa que el 20 por cientode los cirujas son adolescentes, y narraotro laberinto: “Están cirujeando para te-ner un laburo. Lo llaman explotación,¿pero qué querés que hagan, que estén enla esquina drogándose? Prefiero que ciru-jeen. El Estado tendría que decir: hay otrafrontera”. ¿Qué sería otra frontera? “Otrocamino, otra forma de vida”. ¿El Estadopuede ampliar esa frontera? “No quiere,al contrario: quiere achicarla.”

¿Y el paco? Francisco: “No hay voluntadde limpiar la delincuencia. Porque acá haydelincuencia, y en Belgrano también, peroallá no la ves porque todo es tapadito, ladroga es cara, te la llevan en moto: deli-very. Acá no: acá todo se ve. El delincuen-te le vende droga a la criatura y el policíano hace nada. La coima vale más que el pi-bito”. ¿Y qué se puede hacer? “No sé. Por-que éste es el país del tsunami. Sale un te-ma, todo el mundo habla de eso, no sehabla de otra cosa, y a los dos días todosse olvidan.” Pero además hace una autocrí-tica: “Hay instituciones que trabajan muybien en el barrio, los comedores, la radio,los programas para adolescentes, en el fon-do todos hacemos lo mismo, pero somoscomo islas. Hemos hecho cosas juntos, pe-ro después volvés a ser isla”. Francisco nohabla de modo quejoso, depresivo ni apo-calíptico. Es una característica de todo elbarrio: el tono es descriptivo. “Hay queaprender a abrirse para entender. Te asegu-ro que de esta juventud es muchísimo loque se puede rescatar.”

Palabra de la época: los chicos usan “res-catate” para decirle a otro que cambie unaactitud densa, que salga del pozo. No lo ha-cen para desligarse del problema, sino paraque el otro intente conectarse con su propiaenergía. En lugar de compasión o lástima,parece una forma de aliento, una invita-ción. Tal vez no siempre alcance, pero es unmodo diferente de ver las cosas.

El puente sobre la laguna

ruzar Perito Moreno y Varela pue-de requerir conocimientos náuti-cos. Cintia relata que las cloacas

están mal hechas. “Son precarias, todosale flotando.” Conduce por el laberintohacia una de las calles interiores. Pareceuna guerra. Para abrir una calle demolie-

5MARZO 2007 MU

pre. Obvio que hay tiros y muertes, peroésas son noticias de la instalación del nar-cotráfico en el país, no en Bajo Flores”. Sos-tiene que la descomposición social llevamucho: “El Barrio Rivadavia, más que la vi-lla, siempre fue un centro de distribuciónde cocaína. Encima ahora maximizan la ga-nancia porque venden hasta el residuo. Yojo, no son los pibes de Bajo Flores sola-mente, vienen chicos de clase media, pa-san adelante de mi casa, y después los veoviviendo en la calle alrededor de la villa”.Quito asegura que algunas chicas terminanprostituyéndose, sexo oral a dos pesos. “Yel novio al lado, esperando que la piba trai-ga los dos pesos para ir a comprar paco.”

Otro aspecto del asunto: “El problemano es el transa, sino todos los que sostie-nen el negocio. No hay posibilidad deblanqueo de la plata de la droga si el siste-ma bancario no está a disposición. Aquí setirotean para ver quién vende, mientras elbanquero está sentado en un escritorio.Uno es un narcoterrorista, pero el otro esun señor”. Con 42 años en el barrio, Quitodice: “Sin la protección de las fuerzas de se-guridad no podrían operar en un barriotan chiquito, donde cualquier hijo de veci-no sabe en qué boliche venden la droga”.

Diego, de Coopa: “Lo que se esconde esque la violencia y la venta de drogas noson la causa de otros problemas, sino el re-sultado de una situación de marginalidad.Pero si se habla de narcotráfico, es algo delo que se tienen que ocupar sectores queno lo hacen. Fuerzas de seguridad, policía,Ministerio del Interior”.

Hay una pregunta inquietante en estoscasos: ¿por qué no se hace? En Bajo Floresbrotan ideas para pensar.

La Flaca es madre de cinco hijos, ciruja(junta metales en un changuito) y está fu-riosa. “Hablé con una mamá que logró sa-car al hijo de la droga, y necesitaba que lointernen. Va al juzgado y le dicen que levan a mandar una asistente. Para cuandollegó, como un mes después, el pibe esta-ba otra vez tirado en pasto drogándose. Lometió en una granja, el pibe mejoró, peroahora lo tiene que sacar porque no le al-canza la plata para pagar. Te dicen (parodiaa un locutor) ‘drogas no, hable con sus hijos’.Pará papito, no pongas pelotudeces en latelevisión, si después cuando la gente tehace caso y pide auxilio le das una patadaen el culo. Y encima gastás la plata en pro-paganda. La señora esta no tenía ni paravolver del juzgado en colectivo.” Cintia di-ce que la Flaca contiene a varios chicosque consumen, pero la Flaca replica: “Sola-mente les pongo el oído”. ¿Y eso no es im-portante? “¡No! ¿De qué sirve si no lespuedo dar una mano en serio?” ¿Qué sepuede hacer? “Para mí es inútil hablar. Megustan los hechos. La gente dice muchascosas, los políticos, el Presidente, los perio-distas, todos hablan, y nadie hace nada.¿Vos me decís que vas a arreglar algo?Mentira, no te creo. A mi hijos les digo: es-tudien, no esperen nada, las cosas no vie-nen solas. Así aprendés que las propagan-das son mentira. Sólo les creo a las señorasdel comedor, porque ellas sí me ayudaroncuando mi marido me cagaba a palos.”

Vuelve la pregunta: ¿cómo entender elrol del Estado? El Frente Barrial 19 de Di-ciembre (que trabaja hace años en el barrio,tiene cuatro comedores comunitarios queatienden a 800 personas, escuela, bibliote-ca, talleres de capacitación) se consideraparte del “brazo popular del kirchnerismo”dentro del movimiento Libres del Sur. Qui-to asegura que “desde el Estado es que sepuede garantizar la construcción de poderpopular para lograr una verdadera transfor-mación”. Sus integrantes cobran planes oson funcionarios. Aclaran que se trata de“una pelea permanente”. Transmiten laimagen del que quiere lograr la transforma-ción desde un lugar de poder, y no la tienefácil. “Pero lo mejor que nos pudo pasar eseste gobierno.” ¿Y qué es lo que ocurre pa-ra que, con todas las condiciones, las inten-ciones y el superávit económico a favor, nose resuelvan las cosas de fondo? NahuelBeibe, caminando por el Barrio Illia, dice:“Ésta es una etapa positiva, fortalecen a las

Muchas ciudades crecieron alrededor de dos fenómenos: el templo (dondearreglar las cuentas con los dioses) y el mercado (donde se organizan cuen-tas más terrestres). Hoy no se entiende bien si los shoppings son templos, oviceversa, pero en Bajo Flores aquella idea de la feria popular y masiva seconvierte cada domingo en un torrente sinuoso, musical y colorido de variascuadras, donde más de 800 feriantes ofrecen pollo asado, ropa deportiva demarca o casi, verduras y frutas, electrónica, lencería, incienso para la prospe-ridad, relojes, fideos, y así sucesivamente.

Juan Carlos, boliviano, ex minero, socialista que cree que Evo Morales es unespejo para Latinoamérica, sabe que él y sus compañeros de la Asociaciónde Feriantes Latinoamericanos Bonorino no pueden garantizar toda la segu-ridad: “Nosotros cuidamos acá adentro, pero ni siquiera podemos contar conla policía” dice arqueando las cejas. “En el barrio hay peruanos y argentinosque pelean, y las víctimas somos los que queremos vivir decentemente. Elboliviano no roba. La policía sabe quiénes roban, ¿por qué no actúan?” El cli-ma es de fiesta. Juan Carlos saluda a los que pasan. “Aquél es chorro, le di-cen Chavo. Me saluda para que vea que no está robando. Él roba sobre Cas-tañares. Mire, un día perseguí a un chorro, lo agarré, y me dice: ‘no te metoplomo porque no quiero, pero mi papá es policía’. Él robaba usando el autodel padre.” Cree que el problema ya excede lo económico: “Más que un futu-ro económico para los hijos, uno piensa en un futuro de vida. Que no te lomaten en la esquina”.

¿Y qué ocurre con los talleres? Juan Carlos muestra una remera de marca:“Mire, acá las vendemos como truchas, pero son la misma tela, la mismaconfección y se hacen con las mismas máquinas. Yo trabajé en Adidas. Lasmarcas fabrican sus remeras, y también las truchas”. ¿Y el trabajo esclavo?“Eso puede existir en talleres muy grandes, que no están en la villa. Aquíhay talleres pequeños. Pero si un taller es de un boliviano, es esclavista, y sies de un argentino es legal. Yo tengo tres máquinas, con mi señora. Le cuen-to: hago blusas de mujer, me pagan 2 pesos por prenda, y de tela llevará 5pesos. La marca, muy importante pero permítame que no la nombre, la ven-de a 70 pesos. Si queremos usar la palabra esclavitud, hay que hablar de unsistema de trabajo que imponen los grandes fabricantes.” ¿Y qué pasó conlas denuncias? Se ríe: “Nada, como todo. Hablan, hacen televisión, pero aquítodo es un relámpago, un ruido que pronto termina”. Juan Carlos quiere vol-ver a la FM Bajo Flores. “Tengo toda la tradición de la lucha minera, pero nose puede estar hablando siempre de explotación, injusticia y afano.” Su pro-grama, Recuerdos de amor, incluye temas de Camilo Sesto, Dyango, IsabelPantoja, Jon Secada. Juan Carlos transmite mensajes, propuestas románticasde los oyentes y lee poemas de Pablo Neruda.

La feria, el trabajo esclavo y el amor

F

C

Page 6: Lo esencial es invisible - lavaca.org

¿Creen que van a poder llevar adelantesus proyectos? Las chicas se ríen ante laconsulta. Eve: “Si queremos, podemos”.Ale: “Todo está en la energía nuestra, enno estancarnos. No somos víctimas. Yosiento que hay que luchar y romper lasbarreras que te ponen”. Paola: “Yo no veoque eso pueda ser individual. Me pareceque es en conjunto ¿no? Ser una víctimaes hundirte. Salir a mendigar. Acá nadiequiere eso. Acá hay resistencia, queremosse libres”.

¿Y qué es la libertad? Eve: “Tomar nuestras propia decisiones”.Ale: “Que te respeten. Somos iguales,

tenemos el mismo derecho de pensar yde actuar”.

Paola: “Que no decidan por uno, queno nos controlen. Decidir nosotros nuestrapropia vida”.

La conversación es apenas una muestradel volcán de ideas y acciones que es Ba-jo Flores. La construcción, las ferias, la co-municación, el cirujeo, el amor, la diver-sión, los comedores, los talleres, el trabajoinvisible que hacen adentro y afuera delbarrio, muchas veces sin derechos y siem-pre sin reconocimiento. Es lo que no se vecuando se enjaula ese territorio en un des-tino de delincuencia y pobreza sin reme-dio, que se maneja con policía y un pocode asistencialismo.

La palabra control reaparece a cadamomento. Tal vez no haya que pensar enuna conspiración de señores malos (elGran Hermano vigilando) sino en la diná-mica de un sistema. Cintia, de Niños Feli-

6 MARZO 2007MU

rá, no sé si Marx tenía razón o el capitalis-mo tiene razón. Pero el sistema que esta-mos viviendo te estanca. Y si te estancás,no hay libertad”. Sebastián es empleadopúblico bajo contrato. Tiene en su trajebrillante la estampa del Che Guevara, elnombre de su hijo Yatel y la imagen deHomero Simpson. Andrés, otro director,pudo reunir el dinero. Viajan a Villa Urqui-za. La fiesta del Carnaval puede ser el mo-mento de mostrarse, compartir, expresaresa alegría y esa energía que en Bajo Flo-res parece capaz de sobreponerse a todo.Llegan, bajan del micro y no hay público.Sólo el jurado. Posiblemente los organiza-dores no sean perversos, pero citaron a lamurga en un horario absurdo: las 7 de latarde. Los Galanes del Bajo Flores no seamilanaron, y realizaron una de sus mejo-res presentaciones ante cuatro personas.

Charla con los chicos

Cómo viven los y las adolescentesla situación del barrio? En el co-medor El Rescate, de la la fm Bajo

Flores, se reunieron varias chicas a hablarcon mu. Yamila: “En el barrio hay que di-ferenciar que hay personas que lastiman,y otras que no. Lastiman a las familias, alos amigos y se lastiman ellos”. Gustavoexplica que por eso la radio lanzó la cam-paña “La pasta base arranca corazones, note consumas”, convocando a que los chi-cos se acerquen para intentar salir de eseabismo. Evelyn y Alejandra (18 años am-bas) se incorporaron voluntariamente aun proyecto de prevención de vih, surgi-do a partir de la radio, y salen de noche arepartir preservativos. Evelyn: “Queremosque los chicos se cuiden y nos cuidemosentre todos”. Ale: “Los pibes no hablaríancon alguien grande, con nosotras sí”. ¿Ylos chicos que consumen paco? “Nos dabaun poco de miedo, pero no podíamos pa-sarles de largo. Hablamos y nos dijeron:‘gracias por acercarte, la gente ni nos mira,damos miedo’.” ¿Qué se podría hacer?“Prestarles atención, hablar, hacer algo.”Los sábados a la noche las chicas salencon su caja de preservativos, y decenas dejóvenes se les acercan, antes del amor.“También puede prevenir el embarazoadolescente, hay chicos re jóvenes que yaproyectan una familia.” ¿Por qué tan rápi-do? “Por la situación que se vive. No venun futuro, un trabajo, y entonces lo únicoque pueden proyectar es una familia.”

Por experiencia, ¿qué hay que conse-guir para el barrio? Paola (21) se poneenérgica y enumera: “Que no te discrimi-nen. Decís que sos del Bajo Flores y ya tejuzgan porque sos cartonero, o pobre. Quehaya escuelas, y profesores. Con 60.000habitantes hay tres escuelas. Tenés que ir adormir a la puerta una semana antes siquerés conseguir vacante. Otra cosa: queno maten a los pibes, empezando por lapolicía. Que te dejen hacer tu vida”.

ron casas, empezaron a construir la acera,abrieron zanjas pero no terminaron eltrabajo, con lo cual dejaron sendas cordi-lleras de tierra de unos dos metros de al-tura frente a las casas. Para poder cruzarsin recurrir al alpinismo, los vecinosabrieron brechas en esos montículos. Larecolección de basura no es precisamenteexitosa. Cintia ilustra: “Aquí las ratas soncomo gatos”.

La mujer camina más allá con pasitoscortos y señala un agujero por el queemerge un líquido viscoso de un olorque conviene no reseñar. Frente a esacloaca abierta vive don Mario, que no re-cuerda si tiene 75 ó 77 años. Flaco, conuna larga barba blanca, ropa un puntoantes del andrajo, y una enorme elegan-cia al hablar. Comparte la incapacidadde ser quejoso: “Yo le reconozco que elolor es insoportable. Pero el verdaderoproblema son las enfermedades, por loschicos. ¿Qué pasa si aparece el dengue?”.Después de escuchar las campañas ofi-ciales sobre el tema, estar aquí resulta unejercicio de esquizofrenia. Muestra el ca-rro rojo que usa. ¿Por dónde busca? Res-puesta: “No tengo destino. Un lado, otrolado, es igual. Si hago dos viajes, sacounos ocho pesos. Soy el único sostén demi casa”. Se toca el pecho e informa: “To-do depende del corazón. Si hace calor yano sirvo, se me va la cabeza. No puedohacer fuerza ni llegar lejos. Salgo cuandorefresca”. Y dice con modestia, al ver ve-nir a una joven de la villa con su bebé enbrazos: “Esto sí lo pude hacer, puse unasmaderas para que se pueda pasar por en-cima de esta laguna”. Allí estamos, sobreese puente cuyo valor es difícil de calcu-lar. Don Mario saluda con una sonrisa:“Ojalá todo vaya mejorando”.

Los galanes

nas cuadras más allá, en la placita,Los Galanes de Bajo Flores, se pre-paran. La murga de 150 personas

cambió sus directores –destino incierto dealgún dinero–. No es independiente, sinoque participa del circuito oficial de mur-gas para cobrar subsidio. El segmento deCrítica, que tradicionalmente se reservapara cuestionar la realidad social y políti-ca, este año ha sido dedicado al rubro hu-morístico: las suegras. Se van a presentaren uno de los corsos de Villa Urquiza. Losfamiliares reúnen peso a peso el dineropara pagar los cuatro micros para el trasla-do. Los chicos están felices con sus trajesde colores. El jurado les pondrá puntajepara determinar la categoría de la murga,y el monto del subsidio. Sebastián, uno delos directores, explica a mu que los pasoscortos de la murga imitan a los esclavoscon grilletes. Y los saltos, las patadas al ai-re, simbolizan la liberación. ¿Cuáles sonlos grilletes de Bajo Flores? Sebastián miraa los chicos haciendo pasitos cortos: “Mi-

En el invierno de 1989 estalló la hiperinflación, y un grupo de mujeres delbarrio, inspirado por Ninoska Godoy, vecina chilena y comunista huida de ladictadura, decidió instalar una olla popular. Primero de 50 litros, luego 100.“Cada una ponía arroz o fideos, y les dimos de comer a cientos de personas”cuenta Cintia. Así nació el comedor Niños Felices. “Notamos que venían seño-ras con moretones y huesos rotos, el marido les había pegado.” Pensaron:hay que hacer algo. Los reclamos ante la policía eran irritantes: “Te decíanque ella lo habría provocado”. Los juzgados tardaban meses en actuar. “Lespreguntamos a las señoras: ¿qué podemos hacer? Y nos pedían ayuda.” Lasmujeres del comedor comenzaron a acompañar a sus amigas para que pu-dieran irse de sus casas. “Después dijimos: si hay una manzana podrida,¿hay que sacar el cajón o hay que sacar la manzana? Si el marido pega, hayque sacarlo a él.” El cura Ernesto a esa altura las bautizó como Las Amazo-nas. “Íbamos y les hablábamos a los maridos para que se fueran.” Cintia noquiere abundar sobre el tema, pero todo Bajo Flores sabe que Las Amazonashicieron escuela: hombre golpeador terminó siendo a veces hombre golpea-do, con el puro afán de informarle sobre el dolor que estaba causando. “Pe-ro había tipos que decían: es mi mujer, es mía, y creían que podían pegarle.”Algún vecino huyó por los techos, otros supieron de los rigores de los palosde escoba, otros buscaron refugio en las comisarías. “Nos fuimos capacitan-do, encontramos juzgados eficientes, y ahora orientamos a las mujeres. Si esnecesario, las acompañamos... se imagina.”

Consulta técnica: ¿qué es la justicia? Cintia propone tres lecciones: “Escuchar a las personas. Acompañarlas. Y buscarles una solución”.

La didáctica de Las Amazonas

U

¿

ces, expresa una idea inquietante: “Mire,está el sistema de arriba, pero también elsistema en nosotros mismos. Siemprepuede haber alguno que quiera someter aotro, controlarlo, que nadie se le escape delas manos”.

En Bajo Flores pasan otras cosas, ése esel nombre de una revista que hicieron loschicos de la villa. Y otros adolescentes, enel mural del inodoro, pintaron a los veci-nos del barrio mirando de frente, con lacabeza alta, y una propuesta: “Si todos nosunimos, podemos luchar contra lo quenos separa”.

En lugar de pensar a Bajo Flores comoescenario de guerra narcoterrorista, seríamás informativo, y preciso, reseñar quees uno de los territorios donde se librauna guerra contra la capacidad de laspersonas para hacer su vida y para ejer-cer su libertad. Por eso tiene sentido queen Bajo Flores hablen de resistencia. Noes una resistencia de secta iluminada, si-no de búsqueda y creación de formas devida, expresiones, energía, nexos, luchas,cuidados e ideas que permitan que pre-valezca la vida. Es una batalla que resul-ta posiblemente brutal porque va dema-siado rápido, porque es demasiado real,o porque no entendimos que los límitesde Bajo Flores nos incluyen a todos en eloficio de intentar rescatar lo útil de lo in-servible, lo valioso de lo venenoso, la vi-da de la muerte. Quizás el barrio sea unlugar de aprendizaje para rescatarnos, co-mo dicen los chicos, mientras transita-mos el laberinto.

Page 7: Lo esencial es invisible - lavaca.org

7MARZO 2007 MU

Asociación de Ex Detenidos-Desapareci-dos se tomó, entonces, el trabajo de discri-minar cuántos se incorporaron a la fuerzaen cada año. El resultado fue que 3.102 po-licías –tres mil ciento dos– se integraron ala institución bonaerense antes de 1979.

Durante 1976, 77 y 78 se llevó adelantela actividad más intensa en los camposclandestinos de detención. “En ese períodola policía bonaerense fue el centro de lapolítica represiva y ningún miembro de lafuerza podía estar al margen de lo que pa-saba”, señala Adriana Calvo, sobrevivientede tres campos de concentración. Y agrega:“Puede ser que los que ingresaron despuésno hayan tenido participación directa en larepresión de la dictadura, aunque sin dudahan aprendido sus métodos: se formaronen esa escuela”.

De la nómina aportada por Arslaniánmuchos revisten hoy en la Guardia de In-fantería y en la Dirección de Inteligencia.En la lista hay nombres que están directa-mente relacionados con el caso López.Dos ejemplos:

Aparece el inspector Roberto Silva, pri-mer coordinador de la investigacióncon la que –se supone– se intenta dilu-cidar dónde está Julio López. Silva fueapartado de esa tarea recién cuando sehizo público el dato. También figuran en la lista cinco policí-as que hoy trabajan en la Comisaría 5ª

de La Plata, donde López había sido lle-vado y torturado cuando desapareciópor primera vez, en octubre del 76.

l conmovedor relato que realizóLópez de esa experiencia en los tri-bunales orales de La Plata resultó

fundamental para condenar a cadena per-petua a Etchecolatz. El ex comisario hoypasa sus días en el penal de Marcos Pazjunto a otros ex represores. La Asociacionde Ex Detenidos-Desaparecidos exigió que,para avanzar en la investigación del para-dero de López, se revise la nómina de visi-tas que frecuentan al represor, como así

Los Hornos, y principal testigo en el juiciooral que condenó a cadena perpetua al exDirector General de Investigaciones, MiguelEtchecolatz, mano derecha del entoncesmandamás de la institución policial bonae-rense, general Ramón Camps.

La trama

a pasaron casi seis meses y Lópezsigue desaparecido. Y si bien lacausa pasó de la justicia provincial

a la federal, aún no cambió su carátula,una formalidad necesaria para que la pes-quisa se lleve adelante bajo la hipótesis dela desaparición forzada de personas.

Los avances sobre el paradero de Ló-pez, por ahora, son inexistentes. No obs-tante, la solicitud del juez Corazza a Arsla-nián permite al menos precisar los alcances de la continuidad de esa trama que hi-zo posible que, 23 años después de la recu-peración de la democracia pueda desapa-recer un testigo clave en un juicio contraun represor policial.

El titular de la cartera de Seguridadcumplió rápidamente con el requerimien-to y dejó así en claro que las anunciadaspurgas institucionales durante su propiagestión fueron, cuanto menos, insuficien-tes. La cantidad de policías bonaerensesque se formaron bajo el mando dictatorialy aún cumplen su tarea en la institución esnada más y nada menos que 9.026.

Para que nadie piense que hay un errorde tipeo, aquí va la cifra en letras: nuevemil veintiséis.

El número equivale a un 20 por cien-to del total de efectivos de la fuerza y,por la edad, muchos ocupan hoy cargosde conducción.

No bien se conoció el dato, se intentóminimizarlo con el siguiente razonamien-to: el hecho de que hayan ingresado a lapolicía entre 1976 y 1983 no implica quehayan participado de la represión. Mu-chos, incluso, habían entrado a la institu-ción en plena retirada de la dictadura. La

erdad: En la Comisaría 3ª deLos Hornos trabajan 27 efecti-vos que ingresaron a la Poli-cía Bonaerense durante ladictadura militar.

Consecuencia: Miembros de esa depen-dencia fueron los que detuvieron en eneropasado al adolescente de 17 años DariánBarzábal, lo introdujeron en su patrullero ylo fusilaron con un tiro en la nuca, acusán-dolo de haber robado la casa de Luis Dora-to, otro policía que también ingresó a lainstitución en aquellos años negros. Elprincipal imputado por el disparo es el sar-gento Santiago Regalía y cinco de sus com-pañeros están acusados de encubrimientopor haber plantado una pistola calibre 32para justificar un enfrentamiento armadoque nunca existió, entre ellos el responsa-ble de la seccional, Eduardo Zaffino, quieningresó a la maldita policía en febrero de1980 con el legajo 14.933 y en tiempos enlos que aún Videla era presidente.

La genética institucional de los policíasde Los Hornos salió a luz después de que eljuez federal de La Plata, Arnaldo Corazza,solicitara al ministro de Seguridad bonae-rense, León Arslanián, la nómina de losmiembros de la policía provincial que in-gresaron a la institución en el período1976/83. El pedido no es casual: la medidase tomó a instancias de la querella en lacausa que investiga la desaparición de Jor-ge Julio López, vecino de la comisaría de

EL CASO LÓPEZ Y LA POLICÍA BONAERENSE

Nueve mil veintiséis

Julio López sigue desaparecido y el expediente todavía lo clasifica como si fuera una persona perdida. Por pedido del juez, el ministro Arslanián tuvo que informarcuántos de los policías en actividad ingresaron a la institución en tiempos de la dictadura. Así se reveló por primera vez no sólo cuántos son, sino dónde están.

V

también sus comunicaciones telefónicas.El juez Corazza asimismo, revisó la pistaque involucraba al delegado comunal de lalocalidad de Atalaya, Rubén Durso. La su-puesta “pista Durso” circuló por páginasweb y foros virtuales, impulsada por pro-fesionales del rumor. Según la página weben la que el excéntrico Jorge Asís resucita asu alter ego Oberdán Rocamora, López–que para este ex funcionario menemistano es un desaparecido sino un “ausenta-do”– habría dormido una noche en la casade ese delegado comunal, después de quese denunciara públicamente su desapari-ción. Asís construye la versión a partir deun solo dato cierto: cuando la policía bo-naerense llegó al domicilio de Durso, losperros adiestrados especialmente para bus-car el rastro de López se lanzaron con an-siedad hacia un colchón. La investigaciónretomada por el juez Corazza concluyó quela víctima no durmió allí, sino que antesde la llegada de los perros, otro policía ha-bía deambulado por el lugar con una zapa-tilla del ex albañil en el bolsillo. Era la mis-ma que la familia de López proporcionópara que los perros pudieran seguir el ras-tro. Por lo tanto, los canes sólo descubrie-ron allí otro tipo de evidencia: que el uni-formado ya había estado antes en el lugary lo había contaminado, arruinando asíuna línea de investigación.

A pedido de www.lavaca.org ocho ar-tistas realizaron postales de fin de añobajo la consigna “Aparición con vidade Julio López”. Las obras son de LeónFerrari, Carlos Alonso (imagen), Her-menegildo Sábat, Miguel Rep, AdolfoNigro, Sergio Langer, Pedro Roth y elGrupo de Artistas Plásticos Solidarios.

Más de 3.300 personas ya firmaron unpetitorio internacional que exige laaparición con vida de Julio López. Sepuede suscribir en:http://www.nodo50.org/ casapueblos/html/formulario.htmAllí también puede consultarse la nó-mina de los que ya han firmado.

Y

E

Y

Y

Page 8: Lo esencial es invisible - lavaca.org

8 MARZO 2007MU

LA COMUNIDAD MAPUCHE VS. BENETTON

El 14 de febrero recuperaron el predio ancestral de Santa Rosa de Leleque, en Chubut,en el que ya comenzaron a construir un salón comunitario. Abrieron, así, un nuevocapítulo en esta batalla contra la poderosa corporación de los hermanos Benetton,dueña de casi un millón de hectáreas en la Patagonia argentina.

werken (vocero) de la comunidad.Por esa razón, custodiadas por los bos-

cosos cerros andinos, las mujeres van yvienen cargando piedras que llegan a pe-sar hasta veinte kilos. Las dejan en ma-nos de los hombres, encargados de hacerfosas y colocarlas a modo de cimientos.“Estamos jugando una carrera contra eltiempo –subraya Millán–. Acá el veranodura muy poco y el invierno es muy cru-do.” Hasta ahora, nevó sólo el día en quelos indígenas retornaron a la tierra. Losancianos de la comunidad fueron los en-cargados de evitar la desazón, argumen-tando que el fenómeno meteorológico sedebía a una prueba a la que los sometíala mapu (tierra) para saber si realmenteestaban preparados para recuperar el te-rritorio de 535 hectáreas que habían habi-tado sus antepasados.

Recién después de las ruka (casas), ven-drá la siembra que –promenten– será diver-sificada para no dañar la tierra. Mientrasconstruyen, los mapuches viven en condi-ciones precarias. No cuentan con energíaeléctrica, extraen agua de los arroyos yduermen en carpas o ramadas, una especiede toldos con techos de ramas levantados acalor del fogón. Para acelerar los tiempos dela edificación, la comunidad organizó el ru-catún, que consiste en invitar durante unfin de semana a manos solidarias –mapu-ches y no mapuches– a colaborar con laconstrucción del salón comunitario. AllíMillán sueña exponer y vender las artesa-nías en plata que realiza desde hace quinceaños; otros exhibirán telares, instrumentoso esculturas.

El último fin de semana de febrero ya

mpezó marzo y en Santa Ro-sa de Leleque se armó el ru-catún, la actividad que el pue-blo mapuche organizó paraconstruir colectivamente su

salón comunitario en las tierras que rei-vindican como propias y que hasta el 14de febrero pasado formaban parte de las900.000 hectáreas que el magnate italia-no Luciano Benetton compró en la Patago-nia argentina.

Aquel día, en silencio pero con deci-sión, 28 mapuches partieron a las cinco ymedia de la mañana de Esquel en desven-cijadas camionetas, o simplemente a de-do, para recorrer los 90 kilómetros que losseparaban de sus tierras ancestrales. Pocoantes del amanecer, se instalaron en eseterreno que parecía abandonado. Planta-ron una bandera, blanca, amarilla y azul,que no representa a los colores unidos deBenetton sino a la nieve, el sol y la energíacósmica. Son los colores ceremoniales deesta comunidad indígena. Después, se pa-raron erguidos y perdieron la mirada en elsaliente para realizar la ngpllipün, una ce-remonia ritual, con cánticos y oraciones,mediante la cual los miembros de la co-munidad se conectan espiritualmente conla naturaleza.

La misma ceremonia se repite cada ma-ñana, cuando se asomar tibiamente el sol.Es una especie de señal de largada parauna jornada de intenso trabajo. Levantarlas nuevas casas es el primer objetivo quese impusieron los mapuches. “Queremoshacerlo con materiales propios del lugar,para generar el menor impacto posible enla naturaleza”, explica Mauro Millán, el

Colores unidosmapuches

Ehubo un encuentro similar. Participaron ve-cinos de Esquel, Lago Puelo, Epuyén y ElBolsón. Muchos eran docentes, otros acti-vistas contra las mineras patagónicas a cie-lo abierto y también llegaron turistas que seenteraron de la reunión por el boca a boca,el principal medio de comunicación conque cuentan los mapuches desde que llega-ron a este predio. “La gente que nos visitallega despojada de mezquindades, acá seve la pureza de cada individuo. Ponerse atrabajar en estas condiciones en un mo-mento donde el individualismo es la máxi-ma expresión del mundo no es para cual-quiera”, reflexiona Millán.

En agradecimiento por la colaboración–algunos visitantes llegaron con comida,otros con ladrillos a cuestas– los habitantesde Santa Rosa ofrecieron una exhibición depalín, un juego que practicaban las comuni-dades originarias y que podría asemejarseal hockey actual. Sólo que en vez de pelotautilizaron una especie de tejo hecho con elnudo del tronco de un árbol, en lugar depalos emplearon ramas curvadas en un ex-tremo y en vez de jugarse sobre césped sehizo sobre la tierra, por lo que la polvaredaque se levantó impedía la visión de buenaparte de las acciones.

Ese mismo día, alrededor del fuego, lacomunidad expuso ante los invitados sussentimientos, detalló aspectos de su cul-tura y delineó sus objetivos. “Nuestra lu-cha no se acaba con la recuperación denuestras tierras históricas, también quere-mos enmarcarla en un contexto. Nosotrosqueremos debatir dos ejes: la extranjeriza-ción de la tierra y su redistribución”, sin-tetiza Millán.

Cada uno de los visitantes, a su vez, sepresentó, contó su historia, pero –sobre to-do– escuchó atentamente el estado de si-tuación de la comunidad. Atilio Curiñancorelató que el mismo día en que llegaron re-dactaron un acta por la que quedaronconstituidos como Comunidad Mapuchede Santa Rosa de Leleque. Una delegaciónviajó 70 kilómetros hasta El Bolsón paracertificar las firmas ante un oficial públicoy darle legalidad al documento. Los que sequedaron tuvieron que recibir una delega-ción policial que arribó con la intenciónde labrar un acta por usurpación. Tambiénse acercó un fiscal ganadero, que se pro-puso actuar de oficio y solicitó a la justiciade Chubut el desalojo de las tierras. Mástarde fueron los representantes legales dela Compañía de Tierras Sud Argentino(ctsa), propiedad de Edizione Holding,firma vinculada a la corporación Benetton,quienes iniciaron una causa penal: acusa-ron a los mapuches de haber ingresado demanera clandestina, cortando alambrados,a terrenos de su propiedad. La Fiscalía lo-cal desestimó la denuncia, al considerarque no había elementos que sustentarantales figuras delictivas. “Pero esto reciénempieza, no creemos que esto termineacá. Seguro que Benetton va a insistir. Esta-mos dispuestos a dar batalla y llegar a ins-tancias internacionales, si es necesario. Es-tamos poniendo sobre la mesa un derechohistórico, preexistente al Estado, al poderpolítico y a la justicia que nos juzga”, seña-la Millán, sin alterar ni un momento su to-no de voz sereno y pausado.

El encuentro en Roma

o será ésta la primera batalla ma-puche contra Benetton por esas tie-rras. Atilio Curiñanco y su mujer,

Rosa Rúa Nahuelquir intentaron recuperareste mismo predio el lluvioso 23 de agostode 2002. El hombre, que había pasado allísu infancia, quería volver para cultivar fru-tillas y escapar del desempleo que lo aco-saba. La historia terminó mal, con un jui-cio penal y otro civil sobre sus espaldas.Mientras en el primero fue absuelto porfalta de pruebas, en el segundo el juez fallóconcediendo las tierras a la corporaciónitaliana, basándose en títulos de propiedadcuya autenticidad cuestionaron los aboga-dos de los mapuches.

A diferencia de aquella oportunidad,esta vez no es una aventura de una fami-lia. Todo el pueblo mapuche se compro-metió con la recuperación de estas tierras,aprobando la acción en una asamblea dela comunidad. “Ahora –sentencia Millán–tiene la fuerza de un sueño colectivo.”

La familia Curiñanco integra la delega-ción que el 14 de febrero volvió a SantaRosa y Atilio no para de trabajar. Suscompañeros, a veces, tienen que frenarlo,por temor a que semejante esfuerzo dañesu salud. No bien llegó manifestó que el

N

Page 9: Lo esencial es invisible - lavaca.org

9MARZO 2007 MU

muerte. Los Futakecheyem(Antiguos) hombres y muje-res que pisaron librementeesta tierra hoy yacen en vi-trinas de museos, sus ins-trumentos sagrados son pie-zas de exhibición, acalladospor la fuerza hoy son trofe-os de una cultura que des-truye lo diferente: las ideasdiferentes, filosofías, espiri-tualidades, ideologías, pue-blos diferentes. Sin embar-go, las pisadas de estosantiguos son huellas inspi-radoras. Somos consecuen-cia de esas huellas”.

Aquella reunión de Ro-ma terminó con el compro-

miso de Benetton de donar tierras al go-bierno argentino para que, si lo deseaba, selas restituyera a los mapuches. “Usted nopuede donar lo que no es suyo´”, le gritó-entonces Rosa Rúa Nahuelquir al empresa-rio, que a pesar del enojo insistió con lapropuesta. La donación nunca se hizo efec-tiva: la rechazó el estado provincial porquelos terrenos que ofrecían los Benetton noeran productivos.

“Nosotros no esperamos nada de Be-netton, nosotros sólo trabajamos. Si no nosmolestan habrá tranquilidad absoluta. Siintentan echarnos, el gobierno de Chubutse tendrá que hacer cargo de las diferentessituaciones de violencia. Nosotros estamospreparados para resistir”, advierte Millán,que en cada oración intercala algún térmi-no en mapuzungun, la lengua mapuche.“Para nosotros no se trata tan solo de recu-perar una tierra –completa–, sino tambiénde recrear una cultura.”

predio estaba tal cual lo habíadejado en octubre de 2002,cuando fue desalojado por lapolicía, que decomisó sus ani-males y herramientas y destru-yó su casa de chapas.

Después de aquel suceso, losCuriñanco acamparon frente ala estancia de la Compañía deTierras Sud Argentino, cortaronla ruta 40 y así, lentamente, lanoticia de que los mapuches re-pudiaban a Benetton –el excén-trico empresario que hizo de laintegración cultural su principalcampaña de marketing– llegó acolarse, por pintoresca, en algu-nos medios de comunicación.

La Fundación Raíces organizóun viaje a Roma de los Curiñanco paraque se encontraran con el magnate, dondeel Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Es-quivel, y el periodista italiano Gianni Mi-ná oficiaran de mediadores. También par-ticiparon de la reunión en el Campidoglioromano miembros de la Fundación Gor-bachev y el entonces embajador argentinoen Italia, Victorio Taccetti.

El encuentro fue tenso y trilingüe. Se ha-bló en mapuche, italiano y castellano. Losamericanos exigieron la restitución de lastierras y cuestionaron seriamente el museomontado por Benetton a escasos 10 minu-tos del lugar adonde este miércoles regresóla comunidad de Santa Rosa de Leleque. Enla proclama que redactaron los mapuchespara hacer pública la acción por la que vol-vieron a sus tierras lo dejaron otra vez enclaro: “Santa Rosa ha presenciado décadasde despojo, de violencia, de intolerancia,de usurpación, de desapariciones y de

En noviembre de 2005, luego de conocerse internacionalmente el conflic-to de los Benetton con la comunidad mapuche, la corporación anunciódos cosas: la intención de donar tierras al gobierno de Chubut y la deci-sión de abrir un portal www.benettontalk.com “que pretende ser un forode discusión entre los jóvenes sobre un tema de actualidad como lo es latierra de los aborígenes”. El portal ofrece información en seis idiomas so-bre temas que el grupo supone de interés para el segmento del mercado

al que dirigen sus campañas de marketing. En español laprincipal nota está referida a “los bancos del tiempo”, unmétodo que la compañía promociona para crear lazos so-ciales a partir del trueque de tiempo libre, del tipo “yopaseo tu perro, tú le enseñas matemática a mi hijo.” (elejemplo es textual) Hay también un banner, titulado Pa-tagonia Talk. Dicen, entre otras cosas, los Benetton:

“El acontecimiento ha sacado a la luz una cuestión espi-nosa y secular: la de la relación entre comunidades indí-genas y territorio argentino. Además ha puesto de mani-fiesto interpretaciones opuestas del derecho de propiedad: por un lado, la visión ‘occidental’ de la propiedad yde sus titulares, descendiente del Derecho romano y de laeconomía capitalista; por otro, la cosmovisión mapuche.

(...) Si bien Benetton –en tanto que empresa– no puede aceptar legitimaruna reivindicación semejante en el interior de su propiedad, sí ha decidi-do asumir un papel activo para contribuir a la resolución de estas cues-tiones seculares. Con la esperanza de originar un proceso más vasto queinvolucre también a otros empresarios y al gobierno argentino”. El portalno informa que en junio de 2006 el gobierno de Chubut rechazó las tie-rras donadas “por la desproporcionada inversión” que requieren para seraprovechables, según el estudio del Instituto Nacional de TecnologíaAgropecuaria (INTA) que estableció que “no cumplen con los requisitoscomo para ser puestas en producción”. Tampoco que el 14 de febrero lacomunidad mapuche decidió no esperar más y tomó las tierras. Hay sí fo-tos de la colección primavera verano 07. La propuesta de Benetton inclu-ye toques étnicos, especialmente en su línea infantil.

Cuando Benetton hablaBenetton Group S. A. de-be su fama a la marca deropa fundada en 1965 enTreviso, Italia. Sumandola totalidad de sus nego-cios -desde la industriatextil hasta la construc-ción de autopistas- laempresa mueve 2.000millones de euros al año.A través de The ArgentineSouthen Land CompanyLimited es dueña de lasmejores tierras de la Pa-tagonia en una extensiónequivalente a la provinciadel Chaco.

seba

stiá

nh

ac

her

/ su

b.c

oo

p

Page 10: Lo esencial es invisible - lavaca.org

10 MARZO 2007MU

Con la Corte moviendo el tema del Riachuelo, fue-ron intimados a relocalizarse.

En la vereda del bar, dos chicos repartían volantes.El flaco llamó a la moza.

–Pidan lo quieran –dijo.Pedimos un cortado todos, salvo el vocero, que or-

denó un ristretto, un sándwich de crudo con tomatey manteca, y un jugo de naranjas.

–Soy alguien que sabe lo que quiere–dijo cuando la moza se fue. Y dejó quela cuenta la pagaran sus clientes.

Hablaron hasta que la charla se hun-dió en el sin sentido: que los depósitossuponen un riesgo casi nulo, que los ma-nejan personas capacitadas, que nuncatuvieron accidentes, que todas las inspec-ciones les dieron bien... y así durante unahora, hasta que el gordo soltó el primerdato sincero: trasladar su depósito va acostarle siete millones de dólares.

Las industrias químicas intimadas amudarse son diez. Hoy centralizan todoen el puerto de Dock Sud. En su nuevodestino, lo más probable es que debanconstruir sus propios muelles. De irse,además, sus productos se encareceráncon otros costos de transporte. Hacerzarpar un barco y moverlo apenas un ki-lómetro, por ejemplo, hoy cuesta 10 mildólares. Con esas condiciones, el nego-cio se vuelve, dijeron, “inviable”.

–Y aunque quisiéramos mudarmos –dijo el flaco–no tenemos dónde ir.

–¿Por qué no a Bahia Blanca, La Plata, o Zárate, co-mo se había anunciado?

Ante cada opción, el flaco decía que no con la ca-beza. Luego, abrió su maletin y sacó algo que pasópor encima de la mesa: era un impreso de La voz deZárate, de fecha 8 de enero. La nota tenía un título ca-tástrofe: “Si quieren instalarse, saldremos a la callecomo los vecinos de Gualeguaychú”. Hablaba de lacreación en Zárate de una asamblea para oponerse aque lleven a la ciudad los depósitos del Docke.

–Así es en todos lados –dijo y guardó el impresoen el maletín–. Si vamos a La Plata, nos van a armaruna asamblea en La Plata... Hay tanto escándalo conesto que es imposible irse a ningún lugar.

El caso testigo

scuchar este tipo de lamentos puede hacer-nos creer que, al fin de cuentas, en la Ar-gentina de hoy estos sectores no tienen es-

pacio para hacer casi nada. Sería un error: lasempresas cuestionadas por contaminación estánjugando fuerte contra los movimientos de vecinos.Es su estrategia actual y por eso contratan asesoresde prensa.

El caso testigo es el de Esquel, donde los inte-grantes del Movimiento No a la Mina denunciaronun plan secreto de la Meridian Gold para manipu-lar a la opinión pública de la ciudad... y terminaronsiendo llevados a la justicia, acusados por la propiaempresa de revelar un “secreto industrial”.

Para contar la historia hay que volver a 2003. Enmarzo de ese año, Esquel logró que se hiciera unplebiscito para que la sociedad se expresara sobre

stamos en la mesa de un bar de la ca-lle Lavalle, cerca de Tribunales. El quehabla es un consultor de prensa:

“George Bush padre buscó durantemucho tiempo convencer a la opinión pública de lanecesidad de ir a la guerra contra Irak, sin conse-guirlo. Los norteamericanos no le daban respaldo ala invasión y los meses pasaban con el ejército pa-ralizado. Un día, llegó una noticia de Kuwait: lossoldados iraquíes habían entrado a un hospital ysacado de las incubadoras 312 bebés. Los dejaronmorir sobre el piso de baldosas”, dice el vocero, y lepone azúcar al café.

“La noticia dio la vuelta al mundo, y convenció alos americanos de que Saddam Hussein era, comoBush decía, el carnicero de Bagdad. Después se su-po que todo había sido un invento de la Hill &Knowlton, una de las consultoras más grandes delmundo, asesora de Bush. La cosa se descubrió, pe-ro para entonces Estados Unidos ya había hechosu invasión.”

El consultor sabe de qué habla; trabajó con Do-mingo Cavallo en los 90, y asesoró después a unabuena lista de candidatos y funcionarios. Ahoraamplía su negocio con clientes de otro rubro. Entresus nuevas cuentas tiene una compañía minera,una planta de celulosa y dos depósitos de quími-cos de Dock Sud. Todos le pagan fortunas por elmismo servicio: convencer a la opinión pública deque no contaminan.

En la Corte

on los nuevos clientes, el vocero empezó ahacer cosas insólitas. mu lo encontró en laaudiencia de la Corte Suprema por el Ria-

chuelo. La sala de sesiones de la Corte se había llena-do con la fauna habitual de los grandes casos judicia-les: abogados, peritos, gestores, muchas cámaras detevé. Estaba citada a declarar la secretaria de MedioAmbiente, Romina Picolotti, para responder qué ha-bía hecho el gobierno en los seis meses pasados des-de que presentó el plan de saneamiento. El vocero seubicó en una de las puertas del recinto. Al terminarla sesión, se tiró encima de los medios:

–¿Sos periodista? –me preguntó–. Tengo una gen-te acá que quiere hablar mal de Picolotti.

Estaban a unos metros, esperando. Eran dos em-presarios de la industria química. Uno joven y gor-do, el otro flaco y canoso. El consultor prometióuna gran denuncia. El gordo mostró una planilla deinspecciones que decía que su empresa no tirabadesechos al Riachuelo. No era un dato para entu-siasmar a nadie, pero el vocero insistió en que ha-blásemos igual; incluso lo pidió por favor, y final-mente los presentó de prepo. Parecía desesperadopor conseguirles una nota.

Dock Sud

os quimiqueros son dueños de dos depósi-tos de Dock Sud. El flaco es representantede una compañía noruega, el gordo tiene

una empresa de distribución de aceites vegetales.

EL MARKETING DE LA CONTAMINACIÓN

Mentiras verdaderasEl título es de una película, pero los datos de esta crónica son de la realidad. Cómo diseñan sus estrategias lasempresas acusadas de contaminar. El rol de los consultores y las ideas que promueven para cambiar el eje deldebate público. Para qué asedian a la prensa dos empresarios químicos intimados a irse del Dock Sud. Lasmaniobras de la Meridian Gold para manipular la asamblea de los vecinos de Esquel que se organizaron paradecirle “No a la mina”. Por qué tomó agua ante las cámaras un gerente de Botnia en Finlandia. Y por qué citanel ejemplo de las técnicas que usó Bush para justificar la invasión a Irak.

el proyecto de instalar una mina de oro a cieloabierto, que utilizaría cianuro. El “No a la mina” seimpuso con el 81% de los votos.

Pero la Meridian Gold no se fue. Y seis mesesdespués de la consulta inició el contraataque. Orga-nizó en Buenos Aires, en el hotel Crowne Plaza, unareunión en la que sus directivos, agencias de publici-dad y periodistas discutieron durante tres días cómo

“dar vuelta a la comunidad”. El plan que se armó en esas jornadas

tenía dos patas. La primera empezabacon una encuesta entre los habitantes deEsquel. Conocedora de que la sociedadrechazaba la mina, pero que sabía quela Meridian no se iba a retirar, la idea eratener un diagnóstico que le permitiera ala empresa encontrar “el punto de quie-bre”. Con esas palabras se habló en lareunión: hallar “el punto de quiebre en-tre aquel que le importa más la ecologíaaunque se muera de hambre y aquelque le importa más el dinero, como uneje absurdo y exagerado. Es decir, cuán-tos son ésos en Esquel”.

a segunda pata era política. Peroantes de seguir, vale anotar quié-nes eran los periodistas–consul-

tores que participaron en la reunión, pa-ra conocer qué fuerzas buscó movilizarla Meridian frente a la asamblea.

1) Braga Menéndez y Asociados, la agencia de pu-blicidad del kirchnerismo. Su director, Fernando Bra-ga Menéndez, suele contar que “descubrió” a Kirch-ner en los meses en que nadie daba nada por sucandidatura, y trabajó en la campaña que lo convir-tió en presidente con el 22% de los votos cuando sucontrincante, Carlos Menem, se bajó del ballotage.

2) Braga Menéndez invitó al encuentro de la Me-ridian a Jorge Azcárate, ex vocero de Menem y en-cargado en aquella elección de comunicar la renun-cia en su nombre.

3) También participó Raúl Timerman, primo delcónsul argentino en Nueva York, Héctor Timerman,y sobrino del legendario Jacobo.

Braga Menéndez está abocado hoy a la campañade imagen de Cristina Kirchner. Jorge Azcárate tra-bajó para Mauricio Macri en 2002 y fue portavozdel grupo Dolphin, que controla a Transener y Ede-nor, entre otras empresas. Actualmente es tambiénasesor de la revista Debates, que este verano inundóla ciudad con la imagen de Cristina.

Para hacer la encuesta aprovecharían los comi-cios provinciales. Disimularían sus verdaderas in-tenciones colando en una encuesta electoral laspreguntas sobre la mina. Para eso, los periodistas-consultores prometían contar con la complicidadde Catterberg y Asociados y con el candidato radi-cal, Carlos Maestro que les permitiría usar un son-deo encargado por él.

El segundo paso del plan era político. Consistíaen influir sobre el grupo de confianza de NéstorKirchner. En realidad, literalmente se dijo que losperiodistas–consultores se encargarían de ir “mante-niéndo informado” de las intenciones y proyectosde la Meridian al círculo más cercano al Presidente.Entre los funcionarios se nombró al ministro de Pla-nificación, Julio de Vido; al secretario de Minería,

E

C

L

E

L

En www.noalamina.org pueden escucharse treintafragmentos de la reuniónde la Meridian Gold consus consultores para “darvuelta a la comunidad”de Esquel. La difusión deestos audios originó unademanda en el juzgadoNº 13, del juez Luis Alber-to Schelgel que involucraa 6 vecinos de la asam-blea. En primera instanciael juez la desestimó por-que no se entendía aquién acusaba la Meri-dian. La Cámara, tras unaapelación, ordenó investi-gar quién fitró los audios.

Page 11: Lo esencial es invisible - lavaca.org

11MARZO 2007 MU

Jorge Mayoral; al jefe de Gabinete Alberto Fernán-dez; al vocero presidencial Miguel Núñez y al secre-tario de la Presidencia Oscar Parrilli.

Un imprevisto, sin embargo, frustraría todos estosplanes. Alguien grabó estas conversaciones y el con-tenido del encuentro se filtró. Los medios de Esqueldifundieron los audios, y en una conferencia de pren-sa un grupo de vecinos de la asamblea denunció lamaniobra de la empresa. Todo el operativo de la Me-ridian se vino abajo pero, decidida a romper el Movi-miento, la minera demandó a los vecinos que habíanhablado en la rueda de prensa y a dos periodistasque difundieron las cintas en sus programas de radio,por “violación de secreto empresario”. Cuatro pobla-dores y dos periodistas tienen ahora que responderpor ese “delito” ante la justicia.

Botnia

ldo Leporatti, de Porter Novelli, se ocupa dela imagen de Botnia en Argentina, la paste-ra a la que le dice no Gualeguaychú. Lo pri-

mero que hace al recibir a mu es encender su note-book. Adentro tiene, obsesivamente analizados, loque él llama los mitos sobre las papeleras y sus co-rrespondientes réplicas.

Fue su consultora la que tuvo la idea de organizarun viaje con todo pago para invitar periodistas a Fin-landia, en un recorrido mitad turístico, mitad cientí-fico (que el lector imagine en qué proporción).

Al avión se subieron diez medios, incluidos losprincipales diarios del país. El tour arrancó con pocobrillo, hasta que Leporatti le encontróun gancho a su historia: convenció a ungerente de Botnia, Pertti Nietaniemi, deque bebiera un vaso de agua del lagodonde una planta de celulosa de la em-presa vuelca sus efluentes industriales.La asesora de imagen finlandesa coinci-dió en que el gesto sería positivo.

Quién sabe si el gerente lo aceptó deprimera; lo que se vio fue que Nietanie-mi fue hasta el lago, donde llenó un va-so y lo bebió para la foto. A un camaró-grafo no le alcanzó, y dijo que necesitaba más tomas para armar un secuen-cia. Nietaniemi tuvo que tragarse tres va-sos antes de poder irse del lugar. La fotoapareció en todos los medios. Quizá sealo único que se recuerde de esa gira.

Leporatti muestra en la pantalla de lanotebook una página de Gente con laimagen de aquel momento inolvidable.Hace un balance del viaje: desde enton-ces, dice, “se acabaron los cuestiona-mientos técnicos a Botnia. En todo caso, las críticasque hacen los medios son de orden político, peronada más”.

La agencia está segura de que la planta de FrayBentos va a inaugurarse.

¿Por qué no tienen dudas? –En un año electoral, ni Kirchner ni Tabaré van a

hacer un acuerdo en el que tengan que ceder.

l ejemplo de los vecinos de Esquel, con el“No a la mina”, inspiró a Gualeguaychú, yla protesta de Gualeguaychú generó el cli-

ma político para que la Corte Suprema intimara alPoder Ejecutivo y a 44 empresas a sanear el Ria-chuelo. Otros movimientos vienen detrás: los auto-convocados contra el Ceamse, la red de asambleascontra la minería a cielo abierto en la cordillera, pe-queños grupos locales que pelean contra una cur-tiembre o un basural.

¿Es la Argentina año verde, o es una señal deque las empresas consiguen la alianza del Estado,y los vecinos quedan como únicos custodios delambiente?

Los quimiqueros de Dock Sud, insospechadosde adherir a la causa ecologista (mucho menos ala asamblearia) dan el útimo dato. Ponen arribade la mesa algunas cifras:

En Dock Sud, la Shell tiene una refinería de 120hectáreas; Petrobras tiene tres plantas; hay instalacio-nes de Repsol; una central eléctrica y diecisiete de-pósitos de sustancias químicas, inflamables, hidro-carburos y gas propano.

Los estudios encontraron plomo en la sangre del50 por ciento de los chicos que viven pegados a larefinería, en Villa Inflamable. Los registros de loshospitales tienen un listado de enfermedades pre-sentes en la zona: leptospirosis, parásitos, hepatitis,infecciones alimentarias, intoxicación por metalespesados e hidrocarburos, afecciones al sistema ner-vioso, complicaciones respiratorias, dermatológicasy digestivas.

Con este panorama, era lógico que cuando laCorte se hizo cargo del tema se plante-ara que las petroquímicas debían mu-darse del lugar. Pero la idea se fue dilu-yendo en el tiempo y, finalmente, loque quedó fue nada más que diez de-pósitos intimados a mudarse. Las petro-químicas, dijo como al pasar Picolottien la audiencia de la Corte, van a que-darse donde están.

Los quimiqueros encuentran así sugran argumento:

–El gobierno les echa la culpa de todoa diez depósitos, nos intima a mudar-nos, gana imagen de enérgico y mien-tras tanto, las petromíquicas pueden se-guir donde están. El plan de sanemientoes otra operación cosmética. Si el Ria-chuelo está contaminado con hidrocar-buros, y ellos siguen operando en el lu-gar, ¿cuánto puede cambiar?

El flaco alza las cejas: –Las petroquímicas tienen en el go-

bierno a la mejor agencia de publicidad. El vocero, que escuchaba callado, se acuerda de

la historia de Bush. Llama al mozo y le pide otroristretto. Hay campañas abiertas, hay campañas se-cretas, hay campañas que consisten en apuntar aotro lugar para que nadie vea la propia intención,dice su historia.

Pensándolo un poco, ¿quién se animaría a sos-tener que no tiene razón?

A

E

Para las jornadas en elhotel Crowne Plaza, laMeridian contrató un ser-vicio de coffe break con-tinuo, almuerzo para 16personas, Internet porbanda ancha, traducciónsimultánea, pantalla,proyector y siete micrófo-nos. Pagó 9.670 pesosmás IVA, según figuraen el expediente. La tari-fa de los consultoresaún no trascendió. Paracomparar: la agenciamás chica entrevistadapara esta nota les cobraa sus clientes 15 mil pe-sos por mes.

Y

Y

Todos los años la revista Imagen otorga elpremio Eikon a las mejores campañas derelaciones públicas, que compiten segúnsus objetivos: prensa, comunidad, imagencorporativa. Los trabajos ganadores se edi-tan en el libro El poder de la comunicación.En el año 2000, por ejemplo, el premio enla categoría “Relaciones con la prensa” loobtuvo Repsol por la campaña “Preparan-do el desembarco”, a cargo de la consulto-ra Burson-Marsteller. En la presentación sedetalla que el trabajo con la prensa se ini-ció un mes antes de concretarse la licita-ción de las acciones de YPF a las que Rep-sol aspiraba y que, por supuesto, obtuvo.

En 2005 la ganadora fue, una vez más,Burson-Marsteller, por el trabajo que reali-zó para la empresa Allergan y su producto:Botox, una marca registrada con la que senombra comercialmente al uso cosméticode la toxina botulínica. Tal cual relata laconsultora “la campaña de relaciones conlos medios estuvo enfocada a desterrar elconcepto de toxina botulínica asociada aveneno” y evitar artículos de prensa nega-tivos. Invitaron a periodistas a “participarde diferentes congresos médicos” para fo-mentar “el contacto con médicos e investi-gadores reconocidos a nivel nacional e in-ternacional” contratados por la agencia.Los llaman “referentes” o “endorsers”.También les acercaron información “dise-ñada de manera creativa”. Esto es: bajo eltítulo “cómo cuidar la piel antes y despuésdel verano” o para el Día del Padre, envia-ban artículos ya redactados que incluían lamención del producto. Hubo desayunos in-formales con la prensa y regalos con moti-vo del Día del Periodista y fin de año, “pa-ra agradecer a los medios la coberturabrindada a temas referentes a Botox”.

La consultora acompaña la presentacióncon una “cuantificación” de los resultadoobtenidos. En un año, las notas publicadascon opinión favorable al producto equivalí-an a 1.123.906 pesos. La cifra surge de cal-cular el espacio brindado por cada mediocomo si fuera un aviso, aplicando la tarifapublicitaria al espacio obtenido sin pagar.“El plan comunicacional sirvió para soste-ner el éxito en la esfera estética porquecontribuyó a generar opinión de Botox y,además, se posicionó como un aliado tera-péutico para el tratamiento de muchasafecciones”, sintetiza la consultora.

El botox contamina

Page 12: Lo esencial es invisible - lavaca.org

12 MARZO 07MU

ta el puerto de Santa Fe. De ahí viaja alexterior, donde es refinado. El megaem-prendimiento también cuenta con unelectroducto de 220 kilómetros, líneas dealta tensión que atraviesan gran parte deCatamarca y Tucumán.

Las obras de infraestructura requirie-ron una inversión de 1.200 millones dedólares. “Poco de ese gasto corre porcuenta de la empresa: la Ley 24.196 esta-blece que del tres por ciento que la em-presa paga de regalías deben deducirselos costos de transporte, fletes, seguro,molienda, comercialización, administra-ción, fundición y refinación. En resumen:las monumentales obras las paga el Esta-do, las pagamos todos”, explica MarcosPastrana, de la Intersectorial de Tafí delValle, en Tucumán, donde también de-nuncian la contaminación de Alumbrera.

Promesas y hechos

a campaña publicitaria de la em-presa y los políticos de turno pro-metía la construcción de un ba-

rrio para cinco mil personas, nuevasescuelas, un hospital de alta complejidad,rutas asfaltadas, 6.000 puestos de em-pleo. Ninguna de esas obras se plasmó. Lacompañía asegura, aún hoy, que emplea a1.800 personas del lugar y que de formaindirecta creó 8.200 puestos laborales.Los vecinos lo desmienten: afirman queen la mina no trabajan más de 90 perso-nas de Andalgalá. El resto, todos “profe-sionales de Córdoba, Buenos Aires o ex-tranjeros”. El intendente José EduardoPerea, aliado de la empresa, admite cifrasaún menores: “No hay más de 40 ó 50andalgalenses efectivos”. La desocupa-ción en la ciudad es del 24,9 por ciento, eldoble de la media nacional.

Lo que sí hace la empresa, y lo publici-ta en sus boletines, es pagar el combusti-ble de los vehículos municipales y de laambulancia, comprar insumos para elhospital, pagar velorios de los pobres, re-partir bolsones de comida, regalar herra-mientas a las escuelas técnicas y hastacomprar las medallas de los egresados, aquienes promete un trabajo que rara vezllegará. Todo lo que en otro tiempo corres-pondía al Estado (incluido el asistencialis-mo), hoy lo realiza la empresa.

Alumbrera decidió no hablar para esteartículo, lo mismo hizo el secretario de Mi-nería, Jorge Mayoral. Ninguno quiso deta-llar la facturación de Alumbrera durante2006. El último balance público corres-ponde a 2004, cuando facturó 683 millo-nes de dólares: 1.980 millones de pesos. Elúltimo pago, publicitado, de regalías almunicipio de Andalgalá (correspondienteal último semestre de 2004 y primero de2005) fue de 14 millones de pesos. Lo querepresenta el 0,7 por ciento del oro y el co-bre que extrajo en un año de las monta-ñas catamarqueñas. Además, datos de losambientalistas locales, en base a declara-ciones juradas de la misma empresa, se-ñalan que la compañía factura anualmen-te el triple de lo que declara: 1.700millones de dólares. Todo en una provin-cia donde, según datos oficiales del añopasado, el 48,4 por ciento de la poblaciónvive bajo la línea de la pobreza.

La Secretaría de Minería de Nación in-

ndalgalá es la tercera ciudaden importancia de Catamar-ca. Está ubicada en el centrode la provincia, a 240 kiló-metros de San Fernando del

Valle, seis horas de micro entre caminosderruidos y paisajes de postal. Allí viven17 mil personas. Tiene calles anchas y po-bladores amables, casas bajas y una cate-dral imponente, clima desértico y monta-ñas que esconden la mina de oro y cobremás grande del país y una de las más im-portantes del mundo: “Bajo la Alumbre-ra”, una obra faraónica que remueve, pordía, 340 toneladas de roca y utiliza, porminuto, 66 mil litros de agua. Diez añosde explotación minera, 680 millones dedólares de facturación anual, 14 millonesde pesos de regalías anuales al pueblo,cuatro derrames tóxicos comprobados,tres provincias involucradas, una decenade denuncias por contaminación e innu-merables acusaciones por incumplir suspromesas de trabajo y bienestar regional.Son algunas de las cifras de Andalgalá, elcaso testigo de la minería metalífera agran escala.

Monstruo minero

ctubre de 1994: el gobernador Ar-noldo Castillo, el entonces secre-tario de Minería y actual gober-

nador de La Rioja, Ángel Maza, y elpresidente Carlos Menem firmaron ellanzamiento de las obras del yacimientoMina Bajo la Alumbrera. Tres años des-pués, el 31 de octubre de 1997, se iniciabala etapa extractiva: una enorme olla dedos kilómetros de diámetro y seis cua-dras de profundidad es el espacio donde36 enormes camiones mineros y monu-mentales palas mecánicas remueven,ayudados por explosivos, 340 toneladasde roca por día. Lejos están las imágenesde las películas: no hay picos, no hay pa-las, no hay pepitas de oro y ni siquierahay mineros.

El yacimiento de oro y cobre perteneceal estado catamarqueño, la Universidadde Tucumán y el Estado nacional, queconforman la sociedad Yacimientos Mine-ros de Agua de Dionisio (ymad), pero ce-dieron la explotación a un consorcio deempresas: la suiza Xstrata (50 por cientodel paquete accionario) y las canadiensesGoldcorp (37,5 por ciento) y NorthernOrion (12,5). Funciona a 40 kilómetros delcasco urbano de Andalgalá, a 300 de la ca-pital provincial, entre montañas y alam-brados olímpicos.

Por cada tonelada de roca se obtienenseis gramos de oro y seis kilogramos decobre. Datos de la misma empresa se ufa-nan de que Alumbrera utiliza en un solomes la misma cantidad de explosivos quese requiere por año en toda Argentina. Noes casualidad que llueva polvo en la ciu-dad. Además, los especialistas adviertenque la remoción de las montañas acelerala producción de sulfuros, que con el airey el agua producen drenajes y lluvias áci-das, con su contaminación a cuestas.

El yacimiento se encuentra entre lasdiez grandes explotaciones de cobre delmundo y entre los 15 de oro: exporta 190mil toneladas anuales de cobre y 23 mil to-neladas de oro. Cuenta con una lujosa ciu-dad en las alturas: 500 habitaciones, can-chas de tenis y fútbol techadas, salas dejuegos, gimnasio, línea de colectivo inter-na y tres aviones propios que hacen de ta-xi aéreo para ejecutivos.

El proceso de extracción consiste en di-namitar las paredes de la montaña, trans-formar las rocas en polvo y diluirlas ensopas ácidas que purifican el mineral. To-dos los desechos son destinados a unenorme basurero, de 30 hectáreas y 150metros de profundidad, llamado “diquede colas”. El producto bruto es enviadopor un extenso mineraloducto –un cañobajo tierra– de 310 kilómetros de largoque pasa por Catamarca hasta Tucumán.Llega hasta Cruz del Norte, donde el “TrenAlumbrera” transporta concentrados has-

La grietaLA MINA DE ANDALGALÁ, EN CATAMARCA

Las inversiones en minas de oro, plata y cobrese reproducen en Sudamérica impulsadas por lavoraz economía global. Sólo en Argentina seproyectan una decena de megaemprendimien-tos para los próximos años: prometen trabajo ydesarrollo local. En Catamarca ya funciona, des-de hace diez años, la explotación más grande, acargo de un consorcio de empresas suizas ycanadienses. Ésta es la radiografía de Bajo laAlumbrera, el caso testigo de la minería a granescala, que permite descubrir qué diferenciahay entre los proyectos y los hechos.

Fotos satelitales de la mina Bajo la Alumbrera muestran el impacto de diez años de explotación intensiva. Las paredes de la montaña se derrumbaron con dinamita.

O

L

A

Documentos, noticias, denuncias,fotos, audios e imágenes sobre estetema circulan en la web por varioscanales. Algunos de ellos: www.noalamina.orgwww.orosucio.madryn.comwww.ciudadanosporlavida.com.arEstán conectados a su vez con redesglobales, tales como: www.minesandcommunities.org www.contramina.com

Page 13: Lo esencial es invisible - lavaca.org

va a ser aprovechable. “Todoslos ríos han descendido sucaudal. El más claro es el ríoSanta María, antes era río,hoy es un hilo de agua”, grafi-ca Urbano Cardozo, históricomilitante antiminería.

Un informe interno delInstituto Nacional de Tecno-logía Agropecuaria (inta), se-de Andalgalá, fechado el 6 deseptiembre de 2006, resaltados cuestiones: el agua y elpapel de la minería. “Se debesolicitar una reunión urgentecon el gobernador a los finesde debatir la gravísima situa-ción de los sistemas hídricosexistentes, que pone en se-rios riesgos el desarrollo eco-nómico sustentable y demásactividades humanas loca-les.” Y remarca que “los ejesestratégicos de desarrollo delinta, basados en sustentabi-lidad, competitividad y equi-dad social se contradicen conuna actividad económica me-ramente extractiva y contami-nante (la minería)”.

Como si fuera poca la suer-te del oeste catamarqueño, ha-

ce tres meses la empresa minera públicaymad (propietaria del yacimiento deAlumbrera), lanzó la licitación internacio-nal de 240 kilómetros cuadrados con “po-tencial minero”, ubicados en Belén, depar-tamento vecino a Andalgalá.

Esquel, en Chubut, es el antes de la ex-plotación minera. Andalgalá, en Catamar-ca, el después de la extracción: cuando eloro ya no está y la montaña es un colosoagujereado. Sólo dos ejemplos del mediocentenar de emprendimientos minerosmetalíferos de Argentina, que tienen tan-tos impulsores como detractores. Estado yempresarios por un lado. Organizacionessociales y pobladores por el otro. Prome-sas de inversiones, trabajo y desarrollo deun lado. Denuncias de degradación am-biental, pobreza y saqueos por el otro.

Lo que está en juego nos comprometea todos.

forma y celebra que, en 2006,se exportaron minerales por6.000 millones de pesos, 30por ciento más que en 2005(cuando se exportaron 4.600millones de pesos). Y resaltaque dos tercios de lo exporta-do, 4.000 millones de pesos,corresponden a la mineríametalífera. Pero lo que no su-braya la publicidad oficial esque, al amparo de las leyesmineras actuales, las empre-sas no tienen retención a lasexportaciones (como sí tie-nen, por ejemplo, los produc-tos agropecuarios), por lo cualmayores exportaciones no sig-nifican mayores ingresos a lasarcas del Estado.

Las denuncias

doce años del comien-zo de las obras hayuna decena de acusa-

ciones: el Defensor del Pueblode Santiago del Estero y la jus-ticia de Tucumán acusan a laempresa de contaminar conmetales pesados el río Salí-Dulce (que comparten ambas provincias).La justicia de Rosario investiga el presuntotráfico documental y la exportación ilegalde metales. Pobladores de Villa Vil, en Ca-tamarca, denunciaron a la empresa porderrames tóxicos del mineraloducto. Y yaexisten demandas iniciadas por familiasque debieron abandonar sus tierras por lacontaminación del agua. Sólo un puñadode las acusaciones que tiene en su contraMinera Alumbrera.

Los vecinos descreen de los estudiosde tierra y agua realizados por el gobiernoprovincial, lo señalan como cómplice dela compañía. Sí creen en un estudio técni-co realizado por el perito minero HéctorOscar Nieva. Se trata de su estudio de ma-estría para la Universidad de Nancy (enFrancia), el cual confirmó que el dique co-las (la enorme olla que hace de basurerominero) tiene filtraciones que contami-nan las napas subterráneas de la zona. Laempresa reconoció las pérdidas e instalóun sistema de retrobombeo para que lasolución que escapa al corral minerovuelva a él. Nieva asegura que la conta-minación sigue regándose por el subsuelocatamarqueño.

En octubre de 2005, un estudio de laUniversidad de Córdoba reveló que laplanta de filtrado de la empresa en Tucu-mán arroja al desagüe pluvial líquidoscon alto índice de sulfuro, plomo, mercu-rio y arsénico. “Con La Alumbrera se ini-cia el más atroz proceso de contaminaciónambiental. Con estas pruebas podemosconfirmar que se envenena toda la cuencaSalí-Dulce”, aseguraba la Defensoría Pro-vincial, impulsora de la denuncia.

Sin agua y con arsénico

n agosto pasado, el fiscal generalde Cámara de Tucumán, AntonioGómez, denunció una catarata de

excesos por parte de la empresa: valoresde arsénico hasta veinte mil veces por so-bre los permitidos por la ley nacional, has-ta cinco mil veces en cadmio, veinte vecesen cobre, diez mil en mercurio, sesenta enplomo y mil en selenio. Además, en los úl-timos dos años hubo cuatro derramescomprobados del mineraloducto: tres enVilla Vil y uno en el paraje de Ampujaco.

Otro tema urticante al hablar de mine-ría es el uso de un bien escaso como elagua. Alumbrera cuenta con un permisode extracción de 1.100 litros por segundo.Que es lo mismo a 66.000 litros por minu-to: casi cuatro millones de litros por horaen una zona semidesértica. Tiene permisopara extraer hasta 69 millones de litrospor día. El agua utilizada es irrecuperable.No hay tratamiento posible para que vuel-

13MARZO 07 MU

A

E

Las exportaciones mineras del paísse multiplicaron en la última déca-da. Según datos oficiales de la Se-cretaría de Industria, Comercio y Mi-nería (que depende del Ministeriode Infraestructura), en 1993 Argen-tina exportaba 15,8 millones de dó-lares. Después de aprobadas lasnuevas legislaciones mineras, elcambio fue drástico: en 2006 se lle-gó a exportar 1.900 millones de dó-lares. “Es que las leyes de los 90son, ambiental e impositivamente,muy beneficiosas para las empre-sas”, explica Marcos Pastrana, mili-tante ambientalista de Tucumán.

Todos los años, en marzo, se realizaen Canadá la mayor feria mundialde minería, donde coinciden ejecu-tivos de las multinacionales y polí-ticos que ofrecen sus recursos na-turales. Desde hace unos años, lacomitiva argentina es una de lasmás numerosas. No es casualidadque cataloguen a Argentina como“la niña mimada” del sector. Re-marcan que la vedette del momen-to cuenta con 5.000 kilómetros decordillera, un 75 por ciento de susrecursos inexplorados y regalías desólo el tres por ciento.

El comunicado de la Secretaría deMinería del 15 de marzo de 2006fue elocuente: “La minería argenti-na obtuvo un éxito sin preceden-tes, constituyéndose en la máximaatracción entre los países presen-tes en la feria. Según los analistasde negocios de Canadá, Argentinarepresenta el mejor destino parael afincamiento de inversión”. Em-presas de Estados Unidos, Canadá,

Gran Bretaña, Australia, Suiza, Su-dáfrica y China huyen de sus paísespor los controles ambientales eimpositivos estrictos y señalan aLatinoamérica como el destino dela década y a Argentina en particu-lar, por las ventajas de la legisla-ción vigente.

“Las empresas mineras no tienenretención a la exportación, no de-ben liquidar divisas, no pagan im-puestos a los combustibles (el quetodos pagan cuando cargan naf-ta), ni sellos, ni tasas para la im-portación; en los primeros cincoaños no pagan impuestos nacio-nales, provinciales ni municipales.Por ejemplo, no pagan gananciasni ingresos brutos. No pagan IVA niimpuestos por ingreso de maqui-narias”, explica la Red de Comuni-dades. Además, gozan de estabili-dad fiscal por 30 años. Esto es:cualquier modificación –ejemplo:impuesto al cheque, que pagantodos los argentinos, o el corralitode 2001– no los afecta. Eufemísti-camente lo llaman: “régimen mi-nero confiable”.

Comunicados del gobierno se ufa-nan: “La minería argentina estáen su mejor momento”. Y nomienten: durante el gobierno deNéstor Kirchner el aumento en laactividad exploratoria se triplicó.“En tres años se radicarán al me-nos diez nuevos proyectos mine-ros de envergadura internacio-nal”, festeja el comunicado. Losnuevos yacimientos serán hastatres veces más grandes que la fa-raónica Alumbrera.

Los secretos del éxito mineroEl ranking de explotaciónminera en nuestro país,según informa la Secreta-ría de Industria y Comercio,es el siguiente:

Y Bajo la Alumbrera,Catamarca. Accionistas:Xstrat (Suiza), WheatonRiver (Canadá) y NorthernOrlon (Canadá).

Y Cerro Vanguardia, San-ta Cruz. Accionista: AngloGold (Sudáfrica).

Y Río Colorado, Mendoza.Accionista: Río Tinto (Australia).

Y Agua Rica, Catamarca. Accionista: Northern Orion(Canadá).

Y Pachón, Mendoza.Accionista: Noranda(Canadá).

Y Veladero, San Juan. Accionista: Barrick Gold(Canadá).

Page 14: Lo esencial es invisible - lavaca.org

14 MARZO 2007MU

squel, Catamarca, San Juan, Mendoza, ¿porqué están viniendo tantas empresas mine-ras a Argentina?En el planeta ya no hay minerales, sefueron agotando y el mundo del Norte

consume la enormidad de 19 toneladas de minera-les por habitante por año. Los minerales que que-dan son de baja ley. Ya no hay vetas, sino que es-tán diseminados. Si tuviéramos una aspiradoraimaginaria, deberíamos movilizarnos kilómetros ykilómetros atrapando los minerales dispersos. Poreso se está usando la minería a cielo abierto.

¿En qué consiste?Dinamitan las montañas y luego pasan las rocaspor una sopa química para lixiviar y atrapar el mi-neral. Es altamente contaminante. En el caso deextraer oro y plata, utilizan cianuro de sodio. En elcaso del cobre se usa ácido sulfúrico.

¿Qué significa lixiviar, exactamente?Regar las rocas con un compuesto químico que lasdisuelve y separa los minerales. Esto se hace enenormes cuencas –los diques de cola– de dimensio-nes tan grandes que llegan a medir cinco kilómetrosde diámetro. A veces, a esos diques les ponen unamembrana plástica, otras apisonan la tierra paracompactarla y a eso le llaman “geomembrana”.

¿También se usa agua?Mucha. El agua es el insumo principal de este tipode minería. Las mineras utilizan agua para el pro-ceso de lixiviación. Además, necesitan muchaenergía. A las dos cosas se las estamos dando gra-tis. Por ejemplo, en este momento se está constru-yendo un tendido eléctrico de 500 kilovoltios queune Mendoza con Tucumán y pasa por todos losenclaves mineros de San Juan. Al costo de ese ten-dido lo pagamos todos: el 50 por ciento se distri-buye en las boletas de la luz de San Juan, y el otrocincuenta por ciento en las del resto del país. Y to-do porque se necesitan enormes equipos para tri-turar la roca, molerla, reducirla al tamaño de unapulgada y luego colocar arriba unos sapitos gigan-tes que van girando, como quien riega el jardín dela casa, para la lixiviación.

¿Qué sucede una vez que se separan los minerales?El oro y la plata se compactan en barras, llamadas“barras doré”. El cobre se transporta en un concen-trado dentro del cual van otros minerales... Porqueotra cosa que hay que saber: las transnacionaleshoy extraen muchos otros minerales además deloro, la plata y el cobre. Utilizan prácticamente todala tabla periódica, y no pagan por ellos. Con el con-centrado de cobre, por ejemplo, van las tierras rarascon compuestos minerales de uso industrial. Esastierras raras en Estados Unidos tienen un valor de10 mil dólares la tonelada. Entonces tenemos casoscomo el de Catamarca, en Bajo la Alumbrera, des-

de allí transportan el concentrado de cobre a travésde un mineroducto hasta Tucumán y luego lo car-gan en containers hasta el puerto de San Lorenzo,desde donde se lo llevan en barcos.

Como en la época de la conquista...Quinientos años atrás lo hacían a simple vista.Ahora tenemos estas tecnologías.

En Calingasta la gente se enteró de que había una mine-ra trabajando porque un alud arrastró montaña abajodos camionetas de la empresa. ¿Es frecuente que se ins-talen sin avisar?

Hay lugares donde las instalaciones están mil odos mil metros por encima de los pueblos, que es-tán en los valles. Y además, está el problema de laseguridad privada. En Veladero (San Juan), cuandoquisimos entrar a ver cómo la Barrick Gold habíadestruido un glaciar, los neozelandeses no nos de-jaron pasar. Hay una barrera que la empresa ma-neja con personal contratado y policías de civilcon camionetas que no te dejan subir. Los camio-nes que trabajan para la minera se manejan contarjetas magnéticas. Nadie puede pasar.

¿Qué pasa con las poblaciones que están en los valles?La cordillera es un ecosistema sumamente frágil.Nosotros la consideramos la fábrica del agua; esun plano inclinado hacia el Pacífico y el Atlántico.Y por supuesto, abajo se sufren todas las conse-cuencias de lo que pasa en la cima.

¿Por qué los proyectos avanzan, a pesar de las denuncias?En Argentina, durante el gobierno de Menem sesancionaron leyes que les entregan a las compa-ñias mineras todo. No pagan por el agua ni por laenergía y tienen subsidiado el gasoil. La ley argen-tina les dio además estabilidad fiscal por 30 años.Y un tratado binacional –de implementación mi-nera conjunta entre Chile y Argentina, que se fir-mó con los Hielos Continentales– les cede a lasempresas que encuentran minerales el derecho aextenderse 100 kilómetros más allá de la frontera.

Son leyes del menemismo. ¿Y con este gobierno que pasó?Nada. Todas siguen vigentes. Y en tiempos del can-ciller Rafael Bielsa se firmó un protocolo de exten-sión del tratado con Chile por 100 kilómetros más.

¿De quién hablamos cuando hablamos de las minerasque operan en Argentina?

En este momento hay aproximadamente 60 em-presas transnacionales en el país, trabajando condistintos nombres. Barrick trabaja con subsidiariasque están bajo su control, pero que tienen su ra-zón social en paraísos fiscales. Todo el proceso haido de la mano de la extranjerización de la tierra,porque la cordillera ya no es más argentina ni chi-lena: le pertenece a las transnacionales.

¿Por cuánto tiempo?Diría que mucho. Para dar una idea: en San Juan,Barrick Gold tiene derechos para más de cien años.

Es periodista y experto en cuestiones ambientales. Vivía enTrelew cuando, junto con sus vecinos, debió frenar el proyectode instalar en Gastre el primer basurero de desechos nuclea-res. Desde entonces quedó enganchado con el tema. Fue uno

de los primeros integrantes del movimiento No a la mina enEsquel. Escribió el libro En la Patagonia no, sobre la experien-cia de resistencia en Gastre, y está terminando otro sobre laactividad minera en Argentina.

La Cordillera en peligro

E

El especialista Javier Rodríguez Pardo explica en forma sencilla la complejaindustria minera actual y lo que está en juego: entre otras cosas, la Cordillerade los Andes. Hay empresas que tienen derechos por cien años.

Casi el 60 por ciento de las compa-ñías mineras del mundo son cana-dienses, y generan más de 40 milmillones de dólares anuales, lo querepresenta alrededor de cuatro porciento del producto interno brutode Canadá. “Los canadienses se ho-rrorizan al enterarse de lo que algu-nas firmas de su país están hacien-do en el mundo en desarrollo, peropocos saben qué está ocurriendo enproyectos mineros concretos en Su-damérica u otras partes, debido a lalimitada cobertura periodística”, ex-plica Karyn Keenan, de la Iniciativade Halifax, una coalición de ongambientales y de derechos huma-nos de Canadá.

Pero a partir de que en 2006, cuan-do varios representantes de comuni-dades de América Latina afectadaspor la minería aparecieron en forospúblicos denunciando a corporacio-nes mineras, petroleras y gasíferas,la información finalmente llegó.“Por primera vez, funcionarios delgobierno de Canadá fueron expues-tos a las personas que habían sidoperjudicadas por compañías de esepaís”, señaló Keenan.

Esta presión resultó finalmente en al-go concreto: un informe oficial sobrela regulación de las operaciones delsector fuera del país se presentará an-te el gobierno canadiense en breve,según la noticia publicada el 14 de fe-brero pasado. El reporte “no tieneprecedentes en la historia canadien-se”, según Keenan, porque representaun consenso entre las ong, la indus-tria minera y funcionarios del gobier-no. “La industria no quiere leyes ca-nadienses fuertes y vinculantes sobresus operaciones en el exterior, peroalgunos saben que necesitan hacermás que publicar códigos de ética ensus sitios de internet.”

Aunque el contenido del informepermanece en secreto, se espera querecomiende la instauración de unmecanismo independiente de quejasy una oficina de un defensor delpueblo para investigar denuncias yrealizar auditorías de operacionesmineras, petroleras y gasíferas de Ca-nadá en el exterior. Y aunque estono significa que el gobierno cana-diense acatará las recomendacionesdel informe, sienta un precedente enla batalla por ponerle un límite a laimpunidad global.

Cada siete emprendimientos minerosque se desarrollan en Argentina, cincoson propiedad de empresas canadien-ses. El portal tierramerica.net informasobre un intento de que lo que haganacá se sancione allá.

LAS EMPRESAS GLOBALES

Los límites

Cátedra Autónoma de Comunicación SocialDIPLOMADO EN GESTIÓN AUTÓNOMA DE MEDIOS SOCIALES DE COMUNICACIÓN

Dirección académicaAbierta la inscripción ciclo 2007 – www.lavaca.org

Page 15: Lo esencial es invisible - lavaca.org

15MARZO 2007 MU

dirección, los demandantes no descartanrealizar una presentación ante la Corte In-teramericana de Derechos Humanos.

Hasta momento, la Corte Suprema lla-mó a dos audiencias públicas. En la prime-ra –desdoblada en dos jornadas– expusie-ron los abogados que representan a losvecinos, organizaciones no gubernamenta-les, el defensor del Pueblo, Eduardo Mon-dino, la secretaria de Medio Ambiente, Pic-colotti y sólo ocho de las 44 empresasdenunciadas. Las demás hicieron sus pre-sentaciones por escrito. Entre las compañí-as demandadas se encuentran verdaderosemporios, como Shell, Petrobras, Repsol-ypf, Central Dock Sud, Indupa, MolinosRío de la Plata, Danone, Mercedes Benz,Bieckert y Aguas Argentinas. Ninguna deellas admitió contaminar nilanzar nada al Riachuelo, ex-cepto Shell que reconoció queutiliza una sustancia cancerí-gena como el benceno. Perorelativizó su responsabilidadal señalar que también emiteese gas la combustión de ma-dera o carbón.

–¿Usted es partidario deprohibir los asados? –interrum-pió con sorna Carlos Fayt, unode los jueces de la Corte–.Ahora me van a decir que sontodos angelicales.

Dentro del expediente quemaneja la Corte se encuentra el originalde un acuerdo confidencial que buenaparte de las empresas acusadas firmaronen su momento con el gobierno de Fer-nando de la Rúa. A través de él se compro-metían –y nunca cumplieron– a reducir enun 50 por ciento los efluentes que viertenen el Riachuelo. “En ese acuerdo está im-plícita la admisión de la contaminación delas empresas”, sugiere Kaplun, un jovenabogado que acompaña al prestigioso Jor-ge Mosset Iturraspe, un jurista de gran tra-yectoria y especializado en la investiga-ción de daños colectivos. Fue este letradooctogenario quien denunció en la audien-cia que el Riachuelo fue transformado en“una inmunda cloaca”. Luego se permitiócuestionar al Poder Ejecutivo:

–Este gobierno ha dado muestras de rei-vindicar los derechos humanos por los terri-bles hechos ocurridos durante la dictaduramilitar hace 30 años, lo que resulta loable.Sería bueno que entendiera que los dere-chos humanos están siendo violentados eneste preciso momento: nuestros mandantesy sus vecinos están permanentemente ex-puestos a la contaminación del medio am-biente en el que viven, ante el desinterés yla ausencia de decisión política para poner-le fin a tanta injusticia.

El defensor del Pueblo, Eduardo Mondi-no, aportó datos duros: “El 50% de los niñosde Villa Inflamable posee plomo en sangre–denunció– y el 10% cromo en orina”.

En la segunda audiencia, realizada elpasado 20 de febrero, el rol exclusivo lo

desempeñó Picolotti, quienen una prolija presentaciónrealizada en power point de-sarrolló el programa elabora-do por el gobierno para sanearel Riachuelo. El plan tuvo al-gunos puntos celebrados porlos demandantes, como la cre-ación de una autoridad decuenca única conformada porrepresentantes porteños, bo-naerenses y de la Nación.Otros anuncios, en cambio,parecieron buscar una oportu-na repercusión mediática. Fueel caso del convenio firmado

–un día antes de que la secretaria de Me-dio Ambiente hiciera su presentación an-te la Corte– con la empresa estadouni-dense Dow Chemical para trasladar susgalpones del polo petroquímico de DockSud. En verdad, la compañía no estabaoperando su planta, sino que la terceriza-ba como parte de una política internacio-nal de reconversión.

Ésta es la primera vez que una causa pordaño ambiental colectivo llega a la Corte Su-prema. El máximo tribunal ya logró –no espoca cosa– imponer el tema en la agenda.Ahora resta saber si también cuenta con lafuerza suficiente para obligar a empresas ygobiernos a limpiar una cuenca que ya tuvomás de dos decenas de programas de sanea-miento de los cuales no se cumplió ninguno.

rios para limpiar la cuenca. Si todo estoocurre, no habrá juicio ni mucho menoscondenas, tal como le sugirió el defensoroficial de la Corte, Eduardo Dromi –her-mano de Roberto, el ministro privatizadordel gobierno de Carlos Menem– al propioKaplun cuando se cruzaron en el ascensordel Palacio de Tribunales:

–Te vas a perder de cobrar un fangote,porque si no hay juicio, no hay regulaciónde honorarios para los abogados.

“La audiencia de conciliación no me pa-rece una mala salida. Permitiría evitar queel fallo salga para cuando mi hijo de 2 añosse reciba de abogado o que la causa directa-mente caiga por su monstruoso peso. Creoque a la Corte le conviene porque podríamostrarlo como un éxito. Pero para que laconciliación sea una salida posible, noso-tros tenemos que firmar el acuerdo y sólolo haremos si las ong como farn, la Aso-ciación de Vecinos de la Boca o Greenpeaceaprueban el plan y si se le da una solucióna la gente damnificada, porque por ahora sehabló de muchas cuestiones técnicas peronadie mencionó respuestas para los veci-nos”, subraya Kaplun.

Las medidas que reclama el abogadoestán relacionadas con la creación delFondo de Compensación –que sería con-formado con aportes de las empresas quecontaminaron y el Estado– que permitarelocalizar a los vecinos afectados, brin-dar programas de atención sanitaria yotorgar indemnizaciones por los dañosque ya son irreparables. Además, la de-manda plantea que la administración deese fondo debería estar en manos de or-ganizaciones no gubernamentales inta-chables. Quieren evitar que esa masa dedinero nada desdeñable se transforme enuna nueva caja de los aparatos políticos.Saben por qué lo dicen: en el expedienteque llegó a la Corte quedó demostradoque un crédito de 250.000.000 dólaresque el Banco Interamericano de Desarro-llo otorgó a Argentina para sanear lacuenca Riachuelo-Matanza fue redireccio-nado en 2002 por el gobierno de EduardoDuhalde para implementar el plan Jefas yJefes de Hogar.

De no obtener una resolución en esta

pesar de lo que dicen las no-ticias, el juicio por la conta-minación del Riachuelo nun-ca empezó. Y podría ocurrirque termine antes de que co-

mience. Para explicar esta paradoja, hayuna metáfora que suele utilizar SantiagoKaplun, uno de los abogados que inicia-ron la demanda: “Es como si a alguien lehubieran robado cien pesos. Denuncian alladrón, el juez lo llama, le dice que de-vuelva lo que no es de él y como el tiporepone lo que se llevó ya no hay razón pa-ra iniciar el proceso judicial”.

Hasta ahora lo que sucedió en la causaRiachuelo fue lo siguiente:

En 2004 un grupo de vecinos de Villa In-flamable, encabezados por Beatriz Mendo-za, presentó una demanda por daño am-biental colectivo contra 44 empresas queoperan en las inmediaciones de la cuenca,contra los 14 municipios que tienen jurisdic-ción sobre sus riberas y contra el Estado na-cional, el bonaerense y el porteño.

A las compañías las acusó de contami-nar y a los gobiernos de no cumplir su de-ber de contralor para que exista un medioambiente habitable.

Además, los demandantes exigieronque se creara un fondo compensador paraindemnizar a los, por lo menos, cinco mildamnificados que se estima que hay.

La Corte Suprema no abrió el procesojudicial, sino que –en junio de 2006– inti-mó a las empresas a que informaran quéhacen con sus residuos, y al Estado paraque presentara un plan de saneamiento.Tras dos audiencias públicas, la secretariade Medio Ambiente de la Nación, RominaPicolotti, expuso un programa de limpiezaque demandará 10 años y una inversiónde 5.762 millones de pesos. Ahora, el má-ximo tribunal ordenó a la Universidad deBuenos Aires que un grupo de especialis-tas determine la factibilidad de ese plan.Si los peritos realizan objeciones, la Corteseguramente exigirá las correcciones nece-sarias. Si, en cambio, lo aprueban –espe-culan en Tribunales– los supremos convo-carían a una audiencia de conciliacióndonde todas las partes deberán compro-meterse a cumplir con los pasos necesa-

LA PRIMERA CAUSA AMBIENTAL QUE LLEGA A LA CORTE

Luego de las audiencias públicas, en las que expusieron vecinos, ong, empresas y gobierno, queda claro ladimensión del daño y las condiciones necesarias para una solución. Cuál puede ser el final de esta megacausa.

A

Los dictámenes de la Cor-te, un análisis de ellos, yvarias de las exposicionesque se realizaron en lasaudiencias públicas por lacausa del Riachuelo pue-den leerse en la páginaweb de la Fundación Am-biente y Recursos Natura-les (www.farn.org.ar),donde hay un apartadoespecial dedicado al caso.

Justicia para el Riachuelo

Page 16: Lo esencial es invisible - lavaca.org

16 MARZO 2007MU

Estás nominadoNació en Polonia hace 82 años, vive en Londres y dedica su vida a enseñar y a pensar. Dos actividades que le valieron muchas batallasy varios exilios. Desde fines de los 90 está abocado a escribir sobre loque considera un cambio clave para entender el mundo de hoy. Al ritmo de un libro por año, plantea, profundiza y da vueltas sobre elmismo tema. “Es como entrar a una habitación por diferentes puertas”,confesó. Su teoría tiene un título: Modernidad Líquida. Aquí las clavesde ese pensamiento desplegado en seis de sus libros.

ZYGMUNT BAUMAN

Inseguridada vida líquida es una vida precaria yvivida en condiciones de incertidum-bre constantes. Es una versión siniestra

del juego de las sillas que se juega en serio. Yel premio real que hay en juego es el ser res-catados (temporalmente) de la exclusión. Co-mo la competición es global, esta carrera tieneque –además– celebrarse en una pista de di-mensiones planetarias. La vida líquida es unavida devoradora. Asigna al mundo y a todossus fragmentos animados e inanimados el pa-pel de objetos de consumo. Los objetos deconsumo tienen una limitada esperanza de vi-da útil y cuando sobrepasan ese límite, dejande ser aptos para el consumo: son inútiles. Elmercado no sobreviviría si los consumidoresse aferraran a las cosas y recibiría un golpemortal si los individuos encontraran valoresque les aportaran seguridad. El arte del marke-ting está dedicado a impedirlo. El poder delmercado radica en la inseguridad. El consu-mismo es, por ese motivo, una economía deengaño, exceso y desperdicio. Para mantenervivas las expectativas y para que las nuevasesperanzas ocupen enseguida el vacío dejadopor las ya desacreditadas y descartadas, el tre-cho desde el comercio hasta el tacho de basu-ra debe ser corto.

Mercadoa sociedad de consumo es una sociedadde mercado; todos hacemos compras ytodos estamos en venta; todos somos de

manera alternativa o simultánea, clientes y mer-cancías. Una sociedad de consumidores no essólo la suma total de dichos consumidores. Setrata de una sociedad que interpela a sus miem-bros fundamentalmente (o quizás, incluso, exclu-sivamente) en cuanto consumidores y que losjuzga y evalúa por sus capacidades y conductascon relación al consumo.

Desempleoesempleo es un nombre para una con-dición manifiestamente temporal yanormal; como una enfermedad pasa-

jera y curable. La noción de desempleo heredasu carga semántica de la autoconciencia deuna sociedad que acostumbraba otorgar a susmiembros el papel de productores y que creíaasimismo en el pleno empleo, no sólo comouna condición social deseable y alcanzable, si-no también como un destino. Una sociedad

que ve en el empleo una clave –la clave– parala resolución simultánea de una identidad per-sonal socialmente aceptable, una posición so-cial segura, la supervivencia individual y co-lectiva, el orden social y la reproducciónsistémica. En la sociedad de consumo no haydesempleados sino personas superfluas. Losconsumidores fallidos, incompletos o frustra-dos son superfluos. Que te declaren superfluosignifica haber sido desechado, cual botella deplástico vacía y no retornable. La produciónde cuerpos superfluos, ya no requeridos parael trabajo, es una consecuencia directa de laglobalización. Son las víctimas humanas de lavictoria del diseño del progreso económico aescala planetaria. La respuesta a la superflui-dad es tan financiera como la definición delproblema: limosnas provistas, legisladas, pro-movidas por el Estado, designadas con un aba-nico de eufemismos: subsidios de asistenciasocial, subvenciones.

Lo invisiblel residuo es el secreto oscuro y bochor-noso de toda producción. Por ende, lageneración de residuos hace del encu-

brimiento una ardua tarea. La supervivenciade la Modernidad Líquida depende de la dili-gencia y competencia en la eliminación y ocul-tación de la basura.

Los límitesos basureros marcan la frontera entrelo aceptado y lo rechazado, lo incluidoy lo excluido. Esa frontera se traza coti-

dianamente, con cada ronda de recogida y eli-minación de basura. Su único modo de exis-tencia es la incesante actividad de separación.Es demasiado lo que depende de esta tarea co-mo para dejarla en manos de los basureros. Seprecisan funcionarios de inmigración y contro-ladores de calidad, un ejército de elite que es-tablece los límites entre inclusión y exclusión.

Todos los residuos, incluidos los humanos,tienden a amontonarse en forma indiscrimina-da en el mismo basurero. Los residuos no pre-cisan de finas distinciones ni sutiles matices, amenos que puedan reciclarse. Pero las posibili-dades de reciclarse como miembros legítimosy reconocidos de una sociedad así diseñadason, por no decir otra cosa peor, vagas e infini-tamente remotas.

Mientras el gueto en su forma clásica actua-ba en parte como escudo protector contra labrutal exclusión racial, el actual diseño disponeque el basurero pierda su papel positivo de pa-

Modernidad Líquidaa pirámide de poder actual está cons-truida sobre la base de la velocidad ysu principal técnica es el escurrimiento,

el rechazo a cualquier confinamiento territorialy de sus engorrosos corolarios de construccióny mantenimiento de un orden, de la responsa-bilidad por sus consecuencias y de la necesidadde afrontar sus costos. Para que este poder flu-ya, el mundo debe estar libre de trabas, barre-ras y controles. Los poderes globales se encar-gan del desmantelamiento de esas fronteras, ycon sus escombros inmovilizan a quienes inten-tan detenerlos. La Modernidad Líquida corres-ponde al pasaje del capitalismo global de su fa-se de explotación a su fase de exclusión.

Globalizaciónl capital se ha vuelto extraterritorial, li-viano, desahogado y desarraigado a ni-veles inauditos, y su capacidad de mo-

vilidad espacial alcanza, en la mayoria de loscasos, para extorsionar a los agentes locales dela política y obligarlos a acceder a sus deman-das. Como nunca antes, la política es un tira yafloje entre la velocidad con la que el capitalse mueve y la cada vez más disminuida capa-cidad de acción de los poderes locales. Se tratade una batalla perdida, que significa acomodarlas reglas del juego al servicio del desmantela-miento y el menoscabo de todas las leyes y re-gulaciones que puedan poner restricciones alcapital. En la práctica, esto significa bajos im-puestos, escasas o nulas regulaciones y, sobretodo, flexibilidad laboral. De manera más ge-neral, implica garantizar una población dócil eincapaz de oponer resistencia organizada a lasdecisiones que el capital pueda tomar. Para lasmultinacionales –es decir, las empresas globa-les con intereses y lealtades dispersos y cam-biantes– el mundo ideal es uno sin Estados o,al menos, con Estados pequeños. Hay pocoque los Estados soberanos de hoy puedan ha-cer, y menos aun que sus gobiernos se atrevana llevar a cabo, para contener las presiones delcapital. Dirían que las reglas del juego que es-tán obligados a jugar han sido dipuestas porfuerzas sobre las que no tienen una influenciamínima, si es que tienen alguna. ¿Cuáles fuer-zas? Unas tan anónimas como los nombrestras los cuales se esconden: mercados mundia-les, inversiones extranjeras. Hoy día el capitalha logrado escapar del marco ético-legal que elEstado-nación le imponía para refugiarse enuna tierra de nadie. Ese nuevo espacio extrate-rritorial es el que llamaron “globalización”.

L

E

L

L L

E

D

Page 17: Lo esencial es invisible - lavaca.org

17MARZO 2007 MU

rachoques colectivo, convirtiéndose en unmortal mecanismo de pura relegación social.

Tolerancia ceroa inmediata proximidad de grandes ycrecientes aglomeraciones de seres hu-manos residuales, que probablemente

lleguen a ser duraderas y permanentes, exigepolíticas segregacionistas más estrictas y medi-das de seguridad extraordinarias. El sistemapenal provee tales contenedores. Para el ex pre-sidiario que goza de libertad condicional, el re-torno a la sociedad es casi imposible y el regre-so a la cárcel, seguro. En resumidas cuentas, lascárceles, al igual que otras tantas institucionessociales, han pasado de la tarea de reciclaje ala destrucción de residuos. El modo de ocupar-se de los residuos pasa por acelerar su biode-gradación y su descomposición, al tiempo quese los aísla. La construcción de más prisiones,la pena de cárcel para un mayor número dedelitos, la política de tolerancia cero y las con-denas más duras y más largas se comprendenmejor como otros de los tantos esfuerzos porreconstruir la débil y titubeante industria dedestrucción de residuos, sobre una nueva base,más acorde con las nuevas condiciones delmundo globalizado.

Nuestra épocaa nuestra es una época proclive a loschivos expiatorios, de cerraduras paten-tadas, alarmas antirrobo, cercas, grupos

vecinales de vigilancia y personal de seguri-dad; asismismo, de prensa amarilla “de investi-gación”, a la pesca tanto de conspiraciones conlas que poblar de fantasmas un espacio públi-co ominosamente vacío como de nuevas cau-sas capaces de generar un pánico moral lo sufi-cientemente feroz como para dejar escapar unbuen chorro de miedo y odio.

Confianzastos nuevos géneros de temor disuelvenasimismo la confianza, el agente vincu-lante de toda convivencia humana. Sin

confianza se desintegra el entramado de com-promisos humanos, haciendo del mundo un lu-gar todavía más peligroso y temible. Despojadade confianza, saturada del recelo, el diseño deesta vida está plagado de antinomias y ambi-güedades que no es capaz de resolver.

Nosotrosos mercados de consumo están dema-siado ansiosos para ayudarnos a salirdel apuro. La publicidad asocia los au-

tomóviles con la pasión y el deseo y los teléfo-nos móviles con la inspiración y el apetito se-xual. Pero por mucho que lo intenten, el ansiaque prometen saciar no desaparecerá. Puedeque los seres humanos se hayan reciclado enartículos de consumo, pero los bienes de con-sumo no pueden ser humanos. Hemos de ad-mitir que los sustitutos consumibles tienen unaventaja. Prometen liberarnos de las tediosas ta-reas de negociación y compromiso; sus vende-dores garantizan sustitución fácil y frecuente enel momento en que ya no sirvan, o que aparez-can ante nuestros ojos artículos nuevos, mejo-rados y más seductores. Y, lo que es más im-portante todavía, parecen otorgarnos el mando.Somos nosotros, los consumidores, quienes tra-zamos la línea entre lo útil y lo residual.

El juegoonsolados así, nos sentamos a ver –ab-sortos, encantados, hechizados– la pró-xima entrega de Gran Hermano, que

nos cuenta la misma historia: supervivencia es

tera entre el dentro y el fuera. Juntos, abarcanla totalidad del universo social. La crueldad in-humana del primero sostiene lo diabólico delsegundo. La elección ofrecida por este diseño anuestras vidas es entre no salirse de la fila o elrechazo; entre la custodia del primero o del se-gundo de los Grandes Hermanos, que presidenconjuntamente el juego de la inclusión obliga-toria y la exclusión forzosa.

La preguntaa pregunta, a la que a nosotros nos to-ca encontrar respuesta, es si el juego deinclusión/exclusión es la única manera

posible de concebir nuestro mundo comparti-do. El proyecto social a gran escala se ha dividi-do en una multitud de baúles de viaje priva-dos, hechos a la medida del consumidor,sorprendentemente similares unos a otros, peroen modo alguno complementarios. Pero, másallá de nuestras diversas creencias religiosas opolíticas, a menudo tan distintas y a veces en-carnizadamente enfrentadas, todos deseamosvivir con dignidad y sin miedo, que no nos hu-millen, y que se nos permita buscar la felicidad.Esto constituye un terreno común lo suficiente-mente firme y amplio sobre el cual comenzar aconstruir la solidaridad de acción y concepción.

La respuestaPuede volver a construirse un espaciopúblico para el diálogo, el debate, laconfrontación y el acuerdo? Sí y no. Si

lo que se entiende por espacio público es laesfera que rodea a las instituciones representa-tivas del Estado-nación y a las que ésta prestaservicio, habrá que responder que probable-mente no. Esa escena pública ha sido ya des-pojada de la mayoría de los utensilios y ele-mentos que le permitieron sostener losdramas representados en ella en el pasado. Pe-ro incluso si la vieja parafernalia se hubiesemantenido intacta, difícilmente habría podidoservir a las nuevas producciones, cada vezmás grandiosas y complejas. Para ser creíble,la respuesta del “sí” precisa de un espacio pú-blico nuevo y global. Y además necesita deuna responsabilidad verdaderamente planeta-ria: un reconocimiento del hecho de que to-dos los que compartimos el planeta depende-mos mutuamente los unos de los otros paranuestro presente y nuestro futuro, de que na-da de lo que hagamos o no hagamos puederesultar indiferente para la suerte de otras per-sonas y que ninguno de nosotros puede yabuscar y encontrar un refugio privado en elque cobijarse de las tormentas que puedenoriginarse en cualquier lugar del globo. Senti-mos, suponemos y sospechamos qué es loque hay que hacer. Pero no podemos conocerla forma ni la configuración que finalmenteadoptará. De lo que sí podemos estar bastanteseguros es de que esa forma no nos resultaráfamiliar. Será diferente a todo aquello a lo quenos hemos acostumbrado.

el nombre del juego de la convivencia huma-na y la apuesta máxima de la supervivenciaconsiste en sobrevivir a los demás.

Gran Hermano Il primitivo Gran Hermano, aquél sobreel cual escribió George Orwell, presidíafábricas fordistas, cuarteles militares y

una infinidad de panópticos grandes o peque-ños. Su único deseo estribaba en no dejar saliry en devolver al rebaño a la oveja descarriada.El Gran Hermano de los reality shows televisi-vos se preocupa exclusivamente de dejar afue-ra –y una vez fuera, fuera para siempre– a loshombres y mujeres sobrantes. Al viejo GranHermano le preocupaba la inclusión, la integra-ción, disciplinar a las personas y mantenerlasahí. La preocupación del nuevo Gran Hermanoes la exclusión: detectar a las personas que noencajan en el lugar en el que están, desterrarlasde ese lugar. Es el santo patrono de los gorilas,tanto al servicio de un club nocturno como deun Ministerio del Interior.

Casinouerpos delgados y con capacidad demovimiento, ropas livianas y zapatillas,teléfonos celulares, pertenencias portáti-

les y desechables, son los símbolos principalesde la Modernidad Líquida. Lo pesado y lo gor-do (literal y metafóricamente) son los peligrosque hay que combatir y, mejor aun, evitar. Esdifícil concebir una cultura indiferente a la eter-nidad, que rechaza lo durable. Es igualmentedifícil concebir una moralidad que rechaza res-ponsabilidad por las consecuencias que sus ac-ciones pueden ejercer sobre otros. El adveni-miento de la Modernidad Líquida lleva a lacultura y a la ética a un territorio inexplotado,donde la mayoria de los hábitos aprendidos pa-ra enfrentar la vida han perdido toda utilidad ysentido. Como afirmó George Steiner, vivimosen una cultura de casino, y en un casino elsiempre inminente grito de “no va más” esta-blece el límite. En la cultura de casino la esperava en desmedro del deseo, pero la satisfaccióndel deseo también debe ser breve, debe durarsólo hasta que sea arrojada la próxima bola.

Gran Hermano IIl capitalismo pesado, el del viejo GranHermano, era el mundo de los legislado-res, los creadores de rutinas y los super-

visores, el mundo de los hombres y las mujeresdirigidos por otros, que perseguían fines estable-cidos por otros, de una manera establecida porotros. Por esa razón eran también un mundo deautoridades: líderes que sabían qué era mejor ymaestros que enseñaban cómo. En el capitalis-mo liviano, de la Modernidad Líquida y delNuevo Gran Hermano, no existe nada de eso. Elliderazgo ha sido reemplazado por el espectácu-lo y la vigilancia, por la seducción. La infamefrase de Margaret Thatcher “la sociedad no exis-te” fue simultáneamente una aguda reflexión so-bre la cambiante naturaleza del capitalismo, unadeclaración de intenciones y una profecía cum-plida. “No hay sociedad” significa proclamar quelos males son individuales y también lo son lasterapias; las preocupaciones son privadas y tam-bién lo son los medios para combatirlas.

Gran Hermano IIIl viejo Gran Hermano sigue vivo y me-jor equipado que nunca, si bien hoy seencuentra preferentemente en las regio-

nes marginadas del espacio social. Allí perdurala vieja tarea de no dejar salir a la gente y devolver a hacerles formar cada vez que rompenfilas. Sin embargo, su auténtica misión consisteen facilitar un poco la tarea del nuevo GranHermano. Los dos hermanos controlan la fron-

L

L

L

E

C

E

E

L

¿

E

La globalización, conse-cuencias humanas fueeditado en español en1999 y es quizás el primertítulo clave de esta serie.El planteo central de suteoría está esbozado enModernidad Líquida, quese tradujo en 2002. Comosi fueran capítulos másextensos de esta mismatrama, presentó en 2005Amor Líquido –donde habla de las relacioneshumanas, desde las eco-nómicas hastas las amo-rosas– y el más reciente y

promocionado Vida Líqui-da, paradojalmente –ono– el menos sorpren-dente. En el medio, escri-bió Vidas Desperdiciadas,donde desarrolla con sucaracterística prosa poéti-ca y cálida, el tema delos residuos humanos. Al margen, pero siemprerelacionado, está Identi-dad, un título que nacióde las preguntas que leformuló Benedetto Vec-chi, director de Il Mani-fiesto y que Bauman res-pondió en extenso.

Guía de lectura

C

Page 18: Lo esencial es invisible - lavaca.org

18 MARZO 07MU

cada uno tomar o no las sugerencias. Engeneral, se toman”, explica Aon.

El mayor éxito de la cooperativa fue,hasta ahora, Carne Argentina, una serie dehistorietas de ficción realizadas por distin-tos autores que transcurre en medio de laagitación y los cacerolazos de diciembrede 2001. “Fue algo visceral, sin pensarlodemasiado. En pleno estallido se nos cortóla luz, salimos a la calle a charlar y diji-mos: tenemos que hacer algo.” La saga uti-lizó –una vez más– el cómic como armacontestataria para desnudar conflictos so-ciales. Pero también muestra la necesidadde aferrarse a las pasiones –el fútbol, elamor– para mantener viva la esperanza enmedio de la desolación. Carne Argentinaagotó dos ediciones de mil ejemplares ca-da una y además se publicó en Madrid yen París, traducida al francés.

Otra historieta que logró crear su pro-pio séquito de lectores es Morón Subur-bio, de Ángel Mosquito, un relato quetranscurre en un desierto, con cowboys,policías corruptos, traficantes de vodka ydemás mafiosos. Si bien la escenografíanada tiene que ver con el municipio deloeste, los personajes muestran caracterís-ticas propias de ese otro lejano oeste ylas anécdotas están teñidas por una idio-sincrasia perfectamente reconocible en el

conurbano bonaerense.Hasta el momento, todo el

dinero recaudado por La Pro-ductora a través de la venta delibros y revistas es reinvertidoen nuevas publicaciones. “To-davía no logramos el objetivoinicial de vivir de la historieta.Hasta ahora obtuvimos más re-conocimientos de pares y ma-estros que retribuciones econó-micas”, admite Aon. Aunqueen realidad se trata de una ver-dad a medias: los historietistasde la cooperativa sostienen suseconomías vendiendo sus tra-

bajos personales al exterior, en general Esta-dos Unidos, Francia y España.

Ayer y mañana

n noviembre de 2005, La Producto-ra organizó Frontera, el Festival In-ternacional de la Historieta de Mo-

rón. Ante la sorpresa de propios y extraños,diez mil personas circularon por la carpaque instaló frente a la intendencia. Hubomás de cien stands, invitaron a autores con-sagrados y a historietistas de Brasil, Francia,Paraguay, Chile y Perú. “Decidimos hacerlopara darle pelea a un modelo que había lle-gado al país con la cultura de los 90, quemezclaba la historieta con el juego de rol,con los clubes de fans. Creíamos que habíaque reivindicar la historieta y lo más impor-tante es que logramos reunir a viejos maes-tros con gente que no era del gueto.”

La Productora apuesta a recuperar los re-latos potentes que distinguieron a la histo-rieta argentina en el mundo, a la vez que sustrabajos rompen con el regodeo esteticista yexperimental que caracterizó a las tiras na-cionales en los 80 y 90. Con esa premisa, lacooperativa abrió también sus propia escue-la de cómics, donde hoy se forman cincuen-ta personas. Bautizaron el emprendimientocon el nombre de Eugenio Zoppi, el dibujan-te fallecido en 2004 que había creado Miste-rix, uno de los clásicos que inauguraron laedad de oro de la historieta argentina. “Lahistorieta –sentencia Aon– debe volver a suesencia narrativa y popular, si no se cerrarácada vez más.”

n una casita de Morón norte,media docena de tableros dedibujo forman un semicírculoimperfecto. Un par de tinteroshacen equilibrio en esos pati-

nosos planos inclinados, mientras algunosclásicos del comic argentino –Sherlock Ti-me, El Cabo Savino, Don Fulgencio, Bárba-ra, y, por supuesto, El Eternauta– miran laescena atentamente desde las paredesdonde penden enmarcados. La escena pa-rece estar iluminada por otrodibujo, una lámpara amarillaque destella casi como si latie-ra: es el logo de La Productora,la cooperativa de historietistasque ya cumplió ocho añoseditando literatura en cuadri-tos, con el objetivo de mante-ner viva una pasión que ame-nazaba extinguirse.

Los seis integrantes de laeditorial, que ahora tienen en-tre 28 y 38 años, se conocieronen 1997, cuando nació la Aso-ciación de Historietistas Inde-pendientes, una organizaciónque reunió a dos centenas de publicacionesde todo el país. Eran tiempos donde los fan-zines se habían convertido en un refugiosubterráneo para jóvenes dibujantes, des-pués de que la prolífica historieta argentinahabía quedado reducida a mera nostalgia.La gran heterogeneidad y la diversidad deobjetivos de sus integrantes sólo permitie-ron que aquella organización perdurara ape-nas tres años.

“Nosotros queríamos hacer algo profe-sional, teníamos en mente el concepto deeditorial. Para otros, en cambio, era un sim-ple hobby o casi una militancia. Nosotrosqueríamos vivir de lo que nos gusta”, re-cuerda Carlos Aon, uno de los historietis-tas que rompió con aquella Asociación en1999 para fundar La Productora. Desde en-tonces, la cooperativa lleva publicadosquince títulos, una cifra nada desdeñableteniendo en cuenta la actualidad del mer-cado de los cómics. “La necesidad de la au-toedición surgió también ante la ausenciade editoriales y de un mercado fuerte parala historieta. Nuestra apuesta fue: para tra-bajar para otro y que no nos pague, prefe-rimos autoeditarnos y apostar a nuestropropio emprendimiento”, señala Aon.

Lejano oeste

n el medio de este camino, los in-tegrantes de La Productora debie-ron desarrollar un método de tra-

bajo con estrategias propias. Así nació loque ellos llaman “el taller”, una instanciaque funciona como espacio de media-ción entre el autor y el lector. “En Argen-tina, además del mercado, desapareció lafigura del editor, el tipo que está muy for-mado, con mucha experiencia, que temarca qué hay que corregir, dónde hayun problema. Era una persona que cono-cía mucho lo artístico y también sabía delo comercial. Nosotros, para suplir eso,trabajamos en taller: uno lleva el guión,el boceto de los dibujos y lo comentamosentre todos. Como de todas formas se tra-ta de una producción autoral, queda en

Carne argentinaLA PRODUCTORA, COOPERATIVA DE HISTORIETISTAS

Con epicentro en Morón y la intención de mantener la tradición, seis creadoresde historietas se unieron para autoeditar sus producciones. Tienen, además, unaescuela, ya organizaron un festival y metieron un par de goles editoriales.

Uno de los integrantes deLa Productora participódel mayor encuentro dehistorietistas del mundo,el Festival de Angoule-me, realizado del 24 al28 de febrero en Francia.Fue invitado por La Toile,“un combinado de auto-editores creado en 2000,muy parecido a nosotros”,explicó.

E

E

E

Las novedades de La Productora puedenseguirse en:www.nestordigest.blogspot.com. Las historias están disponibles en:www.laproductora.com.ar

Page 19: Lo esencial es invisible - lavaca.org

19MARZO 07 MU

sor. Esta mezcla de disciplinas es, sin du-da, una combinación impensada. Es quelos ingenieros electrónicos ya no quierenseguir trabajando para el complejo milita-rista estadounidense que, según Wagmis-ter, financia las carreras de ingeniería conel único interés de que se desarrollenbombas electrónicas.

Así, los futuros ingenieros tienen lachance de acercarse a conceptos que a nin-gún militar se le ocurriría proponer: “Esta-mos trabajando con el espacio público. Lacomputadora se está saliendo del escrito-rio, del negocio, de los espacios privados, yse está metiendo en el barrio”.

Fabián aclara: “Hay una serie de tópi-cos sociales, culturales y cívicas constitu-cionales que deben ser consideradas. Todaesta cuestión del conocimiento, la tecnolo-gía y la comunicación no puede quedar enmanos de Microsoft o ibm. Tiene que serparte de un proceso cívico más complejo.Que las nuevas tecnologías acompañenlos cambios de la sociedad y las necesida-des de la gente”.

Gutenberg, Blog y después

omo experto en nuevos mediosFabián razona: “En los últimosaños pareció que estábamos ante

el nacimiento de un nuevo periodismo.Pero no fue así. En los blogs puede haberun pibe que escribe y me gusta, pero ma-ñana el pibe se cansa y yo ¿qué hago?”,se pregunta. Reivindica en cambio a lospequeños círculos de comunicación: “Elpotencial más claro está en un grupo degente que tiene un interés común y queencuentra un mecanismo de trabajo y co-municación conjuntos. “Estamos vivien-do un momento muy nuevo. Si bien laimprenta de Gutenberg liberó al libro delos conventos y los monasterios y los con-virtió en algo más popular, no dejó detransformar el lenguaje en un productovendible y empaquetable. Lo que pasahoy disuelve a Gutenberg. Pero la pregun-ta es ¿qué va a salir ahora? Y la respuestaes: no lo sé.”

mentos, un auditorio, aulas y oficinas, y to-do lo que está en proceso de construccióntiene el apoyo del Program on Digital Cul-tures de la universidad californiana.

Cualquiera puede montar un taller, unainvestigación o un laboratorio, siempre ycuando se comprometa a compartir suproducción. “El que venga tiene que saberque trabajamos para el barrio”, señalaWagmister, tras su viaje tecnológico y afec-tivo que lo llevó, sin escalas, de Los Ánge-les a Parque Patricios.

Wagmister empezó a estudiar las posibi-lidades de la interactividad cibernética a fi-nes de los 80. En 1997 ya se empezó a ale-jar de la pantalla, el teclado y el mousepara estudiar lo que llama los “entornoscomunicativos”. Esto tiene que ver conpensar en el cuerpo y en el espacio comolas formas fundamentales de comunica-ción. “También por el interés en que laspersonas se acerquen para hacer cosas jun-tas. Cuando los medios se salen de la pan-talla y se insertan en el espacio tridimen-sional, eso es lo hipermediático. Rompercon la pantalla”, completa Wagmister.

Las manos de IBM

n ese trabajo fueron desarrollandosensores que detectan el movi-miento del cuerpo, el tacto, el co-

lor, el movimiento. Toda la investigacióndesembocó en un nuevo laboratorio quehoy se llama Remup. “Es un centro en elcual estudiantes de ingeniería electrónica,de cine, teatro y televisión trabajan juntospensando las nuevas maneras en que unose puede comunicar a partir de las tecno-logías que van surgiendo”, cuenta el profe-

l Centro Hipermediático deExperimentación Latinoame-ricano (cheLA) se propone co-mo un ámbito de creación enel que la computadora sea so-

lo una herramienta. Fabián Wagmister,argentino residente en Estados Unidos,profesor vitalicio de la Universidad de Ca-lifornia (ucla), volvió al país a fines de2001, seguro de que Buenos Aires estaballeno de espacios de exhibición artística,pero carecía de lugares para la creación yexperimentación. Gracias a la devaluación,pudo comprar una vieja fábrica de 5.000metros cuadrados en Parque Patricios, Bue-nos Aires y reciclarla. “Inicialmente, nosveíamos más insertados en el mundo delarte, pero el barrio nos empujó a reconsi-derar que somos donde estamos en elmundo”, reconoce.

CheLA es un centro de cultura libre, quegenera herramientas informáticas para lasorganizaciones sociales del barrio, y permi-te investigar cómo se dan los procesos deincorporación de tecnología en la sociedad.Y a partir de todo ello elegir por ejemplo, siquieren usar software libre o no. Así, se co-laboró en el armado de las páginas web deEl Ateneo de Estudios Históricos y el Forode la Memoria. “Se construyó un gran ar-chivo de lo que han hecho, y eso les diouna nueva energía que además sirve paraque los más jóvenes se acerquen”.

Más iniciativas. Educación con Sol, ta-lleres informáticos para chicos con hiv,realizado por Casa Vela y Solar (Asocia-ción Civil Software Libre en Argentina).Con Hipatia (comunidad de cibernautasque promueve el acceso libre al conoci-miento) organizan charlas abiertas parapromover el uso del software libre. Ade-más, el lugar se convirtió en sala de ensa-yo de murgas y grupos de teatro comuni-tario, y tienen en marcha el TallerPerformático Tecnológico (tapete), paraexplorar las relaciones entre lo que se ha-ce con el cuerpo –como la danza y el tea-tro– y las nuevas tecnologías.

El Centro otorga becas de residencia pa-ra artistas, y estudiantes de todo el mundo.En la fábrica reciclada hay tres departa-

COMUNIDAD & TECNOLOGÍA EN PARQUE PATRICIOS

La apuesta al ciberbarrio

¿La computadora puede abandonar el escritorio e insertarse en el espacio público? Trasesa búsqueda trabaja cheLA, un Centro Hipermediático impulsado por un argentino dela Universidad de California. El arte de romper la pantalla.

E

cheLAIguazú 451 - teléfono (011) 4912 3581http://chela.digitalcultures.ucla.edu

E C

www.tintalimonediciones.org

Mirta Isabel Fabre Licenciada en psicologíaTécnicas psicodramáticas15 5383 [email protected]

Julián MassaldiTraducciones Interpretación simultánea inglés-español / español-inglés (Naomi Klein / Noam Chomsky / David Harvey / Michael Albert)[email protected]

Virginia Ramírez Psicología ClínicaPsicooncología 15 6104 9821

Pensar lo socialUn foro para interrogarse sobre lasraíces de lo que nos pasa.Un intento de visibilizar lo que haydetrás de la coyuntura.Suscribite mandando un mail a [email protected] o [email protected]

Prensa y comunicaciónValeria GatmanComunicar es pensar tácticas yestrategias. Es decir con las mejo-res palabras, las que sirven.Es hacer todo lo posible y más. Un trabajo que, como todos, hay que saber hacerlo bien.con (tacto): [email protected]

Para anunciar en nuestros clasificados escríbanos [email protected] o llamenos al 15 4174 5346

CLASIFICADOS

Y

Y

Y

Y

Y

Page 20: Lo esencial es invisible - lavaca.org

20 MARZO 07MU

eran muy lejanos, porque no había pá-gina de Internet. Tampoco te podías co-municar con una gran masa de gente ala que le gustaba el mismo grupo que avos. Ahora estamos en la cultura delmessenger, del mensaje por teléfono,todo eso hace que la gente se acerque anosotros, pero también entre ello.

Pablo considera que el rock brinda una es-pecie de territorio a los jóvenes: “Les pro-porciona un espacio. Por ejemplo, hace quevean a Cielo Razzo como un club donde sejuntan, hablan, charlan, se comunican…”.

La gula del diablo

a banda comenzó a tocar en 1993.Como suele ocurrir, hubo momen-tos de unión, de dispersión, de

eclosión y depresión. En 2003 los aplastóla desgracia. Pablo: “Claudio era un amigoque nos hacía la escenografía. Largo era elbaterista del grupo. Tocamos cerca de Ro-sario, veníamos en una trafic, pero ellosdos se quedaron a desarmar un par de co-sas, y salieron 20 minutos después que no-sotros. Al día siguiente nos enteramos deque había habido un accidente. Y que loschicos estaban muertos”.

El dolor absoluto, la situación límite,los unió más. Los integrantes de CieloRazzo comprendieron algo de una com-plejísima sencillez: “Nos dimos cuenta deque esto es algo muy simple: ahora esta-mos, y mañana no. Empezamos a disfru-tar más los momentos, a tener en cuentalas relaciones personales con la gente queuno quiere, nuestras familias, entre noso-tros mismos. Empezás a ver que la vida esun regalo que hay que disfrutar mientraslo tengas”.

Fue ése el momento de la entrada algrupo de un sub-20, Javi (19 años) que lepuso a la banda una energía, golpe a gol-pe, que todos reconocen que les estabafaltando después del mazazo de muerteque se llevó a Largo y a Claudio.

Pájaro vienen de la época del “grunge”.(Aclaración para no iniciados: el “grunge” esuna encrucijada de rock y punk que eclosio-nó en los 90 en Seattle, sede posterior de losprimeros alzamientos antiglobalización, yha tenido a Kurt Cobaine, inspirador de Nir-vana, como su exponente más idolatrado,luego incluso de su suicidio de un escopeta-zo en 1994, a los 27 años).

A este mix se suma Chelo, el tecladista,con una formación con bastante de clási-co. “De toda esa mezcla nace nuestra mú-sica” explica Javi. Generalmente, Pablo yPájaro son los que aparecen con la ideaprincipal de letras y de armonías. Nanotambién compone. Así cada uno aporta losuyo, y de lo colectivo toma forma un arteque no es milagro del cielo, sino todo untrabajo de composición.

¿De dónde surgen las letras? Una teoríade Pablo: “La banda es un espejo de unmontón de situaciones que pasan. Hay detodo. Cosas pesadas, cuestiones sociales, ytambién somos de escribir cosas naturalesy simples que van por el lado existencial,las sensaciones”. La idea de que lo “pesa-do” es lo social y lo “simple” es lo existen-cial merece ser discutida, pero lo intere-sante es que Cielo Razzo no hace unadiferencia de intensidad entre una y otradimensión. “Cuando algo nos altera, o nosparece que da para escribir, lo hacemos”explica Pablo. “Hay un tema, Mama, quecontaba la historia de un tipo viviendo to-dos los males de nuestra época: la falta detrabajo, el fracaso ante la familia, el ham-bre y lo demás. O Muñequito, que hablasobre los chicos que piden en la calle. Pe-ro no nos encasillamos en una sola cosa.”

La cultura messenger

xiste una situación acaso mágica,cuando un conjunto logra conec-tar con el principal de sus amplifi-

cadores: el público. La música en puentehacia las orejas, el cerebro y el corazón.

¿Cómo ocurre? No hay magia, no hayimprovisación. Pablo: “Todo lo que escri-bimos está trabajado. Nunca hicimos unamelodía y dijimos: bueno, pongamos cua-quier letra. Ese trabajo es lo que permitela conexión”. ¿Cómo sienten que es la relación de los chi-cos con el rock, y a la inversa, qué sientenque el rock les proporciona a los chicos en es-tos tiempos?

Pablo: Está bueno que los chicos tomenprotagonismo en los recitales. Nosotrosvivimos otra época (la mayoría –excep-to Javi– tienen un promedio de 30años). Los grupos que nos gustaban

ntran los tres rosarinos y lacasa se desordena enseguida.Hay una mezcla de fuerza einocencia en lo que hacen¿Dónde ponemos las mochi-

las? ¿Tenés un cenicero? Y este reproduc-tor de dvd, ¿cuándo lo compraste?, pre-guntan al unísono a Mónica, la encargadade prensa y dueña de casa, que solucionauna a una todas las inquietudes. Vienende almorzar en la cantina de la esquina yanuncian que están cansados porque es-tuvieron haciendo notas desde temprano,esa responsabilidad que ahora que son fa-mosos no pueden eludir.

La primera impresión es que estos chi-cos están estrenando vida nueva.

“Siéntense acá”, ordena Mónica y seña-la unos cómodos sillones frente a un tele-visor. Ahí se ve el comienzo de un dvd–que acaba de salir a la venta– con imáge-nes del recital en Obras. Se ríen y se bur-lan entre ellos. En la pantalla se los ve,momentos antes de salir a tocar, con carade susto. Cuando parece que están quie-tos, sin miedos y dispuestos a comenzar laentrevista, Mónica se asoma para advertirque hay poco tiempo, que después vienela gente de Much Music a hacer una nota,y después tienen otra. Y otra. Pablo Pino–voz y armónica– , Nano Aimes –guitarra–y Javi Robledo –batería y coros– no se in-quietan por la jornada que les espera. Di-cen que la asumen como parte del trabajo.Javi agrega: “Además, a veces nos invitan acomer”. El resto de la banda se completacon Diego Almirón (guitarra y los coros),Cristian Narváez (bajo) y Juan Pablo Bru-no (percusión).

Cielo Razzo es una banda de rock rosari-na que viene tocando desde hace 13 años.Pasó por pequeños escenarios de bares yhoy, en pleno ascenso, ya pasaron por Bue-nos Aires, donde además grabaron su últi-mo disco en vivo, Audiografía. En este caso,la conversación es con Pablo, Javi y Nano,como para entender cómo estrena vidanueva un conjunto que intenta mezclarinocencia, fuerza, y una cosa que se havuelto rara, como sólo pueden serlo algu-nas armonías: conciencia.

Alma en tregua

o se considera una banda con unestilo excesivamente marcado.“Hacemos lo que nos sale, como

nace. Si nace reggae, lo encaramos así. Sinació power, lo encaramos power” diceJavi. Cada integrante del grupo tiene suspropias predilecciones y manías. Juan Pa-blo el reggae o la música latina. Pablo y

E

N

E

L

Crear el propio cieloCIELO RAZZO

La banda rosarina escapa a las jaulas rockeras. Hace años que intenta su propio camino. Logró sobreponerse a lamuerte, simplificando las opciones: hoy se está, mañana no. En esta charla compartieron todo lo que aprendie-ron sobre el público, el trabajo, la creación, la explotación y una extraña palabra: conciencia.

Qué sé yo, mujer qué sé yo si a este juego ya entramos perdiendo se juega la vida se vive a la sombra de los gigantescos devoradoresEl hueco que en mi pecho se abrió será el cesto para su basura

Mírame, te ordeno mirar, podría ser mi suerte tu destino Ando por la vida, cosecho castigosme pasan al lado y me dan el olvido Mis hijos esperan para comery yo les traigo migaja y derrotas

Calma, calma, esa bronca y ese dolor cálmalo Calma, calma, esa bronca y ese dolor cálmalo

No lloré y nunca lo haré aunque golpeen profundo en mi orgullo pero el agua falta y el árbol se seca el sol no lo besa tan solo lo quema Voy escalando el cerro mayory la llanura se expande a mi lado, nena

qué sé yo. qué sé yo qué sé yo

Qué sé yodel álbum Buenas (2001)

www.cielorazzo.com

La página oficial cuenta la historia dela banda, su discografía, anuncia laspróximas fechas de recitales y tieneun foro. También, una tienda donde sevenden remeras, llaveros, gorras y CD.

Page 21: Lo esencial es invisible - lavaca.org

21MARZO 07 MU

letra, bienvenida sea, y si tiene ganasde hablar de tomarse una cerveza en laesquina está bien: se manifiestan, esoes lo que cuenta. Si alguien después loquiere escuchar es otra historia.Javi: Con la música, se disfruta lo que tetransmite un tema. Me encanta Spinet-ta, pero escucho un tema de Illya Kuria-ki que dice “a mover el culo” y tambiénme gusta. Y no tiene poesía. Está buenoque haya temas que te hagan pensarporque tienen una letra copada y otrosque no. No sé si el rock está perdido:van surgiendo cosas nuevas.Nano: No sé si la poesía tiene que serun atributo insoslayable del rock. No esun ingrediente excluyente. Si lo tiene, ami modo de ver, mejor; pero si no, no

pasa nada.Javi: ¿Y la gente que escucha yva a ver bandas en inglés y noentiende ni lo que dicen? Osea, mientras provoque algo,ya está, yo creo que eso es lomágico que tiene la música¿no? Te hace sentir cosas.Pablo: Pienso igual. Entiendoque los tipos que hablan des-pectivamente del rock actualestaban acostumbrados a otracosa. Pero la música va mu-tando y las realidades no sonlas mismas. Ahora en el me-dio se habla mucho de lo quellenás, de si vivís de la músicao no, etc. Y no se habla de lamúsica. Lo importante siem-

pre tiene que ser el arte. ¿Quiere decir que la industria se puso carní-vora? Porque eso sucedió siempre...

Pablo: No, me refiero a que en el mediosomos todos solidarios, está todo bien,pero de alguna manera terminamosapuntando a lo mismo, que es vivir dela música.

¿Por qué pasa eso?Pablo: Por la necesidad que hay en Ar-gentina. Sea como sea, todos sufrimosla escasez de laburo, de oportunidades.Entonces el pibe que está tocando ima-gina que a lo mejor por medio de lamúsica puede armar su vida, ¿enten-dés? En el rock encuentra la posibilidadde ser un músico, tener un oficio y apartir de eso tener una vida formada.

¿Y eso es malo?Pablo: Para mí no tiene nada de malo.Quizás en otros lados, a lo mejor, vospuedas decidir: vivo de la música o no.Y si no soy músico, tengo diez laburospara elegir y listo, ¿entendés? Acá la-mentablemente la música es una opor-tunidad, para algunos, laboral. Y no es-tá muy bueno ver la música en esesentido. A pesar de eso, nosotros la vi-vimos también como un oficio y ahoraestamos acá en Buenos Aires cuandopodríamos estar en nuestra casa connuestros hijos “papeando” como dice elIndio Solari (papear sería algo así comoestar en familia). Pero nosotros tambiénestamos acá por la música, por el arte yla gente, porque nos gusta generar esaconexión público-banda que es lo másfuerte que tiene la música.Nano: Todo pasa por la conciencia.Mientras nosotros hagamos lo que cre-emos que es correcto, la cosa va a an-dar bien. Siempre tratamos de laburarcon honestidad y de ser consecuentescon nuestro discurso arriba y abajodel escenario.

conviene porque así te promocionás.” Éx-tasis de los empresarios: presentan unshow, les cobran a los clientes y no les pa-gan a los músicos.

n Cielo Razzo hay tres leprosos ydos canallas (traducción: hinchasde Newell’s y de Rosario Central)

que conviven sin dramas, ya que no haynubarrones de pasión futbolera en estabanda. Otra rareza: jamás se dejaron sedu-cir por Buenos Aires, esa idea a veces con-vertida en ilusión óptica para los chicos delas provincias. Cielo Razzo rompió la nor-ma. Nano: “Hicimos al revés que la mayo-ría de las bandas que piensan llegar a Ca-pital, y de ahí al país. Nosotros fuimosdesde Rosario al país, y dentro de eso,Buenos Aires”. (Los porteñosque sientan mareos, cefaleas onáuseas por baja autoestimaante la ingesta de estas declara-ciones, deberán abandonar in-mediatamente la lectura de lasmismas.) Al no plantearse aBuenos Aires como objetivo aconquistar, funcionó una pa-radoja casi taoísta: la ciudadcomenzó a convertirse en unaplaza fuerte, capaz de abrirleespacio al cielo. ¿Qué idea tienen sobre lo queocurrió en Cromañón?

Pablo: Para nosotros ahí fa-lló la institución que estádedicada a cuidar los luga-res donde se hacen espec-táculos. Estábamos todos dentro delmismo maneje, o sea que para noso-tros la responsabilidad real es de lagente encargada. En Rosario cuandonosotros hacemos un show grande sehace una inspección minuciosa. EnCromañón no se hizo.

Rock & hipocresía & medios

ablo calla, piensa, y reconoce:“Nosotros éramos parte del ritode las bengalas, nos guste o no.

No podemos ser hipócritas y decir que nose prendían bengalas como salieron a de-cir millones de bandas. Ésa es la broncaque hay: ver cómo el rock se dio vueltacuando tendría que haber aceptado quefue una culpa general y no de una solabanda. Creo que hay que hacerse cargode todos los lugares en donde se apoyó elarengue y la bengala. Hemos visto diariosen los cuales se mostraban los mejoresshows del año y no había fotos de la ban-da sino de los chicos con bengalas. Enton-ces hay responsabilidad de parte del artis-ta, de parte del público y de parte de losmedios de comunicación. Creo que la res-ponsabilidad es colectiva. Nos es justoque caiga sólo Callejeros. Y la culpa ‘real’es de la gente que trabaja para prevenirestas cosas”.

¿Qué sienten cuando algunos próceres delmedio diferencian un rock supuestamente in-telectual de otro supuestamente “chabón”que no tiene poesía, un rock “perdido”?

Nano: Rock con poesía hubo siempre yrock sin poesía también. No cambió lacosa. No hay un rock “perdido”. Va a se-guir habiendo de las dos cosas. En nin-gún caso deja de ser música, una mani-festación artística. Si una banda tieneganas de meter mucha poesía en una

En Rosario comenzaba a irles bien, ycon un espíritu de ruta y apertura, recorrí-an pueblos y ciudades para enchufarlas alrocanrol. Decidieron entonces seguir ade-lante, no dejar por la mitad lo que habíanempezado. Pablo: “Muy poquito antes delaccidente le habían ofrecido un trabajo aLargo. Y él se negó, porque quería dedicar-se por completo a la banda. Entonces diji-mos: nosotros tenemos que seguir con es-ta locura, con este sueño”.

Largo, sin estar, definió entonces lacuestión, como haciendo latir otra vez aCielo Razzo con el pie en el pedal delbombo, que ahora ya es propiedad de lajuventud de Javi.

Las cosas que hay que hacer

a banda, según los indicios, estácompuesta por cinco personas. Fal-so. “Somos muchos, somos parte

de una familia. Todos tiramos para el mis-mo lado, no hay un solista al cual el restoacompañe.” Parece una constante de laépoca: la banda como familia ampliada, laacción colectiva para salir adelante, la faltade liderazgos personales, porque lo que li-dera es la red que forma el grupo. Hastapara que un buen solo tenga sentido, tie-nen que estar los otros acompañando, in-cluso con el silencio.

El primer gran empujón fue en 2003,cuando fueron invitados al San Pedro Rockpara compartir escenario con Bersuit, Ata-que 77, La Missisippi y León Gieco. Paraellos fue tocar el cielo con las manos. Has-ta que empezaron a entender que ellostambién podían crear su propio cielo.

¿Qué les cambió desde aquellos comienzoshasta hoy en la vida cotidiana?

Javi: Uno no ve los cambios. Te vas acos-tumbrando a cosas que se vuelven nor-males, como salir de gira. Lo disfruta-mos muchísimo y estamos agradecidosa la vida y a la gente que nos da la posi-bilidad de vivir todo eso. En cuanto anuestra personalidad... entre nosotrosno cambiamos en nada (apenas pronun-ciada la frase, Javi mismo se ríe). Bueno,yo siempre me dediqué a la música.Apenas terminé el secundario entré enla banda municipal de mi ciudad, ynunca hice otra cosa. Así que de trabajomucho no puedo hablar.

Nano relata que fue empleado hasta marzoen una biblioteca pública de Rosario a laque ha presentado formalmente su renun-cia, y explica por qué una persona puedesentir que vale la pena arriesgarse, inclusoal hambre: “Fue difícil renunciar al trabajo,porque es largarse a lo incierto. En lo artís-tico hoy tenés, y mañana no sabés. Si estássolo es más fácil el riesgo. El problema escuando ya tenés familia, la responsabilidades muy grande. Por eso me costó tanto to-mar la decisión. Ahora zafo, no me quejo,prefiero morirme de hambre con esto y notener lo que sea en otro lado porque esto eslo que hacemos. Empezamos casi pagandopara tocar y llegamos hasta acá, ahora me-dianamente podemos vivir de esto.

agar para tocar, o casi, es el modode explotación rockera con que losempresarios del negocio someten

a los artistas que empiezan. “Te dicen: ve-ní a tocar. Vos pagás el flete, el sonido y alfinal del día pagaste todo. Te dicen que te

L

P

E

P

El sitio no oficial de labanda abre con una ima-gen clara: la silueta deun joven con el puño enalto y la leyenda: “los pi-bes de Cromañón, pre-sentes”. Al ingresar, hayde todo: música para ba-jar, acordes, fotos, en-cuestas, chat y anuncios.También “informes” queson relatos o crónicas detodos los recitales. Laubicación: www.esclavos-indomables.com.ar

El fin del periodismo y otras buenas noticiasUna hipótesis y unaguía sobre los nuevosmedios sociales decomunicación

Compralo en www.lavaca.org

TEST DE LECTURA

Y yo no soy más queun negro que ama lacumbia y le gusta le-

vantarse minas en el baile. Yhasta ahí llega el horizonte demi vida.”

Así se define Eugenio, el na-rrador que inventa Cucurto enCosa de negros. Muy rápido, tedas cuenta cómo ése personajeque se enamora cada noche enla bailanta paraguaya Samber,que vive la vida relajado, “duer-me la mona” y toma cerveza,es también el infiel, el golpea-dor, el asesino. Eugenio es todasesas cosas porque así son lascosas en San Miguel, como loson en cualquier villa. Él es Eu-genio, el asesino, aunque tam-bién podría serlo cualquier otroque pase por allí, del brazo, conuna chica y rumbo al Samber.

La mirada del autor no esidiota porque no es parcial. Lacumbia lo enamora, lo hacefeliz pero también lo provoca,tanto como a su personaje.

Es cierto que hay muchossnobs que se volvieron fans dela villa. Pero eso no tiene nadaque ver con Cosa de negros.Nada que ver con Cucurto.

Cucurto cuenta lo que pasay lo que le pasa.

Su sensibilidad ve más alládel folclore y más allá de laviolencia. Porque su ojo escómplice: es parte de esa rea-lidad que lo delira.

os relatos cuentan có-mo se divierten y quédivierte a los pibes de

la villa: las mujeres, los tragos,la música. La trama es una ex-cusa para describir el ambientede la cumbia: la trampa, pasar-la bien hasta pelear y perderel eje. Todo en primera perso-na y con voz propia. Hay deli-rio, mucha jerga, vértigo. Perolo que parece nuevo se vuelvereiterativo con el correr de laspáginas. El autor tiene buenosrecursos, pero escasos. ¿Está demoda, no?

El autor Washington CucurtoLos lectoresElla, 21 y periodista; él 16 y adolescente profesional.La obraCosa de negrosLa condición Para ella: saber que WashingtonCucurto es el seudónimo deSantiago Vega, uno de los res-ponsables de la editorial EloísaCartonera. Para él: ninguna (¿ya dijimos que es adolescenteprofesional?)

Ella

L

Él

Page 22: Lo esencial es invisible - lavaca.org

22 MARZO 07MU

rando una concepción estrechamente eco-nomicista. El territorio es el espacio en elque se construye colectivamente una nuevaorganización social, donde los nuevos suje-tos se instituyen, instituyendo su espacio,apropiándoselo material y simbólicamente.

Nuevos desafíos

n paralelo, el movimiento actual es-tá sometido a debates profundos,que afectan a las formas de organi-

zación y la actitud hacia el Estado y hacia lospartidos y gobiernos de izquierda y progre-sistas. De la resolución de estos aspectos de-penderá el tipo de movimiento y la orienta-ción que predomine en los próximos años.

Aunque buena parte de los grupos debase se mantienen apegados al territorio yestablecen relaciones predominantementehorizontales, la articulación de los movi-mientos más allá de localidades y regionesplantea problemas aún no resueltos. Inclu-so organizaciones tan consolidadas como laConfederación de Nacionalidades Indíge-nas del Ecuador (Conaie), han tenido pro-blemas con dirigentes elegidos como dipu-tados, y durante la breve “toma del poder”de enero de 2000, se registró una fisura im-portante entre las bases y las direcciones,que parecieron abandonar el proyecto his-tórico de la organización.

Establecer formas de coordinaciónabarcativas y permanentes supone, de al-guna manera, ingresar en el terreno de larepresentación, lo que coloca a los movi-mientos ante problemas de difícil solu-ción en el estadio actual de las luchas so-ciales. En ciertos períodos, no puedenpermitirse rehuir la intervención en el es-cenario político. El debate sobre si optarpor una organización centralizada y muyvisible o difusa y discontinua, por men-cionar los dos extremos en cuestión, notiene soluciones sencillas, ni puede zanjar-se de una vez para siempre.

Finalmente, el debate sobre el Estadoatraviesa ya a los movimientos, y todo indi-ca que se profundizará en la medida enque las fuerzas progresistas lleguen a ocu-par los gobiernos nacionales. Está pendien-te un balance del largo período en el quelos movimientos fueron correas de transmi-sión de los partidos y se subordinaron a losestados nacionales, hipotecando su autono-mía. Por el contrario, parece ir ganandofuerza, como sucedió ya en Brasil, Bolivia yEcuador, la idea de deslindar campos entrelas fuerzas sociales y las políticas. Aunquelas primeras tienden a apoyar a las segun-das, conscientes de que gobiernos progre-sistas pueden favorecer la acción social, noparece fácil que vuelvan a establecer rela-ciones de subordinación.

No es un debate ideológico. O, por lomenos, no lo es en lo fundamental. Se tra-ta de mirar el pasado para no repetirlo. Pe-ro, sobre todo, se trata de mirar haciaadentro, hacia el interior de los movi-mientos. El panorama que surge, cada díacon mayor intensidad, es que el ansiadomundo nuevo está naciendo en sus pro-pios espacios y territorios, incrustado enlas brechas que abrieron en el capitalismo.Ese mundo nuevo existe, ya no es un pro-yecto ni un programa sino múltiples reali-dades, incipientes y frágiles. Defenderlo,para permitir que crezca y se expanda, esuna de las tareas más importantes que tie-nen por delante los activistas durante laspróximas décadas.

rehuyen el tipo de organización taylorista(jerarquizada, con división de tareas entrequienes dirigen y ejecutan), en la que losdirigentes estaban separados de sus bases.Las formas de organización de los actualesmovimientos tienden a reproducir la vidacotidiana, familiar y comunitaria, asu-miendo a menudo la forma de redes deautoorganización territorial. El levanta-miento aymara de septiembre de 2000 enBolivia mostró cómo la organización co-munal era el punto de partida y soportede la movilización, incluso en el sistemade “turnos” para garantizar los bloqueos

de carreteras, y se convertíaen el armazón del poder alter-nativo. Los sucesivos levanta-mientos ecuatorianos descan-saron sobre la misma base:“Vienen juntos, permanecencompactados en la ‘toma deQuito’, ni siquiera en las mar-chas multitudinarias se di-suelven, ni se dispersan, semantienen cohesionados, yregresan juntos; al retornar asu zona vuelven a manteneresa vida colectiva.” Esta des-cripción es aplicable tambiénal comportamiento de los SinTierra y de los piqueteros enlas grandes movilizaciones.

Por último, las formas de ac-ción instrumentales de antaño,

cuyo mejor ejemplo es la huelga, tienden aser sustituidas por formas autoafirmativas, através de las cuales los nuevos actores se ha-cen visibles y reafirman sus rasgos y señasde identidad. Las “tomas” de las ciudadesde los indígenas representan la reapropia-ción, material y simbólica, de un espacio“ajeno” para darle otros contenidos. La ac-ción de ocupar la tierra representa, para elcampesino sin tierra, la salida del anonima-to y es su reencuentro con la vida. Los pi-queteros sienten que en el único lugar don-de la policía los respeta es en el corte de rutay las Madres de Plaza de Mayo toman sunombre de un espacio del que se apropia-ron hace 30 años.

De todas las características menciona-das, las nuevas territorialidades son el rasgodiferenciador más importante de los movi-mientos sociales latinoamericanos, y lo queles está dando la posibilidad de revertir laderrota estratégica. A diferencia del viejomovimiento obrero y campesino (en el queestaban subsumidos los indios), los actualesmovimientos están promoviendo un nuevopatrón de organización del espacio geográ-fico, donde surgen nuevas prácticas y rela-ciones sociales. La tierra no se considerasólo como un medio de producción, supe-

os movimientos sociales lati-noamericanos están tomandoen sus manos la educación yla formación de sus dirigentes,con criterios pedagógicos pro-

pios a menudo inspirados en la educaciónpopular. En este punto, llevan la delanteralos indígenas ecuatorianos que han puestoen pie la Universidad Intercultural de losPueblos y Nacionalidades indígenas –querecoge la experiencia de la educación inter-cultural bilingüe en las casi tres mil escuelasdirigidas por indios–, y los Sin Tierra de Bra-sil, que dirigen 1.500 escuelas en sus asenta-mientos, y múltiples espaciosde formación. Quedó atrás eltiempo en el que intelectualesajenos al movimiento habla-ban en su nombre.

El nuevo papel de las muje-res es otro rasgo común. En lasactividades vinculadas a lasubsistencia de los sectores po-pulares e indígenas, tanto enlas áreas rurales como en lasperiferias de las ciudades (des-de el cultivo de la tierra y laventa en los mercados hasta laeducación, la sanidad y losemprendimientos productivos)las mujeres y los niños tienenuna presencia decisiva. La ines-tabilidad de las parejas y la fre-cuente ausencia de los varoneshan convertido a la mujer en la organizado-ra del espacio doméstico y en aglutinadorade las relaciones que se tejen en torno a lafamilia, que en muchos casos se ha trans-formado en unidad productiva, donde lacotidianidad laboral y familiar tienden a re-unirse y fusionarse. En suma, emerge unanueva familia y nuevas formas de re-pro-ducción estrechamente ligadas, en las quelas mujeres representan el vínculo principalde continuidad y unidad.

Otro rasgo que comparten consiste enla preocupación por la organización deltrabajo y la relación con la naturaleza.Aun en los casos en los que la lucha por lareforma agraria o por la recuperación delas fábricas cerradas aparece en primer lu-gar, los activistas saben que la propiedadde los medios de producción no resuelvela mayor parte de sus problemas. Tiendena visualizar la tierra, las fábricas y losasentamientos como espacios donde pro-ducir sin patrones ni capataces, y promo-ver relaciones igualitarias y horizontalescon escasa división del trabajo, asentadaspor lo tanto en nuevas relaciones técnicasde producción que no sean depredadorasdel ambiente.

Por otro lado, los movimientos actuales

LOS NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES / SEGUNDA PARTE

Qué hay de nuevo

Raúl Zibechi enumera las características comunes quetienen los diversos movimientos latinoamericanos: laeducación, la familia, la producción y el Estado. Y esbo-za una hipótesis sobre los desafíos que enfrentan.

L

E

Raúl Zibechi es escritor yperiodista. Uruguayo, au-tor de Genealogía de larevuelta y Dispersar elpoder, entre otros traba-jos de investigación sobrelas nuevas formas de or-ganización social latinoa-mericanas. En la primeraparte de este ensayo, de-sarrolló un esquema so-bre las características co-munes de los diferentesmovimientos socialesque emergieron en el es-cenario político en la úl-tima década.

Lo que en su momento iba a seruna reedición, se convirtió en unnuevo trabajo de investigación quelleva el título Los de la tierra. De lasLigas Agrarias a los movimientos cam-pesinos. Así se llama el nuevo librodel psicólogo social Francisco Ferra-ra editado por el sello Tinta Limón. Desde hace tiempo Ferrara estabatentado en volver a publicar Quéson las Ligas Agrarias: historia ydocumentos de las organizacionescampesinas del Nordeste argentino,un libro clásico agotado, que élescribió en 1973, después de haberestado preso durante tres años portomar la Facultad de Filosofía yLetras durante la dictadura de JuanCarlos Onganía. Pero pasaron másde 30 años y la fotografía ya no erala misma. Ferrara siempre hizo de la investiga-ción una militancia. Cada vez quepudo renegó del academicismomeramente observador, un modeloque considera arcaico y burocrático.´´Yo pensaba de maneras más viva.Sé la comodidad que supone inter-pretar los hechos a la distancia, sen-tado en una biblioteca, pero en esepasaje se pierden las vivencias. Unacosa es la realidad y otra un cuadrosinóptico´´, sentencia. Con ese espíritu recorrió y se mez-cló con los nuevos movimientoscampesinos, que comparten las for-mas cooperativas de producción,comercialización y preservación desus semillas orgánicas, entre otrascosas básicas, tales como la luchapor la propiedad de la tierra y ladefensa del medio ambiente y losrecursos naturales. El resultado es un libro de dos par-tes. En la primera se reproduceaquel mítico trabajo de los 70, en elque el autor hurga en los orígenesde las agrupaciones campesinas deFormosa, Chaco, Corrientes yMisiones. En la segunda, en cam-bio, descubre las nuevas formas deorganización que aparecen comoreacción al azote de una dictaduraatroz y de un neoliberalismo quearrasó con el pequeño productor.

Los de la tierra: de las Ligas Agrarias alos movimientos campesinos, es elnuevo libro de Francisco Ferrara querecorre el ayer y el hoy de las organi-zaciones del noreste argentino.

Los de la tierra tiene 448 páginas y alas librerías llegará a fines de marzo aun precio que ronda los 35 pesos. Se podrá comprar online en www.tin-talimonediciones.org y en nuestro por-tal www.lavaca.org

LECTURAS

Tierra adentro

Page 23: Lo esencial es invisible - lavaca.org

opciones del espectador se multiplican yvarían, según el lado que mire, pero tam-bién qué elija mirar: asomándose por laventana ve a los actores que lo miran yen cada lado de la caja verá una de lastres proyecciones “en directo”, que convi-ve con otras pre-diseñadas, todas a su vezdiferentes entre sí, que le suman sentido.

Lo que sigue es la lectura de una lista de100 nombres de niños asesinados en dife-rentes masacres de diferentes épocas. Cadanombre es acompañado de un alias, unafecha, una circunstancia. La lista es infinitay agobiante, tanto como lo que enuncia ylo que provoca: inquieta, perturba, aburre,atrapa, distrae, angustia. Uno agradece, en-tonces, poder moverse para hacer algo másque escuchar, pasivamente, la dimensiónde lo nombrado. Las víctimas de la dicta-dura, de las Torres Gemelas, de la Franja deGaza, de Terezin o Auschwitz, de Ciudad deJuárez, de Hiroshima, de Bagdad, de Koso-vo, de Belfast, de cada día, de cada época,de cada olvido, se encadenan una detrásde la otra en esa lista que es demasiado lar-ga como para no desear que termine deuna vez, ya mismo, basta.

Si uno mira el interior de la caja obser-va que mientras la actriz-niña lee esa lista,un actor-niño la agrede, la manosea, laacosa, la tironea, la pellizca, la ofende, lairrita. El otro, en tanto, construye impertur-bable un corral con sombríos personajesde juguete. Si, en cambio, mira una de laspantallas, ve la cara de la actriz-niña enprimer plano, sus ojos rojos, sus mocos dellanto. Si se aleja, lo que ve es las siluetasde los espectadores rodeando una caja ha-bitada por personas, objetos y pantallas.¿Está claro entonces que el Manifiesto deNiños tiene un afuera y un adentro, ade-más de varias caras? Un adentro dondelos actores-niños quedan fatalmente atra-pados y un afuera donde los adultos-es-pectadores parecen sólo poder elegir des-de qué perspectiva soportan lo que ven.

También estará claro a esta altura queel propósito de este manifiesto es pertur-bador. Por siniestro, pero además por be-llo, si por belleza se entiende una perfectay sincronizada puesta, una maquinaria es-cénica que reproduce sin violencia unaforma poética de lo intolerable.

Finalmente, una última aclaración. Vi elespectáculo dos veces, la segunda con ayu-da de una amiga que me prestó su interpre-tación. Tomé apuntes, busqué datos, entre-visté a una de las directoras y rumiédurante algunos días lo que podría y loque no sería capaz de escribir. Creo haberhecho el esfuerzo suficiente como para queesto sea leído como lo que es, los apuntesde un espectador. Y de haberme ganado asíun beneficio: ni se te ocurra confundirmecon un crítico teatral. ¿Está claro?

a sensación final es clara: na-da de lo que allí sucede po-drá ser luego trasladado aningún recipiente capaz decapturarlo. La única manera

de comprender exactamente lo que esteManifiesto de Niños propone es calzarse eltraje de espectador y esto significa básica-mente dos cosas:

1) Ir a la desapacible Ciudad CulturalKonex, pagar 25 pesos y participar de esteinquietante espectáculo.

2) Aceptar que la conclusión será única,porque única es la mirada que provoca.

Como el agua, este manifiesto fluye entantas direcciones, que atraparlo con lasmanos sobre el teclado es como capturaruna mariposa en un frasco. Habrá quienpueda apreciar así sus matices, incluso suanatomía, pero difícilmente podrá sor-prenderse con aquello que la hace mari-posa y no otra cosa.

En ese sentido, este manifiesto es puroteatro. Una representación poética que su-cede en un determinado espacio y tiem-po. Los otros sentidos están sin duda da-dos por quienes son los padres de estacriatura: El Periférico de Objetos, un grupoque ya lleva diecisiete años transitandoesos bordes desde los cuales eligieron cre-ar con un lenguaje propio, característico,identitario, y que por cierto todavía mu-chos consideran vanguardista, por llamarde una manera amable aquello que desdelos márgenes produce un quiebre con lotradicional. La primera pregunta, enton-ces, es si a esta altura del recorrido no de-beríamos aceptar –y por qué no festejar–que el desafío actual incluye cómo supe-rar estas expresiones creativas hijas de laposdictadura, donde lo siniestro, lo brutal,lo revulsivo y, fundamentalmente, su im-púdica naturalización, tiñen toda la esce-na. Visto desde esa perspectiva y muchomás, desde el escenario de la realidad ac-tual, El Periférico es un clásico, como así loserán los temas y la mirada con los quelos aborda.

¿Qué significa esto en el caso del Mani-fiesto de Niños?

En principio, que uno ingresa en la os-curidad de un galpón y se encuentra conuna caja cuadrada, más alta que ancha,blanca, aséptica, atravesada por una pe-queña ventana que la recorre en sus cuatrocaras. Hay una flaca hilera de sillas quepermite intuir que la cosa no viene de sen-tarse y esperar, sino que habrá que circularpor alrededor, como inspeccionando unartefacto que, apenas se ilumine, estallará.

Sin embargo, el Manifiesto de Niñosnunca explota. Se mantiene ahí, en tensiónsostenida, desde el primer momento enque las poderosas luces del interior de lacaja/artefacto se encienden hasta que seapagan, hora y media después, para devol-vernos a la completa oscuridad del galpón,agotados y perplejos. Durante ese lapso,tres actores se infantilizan con artilugiosminimalistas o mágicos –según se prefiera–para manipular una serie de palabras, ob-jetos e imágenes hasta que nos quede enclaro por qué están donde están.

Para lograrlo, comienzan colocándosecada uno una cámara muy cerca de la ca-ra, de forma tal de proyectar tres primerí-simos planos sobre cada lado de la caja.Esto significa, entre otras cosas, que las

23MARZO 2007 MU

MANIFIESTO DE NIÑOS EN EL KONEX

La cajita (in)felizLa última puesta de El Periférico de Objetos es un clásico: concentra todos los lenguajes que crearon para desafiar el paradigma teatral convencional. Actores, imágenes, objetos y textos son manipulados para exponeral espectador. ¿El tema? Otro clásico del grupo: el abuso de poder. En este caso, de los adultos.

L

Los niños“En principio, la propuesta es una visita a esa noción cultural de infancia ideali-zada por los adultos. Esa noción bien siglo XIX, por así decirlo, que se construyeen la educación, los mensajes, la literatura. De hecho, empezó por ahí, por leerla literatura infantil clásica, casi victoriana, donde el niño es el objeto de esejuego de presión y represión, habitante de una escena dominada por una moralque construye ese concepto de infancia que ponemos en cuestión.”

El espectáculo“La puesta por primera vez la hicimos en Bélgica, en el marco de un festival.La idea, entonces, era hacerla como una toma de ese espacio, en el sentido deocupación, de intervención, durante todo el tiempo que durara el festival. Fue-ron cuatro días, en los que los actores se turnaban para dormir, pero dondetratamos de eludir el formato del reality. En ese sentido hay que reconocerque Gran Hermano es una creación siniestra, pero inteligente que nos quitóuna herramienta dramática poderosa y nos obligó a pensar otras estrategias.Lo que presentamos, entonces, fue un espectáculo que duraba cuatro horas yluego proyectábamos todo el tiempo en directo imágenes en las paredes delámbito del festival. Luego realizamos otras presentaciones en Europa hastallegar ahora acá con esta versión más concentrada, que tiene algunos ele-mentos nuevos.”

El Periférico“El grupo se formó en el 89, con cinco personas que trabajábamos como titirite-ros en el Teatro San Martín que decidimos encarar la búsqueda de un lenguajepropio, utilizando siempre los objetos como elementos protagónicos. Es ciertoque en algún momento de nuestra historia nos acompañó ese halo de ser fa-shion, de ser moda, y aunque nos planteamos firmemente no quedarnos confor-mes con ese lugar en el que nos colocaban, también es cierto que en algún sen-tido el Manifiesto de Niños es más de lo mismo. No encontramos un modo nuevode decir las cosas, porque no sabemos hacerlo de otra manera o porque no nosinteresa salir de ahí. La consecuencia es que se produce un tipo de consumo detu producción que se va cargando de prejuicios. Es lógico, entonces, que nos es-temos planteando si esta asociación que hemos logrado con El Periférico tieneque seguir o ya está agotada.”

Al margen

Daniel Veronese, uno de los integrantesde El Periférico de Objetos, escribió unacompleta y reflexiva historia del grupo,que recorre desde Ubu Rey hasta Zooedipous. El texto está en la páginawww.autores.org.ar

Ana Alvarado, integrante de El Periférico de Objetos, da algunas pistas sobre elorigen y el recorrido de esta puesta. Y confiesa en voz alta: el grupo se estáplantendo si la experiencia de trabajar juntos debe seguir o ya está agotada.

Page 24: Lo esencial es invisible - lavaca.org

El Grupo Telefónica es una empresa total-mente privada que opera en 120 países através de diferentes empresas. Tiene casi1,7 millones de accionistas.

Obtuvo un beneficio neto de 6.233 millo-nes de euros durante 2006. Lo que supo-ne un incremento de las ganancias de un40% en relación al año anterior.

Es la 3º companía en el mundo conmayor cantidad de clientes: 203 millones.

En Argentina tiene participación en Tele-fé, Terra, Patagonik, Torneos y Competen-cias, Spraytte, entre otras empresas.Atento es el call center del Grupo Telefó-nica. Sus empleados ganan un dólar ymedio por hora.

pra acá es la misma que insulta a los pi-queteros?’ Yo sabía que tenía que explorarese camino porque capaz que la señoracambia su imagen. El resultado fue exce-lente, se emocionan como se emocionabami mamá. Soy de su grupo y le abrí unaventana.” En Bajo Flores no hay ese tipode alianza práctica. Nadie sabe allí de laexistencia de la colección. Las asociacio-nes de Tramando surgen de proyectos paralos cuales contrató a una socióloga, Danie-la Urribarri, a cargo de los contactos conmovimientos sociales. El próximo nexo escon Red Puna, que reúne a 35 organizacio-nes y 1.300 familias campesinas e indíge-nas de la Puna y la Quebrada jujeña. AChurba no le interesa el supuesto “europe-ísmo” de Buenos Aires, al que define co-mo una cáscara. Cree que en lo social y lolatinoamericano “hay mucha más culturaque en esa capa finita donde supuesta-mente todos somos cultos. Y encima, so-mos todos inmigrantes”.

¿Se trataría entonces de revertir la mo-da de la moda? “Exacto. La señora que secompra la ropa en París viene al desfile, vea la chola en la pasarela, y tiene un estadointerruptor que dice: ésta tiene el sombre-rito de la de la puerta del Disco” (referen-cia a las señoras bolivianas que suelenvender callejeramente verdura o lenceríaalrededor de los supermercados). “Yo nomiro a Europa para pensar. Miro a Bolivia,ahí hay algo genuino. Y en Europa flashe-an.” Tramando tiene locales en NuevaYork, y en tres ciudades japonesas: Tokio,Nagoya y Osaka.

¿Algo de esto puede generar algún cam-bio concreto? “Yo siento que tenemos queaprender a convivir. Sé que lo que hago esefectivo para mí y para mi organización.

Les doy de comer a mis proyectos con aso-ciaciones e ideas que me hacen bien ycreo que le hacen bien al resto.” ¿Cáscarao contenido? En el local de Recoleta se re-produce la advertencia –acaso en el mis-mo sentido– que escribió un inglés de an-teojos pequeños y talento gigantesco: “Lavida es eso que pasa mientras estás ha-ciendo otros planes”.

Mi idea fue homenajear a Bo-livia, a la inmigración y al Ba-jo Flores, y poner sobre la pa-sarela una idea de cholatotalmente estilizada.” Y lo lo-

gró. Martín Churba, diseñador de modasde 36 años, recorrió Recoleta-Bajo Flores,ida y vuelta, usando como medio detransporte su entusiasmo inoxidable, y al-gunas certezas:

1) “Mis colecciones son en general traba-jos de investigación conceptuales, técnicos yestéticos. Y con el homenaje a los inmigran-tes, también éticos”.

2) “Me siento responsable de mostrarcosas auténticas y legítimas. básicamenteporque yo vendo en el exterior, y Boliviaes un contenido novedoso no explotado”.

Así nació Tramando Bajo Flores, colec-ción que Churba terminó de idear en mar-zo de 2006 cuando se incendió un tallertextil clandestino en el Bajo Flores (seismuertos, cuatro de ellos menores). La co-lección primavera-verano se plasmó en sunegocio de la Recoleta (Rodríguez Peña al1900, aún se la puede ver) y en una mues-tra realizada en la Sociedad Rural, en estecaso no de ganadería sino de moda: Bue-nos Aires Fashion.

Churba define Tramando a partir dedos palabras: filosofía textil. La sorpresaanterior había sido su alianza con el Movi-miento de Trabajadores Desocupados deLa Matanza, inspirado por Toti Flores.Churba diseñó delantales confeccionadospor el taller del mtd, todo se presentótambién en la Rural, y hoy la agrupaciónfabrica y vende remeras a las redes de co-mercio justo de Italia. “Toti me decía: ‘note conviene hacer algo con nosotros, ¿note das cuenta de que la mina que te com-

No hay puntada sin hilo

La presente edición de nuestro periódico MU sumó el esfuerzo de:Redacción: Claudia Acuña, Sergio Ciancaglini, Diego Rosemberg,Quimey Lillo, Laura Vales, Sonia Sánchez, Darío Aranda.Diseño: Lucas D’AmoreCorrección: Graciela DaleoWebmaster: Diego GassiAtención online: María del Carmen VarelaFotografía: Sub, cooperativa de fotográfos

Impresión: Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios.Distribución en Capital: Vaccaro Sánchez y Cía. Moreno 794 9º,Capital Tel/Fax: (011) 4342-4031/32. Distribución en Interior: DISA (Distribuidora Interplazas SA) Pte. Luis S. Peña 1832/6 (1135) Capital Tel (54 11) 4305-0114/3160MU es una publicación de la Cooperativa de Trabajo LavacaLtda. Camargo 694 3º B, (1414) Ciudad Autónoma de BuenosAires, Argentina. Editor responsable: Claudia Adelina Acuñ[email protected] / www.lavaca.org

www.lavaca.org

por Carolina Golder

Aparición con vidade Julio López

CAMPAÑA DE SUSCRIPCIÓN

Cuatro ediciones por cuatro datos y $ 20

Enviá estos datos [email protected] más info en www.lavaca.org

1. Nombre

2. DNI

3. Email

4. En qué dirección quiere recibir MU

lavaca es un medio social de comunica-ción que creamos en el año 2001. Nues-tras primeras notas fueron enviadas porcorreo electrónico a una docena de di-recciones. Luego, nació www.lavaca.orgcon un lema: anticopyright. Desde allí,cada semana, a través de crónicas y re-portajes informamos sobre experienciassociales que plantean nuevos paradig-mas de pensamiento y acción.Somos también responsables de la Cá-tedra Autónoma de Comunicación So-cial, un espacio desde el cual alenta-mos proyectos autogestivos. Hemoseditado, además, tres libros. El últimolleva por título El fin del periodismo yotras buenas noticias, donde plantea-mos nuestra hipótesis sobre estostiempos: los medios masivos de comu-nicación se han transformado en dis-positivos de formación de opinión, conel objetivo de restringir y controlar elflujo informativo. La conclusión prácti-ca de esta visión es MU: nuestro pe-queño aporte para que las cosas seande otro modo. Agradecemos el apoyoque nos brinda para que juntos logre-mos que así sea.

Quiénes somos

CRÓNICAS DEL MÁS ACÁ

CARTOGRAFÍAS