libro noche de reyes

40
Noche de reyes Elsa Serur de Osman.

Upload: sergio-andres-suescun-restrepo

Post on 24-Mar-2016

240 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

libro infantil

TRANSCRIPT

Page 1: libro noche de reyes

Noche de reyes

Elsa Serur de Osman.

Page 2: libro noche de reyes

Noche de reyes

Elsa Serur de Osman.

Publicado el 23 de agosto de 2008.

Page 3: libro noche de reyes

El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual del niÒo, gracias

a el podemos lograr que entienda las cosas con mas r·pidez, y que su cerebrotrabaje con mayor certeza.

Page 4: libro noche de reyes

Al momento de contarle un cuento a tu niÒo, lo tienes que hacer d ela mejor manera, con todas

las ganas y amor del mundo, por que la manera en que lo cuentas, es la manera en que el niÒo com-prender· el significado del cuento, si lo haces con

desgano no romper·s la ilusiciÛn que existe.

Page 5: libro noche de reyes

Una manera de estimular el lenguaje y la ima-ginaciÛn, es a travÈs de los cuentos, relaja a la

madre o al padre y al niÒo tambien, creando unos lazos m·s fuertes entre ellos.

Escuchar los cuentos les permite adem·s desarrolar la capacidad reflectiva, pues siempre

vamor a tener un mensaje en el contenido del cuento, generando de esta manera

comprensiÛn de cÛmo debe comportarse, por ejem-plo : que est· bien o que esta mal.

Page 6: libro noche de reyes

En el medio del campo, en un nido hecho de barro y paja -un poco más grande que el del hornero- nació una noche RAMON. Su papá, con troncos y ramas de sauce, le preparó el primer regalito: Una cuna de sol y alegría, que su mamá entibió con un gran manto tejido por ella, en las noches de lluvia.

Page 7: libro noche de reyes

Y RAMON fue creciendo, creciendo feliz. Acunado por los grillos y los pájaros que se arrimaban curio-sos al patio; al patio GRANDE COMO EL CIELO don-de la brisa se olvidaba entre los árboles, formando un enorme abanico de susurros y secretos en la fresca inocencia de todo el campo abierto. Una mañana muy temprano, Ramón salió a caminar.

Page 8: libro noche de reyes

Nadie lo vio, porque estaban dormidos. La música del amanecer lo ayudó a hacer cami-nitos entre las ramas y el rocío que todavía brillaba sobre las hojas. Y así, fue despertan-do el monte con su andar. Le gustaba caminar; caminar lentamente sobre la alfombra húmeda de los pastos, donde las ranitas y las lagar-tijas se asomaban curiosas para saludarlo y luego se escondían haciendo cruak-cruak en-tre las hojas mojadas.

Page 9: libro noche de reyes

De pronto, un conejo que estaba escondido detrás de un matorral, quiso escapar asustado al oír sus pasos. Pero RAMON lo vio y corrió tras él. Quería tenerlo un momento en sus manos para acariciar-lo. Pero el conejo era rápido y hermoso. Tenía las orejas muy largas y manchas rojas sobre el cuerpo blanco. Y RAMON quería alcanzar ese copo de nieve que se perdía entre las flores y volvía a aparecer.

Page 10: libro noche de reyes

Desde la copa de un árbol, una lechuza traviesa lo chis-taba CUS, CUS, CUS. Y un terito muy elegante que se paseaba por allí levantó vuelo mientras gritaba TERU, TERU, TERU, para que todos los animalitos salieran a saludar a RAMON, que esa mañana había venido a visitarlos

Page 11: libro noche de reyes

Una perdiz se acurrucó asustada entre los pas-tos, porque era muy miedosa y no sabía muy bien lo que pasaba. Y la señora Tortuga que lle-vaba puesta una hermosa caparazón con pintitas rojas, verdes y amarillas y un sombrero negro en la cabeza, fue sorprendida justo en el momento de su desayuno. Se detuvo un momento a obser-var lo que pasaba, mientras terminaba de comer la margarita azul que casi pierde en el apuro.

Page 12: libro noche de reyes

Luego, con toda elegancia se tiró al charco, para obser-var con más tranquilidad lo que pasaba. RAMON seguía corriendo, corriendo detrás del conejito hasta que no lo vio más. Seguramente se habría escondido en su cueva. Ya no lo podría encontrar. Entonces se sentó a descan-sar mientras reía de contento. Los macachines amarillos se apretaron para dejarle lugar

Page 13: libro noche de reyes

Y RAMON dejó pasar el tiempo mientras acariciaba las flores y escuchaba el canto de los pájaros que busca-ban sus nidos para darle de comer a sus pichones, que esperaban ansiosos con los piquitos abiertos: …Tenían hambre. Y así mucho tiempo, sin que él lo notara

Page 14: libro noche de reyes

Estaba distraído observando todo lo que pasaba en el campo. Entonces, recién entonces se dio cuenta de que el señor Sol ya no estaba sobre su cabeza. Era muy tarde -pensó- debía volver pronto a su casa. Sí, quería volver con su mamita, enseguida. Se paró y miró para todos lados.

Page 15: libro noche de reyes

Entonces, comprendió muy asustado que estaba perdi-do. Sí, se había alejado demasiado y ya no veía su casa. ¡ESTABA PERDIDO EN EL MEDIO DEL MONTE! ¿Cómo iba a volver? Empezó a moverse por todos lados, pero cada vez se perdía más y más. Vio que el bosque se iba espesando; los árboles cada vez estaban más juntos y él ya no podía REGRESAR.

Page 16: libro noche de reyes

Asustado, se puso a llorar, a llorar de frío, de hambre, a llorar de MIEDO. ¡Las lágrimas azules corrían por sus mejillas! Se había perdido y estaba solito, ¡SOLITO! y muy lejos de su casa, ¿Que iba a hacer?… Ya había pasado un rato y RAMON seguía llorando, cuando entre tantos animales silvestres apareció una gallina. ¿Una gallina? Creyó que estaba soñando. Cacareaba alegre-mente: PI, PI, PI; aunque parecía enferma, porque tenía muy pocas plumas.

Page 17: libro noche de reyes

Pero él la reconoció enseguida. ¡ERA SU PICARONA! Su querida PICARONA. Que hacía mucho se le había perdido y ahora la encontraba. Pero, ¿Como harían para volver si ninguno de los dos conocía el camino? El animalito se acercó lentamente, le picó el talón y como invitándolo a seguirla empezó a caminar delante de él.

Page 18: libro noche de reyes

Y RAMON la siguió, la siguió. Por momentos no la veía, iba muy rápido, se perdía entre los pastos; luego aparecía y el corría lloroso detrás de ella. Era su amiga, su buena amiga que lo fue sacando del monte. Anduvo mucho, mucho y ya estaba casi oscuro, cuan-do Ramón reconoció el lugar.

Page 19: libro noche de reyes

Estaban cerca de su casa y ya se oía el llamado ansio-so: ¡RAMON! ¡RAMON!…era la voz de su mamá. Con-tento levantó a su gallinita, y acurrucándola entre sus brazos corrió por el caminito hasta donde estaban sus padres. Con gran alegría trataba de contarles todo lo que le había pasado

Page 20: libro noche de reyes

Ellos se alegraron mucho cuando lo vieron.

-¡Hijo, hijo querido! Dónde has estado. Te hemos busca-do todo el día-. Decía su madre llorando. Ahora lloraba de felicidad. Porque su nene estaba de nuevo en casa.

-Me perdí, y no podía volver, porque no sabía el camino- respondió RAMON

-No debes alejarte tanto de la casa -dijo el padre-.

Y mirando a la Gallina le ordenó:

-¡Suelta ese animal! ¡Está enfermo!

-¡Sí -dijo la mamá- déjala ir!

Page 21: libro noche de reyes

-No mamita, ¡NO!, es mi amiga -decía RAMON mien-tras entraba corriendo a la casa apretando la PICARO-NA para que no se la quitara-.

- Ella es mi amiga y me enseñó el camino; si no, yo no hubiese podido volver- repetía el niño.

-No, hijo, ¡no! el que te ayudó a volver fue el ángel de la guarda- dijo su madre.

-¿Quién es el ángel de la guarda, mamita?

-Un ángel muy bueno, que siempre ayuda a los niños cuando están en peligro- contestó la señora.

Page 22: libro noche de reyes

-¡Esa gallinita está enferma! -Intervino el padre-, tendremos que matarla porque de lo contrario va a contagiar a las demás. RAMON asustado, ¡no podía creerlo! ¡Querían matar a su gallinita! Salió corriendo y en el patio soltó al animal que desapareció en pocos minutos.

¿Por qué la dejaste escapar, hijo?- Preguntó la mamá.

-¡Porque es muy buena, mamita, muy buena! Ella me trajo de vuelta. Yo estaba solito en el bosque cuando me encontró.

Page 23: libro noche de reyes

-Bueno, bueno, está bien; vamos a curarla entonces- dijo el padre. Y todos salieron al patio a buscar al animal. Pero, por más que la buscaron y buscaron, no la pudieron encontrar. La señora gallina había desaparecido. RAMON estaba triste porque sus ma-yores no comprendían que la Picarona era su amiga. Lo había salvado de dormir solo en el bosque. Si no fuera por ella no hubiera podido volver, y no estaría ahora durmiendo calentito en su casa. Pasaron los días y nadie se acordaba de su Picarona.

Page 24: libro noche de reyes

¿Dónde estaría ahora? Se preguntaba RAMON. Así llegó el día de Reyes. A la tardecita preparó un tarro con agua fresca y un montón de hojas verdes y flores para que comieran los camellos. Seguro de que llegaban con hambre y sed. Luego dejó todo junto a sus zapatillas en el patio, al lado de la puerta Había llovido mucho en esos días, pero su mamá le dijo que vendrían igual, a pesar del barro.

Page 25: libro noche de reyes

Entonces le contó que podían bajar por una escalerita finita de oro, con los tres camellos y las bolsas de juguetes, despacito, despacito, despacito, uno detrás del otro, justo hasta donde él había dejado la comida para los camellos. Esa noche se acostó muy temprano y rezó mucho, mucho, pidiéndole a la Virgencita y al Niño Dios que los ayudara a llegar. Y le trajeran su Pi-carona sana y alegre. Por fin, se durmió. A la mañana siguiente se levantó antes de que saliera el sol.

Page 26: libro noche de reyes

Estaba apurado por saber si le habían traído lo que él les había pedido:

¡Su Picarona! Cuando salió al patio, su alegría no te-nía límites. ¡Los REYES LA HABIAN ENCONTRADO! Y ahora estaba allí, junto a sus zapatillas, rodeada de un montón de capullitos amarillos que parecían flores de margaritas que se movían y picoteaban el pasto que él había cortado para los camellos.

Page 27: libro noche de reyes

¡Su linda Picarona! Sana y con un montón de pollitos que caminaban inquietos a su alrededor. La alegría no lo dejaba hablar. Miró a sus padres y los vio contentos, entonces abrazó feliz a su gallina. Nunca más volvería a perderla. Los Reyes se la habían devuelto con una cantidad de pichoncitos, que no la dejarían escapar. Miró al cielo para agradecerles y vio cómo los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, se perdían allá arriba, detrás de una nube grandota. Mientras su Pica-rona le picaba los dedos para que la soltara.

Page 28: libro noche de reyes

Elsa Serur de osman. Noche de reyes.

Publicado el 23 de agosto de 2008.www.encuentos.com.

Page 29: libro noche de reyes

1. SAUCE : ¡rbÛl de la familia de las Salic· -ceas, que crece hasta 20 m de altura, con tron-co grueso, derecho, de muchas ramas y ramillas pÈndulas. Tiene copa irregular, estrecha y clara, hojas angostas, lanceoladas, de margen poco ase-rrado, verdes por el haz y blancas y algo pelosas por el envÈs, flores sin c·liz ni corola, en amentos verdosos, y fruto capsular. Es com˙n en las orillas de los rios.

2. MACACHINES: Planta pequeÒa de las Oxa-lid·ceas que da flores amarillas o viol·ceas en otoÒo, de hojas parecidas a las del trÈbol, y tubÈrculo comestible. Las hojas y las flores se em-plean con fines medicinales.

3. ACURRUCARSE: Doblarse y encogerse una persona o animal para ocupar el menor espacio posible, generalmente por miedo o frio.

Page 30: libro noche de reyes
Page 31: libro noche de reyes
Page 32: libro noche de reyes
Page 33: libro noche de reyes
Page 34: libro noche de reyes
Page 35: libro noche de reyes
Page 36: libro noche de reyes
Page 37: libro noche de reyes
Page 38: libro noche de reyes
Page 39: libro noche de reyes
Page 40: libro noche de reyes