libro avellaneda

145
Alfonso Avellaneda C. EVALUACION DE IMPACTO AMBIENTAL Conceptos Metodología y Estudio de Casos Historiografía ambiental colombiana 1986-1993 Bogotá, 2002

Upload: william-salamanca

Post on 31-Dec-2014

123 views

Category:

Documents


7 download

TRANSCRIPT

Alfonso Avellaneda C.

EVALUACION DE IMPACTO

AMBIENTAL

Conceptos Metodología y Estudio de Casos

Historiografía ambiental colombiana

1986-1993

Bogotá, 2002

Agradecimientos

Al equipo de trabajo en evaluación ambiental de Atención Social Integral (1995-1997): Noel Tellez, Indira Prada, Fernando Giraldo G. , Nubia E. Castro, Martha Andrade, Martha

Susana Muñoz, Amparito Hernandez, Jairo Vergara, Cesar Barbosa, Paul Mousson, a Gloria Lee y Pablo Gómez gerentes, a Luis Enrique Gómez, Gerente de Ecointegral Ltda

por su colaboración, enseñanzas y por su tiempo y paciencia en los trabajos realizados y a los cursantes de las especializaciones en gestión y evaluación ambiental en la Universidad

del Tolima y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia , Facultad de Sogamoso.

“Ustedes y mucha gente pensante saben, que los investigadores han encontrado aquí, en este lugar donde estamos, en este país, en este continente, han existido seres humanos por

miles de años. Eso vienen a corroborar que la naturaleza NO es silvestre. Desde hace cientos de años, de generación en generación, los pueblos originarios de estas tierras han

desarrollado una tecnología, que los ha llevado a producir innovaciones que se han acumulado a través del tiempo, y de las cuales el único registro es su existencia misma. Estas son desconocidas por el mundo no - indígena, porque siempre han calificado esa

ciencia, esa tecnología autóctona, vernácula, como hechicería, como improductiva, y aún hoy eso sigue sucediendo. No les cabe en la cabeza que hayamos logrado investigar,

desarrollar, crear INNOVACIONES”.

Lorenzo Muelas Constituyente Indígena

TABLA DE CONTENIDO

TABLA DE CONTENIDO 4

PRESENTACION 7

PRIMERA PARTE: CONCEPTOS, METODOLOGIAS, ESTUDIOS DE CASO, PERSPECTIVAS 10

I. LAS METODOLOGIAS DE EVALUACION AMBIENTAL Y SU APLICACIÓN PARA COLOMBIA. ESTUDIO DE CASOS 11

¿Por qué la evaluación ambiental? 11

En búsqueda del centro de gravedad 14

El objetivo 18

Las encrucijadas de la evaluación ambiental 18

La evaluación ambiental y la Visión Ambiental Compleja- VAC 19

Análisis crítico de los métodos de evaluación ambiental más conocidos internacionalmente y su aplicación para Colombia. 21

Tipología de los impactos ambientales 36

Clases de evaluación ambiental 39

Las metodologías de evaluación y su aplicación 45

Una estrategia de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos. 46

Estudios de caso 48

Estudio de caso 1. 49

Evaluación de impactos ambientales de un sistema de producción agrícola: cultivo de papa, predominante en el municipio de Murillo, norte del Tolima, zona de amortiguación del Parque

Nacional Natural “Los Nevados”. 49

Estudio de caso 2. 55

Evaluación ambiental del relleno sanitario regional en el municipio de Suarez (departamento del Tolima, Colombia) 55

Estudio de caso 3. 59

Evaluación de impactos ambientales de la mina de explotación de caliza en el municipio de Nobsa –Concesión 810, departamento de Boyacá, Colombia 59

Evaluación socio – cultural 63

Estudio de caso 4. 65

Evaluación ambiental del muelle de cabotaje sobre Bahia Solano, Chocó, Colombia 65

Estudio de caso 5. 68

Mineria a cielo abierto en el Boquerón de Chipaque, departamento de Cundinamarca, Colombia 68

Estudio de caso 6. 76

Conflicto social y ecológico por las actividades petroleras en la isla de Mompox, departamento de Bolívar, Colombia 76

II. LA EVALUACION Y LAS LICENCIAS AMBIENTALES: ALCANCES Y PERSPECTIVAS EN COLOMBIA 89

Introducción 89

Antecedentes e incidencias en el origen y formulación del Título VIII de la Ley 99/93 sobre licencias ambientales 90

Términos de Referencia para estudios ambientales y el origen del Diagnóstico Ambiental de Alternativas. 99

Análisis y perspectivas de la Evaluación Ambiental entre 1994-2000 104

Opciones de cambio 110

SEGUNDA PARTE: LEGISLACION AMBIENTAL 113

III.BREVE HISTORIOGRAFÍA SOBRE LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL Y DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL SIGLO XX EN COLOMBIA (1886-1993) 114

1886-1991 114

La Carta Política de 1991 y el medio ambiente 123

Notas para una interpretación del Derecho Ambiental 126

El derecho agrario y el derecho ambiental 126

Características del Derecho Ambiental 128

IV. LIMITACIONES EN LA APLICACIÓN DE LA NORMATIVA AMBIENTAL PARA LA GESTIÓN EN PÁRAMOS 129

Zona de referencia. 129

Particularidades de las actividades antrópicas. 130

Limitantes en la aplicación de la legislación ambiental 132

Ventajas comparativas del ecosistema de páramo 137

Opciones para la reglamentación 137

BIBLIOGRAFIA 139

PRESENTACION

La evaluación ambiental en Colombia que nació hacia finales de la década de 1970, ha

estado definida por los parámetros internacionales que para este tipo de estudios se han

trazado, ya sea por los organismos multilaterales financieros como el Banco Mundial o el

Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA. Durante los primeros años

algunos profesionales y técnicos de entidades como el Instituto Nacional de Recursos

Naturales Renovables y del Ambiente – INDERENA, de la Dirección Marítima y Portuaria –

DIMAR y del Ministerio de Salud realizaron cursos intensivos en Evaluación de Impacto

Ambiental en universidades como la de Aberdeen en Escocia y asistieron a algunos cursos

convocados por la Comisión permanente del pacífico Sur – CPPS. Otro de los aspectos que

caracterizaron el nacimiento y primeros desarrollos de la evaluación ambiental en

Colombia tiene que ver con la aplicación de metodologías en proyectos hidroeléctricos que

fueron impulsados por el Banco Mundial en toda América Latina durante las décadas de

1970 y 1980.

Con el desarrollo de proyectos petroleros, viales y portuarios en la segunda mitad de la

década de 1980 y toda la década de 1990 la evaluación ambiental tuvo avances

significativos, sin embargo permaneció ligada a una aplicación acrítica de las metodologías

provenientes de Europa y Estados Unidos, que en gran parte se corresponden con

realidades, donde elementos como la cultura, la biodiversidad, la diversidad étnica, la

pobreza, las necesidades básicas insatisfechas y la inequidad social y política no son

lugares comunes, como si aparecen en cualquier lectura ambiental nuestra.

Esta situación ha conducido a que la evaluación ambiental en Colombia se haya vuelto

repetitiva de categorías utilizadas en los países industrializados y de formas de analizar

realidades, en donde el detalle de la interpretación y ponderación de los impactos

ambientales no deja ver los aspectos importantes sobre los cuales hay que actuar para

neutralizar, controlar o evitar daños sobre el medio ambiente por la realización y/o

aplicación de políticas, planes, proyectos y actividades.

Estos antecedentes, enriquecidos con la experiencia en evaluación ambiental por más de

15 años en el sector público, el sector privado y la academia, me llevaron a escribir los

ensayos que constituyen la primera parte de este libro, a través del cual, partiendo de la

aproximación conceptual sobre la necesidad de la evaluación ambiental, se revisan con

visión crítica, las metodologías internacionalmente más conocidas y aplicadas en

Colombia, y para algunas de ellas se proponen modificaciones para su aplicación a

nuestras realidades y nuevos enfoques de lectura de la realidad ambiental, reconociendo

los altos niveles de incertidumbre que acompañan hoy la interpretación de esa realidad.

Estos aportes podrían conducir en los años venideros a fortalecer la evaluación ambiental

como instrumento para la planificación del desarrollo ambiental. A manera de ilustración y

como un componente pedagógico para el aprendizaje de la evaluación ambiental con los

nuevos enfoques planteados, se presentan algunos ejemplos de su aplicación en casos

reales y comunes en la mayoría de los municipios en Colombia, que obviamente desean

despertar el interés y la creatividad para la interpretación de los problemas que los

interesados y comprometidos con esta nueva disciplina tengan que resolver, advirtiendo

que cada realidad es diferente y compleja, para lo cual se introducen lineamientos para la

aplicación de la Visión Ambiental Compleja (VAC) a la evaluación ambiental.

En la Segunda parte del texto, se trata una aproximación a la historiografía de la

construcción de la legislación ambiental en Colombia desde la Constitución de 1986 a la

Constitución de 1991, queriendo con ello destacar, que a lo largo de todo el siglo XX el

estado ha realizado esfuerzos por reglamentar el uso y aprovechamiento de los recursos

naturales renovables y el medio ambiente, que han sido contradictorios, en la medida que

algunos de estos instrumentos legales, fueron expedidos para propiciar el desecamiento de

los cuerpos de agua en el altiplano cundiboyacense, mientras que otros buscaban una

estricta protección ambiental, pesando en los resultados más los primeros que los últimos,

debido a la debilidad institucional para controlar los factores de deterioro ambiental,

promovidos por las mismas políticas estatales hasta ahora. Como ejemplo ilustrativo se

analizan en el ensayo sobre las limitaciones de la normatividad ambiental para la gestión

en páramos las dificultades legales para aplicar una legislación ambiental, que aún esta

lejos de corresponder a la realidad de los ecosistemas colombianos, los cuales como un

todo no tienen instrumentos legales que fortalezcan la planificación y por el contrario, los

mas de 1200 normas expedidas en materia ambiental en los últimos treinta años, han sido

en su gran mayoría para regular uso y manejo de recursos de manera individual, lo cual

dificulta su aplicación efectiva. Como corolario de este análisis queda la propuesta para que

se de un salto cualitativo en la normatividad ambiental, que responda a la necesidad de

planificación del manejo los ecosistemas de manera integral, conservando la

biodiversidad, la diversidad cultural, el ordenamiento territorial local y regional y la función

social y ecológica de la propiedad, para lo cual las normas que se expidan deben tener esta

base como objeto de alcance.

PRIMERA PARTE: CONCEPTOS, METODOLOGIAS, ESTUDIOS DE CASO, PERSPECTIVAS

I. LAS METODOLOGIAS DE EVALUACION AMBIENTAL Y SU APLICACIÓN PARA COLOMBIA. ESTUDIO DE CASOS

“Cuando los portugueses llegaron a Angola, vieron a unos individuos que tomaban unas piedritas y unos palitos y se ponían a adorarlos, entonces pensaron que un objeto cualquiera, fabricado, estaba

lleno de poderes ocultos, había por lo tanto que rendirle un culto. Pero esa era la visión de los portugueses, quienes veían el rito sin conocer el mito que en ese ritual estaba representado, y

cuando los angolanos vieron a los portugueses pensaron lo mismo: estos son fetichistas, ponen dos palitos en forma de cruz y sacan una medallita y se ponen a rezarle y se agachan por la misma razón;

veían el rito sin conocer el mito. Es decir, el concepto tuvo un origen que los antropólogos llaman etnocéntrico, que significa que lo nuestro es claro y justificable mientras lo extraño es irracional,

siendo ésta una mentalidad irracional, ya que los otros les podrían contestar con la misma moneda o con la misma medalla”

1

¿Por qué la evaluación ambiental?

La pérdida de las formas culturales de comportamiento tales como la creación, los mitos, los

tabúes, las tradiciones y las costumbres de aprovechamiento y disfrute de los espacios,

entre otros, que propiciaban la adaptación al medio y su cuidado y protección frente a

fuerzas extrañas que regulaban las conductas propias de las comunidades, explican la

necesidad de la evaluación ambiental.

Esta serie de circunstancias culturales se reemplazan por actuaciones reglamentarias o

administrativas reflejadas como necesidades de autocontrol, políticas territoriales y

ordenamiento del territorio que de una u otra forma controlen situaciones no aceptables

para el bienestar de la sociedad, dentro de un contexto de desarrollo determinado o

planteado como objetivo a alcanzar.

Retomamos lo planteado por Antonio Díaz Vargas (1987) cuando señala que las

preocupaciones ambientales en la sociedad que reclama el mantenimiento de unas

condiciones ambientales, permiten el surgimiento del concepto de calidad ambiental o

ambiente sano, que se considera como la condición del disfrute de unas condiciones vitales

adecuadas (calidad de vida).

“En definitiva parece ser que a nivel colectivo se va adquiriendo la certeza de que el sistema

social tiene que autocontrolarse, sobre todo en el desarrollo de su “actividad productiva”, de

1 Estanislao Zuleta, Acerca de la naturaleza de las ciencias sociales, Contravía: Palabra y Acción,

Santafé de Bogotá, 1998.

forma que se produzca una situación de adaptación al medio y de que corresponda al

Estado y a su Administración la responsabilidad de ejercer las funciones pertinentes

(legislativa, reglamentaria, de procedimiento, administrativa, inspectora, etc.”)

“Todo esto conduce a la consideración de que las necesidades de autocontrol frente a los

deterioros que se producen al medio, exigen no sólo un estudio previo del mismo con el

detalle suficiente, sino también la existencia de una políticas territoriales y de ordenación

del territorio que fijen escenarios objetivos a alcanzar.”2

Es la problemática ambiental, la que ha precipitado el interés por los asuntos ecológicos y

ambientales y es a partir del conocimiento de ella, de la complejidad de los procesos que

genera y la caracterizan, como podemos entender la importancia de la evaluación

ambiental en sus dimensiones más importantes:

Encuentro interdisciplinario en la búsqueda de la comprensión de una problemática

ambiental determinada y de los procesos que puedan desarrollarse por nuevas

actividades y la forma de controlarlos. Ese encuentro interdisciplinario debe identificar

rutas de la articulación de las ciencias y ponerse de acuerdo sobre el sujeto de estudio.

Diálogo de saberes. La aproximación de partida para la evaluación ambiental, debe ser

el diálogo entre los actores (equipo investigador y comunidad), como la primera

condición – dialogo de saberes -, a través de la cual se tendrá alguna certeza, sobre

cuáles son las condiciones reales en las que se desarrolla una problemática ambiental y

el nivel de incidencia que tendría determinada actuación que se evalúa. Esta

circunstancia nos puede llevar, a menudo, a reformulaciones metodológicas, cambios

de lenguaje, entendimiento de los procesos biológicos como parte de la organización de

la sociedad local, la concurrencia de los fenómenos sociales en el desarrollo de los

procesos biológicos. Todo esto hará más calificada y realista la elaboración de la

evaluación ambiental.

2 Antonio Diaz Vargas, Meditaciones sobre “calidad ambiental” en la apertura de un curso sobre

estimaciones de impactos, en La Practica de las estimaciones ambientales, Cátedra de Planificación, Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Madrid, 1987, p. iii

Construcción conceptual con enfoque sistémico, que permita entender el todo y las

interrelaciones de las partes, así como las rutas críticas y discontinuidades de los

procesos que la determinan y de otros que puedan surgir por nuevas intervenciones

antrópicas, sobre un escenario socionatural objeto de estudio.

Confluencia de articulación de diagnósticos sobre los fenómenos naturales, los

características socioeconómicas, los procesos culturales y su relación con una historia

ambiental determinada y las condiciones de conflictos políticos y alternativas sociales e

institucionales para su solución.

La evaluación ambiental como proceso, habida cuenta de la agudización de la crisis

ambiental, debe orientarse hacia una practica social, donde cada uno de los organismos de

la sociedad deben aportar elementos que permitan dimensionar adecuadamente una

problemática ambiental y la búsqueda de alternativas de solución.

En este contexto han surgido dos enfoques para abordar la evaluación ambiental:

El primero y más utilizado que busca la adaptación del medio natural a las exigencias de

un modelo de desarrollo y

El segundo que busca la adaptación del medio social, económico y tecnológico a los

condicionamientos ambientales cada vez más severos.

En el primer caso se tiende a utilizar metodologías en la búsqueda de impactos absolutos,

sobre una visión estática de la relación sociedad -naturaleza que permitan mediante una

adecuación tecnológica dar salida a los conflictos que se presentan sobre un medio

ambiente determinado, cuando se introducen elementos de cambio y ruptura, a través de

nuevas actividades o proyectos de alto impacto ambiental. Así por ejemplo, se buscan

respuestas de cuáles y en qué cantidad serían afectadas determinadas especies, cuáles

especies endémicas desaparecerían, cuánto caudal disminuiría una corriente, cuáles

serían los índices de empleo /desempleo que se generarían por determinado proyecto, etc.

Con el segundo enfoque la evaluación ambiental busca identificar las tendencias hacia

donde se dirigen determinados procesos de cambios ecosistémicos, socioculturales y

económicos en un medio ambiente en estudio, el cual no debe circunscribirse a un área de

influencia cerrada, sino a una zona de impacto por nuevos proyectos que debido a sus

relaciones con otras zonas o regiones puede presentar múltiples alternativas de respuesta y

adaptación a determinados cambios, así como irradiar procesos negativos a través de la

instalación de asentamientos industriales o construcción de infraestructuras de

comunicación o producción. La evaluación de impactos en esta segunda forma no es plana

sino multidimensional y dinámica, no busca respuestas exactas sobre la magnitud de los

impactos, sino tendencias en los cambios. El diagnóstico y la construcción conceptual,

buscan determinar factores que puedan amenazar determinadas especies, agotar

determinados recursos, tendencias que puedan propiciar cambios en los comportamientos

culturales, económicos y sociales, procesos que puedan amenazar la estabilidad

ecosistémica y sobre ello plantear diversos escenarios de actuación para determinar cuáles

pudieran ser viables ambientalmente, teniendo en cuenta los niveles de incertidumbre y los

determinantes de modo, tiempo y lugar aplicadas a la realidad concreta. Desde el punto de

vista sociocultural busca identificar los procesos interculturales y las situaciones que

puedan generar desarticulación social, riesgo de supervivencia de comunidades o etnias y

que afecten imaginarios, simbolismos y territorialidades o que puedan propiciar la

realización de cambios esperados en el imaginario social sobre un futuro de mejor bienestar

(Carmona, 1997)3 .

En búsqueda del centro de gravedad

Como punto de partida iniciamos con la búsqueda del centro de gravedad, del marco de

referencia que nos permita adentrarnos en un ambiente determinado para evaluar una

acción antrópica que de una u otra forma hace o va a ser parte de él, aportándole nuevos

atributos o generándole nuevas contradicciones en su proceso de desarrollo. Este primer

análisis deberá aportarnos suficientes elementos para poder abordar la evaluación

ambiental dentro de un contexto lo más objetivo posible.

Hasta ahora la evaluación ambiental ha estado muy ligada al análisis relativamente

detallado de los diversos componentes ambientales y los impactos que determinado

3 Vid. Carmona, Sergio Iván, Metodologias y tecnicas para la evaluación social en los estudios

ambientales en su componente cultural, en La Evaluación ambiental en el contexto del desarrollo, 1er seminario Internacional, Cartagena de Indias, agosto 12-15 de 1997, Ministerio del Medio Ambiente- ICFES, Santafé de Bogotá, D.C., 1998.

proyecto o actividad tienen sobre ellos. Muy pocas veces se ha integrado el análisis de los

diversos especialistas que participan en un ejercicio de evaluación y mucho menos se ha

tenido en cuenta con el peso que merece la visión de los actores conscientes, es decir de

los pobladores o las comunidades que van a recibir los impactos. En otras palabras la

evaluación ambiental se ha hecho desde fuera, desconociendo las deformaciones que

pueda tener el observador externo sobre un ambiente poco conocido.

Con este ensayo queremos profundizar en la búsqueda de un centro de gravedad más

objetivo, que nos permita utilizar la evaluación ambiental como instrumento de planificación.

Para ello nos parece importante recurrir al planteamiento del profesor Naredo (1994) el cual

en su debate con los economistas clásicos ha señalado que:

“El problema ahora debatido estriba en dilucidar si el mundo de lo económico puede seguir

girando en torno al núcleo de los valores de cambio o, por el contrario, debemos desplazar

su centro de gravedad hacia los universos físicos e institucionales que lo envuelven y

condicionan para dar un tratamiento satisfactorio a los problemas medio ambientales que

hoy nos preocupan”4.

Este concepto implica que el tratamiento de los temas ambientales debe abandonar la

función de externalidad, algo que sucede fuera de determinada actividad, sobre un medio

más o menos extraño, ya que lo ambiental es un conjunto de relaciones y procesos que

están dentro del universo de una actividad económica que se evalúa.

Supongamos por ejemplo, un proyecto vial cerca o a través de un bosque tropical la limita

una extensa frontera agrícola. Para los evaluadores que trabajan con el concepto

económico clásico la tala del bosque y el establecimiento de frentes de colonización son

externalidades al proyecto que revisten un determinado costo. Porque hablar de

externalidades, si lo que realmente ha sucedido es que se ha construido una vía dentro de

determinado ecosistema o sobre el corredor que define flujos energéticos (bióticos y

físicos) sobre el bosque y que en términos ecológicos hacen parte del sistema del bosque.

Entonces la propia vía es ahora parte del bosque, una parte que ha roto el sistema y que

4 Naredo, José Manuel. Repensar la economía desde el medio ambiente, en Memorias del Seminario

Hacia una Economía Ecológica, abril de 1994, Madrid, España pp. 39.

puede ocasionar su destrucción parcial o total al haber incentivado, por ejemplo, procesos

de colonización. Hay valores que no pueden ser medibles como: la pérdida del paisaje

natural, el impacto sobre los servicios ecológicos de albergue de fauna y flora, la pérdida de

corredores biológicos y físicos y los elementos culturales ligados a la conservación y

aprovechamiento del bosque por las comunidades locales.

Para Martínez Alier “La economía desde el punto de vista ecológico, no tiene un estándar

de medida común. Los economistas se quedan sin teoría del valor. Las evaluaciones de las

externalidades son tan arbitrarias que no pueden servir de base para políticas

medioambientales racionales. Al crecer la conciencia ecológica, las evaluaciones

económicas se tornan una pequeña isla en un mar de externalidades invalorables (...). La

inconmensurabilidad económica ocupa un lugar central en la nueva economía ecológica”5

(Subrayado fuera de texto).

Reconocemos aquí como externalidades invalorables aquellas que están definidas por un

valor social, cultural, ético o religioso que adquiere significancia dentro de un contexto

histórico determinado, ya sea para la comunidad local o para el conjunto de la sociedad,

incluida la humanidad en general. Podríamos imaginar el siguiente modelo interpretativo de

la Figura 1-1.

5 Vid Antonio Estevan, Monetarización del Medio Ambiente y Ecologismo de Mercado en Hacia una

Economía Ecológica, Madrid, Abril de 1994. P. 72-73.

Externalidades medioambientales

Figura 1-1. ENFOQUES EN LA PLANIFICACION AMBIENTAL

En el primer caso, I desde el punto de vista económico toda incidencia de los universos

físicos e institucionales y también los sociales y culturales son externalidades

medioambientales que se pueden controlar mediante el cobro de derechos con cargo al

medio ambiente, sobre la base de un impacto ambiental mitigable o justificado en la medida

en que lo fundamental es el crecimiento económico como sinónimo de desarrollo. El valor

atribuible a esos impactos, por supuesto, está dado por el programa económico

predominante que normalmente está regido por la lógica del mercado como panacea,

ignorando las complejas relaciones del medio ecológico, social y cultural.

El segundo, II es un enfoque de la biosfera, sistémico y global, el cual considera la

naturaleza como un conjunto ordenado de ecosistemas, cuyo conocimiento hay que

Economía

Valores de cambio

Universos Físicos,

institucionales, sociales y culturales

I

II Economía

Universos Físicos,

institucionales, sociales y culturales

conocer para orientar la gestión y las decisiones de los agentes económicos. Se trata de

abrir el universo de lo económico a la realidad física y sus modelos predictivos, a las

opciones tecnológicas y a los procesos de negociación social, trasladando la discusión

económica desde el interior del mercado, tomado éste como instrumento, hacia los

condicionantes del universo físico, institucional, social y cultural que envuelven al sistema

económico.

El objetivo

El objetivo de la evaluación ambiental no es otro que aportar elementos de juicio para tomar

decisiones considerando como objeto de estudio la complejidad de las interacciones de

una actividad antrópica sobre un medio ambiente determinado. En este sentido el ejercicio

de la evaluación desarrolla una de las funciones más importantes en el mundo actual, cual

es la argumentación técnica y científica para orientar las actividades de la sociedad hacia

un desarrollo ambiental.

Las encrucijadas de la evaluación ambiental6

La evaluación ambiental se ve enfrentada por lo menos a las siguientes encrucijadas:

Una encrucijada teórica. Está relacionada con las indefiniciones conceptuales que

acompañan el desarrollo de lo ambiental. ¿Es una filosofía?, ¿es una ciencia?, ¿es un

conjunto de ciencias?, ¿es un discurso tecnológico?, ¿es un desafío ético para salirle al

paso a la problemática ambiental contemporánea?, ¿es una preocupación contemporánea

pasajera?

Una encrucijada tecnológica. En un mundo donde la tecnología ha sido tomada como la

panacea para la resolución de los problemas que plantean los diversos modelos de

desarrollo y las actividades antrópicas, y dados limitados grados de libertad en la

escogencia de alternativas ambientales, la evaluación ambiental debe decidir el papel de la

tecnología y las tecnologías más adecuadas para evitar o reducir los impactos ambientales

lo cual implica entre otras cosas, un conocimiento sobre la evolución cultural de las

tecnologías en una determinada área de estudio para el emplazamiento de proyectos.

Una encrucijada ética. En el mundo de predominancia del juego del mercado, donde el

crecimiento económico y el afán de la ganancia y acumulación son desaforados bajo el

neoliberalismo, lo ambiental debe jugarse a fondo para no convertirse en instrumento de la

sostenibilidad del desarrollo actual. La aplicación de la normatividad ambiental por la

defensa del derecho al ambiente sano y otros conexos con éste, es uno de los desafíos

éticos más importantes en el mundo contemporáneo, a la par con la defensa del derecho

internacional humanitario.

La evaluación ambiental y la Visión Ambiental Compleja- VAC

Julio Carrizosa en reciente conferencia7 sintetiza así la forma de ver las cosas desde la

Visión Ambiental Compleja:

- Verlas profunda y ampliamente, incluidos sus contextos verticales y horizontales hasta

donde alcancen las referencias del espacio.

- Verlas con relación a un deber estético y ético.

- Ver sus interrelaciones reales actuales y prever las posibles sin despreciar las

aparentemente débiles pero seleccionando las evidentemente más fuertes,

reconociendo la posibilidad de discontinuidades en tiempo y en espacio y

comprendiendo sus efectos sinérgicos.

- Verlas dinámicamente como parte de procesos de mediano y largo plazo de los que

conocemos la experiencia histórica, entreviendo las estructuras parcialmente

determinantes, aceptando la intervención del azar en sus formas futuras pero

admitiendo la posibilidad de alteración planificada de las tendencias actuales.

6 El marco general de estas ideas fue planteado por Julio Carrizosa Umaña en el Primer Taller sobre

Licencias Ambientales realizado en Cartagena de Indias a principios de 1998. 7 Carrizosa Umaña, Julio. “Globalización y desarrollo desde una visión ambiental compleja”, en

Cuentas Ambientales y economía de la sostenibilidad, Minambiente- ICFES, Santafé de Bogotá, 1997

- Verlas con respeto hacia sus propios intereses en el espacio y en el tiempo, intuyendo

los contextos ideológicos en que las vemos, reconociendo la posibilidad de que nuestra

visión las deforme y tomando conciencia de nuestra posición de observadores

interesados, lo cual implica un respeto a la naturaleza, a las otras personas, a lo que

ellos piensan y construyen y a las formas futuras de una y otras”.

De los elementos que nos presenta Carrizosa podemos extraer varios aspectos

conceptuales que nos serán útiles en la evaluación ambiental.

Las cosas tienen un contexto espacial indeterminado.

Existe una profunda relación entre las formas construidas y las culturas locales. Las

formas son las expresiones concretas de una manifestación cultural y representan gran

cantidad de simbolismos en las relaciones de la sociedad con la naturaleza.

La identificación de las características del aquí y ahora parte del reconocimiento de la

evaluación historica y de las tendencias que han sido dominantes, sin desconocer

posibles discontinuidades.

La propuesta de programas ambientales a futuro deberá hacerse considerando las

tendencias predominantes o aquellas que puedan surgir como dominantes por cambios

que introduzcamos con el establecimiento de un plan, un proyecto o una actividad que

tomamos como objeto de evaluación ambiental.

Debemos reconocer y advertir los diversos contextos ideológicos y sus manifestaciones

políticas que entran en juego en las decisiones ambientales y el nivel de incidencia con

el fin de proyectar la planificación más adecuada del objeto de la evaluación (programa,

proyecto, actividad).

Análisis crítico de los métodos de evaluación ambiental más conocidos internacionalmente y

su aplicación para Colombia.

TÉCNICAS DE PONDERACIÓN, tales como el Método Battelle que estudian el impacto

de forma global, mediante el empleo de indicadores homogéneos. Se trata de un sistema de

evaluación semi-cuantitativa.

Este modelo fue elaborado por los laboratorios del Battelle – Columbus, por encargo de la

Oficina de Reclamaciones del Ministerio del Interior de los Estados Unidos, y se centró en

la planificación de la gestión de los recursos del agua, especialmente para grandes

represas. Los índices ponderales tienen unos valores asignados de lo que representa el

recurso agua, según la lectura técnica de los Estados Unidos.

La base del sistema de Battelle según Estevan Bolea (1994)8 es la definición de una lista

de indicadores de impacto, con 78 parámetros o factores ambientales, que representan una

unidad o un aspecto del medio ambiente que merece considerarse por separado, y cuya

evaluación es además representativa del impacto ambiental derivado de las acciones o los

proyectos en consideración. Los parámetros están ordenados según 18 componentes

ambientales. Estos se agrupan a su vez en las 4 categorías ambientales siguientes:

Ecología

Contaminación

Aspectos estéticos

Aspectos de interés humano

Lo anterior tiene por objeto establecer los niveles de información progresiva requeridos, que

se representan en forma inversa a la planteada, según el siguiente esquema:

Categorías ambientales componentes parámetros

8 Vid. Estevan Bolea, Maria Teresa. Metodologías para la Elaboración de Evaluaciones de imacto

Ambiental, en Master en Evaluaciuón de Impacto Ambiental, Instituto de Investigaciones Ecológicas, Málaga (esp.), 1994, pp. 7-184.

Siendo el último nivel de información la evaluación de los parámetros, se ha establecido una

relación de parámetros ambientales, de los que se pretende:

Que representen la calidad del medio ambiente (identificación).

Que sean fácilmente medibles sobre el terreno (predicción, interpretación e inspección)

Que respondan a las exigencias del proyecto a evaluar (identificación) .

Que sean evaluables a nivel de proyecto (predicción e interpretación).

Una vez obtenida la lista de parámetros que corresponden a las exigencias planteadas, el

modelo Battelle pretende establecer un sistema en el que con dichos parámetros se llegue

a evaluar en unidades conmensurables - es decir comparables - representando valores

que, en lo posible, sean resultado de mediciones reales.

La técnica de transformación de datos en unidades de impacto ambiental (UIA) es la

siguiente:

Paso 1. Transformar los datos en su correspondiente equivalencia del índice de calidad

ambiental que representan y para el parámetro correspondiente.

Paso 2. Ponderar la importancia del parámetro considerado según su importancia

relativa dentro del ambiente.

Paso 3. Expresar a partir de 1 y 2, el impacto neto como resultado de multiplicar el

índice de calidad por su índice ponderal.

Indice de calidad ambiental . El valor que un determinado parámetro – por ejemplo, SO2,

la DBO, el OD, etc., tiene en una situación dada, o se prevé que resultará de una acción o

un proyecto, no puede definirse con los términos admisible - no admisible, bueno - malo.

Siendo muchos de ellos medibles físicamente, su valor es muy variable, y a cada uno le

corresponde un cierto grado de calidad, entre el extremo peor (pésimo) y el óptimo. Para

obtener valores de calidad comparables, el extremo óptimo se le asigna el 1, y al pésimo el

0, quedando comprendidos entre ambos extremos los valores intermedios para definir

estados de calidad del parámetro.

El modelo Battelle indica además el sistema para establecer la función de transformación o

evaluación de la calidad ambiental (CA) de un parámetro i en función de su magnitud (M):

Cai = f (Mi)

Esta función puede ser lineal, con pendiente positiva (extensión de bosques naturales) o

negativa (concentración de biocidas en agua) o bien tener un punto máximo intermedio (pH

del agua) u otras formas, según la correspondiente calidad- magnitud que no siempre es

directa o inversa.

Así pues para evaluar la calidad del estado de un parámetro definido por su magnitud,

habrá que establecer, en primer lugar, la función de transformación F(Mi), que podemos

representar gráficamente como índice de calidad en ordenadas y la magnitud medible en

abscisas. Para cada valor de que dispongamos en magnitud, bastará con llevarlo sobre las

abscisas y obtener en ordenadas el índice de calidad correspondiente.

A manera de ilustración sobre la calidad ambiental por erosión del suelo tenemos la

siguiente gráfica:

Figura 1-2 EROSION DEL SUELO

0 2 5 14 NO Desprec. Moderada Extensiva

Con la Gráfica y conociendo los valores obtenidos para un escenario ambiental

determinado sobre el que se ubicaría el proyecto se podría obtener la calidad Ambiental

para este parámetro por interpolación.

La función f(Mi) puede ser distinta según el entorno físico y socioeconómico del proyecto.

Ca

lid

ad

Am

bie

nta

l (C

.A).

INDICADOR

DEL FACTOR Sedimentos aportados UNIDAD DE MEDIDA

M3/Ha /Año

1

0.8

0.6

0.4

0.2

0

El Modelo Battelle ha hecho, un estudio detallado de aplicación al contexto de estados

Unidos, que aún cuando algunos parámetros pueden ser universales tales como los de

calidad de agua y aire para lo cual las legislaciones nacionales normalmente asumen los

establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se requiere generar valores

nacionales y/o regionales. El Modelo ha propuesto curvas para 53 parámetros ambientales

significativos. En el libro de Vicente Conesa “GUIA METODOLOGICA PARA LA

EVALUCION DE IMPACTO AMBIENTAL” ediciones Mundi –Prensa, 1993 se encuentran

detallados los parámetros para la aplicación del Modelo de Battelle-Columbus.

Ponderación de Parámetros. El modelo considera que cada parámetro representa sólo

una parte del medio ambiente, por lo cual es importante disponer de un mecanismo según

el cual todos ellos se puedan contemplar en conjunto y, además, ofrezcan una imagen

coherente de la situación al hacerlo. Para conseguir esto, hay que reflejar de alguna forma

la diferencia entre unos parámetros y otros, en cuanto a su mayor o menor contribución a la

situación del medio ambiente. Con este fin el Modelo Battelle le atribuye a cada parámetro

un peso o índice ponderal. Tal peso se expresa en “unidades de importancia” y el valor

asignado a cada parámetro resulta de la distribución relativa de mil unidades asignadas al

total de parámetros seleccionados para un escenario ambiental específico (medio ambiente

de calidad óptima). El modelo original considera 1000 unidades.

Teniendo en cuenta que los índices ponderales del parámetro representan su importancia

dentro de un sistema global, que sería el mismo para todos los proyectos-, los índices no

deben, según el Modelo variar de un proyecto a otro dentro de zonas geográficas y

contextos socioeconómicos similares. Con ello se evitaría la interpretación subjetiva del

realizador.

Para la obtención de las unidades conmensurables o unidades de impacto neto se

considera que la situación óptima del medio le corresponde la unidad de 1000, tal como se

ha indicado anteriormente como la suma de situaciones óptimas de sus parámetros

definidos en UIP (Unidades de Impacto Ponderadas). Si los parámetros en la zona de

estudio, no se hallan en situación optima, esto es lo más probable, en áreas donde ha

habido intervención antrópica con mayor o menor intensidad, la contribución de uno o varios

parámetros se disminuirá, constituyendo en la contribución real a la situación sin proyecto,

en Unidades de Impacto Ambiental (U.I.A.) expresadas en:

UIAi = CAi x UIP

Donde: UIA: Unidades de Impacto Ambiental CA: Calidad Ambiental UIP: Unidades de Impacto Ponderadas.

Si determinado parámetro esta en su situación óptima su UIA es igual a su UIP.

La presentación de la evaluación final del método Battelle – Columbus se presenta en una

tabla con la siguiente composición:

Tabla 1-1. EVALUACION FINAL SEGÚN BATTELLE

Valor de Unidad de Impacto Ambiental Señales de Alerta Con Proyecto Sin Proyecto Cambio Neto

Se entiende por señales de alert, aquellos resultados significativos en la evaluación, que

tienen el mérito de permitir visualizar hacia donde deben ir orientadas las medidas de

manejo ambiental, que normalmente deben corresponder a unas cuantas y muy precisas,

sin perder nunca de vista la integridad de los sistemas ecológicos y ambientales.

Análisis: El Método de Battelle - puede ser utilizado con buena confiabilidad, ya que

permite realizar una evaluación ambiental con gran aproximación a la interpretación de la

realidad, sin embargo, requiere ciertos ajustes para los proyectos específicos que podrían

estar orientados en la siguiente dirección:

Realizar una ponderación de las categorías ambientales según el proyecto de que se trate.

Los componentes ambientales también deberán ser revisados y es posible que no apliquen los 18 considerados en el método o que tengan que introducirse unos nuevos componentes.

Teniendo en cuenta que la base del Sistema Battelle es la definición de la lista de

indicadores de impacto, esta lista deberá seleccionarse de tal manera que sea

representativa del impacto ambiental derivado de las acciones del proyecto.

Aunque en Colombia y la mayoría de los países latinoamericanos algunos de los

indicadores de impacto de Battelle aplican para la mayoría de los proyectos,

particularmente aquellos que se refieren a la calidad del agua y del aire y cuyos límites

están definidos en la reglamentación sobre estos recursos (p.e. pH, Temperatura, OD,

etc.),sin embargo, es necesario definir indicadores de impacto, a nivel nacional (Ministerio

del Medio Ambiente o su equivalente) y a nivel Regional (Corporaciones Autónomas

Regionales o su equivalente) y aún a nivel local. Esta definición de indicadores haría más

objetiva la evaluación ambiental.

Es interesante resaltar que los índices deberían ser definidos para zonas geográficas y

contextos socioeconómicos similares, aspecto este que incide en la objetividad de la

evaluación ambiental.

Finalmente la importancia relativa de los parámetros del modelo Battelle también debería

ser fijados por las entidades ambientales para, lo cual contribuiría igualmente a mejorar la

calidad de las evaluaciones ambientales.

Uno de los aspectos de mayor interés en el Método Battelle-Columbus, es el hecho que

abre una serie de posibilidades que las autoridades ambientales definan la importancia de

las categorías, componentes y parámetros ambientales por regiones biogeográficas, lo

cual le aportaría al análisis ambiental por este Método una gran objetividad. El método se

puede utilizar para seleccionar alternativas de un mismo proyecto o para evaluaciones

ambientales estratégicas, considerando universos de variables más globales. De todas

manera se insiste en la necesidad que las autoridades ambientales definan para las

diferentes regiones biogeográficas parámetros de calidad ambiental específicos, de lo

contrario las evaluaciones ambientales continuarán teniendo gran subjetividad.

MÉTODOS MATRICIALES.

Método de Gómez Orea para Proyectos Agrarios9. El Método consiste en disponer las

acciones del proyecto y los factores del medio, ambos ordenados en forma de árbol, como

entradas de una matriz – a la que se llama matriz de impactos (Figura 1-3).

Figura 1-3 ESTRUCTURA PARA IDENTIFICACIÓN, CARACTERIZACIÓN Y PONDERACIÓN DE

IMPACTOS

Fuente: D. Gómez Orea. (1988)

Cada casilla de cruce en la Matriz (elemento tipo) estará ocupada por siete símbolos en el

orden que se relaciona en la Tabla 1-2, más uno que sintetiza en una cifra la importancia

del impacto en función de los siete símbolos anteriores.

9 Vid. Gómez Orea D., EIA de Proyectos Agrarios, Madrid, 1988, tomado por Estevan Bolea Ma

Teresa, en Metodologías para elaboración de evaluaciones de impacto ambiental, IIE, Málaga, España, 1994, pags.164-184

MEDIO AMBIENTE

PR

OY

EC

TO

Tabla 1-2. TIPIFICACION DE IMPACTOS

Signo Intensidad

Extensión Momento

Persistencia Reversibilidad

Posibilidad de medida Correctora

Importancia

La Importancia resulta de aplicar la siguiente ecuación:

V.I.I.= 3 (Intensidad) + 2(Extensión) + Momento +Persistencia + Reversibilidad.

V.I.I. = 3(I) + 2(E) + P + R.

Donde V.I.I.= Valor de la Intensidad del Impacto La tipificación de los impactos, su expresión y valoración en la matriz de impacto es como sigue: 1. Signo: Benéfico + Perjudicial - Previsible pero difícil de calificar sin estudios de detalle x 2. Intensidad: Baja 1 Media 2 Alta 3 3. Extensión: Puntual 1 Parcial 2 Extenso (todo el ámbito) 3 4. Momento en que se produce: Inmediato 3 Medio 2 Largo plazo 1 5. Persistencia Temporal 1 Permanente 3 6. Reversibilidad del Efecto Imposible 4 Largo plazo 3 Mediano plazo 2 Corto plazo 1 7. Posibilidad de introducir Medidas Correctivas Proyecto P Obra O

Funcionamiento F No es posible N 8. Importancia. La matriz la presenta, junto con el signo y la posibilidad de introducir

medidas correctivas.

Análisis. El Método de Gómez Orea es apropiado para evaluar pequeños y medianos

proyectos, ya permite una visualización clara y rápida de las interacciones

proyecto-ambiente y sobre los impactos de mayor importancia. Obviamente que como todo

análisis ambiental su objetividad varia de acuerdo al tipo y calidad de equipo

interdisciplinario que se conforme para construir la evaluación ambiental. Si bien el Método

esta definido originalmente para proyectos agrarios, otro tipo de proyecto (viales, vivienda,

turismo, etc) pueden ser evaluados con este Método.

Matriz de Leopold10, Busca conocer el impacto que cada una de las actividades de un

proyecto causan en el medio ambiente, llegando incluso a analizar en que proporción con

respecto al impacto total, se encuentra cada uno de los impactos y los impactos sobre un

determinado componente ambiental. Se utilizan atributos para los impactos como magnitud,

importancia, duración, probabilidad de ocurrencia, etc. La base del sistema es una matriz en

que las entradas según columnas son acciones antrópicas que pueden alterar el medio

ambiente y las entradas según filas son características del medio (factores ambientales)

que pueden ser alteradas. Con estas entradas en filas se pueden definir interacciones

existentes. Como el número de acciones que figuran en la matriz son 100 y 88 el de efectos

ambientales, resultarían 8.800 interacciones.

Análisis: Las acciones que pueden alterar el medio ambiente para Leopold están dadas

para una realidad como la norteamericana de las décadas de 1960-1970 y una concepción

particular del territorio, los recursos y sus transformaciones que no aplican a las realidades

latinoamericanas. Teniendo en cuenta los procesos predominantes en países como

Colombia habría que señalar como las acciones principales la colonización, ocupación y

transformación de territorios étnicos, la explotación de recursos, la aplicación de biocidas,

instalación de enclaves socioeconómicos –culturales y la introducción de nuevos actores de

poder.

10

Primer método establecido para evaluaciones de impacto ambiental por el Servicio Geológico del Ministerio del Interior de Estados Unidos.

Como factores ambientales (si bien las grandes divisiones podrían permanecer) los

segundos y terceros niveles deberían ser replanteados adecuándolos a las realidades

locales y regionales donde se establecerían los proyectos, utilizando las propias categorías

que allí se manejen. Así por ejemplo, habría que tener en cuenta las categorías del

ordenamiento territorial municipal, de ecosistemas regionales (ecorregiones) y áreas

protegidas, los territorios étnico – culturales, los recursos de la biodiversidad y los procesos

que los afectarían por la instalación del proyecto.

En un proyecto específico son muy pocas las interacciones importantes, razón por la cual

no es recomendable utilizar en detalle la matriz de Leopold, ya que el detalle no dejaría ver

lo importante, o como dice el adagio chino: Los árboles no dejan ver al bosque.

La Matriz nos presenta una visión muy plana de las interacciones y una relación simplista de

la relación causa - efecto, que en la realidad no se presenta, razón por la cual es poco

recomendable, en una realidad tan compleja como la nuestra, donde la consolidación del

estado, la construcción de territorios y los perfiles socioculturales y socioeconómicos son

precarios.

Retomamos la crítica planteada por Alejandro Pinedo (1987) a los métodos matriciales, que

son validos para el caso de Leopold, cuando señala:

“Estas matrices presentan el inconveniente de su intención generalista, y podrían no

apreciar con la suficiente exactitud la problemática de la actividad que nos ocupa en un

determinado ambiente. No nos parece por ello desacertado, recomendar la elaboración de

una matriz particular como sistema de detección, sobre todo en la elaboración de estudios

orientados a detectar posibles impactos de dimensión importante, para los que luego se

aplicarían procedimientos más sofisticados”11

DISEÑO DE MODELOS DE REPRESENTACIÓN CARTOGRÁFICA, ESTABLECIENDO

UNA CLASIFICACIÓN DEL TERRITORIO DONDE SE REPRESENTAN LOS

DIFERENTES NIVELES DE SIGNIFICACIÓN DEL IMPACTO. Cada nivel de impacto

reúne aquellas zonas que por sus características ecológicas se ven afectadas en mayor o

menor medida. El desarrollo de estos modelos se basa en la interpretación de la

11

Alejandro Pinedo, los Embalses en la práctica de las estimacione..., p. 74.

información recogida en la fase de inventario, y se apoya en técnicas más o menos

sofisticadas de ordenación, clasificación y valoración de las diferentes unidades definidas

para los elementos inventariados. Este método se puede desarrollar por técnicas

automáticas, mediante el computador o con procedimientos manuales.

Según Estevan Bolea (1994)12

“El sistema llamado de mapas, coberturas, transparencias o superposiciones, efectúa una

división del territorio afectado por la totalidad del proyecto mediante el trazado de unas

retículas. Se obtienen así una serie de unidades geográficas, en cada una de las cuales se

estudia un conjunto de factores ambientales y se aplican unos indicadores de impacto,

previamente establecidos. Se utilizan transparencias y en cada una de ellas se marcan los

resultados obtenidos en el estudio. Se superponen después los resultados de las distintas

transparencias y, mediante un tratamiento de toda esta información en un ordenador,

mediante el correspondiente programa – como siempre en este tipo de estudios -, se llega a

unas conclusiones finales.”

La representación cartográfica en la evaluación ambiental parte de definir una escala de

trabajo y está en estrecha relación al tipo de proyecto (lineal o circular) y de área de

influencia físico -biótica y económica. Los aspectos sociales y culturales normalmente

tienen otra connotación como se estudia más adelante.

Los métodos basados en modelos de representación cartográfica son muy útiles en la

evaluación ambiental pero deben ir acompañados de otras metodologías no cartográficas

que permitan exponer y calificar con detalle los impactos, sin duda el método de

representación cartográfica es básico en la evaluación ambiental para tener un referente

biogeográfico sobre el cual se pueda constatar en campo los procesos de transformación

ambiental, antes, por el proyecto y posterior al proyecto. Los modelos de representación

cartográfica en los planos convencionales, dado que se trata de un instrumento

bidimensional, no permite visualizar con claridad la influencia de los proyectos. Esta

deficiencia se supera en gran parte con los nuevos instrumentos que aportan los sistemas

computarizados y las representaciones de los Sistemas de Información Georeferenciados

12

Estevan Bolea, M.T., Metodologías para la elaboración de evaluaciones de impacto ambiental, IIE, Málaga, España, 1994, pags 79-80.

(SIG). Sigue siendo un aspecto importante a resaltar el hecho de la alta incertidumbre que

acompaña las evaluaciones culturales, que difícilmente pueden concretarse

satisfactoriamente en una representación cartográfica. De ahí que los SIG son un buen

instrumento, pero no el instrumento completo para trabajar una evaluación ambiental o el

ordenamiento territorial.

A manera de orientación se considera que:

Para proyectos con cubrimiento físico geográfico de su área de influencia directa sean

menores de 1000 hectáreas se recomienda trabajar representaciones cartográficas en

planos escala 1: 5000 a 1:10.000

Para proyectos con cubrimiento físico geográfico de su área de influencia entre 1000 y

10.000 hectáreas se recomienda trabajar en Escalas 1:10.000 a 1:25.000.

Cuando se trata de proyectos lineales13 tipo vías, ductos, ferrocarriles o similares, se

define un área de influencia del corredor sobre el cual se detalla en representación

cartográfica las principales áreas ambientalmente críticas o de alta sensibilidad

ambiental a escalas de 1: 5000 a 1: 10.000. Para algunos pasos críticos la

representación cartográfica se hará a mayor detalle 1:500 o 1: 1000, requiriendo

verificaciones de campo exhaustivas.

Es preciso señalar que las representaciones cartográficas en evaluación de impacto

ambiental deben mostrar tendencias de los impactos físico - bióticos y de aquellos

13

Según Otero (1987) bajo la denominación de estructuras lineales, se agrupan un conjunto de actuaciones, que poseen una serie de características diferenciales que se pueden resumir como sigue:

Unen dos o más puntos fijos

Atraviesan un gran diversidad de medios

Ocupan relativamente poca superficie en cada uno de ellos.

Son estructuras artificiales

Constituyen servicios públicos, su construcción obedece a una necesidad real.

(...) Se pueden situar al mismo nivel del terreno, por encima o por debajo de él y atendiendo a esta característica se registrarán diferentes efectos sobre el medio.

Otero Isabel, Los impactos de las estructuras lineales, en Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Madrid , 1987, pág., 108-109.

socioeconómicos que impliquen transformaciones significativas, por ejemplo, procesos de

colonización, ocupación territorial, urbanismo y conurbanismo14, etc.

MODELO PER (Presión –Estado- Respuesta). Este Modelo está basado en los ámbitos de

Presión – Estado – Respuesta que pueden caracterizar la relación de un proyecto con

medio ambiente determinado y pueden además ser fácilmente determinados mediante

indicadores PER.

Indicadores de Presión (P): Se refieren a aquellos que ver con las actividades

humanas a desarrollar en los diversos sectores o actividades productivas (energía,

transporte, industria, agricultura, entre otras).

Indicadores de Estado (E): Son aquellos que caracterizan el estado del medio

ambiente y los recursos naturales (Aire, Agua, Suelos, Fauna y Vegetación,

Ecosistemas) de las áreas sobre las que el proyecto tendría influencia.

Indicadores de Respuesta (R) : Apuntan a los indicadores que caracterizan a los

actores económicos, Institucionales y Ambientales (Administración, Empresas,

Individuos, Comunidad, Organismos Internacionales, ONGs).

Preguntas de orientacion para el diseño con el modelo P-E-R de indicadores ambientales en una evaluacion ambiental preliminar

AMBITO DE PRESIONES (P)

¿Qué tipo de proyecto es? Urbanístico, de infraestructura, de explotación de recursos, de tipo social, de tipo productivo, una o varias de estas opciones)

¿Cuales son las alternativas de ubicación?

¿Cuánta y cómo será la ocupación de los espacios?

¿Que presiones ejercerá a nivel de demanda de recursos?

¿Qué presiones ejercerá sobre los patrones sociales, económicos y culturales locales o regionales?

14

Conurbación: aglomeración de carácter urbano, formada por la unión física (no jurídica) de dos o varias entidades de población (Grijalbo, Gran Diccionario Encoclopédico Ilustrado, Barcelona, 1998)

AMBITO DEL ESTADO (E)

¿Cuáles serían los recursos naturales que sufrirían las presiones identificadas?

¿Las presiones se ejercerán sobre un recurso determinado o podríamos prever que se daría sobre un Sistema de Recursos?

¿ Podrían soportar los recursos naturales las presiones que se ejercerían desde el proyecto? Se podría prever algunas tendencias sobre su uso, manejo y explotación por las presiones ejercidas por el proyecto?

¿Qué se podría prever en relación a cómo responderían los sistemas sociales y económicos?

AMBITO DE LAS RESPUESTAS ( R )

¿Cuál es el sistema de actores económicos, sociales e institucionales y que información requerirían para participar en la decisión ambiental del proyecto?

¿Para el proyecto se podría hablar de un sistema de actores o sus actuaciones se prevén aisladas y/o individuales?

¿Cuál sería la respuesta institucional? ( proponer varias posibles)

¿Cuál sería la respuesta social? (proponer varias posibles)

¿Qué tipo de decisiones se podrían esperar que se tomaran? Es posible un nivel de concertación entre los diferentes actores en la respuesta sobre las decisiones a tomar?

Tal como se señala en la Figura 1-4 con este modelo se busca conceptualizar con la mayor

precisión, calidad y de la manera más sencilla posible las relaciones que se establecerían

entre el proyecto, el medio ambiente y las necesidades de información que requerirían los

actores económicos, sociales e institucionales para pronunciarse sobre el mismo, así como

prever las posibles respuestas sociales que pudieran presentarse o que se estimularían

para facilitar la realización del proyecto dentro de parámetros ambiental viables y

socialmente aceptables.

Figura 1-4

MODELO DE INDICADORES AMBIENTALES P-E-R

PRESIONES ESTADO RESPUESTAS

ACTIVIDADES

HUMANAS

ESTADO DEL MEDIO

AMBIENTE Y DE LOS

RECURSOS NATURALES

ACTORES ECONOMICOS, INSTITUCIONALES

Y SOCIALES

Energía

Transporte

Industria

Agricultura

Aire

Agua

Suelos

Fauna y Vegetación

Administración

Empresas

Individuos

Comunidad

Organismos Internacionales

Presión

Recursos

Información

Respuesta

institucional

Respuesta social (Decisiones y acciones)

Adaptado de Patricio Gross ”Estado sobre el desarrollo de los Indicadores ambientales en Chile”.

Tipología de los impactos ambientales

El abordar la tipología de los impactos ambientales desde las perspectivas de los países

que buscan su propio desarrollo como América Latina y el Caribe, partimos de los

siguientes aspectos:

1. Asumir las variables de modo, tiempo y lugar de conformidad con nuestras

particularidades así:

Modo. Hace referencia a los atributos de los impactos diferentes a aquellos que dependen

de su duración y lugar donde ocurren. Podría decirse de las características intrínsecas de

los impactos tomados como sujetos. Su aplicación debe tener en cuenta las diferentes

interpretaciones culturales que podría tener una asignación de cualidad del impacto,

dependiendo de la región, las tradiciones culturales e históricas. Los atributos deben

corresponder con los lenguajes utilizados para definir características de los eventos

naturales o de las transformaciones antrópicas en una región o lugar determinado.

Tiempo. Hace referencia al momento de aparición, duración y otras variables temporales

(velocidad, sincronicidad, periodicidad). En la asignación de los tiempos para los impactos

debe tenerse en cuenta para aquellos impactos que se relacionan con el componente

socio-cultural, las tradiciones culturales y los propios tiempos en que transcurren las

actividades de una población determinada, sujeta a ser impactada. El manejo de los

tiempos culturales-cosmológicos, tiene una profunda significación para los grupos étnicos y

la cultura campesina, por lo cual la evaluación ambiental debe adaptarse a estos y no

pretender imponer ritmos “occidentales” o urbanos que resultan agresivos para las

comunidades, desobjetivando los verdaderos impactos. El tiempo es tomado por algunos

autores como una cuarta dimensión, determinante en el desarrollo de las actividades

antrópicas. Así por ejemplo un proyecto deberá tener en cuenta los tiempos biológicos, por

ejemplo cuando interviene ecosistemas frágiles, en relación con el tiempo de recuperación

de los mismos.

Lugar. Hace referencia al lugar donde ocurren y deberá reconocer y tomar debida nota de

la interpretación de los lugares geográficos que hace la población local, particularmente en

cuanto se refiere al área de influencia de un impacto determinado, ya que las relaciones

culturales podrían significar, por ejemplo, que fuera más o menos extensivo, lineal o radial

o indeterminado dependiendo de los espacios que se manejan localmente. En muchas

ocasiones los lugares más importantes están definidos por servidumbres, sitios de reunión,

lugares de observación del paisaje, sitios relacionados con una leyenda o un mito local que

le dan importancia a un entorno, cuyos límites son difíciles de precisar.

2. Tener en cuenta la legislación general sobre medio ambiente y las reglamentaciones que

se hayan promulgado para una región específica donde transcurren las actividades del

proyecto, así como ciertas normatividades propias de la región o localidad, ligadas o

costumbres y tradiciones15.

La legislación ambiental se apoya en la interpretación de los impactos ambientales y de

alguna forma los tipifica, al señalar limites de emisión, conductas prohibidas o niveles de

tolerancia para alteraciones del medio natural y social. La legislación ambiental es

necesaria para valorar la importancia de muchos impactos, especialmente aquellos que se

relacionan con la calidad del aire y del agua y para seleccionar indicadores ambientales.

Generalmente en las localidades o regiones existen ciertas normas de que caracterizan una

determinada relación sociedad - naturaleza, transmitidas de generación en generación y

que aun cuando no están escritas, tienen mayor significado que la legislación promulgada

sobre medio ambiente. Así por ejemplo, ciertas normas para cuidado de los nacimientos de

agua, para protección de los bosques y ciertos significados de la fauna y la flora, de las

montañas, que encierran mitos y tradiciones. Por otra parte muchas normas ambientales

pueden resultar agresivas para una determinada comunidad que maneja adecuadamente

su entorno, cuando estas significan la imposición de reglas para el aprovechamiento del

recurso hídrico con el fin de favorecer a un tercero, que llega a través de un proyecto de

“desarrollo”.

3. Reconocer que los impactos ambientales podrían definirse como variables integrales en

un proyecto determinado a través de los siguientes tipos de indicadores:

Indicadores facilitadores

Indicadores condicionantes

Indicadores limitantes

15

Para la ampliación de este tema ver en este mismo libro el Ensayo sobre Etica, Legislación Ambiental y Procesos Interculturales.

Indicadores excluyentes

Indicadores facilitadores. Son aquellos que hacen atractivo al proyecto o que lo justifican.

Por ejemplo: generación de empleo, suministro de combustible, acceso a un servicio

básico, dinamización del mercado local. Normalmente son los que se presentan por el

proponente para justificar el proyecto.

Indicadores condicionantes. Son aquellos que facilitando el proyecto, debido a sus

particularidades y nivel de intervención, requieren un manejo especial al cual esta

condicionado la realización del mismo. Por ejemplo: adecuación de vías, cantidad de

recursos naturales a intervenir (en áreas para espacios a ocupar, volumen maderable a

remover, caudales a captar).

Indicadores limitantes. Son aquellos que permitiendo la realización del proyecto, colocan

barreras en su amplitud, cobertura, profundidad o rata de explotación sobre uno o varios

recursos naturales. Por ejemplo: oferta aprovechable de agua, cantidad de bosque

existente en el lugar y su importancia local, niveles de disrupción paisajista, cantidad de

población inmigrante generada por el proyecto, conflictos locales.

Indicadores excluyentes. Son aquellos que son incompatibles con la realización del

proyecto. Por ejemplo: existencia de áreas protegidas, cultura (s) locales de alta

vulnerabilidad y de gran importancia que ameritan ser conservadas y/o que tienen sus

propias normas que impiden la realización del proyecto. Su peso ponderado en la

evaluación en relación con los otros indicadores, facilitará una definición más objetiva

sobre el futuro de la viabilidad ambiental del proyecto.

4. Reconocer las incertidumbres en el conocimiento de la compleja realidad ambiental de

los países en desarrollo como América Latina y el Caribe y las diferencias que existen entre

las diversas regiones biogeográficas, que condicionan la magnitud de los impactos.

Algunos ejemplos nos pueden ilustrar al respecto:

Es muy limitado el conocimiento de los principales ecosistemas, su propia

categorización y clasificación no esta clara y además existen contradicciones entre los

enfoques de las diversas instituciones de gestión ambiental y de investigación sobre

este particular a nivel nacional e internacional.

Salvo, datos hidrológicos como caudales de algunas corrientes principales y variables

climatológicas como humedad relativa, dirección y velocidad de los vientos, no se

poseen registros históricos consolidados sobre indicadores físicos de los

comportamientos ambientales.

Si bien institutos como el INDERENA hasta 1995 y el IDEAM y el Von Humbolt en

Colombia, desde 1995, vienen haciendo un importante esfuerzo, se está lejos de tener

datos consolidados sobre las características ambientales de las diversas regiones del

país a una escala aplicable para un proyecto determinando que nos conduzca a concluir

con baja incertidumbre sobre los impactos de dicho proyecto de desarrollo y otras

actividades que pueden alterar el medio ambiente. Este lugar es común para los países

de la Región.

Clases de evaluación ambiental

Estos aspectos nos ayudan a precisar las clases de evaluación medioambiental así:

De acuerdo a los tipos de evaluación a realizar: Estratégica, regional y sectorial.

De acuerdo a los alcances de la evaluación: Cualitativa y cuantitativa

De acuerdo al nivel de detalle requerido: General, semidetallada, muy detallada.

De acuerdo a la duración de la actividad o proyecto a evaluar: Temporal o permanente.

De acuerdo al tipo de proyecto: Social, económico, ecológico, ambiental.

Evaluaciones Ambientales Estratégicas. Según Canter (1997) “ La Evaluación Ambiental Estratégica (EAE)16 se refiere a un proceso

sistemático para evaluar las consecuencias ambientales de las políticas propuestas o

iniciativas de planes o programas, con el fin de asegurar que los impactos están

16

SEA: Strategic Environmental Assessment (vid. Carter, L.W, Evaluación Estratégica Ambiental, en Ministerio Medio Ambiente- ICFES, La evaluación ambiental en el contexto del desarrollo, Santafé de Bogotá, 1998).

completamente incluidos y apropiadamente clasificados en la etapa más temprana de la

toma de decisiones, a la par con consideraciones económicas y sociales”17 .

Para Sadler(1997)18 la EAE responde a lo que la Comisión Bruntland llamó el principal reto

institucional de los 90s considerando “la dimensión ecológica de lo político al mismo tiempo

con lo económico y otras dimensiones”. Para el mismo autor son candidatos potenciales

para EAE “las áreas políticas que conciernen o llevan a cambios en el uso de las tierras y

recursos naturales, la producción de materias primas, químicas y otros productos

peligrosos y/o generación de contaminantes, deterioros y residuos”. Podríamos considerar

específicamente como candidatos a EAE: la política de aplicación de plaguicidas para

control de cultivos ilícitos, la política de importación de plaguicidas y químicos peligrosos, la

política energética, la política agraria, la política vial, los Planes de Desarrollo, los Planes de

Ordenamiento Territorial (POT), los planes de ordenación de cuencas hidrográficas

A manera de ejemplo de EAE presentamos el esquema general de la metodología seguida

en la evaluación de las implicaciones físicas, biológicas y socioeconómicas de la

estabilización de los gases de efecto invernadero realizada por el IPCC (Panel

Intergubernamental de Cambio Climático) en 1997:

Figura 1-5 EVALUACIÓN AMBIENTAL ESTRATÉGICA (EAE) DE LAS IMPLICACIONES FÍSICAS, BIOLÓGICAS Y SOCIOECONÓMICAS DE LA ESTABILIZACIÓN DE LOS GASES DE

EFECTO INVERNADERO.

17

Para el autor citado, “la política” se refiere a un conjunto general de acciones o toda una acción propuesta que un gobierno está, o estará persiguiendo, y que guía la toma de decisiones. La definición de un “plan” es que éste contenga propósitos, estrategias o diseños de perspectiva futurista, frecuentemente con prioridades coordinadas, opciones y medidas que elaborán e implementan la política y finalmente “programa” denota una coherente y organizada agenda de instrumentos y/o actividades que elaboran e implementan la política. 18

Dadler, Barry, Aplicación de la evaluación ambiental a nivel de políticas y en los asuntos de cambio global, en MMA-ICFES, La evaluación ambiental...

Adaptado de Documento III del IPCC- OMM-UNEP, 1997

Evaluaciones ambientales regionales

Las evaluaciones ambientales regionales son deseables cuando diversas actividades de

desarrollo son planificadas o propuestas para un área geográfica relativamente localizada,

como varios proyectos en un mismo sistema hidrográfico. Sirven varios propósitos útiles,

por ejemplo:

* Definición de áreas de estudio en términos con sentido ambiental por ejemplo, la

cuenca de captación de un río, un área climática, una zona costanera.

* Selección de modelos de desarrollo sustentable entre las alternativas en una región

bajo presión de desarrollo (por ejemplo una zona costera), o que se programe para el

desarrollo por primera vez.

* Identificación de los impactos acumulados de diversas actividades, por ejemplo, el

efecto combinado de varias corrientes de descarga municipal e industrial de aguas

CONCENTRACIONES

FORZAMIENTO

RADIATIVO CAMBIO

CLIMATCO IMPACTOS

EVALUACION

INTEGRADA

EMISIONES

ANALISIS DE

MITIGACION

servidas y tratadas, sobre la calidad de agua recibida y del diseño o implementación

de cambios en el calendario y otras medidas para evitar o atenuarlos;

* Identificación de las interacciones ambientales o demandas conflictivas de recursos

entre proyectos, en los cuales los impactos de un proyecto podrían reducir los

beneficios de otro, y medidas para evitar este resultado;

* La formulación de criterios para un desarrollo ambientalmente sustentable en la

región, incluye el tratamiento de áreas y recursos ambientalmente frágiles, criterios

para la selección de sitios, criterios de diseño, medidas específicas en cada región

para atenuar los impactos adversos, y lineamentos para la planificación del uso de la

tierra.

* Identificación de las necesidades de datos de seguimiento y de definición de

programas de recolección de datos, para apoyar la evaluación ambiental y las

decisiones de desarrollo; y

* Examen de las alternativas políticas y elementos institucionales necesarios para

lograr un desarrollo sustentable de la región.

Las evaluaciones ambientales regionales pueden:

* Servir como herramientas de planificación, ayudando en la identificación de proyectos

ambientalmente adecuado.

* Contribuir a las estrategias de implementación que tomen en cuenta los impactos

combinados de un conjunto de proyectos ya en ejecución; y

* Ayudar en la preparación de proyectos mediante el apoyo a los planes y diseños

sensibles a los impactos acumulados. Sinergismos, interacciones y competencia

para los recursos naturales y socioculturales.

Las evaluaciones ambientales regionales aportan a la eficiencia en la preparación de los

proyectos, pues reducen el tiempo y esfuerzo gastado en evaluaciones ambientales para

proyectos específicos. Al menos, una evaluación ambiental regional habrá definido los

principales problemas que necesitan ser considerados al estudiar los proyectos individuales

(y tal vez preparado los términos de referencia para los estudios), y habrá reunido los datos

ambientales existentes. Es posible que también haya iniciado programas de monitoreo

para remediar las deficiencias en los datos, que de otra manera retrasarían la evaluación

ambiental para un proyecto específico. Cuando una evaluación ambiental regional ha

desarrollado criterios y lineamientos para proyectos individuales y arreglos institucionales

que aseguren su implementación, es posible eliminar totalmente la necesidad de

evaluaciones ambientales para proyectos específicos, o reducirlas a estudios más limitados

de los efectos ambientales exclusivos para proyectos individuales.

Evaluaciones ambientales sectoriales.

Así como las evaluaciones ambientales regionales, una evaluación ambiental sectorial

puede ser empleada para examinar los impactos acumulados de múltiples proyectos

planificados dentro del mismo sector. Las evaluaciones ambientales sectoriales,

usualmente, tratan el conjunto de proyectos propuestos para los siguientes dos años. Por

ejemplo, en el sector energético, se puede estudiar un programa que incluye tres plantas

alimentadas con carbón de piedra, dos importantes estaciones hidroeléctricas, un

componente de reducción de pérdidas y un importante de fortalecimiento institucional y

capacitación. Posiblemente, traten en conjunto varios proyectos grandes (por ejemplo:

energía termoeléctrica), o varios proyectos pequeños ( por ejemplo, estaciones de fuerza

sin almacenamiento), que pueden no justificar evaluaciones ambientales individualmente.

Al aplicarse de esta manera, las evaluaciones ambientales sectoriales ofrecen las mismas

ventajas que las evaluaciones regionales, y tienen una relación comparable con las

evaluaciones ambientales para proyectos específicos. Pueden, en algunos casos, suplir las

evaluaciones ambientales para proyectos específicos al producir lineamientos y criterios

para el diseño e implementación de proyectos en el sector. Más frecuentemente, resultará

en la identificación de los principales problemas ambientales en el sector y la elaboración de

una base de datos, posibilitando el que las evaluaciones ambientales para proyectos

específicos continúen de manera más expedita.

Una variante de esta aplicación, a menudo denominada “Evaluación Ambiental

Programática (EAP)”, es el uso de una evaluación ambiental sectorial para evaluar los

impactos de un programa que abarca a todo el sector o una gran región, como es el control

de cultivos ilícitos. Estos programas son replicados en varios sitios y sus impactos son más

o menos iguales en cualquier localidad. Una EAP puede incluir entre sus productos, unos

lineamientos que plantean preguntas para conducción de la actividad y para sitio específico,

las cuales deben ser contestadas antes de iniciar la actividad.

Los otros propósitos de las evaluaciones ambientales sectoriales, son un poco diferentes:

* Revisión de los impactos ambientales de las alternativas de inversión en el sector, es

decir, el tratamiento centralizado o descentralizado de las aguas servidas, expansión

de la capacidad existente para la generación de la energía eléctrica versus la

construcción de nuevas instalaciones;

* Evaluación de los efectos ambientales de los cambios en las políticas sectoriales, por

ejemplo, la implementación de normas de minimización de los desechos industriales,

la fijación para el agua de precios que reflejen el verdadero costo del servicio, requerir

la conservación de energía para compensar la necesidad de nueva capacidad de

generación eléctrica, modificar los criterios para la reutilización de los desechos

tratados, diferenciar entre las fuentes nuevas y existentes al fijar normas para las

emisiones en el aire, y el uso de combustibles alternativos para las plantas de energía

y de calefacción con base a los hidrocarburos; y

* Evaluación de requisitos del sector para análisis ambientales, implementación de

medidas de manejo y atenuación ambientales y programas de seguimiento, la

capacidad de instituciones sectoriales para realizar esas actividades, y necesidades

de capacitación, elaboración de lineamientos, u otros aspectos del fortalecimiento

institucional.

Al ser empleadas de estas tres maneras, las evaluaciones ambientales sectoriales

proporcionan información que se puede emplear con la mayor efectividad para planificar

estrategias sectoriales, programas de inversión, y esfuerzos de fortalecimiento institucional.

Se relacionan con el ciclo del proyecto desde el inicio al contribuir a la identificación de

proyectos que concuerden con el desarrollo sustenible del sector.

Las metodologías de evaluación y su aplicación

Cuando hablamos de metodología nos referimos al análisis sistemático y organizado de

los procedimientos para evaluación de impacto ambiental. La metodología, si bien tienen

unos componentes universales, no puede ser aplicada ortodoxamente en todas las

realidades, ya que la aproximación a los objetos difiere, de acuerdo al grado de relación que

caracteriza determinada cultura o patrones culturales e históricos. Esa caracterización nos

esta definiendo un nivel de conocimiento, unos valores intrínsecos, unos comportamientos

ecológicos, así como los indicadores de impacto, producto de una historia ambiental, que

reviste caracteres específicos en un escenario ambiental determinado (una localidad, una

región, una cuenca hidrográfica, un ecosistema, un territorio étnico).

Así por ejemplo, en zonas de baja intervención antrópica es difícil tipificar impactos, ya que

aparentemente existe integridad de los ecosistemas, lo que no significa que lo presente sea

el resultado de procesos naturales, sino que puede perfectamente obedecer a procesos de

recuperación natural por abandono por parte de poblaciones humanas de su intervención

allí: Zona de minería de oro abandonadas en la Amazonia, en el Chocó, antiguas

explotaciones caucheras o madereras en estas mismas regiones. También pueden

observarse indicadores de erosión, a priori sugieren niveles de intensa intervención

antrópica, cuando en realidad obedecen a procesos naturales. Algunas zonas de Santander

se caracterizan por los estoraques y otras zonas de los Llanos Orientales en época de

verano presentan paisajes semidesérticos, que contrastan con el paisaje que se observa en

la época de lluvias, donde sobre ellas pueden prevalecer áreas de inundación. En algunas

zonas del Meta como de Arauca (Llanos Orientales colombianos que se prolongan hacia

Venezuela) pueden ocurrir tales fenómenos. Para estas zonas no pudieran ser aplicables

metodologías de evaluación ambiental rápida, como las sugeridas por algunos

investigadores, ya que el medio ambiente, mediado por particularidades climáticas, aún en

áreas tropicales propicia variaciones ambientales severas.

Teniendo en cuenta lo anterior, se deberían sugerir por parte de los diversos institutos

ambientales marcos metodológicos para los estudios ambientales en las diferentes zonas

naturales de los países y la Región en su conjunto que partieran, por ejemplo, de precisar

mediante descripciones generales los indicadores ambientales que pudieran servir de

referencia para definir los impactos de determinadas actividades antrópicas. Se podrían ir

precisando, por ejemplo:

¿A qué conductas o a que actividades son más susceptibles determinadas especie en

vía de extinción?,

¿Cuáles son los parámetros de físicos y químicos de mayor sensibilidad en relación

con la calidad del agua de determinada cuenca hidrográfica?.

¿Qué especies no deberían ser utilizadas o podrían ser utilizadas en actividades de

revegetalización o reforestación en determinadas zonas?

¿Cuáles son los límites tolerables de temperatura de los vertimientos líquidos a

corrientes receptoras a lo largo del ciclo climático anual y a lo largo del ciclo climático

diario y en las diversas regiones biogeográficas?.

¿Qué actividades pudieran generar cambios en el uso del suelo y cuáles serían sus

límites tolerables en determinada área o ecosistema?.

Una estrategia de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos.

La evaluación ambiental en la gestión de proyectos, debe tomarse como parte de la

estructuración y el fortalecimiento del Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) que

establece “la realización de una evaluación medioambiental, como diagnostico preliminar,

donde se analicen de manera global los problemas, efectos y resultados en materia de

medio ambiente de las actividades...”19.

En este trabajo proponemos una estrategia de evaluación de impacto ambiental para

proyectos que conlleva la combinación de varias metodologías conocidas y otras que se

han propuesto y desarrollado en algunos estudios de impacto ambiental en Colombia. La

estrategia de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) propuesta contiene los siguientes

pasos:

19

Vega Mora, Leonel. Gestión Medioambiental, TM editores, DNP. Santafé de Bogotá, julio de 1998, p. 100.

1. Aplicar el Modelo PER (Presión-Estado-Respuesta) para conocer rápidamente las

características y los impactos sobresalientes del proyecto en relación con un medio

determinado donde se ubicaría el proyecto. Este paso es de gran utilidad para obtener

una idea sobre el proyecto, los beneficios y los conflictos posibles que pudieran

generarse.

2. Identificar los indicadores de estado: Facilitadores, Condicionantes, Limitantes y

Excluyentes, definidos anteriormente y con base en ellos calificar las alternativas

propuestas para el proyecto (Diagnóstico Ambiental de Alternativas). Con este paso se

simplifica la toma decisiones con respecto a la alternativa más adecuada, ya que por

ejemplo si aparecen indicadores Excluyentes, la alternativa no seria viable y si se tienen

datos regionales o locales consolidados sobre indicadores limitantes o condicionantes,

se evitaría prolongar innecesariamente la decisión sobre la viabilidad o no de un

proyecto. Si el proyecto fuera viable con alguna de sus alternativas, habría la posibilidad

de detallar en mejor forma el diseño ambiental del mismo dentro del EIA

3. Realizar el Estudio de impacto Ambiental (EIA) con los Términos de Referencia

ocordados20 y/o oficializados por las entidades competentes y aplicar una metodología,

previamente seleccionada, para calificar los impactos. Se recomiendan las siguientes

metodologías como las que más se adecuan a los sistemas tropicales:

Battelle modificada

Evaluación de Impacto Ambiental de Proyectos Agrarios (Gómez Orea modificada)

Encadenamiento de Impactos.

Mapas conceptuales

Límites vectoriales de sostenibilidad ambiental

Diagrama de incertidumbres

Para facilitar la comprensión de estas metodologías se presenta más adelante su

aplicación en estudios de caso para pequeños y medianos proyectos.

4. Adelantar procesos participativos. Todo proyecto sujeto a EIA debe garantizar un

proceso participante de las comunidades locales e incluso regionales según su alcance,

más allá de las audiencias públicas.

5 Definir los impactos sobre los cuales se construirá el Plan de Manejo Ambiental.

6 Elaborar el Plan de Manejo Ambiental con de acuerdo con los resultados de la

Evaluación Ambiental.

La evaluación ambiental para el caso de las empresas tendría los siguientes objetivos:

Realizarse antes de la implantación de las empresas y como un aspecto básico para la

valoración de la viabilidad ambiental, así como para la estructuración de un SGMA. Se

realizaría también previa a un cambio significativo en las operaciones o prácticas de las

empresas.

Medir la actuación de las diversas actividades y de la empresa como un conjunto,

teniendo en cuenta sus relaciones con el medio ambiente, definido como área de

influencia.

Determinar los indicadores de impacto ambiental y definir las metas y estándares de

actuación en materia de protección y conservación de los recursos naturales y el medio

ambiente.

Estudios de caso

A continuación se presentan algunos Estudios de Caso que introducen marcos

metodológicos construidos y /o modificados para la evaluación ambiental en Colombia.

20

Los Términos de Referencia para un Estudio de Impacto Ambiental deben ser producto de la concertación entre la autoridad ambiental, el proponente del proyecto y la sociedad civil afectada por el mismo, de esta forma se facilita el desarrollo ambientalmente sostenible del mismo.

Estudio de caso 1.

Evaluación de impactos ambientales de un sistema de producción agrícola: cultivo de papa,

predominante en el municipio de Murillo, norte del Tolima, zona de amortiguación del Parque

Nacional Natural “Los Nevados”21

.

Descripción del proyecto. En el municipio de Murillo (Departamento del Tolima, Colombia, existen

alrededor de 2900 hectáreas dedicadas al cultivo de la papa, producción que se hace en zonas altas

de ladera, incluso en sitios con pendiente alta, aproximadamente del 30%.

La labor de preparación del suelo incluye la picada de éste en forma manual relacionada con la

producción del lote o cultivo anterior, y descomposición de residuos por 15 días. Luego se surca. La

siembra depende del ciclo de lluvias. Las distancias más comunes varían entre 1.20 y 1.50 m entre

surcos y entre plantas 0.30m a 0.50m, colocando entre una y dos semillas por sitio. La semilla

requerida varía entre 12 a 16 cargas por hectárea y se hace en forma manual. Las variedades más

utilizadas son ICAs y Tuquerreña. La fertilización se hace con la siembra empleando abono

compuesto 10-30-10 en dosis de 400 – 500 kg/Ha, que se repite en el momento del aporque en la

misma dosis.

Las malezas se controlan en forma manual con azadón. Las plagas y enfermedades con insecticidas

y fungicidas. Se aporca en forma simultánea los primeros meses del cultivo. El rendimiento promedio

es de 27.6 Tn/Ha.

Area de influencia. El municipio de Murillo se encuentra localizado al noreste del Tolima, la

cabecera está ubicada sobre los 4º55

l latitud Norte y los 75

º11

l longitud oeste del meridiano de

Greenwich. Su extensión total es de 364 Km2 . El área rural del municipio está conformada por un

piedemonte con su promedio de altura de 2.500 msnm. Predomina un clima frio con una temperatura

media de 12ºC pero además posee clima de páramo con temperatura de 0

o- 5

ºC. esta localizada

sobre lo que se conoce como Bosque Húmedo de montaña y Bosque Pluvial Montañoso con

precipitación promedio de 2.000 mm año.

Aplicación metodológica de la EIA.

21

Como fuente se tomó el trabajo preparado por los cursantes Antonio José Guío y Juan Carlos Serrato dentro de la Cátedra de Evaluación de Impacto Ambiental dirigida por Alfonso Avellaneda C., Especialización en Gestión Ambiental y Evaluación de Impacto Ambiental – Facultad de ingeniería Forestal- Universidad del Tolima. Ibagué (Colombia) , febrero de 2000.

1. Selección de estudio de caso

2. Reconocimiento de campo

3. Diagnóstico Ambiental de Alternativas

4. Selección de metodología de evaluación

1 y 2. Selección de estudio de caso y reconocimiento de campo. Una vez seleccionado el estudio de

caso y realizado el reconocimiento de campo se obtuvieron los siguientes resultados:

Una vez seleccionado el estudio de caso (cultivo de la papa) se realizó el reconocimiento de campo,

encontrando que las características de clima suelo y topografía condicionan los recursos naturales.

Se puede decir que la única zona libre es la franja del superpáramo comprendida ente 4.200 y 4.600

m.s.n.m. En la zona de páramo 3.500 - 4.200 la ganadería extensiva es la principal actividad. En la

región andina entre los 2.500 – 3.500 m.s.n.m. el cultivo de la papa es la principal actividad, entre los

2.500 – y 1800 m.s.n.m. se encuentran diversas actividades agropecuarias.

La quema incontrolada de pastizales para ofrecer recursos palatables al ganado, disminuye la

diversidad vegetal y uniformiza la vegetación e indirectamente causa erosión en los suelos. El

arrastre de estos sedimentos es conducido a las lagunas, en donde está acelerando la colmatación y

la pérdida del espejo de agua. El pisoteo del ganado en sistemas naturales frágiles como las turberas

y los depósitos pantanosos del páramo producen cambios profundos en la composición biótica y en

el medio físico. La ganadería es de vacunos y definitivamente debe destacarse la introducción de

ovinos y caprinos. La presión de los cultivadores de papa en la zona limítrofe entre la vegetación

herbácea del páramo y la arbórea de la región andina, ha ocasionado la transformación del paisaje y

a la vez ha incidido de manera indirecta en la alteración del ciclo hidrológico.

En la zona de Murillo, las relaciones de producción son muy variadas, además del trabajo familiar y el

jornal diario, que son las relaciones laborales más difundidas, existen pagos a destajo y diversas

formas de aparcería, a través de las cuales la producción se divide de acuerdo a los aportes

realizados por el dueño de la tierra y el aparcero en dinero, instrumentos de trabajo, semillas,

insumos a la producción, el trabajo mismo y demás actividades del procesos productivo. Debido al

reducido tamaño de las parcelas (1-3 hectáreas) y el bajo grado de desarrollo tecnológico, los

ingresos son muy reducidos y la población trabajadora tiene bajos niveles de calidad de vida.

3. Diagnóstico Ambiental de Alternativas. Para el Diagnostico Ambiental de Alternativas se

seleccionaron las siguientes:

Alternativa 1. Cultivar únicamente papa.

Alternativa 2. Cultivar leguminosas y granos.

Alternativa 3. Cultivar frutales

Alternativa 4. Desarrollar ganadería

Alternativa 5. Sistema de Producción Forestal

Alternativa 6. Implantar un sistema de producción integral combinando los anteriores.

Alternativa 7. No hacer ninguna actividad.

Una vez seleccionadas las alternativas se procedió a identificar los indicadores facilitadores,

condicionantes, limitantes y excluyentes y proceder a calificar las alternativas propuestas otorgando

valores de 1,2,3,4 y 5 (nulo, incierto, bajo, medio, alto), correspondiendo cada uno de ellos al impacto

ejercido en cada alternativa sobre los indicadores. Además se le asignó el signo (+) o (-), cuando el

impacto observado era benéfico o perjudicial. Finalmente se sumaron los resultados para cada una

de las alternativas y se definió, la mejor de ellas (ver Figura 11-5).

De acuerdo con los resultados de la Matriz (Figura 11-5) la alternativa que se debería elegir es la 5,

Sistema de Producción Forestal. Este análisis hay que observarlo detenidamente, pues si bien es

cierto que ecológicamente el sistema forestal determina unos excelentes patrones de recuperación y

sostenibilidad de los recursos naturales, su aceptación como explotación y aprovechamiento por

parte de los habitantes de la zona de Murillo no es muy generalizada y no es vista como una

actividad rentable, más aún cuando se piensa en resultado inmediatos. Como se ve en la misma

matriz, el crédito, el mercado y la oferta tecnológica para su desarrollo no llega a tener un valor de 4

el cual es interpretado como medio, por lo que es mucho más difícil optar por esta alternativa.

La Alternativa 6, Sistema de Producción Integral, es la segunda opcionada como viable en este

resultado, en este caso, ésta Alternativa sería la recomendada para ejecutar en esta zona, mediante

la cual se darían pautas de producción forestales, agrícolas y pecuarias, reutilizando los productos y

subproductos de cada una de ellas , para establecer ciclos semicerrados de materia y energía que

hacen ambientalmente posible esta Alternativa.

Las alternativas de leguminosas-granos, frutales, ganadería obtuvieron calificaciones muy bajas

particularmente debido a los indicadores condicionantes y excluyentes, lo cual las haría

incompatibles con el uso sostenible del suelo.

El cultivo de papa (Alternativa 1) aunque tiene la gran ventaja de aceptación social por el mercado y

debido a que se ha desarrollado en la zona desde años atrás, presenta inconvenientes ambientales

dando un resultado negativo de –4, debido particularmente a los indicadores excluyentes y

condicionantes.

Evaluación Ambiental aplicando el Método de Gómez Orea Modificado22

para proyectos Agrarios23

.

Con el fin de conocer con mayor detalle el impacto ambiental del cultivo de la papa, dada su

importancia en la zona andina, se analizó la Alternativa 1 por éste Método (Figura 11-6).

El impacto ambiental total del proyecto es de -277. El valor del impacto de cada fase es de –161

para la Preparación y –126 en la Operación. El elemento de mayor impacto negativo es el deshierbe

con –228, ya que se afectan significativamente la biodiversidad, seguidos por los controles de

malezas24

y de plagas con -86 y –84 respectivamente.

Los factores del ambiente más afectados son la morfología de los suelos (-151), la calidad del agua

(-112), los bosques (-82) y la geología de los suelos (-73). El factor que presentó mayor importancia

positiva fue el empleo (176), que es uno de los grandes dinamizadores de este tipo de cultivo en

zonas de páramo y subpáramo.

22

Las modificaciones fueron sugeridas para este trabajo, por considerar que se adecuaban al objetivo buscado. 23

Vid. Gómez Orea D., EIA de Proyectos Agrarios, Madrid, 1988, tomado por Estevan Bolea Ma Teresa, en Metodologías para elaboración de evaluaciones de impacto ambiental, IIE, Málaga, España, 1994, pags.164-184 24

Aquí se utiliza el término malezas, acuñado por la Revolución Verde, la tecnología de Agricultura Orgánica las denomina como Arvenses.

Figura 1-5 MATRIZ DE EVALUACION DE IMPACTOS AMBIENTALES DEL SISTEMA DE PRODUCCION AGRICOLA DE LA PAPA EN LA ZONA DE AMORTIGUACION DEL PARQUE NACIONAL NATURAL “LOS NEVADOS”. DIAGNOSTICO AMBIENTAL DE ALTERNATIVAS

INDICADORES ALTERNATIVAS

SISTEMAS DE PRODUCCION No hacer nada

Papa Leguminosas-granos Frutales Ganadería Forestal Integral

Fa

cili

tadore

s

Generación de ingresos 5 3 3 5 3 3 0

Aptitud del suelo 4 4 4 3 4 4 0

Oferta hídrica 4 4 4 3 5 4 0

Aceptación de la comunidad 5 3 3 4 3 2 0

Oferta ambiental 5 4 4 3 5 5 5

Vías de acceso 5 5 5 5 5 5 0

Distancia del mercado 5 5 5 5 5 5 0

Con

dic

ion

an

tes

Pendiente del terreno -4 -4 -4 -5 3 2 0

Erosión -5 -3 -3 -5 5 0 0

Cambios geomorfológicos -3 -3 -3 -3 3 0 0

Oferta tecnológica 4 4 4 4 4 3 3

Apoyo estatal 3 3 3 3 3 3 3

Debilidad institucional -4 -4 -4 -4 -4 -4 0

Lim

itante

s Terraceo 0 0 0 -5 0 0 0

Control de plagas 4 4 4 4 3 3 0

Crédito 3 3 3 3 3 3 0

Uso tradicional del suelo 5 3 3 5 3 3 0

Mercado 4 3 3 4 3 3 0

Exclu

yente

s

Contaminación de ríos -5 -4 -5 -4 0 0 0

Desecación de pantanos -5 -4 -4 -5 0 0 0

Deforestación subparamos -5 -4 -4 -5 0 0 0

Agotamiento del suelo -5 -4 -4 -4 0 0 0

Excedentes de fertilizantes -5 -4 -5 0 0 0 0

Potencial de rentabilidad -4 -3 -3 2 4 4 0

Precipitación oculta -3 2 2 0 5 5 5

Corredor faunístico -4 -4 -4 -4 5 5 0

Riqueza paisajística -3 -3 -3 0 5 5 0

Zona de amortiguación -5 -3 -3 -5 5 5 0

TOTAL -4 3 1 4 80 68 16

Valor Interpretación

1 Nulo

2 Incierto

3 Bajo

4 Medio

5 Alto

Figura 1-6 MATRIZ DE IMPACTO AMBIENTAL PARA PROYECTOS AGRARIOS (Gómez Orea Modificada): CULTIVO DE PAPA EN EL MUNICIPIO DE MURILLO, DEPARTAMENTO DEL TOLIMA ZONA DE AMORTIGUACION PARQUE NACIONAL NATURAL “LOS NEVADOS”

CULTIVO DE PAPA EN EL MUNICIPIO DE MURILLO-DEPARTAMENTO DEL TOLIMA (Col)

Nivel 1 Fase PREPARACION OPERACION IMPACTO DE

CADA SUBFACTOR

Nivel 2 Elemento Descanso Deshierbe Arado Siembra Aporque Fertilización Control de plagas Control de malezas Cosecha

Medio Factor Sufactor/Acciones

Barbecho Pastor. Empradi. Manual Mecánico

Manua Mecán Preem. Manual Mecánica Manual Orgáni Inorgán. Química Biológica Manual Quím. Biológ. Manual

AM

BIE

NT

E

Socio

económ

ico

Infr

ae

str

uctu

ra

Paisaje -8 -8 -8 -8 -8 -8 -8 8 8 8 -15 -47

Vías 9 9

Educación 9 9

salud 8 -15 -15 8 8 -8 8 14 8

Vivienda 14 14

Po

bla

ció

Calidad de vida

8 -15 -15 14 11 8 11 14 36

Desarrollo Económico

23 23

Empleo 8 8 8 8 14 8 14 23 11 8 8 8 -8 8 8 8 11 23 176

Bió

tico

Fauna Silvestre 8 -14 14 -9 -9 14 8 8 -8 -8 8 8 8 28

Doméstica 15 19 23 -9 -9 14 8 8 -8 -8 8 8 8 77

Indeseada 15 -15 -19 -9 -9 14 8 8 -11 -8 8 8 8 -2

Flora Pastos -23 -8 23 -23 -23 23 -14 8 14 8 8 -8 -23 -8 -46

Bosques -16 -14 -14 -19 -19 -82

Indeseada 17 11 8 -17 -17 14 -23 8 14 -11 11 -23 -23 -23 -43

Abió

tico

Suelo Morfológico 8 -19 8 -15 -19 -11 -23 11 -15 -15 -14 -8 8 -8 -23 -8 -8 -161

Geológico 8 -15 9 9 9 -8 -9 9 -8 -15 -15 -15 -8 8 -8 -8 -8 -8 -73

Agua Cantidad -11 -11 -22

Calidad -11 11 -19 -23 -23 -8 -8 -23 8 -96

Atmós. Ruido 9 -9 -18

Calidad del Aire

-9 -11 -11 -11 -8 -11 -8 -69

IMPACTO DE CADA ACCION 24 -66 63 -103 -125 -13 -52 121 31 11 -69 16 -33 -107 26 -4 -79 -1 75 -277

IMPACTO DE CADA ELEMENTO 21 -228 66 42 -69 -18 -86 -84 76 -277

IMPACTO DE CADA FASE -161 -126 -277

IMPACTO AMBIENTAL TOTAL -277

Estudio de caso 2.

Evaluación ambiental del relleno sanitario regional en el municipio de Suarez (departamento

del Tolima, Colombia)25

Descripción general del proyecto y el área de influencia. El sitio previsto se encuentra ubicado

en el municipio de Suárez, sobre el valle del Río Magdalena a 500 msnm, clima cálido seco sobre la

vía que de El Paso conduce al casco urbano del mencionado municipio, en la vereda Cañaverales

sobre las coordenadas 957500 N y 922500 E. Se encuentra a 50 metros de la carretera, a 600

metros en línea recta del caserío y a 1000 metros del Río Magdalena. El área del proyecto abarca 10

hectáreas aprovechando unas cárcavas donde se planean realizar las cuadrículas de depósitos de

desechos, utilizando para su cubrimiento material extraído con anterioridad para la adecuación del

sitio. La pendiente promedio del área es de 25%. Aledaños al área se encuentran algunos relictos de

Bosque Seco Tropical secundario. El uso predominante del suelo es para ganadería extensiva.

Geológicamente esta sobre un depósito de areniscas. El proyecto esta diseñado para cubrir las

demandas de los municipios de Melgar (Tol), Carmén de Apicalá (Tol), Girardot (Cun), Flandes (Tol)

y Suarez (Tol). El proyecto está propuesto para una población de 178.065 habitantes con una vida

útil de 13 años, para lo cual será necesario realizar las siguientes obras principales:.

1. Cárcava de 2.28 Has, vida útil de 1494 días considerando una producción promedio de 194.665 Kg/día con celdas de una altura de 2 metros.

2. Cárcava de 2.53 Has. Con una vida útil de 1538 días. 3. Cárcava de 4.27 Has. Con una vida útil de 1841 días. 4. Adecuación de una vía de 50 metros sobre zonas de potreros. Evaluación Ambiental. El Proyecto se evaluó mediante la Metodología Battelle – Columbus

Modificada, en la cual se introdujeron otros parámetros no contemplados en el modelo original, se

modificó la denominación de otros, se varió el peso relativo de las categorías, componentes y

parámetros ambientales, haciéndolos más precisos para el proyecto y se dejaron de lado algunos

que no aplicaban para esta evaluación ambiental. Para el peso de cada una de las categorías, se

hicieron varias aproximaciones dentro del grupo interdisciplinario, realizando algunas consultas con

personas fuera del grupo evaluador conocedoras de la zona del proyecto y pobladores locales, hasta

conseguir la ponderación, tal como se presenta en la Figura 11-7.

25

Este Trabajo es adaptado del elaborado durante el desarrollo de la Cátedra de Evaluación Ambiental dirigida por el autor, por los cursantes Maria Elvia Guzmán, Ulises Guzmán y Diana Carolina Meneses en la especialización en Gestión y Evaluación Ambiental de la Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia, 2000.

Figura 1-7.SISTEMA DE EVALUACION AMBIENTAL DE BATELLE-COLUMBUS PARA EL RELLENO SANITARIO REGIONAL DE SUAREZ ( Departamento del Tolima, Colombia)

ECOLOGIA (250) CONTAMINACIÓN AMBIENTAL(500) ASPECTOS ESTETICOS(100) ASPECTOS DE INTERES

HUMANO (150)

ESPECIES Y POBLACIONES

(100)

*Terrestre

Pastos (20)

Cultivos (30)

Veget. Natural (20)

*Acuática

Pesquería (30)

CONTAMINACION DEL AGUA

(300) Alteración De drenajes

superficiales (75) Calidad del agua (160)

(condiciones químicas, físicas y bacteriológicas)

Sustancias tóxicas (40) Turbidez(25)

SUELO

(20)

Material geológico superficial (10)

relieve y caracteres

topográficos (10)

VALORES EDUCACIONALES

Y CIENTIFICOS

(80)

Arqueológico (50)

Ecológico(10)

Geológico(10)

Hidrológico(10)

HABITATS Y COMUNIDADES

(150)

*Terrestre

Uso del suelo (50)

Cadenas alimentarias. (40)

Diversidad de

especies 30)

*Acuática

Diversidad de especies(30)

CONTAMINACION ATMOSFERICA

(120)

Partículas sólidas (30)

Metano(60)

Oxidos de Azufre (30)

CONTAMINACION DEL SUELO

(50)

Usos del suelo (30)

Erosión(20)

CONTAMINACIÓN POR RUIDO

(30)

Ruido (30)

AIRE

(40)

Olor y visibilidad (35)

Sonidos (5)

AGUA

(20)

Presencia de agua(4)

Olor y materiales flotantes(12)

Márgenes de protección vegetal (4)

BIOTA

(20)

Animales domésticos(15)

Diversidad vegetal (5)

VALORES HISTORICOS

(20)

Religiones y culturas (20)

ESTILOS DE VIDA

(50)

Oportunidad de empleo (20)

Vivienda (20)

Interacción social (10)

Una vez ponderado el valor de cada categoría se definieron 13 componentes y se realizó su

ponderación, los cuales a su vez fueron divididos en parámetros o factores ambientales que permiten

analizarlos como indicadores de impacto. En total se tuvieron 35 parámetros a los cuales se les

calculó su unidad de impacto ambiental apoyándose en las curvas de Battelle –Columbus para

Calidad Ambiental y en otras curvas generadas en el grupo interdisciplinario, de acuerdo a registros

locales y/o regionales, ante la ausencia de curvas previamente establecidas. La Tabla 1-3 presenta

las Calidades Ambientales con proyecto (C.P) y sin proyecto (S.P) con sus correspondientes

Unidades de Impacto Ambiental.

Tabla 1-3. UNIDADES DE IMPACTO AMBIENTAL

PARAMETRO P.I.U. C.A. (C.P) U.I.A (C.P.) C.A.(S.P) UIA (S.P)

Pastos 20 0.40 8.0 1.0 20.0

Cultivos 30 0.30 9.0 1.0 30.0

Vegetación natural 20 0.20 4.0 0.6 12.0

Pesquería 30 0.33 9.5 0.8 24.0

Uso del suelo 50 0.33 16.5 0.6 30.0

Cadenas alimentarias 40 0.26 10.4 0.6 24.0

Diversidad de especies (T) 30 0.20 6.0 0.6 18.0

Diversidad de especies (A) 30 0.20 6.0 0.8 24.0

Alteración drenajes superf. 75 0.90 67.5 0.90 67.5

Calidad del agua 160 0.53 84.6 1.0 160

Sustancias tóxicas 40 0.50 20.0 1.0 40

Turbidez 25 0.70 17.5 0.8 20

Partículas sólidas 30 0.50 15.0 0.6 18.0

Metano 60 0.70 42.0 1.0 60

Oxidos de azufre 30 0.30 9.0 1.0 30

Usos del suelo 30 0.30 9.0 1.0 30

Erosión 20 0.15 3.0 0.6 12

Ruido 30 0.05 1.5 1.0 30

Material geológico superficial 10 0.40 4.0 0.9 9

Relieve y topografía 10 0.40 4.0 1.0 10

Olor y visibilidad 35 0.18 6.5 1.0 35

Sonidos 5 0.15 0.75 1.0 5.0

Presencia de agua 4 0.10 0.4 1.0 4.0

Olor y materiales flotantes 12 0.20 2.4 1.0 12

Márgenes protección vegetal 4 0.40 1.6 8.0 3.2

Animales domésticos 15 0.60 9.0 0.8 12

Diversidad de vegetación 5 0.30 1.5 1.0 5.0

Valores arqueológicos 50 0.20 10.0 1.0 50

Valores ecológicos 10 0.50 5.0 0.8 8.0

Valores geológicos 10 0.20 2.0 1.0 10

Valores hidrológicos 10 0.80 8.0 0.8 8.0

Religiones y cultura 20 0.50 10.0 1.0 20

Oportunidad de empleo 20 0.70 14.0 0.4 8.0

Vivienda 20 0.60 12.0 0.4 8.0

Interacciones sociales 10 0.64 6.4 0.8 8.0

Finalmente la Tabla 1-4 presenta la comparación entre Unidades de impacto Ambiental con Proyecto y sin Proyecto y los resultados considerados como señales de alerta.

Tabla 1-4 UNIDADES DE IMPACTO AMBIENTAL

PARAMETRO U.I.A

(C.P.) UIA

(S.P) CAMBIO

NETO SEÑALES DE

ALERTA

Pastos 8.0 20.0 -12.00

Cultivos 9.0 30.0 -21.00

Vegetación natural 4.0 12.0 -8.00

Pesquería 9.5 24.0 -14.50

Uso del suelo 16.5 30.0 -13.50

Cadenas alimentarias 10.4 24.0 -13.60

Diversidad de especies (T) 6.0 18.0 -12.00

Diversidad de especies (A) 6.0 24.0 -18.00

Alteración de drenajes superficiales

67.5 67.5 0

Calidad del agua 84.6 160 -75.40

Sustancias tóxicas 20.0 40 -20.00

Turbidez 17.5 20 -2.50

Partículas sólidas 15.0 18.0 -3.00

Metano 42.0 60 -18.00

Oxidos de azufre 9.0 30 -21.00

Usos del suelo 9.0 30 -21.00

Erosión 3.0 12 -9.00

Ruido 1.5 30 -28.50

Material geológico superficial 4.0 9 -5.00

Relieve y caracteres

topográficos

4.0 10 -6.00

Olor y visibilidad 6.5 35 -23.50

Sonidos 0.75 5.0 -4.25

Presencia de agua 0.4 4.0 0

Olor y materiales flotantes 2.4 12 -9.60

Márgenes de protección vegetal

1.6 3.2 -1.60

Animales domésticos 9.0 12 -3.00

Diversidad de vegetación 1.5 5.0 -3.50

Valores arqueológicos 10.0 50 -40.00

Valores ecológicos 5.0 8.0 -3.00

Valores geológicos 2.0 10 -8.00

Valores hidrológicos 8.0 8.0 0

Religiones y cultura 10.0 20 -10.00

Oportunidad de empleo 14.0 8.0 6.00

Vivienda 12.0 8.0 2.00

Interacciones sociales 6.4 8.0 -1.60

Variación en Calidad

Ambiental

491.05 864.7 -373.65

Con las Señales de Alerta podemos concluir que los impactos ambientales principales estarán sobre

los cultivos de la zona, la afectación de la calidad del agua y presencia de sustancias tóxicas en el

medio ambiente, la presencia de oxido de azufre en el aire, el cambio en los usos del suelo por

contaminación, la presencia de ruidos, olores y alteración de la visibilidad del paisaje e impacto sobre

los valores arqueológicos de la región.

Se calculó el cambio neto en la Calidad Ambiental en la zona de influencia del proyecto, dando un

valor negativo de –373.65 que correspondería a que el ambiente se vería afectado, por disminución

en un 30% de su calidad por efecto del proyecto.

Estudio de caso 3.

Evaluación de impactos ambientales de la mina de explotación de caliza en el municipio de

Nobsa –Concesión 810, departamento de Boyacá, Colombia26

Descripción del proyecto y zona de influencia. Cementos Boyacá S.A. es una empresa

productora de cemento que tiene su planta ubicada en el municipio de Nobsa, en el departamento de

Boyacá, Colombia entre 2500 y 2800 msnm en la Cordillera Oriental sobre el Valle de Sogamoso..

En este mismo lugar se halla la Cantera de Caliza de la Concesión 810 que provee de materia prima

a la planta. La Concesión cubre un área de 200 Has y está dentro de las coordenadas geográficas

siguientes:

Tabla11- 5

Punto Coordenadas

Norte Este

1 1.129.710 1.126.570

2 1.131.140 1.128.145

3 1.130.154 1.128.760

4 1.128.920 1.127.215

El área de la concesión presenta un relieve quebrado y un escaso desarrollo de los suelos, con

antigua intervención antrópica. Analizando las condiciones del suelo y evaluando las condiciones

climáticas, la zona se caracteriza por presentar un microclima semiárido, con precipitación anual de

800 mm y evaporación de 1200 mm, régimen de lluvias bimodal y temperatura media de 15.2º C con

suelos pobres que han determinado una representación vegetal escasa correspondiente a una

primera etapa de sucesión vegetal, posterior a quemas y actividad ganadera reciente. Las

características son de poca diversidad en fauna y flora. Dentro del agua sólo existen corrientes

intermitentes en los meses de mayor precipitación de abril a octubre.

26

Este Trabajo es adaptado por el autor del elaborado durante el desarrollo de la Cátedra de Evaluación Ambiental del profesor Alfonso Avelleneda, por los cursantes Leonardo Abad Avila, Victor Julio Amaya, Muryan Patricia Moreno y Ovidio Josué Pineda en la especialización en Gestión Ambiental de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Facultad de Sogamoso, Boyacá, Colombia, 2000

Los procesos erosivos hídricos y eólicos han acentuado la denudación con lo cual las lomas y los

cerros dan una configuración desértica al paisaje de las zonas altas que rodean el Valle de

Sogamoso. Otor aspecto destacado del paisaje lo constituye el desarrollo urbano de la población de

Nobsa, distante un Km de la zona minera, sobre un valle semicerrado, la industria cementera y la

proliferación de hornos para la producción artesanal de cal.

La cantera se explota a cielo abierto, avanzando en niveles paralelos al rumbo (SW-NE) de los

mantos de caliza D, E, F, G, con dirección Norte. Las dimensiones de los bancos o niveles son los

siguientes:

Altura típica de los niveles: 14-18 metros

Inclinación típica de los taludes de trabajo 72o

Ancho típico de terrazas 25 metros.

La zona de explotación se encuentra conectada por dos vías perimetrales que dan acceso a los

frentes de trabajo y sitios de disposición de estériles. El arranque del material se hace mediante

perforación y voladura, la remoción del material suelto se hace con buldozer, el cargue se efectúa

con cargador frontal y el transporte hasta la planta de trituración se lleva a cabo en camiones fuera de

carretera.

El volumen anual de material explotado es de aproximadamente 420.000 toneladas y se disponen

aproximadamente 1.000.000 de toneladas de estéril.

Evaluación Ambiental. El proyecto se evaluó con la metodología de Encadenamiento de Impactos

Ambientales. Tal como lo presenta la Figura 1-8.

Figura 1-8 EVALUACION AMBIENTAL POR ENCADENAMIENTO DE IMPACTOS Nombre del

Proyecto Recursos básicos

afectados

Cambios tipo de cubierta o uso del

suelo

Efectos fisico-químicos

Efectos biológicos Efectos sociales y económicos

Probable importancia del efecto terminal

EXPLOTACIÓN

CANTERA DE

CALIZA CERRO

EL

CHURRUSCO.

NOBSA.

BOYACÁ (COL)

SUELO AIRE AGUA FAUNA FLORA

Modificación del paisaje Remoción de la capa vegetal Cambio de pendientes Ocupación de grandes áreas Aprovechamiento del recurso Disminución de la cubierta vegetal

Cambio geomorfológico Erosión eólica e hídrica Emisión de partículas Ruido Vibraciones Cambios temporales en la calidad del aire Emisión de partículas Emisión de gases Lluvias ácidas Cambio en la calidad del agua, aguas abajo. Cambio de cauces y caudales

Disminución de la vida silvestre Disminución de comunidades vegetales Disminución de cultivos agrícolas Alteración de la eficiencia fotosintética Disminicuón de la vida silvestre Alteración de la calidad de los hábitats Alteración de la eficiencia fotosintética Disminución de la vida acuática

Afectación de la calidad de vida Reducción del atractivo del área para visitantes Disminución del potencial aprovechamiento del recurso Migración de la población Disminución del atractivo del área para visitantes Disminución de cultivos Afectación de la calidad de vida Migración de especies Disminución de la diversidad biótica

Alta Baja Alta Media Media Bajo Baja Baja Baja

Evaluación socio – cultural

Mediante la evaluación cultural de un proyecto se busca, según Carmona (1998)27 predecir

el comportamiento específico que un grupo humano asumirá ante los vectores de cambio

introducidos por un proyecto teniendo en cuenta también, que tratándose de grupos

humanos, las respuestas contienen altos niveles de incertidumbre.

Carmona plantea una escala de jerarquización del desempeño ambiental por dimensiones

de impacto según sus grados de aptitud, en una escala de 1 a 5, donde 1 equivale a la

menor aptitud ambiental y 5 a la mayor de acuerdo al siguiente Cuadro:

Tabla 1- 6 JERARQUIZACION DEL DESEMPEÑO AMBIENTAL

DIMENSIONES GRADO DE APTITUD DEL

DESEMPEÑO AMBIENTAL

CULTURAL 1

ECONOMICA 2

POLITICA 3

BIOTICA 4

FISICA 5 Fuente. Carmona M, S.I (1988)

El autor concluye al respecto:

“Según el ejercicio de jerarquización efectuado, se concluye con claridad que las dimensiones

directamente relacionadas con el medio humano, es decir, aquellas que preponderantemente

afectan la viabilidad social de los proyectos, son al tiempo las de menor grado de aptitud hacia el

desempeño ambiental, lo cual equivale a decir que son las de mayor conplejidad e incertidumbre en

relación con el planteamiento de la gestión ambiental”.

El mismo autor propone considerar las distintas dimensiones del impacto ambiental en relación con

su desempeño ambiental y su correlación con la manera como éstas pueden afectar el desempeño

económico de un proyecto de infraestructura, dadas las alternativas de gestión definidas en la ley

ambiental, es decir,: la prevención, mitigación, corrección y compensación, proponiendo la Figura

11-9 en el que los puntos de intersección de las distintas dimensiones y las medidas de gestión se

encuentran por debajo de soluciones no dominadas.

27

Vid. Carmona Maya, Sergio Ivan, Metodologías y técnicas para la evaluación social en los estudios ambientales en su componente cultural, en Memorias del Primer Seminario Internacional – La Evaluación Ambiental en el Contexto del Desarrollo, Ministerio de medio Ambiente, Bogotá, 1988, pags 205-225.

Figura 1-9. DESEMPEÑO AMBIENTAL VRS. DESEMPEÑO ECONOMICO EN UN PROYECTO DE INFRAESTRUCTURA

DESEM

PEÑ

O A

MBIE

NTAL

A5

A4

A3

A2

A1

X1 X2 X3 X4

DESEMPEÑO ECONOMICO

Fuente: Carmona Maya, S.I. (1988)

Donde: A1: Manejo de impactos sobre la dimensión cultural X1: Prevención A2: Manejo de impactos sobre la dimensión económica X2: Mitigación A3: Manejo de impactos sobre a dimensión política X3:Corrección A4: Manejo de impactos sobre la dimensión biótica X4: Corrección A5: Manejo de impactos sobre la dimensión física Teniendo como referente los planteamientos de Carmona (1998) analizamos el proyecto de acuerdo

a las dimensiones ambientales y las incertidumbres que le son propias al proyecto analizado

obteniendo la Figura 11-10.

Figura 1-10 INCERTIDUMBRES Y DIMENSIONES AMBIENTALES

IN

CE

RT

ID

UM

BR

E

ALTA

MEDIA

BAJA

Fx Bx Ex Sx Cx

DIMENSIONES AMBIENTALES Donde :

Fx: Dimensión Física Bx. Dimensión Biótica Ex: Dimensión Económica Sx: Dimensión Social Cx: Dimensión Cultural Si bien con la Figura anterior queremos representar una tendencia predominante en los niveles de

incertidumbre en la Zona Andina, en el caso de áreas donde la biodiversidad es alta, el nivel de

incertidumbre sobre este componente puede ser comparable a la incertidumbre cultural, la que a su

vez es más o menos alta en la medida que se trate de sociedades con mayor o menor grado de

diversidad cultural como es el caso de la mayoría de los países latinoamericanos y especialmente

aquellos ubicados en el trópico húmedo (Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú, Guyana y

América Central y del Caribe).

La Figura 1-10 se corresponde con los recientes planteamientos acerca de la complejidad de las

relaciones interculturales en una cultura concreta, sobre la cual interviene un proyecto y pretende

resaltar el hecho que las previsiones sobre el comportamiento humano suelen ser muy complejas y

por lo tanto poco previsibles, más si se trata de escenarios donde existe democracia y participación

libre de ciudadanos y comunidades.

Estudio de caso 4.

Evaluación ambiental del muelle de cabotaje sobre Bahia Solano, Chocó, Colombia

Descripción general del proyecto. El muelle tiene en planta una forma de “ L “, está conformado

por una pasarela de acceso y una plataforma de atraque. La pasarela consta de dos

( 2 ) módulos de 22,90 metros de longitud y 5,30 metros de ancho cada uno.

El nivel superior del sistema de piso del muelle estará 1,00 metro por encima del nivel máximo de

mareas en puja lo que corresponde a una cota de piso de -5,50 metros.

De acuerdo con las elevaciones definidas y cumpliendo con las recomendaciones consignadas en el

estudio de suelos, la longitud de los pilotes variará entre 11,00 y los 20,00 metros, en cuyo valor se

incluye el tramo afectado por los golpes durante el hincado, el cual al ser demolido dará espacio para

fundir las vigas cabezales.

Tabla 1-7. CARACTERÍSTICAS DE LA EMBARCACIÓN DE DISENO

PIES METROS

Eslora 108 32,9

Manga 22 6,7

Calado 12 3,7

Puntal 10 3,0

Cubiertas 3

Material Acero Naval

TRB 1228,02 Toneladas

TRN 181,97 Toneladas

Propulsión Dos motores cummins

500 HP marine diesel

Velocidad de acercamiento al muelle, con un ángulo de 10 respecto al frente de atraque: 0,20 m/seg.

Descripción del área de influencia. Bahía Solano esta localizado, al norte de la Costa Pacífica

colombiana, entre la Ensenada de Utría y la Bahía de Cupica, en las coordenadas 6o14” latitud norte

y 77o24” longitud oeste. El sitio de la Banqueta esta ubicada a 1 km. del casco urbano de Bahía

Solano, al cual se llega por un carreteable.

En general se trata de una de las zonas más lluviosas del país. Las lluvias se caracterizan

especialmente por presentar un régimen bimodal con lluvias medias de 4924 mm/año. El régimen

térmico se caracteriza por presentar temperaturas por encima de 260C, igualmente la heliofania

media oscila entre 93 y 218 horas/mes. En lo referente a los vientos se presenta una baja

variabilidad durante el año ya que se dan velocidades entre 0.8 y 1.6 m/s .

Geológicamente esta en la unidad de basaltos de la Serranía del Baudó, la cual corresponde a basaltos,

aglomerados, tobas, lavas basálticas almohadilladas.

En general los suelos son de planicie marina y están ubicados en una franja relativamente estrecha en

el municipio, al borde del océano (Tropopsamments, Tropaquents, Fluvaquents, Tropofibrist y

Tropohemists).

Socieconómicamente los habitantes del área indirecta del proyecto, presentan características étnicas

similares, predominando la raza negra. Según el DANE la población de esta zona es de 6138

habitantes de los cuales el 43% habita la cabecera municipal y un 57% la zona rural, cuya ocupación es

principalmente la pesca. También existen otras actividades económicas entre las que están la

agricultura, sobre todo para auto-consumo, siendo poco su importancia nivel comercial.

En cuanto a la infraestructura física y social la zona de influencia indirecta es realmente buena ya que la

gestión municipal es eficiente, pero cabe anotar que el suministro de agua potable es uno de los

principales problemas que afectan a la población ya que no se cuenta con una planta de tratamiento.

Evaluación ambiental. Para este planteamiento metodológico se debe definir un límite de

sostenibilidad ambiental (Tangentes de la curva Figura 1-11) sobre aquellos indicadores de impacto

que se seleccionen (p.e.: % de superficies forestales, No de centros culturales /per cápita, caudales

ecológicos de las corrientes, rangos de pH del agua,). Esto es muy importante porque propicia que el

equipo evaluador, precise hasta donde la información disponible y el conocimiento directo de la zona

lo permita, un horizonte de sostenibilidad y por lo tanto de viabilidad ambiental del proyecto. Una

referencia obligada en el caso de Colombia para los próximos años estará en los Planes de

Ordenamiento Territorial municipal en muchos de los cuales hay indicadores de sostenibilidad

definidos o existe la información básica para definirlos.

Figura 1-11. IMPACTO AMBIENTAL DEL MUELLE DE CABOTAJE SOBRE EL SISTEMA

BIOGEOGRAFICO DE BAHIA SOLANO

MUELLE DE

CABOTAJE

BAHIA SOLANO

ECOSISTEMAS MARINOS

SU

ELO

Y

PA

IS

AJE

C

A

L

I

D

A

D

U

S

O ESTRUCTURA

COMPONENTE BIOTICO

Vegeta

ció

ny

Fau

na

I

CO

MP

ON

EN

TE

SO

CIE

CO

NO

MIC

O

CU

LT

UR

AL

EMPLEO Y NIVEL

DE VIDA

ESPECTATIVAS

LIMITES DE SOSTENIBILIDAD

LIMIITES DE

SOSTENIBILIDAD

VECTOR NEGATIVO DE IMPACTO AMBIENTAL

VECTOR POSITIVO DE IMPACTO AMBIENTAL

USO

Este tipo de aproximación cualitativa de la evaluación de impacto ambiental busca reflejar de una

manera gráfica la fortaleza (positiva o negativa) y la tendencia del impacto ambiental como vectores

de transformación en un sistema biogeográfico, entendiendo lo social y cultural como parte de él.

Sobre este universo se destacan los componentes que serían directamente afectados por el

proyecto del Muelle sobre el Sistema de Bahía Solano en este caso. Aquellos que no se resaltan,

hacen parte de la esfera que tipifica al sistema, indicando espacios de incertidumbre, con los que

hay que jugar en el manejo ambiental del proyecto, que pudieran representarse como porcentajes

en un momento determinado. Para el ejercicio, debido a la poca información disponible para esta

área compleja del Chocó Biogeográfico, el área puede representar un 50%., lo cual significa alto

nivel de incertidumbre sobre el comportamiento ambiental del proyecto.

Estudio de caso 5.

Mineria a cielo abierto en el Boquerón de Chipaque, departamento de Cundinamarca,

Colombia28

Descripción general del proyecto. El proyecto de gran minería, “Polígono del Contrato de

Concesión 13717 de 1993”, cedido por el Ministerio de Minas y Energía, se localiza en el sistema

montañoso conocido como “Boquerón de Chipaque”, entre los 3180 y 3350 m.s.n.m.; en jurisdicción

de los municipios de Usme y Chipaque, en el Departamento de Cundinamarca, Colombia. El

proyecto consiste en la explotación de material para construcción, mediante minería a cielo abierto.

El Diseño Minero para dicha explotación, aspira a que la Mina logre producciones entre 2000 y 4000

Tons-día que deben ser sometidas a trituración primaria en el sitio de la explotación y luego

transportadas 15 Km para su posterior tratamiento en una Planta especializada para tal fin.

Para efectos de las actividades de arranque del proyecto minero y considerando que la secuencia

lógica de explotación es descendente, se establece aquí un nivel de referencia (+3.280 m.s.n.m.)

que permitirá en primer lugar crear una comunicación Usme - Chipaque en un sitio cercano a la cota

más alta de la actual operación de la Cantera El Pilar (+3.260 m.s.n.m.) y proyectarse luego con

accesos de 8-10% de pendiente a la cota +3340 m.s.n.m. en la cima del cerro y a la cota +3.235

m.s.n.m. en un posible sitio futuro de trituración. (Ver Figuras 1-12 y 1-13).

28

Vid. Estudio de Impacto Ambiental para la explotación de materiales de construcción en la cantera el Pilar. Atención Social Integral- Piedras y Derivados, Bogotá, 1997.

Las vías de comunicación entre las cotas +3235 y + 3340 m.s.n.m. serán punto de partida obligado

para acceso a las terrazas pero el nivel +3.280 m.s.n.m. dividirá el yacimiento en 2 etapas como el

sitio más bajo de la primera etapa en el límite sur y más cercano a la operación del costado

Chipaque.

Las dos etapas de explotación contemplan la extracción alrededor del cerro, de todas las terrazas,

desde su punto más alto, cota +3280 m.s.n.m. hasta la cota +3240 m.s.n.m. (Figuras 1-12 y 1-13).

Generalidades del área de influencia. La concesión está localizada en el Boquerón de Chipaque y

su área se reparte entre la vertiente oriental hacia los Llanos Orientales colombianos, y la vertiente

occidental que desciende hacia la depresión de Usme en la Sabana de Bogotá. Estratigráficamente

casi toda la concesión se localiza sobre la formación Arenisca Dura.

La precipitación media en los alrededores de la cantera para una elevación promedio de 3.100

m.sn.m., se puede estimar en 1.200mm anuales, como agua captada por una superficie horizontal

situada en una zona despejada de árboles y matorrales.

El otro lado de la concesión, situado hacia la Sabana de Bogotá, se caracteriza por presentar un

aumento permanente de la precipitación a partir de los 2.600 m.s.n.m. Se destaca el incremento

intempestivo de las lluvias a partir de la cota de 2.800 m.sn.m. debido a la influencia de nubes que

sobrepasan la cima de la cordillera durante el período seco de mitad de año y descargan su

precipitación en las áreas de nacimiento de quebradas y ríos que corren hacia la Sabana. La

precipitación anual se incrementa desde 600mm a nivel de la sabana hasta alcanzar los 1.400mm en

una elevación de 2.900 m.s.n.m. A partir de este punto el total anual disminuye a 1.200mm sobre la

cota de 3.000 m.s.n.m.

El ecosistema biótico terrestre corresponde a un ecosistema de montaña, en el que predominan las

fuertes pendientes (70%), con evidencias de intervención antrópica, especialmente producción de

pastos con destino a la ganadería.

Sobre la base del cerro y las laderas bajas se ubican especialmente las praderas, los chusquedales

y algunos matorrales bajos. Estas formas de cobertura son en buena medida el producto de estados

sucesiones en áreas que, hasta hace algún tiempo, estaban dedicadas a los pastos y/o cultivos.

Sobre las laderas medias y altas, se concentran principalmente los bosques e inmediatamente arriba

de éstos los matorrales altos y bajos cerrados.

En las cimas se localizan los pajonales y frailejonales así como una proporción de matorrales bajos

abiertos.

Tomando como referencia, la ecoclina29

vertical bogotana (Fundación Bachaqueros, 1997), en el

cerro del Boquerón de Chipaque, se pueden distinguir dos formaciones vegetales: el bosque alto

andino y el páramo.

Desde el punto de vista socioeconómico el proyecto esta ubicado en el municipio de Chipaque, el

cual es un municipio ubicado en el departamento de Cundinamarca. Su cabecera está localizada a

los 04º 26' 43" de latitud norte y 74º 02' 48" de longitud oeste. La altura sobre el nivel del mar es de

2.420 m. La temperatura media: 16°C, precipitación media anual: 870 mm. Dista de Santafé de

Bogotá, D.C. 27 km. El área municipal es de 130 km2 y limita por el Norte con el Distrito Capital de

Santafé de Bogotá y Ubaque, por el Este con Cáqueza, por el Sur con Une y por el Oeste con el

Distrito Capital de Santafé de Bogotá.

Chipaque corresponde a la circunscripción electoral de Cundinamarca. El 1º de enero de 1995 tenía

registrados 635 predios urbanos y 5.485 rurales. La mayor parte del territorio es montañoso, de

relieve abrupto, sin embargo existen algunos valles y áreas planas. Entre los accidentes orográficos

se destacan los altos El Manzano y Peña Negra, y los cerros Alto Grande y Cumba. Bañan sus tierras

los ríos Cáqueza, Chinará y Frutica, además de otras corrientes menores. Sus pisos térmicos se

distribuyen en templado, frío y piso bioclimático páramo.

Según datos preliminares del censo de 1993, la población de la cabecera municipal era de 6.050

habitantes y el sector rural tenía 12.319 habitantes. Las actividades económicas de mayor

importancia son la agricultura, la ganadería y el comercio. Los principales cultivos son papa (1.000

ha), maíz y fríjol. Se explotan minas de caliza y mármol. Tiene registrados un establecimiento

industrial y 7 comerciales. Las actividades comerciales más destacadas en el municipio guardan

relación con los productos de origen agropecuario y minero

Evaluación ambiental. Los mapas conceptuales han venido siendo utilizados desde la didáctica

para mejorar el contacto pedagógico, otros autores los recomiendan en cuanto permiten construir

conceptos claros sobre las características de un objeto de estudio y las relaciones que se dan entre

los elementos de un sistema determinado, con este propósito los utilizamos en éste estudio de caso,

ya que con ellos construimos las complejas relaciones del proyecto minero con su medio ambiente,

tal como lo muestran las figuras 1-14 a 1- 17.

29

Variación de la composición de la comunidad a través de un eje de variación ambiental.

Figura 11-12 - COMUNICACION CHIPAQUE - USME POR LA COTA +3280 m.s.n.m.

ETAPA I

ETAPA II

Figura 11-13 - ETAPAS DEL PROYECTO MINERO

+3260m.s.n.m

+3280

m.s.n.m.

CHIPAQUE USME

S

ENW

+3340 m.s.n.m.

8%

8%

+3280 m.s.n.m.

SW NE

+3235 m.s.n.m.

72

Figura 1-14. MAPA CONCEPTUAL DE LA EXPLOTACIÓN MINERA SOBRE LOS PARÁMETROS CLIMATOLÓGICOS

ETAPA UNO

Leve disminución en la elevación del cerro de

Chipaque

No se altera el régimen pluviométrico directo

Conservación del bosque alto

andino

PRIMERA ETAPA

Conservación del actual régimen higrotérmico

Reemplazo del bosque alto andino por matorral bajo

Disminución moderada de la

precipitación oculta

Desaparición de la precipitación oculta

Suelo desnudo

Cambio de la

cobertura vegetal

Disminución leve de la precipitación oculta

Reemplazo del bosque alto andino por matorral bajo

Conservación del bosque alto andino

Modificación leve de la microcirculación atmosférica

Leve aumento de la velocidad del viento

Leve disminución de la turbulencia

Leve aumento de la precipitación directa

en la cuenca del río Tunjuelito.

(mitad del año)

73

Figura 1-15. MAPA CONCEPTUAL DE LA EXPLOTACIÓN MINERA SOBRE LOS PARÁMETROS CLIMATOLÓGICOS - ETAPA DOS -

Disminución en la elevación del cerro de

Chipaque en 100 metros

Disminución climatológica

no significativa de la precipitación directa

Conservación del bosque alto

andino

SEGUNDA ETAPA

Conservación del actual régimen higrotérmico

Reemplazo del bosque alto andino por matorral bajo

Disminución acentuada de la

precipitación oculta

Suelo desnudo

Cambio de la

cobertura vegetal

Disminución moderada de la precipitación oculta

Reemplazo del bosque alto andino por matorral bajo

Conservación del bosque alto andino

Modificación moderada de la microcirculación atmosférica

• Aumento de la velocidad del • viento • Disminución de la turbulencia

Moderado aumento de la precipitación directa

en la cuenca del río Tunjuelito.

(mitad del año)

Aumento de la amplitud de la oscilación aleatoria de

la temperatura y humedad atmosféricas

Desaparición de la precipitación oculta

74

Figura 1- 16 MAPA CONCEPTUAL GEOLOGICO-GEOMORFOLOGICO. EXPLOTACIÓN MINERA A CIELO ABIERTO

BOQUERON DE CHIPAQUE

Geología

y

geomorfología

Hidrogeología

EXPLOTACIÓN MINERA A

CIELO ABIERTO

Leve

abatimiento del nivel piezométrico

Probabilidad mínima

de disminución

de caudales

Ausencia

de movimientos

remoción de masa

Disminución

de procesos

erosivos

Estabilidad

de taludes Cambios drásticos

en la

geomorfología

Peniplanización

artificial cima del cerro

Facilidad

de

recuperación

Disminución

del área de

recarga

Posibilidad

de mayor infiltración

Afectación

leve del acuífero

75

Figura 1-17. MAPA CONCEPTUAL DE LA EXPLOTACIÓN MINERA SOBRE LOS PARÁMETROS ECOLOGICOS - ETAPA UNO Y DOS -

Ruido Interrupción del

corredor de movilización de la fauna

REDUCCION DE LA

COBERTURA VEGETAL

Deterioro del paisaje

Pérdida en la regulación de las

aguas de escorrentía

Exposición del suelo a los fenómenos erosivos

(lluvia y vientos)

Bosque alto andino Usme y Chipaque

Eliminación de la diversidad de

comunidades vegetales

Pérdida en la captación de la

precipitación horizontal

Perdida del desarrollo evolutivo

Reducción del hábitat animal

Pérdida de la infiltración para recarga del

acuífero

FORMACION VEGETAL Páramo

Usme y Chipaque

Páramo alto

Páramo bajo

9.4 Ha 3.5 Ha

13 Ha

2.3 Ha

Desplazamiento

76

Estudio de caso 6.

Conflicto social y ecológico por las actividades petroleras en la isla de Mompox,

departamento de Bolívar, Colombia30

IIDENTIFICACIÓN DEL CONFLICTO

El conflicto tuvo31

su origen en que las actividades petroleras, por cuarenta años, en los campos

Cicuco y Boquete de Ecopetrol ubicados en la Isla de Mompós, municipio de Talaigua,

Departamento de Bolívar, han causado daños a los recursos hídricos y pesqueros, que sirven de

sustento a las comunidades de la zona, razón por la cual éstas han elevado reclamaciones durante

los últimos doce años, ante la empresa y las autoridades agrarias y ambientales para que Ecopetrol

rehabilite ecosistemas, compense a la población e indemnice a las comunidades directamente

afectadas.

ACTORES VINCULADOS EN EL CONFLICTO

Ecopetrol

Comunidades locales

Autoridades Ambientales (Inderena, Minambiente, CSB)

Municipios de Cicuco y Talaigua

Gobernación de Bolívar

INPA

Corporación Regional del Sur de Bolívar

Contraloría General de la República

Procuraduría Agraria y Ambiental

Planeación Nacional

UBICACIÓN

El conflicto se ubica en el Departamento de Bolívar, isla de Mompox, municipios de Cicuco y

Talaigua Nuevo, sobre el sector Nor- occidental de la Isla.

30

Este caso se estudió siguiendo la metodología sugerida por el Ministerio de Medio Ambiente para el Seminario de Resolución de Conflictos Ambientales de agosto de 2000. El autor actuó como funcionario de Inderena, atendiendo el conflicto entre 1988-1993 y como asesor de la Alcaldia de Cicuco y las comunidades entre 1999-2000. 31

Para mediados del 2001 el conflicto aún no se había resuelto.

77

Se trata de un conflicto local con algunas incidencias regionales y nacionales. En la zona no existen

territorios étnicos. Debido a sus características biogeográficas, se comprometen ecosistemas de

agua dulce de importancia estratégica, tales como gran número de ciénagas que hacen parte de los

sistemas de humedales del río Magdalena en la Depresión Momposina.

EFECTOS DEL CONFLICTO SOBRE EL MEDIO NATURAL

El conflicto está relacionado con cuatro grandes efectos ambientales:

Contaminación de aguas dulces en ecosistemas lóticos y lénticos con hidrocarburos y otras

sustancias conexas con la explotación petrolera.

Disminución de la calidad y cantidad de los recursos pesqueros.

Alteración de los patrones naturales de drenaje en las relaciones cienaga-cienaga,

caño-cienaga, caño-caño, cienaga-río y caño-río y disminución de los espejos de agua de las

ciénagas.

Degradación de la calidad de vida de las comunidades de pescadores.

DESARROLLO DEL CONFLICTO.

1. Antecedentes del conflicto

2. Reseña histórica de la explotación petrolera en la zona

3. Fase 1. Las primeras reclamaciones de las comunidades: el agua (1988)

4. Fase 2. Reivindicaciones sociales (1993-1999)

5. Fase 3. El pasivo ambiental y la calidad de vida (1999- )

1. Antecedentes.

La Junta de Acción Comunal del Vesubio, corregimiento del municipio de Talaigua Nuevo, elevo una

queja ante el Ministerio de Agricultura a mediados de 1988 en la cual precisaba “la forma como

Ecopetrol está haciendo la explotación del petróleo en el área causando graves problemas

ecológicos”

El Ministerio de Agricultura remitió al entonces INDERENA dicha queja para que se atendiera. En

octubre de 1988 se realizaron reuniones de los representantes de las comunidades con la

Subgerencia de Medio Ambiente de INDERENA y se acordó visita a la zona para verificar en campo

los posibles daños ambientales generados por la actividad petrolera.

78

Como producto de la visita realizada en abril de 1989 a los campos Cicuco y Boquete operados por

Ecopetrol se exigieron algunas acciones inmediatas, estudios ambientales y un Plan de Manejo para

mitigar, compensar y rehabilitar las áreas afectadas. Estas consideraciones técnicas fueron

afirmadas por la Resolución 0776 de julio 10 de 1989 de INDERENA

2. Reseña histórica de la explotación petrolera en la zona

La presencia de los petroleros en la isla de Mompox, se remonta a la década de 1920 cuando se

construyó el Oleoducto de la Andian para transportar el crudo desde la Concesión Mares en

Barrancabermeja hasta Mamonal en Cartagena. Inicialmente se construyó una línea de 10” de

diámetro que fue puesta en operación en junio de 1926. Para 1937 se construyó otra línea de 10”

para aumentar la capacidad de transporte y en 1937 una tercera línea de 12” para tener una

capacidad total de transporte de 52.000 barriles por día. En la margen derecha del brazo de Mompox

, enfrente de la Isla se construyeron las estaciones de Negritos y Santa Ana. Cada una de estas

estaciones tenía unidades generadoras de energía eléctrica, máquinas para hacer hielo, sistemas

domésticos de suministro de agua con clorinadores, lo mismo que edificios para oficinas, residencias

para familias y residencias para solteros, amen de comedores para personal soltero32

.

Hacia principios de la década de 1960 se inicia la explotación petrolera en los campos Cicuco y

Boquete por parte de la empresas norteamericanas que llegaron a producir 50.000 BPD. Después

de 20 años de explotación Ecopetrol recibe los campos como producto de la reversión de la

Concesión petrolera al Estado colombiano, cuando ya la producción estaba menguada.

El desarrollo del conflicto entre 1988-2000 ha atravesado tres fases para lo cual se han tenido en

cuenta en su tipificación las siguientes variables:

Actores sociales

Actores institucionales

Tipo y alcance de las reivindicaciones levantadas

3. Fase 1. Primeras reclamaciones de las comunidades (1988- 1993)

Actores sociales

32

Vid. Ministerio de Economía Nacional, La Industria del petróleo en Colombia, Editorial ABC, Bogotá, 1939.

79

Son las comunidades del corregimiento del Vesubio que a través de su Junta de Acción Comunal,

elevan la queja ante el estado Colombiano por daños ecológicos producidos por la actividad

petrolera. Este hecho habría que analizarlo, teniendo en cuenta que se asume como una

reclamación ante una entidad agraria, es decir el Ministerio de Agricultura y el INDERENA , ante el

cual este último hacia parte. Se destaca también que las comunidades no encuentran en el Estado

local y regional un espacio para hacerse oír, por lo cual recurren al Centro, dentro del esquema del

régimen centralista. Las quejas de las comunidades del Vesubio se refieren también a situaciones

de daños ambientales generados por la exploración petrolera en ciénagas fuera de la Isla de

Mompós, como lo es la ciénaga de Pijiño. Estos últimos reclamos, relacionados directamente con

exploración sísmica realizada con explosiones con dinamita sobre los cuerpos de agua cenagosos,

tecnología utilizada durante décadas, no pudieron constatarse durante la salida de campo en abril de

1989 y fueron desestimados.

Es preciso señalar aquí, que el Corregimiento del Vesubio, dista unos 350 km de Cartagena, tiene

una temperatura media de 33º C y una densidad poblacional de 67 habitantes por km2. Contaba en

1988 con 983 habitantes33

, representando el 6,52% de la población del municipio de Talaigua

Nuevo, que en total tenía 12.953 habitantes con una población rural de 73,23%. Para esos años el

suministro de agua para consumo, se hacia a partir de acuíferos, sin ningún tipo de tratamiento, la

disposición de las excretas se hacia en pozos sépticos ubicados muy cercanos a los pozos de

explotación de los acuíferos. El casco urbano de dicho corregimiento no contaba con servicio de luz

eléctrica. Los servicios de salud estaban ubicados en forma deficitaria en el Casco Urbano de

Talaigua Nuevo, distante unos 10 km. Las necesidades básicas insatisfechas para la zona rural del

Muncipio de Talaigua, al cual pertenece el Vesubio eran de 72.32 % a nivel de los hogares y 75.68%

a nivel de las personas34

.

Los datos anteriores, contrastaban con las estaciones del Oleoducto de la Andian y posteriromente

de Ecopetrol, donde había todos los servicios básicos, extensa área social y deportiva, desde 1927

y los campamentos de Ecopetrol en Cicuco y Boquete, los que han constituido enclaves

privilegiados, en medio de la miseria de los poblaciones locales.

TIPO DE REIVINDICACIONES

33

Fuente DANE, Censo de 1985 34

Gobernación de Bolívar, Departamento Administrativo de Planeación, Informativo por un Bolívar Grande- Sub región, Depresión Momposina, 1998.

80

Como producto de las primeras reclamaciones de las comunidades, que se limitaban a los daños

causados sobre los recursos hídricos, afectados por permanentes derrames de hidrocarburos sobre

caños y ciénagas, se precisó las siguientes acciones que debía adelantar Ecopetrol:

Limpieza de las zonas afectadas por contaminación de los campos de Cicuco y Boquete.

Recuperación ambiental de los campos petroleros y su área de influencia

Diagnostico del estado de las tuberías y estaciones para tomar medidas en relación con control

de derrames y vertimientos.

Estudios para la recuperación de los patrones naturales de drenaje

Estudio para la recuperación del recurso pesquero en las ciénagas afectadas por la actividad

petrolera en la Isla de Mompóx.

Programa de preservación y manejo de la Icotea.

Plan de Contingencia

En los siguientes años (1989-1993), Ecopetrol se limitó a realizar algunos estudios y algunas medias

así:

Estudios:

Elaboración del Plan de Manejo Ambiental del Campo Cicuco

Plan de Contingencia

Evaluación de la disminución de la Tortuga Icotea en el área comprendida entre Magangué y

Mompox (área de influencia de los campos petroleros).

Medidas:

Construcción parcial del Sistema de Tratamiento (1991) de aguas aceitosas de las baterías.

Construcción de un Relleno Sanitario en zona inundable, que nunca pudo operar.

Cambio de cinco (5) kilómetros de tubería

Construcción de 7 alcantarillas.

Siembra de 1500 árboles (1990-1991), la mayoría de ellos frutales, al interior del campo

petrolero.

Recuperación de tres(3) áreas afectadas por derrames de hidrocarburos.

ACTORES INSTITUCIONALES

81

Ministerio de Agricultura. Este ministerio sólo se limito a transferir a INDERENA las quejas de

las comunidades.

INDERENA. Realiza seguimiento a las actividades petroleras y emite la Resolución No 0776 de

julio 10 de 1989 en la cual conmina a Ecopetrol a cumplir con la legislación ambiental,

particularmente en lo que se refiere a la protección de la calidad de los recursos hídricos y

rehabilitación de cuerpos de agua. Si bien se tuvieron en cuenta los reclamos de las

comunidades no se estimularon procesos de participación en el seguimiento de las obligaciones

que debería cumplir Ecopetrol. Para estos años los mecanismos de participación en asuntos

ambientales no tenían claridad.

Ecopetrol. Es también parte del Estado, pero a su vez la empresa productora de hidrocarburos y

parte responsable de los daños ambientales generados por la actividad petrolera. Durante todo

este proceso la empresa desconoció los reclamos de las comunidades y sólo realizó por fuera de

los plazos concedidos por Inderena algunas actividades dentro de sus campos petroleros.

Debido a que durante esos años no se mejoraron significativamente, las condiciones ambientales de

las áreas afectadas por la actividad petrolera, las comunidades reactivaron sus reclamaciones a

partir del Foro realizado en Mayo de 1993 en el Corregimiento de El Limón, municipio de Talaigua

Nuevo. Este evento puede concebirse como una Segunda Fase en el desarrollo del Conflicto, debido

a que cambian y el tipo de reclamaciones y los actores sociales e institucionales, sea por la reforma

del estado o por la ampliación del mismo a otras comunidades.

Fase 2. Los pescadores y sus demandas sociales (1993-1999)

Actores sociales.

El Foro realizado el 13 y 14 de mayo de 1993 en el Corregimiento de el Limón, municipio de Talaigua

Nuevo, que fue convocado por la Asociación de Pescadores de El Limón, Punta Cartagena y San

Javier (APLIPUCSAJ) y por la Subdirección Pesquera del Ministerio de Agricultura, marca el inicio de

una nueva fase del Conflicto, en donde son los pescadores los principales protagonistas.

Demandas sociales

El propósito del Foro fue elaborar un Plan de Trabajo para la recuperación, adecuación y repoblación

de las ciénagas aledañas a las comunidades de pescadores de El Limón, Punta Cartagena y San

Javier, que están ubicadas en el área de influencia directa de las actividades petroleras, al Nororiente

de la isla de Mompós.

82

El Corregimiento en su cabecera municipal en el año 1990 contaba con 2.851 habitantes, Punta

Cartagena con 1938 habitantes y San Javier con 243 habitantes. Los corregimientos hacen parte del

municipio de Talaigua Nuevo, cuyas NBI, como ha quedado dicho anteriormente son del 70.82%.

Estos corregimientos no cuentan con agua potable. El agua para consumo es extraida de pozos

profundos y /o tomada de los caños, los excrementos son depositados en campos de infiltración,

vecinos a los pozos de agua. La red comercial es muy pobre y se limita a la venta de pescado casa

por casa o a llevar los productos de la pesca a Magangué. Las calles no tienen pavimento ni

afirmado, las aguas negras a menudo corren a lo largo de éstas, lo mismo que animales domésticos

como gallinas y cerdos. Estos corregimientos no tenían servicio de energía eléctrica permanente. El

único sitio con infraestructura adecuada y servicios completos eran las instalaciones de Ecopetrol,

distantes menos de 500 metros de los cascos urbanos.

Los campos petroleros después de haber tenido producciones de 30.000 BPD, para la década de

1990 sólo producía 620 BPD.

Las ciénagas sobre las cuales las comunidades demandaban su recuperación eran:

Vereda Punta Cartagena: Ciénagas de las Tortugas, Los Puercos, Corraloto y El Roble.

Vereda San Javier: Ciénagas de El Encanto, Urieta, Rodeo y Potrero.

Corregimiento de El Limón: Ciénagas de Pizarro, Murillo, Sangre Adentro, La Borda, El Mechón y

Los Ponches.

Los objetivos de las comunidades estaban orientados a recuperar los recursos pesqueros de estas

ciénagas, base del sustento de una población cuyo principal recurso es la pesca.

Actores institucionales

INDERENA –Regional Bolívar. La gestión ambiental del Instituto que se orientaba desde las

oficinas principales a partir de 1988 se descentralizo en Unidades Ambientales regionales,

dentro de las cuales estaba la Unidad Ambiental de la Regional Bolívar, una de las más

organizadas, a la cual se le trasladó el seguimiento de el caso de contaminación de los campos

petróleos de Cicuco, Boquete y Zenón. La Regional Bolívar emite la Resolución 0174 de 17 de

agisto de 1993 mediante la cual se aprueba el Plan de Manejo para el campo Cicuco y Boquete

y se imponen nuevas obligaciones a Ecopetrol.

Ministerio de Medio Ambiente. A partir de 1994 asume las funciones que tenía Inderena y

participa directamente en el seguimiento y la evaluación del conflicto, conminando a Ecopetrol a

83

cumplir con las resoluciones de Inderena y nuevas exigencias, de acuerdo a la normatividad

ambiental.

Ministerio de Agricultura- Subdirección de Pesca. Organiza junto con los pescadores el Foro

de mayo de 1993.

Alcaldía de Talaigua: participa con Ecopetrol en la construcción de algunas obras sobre los

caños para facilitar su drenaje.

Ecopetrol. Depositario como dueño y operador de los campos petroleos de las

responsabilidades por daños causados al medio ambiente por la actividad petrolera.

FASE 3. LA NEGOCIACIÓN INTEGRAL (1999- )

A partir de mayo de 1999, por iniciativa de la Alcaldía de Cicuco se levantan nuevas reclamaciones,

esta vez apoyadas en mesas de trabajo comunitarias, que definen la necesidad de replantear la

negociación con Ecopetrol, ya que los daños ambientales se continúan sucediendo, como producto

de las siguientes situaciones:

Ruptura del oleoducto y contaminación de ciénagas

Vertimientos de aceite sobre ciénagas por inexistencia de sistemas de tratamiento

Taponamiento de caños y de flujos de agua en el espejo de agua de las ciénagas, que impide el

libre desplazamiento y evacuación de las macrófitas de los cuerpos de agua lénticos.

Durante es te proceso se une a las reclamaciones la Alcaldía de Talaigua con lo cual se constituye

un grupo de presión constituido por las alcaldías de Cicuco y Talaigua, las comunidades y la

Procuraduría Agraria. La Gobernación del Departamento de Bolívar se une al reclamo, facilitando su

divulgación y por ende su fortalecimiento. Los Concejos municipales de Cicuco y Talaigua discuten y

participan como actores directos, apoyando las reclamaciones.

En esta fase se destacan los siguientes aspectos en el proceso de negociación:

Actores Principales: Municipios de Cicuco, Talaigua Nuevo y Comunidades35

y Ecopetrol.

35

Las comunidades que participaron en este fase fueron las de Punta Cartagena y Puerto Limón, cuyos áreas urbanos contiguas y su área de influencia como corregimientos, se unieron para dar nacimiento al municipio de Cicuco a partir de 1997(¿) , con lo cuál la nueva Fase reafirma los actores sociales.

84

Otros actores y entidades de apoyo y asesoría: Gobernación de Bolivar, Corporación Autónoma

del Sur de Bolivar, INPA, INCORA, Ministerio del Medio Ambiente, Procuraduría Agraria, Contraloría

Genral de la Nación y Planeación Nacional, Aseguradoras contratadas por Ecopetrol

Espacio de la negociación: municipios de Cicuco y Talaigua Nuevo en el sitio que definan las

partes.

Reglas mínimas de negociación:

Reconocimiento de las partes mutuamente en igualdad de condiciones.

Respeto

Tolerancia

Reconocimiento de las responsabilidades diferenciadas teniendo en cuenta el papel y la función de

cada uno en la problemática sobre la cual se negocia su solución definitiva.

Objetivo de la negociación: Dar solución por parte de Ecopetrol a los aspectos relacionados con la

graves situación económica social y ecológica derivada de la actividad petrolera en los campos

Cicuco y Boquete.

Alcances de la negociación:

Medidas de mitigación /Rehabilitación: hacen relación a las obligaciones que tiene

ECOPETROL, de acuerdo a la legislación ambiental vigente para prevenir y controlar daños al

medio ambiente y para recuperar y rehabilitar los ecosistemas afectados por daños de

hidrocarburos.

MEDIDAS DE MITIGACIÓN – REHABILITACIÓN.

Las medidas que debe tomar Ecopetrol en este sentido se refieren a las siguientes:

1. Contratación directa de un equipo técnico – científico para evaluar la hidrodinámica de los

cuerpos de agua afectados: ciénagas, caños y ríos, con el fin de determinar los patrones

naturales de drenaje y los niveles de alteración sobre ellos por las actividades petroleras y las

áreas de manejo y sensibilidad ambiental.

85

2. Evaluar los niveles de contaminación con sustancias provenientes de la actividad petrolera o sus

actividades conexas y los impactos sobre la productividad hidrobiológica, y la productividad

socioeconómica, proyectada en el tiempo, desde que se produjeron hasta que pueda

considerarse recuperados los ecosistemas.

3. Ejecutar las obras y actividades de manejo ambiental que recomiendan los estudios para mitigar

y rehabilitar los ecosistemas alterados.

4. Los términos de referencia de los estudios ambientales se harán de manera concertada y será

refrendados por las autoridades ambientales de acuerdo a competencias de ley.

El equipo investigador será propuesto por las alcaldías de Cicuco y Talaigua y financiados por

Ecopetrol.

Medidas de Compensación: La compensación es el mecanismo a través del cual,

ECOPÈTROL responde por los costos ambientales inconmensurables (no cuantificados en

dinero), por los graves daños causados en el medio natural y social por las actividades petroleras

y conexas, donde se encuentran históricamente asentadas las comunidades de Cicuco y

Talaigua Nuevo. La compensación se concretiza en proyectos de tipo económico y social

reflejados en programas concretos para mejorar la calidad de vida de las comunidades

identificadas. Los proyectos que se plantean son el producto de la participación de las

comunidades de Cicuco y Taligua Nuevo, a través de mesas de trabajo celebradas durante la

segunda semana de mayo de 1999, las cuales fueron orientadas y canalizadas por las

autoridades municipales respectivas.

Proyectos que se entregarán a nivel de perfil, que son considerados prioritarios por las comunidades

y las autoridades locales, para orientar el desarrollo local sobre una base sostenible respondiendo al

derecho de gozar de un ambiente sano y una salud integral.

Medidas de indemnización. El objetivo de la indemnización es el pago que debe hacer

ECOPETROL a las comunidades por los daños causados al medio natural y social por las

actividades petroleras y conexas, que se manifiestan en costos ambientales valorables o

mensurables en dinero.

86

Si bien todos los costos ambientales (económicos, sociales y ecológicos), no pueden ser valorados,

aquí únicamente se tienen en cuenta los conmensurables, ya que los no conmensurables, en una

pequeña proporción, teniendo en cuenta los graves daños a la economía a las personas y a la cultura

local, son asimilados a través de los proyectos de Compensación.

Para ejecutar los recursos económicos provenientes de las indemnizaciones, se busca orientar su

inversión en programas y proyectos concretos que proporcionen desarrollo comunitario

ambientalmente sostenible.

Así, respondiendo a los mandatos legarles, en relación con las responsabilidades que acarrean los

daños causados y al objetivo de la inversión planteado, de una manera metodológica se busca

garantizar una real indemnización mediante el establecimiento de un FONDO SOCIAL con los pagos

que haga ECOPETROL, mediante el cual se desarrollaran proyectos productivos sostenibles,

haciendo énfasis en la rentabilidad y el fortalecimiento de los patrones culturales y sociales locales.

La financiación a las comunidades de los proyectos que se seleccionen de acuerdo a los criterios

anteriores, será de un 100%, por un periodo determinado, hasta tanto se presuma indemnizado el

deposito (familia, empresa asociativa de trabajo, etc., o las que defina autónomamente el Fondo

Social, como tales).

Lo anterior asegurará que los beneficiarios tengan unos ingresos seguros y autosugestionados

adecuadamente, mediante el apoyo con procesos de capacitación comunitaria, elevando el nivel de

vida del conjunto de las comunidades municipales.

Como valoración de los costos ambientales se tomará el que generen estudios de entidades

reconocidas por las partes o las que en su defecto se determinen por mandato de la ley.

Perspectivas de la Negociación

La Acción Popular elevada por la Procuraduría Delegada para Asuntos Agrarios y Ambientales en el

año 2000 a nombre de las comunidades contra Ecopetrol ha permitido aclarar aún más el conflicto.

Sin embargo la empresa se ha radicalizado pretendiendo desconocer cualquier tipo de

responsabilidad, pero por otra parte se ha fortalecido la parte demandante al unirse a las demandas

de el municipio de Cicuco, los municiopios de Talaigua Nuevo y Mompox, con lo cual la se entra en

una etapa de fortalecimiento de la negociación a favor de las comunidades. El resultado dependerá

de la voluntad política de los alcaldes comprometidos y de las relaciones de poder que se logren

87

inclinar a favor de las comunidades afectadas, teniendo en cuenta que esta por conocerse la

evaluación de los pasivos ambientales que realizó la Contraloría General de la Nación y la Oficina de

Política Ambiental del Departamento nacional de Planeación, así como de la decisión Final del

Tribunal Contencioso Adminikstrativo de Cundinamarca, donde se instauró la Acción Popular por

parte del Procurador Delegado para Asuntos Agrarios y Ambientales.

CUESTIONARIO PARA ESTUDIO

1. ¿Que entendería por diálogo de saberes en el proceso de evaluación ambiental?

2. ¿Cuándo hablamos de construcción de la línea base ambiental podemos hablar de

confluencia de diagnósticos?. ¿Cómo explicaría este concepto desde la forma global de

leer el entorno desde su propia disciplina?

3. Desarrolle un estudio de caso con el enfoque de la evaluación ambiental desde la

búsqueda de la adaptación del medio natural a las exigencias de un modelo de

desarrollo.

4. Desarrolle un Estudio de Caso con el enfoque que busca la adaptación del medio social,

económico y tecnológico a los condicionamientos ambientales cada vez más severos.

5. Desarrolle un estudio de caso aplicando la Estrategia de Evaluación Ambiental

planteada. Concluya sobre ventajas y desventajas de la misma y recomendaciones

para mejorarla.

6. Plantee un mapa conceptual para el Componente Ecosistémico y el Componente

Etnico- Cultural en el caso de una explotación de mediana minería de oro en la

Amazonia y en el Pacifico. ¿Cuáles serían las diferencias?

7. Dada la complejidad de relaciones que se dan el medio urbano y suburbano, en relación

con el componente social y tecnológico. ¿Cuál sería una metodología óptima para

evaluar un proyecto de fabricación de autopartes y un proyecto urbanístico?. Analizar

estudios de caso.

88

8. ¡Que tipo de políticas, planes, proyectos o actividades que inciden o pueden incidir en

su región ameritarían evaluación ambiental estratégica o regional?

9. Desarrolle un estudio de caso de un conflicto social y ecológico en su región, siguiendo

la metodología aquí utilizada. ¿Qué recomendaciones haría para mejorar dicha

metodología?

89

II. LA EVALUACION Y LAS LICENCIAS AMBIENTALES:

ALCANCES Y PERSPECTIVAS EN COLOMBIA36

Introducción

Fue necesario que se manifestaran los síntomas de la degradación ambiental hasta los

niveles de la disminución severa de la pesca en el río Magdalena, la muerte de ríos como el

Bogotá, el Cali y el Medellín, la severa degradación de las masas coralinas y boscosas

tropicales para que el Estado decidiera dar un mote verde al desarrollo. Lo ambiental

aparece entonces ligado en un primer momento a la estrategia silvo-pastoril que a la

manera contestataria desea responder a los grandes procesos de deforestación, pérdida de

suelo y disminución de la cantidad y calidad de las aguas con la fórmula simple de la

reforestación. “Sembrar árboles para sembrar futuro”, mandato que se impuso, desde la

década de 1960 hasta bien entrada la década de 1980. A este período correspondió la

explotación de los bosques del Pacifico a través de las concesiones madereras y las

grandes iniciativas de colonización de la Amazonia y de áreas, aún conservadas, de la

Zona Andina y la Orinoquia.

El crecimiento de polos de industrialización en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y otras

ciudades intermedias, acompañado de fuertes procesos de cambio de los ambientes

locales, con indicadores de degradación de la calidad de las aguas, generación de

desechos y contaminación del aire, propició iniciativas de reglamentación del uso, manejo y

aprovechamiento de los recursos naturales renovables y los elementos ambientales, desde

la segunda mitad de la década de 1970 hasta mediados de la década de 1980. En efecto,

las reglamentaciones sobre aguas, residuos líquidos y sólidos, calidad del aire, cuencas

hidrográficas, aprovechamiento y control forestal, se desarrollaron en estos años. Sin

embargo, no fue posible avanzar en la reglamentación de la evaluación ambiental pese a

los esfuerzos interinstitucionales que se hicieron, debido a que las exigencias

internacionales, apenas si las contemplaba en materia de condicionamientos financieros de

la banca multilateral y de los organismos de comercio internacional. En todos estos años,

faltó voluntad política del Estado para emprender controles en materia ambiental sobre las

diversas actividades que comprometían la existencia de los recursos naturales, la

36

Ponencia preparada para el Primer Taller de Trabajo de Evaluación del Programa de Licencias Ambientales, Cartagena , Colombia, enero de 1999.

90

integridad de los ecosistemas y la calidad de vida de las poblaciones donde se

desarrollaban.

Hacia mediados de los años 80s se dinamiza la participación comunitaria y de las ONGs de

corte ecologista en diversas regiones del país, que reclaman al Estado solución a

problemas ambientales relacionados con la contaminación de las aguas, la destrucción de

los recursos pesqueros por obras de infraestructura, plaguicidas, otras sustancias tóxicas

como las aguas provenientes de los campos petroleros y por fuentes fijas industriales y

contaminación de basuras en las zonas urbanas y suburbanas. Estas circunstancias

confluyeron con el interés internacional de mayores controles al comercio incluyendo

aspectos ambientales, dentro de la prolongada negociación de la Ronda Uruguay del

GATT y de otros tratados internacionales de tipo regional como el Pacto Andino, el Plan de

Acción del Gran Caribe y el acuerdo del Pacifico Sur (CPPS) e iniciativas de organismos

como la CEPAL y el Banco Mundial y de ONGs internacionales como la WWF, la IUCN y

Greenpeace. Se generaron algunas directrices internacionales en materia de impacto

ambiental tanto por el PNUMA como por el Banco Mundial y proliferaron los cursos de

capacitación en la materia de las universidades de Aberdeen en Escocia y la de Tenesse en

Estados Unidos. A través de estos procesos se clarificaron instrumentos como los Estudios

de Impacto Ambiental y las Licencias Ambientales.

Antecedentes e incidencias en el origen y formulación del Título VIII de la Ley 99/93 sobre

licencias ambientales

Los Estudios Ambientales han venido a ser cada vez más necesarios en la medida que las

señales de degradación ambiental se manifiestan con mayor frecuencia.

Aún cuando desde la década de 1950 ya se hacían con cierta rigurosidad estudios sobre la

degradación de los ecosistemas, es sólo hasta la década de 1970 cuando adquiere

importancia la naciente disciplina de la evaluación ambiental. En Estados Unidos e Inglaterra

surgen en la década de 1970 escuelas ambientalistas que enseñaban ciertas metodologías

de evaluación de los impactos ambientales que fueron extendiéndose hacia los países en

desarrollo.

La evaluación ambiental entre 1974-1994

91

Colombia fue uno de los primeros países en recoger en la legislación ambiental (Código de

Recursos Naturales Renovables y del Ambiente de 1974) los aspectos básicos de la

evaluación ambiental y la necesidad de realizar estudios como la Declaración de Impacto

Ambiental y los Estudios Ecológicos y Ambientales. Algunas normas reglamentarias de dicho

Código hicieron ampliaciones de estos conceptos, como el Decreto 1541 de 1978 sobre el

Recurso Hídrico y el Decreto 1594/84 sobre vertimientos líquidos. La evaluación ambiental se

desarrollo de manera espontánea y hasta cierto punto caprichosa, en la medida que no

existieron debates a fondo sobre el papel que ésta debería tener en el marco del desarrollo del

país y su aplicación a los proyectos de infraestructura y desarrollo públicos o privados.

Las entidades administradoras de los recursos naturales renovables y del ambiente: Inderena

y Corporaciones Autónomas Regionales, desarrollaron a su manera la evaluación ambiental,

consiguiendo en algunos casos logros importantes a nivel de la metodología y en los alcances

conceptuales y prácticos de este proceso, que sirvieron de base para que en la Ley 99 de

1993 quedara plasmado el Titulo VIII sobre Licencias Ambientales.

Una vez tomó cuerpo la Subgerencia de Medio Ambiente de Inderena con la vinculación de

nuevos profesionales entre 1984-1986, se constituyó un Comité Interinstitucional de

Reglamentación de los Estudios Ambientales Artículos 27 y 28 del Código de Recursos

Naturales Renovables y del Medio Ambiente, que se conoció con el nombre de CIRCO, el

cual realizó importantes discusiones sobre los aspectos que deberían tener Las Declaraciones

de Efecto Ambiental y los Estudios Ecológicos y Ambientales. Los sector eléctrico y de minas,

así como el Ministerio de Salud, Himat y la coordinación de Inderena conformaron este Comité

llegando a propuestas como las siguientes:

Se requiere que se adopte como documento único la Declaratoria de Efecto Ambiental que

estaría conformada por los siguientes documentos:

Estudio Ecológico y Ambiental

Estudio Socio Económico

Estudio de Impacto Ambiental (con detalle de los componentes aire, agua y residuos

sólidos).

92

Algunas de los avances conceptuales del Comité mencionado fueron tomados por el equipo

de profesionales de INDERENA que en 1986 consolidó la formación de la Subgerencia de

Medio Ambiente, equipo éste que estuvo integrado por los siguientes profesionales: ingeniero

civiles (1), químico (1), arqueólogos (1) médicos veterinarios (1), biólogos marinos (2),

biólogos (3), agrónomos (2), antropólogos (1), Ingeniero Ambiental (1) . El trabajo en equipo se

fortaleció con la evaluación ambiental del proyecto de producción de petróleo de la Asociación

Cravo Norte en Arauca. A la evaluación de este proyecto, se unieron quince (15)

profesionales más de otras oficinas del Instituto y se elaboró el Concepto Técnico No 121 de

1986 que planteó una metodología de evaluación ambiental para grandes proyectos que tuvo

importantes repercusiones en las evaluaciones ambientales que se realizaron en los años

siguientes, particularmente por el sector eléctrico, vial, portuario, turístico, petrolero, industrial,

urbano y agrícola.

Sin embargo, la débil participación de evaluadores de las ciencias sociales y la predominancia

de un perfil ecologista en la evaluación ambiental favoreció el hecho de que los Estudios

Socioeconómicos se diferenciaran de los Estudios Ambientales, ya se llamaran estos

Declaratoria de Efecto Ambiental, Estudios Ecológicos o Estudios de Impacto Ambiental.

Entre 1985 y 1986 se conforman los primeros expedientes ambientales, con los antecedentes

sueltos de los proyectos y se ordena la evaluación ambiental por sectores (hidrocarburos,

minería, vial, eléctrico, urbano, agrícola y turismo).

Durante los años siguientes (1987-88) el equipo evaluador de Inderena se fortaleció con

ingenieros geógrafos, civiles, químicos, biólogos y politólogos; se retomaron esporádicamente

discusiones sobre la reglamentación de los Estudios Ambientales, y se consolidaron con unos

treinta (30) profesionales de diversas disciplinas de la ingeniería y las ciencias naturales, diez

(10) Unidades Ambientales de Inderena en las regionales de Guajira, Atlántico, Bolívar,

Sucre, Antioquia, Huila, Boyacá, Santander, Arauca y Llanos Orientales, en quienes de delegó

gran parte de la evaluación ambiental de proyectos medianos y pequeños, quedando en el

equipo de la Subgerencia de Medio Ambiente en Bogotá la evaluación de los grandes

proyectos. Esta estructura y nivel de responsabilidad sería recogida años más tarde por la Ley

99/93, siguiendo la tradición del Estado centralista de la Constitución de 1986, dejó bajo la

responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente la evaluación de los grandes proyectos y a

93

las Corporaciones Autónomas Regionales, los que correspondían a las Unidades Ambientales

de Inderena.

La dispersión institucional en materia de competencias y la promulgación del Código Minero

en 1988, que optó por una reglamentación especifica en esta materia para el sector, dieron al

traste con iniciativas de reglamentación del proceso de evaluación ambiental, continuándose

con la indefinición sobre el alcance y los contenidos de los Estudios Ambientales. Algunas

Corporaciones Autónomas regionales como la Corporación Autónoma de Risaralda-

CARDER, alcanzaron a emitir resoluciones reglamentarios de las Declaraciones de Impacto

Ambiental y de los Estudios Ecológicos y Ambientales de que trataban los artículos 27 y 28 del

Decreto 2811 de 1974, cuyo alcance fue muy limitado.

Vale destacar también que en el Decreto 1541 de 1978 sobre aguas dulces, se llegó a

detallar los alcances y contenidos del Estudio Ecológico y Ambiental, donde se conjugaban los

aspectos ecológicos y socioeconómicos de una forma adecuada dentro de la concepción de lo

ambiental. El hecho de haberse establecido en un Decreto que regulaba un recurso específico

fue un obstáculo para que su aplicación no tuviera los alcances que señalaban los Términos

de Referencia planteados en el Decreto mencionado.

Los Planes de Manejo Ambiental

La idea de los Planes de Manejo Ambiental como instrumento de gestión tuvo orígenes en las

presiones de las comunidades de Yondó (Antioquía), frente a los daños ambientales que se

generaron en el Campo Casabe. Para 1985-1986 la crisis ambiental afloró en la zona, que las

obras realizadas por Ecopetrol para revivir el Campo, dejaron al descubierto la situación

deplorable en que la Shell había entregado la maquinaria y las áreas intervenidas donde

proliferaban innumerables depósitos con miles de barriles de crudo en los bajos inundables

que contaminaban las aguas y las tierras.

“Como respuesta a la protesta ciudadana a principios de 1986 las comunidades solicitaron al

gobierno central su intervención para evitar que se continuara degradando ambientalmente el

área de Yondó. Durante una visita al campo de Inderena en mayo de 1986, cruzada por la

intensa participación de las autoridades y la comunidad local, se pudo corroborar que los

aspectos denunciados por la comunidad estaban sustentados en una realidad, sobre la cual

94

Ecopetrol, en una actitud similar a la de las empresas extranjeras, quería desconocer el

derecho de los pobladores para tener un ambiente sano, particularmente en cuanto al recurso

hídrico, contaminado por grandes cantidades de aceites37.

Fue necesaria entonces, una labor de gestión ambiental para que a Ecopetrol iniciara un

Programa de Recuperación Ambiental, de mas de 1.000 millones de pesos (2 millones de

dólares de 1986),, la primera inversión en Recuperación Ambiental exigida por el Estado, y

que fue realizada una vez más con fondos de la nación, para remediar los males dejados por

la Shell, la que durante su estancia en la zona había disfrutado de los mejores beneficios

ambientales”38

El concepto de Programa de Recuperación Ambiental fue recogido más tarde por la Ley 99/93

y el Decreto 1753/94 (Art. 1) En el caso de Inderena, con la experiencia de Casabe y sin que

mediara ninguna reglamentación del mismo, se consolidó en el proceso de evaluación

ambiental durante los años siguientes como Plan de Manejo Ambiental, tal como apareció

estructurado por primera vez en el concepto 121 de 1986 sobre el Proyecto de Caño Limón

con los siguiente componentes:

a. Organización del Plan de Manejo b. Medidas de Compensación c. Programas de Mitigación d. Medidas de Rehabilitación/ Restauración e. Planes de Contingencia f. Programas de Control y de Seguimiento g Programas de Investigación y Desarrollo h. Programas de Integración con la Comunidad y. Planes de Mediano y Largo Plazo.”39 Licencias de viabilidad ambiental y licencias ambientales

37

INDERENA, Informe de visita al proyecto de Recuperación Secundaria de Petróleo campo Casabe en el

municipio de Yondó, Departamento de Antioquia, Mayo 8-10 de 1986, Alfonso Avellaneda, Profesional

Especializado SMA. Inderena.

38 Alfonso Avellaneda C, DE LA TORA A CUSIANA, Petróleo, Colonización y Medio Ambiente en

Colombia, ECOE Ediciones, Santafé de Bogotá, 1988 p.140 39

INDERENA, Concepto Técnico No 121/86. Proyecto de Exploración, Explotación y Embarque de Petróleo del Campo de Producción de Caño Limón (Arauca), Oleoducto de caño Limón -Zulia y Terminal de Golfo de Morrosquillo, Asociación Oxy-Ecopetrol-Shell. Expedientes Nos 117/81-072/84,03/85 y 083/85, Bogotá, D.E., agosto 31 de 1986, pp 236-237.

95

El término de licencia ambiental es acuñado en Colombia como derivación de la viabilidad

ambiental que era justificada por un Estudio Ecológico y Ambiental o una Declaración de

Impacto Ambiental hasta antes de la ley 99 de 1993. El Artículo 28 del Código de Recursos

Naturales consideraba la figura de licencia, pero no explicitaba el concepto, razón por la cual

en Inderena fueron largas las discusiones entre técnicos y abogados sobre la interpretación

del Artículo 28, de tal manera que sólo hasta 1990 se comenzaron a otorgar como Licencias

de viabilidad ambiental y ya hacia 1992 se estaban otorgando como Licencias Ambientales. El

proceso y los criterios para otorgar las licencias por parte de Inderena podrían resumirse así:

1. Evaluación (elaboración de Concepto Técnico) sobre el proyecto con base en:

Presentación del proyecto por el interesado

El análisis de las Declaraciones de Efecto Ambiental o de los Estudios Ecológicos y

Ambientales presentados por el interesado, cuyos Términos de Referencia de manera

global eran suministrados por el Inderena o elaborados por el Consultor Ambiental. El

Concepto Técnico aprobaba o reprobaba estos documentos con base en el conocimiento

que el equipo evaluador tuviera del proyecto y su zona de influencia y que satisficiera o

no los requerimientos tecnico-legales contemplados en los decretos reglamentarios del

Código y otras providencias de Inderena o autoridades competentes en materia ambiental.

Visita de campo a la zona del proyecto.

2. Revisión de los aspectos jurídicos y promulgación del acto administrativo a través de

Resolución de la Gerencia General o las Gerencias Regionales

Entre 1981 y 1994 Inderena tramitó un 70% de las evaluaciones ambientales de grande y

mediana importancia, realizadas por el Instituto, evaluando 723 proyectos distribuidos en los

sectores tal como se presenta en la Tabla No 2- 1.

Tabla 2-1. SECTORES Y PROYECTOS EVALUADOS POR INDERENA 1984-1994

SECTORES No. de Proyectos Evaluados

96

PUERTOS 34

COMUNICACIONES 8

AEROPUERTOS 3

INDUSTRIAS 107

PETROLEOS 282

MATERIALES DE RIO Y ARENAS 10

VIAS 72

CANALES 16

ELECTRICO 55

DESASTRES 4

AGRICOLA 57

MINERIA DE CARBON 11

OTRA MINERIA 4

INVESTIGACION EN RNR 10

URBANISMO 10

TURISMO 36

SANEAMIENTO MUNICIPAL 4

TOTAL 723

Fuente: Archivos del autor

Las Figura 2-1 muestra la participación de los diferentes sectores en porcentaje de las

evaluaciones realizadas. En cuanto a su distribución porcentual los podemos agrupar en tres:

Un primer grupo corresponde a los proyectos del sector de hidrocarburos con un 38 % del total

que se explica en el hecho de que este sector en la segunda mitad de la década de 1980

desplazo al café como principal producto de exportación del país y principal renglón de la

economía.

Un segundo grupo conformado por proyectos de los sectores de industrias y vías y canales

con un total de 27%. En este período el sector de vías estuvo dinamizado por las políticas de

apertura y los caminos vecinales dentro de los objetivos del PNR.

Un tercer grupo constituido por los proyectos del sector eléctrico, urbanismo, y agrícola que

constituyen en conjunto un 23%. El sector eléctrico posterior a 1986 disminuyó en su

participación, ya que la definición de los grandes proyectos hidroeléctricos se había dado entre

1980-1985. En está época se dinamizaron los proyectos urbanísticos de saneamiento como

en el caso del Saneamiento del Río Medellín, el Sistema de tratamiento con emisario

submarino en Cartagena,- El Metro de Medellín y varios terminales de transporte en ciudades

intermedias. Fue dinámico el sector de los proyectos turísticos en San Andrés y la Costa

Atlántica.

97

Un cuarto grupo constituido por los otros sectores: Puertos y aeropuertos, comunicaciones,

otra minería, desastres, investigación sobre los recursos naturales y carbón. Sobre los

proyectos carboníferos vale resaltar que aún cuando la mayoría de ellos correspondía a la

jurisdicción de Corpocesar, fue activa la participación de Inderena en la evaluación

ambiental con la Corporación. Se evaluaron en conjunto los proyectos de Calenturitas, La

Loma, Cerrejón Central. El proyecto de Cerrejón Zona Norte estaba en jurisdicción de

Inderena y tuvo una evaluación y seguimiento continuo entre 1983-1993.

Gráfico 10-1 EVALUACIONES AMBIENTALES POR SECTORES (1983-

1993)

34

83

107

282

10

72

16

55

4

57

114

10 10

36

4

0

50

100

150

200

250

300

Tipo de Proyectos

me

ro

Serie1 34 8 3 107 282 10 72 16 55 4 57 11 4 10 10 36 4

PUERT

OS

COMU

NICACI

ONES

AERO

PUERT

OS

INDUS

TRIAS

PETR

OLEOS

MATE

RIALE

S DE

VIASCANAL

ES

ELECT

RICO

DESAS

TRES

AGRIC

OLA

MINER

IA DE

CARB

OTRA

MINER

IA

INVES

TIGACI

ON EN

URBA

NISMO

TURIS

MO

SANEA

MIENT

O

98

Las evaluaciones ambientales realizadas por Inderena concluían en la aprobación de

Planes de Manejo Ambiental o en Licencias de viabilidad. La primera Licencia de viabilidad

Ambiental se elabora para el proyecto de explotación de petróleo en Caño Limón y se

condiciona al cumplimiento de un detallado Plan de Manejo a cumplirse durante toda la

duración del proyecto y sujeto a ajustes cuando la entidad competente así lo estimase, sin

embargo, es una Licencia otorgada para un proyecto en operación. Como primera Licencia

perfeccionada, es decir, otorgada con evaluación previa y antes del inicio del proyecto está

la correspondiente al proyecto del Oleoducto Colombia entre Puerto Berrio y Coveñas,

posteriormente vendrían más de un centenar entre las que se cuentan las del Metro de

Medellín, El Proyecto de Saneamiento del Río Medellín, la Hidroeléctrica de URRA e

innumerables proyectos petroleros.

Licencias negadas. Varios fueron los grandes proyectos a los cuales Inderena negó licencia

ambiental, entre ellos se cuentan los siguientes:

Tabla No 2-2. LICENCIAS NEGADAS POR INDERENA

PROYECTO MOTIVO DE LA NEGACION DE LICENCIA AMBIENTAL

INTERESADO

Hidroeléctrica Arrieros de Micay- Cauca

Ubicación en zona de alta biodiversidad, fragilidad ecológica, sísmica y social y bajo beneficio para las poblaciones del Pacífico caucano. Alto impacto ambiental no mitigable.

Corporación para la reconstrucción del Cauca

40

Poliducto Buga-Bahía Málaga. Dpto. Valle del Cauca

Intervención sobre dos ecosistemas de importancia estratégica a nivel regional y mundial. Cuenca del río Calima y Bahía Málaga. Alta incidencia social sobre comunidades negras e indígenas del Pacífico. Bajo beneficio social para el la población del Pacífico , alto impacto ambiental sobre los ecosistemas costeros y marinos no mitigables.

ECOPETROL41

Superpuerto en Bocas de Ceniza-Ciénaga de Mallorquín. Atlántico

Intervención sobre la Ciénaga de Mallorquín de alta fragilidad ecológica con impactos ambientales no mitigables. Ecosistema en proceso de recuperación. Condiciones climáticas negativas para el proyecto con alta incidencia negativa sobre poblaciones pobres y bajo beneficio social.

SOCODEP42

Pozo Pauto 1. Casanare Ubicación sobre el cauce del río Cravo Sur. Incidencia BPX

40

Durante la Presidencia de Carlos Lemos Simons a finales de la década de 1990, como Presidente Encargado en el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998), existieron fuertes presiones para la obtener la licencia ambiental de este proyecto, ya que los intereses tradicionalmente dominantes en el departamento del Cauca, no quieren ceder su dominio sobre el medio social y ecológico del Pacífico caucano. 41

La presión de las comunidades negras obligó a Ecopetrol a replantear el proyecto por el antiguo corredor que atravesaba la cuenca del río Dagua, con Bajo Impacto Ambiental. Sin embargo, los intereses por ocupar Bahía Málaga y la cuenca del Calima por proyectos petroleros aún no han desaparecido. 42

En la segunda mital de la década de 1990 el Ministerio de Medio Ambiente cedió a las presiones de los empresarios barranquilleros y dio licencia ambiental al proyecto, sacrificando la Ciénaga de Mallorquín sobre el tajamar occidental de Bocas de Ceniza (Nota del autor).

99

PROYECTO MOTIVO DE LA NEGACION DE LICENCIA AMBIENTAL

INTERESADO

negativa sobre el acueducto de Yopal y riesgo sobre la población ribereña aguas abajo.

Carretera Marginal de la Selva- tramo La Uribe-San Vicente del Caguán. Meta-Caquetá

Ruptura del corredor de comunicación faunístico y floristico, de características únicas entre la Sierra de la Macarena y La Cordillera Oriental. Riesgo de colonización no controlada ecosistemas de alta importancia biológica mundial de la Sierra de la Macarena y Parque Nacional Natural Los Picachos

Ministerio del Transporte

43

Términos de Referencia para estudios ambientales y el origen del Diagnóstico Ambiental de Alternativas.

En el gobierno de Virgilio Barco se trazaron políticas para la Apertura hacia el Pacífico y para

los grandes puertos de exportación de carbón.

En respuesta a estas dos iniciativas del gobierno central, durante los primeros años de la

administración de Cesar Gaviria, el Inderena consideró la necesidad de realizar estudios

ambientales de alternativas de los corredores viales para unir el Pacifico con el centro del

país. Debido a la insuficiencia de recursos económicos de la entidad aunado a la indecisión de

la Gerencia General en 1991, hicieron fracasar esta iniciativa.

En lo que respecta a los puertos carboníferos, el Departamento Nacional de Planeación

realizó el Estudio de Alternativas para la ubicación de los puertos carboníferos en 1990, los

aspectos ambientales no tuvieron la importancia que merecían y es así como se seleccionaron

algunas zonas para los mismos en áreas de alta fragilidad ambiental como la Ciénaga de

Mallorquín en Bocas de Ceniza, Atlántico.

La importancia que cobró el sector carbonífero al final del gobierno de Virgilio Barco, tuvo

como punto culminante, la presión que ejercieron sobre la Gerencia General de Inderena para

que diera vía libre al establecimiento de un puerto carbonífero en Bahía Cocha dentro del

Parque Nacional Natural Tayrona en el Departamento del Magdalena. El pronunciamientos

favorables de la Gerencia de Inderena en comunicados hechos públicos en septiembre 27 y

octubre 28 de 1990, este ultimo pagado por el sector del carbón, hizo que estallara una crisis

en la institución, en la cual los técnicos de la Sugerencia de Medio Ambiente de Inderena

señalaron a la Gerencia:

100

“Resulta desconcertante para nosotros que sea el Gerente General de Inderena quien

apoyándose en consideraciones técnicas de dudosa procedencia, este liderando la

construcción de un puerto carbonífero en una área del Sistema de Parques Nacionales, en

abierta contradicción ética y jurídica con la función institucional, nacional e internacional de

preservarlas y conservarlas.

Bahía Concha es patrimonio común de todos los colombianos ofrecer partes de este

patrimonio, por principio y ética del cargo, jamás debe ser propuesto por el Gerente General

de Inderena”44

La crisis provocada por este enfrentamiento entre los evaluadores de Inderena y la Gerencia

General del Instituto durante los primeros meses del Gobierno Gaviria, hizo que éste

nombrara a Manuel Rodríguez Gerente de Inderena con el propósito de reestructurar el sector

ambiental, cuyas discusiones ya estaban avanzadas en el proceso realizado entre 1989-1990

con la iniciativa del DNP para la creación del DARNAR (Departamento Administrativo de los

Recursos Naturales Renovables).

Por esos mismos años el Ministerio de Obras Públicas ante requerimientos de Inderena

realizó el Estudio de Alternativas para la carretera marginal de la Selva entre la Uribe y San

Vicente del Caguán.

Durante los años 1988-1993 el sector petrolero fue el principal protagonista en materia de

Estudios Ambientales, desplazando en este papel al sector eléctrico que había tenido su punto

culminante en la primera mitad de la década de 1980 cuando se creó el Comité Ambiental del

Sector Eléctrico (CASEC) y se discutieron los proyectos de Urra II, La Miel 1, San Carlos,

Betania y el Guavio.

Es así como en la segunda mitad de la década de 1980 y los primeros años de la década de

1990 el sector petrolero consolidó grupos e estudios ambientales, al interior de las empresas

43

Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), organización insurgente, durante los años 1988-2001, construyó parte de ésta vía en el tramo la Uribe- San Vicente del Caguán. 44

INDERENA-Subgenencia de Medio Ambiente. Memorandeo SEA-302 de 30 de octubre de 1990. dirigido al Dr. Felipe Pineda Aristizabal Gerente General de Inderena por los Profesionales de la Subgerencia de Medio Ambiente. Años mas tarde, en la legislatura del 2001 de nuevo, los mismos intereses y esta vez como proyecto de ley quizieron convertir a Bahía Concha en Puerto carbonífero,

101

(Ecopetrol- ICP, Occidental de Colombia, Shell y Lasmo entre otras) y propició el desarrollo de

la Consultoría Ambiental, que devino en una consultoría con un perfil biologista-ecologista de

los primeros estudios a una consultoría geotécnica-ingenieril de los estudios adelantados

entre 1989-1994. Inderena a través de la SMA, produjo entre 1986-87 Términos de

Referencia para las actividades petroleras de exploración, explotación y transporte de

petróleo, explotación de carbón, industrias, asentimientos urbanos, obras de saneamiento

municipal y distritos de riego. En 1989 generó lineamientos para estudios y manejo ambiental

de los proyectos petroleros de sísmica y perforación exploratoria, sobre los que trabajaron

empresas y consultores hasta 1993.

Entre 1992-93 se realiza la ampliación de Términos de Referencia para las diversas fases

petroleras como producto de elaboración del Comité Interinstitucional de Petróleo y Medio

Ambiente coordinado por Inderena. Es preciso recordar que entre 1990-1991 se habían hecho

esfuerzos por conformar un Comité Industria y Medio Ambiente, que no pudo consolidarse

debido al desinterés de los industriales en la materia y a las debilidades de Inderena.

En esos años se adelantaron estudios para proyectos de importancia nacional como el

proyecto de Refinería del Magdalena Medio, al cual se le hizo un Diagnostico Ambiental

de Alternativas, para decidir sobre su ubicación final en Puerto Triunfo, los proyectos

Hidroeléctricas de Arrieros de Micay, Trasnvase del Cauca al Calima, Calima III, Urra I y Miel

II; Proyectos del Plan Vial Nacional como la Troncal del Magdalena Medio o Carretera de la

Paz, los ramales de la Carretera Panamericana, el Tapón del Darién y otras vías al Pacifico; la

readecuación de la Carretera Bogotá- Villavicencio, Marginal de la Selva y accesos e ésta en

el tramo Tauramena-Tame; el Plan para recuperación de la carretera Florencia- Suaza Y

caminos vecinales como San José- San Juanito, Berlín-Cerrito en Santander. Para éste último

se constituyó una Corporación Regional para garantizar su manejo desde el punto de vista

socio económico y ecológico debido a su incidencia sobre zonas de páramos; caminos

vecinales de Rivera Huila, que aportaron en materia de planeación municipal; el Dique

Direccional de Acceso al Puerto de Barranquilla, el Dragado del río Magdalena entre

Barrancabermeja y La Gloria, los cuales aportaron en la evaluación de los impactos que sobre

una zona de alta fragilidad ecológica y sociocultural tendría su ejecución; los Oleoductos

Colombia, Poliducto Buga- Bahía Málaga y Terminal Petrolero, Oleoducto La Belleza -

sin éxito. Esta vez el Ministerio de Medio Ambiente y las organizaciones ambientalistas mantuvieron silencio.

102

Vasconia, alrededor de los cuales se adelantaron importantes discusiones sobre los alcances

y contenidos de los Estudios Ambientales y la Auditoria e Interventoría Ambiental. Se resalta el

hecho de que el proceso de la discusión de la viabilidad ambiental del Poliducto Buga- Bahía

Málaga y Terminal Petrolero, cuyas incidencias se discuten en otro texto45, sirvió de base para

que se introdujera en la ley 99 el parte correspondiente al Diagnostico Ambiental de

Alternativas.

Este tema del Diagnóstico Ambiental de Alternativas, de importancia sustancial en el proceso

de evaluación ambiental fue retomado durante el proceso de concertación con las

comunidades negras e indígenas realizada en Buenaventura durante 1993, proceso este que

sirvió para dar los perfiles finales a la Ley 70 de 1993 sobre Comunidades Negras.

Así vio la incidencia particular de este proyecto en la ley 99 Manuel Rodríguez Becerra46 en su

Memoria como Primer Ministro del Medio Ambiente:

"Como se mencionó las funciones referentes al otorgamiento de las licencias ambientales no

tenían la suficiente claridad en el pliego de modificaciones presentado en la Comisión V del

Senado, de acuerdo con el INDERENA, por lo cual era necesario introducir algunas reformas.

Además la Subgerencia de Medio Ambiente del Instituto me sugirió que esta bien podría ser la

ocasión para introducir en la ley el concepto de diagnostico ambiental de alternativas, que

veníamos estudiando en el último año como un instrumento que presentaba enormes

potenciales para el ordenamiento territorial, y que surgía como un mecanismo para prever en

el futuro ocurrencias como la del denominado poliducto de Bahía Málaga o para estudiar

proyectos complejos que estaban sobre la mesa, tales como la denominada carretera del

Tapón del Darién o la Marginal de la Selva"47

.

45

Vid. Alfonso Avellaneda, Martha Materón, Incidencias territoriales, ecológicas y legales en el proceso de

la definicion de la viabilidad ambiental(licencia ambiental) del proyecto Poliducto Buga- Bahía Málaga y Terminal Petólero, Especialización en Derecho Ambiental, Universidad Incca, Santafé de Bogotá, 1995.

46Manuel Rodriguez Becerra se desempeñaba entonces (1993) como Gerente General de INDERENA y fue

posteriormente nombrado (febrero de 1994) como primer Ministro del Medio Ambiente.

47Manuel Rodriguez Becerra, MEMORIA del Primer Ministro del Medio Ambiente 7 de febrero- 6 de agosto

de 1994, Imprenta Nacional de Colombia, Santafé de Bogotá, 1994, Tomo II, p. 85.

103

Con fundamento en la experiencia adquirida se formularon Términos de Referencia para

proyectos lineales (vías, oleoductos, entre otros) y para puertos marítimos, terminales de

transportes Hidroeléctricas, industrias y líneas de transmisión y aprovechamiento de recursos

naturales asociados a la construcción y desarrollo de los proyectos (aguas, bosques,

materiales de arrastre, canteras), entre otros.

Para la elaboración de estos documentos, se revisó el estado del arte a nivel internacional,

especialmente de Estados Unidos, México, Canadá, España, Japón, Brasil, Argentina, Banco

Mundial, Cepal, BID.

Una vez promulgada la Ley 99 e iniciado el proceso de creación del Ministerio de Medio

Ambiente en los meses de enero a abril de 1994, los intereses del sector petrolero que habían

estado vigilantes en el Parlamento y participando activamente en la formulación de varios de

los artículos de la Ley 99, encuentran su mejor oportunidad para presionar el naciente

Ministerio para que emita una reglamentación favorable al Titulo VIII de la mencionada Ley,

sobre Licencias Ambientales. Ya con anterioridad habían preparado el terreno para que la

Oficina Ambiental de Ministerio se constituyera con personal contratado con dineros

aportados por el sector petrolero y cuya función seria la de agilizar el otorgamiento de

Licencias Ambientales con destino a los diversos proyectos a desarrollar en Cusiana.

Manuel Rodríguez , ex-Ministro del Ambiente se refiere así a esta situación:

"El equipo técnico está conformado por 17 profesionales, de los cuales cuatro y un abogado

de la Oficina Jurídica fueron contratados y son pagados con fondos de Ecopetrol, a través de

un convenio con Fonade. este convenio se hizo desde Inderena, con el fin de solucionar los

problemas de escasez de personal que venia afrontando esa entidad. Se realizó a través de

Fonade con el fin de garantizar total neutralidad de Ecopetrol teniendo en cuenta que estos

fondos y el personal serian utilizados para la evaluación ambiental de sus proyectos y de

aquellos de las compañías asociadas."48

Por otra parte, la liquidación de Inderena que se inicio con la Ley 99, abrió espacio para que

sectores como el Industrial, a través de la ANDI, e intereses privados del sector petroquímico

48

Manuel Rodriguez Becerra, Memoria del Primer Ministro de Medio Ambiente, Informe al Congreso de la

República, Ministerio de Medio Ambiente, Santafé de Bogotá, agosto de 1994, p.63.

104

representados por el primer Viceministro del Ambiente tuvieran un protagonismo

sobresaliente en la conformación de la nueva estructura ambiental.

Se unía a esta situación el hecho que las funciones en materia ambiental dadas por el Código

Minero de 1988, eran asumidas por el Ministerio del Ambiente, así como otras competencias

que tenia la Dimar y algunas de las Corporaciones Autónomas Regionales, amen de las que

tenía el Inderena.

Con la creación del Ministerio del Ambiente, obviamente se generaron diversas expectativas,

unas las del sector ambientalista y algunos sectores de vanguardia de las comunidades

deprimidas, que habían alcanzado cierto nivel de conciencia ambiental, que esperaban que

esta nueva institución controlará los grandes procesos de degradación ambiental, con una

reorientación de los patrones de consumo y ocupación de los espacios y utilización racional de

los recursos naturales renovables. Una segunda posición, aquella de los explotadores de los

recursos naturales, que deseaban, al mejor estilo del perdón y olvido aplicado a los

responsables de la violencia en Colombia por el Frente Nacional, que este se les aplicara con

la nueva legislación. Estos serían los objetivos a conseguir con la reglamentación de las

Licencias Ambientales.

En este contexto es que se redacta el Decreto 1753/94 sobre Licencias Ambientales.

Análisis y perspectivas de la Evaluación Ambiental entre 1994-2000

La evaluación ambiental cuyo punto culminante es la Licencia reviste importancia para el

solicitante en la medida que le legaliza una ocupación territorial sobre una base frágil de

control estatal en los países con economías dependientes como Colombia. Solamente

podría condicionarse si existieran procesos de participación de la sociedad civil en las

decisiones sobre su otorgamiento o no. Precisamente éste es el elemento que la ha hecho

interesante para los sectores productivos de la gran economía capitalista: obtener un

permiso de uso, manejo, aprovechamiento de los recursos naturales y del conjunto del

medio ambiente, incluida las comunidades locales con el visto bueno del Estado. Pero cabe

preguntarse ¿Cuál es el nivel de conocimiento y el compromiso del Estado, sobre las

zonas y territorios en los que se otorga la Licencia Ambiental ?

105

Se pueden presentar varias situaciones:

Existen planes de desarrollo, programas, obras o infraestructuras estatales que han

generado un dinamismo propio y que se verían entorpecidas por nuevos proyectos.

Existen proyectos del sector privado previamente licenciados por el Estado a nivel

nacional, regional o local que se verían comprometidos por las actividades del proyecto

al cual se confiere Licencia.

Existen territorios (indígenas, negros) sobre los cuales la Nación ha reconocido una

autonomía en el manejo de sus recursos naturales, autonomía que se viola con la

autorización de Licencias Ambientales para explotar los recursos naturales sin consulta

previa con estas comunidades, lo cual ha llevado a destrucción de los pueblos y culturas

(URRA, Samoré, entre otros).

Existen áreas de manejo especial o zonas de reserva reconocidas y reglamentadas a

nivel nacional, regional o local que se intervendrían o se pondría a riesgo su existencia.

La promulgación de la Ley 99/93, que como hemos dicho, abrió un amplio abanico de

expectativas en el país dentro de diversos sectores públicos y privados y generó la

posibilidad para que desde un Organismo del Estado del rango del Ministerio de Medio

Ambiente se direccionará y estimulará a través del conjunto del Sistema Nacional Ambiental

tendencias hacia el seguimiento y el control de los factores de degradación ambiental a

partir de la planificación y el ordenamiento territorial ambiental. Estas expectativas sólo han

sido parcialmente satisfechas en el sentido que la superestructura del Estado mantiene su

alejamiento del conocimiento sobre la marcha del país real.

Situaciones como las mencionadas que se presentan de manera simple o combinada en un

proyecto específico, se constituyen en un desafío para el desarrollo del mismo dentro de

modelos ambientales. En muchos casos, es poca o nula la participación de las entidades

planificadoras y los actores sociales que van a ser receptores directos de los impactos

ambientales y por lo tanto conceder licencias, sin evaluar a fondo estas situaciones, no deja

de ser un acto de irresponsabilidad por varios motivos:

106

La Licencia Ambiental al ser una autorización para ejecutar una obra o actividad (Art. 50 de

la Ley 99/93) es a menudo, para medianos y grandes proyectos, la entrega formal de un

territorio a un agente extraño al mismo (empresas capitalistas nacionales e

internacionales), en el caso de los grandes proyectos de explotación y /o beneficio de

recursos naturales renovables y no renovables, tales como el petróleo, el carbón, el oro, la

madera, recursos de la biodiversidad. Agente este, que no solamente entra a desarrollar el

proyecto autorizado sino que irrumpe imponiéndose sobre las precarias estructuras locales,

generando procesos de cambio cuyo dinamismo no es capaz de controlar el Estado

(poblamiento, colonización, explotación de recursos conexos con el otorgado,

contaminación y destrucción de recursos y aculturización).

Los débiles estados nacionales y sus proyecciones regionales y locales como en el caso

colombiano, atravesados por múltiples contradicciones internas que se reflejan en altos

niveles de violencia, inseguridad, corrupción, clientelismo, rebeldías regionales y locales,

narcotráfico, colonización espontanea y lucha por la tierra, entre otros y por presiones

externas de tipo geopolítico y de tipo comercial por los países industrializados, no encuentra

un espacio de acción que le permita jugar un role en el seguimiento ambiental de esos

grandes proyectos a los cuales se les ha dado la patente de acción.

Buscando controlar procesos de corrupción a nivel regional y en un reconocimiento de las

débiles estructuras regionales y locales para agenciar procesos de gestión ambiental frente

a los grandes proyectos, en la Ley 99 el Estado central reservó de manera privativa para el

Ministerio de Medio Ambiente el otorgamiento de estas licencias (Art. 52 de la Ley 99/93).

Sin embargo, en el centro tampoco se esta exento de estas debilidades sobre las cuales se

ha juzgado a la periferia, razón por la cual y teniendo en cuenta las difíciles condiciones

para realizar seguimiento y verificación de un proyecto a distancia, la gestión ambiental

queda como un instrumento en los papeles y no en los hechos. Proyectos como los del Plan

Vial Nacional, el sector Petrolero, Energético y Minero, acusan en la actualidad esta

situación.

Por otra parte, no existen niveles de compenetración entre el centro y la periferia

(Minambiente-Corporaciones Autónomas Regionales- Grandes Centros Urbanos), que

generen confianza mutua en un proceso de evaluación ambiental meridiano; en otras

palabras el Sistema Ambiental como tal reducido a un flujo presupuestal, sin horizonte de

107

planificación estratégica y débil en aspectos de ordenamiento territorial, políticas de

educación ambiental y control de los grandes procesos de degradación ambiental, se presta

en la realidad para que las obligaciones que para el control ambiental se han “impuesto” en

la Licencia Ambiental sean burladas por los beneficiarios. Es común por ejemplo que los

Planes de Manejo Ambiental sean variados, sin conocimiento de las entidades

ambientales, en el transcurso del desarrollo del proyecto, ya sea por que los diseños o

magnitudes de las obras varían o porque debido a presiones políticas e intereses

empresariales se entorpece su ejecución.

Antes de la ley 99 se media la eficiencia de la gestión institucional en evaluación ambiental

por el número de licencias otorgadas; posterior a la ley 99 habría que medirla por el número

de solicitudes de licencia denegadas, teniendo en cuenta que el espíritu de la Ley es

garantizar un manejo racional de los recursos naturales y el medio ambiente, y que el

Ministerio y las CARs presionados por la alocada carrera aperturista del neoliberalismo,

han entrado en una dinámica de dar satisfacción a las solicitudes de licencia presentadas.

Es más fácil aceptar una solicitud que negarla, ya que esto último implica un mayor

conocimiento del entorno y una mayor revisión de los estudios ambientales, situación para

la que no están preparadas generalmente las entidades que deben asumir esta

responsabilidad.

En este orden de ideas la evaluación ambiental se ha venido utilizando como un

instrumento que facilita la realización de los proyectos y actividades con un leve

componente ambiental que esta lejos de satisfacer los impactos que generan sus

demandas ambientales e incidencias sociales en un entorno determinado.

Con la promulgación del Decreto 1753/94, los tipos de estudios ambientales comienzan a

distanciarse del espíritu de la Ley 99/93: Así por ejemplo, el Diagnóstico Ambiental de

Alternativas perdió su contenido como instrumento de planificación y ordenamiento

territorial, en la medida que se redujo al diagnostico de las alternativas de diseño, como se

presenta en la Tabla 2- 3.

Tabla2- 3. EL DIAGNÓSTICO AMBIENTAL DE ALTERNATIVAS EN LA LEY 99/93 Y EN EL DECRETO 1753 /94

DAA en ley 99/93 DAA en Decreto

108

1753/94

El Diagnóstico Ambiental de Alternativas incluirá información sobre la localización y características del entorno geográfico, ambiental y social de las alternativas del proyecto, además de un análisis comparativo de los efectos y riesgos inherentes a la obra o actividad y de las posibles soluciones y medidas de control y mitigación para cada una de las alternativas. (Art. 56 párrafo 2)

El Diagnóstico Ambiental de Alternativas sólo se podrá exigir para evaluar las alternativas de diseño ....” (Art. 17 Párrafo 1)

Entre 1994- y enero de 1999 los proyectos licenciados por el Ministerio de Medio Ambiente

son los siguientes:

Tabla No 2-4. PROYECTOS LICENCIADOS POR MINAMBIENTE 1994- 01/1999

Sector Total Proyectos a 01/99

Proyectos con Licencia

Ambiental

Proyectos acogidos a

Decretos 1421 y 883 (DEMA)

Proyectos de procesos de participación

Hidrocarburos 753 393 253 5

Minería 49 9 6 1

Electricos 137 52 20 9

Infraestructura 493 201 74 36

Total 1.432 655 353 51 Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, copilado por Beatriz Londoño y presentado en el Seminario sobre Nuevas Tendencias del Derecho: Derecho Ambiental, Universidad INCCA, Santafé de Bogotá, mayo 13 de 1999.

Del cuadro anterior se destaca:

Un 45 % de los proyectos evaluados han obtenido licencia ambiental por la vía del Decreto 1753 de 1994.

Un 25% de los proyectos se acogieron a los decretos 1421 y 883 cuyo requisito era únicamente presentar el Diagnostico Evaluativo del Medio Ambiente (DEMA), que fue derogado por la Corte Constitucional debido a que violaba el derecho de la participación ciudadana en la decisión ambiental.

Solamente un 4% de los proyectos tramitados ante el Ministerio de Medio Ambiente registra procesos de participación.

El 53% de los proyectos (753) tramitados ante el Ministerio corresponden al sector de hidrocarburo de los cuales únicamente 5 (0.7%) registran procesos de participación. Se constata un mayor peso de proyectos del sector de hidrocarburos que durante la gestión de Inderena, que era de un 38%.

109

Los proyectos con mayor porcentaje de participación corresponden a infraestructura con un 7.3% sobre el total de éstos.

La evaluación ambiental desde 1994 hasta el 2000 presentó las siguientes tendencias:

1. Los Factores de alteración ambiental de gran incidencia como la deforestación,

contaminación de corrientes y suelos, erosión, extinción de especies y desempleo

continúan en una tendencia creciente.

2. Los Tipos de estudios para la realización de la mayoría de los proyectos, incluso

algunos de importancia ambiental, han devenido en tener que realizar Diagnostico

Ambiental de Alternativas, Estudio de Impacto Ambiental y Plan de Manejo Ambiental

ha solamente tener que presentar un Diagnóstico del Medio Ambiente (DEMA)

3. Uno de los objetivos de la licencia ambiental fue garantizar el derecho de los

ciudadanos a participar en las decisiones ambientales que pidieran afectarlos, sin

embargo durante este período, solamente se ha presentado en un 4% de los casos, lo

cual muestra claramente que este derecho ha sido desconocido por el Estado.

4. Correspondiente con lo anterior los mecanismos de control se flexibilizaron por virtud

el Decreto 883 /97, se limitaron a recibir un DEMA para aprobar el inicio de actividades

sin emitir pronunciamiento administrativo alguno. Esto llevó a que se reactivara la

práctica de construir proyectos, incluso en el propio centro del país, como el Gasoducto

de Ecopetrol (recientemente vendido a los españoles), que llega al Distrito Capital de

Santafé de Bogotá por el Norte, sin que mediara Licencia Ambiental alguna del

Ministerio de Medio Ambiente ni ninguna otra entidad ambiental. Innumerables

proyectos de gran magnitud e impacto ambiental fueron ejecutados durante la vigencia

de dicho Decreto hasta su derogatoria por la Corte constitucional. Igual ha venido

ocurriendo con proyectos viales y de saneamiento de alto impacto ambiental en el

Distrito de Barranquilla (Alcantarillado del Suroccidente, Avenida las Torres,

Alcantarillado de Soledad, entre otros) para no mencionar sino algunos casos. Es débil

el seguimiento de los proyectos licenciados, de tal manera que a menudo, sin el

conocimiento de las entidades ambientales se “cambian las reglas del juego” sobre las

cuales se otorgó la licencia ambiental o se aprobó el Plan de Manejo.

5. Con el mecanismo de pago de las licencias ambientales al Ministerio de Medio

Ambiente, se han venido evaluando proyectos por contratistas de la entidad, pero no

existe seguimiento sobre las consecuencias ambientales. De nuevo la Licencia

110

Ambiental, con el modelo neoliberal que ha imperado en el Ministerio de Medio

Ambiente desde su creación, se materializa en una patente para que los dueños de los

proyectos, especialmente los grandes proyectos, mineros y energéticos, y con

particularidad los petroleros, decidan en su área de influencia sobre vidas, tierras y

recursos y la imposición de su poder a nivel local y regional, en medio de un Estado

débil o inexistente, como ha ocurrido antes de la legislación ambiental, incrementando

los factores de la violencia.

Opciones de cambio

Redireccionar la evaluación ambiental hacia Evaluaciones Ambientales Estratégicas

(EAE). Los ajustes en el proceso de evaluación ambiental en Colombia deben partir de

ampliar la visión sobre el país real, que donde se desarrollan los procesos que

modifican el ambiente. Ampliar el espectro en términos cualitativos, es decir

prepararnos para asumir el reto de evaluar ambientalmente desde las políticas que dan

origen al Plan Nacional de Desarrollo incluido el propio Plan y los diversos planes

regionales y locales sobre los cuales se proyecta el crecimiento económico. Esa

evaluación implica ajustar las metodologías, introduciendo variables como la

depreciación natural del capital, comportamientos entrópicos de los sistemas sociales y

naturales, e índices de sostenibilidad para los mismos, a través de los cuales se

determinen los costos ecológicos y sus repercusiones en los costos sociales, los que

finalmente a largo plazo van a ser los principales indicadores del desarrollo.

A este nivel, la evaluación ambiental, basada en la contabilidad social y ecológica, se

convierte en un instrumento necesario del proceso de planificación y ordenamiento

ambiental y permitirá ajustar oportunamente las políticas del gobierno nacional y las

metas macroeconómicas, de acuerdo con los objetivos del desarrollo humano

sostenible. Este proceso de evaluación ambiental con apoyo de la contabilidad social y

ecológica, así como del Ordenamiento Territorial, además de ser aplicado a

evaluaciones ambientales globales, servirá también para ajustar a sus proporciones

las evaluaciones ambientales de tipo regional y sectorial.

Revisar la oportunidad y contenido de los tipos de estudios y dar mayor papel al

Diagnóstico Ambiental de Alternativas como instrumento de planificación ambiental de

111

los proyectos. Se debe retomar la concepción original del DAA como instrumento de

planificación de los proyectos y ligarlo con los resultados que puedan salir de las

Evaluaciones Ambientales Estratégicas (EAE), de tal manera que se de participación

real dentro del proceso de planificación a la evaluación ambiental.

Dar mayor participación a las autoridades locales, las comunidades indígenas, negras,

las comunidades campesinas y barriales y otros estamentos de la sociedad civil en la

planificación, diseño, evaluación y seguimiento de las políticas sectores y proyectos.

Las leyes sobre descentralización y autonomía municipal, así como la reciente Ley

388/97 sobre Ordenamiento Territorial Municipal, sin duda, fortalecen el papel

protagónico que deben jugar los municipios. El municipio es hoy quizá el único ámbito

desde donde pueden generarse y proyectarse verdaderas opciones de desarrollo

sostenible, toda vez que son escenarios propicios para el encuentro del Estado con la

sociedad civil en una fusión de intereses en las que todos los protagonistas salen

beneficiados. Por tal razón es apropiado facilitar el rol a los municipios y a las

comunidades locales en los procesos de planificación, diseño, evaluación y seguimiento

de los planes, programas y proyectos que puedan o estén generando impactos

ambientales significantes. Se debe superar por lo tanto la participación fría de las

Audiencias Públicas. La construcción de la sostenibilidad va pareja al crecimiento de

sociedades democráticas, donde el respeto y la confluencia de las diferencias sea la

regla básica en la búsqueda de soluciones. Un ejemplo a retomar por las entidades del

Sistema Nacional Ambiental y particularmente por las Corporaciones Autónomas

regionales es la política de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca en lo

que se refiere a la creación e impulso a los Consejos Verdes Regionales, elegidos en

Asambleas Regionales Ambientales conformadas por los sectores comunitaros, los

líderes y organizaciones ambientalistas, el sector productivo, el sector académico y el

sector institucional, como espacios democráticos de participación ciudadana en la

gestión ambiental49

Fortalecer los Sistemas Ambientales Locales vinculando al sector académico,

(universidades y centros de investigación) y agrario (UMATAS) al proceso de

49

Durante el año 2001 la CAR con el apoyo y asesoría del Colegio Verde de Villa de Leyva, dirigido por Margarita Marino de Botero, convocó las Asambleas Regionales Ambientales en sus diversas regionales las cuales nombraron los Consejos Verdes por períodos de un año, con gran acogida por parte de todos los sectores de la sociedad civil local y regional.

112

evaluación ambiental desde los horizontes de planificación, ordenamiento del territorio,

investigación de impactos ambientales y veeduría. La construcción de opciones de

desarrollo sostenible también pasa por reconocer el papel del sector académico tal

como las universidades y centros de investigación regionales y locales en la

investigación sustancia básica, hasta ahora no utilizada apropiadamente en la

evaluación ambiental. Estos centros de investigación pueden participar en la

identificación y seguimiento científico de los indicadores ambientales fortaleciendo la

gestión de las entidades y haciendo de esta forma más rigurosa la evaluación

ambiental, contribuyendo al encuentro de la universidad con los problemas locales y a

su desarrollo y consolidación científica.

De manera similar, el sector agrario a nivel municipal (UMATAS) pueden jugar un papel

importante en la evaluación ambiental, en la medida que estas instituciones locales son

portadoras de un amplio y preciso conocimiento de la problemática ambiental local y se

encuentran cada vez más incrustadas en las comunidades rurales y sus vivencias

cotidianas.

CUESTIONARIO PARA ESTUDIO

¿Cuántos proyectos sobre el total de los que han entrado en operación desde la reforma ambiental, en su región cuentan con licencia ambiental?

¡¿Ha existido algún cambio en el diseño, construcción y operación de proyectos desde la promulgación de la Ley 99 de 1993?. ¿Puede identificar algunos indicadores?

¿¡Que factores intervienen para facilitar u obstaculizar el cumplimiento de la legislación ambiental?

¿Conoce la población las normas ambientales vigentes?

¿La autoridad ambiental de su región cuenta con legitimación social?

Realice un ensayo sobre las normas aplicables en materia de evaluación ambiental para su región y cuál sería el papel de la participación ciudadana en la decisión sobre la viabilidad ambiental de los proyectos.

113

SEGUNDA PARTE: LEGISLACION AMBIENTAL

114

III.BREVE HISTORIOGRAFÍA SOBRE LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL Y DE LOS RECURSOS NATURALES EN EL SIGLO XX

EN COLOMBIA50 (1886-1993)

1886-1991

Desde el último cuarto del siglo XIX en Colombia y dentro del período conocido como La

Regeneración, el Estado colombiano estableció políticas de “culturización y mejora” de las

tierras con el objetivo de vincularlas a la producción agraria nacional, sin que mediaran

criterios de evaluación de la producción natural de ecosistemas, tales como la producción

pesquera de los lagos, lagunas y ciénagas, y por el contrario, se ordenó en varias leyes,

desde entonces, su desecación e incorporación de las tierras drenadas a los cultivos y la

ganadería, conducta esta que aún hoy, cien años después, continúa vigente con todo su

rigor, a pesar de las olas ambientales que recorren el panorama contemporáneo. Es así

como, mediante la Ley 55 del 17 de noviembre de 1886 se autoriza el desagüe de la Laguna

de Tota:

“Artículo 1º- Autorízase al Gobierno para que conceda, la mejor postor, privilegio para

desaguar el Lago de Tota, en el Departamento de Boyacá, sobre las siguientes bases:

1º-Que las tierras obtenidas por el desagüe pertenezcan al concesionario, salvo la tercera

parte de los terrenos anegadizos, la cual será concedida en propiedad a los Distritos de

Tota, Cuitiva y Pueblo Viejo. 2º. Que el concesionario tenga el uso y goce exclusivo de las

aguas que afluyan al lago, salvo las disposiciones de las leyes de policía. Exeptúese de

esta concesión 30.000 pies cúbicos diarios, por lo menos, para el uso público de los centros

poblados del valle de Sogamoso. 3º. Que la empresa será considerada de utilidad pública y

de la misma manera la construcción de canales de desagüe que se construyan”.

Igualmente mediante el Decreto 177 de 1ro de marzo de 1887 se establece:

50

Una primera elaboración de este texto fue realizada por Aproambiente, Asociación de Profesionales del Sector Ambiental creada en 1990, por funcionarios de Inderena, de vida efímera, que contribuyó con varios documentos e ideas a el debate sobre la Reforma Ambiental realizada en esos años en Colombia.

115

“Artículo 1º- Declárase de utilidad pública el desagüe de los pantanos y terrenos

anegadizos adyacentes a la Laguna de Fúquene o cercanos a ella y pertenecientes a la

jurisdicción de los siguientes Distritos: Tinjacá, Ráquira, Saboyá y Chiquinquirá en el

Departameto de Boyacá; y Simijaca, Susa, Fúquene, Ubaté, Cucunubá, Lenguazaque y

Guachetá, del Departamento de Cundinamarca”51

En las cuatro primeras décadas del presente siglo, los recursos naturales se concibieron

como elementos conexos a la realización de infraestructuras del Sector Público (vías

férreas y carreteables y el desarrollo petrolero con las concesiones Barco y Mares), como

fuente de energía e insumos para el entonces incipiente desarrollo industrial, al margen de

su conservación. Bajo este criterio se expidió el Decreto 1269 de 1908, mediante el cual se

creó el Departamento de Tierras Baldías y Bosques Nacionales en el Ministerio de Obras

Públicas. Con la Ley 119 de 1919 se creó la Comisión Forestal encargada de reglamentar

la explotación de bosques del país y elaborar la estadística sobre el mismo tema.

Desde principios del presente siglo, el Estado incrementó su interés por favorecer la

colonización, tanto de la Cordillera Oriental como del piedemonte de la amazonia

(Putumayo) y en los Llanos Orientales (Meta y Guaviare) para la extracción de maderas y

principalmente del caucho a través de empresas extranjeras como La Casa Arana y la

Rubber Development Corporation52

En 1923, con la llegada de la misión Kemmer53 al país, se realizaron una serie de ajustes

administrativos y de competencias, asignándole al Ministerio de Industria y Trabajo el

manejo del régimen de agua y de bosques y al Ministerio de Agricultura y Comercio la

elaboración del herbario nacional, las estadísticas y los asuntos meteorológicos.

Posteriormente se definió como dominio de la nación el uso, régimen y concesiones de

aguas.

51

Vid. Guillermo Amaya Ramirez y J.M Jaramillo, Compilación sobre aguas 1937, Departamento de

Tierras y Aguas, Minsterio de Agricultura. 52

Vid.,Instituto Colombiano de Antropología- PNR-Colcultura- Universidad de la Amazonia-, Los Pobladores de la Selva, Tomo 2, 1995, p. 140-143 y Alfonso Avellaneda, De la Tora a Cusiana, Petróleo, Colonización y Ambiente en Colombia, ECOE Ediciones, Santafé de Bogotá., 1998 53

En 1922 bajo la presidencia de Pedro Nel Ospina, el gobierno colombiano contrata la Misión Kemmerer para reorganizar la estructura fiscal del país. Según los nuevos lineamientos, se crean el Banco de la República, la Contraloría General de la Nación, se promulga la Ley Bancaría y se establece un nuevo sistema contable para el Estado.

116

La década de los años 30, influenciada por la gran depresión mundial y por los

planteamientos económicos del intervencionismo estatal, se materializó en el agro

colombiano con la expedición de la “Ley de Tierras” (200 de 1936), que modificó las

relaciones de propiedad (latifundios y baldíos) y de producción.

En esta ley se introdujo la función social de la propiedad, buscando una mayor justicia

social. Esta nueva estructura determinó la inclusión de aspectos normativos sobre

protección y constitución de reservas forestales, pero la indefinición y vacilación del Estado

paradójicamente dio pie a la promulgación del Decreto 59 de 1938 reglamentario de la Ley

que otorgó facultades al Ministerio de Agricultura y Comercio para autorizar prácticas de

desmonte en zonas de reserva. En ese mismo año como producto de la “Revolución en

Marcha” de López Pumarejo se creó el Ministerio de Economía Nacional que absorbió el de

Agricultura y Comercio y el de Industria y Trabajo en el proceso de modernización del

estado.

En estas cuatro primeras décadas, la administración de los bosques y aguas se asignó de

acuerdo a las necesidades de utilización orientada por los distintos Ministerios, conforme

al proceso evolutivo del desarrollo y tendencias de la economía nacional.

En los años cuarenta se legisló ampliamente sobre protección, aprovechamiento y

permisos en materia de bosques y por primera vez se consideró que presupuestalmente los

Departamentos y Municipios debían destinar partidas para la vigilancia forestal, creación de

viveros y arborización de zonas urbanas y fue así como se crearon para la gestión

ambiental los siguientes entes con funciones en materia de aguas y bosques:

El Instituto de Aprovechamiento de Aguas y Fomento Eléctrico(Ley 80 de 1946)

El Ministerio de Agricultura y Ganadería en 1947 y posteriormente adscrito a éste el

Instituto de Parcelaciones y Defensa Forestal.

A partir de 1950 y a la luz de experiencias internacionales, reformas administrativas

institucionales, mecanismos de desarrollo y planificación regional, burocratización y

117

politización de los entes estatales de distinto orden, se empieza a configurar un cuadro de

entidades con competencias parciales y totales en la gestión de los recursos naturales así:

En 1952 se organizó en el recién creado Ministerio de Agricultura la División de Recursos

Naturales.

En 1953 mediante el Decreto 2278 se definen las reglas generales en la vigilancia,

conservación, mejoramiento, reserva, repoblación y explotación de bosques;

aprovechamiento, comercio, movilización y exportación de productos forestales. También

se clasifican los bosques en:

Bosques protectores

Bosques públicos

Bosques de interés general

Bosques de propiedad privada

En 1954, se introdujo un modelo similar al estadounidense en cuanto al desarrollo regional

diferenciado del político- administrativo, partiendo de la cuenca hidrográfica y se retomó la

experiencia de la TVA (Tennessy Valley Authority) creando la Corporación Autónoma

Regional del Cauca - CVC-, con funciones predominantemente de desarrollo y planificación

y parciales en materia de recursos naturales.

En 1959 se promulga la Ley 2 sobre Economía Forestal de la Nación y Conservación de

Recursos Naturales Renovables para lo cual se establecen las Zonas Forestales

Protectoras y Bosques de Interés General. Como Zonas de reserva Forestal se establecen

las siguientes:

Zona de Reserva Forestal del Pacífico

Zona de Reserva Forestal Central

Zona de Reserva Forestal del Río Magdalena

Zona de Reserva Forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta.

118

Entre 1960 y 1968 se continuó proyectando el modelo de la TVA al crear cinco nuevas

corporaciones regionales (CAR, CVM, CRQ, CODECHOCO y CORPOURABA), con

funciones de planificación, desarrollo regional, coordinación y ejecución de obras de

inversión, además de una asignación parcial de funciones a la CRQ y a CORPOURABA en

materia de recursos naturales.

En 1961 y como producto de los acuerdos de paz con las guerrillas liberales en el naciente

Frente Nacional, se creó el INCORA al cual se le asignaron funciones en materia de

recursos naturales: reforestación, regadíos en zonas de colonización, vigilancia de los

bosques nacionales y facultades a su Junta Directiva para aprobar la creación de nuevas

Corporaciones.

La reforma administrativa de 1968, que fortaleció el poder del Ejecutivo y separó las

decisiones políticas y sus instancias institucionales de las técnicas, creó dentro de los

nuevos organismos al INDERENA al cual se le declaró ente rector para el manejo y

administración de los recursos naturales con jurisdicción nacional, mediante el Decreto

2420 de 1968, suprimiéndole la competencia a las Corporaciones en los aspectos relativos

a los recursos naturales con excepción de la CVC, entidad que por sus propios

desarrollos y gestión había garantizado el desarrollo del modelo ideal de la TVA para los

intereses de las grandes haciendas del Valle del Cauca, interesadas en la implantación del

monocultivo de la caña de azúcar.

La misma reforma de 1968 creó el Servicio Colombiano de Meteorología (posteriormente

HIMAT), también con competencia en el manejo del recurso agua, que fue ampliada

posteriormente mediante el decreto 132 de 1976 que lo transformó en el Instituto

Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de Tierras - HIMAT, delegándole la

función de crear distritos de riego cuando los intereses de la política agraria así lo

establezcan.

En l97l como una necesidad especial y aislada de lo que hasta el momento había sido la

creación de Corporaciones y para responder al manejo de los agudos problemas de erosión

en la zona cafetera, se creó CRAMSA, con esa función específica en las ciudades de

Manizales, Salamina y Aranzazu.

119

Los intereses de los dirigentes políticos y de los gremios de la Costa Atlántica por la

construcción del Proyecto de Urrá, materializaron la creación de la CVS en el año de 1973.

La discusión abierta a raíz de la conferencia de los ambientalistas en Estocolmo a

comienzos de la década de los setenta y las presiones existentes sobre los espacios

públicos y los recursos naturales del país motivaron el interés del parlamento quien

promulgó la Ley 23 de 1973 en el cual se rescatan como aspectos filosóficos que: ...

“El medio ambiente es un patrimonio común; por lo tanto su mejoramiento y conservación

son actividades de utilidad pública en las que deberán participar el Estado y los

particulares”...”El Estado será igualmente responsable por los daños ocasionados al

hombre o a los recursos naturales de propiedad privada como consecuencia de acciones

que generen contaminación o detrimento del medio ambiente. Los particulares lo serán

por las mismas razones y por el daño o uso inadecuado de los recursos naturales de

propiedad del Estado”.

La misma Ley, facultó al ejecutivo para que expidiera el Código Nacional de los Recursos

Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, hecho que quedó materializado

mediante la expedición del Decreto 2811 de 1974 durante la Administración de López

Michelsen.

En dicho Código quedaron definidas las reglas del Juego para un adecuado manejo del

ambiente estableciendo entre otras cosas que:

“...los recursos naturales renovables no se podrán utilizar por encima de los límites

permisibles que, al alterar las calidades físicas, químicas o biológicas naturales, produzcan

el agotamiento o el deterioro grave de esos recursos o se perturbe el derecho a ulterior

utilización en cuanto esta convenga al interés público”.

Importantes planteamientos de la Ley, que desgraciadamente no se han aplicado por

presiones de intereses particulares sobre los de toda la nación. A partir del Código se han

venido expidiendo posteriormente una serie de decretos reglamentarios que han

desarrollado el régimen general del mismo.

120

Con la reforma de l.976 que adecuó el Sector agropecuario a la realidad del pacto de

Chicoral, que durante el gobierno de Misael Pastrana y por presión del gran sector

terrateniente, había echado atrás los mejores alcances de la reforma agraria de 1961; se

dio igualmente competencia al Ministerio de Agricultura para la formulación y coordinación

de la política ambiental; la entidad rectora - INDERENA, definida en la Reforma del Sesenta

y Ocho pasó a ser a partir del Decreto 133 de 1976 solamente un asesor en el campo

ambiental, y quedó facultado para delegar sus funciones a otras entidades de derecho

público.

Era un hecho entendible, las medidas en el campo ambiental debían adecuarse

principalmente a la nueva realidad agraria en la cual instituciones como el Inderena que

comenzaban en su gestión a aplicar el Código de los Recursos Naturales tocaban

negativamente un modelo de desarrollo fundamentado en el enriquecimiento rápido por la

circulación ágil del capital con los modelos del monocultivo altamente tecnificado de la

Agricultura capitalista, esa bomba de tiempo opuesta a los intereses particulares por

encima de los intereses colectivos, tenia que desactivarse y se desactivó con el Decreto

133 de 1976.

En esa misma época y como complemento a las medidas adoptadas se dispuso la

adscripción de las Corporaciones Autónomas Regionales al Departamento Nacional de

Planeación, situación que utilizó el DNP posteriormente (de 1980 a 1983) para activar una

maratónica creación de Corporaciones (CORTOLIMA, CARDER, CORNARE,

CORPONOR, CAP, CORPONARIÑO, CORPOGUAJIRA y CORPOCESAR) al margen del

Plan de Integración Nacional PIN que en líneas generales determinaba que las

Corporaciones Regionales, debían ser “instrumentos para la descentralización y del

desarrollo regional, capacidad técnica para desarrollar tareas de planeación intra e

interregional y coordinación y ejecución de obras de inversión”; siendo dichas

corporaciones creadas con algunas funciones en materia de administración de recursos

naturales, aumentando el caos institucional en el sector ambiental y adicionalmente

suplantando funciones de los entes departamentales.

El nuevo marco legislativo que parcelaba la gestión ambiental quedo plasmado en las

siguientes leyes y decretos a partir de 1979:

121

Ley 9 de 1979 (Ley Sanitaria) que delegó al Ministerio de Salud el manejo de algunos

aspectos ambientales en los componentes aire, agua y desechos sólidos.

El mismo año con la Ley 10 se le trasladó la competencia en asuntos marinos y

portuarios y de la contaminación marina a la Dirección General Marítima y

Portuaria -DIMAR-.

En 1984, mediante la Ley Primera que reestructuró el Ministerio de Minas, se creó la

Sección de Medio Ambiente la cual quedó facultada para coordinar las entidades

adscritas a este organismo; el nuevo código minero aprobado durante la

administración actual le delegó totalmente el campo ambiental en los proyectos mineros

a partir de la expedición del mismo.

En 1984 y reconociendo la situación de atomización del Sector ambiental para el manejo

de las aguas, se expidió el Decreto 1594 relativo al control de la contaminación y la

calidad del recurso, entregando el manejo administrativo a una figura globalizante la

“EMAR” -Entidad Administradora del Recurso - como el Inderena, el Himat en los

distritos de riego, las Corporaciones Autónomas Regionales y la Dirección Marítima y

Portuaria, que dejó en un limbo en la práctica la aplicación de las normas allí

establecidas.

Desde las administraciones de Betancur y Barco se implementaron políticas de

descentralización tendiente al fortalecimiento y autonomía de los municipios; con la Ley 12

de 1986 se condicionaron los gastos de inversión a los municipios para aspectos referentes

a recursos naturales (programas de reforestación, tratamiento y disposición final de

basuras). Con el Decreto Ley 77 de 1987, se expidió el Estatuto de Descentralización en

beneficio de los municipios y se reglamentó la Ley 12 de 1986, se creó en el Ministerio de

Obras Públicas la Dirección de Agua Potable y Saneamiento Básico y asignó al Ministerio

de Salud el control de la calidad del agua para consumo humano, el sistema de disposición

de aguas residuales y desechos sólidos. En los artículos 57 y 58 suprime para las

Corporaciones Autónomas Regionales las actividades en materia de obras de desarrollo y

generación, transmisión y subtransmisión de energía, excepto para la CVC y CORNARE.

122

El Código de Régimen Municipal (Decreto 1333 de 1986) estableció una serie de

parámetros sobre manejo ambiental relativos al ordenamiento de industrias y mataderos en

áreas urbanas y rurales y al manejo adecuado de zonas de reserva agrícola, en sus

artículos 48 al 54; el artículo 32 determinó igualmente que las áreas urbanas se regularán

dentro de una política nacional de equilibrio entre regiones del territorio y zonas rurales de

conservación ecológica; el artículo 334 por su parte determina que las Asociaciones de

Municipios deberán realizar de programas y ejecutar obras convenientes para la

reservación y sanidad del medio ambiente y la defensa y conservación de los recursos

naturales de la región; para áreas metropolitanas establece la expedición y reglamentación

de los usos del suelo urbano y rural.

La Ley 76 de 1985, por su parte propendió por que las regiones tuvieran autonomía y

participación en la planificación regional, departamental y municipal; y aunque en ninguno

de sus artículos se contempló en el marco de la planificación la incorporación de la

dimensión ambiental, es perfectamente claro que la delimitación de estas regiones casi en

su totalidad es coincidente con las regiones naturales del país.

La Ley 30 de 1988 que intento dar respuesta al problema agrario de la tenencia de la tierra,

facultó al Gobierno para la reestructuración del Sector Agropecuario, hecho que se

materializó con la expedición del Decreto 501 de 1989, mediante dicha norma se creó la

Subdirección de “Regionalización y Ordenamiento Territorial”, con una División de

Recursos Naturales Renovables y del Ambiente en el Ministerio de Agricultura, con

funciones específicas en materia de recursos naturales abriendo por su propio contenido

colisión de competencia con otras entidades en materia ambiental; puede señalarse que en

este último período dentro del propio Estado no existen acuerdos sobre el manejo ni de los

recursos ni del ambiente, institucionalmente se enfrenta una crisis de definiciones que se

refleja de manera protuberante en las colisiones de competencia y de jurisdicción, de

políticas sectoriales y regionales, acumuladas durante todos los años precedentes. Los

diferentes modelos ensayados comenzando por el de la TVA con la creación de las

corporaciones, el centralista de la reforma de 1968 (El del INDERENA) y el Sectorial de los

dos últimos gobiernos se encontraron enfrentadas dentro del propio Estado.

123

La misión del BID que “patrocinó” la realización del Perfil Ambiental de Colombia, a

principios de la década de 1990, aconsejó sobre la necesidad de poner orden a esta

situación; es indudable que la extinción y el enfrentamiento de estas concepciones sobre el

manejo de los recursos naturales obedece a los propios intereses que sobre ellos se

proyectan a través de las instancias políticas y gremiales. Conforme a la conceptualización

expresada en la Constitución Nacional y en el Código de los Recursos Naturales, el Estado

debería salvaguardar los intereses comunes de la nación, lo que implica defender lo social y

colectivo por encima de lo particular y privado. Así las cosas, lo que correspondía definir al

Estado en el contexto de la crisis institucional era una estructura funcional y dinámica que

reconociera la descentralización y la autonomía municipal como un eje fundamental para la

gestión en donde las instancias nacionales sean coordinadoras y asesoras pero no

administradoras de los recursos naturales, con excepción de aquellos espacios que

constituyan un patrimonio común de la nación.

La Carta Política de 1991 y el medio ambiente

En esta situación del sector ambiental, se promulga la Carta Política de 1991 que

introduce profundas reformas al Estado colombiano, y da una significativa importancia al

medio ambiente dentro del contexto del Estado Social de derecho, tal como se define

Colombia a partir de entonces.

En la Figura 3-1 que presenta los mandatos constitucionales sobre medio ambiente se

puede observar como el tema permea el Estado en los siguientes aspectos:

Ordenamiento territorial Patrimonio economía y hacienda Estados de emergencia

Planificación Participación comunitaria Relaciones internacionales

Educación Régimen municipal Regímenes especiales

124

Figura 3-1. MANDATOS CONSTITUCIONALES SOBRE MEDIO AMBIENTE54

54

Diagrama preparado por el economista Jorge H. Granados R. y el sociólogo Edgar Cabezas. Sept/91.

ORDENAMIENTO

TERRITORIAL RESPONSABILIDADES

DEL ESTADO

PROTECCION, CONTROLES, SANCIONES

REGIMEN

DEPARTAMENTAL

Art. 300. Ordenanzas emanadas de las Asambleas Departamentales conteniendo disposiciones relativas al medio ambiente. Art. 382. Establece capacidad y competencias relacionadas con R. N. y medio ambiente Art. 310. Precisa en el caso del Arch. de San Andrés y Providencia legislar por mayoría de cada cámara sobre limitaciones demográficas, usos del suelo, protección cultural y ambiente nativos.

REGIMEN

MUNICIPAL

Art. 313. Establece la responsabilidad de los concejos de reglamentar el uso del suelo y dictar normas para control, preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural municipal. Art. 317. La ley destinará recursos para el manejo y conservación del ambiente y los R.N.R. de acuerdo a Planes de Desarrollo de los municipios.

REGIMEN ESPECIAL

Art. 330. Parágrafo. Protege la

integridad social, cultural y económica de los territorios indígenas frente a la explotación de R.N.R. Art. 331. Protección del Río Magdalena mediante la creación de la Corporación especial.

Art. 8. Protección riquezas naturales y culturales Art. 49. Salud y saneamiento básico Art. 65. Protección prioritaria producción de alimentos, incorpora criterios de integralidad de actividades rurales. Art. 66. Relaciona condiciones especiales de crédito agropecuario integrando criterio de riesgos inherentes a calamidades ambientales Art. 79. 2do. Párrafo. Protección diversidad e integridad del medio ambiente, conservación de áreas de importancia ecológica y fomento de educación para sustentar tales fines. Art. 80. Planificación, manejo y aprovechamiento con criterios de conservación, restauración, sustitución, prevención y control de factores deteriorantes del medio ambiente. Art. 81. Regulación, ingreso y salida de recursos genéticos y uso de acuerdo a interés nacional y prohibición de entrada de residuos peligrosos. Art. 82. Protección de la integridad del espacio público y uso común.

PATRIMONIO, ECONOMÍA y

HACIENDA

Art. 58. Función social y ecológica de la propiedad. Art. 63. Bienes de uso público: Parques nacionales naturales, Tierras comunales, Patrimonio arqueológico, tierras de resguardos y demás bines determinados por la ley son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Art.332. propiedad estatal del subsuelo y de los

R.N. no renovables. Art. 333. Libertad económica de acuerdo a interés social, ambiente y patrimonio cultural nacional. Art. 334. Dirección general de la economía a cargo del Estado, intervención en la explotación de los R.N, uso del suelo para preservar el ambiente sano. Art. 360. Condiciones de explotación de los R.N. no renovables y derechos de entidades territoriales. Régimen de participación, regalías y compensación. Art. 361. Creación Fondo Nacional de regalías y

fondos para preservación del ambiente. Art. 366. Finalidades sociales del Estado, como

saneamiento ambiental.

Art. 80. Acciones populares, protección del patrimonio, salubridad, espacio y ambiente. Art. 267. Vigilancia, gestión fiscal que incluye valoración costos ambientales. Art. 268. Función Contralor presentar

informe anual sobre estado de recursos naturales y ambiente. Art. 277. Función Procurador General Defensa intereses colectivos, especialmente del ambiente.

ESTADOS DE EMERGENCIA

Art. 215. Declaración de estados de emergencia por hechos que amenacen en forma grave e inminente el orden económico, social o ecológico del país o constituyan calamidad pública.

PLANIFICACION

Art. 339. Plan Nacional de Desarrollo económico, social y ambiental. Art. 340. Consejo Nacional de Planeación integrado por entidades territoriales, sectores económicos, ecológicos,

comunitarios y culturales.

PARTICIPACION

COMUNITARIA

Art. 79. Derecho de las personas a gozar de ambiente sano y participación comunitaria en las decisiones que puedan afectarlo.

RELACIONES INTERNACIONALES

Art. 80. Cooperación con naciones para protección ecosistemas fronterizos. Art. 266. Relaciones políticas, sociales y ecológicas internacionales con bases de equidad, reciprocidad y conveniencia Nal. Art. 289. Departamentos y municipios en

zonas fronterizas podrán adelantar programas de cooperación e integración dirigidos a preservación del medio ambiente.

EDUCACION

Art.67. Formación del colombiano en la

protección del medio ambiente.

125

Se destacan como elementos centrales los siguientes:

La función social y la función ecológica de la propiedad establecidas dentro del

Artículo 58 del Capítulo 2. De los Derechos Sociales, Económicos y Culturales: “La

propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una

función ecológica”. La función social de la propiedad ya había sido establecida en la Ley

200 de 1936 o Ley de Tierras, que a nuestro entender dio origen al Derecho Agrario

moderno.

El concepto de desarrollo sostenible correspondiente al Articulo 80 dentro del Capítulo

3 De los derechos Colectivos y del Ambiente, fue recogido en el sentido de que “El Estado

planificará el manejo y el aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su

desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además deberá prevenir

los factores de deterioro ambiental, imponer los factores legales y exigir la reparación de los

daños causados”

Se destacan también como deberes del Estado el “proteger la diversidad e integridad del

ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica”(Artículo 79).

El reconocimiento de a pluralidad étnica y cultural. En el caso de los indígenas, antes

de la Constitución Nacional del 91 se había promulgado la Ley 21 de 1991 que reconoció el

Acuerdo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de los

pueblos indígenas.

En este contexto y habida cuenta de una problemática ambiental que amenaza la

capacidad productiva de los ecosistemas y la propia sostenibilidad ambiental de la nación

colombiana, se adelantaron los debates que dieron origen a la ley 99 de 1993 que creó el

Sistema Nacional Ambiental y el Ministerio de Medio Ambiente55. Y la Ley 70 de 1993 que

reconoció los derechos de las Comunidades negras conforme al Artículo Transitorio 55 de

la Constitución Nacional. En 1994 se expediría una nueva ley Agraria (Ley 160 de 1994)

con un alto contenido ambiental alimentado por la Ley 99/93.

126

Notas para una interpretación del Derecho Ambiental56

Podemos aproximarnos al Derecho Ambiental diciendo que es un Sistema Orgánico de

Normas que contempla:

Normas legales referentes al uso, explotación racional y conservación de todos los

bienes, fenómenos, procesos y elementos del ambiente a saber: ambiente humano,

medio natural, el entorno creado por el hombre y los recursos naturales.

La tipificación de las diferentes conductas agresivas para con el medio ambiente bien

para prevenirlas, reprimirlas o repararlas.

Como proceso el Derecho Ambiental es una respuesta jurídica al conflicto sociedad -

naturaleza, interviniendo como crítica a los valores que se han impuesto en el transcurso de

la apropiación y uso indiscriminado de los recursos naturales y el medio ambiente.

En este sentido el Derecho Ambiental, que en Colombia en Colombia ha tenido como uno

de sus orígenes el Derecho Agrario (ver Figura 3- 2) propone una ética para reordenar la

relación de la sociedad naturaleza que cuestiona:

La acumulación de riqueza en pequeñas fracciones de la sociedad

La productividad agrícola basada en insumos artificiales

El crecimiento económico medido como Producto Interno Bruto, desconociendo el valor de los recursos naturales y sus servicios ambientales base de la productividad y la calidad de vida.

La justicia sin variedad participativa

La estigmatización de las mujeres como seres inferiores, de las etnias, de los individuos por su origen y proveniencia.

La asignación de responsabilidades por daños a los recursos naturales y al medio ambiente, sin valoración histórica.

Las estrategias investigativas y de planificación sin explorar innovaciones que pueden aportar la acción comunitaria y las minorías nacionales.

El reconocimiento de las diferencias culturales y étnicas sin igualdad social. El derecho agrario y el derecho ambiental

55

La historiografía sobre la elaboración de la ley 99 de 1993 y de la primeros años de la construcción del Sistema Nacional Ambiental se encuentran en el libro del ex ministro de Medio Ambiente Manuel Rodríguez Becerra titulado: La Reforma Ambiental en Colombia. 56

Estas Notas fueron preparadas para la Cátedra de Etica y Legislación Ambiental, dictada por el autor en la especialización en Educación Ambiental y Desarrollo de la Comunidad de la Universidad de Cundinamarca, Fusagasugá, entre 1997-2000.

127

El Derecho Ambiental en Colombia tuvo sus orígenes en el Derecho Agrario, tal como se

muestra en la Figura 3-2. Sin embargo, a pesar de sus estrechas relaciones históricas, ha

existido una profunda brecha entre la legislación agraria y la legislación ambiental, que se

manifiesta, en que mientras la primera busca la ampliación de la frontera agrícola y el uso

intensivo de recursos como el suelo y las aguas, la otra busca la conservación de estos

recurso y la protección de la vegetación nativa como son las reservas forestales y

ecológicas, mientras las leyes agrarias estimulan con los distritos de riego la dilapidación de

las aguas y la salinización de los suelos, la legislación ambiental busca la conservación de

la calidad y cantidad de los recursos hídricos. Detrás de esta brecha está el dominio que

sobre la política agraria han tenido hasta ahora los gremios de la producción que

representan a los potentados del agro y su fuerte presencia política en el parlamento y el

gobierno, lo cual ha relegado a un segundo lugar la aplicación de la legislación ambiental en

el sector rural, cuando no es manejada para su propio beneficio en el caso de las

concesiones de aguas.

Figura 3-2. EL DERECHO AGRARIO Y LOS ORIGENES DEL DERECHO AMBIENTAL

LEY 200 DE 1936

LEY 2 DE 1959

D-L 2811 DE 1974

LEY 135 DE 1963

LEY 9 DE 1979

LEY 160 DE 1994

LEY 99 DE 1993

LEY 21 DE 1991

LEY 70 DE 1993

C.N. DE 1991

LEY 23 DE 1973

ESTOCOLMO 1972

BRASIL 92

128

Características del Derecho Ambiental

Es histórico y estimula la investigación diacrónica, sincrónica y prospectiva de las relaciones sociedad – naturaleza y de los ambientes complejos.

Se basa en la relación estrecha entre el entorno natural y el sistema social.

Es transcultural e interdisciplinario.

Busca la justicia biológica entre los diversos organismos, la justicia social entre los hombres aquí y ahora y la justicia en el tiempo o sea en la distribución equitativa del bienestar entre los que vivimos hoy y los que van a vivir mañana.

Es local y global

Reconoce que las prácticas sociales se plasman en terrenos conflictivos que enriquecen permanentemente las transformaciones tecnológicas e ideológicas.

En este sentido el Derecho Ambiental es un esfuerzo histórico en la búsqueda de una

nueva ética en la relación hombre naturaleza a partir de la propia realización del hombre

como condición de la paz con la naturaleza.

CUESTIONARIO PARA ESTUDIO

1. ¿Considera Ud. que las Corporaciones Autónomas Regionales creadas bajo la

Constitución centralista de 1986 favorecían el desarrollo y la autonomía regional?

2. ¿Cuál sería el papel de las Corporaciones Autónomas Regionales en la construcción de

la autonomía regional en la actualidad?

3. ¿Cómo podría contribuir el Derecho Ambiental al fortalecimiento cultural de las culturas

regionales, las culturas indígenas y las culturas negras?

4. ¿Se debería mantener el Sistema Nacional Ambiental creado por la ley 99 de 1993 en

un eventual proceso de construcción de un estado basado en autonomía de las

regiones?

5. ¿Según su criterio cuáles serían los aspectos fundamentales del actual marco

constitucional en relación con el medio ambiente?. ¿Cuáles deberían fortalecerse para

orientar la acción social hacia la construcción de la Sociedad Ambiental?

6. ¿Cómo podría aplicarse una política que favoreciera la Función Ecología de la

propiedad, sin propiciar al mismo tiempo un régimen de propiedad con nuevos

terratenientes ambientales privados?

129

IV. LIMITACIONES EN LA APLICACIÓN DE LA NORMATIVA AMBIENTAL PARA LA GESTIÓN EN PÁRAMOS57

Son los páramos cercanos a las grandes urbes colombianas y cuyo servicio ambiental para

conseguir el desarrollo actual ha sido tan importante, que no nos explicamos el porqué son

zonas tan olvidadas del Estado y de poca atención del conjunto de la sociedad.

El geógrafo Ernesto Guhl señala el hecho que en los páramos del Macizo de Sumapaz, el

Estado constituye un vacío hasta el presente a pesar de estar cercanos al centro del poder,

como lo es el espacio urbano de Santafé de Bogotá,

“Este vacío de poder a escasos 100 km. del epicentro del poder del Estado es un fenómeno

sui generis en los países andinos tropicales, pero muy especialmente en el caso del páramo

inmenso de Sumapaz, lo cual constituye un geofactor político y logístico de gran

importancia”58 .

Quizá este factor explique en gran parte el porqué las normas trazadas por el Estado en

materia de medio ambiente tienen profundas limitaciones para su aplicación, aspecto este

sobre el cual desarrollamos el presente trabajo.

Zona de referencia.

Según los estudiosos de los ecosistemas de la alta montaña ecuatorial, la Cordillera de los

Andes en lo que corresponde a su paso por la República de Colombia presenta por encima

de los 2800 metros de altura áreas con características geomorfológicas, climáticas y

bióticas particulares cuya interacción da lugar a la conformación de ecosistemas en los

cuales la principal función para el aprovechamiento económico del hombre es la producción

de agua, los ecosistemas de páramo (González, F, 1989)59 .

57

Conferencia dictada en el Curso de Caracterización y Manejo de Las Zonas de Páramo, Minamabiente-ICFES-UPTC, Villa de Leyva, 23 a 27 de febrero de 1998. 58

Ernerto Guhl, Escritos geográficos, Las fronteras políticas y los límites naturales, Fondo FEN de Colombia, Santafé de Bogotá, 1991, pág. 223. 59

Vid, Francisco González, El uso y manejo actual de los páramos andinos en el Norte de Boyacá, en Cuadernos de Agroindustria y Economía Rural No 22, Universidad Javeriana, Bogotá, 1989.

130

En general se entiende por páramos la zona comprendida entre el límite superior de los

ecosistemas boscosos y el límite inferior de la nieve, que sufre variaciones de altura y

amplitud en diferentes regiones y cordilleras.

Particularidades de las actividades antrópicas.

El poblamiento del páramo, siendo muy antiguo, nunca tuvo unas presiones de la intensidad

de las que hemos visto en los últimos treinta años. Las difíciles condiciones climáticas y

condiciones económicas más favorables que las actuales, en las zonas bajas, propiciaron

un bajo poblamiento y uso del suelo.

Sin embargo, el componente faunístico fue uno de los primeros en ser prácticamente

diezmado en la primera mitad del siglo XX en la mayoría de los páramos, por cazadores

furtivos y por los campesinos que en tierras comunales mantenían ganado.

Este proceso y la intensa utilización de la corteza del encenillo (Weinmannia tomentosa)

para los talleres de curtiembres de pieles favorecieron procesos de paramización de zonas

del bosque alto andino.

Es a partir de las presiones y los desplazamientos de los campesinos de los valles

interandinos y la presión de los grandes fundos ganaderos en la ladera y los valles altos lo

que llevó a una mayor presión sobre la franja superior a los 3.000 msnm. En las zonas

andinas de Boyacá el desestímulo a los cultivos de maíz y cebada, la ampliación de la

franja ganadera en las zonas de ladera entre los 2400 y 3000 metros y la baja productividad

de la tierra favoreció el abandono del campo por las nuevas generaciones de campesinos,

la concentración de la propiedad territorial y una mayor presión sobre los páramos.

Este proceso acompañado de aplicaciones tecnológicas en el manejo de los cultivos de

papa por parte del ICA y de las Secretarías de Agricultura, condujo a una cierta

semi-proletarización del campesinado minifundista, que conservando propiedad sobre

tierras degradadas, alquila su fuerza de trabajo en los grandes fincas cultivadoras de papa

entre los 3000 y 3500 msnm.

En los últimos años, el ataque de nuevas plagas en el cultivo de la papa como la llamada

“polilla guatemalteca” ha propiciado una mayor intensidad en la aplicación de insecticidas

131

y un desplazamiento de los cultivos de papa a pisos altitudinales más altos y

ganaderización de los páramos bajos.

La crisis del café en la Cordillera Central y en menor medida en la Cordillera Oriental ha

favorecido otras formas de presión sobre los páramos: la siembra de cultivos ilícitos; este

factor y sus controles por parte de la Policía Nacional han introducido fuertes cambios en los

ecosistemas altos andinos, como lo es la deforestación y la introducción de sustancias

tóxicas.

En las décadas anteriores y como producto de una política de reforestación errónea, el

Inderena, las Corporaciones Autónomas Regionales y las Secretarias de Agricultura

adelantaron proyectos de sustitución del Bosque Alto Andino, los frailejonales y pajonales

por plantaciones de pinos y eucaliptus, cuyas consecuencias sobre la calidad de los suelos

y la sostenibilidad del recurso hídrico se han reflejado en desecación de lagunas de

páramo, secamiento de nacimientos de quebradas y crisis de agua en las zonas de ladera

y los centros urbanos de decenas de municipios del altiplano.

En años recientes una nueva forma de explotación de los recursos del páramo se ha hecho

presente, cual es la extracción de los suelos orgánicos para las plantaciones de flores,

plantas ornamentales y construcción de áreas verdes en el poblamiento humano de los

valles interandinos y la Sabana de Bogotá. A esta situación se une el licenciamiento

ambiental que se ha dado por parte de entidades ambientales a proyectos de Prospección

Sísmica de Hidrocarburos en los páramos, actividad ésta que ha sido cuestionada por el

alto riesgo de destrucción de las cauces de las corrientes subsuperficiales y otras

alteraciones sobre el nivel de las napas friáticas. Este solo hecho implicaría que existiendo

la alta incertidumbre científica sobre la ocurrencia del fenómeno descrito y acudiendo al

Principio Precautelativo no se permitirá su ejecución en las zonas de páramo. También se

han venido licenciando y permitiendo actividades de explotación de canteras, de minerales

de hierro y carbón y obras viales en los ecosistemas del páramo y subpáramo, sin

contemplar sus graves impactos sobre los recursos hídricos y otros recursos naturales

renovables.

Los siguientes son en resumen los factores que caracterizan la presencia antrópica actual

en los páramos colombianos:

132

Deterioro de las condiciones de vida del campesino minifundista en la zona de ladera que presiona la ocupación de los páramos.

Cultivo de la papa con uso intensivo de plaguicidas, incluidos procesos semindustriales de producción.

Potrerización para el establecimiento de ganadería ovina y bovina.

Utilización intensiva del recurso hídrico y contaminación de aguas superficiales (lagunas de páramo y nacimientos de agua y corrientes), así como de los acuíferos.

Sustitución de los frailejonales y pajonales por bosques de pinos y eucaliptus.

Construcción de vías carreteables

Introducción de cultivos ilícitos

Control a los cultivos ilícitos

Extracción se suelos orgánicos para zonas verdes en asentamientos urbanos y para la floricultura y la ornamentación.

Licenciamiento de actividades de alto impacto ambiental (Prospección Sísmica de hidrocarburos y extracción de minerales)

Cacería de especies silvestres.

Limitantes en la aplicación de la legislación ambiental

Los factores anteriores, gran parte de los cuales han sido propiciados por el Estado, se

explican en la medida que se analiza cual es el perfil de la legislación ambiental existente

para estas zonas. En una primera revisión se concluye que no existe una legislación

específica para los páramos más allá de lo contemplado en el numeral 4 del Art. 1 de la ley

99 que señala que:

“Las zonas de páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y las zonas de recarga de

acuíferos serán objeto de protección especial”.

Hasta ahora la gestión en los páramos se ha apoyado a partir de la aplicación de la

legislación existente para recursos como el agua (Decreto 1541/84), los bosques, las

cuencas hodrográficas, la flora y la fauna.

Recursos florísticos: Ha tenido particular importancia el olvido de los páramos en la

legislación sobre bosques, ya que como no contempla los ecosistemas no boscosos, el

aprovechamiento de los recursos florísticos de estos ecosistemas se ha menospreciado,

apoyado en el argumento de la poca presencia o inexistencia de recursos maderables de

importancia comercial. En general para este tipo de ecosistemas no boscosos, no se han

establecido ningún tipo de permisos de aprovechamiento, razón por la cual en la practica se

facilita su intervención. Sólo podríamos hacer afirmación de ciertas vedas impuestas por

133

Inderena en la Resolución No 213/77 para los musgos, líquenes, quiches y orquídeas,

muchas de las cuales se encuentran en estos ecosistemas.

Recursos faunísticos: Los páramos durante décadas, y aún hoy persiste en algunas

regiones, fueron un atractivo como territorios para la caza del venado, el tinajo, el curí y

algunas especies de aves . Como instrumentos legales se señalan la veda para la caza de

Venado Soche en la Resolución No 574/69 y las obligaciones para los propietarios de

predios en materia de fauna contempladas en el Decreto 1449/78 y para la conservación

de la fauna silvestre en el Decreto 1608/78 reglamentario del recurso.

Estos decretos para el caso de la fauna paramuna, han tenido poca aplicación teniendo en

cuenta la débil presencia institucional, señalada anteriormente y el hecho que la poca fauna

que aún queda, es aprovechada para subsistencia por algunos campesinos premontanos y

transeúntes del páramo, que desconocen la existencia de la legislación mencionada.

Incluso las mismas UMATAS que son las oficinas más próximas al manejo de los recursos

naturales a nivel municipal no saben como proceder para la preservación de especies de

fauna silvestre. Es de destacar que hace algunos años (1986), el INDERENA elaboró un

Manual de Recursos Naturales Renovables para Alcaldes, Corregidores e Inspectores de

Policía que fue de gran utilidad en materia de gestión ambiental, que sería recomendable,

con una versión actualizada, volver a ser editada y distribuida por las autoridades

ambientales.

Recursos hídricos. Hasta hace muy poco los recursos hídricos paramunos revestían poca

importancia para las poblaciones de los centros urbanos ubicados aguas abajo de los 2800

msnm. La relativa abundancia y sostenibilidad de caudales a lo largo del año en quebradas

y la oferta de manantiales no llamaba la atención sobre la importancia de las zonas

superiores a los 2800 msnm como captadoras de agua y reguladoras del ciclo hidrológico.

Las concesiones de agua otorgadas por el Estado de acuerdo al Decreto 1541 de 1978 se

hicieron en su mayoría para captaciones sobre la corriente a lo largo de la zona media y

baja de las cuencas, con una apreciación tácita de la existencia permanente del recurso en

las páramos. En efecto fueron pocas las cuencas ordenadas por Inderena y las CAR y débil

la gestión sobre el manejo integral de las mismas. La atención sobre las zonas de páramo

ha venido creciendo en la medida que los recursos hídricos comienzan a escasear para los

centros urbanos, es ahí donde la mirada sobre los páramos ha venido cobrando mayor

134

importancia institucional. Desafortunadamente, en la valoración sobre la oferta y calidad, en

respuesta a esta preocupación los diagnósticos muestran una crisis del recurso en las

zonas altas. Los factores anteriormente mencionados que caracterizan la presencia

antrópica en los páramos durante los últimos 30 años han llegado a tal nivel de degradación

de los ecosistemas que en muchos casos se han roto los procesos ecológicos esenciales y

la propia dinámica regulatoria del ciclo hidrológico. En investigaciones recientes

encontramos en lagunas del Páramo de Chontales a 3100 msnm que la calidad de las

aguas que dan nacimiento a quebradas de importancia para asentamientos urbanos y

rurales del Valle de Sogamoso han sido gravemente alteradas por la presencia de

plaguicidas organofosforados y carbamatos utilizados en cultivos de papa (Ver Capítulo

VIII. Tabla 8- 1).

Aparecen luces de esperanza en procesos de participación comunitaria para la

conservación de los ecosistemas alto andinos, en casos en que las propias comunidades,

apoyadas por las autoridades locales en el municipio de Paipa (Boyacá) han venido

colectivamente adquiriendo, preservando y recuperando territorios de los nacimientos de

agua, como garantía a largo plazo de mantener una oferta y calidad adecuada del recurso.

Sin embargo, estos procesos no han sido regulados ni estimulados adecuadamente por el

Estado y ameritan ser mirados más de cerca y tomados como ejemplo para la construcción

de normatividades para la gestión de los ecosistemas de páramo.

Recurso suelo. Si bien el Código de Nacional de Recursos Naturales Renovables y del

Medio Ambiente en sus artículos 178 a 186 contempla los principios generales, las

facultades de la administración y los aspectos de manejo para el uso y conservación de los

suelos, la normatividad sobre el suelo como recurso vivo renovable ha sido precariamente

desarrollada y casi inexistente. Este recurso ha sido administrado desde la óptica agrícola

como un sustrato para el soporte de las plantas dejándose de lado su carácter evolutivo y

sus relaciones ecosistémicas, así como sus particularidades en la conservación de la

biodiversidad y la calidad de las aguas. Abría que preguntar por ejemplo que se ha

regulado y controlado con respecto al mandato del literal b) del Artículo 81 del Código en

cuanto a:

135

“ b) Promover la adopción de medidas preventivas sobre el uso de la tierra, concernientes a

la conservación del suelo, de las aguas edáficas y de la humedad y la regulación de los

métodos de cultivo, de manejo de la vegetación y de la fauna.”

Si miramos de cerca los suelos de los páramos donde se ha venido desarrollando los

cultivos de papa con la orientación técnica de entidades como el ICA, Corpoica y las

UMATAS, tenemos que decir que se continúa con las prácticas de la Revolución Verde

consistentes en el aumento de la productividad a través de la intensa aplicación de

agroquímicos sobre una monocultivares de baja diversidad varietal. Gracias a las

extraordinarias propiedades agrícolas de los suelos orgánicos de los páramos ha sido

posible conseguir altos récords en producción y productividad para la papa, pero esta

situación ya ha dejado secuelas graves para el medio ambiente como las que hemos

señalado en cuanto a contaminación de los recursos hídricos con agroquímicos. Está por

verse que procesos de salinización, destrucción de la pedobiota y pedofauna se han

alterado y a que nivel ha llegado la destrucción del recurso reflejado en indicadores como la

Capacidad de Intercambio Catiónico y propiedades físicas como la textura y estructura,

sobre las cuales se soportan gran parte de las características ecosistémicas del páramo.

Ordenamiento y zonificación territorial ambiental. Uno de los aspectos de mayor

incertidumbre e imprecisión técnica y legal se refiere a la zonificación de las zonas de

páramo en las diferentes regiones del país. Este ejercicio requiere obviamente

investigación rigurosa que sería bueno adelantar con la celeridad que requiere el momento

presente y la dinámica que ha venido tomando la conceptualización del ordenamiento

territorial a partir de la Constitución de 1991 y los nuevos avances legislativos de esta

herramienta expresados en la Ley 388 de 1997 sobre Ordenamiento Territorial Municipal.

Contradicciones entre la legislación agraria y la legislación ambiental. La

normatización de las zonas de páramo hacia el uso ambiental sostenible requiere un

estudio detallado de la legislación agraria y la legislación ambiental precisando sus puntos

de encuentro y sus desarmonías, de tal manera que las actividades de gestión no continúen

en direcciones contrarias. Habría que señalar a manera de ejemplo, los procedimientos de

certificación de variedades de papa que expide el ICA, las cuales deben ser obtenidas por

encima de los 3000 msnm, propiciando de esta forma una mayor utilización intensiva de los

páramos con este cultivo que contradice el principio de la ley 99/93 señalado anteriormente

136

sobre la protección de estas zonas. Habría que revisar también la normatividad y

mecanismos que acompañan la titilación de tierras que realiza el INCORA y que propician la

colonización del páramo.

Débil cultura entre la población urbana y los nuevos poblados rurales sobre la

importancia de la conservación, preservación de las zonas de páramo, dados unos

servicios ambientales en la regulación del ciclo hidrológico y otros servicios

ambientales. Las zonas urbanas en los últimos treinta años, en cuanto a población han

desplazado el predomino de la población rural. Culturalmente si cabe la afirmación

podemos decir que este proceso ha llevado a un alejamiento de la relación del hombre con

la tierra, o en una forma más extensiva con la naturaleza. Si bien para el niño campesino de

las zonas andinas era familiar el medio ambiente paramuno, para las nuevas generaciones

ya nacidas en las zonas urbanas, aún en pueblos de la alta montaña, esa relación es

distante, y lo es aún más para los nuevos asentamientos rurales en las zonas de la media

montaña cercana a las áreas metropolitanas de Bogotá, Medellín, Tunja, para quienes la

construcción de vías, viviendas tipo europeo y otras obras de infraestructura que alteran los

paisajes del páramo y subpáramo son indispensables para su disfrute. Establecer

mecanismos y regulaciones que propicien ese reencuentro con las particularidades de los

ecosistemas de montaña y particularmente los páramos orientando la construcción

permanente de la Escuela Nueva y el encuentro del Estado y la Sociedad en un sólo

propósito de defensa de la naturaleza, solo así podemos garantizar que a largo plazo estos

caros ecosistemas se preserven para beneficio de la calidad de vida de la población.

Alta incidencia del régimen de grandes propietarios ausentistas. Uno de los aspectos

que se han identificado como de difícil manejo en la gestión se refiere a la existencia de

grandes propiedades cuyos titulares viven en las ciudades y no asumen ninguna

responsabilidad por la degradación de las actividades que se realizan en sus tierras,

propiciadas por ellos a larga distancia. Esta situación debe ser sujeta a aplicación de la

normatividad agraria contemplada en la Ley 160/94 en lo que se refiere a dar cumplimiento

a la función social y ecológica de la propiedad.

Licenciamiento de proyectos de alto impacto ambiental (vías, programas sísmicos

de hidrocarburos, forestación con pinos y eucaliptus). Estas actividades que como se

ha señalado son de alto impacto en las zonas de páramo deben ser estrictamente

137

reguladas o prohibidas según que atenten contra la preservación y conservación de estos

ecosistemas estratégicos. Para este efecto, incluso en el caso de plantaciones de coníferas

y eucaliptus deberían establecerse metas físicas de política ambiental, apoyadas en

regulaciones específicas y mecanismos económicos para sustituirlas por vegetación

nativa.

Ventajas comparativas del ecosistema de páramo

Se señalan algunas ventajas comparativas de los ecosistemas de páramo que facilitan una

gestión ambiental sostenible:

Existencia de propiedades comunales campesinas y de comunidades indígenas.

Baja densidad de poblaciones.

Existencia de tierras baldías.

Crisis en los modelos de producción agraria de uso intensivo (papa ).

Existencia de tecnologías campesinas de manejo sostenible del páramo.

Opciones para la reglamentación

Para estos ecosistemas la reglamentación estaría orientada a propiciar:

1. La recuperación de la cosmovisión armónica de las tradiciones culturales campesinas e indígenas para la planificación de los usos sostenibles el páramo.

2. Reglamentación del uso del agua que dimensione adecuadamente a este recurso como

bien social y bien económico. 3. Fortalecimiento de la participación comunitaria y del Estado Local en el manejo integral

de las zonas de páramo y subpáramo. 4. Recuperación de tecnologías campesinas tradicionales de manejo sostenible de los

páramos. 5. Reglamentación de nuevas actividades y aprovechamientos (p.e. ecoturismo,

recreación dirigida, investigación, generaciones hidroenergéticas).

CUESTIONARIO PARA ESTUDIO

138

1. ¿ A que atribuye el abandono que el estado ha hecho de las zonas de páramo y que el geógrafo Ernesto Gulf llama vacío de poder?

2. ¿Enuncie tres estrategias primordiales para conservar la función ecológica de los

páramos? 3. ¿Si el control de la polilla guatemalteca en el cultivo de papa se hace cultivando ésta a

mayor altura, que alternativas propondría para evitar la destrucción de nuevas zonas de páramo?

4. ¿Teniendo en cuenta la lentitud del crecimiento de la vegetación paramuna, sería

factible el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad que ella encierra? ¿En que condiciones?

139

BIBLIOGRAFIA

1. Amaya Ramirez, Guillermo y Jaramillo, J.M. 1938. Compilación sobre aguas 1937.

Bogotä. Departamento de Tierras y Aguas, Ministerio de Agricultura.

2. Aoki, Masahiko. 1988. Information, incentives, and bargainning in the Japanese

economy, Cambridge: University Press.

3. Arango, Edwin Victor J. Amaya, Leonarno Avila, Nireth P. Martinez, Miryan P. Moreno,

Ovidio Pineda. 2000. Evaluación de impactos ambientales de la mina de explotación de

caliza en el municipio de Nobsa –Concesión 810, departamento de Boyacá, Colombia.

UPTC, Especialización En Gestión Ambiental. Sogamoso (Informe)

4. Atención Social Integral. 1997. Estudio de Impacto Ambiental para la explotación de

materiales de construcción en la cantera el Pilar. Atención Social Integral- Piedras y

Derivados, Bogotá,

5. Avellaneda, Alfonso, Materón, Martha. 1995. Incidencias territoriales, ecológicas y

legales en el proceso de la definicion de la viabilidad ambiental(licencia ambiental) del

proyecto Poliducto Buga- Bahía Málaga y Terminal Petrólero, Especialización en

Derecho Ambiental, Santafé de Bogotá: Universidad Incca de Colombia.

6. Avellaneda, Alfonso. 1998. Petróleo, Colonización y Medio Ambiente en Colombia.

Santafé de Bogotá: ECOE Ediciones.

7. Blanco Alarcón, Astrid. (copiladora), 1989 Colombia Gestión Ambiental para el

Desarrollo, Bogota: Inderena- Sociedad Colombiana de Ecología.

8. Bojo, Jan et. al. 1992, Environment and development: An Economic Aproach. Kluwer

Academi Dordecht.

9. Caincross, Frances. 1996. Ecología S.A., Hacer negocios respetando el medio

ambiente. Madrid : Ecoespaña editorial.

10. Caldwell, K.L. 1993. Ecología ciencia y política medioambiental, Traducción al español

del título original en inglés Betwenn Two Worlds por McGraw Hill: Madrid,

Interamericana de España, S.A.

11. Carmona, Sergio Iván, 1998. Metodologías y técnicas para la evaluación social en los

estudios ambientales en su componente cultural, en La Evaluación ambiental en el

140

contexto del desarrollo, 1er seminario Internacional, Cartagena de Indias, agosto 12-15

de 1997, Santafé de Bogotá, D.C: Ministerio del Medio Ambiente- ICFES,

12. Carrizosa Umaña, Julio. 1997. “Globalización y desarrollo desde una visión ambiental

compleja”, en Cuentas Ambientales y economía de la sostenibilidad, Santafé de Bogotá:

Minambiente- ICFES.

13. Carter, L.W, 1998. Evaluación Estratégica Ambiental, en La evaluación ambiental en el

contexto del desarrollo, Santafé de Bogotá: Ministerio Medio Ambiente- ICFES.

14. Castillejos, Margarita. 1988. En La salud y el medio ambiente en el ámbito urbano

latinoaméricano, Ecodesarrollo II, Ecología y Planificación, Bogotá: Inderena,

15. COLEGIO VERDE DE VILLA DE LEYVA. 2001. Informe de la Primera Asamblea

Regional Ambiental, Región del Sumapaz, Fusagasugá, julio 12 de 2001.

16. Dahl, Arthur. 1996. Medir lo inconmensurable, en PNUMA, Nuestro Planeta, Tomo 8,

Numero 1, Nairobi, Kenia.

17. Daly y J.B.Cbb, 1997.Para el Bien Común, Santafé de Bogotá:Fondo de Cultura

Económica.

18. Diaz Vargas, Antonio. 1987. Meditaciones sobre “calidad ambiental” en la apertura de

un curso sobre estimaciones de impactos, en La Practica de las estimaciones

ambientales, Cátedra de Planificación. Madrid: Escuela Técnica Superior de Ingenieros

de Montes.

19. Estevan Bolea, María Teresa. 1994. Metodologías para la Elaboración de Evaluaciones

de Impacto Ambiental, en Master en Evaluación de Impacto Ambiental. Málaga,

España: Instituto de Investigaciones Ecológicas.

20. Estevan, Antonio.1994 Monetarización del Medio Ambiente y Ecologismo de Mercado

en Hacia una Economía Ecológica, Madrid, Abril de 1994.

21. Gobernación de Bolívar, Departamento Administrativo de Planeación.1998. Informativo

por un Bolívar Grande- Sub región, Depresión Momposina. Cartegena de Indias.

22. Gómez Orea D. 1998. EIA de Proyectos Agrarios, Málaga, España: IIE.

23. González, Francisco. 1989. El uso y manejo actual de los páramos andinos en el Norte

de Boyacá, en Cuadernos de Agroindustria y Economía Rural No 22, Bogotá:

Universidad Javeriana,

24. Grijalbo. Gran Diccionario Enciclopédico Grijalbo, 1988. Barcelona: Editorial Grijalbo

25. ICTSD (International Center for Trade and Suatainible Development). 2000. Trade

Environment and Sustanaible development, Geneva, Suiza: Edit by Peter Kinz

26. IDEAM, 1998. El medio ambiente en Colombia, Santafé de Bogotá.

141

27. IDEAM, 1998. Estado Ambiental del país y de las cuencas, - Primera versión, Santafé

de Bogotá, marzo de 1998.

28. INDERENA- PNUMA, 1983. Desarrollo y Medio Ambiente en América Latina,

Ecodesarrollo el pensamiento del decenio”, Proyecto SISAC, 1992. Bogotá: INDERENA

y DNP.

29. INDERENA, 1986. Concepto Técnico No 121/86. Proyecto de Exploración, Explotación

y Embarque de Petróleo del Campo de Producción de Caño Limón (Arauca), Oleoducto

de caño Limón -Zulia y Terminal de Golfo de Morrosquillo, Asociación

Oxy-Ecopetrol-Shell. Expedientes Nos 117/81-072/84,03/85 y 083/85, Bogotá, D.E.,

agosto 31.

30. INDERENA, 1986. Informe de visita de Alfonso Avellaneda al proyecto de Recuperación

Secundaria de Petróleo campo Casabe en el municipio de Yondó, Departamento de

Antioquia, mayo 8-10.

31. INDERENA, 1990. Subgenencia de Medio Ambiente. Memorando SEA-302 de 30 de

octubre d 1990, dirigido al Dr. Felipe Pineda Aristizabal Gerente General de Inderena

por los Profesionales de la Subgerencia de Medio Ambiente.

32. Jacobs, Michael. 1991. Economía Verde, medio ambiente y desarrollo sostenible,

Santafé de Bogotá: TM EDITORES-UNIVERSIDAD DE LOS ANDES.

33. Jimenez, Martha, Sideri, Sandro. 1985. Historia del Desarrollo Regional en Colombia,

Bogotá: Cerec-Cider,

34. Leff, Enrique (copilador), 1981. Biosociología y Articulación de las Ciencias: UNAM.

35. Leff, Enrique. 1985. Ambiente y Articulación de Ciencias, Cuaderno No 1. septiembre

Mexico D.F:Centro Internacional de Formación de Ciencias Ambientales.

36. Leff, Enrique. 1988. La incorporación de la dimensión ambiental en las ciencias

sociales, en Universidad y Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, Seminario de

Bogotá, 28 de octubre a 1 de noviembre de 1985. Santafé de Bogotá:

UNESCO-PNUMA- ICFES.

37. Leff, Enrique. 1998. Saber ambiental: Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder,

México D. F:Siglo XXI Editores, Primera Edición.

38. Machado, Absalón. 1998. La cuestión agraria en Colombia a fines del milenio, Santafé

de Bogotá: El Ancora Editores.

39. MINAMBIENTE, ICFES. 1998. Caracterización y Manejo en Zonas de Páramo, Bogotá:

Antares Editores.

142

40. Montoya V, Camilo. 1997. En El estado del arte en la contabilidad ambiental en

Colombia y sus perpectivas, Minamabiente- ICFES, marzo de 1997.

41. Naciones Unidas. 1993. Programa para el Cambio- El Programa 21 y los demás

acuerdos de Río de Janeiro en versión simplificada, Ginebra, Suiza. Centro para

Nuestro Futuro Común.

42. Naredo, José Manuel. 1994. Repensar la economía desde el medio ambiente, en

Madrid, España, Memorias del Seminario Hacia una Economía Ecológica.

43. Otero Isabel, 1987. Los impactos de las estructuras lineales, en Escuela Técnica

Superior de Ingenieros de Montes, Madrid.

44. Randall, Alan. 1985. Economía de los recursos naturales y crisis ambiental, México D.F:

Editorial Limusa.

45. Redclift, M. 1989. “Los Conflictos del Desarrollo y la Crisis Ambiental, México, D.F:

Fondo de Cultura Económica.

46. Rodriguez Becerra, Manuel. 1994. Memoria del Primer Ministro del Medio Ambiente 7

de febrero- 6 de agosto de 1994, Tomo II. Santafé de Bogotá, Imprenta Nacional de

Colombia.

47. Sanchez ,Vicente y Castillejo ,M. 1984, Estudio de los efectos del medio ambiente sobre

la salud humana en el valle de México, Colegio de México.

48. Sanchez Vicente y Guiza Beatriz, 1982 Glosario de Términos sobre medio ambiente,

Mexico D.F: El Colegio de México.

49. Torres, Willian F. 2000. Mapa de nubes: los estudios culturales en la región

surcolombiana, en Barbero, J. M y otros.Cultura y Región, Bogotá: Universidad

Nacional de Colombia, Centro de Estudios Sociales (CES).

50. Universidad Nacional, 2001. La Naturaleza en Disputa, Ensayos de Historia Ambiental

de Colombia 1950-1995. Germán Palacio, editor, Bogotá: Universidad Nacional.

51. Vega, Leonel. 1998. Gestión medioambiental, Santafé de Bogotá: TM Editores- DNP.

52. Vega, Leonel. 2001. Gestión Ambiental Sistémica, Bogotá, SIGMA LTDA.

53. Word Comission on Environment and Development, 1987. Our Common Future,

Oxford- New York: Oxford University Press.

54. Zuleta, Estanislao. 1999. Acerca de la naturaleza de las ciencias sociales, Santafé de

Bogota: Editorial Palabra y Acción.

143

Datos del Autor

José Alfonso Avellaneda Cusaría (Bogotá, 1953), de descendencia boyacense (Paipa-Boyacá). Químico de la Universidad Nacional de Colombia (1984), Master en Evaluación de Impacto Ambiental del IEE de Málaga España (1998). Se ha desempeñado como funcionario y Jefe de Evaluaciones Ambientales de INDERENA (1986-1995), catedrático y profesor invitado en la UPTC, UNIBOYACA, Universidad del Tolima, Universidad de Cundinamarca, Universidad Javeriana, Universidad Nacional y Universidad Central. Representó a Colombia en negociaciones internacionales sobre medio ambiente y desarrollo (Munich, 1987; Nueva York, 1989, 1992; Ginebra, 1991; La Habana, 1994, Montevideo, 1992, Nairobi, 1992). Ha escrito los libros Petróleo, Colonización y Medio Ambiente en Colombia, de la Tora a Cusiana (Ecoe Ediciones, 1998); La Riqueza de las Naciones y los Problemas Ambientales Contemporáneos (Universidad INCCA de Colombia, 2000), Reloj Verde: Gestión Ambiental y Planificación del Desarrollo, Ecoe Ediciones (en prensa) y numerosos ensayos en revistas nacionales e internacionales. Ha sido fundador del Instituto de Ecología Política y Social.

144

CONTRACARÁTULA

La evaluación ambiental es un instrumento

esencial para conseguir un desarrollo

ambiental. Hoy todos los planes,

proyectos, obras y actividades, e

incluso las políticas, deben ser evaluados

ambientalmente, no como un requisitos

más para la obtención de las licencia

ambiental, sino como un acto de

responsabilidad frente a la sociedad, con

el fin de conservar, mantener y recuperar

el medio ambiente, como base del

desarrollo y de la mejora de la calidad de vida de

la población.

En el texto que aquí se presenta se

introducen los conceptos básicos que le

permiten al evaluador ambiental asumir desde

la razón lógica, basada en principios

éticos y políticos, este instrumento

de la razón instrumental, desde sus

dimensiones estratégicas, regionales y

sectoriales, lo cual le va a permitir

colocarse a la altura de las necesidades de la

planificación a nivel local y regional,

sin perder de vista los fenómenos y las

transformaciones nacionales e

145

internacionales que definen en gran parte

la vida cotidiana.

Miradas críticamente las metodologías más

comunes a nivel internacional, el autor

hace un ejercicio de adecuación a las

nuestras realidades en desarrollo presentando

nuevos enfoques y estudios de caso, en

proyectos agrarios, de explotación de

minerales, de puertos y de manejo de

residuos sólidos municipales, entre

otros, que aportan elementos para

realizar evaluaciones más objetivas y por

lo tanto más útiles para un manejo ambiental

de espacios y recursos, sin desconocer el

elemento conflictivo social y cultural,

para lo cual se presenta a manera de ejemplo un

estudio sobre un conflicto ambiental que

será útil para abordar esta temática inmersa

en cada acción que se realiza de

intervención sobre el ambiente, en

países como los nuestros, donde no se ha

completado el proceso de construir un estado

nacional democrático y una nación con

equidad. Se trata de ir en esa búsqueda,

desde lo local y regional y para ello este

trabajo será sin duda de gran utilidad.