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Orgapo äe su Veperable Oräer) Cercera y (ofraäías ia liberad Dirección y Administración: Silva, 25.—Madrid (12).—Teléfono 12803 15 DE FEBRERO DE 1936 NUM. 2 S Ti M A. R. 10 De vida espiritual: No somos todos iguales, por Fr. Guillermo Vázquez. —La M. Catalina Mac Auley, por Fr. C.—Puntos de Religión: El hombre, criatura, por Fr. Juan G. Castro. — Página Misional: Carta de las Mercedarias de Wuhü.—Tirso y los Jesuitas, por Fr. Gumer- sindo Placer. —El apellido Nolasco, por Fr. Núñez. —Los Mercedarios y la Medicina, por J. M. Ferreira.— Viñetas, por Leumán. —El Horóscopo, por Julia G. Herreros. —Oro viejo: Una carta notabilisima del Beato Nicolás Factor.—Variedades.—Notas de la Vida Católica, por X.—Radiogramas, por Uján.—Noticias.—Necrologia.—De administración. De vida espiritual No somos todos iguales Parece increíble, y, sin embargo, es cierto que el igualitarismo socialista se nos ha infiltrado en la Iglesia. Los que vivimos dedicados a la ense- ñanza somos por oficio enemigos de la igualdad. Cada día y cada hora anota- mos las diferencias de conducta y de capacidad de los alumnos, señalando a uno la nota suprema (este año un 5) y a los demás las inferiores, hasta algunas décimas y aun el cero absoluto. Los rusos habían implantado el igua- litarismo en la recompensa, no en la ca- pacidad ni en el trabajo, pues esa no depende del Gobierno. El hombre y la mujer, el niño y el mayor, el sano y el enfermo se diferencian tanto que el de- clararlos iguales sería ridículo. Aun la igualdad de la paga y de la alimentación ha tenido que ser suprimi- mida, pues unos necesitan comer más que otros. Ante la seguridad de que le habían de pagar lo mismo, nadie se esforzaba por trabajar más y mejor; la maquinaria se destrozaba y la ruina era inevitable. El igualitarismo hubo de ser abandonado por absurdo y funesto. Lo gracioso es que muchos que así lo entienden, admitan el igualitarismo en el orden espiritual. Ante las excitaciones a hacer más, a emprender obras necesa- rias de mucha gloria de Dios y bien de las almas, miran con desgana a su alre- dedor, y viendo que otros sestean pere- zosamente, exclaman para tranquilizar- se: ¿por qué he de hacer yo más que los otros?, ¿qué obligación tengo de meter- me en líos? Los que así discurren, cometen un gro- sero sofisma, del que conviene sacarlos antes que el día del juicio les traiga un desengaño irreparable. ¡No somos todos iguales, ni en la na- turaleza ni en la gracia! Al que mucho 33 —

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Orgapo äe su Veperable Oräer)Cercera y (ofraäíasia liberad Dirección y Administración:

Silva, 25.—Madrid (12).—Teléfono 12803

15 DE FEBRERO DE 1936 NUM. 2

S Ti M A. R. 10De vida espiritual: No somos todos iguales, por Fr. Guillermo Vázquez. —La M. Catalina

Mac Auley, por Fr. C.—Puntos de Religión: El hombre, criatura, por Fr. Juan G. Castro. —Página Misional: Carta de las Mercedarias de Wuhü.—Tirso y los Jesuitas, por Fr. Gumer-sindo Placer. —El apellido Nolasco, por Fr. Núñez. —Los Mercedarios y la Medicina,por J. M. Ferreira.— Viñetas, por Leumán. —El Horóscopo, por Julia G. Herreros. —Oro viejo:Una carta notabilisima del Beato Nicolás Factor.—Variedades.—Notas de la Vida Católica,por X.—Radiogramas, por Uján.—Noticias.—Necrologia.—De administración.

De vida espiritual

No somos todos igualesParece increíble, y, sin embargo, es

cierto que el igualitarismo socialista senos ha infiltrado en la Iglesia.

Los que vivimos dedicados a la ense-ñanza somos por oficio enemigos de laigualdad. Cada día y cada hora anota-mos las diferencias de conducta y decapacidad de los alumnos, señalando auno la nota suprema (este año un 5) y alos demás las inferiores, hasta algunasdécimas y aun el cero absoluto.

Los rusos habían implantado el igua-litarismo en la recompensa, no en la ca-pacidad ni en el trabajo, pues esa nodepende del Gobierno. El hombre y lamujer, el niño y el mayor, el sano y elenfermo se diferencian tanto que el de-clararlos iguales sería ridículo.

Aun la igualdad de la paga y de laalimentación ha tenido que ser suprimi-mida, pues unos necesitan comer másque otros. Ante la seguridad de que le

habían de pagar lo mismo, nadie seesforzaba por trabajar más y mejor; lamaquinaria se destrozaba y la ruina erainevitable. El igualitarismo hubo de serabandonado por absurdo y funesto.

Lo gracioso es que muchos que así loentienden, admitan el igualitarismo en elorden espiritual. Ante las excitaciones ahacer más, a emprender obras necesa-rias de mucha gloria de Dios y bien delas almas, miran con desgana a su alre-dedor, y viendo que otros sestean pere-zosamente, exclaman para tranquilizar-se: ¿por qué he de hacer yo más que losotros?, ¿qué obligación tengo de meter-me en líos?

Los que así discurren, cometen un gro-sero sofisma, del que conviene sacarlosantes que el día del juicio les traiga undesengaño irreparable.

¡No somos todos iguales, ni en la na-turaleza ni en la gracia! Al que mucho

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le dieron, mucho le han de pedir, comodice expresamente nuestro Salvador yJuez (1).

Que no somos iguales en fuerza, sa-lud, capacidad, energías, es evidente, yninguno que tenga dos dedos de frentepuede negarlo. Ya por este capítuloestamos obligados a rendir mayor o me-nor fruto conforme a nuestros medios.

En la parábola de los talentos el quehabía recibido cinco, ganó otros cinco,y el que recibió dos, ganó otros dos,mereciendo ambos alabanzas y premiode su señor. ¿Qué hubiera sucedido siel primero ganara sólo dos como el se-gundo? ¿Se conformaría con eso elamo? Seguramente que no.

Dios Nuestro Señor concede a algu-nas almas dones especiales en beneficiode toda la Iglesia, y si no los aprove-charan, causarían un daño gravísimo.

En la sociedad eclesiástica como enla civil puede decirse que los hombresno son nada, y un hombre lo es todo.Cuando hay una personalidad luminosay abnegada, ella basta para alumbrar yarrastrar a los demás, que soñolientos yperezosos no querían ni sabían moverse,

La influencia de los grandes santos enla Iglesia es enorme, aunque no siemprese les haya dado el merecido relieve. ElP. Huby en su obra Cristo, o Historiade !as Religiones (vertida, al español),hace resaltar la trascendencia de algu-nos santos, como San Benito, San Fran-cisco, San Ignacio, Santa Teresa..., sinlos cuales no se explicaría el desarrollode la vida cristiana.

Dios les confió una misión singularí-sima, que desempeñaron cumplidamen-te, y por ello gozan de gloria inmensa.¿Qué hubiera sucedido, si en vez decorresponder a su destino, hubieran tra-

(I) Omni aufm cuí multum datum est, multumquaeretur ab eo (Luc., 12, 48),

tado de huir como Jonás? Dios hubieraencontrado sin duda quien los sustituye-ra, pero ellos perderían la gloria que lesestaba destinada y tal vez se hubierancondenado eternamente.

Cierto que muchas de esas obras fue-ron de supererogación y, por tanto, vo-luntarias, pero al que no corresponde alos llamamientos de la gracia, Dios lepriva justamente de las extraordinarias,y sin ellas viene a caer miserablemente.

Fijémonos bien en que las gracias sondesiguales y variadísimas en la Iglesia.El Santo Evangelio y los documentosapostólicos nos lo repiten de mil mane-ras. La misma parábola de los talentoslo demuestra; la de las dracmas lo con-firma; la de los obreros llamados a laviña viene a decir lo mismo: cuando elpadre de familias pregunta a los envidio-sos, que se quejaban de verse equipara-dos a los operarios de la última hora:¿No me es lícito hacer de lo mío lo queguste? O ¿acaso tu ojo es malo, porqueyo soy bueno?

San Pablo explica detalladamente, conla alegoría de los miembros del cuerpohumano, el destino tan diferente que enla Iglesia tiene cada fiel, debiendo todoscooperar, sin embargo, al bien común.

«Hay, dice, diversidad de dones, perotodos proceden del mismo Espíritu: di-versidad de ministerios, pero en elmismo Señor; diversidad de operacio-nes, pero es el mismo Dios que obra

llodas las cosas en todos. A cada uno esdada la diversidad de espíritu para elbien común».

«En efecto, a uno es dada por el Espí-ritu la palabra de sabiduría, a otro lapalabra de conocimiento según el mismoEspíritu; a otro el don de curaciones poreste solo y mismo Espíritu; a otro elpoder de hacer milagros; a otro el deprofecía; a otro el discernimiento deespíritu; a otro la diversidad de lenguas;

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a otro el don de interpretarlas. Pero Del mismo modo podemos decir: ¡Ayes el mismo Espíritu el que produce de nosotros, si no empleamos bien eltodos estos dones, distribuyendo a cada talento, las fuerzas, los recursos y lasuno en particular según le place ') (I ad gracias recibidas!Corint., 12, 4-11). Si creemos haber recibido a l go más

Quizá hoy no sean tan frecuentes esos que los otros, mayor es nuestra obliga-dones extraordinarios en la Iglesia, aun- ción. Los santos, cuando veían a otrosque nunca faltan, y en nuestros días se en estado inferior y aun caídos en peca-descubren con abundancia. Pero la di- dos, se humillaban más, pensando queversidad de gracias subsiste, y puede ellos tal vez lo harían peor, sin las gra-afirmarse que es tan grande como la de cias extraordinarias que habían recibidofisonomías, y a las que no habían correspondido

Muchos conceden fácilmente la dife- dignamente. En el fondo hay una granrencia de entendimientos, pero creen que verdad en esta idea.en la voluntad somos todos iguales, Tampoco nosotros podemos enorgu-o podíamos serio, si hiciéramos igual llecernos cuando nos parece que damosesfuerzo; ¡error lamentable! algún fruto, pues seguramente debería-

La diferencia de energías en la volum- mos rendir más. Aunque estemos en unatad es aún mayor que en el entendimien- Corporación o Comunidad, no nos fije-to. Con frecuencia la diferencia en el mos en lo que hacen otros para discul-querer y acometer obras, depende de la par nuestra pereza, pues la igualdad defalta de energías corporales: una perso- estado o de hábito, no prueba que poda-na débil y achacosa, todo lo encuentra mos ser iguales en el esfuerzo ni en lasdifícil. Pero otras veces encontramos obras.

personas robustas, cuya voluntad es, ¡Anhelad con esfuerzo gracias mássin embargo, muy débil: son los que elevadas!, exclamaba San Pablo. Pedidllamamos abúlicos, o faltos de volun- al Señor nuevas gracias y nuevas ener-tad. gías para hacer mucho bien, para ser-

¿Qué se deduce de todo esto? Que virle mucho y salvar muchas almas.cada cual ha de dar cuenta del talento Así brillaréis como estrellas en perpe-recibido y que no vale disculparse con tuas eternidades y contribuiréis a la her-lo que otros hagan o dejen de hacer, mosura del cielo, donde hay tanta vare -San Pablo decía que le había sido dad de estrellas materiales y mucho ma-confiada la misión de anunciar el Evan- yor de santos, que como ellas resplan-gelio, y añade: ¡Ay de mí, si no evan- decen.ge/izare! (I ad Corint., 12, 9).

Rogamos a nuestros lectores

que hagan sus compras en las

casas de nuestros anunciantes

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Fi. GUILLERMO VÁZQUEZ

La nota distintiva y sobresaliente de laM. Macauley, de la que vamos a trazar unabreve semblanza, fué la caridad practicadaen la enseñanza, en la asistencia de enfermosy en un fecundo apostolado del bienestar so-

muy chica todavía, asistía gozosa a estas lec-ciones de su padre, que aunque por su tem-prana muerte fueron de corta duración, de-jaron sin embargo huella imborrable en elalma de la niña.

cial, con lo cual se enraizó profundamente enel alma mercedaria cuya divisa fué siempretambién ejercer la caridad en todas formas.

Catalina Macauley nació el 29 de septiem-bre de 1787 en la ciudad de Dublin en el senode una noble familia. Acostumbraba su padrereunir cada semana a los niños y aun mayo-res poco instruidos, en derredor suyo y en elblando césped cuando el tiempo lo permitía ycuando no sentados en el portón de su casa,dábales instrucciones de religión. Catalina,

Siete arios tenia cuando Dios se llevó a supadre y cuatro arios más tarde perdía tam-bién a su madre. Quedaban huerfanitos, Ca-talina de once arios y otros dos hermanitos,Jaime y Maria. Confiados los tres al cuidadode unos parientes protestantes, sus dos her-manitos sucumbieron, empero a Catalina nohubo persuasión ni fuerza que le hicieraabandonar la fe católica.

Unos parientes lejanos, los señores Calla-han, que volvían de la India, fueron a visitar

eDE LAS "SISTERS OF NIERCY„

L

LA MADRE CATALINA MACAULEY, FUNDADORA

La Madre Macauley, fundadora de las Her-manas de la Merced

L la familia donde se educaban los niños Ma-eauley y prendados sobremanera de la joven-cita Catalina, que contaba a la sazón dieci-seis arios, la adoptaron y llevaron consigo.Por la belleza de su alma, su carácter buenoy dulce y su inagotable amabilidad, ganó ental manera el corazón de sus tutores, que aambos los convirtió al catolicismo. Al pocotiempo murieron dejándola a ella única here-dera de una cuantiosa fortuna, con libertadpara hacer de ella el uso que bien le pare-eiere.

Su hermana María, casada con un medicomilitar protestante fanático, y madre ya decinco hijos, educados también en la herejía,cayó gravemente enferma. Catalina aprove-chaba las ocasiones en que podía encontrarsola a su hermana para visitarla. Tuvo al finel consuelo de verla abjurar la herejía ymorir cristianamente. Más todavía. Dias an-tes de morir llamó su hermana a la hija ma-yor, llamada Maria Teresa, y le comunicócómo se había convertido al catolicismo yexhortó a su hija que lloraba sin consuelo a.que obedeciera en todo a su tía y enseriara asus hermanitos a hacer lo mismo. Poco sobre-vivió también a su mujer el cuñado de Cata-lina y a ésta dejó confiados al morir a Maria

Teresa y a sus otros cuatro hijos. A todosellos convirtió Catalina al Catolicismo y Ma-ria Teresa fué una de las primeras religiosasde su Instituto, muriendo santamente a losdos arios de ser éste fundado.

Púsose Catalina a considerar que destinohabría de dar a la fortuna legada a ella porsus parientes Callahan. Con el consejo y apro-bación de dos sacerdotes de Dublín, sus ami-gos el Dr. Armstrong y el Dr. Blake decidiólevantar un edificio para dar hospedaje a lasmujeres honradas cuando estuvieren sin em-pleo y abrir escuela para niños, proveyendotambién a la visita de enfermos en sus casas.

En 1824 echó los cimientos de esta casa, ysuperadas no pocas dificultades, pudo verlainaugurada y bendecida solemnemente el diade la Merced de 1827, que fue la base de sufuturo Instituto.

Para asegurar la permanencia a su obra ysalir al paso a la maledicencia, Catalina,aconsejada por el Arzobispo Murray, dirigiósecon otras dos compañeras a un convento de

presentan dinas para hacer allí canónicamen-te un ario de noviciado religioso. Terminadoéste, emitieron todas tres los votos religiososy encamináronse de vuelta a la casa primiti-va donde entonaron solemne «Te Deum».Era esto el 12 de diciembre de 1831, día enque nació oficialmente a la vida religiosa elInstituto de las «Sisters of Merey».

Catalina fué nombrada superiora y en losdiez arios que todavía vivió fué un dechadoperfecto de virtud y con su ejemplo y ense-ñanzas moldeó el alma de sus primeras com-pañeras, haciéndolas compenetrar de aquelespíritu de bondad y universal simpatía portodos los que sufren, inspirándoles de estemodo el «Espíritu de la Merced» que, segúnella misma decía, es eminentemente el «espí-ritu de Jesús» (1).

Meses antes de morir tuvo el gran consuelode ver tan en breve confirmado por la SantaSede su Instituto.

Los fundamentos de su obra estaban sóli-

(1) Escrito el artículo anterior sobre las Herma-nas de la Merced llegó a mis manos un folleto de másde 72 páginas, publicado en 1934 por las Hermanas dePostland, Maine (Estados Unidos) ya afiliadas a laOrden. Con agrado he visto en él que mis dudas y su-posiciones sobre las relaciones de la M. Macauleycon nuestra Orden eran disipadas las unas y confirma-das las otras. Por tratarse de un testimonio dado porlas mismas hijas de la M. Macauley voy a transcribirsus palabras: <Este librito es editado a expensas de lasSisters of Merey de la diócesis de Portland, herederasen el tiempo y por designio de su santa fundadora,M. Catalina Macauley, de la gloriosa tradición que leslegara la Madre Orden de la Merced. La M. Macan leyestaba familiarizada con la historia de la Orden. Eraparticular devota de N. S. de la Redención o Mercedy fervorosa cliente de S. Pedro Nolasco en cuyo celointrépido y ardiente caridad halló la inspiración quela guió en su también heroica empresa. No es pues deadmirar que ella diera a la nueva congregación esteglorioso nombre, Hermandad de la Merced, adoptarauna modificación del escudo de armas como sello e in-signia de su instituto, dispusiera que sus religiosasusaran la blanca capa de los Redentores (alude a lacapa blanca que según sus Constituciones usan lashermanas en las funciones religiosas y ceremonias)como símbolo de unión e identidad de propósitos ycolocara el nombre de S. Pedro Nolasco en el primerlugar entre los celestiales patronos de su fundación».Our Lady's Order of Ransom, called Merey. Portland1934, págs. 18-19. No entiendo por qué la autora llamade ordinario a Nuestra Madre .N. Sra. del Rescate oMerced», pues el título de Rescate o Redención (Ran-son) fué aplicado muchas veces a la Orden, pero nun-ca, que yo sepa, se aplicó a la Virgen.

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damente echados, y Dios satisfecho de su sier-va se dignó llamarla a Si el 11 de noviembrede 1841 para darle la corona merecida. Alexhalar el último aliento exclamó: «¡Oh! siesto es la muerte, ¿cómo pude yo haberla te-mido nunca?»

Con el titulo «¿Es la M. Macauley una San-ta?» publicó no ha mucho el Pbro. J. M. Po-wers un trabajo en la Eclesiastical Reviewde Washington. Powers, conmovido por losrasgos de santidad de su heroína, anhela porque pronto podamos honrarla corno nueva«santa de la Iglesia Católica».

Es que, en efecto, si la santidad como esobvio se traduce y pone de manifiesto en lasobras, es indudable a lo que humanamentepodemos juzgar que la santidad de la M. Ma-cauley fue heroica. Ella, como dice el autorantes citado, «colocó en el altar de la caridadno tan sólo su inmensa fortuna, sino una vo-luntad tan por completo sumergida en la deDios que de ella podia con verdad decirse:«El corazón de Catalina es el Corazón deCristo».

Su vida toda está llena de contrastes y pa-radojas a través de las cuales percíbese siem-pre un trazo de unión, el hilo conductor dela divina Providencia guiando a aquella almapor el único ideal que siempre la animó,cifrado en estas palabras: «ganar almas paraJesucristo». A la muerte de sus padres quedareducida a la pobreza y al poco tiempo esheredera de valiosa fortuna; vive y se educaentre protestantes y en medio de ellos se haceferviente católica; sin inclinación a la vidaconventual conviértese al fin en fundadorade un instituto religioso; intenta levantar uncolegio y su arquitecto construye un conven-to; es duramente atormentada y conservasiempre un carácter regocijado y lleno dedulzura para todos. Es que el espíritu de Diosvivió siempre muy de lleno en aquella alma.

¿Quién podrá calcular los frutos espiritua-les de su obra? A 25.000 asciende hoy el nú-mero de sus hijas que en alas del mismo Es-píritu que a ella inspirara llevan el alivio, elconsuelo y la luz a miles y miles de pobres,enfermos e ignorantes, conduciendo al mismotiempo sus almas a Jesús. De las primerasque fueron a Nueva York decia el arzobispoilughes que «habían realizado una obra de

caridad sin paralelo alguno en los EstadosUnidos». Y la experiencia autoriza para ex-tender este juicio a dondequiera que estashermanas hayan ido.

Sus hijas son la gran herencia espiritualque nos legó la M. Catalina Macauley. Ellassuspiran por ver elevada a los altares a susanta Madre. Nosotros también deseamos vi-vamente que este retoño animado e injertadaen el espíritu del gran Patriarca Nolasco, seapronto glorificado para honra y aliento de suvigorosa Institución y para ofrecer a todos.los fieles un modelo excelso de la más abne-gada y heroica caridad.

Para terminar, voy a transcribir en caste-llano una oración compuesta para pedir aDios la canonización de la M. Macauley, su-plicando a mis lectores se dignen recitarlacon esa misma intención:

Oh Padre de Misericordia que nos has dado.en tu sierva Catalina Macauley, un modelo.admirable de amor a Ti y de celo por tu glo-ria en el cuidado de los pobres, enfermos eignorantes, concédenos, te lo suplicamos, siello es conforme a su santa voluntad, que seapronto glorificado aqui en la tierra. Te pedi-mos este favor por la intercesión de nuestraMadre de la Merced y por los méritos infini-tos de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo.I2Amen.

Fa. 1‘) 614‘.1

Males del divorcioMudanza de las alianzas matrimoniales.Debilitación de la mutua benevolencia.Permanencia de los perniciosos incen-

tivos de infidelidad.Perjuicios en la educación e instrucción

de los hijos.Perpetuo peligro de disolución de la

sociedad doméstica.Germen de discordia entre las familias.Disminución y destrucción de la digni-

dad de la mujer.Perdición de los pueblos y de las fami-

lias.Depravación general de las costumbres.

(León XIII en la enciclica «Arcanum»).

C.= C=3 gil •[11

El hombre, hechura(Resumen)

Ser el hombre criatura es ser total he-chura; hechura el compuesto llamadohombre, y hechuras también todos suscomponentes,

Dejando para el siguiente artículo estasegunda cuestión, trataré en el presenteque

El hombre, como tal, es hechura

Si hay, si habrá hombres, los hay ylos habrá por hijos; somos, serán hom-bres por hijos, por ser recibido de lospadres; seres que antes no éramos yahora somos, seres que no son y des-pués serán, hechuras.

¿Todos los hombres nuestros antepa-sados lo fueron también por hijos?

Todos, no; necesariamente hay queexceptuar por lo menos a dos, a losprimeros padres del género humano.

Esto enseña la fe y también lo exige larazón.

La prueba, héla aquí: Es necesarioque siempre antes que los hijos existanlos que han de ser sus padres, y si todoslos hombres lo fueron siempre por hijos,nunca se verificará que siempre los hijosempiezan a existir después de los pa-dres, pues nunca se encontrarían hom-bres anteriores a esta serie de hijos quese llama humanidad.

La exigencia de que siempre los padrespreceden en tiempo a los hijos, y el nun-ca, no de dilación, sino de incumplimien-to de éste siempre, son incompatibles.Luego, larga o corta la serie de la gene-ración humana, tuvo principio en padresque lo fueron sin haber sido antes hijos.

Las ciencias positivas establecen, nosolamente el hecho del principio de lahumanidad, sino también la imposibili-dad de la existencia humana en épocasde la tierra, llamadas azoicas, no sólo

por faltas de vida, sino también por fal-tas de posibilidad de vida, de ambientevital.

La fe, pues, la razón y las cienciaspositivas establecen la realidad de loshombres primeros, que empezaron aexistir sin antepasados, es decir, sin serhijos de sus semejantes, puesto que nolos había por ser ellos los primeros.

Origen de los primeros hombres.—Excluidos por razón metafísica y física,como origen de la humanidad, la pater-nidad y maternidad humanas, no quedanotros términos posibles del origen huma-no que, o la intervención ultramundana,la de Dios, o la ascensión de una especieanimal a especie humana.

El acercamiento parcial del puro ani-mal al hombre, sin conversión por suspropias fuerzas en hombre, lo admite larazón y muestra la observación. La ali-mentación es eso: una continua ascen-sión, un continuo acercamiento al hom-bre de elementos que le son extraños—minerales, vegetales, animales — hastaconvertirse en hombre o sustancia hu-mana.

Esta conversión en hombre no es envirtud del acercamiento, sino en virtuddel hombre mismo que toma para sí,asimilándolos, los elementos que se lehan acercado.

Si este acercamiento al hombre, sinconversión en hombre, de elementos ex-traños al hombre, se verifica por vía dealimentación, ¿por qué no pudo verifi-carse por vía de generación con tal queen ella, como en la alimentación, se pon-ga en el último escalón una fuerza con-vertidora o asimiladora en hombre, dis-tinta de las que actúan en los reinos in-frahumanos?

Este acercamiento del animal al hom-bre no explica el origen del hombre, porestas dos razones. Primera, porque loselementos extraños que se acercan alhombre, no se convierten en substanciahumana, sino en virtud del mismo hom-

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Puntos de Religión 11n11M11n1111n

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bre. Segunda, porque los elementos cor-póreos no son los elementos totales delhombre, pues los actos intelectivos nopueden descomponerse en elementossensibles y corpóreos, y piden por lomismo ser propios de una substanciaespiritual, forma propia del ser humano,porque no hay otra que una. Y a estaforma intelectiva no pueden ascender lasformas corpóreas y sensibles.

Por tanto, ni el animal puro puedeconvertirse en animal hombre, ni el ani-mal hombre lo sería sin la racionalidad,transcendente a todo ser corpóreo y sen-sible.

Si, pues, por un imposible, fuese posi-ble el animal hombre sin racionalidad,¿hay alguna prueba positiva de que esohaya sido? Cuanto más se estudia seria-mente la cuestión, más se ahondan lasseparaciones entre el animal puro y elanimal hombre. Va a hacer dos años quese celebró en Londres el Congreso in-ternacional de Paleontología y Etnogra-fía, y he aquí el eco de aquel Congreso:«El hombre, aun teniendo en sus estruc-turas caracteres comunes con los Prima-tes (animales superiores), ha tenido supropia y separada evolución, superandoenormemente a los Primates en las for-mas y en las funciones, porque él cons-tituye una rama conspicua y separada,y no es descendiente de ningún otro Pri-mate. Hasta el presente no se encontróninguna forma intermedia, ninguna prue-ba material del paso de la mona al hom-bre'.

Y aun encontrándolo, tendríamos, a lomás, la última disposición para la infor-mación humana, pero no esta informa-ción humana sin alma humana, quetransciende toda forma corpórea y sen-sible.

Pero ¿qué se lograría con la demos-tración imposible de que el hombre pro-cede del animal? Sólo demorar la solu-ción de la cuestión del origen humano;porque con igual procedimiento con quedemostré que está fuera del reino huma-no el origen del género humano, se de-muestra que está fuera del reino animaly del reino vegetal sus respectivos orí-genes; y así, si todos estos otros oríge-nes fuesen totalmente originados del rei-no mineral, se resolverían en el origendel mundo inerte.

No habiendo, pues, en el mundo sercapaz de convertir el animal puro enhombre verdadero, es preciso no sóloen lo que el hombre tiene de racional,sino aun en lo que tiene de tal animalhumano, la intervención de Dios, quecrea las almas y sublima el elementocorpóreo a la información y vivificaciónhumana, que lo es siempre por almaracional, formando los primeros hom-bres y dando a estos primeros hombresy a sus descendientes el don de la fecun-didad, por lo cual se eleva la materia a laposibilidad inmediata de la informacióny vivificación por una nueva alma queDios crea siempre y cuando aparece laposibilidad inmediata de un nuevo hom-bre en el mundo por razón de hijo.

El hombre, pues, en cuanto al alma he-chura de Dios y en cuanto al ser corpó-reo hechura también de Dios, inmediatalos primeros padres y mediata todossus descendientes.

FR. JUAN G. CASTRO

La inmigración judia en la Palestina

Una estadística reciente hace subir elnúmero de judíos a 315.000, o sea la cuar-ta parte de la población total de Palestina.Sólo en Jerusalén hay actualmente 60.000y en Tel-Avir, nueva ciudad judía, pasande 85.000. Constantemente están adqui-riendo terrenos cultivables. Las magnífi-cas llanuras de Sarón y Esdrelón les per-tenecen casi por entero. Cada vez se oyehablar más el hebreo. La prensa judía sedesenvuelve al mismo ritmo. En 1933tenían ya allí cuatro diarios, ocho sema-narios y doce revistas mensuales y tri-mestrales. En ese mismo ario se reunió enSan Juan de la Montaña, una Comisiónpara estudiar la posibilidad de estableceren Palestina una colonia formada exclu-sivamente de judíos convertidos al Cris-tianismo. No llegó a prosperar semejanteproyecto.

Mercedarias Misioneras.

Catholic Missión-Seng-Mu-Yuen.Wuhú (China).

25 de diciembre de 1935.

Rvdo. P. Director de LA MERCED.

Madrid.

Muy reverendo y estimado Padre:

Para V. R. y para los redactores deesa tan simpática revista mercedaria, vadesde esta lejana misión la fraternal ycordial felicitación por Pascuas y AñoNuevo de las Mercedarias Misioneras,quienes ruegan al Señor les depare gra-cias sin cuento y prosperidades cumpli-das en estas fiestas y año 1936.

Para nosotras el año que termina, hasido copioso en bendiciones del cielo.El campo de nuestro apostolado se haextendido, al fundar nuestra Madre Vi-caria General María de las Nieves Urí-zar, un externado para niñas pobres,cuyo número llega a 43, no pudiendo re-cibir otras tantas y más por esa enfer-medad endémica que padecen los Misio-neros.„ ¡la falta de medios! Quiera elSeñor mover corazones que, conscientesdel valor de las almas, nos ayuden en laempresa del acercamiento de ellas a laverdadera ley: ¡Cristo Jesús!

La visita de la M. Vicaria General, quedesde septiembre de 1934 a junio delPresente se prolongó, no fue más que

un empuje de celo a las obras ya exis-tentes en esta Casa y a las que se pro-yectan, si Dios, como esperamos, nossocorre.

En el mes de febrero del presente año,cuatro nuevos soldados vinieron a en-grosar nuestras filas. Nuestra casa ma-dre de Bérriz nos cedía a esas hijas, en-tre ellas la actual M. Superiora, que rigeesta casa.

La obra de la Presentación sigue sumarcha, contándose 19 novicias y 22 niñas, que se preparan para ello. Además,tenemos Colegio de p ensionistas parapaganas, una de las cuales, en unión deuna profesora, se bautizaron anoche an-tes de la Misa.

El acto resultó solemne y emocionan-te. La profesora, sobre ser pagana, deniña había sido bautizada por un protes-tante, así que hizo la abjuración.

Quien pudiera haber visto sus almasantes del bautismo y sobre todo quienpudiera verlas ahora, tan blancas, tanpuras, tan hermosas, como lo estarándespués de haber caído sobre ellas lasangre del Redentor.

Ellas no han tenido la dicha nuestrade mamar la fe de Cristo, así que hayque rogar al Señor fortalezca su fe y lerogamos a V. R. no las olvide en susoraciones, lo mismo piden sus Herma-nas, un recuerdo ante Cristo para

LAS MERCEDARIAS MISIONERASDE WUHCI (CHINA).

PAGINA MISIONAL

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tesana tan propia de estos casos; y aunpor eso, como pudiera parecer pocoserio si fuesen cantados por ei poeta,pone en boca del gracioso Paracuellos(cuyo papel era excitar la hilaridad delpúblico), el tocar aquellos puntos de lavida de los dos santos, que general-mente son invenciones piadosas del pue-blo y que no resistirían un nimio examencrítico.

En un pasaje de los «Cigarrales»(Edic. Said-Armesto, págs. 44-45), bus-ca Tirso la ocasión de contraponer laconducta de algunos clérigos que en sutiempo decían la misa tan aprisa y enguarismo, que juntaban «casi a un mismotiempo el Introito al líe missa est...»,con la de los Padres de la Compañía:«que con tanta curiosidad, espacio y po-licía las dicen». Y esto, que al parecertiene importancia extralitúrgica, respon-de al sentimiento que Tirso tenía de laCongregación, reputándola como guar-dadora de la moral y de las buenas cos-tumbres. A tan alto concepto llegó en sujuicio dicha religión, que no dudó enllamarla: « universidad de los dos mun-dos».

Contrasta con estas alabanzas la crí-tica amarga de otros frailes y sacerdo-tes cuyo proceder en esta materia erareprobable; me refiero a la forma decelebrar. Su ligereza en las funcionesreligiosas y ia poca devoción que enello ponían, hubo de censurarlas Tirsoen estos versos:

Don Melchor:¿No has oído misa tú?

Ventura:¿Soy yo turco? Siendo hoy fiesta¿Sin misa había de quedarme?

Don Melchor:¿Dónde la viste?

Ventura:A la puerta

desta devota capillade la Soledad, y en eilaa un fraile, que esgrimidor,juntó el pomo a la contera.¡En qué santiamén la dijo!¡Oh quién hacerle pudieraSecretario de la cifrao capellán da estafetas! (1).

De la obra de Tirso, «Deleitar apro-vechando», puedo asegurar que naciócon alguna influencia jesuítica, y lo de-duzco de las mismas palabras del mer-cedario. Lo que Tirso se propuso en ellafué espiritualizar los carnavales con elejercicio de las musas sagradas, indu-cido a la empresa por el ejemplo de laCompañía, a la que alude cuando dice,«pues tenemos ejemplares en los reli-giosos más aplaudidos, que con seme-jantes recreos han calificado el Parnasodialogístico, hecho teatro su colegio, yauditorio a nuestros Príncipes». Aún haymás; a estas palabras de la introducción,y hablando de los mismos carnavales,cumple añadir lo que escribe en el folio80, vuelto, de la obra citada: «Debemosla reformación devota de estos días.., ala en todo considerada religión jesuita...Quitaron ellos como tan discretos refor-madores, las descomposturas licencio-sas de la carne... Por la diligencia deestos Padres parecen ya las carnetolen-das semana santa».

Aunque sea algo exagerada esta pin-tura, pues la torpeza y la gula siemprehallaron una válvula de escape a susdemasías, especialmente en el antruejo,lo cierto es que se morigeraron mucholas costumbres, y que los clásicos lessecundaron en tan buen propósito. Esde notar lo que Tirso escribe, respectoa este propósito, de los jesuitas: «siendopues acreedores de cuantos en estosespirituales recreos los imitamos»..., esbien, deduce, que pongan sus plumas alservicio de su gloria; y ¿qué mejor ga-lardón para la Compañía., que habersuscitado quizá esta obra de un titán delas letras españolas?

Así es cómo nuestro insigne escritorquiso honrar a la entonces naciente Con-gregación jesuita, cuyo lema fué y serásiempre trabajar para la mayor gloriade Dios.

FR. GLIMERSINDO PLACER

Sarria, 1936.

O

(1) «La Celosa de sf misma»: Act. 1.°, esc. III. Estediálogo lo pone Tirso en Madrid en la lonja del con-vento de la Vitoria, a cuyos frailes llamaban los <wi-torios».

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«olvido de los agravios,manjar de diversos preciosque mata de hambre a los neciosy satisface a los sabios.»

Tirso y los jesuítas

Hojeando revistas gráficas recién Ile- so, cayó en otro, y entonces Tirso legadas de Argentina, tropecé con un cua- salió al encuentro tomando más bien l a.dro en el que se representa la imposi- posición de defensa que la de ataque.ción del grado de doctor a San Francis- Contra las teorías del P. Mariana se es-

co de Borja en la Universidad de Gandía, cribió también la escena IX del primery, con ser esto el asunto, quien atrae la acto de Marta la piadosa, en que enatención de todo el que mira dicho cua- broma o en veras, se hace la apologíadro, es la figura noble y esbelta de un de una corrida de toros. Por lo demás,mercedario, quizá el profesor del Santo, Tirso amaba a los jesuitas, y no se re-P. Jerónimo Pérez, que asiste al acto. cató de publicarlo siempre que tuvoEsta unión de jesuitas y inercedarios no ocasión de ello. Esta veneración proce-es rara de encontrar en la actuación de cedía de venas causas, unas personaleslas dos órdenes, ya que siempre se Ile- y otras de orden puramente literario. Yavaron bien y ayudaron mutuamente. Algo he dicho cómo desde el comienzo de laescribió sobre esto el P. Guillermo Väz- Compañia los mercedarios tuvieron conquez y podemos ver alusiones de ello en ella relaciones, hasta el punto de queotros escritores. Yo, al retocar el asunto, uno de ellos, el P. Pérez ya citado, fuesólo me propongo anotar las relaciones el primer maestro de Teología de susde Tirso con la Compañia. estudiantes en Gandia.

Hubo un momento en que estuvo a Ahora Tirso puede con toda razónpunto de romperse esta armonía, y fué acudir al Certamen Poético que Toledocuando el P. Mariana escribió el tratado celebró con motivo de las canonizacio-De spectáculis, cuadro de costumbres nes de San Ignacio de Loyola y de Sande su época, en el que clama contra los Francisco Javier. Más que a galardonarabusos del teatro obsceno y las livian- su genio, iba a rendir un tributo de ca-dades que acompañaban a su represen- riño, a loar a «Ignacio fundador divino...tación. Corno en toda obra de tesis, el de la más atenta Familia que fertilizó.sesudo jesuita exageró sus juicios, y en- los extendidos campos de la Iglesia». Latonces la cosa tocaba ya al maestro mer- vocación de San Ignacio al estado reli-cedario, cuya fibra más íntima vibraba gloso, sus andanzas en la Universidadal son de la farándula teatral, a la que se parisiense, su virtud excelsa y el don deentregó de por vida, hacer milagros, son los asuntos que el

Téllez contestó al docto historiador poeta mercedario trató respectivamenteen El Vergonzoso en Palacio (acto 2.°, en ocho tercetos, seis liras, una canciónesc. XIV), donde, a vueltas de otras real y un soneto.consideraciones, le dice que se admira Haciendo par, como él dice, con elde su mal gusto y de que así arremeta «soberano vizcaíno», está el «apostólicocontra el bando de los discretos que se navarro» San Francisco Javier, cuyasdedican a la comedia, de la cual asegura conquistas espirituales ensalza. En com-que es posiciones aparte presentadas a la mis-

ma justa literaria, nos habla del célebrecrucifijo xaveriano que sudaba sangre,y de la congregación de la Anunciada'que los jesuitas sostenían en Toledo ycuyo fin era la caridad con los presi-

Este episodio no tuvo más resonancia diarios.personal, ni logró entibiar las relaciones Tirso habla aquí con el alma, y cada,de amistad. Lo sucedido fue que el Pa- verso es un jirón de su afecto; estaba,dre Mariana, queriendo flagelar un abu- pues, lejos de la adulación ficticia y cor-

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ge, os Mercedarios y la Medicina ee,

FRAGMENTOS (1)

Lo expuesto maravillosamente por mibuen amigo Sr. Guede Regueiro, os dauna idea de la transcendencia de la Or-den de la Merced en las diferentes face-tas de la vida de los pueblos y en todaslas evoluciones de la Humanidad; résta-me como correligionario y simpatizantede la venerable Orden, exponer modes-tamente lo que en mis estudios aprendí,relacionado con la colaboración que losreligiosos mercedarios prestaron al des-arrollo de la Medicina.

La compasión de los infortunios ins-piró a la caridad cristiana en la EdadMedia la creación de hospitalerías paralas diversas enfermedades. Fue el perío-do de la aparición de la Orden de la Mer-ced, que desde su fundación el año 1218,se dedicó de lleno a esta obra benéfico-sanitaria. A los veintiocho años de sufundación, el 1246, aparece su labor ala-bada por el papa Inocencio IV en unabula, exponiendo el celo con que estosreligiosos auxiliaban a los enfermos detoda clase de dolencias.

Con gran placer leemos en la obra deChateaubriand «Genio del Cristianismo»,Capítulo II, libro IV, la observación eimportante dato histórico de que los Mer-cedarios fueron los primeros que intro-dujeron en España las leproserías. Al-

(1) Del trabajo leído por el Dr. D. José Ferreiro, enla Velada que se celebró en junquera de Ambía, bajo lapresidencia del Excmo. P. Inocencio López Santama-

rfa, el 27 de agosto de 1935, con motivo del VII Cente-nario de la Confirmación de la Orden de la Merced.

gunos autores creen que ya el Cid Cam-peador fundó una leprosería el 1067 enPalencia; pero no parece esto muy ve-rosímil, toda vez que la cita histórica enque se apoyan es poco afirmativa y ade-más sería extraño, de ser esto cierto,que no se hallase más mención ni deella ni de otra leprosería, hasta dos si-glos más tarde.

Con referencia a las casas de salud omanicomios, la Orden de la Merced fun-dó la primera en España y en el mundo,en la ciudad de Valencia el año 1409.Fué el fundador de los manicomios elPadre Mercedario Beato Juan Gilabert,cuya fe premió Dios concediéndole lamilagrosa imagen de Nuestra Señorade los Desamparados. Patrona de la ciu-dad de Valencia, extendiéndose luegoeste título a otras casas de salud.

Es el Beato Juan Gilabert, el Merceda-rio valenciano, una de las figuras másaltas de la Medicina española, cabiéndo-le el alto honor de haber iniciado la cu-ración de una de las enfermedades queconstituyen el cuadro de más difícil tra-tamiento.

Había nacido el P. Gilabert en la re-gión levantina, ingresando de niño enla Orden de la Merced. En ella desempe-ñó varios cargos: Comendador de Léri-da, Delegado por el Rey D. Martín y elArzobispo de Tarragona ante el Papa,Vicario del Puig (el Escorial de Valen-cia), Prior de Barcelona, Definidor porCataluña y últimamente Comendador deValencia, donde murió santamente en1417, conservándose su cuerpo incorrup-to en la Sacristía del Monasterio del Puig(Valencia).

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Otra figura en la historia de la Medi- Cátedra de Filosofía. Por espacio decina es el Mercedario P. Arcisio Grego- veinticinco años explicó también Teolo-ri, nacido en Valencia. Fue Maestro en gía en dicha Universidad, de la que fam-Teología, en Artes y en Medicina, ha- bién fue Rector. En Daroca hiciéronlebiendo enseñado en las Universidades Secretario Provincial y el capítulo gene-de Valencia, Salamanca y París. Por ral de Segovia en 1753 lo proclamó Grandos veces, la princesa Regente D. a Juana Maestro de la Orden, cubriéndose antesolicitó de la Universidad licencia para el Rey Fernando VI. En 1759 se retiró aque el P. Gregori asistiese a la Marque- Calatayud, en donde falleció.sa de las Navas en graves enfermeda- Réstanos citar al P. Saturnino Bernal,des. En 1561 fijó su residencia en Ma- insigne médico mejicano, que falleció eldrid, donde falleció poco después. Sus año 1919. Y por fin la gran policlínicaobras se hallan impresas en Alcalá, Sa- que hace dos años inauguraron los Mer-lamanca y Valencia, siendo aconsejadas cedarios en la Vía Sardegna de Roma.por el profesorado a los estudiantes que Como fin de estas notas os he de ha-las buscaban con mucho interés. cer observar que el espíritu sanitario de

También es digno de especial mención la institución que la Virgen fundó en Bar-el P. Agustín Antonio Domec, natural de celona se abrió campo en el sexo feme-Centeno (Huesca), que tomó el hábito nino. Son las religiosas mercedariasen el convento del Pilar de Embún, y 36.000 en todo el mundo, y la mayoríaconcluidos los estudios de Medicina fué se dedican a la asistencia de institucio-nombrado enfermero mayor del convento nes benéfico-sanitarias.de Zaragoza y murió en 1770. Publicó J. M. FERREIROen Zaragoza dos trabajos de carácterfísico-químico sobre la magnesia (suutilidad, modo de prepararla, dosis, et-cétera), impresas en 1750. La señora viuda. de J., en Pontevedra,

Sigue la historia de los Mercedarios hallábase desde hacía algún tiempo muyen la Medicina con la de Fr. Juan Caba- delicada de salud con síntomas alarman-Ilero Ferrante, Maestro General de la tes de lesión pulmonar. Acordóse de laOrden, que nació en el castillo de Brea veneranda imagen de la Merced existentede Aragón en junio de 1689, y a los doce en la iglesia del convento de Madres Mer-años de edad recibió el hábito de la Or- cedarias de D. ,Juan de Alarcón de Ma-den en la Encomienda de Calatayud. Es- drid., en donde asistió hace poco a la pro-ludió Filosofía y Teología en el Colegio fesión solemne de una hija suya, y enco-de San Pedro Nolasco de Zaragoza, de- mendändose de todo corazón a la Virgen,dicándose, además, a la Medicina. Antes sintióse de pronto tan mejorada que losde terminar su carrera fue nombrado mismos médicos certifican haber desapa-Lector de la Facultad de Filosofía. Más recido los síntomas de la temida enferme-tarde se graduó de Maestro en Artes y dad. Para honor y gloria de Nuestra Ma-Doctor en Teología en la Universidad de dre, desea se publique esta señaladísimaHuesca, donde obtuvo por oposición la gracia.

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Una gracia de Nuestra Santísima Madre

- VIÑETAS -Ji

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EL HORÓSCOPO1

D. Juan Matapalo, tiene audacias yribetes de hombre de pm. Que en elpueblo no hay pan, pues huelga decirque soluciona el conflicto a maravilla:Ordeno y mando que en el término deuna semana nadie coma pan.

A todas luces se echa de ver que eltal D. Juan es alcalde y de los de varaalta. De por vida la tiene y si Dios nolo remedia pasará a nietos y genera-ciones sin cuento.

En cierta ocasión descargó tormentatal sobre el pueblo, cual los más ancia-nos no recordaban otra. ¡Qué lloveraquel y qué relámpagos!

El tío Celedonio que, molido de labrega de todo el día, ve amagar sobresu mies tormenta tan fiera, no se dapunto de reposo: ¡Que recojan...! ¡Manoa la paja...! ¡A cubrir todos...!

Al cabo, impotente por sf solo, se diri-ge en demanda de amparo a tanta des-gracia a nuestro D. Juan.

Juan de mi alma, sálveme!

—¿Cómo?—le dice Matapalo con en-trecejo. Yo soy...

—Disimula, Juanillo: ¡como uno te havisto nacer!

—Algún negocio tal vez.—Y gordo, señor alcalde.—Caramba, entonces espera que coja

mi vara. Y ni corto ni perezoso empren-de desaforada carrera entre la desespe-ración del tío Celedonio que contempladesolado el gran estrago que en susmieses causa la tormenta.

Cuando tomó el alcalde al cabo demedia hora larga, ya el tío Celedoniolloraba amargado su completa ruina ymaldecía de la vanidad y soberbia de suJuanillo.

Almas he visto yo que como el alcal-de de mi cuento, por no descortezarsede ciertos vicios y alifafes menudos ydar largas al asunto, han llegado a com-pleta y total ruina suya y a veces delprójimo.

LELIMÁN

Quinito Peribáñez se detuvo ante elportal, para dejar paso a dos señoras y un.caballero que le precedían; elegantes ysdistinguidas ellas; raquítico, ligeramente•contrahecho él. Pero lo desmedrado de lafigurilla del buen señor fué lo que atrajoJa atención de nuestro Quinito, pues res-pondía a un íntimo pensamiento suyo,pensamiento que, aunque él no quisieraconfesárselo, llegaba a los límites de lapreocupación.

Les seguía con mirada pensativa, cuan-do la voz de la portera le hizo dar un sal-tito (nuestro joven era extremadamentenervioso). Y sin embargo, las palabras.que había pronunciado eran bien senci-llas: —Señorita Luisa, una carta parausted.

Las dos señoras habían entrado ya enel ascensor, por lo que el caballero con-trahecho se volvió, tomando la carta; yaquél subió ante las atónitas miradas de'Quina°.

No se figuren por esto mis lectores, queestarnos ante un palurdo que se asombra-ra a la vista de un ascensor; bien al con-trario, nuestro héroe era un muchachoculto y distinguido; no un «pollo pera»,pero sí un «chico bien», usando del argotmodernista de nuestros tiempos. Quere-mos decir que Quinito no era un ente inú-til que sólo entendiera de deportes más omenos brutales (el boxeo, por ejemplo),era estudioso, trabajador, muy bienquis-to de sus jefes en el Banco Oficial en queprestaba sus servicios diez años hacía, 3ren el que se preparaba para hacer oposi-eiones que le permitieran avanzar másrápidamente en su carrera.

Pero el nombre de Luisa, después de lavista del señor contrahecho, acababa dedar el golpe de gracia a las preocupacio-nes del joven empleado.

Esto necesita una explicación y vamosa dársela a nuestros lectores, con algunosdatos que le harán conocer más íntima-mente a nuestro héroe.

Este pertenecía a una familia honora-

ble, de esas en que la acendrada piedadde la madre hace un templo del hogar yun culto del cariño de los hijos. Educadocristianamente, sintió zumbar en rededorsuyo esos vientos racionalistas que envano pretenden derribar el árbol veinteveces secular, cuya copa se eleva hasta loscielos y cuyos brazos se extienden amo-rosamente abrazando a toda la humani-dad. Libros más o menos impíos cayeronen sus manos, sintió vacilar un momentola fe al embate de los sofismas que preten-dían analizar la Divinidad y, ¡quién sabe!,tal vez las oraciones de su buena madrele hicieron cerrar aquellos libros, temien-do apurar hasta las heces el veneno quesus páginas encerraban.

Pero algo queda siempre cuando seaspira un tóxico; Quinito siguió siendo unbuen chico, de ideas rectas, de tendenciasmoderadas.., el diablillo racionalista urga-ba en el fondo de su conciencia, sugerién-dole dudas que a veces le extraviabanhasta la herejía..., no exagero, no. ¡Estan fácil deslizarse por una pendientecuando se ha puesto el pie en ella!...

Y como sucede siempre, cuando la fevacila se hace uno, sin darse cuenta, es-clavo de mil prejuicios y falsas teoríasque llevan hasta creer todos los absurdosy supersticiones; la fe lleva vendados losojos, pero alumbra , el mundo con luz di-vina; la superstición abre mucho los su-yos, pero camina entre tinieblas.

Y esto fué causa de que Quinito, hon-damente preocupado con sus oposiciones,se dejara llevar por otros amigos que refe-rían maravillas de una adivinadora y lapreguntara medio en serio, medio enbroma, la papeleta que iba a tocarle enellas.

Como esto no podía alcanzarlo la cien-cia oculta de la pitonisa y era precisoacreditar las cinco pesetas de la sesión,ésta, después de infinidad de preámbulosy sortilegios, se limitó a decir:

—«Veo una joven rubia en Galicia... Sellama Luisita... se casará usted con ella...

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».»BL9RIA *

*,

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hay a su lado un señor jorobado... otraseñora.., que le proteje... un señor debarba blanca le proteje a usted.»

Quinito soltó una alegre carcajada, en-tregó sus cinco pesetas y se dirigió a casade sus tíos dispuesto a reirse con ellos delhoróscopo.

Juzguen, pues, mis lectores de su estu-pefacción al toparse en el portal con unseñor contrahecho, y al oir que la porteradaba el nombre de Luisa a una de las se-ñoritas que le acompañaba.

Las palabras de la pitonisa aparecieronen su memoria con caracteres de fuego;se sintió arrastrado por el destino.., salióa la calle y, atravesando la acera, se situófrente a la casa contemplando sus bal-cones.

Uno del piso principal acababa deabrirse y una linda joven apareció en él;se había despojado del sombrero y suscabellos eran de un rubio dorado.

Era ella, Luisita, la mujer destinada aser su esposa.

Quinito era extremadamente impresio-nable; un manojo de nervios que hacíangirar su corazón tras el imán de la mu-jer... las muchachas modernistas leatraían con ese encanto algo exótico quecontrastaba con los dulces recuerdos dehogar... de su hermana, tan linda, tanmujercita de su casa, y cuyos ojos nonecesitaban «rimel» para ser hermosos...Luisa parecía de este , género, sencilla ybuena, y Quinito pensó que una mujerasí debía llenar su corazón un poco de-cepcionado , por la frivolidad de ciertadiablesa que se reía de sus frases deamor, pero en cuanto él parecía alejarsele llamaba con canto de sirena.

Y luego... ¿No era Luisa la que el des-tino le tenía preparada para señora de suhogar?

II

Desde aquel día Quinito se dedicó for-malmente a hacer la corte a su futura es-posa.

Fuera sugestión, fuera que según hemosdicho, nuestro joven era como un manojode estopa que sólo necesita una chispapara inflamarse, el caso es que parecióolvidar completamente a la gentil diable-sa, que le traía medio loco, y se constitu-yó en sombra de Luisita, de su hermanay del señor jorobado; pues nunca salían

las dos jóvenes sin este molesto acompa-ñante.

Y el acompañante, no parecía muy pro-picio a tales seguimientos, pues de unavez notó nuestro héroe que se volvía demal talante, mirándole de un modo muypoco amable.

Y cada día le gustaba más Luisita; cada.día descubría en ella un encanto nuevo y,aun cuando no había podido llegar hastaella, sus miradas se habían cruzado másde una vez y en el rayo de sus ojos azulesQuinito había creído descubrir una expre-sión de amorosa acogida.

—Ella ha de ser mi mujer—se dijo conprofunda convicción—. Es preciso termi-nar esta situación ridícula.

Escribió una carta llena de amorososconceptos y con ella en el bolsillo se diri-gió a casa de su amada, dispuesto a sobor-nar a la portera.

Pero al poner el pie en el escalón quedaba acceso al portal, se encontró de ma-nos a boca con el jorobado.

Quinito se llevó cortésmente la mano alsombrero iniciando su más tino saludo,pero el Argos de la bella Luisita, en vezde corresponder a su cortesía, dió un pasoatrás y empuñando entre sus manos hue-sudas el bastón, dijo secamente:

—Y bien, señor mío: esto es demasiadapersecución. ¿Se puede saber qué se pro-pone usted con no dejarnos ni a sol ni asombra?

—Dispense usted, caballero—contestó.Quinito con su voz más dulce y persuasi-va.—Yo bien quisiera haber encontrado,una persona que me presentara a ustedes;pero, en fin, a falta de un amigo que lo.haga, me presentaré yo mismo. Me llamoJoaquín Peribáriez, soy empleado delBanco y no carezco de fortuna personal,amo a Luisa con toda mi alma y sólodeseo...

Un rugido más que un grito humano seescapó del pecho del jorobado que enar-boló el bastón, y no lo hubiera pasadomuy bien nuestro enamorado, a no darun salto gimnástico que le puso fuera delalcance de su órbita.

Y una nube de denuestos e injuriassalía de la boca de aquel energúmeno.Los porteros aeudieron, los transeuntesempezaron a detenerse; en vano queríaQuinito apaciguar aquella furia que gri-taba:

—Bribón,- sinvergüenza; confesarmeen mis barbas que ama a mi mujer.

--Su mujer, Luisa...! ¡Imposible!—dijoQuinito con tal convicción que el joroba-do le miró asombrado deponiendo su fu-ror.

—Este hombre está loco—dijo enco-giéndose de hombros y volviendo la es-palda tal vez porque vió acercarse la ele-vada silueta de un guardia de asalto:

El portero entre tanto tiraba del brazode Quinito, metiéndole en la portería.

Nuestro héroe sudaba; estaba avergon-zado, furioso en su interior; se decía quesä papel era poco airoso y que la rubiaLuisa se reiría a sus expensas.

Fuerza es confesarlo, sentía más la he-rida en su amor propio que en su corazónen cuyo fondo surgía de nuevo la imagende la diablesa con su boquita de color defuego, sus cejas mefistofélicas y sus her-mosos ojos un poco oblicuos orlados depestañas larguísimas.

—Pero, señorito, —dijo 1 a portera concierto dejillo burlón--¿no sabía usted quela señorita Luisa era la mujer de donAquiles?

---IQué había de saberlo! Y aún no locreo, no lo puedo creer—repetía obstina-do Quinito recordando el horóscopo—.Ella tan linda, tan jovencita... ¡Y él tananimal!

--Yo creo que el señorito está equivo-cado y venía por la señorita Emeteria-insinuó el portero—. ¿No es la rubita laque le gusta al señorito?

—Sí; la rubita. Luisita.—No, señorito; la rubia se llama Emete-

ria y está para casarse allá en su. pueblo;son de Vitigudino, hijas del médico deallá y ha venido al lado de su hermanaLuisa para encargarse la ropa... Si el se-ñorito nos hubiera preguntado.

Quinito no quiso oir más. .¡Emeteria!Aquel nombre le crispaba los nervios; dió

cinco pesetas al portero y huyó de aquellugar como si estuviera apestado.

Diez arios después, D. Joaquín Peribá-fiez era director de la sucursal del Bancode Granada.

Rocío, su mujer, era una hermosa more-na de rostro agitanado y cabellos como laendrina, que cada año le daba un churum-bel hermoso como un ángel de Murillo.

Cuando al pasear por sus hermosos cár-menes, alguna gitana se acercaba al felizmatrimonio ofreciendo decirles la buena-ventura, nuestro antiguo amigo parecíatransformarse; a su habitual buen humorsucedía una explosión de cólera y despe-día a la pobre mujer con cajas destem-pladas.

—Pues a mí me gusta que me digan labuenaventura—dijo un día Rocío a quienchocaba aquella genialidad de Quinito.

—¡Pamplinas!—interrumpió él tratan-do de calmarse—. Nunca he podido com-prender que una persona sensata y me-dianamente instruida, haga caso de seme-jantes majaderías.

Y un ligero rubor tiñó su frente yadesprovista de cabellos, al recuerdo de sumalhadado horóscopo.

J. G. « HERREROS

Palestina y--los católicos

La Palestina, después de veinte siglosde Cristianismo, es tierra de misión comocualquier otro país pagano. A la 'vista delas estadísticas oficiales más recientes,cab,e preguntarse con asombro si es allídonde Jesucristo derramó su sangre porla Redención. En una población total deun millón trescientos mil habitantes, másde 750.000 musulmanes, 315.000 judíos ysólo 47.000 católicos.

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El Beato tucos Factor, Reposo Franciscano

ciara y verdadera que se ha de hacer sinengaño al padre confesor.

El huso es la rectitud que se ha deguardar con todos y en todas las cosas.

La mazorca es la consideración de

te, y se le representó una linda y hermo-sa linfa, llamada

Clara-Fe, con una cruz en la mano,en la otra un cáliz con una hostia, acom-pañada de una criada, llamada

A una monja, donde con maravillo-sos símiles declara todo lo que per-tenece a las tres vías, purgativa, ilu-

minativa y unitiva

El día muy regocijado de Todos losSantos, al tiempo que en el santo oficiodivino canté la capítula, se levantó en unalto vuelo un águila caudal, y trepandoy volteando por ese cielo, se remontótanto, Que vine a perderla de vista, por-que se metió en medio de aquella inmen-sa rueda, que es Dios, y allí se encerró.Y ella es el sacro Evangelista.

Pero yo, como bobo, tras ella me iba.Cuando bajé mis ojos, me hallé embos-cado en un desierto llamado Olvido delmundo y de todas las criaturas.

Y acordéme del verso del salmo: Quisdabit mihi peanas sicut columbae, etvolatbo, et requiescam? Luego, sin dete-nimiento, con presteza dije: Ecce elon-gavi fugiens et mansi in solitudine. Ycon esta presteza me asenté sobre unapiedra llamada Quietud deleitable.

Y estando mirando y contemplando laserenidad de aquel claro cielo, ví venirun pastor llamado Cudicioso. Y segúnla pasión le tenía cercado, él sin dudaera enamorado de Dios.

El camino que traía es llamado Menos-precio de si mismo.

Venía tañiendo un suave rabelete, lla-mado Despertador del alma dormida,con las consonancias de los suaves re-quiebros de amor.

El arquillo era el solicitador del espí-ritu con frecuentes gemidos.

Las tres cuerdas son: un velar con-tinuo, recato discreto y andar sobre sí.

La flor del rabelete es el derramamien-to del alma dentro de sí misma.

Las tres clavijas son un continuo des-pertamiento y miramiento ocultísimo delalma dentro de sí misma.

El puentecillo es un mirar a Dios con-tinuamente con simple y sencilla fe.

El cayado deste pastor es un virtuosoaprovechamiento en las virtudes, habi-tuándose a ellas con actos y continuosejercicios.

El zurrón se llama un sustento limita-do, y el pan, templanza prudente y dis-creta.

Las abarcas son mortificación de losafectos y sentimientos.

El sayo de pellejos de carneros muer-tos es la negación de sí mismo.

Las ovejas que delante traía con mu-cho cuidado y celo, son las potenciasdel alma.

Los cabritillos son los cinco sentidoscorporales, inquietos, pero bien regidosdel discreto pastor.

El perro que andaba alrededor guar-dando este ganado, es el pensamiento ymemoria de los juicios divinos.

*

Venía tras el pastor una hermosa za-gala, de los pastores pastora y amadaesposa deste pastor, llamada Imitaciónde la vida de Cristo y de sus santos.

Venía hilando con su rueca, llamadaConformidad de vida con la vida deJesús.

La estopa o lino es la áspera peniten-cia.

El hilo muy delgado es la confesión

Cómo se pasa la vidaCómo se viene la muerte,tan callando.

El arpa es un continuo examen denuestra vida, pensando cómo vivimos.

* * *

El pastor viene con su greña descape-ruzada, y ella sin sombrero, los cabellosrubios echados por las espaldas, peromuy peinados y compuestos, para de-mostrar que debemos descubrir nuestrospensamientos a Dios, presentándole losbuenos, pero los malos y mundanosechados atrás, teniendo a nuestro buenJesús por objeto y blanco, en quien hade estar fijada la vista del alma.

Llevaba este buen pastor por aqueldesierto (porque era muy barrancoso,áspero y peligroso el camino), una guíamuy cierta, que se llama

Vía purgativa,

con un compañero muy provechoso,llamado

Vida activa,

con tres guardas muy valientes, que son:

la Humildad de los Angeles, el Temorreverencial de los Arcángeles y la Obe-

diencia de los Principados;

y llegando a una fuente llamadaOración continua (significando que el

alma ha de ir continuamente transporta-da en Dios, cuyo manantial nace enDios, y por sus secretos viene a nacerpor la Oración, y de ahí corre como ríoel alma a Dios, donde nació, y allí mue-re al mundo y a todo lo que no es Dios),se echó el pastor de pechos a esta fuen-

Doctrina cristiana.

Y la ninfa, sacando de su pecho unrico joyel, llamado

Secreto de Dios, hecho a manera decorazón de oro, con un letrero alrede-dor que decía: Secretum meum mihi,lo presentó al pastor, y dióle una llave-cita llamada

Revelación divina, y díjole: Pues túeres buen Pastor, toma ese corazón yábrele con esa Ilavecita, y verás los se-cretos de Dios.

Y abriendo el pastor el corazón, salióotra ninfa muy hermosa (como la vió ypintó una santa, llamada santa Hildegar-dis, en sus revelaciones).

Venía vestida de azul, color de cielo,y su ropa toda sembrada de ojos, quesignifican el santo y casto temor de Dios,y que cuanto más aprovecha el alma,más prudente y remirada ha de ser.

No tenía ojos esta dama en la cara,porque el alma se ha de olvidar de símisma, y que tanto se le da que la loen yamen como que la vituperen y aborrezcan.

No tenía manos, porque ninguna cosabuena se ha de atribuir el alma a símisma.

Como el pastor se viese tan prospe-rado con estas hermosas doncellas, lle-nas de tantos misterios, como Cudiciosoprocuraba pasar adelante, aunque se lerecrecían en este desierto nuevos traba-jos e inconvenientes, porque así lo per-mite Dios, como se dice en el salmoXCIII: Qui fingis laborem in praecepto;quasi dicat (aul Sä) qui praecipis dif-ficilia.

(Continuará.)

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Un proceso inquisitorial gracioso

Tiene fama de severo el Tribunal delSanto Oficio, pero eso no quita que ensus archivos se encuentren algunas cau-sas amenas.

Una de ellas es la formada al Merce-dario Fr. Juan de Orive en 1673. Eraeste Padre conventual de Guadalajara, yel 27 de diciembre le tocó predicar elpanegírico de San Juan Evangelista enla parroquia de San Esteban.

Hizo un buen sermón, pero el gustoreinante por las agudezas le llevó a re-cordar una opinión extraña, que porentonces se había sustentado en un Ca-pítulo general de Franciscanos celebra-do en Toledo, y que decía aproximada-mente así: Las palabras de Cristo en lacruz: Mujer, he ahí a tu hijo, tuvieronfuerza de consagración, de modo queSan Juan quedó hecho verdaderamentehijo de María.

Protestó el orador que él no admitíasemejante consagración, pero citaba laidea para que vieran sus oyentes hastaqué punto exaltaban algunos la grandezadel cuarto Evangelista.

En el Santo Oficio de Toledo habíaalgunas quejas contra el P. Orive por sulibertad de hablar, y al llegar nueva de-nuncia, los jueces decidieron secuestrarsus papeles y llamarlo a declarar.

Entre los documentos recogidos sehalla el sermón manuscrito de San JuanEvangelista, donde se contenía el párra-fo denunciado, y junto a él aparece tam-bién la tesis impresa de los Francisca-nos, separada del proceso a éstos for-mado por ella y quizá por otras.

El castigo impuesto al Mercedario fueamonestarle secretamente en la sala delSanto Oficio. que se abstuviera en ade-lante de citar en el púlpito opinionesextravagantes y desterrarle por un añode Guadalajara y de Toledo.

La amonestación era saludable y debiórepetirse muchas veces durante aquellaépoca, en que el demonio de la agudezatentaba a predicadores y escritores.

El P. Orive declara haber nacido enMadrid, aunque sus padres eran natura-les de las Encartaciones de Vizcaya, Enel convento de Madrid había tomado elhábito y profesado y contaba alrededorde cuarenta arios (1).

G. V.

Historias inverosímiles — La usuraen Africa

Algunos se maravillan al oir que enEuropa durante la Edad Media los judíoscobraban intereses de 300 por 100 y queel 75 por 100 era un interés módico. Tales, sin embargo, el origen de las gran-des fortunas judías y de los odios que alfin dieron al traste con gran parte deellas y aun con sus dueños.

Lo curioso es que actualmente en elNorte de Africa se repite la primera partedel fenómeno y comienza a repetirsetambién la segunda. Es cosa averiguadaque en Túnez los dos tercios de la po-blación son víctimas del prestamista. Seconsidera como honrado el judío quepresta al 30 y al 40 por 100, pues la tasacorriente es del 5 al 7 por 100 al mes, o

(1) A. H. NI. Inquisición de Toledo. Indice impreso.

sea de un 60 a 84 por 100 al año. Es fre-cuente que el prestamista arranque a susvíctimas de tres a cinco veces la canti-dad o fanega de semilla prestadas (1).

¿No pueden el Estado y los Bancosfacilitar dinero a un interés moderado?Lo prestan, efectivamente, pero son tan-tas sus formalidades y exigencias, queel labriego encuentra más aceptable eltrato con el judío.

FR. G. V.

Cómo se hace el buen poeta

—Ninguna cosa debe disculpar al buenpoeta: piense, borre, advierta, elija y leamil veces lo que escribe; que rimas sellamaron de rimar, que es inquirir ybuscar con diligencia. Así lo usó Cice-rón, así Estacio.

—De suerte que no es alabanza noborrar.

—öid lo que respondía en una come-dia un poeta a un príncipe que le pre-guntaba cómo componía, y veréis conqué facilidad lo dijo todo:

(1) Etudes, agosto de 1955, pág. 990.

«,Cómo compone?—Leyendo,y lo que leo imitando,y lo que imito escribiendo,y lo que escribo borrando:de lo borrado escogiendo.

—Oid una curiosidad de SuetonioTranquilo, que, hablando de que Nerónera poeta, y que muchos creían que eranajenos los versos y que los vendía porsuyos, dice que después de muerto ha-llaron los cartapacios borrados y losversos sobreescritos, con que se certifi-caron de que eran suyos. Luego en loborrado se conoce lo que se piensa, quequien no piensa no borra. Y así el querimare hallará lo más perfecto, que dehallar se llamaron los versos trovas, ypor eso dijo el otro poeta:

Dios perdone a Castilltjoque bien hauló de estas trovar?.

—Yo conocí un poeta de maravillosonatural, y borraba tanto que sólo élentendía sus escritos, y era imposiblecopiarlos; y ríete, Laurencio, del poetaque no borra.

LOPE DE VEGA

VARIEDADES

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CHINA Y EL CRISTIANISMOChang-Kai-shek, generalísimo y de hecho verdadero jefe del gobierno deNankín, acaba de hacer las siguientes manifestaciones: «Para efectuarmi labor (la europeización de China) necesito el concurso de las Mi-siones y de los Misioneros. En efecto: únicamente la Doctrina Cristianapuede servir eficazmente a la realización de mi plan, ya que ella solacontiene y comunica la fuerza moral que ha de enderezar los espírituscomo conviene, infundiendo nuevo vigor a mis infelices conciudadanos.»No hace aún ocho arios que el generalísimo chino defendía un programanetamente xenófobo y anticristiano; había que desterrar la Religión,que es opio del pueblo; expulsar a los Misioneros, agentes de pueblosextraños. El saqueo y el incendio de capillas e iglesias, degüello deMisioneros, etc., acompañaron a este programa. Ya en el poder, per-catándose Chang-Kai-shek de los males que amenazan a las generacio-nes sin Religión' y moral, se aferra al Cristianismo, como base la másfirme sobre 'la cual ha de descansar la nueva China.

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Notas de la Vida Católica

Bolchevismo en acción.—Rusia con-tinúa en su empeño de bolchevizar almundo. Objetivo inmediato en las próxi-mas elecciones francesas es «la luchacontra los jefes de las organizacionescatólicas, sostenedoras del Fascismo».El mismo parece también el que persi-gue en España, pues algún pasquín pre-senta al caudillo de las derechas, el señorGil Robles, como agente de la prepotentee internacional Compañía de Jesús parahacer de España un feudo de la SantaSede». Pero, por lo visto, aquí en Euro-ra, al decir del ex embajador del Uru-guay en Moscou, tiene Rusia las manosatadas, porque en donde las tiene o tuvosueltas, pretendía con la propaganda yla acción, sostenidas a chorro de oro, larealización de todo su programa.

En Montevideo estaba el cuartel gene-ral para toda la América del Sur. El mo-vimiento comunista del pasado noviem-bre en el Brasil, dependía de Montevideo,y debía ser el principio, como el de estefebrero en el mismo Uruguay la conti-nuación del general de todas las Repú-blicas del Sur. El movimiento de Monte-video llegó a estallar, pero sin fuerza,lo mismo que las huelgas de la Argenti-na y la revolucionaria de Chile en estosdías en que escribo, 7 y 8 de febrero.

El otro centro general está en Mongoliapara toda Asia. Parece que por lo menoslogra inquietar a la China, sobresaltarla India e impedir la unión financiera delJapón con la China.

No hay país del mundo libre de la in-fluencia rusa, para afrenta de la civiliza-ción cristiana, si no son Italia y Alemania,y en parte Portugal y Austria.

Y es un mito eso de la felicidad terre-na por la igualdad económica; porque nihay felicidad terrena, y de haberla nosería el Comunismo el medio de alcan-zarla.

En Rusia hay un capitalismo capitalí-simo, puesto que todo el ansia de suEstado es hacerse con dinero para me-jor comunizar el país. Por lo demás,

como con el régimen comunista se aca-baría el Comunismo, inventó las mane-ras de sostenerlo con medidas tan pococomunistas como éstas. «Se hace públi-co que los alimentos, como los salariosy la participación en los beneficios, sedistribuirán conforme al trabajo ejecuta-do, independientemente de las necesida-des familiares». «Hasta ahora se lesdaba la ración conforme al número debocas.., pero esto se ha abolido (ya po-dréis imaginar por qué, aunque no seáismuy perspicaces) por ser estimuladordel espíritu de irresponsabilidad y deholgazanería». Más todavía, hay bancasparticulares.

¿Sabéis quiénes están verdaderamentecomunizados y esclavizados? Los de losoficios comunes y pesados, y los que sequieren rebelar contra este estado mons-truoso de cosas.

XII Centenario de la muerte de SanBeda.—Cerraron este glorioso centena-rio sus hermanos de hábito los PP. Be-nedictinos de San Pablo, extramuros deRoma, con un espléndido triduo honradocon cuatro Cardenales, de los cualesnada menos que el Secretario de Estadode Su Santidad hizo el panegírico.

San Beda se pasó la vida en la obser-vancia regular, en el canto de la divinasalmodia, en el estudio, en la enseñanzay en la escritura de obras, reflejo con-centrado de los Padres de la Iglesia susantepasados, porque también él tiene lagloria de serio, y también la de ser elprimer historiado de Inglaterra.

La muerte le encontró ocupado en latraducción a la lengua materna, la anglo-sajona, del Evangelio de San Juan. Es-taba a los últimos, y el monje Wilfrido,temiendo dejase la obra incompleta, leadvierte:

—Queridísimo maestro, sólo falta uncapítulo. E insinuante le pregunta: ¿Tefatigaría demasiado hablar?

—Toma la pluma y escribe a prisa.La vida se le acaba, se despide dando

sus últimos recuerdos a los monjescompañeros de sacerdocio, y temiendose vaya el maestro sin acabar el libroirrumpe de nuevo en la escena de des-pedida Wilfrido:

—Amado maestro, sólo falta un ver-sículo.

—Escribe, pues.Gozoso exclama el amanuense:—Está ya acabado.—También yo nie acabo, replica, que

es la réplica de toda una vida de trabajo.Y con el «Gloria al Padre, etc.» en los

labios traspuso el tiempo y entró en laeternidad.

La vida de San Beda debe ser la detodo cristiano, realización de aquel sudicho: Vita contemplativa hic incipiturut in coelesti Patria perticiatur, la vidacontemplativa empieza en la tierra paraalcanzar su perfección última en la pa-tria celestial»,

Filipinas.-14 de noviembre último,tocan a gloria sus campanas. Nace cornoNación la Primogénita de la Iglesia en elExtremo Oriente; católica por la graciade Dios y por la obra misional de Espa-ña, cuyos primeros misioneros allá lle-garon hace precisamente cuatro siglos.

El Sr. Obispo de Cebú, por apellidoespañol, Reyes, en momento tan solem-ne ante un auditorio de doscientas milpersonas prorrumpe en estas palabras;«Al Rey de los Siglos, al solo inmortale invisible, al Dios único, el honor y lagloria por los siglos de los siglos», yhace resaltar la predilección de Dios conFilipinas «al confiar a la noble y católicaEspaña la misión de evangelizarla y ci-vilizarla».

Es verdaderamente la Perla del Orien-te por sus bellezas naturales y, sobretodo, por las del espíritu, la fe y las cos-tumbres cristianas al viejo estilo espa-ñol. Así nace cuando la nuestra es laicaen el papel de su constitución.

La Universidad de Nuestra Señora deSouth Bend en la Indiana, celebró esteacontecimiento con la investidura de doc-tor honoris causa al presidente de losEstados Unidos y al campeón de la in-dependencia de Filipinas. El Arzobispode Chicago, el Cardenal Mundelein, pre-sidió esta solemnidad. De nuevo surgeEspaña por palabras del paladín filipino

ante la imaginación yanqui, pero contonos sombríos por lo presente y dejosmelancólicos para España: «La Cruzcontinúa siendo la señal de la profundacivilización de la Filipinas, y ahora tam-bién la fe será la mantenedora de nues-tra libertad, porque es eterna. En los pa-sados siglos, la Corona de España llevóa mi país la Cruz de Cristo; los que nosla trajeron se llevaron nuestras riquezaspara su Rey, pero también llevaron nues-tras gentes a su Dios. La Corona deEspaña desapareció, pero la Cruz per-manece, testimonio de nuestra civiliza-ción».

El próximo año 1937 se celebrará enFilipinas el 33.° Congreso EucarísticoInternacional. El pasado de Buenos Ai-res fué el más grandioso, el de Manilaserá el más prometedor, y evocadortambién corno el de Buenos Aires de laobra evangelizadora de España, en suimagen y semejanza la nueva nación deFilipinas, llamada de nuestro gran ReyFelipe.

Otra vez la eugenesia o la eugénicacorno ahora dicen.--Afrentoso para Ale-mania, y que la sonrojará, si algún díarecobra el sentido cristiano, la exclusiónde la paternidad por procedimientos mé-dicos (?!) de 16.000 personas en esteaño pasado de 1935. El animal humanoperfecto es, por lo que parece, el idealdel racismo. Desconocen que los hom-bres nacen « principalmente para el cieloy la eternidad», y que «los gobernantesno tienen potestad alguna directa sobrelos miembros de sus súbditos».

Había de estar probado invenciblemen-te que las enfermedades y deformidadesse transmiten por ley de herencia y quepor estos medios se llegaría al tipo hu-mano perfecto, y ni aun así sería lícitolo que hace, como no lo es ni lo fue des-hacerse de los niños enfermizos, enclen-ques y deformes. Pero lo que es crimenen el aspecto moral, es temeridad en elaspecto científico, digo experimental.Porque para grandes médicos, ni el pro-cedimiento tiene base científica, ni resul-tados ciertos, y con la capa de falsaciencia se atreven a sugerir a los le-gisladores leyes inhumanas. De lo dese-cho de Europa, de los deportados a Aus-tralia y Nueva Zelanda, procede en gran

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parte la población de aquellos países ennada inferior a la europea. En la taramás hereditaria, la locura, la ley es dis-continua y de un porcentaje bajo. Si algodiese la selección de tipos, afirman algu-nos especialistas, sería unos oficinistas,muy metodizados, cronometrizados, defrases hechas, aspiraciones modestas yde una lógica muy poco superjor a la delas máquinas de calcular que manejan.Más aún; los estados mentales depresi-vos de tendencia maniática, o son con-comitantes o consecuentes frecuentísi-mamente de la cultura, talento y del ge-nio. Pláceme concluir con estas palabrasdel recientemente creado Cardenal Emi-nentísimo Baudrillart. «¿Los hermososatletes son necesariamente las grandesinteligencias y los grandes corazones?Lo más selecto de una nación no estáformado por cierto por los individuos demejor musculatura. El genio, observaPiéri, es vecino a veces de la patologíamorbosa. Cuerpos deformes alberganfrecuentemente almas bellas y en orga-nismos despreciables palpitan grandescorazones. La historia de los grandespueblos, de la literatura, de las artes, delas ciencias, abundan en ejemplos deesta clase, en que los genios, por suacción poderosamentebienhechora, com-pensan ventajosísimamente los defectosde anormales».

La crisis de la abundancia en Nor-teamérica.—La producción en los Esta-dos Unidos llegó a ser la de 1.800 dóla-res por familia, y pudo ser, sin las res-tricciones impuestas, de 4.400; cantidadmás que suficiente para atender a lasnecesidades y aun a las comodidadesrazonables. ¿Por qué no es realidad tan-ta belleza? Por una gravísima enferme-dad del poder de compra; no hay difu-sión ni movilización, la bastante, del di-nero. El problema es este, el desequili-brio entre la producción y la compra,entre el poder de la producción y el decompra. Hay que aumentar el valor decompra, y tal vez la baratura del dineromás favorezca a la producción que a lacompra, y así agravará más el problema.Problema del capitalismo, pero mayordel comunismo. Si Rusia se gloría de notener parados, es porque trabajan y nocomen sus obreros los comunizados, y

acá, en el régimen capitalista, si no co-men tampoco trabajan y tienen derechoa ciertos subsidios. ¿Alabo esto? Segúny cómo, como alabo la limosna a faltade poder ganarme la vida. La reforma,dicen los que algo saben, debe ser la delsistema monetario.

En favor de los católicos mejica-nos. —El Centro de Estudios Religiososde Chile dirigió el 31 de octubre una so-licitud al Gobierno de Chile, Argentinay Brasil para que intervengan amigable-mente con el Gobierno de Méjico a favorde los quince millones de católicos trata-dos como parias en su propio país. Desdeel 926 al 28 han sido asesinados doscien-tos sacerdotes, encarceladas cuarenta ycinco mil personas y cerca de trescientasmil se vieron en la obligación de expa-triarse.

El Emperador del Catecismo Ro-mano.—El Papa recibió solemnementeai Emperador del Catecismo de Roma,el de la nota suprema, al niño EduardoRefice, de la parroquia de Santa María laMayor.

Traslación de la Laguna a la Dió-cesis de Segorbe.—Por decreto ponti-ficio pasa a regir la Diócesis de SegorbeS. E. D. Miguel Serra y Sucarrats.

Consagración de la Catedral deDakar.—Para que aprenda España desu vecina la República francesa. El Car-denal Verdier, Arzobispo de París, comoDelegado Pontificio y de la nación fran-cesa, va a consagrar la Catedral de Da-kar, capital de Africa Occidental France-sa. Lleva la bendición del Papa y el sa-ludo de Francia a «nuestros hermanoslos negros de Africa». Hacen la corte atan alta personalidad de la Iglesia y dela Patria en representación de la Acade-mia de Francia. Henry Bordeaux, en re-presentación de los ministros de la Gue-rra y Colonias y de la Academia de lasCiencias Coloniales el gobernador mi-litar de París el general Gourad, y enrepresentación del Gobierno el goberna-dor de Africa Occidental Francesa SuExcelencia Brévié.

X.

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RADIOGRAMAS-1g

—Pues no es eso lo que nos predicanpor esos púlpitos, donde nos dicen queen el juicio particular cada cual verá a

Reunión de señoras, la flor y nata de Dios según su estado del alma; airado lela piedad y de la Acción Católica, de un verán los que han de ser condenados ypueblo de Tierra de Campos, donde la alegre los que se salvarán.atención es más viva y el afecto más Asintieron más de cuatro al dicho deprofundo y la vida más intensa, porque ésta que menos entiende, pero que enno está distraída por tantos ruidos ni los ojos de Dios puede ser la que másdispersa en tantas naderías de las ciuda- valga.des populosas. —Mirad, amigas: ese es mal modo de

Recae la conversación sobre la recien- hablar en algunos que predican, y peorte y piadosísima muerte de la primera modo de entender en los que escuchan.entre ellas por el ejemplo y por la auto- Según vuestra cuenta, tiene Dios queridad. tener varias caras, por lo menos tres:—A estas horas ya tiene vista la cara cara alegre para los que entran derechosa Dios—dijo la que más asiste a todo y en el cielo, cara airada para los que sela que menos es para nada. condenan y cara de entretiempo—blasfe-- Según y cómo—replicó pronta la mía es pensarlo—para los que van alDoctora. Así la llaman ellas. Purgatorio.

—¿Cómo, según y cómo?; pues de —Caras no tiene más que una —ataja-todos modos a estas horas vió ya a Dios ron casi a coro varias, que ya estabannuestra presidenta, apasionadas unas en un sentido y otras

—Si está ya en el cielo, como lo espe- en otro—pero la pone distinta, según laramos, vió a Dios y continuará vién- distinta disposición de cada uno de losdole. que juzga.—Aunque allá no esté, sino en cami- —Una y misma cara pone Dios a todosno, ya vió a Dios, al ser por El juzgada. los que le ven; porque si pusiera cara—Según eso, ¿todos los que son juz- distinta, habría cambio en el ser de Diosgados ven a Dios, y así hasta los mis- y que ni sombra de cambio hay en El,mos condenados vieron a Dios al ser nos la enseña la fe; además, esas caras,

juzgados? por distintas, la una no será la otra, y se—Sin duda, y por eso dije que de todos diferenciarían en mejor o peor, y en Dios

modos nuestra presidenta vió a Dios, está todo lo óptimo, sin posibilidad de—No, mujer, no. Ven a Dios los que añadidura, ni de sustracción.

pueden verle, y este poder ver a Dios lo Por tanto, ni cambio en Dios, ni posi-da la divina gracia, que no tienen los que bilidad de verle sin gracia, sin limpiezase condenan, y una limpieza inmaculada, inmaculadísima y sin luz de gloria.que no tienen los que necesitan de Pur- —¿Estoy en lo cierto, Llján?gatorio, y por fin, la luz de la gloria, —Está en lo cierto; añadiendo que losdisposición última para la visión divina, que son juzgados verán en sí, sentirán enAsí que sólo ven a Dios cara a cara los sí lo que Dios piensa de ellos y senten-que, al ser j uzgados, están en disposi- cia de ellos.ción de entrar directamente en el cielo. UJÁN

¿En el juicio particular ven todos aDios cara a cara?

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NOTICIAS13-1

MADRID HERENCIA

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NOTICIA IMPORTANTE

Los «Ransomers» del P. Filmervienen a Barcelona

Acerca de la «Institución de NuestraSeñora de la Merced» o Guild of our Ladyof Ranson, se ha hablado tal cual vez enestas columnas. Es hoy un magnífico ins-trumento de acción y propaganda cató-lica, pues en 1932 contaba ya 20.000miembros.

Redimir a Inglaterra del error, quecomo dijo San Agustín, es el germen detodas tiranías, es su blanco, y a tal finemplea su actividad sobre objetivos in-mediatos y específicos.

El medio casi exclusivo de las numero-sas conversiones en Inglaterra suelen serlas ciudades, cuya gente, por de mayorcultura, encuentra mejores medios de in-formación y de satisfacer sus inquietudesreligiosas con los doctores católicos. Im-presiona mucho a los acatólicos, más aúnque el número, la calidad de los conver-sos a la Iglesia, que en un porcentaje muygrande son gente de universidad y estudio.

El campo mientras tanto duerme enuna quietud lastimosa.

Hace ya algunos años el catolicismo enInglaterra es un movimiento en ascensióny ya se sabe que el último en asociarse atoda nueva fuerza social, suele ser elcampo.

Uno de los fines que hace más de cua-renta años persigue la «Guild», es la erec-ción y sostenimiento de las iglesias cam-pestres (country missions). Quizá, no andelejos de mil la cifra de las iglesias que halevantado y sostiene actualmente.

Así sostiene la «Guild» centenares desacerdotes esparcidos por las villas y pe-queños núcleos de Inglaterra, que con subuen ejemplo y sacrificio va ejerciendouna especie de influencia elemental queprepara una gran masa a la gracia quesana y salva.

Un grupo indefenso, pero que ora, quesuspira por Cristo, que ama y padece yaun ama a sus enemigos, realizó el prodi-gio de la conquista espiritual de Roma enlos tres siglos primeros; hecho que contoda razón consideran los historiadorescomo un argumento de la fuerza divinade la Iglesia.

Algo por el estilo anuncia el esfuerzoheroico de esos sacerdotes que durantearios y arios tienen que andar como re-clusos morales por los campos de Ingla-terra.

Las peregrinaciones a los lugares con-sagrados por la historia católica de Ingla-terra, es otro medio que emplean los dela «Guild» para despertar y realizar másy más la fe y la caridad.

Y este año vienen a Barcelona a visitara su Madre de la Merced. Saldrán deLondres el 24 de julio y estarán de vueltael 31 del mismo mes, llegando a Londresel 1 de septiembre. El P. Filmer, que esel master de la «Guild», emplea todo me-dio de reclamo a favor de la idea, y últi-mamente ha empezado a publicar unaserie de artículos sobre los orígenes de laMerced, traducidos de la revistas de París«Notre Dame», donde los publicó hacepoco Mgr. Michel Even. Ahora he sabidoque Michel Even pertenece a la «Guild»desde el ario 1916. El órgano del PadreFilmer es la revista mensual «Ranso-mers».

Por iniciativa de nuestro P. Provincialle propuse (al P. Filmer) la idea de unaperegrinación a Compostela el ario próxi-mo, que es Ario Santo y el simpáticoMr. Filmer me ha contestado con unaspalabras que en un inglés suponen com-promiso formal : If this pilgrimage goeswell, we shall hope to have another ouein 1937 for St. James of Compostella.

FR. M. O.

Procedente de Roma, desde el 9 de los co-rrientes tenemos el honor y el gusto de tenerentre nosotros, aunque de paso, al M. R. Pa-dre Procurador General de la Orden ante laSanta Sede, P. Miguel López. Todos los reli-giosos que de antiguo le conocemos sentimosgran satisfacción en volver a verle. LA MER-CED de modo especial, se congratula, porquefué fundada en su Provincialato, 1918 al 1921y desde el año 1921 al 1925 en que fué elegi-do Procurador General, tuvo en él su másasiduo y abnegado colaborador, así en prosacomo en verso.

BUENA DICHA

Cultos.—Hemos celebrado la novena deNuestro Santo Padre con solemnidad y buenaconcurrencia, sobre todo los tres últimos díasen que predicó el M. R. P. Provincial. El diade la fiesta tuvimos misa de comunión, quefué la cantada, muy concurrida.

Por la tarde se les impuso el escapulario dela V. O. T. a algunos fieles y profesó doñaCecilia Marichalar, viuda de Ardanaz, presi-denta de nuestra Catequesis.

El dia 26 también profesó don Jacinto Sa-ludes de Rosell. A todos nuestra enhora-buena.

—El triduo de San Blas, predicado por elR. P. Director, muy solemne. El dia de lafiesta muy animado el reparto de las tradi-cionales rosquillas benditas.

—Concluidos los estudios en esta Provinciay ordenado Presbítero, tuvimos el gusto dehospedar unos dias al R. P. Ignacio RoblesQuiñones, a su paso para Chile, su Patria, dedonde esperamos que nos favorecerá men-sualmente con crónicas del país en que losMercedarios tenemos tantos recuerdos histó-ricos e intereses.

El último dia del año 35 tuvimos una Co-munión de los niños más aventajados delCatecismo. Trescientos comulgaron y toma-ron después el desayuno que le sirvieron lasabnegadas Catequistas.

Por la tarde una solemne «Hora Santa» yal terminar, la tradicional suerte de los san-tos a todos los asistentes.

Los primeros días del año nuevo la bullan-guera feria de vales a todo el Catecismo. Milniños desfilaron por la feria haciendo com-pras, y no es raro el caso de ser acompaña-dos por su mama para comprar tela a cambiodel juguete que el niño deseaba...

—Nota hermosa ha sido la dada por la Aso-ciación de Caridad, que después de una vela-da representando «iCatapliim!», de M. Seca,para sus fines, repartió en ropas a los pobrescerca de mil pesetas.

—También se están ultimando los ensayospara la inauguración de la Adoración Nocturna y hay gran animación entre los hom-bres. Esperamos recibir la bandera que estä,encargada para fijar esa fecha tan deseada.

SARRIA

Culto.—Se celebró con el mayor esplendorel octavario al Niño Jesús, predicando algu-nos días el P. Manuel Penedo.

Extraordinaria resultó la Vigilia que laAdoración Nocturna celebró la noche últimadel año. El número de la concurrencia fuégrande a pesar del ciclón que se desencadenóy del fervor de los concurrentes puede hablarel hecho de que casi todos comulgaron. Emo-cionante resultó el «Te Deum», cantado porlos adoradores y por nuestros postulantes, asícomo la misa que luego se cantó con todasolemnidad. Mil plácemes al P. Severino,alma y guia de la Adoración.

Después de unos dias de intensa prepara-

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ción, y en los que las señoritas catequistasdieron muestras de incansables, en la tareade atraer a Cristo las almas de los niños, secelebró la fiesta de la Catequesis el *día 5 deenero, con una abundante comunión de niñasy regular número de niños. Acto seguido seles obsequió con un desayuno suculento; a latarde hubo la consagración al Corazón deJesús, hablándoles un Padre de esta Comu-nidad.

El dia 17 de enero, para conmemorar laconfirmación de la Orden, tuvimos misa can-tada y «Te Deum».

Del postulantado.—Según augurábamosel mes pasado, las vacaciones de Navidad pa-saron entre nosotros alegrisimas, derrochan-dose un verdadero caudal de sano regocijopor nuestros postulantes. Pusieron en escenamas de catorce comedias, escogidas entre losmejores autores, y justo es reconocerlo quelo hicieron bien en sus respectivos papeles.

Los Reyes Magos pasaron este ario por elpostulantado, dejando sus presentes y rega-los a los que, prevenidos, habían apostadosus zapatos en espera de la visita.

El dia 13 de enero festejaron la fiesta ono-mástica de su Maestro el P. Gumersindo Pla-cer, con misa cantada a la mañana y unavelada literario-musical que agradó sobre-manera a cuantos la presenciaron.

Según promesa que nos merece todo crédi-to, pronto contará este centro de estudioscon un moderno y nuevo aparato de proyec-ciones, de que tanto se necesitaba.

Traslados.—Hemos sentido la pena de des-pedir al laborioso P. Manuel Penedo, que eldia 10 de enero marchó trasladado a nuestrocolegio de Lequeitio.

En la misma fecha salió también para elReformatorio de Uba, y con aquella conven-tualidad, el hermano lego Fr. Adolfo Cid.

Los dos recibieron muestras inequivocasdel afecto que dentro y fuera de casa se lesprofesaba.

FERROL

Bodas de Plata.—El sábado 28 del pasadomes de diciembre se dió comienzo a las fies-tas conmemorativas de los veinticinco ariosde la fundación del Colegio Tirso de Molinaen esta ciudad de Ferrol. Para presidir las

fiestas concurrieron a nuestra residencia: elExcmo. Sr. Obispo de Mondoñedo, D. Benja-n'in Castro de Arriba, el M. R. P. ProvincialFr. Alberto Barros y ex Rector del Colegioel R. P. Daniel Vázquez.

Las fiestas culminaron el mismo sábado 28.Por la mañana, a las ocho, cantó en nuestraiglesia una Misa de acción de gracias nuestroM. R. P. Provincial. A las tres de la tarde se

. efectuó una solemne velada literario-musicaly en ella se desarrolló el programa siguiente:

1. El por qué de la fiesta, por el ingenieroD. Arturo Aulet, ex alumno del Colegio.

2. Tres canciones .populares montañesas,por el coro de la sección de alumnos delColegio.

3. Palabras de adhesión al homenaje, porD. José M. Bermúdez, Arcipreste, en nom-bre del Clero del Ferro].

4. Villancico Popular, por alumnos delColegio.

5. Breve charla artística sobre Tirso deMolina, por el ex alumno profesor de la Uni-versidad de Santiago, D. Santiago Montero.

6. Romance Antiguo, cantado al pianopor D. Jesús Suevos, ex alumno del Colegioy abogado.

7. La Praviana, por el coro de alumnas.8. Las Ordenes Militares. (Evocación líri-

ca por el ex alumno, licenciado en Filosofíay Letras, D. Gonzalo Torrente).

9. Recitación de una poesía de RubénDarío, por el alumno D. Alfonso de Vierna.

10. Charla anecdótica por D. Felipe deVierna, ex alumno del Colegio y teniente delArma de Artillería.

11. Cuartillas del M. R. P. ProvincialFray Alberto Barros, antiguo y primer Rec-tor que fue del Colegio.

12. Palabras finales del Prelado.El discurso del Sr. Obispo, fue magnifico;

su palabra cálida y llena de unción arrancóvarias veces los aplausos de toda la concu-rrencia.•

Por exigencia de los presentes fue obliga-do a hablar el actual Rector del ColegioR. P. Miguel Escánez, quien improvisó undiscurso y narró en él anécdotas emocionan-tes de años pasados. Todos los números fue-ron muy aplaudidos, pero sobresalieron, prin-

cipalmente , los que correspondían a losSres. Sueros, Torrente y De Vierna, respec-tivamente , los que hicieron un verdaderoderroche de su arte y de su cultura.

Fueron invitados a palcos especiales lasautoridades civiles y militares, los represen-tantes del clero regular y secular, las auto-ridades de los centros docentes, representan-tes del comercio y de la banca, etc., etc.

La velada resultó brillantísima y se efectuóen el teatro Renacimiento.

Media hora después de terminar la velada,en el espacioso y magnifico templo de SanJulián, se cantó un solemne «Te Deum»,asistiendo el Excmo. Sr. Obispo de gran pon-

Luego después, el pueblo, que llenaba laiglesia completamente, cantó la Salve ypfisose fin a la solemnidad con el Himr o dela Orden.

Al siguiente día, domingo 29, el Excelen-tísimo Sr. Obispo celebró Misa de comuniónen el Templo de San Julián, estando rebo-sante de público. Allí el Prelado distribuyóla Sagrada Comunión a mucho más de dosmil personas, entre las que se contaban losex alumnos, alumnos y sus familias, entida-des religiosas de la Merced, etc.

A la una y media de este mismo día tuvolugar en los amplios y alegres salones delColegio un banquete, cuya nota sobresalientefue el buen humor y las reiteradas manifes-taciones de cariño de los ex alumnos hacia elColegio y los Padres que fueron sus profeso-res. Presidieron esta manifestación el Ilus-trísimo Prelado, el M. R. P. Provincial, elR. P. Rector y el Sr. Presidente de los exalumnos, D. Pablo Suanzes, el cual hizo alos postres un pequeño discurso, que fue con-testado por el Sr. Obispo. Además, se dió porfundada solemnemente la Asociación de exalumnos del Colegio, con carácter de AcciónCatólica.

En días sucesivos hubo después fiestas paralos alumnos del Colegio y para otras institu-ciones benéficas de la Merced, todas bajo lapresidencia del ilustre Prelado.

Novena y fiesta de Nuestro Santo Pa-dre.—Con la solemnidad acostumbrada secelebró la novena de nuestro santo PadreSan Pedro Nolasco. Durante ella predicó el

R. P. Rector Fr. Miguel Escánez. El dia de lafiesta patronal hubo Misa cantada del Santo,y por la tarde el R. P. Ignacio Robles Qui-ñones, pronunció el sermón.

Durante toda la novena asistió una nume-rosa concurrencia que llenaba completamen-te nuestro templo.

JUNQUERA DE AMBÍA

Se ha celebrado con la solemnidad acos-tumbrada la novena de la Purísima , predi-cando el último dia el P. Carlos Silva.

—Los dias 26 de diciembre y 6 de enerocelebró el Catecismo sendas veladas para re-caudar fondos. También comenzó con el mis-mo objeto la rifa semanal. Los resultados sonsatisfactorios.

—Novena a nuestro Santo Padre, con pa-negírico el último dia por nuestro P. Comen-dador.

—El 23, su onomástica. Le felicitaron ade-más dede la Comunidad, como es tradicional ennuestra Orden, en ésta y otras solemnidadesdel año, las autoridades locales, una comi-sión del Catecismo, otra de la Adoración Noc-turna y otras.

Del Instituto de las Hermanas Merceda,-rias de la Caridad

GRANADA

Está gravemente enferma nuestra Reve-rendísima Madre la General del Instituto.

ZUMÁRRAGA

Siguiendo la costumbre de arios anterioresel último dia del ario tuvimos «Hora Santa»,de once a doce de la noche.

A la primera campanada de las doce, elseñor Capellán entonó el «Te Deum», queprosiguió cantando la Comunidad, en acciónde gracias por tantos beneficios recibidos du-rante el ario. Dimos comienzo al nuevo ariopostradas también ante Jesús Sacramentado.A las dos de la madrugada recibíamos labendición del Santísimo.

—El último dia del año celebramos tam-bién la tradicional fiesta de nuestra Orden,

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llamada la suerte de los Santos protectoresdel año.

—El 2 de enero, con motivo de la profesióny tomas de hábito, hubo Misa cantada a lasdiez de la mañana.

Celebró la santa Misa el dignisimo párrocode Andoain D. Joaquín Bermejo. Al términodel Santo Sacrificio se dió comienzo a la ce-remonia según el ritual de la profesión y acontinuación fueron revestidas con el santohábito de la Merced las cuatro nuevas novi-cias. Como Delegado del Ilmo. Sr. Obispopresidió en este sencillo, pero emocionanteacto, el conocido Sacerdote durangues, Di-rector honorario de la «Schola Cantorum» deCastro Urdiales, D. Marceliano Olabarrieta,donde dejó imperecedero recuerdo.

Al final dirigió una sentida plática alusivaal acto.

A pesar de ser tan frecuentes estas funcio-nes religiosas, los fieles acuden presurosos apresenciar cada vez que se efectúan con másentusiasmo y afecto.

ESTIBALIZ (Alava)

Sanatorio Infantil.—El dia de la Inmacu-lada tuvo lugar en este Sanatorio el actoconmovedor de la Primera Comunión de diezniños y niñas de las acogidas en esta santacasa. Por ser insuficiente la capilla de la Co-munidad, tuvo que celebrarse la ceremonia(previo el permiso del Sr. Obispo) en el salónEscuela, donde se improvisó un artístico altarcon la imagen de Nuestra Santísima Madrede las Mercedes, muy bien iluminada y ador-nada con multitud de flores blancas. Ofició elseñor Capellán de la casa Rvdo. P. DomingoLerena, quien pronunció una hermosa ysentida plática que conmovió a los circuns-tantes. La Misa y Motetes los cantó la capillade la casa. Asistieron la Junta en pleno dedicho Sanatorio, mucho público y las familiasde los niños, que los acompañaron a la Sa-grada Mesa.

El dia de los Santos Reyes fue de granregocijo para los niños de este Sanatorio. Alas once de la mañana se vieron agradable-mente sorprendidos por la cabalgata de losReyes Magos, de Vitoria, que con sus pajes ygran acompañamiento vinieron repletos de

juguetes a obsequiar y llenar de alegria aestos simpáticos niños, los cuales les recibie-ron con grandes aclamaciones de júbilo yentusiasmo.

A continuación, en el salón donde teníaninstalado un precioso Nacimiento, fue el re-parto de juguetes, y no hay para qué decirque llenaron de entusiasmo a la turba in-fantil.

Los señores de la Junta ayudaron a hacerlos honores de la casa a la Comunidad, puesacudió un gentío enorme de Vitoria y pue-blos limítrofes. Por la tarde, el Orfeón de Vi-toria dió un brillante concierto a estos niñosque tan obsequiados se ven.

En estos días, los Exemos. y Rvdmos. Ar-zobispo de Burgos y Obispo de Vitoria, visi-taron detenidamente este Sanatorio; salieronmuy complacidos de la labor que se realiza a.favor de los niños pobres y enfermos. Conéstos estuvieron muy deferentes y afables, yfueron despedidos con fuertes vivas y acla-maciones de los pequeños.

LAGUARDIA (Alava)

En el Hospital de San Raimundo, de estavilla, solícitamente atendido por las humil-des hijas de San Pedro Nolasco, se ha cele-brado con gran esplendor y brillantez loscultos de su Santo Padre, Novena y festi-vidad.

El coro de señoritas, dirigido por el emi-nente Organista y Director de la Banda Mu-nicipal D. Luis Dueñas, cantó preciosos mo-tetes.

El dia 31, previa Comunión general de losenfermos de la casa, a las diez de la mañanase celebró la Misa solemne, interpretando losSacerdotes de la localidad la Misa «Te DeumLaudamus», de Perossi. El panegírico delSanto estuvo a cargo del culto y elocuenteorador sagrador D. Severino Maruri.

Coincidiendo con esta gran fiesta celebrótambién la Comunidad la muy grata paralas Religiosas, de conmemorar en este dia elXXV aniversario de la profesión religiosa dela Superiora Madre Margarita Uribesalgo, aquien de veras felicitamos, haciendo votospara que Dios, le conserve una vida entera-

mente dedicada al servicio de los meneste-rosos.

Laguardia y febrero de 1936.

INSTITUTO SOCIAL OBRERO(Madrid)

Como sesión de clausura del curso octubre-diciembre de 1935, se celebró en nuestraCasa un modesto banquete de despedida, alque asistieron todos los obreros directivos delFrente Nacional del Trabajo.

A los postres hablaron alumnos y ex alum-nos del Instituto, enalteciendo la obra socialque viene desarrollando esta institución, en-caminada a la formación de jefes y propa-gandistas católicos obreros. Al final, los asis-tentes saludaron a nuestras Hermanas deesta fundación, que tanto bien están hacien-do en favor del Instituto Social Obrero, con-tribuyendo con sus oraciones y sacrificios ala causa de la redención del proletariado es-pañol.

—Del dia 3 al 10 de enero, se celebró eneste Instituto una Semana de Estudios Socia-les para los jefes del sindicalismo cristiano,con el fin de renovar en ellos el espíritu so-brenatural y trazar normas para la actuaciónsindical en el porvenir.

Que el ario 1936 sea un ario de bendicionescelestiales para la Acción Social Católica enEspaña.

VALDELATAS (Sanatorio)

Desde la implantación de la República es-tamos sin capilla y hasta hace unos meses sinmisa los domingos, a pesar de haberlo pedido.coft buen número de firmas. Al principio asis-tían 17 enfermos, actualmente ya son 40. Ycon tan pocas facilidades y con tan escasa li-bertad de apostolado, son muchas y notableslas conversiones de hombres, que llevabanveintiséis, dieciséis, doce y Seis arios sin con-fesarse, y lo que peor es, algunos con verda-dera aversión a la Iglesia.

Un socialista, que desde su primera comu-nión, a los siete años, no habla ni entrado enla iglesia, agravado repentinamente en suenfermedad, por indicación de una de lasHermanas, pidió al P. Capellán, porque nohabía tiempo que perder, recibió los últimos

sacramentos, que quena se le dejase solo,pidiendo se le rezase el Credo y otras oracio-nes, y conforme con la voluntad de Dios pre-feria la muerte a la vida por estar entoncespreparado, no teniendo otra pena que el dañohecho a la Religión.

Las Hermanas experimentan verdaderosmilagros con la novenita de las Tres Avema-rías y la medalla de nuestra Santísima Ma-dre. Un rebelde, a toda indicación y ruego,al cuarto día de la novena por si mismo pidióconfesión, dió satisfacción a sus padres, pidióperdón a las Hermanas, exhortó a su herma-no a que fuese buen cristiano y cambiase deideas, y qué le diria a un compañero que sa-lió llorando de la habitación.

De los 27 que han muerto este año, sólocuatro rechazaron los Sacramentos.

TABLADA (Madrid)

Nuestras Hermanas Mercedarias del Sana-torio Lago, trabajan mucho por nuestra re-vista. Nos han mandado unas diez suscrip-ciones nuevas y dos anuncios. Muy agradeci-dos y que cunda el ejemplo.

HERMANAS MERCEDARIASDE LA CARIDAD.—HOSPI-TAL Y COLEGIO DE BAZA

(Granada)

En el pasado noviembre esta Comunidadpracticó los Ejercicios Espirituales, bajo ladirección del R. P. Teófilo Bailön, Vicario deeste convento de Padres Franciscanos.

—Se celebraron las fiestas de Navidad congran entusiasmo. La Misa del Gallo, a la queasistió numeroso público, la dijo el Coadjutorde la parroquia de San Juan Bautista donManuel Yeste Garcia, fue cantada por lasHermanas y niñas del Colegio. En la adora-ción del Niño se cantaron preciosos villanci-cos, y todos, hombres y mujeres, acudían con()Tan devoción a adorar al Divino Niño.

—En muy poco tiempo se han legitimadoen este Hospital siete matrimonios, se hanbautizado ocho niños, y gracias a la pro-tección de Nuestra Santísima Madre se haconseguido que personas que vivían escanda-losamente mueran detestando el pecado.

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PUENTE GENIL (Granada)

Mercedarias de la Caridad.—Labor delpasado ario de nuestro apostolado: 50 bautis-mos, algunos de ellos de niños de diez, cincoy seis arios. Legitimación de 12 matrimonios.Primeras comuniones: 11 de personas de diez,veinticinco, treinta, cuarenta y uno y cin-cuenta arios, que no se habian confesadonunca. Además cumplimiento pascual dequienes no lo venian haciendo hacia trece,veinticinco y treinta arios.

Estamos preparando a tres para que haganla primera comunión y para casarlos canóni-camente; tienen sesenta, treinta y seis yveintiséis años, respectivamente. —Sor C. M.

NECROLOGIAVida ejemplar y muerte envidiable ha sido

la de nuestra queridisima, M. Trinidad Izu-rriaga Arizcuren, Vicaria de esta Comuni-dad, que a los setenta y un años de edad ycincuenta de vida religiosa, murió en la pazde los justos, o mejor dicho, comenzó a vivirpara siempre, el día 24 de enero de 1936,dejando entre nosotras un vacio difícil dellenar y un perfume suavisimo de religiosasvirtudes.

Alma noble y delicada, todo candor y sen-cillez, de esas privilegiadas criaturas quellevan toda su vida la túnica del primer colorbautismal, pasó por el mundo esparciendoel buen olor de Cristo, irradiando un no séqué especial que atraía y cautivaba a cuan-tos la trataban. ¡Qué rasgos tan bellos podría-mos contar de su caridad! ¡Cuántos ejemplosy cuántos recuerdos!

Muchos años fué maestra de novicias ycomendadora. Soportó su penosa enfermedad,de la cual murió, sin que exhalara una quejani manifestara desagrado alguno, antes alcontrario, sufriendo con admirable pacienciay siempre conforme a la voluntad de Dios.

Hablando con la mayor naturalidad de sumuerte, cerró los ojos a esta vida, para abrir-los en el cielo, desde donde esperamos sigahaciendo bien a esta Comunidad.—/lierceda-rias de Alarcón.

—En su casa de Orense ha fallecido el 12

de enero, con la muerte del justo, la distin-guida señora doña Concepción Colemán, ma-dre de nuestro buen amigo D. Luis PérezColemán.

—El 15 de enero de este ario murió la seño-ra D. Isidora González en Pedrouzos (Cas-tro Caldelas, Orense). Una vida piadosa, acri-solada con dolorosisima enfermedad, fuécoronada con una muerte santa. A su fami-lia, y especialmente a nuestro buen hermanode hábito el R. Fr. Gonzalo, nuestro senti-do pésame y nuestras oraciones por su ma-dre.

—En Badajoz falleció nuestra antigua sus-criptora D. a Fausta Suárez Vivas.

De AdministraciónGiros recibidos durante el mes de enero de

1936 para abonar la suscripción a la revista:P. Escudeiro (Ponce), 30 pesetas; Merceda-

rias de Ibarra, 5; viuda de Quiralt (Vitoria),5; Mercedarias de Villacarrillo, 5; Merceda-rias de Barcelona, 5; señora viuda de Rodrí-guez, de suscripción de Herencia, 40; Merce-darlas de Tablada, de suscripción, 9; Merce-darias de Estepona, 15; viuda de Manrique(Madrid), 5; Mercedarias de Enguera (hospi-tal), 5; J. Olivares (Ceánuri), 5; Mercedariasde Alcalá La Real, 5; A Velón (Santiago), 5;F. Fernández (P. S. Juan), 10; C. Vázquez(Bóveda), 5; Mercedarias de Canjäyar, 5;A. Dancausa (Madrid), 5; J. Parra (Urcal), 5;Mercedarias de Baia, 5; D. Soubriel (Baza),5; Mercedarias de Eibar, 5; Mercedarias deRamales, 5; Mercedarias de Luque, 5; C. Per-dones (Valladolid), 5; Mercedarias de La Ram-bla, 5; Mercedarias de Montefrío, 5; Merceda-rias de Sädaba, 5; Mercedarias de Marquina;5; S. Echévarri (Ibárruri), 5; F. Arrien (Guer-nica), 5; M. Peña (Alhama), 5; M. Peña Martí-nez (Alhama), 5; Mercedarias de Alhama, 5;R. Palmero, de 15 suscripciones de Herencia,75; R. Gato (Barreda), 5; Mercedarias de Lu-cena, 5; viuda de La Riva (Padrón), 5; Mgr-cedarias de Illescas, 25; Mercedarias de Ca-rrión, 5; Mercedarias de Valdelatas, 5; Mer-cedarias de Rute, 15; E. Andreini lE_4a Guar-dia), 10; J. M. Aguirre (Bilbao), 5; F. Carba-jal (Puente Genil), 5; Mercedarias de PuenteGenil, 5; Mercedarias de La Guardia (Alava),5; Mercedarias de Córdoba, 10; Mercedariasde Dos Torres, 10; Mercedarias de Monti-lla, 5.

CON LAS DEBIDAS LICENCIAS

EDITORIAL CATÓLICA TOLEDANA, JUAN LABRADOR, 6, TELÉFONO 211

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