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revista católica

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entre muros y brechas

Martín ValverdeÁ m e n s e

CARTA DeL mes Mi hija quiere ayudar a su amiga pero su familia

no lo permite

LA EDUCACIÓN EN MÉXICO:

2 La Familia Cristiana - FEBRERO 2011

contenido

PROPIETARIO E IMPRESOR:Ediciones Paulinas, S.A. de C.V.

DIRECTOR RESPONSABLE:LCC. Gregorio Hidalgo Chávez, S.S.P.

EDICIÓN:Alberto Hernández Ruiz

REDACCIÓN Y CORRECCIÓN:Nancy Herrera Balderas

PUBLICIDAD:Cl. Jesús Gómez

DISEÑO GRÁFICO:DCG María del Carmen Gómez NoguezDCV Mariana Olvera GonzálezDG Alejandro García Gómez

PORTADA:© [2006] Jupiter Images Corporation

FOTOGRAFÍA:Carlos Saliá / Jesús Rosario FuentesArchivo Digital-Jupiter Images / Notimex

PAGOS Y SUSCRIPCIONES:Ediciones Paulinas, S.A. de C.V.Apdo. Postal: COM-066 / 04460 México, D.F.Tel.: (01.55) 56 46 10 52, 56 46 10 5356.46.10.56 Fax: (01.55) [email protected]

CARTAS A LA REDACCIÓN:Calz. Taxqueña, 1792 - Apdo. Postal COM-042Col. Paseos de Taxqueña, Deleg. Coyoacán, 04250, México, D.F.Tel. /Fax: 55.82.09.25E-mail: [email protected]

DE VENTAEn todas las Librerías San Pablo de la República Mexicana y en nuestros centros de difusión:Librería San PabloMotolinía No. 36, CentroTel. (01.55) 55.12.14.51México, D.F.


COLABORADORES:José Félix López / Érika Castellanos / Julio C. Hernández Rueda / Édgar Meléndez/ Yumín Montfort K. / Heli López / Arturo Suárez / Salomón Domínguez / Eugenio Pablo Leyva / Juan Carlos Espinoza González / Verónica Maldonado / Aldonza Jimena Aldama / Enrique González Cano / Karina Aguirre. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores.

Aparece el primer día de cada mes. Autorizada como correspondencia de Segunda Clase en la Administración de Correos número 1 de México, D.F. el 8 de JULIO de 1954. Registro D.G.C. PQ09-0002 Sepomex pp 09-0115 Características 228641212. Derechos Reservados © por Ediciones Paulinas, S.A. de C.V. Calz. Taxqueña, 1792 Col. Paseos de Taxqueña, Deleg. Coyoacán, 04250, México, D.F. Certificados otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Licitud de Título No. 1121 CERTIFICADO DE LICITUD DE CONTENIDO con Exp. 1/432“81”/2317. Dirección General de Derechos de Autor No. de Reserva 04-1999-072009520800-101. Impresión: Talleres Gráficos de Ediciones Paulinas, S.A. de C.V., Taxqueña, 1792, México, D. F., Distribución y Venta: Taxqueña 1792, Librerías San Pablo y distribuidores locales. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores.

NUESTRA PORTADA:LA EDUCACIÓN EN MÉXICO: ENTRE MUROS Y BRECHASBrechas 2010 es el segundo reporte sobre el estado de la educación en México presentado por la organización México Primero. Señala que la escuela no está condenada a ser el reflejo del entorno nacional, sino que ha de ser el proyecto de su transformación.

Año 59 - No. 2 - FEBRERO 2011ISSN 1405-6445 $15.00

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revista católica


entre muros y brechas

Martín ValverdeÁmense

CARTA DEL MESMi hija quiere ayudar a su amiga pero su familia

no lo permite

LA EDUCACIÓN EN MÉXICO:

entReViStAEl padre Cipriano Sánchez García, encargado de la Pastoral para la Fami-lia en la Arquidiócesis de México, comparte con nosotros las funciones y actividades de su ministerio, las cuales cobran gran importancia frente a los problemas de la familia en la sociedad contemporánea. Pág. 8

SUGeRenciAS PARA eL dÍA deL AMoR Y LA AMiStAd Es cierto, regalar objetos demuestra el afecto y refuerza nuestro compro-miso con quienes amamos, pero es mucho más importante obsequiarles nuestro corazón dándoles tiempo, comprensión, ternura y perdón. Pág. 12

FAMiLiA Y deRecHo cAnÓnicoEste nuevo espacio inicia una serie de reflexiones sobre el matrimonio y la familia a la luz del Código de Derecho Canónico. Como familia se nos invita a conocer las normas de la Iglesia, para esforzarnos en vivir de acuerdo con ellas. Pág. 16

EDITORIALLos tres amores 1

CARTA DEL MESMi hija quiere ayudar a su amiga, su familia no lo permite 3

ECO DE LA CARTA DEL MES Ayudar a otros, un gesto humanitario que requiere estar bien informado 6

ENTREVISTAPastoral Familiar: confortar a las familias 8

UN MENSAJE DE JUAN PABLO II A LAS FAMILIASEducación sexual, educación para el amor 10

ORAR EN FAMILIASugerencias para el día del amor y la amistad 12

FAMILIA Y DERECHO CANÓNICOEl apoyo de las leyes de la Iglesia para el matrimonio y la familia 16

CULTURA JUVENILDerecho a la igualdad 19

NOTICAS Y FAMILIA¿Lobos con piel de oveja? 21

ÉCHALE UNA MIRADITA 23

SANTUARIOS DE LA FETemplo Expiatorio Nacional San Felipe de Jesús, ciudad de México 25

HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE“Nomen est omen”: el nombre es destino 28

CINE EN CASAA prueba de fuego, o el reto del amor 32

MÚSICA PARA EL ALMAÁmense… 36

BUENA LECTURA, MEJOR VIDALa educación en México: entre muros y brechas 38

TERRAZA DE LETRASGranos de mostaza 41

HOGAREl berro: sabor fuerte pero saludable 44

ESPIRITUALIDAD PAULINALas Hijas de San Pablo y su misión en el mundo 46

INTENCIONES DE MISA 48

La Familia Cristiana - FEBRERO 2011 3

CARTA DEL MES

Estimado padre:

Disculpe la molestia, pero es para pedir un consejo, ya que la amiga de mi hija, ambas

adolescentes, tiene unos problemas familiares y como ellas han sido amigas desde hace algunos años, toda mi familia le tiene cariño y la verdad no sabemos cómo ayudarla.

Ella es la hija mayor de un matrimonio con serios problemas; se dan faltas de respeto entre el papá y la mamá, los hijos saben de sus infide-lidades y a ellos los agreden verbal y físicamen-te. Los chicos acudieron al DIF para denunciar el maltrato y aunque los vecinos dieron testimonio, el DIF no intervino.

La chica tiene un noviecito que a sus padres les agrada; de hecho, al principio era bueno pero después de un tiempo empezó a celarla. Ahora le prohíbe tener amigos, vestirse como a ella le gusta y hasta la ha golpeado. En tanto, la mamá de ella la amenaza con sacarla de la escuela si no se casa rápido con el muchacho. La chica no sabe qué hacer, pues su mamá ha hablado incluso a los parientes para que nadie la ayude y, como ya la conocen, mejor no se meten.

Un día mi hijo fue testigo del maltrato del novio. Estaban las dos amigas haciendo tarea cuando llegó ese joven y la empezó a insultar.

Como ella permanecía callada, por vergüenza con sus amigas, el novio se molestó y empezó a golpearla y a aporrearla contra la pared. La chi-ca lloraba y el papá, aunque oía todo en la sala de al lado, no la defendió; por el contrario, cuan-do las amigas de ella quisieron sacarla de ahí, el papá la regañó diciéndole que ella es la culpable de que le peguen, pues no quiere salir a pasear con él; ella no quiere ir porque tiene tarea y tam-bién por miedo, pues un día se accidentaron en la moto de él, que iba tomado.

Mi hija me pide que ayudemos a su ami-ga pero no es fácil, pues la chica misma nos ha dicho que quiere mucho a su novio y que le da pena dejarlo. Hemos querido llevarla con un psi-cólogo para que la aconseje pero no la dejan salir de casa si no es con ese joven. Lamentablemente aún no cumple la mayoría de edad para poder decidir por ella misma y no quiere problemas, más bien prefiere terminar sus estudios.

¿Será que usted me pueda aconsejar qué pue-do hacer para ayudar a la amiga de mi hija? Toda nuestra familia está en verdad preocupada y nos gustaría verla feliz. Mucho le agradeceré su consejo. Gracias.

Una familia deseosa de ayudar

Mi hija quiere ayudar a su amiga, su familia no lo permite


Estimada familia deseosa de ayudar:

Es laudable que quieran ayudar a una ami-ga en problemas. Les estamos agradecidos de que envíen su caso a ésta, su revista, buscando una orientación.

Vamos por partes. En cuanto a la chica afectada, es triste que, aunque no sea ma-yor de edad, no tenga la solidez de carácter suficiente para autodeterminarse y defen-derse. No estamos buscando culpables sino tratando de entender el problema para ha-llar alguna iluminación que ayude. Por ello hay que decir que, si esta chica no tiene la fuerza necesaria para actuar de manera conveniente y protegerse de los daños que le están haciendo, no es precisamente por-que sea menor o débil o tonta, sino que es un asunto de formación familiar. Son los papás quienes deben inculcar la fortaleza para actuar con dignidad y positivamente.

Por lo que se refiere a la familia de la chi-ca, si las cosas son como ustedes las descri-ben, hay mucho que lamentar. Las parejas no siempre tienen la preparación adecuada para hacer una vida juntos, como tampoco suelen tenerla para la paternidad responsa-ble. En este caso particular resulta penoso que los hijos se enteren de las infidelidades que los padres se reprochan como pareja. Tal parece que estuviéramos dentro de la pantalla de la televisión, actuando en una telenovela y no en la vida real con todos sus desafíos, problemas y soluciones reales.

Por otro lado, da pena constatar que una de las hijas es maltratada por un alevoso delante de los papás y éstos, en vez de in-tervenir y hacer valer el respeto, comple-tan de alguna forma el castigo. ¿Qué interés persiguen o qué le quieren decir a su hija? ¿Que no vale, que está sola, que realmente

no la aman? Y luego lloramos cuando uno de los hijos se va de casa o hasta se suicida. Cuando la familia no protege a sus hijos ni los educa en el amor y el respeto, los deja a la deriva y desprotegidos cometiendo con ellos una injusticia, que se traduce en una baja autoestima y poca energía para en-frentar la vida.

El novio, con su modo de actuar, mani-fiesta que tampoco a él lo educaron para enfrentar con dignidad y respeto la vida propia ni la ajena. Pudo suceder, en todo caso, que lo hayan educado adecuadamen-te, pero que él haya tomado un camino di-ferente al que le indicaron sus papás. Él es joven, no sé si también menor de edad, pero aun cuando le hubieran faltado las orienta-ciones paternas, hay una conciencia natu-ral y la luz de la razón que le dan indicios de que las cosas no se están haciendo bien.

Notemos cómo es importante que las co-sas se hagan bien y a su debido tiempo. La adolescencia es el tiempo de completar el crecimiento, jugar, estudiar, divertirse sa-namente… conocer con cautela la vida, pero no se está en grado todavía de asumir el compromiso matrimonial que conlleva se-rias responsabilidades que afectan a otros.


Veamos ahora el caso de la familia amis-tosa que quiere ayudar. Es bueno ofrecer una mano amiga y generosa. Pero el acep-tar la ayuda depende del afectado y, si éste no tiene la voluntad para salir de sus pro-blemas o dejarse ayudar, el intento de ayu-da se vuelve muy difícil. Hay que esperar de la chica en cuestión no precisamente su mayoría de edad, sino que aprenda a prote-gerse, defenderse y actuar con dignidad. La preocupación por esta amiga y lo que uste-des están haciendo por ella es muy bueno, pero ya advierten los límites de su preten-sión. Sería excelente que tuviera las posibi-lidades de una asesoría psicológica que la ayude y capacite para protegerse ella mis-ma; éste es uno de los desafíos más grandes en que sí se le puede ayudar.

Ante casos como el que describen, todos estamos comprometidos, como cristianos, a ofrecer ayuda y oración en favor de éstos

y de tantos jóvenes sin una familia sólida que los respalde para una vida digna, que sufren o hacen sufrir a otros y aún preten-den una justificación inexistente.

Padre Emmanuel (Paulinos de México)

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Ayudar a otros, un gesto humanitario

que requiere estar bien informados


ECO DE LA CARTA DEL MES

Estimada señora:

Agradecemos la confianza de compartirnos su preocupación por la amiga de su hija.

Comprendemos la intención de usted y de su familia de ayudar a dicha joven. Eso nos pare-ce muy loable. También intuimos que es difícil para la familia de usted ayudarla, puesto que nadie en la familia de la joven lo está haciendo. Como usted nos comenta en su carta, la ami-ga de su hija es muy celada, agredida física y verbalmente por su novio y no ha aceptado la propuesta que usted le hizo de separarse de él para evitar que éste continúe con sus agresio-nes. Asimismo, nos percatamos de que la fa-milia de usted la tiene en grande estima y por eso nos solicita consejo. No nos queda claro por qué la familia de ella no le permite salir si no es con el novio que bebe, la agrede y la maltrata. Nos llama la atención también que, como usted cuenta, a esta joven su mamá la ha amenazado con retirarla de la escuela si no se casa pron-to con él, amenazas que incluso ha extendido a sus parientes, impidiéndoles que la ayuden.

Compartimos la preocupación de usted y de su familia por esta muchacha pero tenemos la duda de qué es lo que ocurre entre ella y sus familiares como para que la presionen a ca-sarse pronto con un novio agresivo, celoso y que toma, y que sólo le permitan salir de casa acompañada de él. Igualmente, no tenemos idea de qué es lo que pretende la familia de ella al no dejar que sus parientes la ayuden; tampo-co sabemos en qué no quieren que se le apoye.

Por otro lado, nos gustaría saber si ella le ha externado a usted o a su hija de qué manera quiere que ustedes la ayuden. Asimismo, us-ted nos menciona que ella aún no es mayor de edad para tomar ciertas decisiones, pero no sa-bemos qué tan joven es, cuáles decisiones son esas que no puede tomar y por qué sus padres le exigen que se case pronto.

En estas circunstancias de tantas limitacio-nes y amenazas no sabemos cómo usted y su hija podrían auxiliarla, y a qué estarían dis-puestas. Nos quedamos por ahora reflexionan-do en qué harían usted y su familia si la familia de ella ejerciese alguna forma de amenaza con-tra ustedes, si es que por algún motivo llegara a enterarse de su participación en este asunto. O cómo le harían para evitarlo.

Por: José Félix lóPez s.


orientarla si ella quisiera y tuviera la amabili-dad de escribirnos directamente. Entendemos de antemano que eso depende de qué tanta confianza y comunicación haya entre ustedes y de lo dispuesta que ella esté para abrir sus dilemas con nosotros. De cualquier forma, re-cuerde que estamos prestos a orientarlas hasta donde nos sea posible.

Reciba usted nuestro reconocimiento por la humanidad y solidaridad que muestra al inten-tar hacer algo para beneficio de ella en estas difíciles circunstancias que está viviendo.

Nos quedamos en espera de su amable res-puesta, sabiendo que mientras tanto la sabidu-ría de usted podrá guiarla en este asunto.

Respetuosamente: José Félix López S.

Por nuestra parte, realmente estamos un poco desorientados porque la información que usted nos proporciona es muy escasa, y por eso no nos parece éticamente correcto atre-vernos a aconsejarla en un sentido o en otro. Ciertamente, intuimos que ella tiene una serie de dilemas que resolver en esta etapa y cir-cunstancias de su vida. Por desgracia, nosotros carecemos de la información que necesitamos para orientarla. Sin embargo, si ella sabe que usted y su hija están interesadas en ayudarla, pensamos que eso es en sí mismo un alivio para ella por la comprensión, empatía y apoyo mo-ral que implica su interés.

Suponemos que usted tal vez sí pueda con-versar con ella y preguntarle en qué manera concreta requiere de su apoyo. De esa forma, si usted gusta, nos podría volver a escribir y entonces proporcionarnos la información de la que carecemos y, al mismo tiempo, comen-tarnos las necesidades concretas que ella le exponga. Incluso sería más fácil para nosotros

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Los retos de la vocación sacerdotaL

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El autor es terapeuta de la Universidad de las Américas, campus Cd. de México. Comentarios y preguntas: [email protected]


La familia es la célula ancestral y fundamen-tal de la sociedad y la Iglesia católica. A lo

largo de la historia, ha sido la encargada de salvaguardar los valores, así como de cumplir la tarea que Jesucristo nos dejó —evangelizar a todos: persona, familia y sociedad. En esta oca-sión platicamos con el padre Cipriano Sánchez García, encargado de la Pastoral para la Familia en la Arquidiócesis de México, quien comparte con nosotros las funciones y actividades de su ministerio, las cuales cobran gran importancia frente a los problemas de la familia en la socie-dad contemporánea.

¿Qué es la Pastoral Familiar?

La Pastoral Familiar es un servicio que la Iglesia quiere dar del Evangelio hacia esta célula fundamental, cubriendo la necesidad que tiene la familia de ser acompañada por la Iglesia en su camino. La Iglesia siempre ha tenido esta preocupación por la familia y en este sentido no es nada nuevo. Desde el Concilio Vaticano II se han ido concretando una serie de trabajos, programas, inquietu-des, para que las familias encuentren en la Iglesia un punto de referencia a la hora

de vivir su propia vocación. Existe además un documento que nos guía y que repre-senta el marco de referencia para nuestro trabajo. La Pastoral Familiar es, entonces, el acompañamiento que la Iglesia hace a la familia para que pueda llegar a la plenitud de su vocación humana y cristiana.

¿Cuál es la misión de la Iglesia con respecto a la familia?

La misión de la Iglesia es la misma que Jesu-cristo nos dejó, que es anunciar el Evange-lio. Sobre todo, dos cosas muy importantes: la primera, que Dios está cerca de cada una de las familias, y la segunda, que el mal no es más fuerte que la bondad que Dios quiso poner en cada una de ellas. La misión de la Iglesia es fortalecer, confortar, ayudar a la familia. Es importante darnos cuenta de que la familia, como concepto general, no existe; lo que existen son cada una de las familias particulares, y la Iglesia, mediante la parroquia, el magisterio de los pastores y algunas iniciativas va ayudando a su forta-lecimiento y, por lo tanto, al encuentro con Dios nuestro Señor.

Pastoral Familiar:

confortar a las familias

Por: Arturo Suárez

EntrEvIsta


¿Cuáles son los objetivos de la Pastoral Familiar en la arquidiócesis de México?

Los objetivos son varios, pero el más impor-tante es ayudar a encontrar la plenitud de todos los miembros de la familia. Todo lo que sea ayudar a la familia a fortalecer su camino para que logre vencer las dificulta-des que la sociedad moderna le pone día con día, será parte de los grandes objetivos que tendremos.

¿Cuáles son los obstáculos que se encuentran al realizar esta labor?

Hay varios y se enlazan en círculos concén-tricos. Por ejemplo: un círculo es el tipo de cultura en que nos encontramos, fundada sobre todo en el individualismo; una cul-tura subjetivista y relativista donde no hay bien ni mal, donde las cosas son como las queramos ver y entender. En el individua-lismo cada uno busca su interés. Esto nos va llevando a una problemática grave den-tro de la familia.

¿Con qué armas cuenta la Iglesia para la defensa de la familia?

La Iglesia tiene como principal arma su pre-dicación, con la que trata de hacer concien-cia. Conjuntamente con esto hay iniciativas que van ayudando: programas concretos de trabajo; núcleos de vida cristiana que ayudan a las familias para que se reúnan entre ellas y sean capaces de enfrentar dificultades; movimientos laicales de fa-milia; servicios de tipo espiritual y social; cursos para matrimonios, incluso centros de terapia.

¿Cuál es el compromiso de la familia en su propia defensa?

El punto central es trabajar. Los padres de familia tienen que trabajar en asumir su responsabilidad. Lue-go un trabajo por la formación de la fami-lia en el sentido au-téntico, del cual tiene que nacer un compro-miso, primero en el hogar, después con la comunidad para ser promotor de los valo-res en los que se cree: responsabilidad, for-mación, compromiso asumido por parte de los laicos; la familia tendría un mayor sus-tento y fortalecimiento ante la cultura en la que nos encontramos.

¿Cuáles es su reflexión final?

Quien realmente va a ayudar a la familia es la familia. No podemos pensar simplemen-te que es tarea de la Iglesia. Hay que tomar cada quien su papel. Por otro lado, tenemos que formarnos para enfrentar los retos a los cuales la familia actual se ve sometida. No te-nemos que desanimarnos ante leyes permi-sivas y agresiones de todo tipo; vale la pena tener una familia evangelizada e integrada a la sociedad. Hay que buscar contactar a la parroquia o diócesis y saber qué iniciativas en pro de la familia existen para poderse in-tegrar y aprovecharlas positivamente.

Pastoral Familiar:

El autor es jefe de información del periódico El punto crítico y conductor de radio. [email protected]

P. ciprinao Sánchez G.

La familia ha de ser el ámbito donde los jóvenes sean educa-

dos en la virtud de la castidad. Ella ha de ser la primera escuela de vida para los hijos, preparándolos para la responsabilidad personal en todos sus aspectos, incluidos los que se refieren a los proble-mas de la sexualidad. La educa-ción para el amor, como don de sí mismo, es premisa indispensable para una educación sexual clara y delicada que los padres están llamados a realizar. (Homilía en la celebración de la Palabra con las fa-milias; Campos deportivos de Indus-trial Minera México, Chihuahua, 10 de mayo de 1990, núm. 7, par. 1).

Dios ha querido que el don de la vida surja en esa comunidad de amor que es el matrimonio y quiere que los hijos conozcan la naturale-

Educación sExual, educación para el amor


un mensaje de juan pabLo II a Las famILIas

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