leszek zawisza (1989) la casa venezolana y su historia

5/17/2018 LESZEK ZAWISZA (1989) La Casa Venezolana y Su Historia

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"-La casa venezolanay s u historia

(

k La'~asa como 7esid~n~i-;:rt;;,na ti '~e en- -e-ezuela los orfge.nes muy humildes. entro des"S'O'I'ares-marc1reos en el pra-nl:l'"'Cle aracas dePimentel que dividia Ia manzana en cuatro par-tes, las casas', secun el mismo gobernador,eran "de madera, palos hincados, cubiertas depaja":Tafera el aspeclo de c ualquier ciudad re--Citf r l lundada. Pero rnuy pronto aparecen losmuros de tapia, 10 que deducimos de una

\.___. 'relaci6n" del ano 1578) "De_d..9~_a.lre_S4iiQs_a. esta parte se han comenzado a labrar tres 0- cuatro-casas de piedra 0 ladrillo, cal y taper ia,can sus altos cubiertos de tejas".' Alrededorde 1600 se instalan los primeros hornos para laproduccion de malerial de alfareria. La piedraera escasa, Abundaba buena madera en losbosques cercanos, pero su usa lue enseguidareglamentado par el Cabildo permiti~ kl.ls.e50-lamente los cortes can sierra. Los. ,U r6]} enCaracas se hacian preferiblemertte de ~a, noa s T en las ciudades cost eras, donde el sueloera arenoso. Aqui predominaban los horcones(Maracaibo, Curnana) 0hasta ladri llo re/.- /1 I\ J


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Etruria y Horna. EI Norte del Africa y el Sur deEspana fueron herederos de tales tradiciones;la Andatucla a su vez no solamente rue la baseprincipal de la salida hacia las tierras de Amari-ca (Puerto de Cadiz), sino que tarnbien contri-buyo en la primera fase de la cotonizacion, canlos mas grandes contingentes humanos." -_

En Venezuela, a pesar de las diferencias eli-naticas entre la costa y la montaiia. se ha di-

_ rfundido la casa co;patio en t'OcJ'5'ellerritorio y 1 fue igualmente vigenle en Cojedes 0 Curnana,como en Merida y San Cristobal.

..._Duranle anos la manzana fue subdividfendo-se en porciones siempre mas estrechas, proce-so mas agudo en Caracas que en la provincia.Los conocidos eiernptos de las casas corianasevidencian mayor anchura de los rote = y : ; ; or;;-e-rsiguiente la conservaci6n de los corred. rgs en los cuat ro Jados del pat io, sit uaci een Caracas ya no existe en el siglo XVIII, salvoapenas uno 0 dos cases que se conocen. EI~

(~no es solamenfe un aspacioy un disposi(ivd"1ue eficientemente..i' .,enti la y relr esca la casa,

sino un elemento que determina el modo de vi-vir de la familia. fav~o-Ia prlvacidad,

"contrastante can el inquieto universo exterior.Las planlas.la fue-nle de agua, el silenCio a-losruidos que no pertenecen a la calle, son com-ponenles que resaltan esta privacidad.

En las casas coloniales de Cora, el cuerpoprincipal de la edificaci6n liene la Pla~"~iacuadrada de unos 30 metros de lado. E zaqua(corredor de entrada) est a situado en e j :e- elpatio 0 en uno de sus tados, orolonoanoose eneste ultimo caso en el portico lateral del patiomismo. EI patio puede tener los corredores decuatro tados, de dos a de uno 5610 (Casa de tasVentanas de Hierro). Otro p6rtico remata la ca-sa externamente hacia el corral de arras. Debi-

1 M r ~ ~U U I ~ l l ii l l r l J w m U IJ l l J l l I J 1 W l J [. 1

do altrazado de las calles de Cora, menos re- siei6n de la sala para comer ergular en su disposici6n qeornetr ica, algunas vi- te en Venezuela y correspondiaviendas no mantienen la estricta orlogonali- ralmente ocupaba el "triclinio"dad Las hay de dos p.so s, con el corredor de gua rornana, Segu ian los paarcadcrs-rambien en el nivel alto, como la Casa -con i3 cocir a, lavandero y otros-deJ;;SSenior a laGe los A:rcaya, ssta ultima de servicio, en contacto con eparticularmente notable par el balc.Q.n que este como ell otros casos, lacorre a 10 largo de las dos tachadas y p-orel her- algunos ani males de cr la, gallinmoso portal de pilastras almohadilladas. una vaca. Las columnas eran

En~Caracas, no obstante que dominaban los rebajados en las residenciaslotes estrechos, alqunas residencias seno- simplemente adinteladas, rriales ocupaban espacics de parecida exten- techo del corredor era forradosian como en Cora. La Casa de Felipe Llaguno ga, extend ida sobre los paresse extendia sabre la parcela de 31,50 m por 46, habia tambisn "panzudas" (uny la contigua de Juan de la Vega y Bertodano, tipicamente venezolana, deriva

- rri-edia 30 metros de trente y 67,40 de protundi- tactos can Curazao), 0 hastadad. Ambas fueron ilustres ejemplos de la mas iobutada (13 Casa de los Celisesplendorosa arquiteetura dornest ica venezo Las fa2hadas eran altas (Ialana-de la segunda rnitac del siglo XVIII. Caque guno supcruba seis metros) ypertenecia a Don Felipe de Llaguno era de es- esto fueron altos tambien el pquina y por 10 tanto de dos entradas; su patio y las ventanas. el!-~~i!!.!;~toera contornado de p6rticos par los cuatro la-, t~nte severo;\EnlJa portada"iedos. Fue la sede del Museo de Arte Colonial du-" do 10que pod ra exp esarext"errante diez anos, hasta su demolici6n en 1953. I tigio del duane de I~_g_, 'Pa

La casa contigua, convert ida en mitad del pocas veces=tue usada la piesiglo XIX en el Colegio Chavez, fue probable- siones elladrillo enfoscado amente el mas perfecto ejemplo de la residencia tancia de la port ada se acentucolonial en Venezuela. Dividia la fachada prin- lastras laterales y cornisas,cipal en dos partes desiguales, y conducia al unidos a decoraciones oarrocapatio aporticado de los tres lados. La distribu- rald.co s, copas a frontones.cion de los ambientes era clasica: a la derecha entrada fue polilobulado, masde la entrada la sala de gran t arnano, co.(l venta en Caracas, 0 de arquitrabe simnas a la calle, a su lado I~ alcoba principal can baiado (Core), pero las formasel contiguo oratorio. A la izquierda un salon tenian prefereneia.mas pequerior de despacho a biblioteca. De EI porton, abierto duranteambos lados delpatio, cetras de ,los corredo- zaouan que hacia su otro extrres, se extend ian cuartos de habi a ion y axiat- con entreporton, en el cual, pamente al fonda era situado el''Comedor, el arn- ventilaci6n, se dejaba la partebiente mas espacioso de t()d~ ta-easa, Esta co- dera calada, EI piso del zaqu18


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con una atenta colocacion de piedras, ladrillo 0nasta de huesitos de res.

La venlana seguia e! modelo andal U Z, con lareja (cast siempre de madera) colocada sobre elquilapolvoyJa repisa, 0 alfeizar. Ert Coro. estauffima Iorrnaba la rnens ula apoyada er el piso,o fue-manlenida como volando en otrcs luqa-'as. EI quitapolvo asurnla las formas de las mas

iadas, entre las cuales no faltaban las irrut a-~c"lones de cort inajes (Villa de Cura, Calabozo).La venlana colonial estaba desprovista devidrios; se cerraba con tapas de madera; en subase en el interior de la sala se instalaban si-rnetricarnente dos asientos fijos de ambos la-dos del vano.

Pocas casas coloniales venezolanas eran dedos pisos. En Caracas 10 era la Casa de losCondes de Tovar en la esquina de Carmelitas. yen su parte interna tambien la de Llaquno. EIauge de las casas de dos pisos fue producto dela Curnpai'Ua Guipuzcoana y por tal razon se ex-1"e~dio a las"'cilicfades portuarias de La Guair a.Puerto Cabello 0 Maracaibo, pero tarnbien lashabia en los centros menores, como en Coro,Guanare, San Carlos 0 Puerto Piritu. La casaguipulcoana ostentaba un baleen en la facha-da, cuyas barandillas eran cubiertas en su par-te baja con paneles de madera, Los balconeseran siempre techados a correspond ian a loscorredores en el nivel alto de los patios. En lascasas de alto que no derivaban de las tradi-clones vascas, en lugar del baleen coni inuo,cada abertura externa en el primer. piso tenia la

~forma de puerta, protegida con balaustre.Las casas coloniales pertenecian evidente-

I mente a las familias de distintos rango so-ciales, 10 que pudo reconocerse en la exten-sion de la fachada, 0 del nurnero de las vent.a-""IS: "dos ventanas de ordinario; t res en casas

Tde mas lujos; cuatro cuando su duei'io vive enholganza" escribia Alberto Urdaneta en 1883.5

Acerca del arreglo interno de las casas, rela-ta e: misrno Urdaneta: "La temperatura exigeelevados techos, y en Caracas en eso los hanlIevado hasta la exaqeracion: por eso mismolas grandes ventanas no necesitan cortinas, nialtornbras los bellos pisos que se hacen de ci-mentos 0 de azulejos.

Par 10general, grande es ellujo que hay en elsal6n de la casa y corredor, donde vive la fami-lia y donde naturalmente recibe las visitas. EIsal6n es la pieza mas util de las casas de Cara-cas, a diferencia de las de Bogota en donde laamplitud de las habitaciones hace de ordinarioque esta pieza sirva unicamente para recibir lasvisitas de eliqueta En el corredor del salon sefuma, se t orna el cafe, se lee; alii est an los-es-fMTesae libros, se platica durante el dia, yelsolon se pref iere por la noche. Llaman la aten-cion en este los grandes espeios, los retratosal 6leo, el rico mobiliario, las larnpar as de errs-tal, los dijes de sobremesa y todo cuanto hansabido acumular el buen gusto y la comodidad.

De los finales del siglo XIX tenemos lasdescripciones que nos brinda William EleroyCurtis." "Permitaseme hacer una descripcionde una casa en Caracas, -escribe- represen-tativa de las mejores, aun cuando esta ocupadaunicarnente por dos solterones que prefierenvivir en espaciosa independencia que en losestrecnos cuartos de un hotel. EI exterior, laalevacion frontal , como dicen los arquitectos,muestra un muro muerto de adobe de unosquince pies de altura, cubierto por un techoinclinado de t ejas rojas e interrumpido por unapesada puerta de roble y dos ventanas latera-les cubiertas de barrotes de hierro como losque protegen las prisiones. La gran puerta, que

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tiene diez pies de ancho y IIegabre raras vece.s, pero de ella mitado una puerta mas pequena.cientemente ~Jrande como parapo de un hombre. Se oprime utimbre electrico y un sirviente invuna puerla mas pequena, haciaancho, alto, ian amplio como euna Iglesia. Ai pasar de aqui secena de oncanto tropical; un patecho alguno mas que 81ctelo ede crecen y f!orecen en su naturtas que sobrepasan todo 10queen los [ardines botanicos de lastentrionales. La at rnosfera astaolor de las flares y el agua quehermosa,-\uente de bronce ofrecrenne. Alretledor de este patio,sobresal iente. hay un corredorde ancho, sabre el cual abren lalodos los apartamentos. No hvidrio en las 'Ien tanas, pero laasegurada per medio de romani llaest a pavirnertaoo con mosaicoazul y blanco, sobre los cuales sfombras persas para amortiguarpisadas. EI cuarto delantero quecalle tiene Ull0S treinta por vdentro y se usa como sala. EIsaico, cubierto por una gran acentro hay U;l3 hermosa mesaI ibros y adornos, y sobre ella,lecho, una masiva tarnpar a de "rincon, hay un piano de cola, dnas butacas, divanes turcos, cat es y otros artlculos de mueblcion, mientras que de las paredeturas y grabados hermosamente

"EI [echo cs peculiar y parece


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el centro. Si se observa de cerca, se cncont raraque esta cubierto de pesada lena, clavada a lacornlsa y cubierta de papel tapiz. Entre la lonay lasvigas que sostienen el techo hay un espa-cio abierto. Este tipo de techo es corriente, yelque mejor se adapt a a las peculiares condiciones del pals, mucho mejor que el enlistoria-do 0 el yeso que podrian caerse con un terre

; y hay un insecto que se come el madera-n, __, y pod ria destruir eJ techo de una cas a enuno 0 dos arios si no se pintaran las vigas Ire-cuenternente. EI techo de lona, por eso, searregla de modo que pueda ser retirado facilmente, y la madera que esconde, cubierta depintura a intervalos frecuentes, y por 10generalcada primavera u otorio. En algunas de las rne-[ores casas no hay techos en absoluto y las vigas y teias que forman el techo estan expues-tas pero pint adas de colores ornamentales"."En el corredor, jusiamente tuera de la sala,

hay una mesa grande, redonda, cubierta delibros y papeles, otra gran lam para colgante yvarias butacas que lucan como si hace pocohubieran est ado ocupadas, En el rinc6n hay unceib6 cargado con media docena de botellas,pipas, tabaco y cigarros. A ambos lados haygrandes cuartos con ventanas que dan at pat io.EI primero es una biblioteca, con estantes deI lbros y materiales de escritura. Los tres sl-guientes cuartos son dormitorios, cuyos pisosestan cubiertos, en primer I ugar, de libra de coco y, luego, de alfornbras. AI frente hay un sa-lon.de billar y un gi~sio provisto de toda cla-se de artefactos para ejercicios musculares ycuyas paredes estan decoradas con rev61veres,canas de pescar, aspadas de esgrima y masca-ras."AI otro taco del patio y frente a la sala e sta

el comedor, bellamente amueblado, y mas alia

un patio mas pequerio alrededor del cual estanra cocina, 81 lsvadero, los departamentos delservicio y un bano que merece atenci6n. Esgrande, de unos quince pies cuadrados y losbanos, piso y paredes est an cubiortos de rno-saicos azules y blancos. La bariera no es unacaja elevada, semejante a una urna, de maderay zinc, 0 una tina de porcelana como lasnuestras, sino una gran pileta, de diez pies delargo por cuatro pies de ancho, hundida eo elPISC_( a una profundidad de unos cuatro pies,can escalanes en ambos extremos, por loscuales el bafiista puede entrar en el agua, queIe Ilega hasta las axilas cuando la tina esta lle-na, proporcionandcle espacio suiiciente parauna zambullida. EI fonda y las paredes de la ti-na estan cubiertas con el rnisrno tipo de rno-saicos que cubren las paredes y el piso delcuarto, y sobre ella hay un aparato que derramaun bane de regadera como un pcqueno dilu-vio"."Esto es un ejemplo de las mejores casas de

Caracas, construidas de acuerdo a un plan si-milar y con el fin de proporcionar el mayor grado de frescura. E J sol penetra unicamente almediodia, y su calor s610 se siente en el patio,donde estan la iuente y las flores. CuandoIlueve, el agua cae en el patio y sale porlos de-sagOes que hay en base de la iuente"."No hay necesidad afguna de hoguera ni deotra calefacci6n artificial en ninguna estaci6n

del ano, Y la poca cantidad de combustible queentra a la casa es el carb6n que se utilizara enla cocina, que es un lugar curiosa. Este cuartoesta tarnbien enmosaicado, tanto en las pare-des como en el piso. No hay estufa ni hornillo,sino que en un n nc6n hay un arreglo parecido ala fragua de un herrero, con med ia docena deagujeros para las pltas, ollas, parrillas, bajo las22

cuales se prende fuego en cantidadcinero 10 requiera"."Una casa semejante cuesta

'$25.000 Ydura eternamente. La quefue eregida en 1822 y permanecemanos de la familia del propietariot a alquilada POI' sus dos ocupantespor $ 150 mensuales, sin muebles,del mantenimiento son aproximada. mismos que en los Estados Unidozuela se necesita mas sirvientes qanteriormenle mencionado 0 ene st an bien entrenados, pero susmuchos mas bajos. Par siete u ochmes se puede obtener un buen sirvieinero, mayordomo 0 valet, y las mmitad de es\o. Estos solterones tiyordomo,un cocrnero, un muchachode a la sala y los dormitorios y haceuna lavandera que viene tres 0 cuasemana, cuando la requieran, peropropia casa",EI timbre electrico, los pavimen

saico blanco y azul, las lam paraspiano de cola, buenos cuadros, elfumar 0 tomar tragos, el sal6n de bde ejercicios fisicos, una bibliotecabario cuya pileta esta hundida en etida de porcelana y equipada contodos estos detailes son adalantosXIX ha aportado al antiguo modelocolonial. Todavia faltan los vidriosnas (aunque su irnportancia en elracas es minima) y sorprende la soltiva del cieloraso de lona, pero ymorada, manteniendo la forma extedido su rusticidad, adecuandose ade la civilizacion moderna.Las disposiciones urbanas estab


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rante la epoca de Guzman Blanco, exigieron lareducci6n de las salientes repisas y enrejadosde las ventanas, porque estas invadian a laseslrechas aceras, d if icultando 8 1 paso peato-nal. Adernas las entradas de las casas cons-truidas en la segunda mit ad del sig 10 XIXfueron mas austeras que las anteriores porta-las coloniales. La subdivision de los antiguos

'-...-Iotes en porciones mas estrechas ha determi-nado que hasta las residencias de personas delelevado estatus social, tuvieron que limitar sus.frentes a las dimensiones modeslas.

La casa del genera l Echeverria, construidaen la epoca crespista y situada en la parroquiaCandelaria, de Manduca a Romualda, compen-sa este lnconveniente con su disposicion inter-na, a la cual contribuye el desnivel del terre no,que apenas superados los primeros 8 0 10metros, baja en lodo el resto de su extensionlongitudinal. El lindero oriental de la parcel acorresoonoe a la pared medianera, y la casa sedesarrolla del lado oeste y sur en dos niveles,duplicando asi la superficie de sus paredes ex-ternas.Una especlacular escalera desciende desde

el salon principal hasta el nivel del patio, borde-ada de balaustres barrocos terminados conporrones sobre pedestales. EI baleen cons-truidos sobre las viguelas de hierro y con lasbarandas del mismo material, corre a todo lar-go del primer piso, que es de uso senorial (losambientes abajo son mas bien auxiliares 0 deservicio), uniendo los cuartos alineados unotras otro, para girar a 90 grados frente al come-dot, tarnbien situado en el nivel alto y decoradocon paneles de madera, vidrios de color y pin-turas en paredes, que, junto con el salon deabajo de iguales dimensiones, cierra el patio

del lado sur.Todo est e recinto esta evidentemente dorni-

nado por la escalera que con su exagerada di-mension (4 metros de ancho en la parte alta y 8en la baja) es un coup de force criollo que re-cuerda (salvando las proporciones) la ilustreentrada ala biblioteca Laurenciana de Floren-cia.Entre las columnas que soslienen el cuerpo

de comedor est a dispuesta una ampl ia paredde madera con romanillas y partes superiorescalados. Salvo un ambiente cercano al zaquan,todos los cernas cuartos ventilan a travss depuertas unicarnente. Eslas son de madera, ~compuestas de cuatro hojas y adem as dividi-jdas horizontaimente en paneles, algunos abi-sagrados. En este modo pueden abrirse parcialmente y regular el paso de luz y aire. La de-coracion neobarroca, realizada igualmente demadera e i ncorporada enci ma de cada puertadel primer piso, junto con las romanillas ycielorasos de tablas, inscriben esta casa en elestilo crespista que encontramos en ciertosdetalles de Santa I nes y M iraflores, para loscuales ha trabajado, como aqui, el mismo ar-quitecto frances Henri Si monoEI frente de esta cas a fue retirado algunos

metros debido al ensanchs de la calle, pero re-construido en su forma original. Las ventanasya no son salientes fuera del plano de la facha-da y el alero ha sido reemplazado por un pretil,datras del cual se esconde el canal de desapuedel techo, ctsposltivo corriente en el siglo XIX.La casa Manduca a Romualda representa la

ultima fase de la evolucion de la residencia co-lonial; posteriormente a ella no existen sino lasinterpretaciones populares del principio delsiglo XX, de las' casas de clases sociales de24

modestos recursos en La PaSan Juan, La Candelaria, etc.,Centro de la ciudad cambiaciones. AI cabo de los anos qutigios de esre ultimo t ipo de via demoliciones.A un proceso parecido asisti

tales de la pr ovincra (Maracaiboquisimeto, Merida, etc.) don dciones urbanas son raptdas, mse conservan los modestos eQUos esquemas coloniales ennores 0 en 8ig On pueblo alejadocion inmobiliaria.EI otro tioo de la casa colon

hacien~1q~eell so-s:':depfmde~-tip'o-de--ptoduccion 0 de cultivsu parte pn ncipal evidencia lacion, cuya caracteristica princdor aporticado externo de fre_ __ I r e s ado~__ssfaClispci'S1"ci6n ntencia del patio interno. Alguncienda de e ste tipo se han choy en la parte norte del palsUn ilustre ejemplo en CaracasQuinta Ana uco. EI otro, conocnes y de las descripciones, eracienda Blandin, situada en el"a 4 millas de la ciudad" en ediente hoy 31 Count ry Club.EI coronel William Duane, q

1823, explica que su duenopeligro que representan los(tapia), luego de la experienciterremoto de 1812 ... resolviovienda cuyas paredes fuesensar de no haber tornado directadas, -escribe Duane- conjetu


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da de la casa debe sobrepasar los sesenla pies."En cada extreme habra un grato aposento

de unos velnte pies de frente y otros tanto defondo; entre ambos se extiende un corredorcan pilares de bambO, que 5051ienen -baJo'lasvigas maestras- la parle fmntera del techo,

ya altura no es inferior a veinte pies, forma-.-drte del techado de una sola pieza que cubretoda la casa, Esta ten la varias habitaciones demuy buen aspecto dentro de la veranda"?

Alrededor de la vivienda sumergida en unbosque de cafetos, habia molinos, pilones, si-tios de tlrnplar grano, talleres de artesania y unarroy6 "que tenia sus fuenles en la s llla", y queIIevado por medio de ingeniosos arttficios"impulsaba la rueda del molino". Frente a lafachada habia una amplia area pavimentada deladrillo para secar e: grano_ En su extrema, "enun taz6n jugeteaban peces de color de plata yoro; y el agua sobrante se derramaba a travesde varios canes preparados a tal etectos",

Duane describe la exquisita hospital idad deldueno de la casa y un eoncierto de rnusica deMozart con arpa y violines. Pocos aries des-pues el c6nsul Williamson encuentra la misrnacasa "espaciosa, bien ventilada, grande, con-veniente y bellamente situada, con un intermi-nable arroyo de deliciosa agua de montana".Describe un "esptencido dep6sito de agua deforma ovalada, de mas de 150 yardas de circun-ferencia, una bella extension de agua pura,transparente y sana". Luego explica el tipo deconstrucci6n, completando las anteriores opi-niones de Duane: "La casa est a hecha de arrna-zones de madera, de un solo piso; el techo des-cansa sobre soportes en las paredes laterales yposteriores, rellenos con cal y tierra de un es-

sor de cuatro, cinco 0 mas pulgadas". (Es

claro que se trata de bahareque). Tiene unabella "plaza" al frente. Desde aqui "se entra a.la parte principal de Ia casa con cuartos a cadaext remo. Las ventanas son de vidrio y Ie dan ala casa cierta apariencia de bella residenciacampestre como las que tenemos en los Esta-dos Unidos. Todas las comodidades de la casason excelentes. AI lade hay una caseta dondeen poco Hempo se preparan banos calienles 0

- frios. La coeina es de grandes dimensiones.""'/-::;'Mientras que declina la casa del origen colo-

nial como el marco de vida de las clases econ6-micamente elevadas, principal mente a causa

Lde la modernizaci6n del usa de suelo en lasciudades, en periferia urbana surge la viviendade un nuevo tipo, un palacete aislado 0 quinta.

Podr lamos establecer una translcion entre lacasa colonial venezolana de la hacienda y lavilla 0 quinta de esta nueva tipologia, tomandoel caso de la residencia del presidente AntonioGuzman Blanco en Antimano, porque esta yano estaba integrada a alguna clase de cultivosagricolas, sino cumplia las funciones recreati-vas 0 representativas. Aunque contenia un pe-queno patio interno, se destacadaba por loscorredores aporticados de los cuat ro lados, cu-yas eolumnas de madera lueron colocadas alri trno de dos procedimienlos, atipieo para eual-quier sotucion colonial.

Algunas residencias de veraneo, surgidas enlos finales del siglo XIX presentan igualmentelas caracteristicas rnorfoloqicas de una quinta,derivadas de Ia cas a hacienda oportunamentesimplil icada. As! eran las quintas de La Guzma-nia en Macuto, en Los Haticos de Maracaibo,en San Esteban cerca de Puerto Cabello, 1' 3 re-sideneia de veraneo de Dalla Costa en losafueras de Ciudad Bolivar, como tarnbien26

"Monte Elena" de los Ibarra entas casas tell ian los techos dedor aporticado en la lachada froraban generillmente las romanical ados de madera en sus vantango, la consolidacion delinitivade la quinta S8 ha efectuado cnte extraniero facilitado por la acullura europea y prineipalmenteel siglo XIX venezolano.

EI personate asociado a la ieste tipo de casa a Venezuela eaquin Crespo. quien en 1884tiempo la construccion de sus dQuinta Crespo y el palacele deprimera ~a situada en las afueurbano, en el terreno ocupadopor el Cemenlerio aleman; la oestacion de ferrocarrii, a los piEI Calvario.

Santa lnes. y luego el palacioocupan una posicion excepcionade la vivienda en Venezuela, tanla como por sus ambiciones rSin embargo, estas misrnas editcieron la oport unida de introducino de obra altarnente especializacalona, la ciudad de mayor adelico de la espana de sntoncas. Fn a~alas~ur'-maest-fO de obras, qebrada la Exposici6n Universaen 1888, Ileg" a Caracas con unrimenta os carplntercs, ebanisres, herreros y albafiiles. Iniciaciones neobarrocas de Santa lnpalacio de La Trilla. Asi, a partirdos lustros del siglo XIX, mientrla nueva tipotoqta de la quinta,


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las cualificadas maestranzas, surgidas bajo r ainfluencia directa de los artesanos catalanes.A finales de siglo se urbaniza la hacienda de

los Echezuria en Caracas, reeibe el nombre deEI Paraiso, y se convierte en un conjunto dequintas construidas por las familias mas pros-peras de la ciudad. Estas abandonan el viejocentro que gradual mente adcuier ecar acter ist icas de la zona comercial, y escogen el nuevo

'0 de vivir en una casa urbana, no adosada a,~~(ra, sino clrcundada de cuatro tacos por jar-dines.Las senaladas residencias del general Cres-

po, no pueden considerarse como casas noo,tanto par sus dirnensionesy la presencia delpatio, como por su conexi6n cult ural con Espa-na. Mientras que la construcci6n de casas, y enparticular aquellas donde las exigencias haciala call dad de la mano de obra son mayo res , sebenelicia con los aporles catalanes, los or iqe-nes de una nueva tipologia deben buscarse enlas Antillas 0 en el Sur de los Estados Unidos,de donde nos vienen las formas original mentegeneradas en Europa, pero fuera de la orbitaespanola. ~odr l.amCl_i1g!upar_ en dos cateqo-rias los ejernplos.caqutntas de_l~pr incipiosdelsi9I~~X, pocas de elias conserva(jas~otrasco-nocidas de las viejas lolograllas. Una corres-ponde a las soluciones eclecticas decirnonon i-ca__~ur.9p~a,-en-su--~ayorla francesas (Villalturriza 0 "Isabella" en Valencia, quinta LasAcacias en Caracas), 0 italianas (La casa de losPhelps, la quinta "Espatmador", la anterior se-de de la Fundaci6n Boulton, ambas en EI Pa-ralso y ya demolidas); la otra a las antlttanas.De estas utttrnas un ilustre prototipo es la resi-den cia del presidente Cipriano Castro, VillaZoila, cuyo proyecto y construcci6n, no obs-tante la versi6n cornun, no se deben a Ale-jandro Chataing, el cual interviene ya en la lase

EI PDe

posterior en ests inmueble (el caso parecioo a NOTASel de "Las Acacias"), sino que~1. ARELLANOMORENO,Antonio."Fuenteda robabilidad de Puerto Rico. Mientras que Economics de Venezuela, Siglo XVI",los mo e OS "europeos" 0 norteamericanos Acosta Saignes.1967.2. Citaco per Ague:'-" MlllARES. "Protoco(Villa Niza en EI Paraiso) incorporan columnas AcademiaNacicna! de la Hisloriaclasicas, balautres neobarrocos, techos de teja 3. Aetas del Cabii(Jode Caracas. cilado pI d I h 'I' .. 1 Saignes,1967.p ana 0 e p anc a meta Ica que irrut a a textu- KONETZKE,Ricoard."America La/ina,lara de la teja, las quintas de modelo "ant illano" 1972.se caract anzan por soluciones formales pinto- 5. URDANETA,Amerto. "Las casas de IJab6. "Venezuela, oms de eterao verano 1896rescas, qracile s columnas y estructuras de mao 7. DUANE,William. "A ViSit 10 Cotomtne

dera, ornamentacion en madera caiaca (Villa and 1823".Zoila, la casa de Los Zuloaga en EI Paraiso 0 al- 8. ~~s~:r7aod~~ ( : ' A ~ ~ N j , 1 J ~ ' : s ' ~ ~ a ~~o,mgunas quintas en Maracaibo). Todas elias pose-en planta compacta, preferiblemente sin patio.Mezclanoose las soluciones formales de dis-tintas procedencia, este potpouri va a generaruna exuberante variedad morlol6gica que ca-racteriza los principios del siglo, correspon-dientes al gobierno de Juan Vicente Gomez. Enalgunos lugares se crean las preferencias loca-les (biombos con vidrios coloreados en La Pas-tora en Caracas, los arabescos en Maracaibo),en otros ser an incorporadas formas de ArtNouveau, 0 de arcuitectura "morisca" (LosChorros en Caracas, San Cristobal). La calidadde acabados es buena 0 hasta excelente, tantoen la carpinteria de puertas y ventanas, comoen los elementos prefabricados (balaustres,cornisas, escaleras de caracol) y IQs pisos debaldosa de cementa colo reado, en cuya pro-ducci6n se destaca la planta de Chiell in i en Ca-racas.EI repertor!o decorativo tacilmente penetra a

la arquitectura urbana popular y se mantendravigente en ella bien entrado el siglo XX, cuandola intervenci6n de Manuel Mujica producira unanueva etapa en la tipoloqla daIa q-ui-nta~ -- . ..-. - '. ---- .._- _ - _ -_ - .

Leszek Zawi sza28

Las desctipctones .te las casas colonialespresente erticuto coaespocaon a pone dcteserrotted por c. Centro de tiwestiqecioEstet icss (C/HE) cte /a UCv. oenorninedePetiimonio .4~h:{~/i((;)~~!Onicoveoeeotsna

leszek zawisza (1989) la casa venezolana y su historia

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