leopoldo lugones y sus cuentos fantasticos

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MASARYKOVA UNIVERZITA FILOZOFICK FAKULTAstav romnskch jazyk a literatur

Klra Kadlecov

LEOPOLDO LUGONES Y SUS CUENTOS FANTSTICOSMagistersk diplomov prce

Vedouc prce: Doc. PhDr. Eva Lukavsk, CSc. Brno 2009

Prohlauji, e jsem celou magisterskou diplomovou prci na tma Leopoldo Lugones y sus cuentos fantsticos vypracovala samostatn. Vechny zdroje, prameny a literaturu, kterou jsem pi vypracovn pouvala, nebo z nich erpala, v prci dn cituji s uvedenm plnho odkazu na pslun zdroj. Zrove prohlauji, e se titn verze diplomov prce shoduje s elektronickou verz, kter je zveejnna v Informanm systmu Masarykovy Univerzity.

Brno, 30.04.2009

.................................................. Klra Kadlecov

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Velmi dkuji Doc. PhDr. Ev Lukavsk, CSc. za cenn pipomnky, rady a podnty, za trpliv, vstcn a sympatick veden prce.

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No hered los poderes psquicos de mi abuela, pero ella me abri la mente a los misterios del mundo. Acepto que cualquier cosa es posible. Ella sostena que existen mltiples dimensiones de la realidad y no es prudente confiar slo en la razn y en nuestros limitados sentidos para entender la vida; existen otras herramientas de percepcin, como el instinto, la imaginacin, los sueos, las emociones, la intuicin. Isabel Allende, Mi pas inventado 4

NDICE ndice................................................................................................................................... A modo de introduccin.................................................................................................... 1. Introduccin a la literatura fantstica......................................................................... I. El siglo XIX: romanticismo, realismo, naturalismo............................................. II. El modernismo hispanoamericano: la transicin entre el siglo XIX y XX........ III. El siglo XX........................................................................................................ IV. El fenmeno de lo fantstico............................................................................. 2. Leopoldo Lugones, su vida y obra................................................................................ 3. Las fuerzas extraas...................................................................................................... I. Cuentos basados en la tradicin............................................................................ II. Cuentos cientifistas.............................................................................................. III. Ensayo de una cosmogona en diez lecciones.................................................... 4. Cuentos fatales................................................................................................................ A modo de conclusin........................................................................................................ Bibliografa Fuentes primarias..................................................................................................... Fuentes secundarias................................................................................................. Web.......................................................................................................................... 87 87 89 5 6 8 14 19 23 26 31 42 46 60 72 75 85

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A MODO DE INTRODUCCIN La presente tesina analiza dos volmenes de cuentos fantsticos de Leopoldo Lugones (1874-1938), poeta, novelista, cuentista, narrador, ensayista y periodista argentino, y sobre todo uno de los autores ms significativos de la historia de la literatura hispanoamericana. Su vida agitada llam la atencin de muchos autores, sobre todo sus opiniones polticas despertaban discusiones en la sociedad argentina tanto durante su vida como despus de su muerte voluntaria. Aunque Leopoldo Lugones es ms conocido como poeta modernista, sus cuentos fantsticos desde hace ya un siglo llaman la atencin de los lectores y los crticos literarios. El primer volumen, Las fuerzas extraas, fue publicado por primera vez en 1906 y el segundo, Cuentos fatales, apareci dieciocho aos ms tarde, en 1924. Todos los cuentos de los dos volmenes aparecieron primero en los peridicos argentinos antes de ser recogidos y publicados conjuntamente, y hay que destacar que los peridicos de aquella poca contribuyeron al desarrollo del gnero fantstico en Hispanoamrica. Los cuentos publicados en estos dos libros no son los nicos que escribi Leopoldo Lugones durante su vida. Pedro Luis Barcia le atribuye hasta 150 textos narrativos, lo que le convierte, segn l, en el autor modernista de relatos breves ms prolfico. En 1963 el hijo de Leopoldo Lugones publica Las primeras letras de Leopoldo Lugones, donde aparecen alrededor de treinta cuentos escritos entre 1897 y 1903, algunos de ellos ya recogidos en libros. En 1982 Pedro Luis Barcia publica un tomo de treinta y nueve Cuentos desconocidos compuestos entre 1897 y 1938.1 El propsito de este trabajo no es otro que el de contribuir al mejor conocimiento de Leopoldo Lugones y de sus cuentos fantsticos de Las fuerzas extraas y de Cuentos fatales. En nuestra tesina tambin queremos presentar al lector checo la evolucin del cuento fantstico en la historia de la literatura hispanoamericana de los siglos XIX y XX. Nuestro trabajo lo hemos dividido en cuatro captulos principales. En el primer captulo intentamos esbozar la historia del cuento fantstico hispanoamericano. Para mejor orientacin en el texto lo hemos subdividido en cuatro subcaptulos. El primer subcaptulo lo dedicamos al siglo XIX y a sus tres movimientos literarios que marcaron la literatura, el romanticismo, el realismo y el naturalismo. Durante esta poca nace y empieza a desarrollarse1

BARCIA, Pedro Luis. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo. Cuentos fantsticos. Edicin de Pedro Luis Barcia. Madrid: Editorial Castalia, 1987, pp. 13-17.

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el gnero fantstico en la literatura hispanoamericana. El segundo subcaptulo abarca el modernismo, la poca de transicin entre los siglos XIX y XX. El tercero se centra en el siglo XX mencionando a los autores y obras ms significativos. En el cuarto subcaptulo intentamos esbozar el fenmeno de lo fantstico. Un fenmeno que despert a lo largo del siglo XX el inters de muchos tericos, quienes le dedicaron mltiples estudios. En el segundo captulo nos interesamos por la vida y obra de Leopoldo Lugones. Su obra literaria es muy extensa, incluye la poesa, los cuentos y los ensayos. El pblico le conoce sobre todo como un poeta modernista y como un cuentista excelente, aunque durante su vida se publicaron slo dos volmenes de cuentos fantsticos. Tal vez puede parecer que en este captulo nos dedicamos demasiado a la poesa y a la ensaystica de Leopoldo Lugones, pero es porque queremos demostrar y destacar la variedad de su obra literaria. En los dos ltimos captulos nos ocupamos de sus dos volmenes de cuentos fantsticos, objetos de nuestro anlisis. Primero es el volumen de Las fuerzas extraas, este captulo lo subdividimos en tres subcaptulos. La divisin se basa en la divisin bsica de los cuentos contenidos en el libro. Primero nos interesamos por los cuentos basados en la tradicin (que abarcan La lluvia de fuego, La estatua de sal, El milagro de San Wilfrido, Los caballos de Abdera y El escuerzo), siguen los cuentos cientifistas (La fuerza Omega, La metamsica, Viola Acherontia, El psychon, Yzur, Un fenmeno inexplicable y El origen del diluvio), el ltimo subcaptulo lo dedicamos a un pequeo esbozo de Ensayo de una cosmogona en diez lecciones que cierra Las fuerzas extraas y que no es precisamente un cuento fantstico sino una expresin de las ideas de Leopoldo Lugones respecto al origen del universo. En el ltimo captulo centramos nuestra atencin en el segundo volumen de cuentos fantsticos de nuestro autor, Cuentos fatales (donde estn recogidos los cuentos El vaso de alabastro, Los ojos de la reina, El pual, El secreto de don Juan y gueda). La intencin de la presente tesina es ser una modesta aportacin para un mejor conocimiento de los cuentos fantsticos de uno de los autores ms fascinantes de la historia de la literatura hispanoamericana. Sabemos muy bien que nuestro anlisis no es ni primero, ni el mejor, y que todos los cuentos ya han sido analizados ms detalladamente por los crticos y tericos literarios ms adecuados que nosotros, en cuyas observaciones tambin basamos nuestra tesina.

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1. INTRODUCCIN A LA LITERATURA FANTSTICA La literatura no es otra cosa que un sueo dirigido. Jorge Luis Borges, el prlogo a El informe de Brodie Desde la mitad del siglo XX podemos observar como el gnero del cuento fantstico logr ser objeto de cierta atencin privilegiada de los historiadores y crticos literarios y stos le dedicaron numerosos estudios, intentando as analizar sus diferentes vertientes temticas, estilsticas, histricas, o simplemente literarias2. Jos Javier Fuente del Pilar advierte que a pesar de todas las obras dedicadas al gnero fantstico, an pervive en los ambientes acadmicos la tendencia a considerar a la literatura fantstica como un gnero literario menor, al que, casi por definicin, no se le concede mayor importancia3. La narrativa fantstica hispanoamericana fue por mucho tiempo completamente ignorada por la crtica, y fueron los propios creadores de las narraciones fantsticas quienes empezaron a dedicarse, en las dcadas del 20 al 40, al estudio terico y crtico de esta narrativa en Hispanoamrica. Jorge Luis Borges junto con Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, todos autores de los cuentos fantsticos, publicaron en 1940 la primera Antologa de la literatura fantstica en Amrica Latina. El prlogo a esta coleccin de los mejores relatos fantsticos en la opinin de tres especialistas en el gnero fue escrito por Adolfo Bioy Casares y puede considerarse como un primer intento de describir lo fantstico como una categora artstica con convenciones y objetivos estticos propios. [...] Tanto la seleccin antolgica como su prlogo constituyen un hito histrico en la tradicin fantstica hispanoamericana, no slo por su condicin de precedente, sino porque testimonian la inquietud que es sntoma de una necesidad ms general de sus autores por llamar la atencin sobre esta modalidad expresiva y de contribuir a su divulgacin.4 En su prlogo a esta famosa Antologa de la literatura fantstica, Adolfo Bioy Casares escribe que las ficciones fantsticas son anteriores a las letras y pueblan todas las literaturas, y podemos encontrarlas en Zendavesta, en la Biblia, en Homero, en Las mil y una noches, pero2

FUENTE DEL PILAR, Jos Javier. Prlogo. En: FUENTE DEL PILAR, Jos Javier (ed.). Antologa del cuento fantstico hispanoamericano del siglo XIX. Madrid: Miraguano Ediciones, 2003, p. II. 3 Ibidem, p.II. 4 KNIG, Irmtrud. La formacin de la narrativa fantstica hispanoamericana en la poca moderna. Francfurt: Lang, 1984, p.5.

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tal vez los primeros especialistas en el gnero fueron los chinos, cuyas obras literarias son ricas en fantasmas y sueos.5 En la posdata de su prlogo habla del futuro del relato fantstico diciendo: Tampoco peligra el cuento fantstico, por el desdn de quienes reclaman una literatura ms grave, que traiga alguna respuesta a las perplejidades del hombre - no se detenga aqu mi pluma, estampe la prestigiosa palabra - : moderno.6 y ms abajo nos explica el porqu: A un anhelo del hombre, menos obsesivo, ms permanente a lo largo de la vida y de la historia, corresponde el cuento fantstico: al inmarcesible anhelo de or cuentos; lo satisface mejor que ninguno, porque es el cuento de cuentos, el de las colecciones orientales y antiguas y, como deca Palmern de Inglaterra, el fruto de oro de la imaginacin.7 As los cuentos fantsticos responden a una atraccin eterna que siente el hombre por lo misterioso, fantstico, secreto, inslito, anormal, oculto, oscuro, malvolo, diablico, inexplicable, sobrenatural, incluso lo legendario, por lo que viola las leyes del mundo real y as atrae la atencin. As nacieron primero las leyendas y las tradiciones y de ellas los cuentos fantsticos. Emilio Carilla en su estudio, El cuento fantstico, dice que el cuento literario moderno es tardo con respecto a la novela, y que empez a perfilarse a lo largo del siglo XIX en la poca del romanticismo. Si lo comparamos con la novela, primordialmente podemos decir que es ms breve, aunque esta comparacin por simple razn de extensin puede parecer hoy en da un poco cmica y no nos dice nada de lo esencial del cuento literario.8 El mismo autor habla tambin de la brevedad del cuento mencionando tambin la intensidad del gnero literario cuentstico que constituye la caracterstica esencial del cuento: Aunque la brevedad repercute en particularidades del gnero, es, en s, signo elemental y vagamente definidor. De tal modo, avanzamos un trecho al considerar que la brevedad (o mayor brevedad) est ligada a la intensidad, sta, s, caracterstica esencial del cuento. Intensidad y final inesperado son particularidades defendibles del cuento. A su vez, la intensidad repercute en el predominio narrativo, en la escasez o ausencia de dilogo. De la concentracin e intensidad del cuento habla tambin el hecho de que, en l, no slo el protagonista es ms absorbente, sino que hay tambin una presentacin ms dada por el autor que "vivida" por el personaje (accin, dilogo), con las consecuencias que esto determina.9

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BIOY CASARES, Adolfo. Prlogo y Postdata al prlogo. En: BIOY CASARES, Adolfo; BORGES, Jorge Luis; OCAMPO, Silvina. Antologa de la literatura fantstica. Barcelona: Edhasa, 1999, p.9. 6 Ibidem, p.17. 7 Ibidem, p.17. 8 CARILLA, Emilio. El cuento fantstico. Buenos Aires: Editorial Nova, 1968, p.14-16. 9 Ibidem, p.16.

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En el prlogo de su libro Ficciones, Jorge Luis Borges nos ofrece quizs el mejor comentario respecto a esta brevedad: Desvaro laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas pginas una idea cuya perfecta exposicin oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario.10 Jorge Luis Borges como uno de los maestros del cuento fantstico hispanoamericano, se negaba enrgicamente a escribir novelas, porque consideraba abusivo de tomar mucho tiempo de sus lectores11 y cuando le preguntaron un da por qu no escriba novelas, les respondi: Yo creo que hay dos razones especficas: una, mi incorregible holgazanera, y la otra, el hecho de que como no me tengo mucha confianza, me gusta vigilar lo que escribo y, desde luego, es ms fcil vigilar un cuento, en razn de su brevedad, que vigilar una novela. Es decir, la novela uno la escribe sucesivamente, luego esas sucesiones se organizan en la mente del lector o en la mente del autor, en cambio uno puede vigilar un cuento casi con la misma precisin con que uno puede vigilar un soneto: uno puede verlo como un todo. En cambio, la novela se ve como un todo cuando uno ha olvidado muchos detalles, cuando eso ha ido organizndose por obra de la memoria o del olvido, tambin. Adems, creo que hay escritores -y aqu pienso en dos nombres, inevitables desde luego, pienso en Rudyard Kipling y pienso en Henry James- que pudieron cargar un cuento con todo lo que una novela puede contener. [...] Creo, adems, que el cuento es un gnero ms antiguo que la novela y quizs pueda outlive, quizs pueda vivir ms all de la novela.12 En 1492 Cristbal Coln desembarc en la tierras de Amrica descubriendo aquel nuevo mundo lleno de maravillas y seres fantsticos, que los ojos de los europeos no haban visto nunca antes. Y podemos decir que ya entonces naci el fenmeno de lo fantstico en Hispanoamrica que rene mitos, leyendas enfrentadas y al final compartidas, espritus redentores o de poder, combates sangrientos que generan venganzas, aliados tanto sobrenaturales como naturales: de todo ello se nutre la sangre de quienes vivan all o se quedaron despus13. Lo cierto es que lo maravilloso estaba presente de manera muy profunda en Amrica en sus civilizaciones y culturas indgenas desde sus orgenes. Estaba presente all

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BORGES, Jorge Luis. Prlogo. En: BORGES, Jorge Luis. Ficciones. Madrid: Alianza Editorial, 2005, p.12. OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 4. De Borges al presente. Madrid: Alianza Universidad, 2005, p.17. 12 BORGES, Jorge Luis. Por qu no escribe novelas?. [online], [cit.2009-01-31]. Disponible en: < http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/borges5.htm>. 13 FUENTE DEL PILAR, Jos Javier, op.cit., p.XI.

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antes de la llegada de los espaoles y se mantuvo despus14, sobrevivi el reino de los virreyes espaoles, las luchas por la independencia, los gobiernos de los dictadores y perdur hasta nuestros das. Todos los autores hispanoamericanos, no slo los de los cuentos fantsticos, estn influidos por lo maravilloso. Y podemos decir que todos son hijos de la cosmogona y mitologa indgena prehispnica y de las concepciones legendario-religiosas de los conquistadores y colonos europeos. En mayor o menor medida, todos beben de estas aguas para destilar la "imaginacin literaria hispanoamericana", cuya ms excelsa expresin acaso sea lo que en el siglo XX hemos denominado "realismo mgico"15. Gabriel Garca Mrquez, el autor ms prestigioso del realismo mgico, un da coment esta realidad de Amrica Latina y el Caribe con su tpico sentido de humor y su arte de narrar; sus palabras nos parecen las ms adecuadas para describir as esta distinta realidad hispanoamericana en la que estn viviendo y creando sus autores: En Amrica Latina y el Caribe, los artistas han tenido que inventar muy poco, y tal vez su problema ha sido el contrario: hacer creble su realidad. Siempre fue as desde nuestros orgenes histricos, hasta el punto de que no hay en nuestra literatura escritores menos crebles y al mismo tiempo ms apegados a la realidad que nuestros cronistas de Indias. Tambin ellos -para decirlo con un lugar comn irremplazable- se encontraron con que la realidad iba ms lejos que la imaginacin. [...] En el Caribe, a los elementos originales de las creencias primarias y concepciones mgicas anteriores al descubrimiento se sum la profusa variedad de culturas que confluyeron en los aos siguientes en un sincretismo mgico cuyo inters artstico y cuya propia fecundidad artstica son inagotables. La contribucin africana fue forzosa e indignante, pero afortunada. En esa encrucijada del mundo, se forj un sentido de libertad sin trmino, una realidad sin Dios ni ley, donde cada quien sinti que le era posible hacer lo que quera sin lmites de ninguna clase: y los bandoleros amanecan convertidos en reyes, los prfugos en almirantes, las prostitutas en gobernadoras. Y tambin lo contrario. Yo nac y crec en el Caribe. Lo conozco pas por pas, isla por isla, y tal vez de all provenga mi frustracin de que nunca se me ha ocurrido nada ni he podido hacer nada que sea ms asombroso que la realidad. Lo ms lejos que he podido llegar es a trasponerla con recursos poticos, pero no hay una sola lnea en ninguno de mis libros que no tenga su origen en un hecho real. [...] En sntesis, los escritores de Amrica Latina y el Caribe tenemos que reconocer, con la mano en el corazn, que la realidad es mejor escritor que nosotros. Nuestro destino, y tal vez nuestra gloria, es

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Ibidem, p.XI. Ibidem, pp.XI-XII.

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tratar de imitarla con humildad, y lo mejor que nos sea posible.16 Con las palabras de Gabriel Garca Mrquez queremos demostrar cmo el realismo mgico toma de la realidad sus rasgos maravillosos y los transforma en fenmenos cotidianos, y cmo lo maravilloso y fantstico forma parte de la realidad cotidiana de los hispanoamericanos. Para explicar mejor todo esto nos puede servir tambin La larva, el cuento de Rubn Daro. Las palabras que el autor puso en boca de Isaac Codomano, protagonista del cuento, expresan el sistema de creencias en que naci, fue criado y viva el propio Rubn Daro: Yo nac en un pas en donde, como en casi toda Amrica, se practicaba la hechicera y los brujos se comunicaban con lo invisible. Lo misterioso autctono no desapareci con la llegada de los conquistadores. Antes bien, en la colonia aument, con el catolicismo, el uso de evocar las fuerzas extraas, el demonismo, el mal de ojo. En la ciudad en que pas mis primeros aos se hablaba, lo recuerdo bien, como de cosa usual, de apariciones diablicas, de fantasmas y de duendes.17 Los hispanoamericanos siempre vivan en una realidad difcilmente comprensible para los europeos, quienes cuando llegaron a este continente quedaron sorprendidos por sus maravillas. Gracias a las obras del realismo mgico, de lo real maravilloso y de los cuentos fantsticos podemos acercarnos a esta realidad tan distinta de la nuestra y tal vez comprenderla mejor. Adolfo Bioy Casares escribe en el prlogo a la Antologa de la literatura fantstica que la literatura fantstica, como gnero ms o menos definido, naci en el siglo XIX y en el idioma ingls.18 Lo cierto es que cuando surge la literatura fantstica o lo fantstico, la literatura pasa por la vertiente de lo real, de lo racional y lo reglado y puede considerarse como una reaccin frente al nuevo orden del siglo XVIII, la revolucin industrial, el progreso19, y el arte no se somete, no se deja ceir, no se constrie a la ciencia ni a los cnones literarios y brota incontinente en el mbito que le es propio: la fantasa.20 Es una tendencia literaria de ndole subjetiva y antirrealista. En Francia es el llamado conte fantastique y en Inglaterra son las clsicas novelas de horror junto a la tradicin inglesa de los ghost-story, las manifestaciones de esta literatura antirrealista. Sus races podemos encontrarlas ya en el siglo XVIII cuando comienzan a formarse en la literatura de imaginacin16

GARCA MRQUEZ, Gabriel. Fantasa y creacin artstica en Amrica Latina y el Caribe. [online], [cit.2009-01-31]. Disponible en: . 17 DARO, Rubn. La larva. En: DARO, Rubn. Cuentos. Edicin de Jos Mara Martnez. Madrid: Ediciones Ctedra, 2006, p.286. 18 BIOY CASARES, Adolfo, op.cit., p.9. 19 GARCA RAMOS, Arturo. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo. Las fuerzas extraas. Edicin de Arturo Garca Ramos. Madrid: Ediciones Ctedra, 1996, pp. 37-38. 20 Ibidem, p. 37.

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nuevas connotaciones, como lo tenebroso y el misticismo sobrenatural, y podemos sealar que ambos marcan la transicin de la narrativa alegrica medieval y de la tradicin de los cuentos de hadas hacia nuevas formas de plasmacin de lo imaginario.21 Ya hemos escrito ms arriba que las historias fantsticas son viejas como el miedo del hombre, tal como lo escribe Adolfo Bioy Casares en el prlogo a la Antologa de la literatura fantstica, podemos aadir que lo que hoy denominamos la literatura fantstica acompaa a la humanidad desde los umbrales del tiempo histrico documentado, y tuvo que emprender un largo viaje para llegar hasta nosotros. Sus inicios modernos podemos encontrarlos en las dcadas finales del siglo XVIII, pero plenamente se desarrollar durante el siglo XIX22 cuando aparece una esplendorosa plyade de escritores que buscar en lo fantstico su va de expresin predilecta23. En Alemania es E.T.A. Hoffmann (1776-1822), Friedrich de la Motte Fouqu (1777-1843); en Francia Thophile Gautier (1811-1872), Auguste de Villiers de LIsle Adam (1838-1889), Honor de Balzac (1799-1850), Guy de Moupassant (1850-1893), Prospre Mrime (1803-1870), Alfred de Musset (1810-1857); en Estados Unidos Edgar Allan Poe (1809-1849), uno de los fundadores del gnero fantstico, Washington Irving (1783-1859); en Inglaterra es Robert Luis Stevenson (1850-1894), Mary Shelley (1797-1851), George Gordon Byron (1788-1824), Samuel Taylor Coleridge (1772-1834). No podemos olvidarnos de Espaa donde los autores tambin cultivan el gnero del cuento fantstico y mencionemos a Gustavo Adolfo Bcquer (1836-1870), Emilia Pardo Bazn (1851-1921), Rosala de Castro (1837-1885), Pedro Antonio de Alarcn (1833-1891), Leopoldo Alas Clarn (1852-1901), Juan Valera (1824-1905), Benito Prez Galds (1843-1920), etc.24 Como podemos ver lo fantstico interes a un grupo bastante numeroso de autores de las literaturas del mundo occidental, pero los ms fructferos en este campo son tal vez los autores de Amrica Latina, donde el gnero fantstico encontr sus seguidores entre los autores ms prestigiosos de cada poca, quienes lograron con sus obras fantsticas un gran xito entre los lectores del mundo entero. Los autores hispanoamericanos del cuento fantstico tenan dos grandes modelos: el primero es el cuentista alemn E.T.A.Hoffmann (1776-1822), uno de los autores del cuento fantstico ms importantes de Europa. Sus obras fueron traducidas primero al francs21 22

KNIG, Irmtrud, op.cit., pp.21-22. FUENTE DEL PILAR, Jos Javier, op.cit., p.IV-X. 23 Ibidem, p.X. 24 LUKAVSK, Eva. Hispanoamerick fantastick povdka. Vznik/vvoj/vznam. En: LUKAVSK, Eva (ed.). Had, kter se koue do ocasu. Vbor hispanoamerickch fantastickch povdek. Brno: Host, 2007, pp.17-18.

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logrando as gran xito en Francia, desde donde se difundieron a Espaa, donde se tradujeron al espaol. Las traducciones francesas y espaolas llegaron a Amrica Latina, donde contribuyeron al desarrollo del cuento fantstico hispanoamericano con su concepto de lo fantstico, que difiere del tradicional concepto de las novelas gticas, precursoras de los cuentos fantsticos, cuyas historias se dasarrollaban en un ambiente de lo escalofriante y terrorfico. Los elementos fantsticos de Hoffmann estn presentes en la vida cotidiana formando as la parte integrante de la realidad en la que viva el autor, pero ya desde el principio el lector sabe que se trata de un acontecimiento inslito. Otro gran modelo es el autor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849), sus obras se dieron a conocer en Francia gracias a la traduccin de Charles Baudelaire (1821-1867), enseguida fueron traducidas al espaol, as que a los lectores y autores hispanoamericanos pudo llegar su obra en ingls, o en las traducciones francesas y espaolas. Edgar Allan Poe se convirti en uno de los modelos ms admirados no slo para los simbolistas franceses sino tambin para los modernistas hispanoamericanos, pero su importancia es imprescindible para los iniciadores del cuento fantstico hispanoamericano en la segunda mitad del siglo XIX. Tambin lo fantstico de Poe se desarrolla en la vida cotidiana formando parte de la realidad del autor, pero a diferencia de Hoffman, Poe empieza su historia con un acontecimiento normal que poco a poco se transforma en fantstico.25 En las siguientes lneas queremos esbozar la historia del cuento fantstico hispanoamericano. I. EL SIGLO XIX: ROMANTICISMO, REALISMO, NATURALISMO Podemos decir que las tierras de Amrica Latina eran apropiadas para la formacin del gnero fantstico, como hemos intentado demostrar ms arriba, gracias a mitos y leyendas indgenas, su fantstico descubrimiento por los europeos, la mezcla de las tradiciones religiosas europeas con las indgenas, su maravillosa realidad, etc. Pero sobre la formacin de la literatura fantstica en Hispanoamrica no podemos hablar hasta la llegada del romanticismo en el siglo XIX y bajo la influencia de las literaturas europeas y estadounidenses, sobre todo la influencia de los cuentos fantsticos de E.T.A.Hoffmann y Edgar Allan Poe. El romanticismo llega a Amrica Latina de Europa en el primer tercio del siglo XIX, se propaga rpidamente en las tierras hispanoamericanas y se convierte en el fenmeno25

HAZAIOV, Lada. Skryt tve fantastina. Fantastick literatura v oblasti Ro de la Plata v 19. a 20.stolet. Praha: Univerzita Karlova, Filozofick fakulta, 2007, pp.47-50.

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literario ms abarcador del siglo cuyos mrgenes cronolgicos se pueden establecer entre 1830 y 1875, pero se prolong hacia los aos noventa del siglo XIX. El romanticismo naci en Alemania con el famoso y brillante movimiento Sturm und Drang que defenda las licencias poticas y la fusin de las artes. En Inglaterra se manifest como una fascinacin por lo misterioso, pintoresco y legendario26, y la majestuosidad de la naturaleza, los enigmas de la muerte y las contradicciones que agitan el alma humana son indicios de que nuestro destino se juega en una esfera superior a nuestras propias fuerzas y ante la cual no podemos sino abismarnos27. Luego el movimiento romntico empieza a desarrollarse en Francia, desde donde pasa a Espaa, hasta que se propague en las literaturas de toda Europa. El romanticismo espaol junto con el francs se convirtieron en las fuentes ms poderosas de modelos e influencias para el romanticismo hispanoamericano.28 Hay que decir que el romanticismo hispanoamericano difera mucho del romanticismo europeo, porque tuvo que implantarse en una realidad histrica y cultural ajena a la europea; y las circunstancias, demandas y expectativas eran totalmente diferentes. El romanticismo coincide en Amrica Latina con la desaparicin del sistema colonial espaol a principios del siglo XIX, cuando despus de las guerras de independencia nacieron las nuevas repblicas, que intentaban afirmar su identidad y definir su cultura, y las ideas romnticas les sirvieron como instrumentos. El primer nacionalismo literario hispanoamericano es el romntico bajo cuyo programa los pueblos recin emancipados buscaban su propio camino, y este concepto se apoy en la historia y la exaltacin de la naturaleza hispanoamericana. El romanticismo europeo despert el inters por el pasado convirtindolo en una fuente de tradiciones, leyendas, mitos y hazaas heroicas; en Amrica este inters por el pasado dio a las nuevas naciones una nocin de pertenencia a un pasado, a su continente y a la historia de sus antecesores indgenas, y podan descubrir su individualidad.29 Para terminar se puede aadir que escritores e intelectuales se sentan comprometidos con la vida poltica de las naciones y en su produccin se generaban imgenes que contribuan a reforzar el programa de construccin de un imaginario nacional.30 Como modelo de la prosa romntica nos puede servir un gnero autntico hispanoamericano llamado tradicin, cuyo fundador es el autor peruano Ricardo Palma (183326

OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2. Del romanticismo al modernismo. Madrid: Alianza Universidad, 2005, pp.13-14. 27 Ibidem, p.14. 28 Ibidem, pp.14-15. 29 Ibidem, pp.13-19. 30 PHILLIPPS-LPEZ, Dolores. Introduccin. En: Cuentos fantsticos modernistas de Hispanoamrica. Edicin de Dolores Phillipps-Lpez. Madrid: Ediciones Ctedra, 2003, pp.23.

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1919). Las tradiciones mezclan las leyendan romnticas, cuadros de costumbres, novelas histricas31, y como fuentes donde encontraba materiales para sus tradiciones le servan: crnicas coloniales, documentos histricos o literarios, archivos judiciales, manuscritos conventuales, actas de cabildo, memorias de virreyes, viejos autores espaoles, etc.32 La obra principal de Ricardo Palma se llama Tradiciones peruanas, entre las que podemos encontrar historias, que se pueden denominar como cuentos fantsticos, Dnde y cmo el diablo perdi el poncho y El alacrn de fray Gmez por mencionar algunos.33 Los autores decimonnicos buscaban una nueva manera de escribir en castellano, tanto los romnticos como luego los modernistas. Los autores queran traspasar las fronteras establecidas entre el sueo y la razn, entre la legalidad de la vida cotidiana, verosmil, real, y el campo abierto de la pasin indagadora sobre cuanto se desconoce, para romper los rgidos esquemas de un racionalismo que les oprime creativamente.34 Los primeros relatos fantsticos del romanticismo hispanoamericano vacilaban entre la leyenda, la tradicin, la crnica, y sus creaciones se orientaban hacia temas sentimentales, costumbristas y humorstico-satricos.35 La mayora de los historiadores literarios considera como primer cuento fantstico hispanoamericano el relato del autor ecuatoriano Juan Montalvo (1832-1889) llamado Gaspar Blondn que fue publicado en 1858 y del que Oscar Hahn escribi: paga fuerte tributo a las convenciones del Romanticismo vigente por esos aos: ambiente ttrico, protagonista ligado a la vida de ultratumba y elementos demonacos con connotaciones erticas.36 El cuento fantstico empieza a desarrollarse en toda Hispanoamrica logrando gran xito en la mayora de los pases. Pero en ninguna otra parte se cultivaba este gnero literario tanto como en la zona del Ro de la Plata. Muchos historiadores y crticos dedicaron sus estudios a este fenmeno intentando explicar cmo es posible que en la literatura argentina exista tantos autores cuya obra se basa en los principios de la literatura fantstica. Unos ven como el motivo principal de la abundancia de estas obras la multiculturalidad de la regin del Ro de la Plata, otros aaden la apertura a las influencias extranjeras, sobre todo la ifluencia importante de Europa, parte gracias a la inmigracin, pero sobre todo gracias a la influencia31 32

LUKAVSK, Eva, op.cit., p.23. OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.124. 33 FUENTE DEL PILAR, Jos Javier, op.cit., p.XIII. 34 Ibidem, p.III-IV. 35 PHILLIPPS-LPEZ, Dolores, op.cit., pp.21-22. 36 HAHN, Oscar. Trayectoria del cuento fantstico hispanoamericano. En: RISCO, Antn; SOLDEVILA, Ignacio; LPEZ CASANOVA, Arcadio (eds.). El relato fantstico. Historia y sistema. Salamanca: Ediciones Colegio de Espaa, 1998, p.172.

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de la literatura europea y de las estancias de autores jvenes hispanoamericanos en el siglo XIX y XX en Europa para completar su formacin.37 Entre los autores ms importantes de la poca de la segunda mitad del XIX se encuentran, por ejemplo la argentina Juana Manuela Gorriti (1818-1892), el mexicano Jos Mara Roa Brcena (1827-1908), el venezolano Eduardo Blanco (1839-1912), el mexicano Jos Mara Barrios de los Ros (1864-1903), el argentino Miguel Can (1851-1905), el argentino Eduardo Ladislao Holmberg (1852-1937), el argentino Eduardo Faustino Wilde (1844-1913), etc.38 Son autores cuya obra constituye la transicin entre los cuentos fantsticos romnticos y los modernistas. Desde los aos setenta del siglo XIX el romanticismo coincide con otros movimientos literarios decimonnicos, el realismo y ms tarde el naturalismo. La transicin del romanticismo hacia el realismo es muy lenta, as que en obras de algunos autores se pueden encontrar elementos romnticos incluso a fines del siglo XIX. Como el romanticismo va cediendo gradualmente ante el movimiento realista y a veces confluye con l, es difcil establecer su cronologa, la situacin se complica an ms, cuando a finales del siglo XIX surgen obras de tono e intencin naturalista. Jos Miguel Oviedo intent establecer mrgenes cronolgicos del realismo y del naturalismo, al realismo se los estableci entre 1875 y 1895, son fechas de su predominio, pero se prolong disolvindose en otras tendencias hasta la mitad de los aos diez del siglo XX; el naturalismo tiene su predominio entre 1885 y 1915, pero se prolonga hasta los aos veinte del siglo XX.39 Podemos ver que hacia la dcada de los aos ochenta el romanticismo, el realismo y el naturalismo estn operando simultneamente, con diversos grados de autonoma, pero la relacin que existe entre todas estas formas estticas no es, pues, sucesiva, como suele creerse, sino de confluencia y llena de desfases e implicaciones: comienzan y terminan en momentos distintos, pero conviven y se influyen mutuamente la mayor parte del tiempo.40 El realismo aprovecha la capacidad mimtica que tiene el texto, no intenta slo sugerir la realidad como lo hace el romanticismo, sino que quiere confundirse con la realidad y dar una sensacin total de verosimilitud. En el realismo hay una correspondencia casi absoluta entre el mundo literario y el real, lo que el autor contempla y observa es lo mismo que da a contemplar en el texto. La sociedad hispanoamericana sufra, en las ltimas dcadas del siglo XIX, importantes cambios, los pases se desarrollaban rpidamente, tambin gracias a la37 38

HAZAIOV, Lada, op.cit., p.51. LUKAVSK, Eva, op.cit., pp.21-39. 39 OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., pp.137-139. 40 Ibidem, pp.139-140.

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inmigracin europea y asitica, el continente se urbanizaba e industrializaba, llegaban compaas extranjeras y con ellas numerosas inversiones de estas compaas en el campo de la industria, todo esto cre nuevas oportunidades y riquezas, pero a costa de sacrificios de ciertas clases sociales y tambin de ciertos sectores.41 Junto con el realismo llega una nueva filosofa, el positivismo, que afecta todos los campos de la sociedad y que propone el ideal optimista de un progreso ilimitado, racional y sujeto a leyes universales. Se trata de un esfuerzo por someter la actividad humana dentro de la sociedad a un "orden" de prosperidad verificable y cuantificable una nueva realidad objetiva por examinar42. El naturalismo naci como la continuacin y el perfeccionamiento del realismo. Concentra su atencin en la experiencia cotidiana de la vida social y su intencin es retratar los aspectos ms penosos y sombros de la sociedad. La ficcin naturalista deja de ser meramente un hecho artstico y se convierte en un hecho cientfico.43 Puede parecer paradjico que la literatura fantstica logra su florecimiento y auge durante la poca del positivismo realista y la revolucin industrial.44 Podemos considerarlo como una reaccin contra esta filosofa decimonnica y contra todo el movimiento realista y naturalista. Hispanoamrica se abre a la cultura europea durante la segunda mitad del siglo XIX, sobre todo, gracias a la inmigracin ya mencionada, y esta apertura era particularmente intensa en Argentina y especialmente en Buenos Aires.45 En la literatura fantstica de las ltimas dcadas del siglo XIX los hechos inslitos son presentados como productos de la ciencia y dan pie a debates intelectuales sobre lo inmanente y lo trascendente, sobre lo racional y lo irracional, de los cuales siempre resulta victoriosa la razn. El personaje predilecto [...] es el cientfico, que se enfrenta a los hechos extraos ubicndolos primero en el plano de lo verificable; pero como la certidumbre atenta contra lo fantstico puro, en la mayora de esos relatos se dejan resquicios que permiten la entrada de elementos conflictivos46.

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Ibidem, p.140-142. Ibidem, p.142. 43 Ibidem, pp.137-146. 44 LUKAVSK, Eva, op.cit., p.17. 45 KNIG, Irmtrud, op.cit., p.57. 46 HAHN, Oscar, op.cit., p.173.

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II. EL MODERNISMO HISPANOAMERICANO: LA TRANSICIN ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX Ricardo Gulln en su estudio dedicado al modernismo cita a Juan Ramn Jimnez quien dijo que el modernismo no era una escuela ni un movimiento artstico, sino una poca47. El modernismo fue un vasto cambio espiritual que toc todos los aspectos de la vida en Hispanoamrica, por eso no podemos reducirlo slo a una corriente literaria; afect no slo la poesa, sino tambin las artes decorativas, la arquitectura, la filosofa, el mundo de lo oculto e incluso ciertos hbitos de la vida cotidiana.48 El modernismo es un fenmeno que a pesar de tener sus races en Europa naci en Amrica Latina para que se instalara ms tarde en Espaa con un impulso innovador. Surgi como una reaccin contra los modelos ya fatigados del postromanticismo y el academicismo, como expresin de una profunda crisis, asociada con una situacin particular del desarrollo de las sociedades hispanoamericanas al acercarse el nuevo siglo. Como ya hemos escrito ms arriba las sociedades de Hispanoamrica lograron durante la segunda mitad del siglo XIX, poca del auge del cientifismo, el racionalismo y el positivismo, una notable expansin seguida de una prosperidad material y riqueza para ciertas capas sociales. Los artistas se dieron cuenta del perceptible vaco en la sociedad y sentan insatisfaccin con la cultura mayoritaria, tradicionalista, que no expresaba las ansiedades del artista, sus deseos por el cambio y por lo nuevo. El modernismo naci como una crtica y quiso cambiar el pensamiento, la sensibilidad y la vida espiritual de los hispanoamericanos que vivan en cierta inquietud causada por el acercamiento del fin del siglo.49 Determinar cronolgicamente sus comienzos y tambin su fin es uno de los temas ms debatidos por la crtica literaria; nosotros adoptamos la cronologa de Jos Miguel Oviedo, quien instala el modernismo entre 1880 y 1910. A los autores modernistas los podemos dividir en dos grupos: el primer grupo lo forman los autores que crean sus obras en cierto aislamiento sin darse cuenta de ser modernistas y de crear el modernismo - el cubano Jos Mart (1853-1895), el cubano Julin del Casal (1863-1893), el mexicano Manuel Gutirez Njera (1859-1895), el colombiano Jos Asuncin Silva (1865-1896), el peruano Manuel Gonzles Prada (1844-1918); el segundo grupo lo forman los autores que reconocen el liderazgo indiscutible del autor nicaraguense Rubn Daro (1867-1916), el fundador y maestro

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GULLN, Ricardo. Direcciones del Modernismo. Madrid: Alianza Universidad, 1990, p.13. OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.219. 49 Ibidem, pp.217-220.

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del modernismo, el uruguayo Jos Enrique Rod (1871-1917), el argentino Leopoldo Lugones (1874-1938) entre otros.50 La prosperidad del siglo XIX caus un gran vaco epiritual en las sociedades, no slo en Amrica sino tambin en Europa. Los artistas sentan un abismo entre ellos y la sociedad satisfecha con el progreso y la prosperidad, contenta con el arte tradiconal de las academias. En los aos ochenta del siglo XIX nace un nuevo movimiento esttico, principalmente en las artes grficas y decorativas, llamado Art Nouveau, como una reaccin contra el arte imitativo, es la analoga plstica del modernismo hispanoamericano.51 Jos Miguel Oviedo escribe que el modernismo es una fuga hacia un mundo ilimitado, ms humano y autntico, sin restricciones ni parcializaciones, donde los ms altos sueos y fantasas pueden cumplirse o al menos acariciarse52. El modernismo hispanoamericano fue influido por el simbolismo y el parnasianismo franceses. Los modernistas defendan el princio de el arte por el arte, este artepurismo tena que llenar el vaco creado por el academicismo. La intencin bsica de los modernistas era liberar el arte de todo lo relacionado con lo moral, social o religioso, el arte se converta en el primer valor del artista, podemos hablar de cierta sacralizacin del arte cuyo intento era reactivar el espritu y despertar una general curiosidad intelectual, los modernistas queran salvarse por la va esttica.53 El cosmopolitismo y el americanismo caracterizan el modernismo, los modernistas destacan las grandezas precolombinas, los vastos escenarios naturales, se interesan por el misterioso mundo de sus mitologas, el exotismo, el hedonismo, el lujo y la bsqueda del placer se convirtieron en sus intereses principales.54 Ricardo Gulln aade: Junto al cosmopolitismo, provincianismo, decadentismo, individualismo, parnasianismo, intimismo y simbolismo, alineemos el otro ismo: misticismo. Todos esos elementos constituyen el modernismo, y, con ellos, la exigencia de tersura en verso y prosa, la voluntad de estilo, un lenguaje ms rico, que algunas veces tiende a perfeccin escultrica y siempre a la musicalidad55. Lo cierto es que los modernistas eran perfeccionistas que renovaron la versificacin en lengua castellana, incorporaron a la poesa nuevos metros, estrofas y rimas, y experimentaron con versos irregulares y amtricos.5650 51

Ibidem, pp.220-221. Ibidem, p.223. 52 Ibidem, p.226. 53 Ibidem, p.227-228. 54 Ibidem, pp.229-230. 55 Gulln, Ricardo, op.cit., p.24. 56 OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.229.

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Alejados espiritualmente de la sociedad en que vivan, los modernistas se pensaron desterrados en la patria, sintieron nostalgia de la vida en otras tierras, vivan en el exilio interior. Soaban con tierras lejanas de paisajes exticos. Todos los modernistas soaban con Pars, la ciudad de los artistas. Puede parecer paradjico que los modernistas hispanoamericanos soaban con Pars y Espaa; y los modernistas espaoles soaban con Pars y Amrica.57 Lo que para unos resultaba comn y corriente, hasta podemos decir que aburrido, para otros tena rasgos exticos. Los modernistas se interesaban fuertemente por todo tipo de lo misterioso, por las doctrinas esotricas, cuyos misterios se abren slo para los iniciados.58 Arturo Garca Ramos habla de nuevas religiones de los modernistas, diciendo que la aficin a lo extico despierta en ellos un verdadero culto de las concepciones religiosas o esotricas de otras pocas y culturas, por ejemplo, orfismo, pitagorismo, espiritismo, teosofismo, etc., que algunos mezclaban con el cristianismo.59 Estas nuevas religiones modernistas se reflejan en algunos de sus cuentos fantsticos. Ricardo Gulln escribe que la inquietud modernista busc por todas partes caminos de perfeccin diferentes de los impuestos por las ortodoxias predominantes60. Como artistas enfrentados a una fuerte crisis espiritual buscaron estos caminos de perfeccin en el misticismo cristiano, orientalismo, iluminismo, teosofa, magia, hermetismo, ocultismo, kabalismo, alquimia, etc. Los modernistas fueron fuertemente infludos por el pitagorismo, esta escuela relacionada con el nombre de Pitgoras era a la vez religiosa y filosfica. Los pitagricos crean en la inmortalidad y en la transmigracin del alma y consideraban el nmero como primer principio del universo, espritu y sustancia de todo y fundamento de la armona, que es la concordancia de lo discordante en una unidad superior. [...] El alma misma es armona y el cuerpo prisin pasajera de la que cabe librarse mediante la contemplacin, incorporndose a la sustancia del universo61. A finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX aparecen en la narrativa nuevas caractersticas: la propensin hacia lo irracional y lo misterioso, cierta deliberada ambigedad, la predileccin por lo extrao, lo anmalo y lo exorbitante, la exploracin literaria de experiencias onricas e hipnticas62. Bajo estos signos la narrativa fantstica se consolida durante el modernismo en Hispanoamrica. Deja de ser un gnero literario marginal57 58

Gulln, Ricardo, op.cit., p.69. Ibidem, p.97. 59 GARCA RAMOS, Arturo. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo, op.cit., p.22. 60 GULLN, Ricardo, op.cit., 109. 61 Ibidem, p.110. 62 KNIG, Irmtrud, op.cit., p.88.

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como lo era en el perodo romntico, y aunque no todos los prosistas modernistas hispanoamericanos se dedican al cuento fantstico, los que lo hacen son unos de los autores ms representativos de este gnero literario en Amrica Latina.63 Son, entre otros, el nicaragense Rubn Daro (1867-1916), el argentino Leopoldo Lugones (1874-1938), el mexicano Amado Nervo (1870-1919), el peruano Clemente Palma (1872-1946), el mexicano Manuel Gutirrez Njera (1859-1895), el colombiano Jos Asuncin Silva (1865-1896), el cubano Julin del Casal (1863-1893), el panameo Daro Herrera (18901914). Aunque el siglo XIX es la poca de la racionalizacin y del progreso cientfico, el fin del siglo est marcado por una renovada religiosidad, y como ya hemos escrito, el artista busca llenar el vaco espiritual que llega con la prosperidad y riqueza. Dolores PhillippsLpez escribe al respecto: Al acudir al misticismo, al esoterismo y a las supersticiones, al sumar la magia, lo legendario, el milagro, el misterio, el sueo y al describir los estados morbosos o las patologas del alma humana, la ficcin fantstica modernista condensa interrogantes y respuestas literarias significativas, busca colmar los vacos, explorar las nuevas (y replantear las antiguas) fronteras, desbordando lmites, instalndose en la muerte misma, complacindose en lo excesivo64. A principios del siglo XX se desarrolla de manera intensa y decisiva la psicologa y psiquiatra. Estas disciplinas despiertan el inters de los autores del relato fantstico, porque se dedican al mundo desconocido del inconsciente, que es difcilmente explicable por la ciencia positiva del siglo XIX, y de all provienen nuevos temas para sus historias. Todo surge de la conviccin de que la ciencia no es capaz de explicar ni entender todo lo que se esconde dentro del alma humana.65 Para la narrativa fantstica de este tiempo es tpica la ambigedad, numerosas creaciones fantsticas del fin de siglo se basaban en ella y a la vez cuestionaban las fronteras de la normalidad, identificando en lo morboso, lo monstruoso, la aberracin, los nuevos territorios donde expresar la disconformidad66. Como conclusin podemos citar a Oscar Hahn: La apertura amplia hacia lo fantstico o hacia lo maravilloso es la consecuencia natural, tanto de la inclinacin de los modernistas y sus seguidores a sobrevalorar la fantasa y a elogiar los llamados frutos puros de la imaginacin, como del magnetismo que las doctrinas ocultistas y esotricas ejercan en ellos. Agrguense la atraccin de origen romntico por lo ultraterreno, la revaloracin de lo63 64

Ibidem, pp.88-89. PHILLIPPS-LPEZ, Dolores, op.cit., p.33. 65 Ibidem, pp.40-41. 66 Ibidem, p.41.

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sobrenatural religioso y la incorporacin de la ciencia a un orden trascendente - todo esto, ya como exacerbacin del materialismo positivista, ya como reaccin contra sus excesos - y se tendr una imagen adecuada de las fuerzas que gobernaban sus obras67. III. EL SIGLO XX La historia de las letras hispanoamericanas del siglo XX y tambin la historia del relato fantstico del mismo siglo es demasiado complicada para que nos podamos dedicar profundamente a ellas en nuestra tesina, por esto nos limitaremos slo a nombrar los autores ms significativos del siglo XX para el cuento fantstico que durante esta poca sufre grandes cambios en su potica y se convierte en un gnero rico en obras significantes y cultivado por los escritores ms importantes del siglo XX que lograron el reconocimiento internacional en parte gracias a su cuentstica fantstica. La literatura de la primera mitad del siglo XX est marcada por el postmodernismo y luego por la vanguardia. Algunos crticos consideran como principio del postmodernismo dos fechas polticas: el ao 1910, la Revolucin Mexicana; o 1914, el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Otros histricos prefieren una fecha simblica: 1916, el ao de la muerte de Rubn Daro. El postmodernismo naci a finales de la poca modernista y con el modernismo coexisti, luego se disolvi en la vanguardia.68 Jos Miguel Oviedo dice que el postmodernismo es la primera fase de la vanguardia69 y ms adelante aade que es un campo fundamental para la transicin de los rezagos literarios del fin del siglo hacia la plenitud de nuestro tiempo70. El impulso decisivo para la renovacin y reformacin del arte literario y junto con ello tambin del cuento fantstico vino de Europa durante la poca de la vanguardia en la primera mitad del siglo XX, cuando desde 1909 surgen manifiestos de distintas corrientes de los llamados ismos, y l que ms influy la literatura fantstica hispanoamericana fue el surrealismo.71 Los maestros del cuento fantstico del postmodernismo y de la vanguardia son el uruguayo Horacio Quiroga (1878-1937), el argentino Macedonio Fernndez (1874-1952), el guatemalteco Rafael Arvalo Martnez (1884-1975) o el cubano Alfonso Hernndez-Cat (1885-1940).

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HAHN, Oscar, op.cit., p.173. OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 3. Postmodernismo, vanguardia, regionalismo. Madrid: Alianza Universidad, 2005, pp.11-13. 69 Ibidem, p.13. 70 Ibidem, p.13. 71 HAZAIOV, Lada, op.cit., 156.

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El personaje principal de la vanguardia en Argentina fue Jorge Luis Borges (18991986), uno de los verdaderos maestros de la literatura hispanoamericana. Al volver de Europa fund en Argentina varias revistas, como Prisma (1921-1922) y Proa (1924-1925), y tambin form parte de un grupo de artistas de otra importante revista llamada Martn Fierro (19241927). Alrededor de estas tres revistas se form un grupo de los ms importantes intelectuales, poetas y prosistas argentinos. Ms tarde, la revista Sur (1931-1970) se integr en esta tradicin de revistas literarias que marcaron el clima intelectual de aquella poca, su fundadora fue Victoria Ocampo (1890-1979), uno de los personajes ms influyentes del mundo intelectual y artstico argentinos.72 El autor que marc la poca de la transicin de lo fantstico tradicional hacia lo moderno fue el uruguayo Felisberto Hernndez (1902-1964). La literatura fantstica moderna empez a constituirse en Amrica Latina, y sobre todo en la zona del Ro de la Plata, en los aos treinta y cuarenta. Durante esta poca se form la primera generacin de autores modernos del cuento fantstico hispanoamericano, tambin es la poca de la primera aparicin de la ya mencionada Antologa de la literatura fantstica, cuyos tres autores, los argentinos Jorge Luis Borges (1899-1986), Adolfo Bioy Casares (1914-1999) y Silvina Ocampo (1906-1993), destacan entre los autores de la literatura fantstica del siglo XX. Otros autores importantes son la chilena Mara Luisa Bombal (1910-1980), el argentino Jos Bianco (1908-1986), en los aos cicuenta empieza a publicar otro de los maestros de la literatura fantstica, el argentino Julio Cortzar (1914-1984), y podemos mencionar tambin al mexicano Carlos Fuentes (1928), o a las uruguayas Armona Somers (1914-1994) y Cristina Peri Rossi (1941), entre otros cuentistas del siglo XX rico en obras fantsticas.73 En los aos sesenta del siglo XX se produjo un fenmeno llamado el boom de la literatura hispanoamericana, que fue causado por una explosin creadora de los autores de Hispanoamrica y apoyado por los grandes editoriales espaoles, entre los que fue fundamental Seix Barral en Barcelona. El boom signific un lanzamiento de estos autores de Amrica Latina a la fama internacional respaldado por la gran acogida entre los lectores en diferentes partes del mundo. Gracias al reconocimiento internacional de la obra de Jorge Luis Borges sobre todo en Europa en los aos sesenta, se despierta el inters por las letras hispanoamericanas y as tambin por el cuento fantstico hispanoamericano de esta poca.74

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Ibidem, p.157. Ibidem, pp.153-165. 74 OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 4., pp.299-301.

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Como ya hemos mencionado varias veces, el siglo XX tiene dos verdaderos maestros del cuento fantstico, ambos argentinos, Jorge Luis Borges (1899-1986) y Julio Cortzar (1914-1984). Jorge Luis Borges empez su trayectoria literaria escribiendo poemas y ensayos y sigui dedicndose a ellos hasta su muerte, pero la fama mundial la consigui con su obra cuentstica. Entre su vasta obra narrativa destacan cinco volmenes de cuentos: Historia universal de la infamia (1935), Ficciones (1944), El Aleph (1949), El informe de Brodie (1970), El libro de arena (1975).75 Julio Cortzar era cuentista, novelista, ensayista y poeta, su obra es fascinante por la riqueza y originalidad del mundo imaginario de su creador. Su primer libro importante fue Bestiario (1951), famosa coleccin de cuentos, de los que pocos en su tiempo llamaron la atencin convirtindose luego en legendarios. Siguieron Final del juego (1956), Las armas secretas (1959), Historias de Cronopios y de Famas (1962), Todos los fuegos, el fuego (1966).76 Aunque Julio Cortzar fue influido por Jorge Luis Borges, sus mundos imaginarios son diferentes y no pueden confundirse tal como lo explica Jos Miguel Oviedo: Si Borges trama sus fantasas bajo la sospecha de que el mundo real es una ilusin, Cortzar casi nunca se separa de la realidad fsica: lo que hace es demostrar que, bajo su apariencia "normal" y cotidiana, se esconde un mundo monstruoso, maravilloso, aterrador o impredecible.77 Ambos autores, adems de componer relatos fantsticos, se dedicaron a la teora de la literatura fantstica basndose en sus propias experiencias de creadores de las historias fantsticas, intentando exponer sus observaciones acerca de este gnero literario. Julio Cortzar en su conferencia llamada El sentimiento de lo fantstico, resume con su maestra narrativa en pocas palabras el fenmeno del cuento fantstico en Amrica Latina: A partir del da en que Poe escribi la serie genial de su cuento fantstico, esa casa de lo fantstico, que es el cuento, se multiplic en las literaturas de todo el mundo y adems sucedi una cosa muy curiosa y es que Amrica Latina, que no pareca particularmente preparada para el cuento fantstico, ha resultado ser una de las zonas culturales del planeta, donde el cuento fantstico ha alcanzado sus exponentes, algunos de sus exponentes ms altos. Piensen, los que se preocupan en especial de literatura, piensen en el panorama de un pas como Francia, Italia o Espaa, el cuento fantstico no existe o existe muy poco y no interesa, ni a autores, ni a lectores; mientras que, en Amrica Latina, sobre todo en algunos pases del cono sur: en el

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OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 4., pp. 15-37. Ibidem, pp. 161-174. 77 Ibidem, pp.162-163.

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Uruguay, en la Argentina ha habido esa presencia de lo fantstico que los escritores han traducido a travs del cuento.78 IV. EL FENMENO DE LO FANTSTICO El cuento es el gnero literario con el que ms y mejor se identific el fenmeno de lo fantstico, cuya imaginacin creadora sobrepasa los lmites lgicos y se escapa de la explicacin cientfica y realista.79 Las posibilidades de lo fantstico estn en la esencia del cuento, en su intensidad, su predominio narrativo y su final inesperado.80 El cuento fantstico es muy complicado as que encontrar una sla definicin de lo fantstico es casi imposible. Adolfo Bioy Casares era consciente de este hecho escribiendo en su Prlogo de la Antologa de la literatura fantstica: veremos que no hay un tipo, sino muchos, de cuentos fantsticos.81 Adems habla de las leyes, que cada escritor tienes que descubrir. Segn l hay que encontrar leyes generales para cada tipo de cuento y las leyes especiales para cada cuento. Intenta darnos algunas caractersticas generales del cuento fantstico hablando del ambiente o la atmsfera, y nos ofrece enumeracin de argumentos fantsticos segn los relatos incluidos en la antologa: argumentos en que aparecen los fantasmas, viajes por el tiempo, los tres deseos, argumentos con accin que siguen en el infierno, argumentos con personaje soado, con metamorfosis, acciones paralelas que obran por analoga, tema de la inmortalidad, fantasas metafsicas, vampiros y castillos.82 Sobre el problema de saber que es lo fantstico y sobre la dificultad de su definicin habla Julio Cortzar en una de sus conferencias. Consultar un diccionario es, segn sus palabras, absolutamente intil: habr una definicin, que ser aparentemente impecable, pero una vez que la hayamos ledo los elementos imponderables de lo fantstico, tanto en la literatura como en la realidad, se escaparn de esta definicin.83 l mismo habla del sentimiento de lo fantstico, del extraamiento que sentimos todos de vez en cuando y que est en cada paso, y propone que cada uno de nosotros consulte su propio mundo interior, sus propias vivencias y se plantee personalmente el problema de esas situaciones, de esas irrupciones, de esas llamadas coincidencias en que de golpe nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad tienen la impresin de que las leyes, a las que obedecemos habitualmente, no se78

CORTZAR, Julio. El sentimiento de lo fantstico. [online], [cit.2009-01-31]. Disponible en: < http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/cortaz5.htm>. 79 CARILLA, Emilio, op.cit., pp.20-21. 80 Ibidem, p.33. 81 BIOY CASARES, Adolfo, op.cit., p.10. 82 Ibidem, pp. 10-14. 83 CORTZAR, Julio. El sentimiento de lo fantstico. [online], [cit.2009-01-31]. Disponible en: < http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/cortaz5.htm>.

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cumplen del todo o se estn cumpliendo de una manera parcial, o estn dando su lugar a una excepcin.84 Sus palabras nos hacen pensar en la realidad en la que vivimos y en las cosas extraas que nos pasan que no podemos explicar ni con la lgica ni con la inteligencia. De la imposibilidad de la definicin de lo fantstico literario habla Arturo Garca Ramos. l dice que no se puede pasar lo literario por la prueba de la verdad, porque la literatura es un fingimiento que se basa en la imaginacin y en la fantasa. Y ms adelante explica: Lo que la literatura fantstica descubre es la red de vasos comunicantes entre nuestra imaginacin y la realidad; una interdependencia mucho ms slida de lo que suponamos antes de leer cuentos fantsticos; una revelacin de nuestro sistema perceptor de los eventos del mundo.85 Muchos tericos literarios y autores de cuentos fantsticos han intendado definir lo fantstico literario a lo largo del tiempo, pero no han logrado encontrar una teora o frmula vlida para todos los tipos de la literatura fantstica. Una de las obras ms importantes de este tipo es la famosa Introduccin a la literatura fantstica de Tzvetan Todorov. Segn el autor la primera condicin de lo fantstico es la vacilacin del lector. Lo fantstico se desarrolla en un mundo que conocemos, que es el nuestro. Y en este mundo se produce un acontecimiento que es imposible de explicar por las leyes de ese mismo mundo cotidiano, tan familiar para nosotros. Tambin explica que el que percibe este acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones posibles: o bien se trata de una ilusin de los sentidos, de un producto de la imaginacin, y las leyes del mundo siguen siendo lo que son, o bien el acontecimiento se produjo realmente, es parte integrante de la realidad, y entonces esta realidad est regida por leyes que desconocemos86. Ms adelante completa y precisa su definicin: es necesario que el texto obligue al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personajes reales, y a vacilar entre una explicacin natural y una explicacin sobrenatural de los acontecimientos evocados. Luego, esta vacilacin puede ser tambin sentida por un personaje; de tal modo, el papel del lector est, por as decirlo, confiado a un personaje y, al mismo tiempo la vacilacin est representada, se convierte en uno de los temas de la obra; en el caso de una lectura ingenua, el lector real se identifica con el personaje. Finalmente, es importante que el lector adopte una determinada actitud frente al texto: deber rechazar tanto la interpretacin alegrica como la interpretacin "potica"87.

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Ibidem. GARCA RAMOS, Arturo. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo, op.cit., p.36. 86 TODOROV, Tzvetan. Introduccin a la literatura fantstica. Barcelona: Ediciones Buenos Aires, 1982, p.34. 87 Ibidem, pp.43-44.

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La conclusin fundamental de Tzvetan Todorov es que lo fantstico se basa esencialmente en una vacilacin del lector88. Una de conclusiones ms errneas es que segn l el psicoanlisis reemplaz la literatura fantstica, y as con el descubrimiento del psicoanlisis la literatura fantstica se volvi intil.89 La idea que ahora sabemos que es equivocada. Tambin Harry Belevan se plantea la pregunta Qu es entonces lo fantstico? en su ensayo Teora de lo fantstico. Al intentar responderla habla de la imaginacin y dice que lo fantstico pertenece al mundo de lo imaginario90. Todas las obras de arte son productos de la imaginacin y la imaginacin forma parte de la realidad, pues todas las obras de imaginacin contienen una determinada realidad aun sin que la voluntad del autor intervenga. Harry Belevan afirma que lo fantstico es la coyuntura de lo real y de lo imaginario, y de esto surge su ambigedad, lo fantstico est inscrito permanentemente en la realidad, y se presenta como atentado, como una afrenta a esa misma realidad que lo circunscribe91. Arturo Garca Ramos se interesa en Historia del cuento fantstico del Ro de la Plata en el siglo XX: mmesis y verosimilitud sobre todo por la relacin que mantiene lo fantstico con la realidad y en qu medida la literatura fantstica es mimtica. Como ya hemos podido ver ms arriba el arte siempre mantiene algn vnculo con la realidad, y Arturo Garca Ramos afirma que el relato precisa de la mmesis, de la realidad, tanto en el acontecimiento como en los personajes para llegar a ser fantstico aunque tenga un nuevo sentido figural92. Ms adelante dice que el mundo real es tan misterioso como el mundo fantstico, y que pocas veces el relato fantstico se aleja del mundo cotidiano. Y el objetivo del relato fantstico es hacer creble lo inverosmil.93 La literatura fantstica nunca puede desprenderse completamente de la realidad, para que la podamos considerar como fantstica tiene que basarse de cierta manera en el mundo real, cotidiano, que est atacado, invadido por un hecho inslito, fantstico. Pero Arturo Garca Ramos tambin menciona que lo fantstico siempre depende del mbito social y de la poca en la que se desarrolla, porque lo que fue considerado como fantstico en una poca

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Ibidem, p.186. Ibidem, p.190. 90 BELEVAN, Harry. Teora de lo fantstico. Barcelona: Editorial Anagrama, 1976, p.27. 91 Ibidem, pp. 83-85. 92 GARCA RAMOS, Arturo. Historia del cuento fantstico del Ro de la Plata en el siglo XX: mmesis y verosimilitud. Madrid: Editorial de la Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filologa, 1990, p.44. 93 Ibidem, pp.48-59.

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determinada deja de serlo en otra gracias a la evolucin de las ciencias o al desarrollo cientfico.94 Franklin Garca Snchez tambin habla del vnculo de lo fantstico y de lo real, afirmando que resulta obvio que lo fantstico es idisociable del racionalismo y de su manifestacin esttica, el realismo, de donde se desprende se carcter de fantasa mimtica95. As lo podemos distinguir del realismo mgico, donde lo sobrenatural aparece ya asimilado, incorporado a una realidad que lo naturaliza sin conflicto96. Arturo Garca Ramos se interesa en Historia del cuento fantstico del Ro de la Plata en el siglo XX: mmesis y verosimilitud por el problema del lenguaje y trata de resolver en qu medida el lenguaje es real, [...], en qu medida contiene el lenguaje la realidad del mundo, en qu medida es capaz de transmitirla97. Como muestra del problema del lenguaje de un autor de los cuentos fantsticos nos puede servir un trozo de El Aleph, un famoso cuento de Jorge Luis Borges donde l mismo confiesa: Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato; empieza, aqu, mi desesperacin de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de smbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; cmo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? [...] Lo que vieron mis ojos fue simultneo: lo que transcribir, sucesivo, porque el lenguaje lo es. Algo, sin embargo, recoger.98 La conclusin de Arturo Garca Ramos respecto al lenguaje es que est construyendo una determinada visin del mundo, un cierto conocimiento de la realidad. Si hablamos del lenguaje como una expresin literaria, ste no tiene como referente el mundo sino el mundo imaginario de un autor. As que podemos decir que siempre depende de la capacidad imaginativa del propio autor. 99 La literatura fantstica ha sido muchas veces injustamente acusada de ser escapista, de intentar huir de la realidad escondindose en el mbito de la fantasa. Lo que caracteriza la literatura fantstica es la ambigedad, as que en ella podemos encontrar algunos binomios94 95

Ibidem, p.13. GARCA SNCHEZ, Franklin. Orgenes de lo fantstico en la literatura hispnica. En: RISCO, Antn; SOLDEVILA, Ignacio; LPEZ CASANOVA, Arcadio (eds.). El relato fantstico. Historia y sistema. Salamanca: Ediciones Colegio de Espaa, 1998, pp.87. 96 Ibidem, p.87. 97 GARCA RAMOS, Arturo. Historia del cuento fantstico del Ro de la Plata en el siglo XX: mmesis y verosimilitud, p.9. 98 BORGES, Jorge Luis. El Aleph. En: BORGES, Jorge Luis. El Aleph. Madrid: Alianza Editorial, 2003, pp.191-192. 99 GARCA RAMOS, Arturo. Historia del cuento fantstico del Ro de la Plata en el siglo XX: mmesis y verosimilitud, pp.9-10.

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contradictorios como vida/muerte, sueo/vigilia, locura/cordura, real/irreal, subjetivo/objetivo, etc. La intencin de la literatura fantstica es que quiere poner en crisis los rdenes establecidos, quiere ofrecernos una experiencia alternativa del mundo en que estamos viviendo revelndonos que la realidad no es siempre tal como se nos parece a primera vista.100 Para cerrar este pequeo esbozo sobre la literatura fantstica nos pueden servir las palabras de Oscar Hahn: Rindiendo tributo a la vocacin de esta narrativa de ser el reino de lo contradictorio y de lo incierto, puede decirse, en suma, que nada nuevo y todo nuevo hay bajo el sol de la literatura fantstica.101

100 101

HAHN, Oscar, op.cit., p.179-180. Ibidem, p.180.

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2. LEOPOLDO LUGONES, su vida y obra Su destino le impuso la soledad, porque no haba otros como l y en esa soledad lo encontr la muerte. Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones El da 13 de junio se recuerda en Argentina el Da del Escritor, as se conmemora la fecha del nacimiento de uno de sus escritores ms prestigiosos, Leopoldo Lugones (18741938), poeta, prosista, ensayista, que con su obra influy en los dems escritores significativos del siglo XX. En varios trabajos de los crticos literarios podemos leer las alabanzas a este autor extraordinario, cuya obra es tan extensa que abarca casi todos los gneros. El mismo Jorge Luis Borges seala en su libro Leopoldo Lugones que su obra, en conjunto, es una de las mayores aventuras del idioma espaol.102 Y tambin destaca la importancia de Leopoldo Lugones para la literatura hispanoamericana de su tiempo cuando escribe: La literatura de Amrica an se nutre de la obra de este gran escritor; escribir bien, es para muchos, escribir a la manera de Lugones. Desde el ultrasmo hasta nuestro tiempo, su inevitable influjo perdura creciendo y transformndose. Tan general es ese influjo que para ser discpulo de Lugones, no es necesario haberlo ledo.103 Jos Miguel Oviedo escribe de l: es, sin discusin una gran figura, el mayor aporte argentino al modernismo y uno de sus ms significativos renovadores. Era hombre de fascinante imaginacin, poderoso intelecto y saber enciclopdico que, gracias a su obra, se elev a la categora de mito nacional; era adems, una personalidad conflictiva, sobre todo en su faceta de idelogo y poltico. Escribi decenas de libros, prcticamente en todos los gneros: poesa, narrativa, ensayo, filosofa, ciencia, periodismo..., y en cada uno, sus tonalidades son muy diferentes.104 Pedro Luis Barcia le atribuye trabajos sobre botnica, zoologa, arqueologa, matemticas, filologa, etimologa, sectas orientales, poesa persa, teora, esttica y crtica literarias, movimientos filosficos y espirituales; traducciones del griego, latn, ingls,

102 103

BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones. Buenos Aires: Pleamar, 1965, p.12. Ibidem, p.12. 104 OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.312.

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italiano, rabe, portugus...105, y dice: No hay autor en nuestro pas que haya abordado tal diversidad de disciplinas humansticas y cientficas como Lugones. Aspiraba al modelo de hombre universal integrado, a la manera de Leonardo o Goethe. Nadie ha marcado un antes y un despus en la literatura rioplatense como l. Lugones, magnnimo, pens en grande el pas. Toda su obra responde a una necesidad de expresin y a una voluntad de servicio aunadas.106 Naci en la provincia de Crdoba, en un pequeo pueblo de Villa Mara del Ro Seco, su familia tena los antecendentes en la alta sociedad criolla peruana de siglo XVI. Empez sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Crdoba, ciudad, donde vivi con su abuela. Sus estudios secundarios no termin porque dej de sentirse atrado por los estudios acadmicos y se dedicaba a leer de forma constante y libre, de manera que se puede decir que tuvo una formacin casi absolutamente autodidacta.107 Segn las palabras de Guillermo Ara Lugones fue hombre de potente salud y raro vigor mental. Los testimonios que concuerdan con la imagen del hijo, hacen de l una figura erguida, casi marcial en los movimientos, algo pesado en los ademanes pero normalmente cordial en el gesto y la palabra. Locuaz pero enemigo de confidencias; fiel en la amistad hasta la injusticia; pero dominado por el sentimiento de fatalidad. [...] Normalmente severo y tranquilo pero propenso a la violencia. Su hijo relata ancdotas de ruda iracundia, reacciones de su natural franco y pundonoroso ante la malicia y la incultura. Sensibilidad educada en la observacin paciente, en las buenas lecturas y la msica, odiaba con el ruido y la algazara bullanguera, las manifestaciones populares, los desfiles de fiesta patria y las reuniones deportivas. [...] Interesa su perfil moral, su escala de valores espirituales, la dimensin de su fe, su concepcin del hombre, la sociedad, la poltica.108 Guillermo Ara, igual que otros autores, se apoya de los recuerdos de Leopoldo Lugones (hijo), quien escribi sobre su padre un libro llamado Mi padre (Buenos Aires: Centurin, 1946). Leopoldo Lugones comenz pronto su actividad literaria al igual que su larga e intensa actividad poltica, fundando en 1895 el Centro Socialista de Crdoba compatibilizando su activismo poltico con su carrera periodstica utilizando el seudnimo de Gil Paz.109 En 1896 lleg a Buenos Aires y en la ciudad rioplatense residi hasta su muerte. Este mismo ao el nicaragense Rubn Daro publica en la capital argentina su obra Prosas profanas. El gran poeta reconoci el talento del joven Lugones, y se convirti en su maestro, a105 106

BARCIA, Pedro Luis, op.cit., pp. 12-13. Ibidem, p.13. 107 BENTEZ, Jess. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo. Lunario sentimental. Edicin de Jess Bentez. Madrid: Ediciones Ctedra, 1988, p.28. 108 ARA, Guillermo. Leopoldo Lugones, uno y mltiple. Buenos Aires: Editorial Maru, 1967, pp.14-16. 109 BENTEZ, Jess, op.cit., p.28.

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partir de entonces surgi una gran, profunda y larga amistad, que tambin fue muy importante para la literatura hispanoamericana.110 Lugones toda su vida ansiaba el conocimiento, se interesaba por las ciencias, exactas y ocultas, y estaba abierto a todas las ideas nuevas del fin del siglo XIX, entre ellas le interes la teosofa. En 1898 entr en la Rama Luz de la Sociedad Teosfica Argentina y pronto lleg a ser su Secretario General (la Sociedad Teosfica fue fundada en 1875 en la ciudad de Nueva York por Helena Blavatsky y el coronel Henry Olcott).111 En Buenos Aires se incorpor al partido socialista de la capital argentina con otros intelectuales socialistas como Roberto J. Payr y Jos Ingenieros. En esta poca mantena una ideologa liberal de izquierda, pero slo fue militante socialista durante pocos meses, tiempo en que fund y dirigi con los dos escritores mencionados La montaa. Peridico Socialista Revolucionario.112 Pronto abandon el partido socialista y se acerc al anarquismo y al militarismo. Despus de la Primera Guerra Mundial, alrededor de 1923, sufri un profundo cambio que le marc el resto de su vida, cuando de las doctrinas de izquierda deriv a las de derecha y desde ah empez a sentirse atrado por la ideologa del fascismo.113 El 11 de diciembre de 1924 pronunci en Lima, en la conmemoracin de la batalla de Ayacucho, su famoso Discurso de Ayacucho, que se conoce tambin como La hora de la espada: Yo quiero arriesgar tambin algo que cuesta mucho decir en estos tiempos de paradoja libertaria y de fracasada, bien que audaz ideologa. / Ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada.114 Este discurso caus su aislamiento e incompresin social, las reacciones al discurso fueron radicales e inmediatas, empezaron las protestas de estudiantes y polticos y Lugones se qued sin apoyo. Tambin le convirti en el autor intelectual del golpe de estado del general Jos Flix Uriburu que en 1930 derroc el gobierno democrtico de Hiplito Yrigoyen. Jorge Luis Borges le defiende escribiendo: Exalt la espada porque la crey necesaria para la redencin de la patria. Es sabido que particip en la revolucin de septiembre; a poco de triunfar este movimiento, Uriburu le ofreci la direccin de la Biblioteca Nacional; Lugones rehus, porque su militancia haba sido desinteresada.115 Leopoldo Lugones siempre daba la razn de los cambios de su posicin poltica e ideolgica a sus cociudadanos, no quera justificarse sino explicarse. Pero pocos de sus compatriotas lo entendieron as y la mayora de ellos le juzg, y as le condenaron a la110 111

OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.312. BENTEZ, Jess, op.cit., p.29. 112 Ibidem, p.29. 113 Ibidem, p.31. 114 Ibidem, p.32. 115 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.67.

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soledad. Pedro Luis Barcia escribi respecto a esto: Fue un argentino valiente que dijo lo que estim la verdad, donde fuera y frente a quien fuera. Es decir: fue un solitario toda su vida. Nunca fue oportunista; no siempre fue oportuno, pero siempre sincero.116 A la vez con sus opiniones polticas, cuando evolucion desde el socialismo hasta el fascismo, se desarrollaron tambin sus ideas religiosas: desde la condenacin del cristianismo hasta el acercamiento a la fe catlica en el final de su vida. Su vida se termin el 18 de febrero de 1938 cuando se suicid tomando una mezcla de cianuro y whiski en la Isla del Tigre en el ro Paran, en un hotel llamado El Tropezn. La carta que haba dejado no deca nada sobre los motivos de la muerte, slo que Lugones era el dueo de sus actos. Por eso su muerte causa un enigma.117 Muchos autores escribieron tanto sobre la vida y obra de Leopoldo Lugones como sobre las causas de su muerte. Muchos de ellos la ven en la soledad y aislamiento social de los ltimos aos. Arturo Garca Ramos escribi: Desde 1874 a 1938 la vida de Leopoldo Lugones est presidida por una triple obsesin: la poltica, la literatura y la ciencia. En las tres asoma el ser intricado que fue, su nimo contradicctorio, la insatisfaccin como acicate de constantes bsquedas. Esa misma falta de conformismo, acaso el ansia de absoluto en esas tres pasiones, es el probable motivo de su suicidio.118 Para Jorge Luis Borges la causa pudo ser tal vez la soledad o tal vez su pasin ms grande, la literatura: Acaso cabe adivinar o entrever, o simplemente imaginar, la historia de un hombre que, sin saberlo, se neg a la pasin y laboriosamente erigi altos e ilustres edificios verbales hasta que el fro y la soledad lo alcanzaron. Entonces, aquel hombre, seor de todas las palabras y de todas las pompas de la palabra, sinti en la entraa que la realidad no es verbal y puede ser incomunicable y atroz, y fue callado y solo a buscar, en el crepsculo de una isla, la muerte.119 Una de las posibles causas de la muerte del gran poeta poda ser tal vez el amor, o mejor dicho la prdida del amor, que encontr en 1926 en la Biblioteca del Maestro de la que fue director. Entonces se le acerc una estudiante de letras pidindole un ejemplar del agotado Lunario sentimental para poder escribir un trabajo. Esa estudiante, llamada Emilia Santiago Cadelago, se convirti en su musa para los ltimos 12 aos de su vida, tena 26 aos y l 52. Pero esta relacin fue interrumpida alrededor de 1934 por el comisario Leopoldo Lugones,116 117

BARCIA, Pedro Luis, op.cit., p.10. MUOZ MOLINA, Teodosio. La tragedia de Leopoldo Lugones (1874-1938). Descargado: . 118 GARCA RAMOS, Arturo. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo, op.cit., pp.27-28. 119 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p. 97.

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hijo del escritor. l mismo amenaz a la familia de la joven dicindoles que encerrara al poeta en un manicomio. Para salvarse, y tambin para salvar a su amante, Emilia decidi renunciar a su amor, pero le mantuvo la fidelidad durante toda su vida, nunca se cas y tampoco volvi a verle. Muri en 1981, pero antes de su muerte entreg a su amiga Mara Ins Crdenas de Monner Sans la coleccin de poemas y cartas, que se publicaron despus de su muerte bajo el ttulo El cancionero de Aglaura.120 En 1880 nace en Hispanoamrica el modernismo, cuyas races son europeas; los autores modernistas se inspiraron en los movimientos poticos europeos, como el parnasianismo o el simbolismo. Este movimiento literario no produjo ningn manifiesto, surgi espontneamente, naci del intento de renovar el lenguaje literario, no se trat de una escuela con programa, maestros y seguidores estables. Ms bien fue una tendencia que atrajo durante un tiempo a una serie de autores que casi nunca tuvieron una clara conciencia de unidad y que con frecuencia, evolucionaron en total libertad. De manera que no es extrao encontrar que muchos escritores hispnicos de la poca presentan slo alguna etapa modernista o simplemente influencias ms o menos circunstanciales.121 En Jorge Luis Borges podemos leer la importancia del modernismo para la literatura escrita en la lengua espaola: Hoy las literaturas de lengua espaola han traspuesto sus lmites geogrficos y merecen inters y respeto; esto es obra del modernismo. No, acaso, de los libros que fueron expresin de esta escuela, pero s del impulso que ella dio a las letras espaolas y americanas. Hasta la reaccin contra el modernismo, que se observa a partir de mil novecientos veintitantos, es consecuencia o parte del modernismo, y hereda su mpetu.122 El verdadero maestro del modernismo fue Rubn Daro, lleg a Buenos Aires en 1893, su presencia en Buenos Aires fue muy importante para el joven Leopoldo Lugones que se convirti en su discpulo. Rubn Daro es autor de cuentos de tema fantstico y esotrico, y tambin se interesaba por la teosofa y por los libros de Madame Blavatsky.123 Hay un punto en el que Lugones se desva de Daro y lo supera. Los cuentos del segundo son de poeta, los primeros de cuentista.124 Jorge Luis Borges escribe que la historia de Leopoldo Lugones es

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MUOZ MOLINA, Teodosio. La tragedia de Leopoldo Lugones (1874-1938). [online], [cit.2009-01-31]. Descargado: . 121 BENTEZ, Jess, op.cit., pp.20-21. 122 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.25. 123 GARCA RAMOS, Arturo. Introduccin. En: LUGONES, Leopoldo, op.cit., pp.52. 124 Ibidem, p.54.

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inseparable de la del modernismo hispanoamericano, aunque su obra, en conjunto, supera sus lmites.125 Juan Mas y Pi escribe respecto a la grandeza e importancia de la obra de Leopoldo Lugones: La personalidad de Lugones no se discute; se comenta en sus obras. Y, al comentarse stas, slo podrn parecer buenas e indiscutibles a quien tenga su temperamento ms menos afin con el suyo. Pero, aceptadas no, habr que respetarlas siempre, por la enorme labor de trabajo que representan, por la gran suma de voluntad que concretan.126 y ms adelante aade: Detengmonos ante la obra de Lugones, vasta y bella como una creacin natural, quiz tambin llena de errores y defectos como todas las cosas naturales; pero no por esto menos bella.127 Tambin podemos aadir lo que escribe Jorge Luis Borges: ... el genio de Leopoldo Lugones es fundamentalmente verbal. No hay una pgina de su numerosa labor que no pueda leerse en voz alta, y que no haya sido escrita en voz alta. Perodos que en otros escritores resultaran ostentosos y artificiales, corresponden, en l, a la plenitud y a las amplias evoluciones de su entonacin natural.128 Su primer poemario se llama Las montaas del oro (1897), con el que logr una gran acogida entre los jvenes escritores argentinos, es su primera contribucin al movimiento modernista con clara influencia de los poetas romnticos europeos. El tema principal de su primera obra es la naturaleza.129 El libro desconcierta y entusiasma tambin a sus lectores, todo quiere ser nuevo, por este motivo separa los versos slo por guiones, as quiere darles la apariencia de prosa. En sus versos es evidente la presencia de Vctor Hugo, cuyo influjo reprocharon a Lugones ms de una vez.130 Su segundo libro, Los crepsculos del jardn (1905), fue fuertemente influido por el parnasianismo francs. Los temas son la vida, la naturaleza y el amor, se acerca ms al modernismo y ya se nota su madurez, demuestra un claro dominio del idioma y una seguridad literaria ya muy destacada, aunque con un resultado marcadamente barroco.131 Es una obra envuelta en la polmica casi judicial ya que Leopoldo Lugones fue acusado por Rufino Blanco Fombona de plagiar la obra de Julio Herrera y Reissig. Este poeta uruguayo public en 1904 la obra llamada Los xtasis de la montaa, Rufino Blanco Fombona en el125 126

BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.15. MAS Y PI, Juan. Leopoldo Logones y su obra. Buenos Aires: Renacimiento, 1911, pp.8-9. 127 Ibidem, p.9. 128 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.11. 129 BENTEZ, Jess, op.cit., p.39. 130 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.27-28. 131 BENTEZ, Jess, op.cit., p.40.

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prlogo de una edicin de 1912 destaca las semejanzas entre este libro y Los crepsculos del jardn y acus a Lugones de haber plagiado a Herrera y Reissig. Pero los conocidos escritores de Uruguay Horacio Quiroga, Vctor Prez Petit, Emilio Frugoni, Jos Pereira Rodrguez demostraron que los poemas de Lugones ya haban aparecido en varias revistas de Buenos Aires y de Montevideo, antes de ser reunidos en un volumen.132 Su siguiente libro es Lunario sentimental (1909), que se considera su obra maestra. En esta obra libera al verso de la mtrica, se apoya en la metfora como elemento esencial de la expresin potica y se ata, inflexiblemente, a la rima.133 Este libro influy muchsimo en las generaciones siguientes de los poetas hispanoamericanos. Pero no se trata slo de poesa, porque Lugones incorpor a este libro cuatro cuentos, Abuela Julieta, Francesca, Inefable ausencia, La amada imposible, que cierran cada una de las secciones poticas del libro.134 Se nota el ejemplo del simbolista francs Jules Laforgue y de su obra Imitacin de Notre-Dame la Lune. Jorge Luis Borges escribe de esta influencia: Sin embargo, como Lugones fue algo ms que que un espejo de los libros que iba leyendo, es posible conjecutar que aun sin Laforgue hubiera llegado a despojarse de la juvenil y excesiva solemnidad de Los crepsculos del jardn.135 Ms adelante aade respecto a la potica de la obra: La abundancia lxica y metafrica de este libro habr despertado sonrisas; Lugones no renuncia a ella, pero gracias al tono festivo, logra una mayor levedad. [...] Lugones, en efecto, presenta una de las mayores colecciones de metforas de la literatura espaola. Es innegable que estas metforas son originales y, a veces, muy hermosas; su desventaja es ser tan visibles que obstruyen lo que deberan expresar; la estructura verbal es ms evidente que la escena o la emocin que describen.136 Odas seculares (1910) publica por el motivo de conmemorar poticamente el centenario de Argentina, la obra se centra en el tema nacional y patritico, por primera vez aparecen en sus poesas los temas argentinos, es evidente la sinceridad patritica del poeta con la que quiere participar en la emocin colectiva del pueblo argentino y quiere acercarse ms a la gente.137 La entonacin es ms espaola que criolla y el vocabulario sigue exibiendo una vanidosa riqueza. No faltan prosasmos deliberados, que responden al deseo de probar que todo cabe en la obra del poeta y que ste debe medirse con cualquier tema.138132 133

BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.30. BARCIA, Pedro Luis, op.cit., p.10. 134 Ibidem, p.15. 135 BORGES, Jorge Luis. Leopoldo Lugones, p.33. 136 Ibidem, p.33. 137 Ibidem, pp.36-38. 138 Ibidem, pp.36-37.

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Luego llega El libro fiel (1912), dedicado a su esposa Juana, cuyo tema principal es el amor conyugal, es un libro muy personal. El libro de los paisajes (1917) lo tambin dedic a su mujer, pero nos ofrece una visin de la naturaleza.139 Los cuatro ltimos libros cierran su produccin potica La horas doradas (1922) que cierra la forma modernista de Lugones, Romancero (1924) abarca temas muy variados desde ambientes urbanos locales hasta el amor expresado por un hombre maduro, aparece tambin el fatalismo y la presencia de la muerte. Poemas solariegos (1927) destaca el barroquismo, el tema principal es su infancia y sus familiares, recuerdos nostlgicos de su tierra natal, y Romances del Ro Seco (1938), la obra pstuma con la que culmina su poesa, imita la tradicional poesa popular.140 Pedro Luis Barcia escribe sobre la produccin potica de Leopoldo Lugones: Sin lugar a dudas Lugones es una piedra angular de la poesa argentina moderna. Su evolucin se dio desde un modernismo que acentu, alternativamente, herencia decadente, parnasiana, simbolista, para luego afirmarse a la exaltacin de lo nacional; despus, la decantacin de su voz en el estilo de los grandes modelos clsicos, y, por fin, ensayando, con notable acierto, la modalidad tradicional. Lugones es un poeta dominantemente plstico, notabilsimo en su gnero. Su vena lrica es ms infrecuente y menos firme; aunque pudiramos reunir un haz de poemas netamente lricos y valiosos de l, no seran lo ms representativo de su obra.141 La narrativa de Leopoldo Lugones es an ms apreciada que su obra potica. Lo que ms destaca son sus dos libros de relatos, Las fuerzas extraas (1906) y Cuentos fatales (1924), dos obras claves para el gnero del cuento fantstico hispanoamericano.142 A estas dos obras y a los cuentos fantsticos incluidos en ellas, vamos a dedicarnos en el resto de nuestra tesina, por este motivo aqu slo mencionamos sus ttulos. Su obra ensaystica es muy amplia y variada, tiene un rasgo casi enciclopdico al abarcar ciencia, historia, filosofa, poltica, educacin, helenismo,... Sus ideas polticas se desarrollan en: Mi beligerancia (1917), La torre de Casandra (1919), Accin (1924), La organizacin de la paz (1925), La grande Argentina (1930), La patria fuerte (1930), Poltica revolucionaria (1931), El estado equitativo (1931). En estos textos se observa su evolucin poltica desde los principios socialistas y anarquistas, tras la

139 140

BENTEZ, Jess, op.cit., pp.41-42. Ibidem, pp.42-43. 141 BARCIA, Pedro Luis, op.cit., p.12. 142 OVIEDO, Jos Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2., p.319.

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defensa de los aliados despus de la primera Guerra Mundial, su militarismo, hasta el fuerte nacionalismo del final de su vida.143 El amor de lo helnico siempre ac