Lección 05 - Sábado, 30 de Enero de 2016

Historia de los Patriarcas Y Profetas, pág. 569

Deuteronomio 10:14, Salmos 24:1; 8:6-8; Servicio Cristiano, pág. 210, Historia de los Patriarcas Y Profetas, pág. 564

De Jehová tu Dios son los cielos y los cielos delos cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo ylos que lo habitan. Le has hecho señorear sobrelas obras de tus manos; todo lo has puestodebajo de sus pies: ovejas y vacas, todo ello, ytambién los animales del campo, las aves de loscielos y los peces del mar.Todo el mundo, con sus riquezas y tesorospertenece a Dios, aun cuando ahora casi todoestá en posesión de hombres malos. ‘De Jehováes la tierra y su plenitud.’ ‘Mía es la plata, y míoel oro, dice Jehová de los ejércitos.’ ‘Porquemía es toda bestia del bosque, y los millares deanimales en los collados. Ojalá que loscristianos se den cuenta cada vez másplenamente de que tienen el privilegio y eldeber de aprovechar, siempre que sea sobreprincipios rectos, toda oportunidad enviadapor el cielo para el avance del reino de Dios eneste mundo.Él te da el poder para hacer las riquezas.

Levítico 27:30, 32, Números 18:21; Historia de los Patriarcas y Profetas, pág. 525 - 564

Todos los diezmos de la tierra, tanto de la

semilla de la tierra como del fruto de los

árboles, pertenecen a Jehová. Es cosa sagrada

a Jehová. Y todo diezmo de vacas o de ovejas,

de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo

será consagrado a Jehová.

He aquí, he dado a los hijos de Leví todos los

diezmos de Israel, como heredad, a cambio del

servicio que llevan a cabo en el tabernáculo de

reunión.

Una décima parte de las rentas del pueblo se

reservaba para sufragar los gastos del culto

público de Dios.

El sistema del diezmo es hermoso por su

sencillez e igualdad. Todos pueden practicarlo

con fe y valor porque es de origen divino.

Cada hombre, mujer, joven puede llegar a ser

un tesorero del Señor, Cada uno aparte algo

según haya prosperado, y guárdelo.

Mateo 23:23, Hebreos 7:1, 2, 4, 8; El Deseado de Todas las Gentes, págs. 568, 569

Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!Porque entregáis el diezmo de la menta, deleneldo y del comino; pero habéis omitido lo másimportante de la ley, a saber, el juicio, lamisericordia y la fe. Era necesario hacer estascosas sin omitir aquéllas.Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del DiosAltísimo, salió al encuentro de Abraham quevolvía de derrotar a los reyes, y le bendijo.Asimismo, le dio Abraham los diezmos de todo.En primer lugar, su nombre significa “rey dejusticia,” y también era rey de Salem, quesignifica “rey de paz”… Mirad, pues, cuán grandefue aquel a quien aún el patriarca Abraham ledio los diezmos del botín.En estas palabras Cristo vuelve a condenar elabuso de la obligación sagrada. No descarta laobligación misma. El sistema del diezmo eraordenado por Dios y había sido observado desdelos tiempos más remotos. Abrahán, padre de losfieles, pagó diezmo de todo lo que poseía. Cristoreconoció que el pago del diezmo es un deber;pero demostró que no podía disculpar lanegligencia de otros deberes.

1 Corintios 9:13, 14, 2 Corintios 11:8, 9; Los Hechos de los Apóstoles, págs. 270, 271

¿No sabéis que los que trabajan en elsantuario comen de las cosas del santuario;los que sirven al altar participan del altar?también ordenó el Señor a los que anuncianel evangelio, que vivan del evangelio.He despojado a otras iglesias, recibiendosostenimiento para ministraros a vosotros.Cuando estaba entre vosotros y tuvenecesidad, a ninguno fui carga porque lo queme faltaba lo suplieron los hermanos.El apóstol se refirió aquí al plan del Señorpara sostener a los sacerdotes queministraban en el templo. Aquellos que eranapartados para este sagrado cargo eransostenidos por sus hermanos, los que de loshijos de Leví toman el sacerdocio, tienenmandamiento de tomar del pueblo losdiezmos según la ley. La tribu de Leví fueescogida por el Señor para los cargos sagradospertenecientes al templo y al sacerdocio. Diosreclamaba como propiedad suya una décimaparte de todas las ganancias, y considerabacomo robo la retención del diezmo.

Proverbios 3:9, Salmos 96:8, 1 Corintios 16:1; El Hogar Cristiano, pág. 353, Los Hechos de los Apóstoles, pág. 61.

Honra a Jehová con tus riquezas y con lasprimicias de todos tus frutos.Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; traedofrendas y venid a sus atrios.No sólo pide el Señor el diezmo como suyo, sinoque nos indica cómo debemos reservarlo para él.Dice: ‘Honra a Jehová de tu sustancia, y de lasprimicias de todos tus frutos.’ Apártese en primerlugar la porción de Dios.. Cada primer día de lasemana cada uno de vosotros aparte en su casa,guardando lo que por la bondad de Dios pudiere.’Esta recomendación abarca a padres e hijos.Es Dios quien bendice a los hombres conpropiedades, y lo hace a fin de que puedan darpara el avance de su causa. Él envía la luz del sol yla lluvia. Él hace crecer la vegetación. Él da la saludy la habilidad de adquirir medios. Todas nuestrasbendiciones proceden de su generosa mano. A suvez, quiere que los hombres y mujeresmanifiesten su gratitud devolviéndole una partecomo diezmos y ofrendas, ofrendas deagradecimiento, ofrendas voluntarias.

Malaquías 3:10-12; Historia de los Patriarcas Y Profetas, pág. 566

Traed todo el diezmo al tesoro, y hayaalimento en mi casa. Probadme en esto,ha dicho Jehová de los Ejércitos, si no osabriré las ventanas de los cielos y vaciarésobre vosotros bendición hasta quesobreabunde.Las contribuciones que se les exigían a loshebreos para fines religiosos y de caridadrepresentaban por lo menos la cuartaparte de su renta o entradas. Pareceríaque tan ingente leva de los recursos delpueblo hubiera de empobrecerlo; pero,muy al contrario, la fiel observancia deestos reglamentos era uno de losrequisitos que se les imponía para tenerprosperidad. A condición de que leobedecieran, Dios les hizo esta promesa:‘Increparé también por vosotros aldevorador, y no os corromperá el fruto dela tierra; ni vuestra vid en el campoabortará... Y todas las gentes os diránbienaventurados; porque seréis tierradeseable, dice Jehová de los ejércitos.

Hechos 20:35, 2 Corintios 9:6, 7; Conducción del Niño, pág. 140, Testimonios para los Ministros, pág. 307).

Trabajando así es necesario apoyar a losdébiles, y tener presente las palabras del SeñorJesús, que dijo: ‘Más bienaventurado es darque recibir.Los que comprendan su dependencia de Dios,sentirán que deben ser honrados con sussemejantes y, sobre todo, deben serlo conDios, de quien proceden todas las bendicionesde la vida… “La evasión del mandamientopositivo dado por Dios concerniente a losdiezmos y las ofrendas se registra en los librosdel cielo como un robo hecho contra él.Esto no lo pide un hombre; es uno de losmandatos de Dios, por medio del cual sepuede sostener su obra y promover suprogreso en el mundo. Dios nos ayude aarrepentirnos. Nadie puede dar excusas parano devolver su diezmo y dar sus ofrendas alAltísimo.¿Cometí pecado humillándome a mí mismopara que vosotros seáis enaltecidos, porque oshe predicado gratuitamente el evangelio?.

2 Pedro 1:3, Juan 3:16, Romanos 8:32; Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, pág. 157

Su divino poder nos ha concedido todas lascosas que pertenecen a la vida y a la piedadpor medio del conocimiento de aquel quenos llamó por su propia gloria y excelencia.Porque de tal manera amó Dios al mundo,que ha dado a su Hijo unigénito, para quetodo aquel que en él cree no se pierda, mastenga vida eterna.El que no eximió ni a su propio Hijo, sinoque lo entregó por todos nosotros, ¿cómono nos dará gratuitamente también con éltodas las cosas?.Hágaseles recordar siempre a las mentesjóvenes y tiernas, que Dios está dandoconstantemente su bendición a sus hijosnecesitados en la luz del sol y en las lluviasque hacen que florezca la vegetación yproduzca la tierra sus abundantes frutospara uso del hombre. Estas bendiciones sedan para que podamos dar al Dador donesy ofrendas. Esta es la más pequeñaexpresión de amor y gratitud que podemosdevolver a nuestro benévolo Creador.