lección 23 equidad para todos · 1 por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas, quienquiera...

12
«En cambio, gloria, honra y paz a todo el que hace lo bueno: al judío en primer lugar y también al griego, porque para Dios no hay acepción de personas». —Romanos 2.10-11 Lección 23 Equidad para todos Romanos 2.1-12

Upload: truongthuy

Post on 10-Apr-2018

214 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

«En cambio, gloria, honra y paz a todo el que hace lo bueno: al judío en primer lugar y también al griego, porque para Dios no hay acepción de personas».

—Romanos 2.10-11

Lección 23 Equidad para todosRomanos 2.1-12

Propósito

Reflexionar sobre la conducta de los seres humanos con énfasis en el reconocimiento de sus proyecciones hacia los demás. Sin ánimo de convertirnos en jueces (eso le compete a Dios) interpretar esa conducta en el contexto de la soberanía y la libertad de Dios. Además, sin negar la culpa personal y social, pronunciarnos en favor de la justicia restauradora de Dios como signo fundamental del contenido amoroso de su revelación.

Bosquejo de la lección

I. Analizar desde la perspectiva cristiana (a través de los ojos paulinos) la crisis espiritual que manifiestan las personas que esgrimen juicios condenatorios sobre los demás, sin reconocer sus propias limitaciones éticas.

II. Penetrar en el mensaje de la verdad como el fundamento para una buena orientación que sirva de norte para la justa conducta.

III. Profundizar en el carácter misericordioso de Dios como aliciente espiritual ante la realidad de un comportamiento personal y social que se aleja de la ética cristiana.

IV. La necesidad del perdón de Dios como instrumento creador de su justicia.

Vocabulario bíblico«JUICIO DE DIOS»: Se refiere a la forma como el Señor aprecia el valor y la trascendencia de la conducta humana. Tiene connotaciones históricas en el presente. Se refiere a la Palabra última de Dios con respecto de su dictamen al término de esta historia.

«ACEPCIÓN DE PERSONA»: Se refiere a la manera como Dios se comunica y trata con las personas. Lo hace equitativamente, de forma imparcial, sin preferir a unas sobre otras (Mt 5.45).

Romanos 2.1-2RVR

1 Por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas, quienquiera que seas, porque al juzgar a otro, te condenas a ti mismo, pues tú, que juzgas, haces lo mismo.

2 Pero sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según la verdad.

VP

1 Por eso no tienes disculpa, tú que juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos.

2 Pero sabemos que Dios juzga conforme a la verdad cuando condena a los que así se portan.

Romanos 2.3-4

RVR

3 Y tú, hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas y haces lo mismo, ¿piensas que escaparás del juicio de Dios?

4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y generosidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

VP

3 En cuanto a ti, que juzgas a otros y haces lo mismo que ellos, no creas que vas a escapar de la condenación de Dios.

4 Tú desprecias la inagotable bondad, tolerancia y paciencia de Dios, sin darte cuenta de que es precisamente su bondad la que te está llevando a convertirte a él.

Romanos 2.5-6RVR

5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,

6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:

VP

5 Pero tú, como eres terco y no has querido volverte a Dios, estás amontonando castigo sobre ti mismo para el día del castigo, cuando Dios se manifestará para dictar su justa sentencia

6 y pagar a cada uno conforme a lo que haya hecho.

Romanos 2.7-9RVR

7 vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad;

8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia.

9 Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, sobre el judío en primer lugar, y también sobre el griego;

VP

7 Dará vida eterna a quienes, buscando gloria, honor e inmortalidad, perseveraron en hacer lo bueno;

8 pero castigará con enojo a los rebeldes, es decir, a los que están en contra de la verdad y a favor de la maldad.

9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen lo malo, para los judíos en primer lugar, pero también para los que no lo son.

Romanos 2.10-12RVR

10 en cambio, gloria, honra y paz a todo el que hace lo bueno: al judío en primer lugar y también al griego,

11 porque para Dios no hay acepción de personas.

12 Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán; y todos los que bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados,

VP

10 En cambio, Dios dará gloria, honor y paz a todos los que hacen lo bueno, a los judíos en primer lugar, pero también a los que no lo son.

11 Porque Dios juzga imparcialmente.

12 Todos los que pecan sin haber tenido la ley de Moisés, perecerán sin esa ley; y los que pecan a pesar de tener la ley de Moisés, por medio de esa misma ley serán juzgados.

Resumen• En una lección anterior reflexionamos sobre la siguiente pregunta: «Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?» Ahora meditaremos sobre otra interrogante: «Cuando Él regrese, ¿hallará equidad en medio de esta sociedad cuyo norte para el éxito parece ser el pecunio o la fama farandulera? ¿Somos realmente iguales ante la ley? ¿Tenemos acceso justo a los servicios médicos? Son muchas las preguntas que en defensa de los valores del Reino de Dios concretizados en Cristo podemos hacer. La teología tiene hoy una gran tarea: ahondar en el proyecto social vigente para inquirir sobre el lugar que ocupa allí la justicia de Dios. Como afirmaba Tomás de Aquino en la Edad Media: «Las sociedades deben buscar el bien común de todos». La nivelación social es fundamental para construir la equidad entre todos los que constituyen la comunidad. La fe cristiana debe reclamar esa equidad porque tiene la autoridad moral que le llega de Cristo.

Resumen• Desde ese fundamento cristocéntrico podemos proclamar la justedad de esa equidad: y tal propuesta profética es cristianismo, es definir el carácter funcional y social de la fe. Ansiamos tener una sociedad abierta a todos, con iguales oportunidades de desarrollo. El juicio último de Dios es sobre todos y todas, sin acepción de personas.

• Nosotros confiamos en su misericordia porque esta es la expresión del más alto criterio de amor. A nosotros, la iglesia, compete asumir nuestro propio proyecto de justicia y asomarnos al que Dios nos reveló y concretizó en la Persona de Jesucristo. Dejemos que Dios juzgue, nosotros en este interín histórico nos corresponde amar y servir a todos y todas por igual. Vivir la equidad de Dios es cumplir con la vocación de justicia a la cual Él nos llama.

Oración

Señor, nuestra fe descansa en Ti, de tal modo que dependemos de tu justicia

para mantenernos firmes ante lo que Tú nos pides diariamente. Nos pides que

no hagamos acepción de personas al definir nuestra relación con los demás.

Haznos ver Señor, que todos somos iguales delante de tu presencia. Sabemos

Señor que tu amor por nosotros y nosotras es inefable y que hay una

humanidad a la que amas. En Cristo Jesús. Amén.