lcde102 - ralph barby - el invasor errante

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LCDE102 - Ralph Barby - El Invasor Errante

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RALPH BARBY

EL INVASOR ERRANTE

ColeccinLA CONQUISTA DEL ESPACIO n. 728 Publicacin semanal

EDITORIAL BRUGUERA, S. A.BARCELONA BOGOTA BUENOS AIRES CARACAS MEXICO

Depsito legal: B. 20.816-1972

Impreso en Espaa - Printed in Spain

1.a edicin: julio, 1972

RALPH BARBY - 1972texto

ANTONIO BERNAL - 1972cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favor de EDITORIAL BRUGUERA, S. A. Mora la Nueva, 2. Barcelona (Espaa)

Impreso en los Talleres Grficos de Editorial Bruguera, S. A.

Mora la Nueva, 2 - Barcelona 1972

CAPTULO PRIMERO

Capitn, el monitor del space-radar seala la proximidad de un meteoro de tamao respetable.La advertencia del teniente Namura hizo que el capitn Daniel Snow se acercara al panel de controles para la teleobservacin electrnica del espacio desde la nave Scout U-104.En el ngulo derecho de la pantalla poda verse claramente un punto luminoso que avanzaba centsima a centsima. El capitn Daniel Snow, comandante de la nave exploradora y centinela del espacio, enarc sus cejas.Trace las coordenadas espaciales, teniente, y dgame la direccin exacta que mantiene. Un meteoro de ese tamao no vara su rumbo salvo que atraviese algn campo gravitacional y como Marte, en este perodo del ao, est a la mxima distancia de la Tierra, slo podra tropezarse con la Luna.Inmediatamente trazar las coordenadas, capitn. Si pasa de largo de la atraccin terrestre es posible que se dirija a Venus o Mercurio, terminando por desintegrarse contra el Sol.Bien, teniente. Cuando tenga los datos, comunquemelos y sabremos a qu atenernos.El oficial oriental se apresur a cumplimentar la orden con la precisin y seguridad que le era caracterstica.El capitn Daniel Snow, alto, de cabello trigueo, amplio de hombre y brazos largos, ocup el asiento de direccin del puente.Puls un botn azul y de inmediato se encendi un piloto verde. Se descorri el protector de acero aleado al tungsteno-platino y frente a l qued el grueso cristal del mirador panormico que le ofreca un espectculo en apariencia siempre idntico, pero a la vez maravilloso.El universo estaba ante l.Haba que buscar la Tierra a lo lejos y a su izquierda, hacia abajo. Era una pequea circunferencia parcialmente iluminada por el sol en aquellos momentos.La Scout U-104 se hallaba a ms de un milln de millas del globo terrqueo.Abri la clavija de intercomunicacin de la nave y habl encarado con el micrfono-receptor.Atencin, seccin de telespectrografa, habla el capitn Snow.No tard en escucharse la respuesta de una voz femenina y agradable.A la escucha la teniente Krondaievna.Marfa interpel Daniel Snow con familiaridad, ya que le una algo ms que una simple amistad con la teniente Krondaievna.Ocurre algo malo, Daniel? Hay un poco de aburrimiento en los ltimos das respondi ella sabiendo que nadie ms que l la escuchaba.Quiz ahora se nos pase el aburrimiento. El teniente Namura acaba de captar en el space-radar un meteorito no identificado de tamao considerable.Investigamos?S. Mientras se establecen sus coordenadas y su trayectoria, adems de la velocidad de traslacin, investiga t su composicin, volumen, masa y temperatura. Podra ser parte de algn astro en desintegracin.Correcto, investigaremos a fondo. Nos encontraremos luego?S, ahora cierro.Hasta despus.No volvi a escucharse la voz de la teniente Marfa Krondaievna, pero Daniel Snow la vio reflejada en su mente. Espigada, morena, de grandes ojos verdes, labios tersos, hmedos y fuertes de color.Daniel Snow poda presumir de conocer a muchas mujeres. Su fama, lo mismo en la Tierra que en las estaciones lunares, era grande, pero jams haba conocido a una mujer que, como Marfa, reuniera tantas cualidades.Capitn llam el teniente Namura.Con su panel de space- radar, se hallaba en el puente de mando de la gran nave que vigilaba el espacio en prevencin de cualquier peligro que acechara al planeta Tierra. Su misin era detectar, los peligros, controlarlos si era posible y en caso contrario, dar la alarma a la Tierra para que establecieran sus defensas.Tiene las coordenadas, teniente Namura?S, capitn. Diez BC, cuatrocientos Z y sesenta WY del mapa espacial que hay en la memoria de la computadora.Bien, as no ser necesario dar los datos a la computadora general de la Tierra en el Centro Internacional de Investigacin y Defensa del Espacio.Ha sido fcil localizarlo y situarlo correctamente, capitn aclar el preciso oriental que formaba parte de la tripulacin de aquella nave de grandes dimensiones, autnoma para dos aos de viaje espacial.Velocidad?Veinticuatro mil millas hora.El rostro del capitn Snow mostr perplejidad.Veinticuatro mil millas hora? Es una velocidad lenta para un meteoro de regular tamao.S, eso me ha parecido a m, capitn. Cree que puede tratarse de algn satlite artificial perdido antes del aos dos mil?Snow, algo preocupado, acept:Por aquellas fechas, los satlites fueron lanzados a millares. Cuando dejaban de funcionar se olvidaban en el espacio dndolos por inservibles. Consideraban que el espacio era infinito y nada ocurra porque se perdieran en l hasta el fin de los tiempos o hasta que fueran absorbidos por la gravedad de otro planeta, destruyndolos. Sin embargo, las normas que rigen el espacio actualmente y una de nuestras misiones, es la de recuperar cualquier objeto espacial que carezca de control y constituya un peligro para la navegacin espacial.Una medida sensata, capitn. Si es un meteorito y por lo que parece se dirige al campo gravitatorio de la Tierra, lo destruiremos con nuestros caones lser.Y si es muy grande, emplearemos una bomba termonuclear para desintegrarlo y convertirlo en polvo espacial.El capitn Hess, segundo de a bordo, penetr en aquellos instantes en el puente de mando.Hess aventajaba una dcada a Daniel Snow. Sin embargo, sus aos de ms no le ponan delante del joven y experimentado capitn Snow, comandante del Scout U-104.Hess tena en su hoja de servicios la prdida de una nave en circunstancias poco claras. Se le haba sometido a juicio y haba terminado exonerado cerrndose el caso con dos palabras: accidente imprevisible.No obstante, el capitn Hess se le tena un poco de desconfianza y pese a su insistencia y a las influencias que mova, no lograba el mando total de una nave del tipo Scout. Por ello, el germano no simpatizaba demasiado con Daniel Snow y ste ltimo tena que permanecer alerta para que el capitn Hess, un veterano del espacio, no se tomara atribuciones que no le correspondan.Sucede algo grave? pregunt al ver el gesto de preocupacin de Namura.Daniel Snow le respondi sin ambages:Un meteoro incontrolado se dirige hacia la Tierra. Perfecto, capitn Snow. Nuestra misin es destruir cualquier meteoro que supone un peligro para nuestro planeta. Doy la orden a los caones lser para destruirlo o prefiere que le lancemos un misil nuclear? A la distancia que nos hallamos de la Tierra, no habr peligro de contaminacin alguna por radiactividad,Con un gesto algo despectivo, Snow objet:Creo que no ser preciso recordarle, capitn Hess, que antes de destruir un meteoro, por peligroso que pueda parecer, hay que determinar su composicin. Se imagina lo que sera un misil nuclear desintegrando por fisin un meteoro totalmente compuesto de uranio puro?No me ir a decir que cree en esa posibilidad, capitn Snow repuso Hess con sarcasmo.Eso nunca se sabe hasta recibir los anlisis, capitn. He viajado durante muchos aos por el espacio, capitn Snow. Cuando yo tripulaba mi nave, usted...S, ya s que an tena que graduarme en ingeniera espacial, pero aqu se harn las cosas tal como estn establecidas, capitn Hess.S, claro, usted es el comandante. Mir la hora y con una sonrisa apenas disimulada, observ: Capitn, se ha dado cuenta de que su turno ha terminado y debe de ir a descansar? Yo le relevar de la guardia en el puente y de la direccin de la nave.Gracias, capitn Hess, pero todava no tengo deseos de descansar.El capitn Hess, que deseaba resolver l solo el problema del meteoro captado, insisti:El reglamento seala que...El reglamento no dice nada respecto al comandante de la nave, a excepcin de cuando pierde sus facultades fsicas o mentales, lo cual tiene que demostrar el mdico de a bordo con ayuda de la telecomputadora que transmitira los datos al Hospital Central del Espacio, ubicado en Brasilia.El capitn Hess carraspe ligeramente.No pretenda molestarle, capitn Snow, slo trataba de serle til, aliviarle en el trabajo menor.Llamada al comandante, llamada al comandante repiti la voz de la teniente Krondaievna.Daniel Snow regres a su puesto de mando y estableci contacto.Capitn Snow a la escucha.Aqu seccin de telespectrografa y anlisis.Resultados?El meteoro analizado no utiliza fuerza propia alguna. Densidad, dos coma uno siete ocho. Forma, esfrica. Dimetro, treinta y siete pies dos pulgadas. Su capa exterior analizable por telespectrografa est compuesta de carbono puro cristalizado, con el mximo grado de reverberacin.No hay ms datos?No por ahora, capitn Snow respondi la mujer percatndose por el tono de Daniel Snow de que no estaban hablando a solas.Sigan interesndose. Por los datos ya obtenidos, es el meteoro ms enigmtico con el que cualquier nave se haya topado jams. Cierro.El capitn Hess le mir con cierta suficiencia y pregunt:Por qu habla de tanto misterio, capitn Snow? Es un meteoro que se dirige al campo de atraccin de la Tierra, lo que quiere decir que puede quedar en rbita, destruir alguna estacin espacial tripulada o penetrar en la atmsfera y hacer impacto en cualquiera de las macrpolis terrestres.El teniente Namura apart la mirada del monitor a travs el cual segua la trayectoria del meteoro y se permiti objetar:Un meteoro esfrico de treinta y siete pies dos pulgadas de dimetro no puede destruir ninguna macrpolis, a lo sumo hada un crter de cincuenta pies, suponiendo que no se desintegrara al entrar en la atmsfera terrestre. Tengamos en cuenta que, por lo menos su capa externa, es de carbono cristalizado. A les dos mil grados de temperatura a que sera sometido en su roce de entrada en la atmsfera, se quemara en su totalidad.Daniel Snow suspir ligeramente y luego observ:Les meteoros suelen ser rocas que, por efecto de la distancia, parecen redondas pero no lo son. En cambio, este meteoro es totalmente esfrico y aparentemente de carbono cristalizado, es decir, un enorme diamante.Un diamante de ese tamao sera el tesoro ms fabuloso que hubiera posedo la Tierra opin el sargento Sanders, encargado de telecomunicaciones.Capitn Snow, puede usted pasar a la historia por descubrir el mayor diamante jams conocido dijo Hess con irona.La capa externa del meteoro es carbono cristalizado en estado puro segn el anlisis, pero lo que no sabemos todava es si se trata de un gigantesco diamante o bien una incrustacin de pequeos diamantes ms o menos regulares. Por otra parte, la densidad del carbono puro es de tres coma cincuenta y uno, y la del meteoro, dos coma uno. Los meteoros ordinarios suelen tener una densidad entre tres y ocho, generalmente cuatro cuando son amorfos o de tipo basltico y ms si se trata de pequeos meteoros metlicos aleados de hierro o nquel en slo Dios sabe qu planetas.Por sus datos se dira, capitn Snow, que nos hallamos ante un meteoro anrquico segn la dinmica y la fsica del cosmos.As es, capitn Hess. Ese meteoro es un misterio. Est hueco o relleno de una materia poco pesada, como agua por ejemplo.No pensar que se trata de una especie de iceberg espacial recubierto de diamantes, verdad, capitn Snow? En el Centro Internacional de Investigacin y Defensa del Espacio e incluso toda la opinin mundial nos tomaran a chanza.Yo no doy ningn dato del que no est seguro, capitn Hess, y confo plenamente en mi tripulacin entre la cual se cuenta usted.El veterano capitn no encaj bien aquella puntualizacin sobre quin gobernaba en la nave y tomaba las decisiones, mas hizo un esfuerzo por sonrer.Naturalmente, capitn. Y qu es lo que piensa hacer respecto al meteoro que se dirige hacia la Tierra como un destructivo misil de consecuencias incalculables?Por toda respuesta, Daniel Snow abri la clavija del intercomunicador para que su voz fuera escuchada en todas las dependencias.Atencin, atencin toda la tripulacin de la Scout U-104. Les habla el capitn Snow.En toda la nave se produjo un intenso silencio. Instintivamente, todos miraron hacia los altavoces.Cambiamos el rumbo. Un meteoro no identificado y de caractersticas enigmticas se presenta como un peligro para la Tierra. La misin de esta nave como todos saben, pues cuantos estamos aqu somos voluntarios debido al riesgo que entraa el alejamiento de la Tierra, es la de evitar cualquier contingencia nefasta a nuestro planeta, a nuestro satlite natural, a las estaciones espaciales y a los convoyes cargueros y tursticos Luna-Tierra. Por ello, la Scout U-104, a partir de este instante se dirigir hacia el desconocido meteoro para apresarlo. Todo permiso o descanso extra queda rescindido. Los puestos de control y vigilancia sern supervisados por doble dotacin. El retn deber estar dispuesto para relevar a cualquier tripulante que se encuentre en dificultades psicofsicas y la seccin de equipos para la exploracin del espacio exterior deber de tenerlo todo dispuesto para ser utilizado al segundo. Deseo que esta misin no sea un peligro, sino un xito ms para la Scout U-104. Suerte.Tras aquellas palabras, puls el botn de alarma y una chicharra estridente pudo escucharse hasta en el lugar ms recndito, poniendo en movimiento a todos los seres, hombres y mujeres que vivan en aquella nave a ms de un milln de millas del globo terrqueo.

CAPTULO II

Todos les jefes de seccin de la Scout U-104 se hallaban en el puente de mando, frente a la gran ventana panormica.El espectculo que se ofreca a sus ojos eran extraordinario, ms concretamente, deslumbrante.No se puede mirar dijo la teniente Marfa Krondaievna.Tres grados a babor y cinco de inclinacin de popa orden el capitn Snow.Es diamante puro! exclam con asombro el propio capitn Hess.Millones de pequeos diamantes puntualiz Marfa.Mientras la Scout U-104 tomaba una posicin ms ptima para no deslumbrarse con los reflejos de la corteza del enigmtico meteoro, el capitn Snow corrobor las palabras de la teniente, puntualizando:En realidad, no son diamantes sino brillantes, con un mnimo de cincuenta quilates cada uno. No podemos hablar de la calidad de su tallado hasta que los observemos ms de cerca, pero me inclino a suponer que ser perfecto.El teniente Namura, como barruntando algo que poda ser el principio de un gran peligro, seal:Si son brillantes, deben de estar tallados por una mente inteligente y, que yo sepa, en toda la historia espacial, desde la dcada de los sesenta en el pasado siglo, jams se construyo un satlite artificial revestido de brillantes.S los hubieron de zafiros observ la teniente Krondaievna.El capitn Hess, haciendo gala de erudicin, concret:Fue de zafiro sinttico.Al parecer estamos todos de acuerdo en que eso que memos delante y que vamos acompaando en su recorrido gracias a haber acoplado la Scout U-104 a su velocidad, no es un meteoro natural, sino un artificio espacial ideado por una mente inteligente, ignoramos de qu lugar.Todos se miraron entre s, preocupados.El sargento Sanders, sin abandonar su puesto de telecomunicacin, ya que la reunin era tan solo de oficiales, opin:Jams hasta ahora hemos conseguido capturar un OVNI. En las exploraciones en Marte slo se consiguieron vestigios de vida primaria, vegetales de escasa evolucin. Si eso que tenemos ah delante es lo que suponemos, habremos hecho el descubrimiento ms importante de la humanidad.No nos precipitemos cort el capitn Snow, Primero hay que averiguar qu es eso, no podemos hacer observaciones a la ligera ni enviar a la Tierra datos que no poseemos. De momento, habr que conservar la Scout U-104 en a cara de este enigmtico meteoro que no refleja los rayos del sol. Su corteza diamantfera es cegadora, abrasara las ratinas de quien lo mirara fijamente. Aqu no hay atmsfera que filtre los rayos solares en toda su extensa gama y lo que nacen los primas de esos diamantes es reverberarlos.El teniente Namura manifest:Visto a distancia parece un meteoro incandescente, como una bola de fuego a una temperatura mnima de tres mil grados Celsius. Sin embargo, es un meteoro fro, helado. Una gota de agua sobre l sera como una pequea bola de fragilsimo cristal.Qu determinacin va a tomar ahora que tenemos el meteoro prcticamente al alcance de la mano, capitn Snow? inquiri Hess.Antes de que Snow pudiera contestar, Marfa observ:Es como una casa de tres pisos de altura. La Scout U-104 no podra llevrselo pese a ser algo mayor que el meteorito.Y quin saldr de la nave para hacer la exploracin? quiso saber el capitn Hess.Snow aclar:Yo mismo, acompaado de dos miembros del equipo de exploracin exterior.Yo tambin debo ir objet Marfa Krondaievna. A mi cargo est el anlisis de la Scout U-104.Puede ser peligroso advirti Daniel Snow.Todos estamos entrenados para esta misin, capitn Snow dijo Marfa algo molesta por la observacin de Daniel que aluda a su constitucin femenina que, obligadamente, implicaba debilidad.Est bien, pero nadie har nada que yo no ordene. Usted, capitn Hess, se har cargo de la nave mientras dure la exploracin. Transmita al Centro Internacional de Investigacin y Defensa del Espacio lo que hemos descubierto. D todos los datos a la computadora central y recepte rdenes.Bien, capitn. Teniente Krondaievna, que tengan suerte. Les estaremos observando desde el puente.El sargento Sanders, un californiano de constitucin recia y cabello cortado al cepillo, indic:Estaremos en contacto con ustedes.Preparamos los caones lser, capitn? pregunt el teniente Namura.No es necesario repuso Snow, No veo peligros contra los que haya que emplear los caones, vamos slo a observar algo desconocido. Armstrong, el pionero de la astronutica. cuando puso su primer pie en la Luna tampoco iba armado.Marfa y el capitn Snow se encontraron en la cabina de salida al espacio con los dos astronautas elegidos para la misin exploradora. Uno de ellos era el teniente Tungtay y el otro, el sargento Ramrez.Se colocaron los equipos de supervivencia en el exterior con los autocohetes.Sargento Ramrez, lleve usted el equipo de anlisis que ha de utilizar la teniente Krondaievna y no se separe de ella.Entendido, capitn.No es necesario que me ponga escolta como si fuera una adolescente que sale de noche por primera vez.Daniel la mir con gravedad. Marfa no descubri en su rostro la ms leve sonrisa de irona.Teniente, si hace objeciones a mis rdenes tendr que ponerla bajo arresto y la suplir por otra persona de su departamento.Marfa Krondaievna no esperaba aquella respuesta pese a saber que Daniel hablaba de una forma cuando estaban a solas y de otra muy distinta cuando daba rdenes hallndose ambos de servicio.Al capitn no se le olvidaba la gran responsabilidad que entraaba la comandancia de una nave de aquel tipo. De l dependan muchas vidas y no slo las de a bordo, sino las de la propia Tierra que se le haba encomendado proteger contra cualquier invasor vivo o inerte.Sargento Ramrez, nase a la teniente Krondaievna con cuerda de seguridad.El sargento, que mostraba un largo y bien recortado bigote desenroll una cuerda de apenas diez pies de largo. Sus cabos, con terminales de acero y aros del mismo metal, quedaron enganchados en los dobles mosquetones que portaban en el cinturn de su traje espacial la teniente y el sargento.El teniente Tungtay y el propio Daniel Snow llevaban los mismo cinturones con el mosquetn, pero se dispusieron a salir al espacio con plena autonoma.Se cerraron los cascos sobre sus cabezas y ya preparados el capitn Snow pregunt:Todo listo?Los dos hombres y la mujer asintieron, Daniel Snow puls un botn rojo y se encendi una luz piloto tambin roja en la escotilla que tenan delante.Al mismo tiempo, unas barras de seguridad bloquearon la puerta de acero por la que haban penetrado en la antecmara del espacio.Se inici la descompresin. El aire de la antecmara fue absorbido avaramente por los canales que lo condujeron a los depsitos de reserva de aire licuado.Cuando se hubo producido el vacio, la luz roja de la escotilla se torn verde.Daniel Snow se acerc a ella y tir de una gruesa palanca revestida de material plstico rojo.La escotilla se corri hacia un lado, desapareciendo en la doble pared del fuselaje.El vacio qued frente a ellos.Miradas de puntos luminosos, millones de sistemas estelares cada uno de ellos con su sistema planetario y todos desconocidos para el hombre terrestre, terriblemente pequeo ante tanta grandiosidad.No se separen demasiado. El objetivo es posarse sobre el meteoro. Ya est comprobado que carece de radiactividad y est frio. La Scout U-104 permanecer en todo momento junto al meteoro avanzando a su misma velocidad, de modo que acercndonos al meteoro, en ningn momento quedaremos lejos de nuestra nave. Nos mantendremos en comunicacin a intervalos peridicos como estipula el reglamento para las exploraciones espaciales fuera de la proteccin de la nave. En ningn momento se acerquen a la cara del meteoro iluminada por el sol, podra ser muy peligroso. El corte de un brillante multiplica los rayos y podran daarnos. Comprendido?Los tres asintieron de nuevo ante las observaciones de su comandante segundos antes de abandonar la nave.Daniel Snow se puso a la cabera del grupo. Tras l, la cemente Krondaievna, alta y espigada, aunque sus atractivos femeninos no podan percibirse debido al grosor y complejidad del traje espacial.Detrs, unido a la soga, el sargento Ramrez.Cerraba la marcha el teniente de ojos almendrados Tungtay.Frente a la escotilla de salida haba una amplia rampa con una baranda de seguridad en la que caban una veintena de astronautas.La gran nave Scout U-104 no tena forma aerodinmica, ya que no estaba proyectada para navegar dentro de la atmsfera terrestre. Haba sido construida totalmente en la Tierra por el consorcio de navegacin espacial de Europa, pero el ensamblaje se haba efectuado fuera de la atmsfera terrestre, junto a la mayor estacin orbital que posea la tierra con sus siete mil servidores.Desde el mismo nacimiento del ao dos mil, las naves espaciales eran ensambladas totalmente en estaciones orbitales-factora.Las piezas eran elevadas desde la Tierra a las estaciones orbitales por los cohetes Tierra-rbita, la mayor parte de ellos cargueros de propulsin nuclear con gran potencia de carga.El gran meteoro estaba casi encima de ellos, a escasa distancia, no ms de treinta pies, ya que la nave Scout U-104 haba conseguido acercarse mucho, igualando su velocidad a la del enigmtico meteoro.Parece una gran bola de cristal tallado observ Marfa.Es una esfera perfecta dijo el teniente Tungtay.Preprense, hay que subir al meteoro y tomar muestras. Tambin es indispensable saber qu hay debajo de la capa de brillantes.Daniel Snow fue el primero en poner en marcha sus auto-cohetes de retropropulsin que junto con el resto del equipo de supervivencia espacial se hallaba adosado a la espalda en forma de mochila rectangular.El cuerpo del capitn Snow se elev en el espacio, siguindole inmediatamente los otros tres miembros de la nave. Segundos ms tarde, los cuatro se haban posado sobre el meteoro.A travs del tacto nada podan captar, ya que los guantes que usaban eran triples, pero s lo hacan los dispositivos de medicin de temperatura.Tiene una temperatura por debajo de los ciento cincuenta grados Celsius advirti Marfa que permaneca unida a la cuerda con Ramrez.Daniel Snow tena una sospecha que no traduca en palabras, slo eran dudas que agobiaban su mente. Saba que una opinin suya tena mucho valor y poda crear un estado de alarma no slo en la nave sino en la Luna, las estaciones orbitales y la mismsima Tierra.Les era difcil permanecer pegados al meteoro, ya que estaban ingrvidos al haber escapado de la gravedad artificial de su nave.El meteoro no les ofreca prcticamente gravedad alguna. Se movan tocando su corteza, mas no conseguan asirse a ella.La primera alarma parti del teniente Tungtay.Capitn, capitn, tengo problemas!Qu le ocurre, Tungtay? interrog desde su puesto, comunicndose siempre a travs de los emisores y transmisores porttiles ubicados en sus respectivos cascos.Tengo varios cortes en los guantes. He debido de frotar demasiado mi mano contra esos malditos brillantes para intentar agarrarme y sus aristas cortan como cuchillas.Rpido, teniente, regrese a la nave antes que se despresurice su traje.La angustia se hizo ms patente en la voz del oriental.Capitn, me estoy despresurizando!Marfa y el sargento Ramrez, que acababan de escuchar el grito del compaero en peligro inminente de muerte, ya que solo era cuestin de segundos el que sta sobreviniera, volvieron hacia l sus rostros protegidos por el cristal de los cascos.Daniel Snow no lo pens dos veces. Su carga de cohete autnomo era limitado y no poda consumirla en exceso, sin embargo, la puso en marcha dirigindose hacia Tungtay.Nada ms llegar a su altura, utiliz sus manos como mordazas cerrndolas alrededor de las muecas del teniente a modo de torniquete e impidiendo que escapase el aire que tanta falta haca al accidentado para su supervivencia.Tungtay le mir desconcertado. La mirada se le nublaba, le faltaba el oxgeno. Experimentaba una gran sensacin de mareo.Daniel Snow comprendi que todo era decisin suya y en aquella emergencia deba salvar la vida del teniente.Puls de nuevo su retrocohete, mas no se le escapaba que el peso era doble y por tanto, ms lento su avance. Si perdan velocidad podan rezagarse en el espacio, flotando en l para toda la eternidad.Sabiendo que arriesgaba la vida del teniente, Snow solt una de sus muecas para poner en marcha los cohetes autnomos del propio teniente.Con ambos aparatos de desplazamiento funcionando, se separaron del enigmtico meteoro regresando a la pasarela de la Scout U-104.Emergencia, emergencia! llam de inmediato Daniel Snow para que los equipos de emergencia aguardaran dispuestos dentro de la nave.Tuvo que arrastrar al casi inconsciente Tungtay. Pese a la contencin de despresurizacin efectuada por las fuertes manos del capitn Snow, la muerte avanzaba a saltos hacia l.Consigui introducirlo en la antecmara del espacio.All esperaban ya dos hombres del servicio de emergencia con los trajes dispuestos.La gravedad artificial funcionaba dentro de la nave, lo que dio ms seguridad al capitn Snow. Se cerr la puerta, dejando en el exterior a Marfa y al sargento Ramrez sobre el planeta de brillantes.Al cilindro de recuperacin, rpido.Sin perder tiempo, mientras la antecmara del espacio recuperaba su presin, le fue quitado el traje de astronauta al teniente oriental, sin que quienes le ayudaban hicieran lo mismo, ya que la atmsfera an no estaba suficientemente regulada.El cilindro de rehabilitacin qued abierto y el cuerpo inconsciente del teniente fue introducido en l cuando a travs del radiocomunicador de los cascos se escuchaba un alarido de dolor.Acababa de cerrarse el cilindro de recuperacin y todos quedaron quietos, perplejos.En el puente de mando, a travs de los monitores, estaban viendo el auxilio que se prestaba al compaero accidentado y tambin, en otra de las pantallas, lo que estaba ocurriendo en el exterior.Marfa! llam Daniel Snow temiendo lo peor.Sargento, sargento Ramrez, pare su retrocohete! Detngalo! grit angustiada la voz de la fmina.Los dos astronautas del servicio de emergencia observaron desconcertados al capitn Snow, esperando rdenes.El capitn Snow, comprobando que Tungtay ya estaba seguro dentro del cilindro de recuperacin, puls el botn rojo de la puerta que daba al exterior.La antecmara comenz a despresurizarse nuevamente. La emergencia haba surgido por segunda vez. Era como si unida a aquel extrao y brillante meteoro viajara una maldicin del espacio.Daniel, Daniel! grit Marfa ya sin tratamientos, con el miedo en su voz.Ya salgo. Qu es lo que sucede? inquiri a travs del intercomunicador de los cascos, esperando ansioso a que se encendiera la luz verde para poder abrir la puerta que daba al espacio.El sargento Ramrez ha perdido el control!Ha quedado inconsciente?Esta vez se cruz la voz del propio sargento Ramrez, una voz algo seseante, inconfundible.Estoy ciego, ciego!

CAPTULO III

Marfa Krondaievna agreg:Ha pulsado sus retrocohetes y me arrastra en el espacio!Al fin, la nave fue abierta. Los dos hombres de emergencia, tras proporcionar una carga nueva a los cohetes del capitn Snow, aguardaban sus rdenes para intervenir.Nada ms salir a la pasarela exterior, vieron al sargento Ramrez que, impulsado por sus cohetes, tiraba de la cuerda que sujetaba a Marfa.Marfa! llam Daniel Snow hacindose cargo de la situacin.Me arrastra! Me suelto el mosquetn de doble seguridad?NoQu hacemos? Se me lleva advirti angustiada.Dispara tus cohetes en direccin opuesta a la de l y quedaris nivelados. Mantn un ngulo de inclinacin para que no os abrasis mutuamente con los chorra de los retrocohetes.La teniente obedeci y la cuerda qued ms tensa que nunca.El sargento Ramrez, incontrolado por su sbita y total ceguera, tiraba en una direccin por encima de la nave y en el espacio que quedaba entre sta y el meteoro. La teniente tiraba a su vez con la fuerza de sus retrocohetes en direccin al meteoro.El capitn Snow puso en marcha sus cohetes con nueva carga y a plena potencia para ir en busca del centro de la cuerda.Desde el puente de mando fue advertido por el propio capitn Hess.Cuidado, capitn Snow. Si pasa entre la energa de los dos retrocohetes, ser su fin.Daniel Snow ya haba previsto aquella dificultad. No poda pasar entre los dos chorros que despedan el calor suficiente como para fundir el acero.Por ello, se elev algo ms y descendi despus, evitando los mortferos chorros. Asi la cuerda o cordn umbilical de seguridad entre la teniente y el sargento y orden:Sargento Ramrez, detenga sus cohetes y usted tambin, teniente Krondaievna!Marfa fue la primera en obedecer. El sargento lo hizo vacilante, con torpeza, pero ante la tensin de cuantos observan la escena que se desarrollaba en el espacio, la mano del sargento detuvo al fin su retrocohete y slo qued en funcionamiento el del capitn Snow.Este presion con su diestra el centro de la cuerda, cambiando de posicin para regresar a la nave.Arrastr a Marfa y al sargento hasta conseguir asirse con la zurda a la baranda de la pasarela. Con el pliegue del codo sujet la cuerda con la que conduca a sus compaeros y us la diestra para detener sus retrocohetes y no perjudicarles, ya que en aquellos momentos, los dos astronautas del equipo de emergencia y socorrismo que haban salido a la pasarela, actuaban hasta lograr poner al sargento y a la teniente sobre la misma.El capitn Snow lo hizo por s mismo. De inmediato, cogi por el brazo al sargento Ramrez que no vea en qu direccin deba avanzar y lo condujo al interior.Ya todos dentro de la nave, la puerta se cerr y comenz la presurizacin.En un tenso silencio, todos miraron hacia el panel indicativo de luces a excepcin del sargento Ramrez cuyos ojos, a travs del cristal del casco protector, podan verse cerrados e inflamados.Ya est suspir la teniente Krondaievna al ver el piloto verde.Todos se quitaron el casco. El propio sargento Ramrez comenz a hacerlo por si mismaA una seal de Snow, uno de los socorristas puls el botn de llamada al equipo mdico que no habra de tardar en presentarse, ya que toda la tripulacin de la nave haba permanecido atenta al rescate espacial.Qu le ha pasado, sargento? inquiri Snow observndole de cerca ya sin el casco, aunque todava con el traje de supervivencia espacial puesto.Estaba investigando la superficie del meteoro, capitn. Me he alejado algo y, de pronto, una luz cegadora me ha dado de lleno en los ojos. Apenas he tenido tiempo de cerrar los prpados y he sentido que todo mi crneo arda.El mdico y el ayudante pasaron a la cmara ya normalizada para la supervivencia humana.Qu es lo que ha ocurrido? inquiri rpido. Los ojos del sargento Ramrez han recibido probablemente los rayos solares en toda su gama, desde los ultravioleta a los infrarrojos, multiplicados por los prismas de los brillantes.El equipo mdico se llev al sargento a la enfermera.Quitndose los trajes espaciales, Marfa y Daniel Snow quedaron a solas.Crees que quedar ciego definitivamente? inquiri la ven angustiada.Depende del tiempo que sus pupilas hayan permanecido expuestas a esa luz cegadora. En la propia Tierra, mirar a un brillante al que le d el sol, resulta cegador, pero aqu en el espacio, sin el tamiz que representa la atmsfera terrestre, el brillante refleja una cantidad de rayos que no slo son cegadores sino mortales.Slo han sido unos instantes.Esos instantes podran dividirse en mil, y segn el tanto por mil que haya tenido de exposicin, as ser el perjuicio recibido por el sargento Ramrez, no slo en su vista sino en todo su cerebro.Pasaron al puente de mando donde, adems de los oficiales de la nave, les aguardaba el capitn Hess.Este, con mal disimulada sonrisa y ahuecando algo la voz, dijo a guisa de saludo:Parece que la exploracin ha sido accidentada.S, debemos de esperar el parte mdico para saber en condiciones estn el teniente Tungtay y el sargento Ramrez respondi Snow dirigindose hacia su silln de mando.Desde aquel puesto privilegiado observ el gran meteoro que les ofreca la cara que no reflejaba los rayos solares.Sargento Sanders.Capitn respondi el interpelado volviendo su rostro.Algn mensaje del CIIDE?Aguardan ms datos, capitn. Tienen conocimiento de la exploracin que se est realizando.Va a comunicar de inmediato que la exploracin ha sido un fracaso, capitn? pregunt el capitn Hess.Daniel Snow ya se maldijo a s mismo el da en que le impusieron como segundo de a bordo a aquel astronauta frustrado, veterano pero rencoroso por su posicin que crea humillante por lo segundona.Hubiera querido responderle que no se hiciera ilusiones respecto a comandar la Scout U-104 por el momento, pero pens que una agria discusin entre ambos slo perjudicara el buen ambiente de la tripulacin. Por ello, repuso:Daremos el parte en cuanto lo recibamos de enfermera. Soy el comandante de la nave, no mdico para diagnosticar traumas producidos por accidentes espaciales.Brasilia al habla, capitn advirti el sargento.

CAPTULO IV

Pngame en contacto.En una pantalla apareci el consejo del Centro Internacional de Investigacin y Defensa del Espacio o CIIDE, radicado en Brasilia.El capitn Snow saba que en otra pantalla situada en la sala de juntas de CIIDE les estaban observando a su vez.Capitn Snow.Capitn Snow a la escucha respondi.Tiene ms datos del meteoro?Hemos salido para hacer una exploracin directa que no ha podido ser completa ya que hemos tenido dos accidentes graves en principio.Alguna baja, capitn Snow? inquiri el mariscal Evenoir, director del Centro por tres aos segn regulaba la constitucin del CIIDE del que dependan y participaban todas las naciones del mundo.No tenemos an los diagnsticos mdicos, pero podra ser grave para el sargento Ramrez.Ha quedado ciego se apresur a decir el capitn Hess.Hubo un murmullo en la sala de juntas donde se reunan los doce altos directores de quienes dependan todos los departamentos del Centro.Snow lanz una mirada fulminante a Hess, quien trataba de perjudicarles en el fondo para obtener as el mando de la nave.Cuando tengan el diagnstico mdico comunquenlo junto con todo el informe de lo ocurrido.Perfectamente respondi Snow lacnico y molestoQu han podido averiguar acerca del meteoro adems de los datos que nos han facilitado con anterioridad? inquiri la voz del presidente Evenoir.Les enviaremos unos primersimos planos de la superficie del extrao meteoro. Son diamantes cortados en seis planos visibles y en forma piramidal, con una altura que debe de ser igual a la longitud de uno de los lados del hexgono regular que forma su base. Nada podemos decir respecto a la forma de estos brillantes en la pared oculta del plano hexagonal de su base que est fijada sobre la segunda capa del meteoro.Es muy interesante. Siga, capitn Snow, qu es lo que hay detrs de esos brillantes que forman la capa externa del meteoro?La teniente Krondaievna, jefe de la seccin de anlisis, es quien puede dar datos ms exactos.Marfa, sabiendo que la estaban observando desde la lejana Tierra, explic:Las aristas de cada uno de los millares de brillantes que componen la corteza del meteoro estn perfectamente unidas entre s como si se tratara de un panal de abejas. Les encajes de las aristas de unin de los brillantes son tan perfectos que no hay ninguna fisura entre ellos y tampoco conocemos el grosor de estas aristas que podran ser planas. Para averiguar algo ms, tendra que inspeccionarlo un especialista en gemologa, y con el equipo correspondiente hacer saltar uno o varios de esos brillantes.Bien, teniente. En su anlisis ha obtenido algn dato ms?Tras la pregunta formulada desde el CIIDE de Brasilia, Marfa repuso:He detectado hierro, platino, oro tungsteno, wolframio, cobalto y uranio en pequeas cantidades, pese al filtro que ha significado la capa diamantfera. Lo que ignoramos es la cantidad de cada uno de los metales detectados y qu ms contiene el meteoro.A continuacin, el mariscal Evenoir se dirigi a Daniel Snow.Capitn Snow, cul es su primera impresin sobre todos los datos conseguidos?Con reservas, mariscal, ese meteoro es artificial.Se produjo primero un intenso silencio y luego murmullos en la junta direccional del CIIDE.En la propia nave Scout U-104 aument la tensin. Todos haban sospechado algo ante la perfeccin del objeto que estaban ms que siguiendo, custodiando en su viaje a veinticuatro mil millas hora en direccin a la Tierra.Se da cuenta de que lo que ha dicho es grave, capitn Snow?Mariscal, he dicho con reservas. Para determinarlo con certeza habra que efectuar ms anlisis y eso no es fcil en el espacio. Ya tenemos dos heridos, el uno por despresurizacin debida a los cortes que en su traje han hecho las aristas de esos brillantes, que sin duda alguna han sido tallados por manos muy expertas. Es ms, me atrevera a asegurar que por una mquina de joyera de altsima precisin y desconocida en la Tierra.De modo que cree que se trata de una nave extraterrestre? pregunt directamente el mariscal Evenoir.El capitn Hess carraspe y antes de que Snow pudiera responder, dijo:El capitn Snow, supone, mariscal. Aparte de los brillantes, que no cabe duda alguna estn tallados, ese meteoro aparece fro en su totalidad.El capitn Snow no quiso discutir con el capitn Hess que se entrometa demasiado sin estar facultado para ello y corrobor:As es, mariscal. No hemos descubierto puertas ni ventanas en toda la superficie del meteoro que hemos podido ver. Las aristas de los brillantes encajan a la perfeccin las unas con las otras, ocultando y defendiendo su interior, un interior que forzosamente y debido a su densidad, est hueco o tiene grandes partes vacas. Podra ser una nave procedente de otro sistema estelar, quiz de otra Galaxia, cuyo interior ha muerto lo mismo hace una dcada que un milln de aos, ya que ignorando los lugares por donde ha viajado, va a resultar muy difcil calcular su tiempo por el desgaste de los planos y aristas de los brillantes al atravesar nubes de micro meteoritos o al recibir los rayos solares.Capitn Snow, la junta del CIIDE determina que han hallado ustedes un objeto no identificado de enigmticas y extraordinarias peculiaridades. Por lo tanto, debe realizarse una investigacin a fondo. Es de gran inters para la ciencia espacial, la comunicacin csmica y la relacin de la Tierra con los espacios siderales. Por lo tanto, acuse la orden de abandonar su zona de vigilancia y conduzca la extraa esfera hasta la estacin lunar que le indicaremos en su momento.Mariscal, no s si ser suficiente la Scout U-104 para sujetar esa extraa esfera, desviarla de su rumbo y conducirla a la Luna, sin olvidar el problema que significara el alunizaje con este sobrepeso.Esos problemas los resolveremos en su momento, capitn Snow. A partir de este instante, los tcnicos ms especializados trabajarn en este asunto. Deber usted resolver por sus propios medios el sujetar esa esfera a su nave y llevarla hasta la rbita lunar. Con la Tierra no podemos contar. El roce de una nave de tales dimensiones con la atmsfera terrestre podra quemar la capa de brillantes que la recubre. La Luna carece de atmsfera y no habr tal problema, de modo que si nos lo proponemos lograremos depositar la esfera intacta y sin deterioro alguno sobre la Luna y all se realizar un completo estudio de la misma.Acuso rdenes, mariscal. La Scout U-104 se hace cargo de la extraa esfera y la conducir a la rbita lunar.Capitn Snow aadi el mariscal en tono grave, tomen toda clase de precauciones para que no resulte nadie ms accidentado. Corto y buena suerte.El capitn Snow desconect a su vez la clavija y en su pantalla se borr la imagen de la junta directiva del CIIDE, mximo rgano del espacio del cual dependan.Snow se levant.Mir a su alrededor; todos le observaban expectantes esperando sus palabras.Puls un botn para que sus palabras pudieran escucharse en toda la nave y dijo:Al habla el capitn Snow. Se nos acaba de encomendar una grandiosa pero grave y arriesgada misin que la Scout U-104 deber cumplir en su totalidad. No les pido el mximo de atencin y esfuerzo porque s que a cada segundo, a cada hora, a cada da que pasa se lo estn dedicando sin regateos. Slo les pido confianza en ustedes mismos, en sus propios valores. La Scout U-104 ha cumplido siempre con sus objetivos, por difciles y arduos que stos hayan sido y ahora tampoco fallar. Suerte.Cort la comunicacin.

CAPTULO V

La popa de la Scout U-104 era doble, en forma de monumental horquilla. Dos grandes cilindros de diecisis pies de dimetro cada uno se bifurcaban en el corazn de la nave, y en el extremo final de los mismos se acoplaban los motores nucleares que impulsaban la nave cuando resultaba necesario maniobrar o aumentar su velocidad, ya que la velocidad, una vez alcanzada, se mantena sin propulsin alguna debido a que no habla atmsfera alguna que la frenara.Mi plan es acoplar la esfera que nuestro chipper [footnoteRef:2], sargento Sanders ha dado en bautizar como el meteoro Maharaj, por lo brillante y descomunal de tamao, sobre los dos cilindros que componen el tercio posterior de nuestra nave. [2: En Estados Unidos, alegre, jovial.]

El teniente Namura observ:El dimetro de Maharaj es ligeramente superior al espacio que media entre los dos grandes cilindros que forman nuestra popa y que contienen las salas de motores.El capitn Hess, con gesto de preocupacin, seal el esquema dibujado de la nave y objet:Podra ser que la presin de Maharaj entre los dos cilindros llegara a separarlos o se filtrara entre ambos y no slo perderamos la esfera, sino que nuestra nave se partira o agrietara, cuando menos en el punto de bifurcacin que es precisamente el lugar donde nos hallamos, es decir, el puente de mando. Ello equivaldra a la destruccin total de la Scout U-104 con la consiguiente muerte de sus ciento sesenta y tres tripulantes. Segn mi opinin, es una operacin muy arriesgada y peligrosa. Ms bien me inclinara por sujetar el meteoro con cables de arrastre y llevarlo tras de nosotros a prudente distancia sin exponer para nada el resto de la nave.Capitn Hess, nuestra nave no tiene unos agarraderos suficientemente, resistentes para sujetarle cables que tiren de esa esfera, en especial cuando nos acerquemos a la Luna. Al llegar a su rbita, el meteoro tratar de precipitarse verticalmente sobre la Luna y nos arrastrara en su cada, de modo que nos arriesgaremos en colocarla sobre nuestra nave como si furamos un carguero ms, y de este modo entraremos en rbita lunar en forma tangente y no perpendicular, lo que resultara funesto para todos. Hay alguna objecin? pregunt a la oficialidad reunida en el puente de mando.Se produjo un silencio de aceptacin y el capitn Hess, viendo que su opinin no era tenida en cuenta, sonri mordaz asintiendo:Correcto, capitn Snow, hagmoslo a su manera. Despus de todo, la responsabilidad y la nave son suyas.Irnico tambin, Snow replic:No se me escapa ese detalle, capitn Hess. Ahora que todos los departamentos se pongan a trabajar. Yo dirigir personalmente la operacin. La primera fase a realizar es la colocacin precisa de nuestra nave por debajo del Maharaj. La aproximacin se har con el mximo de lentitud para que la cubierta de brillantes no dae el fuselaje de nuestra nave. La segunda parte de la operacin ser sujetar con cables el meteoro a la gran horquilla que forma nuestra doble popa. De esta forma no podr escaprsenos.Daniel Snow estaba cansado del capitn Hess y le pareci que su retorno a la Luna poda ser una buena ocasin para sugerir que el capitn Hess fuera destinado a otra parte, quiz a la comandancia de algn carguero Luna-Tierra.De esta forma, se quitara de encima un tripulante negativo y le dara una oportunidad de reivindicarse con el mando de una nave, aunque tal nave fuera un simple carguero.El capitn Hess ya no se sentira humillado de tener que aceptar rdenes de un capitn diez aos ms joven y, en consecuencia, muchsimo menos veterano que l.Teniente Namura, tenga su panel de control preparado orden Snow.El resto de los tripulantes de la torre de mando hizo lo propio y desde su silln de control, notando a su lado la presencia del capitn Hess observndole, Daniel Snow comenz a maniobrar la nave.En principio, puls el encendido de los motores y con movimientos muy lentos situ la nave debajo del meteoro.La Scout fue movida adelante y atrs hasta que el capitn Snow, controlndola por las cmaras exteriores de televisin tridimensional, hall el lugar justo en que pens deba encajarse la enigmtica esfera.Abri la clavija de rdenes.Al habla el capitn Snow, atencin todo el mundo. En diez segundos haremos el improvisado ensamblaje con la esfera capturada. Estn todos alertas ante posibles averas que pudieran producirse. Si ocurre algo anormal, comunquenlo de inmediato al puente de mando.En aquellos instantes, todos los tripulantes de la nave quedaron en suspenso.La Scout U-104 estaba colocada justo debajo de Maharaj y slo tena que elevarse unos pies para que el meteoro, que tena un movimiento de traslacin exacto al de la nave, quedara encajado. Ambos semejaban detenidos en el espacio.El capitn Snow, con firmeza en su mano, elev la nave pulgada a pulgada para evitar cualquier choque brusco que pudiera daar el fuselaje de la misma.La esfera fue encajndose lentamente en la gran horquilla formada por los dos cilindros de popa. Se escucharon unos roces y la nave tembl ligeramente.El capitn Hess, en pie, palideci. Al fin, de nuevo la estabilidad completa. La esfera haba quedado encajada en a horquilla y todos respiraron de alivio. Daniel Snow abri a clavija de rdenes.Al habla el capitn Snow. Ensamblaje conseguido. Hay averas en alguna seccin?Se produjo un intenso silencio y todos aguardaron resultados que en el espacio podan resultar funestos, mas nadie dijo nada. Ninguna voz entr en comunicacin dando alarias y Snow dijo satisfecho:Operacin perfecta, sin averas.Se escuch un hurra general en toda la nave. El capitn Hess, recobrando el color, suspir:A esto le llamo yo tener suerte, capitn Snow.Siempre hace falta un poco de suerte para conseguir grandes cosas, capitn Hess, pero para que la suerte sea huera hay que estar preparado para recibirla.El equipo de mantenimiento especializado en labores de amarre se hallaba preparado en la antecmara del espacio. Provistos de cables y sellacables, salieron al exterior.Por orden del capitn Snow, se proveyeron de guantes especiales que se superponan a los normales y que iban revestidos de malla de acero. Tambin los cristales de los cascos haban sido equipados con potentes filtros que les libraren de posibles cegueras como le haba ocurrido al sargento Ramrez.La operacin de sujetar Maharaj a la nave terrestre fue larga y laboriosa, seis horas con cuatro relevos de los grupos de astronautas.Al fin y sin ningn percance, la esfera qued slidamente sujeta a la popa de la Scout U-104 sin que la corteza de brillantes quedara expuesta a los chorros de energa de los tubos que propulsaban la nave.Capitn Hess, tome usted el mando de la nave. Viajamos rumbo a la Luna, operacin de captura y ensamblaje del meteoro concluida. Sargento Sanders.El californiano de cabello cortado al cepillo se volvi hacia l.Capitn.Comunique a la Tierra que la operacin ha sido correcta y sin ms bajas. Tomamos la ruta de la Luna.Daniel Snow abandon el puente, necesitaba descansar.Cuando se diriga hacia su hbitat se encontr con Marfa Krondaievna que sala de la enfermera.Antes de que ella dijera nada, Daniel Snow busc en las profundas y verdes pupilas de la mujer la verdad de lo que ocurra, la verdad sobre el teniente Tungtay y el sargento Ramrez.Qu noticias hay, Marfa?

CAPTULO VI

Tras la radiosauna que desintoxic, limpi y pigment la piel de todo su cuerpo durante los minutos estipulados por la computadora central de la nave, automticamente cay sobre ella una finsima lluvia de agua fra que brotaba del techo y las paredes del cuarto de bao cerrado.La bella y joven teniente soport la sensacin fra que terminara por dejar su piel impecable, cerrando todos sus poros como profilaxis ante la posibilidad de pequeos virus.Minutos ms tarde, vistiendo una ligersima bata corta de tela ms suave que la seda natural que siglos atrs usaron los hijos de Oriente, sali del cuarto de bao.Daniel Snow la aguardaba en la pequea salita que tenan como privilegio los oficiales dentro de la Scout U-104.El hombre permaneca sentado en el sof de dos plazas, mximo que caba en los reducidos livings tomando un bourbon especial para astronautas carente de todo ingrediente que pudiera causar toxicidad.Por supuesto, aunque en el sabor no se notara, el bourbon no contena alcohol. En toda la Scout no haba ms alcohol que el que se hallaba en la enfermera.Se saba que haba contrabando de bebidas alcohlicas en las estaciones lunares y si bien en las secciones dependientes del CIIDE estaba totalmente perseguido, exista cierta tolerancia en las estaciones mineras.Me siento como nueva dijo Marfa.Un trago? Ofreci Daniel Snow pese a estar en la habitacin de la joven.S, gracias.No podemos quejamos de las comodidades que nos ofrece una nave como la Scout U-104 observ l.Comodidades un poco estrechas repuso Marfa mirando en derredor de su living, convertible en alcoba cuando deseaba dormir,Diez metros cuadrados por oficial no es mucho, pero peor estuvieron los pioneros del espacio.Los Apolo son la prehistoria de la conquista del espacio, querido record ella con cierta irona sentndose junto a l en el cmodo sof anatmico.Quiz cuando pasen los siglos habr la seudohistoria y la verdadera historia que habr nacido con la televisin, las grabadoras y las primeras salidas al espacio. Neil Armstrong podra ser el nuevo Adn, smbolo del hombre, de su futuro y de su inteligencia.Al pobre Neil le faltaba una Eva. Sin embargo, opino que el primer hombre que merece ser llamado Adn de la nueva era fue Yuri Gagarin.S, y la Eva, la Tereshkova. Siempre la madre Rusia por delante. El regionalismo tira mucho aunque hace ya casi un siglo que la Tierra tiene un monogobierno federal y democrtico.Cario, olvidemos a los pioneros. Dejmoslos dormir en paz su largo sueo de siglos y hablemos de cosas ms actuales.Daniel Snow haba escanciado el sinttico bourbon que en el fondo les vitaminizaba los nervios y dijo:Me inquieta el sargento Ramrez.El doc dice que cuando la inflamacin disminuya, quiz recupere la vista,La vista es uno de los rganos ms preciosos que poseemos, quiz el sentido ms necesario. Se han inventado muchas cosas, incluso ya no hay problemas con la ciruga, trasplante e implante de ojos, pero si es el nervio que conecta con el cerebro el daado, en fin, esperemos que todo salga bien para el sargento Ramrez.Por lo menos, el teniente Tungtay se ha recuperado del coma que le caus la despresurizacin.S, logramos rescatarlo a tiempo.Se consigui gracias a ti.Era mi obligacin. Hubiera sido estpido olvidar una de las primeras reglas del socorrismo en el espacio.Siempre andas restndote mritos. En cambio, ese engredo e insoportable Hess...Olvdate de l o compadcelo. Hasta que no obtenga la comandancia de una nave espacial, aunque sea un simple carguero de minerales, no se sentir satisfecho con nadie ni consigo mismo. Aunque no quiera reconocerlo, sabe que cometi un error cuando perdi su nave y trata de hacer mritos para que le den el mando de una nueva y se olvide su pasado.Y mientras, intentar obtener su prestigio a costa del tuyo.Descuida, cuando lleguemos a la Luna le recomendar para la comandancia de una nave, un carguero por ejemplo. Aunque solo gobierne a un par de tripulantes ya se sentir ms satisfecho. Por supuesto, no sera yo quien le recomendase para llevar adelante el mando de una nave como la Scout U-104 con ciento sesenta y tres tripulantes a bordo.Se lo has dicho?Daniel Snow sonri con sarcasmo antes de tomar un sorbo del liquido que tena en el vaso.Mir a Marfa. Estaba muy bonita con aquella especie de deshabill color amarillo brillante que dejaba totalmente al descubierto sus piernas y brazos.Eres muy hermosa, la astronauta ms linda que jams ha navegado por el espacio.Embaucador. T no conociste a Valentina Tereshkova.Pero he visto fotografas suyas, encanto.Se le acerc y Marfa, sin retirar su rostro, insisti:An no me has dicho si le has contado al capitn Hess tu intencin de recomendarle para comandar una nave.Cario, eres bonita, sutil y no s cuntas cosas ms, pero no eres muy buena psicloga. Si le dijera eso al capitn Hess me guardara rencor toda la vida. El no quiere favores de mi, se sentira ms humillado que ahora. Es preferible que nadie le diga nada y que cuando le destinen una nave crea que es por sus propios mritos.Marfa alz su mano y pos su ndice diestro sobre los labios varoniles. Los acarici con suavidad, como dibujndolos.Yo lo deca para que dejara de molestarte, nunca se sabe lo que puede hacer.Eres muy convincente, Marfa, pero me ests haciendo cosquillas en los labios.Ella ri levemente.Por eso lo hago.La industria, la tcnica espacial avanza, pero las mujeres segus siendo mujeres.Bsame.Tras mirarla con una intensidad casi pareja a la del lser, la bes.Los dos estaban encendidos. Con voz casi ronca, en tono bajo, la mujer susurr apenas:Ves cmo pese a la industrializacin y a la tcnica espacial, los hombres segus siendo hombres?Con ligero sarcasmo, l pregunt:Debes pensar que ests jugando conmigo como un gato con un ratn, como en esos cuentos clsicos que nos llegaron en los videotapes.Y que jams pasarn de moda observ ella. Siempre habr nuevas generaciones que no los han visto y que reirn con ellos. Desgraciada la humanidad cuando sus nios no ran con los comics clsicos y los hombres dejen de ser hombres como t sabes que deben ser.Y las mujeres dejen de ser seductoras agreg acaricindole el ureo cabello, suelto y lacio despus de la radio sauna y ducha y un secado casi instantneo con las ES-microondas.El hombre cerr los ojos y ella le bes los prpados. Eran besos pequeos, casi imperceptibles, besos que recorrieron su frente, sus pmulos y terminaron en la boca con una caricia.Daniel, me gustara arrancarte las preocupaciones que invaden tu cabeza.S, no puedo negarte que tengo problemas. Esa extraa cosa que hemos capturado y que transportamos hacia la Luna, encierra grandes y oscuros misterios.T slo eres el hombre que ha capturado el meteoro. A otros les tocar descifrar su significado, lo que encierra, como a los egiptlogos les toc desentraar lo que ocultaban las milenarias pirmides.Se han hecho algunas observaciones con mucho cuidado, yo mismo he salido un par de veces al exterior para ver de cerca la esfera y no he podido descubrir ms que su superficie de brillantes, bellos pero agresivos como las pas de un cactus del desierto que se defiende con ellas del exterior.Y que dentro oculta una pulpa sabrosa o cuando menos refrescante musit ella rodendole el cuello con sus brazos desnudos.Debo de parecerte un estpido.Por qu? inquiri Marfa sin disimular la admiracin y el amor que senta por su capitn.Por pensar que eso de ah afuera est maldito. Se sonri con sarcasmo. En el siglo diecinueve comenz a dejarse de creer en maldiciones y brujeras. En la dcada de los setenta del siglo veinte hubo un rebote de supersticin, pero la parapsicologa se hizo adulta y fuerte y barri las supuestas magias y hechizos. Sin embargo, tengo el presentimiento de que eso que transportamos tiene algo de maldito.Ests preocupado, Daniel, solo eso, preocupado. Es agotador comandar una nave como la Scout y permanecer meses lejos de una estacin orbital o lunar donde hay espacio para divertirse con ms amplitud, donde se pueden tomar unas vacaciones.S, puede que sea cansancio. Las pirmides tambin fueron consideradas malditas, pero luego se descubri que de malditas no tenan nada. Se encontraron tesoros del antiguo Egipto que ayudaron a descifrar la historia de la humanidad e incluso se tuvieron muy en cuenta descubrimientos realizados por sabios del remoto Egipto.S, eso podra ocurrir con el meteoro de brillantes. Seria sensacional que resultara una tumba, un motivo funerario trasladndose en el espacio por los siglos de los siglos.Daniel Snow ri ligeramente y Marfa volvi a sellar sus labios con los ojos.Los ojos de ambos se cerraron; quiz los prpados pesaban demasiado.

CAPTULO VII

Atencin, atencin astropuerto lunar, atencin centro control astropuerto lunar, llama Scout U-104, llama Scout U-104 insisti el sargento Sanders.Todos los puestos de la nave permanecan atentos. El propio capitn Snow controlaba el puente de mando.El capitn Hess, en lugar de descansar, prefera estar en el puente de mando en aquellos instantes en que arribaban a la rbita lunar.Se ilumin la pantalla de telecomunicacin apareciendo en ella el oficial del centro de control de astropuerto lunar.Al habla el general Baroccio. Hemos recibido su llamada, Scout U-104.El sargento Sanders puls un botn y se encendi una luz verde en el cuadro de mandos que el capitn Snow tena delante. En aquellos instantes tena comunicacin directa y apareca en los monitores del centro de control selenita.Mi general, vamos a maniobrar para entrar en rbita.Tiene libre el canal de cincuenta a sesenta mil pies. Punto de referencia, Alfonso X el Sabio.Entendido, mi general.Sigan las instrucciones y no sufrirn colisin alguna con satlites y estaciones orbitales.Correcto, mi general, pero mantngase en comunicacin constante con esta nave. Vamos sobrecargados y el alunizaje podra resultar peligroso.Conocemos todos los detalles, capitn Snow. El propio mariscal Evenoir se ha trasladado a la Luna. Mantngase en rbita y le enviaremos unos motores de control remoto que sus hombres debern acoplar en la Scout U-104 como refuerzo para el alunizaje. Tiene todas las referencias, capitn Snow. Le paso comunicacin con el mariscal Evenoir que se halla en el punto Aw-4 del Miner Center.A la espera de conexin, mi general.De inmediato apareci en pantalla el rostro enjuto y venerable del mariscal Evenoir que les habl con su ligero acento francs.Capitn Snow...Le audiovisualizo perfectamente, mariscal Evenoir.Debo felicitarle por la captura del extrao meteoro que s han bautizado un poco socarronamente como Maharaj.Felicite a toda la tripulacin, mariscal Evenoir. Todos hemos participado por igual en su captura.Hemos tenido algunas dificultades, pero hemos conseguido vencerlas puntualiz el capitn Hess para hacerse ver.S, de eso estamos todos seguros. Van sobrecargados. He dado instrucciones para que les enven dos motores que colocarn adecuadamente para que el equilibrio de la Scout U-104 sea perfecto en el momento del alunizaje.Esperaremos la reaccin de dichos motores y aguardaremos rdenes, mariscal. Tengo entendido que no alunizaremos en el astropuerto.Exactamente, capitn Snow. Lo que ustedes traen es algo desconocido. En el astropuerto tendran ms comodidades, pero en Aw-4 habr mayor seguridad. Les aguarda la profesora Murgatt.La gran especialista en gemologa?S, capitn, la misma Debido a las caractersticas del meteoro que han capturado, nadie mejor que ella para emitir su sabia opinin. Por supuesto, ningn turista ni personal no autorizado podr acercarse al punto de alunizaje. CapitnSnow, les esperamos, hay un gran inters cientfico por lo que transportan. Les hubiramos hecho ir a la Tierra de no correr el peligro de quemarse la capa de brillantes, que no es otra cosa que carbono puro, en su roce y entrada con la atmsfera terrestre.Creo, mariscal Evenoir, que en la propia Luna podrn llevarse a cabo todas las investigaciones precisas.As es, capitn. Buena suerte, corto.La Scout U-104 entr en rbita lunar en el instante que se le envi luz verde, evitando de esta forma cualquier colisin contra otros satlites artificiales o estaciones orbitales.Se situaron en el cinturn indicado de cincuenta a sesenta mil pies de altura, tomando como punto de referencia el crter Alfonso X el Sabio sobre el que deban pasar cada vez que dieran una vuelta completa y exacta a la Luna.Ya situados en rbita, del satlite despeg una nave pequea portadora de dos motores que habran de superponerse a la Scout U-104.Cuando efectuaban la tercera rbita, apareci en el cinturn la nave carguero que fue en su busca. La Scout U-104 se dej atrapar.Ya fuera de ella aguardaba un equipo tcnico de diez astronautas con sus trajes espaciales para recibir los motores extras e instalarlos debidamente.El ensamblaje de la nave carguera se efectu sobre el techo del puente de mando, ya que all existan unos rales en los que podan acoplarse los cargueros de suministros, trajeran vveres, agua o simples cartuchos nucleares de combustible.Daniel Snow control y coordin desde el puente de mando y a travs de las pantallas la colocacin de los motores.Despus, stos fueron graduados para que desde el puente de mando y mediante ondas de control remoto, pudieran ser encendidos en el momento adecuado.Operacin terminada seal el oficial que diriga el equipo de tcnicos que haban trabajado en el exterior.Bien, regresen al interior. El carguero puede despegar.La nave carguera, ya libre del peso de los motores, se alej de la Scout que era casi diez veces mayor que ella.Atencin, atencin, llamo al centro de control del astro-puerto lunar.En pantalla apareci de inmediato el rostro del general Baroccio con sus largos bigotes cuyas puntas sobresalan algo en aire, recordando a algn tenor milans.Les tenemos controlados en la pantalla del radar. Sigan instrucciones y alunizarn en el punto previsto. Les advertiremos en el momento exacto de encendido de motores para desorbitar, acelerar el descenso y luego decelerar con la ayuda de los motores auxiliares que les hemos enviado.Sigo instrucciones, mi general.Toda la Scout U-104 se puso en tensin. El momento ms difcil haba llegado.El peso extra del enigmtico meteoro poda hacerles estrellar contra el suelo lunar si los motores auxiliares no funcionaban en el momento justo. La Scout, con su excesiva carga en la popa, perdera el equilibrio y de nada serviran los retrocohetes.Se encendi el piloto rojo de la sealizacin enviada desde el centro de control del astropuerto lunar.La gran nave disminuy su velocidad orbital. Las cifras de las dcimas de segundo comenzaron a pasar veloces, apenas visibles para el ojo humano, aunque la computadora de a bordo, s las captaba.Daniel Snow puso su pulgar sobre el botn cinabrio que tena ante s. En el punto just en que el cero apareca en su monitor, lo oprimi con fuerza y seguridad a la vez.La nave tembl ligeramente.Sali de su rbita e inici el descenso sobre el punto escogido. El teniente Namura fue sealando:Cuarenta y nueve mil pies, cuarenta y ocho mil pies, cuarenta y siete mil pies.La distancia que les separaba del satlite natural de la Tierra era cada vez menor. Caan sobre l a velocidad vertiginosa. Si luego no funcionaban correctamente los retrocohetes y los motores auxiliares la Scout con su Maharaj, caera sobre la Luna producindole un crter ms y desintegrndose todos ellos.Sera una destruccin total y los sismgrafos lunares captaran la cada como si fuera un sesmo de gran intensidad.Se produjo un silencio opresivo y absoluto, ni siquiera les hablaron por la pantalla desde el control selenita. Solo aparecan rpidas cifras en el monitor.La voz del teniente Namura son penetrante, obsesiva.El capitn Hess, al igual que toda la tripulacin de la nave, se haba acomodado en la butaca anatmica cerrando el cinturn de seguridad para evitar salir despedido dentro de la nave como si estuviera en una gigantesca coctelera, si la Scout efectuaba un alunizaje brusco tal como se presenta por el exceso de peso que llevaban.Veinticuatro mil pies, veintitrs mil pies...La Luna estaba ya muy cerca de ellos.La gran ventana panormica, al igual que todas las aberturas que posea la nave, estaba cerrada con sus contraventanas de acero. Slo vean la Luna a travs de las cmaras televisivas que les enviaban su imagen.Veinte mil pies.El pulgar del capitn Snow puls con seguridad un botn azul y toda la nave tembl. Algunas luces se apagaron y se temi el desastre.Los retrocohetes se pusieron en funcionamiento, pero de los dos motores auxiliares, slo uno lo haba hecho.La nave adquiri una inclinacin peligrossima para tomar suelo, ya que el peso la decantaba. En aquella situacin, se destrozara al tocar la Luna con sus partes ms dbiles en lugar del tren de alunizaje provisto de muelles telescpicos hidroneumticos.Cuantos se hallaban en el puente de mando volvieron sus miradas hacia el capitn Snow. El resto de los tripulantes pens que estaba llegando su ltima hora.Quince mil pies anunci el teniente Namura.El pulgar del capitn Snow segua oprimiendo con firmeza el botn azul. Era como si se dispusiera a mantenerlo hundido hasta la mismsima muerte.Quienes le rodeaban se percataron de que Daniel Snow era el nico que no sudaba.Vamos a morir! grit el capitn Hess empapado de sudor en su butaca.De pronto, una nueva vibracin.Trece mil pies advirti el teniente Namura.El segundo motor se habla puesto en marcha, con un encendido retrasado, pero ya funcionaba.La Scout U-104, antes inclinada, comenz a recuperar su posicin correcta.Daniel Snow, como si nada hubiera sucedido, solt el botn azul. Accion la clavija de intercomunicacin general de su nave y dijo.Al habla el capitn Snow. El alunizaje va correcto. Quiz la toma de suelo resulte algo ms brusca de lo previsto. Mantengan colocados los cinturones de seguridad y que nadie se mueva hasta que en toda la nave se enciendan las luces verdes. Suerte.

CAPTULO VIII

Se escucharon unos chasquidos significativos. Luego, una quietud total. Los motores haban dejado de funcionar.Daniel Snow accion la llave de comunicacin general y dijo:Si alguna seccin tiene avera, que lo comunique de inmediato.Se produjo un intenso silencio que dur treinta segundos, previstos en el reglamento de la nave.Los manmetros no mostraron alarma alguna de despresurizacin y Daniel Snow tir de la palanca que conectaba las luces verdes en toda la nave.Al instante se escucharon unos gritos de hurra y alegra que se contagiaron a todos los tripulantes. El peligro haba pasado.El capitn Hess, empapado de sudor, se quit los cinturones de seguridad quejndose.Por un momento cre que bamos a desintegrarnos contra la Luna.Ya ve, capitn Hess, no hay que perder la esperanza y la fe hasta la ltima centsima de segundo.Tengo experiencias desagradables, capitn Snow, no he tenido su suerte; todo le sale bien.Daniel Snow no quiso replicarle. Lo vio empapado de sudor y pens si obrara bien recomendndole aunque slo fuera para gobernar un carguero.Para comandar una nave espacial, adems de estar graduado en tripulacin e ingeniera espacial y hallarse suficientemente entrenado en los campos simuladores deban tenerse unos nervios templados, una gran frialdad y seguridad en s mismo. Pese a su aparente autosuficiencia, el capitn Hess careca de esto ltimo.Capitn, capitn Snow, llama el equipo de mantenimiento.Capitn Snow a la escucha. Ocurre algo?La nave se est inclinando en popa por el lado de estribor. Dos de los amortiguadores hidroneumticos han estallado.Salgan a revisarlos, pero no hay preocupacin. Que funcionen los amortiguadores de emergencia para nivelar la nave. Nos enviarn un equipo de operaciones para restaurar la Scout U-104. El resto del personal puede cerrar sus paneles a excepcin de los de mantenimiento.

* * *

La estacin minera diamantfera Aw-4 se ubica en un crter lunar de aproximadamente una milla de dimetro en sus puntos ms anchos.La superficie del crter haba sido cubierta con hormign armado selenita al igual que todas las estaciones-base lunares.El agua para hormigonear se extraa de los grandes depsitos de hielo descubiertos en el subsuelo lunar.La Aw-4 tena cuatro plantas de profundidad y del piso de asiento partan las galeras de excavacin minera de las que se sacaban los diamantes naturales que, segn los tcnicos, procedan de los meteoros incrustados en el satlite de la Tierra.La gravedad de la estacin minera estaba nivelada artificialmente, igualndose a la normal en el planeta Tierra, ptima para la vida y el desarrollo de los humanos terrcolas.El mariscal Evenoir recibi a Daniel Snow en el despacho del director jefe de la base. Estaba presente el mayor Tejada, comandante del puesto de polica y vigilante de la estacin minera diamantfera que en s misma tena gran valor, acentuado ahora por la llegada del nuevo y extrao meteoro.Los ojos de Daniel Snow, nada ms entrar en la estacin se clavaron en la agresiva belleza morena de la profesora Murgatt que le sonri a su vez.Adelante, capitn Snow dijo amable y casi campechano el mariscal Evenoir tendindole la mano que Snow estrech. Ha realizado usted un excelente trabajo.Simplemente he cumplido rdenes, mariscal.Se ha arriesgado, capitn Snow. Ha venido con sobrecarga y esa esfera que ha conseguido traer a la Luna es de un valor extraordinario, no slo por los brillantes que la cubren en su totalidad, sino por lo que puede significar. La profesora Murgatt, aqu presente...Encantada, capitn Snow. Deseaba conocer a un hombre temerario e inteligente como usted.Me abruma, profesora Murgatt. Su fama como gemloga es conocida en todo el mundo.Ante las clidas miradas con que Daniel Snow obsequi a la hermosa profesora que vesta una casaca ceida con pantaln de malla color plata, Evenoir carraspe.Como deca, la profesora Murgatt ha analizado los primeros planos que envi usted por el trivisor y ya tiene algunos datos que darnos.Eso es magnfico, profesora Murgatt.Con un ligero acento germnico, la profesora observ:Llmeme Sophie. Profesora me suena demasiado serio.Bien, Sophie.Sophie Murgatt, que no pareca tener ojos ms que para el alto y arrogante Snow, pues lo observaba como al diamante ms raro y atractivo con el que se haba topado jams, explic:Los brillantes que recubren esa extraa esfera no pueden haber sido tallados de una forma natural, por lo que me inclino a creer que se trata de una especie de meteoro artificial.Eso mismo pensamos todos, Sophie asinti Daniel Snow con cierta socarronera.Hubo sonrisas en todos los rostros.Capitn Show, antes de continuar hablando le presentar a...Gracias, mariscal, pero conozco bien al mayor Tejada y al director-jefe Jackson.Magnfico, capitn, as nos entenderemos mucho mejor. Ahora, profesora, siga por favor.No he podido analizar todava ninguno de los diamantes de cerca, pero...El mariscal hizo un inciso para puntualizar:Han salido las gras-oruga para traer la esfera al interior de la estacin. Se le dedicar el mayor de los hangares que ha sido habilitado para que en l no haya nada ms excepto la nave. Slo se ha dejado una puerta de acceso al hangar, las dems han sido clausuradas. Esa esfera tiene un gran valor y adems ignoramos lo que puede contener.Bien, mariscal, la Scout U-104 ya est algo cansada de llevarla sobre su cola. Espero que los mecnicos de la base compongan en cuanto les sea posible los amortiguadores de toma de contacto.En eso se est trabajando ya, capitn Snow.Pues, en principio, capitn Snow... prosigui Sophie.Daniel es ms cmodo observ l.Pues bien, Daniel, no son brillantes piramidales. En realidad, visiblemente, son pirmides truncadas.Sus cspides no me parecieron truncadas.Examinadas con mucha atencin, son truncadas insisti la profesora. Hay un hexgono diminuto en su cspide por el que escapa toda la luz que recibe del diamante en sus planos visibles. La luz, y cualquier rayo, rebota en sus planos interiores y termina escapando por el diminuto hexgono que a usted le ha parecido una aguda cspide piramidal. Por eso, al salir los rayos tan concentrados por los diminutos hexgonos, han herido con gravedad la vista de su...Sargento Ramrez.S, eso, del sargento Ramrez. Posiblemente, debajo de esa especie de pirmide truncada hallaremos las cincuenta y siete caras restantes.Tiene eso mucha importancia, Sophie? pregunt Snow.S, cincuenta y ocho caras o facetas en un brillante son las mnimas indispensables para la completa reflexin de la luz recibida, y esa ley no es vlida slo para los intelectuales terrestres sino para cualquier vida inteligente que hubiera podido desarrollarse en otra Galaxia.Espero, Sophie, que cuando arranque uno de esos brillantes confirme su teora dijo Snow con sinceridad. Nadie mejor que usted para emitir una opinin tcnica sobre la corteza de esa enigmtica esfera.Capitn Snow, esa esfera significa vida inteligente no conocida por la Tierra. Jams en nuestro planeta se han podido conseguir brillantes tan grandes ni perfectos a juzgar por los datos recibidos dijo Evenoir con gravedad.S, esa es tambin mi teora, caballeros dijo Sophie, caminando ondulante, pues no por profesora dejaba de ser bella y mujer. Esa esfera procede de vida inteligente desconocida. Qu le parece, Daniel?Que coincide con mi propia opinin. Por ello he revisado detenidamente la superficie del meteoro en varias ocasiones.Buscando una puerta, escotilla o ventana? pregunt el mariscal Evenoir.Exactamente, pero no la he hallado. En toda su superficie los brillantes coinciden con una exactitud microscpica, pues creo que ni con un microscopio hallaremos una fisura entre dos de esas gemas.Conseguiremos arrancarlos, Daniel, yo me encargo de ello afirm la profesora con su acento germnico que le daba mayor atractivo. Claro que es posible que tenga que romper uno de los brillantes para poder sacar los otros limpiamente y estudiarlos mejor.El mayor Tejada, un hombre ibrico alto y recio, pregunt en voz alta como si hablara consigo mismo:Por qu recubrir toda una esfera con brillantes? No ser un obsequio que nos envan los habitantes de otra Galaxia a los habitantes de la Tierra?El capitn Snow apunt escptico:Desde que di mis primeras lecciones de literatura cuando era un muchacho y estudi la Ilada, no me fio de los obsequios cuyo interior no puedo escrutar.Piensa que puede ser un nuevo caballo de Troya? pregunt socarrn el mariscal.Lo que no se puede negar es que la esfera resulta en extremo brillante.El mariscal Evenoir asinti.Por eso la encerraremos en el hangar. Se trabajar en ella con mayor comodidad, sin correr ms peligros con sus cegadoras reverberaciones.Mariscal, no s si estar diciendo una barbaridad, pero he pensado mucho sobre esa esfera que hemos trado sobre la ahorquillada popa de la Scout U-104.Atrvase, capitn Snow.Daniel se convirti en el eje de todas las miradas.Mi idea es que esa esfera contiene algo muy importante expuso.Piensa que el corazn de la esfera an puede ser ms valioso que la propia corteza de brillantes?No en el sentido material, seor. Mi hiptesis se basa en que si se ha recubierto con brillantes, adems de indicar que la civilizacin que la ha construido es rica por lo menos en gemas, es por un motivo concreto.Cul? pregunt Evenoir, agregando de inmediato: Si un meteoro chocara contra esa esfera, los brillantes no resistiran el impacto y se partira lo mismoS, es cierto, no resistira un meteorito en direccin contraria, pero s resiste y reverbera toda radiacin que recibe.Sophie pregunt:Quiere decir que los brillantes estn para proteger la esfera de cualquier radiacin?Reflejando todos los rayos, en especial los infrarrojos, dentro de la nave se consigue un fro casi absoluto.Insina que lo que contiene la nave est congelado? pregunt el mariscal incrdulo.La criogenizacin resulta ya muy conocida para la ciencia terrestre observ Daniel Snow.S, pero jams ha dado un resultado completo en seres humanos.Quiz otras civilizaciones hayan conseguido lo que nosotros no hemos logrado, mariscal. Esa es mi hiptesis, pero yo slo soy un astronauta de exploracin y vigilancia en el espacio, no un cientfico.Daniel, su teora de la criogenizacin es slo eso, una hiptesis.Sophie dej aflorar a sus jugosos labios una sonrisa de incredulidad que fue emulada por los dems.

CAPTULO IX

La esfera capturada en el espacio, a la que ya toda la estacin minera denominaba Maharaj, al igual que la tripulacin de la Scout U-104, ocupaba gran parte del hangar que se le haba destinado.La iluminacin era difusa, indirecta. As, las retinas humanas no resultaran afectadas.Tal como haba ordenado el mariscal Evenoir, se haban clausurado todas las puertas a excepcin de una que comunicaba con los corredores que conducan a la direccin y al centro de investigacin de la base.Era una puerta no muy grande, de ocho pies y medio de alto por cinco de ancho con hoja corredera de acero bruido. Dos vigilantes armados con fusiles lser la custodiaban y otros dos controlaban el final del tnel que conduca a la entrada general.De este modo, para llegar a la esfera, deba de pasarse ante una doble inspeccin.La teniente Krondaievna rebas los controles.Era una de las pocas personas que luca en su pecho la placa-pase para entrar en el hangar donde la esfera capturada comenzaba a estudiarse cientficamente, con un inters inusitado.Ni siquiera a los reporteros de las cadenas informativas se les habla permitido la entrada. Quera mantenerse el secreto hasta que se consiguiera conocer algo ms.Sin embargo, hasta los lugares ms recnditos de la propia Tierra haba llegado la noticia de que el meteoro significaba vida inteligente en otra parte del universo.Siempre se haba hablado de utpica vida inteligente en otros astros, pero jams se haba capturado una prueba contundente. En cambio, ahora s poda demostrarse de forma palpable. Aquella era la noticia del siglo XXI.Junto a Maharaj haba algunos especialistas y cientficos con un par de plataformas mviles que podan situar a la distancia y altura que quisieran.Marfa hall a Daniel Snow charlando con Sophie Murgatt. Aquello la irrit, ms procur disimular sus sentimientos. Con una gravedad casi castrense, se les acerc.Capitn Snow...Hola, Marfa salud l animado. Te presento a Sophie.Las miradas de ambas mujeres se encontraron. Rubia la una y morena la otra, ojos claros en Marfa y oscuros en Sophie.Las dos captaron de inmediato un mutuo antagonismo. Quiz el alto y nervudo capitn Snow tuviera la culpa,Sophie? pregunt con marcado desinters.S, la profesora Sophie Murgatt, la eminente gemloga.Ah, s, ya he odo hablar de usted, profesora.Y yo de usted teniente Krondaievna. Una buena especialista en telespectrografa y anlisis en general.Le ha hablado el capitn Snow de m?Oh, no, teniente Daniel no la ha mencionado, pero yo he recibido todos los mensajes de la Scout U-104 desde que fui destinada a esta colonia diamantfera para el estudio de ese extrao meteoro Ahora, si me disculpan, mis colegas me estn esperando. Estoy ansiosa por arrancar el primer brillante de la esfera y poder escrutar sus ms ntimos secretos.Sophie se separ de ellos para aproximarse al grupo de cientficos entre los cuales se hallaba el propio mariscal Evenoir, muy interesado en la investigacin que se estaba llevando a cabo, y el capitn Hess que deseaba hacerse ver en todas partes.Haba conseguido que su imagen y palabras llegaran a la Tierra a travs de los noticieros, aunque se le haba advertido que si revelaba algn secreto oficial, se le seguira consejo sumarsimo.Sin embargo. Hess se las arreglaba para quedar bien en las pantallas de todos los hogares de la Tierra, la Luna y las estaciones orbitales.Mona, verdad? coment Marfa con aparente indiferencia, sin mirar a Snow.El capitn, que la conoca bien, dio ms entusiasmo a sus palabras para hacerla rabiar un poco.S, es muy atractiva. No haba pensado que una cientfico pudiera ser tan bella.Capitn Snow dijo Marfa cortante slo vena a informarle de que los amortiguadores telescpicos de la nave se estn reparando, pero el equipo de mantenimiento opina que mejor sera suplirlos por unos enteramente nuevos.En ese caso, tendremos unas vacaciones forzosas no inferiores a quince das, ya que los muelles debern traerlos en un carguero desde la Tierra.Capitn, parece hacerle muy feliz la idea de una estancia prolongada en esta estacin minera casi olvidada.A qu viene tanto capitn Snow? Nadie nos oye y podemos hablar como nos plazca. Adems, cualquiera dira que te molestan estas vacaciones. Todos los miembros de la tripulacin van a agradecerlas, en esta colonia minera hay diversiones. Si bien es cierto que no conceder permiso alguno para trasladarse a otras bases lunares, estaciones orbitales y mucho menos regresar a la Tierra, pues nuestra nave debe permanecer a punto en todo momento, podrn pasarlo entretenido, Los mineros saben lo que es diversin y pagan bien los mejores espectculos que vienen exprofeso de la Tierra para actuar aqu y ms ahora que la noticia de la llegada de esta esfera ha corrido por todo el mundo. Quienes actan en esta colonia cogern ms fama. Estoy por decirte que en plazo breve y en vuelos especiales llegarn a esta colonia, aun sin contratos y sin pretender cobrar, las mejores atracciones. Les bastar con la publicidad que obtengan.Y usted, capitn, cmo piensa divertirse? Slo o muy bien acompaado? pregunt Marfa con retintn.Marfa, tienes lengua viperina.Como primera reaccin, la teniente se ech atrs. Pens muy aceleradamente y luego se inclin hacia adelante.Y no tengo razn para hablar as?El hombre carraspe.Este no es el lugar ms apropiado para hablar de estas cosas. Tenemos buenas suites que nos han destinado.Ahora exigi ella.Bueno, yo jams he rechazado un dulce, ni una obra de arte, pero tampoco una discusin.Marfa quiso replicar a aquella frase, pero pens que no era el momento ms oportuno. Sus pupilas verdes buscaron a la profesora Sophie Murgatt con la esperanza de que les estuviera observando y comprendiera por sus palabras y su actitud, que el famoso y temerario capitn Snow era de su exclusiva propiedad.Parece que han conseguido algo interesante dijo Snow, Acerqumonos.Como quieras concedi Marfa, ms interesada en apartar al hombre de la esplndida gemloga.Tal como haba previsto la profesora alemana, tuvieron que romper uno de los brillantes que formaban la corteza para poder sacar entero otro de los que juntaban sus planos con el roto.El brillante entero fue colocado en el microscopiotrivisor.Todos dirigieron sus pupilas hacia la gran pantalla donde la piedra apareci ampliada mil veces mientras giraba para mostrar todos sus planos.No era incolora como en principio pareciera, sino ligeramente azulada, lo que aumentaba su valor como gemaEs prodigioso exclam un cientfico.El mariscal Evenoir inquiri:Cuntos quilates tiene?Ochenta y dos repuso Sophie con tajante seguridad.Y todos los brillantes son exactamente iguales? sigui preguntando el mariscal Evenoir.Sophie volvi a contestar.S, no he examinado nuevas muestras, pero me atrevo a asegurar que son todos idnticos. Tal como haba supuesto, debajo de los siete planos visibles que nos ofrece cada uno de ellos hay cincuenta y una facetas ms pequeas, pero perfectamente tallados. La tcnica de estos tallados es muchsimo ms depurada que la nuestra y han obtenido reflejos que los terrestres no hemos logrado hasta ahora.Profesora Murgatt trat de concretar el mariscal, est usted dando por sentado en forma oficial que los que han tallado estos brillantes son seres inteligentes de otro mundo y con una civilizacin ms adelantada que la nuestra?S, mariscal, esa es mi opinin, aunque slo pueda expresarla como gemloga. Supongo que el capitn Snow est totalmente de acuerdo conmigo.Es una aseveracin muy seria advirti el mariscal. Puede provocar un pnico mundial.Todos miraron al capitn Snow. Este, sin ser preguntado, expuso su pensamiento.Estimo que la profesora Murgatt est en lo cierto. Caballeros, averigen qu hay dentro de la esfera y sabrn muchsimo ms sobre esa vida inteligente de que estamos hablando. Estudiar ms los brillantes es perder el tiempo, quiz un tiempo precioso.Todas las miradas convergieron en la enigmtica esfera nominada vulgarmente Maharaj.Se haba dejado arrancar unos brillantes, pero no su secreto.Fra, desafiante, semejaba advertirles que no sera fcil profanar su ncleo.

CAPTULO X

El capitn Hess, un veterano del espacio, se las haba arreglado para divertirse con unos ingenieros de minas en el club y tomar unas copas de bebida alcohlica clandestina. Uno de los camareros participaba en el trfico ilegal de licores.Bebiendo, charlando y riendo, presenci el espectculo en directo de un grupo de chicas, espectculo que result sumamente verdi-rojo.De estas actuaciones no vemos nada cuando estamos en el espacio a travs de los televisores objet.Alguien respondi:Eso es para que no se os suba la presin sangunea y explote la nave.Todos rieron.La animadora del conjunto no le quitaba la mirada de encima y al finalizar la actuacin, se le acerc.Me invitas?Naturalmente, preciosa. Ya tena ganas de toparme con alguien como t.Eres uno de los que han capturado esa extraa bola, verdad?Uno, no, soy quien la ha apresado. En aquellos momentos difciles, el capitn Snow estaba durmiendo minti, en parte por presuncin y en parte por el alcohol ingerido y que haca mucho tiempo no probaba. Yo estaba de guardia, sabes? Me gustara explicarte mucho mejor la captura de Maharaj, pero tendra que ser en un lugar ms discreto. Es secreto sumarsimo.Los del espacio tenis mucha suerte, siempre que vens por aqu os llevis lo mejor. Los mineros somos la escoria, aunque hay quien consigue escamotear algn diamante y ofrecrselo a estas beldades coment quejoso uno de los mineros al ver que tanta redondez y sensualidad femenina se iba del brazo del capitn Hess.Ya fuera del club, mientras caminaban por un corredor y el capitn Hess se las prometa muy felices, la mujer pidi:Llvame a ver a Maharaj de cerca.A la bella animadora no se le escapaba la importancia que tena acercarse a la esfera capturada. Los pases haban sido limitadsimos y los reporteros rabiaban por poder enviar noticias.Si ella consegua aproximarse a Maharaj, tocarlo y luego contrselo a los periodistas, adquirira una rpida publicidad gratuita que la llevara al estrellato mundial.Su nombre se repetira en todas partes y obtendra los mejores y ms codiciados contratos. En realidad, aquel era el mvil que la haba empujado a acercarse al capitn Hess y ms vindolo algo ebrio, pues se haba enterado de que haba tomado alcohol clandestino.No, preciosa, no puede ser. Yo te explicar lo que desees.Yo quiero ver y tocar Maharaj, pasar mis dedos por la superficie ms rica que el hombre ha conocido jams.No est permitido, slo yo puedo pasar, t no.Est bien acepto con un mohn de disgusto y ondulando sabiamente sus caderas, pues me vuelvo al club.El movimiento femenino pareca firme y resuelto.Hess pens que se le escapaba la mejor ocasin de pasarlo bien en mucho tiempo.Aguarda, preciosa, ver lo que se puede hacer. Vayamos hacia el hangar. Despus de todo, a estas horas no hay nadie trabajando all y yo tengo mucha influencia, no vayas a olvidar que yo he sido quien ha cazado ese meteoro en el aire como si fuera una mosca.Le dio una palmada en las posaderas y la animadora salt ligeramente hacia adelante, pero en vez de quejarse sonri condescendiente.Hess la condujo hacia el hangar donde Maharaj se hallaba bien protegido.Los controles eran dos parejas de vigilantes bien armados, pero haba tambin una serie de alarmas que impediran cualquier infiltracin extraa en el recinto.La girl-club en busca de fama, anduvo junto al capitn escuchando sus seudoaventuras. El camino le pareci largo hasta llegar al primer control.Alto orden uno de los vigilantes uniformados y con cascos mostrando las siglas de polica militar.Soy el capitn Hess y tengo placa-pase. Acaso no la ven? inquiri agresivo.S, capitn Hess, usted puede pasar, pero la seorita no le advirtieron.Va conmigo y yo he sido quien ha capturado a Maharaj. Es que acaso no lo saben?Capitn, tenemos rdenes estrictas, la seorita no puede entrar insisti el celador en forma tajante y sin condescendencia.Lo siento, preciosa, pero unos mastines no seran mejores cancerberos que estos muchachotes con casco.La joven, defraudada, dijo:Ser mejor que regrese al club.Aguarda, aguarda le pidi Hess viendo que se le escapaba la diversin de aquella noche. Tengo una idea.Espero que sea feliz, porque en el club me esperan. Estn llegando muchos cantantes y animadores a la Aw-4 que desean quitarme el puesto.Apartndola de los soldados, cuchiche en su odo:Te voy a traer uno de los brillantes que han arrancado del Maharaj. Jams habrs visto nada igual y sers la primera mujer en tenerlo.Los ojos de la chica se iluminaron de alegra.Un reportaje sobre ella, con escasa ropa y luciendo en su generoso y bien dotado escote uno de aquellos brillantes, seria la gran sensacin, dara el golpe.Te pueden meter en la crcel advirti.Eso es asunto mo respondi el capitn Hess con un exceso de alcohol en su estmago, en sus venas y por tanto en su cerebro.Eres magnfico, capitn, te estar esperando.Aguarda aqu.Altivo, pas entre los dos soldados sin que ninguno de ellos le dijera nada. Se mantuvieron firmes en no dejar pasar a la fmina, aunque se dedicaron a contemplar su belleza.El capitn Hess cruz sin contratiempo alguno el segundo control.En el gran hangar no haba nadie y all estaba Maharaj, con su corteza de brillantes de los cuales haban podido arrancar algunos que se hallaban junto a los aparatos de investigacinHess la mir retador. Como hablando con la esfera, mascull:Te van a dejar sin un solo brillante y algn da perforarn la capa metlica que hay detr