latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/gaja i...

20
Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradas LUIS FELIPE CABRALES BARAJAS (coordinador) UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA UNESCO

Upload: others

Post on 17-May-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradas

LUIS FELIPE CABRALES BARAJAS

(coordinador)

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA UNESCO

Page 2: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradas

LUIS FELIPE CABRALES BARAJAS

(coordinador)

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, CIENCIA Y CULTURA (UNESCO)

2002

Page 3: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

Esta publicación fue realizada con el apoyo del Programa Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST) de la UNESCO.

Primera edición, 2002 D.R. © Universidad de Guada1ajara

Centro Univer itario de Ciencias Sociales y Humanidades Guanajuato 104 -Guadalajara, Jalisco

© Organización de la aciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO)

7, place de Fontenoy,

75352 Paris 07 SP Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no reflejan necesariamente el punto de \~Sta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Culrura (U 'ESCO). Las denominaciones empleadas y la presen­tación de los datos que en ella figuran no implican por parte de la UNESCO ninguna toma de posición respecto al estatuto jurídico de los países, ciudades, territorios o zonas, o de sus autoridades, ni respecto a sus fronteras o límites.

ISB : 970-27-01 94-5

Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico

------= _::=:-= -?-, mentes a .->ERALES B

:\OYOl

Page 4: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

Lecturas antropológicas

Construir mundos, levantar muros y preservar patrimonios: condominios y fraccionamientos cerrados en la Ciudad de México

PATRICIA SAFA

La comunidad: el mundo imaginado en las urbanizaciones privadas en Bueno's Aires

MóNTCA LACARRIEU

Las metrópolis del Cono Sur o retorno a cidade medieval: os condomínios fechados da metrópole paulistana

AMALJA INÉS GERAIGES DE LEMOS

FRANCISCO CAPUANO SCARLATO

R EINALDO PAUL PÉREZ MACHADO

Buenos Aires y urbanización cerrada: nuevas formas de apropiación y fragmentación del espacio urbano

CRISTINA TERESA CARBALLO

Nuevas fronteras intraurbanas: de los barrios cerrados a los pueblos privados. Buenos Aires, Argentina.

SONIA VJDAL-KOPPMANN

Urbanizaciones privadas en Buenos Aires: ¿hacia un nuevo modelo de ciudad latinoamericana?

MICHAELJANOSCHKA

Importando la periferia a Buenos Aires. Urbanizaciones cerradas en la ciudad consolidada

GUILLERMO TELLA

MAX WELCH GUERRA

145

177

217

237

261

287

319

Los barrios cerrados de Santiago de Chile: ' n busca de la seguridad y la privacidad perdidas

ADR IANO ROVJRA PINTO

Ciudades medias Os condomínios horizontais fechados cm cidades médias brasileiras

Juuo CESAR DE LIMA RAMIR ES

BEATRfZ RJBEIRO SOARES

Novos territórios urbanos e novas formas de hábitat no Estado de Sao Paulo, Brasil

MAR IA ENCARNA(AO BELTRAO SPOSlTO

Los condominios horizontales en Presidente Prudente, Brasill

ÜSCAR ALFREDO SOBARZO MIÑO

Nuevos desarrollos residenciales y procesos de segregación socio-espacial en la expansión oeste de Rosario

ÜSCAR BRAGOS

ALICIA MATEOS

S ILVINA PONTONI

351

373

397

423

441

Formas de cerrar la ciudad: de los barrios a las manzanas 481 FERNANDO GAJA l. DÍAZ

e studios comparativos Urbanizaciones cerradas en Puebla y Toluca

ISABEL RODRÍGU EZ CHUMILLAS

MANUEL MOLLÁ Rurz-GóMEZ

511

Page 5: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERI CA: PAÍSES ABI ERTOS, CTUDAD ES CERRADAS

ROBERT, F.G. (2000), «La gran muralla: aproximación al tema de los barrios cerrados en la Región Metropolitana de Buenos Aires», en Mundo Urbano, No. 1 (mayo).

RODRÍGUEZ, C. (2001), «Barrios cerrados: hacia el fin del boom», en Mundo Urbano, No. 11 Uunio) .

SÁNCHEZ, L. (2001), «Emprendedores en busca de un mercado po­tencial», en Diario Página 12, edición del 6 de enero de 200 l.

SCHlAVO, E. (1999), «La ciudad de las redes: una perspectiv@ en.red.ada», en en.red.antes.

TORRES, H.A. (2000), «Procesos recientes de fragmentación socioes­pacial en Buenos Aires: la suburbanización de las élites». En: Mundo Urbano, No. 3 Uulio).

TOURAINE, A. (1998) «Las transformaciones de las metrópolis», en La Factoría, No. 6.

VIDAL-KOPPMANN, S. (2000), «Las urbanizaciones privadas: ¿Una in­novación para la transformación del territorio?», en Scripta Nova, No. 69.

WORTMAN, A. (2000), «Buenos Aires está cambiando: entre los con­sumos culturales y los barrios cerrados», en Mundo Urbano, No. 3 Uulio) .

480

Formas de cerrar la ciudad: de los barrios a las manzanas

Fernando Caja l. Díaz

Campana vespertina

Vendrán más años malos,

y nos harán más ciegos;

vendrán más años ciegos

y nos harán más malos

Vendrán más afias tristes

y nos harán más fríos

y nos harán más secos

y nos harán más torvos.

Rafael Sánchez Ferlosio, 1993

La manzana cerrada como alternativa al barrio cerrado La creciente inseguridad ciudadana y el deterioro de los servicios públicos - y de forma significativa del espacio urbano- aumentan el deseo de muchos ciudadanos de encastillarse en un ámbito segu­ro, protegido y donde los indeseables estén excluidos. En el Estado español, las urbanizaciones «cerradas» son ilegales, y aunque el fe­nómeno haya hecho aparición, se encuentran con la resistencia que algunos ayuntamientos oponen, junto con el hecho de que su priva­tización obliga a la asunción de los costes de mantenimiento de las infraestructuras urbanas . En este contexto, y ante las dificultades jurídicas y administrativas -y los inconvenientes económicos-, han aparecido otras formas de encerrarse: son las que podríamos deno­minar «manzanas o supermanzanas cerradas». En la ponencia se estudian las razones jurídicas que dificultan la aparición de «urba­nizaciones cerradas», para posteriormente analizar las alternativas

[ 481]

Page 6: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERICA: PAÍSES ABIERTOS, CIU DADES CERRADAS

que la promoción inmobiliaria ha elaborado. En esta segunda eta­pa, el análisis toma en consideración argumentos de índole morfológica: la estructura urbana y las formas dominantes en la producción del espacio urbanizado, considerando la evolución des­de la manzana tradicional a los modos contemporáneos, a partir de la exposición de casos reales.

Mas allá del cierre: la restricción de la accesibilidad a los espacios urbanos El cierre de los espacios urbanos, la aparición de urbanizaciones o enclaves aislados, es una más de las manifestaciones de una epide­mia que aqueja al espacio urbano de todo el planeta: el de su insularización y privatización. El espacio urbano tradicionalmente ha sido público y continuo, pero en la actualidad este carácter lo está perdiendo de forma alarmante rápida y generalizada. Junto a las «urbanizaciones cerradas» aparecen otros fenómenos o modelos ur­banísticos que impiden el acceso libre e irrestricto de los ciudadanos a espacios que anteriormente fueron abiertos y libres: son los «Cen­tros comerciales», «plazas» o «malls»; son las grandes infraestructu­ras de la movilidad motorizada, que no unen sino separan las piezas urbanas; son las áreas monofuncionales controladas: parques em­presariales y tecnológicos, hospitales y universidades - grandes equi­pamientos- . En definitiva, todo un conjunto de actuaciones que aca­ban destruyendo una característica básica y fundamental del espa­cio urbano: su libre accesibilidad. En esta ponencia, nos centramos en el estudio del fenómeno del cierre, en sentido estricto, de los espa­cios residenciales, pero queremos llamar la atención sobre la exis­tencia de otros procesos complementarios, específicamente los mo­dos en que se plantea la accesibilidad en las grandes ciudades, que refuerzan esta patología, y que convergen en un mismo objetivo: la desaparición y destrucción del espacio urbano libre.

UN FENÓMENO MUNDIAL (GLOBAL )

CON ESPECIFICIDADES LOCALES

Estamos ante un fenómeno mundial que hunde sus raíces en la se­gregación social creciente, y en su derivada: la inseguridad ciudada-

482

FORMAS DE CEllllAR LA CIUDAD ...

na. Con particularidades y especificidades, porque nunca será igual la «Ciudad cerrada» de una sociedad en expansión (demográfica y urbanística) en la «periferia global», que la de otras más o menos estabilizadas en el «centro». Añádase a esta matización, en las so­ciedades de la Europa Occidental, el creciente racismo y xenofobia, ante el fenómeno de la inmigración, y que contribuyen al deseo de aislamiento urbano, de la insularización, de separación del extraño y diferente.

¿Qué entendemos por ciudad cerrada? En contra de la imagen más extendida (y tópica), la ciudad no siem­pre ha sido un lugar abierto. Paradigma y prueba de ello fueron las ciudades amuralladas, cuyas puertas permitían un estricto control de los accesos, y que solían cerrarse por la noche o en determinadas ocasiones. Pero estas fortificaciones separaban el espacio urbano del rústico, el campo de la ciudad: fuera estaba la no-ciudad. Lo que hoy está pasando es diferente, porque el control de accesos, es selec­tivo, social, privado y excluyente. En la antigüedad sólo a los enemi­gos declarados se les impedía el acceso a la ciudad amurallada, y eran las «ÍL1erzas del orden» quienes llevaban a cabo esa labor. 1 Aho­ra se le impide a todo aquel ciudadano que no pueda justificar su voluntad de acceder a esos recintos privados, segregados y normal­mente de alto nivel.

Intuitivamente el concepto de «ciudad cerrada» es muy claro, y aparentemente requiere pocas precisiones: es la ciudad con acce­sos controlados, y que permite filtrar o excluir a determinadas per­sonas en detrimento de otras. Pero esta definición plantea ensegui­da, problemas e incertidumbres, ya que, por ejemplo, las ciudades medievales amuralladas de la península ibérica serían en sentido estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro­puestas y consideradas como el paradigma de la ciudad integrada, interclasista, el espacio de la libertad - «el aire de la ciudad da la

1 Recuérdese que pese a todo el derribo de las muralJas, perdida su utilidad defensiva, fue celebrado por la ciudadanía con un estallido de alegría, caso de la Ciudad de Valencia en l 865.

483

Page 7: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERICA: PAÍSES ABI ERTOS, CJUDADES CERRADAS

libertad», afirmaba un viejo adagio germánico-. Por tanto, no es sólo una cuestión de control de accesos, aunque este aspecto sea importante.

¿Podemos definir la «ciudad cerrada» desde el punto de vista social como el espacio de la exclusión? No por casualidad algunos de estos barrios o urbanizaciones se anuncian bajo la etiqueta de exclusivos, utilizado como sinónimo de lujoso, cuando en realidad deberían decir excluyentes. Los promotores de este tipo de ámbitos saben bien que un argumento de venta consiste en asegurar al po­tencial comprador la exclusión de personas non gratas. De nuevo, sin embargo, hay que tener cuidado con las consecuencias precipi­tadas, y sobre todo con las ensoñaciones o imaginarios colectivos que nos llevan a suponer que las ciudades premodernas fueron el espacio de la total integración. Si bien es cierto que existía una con­siderable superposición, o al menos contacto y relación entre clases y estamentos sociales, frecuentemente se daban situaciones de ex­trema exclusión de grupos étnicos o nacionales sometidos.

La experiencia de la conquista y colonización castellana en América es un claro ejemplo de ello, con la construcción de «barrios de indios», pero en la península ibérica encontramos casos de ex­clusión igualmente extremos como los practicados en casi todas las ciudades importantes de la Corona de Aragón con los calls judíos o los ravals musulmanes. En el caso de los calls se construyeron inclu­so murallas para aislar y envolver a la población a la judía, que era literalmente separada del resto en el interior de los cascos urbanos. Por el contrario, los ravals ocupaban frecuentemente espacios ex­tramuros, pero en ambos casos eran siempre tejidos urbanos sepa­rados y excluidos del resto de la ciudad.

Por tanto, si el control de accesos y la exclusión social o sepa­ración física no son rasgos diferenciadores o definitorios del fenó­meno moderno de la «ciudad cerrada», ¿dónde radica su fundamen­to? En mi opinión, la «ciudad cerrada» moderna, segregada y selec­tiva, es diferente en el sentido de que ha acabado con el concepto tradicional de espacio público. En la ciudad medieval europea, aun­que el acceso estuviera vigilado y se dieran barrios o enclaves étnicos, existía una potente red de espacios públicos, comunes. El espacio

484

FORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

público era el lugar de encuentro, del acuerdo y del disenso, pero era reconocido como el espacio de todos, como una absoluta pro­piedad pública. Para intentar establecer con precisión este concep­to, vamos a fijar primero una metodología para la disección y el análisis del espacio urbano.

Elementos constitutivos del espacio urbano: espacios parcelados vs espacios comunes2

ESPACIOS PÚBLICOS Y PRIVADOS

En el hábitat humano, desde la aparición de los primeros asenta­mientos neolíticos, se han combinado los espacios privados con los públicos. Los primeros han sido siempre lugares cerrados, ámbitos definidos por contraposición a los segundos. El correcto equilibrio y la acertada interrelación de ambos son una de las claves de un buen diseño urbanístico. En el espacio privado hay un estricto con­trol de los accesos: es el ámbito de la privacidad, de la intimidad. Pero junto a él, complementándole y dándole sentido, siempre ha existido el espacio público, un ámbito abierto, accesible, lugar de encuentro, libre. Por tanto, en el espacio urbano siempre es posible distinguir estos dos tipos esenciales de ámbitos: los espacios priva­dos y los públicos. El elemento esencial, diferencial, el que los defi­ne y distingue, es el grado de accesibilidad. Pero este criterio tiene una dificil plasmación física o espacial; por eso propondremos en su lugar otro, de indudable contenido espacial: la parcelación.3 Nues­tra hipótesis, para el análisis que sigue, es que la parcelación se vin­cula directa y unívocamente con la accesibilidad: donde haya parce-

2 Un desarrollo de esta metodología analítica se encuentra en Gaja i Díaz, Fernando (1997): «Bases for comparative studies of urban tissues: a quantitative approach », IVth International Seminar on Urban Form, 18-21 de julio de 1997, University of Birmingham, Birgmingham. .i Utilizamos la expresión habitual en el castellano del Estado espa­ñol, equivalente a loteo, es decir división de una propiedad en parce­las, lotes o fragmentos perfectamente delimitados y jurídicamente identificables.

485

Page 8: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERlCA: PAISES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

lación habrá restricciones para el acceso. En cambio, no podemos asimilar la existencia o inexistencia de parcelación con la naturale­za de la propiedad: pública o privada. La administración o el sector público dispone de propiedades fundiarias parceladas, donde, sin entrar en consideraciones jurídicas sobre su capacidad de enajena­ción o las limitaciones de los usos, tiene la potestad de seleccionar y restringir el acceso.

Los bienes de propiedad, los parcelados, están en el mercado y pueden ser vendidos (a través de procedimientos específicos y con mayores controles, requisitos y garantías en el caso de que sean de propiedad de organismos públicos); los suelos no parcelados, públi­cos, no pueden ser vendidos, mientras mantengan ese carácter. Por tanto, a nuestros efectos no importa quien ostenta la propiedad («es­tatal» o pública, frente a privada), sino si están parcelados o no. Si aceptamos la premisa anterior y dividimos el espacio urbano en es­tas dos categorías antagónicas, suelos parcelados y no parcelados, confirmaremos que las actividades con acceso restringido se ubican siempre en los primeros. En cambio, las actividades sin acceso res­tringido lo hacen en los segundos. A los espacios parcelados, los llamaremos indistintamente así o de propiedad; mientras que a los segundos, los podemos etiquetar también como comunes, abiertos, libres o sin propiedad.4

Todavía perduran los ecos de la polémica que se organizó en el Estado español, cuando un dirigente político de la derecha reclamó su derecho a impedir algunas manifestaciones que le resultaban contrarias u hostiles en la vía pública al tiempo que proclamaba «la calle es mía», y la reacción que suscitó por parte de las fuerzas de oposición que le recordaron que la calle no es de nadie, que es de todos. Los espacios no parcelados o comunes son (¿han sido?) ám­bitos abiertos y accesibles a todo el mundo, sin restricciones (o con limitaciones temporales, provisionales y motivadas por alguna cir­cunstancia específica: celebraciones, eventos, manifestaciones o in-

4 Aunque es un dato controvertido, en el marco legal del Estado espa­ñol los suelos que llamamos no parcelados no se inscriben como pro­piedad en el Registro.

486

fORMAS DE Cf:.'RRAR LA CIUDAD ...

·luso conflictos sociales que obligan a suspender esos derechos en aras del «orden público»). Por el contrario, los espacios de propie­dad, los parcelados, no son por naturaleza accesibles a todo el mun­do, sólo a quienes sus propietarios o gestores indiquen o permitan.

CON TlN U ID AD Y ACCESIBILIDAD

DE LOS ESPACIOS COMUNES

Retengamos esa característica esencial: los espacios comunes, con independencia de su titularidad jurídica (pública, demanial. .. ), son espacios de libre uso y acceso, y su conformación deriva de este hecho. Pero hay más; los espacios parcelados son continuos, for­man una red que garantiza precisamente la primera condición de la accesibilidad. El espacio común, publico de la ciudad siempre ha estado formado por una red continua y abierta.

En cambio, el espacio parcelado es discontinuo, está fragmen­tado en piezas que son precisamente los lotes o parcelas, cada una de las cuales tiene un dueño perfectamente definido y reconocido corno tal en el Registro de la Propiedad, y tanto nos da, a nuestros efectos, que ese amo sea una persona fisica, jurídica o una corpora­ción de derecho público. Ambas categorías son entidades excluyen­tes, de modo que todo espacio urbano puede ser analizado en térmi­nos binarios: espacio común vs parcelado, y adscrito a una de tales categorías. Esta distinción se manifiesta de forma radical en los te­jidos urbanos históricos, paradigmáticamente en los de la Europa meridional, pero, por otro lado, se da muy diluida en bastantes teji­dos urbanos modernos ·-quizás sea esta una razón más para apo­yar las críticas que niegan su carácter de urbano- . De hecho la di­fusión o pérdida de esta diferenciación es una señal inequívoca de que nos hallamos ante un suelo de dudoso carácter urbano, sin ur­banidad, un espacio donde «la ciudad pierde su nombre».

LA TRAMA URBANA

La disposición general, la organización de los espacios comunes, se conoce normalmente como trama urbana. Frecuentemente se asi­mila con los trazados viarios, denominación que destaca o sobreva­lora la función vial de estos espacios, cuando no es en absoluto la

487

Page 9: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATlNOAM ERfCA: PAÍSES AB IERTOS, CIUDADES CERRADAS

Figura 1 Análisis del espacio urbano del municipio de Mislata

. '\

Espacios parcelados Mis lata Espacios no parcelados Mislata

Fuente: Taller de Planeamiento Urbanístico (http:\www.upv.es\plu). Autores: Balboa Ramón, Victoria & Breliere, L1urent, Fichero: 00-01 A 11-0 l .dwf.

única, y en determinados ámbitos ni siquiera debe ser la dominan­te. Utilizaremos la expresión trama urbana para describir la estruc­tura de los espacios comunes, para destacar su característica funda­mental: la idea de continuidad, de estructura ordenada y jerarqui­zada, y también para ir introduciendo la idea de su naturaleza polifuncional.

EL MONOPOLIO DE LA MOVILIDAD MOTORIZADA

En la actualidad, sin embargo, los espacios comunes se organizan en torno a un hecho fundamental: el tráfico motorizado frente a los usos peatonales y ciudadanos. La movilidad motorizada domina y monopoliza el uso de los espacios comunes o abiertos; las eviden­cias son abrumadoras. En un contexto de construcción urbana alta­mente especulativa, como es el caso del estado Español donde los promotores intentan reducir al mínimo las cesiones de suelo, la in­mensa mayoría de los espacios comunes está destinada a la vialidad motorizada. Es quizás una obviedad afirmar que la movilidad, el transporte o la accesibilidad no es la úntca función propia del espa-

488

FORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

cio común, pero en los tiempos que corren vale la pena proclamar­lo: los espacios comunes no están integrados exclusivamente por los viales.

El hecho de que el automóvil haya invadido y monopolizado stos espacios no puede llevarnos a identificar espacio común con

espacio vial, aunque por otra parte en nuestra sociedad sea uno de los componentes inevitables e irrenunciables. La variedad de usos presentes en los espacios comunes peatonales es mucho mayor: desde las áreas de paseo hasta las de juego, pasando por las de recreo, deporte, los accesos a las parcelas ... encontramos plazas y jardines, bulevares y alamedas, avenidas y calles, todo un catálogo de espa­cios urbanos libres que hoy está en trance de extinción aplastado por las exigencias de una circulación motorizada que lo invade todo. Es otra forma de privatizar el espacio urbano: vaciarlo de sentido más allá de la mera movilidad.

L A EXTINCIÓN DE LA VIDA URBANA

Los espacios abiertos de la ciudad han sido el soporte de múltiples funciones urbanas, más allá del tráfico: la actividad comercial en plazas; eventos y actos culturales, políticos, lúdicos o festivos, desfi­les y manifestaciones en avenidas y bulevares; la simple recreación, la socialización, el trato con el vecino enjardines, parques, glorietas y espacios de estancia. Todo este rico repertorio de actividades que son la base del atractivo de la vida urbana está amenazado por la desaparición de los espacios en los que se desarrolla: bien por su privatización directa y dura, con el cierre del espacio libre, o indi­rectamente por su reducción o desvanecimiento ante la invasión del tráfico motorizado.

Los «ENCLAVES MONOFUNClONALES»

En paralelo al cierre en sentido estricto de los espacios abiertos, asistimos a otro fenómeno no menos preocupante y grave: la cons­trucción de enclaves monofuncionales, también cerrados, que sus­tituyen a los espacios abiertos como soporte de las actividades de la socialización urbana básica. Son los nuevos espacios pseudo colec­tivos, buques insignia de la ciudad contemporánea de la post mo-

489

Page 10: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERICA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

dernidad: los centros comerciales, las áreas deportivas, o los com­plejos culturales, cada vez más grandes, y sobre todo más separados y segregados del tejido urbano preexistente. Unos espacios donde el acceso sólo es posible en automóvil y donde existe por supuesto un férreo, aunque sutil, control.

La inexistencia de elementos duros y visibles de restricción del acceso no debe engañarnos, el control es interno, imperceptible, pero omnipresente: en un medio climatizado artificialmente, con música ambiental, suave iluminación, hay una permanente observación y vela con discretas cámaras de televisión en circuito cerrado y vigi­lantes privados intercomunicados y prestos a intervenir y expulsar a cualquier individuo que rompa las normas que los gestores - priva­dos- han decidido imponer -en el caso de los centros comerciales se rigen por un criterio básico: que ningún elemento extraño impi­da ni distraiga el consumo-. Nada más lejos del tradicional espacio público. Estas áreas serán espacios abiertos al público, pero no son espacios públicos, abiertos, comunes y libres.

Los ESPACIOS PARCELADOS

Completando nuestro marco conceptual de referencia, señalemos que, por su parte, los espacios parcelados se organizan sobre la base de su división, loteo o parcelación, refrendada administrativamente en el Catastro de Urbana. La parcelación es una variable importan­tísima que por supuesto transciende su naturaleza jurídica y econó­mica para convertirse en un elemento de primera relevancia en la conformación de las ciudades. Y no me refiero ahora y aquí a las conexiones entre estructura de la propiedad fundiaria y modelo ur­bano - de la misma forma que cabría mencionar las relaciones exis­tentes entre otras variables económicas, por ejemplo, la estructura de la producción inmobiliaria, y la forma urbana-: me refiero a la vinculación directa que existen entre la forma de producirse la par­celación -el tamaño, la disposición, la escala de la agregación (las «manzanas»), la accesibilidad ... - y la forma urbana resultante.

Los espacios parcelados, privados o más propiamente de pro­piedad, incluyendo a las propiedades públicas, son el negativo de los públicos. En este momento no vamos a extendernos en el análi-

490

fORMAS DE CERRAn LA CIUDAD ...

s e.l e procesos de segregación o de parcelación ni la forma de ocu­p11ción de las parcelas por la edificación, pero sí mencionaremos 1111 c, en sentido ascendente, la agregación de las parcelas da lugar a In formación de «manzanas», que son los elementos que realmente l1il cractúan con los espacios comunes.5

! ,c1 ilegalidad de las urbanizaciones cerradas en el Estado español l •'. n el Estado español el cierre de la ciudad, en el sentido en que lo hemos definido: la prohibición, restricción o limitación del acceso a los espacios públicos o comunes es ilegal. Desde que se aprobaron las modernas leyes urbanísticas estatales,6 los suelos ocupados por los espacios públicos o comunes son necesariamente bienes de do­minio y uso público, existiendo la obligación de su cesión gratuita y libre de cargas (y en perfecto estado de urbanización) a la administra­'ión pública, 7 por tanto, cualquiera que sea la forma de planeamiento

5 Significativamente en catalán las manzanas son denominadas «illes de cases», islas de casas, reflejando bien la realidad naturaleza del espacio urbano: unas islas edificadas frente a un ámbito continuo y abierto que todo lo envuelve. 6 Sintéticamente, la evolución del marco normativo de la acción ur­banística presenta los siguientes hitos: a) 1956, aprobación de la primera Ley del Suelo (Ley del Régimen del Suelo y Ordenación Urbana) b) 1976, 1ª Reforma c) 1992, 2ª Reforma, socialista; prácticamente anulada en su totali­dad por el Tribunal Constitucional en 1997. d) 1998, Ley de Régimen del Suelo y Valoración del Suelo, del Parti­do Popular, de clara intención liberalizadora (desreguladora). 7 Incluso una ley de intención desreguladora y privatizadora como la 6/1998, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, es contundente en este sentido: Art. 18.1 Deberes de los propietarios de suelo urbaniza ble: «Ceder obligatoria y gratuitamente a la Administración todo el suelo necesario para los viales, espacios libres, zonas verdes y dotaciones públicas de carácter local al servicio del ámbito de desarrollo en el que sus terrenos resulten incluidos» .

491

Page 11: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATl NOAM ERI CA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

y gestión (ejecución) por la que se opte siempre debe finalizar con la entrega a la administración pública de esos suelos de cesión obliga­toria, que son algo así como un impuesto o contribución de los agen­tes sociales privados a la construcción del espacio urbanizado. En otros sistemas urbanísticos no siempre existe esta obligación, y los suelos públicos son frecuentemente expropiados o incluso adquiri­dos por la administración, de modo que mientras no se da esa ac­tuación permanecen en manos de la propiedad privada.

SUELOS LUCRATIVOS VS DOTACIONES O CESIONES

En el caso español, las leyes del suelo, que han consolidado un siste­ma que hoy (casi) nadie discute, imponen que la ordenación urba­nística debe establecer la diferencia esencial entre espacios parcela­dos o susceptible de uso lucrativo y las cesiones, que carecen de aprovechamiento lucrativo y que deben ser gratuitamente traspasa­das a la administración.

No vamos a entrar en la consideración de los complejos meca­nismos que aseguran esta transferencia (no es el objeto de esta po­nencia ni aporta ningún elemento de reflexión y análisis esencial), pero sí señalaremos que junto a estas cesiones en suelo no parcela­do, existen también otras, igualmente obligatorias y gratuitas, so­bre suelos parcelados y que se destinan a ubicar los equipamientos y dotaciones de los servicios públicos (escolares, sanitarios, admi­nistrativos y deportivos, entre otros), e incluso, en determinados supuestos, de suelos parcelados lucrativos, como parte del proceso de «recuperación de plusvalías por la comunidad» .

A diferencia de las primeras, las cesiones de suelos parcelados, una vez efectuadas, pasan a formar parte del patrimonio municipal y como tales propiedades son inscritas en el Registro de la Propie­dad. La existencia de espacios parcelados de cesión dotacional no altera nuestro análisis ni incide en la conformación de ciudad cerra­da: acogen a edificios de propiedad pública, pero no son espacios comunes, libres o abiertos.

En los primeros años (1956-1976) de aplicación de estas nor­mas -que suponían una ruptura histórica en el estatuto de la pro­piedad fundiaria, de sus obligaciones y cargas- en un contexto de

492

FORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

i 11d isciplina urbanística, especulación y corrupción, su cumplimiento l'uc, por decir de una forma suave, laxo. A medida que la normativa t11 ·banística se ha ido consolidando y detallando las obligaciones de los propietarios de efectuar cesiones gratuitas y libres de cargas a la administración pública, y sobre todo a medida que la sociedad ha ido exigiendo su cumplimiento, y la administración se ha dotado de medios materiales y humanos para hacerlo efectivo, las cesiones han devenido un hecho normal, normado y aceptado. Su cantidad, condiciones y tipos han ido evolucionando con el tiempo, pero el principio, plenamente consolidado e indiscutido, establece la obli­gación de efectuar gratuitamente la cesión de los espacios comunes o de naturaleza pública.

Como ya hemos señalado, y siguiendo el método de análisis que se ha expuesto, las cesiones pueden clasificarse en dos grandes bloques: las que afectan a los espacios parcelados donde se ubican todos los equipamientos que precisan un solar (escuelas, gimnasios, bibliotecas, aulas de tercera edad, centros sociales ... ), y las que se ubican sobre los espacios comunes: viarios, plazas y jardines. Nos interesan ahora las segundas.

Desde 1978 el Estado español se ha estructurado como un Es­tado formalmente federal - hecho negado en la práctica por razo­nes sobre la que sería largo extenderse- , constituido por comuni­dades autónomas. Equivalentes a Estados federados, tienen amplias competencias exclusivas en múltiples materias, una de ellas es el Urbanismo. En uso de esa potestad, nuestra comunidad (el País Va­lenciano), ha promulgado una legislación urbanística propia: la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística de 1994. Es el texto al que nos referiremos en todo lo que sigue.

En la actualidad las cesiones de suelos comunes son de dos tipos, las llamadas estructurales o primarias («generales» en la legis­lación estatal española, sin vigor en el País Valenciano) y las pormenorizadas o secundarias («locales» en la Ley del Suelo estatal). Las primeras son normalmente ejecutadas directamente por la ad­ministración o impuestas como carga excepcional a los urbaniza­dores o promotores privados en determinados supuestos. Son, en el sentido del texto legal, las grandes infraestructuras de la movilidad

493

Page 12: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATlNOAMERJCA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

o los grandes equipamientos supraurbanos. Las segundas siempre son ejecutadas por los privados, pero cedidas inexcusablemente a la administración cuando su construcción ha finalizado. Hoy es ya ab­solutamente impensable que un promotor, un urbanizador, no ceda estos suelos perfectamente acabados, de modo que una vez efectua­da la cesión es totalmente imposible impedir el acceso a esos suelos no parcelados, comunes, condición que hemos definido como esen­cial en la formación de la «Ciudad cerrada».

La conclusión es clara: en el Estado español, específicamente en el País Valenciano no pueden existir las «urbanizaciones cerra­das», ya que atentan contra el principio de cesión pública de los suelos no parcelados. Analizaremos un caso en que un ayuntamien­to se opone al cierre de una urbanización con estos argumentos . «Y sin embargo, ... se mueve». Sin embargo, en la realidad se detectan intentos por alterar este estado de cosas. El modelo del american [sic] way of life insistentemente promocionado en los medios, la alar­ma y el miedo ante la delincuencia8 y la voluntad de aislarse, se conjugan para que exista una presión a favor de constituir barrios y urbanizaciones cerradas en la línea de las que abundan en todo el continente americano. Son propuestas que atentan contra la legali­dad vigente, y contra la tradición cultural, y que no tienen razón de ser en las actuales circunstancias del Estado. Vamos a plantear un caso, en las proximidades de la Ciudad de Valencia: la urbanización Santa Cruz de Gracia (Godella-Paterna), en el que un intento por encerrarse ha suscitado un conflicto con la administración local. Un

8 Un temor forzado y estimulado artificialmente. Según datos recogi­dos por Mario Gaviria (1996), La Séptima Potencia. Ediciones B, Bar­celona, la tasa de delincuencia en el Estado español es, hasta la fe­cha, de las más bajas del mundo. En 1991, y según información que reproduce, procedente de The Economist (enero de 1994), la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes se situaba en (1.2), la cuarta más baja del mundo sólo superior a Japón (0.7), Inglaterra, Alema­nia y China (1.0). Su población reclusa, por apuntar otro dato, era de 74 presos por cada 100,000 habitantes, frente a los casi 600 de EUA.

Nuevamente Japón encabezaba la clasificación con 38.

494

FORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

·aso ciertamente revelador de las actuaciones de dos administra­·iones locales, de sus intereses, ideologías y prioridades.

OS COSTES DEL MANTENIMIENTO DE LA URBANIZACIÓN

Un método para forzar el reconocimiento de los «enclaves cerra­dos» es crear un conflicto en torno a quien asume los costes del mantenimiento de la urbanización. En efecto, como ya se ha indica­do la cesión de los suelos comunes, perfectamente acabados, se materializa en la firma del Acta de Recepción, que normalmente suscriben un funcionario municipal y el promotor. Hasta ese mo­mento la administración puede exigir reformas, reparaciones, o sim­plemente no aceptar la cesión si ésta presenta vicios de construc­ción. Pero a partir de ahí, la administración asume su mantenimien­to, junto a los demás servicios urbanos. Es decir, el municipio debe conservar los pavimentos, pagar el alumbrado, mantener el ajardinamiento de las calles ... así como garantizar la seguridad (po­licía municipal y bomberos), regular el tráfico, recoger las basuras y efectuar la limpieza urbana. En definitiva, asume todos los costes del mantenimiento de la urbanización y los servicios urbanos que por ley tiene encomendados.

La cesión de los espacios públicos en realidad es para muchos ayuntamientos un «regalo envenenado», porque las corporaciones municipales son los parientes pobres de la administración pública del Estado español. A pesar del espectacular aumento de la recau­dación fiscal, que ha pasado de 3,434 millones de dólares a 207,735 millones en 1992 ( Gaviria, 1996:369) los ayuntamientos no han au­mentado sus ingresos en igual proporción. Ante la solvencia -por no hablar directamente de afluencia o directamente despilfarro­que se percibe en las Administraciones estatal y autonómica, la mu­nicipal sigue siendo, en gran medida, el reino de la escasez y la pe­nuria. Item plus, las urbanizaciones «Candidatas a encerrarse» son un sumidero de recursos: tienen elevados costes de mantenimiento, consecuencia de sus ralas densidades, y de sus ubicaciones periféri­cas y aisladas, con unas repercusiones per capita, que superan con creces lo que en ellas se recauda por la vía tributaria; son «Un mal negocio» para los ayuntamientos. ¿A quién puede extrañar que al-

495

Page 13: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LAT INOAM ERICA: PAISES ABl ERTOS, CIUDADES CERRADAS

gunos de ellos agobiados por los costes de la prestación de unos servicios urbanos que apenas pueden sufragar, estén dispuestos a aceptar que los propietarios de las urbanizaciones corran con los gas tos a cambio de permitirles algo tan aparentemente inofensivo como un control de accesos?

Un ejemplo: desde el año 2000, funciona en la Comarca de L'Horta de Valencia una Asociación de Propietarios de Viviendas en Urbanizaciones creada con la finalidad de forzar a las administra­ciones municipales a hacer frente a sus obligaciones en materia de servicios urbanos. Oficialmente, porque en realidad sus objetivos son otros: llegar a un pacto que libere a las administraciones de sus car­gas a cambio de permitirles encerrarse, aunque formalmente los sue­los sigan siendo públicos. La mayoría de los ayuntamientos se nie­gan a semejante transacción, pero ... todo es cuestión de tiempo.

Otra alternativa al bloqueo jurídico en que se encuentra la crea­ción urbanizaciones cerradas lo constituye la construcción de lo que denominaremos «supermanzanas cerradas» y «t01Tes (o condomi­nios) equipados ». En esencia, consiste en el amurallamiento de una porción de terreno que no incluya suelos no parcelados. Esta por­ción es necesariamente una manzana o una isla delimitada por es­pacios comunes. Presenta dos variedades: en la primera se intenta constituir grandes manzanas que permitan la inclusión de elemen­tos comunes (área verde, piscina, deportivos, sociales ... ) que la ha­gan atractiva. Esto es difícil, porque los planes urbanísticos, nor­malmente redactados por la administración pública, excepto si se trata de planes parciales, han estandarizado un tamaño de manza­na que no suele superar los 100 metros de lado. Es pues necesario controlar el proceso desde el principio y no es viable para el promo­tor que simplemente interviene al final, limitándose a edificar. La segunda varianle, la que más difusión tiene, consiste en la edifica­ción de la manzana habitual del planeamiento, de dimensiones no muy amplias, de forma completa, unitaria y, sobre todo, amuralla­da. Esta alternativa tiene fuertemente limitada la capacidad de in­cluir equipamientos comunitarios y sólo puede dar lugar a la cons­titución de condominios o torres amuralladas. Es la que previsible­mente va a tener más implantación.

496

fORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

'aso de estudio: resistencia ante las urbanizaciones cerradas. La ruz de Gracia (Godella-Patema)

La urbanización La Cruz de Gracia se encuentra situada al noroeste de la Comarca de L'Horta, entre los términos municipales de Godella y Paterna, en uno de los ejes residenciales metropolitanos de mayor nivel, un entorno de gran valor, económico, paisajístico y urbanísli­co. La aprobación de la urbanización (27 de febrero de 1968) tiene lugar en un contexto dominado por la indisciplina urbanística y las irregularidades. En este caso, el hecho de estar atravesada por el límite de los términos municipales, introdujo un factor de conf-t.1-sión y descontrol adicional. Como consecuencia de todo ello, no cons­La fehacientemente que se produjera la cesión de los suelos no par­celados. De modo que el cerramiento de la urbanización no cometía en realidad ninguna irregularidad, ya que sólo englobaba suelos es­

trictamente privados. Las determinaciones del plan parcial aprobado en 1968 eran

las siguientes: Viales y aparcamientos Parcelas residenciales Parcelas «Servicios Comunes»

Total Edificabilidad Neta Número de viviendas

40,210 m2

103,390 m 2

23.42% 60.21%

Verde 28,120 m2 26,220 m2 16.37% Otros 1,500 m2

171 ,720 m 2 100% 1 m3/m2

79

Nota: como «servicios comunes» se consideran: una capiUa, una guar­dería, una cafetería-restaurante, un club deportivo y social y la case­ta de información (control) ele Ja entrada, tocios ellos ubicados en zona verde (!) . Para los 1,500 m2 ele «otras dotaciones» no se precisa su uso. El listado es suficientemente elocuente ele la naturaleza, pri­

vada, de los servicios comunes.

Las determinaciones del Plan Parcial original (en 1985 se apro­bó una modificación que eliminaba, entre otras cosas, todas lasco­nexiones exteriores previstas, excepto una, centralizándolas y facili-

497

Page 14: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMERlCA: PAÍSES ABIERTOS, CIU DAD ES CERRADAS

tando así el control de los accesos) revelan dos aspectos interesan­tes: a) la escasa cuantía de las cesiones, que se sitúan en una propor­ción 1 a 2 (inversa a la actual); y b) la indefinición, deliberada o no, pero imprecisión, en el reconocimiento del carácter de dominio público de los suelos no parcelados (viales y aparcamientos) y de las parcelas destinadas a «Servicios comunes» (área verde y otros).

En la actualidad la situación de cierre de la urbanización en­frenta a los vecinos con el Ayuntamiento de Godella, pero no así con el de Paterna. El equipo de gobierno de Godella9 mantiene una defi­nida y decidida línea de intervención para abrir las urbanizaciones cerradas. Lo tiene, en este caso, muy difícil, porque el acceso se produce desde el término municipal de Paterna, cuya corporación se muestra bastante inactiva en esta cuestión, a pesar de los requeri­mientos de Godella, y de hecho, hasta la fecha, no han habido avan­ces significativos, sin que se haya producido la cesión de los suelos no parcelados. El Ayuntamiento de Godella quiere impedir la con­solidación de un precedente que sirviera de modelo para una buena parte de las urbanizaciones que se han formado en su término, con población procedente de la Ciudad de Valencia en busca de un hábitat de baja densidad y vivienda unifamiliar, a l estilo de suburbs angloa­mericanos.10

9 En Jos comicios municipales de 1999, una alianza de fuerzas de izquierda, integrada por socialistas del Partit Socialista del País Valencia - Partido Socialista Obrero Español, excomunistas de Esquerra Unida y nacionalistas de izqu ierda del Bloc Nacionalista Valencia- , gana las elecciones, poniendo fin a un etapa de toleran­cia en relación a este tipo de actuaciones. Curiosamente Paterna se encuentra también gobernado por la izquierda, aunque las diferen­cias de criterio, en este problema, son considerables. 10 Ultimando esta ponencia, y sin materialmente tiempo para poderlo documentar, encontramos un caso opuesto al que nos ocupa: la exitosa apertura de la urbanización Campolivar. Según los primeros datos, el Ayuntamiento de Godella firmó en 1992 un convenio con la Aso­ciación de Propietarios por el que se producía la cesión de los suelos no parcelados, perfectamente urbanizados, a cambio de asumir -~

498

FORMAS DE CERRAR LA CIUDAD ...

as «manzanas cerradas», otra forma de cerrar la ci11dorl La presión social en busca de un hábitat protegido es i11 ces: 11il r, y ante las dificultades legales, los promotores se han lanzado a l:i h11 s queda de modelos alternativos que ofrezcan esa privacidorl, SlW 11 i · dad y aislamiento, ante un medio supuestamente hostil. Las sol11 ciones ensayadas son varias, nosotros consideraremos dos: a) l;1

«supermanzana cerrada»; y b) la «torre equipada». 11

En efecto, el carácter público de los suelos de cesión, que im ­pide el cierre de las urbanizaciones, ha dado lugar a la aparición d" propuestas que intentan orillar este escollo. Una de ellas, de dudosa proyección en el futuro, es la llamada «Supermanzana cerrada»; de dudoso futuro porque su construcción requiere zonas de nuevo cre­cimiento y operaciones urbanísticas de cierto tamaño. Sin embar­go, existen algunas como el caso de la bautizada Las Puertas de

Polifilo, en el PAI12 de Ademús.

Caso de estudio: la supermanzana Las Puertas de Polifilo (Ciudad de Valencia) La «supermanzana cerrada» consiste en «amurallar», blindar o ais­

lar una manzana, de tamaño muy superior a lo habitual, del resto

+ los costes de mantenimiento y abrir la urbanización, una de las más antiguas (promovida por el Barón de Campolivar a finales del siglo XIX) y de mayor nivel económico (con parcelas de más de 4,000 m2) de la Comarca de I.:Horta. En 2001, y ante el incumplimiento de los compromisos de reurbanizar por parte de la Junta de Vecinos, la

corporación municipal ha formulado un Programa de Actuación In­tegrada, en aplicación de la ejecución subsidiaria y va a acometer las obras, repercutiéndolas a los vecinos por medio de contribuciones

especiales. 11 Con mayor precisión debería ser denominado condominio equipa­do. El término, pese a su fidelidad y belleza, es de escaso uso en el

castellano del Estado español. 12 El acrónimo PAI, corresponde a Programa de Actuación Integrada, una de las figuras de intervención creada por la LRAU (Ley Reguladora

de la Actividad Urbanística) en 1994.

499

Page 15: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAMER ICA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

del medio urbano. En su interior se reproduce a pequeña escala una especie de trama urbana que incluye algunos servicios y equipa­mientos urbanos. Pero la «Supermanzana cerrada» apenas tiene rela­ción con su entorno inmediato: no hay, por supuesto, comercio -el denominado zócalo comercial tan característico de la ciudad lati­no-europea- , no hay bares ni terrazas, no hay ni siquiera accesos a las viviendas: la calle se vacía de elementos de actividad, convertida en simple viario que permita el acceso por un puesto de control e ingreso.

Estas actuaciones sólo son posibles en el seno de lo que la nor­mativa urbanística vigente define como un «Sector» (el ámbito de

Figura 2 Localización de la urbanización Puertas del Polifilo

- Ingreso/estacionamiento

D Distribución de manzanas

Fuente: Fuente: Urbanice S.A.

500

,,,;'

FORMAS DE CEIVWI LA CIUDAD ...

El Sector de Ademús, 1998

Sup. Sup. Sup. Total m2 Usos Lucrativos Dotacional

(Ces iones) AdemúsA 534,577 170,963 32% 363,614 68% Ademús B 115,396 30,036 26% 85,360 74% Total Ademús 649,973 200,999 31% 448,974 69% Total PAls 3'506,452 I' 178,994 34% 2 327,458 66%

Sup. Sup. Dotacional Dotación Parcelada* Viario (No parcelados)

AdemúsA 184,176 34% 179,438 34% Ademús B 37,332 32% 48 ,038 42% Total Ademús 221,508 34% 227,476 35% Total PAls I' 158,222 33% 1' 169,236 34%

* Suponemos que además de las dotaciones escolares y de los equipamientos, las dotaciones verdes también se efectúan como y en suelos parcelados.

una operación unitaria de planeamiento, urbanización y eventual­mente gestión) de gran tamaño, ya que para que puedan desarro­llarse, primero deben hacer frente a las cesiones de suelos no parce­lados, y no cuestionar el carácter público de estos espacios. Adicio­nalmente, deben reservar otros suelos en el interior de la manzana para albergar los elementos privados de relación social que son su razón de ser, y que permitirán el enclaustramiento y la supresión de la vida social urbana que antes tenía lugar en los espacios públicos abiertos. En nuestros cálculos y análisis a estos espacios los llama­remos comunitarios: suelos privados, sustraídos a un posible uso lucrativo, donde se desarrolla la vida social privatizada, aislada, en­cerrada, homogeneizada. Este modelo no es nada fácil, porque su­pone duplicar o al menos aumentar los costes de la urbanización, y de hecho en los casos que hemos podido detectar sólo se construyen viviendas de alto nivel, las únicas que permiten absorber estos sobrecostes. Veámoslo con un ejemplo. El Sector de Ademús, al no­roeste de la Ciudad de Valencia, es el mayor de todos los que diseñó el vigente PGOU de Valencia de 1988.

501

Page 16: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATINOAM ERJCA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

Si analizamos el peso o, como dicen los economistas «la pre­sión fiscal», que suponen las cesiones establecidas por el planea­miento, comprobaremos que en las actuaciones mediante PAI son bastante elevadas.

Porcentualmente, en todo el sector de Ademús los suelos lu­crativos representan 31 % de la superficie bruta, es decir, que 69% de la superficie debe ser cedida, previa su completa y satisfactoria urbanización (de ellos casi la mitad son espacios parcelados con destino a servicios públicos, y la otra mitad espacios no parcelados, fatalmente asimilados a viales). La media de todos sectores de la ciudad, indica que sólo aproximadamente una tercera parte es sue­lo lucrativo (del que hay que descontar además una cesión adicional de 10%), y las otras dos terceras partes son impuesto o contribución urbanística en especie. Los promotores, lógicamente, lo consideran muy levado, pero estas cesiones representan el coste de construc­ción del espacio de la ciudad, que antes asumía la administración Pública.

Ahora bien, a nuestros efectos, esto significa que la constitu­ción de una «Supermanzana cerrada» supone reducir los suelos real­mente lucrativos, a partir de una situación ya dificil. es decir supo­ne incrementar los costes de la urbanización. Pasemos a considerar la ordenación interna de una «Supermanzana cerrada», Las Puertas de Polifilo. De nuestras mediciones se deduce una ocupación en plan­ta por vivienda de aproximadamente 132 m2 (6 de fachada por unos 22 de profundidad).

El total de 85 viviendas ocupan una superficie de 11,220 m2, de

los 15,774 m2 (sin contar los suelos exteriores a la valla o cierre: ace­ras, viales ... ). Es decir, que 29% del espacio parcelado (privado) de la manzana se dedica a elementos comunes. Aunque la cantidad de suelos no edificables disminuye notablemente (la proporción de 1 a 2 en el exterior de la manzana, se invierte ampliamente aquí), la car­ga de los suelos no directamente lucrativos es ya muy elevada. Lo peor no es que se esté promocionando un modelo elitista, inalcanza­ble para la mayor parte de la población (el precio de estas viviendas se sitúan cerca de los 270,000 o 250,000 pesetas), sino su contribu­ción al empobrecimiento del espacio urbano, al aislamiento.

502

FORMAS DE CElllWI LA CIUDAD ...

Torre de Montolivet.

Caso de estudio: Los «condominios equipados», torre en Montolivet (Ciudad de Valencia) La construcción de «supermanzanas cerradas» es ciertamente cara, por los sobrecostes que impone, y además difícil, por los problemas para encontrar manzanas de gran tamaño, que no son habituales en el planeamiento. Por eso la oferta de un hábitat aislado, cerrado y controlado ha ensayado otras fórmulas. El último peldaño, en una escala descendente, son los «condominios, torres o bloques equipa­dos». Se trata ele un modelo tipológico habitual en otras latitudes, pero absolutamente inusual en el contexto eurolatino, porque rom­pe con un principio hasta hace poco indiscutido en la construcción de la ciudad: la imposición de la pared medianera como elemento de organización edilicia.

En la «torre o condominio equipado» (y aislado) frecuente­mente la manzana se reduce hasta igualarse a la parcela; por eso el viario que circunda esta «micromanzana» suele ser de menor ran-

503

Page 17: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATI NOAM ERI CA: PAÍSES AB IERTOS, CIUDADES CERRA DAS

Figura 3

Entorno Torre Montollivet

Entorno lorrc de Montolivct

O Áreas verdes

D Edificios

Superficie total manzana (=Parcela) 2,864.66 m2

Superficie edificada 957.47 m2

Superficie equ ipamientos comunitarios 1,907.19 m2

Edificabilidad total 17,854.40 m2

·+ Ocupación de la micro-manzana ~

Coeficiente de edificabilidad neta (en parcela)* 62,326 m2 tfm2

* Para tener una cabal de lo exagerado de este índice, señalemos que la densidad máxima legal de 75 viviendas corresponde a un coeficiente bruto de entre 0.75 a 1.00 m2t/rn2,

y neto de entre 1.50 a 2.00 m2t/m2.

go, incluso sólo peatonal. Veamos un ejemplo. En las inmediacio­nes de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias (paradigma del gran proyecto urbano, huero icono de un simulacro de postmmoderni­dad), la expansión urbanística en los últimos diez años ha sido es­pectacular. Torres en altura, con frecuencia superior a las 20 plan-

504

FORMAS DE CERR!IR LA CIUDAD ...

1 ítS, conforman un paisaje urbano, en clara ruptura con el perfil tra­dicional de Valencia (en acertada opinión de un colega venezolano, un perfil más miamiero que mediterráneo). La edificación en esta zona, de nivel medio y medio-alto está optando de forma generali­zada por el modelo que se describe en la figura 3.

Las «torres o bloques equipados», al igual que las «superman­zanas cerradas», proponen en el interior del espacio parcelado un programa que incluye, en primer lugar, el control de accesos y la seguridad, así como unos equipamientos colectivos que en estos casos son de mínimo absoluto. Apenas una minúscula piscina, un peque­ño jardín y a veces una cancha de tenis o paddle, en una parcela donde normalmente se ubican una o más torres de apartamentos de enorme volumen. Pero no hay que pensar que estos condominios protegidos y con unos equipamientos casi simbólicos se dirigen a una demanda de mucho menor nivel económico; muy frecuente­mente ofrecen viviendas de grandes dimensiones, un hábitat de lujo donde el contenido de unos reducidos servicios colectivos se ve com­pensado con una mayor seguridad.

Tanto las «supermanzanas cerradas» como los «condominios o torres equipadas», no son estrictamente hablando, y a partir de nuestra definición, «ciudad cerrada»: no se produce una restric­ción o prohibición del acceso a los espacios comunes (no parcela­dos), pero al vaciarlos de actividad, al insularizar la vida urbana -<le estos ámbitos se sale en automóvil y la calle casi nunca se utiliza, porque no hay nada que hacer en ella- producen unos efectos simi­lares a las actuaciones duras de cierre de la ciudad, al estilo de las urbanizaciones cerradas. Son modelos que de extenderse - y pare­ce que la tendencia es clara en ese sentido- van a debilitar o ulti­mar la vida social en los espacios comunes, una contribución más (y no insignificante) a la creciente anomia social.

Conclusiones l. Desde un punto de vista social, la»ciudad cerrada» es una expre­sión canónica de una sociedad fragmentada, la respuesta insolidaria y escapista a la inseguridad que se deriva de los procesos de desinte­gración social.

505

Page 18: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATlNOAM ERICA: PAISES ABlERTOS, ClUDADES CERRADAS

2. ¿Por qué existe ese deseo de algunos sectores de la pobJacion - inicialmente los más potentados, pero poco a poco, también las clases medias- de aislarse, de encerrarse, de rechazar el contacL con los demás ciudadanos que no sean de su clase o capa social? En América Latina (también en angloamérica) la pregunta parece inne­cesaria: es una opción en busca de seguridad, ante el aumento de la criminalidad común y callejera. Pero la pregunta recobra sentido, cuando se formula en contextos donde los niveles de delincuencia son relativamente bajos, y, sin embargo, el fenómeno ya está hacien­do aparición. ¿Qué buscan o desean los súbditos del Estado español que se aíslan en urbanizaciones o manzanas cerradas?

3. Desde un punto de vista fisico, «cerrar la ciudad» es impedir o restringir el libre acceso y uso de los espacios urbanos no parcela­dos, comunes o abiertos; el ámbito tradicional de la vida ciudadana, escenario de actos y eventos de todo orden y tipo: comerciales, festi­vos, culturales, políticos ... de conflictos y consensos, de una riqueza y libertad que es la base y naturaleza de la vida urbana.

4. En el Estado español, la ilegalidad del cierre de los espacios no parcelados ha hecho que se planteen diversas alternativas, siem­pre con el objetivo de encastillar y aislar el hábitat.

S. La primera es negociar con la administración la asunción de los costes de mantenimiento de la urbanización a cambio delpenni­so para encerrarse. Esta opción se sitúa hoy por hoy en la ilegalidad.

6. Alternativamente se han elaborado modelos morfo-tipológi­cos que sin cuestionar el carácter público del espacio no parcelado, permitan ofrecer aislamientos, segregación, es decir seguridad. El primero es la llamada «Supermanzana cerrada», pero el incremento de los costes del suelo y de la urbanización, así como las dificulta­des para conseguir manzanas de gran tamaño, ponen en entredicho esta opción.

7. En un orden decreciente, la siguiente opción es el «condo­minio o torre equipada». Esta fórmula por sus menores costes y mayores facilidades sí tiene asegurada su continuidad.

8. Si la «macromanzana cerrada» puede ser considerada un «condominio horizontal» -de hecho así es jurídicamente y así fun­ciona desde el punto de vista de la repercusión de los costes de man-

506

FORMAS DE CER/l.AI? LA CIUDAD .. .

ll 111imiento- , la «torre o condominio equipado» puede a su vez ser descrita como una «micromanzana cerrada». Revela esta correspon­dencia semántica, la identidad del fenómeno y confirma nuestra :1 proximación metodológica: desde el punto de vista del espacio físi­co, la clave de la cuestión está en la apropiación, privatización ( privación) de los espacios no parcelados; su eliminación como bien 'Omún y colectivo.

9. En un sentido estricto tanto las «Supermanzanas cerradas» orno los «condominios equipados» no constituyen una forma de

«Cerrar» la ciudad, ya que no afectan ni cuestionan el carácter pú­blico de los espacios no parcelados. Ahora bien, esta forma de hacer ciudad supone:

Una seria afección del rol de los espacios públicos que pierden gran parte de su sentido, al ser vaciados de actividad. Como se ha señalado, el problema de fondo es la pérdida de la integración social y fisica de la ciudad: lo que denominamos insularización (o archipielaguización) del espacio urbano. La desaparición del espacio público como categoría, supone, en paralelo, su sustitución por el espacio colectivo, pero priva­do. 10. La aceptación o el impulso de estas tipologías edilicias

(«macro o micro manzanas amuralladas»; «Condominios verticales u horizontales encerrados») que decisivamente contribuyen a la destrucción de la vida social urbana, es un acto de irresponsabfü­dad por parte de las autoridades urbanísticas. Es urgente modificar las determinaciones del planeamiento para acabar con esta práctica viciosa

11. Las consecuencias de este fenómeno desbordan el estricto marco fisico de la ciudad: empobrecimiento de la vida social y urba­na; pérdida de la calle como lugar de encuentro casual, abierto y aleatorio; homogeneización y segregación social ... un panorama in­aceptable como modelo, frente a una sociedad integrada, equitativa y socialmente sostenible.

12. No puedo dejar de reseñar a modo de epílogo, una reflexión dirigida a mis colegas de profesión. El hecho de que haya sido Richard Rogers, arquitecto de prestigio mundial, además de sir, quien

507

Page 19: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas

LATlNOAMERJCA: PAÍSES ABIERTOS, CIUDADES CERRADAS

haya lanzado la andanada, la pone a resguardo salvo de su descalifi­cación.

Como miembros de una profesión actualmente desprovista de ética, los arquitectos no han encauzado bien el problema. Así, muchos de ellos se convierten en cómplices de la segregación urbana al asumir encargos don­de se les pide explícitamente que instalen barreras y vías privadas para apartar a los indeseables, colaborando así, a una privatización del espacio público con fines estrictamente comerciales, (Rogers, Richards (1997:69): Cities far a small planet, Philip Gumuchdjian, Faber and Faber; Londres).

508

Estudios comparativos

Page 20: Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradaspersonales.upv.es/fgaja/publicaciones/Gaja i Díaz (2002...estricto «ciudades cerradas», cuando frecuentemente han sido pro puestas