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“LAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR Y EL FUTURO DEL DERECHO DEL TRABAJO Wilfredo Sanguineti Raymond Profesor Titular de Derecho del Trabajo Catedrático Habilitado Universidad de Salamanca * Sumario: I. Un cambio de importancia capital para el Derecho del Traba- jo: el estallido de la empresa tradicional y el fin del modelo clásico de em- pleador-empresario. II. Consecuencias laborales modelo de organización empresarial emergente: la posibilidad de aprovechamiento de la plurali- dad subjetiva como factor diversificación de los tratamientos normativos. III. En busca de respuestas al nuevo escenario. A. La recomposición dog- mática de la noción de empleador como primera opción y sus límites. B. La reconstrucción sistemática de las instituciones como alternativa. IV. La re- conducción de los procesos de cambio mediante la recuperación de la uni- dad en medio de la fragmentación: una valiosa contribución del Derecho del Trabajo a la eficiencia económica y (no sólo) el equilibrio social. I. Un cambio de importancia capital para el Derecho del Trabajo: el esta- llido de la empresa tradicional y el fin del modelo clásico de emplea- dor-empresario Cualquier aproximación a los materiales normativos, jurisprudenciales y doctri- nales disponibles en relación con la identificación de los sujetos que intervienen en la relación laboral permite apreciar, sin importar el ordenamiento al que se encuentre referida, una manifiesta desproporción entre la atención dispensada al trabajador y al empleador. Mientras las normas legales, las decisiones de los tribunales y los estu- diosos suelen dedicar un enorme esfuerzo a la delimitación de los caracteres que adornan el concepto de trabajador, poca o ninguna solicitud se presta, en cambio, a la * El presente artículo tiene su origen en la conferencia sobre “Nuevas modalidades y tenden- cias en el sujeto empleador” impartida en el marco del Congreso Internacional de Derecho del Trabajo del Trabajo celebrado en Isla Margarita (Venezuela) en abril de 2007. Aunque las reflexiones que con- tiene son de alcance general, se ha optado por incluir en las notas a pie de página las referencias im- prescindibles al estado de la cuestión en el ordenamiento español. Con la publicación de este trabajo el autor desea rendir homenaje al Profesor Juan Rivero Lamas, preclaro observador de estos fenómenos, cuyo atinado enfoque en torno a sus consecuencias sobre las relaciones de trabajo le ha servido de fuente permanente de inspiración.

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ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR

Y EL FUTURO DEL DERECHO

DEL TRABAJOrdquo

Wilfredo Sanguineti Raymond Profesor Titular de Derecho del Trabajo Catedraacutetico Habilitado Universidad de Salamanca

Sumario I Un cambio de importancia capital para el Derecho del Traba-jo el estallido de la empresa tradicional y el fin del modelo claacutesico de em-pleador-empresario II Consecuencias laborales modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la plurali-dad subjetiva como factor diversificacioacuten de los tratamientos normativos III En busca de respuestas al nuevo escenario A La recomposicioacuten dog-maacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa IV La re-conduccioacuten de los procesos de cambio mediante la recuperacioacuten de la uni-dad en medio de la fragmentacioacuten una valiosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

I Un cambio de importancia capital para el Derecho del Trabajo el esta-llido de la empresa tradicional y el fin del modelo claacutesico de emplea-dor-empresario

Cualquier aproximacioacuten a los materiales normativos jurisprudenciales y doctri-nales disponibles en relacioacuten con la identificacioacuten de los sujetos que intervienen en la relacioacuten laboral permite apreciar sin importar el ordenamiento al que se encuentre referida una manifiesta desproporcioacuten entre la atencioacuten dispensada al trabajador y al empleador Mientras las normas legales las decisiones de los tribunales y los estu-diosos suelen dedicar un enorme esfuerzo a la delimitacioacuten de los caracteres que adornan el concepto de trabajador poca o ninguna solicitud se presta en cambio a la

El presente artiacuteculo tiene su origen en la conferencia sobre ldquoNuevas modalidades y tenden-

cias en el sujeto empleadorrdquo impartida en el marco del Congreso Internacional de Derecho del Trabajo del Trabajo celebrado en Isla Margarita (Venezuela) en abril de 2007 Aunque las reflexiones que con-tiene son de alcance general se ha optado por incluir en las notas a pie de paacutegina las referencias im-prescindibles al estado de la cuestioacuten en el ordenamiento espantildeol Con la publicacioacuten de este trabajo el autor desea rendir homenaje al Profesor Juan Rivero Lamas preclaro observador de estos fenoacutemenos cuyo atinado enfoque en torno a sus consecuencias sobre las relaciones de trabajo le ha servido de fuente permanente de inspiracioacuten

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individualizacioacuten de los rasgos que contribuyen a identificar a la otra parte de la rela-cioacuten laboral 1

Esta sorprendente falta de intereacutes o incluso ldquodesidiardquo 2 mostrados a la hora de perfilar los alcances de la nocioacuten de empleador no resulta difiacutecil de explicar Lo que ocurre es que hasta el momento el empleador ha venido siendo para el Derecho del Trabajo un personaje sin rostro 3 Es decir un sujeto que aunque podiacutea comparecer al traacutefico juriacutedico de muy diversas maneras (como persona fiacutesica o juriacutedica o incluso ente sin personalidad de caraacutecter puacuteblico o privado con fines lucrativos o beneacuteficos etc) interesaba a eacuteste desde una sola perspectiva en tanto sujeto que contrabata la prestacioacuten de trabajo y por tanto recibiacutea los servicios del trabajador 4

Esta nocioacuten ldquoreflejardquo ldquotraslativardquo o ldquomediatardquo del empleador 5 como mero acree-dor del trabajador no es gratuita sino que ha respondido histoacutericamente a un claro propoacutesito garantista 6 En concreto de lo que se trataba era de no incluir ninguacuten ele-mento o rasgo definitorio particular de la figura del empleador con el fin de asegurar la mayor extensioacuten posible del aacutembito de aplicacioacuten del Derecho del Trabajo el cual ha venido siendo definido en la inmensa mayoriacutea de los ordenamientos en funcioacuten del tipo de trabajo ndashidentificado por el legislador como subordinado o dependientendash desarrollado por el trabajador

1 Este es el caso por ejemplo del ordenamiento espantildeol donde la tradicional ausencia de re-flexioacuten cientiacutefica en torno al sujeto empleador ha venido acompantildeada como apunta J CRUZ VILLA-LOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten de la empresa y sus efectos en el Derecho del Trabajo aspectos individualesldquo en M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO (Coordinador) El empleador en el Derecho del Trabajo Madrid Ed Tecnos-Consejo Andaluz de Relaciones Laborales 1999 paacuteg 29 de ldquoun si-lencio sorprendente de la norma laboral en lo que afecta a la determinacioacuten y las caracteriacutesticas del empleador como parte del contrato de trabajordquo que se expresa en la escueta indicacioacuten del artiacuteculo 12 del Estatuto de los Trabajadores en el sentido de que ostentaraacuten dicha condicioacuten ldquotodas las personas fiacutesicas o juriacutedicas o comunidades de bienes que reciban la prestacioacuten de servicios de las personasrdquo de-finidas por el apartado anterior como trabajadores Con todo la obra colectiva a la que se acaba de aludir constituye precisamente el punto de partida de una mayor atencioacuten al tema iniciada a finales de la deacutecada anterior Expresioacuten de ello son los distintos estudios doctrinales a los que se iraacute haciendo alusioacuten a lo largo de este trabajo asiacute como dos monografiacuteas de reciente aparicioacuten que consolidan esta tendencia Se trata de los trabajos de E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empre-sario laboral Problemas sustantivos y procesales Valladolid Ed Lex Nova 2006 paacuteg 34 y M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organizaciones empresariales complejas Ma-drid CES 2007

2 Como la califica M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO ldquoProacutelogordquo a M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO (Coordinador) El empleador en el Derecho del Trabajo cit paacuteg 129

3 O como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten de la empresa y sus efectos en el Derecho del Trabajo aspectos individualesldquo cit paacuteg 33 ldquoun personaje de rostro sin fac-cionesrdquo del que tradicionalmente el legislador no ha deseado ldquoque se tome inconsideracioacuten elemento algunordquo que sirva para identificar ldquoalguacuten rasgo relevanterdquo de su figura

4 El concepto de empleador ha tenido desde esta perspectiva un evidente caraacutecter ldquouniversalrdquo en la mayor parte de ordenamientos como observa C MOLERO MARANtildeOacuteN ldquoUna configuracioacuten ac-tualizada de la nocioacuten de empleador y sus problemas baacutesicosrdquo Actualidad Laboral 1996 nuacutem 27 pag 505 en la medida en que se ha caracterizado por ldquouna particular ausencia de limitaciones subjeti-vasrdquo

5 Por citar aquiacute algunas de las expresiones utilizadas a nivel doctrinal Vid en este sentido J MERCADER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informa-cioacuten Valladolid Ed Lex Nova 2002 especialmente paacuteg 191

6 Conforme destaca J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacutegs 31-32

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Eacutesta es una concepcioacuten que contradice la evidencia aportada por la historia eco-noacutemica toda vez que como se ha puesto de manifiesto de acuerdo con ella el ldquorefle-jordquo deberiacutea operar en sentido inverso ya que han sido maacutes bien la empresa capitalista y los procesos de acumulacioacuten a ella asociados los que en todo caso han ldquoinventadordquo al trabajador 7 Del mismo modo tampoco toma en cuenta que en una economiacutea de mercado es el empleador quien no solamente crea las oportunidades de empleo sino que asume dentro de la relacioacuten laboral un papel protagoacutenico al encontrarse dotado de poderes que le permiten configurar de acuerdo con su voluntad e intereses el con-tenido de la prestacioacuten a desarrollar por el trabajador No obstante la ldquocentralidadrdquo de la figura de eacuteste uacuteltimo que de ella se deriva guarda plena correspondencia con los objetivos de poliacutetica del Derecho que han venido informando la configuracioacuten del De-recho del Trabajo como disciplina juriacutedica autoacutenoma desde sus inicios Y no parece encontrar ademaacutes objetores significativos

Ahora bien de esta configuracioacuten exquisitamente contractual del sujeto em-pleador se desprende una consecuencia que en principio no planteariacutea dificultad al-guna a nuestra disciplina la de la consiguiente irrelevancia no soacutelo de la configura-cioacuten juriacutedica de eacuteste como se ha dejado dicho sino tambieacuten de la manera como se organiza para desarrollar su actividad En principio estos elementos se integran de-ntro de la nocioacuten de empresa que es distinta de la de empleador y resulta revelante en todo caso antes como objeto que como sujeto de derechos y deberes 8 La realidad organizativa de la empresa no encuentra de este modo acomodo inicialmente dentro de la dogmaacutetica del contrato de trabajo puesto que desde su particular perspectiva lo uacutenico que importa del empleador es ldquola subjetividadrdquo 9

Naturalmente entre los motivos que explican esta falta de relevancia de las vici-situdes organizativas del empleador no tiene un peso precisamente menor la circuns-tancia de que empleador y empresa han sido tradicionalmente nociones coextensas 10 Es decir el hecho de que hasta etapas muy recientes quien ocupaba la posicioacuten de empleador era a su vez el titular de un conjunto organizado de medios materiales y humanos con los cuales llevaba a cabo de manera independiente y autosuficiente una

7 De acuerdo con las observaciones hechas por E DESDENTADO DAROCA La personifica-

cioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 34 8 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario como parte del contrato de trabajo una aproxima-

cioacuten preliminarrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de traba-jo y cooperacioacuten entre empresas Madrid Ed Trotta 2004 paacutegs 213 y 226 Lo anterior no pre-tende negar que la nocioacuten de empresa ha actuado tambieacuten de forma paralela como presupuesto para la aplicacioacuten de diversas ciertas instituciones juriacutedico-laborales que solamente tienen sentido en el marco de una pluralidad organizada de relaciones de trabajo (pieacutensese por citar soacutelo un ejemplo en la regulacioacuten de los sistemas de clasificacioacuten profesional) Esta observacioacuten no altera el sentido de lo afirmado en el texto principal en la medida en que incluso dichas instituciones encuentran en los con-tornos de la personificacioacuten del empresario un liacutemite infranqueable

9 Nuevamente M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit esta vez paacutegs 26 y 38 10 O como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten helliprdquo cit paacuteg 35 ldquola

concepcioacuten claacutesica o mejor dicho ortodoxa del empresario dentro del Derecho del Trabajo coincide con una identificacioacuten plena del sujeto titular de la organizacioacuten empresarial para cuyo funcionamiento contrata a un conjunto de personas sometidas a reacutegimen laboralrdquo

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determinada actividad productiva consistente en la elaboracioacuten de un bien o la pres-tacioacuten de un servicio Las vicisitudes organizativas del empleador no tienen aquiacute inci-dencia sobre el contrato de trabajo antes que por cualquier otra razoacuten porque no pueden tenerla Porque en principio empleador y empresa coinciden

Hoy sin embargo esta generalizada coincidencia no existe maacutes En las uacuteltimas deacutecadas se han producido transformaciones que han terminado por hacer estallar la forma de organizacioacuten centralizada y autaacuterquica de la produccioacuten que la sustenta Y con ella el modelo tradicional o claacutesico de empresa y de empleador construidos a su imagen y semejanza 11

Los caracteres del cambio operado son a estas alturas bastante conocidos La necesidad de adaptar las estrategias de gestioacuten empresarial a un contexto cada vez maacutes inestable y competitivo ha conducido a la adopcioacuten de un nueva forma de orga-nizacioacuten basada en la segmentacioacuten de los procesos de produccioacuten y la colaboracioacuten entre organizaciones empresariales en principio independientes unas de las otras Frente al tradicional predominio del modelo centralizado de empresa basado en el control directo del entero ciclo de produccioacuten y su actuacioacuten autoacutenoma respecto de las demaacutes se han abierto camino en los uacuteltimos antildeos como una forma de dar res-puesta a los retos impuestos por la nueva situacioacuten modalidades de gestioacuten de los procesos de produccioacuten caracterizadas por una mayor especializacioacuten de las unidades productivas y el establecimiento de viacutenculos de cooperacioacuten maacutes o menos estrechos entre siacute en un intento de obtener ventajas competitivas de la concentracioacuten de la ac-tividad de las empresas en la realizacioacuten de sus competencias nucleares y la transfe-rencia hacia el exterior de todas las demaacutes La empresa fordista caracteriacutestica del modelo de produccioacuten en serie va siendo asiacute progresivamente sustituida por la actua-cioacuten de conglomerados de empresas integradas unas con otras de muy diversas ma-neras dando lugar a un nuevo paradigma organizativo la empresa red 12

Eacuteste es un modelo de organizacioacuten empresarial que puede asumir caracteriacutesticas diversas dependiendo de los sectores productivos y actividades a los que sea aplicado asiacute como de las particulares opciones de los sujetos que decidan recurrir a eacutel No obs-tante existen tres rasgos baacutesicos que lo identifican Estos son los siguientes

bull La fragmentacioacuten y externalizacioacuten de actividades que en principio forman parte de un uacutenico ciclo de produccioacuten

bull El empleo de empresas especializadas o proveedores externos para su atencioacuten

11 Vid en esta direccioacuten nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacuteg 36 para quien asis-

timos a ldquouna sorprendente pulverizacioacuten de ese modelo claacutesico de empresa y por extensioacuten del em-presariordquo

12 De acuerdo con la terminologiacutea empleada por M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura Volumen 1 La sociedad red Madrid Alianza Editorial 2ordf edic 2000 especialmente paacuteg 226 En la misma direccioacuten vid tambieacuten A RECIO ldquoEmpresa red y rela-ciones laboralesrdquo en A DUBOIS J L MILLAacuteN y J ROCA (Coordinadores) Capitalismo des-igualdades y degradacioacuten ambiental Barcelona Icaria 2001 paacuteg 213 y sigs

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bull La coordinacioacuten de todos ellos por parte de la empresa principal que mantiene asiacute el control del entero ciclo de produccioacuten pese a su disgregacioacuten 13

A poco que se repare en las caracteriacutesticas recieacuten apuntadas se podraacute apreciar coacutemo la emergencia de este nuevo modelo no conlleva la desaparicioacuten de la gran em-presa sino solamente un cambio en su forma de organizacioacuten tradicional 14 Lo que ocurre es que frente a la integracioacuten vertical de los procesos productivos y su gestioacuten a traveacutes de una estructura jerarquizada que caracterizaron su forma de operar en el pasado adquieren en la actualidad un relieve cada vez mayor formas de divisioacuten del trabajo interempresarial antes que intraempresarial 15 que permiten a la misma compensar de manera eficaz la disminucioacuten de su volumen operativo directo median-te el establecimiento de lazos de cooperacioacuten con colaboradores externos en vez de personal sujeto a dependencia La gran empresa deja de lado de tal modo su ldquocorpo-reidad fabrilrdquo para convertirse principalmente en ldquouna entidad articuladora de pres-tacionesrdquo es decir en ldquoun conjunto de contratos organizadosrdquo pero sin que ello su-ponga necesariamente una disminucioacuten de su poder 16 Antes bien dicho poder se mantiene e incluso incrementa como consecuencia de empleo de teacutecnicas de vincula-cioacuten con terceros que le permiten acceder a los resultados del desarrollo de la activi-dad productiva de diversos grupos de trabajadores sin tener con ellos ninguacuten tipo de vinculacioacuten directa 17

Naturalmente dependiendo de las situaciones asiacute como del valor que se asigne a la actividad transferida al exterior los lazos de coordinacioacuten a los que se acaba de aludir pueden ser de muy distinta naturaleza Asiacute las entidades que colaboran pue-den estar vinculadas entre siacute mediante teacutecnicas de derecho de sociedades como ocu-rre trataacutendose de los grupos de empresas cuando la importancia de lo externalizado para la empresa principal aconseja que eacutesta mantenga un especial control sobre

13 Para una aproximacioacuten maacutes detenida a la descentralizacioacuten productiva como fenoacutemeno orga-nizativo y estrategia empresarial siempre desde esta perspectiva vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productivardquo Portal Derecho Programa de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (httpwwwiustel com) asiacute como la bibliografiacutea alliacute citada

14 Como pondriacutea de manifiesto un observador destacadiacutesimo de estos fenoacutemenos como M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura cit paacutegs 206-207

15 Seguacuten las describe A PLAacute RODRIacuteGUEZ ldquoLa descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajordquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre la descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 15

16 M GARMENDIA ARIGOacuteN ldquoLa nueva consideracioacuten de la empresa y su influencia sobre la caracterizacioacuten de las relaciones laboralesrdquo Derecho del Trabajo 2006 nuacutem 2 paacuteg 164 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo en XVIII Congreso Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Pariacutes sep-tiembre 2006 paacuteg 1 de la versioacuten electroacutenica traducida de este documento para quienes ldquola empresa (hellip) tiende a pasar de tecnoestructura integrada a una red extendida de unidades semiautoacutenomas o au-toacutenomas con formas elaacutesticas de coordinacioacutenrdquo y A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de transmisioacuten en la nueva economiacutea Pamplona Ed Aranzadi 2005 paacuteg 30 en pala-bras de la cual asistimos a ldquola sustitucioacuten del modelo tradicional de empresa por una nueva estructura organizativa integrada por una pluralidad de entres empresariales relacionados contractualmenterdquo

17 Asiacute desde perspectivas diversas M GARMENDIA ARIGOacuteN op cit paacuteg 165 y J MERCA-DER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informacioacuten cit paacuteg 195

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

8

en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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individualizacioacuten de los rasgos que contribuyen a identificar a la otra parte de la rela-cioacuten laboral 1

Esta sorprendente falta de intereacutes o incluso ldquodesidiardquo 2 mostrados a la hora de perfilar los alcances de la nocioacuten de empleador no resulta difiacutecil de explicar Lo que ocurre es que hasta el momento el empleador ha venido siendo para el Derecho del Trabajo un personaje sin rostro 3 Es decir un sujeto que aunque podiacutea comparecer al traacutefico juriacutedico de muy diversas maneras (como persona fiacutesica o juriacutedica o incluso ente sin personalidad de caraacutecter puacuteblico o privado con fines lucrativos o beneacuteficos etc) interesaba a eacuteste desde una sola perspectiva en tanto sujeto que contrabata la prestacioacuten de trabajo y por tanto recibiacutea los servicios del trabajador 4

Esta nocioacuten ldquoreflejardquo ldquotraslativardquo o ldquomediatardquo del empleador 5 como mero acree-dor del trabajador no es gratuita sino que ha respondido histoacutericamente a un claro propoacutesito garantista 6 En concreto de lo que se trataba era de no incluir ninguacuten ele-mento o rasgo definitorio particular de la figura del empleador con el fin de asegurar la mayor extensioacuten posible del aacutembito de aplicacioacuten del Derecho del Trabajo el cual ha venido siendo definido en la inmensa mayoriacutea de los ordenamientos en funcioacuten del tipo de trabajo ndashidentificado por el legislador como subordinado o dependientendash desarrollado por el trabajador

1 Este es el caso por ejemplo del ordenamiento espantildeol donde la tradicional ausencia de re-flexioacuten cientiacutefica en torno al sujeto empleador ha venido acompantildeada como apunta J CRUZ VILLA-LOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten de la empresa y sus efectos en el Derecho del Trabajo aspectos individualesldquo en M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO (Coordinador) El empleador en el Derecho del Trabajo Madrid Ed Tecnos-Consejo Andaluz de Relaciones Laborales 1999 paacuteg 29 de ldquoun si-lencio sorprendente de la norma laboral en lo que afecta a la determinacioacuten y las caracteriacutesticas del empleador como parte del contrato de trabajordquo que se expresa en la escueta indicacioacuten del artiacuteculo 12 del Estatuto de los Trabajadores en el sentido de que ostentaraacuten dicha condicioacuten ldquotodas las personas fiacutesicas o juriacutedicas o comunidades de bienes que reciban la prestacioacuten de servicios de las personasrdquo de-finidas por el apartado anterior como trabajadores Con todo la obra colectiva a la que se acaba de aludir constituye precisamente el punto de partida de una mayor atencioacuten al tema iniciada a finales de la deacutecada anterior Expresioacuten de ello son los distintos estudios doctrinales a los que se iraacute haciendo alusioacuten a lo largo de este trabajo asiacute como dos monografiacuteas de reciente aparicioacuten que consolidan esta tendencia Se trata de los trabajos de E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empre-sario laboral Problemas sustantivos y procesales Valladolid Ed Lex Nova 2006 paacuteg 34 y M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organizaciones empresariales complejas Ma-drid CES 2007

2 Como la califica M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO ldquoProacutelogordquo a M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ROYO (Coordinador) El empleador en el Derecho del Trabajo cit paacuteg 129

3 O como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten de la empresa y sus efectos en el Derecho del Trabajo aspectos individualesldquo cit paacuteg 33 ldquoun personaje de rostro sin fac-cionesrdquo del que tradicionalmente el legislador no ha deseado ldquoque se tome inconsideracioacuten elemento algunordquo que sirva para identificar ldquoalguacuten rasgo relevanterdquo de su figura

4 El concepto de empleador ha tenido desde esta perspectiva un evidente caraacutecter ldquouniversalrdquo en la mayor parte de ordenamientos como observa C MOLERO MARANtildeOacuteN ldquoUna configuracioacuten ac-tualizada de la nocioacuten de empleador y sus problemas baacutesicosrdquo Actualidad Laboral 1996 nuacutem 27 pag 505 en la medida en que se ha caracterizado por ldquouna particular ausencia de limitaciones subjeti-vasrdquo

5 Por citar aquiacute algunas de las expresiones utilizadas a nivel doctrinal Vid en este sentido J MERCADER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informa-cioacuten Valladolid Ed Lex Nova 2002 especialmente paacuteg 191

6 Conforme destaca J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacutegs 31-32

3

Eacutesta es una concepcioacuten que contradice la evidencia aportada por la historia eco-noacutemica toda vez que como se ha puesto de manifiesto de acuerdo con ella el ldquorefle-jordquo deberiacutea operar en sentido inverso ya que han sido maacutes bien la empresa capitalista y los procesos de acumulacioacuten a ella asociados los que en todo caso han ldquoinventadordquo al trabajador 7 Del mismo modo tampoco toma en cuenta que en una economiacutea de mercado es el empleador quien no solamente crea las oportunidades de empleo sino que asume dentro de la relacioacuten laboral un papel protagoacutenico al encontrarse dotado de poderes que le permiten configurar de acuerdo con su voluntad e intereses el con-tenido de la prestacioacuten a desarrollar por el trabajador No obstante la ldquocentralidadrdquo de la figura de eacuteste uacuteltimo que de ella se deriva guarda plena correspondencia con los objetivos de poliacutetica del Derecho que han venido informando la configuracioacuten del De-recho del Trabajo como disciplina juriacutedica autoacutenoma desde sus inicios Y no parece encontrar ademaacutes objetores significativos

Ahora bien de esta configuracioacuten exquisitamente contractual del sujeto em-pleador se desprende una consecuencia que en principio no planteariacutea dificultad al-guna a nuestra disciplina la de la consiguiente irrelevancia no soacutelo de la configura-cioacuten juriacutedica de eacuteste como se ha dejado dicho sino tambieacuten de la manera como se organiza para desarrollar su actividad En principio estos elementos se integran de-ntro de la nocioacuten de empresa que es distinta de la de empleador y resulta revelante en todo caso antes como objeto que como sujeto de derechos y deberes 8 La realidad organizativa de la empresa no encuentra de este modo acomodo inicialmente dentro de la dogmaacutetica del contrato de trabajo puesto que desde su particular perspectiva lo uacutenico que importa del empleador es ldquola subjetividadrdquo 9

Naturalmente entre los motivos que explican esta falta de relevancia de las vici-situdes organizativas del empleador no tiene un peso precisamente menor la circuns-tancia de que empleador y empresa han sido tradicionalmente nociones coextensas 10 Es decir el hecho de que hasta etapas muy recientes quien ocupaba la posicioacuten de empleador era a su vez el titular de un conjunto organizado de medios materiales y humanos con los cuales llevaba a cabo de manera independiente y autosuficiente una

7 De acuerdo con las observaciones hechas por E DESDENTADO DAROCA La personifica-

cioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 34 8 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario como parte del contrato de trabajo una aproxima-

cioacuten preliminarrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de traba-jo y cooperacioacuten entre empresas Madrid Ed Trotta 2004 paacutegs 213 y 226 Lo anterior no pre-tende negar que la nocioacuten de empresa ha actuado tambieacuten de forma paralela como presupuesto para la aplicacioacuten de diversas ciertas instituciones juriacutedico-laborales que solamente tienen sentido en el marco de una pluralidad organizada de relaciones de trabajo (pieacutensese por citar soacutelo un ejemplo en la regulacioacuten de los sistemas de clasificacioacuten profesional) Esta observacioacuten no altera el sentido de lo afirmado en el texto principal en la medida en que incluso dichas instituciones encuentran en los con-tornos de la personificacioacuten del empresario un liacutemite infranqueable

9 Nuevamente M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit esta vez paacutegs 26 y 38 10 O como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten helliprdquo cit paacuteg 35 ldquola

concepcioacuten claacutesica o mejor dicho ortodoxa del empresario dentro del Derecho del Trabajo coincide con una identificacioacuten plena del sujeto titular de la organizacioacuten empresarial para cuyo funcionamiento contrata a un conjunto de personas sometidas a reacutegimen laboralrdquo

4

determinada actividad productiva consistente en la elaboracioacuten de un bien o la pres-tacioacuten de un servicio Las vicisitudes organizativas del empleador no tienen aquiacute inci-dencia sobre el contrato de trabajo antes que por cualquier otra razoacuten porque no pueden tenerla Porque en principio empleador y empresa coinciden

Hoy sin embargo esta generalizada coincidencia no existe maacutes En las uacuteltimas deacutecadas se han producido transformaciones que han terminado por hacer estallar la forma de organizacioacuten centralizada y autaacuterquica de la produccioacuten que la sustenta Y con ella el modelo tradicional o claacutesico de empresa y de empleador construidos a su imagen y semejanza 11

Los caracteres del cambio operado son a estas alturas bastante conocidos La necesidad de adaptar las estrategias de gestioacuten empresarial a un contexto cada vez maacutes inestable y competitivo ha conducido a la adopcioacuten de un nueva forma de orga-nizacioacuten basada en la segmentacioacuten de los procesos de produccioacuten y la colaboracioacuten entre organizaciones empresariales en principio independientes unas de las otras Frente al tradicional predominio del modelo centralizado de empresa basado en el control directo del entero ciclo de produccioacuten y su actuacioacuten autoacutenoma respecto de las demaacutes se han abierto camino en los uacuteltimos antildeos como una forma de dar res-puesta a los retos impuestos por la nueva situacioacuten modalidades de gestioacuten de los procesos de produccioacuten caracterizadas por una mayor especializacioacuten de las unidades productivas y el establecimiento de viacutenculos de cooperacioacuten maacutes o menos estrechos entre siacute en un intento de obtener ventajas competitivas de la concentracioacuten de la ac-tividad de las empresas en la realizacioacuten de sus competencias nucleares y la transfe-rencia hacia el exterior de todas las demaacutes La empresa fordista caracteriacutestica del modelo de produccioacuten en serie va siendo asiacute progresivamente sustituida por la actua-cioacuten de conglomerados de empresas integradas unas con otras de muy diversas ma-neras dando lugar a un nuevo paradigma organizativo la empresa red 12

Eacuteste es un modelo de organizacioacuten empresarial que puede asumir caracteriacutesticas diversas dependiendo de los sectores productivos y actividades a los que sea aplicado asiacute como de las particulares opciones de los sujetos que decidan recurrir a eacutel No obs-tante existen tres rasgos baacutesicos que lo identifican Estos son los siguientes

bull La fragmentacioacuten y externalizacioacuten de actividades que en principio forman parte de un uacutenico ciclo de produccioacuten

bull El empleo de empresas especializadas o proveedores externos para su atencioacuten

11 Vid en esta direccioacuten nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacuteg 36 para quien asis-

timos a ldquouna sorprendente pulverizacioacuten de ese modelo claacutesico de empresa y por extensioacuten del em-presariordquo

12 De acuerdo con la terminologiacutea empleada por M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura Volumen 1 La sociedad red Madrid Alianza Editorial 2ordf edic 2000 especialmente paacuteg 226 En la misma direccioacuten vid tambieacuten A RECIO ldquoEmpresa red y rela-ciones laboralesrdquo en A DUBOIS J L MILLAacuteN y J ROCA (Coordinadores) Capitalismo des-igualdades y degradacioacuten ambiental Barcelona Icaria 2001 paacuteg 213 y sigs

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bull La coordinacioacuten de todos ellos por parte de la empresa principal que mantiene asiacute el control del entero ciclo de produccioacuten pese a su disgregacioacuten 13

A poco que se repare en las caracteriacutesticas recieacuten apuntadas se podraacute apreciar coacutemo la emergencia de este nuevo modelo no conlleva la desaparicioacuten de la gran em-presa sino solamente un cambio en su forma de organizacioacuten tradicional 14 Lo que ocurre es que frente a la integracioacuten vertical de los procesos productivos y su gestioacuten a traveacutes de una estructura jerarquizada que caracterizaron su forma de operar en el pasado adquieren en la actualidad un relieve cada vez mayor formas de divisioacuten del trabajo interempresarial antes que intraempresarial 15 que permiten a la misma compensar de manera eficaz la disminucioacuten de su volumen operativo directo median-te el establecimiento de lazos de cooperacioacuten con colaboradores externos en vez de personal sujeto a dependencia La gran empresa deja de lado de tal modo su ldquocorpo-reidad fabrilrdquo para convertirse principalmente en ldquouna entidad articuladora de pres-tacionesrdquo es decir en ldquoun conjunto de contratos organizadosrdquo pero sin que ello su-ponga necesariamente una disminucioacuten de su poder 16 Antes bien dicho poder se mantiene e incluso incrementa como consecuencia de empleo de teacutecnicas de vincula-cioacuten con terceros que le permiten acceder a los resultados del desarrollo de la activi-dad productiva de diversos grupos de trabajadores sin tener con ellos ninguacuten tipo de vinculacioacuten directa 17

Naturalmente dependiendo de las situaciones asiacute como del valor que se asigne a la actividad transferida al exterior los lazos de coordinacioacuten a los que se acaba de aludir pueden ser de muy distinta naturaleza Asiacute las entidades que colaboran pue-den estar vinculadas entre siacute mediante teacutecnicas de derecho de sociedades como ocu-rre trataacutendose de los grupos de empresas cuando la importancia de lo externalizado para la empresa principal aconseja que eacutesta mantenga un especial control sobre

13 Para una aproximacioacuten maacutes detenida a la descentralizacioacuten productiva como fenoacutemeno orga-nizativo y estrategia empresarial siempre desde esta perspectiva vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productivardquo Portal Derecho Programa de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (httpwwwiustel com) asiacute como la bibliografiacutea alliacute citada

14 Como pondriacutea de manifiesto un observador destacadiacutesimo de estos fenoacutemenos como M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura cit paacutegs 206-207

15 Seguacuten las describe A PLAacute RODRIacuteGUEZ ldquoLa descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajordquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre la descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 15

16 M GARMENDIA ARIGOacuteN ldquoLa nueva consideracioacuten de la empresa y su influencia sobre la caracterizacioacuten de las relaciones laboralesrdquo Derecho del Trabajo 2006 nuacutem 2 paacuteg 164 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo en XVIII Congreso Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Pariacutes sep-tiembre 2006 paacuteg 1 de la versioacuten electroacutenica traducida de este documento para quienes ldquola empresa (hellip) tiende a pasar de tecnoestructura integrada a una red extendida de unidades semiautoacutenomas o au-toacutenomas con formas elaacutesticas de coordinacioacutenrdquo y A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de transmisioacuten en la nueva economiacutea Pamplona Ed Aranzadi 2005 paacuteg 30 en pala-bras de la cual asistimos a ldquola sustitucioacuten del modelo tradicional de empresa por una nueva estructura organizativa integrada por una pluralidad de entres empresariales relacionados contractualmenterdquo

17 Asiacute desde perspectivas diversas M GARMENDIA ARIGOacuteN op cit paacuteg 165 y J MERCA-DER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informacioacuten cit paacuteg 195

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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Eacutesta es una concepcioacuten que contradice la evidencia aportada por la historia eco-noacutemica toda vez que como se ha puesto de manifiesto de acuerdo con ella el ldquorefle-jordquo deberiacutea operar en sentido inverso ya que han sido maacutes bien la empresa capitalista y los procesos de acumulacioacuten a ella asociados los que en todo caso han ldquoinventadordquo al trabajador 7 Del mismo modo tampoco toma en cuenta que en una economiacutea de mercado es el empleador quien no solamente crea las oportunidades de empleo sino que asume dentro de la relacioacuten laboral un papel protagoacutenico al encontrarse dotado de poderes que le permiten configurar de acuerdo con su voluntad e intereses el con-tenido de la prestacioacuten a desarrollar por el trabajador No obstante la ldquocentralidadrdquo de la figura de eacuteste uacuteltimo que de ella se deriva guarda plena correspondencia con los objetivos de poliacutetica del Derecho que han venido informando la configuracioacuten del De-recho del Trabajo como disciplina juriacutedica autoacutenoma desde sus inicios Y no parece encontrar ademaacutes objetores significativos

Ahora bien de esta configuracioacuten exquisitamente contractual del sujeto em-pleador se desprende una consecuencia que en principio no planteariacutea dificultad al-guna a nuestra disciplina la de la consiguiente irrelevancia no soacutelo de la configura-cioacuten juriacutedica de eacuteste como se ha dejado dicho sino tambieacuten de la manera como se organiza para desarrollar su actividad En principio estos elementos se integran de-ntro de la nocioacuten de empresa que es distinta de la de empleador y resulta revelante en todo caso antes como objeto que como sujeto de derechos y deberes 8 La realidad organizativa de la empresa no encuentra de este modo acomodo inicialmente dentro de la dogmaacutetica del contrato de trabajo puesto que desde su particular perspectiva lo uacutenico que importa del empleador es ldquola subjetividadrdquo 9

Naturalmente entre los motivos que explican esta falta de relevancia de las vici-situdes organizativas del empleador no tiene un peso precisamente menor la circuns-tancia de que empleador y empresa han sido tradicionalmente nociones coextensas 10 Es decir el hecho de que hasta etapas muy recientes quien ocupaba la posicioacuten de empleador era a su vez el titular de un conjunto organizado de medios materiales y humanos con los cuales llevaba a cabo de manera independiente y autosuficiente una

7 De acuerdo con las observaciones hechas por E DESDENTADO DAROCA La personifica-

cioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 34 8 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario como parte del contrato de trabajo una aproxima-

cioacuten preliminarrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de traba-jo y cooperacioacuten entre empresas Madrid Ed Trotta 2004 paacutegs 213 y 226 Lo anterior no pre-tende negar que la nocioacuten de empresa ha actuado tambieacuten de forma paralela como presupuesto para la aplicacioacuten de diversas ciertas instituciones juriacutedico-laborales que solamente tienen sentido en el marco de una pluralidad organizada de relaciones de trabajo (pieacutensese por citar soacutelo un ejemplo en la regulacioacuten de los sistemas de clasificacioacuten profesional) Esta observacioacuten no altera el sentido de lo afirmado en el texto principal en la medida en que incluso dichas instituciones encuentran en los con-tornos de la personificacioacuten del empresario un liacutemite infranqueable

9 Nuevamente M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit esta vez paacutegs 26 y 38 10 O como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la organizacioacuten helliprdquo cit paacuteg 35 ldquola

concepcioacuten claacutesica o mejor dicho ortodoxa del empresario dentro del Derecho del Trabajo coincide con una identificacioacuten plena del sujeto titular de la organizacioacuten empresarial para cuyo funcionamiento contrata a un conjunto de personas sometidas a reacutegimen laboralrdquo

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determinada actividad productiva consistente en la elaboracioacuten de un bien o la pres-tacioacuten de un servicio Las vicisitudes organizativas del empleador no tienen aquiacute inci-dencia sobre el contrato de trabajo antes que por cualquier otra razoacuten porque no pueden tenerla Porque en principio empleador y empresa coinciden

Hoy sin embargo esta generalizada coincidencia no existe maacutes En las uacuteltimas deacutecadas se han producido transformaciones que han terminado por hacer estallar la forma de organizacioacuten centralizada y autaacuterquica de la produccioacuten que la sustenta Y con ella el modelo tradicional o claacutesico de empresa y de empleador construidos a su imagen y semejanza 11

Los caracteres del cambio operado son a estas alturas bastante conocidos La necesidad de adaptar las estrategias de gestioacuten empresarial a un contexto cada vez maacutes inestable y competitivo ha conducido a la adopcioacuten de un nueva forma de orga-nizacioacuten basada en la segmentacioacuten de los procesos de produccioacuten y la colaboracioacuten entre organizaciones empresariales en principio independientes unas de las otras Frente al tradicional predominio del modelo centralizado de empresa basado en el control directo del entero ciclo de produccioacuten y su actuacioacuten autoacutenoma respecto de las demaacutes se han abierto camino en los uacuteltimos antildeos como una forma de dar res-puesta a los retos impuestos por la nueva situacioacuten modalidades de gestioacuten de los procesos de produccioacuten caracterizadas por una mayor especializacioacuten de las unidades productivas y el establecimiento de viacutenculos de cooperacioacuten maacutes o menos estrechos entre siacute en un intento de obtener ventajas competitivas de la concentracioacuten de la ac-tividad de las empresas en la realizacioacuten de sus competencias nucleares y la transfe-rencia hacia el exterior de todas las demaacutes La empresa fordista caracteriacutestica del modelo de produccioacuten en serie va siendo asiacute progresivamente sustituida por la actua-cioacuten de conglomerados de empresas integradas unas con otras de muy diversas ma-neras dando lugar a un nuevo paradigma organizativo la empresa red 12

Eacuteste es un modelo de organizacioacuten empresarial que puede asumir caracteriacutesticas diversas dependiendo de los sectores productivos y actividades a los que sea aplicado asiacute como de las particulares opciones de los sujetos que decidan recurrir a eacutel No obs-tante existen tres rasgos baacutesicos que lo identifican Estos son los siguientes

bull La fragmentacioacuten y externalizacioacuten de actividades que en principio forman parte de un uacutenico ciclo de produccioacuten

bull El empleo de empresas especializadas o proveedores externos para su atencioacuten

11 Vid en esta direccioacuten nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacuteg 36 para quien asis-

timos a ldquouna sorprendente pulverizacioacuten de ese modelo claacutesico de empresa y por extensioacuten del em-presariordquo

12 De acuerdo con la terminologiacutea empleada por M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura Volumen 1 La sociedad red Madrid Alianza Editorial 2ordf edic 2000 especialmente paacuteg 226 En la misma direccioacuten vid tambieacuten A RECIO ldquoEmpresa red y rela-ciones laboralesrdquo en A DUBOIS J L MILLAacuteN y J ROCA (Coordinadores) Capitalismo des-igualdades y degradacioacuten ambiental Barcelona Icaria 2001 paacuteg 213 y sigs

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bull La coordinacioacuten de todos ellos por parte de la empresa principal que mantiene asiacute el control del entero ciclo de produccioacuten pese a su disgregacioacuten 13

A poco que se repare en las caracteriacutesticas recieacuten apuntadas se podraacute apreciar coacutemo la emergencia de este nuevo modelo no conlleva la desaparicioacuten de la gran em-presa sino solamente un cambio en su forma de organizacioacuten tradicional 14 Lo que ocurre es que frente a la integracioacuten vertical de los procesos productivos y su gestioacuten a traveacutes de una estructura jerarquizada que caracterizaron su forma de operar en el pasado adquieren en la actualidad un relieve cada vez mayor formas de divisioacuten del trabajo interempresarial antes que intraempresarial 15 que permiten a la misma compensar de manera eficaz la disminucioacuten de su volumen operativo directo median-te el establecimiento de lazos de cooperacioacuten con colaboradores externos en vez de personal sujeto a dependencia La gran empresa deja de lado de tal modo su ldquocorpo-reidad fabrilrdquo para convertirse principalmente en ldquouna entidad articuladora de pres-tacionesrdquo es decir en ldquoun conjunto de contratos organizadosrdquo pero sin que ello su-ponga necesariamente una disminucioacuten de su poder 16 Antes bien dicho poder se mantiene e incluso incrementa como consecuencia de empleo de teacutecnicas de vincula-cioacuten con terceros que le permiten acceder a los resultados del desarrollo de la activi-dad productiva de diversos grupos de trabajadores sin tener con ellos ninguacuten tipo de vinculacioacuten directa 17

Naturalmente dependiendo de las situaciones asiacute como del valor que se asigne a la actividad transferida al exterior los lazos de coordinacioacuten a los que se acaba de aludir pueden ser de muy distinta naturaleza Asiacute las entidades que colaboran pue-den estar vinculadas entre siacute mediante teacutecnicas de derecho de sociedades como ocu-rre trataacutendose de los grupos de empresas cuando la importancia de lo externalizado para la empresa principal aconseja que eacutesta mantenga un especial control sobre

13 Para una aproximacioacuten maacutes detenida a la descentralizacioacuten productiva como fenoacutemeno orga-nizativo y estrategia empresarial siempre desde esta perspectiva vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productivardquo Portal Derecho Programa de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (httpwwwiustel com) asiacute como la bibliografiacutea alliacute citada

14 Como pondriacutea de manifiesto un observador destacadiacutesimo de estos fenoacutemenos como M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura cit paacutegs 206-207

15 Seguacuten las describe A PLAacute RODRIacuteGUEZ ldquoLa descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajordquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre la descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 15

16 M GARMENDIA ARIGOacuteN ldquoLa nueva consideracioacuten de la empresa y su influencia sobre la caracterizacioacuten de las relaciones laboralesrdquo Derecho del Trabajo 2006 nuacutem 2 paacuteg 164 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo en XVIII Congreso Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Pariacutes sep-tiembre 2006 paacuteg 1 de la versioacuten electroacutenica traducida de este documento para quienes ldquola empresa (hellip) tiende a pasar de tecnoestructura integrada a una red extendida de unidades semiautoacutenomas o au-toacutenomas con formas elaacutesticas de coordinacioacutenrdquo y A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de transmisioacuten en la nueva economiacutea Pamplona Ed Aranzadi 2005 paacuteg 30 en pala-bras de la cual asistimos a ldquola sustitucioacuten del modelo tradicional de empresa por una nueva estructura organizativa integrada por una pluralidad de entres empresariales relacionados contractualmenterdquo

17 Asiacute desde perspectivas diversas M GARMENDIA ARIGOacuteN op cit paacuteg 165 y J MERCA-DER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informacioacuten cit paacuteg 195

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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determinada actividad productiva consistente en la elaboracioacuten de un bien o la pres-tacioacuten de un servicio Las vicisitudes organizativas del empleador no tienen aquiacute inci-dencia sobre el contrato de trabajo antes que por cualquier otra razoacuten porque no pueden tenerla Porque en principio empleador y empresa coinciden

Hoy sin embargo esta generalizada coincidencia no existe maacutes En las uacuteltimas deacutecadas se han producido transformaciones que han terminado por hacer estallar la forma de organizacioacuten centralizada y autaacuterquica de la produccioacuten que la sustenta Y con ella el modelo tradicional o claacutesico de empresa y de empleador construidos a su imagen y semejanza 11

Los caracteres del cambio operado son a estas alturas bastante conocidos La necesidad de adaptar las estrategias de gestioacuten empresarial a un contexto cada vez maacutes inestable y competitivo ha conducido a la adopcioacuten de un nueva forma de orga-nizacioacuten basada en la segmentacioacuten de los procesos de produccioacuten y la colaboracioacuten entre organizaciones empresariales en principio independientes unas de las otras Frente al tradicional predominio del modelo centralizado de empresa basado en el control directo del entero ciclo de produccioacuten y su actuacioacuten autoacutenoma respecto de las demaacutes se han abierto camino en los uacuteltimos antildeos como una forma de dar res-puesta a los retos impuestos por la nueva situacioacuten modalidades de gestioacuten de los procesos de produccioacuten caracterizadas por una mayor especializacioacuten de las unidades productivas y el establecimiento de viacutenculos de cooperacioacuten maacutes o menos estrechos entre siacute en un intento de obtener ventajas competitivas de la concentracioacuten de la ac-tividad de las empresas en la realizacioacuten de sus competencias nucleares y la transfe-rencia hacia el exterior de todas las demaacutes La empresa fordista caracteriacutestica del modelo de produccioacuten en serie va siendo asiacute progresivamente sustituida por la actua-cioacuten de conglomerados de empresas integradas unas con otras de muy diversas ma-neras dando lugar a un nuevo paradigma organizativo la empresa red 12

Eacuteste es un modelo de organizacioacuten empresarial que puede asumir caracteriacutesticas diversas dependiendo de los sectores productivos y actividades a los que sea aplicado asiacute como de las particulares opciones de los sujetos que decidan recurrir a eacutel No obs-tante existen tres rasgos baacutesicos que lo identifican Estos son los siguientes

bull La fragmentacioacuten y externalizacioacuten de actividades que en principio forman parte de un uacutenico ciclo de produccioacuten

bull El empleo de empresas especializadas o proveedores externos para su atencioacuten

11 Vid en esta direccioacuten nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN op cit paacuteg 36 para quien asis-

timos a ldquouna sorprendente pulverizacioacuten de ese modelo claacutesico de empresa y por extensioacuten del em-presariordquo

12 De acuerdo con la terminologiacutea empleada por M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura Volumen 1 La sociedad red Madrid Alianza Editorial 2ordf edic 2000 especialmente paacuteg 226 En la misma direccioacuten vid tambieacuten A RECIO ldquoEmpresa red y rela-ciones laboralesrdquo en A DUBOIS J L MILLAacuteN y J ROCA (Coordinadores) Capitalismo des-igualdades y degradacioacuten ambiental Barcelona Icaria 2001 paacuteg 213 y sigs

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bull La coordinacioacuten de todos ellos por parte de la empresa principal que mantiene asiacute el control del entero ciclo de produccioacuten pese a su disgregacioacuten 13

A poco que se repare en las caracteriacutesticas recieacuten apuntadas se podraacute apreciar coacutemo la emergencia de este nuevo modelo no conlleva la desaparicioacuten de la gran em-presa sino solamente un cambio en su forma de organizacioacuten tradicional 14 Lo que ocurre es que frente a la integracioacuten vertical de los procesos productivos y su gestioacuten a traveacutes de una estructura jerarquizada que caracterizaron su forma de operar en el pasado adquieren en la actualidad un relieve cada vez mayor formas de divisioacuten del trabajo interempresarial antes que intraempresarial 15 que permiten a la misma compensar de manera eficaz la disminucioacuten de su volumen operativo directo median-te el establecimiento de lazos de cooperacioacuten con colaboradores externos en vez de personal sujeto a dependencia La gran empresa deja de lado de tal modo su ldquocorpo-reidad fabrilrdquo para convertirse principalmente en ldquouna entidad articuladora de pres-tacionesrdquo es decir en ldquoun conjunto de contratos organizadosrdquo pero sin que ello su-ponga necesariamente una disminucioacuten de su poder 16 Antes bien dicho poder se mantiene e incluso incrementa como consecuencia de empleo de teacutecnicas de vincula-cioacuten con terceros que le permiten acceder a los resultados del desarrollo de la activi-dad productiva de diversos grupos de trabajadores sin tener con ellos ninguacuten tipo de vinculacioacuten directa 17

Naturalmente dependiendo de las situaciones asiacute como del valor que se asigne a la actividad transferida al exterior los lazos de coordinacioacuten a los que se acaba de aludir pueden ser de muy distinta naturaleza Asiacute las entidades que colaboran pue-den estar vinculadas entre siacute mediante teacutecnicas de derecho de sociedades como ocu-rre trataacutendose de los grupos de empresas cuando la importancia de lo externalizado para la empresa principal aconseja que eacutesta mantenga un especial control sobre

13 Para una aproximacioacuten maacutes detenida a la descentralizacioacuten productiva como fenoacutemeno orga-nizativo y estrategia empresarial siempre desde esta perspectiva vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productivardquo Portal Derecho Programa de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (httpwwwiustel com) asiacute como la bibliografiacutea alliacute citada

14 Como pondriacutea de manifiesto un observador destacadiacutesimo de estos fenoacutemenos como M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura cit paacutegs 206-207

15 Seguacuten las describe A PLAacute RODRIacuteGUEZ ldquoLa descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajordquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre la descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 15

16 M GARMENDIA ARIGOacuteN ldquoLa nueva consideracioacuten de la empresa y su influencia sobre la caracterizacioacuten de las relaciones laboralesrdquo Derecho del Trabajo 2006 nuacutem 2 paacuteg 164 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo en XVIII Congreso Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Pariacutes sep-tiembre 2006 paacuteg 1 de la versioacuten electroacutenica traducida de este documento para quienes ldquola empresa (hellip) tiende a pasar de tecnoestructura integrada a una red extendida de unidades semiautoacutenomas o au-toacutenomas con formas elaacutesticas de coordinacioacutenrdquo y A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de transmisioacuten en la nueva economiacutea Pamplona Ed Aranzadi 2005 paacuteg 30 en pala-bras de la cual asistimos a ldquola sustitucioacuten del modelo tradicional de empresa por una nueva estructura organizativa integrada por una pluralidad de entres empresariales relacionados contractualmenterdquo

17 Asiacute desde perspectivas diversas M GARMENDIA ARIGOacuteN op cit paacuteg 165 y J MERCA-DER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informacioacuten cit paacuteg 195

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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bull La coordinacioacuten de todos ellos por parte de la empresa principal que mantiene asiacute el control del entero ciclo de produccioacuten pese a su disgregacioacuten 13

A poco que se repare en las caracteriacutesticas recieacuten apuntadas se podraacute apreciar coacutemo la emergencia de este nuevo modelo no conlleva la desaparicioacuten de la gran em-presa sino solamente un cambio en su forma de organizacioacuten tradicional 14 Lo que ocurre es que frente a la integracioacuten vertical de los procesos productivos y su gestioacuten a traveacutes de una estructura jerarquizada que caracterizaron su forma de operar en el pasado adquieren en la actualidad un relieve cada vez mayor formas de divisioacuten del trabajo interempresarial antes que intraempresarial 15 que permiten a la misma compensar de manera eficaz la disminucioacuten de su volumen operativo directo median-te el establecimiento de lazos de cooperacioacuten con colaboradores externos en vez de personal sujeto a dependencia La gran empresa deja de lado de tal modo su ldquocorpo-reidad fabrilrdquo para convertirse principalmente en ldquouna entidad articuladora de pres-tacionesrdquo es decir en ldquoun conjunto de contratos organizadosrdquo pero sin que ello su-ponga necesariamente una disminucioacuten de su poder 16 Antes bien dicho poder se mantiene e incluso incrementa como consecuencia de empleo de teacutecnicas de vincula-cioacuten con terceros que le permiten acceder a los resultados del desarrollo de la activi-dad productiva de diversos grupos de trabajadores sin tener con ellos ninguacuten tipo de vinculacioacuten directa 17

Naturalmente dependiendo de las situaciones asiacute como del valor que se asigne a la actividad transferida al exterior los lazos de coordinacioacuten a los que se acaba de aludir pueden ser de muy distinta naturaleza Asiacute las entidades que colaboran pue-den estar vinculadas entre siacute mediante teacutecnicas de derecho de sociedades como ocu-rre trataacutendose de los grupos de empresas cuando la importancia de lo externalizado para la empresa principal aconseja que eacutesta mantenga un especial control sobre

13 Para una aproximacioacuten maacutes detenida a la descentralizacioacuten productiva como fenoacutemeno orga-nizativo y estrategia empresarial siempre desde esta perspectiva vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productivardquo Portal Derecho Programa de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (httpwwwiustel com) asiacute como la bibliografiacutea alliacute citada

14 Como pondriacutea de manifiesto un observador destacadiacutesimo de estos fenoacutemenos como M CASTELLS La era de la informacioacuten economiacutea sociedad y cultura cit paacutegs 206-207

15 Seguacuten las describe A PLAacute RODRIacuteGUEZ ldquoLa descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajordquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre la descentralizacioacuten empresarial y el Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 15

16 M GARMENDIA ARIGOacuteN ldquoLa nueva consideracioacuten de la empresa y su influencia sobre la caracterizacioacuten de las relaciones laboralesrdquo Derecho del Trabajo 2006 nuacutem 2 paacuteg 164 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo en XVIII Congreso Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Pariacutes sep-tiembre 2006 paacuteg 1 de la versioacuten electroacutenica traducida de este documento para quienes ldquola empresa (hellip) tiende a pasar de tecnoestructura integrada a una red extendida de unidades semiautoacutenomas o au-toacutenomas con formas elaacutesticas de coordinacioacutenrdquo y A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de transmisioacuten en la nueva economiacutea Pamplona Ed Aranzadi 2005 paacuteg 30 en pala-bras de la cual asistimos a ldquola sustitucioacuten del modelo tradicional de empresa por una nueva estructura organizativa integrada por una pluralidad de entres empresariales relacionados contractualmenterdquo

17 Asiacute desde perspectivas diversas M GARMENDIA ARIGOacuteN op cit paacuteg 165 y J MERCA-DER UGUINA Derecho del Trabajo nuevas tecnologiacuteas y sociedad de la informacioacuten cit paacuteg 195

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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quien se va a encargar de su realizacioacuten (outsourcing estrateacutegico) Pero tambieacuten cuando el intereacutes de lo transferido al exterior es menor a traveacutes de viacutenculos de natu-raleza contractual como sucede con las redes empresariales (outsourcing operativo) dentro de las cuales la cooperacioacuten entre sujetos independientes unos de los otros puede articularse a traveacutes de foacutermulas de diversas y en muchos casos atiacutepicas (pieacuten-sese ademaacutes del tradicional contrato de ejecucioacuten de obra en figuras hasta hace poco tiempo desconocidas o poco utilizadas como los contratos de concesioacuten franquicia factoring merchandising management logiacutestica subfornitura servicios informaacuteti-cos etc) todas las cuales son aptas para dar lugar al funcionamiento de auteacutenticos ldquosistemas productivos integradosrdquo 18 Sea una u otra teacutecnica la elegida sin embargo el resultado es en uacuteltima instancia siempre el mismo la articulacioacuten de una estructu-ra empresarial con forma de red cuyas costuras se entretejen en torno a la entidad que lidera el proyecto empresarial que justifica la articulacioacuten de todas ellas 19 De es-te modo a despecho de la apariencia de diversidad creada por la pluralidad subjetiva ldquola unidad operativa actualrdquo pasa a estar constituida por el entero ldquoproyecto empresa-rial representado por una redrdquo y no por ldquolas empresas concretas o grupos de empre-sasrdquo que de eacutel puedan participar 20

El efecto de procesos que acaban de ser descritos sobre la problemaacutetica que se viene examinando salta a la vista La transformacioacuten de los paradigmas organizativos que orientan el desarrollo de la actividad empresarial estaacute dando lugar a una clara di-sociacioacuten entre de un lado la configuracioacuten juriacutedica del polo patronal (que aparece escindido en una multitud de sujetos dotados cada uno de personalidad juriacutedica in-dependiente) y del otro su articulacioacuten econoacutemica (que se mantiene unificada pese a todo en torno a un proyecto empresarial que sigue siendo unitario) 21 La coinci-dencia entre empleador y empresa tan cara al modelo claacutesico de construccioacuten de nuestra disciplina desaparece En tanto que el empleador ldquocon mayuacutesculasrdquo simple-mente ldquose difuminardquo

18 Como los califica J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de

grupo Granada Ed Comares 2002 paacuteg 176 Para un examen de la aptitud de estas figuras para dar lugar a esta clase de sistemas vid ademaacutes de las observaciones del autor recieacuten citado paacutegs 177-182 J M GARCIacuteA-MORENO GONZALO ldquoContratos entre empresas para la instrumentacioacuten de la exter-nalizacioacuten de actividades laborales Tipologiacutea y reacutegimen baacutesicordquo en A PEDRAJAS MORENO (Direc-tor) La externalizacioacuten de actividades laborales (outsourcing) una visioacuten interdiscipli-nar Valladolid Ed Lex Nova 2002 paacutegs 69-97

19 Por ello como observa A DE LA PUEBLA PINILLA La empresa como objeto de trans-misioacuten en la nueva economiacutea cit paacuteg 34 ldquolas diferencias entre redes y grupos de empresas no deben exagerarse demasiadordquo toda vez que ldquolas redes son grupos de estructura contractual mientras que los grupos son redes de estructura societariardquo Es maacutes en funcioacuten de ello esta autora considera ldquomaacutes adecuado hablar de redes intraempresariales para referirse a las relaciones internas entre em-presas vinculadas societariamente (hellip) y de redes interempresariales cuando las empresas establecen acuerdos contractuales de cooperacioacuten o colaboracioacuten con entidades externasrdquo

20 Dicho con palabras de M CASTELLS La era de la informacioacuten hellip cit paacuteg 216 21 Vid en la misma direccioacuten A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo a E DESDENTADO DAROCA La

personificacioacuten del empresario laboral Problemas sustantivos y procesales cit paacuteg 20 para quien se produce en estos casos ldquouna escisioacuten entre la organizacioacuten de la empresa y su personifi-cacioacutenrdquo

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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II Consecuencias laborales del modelo de organizacioacuten empresarial emergente la posibilidad de aprovechamiento de la pluralidad subje-tiva como factor de diversificacioacuten de los tratamientos normativos

No hay que ser demasiado perspicaz para advertir que el dilema que el decisivo cambio de escenario que acaba de ser descrito plantea al Derecho del Trabajo actual no es otro que el siguiente si despueacutes del mismo es posible seguir sosteniendo que la manera como el sujeto empleador organiza y estructura su actividad productiva debe ser como ha venido ocurriendo hasta ahora irrelevante a efectos contractuales

Naturalmente vista la cuestioacuten desde una perspectiva exclusivamente formal no parece que la respuesta pueda ser sino positiva Y es que al basarse en el estable-cimiento de viacutenculos externos al contrato de trabajo entre empresarios independien-tes la externalizacioacuten de actividades productivas se configura como una teacutecnica de gestioacuten de naturaleza y alcances puramente mercantiles sin incidencia directa ni so-bre la configuracioacuten del sujeto acreedor del trabajo ni sobre la aplicacioacuten de las nor-mas laborales 22 Es decir al margen de los pactos o relaciones que pueda mantener con otros cada uno de los sujetos que intervienen en la red empresarial se desempe-ntildea como empleador del personal sometido a su direccioacuten y control Y a este personal se le aplican ademaacutes las normas laborales en su integridad de la misma forma que en el pasado La teacutecnica termina de tal modo por resultar ldquoinocuardquo a efectos labora-les

Cualquier observador medianamente atento de estos fenoacutemenos sabe sin em-bargo que esto no es asiacute O al menos no del todo Que aunque no sea eacuteste siempre su objetivo la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de desplegar efectos del mayor relieve en el terreno de las relaciones laborales Y que la consecucioacuten de ta-les efectos ndashmedidos tanto en teacuterminos de relativizacioacuten de la en principio formal-mente clara separacioacuten entre las esferas de actuacioacuten de los distintos sujetos que in-tervienen en estos procesos ostentado la condicioacuten de empleador como en la posibi-lidad de conseguir reducciones significativas de los costes de la fuerza de trabajo y un incremento exponencial de los niveles de flexibilidad en su utilizacioacutenndash son en mu-chos casos el principal incentivo para recurrir a esta clase de estrategias

iquestCoacutemo es posible que el mero encargo a un tercero de una actividad productiva en principio semejante a la que deberiacutea realizar por siacute mismo el empresario principal sea capaz de tener repercusiones de tanta intensidad en el plano laboral

La respuesta hay que buscarla en la particular ldquoestrategia juriacutedicardquo que subyace al empleo de la externalizacioacuten como instrumento de gestioacuten de los procesos produc-tivos Como se ha apuntado dicha estrategia se basa en el aprovechamiento de ldquola nocioacuten de personardquo que continuacutea operando en la actualidad ldquocomo elemento central

22 Como apunta J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentralizacioacuten productiva y sistema de relaciones la-

boralesrdquo Revista de Trabajo 1994 nuacutem 13 paacuteg 22 la externalizacioacuten se situacutea en un estadio previo a dicha aplicacioacuten como es el de la estructuracioacuten de las actividades empresariales razoacuten por la cual no seriacutea capaz de ejercer influencia sobre ella

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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en la determinacioacuten del sujeto con capacidad y responsabilidadrdquo como ldquofactor de flexibilidadrdquo 23 En efecto si la gran empresa puede obtener beneficios laborales de la externalizacioacuten es ldquogracias a la posibilidad de interponer el diafragma de la persona-lidad juriacutedicardquo entre ella y los asalariados que realizan los procesos productivos de los que se sirve que le abre el recurso a la subcontratacioacuten toda vez que es esta operacioacuten la que le permite conforme habraacute ocasioacuten de comprobar inmediatamente ldquotransferir estrateacutegicamenterdquo a la empresa contratista ldquolos riesgos econoacutemicosrdquo vinculados tanto ldquoa las fluctuaciones del mercadordquo como a ldquola gestioacuten de la fuerza de trabajordquo 24

En principio tambieacuten la diferenciacioacuten de personificaciones entre los empresa-rios implicados en los procesos de descentralizacioacuten productiva constituye un dato puramente formal que no tendriacutea por queacute propiciar el empleo de esta teacutecnica maacutes allaacute de aquellos supuestos en los que la mayor especializacioacuten o eficiencia de la em-presa contratista convirtiesen en maacutes provechoso para la principal recurrir a ella que servirse de personal propio en reacutegimen de dependencia En contra de esta posibilidad jugariacutea antes que nada la mayor dificultad de control sobre el resultado final de la actividad que existe cuando eacutesta no es ejecutada de manera directa sino encargada a un tercero cuya prestacioacuten por hipoacutetesis no se puede dirigir A lo anterior deben antildeadirse por lo demaacutes los superiores costes de transaccioacuten que igualmente por hipoacutetesis deberiacutea suponer el reclutamiento de un colaborador externo que debe a su vez contratar y retribuir a su personal y obtener sin embargo un beneficio econoacutemi-co de dicha operacioacuten

Desde esta perspectiva pareceriacutea existir una suerte de liacutemite ldquoimpliacutecitordquo o ldquona-turalrdquo a la utilizacioacuten de este tipo de estrategias marcado por las menores posibilida-des de aseguramiento de los objetivos productivos que las mismas permiten y su cos-te econoacutemico potencialmente maacutes elevado Ninguno de estos escollos posee sin em-bargo un valor decisivo ya que la propia teacutecnica utilizada pone a disposicioacuten de quienes se sirven de ella eficaces instrumentos para neutralizarlos

Asiacute antes que nada conviene no olvidar que conforme se ha dejado dicho si bien la descentralizacioacuten de actividades productivas introduce una suerte de ldquodivisioacuten del trabajordquo entre empresas en principio independientes 25 en tanto que dotadas ca-da una de ellas de su propia organizacioacuten de medios y personal la propia dinaacutemica de estos procesos permite que aquella que es titular de la actividad productiva exter-nalizada se situacutee en una posicioacuten de dominio sobre las auxiliares de la cual puede servirse para asegurarse la consecucioacuten de sus resultados estrateacutegicos Para ello le bastaraacute dependiendo de los casos bien con incluir en los contratos de colaboracioacuten que suscriba con quienes pretendan vincularse con ella claacuteusulas que le permitan

23 A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 20 24 R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacuteg 8 25 Como la califica J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas

organizativas del trabajordquo en AEDTSS Descentralizacioacuten productiva y nuevas formas orga-nizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 80

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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ejercer un control directo sobre el desarrollo de su actividad bien con hacer uso con el mismo fin del poder que le confiere el ejercer el control sobre el accionariado de eacutes-tos o bien incluso con proceder en los hechos de tal manera La evolucioacuten de las teacutec-nicas contractuales y los mecanismos societarios de la que se ha dado cuenta acica-teada por la necesidad de las empresas de grandes dimensiones de asegurarse un re-sultado final congruente los objetivos que persiguen termina asiacute por colocarnos de-lante de un fenoacutemeno hasta hace poco tiempo desconocido como es el de las empre-sas juriacutedicamente autoacutenomas pero econoacutemica y funcionalmente dominadas por la principal cuya posicioacuten preponderante las situacutea en la posibilidad de condicionar ldquodesde el exteriorrdquo el ejercicio de sus poderes incluidos los relacionados con el go-bierno de la fuerza de trabajo 26

El poder de direccioacuten no es ya en consecuencia la uacutenica forma de conseguir un aprovechamiento eficaz del esfuerzo ajeno 27 Frente a eacutel los procesos de descentrali-zacioacuten productiva estaacuten dando lugar a formas nuevas de organizacioacuten de la actividad ajena a traveacutes de las cuales se consigue mantener el control global de los procesos de produccioacuten pero eludiendo la configuracioacuten de un viacutenculo laboral con quienes se en-cargan de su atencioacuten La externalizacioacuten no tiene asiacute pues por queacute suponer para quienes recurren a ella una renuncia a disciplinar los procesos transferidos toda vez que los obstaacuteculos impuestos a esta posibilidad por la diferenciacioacuten de personifica-ciones entre los empresarios implicados pueden verse en gran medida ldquodiluidosrdquo me-diante el recurso a teacutecnicas tambieacuten ldquoexternasrdquo de vinculacioacuten

La emergencia de este tipo de fenoacutemenos conlleva una ampliacioacuten de la ya de por siacute poblada zona fronteriza entre los supuestos de externalizacioacuten legiacutetima y los de mera interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten del empleador prohibidos en la mayor parte de ordenamientos en la medida en que la claacutesica alternativa empresario real-empresario ficticio se ve puesta a prueba por la emergencia de un nuevo tipo de em-presa juriacutedicamente distinta de la que actuacutea como comitente pero a la vez ldquodepen-dienterdquo de eacutesta en tanto que funcionalmente subordinada a sus designios cuyo enca-je en una u otra opcioacuten plantea dudas maacutes que razonables 28

26 Sobre la ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo que de este modo se produce

vid M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit especialmente paacutegs 41 y 70 Maacutes reciente-mente y con mayor amplitud vid tambieacuten M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador en las organi-zaciones empresariales complejas cit paacutegs 168-178 En particular como apunta esta autora op cit paacutegs 214-215 cuando se trata de empresas subcontratistas ldquoque dependen absolutamente en sus relaciones de mercado de la empresa clienterdquo sus ldquodecisiones organizativas en cuanto al nuacutemero de trabajadores contratados formacioacuten profesional organizacioacuten del trabajo o el tiempo de duracioacuten y la naturaleza de los contratosrdquo dependen ldquoen gran medida de los acuerdos adoptados por la organiza-cioacuten productivardquo a la que sirven Del mismo modo tambieacuten ldquoaspectos sustantivos de la relacioacuten de trabajordquo como los ldquohorarios vacaciones jornada de trabajo o vestuariordquo son susceptibles de encon-trarse ldquosubordinados a las exigencias productivas de la empresa principalrdquo

27 Como advertiriacutea tempranamente M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoLa huida del Derecho del Traba-jordquo Relaciones Laborales 1992 nuacutem 12 paacuteg 113

28 Precisamente la ampliacioacuten de dicho espacio fronterizo unida a la proliferacioacuten de entidades que asumen en la praacutectica cometidos similares a los propios de las Empresas de Trabajo Temporal pe-ro sin asumir la forma juriacutedica de eacutestas ni someterse a los requisitos y liacutemites que ello conlleva se en-

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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Pero lo anterior no es todo Ni necesariamente lo maacutes importante Lo verdade-ramente delicado es que a esta llamativa relativizacioacuten de la virtualidad de la perso-nalidad juriacutedica como elemento de ejercicio independiente de los poderes empresa-riales que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de propiciar puede antildeadiacutersele la posibilidad de una paralela utilizacioacuten de esa misma diversidad subjetiva esta vez como herramienta al servicio de una poliacutetica de diferenciacioacuten regresiva de los trata-mientos normativos aplicables a los trabajadores que intervienen en estos procesos Por esta viacutea la externalizacioacuten de actividades productivas es capaz de contribuir co-mo se podraacute apreciar a continuacioacuten a reducir la estabilidad y las garantiacuteas que las normas laborales han venido asegurando en el pasado a los trabajadores sujetos a una relacioacuten de dependencia 29 consiguiendo que el trabajo afectado por ella vea de-gradadas sus condiciones de prestacioacuten y se torne ldquoprecario e insegurordquo 30

Para tomar cuenta de ello basta con advertir que mediante el recurso a empre-sas auxiliares o colaboradores externos dotados en todos los casos de personalidad juriacutedica diferenciada la empresa titular del proceso global de produccioacuten se situacutea en condiciones de eludir el presupuesto sobre el que reposa la aplicacioacuten de tales garan-tiacuteas No otro como es sabido que la existencia de una relacioacuten directa entre ella y el personal encargado de su atencioacuten La precarizacioacuten de las relaciones de trabajo de dichos trabajadores y la minoracioacuten de sus condiciones laborales no son sino conse-cuencias derivadas de este hecho soacutelo en apariencia intrascendente No debe perder-se de vista que al esquivarse la configuracioacuten de dicha relacioacuten no soacutelo la duracioacuten de los contratos de los mismos sino tambieacuten sus salarios y demaacutes beneficios pasan a depender exclusivamente de las condiciones de desarrollo de la actividad por parte de la empresa contratista independizaacutendose de las que atantildeen a la principal dentro de cuyo ciclo productivo se encuentra en uacuteltima instancia integrada su prestacioacuten

Lo anterior supone por lo que al principio de estabilidad en el empleo se refiere

cuentra en la base de la reforma del artiacuteculo 43 del Estatuto de los Trabajadores llevada a cabo a traveacutes de la Ley 4320006 de 29 de diciembre Con todo trataacutendose de supuestos como los descritos en el texto principal en los que no necesariamente se estaacute ante la falta de ldquouna actividad u organizacioacuten propia y establerdquo o de ldquolos medios necesarios para el desarrollordquo de la misma en liacutenea con lo apuntado por el precepto recieacuten citado luego de su reforma la clave de la distincioacuten segurmente se encuentra en la determinacioacuten de si nos encontramos ante un supuesto de ldquomaleabilidad externa de los poderes empresarialesrdquo en liacutenea con lo apuntado por la autora citada en supra nota 26 o frente al ejercicio sin maacutes de los mismos por parte de la empresa principal Caso este uacuteltimo en el que la constatacioacuten de que la empresa auxiliar no ejerce en los hechos ldquolas funciones inherentes a su condicioacuten de empresa-riordquo deberaacute conducir a la consideracioacuten de la operacioacuten como una cesioacuten ilegal de trabajadores de acuerdo con lo previsto por el artiacuteculo en cuestioacuten En general sobre el fenoacutemeno en expansioacuten de las empresas de servicios y sus efectos vid M LLANO SAacuteNCHEZ ldquoEmpresas de servicios prestamismo laboral y precariedad en el empleordquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 2 paacutegs 13 y sigs

29 Seguacuten la descripcioacuten de J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva rdquo cit paacuteg 33 30 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo en AAVV Cuarenta y dos estudios sobre descentra-

lizacioacuten empresarial y Derecho del Trabajo Montevideo Fundacioacuten de Cultura Universitaria 2000 paacuteg 38 Para un desarrollo maacutes amplio de este punto de vista cuyas liacuteneas baacutesicas se exponen a continuacioacuten vid W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva subcontratacioacuten y ca-lidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 33 paacutegs 222-232

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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una multiplicacioacuten de las circunstancias susceptibles de ser alegadas para su inapli-cacioacuten En efecto como resultado de la particular configuracioacuten de las relaciones en-tre los sujetos empresariales que intervienen en estos procesos la duracioacuten de los contratos de trabajo de los trabajadores de las empresas contratistas termina por en-contrarse sujeta no solamente a las vicisitudes propias del desarrollo de la actividad productiva por parte de la principal como ocurririacutea si sirviesen directamente a eacutesta sino tambieacuten a las que puedan afectar a la relacioacuten entre dicha empresa y aquella que ostenta frente a ellos la condicioacuten de empleador La presencia de circunstancias obje-tivas de caraacutecter econoacutemico tecnoloacutegico o productivo que impidan la continuacioacuten de tales actividades deja de este modo de ser el uacutenico motivo susceptible de ser ale-gado con el fin de justificar la extincioacuten de dichos contratos Antes bien a estas cau-sas puede antildeadiacutersele ahora otra vinculada exclusivamente con la situacioacuten contrac-tual de la empresa contratista como es la terminacioacuten del viacutenculo que mantiene con la principal Ello naturalmente con independencia del motivo en virtud del cual se haya producido dicha terminacioacuten que no resulta en principio relevante a estos efec-tos Y ademaacutes sin importar si las labores siguen siendo o no necesarias para la enti-dad titular del proceso global de produccioacuten

A lo anterior debe antildeadirse que la presunta imposibilidad de garantizar la per-manencia en el empleo por un tiempo superior al de los encargos que recibe es sus-ceptible tambieacuten de ser alegada por la empresa contratista como motivo para la cele-bracioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada con su personal de vigencia limitada a dicho periodo Ello nuevamente incluso cuando a traveacutes de ellos se satis-facen necesidades permanentes de la empresa principal que eacutesta deberiacutea cubrir de acometer de manera directa su realizacioacuten a traveacutes de contratos por tiempo indefini-do Mediante el recurso a la externalizacioacuten de actividades no sujeto en principio a ninguacuten requisito o exigencia causal no soacutelo es posible en consecuencia justificar la extincioacuten de los contratos de trabajo por causas ajenas al funcionamiento de la acti-vidad productiva a la que sirven sino incluso fundamentar la transformacioacuten ab ini-tio de puestos permanentes en temporales

Es por esta doble razoacuten que se suele identificar a la sustitucioacuten de empleo fijo por temporal como uno de los principales efectos de la descentralizacioacuten productiva a la vez que se pone el acento en la precariedad como uno de los rasgos caracteriacutesti-cos de la condicioacuten de los trabajadores que laboran para las empresas auxiliares comprometidas en estos procesos 31

Los potenciales efectos sobre las relaciones de trabajo de las operaciones de des-centralizacioacuten productiva no se detienen sin embargo aquiacute A lo anterior hay que

31 Vid en esta direccioacuten por todos R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten

productiva helliprdquo cit paacuteg 20 quienes postulan la existencia de ldquouna relacioacuten directamente proporcional entre una tasa de trabajo temporal alta y praacutecticas de descentralizacioacuten productivardquo a la vez que des-tacan la ldquotendencia hacia un mercado de trabajo dualrdquo caracterizado por la existencia de ldquorelaciones de trabajo sustancialmente estables y garantizadas en la empresa lsquomadrersquo y relaciones maacutes precarias en las empresas auxiliaresrdquo que propician estas praacutecticas

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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antildeadir las consecuencias degradatorias que eacutestas se encuentran en aptitud de desple-gar sobre los salarios y demaacutes beneficios laborales de quienes prestan servicios para las empresas contratistas El instrumento para ello estaacute representado nuevamente por la disociacioacuten de personificaciones entre los sujetos que colaboran en la realiza-cioacuten de un uacutenico proceso de produccioacuten Y es que al no mantener dichos trabajado-res ninguacuten viacutenculo juriacutedico con la empresa principal no es preciso que sus condicio-nes de trabajo se adecuen a los paraacutemetros uniformes aplicables al personal ldquointernordquo de eacutesta Por el contrario las mismas dependen exclusivamente de la empresa contra-tista que es la uacutenica que ocupa frente a ellos la posicioacuten de empleador Ello abre la posibilidad de una intensa devaluacioacuten de las condiciones de trabajo de dicho perso-nal La necesidad de la empresa contratista de ofrecer el servicio en unas condiciones que hagan maacutes ventajoso servirse de ella que contratar personal dependiente o recu-rrir a sus competidores actuacutea como un claro aliciente para ello En tanto que la maacutes que probable no aplicacioacuten en estos casos del convenio colectivo al que se encuentran sujetos los trabajadores de la empresa principal bien por ser eacuteste uno de empresa o por situarse el contratista fuera de su aacutembito de aplicacioacuten en razoacuten de su especiali-zacioacuten facilita dicha operacioacuten al hacer posible su sustitucioacuten por otro convenio me-nos garantista cuando no por la fijacioacuten unilateral de las condiciones de trabajo 32

De lo hasta aquiacute expuesto no es difiacutecil concluir que mediante el recurso a la ex-ternalizacioacuten de actividades es posible conseguir unos niveles de flexibilidad en la uti-lizacioacuten de la fuerza de trabajo y una reduccioacuten de costes salariales impensables por la viacutea de una reforma de la legislacioacuten laboral Una legislacioacuten laboral que al fin y al cabo deberaacute seguir estando basada en una serie de principios baacutesicos que a traveacutes de este tipo de estrategias se consigue eludir sin gran dificultad como son los de mante-nimiento de la relacioacuten de trabajo en tanto persista la fuente que le dio origen o de asignacioacuten de beneficios tendencialmente similares a todos los que participan en los mismos procesos de produccioacuten los cuales no resultan de aplicacioacuten como es evi-dente a las relaciones entre sociedades mercantiles sino entre cada una de eacutestas y su personal Es maacutes como se ha podido apreciar tambieacuten estos efectos pueden ser con-seguidos sin que ello tenga que suponer necesariamente una renuncia al control glo-bal del ciclo de produccioacuten que puede ser mantenido a pesar de todo mediante el re-curso a teacutecnicas de naturaleza contractual o societaria capaces de relativizar la radi-calidad de la distincioacuten entre esferas juriacutedicas que sirve de fundamento su consecu-cioacuten

A la luz de estas consideraciones no es difiacutecil coincidir con quienes consideran que el problema de fondo que plantea la descentralizacioacuten de actividades productivas no es tanto uno de garantiacutea del cumplimiento de las obligaciones laborales como se ha venido entendiendo hasta el momento sino maacutes bien de degradacioacuten de la calidad

32 Sobre estos procesos vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alte-

raciones en la negociacioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) Observatorio de la negociacioacuten colectiva Madrid Confederacioacuten Sindical de Comisiones Obreras 2002 paacutegs 45 y sigs

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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del empleo derivado de su potencial ldquoutilizacioacuten para reducir costes y hacer posible un uso flexible de la mano de obra mediante la diversificacioacuten de las fuentes de apor-tacioacutenrdquo de la misma 33

Naturalmente vistas las cosas desde esta perspectiva no parece que pueda ex-trantildear que el debate en torno a la necesidad de ldquoflexibilizarrdquo las normas e institucio-nes laborales que ocupoacute un lugar privilegiado en deacutecadas pasadas haya terminado por languidecer Ello no se debe al menos en opinioacuten de quien esto escribe tanto a que se haya alcanzado en la mayor parte de ordenamientos el ldquogrado oacuteptimordquo de flexibilidad demandando por el sector empresarial como al hecho de que el recurso a estas teacutecnicas permite a los empresarios que deciden servirse de ellas obtener un re-sultado bastante maacutes favorable que el que se conseguiriacutea con una presunta reforma en clave flexibilizadora de la legislacioacuten laboral pero sin tener que afrontar los obstaacute-culos poliacuteticos que supondriacutea su aprobacioacuten Simplemente dicha legislacioacuten y sus instituciones baacutesicas sigue estando vigentes pero su aplicacioacuten se ve conveniente-mente ldquopuesta entre pareacutentesisrdquo o ndashsi se nos permite la expresioacutenndash ldquopuenteadardquo 34 mediante la colocacioacuten de la ldquobarrerardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada entre la empresa ldquomadrerdquo y los trabajadores que laboran para cada una de las sociedades que integran la red que la alimenta El desplazamiento hacia el exterior de la deter-minacioacuten de la duracioacuten de los contratos de trabajo y el contenido de las condiciones laborales con la consiguiente posibilidad de degradacioacuten de las mismas no son sino una consecuencia ldquonaturalrdquo de ello

Con lo anterior no se pretende insinuar que toda externalizacioacuten genere necesa-riamente esos efectos Ni tampoco que la utilizacioacuten de este mecanismo responda siempre a ese propoacutesito Por el contrario no es difiacutecil pensar en multitud de supues-tos en los que el recurso a la misma no soacutelo se encuentra plenamente justificado sino que constituye la estrategia maacutes adecuada para satisfacer las necesidades empresa-riales en especial debido a su caraacutecter especializado estando ademaacutes en condiciones de reportar beneficios laborales superiores a los trabajadores que en eacutel intervienen 35 Lo que no parece que pueda negarse es que cada vez que se aspire a alcanzar ese tipo de resultados la teacutecnica aludida se situacutea en condiciones de permitir a quienes recu-rran a ella su consecucioacuten Esto hace posible que las operaciones de descentralizacioacuten de actividades productivas basadas en razones teacutecnicas organizativas o productivas convivan con otras cuyo uacutenico propoacutesito es conseguir una degradacioacuten de las condi-ciones de trabajo E incluso que las primeras que en principio deberiacutean producirse

33 J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten productiva y las nuevas formas organizativas del

trabajordquo cit paacuteg 81 34 J RASO DELGUE ldquoOutsourcingrdquo cit paacuteg 44 que emplea entrecomillado el anglicismo ldquoby-

passearrdquo 35 Precisamente como anota A RECIO ldquoEmpresa red y relaciones laboralesrdquo cit paacuteg 228 ldquola

diferenciacioacuten de espacios contractualesrdquo que posibilita el empleo de esta teacutecnica ldquopermite actuar tanto a la baja favoreciendo el abaratamiento de los salarios de las personas con menor poder negociador como al alza al favorecer la introduccioacuten de esquemas retributivos que mejoran las rentas de los gru-pos situados en niveles clave de la actividad empresarialrdquo

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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en cualquier caso puedan antildeadir a su finalidad originaria ese efecto Con ello se cre-an las condiciones para la progresiva desvirtuacioacuten de este mecanismo y su transfor-macioacuten en un burdo pero eficaz instrumento al servicio de una poliacutetica de abarata-miento abusivo de los costes laborales

III En busca de respuestas al nuevo escenario

Si el panorama que acaba de ser descrito se aproxima a la realidad no parece descabellado considerar como uno de los desafiacuteos maacutes importantes a los que se en-frenta actualmente el Derecho del Trabajo el de tratar de articular alguacuten tipo de res-puesta frente a estos fenoacutemenos organizativos No con el objeto de prohibirlos natu-ralmente sino de rescatar su empleo como una herramienta uacutetil para la mejora de la calidad la eficiencia y la competitividad empresarial cerrando el paso a otros usos socialmente menos recomendables y a la larga promotores de su desvirtuacioacuten y de la ineficacia del sistema productivo Es decir de lo que se trata no es tanto de impedir o limitar el derecho de los empresarios a organizar sus actividades recurriendo a esta clase de teacutecnicas que es expresioacuten de la libertad de empresa garantizada por todos los ordenamientos democraacuteticos como de propiciar la consecucioacuten de un equilibrio ndashde momento inexistentendash entre la flexibilidad que eacutestas proporcionan imprescindi-ble dentro del mundo en el que nos movemos y la tutela de la posicioacuten juriacutedica de los trabajadores implicados en ellas 36

El problema es coacutemo avanzar en esta direccioacuten naturalmente Para ello lamen-tablemente los mecanismos hasta el momento existentes a nivel comparado poseen una utilidad maacutes bien relativa ya que solamente establecen garantiacuteas frente al uso ldquopatoloacutegicordquo de este mecanismo bien como foacutermula de elusioacuten de responsabilidades (viacutea imposicioacuten de la solidaridad entre la empresa principal y sus contratistas y sub-contratistas) o de interposicioacuten fraudulenta en la posicioacuten de empleador (mediante la declaracioacuten de la existencia de una relacioacuten laboral directa con la primera cada vez que sea eacutesta la que ejerza de manera efectiva los poderes que al mismo correspon-den) 37 Poco o nada hay con queacute hacer frente en cambio al uso ldquofisioloacutegicordquo ndashes de-cir regular ordinario o no fraudulentondash de este tipo de teacutecnicas a pesar de los efec-tos corrosivos que como se ha visto es capaz igualmente de desplegar 38

36 Seguacuten propondriacutea ya a principios de la deacutecada pasada J CRUZ VILLALOacuteN ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva helliprdquo cit paacuteg 23 37 Conforme explican R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

paacutegs 6-7 tradicionalmente la legislacioacuten del trabajo se ha orientado maacutes o menos en todos los paiacuteses ldquohacia una distincioacuten entre las hipoacutetesis de descentralizacioacuten ficticias de las sinceras y a la salvaguar-dia de los derechos de los asalariadosrdquo en tales casos ldquoen vez de intentar poner obstaacuteculos o penalizar a priori las opciones empresariales de segmentacioacuten del ciclordquo Expresioacuten clara de esta tendencia son entre nosotros como es de sobra conocido los artiacuteculos 42 y 43 del Estatuto de los Trabajadores

38 Si acaso puede ser destacada aquiacute la utilidad indirecta que puede tener la regla que impone la responsabilidad solidaria de la empresa comitente por las deudas laborales de sus contratistas en la medida en que ademaacutes de orientar a la primera a la hora de seleccionar sus socios comerciales favo-reciendo la eleccioacuten aquellos que ofrecen mayores garantiacuteas de solvencia y cumplimiento de sus obli-gaciones como apuntan los autores citados en la nota anterior paacuteg 125 promueve de desarrollo por parte de la misma de una actitud vigilante sobre el comportamiento como empleador de las empresas

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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La respuesta es sin embargo urgente y de hecho empiezan a dibujarse ya los primeros esbozos de alternativa a nivel doctrinal e incluso normativo Estos se articu-lan en torno a dos planteamientos fundamentales

bull Proceder a una recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador que la adecue a las nuevas realidades generadas por las transformaciones de los procesos produc-tivos y las formas de organizacioacuten empresarial

bull Llevar a cabo una reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones baacutesicas del Dere-cho del Trabajo a la luz de las mismas que altere la forma como eacutestas han venido siendo concebidas y aplicadas hasta el momento

Aunque no resultan incompatibles entre siacute cada uno de estas opciones promue-ve una reaccioacuten adaptativa de distinto signo por parte del ordenamiento laboral De alliacute que convenga prestarles atencioacuten por separado

A La recomposicioacuten dogmaacutetica de la nocioacuten de empleador como primera opcioacuten y sus liacutemites

Un primer intento de respuesta viene dado por quienes consideran que la mejor manera de afrontar los fenoacutemenos recieacuten descritos es procediendo reformular la no-cioacuten misma de empleador mediante la construccioacuten de ldquouna posicioacuten subjetiva nue-vardquo que sea capaz de operar como ldquoun centro de imputacioacuten subjetiva suficienterdquo y a la vez ldquoajustado a la realidad econoacutemica y mercantil de la empresardquo aunque para ello deba prescindirse ldquodel esquema claacutesico de la personalidad juriacutedicardquo 39

El punto de arranque para ello viene dado por la comprobacioacuten de la existencia ya apuntada en las paacuteginas anteriores de formas de cooperacioacuten interempresarial que conllevan el reconocimiento en favor de otro empresario de poderes que termi-nan afectando de manera directa o indirecta a la gestioacuten del personal de quien los concede 40 Es en funcioacuten de esta constatacioacuten que se sustenta la necesidad de ldquotener en cuentardquo estos ldquocompromisos estructuralesrdquo que condicionan ldquomaacutes o menos incisi-vamente las decisiones en orden a la gestioacuten de los contratos de trabajordquo al momento de determinar ldquoel aacutembito subjetivo del contrato de trabajordquo 41

iquestCoacutemo hacerlo Entendiendo que cuando la colaboracioacuten entre empresas im-plica una peacuterdida de autonomiacutea de la auxiliar y una transferencia del poder de deci-sioacuten a la dominante lo suficientemente intensa como para influenciar de manera re-levante la gestioacuten de su personal debe entenderse es tambieacuten eacutesta la que ldquoreciberdquo el

auxiliares Las condiciones de trabajo cuya vigilancia favorece este mecanismo son no obstante las que corresponden a los trabajadores de la contratista sin que corresponda aquiacute hacer ninguacuten tipo de comparacioacuten respecto de las que disfruta el personal dependiente de la empresa principal

39 Vid A BAYLOS GRAU ldquoProacutelogordquo cit paacuteg 21 40 En este sentido E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten del empresario labo-

ral hellip cit paacutegs 71-72 con especial referencia a las franquicias y concesiones comerciales 41 M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ ldquoEl empresario helliprdquo cit paacuteg 70

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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trabajo Y por tanto debe considerada empleadora de los trabajadores implicados 42 No en sustitucioacuten de la auxiliar sino conjuntamente con ella La posicioacuten de emplea-dor pasariacutea de este modo a estar ocupada por una pluralidad organizada de sujetos todos ellos solidariamente responsables frente al trabajador 43 Pudiendo considerar-se ademaacutes como consecuencia de ello al entero proyecto empresarial como aacutembito de aplicacioacuten de las instituciones juriacutedico-laborales

Aunque minoritaria eacutesta es una postura que empieza a encontrar acogida en los ciacuterculos doctrinales 44 Y que cuenta ademaacutes con referencias y antecedentes del ma-yor intereacutes dentro de la experiencia comparada de diversos ordenamientos 45 Natu-ralmente de admitirse la aplicacioacuten generalizada del ldquoreplanteamiento radicalrdquo de la nocioacuten de empleador que a traveacutes de ella se postula se conseguiriacutea volver a hacer co-extensas las nociones de empresa (entendida en consonancia con la realidad econoacute-mica actual como proyecto empresarial y no como organizacioacuten especializada) y de empleador Y con ello conjurar la mayor parte de los problemas planteados toda vez que el ldquodiafragmardquo de la personalidad juriacutedica diferenciada no podriacutea ser ya eficaz-mente interpuesto entre las sociedades a las que por esta viacutea se atribuiriacutea de forma conjunta la condicioacuten de empleador con el fin de poner barreras a la aplicacioacuten de las

42 Vid en este sentido M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 86 para quien en casos como

eacutestos la dificultad radica maacutes bien en ldquoentender coacutemo cuando una empresa invade la autonomiacutea de decisioacuten de otra suplantaacutendola y sometieacutendola a su jerarquiacutea (hellip) no se vea considerada tambieacuten em-presario de los trabajadores concernidos porque no es dudoso que lsquorecibersquo su trabajordquo Asiacute pues como afirma esta misma autora op cit paacuteg 88 cuando ldquoel viacutenculo se estrecha y conduce a la superposicioacuten en el ejercicio de los poderes inherentes a la condicioacuten de empresario (hellip) la cuestioacuten ya no se mantie-ne en la superficie del contrato de trabajo sino que entra directamente en la dinaacutemica de eacuteste (hellip) por-que la cooperacioacuten empresarial ha traspasado la frontera de la nocioacuten de empleadorrdquo

43 Es decir nos encontrariacuteamos aquiacute como apunta una vez maacutes M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacutegs 76-77 ante un supuesto de ldquoarticulacioacuten compleja de la persona del empleadorrdquo propio de las denominadas ldquoobligaciones subjetivamente complejasrdquo entendiendo por tales aquellas en las que ldquoen uno de cuyos polos subjetivos se encuentra no un sujeto solamente ni varios solamente sino una colectividad como tal pero organizada de forma que es posible detectar el intereacutes comuacuten y estructurar la participacioacuten de todos en ese intereacutes comuacutenrdquo

44 Asiacute dentro de la doctrina espantildeola puede verse ademaacutes de la referencia favorable de A BAY-LOS GRAU ldquoPrologordquo cit paacuteg 21 el punto de vista de J CRUZ VILLALOacuteN ldquoLos cambios en la orga-nizacioacuten helliprdquo cit paacutegs 55-56 para quien ldquola desmembracioacuten del empresariordquo a la que se asiste ldquodebe-riacutea conducir con naturalidad a la aceptacioacuten de la presencia de un empleador pluralrdquo Maacutes matizada-mente en cambio E DESDENTADO DAROCA La personificacioacuten hellip cit paacuteg 108

45 Vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit pags 9 76-77 y 121 con referencia a las experiencias de Inglaterra EEUU Holanda o Suecia (que ha dado lugar a la construccioacuten de la figura del ldquoempleador conjuntordquo o ldquocoempleadorrdquo aplicable a ldquolas situaciones donde el trabajador es empleado por dos o maacutes empleadores o donde el trabajo ante uno no es totalmente disociado del otro o que se averigua la influencia de los dos sobre las condiciones que constituyen la relacioacuten laboralrdquo) de Francia (donde ldquoen algunas hipoacutetesis de regulacioacuten de las relaciones individuales y colectivas de trabajordquo se permite ldquoir maacutes allaacute en cierta medida del marco estricto de la personalidad moral individualizando reglas de atribucioacuten de la calidad de empleador a una pluralidad de sujetos ju-riacutedicamente diferenciados sea en los fenoacutemenos de grupo sea por extensioacuten en casos de externaliza-cioacuten hellip cada vez que entre el cedente y el cesionariocontratista se verifica una mezcla de las atribucio-nes y una injerencia del primero en la gestioacuten del segundordquo) o de Uruguay (paiacutes en el que la jurispru-dencia ha elaborado la figura del ldquoempleador complejordquo aplicable a los supuestos en los que existe ldquouna pluralidad de empresas que organizan dirigen y utilizan simultaacuteneamente las prestaciones de trabajordquo o cuando ldquouna de ellas ejerce una supremaciacutea econoacutemica o una fuerte interferenciardquo sobre ldquolos que suministran los serviciosrdquo)

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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normas laborales y convenios colectivos 46

El problema radica que como habraacute podido advertirse no es eacutesta una construc-cioacuten de alcance general sino maacutes bien excepcional Es decir en vez de operar con ca-raacutecter universal en todos los supuestos de ejercicio coordinado de actividades pro-ductivas lo hace uacutenicamente cuando entre las entidades que cooperan siacute existe una posicioacuten clara de dominio de una sobre la otra que condiciona de forma relevante el ejercicio de los poderes de direccioacuten y control sobre la fuerza de trabajo Es decir en situaciones extremas de configuracioacuten interna sumamente compleja y ademaacutes muy difiacuteciles de detectar y probar 47

Maacutes allaacute de tales supuestos de excepcioacuten por tanto habriacutea que seguir operando de acuerdo con los caacutenones ordinarios de identificacioacuten de la posicioacuten patronal a pe-sar de que los efectos precarizadores y degradatorios de las condiciones de trabajo que han sido descritos pueden ser alcanzados igualmente al no depender maacutes que del hecho mismo de la externalizacioacuten venga eacutesta o no acompantildeada de las formas ex-tremas de control antes aludidas Auacuten sin poner en tela de juicio la solidez de este

46 Una revisioacuten en apariencia maacutes tajante de la nocioacuten de empleador es el postulado por M C

LOacutePEZ SAacuteNCHEZ El empleador hellip cit en particular paacutegs 19 83 89 97 189 y 216-218 Para esta autora en los supuestos de subcontratacioacuten de actividades productivas (y con mayor intensidad en los de cesioacuten liacutecita de trabajadores) se configura una situacioacuten de ldquocotitularidad en la posicioacuten del em-pleadorrdquo basada en la coexistencia al lado de la relacioacuten laboral ordinaria entre el trabajador y la em-presa contratista o subcontratista de otra ldquode segundo gradordquo entre el mismo y la principal que se be-neficia de manera mediata de su actividad Dicha ldquorelacioacuten laboral especialrdquo como la denomina tam-bieacuten la autora no se configura sin embargo como consecuencia del ejercicio compartido o conjunto de los poderes empresariales ni tampoco a partir de su condicionamiento decisivo ldquodesde el exteriorrdquo por quien ocupa una posicioacuten de dominio dentro de la relacioacuten civil o mercantil sino como producto de la decisioacuten del legislador de atribuir al empresario principal ciertos derechos o deberes propios de la condicioacuten de empleador (como el de responder solidariamente del pago de los salarios de acuerdo con el artiacuteculo 42 ET) pese a no mantener viacutenculo alguno al menos directo con el personal del con-tratista La relacioacuten que asiacute se crea es de este modo no soacutelo una relacioacuten secundaria sino ldquode menor intensidadrdquo en la medida en que ldquose constituye ex legerdquo por mor de dicha opcioacuten normativa y tiene exclusivamente los efectos juriacutedicos previstos por el precepto que le da origen sin poder por tanto ir maacutes allaacute Las importantes conexiones que la autora detecta en otros pasajes de la obra (vid especial-mente lo expuesto en las paacutegs 168-178) entre las empresas que actuacutean coordinadamente en particular cuando la contratista lleva a cabo sus actividades en el centro de trabajo de la principal o depende eco-noacutemicamente de ella asiacute como la aptitud de dichas conexiones para condicionar las decisiones labora-les de quienes a ellas se someten no le sirven en este sentido para sustentar la posibilidad de cons-truir una posicioacuten empresarial nueva como se hace en el caso del planteamiento citado en el texto principal sino uacutenicamente para explicar de manera novedosa la decisioacuten del legislador de imponer la responsabilidad solidaria en los supuestos regulados por el artiacuteculo 42 ET Con ello esta tesis tiene maacutes de intento de explicacioacuten ndasho en todo caso de relectura interpretativandash de la regulacioacuten actual del fenoacutemeno descentralizador que de replanteamiento de la nocioacuten de empleador Su virtualidad a los efectos de afrontar los problemas que vienen siendo examinados resulta en virtud de ello maacutes bien limitada

47 Vid en relacioacuten con esto uacuteltimo las observaciones de la propia M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ op cit paacuteg 76 a quien no se ocultan los ldquoenormes problemas praacutecticosrdquo que plantea esta opcioacuten ldquoen la medida en que la pluralidad de sujetos en el aacutembito empresarial es difiacutecil o puede ser difiacutecil de exte-riorizar cuando el interesado en ponerlo de manifiesto es el trabajador por definicioacuten externo a esos viacutenculos y al que le puede ser virtualmente inaccesible el entramado empresarialrdquo En la misma direc-cioacuten aunque poniendo el acento en la dificultad que implica la identificacioacuten de ldquocriterios seguros de justificacioacuten de la corresponsabilidadrdquo o de delimitacioacuten de ldquouna posicioacuten empresarial maacutes amplia y sensible a las modificaciones organizativasrdquo vid respectivamente R DE LUCA TAMAJO y A PERU-LLI op cit paacuteg 76 y A DESDENTADO DAROCA op cit paacuteg 76

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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punto de vista y ademaacutes su efectividad para hacer frente a las hipoacutetesis maacutes extre-mas de descentralizacioacuten ldquocontroladardquo es preciso explorar por tanto otras viacuteas de respuesta al problema

B La reconstruccioacuten sistemaacutetica de las instituciones como alternativa

La segunda de las opciones responde a la idea expuesta hace ya tiempo de que las transformaciones en las formas de organizacioacuten empresarial experimentadas en las uacuteltimas deacutecadas obligan a los juristas del trabajo a llevar a cabo ldquouna reconstruc-cioacuten sistemaacuteticardquo de la disciplina dirigida a ldquomodular la proteccioacuten juriacutedica dispen-sada por las normas laboralesrdquo con el fin de ldquoadaptarlas a las nuevas situaciones ori-ginadas por la descentralizacioacuten de las empresasrdquo evitando asiacute que el trabajo ldquosea tratado como un factor de coste maacutesrdquo y que ldquomediante la subcontratacioacuten se pueda reducir la proteccioacuten de los trabajadores de forma unilateral y ademaacutes crear una mayor desigualdad e inseguridad para segmentos cada vez mayores de la poblacioacuten laboralrdquo 48

Frente a la aceptacioacuten pasiva de la peacuterdida de vigencia de buena parte de sus instituciones y cometidos a la que estaacute dando lugar la desintegracioacuten del modelo de tradicional de empresa y de empleador se sustenta aquiacute la necesidad de que el orde-namiento laboral asuma una posicioacuten activa y articule respuestas capaces de hacer frente a sus efectos maacutes negativos recurriendo para ello a una reformulacioacuten de sus contenidos con el fin de adaptarlos ese objetivo

Naturalmente un planteamiento de este tipo resulta maacutes faacutecil de postular que de articular a traveacutes de medidas concretas No obstante parece claro que dicha reac-cioacuten debe venir inspirada por la conveniencia de presentar una prudente resistencia desde las instituciones juriacutedico-laborales frente a los hasta el momento irrefrenados los impulsos descentralizadores No con el fin como es obvio de conseguir la erradi-cacioacuten por viacuteas indirectas de este tipo de fenoacutemenos sino maacutes bien de fomentar un uso ldquoresponsablerdquo de los mismos desde el punto de vista social

Las maneras como puede articularse esta matizada reaccioacuten pueden ser depen-diendo de las situaciones y los ordenamientos a los que vengan referidas muy diver-sas Auacuten asiacute parece que deberiacutean encontrarse inspiradas por la necesidad de alcanzar un doble objetivo

bull Primar o favorecer las descentralizaciones que respondan a razones de especializa-cioacuten productiva o a imperativos de caraacutecter logiacutestico y organizacional poniendo trabas en cambio a aquellas cuya conveniencia se base exclusivamente en el abara-

48 En este sentido con una evidente claridad y anticipacioacuten respecto de lo que maacutes adelante

constituiriacutea una realidad de aceptacioacuten generalizada J RIVERO LAMAS ldquoLa descentralizacioacuten pro-ductiva helliprdquo cit paacutegs 81 y 85

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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tamiento de los costes del trabajo 49

bull Dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efec-tos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten

El Derecho del Trabajo debe de este modo como se ha puesto de manifiesto dosificar ldquocontra-impulsos centralizadoresrdquo 50 recurriendo para ello a una recompo-sicioacuten sistemaacutetica de sus instituciones con el fin de conseguir una utilizacioacuten de estas teacutecnicas que se aproxime de manera maacutes clara a ese equilibrio entre eficiencia eco-noacutemica y cohesioacuten social que ha caracterizado su devenir a lo largo de la historia

iquestCoacutemo podriacutea avanzarse en esta direccioacuten

En opinioacuten de quien esto escribe la consecucioacuten de estos objetivos exigiriacutea la realizacioacuten de un doble movimiento

Asiacute antes que nada habriacutea que replantearse desde la perspectiva antes indicada la manera de aplicar ciertas instituciones que aunque han sido disentildeadas con fines garantistas pueden ser instrumentalizadas ndasho de hecho vienen sieacutendolo yandash con el fin de facilitar las externalizaciones de fines puramente reductores de los costes labo-rales

Este es el caso de los despidos normalmente de caraacutecter colectivo motivados por razones econoacutemicas u organizativas que pueden convertirse en una viacutea faacutecil de legitimacioacuten de las extinciones de los contratos de trabajo del personal ldquointernordquo de las empresas que decidan recurrir a la descentralizacioacuten si no se cuestiona la aptitud de esta decisioacuten para operar como una causa vaacutelida de disolucioacuten del viacutenculo laboral

Frente a esta posibilidad que abririacutea la puerta a un uso indiscriminado de este instrumento capaz de vaciar de contenido la proteccioacuten frente al despido sin causa presente en numerosos ordenamientos 51 parece razonable sostener en aras de una elemental tutela de la estabilidad en el empleo de los trabajadores que vienen encar-gaacutendose de la realizacioacuten de los procesos de produccioacuten que van a ser transferidos al exterior que el despido solamente puede ser considerado legiacutetimo cuando el mante-nimiento del sistema de gestioacuten ldquointernardquo de la actividad ndashy con eacutel el de los puestos de trabajo a ella asociadosndash no resulte viable por haber devenido inadecuado u obso-leto respecto del ldquoexternordquo constituyendo su continuidad un riesgo para la viabilidad

49 Como apuntan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 123 indicando que el obje-

tivo perseguido en este caso no es ldquocrear obstaacuteculos de manera generalrdquo a estas praacutecticas sino ldquoselec-cionar ciertos procesos sobre la base del tipo de ventaja deseadordquo

50 De acuerdo con la expresioacuten utilizada por R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 122

51 No debe perderse de vista que la decisioacuten de recurrir al outsourcing o a la filializacioacuten es una de caraacutecter discrecional no sujeta en principio a exigencia alguna en lo que a su motivacioacuten se refiere

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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de la empresa y el mantenimiento de los restantes puestos de trabajo 52 Esta solu-cioacuten serviriacutea para imponer un liacutemite claro a la utilizacioacuten en estos casos de la potes-tad extintiva en clave puramente expulsiva de los trabajadores de las empresas que deciden recurrir a estas praacutecticas Con ello las externalizaciones no fundadas en mo-tivos teacutecnicos u organizativos veriacutean elevado su coste pero sin que aquellas que si lo esteacuten tengan por queacute verse dificultadas 53

Otro tanto ocurre con la garantiacutea de continuidad de los contratos de trabajo en caso de transferencia total o parcial de la empresa presente tambieacuten en numerosos ordenamientos Disentildeada con el propoacutesito de asegurar la permanencia en el empleo de los trabajadores cuando su fuente cambie de titular esta regla ha terminado por convertirse como consecuencia de un llamativo proceso de ldquotorsioacuten semaacutentica e in-terpretativardquo 54 en ldquoun mecanismo econoacutemico al servicio del mercadordquo a traveacutes del cual se consigue imponer a los trabajadores afectados por los procesos de externali-zacioacuten su traslado forzoso a la entidad a la que se haya decidido encargar el desarro-llo de la actividad y traspasarle los activos en los que eacutesta se sustenta Y es que apli-cada a esta clase de situaciones el efecto de la misma no es otro que el de permitir a los empresarios interesados en fragmentar la empresa ldquoliberarse de los trabajadores incorporados a ella transfirieacutendolos a otro empresariordquo La disgregacioacuten de los proce-sos productivos queda con ello plenamente legitimada a efectos laborales 55

La solucioacuten descrita no es sin embargo la uacutenica posible en estos casos Para tomar cuenta de ello basta con observar que el problema de fondo que se plantea aquiacute

52 Vid con mayor amplitud W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentralizacioacuten productiva sub-contratacioacuten y calidad del empleo iquestteacuterminos incompatiblesrdquo cit paacutegs 236-237 asiacute como la biblio-grafiacutea y jurisprudencia alliacute citadas

53 Entre nosotros el Tribunal Supremo ha mantenido tradicionalmente una postura ambigua sobre esta cuestioacuten al indicar a partir de su Sentencia de 21 de marzo de 1997 (RJ 19972615) que ldquouacutenicamente si se demuestra que la utilizacioacuten de la contratardquo constituye un ldquomedio haacutebil para asegu-rar la viabilidad de la empresa o su competitividadrdquo la externalizacioacuten de la actividad productiva ldquopuede jugar como causa legitimadora de la decisioacuten extintivardquo siendo decisorio a estos efectos que la misma ldquoconstituya una medida racional en teacuterminos de eficacia de la organizacioacuten productiva y no un simple medio para logar un incremento del beneficio empresarialrdquo Con todo pronunciamientos maacutes recientes parecen evolucionar hacia una visioacuten maacutes estricta del problema Eacuteste es el caso de la Senten-cia de 10 de mayo de 2006 (RJ 20067694) a traveacutes de la cual el maacuteximo oacutergano judicial declara que para que dicha decisioacuten sea capaz de justificar una extincioacuten de los contratos de trabajo ex artiacuteculo 52c) del Estatuto de los Trabajadores son precisas dos condiciones a) que existan ldquodificultadesrdquo que ldquoimpidanrdquo el ldquobuen funcionamiento de la empresardquo (ldquoproblemas de gestioacuten o peacuterdidas de eficienciardquo) ldquode entidad suficiente como para justificar la amortizacioacutenrdquo de los puestos de trabajo y b) que ldquola sub-contratacioacuten o exteriorizacioacuten de actividadesrdquo constituya una ldquorespuesta o reaccioacuten razonable a tales dificultades de acuerdo con el patroacuten de conducta del buen comercianterdquo Sobre esta uacuteltima sentencia aunque poniendo el eacutenfasis esencialmente en la seguridad juriacutedica que aporta el doble juicio de razo-nabilidad y adecuacioacuten de la medida empresarial vid J LAHERA FORTEZA ldquoProcedencia del despi-do objetivo por externalizacioacuten de actividad la juridificacioacuten del intereacutes empresarial en el despido (STS 4ordf de 10 de mayo de 2006)rdquo Relaciones Laborales 2007 nuacutem 1 paacutegs 41 y sigs

54 Sobre el que llaman la atencioacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 55 Los pasajes entrecomillados todos ellos referidos al artiacuteculo 44 del Estatuto de los Trabajado-

res que es la norma que cumple dentro de nuestro ordenamiento esa funcioacuten pertenecen a M RO-DRIacuteGUEZ-PINtildeERO ldquoDescentralizacioacuten productiva y sucesioacuten de empresasrdquo en M F FERNAacuteNDEZ LOacutePEZ (Coordinadora) Empresario contrato de trabajo y cooperacioacuten entre empresas cit paacutegs 213 y 226

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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es finalmente tambieacuten el de la incoherencia que supone admitir que el traspaso de los contratos debe producirse de manera perentoria pese a que las necesidades pro-ductivas que justificaron su celebracioacuten siguen siendo precisas para la empresa ma-triz De alliacute que se haya afirmado que ldquoen los casos de descentralizacioacuten productiva dada la continuidad de la empresa lsquomadrersquo teoacutericamente cabriacutea asegurar la continui-dad de los contratos de trabajordquo mediante su mantenimiento ldquofrente al empresario originario pues eacuteste pese a la externalizacioacuten parcial de actividades prosigue la pro-duccioacutenrdquo Al ldquointereacutes de este empresario de descentralizar juriacutedicamente tutelado desde la libertad de empresardquo cabriacutea por ello oponer ldquoel intereacutes de los trabajadores a no ser externalizadosrdquo Una situacioacuten que no se compadece ldquocon la unilateralidad de perspectiva con que opera la regla sucesoriardquo 56 Esto deberiacutea conducir a evaluar la posibilidad de introducir aquiacute mecanismos de proteccioacuten individual de dicho perso-nal como puede ser por ejemplo el de condicionar la aplicacioacuten del efecto subrogato-rio a su consentimiento garantizaacutendosele su permanencia en la principal o una ex-tincioacuten convenientemente indemnizada de sus contratos en caso contrario 57 De este modo podriacutea limitarse el juego de esta regla ldquoa los solos casos en que la transferencia produzca efectos positivos sobre la relacioacuten de trabajo o represente en todo caso una extrema ratio frente al despido por terminacioacuten de la actividad de la parte cedenterdquo 58 El efecto desalentador de las transmisiones que no persigan esa finalidad es evi-dente

Ahora bien como se dejoacute dicho este tipo de intervenciones dirigidas a fomen-tar un uso ldquovirtuosordquo de las teacutecnicas de descentralizacioacuten mediante la imposicioacuten de trabas a todas aquellas operaciones de segmentacioacuten que no respondan a propoacutesitos legiacutetimos desde el punto de vista productivo deberiacutean verse complementadas por otras encaminadas a dificultar la consecucioacuten por parte de quienes recurren a estas teacutecnicas de los efectos precarizadores del empleo y degradatorios de las condiciones de trabajo que suelen alentar su utilizacioacuten Ello deberiacutea conducir a repensar igual-mente la manera de operar de ciertos mecanismos juriacutedicos que en la actualidad permiten ndashe incluso puede decirse que favorecenndash en determinados ordenamientos la obtencioacuten de dichos resultados E incluso a examinar la conveniencia de introducir medidas que impongan liacutemites expresos a esa posibilidad

Lo anterior atantildee en un primer y maacutes destacado lugar a la oacuteptica desde la que ha de contemplarse la aplicacioacuten de la exigencia de causalidad de la contratacioacuten

56 Las citas textuales tienen su origen nuevamente en el trabajo de M RODRIacuteGUEZ-PINtildeERO

citado en la nota anterior paacuteg 234 57 Sobre esta propuesta se remite nuevamente a W SANGUINETI RAYMOND ldquoDescentraliza-

cioacuten productiva subcontratacioacuten helliprdquo cit paacutegs 242-243 En la misma direccioacuten vid tambieacuten R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 126 asiacute como el trabajo referenciado en la nota siguiente paacuteg 1221

58 Conforme postula A PERULLI ldquoTecniche di tutela nei fenomeni di esternalizzazionerdquo Il Di-ritto del Lavoro 2004 nuacutem 3-4 paacuteg 1222

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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temporal en aquellos sistemas en los que se encuentra reconocida 59 Ha de tenerse presente que como se ha anticipado los procesos de descentralizacioacuten sea ese o no su propoacutesito terminan por fomentar el establecimiento de una relacioacuten de corres-pondencia entre la duracioacuten normalmente limitada en el tiempo de la contratacioacuten civil o mercantil que los sustenta y la de los contratos de trabajo 60 Esto se debe a que dado que los empresarios que recurren a la subcontratacioacuten suelen conferir ca-raacutecter temporal a los encargos que efectuacutean a las empresas auxiliares incluso cuando las tareas a atender responden a una necesidad constante eacutestas tienden a su vez en aplicacioacuten de una elemental loacutegica de limitacioacuten de riesgos a vincularse con su per-sonal mediante contratos de duracioacuten determinada cuyo plazo de vigencia coincide con el del contrato que los une con la principal

El dilema que ello plantea no es otro que el siguiente cuaacutel debe ser el criterio a adoptar para la determinacioacuten de la duracioacuten de los contratos de dicho personal Si ha de atenderse al puramente formal de la duracioacuten limitada del viacutenculo que une a su empleador con la empresa principal O debe tenerse en cuenta el elemento sustancial que atiende al caraacutecter permanente de la necesidad de fuerza de trabajo que se satis-face Pues bien frente a este dilema como se ha afirmado un respeto sustancial al principio de causalidad de la contratacioacuten temporal que tenga en cuenta ademaacutes a los efectos que la aceptacioacuten del criterio contrario estariacutea en condiciones de producir sobre el mercado de trabajo deberiacutea conducir a establecer una conexioacuten directa entre la continuidad de la relacioacuten laboral y la de la actividad productiva descentralizada por la empresa principal al margen del contenido del pacto celebrado entre eacutesta y la contratista 61 Cuando dicha actividad sea permanente dependiendo su temporalidad exclusivamente del recurso a teacutecnicas de externalizacioacuten de actividades la celebra-cioacuten de contratos de trabajo de duracioacuten determinada no deberiacutea en consecuencia ser admitida 62 so pena de dejar a la mera voluntad no ya del contratista sino de la empresa principal beneficiaria primordial de este tipo de operaciones la salvaguar-dia del principio de estabilidad en el empleo 63 Naturalmente ello implica que la aplicacioacuten del principio de causalidad trasciende con el fin de salvaguardar su efica-cia la esfera juriacutedica del empleador para tener en cuenta la dinaacutemica de conjunto de los procesos de produccioacuten en que se inserta la actividad del trabajador 64

59 Como es el caso del nuestro a tenor de lo previsto por el artiacuteculo 15 del Estatuto de los Traba-

jadores que permite la celebracioacuten de contratos de duracioacuten determinada solamente en supuestos ex-cepcionales todos ellos cualificados por la naturaleza temporal de la necesidad de fuerza de trabajo a cuya atencioacuten se dirigen

60 J Cruz Villaloacuten ldquoOutsourcing y relaciones laboralesrdquo en AEDTSS Descentralizacioacuten pro-ductiva y nuevas formas organizativas del trabajo Madrid MTAS 2000 paacuteg 276

61 Nuevamente J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit paacuteg 278 62 J I GARCIacuteA NINET Y A VICENTE PALACIO Contrato temporal para obra o servicio

determinado nueva legislacioacuten y jurisprudencia Valencia Tirant lo blanch 1998 paacuteg 57 63 Una vez maacutes J CRUZ VILLALOacuteN loc ult cit 64 No es eacuteste como es sabido el criterio sustentado entre nosotros por la jurisprudencia En

efecto el Tribunal Supremo a partir de su Sentencia de 18 de diciembre de 1998 (RJ 1999307) ha venido sosteniendo que la celebracioacuten en estos supuestos de un contrato temporal para obra o servicio

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

pag 130

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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Es importante advertir en cualquier caso que lo anterior no supone que se des-conozca la incertidumbre que afecta al contratista Lo que ocurre es que se entiende que dicho riesgo deberiacutea ser afrontado a traveacutes de otro tipo de medidas que no im-pliquen su traslado inmediato al trabajador como pueden ser la extincioacuten de los con-tratos de trabajo por razones vinculadas con el funcionamiento de la empresa cuan-do se produzca el fin del encargo y no exista la posibilidad de asignar otras tareas a los afectados o mejor auacuten el establecimiento por viacutea legal o convencional del deber del empresario auxiliar que continuacutee con la actividad de subrogarse en la posicioacuten ju-riacutedica del que lo antecedioacute asumiendo los contratos de trabajo de su personal 65 En especial este uacuteltimo es un mecanismo que estariacutea en condiciones de asegurar en la mayor parte de los casos la continuidad en el empleo de los trabajadores evitando la extincioacuten de sus contratos por falta de objeto El recurso a esta clase de instrumentos en sustitucioacuten de la temporalidad permitiriacutea un reparto maacutes equilibrado del riesgo de terminacioacuten de la actividad que la pura aceptacioacuten de la contratacioacuten temporal A la vez que contribuiriacutea a poner freno a esa fatal tendencia a favorecer la precariedad que caracteriza a los procesos de descentralizacioacuten productiva 66

Ahora bien al lado de lo anterior es evidente que debe tambieacuten prestarse aten-cioacuten a la diferencia de condiciones entre trabajadores ldquointernosrdquo o ldquode nuacutecleordquo y tra-bajadores ldquoexternosrdquo o ldquode contratardquo que la descentralizacioacuten estaacute en condiciones de

determinado resulta legiacutetima en la medida en que existe ldquouna necesidad de trabajo temporalmente li-mitada para la empresa y objetivamente definidardquo que opera ldquocomo un liacutemite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta por encargo de un tercero y mientras se mantenga eacutesterdquo Eacutesta es por lo demaacutes una conclusioacuten que no se ve alterada por el hecho de que el servicio contratado ldquopueda responder a una exigencia permanente de la empresa comitenterdquo toda vez que ldquolo que interesa aquiacute es la proyeccioacuten temporal del servicio sobre el contrato de trabajordquo para lo cual ldquolo decisivo es el caraacutecter temporal de la actividad para quien asume la posicioacuten de empresario en ese contratordquo Eacuteste es un pun-to de vista que con escasas excepciones ha sido objeto de criacutetica a nivel doctrinal Vid en este sentido entre los estudios maacutes recientes vid D MONTOYA MEDINA ldquoLa discutida admisibilidad de la con-tratacioacuten para obra o servicio determinado en el marco de la contratacioacuten y subcontratacioacuten de activi-dades productivasrdquo Relaciones Laborales 2006 nuacutem 6 paacutegs 11 y sigs

65 La referencia conjunta a ambas opciones en J I GARCIacuteA NINET y A VICENTE PALACIO op cit paacutegs 57-58

66 De hecho en diversos sectores productivos en los que la sucesioacuten de contratistas es frecuente ha venido constituyendo un tiacutepico contenido convencional la inclusioacuten de claacuteusulas en virtud de las cuales se impone a los empresarios que sucedan a otros en el desarrollo de las mismas labores la obli-gacioacuten de absorber al personal de estos uacuteltimos Eacutesta es una tendencia que afectoacute inicialmente a soacutelo a ciertas actividades del sector servicios como la limpieza de edificios y locales la hosteleriacutea o la vigilan-cia privada pero que se ha ido extendiendo a muchas otras como la entrega de paqueteriacutea a domicilio las residencias privadas para mayores las empresas organizadoras del juego de bingo o incluso la construccioacuten o la siderometalurgia En todos estos casos la negociacioacuten colectiva se ha venido ocu-pando de garantizar la estabilidad en el empleo de los trabajadores implicados en este tipo de opera-ciones protegieacutendolos de las vicisitudes que en la continuidad de sus contratos de trabajo pudieran in-troducir los cambios de titularidad en el desarrollo de las actividades productivas mediante la previ-sioacuten de supuestos especiacuteficos de subrogacioacuten convencional Para una aproximacioacuten general a estas claacuteusulas y su tratamiento jurisprudencial en sucesivos periodos vid R MENEacuteNDEZ CALVO ldquoDes-centralizacioacuten productiva y subcontratacioacutenrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ (Coordinador) La ne-gociacioacuten colectiva en Espantildea una visioacuten cualitativa Valencia Tirant lo blanch 2004 paacutegs 268-279 y W SANGUINETI RAYMOND ldquoLas claacuteusulas de subrogacioacuten convencional frente a los vai-venes jurisprudencialesrdquo en R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ R (Coordinador) La negociacioacuten colec-tiva en Espantildea una mirada criacutetica Valencia Tirant lo blanch 2006 paacutegs 99 y sigs

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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promover de manera generalizada

Eacuteste es como salta a la vista un efecto de los procesos de externalizacioacuten que resulta bastante maacutes difiacutecil de combatir desde la ley Aun siendo asiacute tampoco parece que los ordenamientos laborales tengan que resignarse a admitir que la segmenta-cioacuten de las tareas que en uacuteltima instancia forman parte de un uacutenico ciclo de produc-cioacuten permite eludir sin dificultad alguna el orden normativo aplicable al personal de la empresa principal Antes bien la constatacioacuten de la existencia de dicha unidad sus-tancial deberiacutea ser capaz de permitir avanzar en la construccioacuten de mecanismos que permitan cerrar ndasho al menos acortarndash la brecha que normalmente separa a ambos co-lectivos

El instrumento maacutes idoacuteneo para ello estariacutea constituido por el establecimiento de una obligacioacuten de igualdad de trato entre los trabajadores dependientes de la em-presa contratista y aquellos que laboran para la empresa que se beneficia indirecta-mente de su trabajo Ademaacutes de proteger el intereacutes de los trabajadores afectados por estos procesos esta regla contribuiriacutea de manera decisiva a frenar los intentos de segmentar los ciclos de produccioacuten con el solo propoacutesito de disminuir los costes labo-rales puesto que a partir de su introduccioacuten los uacutenicos supuestos de externalizacioacuten que resultariacutean convenientes seriacutean ldquoaquellos dictados por oportunidades de especia-lizacioacuten y de optimizacioacuten de la produccioacutenrdquo Al operar de tal modo la obligacioacuten de paridad de trato estariacutea en condiciones de excluir ldquoun modelo de competitividad fun-dado en costes del trabajo maacutes bajosrdquo y de estimular ldquolos procesos de descentraliza-cioacuten con la finalidad de mejorar la calidad del servicio o del productordquo 67

La aplicacioacuten de esta propuesta se ve dificultada no obstante por importantes obstaacuteculos formales En especial por la diferencia que puede existir entre las funcio-nes que realizan los empleados de la empresa auxiliar y aquellas que corresponden a los de la principal maacutexime cuando las actividades externalizadas como ocurre con frecuencia pertenecen a sectores mercantiles distintos y se rigen por convenios co-lectivos diferentes A pesar de ello la introduccioacuten del canon paritario resulta perfec-tamente posible ndashy ademaacutes plenamente legiacutetimandash al menos cuando unos y otros rea-lizan funciones semejantes Y maacutes auacuten si como empieza a ocurrir con frecuencia co-mo resultado de la tendencia externalizar funciones que integran el nuacutecleo mismo de la actividad productiva de la empresa principal los trabajadores de la auxiliar des-arrollan ademaacutes esas tareas ldquoen contacto estrecho con los del adjudicadorrdquo o en los locales de eacuteste 68 La adopcioacuten de este criterio supondriacutea por lo demaacutes un verdadero ldquosalto cualitativordquo en la aplicacioacuten del principio de igualdad que terminariacutea por su-perar el ldquocorseacuterdquo de la personificacioacuten empresarial para prestar atencioacuten a datos de ca-raacutecter sustancial como son la identidad de las funciones que se realizan y la partici-

67 Sobre esta propuesta y sus ventajas desde la perspectiva del fomento de un uso ldquovirtuosordquo del mecanismo vid R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit paacutegs 20 79-80 y 123 Las citas textuales corresponden a la paacutegina 20

68 Nuevamente se siguen aquiacute las observaciones de R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 79

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pacioacuten en actividades que integran un mismo ciclo de produccioacuten 69

De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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De todas formas la resistencia que una propuesta de este tipo estaacute en condicio-nes de generar en especial por parte de los sectores empresariales habituados al em-pleo de este mecanismo en clave puramente abaratadora de costes laborales asiacute co-mo los liacutemites intriacutensecos de su aplicacioacuten aconsejan tener en cuenta de forma com-plementaria otras opciones que contribuyan si no a generar un resultado similar al menos a aproximarse a eacutel

Aquiacute el papel estelar lo tendriacutea naturalmente la autonomiacutea colectiva Las foacuter-mulas susceptibles de ser utilizadas para ello pueden ser de muy diversa factura y ca-lado Entre ellas puede ser mencionada antes que nada la creacioacuten de nuevas unida-des sectoriales de negociacioacuten que proporcionen una regulacioacuten laboral uniforme al desarrollo de determinadas actividades empresariales de nuevo cuntildeo generadas por los procesos de descentralizacioacuten que se encuentran en la actualidad en una situacioacuten de anomia normativa soacutelo limitada por la aplicacioacuten de la reglas de alcance general 70 Esto permitiriacutea sustraer de la competencia interempresarial las condiciones de tra-bajo del personal que desarrolla este tipo de actividades permitiendo asiacute que estas puedan ser maacutes faacutecilmente objeto de mejora Un paso maacutes en la direccioacuten apuntada podriacutea venir dado por la reformulacioacuten de los aacutembitos funcionales de los convenios colectivos con el fin de incluir ciertas actividades que como consecuencia de los pro-cesos de fragmentacioacuten productiva han terminado por situarse fuera de los mismos 71 Como consecuencia ello los trabajadores de la empresa principal y la empresa con-tratista terminariacutean por estar regidos por el mismo convenio colectivo (o en todo ca-so por contar los segundos con el respaldo de la norma convencional del sector pro-ductivo de la primera) con lo que la posibilidad de introducir distinciones de caraacutecter peyorativo entre ambos se veriacutea limitada de forma importante

69 La aplicacioacuten de esta regla a trabajadores dependientes de empleadores distintos tiene un an-

tecedente en el Derecho espantildeol dentro del cual resulta exigible trataacutendose del personal cedido a otro por una empresa dedicada de manera especiacutefica a actividades de prestamismo laboral En este sentido como indica el artiacuteculo 11 de la Ley 141994 de 1 de junio ldquolos trabajadores contratados para ser cedi-dos a empresas usuariasrdquo tienen derecho a percibir a lo largo de todo el periacuteodo de la cesioacuten ldquola retri-bucioacuten total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria calculada por unidad de tiempordquo El supuesto no resulta de todas formas ideacutentico al que se contempla en la propuesta toda vez que en este caso a la similitud de funciones y normal coin-cidencia en el centro de trabajo de los trabajadores cedidos se antildeade el hecho de que se encuentran sometidos al poder de direccioacuten de la empresa cesionaria lo mismo que el personal de eacutesta Cosa que no ocurre como es evidente en las hipoacutetesis de descentralizacioacuten productiva

70 Eacuteste es el caso entre nosotros del sector de las denominadas ldquoempresas multiserviciosrdquo en franco proceso de crecimiento como consecuencia de la generalizacioacuten de los procesos de externaliza-cioacuten de actividades Vid en esta direccioacuten J RIVERO LAMAS ldquoLas empresas de servicios a terceros y la negociacioacuten colectivardquo en AAVV Nuevos problemas de la negociacioacuten colectiva XVI Jor-nadas de estudio sobre la negociacioacuten colectiva Madrid MTAS 2003 paacuteg 235 asiacute como M C LOacutePEZ SANCHEZ El empleador hellip cit paacutegs 231 234

71 Vid en esta direccioacuten nuevamente M C LOacutePEZ SAacuteNCHEZ op cit paacuteg 230 con referencia entre otras a la inclusioacuten de las empresas prestadoras de los servicios de informaacutetica y de investiga-cioacuten de mercados y de la opinioacuten puacuteblica dentro del aacutembito del Convenio Interprovincial de Empresas Consultoras

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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Las soluciones descritas sin embargo no son las uacutenicas posibles Ni tampoco al menos necesariamente las maacutes adecuadas En realidad como se ha apuntado la emergencia del nuevo modelo de empresa deberiacutea impulsar la realizacioacuten de un exa-men de las condiciones de trabajo en teacuterminos de ciclo productivo capaz de identifi-car la totalidad de los procesos que intervienen en la produccioacuten de los bienes o ser-vicios de los que se trate con el fin de desarrollar procesos de negociacioacuten que abar-caacutendolos en su integridad aseguren beneficios aceptables para todos 72 Aunque la adopcioacuten de esta perspectiva no es capaz de justificar una negociacioacuten directa de las condiciones de trabajo entre la empresa principal y los representantes de los trabaja-dores de la contratista si conduce a plantearse la posibilidad de articular aacutembitos transversales de negociacioacuten y formas de contratacioacuten colectiva reticular en las que el protagonismo venga asumido por la negociacioacuten entre las empresas principales y contratistas antes que entre eacutestas uacuteltimas y su personal 73 Naturalmente tampoco eacuteste es un itinerario faacutecil de seguir De alliacute que deba postularse la necesidad de una decidida intervencioacuten ldquode soporterdquo del legislador dirigida a afirmar la legitimidad de estas formas novedosas de negociacioacuten y los productos que de ellas puedan derivarse

IV La recuperacioacuten de la unidad en medio de la fragmentacioacuten una va-liosa contribucioacuten del Derecho del Trabajo a la eficiencia econoacutemica y (no soacutelo) el equilibrio social

Como se habraacute podido comprobar aunque a traveacutes de procedimientos distintos las dos viacuteas de viacuteas de respuesta a los desafiacuteos planteados por la generalizacioacuten del nuevo modelo flexible y reticular de organizacioacuten empresarial que de momento vie-nen perfilaacutendose se encaminan en uacuteltima instancia hacia la consecucioacuten un objetivo muy similar tratar de reconstruir desde una base distinta los viacutenculos entre el sujeto empleador y la organizacioacuten que sustenta el desarrollo de la actividad productiva so-bre los que ha estado apoyada la construccioacuten del Derecho del Trabajo Unos viacutenculos que como se ha podido comprobar han saltado por los aires en las uacuteltimas deacutecadas La primera contraponiendo a la fragmentacioacuten actual un concepto maacutes amplio y complejo de empleador capaz de articular a su interior las a su vez tambieacuten maacutes

72 A RECIO ldquoEmpresa red rdquo cit paacuteg 232 73 Vid R ESCUDERO RODRIacuteGUEZ ldquoSubcontratacioacuten productiva y alteraciones en la negocia-

cioacuten colectiva sus peyorativos efectos sobre las condiciones de trabajordquo cit paacutegs 67-69 Para un ejemplo de negociacioacuten colectiva de este tipo procedente de la experiencia espantildeola vid M L RO-DRIacuteGUEZ FERNAacuteNDEZ ldquoLa eficacia de la negociacioacuten colectiva sectorial de caraacutecter transversal el ejemplo de los acuerdos para empresas contratistas y subcontratistas de REPSOL-YPFrdquo Revista Ge-neral de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social 2004 nuacutem 7 Por lo demaacutes tampoco puede ser desdentildeada la importancia de los procesos de negociacioacuten colectiva que desde hace ya alguacuten tiempo vienen desarrollaacutendose en el marco de los grupos de empresas en la medida en que eacutestos se encuentran en condiciones de operar como ldquoun mecanismo altamente eficaz para contrarrestar la de-gradacioacuten de las condiciones de trabajo que potencialmente acarrean estos episodios de descentraliza-cioacuten productivardquo cuando eacutesta tiene lugar a traveacutes de procesos de filializacioacuten como apunta J BAZ RODRIacuteGUEZ Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo cit paacuteg 462 En general so-bre el tema vid del mismo autor ldquoParticipacioacuten y negociacioacuten colectiva en las empresas de grupo balance de situacioacuten y cuestiones problemaacuteticasrdquo Revista de Derecho Social 2006 nuacutem 34 paacutegs 181 y sigs

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
    • Profesor Titular de Derecho del Trabajo
      • Universidad de Salamanca

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complejas e intensas formas de colaboracioacuten a las que los procesos de cooperacioacuten interempresarial estaacuten dando lugar La segunda tratando de recuperar la funcioacuten tra-dicional de la nocioacuten de empresa convenientemente independizada a estos efectos de la de empleador y de su personificacioacuten como aacutembito de aplicacioacuten de algunas de las maacutes relevantes instituciones juriacutedico-laborales asiacute como de ejercicio de la autonomiacutea colectiva

Ambos son por lo demaacutes como se ha dejado apuntado senderos que pueden ser recorridos por los ordenamientos laborales tanto de manera independiente como simultaacutenea Al fin y al cabo mientras la recomposicioacuten dogmaacutetica del concepto de empleador persigue hacer frente ldquodesde el interior del contratordquo a aquellos supuestos en los que la interpenetracioacuten entre los sujetos que colaboran entre siacute adquiere por su intensidad trascendencia en dicho aacutembito la reconstruccioacuten sistemaacutetica de las insti-tuciones apunta a favorecer una aplicacioacuten de las normas laborales congruente con la ldquounidad de destino econoacutemicordquo de las actividades de aquellos sujetos que mantienen entre siacute viacutenculos de una trascendencia maacutes limitada intentando evitar que la diversi-dad de personificaciones pueda ser utilizada en como una herramienta para la degra-dacioacuten de los tratamientos normativos aplicables a los trabajadores implicados en es-tos procesos de cooperacioacuten

Lo que de este modo parece entrar en crisis ndasho en todo caso encontrarse en cuestioacutenndash es precisamente aquel mecanismo cuya instrumentalizacioacuten se situacutea en la base de los efectos laborales indeseables de la descentralizacioacuten Es decir el papel de ldquodiafragmardquo o ldquobarrera infranqueablerdquo entre sujetos formalmente distintos atribuido hasta el momento a la nocioacuten de personalidad juriacutedica Asiacute eacutesta no parece resultar ya uacutetil ni para marcar de forma concluyente las fronteras del concepto de empleador ni para actuar como liacutemite idoacuteneo para la operatividad de las instituciones juriacutedico-laborales Superar dicho efecto recurriendo para ello a nociones maacutes amplias y flexi-bles tanto de empleador como de empresa 74 en liacutenea con lo apuntado en las paacuteginas anteriores se convierte por ello en un imperativo ineludible para que el Derecho del Trabajo pueda estar en condiciones de afrontar con eacutexito los desafiacuteos que le plantea dicha situacioacuten

Por lo demaacutes el servicio que de tal modo puede prestar nuestra disciplina no es solamente uno a la equidad y el equilibrio social a los que la generalizacioacuten las con-secuencias negativas de los procesos de fragmentacioacuten empresarial someten a una dura prueba Conforme se ha destacado ndashy ha habido ademaacutes ocasioacuten de comprobar a lo largo del estudio que aquiacute concluyendash la adopcioacuten de medidas como las propues-tas contribuye tambieacuten a ldquodeterminar de manera relevante los comportamientos de los operadores econoacutemicosrdquo de un lado desalentando ldquola viacutea baja de la descentraliza-cioacuten productiva determinada por la pura voluntad de reducir los costesrdquo y del otro ldquofavoreciendo la viacutea alta o virtuosa de la reorganizacioacuten orientada hacia la especiali-

74 Como postulan R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI ldquoDescentralizacioacuten productivardquo cit

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

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zacioacuten flexiblerdquo 75 Por ello de decidirse a iniciar esta andadura difiacutecil pero perfecta-mente posible el Derecho del Trabajo estaraacute en condiciones de efectuar igualmente una valiosa contribucioacuten al funcionamiento eficiente y equilibrado de los procesos productivos

75 Seguacuten apuntan nuevamente R DE LUCA TAMAJO y A PERULLI op cit paacuteg 25

  • ldquoLAS TRANSFORMACIONES DEL EMPLEADOR
  • Y EL FUTURO DEL DERECHO
  • DEL TRABAJOrdquo
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