las glorias del cielo y los inefables terrores del...

LAS GLORIAS

DEL CIELO

Y

LOS INEFABLES

TERRORES

DEL INFIERNO

DR. BRIAN J. BAILEY

Título original;“ Heaven´s Glories and the Untold Terrors of Hell”

Título en español:“Las glorias del cielo y los inefables terrores del infierno”

Copyright © 2008 Dr. Brian J. BaileyTodos los derechos reservados.

Libro de texto de Zion Christian Universityusado con permiso.

Traducción al castellano: equipo de trabajo IBJ-Guatemala.Primera edición en castellano: equipo de trabajo IBJ-Guatemala.

Primera impresión en castellano, mayo de 2008.segunda impresión en castellano, enero 2009.

Impreso en Waverly, NY USA

Diseño de portada:Copyright © 2008 Brian J. Bailey y sus licenciadores

Todos los derechos reservados.

Todas las citas bíblicas de este libro están tomadasde la versión Reina-Valera en su revisión de 1960 © Sociedades

Bíblicas Unidasa menos que se indique lo contrario.

Para mayor información o copias adicionales,por favor diríjase a:

Zion Christian PublishersP.O. Box 70

Waverly, New York 14892

Teléfono: 607-565-2801Fax: 607-565-3329

www.zionfellowship.org

ISBN 1-59665-238-1

Agradecimientos

Al equipo de trabajo de IBJ-Guatemala por la traducción,revisión y edición de este libro al castellano. Al equipoeditorial de Zion Christian Publishers: Carla Borges, SuzetteErb, Linda Holmes, Mary Humphreys, David Kropf, JustinKropf, Sarah Mongtomery, Hilary Sigsby, Leslie Sigsby,Caroline Tham y Suzanne Ying por su trabajo en la versiónoriginal de este libro en inglés.

Quisiéramos extender nuestra gratitud a estas personastan queridas porque sin sus muchas horas de incalculableayuda, este libro no hubiera sido posible. Estamos muyagradecidos por su diligencia, creatividad y excelenciaen la compilación de este libro para la gloria de Dios.

Índice

Prólogo 7Prefacio 9

LAS GLORIAS DEL CIELO

Introducción al Cielo 111 El paisaje del cielo. 132 Los habitantes del cielo y sus ministerios. 393 Los galardones en el cielo. 614 La ciudad santa. 755 La importancia de proseguir. 876 Cuatro personas que abandonaron la gracia de Dios.1057 Terminemos bien. 1198 El juicio eterno. 131

LOS INEFABLES TERRORES DEL INFIERNO

Introducción al infierno 1359 Los nombres del infierno. 13710 ¿Qué sucede después de la muerte? 14111 Las distintas partes del infierno. 15712 ¿Cómo es el infierno? 16713 ¿Cómo respondemos a esto? 18714 ¿Dónde se encuentra usted hoy? 20315 Pasos prácticos para evitar el infierno. 205

Conclusión 207

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Prólogo

El honorable Dr. Brian J. Bailey, es un hombre único envisiones y revelaciones extraordinarias del mundo invisiblede Dios. Él ha sido mi consejero y mentor espiritual por másde 40 años, y he tenido el privilegio de escuchar susexperiencias y de ser testigo de su vida ejemplar.

En este libro, él comparte algunas de las cosas que ha visto enel cielo y en el infierno. Debido a que el mundo invisible es,para la mayoría de nosotros, territorio desconocido, hayquienes se muestran cautos o escépticos con los testimoniosde aquellos que han tenido visiones de la otra vida. De ningunamanera el Pastor Bailey está tratando de establecer doctrinaal respecto, y ninguna de las historias que está a punto de leercontradicen o están en conflicto con las Sagradas Escrituras.

Cristo nos enseñó que, después de la muerte, se tieneconciencia de todo. En Su historia acerca del hombre rico yde Lázaro, ambos hombres recordaban perfectamente su vidaaquí en la tierra. El hombre rico tenía dolor, sed,remordimiento, razonamiento y se podía comunicar. Inclusose preocupaba de que sus cinco hermanos no terminaran enese terrible lugar de condena donde él estaba.

Quisiera motivar a cada lector que le pida al Espíritu Santoque guíe a toda verdad, y que abra su mente y su corazón en lamedida en la que lee este libro.

Muchas gracias,

Pastor Paul G. Caram, Ph. D.

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Prefacio

Descendía por la escalera del Hotel Sheraton en Brunéi,cuando el Señor me dijo esta breve frase: “Las glorias delcielo y los terrores inefables del infierno”. Entendí que esteera un mensaje que Él deseaba que yo proclamara a lospueblos del mundo. Por lo tanto, preparé el mensaje en unaserie de sermones para los servicios de nuestra iglesia.Después de transcribirlos, los puse en el libro que usted tienehoy en sus manos.

Este libro tiene un doble propósito. Mostrarnos algo de lasmaravillas y del orden del cielo, incluyendo la preparaciónde los creyentes para alcanzar su posición eterna. También,es para advertir a los creyentes que se mantengan en elcamino de la justicia. Si abandonan el camino recto yangosto, terminarán en la congregación de los muertos queno predican la verdad; y su final será con los hipócritas enlas profundidades del infierno.

Mi oración es que este libro nos llene de celo para viviruna vida santa y para dar en el blanco del supremollamamiento de Dios. Por otra parte, que tengamosentendimiento de los terrores de los cuales hemos sidosalvados, y que procuremos testificar a toda alma cuando sepresente la oportunidad de hacerlo. Persuadamos a los queuna vez conocieron la verdad de la gran salvación de Dios(creyendo en el sacrificio de Cristo en la cruz) para queregresen a las sendas de justicia. El deseo de Dios es quetodos experimenten la salvación y que sean preservados delos horrores de una eternidad de tormento.

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LAS GLORIAS DEL CIELO

Introducción

Al contemplar las descripciones de los lugares y ministerioscelestiales, comprendemos que las verdades de Dios deben serobradas en nuestra propia vida, a fin de que seamos elegidospara estar allí. Este libro revela los requisitos necesarios paraobtener los galardones y las posiciones que les esperan a los justos.

Para entender el cielo, solamente necesitamos observar Juan3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dadoa su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no sepierda, mas tenga vida eterna”. Estos son dos aspectos quedebemos notar: el cielo es eterno y el cielo está lleno de vida.El Señor Jesús dijo: “…yo he venido para que tengan vida, ypara que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).

El cielo es eterno. Lo que es verdad respecto al cielo tambiénlo es respecto al infierno: éste también es eterno. Por mediode la gracia de Dios, examinaremos ambos lugares. Debemosrecordar que: “está establecido para los hombres que mueranuna sola vez, y después de esto el juicio” (He. 9:27). Despuésde la muerte, nuestra morada eterna queda establecidairrevocablemente y no hay posibilidad de salir de la oscuridaddel infierno para entrar a la luz del cielo.

Las glorias del cielo pueden ser apreciadas verdaderamentesólo por aquéllos que están revestidos con las cualidades ylas virtudes de la inmortalidad. El brillo de los tesoros delcielo y la extensión de los lugares celestiales, solamente

12 Las glorias del cielo y los inefables terrores del infierno

pueden ser vistos por ojos que han sido fortalecidos por SuEspíritu. Las comidas y las bebidas celestiales, solamentepueden ser consumidas por un cuerpo inmortal. La pureza dela atmósfera del cielo sólo puede ser experimentada por aquelque ha pasado a través del río de Dios y que ha sido limpiadode las impurezas terrenales.

Una verdad que satura el cielo, es que el Señor Jesucristo esel centro de la celebración. El deseo de cada corazón escaminar con Él, conversar con Él y adorarlo a Él. ¡Él es nuestraherencia!

Por lo tanto, amados, lo que presentamos aquí es solamenteun vistazo de las maravillas del cielo, vistas oscuramente através de un cristal. Sin embargo, esperamos que sea suficientepara darles el deseo de avanzar hacia todo lo que Dios tienepara ustedes en esta vida, y que así puedan heredar todo loque Él tiene para ustedes en la eternidad.

13Capítulo uno

Capítulo 1

El paisaje del cielo

Hemos comenzado nuestro libro con una descripción de lospaisajes del cielo, ya que a menudo, ésta es la introducción alos lugares celestiales que muchos santos experimentan. Sinembargo, no podemos ser dogmáticos en esto, ya que, en otrasocasiones cuando un ser querido muere, es el Señor mismo oun ángel quien se encuentra con él o ella en su lecho de muertey lo escolta a los lugares celestiales.

Cuando entran al cielo por primera vez, muchos se sorprendenpor las similitudes entre la tierra y el cielo, sin darse cuentaque la tierra no es sino el reflejo del cielo; solamente que latierra está en un estado caído. En el cielo hay árboles, floresen abundancia, pasto, casas, escuelas, universidades, la CiudadSanta y, por supuesto, el Templo de Dios. Hay grandes gruposde ángeles. Conoceremos a todos y también estaremos conquienes vivimos aquí en la tierra.

Este primer aspecto del cielo que queremos describir, lo vemosen la creación. El apóstol Pablo dice que podemos entenderlas cosas invisibles por medio de las cosas hechas (Ro. 1:20).

En Génesis 2, vemos que Dios plantó un huerto al oriente delEdén. En ese huerto, Él plantó todo árbol delicioso a la vistay bueno para comer. En medio del huerto, plantó el árbol dela vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. En unaocasión, tuve una visión de Adán en el huerto y fuemaravillosa. Aunque solamente pude vislumbrar una sección


del huerto, era sumamente hermoso;era el reflejo de los cielos.Sin embargo, nunca se debe perder el propósito de la creacióndel cielo y de la tierra. Fueron creados por Dios, para Él ypara Su placer (Ap. 4:11). En el principio, cuando Dios creóal hombre, Su deseo fue tener comunión con él. Por esto, Diosvisitaba a Adán al fresco del día, para convivir con él.

El huerto del Edén fue plantado antes del Diluvio. Incluso,después del Diluvio, la creación era bellísima. Génesis 13:10dice: “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán,que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, comola tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes quedestruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra”. La llanura frentea Sodoma y Gomorra era como el huerto de Jehová: hermosa.En otras palabras, nuestros antepasados que vivían enaquellos tiempos, contemplaron la hermosa creación comolo que era: un reflejo del cielo.

El pasto

Todo lo que Dios hace tiene significado; y en la Escriturase encuentran todas las interpretaciones de esas obras, oalusión a ellas. Consideremos el pasto, el cual abunda enlos cielos.

En su libro My Glimpse of Eternity (Una visita a la eternidad),Betty Malz describió el pasto con un vívido tono de verde ycada brizna con quizás una pulgada de largo. Su textura eracomo fino terciopelo y cada brizna estaba viva y se movía(Malz, 1983). Después de que se caminaba sobre ellas, lasbriznas volvían a su estado original. Era como si una músicaarmoniosa saliera de ellas.

15Capítulo uno

El pasto tiene una connotación espiritual. Leemos en Isaías40:6 que toda carne es como la hierba. También en Job 5:25,vemos que al patriarca se le prometió: “Asimismo echarásde ver que tu descendencia es mucha, y tu prole como lahierba de la tierra”. Por esto, entendemos que el pasto serefiere a la humanidad.

En Isaías 51:16 el Señor declara: “Y en tu boca he puestomis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, paraque plantase los cielos y fundase la tierra, y que dijese áSión: Pueblo mío eres tú” (RV 1909). El Señor usa la frase“plantase los cielos” porque las hermosas laderas verdes delcielo representan a las almas que han sido ganadas por mediode Su Palabra hablada o escrita. El pasto abunda sobre latierra. Puede haber 6 plantas de pasto por pulgada cuadrada(6.5 cm²), 850 plantas por pie cuadrado (0.1m²) y 8.5millones de plantas por 10,000 pies cuadrados (930m²).Si consideramos estas estadísticas, podemos apreciar ladescripción de aquellos en el cielo como “…una granmultitud, la cual nadie podía contar…” (Ap. 7:9).

Isaías 51:16 también revela la profunda verdad que el Señorllenará el cielo por medio de las palabras que Él ha puesto ennuestra boca. Dichas palabras han capturado a hombres ymujeres, y han hecho que se conviertan en hijos e hijas delDios Vivo. El Señor usa a Su pueblo como canal para guiar aotros a Su reino. La pregunta que necesitamos hacernos es:“¿Cuántas plantas de pasto hemos sembrado en el cielo?” Através de nuestra vida y nuestro ministerio, debemos procurarinfluenciar a hombres y mujeres para que piensen en locelestial, de modo que anhelen entrar en los eternos camposde gozo del cielo.


Otro factor que quisiera mencionar respecto al pasto es queninguna planta es igual a otra. Nuestro Dios es un Dios dediversidad. Asimismo, todos nosotros somos la creaciónúnica de Dios. Aun los “gemelos idénticos” tienenpersonalidad propia.

Hay tres factores que promueven el pasto saludable:

1. Los nutrientes: La parte de la planta del pasto que tienemayor masa es el sistema radicular, por medio del cual obtienesus nutrientes. Espiritualmente, esto lo podemos entendercomo alimentarnos de las buenas verdades de la Palabra deDios. Por lo tanto, al igual que el pasto, nuestra salud espiritualdepende de que nuestras raíces crezcan buscando lo profundo.En Marcos 4:16-17, el Señor advirtió acerca de los creyentesque no tenían raíz, que su vida espiritual se marchitaría: “Estosson asimismo los que fueron sembrados en pedregales: losque cuando han oído la palabra, al momento la reciben congozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración,porque cuando viene la tribulación o la persecución por causade la palabra, luego tropiezan”.

La verdad práctica aquí, puede ser comprendida por mediode las palabras de Jeremías: “Bendito el varón que confía enJehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como elárbol plantado junto a las aguas, que junto a la corrienteechará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino quesu hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, nidejará de dar fruto” (Jer. 17:7-8). Con nuestras raícesarraigadas profundamente en la Palabra de Dios, estaremosestablecidos y guardados del pecado (Sal. 119:11). Los árbolesmaduros tienen un sistema radicular vasto, bien distribuido y

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profundo. Otro pensamiento es que el tamaño del sistemaradicular de un árbol normal y saludable, se refleja en laextensión y el desarrollo de sus ramas.

2. El agua: Vale la pena notar, que para que el pasto crezcaadecuadamente, es preferible un riego abundante, en vez deun riego liviano y constante. El agua significa la llenura delEspíritu Santo (Is. 44:3).

Esto sugiere que necesitamos encuentros poderosos con elEspíritu Santo, como los que experimentaron los santos delpasado, en Hechos 4:31: “Cuando hubieron orado, el lugaren que estaban congregados tembló; y todos fueron llenosdel Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra deDios” . Estas experiencias que cambian la vida, transforman alos santos de Dios dándoles inspiración, visión y fuerza frescay permanente, para ganarlo todo para Él.

3. La luz del sol: Aunque ciertamente el pasto necesita aguaen abundancia, para asegurar su crecimiento también necesitala luz del sol. Sin ella, el pasto no tiene un crecimiento vigorosoni color verde intenso, los cuales nos hablan de plantassaludables. La luz del sol, en la vida del creyente, puede sercomparada con disfrutar de la presencia del Sol de Justicia, elSeñor Jesucristo (Mal. 4:2).

Los árboles

En el cielo, hay árboles en abundancia, los cuales producentoda clase de fruto. Apocalipsis 22:1-2 dice: “Y me mostró unrío de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salíadel trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la


ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, queproduce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y lashojas del árbol eran para sanidad de las naciones” (LBLA).

El árbol más importante del cielo se llama el Árbol de la Vida,cuyo fruto es para aquéllos que guardan Sus mandamientos(Ap. 2:7). Apocalipsis 22:14 dice: “Bienaventurados los queguardan sus mandamientos, para que su potencia [para tenerderecho al título] sea en el árbol de la vida, y que entren porlas puertas en la ciudad” (RV 1909).

Espiritualmente, los árboles significan fortaleza. En Daniel4:19-22, aprendemos: “Entonces Daniel, cuyo nombre eraBeltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientoslo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni elsueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señormío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación paralos que mal te quieren. El árbol que viste, que crecía y sehacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veíadesde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso,y su fruto abundante, y en que había alimento para todos,debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyasramas anidaban las aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, quecreciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegadohasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra”.El rey Nabucodonosor fue comparado a un árbol fuerte, confruto abundante y que abrigaba a muchos. El árbol es un tipodel cristiano espiritualmente maduro y fuerte, a diferencia delpasto, el que representa un hijo pequeño de Dios.

Un hermano, quien tuvo una visión extensa de los árboles delcielo, dijo que eran simétricos y muy hermosos. Del mismo

19Capítulo uno

modo, espiritualmente, queremos ser hermosos yperfectamente simétricos, permitiendo que todos losmaravillosos rasgos piadosos de fuerza y belleza seanentretejidos en nuestro carácter.

Otro aspecto de los árboles que quisiéramos considerar es elfruto. Como vimos anteriormente en Apocalipsis 22:2, serfructífero es la meta principal de todo cristiano. NuestroSeñor, en Su parábola de la vid en Juan 15, habla de aquéllosque llevan fruto, más fruto y mucho fruto. Luego dice queaquellos que llevan mucho fruto glorifican a su PadreCelestial (Jn. 15:8).

Además de ser símbolo de fuerza y productividad, los árbolestambién son símbolo de justicia. Esto se confirma en el Salmo92:12-14, donde dice: “El justo florecerá como la palmera;crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa deJehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en lavejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes”.

Isaías 61:3 revela otra cualidad de los árboles de justicia: “aordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugarde ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría enlugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles dejusticia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Por esto, esposible que cuando los cristianos maduros se lamentan y estánde luto por la condición del mundo y de la Iglesia en estosúltimos días, ellos sean comparados con árboles de justicia.

La Iglesia Postrera manifiesta los síntomas de la iglesia deLaodicea, como se describe en Apocalipsis 3:15-17: “Yoconozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses


frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente,te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me heenriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabesque tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego ydesnudo”. Cuando los justos observan estas condiciones, surgeun lamento santo de sus oraciones intercesoras, emitiendogemidos indecibles y profundos quejidos que conmueven lomás profundo de su ser (Ro. 8:26).

Ahora, ¿cuál es el secreto para convertirse en un árbol, adiferencia de ser solamente una brizna de pasto? El reySalomón explica esto en su hermosa oda expresada en el Salmo 1.En el primer versículo de este salmo, él nos advierte:“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla deescarnecedores se ha sentado”. En otras palabras, debemosvivir una vida apartada.

Luego, en los versículos 2 y 3, continúa y le da importancia ala meditación continua en la Palabra de Dios, y las bendicionesy recompensas que son el resultado de esto. En el Salmo 1:3,encontramos la promesa para aquellos que viven esta vidaapartada y que de continuo meditan en la Palabra de Dios:“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, queda su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace,prosperará”.

Debemos procurar plantar en el cielo, no solamente plantasde pasto, sino también en aquellos a quienes hemos procuradoelevar a la posición de árboles de justicia, plantío de Jehová.Los líderes deben producir otros líderes que sean como árboles.Esa es nuestra meta: ser como palmeras cuyo poste es recto y

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firme, un símbolo de los árboles de justicia. Debemos recordarque “reproducimos lo que somos” (como en el principioespiritual de producir “según su género” que se encuentra enGénesis 1). Más aún, la intensidad de hambre y sed de justiciaque tengamos, será la misma que tengan aquellos a quienesministremos.

Las flores y los huertos

Al examinar la Palabra de Dios, vemos que lo primero queDios hizo después de la Creación fue plantar un huerto (Gn. 2:8).¿Por qué? ¡Porque los huertos están en el corazón de Dios!Dios ama los huertos. En Inglaterra, tenemos un refrán quedice: “En un huerto se está más cerca de Dios”.

Muchos de los que han tenido visiones del cielo testificandel hecho que, ciertamente, está lleno de huertos. En su libroA Divine Revelation of Heaven (Una revelación divina delcielo), Mary K. Baxter dice que el paisaje del cielo esindescriptible; con las flores más hermosas y coloridas quejamás había visto. Había un increíble follaje y vegetaciónpor todas partes. Incluso las flores de las plantas parecíanreaccionar a la música y al canto.

Al compartir las visiones que algunos han tenido, tambiénquiero mantenerme muy apegado a la Palabra de Dios.

Veamos el huerto del Señor en el Cantar de los Cantares 4:12-16:“Huer to cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuentecerrada, fuente sellada. Tus renuevos son paraíso degranados, con frutos suaves, de flores de alheña y nardos;nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los


árboles de incienso; mirra y áloes, con todas las principalesespecias aromáticas. Fuente de huertos, pozo de aguas vivas,que corren del Líbano. Levántate, Aquilón, y ven, Austro;soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga miamado a su huerto, y coma de su dulce fruta”.

En este pasaje, el Señor ve a Su Esposa y dice que ella escomo un huerto cerrado. Por lo tanto, los huertos tambiéntienen un significado espiritual.

Una de las primeras visiones que tuve después de mi primerencuentro con el Señor, fue de un terreno abandonado, llenode maleza, piedras y rocas. Era indeseable; pero cuando elSeñor entró a este terreno, comprendí que representaba elcorazón de un hombre no regenerado.

Lo primero que Él hizo fue construir un muro alrededor dela tierra. Una de las cosas que hacemos en Inglaterra (queno es tan frecuente en los Estados Unidos) es poner cercas omuros alrededor de nuestros huertos. El propósito es muysimple: no queremos que ningún animal extraviado entre alhuerto y lo perturbe.

Espiritualmente, el Señor edifica un muro alrededor delhuerto de nuestro corazón. Se nos dice en Isaías 60:18, queel nombre del muro es salvación. Debemos mantener esemuro en buenas condiciones. Esto se logra caminando en laluz, tal como Él está en la luz (1 Jn. 1:7). Ese muro tambiéndebe ser fortalecido con mezcla pura (hablando de justicia)y no con lodo suelto (hablando de mentiras e hipocresías).Cuando el Israel de antaño edificó con este lodo suelto, Diosdesbarató su muro (Ez. 13:10-16).

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La desobediencia puede destruir el muro de salvación. Porejemplo, en Salmos 80:8, Israel es comparada con una vidque fue traída de Egipto. Un vallado fue puesto alrededor dela viña para protegerla; sin embargo, cuando Israeldesobedeció a Dios, Él aportilló los vallados para que elpuerco montés (o cerdo, hablando de inmundicia) pudieraentrar y destruirla.

El muro tiene puertas porque, obviamente, debe haber accesoal huerto. El huerto de nuestro corazón debe tener puertaspara permitir que entren el Señor y nuestros amigos, y paramantener fuera al enemigo. En Isaías 60:18, vemos que esaspuertas son llamadas “alabanza”. Por lo tanto, estas puertasdel huerto reciben mantenimiento por medio de la alabanza.

¡La alabanza es poderosa! Muchos han sido los cultos dealabanza donde se ha visto al diablo huir, porque no puedeestar en la presencia del pueblo de Dios que alaba. He vistodesaparecer la depresión profunda de las personas, y serreemplazada con la vibrante presencia del Señor, cuando seles exhortó a levantar sus manos y a alabar al Señoraudiblemente.

Regresando a esta visión de la tierra que representa el corazónde un hombre no regenerado, luego vi que el Señor comenzóa remover la maleza, la cual espiritualmente habla de las obrasde la carne que están enumeradas en Gálatas 5:19-21: “Ymanifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosassemejantes a estas…” .


Después Él quitó las piedras y las rocas, las cuales hablan deáreas de rebelión en nuestra vida. Luego, plantó un hermosohuerto y cada planta representaba el fruto del Espíritu. Tambiénpuso un manantial de agua para regar estas plantas. El EspírituSanto es la fuente de agua viva que brota en nuestro propiocorazón (Jn. 4:14).

Queremos trabajar en el huerto de nuestro corazón, porque espor medio de este huerto que cumplimos con los requisitospara entrar a los huertos celestiales. No todos los huertos enel cielo tienen la misma belleza. Al ascender a niveles másaltos, cada huerto es más hermoso que el otro; y cada fuenteesculpida con más delicadeza.

La vida es tan vibrante allí: bellos árboles, hermosos pastos yfuentes de agua tan clara como el cristal. En medio están elárbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y el mal,acerca de los cuales hablaremos más adelante. El huerto denuestro corazón determinará a qué huerto podremos entrar enel cielo, y en cuáles nos sentiremos cómodos.

En el cielo, seremos atraídos por la flor que predomina en elhuerto de nuestro corazón. Para el apóstol Pablo, era el azafrán,el cual habla de paciencia. Pablo fue el modelo de la paciencia;y del mismo modo lo fue mi esposa.

En Guatemala, una pequeña niña de once años tuvo unaexperiencia, en la cual se vio en una visión en el cielo. Unángel la llevó por un sendero que atravesaba montañas yhuertos. Luego, entraron al huerto más hermoso y allí vio ami esposa con María, la madre de Jesús, danzando y adorandodelante del Señor.

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Obviamente, mi esposa hizo las cosas muy bien, para poderdanzar delante del Señor con María. Ella cumplió con losrequisitos para estar en ese hermoso huerto; lo hizo a travésde una vida de sufrimiento, al permitirle al Señor desarrollarese precioso azafrán en el huerto de su corazón. Por esto,seamos diligentes y trabajemos en el huerto de nuestrocorazón, para que también nosotros seamos partícipes de esasbendiciones eternas.

Los frutos del Espíritu

Regresaremos, ahora, al Cantar de los Cantares 4:13-14, dondela Esposa de Cristo es comparada a un huerto con plantas queestán descritas así: “Tus renuevos son paraíso de granados,con frutos suaves, de flores de alheña y nardos; nardo y azafrán,caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso;mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas”.

Al hacer una correlación entre las nueve plantas (desde losgranados hasta los áloes) y los nueve frutos del Espíritu enGálatas 5:22-23, podemos entender el significado espiritualde cada una de estas plantas:

La granada El amorLa flor de alheña El gozoEl nardo La pazEl azafrán La pacienciaLa caña aromática La benignidadLa canela La bondadEl incienso La feLa mirra La mansedumbreEl áloe La templanza


Ahora consideremos más detalladamente los frutos delEspíritu, para que puedan ser desarrollados en nuestro corazón,permitiendo que maduren plenamente.

La granada: el amor

El primero es la granada, que simboliza el amor. La granadaes el producto del granado, un pequeño árbol de unos 12 a 16pies de alto (3.5m a 5m). Cada flor consta de cinco pétalos, elnúmero cinco habla de la gracia de Dios o la capacidad divina,única forma de producir Su amor en nuestra vida.

La granada se encuentra en áreas muy secas; y esto nosrecuerda al Señor Jesucristo, a quien se le describe como “raízde tierra seca” (Is. 53:2). Esta fruta tiene una cáscara gruesa;y espiritualmente, uno podría decir que ilustra a alguien queno se ofende fácilmente. El apóstol Pablo escribió: “El amores sufrido, es benigno…” (1 Co. 13:4).

La granada se abre haciéndole “muescas”, lo que significaque se le hacen cortes con un cuchillo o se perfora, y luego separte. Aquí encontramos una hermosa verdad respecto al amorde Cristo: Su amor fluyó de Su costado, el cual fue herido porla lanza del soldado, y de Sus manos y pies traspasados porlos clavos. Él también murió por un corazón roto. Por lo tanto,para que la plenitud del amor de Dios fluya de nuestra vida,nosotros también tenemos que conocer Sus sufrimientos yser quebrantados a causa de la traición y la injusticia.

Otra verdad respecto a la granada es que tieneaproximadamente 600 semillas, lo que nos muestra que elamor se reproduce a sí mismo muchas veces. El jugo de la

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granada es de mucho beneficio para la salud, ya que tiene unalto contenido de antioxidantes. Se ha comprobado que esbueno para el corazón y para combatir el estrés oxidativo. Dela misma manera, el amor es muy beneficioso para aquietar elcorazón, y para aliviar dicho órgano del daño ocasionado porlas condiciones que producen estrés.

Veamos ahora el epítome del amor que expone Pablo en suoración, en Efesios 3:17-19: “para que habite Cristo por lafe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados ycimentados en amor, seáis plenamente capaces decomprender con todos los santos cuál sea la anchura, lalongitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amorde Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáisllenos de toda la plenitud de Dios”.

Al examinar la frase: “para que habite Cristo por la fe envuestros corazones…” es evidente que esto no se refiere a laexperiencia inicial de la salvación; en realidad, es el Señorentrando a un corazón preparado. Aquí, tenemos la idea deCristo entrando a nuestro corazón en una forma nueva. ¿Cómose relaciona esto con el huerto? En Cantar de los Cantares4:16, la amada, quien ha trabajado en su huerto y lo hapreparado, le dice al Señor: “Oh Señor, entra en Tu huerto”.Y el Señor dice en Cantar de los Cantares 5:1: “He entrado enmi huerto” (LBLA).

Pablo continúa en Efesios 3:17: “…a fin de que, arraigadosy cimentados en amor…” ¡Así deben permear las raíces delgranado todo nuestro ser! Ese árbol desarrolla hasta la madurezsus frutos de amor en nuestra vida, para que podamos ser“plenamente capaces de comprender con todos los santos


cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y deconocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, paraque seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Ef. 3:18-19).

La flor de alheña: el gozo

La alheña es una flor blancuzca y fragante que cuelga enracimos como las uvas. Era apreciada por su fragancia; es unsímbolo del gozo. ¡Qué maravillosa fragancia exuda unapersona gozosa! El aceite de esta flor también es conocidopor su resistencia y su fuerza.

Se ha descubierto que las momias que fueron recubiertascon alheña, han retenido sus aceites durante miles de años.Por lo tanto, podemos comprender la frase “el gozo de Jehováes nuestra fuerza”, ya que ésta es una de las característicasprincipales del aceite que obtenemos de la planta de alheña(Neh. 8:10).

El nardo: la paz

El nardo es el símbolo de la paz. Esta planta contiene un aceiteque es usado para fortalecer la mente y que tiene efectoscalmantes sobre aquellos que lo toman. El nardo refleja lapromesa de que la paz de Dios guardará o fortalecerá nuestramente, como lo declara Filipenses 4:6-7: “Por nada estéisafanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante deDios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la pazde Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestroscorazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.Ciertamente, esto revela las características de alguien que estárevestido con la paz de Dios. Alguien que es como su Amo, el

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Príncipe de paz: calmado en medio de una tormenta,manifestando Su fortaleza, la cual el adversario no puedevencer (Ro. 16:20).

El azafrán: la paciencia

El azafrán es el símbolo de la paciencia. Es la especie máscara en peso, y tiñe la comida de color amarillo. El amarilloes el color del espectro más fácilmente reconocido. Es el colorque, al ser revelado por la luz, estimula en la retina a las célulascono (células ópticas); lo hace de igual forma con aquellasque captan las ondas medias así como a las que captan lasondas largas de luz. De igual manera, el hombre o la mujerque ha experimentado la paciencia, también es fácilmentereconocido(a), está tallado en su semblante. Algunas de laspersonas más hermosas que he tenido el privilegio de conocer,son aquellos que han experimentado largos periodos desufrimiento personal, a menudo a través de enfermedadesterminales; asimismo, aquellos quienes han cuidado a un serquerido en tales circunstancias.

La paciencia es una de las cinco virtudes, con las cualesel Señor escogió identificarse a Si mismo en el MonteSinaí, cuando se le apareció a Moisés: “Pasó delante deMoisés, diciendo en voz alta: ¡El Señor! ¡El Señor! ¡Diostierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad!”(Ex. 34:6, DHH).

La caña aromática: la benignidad

La caña aromática representa la benignidad. Enfatizando en lagrandeza de esta virtud, el rey David exclamó: “tu benignidad


me ha engrandecido” (Sal. 18:35). La benignidad estárepresentada en la ternura y el cuidado de una nodriza (1 Ts. 2:7).

Se nos dice que el siervo del Señor debe ser benigno (amable)en todo tiempo (2 Ti. 2:24). Cuando presentamos el Evangelio,debemos hablar la verdad en amor; y sabemos que, de acuerdoa Gálatas 5:22-23, la benignidad es el resultado del amor. EnProverbios 25:15, Salomón escribe: “Con larga paciencia seaplaca el príncipe, y la lengua blanda quebranta los huesos”.En otras palabras, las personas cambian y se rinden ante labenignidad más que con un espíritu áspero.

La canela: la bondad

La canela tiene muchas cualidades que son provechosas y quenos ayudan a comprender por qué es el símbolo de la bondad.Una de estas cualidades es que se usa para resaltar el sabor enciertos platillos, particularmente, los que contienen manzanas.Proverbios 16:21 dice: “El sabio de corazón es llamadoprudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”.Ciertamente, una persona bondadosa endulza a aquellos conquienes se relaciona.

Otra cualidad de la canela es que repele a los insectos. Unabuena persona, ciertamente repele el mal. Vi un claro ejemplode este punto cuando una jovencita, a quien llamaremos Sally,preguntó quién sería su compañera de dormitorio en el institutobíblico. Al informársele que cierta joven sería su compañera,Sally parecía desilusionada y preocupada.

La maestra estaba sorprendida, pero después, otra de lasestudiantes le explicó. Resulta que Sally era de naturaleza

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difícil y voluntariosa, mientras que la otra joven erairreprochable. Era comprensible que Sally rechazara la ideade compartir la habitación con una persona conocida por lahonestidad y transparencia de su carácter.

El incienso: la fe

El incienso es un símbolo de la fe y la constancia. El incienso,como tal, tiene que ser quemado, conforme a la verdad quenuestra fe es probada con fuego (1 P. 1:7). La fe es producidapor medio de experiencias difíciles en el desierto, cuandopasamos por el horno de la aflicción (Is. 48:10).

Dios le había dado promesas a José, el hijo de Jacob, quereinaría sobre sus hermanos. Sin embargo, sus hermanoslo vendieron a una banda de ismaelitas, quienes a su vez,lo vendieron a Potifar, el capitán de la guardia de Faraón.Falsamente acusado por la esposa de Potifar, fue puesto enprisión, en la cárcel donde estaban los prisioneros deFaraón. La Palabra de Jehová lo probó allí, donde tuvo quecreer que las promesas de Dios aún se cumplirían (Sal.105:17-19). De la misma forma, para que nuestra fe crezca,tendremos que atravesar valles oscuros, donde nos aferramosa aquello que el Señor nos ha prometido. Las dudas y losmiedos nos asedian, pero al mantenernos firmes, saldremosvictoriosos con una fe mejorada.

La mirra: la mansedumbre

La mirra era usada como líquido para embalsamar, que era loque antiguamente se hacía para preservar un cadáver. Estoquiere decir que la persona debía estar muerta. La mirra, el


símbolo de la mansedumbre, personifica a alguien que, al igualque los muertos, no reacciona ante las circunstancias y queno puede ser provocada.

La palabra griega para mansedumbre es praus, una palabraque se usa para un cachorro que ha sido entrenado. Por lotanto, la mansedumbre puede denotar a alguien cuyo espíritu hasido domado y se somete a las órdenes del amo. Proverbios 21:1ilustra esta virtud: “Como canales de agua es el corazón del reyen la mano del SEÑOR; El lo dirige donde le place” (LBLA).

Una persona mansa es completamente sumisa a la voluntadde Dios. Que nuestro espíritu emane este precioso perfume,mientras Él procura llevarnos y guiarnos a través de todas laspruebas en el viaje de nuestra vida.

El áloe: la templanza

El aloe, simbólico de la templanza o el dominio propio, esusado para sanar diversas condiciones de tipo externo. Estose aplicaría a alguien que puede controlar su espíritu, quepronuncia palabras agradables que traen salud a los huesos(Pr.16:24). La vida de aquellos que poseen un temperamentodulce, emana cierta fragancia.

Aquí en la tierra, los frutos del Espíritu son desarrollados pormedio de situaciones tanto positivas como negativas. Cuandorecibimos revelación y entendimiento de la Palabra de Dios,en relación las características de estos frutos, y los aceptamosen nuestra mente y espíritu, Dios los plantará en nuestra vida.También es esencial desearlos intensamente y orar para quesean desarrollados.

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Las características opuestas a cada uno de estos frutos, hacenque busquemos al Señor para que podamos ser vencedores.Por ejemplo, lo opuesto al fruto del amor es el odio. Cuandonos enfrentamos al odio podemos, con la gracia de Dios,decidir en nuestro corazón amar a nuestro prójimo y a aquellosque nos odian. Es un camino largo, pero que vale la pena unavez que llegamos al punto en el cual Su amor ha sidoperfeccionado en nosotros. Esto también es verdad con losotros ocho frutos del Espíritu.

En el cielo, los árboles emanan una exquisita fragancia. Hacemuchos años yo estuve en el sur de Francia. En las playas dela costa del Mediterráneo, hay una pequeña aldea llamada LaLavendue, que significa lavanda. Fue llamada así, porque laaldea entera estaba plantada con árboles de lavanda. Al entraren la aldea, se podía sentir la fragancia a lavanda.

Qué bueno sería si, cuando están cerca de nosotros, las personaspudieran sentir el exquisito aroma de las fragancias de los frutosdel Espíritu. La fragancia de la granada (amor) o el aroma de laflor de alheña (gozo) o del nardo (paz) y de todos los demásfrutos del Espíritu, es lo que nuestra vida debe emanar.

El huerto de nuestro corazón debe ser cultivado, para que cuandoel Señor entre, pueda comer de Su fruto con gozo y alegría.Este proceso de madurar también continúa en el cielo. Alascender a los niveles de gloria del cielo, será necesaria unacontinua purificación más profunda. El Señor nos guiará a esasfuentes en el cielo que nos lavarán (Ap. 7:17). Al avanzar, laluz se torna más brillante, y todos estos frutos son desarrolladospara llegar a mayor madurez y perfección. El propósito es quepodamos ser llenos de toda la plenitud de Dios.


Las fuentes

Uno de los aspectos de los huertos del cielo lo vemos en elCantar de los Cantares 4:15, donde habla de sus hermosasfuentes: “Fuente de huertos, pozo de aguas vivas, que correndel Líbano”. Otra referencia a estas fuentes está en Apocalipsis7:17: “porque el Cordero que está en medio del trono lospastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Diosenjugará toda lágrima de los ojos de ellos”.

Espiritualmente, estas fuentes se asemejan a las fuentes queel Señor desea poner en nuestro corazón. Cuando habló conla mujer en el pozo, en Juan capítulo 4, nuestro Señor Jesúsdijo que si la mujer hubiese sabido quién era Él, le hubierapedido y habría recibido una fuente de agua viva que saltapara vida eterna. Este es el pozo que queremos cultivar ennuestro corazón, para que se convierta en una fuente de vida,de la cual brote el Espíritu de Dios. Estas fuentes refrescarány regarán el huerto de nuestro corazón. La pregunta es: “¿Cómomantenemos esas fuentes saltando para vida eterna?”

Lo hacemos al poner atención a la amonestación deProverbios 4:23, de guardar nuestro corazón diligentemente,al asegurarnos que nuestros pozos no sean obstruidos. EnGénesis 26, los pozos que Abraham excavó fueron cegadospor los filisteos (quienes representan la envidia). Su hijo,Isaac, cavó otro pozo y los pastores de Gerar riñeron por esepozo, al cual Isaac llamó Esek (hablando de riña). Luego,Isaac cavó otro pozo, por el cual también riñeron, e Isaac lollamó Sitna (que habla de odio). Nuestros pozos deben serlimpiados de toda envidia, celos, riñas, amargura, odio,lujuria, impureza, perversidad y de muchos otros pecados

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similares. Estos pecados son perniciosos y, por consiguiente,obstruyen nuestros pozos.

Hay otra maleza terrible que debemos vigilar cuidadosamentepara mantener nuestros pozos destapados. Aunque no esllamado así en el Sermón del Monte, a esta mala hierba yola llamo crítica. El Señor da una advertencia solemne enMateo 7:1-2: “No juzguéis, para que no seáis juzgados.Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y conla medida con que medís, os será medido”.

Al leer Mateo 7:1-2, vemos que nosotros, con nuestra actitud,determinamos la medida con la que seremos juzgados. Estuveleyendo un comentario que Abraham Lincoln hizo: “Aquelque en su corazón tiene el deseo de ayudar, tiene el derechode criticar”. Pienso que esto es muy interesante. Los quecritican, a menudo son aquellos que nunca han alcanzado algoen la vida. Muchos de los críticos literarios en los periódicos,nunca han escrito un libro.

Todos estaremos delante del trono de Cristo para rendir cuentasde la vida que hemos vivido aquí en la tierra. Algo quenecesitamos evitar es ir al cielo con crítica en nuestro corazón.Conocí a una persona que tuvo la siguiente visión de algunaspersonas que él conocía.

Uno de ellos era un pastor que tenía el terrible hábito de criticar.Escribía columnas criticando a sus hermanos. Dios procurópurificarlo de esta actitud de crítica y llevarlo al arrepentimiento.Sin embargo, él no se arrepintió, y sufrió una terrible muerte decáncer. En el cielo, tuvo que acercarse a aquellos a quieneshabía criticado en la tierra y pedirles perdón.


Recuerdo claramente que en un caso en particular, un hermanodijo: “Pero usted no me criticó”. “No”, respondió el pastor,“no directamente, pero yo ocasioné que alguien más locriticara a usted y, por lo tanto, soy culpable. ¿Me perdona?”.En el cielo es muy fácil perdonar, así que este hermano dijo:“Oh, sí. Lo perdono”. La persona que tuvo esta visión notóque el pastor dio un profundo suspiro de alivio al momentode ser perdonado.

No queremos pasar nuestro tiempo en el cielo esperando quellegue el hermano tal o la hermana cual, a quien criticamos,para que seamos aliviados de nuestro pecado. Antes bien,mientras caminemos por las verdes laderas del cielo, queremosser aquellos que tienen su mente llena de hermosos recuerdosde lo que hicimos en la tierra para ayudarnos unos a otros.

En el cielo, todos nos conoceremos unos a otros. Uno no pierdesu memoria. En un relato de un creyente que se encontró conAdán en el cielo, el creyente le preguntó a Adán si recordabaa Caín, su hijo primogénito, y Adán respondió que recordabaa este “pobre niño” que no prestó atención a las advertenciasy exhortaciones para vivir una vida piadosa. Adán reconocióque como resultado de esto, su hijo Caín no estaba en el cielo.Abel, el segundo hijo de Adán, no fue como Caín. Él fue unejemplo de un hombre justo, para todas las generacionessiguientes. Aun el Señor dio testimonio de esto.

Leemos en Hebreos 11:4: “Por la fe Abel ofreció a Dios másexcelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio deque era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto,aún habla por ella”. Por lo tanto, en el cielo podremos recordartodo: lo bueno y lo malo que las personas nos han hecho.

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Seamos maduros y comprendamos que las personasverdaderamente grandes no critican. Cuando señalamos aalguien más con el dedo, hay tres dedos que nos señalan deregreso a nosotros. Las personas de carácter noble no critican,pues en su paso por la vida han entendido que lo que hanalcanzado y lo que son, ha sido posible únicamente por lagracia de Dios. Como dijo el apóstol Pablo en 1 Corintios15:10: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su graciano ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado másque todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.

Efesios 5:18-19, contiene otra clave para mantener nuestrospozos burbujeando: “No os embriaguéis con vino, en lo cualhay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablandoentre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales,cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”. Alhablar y cantar salmos, himnos y cantos espirituales en nuestrocorazón y dar gracias a Dios, nuestros pozos se mantendránllenos de agua burbujeante; y de esas fuentes fluirán lascorrientes limpias y no adulteradas del Espíritu de Dios.

“Seamos maduros;

las personas verdaderamente

grandiosas no critican”

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Capítulo 2

Los habitantes del cielo y sus ministerios

Los ángeles

Somos lo más preciado a los ojos de Dios, quien nos haconocido desde antes de la fundación del mundo (2 Ti. 1:9).Por esta razón Él ha designado ángeles para ministrarnos ycuidarnos durante nuestra jornada en la tierra. El apóstol Pablodice: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados paraservicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”(He. 1:14). Estos ángeles guardianes intervienen a veces paraprotegernos, guiarnos y animarnos. También usan a personascomo intermediarios para ayudarnos.

Nunca estamos solos

Saber que nunca estamos solos en esta tierra, es una verdadmuy consoladora. Cuando viajo, sin importar dónde esté,siempre hay alguien allí para asegurarse que no tropiece.Isaías 63:11-13 dice: “Pero se acordó de los días antiguos,de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que leshizo subir del mar con el pastor de su rebaño? ¿dónde elque puso en medio de él su santo espíritu, el que los guiópor la diestra de Moisés con el brazo de su gloria; el quedividió las aguas delante de ellos, haciéndose así nombreperpetuo, el que los condujo por los abismos, como uncaballo por el desierto, sin que tropezaran?”. En algunosde mis viajes recientes, de alguna manera, Dios siempre hatenido a alguien allí para cuidarme.


En una ocasión viajaba en tren, y llevaba dos grandes maletashacia la casa de mi hermano. La estación del tren era antiguay para bajar al estacionamiento de autos, había unos escalones,los cuales eran difíciles de superar debido a las maletas quellevaba conmigo. Mientras consideraba qué debía hacer, uncaballero corrió hacia mí y me preguntó: “¿Puedo ayudarlo?”Yo le respondí: “Muchas gracias”. Él llevó mis maletas y lasbajó sin ningún problema.

Al salir de la casa de mi hermano, él me explicó que tendríaque cambiar de tren en una intersección, para poder visitar ami sobrino. Debido a que me sentí un poco turbado en miespíritu, le pregunté: “¿Cómo voy a pasar de esta plataformaa la otra para tomar el otro tren?” Él dijo: “No hay ningúnproblema. Tienes siete minutos para el trasbordo. El tren enel que vas, se detendrá en la intersección. Te bajas, caminasunas 20 yardas (18 m) y llegas a la plataforma del otro tren.En unos minutos llega el tren y te subes”. Aun así, en miespíritu, yo estaba algo inquieto, y pensé: “No será tan fácilcomo él dice”.

Me subí al primer tren y al llegar a la intersección el tren sedetuvo. Pensé: “Los minutos van a volar”. Luego el tren sedesvió hacia otra vía y llegó a otra plataforma. Para poderllegar a la plataforma que yo necesitaba, tenía que subir unosescalones muy antiguos y luego bajar del otro lado.

Cuando estaba tratando de subir esos escalones con mis dospesadas maletas, una joven quien obviamente era una ejecutivacon su traje sastre negro, se acercó. Ella se veía muy arregladay formal, y dijo: “¿Puedo ayudarlo?” Yo pensé: “¡Este es unode los ángeles de Dios!” También hay ángeles con apariencia

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femenina. Al entregarle la maleta más pequeña, me preguntó:“¿A dónde va?” Yo le respondí y subimos los escalones. Lospeldaños eran muy empinados, pero ella se las arregló auncon zapatos de tacón alto. Cuando llegamos arriba, ellapreguntó a dónde llegaría el otro tren.

Luego, me ayudó a bajar los escalones del otro lado. Allíestaba el tren y el vagón en el que yo me debía subir. Ypensé: “¡Ella debe ser cristiana!”. Me dí vuelta paraagradecerle, pero había desaparecido. No se si en realidadera un ángel, ¡pero tenía un excelente acento inglés! Estome hizo estar más consciente del hecho que el Señor arreglatodo, dondequiera que yo pueda estar.

Cuando finalmente llegué a la estación de tren de mi sobrino,con estas dos grandes maletas, allí estaba mi sobrino de pieen la puerta. Él dijo: “Tío, bájate. Yo me encargo de lasmaletas”. Todo salió muy bien. El Señor se aseguró de que yo“no tropezara”. Pero, ¿qué sucede si tropezamos?

En otra ocasión, estaba en un parque llamado Watkins Glen,con unos amigos. Disfrutábamos de un paseo, caminando pordiferentes senderos, algunos de los cuales eran algo resbalosos.En un momento yo estaba de pie, y al siguiente, me encontrétirado en el suelo rodeado de otras personas. Una de ellas seacercó a mi y dijo: “Señor, soy médico. ¿Puedo ayudarlo?”Después alguien me dijo: “Nunca he visto a alguien caer comousted lo hizo; cayó tan lentamente”. Allí estaba yo, en el suelo;el médico estaba seguro que me había lastimado, pero no fueasí. No se cómo pasé de una posición vertical a una posiciónhorizontal. No tengo idea de lo que sucedió. Generalmente, siuno se cae, uno está consciente de caer, pero yo no. A decir


verdad, no quería levantarme, porque en realidad un ángelme había envuelto, y era tan hermoso.

Deuteronomio 33:27 dice: “El eterno Dios es tu refugio, ydebajo están los brazos eternos” (LBLA). Cuando viajo,siempre hay alguien allí cuando lo necesito, y estoy muyconsciente de que me están observando y cuidando.Ciertamente, nunca estamos solos.

Hebreos 12:1 dice: “Por tanto, nosotros también, teniendoen derredor nuestro tan grande nube de testigos,despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, ycorramos con paciencia la carrera que tenemos pordelante”. Estos testigos ciertamente son muy reales. El Señor(o mi ángel) no solamente tiene personas que me ayudan,sino los ángeles mismos también intervienen a mi favor. Hahabido ocasiones en que un ángel, literalmente, ha venido arescatarme cuando caía al suelo. El punto es que Dios noscuida muy bien, aun en lo que uno llamaría las pequeñascosas de la vida.

Ciertamente, el Señor está vigilándonos para protegernos decualquier daño y para suplir todas nuestras necesidades. Cuandotenemos problemas el Señor está allí para darnos la clave pararesolverlos. Si somos vigilados con semejante cuidado (comosubir o bajar maletas por la escalera), ¿no es un hecho queestamos constantemente rodeados de vigilantes celestialesquienes nos están preparando para un ministerio eterno?

Como leímos en Hebreos 12:1, hay una nube de testigosrodeándonos, literalmente registrando cada uno de nuestrosmomentos. También están allí para ser como espectadores de

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un evento deportivo, animándonos para que lleguemostriunfantes a la meta predeterminada de nuestra vida. ¡Aquí,en esta tierra, estamos siendo preparados para el cielo!

El ministerio de los ángeles

El apóstol Pablo nos dice, en Hebreos 1:14, que los ángelesson espíritus ministradores enviados para ministrar a aquellosque son los herederos de la salvación. A diferencia de nosotros,ellos fueron creados y NO nacieron. Nosotros crecemos,tomamos decisiones y nos desarrollamos. Cuando recibimosal Señor Jesús como nuestro salvador personal, nosconvertimos en hijos de Dios por adopción y en templos delEspíritu Santo.

Los ángeles son seres creados, que vinieron a existir por laPalabra hablada de Dios. La apariencia reverente, hermosa ymajestuosa de los ángeles es asombrosa. Son seres magníficos.Cada uno fue creado con un propósito específico. Habiendotenido el privilegio de verlos de vez en cuando, sé que difierenen tamaño y majestad de acuerdo a la voluntad predeterminadade Dios. Difieren en virtud del ministerio y función que Él haordenado para ellos.

El estudio de los ángeles nos llena del temor de Dios, ya quevemos en ellos el poder, la sabiduría y el consejo del PadreTodopoderoso. En primer lugar, Él dirige un reinoperfectamente ordenado donde innumerables puestos yfunciones deben ser desempeñados. Cada ángel tiene su lugary, al igual que aquí en la tierra, hay departamentos enterosdedicados a propósitos específicos. Tales departamentos sonmanejados fácilmente con una jerarquía estructurada, donde


los miembros de cada departamento tienen distintashabilidades y cargos. Así, hay ángeles superiores que ejercenautoridad, ante los cuales deben reportarse los ángeles condones menores para recibir instrucciones y también parapresentar su trabajo para que éste sea aprobado.

A algunos ángeles se les asignan cargos celestiales; a otros seles comisiona para gobernar esferas de actividad aquí en latierra. Por ejemplo, hay gobernadores angelicales sobre países,como vemos en Daniel, capítulo 12, donde Miguel es llamadoel Príncipe de Israel. Hay consejos angelicales sobre lasiglesias, algunos de los cuales he conocido. Hay ángeles queministran a través de los pastores, mientras que hay otrosángeles que llevan un registro de la asistencia y las ofrendas.No se registra únicamente la cantidad de dinero que fue dado,sino también la actitud del dador.

Una simpática historia cuenta que un miembro de lacongregación tenía la intención de dar un dólar en la ofrendapero, sin darse cuenta, dio un billete de cinco dólares, ya queno pudo hacer sencillo antes que la canasta de la ofrendapasara. Revisando su vida cuando llegó al cielo, este santodescubrió que solamente un dólar había sido anotado en esaofrenda. Él protestó, pero el ángel encargado del registro ledijo con firmeza: “Su intención fue dar solamente un dólar, ypor esa intención, usted recibe crédito por un dólar”.

Los ángeles no contraen matrimonio, por lo tanto, noexperimentan las alegrías y las penas de la vida matrimonial.De su interior, emanan la serenidad y el gozo de aquellos queestán totalmente dedicados a cumplir la voluntad de Dios.Sus labios están llenos de alabanza continua para el

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Todopoderoso. Algunos forman parte de las filas de losejércitos celestiales, pelean a favor del Todopoderoso y de lossantos que están en la tierra, en contra de las malvadas hordasde Satanás.

Están aquellos que forman el coro celestial y que adoranalrededor del trono (Lc. 2:13). Otros ángeles cuidan a los bebés(Mt. 18:10) y a los santos aquí en la tierra. Cada santo, desdeque nace hasta que sus días terminan, es cuidado por su ángel.

Otro aspecto de los ángeles que debemos recordar es suhabilidad para transformarse en lo que deseen. La evidenciabíblica para esta declaración, la encontramos en2 Corintios 11:14, donde Pablo manifiesta que incluso Satanáspuede transformarse en ángel de luz.

Al mismo tiempo, el apóstol Juan nos recuerda: “Amados, nocreáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios;porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. Enesto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesaque Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espírituque no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es deDios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéisoído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Jn. 4:1-3). No debemos creerle a todos los espíritus, sino probar losespíritus para ver si son de Dios. Él sugiere que los ángelescaídos pueden transformarse en falsos profetas. Estoposiblemente explicaría Josué 5:13-15, donde Josué reta alhombre con una espada al preguntarle: “¿Eres de los nuestroso de nuestros enemigos?” De hecho, estaba hablándole almismo Señor, Quien le respondió: “…como Príncipe delejército de Jehová he venido ahora”.


Pablo nos advierte que, en estos tiempos del fin, algunosprestarán atención a espíritus engañadores y apostatarán de la fe.Pidámosle a Dios que nos dé discernimiento en esta área, paraque podamos reconocer lo bueno y desechar lo malo (Is. 7:15).

Para concluir esta explicación de los ángeles, comprendamosque hemos sido llamados al Monte Sion espiritual, a lacompañía de muchos millares de ángeles. Seamos consoladoscon las palabras de Eliseo: “No tengas miedo, porque másson los que están con nosotros que los que están con ellos”(2 R. 6:16). De hecho, la relación es de dos a uno a favornuestro. Los creyentes de la Iglesia Primitiva experimentaron,en muchas ocasiones, el evidente ministerio de los ángeles.Así será en nuestros días, ya que, también nosotros,necesitamos ser socorridos por estos poderosos ángeles deDios.

Nunca, nunca estamos solos. En Hebreos 13:2, el apóstolPablo nos exhorta: “No os olvidéis de la hospitalidad, porquepor ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.

La Deidad(el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo)

En el cielo, la gloriosa Trinidad es claramente visible y es elcentro de atracción. Usted observará con cuánta frecuenciaescribió Pablo en sus epístolas frases significativas como:“agradó al Padre”, “agradó a Dios” o “Él quiso” . Todaslas cosas fueron creadas por Dios y para Su placer (Ap. 4:11).

Pablo escribe, en 1 Corintios 12:4-6: “Ahora bien, haydiversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay

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diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y haydiversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas lascosas en todos, es el mismo”. El Padre, en Su trono, dirigetodas las cosas. Él es el Origen de todas las cosas y Élplanifica todas las operaciones. El Señor Jesús es elAdministrador; mientras que el Espíritu Santo imparte losdones y las habilidades. Nosotros somos miembros delCuerpo de Cristo y funcionamos conforme a la voluntadespecífica de Dios.

Dios Padre

Ciertamente, Dios es el Padre. Si bien es cierto que Él es elPadre Santo, también emana el afecto y la compasión de lapaternidad. Sus nombres bíblicos revelan esto, cuando esllamado el Dios de amor y de paciencia, y el Dios de todaconsolación. Los mejores padres terrenales son nada más queun somero reflejo del Padre Celestial. El salmista describe laamorosa ternura de Dios Padre, cuando escribe en el Salmo103:13: “Como el padre se compadece de los hijos, secompadece Jehová de los que le temen”.

Dios Hijo

En el cielo, el Señor Jesús se mueve libremente entre losredimidos, amándolos, animándolos, enseñándoles ymostrándoles las nuevas maravillas de Su gracia. Por Suomnipresencia (la habilidad de estar en todas partes al mismotiempo), Él puede estar en Su trono recibiendo la adoraciónde miríadas de ángeles y de santos a la vez; pero, tambiénpuede estar en otra parte del cielo, dándole la bienvenida aaquellos que acaban de llegar de la tierra.


¿Cómo puede el Señor Jesús ser omnipresente? Una noche,en una visión, vi al Señor de pie sobre la tierra. Luego vi auna creyente que oraba en su habitación: “¡Jesús, ayúdame!”.No fue un ángel el enviado, sino el Señor mismo quien salióde Sí mismo y se puso de pie junto a la cama de ella. Sequedó allí escuchando su petición, y al mismo tiempo semantuvo de pie sobre la tierra. Conforme las oracionesbrotaron de los labios de un sinnúmero de creyentes, Él, sinningún esfuerzo, salió de Su cuerpo y estuvo con ellos, aúnmanteniéndose de pie sobre la tierra. Así, me fue mostradocómo puede Él estar en el cielo desempeñando variasfunciones, y también ministrando a Sus santos sobre la tierra,en innumerables lugares al mismo tiempo. Así es Cristo, elTodopoderoso y maravilloso.

Habiendo estado en el cielo, puedo testificar que el SeñorJesús realmente es el gozo del cielo. Al llegar al cielo, contodo y sus muchas maravillas, el deseo principal de todos lossantos es simplemente el anhelo de sólo ver a Jesús.

Dios Espíritu Santo

El Espíritu de Dios es el tercer miembro de la SantaTrinidad. Su apariencia es en cierta forma similar a la delSeñor, aunque mi impresión es que parece más joven. Suministerio puede ser entendido por medio de la siguienteilustración. Abraham tipifica al Padre, Isaac tipifica al Hijo,mientras que Eliezer, el siervo de confianza, tipifica albendito Espíritu Santo (Gn. 24). Él es nuestro parakletos,que significa nuestro “Consolador”, quien camina junto anosotros, instruyéndonos, reprendiéndonos y guiándonos atoda verdad.

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Los animales en el cielo

Mientras estuve en el cielo, escuché el canto de los pájaros, y elhecho de que hay caballos en el cielo, está bien documentadoen la Escritura. Jesús cabalgará sobre un caballo blanco, al igualque aquellos que estén con Él, cuando regrese (Ap. 19:11, 14).

Puedo testificar que en algunas ocasiones, los bellos carruajesde oro son jalados por hermosos caballos blancos. La preguntamás frecuente es: “¿Estarán nuestras mascotas en el cielo?”Hay muchos testimonios de personas que han tenido visionesen las que han visto a sus mascotas en el cielo; sin embargo,siento que no debo ser tan específico, ya que la Escritura guardasilencio al respecto.

Los ministerios celestiales

El cielo es un lugar de gozo y paz total, en donde las familiasestán juntas, y los amigos y conocidos viven en lo que sólopuede calificarse como bendición celestial. Hay plenasatisfacción y contentamiento, y todos habitan en armonía.

Además de ser un lugar de adoración, instrucción y grandesdeleites, el cielo también podría describirse como un lugar detrabajo. Es como una colmena llena de laboriosas abejas. Enel cielo, nadie está desocupado. Todos tienen un trabajosatisfactorio y agradable que cumplir, para el cual fueronentrenados, y para el cual cumplieron con los requisitos durantesu estadía en la tierra.

A menudo, se hace la pregunta: “¿Hay noche en el cielo?”No, pero sí hay descanso. Quizás, la mejor forma de ilustrarlo


es con lámparas que funcionan con un reóstato. La luminosidadde las lámparas puede ser ajustada y disminuida para que hayaluz, pero menos intensa. Parece que la luz o la gloria del cielose suaviza y es menos brillante a ciertas horas. Los pájarosdejan de cantar y las personas regresan a sus hogares, si no esque ya están allí, para descansar. Aunque el Señor no seadormece ni duerme, Su creación necesita descansar.

Los oficios terrenales y sus equivalentes celestiales

Casi todos los oficios terrenales tienen su equivalente celestial.Existe, sin embargo, una diferencia entre aquellos cuyaocupación era cuidar a las personas y aquellos cuya ocupaciónera con objetos inanimados, como trabajar en el campo de laciencia. Los santos que han ministrado a personas, ocupanposiciones más altas que aquellos que fueron fieles en otrosllamados que no estaban tan conectados con las personas,como la contabilidad, la ciencia o la limpieza.

Las posiciones más altas en el cielo no necesariamente estándeterminadas por las posiciones en la tierra. Hay otrasconsideraciones que se deben tomar en cuenta. La viuda que diodos blancas tiene una casa mejor que la de muchos otros, pero loque estoy tratando de enfatizar es que nuestro llamado en la tierra,ciertamente afectará nuestra posición y nuestra función en el cielo.

Quizás, al leer esto, amable lector, usted se pregunta cómo sesienten aquellos que están en posiciones menores respecto aaquellos a quienes conocieron en la tierra, cuando los ven enposiciones más prominentes. En realidad, tienen plenocontentamiento, ya que en el cielo todos están llenos de un

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contentamiento santo. De hecho, están tan llenos de amor quese regocijan cuando ven que otros reciben galardones mayoresque los que ellos recibieron.

¿Cuáles son algunas de estas tareas que hacen posible que elcielo funcione con una eficacia tal, que todos se sientensatisfechos? Así como sucede con la vida en la tierra, hayministerios seculares que los creyentes desempeñan mientrascantan gozosos alabanzas al Señor. Por ejemplo, en el cielohay banquetes, para los cuales se necesita comida. La Palabrade Dios habla de la cena de las bodas del Cordero (Ap. 19:9).El Señor también dijo en Marcos 14:25: “De cierto os digoque no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en quelo beba nuevo en el reino de Dios”.

En el cielo, hay lugares con grandes fincas donde se producetodo tipo de alimentos. Los labradores cantan mientras recogenla cosecha, la cual es transportada en vagones hacia otrasregiones donde se realizan estos banquetes. También estánaquellos que preparan y sirven la comida. Los santos puedendisfrutar y refrescarse con todo tipo de bebidas deliciosas.Éstas pueden ser elaboradas y servidas por aquellos que,durante su vida, trabajaron en el ramo de la comida y losrestaurantes. Otros ministerios seculares del cielo incluyen alos artesanos, quienes son responsables de amueblar las casasde aquellos que están a punto de entrar a las glorias del cielo.También están los santos glorificados quienes producen lostapices y otros materiales finos que son utilizados para decorarlas mansiones celestiales.

Los ministerios espirituales también tienen sus equivalentescelestiales, ya que los coros y las congregaciones abundan en


el cielo. He visto algunos que están involucrados en laeducación de preescolares, mientras que otros son responsablesde niveles más altos de educación. También están los queescriben en la eternidad y algunos de los libros que han sidoescritos en la tierra, también estarán en el cielo.

La preparación terrenal paralos ministerios celestiales

Nuestro tiempo aquí en la tierra es un tiempo de entrenamientoy de preparación para el trabajo que tendremos que realizar enel cielo. Podemos estar asistiendo a la universidad y pensar queestamos aprendiendo cosas que ciertamente no usaremos en elcielo. Pero al estudiar la Palabra de Dios, podemos ver queMoisés fue enseñado en toda la sabiduría de Egipto (Hch. 7:22).Esa fue su preparación para el liderazgo. De igual manera,Daniel fue seleccionado para ser instruido en el lenguaje de loscaldeos. Obviamente, estaba siendo preparado, no solamentepara su posición en la tierra, sino también para su posicióneterna. Se dice de Daniel: “…y reposarás, y te levantarás pararecibir tu heredad al fin de los días” (Dn. 12:13b).

En otras palabras, Dios tiene un lugar establecido en el cielopara cada uno de nosotros. Es un lugar específico para cadauno, ya que todos somos diferentes. La clave es quecumplamos con los requisitos para estar en ese lugar al queDios nos ha llamado a ocupar desde antes de la fundación delmundo. No debemos quedarnos sin alcanzar la posición queDios ha elegido. Una vez, el Señor se me apareció como lapersonificación de la Sabiduría. Él me mostró que no nos hizoa todos iguales, sino que nos creó para trabajos específicos,cada uno de los cuales es muy importante.

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¿Cómo puede ser ilustrado esto? Piense en un reloj de pulseraautomático, un reloj que tiene muchas partes. Algunas sonmuy pequeñas, otras son un poco más grandes. Pero cada unade las partes del reloj es esencial para alcanzar la meta finalde que las agujas marquen la hora correcta.

Cuando vi la tierra a través de los ojos de Jesús, vi a tantaspersonas haciendo diferentes cosas. Puede ser que sintieranque lo que estaban haciendo en realidad no era importante,pero el Señor me mostró claramente que todo lo que unapersona hace es importante. Encaja en el panorama completoy en el funcionamiento de Su reino. Me permitió apreciar másel trabajo de cada persona.

Por ejemplo, volar. Hay un mecánico que prueba el motor,otro que revisa los neumáticos, y muchísimos otros quefielmente cumplen con sus tareas. El Señor me dijo: “paraque tú puedas volar, hay cientos de personas involucradas ytodas deben estar en su puesto y ser fieles”. Esto hizo quetuviera la humildad de decirle “gracias” al agente que revisael boleto, cuando paso por la puerta para abordar mi vuelo.Me di cuenta que cada puesto en un aeropuerto es importante,y que sin ese personal yo no podría volar. Necesitamosapreciarnos profundamente unos a otros y el trabajo quecada quien realiza.

En las oficinas centrales de nuestra confraternidad,necesitamos personas que cocinen, limpien, se hagan cargodel mantenimiento, manejen las computadoras y lasimpresoras, contesten los teléfonos, además de muchas otrasobligaciones. ¡Todos son importantes! El Señor no juzga siestamos en la cocina o en las computadoras en la oficina, sino


si estamos o no desempeñado el trabajo que Él nos ha dadopara hacer. Todos los trabajos son importantes. Pero,obviamente, algunos trabajos expanden el reino de los cielosmás que otros.

¿Cuáles son los requisitos necesarios de aquellos que estáncerca de Jesús? Apocalipsis 17:14 nos lo dice: “Pelearáncontra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señorde señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamadosy elegidos y fieles”. Son llamados, elegidos y fieles en eltrabajo que Dios les ha asignado en la tierra, eso es lo que Élbusca: fidelidad.

En su libro titulado Martin Luther Had a Wife (Martín Luterotuvo una esposa), William J. Petersen resalta una declaraciónque Martín Lutero hizo: “Si me dijeran que Jesús vendríamañana, y Él me hubiera asignado la tarea de cuidar su huerto,cuando Jesús venga, espero que me encuentre haciendo latarea que Él ha dispuesto para mí”. El Señor requiere queseamos fieles en el trabajo que nos ha dado a cumplir. Aquellosque Lo han conocido más íntimamente estando en la tierra,son los llamados, elegidos y fieles (Ap. 17:14) que Lo siguenpor dondequiera que va. La fidelidad es lo que determinanuestros galardones.

La preparación de los labradores

En el cielo están aquellos que han sido ordenados para trabajaren las tierras de cultivo. Aquí en la tierra, ellos están siendopreparados para hacer ese trabajo celestial. El labrador esenseñado diligentemente por Dios, mientras está en la tierra.Puede no estar consciente de la presencia de Dios, pero es

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Dios quien le enseña. Es Dios quien cuida hasta el máspequeño detalle, supliendo hasta la más pequeña necesidad,para que así no tropecemos.

Isaías 28:23-29 revela la preparación de un labrador aquí enla tierra. Comienza con estas palabras: “Estad atentos, y oídmi voz; atended, y oíd mi dicho”. Siempre que leemos palabrascomo éstas en la Palabra de Dios es porque Dios quiere quepongamos atención a lo que sigue. Hay mucha instrucciónque sigue a una amonestación como esta.

Isaías 28:24-25, habla específicamente acerca de un labrador:“El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá yquebrará los terrones de la tierra? Cuando ha igualado susuperficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, poneel trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y laavena en su borde apropiado?” Básicamente, el labrador aray luego siembra. Tiene a su disposición diversos granos, delos cuales selecciona el que quiere para cada una de las muchassecciones de su terreno.

¿Por qué hace esto? El versículo 26 lo explica: “Por que suDios le instruye, y le enseña lo recto”. Dios dice que unlabrador sabe que debe arar. Él sabe que debe sembrar y quedebe poner juntos los granos de la misma variedad. En otraspalabras, no debe mezclarlos porque la cosecha sería untrabajo muy difícil. ¿Cómo sabe qué hacer? Es Dios quienlo instruye.

Cuando llega el tiempo de levantar la cosecha, vemos que losdistintos granos no son tratados de la misma forma. Algunosson trillados y otros no, ciertos tipos son golpeados con un


palo y otros no. Por ejemplo, el trigo se tritura fácilmente, porlo tanto no tiene que ser golpeado. En otras palabras, a unlabrador se le debe enseñar cómo arar el campo y cómosembrar el grano. Luego, en el proceso de la cosecha, sabeque el comino y que el eneldo y los otros granos no son iguales.Deben ser cosechados de diferentes maneras y no todos debenser trillados de la misma forma.

Isaías 28:29 dice: “También esto salió de Jehová de losejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecerla sabiduría”. Dios le está enseñando al labrador cómo arar ycómo plantar, y cómo cosechar los distintos granos. ¡Dios esmuy cuidadoso al preparar a un labrador para el cielo! Unlabrador ama su granja.

Hay un dicho: “Puedes sacar al niño de la granja, pero nopuedes sacar la granja del niño”. En otras palabras, Dios lesda a los labradores un profundo amor por trabajar la tierra; yen el cielo, ellos se regocijarán en gran manera cultivando.

La preparación de los maestros

Consideremos ahora otra ocupación terrenal que continuaráen el cielo, la del maestro. En el cielo existen las escuelaspara la enseñanza y el crecimiento de los jóvenes en todarama de desarrollo. En algunos salones de clases he vistomesas rojas para los maestros y azules para los estudiantes.Aquellos que han sido abortados (intencionalmente o porproblemas durante el embarazo) son dados a luz en el cielo,allí son criados para que se conviertan en bebés normales,saludables y bien formados, que crecen bien. Hay momentosen que los niños en el cielo, al igual que los niños aquí abajo,

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disfrutan jugando unos con otros. Se suben a los árboles yse zambullen en estanques sin el peligro de ahogarse o desufrir algún tipo de lesión.

He sabido de madres que han perdido a sus hijos, y que añosdespués han tenido visiones de ellos (en el cielo) como jóvenessanos. Los niños asisten al “jardín de niños” y luego a clases,donde son preparados para asistir a las universidades, dondeel nivel de aprendizaje es mucho más elevado, así como lo esaquí en la tierra.

Aquellos que han enseñado a los niños, ya sea en escuelasseculares, escuelas cristianas o incluso en escuela dominical,encuentran su lugar apropiado en el cielo. En el cielo,ciertamente todos reciben enseñanza, ya que allí lleganmultitudes de distintas edades, que necesitan enseñanza einstrucción.

La forma en que enseñamos en la tierra va a determinar nuestraposición celestial. Consideremos las palabras de nuestro Señoral respecto. En Mateo 5:19, Él dice: “De manera quecualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muypequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño serállamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que loshaga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de loscielos”. Por lo tanto, con la gracia de Dios, debemos viviry practicar lo que enseñamos.

Aquí, deberíamos recordar las advertencias en Ezequiel 44,donde los levitas se descarriaron, junto con el pueblo. Cuandose arrepintieron, se les permitió ministrar nuevamente, peroel juicio fue que estarían limitados a ministrar solamente al


pueblo en el Atrio Exterior. No se les permitiría ministrar alSeñor. En contraste, los hijos fieles de Sadoc, quienesguardaron los mandamientos de Dios recibieron la recompensade tener el ministerio de servir al Señor en Su mesa.

También queremos ser aquellos que enseñan a otros que lasvirtudes sí cuentan. En la edición del diario USA Today, del 7de noviembre de 2006, se publicó un artículo titulado “Pocosse sorprendieron ‘el Sheriff de Wall Street’ ganó en N.Y.”. Enel artículo se citó a un político prominente: “Francamente, noquiero que me describan como ‘amable y benigno’, exceptoque sea mi perro o mi familia”. Es muy interesante que pusieraa su perro antes que a su familia. Pero ¡qué enseñanza tanequivocada es esta! El rey David dijo: “…tu benignidad meha engrandecido” (Sal. 18:35).

Daniel 12:3, declara que aquellos que son sabios brillaráncomo el resplandor del firmamento. En el margen de muchasBiblias, hay una traducción alternativa: “ Los instructores N.T.

brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiarona muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás”.Por esto, podemos decir que aquellos que son maestros dejusticia brillarán con la luz resplandeciente de la gloria delcielo. Que nosotros también estemos incluidos entre ellos,por Su gracia.

El punto que quiero enfatizar es que esta tierra es solamenteuna preparación para el cielo. Los que han tenido experienciasen el cielo, han visto que nuestras actitudes y nuestrainclinación son preparadas en la tierra. Cuando dejamos estatierra, esas inclinaciones y actitudes permanecen. Por ejemplo,si somos trabajadores aquí en la tierra, esto se reflejará en nuestra

N.T. En inglés: los que son maestros

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inclinación celestial. Debemos ser personas que aprovechantodas las oportunidades para mejorar su morada eterna.

Sin importar cuál será nuestra posición celestial, seamosaquellos que redimen el tiempo para estar bien preparadospara ocupar dicha posición. Como nos anima OswaldChambers, demos lo mejor de nosotros para obtener lo másalto de Dios, para darle gozo y satisfacción a Aquel quiennos redimió con Su amor y por medio de Su amor. Él es elgozo del cielo. Que tengamos el privilegio de ser losllamados, elegidos y fieles, que siguen al Cordero pordondequiera que Él va (Ap. 17:14).

“Estamos constantemente rodeados deatalayas celestiales que nos están

preparando para un ministerio eterno”

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Capítulo 3

Los galardones en el cielo

Galardones eternos e incorruptibles

Aunque tendremos que dar cuenta de todas nuestras acciones,palabras, pensamientos o intenciones, ciertamente, todo lobueno tendrá una recompensa. Cierta hermana se sorprendió aldescubrir (cuando fue al cielo) que cada sonrisa y cada buenaacción queda registrada y recibe un galardón. Los galardonestienen formas diversas, que van desde posiciones exaltadassentados en tronos con Jesús, hasta ministerios elevados, casascon sus respectivas decoraciones y las vestiduras que usaremos.

Los galardones en el cielopara los vencedores

Los vencedores son aquellos que han vencido al mundo, lacarne y el diablo. El término vencedor significa aquel que haganado una batalla. Debemos vencer en las siguientes áreas:

El mundo: Debemos vencer al mundo y sus atractivos, queincluyen la vanagloria de la vida, la aceptación de las personasde este mundo y sus recompensas temporales. El deseo porlas cosas y las posiciones de este mundo es muy fuerte, tantoque incluso Demas, quien caminó con Pablo, cambió lapromesa de la vida eterna por estas cosas (2 Ti. 4:10).

La carne: La carne abarca los deseos, como lujurias sexualesy toda clase de inmoralidad. También incluye comer en exceso.


El diablo: El diablo tiene muchos seguidores que practican labrujería, la predicción del futuro y los horóscopos. Todos estosdeseos deben ser extinguidos para poder convertirse en unverdadero vencedor espiritual.

Otros versículos bíblicos que tienen que ver con otrasmaneras de tener una vida vencedora, los encontramos enRomanos 5:17, Romanos 12:21 y 1 Juan 2:14. En el cielohay galardones y posiciones elevadas reservadas para losvencedores. Consideremos algunos ejemplos de Apocalipsis,capítulos 2 y 3:

El maná escondido, un nuevo nombre

(la iglesia de Pérgamo)

La promesa dada a los de Pérgamo se encuentra enApocalipsis 2:17: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritudice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del manáescondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecitaescrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquelque lo recibe.”

Los vencedores comerán del maná escondido, cuyainterpretación significa los misterios escondidos de la Palabrade Dios. El Salmo 103:7, nos muestra que Dios dio a conocerSus caminos a Moisés, y Sus obras a los hijos de Israel. Estasverdades están ocultas para la mayoría de los creyentes, peroson reveladas a Sus siervos escogidos. El rey Salomón, declaraen Proverbios 25:2: “Gloria de Dios es encubrir un asunto;pero honra del rey es escudriñarlo”. Todos los maestrosdeberían procurar este honor, poder guiar a sus estudiantes aámbitos espirituales más altos en Dios.

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Aun más, a estos santos les fue prometida una piedrecita blanca,que habla de inocencia, con un nuevo nombre que representala obra de gracia particular y peculiar, que el Señor ha realizadoen la vida de ellos. Está Abram, cuyo nombre fue cambiado aAbraham, que significa padre de muchas naciones (Gn. 17).Jacob se convirtió en Israel, que significa un príncipe con Dios(Gn. 32). Sarai se convirtió Sarah (Gn. 17), que significaprincesa. ¡Qué privilegio para nosotros, que nos sea reveladonuestro nuevo nombre, aun estando en esta tierra! Tendremosese nuevo nombre por toda la eternidad, y manifestará la graciamaravillosa que el Señor ha obrado especialmente en nosotros.

La autoridad sobre las naciones

(la iglesia de Tiatira)

A los vencedores en la iglesia de Tiatira se les prometióautoridad sobre las naciones para regirlas con vara de hierro(Ap. 2:26). Se debe entender que esto se refiere al reinadomilenial de Cristo, cuando los vencedores gobernarán yreinarán con Cristo.

Las vestiduras blancas

(la iglesia de Sardis)

A los santos de Sardis se les prometió que serían vestidos convestiduras blancas, hechas de lino fino, las acciones justas delos santos (Ap.19:8). Hasta cierto punto, ya estamos vestidoscon estas vestiduras espirituales. Sin embargo, estas vestidurasno son evidentes al ojo humano.

Estas vestiduras están adornadas con joyas, según la vida, eltrabajo y el ministerio del creyente individual. Nunca debemos


olvidar que el Señor nos recompensará conforme a las obrasque hemos realizado mientras estamos en este cuerpo carnal.En Ezequiel 16:11-13, vemos que el Señor ciertamente nosadorna con finas joyas: “Te atavié con adornos, y pusebrazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas entu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diademaen tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tuvestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor deharina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada enextremo, prosperaste hasta llegar a reinar” . Hagamos elbien a todos los hombres, y entonces recibiremos la alabanzadel Señor en aquel día, cuando nos encontremos con Él, yestemos con Él para siempre.

Las columnas en el templo de Dios

(la iglesia de Filadelfia)

La iglesia de Filadelfia fue una iglesia fundada en una ciudadque, en sí misma, fue el producto del amor de un hermano porotro. La ciudad de Filadelfia fue fundada por Atalo II Filadelfo,rey de Pérgamo, 160-138 a.C. Fue llamada así paraconmemorar el amor por su hermano, Eumenes II, a quiensucedió en el trono. Sin embargo, la iglesia parecía emanareste amor en un nivel mucho más alto.

El Señor mismo declaró que los amaba (Ap. 3:9). Por eso,esta iglesia recibió muchas promesas, entre las cuales está lasiguiente: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templode mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él elnombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, lanueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y minombre nuevo” (Ap. 3:12). En visión, tuve el privilegio de

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estar en ese templo y ver las filas de columnas querepresentaban a santos. A la iglesia de Filadelfia se le dijo quesus vencedores serían columnas en el templo de Dios. Unacolumna no se mueve; está establecida.

Sobre estas columnas vivas estará escrito el nombre de Dios(indicativo de un hijo o hija del Dios vivo) y el nombre de laCiudad Santa (lo que significa que el lugar de su moradaeterna será en la Ciudad Santa). Además de esto, el nuevonombre del Señor (simbolizando que son parte de la Esposade Cristo y que el Señor es su Esposo Celestial) tambiénestará grabado en ellos.

Las columnas tienen la connotación de fuerza, estabilidad yhabilidad para soportar peso. Estas cualidades son obradas enla vida de un creyente, en la medida que el Señorconstantemente incremente el peso de responsabilidad, día adía. Cuando, diariamente, aceptamos estas responsabilidadesdadas por Dios, y Lo buscamos para recibir Su gracia divina,estas cualidades son desarrolladas. Conforme caminamos poresta senda, el Señor nos establece y somos “fortalecidos contodo poder según la potencia de su gloria, para obtener todaperseverancia y paciencia, con gozo” (Col. 1:11, LBLA).El gozo de Jehová se convierte en nuestra fuerza (Neh. 8:10).

La corona de la vida

(la iglesia de Esmirna)

El Señor les dio esta promesa a los santos de la iglesia deEsmirna: “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí,el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para queseáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel


hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Ap. 2:10).Una corona representa autoridad y abundancia, tambiénsignifica soberanía. Por lo tanto, recibir la corona de vidasignifica que aquel que la reciba es uno que reina en la vida(Ro. 5:17) y que tiene abundancia de vida.

Muchas coronas son mencionadas en la Escritura, y son dadaspor distintos logros. Sin embargo, todas ellas ilustran lascualidades antes mencionadas, como veremos a continuación.

El sumo sacerdote llevaba una corona en la cual estabangrabadas las palabras “santidad a Jehová”. El apóstol Pablodeclara: “Por lo demás, me está guardada la corona dejusticia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; yno sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”(2 Ti. 4:8).

Isaías 62:1-3 declara: “Por amor de Sion no callaré, y poramor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga comoresplandor su justicia, y su salvación se encienda como unaantorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y todos losreyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que laboca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en lamano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Diostuyo”. Pablo declara que la Iglesia tesalonicense es su coronade gozo (1 Ts. 2:19), como también lo fue la Iglesia de Filipos(Fil. 4:1). En Apocalipsis 2:10, al vencedor le es prometidauna corona de vida.

Obtenemos las claves para recibir nuestra corona, cuandoPablo dice: “Así que, yo de esta manera corro, no como a laventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

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sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, nosea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga aser eliminado” (1 Co. 9:26-27). El apóstol Pedro desarrollaeste pensamiento, en 2 Pedro 1:5-8, cuando nos muestra lospasos hacia la perfección. Al seguir éstos, nos volvemosdiligentes en añadir a nuestra fe (el escalón fundamental):virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad,afecto fraternal y amor, el cual es el vínculo perfecto, tal comola corona lo simboliza.

El Señor también le dio esta advertencia a la Iglesia deFiladelfia, en Apocalipsis 3:11: “He aquí, yo vengo pronto;retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”. Paracomprender esta amonestación, nos remitimos a las palabrasde Pablo en 1 Corintios 9:24-25: “¿No sabéis que los quecorren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solose lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad,para recibir una corona corruptible, pero nosotros, unaincorruptible”.

Los reyes y sacerdotes

(la iglesia de Laodicea)

La Iglesia de Laodicea representa a la Iglesia del Fin, con suaparente prosperidad y una falsa ilusión de suficienciaespiritual. Sin embargo, en toda iglesia, hay quienes nadan encontra de la corriente del mal y se convierten en vencedores.A estos vencedores de la Iglesia de Laodicea, les fue otorgadala siguiente promesa en Apocalipsis 3:21: “Al que venciere,le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo hevencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Esta


posición y rango de un rey-sacerdote sería de ellos. He vistoalgunos de estos tronos adornados por estos vencedores,quienes tienen un semblante muy hermoso y afable.

Los vencedores tienen la tarea de juzgar, y administran lajusticia con entendimiento, firmeza y equidad. Ellos mismosposeen esas excelentes cualidades, las cuales provocan quesean admirados por todos. Físicamente son agradables, conun aire de dulce serenidad que emana de sus rostros; noobstante, se comportan de tal forma que no hay espacio parala discusión de parte de aquellos que se presentan ante ellos.Sus tronos reflejan su posición, con incrustaciones de joyas ypiedras preciosas conforme a la vida que vivieron en la tierra.

Apocalipsis 1:6, nos dice que Dios nos ha hecho reyes ysacerdotes para Él. Por lo tanto, a través de las presiones queha ordenado Dios en nuestras circunstancias aquí en la tierra,estamos siendo moldeados para volvernos dignos de sentarnosen el trono. Ser un rey implica ser un vencedor. Vemos estoen Romanos 5:17, que dice: “Pues si por la transgresión deuno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida poruno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de lagracia y del don de la justicia”. En términos prácticos,significa convertirse en padre espiritual en Cristo, con lahabilidad de guiar, administrar y ayudar a otros a alcanzar lasmetas de Dios para sus vidas (1 Jn. 2:14).

Ser un sacerdote del Nuevo Testamento significa convertirseen un sacrificio vivo, como declara Pablo en Romanos 12:1-2:“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os

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conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de larenovación de vuestro entendimiento, para que comprobéiscuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Las casas en el cielo

El hecho de que hay casas en el cielo es validado, no sólo poraquellos que las han visto, sino también por las palabras delmismo Señor, registradas en Juan 14:2-3: “En la casa de miPadre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubieradicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si mefuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mímismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.

El Señor le estaba asegurando a Pedro que en la casa de SuPadre hay muchas moradas. Cristo iba a prepararle un lugarpara que estuviera con el Señor. Claramente, el mismo SeñorJesús nos ha prometido un hogar celestial.

El apóstol Pablo expone esto, en 2 Corintios 5:1-2: “Porquesabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo,se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hechade manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos,deseando ser revestidos de aquella nuestra habitacióncelestial”. Así, de los labios del Señor Jesús y de los escritosdel apóstol Pablo, es muy claro que tendremos casas en elcielo, como también cuerpos glorificados.

Las similitudes con las casas terrenales

Este hecho también está confirmado por las experienciasextraordinarias de aquellos que han estado en el cielo en visión,


durante horas y aun días. A menudo, no nos damos cuenta deque la tierra es una réplica del cielo.

Estas casas son muy parecidas a las que estamosacostumbrados aquí en la tierra, con ciertas excepcionesnotables. No tienen puertas ni ventanas de vidrio; los ladrilloso “blocks” son transparentes. Las columnas y los distintospatrones del mosaico del piso, aparentemente dividen lashabitaciones. Una dama que vio en visión la casa de mi esposa,notó otra característica: las esquinas de las habitaciones eranredondeadas. La casa de mi esposa tiene una biblioteca y otrashabitaciones con propósitos específicos, todos relacionadoscon su vida aquí en la tierra, y que le ganaron esos galardonesen particular. Había muchos adornos de piedras preciosasincrustados en las paredes y entretejidos en los tapices quecolgaban del techo. Una hermosa música celestial llenaba lacasa y sus alrededores.

La construcción de las casas celestiales

Estos hogares son construidos principalmente por santos, conla ayuda de los ángeles. En otras palabras, en el cielo hayindustria. Anteriormente vimos que en el cielo hay maestros ylabradores. También vimos cómo aquí en la tierra, aquellos quehan sido ordenados para dichas posiciones, son bien entrenadospara realizarlas. En el cielo, las casas son construidas; no existenpor la palabra creadora. Algunas personas que tuvieron visionesde la construcción de estos hogares, conocieron a aquellos queestaban construyendo sus casas.

Recientemente, algunos hombres de nuestro instituto bíblicoestaban construyendo un granero. Yo le explicaba a mi

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secretaria que a ellos les gusta mucho martillar clavos en lamadera; muchos hombres simplemente disfrutan laconstrucción. En el cielo, están aquellos que se dedican a laconstrucción, a construir las casas en el cielo.

Las diferencias en las casas

Cuando consideramos las casas en el cielo, también tenemosque comprender que, en cierto sentido, éstas son una réplicade las casas en la tierra. Cuando vemos aquí en la tierra,debemos reconocer que no todas las casas son iguales. Aunqueel propósito principal de una casa es resguardar y darcomodidad y descanso a las personas y familias, existendiferencias en las casas. Hay una diferencia clara de una regióna otra, e incluso de una calle a otra.

Algunas casas están claramente habitadas por familias.Algunas son resplandecientes; otras son hermosas peromodestas. Algunas son como cabañas. Algunas casas estánagrupadas, con los que están en el mismo nivel espiritualhabitando el mismo tipo de casas.

Una casa en particular tenía todas sus paredes, columnas yparte del piso hecho de mármol. Sin embargo, otras seccionesdel piso, eran de marquetería brillante, suave como el satín.Tenía habitaciones amuebladas. Algunos muebles estabanhechos de marfil. En esta casa en particular que fue descrita,había un escritorio para escribir. Había una biblioteca conalgunos libros que habían sido escritos en la tierra, mientrasque otros habían sido escritos en el cielo. Por todos lados,había hermosas galerías amplias con flores. Aparentementeno había puertas. Las ventanas parecían no tener vidrio, y había


muchos tipos distintos de cortinas, exquisitamente hermosas.Evidentemente, todo había sido elaborado conforme a losdeseos de la persona que habitaría esta casa.

La forma, el tamaño y los detalles de las casas dependen de lavida de las personas para quienes han sido preparadas. Untestimonio de la esposa piadosa de uno de nuestros pastores,ilustra esta verdad. Al ser llevada al cielo en una visión cuandoera joven, fue recibida por un ángel quien la guió por unasenda dónde había una casa casi terminada. “Ésta —le dijo elángel— es la casa que estamos preparando para tu padre”. Supadre murió poco tiempo después.

Luego, le enseñaron otra casa que estaba a media construcción,junto a la primera, la cual, le dijeron, era para su madre. Despuésde todos estos años, mientras se escribe este libro, la madretodavía vive. A un lado, había una porción de terreno con unoscuantos palos apilados. “Esta es tu casa, —le dijo a lajovencita— pero no has enviado material para que laconstruyamos”. El material que esté disponible para nuestrohogar celestial depende mucho de nuestras obras. El tipo decasa que tengamos en el cielo depende de nuestra vida en latierra, de nuestro período de “prueba”. En términos prácticos,los materiales utilizados para construir nuestras casasespirituales, son las buenas obras. Es el punto que a menudo esexpuesto en el cielo, tanto por los ángeles como por los santos.

Semejante con semejante

En el cielo, no todas las casas están en el mismo lugar. Haycasas en los niveles más bajos que habitarán las personas queno se han esforzado tanto en la tierra, mientras que hay casas

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en ámbitos más elevados para aquellos que se entregarondiligentemente a seguir el plan de Dios para sus vidas.

Cada casa está rodeada de casas de igual altura, donde laspersonas parecen conocerse unas a otras, aparentementehabiéndose conocido en la tierra. Habían alcanzado, pordecirlo así, la misma dimensión espiritual; por lo tanto, podíanfluir juntos a la gloria de Dios.

Mientras investigaba para escribir este libro, algo que llamópoderosamente mi atención, fue el hecho de que algunas casaseran para una persona, como el hogar de Jonás el profeta.También fue mencionada la casa de Lot, pero no la de su esposa(obviamente ella se había convertido en estatua de sal). Notéque en algunas de estas casas había damas que vivían solas. Acada una de estas damas se le decía “Señora”. Era evidenteque debió haber habido un esposo, un “señor”, pero el “señor”no estaba allí. Si el esposo había o no aceptado a Cristo comosu Salvador, no lo sé; no fue mencionado. Pero era muy claroque solamente la esposa estaba en esa casa en particular. Esmás, este no fue un caso aislado. Por supuesto, en el cielo, encierto sentido, nunca se está solo. Uno disfruta la compañíade vecinos y, por supuesto, la maravillosa presencia de Jesús.

Creo que ciertamente es muy importante entender esto: unono puede llegar al cielo aprovechándose de los logros de suesposa. Es muy claro que el esposo y la esposa no puedenestar seguros de estar juntos en la misma casa a menos queestén en el mismo nivel espiritual. Era evidente que en algunascasas, había ministros que habitaban solos. Tenían una estaturaimportante, pero la esposa no había cumplido con losrequisitos para alcanzar ese nivel. En otros casos, una esposa


puede superar espiritualmente y en buenas obras a su esposo,y ella tiene la casa en un plano más elevado. En tales casos,cada uno tenía su propia casa. Había otras felices experiencias,en las que a la esposa se le decía: “Este es su departamento, yéste será el departamento de su esposo; estarán en la mismacasa”. El esposo ni siquiera había aún dejado esta tierra, peroDios, en Su presciencia, sabía que él daría la talla para estarcon su esposa.

Qué importante es entender las palabras dadas al profetaDaniel: “estarás en el lugar asignado para ti” (Dn. 12:13).Este profeta estaría en el lugar que Dios había preordenadopara él, desde antes de la fundación del mundo. Asimismo,que cada uno de nosotros también demos la talla para estar enel lugar asignado para nosotros en el cielo.

“Que cada uno de nosotros demosla talla para estar en el lugar

asignado para nosotros en el cielo”

75Capítulo cuatro

Capíutlo 4

La ciudad santa

La ciudad santa es descrita para nosotros en el libro deApocalipsis. Esencialmente, la ciudad santa es el centro delcielo. Tiene aproximadamente 1,500 millas (2,414 km) delargo, 1,500 millas de ancho y 1,500 millas de alto (elequivalente moderno a las medidas dadas en Apocalipsis21:16). Para apreciar esto en términos de geografía natural, ellargo sería desde la frontera entre Canadá y los Estados Unidoshasta la frontera con México. El ancho sería desdeMinneapolis, Minnesota hasta Seattle en la costa oeste.

Si la ciudad santa fuera puesta en los Estados Unidos, todospodríamos estar en los Estados Unidos pero no estar en laciudad santa. Esta es una verdad muy importante. La ciudadsanta es la personificación de la luz, la gloria y la santidad.De la ciudad santa emana la pureza de la luz de Dios: “… luzinaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puedever, al cual sea la honra y el imperio sempiterno…” (1 Ti.6:16). Por tanto, nuestra cercanía a la luz de Dios en el cieloestá determinada por el grado de luz que Dios ha desarrolladoen nosotros mientras estamos en la tierra.

Cuando alguien llega al cielo, rara vez se le permite irdirectamente a la ciudad santa. Es la obra que Dios ha hechoen nuestra vida lo que determina cuán cerca de la ciudadsanta podemos llegar. Algunas personas dicen que en el cielotodos vamos a ser iguales. Sin embargo, debemos entenderque Dios es santo.


Ciertamente es nuestro grado de santidad lo que determinacuán cerca estamos de la luz. Puesto que, tal como es contodas las fuentes de luz, entre más cerca está uno del centrodel origen, mayor es la intensidad de la luz. Por lo tanto,mientras más cerca estamos de la presencia de Dios, Quien esla fuente de toda luz, mayor es la intensidad de la luz, y así,mayor es el grado de santidad requerido de parte del creyente.

Moisés es un excelente ejemplo de alguien que pudo acercarsea la misma presencia de Dios y contemplar Su apariencia. Senos dice en Éxodo 33:11 que: “…acostumbraba hablar elSEÑOR con Moisés cara a cara, como habla un hombre consu amigo” (LBLA). El Señor mismo dijo de Moisés, enNúmeros 12:8: “Boca á boca hablaré con él, y á las claras, yno por figuras; y verá la apariencia de Jehová” (RV 1909).La razón de esto es que la mismísima santidad de Dios sereflejó en Moisés (Ex. 34:29).

Por el contrario, Balaam fue un profeta de Dios que dijo, enNúmeros 24:17: “Lo miraré, mas no de cerca” . Balaamdeseaba a Dios, pero también tenía mucha mezcla en su vida,ya que tenía un corazón dividido. El amor al dinero morabaen su corazón.

A Balaam se le dijo que no debía ir a Balac, rey de Moab,para maldecir a Israel. Sin embargo, cuando vinieron siervosmás importantes de parte del rey, con mejores regalos, élfue al rey. Dios lo usó para bendecir a Israel, pero debidoa su desobediencia, más tarde los israelitas lo mataron(Nm. 22–24; 31:8). Lamentablemente, a causa de su amorpor el dinero, Balaam tuvo que decir que miraría al Señor,mas no de cerca.

77Capítulo cuatro

Las edificaciones y los jardines

Los edificios no son exclusivos para la ciudad santa, ya quehay muchas moradas en el cielo, el cual es inmenso. Todas lasedificaciones en la ciudad santa están bellamente esculpidas yson armoniosas. Al parecer, en el cielo hay quienes tienen másde una casa. Por ejemplo, algunos tienen una casa en la ciudadsanta y otra, en otras partes del cielo.

Una descripción de la ciudad santa indicaba que toda la ciudadda la impresión de un jardín de flores. También hayuniversidades y bibliotecas embellecidas con jardines. Hayhuertos de frondosos árboles, galerías de esculturas y maresde fuentes. Las fuentes, los jardines y los árboles predominanen el cielo. Una vez alguien me dijo: “¡Amo las flores! ¿Quéharé en el cielo?” Yo le respondí: “En el cielo tendrá muchasoportunidades de hacer arreglos con flores”.

Transparencia

También se nos dice que la ciudad santa es transparente comoel vidrio limpio, ya que no hay sombras ni cosas ocultas en elcielo. El apóstol Juan describe la ciudad santa en Apocalipsis21:10-11, así: “Y me llevó en el Espíritu a un monte grande yalto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, quedescendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y sufulgor era semejante al de una piedra preciosísima, comopiedra de jaspe, diáfana como el cristal”. La transparenciaes la clave en el cielo. Todos los pensamientos y las palabrasson conocidos por todos. Debemos prepararnos para esa ciudadsanta pidiéndole al Señor que ponga en nosotros un corazónlimpio (Sal. 51:10). También necesitamos caminar en la luz,


como Él está en la luz, o sea, caminar con prudencia todos losdías de nuestra vida aquí en la tierra, hablando y pensandosolamente aquello que le agrada a Él.

En Juan 8:12, el Señor revela la preparación adicional necesariapara vivir en la ciudad santa: “…Yo soy la luz del mundo; elque me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz dela vida”. La clave es seguir a Jesús todo el tiempo, permitiendoque Él sea nuestro Compañero permanente a través de la vida.Jesús dijo que Él es la Luz del mundo, y al caminar con Él,esa Luz nos hará más y más transparentes.

Los caminos y las calles

Aquellos que han tenido una visión de la ciudad santa dicenque hay 12 caminos. Doce es el número del gobierno; y laciudad santa es el centro del gobierno. Hay 144 secciones enla ciudad, en virtud de los 12 caminos. Por todas partes, haymúltiplos de 12. El número 144,000 es el número de dosgrupos que son específicamente seleccionados en los tiemposdel fin. El primer grupo de 144,000 proviene de Israel, enApocalipsis capítulo 7, y el segundo grupo de 144,000proviene de la Iglesia, en Apocalipsis capítulo 14. Cientocuarenta y cuatro codos también indican el grosor del murode la ciudad santa (Ap. 21:17).

La ciudad y sus calles son de oro puro, el cual habla de lanaturaleza divina. Apocalipsis 21:18, 21 dice: “El materialde su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro,semejante al vidrio limpio [...] Las doce puertas eran doceperlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de laciudad era de oro puro, transparente como vidrio”. El oro,

79Capítulo cuatro

en su forma más pura, es transparente, aunque es imposibleobtenerlo aquí en la tierra. El hecho que la puerta está hechade perla, símbolo del sufrimiento, indica la verdad proclamadapor el apóstol Pablo, que es a través de muchas tribulacionesque entramos al reino de los cielos (Hch. 14:22).

Los ríos

Leemos acerca del río de Dios, en Apocalipsis 22:1-2:“Después me mostró un río limpio de agua de vida,resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios ydel Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otrolado del río, estaba el árbol de la vida, que produce docefrutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eranpara la sanidad de las naciones”.

Por experiencia personal, puedo testificar acerca del río deDios. Una vez, durante un viaje por tierra, mi esposa y yoestábamos considerando dónde debíamos pasar esa noche.El Señor bondadosamente nos indicó que debíamos ir a ciertohotel. Nos registramos allí y nos dieron una habitación. Alentrar en la habitación, quedé abrumado por la presencia deDios. Escasamente tuve las fuerzas para llegar a la orilla dela cama y arrodillarme, cuando me encontré en el espíritu,en el cielo.

Un ángel estaba de pie, junto al río de Dios. Él me indicó quedebíamos entrar al río, el cual fluía sobre nosotros, sinembargo, podíamos respirar fácilmente. Luego me di cuentaque el río estaba revelando mi dureza de corazón. Le supliquéal ángel que regresáramos, para que pudiese ser limpiado deesta dureza de corazón.


El ángel me concedió el permiso, y después de haber caminadoa través del río tres veces, la visión terminó. Me encontréarrodillado junto a la cama, donde el Espíritu Santo me hablódel clamor del rey David, en el Salmo 18:35: “tu benignidadme ha engrandecido”. Me dijo que debía meditar y orar paraque la virtud de la benignidad estuviera en mi corazón.

Las puertas y las piedras de fundamento

También hay doce puertas y los doce fundamentos de la ciudad:“Y [la ciudad] tenía un muro grande y alto con doce puertas;y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que sonlos de las doce tribus de los hijos de Israel [...] Y el muro dela ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombresde los doce apóstoles del Cordero” (Ap. 21:12, 14, RV 1909).

Doce es el número del gobierno. Para poder gobernar en laeternidad, debemos tener fundamentos sólidos y transparentes,formados por los principios rudimentarios de la verdad.

Estos están enumerados en Hebreos 6:1-3: “Por tanto, dejandoya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante ala perfección; no echando otra vez el fundamento delarrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de ladoctrina de bautismos, de la imposición de manos, de laresurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos,si Dios en verdad lo permite”.

“Debemos tener fundamentos sólidos y transparentes, formados por los principios de la verdad”.

81Capítulo cuatro

Cumplir con los requisitospara entrar a la ciudad santa

Los siguientes versículos mencionan los requisitos necesariospara entrar en la ciudad santa:

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudaddel Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía demuchos millares de ángeles, a la congregación de losprimogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios elJuez de todos, a los espíritus de los justos hechosperfectos” (He. 12:22-23).

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de miDios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él elnombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios,la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios,y mi nombre nuevo” (Ap. 3:12).

“Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quiénmorará en tu monte santo? El que anda en integridad yhace justicia, y habla verdad en su corazón. El que nocalumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, niadmite reproche alguno contra su vecino. Aquel a cuyosojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temena Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por esocambia; quien su dinero no dio a usura, ni contra elinocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, noresbalará jamás” (Sal. 15:1-5).

“Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los queestán con él son llamados y elegidos y fieles” (Ap. 17:14).


“Bienaventurados los que guardan sus mandamientos,para que su potencia sea en el árbol de la vida, y queentren por las puertas en la ciudad” (Ap. 22:14, RV 1909).

Como podemos ver, los requisitos para entrar en la ciudadsanta son:

1. Ser hecho una columna.2. Tener el nombre de Dios escrito sobre nosotros.3. Tener el nombre de la Nueva Jerusalén escrito sobre

nosotros.4. Tener el nuevo nombre de Cristo escrito sobre

nosotros.5. Ser justos.6. Tener nuestros espíritus hechos perfectos.7. Andar en integridad.8. Hacer justicia.9. Hablar verdad en nuestro corazón.10.No calumniar con nuestra lengua.11. No hacer mal a nuestro prójimo.12.No admitir reproche alguno contra nuestro vecino.13.Menospreciar al vil.14.Honrar a los que temen a Jehová.15.Jurar en daño nuestro y aun así no cambiar.16.No dar nuestro dinero a usura.17.No admitir cohecho contra el inocente.18.Ser llamados, elegidos y fieles.19.Guardar Sus mandamientos.

Los siguientes versículos revelan los pecados que nos descalificaránno sólo de entrar a la ciudad santa, sino aun al cielo.

83Capítulo cuatro

“Y manifiestas son las obras de la carne, que son:adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales osamonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practicantales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gá. 5:19-21).“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que haceabominación y mentira, sino solamente los que estáninscritos en el libro de la vida del Cordero” (Ap. 21:27).

“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tenerderecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertasen la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y loshechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras,y todo aquel que ama y hace mentira” (Ap. 22:14-15).

“Y si alguno quitare de las palabras del libro de estaprofecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y dela santa ciudad y de las cosas que están escritas en estelibro” (Ap. 22:19).

Como vemos, estos pecados nos descalificarán para entrar al cielo:

1. Adulterio.2. Fornicación.3. Inmundicia.4. Lascivia.5. Idolatría.6. Hechicería.7. Enemistades.8. Pleitos9. Celos


10. Iras.11. Contiendas.12.Disensiones.13.Herejías.14.Envidias.15.Homicidios.16.Borracheras.17.Orgías.18.Cosas que nos contaminan.19.Abominaciones.20.Mentira.21.Homosexualismo.22.Brujería.23.Prostitución.24.Quitar las palabras del libro de esta profecía.

La adoración

Otro aspecto del cielo es la adoración. La adoración y laalabanza predominan en el cielo; hay hermosos coros, el coromás grande está en el templo de la ciudad santa. Estáconformado por los líderes de adoración que desarrollaron elarte de la adoración mientras estaban en la tierra. El grado dedesarrollo de la adoración en nuestra vida aquí abajo, resonaráarriba en el cielo a medida que hayamos aprendido a adoraraquí en la tierra.

En un instituto bíblico en Suiza, una joven francesa llamadaMadeline murió cuando tenía como 22 años. Vi los carros deIsrael pasar junto a su lecho de muerte. Era el poder de laresurrección de Dios, absolutamente magnífico y admirable.Luego, vi las puertas del cielo y un sendero largo que bajaba

85Capítulo cuatro

desde esas puertas hasta la cama de Madeline. El Señordescendió y la tocó. Ella salió de su cuerpo vistiendo unagloriosa túnica blanca. Luego, subió del brazo del SeñorJesucristo, como una novia con su desposado.

Unos días después vi en una visón, a Madeline en el cielo.Ella tenía un pandero y estaba cantando y danzando sobre elcésped del cielo, con jóvenes de su misma edad. ¡Fue tanhermoso! Días después, la vi nuevamente en el cielo, y estavez estaba tocando un instrumento musical que fue velado amis ojos, por lo que no pude ver qué instrumento era.

El rey David instituyó el Tabernáculo de David (juntamentecon la adoración) e inventó muchos instrumentos que tenemoshoy (1 Cr. 23:5). Sin embargo, en el cielo hay instrumentosque no hay en la tierra, y Madeline estaba tocando uno deesos instrumentos.

¿Qué coros entonaremos en el cielo? Cantaremos muchos delos coros que cantamos aquí en la tierra, pero con un efectomás profundo y penetrante en nuestra vida. Por supuesto,también hay coros e himnos que nacen en el cielo. Todos ellosrevelan la grandeza, la bondad y la benignidad de Dios, y alentonarlos, somos transformados por sus respectivas verdadespara ser conformados más a Su gloriosa imagen.

“Recuerde, nuestra proximidad a Dios en laeternidad está determinada por el grado deluz que Le hemos permitido desarrollar en

nuestra vida”

87Capítulo cinco

Capítulo 5

La importancia de proseguir

El cielo es inmenso y en el centro está la ciudad santa. ¿Puedeuno realmente describir los Estados Unidos de América? Esvirtualmente imposible porque es tan variado. En un puntousted lo podría describir como un lugar montañoso, como esel noreste. Pero están las enormes llanuras del oeste medio, yluego el calor y la humedad de los valles del sureste y delMississippi. Es muy diverso, y del mismo modo es en el cielo,usted no puede describir el cielo en una frase.

¿Qué sucede cuando los cristianos mueren y van al cielo? Entodos los relatos, cuando las personas dejan esta tierra, la granmayoría va a una parte del cielo que está llena de hermososárboles y césped. Inicialmente, al entrar al cielo, nosacostumbramos a los árboles, los huertos y el césped, en unnivel menor al que tenemos por destino final. Allí tambiénnos encontramos con los amigos que se han adelantado. Luego,somos llevados en carrozas hasta nuestra heredad particularen el cielo (Dn. 12:13).

En Guatemala, una joven tuvo una visión de personas queacababan de entrar al cielo. Al describirlos, ella dijo que veníande todos los países, pero en cuanto estuvieron en el cielo,comprendían el lenguaje de todos los demás. Fueron reunidosy luego comenzaron a trasladarse hacia niveles más elevados.Aquellos que se habían preparado en la tierra, estaban llenosde gozo y éxtasis, y comenzaron a avanzar con gran gozo. Otros,no habían preparado su corazón y su vida, para tener más luz y


mayor presencia de Dios. Conforme la luz de la presencia deDios se volvió más y más intensa, ellos se detuvieron y nopudieron proseguir, porque no podían permanecer en esa luz.

El hecho de que hay varios niveles en el cielo (y que los ángelesy los santos sí difieren de acuerdo con su posición) es probadoa través de diversas fuentes. Con respecto a los ángeles, el Señorpersonalmente me visitó, rodeado por muchos de ellos. Aquellosque estaban más cerca de Él eran de menor estatura y sushabilidades no estaban tan desarrolladas como las de los otros.Éstos eran los ángeles a quienes se les asigna cuidar a los niños.

En esta visión en particular, vi ángeles que eran más grandesy con más capacidad, ya que eran responsables de gobernarpueblos, ciudades y naciones. Otros ángeles, administrabaniglesias y varios ministerios espirituales.

El que los santos en el cielo sí difieren, en rango yresponsabilidad, es probado por el hecho que Moisés y Elíasson llamados los ungidos, los dos olivos y los dos candelerosque están en pie delante del Dios de la tierra (Ap. 11:4; Zac.4:3, 12, 14). Daniel recibió su heredad (Dn. 12:13). Losmaestros de justicia son llamados grandes si son fieles, y vivenlo que enseñan (Mt. 5:19).

Luego, vemos también que Juan el Bautista tiene una posiciónpreeminente, como lo muestra Mateo 11:11: “De cierto osdigo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otromayor que Juan el Bautista…” Al hombre humilde le es dadauna posición elevada, como lo vemos en Mateo 18:4: “Asíque, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayoren el reino de los cielos”.

89Capítulo cinco

Nuestra vida en la tierra

determina nuestra eternidad

Una verdad importante que debemos entender es que nuestrolugar en el cielo nos es dado conforme al desarrollo quetenemos aquí en la tierra. Si no nos hemos preparado aquí enla tierra, entonces nuestro progreso en el cielo es limitado.

Hay una canción titulada “Dando en el blanco”, escrita porun querido pastor amigo mío:

Dame ojos para verEl plan eterno

Que tienes para míPor un millón de años y más

Muestra el destinoCon que podré cumplir

Tu voluntad en míPor un millón de años y más

Con tu visión, édificandoSabiamente en consagración

Viendo tu plan, en entendimientoGuiado por tu mano, al blanco daré

Consagrame señorY que mi vida

Proclame de tu amorPor un millón de años y más

Tu voluntad saberComplacerte y vivirEn tu monte señor

Por un millón de años y más

© 2006 Norman Holmes, bajo Zion Ministries en las Filipinas.


Cuando escuché por primera vez esta canción, hizo algo enmí. Pensé: “Este corto tiempo en la tierra determinará dóndeestaré por toda la eternidad”. Por la gracia de Dios, quierodar en el blanco del supremo llamamiento de Dios en CristoJesús, para poder estar cerca de Él. Que al contemplar Suhermoso rostro, pueda yo decir: “Señor, entra a mi huerto ytoma Tu fruto”.

Eclesiastés 11:3 dice: “…en el lugar que el árbol cayere, allíquedará”. En otras palabras, la condición espiritual en la queestemos al morir, es el estado en el cual estaremos eternamente.Es tan importante que en esta vida nos mantengamosavanzando hacia lugares más altos. Quiero poner delante deustedes esta verdad, aquí en la tierra, para que más adelanteno se decepcionen. Como pastor, mi deseo es que todosprosigan y que den en el blanco del supremo llamamiento deDios en Cristo Jesús. Quiero presentarlos a todos perfectosen Cristo Jesús.

Redimir el tiempo

Algunos cristianos son muy flojos, y las cosas espiritualesno tienen mucho significado para ellos; están conformescon la salvación. En uno de los muchos libros acerca delcielo, el autor dijo que algunas personas que habían llegadoal cielo estaban muy contentas con simplemente llegar allí.Otros estaban satisfechos con permanecer en los nivelesmás bajos del cielo. En el cielo, nadie trata de presionarloa uno para avanzar. Uno puede estar donde quiere estar.Sin embargo, aquellos que están satisfechos con estar enlos niveles más bajos, no van a cosechar los galardones deaquellos que prosiguen.

91Capítulo cinco

A menudo, las personas van a usar sus pasados disfuncionalescomo una excusa para no avanzar. Por la gracia de Dios, yotuve unos padres maravillosos. Cuando escucho cómo algunospadres han impartido terribles estilos de vida haciendo un dañoindecible contra las almas de sus hijos, tengo compasión. Sinembargo, no importa cuál haya sido nuestro pasado o qué efectodicho trasfondo ha tenido sobre nosotros. Romanos 5:20 dice:“…mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. Seacual fuere nuestra porción en la vida, no hay excusa para noavanzar, ya que hay abundante gracia disponible para nosotros.

Cuando le entreguemos cuentas de nuestra vida al Señor, nopodremos decir: “Oh, Tú no conoces a mis padres; Tú no sabescómo he sido criado”, o Dios nos responderá: “Lo sé, perohabía gracia a tu disposición. En vez de haber criticado y dehaberte amargado, pudiste haber recibido gracia, para que mishermosas flores de granada, flor de alheña, azafrán, mirra,áloes e incienso hubiesen podido florecer en tu corazón. Yoestuve esperando que me invitaras a entrar a tu corazón”.

Nuestras actitudes nos acompañarán a la eternidad. Si tenemossed de conocer más de Dios, en el cielo tendremos sed de Él.No podemos conformarnos con el nivel espiritual en el queestamos hoy, porque eso significaría que estaríamos contentosde estar en los niveles más bajos en el cielo. ¡No queremosestancarnos en una meseta espiritual! Debemos avanzar paraobtener todo lo que Dios desea para nosotros.

A menudo, las personas tienen varios hijos. Los hijos, hablandoen términos generales, no son iguales. Algunos tienenfortalezas en áreas donde otros no las tienen. Algunos estánmuy concientes de que tienen un propósito en la vida, y van


en pos de ese propósito. Otros están satisfechos sólo con vagarpor allí. Mi hermano tiene tres hijos, de los cuales dos han seguidoadelante, pero el otro está satisfecho con un nivel inferior.¿Cómo afecta esto a mi hermano? Dos de ellos son un gran deleitepara él. Cuando le hablo acerca del otro hijo, él simplemente seencoje de hombros. ¿Quién le da satisfacción al Padre Celestial?¡Aquel que está avanzando hacia los lugares más altos! Esees el que, estando aquí en la tierra, está redimiendo el tiempoy está poniendo esmero en las virtudes del cielo.

La pregunta más importante que se hará en el cielo es: “¿Quéhas hecho con tu vida?” Es muy interesante cómo esto esmedido en el cielo. La siguiente no es la imagen completa,pero definitivamente es un factor. ¿Qué hicimos con lasoportunidades que nos fueron dadas en la tierra? A todos nosson dadas 24 horas al día; ¿qué hacemos con esas 24 horas?Algunos pasan su tiempo viendo televisión, y ese es tiempodesperdiciado. La agonía en el cielo por algo así es enorme.Otros hacen mucho deporte. Nos será mostrado qué pudimoshaber hecho en esas horas que desperdiciamos. ¿Qué hicimoscon las oportunidades que nos fueron dadas? Veremos anuestro Padre Celestial al final de esta vida. Nos será mostradanuestra tarjeta celestial de calificaciones. Cuando el Padre veaesa tarjeta de calificaciones, ¿qué dirá?

Cuando termina el año escolar y la boleta de calificaciones lees entregada al niño, él la ve, y si todas son buenas notas, congozo se la presentará a su padre ya que lo único que hará seráobservar el rostro de su padre cuando vea las calificaciones.El hijo quiere hacer feliz a su padre. Sin importar lo que unhijo haga, a él le interesa mucho la actitud de su padre yverdaderamente, significa todo.

93Capítulo cinco

Cuando yo era niño, solía jugar fútbol. Lo que yo más amabaera ver a mi padre allí entre la multitud. Quería jugar un buenjuego para que él pudiera estar feliz y satisfecho. Por supuesto,él también solía criticar mi juego. Pero mi gozo como hijo erasatisfacer a mi padre. Cuando el padre ve buenascalificaciones, le dice al hijo: “Gracias”.

Después de la muerte de mi esposa, me fue mostrada unaporción de mi boleta celestial de calificaciones. En esemomento, sólo había una nota en ella: MATRIMONIO; en laque recibí una calificación de aprobado. Cuando preguntéacerca de las otras materias, me dijeron lo siguiente: “Ustedrecibe su nota solamente cuando ha terminado su curso”.Comprendí que aún no había terminado muchos otros cursos.Quiero terminarlos en victoria.

Caminaremos en las verdes laderas del cielo por un millón deaños y más. El huerto de nuestro corazón determinará nuestroacceso a esos hermosos huertos en el cielo. No demos excusas,sino antes bien, abracemos la gracia de Dios que está disponible;esforcémonos para poder ser transformados. Seamos diligentescon las oportunidades que nos son concedidas aquí en la tierray tengamos nuestros huertos llenos del fruto que ha alcanzadola madurez y la perfección. Así, el Señor podrá decir con agrado:“He entrado en mi huerto” (Cnt. 5:1).

Los amigos piadosos

Anteriormente mencioné, que estando yo en Suiza, habíamuerto una joven francesa de aproximadamente 22 años, quienasistía a nuestro instituto. Yo la vi pocos días después en elcielo, danzando con un pandero en los maravillosos campos


verdes, con otras jóvenes más o menos de la misma edad. Enotras palabras, en el cielo, estaremos con aquellos que soncomo nosotros.

Como somos en la tierra, así seremos en el cielo. En el cielo,estaremos con las personas con las que hemos estado aquíen la tierra. Por lo tanto, es importante que estemospreparados para el cielo. Asegurémonos que nuestros amigossean piadosos, amorosos y sabios, ya que ellos nos influiránpara bien. Nos ayudarán y nos animarán para avanzar yalcanzar lo mejor de Dios. Cuando caminemos juntos poresas verdes laderas del cielo, conversaremos acerca de loque logramos en la tierra, ¡y nuestras mentes se llenarán deesos bellos pensamientos de lo que hemos hecho paraayudarnos, unos a otros!

Contraer matrimonio conla persona correcta

La vida matrimonial nos prepara para el cielo y determinarála unión y comunión que tendremos con el Señor. Dios fuetan bueno conmigo. Me unió a alguien con la misma visión.Mi esposa era muy buena y generosa y tenía un sólo deseo:ayudarme a cumplir el llamado de Dios para mi vida.Siempre estuvo allí para animarme. Cuando yo predicaba,lo único que me importaba era lo que ella me decía alfinalizar. Decía cosas como: “Bueno, sí, ¿sabes? El principioestuvo bien; después estuvo aceptable; pero el final…Querido, tienes que mejorar”. Eso era lo único que meimportaba. Otros decían: “¡Fue un sermón fantástico!” o algosimilar, pero para mí, no importaba, porque ella no lo habíaaprobado. El punto es que mi esposa me ayudó en la vida.

95Capítulo cinco

Cuando pasé por pruebas, ella las atravesó conmigo. Éramosmuy unidos. Ella era una persona maravillosa, y tiene unamaravillosa casa y muchos galardones en el cielo.

Personalmente, tuve muchas oportunidades de casarme, perocada vez, el Señor me advirtió con mucha firmeza que la jovenno había recibido el mismo llamado que yo tenía. Si me hubieracasado con una de esas jóvenes, ella hubiera limitado micaminata espiritual y yo no hubiera cumplido el propósito deDios para mi vida. Dios, en Su misericordia, me guardó paraaquella que tenía la misma visión.

Por lo tanto, como constantemente les advierto a los jóvenes,vale la pena esperar para casarse con la persona que Dios escoja.Quiero dejar claro que quizás yo no lo hubiera logrado, si mehubiera casado con otra joven con una disposición diferente.Cuando usted tiene lo que Él escoge, hay abundante armonía,unidad, amor mutuo y respeto. Esto viene a través de ladedicación del esposo y la esposa de poner al Señor primero,de fluir con Él y luego uno con el otro. Mi esposa siempre merespetó, pero creo que yo le tenía más respeto a ella que ella amí. Siempre sentí que ella era más espiritual y tenía atributosque yo no tengo. El día que murió, mi esposa le dijo a misecretaria que nunca habíamos tenido una discusión en los 34años de matrimonio. Lo cual fue gracias a ella, no a mí. Yoaprobé la materia, pero me pareció que la nota fue mucho másalta de la que merecía.

El conocimiento y la sabiduría

En la tierra, estamos muy conscientes de que unos tienenmás conocimiento que otros. La Palabra de Dios lo revela


muy claramente: “Llegó entonces a Efeso un judío llamadoApolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderosoen las Escrituras. Este había sido instruido en el caminodel Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñabadiligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamenteconocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar condenuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila yAquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamenteel camino de Dios” (Hch. 18:24-26). Apolos fue instruidoen el camino más excelente por una pareja de esposos:Aquila y Priscila.

En la tierra, hay grandes diferencias de conocimiento ysabiduría entre nosotros. En el cielo va a ser igual. En elcielo, por supuesto, hay conocimiento que no ha sidorevelado aquí en la tierra. Moisés dijo, en Deuteronomio29:29: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestroDios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestroshijos para siempre, para que cumplamos todas las palabrasde esta ley”. El apóstol Pablo, habiendo sido arrebatado altercer cielo, oyó cosas que no podían ser expresadas aquí enla tierra (2 Co. 12:1-4). En el cielo, hay todo un grandísimoámbito de conocimiento que va a estar disponible paraaquellos que cumplan con los requisitos. Cuando lleguemosal cielo, descubriremos que aquellas verdades quepensábamos que comprendíamos en la tierra, tienen unaprofundidad que nunca ni siquiera nos imaginamos.

Leemos en Daniel 12:5-7: “Y yo Daniel miré, y he aquí otrosdos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro alotro lado del río. Y dijo uno al varón vestido de lino, queestaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas

97Capítulo cinco

maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobrelas aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra alcielo, y juró por el que vive por los siglos, que será portiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabela dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosasserán cumplidas”.

El punto aquí es que un ángel le hizo una pregunta al otroángel. Uno no hace una pregunta si sabe cual es la respuesta(excepto un maestro, por supuesto). Muy claramente, hayalgunos que saben la respuesta y otros que no la saben. Por lotanto, en el cielo el aprendizaje es progresivo. El apóstol Pablodijo en Efesios 2:7: “para mostrar en los siglos venideros lasabundantes riquezas de su gracia en su bondad para connosotros en Cristo Jesús”. Siendo así, en el cielo todospodremos progresar en el aprendizaje y en el conocimientode Dios. Sin embargo, nuestra diligencia para progresar en elcielo estará en gran manera determinada por nuestra diligenciapara ir en pos de Dios, mientras estemos aquí en la tierra.

Es tan importante darnos cuenta que nuestra condiciónespiritual cuando entremos al cielo, determina nuestra posicióneterna (Ec. 11:3). Por lo tanto, me preocupa mucho que,mientras estemos aquí en la tierra, nos esforcemos en conocerla sabiduría, el conocimiento y la inteligencia de Dios.

El rey David, cuando le enseñaba e instruía a Salomón,dijo: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobretodas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela,y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayasabrazado” (Pr. 4:7-8). Nuestra búsqueda debería ser lasabiduría; es lo principal.


Nuestro maestro es el Espíritu Santo. Pero, ¿a quién enseñaráÉl? La Palabra de Dios declara, en el Salmo 25:9: “Encaminaráa los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera”.Él enseña a los mansos. La actitud del corazón determina elgrado de conocimiento que Dios nos revela. En Dios reposatoda la sabiduría y el conocimiento. Necesitamos tener hambrey sed de conocimiento. Debemos buscarla como a plata y oro,así como los mineros pasan sus vidas buscando ardientementelas vetas de oro y de plata. Soportarán cualquier cosa paraobtener oro, como sucedió, por ejemplo, con la fiebre del oroen California y Sudáfrica. De la misma manera, debemos teneresa hambre y sed por el conocimiento y la sabiduría.

Al tener unión y comunión con el Señor, podemos conocer algode todo lo que Dios tiene guardado para nosotros. Parte delministerio celestial nos puede ser revelado mientras estamosaquí en la tierra. Uno de los comentarios hechos a alguien quetuvo una revelación del cielo fue: “El conocimiento es adquiridomediante la investigación y la indagación. Haga buen uso delas oportunidades en su vida, aquí abajo, para que pueda tenermuchos tesoros guardados arriba en el cielo”.

Cómo tratamos a otros

Comenzamos este capítulo declarando: “Entonces lesresponderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lohicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lohicisteis” (Mt. 25:45). Dios nos ha dado diferentes ministeriosa cada uno. Algunos tenemos el privilegio de dedicar todonuestro tiempo al ministerio de la Palabra de Dios y la oración(Hch. 6:4). Podemos pensar que un predicador detrás delpúlpito tiene mayor ventaja, pero eso no es cierto.

99Capítulo cinco

El apóstol Pablo dijo, en 2 Corintios 10:12: “Porque no nosatrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que sealaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por símismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos”.No es bueno que nos comparemos unos con otros, porquesiempre terminaremos pensando que somos superiores a otroso inferiores a ellos.

En la tierra, recibimos alabanza de manera muy diferente a comoes en el cielo. Al estudiar la historia, he quedado sorprendidopor algunos que podrían ser llamados los héroes de Inglaterra.¡Fueron personas tan terribles! Si los hubiéramos tenido ennuestra iglesia, nos hubiéramos dado por vencidos. Sin embargo,en los libros de historia se escribe acerca de ellos y se les datoda clase de honores. A menudo son citados y se tienen comomodelo para las generaciones futuras. Pero dudo mucho queentren en el reino del cielo. Vemos científicos brillantes,fundadores y pastores de grandes iglesias, y poderosos héroesmilitares, y nos maravillamos de lo que han logrado en la tierra.Pero, en realidad, Dios ve las cosas de diferente manera. Unade las mejores casas en el cielo le fue dada a la viuda que diotodo lo que tenía en la ofrenda del templo.

Hay algunas personas que aparentemente tienen un papelinsignificante en la congregación. No son ni pastores nimaestros, pero son quizás los que pasan desapercibidos, queasisten a la iglesia a cada servicio. Pero el Señor sí los nota.Cuando se reunen, hablan del Señor y de Su bondad.

Ellos son grandes a los ojos de Jehová. Malaquías 3:16-18,dice: “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada unoa su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro


de memoria delante de él para los que temen a Jehová, ypara los que piensan en su nombre. Y serán para mí especialtesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yoactúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a suhijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis ladiferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios yel que no le sirve”.

El cielo da valor a las recompensas de acuerdo al tipo depersona que somos. Se reduce a nuestra vida diaria. Proverbios16:32, dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; yel que se enseñorea de su espíritu, que el que toma unaciudad”. En otras palabras, si controlamos nuestro espíritu,somos mejores que aquellos que han conquistado una ciudad,o que han logrado grandes obras. Podríamos profetizar “convehemencia”, pero el apóstol Pablo dijo que si no tenemosamor, no sirve de nada (1 Co. 13:2). Las palabras de nuestraboca y nuestras actitudes son mucho más importantes en elcielo que la forma en que predicamos o enseñamos. Dios nosmide en base a nuestra actitud hacia los demás y nuestrasrelaciones con otros.

Cuando hablamos con alguien, ¿cómo lo hacemos? ¿Lehablamos con la ley de la benignidad en nuestra boca anuestro cónyuge, a nuestros hijos y a nuestros padres?¿Somos considerados (particularmente entre esposo yesposa)? Lo que importa no es cómo nos comportamos enel púlpito, sino cómo nos comportamos en nuestro hogar,con nuestra familia. Allí es donde nuestro verdadero carácteres revelado. No se trata solamente de demostrar las cortesíasnormales de la vida, como abrirle la puerta a otro. Se tratade cómo controlamos nuestro espíritu.

101Capítulo cinco

Me contaron que una esposa dijo: “Mi esposo nunca me hadicho un cumplido. ¡Eso es terrible! Lo siento por la esposa,pero también por el esposo. En el cielo, él se va a quedar muycorto. Un esposo debe ser como Jesús. Debe purificar a suesposa con las palabras que fluyen de su boca (Ef. 5:25-28).Palabras de alabanza, aprecio y gratitud deberían brotarfácilmente del corazón de un esposo, rebozando de amor porsu esposa. Debería procurar, en todo tiempo, apoyarla en cadacircunstancia. Es así como florece una esposa.

En la mayoría de los países del mundo, la esposa cocina yprepara la comida. Ella invierte mucho tiempo y energía parapreparar esa comida, con el único propósito de complacer a suesposo. Estaba yo sentado junto a una joven, a quien conocíadesde hacía muchos años, y quien recientemente se había casado.Ella dijo: “Hago todo lo posible para preparar una comida parami esposo y él se da la vuelta y dice: ‘Oh, eso no me gusta’”. Esetipo de comentarios pueden ser muy hirientes o desalentadorespara la esposa. Deberíamos apreciar y ser agradecidos con aquellosque nos atienden. Hay un dicho: “la caridad comienza en casa”.

Es crucial que cuando surge la oportunidad para quemostremos nuestro aprecio, lo hagamos diciendo: “Gracias,lo aprecio”. Si hay momentos en los cuales tenemos quecorregir a otros, lo debemos hacer con amor y amabilidad.¿Somos generosos? ¿Amamos? ¿Hemos aprovechado laoportunidad para hablar del Señor y dar testimonio a otros?Estas son oportunidades que todos recibimos. Aparentemente,estas oportunidades determinan nuestra condición espiritualen el cielo. Seremos juzgados de acuerdo a nuestras palabras.Jesús dijo, en Mateo 12:37: “Porque por tus palabras serásjustificado, y por tus palabras serás condenado”.


Cierto pastor tuvo un encuentro con el Señor. Estaban viendohacia abajo, observando a una persona en la tierra que eraextremadamente pobre y que estaba en un barrio bajo, pero quehabía aceptado a Cristo como su Salvador. Vieron que un gatose le atravesó en el camino a este hombre, y casi lo hizo tropezar.El Señor le dijo a este pastor: “Observa la reacción de estecristiano del barrio”. Su reacción fue alabar al Señor. El Señordijo: “Él ha triunfado; es un vencedor. Venció la acción delgato”. En vez de maldecir al gato y tratar de hacerlo a un ladocon un puntapié (como lo hubiera hecho antes de ser salvo), sunaturaleza fue cambiada y sólo dijo: “Gloria al Señor”.

Mi secretaria tiene una perra que se llama Miss Kenton. Aveces, esta perra verdaderamente me pone a prueba. Mientrastrabajo en la computadora, me ladra para que la deje entrar ami departamento. Mi reacción a los ladridos de Miss Kentonqueda registrada en el cielo. Por lo tanto, ahora trato de sermás cuidadoso cuando ella ladra.

Hace muchos años, en Suiza, conocí a una dama estadounidense,que había nacido lisiada. Los doctores le dijeron a su madreque no viviría más allá de la adolescencia. Aunque su madrehabía sentido que el Señor le había prometido sanarla, a la edadde 17 años, ciertamente falleció. Cuando murió, su madre fue aotra habitación y comenzó a orar. Esta joven fue llevada al cielo,pero luego fue resucitada y sanada por el Señor conforme a lapromesa que Él le había hecho a su madre. Esto fue lo que esajoven me contó cuando tenía como 40 años: “En el cielo, quedésorprendida con las recompensas. Por una sonrisa, había unarecompensa. Por una palabra amable, había una recompensa.Por hacer pequeñas cosas que usted ha olvidado, pero que sonrecordadas en el cielo, hay una recompensa”.

103Capítulo cinco

Tuvimos un pastor, quien se fue con el Señor. Uno de losmiembros de su congregación tuvo una visión de cómo fuecuando él llegó al cielo. Un ángel lo recibió y lo llevó a unahabitación grande con cientos de personas. Luego, algunas deestas personas se acercaron al pastor y le dijeron: “Graciaspor aquella profecía; gracias por aquel mensaje; me ayudótanto”. Otros continuaron: “Gracias por aquella palmada enla espalda; significó mucho para mí. Gracias por aquella vezque me dijo: ‘Lo lograrás’”. Cada una de esas cosas, quellamaríamos “insignificantes” aquí en la tierra, fue recordadaperfectamente en el cielo. Una joya o una piedra preciosafueron puestas en la corona de este pastor por cada uno deestos eventos.

Las recompensas también dependen de cómo nos tratan laspersonas. Mateo 5:11-12, dice: “Bienaventurados sois cuandopor mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase demal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porquevuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguierona los profetas que fueron antes de vosotros”. Si las personas lodesprecian o hablan en su contra, debería decir: “¡Alabado sea elSeñor! ¡Otro pequeño diamante para mi corona!”.

Quisiera ilustrar esto con un incidente en la vida del GeneralWilliam Booth, fundador del Ejército de Salvación. Mientrasuna joven soldado marchaba con sus compañeros soldados alcompás de la banda, alguien tiró agua sobre ella. “No importa,—gritó el General— solamente otro diamante para tu corona”.

He visto a algunos individuos estar de pie ante el tribunal deDios, personas que no han escuchado aquellas palabras: “Bienhecho, siervo bueno y fiel. Entra en el gozo de tu Señor”.


Hubo una pareja en particular, parada delante de Dios. Algoles fue dicho que hizo que bajaran su cabeza. Bajaron sumirada; habían fallado y tuvieron que descender de laplataforma hacia la izquierda del Señor para vergüenza eterna.Cuando veo cosas como esta, mi corazón se quebranta. Elloshabían fallado en el área del carácter, lo cual a su vez, causóque sus habilidades se empañaran y que sus esfuerzos semultiplicaran en dirección equivocada.

Quiero que todos obtengan una buena tarjeta de calificaciones.Debemos darnos cuenta que nuestras notas dependerán de loque hayamos hecho en la tierra. Tenemos que vivir la vida.Cualquier cosa por la cual usted se esfuerce aquí en la tierra,recibirá los dividendos y las recompensas en el cielo. Sudiligencia y su dedicación lo harán mejor y lo promoverán.¡Oh, la tristeza que vamos a tener si no aprovechamos laoportunidad cuando nos es ofrecida aquí en la tierra!

Para concluir este tema de las recompensas, comprendamosque sí hay recompensas, y recordemos quién las recibe.Son aquellos que controlan su espíritu y que son tardos parala ira. Cada acto bondadoso, todo gesto y toda palabra quedecimos acerca del Señor en admiración y adoración, quedaescrita. Seamos bondadosos unos con otros, porque cadapalabra amable, cada sonrisa, cada palabra de ánimo esrecompensada. Por la gracia de Dios, procuremos haceraquellas cosas que son contadas como valiosas en el cielo.

Dios nos mide en base a nuestra

actitud hacia los demás y nuestras

relaciones con otro

105Capítulo seis

Capítulo 6

Cuatro personas que

abandonaron la gracia de Dios

Hubo cuatro personas, en particular, que estaban destinadaspara ir el cielo, dos de los cuales no lo lograron y dos, quetuvieron recompensas mucho menores. Estos cuatro fueroncuidadosamente escogidos, por lo que cada uno pudo habertenido un glorioso final, si solamente hubiesen permanecidoen el camino de la justicia. Pero cada uno se quedó corto dealcanzar la gracia de Dios y, al contemplar sus vidas y susdecisiones, son una solemne lección para nosotros.

Lot (el peligro de hacer concesiones)

La primera persona es Lot. Lot era el sobrino del patriarcaAbraham. Abraham se llevó a Lot en su viaje de Harán, enMesopotamia, hacia la tierra de Canaán. Lot no tenía elllamado de Dios de ir a la tierra de Canaán, y a Abraham se lehabía advertido que no llevara a ninguno de los miembros desu familia consigo (Gn. 12:1).

Aunque Lot caminó con un hombre que tenía un llamado; estono significó que también el llamado fuera para él. Por cuantoLot estaba bajo la cobertura de Abraham, cuando Abraham fuegrandemente bendecido, también lo fue él. Tenían tanto ganadoentre los dos, que la tierra no podía sustentarlos a todos. Comoresultado, hubo conflicto entre los pastores de Abraham y losde Lot. Esto es algo que nunca debió haber sucedido porqueLot nunca debió haber estado allí. Abraham, aquel que tenía el


llamado y la promesa de que heredaría la tierra de Canaán, ledijo a Lot: “No haya ahora altercado entre nosotros dos, entremis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No estátoda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Sifueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a laderecha, yo iré a la izquierda” (Gn. 13:8-9).

Lot vio los hermosos pastizales en la llanura de Sodoma yGomorra junto al Río Jordán, y dijo: “Iré allí”. Abraham seseparó de Lot y se fue en la otra dirección. Lot juzgó con suojo natural, pero él debió haber consultado a Jehová.

Leemos, en 2 Pedro 2:7-8: “y libró al justo Lot, abrumadopor la nefanda conducta de los malvados (porque este justo,que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendoy oyendo los hechos inicuos de ellos)”. Hay algunas verdadesmuy importantes que queremos enfatizar en estos versículos.Primero, aunque a Lot se le llama un hombre justo, no era unhombre santo. Él, a sabiendas, descendió a la llanura del Jordány puso sus tiendas frente a las ciudades de Sodoma y Gomorra,las cuales estaban llenas de terribles pecadores (Gn. 13:12).

Hubo una rebelión entre los reyes del área, quienes servían alrey de Babilonia. El rey de Babilonia atacó a Sodoma y aGomorra con su ejército. Lot fue capturado. Abraham, siemprecuidadoso de su sobrino, lo supo y tomó 318 hombres, mató alos reyes y rescató a Lot (Gn. 14). Esa advertencia debió habersido suficiente para Lot, pero no lo fue. Ezequiel 16:49, noshabla de la maldad de Sodoma: “He aquí que esta fue lamaldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, yabundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y nofortaleció la mano del afligido y del menesteroso”.

107Capítulo seis

Tenían todo lo que querían y aún así eran perversos: eranhomosexuales y fornicarios. Aunque Lot “afligía su alma” acausa de la iniquidad de las acciones de estos sodomitas, éleligió quedarse con ellos en vez de irse.

El terrible pecado de estas dos ciudades llegó al cielo y fuedebidamente reportado al Señor. El Señor descendió con dosángeles, ya que iba a observar la situación y a destruir Sodomay Gomorra. Pero, Él se hizo la siguiente pregunta: “¿Cómopuedo hacer esto sin comunicárselo primero a Abraham, miamigo?” Usted le cuenta a un amigo lo que está a punto dehacer. Abraham era amigo de Dios (Stg. 2:23).

Cuando el Señor llegó, Abraham Le preparó comida. Luego,leemos en Génesis 18:20-26: “Entonces Jehová le dijo: Porcuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más ymás, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderéahora, y veré si han consumado su obra según el clamor queha venido hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí losvarones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aúndelante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirástambién al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justosdentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás allugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío,y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. ElJuez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entoncesrespondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentrode la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos”.

Abraham dialogó con el Señor, hasta que Él accedió a nodestruir Sodoma y Gomorra si encontraba diez justos en la


ciudad. Después de esto, el Señor fue a visitar a Sodoma yGomorra y tomó la decisión de destruir las ciudades ya queno pudo encontrar ni siquiera diez hombres justos.

Luego, el Señor envió a los dos ángeles a Sodoma y Gomorra,con instrucciones de sacar a Lot antes de destruirlas. Ellos ledijeron a Lot que habían llegado para destruir la ciudad. Eneste tiempo, Lot estaba viviendo en la ciudad, estando ya muyinvolucrado en la vida de este lugar pecaminoso.

Cuando Lot les dijo a sus hijas y a los esposos de ellas:“Dios va a destruir la ciudad”, ellos solamente se rieron y seburlaron de él. Aun así, Lot se quedó. Los ángeles tuvieronque sacarlo, y todo lo que pudo llevarse fue su esposa y doshijas solteras.

Los ángeles les advirtieron que no vieran hacia atrás, ya quenuestro corazón está donde tenemos puesta la mirada.Mientras caía azufre sobre Sodoma y Gomorra, la esposa deLot volvió su mirada atrás y se convirtió en una estatua desal. De hecho, el Señor nos da esta advertencia, hoy:“Acordaos de la mujer de Lot” (Lc. 17:32). La mayoríaconoce a Lot por el hecho de que su esposa se convirtió enuna estatua de sal. Desafortunadamente, la historia notermina allí.

Después que Lot había escapado de la destrucción de Sodomay Gomorra, sus hijas lo embriagaron y, sin saberlo, él cometióincesto (Gn. 19), produciendo así dos hijos: Moab y Amón.Estos dos hijos propagaron dos naciones que han sidoenemigas de Israel hasta hoy, y que seguirán importunando aIsrael hasta que el Señor regrese.

109Capítulo seis

Lot fue un hombre justo en el lugar equivocado. Él aborrecíael pecado, pero permaneció en medio de éste. Un hombre santose hubiera apartado de los moradores de la ciudad, ya que elsignificado original de santidad es “diferente” o “separado”.Como resultado, Lot lo perdió todo.

Lot perdió sus posesiones terrenales. También perdió suherencia espiritual, convirtiéndose en una maldición paraIsrael, el pueblo elegido de Dios, a través de susdescendientes, Amón y Moab. Lot siguió los deseos de sucorazón. Él está en el cielo, pero sin herencia. Debemos sermuy cuidadosos con lo que hacemos. Podemos trabajar paranada si no estamos en la voluntad de Dios. Qué importantees estar en el lugar que Dios determina, en el tiempo de Dios,para dar fruto: al treinta por uno, al sesenta por uno y alciento por uno. ¡Es un privilegio tremendo sembrar en ellugar correcto, en el tiempo correcto!

La lección que Lot nos muestra es simple: Esté en el lugarcorrecto, en el tiempo correcto; lo cual logrará si está enla perfecta voluntad de Dios.

Bernabé (el peligro de ofenderse)

Bernabé fue uno de los principales apóstoles, acerca de quiénleemos en el Nuevo Testamento. Cuando Saulo de Tarso fuesalvo y se convirtió en el apóstol Pablo, fue Bernabé quientomó a Pablo bajo sus alas. Bernabé tenía una naturaleza muyhermosa. Lo llamaban el “hijo de consolación” (Hch. 4:36).En otras palabras, cuando las personas necesitabanconsolación, Bernabé estaba allí. También era generoso;vendió terrenos y le dio las utilidades a la Iglesia.


Él fue un guía y compañero de Saulo en el primer viajemisionero, y quiso llevar con ellos a Juan Marcos, su sobrino.Juan Marcos obviamente era inmaduro y no debió haber idoen ese viaje. El resultado fue que Juan Marcos los dejó. Cuandollegó el momento del segundo viaje misionero, Pablo queríaque Bernabé lo acompañara. Leemos lo que aconteció enHechos 15:37-38: “Y Bernabé quería que llevasen consigo aJuan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo nole parecía bien llevar consigo al que se había apartado deellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra”.Bernabé era muy fácil de tratar, pero dijo: “Quiero llevar aJuan Marcos”. Pablo respondió: “Es ridículo. Él es muyinmaduro; nos abandonó en el primer viaje misionero y es unriesgo. No está listo”.

La Palabra de Dios sugiere que no fue una discusión amigable:“Se produjo un desacuerdo tan grande que se separaron eluno del otro, y Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcórumbo a Chipre” (Hch. 15:39, LBLA). Se enojaron ydiscutieron. El resultado fue que Bernabé, airado, dijo: “Mevoy, me llevo a Juan Marcos conmigo y me voy a Chipre”.Esto es lo último que sabemos de Bernabé en la Palabra deDios. Bernabé fue influenciado por los lazos familiares parasu propia destrucción.

Estos dos grandes apóstoles no debieron haber discutido porJuan Marcos, sino debieron haber buscado al Señor en oracióny ayuno. Así, hubieran sabido qué era lo que el Señor pensabay no se hubieran separado. Esta es otra lección para todosnosotros. Es tan importante que vigilemos nuestro corazón.Bernabé debió haber sido, si lo puedo decir así, compañero dePablo por la eternidad. Tenía delante de él una senda gloriosa,

111Capítulo seis

pero se apegó a la persona equivocada, en el momentoequivocado. Bernabé perdió su corona a causa de esa relaciónfamiliar. Más adelante, Juan Marcos enderezó su vida y sereconcilió con Pablo, y después de esto, él fue útil tanto paraPablo como para Pedro. El tiempo oportuno es muy importante.

La lección de Bernabé es tremenda. Su apego almático a JuanMarcos causó que abandonara la senda de la voluntad perfectade Dios para su vida, así como los subsiguientes honores yfrutos que ciertamente hubiera disfrutado. Aunque loshistoriadores registran que Bernabé tuvo un ministerioapostólico en Chipre y que escribió una epístola, con todoesto, él debió haber estado con Pablo. Sólo la eternidad nosrevelará lo que se perdió.

Ahitofel (el peligro de que una ofensa nosguíe a la traición)

Ahitofel era consejero y confidente cercano del rey David.Este hombre era tan poderoso que se escribe acerca de él, en2 Samuel 16:23: “Y el consejo que daba Ahitofel en aquellosdías, era como si se consultase la palabra de Dios. Así eratodo consejo de Ahitofel, tanto con David como con Absalón”.Debido a que la sabiduría de Dios estaba sobre él para dar elconsejo correcto, era como pedirle consejo a un ángel.

Como sabemos, David cometió adulterio con Betsabé, lanieta de Ahitofel. Dios le había dicho al rey David que unode los 15 juicios tremendos que vendrían sobre él, era quesu propio hijo se levantaría contra él. Ese hijo fue Absalón.Debemos recordar que aunque hay perdón para el pecado,también hay consecuencias.


Cuando Absalón se rebeló, reunió al pueblo y envió palabraa Ahitofel: “Ven conmigo. ¡Ponte de mi lado!” ¿Por quéAbsalón estuvo tan seguro que este poderoso consejero delrey David lo escucharía? Porque Ahitofel no había perdonadoa David por lo que éste le había hecho a su nieta, y comoresultado había una ofensa.

Las palabras son muy poderosas. El apóstol Santiagocompara las palabras con el timón de un barco grande.“ Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadasde impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeñotimón por donde el que las gobierna quiere. Así tambiénla lengua es un miembro pequeño, pero se jacta degrandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciendeun pequeño fuego!” (Stg. 3:4-5). Un pequeño timón hacevirar a un gran barco.

Este poderoso consejero, Ahitofel, fue movido por unapequeña palabra de Absalón. Tenía que haber habido unterreno fértil para ello. Obviamente, él no consultó a Diosacerca de qué debía hacer, ya que se unió con Absalón.Nuevamente, su sabiduría persistió y aconsejó a Absalóncon astucia, animándolo a cometer toda clase deinmoralidad. Un hombre santo nunca hubiera podido hacertal cosa.

El corazón de Ahitofel estaba abrigando esa ofensa; por lotanto, la invitación de Absalón cayó en un corazón cuyoterreno estaba preparado para recibirla. El consejo de Ahitofelcontinuó fluyendo, ya que los dones y los llamados de Diosson sin arrepentimiento; lo que significa que continúan,aunque el vaso haya dejado la senda de Dios.

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En 2 Samuel 17:1-4, vemos más consejo de Ahitofel:“Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora docemil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, ycaeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; loatemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataréal rey solo. Así haré volver a ti todo el pueblo (pues tú buscassolamente la vida de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto,todo el pueblo estará en paz. Este consejo pareció bien aAbsalón y a todos los ancianos de Israel”. Esto pudo habersignificado que David hubiese sido capturado o muerto.

David había enviado a su amigo Husai, para aconsejar aAbsalón. Leemos en 2 Samuel 17:5-11: “Y dijo Absalón:Llamad también ahora a Husai arquita, para que asimismooigamos lo que él dirá. Cuando Husai vino a Absalón, lehabló Absalón, diciendo: Así ha dicho Ahitofel; ¿seguiremossu consejo, o no? Di tú. Entonces Husai dijo a Absalón: Elconsejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno. Y añadióHusai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombresvalientes, y que están con amargura de ánimo, como la osaen el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además,tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con elpueblo. He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva,o en otro lugar; y si al principio cayeren algunos de lostuyos, quienquiera que lo oyere dirá: El pueblo que sigue aAbsalón ha sido derrotado. Y aun el hombre valiente, cuyocorazón sea como corazón de león, desmayará por completo;porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, yque los que están con él son esforzados. Aconsejo, pues,que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, enmultitud como la arena que está a la orilla del mar, y que túen persona vayas a la batalla”.


David había orado: “Que el consejo de Husai confunda elbuen consejo de Ahitofel”. Absalón terminó rechazando elconsejo de Ahitofel y aceptando el consejo de Husai. Absalóncometió un tremendo error en su juicio.

Ahitofel supo que al momento de ser rechazado su consejo,todo había terminado para él; estaba en el bando equivocado.Ensilló su burro, puso su casa en orden y se suicidó. No loolvide, este fue uno de los más grandes consejeros en la Palabrade Dios. Él debió haber estado en el cielo, al lado del reyDavid. Hoy, está en el infierno.

La lección que aprendemos de Ahitofel es que nuestroministerio no nos salvará, sino es la condición de nuestrocorazón, libre de ofensas, lo que lo hará. El salmista dice:“Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellostropiezo” N.T.(Sal 119:165). Por lo tanto, debemos guardarnuestro corazón diligentemente (Pr. 4:23), y estar seguros deque todo el tiempo estamos aferrados a la Palabra de Dios.Así, nuestro corazón estará protegido de todas las ofensas quepodrían desviarnos de la senda de Dios.

La mujer extraña(el peligro de pecar voluntariamente)

Esta cuarta persona de la Palabra de Dios, la encontramos enel libro de Proverbios. Es un personaje compuesto por ambos,hombre y mujer. En Proverbios 2:16, conocemos a la mujerextraña: “Serás librado de la mujer extraña, de la ajena quehalaga con sus palabras”. Las advertencias en los versículosanteriores son de escuchar al Señor y a la sabiduría para queseamos librados de la mujer extraña, con sus halagos.

N.T.: La versión King James dice: “y nada los ofenderá”.

115Capítulo seis

¿Quién es esta mujer extraña? Leemos en proverbios 2:17:“La cual abandona al compañero N.T.2 de su juventud, y seolvida del pacto de su Dios”. En otras palabras, esta jovencreció en la Iglesia. Abandonó al guía de su juventud. Se alejóy se olvidó del pacto de su Dios. Esta joven fue instruida en laescuela dominical. Nació de nuevo, quizás incluso fuebautizada en agua y estaba avanzando con Dios. Había sidocuidada por sus maestros, pero luego tomó su propia decisióny eligió abandonar el camino correcto. Proverbios 2:18-19dice: “Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y susveredas hacia los muertos; todos los que a ella se lleguen, novolverán, ni seguirán otra vez los senderos de la vida”. Esteversículo debería poner el temor de Jehová en nuestro corazón,al recordar que ella una vez anduvo con los piadosos,animando a otros a hacer lo mismo. Hoy está llevándose a loselegidos al infierno.

Leemos acerca del hombre extraño, en Proverbios 5:12-14:“¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció lareprensión; no oí la voz de los que me instruían, y a los queme enseñaban no incliné mi oído! Casi en todo mal he estado,en medio de la sociedad y de la congregación”.

En una oportunidad, tuve a un hombre en mi oficina, alguienque había sido golpeado por la causa de Cristo en otro país.Él había experimentado la salvación y la bendición de Dios.Yo le dije: “Usted es malvado, dejó a Dios”. Él admitió:“He dejado a Dios y he dejado la Iglesia”. Le dije: “Entoncesse irá al infierno”. Él respondió: “Eso es lo que la Bibliadice”. Yo le di la oportunidad de tomar la decisión deabandonar esos malos caminos y de dar un paso hacia lajusticia; él no quiso.

N.T.2: La versión King James dice guía o mentor.


Le relaté a este hombre lo que sucedió en un orfanato enGuatemala. Había dos jóvenes que crecieron juntos desdemuy pequeños. Cuando tenían 17 años, uno de ellos dijo:“Quiero dejar el orfanato”. El otro le imploró: “¡Por favor,no lo hagas!” Le dijo: “Quiero dinero; quiero el mundo”. Eldirector del orfanato le suplicó, pero el joven escogió losplaceres del mundo.

Una forma rápida de hacer dinero es involucrarse en laventa de drogas. Pronto, este joven huérfano estaba en elámbito de las drogas, el cual es violento. Sin embargo,este joven huérfano estuvo en ese ambiente poco tiempo,antes de cruzarse con alguien más poderoso que él. Murióde un disparo.

Unos meses después, el Espíritu de Dios se estabamoviendo de una forma maravillosa en ese orfanato, y laspersonas estaban teniendo visiones del cielo y del infierno.El joven que era amigo del que había muerto, tuvo lasiguiente experiencia: Un ángel lo llevó al cielo y le mostróalgunas de las glorias del cielo, luego le dijo: “He sidocomisionado por Dios para llevarte al infierno y mostrartealgunas cosas”. Este viaje en particular, incluía ciertasección en el infierno donde había celdas con personas queestaban siendo atormentadas.

El ángel llevó a este joven a una celda en la que escuchó unosgritos terribles. Allí vio a un demonio, golpeando a un jovencon un látigo del cual salía hierro o acero. En el infierno, unopierde todo el deseo de resistirse; por eso este muchacho teníaque mantener su cabeza baja, su espalda descubierta ysimplemente continuar gritando mientras el demonio lo golpea.

117Capítulo seis

No había fin a este tormento. El muchacho atormentado volteósu cabeza y el joven con el ángel a su lado, vio que era el amigocon quien había estado en el orfanato.

Después de compartir el relato con este hombre malvado enmi oficina, le pregunté: “¿Tiene usted alguna idea de lo quees ser golpeado sin misericordia? Cuando un demonio secansa, la persona no descansa, porque otro demonio continúacon la tarea. Los demonios simplemente se regocijan en latortura”. Le dije: “Así será su eternidad, si no es que un juicioaún mayor a causa de su maldad”. Él simplemente respondió:“Puede ser, puede ser así”. Había cruzado la línea. No habíaarrepentimiento. Le dije: “Hubiera sido mejor si usted nuncahubiera nacido”. Me respondió: “Así es”.

Es cosa terrible haber una vez conocido la verdad y luegoalejarse de ella. El apóstol Pedro dijo en 2 Pedro 2:20-21:“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de lascontaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor ySalvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas sonvencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el caminode la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrásdel santo mandamiento que les fue dado”.

En su camino al cielo, asegúrese de que nada lo desvíe. ElSeñor dijo: “…mas el que persevere hasta el fin, éste serásalvo” (Mt. 10:22). No permita que el mundo, los lazosfamiliares o “la mujer extraña” lo aparten.

La eternidad es la eternidad; sin duda alguna no tienefinal. Eclesiastés 11:3 dice: “…en el lugar que el árbol cayere,


allí quedará”. Como morimos, así somos para siempre. Habercomenzado bien y luego apartarnos es terrible. Queremosdecir: “¡Señor, mantenme en la verdad”.

Uno puede ser grande; uno puede tener muchos maravillososatributos. Considere a Lot, un hombre justo, o a Bernabé, casiun padre en la fe, o a Ahitofel, un consejero de Dios. Cadauno de ellos falló por no aferrarse de todo corazón al Señor.La razón fue que no se aferraron de todo corazón al Señor y aSu Palabra en el tiempo de sus más grandes pruebas. Si tansolo hubieran considerado que la vida es igual a una carrera,y que (como veremos en el siguiente capítulo) el factor másimportante es terminar bien.

No permita que el mundo,

los lazos familiares o la “mujer

extraña” lo aparten

119Capítulo siete

Capítulo 7Terminemos bien

El apóstol Pablo ilustra la vida cristiana (o la vida en general)como una carrera, y nos exhorta: “ Por tanto, nosotros también,teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramoscon paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos losojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozopuesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, yse sentó a la diestra del trono de Dios” (He. 12:1-2). Cómoterminamos la carrera de la vida es el factor crucial.

En Indonesia, un carpintero cristiano fabricó varias placas paraescritorio en las que grabó las siguientes palabras:“¡Terminemos bien!”. Me regalaron una de esas placas y lapuse en el lugar donde escribo. La guardo como un tesoro y laobservo virtualmente todos los días. He encontrado que inspiraun temor reverente.

Estas palabras se convirtieron en una parte absolutamentevibrante de mi vida, a través de una experiencia que tuvecuando era un pastor joven. Debido a que estaba soportandomuchas presiones, le había pedido al Señor que me llevara.Una noche, un ángel vino y me despertó como a las 3 de lamadrugada. Él se puso de pie, ligeramente por encima de micama, y yo salí de mi cuerpo y me puse junto a él.

Vi hacia abajo y al ver mi cuerpo, me di cuenta de que mivida había terminado y que ya no podría servir más al Señor


sobre esta tierra. Cierta tristeza vino a mi corazón, y luegoel ángel se dio la vuelta y comenzamos un viaje muy rápidohacia el cielo, más allá de la luna y de las estrellas. Las puertasde la eternidad se volvieron más y más claras conformeviajábamos, más rápido que la velocidad de la luz. Micorazón se fue poniendo más y más pesado al acercarnos aesas puertas de oro.

Cuando nos detuvimos delante de esas puertas, me mostraronmi vida en breves escenas, desde el nacimiento hasta la muerte.Algunas escenas estaban en blanco porque le había pedidoperdón al Señor por esas ofensas. No había absolutamenteningún registro de esas ofensas. ¡Alabado sea el Señor!

Pero luego, me mostraron el plan de Dios para mi vida, elcual había sido decidido antes de la fundación del mundo. Vique estaba muriendo antes de mi tiempo, y mi corazón fuesobrecogido por la tristeza. Clamé en agonía, que se mepermitiera regresar a la tierra para cumplir Su plan.Aparentemente, esto fue concedido, ya que, aunque no escuchévoz alguna, el ángel a mi lado se dio la vuelta conmigo yregresamos velozmente a la tierra y llegamos a mi cama. Allíestaba mi cuerpo, acostado junto a mi esposa, quien no estabaconsciente de todo lo que estaba ocurriendo. El ángel me tocóy regresé a mi cuerpo.

Tiempo después, al preguntarle al Señor por qué había tenidoesa experiencia, Él me dijo que yo debía advertirle a Su pueblocómo es estar de pie ante el tribunal de Cristo. No sólotendremos que dar cuentas por nuestros actos en la tierra, sinoque también seremos juzgados por haber cumplido o no, lavoluntad del Señor para nuestra vida.

121Capítulo siete

Al final de nuestra vida, queremos poder decir, como dijo elapóstol Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado lacarrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardadala corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, enaquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que amansu venida” (2 Ti. 4:7-8). Por lo tanto, debemos procurarasegurarnos de que todos nuestros delitos estén cubiertos conla sangre del Cordero, y que esas otras escenas, estén llenasde registros de muchas obras buenas.

En 2 Timoteo 4:6, Pablo declara: “Porque yo ya estoy paraser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano”.Debemos ser soldados (cumpliendo con nuestro deber yrealizando la tarea que nos ha sido encomendada), y tambiénsacerdotes (convirtiéndonos en esa ofrenda que el Señordesea). Examinemos el pensamiento que Pablo da, enRomanos 12:1: “Así que, hermanos, os ruego por lasmisericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos ensacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro cultoracional” . Todo sacrificio presentado al Señor en el AntiguoTestamento, tenía que ser sin defecto.

El deseo de Cristo es presentarnos como Pablo escribe, enEfesios 5:27: “…una iglesia gloriosa, que no tuviese manchani arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sinmancha” N.T. Sin embargo, Pablo nos guía a una formasuperior de servicio cuando, al escribirle a la iglesia de losfilipenses, dijo: “No que lo haya alcanzado ya, ni que yasea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquellopara lo cual fui también asido por Cristo Jesús” (Fil. 3:12).Las preguntas que nos hacemos son: ¿Conocemos elpropósito por el cual el Señor ha puesto su mano sobre

N.T. La Versión King James dice “sin defecto”


nosotros? ¿Conocemos cuál es Su voluntad para nuestravida? Esto, por supuesto, lo debemos averiguar.

La voluntad de Dios para nuestra vida abarca:

1) El estado espiritual del creyente: su carácter.2) El ministerio que procuramos alcanzar y la influencia que

nuestra vida tiene sobre otros.3) El fruto de ese ministerio.

El estado espiritual del creyente:su carácter

Este es el aspecto más importante de la vida: nuestro carácter.Considere el Cantar de los Cantares 1:4-6: “Atráeme; enpos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras;nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tusamores más que del vino; con razón te aman. Morena soy,oh hijas de Jerusalén, pero codiciable como las tiendas deCedar, como las cortinas de Salomón. No reparéis en quesoy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madrese airaron contra mí; me pusieron a guardar las viñas; y miviña, que era mía, no guardé”.

Aquí, la Sulamita se encuentra con el Señor y se da cuentade que aunque se ha ocupado diligentemente del estadoespiritual de otros, su propia viña (o sea, su propio estadoespiritual) no lo cuidó. Nuestro corazón debe estar lleno delfruto del Espíritu Santo: amor, gozo, paz, paciencia,benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.Diligentemente, debemos asegurarnos de que la mala hierbay las espinas (que representan las obras de la carne,

123Capítulo siete

enumeradas en Gálatas 5:19-21) no puedan echar raíces. Senos dice que busquemos la santidad, sin la cual nadie veráal Señor (He. 12:14).

Por lo tanto, debemos clamar al Señor: “¡Crea en mí uncorazón limpio!” Caminemos siempre por la senda de justicia,manteniendo nuestras vestiduras sin manchas de este mundo.También es importante poner en orden nuestra conversación(Sal. 50:23), porque por nuestras palabras seremos justificadoso condenados (Mt. 12:37).

Sobre el carácter del ministro permanece o se derrumba todala obra que Dios le ha confiado. He sabido de muchas obrasde Dios, aparentemente grandes, que han colapsado ¡debidoa que el ministro cayó en algún pecado serio!

Obviamente, nuestro carácter es de suma importancia, porqueéste determinará si entramos por las puertas del cielo o no. Porconsiguiente, el desarrollo de nuestro carácter debe ocuparnuestros pensamientos constantemente, para que podamos serconformados a Su incomparable pureza, en la plenitud del amory sabiduría. Tener un buen nombre vale más que todos lostesoros de este universo. Que puedan admirarlo a Él en nosotros.

En la revista Time, vol. 169, no. 22, 2007, está la foto de ladirectora de admisiones de M.I.T. que había sido despedidapor falsificar información en su currículum. Al lado, habíauna cita de un lector, que decía: “Los estudiantes de M.I.T.pueden conocer la diferencia entre un quark (una de variaspartículas elementales que viene en pares) y un leptón(partículas que tienen un número cuántico de espin de ½),pero si no aprenden integridad, no habrán aprendido


absolutamente nada”. Este es un pensamiento muy solemne,pero oportuno para los ministros que pueden conocerdoctrinas bíblicas, pero si carecen de integridad, las llamasdel infierno los esperan.

De una manera u otra, todos somos ministros del NuevoTestamento y miembros del Cuerpo de Cristo. Lo másimportante en la vida de un ministro es ser justo y recto,evitando el pecado y cualquier clase de maldad. Como dice elSalmo 45:7, debemos amar la justicia y aborrecer la maldadde cualquier tipo.

El ministerio

El apóstol Pablo escribió, en 1 Corintios 9:16-18: “Puessi anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porqueme es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare elevangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad,recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisiónme ha sido encomendada. ¿Cuál, pues, es mi galardón?Que predicando el evangelio, presente gratuitamente elevangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho enel evangelio”.

Pablo sabía que le había sido confiada una dispensación delevangelio (un mensaje específico). Como ministros, debemosconocer el mensaje especial que el Señor ha depositado ennosotros. Sin embargo, hay muchos que no continuaron en elmensaje especial que Dios les dio, y que tampoco cumplieroncon el ministerio dado por Dios. Pablo, al escribirle a la iglesiacolosense, le advirtió a Arquipo que cuidara el ministerio quehabía recibido del Señor (Col. 4:17).

125Capítulo siete

Deberíamos atesorar las preciosas promesas de Dios, talcomo lo hizo Jacob y no ser como su hermano mayor Esaú,quien vendió su derecho de primogenitura por un plato deguiso. Judas, el traidor, como se nos dice en el Salmo 109:17,“no se deleitó en la bendición”. Al rey Saúl le preocupabamás ser honrado en la presencia de los hombres que obedecera Dios (1 S. 15:30).

El supremo llamado en la vida es ser un ministro de Dios.Los que hemos recibido tal honor, ciertamente deberíamosser como Pablo, quien dijo que él trabajaba más duro quetodos los otros apóstoles (1 Co. 15:10). La lista de los llamadosdados por Dios, está en 1 Corintios 12:28, donde dice: “Y aunos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luegoprofetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros,después los que sanan, los que ayudan, los que administran,los que tienen don de lenguas”.

Debemos procurar con diligencia, desempeñar las tareas queel Señor nos ha asignado en esta vida. Una de las leccionesprincipales de Proverbios y de Eclesiastés (la literatura de lasabiduría) es que aquellos que trabajan duro prosperarán.Esto es comparado con aquellos que son llamados holgazanes(los que ven cómo sus casas se convierten en ruinas): “Pornegligencia se hunde el techo, y por pereza tiene goteras lacasa” (Ec. 10:18, LBLA). Proverbios 10:4, también dice:“ La mano negligente empobrece; mas la mano de losdiligentes enriquece”. Es claro en la Escritura que unocosecha lo que siembra (Gá. 6:7). Como dijo el apóstol Pablo,en 2 Corintios 9:6: “El que siembra escasamente, tambiénsegará escasamente; y el que siembra generosamente,generosamente también segará”.


Debemos tratar de aprovechar cada oportunidad para quenuestro ministerio madure. Esto se logra por medio de la oración,del estudio y de poner atención al consejo sabio de otros queestán en el proceso de alcanzar sus propias metas, aquellasrecibidas de parte de Dios. Recomiendo que aprendamos delos santos de antaño, quienes terminaron triunfalmente suscarreras, como también de cualquier error que hubierancometido, para que seamos preservados de esos errores.

El fruto del ministerio

A Abraham, nuestro padre espiritual, el Señor le hizo dospromesas específicas (además de otras). Éstas fueron la debendición y la de multiplicación. Leemos, en Génesis 22:17:“de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia comolas estrellas del cielo y como la arena que está a la orilladel mar; y tu descendencia poseerá las puertas de susenemigos”. Vamos a enfocarnos en la segunda promesa. Dioses el Dios de la multiplicación. Hacia el final de nuestravida, deberíamos experimentar multiplicación, no solamenteadición. La primera pregunta que debemos hacernos es:“¿Qué es lo que Dios va a multiplicar?”

Permítanme dar un ejemplo. Cuando estuve en una iglesia enAustralia, el Señor me dio la palabra que multiplicaría esaiglesia, y que muchas iglesias nacerían de ella y que llegaría aser muy grande. Sin embargo, con esta palabra vino unaadvertencia. Vi dos manzanas: una era una hermosa GoldenDelicious, y la otra una manzana silvestre (la cual es ácida eincomible). Dios los multiplicaría, pero necesitaban considerarqué tipo de fruto estaría Él multiplicando. ¿Serían iglesiasque podrían compararse con manzanas Golden Delicious,

127Capítulo siete

sabrosas y deseables, o aquellas que serían comparables amanzanas silvestres? Lamentablemente, unos años después,cuando ya se había dado esta multiplicación y naciones habíansido impactadas, fui a la iglesia central y allí, el Señor medijo que ciertamente era una manzana silvestre.

Debemos procurar, con paciencia, persistencia y buenas obras,edificar una iglesia o confraternidad que tenga un mensaje ouna visión dada por Dios. Recordando que reproducimossegún nuestro género, que el mensaje será impartido y quemoldeará la vida de todos aquellos que lo escuchen.

El Señor habló acerca de la reproducción, en la parábola de labuena semilla que cae en buena tierra. Esta semilla dio frutoal treinta, al sesenta y al ciento por uno. Treinta por unosignifica que faltan setenta para la meta. De igual manera,sesenta por uno significa que faltan cuarenta para la meta.Debemos procurar, por Su gracia, dar fruto al ciento por unopara perfección, tal como lo hizo Isaac (Gn. 26:12).

Las parábolas de los talentos y de las minas también nosenseñan que debemos aprovechar al máximo nuestrotiempo aquí, para que podamos ser buenos mayordomosy para que nuestros esfuerzos sean productivos. Siterminamos bien en estas áreas de nuestra vida, estoy segurode que recibiremos el elogio del Señor de gloria, quien dirá:“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel…entra enel gozo de tu señor” (Mt. 25:23).

Como hemos visto, el carácter, el ministerio y el fruto denuestro ministerio son tres áreas importantes a considerar enrelación a cumplir con la voluntad de Dios para nuestra vida.


El Señor Jesús: el gozo del cielo

Habiendo tenido personalmente el privilegio de estar en elcielo, quiero hablar del aspecto más importante acerca de eseglorioso lugar para el creyente. En una ocasión, yo estaba enel cielo en el espíritu y varios ángeles me recibieron. Estabande pie delante de un sendero que conducía a muchas casas, yme comunicaron que deseaban llevarme a la mía. Sin embargo,en mi corazón, yo no deseaba ver mi casa, porque lo únicoque deseaba era ver al Señor Jesús. Ellos simplementesonrieron y continuaron guiándome.

En el cielo, uno pierde toda la fuerza de voluntad, así queseguí por el sendero hacia mi hogar. Luego, para mi deleite, através de una ventana abierta, vi al mismo Señor sentado enmi hogar. En muchas otras ocasiones, he experimentadosituaciones similares. Cualquier cosa que me mostraban o meenseñaban era maravillosa, pero en lo profundo de mi corazónyo lo quería a Él. Por lo tanto, el supremo deseo es, comodice Pablo en Filipenses 3:8, “¡ganar a Cristo!” .

Nuestra relación con el Señor puede ser ilustrada y ser fácilmentevista, en la relación matrimonial. El matrimonio no está basadoen las posesiones, el poder o el prestigio, sino en el pacto y larelación entre el esposo y la esposa. Si esa relación no estáfundamentada en y unida por el amor, no hay un matrimonioverdadero de acuerdo a la intención de Dios. De la misma manera,el cielo es verdaderamente el cielo, cuando ese amor hacia Diosestá firmemente arraigado y cimentado en nuestro corazón.

Charles Wesley, el escritor de los antiguos himnos, refiriéndosea nuestro Señor Jesús, exclamó en un cántico: “Amor divino,

129Capítulo siete

superior a todos los amores, gozo del cielo, baja a la tierra”.Él es nuestro gozo, y sin Su presencia no hay plenitudverdadera, ni aquí en la tierra ni arriba en el cielo. Hagamosde Jesús nuestro gozo verdadero en la tierra, y Él nosdemostrará que así será en el cielo.

Hemos sido llamados a ser parte de la Esposa de Cristo. Elgozo y la satisfacción de cualquier desposada están basadosen su amor por su futuro esposo y en la relación que tengacon él; para nosotros, ese futuro Esposo es Jesús. El deseoconstante de una esposa es conocer a su esposo más y más. Esigual con la futura esposa espiritual de Cristo; esa es subúsqueda y su deleite eternos. Que Él sea siempre nuestrabúsqueda y nuestro deseo.

El cielo es nuestro hogar eterno. Sin embargo, un hogar no esen realidad una casa con sus posesiones, sus muebles y sudecoración. Lo que define un hogar y de lo que depende, sonlos miembros de la familia, específicamente el esposo y laesposa; así es en el cielo. Nuestra relación con nuestro benditoSeñor, nuestra intimidad con Él y la comunión de Su presencia,crean la atmósfera de nuestro hogar celestial. Por eso, elapóstol Pablo escribió “…a fin de conocerle…” (Fil. 3:10), osea conocerlo a Él en todas las facetas de Su carácter amoroso,y alcanzar el compañerismo que solamente se produce alparticipar de Sus padecimientos.

Cuando pasé por una prueba en particular, el Señor me recordóque Él me había prometido “los tesoros de la oscuridad” (Is.43:5). Después dijo: “¿Cómo pensaste que los recibirías, a menosque pases por las pruebas de oscuridad? Hay cosas que no puedenser hechas en el cielo, ya que allí no hay oscuridad ni sufrimiento”.


Amado, no desperdicie sus penas. Tome su tiempo cuandopase a través del valle de Baca (lágrimas), porque este tipo deexperiencia lo guiará a una intimidad con el Señor que ningunaotra experiencia puede darle (Sal. 84:6). Ciertamente, todovaldrá la pena cuando veamos a Jesús, o como escribió el reyDavid: “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estarésatisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Sal 17:15).Señor Jesús, permite que sea así, que podamos verte como Tueres, por cuanto hemos procurado ser como Tu.

El cielo es Jesús

131Capítulo ocho

Capítulo 8

El juicio eterno

Desde el tiempo del libro de Daniel, se ha advertido acercadel Día del Juicio. Está registrado, en Daniel 12:1-2: “En aqueltiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de partede los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cualnunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aqueltiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallenescritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvode la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otrospara vergüenza y confusión perpetua”.

Este libro, mencionado por Daniel es llamado el Libro de laVida por el apóstol Juan, quien dijo en Apocalipsis 20:11-15:“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, dedelante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar seencontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños,de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fueabierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados losmuertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segúnsus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y lamuerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos;y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y elHades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muertesegunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vidafue lanzado al lago de fuego”.

En Éxodo 32:31-32, Moisés también se refiere a este Librode la Vida. Si Dios no perdonaba a Su pueblo, Moisés le pidió


que su nombre fuera borrado del Libro de la Vida, porqueamaba en gran manera al pueblo de Israel. Moisés estabadispuesto a sacrificar su eternidad en el cielo, si eso era lo quese necesitaba para que Dios tuviera misericordia con los hijosde Israel, quienes una vez más habían pecado contra Él.

¿Podríamos repetir que los de la raza de Adán pasarán laeternidad sólo en uno de dos lugares? Podrá ser en elesplendor de las glorias y las bendiciones arriba en el cielo,o abajo en el infierno.

Todos aquellos que no creen están en peligro del fuego delinfierno. Los cristianos que no dan buen fruto, también estánen peligro del fuego del infierno (los árboles, por supuesto, seusan en la Escritura para representar a las personas; considereel Salmo 1:3; 37:5 y Daniel 4:20-22). El Señor advierte, enMateo 7:19: “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado yechado en el fuego”. Esta advertencia también se repite enJuan 15:5-6, donde dice: “Yo soy la vid, vosotros lospámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste llevamucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Elque en mí no permanece, será echado fuera como pámpano,y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden”.Entendemos que el buen fruto es el fruto del Espíritu y, engeneral, las buenas obras.

Otro grupo de personas que están en peligro del fuego delinfierno son los cristianos que sirven de tropiezo y haceniniquidad. El Señor dijo, en Mateo 13:41-42: “Enviará el Hijodel Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos losque sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y losecharán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de

133Capítulo ocho

dientes”. La palabra original para “tropiezo” es “skandalon”o “escándalo”. Por lo tanto, esto se refiere a aquellos que tienenun comportamiento escandaloso, el cual es básicamente, uncomportamiento contrario a las sobrias éticas cristianas. Porlo que, la práctica de cualquiera de las obras de la carne caeríaen esa categoría.

El juicio eterno tendrá cumplimiento. Cada uno denosotros tendremos que estar de pie delante del Señor, en elDía del Juicio.

Amable lector, ¿ha recibido usted a Jesús como su Salvador?Si no, por favor no espere más para hacerlo. Usted quiere quesu nombre esté escrito en el Libro de la Vida, para que nopase la eternidad sufriendo innecesariamente en el infierno.

“Y el que no se halló inscrito enel libro de la vida fue lanzado al

lago de fuego”.

135

LOS INEFABLES TERRORES

DEL INFIERNO

Introducción

Lamentablemente, hay muchos que no creen en la existenciadel infierno, a pesar de las 160 referencias al infierno del NuevoTestamento; 70 de las cuales son dadas por el Señor mismo. Enesas referencias encontramos las advertencias más terriblesrespecto al pozo del abismo, el abismo y el lago de fuego.

Los hallazgos en la revista Science, del 30 de marzo de 2007,prueban que la temperatura del fuego del centro de la tierratiene aproximadamente la misma temperatura que la periferiadel sol. También, cuando los volcanes hacen erupción, sale fuegoy lava derretida, como lo hemos visto en Hawaii y en el monteSt. Helens en el estado de Washington, Estados Unidos. El centrode la tierra, en donde está localizado el lago de fuego, es ellugar final de castigo para los pecadores perdidos. Existen otrasmoradas, de las cuales hablaremos más detalladamente, después.

De hecho, muchos autentican la realidad del infierno. Hanexperimentado aspectos del infierno. También han visto a esascriaturas atormentadas, que han sido confinadas a estar enesas horribles y aterradoras moradas, quienes no tienenesperanza de que alguna vez cambien sus circunstancias.

Esta segunda parte del libro, ha sido escrita con la esperanzade que nosotros, quienes tenemos la esperanza de la vida


eterna, seamos celosos ganadores de almas. También, esnuestra esperanza que aquellos que todavía no han recibido aCristo como su Salvador, no dejen pasar otro día sin hacerlo,no sea que perezcan en ese lugar de tormento eterno. Estaremosexaminando esas condiciones horribles con la intención de queno vivan con negligencia, descuidando su tan grande salvación.Nuestro deseo es que ninguno de los que lean esto, desciendaal lugar de oscuridad, fuego, azufre y tortura eterna (He. 2:3).

Somos advertidos por el apóstol Pablo de que “…es necesarioque con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído,no sea que nos deslicemos” (He. 2:1). En 2 Corintios 13:5,dice: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaosa vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, queJesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”

La Biblia la leen básicamente los cristianos. Por lo tanto, todaslas advertencias, particularmente las del Señor Jesús, estándirigidas a cristianos. Mateo 24:13, contiene una de Susmuchas advertencias para los cristianos: “Mas el que perseverehasta el fin, éste será salvo”. El apóstol Pedro dijo, en 2 Pedro1:10: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firmevuestra vocación y elección…”.

El apóstol Judas les advierte a aquellos que, al igual que los hijosde Israel, fueron una vez redimidos de la esclavitud de Egipto,pero que perecieron en el desierto. Esto es similar a los ángelesque “…no guardaron su dignidad, sino que abandonaron supropia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisioneseternas, para el juicio del gran día” (Jud. 1:6). Atendamosdiligentemente estas advertencias conforme comenzamos lasiguiente sección de los inefables terrores del infierno.

137Capítulo nueve

Capítulo 9

Los nombres del infierno

Tanto el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento,hay varios nombres que se refieren al lugar que comúnmentellamamos el infierno. Examinaremos, ahora, algunos deesos nombres.

La gehena

En el idioma hebreo, la palabra para infierno es “gehena”. Alsur de Jerusalén, la gehena era el lugar donde se ofrecían lossacrificios de niños. Se nos dice acerca del rey Acaz, en2 Reyes 16:3: “Antes anduvo en el camino de los reyes deIsrael, y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticasabominables de las naciones que Jehová echó de delante delos hijos de Israel”.

Manasés también imitó esta práctica abominable: “Y pasó a suhijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, einstituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lomalo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira” (2 R. 21:6).

Gehena es el nombre del valle de los hijos de Hinom. Jeremías7:31-32, dice: “Y han edificado los lugares altos de Tofet,que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuegoa sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subióen mi corazón. Por tanto, he aquí vendrán días, ha dichoJehová, en que no se diga más, Tofet, ni valle del hijo deHinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet,


por no haber lugar”. Así, podemos ver que la gehena será ellugar del juicio de Dios.

Los judíos apocalípticos asumen que después del juicio final,la gehena se convertirá en el lago de fuego. Esto estájustificado, especialmente, por Isaías 66:23-24, donde se habladel pozo abierto durante el reinado milenial de Cristo sobrela tierra: “Y de mes en mes, y de día de reposo en día dereposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Ysaldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaroncontra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego seapagará, y serán abominables a todo hombre” .

La gehena geográfica parece ser uno de los lugares donde losatormentados podrán ser vistos durante el reinado milenial.Las palabras “Y saldrán…” sugieren que este lugar estácercano al área del templo en Jerusalén, donde se localizabageográficamente la gehena. Así, en el Nuevo Testamento,la gehena se convirtió en el nombre genérico del infierno.Es usada 12 veces en el Nuevo Testamento en griego.

En Meteo 25:41, el Señor deja claro que gehena era un entepreexistente: “Entonces dirá también a los de la izquierda:Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para eldiablo y sus ángeles”. Es un abismo de fuego, un lugar dellamas eternas que nunca se apagará. También es el lugar delcastigo de condenación eterna después del Último Juicio.Marcos 9:43-44, dice: “Si tu mano te fuere ocasión de caer,córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendodos manos ir al infierno [en griego “geena” o gehena], al fuegoque no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere,y el fuego nunca se apaga”.

139Capítulo nueve

El Hades

Otra palabra para el infierno es “Hades”, que significa tierrade oscuridad. El Hades recibe a los muertos no salvos antesdel juicio final, como vemos en Apocalipsis 20:13-14: “Y elmar entregó los muertos que había en él; y la muerte y elHades entregaron los muertos que había en ellos; y fueronjuzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hadesfueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”.Luego, pasan al lago de fuego, el cual arde eternamente.

La palabra Hades es usada en el Nuevo Testamento, en Mateo11:23: “Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo,hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma sehubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habríapermanecido hasta el día de hoy”.

En Mateo 16:18 también se usa Hades: “Y yo también te digo,que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y laspuertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Aquí, elsentido es que los poderes de Satanás localizados en el Hades,no pueden vencer a la Iglesia.

El abismo

Otro término para infierno es: “abismo”. Leemos, enApocalipsis 9:11: “Y tienen por rey sobre ellos al ángel delabismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión”.

El abismo se describe como un pozo lleno de humo, azufre ydel tormento de los impíos. También está poblado por todaclase de espíritus malignos (Ap. 9:1-10).

141Capítulo diez

Capítulo 10

¿Qué sucede después de la muerte?

Los salvos

La sangre de Jesús continuamente limpia de todo pecado aaquellos que han recibido a Cristo como su Salvador y queestán caminando en la luz. Cuando estos santos mueren, elmismo Señor y Sus ángeles vienen y se los llevandirectamente al cielo.

Como mencioné anteriormente, yo fui testigo de esto en Suiza,donde teníamos un instituto bíblico. Cuando una de lasestudiantes, una joven francesa llamada Madeline, estaba ensu lecho de muerte, tuve una visión de las puertas del cielo.Un sendero bajaba hasta su cama, y el Señor mismo descendióy tocó a Madeline. Ella salió de su cuerpo, ataviada con unhermoso vestido blanco. Cuando el Señor le ofreció Su brazoderecho, ella lo tomó, y como un Novio con Su Desposada,subieron sonriendo por el sendero.

Durante seis meses, antes de esa severa enfermedad, ellahabía estado levantándose muy temprano en la mañana,buscando a Dios. En visiones, yo la había estado viendo conun vestido blanco, el mismo que ella llevaba puesto cuandoeventualmente se fue al cielo. Ella se había preparado. Poreso grabamos en su epitafio: “La esposa se ha preparado”.En el libro de Rebecca Springer titulado Intra Muros, eraevidente que los salvos van inmediatamente al cielo. A veces,mientras están en el cielo, pueden ver eventos futuros.


Algunos incluso han podido ver su propio funeral, comomuchos han testificado cuando han regresado de la tumba.

Los no salvos que se quedan

Consideremos lo que les sucede a los no salvos. Hay muchosconceptos erróneos acerca del infierno, uno de los cuales esque todos se van inmediatamente al infierno. La verdad esque, aunque algunos sí se van inmediatamente, es importanteentender que otros no. De lo contrario, no podríamos explicarlas casas “embrujadas”, o por qué las personas sienten cercade ellos a sus seres queridos que han partido.

Cuando fui pastor adjunto en Francia, uno de mis deberes eravisitar a cierta dama de la congregación, que estaba en elhospital. Esto sucedió hace como 50 años. Los hospitalesfranceses habían sido construidos por Napoleón en los 1700 ybásicamente eran largos salones. Yo tenía que entrar a esta saladónde había como 70 mujeres. Una enfermera católica romanaera la responsable de ministrar a las mujeres en esta sala. Ledije: “Soy pastor. Quiero entrar y ver a cierta dama”. Ella memostró la cama y procuré ministrar y orar por esa dama.

Luego, escuché un llamado: “Monsieur, Monsieur, Monsieur,venez ici!” (que quiere decir: “¡Señor, señor, señor, venga!”).Miré alrededor con la esperanza que hubiera otro “Monsieur”en la sala, pero yo era el único. Una de las damas se habíalevantado de la cama y luego había caído muerta. La enfermerame estaba llamando para que la ayudara a levantar a la damay a ponerla nuevamente en la cama. Por cuanto la ley levíticaprohíbe tocar a un cadáver (Lv. 21:11), quería negarme. Sinembargo, yo era joven, unas 70 personas estaban viéndome y

143Capítulo diez

no sabía muy bien qué hacer, así que accedí. Fui y sostuve susbrazos y la pusimos en la cama.

Durante la noche, el espíritu de esa dama me visitó. Su espírituno se había ido directamente al infierno, sino que permanecíaen el lugar donde había vivido originalmente. Entonces fuimovido por el Espíritu Santo y le dije: “Usted se tiene que ir;yo no puedo ayudarla; usted está muerta. Está establecido paralos hombres que mueran una sola vez y después de esto eljuicio”. La escritura que Él me había avivado de Hebreos 9:27lo hizo muy claro.

Otra experiencia similar ocurrió cuando fui pastor en el oestede los Estados Unidos. Durante tres domingos, fui a ciertaiglesia a predicar acerca de la muerte, el cual no era un temamuy alentador, pero era lo que Dios me había dado. Despuésdel tercer domingo, la que había estado a cargo de la escueladominical, fue a parar al hospital. Cuando la visité, mepreocupé por su salud, ya que se había hinchado terriblemente.Murió esa tarde. Para mi asombro, se apareció delante de miesa noche y tuve que decirle: “No puedo ayudarla”.Obviamente, ella no había ido al cielo.

Cuando asistí a su funeral, comprendí que su vida no habíaestado de acuerdo con lo que ella estaba enseñando. Le preguntéal Señor: “¿Por qué vino?” Él me dijo: “Las palomillas seacercan a la luz. Ahora, ella puede ver quién eres tú; puede verla luz de Cristo dentro de ti y está tratando de tocar esa luz paratenerla”. Ella había perdido la luz de Cristo.

En otra ocasión, me encontraba en una convención con otrospastores, en Maseru, la capital de Lesoto, África. Ese domingo


en particular, la convención debía comenzar a las nueve de lamañana. En África, muy pocas personas son puntuales, poreso sólo estaban presentes unas 20 ó 30 personas.Comenzamos a adorar, pero todo estaba más muerto que unmuerto. Le pregunté al Señor: “¿Por qué está tan muerto?”Me dijo: “¡Porque aquí hay muertos!” Le pregunté a uno delos pastores: “¿Ha pasado algo en este salón últimamente?”Me dijo: “Sí. Hace diez días hubo un baile y alguien lanzóuna granada a través de la ventana. Murieron diez hombres”.El Señor me dijo: “Todavía están aquí”.

Luego, sentí que el Señor me dirigió a hablarle a losespíritus de estos hombres muertos. Fui al podio y dije:“Siento mucho que los hayan matado, pero no puedenquedarse. Les tengo que pedir que se vayan, en el nombrede Jesús”. Obviamente, cuando dije eso, se fueron.Entonces descendió la unción y tuvimos un servicio deadoración. Quiero enfatizar que esto fue una experienciaaislada. Uno no debe asumir, sin antes preguntarle al Señor,que los espíritus de los muertos están presentes en un lugarsimplemente porque no sucede nada cuando uno estátratando de entrar en la adoración.

Fui a un instituto bíblico en el sudoeste de Inglaterra. Estabaen una casa grande, que anteriormente había pertenecido a unmédium espiritista muy conocido, que ya había fallecido.Además de las aulas, también teníamos un dormitorio parahombres y un dormitorio para damas. Vivir allí era muyinteresante. Cada noche cuando subíamos por las escalerasprincipales, escuchábamos cadenas siendo arrastradas en elsótano. Las muchachas subían corriendo por las escaleras ylos hombres subíamos muy lentamente, retando al demonio

145Capítulo diez

para que nos siguiera. Obviamente, en aquellos días éramosmuy jóvenes (ingenuos y espiritualmente inmaduros).

Uno de los evangelistas más prominentes en ese tiempo, vinoal instituto a dar una conferencia. Mi trabajo era llevarle téy galletas en la mañana. Yo tocaba la puerta y pedía permisopara entrar a su habitación. Generalmente, él estaba todavíaen la cama cuando yo le llevaba el té y las galletas. Unamañana me dijo: “Cierra la puerta. Tuve una experienciainteresante” Le pregunté: “¡Oh! ¿Qué pasó?” “Bueno, —respondió— durante la noche me desperté y vi a los antiguoshabitantes de esta casa. Estas personas estaban vestidas conropa del siglo diecinueve. Los vi moviéndose por la casa ysaliendo por la puerta principal, y subiéndose a un carruajecon caballo, riéndose. Pero no era la risa sana de los vivos,sino una risa burlona, vacía e hipócrita. Allí estaban. Enrealidad, ellos habitan esta casa”. No se habían ido al infierno.Todavía estaban allí.

Lo siguiente sucedió en una casa embrujada en Francia. Losque vivían allí dijeron: “Este lugar está embrujado, y haypeleas en esta casa. A veces, los platos de la vajilla que estánen la pared de un lado de la cocina, son lanzados a través dela habitación y los platos de la pared del otro lado, sonlanzados de regreso. Los antiguos habitantes pelean comolo hicieron cuando vivían aquí”.

Hay muchas moradas de muertos y condenados, con suexistencia después de la muerte, que refleja su vida en latierra. Dios establece una sentencia, y Él determina losdiversos niveles y matices de castigo de acuerdo a Susabiduría. Algunos se quedan para espantar, otros se van


inmediatamente al infierno, mientras que otros se van al lugareterno de juicio, el lago de fuego.

Leemos en Job 4:15-17: “Y al pasar un espíritu por delantede mí, hizo que se erizara el pelo de mi cuerpo. Parósedelante de mis ojos un fantasma, cuyo rostro yo no conocí,y quedo, oí que decía: ¿Será el hombre más justo que Dios?¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?” Job tuvoesta visitación de un espíritu, pero pareciera que el espírituera de una persona, uno que había sido confinado a habitarentre los que todavía están vivos.

Una vez, vi a uno de los presidentes de los Estados Unidos,diez años después de su muerte. Él todavía estaba en la tierra,en un estado de completa miseria. No había sido salvo y suvida, obviamente lo declaraba. ¡Se veía tan triste y miserable!

En Inglaterra, mi tierra natal, hay muchas casas embrujadas.En una aldea en particular, había una bien conocida por loshabitantes del lugar, y el corredor de bienes raíces tenía muchadificultad para vender o incluso rentar esta casa. Nadie queríaentrar en ella porque muchas personas habían visto el espíritude un hombre que creían que había sido asesinado.

Dos damas cristianas se dijeron una a la otra: “La casa esbarata; entraremos y limpiaremos espiritualmente la casa”(debemos orar antes de hacer algo así). La idea era quellenarían la casa con alabanzas para el Señor, y luego oraríanpor una taza de agua pidiéndole a Él que la hiciera tan eficazcomo Su sangre, y al hacer esto, purificarían la casa. Sinembargo, ellas asumieron que esto sería aceptable a los ojosdel Señor. Hicieron una oferta, la cual fue aceptada

147Capítulo diez

inmediatamente por el agente de bienes raíces, ya que estabamuy feliz de deshacerse de esa casa. Luego, las damas semudaron y oraron para que el Señor limpiara la casa.

Unas semanas después, estaban sentadas en la sala cuando lapuerta se abrió y un hombre entró. Estas damas cristianashablaron con el hombre y le dijeron: “Lamentamos que a ustedlo hayan asesinado aquí, pero no puede quedarse en la casaporque nosotras la compramos y queremos que esté limpia.Usted tendrá que irse”. El hombre les respondió: “Ustedes noentienden. Yo no soy el hombre asesinado. Yo soy el asesino.Parte de la sentencia de Dios para mí es quedarme en estacasa por cierto tiempo”.

No hubo nada más que las damas pudieran hacer, porque esaera una orden dada por Dios. Primero, debieron haberlepreguntado al Señor si sus planes e intenciones seríanaceptables a Sus ojos. Entonces no hubieran comprado la casay se hubieran ahorrado muchas dificultades y vergüenzas.

En algunos casos, estas personas permanecen como espíritusen esta tierra por un periodo de tiempo, más o menos hasta laedad de 70 u 80 años; otros permanecen por siglos. Cuandotermina su tiempo, hay demonios, conocidos como“barrenderos”, que salen del infierno para tratar de recoger alas personas. Estas personas tratan de evitarlos, pero es inútil,porque cuando llega el tiempo establecido, descienden al lugarde tortura predeterminado.

Muchas son las entradas al infierno. Yo vi a mi abuela sersuccionada hacia un lugar con lodo hirviendo y burbujeante,similar al que uno ve en Rotorua, Nueva Zelandia. Otra entrada


al infierno se asemeja a Styx, el río mitológico. El barqueroatraviesa el río y la persona condenada camina, sin resistirse,para subirse al bote. Luego, el barquero rema en el bote consu pasajero de vuelta a un agujero, y regresa sin el pasajero.Después espera la llegada de uno nuevo, quien también hayasido asignado al profundo agujero para siempre.

Así, aquellos que se quedan tienen una sentencia y un castigoconstante, sabiendo que es sólo por un tiempo, hasta quefinalmente, en el momento predeterminado por Dios, se lesasigne al infierno y luego al lago de fuego.

Una de las cosas para cavilar respecto a los no salvos esque los deseos que tenían en la tierra mientras vivían,permanecen para siempre con ellos, pero no pueden sersatisfechos. El doctor George Ritchie tuvo muchasexperiencias con el Señor cuando murió. Los siguientes relatosson de su libro Return From Tomorrow (Regreso del Mañana).En una experiencia, él pasó por una taberna con el Señor. ElSeñor le estaba mostrando los clientes frecuentes de la taberna,quienes habían muerto y estaban confinados a esa taberna.Esos hombres que habían muerto eran alcohólicos. Lo únicoque querían hacer era beber, pero cuando ponían sus manossobre una botella o en una copa de vino, un vaso de whisky ocerveza, no podían agarrarlo.

“Varios hombres de pie junto al bar parecían incapacesde levantar sus bebidas y llevarlas a sus labios. Una yotra vez los observé cómo, al intentar agarrar sus vasos,sus manos pasaban a través de ellos, a través delmostrador de madera sólida, a través de los brazos ylos cuerpos de los bebedores alrededor de ellos. Y estos

149Capítulo diez

hombres, cada uno de ellos, carecían de la aureolade luz que rodeaba a los otros. Así, el capullo de luzdebe ser propiedad solamente de los cuerpos físicos.Los muertos, los que ya no somos sólidosfísicamente, también habíamos perdido esta ‘segundapiel’. Y era obvio que estas personas vivas, las queestaban rodeadas de luz, los que en realidad estabanbebiendo, hablando, empujándose unos a otros, nopodían ver los seres sin cuerpo, desesperadamentesedientos alrededor de ellos ni sentir sus frenéticosempujones para llegar a los vasos. (Aunque, alobservarlos, fue claro para mí que las personas nosólidas podían tanto verse como oírse unas a otras.Constantemente se desataban furiosas peleas entreellos por los vasos que, ninguno de ellos podía, enrealidad, llevar a sus labios.)” (p. 59-60)

Los espíritus sin cuerpo esperaban hasta que alguienperdía el conocimiento, y entonces trataban de meterse alcuerpo, a través de la cabeza (que es por dónde sale elespíritu), sólo para tener un cuerpo y así poder beber. ElDr. Ritchie continuó:

“Una eternidad así, (el pensamiento me dio escalofríos)ciertamente sería una forma del infierno. Siemprehabía pensado que el infierno (cuando pensaba en él)era un lugar de fuego, en alguna parte debajo de latierra, donde las personas malas como Hitler sequemarían por siempre. Pero, ¿y si existiera un niveldel infierno justo aquí en la superficie, imperceptiblee insospechado por los vivientes que ocupan el mismoespacio? ¿Y si eso quisiera decir permanecer en la


tierra pero nunca más poder tener contacto con ella…tener mucha necesidad, desear ardientemente, un lugardonde uno es completamente impotente? Ciertamente,eso sería el infierno” (p. 60).

Otra persona tuvo una visión de una gran fábrica. Esta personavio al gerente general de la fábrica sentado en la silla.Alrededor de él, había ex-gerentes que habían muerto. Lasentencia para ellos era permanecer en esa oficina. Podíanescuchar todo y ver cada papel que el gerente vivo tenía.Discutían entre ellos y le gritaban: “¡No, no hagas eso; hazotra cosa!” Pero él estaba absorto; no podía escucharlos. Comodije, estos espíritus de personas tratan de habitar los cuerposde los vivos y es posible que tengan éxito.

Tuvimos una experiencia en otro instituto bíblico dondealgunos estábamos en un servicio y otros estaban orando poruna dama. Éstos últimos nos mandaron a decir: “Vengan;estamos cansados; hemos sacado como sesenta demonios deesta mujer, pero estamos cansados. Vengan y ayúdennos”. Yoentré, y resultó que no era un demonio dentro de ella. Era elespíritu de su abuela, a quien había invitado para que entraraen su cuerpo.

Básicamente, lo que sucedió fue esto: aunque el Espíritu deDios se movía poderosamente y sentimos que hubiéramospodido sacar al espíritu de la abuela, la dama no estabadispuesta. Ella quería aferrarse al espíritu de su abuela. Unángel caído entró en la habitación. Fue y se puso de pie juntoa esta mujer y dijo: “Respetuosamente debo decir que elhombre fue hecho un poco menor que los ángeles”. En otraspalabras, él quería identificarse como un ángel caído, no como

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un demonio. Estaba fortaleciendo a la mujer para que elespíritu de su abuela pudiera quedarse. Yo le pregunté a lamujer: “¿Está dispuesta a soltar el espíritu de su abuela?” Ellarespondió: “No”. Le dije: “Entonces yo no puedo hacer nadapor usted. Se tendrá que ir”. Cuando ella se fue con sus amigos,dijo: “Pude haber sido libre esta noche, pero quise mantenerdentro de mí el espíritu de mi abuela”. Estos son relatos muysolemnes para considerar.

Los que cometen suicidio

¿Por qué se suicida una persona? Para escapar de lo que ellosconsideran una situación insoportable. ¿Qué le sucede a unapersona que comete suicidio? Mi pastor en Francia cayó enadulterio. Después de haber sido obligado a renunciar de sucargo como pastor, cuando su pecado fue descubierto, seempleó como administrador de una casa de apartamentos.Sintiendo que no podía regresar a Dios, se suicidó. Puso unlazo alrededor de su cuello, pasó el lazo por una de las vigasdel sótano, lo amarró y saltó de una silla. Cinco años después,cuando pasé por esa ciudad vi su espíritu. Su rostro erafantasmagórico. Él pensó que escaparía de su situación difícil,pero no fue así.

Una de las sentencias para los que han cometido suicidio esque son obligados a estar y a escuchar lo que las personas dicesacerca de ellos. Por lo que él tuvo que escuchar todo el dolorque le había causado a su esposa. Tuvo que asistir a su propiofuneral y escuchar todo lo que la congregación dijo de él.

Una palabra para aquellos que han pensado cometer suicidioque puede ayudarlos, extraída del libro titulado: Beyond the


Darkness (Más allá de la oscuridad) de Angie Fenimore. ElPadre celestial, habándole a Angie, quien estaba en la oscuridadde las tinieblas del infierno, le dijo: “¿Piensas que eso fue difícil?No es nada comparado con lo que te espera si te quitas la vida”(p.102). Luego, Angie se dio cuenta de que el sufrimiento enesta vida era temporal y que en realidad era para su bien. De lossufrimientos humanos más trágicos surge el crecimiento. Peroel sufrimiento del infierno es inútil y sofocante. Es un tormentosin fin que les espera a los que se quitan la vida.

Después de la muerte, uno quiere tratar de arreglar las cosas,pero no se puede. Leí acerca de la siguiente experiencia. Habíaun adolescente que se había suicidado. La persona que tuvoesta visión vio a este joven prendido de su madre, pero, porsupuesto, su madre no podía sentirlo. Él le gritaba a su madre:“¡Mamá, lo siento, lo siento, lo siento!” Pero la madre no podíaescuchar y, por supuesto, él no tenía reposo de su aflicción.

El doctor George Ritchie proporciona estos relatos de suicidioen el libro: Return From Tomorrow (Regreso del mañana):

“En una casa, un hombre joven seguía a uno mayor,de habitación en habitación. Una y otra vez decía:‘Lo siento papi. ¡No sabía lo que esto le haría amamá! Yo no entendía’. Pero aunque yo podíaescucharlo claramente, era obvio que el hombre aquien le estaba hablando no podía. El hombre mayorllevaba un azafate a una de las habitaciones dóndeuna mujer mayor estaba sentada en la cama. ‘Losiento papi’, dijo nuevamente el joven. ‘Lo sientomami’. Perpetuamente, una y otra vez, a oídos queno podían escuchar.

153Capítulo diez

Muchas veces nos detuvimos delante de escenassimilares. Un niño siguiendo a una joven por lospasillos de una escuela. ‘¡Lo siento Nancy!’ Una mujerde mediana edad suplicándole a un hombre de cabellogris que la perdonara. ‘Jesús, ¿qué es lo que lamentan?—aduje— ¿Por qué continúan hablándole a personasque no pueden escucharlos?’ Luego, vino estepensamiento que provenía de la Luz que estaba a milado: ‘Son suicidas, encadenados a cada consecuenciade su acción’” (p. 58).

Los no salvos que vaninmediatamente al infierno

Sin embargo, como se ve en los siguientes casos, algunos sonllevados directo al infierno. Había un joven de 17 años en unorfanato guatemalteco, quien quería irse del orfanato y tomarsu propio camino en la vida. El director del orfanato y unamigo de este joven, le suplicaron que no lo hiciera. Pero sefue por su cuenta y se unió a una pandilla de drogas. Porsupuesto, en esa ciudad había diversas pandillas, las cualespeleaban con pistolas o revólvers. Le dispararon y lo mataron.

Como un mes después, su amigo tuvo una visitación de unángel quien lo llevó al cielo y luego al infierno. Cuando entróa cierta sección del infierno, fue llevado a una celda, dóndeescuchó y vio a su amigo gritando, mientras era latigueadocon látigos de acero. Estaba en una situación terrible.

En Costa Rica, un joven como de 18 años, tuvo un sueño. Eneste sueño, estaba sentado en un caballo blanco, cabalgandohacia una pequeña aldea para asistir a un banquete. Se bajó


de su caballo y entró al banquete, dónde estaban sus amigos yconocidos. Comenzaron a beber y luego uno de ellos tomó unmachete (por supuesto, estaba totalmente ebrio), y le cortó lacabeza a este joven.

Al morir, dos fuertes demonios vinieron y se pusieron a sulado. Al morir, no hay poder para resistir. Luego, estosdemonios lo llevaron al infierno. De repente estaba diciendo:“¡Esto no es real; es un sueño!” Por supuesto, se despertó.Después el Señor le dijo: “Sí, es un sueño, pero será unarealidad a menos que te arrepientas”.

En la mañana, él estaba muy perturbado; fue con su madre yle contó acerca del sueño. La madre lo tomó muy seriamentey le suplicó que se arreglara con el Señor. Conforme transcurrióla mañana, recobró su abrojo y comenzó a burlarse.Aparentemente, el pastor tenía un caballo blanco. Este joventomó el caballo sin el permiso del pastor, cabalgó hacia estaaldea cercana, se bajó del caballo y entró en un edificio. Eneste salón de eventos estaban bebiendo y cosas similares y,repentinamente, alguien saltó, tomó un machete y le cortó lacabeza. Cuando las circunstancias de su muerte se supieron,todos se dieron cuenta a dónde había ido él.

Vi por la televisión, el funeral de cierta dama prominente delos Estados Unidos. Su féretro estaba a la izquierda, su familiaestaba frente a las cámaras y el presidente estaba dando eldiscurso. Luego, en un momento dado, para concluir él dijo:“Adiós, amiga”. Entonces mis ojos fueron abiertos. Vi a esadama, de pie enfrente de su ataúd y, cuando el presidente dijo“Adiós, amiga”, ella comenzó a descender caminando haciaadentro de la tierra, hacia su morada final en el infierno.

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Este es solamente un vistazo de lo que sucede al morir,con aquellos que no caminan rectamente. Algunos bajaninmediatamente al infierno y, en la sabiduría, el juicio y lasoberanía de Dios, otros se quedan en la tierra por unperiodo. A menudo, sus movimientos están limitados allugar dónde vivieron en la tierra. Sin embargo, es un terribletormento. Ellos ven a los vivos, quienes tienen una luzalrededor, pero ellos están muertos y condenados por todala eternidad.

Discernir entre las manifestacionesde los salvos y los no salvos

Debemos hacer una diferencia entre las manifestaciones delos condenados y de los salvos. El apóstol Pablo nos diceque estamos rodeados por una nube de testigos, unacompañía de muchos millares de ángeles y los espíritus delos justos hechos perfectos (He. 12). No es inusual queveamos ángeles que nos están ayudando.

Recientemente, experimenté esto cuando me sometí a unprocedimiento médico. Yo estaba muy consciente de un ángeljunto a mi cabeza, otro a mis pies y otro a mi lado, dondeestaban haciendo una incisión. Estos ángeles me hicieroncaer en un sueño profundo y desperté hasta que estuve deregreso en mi habitación del hospital.

También he visto el espíritu de hombres justos.Ocasionalmente, mi mentor celestial ha aparecido parainstruirme. Ha habido ocasiones cuando la presencia de unser amado, que ha partido, ha sido enviado por el Señor paraexhortarme en mi camino.


Cuando Rebecca Springer tuvo una experiencia fuera delcuerpo y fue al cielo, ella misma experimentó ser enviada aministrar a seres queridos que estaban todavía en la tierra.Ella lo relata detalladamente en el capítulo V, de su librotitulado: Intra Muros (1898).

No vaya al infierno

Mi más profundo deseo es que usted no vaya al infierno.Asegúrese de que su vida está bien. ¿No dio el Señoradvertencias solemnes como la de Mateo 24:48-51? “Pero siaquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda envenir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comery a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervoen día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y locastigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas;allí será el lloro y el crujir de dientes”.

El juicio del siervo malo fue que sería cortado y se le daría suparte con los hipócritas. Por consiguiente, él estaría llorandoy crujiendo sus dientes.

Vivamos vidas piadosas, agradando al Señor y pidiéndole quese encuentre con nosotros en cada situación, para que nadanos separe de Él. Aun más, queremos asegurarnos que ennuestras relaciones con otros, nada nos pueda impedir queentremos al cielo.

“No permita que nadale impida entrar al cielo”

157Capítulo once

Capítulo 11

Las distintas partes del infierno

Algunos preguntan: “¿Dónde está el infierno?”. La Bibliaresponde a esa pregunta en Ezequiel 31:14, donde leemos:“…porque todos están destinados a muerte, a lo profundo dela tierra, entre los hijos de los hombres, con los que desciendena la fosa”. En otras palabras, el infierno está en la tierra.

Si usted ubica personas en varias regiones de los EstadosUnidos, todos volverían con diferentes descripciones de latierra. Tal como hay diversidad dentro de los países, así haydiversidad en el infierno. Por lo tanto, examinemos lasdiferentes partes del infierno.

Las tinieblas de afuera

En la Palabra de Dios, hay muchas descripciones con respectoal infierno. Una de ellas es “las tinieblas de afuera”. Lastinieblas de afuera significa “lejos de la luz”. Es preocupanteque el mismo Señor Jesucristo utiliza este término “lastinieblas de afuera” para describir a aquellos que una vezestuvieron en el camino al cielo, pero que se han apartado.

Leemos, en Mateo 8:10-12: “Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijoa los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel hehallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y deloccidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reinode los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblasde afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.


Esto es reiterado, en Mateo 22:11-13: “Y entró el rey paraver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estabavestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sinestar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el reydijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle enlas tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” .

El rey entró y dijo: “Amigo, tú no tienes un vestido de boda”.Aquí Cristo está hablando de uno que estaba en la boda peroque no tenía un vestido de boda. En otras palabras, Él no estáhablando de incrédulos, sino de creyentes. El hombreenmudeció; y lo siguiente que vemos es que fue echado en lastinieblas de afuera.

En otras palabras, este hombre no estaba preparado. No estabavestido con las vestiduras de la salvación, las vestiduras dejusticia. Él estaba allí, en la celebración de la boda, pero habíaperdido su salvación.

Mateo 25:30, habla del siervo inútil, quien será echado enlas tinieblas de afuera: “Y al siervo inútil echadle en lastinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.Todo esto nos interesa mucho porque el Señor les estáhablando a aquellos que una vez fueron creyentes, pero queno cumplieron con los requisitos y, como resultado, sonechados a las tinieblas de afuera.

El apóstol Judas, abordando el tema de las tinieblas, habla de“eternamente la oscuridad de las tinieblas”. Cuandoexperimenté la oscuridad de las tinieblas, recuerdo mirar haciaarriba desde ese lugar, y ver la capa exterior de la tierraconforme era llevado hacia arriba, hacia el Señor Jesucristo.

159Capítulo once

Quisiera asegurarles a los lectores que esta “oscuridad de lastinieblas”, también conocida como “las tinieblas de afuera”,es parte del infierno. Su nombre significa que está fuera de laluz de los rayos del sol que brillan sobre la tierra.

Leemos, en Judas 1:11-13: “¡Ay de ellos! porque han seguidoel camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error deBalaam, y perecieron en la contradicción de Coré. Estos sonmanchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamentecon vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua,llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales,sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; fieras ondasdel mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes,para las cuales está reservada eternamente la oscuridad delas tinieblas”. Judas nos da un ejemplo de aquellos que unavez estuvieron en el camino pero que se han apartado.

Caín: Caín conoció la verdad, y deliberadamente ofreció a Diosun sacrificio que no era agradable. Debido a que éste fuerechazado, Caín se entristeció. El Señor aceptó el sacrificio deAbel, y le dijo a Caín: “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto,a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él” (Gn. 4:7). Él leestaba hablando a alguien que había sido bien instruido por supadre Adán, en los caminos de Dios. Caín conocía los caminosde Dios y, sin embargo, escogió otra senda.

Coré: Coré y sus dos amigos, Datán y Abiram, eran poderososhombres de Dios en Israel. Fueron los líderes de aproximadamentetres millones de personas bajo Moisés y Aarón, pero se rebelaron.Ellos argumentaron (oponiéndose) con el liderazgo, con elresultado que la tierra se abrió y ellos cayeron al Seol (Nm. 16).


Judas dice que estos eran aquellos para quienes está reservadaeternamente la oscuridad de las tinieblas. Cuando una personaestá en su lecho de muerte, a menudo recibe entendimientode cuál será su destino final.

Cuando un ex primer ministro del Reino Unido estabamuriendo en su hogar, en Londres, Inglaterra, el primerministro en función fue a visitarlo. El primer ministro enfunción siempre había admirado a su predecesor y habíatratado de imitarlo. Quería presentarle sus respetos a este granhombre antes de que muriera, así que fue a su casa. Porsupuesto, siendo el primer ministro, lo hicieron pasar a lahabitación donde su predecesor estaba acostado agonizando.Cuando el primer ministro salió, comentó: “Allí está tanoscuro; tan oscuro”. En otras palabras, allí fue su predecesor:a la oscuridad de las tinieblas eternas.

William Booth conoció a este primer ministro en su oficina,cuando era Ministro del Interior. En “The Life of theSalvation Army” (La vida del Ejército de Salvación)(Salvation Army website, 2003), encontramos que WilliamBooth se arrodilló y oró fervientemente por su alma. Él salióy dijo: “Saben, no es convertido”. Así es como este primerministro dejó esta tierra. En una de mis experiencias en elinfierno, he visto, personalmente, a este hombre en laoscuridad de las tinieblas.

Un evangélico le dijo: “¿Está usted listo para encontrarse conDios?” Él respondió: “Yo estoy listo para encontrarme conmi Hacedor, pero otra cosa es que mi Hacedor esté preparadopara el gran desafío de encontrarse conmigo”. Esta es unadeclaración impía.

161Capítulo once

El dramaturgo George Bernard Shaw fue un hombreinteresante. Tuvo un intelecto tremendo y escribió muchasobras de teatro, como “My Fair Lady”. También escribió unaobra acerca del Ejército de Salvación, titulada: “MajorBarbara”. Él tenía entendimiento de la vida eterna.

Una de sus muchas amigas era Lady Nancy Astor, la primeramujer Miembro del Parlamento. Cuando Shaw estaba en sulecho de muerte, Lady Astor llegó a despedirse. Ella contóque él le dijo: “Oh Nancy, se está poniendo tan oscuro, tanoscuro, tan oscuro”. El distinguido estadista y uno de losdramaturgos más grandes, George Bernard Shaw, estabadescendiendo a la oscuridad de las tinieblas eternas.

En una oportunidad, Dios me dio la vívida experiencia delinfierno en la oscuridad de las tinieblas. No era una visión.Había estado meditando acerca de una sección del libro queestaba escribiendo, La Vida de Cristo. Estaba considerandoilustrar la vida de Cristo relacionándola con uno de los reyesde Inglaterra. Sin embargo, ese no era el pensamiento ni eldeseo del Espíritu Santo.

Repentinamente, el piso se abrió y me encontré en laoscuridad de las tinieblas eternas. Me sentí terriblementeperdido. La oscuridad tiene textura y se puede tocar y sentir.De la oscuridad salió ese rey inglés diciendo: “Amablecaballero, ¿me podría mostrar la luz?” Lo único que vino ami mente fue: “Está establecido para los hombres que mueranuna sola vez, y después de esto el juicio”. Luego, miré haciaarriba y pude ver el perímetro de la tierra y a Jesús de pieallí. Clamé a Él: “¡Sálvame!”. Él, bondadosamente, extendióSu mano y me levantó.


El pozo del abismo

Hay otra sección del infierno, la cual es llamada el pozo delabismo. Apocalipsis 9:2 dice: “Y abrió el pozo del abismo, ysubió humo del pozo como humo de un gran horno; y seoscureció el sol y el aire por el humo del pozo”.

Hay cavernas formadas en los lados del pozo. Isaías 14:15dice: “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados delabismo”. En estas cavernas están aquellos que sonatormentados por los demonios. Leí acerca de alguien quetuvo una profunda experiencia de esto, y que tuvo el privilegiode poder hablarle a una mujer que estaba allí, y le dijo: “Bueno,los demonios se han ido y usted tiene un respiro o reposo. Lamujer dijo: “No hay reposo”. Ella abrió su vestidura paramostrar las serpientes que estaban constantementeretorciéndose alrededor de su cuerpo y causándole dolor. Nohay reposo para los malvados.

Aquí en la tierra, el concepto de un pozo del abismo parecedifícil de comprender. Sin embargo, en el infierno secomprende fácilmente, ya que es como un círculo mal hecho,tal vez como el tubo desinflado de una llanta de bicicleta.Toma una forma indefinida y así es el pozo del abismo, yaque no hay simetría en el infierno. Personalmente, heexperimentado el pozo del abismo. En el pozo, estabanaquellos que caían de cabeza. Ellos pronunciaban con su bocael pecado específico que habían cometido.

Una de estas personas era un inspector de policía que se habíaburlado y había ridiculizado la justicia. Mientras me hablaba,lo vi cayendo de cabeza en el pozo del abismo. Clamaba

163Capítulo once

pidiendo misericordia, precisamente el aspecto de la justiciaque él le había negado a otros. (La justicia y la misericordiatienen patrones entretejidos. Usted no puede tener justiciaverdadera a menos que también le haya sido dadamisericordia). Él no podía anular los gritos de los atormentadosque estaban en las cavernas a los lados del abismo.

En el pozo hay criaturas grotescas. Para entender esto, le sugieroque salga y vea debajo de las raíces de algún árbol; encontraráinsectos horribles. Estas feas criaturas son similares, en formaminiatura, a algunos de estas criaturas en el pozo del abismo.

La atmósfera sólo puede ser descrita como un pesado humode partículas volcánicas, que se aloja en los pulmones,causando dolor y ahogo a aquellos confinados allí. Un ejemplode eso es la erupción del monte St. Helens, en 1980, en elestado de Washington, Estados Unidos. Arrojó toneladas departículas volcánicas que cubrieron el estado y dañaronseriamente los pulmones de las personas que los inhalaron.Esta es una de las muchas aflicciones en el pozo del abismo.

El lago de fuego

El sufrimiento más terrible y agonizante sobre la tierra esquemarse. Éste es el castigo final para los pecadores en elinfierno, cuyo centro es el lago de fuego. Apocalipsis 20:15dice: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fuelanzado al lago de fuego”. Judas habla de sufrir “…el castigodel fuego eterno” (Jud. 1:7).

Nuestro Señor consistentemente advirtió acerca de los tormentoseternos del fuego, los cuales citamos: “donde el gusano de ellos


no muere, y el fuego nunca se apaga…donde el gusano de ellosno muere, y el fuego nunca se apaga…donde el gusano de ellosno muere, y el fuego nunca se apaga” (Mr. 9:44-48).

Los lectores del Antiguo Testamento también fueronadvertidos respecto al tormento del fuego eterno que lesesperaba a los pecadores. Isaías 66:24, dice: “Y saldrán, yverán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contramí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará,y serán abominables a todo hombre” .

Los sufrimientos del hombre rico hablan de aquellos queson envueltos en las llamas del fuego. Leemos, en Lucas16:22-24: “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevadopor los ángeles al seno de Abraham; y murió también elrico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estandoen tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en suseno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, tenmisericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la puntade su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoyatormentado en esta llama”.

John Bunyan describió el lago de fuego cuyas olastempestuosas hacían que los pecadores salieran a la superficiemomentáneamente. De sus labios salía un lamentable clamorpidiendo agua.

El siguiente pasaje es de Last Hours on Earth of the NotedFrench Infidel, Voltaire (“Las últimas horas en la tierra delfamoso francés pagano, Voltaire”) como fue escrito porSolomon Benjamin Shaw, en su libro titulado DyingTestimonies of Saved and Unsaved.

165Capítulo once

“Cuando Voltaire sintió el ataque, el cual se dio cuentaque terminaría en muerte, fue subyugado por elremordimiento. Inmediatamente él envió a llamar aun sacerdote, y quería ‘reconciliarse con la iglesia’.Sus aduladores impíos se apresuraron a su habitaciónpara evitar que se retractara; pero fue solamente paraser testigos de su infamia y la de ellos. Los maldijo ensu cara; y, como su angustia aumentó debido a lapresencia de ellos, repetidamente y en alta voz,exclamó: ‘¡Fuera! Ustedes son los que han causadomi condición actual. Déjenme, les digo; ¡Fuera! ¡Quégloria miserable es esta que me han ocasionado!’ Conla esperanza de aliviar su angustia retractándose porescrito, hizo que la prepararan y la firmó con testigos.Pero todo fue inútil. Durante dos meses fue torturadocon una agonía tal que a veces lo hacía rechinar susdientes de rabia en contra de Dios y del hombre. Otrasveces, con dolorida inflexión, imploraba: ‘¡Oh Cristo!¡Oh Señor Jesús!’ Luego, volteando su rostro, gritaba:‘¡Debo morir, abandonado por Dios y los hombres!’

A medida que se acercaba su fin, su condición se tornótan terrible que sus socios impíos tenían miedo deacercarse a su cama. Sin embargo, cuidaban la puertapara que otros no supieran cuán terrible era la muerteque un pagano debía sufrir. Aun su enfermera decía amenudo: ‘Ni por toda la riqueza de Europa vería morira otro pagano’. Es una escena de horror que deja atrástoda exageración. Así es el final bien documentado dealguien que tuvo un intelecto natural sobresaliente,excelente educación, gran riqueza y mucho honorterrenal. Todos podríamos exclamar con Balaam:


‘Muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimeríasea como la suya’. El contraste entre el paganismo yla cristiandad”.

Su vida es una asombrosa advertencia para aquellos quepiensan que pueden vivir en pecado a su antojo, no obstanteen su lecho de muerte, esperan poder regresar al Señor. Diosno puede ser burlado. Cuidémonos de no caer en el mismoerror que Voltaire, sino procuremos vivir en justicia y santidad,todos los días de nuestra vida, por la gracia de Dios.

“Pr ocuremos vivir en justicia ysantidad, todos los días de nuestra

vida, por la gracia de Dios”.

167Capítulo doce

Capítulo 12

¿Cómo es el infierno?

Sin esperanza

¿Cómo es el infierno? Es lúgubre. Hay un gran desánimo yaque no hay esperanza. Recientemente tuve otra revelación delinfierno; los cielos en el infierno son de color pardo y funestos.En esos cielos agoreros, volaban creaturas que sólo puedocomparar con los pterodáctilos. Parecían disfrutar precipitarsesobre aquellos que caminaban en las sendas del infierno,consumiéndolos, pero regurgitándolos. En el infierno, nadie esdestruido. Jamás ningún tormento elimina a una persona.

Algunos ven a una persona enferma en su lecho de muerte ymiran una terrible agonía que pueden ser el resultado del cáncero alguna otra enfermedad extenuante. Piensan que quizá enalgunas horas ese individuo pasará a la eternidad y ya no habrámás dolor. Pero eso no es verdad. Eclesiastés 11:3, declara:“…y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que elárbol cayere, allí quedará”. Para los que están en el infierno,la enfermedad que tuvieron en la tierra los sigue. Aquellos queson heridos con cáncer tendrán ese cáncer por toda la eternidad.

A alguien le fue mostrado el infierno y vio personas con clavijasde acero en sus piernas. Preguntó qué eran y escuchó que les habíansido implantadas cuando se quebraron sus piernas en la tierra. ¡Losque perdieron la vista en la tierra son ciegos en el infierno! Los queson sordos aquí, son sordos en el infierno. El estado en el que unoentra a la eternidad es el que uno mantiene por toda la eternidad.


En una visión del infierno, vi una calle llamada la Calle de laMiseria. Había casas a ambos lados de esta oscura y lúgubrevía pública. Eran deformes, feas, agrietadas y repulsivas. Lasventanas no tenían vidrio y había mujeres colgando de ellas.Estaban sentadas en los balcones, todas ellas vestidas con ropasque parecían telarañas con un matiz grisáceo oscuro. La calleparecía estar inundada de mujeres. No vi ningún hombre.Todas gritaban, maldecían, se quejaban y parecía como si todashablaran al unísono. El nombre del callejón era el adecuado.Era una imagen de una miseria absoluta, todas dando gritosdolorosos y roncos, pero todas sabían que no había esperanzade cambiar sus circunstancias.

El fuego y los gusanos

Cuando el Señor habla del infierno, lo asocia con fuego ygusanos. En Marcos 9:44, leemos: “donde el gusano de ellosno muere, y el fuego nunca se apaga”. Otros quienes hantenido experiencias en ese sentido, nos dicen que hay ungusano para cada pecado de los malvados. Esos gusanos roena los condenados, como un fuego.

Del ministerio internacional, Luz para las Naciones,aprendemos de siete jóvenes colombianos a quienes les fueronmostradas revelaciones del cielo y del infierno. Esto es lo queuno de ellos testificó acerca del infierno: “Nos impactó vercómo sus cuerpos eran destruidos. Los gusanos penetrabanen la piel de ellos, en todo el cuerpo, y entraban y salían de lascuencas vacías de los ojos, la boca y los oídos”.

Esto cumple la palabra de Dios escrita en el libro de Isaías66:24: “Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que

169Capítulo doce

se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, nisu fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre” .

En una visión del infierno, cierta persona habló con un almaatormentada quien describió lo siguiente: “En la tierra, a veces,tienes dolor en el cuerpo, pero el dolor, hablando en general,está localizado. Tal vez te duele el pulgar, pero el resto delcuerpo está bien. O puedes tener un dolor de cabeza, pero elresto del cuerpo está bien. En el infierno, duele todo el cuerpo.No hay descanso para ninguna parte del cuerpo”.

El Señor habló mucho respecto al fuego. En la historia delhombre rico y Lázaro, el mendigo, Lázaro fue llevado por losángeles al seno de Abraham, mientras que el hombre ricodescendió al infierno. El hombre rico dijo: “…estoyatormentado en esta llama” (Lc. 16:24). En otras palabras,todo su cuerpo estaba ardiendo. Cuando habló, llamas salieronde su cuerpo, pero no lo devoraban. Con su lengua, le suplicóa Abraham: “Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envíaa Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, yrefresque mi lengua; porque estoy atormentado en estallama” . Abraham respondió: “Hijo, acuérdate que recibistetus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahoraéste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todoesto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, demanera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, nopueden, ni de allá pasar acá” (Lc. 16:25-26).

El hombre rico le suplicaba a Lázaro que fuera y le testificaraa sus hermanos porque él no quería que sus hermanos tuvieranque soportar ese tormento. Abraham le respondió: “A Moisésy a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre


Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos,se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés ya los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno selevantare de los muertos” (Lc. 16:29-31).

Es un pensamiento muy solemne el hecho que si uno noescucha la palabra de Dios que está en la Biblia, uno no va aser convencido por los milagros o las maravillas.

Leemos, en Judas 1:18: “los que os decían: En el postrertiempo habrá burladores, que andarán según sus malvadosdeseos”. Tuve un abuelo que era muy bueno conmigo. Cuandoyo era joven, él hasta me lustraba los zapatos. Él vivió hastala avanzada edad de 96 años. Sin embargo, cuando yo letestifiqué acerca de nacer de nuevo me dijo: “Oh, cuandoéramos jóvenes muchas personas nos hablaron acerca de nacerde nuevo, pero sólo nos reímos de ellos”. También le testifiquéa mi abuela, pero vi cómo descendía al infierno. ¿Dónde estámi abuelo? Está con mi abuela.

La tortura sin fin

En el libro de Proverbios, se describe a dos mujeres. Una es lamujer virtuosa y la otra es la mujer extraña. La mujer extrañaera alguien que conoció el camino, pero que lo habíaabandonado y había olvidado el pacto de su Dios (Pr. 2:16-17).Proverbios 7:27 dice que aquel que se acerca a ella “desciendea las cámaras de la muerte” (LBLA). Hay toda clase de torturasen esas cámaras.

Bill Wiese, quien escribió Twenty-three Minutes in Hell(Veintitrés minutos en el infierno), habla de una de esas

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cámaras. Allí habían bestias que obtenían placer o satisfacciónal atormentar a una persona y hacerla pedazos, una y otra vez.

Bill Wiese experimentaba literalmente la tortura que seríainfligida a la persona asignada a esa cámara en particular delinfierno. Su carne, cuando era arrancada, regresaba para queesos despiadados animales sin corazón pudieran continuar consus tormentos, en un ciclo sin fin de tortura.

Esas cámaras de la muerte son muy reales. Las personas sonatormentadas en ellas y están confinadas a ellas. Si usted quiereobtener una apreciación del infierno, solamente vaya a suhabitación y dígase a sí mismo: “Nunca, nunca podré salir deesta habitación”. Esa habitación puede tener una cama; puedecontar con todas las facilidades necesarias, puede tener fotosagradables. Sin embargo, no importa qué haya allí, de todasformas sería terrible estar encerrado, porque sería como unaprisión. Recordemos que esas cámaras en el infierno no tienenabsolutamente nada más que calor y verdugos.

Existe aún otro aspecto del infierno. En el infierno, se pierdetoda la fuerza y la voluntad. En otras palabras, no se puederesistir a los verdugos. John Bunyan tuvo el privilegio de verel infierno con muchos más detalles que otros. Vio a undemonio con una cuchara enorme, vertiendo azufre calienteen la boca de una dama. En la tierra, eso mataría a una persona,pero no en el infierno. No hay posibilidad de ser liquidado enel infierno; uno existe eternamente.

A John Bunyan se le permitió hablarle al demonio, y lepreguntó: “¿Qué estás haciendo?” El demonio respondió:“Estoy vertiendo oro en la boca de esta dama, porque en la


tierra ella acumulaba oro y adoraba al oro, así que ahora, leestoy devolviendo su oro”. La mujer replicó: “¡Es unmentiroso! ¡Es un mentiroso! Esto no es oro; es azufre. Sifuera mi oro, podría tolerarlo” (Williams, K. 2004). Comoexplicamos anteriormente, en el infierno, los deseos de unapersona permanecen en ella.

En Apocalipsis 14:9-11, nos es dado entendimiento de lostiempos del fin: “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a granvoz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe lamarca en su frente o en su mano, él también beberá del vinode la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de suira; y será atormentado con fuego y azufre delante de lossantos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento subepor los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni denoche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie quereciba la marca de su nombre” .

Hay una advertencia severa respecto a aquellos que han aceptadola marca de la bestia o han adorado su imagen. Sabemos que enlos tiempos del fin, el Anticristo vendrá y gobernará. Él va aexigir adoración y aquellos que no lo adoren, serán muertos.Los que tengan la marca de la bestia serán atormentados confuego y azufre delante de los santos ángeles y delante delCordero. El humo de su tormento subirá por los siglos de lossiglos. No tendrán reposo ni de día ni de noche. ¡Aquellos quesigan a la persona equivocada recibirán juicios terribles!

Lleno de falsedad

Gálatas 6:7 dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado:pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

173Capítulo doce

Esto es muy cierto en la tierra y también en la eternidad. Comodice el rey Salomón, en Eclesiastés 11:3: “…en el lugar queel árbol cayere, allí quedará”. Al morir, uno permanece en elestado que está, para toda la eternidad. El infierno puede sersintetizado en esta frase: Mientras que en el cielo todo esverdadero, en el infierno todo es falso.

El Señor, al hablarle a la mujer del pozo dijo: “Dios esEspíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad esnecesario que adoren” (Jn. 4:24). Dios busca verdaderosadoradores. Hace algún tiempo, vi a alguien dirigiendo laadoración en cierta iglesia. Él dijo: “Queremos introducirmúsica contemporánea (o mundana)”. En otras palabras,él quería atraer a las personas, introduciendo mezcla enla adoración.

Vino una visión delante de mis ojos de esa persona en laeternidad, y lo vi dirigiendo una banda, pero estaba en elinfierno. A menudo no nos damos cuenta de que aquello quesomos en la tierra, seremos en la eternidad. Si somosverdaderos adoradores en la tierra, adoraremos al Señor en elcielo. Si somos falsos, lo seremos en el infierno.

Esta visión me recordó otras cosas que había leído acerca delinfierno. Hay congregaciones en el infierno. Hay coros en elinfierno que tratan de cantar. Parte del propósito de adorar ycantar al Señor es levantar más nuestro espíritu. En el infierno,eso no es posible. Estos coros trataban de cantar perocolapsaban. Es un pensamiento muy serio. De igual manera,los predicadores que no predican el Evangelio de Cristo en latierra, estarán predicando en el infierno a congregaciones que,en realidad, los odiarán.


Enfoquémonos, ahora, en otros aspectos de la vida. Hay ciertogrupo de personas compuesto por actores y actrices.Básicamente, un actor trata de hacer dos cosas. En primerlugar, representa a alguien más. El significado de la palabra“hipócrita” en griego, es ser un actor, porque aparenta seralguien que no es, buscando complacer a las personas. Ensegundo lugar, trata de transmitir un mensaje y moldear a laspersonas conforme a ese mensaje, sin vivir ese mensaje en supropia vida. Es interesante que en el infierno hay actores. Noestán arreglados como lo están aquí en la tierra, con disfracescostosos, sino con los vestidos deshilachados y gastados quese usan en el infierno. Allí, procuran continuar con suprofesión. Por supuesto, sin éxito.

Hay otras personas aquí en la tierra a quienes lesconcedemos gran honor y reverencia, aquellos que ocupanposiciones importantes, como los reyes, las reinas y loscortesanos. En el cielo, si llegan, ciertamente son honrados.En el infierno, esa misma manera de vida continúa, perose hace en forma de burla.

Estaba hablando con alguien que tuvo una visión de unamultitud en el infierno. Estas personas estaban vestidas conlos disfraces que habían usado en la tierra, pero esos disfracesestaban deshilachados. Ellos se halagaban falsamente unos aotros. Todo era falso, falso, falso. Esta falsedad también sereflejaba en el entorno. Hay flores a los lados de las sendasdel infierno. Pero cuando uno toma esas flores despiden unolor penetrante de ácido sulfhídrico, un terrible olor a azufre.En vez de emanar la dulzura y la fragancia a la cual estamosacostumbrados aquí en la tierra, esas flores en el infiernodespiden un olor terrible.

175Capítulo doce

La vana filosofía

La raíz del significado de pecado es errar el blanco y quedarnoscortos de alcanzar la gloria de Dios (Fil. 3:14; Ro. 3:23). Comotal, esto incluiría cualquier enseñanza errónea que nos apartaradel camino de Cristo. Un error como éste sería abrazar unafilosofía. Pablo llama “vana filosofía” a las creencias dealgunas personas. Siempre están aprendiendo pero nuncapueden llegar al conocimiento de la verdad (2 Ti. 3:7). ¿Cuáles su porción en el infierno? A menudo, mueren a una edadmadura. Un filósofo tiene una idea propia de la vida y cuandova al infierno, esas creencias permanecen. Trata de propagarlasa aquellos que lo rodean.

Una visión asombrosa fue la siguiente: dos filósofos estabancaminando por una senda en el infierno, discurriendo acercade sus creencias, sin darse cuenta de que sus creencias loshabían llevado allí. Lo terrible del infierno es que, mientrasque el cielo asciende hacia la ciudad santa y al monte Sion, elinfierno desciende. Así que, al transitar por la senda por laque los filósofos caminaban, cada vez había más y más calor.Pero ellos no podían volver atrás. Eventualmente, esa sendaque conducía más y más profundamente a los lugares másrecónditos del infierno, desembocaba en el lago de fuego.

Romanos 1:18-19, 21-22, declara: “Porque la ira de Dios serevela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de loshombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo quede Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lomanifestó…Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaroncomo a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieronen sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.


Profesando ser sabios, se hicieron necios”. La visión acercade los dos filósofos, revela que las creencias de una personapermanecen aun cuando finalmente se da cuenta de que estáequivocada. Trata de razonar las cosas, pero no puede.

Los deseos pecaminososcontinúan en el infierno

Consideremos otro aspecto del pecado. Uno puede calificarel pecado como un deseo ilegal e ilícito. Por ejemplo, fumar,uno de los deseos que una persona puede tener aquí en latierra. Hace muchos años, siendo capellán en el oeste de losEstados Unidos, una de mis tareas semanales requería quefuera al hospital y visitara a los pacientes. Algunos pacientesno querían escuchar ningún mensaje acerca de Dios. Fuillevado a una habitación donde estaba un fumador crónico,que se había dado cuenta que tenía una enfermedad terminal.El fumar lo tenía controlado a tal punto que, aunque el cáncerya había consumido parte de su mejilla y uno podía ver susdientes y su lengua, él tenía un cigarrillo en su boca.

Le dije a este hombre: “Usted va hacia la eternidad; fumar lollevará a la tumba. ¿Por qué no me deja orar para que estehábito sea cortado?” Él dijo: “No puedo dejar mi hábito defumar”. En otras palabras, fumar era más importante para élque cualquier otra cosa. El deseo de fumar lo consumía.Cuando le hablé del evangelio, me sonrió, pero no estabainteresado. ¿Cómo terminó el asunto? Tiempo después mecontaron que había muerto. Pasó a la eternidad sin Cristo,llevándose consigo el hábito de fumar. Él no podía existir sinun cigarrillo en la boca. Era más importante para él que lacomida. Entró a una eternidad en el infierno, con esa pasión

177Capítulo doce

por fumar, pero no hay cigarrillos en el infierno. Seguirá conel deseo insaciable de fumar, pero nunca podrá ser satisfecho.

Otro deseo que lleva a una persona a terminar en el mismodestino es el alcohol. El alcohol tiene agarradas firmementea algunas personas. Algunos comienzan el día con lo quepodríamos llamar licor fuerte. No pueden dejarlo. Otrostoman una cantidad considerable cada día y solamentepueden seguir adelante con el alcohol. Éste permea todo sucuerpo. Estuve hablando con alguien que dijo que el alcoholes bueno para el cuerpo. “¿Cuál es la lógica de esto?”, lepregunté. Él respondió: “Bueno, si usted va a algunos museosy ve órganos humanos, éstos están preservados en alcohol.¡Mi bebida preserva mis órganos!” Por supuesto, eso erailógico, pero él no podía vivir sin el alcohol. Tenía una sed,una pasión que solamente podía ser saciada con alcohol. Lomismo sucede con las drogas ilegales. Algunas personasdicen: “No puedo vivir sin las drogas”. Pero no hay drogasen el infierno, sólo el deseo por ellas.

Para enfatizar esta verdad, incluimos un relato de un jovencolombiano que fue llevado al infierno por el Señor y que, entreotras cosas, le fueron mostrados los últimos momentos de lavida de un borracho y luego su tormento eterno (registradopor el ministerio internacional Luz para las Naciones):

“…y en esto, este hombre cambia su mirada y se dirigehacia esas botellas y su mano se dirige a la botella, yempieza a acercarla hacia él, y cuando hace el contactode los huesos quemados hacia esta botella, empieza asalir humo, empieza a quemarse y él empieza a botarsu cabeza hacia atrás y empieza a gritar de una manera


como nunca he escuchado a una persona gritar. Lohacía con dolor, lo hacía con llanto, lo hacíagritando…Y empieza a tomar el contenido de labotella, y eso no era algo refrescante, era ácido. Suestómago estaba totalmente destruido, y se veía comocaía este ácido, haciéndole daño.

Pero en su frente este hombre tenía un número grabado,era el 666. Y en su pecho tenía una placa hecha de unmetal que nosotros no conocíamos. Un metal al quenada le sucedía, un metal que nada lo afectaba, ni losgusanos, ni aun la suciedad de este lugar podía hacerleefecto; estaba intacta. Y en ella había unas letras, quenosotros no entendíamos. El Señor, por sumisericordia, nos hizo entender lo que ahí decía:‘Estoy aquí por ser un borracho’…Él gritaba, y ledecía al Señor que tuviera misericordia, pero la Palabrade Dios nos dice en 1 Corintios 6:10, que los borrachosno entran al reino de los cielos.

En ese momento el Señor jaló mi mano y empezamosa caminar más allá. Empecé a mirar a este hombre,Luis. De pronto empezó a proyectarse como en unapantalla gigante de televisión una película de losúltimos momentos de vida que tuvo aquí en la tierra.El hombre estaba en un bar, tomando en una mesacon botellas. Alrededor de esta mesa había gente,habían amigos, (pero yo solo te digo una cosa miamigo, ¡el amigo más grande y el amigo mas poderosose llama Jesucristo!, que es el amigo fiel). Ya estabanebrios. En ese momento su mejor amigo tomó unabotella, la quebró y empezó a herir a Luis con esta

179Capítulo doce

botella. Ese hombre, al ver a Luis tirado en el piso,salió corriendo. Pero Luis quedó allí, quedo allí ymurió. Murió desangrado. Lo más impresionante, lopeor fue que murió sin el Señor”.

Luego, está el asunto de la inmoralidad. La inmoralidad puedetener tan dominadas a algunas personas, como por ejemplo,al presidente Kennedy. Él le dijo a Harold McMillan, el PrimerMinistro Inglés: “No sé usted, Harold, pero si yo no tengouna mujer cada tres días, me dan esos terribles dolores decabeza. ¿Y usted?” (Reeves, P. 93, 1995). Él estabacompletamente poseído por la inmoralidad. Uno se lleva esoa la eternidad. Por supuesto, ese deseo no puede ser satisfechoen el infierno, sino que arde dentro de ellos. (Por favor, paraun estudio más profundo de este tema, lea el libro de MaryBaxter titulado Una revelación divina del infierno).

Romanos 1:18, 24, establece claramente: “Porque la ira deDios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticiade los hombres que detienen con injusticia la verdad…Por locual también Dios los entregó a la inmundicia, en lasconcupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraronentre sí sus propios cuerpos”.

Lo mismo sucede con los homosexuales, hay un juicioespecífico para ellos. Están unidos a las personas que eran supareja en la tierra, pero arden uno por el otro, incapaces de sersatisfechos. Romanos 1:26-27 advierte: “Por esto Dios losentregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujerescambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, yde igual modo también los hombres, dejando el uso naturalde la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros,


cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, yrecibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío”.

(Para una descripción más amplia, por favor vea “Unarevelación del cielo y del infierno a 7 jóvenes colombianos”como lo registra Luz para las Naciones).

Podríamos resumir todos estos deseos pecaminosos con lapalabra “sed”. He estado en algunos lugares en el mundo,donde el calor ha sido tan insoportable que uno casi tieneque estar tomando algo todo el tiempo. Si uno no podía darun sorbo de algo, era como si su lengua se quemaba. Pero lased en el infierno nunca puede ser saciada. Vemos esto enLucas 16:23-24, hablando del hombre rico que fue alinfierno: “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos,y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entoncesél, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia demí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo enagua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado enesta llama”.

Las diferencias que hay en el infierno

He escuchado a jóvenes testificando de Cristo quienes, alser rechazados por las personas, dicen sin esperanza: “Bueno,no importa qué hagas; igual te irás al infierno”. Pero eso noes verdad. Aunque es cierto que irán al infierno, lo que hagansí importa. En el día del juicio, veremos que cada personaes juzgada conforme a su libro: “Y vi a los muertos, grandesy pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, yotro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; fueronjuzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en

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los libros, según sus obras” (Ap. 20:12). En el infierno,el tormento particular es dado conforme a los actos decada persona.

En el infierno hay diferencias. ¡Hay grados de castigo!Ciertamente el Señor dejó esto muy claro, cuando dijo, enMateo 11:23-24: “Y tú, Capernaum, que eres levantada hastael cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodomase hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti,habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digoque en el día del juicio, será más tolerable el castigo para latierra de Sodoma, que para ti”.

Sodoma y Gomorra tuvieron un testigo: Lot; pero en elproceso, él lo perdió todo. A veces, dedicamos nuestro esfuerzoa cosas o personas que no producen. Esto puede serdesalentador. Lot le testificó a Sodoma y no huboarrepentimiento. Ellos no creyeron. Aun así, el Señor dijo:“Si Yo hubiera estado allí y hubiera hecho las obras poderosasque hice en Capernaum, se hubieran arrepentido”.

Dios sabe lo que Sodoma y Gomorra hubiesen hecho sihubieran visto milagros y señales poderosas. Eso es muyinteresante, al considerar el juicio eterno. El juicio eterno noestá basado únicamente en lo que hicimos o en la luz quetuvimos, sino en lo que hubiésemos hecho con una luz muchomayor. Nuestro juicio se basa en el conocimiento de Dios.

Sodoma y Gomorra están en el infierno, y Judas habla de lavenganza del fuego eterno que cayó sobre ellos, con azufrepara destruirlos (Jud. 1:7). Eso es suficientemente malo, peroentonces, ¿qué le espera a Capernaum? Ellos no se arrepintieron


ni se convirtieron; sino que estuvieron determinados apermanecer en el mismo estado. Dios dijo: “En el día del juicio,tu destino será peor que el de Sodoma y Gomorra”.

Hay otro pensamiento muy interesante. Dios pudo haberlevantado a un profeta y haberlo enviado a Sodoma y Gomorra;y ese profeta pudo haber demostrado el poder de Dios, perono lo hizo. En otras palabras, Dios dijo: “Sé que ustedes sehubieran arrepentido, pero no les enviaré esa luz”. Debemosser muy cuidadosos en esta vida. El temor de Jehová es Sutesoro (Is. 33:6).

En el infierno, hay grados de castigo según las palabrasdel Señor, cuando compara a Sodoma y Capernaum. Estocoincidiría con la visión que muchos han tenido(incluyéndome a mí) de los distintos compartimientos delinfierno. Sentencias severas son repartidas a loshomosexuales y a aquellos que cometen prostitución. Poresta razón, sólo tuvieron a Lot como predicador de justicia,advirtiéndoles del juicio inminente, pero ellos se burlaron,y por lo tanto, no se les envió un testigo mayor de la luz,como se le dio a Capernaum.

Sin embargo, la eternidad de aquellos que han conocidola verdad y se han apartado es mucho peor que la deaquellos que no conocieron la verdad. Este hecho es descritopor el testimonio de otro joven colombiano, que fue llevadoal infierno por el Señor (registrado por el ministeriointernacional Luz para las Naciones):

“…Y comenzamos a llegar a diferentes secciones, yllegamos al lugar más terrible del infierno, al lugar

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más tormentoso, al núcleo del infierno, donde seconcentran los mayores sufrimientos que el hombrejamás haya podido expresar. Y allí estaban nada menosni nada más que los que habían conocido la palabrade Dios. Allí había pastores, evangelistas, misioneros,allí había toda clase de personas que habían sidoconvertidos, y que conocían la Biblia pero que habíanvivido una vida doble.

Allí estaban también los que se habían apartado deDios. Ellos sufrían mil veces más que cualquier otrapersona, y le imploraban al Señor y le clamaban, perola palabra de Dios dice en Hebreos 10:26-27: ‘Porquesi pecáremos voluntariamente después de haberrecibido el conocimiento de la verdad, ya no quedamás sacrificio por los pecados, sino una horrendaexpectación de juicio, y de hervor de fuego que ha dedevorar a los adversarios’.

Aquellas almas estaban allí por que en la iglesiapredicaban, en la iglesia ayunaban, en la iglesiacantaban y levantaban sus manos, pero en la calle yen sus casas, adulteraban, fornicaban, mentían,robaban y a Dios no le podemos engañar. La Bibliadice que al que mucho se le da, mucho se le demandará(Lc. 12:48).

Allí, Dios nos permitió ver a dos mujeres, que, aquíen la tierra, habían sido hermanas y cristianas, perono habían vivido una vida recta delante de Dios y unale decía a la otra: ‘¡Maldita! ¡Por tu culpa estoy eneste lugar! ¡Porque tú no me predicaste un evangelio


santo! ¡Porque no me hablaste de la verdad, y por tuculpa estoy aquí en el infierno!’ Y la una a la otra seinjuriaban en medio del fuego y la una a la otra seodiaban, porque en el infierno no hay amor, no haymisericordia, ni hay perdón.

Aquí estaban las almas de miles de personas quehabían conocido la Palabra de Dios, pero sus vidasno habían sido íntegras delante de Su benditapresencia. El Señor nos decía: ‘No pueden jugar conDios, ni con el fuego del infierno’. El Señor nos dijoen ese momento: ‘Hijos, todo el sufrimiento de latierra, unido en uno solo, no alcanza a compararsecon el que menos sufre aquí en el infierno’. Y si esoes con el que menos sufre, ¡cómo será con los quemás sufren!, aquellos que conocieron Su Palabra yse desviaron”.

El Señor deja esto muy claro, en Lucas 12:47-48, diciendo:“Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no sepreparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchosazotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes,será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dadomucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le hayaconfiado, más se le pedirá”.

Necesitamos entender que todos han pecado, y que la pagadel pecado es la muerte, y que la consecuencia es una eternidaden los terrores del infierno. Si bien hay grados de sufrimientoen el infierno, se ha dicho que cualquier aspecto delinfierno es 1,000 veces más doloroso que cualquier dolorexperimentado aquí en la tierra.

185Capítulo doce

El destino del infierno:en el Milenio y después

La advertencia milenial

Durante el reinado milenial del Señor, Él estará en Su templo,en Jerusalén. Leemos, en Isaías 66:23-24: “Y de mes en mes,y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorardelante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveresde los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusanonunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables atodo hombre” .

Dios va a dar una advertencia vívida a todos aquellos quevayan y Lo adoren en el Milenio, permitiendo que vean elterrible castigo de aquellos que rechazaron a Cristo mientrasestaban en la tierra.

El destino del infierno

¿Cómo termina el asunto? ¿Cuál es el fin del infierno? Leemosunos versículos asombrosos en Apocalipsis 20:12-14, quehablan acerca del juicio que se lleva a cabo al finalizar elreinado milenial del Señor: “Y vi a los muertos, grandes ypequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, yotro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueronjuzgados los muertos por las cosas que estaban escritas enlos libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos quehabía en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertosque había en ellos; y fueron juzgados cada uno según susobras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago defuego. Esta es la muerte segunda”.


¿Cómo explicar que la muerte es lanzada al lago de fuego? Elfinal del infierno es el lago de fuego. Así que parece ser quedespués que venga el Señor, el infierno tiene otros 1000 años,y entonces será lanzado al lago de fuego.

Recuerden que cuando las personas mueren en una condiciónperdida, muchos de ellos van directamente al infierno, peroalgunos son confinados a permanecer en la tierra por untiempo, como parte del juicio. La condición de aquellos en elinfierno está establecida eternamente, ya que es imposiblecambiarla. El tormento continúa (en una mayor medida) en ellago de fuego.

El juicio eterno no está basadoúnicamente en lo que hicimos o enla luz que tuvimos, sino en lo quehubiésemos hecho con una luz

mucho mayor.

187Capítulo trece

Capítulo 13

¿Cómo respondemos a esto?

El concepto equivocadode una “buena persona”

El concepto que muchas personas tienen es que, si no hancometido lo que llamamos “pecados graves”, entonces notienen necesidad de temer el juicio de Dios. Sin embargo,este concepto se desvanece con la advertencia que Jesús ledio al joven rico (Mt. 19).

El joven a quien Jesús amaba dijo que había guardado losmandamientos básicos. Luego le preguntó al Señor: “¿Quémas me falta?” Cuando Jesús le respondió: “…Si quieres serperfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, ytendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme” (Mt. 19:21), eljoven se fue triste, porque era muy rico. ¿Cuántos están enuna posición similar, pensando que están bien, cuando enrealidad, no están siguiendo verdaderamente al Señor?

Hay cristianos a quienes se les ha impedido entrar al cielo porla amargura y la crítica. Había cierta mujer en unacongregación, quien constantemente criticaba a la esposa delpastor. Una noche tuvo una visión en la cual ella estabacolgando sobre el infierno. El Señor le advirtió: “Si túcontinuas criticando, éste será tu fin. Caerás en el abismo,para nunca más regresar”. Misericordiosamente ella searrepintió. Sin embargo, si usted recuerda la experiencia quemencioné anteriormente, respecto a la encargada de escuela


dominical, que se me apareció después de morir, se dará cuentaque no a todos les es concedido el don del arrepentimiento.La amargura la llevó a una muerte prematura y a una eternaseparación de los santos cuyo destino era el cielo.

Las personas a menudo hacen buenas obras como un mediopara alcanzar el cielo. A lo largo de mi vida, he encontradoque aquellos que una vez conocieron la verdad y se hanapartado, procuran hacer más buenas obras que los que estánen el camino al cielo. Al hacerlo, ellos tienen la esperanza deexpiar sus pecados. Tristemente, no vienen a Cristo, noconfiesan sus pecados, ni Le piden perdón. No es suficienteser lo que llamamos “una buena persona”. Debemos teneruna relación íntima y continua con el Señor Jesús.

Esto es mostrado en el testimonio de otro joven colombianoque fue llevado por el Señor al infierno (registrado por elministerio internacional, Luz para las Naciones):

“…Continuamos nuestro camino con el Señor,tomados mucho más fuerte de su mano a causa denuestro temor. Y llegamos a otra sección; aquellasección realmente impactó mi vida, allí vimos a unjoven. Este joven tenía una edad de aproximadamente23 años, él estaba suspendido hasta la cintura en mediode las llamas. No pudimos ver exactamente cuál erasu castigo, pero observábamos en su frente el 666grabado y de igual forma una placa en su pecho quedecía: ‘Estoy aquí por ser normal’. Este joven, cuandovio a Jesús, extendía sus manos hacia Él clamandomisericordia también. La Palabra de Dios dice enProverbios 14:12: ‘Hay camino que al hombre le

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parece derecho; pero su fin es camino de muerte’.Cuando leímos en aquella placa ‘Estoy aquí por sernormal’, le preguntamos a Jesús: ‘Jesús pero ¿cómoasí?, ¿acaso aquí en este lugar se viene por esta causa?’Y entonces Jesús le dijo: ‘Andrés ¿por qué estas eneste lugar?’ Y Andrés le respondió: ‘Jesús, mientrasvivía en la tierra, yo pensaba que solamente robar ymatar eran pecados y por eso nunca me acerqué a ti’.Salmos 9:17 dice: ‘Los malos serán trasladados alSeol, todas las gentes que se olvidan de Dios’”.

En el infierno, como hemos visto, hay todo tipo de personas.Están los filántropos, quienes piensan que cambiarán el mundocon buenas obras. En un noticiero, el conductor del programale preguntó a cierto predicador: “Díganos, ¿qué les pasa a losbuenos musulmanes? ¿Qué les pasa a los buenos budistas?”El predicador dijo que eso lo decide el Señor.

Hubo un doctor filipino, que era bondadoso, compasivo ycompetente. Amaba su profesión y a sus pacientes, pero eraincapaz de creer en la vida después de la muerte. Luego, lellegó el momento de estar en su propio lecho de muerte. Unaincertidumbre vino sobre su alma y se afligió. ¿Qué pasaría sisus amigos cristianos tenían razón y él no estaba preparadopara la eternidad? Se debilitó más y más, y eventualmente sefue, rodeado de amigos y familiares que lo amaban.

Luego, repentinamente, regresó, y revivió. Una mirada deterror desfiguraba su rostro y dijo: “He estado en el infierno yno quiero ir allí”. Luego procedió a describir algunas de lasterribles agonías y sufrimientos de aquellos que están en eselugar de condena. Sus amigos que lo amaban lo guiaron para


aceptar a Cristo como su Salvador y Amigo. Después de untiempo, él pudo darles la certeza de que verdaderamente erasalvo y que tenía el gozo y la paz de Jesús en su corazón. Másadelante, con un rostro iluminado por la gloria del cielo, sefue para siempre con el Señor. Ser un doctor bondadoso,compasivo y amoroso no era la puerta para entrar al cielo. Suseguridad estuvo al aceptar a Cristo como su Salvador.

Otro doctor no creyente estaba atendiendo a un paciente queestaba en la agonía de la muerte. El paciente de continuo sedesmayaba, perdiendo la conciencia y volviendo en sí. Perocada vez que lo resucitaban, su rostro se retorcía de terror ygritaba: “¡Sáquenme! Estoy en el infierno. ¡Ayúdenme!¡Sáquenme!” El doctor no pudo salvarle la vida, pero su pacientedejó una impresión tan grande en él, que fue a buscar amigosque lo pudieran guiar para aceptar a Cristo como su Salvadorpersonal. Él recalcó que nadie, que hubiera sido testigo de losgritos de su paciente, hubiera tenido la más mínima duda queel infierno y sus horrendos tormentos, son muy, muy reales.

En una entrevista, en noviembre de 1995, en PBS con DavidFrost, a Bill Gates (uno de los hombres más ricos del mundo)le preguntaron si creía en el Sermón del Monte.

“No soy alguien que va a la iglesia en forma regular”,dijo. “No creo en los elementos específicos de lacristiandad. Hay grandes méritos en los aspectos moralesde la religión. Pienso que puede tener un impacto muy,muy positivo…En función de hacer cosas, sigo uncamino científico de por qué suceden las cosas y cómosuceden. No se si existe un dios o no, pero pienso quelos principios religiosos son bastante válidos”.

191Capítulo trece

En el reportaje de portada de la edición del 13 de enero de1996, de la revista Time, con Bill Gates:

Se le preguntó a Gates si no hay algo divino acercadel alma humana. Él respondió parcamente: “No tengoevidencia alguna de eso…no tengo evidencia algunade eso”. Más adelante agregó: “Sólo en función deluso del recurso tiempo, la religión no es muy eficiente.Hay muchas otras cosas que podría estar haciendo undomingo por la mañana”.

Así, que el hombre más rico del mundo (al momento de ir a laprensa) no tiene testimonio de la eternidad. Esto confirma laspalabras de Cristo, en Lucas 18:24-25: “…¡Cuán difícilmenteentrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porquees más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, queentrar un rico en el reino de Dios”.

La meta de muchas personas es hacer tanto dinero comopuedan, pero al acercarse al fin, se dan cuenta que el dinerono los satisface. Así que crean estas fundaciones para ayudar,por ejemplo, al tratamiento del SIDA. Ayudar a alguien quepadece de SIDA con medicina puede parecer ser una buenacausa. Sin embargo, en realidad, en un sentido, esmisericordia de Dios que la persona con SIDA sufra. Pormedio de su sufrimiento, puede llegar a comprender laperspectiva del sufrimiento eterno, sabiendo que sucondición no va a terminar al morir, sino que continuaráeternamente, a menos que venga a Cristo. En esa condición,puede ser guiado a Cristo. El filántropo no puede suplir lanecesidad de la humanidad, solamente Cristo puede hacerlo.La Palabra de Dios y también el Señor mismo, dicen: “…No


hay justo, ni aun uno” (Ro. 3:10-12, Mt. 19:17). El profetaIsaías dice que todas nuestras justicias son como trapo deinmundicia (Is. 64:6). Debemos darnos cuenta que en elinfierno hay un departamento lleno de personas querechazaron a Cristo, pensando que podían cambiar el mundocon buenas obras.

Amados, Cristo es la única r espuesta. El Señorclaramente pronuncia en Juan 14:6: “Yo soy el camino, yla verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.Él dijo en Juan 10:9: “Yo soy la puerta; el que por míentrare, será salvo…” Todos aquellos que descuidan tangrande salvación serán condenados, ya sea que seaninmorales, seguidores de otros dioses o seguidores de supropia vana opinión.

Una vida de continua gratitud

Nuestra vida debe ser una de continua gratitud. Elapóstol Pablo nos da muchas exhortaciones a nosotroscomo cristianos, a ser agradecidos.

Verdaderamente, cuando consideramos los horrores delinfierno y cómo, por Su gracia y sólo por Su gracia, hemossido salvados, deberíamos abundar en gratitud. En Lucas10:19-20, leemos que el Señor le dijo a Sus discípulos: “Heaquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, ysobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no osregocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaosde que vuestros nombres están escritos en los cielos” . Esmuy importante que nuestros nombres estén escritos en el cieloy asegurarnos que no sean borrados.

193Capítulo trece

En Su mensaje a una de las siete iglesias, el Señor dijo: “Elque venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borrarésu nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delantede mi Padre, delante de sus ángeles” (Ap. 3:5). Por lo tanto,si ellos no se apartaban de su pecado, Él borraría sus nombresdel Libro de la Vida.

Nuestra actitud debería ser: “¡Gracias Señor por salvarme! Ahoraquiero devolverte a Ti mi obediencia, amor y servicio, por todala bondad que me has mostrado”. Dios levantó a Ezequías de unlecho de muerte, pero la Escritura registra que él no correspondióal Señor por toda la bondad que Él le había mostrado, porquesu corazón estaba exaltado (2 Cr. 32:25). Agradezcámosle alSeñor el hecho que haya pensado en nosotros. Deberíamosvivir de tal manera que demos fruto para Él hasta la perfección.Es crucial que vivamos apreciando lo que Dios hace.

Alcanzar sin darse por vencido

A cierto evangelista le fue dada una visión, al principio de suministerio. Esta visión era muy simple: mostraba un caminoancho, con multitudes caminando por allí. Conforme llegabanal final del camino, veían que terminaba y que bajaba a unabismo. Trataban de correr y de alejarse, pero los que veníandetrás los empujaban más allá del borde y dentro del abismo.

El Señor mismo advirtió, en Mateo 7:13: “Entrad por la puertaestrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el caminoque lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella”.

Estaba en cierta isla, que es una república famosa por suestabilidad financiera y el alto nivel intelectual de sus


habitantes. Vi en una visión, que esas personas brillantes,aunque prosperaban grandemente durante su vida, estabantodas caminando espiritualmente en un camino ancho, queparecía ir de un extremo al otro de su nación. No estabanconcientes de esto, pero al final, el camino desembocaba enlas fauces de un león (el símbolo de la nación). Esa boca erala entrada al infierno hacia donde caían los ciegos espirituales.

En otra visión vi una estación del subterráneo de Londres.Las personas se apresuraban a pasar por los torniquetes conuna sola intención: llegar a donde querían ir. Arriba, estabaJesús, muy grande, con Sus manos extendidas, buscando queellos alzaran sus ojos hacia el cielo y hacia Él. Pero esamuchedumbre enloquecida estaba atenta a sus preocupacionesterrenales, no a cosas eternas.

Hay un mundo que está pereciendo y debemos ser ardientesganadores de almas. A menudo he tenido la experiencia deinvertir en personas que, por un tiempo, han caminado en loscaminos de Dios pero que después se han apartado. Sé quemuchos de nosotros, ciertamente nos hemos decepcionado.Es desalentador aconsejar a alguien y luego ver cómo se aparta.Sin embargo, el desaliento no me detendrá de aconsejar biena las personas, invertir en ellas y darles la oportunidad deproseguir con Dios.

Pongamos nuestros ojos en Cristo, porque eso nos guardarádel desánimo. Hacer Su voluntad nos dará el gozo que noscapacitará para perseverar. ¡Nunca, nunca debemos darnospor vencidos! Siempre debemos testificar. Cuando laspersonas nos hacen preguntas, debemos decirles la verdad.Si la reciben o no, depende de ellos. ¡Decírsela es nuestra

195Capítulo trece

responsabilidad! Todas las iglesias estarían llenas a reventar,si todos los que han recibido a Cristo permanecieran.

En una oportunidad, estaba en una reunión de ministros, dondealguien dijo: “Perdemos algunos y ganamos otros”. No nosdesanimemos, pero recordemos la exhortación del apóstolPablo, en Gálatas 6:9-10: “ No nos cansemos, pues, de hacerbien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Asíque, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, ymayormente a los de la familia de la fe”. Quiero animarlos,porque algunos sí lo van a lograr. En el cielo, ustedes seregocijarán cuando les digan: “Gracias por ser pacienteconmigo. Gracias por no darse por vencido conmigo”. Todohabrá valido la pena.

El dueño de un restaurante, en una de las calles principales deSydney, Australia, no sentía el llamado para predicar o enseñar,pero sintió que podía entregar tratados. Aunque tenía unrestaurante muy concurrido, se propuso entregar diez tratadoscada día. Se acercaba a una persona y le decía: “Disculpe señor,¿puedo ofrecerle este tratado para que lo lea, por favor?”Generalmente, las personas son muy amables y suelenresponder: “Bueno, sí, gracias”, aunque no tengan la intenciónde leer el tratado. Esto continuó durante más o menos 20 años,y él no vio fruto, pero sintió que debía continuar. Tiempodespués, un ministro que provenía de Inglaterra, hizo un viajepor Europa y luego llegó a Australia. Por ser un evangelista,solía preguntar: “¿Cuándo recibió usted al Señor? ¿Qué loinstó a recibir a Cristo?” Le sorprendió cuántas personashabían recibido un tratado del dueño de ese restaurante. Estoles trajo convicción de pecado; buscaron una iglesia y fueronsalvos. Algunos de ellos eran ministros importantes en


Australia. Nunca sabemos dónde está nuestro fruto. Podemospensar que no tenemos fruto, pero no sabemos lo que Diosestá haciendo.

Seamos fieles dando testimonio y regocijémonos de quenuestros nombres están escritos en el Libro de la Vida delCordero. Digámosle a Dios, “Cuán agradecido estoy cuandoconsidero el infierno. Estoy tan agradecido de que soy salvo.¡Quiero llevar a otros a Cristo!” Démosle gracias a Dios portoda la bondad que Él nos ha concedido. Si lo hacemos, creoque vendrá el tiempo cuando Dios nos de fruto que permanezca.

Aquellos que una vezconocieron el camino

Es muy difícil traer de regreso a aquellos que una vezconocieron el camino y se han apartado de él. Tuve un amigoque era pastor y chef. Entre ser pastor de una iglesia y de lasiguiente, fue chef en un conocido hotel y restaurante deSeattle.Él contaba que los chefs tienen mucha tentación con el alcoholporque, a menudo, es utilizado en la preparación de la comida.Él testificaba en esas grandes cocinas y decía, por ejemplo:“Soy pentecostal”. Era asombroso. Muchos de los quetrabajaban allí, con los ojos llorosos por el alcohol, decían:“¡Ah sí, una vez yo hablé en otras lenguas!”.

Proverbios 18:19 declara: “El hermano ofendido es más difícilde ganar que una ciudad fortificada” (LBLA). Fue profetizadoque al Señor le sería dada esta tarea de llevar de regreso aaquellos que han dejado el camino de la justicia. Sin embargo,Su Padre Celestial dijo que no tendría éxito.

197Capítulo trece

Citando Isaías, Dios Padre le dijo a Su Hijo, el SeñorJesucristo: “…Bien que Israel no se juntará…” (Is. 49:5, RV 1909).Sigue Dios, hablando por medio del profeta Isaías, diciendo:“…Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar lastribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel;también te di por luz de las naciones [los gentiles], para queseas mi salvación hasta lo postrero de la tierra” (Is. 49:6).En otras palabras, Dios Padre está dando a Cristo como unaluz a los gentiles.

En el mandato que Cristo le dio a los apóstoles, los envió aministrar en Jerusalén, Judea y hasta lo último de la tierra(Hch. 1:8). Al contemplar el Nuevo Testamento, nos damoscuenta que el fruto entre los judíos fue muy poco comparadocon la gran cosecha entre los gentiles. Cuando venga elavivamiento, son aquellos que están afuera, los gentiles, losque entrarán.

Por lo tanto, podemos ilustrar este punto: muy pocos judíosaceptaron el evangelio cuando les fue presentado, encomparación a los gentiles. Era mucho más probable queaquellos que nunca habían conocido el camino de verdad,aceptaran al Señor, en comparación con aquellos a quienes leshabía sido dada la Ley y que no estaban viviendo por la Ley.

En Inglaterra, el Primer Ministro siempre asiste alnombramiento del arzobispo de Canterbury, ya que es unaposición muy importante. El arzobispo es la quintapersona en la jerarquía del estado británico. Un arzobispode Canterbury, el doctor Ramsey, dijo en su discurso deinauguración: “Tuve un sueño, y en el sueño vi unlaberinto. Había personas en este laberinto tratando de


llegar al centro, pero no podían”. Luego, continuó:“También vi personas que estaban afuera del laberinto quellegaron directamente al centro”.

La interpretación fue que el laberinto era la Iglesia. El centrodel laberinto era el Señor Jesucristo. Hay muchos en la Iglesiaque no tienen una relación continua y progresiva con el Señor.Se han descarriado y están perdidos, sin una dirección clarani entendimiento. Sin embargo, durante el avivamiento, esosque están afuera, quienes nunca han conocido el camino deverdad, vendrán directamente a Cristo.

He visto caminar al Señor a través del infierno. Talvez una delas razones de esto es mantenerlo siempre conciente del destinode aquellos que están perdidos; para que ponga Su celo ennuestro corazón, procurando así ganar almas a Su reino.

Salvar a los salvos

Es un hecho que muchos cristianos piensan que Dios pasarápor alto el pecado en su vida o que son especiales y que lasleyes de Dios no se aplicarán para ellos. Para ilustrar esto,ofrecemos este triste relato:

Estando en Suiza, recibí una llamada telefónica de un amigo yamayor, de una iglesia en Ginebra. Fue simple y al grano; undiácono de la iglesia había tenido un sueño que estaba segurovenía de Dios y quería verme en relación a la interpretación.Así, hicimos los arreglos para reunirnos los tres.

El sueño fue así: Parecía ser el día del juicio y el diáconoestaba en una larga fila de hombres que se presentaban uno

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por uno delante de un ángel, sentado en un trono. Conformecada hombre llegaba delante del ángel, caía a tierra, despuésde lo cual los demonios lo llevaban al infierno. La filadisminuía gradualmente hasta que solamente quedó un hombreentre el diácono y el ángel. Este hombre se volteó hacia eldiácono y le dijo: “Estoy bien. No tengo de qué preocuparme”.Cuando llegó delante del ángel, él también cayó y, gritando,fue llevado por los demonios al ardiente pozo del infierno.Luego, el sueño terminó. El diácono me preguntó cuál pensabayo que era la interpretación.

En primer lugar, le expliqué que él estaba en una fila dehombres que pensaban que su vida y sus acciones seríanaceptables, pero no lo eran. “¿Qué está haciendo el diácono?”pregunté. El anciano me contó que la esposa del diácono habíasido internada en una institución mental y que era pocoprobable que alguna vez fuera dada de alta. El diácono habíacomenzado una relación con otra mujer y estaba viviendo conella, plenamente convencido de que Dios entendería y quepasaría por alto sus acciones, las cuales la Santa Escriturallama adulterio.

Le dije que Dios ciertamente era muy misericordioso con eldiácono, mostrándole que sus ideas eran erróneas. Lejos depasar por alto su vida de pecado, Dios le estaba mostrandoque estaba destinado a una eternidad de tormento en el infierno.Por consiguiente, le supliqué que cortara el concubinato conla otra mujer y que se arrepintiera.

Un año después, mi amigo (el anciano) me llamó para decirmeque el diácono había muerto. “¿Cómo murió?”, pregunté. Perono me refería al padecimiento físico, sino a su condición


espiritual. “Bueno, —dijo mi amigo— durante seis meses élatendió tu amonestación de romper con su amiga. Perodespués, reanudó su relación adultera y, en ese estado, murió”.“Así que, lamentablemente —le dije— sabemos que está enesa fila acercándose al ángel, para ser lanzado al infierno”.Mi amigo, con un suspiro, estuvo de acuerdo.

El apóstol Pedro advierte, en 2 Pedro 2:20-21: “Ciertamente,si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones delmundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo,enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estadoviene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubierasido no haber conocido el camino de la justicia, que despuésde haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamientoque les fue dado”.

Es un hecho tremendo el que la palabra de Dios y el Señormismo hablen tanto de aquellos que conocieron el camino yque luego se apartaron para ir a las tinieblas de afuera,experimentando la venganza del fuego eterno y el azufre. JohnWesley dijo que nunca deberíamos subestimar el pecado en laIglesia. Como cristianos, debemos ser cuidadosos con lo quedecimos y cómo vivimos, porque estos factores determinannuestra eternidad. Aquellos que pecan voluntariamente yescogen una vida de pecado, se irán al infierno.

Amable lector, Dios no puede ser burlado. Todo lo que elhombre sembrare, eso también segará (Gá. 6:7). La paga delpecado es muerte, lo que significa condenación y tormentoeternos, mas la dádiva de Dios, a través de creer y caminarcon Jesucristo es vida eterna. No se engañe, si usted estáviviendo en pecado, arrepiéntase antes de que sea muy tarde.

201Capítulo trece

Ciertamente la vida es algo muy serio. Es tan importantemantenerse en el camino recto y estrecho. En Juan 3:16, senos da una de las razones por las que debemos entender quées el infierno: “Porque de tal manera amó Dios al mundo,que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que enél cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. El mensaje quedebemos darle a las personas es uno de arrepentimiento(apartarse del pecado) y abrazar el camino de la justicia. ¡Diosno quiere que nadie perezca!

Al considerar toda la Palabra de Dios, principalmente losevangelios, la Biblia fue escrita básicamente para aquellosque han conocido la verdad. Nuestra carga como cristianospodría ser salvar a aquellos que han sido salvos, aquellosque han conocido la verdad y se han apartado.Convirtámonos en una luz para los que están en la oscuridady que, como dijo Pablo: “…a todos me he hecho de todo,para que de todos modos salve a algunos” (1 Co. 9:22).

“No se engañe, si está viviendo en pecado,arrepiéntase antes de que sea muy tarde”

203Capítulo catorce

Capítulo 14

¿Dónde se encuentra usted hoy?

Mientras escribía estos capítulos acerca del infierno, pasé porun tratamiento del corazón, el cual el Señor utilizó para plantarel temor de Jehová en mí. Me dio una serie de visiones yexperiencias, que hicieron que los terrores del infierno fueranuna viva realidad para mí. Antiguas visiones y antiguos escritosque había recibido, regresaron vivamente a mi mente.Experimenté, otra vez los horrores de ese lugar.

Necesitamos clamarle al Señor para que nos concedamisericordia. Tuve una nueva comprensión de que no solamentesomos salvos por Su gracia, sino que esa misma gracia nosguarda de descender por los caminos de los perdidos. Pudeexperimentar los gases sofocantes del abismo, así como tambiénla futilidad de una vida sin Cristo. Quedó impresa en mí lanecesidad de caminar diariamente, paso a paso, con Él, en unaforma agradable; y el entendimiento de que fuimos creados porel Señor, para Él y para su complacencia.

La esposa piadosa de un pastor tuvo un sueño, el cualcomparto con el permiso de ella. En este sueño, ibacaminando con su esposo por una calle y llegaron a unaiglesia llena de gente. Sintieron que debían entrar y se dieroncuenta que era un funeral. Al acercarse al ataúd, vio a suhermana. Entonces de su boca salieron las palabras:“Hermana, ¿dónde te encuentras ahora?” Su hermana,aunque había sido criada como cristiana, había vivido unavida de pecado y no había caminado con el Señor.


Hubiera sido mucho mejor si en el sueño, la esposa del pastor,hubiera podido ver dentro del ataúd y decir: “Gracias a Diosque estás en el cielo”.

La pregunta que le dejamos a usted, querido lector, es esta:“¿Dónde se encuentra usted hoy?” ¿Se harán la mismapregunta sus parientes cuando lo vean dentro del ataúd?¿Estará usted en el cielo o estará en el infierno, por habervivido una vida indiferente antes de su muerte?

205Capítulo quince

Capítulo 15

Pasos prácticos para evitar el infierno

Los nuevos creyentes

Amable lector, ¿tiene usted la convicción en su corazón dequerer experimentar la salvación? Como dijo Jesús: “Porquede tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijounigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16).

Si es así, por favor siga estos pasos:

1. Haga esta oración: “Señor Jesús, soy un pecador. Por favor,lava mis pecados con Tu sangre redentora. Entra a mi corazóny sálvame para que pueda nacer de nuevo. Dame la graciapara continuar caminando en el camino de justicia todos losdías de mi vida para que pueda terminar bien. Amén”.

2. Lea la Biblia todos los días. Pídale al Señor entendimientoconforme lee. Comience con el evangelio de Mateo. Unadosis diaria de los Salmos le dará ánimo, y los Proverbiosle darán sabiduría.

3. Ore de forma regular. Esto desarrollará una relacióncercana e íntima con el Señor Jesucristo.

4. Evite los amigos del mundo. Comience a compartir conotros cristianos. Pídale al Señor que lo lleve a tener contactocon un cristiano maduro que pueda guiarlo.


5. Únase a una iglesia llena del Espíritu que predique laimportancia de una vida santa.

Restauración y comprometerse de nuevo

Amados, a aquellos que se han alejado del camino de justicia,Oseas 14:1-2 dice: “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porquepor tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras desúplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, yacepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios”.

Aquí hay algunos pasos para regresar al Señor:

1. Vaya al Señor sin demora y reconozca su pecado. Pídaleque bondadosamente lo acepte. Haga esta oración:“Amado Señor, perdóname por descarriarme. Atráeme deregreso a Ti y acéptame en Tu bondad. Fortaléceme, y hazque camine en Tus caminos, para nunca más apartarmede la senda de justicia. Amén”.

2. Regrese a la iglesia y haga una cita para ver al pastor.Es muy necesario que, como cristianos, demos cuentas aquien nos cuida. Al hacerlo, seremos preservados de errary de volvernos tibios nuevamente.

3. Evite todos los amigos impíos.

4. Lea diariamente la Biblia.

5. Ore de forma regular. Esto restaurará el compañerismocercano e íntimo con el Señor Jesucristo.

207

CONCLUSIÓN

Amados, sólo hay dos lugares a dónde podemos ir por toda laeternidad. Escapemos del fuego y del azufre del infierno,recordando las palabras del Señor a los jóvenes colombianos,que la intensidad de todo el dolor en la tierra nunca puede sercomparada al dolor del castigo eterno del fuego del infierno.Procuremos prepararnos para el ministerio eterno en el cielo,para que podamos estar equipados para entrar en él, despuésde una vida que ha ganado Su aprobación: “…Bien, buensiervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;entra en el gozo de tu señor” (Mt. 25:23).

Referencias

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El Ministerio internacional Luz para las Naciones, es un ministerioevangelístico fundado por siete personas (Una revelación del Cieloy el infierno a 7 jóvenes colombianos) las cuales por bondad,voluntad y propósito de DIOS tuvieron una serie de experienciascolectivas con el Señor JESUCRISTO en el Infierno y en el Cielocon el objetivo de mostrar y transmitir el mensaje de DIOS de laexistencia Real y física de estos lugares como extensión y consecuenciade la manera de vivir de cada uno, no deseando que ninguno perezcasino que todos alcancemos la salvación de nuestra alma.

En la actualidad el Ministerio comparte estas poderosasexperiencias en diferentes lugares y medios de comunicación:gracias a la misericordia de DIOS, hemos llevado este mensaje amás de 7000 iglesias en Colombia y algunas naciones: El testimonio

ha llegado a Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, Honduras,Guatemala, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Chile,Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil, El Salvador, México, África,Francia, España, Suiza, Japón, Alemania, Reino Unido y se hanhecho de él traducciones a diferentes idiomas como el Inglés,Coreano, Ruso, Portugués, entre otros. Puede visitarnos en nuestro sitio web: www.minluznaciones.orgdonde puede descargar libremente los testimonios y obtener másinformación de esta serie de experiencias.

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