las 73 preguntas de las entrevistas de trabajo

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Cómo contestar las 73 preguntas más difíciles de las entrevistas de trabajo

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Cómo contestar las 73 Cómo contestar las 73 preguntas más difíciles de las preguntas más difíciles de las

entrevistas de trabajoentrevistas de trabajoAdaptación:

Gerry García (Coordinación de traductores NESTLÉ)

Fuente: DEVFYI - Developer Resource FYI.

La entrevista de trabajo, además de ser una competencia encarnizada, es un verdadero campo minado dentro del mundo perro-come-perro empresarial. Los empleadores tienen sobre sus escritorios un montón de currículos de solicitantes capaces, así que, para elegir a la persona idónea tratan de averiguar, por ejemplo, si al candidato le resulta difícil llevarse bien con los demás, si puede cumplir con los plazos de entrega y si tiene un gran deseo de conseguir empleo.

Muchas personas competentes han sido rechazadas por una sola pifia. No hay secreto infalible para salir airoso de una entrevista de trabajo, pero si sabes a qué atenerte, te irá mejor. Lo que se trata es, básicamente, destacar tus puntos fuertes. Casi todos pueden sostener una buena entrevista y, aunque no tengas madera de vendedor, llevas una enorme ventaja: conoces mejor que nadie el producto, que eres tú mismo.

Entre solicitantes de igual capacidad, el éxito de cualquier entrevista depende en última instancia de dar las respuestas correctas a las preguntas correctas.

Algunos de los entrevistadores más rígidos revelan aquí las preguntas que con más frecuencia hacen a los solicitantes de empleo, y ofrecen sugerencias para contestarlas acertadamente.

Lo que estás a punto de leer es una guía para prepararte bien para enfrentar una entrevista de trabajo y conseguir el puesto al que aspiras. Casi en cada pregunta podrás leer la trampa que se esconde tras bambalinas y conocer la mejor respuesta que dar con ejemplos y consejos incluidos. Todo por el mismo precio.

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Pregunta # 1 Hábleme de usted TRAMPA: Esto es lo que quiere saber simplemente

el entrevistador al empezar la plática. Para ese entonces, él ya habrá observado si llegaste a tiempo y si estás vestido con propiedad. Ahora debes asegurarte de que tus primeras palabras causen una buena impresión. En una respuesta concisa de dos minutos, puedes hablar sobre tu formación profesional y tu experiencia de trabajo, y pasar de inmediato a exponer tus argumentos de por qué eres la persona idónea para el puesto.

¡Ten cuidado! Casi el 80 % de las entrevistas de trabajo comienzan con esta “inocente” pregunta. Pero la mayoría de los entrevistados, cuando no están preparados, tienden a liarse en un sinfín de explicaciones en las que cuentan toda su vida y mezclan los temas personales con la trayectoria laboral.

MEJOR RESPUESTA: Comienza siempre en tiempo presente y explica por qué motivos estás cualificado para ese puesto de trabajo. Debes recordar que la clave del éxito en una entrevista de trabajo es encajar tus conocimientos profesionales con las necesidades del entrevistador. En otras palabras, hay que ofrecer lo que el comprador busca. En esto debes basar tu estrategia en la búsqueda de un puesto de trabajo.

Suelta una frase por la cual te recuerden. Algo como “no estudié en una gran universidad, pero mire cómo he progresado en diez años”. Este detalle, hará que te cataloguen como persona ambiciosa, inteligente y que gusta de trabajar con empeño.

No mientas. Ya que si los reclutadores investigan los datos y encuentran anomalías lo más seguro es que te rechazarán por falta de integridad. Rara vez se pondrán a buscar mayores virtudes en un solicitante al que le encontraron un dato falso en su currículo o al hacer llamadas telefónicas para investigar los datos. Así que antes de contestar esta o cualquier otra pregunta es fundamental que descubras qué es lo que busca y qué necesita el entrevistador. Qué quiere, los problemas que tiene que resolver y los objetivos que desea alcanzar. Para conseguirlo hay que seguir estos dos pasos:

1. Antes de la entrevista tienes averiguar todo lo que puedas sobre lo que esta persona quiere o necesita. No malgastes tu tiempo en las necesidades generales de la industria o la empresa. Tu objetivo son las necesidades del empleador.

2. Al principio de la entrevista, pedir una mayor descripción del puesto de trabajo en cuestión. Lo puedes enunciar de la siguiente manera: “Tengo una

amplia experiencia laboral, pero me gustaría optimizar el tiempo de la entrevista y centrarme en aquellos puntos que más se ajusten a sus necesidades. Para eso necesitaría saber un poco más acerca de las funciones más importantes del puesto. Todo lo que sé es... (lo que leí en el anuncio, lo que me explicaron en la oficina del INEM, etc.)”.

Luego, continúa siempre con una segunda y, en ocasiones, una tercera pregunta. Te sorprenderá saber que es en esa segunda o tercera pregunta donde descubrirás lo que de verdad está buscando el entrevistador.

Puedes preguntar: “¿Y además de eso…?” o “¿Hay alguna cosa más que sea esencial para ese puesto?”. Puede ser que esto no te resulte fácil o natural en un principio, siempre es más sencillo limitarse a contestar las preguntas que nos hacen. Pero debes recordar que solo si sabes cuáles son las necesidades de la empresa puedes dar las respuestas más apropiadas.

Procura hacer un ensayo previo con alguien para familiarizarte con el proceso. Y no te olvides que debes formular estas preguntas clave antes de responder. De esta manera la entrevista transcurrirá con mayor naturalidad y te colocarás por delante de los otros candidatos.

Pregunta # 2 ¿Por qué anda buscando empleo? El entrevistador estará alerta a posibles engaños.

Siempre ve al grano. Sin dejar de mirar a los ojos del entrevistador, un amigo contestó con una sonrisa: “Fui víctima de un plan de reducción de personal que yo mismo diseñé”. Una respuesta sencilla, sin rodeos, también puede servir: “Tuve diferencias ideológicas con el nuevo jefe”. Otra explicación que se comprende fácilmente es: “El empleo que me dieron no era para el que se me contrató, y no correspondía a mis aptitudes”.

Aún y cuando te hayan despedido de tu empleo anterior, la mejor respuesta es siempre la verdad. Con tanto recorte presupuestal en las compañías, el despido ya no representa el estigma de antes. Además, hay mucha más tolerancia al cambio frecuente de empleo, lo cual era mal visto en el pasado.

Pregunta # 3 ¿Cuáles son sus puntos fuertes?TRAMPA: Hay reclutadores que emplean una

variante de esta pregunta. Piden a los solicitantes que, en una escala del uno al diez, califiquen su desempeño en diversas actividades, y expliquen después la razón de dichas calificaciones. Una buena explicación suele ser

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reflejo de logros pasados. Por ejemplo, el entrevistador puede deducir que el aplicante se ha desempeñado mejor buscando maneras de reducir costos que promoviendo negocios nuevos.

¿Qué cualidades son las que más buscan los entrevistadores? Mucho dinamismo, entusiasmo, iniciativa, madurez, don de gentes, firmeza, habilidad para lograr resultados bajo presión, capacidad de ver las situaciones en forma realista. Siempre hay que respaldar tus afirmaciones con ejemplos concretos del trabajo.

No te confíes por la supuesta facilidad de la respuesta, no bajes la guardia. Debes tener mucho cuidado de no parecer egocéntrico o arrogante, pero tampoco es el momento de ser humilde. Busca el equilibrio, destacando aquellas características que crees más valiosas.

Con la presión que se ejerce ahora sobre los gerentes para que hagan más con menos, la era de la especialización ha llegado a su fin. Los entrevistadores quieren que los nuevos empleados sean capaces de adaptarse a un mundo que cambia con rapidez.

MEJOR RESPUESTA: Ya tienes clara tu estrategia, que desde un principio es desvelar las mayores necesidades del empleador antes de dar ninguna respuesta. Recuerda que estás vendiendo un producto: “Tú”, y es evidente que pretendes que “te compren”.

Cuando estás a la búsqueda de un empleo es necesario que te mentalices y prepares bien cada entrevista. Debes elaborar una lista con tus puntos fuertes. No olvides pensar en uno o dos ejemplos específicos para ilustrar cada uno de los puntos que quieres destacar. Lo mejor es que busques estos ejemplos en tus últimas experiencias laborales.

Esta lista, con sus respectivos ejemplos, te la tienes que grabar a fuego y ser capaz de recitarla de memoria, dormido/a o despierto/a.

Una vez en la entrevista, podrás elegir de esa lista los puntos y ejemplos que más se ajusten a las expectativas y necesidades del entrevistador.

En líneas generales, las 10 características más deseables de todo empleado, además de la formación técnica o la formación especializada, requisito indispensable, son:

1. Un historial de logros... especialmente si tus éxitos se corresponden con las necesidades del empleado

2. Inteligencia, recursos e iniciativa.

3. Honestidad e integridad. En pocas palabras: Una buena persona.

4. Que te adaptes bien a la empresa, una persona con las que todos se sientan cómodos y que sepa trabajar en equipo.

5. Actitud positiva, sentido del humor y afabilidad. 6. Dotes de comunicación 7. Dedicación y flexibilidad. 8. Sentido del propósito y claridad de objetivos. 9. Entusiasmo y un gran nivel de motivación. 10. Una saludable confianza en ti mismo, un líder.

Nunca digas: “Puedo hacer cualquier cosa que necesiten ustedes”. El entrevistador espera oír algo más específico. Pero tampoco limites demasiado tu campo de acción. No quieren que las personas sean sólo actuarios, ajustadores o especialistas en mercadotecnia. También deben saber usar la computadora, navegar sin problemas por Internet y tener la habilidad de comunicarse. Por ejemplo, hoy en día no es suficiente tener don de gentes en empresas de telemarketing. Se requiere que sepan usar bien otras herramientas de trabajo como las computadoras, manejar bases de datos, etc.: aptitudes que los ayudarán a crecer profesio-nalmente.

Pregunta # 4 ¿Cuáles son sus puntos débiles?TRAMPA: ¡Ojo!, esta es una pregunta eliminatoria

diseñada para descartar posibles candidatos, y tú no quieres entrar en la lista de eliminados, así que presta atención. Cualquier admisión de debilidad o defecto puede que te haga ganar puntos en honestidad, pero sin lugar a dudas te quitará muchos puntos en el global de la entrevista.

Es incorrecto contestar: “No me viene a la mente ninguno”. Solamente un individuo egocéntrico y poco realista es incapaz de señalar alguna falla. Pero tampoco te vayas a los extremos y reveles defectos intrascendentes. Muchas personas tratan de hablar de sus deficiencias de tal manera que parezcan ventajas. Cuando dicen: “Soy impaciente”, esperan que el entrevistador lea entre dientes y los considere exigentes. Otro ejemplo: “Trabajo tanto, que mi vida familiar se ha visto seriamente afectada”. Danger, Will Robinson, danger! Nunca hagas eso. Los entrevistadores están hartos de escuchar estas trilladas respuestas.

RESPUESTA ACEPTABLE: Puedes maquillar uno de tus puntos fuertes como debilidad diciendo por ejemplo: “A veces exijo demasiado a los demás. Me

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gusta trabajar al límite y no todo el mundo tiene por qué estar al mismo nivel”. Buen intento. Pero tiene una desventaja. Si bien esta estrategia es mucho mejor que caer en la trampa y admitir un defecto, está demasiado trillada y puede resultar evidente para cualquier entrevistador con experiencia.

MEJOR RESPUESTA: Aquí tenemos otro ejemplo de por qué es tan importante conseguir una descripción detallada de lo que busca el entrevistador antes de dar ninguna respuesta. Debes dejar claro que no se te ocurre ninguna razón para que no puedas desempeñar el puesto con éxito. Y haz un repaso rápido de tus habilidades más destacadas.

Ejemplo: “Nadie es perfecto, pero tomando en cuenta todo lo que me ha dicho sobre este puesto de trabajo, creo que encajo perfectamente. Cuando soy yo el que tiene que contratar alguien, las dos cosas más importantes que tomo en consideración son si la persona posee los conocimientos necesarios y si tiene la motivación que requiere el puesto de trabajo. Mi experiencia me dice que cumplo con ambas premisas: Tengo la formación laboral requerida y el deseo de hacer mi trabajo lo mejor posible. Así que, con honestidad, le puedo decir que no encuentro ningún motivo por el que no pueda realizar este trabajo con la excelencia que requiere”.

En el caso de que no tengas los datos suficientes como para asegurar que eres la persona perfecta para el puesto, no te preocupes: Existe una estrategia alternativa. En lugar de confesar alguna debilidad, describe qué cosas son las que más te gustan y las que menos. Eso sí, siempre asegurándote de que encajen con la cualificación para el puesto; en cuanto a lo que menos te gusta, debes citar algo que no sea esencial para desempeñar el puesto.

Ejemplo: Digamos que estás haciendo una entrevista de trabajo para acceder a un puesto de venta. En este caso, la contestación más apropiada podría ser: “Si me dan a elegir, prefiero pasar el mayor tiempo posible con mis clientes en lugar de estar en una oficina haciendo papeleo. Por supuesto, soy consciente de la importancia de organizar los papeles de forma eficiente, y lo hago a conciencia, ya que de ello depende la optimización de los resultados. Pero lo que de verdad me encanta es vender”. Si el entrevistador es un gerente de ventas, esta respuesta será como música para sus oídos.

Trata de demostrar que has aprendido de tus errores y generarás confianza en la persona que se encargará de

contratarte. Sé honesto, pero haz hincapié en los pasos que has dado para resolver estas fallas. Una buena respuesta sería: “En ocasiones no podía cumplir con los plazos asignados, pues me interesaba más en entregar un trabajo de calidad. Pero ya aprendí a delegar, y el año pasado sólo me retrasé una vez”. En un trabajo de telemarketing la respuesta sería: “Hubo muchas veces que me excedía en el tiempo de llamada. Me pedían terminar la conversación en menos de 8 minutos y colgaba pasados los 10. Pero he aprendido a optimizar mis diálogos y a evitar los tiempos muertos y en el último mes logré llegar a los 6 minutos”.

¡Alerta! Algunos entrevistadores se quedan callados luego de hacer esta pregunta, para que el nervioso aspirante se sienta obligado a llenar el vacío ofreciendo más información. En cuanto hayas mencionado uno o dos puntos débiles y hayas explicado lo que estás haciendo para restarles fuerza, deja de hablar.

Donde no corres riesgos es en esos “puntos débiles” que en realidad son la exageración de un punto fuerte. Por ejemplo: “A veces la gente confunde mi firmeza con impaciencia, pero he aprendido a cuidar la forma en que me expreso”.

Pregunta # 5 Dígame algo de lo que se sienta un poco avergonzado

TRAMPA: Si hay una pregunta capciosa, es esta. El entrevistador no tiene por qué preguntarte nada semejante. Pero aunque tengas ganas de responder con un “no es asunto suyo”, evidentemente no puedes hacerlo. Muchos entrevistadores hacen esta pregunta para tratar de “cazarte” y ver si admites alguna cosa, y si no lo haces, analizan si eres capaz de superar la sorpresa inicial e improvisar. Algunos candidatos poco preparados se ponen nerviosos y salen del trance contando cosas personales o de trabajo, y eso, ten por seguro, es la peor opción.

MEJOR RESPUESTA: Aquí pasa lo mismo que con los defectos y las debilidades: Jamás confieses arrepentimiento. Aunque tampoco es bueno hacer sentir al entrevistador que está chocando contra un muro. La mejor estrategia es contestar que no te arrepientes de nada y a continuación explicar algún método que practiques para que tus relaciones con los demás discurran por unos cauces razonables.

Ejemplo: Para salir airoso de esta pregunta tendrás que recurrir a tus dotes interpretativas. Una vez te han hecho la pregunta haces una pausa para reflexionar, como si jamás hubieras pensado en ello. Entonces dices

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algo así: “¿Sabe una cosa? La verdad es que no se me ocurre nada”. Otra pausa y, como si te estuvieras sincerando, agregas: “Me he dado cuenta de que para no tener que arrepentirme de nada, lo mejor es evitar hacer cosas de las que pueda arrepentirme. Tengo una acostumbre que me ayuda mucho. Todas las noches repaso los acontecimientos del día, las conversaciones que he tenido y lo que he hecho, y me pregunto cómo ha ido todo. A veces me doy cuenta de que tengo que prestar más atención a una cosa, o hablar con alguna persona para evitar alguna posible confusión, sobre todo cuando trabajo en equipo. Creo que a veces es cuestión de adelantarse a las situaciones en lugar de lamentarse después”. Una respuesta de este tipo nos da la oportunidad de transmitir dos valores en alza: Apertura y sensatez.

Pregunta # 6 ¿Por qué va a dejar (o dejó) su

anterior empleo? TRAMPA: Los entrevistadores saben bien que

muchas personas renuncian a su empleo porque detestan a sus jefes, pero la realidad es que son pocos los empleadores que desean escuchar esas historias. No ven para que tendrían que saber que un solicitante tuvo problemas con su jefe si está deseoso de ser contratado. En ningún caso debes hablar mal de tu anterior empresa, jefe, compañeros de trabajo o clientes. Esta es una de las reglas básicas: Jamás ser negativo. Si hablas mal de tu trabajo anterior, serás tú el perjudicado. Debes evitar ante todo palabras y conceptos como “choque de personalidades”, “no me llevaba bien”, o cualquier otra cosa que pueda poner en duda tu competencia, integridad o temperamento.

MEJOR RESPUESTA: Aquí hay dos posibles respuestas que dependen exclusivamente de tu situación laboral.

Si tienes trabajo: En este caso, si no estás muy convencido de cambiar

de empleo no tengas miedo de decirlo, ya que si tienes trabajo estás en mejor posición que los que no lo tienen. Pero tampoco hagas alarde de ello. Di con sinceridad que tienes la esperanza de encontrar nuevos desafíos. Evidentemente la respuesta tendrá mucha más fuerza si ya tienes claro el puesto de trabajo que se te ofrece y puedes ser mucho más específico en cuanto a por qué deseas este trabajo en concreto, pero a esta altura de la entrevista es algo que ya deberías saber.

Si no tienes trabajo: Si has sido despedido es contraproducente negarlo.

Además de no ser ético, es muy fácil que te pillen. Pero una táctica inteligente es tratar de justificar la razón del despido. Si fue como resultado de una reestructuración, una venta, una división, etc., mucho mejor. Pero también deberías hacer algo que es poco frecuente y que demostrará tu profesionalidad. Aunque duela, describe la forma en que te despidieron -desde el punto de vista de la empresa-, dejando claro que entiendes perfectamente el motivo y que si tú hubieras estado en esa misma posición, probablemente hubieras actuado de la misma manera. Esta respuesta te engrandecerá, y lo más importante, demostrarás que no guardas resentimiento y que es evidente que has superado el revés. Así te desmarcarás de la masa de empleados que no tienen empacho en mostrar el resentimiento y la amargura que sienten por la situación en la que se encuentran.

En cuanto a por qué has dejado otros empleos anteriores: Ten preparada una breve explicación de por qué te fuiste. Los mejores motivos son: Más dinero, oportunidades, responsabilidad o crecimiento. Y también, el deseo de aumentar tus conocimientos profesionales.

Muchos entrevistadores sugieren concentrarse en los motivos profesionales por los que se desea ingresar en una compañía nueva. Por ejemplo: “Supe que su compañía es líder en el campo en el que me quiero desarrollar; y dado que el éxito de una compañía viene del material humano, yo quiero ser parte de ese equipo”.

Pero si fuiste despedido a causa de un conflicto que tuviste con tu jefe, es conveniente que se lo hagas saber al entrevistador, en vez de esperar a que se entere por otro conducto. Sé sutil y positivo al responder a las preguntas que te hagan. Una amiga dio esta respuesta que puedes usar como guía: “Entró un jefe nuevo en el departamento de [nombre del departamento] y nuestros estilos administrativos eran incompatibles. Por tanto convinimos en discrepar”.

Pregunta # 7 La “estratagema del silencio”TRAMPA: ¡Cuidado!, si no estás preparado para esta

situación es bastante probable que no la puedas manejar, poniendo en peligro el resultado de toda la entrevista. Está pensada para saber cómo reaccionas bajo estrés. Afortunadamente, pocas empresas la utilizan.

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Funciona de la siguiente manera: Respondes a una pregunta del entrevistador y en

lugar de formular otra, se queda mirándote fijamente con un silencio desafiante. Tú esperas y poco a poco te vas poniendo nervioso, porque continúa en silencio como si no diera crédito a lo que has dicho, o tal vez haciéndote creer que has sido torpe y has roto una inquebrantable regla de funcionamiento de la entrevista.

Cuando te someten a este tipo de técnica, especialmente después de responder a una pregunta difícil como podría ser la de “hábleme de sus puntos débiles”, puede ser muy intimidatorio e inquietante, incluso para aquellos que tienen mucha experiencia en entrevistas de trabajo y una amplia educación empresarial.

Los candidatos menos avezados intentan llenar el silencio con explicaciones para aclarar la respuesta que han dado y que, obviamente, ha sido la causante del incómodo silencio. Y lo hacen balbuceando, agregando información irrelevante o perjudicial. Es una reacción completamente normal, se sienten pillados en falta y quieren solucionarlo. Pero como no tienen ni idea de qué es lo que ha generado ese silencio, se encuentran a sí mismos hablando sin sentido y mostrando lo confundidos y nerviosos que se sienten con el silencio inamovible del entrevistador.

MEJOR RESPUESTA: De la misma manera que una máscara tribal, el tratamiento del silencio pierde todo su poder si no te dejas intimidar. Respondes con un silencio relajado por un tiempo prudencial y luego, con mucha amabilidad y calma -sin rastro de sarcasmo-, preguntas: “¿Quiere que agregue algo al último punto?” Y no tienes que decir nada más. Jamás dejes que el tratamiento del silencio te intimide hasta el punto de empezar a hablar sin ton ni son, porque te puede costar el posible puesto.

Pregunta # 8 ¿Y por qué debería contratarle?TRAMPA: Ve con pies de plomo, esta puede ser una

pregunta traicionera porque muchos de los candidatos no están preparados para contestarla. Si tartamudeas o improvisas, ya te puedes ir despidiendo de la entrevista y del trabajo. Solo conseguirás un “ya le llamaremos”.

MEJOR RESPUESTA: A estas alturas ya sabes la importancia que tiene descubrir las necesidades de la empresa, y en concreto de este puesto de trabajo, antes de contestar a ninguna pregunta. Si has hecho tus deberes y sabes cuáles son estas necesidades, esta pregunta será clave para ti. Podrás sacar ventaja a los

demás candidatos, ya que te brinda la oportunidad de exponer las razones para contratarte a ti antes que a ningún otro, porque (ojo, esto es muy importante) estará estrictamente ligada a sus necesidades.

Es indiferente que te hagan esta pregunta de forma explícita o no. Recuerda es la más importante de toda la entrevista, porque es la misma que se hará el entrevistador antes de contratarte. Así que es el momento de darle el empujoncito y poner en su mente las respuestas. Repasa con él cada uno de los requerimientos del puesto y da a cada uno de ellos una razón que explique por qué encajas a la perfección.

Ejemplos: “Según tengo entendido, lo que usted busca sobre

todo es a alguien que pueda gestionar las ventas y el marketing de sus productos. Y por lo que ha dicho, necesita a alguien con conocimientos profesionales y una sólida experiencia en el sector. Como verá, he desarrollado toda mi carrera en el sector de las comunicaciones. Creo que tengo una amplia y demostrada trayectoria, así como la formación especializada para poner en práctica todas las herramientas y habilidades necesarias para ofrecerle unos resultados excelentes”.

“Usted necesita un comercial dinámico, que pueda ampliar su cartera de clientes, y que tenga experiencia en este sector. Y estoy seguro de que yo puedo ofrecerle eso. En los últimos años desarrollé esta función en otra empresa con excelentes resultados, amplié la cartera de clientes y consolidé su fidelidad además de incrementar en un 20% las ventas, etc.”

Cada una de estas afirmaciones, avaladas siempre por tu cualificación y experiencia, resulta un toque maestro que suma puntos. Es tu mejor oportunidad de que “compren” tu candidatura y de desbancar a tus competidores. Por eso es primordial que te centres en responder adecuadamente y dar argumentos sólidos para que el entrevistador esté convencido de que tú eres la respuesta a sus necesidades.

Pregunta # 9 ¿No cree que está sobre-calificado para este puesto?

TRAMPA: El empleador teme que si te da el puesto, a corto plazo no te satisfaga y te marches. Esto pasa mucho cuando acudimos a una entrevista de trabajo para un puesto que no requiere nuestra cualificación, sobre todo en momentos en que el mercado de trabajo pasa por sus peores momentos.

MEJOR RESPUESTA: No veas esta objeción como

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si todo hubiera terminado aquí. No es una derrota inminente, es una oportunidad de demostrar al entrevistador otra forma de ver la situación y hacer hincapié en las ventajas en lugar de las desventajas. Si lo haces bien, puedes darle la vuelta a la situación.

Ejemplos: “Sinceramente, el mercado de trabajo es lo que es,

un mercado, y claro, está sujeto a la ley de la oferta y la demanda. Y en el momento en que estamos, demasiada experiencia o cualificación es un término muy relativo, ya sabe usted como están las cosas. Yo lo comprendo y actúo en consecuencia”.

“Esto no tiene por qué ser un impedimento; al contrario, creo que puede ser beneficioso para la empresa y para mí. El trabajo está muy complicado hoy en día, ya no hay personas 'demasiado cualificadas' para ningún puesto. Y creo sinceramente que esta es una buena oportunidad para mí.”

“También debería tener en cuenta mis años de experiencia y mi formación empresarial, esto puede ser muy interesante para ustedes. La experiencia es un grado y yo la tengo, ambos podríamos salir beneficiados de la situación”.

“Tenga en cuenta que hay muchas cosas que se aprenden en un máster o en la universidad, y otras se aprenden con el trabajo de campo. Yo las he aprendido. Sinceramente, creo que puedo ser un buen candidato al puesto. Cuando se trata de saber cómo se trabaja en equipo y cómo sacar lo mejor de cada miembro del grupo, no hay mejor escuela que la de la experiencia. Y yo tengo esa experiencia”.

“Yo también obtengo beneficios. Ahora mismo estoy en el paro y quiero trabajar, y el puesto que me ofrece es exactamente lo que más me gusta hacer. Y hacer lo que me gusta es para mí mucho más importante que el dinero o tener un puesto de renombre.”

“Ahora mismo busco estabilidad, y creo que en su empresa puedo encontrarla. Sé que soy capaz de hacer este trabajo estupendamente. Es un buen momento para establecer nuevas metas en mi carrera y me encantaría hacerlo en su empresa”.

NOTA: La mayor preocupación que se esconde detrás de esta pregunta es si dejarás plantada a tu nueva empresa en cuanto se te presente una oportunidad mejor. (Muchos lógicamente lo hacen, no hay que hacernos tontos). Por esta razón, todo lo que demuestre tu sinceridad en cuanto a tu compromiso con la empresa, puede ayudar a superar cualquier objeción que haya.

Pregunta # 10 ¿Dónde se imagina usted dentro de cinco años?

TRAMPA: Esta pregunta está diseñada para calibrar tu nivel de ambición. Con tu respuesta, el entrevistador lo que realmente quiere saber es si te estás conformando con este puesto para utilizarlo como plataforma y luego conseguir algo mejor. Es importante que midas bien tu respuesta. Si eres demasiado específico, por ejemplo nombrando los puestos que desearías obtener, puede ser que resultes un poco presuntuoso/a; en cambio, si eres demasiado impreciso, puede dar la sensación de que no tienes un rumbo trazado.

Lo peor que puede sucederle a uno en esta situación es no tener una respuesta, o dar una que sea incompatible con las metas de la compañía. Recuerda que el entrevistador también podría inquietarse si uno da la impresión de que el empleo es solo una “estación de paso”. La empresa puede temer que si contrata a una persona con tal actitud, esta va a pasar más tiempo maniobrando para acceder a otro puesto que trabajando.

MEJOR RESPUESTA: Debes transmitir a la persona que te haga la entrevista que quieres un empleo a largo plazo y que este puesto de trabajo reúne todo lo que estás buscando, y además es lo que mejor se te da. Y en cuanto a tu futuro, eres consciente de que si desempeñas bien tu trabajo, las oportunidades se irán presentando solas. Lo aconsejable es hacer mención de los objetivos a largo plazo, pero hablar más de los propósitos a corto plazo. Por ejemplo: “tengo treinta años y me encanta lo que hago. Me gustaría llegar a ser un alto ejecutivo, pero soy consciente de que primero debo aprender otras cosas. El siguiente paso es el de gerente de división. Permítame explicarle por qué creo que estaré listo para ese puesto dentro de cinco años.”

Ejemplo: “Lo que me interesa es encontrar un puesto de trabajo de larga duración y, por lo que me ha dicho, este es el puesto que estoy buscando y para el que estoy especialmente cualificado. En cuanto al futuro, estoy convencido de si hago mi trabajo como sé, las oportunidades se irán presentando. Siempre ha sido así a lo largo de toda mi carrera y estoy seguro de que aquí tendré esas mismas oportunidades”.

Pregunta # 11 Describa su empresa y su trabajo ideal

TRAMPA: ¡Mucha atención! esta es una pregunta que hace un entrevistador con experiencia cuando cree

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que estás supercualificado, pero no quiere mostrar abiertamente sus objeciones. Así que utilizará esta estrategia que, en muchas ocasiones, hace que el candidato revele lo que realmente está buscando, y que no es exactamente lo que se le ofrece.

MEJOR RESPUESTA: La única respuesta apropiada es describir de forma entusiasta lo que la empresa te está ofreciendo. Es importante que suene creíble. Debes explicar por qué cada una de las cualidades ideales para ti - que son exactamente su empresa y el puesto de trabajo al que te has presentado- te resultan especialmente atractivas.

Recuerda que si procedes de una empresa que es líder en ese mismo campo o de una compañía, industria, ciudad o posición que es codiciada por muchos, el entrevistador y la empresa que representa puede sentirse en inferioridad de condiciones. Si esto pasa es muy probable que se ponga a la defensiva y piense que te estás conformando aunque los consideres de segunda división.

Esta sensación puede aparecer en el entrevistador sin que tú hagas nada para provocarla, por lo que debes tratar de disipar esa ansiedad aunque no se haya expresado abiertamente, y para lograrlo es fundamental que posiciones sus virtudes al principio de la lista, y añadas razones que justifiquen por qué estas cualidades son importantes para ti.

Si no eres capaz de transmitir un verdadero y genuino entusiasmo por la empresa, la localización, la cultura, o algún otro factor, puede que no superes esta pregunta y dejes al entrevistador con la impresión, muy contraproducente para ti, de que alguien como tú que viene de trabajar en una prestigiosa empresa de moda de París no estaría a gusto en una desconocida firma de diseñadores en Timbuctú.

Pregunta # 12 ¿Por qué quiere trabajar en nuestra empresa?

TRAMPA: Esta es una pregunta-sonda. Lo que realmente quiere saber el entrevistador es si has hecho tu tarea y sabes cómo es su empresa. Si no has hecho los deberes, no hay nada que hacer. Si los has hecho, este es el momento de apuntarte unos tantos.

MEJOR RESPUESTA: Si has investigado los detalles de la empresa, esta pregunta puede reforzar tu candidatura casi tanto como si estuvieses en posesión del mejor de los MBA; es la gran oportunidad para desmarcarte de tus competidores.

Las mejores fuentes para poder obtener información

sobre la compañía son los informes anuales, las noticias institucionales, lo que se haya publicado en los medios, anuncios, conocidos que puedas tener dentro de la empresa o proveedores. Tienes que procurar dar razones convincentes para que el entrevistador te tome en cuenta como un serio candidato, un experto profesional.

Pregunta # 13 ¿Cuáles son sus perspectivas laborales?

TRAMPA: Esta es la típica pregunta que hacen los entrevistadores para tratar de averiguar en qué grado de desesperación te encuentras. No te tragues el anzuelo.

MEJOR RESPUESTA: Debes ir preparado para responder a esta pregunta, que es todo un “clásico” en cualquier entrevista de trabajo.

Si tienes trabajo, describe las posibilidades que tienes dentro de tu empresa y afirma que a pesar de que te sientes valorado, buscas algo más (nuevos desafíos, dinero, responsabilidad, etc.). También puedes mencionar que estás viendo tus oportunidades de cambio en una o dos empresas más.

Si no estás trabajando, puedes decir que tienes otras ofertas que estás estudiando. Pero haz referencia a ello sin entrar en detalles. No debes dar la impresión de que deseas manipular la situación o que no tienes las cosas claras.

Pregunta # 14 ¿Por qué lleva tanto tiempo sin trabajar?

TRAMPA: Esta pregunta puede ser complicada de contestar si llevas un largo período sin trabajo. No quieres bajo ningún concepto que tu posible empleador crea que tienes problemas para encontrarlo.

MEJOR RESPUESTA: En este caso la mejor táctica es enfatizar los factores por los que -siempre por decisión propia- has prolongado tu búsqueda de empleo.

Ejemplo: “Después de mi último trabajo tomé la decisión de no precipitarme a coger el primer trabajo que se me presentara. He aprendido que cualquier cosa aparentemente negativa se puede convertir en algo positivo con el esfuerzo. Y eso es lo que estoy intentando hacer. He decidido tomarme el tiempo necesario para examinar qué es lo que mejor hago, qué trabajo es el que más satisfacciones me proporciona, y a partir de ahí me he dedicado a identificar aquellas empresas, como es este caso, que pueden ofrecerme esas posibilidades.

“También está el factor de la crisis económica (la

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etapa de consolidación, estabilización, etc.) en el sector (bancario, de la industria del automóvil, empresas de servicios, publicidad, etc.)”.

“Por lo tanto, la combinación de ambos factores, mi selectividad a la hora de aceptar un empleo y el momento tan delicado que está atravesando el sector, hacen que el proceso esté llevando su tiempo. Pero estoy convencido de que encontraré el lugar adecuado y eso será beneficioso, tanto para mí como para la empresa que me contrate”.

Pregunta # 15 Dígame sinceramente cuáles son los puntos positivos y negativos de su empresa

TRAMPA: A algunos entrevistadores muy hábiles les resulta irresistible sonsacar trapos sucios de trabajos anteriores. Jamás caigas en ese juego.

MEJOR RESPUESTA: Ha llegado el momento de demostrarle a tu posible próximo jefe tu grado de lealtad con la empresa para la que trabajas, porque a decir verdad esta pregunta solo se trata de eso. Recuerda la regla principal: Jamás seas negativo. Saca a relucir únicamente los puntos positivos, aunque te hayan invitado a ser crítico con muchísima complicidad. Al entrevistador, tu antiguo jefe le importa bastante poco. Tampoco busca que te sinceres. Solo quiere calibrar el grado de lealtad que tienes y averiguar si eres una persona positiva. Y sobre todo, como es evidente, comprobar tu grado de lealtad. Si estás dispuesto a criticar a tu antiguo jefe por qué no habrías de hacerlo mañana con su propia empresa. Este es el momento de ser listo y ganarte esos puntos extras que al final pueden hacer que el entrevistador se decida por uno u otro candidato.

Pregunta # 16 ¿Qué libros ha leído últimamente? TRAMPA: Como en todos los demás puntos de la

entrevista, nunca debes fingir saber de algo que no sabes. Si te pillan, pondrías en duda el resto de la entrevista. Pero por otro lado, no quieres quedar como un ignorante que no ha leído nada desde que dejó las lecturas obligatorias del colegio.

MEJOR RESPUESTA: Asumiendo que no estás optando a un puesto como crítico de la sección de Cultura de ningún periódico, ni buscas trabajo como profesor de literatura, nadie espera de ti que seas un erudito. Pero tampoco estaría de más que leyeras los libros más importantes relacionados con tu especialidad para mantener al día tus conocimientos profesionales.

Dicen que el trabajo más difícil es el de buscar

trabajo. Así que debes considerar la lectura como parte de tu búsqueda de empleo y leer al menos un par de esos libros básicos. Pero asegúrate que sean libros de calidad y que refuercen tu imagen. Jamás menciones títulos que puedan ser considerados superficiales.

Por último, puedes agregar algún best-seller de ficción o el último ganador del Premio Planeta y pasarás esta pregunta con éxito.

Pregunta # 17 Dígame cómo reacciona cuando recibe críticas por su trabajo

TRAMPA: Esta es una pregunta peligrosa porque es una manera muy inteligente y sutil de que admitas alguna debilidad; pero a la vez sirve para evaluar cómo aceptas la crítica y la autoridad. De esta no te puedes salir por la tangente diciendo que jamás te han criticado. Todo el mundo ha recibido críticas alguna vez. Aun así, puede ser un error empezar admitiendo tus potenciales faltas y fracasos, en dos frases puedes fastidiarlo todo. Así que lo mejor es que tengas preparada una buena respuesta.

MEJOR RESPUESTA: Comienza enfatizando las opiniones favorables que has tenido a lo largo de tu carrera y (solo si es verdad) los informes positivos sobre tu actividad. De más está decir que nadie es perfecto, y siempre has estado abierto a recibir sugerencias (la elección de las palabras es muy importante; “sugerencias” es más positivo que “críticas”) para mejorar tu trabajo. Este es el momento de poner algún ejemplo. Elige algo que sea completamente inocuo para tu imagen, como alguna experiencia de aprendizaje al principio de tu carrera, y explica cómo eso que aprendiste ha formado parte de tu formación empresarial y te ha ayudado en tu trabajo a partir de ese momento.

Esto demostrará que eres capaz de aprender de la experiencia y que la lección que has sacado es ahora uno de tus puntos fuertes. Si te ves presionado a dar un ejemplo de alguna crítica recibida en tu último puesto de trabajo, busca el ejemplo más trivial que se te pueda ocurrir y que de ninguna manera pueda dañar tu imagen profesional. Añade también que has aprendido gracias a ello, que en los últimos meses/años has logrado incorporar esta experiencia y que actualmente no supone ningún obstáculo.

Pregunta # 18 ¿Qué otras cosas le interesan en la vida?

TRAMPA: Recuerda que lo que quieres es vender tu

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producto -tú-. Pero tampoco eres un esclavo y el entrevistador lo sabe. Ten cuidado. Si tienes demasiados intereses, tal vez puedan creer que esas actividades extracurriculares interfieren en tu trabajo.

MEJOR RESPUESTA: Trata de dar a entender que la cultura de esa empresa está en relación directa con tus actividades preferidas fuera del trabajo.

También puedes utilizar esta respuesta para romper con los estereotipos que puedan limitar tus posibilidades. Por ejemplo: Si tienes más de 50 años, puedes describir actividades que demuestren tu buen estado físico. Si eres joven, menciona alguna actividad que denote sabiduría y confianza institucional, como ser miembro de una ONG o voluntario en alguna causa benéfica.

Otra manera de contestar a esta pregunta podría ser centrarte en contar tus intenciones de ampliar tus conocimientos en un área importante de tu especialidad. Podría ser, por ejemplo, una aplicación informática, o una nueva técnica de gestión, o másters o cursos de especialización. La clave está en centrarte en algo que no sea esencial para el desempeño de tus funciones pero que añada otra dimensión a tu actividad profesional.

Recuerda ante todo que la empresa te contrata por lo que le puedes dar, no por lo que te puedes dar a ti mismo, a tu familia o a otras organizaciones, independientemente de lo admirables que puedan ser estas actividades. No estás buscando caerle bien, tu objetivo es demostrarle que eres el mejor candidato.

Pregunta # 19 La pregunta "mortal” (señalar aquello de lo que careces)

TRAMPA: Si el entrevistador se ha leído tu currículum con atención, puede tratar de hacerte la “pregunta mortal”. Puede ser que carezcas de formación superior, que hayas estado un tiempo sin trabajar, que no hayas realizado cursos de idiomas, etc. Esta pregunta es mortal solo en el caso de que no sepas reaccionar y respondas a la defensiva.

MEJOR RESPUESTA: Como todos los expertos en ventas saben, toda venta siempre encuentra obstáculos (que pueden verbalizarse o no). Estas objeciones tienen que ver directamente con las ansiedades del comprador. La clave está en no tratar de minimizarlas. Esto lo único que puede dar por resultado es que el entrevistador -o el cliente, si se trata de una venta- se ponga en guardia y sus ansiedades se exacerben aún más.

Entonces, ¿qué hacer? Siempre que te aparezca una de estas “manchas” haz lo siguiente:

1.- Sé completamente honesto y admite la deficiencia. Si muestras que no tienes nada que ocultar, la ansiedad del comprador se disipa.

2.- Bajo ningún concepto de disculpes ni trates de dar explicaciones. Tú sabes que esta supuesta “falta” no te preocupa, y esa es la actitud que quieres que adopte el entrevistador.

3.- Agrega que si bien tener esa cualificación hubiera sido estupendo, el hecho de no tenerla te ha empujado a trabajar mucho más duro a lo largo de tu carrera, y jamás ha significado impedimento alguno para superar todos los retos que se te han ido presentando. Puedes dar algún ejemplo de cómo a través de tu compromiso has superado en tu trabajo a otros que sí tenían esa titulación.

Pregunta # 20 ¿Cómo se siente respondiendo ante alguien más joven?” (mujer, minoría, etc.)

TRAMPA: Es vergonzoso que algunos entrevis-tadores aún se vean obligados a hacer esta pregunta, pero muchos de ellos entienden que entre los candidatos aún existen este tipo de prejuicios, y desean atajarlos desde el principio. La trampa aquí está en que en el politizado ambiente que vivimos, incluso la respuesta mejor intencionada nos puede meter en un buen lío. Ante todo debes evitar las afirmaciones que suenen paternalistas o insensibles, como: “Creo que son unos jefes fantásticos” o la trillada: “Algunos de mis mejores amigos son...”

Contestar a esta pregunta de manera adecuada es un desafío, porque lo que el entrevistador estará juzgando principalmente es tu sinceridad, y pensará, sin género de dudas: “¿De verdad siente lo que está diciendo?” Así que tu objetivo es lograr que tu respuesta sea creíble y que no parezca automática. Si la empresa es lo suficientemente inteligente y ha promocionado a sus empleados basándose únicamente en sus méritos, se sentirán orgullosos de ello y preferirán emplear a personas que valoren su sentido de la igualdad.

MEJOR RESPUESTA: Debes transmitir que admiras profundamente a las empresas que contratan y promocionan a las personas según sus propios méritos y no podrías estar más de acuerdo con esa filosofía. La edad, el género, la raza, etc. de la persona a la que tengas que responder, ciertamente no es para ti un factor relevante, ni supone ninguna diferencia. Asumes que cualquier persona que esté en ese puesto de trabajo, se lo ha ganado y conoce su trabajo a la perfección. Tanto la persona como el puesto de trabajo merecen

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todo tu respeto. Tú crees que todos los empleados de la empresa, desde el recepcionista hasta el director general, trabajan mejor cuando su capacidad y su esfuerzo son valorados y recompensados justamente, y eso te incluye a ti. Este es el ambiente de trabajo donde te sientes cómodo y donde te apetecería trabajar.

Pregunta # 21 Revelar información confidencial de tu anterior empresa

TRAMPA: Esta es otra prueba psicológica. Si un entrevistador te presiona para que reveles información de la empresa en la que aún trabajas o acabas de dejar, no te sientas atrapado. Es muy probable que creas que si te prestas a cooperar se te juzgue como indigno de confianza, pero al mismo tiempo si no cooperas puedes irritar al entrevistador y parecer obstinado, poco colaborador y extremadamente desconfiado.

MEJOR RESPUESTA: Esta situación se puede dar por varias razones. Hay compañías que utilizan las entrevistas para investigar a sus competidores. Creen que es la trampa perfecta. Tienen en su propio terreno una persona con información que ellos quieren sobre los planes, metodología, investigaciones, condiciones financieras, etc., de su competencia directa. Si se trata de este caso, jamás tenían en mente contratarte, por lo cual no tienes de qué preocuparte.

Otra opción es que estén poniendo a prueba tu integridad y deseen saber si eres de los que te dejas acorralar y terminas por revelar información que no debes. ¿Qué hacer entonces? Solo hay una respuesta: Jamás reveles nada verdaderamente confidencial de las empresas para las que has trabajado. Eso sí, explica tu reticencia con mucha diplomacia. Por ejemplo: “Me gustaría ser abierto en este tema, pero comprenderá que debo respetar a aquellos que me han confiado esta información, de la misma manera que a usted le gustaría poder confiar en cualquiera de sus empleados clave si hablaran con la competencia”.

También puedes hablar de tus logros en la empresa sin necesidad de revelar la combinación de su caja de seguridad. Déjate guiar siempre por la regla de oro; ¿cómo te gustaría que reaccionaran tus empleados si fueras el dueño de la empresa en la que trabajas? Si la información que te piden que reveles es éticamente cuestionable, no tengas dudas: Niégate a darla.

Recuerda que esta pregunta está generalmente diseñada para ponerte contra las cuerdas: Tener que elegir entre tu deseo de conseguir el puesto de trabajo y tu integridad. Si te dan a elegir, siempre pon la

integridad por delante. Esta es una cualidad mucho más valorada que cualquier información que puedas llegar dar. Si les das la información que te piden, tu valor como persona se verá seriamente rebajado y es muy probable que pierdas su respeto y el puesto de trabajo al que optabas.

Pregunta # 22 ¿Mentiría por su empresa? TRAMPA: Esta es otra pregunta que te pone entre

las cuerdas, lealtad versus integridad. Es normal que en una situación así te sientas acorralado.

MEJOR RESPUESTA: Ante todo trata siempre de evitar elegir entre dos valores. En su lugar lanza una afirmación positiva que distraiga la atención y no te obligue a elegir.

Ejemplo: “Jamás haría algo que dañara a la empresa para la que trabajo…” Si te presionan hasta el límite y te ves obligado a elegir entre dos valores enfrentados, elige siempre la integridad personal. Es mucho más valorado.

Pregunta # 23 Si mira hacia atrás, ¿qué cambiaría de su vida?

TRAMPA: Esta pregunta se hace para tratar de indagar en los errores, arrepentimientos, desilusiones o problemas que puedan seguir afectando tu personalidad y, por supuesto, tu rendimiento en el trabajo. Tú no quieres dar al entrevistador ningún motivo para que se le quede de ti un recuerdo negativo. Pero tampoco quieres dar la impresión de que tu corazón y tu alma no están en el trabajo.

MEJOR RESPUESTA: Afirma que te sientes satisfecho y que, por regla general, eres una persona optimista. Y que, sinceramente, no cambiarías nada.

Ejemplo: “Considero que hasta ahora he tenido una vida profesional rica en aprendizaje y experiencia, y que lo mejor aún está por llegar. Me siento satisfecho, cada experiencia en la vida es una lección. La verdad es que no cambiaría nada”.

Pregunta # 24 ¿Cree que podría haberlo hecho mejor en su anterior empleo?

TRAMPA: Mucho cuidado con esta pregunta. Aunque se produzca en una conversación relajada con el entrevistador y te sientas tentado a contestar abiertamente, este no es el momento para las confesiones sobre problemas mayores, ni tampoco menores.

MEJOR RESPUESTA: Una vez más, evita ser

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negativo. Por ejemplo: “Supongo que con la perspectiva siempre se puede encontrar la manera de hacerlo mejor, eso es evidente, pero en términos generales no se me ocurre nada que hubiera marcado una gran diferencia”.

Si crees que la respuesta resulta excesivamente vaga y necesitas agregar algo más, describe una situación que se haya producido por motivos que escapaban a tu control. Por ejemplo, cuenta la desilusión que te causó el lanzamiento fallido de un producto, etc., que parecía muy prometedor, pero que por las razones que sea (ajenos a ti) no obtuvo los resultados deseados. Ejemplo: “Ojala hubiéramos sabido desde el principio lo que descubrimos después (el cambio de mercado, el cambio económico, etc.), pero cono no podíamos saberlo, fuimos a por ello. Sin embargo, como siempre pasa, aprendimos de la experiencia.”

Pregunta # 25 ¿Se le dificulta trabajar bajo presión?

TRAMPA: En apariencia es una pregunta fácil de contestar, pero tú quieres que la respuesta resulte creíble.

MEJOR RESPUESTA: “Muy bien, estoy acostumbrado a trabajar bajo presión”. Y luego agregas un par de ejemplos concretos que demuestren que has logrado tus objetivos trabajando bajo una gran presión. Es preferible que ya lleves preparado este tipo de preguntas, porque a veces la tensión que sentimos en una entrevista de trabajo puede hacer que titubeemos.

Pregunta # 26 ¿Cuáles son aquellas cosas que más pueden irritarle?

TRAMPA: No quieres dar la impresión de ser demasiado impetuoso, pero tampoco un pusilánime; debes calibrar muy bien tu respuesta.

MEJOR RESPUESTA: Debes responder con una afirmación que encaje con tu personalidad y con el estilo de la empresa. En esta respuesta todo el trabajo previo de preparación de la entrevista, el conocimiento de la empresa y tu formación empresarial anterior te serán de gran utilidad para encontrar las palabras adecuadas. Es el momento de “sacar tajada”.

Ejemplo: Si eres una persona reservada y la empresa es muy fría y profesional, puedes responder algo así como: “Soy una persona equilibrada y positiva por naturaleza, y estoy segura de que eso es lo que me ha ayudado a que en todos los departamentos en los que he trabajado las cosas se desarrollaran sin

tropiezos, armoniosamente y con espíritu corporativo. Estoy convencido que la comunicación clara es clave para obtener el compromiso de la gente y lograr los objetivos planteados.”

“Si alguien o algo va mal considero que es mejor saberlo desde el principio. Si con una comunicación de este tipo, abierta y de seguimiento, alguien no llega a cumplir con su trabajo, me gustaría saber por qué. Si no existe una buena razón, eso me impacienta y me irrita. A partir de este punto es cuando creo que debo tomar las medidas necesarias. Pero si se contrata a buenos trabajadores y les das suficiente motivación, las cosas jamás llegan a ese punto”.

Pregunta # 27 ¿Por qué no tiene unos ingresos más altos a esta altura de su carrera?

TRAMPA: No quieres dar la impresión errónea de que el dinero no es importante para ti, pero tienes que dar razones de peso para que tu salario esté por debajo de la media.

MEJOR RESPUESTA: Explica que a ti, como a todos, te interesa ganar dinero, pero que hay otros factores que son más importantes.

Ejemplo: “Ganar dinero es importante, y esa es una de las razones por las que estoy aquí, quiero ganar más. Pero a lo largo de mi carrera siempre he valorado más hacer lo que quiero en una empresa que me guste y a la que respete…” Aquí debes asegurarte de tener preparada una idea específica de cómo sería la empresa y el puesto ideal para ti.

Obviamente, a estas alturas no hay ni que decir que esa descripción se debe acercar lo más posible a la oportunidad que tienes a mano. ¡Ese es el puesto perfecto!, y es lo que tienes que transmitir.

Pregunta # 28 Hábleme de alguien que haya sido para usted un ejemplo y dígame en qué le ha influido

TRAMPA: Las dos trampas aquí pueden ser la irrelevancia y la falta de preparación. Asegúrate de tener bien preparada una respuesta. Si titubeas, puedes dar la sensación de que jamás has tenido un modelo de referencia. Si te vas por los cerros y citas a tu profesor de educación física del instituto, habrás perdido la gran oportunidad de hablar de los valores que tú podrías aportar a la empresa.

MEJOR RESPUESTA: Ten en mente algunas personas de relevancia que hayan influido en tu forma de ver las cosas. Pueden ser profesionales destacados de

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tu especialidad, contemporáneos o históricos, uno de tus profesores de formación superior o cualquier otra persona que haya sido tu mentor.

Debes tener preparados algunos ejemplos de cómo sus palabras, hechos o enseñanzas te han ayudado a progresar en la vida. Tus respuestas tienen como único objetivo el de resaltar aquellas cualidades que ellos pueden valorar en mayor medida, y conocer hasta qué punto están en consonancia con el puesto que pretendes ocupar.

Pregunta # 29 ¿Cuál ha sido la decisión más difícil que ha tenido que tomar?

TRAMPA: En esta pregunta es muy fácil dar una respuesta improvisada y sin ninguna trascendencia.

MEJOR RESPUESTA: Este tipo de preguntas son las que te pueden hacer ganar muchos puntos, tú ya sabes lo que buscan y lo que quieren. Como siempre, prepara un buen ejemplo para explicar por qué la decisión fue tan difícil y cuál fue el proceso que seguiste para llegar a ella; describe la manera en que tuviste que llevarla a cabo y el beneficio de los resultados obtenidos. Ya sabes, mide bien tus palabras, no debes parecer exagerado.

Pregunta # 30 ¿Cuál ha sido el trabajo más aburrido que ha tenido?

TRAMPA: Te enrollas y cuentas los pormenores de un trabajo muy, pero que muy aburrido. ¿Resultado? Quedarás asociado para siempre, en la mente del entrevistador, a ese trabajo tedioso capaz de aburrir a un muerto.

MEJOR RESPUESTA: Ya sabes perfectamente que lo que buscan en su candidato es una actitud positiva, y este es el momento te demostrarles que tú la tienes.

Explícale que nunca has dejado que un trabajo te aburra y, en realidad, no puedes entender cómo otros se dejan atrapar por esa rutina. Todo trabajo es un curso de formación continua.

Ejemplo: “Tal vez he tenido mucha suerte, pero jamás me ha aburrido ninguno de los trabajos que he tenido. Siempre he disfrutado con el trabajo duro, y como dicen los buenos actores, “no existen papeles secundarios”. En la (industria, banca, venta, lo que sea apropiado) pasa lo mismo, no hay compañía o departamento que no tenga retos interesantes que piden soluciones vitales y entusiastas. Si te aburres en un trabajo es, probablemente, por una falta de actitud positiva. Hay que desafiarse para identificar aquellas

cosas que se pueden mejorar y que tienes delante de las narices. Todo es cuestión de actitud.”

Pregunta # 31 ¿Ha faltado durante más de un par de días en alguno de sus anteriores trabajos?

TRAMPA: Si has tenido algún problema, no puedes mentir. Cualquier engaño en este aspecto pude ser descubierto con facilidad. Pero admitir un problema de asistencia laboral, en la mayoría de los casos, implica tarjeta roja.

MEJOR RESPUESTA: Si no has tenido ningún problema, enfatiza tu constancia y excelencia a lo largo de toda tu vida profesional. Pon de relieve la importancia que tiene la asistencia continuada; señala también cómo es cuestión de cada uno predicar con el ejemplo y cómo no hay nada mejor que estar con el equipo, garantizando que todo vaya sobre ruedas, respondiendo a las preguntas que vayan surgiendo y resolviendo los problemas en el momento que aparecen.

Si por el contrario has tenido algún problema de asistencia, debes intentar minimizarlo y dejar claro que fue una circunstancia excepcional y que la causa original está más que solucionada. Para lograrlo, da la misma respuesta del párrafo anterior pero añadiendo un comienzo más o menos como este: “A no ser por el año pasado (o el momento que fuere) que me tuve que ausentar (explica la razón que fuera asegurando que ya está en el pasado), jamás he tenido ningún problema. Creo que una asistencia continuada es importante porque… (y aquí continúas con lo ya expuesto en el párrafo anterior).

Pregunta # 32 ¿Qué cambios propondría si se uniera a nosotros?

TRAMPA: ¡Mucho cuidado! Si no respondes bien a esta pregunta, tu candidatura puede descarrilar en tiempo récord. Y justo a las puertas del contrato.

Razones: Por muy brillante que seas, por mucha formación especializada que tengas, es imposible que sepas cuáles son las iniciativas que deberías tomar antes de hacerte cargo de tu puesto y conocer los puntos fuertes y débiles del departamento, las personas clave, las condiciones financieras, los métodos de operación, etc. Si te dejas llevar y sucumbes a esta tentadora pregunta, probablemente te verán como una persona que actúa precipitadamente.

No olvides que aunque te sientas muy cómodo con el entrevistador, aún sigues siendo alguien que está fuera, así que no te confundas. A nadie, y tu entrevistador no

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es una excepción, le gusta que un listillo que viene de fuera ponga las cosas patas arriba, barriéndolo todo con gestos grandilocuentes, intentando demostrar lo tontos que han sido los responsables de la empresa durante años.

MEJOR RESPUESTA: Tú, por descontado, prefieres conocer la empresa desde dentro antes de aventurarte a hacer ninguna recomendación o cambio.

Ejemplo: “Un buen médico nunca haría un diagnóstico sin someter antes al paciente a un examen profundo. Si me contratasen, me gustaría conocer más a fondo todo lo que se está haciendo y comprender los motivos por los que se hace de esa manera. También me gustaría tener reuniones con usted u otras personas clave para tener un mayor conocimiento de lo que a su juicio está bien y de aquello que debería mejorarse. Por lo que me ha contado hasta el momento, las áreas que más le preocupan son… (aquí nombras lo que sabes positivamente que ellos consideran un problema en la empresa)”.

Y luego debes hacer dos cosas. Primero, preguntar si estás en lo cierto y es eso lo que les preocupa; y si es así, reafirma cómo tu experiencia en resolver carencias parecidas en otras empresas puede resultarles útil.

Pregunta # 33 Es una lástima que esté un poco por debajo del nivel de experiencia que requiere el puesto

TRAMPA: Este comentario puede ser crucial. Al entrevistador le gusta lo que ve, pero tiene dudas en algún punto clave y te está dando la oportunidad de que se las disipes. Si puedes convencerle, tienes altas probabilidades de que el trabajo sea tuyo.

MEJOR RESPUESTA: Esto tiene mucho que ver con la “pregunta mortal”, pero aquí no se trata de que te falte alguna cualificación, como un máster oficial, un MBA, o unos cuantos cursos de idiomas, sino que lo que sucede es que tienes poca experiencia en un área determinada.

Antes de ir a ninguna entrevista, trata de identificar los puntos más débiles de tu candidatura desde el punto de vista de la empresa. Es la única vía para preparar la mejor respuesta posible y asegurar tu defensa. Para superar esta parte de la entrevista vas a apoyarte en tu estrategia de base, que como sabes es identificar las necesidades más importantes del departamento al que aspiras y ajustar a él tus puntos fuertes. Debido a que ya sabes esto gracias a la primera pregunta, partes desde una posición muy ventajosa.

Por tanto, lo que deberías hacer cuando el entrevistador te haga una objeción como esta es:

1.- Estar de acuerdo con él en la importancia de tener esa experiencia.

2.- Aclarar que tu capacidad para salvar esta carencia es mayor que lo que indica el currículum porque…

3.- Lo más importante es la combinación total de tus cualificaciones.

Este es el momento de hacerle un repaso de lo que tienes que ofrecer y que encaja a la perfección con las necesidades de la empresa.

Es una forma convincente de manejar esta pregunta por dos razones: Primero, porque le das a tu entrevistador más artillería para aquello que le preocupa; pero, más importante, porque desvías el foco de este punto conflictivo y le ofreces tu combinación única de habilidades, que calzan como un guante con sus mayores deseos.

Pregunta # 34 ¿Estaría dispuesto a trabajar noches y fines de semana?

TRAMPA: Es normal que tengas ganas de responder: “ni soñando”, aunque si sucumbes a esa tentación te puedes ir despidiendo del trabajo. Pero ¿qué ocurre si tienes familia y quieres tener un horario razonable?, ¿cómo conseguir las dos cosas, trabajo y un horario “normal”?

MEJOR RESPUESTA: Si eres un adicto al trabajo, esta pregunta para ti es “pan comido”. Sorprende a tu entrevistador a la primera de cambio diciendo que ese es exactamente tu estilo de vida. Agrega que tu familia lo entiende y que no les supone ningún problema, que ellos se alegran por ti, porque ya saben la gran satisfacción que implica para ti tu trabajo.

Pero si prefieres un estilo de vida más equilibrado, responde a esta pregunta con otra: “¿Qué horario tiene la gente que hace más horas en la empresa?" Si el horario para ti sigue pareciendo inconcebible, pregunta: “¿Y tiene a alguien, entre los empleados que más valore, que además de hacer su trabajo estupen-damente tengan familia y les guste llegar a casa a un horario razonable?" Lo más probable es que la empresa tenga empleados en esas condiciones, y eso te asociará a esos otros estupendos empleados que no se van después de las seis de la tarde. Según la respuesta que obtengas, sé honesto acerca de cómo te ves dentro de ese esquema. Si no te ves trabajando todas esas

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horas extras, no tengas miedo de decirlo, pero enuncia tu respuesta de forma positiva.

Ejemplo: "Me encanta mi trabajo y siempre trato de ser lo más eficiente posible. Creo que los resultados lo indican así, especialmente en… (aquí menciona dos o tres cualificaciones que encajen con los mayores intereses de la empresa. Recuerda que para la empresa es mucho más importante eso que un adicto al trabajo con un currículum inferior al tuyo). Eso es lo que yo aportaría. Siempre he trabajado mucho y me he sentido involucrado en los proyectos de mi empresa. En cuanto a mi vida personal, tengo una familia que quiere pasar conmigo los fines de semana. Eso me ayuda a estar satisfecho/a y a ser más productivo en el trabajo. Quizá, en momentos de mucho trabajo, podría trabajar desde casa después de las horas de oficina o algún fin de semana. Así todos saldríamos ganando”.

Pregunta # 35 ¿Está dispuesto a viajar y/o trasladarse de ciudad?

TRAMPA: Responder con un simple “no” puede hacer que se cierre la puerta en tus narices. ¿Pero qué puedes hacer si en realidad no tienes ninguna intención de cambiarte de ciudad o viajar? Seguro que aun así no querrás perder la oportunidad de este trabajo.

MEJOR RESPUESTA: Antes que nada, averigua a dónde tendrías que trasladarte o con qué frecuencia serían los viajes. Solo después contesta la pregunta. Evidentemente, si no tienes problemas, dilo con entusiasmo. Si tienes tus reservas, hay dos “escuelas” en cuanto a qué hacer en estas circunstancias.

Una aconseja que no te cierres puertas y, en un principio, mantengas tus objeciones para ti mismo y contestes con un escueto “no tengo ningún problema”. Aquí la estrategia es obtener la mejor oferta que te puedan hacer y analizar a posteriori si vale la pena para ti cambiar de ciudad o viajar. Además, para cuando se formalice la oferta de trabajo, quizá tengas otras y puedas tomar una decisión con más elementos. ¿Por qué dejar de lado una oportunidad que puede convertirse en algo interesante? Y si al cabo de unos meses te sientes más desesperado que ahora, te arrepentirás de haber cerrado esta puerta.

La otra manera de resolver esta pregunta es expresar abiertamente tus reservas en cuanto a este tema, pero dejando siempre claro que estarías dispuesto a mudarte (o a viajar) si se presenta una buena oportunidad.

La estrategia que sigas estará ligada, sobre todo, al interés que tengas en esta oferta de trabajo. Si estás

realmente interesado, no te arriesgues, elige la primera. Si estás buscando que te ofrezcan algo mejor, la segunda opción es la que más se ajusta a tu situación.

Pregunta # 36 ¿Ha despedido a gente alguna vez?, ¿tiene alguna reserva al respecto?

TRAMPA: Esta es una de esas preguntas “inocentes” que puede hacer que en cuestión de segundos aterrices en la calle. ¿Por qué? Al entrevistador no le importa realmente que seas capaz de despedir gente, sino al contrario, lo que quiere es descubrir si tu mal ojo para contratarla a gente te crea luego la necesidad de tener que despedirla. Además, si despides a gente con excesiva frecuencia, puede que seas un tirano.

Así que es mejor que no te subas a la parra contando toda la gente que has despedido, a no ser que estés preparado para explicar que fue por causas ajenas a tu control y no el resultado de malas contrataciones y/o un carácter difícil.

MEJOR RESPUESTA: La estrategia más adecuada para superar esta pregunta es proyectar la imagen de persona serena y razonable. Comienza por describir el proceso sensato que sigues, tanto a la hora de contratar como de despedir gente.

Ejemplo: “Lo ideal es contratar a profesionales válidos, darles una buena formación empresarial y motivación para que se sientan parte de un equipo y, a partir de ahí, trabajar con ellos para lograr juntos el objetivo trazado. Si alguien es capaz de ello, lo más probable es que no tenga que despedir a nadie. Pero esto se va aprendiendo con la experiencia. Para mí, el despido es el último recurso, pero si hay que hacerlo, lo hago, cuanto más rápido, mejor. Un mal empleado puede ser muy contraproducente para el resto del equipo. Si no hay otra salida, lo mejor para todos es atajar el mal a tiempo”.

Pregunta # 37 ¿Por qué ha tenido tantos trabajos?

TRAMPA: Lo que realmente le preocupa al entrevistador es que seas una persona inestable o que tengas algún problema personal que dificulte tu integración al ambiente de trabajo. Teme que cambies de trabajo en poco tiempo, ya que es lo que te ha ocurrido en ocasiones anteriores.

MEJOR RESPUESTA: Antes que nada, revisa tu currículum. Es importante que minimices tu imagen de ir de trabajo en trabajo. Si en un mismo año tienes varias entradas en el currículum, elimina las que sean

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menos importantes. Otra idea es especificar el tiempo que has estado en puestos anteriores en años y no en meses.

Ejemplo. En lugar de presentarlo de esta manera: Junio 2006/ marzo 2007; Puesto A Abril 2007/ diciembre 2007, Puesto B Enero 2008/ mayo 2010, Puesto C Es mejor poner simplemente: 2006- 2007 Puesto A 2007- 2010 Puesto C

En otras palabras, has eliminado completamente el puesto B. Resulta evidente la diferencia de imagen que se proyecta.

Una vez frente al entrevistador, si se presenta esta pregunta tienes que darle confianza. Describe cada puesto de trabajo como un camino que debías seguir, cada uno ha formado parte de un proceso de crecimiento que te permite ahora ser el profesional que eres. Evita culpar a otros de tus frecuentes cambios y trata de atribuirlos a circunstancias más allá de tu control.

Ejemplo: “Con la dificultad actual de encontrar trabajo con contrato fijo, he aceptado muchos contratos temporales que me han permitido seguir en activo a la vez que se acrecentaba mi experiencia profesional. Ya sabe usted que es mucho más fácil conseguir otro trabajo si no se ha permanecido mucho tiempo en el paro”.

De ser posible, explica que los cambios de trabajo han sido más frecuentes durante tu etapa de formación, cuando estabas buscando tu lugar y haciendo cursos de formación y prácticas profesionales para encontrar tu futuro.

En este momento de tu carrera, estás mucho más interesado en una oportunidad a largo plazo. También puedes citar el trabajo/s donde más tiempo has estado y equiparar ese tipo de situación a la que estás buscando en este momento.

Pregunta # 38 ¿Cuál cree que debe ser el papel de un/a buen/a...? (Y aquí el puesto al que aspiras)

TRAMPA: Las preguntas que hacen referencia a “los papeles” están pensadas para descubrir si sabes cuál es el tuyo dentro de tu propio departamento, empresa, comunidad y profesión, así como el rol que deben desempeñar esas entidades.

Generalmente, esta pregunta la formulan individuos

y empresas con un alto nivel de exigencia, o aquellos a quienes les preocupa que procedas de una cultura corporativa muy diferente como es, pongamos por caso, pasar de un puesto en una empresa estatal a una pequeña y competitiva empresa familiar.

Hay dos errores en los que se puede caer al responder a esta pregunta. Si contestas sin tener nada preparado, darás la impresión de no haber dedicado jamás ni un segundo a pensar en esto. O responderás con una retahíla que se ajustará más a la empresa de la que vienes que a la que puedes llegar a incorporarte. Si caes en cualquiera de los dos, puedes empezar a despedirte del contrato.

MEJOR RESPUESTA: Como en otras preguntas, la respuesta la debes tener preparada de antemano. Para prepararla piensa en los ingredientes esenciales para el éxito en el puesto para el que te postulas, tu papel como directivo, tu rol dentro de la empresa, tu formación técnica, etc. Identifica al menos tres -pero no más de seis- cualidades que piensas son las más importantes para lograr el éxito en tu puesto. Cuando lo tengas claro, apréndetelas de memoria. Una vez más, toda la información que hayas reunido de lo que la empresa quiere y necesita, toda la investigación que hayas hecho, será crucial para dar en el blanco con la respuesta.

Pregunta # 39 ¿Qué diría usted si su jefe propone una idea que para él es fantástica pero que, según su opinión, es mala?

TRAMPA: Esta es otra de las preguntas que te ponen entre la espada y la pared, porque tienes que elegir entre dos valores: Lealtad contra honestidad.

MEJOR RESPUESTA: Siempre recuerda la regla de oro de la que hablamos en ocasiones anteriores (“dígame cuáles son los puntos positivos y negativos de su empresa”, “qué hacer si te piden que reveles información confidencial sobre tu anterior empresa”, “¿mentiría por su empresa?”):

Ante cualquier conflicto entre valores, elige siempre la integridad. La honestidad siempre es la mejor política de negocios.

Ejemplo: “Creo que lo primero que haría sería centrarme en ver su idea de la manera más positiva posible, y si siguiese teniendo reservas, las expondría de la manera más objetiva que pudiese, intentando aportar ideas. Pero si a pesar de todo él no tomase en cuenta mis consideraciones y quisiese hacerlo a su manera, entonces le brindaría toda mi ayuda”.

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Pregunta # 40 ¿Cómo podría haber mejorado usted su trayectoria profesional?

TRAMPA: Esta es otra variación de la pregunta “¿Qué cambiaría de su vida si pudiera?” Recuerda que no te lo debes tomar como una invitación a reescribir tu historia personal. No hay manera de salir airoso/a si caes en esa trampa.

MEJOR RESPUESTA: Debes dejar claro que, en general, estás bastante satisfecho con tu trayectoria profesional. Probablemente, si hubieras sabido ciertas cosas antes de que pasaran (imposibles de saber en su momento, como el inesperado crecimiento de una rama de tu industria, o el cierre de la planta en la que trabajabas), hubieses cambiado de dirección en su momento. Pero en líneas generales, asumes la responsabilidad de quien eres, el lugar al que has llegado y al que te diriges, y no te lamentas realmente de nada.

Pregunta # 41 ¿Qué haría si ve que un compañero de trabajo sistemáticamente no cumple con su obligación, perjudicando con ello al resto del equipo?

TRAMPA: Esta es otra de las preguntas hipotéticas que se lanzan para calibrar tu sensatez en cuanto a las relaciones humanas y tu forma de gestionar la política interna.

MEJOR RESPUESTA: Trata de evaluar el estilo político de la compañía y pon el rumbo en esa dirección. En general, debes regirte por el principio universal de las relaciones humanas, que en el fondo no consiste en otra cosa que en tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.

Ejemplo: “Creo que lo mejor sería ir directamente a la persona, hablar con él y tratar de encontrar una solución. Si percibiese resistencia por su parte, echaría mano de mis mejores argumentos para recordarle el beneficio que representa poder trabajar en equipo y los problemas que pueden surgir en la empresa y en los clientes si no lo hacemos”.

Posible siguiente pregunta: ¿y qué haría si la persona en cuestión no cambiase de actitud?

MEJOR RESPUESTA: (aquí puedes aprovechar para dar muestras de tu sólida educación empresarial): “No lo dejaría pasar, porque es evidente que de continuar esa situación las cosas empeorarían, además de sentar un mal precedente. Volvería a intentarlo; incluso involucraría a mi propio jefe para resolver esa situación. De todas maneras, la verdad es que jamás se

me ha presentado una situación que no pudiera ser resuelta de forma constructiva y sin necesidad de que nadie saliera perjudicado”.

Pregunta # 42 ¿No le será difícil cambiar después de tanto tiempo en una empresa?

TRAMPA: Lo que evidentemente revela esta pregunta es la preocupación del entrevistador de que alguien como tú, formado en las peculiaridades de una empresa durante largo tiempo, tenga dificultades para adaptarse y para aprender otra forma de hacer las cosas.

MEJOR RESPUESTA: Si quieres superar esta objeción es importante que cuentes todo lo que has tenido que aprender, adaptarte y crecer durante todo el tiempo que has estado en tu anterior empresa en esta época de cambios constantes. Haz hincapié en el hecho de no haber vivido situaciones estáticas y pon ejemplos de las diferentes responsabilidades que has tenido que asumir y el amplio abanico de situaciones al que te has enfrentado con éxito. Gracias a esto, has aprendido a adaptarte con facilidad a lo que te pueda demandar el trabajo; además, siempre te han gustado los estímulos y los nuevos retos. Si es el caso, haz alusión también a los cursos de formación continua o a los cursos de especialización que hayas hecho para actualizar tus conocimientos. Esto les demostrará que tu afán de superación ha sido una constante en tu vida profesional.

Para reafirmar aún más a tu entrevistador, puedes describirle las similitudes entre esta nueva posición y la que has desempeñado hasta el momento. Puedes añadir que estás convencido de que te encontrarás cómodo trabajando allí, ya que las necesidades del puesto y tus habilidades encajan a la perfección.

Pregunta # 43 ¿Puedo contactar con su actual empresa para pedir referencias?

TRAMPA: Si estás tratando de mantener la confidencialidad de tu búsqueda de trabajo esta pregunta puede ser un poco comprometida. Por eso, lo último que deseas es que se pongan en contacto con tu actual empresa. Por otra parte, si no cooperas podría parecer que tienes algo que ocultar.

MEJOR RESPUESTA: expresa tu deseo de que, por ahora, tu búsqueda de trabajo siga siendo confidencial; pero diles que llegado el momento, no habría ningún problema.

Ejemplo: “Mi empresa, por razones obvias, aún no sabe que estoy haciendo algunas entrevistas del trabajo, y me gustaría que de momento siguiera siendo

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así. Pero por supuesto, cuanto llegue el momento, puede ponerse en contacto con la empresa. Estoy muy satisfecho de mi trabajo con ellos.”

Pregunta # 44 Ponga algún ejemplo de sus... (habilidades de análisis, administrativas.)

TRAMPA: Lo peor que puede pasarte es no estar preparado. Si dudas, puede parecer que te cuesta recordar la última vez que hiciste uso de tus cualidades.

MEJOR RESPUESTA: Recuerda que para hacer bien cualquier entrevista de trabajo, una de las cosas que tienes que hacer es aprenderte de memoria tus logros más recientes. Si ya tienes esta lista preparada, te será muy fácil presentar cualquiera de tus últimos éxitos y adaptarlo a lo que te pide el entrevistador.

Ejemplo: Cualquier éxito que hayas obtenido el pasado año puede ser utilizado como un ejemplo de creatividad, habilidad analítica o de gestión. Lo importante es que sepas utilizar el ejemplo oportuno y lo describas de forma natural.

Pregunta # 45 ¿En qué aspectos cree que puede mejorar?

TRAMPA: Esta pregunta no es más que otra artimaña para intentar que admitas alguna debilidad. No te dejes engañar.

MEJOR RESPUESTA: Como ya hemos comentado, responde de manera positiva. Una buena manera de contestar es identificar alguna rama de reciente innovación de tu profesión (obviamente, que no sea esencial para las necesidades de la empresa que te quiere contratar), como un área que te interesa muchísimo y que te gustaría poder explorar en los próximos meses.

Pregunta # 46 ¿Qué cosas le preocupan? TRAMPA: Admitir las cosas que te inquietan puede

dar la sensación de poca fortaleza, pero afirmar que nada te preocupa es poco creíble.

MEJOR RESPUESTA: Debes redefinir la palabra ‘preocupación’ de tal forma que no arroje una sombra negativa sobre tu imagen.

Ejemplo: “No es exactamente una preocupación, pero necesito cumplir objetivos constantemente. Así que le doy vueltas a todo lo que pueda representar un obstáculo en el camino y no descanso hasta que encuentro la solución. Supongo que es cuestión de carácter, yo creo que soy una persona tenaz”.

Pregunta # 47 ¿Cuántas horas por semana trabaja habitualmente?

TRAMPA: No des un número específico de horas. Si dices que trabajas las 40 horas del contrato, puede que te quedes corto, y si dices muchas, te sentirás culpable cada vez que te vayas a tu hora.

MEJOR RESPUESTA: Si eres un adicto al trabajo y tienes la sensación de que en esta compañía quieren eso, dilo. Afirma que eres un adicto al trabajo y que es muy frecuente que trabajes hasta la noche y durante los fines de semana, que tu familia lo entiende y lo acepta porque sabe que el trabajo es muy importante para ti.

En caso de que no seas ni de lejos un adicto al trabajo, di que siempre has trabajado duro, las horas que hayan hecho falta. Por supuesto, que es difícil contabilizar las horas porque te encanta tu trabajo y disfrutas enormemente resolviendo problemas. Tanto, que a menudo piensas en el trabajo, incluso si estás en casa lavándote los dientes, o camino de la oficina, etc.

Pregunta # 48 ¿Qué es lo más difícil de ser... (el puesto que estés buscando)?

TRAMPA: Es vital que matices tu respuesta adecuadamente, de lo contrario el entrevistador identificará cualquier cosa que denomines como “difícil” con alguna debilidad. Y por nada del mundo te conviene esta asociación de ideas.

MEJOR RESPUESTA: Debes redefinir ‘difícil’ como ‘desafiante’, que es mucho más positivo. Tienes que identificar un área de tu profesión que todos consideren difícil, pero en la que tú te manejes muy bien, y describir los pasos que sigues para obtener tan buenos resultados. Sé muy específico en cuanto a esos resultados.

Ejemplo: “Creo que el desafío más grande para un gerente (o cualquiera que sea el puesto al que aspiras) es motivar a su equipo durante los períodos de crisis. Pero creo que a mí se me da bien. Cuando noto el primer signo de que las ventas flaquean, tomo cartas en el asunto…”, este es el momento de describir el proceso, y por supuesto, lo más importante: Los buenos resultados que has logrado.

Pregunta # 49 El problema "hipotético TRAMPA: En algunas ocasiones el entrevistador

describe una situación complicada y pregunta: “¿Cómo procedería usted en este caso?" Es una trampa, no caigas en ella. Todos sabemos que es virtualmente imposible contar con todos los elementos en una

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presentación tan breve, y tratar de resolver el problema en el momento sería un craso error. Tu procedimiento de toma de decisiones sería visto como torpe e inadecuado.

MEJOR RESPUESTA: En lugar de enredarte en el problema que te han planteado, describe de forma racional y metódica el proceso que seguirías para analizar el problema, a quién consultarías para generar posibles soluciones, eligiendo siempre la mejor, y, por supuesto, cómo llevarías a cabo el seguimiento de los resultados.

RECUERDA: En todas las preguntas tipo: “¿Qué haría usted?”, hay una única forma de sortearlas con seguridad, y es describiendo tus procesos o métodos de trabajo. Así jamás te equivocarás.

Pregunta # 50 ¿Cuál ha sido el mayor desafío al que ha tenido que hacer frente?

TRAMPA: No estar preparado o mencionar algo que pasó al principio de tu carrera, son los dos errores que podrían impedir que obtuvieses los puntos que podrías llegar a marcarte con esta pregunta.

MEJOR RESPUESTA: Esta pregunta es fácil si te la preparas un poco. Ten en mente algún ejemplo reciente para demostrar que posees:

1.- Una cualidad importantísima para el trabajo que tienes entre manos; o

2.- Una cualidad que se valora y se necesita tal como capacidad de liderazgo, iniciativa, dotes de gestión, persuasión, coraje, persistencia, inteligencia, educación empresarial, etc.

De este modo sumarás unos puntos importantes para adelantar posiciones en la lista de posibles candidatos.

Pregunta # 51 ¿Ha pensado alguna vez en montar su propia empresa?

TRAMPA: Si dices que sí y cuentas tus proyectos con todo lujo de detalle y de forma entusiasta, puedes ser catalogado como un potro desbocado dentro de la empresa, alguien demasiado centrado en sí mismo como para formar parte de un equipo. O como una persona que se conforma con pertenecer a una firma porque aún no ha podido crear la suya propia.

Pero hay, además, otro inconveniente. Un entusiasta “si” delante del entrevistador de una pequeña empresa puede provocar la paranoia. Para ellos puede ser un indicativo de que tienes en mente hacerlo a corto o medio plazo y te lleves contigo algunas cuentas

importantes o secretos empresariales. Tampoco ayuda responder con un “no, jamás”,

porque podrías ser considerado como alguien que, además de no tener iniciativa, es incapaz de soñar con su propio proyecto.

MEJOR RESPUESTA: 1.- Investigar la cultura corporativa de la empresa

antes de contestar. 2.- Ser honesto (lo que no implica que tengas que

compartir de forma vívida tu fantasía de montar una franquicia o abrir un hotelito rural algún día).

Si se trata de una gran empresa muy formal y de estructura jerarquizada, minimiza cualquier indicación de que te encantaría abrir tu propio negocio. Puedes decir algo así como: "Sí, alguna vez lo he pensado, pero toda mi vida profesional se ha desarrollado en grandes empresas y es donde mejor trabajo y donde quiero estar”.

Si por el contrario, la cultura corporativa es más cercana al respeto por la libertad individual y en la que se valora la diversidad, entonces enfatiza que en una empresa así puedes obtener lo mejor de ambos mundos, el entusiasmo de ver realizadas tus propias ideas y la estabilidad de una organización sólidamente establecida. Y que ese es el entorno de trabajo perfecto para ti.

De todas maneras, independientemente de la cultura corporativa que predomine, asegúrate de dejar claro que cualquier deseo de montar un negocio propio es parte del pasado y muy lejos de tu presente o tu futuro.

Lo que de ninguna manera debes hacer en una entrevista de trabajo es proyectar la imagen de un soñador fracasado que se ha conformado con la comodidad de una corporación o el impaciente inconformista que saldrá por la puerta con los contactos claves y las principales cuentas de la empresa una vez que tu cuenta bancaria te lo permita.

Pregunta # 52 ¿Cuáles son sus metas en la vida? TRAMPA: No tener ninguna, o simplemente tener

una idea vaga y general, sin objetivos específicos. MEJOR RESPUESTA: Muchos ejecutivos que están

en la posición de contratarte son firmes creyentes en que hay que fijarse metas (esta es una de las razones por las que han logrado el éxito que tienen). Y buscan contratar a alguien como ellos.

No es conveniente generalizar acerca de tus metas profesionales y personales, esto puede ser un punto en contra para muchos entrevistadores. Prepárate para

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comentar tus objetivos en cada una de las grandes áreas de tu vida: Carrera, formación empresarial y desarrollo personal, incluso familia y salud. Describe cada una de tus metas con los logros a los que deseas llegar, especificando aproximadamente el plazo previsto. También describe por qué esas metas son importantes para ti y los pasos concretos que estás dando para llegar a tus objetivos.

Todo esto debes resumirlo en menos de dos minutos y de forma que permita que el entrevistador participe en la conversación.

Por cierto, en cualquier entrevista de trabajo y, siempre que las respuestas demanden una “larga” exposición, deberás seguir esta última regla.

Pregunta # 53 ¿Qué cosas son importantes para usted a la hora de contratar a alguien?

TRAMPA: No estar preparado para la pregunta. MEJOR RESPUESTA: Este es el momento en el que

puedes decir lo que piensas, pero la mejor respuesta es dar vueltas sobre las tres cualificaciones más importantes en todos los puestos de trabajo:

1.- ¿Está capacitado para hacer el trabajo? (cualificación)

2.- ¿Hará el trabajo? (motivación) 3.- ¿Encaja en la empresa, equipo, etc.? (“¿es uno de

los nuestros?”)

Estas son las mismas cuestiones a las que busca respuesta tu entrevistador. Y con esta pregunta quiere dar respuesta, en primer lugar, al tercer punto.

Pregunta # 54 Véndame esta grapadora TRAMPA: Para algunos entrevistadores, especial-

mente si son los dueños de las empresas o ejecutivos de compañías con un perfil claramente enfocado hacia el marketing, piensan que cualquier posición clave dentro de la empresa requiere de grandes dotes comerciales y necesitan que les demuestres tus habilidades. No te dejes sorprender.

MEJOR RESPUESTA: Es universalmente conocido que el secreto de un gran vendedor es “descubrir lo que la gente quiere y mostrarle la manera de conseguirlo”. Si tu entrevistador coge una grapadora y te dice: “Véndame esto”, tú le vas a demostrar este principio universal. ¿Cómo? De la siguiente manera:

"Un buen vendedor, antes de vender nada tiene que

conocer su producto y sus características. Si yo estuviera vendiendo esto, primero necesitaría saber todo lo que pueda, sus prestaciones y sus beneficios. Luego, investigaría un poco en cuanto a las necesidades que usted pudiera tener para adquirir una grapadora como esta. Para eso tengo que averiguar algunas cosas, ¿puedo hacerle un par de preguntas?". Entonces formula preguntas como: “Si usted no tuviera una grapadora, ¿por qué querría comprarse una?, ¿alguna otra razón? “¿Cómo le gustaría que fuese su grapadora?, ¿le gustaría contar con un buen abastecimiento de grapas?”, aquí haz más preguntas relativas a las cualidades de la grapadora. Una vez que hayas preguntado todo esto, haz una presentación y cita todas las prestaciones y beneficios de la grapadora y por qué es exactamente la que el entrevistador te acaba de decir que necesita.

Entonces concluye: "Por curiosidad, ¿cuál sería un precio razonable para una grapadora de esta calidad, que puede llevarse ahora mismo, y que es capaz de... (aquí vuelve a citar todas las cualidades de la grapadora)? Cualquier cosa que diga, (a menos que sea $0.00), responde: “Muy bien, entonces trato hecho”.

NOTA: Si el entrevistador te pone a prueba discutiéndote cada uno de los puntos, o incluso negando que quiera ese objeto, no insistas. Quita el producto del medio y di: "Señor Pérez, estoy encantado de que me haya dicho desde el primer momento que no está interesado en tener una grapadora. Como sabe, la primera regla de un vendedor es dar respuesta a las necesidades de la gente que necesita o quiere nuestros productos y es una pérdida de tiempo tratar de forzar a quienes no los quieren. Pero vendemos muchas cosas. ¿Le gustaría tener alguno de los productos que hay en este escritorio? ¿Solo uno?” Cuando te señale algún objeto, repite el proceso descrito más arriba. Si es del departamento comercial o sabe de ventas, te lo habrás ganado.

Pregunta # 55 ¿Cuánto le gustaría ganar? TRAMPA: Ya sea con un “¿Cuánto dinero gana

ahora mismo?” o con el consabido “¿y cuáles son sus pretensiones económicas?”, este es el punto fuerte de la negociación. Si lo gestionas mal, puedes perder tu oferta de trabajo u obtener el puesto por mucho menos dinero del que podrías haber conseguido.

Un consejo que dan los reclutadores es nunca sacar a colación el salario en la primera entrevista. Muy probablemente, tu posible empleador hable de los

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dineros en la segunda o tercera entrevista, antes de hacerte una oferta.

Si ha llegado el momento y te hacen la pregunta, no menciones una cifra muy baja, pues ello revelaría una falta de seguridad en lo que tú vales. Tampoco te cotices demasiado alto, porque podrías asustarlos.

MEJOR RESPUESTA: Para negociar el salario con las mayores ventajas, recuerda estas cinco premisas:

1.- Jamás saques el tema del salario. Deja que lo haga el entrevistador. Los mejores vendedores venden sus productos mucho antes de hablar del precio, y tú deberías hacer lo mismo. Primero, haz que tu entrevistador apoye tu candidatura, y entonces tu posición para discutir tu precio será mucho mejor.

2.- Primero véndete tú. Si el entrevistador saca el tema del sueldo desde el principio, antes de que tengas la oportunidad de venderte para el puesto, intenta posponer el tema con una frase como esta: “El dinero es importante para mí, pero no es lo que más me interesa. Las oportunidades y el crecimiento son mucho más importantes. Si le parece bien, primero me gustaría saber si soy la persona que ustedes buscan y luego hablar de dinero, ¿está de acuerdo?", esta es la manera óptima de conseguir el tiempo que necesitas para “venderte”.

3.- Quien tiene más información es quien sale ganando. Esta es la primera regla de toda negociación. Después de terminar de venderte a ti mismo, llega el momento de hablar del sueldo. El secreto es saber cuánto está dispuesta a pagar la empresa antes de que reveles cuánto estarías tú dispuesto a aceptar. Así que cuando te pregunten sobre el salario, responde con otra pregunta: “Seguramente la empresa ya tiene establecido un tabulador de salarios para este puesto. ¿Me puede decir cuál es?" O: "Tendría que tener una remuneración que esté en relación con mi cualificación `profesional, usted me dirá cuál es su valoración en estos casos” O, simplemente: “¿Cuál es el sueldo para este puesto?"

4.- Lo aconsejable es que antes de esta entrevista, conozcas cuánto es lo que gana una persona en el puesto que tu buscas. Puedes entrar a páginas especializadas en búsqueda de empleos y colocaciones y revisar los salarios tabulados. Para saber qué es lo razonable para ese tipo de trabajo, haz un sondeo del mercado laboral y de ese puesto en particular. Recuerda que la mayoría de ejecutivos buscan un incremento de un 20-25% cuando cambian de trabajo. Y si no estás lo

suficientemente reconocido salarialmente en tu trabajo, querrás ganar más.

5.- Nunca mientas acerca del dinero que ganas, pero puedes incluir todos los beneficios indirectos que pueden incrementar de un 25 a un 50% lo que recibes por nómina.

Puedes en todo caso proponer una cantidad mínima y una máxima, como: “Estoy considerando ofertas que van de los 10,000 a 15,000 pesos mensuales”.

Pregunta # 56 La pregunta ilegal (discrimina-toria, edad, estado civil…)

Se consideran y discriminatorias e ilegales las siguientes preguntas: Cualquiera con respecto a su edad... número y edades de sus hijos u otras personas dependientes... estado civil... el apellido de soltera... religión... filiación política... ascendencia... origen nacional... lugar de nacimiento... naturalización de sus padres, cónyuge o hijos... enfermedades... discapacidad... clubes.... ocupación del cónyuge... a menos que cualquiera de las anteriores están directamente relacionados con el desempeño del puesto de trabajo. Ni siquiera se le puede preguntar acerca de sus arrestos, aunque pueden preguntar acerca de las condenas.

TRAMPA: En México, Estados Unidos y España es ilegal hacer preguntas discriminatorias, pero al mismo tiempo es una práctica de lo más habitual, puesto que no tienen ninguna consecuencia para el entrevistador. Sin embargo, bajo la amenaza siempre presente de demandas, la mayoría de los entrevistadores son muy conscientes de estos tabúes. Sin embargo, uno puede encontrar, por lo general en una segunda o tercera entrevista, a un alto ejecutivo que no tiene mucha experiencia en entrevistas y se olvida que no puede hacer tales preguntas.

MEJOR RESPUESTA: Puedes decir que sabes que esa pregunta es discriminatoria y negarte a responderla; pero, evidentemente, si haces eso ya puedes ir despidiéndote del trabajo.

La mayoría de las personas optan por tragarse su orgullo y contestar de la manera que menos invada su privacidad. Podrías tragarte las preocupaciones sobre la privacidad y responder a la pregunta directa si se siente que la respuesta podría ayudar. Por ejemplo, su entrevistador, un devoto mormón, que te reconoce de la iglesia y lo menciona. En este caso, podrías ganar al hablar sobre la iglesia.

Una buena manera de responder estas cuestiones es

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utilizar la diplomacia y tratar de averiguar la preocupación que subyace detrás de la pregunta, sin contestar directamente a lo que se te ha preguntado.

Ejemplo: Si tienes más de 50 años y te preguntan: “¿Qué edad tiene?”, puedes responder, con una sonrisa, si existe alguna cosa por la que tu edad pueda afectar a tu trabajo. Y acto seguido le aseguras que no hay nada en el trabajo que no puedas hacer debido a tu edad, sino todo lo contrario, tu edad y tu experiencia son una de las grandes ventajas que ofreces, y enumeras las razones.

Si te preguntan: “¿Tiene pensado tener niños?”, puedes contestar: “Estoy dedicado/a a mi carrera completamente”. Incluso puedes añadir: “No tengo planes de tener niños”. No tengas miedo de que eso te comprometa a no tener hijos jamás, tienes todo el derecho a cambiar de planes más adelante. Primero consigue el trabajo y luego disfruta de todas las opciones que te brinde la vida.

Lo más importante es recordar que las preguntas ilegales y discriminatorias surgen del miedo a no tener buen desempeño. La mejor respuesta de todas es conseguir el trabajo y llevarlo a cabo con brillantez. Todas las preocupaciones y temores entonces desaparecerán, y serán reemplazados por el respeto y reconocimiento por su trabajo.

Pregunta # 57 La pregunta discriminatoria… oculta

TRAMPA: En una entrevista de trabajo, mucho más frecuente que las preguntas discriminatorias formuladas en voz alta, son las que no se llegan a formular. Aunque que el entrevistador sí se las hace mentalmente. Pero como no hay forma de contestarlas, pueden ser mucho más dañinas.

Ejemplo: Eres una persona que tiene una incapacidad, o una madre soltera que quiere regresar a su carrera profesional, o tienes más de 45 años, o eres parte de una minoría étnica, o encajas en cualquiera de las docenas de categorías que no conforman la mayoría de los miembros de la empresa. Y tu entrevistador se pregunta: “¿Será capaz de hacer el trabajo?”, “¿es adecuado/a para un lugar como el nuestro?”, “¿podrá integrarse y ser aceptado/a por los demás?”. Es evidente que un entrevistador con un poco de práctica y consciente del daño que este tipo de preguntas ocasionan a la imagen de una empresa, no las hará jamás. Pero, ¿cómo proceder si las hace?

MEJOR RESPUESTA: Que alguien no haga una

pregunta en voz alta, no quiere decir que no quiera saber la respuesta. Lo más probable es que termine él mismo sacando sus propias conclusiones, así que es mejor ayudarle. De esta manera puedes inclinar la balanza hacia ti y conseguir que la idea que saque sea una que te beneficie.

¿Cómo? Es obvio que no puedes contestar a una pregunta sobre algún tema delicado que no se ha formulado. Esto incluso puede ofender a la persona. Y siempre existe la posibilidad de que jamás le haya preocupado el tema hasta que tú se lo mencionas y solo entonces comience a preguntárselo. No puedes referirte a una de estas preguntas de forma directa. Lo que sí puedes hacer es asegurarte de dar la mayor cantidad posible de información que despeje cualquier sombra de dudas que pueda existir.

Ejemplo: Vamos a imaginar que eres un vendedor que ha tenido la polio cuando era pequeño y necesita un bastón para andar. Tú sabes que tu condición física jamás te ha impedido desarrollar tu trabajo, pero te preocupa que tu posible jefe se pregunte acerca de tu nivel de resistencia o tu facilidad para moverte en los viajes. Asegúrate en ese caso de no dejar lugar a duda acerca de tu capacidad para manejarte sin problemas.

Si eres “diferente” en cualquier aspecto, deja bien claro, y sin un ápice de actitud defensiva, cuáles son tus puntos fuertes y logros, para compensar con toda solidez cualquier preocupación tácita que pueda tener el entrevistador.

Pregunta # 58 ¿Qué fue lo más difícil de su anterior trabajo?

TRAMPA: Esta pregunta, aunque pueda parecer igual, es ligeramente diferente a otra que también se hace con frecuencia: “¿qué es lo más difícil de ser… (el puesto de trabajo en cuestión)?”, porque implica responder a lo que tú personalmente has encontrado más difícil en tu último trabajo. Así que aquí nos encontramos con una dificultad extra para poder reformularla con una afirmación positiva.

Mucho cuidado con la respuesta, ya que tu entrevistador asumirá que cualquier aspecto que hayas encontrado complicado en tu anterior puesto de trabajo, será también un problema en este nuevo puesto.

MEJOR RESPUESTA: Afirma que no hubo nada en tu puesto anterior que representara una gran dificultad y no te extiendas mucho más. Si te ves obligado a añadir algo, comienza describiendo aquellos aspectos de tu trabajo anterior que más te gustaron, que deben

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coincidir con los más relevantes del puesto al que optas, y a continuación cita los aspectos que menos te gustaron, que deben ser los menos relevantes para el trabajo que quieres conseguir.

Pregunta # 59 ¿Qué es para usted el éxito y cómo se mide a sí mismo, según su propia escala?

TRAMPA: La obviedad de la pregunta es en sí misma la trampa. Muchas de las personas que van a una entrevista de trabajo no están preparadas para contestarla y no saben cómo hacerlo.

MEJOR RESPUESTA: Lo mejor que puedes hacer es ofrecer una definición de éxito ampliamente aceptada, añadiendo que eso es lo que te ha guiado para conseguir tus aciertos.

Ejemplo: "La mejor definición que he encontrado es que el éxito es la progresiva concreción de una meta que merece la pena. En cuanto a cómo me califico según esa definición, me considero una persona que, además de éxito, tiene suerte" (entonces haz un resumen de tus metas profesionales y de cómo esos logros representaron un progresivo camino hacia la realización de tus objetivos).

Pregunta # 60 Una pregunta de opinión ¿Qué piensa usted acerca del... aborto... el Presidente... la religión... (o cualquier otro tema controvertido)?

TRAMPA: Las preguntas de “opinión” jamás deberían hacerse. Pero a veces, cuando tiene lugar una segunda o tercera entrevista, se producen situaciones “relajadas”, y es cuando el entrevistador aprovecha para presentar la pregunta, referida a algo que puede haber sido noticia en esos días. También huelga decir que si das una opinión opuesta a la suya, no solo no cambiarás sus ideas, sino que además te arriesgas a perder ese puesto de trabajo.

MEJOR RESPUESTA: Si te ves en una situación como esta recuerda la fábula del joven alumno y el anciano y sabio rabino. La escena transcurre en un seminario donde el alumno aventajado plantea al maestro preguntas trascendentales en torno al tema del sufrimiento, de la vida y de la muerte. El alumno presiona en estas cuestiones, pero el viejo rabino solo contesta a cada una de sus preguntas con otra pregunta. Exasperado, el joven le increpa: “¿Pero por qué siempre contesta las preguntas difíciles con otra pregunta?” A lo que el rabino contesta: “¿Y por qué no?”

Si una pregunta, sea cual sea, te hace sentir incómodo, responde con otra pregunta. Es la mejor

salida. Lanza la pelota directamente al otro lado del campo, aleja la discusión de la zona de peligro y tómate tu tiempo para pensar en una respuesta, o mejor aún, para formular tu siguiente pregunta.

Para cualquiera de las preguntas de "opinión", lo ideal es que respondas con un mero: “¿Por qué lo pregunta?”. Esto suele ser suficiente para disipar la presión a que des tu opinión. Pero si tu entrevistador vuelve a insistir, puedes volver a responder con otra pregunta.

O también puedes lanzar una generalidad con la que casi todo el mundo está de acuerdo. Por ejemplo, si tu entrevistador te pregunta si eres del PRI o del PAN, puedes responder diciendo: “La verdad es que últimamente me cuesta mucho encontrar algún político que me guste”. (Por supuesto, la mejor pregunta de todas puede ser si realmente quieres trabajar para alguien tan obstinado.)

Pregunta # 61 Si ganara varios millones en la lotería, ¿seguiría trabajando?

TRAMPA: Es lógico que si te preguntan algo así, lo primero que viene a tu cabeza es: “Como gane la lotería me voy y compro esta compañía”. Aunque esa sea la pura verdad, cualquier respuesta que des sobre el abandono del trabajo a la mínima oportunidad puede dar la impresión de que no estás muy motivado. Por otra parte, si se te ocurre contestar: “Seguiría manteniendo la misma vida, haría exactamente lo mismo, todo lo hago por el interés de la empresa”, lo más probable es que tu entrevistador se diga para sus adentros: “Sí claro… ahora voy yo y me lo creo”.

MEJOR RESPUESTA: Este tipo de preguntas se hacen para averiguar qué concepto tienes del trabajo y cuál es tu actitud ante él. Tu respuesta aquí debe consistir en una reflexión razonable y positiva.

Ejemplo: “Después de bajarme de la nube, creo que seguiría trabajando, porque opino que hay que hacer algo útil en la vida. Si el dinero comprara la felicidad, toda la gente rica sería feliz y eso no es cierto. Me gusta trabajar y creo que siempre querría seguir en mi profesión. Ganar el Melate lo haría mucho más divertido, porque me daría más flexibilidad, más opciones… pero como no puedo vivir esperando ganar la lotería, tengo que seguir adelante con las cosas que siempre han significado algo para mí, el trabajo y los deseos de superación. Creo sinceramente que estas dos cualidades han creado muchas más fortunas que todas las loterías juntas”.

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Pregunta # 62 ¿Su último puesto ha sido su mejor trabajo?

TRAMPA: Esta es una pregunta de lo más astuta. Si optas por responder con un “sin lugar a dudas”, parecerá que tu mejor trabajo ha pasado ya. Si contestas con un “no, mi mejor trabajo está aún por llegar”, puede que des la impresión de que no lo has dado todo en tus puestos anteriores.

MEJOR RESPUESTA: Para cubrir ambas direcciones, lo mejor que puedes decir es que siempre intentas dar lo mejor y que el mejor momento de tu carrera es el momento presente. Como cualquier deportista que llega a la cima, has avanzado gracias a varios factores; enumera esos factores, haciendo hincapié en tus puntos fuertes.

Pregunta # 63 ¿Por qué cree que debo contratar a alguien de fuera en lugar de hacer una promoción interna?

TRAMPA: No te pongas a la defensiva, esta pregunta no es tan agresiva como puede parecer. Solo representa el dilema tan común al que se enfrenta el entrevistador. Es probable que busque en ti esa reafirmación, y quiere y necesita oír lo que tienes que decir acerca de este asunto.

MEJOR RESPUESTA: Ayúdale a ver aquellas cualificaciones o habilidades que solo tú puedes ofrecer.

Ejemplo: "Por regla general, creo que es una buena política promocionar a la gente de dentro de la empresa. Cuando se busca fuera es porque no se está del todo conforme con las opciones que se tienen dentro. Creo que en este caso ustedes están buscando a alguien con características especiales. Mis puntos fuertes son… (y aquí es cuando enumeras las habilidades que calzan como un guante con sus necesidades)”.

Pregunta # 64 ¿Qué puede ofrecernos a nosotros? El entrevistador quiere saber si te has informado

acerca de la compañía. Un director de colocaciones, Victor Lindquist, encuestó a 320 reclutadores empresariales y descubrió que la falta de información acerca de la compañía y de la industria se encontraba entre los principales motivos para rechazar a un candidato. Ellos prefieren a quienes conocen el ramo. La falta de preparación indica que la persona carece de interés o que simplemente fuiste a probar suerte. Parece injusto pero a fin de cuentas, ellos tienen el poder y se reservan el “derecho de admisión”.

Pregunta # 65 Dígame algo negativo que haya oído sobre esta empresa

TRAMPA: Se trata de una jornada de pesca común para ver lo que la industria puede decir acerca de la empresa. Pero también es una trampa porque, como forastero que uno es, uno nunca quiere ser el portador de noticias poco halagadoras o chismes acerca de la empresa. Sólo puede perjudicar las posibilidades y desviar al entrevistador de conseguir comprarle la idea.

MEJOR RESPUESTA: Sólo recuerda la regla -nunca seas negativo- y vas a manejar esta pregunta muy bien.

Pregunta # 66 En una escala del uno a diez, califíqueme como entrevistador

TRAMPA: Esta pregunta sí que puede resultar un problema en una entrevista de trabajo. Si le calificas con un 10 redondo, darás la impresión de ser un ‘pelota’ y demasiado fácil de complacer. Pero calificar con otra cosa que no sea un diez le brindaría al entrevistador la oportunidad de obligarte a ser crítico, y ahí sería muy fácil pegar un patinazo.

MEJOR RESPUESTA: El entrevistador no querrá oír ninguna crítica de tus labios. Este es el momento de recordar la regla de oro: Sé siempre positivo. No des una calificación numérica. Es mucho mejor que optes por elogiar el estilo que haya utilizado el entrevistador.

Ejemplos: Si ha sido duro, puedes decir: "Ha sido profundo y

exigente, y esas son cualidades importantes para llevar a cabo una buena entrevista".

Si ha sido metódico, puedes decir: "Ha sido muy metódico y analítico. Seguramente estas cualidades han contribuido a traer a su empresa a gente muy buena".

En otras palabras, bríndale un elogio sincero que sea creíble porque esté en la línea del comportamiento que tú mismo hayas visto y experimentado a lo largo de toda la entrevista.

Pregunta # 67 ¿Hay algún tema del que no hayamos hablado y que le gustaría tratar?

Las entrevistas de trabajo terminan a menudo con una pregunta como esta. Es un buen momento para preguntar en qué consiste el empleo, qué espera el jefe de ti. También puedes preguntar por qué se fue la última persona que ocupo el puesto que tu buscas. Las preguntas inteligentes causan buena impresión y le recuerdan al entrevistador que a ti también hay que dejarte satisfecho.

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A modo de despedida, resume por qué eres la persona indicada para el empleo. Después de un poco de práctica, te vendrá a la mente con facilidad el comentario correcto y te ayudará a ganarle ese contrato a pelagatos menos capacitados para salir bien parado de las entrevistas.

Pregunta # 68 ¿Qué es lo que espera de nuestra compañía? Describa su empleo ideal.

Mucha gente elude este tipo de preguntas con una respuesta general, que no la comprometa. Pero, para causar mejor impresión, lo que te aconsejo es prepararte redactando un “anuncio” que describa el empleo con el que uno ha soñado. Incluye un “encabezado” y varios adjetivos que califiquen a la compañía, el trabajo y a ti mismo. De este modo te concentrarás en lo que deseas y lo que puedes ofrecer, aún y cuando el entrevistador no te lo pregunte.

Pregunta # 69 ¿Por qué quiere cambiar de actividad?

Con esta pregunta, el entrevistador desea saber qué tanto te conoces bien. Nunca digas: “Quiero intentar algo nuevo”. Esa respuesta, una de las más comunes, hace pensar que uno no sabe hacia dónde dirigir tus pasos. Mejor explica que tus conocimientos, personalidad y objetivos se adaptan mejor a la actividad nueva, o bien que deseas “agregar” a tu experiencia algo que te ayude a alcanzar una meta de más largo plazo.

Pregunta # 70 ¿Cuál ha sido su mayor logro? Aunque no lo creas, son muchos los solicitantes de

empleo que fallan al responder a esta pregunta. El error más común que cometen es dar cuenta de sus responsabilidades en vez de hablar de sus logros. Un candidato poco apto para un puesto de responsabilidad (una jefatura, gerencia o directivo) hablaría de tareas comunes que logró llevar a cabo. Considera el siguiente ejemplo: un aspirante al empleo de director de publicidad hablaría así de un proyecto exitoso: “Escribí el texto, supervisé la fotografía y corregí las pruebas”. ¡Beeep! Mala respuesta... el que sigue por favor...

En cambio, el aspirante idóneo diría: “Primero consideramos la estrategia de ventas de la compañía, luego realizamos un estudio de mercado y finalmente determinamos el beneficio que podríamos obtener”.

Esta respuesta ofrece el cuadro completo, no solo los detalles. No es frecuente encontrarse con personas que

se expresen así. Existen jefes que nunca contratan a quien no es

capaz de mencionar al menos un logro sobresaliente. Anota las cosas que más te han enorgullecido en cada uno de los últimos cinco años. Siempre que sea posible, proporciona cifras que demuestren el alcance de lo que has hecho. Podrías mencionar algo como “estuve en primer lugar en ventas en los últimos tres meses”, O bien, “creé un equipo de mejora en la calidad del servicio al cliente de la compañía y fue exitoso”.

Pregunta # 71 ¿Ha tenido algún fracaso importante?

Para medir la sinceridad, la integridad y el buen equilibrio psicológico del aspirante, los entrevistadores suelen pedir: “Hábleme de uno de sus fracasos”.

Un ejemplo de buena respuesta: “En una ocasión me caí de un caballo, me di cuenta que lo había hecho mal, volví a montarlo y cabalgué mejor”. He aquí la peor respuesta: “Creo que he sido afortunado, pues hasta la fecha no he tenido ningún fracaso”.

Cuando un solicitante afirma esto último, o no está diciendo la verdad, o es una persona poco dada a esforzarse; que no le gusta asumir riesgos.

Pregunta # 72 ¿Podrá entenderse con su nuevo jefe?

Algunos reclutadores aconsejan esquivar esta pregunta. Se propone la siguiente respuesta: “Me gusta concentrarme en el trabajo y los resultados, y soy lo bastante flexible para trabajar casi con cualquier persona”.

Si la pregunta es más directa, algo así como: “Describa el peor jefe que ha tenido”, da a entender que hubo un desacuerdo por cuestiones de trabajo, más nunca un conflicto personal.

Pregunta # 73 ¿Qué tipo de jefe le agrada tener? Por favor, no vayas a salir con alguna agudeza del

tipo: “el que se deja ver una vez al año”. Muchos aconsejan nunca criticar a tu jefe anterior. El entrevistador quiere averiguar si podrías tener conflictos con tus superiores.

Una respuesta muy buena sería: “Me agrada tener jefes con madera de líderes, que sean competentes y fuertes, que me dejen aprender de ellos; que me permitan correr riesgos y que me asesoren y critiquen cuando sea preciso”.

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Otros consejos Recuerda, a la mayoría de los entrevistadores no les

importa tanto lo que dices, sino cómo lo dices. Y no olvides que los errores que se cometen fuera de la entrevista formal también se pagan. Un sujeto antes de entrar a una entrevista, esperó en la salita junto a otro aspirante. Se le ocurrió hacer comentarios poco agraciados acerca del mobiliario. Resultó que cerca de ahí se encontraba la secretaria de uno de los ejecutivos de la compañía que escuchó lo que el tipo dijo. Baste decir que ella comentó el incidente con el reclutador y cuando el hombre salió de la entrevista (que duró menos tiempo que la del otro solicitante), creyendo que se había echado a la bolsa el empleo, nuca supo que su currículo terminó en el cesto de la basura.

No te sorprenda si además de estas 73 preguntas decisivas, tratan de ponerte a prueba. El entrevistador podría describirte un problema de trabajo real y preguntarte cómo lo resolverías. A veces te lo ponen por escrito o en computadora y en veces no es solo un problema sino varios. Algunas empresas te piden un tiempo límite para resolver las cuestiones planteadas.

Quisiera contar una anécdota: A un tal Juan le pidieron resolver el problema de las entregas retrasadas en una compañía que les hacía perder dinero y clientes. Lo que Juan no sabía es que era un problema real y tras pensarlo 5 minutos, ideó un proceso que a la compañía le gustó y lo implementó con éxito, ahorrándole miles de pesos y permitiéndole cuidar a sus clientes y captar muchos más. Lamentablemente, a pesar de ser contratado, Juan no pudo llegar a su primer día de trabajo porque cayó en coma por una diabetes no diagnosticada. En agradecimiento la compañía compen-só generosamente a su viuda e hijos.

Asimismo existen varias maneras de comprobar la integridad del candidato. Algunos reclutadores dejan

caer la siguiente carnada: “Oiga, en algunos países, como en México, las compañías grandes como la nuestra acostumbran pagar ciertas sumas por debajo de la mesa con tal de conseguir buenos contratos que nos benefician a todos. ¿Tendría usted inconveniente en hacer esto?” Sólo hay una respuesta correcta: “No sé por quien me toma estimado señor; la ley y la ética prohíben el soborno, y si su compañía se presta a estos juegos, entonces es un lugar donde no me gustaría prestar mis servicios”.

Si la entrevista tiene lugar en un restaurante nunca pidas el plato más barato del menú, aún cuando sea lo que más te apetece. Podrían no tomarte en serio u ofrecerte un salario bajo. Tampoco cometas el error contrario, pedir algo demasiado caro. Tampoco se te ocurra pedir una bolsita para llevarte la comida sobrante para el perro.

Es posible recuperarse de gazapos involuntarios. Un buen amigo tuvo que viajar a la Ciudad de México para una entrevista muy importante. Salió de Monterrey a las 5 de la mañana para llegar al hotel a bañarse y posteriormente partir al edificio donde se se llevaría a cabo la entrevista. Al entrar a la sala, con los ojos rojos de sueño, lo deslumbró el reflejo del sol sobre una mesa de vidrio, y sólo pudo distinguir las siluetas de los allí reunidos. Cuando iba a estrechar la mano del ejecutivo que presidía la junta, sin querer volcó una taza de agua sobre las piernas del hombre.

En ese instante, perdió toda esperanza de conseguir el empleo, y, después de pedir disculpa, dijo: “Santo Dios, creo que ya no podrá sucederme nada peor en este día, así que voy a estar muy relajado durante esta entrevista”. Los hombres en la sala tomaron el comentario con humor y le dieron el puesto. Hoy se dedica a entrevistar a posibles candidatos a empleos dentro de la compañía.