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Estudian si la leche de madre donante previene enfermedades respiratorias
La Fundación INFANT realizará un estudio para evaluar
el rol protector de la leche humana de banco contra las
enfermedades respiratorias graves (como la bronquiolitis
o la neumonía) en bebés prematuros.
La hipótesis de la investigación es que la
suplementación con leche de banco de madre
donante para los niños prematuros que suspendieron la
lactancia materna disminuiría la cantidad y gravedad
de internaciones por enfermedades respiratorias.
El resultado de esta investigación podría generar una
revolución en la salud pública, ya que por medio de
una intervención de muy bajo costo se protegería
contra los virus respiratorios a los bebés más vulnerables.
Hay muchos virus respiratorios que pueden afectar a los
niños, pero sólo hay vacunas o anticuerpos
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monoclonales para alguno de ellos y, además, son de
altísimo costo. En contrapartida, la lactancia materna,
por un lado, protege contra todos los virus respiratorios y
además tiene múltiples beneficios asociados tanto para
el bebé como para su madre.
Es importante destacar que en los niños prematuros, la
lactancia materna es difícil de sostener debido a los
largos tiempos de internación que estos bebés deben
afrontar.
Antecedentes
INFANT llevó a cabo un estudio (publicado en junio en la
revista Pediatrics) que demuestra que las mujeres
prematuras no lactantes tiene un riesgo de internación
por infecciones respiratorias dramáticamente superior al
resto de los niños, lo que las convierte en el grupo más
vulnerable al que se debería proteger especialmente.
(ver nota relacionada –link a la nota pediatrics).
Además, otro trabajo de INFANT publicado en febrero
de este año en la revista Pediatrics Infetious Disease
Journal realizado en niños de término también
demostró la protección diferencial en mujeres de la
lactancia materna para proteger contra las infecciones
respiratorias severas.
Basados en estos hallazgos y en otros estudios (uno
realizado en neonatos en Boston y el otro llevado a
cabo en Arizona) que también demuestran la
protección especial de la leche materna contra las
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infecciones severas, INFANT se propuso desarrollar este
trabajo.
Si este estudio es exitoso:
• Se promoverá y potenciará la lactancia materna.
• Se accederá a un mecanismo de protección a un
costo bajísimo.
• Se podría replicar el modelo en toda la Argentina.
CÓMO LOGRAR UNA LACTANCIA EXITOSA
Karina Galarza Vásquez
La lactancia materna es el mejor regalo que puede
darle a su bebé, pues además de aportarle los
nutrientes y anticuerpos que lo mantendrán sano, se
generará fuerte lazo afectivo. Este proceso requiere
paciencia y dedicación, ¿cómo lograrlo?
Cuando tenemos un bebé y decidimos alimentarlo al
seno materno nos enfrentamos a gran cantidad de
falsas creencias que pueden obstaculizar este
maravilloso periodo. Es por ello que consultamos a
expertas en el tema, quienes además de poseer amplios
conocimientos teóricos han tenido la experiencia de
amamantar a sus hijos y ayudar a otras mujeres a lograr
que su lactancia sea exitosa.
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Beneficios
―Amamantar al bebé está pasado de moda‖, ―darle
únicamente leche materna durante los seis meses ya no
se usa‖ o ―las fórmulas es lo último en alimentación‖, son
frases que con frecuencia se escuchan. Nada más falso;
tan sólo consideremos que la Organización Mundial de
la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna
exclusiva hasta los seis meses de edad y la continuación
de la misma —con introducción gradual de alimentos
sólidos— hasta el segundo año de vida. Ello se debe a
que le brinda al bebé todos los nutrientes que necesita y
le aporta protección contra infecciones en oído y vías
respiratorias, problemas gastrointestinales y alergias.
De acuerdo a la ginecobstetra Olivia Piña Ballesteros,
colaboradora de la Fundación Mexicana para la
Planeación Familiar (Mexfam), ―la leche materna, por
ser específica para el ser humano, es más fácil de digerir
que las fórmulas en polvo, amén de que se trata de
fluido vivo que cambia para cubrir las necesidades del
niño conforme crece y se desarrolla‖.
Otra de las ventajas de la lactancia, es que ―ayuda al
niño a tener óptimo desarrollo maxilofacial, pues
cuando extrae la leche del pecho utiliza más músculos
faciales que con el biberón. Por lo que a la mamá
respecta, su cuerpo produce la hormona oxitocina, la
cual favorece que el útero recupere su tamaño original
y, como todo este proceso implica un gasto calórico,
permite bajar de peso‖, refiere Graciela Hess Carrillo,
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consultora internacional certificada en Lactancia
Materna.
Posiciones para lactar
El primer paso para lograr una lactancia exitosa es
amamantar al bebé en posición correcta. De acuerdo
con las entrevistadas, los pasos a seguir son:
La criatura debe estar frente a usted, por lo que su
oreja, hombro y cadera deben formar línea recta;
la cabeza se apoya en su antebrazo y con la mano
se le sostiene la espalda.
Tome su seno formando una letra ―C‖, es decir,
coloque su dedo pulgar en la parte superior del
seno y los demás dedos en la inferior. Toque con el
pezón el labio superior del bebé y cuando abra la
boca muy grande introduzca el pecho, procurando
que tome el pezón y cubra la mayor parte de la
areola.
Vigile que los labios del pequeño estén bien
abiertos (como ―pececito‖); en caso contrario
acomódelos con su dedo meñique para que no
cause irritación.
La lengua del bebé deberá encontrarse debajo del
pezón.
Una vez que se vacíe el seno, introduzca su dedo
meñique en la boca del niño para que libere el
pezón y así pueda ofrecerle el otro seno sin que le
lastime.
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En cuanto a las posiciones, las más comunes que puede
practicarincluyen:
Acunando al bebé. Siéntese y mantenga al infante en
su regazo, de preferencia con una almohada bajo su
cuerpo para acercarlo más al pecho. Colóquelo sobre
su brazo, y con la mano de esta misma extremidad
sostenga su espalda; recuerde que el rostro del niño
debe quedar exactamente frente al seno.
Acostada de lado. El cuerpo del chiquillo debe estar
frente al suyo; ofrézcale el pecho del lado que esté
acostada.
Balón de fútbol. Con un brazo cargue al bebé de tal
manera que el cuerpo de él quede debajo de su axila y
abdomen pegado a sus costillas, sosteniendo la cabeza
con la mano de este mismo lado; los pies deben estar
hacia atrás.
―Cabe destacar que debido a que la leche materna se
digiere muy rápido es muy importante que alimente al
niño a libre demanda; la única regla es que el periodo
entre una toma y otra no exceda tres horas‖,
recomienda la Dra. Piña Ballesteros.
Graciela Hess aconseja que ―cuando alimente al
infante deje que vacíe el primer pecho antes de
ofrecerle el otro, ya que al principio ingiere una leche
con mayor cantidad de agua y lactosa que le sirve
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para saciar su sed, y después obtiene otra más rica en
grasas que le hace ganar peso‖.
Congestión mamaria
La producción de leche en los primeros 2 ó 3 días
después del parto es controlada por las hormonas, pero
después el mando lo toma la succión del bebé. Lo
anterior incrementa el volumen de la leche y, por tanto,
causa congestión mamaria, lo cual puede tornarse
problemático si genera dolor.
―Sin embargo, es posible aliviarlo al amamantar al niño
con mayor frecuencia. Previamente, puede poner sobre
los senos paños calientes para que se abran los
conductos y la salida de la leche sea mayor. Asimismo,
tras alimentar a su hijo es recomendable colocar en las
mamas hojas de col (previamente lavadas,
desinfectadas y refrigeradas)‖, aconseja Graciela Hess,
líder de la Liga de la Leche.
Problemas en pezones
Algunas mujeres tienen los pezones levemente
invertidos, y en estos casos el bebé puede traerlos hacia
fuera mediante la succión normal; no obstante, hay
quienes presentan el problema en forma severa. En
estos casos conviene poner al bebé al pecho
inmediatamente después del parto, dejando que lo
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busque por sí solo; es muy probable que tome el seno
abriendo mucho su boquita para incluir pezón y areola.
Lo anterior se debe a que los senos están blandos
todavía, y si se alimenta al bebé con frecuencia ya
estarán formados cuando baje la leche al cabo de 2 a
3 días y no se presentarán problemas. Además, un bebé
sano es capaz de adaptarse a cualquier tipo de pezón,
siempre y cuando la madre sea asesorada por expertas.
―Una intervención efectiva para tratar los pezones
invertidos es estimular y procurar formar el pezón justo
antes de amamantar, para ello puede recurrir a la
bomba extractora o tiraleche. Durante el embarazo,
también es recomendable usar brassieres cuyas copas
tengan pequeños orificios justo a la altura de los
pezones, lo que permitirá que a lo largo de la gestación
sobresalgan sin necesidad de estimularlos‖, refiere la
Dra. Piña Ballesteros.
Grietas, ¿qué hacer?
Puede prevenir este problema al procurar que el bebé
no succione solamente el pezón, sino que cubra con su
boca parte de la areola; asimismo, es necesario que
mientras lo alimente se asegure de que sus labios no
estén doblados y que su lengua se ubique debajo del
seno.
―Las grietas también se presentan cuando se asean los
senos con alcohol o jabón, lo cual es innecesario
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porque alrededor del pezón y areola brotan especie de
microgranitos conocidos como glándulas de
Montgomery, los cuales segregan sustancia que lubrica
la piel y la mantiene limpia. Lo único que se recomienda
es el lavado con agua durante el baño y, cuando el
bebé acaba de comer, untarse leche en todo el pezón
y areola, dejando secar al aire‖, advierte Graciela Hess.
Ahora bien, si no pudo prevenir la aparición de grietas,
no se preocupe; lo primero que debe hacer es corregir
la forma en que el bebé se afianza al seno. Pero si siente
mucho dolor, puede envolver un hielo en una gasa
estéril y colocarlo en el pezón antes de amamantar;
esto adormecerá la lesión y podrá alimentar al niño sin
tantas molestias. Para regenerar la piel resulta benéfico
asolear los senos varias veces al día en periodos de 2 a 3
minutos.
Trabajo y lactancia
Si estamos amamantando a nuestro hijo y debemos
regresar a trabajar, es común pensar que la única
solución que existe es destetarlo. No obstante, Graciela
Hess y la Dra. Piña Ballesteros indican que con un poco
de esfuerzo se puede continuar la lactancia:
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Las semanas posteriores al parto, dedíquelas a
recuperarse y establecer la lactancia.
A partir de la tercera semana practique la
extracción de la leche, la cual puedes guardar en
el congelador para usarla después.
Evalúe la forma en que extraerá la leche, ya que se
puede hacer en forma manual o con algún
tiraleche. Si decide utilizar este último, antes de
adquirirlo cerciórese de que pueda simular el
patrón que sigue el bebé: que sea capaz de
succionar el pecho y soltarlo cada 2 ó 3 segundos.
Enséñele a su hijo a tomar la leche con una
cucharita, vaso pequeño, gotero o jeringa sin
aguja, de preferencia que lo haga la persona que
lo cuidará en su ausencia.
Amamante a la criatura antes de irse a trabajar y
cuando llegue a casa.
En el trabajo, extraiga la leche al menos cada tres
horas. De acuerdo a la Ley Federal del trabajo, en
el artículo 170, la madre tiene derecho a dos
reposos de media hora.
Almacene la leche en lugar fresco para que se la
den al infante al día siguiente. Sólo habrá que
entibiarla a ―baño María‖.
La leche materna que extraiga puede ser almacenada
por diferentes periodos de acuerdo al lugar donde se
guarde:
Temperatura ambiente (19 a 22º C), 10 horas.
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Temperatura ambiente ligeramente cálida (25º C),
4 a 6 horas.
Refrigerada (0 a 4º C), 8 días.
Congelador dentro del refrigerador, 15 días.
Congelador con puerta independiente, 3 a 4
meses.
Por último, Graciela Hess sugiere a las mujeres realizar
por lo menos tres comidas balanceadas y dos
tentempiés al día, las cuales deberán incluir los distintos
grupos de alimentos: carbohidratos, grasas, proteínas,
vitaminas y minerales. A su vez, la Dra. Piña Ballesteros
recomienda que ignore las creencias de que el pulque,
atole y cerveza estimulan la producción de leche, pues
su consumo sólo incrementará su peso corporal. Si
desea contactar a alguna líder de La Liga de la Leche
para resolver sus dudas e inquietudes, consulte la
siguiente dirección electrónica: www.lalecheleague.org.
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El SIDA durante el embarazo y la lactancia
En el marco del Día Mundial de Lucha contra el SIDA te
decimos los cuidados que una mujer debe tener para
no contagiar a su bebé
La Organización Mundial de la Salud, estima que en
2007 a nivel mundial, 2.1 millones de personas fallecieron
a causa de infecciones de VIH; de las cuales
aproximadamente 11 mil muertes tuvieron lugar en
nuestro país. 33 millones de personas viven con la
infección a nivel internacional, siendo
aproximadamente 200 mil las que viven en México.
En América Latina, el total estimado de nuevas
infecciones por el VIH en 2008 fue de aproximadamente
170 mil y, en consecuencia, el número de personas que
viven con el VIH asciende a 2 millones
aproximadamente. Según las estimaciones,
aproximadamente 77 mil personas fallecieron a causa
de enfermedades relacionadas con el SIDA durante el
último año.
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Mujeres embarazadas y lactantes con SIDA
El primero de diciembre se conmemora el Día Mundial
de Lucha contra el SIDA, mucho se ha hablado sobre
este tema, pero poco se sabe sobre los cuidados que
las mujeres que tienen este padecimiento deben tener
durante el embarazo y la lactancia.
En México, de acuerdo a datos del Registro Nacional de
Casos de SIDA (CENSIDA) para 2010, el 41.6% de los
casos de SIDA en mujeres se presentaron en edades
que van de los 30 a los 44 años de edad, es decir, en
población económicamente activa y en edad
reproductiva por lo que se incrementan las posibilidades
de que la enfermedad se presente en mujeres en
periodo de lactancia.
En entrevista exclusiva para Esmas.com el Dr. Gerardo
Ugarte de la Vega nos explicó que las mujeres
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embarazadas que padecen VIH tienen entre el 20 y 40%
de transmitir a sus bebés esta enfermedad. Pero pueden
cuidarse tomando retrovirales y teniendo una
alimentación óptima, la mayoría de los bebés de
madres con este padecimiento nacen por cesárea, ya
que eso disminuye los riesgos de que se transmita la
enfermedad y por eso pueden nacer bajos de peso.
¿Cómo se contagia el bebé?
El virus atraviesa la placenta desde el primer trimestre, y
se queda ahí. La mayoría de los niños se contagian
durante el embarazo. Algunos se contagian al ser
amamantados un 4% o 20% por ciento, por eso es mejor
darles fórmula para evitar que eso pase, de acuerdo
con el especialista.
Durante el periodo de lactancia no se recomienda
amamantar a los bebés, después de este periodo no
hay forma en que la madre con VIH contagie a su hijo.
Los bebés que no nacen con la enfermedad deben de
tomar una fórmula que es la combinación de proteínas
y grasas, parecida a la leche materna, para que tengan
un buen desarrollo.