la voz sc.l,od al vu
TRANSCRIPT
LA Voz IVontuniación 2e la pagina
anterior)
''"• -Están preparándose para la niida.
^''-paciente, respondi-judo a su ^f^rácter, a la sanr/re, la scñori-'* Lydia Siria, a qmcn el cama-l 'ída Zeballos hn entnndo del •^llnntr c^mpn) tnwJcntn de loa 'spañoZci ci c / ; cíínoa, nos
Fierre Cogan
'^^rastra hacia el monumento de *" Victoria, eyutoniQ del cttal es-^Bran los corredores la orden de "^' Cmalis para alinearse y em-P'iendcr la etapa. Ansiosa, ner-^''osiíta, otea por todas partes ^onds puoda ver un "maillot"
morado con cintura encarnada y amarilUt..
—¡Allá!—excUima, de pronto, palmoteando.
Y nos dirigimos; mejor, »o.s arrastra, por entre la multitud que se agrupa entre ¡os "tours".
Monsieiir Caxalis p r o nuncia entonces el tradicio-.uil "Atención, s^^.orcs corrcdnrcs. ;A la salida!
Los corredores so ponen en pie. No podemos entrometernos por la gruesa fila, porque los gendarmes lo impiden.
—¡Cañardo! ¡Caiíardo!—grita Lydia.
Pero no la oyen. Cañardo, como E.^querra, Bcrrendcro y Alvares han oído mucho sus «om-hres estos días, y ya no dan importancia casi a los saludos de los esp ontáneos. Cuando madcmoisclle Francia dispara el pistoletazo, mi estros hombres parten, sin saber que ha acudido a despedirlos la mascota de 103.',. La señorita Lydia Siria, la que en París dio una cena en su honor, después de Jiabernos deleitado a todos con las excelencias do su arte sublime,
—Vendremos esta toche « Cannos. ¿Vordad, -mi amigo? —yios dica como interrogando al camarada Zeballos.
Y éste, caballero, y por lo mis-vio dispuesto siempre a complacer a una dama,:
—Lo que usted mande, guapa —contesta—•. Dejaré gustoso para mañana mi viaje a París.
ALBERTO M. GALÁN
Cannes, 19 de julio. DespU('s do la undécima etapa de I" XXX Vuelta a Francia.
í ^ corredores españole?, en Digne, han permutado la 'bicicleta por el automóvil... de verbena. ;,A que también
con este artefacto dan cien y rava a los adversarios?
La XXX Vuelta Ciclista a Francia
Rene Le Greves tr iunfa al sprint" en la etapa Cannes-
Marsella CAfiARDO Y BERRENDERO SE CLASIFICAN CON EL
MISMO TIEMPO QUE EL GANADOR MARSELLA. 21.—A las diez y
^^diá de la mañana se ha dado
'flan 3a a los corredoras que to
parte en la Vuelta Ciclista a ^icia. Hoy 103 correspondía cu-"" 'a etapa Cann?a-Marsclla (195
'"'^metros). 6sde los primoics momentos se obscn-ado cómo toda la cxpec-
i, '6n se concentraba en la acti-^^ que adoptaran el belga Silver
^^s y el francés Antonin Magne. de particular ha ocurrido
[*ta cerca de la capital medite-r ^ e a
'*Paaa
Allí .han intentado los lu-''Urgueses y españoles una cs-
^ pero a ella han ccntostado J^piidamen-te loa hzlgaa y fran-Ir*^' y aunque el pelotón se ha t'^regn «5,
gado un tanto, despcgándo-^ntre otros, los esipañoles Al-
y Ézquerra, a la meta se ha '^tadü un grtipo •numerosísi
mo, del que ha triimf^do el campeón de Francia, Rene Le Grévez, en magnífico d-emarraje.
La clasificación ha sido: 1. Le Grévez, 6 h. 6 m. 10 s . . 2. Meulenberg, 3. Kint. 4. NeuviMc. ñ. Marcaillou. 6. Magne. 7. Heiraann. 5. Thiótard. 9. " Ex »quo" : Maes, Ve r-
vaccke, Vanoverbergho, Hcndrlck, Hcide, Cañardo, B:rrcndero_ Ar. chambaut, Cogan, Lesueiur, Mar. •n, Amberg, Van Schende], An-toino, Berty, Pngís, Betini, Duca-."iíaux, Lemay. Todos en igual tie-m.po que Le Grévez.
Ija clasificación general no ha pufrido ninguna variación de im. poítancia, , .
''^'^ÍQ la ViíEli-a a
orea
ttai-T.r^fP'^ do la Vuelta, donde ha-organizadores todas las
c i Ir, ^ ^ Nicoláu, oVganizadora i -m,?^ pasados a,gos 'de la gran ' ^ a M '^''^"^'^3' como.es la Vucl-gj.a.¿ •"""'^'^' °^^^ traiiajando con ev j„,®'*''"^iasmo para que resulte ti,I *'^° que merecen .pruebas de
•^envergadura. irjf,'"'*'• sección organizadora ha ü,,.. ''f «"ecwrido la primera y ter,
qLie " ' ^»s e incluso aficionados St:núy''C3taaos de lo que ropi-e-P¡'o^ :^ Sí'an prueba ciclista, han »í|a,t,eri , '^''^''orar moraJmente y
alimente a la organización.
^1 rec^^'*^° domingo fué visitado li bjgn f "^o de la segunda etapa, Isi pfi'^° iiallado también, como en Hts. 0?'^"'* ^ t-«rcera, facilidades 'Hice n ^ '* Vuelta a Mallorca al-
''''«adn niayor éxltd que en los «JIU g' ^floa. El pueblo de Arta, Har ip . «í^Sunda etapa, una vez
' ttiism^"^° '=°"'=®d'do el final de ^«fie pt' P"' P '"' ^ <'*' ^°^°^ al-P ' sa'rin 'i* Ciclista Insular, em-'5« fo " "J l velódromo e incluso *ila orp.^ ' ^^'^ prometido apoyar
sanización para que se lie-
^nl^'^^ SSERVATSVOS Mesa, Montera, 35; Pasaje, 6. *•" eratis, En\'io provincia».
ve mÜclií) • mejor racuerdo que el pasado añoi
Importa que la afición mallorquína ayude con todas sus fuerzas n la enttd.íd ór,-?anizadora, ya que sin la ayuda de las corporaciones, in-duatriale,? y aficionados, haría muy difioil llevar a cabo una cj.rrora de tan elevada cnvcrgatlura.
Estas señorita^s dan por terminada su cari-erita de 50 metros, no más. Lsis más gruesecitas son las vencedoras
Recuerdos del "catch-as-catch-can''
DE LA CREACIÓN DE ESTE DEPORTE A LOÍ TIEMPOS ACTUALES
El deporte de la lucha libro americana, n "catcli", aunque de relativa implantación reciente en la forma en quo actualmente se practica, tiene un historial un tanto brumos'O y difícil d; trazar 3i queremos remontarnos a sus orígenes más primitivos.
Como exponente quo aspira a ser Ó3 la lucha del hombre primitivo, utilizando sus medios naturales ás defensa, la práctica ¿el "catch" Se remonta a la misma vida prehistórica. Luego, en las positrimDrias de la civi'lizJción helénica, como diiporte sin reglamentación fija, hace su aparición a título de variante de la lucha grecorromana, aun cuando no llega a emular las glorias de este estilo. La decadencia romana, con toda su ee<;u:la de barbarle, logra para es ta lucha, en franca familiarización con el "pancrace", el má>úmo favor de las multilu-á:a, ávidas de sensacionalismo y destrucción.
Tras un largo paréntesis en su historia, y siguiendo oasl paralelamente la corrieote de reimplantación obsei-vada en la lucha grecorromana, haca su reaparición en una nueva y d:flnitiva etaipa, bajo la dwiomln.'inión de lucha libi"«.
llíVf.-
Mike Brendel, el "Tigre"
• En realidad, el vocablo no aig-nlflcaL comp pudiera creers; en principio, qlie admitía como lícitas iod-as' las prisas y ardides da quo podía echar mano un luchador frente a otro. Se la dunominaba así a titulo de diferenciación de la grecorromana, porque, así como en esta última lucha no estaban ni están permitidas las presas de piernwis para desequilibrar al adversario, y sí solam:nte las prcfna
de cintura para arriba, en la lucha libre s> admitían con una mayor lógica y sentido práctico las pre.'-.aa de piernas con los brazos y con las mismas pijrnss para lograr llevar al contrincante al suelo sin necesidad de cinturarlo y levantarlo en vilo, que equivale a cargar con su psso innecesariamente.
No ob.5tante, a pesar c)3 su paralelismo histórico con la r:ÍBs-tauración de la lucha grecorromana—los tratzdos de lucha liWte de A. Birmann se remontan al año 1S75; los de E. Zschokke y W. Bois^.-.i-d, a 1887, y el de la celebra escuela de Ai-mond CherpiUod en 1005, tiempos do oro al estilo grecorromano en Europa—, y aun conteniendo algunas de sus más clásicas Uav'Ss, la lucha libre no ae inspira directamente en la grecorromana ni procede de ésta por lo que so deduce de su nueva etapa de resurgimiento. Cabo m^jor considerarla, asi por la nacionalidad de la mayoría de sus campeones como por su índole misma como una derivación de la lucha suiza practicada en los. concursos cantonales.
Cierto es también que por aquella época Inglaterra, la nación más deiportista de Europa y dil Mundo entero, se apresta con los lucha(;lores quo da tcxlos los confines acuden al llamamiento de la libra esterlina a dominar en el "self-defense", asi llam¿c)a en el Reino Unido, por su sentido práctico como medio de defensa; pero serla Injusto olvidar que, frente a los titulares especialistas ingleses y de otros países, los luchadores suizos sentaron cátedra, dándose el caso excepcional de que en el concurso organizado en Oovent Gardsns por el National Spórting Club, con motivo de las fiestas de la coronación de Eduardo VII—junio de 1002—, el campeón suizo Chcrpillot venció en dos días a 18 luchadores, canipco-nea de distintos pesos y nacionalidades. Este gran campc6a, funda-c)or de la escuela de su nombre, de regreso a Inglaterra, donde era reclamado por los empresarios, dcíípués de adjudicarse todos los premios cantonales de 1003, en el campeonato de Inglaterra de 1904 Se clasificó oampeijn, en competencia contra más de 70 luchadores, y dentro del mismo afio, en el campeonato mundial de pssos fuertes, conquistó el titulo frente a 116. luchadores inscriptos, venciendo en su triunfal carrera al gigenti Grurley, de 12ü kilo? do peso—contra 80 kilos que pesaba Cherpillod—, en las dos mangas, en treinta y quince minutos, re.s-pectivamente, triunfando más tardo del hasta entonces invencible luchador briánico .loe Carroll en un combate memorable de dos ho
ras y cinco minutos de duración. Para dar una idea del estilo
científico d« Armand Cherpillod, verdadero ídolo e impulsor de la lucha libre en. Europa, consigua-rrmos el hecho de que »in a*nl-tirse en la escuela do eate campeón las presas dolcroaas d« tor-
• • • « « & * ' .
jíardiazálial
sión de brazos, antebrazos y pies, inspiradas en el "jiu-jitsu", el manual do lucha libro de Cherpillod contenia más de cien presas con sus correspondientes coutraipresas simples y dobles, lo cual explica, por su variedad asombrosa y profundo estudio quo supone de las palancas humanas, el sincero entu--liasmo qu'o suscitó esta clase de lucha, realmente emocionante y apasionada, a la par que difícil, poro exenta do las brutalidades que bajo pretexto espectacular 1«
h a n sido agregadas posteriormente.
Finalmente, para terminar eate breve estudio retrospectivo de la lucha libre, añadiremos que los americanos, amajitos como los an-tigTios romanos de la emoción al paroxismo, sin reparar en la» lindes de la brutalidad, han inventado ese "catch-as-catch-can", o agárrate como puedas, como variante de la lucha libre, y desde luego, muy inferior a ella en ese aspecto y deportivamente, agregándole, como hemos apuntado anteriormente, varias presas doloro-sas y torsiones del. "jiu-jiteu", los "grands-écarts" de las piernas, así como el cabezazo al estómago, propio de la escuela francesa. Sólo faltarla aceptar como buenos loa golpes de boxeo—probablemente su prohibición obedece más al temor de ima proíita terminación de la lucha que a un sentido humanitario—-para que el "catch" americano pudiera considerarse no solamente como un deporte violentísimo—que ya lo es—, sino como una verdadera lucha primitiva en l<)da su rudeza.
Así se comprende quo el "catch", dentro de Norloamérica mismo, haga furor en Chicago, Boston, Detroit y otras poblaciones industriales, iguaj o más que en Nueva York, y que sea en dichos puntos donde convergen los mejores luchadores mundiales y se organizan los grandes combates,
También en París, de un par de aflos a esta parte, ha despertado una afición extraorelinaria el espectáculo del "catch", debido en gran manera a la actuación del campeón francés y de Europa, Heori Dcglans, ex campeón olímpico de lucha grecorromana, quien a su regreso de una "tournée" por los Estados Unidos, de;=ipués de haber abrazado el profesionalismo y dedicarse al "catch", ha reunido a su alrededor una legión de luchadores de primera línea, como Rigoulot, su compatriota y discípulo el francocanadiense Le-févbre, el ruso Karaviani y otros digno* de sostener ol pabellón europio frente a los Jimmy Lon-dos, Gus Sonneraberg, Strangler Lovvis, Don Koloff y demás CHtrc-Uas de los "rings" americanos.
•'r-^^ísa»gsis¡iii¿.a
El formidable Wladek Zbi.ezko
Sc.l,OD AL VU
nüs
Desiderio Esparza, el tesorero que no atesora ni una
perra chica El ex jugador del Madrid Desi
derio Esparza, natural de Tolosa, se lamenta de no poder largarse al pueblo una tcm,poradita.
—No puede ser; hay que estar aquí junto a las anchoas y las gambas...
—¿ Es que te las quitan ? —^Hay que vigilarlas nada más.
Como están tan frescas, ¿sabes? —;. Qué hay de fútbol ? —Que está durmiendo la si«ta. —El fútbol, sí; pero los direc
tivos, no... —Ix)s directivos no dicen nada
a nadie. Antes daba gusto. Durante los meses de verano no veías dar patadas al balón; pero, en cambio, te enterabas de muchas cosas. Por ejemplo, sabías que a Fulano le habían ofrecido de un Club catorce reales y otro estaba dispuesto a darle hasta cuatro pe-setas. EJ jugador, claro, no sabía qué hacer y se iba con ol de las cuatro pesetas, al bien pidiendo además una plaza de sereno para un familiar suyo. Ahora, chico, es que no te enteras de nada. Te le-vantas un día, coges el periódico, y to dioc quo Fulano ya no finna por las cuatro pesetas, aino poi cuatro mil...
—Es una verdadera pena. T lo más triste es que hay amigos que no te dejan en paz. Para que puc. das ir tem,Rrano a casa hay que decirles que Esparza ha firmado poí la Peña Bmilín...
—Yo, ai negocio nada más. En la actualidad no soy más que un fuitboli.'íta de clases paaivaa.
—, , Y la tesorería? -—¿Qué tesoi-oria?
-.-.!.--,• t — La de la Asociación de Juga
dores. —Está en la lactancia; no hay
cuartos . —Vamos, hombre. — Ivo que te digo; ni olnoo... - -Y eso, ¿cómo va?
Desiderio Esparza
—Viento en popa... —¿Se apuntan muchos? —Todos los días se reciben aquí
muchas adhesiones. —¿Sobre cuánta»? —De todas las poWaclone* de
España... Se ha recibido hoy una muy gorda...
—Dímela, Desideirio; no seaa así...
—No puedo. Soy un teBorcro íin cuartas; pero mudo...
L. M. R.
AIRES DEL R I N G mí
Miguel Safont quiere retirarse porque no le dan combates
El notabilísimo peso gallo ha es. crito a im amigo la siguiente carta:
"Muy señor mío: F4 motivo de escribirle es para hacerle una queja que creo la hago con toda la razón, y que es la siguiente:
Señor Silvestre, como usted ya sabe, en todo lo que va de año sólo tongo efectuadas tres peleas, y una do ellas, fuera de Barcelona, que si no solamente tendría dos; pero quo es igual como .si no se hubiesen celebrado, porque nin. guna do ellas llegó al limite, y, por tanto, no tuvo quo sudar mucho; así es que, bien mirado, sólo tengo un combate, y es el do Lyon. Y ahora -yregunto a los organizadores: ¿Qué es lo que tienen coamigo para tenerme postergado de e.s. ta manera?
Por falta de adversario no será, porque hay muchos, entro ellos, Young González, Duarte, Soria y también Lozano; con este último, a pc.«ar de qíi,e so haría un entrenador, no pelearé, pues todavía recuerdo ciertas palabras que me dijo el Sr. Taxoñera una noolio que yo quería retar a Lozano, y también las de sa "m©nagoi<', Lloréns.
Ahora usitod com.prendcrá ai hu. biese sido ot»o púgil el quo hubiese hecho mi papel frente a Dedeo. Al llegar aquí en seguida lo hubiesen dado polcas para explotar aquel combate; pero como era Safont, no pasó nada; y esto ya es la segunda vez que me ocun-c, pues cuando fui a Paris, vencí al campeón de Francia, Fierre Louis, y aquí nadie se dio por enterado. Y sepa usted quo ente muchacho, en sus muchos combatos, la mayoría contra hombrea bueno.s, sólo tiene dos derrotas: la mía y In que ahora lo acaba de inflingir Angelmann.
Y ¿no es triste que tmo pague 40 j>e.«etas a la Federación por su Ucencia para no hacer ningún combate?
Yo orco que no será porque sea exigente, pues nunca ho preguntado cuánto cobro por las polcas, y, a pesar de ello, me lo pagan así.
Pero es Igual, pues mi intt^nci6n 03 muy dústinta a la do tantos. Conmigo han jugado todo lo que han querido; poro no jugarán más, porque tengo todo el aflo la
licencia; si me sale algo, lo aprovecharé, y .si no sale, mala suerte; pero me duele el decirlo, scfienr director: el próximo año la Federación tendrá 40 pesetas menos, porque yo ya no sacaré ni licencia de boxeador, y ni siquiera pre-.senciaivé velada alguna. Y, con todo os'to, ya podrá comprender mi decl.siión de retirarme del boxeo, pues tanto va el cántaro a la fuente, q\ie alguna vez tiene que romperse. Pero lo que más me duele eis que habrá muchos que se alegrarán muchísimo poitiue se les marchará algo así ccwno una .sombra. ¡Pero qué le vamos a hacer, si a mi me han tomado de eatti manera!
La verdad es que ya estoy cansado do que me tomen por un muñeco, como han hecho ha"»ta la fecha.—Mif/ur/ Srifont."
Miguel Lafont
/VW^>WiN/VW^S/>^/>^VW>^^>S/^^^VW\^»^S<'S^i |^»<'W»^^V^^»^%^<
EU "C A N "TA o p o r M a r t í n e z de Leó"^
,,'é¿^U^}j^^ m>^ m^' ;:>
—Aquí en e.ste pueblo—decía el "cantaó" — nadie entiende de cante, de manera que tú, de cuando en cuando, me dice "¡Ole!", y ya verá cómo aplaude er público.
Y salieron. Un silencio profundo se hizo en el gran local, repleto de gente, cuando sonó la guitarra dando entrada al cante.
El "cantaó" se revolvió en su silla, tiró dei busto todo lo que pudo hacia arriba, y llevándose una mano a la boca del estómago, cantó:
"¡Esta .serrana está loca; loca que la van ata!"
—üiUyÜ!—grit;' el ele la guitarra.
—"¡Ole!", te he dicho que me disa.
— No, Antonio. ¡IJy! ¡¡E.s que ha pasado medio ladrillo rosándote la cabesa!!
La IV carrera d Comercio, para los días 5 y 6 de sep
tiembre i ?
El Club Ciclista Balear prepara con todo entusiasmo la organización do su gran prueba ciclista, la cuarta edición de la Carrera del Comercio, que este afto ha de revestir extraordinaria importancia. Es probable se le dé carácter Internacional y es deseo de la organización dotarla de magníficos premios; entre ello.s, los especiales para cuartas categorías y torceras independientes, y probablemente el gran premio de la montafla al mejor escalador.
También se tiene proyectado quo dicha carrera ae corra en dos eta-pos, con un totai de recorrido que sobrepasará los 325 kilómetros. Las techas de tan importantísima carrera probnblemente serán las de 5 y 6 del próximo septiembre.
Para los trabajos de la IV Gran Carrera del Comercio, ol Club Ciclista Balear ha nombrado la Co. misión deportiva, la cual ha quedado integrada por D. Juan Font, i;, Miguel Amfngual y D, Juan Ordinas.
El Club Cíiciiata Balear tiene su sede en la avenida A. Rosaolló (Bar Palermo), Palma de Ma-Horca.
Capilar Zaldívar PRODUCTO INDIO DEL ORIEN
TE ECUATORIAL
O Q I ^ M HIGlEíiiCAS lia nisoreta.—Salud, 6,
Catálogo gratis sin enviar sello.
fl '
m:-'
ll '