la vitivinicultura y el arte
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Instituto Nº 9-001 “ Gral José de San Martín”Seminario de Investigación: Arte del siglo XX
Profesoras:
ARENAS, AdrianaMISERERE, Griselda
Integrantes :
MERCERI, Ana PaulinaPOQUET, Carolina Vanesa
2009
Identificación
Del
proyecto
¨ El vino y el arte pictórico, dos expresiones divinas que conjugan su
espíritu y su belleza en la tierra mendocina”
PALABRAS CLAVES:
Vitivinicultura; vino; bodegas; Regiones vitivinícolas; tipos de vinos; arte
pictórico, elixir de expresión.
DISCIPLINAS INVOLUCRADAS:
Historia regional- Enología-Arte- Sociología
TIPO DE INVESTIGACIÓN:
Investigación Cualitativa: Interpretación de fuentes bibliográficas y
análisis y lectura de las representaciones pictóricas.
RESPONSABLES DEL PROYECTO:
APELLIDO Y NOMBRE:
MERCERI, Ana Paulina
POQUET, Carolina Vanesa
DIRECTOR/COORDINADOR:
ARENAS, Adriana
MISERERE, Griselda
UNIDAD EJECUTORA:
INSTITUCIÓN: Instituto 9-001 “GRAL JOSÉ DE SAN MARTÍN”
Balcarce s/n. Barrio Círculo Médico. San Martín. Mendoza
Teléfono: 02623 - 420888
DURACIÓN DEL PROYECTO: 3 meses aproximadamente.
RESUMEN:
En la historia de nuestra provincia, esta enmarcada la
significatividad de la actividad vitivinícola, la misma conforma su
identidad y su tradición cultural. El hombre y la vitivinicultura siempre
han ido de la mano en esta provincia cuyana. El sudor de su trabajo se
conjuga en la riqueza y exquisitez de sus vinos.
Dicha relación entre el hombre y el vino, la vid y los anhelos,
deseos y manera de concebir la realidad se transmiten y visualizan
también en el arte, arte pictórico vitícola que en los últimos años en la
provincia ha resurgido gracias al auge del área vitivinícola.
El siglo XX en Mendoza está enmarcado con grandes pintores que
exponen al mundo la provincia cuyana mediante sus representaciones
pictóricas, Mendoza tierra de viñas, mujeres y vendimia”, por ello es
importante conocer nuestra tierra y nuestro arte.
Descripción
Del
Proyecto:
Objetivos:
General:
Comprender la relación existente entre el arte y la vitivinicultura en
Mendoza
Específico:
Establecer la significación que le atribuyen los artistas
mendocinos a sus obras en relación a la vitivinicultura.
Conocer en si misma la actividad vitivinícola en nuestra provincia,
su importancia y su correspondencia en el arte.
Justificación y relevancia de la investigación:
La vitivinicultura en Mendoza tiene una larga tradición que se remonta a
los tiempos fundacionales. Los limitados conocimientos sobre el desarrollo de
esta actividad en los tres primeros siglos de la ciudad han dado lugar a que
esta época fuera considerada de menor relevancia vitivinícola.
A partir de investigaciones recientes, han sido realizadas las búsquedas
retrospectivas que iluminan la historia del vino en Mendoza. De allí que, en los
siglos XVII y XVIII, ha sido revelada la existencia de un importante desarrollo
de la producción de vinos finos, así como un proceso de avances tecnológicos
que benefició esta actividad. De la básica bodega doméstica, frecuente en la
periferia rural de la ciudad, se dio paso a construcciones más específicas, con
gran tecnologización y de un crecimiento espectacular.
En la época actual, siglo de grandes transformaciones e innovaciones,
se ha hecho presente la vitivinicultura en la cultura popular, no solo en sus
distintas manifestaciones, sino en el ámbito artístico, especialmente el pictórico
y fotográfico, los cuales representan los sentimientos y expresión del hombre
mendocino. Nuestra provincia se destaca partir de ello, lo cual no solo se
enmarca en el plano regional sino que se expande a lo internacional.
La Vendimia, signo de vitivinicultura, sintetiza tradiciones, creencias,
mitos y costumbres de Mendoza. Vendimia es nuestra música, nuestra poesía,
las comidas, las supersticiones y nuestra fiesta. Vendimia está ligada a la
“historia no escrita del pueblo”. El cultivo de la vid y la industrialización de sus
frutos, en Mendoza es mucho más que una actividad económica; es una
expresión popular del sentimiento de amor y adhesión hacia el trabajo y la
riqueza colectiva. Mendoza es vendimia, porque la siembra y la cosecha son
una clave secreta de la vida de los mendocinos, esa vida signada por el
esfuerzo necesario para ganar la batalla desigual contra el desierto.
Declarada Octava Capital Mundial del Vino, y reconocida
internacionalmente por la calidad de sus uvas, Mendoza presenta una ruta
enológica a través de la cual es posible visitar pequeñas y grandes bodegas,
conocer su historia y secretos, además de degustar deliciosos vinos y de
embellecerse con las representaciones artísticas sobre el mismo. Este
recorrido, prácticamente obligatorio para todo aquel que pone un pie en suelo
mendocino, además de resultar encantador, permite la adquisición de nuestra
identidad y patrimonio cultural.
De esta manera es como la vitivinicultura se vincula con las expresiones
artísticas, donde se escogen los colores, texturas y efectos acorde a las
características de cada composición.
Definición y
Delimitación del
problema:
Nuestra tierra, tierra del sol y del buen vino, se acompaña de la mano del
arte y del esfuerzo del hombre por dar buenos frutos, y expresar esa tradición
milenaria del trabajo mediante el deseo de provocar a través de
representaciones artísticas, donde confluyen los sentimientos, augurios y
esperanzas de mendocinos, la empatía del espíritu y la esencia de la
vitivinicultura.
La vid y el vino han ocupado en todas las épocas y civilizaciones
un lugar destacado en las bellas artes, entre las que se cuenta con
preeminencia la pintura y actualmente se le suma la fotografía. Desde las
ilustraciones y escenas mitológicas griegas, pasando por la época
medieval hasta llegar al renacimiento y el modernismo, el vino ha estado
siempre presente en el arte con un sentido de fondo.
Por ello se plantea a partir de este nuevo siglo el interés por conocer el
vínculo que se establece entre el arte y la vitivinicultura a través de sus
manifestaciones pictóricas.
De allí que se tienda a interrogar: ¿ El auge de la vitivinicultura y su
despliegue, en la segunda mitad del siglo XX, motivó un resurgimiento en
el arte argentino pictórico con relación a la misma? ” .
En base a este interrogante se establece como hipótesis inicial:
Desde 1980 la vitivinicultura, actividad privilegiada en Mendoza, surca los
pasos de la pintura en relación a dicho actividad”
Contexto
HistóricoMendoza, el vino y el arte, están
ligados para conformar una marcaúnica. Es una fusión de pasión,
misticismo y tradición queenvuelve a las bodegas y a la
sociedad en su conjunto…
El arte y su relación con la estructura general de la sociedad y su
ubicación
Las manifestaciones artísticas están imbrincadas en la sociedad
postmoderna actual. Esta sociedad postmoderna se caracteriza por los
cambios rápidos y vertiginosos en su modo de parecer, el auge y expansión de
los medios de comunicación, el consumismo y la expansión de los mercados, la
tecnologización de los medios de producción y todo ello acompañado con un
crecimiento de la cultura y de las expresiones artísticas en todos sus niveles.
Las grandes transformaciones vividas por el siglo XX se desarrollan en
torno a tres ejes, núcleos esenciales del nuevo estatuto del conocimiento: la
informatización de la sociedad, el acceso abusivo de los medios de
comunicación a la vida cotidiana, el predominio del feroz sistema de consumo
en el que se basan las sociedades occidentales, para reafirmar que en esta
nueva sociedad, las actividades que en ella predominan no son solo las de
producción/consumo de bienes, sino las de creación, la diversidad , las
expresiones artísticas de un mundo en constante cambio, las representaciones
de aquello que nos hace un pueblo único y con características propias, la
revalorización de lo autóctono, y la difusión de la información y servicios. La
información se constituye en la principal fuerza de producción que reafirma lo
heterogéneo y relativo y esencialmente en la aceptación de que si algo existe,
son las múltiples existencias que constituyen una pluralidad de narrativas,
expresiones culturales y discursos o visiones de un mundo que no portan
verdades definitivas.
En gran medida, la cultura postmoderna nace como rechazo a la
concepción de una unidad del mundo físico y social, para primar su centro de
interés en los temas sociales, en la diversidad y reconocimiento del otro y
principalmente en una revalorización de lo autóctono, de la originalidad, y de
las expresiones y sentimientos que conforman una identidad local, regional o
nacional.
En la cultura postmoderna no se suscita la división entre lo elitista y lo
popular, entre lo bueno y lo malo. No hay lugar para el maniqueísmo. Lo bueno
es relativo y lo malo también. No tiene sentido alguno dividir al mundo en dos
mitades: la civilización y la barbarie.
De allí, la importancia del arte y de sus representaciones pictóricas. El
arte expresa las diferentes miradas acerca de una realidad, de acuerdo al
parecer o sentir del artista. El arte y sus pinturas permiten conectarse con esa
realidad de la cual se forma parte, integrante de la cultura y de la identidad
local, es un abrir de un libro que indica la raíz de una identidad que marca la
historia y la conformación social que hace una historia y reconocimiento local y
no otra.
El lugar del arte y su relación en el conjunto de la estructura social, y su
relación con los diferentes ámbitos
Para poder establecer la relación entre el arte y la actividad vitivinícola
mendocina en los tiempos actuales, se debe realizar un recorrido histórico que
permita comprender el surgimiento de esta actividad en los suelos de la
provincia cuyana. Por ello a continuación se expone el origen de la bodega
mendocina, del vino y las relaciones que se infieren de los mismos en relación
a la actividad pictórica.
BODEGA MENDOCINA DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Mendoza, ciudad capital de la provincia del mismo nombre en la región
de Cuyo, situada en el centro-oeste argentino, fue recientemente declarada 8ª
Capital Internacional del Vino. El desarrollo de la vitivinicultura mendocina ha
sido tradicionalmente atribuido al período de europeización del país fomentado
por la famosa “generación del ´80”. Los cambios ideológicos de este grupo
condujeron al progreso de la Nación en detrimento de la tradición cultural
española. A partir de mediados del siglo XIX, con la contratación del agrónomo
francés Michel Aimé Pouget, creador de la Escuela de Agricultura y Bodega
Modelo, se fue perfilando una nueva tecnología agrícola que incluyó cambios
en el desarrollo de la vitivinicultura mendocina.
En 1885, el tren llegó a esta ciudad. Con este medio de transporte,
llegaron miles de inmigrantes italianos, españoles, franceses y de tantas otras
naciones. Muchos de ellos habían experimentado en sus países de origen la
tarea vitivinícola y se afincaron en la provincia con el objetivo de plantar viñas y
elaborar vinos. Surgieron así, a fines del siglo y en la primera mitad del siglo
XX, las grandes bodegas que respondieron al modelo industrial. Se elaboraron
vinos en grandes cantidades y se construyeron para ello las “bodegas más
grandes del mundo”. Los apellidos Tomba, Giol, Gargantini, Arizu, Escorihuela,
Benegas, y tantos más, fueron los protagonistas de este período de la
vitivinicultura mendocina. A ellos se atribuye la paternidad y el éxito de nuestros
vinos.
Sin embargo, quienes se ocuparon de la historia económica y social
mendocina, dejan bien claro que antes de ellos hubo vitivinicultura en
Mendoza. Es más, se reconoció que fue una actividad relevante para el
desarrollo del comercio regional y que hubo buenos y muy buenos vinos que
sirvieron como moneda de intercambio. Todo indica que Mendoza es
poseedora de una fuerte tradición vitivinícola que se remonta a sus tiempos
fundacionales.
La vitivinicultura en Mendoza es una actividad tan antigua como la
ciudad. Los limitados conocimientos sobre su desarrollo, en los tres primeros
siglos, han dado lugar a que esta época fuera considerada de relativa
relevancia vitivinícola. A partir de investigaciones recientes, han sido realizadas
las búsquedas retrospectivas que iluminan su historia en Mendoza. De ellas
surgió que en los siglos XVII y XVIII se produjo un importante desarrollo de la
producción de vinos de calidad, así como un proceso de avances tecnológicos
en beneficio de la vitivinicultura. De la básica bodega doméstica, frecuente en
la periferia rural de la ciudad y aún dentro de ésta, se dio paso a
construcciones más específicas destinadas a la fabricación de vinos y
aguardientes.
La ciudad de Mendoza del Nuevo Valle de Rioja fue fundada por el
Capitán don Pedro Ruiz del Castillo el 2 de marzo de 1561. Desde entonces,
uno de los aspectos fundamentales de la vida mendocina ha sido, y continúa
siendo, el desarrollo de la actividad vitivinícola. El fundador dotó a la ciudad,
fuera del tejido urbano, de un perímetro de tierras para cultivos destinadas a
chacras y viñas, haciendas y potreros.
La llegada de la vid y la producción del vino fueron inmediatas. Junto a
los alfalfares, los cereales, los frutales y el olivo, la vitivinicultura fue una de las
bases más importantes de su economía. Podemos afirmar que Mendoza nació
con vocación vitivinícola.
Cabe reconocer que los siglos XVII y XVIII fueron de verdadero auge en
la vitivinicultura iberoamericana, dentro de la que se incluye Mendoza. Con el
arribo del ferrocarril en 1885 se inicia una nueva etapa con la llegada de los
inmigrantes que dieron inicio a la vitivinicultura industrial, alejada de las
tradiciones de la colonia por las formas de cultivo y elaboración.
Fueron los tiempos de los grandes y emblemáticos edificios de bodegas.
Se inicia un período de auge en los siglos XVII y XVIII que no sólo tuvo
lugar en América, sino que también se produjo en España dentro de la industria
vitivinícola. Los Borbones abrieron las fronteras entre Francia y España, dando
lugar a la “nueva viticultura” y la gran expansión de las explotaciones agrícolas
dedicadas a lagares y bodegas1 Esto dio lugar al mejoramiento de la calidad de
los vinos españoles, y una mayor variedad y cantidad de producción2. Los
cambios en España provocaron en América situaciones beneficiosas como la
emigración a las colonias españolas de franceses que aportaron sus
novedades en vitivinicultura. Esto coincidió en Mendoza con la llegada del
navarro francés don Miguel de Arizmendi, quien influyó para favorecer y
acrecentar la producción de vinos de calidad en las bodegas mendocinas. Por
ende, si se produjeron entonces tales cambios tecnológicos, debe haber
implicado modificaciones en los edificios destinados a bodegas, aportando
nuevas características tipológicas a su arquitectura.
La evolución edilicia de la bodega mendocina, vinculada al desarrollo de
la vitivinicultura como la principal actividad económica cuyana, debe ser
considerada como parte de un proceso mayor, a escala regional, dentro de la
cuenca vitivinícola de los Andes Centrales3 , como ha acertado en definir el Dr.
Pablo Lacoste. La relación política, administrativa y socio-cultural de Mendoza
por más de doscientos años como vitivinícola quedara inserta dentro del marco
de la vitivinicultura chilena. Los vinos de Mendoza que llegaban al Litoral,
Córdoba y al Plata, eran considerados vinos de Chile. Ningún
historiador, por lo general, ha determinado esta procedencia en sus trabajos, ya
que se limitaron a nominarlos como “vinos de Mendoza”.
Pese al cambio de administración virreinal que afectó a Mendoza en
1776, la vitivinicultura continuó su desarrollo, llegando a convertirse en la
principal abastecedora de vinos al Tucumán, el Río de la Plata y el Litoral.
Desde la separación de Cuyo de la capitanía de Chile se produjo un período
intermedio en la vitivinicultura que duró hasta la década de 1880. Los cambios
económicos producidos a fines del siglo XVIII en Europa con la Revolución
1 YRAVEDRA, Soriano, María José, Arquitectura y cultura del vino. Andalucía, Cataluña, La Rioja y otras regiones. Madrid, Munilla- Lería, 2003, p. 85.
2 LACOSTE, Pablo, “Vitivinicultura de calidad en América colonial: vino y aguardiente “a la vela” (Mendoza, siglo XVIII). Talca, 2006, artículo inédito proporcionado por el autor, p. 2.
3 “La vitivinicultura en Mendoza: implicancias sociales y culturales (1561-2003)”. En Arturo Roig, Pablo Lacoste, María Cristina Satlari (Compiladores), Mendoza, cultura y economía. Mendoza, Caviar Bleu, Editora Andina Sur, Col. Cono Sur, 2004, pp. 57-114.
Industrial y la Fisiocracia tuvieron consecuencias en América que se
continuaron en el siglo XIX, produciendo la caída de las industrias locales. Esta
situación se agudizó a partir de 1828 por las luchas internas4 .
Esto tuvo gran importancia durante el período de gobierno del Gral. San
Martín y los preparativos del Ejército Libertador. Mendoza y San Juan debieron
abastecer en todo aspecto esta empresa5. Desde 1828 la vitivinicultura decayó
como actividad económica, dejando prevalecer los cultivos de cereales y
alfalfares que nutrían los potreros.
La bodega cuyana fue parte de un conjunto de edificios rurales instalado
en las chacras y haciendas de la periferia urbana, en algunos casos, y dentro
de la cuadrícula urbana, en otros. Las actividades agrícolas desarrolladas en
las propiedades del campo eran múltiples: cultivos de alfalfares, viñas y
frutales.
Cada propiedad rural tendía a una economía de subsistencia familiar,
con sus remanentes de producción, en primer término, al que luego se sumaría
el crecimiento productivo, dando lugar a una economía de intercambio
comercial con las otras regiones del Virreinato.
En tanto tipología, la bodega de vinos se ha modificado a través del
tiempo, ya sea por los cambios tecnológicos de la vitivinicultura, como por
circunstancias de orden geográfico, histórico, económico, de disponibilidad de
materiales y técnicas constructivas. Los colonos utilizaron los procedimientos
tradicionales de vinificación española derivados del lagar romano introducido
durante el imperio de Roma en la Península Ibérica6
4 CORIA, Luis Alberto, “El siglo anterior al boom vitivinícola mendocino”. Mendoza, artículo mecanografiado en prensa, 2006, p. 7.
5 Ver: SATLARI, María Cristina, “De las reformas borbónicas a la desintegración de Cuyo”. En: Roig, A., Lacoste, P., Satlari, M. C. (Compiladores), Mendoza a través de su historia. Mendoza, Caviar Bleu, Editora Andina Sur, 2004, pp. 93-134.
6 Mª. José Yravedra Soriano, Obra citada, C. 2, pp. 92-105.
Estas técnicas fueron adaptadas a las diversas realidades de las
colonias en América, siendo las desarrolladas en la Provincia de Cuyo de la
capitanía de Chile muy particulares: la mayoría de sus lagares fueron de cuero
de vaca sostenidos por cuatro estacas clavadas en el suelo, lagaretas de
madera y posteriormente lagares de ladrillo y cal o canto rodado. Los vinos
peninsulares, especialmente los andaluces, que salían del puerto de Cádiz,
fueron paradigmáticos en el gusto de los españoles radicados en América.
Estos vinos, por lo tanto, debieron servir de modelo a los productores
del Nuevo Mundo. Por ende, es probable que los procedimientos vitícolas
fueran emulados de tales bodegas, que habrían intentado reproducir en las
colonias con las posibilidades y limitaciones materiales impuestas por la
geografía y el medio socio-cultural.
Debido al sismo de 1861, colapsaron y desaparecieron esas viejas
bodegas.
Poco es cuanto pueda ser detectado en tanto testimonio material de la
época colonial y poscolonial. De todos modos, a través de los documentos
escritos de carácter notarial, como testamentarias y comerciales, algunos
dibujos de los viajeros e interpretaciones de las descripciones literarias, es
válido el intento de reconstruir hipotéticamente la bodega colonial con sus
anexos de industrias artesanales y domésticos.
De este período, hasta el momento, se han podido detectar las
descripciones de algunas bodegas en testamentos y otros documentos
notariales de nuestros archivos oficiales. Entre otras, las bodegas de la
Hacienda del Buen Viaje de la Compañía de Jesús, la de los Videla, las de don
Tomás de Arizmendi, la descripta por John Miers en su Viaje al Plata, la de
Albino Gutiérrez, la de González Videla, estas dos últimas del llamado período
de transición en el siglo XIX.
LA BODEGA COLONIAL EN AMÉRICA HISPANA
La conquista y colonización de América implicó la transferencia cultural
por parte de los europeos que se afincaron en el Nuevo Mundo. La vitis vinifera
fue implantada en estas tierras. Las principales áreas vitivinícolas americanas
están distribuidas en la costa oeste del continente, desde California a la cuenca
vitivinícola de los Andes Centrales, pasando por México y el Perú. En general,
son áreas cultivadas bajo sistemas de riego artificial, en oasis situados en las
vecindades de territorios desérticos, y con proximidad a las zonas montañosas.
Los cultivos estuvieron siempre vinculados a chacras y haciendas, como
una actividad más entre las necesarias para la subsistencia familiar. No
siempre se contaba con bodega propia, se podía alquilar las tierras para el
cultivo o como en España, donde se usó el sistema de aparcería17 o se
convenía la “maquila” con el vecino.
En el siglo XVIII tuvo una expansión la actividad vitivinícola debido a la
gran cantidad de pequeños y medianos viñedos y bodegas.
En América del Sur, fue Perú el primer lugar donde se implantó la
actividad vitivinícola, sobre todo en la región costera, cuyo ambiente fue más
propicio.
Es aceptado el hecho de que las primeras cepas europeas llegaron a
Cuyo desde Chile, con la conquista y poblamiento español del Valle de
Huantata desde 1561. La hacienda mendocina de los siglos XVI al XIX, con sus
instalaciones y bodega configura una tipología arquitectónico-espacial con
características propias. Si bien está emparentada con las erigidas en el Valle
Central de la capitanía de Chile, área jurisdiccional en la que se encontró
inserta en la mayor parte de la época colonial, las condicionantes geográficas y
económicas de Cuyo impusieron modificaciones formales y espaciales, así
como los cambios tecnológicos ligados a las posibilidades materiales ofrecidas
por el medio.
El desarrollo de las actividades agrícolas europeas insertas por el
español en el oasis, provocado por los indígenas con sus canales de riego en
el Valle de Huantata implicó su adición a los cultivos nativos. La introducción de
las nuevas especies vegetales y la elaboración de sus productos derivados,
implicó un cambio fundamental en el uso del territorio, la conformación del
paisaje rural y el emplazamiento de los establecimientos agroindustriales que,
en muchos casos, superaban las ambiciones y los límites de lo meramente
doméstico. Existió un elevado número de bodegas, algunas de ellas,
presumiblemente, se preocuparon por la calidad de sus vinos y aguardientes.
Estos establecimientos recibieron innovaciones periódicas en su
tecnología que conllevaba también a adecuaciones edilicias, favoreciendo los
avances en la producción propulsados a requerimiento de los vitivinicultores.
La vitivinicultura colonial ha sido descrita como una actividad primordial
en la economía mendocina y sanjuanina, aunque su infraestructura apenas
superaría el nivel doméstico, afirmando la existencia de una producción
abundante de vinos buenos y muy buenos que se comercializaron en Córdoba,
Santa Fe y en los territorios del Río de la Plata. La calidad de estos vinos,
dejaba mucho que desear, según la mayoría de las reseñas, sobre todo
haciendo referencia a los vinos que habían sufrido el largo y dificultoso camino
de su traslado a los puntos de consumo fuera de Cuyo.
Se los identifica como vinos comunes, tipo “carlón”, negro y áspero.
Muchas veces eran adulterados con agregados de agua durante el largo
camino desde Mendoza al Río de la Plata y el Litoral.
Algunas bodegas se dedicaban a la fabricación de vinos de calidad,
vinos de crianza, llamados “vinos a la vela”. Estos vinos eran producto de un
procedimiento7 desarrollado en pocos lugares del mundo que, curiosamente,
también fue experimentado en algunas bodegas mendocinas dieciochescas8 .
Estos vinos, comercializados a muy alto precio, eran exportados no sólo al Río
de la Plata, sino también a Chile, que aunque era tierra de vinos, no los
7 Se trata de un proceso de crianza con ciertas similitudes al de los vinos de Jerez, que pudo haber servido como inspirador de los “vinos a la vela” de que habla Lacoste.
8 LACOSTE, Pablo “Vitivinicultura de calidad en América colonial: vino y aguardiente “a la vela.” (Mendoza, siglo XVIII)”, Talca, 2006,pág. 11.
producía, y al Perú por las rutas del noroeste. El Dr. Lacoste enfatiza la
importancia de la fabricación de vinos mendocinos de calidad desde el siglo
XVII, en especial con referencia al “vino a la vela”, elaborado entonces por un
grupo de bodegas artesanales. A partir de los documentos del siglo XVIII
confrontados en el Archivo Histórico de Mendoza, se deduce que muy pocos
bodegueros pudieron haber estado técnicamente capacitados para su
fabricación y conservación9.
Las bodegas mendocinas no eran grandes establecimientos, sino, más
bien, recintos artesanales10 El cultivo de la vid fomentó la subdivisión de las
parcelas beneficiadas por el riego11. No había entonces grandes plantaciones
de viñedos, sino propiedades acotadas cultivadas con dedicación. Las vides no
se distribuyeron regularmente en el terreno12, donde a veces aparecían áreas
yermas. Estas características de la vitivinicultura mendocina estaban también
condicionadas por la capacidad de regadío y la red de canales de la época. Las
dimensiones de las haciendas se alejaban notoriamente de la realidad de los
grandes latifundios agrícolas de la época en Sudamérica.
Hacia la primera década del siglo XVIII, la elaboración de estos vinos de
calidad era muy limitada, pero fue impulsor de su posterior desarrollo, un
francés de Navarra, don Miguel de Arizmendi, quien se afincó en Mendoza. Acá
apreció el vino local, pero pronto se dedicó a desarrollar la industria del “vino a
la vela”, para lo que aportó su capacidad técnica y de innovación. Otros
vitivinicultores se sumaron a esta iniciativa, constituyendo a Mendoza en el
único centro vitivinícola de la colonia capaz de producir esta especialidad, sin
9 El productor más antiguo de esta variedad de vinos sería el capitán Juan de Cuenca Gallego, otros productores y comercializadores fueron don Miguel de Arizmendi, el capitán Juan Méndez y la bodega de los Gudiño.
10 CORIA, Luis Alberto, Evolución económica de Mendoza en la época colonial (Mendoza, UNC, 1988), pp.117-118.
11 PRIETO, María del Rosario, “Formación y consolidación de una sociedad en un área marginal del Reino de Chile: la Provincia de Cuyo en el siglo XVII”,En: Anales de Arqueología y Etnología, Nº 52-53 – 1997-98. Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Arqueología y Etnología, Mendoza, Ed. Fac. de Fil. y Letras, 2000.
12 RIVERO M, Ana M., Entre la Cordillera. Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. pp. 128 y 129
dejar de producir vinos comunes, a precio acomodado, fácilmente
comercializados y redituables a corto plazo.
Es interesante dilucidar los aspectos físicos del lugar donde tales vinos
finos eran elaborados, ya que siempre han sido vinculadas estas bodegas al
espacio doméstico, tecnológicos para este tipo de producto deben haber
condicionado aspectos espaciales y formales de las instalaciones.
Las referencias halladas acerca de la arquitectura de las bodegas,
indican que no han sido edificios trascendentes hasta la era industrial, cuando
empezaron a solicitarse proyectos arquitectónicos para las fábricas de vino.
La Bodega Mendocina de los siglos XVII y XVIII
En realidad, el modelo de bodegas subterráneas o en cuevas común en
casi toda España no era reproducible en Cuyo; los sismos y las limitaciones
tecnológicas de la época no lo permitieron.
Es importante señalar, que, tanto en los casos españoles como en los
presentados por los investigadores en América, las bodegas vinarias no fueron
de grandes dimensiones, como así tampoco los viñedos, ya que la tarea
vitivinícola fue considerada como especial, necesitada del cuidado cotidiano del
productor. Eso explica la vecindad con la casa habitación, en la mayoría de los
ejemplos desarrollados, y el carácter de tarea familiar que le cupo siempre a la
factura del vino. Estuvo presente la intención de hacer prevalecer la calidad
ante cualquier otro valor. Si bien no todos los vitivinicultores tuvieron
instalaciones de bodegas, llevaban sus cosechas a bodegas vecinas, pagando
con el orujo, por ejemplo, la elaboración.
De los documentos y trabajos analizados, surgen elementos que
describen las bodegas. ellos ofrecen una descripción de la finca, la bodega y
de las diversas tares vitivinícolas. De allí se rescataron los siguientes datos: la
casa estaba en los suburbios, situada junto al viñedo; el edificio de la bodega
constaba de un solo piso, su depósito era de un largo considerable por veinte
pies de ancho; las paredes estaban construidas de adobe sin blanquear; los
esclavos apisonaban las uvas dispuestas en cedazos cuyas mallas dejaban
pasar la pulpa dejando los hollejos y las hojas; menciona los lagares de ladrillo
y cal donde pisaban la uva con los pies hasta obtener mosto. El mosto era
depositado en grandes cántaros o tinajas para su fermentación, que se tapaban
con una tapadera de madera y luego sellaban con una arandela de arcilla
plástica amasada con afrecho para su conservación y envejecimiento.
Guaycochea de Onofri define la bodega mendocina de fines del siglo
XVIII, como un simple “depósito” de vino. Toma como ejemplo la continuidad de
este tipo de edificación en el primer cuerpo de bodega (1856) de González
Videla en Panquehua, Las Heras. Está construida de adobones de tapia con
techo a dos aguas. La planta oblonga tiene su gran puerta por el lado mayor.
La proporción es esbelta. La abertura para iluminación y ventilación
exigidas son dos ventanitas alargadas en sentido vertical, una junto a la otra.
La bodega está en pie y esta descripción puede ser verificada.
Fueron edificios cuyas dimensiones estaban limitadas por los materiales
y la tecnología constructiva proporcionada por el medio: unas 6 varas de ancho
por un largo variable de 23, 38, 45 varas. Sus plantas angostas y alargadas, ya
que las dimensiones de los troncos de algarrobo y sauces propios de la zona
eran escasas, y se utilizaban para construir el techado, a doble pendiente,
armado sobre tijerales amarrados con tientos de cuero. La pendiente era más
fuerte en los más antiguos, suavizándose en tiempos posteriores. Los muros se
construían de tierra cruda, con mampuestos de adobe secado al sol o bien de
tapial o barro apisonado dentro de un encofrado de madera. El testamento de
José de Coria Salinas describe “una bodega de pared pisada y adobe…”13 .
Imagen de un paisaje de tierra y verdes con el marco de la cordillera y el
cielo azul mendocino y cuyano. Se instalaron los lagares, en sus diferentes
13 La vara era una medida española variable entre 0,84 y 0,86 m.
tipos y materiales, tanto en el interior de la nave, como en la de Juan Cruz del
Castillo, cuya “bodega de dos lagares dentro de ella, como en los corredores
precedentes, o bien en ramadas levantadas en los patios, como tenía la
bodega de Simón de Sosa y Mariana Rivas “una ramada con tres
horcones de algarrobo y 15 varas de sauce con lagar de cuero desde donde el
mosto se llevaba en noques a las vasijas en el interior de la bodega. Los pisos
eran de tierra apisonada que se regaban para mantener la humedad necesaria
en el interior del edificio, siguiendo la tradición andaluza. Las aberturas eran
escasas y de pequeñas dimensiones, a fin de asegurar el control térmico. Las
aberturas enrejadas como en la bodega de Juan Cruz del Castillo, donde “el
patio principal de dicha bodega con dos puertas de reja…”y las llaves en las
puertas indican la necesidad de asegurar el producto, como la de José de
Coria, con “puerta de dos manos con cerradura y llave…”
Ya alrededor de 1797( pleno siglo XVIII) se produce un periodo de
transición entre la industria tradicional y la industria moderna . En esta etapa
conviven las bodegas de muros de adobe, techos de caña, lagares de cuero,
con las nuevas tendencias que dirigían la industria hacia los muros de ladrillo,
techos de metal, lagares de cal y ladrillo, así también entre los cambios
ocurridos de sustituyen las botijas de cerámica por los barriles de madera.
Este ciclo de transición se puede subdividir en cuatro etapas:
a) 1767-1830: Comprende desde el momento y auge de la caída de
los jesuitas hasta el advenimiento de la dictadura de Rosas. En
este período se produjeron cambios importantes en la industria
vitivinícola: cambio de la botija de cerámica, como medio para la
conservación del vino, por el barril. Se comienza a utilizar el
ladrillo y la cal en las bodegas, pero aun conviviendo con los
materiales tradicionales.
b) 1830- 1853. Período de crisis de la actividad vitivinícola durante el
periodo rosista. La crisis vivenciada en la vitivinicultura se
corresponden con la falta de seguridad jurídica, el auge de la
violencia y el terrorismo de Estado. En este periodo el gobierno
confiscaba las propiedades de los adversarios políticos.
c) 1853-1910. Etapa de la Constitución Nacional y normalización
institucional del país, coincidiendo con una etapa de reactivación
de la vitivinicultura, favorecidas por el sistema de
transportes( ferrocarril) y la apertura de inversiones provenientes
de capitales extranjeros.
Mendoza aumentó la superficie de viñedos, la cantidad de
bodegas y la capacidad de elaboración de vinos. La vitivinicultura
se revelaba como una industria en ascenso . La clase dirigente en
1864(Luis Molina Videla a cargo del poder ejecutivo en dicho año)
impulsó el desarrollo de esta actividad productiva. Paralelamente
a ello Mendoza, consolidó una industria del vino, con la adopción
de un modelo de distribución de la tierra. La viña permitió la
pequeña propiedad apoyada en el trabajo intensivo, generando un
sistema social mas equitativo y democrático en Mendoza,
diferente al modelo terrateniente y oligárquico establecido en La
Pampa, ya que era un modelo de mayor democracia social y
económica, con mayor cantidad de empresarios y pequeños
propietarios agrícolas e industriales, dando origen a una pequeña
burguesía local.
d) 1910- actualidad. Nueva etapa: incorporación del ladrillo y la cal,
junto a la tecnologización del sistema productivo. En este periodo
hay que destacar dos subetapas:
1) El aporte inmigrante y la crisis de 1930 y 1970. Con
la llegada de españoles e italianos a la provincia , en
vez de desarrollar un producto con características
propias, trataron de imitar los modelos de la
vitivinicultura europea. Así los vinos comenzaron a
adoptar denominaciones europeas como Borgoña,
para los tintos, Chablis, para los blancos, Oporto y
Jerez, para los dulces y Champagne para los
espumantes.
Años mas tarde en 1930 Argentina se vio
fuertemente afectada por el contexto internacional, ya
que cayeron las exportaciones y los precios de los
productos que se vendían al exterior, generando
problemas de acumulación de productos en el
mercado interno y su consiguiente caída en el mismo.
Como resultado de este fenómenos experimentado a
nivel internacional y que afectó a nivel nacional y
provincial, los vinos fueron derramados muchas
veces en las acequias ante la imposibilidad de su
venta.
Ante dicha situación el Estado provincial, desarrolló
políticas activas como regulador de la industria
vitivinícola. Se creó la Junta Reguladora de Vinos,
que estableció la clave para la recuperación
económica mendocina: se tendió a arrancar las viñas
de cepas criollas con alto rendimiento por hectárea y
baja calidad, por la uva francesa “ Malbec” de menor
rendimiento pero de alta calidad.
La llegada del gobierno nacional peronista, estableció
en 1954 la estatización de la bodega Giol, y en 1959
con la sanción de la ley 14.878 de creó el Instituto
Nacional de Vitivinicultura quien regula y profundiza
la tarea de la Junta Reguladora de Vinos. Sin
embargo paralelo a ello el Estado mantuvo una
política proteccionista manteniendo fuertes aranceles
aduaneros a fin de mantener el comercio interno.
Con la crisis de 1970 Mendoza se vio subsumida en
una nueva depresión vitivinícola.
e) 1980 hasta nuestros días: La presente etapa que perdura hasta la
actualidad se caracteriza por la incorporación e iniciativa de
inversores extranjeros a la provincia. Las inversiones provienen
de Chile, Francia, Austria, Gran Bretaña y Portugal. Así en los
últimos 15 años se han producido grandes avances en el
mejoramiento de la calidad de los vinos como en el proceso
tecnológico, envasado de origen y comercialización. Como
resultado la industria vitivinícola mendocina a iniciado una tarea
exportadora de grandes proyecciones .
La bodega, entendida como edificio industrial donde se elaboran y
guardan los vinos forma parte de la historia del arte por su participación en las
resoluciones formales y espaciales del hábitat humano, que junto a toda la
actividad vitivinícola conforman “ obras de arte”,ya que ocupan un lugar
destacado en la vida misma del hombre, por ser expresiones del ser y del
obrar, las cuales están provistas de una voluntad formal y estética visualizadas
en el arte. Además algunas obras pictóricas destacan la importancia de las
bodegas en cuanto, es allí donde el vino mágico, toma forma, cuerpo y sabor.
Es en los toneles de madera, donde el vino se añeja, donde adquiere toda su
esencia y esplendor mendocino.
El vino y la pintura en Mendoza
El vino ha inspirado gran parte de la producción artística de Mendoza.
Los pintores de esta provincia, han realizado sus obras bajo el influjo de la
industria del vino, y muchos de ellos lo han realizado a través de sus
creaciones-
Para poder explicar la relación entre el vino y la pintura se expone el
origen del vino, los tipos de vino y el proceso de elaboración del mismo como
las zonas vitivinícolas mas propicias en nuestro país y en la provincia de
Mendoza.
Orígenes de una bebida milenaria
Escritos chinos, libros indios, dioses griegos, inscripciones egipcias y
crónicas americanas garantizan que hombres y vino tienen un pasado
común, un presente perfecto y un futuro prometedor.
Vino y humanidad son palabras de una
misma historia. Las crónicas suelen coincidir en que el
origen de las vides se remonta al período terciario del
tiempo geológico: mucho antes de la aparición del
hombre. Se estima que fue en Asia Menor desde donde
se extendió la vid por toda la cuenca mediterránea;
luego llegó a Europa, Australia, África y América
La historia del vino se remonta al viejo testamento (Génesis 9:20)
cuando es mencionado por Noé.
En Grecia antigua, el vino era tomado con agua (tomarlo sin mezclarlo
era mal visto); Teócrito describe a los vinos como venerables cuando cumplían
los 4 años de edad.
Por aquel entonces era guardado en toneles, recipientes hechos en
pieles de cabra y ánforas impermeabilizados con aceites y trapos engrasados;
por lo que el aire estaba en contacto con el vino en todo momento. Los
romanos demostraron mejor cuidado y mejor vino a través de los vinos
Falernianos de un año de añejamiento introduciendo otros recipientes. Aunque
de todas formas no se llego hasta la maduración completa del vino cuando se
introdujo la botella con corcho.
El vino conservado en madera no alcanza la madurez hasta pasados los
tres años; mantenido mayor tiempo no mejoraba pero podía deteriorarse. Los
toneles eran mantenidos hasta 20 años hasta el final del siglo XVIII, momento
en que fueron mejorados; pero el hábito fue abandonado y los connoisseurs
encuentran en ello un tema para discusión.
Los romanos plantaron viñedos en todos los lugares en que la uva
soporto el clima (África del norte, España, Gaul, Inglaterra e Iliria). Los cultivos
permanecieron para consumo local, en particular para la Sagrada Comunión,
por lo que su cuidado paso a ser preocupación de los eclesiásticos.
La reaparición del vino como bebida, y la de famosas bodegas, resulto
invariablemente de los esfuerzos de monjes y monarcas distinguidos por su
devoción a la iglesia.
La mayoría de los vinos locales eran de baja calidad, especialmente de
áreas actualmente consideradas como de alta latitud. El Vin de Suresnes de las
afueras de París se transformó en algo fino. En Inglaterra existen registros de
Vinos Espumantes de la variedad Welsh que datan del siglo 19 en producido
en las afueras de Cardiff.
Si bien las plantaciones mas importantes son atribuidas a Carlomagno,
no fue hasta el siglo XII que las grandes plantaciones encontraron lugar y
grandes mercados. Debido a las dificultades para transportar mercaderías de la
época, la mayoría de los viñedos que subsistieron fueron aquellos que estaban
a orillas de ríos importantes. Tal es el caso de los viñedos a orillas del Rhin en
Alemania, Garonne y Loire. Otros eran producidos en la zona controlada por
Venecia de Grecia donde se producían variedades de Madeira, hacia 1420.
La utilización de botellas y corchos apareció para finales del siglo 17, y
se atribuye su creación a Dom Pierre Pérignon de Hautvillers, padre del
mercado del Champagne. Otro descubrimiento, al que se llegó, pero por error,
fue la obtención de vinos dulces y bouquet, los cuales se producían dejando
que las uvas entraran en cierto fermento todavía en los viñedos y parras, en el
año 1775 en Rheingau. Esta pourriture noble (podredumbre noble) era causada
por la presencia de cierta microdermia especial que hizo posible algunos
Sauternes y conocidos algunos vinos de Hungría
afectando ciertos toneles.
También durante el siglo 17, fue cuando los productores
de Madeira, Jerez y Oporto comenzaron a fortificar sus
vinos agregando Brandy durante la elaboración.
La tradición de los vinos franceses llegó a América con los españoles,
que transportaban durante la Conquista las especies vegetales mas
importantes para ellos: la higuera, el olivo y la vid. A la Argentina la vid llegó
desde Chile junto a los primeros colonizadores que pisaron nuestro país.
Terruños, suelos del vino
En América Latina la vitivinicultura tiene más de cinco siglos, y aunque
se sospecha que existían vides antes de la conquista española, las cepas más
difundidas llegaron desde Europa.
Además de las necesidades religiosas, el vino era considerado un
alimento primordial como el trigo y el aceite de oliva. Las dificultades para
trasladarlo obligaron a los colonizadores a afincar viñas en cada nuevo
asentamiento americano. Así fue que los frailes comprobaron que suelo y
clima eran óptimos para la vid.
Alrededor del siglo XVI fueron plantadas las primeras cepas en
Argentina, en la región de Cuyo. El cultivo se irradió hacia el norte, siempre
bordeando la Cordillera de los Andes, hasta constituir la zona vitivinícola más
importante del Cono Sur.
De esos tiempos data el vino “patero”, ya que el proceso de elaboración
se reducía a pisar las uvas en cueros de vaca, recolectar el mosto en
recipientes de cuero y trasvasarlo a tinajas de barro donde comenzaba la
fermentación que transformaría el natural jugo en vino sagrado. En bodegas
improvisadas, debajo de la tierra se conservaban las tinajas repletas de vino, a
la espera del mejor momento para ser bebido.
El tiempo y el hombre mejoraron las técnicas de elaboración y
conservación hasta llegar al desarrollo de la vitivinicultura moderna.
Las Regiones Vitivinícolas de la República Argentina
La vitivinicultura argentina comenzó en la época de
la conquista española, al traer los colonizadores semillas y
estacas de vid. Con sus frutos se elaboraron vinos para
oficiar la Santa Misa. Una incipiente vitivinicultura se
desarrolló en las más variadas regiones del país. Con la
inmigración europea también continuó el aporte de
diferentes cepajes a nuestro país.
Las condiciones ecológicas hicieron que las vides perduraran en los
lugares más adecuados, llegando al momento actual con un conjunto de
regiones vitivinícolas que se extienden preferentemente, en las zonas
predominantes a lo largo de la Cordillera de los Andes, entre los 22 y los 42
grados de latitud sur. A lo largo de más de 2.400 kilómetros, diversos
microclimas dan lugar a dichas regiones vitivinícolas, cada una con sus
particularidades ecológicas. Esta diversidad de condiciones climáticas, permite
el cultivo en cada región de las que resultan más adecuadas, por sus
exigencias y características, desde el punto de vista climático y enológico.
La Cordillera de los Andes ejerce una influencia decisiva en el clima de
buena parte del territorio argentino y principalmente de su zona vitivinícola. El
cordón montañoso, determina que las masas de aire húmedo provenientes del
océano Pacífico descarguen su humedad sobre territorio chileno y si penetran
en nuestro país, el aire es seco y caliente, como es el caso del viento Zonda,
típico de la Provincia de San Juan.
En la Argentina, las zonas aptas para la crianza de la vid, como se ha
mencionado, se extienden sobre la Precordillera de los Andes, y
preferentemente en las partes altas y a la vera de los ríos que se desprenden
de las cumbres. Es por eso que en Argentina la vid crece en clima semiárido,
con estación invernal seca, templado o templado frío, lluvias que no pasan de
los 250 mm anuales y donde el riego es, por lo tanto indispensable.
En la mayor parte de la franja señalada, las altitudes son variables entre
los 500 y los 1.500 m sobre el nivel del mar. Los suelos son profundos, sueltos
y permeables, pobres en materia orgánica, nitrógeno total y fósforo, de
reacción alcalina, ricos en calcio y potasio.
Todos los viñedos argentinos están ubicados en zonas secas, con un
bajo régimen de lluvias y una humedad muy escasa, por lo tanto, las escasas
precipitaciones obligan a que los viñedos se desarrollen irrigados por una
compleja red de canales que distribuyen el agua proveniente de los deshielos
cordilleranos que forman ríos de régimen irregular, cuyas crecidas estivales son
captadas y almacenadas por medio de embalses y otras obras hidráulicas.
Al aprovechamiento del agua superficial debe añadirse la captación de
agua subterránea. La irrigación artificial permite que la provisión de agua al
viñedo pueda efectuarse en los volúmenes y épocas más apropiadas, conforme
al estado vegetativo de las vides y a la calidad que se busca obtener. El riego
se realiza por diversos sistemas: por surcos, a manto, por goteo.
Dos factores marcan de manera determinante nuestros viñedos: la
abundancia de sol, que permite una excelente maduración de las uvas que
llegan sin dificultades a su plenitud de aromas, sabores, color y taninos y la
altitud sobre el nivel del mar, dada por la Cordillera de los Andes que en
Argentina alcanza las mayores altitudes en el continente, la cual es causa de
una importante amplitud térmica.
Los factores expuestos constituyen una condición excepcional para la
calidad y el estado sanitario de las uvas, evitando el desarrollo de
enfermedades criptogámicas. Los productos vitivinícolas argentinos son
naturales y libres de residuos de pesticidas. Las temperaturas apropiadas y una
gran heliofanía (presencia del sol) durante todo el año permiten que las
distintas variedades de vid cultivadas puedan completar perfectamente su ciclo
vegetativo alcanzando, sus frutos, madurez industrial y niveles de calidad
óptimos.
La Zona Vitícola Argentina puede ser dividida en tres regiones bien
diferenciadas por sus características ecológicas netamente definidas y la
diversidad de sus suelos: la Región Noroeste donde se destacan las zonas de
Perico y el Carmen, los Valles Calchaquíes, Valles de la Provincia de
Catamarca y la Rioja (Chilecito-Nonogasta) la Región Centro-Oeste con San
Juan y Mendoza como las zonas
más importantes y la Región Sur
donde resaltan los Altos Valles del
Río Negro.
La Cordillera de Los Andes
custodia los viñedos argentinos, que
se extienden desde Salta hasta Río
Negro. Argentina tiene el privilegio
de contar con los viñedos más altos
del mundo, en Salta y Catamarca, y
los más australes del planeta.
En la actualidad, Argentina tiene casi 230.000 hectáreas de viñedos
repartidas en las provincias de Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan,
Mendoza, Neuquén y Río Negro. Nuestro mapa vitivinícola se compone de
cinco regiones, cada una con características ecológicas propias, suelo y climas
diferenciales. Las vides también expresan rasgos distintivos en cada terruño, y
la tendencia se orienta a resaltar la personalidad de los vinos asociando su
identidad a la zona de origen.
MENDOZA
Es el centro vitivinícola más importante del país. Actualmente existen
más de 146 mil hectáreas de vid. Los suelos pobres, una notable amplitud
térmica (diferencia de temperatura entre el día y la noche), escasas lluvias, la
buena insolación de las uvas son factores que caracterizan a los terruños,
ideales para el desarrollo de una vitivinicultura de calidad. En Mendoza radica
no solo en su alta producción (por encima del 70% de la uva del país), sino por
la calidad y nivel de sus productos, de destacada y creciente participación en el
mercado internacional. Entre las diferentes zonas de cultivo de la vid, quizás la
más privilegiada en cuanto a la producción de vinos finos se refiere. En las
últimas décadas ha alcanzado un alto grado de desarrollo, puesto de manifiesto
en el mejoramiento de los cepajes y en el perfeccionamiento tecnológico. Las
áreas cultivadas con viñedos se encuentran, a modo de oasis, próximas a los
ríos de montaña más importantes, los que proveen el agua necesaria para la
irrigación de los cultivos. Para completar las necesidades de riego, también se
hace utilización de agua subterránea obtenida mediante numerosas
perforaciones.
Predominan las variedades rosadas que se destinan principalmente a
elaboración de mostos concentrados y vinificación. Entre éstas podemos citar:
Criolla Grande, Cereza, Moscatel Rosado y Gewurztraminer destinada esta
última a la elaboración de vinos finos. Entre las variedades tintas de vinificar
merecen mencionarse Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Pinot Noir,
Barbera, Sangiovese,Tempranillo y Bonarda, entre otras. Los cepajes blancos
de vinificar cultivados son: Chenin Blanc, Torrontés Riojano, Ugni Blanc,
Semillón, Tocai Friulano, Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanc, Moscato
Bianco y Pedro Giménez, entre otras. Existen también áreas destinadas al
cultivo de variedades de mesa y pasas. Se distinguen las siguientes áreas:
Norte, Centro, Este, Valle de Uco y Sur.
ÁREA NORTE:
Ubicación: Comprende las áreas de menor altura sobre el nivel del mar,
abarcando superficies vitícolas de los departamentos Lavalle, Las Heras,
Guaymallén y San Martín, irrigadas con aguas del Río Mendoza. La altitud
oscila entre los 700 y los 600 metros. Presenta marcadas diferencias con las
áreas Centro y Este tanto por sus características agroclimáticas como por las
variedades en ella cultivadas.
Suelo y Clima: los suelos en su gran mayoría son poco profundos, con poca
pendiente y algo salinos, lo que demanda la implementación de sistemas de
drenaje para efectuar lavados que mantengan un bajo nivel de sales. El clima
es templado cálido, la temperatura media es de 25,4 ºC en el mes más cálido y
de 7,2ºC en el mes más frío, lo que permite una buena maduración de las uvas.
Variedades cultivadas más importantes: se cultivan principalmente las
variedades rosadas: Cereza, Criolla Grande y Moscatel Rosado y entre las
blancas encontramos Chenin, Pedro Giménez, Ugni Blanc y Torrontés. En
cuanto a vinos tintos se adapta para la producción de vinos livianos y de
marcado carácter varietal.
ÁREA CENTRO
Ubicación: de condiciones ecológicas extraordinarias para la vitivinicultura,
corresponde al área históricamente conocida como "Primera Zona" muy
prestigiada por la calidad de sus vinos. Comprende los departamentos de Luján
de Cuyo, Maipú, Guaymallén y Godoy Cruz.
Suelo y Clima: Los suelos son muy aptos para el cultivo de la vid, francos a
franco-arcillosos con bastante material grueso (grava y canto rodado). Tienen
muy buena permeabilidad y son pobres en materia orgánica y sin problemas de
salinidad. La irrigación se realiza utilizando aguas del río Mendoza. En el
departamento de Luján de Cuyo la vid se cultiva en el pedemonte de los
cordones montañosos, a más de 850 metros sobre el nivel del mar, en
excelentes condiciones ecológicas. El clima templado, variando de templado
frío a templado cálido, según se avanza de sur a norte, es adecuado para
permitir la óptima maduración de las uvas. La parte que limita con el área norte
tiene características similares a las de ésta.
Variedades cultivadas más importantes: predomina el cultivo de variedades
de alta calidad como Malbec, que en estas condiciones agroclimáticas
experimenta una exaltación de sus características enológicas dando origen a
vinos finos de gran singularidad y calidad, Cabernet Sauvignon, Chenin, Merlot,
Chardonnay, Syrah, Ugni Blanc, Tocai Friulano y otros de muy buena calidad.
El sistema de conducción es la espaldera baja y parral. Se destaca un alto
grado de perfeccionamiento tecnológico, que unido a las óptimas condiciones
ecológicas y a la bondad de las variedades cultivadas, han permitido a esta
área elaborar vinos finos tintos, rozados y blancos de calidad superior.
ÁREA ESTE
Ubicación: Ubicada a 33º 2’ de latitud sur, abarca los departamentos de San
Martín, Rivadavia, Junín, Santa Rosa y La Paz. Es la mayor productora de la
provincia, con el 49,34% de su superficie vitícola. El oasis abarca una
extensión aproximada de 1600 Km2 y está principalmente irrigada por el curso
inferior del río Tunuyán y por el río Mendoza, completándose la demanda
hídrica por agua subterránea captada por bombeo. Las altitudes de la región
abarcan desde los 750 metros sobre el nivel del mar, en las zonas más
elevadas, llegando a 640 metros en la zona de la travesía.
Suelo y clima: los suelos son de origen eólico, de textura franco arenosa y
areno limosa ricos en potasio. También existen algunos suelos salinos los que
deben manejarse adecuadamente mediante lavados. El clima es templado y
posee un régimen superior a 2200 horas sol en el período de 210 días
favorables para el desarrollo vegetativo, permitiendo la perfecta maduración de
la mayoría de las variedades cultivadas. Tiene gran amplitud térmica anual,
favoreciendo el reposo vegetativo de las plantas.
Variedades cultivadas más importantes: Se cultivan principalmente las
variedades Criolla Grande, Moscatel Rosado, Pedro Giménez, Cereza, Malbec,
Bonarda, Tempranillo, Sangiovese, Barbera, Ugni Blanc, Merlot y Syrah. EL
sistema de conducción más difundido es el parral, al que le siguen en
importancia la espaldera alta y baja. Esta aérea ha producido progreso en el
manejo de los cultivos, sistematización del riego, incorporación de tecnologías
y modernas maquinarias, tanto en bodegas como en fábricas de mosto.
Produce principalmente vinos de mesa, vinos finos de excelente calidad y
mostos o jugos concentrados de uva. Es también importante la producción de
uva para consumo en fresco y para pasas.
ÁREA DEL VALLE DE UCO
Ubicación: Ubicado al sudoeste de la ciudad de Mendoza, entre los 33º 5’ y
34º de latitud sur. Es un valle formado por la cordillera frontal y la región de las
Huayquerías. Comprende el valle del mismo nombre. Abarca territorios
cultivados de los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos, sobre el
pedemonte de la Cordillera de los Andes. La altitud varía desde los 900 m.
sobre el nivel del mar en la ciudad de Tunuyán hasta los 1200m en el Viejo
Tupungato. Los terrenos cultivados con viñedos son irrigados por los ríos
Tunuyán y Tupungato.
Suelo y clima: En las zonas altas, de marcada pendiente, los suelos son
pedregosos, los cantos rodados aparecen mezclados con arena gruesa y algo
de limo, siendo de escasa fertilidad. A causa de su composición física y
mecánica son suelos muy permeables, sin problemas de drenaje ni salinidad
en su gran mayoría. Los inviernos son rigurosos y los veranos cálidos con días
templados o cálidos y noches muy frías. La amplitud térmica diaria es de unos
15°C, lo que favorece una muy buena producción de color y tanino en las uvas
y permite disponer de materia prima adecuada para obtener vinos destinados a
una crianza prolongada.
Variedades cultivadas más importantes: En esta área predominan las
variedades tintas, entre las que podemos mencionar: Malbec, Tempranillo,
Barbera, Merlot, Cabernet Sauvignon, Sangiovese y Bonarda. Se cultivan
también variedades blancas de vinificar, tales como Semillón (principalmente
en Tupungato), Torrontés Riojano, Pedro Giménez, Chardonnay y Chenin,
entre otras. Mención especial merece la notable calidad de los vinos tintos
principalmente de Malbec, variedad que alcanza óptimos niveles cualitativos en
el Valle de Tupungato.
La variedad Semillón es el cepaje blanco fino más abundante en el valle,
especialmente en Tupungato, donde manifiesta al máximo sus excelentes
cualidades, dando un vino de pronunciado aroma frutal y buena acidez. En
general los vinos producidos en esta área
tienen acidez elevada.
ÁREA SUR
Ubicación: Ubicada a 34º 5’ de latitud
sur, comprende los viñedos de los
departamentos de San Rafael y General Alvear. Este oasis está irrigado por los
ríos Atuel y Diamante y se ubica al pie de la cordillera principal.
Suelo y clima: en general, esta área ofrece excelentes condiciones
climáticas y edáficas para el cultivo de la vid. Los suelos son aluvionales,
presentando gran proporción de calcáreo. Con frecuencia el subsuelo es
pedregoso. Las temperaturas oscilan desde los 22ºC como valor medio del
mes de enero en el distrito de Cuadro Benegas hasta 24,4ºC para el mismo
mes en Carmesa. En estas condiciones la vid vegeta sin excesivo vigor, dando
moderados rendimientos.
Variedades cultivadas más importantes: entre las variedades
cultivadas se pueden mencionar Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon,
Tempranillo, Chenin (que da sus características a los vinos blancos de la
región) y Pedro Giménez, entre otras. Entre los sistemas de conducción
predomina la espaldera baja. Se producen vinos de mesa y finos de excelente
calidad.
Proceso del Vino
Teniendo en cuenta consideraciones generales podemos clasificar a los
vinos en dos grupos conformados los mismos por los Vinos de Mesa y los
Vinos Especiales.
Vinos Finos de Mesa.
Según esta clasificación los vinos de Mesa son aquellos que
generalmente son consumidos durante las comidas; siendo los vinos
especiales aquellos que se consumen fuera de ellas.
Siguiendo con dicha clasificación los vinos de
mesa comunes deben tener características que
los diferencien de los vinos finos, una de ellas
está relacionada con el tiempo de consumo ya
que los vinos de mesa se consumen en el año
de elaboración, deben ser agradables pero a su
vez de escaso costo. Los vinos finos tienen un proceso más elaborado y
requieren entre otras características un mayor costo, mayores cuidados,
afinamiento esmerado, etc.
Elaboración de los Vinos Finos.
Materia Prima.
La materia prima para la elaboración de vinos finos debe ser una
variedad de uva determinada, con un determinado grado de madurez con
connotación al suelo y al clima. Los factores primordiales que intervienen para
que un vino sea de calidad son el cepaje, el clima y el suelo.
Características que Distinguen a los Vinos Finos.
Vinos Finos Tintos.
1) Vendimia.
Una de las premisas en esta etapa consiste en tratar de no romper los granos
ni en la vendimia ni en el transporte, debiendo realizarse la misma con sumo
cuidado. Al momento de realizar dicho proceso es necesario que la uva posea
el grado de maduración tecnológica que para ese medio ecológico y esa
variedad sea la mas indicada para proporcionar el mejor vino tinto.
2) Vinificación.
En este ítem es muy importante tener en cuenta la capacidad de las vasijas. Se
recomienda que las mismas posean una capacidad reducida, con el objetivo de
poder gobernarlas con seguridad, y de ser posibles metálicas, para poder así
refrigerarlas a través de un cortina de agua.
3) Temperatura de Fermentación.
Con respecto a la temperatura de fermentación, la misma debe mantenerse
entre 25º y 30ºC, siendo lo ideal 27ºC.
4)Duración del encubado.
Si se tiene en cuenta que se vinifica a temperaturas mas bajas que en
las vinificaciones corrientes y que los vinos finos requieren un valor de taninos
mas elevado es conveniente que el tiempo de encubado sea mas prolongado
para la mayoría de las variedades tintas, como el Merlot, los Cabernet, el Pinot
tinto, etc.
5) Fermentación Maloláctica.
Cuando se dan las condiciones, el afinamiento de los vinos tintos se obtiene
con la fermentación maloláctica.
Por parte del vino la condición esencial es la presencia de una acidez natural
suficiente, la cual se sitúa en valores de pH de 3,4 a 3,5 como máximo, y en
acidez total un mínimo de 6,1g por mil, expresados en ácido tartárico.
El espacio de tiempo que transcurre entre el proceso de elaboración y la
degradación biológica se lo denomina tiempo o período crítico debido a que
durante el proceso se mantiene una temperatura relativamente elevada lo que
puede llegar a ser contraproducente, se retrasa el primer trasiego, no se
adiciona SO2, ni tampoco se despeje del vino los microorganismos, quedando
de esa manera el vino desprotegido. Es por lo tanto de suma importancia
reducir el tiempo período denominado crítico.
Vinos Finos Blancos.
1) Vendimia.
Con respecto a la vendimia de variedades de uvas blancas para la elaboración
de vinos finos no existen grandes diferencias con respecto las
recomendaciones hechas para la vendimia de variedades tintas.
2) Vinificación.
Para la vinifcación de vinos finos blancos se debe seguir con los mismos pasos
y normas señaladas para la vinificación en blanco (Molienda, Escurrido, Adición
de SO2, Desborrado, Corrección de la acidez, Levadurado e incorporación de
Ventonita) teniendo en cuenta las particularidades respecto a las vasijas, las
cuales han sido ya mencionado en la vinificación en los vinos finos tintos.
3) Temperatura de Fermentación.
Dentro de las posibilidades hay que mantener la temperatura de fermentación
alrededor de los 20ºC , ya que si la fermentación se realiza a temperaturas
elevadas es posible que se eliminen una parte de los aromas. Fermentando a
temperaturas bajas se produce una mayor cantidad de glicerina, la cual le
comunica redondez al vino haciéndolo amable.
4) Fermentación Maloláctica.
Respecto a la fermentación maloláctica , siempre y cuando las acidez del vino
lo haga técnicamente posible, hay gustos encontrados ya que gran cantidad de
gente la quiere y otros no, éstos últimos son los que prefieren vinos frescos y
con gusto a frutas, caracteres que anula la fermentación maloláctica, y por lo
tanto prefieren la desasidificación química.
Los Aromas en el vino
Dentro de los aromas del vino se
pueden distinguir tres tipos que
corresponden a diversos factores como
son la variedad de uva, el terreno en el
que se encuentra plantada, la elaboración a que ha sido sometida, la edad del
vino y su estado de conservación.
Aromas primarios o de la variedad
Son aquellos correspondientes a la uva y a las circunstancias que la
rodean como suelo y clima. La variedad otorga al vino su sabor y también sus
aromas según sea la intensidad y la finura de los componentes aromáticos del
fruto; pero para que estos se revelen con todas sus cualidades es esencial
iniciar el proceso de vinificación ya que sobre todo en el prensado y la
maceración pasan al vino multitud de esencias de las pieles.
Aromas: Flores, frutas, vegetal y especias.
Aromas secundarios o de fermentación
Son los procedentes de la transformación de los azúcares de la uva en
alcohol, por tanto podemos decir que dependen mucho de la concentración de
azúcar, y por lo tanto del grado de madurez, de las uvas y del método de
vinificación.
Aromas: Alcoholes (etílico), lácticos (mantequilla), ácidos grasos (jabón y cera)
aldehídos (levadura, pan, etc.) y esteres.
Aromas terciarios o de crianza
Son los propios de la fase de crianza y envejecimiento del vino tanto en
barrica como en botella y son conocidos también como “bouquet”. Uno de los
elementos que más influyen en la formación de aromas terciarios es la madera
de las barricas en que ha sido criado. No sólo el tipo de madera si no también
el tamaño de la barrica, su edad, su tostado y el tiempo de permanecia del vino
en la misma.
Como segunda fase existe una maduración en botella que perfecciona y
otorga elegancia al vino y que puede dar lugar a dos tipos de aromas: de
reducción o procedente de la protección del vino de los efectos del aire; se
conocen como aromas cerrados, de botella; y de oxidación o procedente de un
proceso opuesto, es decir, del contacto del vino con oxígeno en algún momento
de su vida. Ladrillo para los vinos viejos y marrones en los más oxidados.
Aromas: Animal (cuero), vegetal seco (tabacos), torrefactos (café, cacao, etc),
frutos secos (nueces, avellana).
Cabernet Sauvignon: El aroma típico es a pimientos verdes. También se lo
puede emparentar a frutos rojos: cassis, frambuesas, ciruela, mora, canela y
eucaliptos. Durante el envejecimiento puede aparecer el aroma a confitura,
madera, ahumado, tostado, canela y chocolate.
Malbec: Es un vino carnoso que presenta aromas típicos a frutas negras,
cerezas y madera, anís, frutos rojos, violetas. Cuando evolucionan aparecen la
canela y toques de vainilla.
Syrah: Posee aroma a frutos maduros, cerezas , cassis, mora, trufas, cedro y
canela. Puede aparecer la violeta y la rosa.
» Valbona Syrah 2001
Bonarda: Posee aromas intenso a frutas rojas donde aparece las moras,
frambuesas, grosellas, cerezas y la frutilla.
Merlot: Frutos rojos, cerezas y ciruelas maduras, hojas molidas y mermelada.
En algunos aparece el caramelo.
Chardonnay: El ananá, la miel, y la manzana verde son los más típicos.
Cuando poseen crianza en roble, también a vainilla, y aromas lácteos como la
manteca.
» Valbona Chardonnay Roble 2001
» Valbona Chardonnay 2001
Torrontés: Muy intensos y florales. Toques de ruda, nuez moscada, rosa,
geranio, hinojo, anana y manzana.
Sauvignon Blanc: Pomelo, durazno, pasto recién cortado, ruda, almizcle,
manzanas verdes, ventuamente a ahumado o tostado.
Marco Teórico de
ReferenciaLa viña, la vid y el vino en la
sangre
del artista…
Fusión entre el Arte y la Vitivinicultura
Las expresiones artísticas están impregnadas de los sentimientos,
intereses, pensamientos y deseos de los propios artistas, como así también
están insertas dentro de un estilo particular de pintar, el cual se ve claramente
en lo representado por el pintor. De esto deriva el Realismo, el Impresionismo,
que marcan una tendencia bien marcada dentro del ámbito artístico.
Las pinturas seleccionadas responden a estas tendencias. A fin de
clarificar sus características se puede decir que el REALISMO
A mediados de siglo, en Francia, se llamó realistas a ciertos artistas que se
proponía reflejar la sociedad del momento en contraposición con las fantasías y
los sueños románticos.
Desde entonces se suele presentar al Realismo como la antítesis del
Romanticismo por la eliminación de ciertos elementos como lo fantástico, los
excesos sentimentales, etc.; y el desarrollo de otros como el interés por la
naturaleza, por lo regional, por lo costumbrista, por lo cotidiano.
Cronológicamente este movimiento sigue al Romanticismo. Aparece en
Francia hacia 1948 y se extiende aproximadamente hasta 1870 y su
influencia llega hasta nuestra provincia. El realismo se opone a lo artificioso e
indeterminado y traduce la realidad como única verdad del hombre y del
mundo, sin falsas representaciones. Por eso, sus temas preferidos son los
retratos, en su actitud natural, sin poses estudiadas, la gente en su trabajo, al
aire libre. Los artistas se basan fundamentalmente en la observación, y
plasman no sólo lo bello, sino también lo feo y revulsivo. De la observación
minuciosa surgió la caricatura que experimentó un gran apogeo y esplendor,
en la que aparece, como componente la ironía.
El Realismo conjuga ciertos elementos y técnicas que lo caracterizan
como tal:
Observación rigurosa y la reproducción fiel de la vida. El escritor ha
asimilado las lecciones del método experimental, de la Sociología o de la
Psicología. Se documenta sobre el terreno, toma apuntes sobre el ambiente,
las gentes, su modo de vestir, etc. Ese deseo de exactitud se verá reflejado en
la descripción de costumbres o de ambientes –rurales o urbanos, refinados o
populares y en la descripción de personajes, origen de la gran novela
psicológica.
Con respecto al IMPRESIONISMO, el mismo es un movimiento pictórico
desarrollado en la segunda mitad del siglo XIX que tuvo su epicentro en
Francia y que se caracterizó por el intento de capturar la luz y el instante en las
obras, pintando el "momento de luz".
El movimiento fue bautizado como impresionismo en forma peyorativa
por la crítica, basándose en un cuadro de Claude Monet llamado "Impresión
atardecer" o "Impresión sol naciente" pintado en 1872.
Los descubrimientos que hace la física sobre la naturaleza de la luz
despierta en los pintores un interés más vivo sobre los fenómenos luminosos y
su aplicación a la pintura, permitiendo la creación de nuevos colores, base del
impresionismo.
Los impresionistas supieron construir un nuevo lenguaje pictórico
empleando nuevos recursos pictóricos apenas aplicados en obras anteriores a
ellos. El mismo apareció como reacción contra el arte académico. En pintura
partió del desacuerdo con los temas clásicos y con las encorsetadas fórmulas
artísticas preconizadas por la Academia Francesa de Bellas Artes. La
Academia fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales
del Salón parisino. Los impresionistas, en cambio, escogieron la pintura al aire
libre y los temas de la vida cotidiana. El movimiento impresionista se considera
el punto de partida del arte contemporáneo. Su primer objetivo fue conseguir
una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron
en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. Los pintores
impresionistas organizaron su primera exposición independiente en 1874.
Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz
sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la
luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos
circundantes en las zonas de penumbra.
Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación
tonal, utilizando el negro y el marrón para las sombras. Los impresionistas
eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando
para ello los colores primarios —cian, magenta y amarillo— y los
complementarios —naranja, verde y violeta—.
Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad aplicando directamente
sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la
retina del observador desde una distancia óptima aumentaban la luminosidad
mediante el contraste de un color primario (como el magenta) con su
complementario (verde). De este modo, los impresionistas lograron una mayor
brillantez en sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los
pigmentos antes de aplicarlos.
Tener en cuanta estas características es importante para poder realizar
el análisis de las imágenes seleccionadas y comprender a que tendencia
responden los artistas contemporáneos mendocinos siendo en su mayoría
realistas e impresionistas( en el caso mendocino Jose Ianardi).
Organización material de las obras
Entre pámpanos
Cascarini, Roberto
Oleos sobre tela
50 x 70 cm
Lectura de imagen:
Esta imagen representa la típica mujer vendimiadora mendocina, Su
imagen se caracteriza por una fuerte presencia lumínica localizada en el
pañuelo de la mujer. Los tonos de los oleos son tenues, pasteles como son el
rosa de la blusa, y las verdes de las hojas de parra. Las pinceladas se ven
como pinceladas de trazos rápidos, cortos, no así en el rostro donde la
pinceladas es más precisa pero con una fuerte presencia de luz en las mejillas
de la dama Foco luminoso proviene desde una perspectiva frontal y se
visualiza en el pañuelo de la dama, dándole luminosidad al rostro.
El fondo de la obra se caracteriza por ser de pinceladas son cortas, y
cuyos colores yuxtaponen predominando los colores celestes, rosas, verdes y
ocres.
El espacio es bidimensional volumétrico, donde hay superposición, y
volumen dado por luces y sombras.
El ritmo es fijo.
Podando la viña
Acrilicos sobre tela
82 cm x 60 cm
Cascarini, Roberto
La segunda pintura se destaca por pinceladas precisas en los rostros y
vestimentas de las personas y con mayor energía en los sarmientos que se
estan podando en cuanto a las tonalidades se adquieren en la misma pintura,
predominan los colores verdes, terracotas, tierra, cien y una fuerte presencia
de luz. En cuanto a los contornos estos no están bien precisados, por ejemplo
así en el rostro de la mujer a la derecha del hombre su rostro aparece casi
desdibujado.
El espacio es bidimensional volumétrico.
El cuadro representante la labor de hombres y mujeres en la poda de la
vid, el cual se realiza en los meses de junio o julio.
En la imagen se representa la figura de podadores de la viña, realizando
una labor de gran esfuerzo, intensidad y dedicación. En el fondo de la imagen
se percibe un paisaje montaña.
\"Reina de la Vendimia\"
óleo sobre tela
1 7 m de alto x 1.5 m. de ancho,
Cascarini, Roberto
1941.
Análisis:
Pintura ofrece una alegría esencial, entre sensual y mística, que
reconcilia al espectador consigo mismo. Se destaca gran presencia de la luz, y
de colores suaves, pasteles y terracotas, Sus pinceladas son de gran
precisión, precisamente donde quiere acentuar la luz, como lo expresa en la
vestimenta de la señorita, en el pelaje del caballo y en las tonalidades del cielo.
Los materiales utilizados son oleos de colores como se mencionó
anteriormente terracotas, amarillos, verdes y azules, en tonalidades cálidas.
La pintura expresa la celebración de la cosecha mendocina, en la
elección de la reina vendimia, aquella joven que cosechaba. En la pintura
también se observa la presencia del movimiento en la postura de la joven, en
la camisa del cosechador como así en las patas del caballo.
El espacio es bidimensional volumétrico, y el ritmo es más dinámico que
los anteriores.
Nunca faltaráTécnica: AcuarelaTamaño: 26 cm x 49 cm
Silvia Coppo
Análisis:
La obra de Silvia Coppo se caracteriza por la utilización de materiales
como es la acuarela, en el mismo prevalecen los colores pasteles celestes, lilas
y ocres, pero de tonalidades cálidas y suaves que producen una sensación de
bienestar y regocijo antes el producto de la vid. Dicha obra es realizada en
papel.
En esta representación predomina la luz en el centro de la copa,
logrando un efecto de reflejo . Las pinceladas al ser acuarela no son
estructuradas sino mas sinuosas y aguadas, pero que destacan la calidez de la
obra.
El ritmo es fijo y el espacio bidimensional volumétrico.
La imagen representa el don de la vitivinicultura, expresado a través del
vino, conjugándose estos dos elementos para dar fusión de lo propiamente
representativo de esta actividad.
Abundancia IXTécnica: AcuarelaTamaño: 54x49Silvia Coppo
Análisis:
En esta obra, se destacan los colores terracotas, tierras, rojos, violetas,
azules y verdes. La presencia de luz es muy esporádica, así se manifiesta en
los granos de uva y en el centro de la pera. La obra se caracteriza por ser
abiertas y el contorno de las frutas representadas están dadas por el mismo
fondo .
Las combinaciones de colores destacan la fisionomía y aspecto de las
hojas de parra con tonos tenues amarronados y algo verdosos, y los diferentes
frutos mendocinos presentan colores mas vivaces.
El espacio es bidimensional volumétrico y el ritmo es libre.
El material de soporte es el papel.
Esperando el tintoTécnica: AcuarelaTamaño: 88 cm x68 cm
Silvia Coppo
Análisis:
Esta composición no es de carácter figurativo sino que se presenta de
manera abstracta. La técnica es la acuarela y los colores utilizados son verdes,
celestes profundos y los violetas. En una palabra podría decirse que presenta
una importante cuota de luz en cuanto al fondo predominan los tonos blancos y
grises, para conformar el aspecto del cielo.
. En esta pintura se visualiza una combinación de colores por la misma
acuarela, que se destacan como gotas acuosas. El ritmo es libre y el espacio
bidimensional.
Esta pintura trata de expresar la espera del vino, la presencia de la uva
en los viñedos y su maduración.
El VinateroTécnica: óleo s telaTamaño: 120 cm x 90 cm
José E Ianardi
Análisis:
La presente obra de José Ianardi, se caracteriza por la fuerte presencia
de luz, típica de su tendencia neoimpresionista. La técnica es la pintura y los
materiales utilizados son óleos, sobre tela de medidas de 70 cm de ancho por
50 cm de largo.
Su pintura se evidencia por colores pasteles, de gran brillantez, de
pincelada corta y vivaz, cuyas mezclas de colores no son realizadas
intencionalmente sino en la misma pintura.
La luminosidad tan viva se hace presente en la montaña, que se ubica de
fondo, en el cielo celeste pastel y en la camisa del viñatero como así también
en las hojas de parra del viñedo.
Los colores predominantes son los verdes, marrones terrosos,
terracotas, grises, celestes, naranjas y amarillos oro.
El ritmo es fijo y el espacio es bidimensional volumétrico por la luz y
sombra, la superposición y sobre todo por la perspectiva.
Las formas de las figuras no presenta contornos precisos sino que son
más abiertas, con contornes sutiles y suaves.
VendimiaTécnica: oleo s telaTamaño: 50 cm x70 cm
Jose E Ianardi
Análisis:
En esta obra es posible visualizar más claramente la belleza del paisaje
de las hileras en plena cosecha en relación al fondo de la pintura.
Los colores son vivaces, fuertes, contrastantes predominando los
verdes, rojos, borgoñas, amarillos, naranjas, celestes, grises y blanco. Hay una
gran presencia de luminosidad que tiende a centrar la mirada del espectador en
aquello que quiere destacar; así la luz se evidencia en la vestimenta de los
cosechadores y en el cielo.
En cuanto a las pinceladas estas se muestran rápidas, espontáneas y
libres, donde los colores son imponentes y tienen a yuxtaponerse. Se puede
mencionar también un empaste en cuanto a la cantidad de pintura utilizada.
Los contornos de las figuras no se encuentran fijos y estructurados, sino
que son mas difusos.
El espacio es bidimensional volumétrico y el ritmo es fijo.
Malbec de VistalbaTécnica: óleo s mdfTamaño: 70 cm x90 cm
Jose E Ianardi
Análisis:
En esta pintura tiene rasgos propios del etilo impresionista, como son las
pinceladas cortas y vivaces sobre todo en los viñedos, se representa la
naturaleza con su paisaje de fondo de arboledas y la típica casa del
contratista.
Los colores son verdes, amarillos, naranjas, marrones, blancos,
celestes, violetas, grises y negros utilizados para dar sombra.
El espacio es bidimensional volumétrico dado por la perspectiva y los
colores empleados.
El foco de luz se dirige desde la perspectiva diagonal derecha y se
refleja en las hojas de parra del viñedo y en la fachada de la casa.
Casa de contratistaTécnica: óleo s telaTamaño: 60 cm x80 cm
José E Ianardi
Análisis:
Esta pintura se caracteriza por la presencia de luz en las paredes de la
casa, en la luminosidad otorgada al suelo y en el fondo de la vivienda.
Los colores predominantes son los verdes, amarillos, marrones tierra,
celestes cálidos .
Las pinceladas son rápidas, vivaces, de tendencia corta, con mucha
presencia de colores yuxtapuestos. La luminosidad presente en la obra
muestra un momento del día que puede ser la mañana o la siesta .
Esta obra es representativa del paisaje vitivinícola rural.
El espacio es bidimensional volumétrico y el ritmo es más libre.
Viñedos de LujánÓleo sobre tela85 cm x 58 cm José E Ianardi
Análisis:
Esta pintura de José Ianardi, representa los viñedos de Luja de Cuyo, de
donde es oriundo.
En cuanto a los colores se puede mencionar colores de gran intensidad
y viveza, predominando los colores amarillos, naranjas, borgoñas, verdes,
violetas y azules calidos. La luminosidad se hace presente en los palos de las
hileras, en determinadas partes del terruño y en el cielo y sus nubes.
El contorno no se manifiesta de forma precisa y estructurada sino de
forma desdibujada o empañada.
Los colores son yuxtapuestos dando una sensación agradable a la
imagen.
El ritmo es fijo y el espacio bidimensional.
Aquí se visualizan las hileras y un paisaje de arboledas y montañas de
fondo.
Poda de la viñaOleo sobre tela80 cm x 140 cm José E Ianardi
Análisis:
Esta imagen representa la labor del obrero que poda la viña, labor que
realiza durante los meses de mayo- julio en Mendoza.
Los colores predominantes en la obra son los marrones, ocres,
borgoñas, rojos, verdes, azules y amarillos.
Las pinceladas son cortas, rápidas y de ligereza.
Si bien se puede observar que las líneas son rectas, también hay líneas
curvas, las cuales se hacen presentes en los sarmientos.
La luminosidad esta concentrada en el cálido cielo rosa y amarillo, con
algunas tonalidades naranjas, que dan sensación de tranquilidad en la obra.
El espacio es bidimensional volumétrico y el ritmo libre.
La Antigua bodegaÓleo sobre tela98 cm x 120 cmJosé E Ianardi
Análisis:
En cuanto a los colores se pueden mencionar la utilización de colores
tierras, marrones, naranjas y amarillos.
Ianardi, representa la imagen de una bodega y sus toneles, ya que es
allí donde el vino adquiere cuerpo y consistencia.
La luminosidad se hace visible en la puerta de la bodega.
El ritmo es fijo por la simetría aparente y el espacio bidimensional
volumétrico.
En dicha pintura aparecen características arquitectónicas propias de una
bodega con sus toneles, puertas amplias y piso de ladrillo.
En relación a los artistas citados se expondrá el estilo y características
de cada uno de ellos:
Roberto Cascarini, nació en Mendoza y su personalidad estuvo
plasmada en sus expresiones artísticas. Sus obras se centraron en el paisaje
mendocino,
en los arrieros y trabajadores.
Su obra nació cuando estaba en auge en nuestro país el impresionismo
y desde entonces quedó seducido por él. De allí tomó el color, con la
resolución de las formas del postimpresionismo. Su pintura ofrece una alegría
esencial, entre sensual y mística, que reconcilia al espectador consigo mismo.
Por idiosincrasia y por experiencia fue partidario del estudio disciplinario, del
orden y de la perseverancia. Su estilo era de carácter individual, a pesar de
percibir las tendencias nuevas que fueran surgiendo no las adoptadas como
propias.
Los materiales empleados por Cascarini fueron convencionales.
Silvia Coppo, artista mendocina se inclina por la apreciación de las
formas, colores, belleza y la profundidad. Sus influencias estuvieron dadas por
profesora de arte española Pilar Tena, Adolfo Martínez Cano, luego en 1999
con la profesora María Elena Correa y a partir del año 2000 hasta la fecha con
la profesora Haydée Peña y Lillo. Sus exposiciones son realizadas en la
Bodega Familia Zuccardi.
Coppo se caracteriza por la utilización de materiales convencionales,
principalmente acuarelas, y tiende a la revindicación de lo autóctono, a la
reconstrucción de la identidad local.
Jose Ianardi nació en Vistalba, Luján de Cuyo en 1949 admirador de la
naturaleza, expresa a través de la pintura, las vibraciones más profundas de su
sentir, dando vida a sus paisajes mendocinos y logrando despertar nostalgias
en aquellos que identifican en su obra algún lugar ya conocido.
Si bien usa distintas técnicas para realizar sus trabajos, el óleo es el
preferido, se expresa con cortas pinceladas de color superpuesto, de corte
netamente post-impresionista, utilizando el espatulado para los primeros
planos. La luminosidad de sus pinturas es una de las características más
destacables.
Sus temas son variados, aunque su mayor atracción es el paisaje y el
trabajo de la gente del campo. Uno de sus objetivos es rescatar a través de la
pintura el encanto de las casas de los contratistas y sus hábitos como amasar
el pan y cocerlo en horno de barro, criar aves en precarios gallineros o conejos
en improvisadas jaulas, costumbres no muy lejanas que el urbanismo se está
encargando de borrar.
FOTOGRAFÍA
¿Qué es el Arte Digital?
Es la manipulación de imágenes mediante el empleo de herramientas
virtuales, propias de los programas gráficos. Las posibilidades de
transformación sobre una imagen son infinitas y no existen límites para
imaginar un único resultado.
De ahí, que el diseñador emplea técnicas que desarrolla a partir de sus
conocimientos, influencias artísticas e imágenes que selecciona de un
interminable archivo personal que se renueva constantemente. La
personalidad es otro aspecto elemental en el proceso evolutivo de cada
trabajo: el autor no deja nada al azar y comunica lo que imagina desde un
principio, dando características personales y plasmando su propia identidad.
Para ello, el diseñador interactúa con programas gráficos y de retoque
explotando al máximo los recursos y visualizando todas las posibilidades.
Trabaja con las herramientas poco limitadas y traspasa permanentemente las
fronteras de lo imaginable creando su propio estilo artístico.
Daniel Serio
mariaelena01
D58Q8560
D58Q8771
D58Q9168
Relaciones sociales de producción
Las obras seleccionadas con anterioridad han sido expuestas en
diversos ámbitos culturales, así encontramos exposiciones en el museo Fader,
en el Espacio Contemporáneo de Artes y en Salón de Buenos Aires( obras de
Roberto Cascarini).
Cada artista tiende un estilo individua, sin embargo establecen
relaciones y encuentros artísticos con demás colegas cuando se realizan
exposiciones o discuten sobre determinados temas.
Estos artistas no constituyeron un grupo que tuvieron un manifiesto, pero
se visualizan en ellos valores e ideales como: el esfuerzo, la dedicación, el
orgullo provincial, la identidad local y revalorización de lo autóctono
En cuanto a la relación de los artistas con el publico en general, aquellos
que ya no se encuentran con vida siguen siendo recordados mediante la
publicación de algunos libros o de exposiciones de las obras que se encuentran
en el Museo Casa Fader. Para aquellos pintores que aun forman parte de
nuestra cultura, publican en los periódicos públicos provinciales y medios de
comunicación que convocan a la concurrencia a las exposiciones que se
realizan en lugares culturales que tienen entrada libre y gratuita permitiendo de
esta manera un publico variado.
El arte local se relaciona y vincula con el contexto extranjero mediante la
convocatoria a diversos congresos y encuentros artísticos que se dan en
diferentes países europeos.
Marco ideológicoEl modo de pensar y relacionarnos determina el
modo de percibir la realidad…
Elaboración ideológica de la obra en cuanto a los condicionamientos económicos
El arte se relaciona con el ámbito económico mendocino mediante el
neoliberalismo y las políticas económicas actuales, donde la vitivinicultura en
los últimos años ha adquirido un auge sin igual.
El arte pictórico y los pintores no solo buscan proyectar sus
conocimientos sino integrarse y ampliar su alcance al mercado mundial. Estos
artistas al ser de una profesión reciente su inserción se ve un poco dificultada.
Hoy en día las bodegas buscan atraer la atención de los turísticas y por
ello tienen a realizar exposiciones locales con obras de pintores de reciente
profesión.
Elaboración ideológica de la obra en otros textos por los artistas, difusores y público.
Roberto Cascarini fue un pintor figurista, pintor de naturalezas muertas
y paisajista de fuste, Cascarini se inició en los albores del siglo pasado con el
maestro Francisco Paolo Parisi, un pintor italiano. Trabajo en la cátedra de la
facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, durante 17 años.
Antes de ejercer como profesor era dibujante de planos en Obras
Sanitarias Nacionales. Empezó estudiando arquitectura, pero se dio cuenta de
que esa no era su vocación. Por eso ingresó a la Academia Nacional de Bellas
Artes en Buenos Aires, donde egresó como profesor de dibujo y también fue
alumno circunstancial de Fernando Fader.
Solía frecuentar las tertulias literarias del famoso café Tortoni.
Fue contemporáneo de importantes artistas como Roberto Azzoni,
Delhez, Sergio Sergi y De Lucia. Expuso en el Salón Nacional de Buenos Aires.
Sus textos biográficos y la selección de sus ilustraciones aparecen en
un libro sobre su vida y obra que estuvo a cargo de Silvia Cascarini; y el
estudio crítico de su obra lo realizó la profesora Blanca Romera de Zumel.
Además contiene los testimonios de Luis Quesada, Chipo Céspedes,
Julio Ochoa y Marcelo Santángelo, cuatro destacados artistas mendocinos que
fueron alumnos del prestigioso Cascarini.
El libro se completa con una valiosa selección de 150 reproducciones de
sus obras más importantes. Por pertenecer a la Ediunc, el libro va fue
distribuido en las facultades, museos; y también en el exterior.
Otro autor de relevancia es José Inardi quien nació en Vistalba, Luján
de Cuyo en 1949 donde trascurre su vida y desarrolla su profesión de médico
otorrinolaringólogo desde hace 30 años.
Es además artista plástico, se considera autodidacta, comenzó a pintar
desde muy joven inspirado seguramente por el entorno de la casa paterna
rodeada de vides y añosas alamedas. Si bien usa distintas técnicas para
realizar sus trabajos, el óleo es el preferido, se expresa con cortas pinceladas
de color superpuesto, de corte netamente post-impresionista, utilizando el
espatulado para los primeros planos. La luminosidad de sus pinturas es una de
las características más destacables.
Sus temas son variados, aunque su mayor atracción es el paisaje y el
trabajo de la gente del campo. Uno de sus objetivos es rescatar a través de la
pintura el encanto de las casas de los contratistas y sus hábitos como amasar
el pan y cocerlo en horno de barro.
En la década de los ’80 concurre al taller de Pintura del Círculo Médico
de Mendoza dirigido por la profesora Fanny Ávila (U.N.C), comenzando en esa
época sus primeras exposiciones, primero colectivas y luego individuales.
Actualmente y desde el 2003 sigue perfeccionándose en el taller del artista
plástico mendocino Horacio Gili con quien compartió una importante muestra
en febrero de 2005 en Terrazas Urban Mall de Chacras de Coria.
Se desempeñó como Director de Cultura de la Municipalidad de Luján de Cuyo
entre los años 1999 y 2002; durante su gestión reordenó el Ballet Municipal y
las Escuelas de Danzas, creó el Coro Municipal , reorganizó y reglamentó las
actividades de los Artesanos y Anticuarios de la Plaza de Chacras de Coria,
además observó que los pintores acuarelistas no tenían un espacio adecuado
para exponer sus obras y quedaban siempre relegados a segundo término en
los salones habituales, esto motivó en su espíritu innovador la necesidad de
crear el Primer Salón de Acuarela “Lujan Pinta” en el año 2000 y que se llevó a
cabo en el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú- Casa de Fader.
Ha realizado numerosas muestras colectivas y personales en: Mendoza,
Buenos Aires, Mar del Plata, Tucumán y en la República de Chile.
Ha sido seleccionado en varios Salones Provinciales, como “Luján es Otoño”
en el museo Fader, “Maipú y el Vino”, “Salones de Acuarela Lujan Pinta”, en el
“Salón de Pintura del Consejo de Ciencias Económicas”, en los “Salones de
Médicos Pintores de Mendoza”, en el “Salón de Médicos Pintores de la
Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires”, exponiendo
en esa oportunidad en el Centro Cultural Recoleta,etc..
Algunas de sus obras se encuentran en colecciones privadas de
Mendoza, Córdoba, Mar del Plata, San Paulo, Nueva York y Santiago de Chile.
Ha sido invitado como expositor por el Centro Cultural de Canal 7 Mza. , para la
muestra colectiva de paisajistas mendocinos el 11 de junio de 2008. Invitado
por la Galería de Arte Córdoba de la ciudad homónima expuso el el Hotel Dr.
Carman del ACA junto a los prestigiosos artistas: Luis Soria, José Scacco y
Ramón Ingrassia.
Silvia Coppo presenta su pensamiento enmarcado en la búsqueda
interior se nutre de las ideas hindúes y budistas, siendo reflejados en sus obras
que transmiten paz, tranquilidad y emoción. Recibió la influencia de española
Pilar Tena, descubrió su capacidad por la pintura artística, comenzando a
desarrollarla en forma sistemática en 1997 con el maestro Adolfo Martínez
Cano, luego en 1999 con la profesora María Elena Correa y a partir del año
2000 hasta la fecha con la profesora Haydée Peña y Lillo.Habiendo. Fue
creciendo en la apreciación de las formas, colores, belleza y la profundidad con
que percibía la naturaleza la llevó a incursionar también en su búsqueda
interior, iniciándose en el estudio de las formas físicas y del movimiento. Sus
pinturas se desarrollan de forma sistemática.
Algunas de sus exposiciones fueron realizadas en el Club Golf , con la
concurrencia de un publico de clase media / alta.
Desde Octubre 2004 a la fecha Integrante Comisión Directiva de la
Sociedad de Artistas Plásticos de Mendoza.
Metodología:
La presente metodología se sustenta en un trabajo de investigación,
cuyas principales fuentes son las fuentes escritas y las representaciones
pictóricas, como así también las fotografías, una forma nueva de arte, el arte
digital, obtenidas de pintores destacados de Mendoza, quienes expresan a
través de las mismas su visión de la presencia vitivinícola en nuestra provincia.
La información fue obtenida mediante la recolección de fuentes
bibliográficas y su posterior lectura y análisis, a fin de contrastar la hipótesis del
trabajo ¿Existe relación entre el arte y la actividad vitivinícola en Mendoza?.
Esta pregunta es crucial en el desarrollo de todo el trabajo, ya que las
interacciones entre la vitivinicultura y el arte se entretejen de tal manera que
permiten comprender cabalmente la presencia, importancia de tal actividad en
nuestra provincia.
La manera para articular los conceptos teóricos, referentes
indispensables del trabajo, con la hipótesis del mismo, es mediante la
hermenéutica y la lectura de imágenes, que permite entrever las motivaciones,
intereses y sentir del artista y su relación con la actividad vitivinícola, como así
también mediante la lectura de imágenes de las representaciones pictóricas de
los artistas mendocinos.
Resultados
Esperados:
Dicha investigación, de una interpretación y fácil lectura, tendrá un
acceso publico a todos cuantos estén interesados en la misma, ya que se
publicara gratuitamente como un volumen y dejado en cada establecimiento
educativo de nivel polimodal del departamento San Martín, a fin de brindar una
nueva interpretación y que sea de un material de ayuda a los alumnos en la
comprensión cabal del tema en estudio.
Con este propósito, se da por satisfecha la labor realizada, no solo a
nivel personal, sino esencialmente a quienes llega el mismo.
Plan de trabajo
Y cronograma
OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE
Búsqueda de fuentes bibliográficas X X
Lectura de Fuentes X X
Elaboración marco teórico X X
Análisis de datos (Estrategia Metod.) X X
Informe Final X
Impresión y Publicación X
Distribución del material en los colegios X
CRONOGRAMA
Transferencia a
Realizar
El trabajo expuesto presenta una temática cotidiana y que hace a
nuestra identidad provincial. Por ello la estrategia didáctica a realizar a los
alumnos será mediante una exposición multimedia con la presentación de
diapositivas con las imágenes artísticas representativas de la vitivinicultura.
Juntamente a ello se expondrá en forma sencilla y clara la historia de la
vitivinicultura y su relación con el arte en nuestra provincia y la importancia de
la misma en la actualidad y en la memoria de la ciudadanía.
A fin de ser de fácil acceso a todo público en general se tendrá a buscar
apoyo gubernamental de carácter local para su impresión y distribución publica.
Recursos humanos
Los recursos humanos empleados consistieron en consultas periódicas a
las profesoras de la Cátedra de Seminario de Arte, pertenecientes al Instituto
General José de San Martín en el departamento de San Martín.
Además no deben olvidarse las consultas realizadas a la artista Silvia
Coppo, José Ianardi y Florencia Aise mediante vía e-mail.
Referencias
Bibliográficas
CORIA, Luis Alberto(1988), Evolución económica de Mendoza en la época
colonial Mendoza, UNC pp.117-118.
LACOSTE, Pablo,(2006) “Vitivinicultura de calidad en América colonial: vino y
aguardiente “a la vela” (Mendoza, siglo XVIII). Talca, 2006, p. 2- 30.
LÓPEZ ANAYA, Jorge.(2005) Arte argentino. Cuatro siglos de Historia (1600-
2000.) Buenos Aires. Emece Arte.
MASSINI CORREA, Carlos ( 1965) “ Cuadernos de Historia del Arte”. UNC.
Facultad de Filosofía y letras. Instituto de Historia del Arte. . Mendoza. López.
Pág. 93-95
ROIG, A; LACOSTE, P y SATLARI, M(Compiladores) (2004) La vitivinicultura
en Mendoza: implicancias sociales y culturales (1561-2003)”., Mendoza, cultura
y economía. Mendoza, Caviar Bleu, Editora Andina Sur, Col. Cono Sur, pp. 57-
114.
PRIETO, María del Rosario, (2000). “Formación y consolidación de una
sociedad en un área marginal del Reino de Chile: la Provincia de Cuyo en el
siglo XVII”,En: Anales de Arqueología y Etnología, Nº 52-53 – 1997-98.
Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de
Arqueología y Etnología, Mendoza, Ed. Fac. de Fil. y Letras
RIVERO M, Ana M( 1998)., Entre la Cordillera. Biblioteca Nacional de Río de
Janeiro. pp. 128 y 129
YRAVEDRA, Soriano, María José, Arquitectura y cultura del vino. Andalucía,
Cataluña, La Rioja y otras regiones. Madrid, Munilla- Lería, 2003, p. 85.
Anexos
Adela Braceli
Nivel Terciario: Psicometría.
Trayectoria Artística
Nació en Mendoza el 16 de Marzo de 1938.
Silvia Coppo
Desde temprana edad sentía inclinación hacia las manualidades, desarrollando sus
aptitudes hacia el dibujo y la pintura.
Fue creciendo en la apreciación de las formas, colores, belleza y la profundidad con
que percibía la naturaleza la llevó a incursionar también en su búsqueda interior,
iniciándose en el estudio de las formas físicas y del movimiento, llegando así a su
formación como profesora de yoga en la cual tuvo oportunidad de vincularse con
grandes maestros como Indra Devi, Sat Chit Ananda, Pareshananda y Aruna Nath
Giri; en un seminario con este último en las sierras de Córdoba en el año 1996, donde
aparte de la disciplinas de yoga se realizó un taller de pintura bajo la dirección de la
profesora de arte española Pilar Tena, descubrió su capacidad por la pintura artística,
comenzando a desarrollarla en forma sistemática en 1997 con el maestro Adolfo
Martínez Cano, luego en 1999 con la profesora María Elena Correa y a partir del año
2000 hasta la fecha con la profesora Haydée Peña y Lillo.Habiendo estudiado en la
Escuela Superior del Magisterio luego despertó su interés por las artesanías, que fue
plasmado en su formación en la Escuela Artesanal María Elena Champeau
especialmente en cerámica, tallado en madera y bordado a mano. Hizo su primera
exposición en el Golf Club Andino en septiembre de 1999 junto con los artistas
plásticos Roberto Day, Daniel González, Marilé Alvarez y Perla Motta.Segunda
exposición en mayo de 2001 en el COIR ( Centro Oncológico de Integración Regional)
con la artista Plástica Ana Rosa Mariño. Desde temprana edad sentía inclinación
hacia las manualidades, desarrollando sus aptitudes hacia el dibujo y la pintura. Fue
creciendo en la apreciación de las formas, colores, belleza y la profundidad con que
percibía la naturaleza la llevó a incursionar también en su búsqueda interior,
iniciándose en el estudio de las formas físicas y del movimiento, llegando así a su
formación como profesora de yoga en la cual tuvo oportunidad de vincularse con
grandes maestros como Indra Devi, Sat Chit Ananda, Pareshananda y Aruna Nath
Giri; en un seminario con este último en las sierras de Córdoba en el año 1996, donde
aparte de la disciplinas de yoga se realizó un taller de pintura bajo la dirección de la
profesora de arte española Pilar Tena, descubrió su capacidad por la pintura artística,
comenzando a desarrollarla en forma sistemática en 1997 con el maestro Adolfo
Martínez Cano, luego en 1999 con la profesora María Elena Correa y a partir del año
2000 hasta la fecha con la profesora Haydée Peña y Lillo.Habiendo estudiado en la
Escuela Superior del Magisterio luego despertó su interés por las artesanías, que fue
plasmado en su formación en la Escuela Artesanal María Elena Champeau
especialmente en cerámica, tallado en madera y bordado a mano. Hizo su primera
exposición en el Golf Club Andino en septiembre de 1999 junto con los artistas
plásticos Roberto Day, Daniel González, Marilé Alvarez y Perla Motta.Segunda
exposición en mayo de 2001 en el COIR ( Centro Oncológico de Integración Regional)
con la artista Plástica Ana Rosa Mariño.
2005: Exposición individual en la Sala de Arte COIR.
2005: Exposición individual en la Sala de Arte de CIMESA.
2005: SEGUNDA MENCION en el 6to.Salón de Médicos Pintores 2005 organizado
por CIMESA Círculo Medico de Mendoza
2006: MENCION en VI Salón Provincial de Acuarela “Lujan Pinta 2006”.
Dirección de Cultura, Municipalidad de Lujan de Cuyo.
2006: Muestra Colectiva Sociedad Artistas Plásticos de Mendoza en la FIA 2006.
2007: Exposición Colectiva Sala de Arte Libertad.
66° Aniversario de la Sociedad de Artistas Plásticos de Mendoza.
2007: Exposición individual en la Sala de Arte COIR San Juan.
2007: VII Salón Provincial de Acuarela 2007.
Dirección de Cultura. Municipalidad de Lujan de Cuyo.
2008: Muestra individual “Transparencias”. Sala de Arte en Cava de Turismo.
Bodegas Familia Zuccardi.
Desde Octubre 2004 a la fecha Integrante Comisión Directiva de la Sociedad de
Artistas Plásticos de Mendoza.
Beatriz De Lucia
Ese don tan difícil, cual es el de lograr con unos trazos de lápiz tinta o carbón la
perpetuidad de una imagen, ese don envidiable por cierto, lo posee Beatriz De Lucia” .
Debido a los distintos intereses expresivos de la artista, incide positivamente en el
espectador, ya que le ofrece motivo de expansión y siempre una calidad artística
respetable.
Jose E Ianardi
Dr. Jose Eduardo Ianardi Médico
Artista Plástico
Crítica especializada:
“La pintura de José Ianardi desborda de optimismo y está sostenida por un amor a la
naturaleza que lo impulsa a captarla una y otra vez con ojos insaciables”…
José Eduardo Ianardi, nació en Vistalba, Luján de Cuyo en 1949 donde trascurre su
vida y desarrolla su profesión de médico otorrinolaringólogo desde hace 30 años.
Es además artista plástico, se considera autodidacta, comenzó a pintar desde muy
joven inspirado seguramente por el entorno de la casa paterna rodeada de vides y
añosas alamedas.
En la década de los ’80 concurre al taller de Pintura del Círculo Médico de Mendoza
dirigido por la profesora Fanny Ávila (U.N.C), comenzando en esa época sus primeras
exposiciones, primero colectivas y luego individuales. Actualmente y desde el 2003
sigue perfeccionándose en el taller del artista plástico mendocino Horacio Gili con
quien compartió una importante muestra en febrero de 2005 en Terrazas Urban Mall
de Chacras de Coria.
Se desempeñó como Director de Cultura de la Municipalidad de Luján de Cuyo entre
los años 1999 y 2002; durante su gestión reordenó el Ballet Municipal y las Escuelas
de Danzas, creó el Coro Municipal , reorganizó y reglamentó las actividades de los
Artesanos y Anticuarios de la Plaza de Chacras de Coria, además observó que los
pintores acuarelistas no tenían un espacio adecuado para exponer sus obras y
quedaban siempre relegados a segundo término en los salones habituales, esto
motivó en su espíritu innovador la necesidad de crear el Primer Salón de Acuarela
“Lujan Pinta” en el año 2000 y que se llevó a cabo en el Museo Provincial de Bellas
Artes Emiliano Guiñazú- Casa de Fader. Este salón fue creciendo y en la actualidad
alcanza la categoría de Salón Provincial y Regional de Acuarela contando con
numerosos participantes de distintos puntos de nuestra provincia y de Cuyo.
Ha realizado numerosas muestras colectivas y personales en: Mendoza, Buenos
Aires, Mar del Plata, Tucumán y en la República de Chile.
Ha sido seleccionado en varios Salones Provinciales, como “Luján es Otoño” en el
museo Fader, “Maipú y el Vino”, “Salones de Acuarela Lujan Pinta”, en el “Salón de
Pintura del Consejo de Ciencias Económicas”, en los “Salones de Médicos Pintores de
Mendoza”, en el “Salón de Médicos Pintores de la Asociación de Médicos Municipales
de la Ciudad de Buenos Aires”, exponiendo en esa oportunidad en el Centro Cultural
Recoleta,etc..
Ha obtenido el Primer Premio Adquisición en el II Salón de Médicos Pintores de
Mendoza en el año 2001 y el Segundo Premio en el Salón Primavera de Fe.Da.Mo. en
la ciudad de Mar del Plata y el Tercer Premio en el Salón de Médicos Pintores de
Mendoza ambos en el 2004, así también Mención de Honor del Jurado por la obra “El
Valle” en el 2002 y Mención por “La Última Señal” en el V Salón Provincial y Regional
de Acuarela “Luján Pinta 2005”. Algunas de sus obras se encuentran en colecciones
privadas de Mendoza, Córdoba, Mar del Plata, San Paulo, Nueva York y Santiago de
Chile.
En el año 2005 obtiene el 2º Premio con su obra “Casa de Contratista”. En diciembre
de 2006 recibe el 1º Premio en acuarela por su trabajo “Nieve en La Crucesita” y el 2º
Premio en acrílico con “Verde Túnel” en el VII Salón de Médicos Pintores de Mendoza.
Fue integrante del Jurado del XI Salón de Pintura “Lujan es Otoño” en Marzo de 2007.
Participó del Proyecto “Tacho 2007” organizado por Cultural Victoria en Marzo de 2007
siendo su obra adquirida en subasta privada.
Siempre ha estado en contacto con actividades culturales y sociales, es miembro de la
Comisión Directiva de la Sociedad Italiana de Luján y ex presidente del Centro
Abruzzese de Mendoza ( 2004- 07 )
También es autor de poesías y narrativas inéditas. Ha colaborado en el proyecto del
libro: “Luján escrito por los lujaninos” próximo a ser editado por la Biblioteca Popular
Municipal donde cuenta la historia de su familia de inmigrantes italianos afincados en
Luján desde principios del siglo XX. Colaboró con la revista mensual “Buenas Noticias”
y actualmente con el periódico “Tempo” de Luján de Cuyo donde escribe sobre temas
de interés cultural desde el año 2005.-
2008- fue seleccionado en el XII Salón provincial “Luján es otoño” y está exponiendo
en el museo Emiliano Guiñazú- Casa de Fader.
Ha sido invitado como expositor por el Centro Cultural de Canal 7 Mza. , para la
muestra colectiva de paisajistas mendocinos el 11 de junio de 2008. Invitado por la
Galería de Arte Córdoba de la ciudad homónima expuso el el Hotel Dr. Carman del
ACA junto a los prestigiosos artistas: Luis Soria, José Scacco y Ramón Ingrassia
durante tres meses a pedido del público desde el 26 de setiembre al 30 de diciembre
del 2008, fue una muestra de paisajes mendocinos
Jose Ignacio Ayerza
Andrea ZucolNació en La Plata. Es Mendocina por adopción. Conviven en ella dos mundos
cada vez menos antagónicos: La Ciencia y El Arte.
El agua es uno de sus elementos favoritos.
Su profesión, Ingeniera Hidráulica, hace que la conozca como nadie. Toda su
obra tiene la transparencia de este vital elemento.
Su principal medio de trabajo es la acuarela, y enfatizar con ella la fluidez y la
transparencia del color. Andrea usa esta técnica para fortalecer su especial
visión de la belleza y la fragilidad de la vida humana dentro de la gran danza
rítmica de la naturaleza.
Florencia Aise
Florencia Aise Di Paola nace en Mendoza en 1983. Estudia actualmente la
última parte de la carrera de Diseño Gráfico en la UN Cuyo. Ha expuesto
desde muy temprana edad en Mendoza, 2003 en la Galería de Arte de La
Bodega La Rural, 2004 en el Centro de Congresos y Exposiciones de la
Provincia de Mendoza y desde 2004 hasta hoy día, en distintas ocasiones.
En Europa, ha sido invitada a exponer periódicamente en el Centro Europeo
de Arte Contemporáneo de Roma en el cual ha ganado premios y menciones.
En el 2006 expuso en el Park Hyatt Mza, en la Vinoteca Marcelino y en la casa
Avome. y en lo que va del año 2007 en muestras colecctivas en la Garita y
Navarro Correa
Su obra nace a partir de la inspiración a través de los colores, trabaja
generalmente óleo sobre tela, plateado y dorado. materiales importados de
alta durabilidad. También trabaja y diseña cada uno de sus marcos dándole un
toque muy especial a cada una de sus obra .encontrándose muchas de ellas
en colecciones privadas tanto nacional como internacional.
Maria Elizabeth Cantini
A partir del año 2002 comienza a exponer en el Apart Hotel Peumahué. A esta
muestra siguieron otras en la Biblioteca de Chacras de Coria, Luján de Cuyo
(2004- 2005); la Galería de Arte de Lake Oswego, Oregon, USA (2004); el
Gran Casino de Terrassa, Barcelona, España (“Expresiones del Alma”, 2005) y
el Centro Asturiano de Mendoza (2005- 2006).
En el IV Salón Provincial de Acuarela, Luján Pinta 2004, obtuvo el 1er premio
con la obra “Punto de vista”. Al año siguiente, la 1era mención en el mismo
concurso. Sus obras fueron seleccionadas en el III Salón Provincial de
Acuarela, Luján pinta 2003 y en el VI Salón de CIMESA 2006
Las obras de pintores mendocinos llegarán a todas las escuelas
Distribuirán láminas con reproducciones de cinco artistas. Los chicos podrán descubrir la cultura local, investigar y pintar. La inauguración de la muestra y el lanzamiento del proyecto es mañana. miércoles, 15 de agosto de 2001Azzoni, Bravo, Cascarini, De Lucía y Roig Matóns dejarán de ser desconocidos para los escolares. Es que desde mañana, las pinturas de estos artistas, patrimonio de la provincia, llegarán a todas las aulas en el marco del proyecto “La plástica mendocina en las escuelas”.La idea de la Subsecretaría de Cultura es que los chicos, de 10 a 17 años, puedan descubrir, investigar, ponerse a pintar y hasta jugar con las reproducciones que integran la Colección Artistas Mendocinos.La importancia de este proyecto reside en que se divulgue esta obra. Ya que los chicos, en general, no tienen acceso a la cultura local porque los museos de arte les resultan poco interesantes”, indicó Silvia Cascarini, hija de uno de los pintores, que dejó plasmado a través del óleo su amor por los cuyanos, la vendimia y el trabajo de la tierra.En esta primera edición se entregará a cada escuela cinco láminas, de 45 centímetros por 40, para que cada docente las haga conocer a sus estudiantes como crea más conveniente.Mujeres en el maizal”, de Roberto Azzoni; “Paisaje en invierno”, de Antonio Bravo; “La poda del viñedo”, de Roberto Cascarini; “Río Mendoza”, de Fidel de Lucía, y “Haciendo arrope”, de Fidel Roig Matóns, son las reproducciones que abandonarán su sitial en la Casa de Fader para trasladarse a las escuelas.
También estaba pensado que “La visita” de Fernando Fader fuera entre las láminas, pero aún no se consigue la autorización del dueño de los derechos de reproducción, Gutiérrez Zaldívar.Nadie respeta nuestra identidad, porque nadie la conoce. Por eso queremos que se conozcan los artistas plásticos que dejaron una impronta”, reflexionó Vivian Levinson, autora del proyecto junto a Ada Ferri.Según Guillermo Romero, subsecretario de Cultura, el aula es el lugar de conservación de la memoria. Desde su punto de vista es allí “donde la sensibilidad es la herramienta privilegiada para despertar la reflexión y la interrogación a través de la observación estimulada”.La iniciativa se gestó en el seno del área de plástica de la Dirección de Promoción Artística de la provincia, a cargo de Alejandro Pelegrina.Con el apoyo de la Dirección General de Escuelas, del museo provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa de Fader y de los familiares de los pintores se ha logrado concretar esta edición, que en el futuro abarcará a otros maestros del arte visual. “La idea es continuar periódicamente con las reproducciones”, adelantó Levinson.Descubrir y crearLas láminas se complementarán, a partir de octubre, con un audiovisual que ampliará y profundizará sobre la vida y obra de los cinco artistas.Además se lanzará un concurso de dibujo y pintura en base a lo que despertó el trabajo con las láminas y la investigación de los artistas. Como corolario, se ha previsto exponer todas las obras y realizar la entrega de premios.Esta movida se completará con la reproducción de dos cuadros en troles. Según adelantó Levinson es probable que “Mujeres en el maizal” de Azzoni y “Río Mendoza” de De Lucía viajen en las unidades como la obra del ecuatoriano Guayasamín.Para los sucesores de los pintores es un honor que los chicos y la sociedad, en general, puedan acercarse a la obra que con tanta pasión dejaron como legado. “Creo que se puede aprender mucho de ellos. Mi suegro -dijo Beatriz Fehlman de Azzoni- se enamoró de Mendoza y no quiso abandonarla a pesar de que tuvo oportunidades”.Por eso cada familia ha facilitado tres pinturas más que se expondrán a partir de mañana hasta fines de agosto, junto a los originales de las láminas. La inauguración en la Casa de Fader será a las 20, junto con la presentación de las reproducciones.
Cosecha de Artistas Malbec 2009
La Cava de Arte de Familia Zuccardi homenajea a la tierra mendocina y su principal fruto, la vid, de la mano de los principales artistas plásticos de la provincia de Mendoza. A través de esta iniciativa, Familia Zuccardi renueva su compromiso de difundir lo mejor de las artes plásticas mendocinas, brindando un espacio para que artistas locales accedan a un público compuesto en su gran mayoría por turistas extranjeros. Durante 2008 más de 55.000 personas visitaron las instalaciones de la bodega, incluyendo su Cava de Arte. El pasado sábado 16 de Mayo, un destacado grupo de 25 artistas plásticos mendocinos presentaron las obras que forman parte de la Tercera Edición de “Cosecha de Artistas”, propuesta en la que arte y vino se amalgaman dando espacio a que un grupo de artistas mendocinos participen de una jornada de recolección de uvas, para luego inspirarse y plasmar en el papel o el lienzo esa experiencia, dando forma a una exposición plástica y
a una serie exclusiva de etiquetas de vino. Este año, 25 artistas de gran prestigio cosecharon uvas Malbec durante el pasado mes de marzo en la Finca Maipú. Inspirados por esta jornada, los plásticos generaron una serie obras –pinturas y esculturas- que se podrán apreciar hasta el mes de Agosto en la Cava de Turismo de Familia Zuccardi. En la muestra también se podrán apreciar las botellas del vino elaborado a partir de las uvas recolectadas por estos artistas. “Cosecha de Artistas Malbec 2008” contó con la participación de destacados plásticos mendocinos: Antonio Sarelli, Haydée Peña y Lillo, Cristian Delhez, Carlos Ercoli, Elio Ortiz, Raquel Fluixá, Alberto Thormann, Egar Murillo, Ramiro Quesada, Martín Villalonga, José Bermúdez, Miguel Soria, Carlos Escoriza, Esteban Grimi, Laura Rudman, Leandro Pintos, Silvia Coppo, Alejandra Civit, Magdalena Benegas, Marta Day, Emiliano Dalmau, Adrián Mazzieri, Lucía Coria, Fernando Sepúlveda y Daniel Bernal conformaron la extensa lista de talentosos artistas y cosechadores. Sus obras rondan la temática de la identidad regional, y por supuesto, del vino y su gente. Cultura
Cuando el vino se convierte en arteUn museo privado, levantado hace menos de dos años en una bodega mendocina, exhibe grandes pinturas inspiradas en la vendimia y el trabajo. Por: Ana María Battistozzi
EL ESPACIO "KILKA SALENTEIN" , a 1.200 metros de altura. Rodeado de vides, vino, y cordillera.Vuelta de la vendimia" fue una de las pinturas más importantes del abultado envío que representó a Ignacio Zuloaga en la Exposición del Centenario, en 1910, y hoy es una de las joyas de la colección de arte español que posee el Museo Nacional de Bellas Artes. Desde julio pasado, esta obra integra junto a otras diecinueve la muestra Momentos del vino, que se exhibe en el Espacio Killka Salentein, el bellísimo museo erigido en el Valle de Uco, en Mendoza, al pie del cordón del Plata.
La obra de Zuloaga ha sido frecuentemente asociada al "Triunfo de Baco", la gran pintura de Velázquez que está en el Prado. Por el realismo costumbrista de sus escenas o sus rústicos personajes, esta pintura podría hacer pensar en el retorno de la faena de un grupo de campesinos esforzados, como aquellos inmigrantes, en su mayoría españoles o italianos, que trabajando de sol a sol hicieron crecer en el pedemonte mendocino la vid y la industria del vino.
A esa tradición de trabajo y fiesta, que gira en torno de estos dos tópicos, está dedicada esta muestra integrada por obras que viajaron a Mendoza gracias a un infrecuente acuerdo entre una institución pública nacional y una privada de una provincia. La iniciativa, que comenzó a gestarse cuando Américo Castilla era director nacional de Patrimonio, y se concretó cuando Guillermo Alonso llegó a la dirección del Bellas Artes, significó un beneficio a dos puntas. Por un lado, abrió un nuevo espacio de visibilidad para el inmenso patrimonio que duerme en la reserva del edificio de la
Avenida Libertador, de Buenos Aires, y por otro, refuerza la programación de muestras temporarias de Killka Salentein con obras que de otro modo sería muy difícil reunir.
El conjunto que articula estas pinturas, en su mayor parte europeas y argentinas, realizadas entre fines del siglo XIX y la mitad del siglo XX, está ordenado básicamente en torno de la vid y el vino, dos componentes que han habitado el género de la naturaleza muerta (desde la pintura romana y el arte holandés del siglo XVI al cubismo), pero también alrededor de las ideas de celebración y trabajo. Uno de los núcleos, llamado "Los trabajos y los días", reúne escenas de vendimias, tareas en la viña y también fiestas, porque la recolección de los frutos es una fiesta. Aquí se destacan la ya mencionada obra de Ignacio de Zuloaga, y una imponente "Vendimia" del impresionista alemán Max Slevogt. Pintada casi con certeza en la localidad renana de Neukastel, donde murió el artista, curiosamente la escena de Slevogt podría ser tomada por un paisaje mendocino por la conjunción de las viñas y el perfil azulino de la montaña que se recorta en el fondo.
El conjunto, de algún modo, da cuenta de la importancia que los temas de esta muestra asumieron en la pintura europea y en la argentina, que recibió la influencia europea y constituyó la base del patrimonio de nuestro Museo Nacional de Bellas Artes. Su acervo cuenta con obras como la exquisita "La Terraza", del español Federico Pereda Gila Machon, que integra esta muestra, melancólica imagen de una dama que bebe solitaria pintada por un europeo que vivió en Europa. Pero están también las sensuales naturalezas muertas de otros, como Epaminondas Chiamas, que llegó desde Italia en 1860 y formó escuela en nuestro país, o las obras de argentinos como Severo Rodríguez Etchart.
Un capítulo a destacar, dentro de la selección que armó la curadora María José Herrera, son las obras argentinas del siglo XX. Desde las coloridas témperas sobre cartón de Alfredo Gramajo Gutiérrez, que ilustran escenas del Noroeste, hasta la serie de naturalezas muertas de Miguel Carlos Victorica, Marcos Tiglio, Del Prete y Horacio Butler.
Dispuesto de manera elegante, el conjunto que incluye también pinturas del siglo XVIII, articula el diseño que armó la curadora del espacio, Julieta Gargiulo, con un sobrio uso del color en los paneles. En ese sentido se permite tomar distancia de la extrema austeridad de la arquitectura que concibieron los arquitectos Eliana Bórmida y Mariano Yanzón, para este conjunto situado a más de mil metros sobre el nivel del mar, que se cuenta entre los más originales que ha generado la arquitectura nacida en el interior en los últimos años. Concebido en franco diálogo con el paisaje, el complejo que integra el museo, la bodega en forma de pirámide invertida y una capilla, se hace cargo de la memoria constructiva de la región: sus paredes valorizan las texturas de canto rodado y el ripio de la zona andina. Y su articulación simbólica deja espacio para el diálogo con el paisaje y las obras de arte a cielo abierto. Una serie de esculturas de Marta Minujin, Nora Correas, Pájaro Gómez, Hernán Dompé, se integran desde el exterior al resto de la colección de arte contemporáneo Killka Salentein, que incluye además obras de Carlos Alonso, Rogelio Polesello, y Nicolás García Uriburu, entre otros destacados artistas argentinos.
Estallido de Vendimia80 cm x 150 cm .
Técnica: Óleo sobre tela.Autor: Cristina Ruggieri
Análisis:
La obra esta realizada con materiales oleosos de diversos colores,
colores vivos, fuertes donde prevalecen los rojos, violetas verdes oscuros,
naranjas y amarillos.
Hay que mencionar que en el racimo de uvas las pinceladas son
precisas y de una cuota de luminosidad en los granos de uvas. Las hojas de
parras presentan verdes vivos con tonalidades de amarillos y marrones.
En cuanto a las pinceladas en el fondo se ven pinceladas rápidas de una
gran euforia, con yuxtaposición de colores, pero donde también prevalece la
luminosidad en esas bandas de color clara que se dejan y donde se centra la
atención.
El ritmo es fijo y el espacio bidimensional volumétrico dado por la pintura
de fondo..
El Vendedor de UvasTécnica: Óleo sobre tela
70 cm x 45 cmAutor: Marita Rodriguez.
Análisis:
Esta obra se halla realizada en lienzo y los pigmentos utilizados son
oleos de 4 colores principales: azules oscuros, verdes ,marrón claro y blanco.
La luminosidad se centra en el rostro del individuo, la camisa y el
sombrero, así como también en los granos de uvas.
Las tonalidades oscuras de fondo acentúan la importancia del vendedor,
que es el personaje donde el artista quiere que el espectador concentre la
visión. Si bien la imagen esta clara, los contornos no son fijos ni estructurados.
Las pinceladas son precisas y cortas.
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
La Vieja prensaTécnica: óleo sobre tela80 cm x 1 50 cmLENY MUÑOZ
Análisis:
Imagen de carácter figurativo y de intensa luminosidad. Esta se
evidencia en la luz proveniente de las ventanas que se concentran en la figura
de la molienda tradicional o prensa.
Los colores predominantes son los verdes azulados, marrones y
rojos todos concentrados en la figura de la prensa.
La pincelada es precisa, rigurosa y corta. El espacio bidimensional y el
ritmo fijo.
En cuanto a las líneas hay una combinación de líneas rectas verticales y
horizontales, oblicuas y perpendiculares.
La Vid de la Vida68 x 40 cm
Técnica: Óleo sobre tela.Autor: Rosario Heredia.
Análisis:
Imagen de carácter figurativo y de intensa luminosidad. Esta se
evidencia en la luz concentrada en el centro del mundo, como así también en
los granos que conforman el racimo en sus diversas variedades.
Los colores predominantes son los verdes , marrones, amarillos,
naranjas y celestes. Son colores calidos y de tenue intensidad.
La pincelada es precisa, rigurosa y corta. El espacio bidimensional y el
ritmo fijo.
En cuanto a las líneas hay presencia de líneas rectas verticales y
horizontales.
El ritmo es fijo y el espacio bidimensional.
BrindisTécnica: Óleo sobre tela
60 x40 cmAutor: Oda Chaves
Análisis:
Imagen de carácter figurativo y de fondo de intensidad en cuanto
color y brillantez por sus tonalidades
La luz proveniente desde una perspectiva de costado izquierdo, que se
reflejan en las jarrones y en la copa.
Los colores predominantes son los verdes azulados, marrones.
amarillos y rojos todos concentrados en la vino que se encuentra en la copa y
en el fondo de la pintura .
La pincelada es precisa, rigurosa y corta en las imágenes de los jarrones y de
la copa, pero de pinceladas mas libres y sueltas en el fondo de la pintura.
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
En cuanto a las líneas son líneas precisas y de contornos marcados por
la luminosidad que la refleja.
La Mejor ElecciónTécnica: Óleo sobre tela
70 x40 cmAutor: Marita Rodriguez.
Análisis:
Imagen de carácter figurativo y de fondo de intensidad en cuanto color y
brillantez por sus tonalidades
La luz proveniente desde una perspectiva de costado derecho , que se
reflejan en las copas y en los granos de uva colocados en la mesa .
Los colores predominantes son los verdes claros, rojos borgoñas
de fuerte intensidad concentrada en la copa de vino tinto .
La pincelada es precisa, rigurosa y corta en las copas.
Los materiales utilizados son óleos y el soporte tela.
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
En cuanto a las líneas son líneas precisas y de contornos marcados por
la luminosidad que la refleja.
De mi TerruñoTécnica: Óleo sobre tela
60 x40 cmAutor: Charito Macchi.
Análisis:
Imagen también de carácter figurativo y de fondo de intensidad en
cuanto color y brillantez por sus tonalidades concentrados en la imagen de la
montaña.
La luz proveniente desde una perspectiva de costados izquierdo y
derecho , que se reflejan en las copa .
Los colores predominantes son los verdes oscuros , celestes, blancos,
rosas y marrones y borgoñas de fuerte intensidad concentrada en la tierra de
la viña y en la montaña de fondo.
La pincelada es precisa, rigurosa y corta en las copas. La intensidad se
vislumbra en el costado izquierdo de la copa y en la claridad de las montañas
con sus tonalidades rosáceas
Los materiales utilizados son óleos y el soporte tela.
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
En cuanto a las líneas son líneas precisas y de contornos marcados por
la luminosidad que la refleja.
Con las Huellas del TiempoTécnica: Óleo sobre tela
80 de largo x40 cm de anchoAutor: Susi Cruz.
Análisis:
Imagen también de carácter figurativo y de intensidad en cuanto color y
brillantez por sus tonalidades concentrados en la imagen de la vid en las
manos de un viñatero. La luz proviene desde una perspectiva de frente.
Los colores predominantes son los verdes oscuros , celestes, blancos,
rosas y marrones y borgoñas de fuerte intensidad concentrada en la vid y en
los dedos del obrero.
La pincelada es precisa, rigurosa y corta. Se destaca un importante
detalle en los movimientos( por ejemplo en los dedos del individuo). El espacio
es bidimensional y el ritmo fijo.
En cuanto a las líneas son líneas precisas y de contornos marcados por
la luminosidad que la refleja.
VendimiadoresAcuarela sobre tela
80 x 112 cmPEÑA Y LILLO, Haydee
Análisis:
Obra de colores fuertes, vivaces, profundos en diversos tonos, se
pueden observar azules, celestes, naranjas, verdes, amarillos, rojos, borgoñas,
cyan y marrones tierras.
En la figura se pueden llegar a observar como si la pintura estuviese
realizada sobre diferentes planos, se ven líneas oblicuas entre las figuras.
La acuarela otorga una belleza e intensidad que son difíciles de explicar.
Los rostros de los vendimiadores expresan el trabajo de la viña, que si
bien es un esfuerzo también se puede ver en sus ojos una mirada .
La luminosidad proviene desde una perspectiva frontal
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
A la óptica visual mirada detenidamente pareciera que el trabajo se halla
conformado por pequeñas cuadriculas, líneas oblicuas, y triangulares.
Vendimiadores descansando
Óleo sobre tela
60 cm x 90 cm
PEÑA Y LILLO, Haydee
Análisis:
Cuadro representativo de los obreros de la viña en un tiempo de
descanso. La obra esta realizada con oleos en tonos azules eléctricos, rojos,
naranjas, verdes, violetas, marrones y blancos.
Los contornos de las imágenes son precisos pero sin presencia de
bordes fijos y marcados. Las pinceladas son precisas en el cuerpo de los
cosechadores, pero rápidas y dinámicas en el fondo .
La observación detenida puede dar a conocer que se pueden inferior
algunas representaciones geométricas en el fondo de los cosechadores.
Los rostros representan el cansancio y la fatiga del trabajo vitivinícola.
El espacio es bidimensional y el ritmo fijo.
CosechandoÓleo sobre tela80cm x 50cm
PEÑA Y LILLO, Haydee
Análisis:
Obra con presencia de figuras geométricas y figurativas, de colores
vivos, fuertes, impactantes por su intensidad, colores verdes, marrones,
violetas, naranjas, rojos, rosas, blancos y celestes pastel.
La luminosidad proviene desde un plano frontal. El espacio es fijo y el
ritmo es fijo.
La figuras geométricas de colores vivos e impactantes si se observa
detenidamente representa el sol que da el toque especial a las uvas y vinos
mendocinos.
El material soporte es tela de 80 cm de largo por 50 cm de ancho.
la vendimiaAcuarela sobre tela40 cm de ancho por 85 de largoPEÑA Y LILLO, Haydee
Análisis:
Pintura figurativa de colores vivos, fuertes, impactantes por su
intensidad, colores verdes, marrones, violetas, naranjas, rojos, rosas, blancos,
celestes pastel, azules y violáceos.
La luminosidad proviene desde un plano frontal. El espacio es fijo y el
ritmo es fijo.
La obra representa la vendimia en si, la viña y su fruto, que dan origen al
vino. El esfuerzo de todo un pueblo en la espera de una nueva cosecha.
Bodegón 2Técnica: óleo sobre tela
Tamaño: 100x100
Florencia Aise
Análisis:
. Los colores de los pigmentos son verdes, violetas, ámbar, rojos,
celestes, marrones tierras y celestes.
La imagen es de carácter figurativo tal es así que la imagen de las uvas
mas que un dibujo parecieran fotografías.
El espacio es bidimensional volumétrico y el ritmo fijo.
Esta imagen representa los frutos de la tierra mendocina y sus
variedades de uvas: blanca, tinta y rosada.
vendimiadoraTécnica: acuarela
Tamaño: 35x50 cm
Maria Elizabeth Cantina
Análisis:
Esta pintura de carácter figurativo representa la labor de la mujer que
trabaja la tierra, de la típica vendimiadora.
La obra es realizada con acuarelas, sobre tela. Los colores que se
destacan en la obra son tres: violetas, grises y un marrón muy tenue. La
imagen demuestra una calidez y luminosidad en todo su esplendor. Se
visualizan esfumados que dan un toque especial a la obra en su conjunto.
El ritmo es fijo y el espacio bidimensional volumétrico otorgado por la
misma utilización de los colores
vendimiadorTécnica: acuarela Tamaño: 35x50
Maria Elizabeth Cantini
Análisis:
Esta obra cuenta con una gran cuota de luz, y de movimiento, los
mismos se hacen presente en la ropa del obrero, en las manos y en el
sombrero que el lleva puesto.
Expresa la labor diaria que durante marzo se realiza en la viña, la
cosecha de la vid. Además se visualizan los rasgos del viñatero agobiado por el
arduo trabajo
Los colores predominantes son los violetas, cienas, verde petróleo,
grises y naranjas Se evidencia una fuerte luminosidad en toda la obra.
Las pinceladas son precisas y de corta duración.
En cuanto al ritmo es fijo y el espacio bidimensional.
bodega de chacrasTécnica: acrílico
Tamaño: 100x80 cm
Adela BraceliAnálisis:
Esta obra también identifica el bodegón como lugar privilegiado en la
conformación y estructura del vino.
Los materiales utilizados son acrílicos en diversos tonalidades, se
pueden observar tonalidades violáceas, borgoñas, ocres, marrones, amarillos y
blancos. La luminosidad se halla concentrada en la vista del fondo de abertura
de la bodega, como en las columnas y estructura del piso.
Muestra con naturalidad la estructura típica de la bodega mendocina con
sus pisos de ladrillos, y con sus muros de barro.
Las líneas son verticales, horizontales y diagonales.
El espacio es bidimensional ( ya que se trata de una pintura) pero la
presencia de líneas diagonales dan cierta relevancia y sobredimensión a la
percepción visual.
El ritmo es fijo.
Angel del vinoTécnica: mixta s mdf
Tamaño: 112x90
Beatriz De Lucia
Análisis:
Es una obra figurativa, con mezcla mitológica, ya que muestra al ángel
del vino.
Los materiales utilizados son mixtos, por la observación se puede intuir
que son acrílicos y carboncillo en diversos tonalidades, se pueden observar
tonalidades violáceas, marrones, celestes pastel y negro( muy visible en el
fondo de la imagen) La luminosidad se halla concentrada en el rostro del
personaje como en los pliegues de su túnica.
La imagen muestra mucho movimiento y gestualidad en la obra. El trazo
es preciso y se visualizan contornos bien delimitados y marcados.
Las líneas son curvas, principalmente en la figura del cuerpo humano.
El espacio es bidimensional.
El ritmo es libre( por la presencia de líneas curvas)
Las cosechadorasTécnica: acuarela sobre tela
Tamaño: 40x30
Andrea Zucol
Análisis:
Esta obra representa la cosecha de la uva.
Los materiales utilizados acuarelas en diversos tonalidades, se pueden
observar tonalidades violáceas, marrones, celestes pastel, amarillos y rosas
La luminosidad se halla concentrada en el centro de la imagen ,
proveniente desde una perspectiva frontal.
La imagen muestra mucho movimiento. Los contornos no son bien
precisos sino mas bien desdibujados por la misma acuarela..
El espacio es bidimensional.
El ritmo es fijo.
CosechaTécnica: acuarela sobre tela
Tamaño: 50x40
Andrea Zucol
Análisis:
Esta obra utiliza como material la acuarela en tonos azules de gran
vivacidad, celestes pasteles, verdes musgos, amarillos, violetas y algo de
borgoña. La intensidad de la luz se concentran en la espalda del cosechador y
en el sombrero , como así también en las hojas de parras y en los racimos de
uvas.
La acuarela en la óptica del espectador da una sensación de placer y de
tranquilidad y belleza en el acto mismo de la cosecha.
El espacio es bidimensional. El ritmo es fijo.