la vida y costumbres de los romanos
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ÍÑIGO ECHEGOYEN RUIZ
JULIO LAVANDERO RINCÓN
PABLO CASTILLO MATILLA
MARIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ
1º ESO
Vestimentas romanas
Provanni C. La vida en el pasado. El imperio romano y la Europa medieval.
(1991) Madrid Ediciones Anaya.
La vida y costumbres de los romanos
II
ÍNDICE
Índice…………………………………………………………………………………..II
Prologo………………………………………………………………………….……..III
1. La familia…………………………………………………………………..…IV-VII
La organización….………………………………………………………………....IV
El matrimonio……..…………………………………………….………..................V
Los hijos…………...……………………………………………………..................V
La educación de los hijos…………………………………………………..……...VI
2. La vivienda…………………………………………………………………..…VIII
La vivienda primitiva…………………………………………………................VIII
La casa señorial……………………………...………………………..................VIII
La casa de alquiler…………………………...………………………………..…..IX
La casa de campo………..……………………...………………………..……..…X
3. El vestido, calzado, higiene y adornos personales…………………………..…X
El vestido y el calzado……………………………………………..…………X-XI
Las joyas………...…………………………………………………..………….XII
Los baños………………………………………………………………………XIII
4. Las comidas y los juegos………………………………………………….….XIV
Las comidas………………………………..…………………………..………XV
Los juegos y diversiones…………………..………………..…….….. XVI-XVII
5. Bibliografía…………………………………..……………………..….XVII-XVIII
6. Informe………………………………………………………………….…XIX-XX
La vida y costumbres de los romanos
III
PRÓLOGO
Este tema, escogido por unanimidad de los componentes del grupo, es uno de los
que más nos gustaban y más interesante nos parecía de todos los temas de historia.
Nos parecía especialmente relevante investigar el legado romano y particularmente en
España. Interesante por la presencia romana en la Península Ibérica que se prolongó
durante más de siete siglos (s III aC-s.V) y porque la romanización pretendió un modelo
unificador que abarcaba la misma lengua, organización administrativa, clasificación
social o estructura económica.
Las huellas de ese proceso son aún visibles en muchos puntos de España y
Portugal, donde podemos apreciar puentes, acueductos, teatros,....habitualmente
conocidos con una simplificación muy explícita, como “ruinas romanas”.
Los yacimientos que conocemos en la actualidad son innumerables. En
Cantabria destacan varios yacimientos arqueológicos romanos como los campamentos
romanos de Julióbriga en los que se observa la presencia de los edificios públicos en el
punto más significativo del conjunto urbano. Igualmente se evidencia en la arquitectura
de obra una diferenciación entre edificaciones públicas con un mejor acabado que las
privadas.
Los restos arqueológicos nos hacían intuir su vida pero nos intrigaba como
vivían. Centrándonos, especialmente, en la vida y costumbres y prescindiendo algo más
del estudio de la vida política que es el más utilizado en la escuela. Conocer sus modos
de vida, cómo y dónde se divertían, qué y cuándo comían, como se vestían…
En definitiva, un apasionante viaje por los modos, las formas, los usos y las
costumbres del pueblo romano para saber lo alejados o cercanos que estamos de ellos en
la actualidad.
Por la extensión del tema nos vamos a centrar en la familia y su organización, la
vivienda, el cuidado e higiene personal para terminar con el ocio y buena vida pero sin
entrar en la cultura.
La vida y costumbres de los romanos
IV
“Tratar de explicar la vida de un pueblo es ilusionarse con lo imposible”1.
Esta exposición será limitada y puede que desfigure la realidad.
No olvidemos que es un resumen.
1. La Familia
Para los romanos la familia es el fundamento de la sociedad, y el niño era una
pieza fundamental en la familia. El principal objetivo para los romanos era poseer una
casa y tener hijos. El que en una casa no hubiera hijos era una desgracia. Como vamos a
leer, no ha habido pueblo que igualara a Roma en la precisión de las instituciones
familiares.
1.1. Organización
Las personas que constituyen la familia son de dos clases:
a) Las sometidas a la autoridad de otro. Según el orden de sumisión se
distinguen cuatro poderes: La autoridad del dueño sobre el esclavo. La autoridad del
padre sobre los hijos (Patria Potestas). La autoridad del marido sobre la mujer (Manus).
La autoridad de un hombre libre sobre otra persona libre.
b) Las personas libres de autoridad ajena que era el padre de familia o
Paterfamilias que le implicaba la condición de tener derecho a un patrimonio y ejercer
poder sobre los demás integrantes de la familia (mujer e hijos). El padre de familia es
aquel que tenía el dominio en la casa y solo podía ser un hombre. Los descendientes
están sometidos a autoridad paternal.
La familia, pues, se compone: del hombre libre a quien la muerte de su padre ha
hecho dueño de sus derechos, de su esposa a quien el sacerdote ha unido en comunidad
mediante el rito sagrado del matrimonio; de los hijos de estos con sus mujeres legítimas,
de las hijas no casadas y de las hijas de sus hijos con todos los bienes que cada uno
posee. El patrimonio familiar era de total y exclusiva propiedad del jefe de familia y los
hijos no podían disponer del patrimonio.2
1 Guillen J. La vida y costumbres de los romanos. I La vida privada. 2 Nota de los autores:¡Vaya machismo!
La vida y costumbres de los romanos
V
2.2. El matrimonio
El fin principal del matrimonio era la procreación de los hijos con los que se
aseguraba la perpetuidad de la familia, por eso las gentes habían prohibido el estar
soltero limitando los derechos a los ciudadanos no casados. También los romanos en
todo tiempo practicaban la monogamia. El ciudadano romano tiene derecho a disponer
de una mujer. Esta unión o matrimonio fue desde el principio considerado por una
sociedad santa, consagrada, por la religión del estado. La esposa gozaba un honor
privilegiado en la casa y en la ciudad, por efecto del matrimonio participaba del rango
social del marido. Para que el matrimonio fuera válido era preciso: la pubertad de los
esposos, su consentimiento, el consentimiento del jefe de la familia y la aptitud legal
para contraer matrimonio.
2.3. Los hijos
El matrimonio tenía por finalidad perpetuar la familia con la procreación de
nuevos hijos. La familia estaba bajo las órdenes absolutas del paterfamilias que toma a
una mujer para tener hijos pero no estaba obligado a aceptar a todos los que viniesen o
puedan venir de otro matrimonio.
Para que un niño fuera hijo legítimo era necesario que naciera dentro del
matrimonio y se precisaba que el paterfamilia lo recibiera como hijo y que lo levantara
y apretara entre sus brazos quedando admitido y reconocido como heredero del
padre.
Pero el paterfamilia podía rechazar al hijo, entonces, éste quedaba excluido y era
considerado muerto, vendido o expuesto.
Imagen 1. Matrimonio Romano www.proel.org/alfabetos/romano1.jpg
La vida y costumbres de los romanos
VI
Cuando un padre de familia no tenía hijos propios los buscaba en otras familias
y de ellas los pasaba a la suya por la adopción. La adopción es una institución de
derecho civil cuyo efecto era establecer entre dos personas relaciones análogas a las que
había entre el padre y el hijo nacido del matrimonio.
En los primeros años del imperio romano, el nombre de los hijos no se registraba
oficialmente. Fue el emperador Marco Aurelio quien ordenó mediante una Constitución
que todos los ciudadanos romanos debían declarar el nombre y la fecha de nacimiento
de sus hijos, y que la inscripción debía hacerse dentro de los treinta primeros días del
nacimiento. Los primeros años de su vida el niño los pasaba junto a su madre, cuando
ya podía entretenerse con objetos infantiles y juguetes, si no tenía hermanos se le daba
como amigo algún esclavo de su edad, y enseguida se empezaba a procurar que fuera
aprendiendo algo. A partir de cierta edad, los hijos adquieren capacidad política y civil
que pueden desarrollar al margen de la autoridad paternal. Entonces el nuevo ciudadano,
se inscribía como adulto en los registros del censo. (La mayoría de edad en la
Constitución de Servio Tulo se fijó a los 17 años)
2.4. La educación de los hijos
La palabra educación significa crianza, instrucción y formación de un niño.
Cicerón, distingue la educación en la casa y para la vida de familiar, de la educación
fuera de casa en vistas a la vida social. La primera etapa de la vida es la base de la
formación del hombre no solo porque el niño la recibe en el tiempo decisivo, sino sobre
todo, porque en ella intervienen de una forma decisiva el padre y la madre. Cicerón da
una importancia extraordinaria a los primeros años de la vida. 3“Importa mucho -dice-
las personas a las que oye hablar diariamente en su casa, con las que habla desde niño,
el lenguaje que usan sus padres y sobre todo sus madres”; porque las mujeres
conservan mucho mejor la pureza antigua de la lengua y guardan mejor lo que
aprendieron desde niñas. En este sentido Tácito dice que 4“la mala educación proviene
de la desidia de la juventud y de la negligencia de los padres” 5
Hacia los siete años de edad pasa a los cuidados inmediatos del padre, que le
enseñaba a leer, sino había aprendido ya con la madre, a escribir, a contar, y sobre todo
a ser duro consigo mismo, a cultivar el campo, a interesarse por sus asuntos porque, se
3 Guillen J. La vida y costumbres de los romanos. I La vida privada. 4 Guillen J. La vida y costumbres de los romanos. I La vida privada. 5 Nota de los autores: Nos pareció cuando leímos lo anterior estar oyendo a nuestros abuelos
La vida y costumbres de los romanos
VII
comenta, que las aficiones y los sentimientos hay que infundirlos al niño desde la
primera infancia.
En casa recibía el fundamento de su educación. Lecciones teóricas y prácticas
dadas con mucho interés por el padre y por la madre diariamente. Buscando en el niño
la salud física, el vigor intelectual y la firmeza moral.. La autoridad del padre era total y
no cambiaba ni por la edad del hijo ni por su situación política, ni por las funciones
públicas que desempeñe. El estado no podía interferir en la educación del hijo hasta la
mitad de la época imperial. La educación familiar terminaba hacia los dieciséis
diecisiete años. A partir de esa edad el padre ya no le acompañaba sino que confiaba al
joven a alguna persona mayor de la familia lleno de experiencias políticas y cívicas
quien le enseñaba la forma de proceder de la vida pública y de los estamentos del
gobierno. 6
En la educación romana se pone especial cuidado en la formación de la
conciencia, el establecimiento de un sistema rígido de valores morales de principios
firmes y seguros de vida, que sirven para que el joven o al hombre vea interés en la
patria. El romano, acostumbrado a considerarse siempre como un miembro de una
familia, de un estado, no pensaba nunca en su bien aislado o individual. Su primera
consideración ante cualquier problema era siempre la familia, después la gran familia de
la sociedad romana, y finalmente la patria.
A partir del siglo II en la sociedad romana se dejaba ver con toda claridad la
influencia del sistema griego de educación elaborado en Oriente durante la época
Helenística lo que condujo a una decadencia del conocimiento científico ya que los
romanos no solo daban importancia a la gramática y a la literatura, como se hacía en la
universidades griegas de Atenas o Rodas sino a algunas técnicas específicas:
construcción, matemáticas, astronomía y medicina.
Por ultimo, característico también de la época, es el papel desempeñado por las
mujeres en la vida pública, privada e intelectual de Roma; La mujer triunfaba y se
liberaba de antiguas servidumbres y aunque las mujeres de la alta sociedad no
desempeñaban en absoluto la política, sí abrían salones en los que se conspiraba
mientras se escuchaban lecturas literarias y poéticas.
6 Nota de los autores: ¿No había colegios, ni institutos…? ¡Qué aburrimiento!
La vida y costumbres de los romanos
VIII
Uno de los pilares fundamentales de la vida de los romanos era la casa, la vivienda.
Pero ¿era igual una casae, tugurio, domus, insulae, villae?
2. La vivienda
La ciudad de Roma fue capaz de formar a su alrededor un imperio de enormes
proporciones. La planificación urbanística tuvo enorme importancia en la fundación de
las nuevas ciudades romanas y nos ayudan mucho a conocer esta civilización que duró
más de mil años. Gracias a la planificación podían situarse de una manera racional los
edificios públicos y las construcciones de mayor tamaño. Del mismo modo se creaba la
infraestructura para garantizar los servicios públicos como el abastecimiento de aguas
(acueductos y fuentes) o la red de alcantarillado.
Entre los romanos no existió un único tipo de casa sino que la variedad fue
grande, como lo es entre nosotros, en función de la riqueza o pobreza de cada cual. Así
había desde las grandes y lujosas villas de senadores y ricos hombres de negocios con
maravillosas vistas, frondosos jardines llenos de fuentes y dependencias exquisitamente
decoradas, hasta los tugurios y habitaciones de reducidas dimensiones donde se
hacinaba la gente más pobre. Pese a ello podemos resumir los modelos a dos: la
vivienda unifamiliar o domus, que era la vivienda de los ricos romanos y la vivienda
plurifamiliar o insulae.
2.1. La vivienda primitiva
Con el nombre de “tugurio” se conoce a la vivienda que sirve para protegerse en
el campo. La construcción del tugurio es sencilla de materiales ordinarios con
techumbre de paja, de bardal, de cañas. Del tugurio se va evolucionando a las humildes
cabañas y de estas a las casas de la ciudad.
La casa de la ciudad, no tiene más que un piso, cuando era necesario agrandarla,
se hacía ocupando el jardín o el solar que la rodea.
Frente a la puerta de entrada se abría la habitación de estar, de trabajar, de
reunirse la familia, de recibir las visitas, de comer durante el invierno ya que durante el
buen tiempo se come en el atrio o patio central, rodeado por un pórtico entorno al cual
se disponían las habitaciones.
La vida y costumbres de los romanos
IX
2.2. Casa señorial
Los romanos ricos fueron ampliando y enriqueciendo sus casas primitivas. Esta
nueva casa es cómoda, amplia, bellísima, abierta al aire y al sol. Las habitaciones tienen
amplias puertas hacia el atrio las partes comunes de la casa son:
a) El vestíbulo o entrada. En las casas más señoriales hay dos bancos de piedra
junto al portal
b) El atrio es la pieza central de la casa hacia la cual se ordenan todas las
habitaciones. Es el punto de reunión de la familia. En él recibe el padre de
familia a sus clientes hacia a é están inclinadas las aguas de los tejados. Los
pórticos del atrio frecuentemente con columnas de un solo bloque de mármoles
preciosos.
c) La estancia en que residía el paterfamilias era en realidad la habitación del
dueño de la casa, el archivo y el lugar reservado de la vivienda.
d) Otras.
2. 4.3. La casa de alquiler.
2.3. La casa de alquiler.
Sus orígenes están en la superpoblación, en la falta de espacio y en las duras
condiciones económicas de la vida en Roma. Eran edificios de hasta cinco pisos, con
balcones y ventanas al exterior y cuyas dependencias interiores no tenían características
especiales en cuanto a disposición o estructura. Sus ocupantes las utilizaban según las
Imagen 3 Representación de una casa señorial romana
html.rincondelvago.com/files/1/8/1/000621810.png
Imagen 2 Una casa vivienda primitiva romana www.celtiberia.net/imagftp/elraso-vivienda1.jpg
La vida y costumbres de los romanos
X
necesidades familiares. Estas casas estrechas, poco confortables, carentes por lo general
de agua corriente y retrete, tenían poca luz y mala calidad de los materiales (todo el
entramado de vigas era de madera) hacía que los incendios o hundimientos fuesen
frecuentes.
La mayoría eran de alquiler y en ellas vivían las clases populares en condiciones
bastante deficientes. La carencia de servicios hacía que por la noches lanzase por la
ventana basuras y residuos de todas clases, con grave peligro para el peatón como
describe Juvenal: 7“Considera desde qué altura se precipita un tiesto, para romperte la
cabeza; lo frecuente que es el caso de que desciendan de las ventanas vasijas, rajadas o
rotas; cosa pesada que deja señal hasta en el empedrado. Eres, en verdad, un descuido,
un imprudente, si, cuando te invitan a cenar acudes sin haber hecho testamento”.
2.4. Casa del campo
Cuando la vida urbana está muy desarrollada en una civilización es porque ésta
ha alcanzado un grado de complejidad que se manifiesta en la gran diversidad de
actividades existentes en la sociedad, entre cuyos miembros hay diferencias económicas
y sociales importantes. Un símbolo de las mismas suele ser la vivienda que ocupa.
Las casas de campo romanas eran a la vez residencias campesinas y granjas productivas
las grandes villas estaban situadas en el campo o en las afueras de la ciudad en medio de
los campo de labranza sus dimensiones y características dependían de la riqueza de sus
propietarios Los poderosos desarrollaron una forma de vida pomposa disponiendo de
ricas villae en el campo y de suntuosas mansiones en la ciudad. Cicerón, que tenía un
poder adquisitivo de tipo medio, tenía diez villae en el campo y cinco inmuebles en
Roma.8
3. El vestido, calzado, higiene y adornos personales
3.1. El vestido y el calzado
Las modas del vestir en tiempos de Roma no cambiaban con tanta frecuencia
como ahora, ni se tenía tanto número ni variedad de prendas como en estos tiempos. Los
vestidos eran mucho más sencillos y tenían menos piezas que los nuestros. Los romanos
no usaban guantes como prenda de lujo, ni sombrero, salvo, en el campo, para
7 Guillen J. La vida y costumbres de los romanos. I La vida privada. 8 Augusto crea el Imperio. La aventura de la historia. Dossier nº 71
La vida y costumbres de los romanos
XI
protegerse del sol. No había distinciones entre vestidos de invierno y de verano salvo
excepciones. La materia de la ropa era menos variada que ahora. El tejido más usado era
la lana, más tarde las mujeres prefirieron el lino. Los romanos no conocieron el
terciopelo pero si usaron telas riquísimas en fibra de seda y de oro. El lavado ordinario
lo hacían los siervos en casa pero, de cuando en cuando se enviaban al batanero que era
parecido a la tintorería de hoy en día. Este las blanqueaba con carbonato de sosa y orina
y luego las cepillaba y las planchaba.
El vestido nacional de los romanos era la toga en los tiempos antiguos. Bajo la
toga no se llevaba más que una pequeña prenda que protegía el bajo vientre. Después la
toga es sustituida por la túnica. Sobre la túnica en días de frío y de lluvia o cuando
emprendían un viaje largo con tiempo desapacible llevaban abrigos de diversas clases.
Forma de vestir de los hombres:
Consistía en una pieza de lana blanca, gruesa en invierno y fina en verano, de
forma elíptica y muy complicada de poner, hasta el punto de necesitar de la ayuda de un
esclavo. Precisamente por esta complejidad y a partir de la época imperial, fue
sustituida en ocasiones por vestidos más prácticos que permitían más libertad de
movimientos, como capas o capotes con o sin capucha y mantos. Según los adornos que
se le aplicaban se llamaba toga pura, si no llevaba ninguno; toga pretexta, con una orla
de púrpura, toga picta bordada en oro y toga purpurea la más solemne totalmente de
púrpura o con algo blanco.
Bajo la toga llevaban la túnica de tejidos distintos según la época del año, ceñida
por un cinturón y adornada con una banda, que indicaba el orden al que pertenecía su
portador. Larga hasta las rodillas, era la prenda que se vestía dentro de casa y en el
trabajo. Si hacía frío, se colocaban varias o se cubrían con un manto. Los esclavos y la
gente humilde no llevaban más que una túnica, sin toga encima.
Forma de vestir de las mujeres:
Imagen 4 Togas
Provanni C. La vida en el pasado.
El imperio romano y la Europa medieval. (1991) Madrid Ediciones
Anaya.
La vida y costumbres de los romanos
XII
Forma de vestir de las mujeres:
La ropa interior femenina consistía en una camisa y una prenda parecida al
sujetador de hoy en día para sostener el pecho. El vestido era una túnica que llegaba a
los pies, tan estrecha de arriba como de abajo. Los tejidos más frecuentes eran la lana, el
algodón el lino y más tarde, la seda.
Sobre la túnica llevaban la “stola” vestido también largo, de colores variados,
bordado en la orilla y sujeto por un cinturón adornado con joyas, un simple cordón o
una cinta con bordados de colores. Por encima lucían un manto que cubría la espalda y,
a veces la cabeza llamada “palla”
El calzado
No había diferencia ente el calzado del hombre y el de la mujer salvo en la
blandura de la piel y en la variedad de colores o de adornos. Los tipos de lazado eran
tres: las sandalias sujetas a las piernas, los zuecos y los calcei, zapatos del ciudadano,
romano, con lengüeta y cordones que cubrían el pie hasta el tobillo y eran complemento
de la toga.
3.2. Joyas
Los hombres usaban exclusivamente el anillo. Durante la República sólo
llevaban uno, que utilizaban también como sello para firmar. En la época imperial fue
frecuente añadir varios más, incluso con piedras preciosas, hasta cubrirse en ocasiones,
todos los dedos de las manos.
Para las mujeres había una amplia gama de joyas y ornamentos como hebillas,
horquillas, anillos, brazaletes, pendientes, collares, gargantillas y aros para los tobillos,
en metales preciosos y con incrustaciones de pedrería de gran valor que las romanas
gustaban de usar con profusión.
Imagen 5 Joyas romanas www. fresno.cnice.mecd.es/.../joyas.jpg
La vida y costumbres de los romanos
XIII
3.3. Los baños
Los romanos eran muy limpios y cuidados con su aseo personal. Dice Séneca
que 9“se lavaban todos los días la cara, los brazos y las piernas y tomaban un baño
completo cada nueve días, bien en el baño de la casa, si lo había, bien en las termas o
incluso en los ríos”. Se bañaban con frecuencia en el Tiber, costumbre que nuca se
perdió, y cuando estaban fuera de Roma lo hacían en los ríos aptos para ello.
De ordinario en las casas romanas podían tener una bañera fija o un gran
barreño, no tardaron mucho en adoptar baños calientes considerados muy buenos para
los niños y los ancianos. En algunas casas de Pompeya la habitación destinada a baño
tenía grandes dimensiones también había baños públicos abiertos para todos unos con
carácter de explotación privada y otros construidos para el pueblo por ciudadanos ricos
y poderosos y luego por los emperadores estos eran llamados termas. En las grandes
termas había departamentos de lujo con aguas medicinales para determinadas
enfermedades o perfumadas con diversas clases de esencias.
A finales de la República también se construyeron baños públicos para mujeres.
En los momentos de decadencia moral se bañaban juntos hombres y mujeres pero los
emperadores lanzaron contra esa práctica las leyes más severas. Las últimas termas de la
Roma imperial fueron erigidas por Constantino. Las termas se abrían hacia el mediodía
cuando el agua estaba caliente y todos los departamentos caldeados y se cerraban al
anochecer. La señal de entrada y salida se daba haciendo sonar un tímpano. En Roma
las termas eran el centro de reunión de toda la vida romana. Por decirlo de una manera
gráfica: los romanos se bañaban más que los peces”.10
9 Guillen J. La vida y costumbres de los romanos I La vida privada 10 Nota de los autores
Imagen 6 Baños romanos www.villanuevaconcepcion.com/.../Bathbanos.jpg
La vida y costumbres de los romanos
XIV
La existencia necesita de alimentos y juegos. Los romanos lo entendieron bien.
4. Las comidas y los juegos
4.1 Las comidas:
Los romanos comían tres o cuatro veces al día: desayuno, almuerzo, merienda y
cena. El desayuno era muy modesto, al mediodía tomaban un almuerzo ligero, cualquier
cosa que hubiera sobrado del día anterior: legumbres, pescado, huevos, champiñones y
fruta. La merienda la tomaban los hombres del campo, pero la comida principal era la
cena que tenía lugar al final de la jornada y en familia. La cocina romana ha pasado a la
historia por los productos utilizados, sus condimentos y el lujo de su mesa. La dieta era
bastante variada.
Como en toda la vida romana, en las comidas, es muy notable la evolución de las
costumbres. De la austeridad y alimentos más sencillos que la tierra ofrecía
espontáneamente: bellotas, madroños… a alimentos más convenientes para la salud:
cereales, legumbres, hortalizas, que juntamente con la leche y los huevos constituyeron
el alimento básico del romano.
Entre los cereales destacar que primeramente se comía el trigo tierno y lechoso
sin elaborar, después se preparó y elaboró la harina y el pan y alimentos preparados con
cereales: trigo, cebada y posteriormente de otras legumbres.
La leche y el queso, fueron también un alimento principal para los romanos, la
leche no sólo se bebía fresca sino que gran parte se hervía y se salaba o adobaba para el
invierno, con mucho gusto se bebía, incluso la leche de camella con tres partes de agua.
La leche además de como alimento en muchas ocasiones se utilizaba por los romanos
como medicina. A los niños se les dormía con leche tibia mezclada con juegos de
adormidera, y como cosmética femenina.
Las legumbres se comían de diversas maneras, en verde o secas, crudas o
hervidas, y a veces tostadas como postre., entre ellas destacaban el haba, las lentejas que
al decir de Plinio “daban un gran equilibrio a los que las comían”, la algarroba, la
arveja y también los garbanzos, los fréjoles y las judías son otras legumbres
frecuentemente utilizadas.
Imagen 7 Tipos de lentejas www.bancoimagenes.com/cd710/cd710f090_a.jpg
La vida y costumbres de los romanos
XV
Respecto de las hortalizas cuando aprendieron a cocerlas las preferían a las
crudas. Fue comida ordinaria sobre todo de los pobres hasta que al aumentar las
riquezas, se buscaron las carnes y los pescados. La col es la primera de todas las
hortalizas, la acelga, la escarola, la achicoria, el cardo, y otras hierbas que se comían
crudas en ensaladas. Tenían verdadera pasión por los hongos, las setas y los
champiñones.
Entre las frutas que comían los romanos destacaban los higos, especialmente
secos, las cerezas y la uva verdadero manjar de los romanos que se comía también tanto
fresca como pasa. El dátil, la mora, las fresas, y los frutos secos como las nueces, las
avellanas y las castañas son otros frutos que ya comían los romanos.
Pero la evolución en las vidas llevó a no contentarse con la alimentación vegetal
sino que empezó a gustar de las ostentaciones y lujos y así la carne no faltaba nunca ya
fuera de bovinos, ovinos o de aves de corral y se comía fresca, curada o embutida.
11
En definitiva los romanos conocían todos los alimentos que hoy se sirven en
nuestras mesas y no prescindían de nada para excitar el apetito. En la mesa había que
observar, si no se quería pasar por inadecuado, un complicado código de urbanidad.
11 Tarraco. Biografía de una ciudad. Suplemento nº 1 revista Clío.2001
Imagen 8 Carnicería Romana Provanni C. La vida en el pasado. El imperio romano y la Europa medieval. (1991)
Madrid. Ediciones Anaya
Una receta de época romana:
Guisantes aliñados Ensalada de guisantes, previamente hervidos, acompañada de huevo duro y cebolla picada. Aliñar con salsa de
garum (líquido restante del prensado de
pescado azul) o, en su caso, con sal, aceite y vinagre.
La vida y costumbres de los romanos
XVI
4. 2. Los juegos y diversiones
Las diversiones de los romanos son de carácter universal y hay algunas que son
tan comunes que todavía perseveran entre nosotros. Se distinguen dos clases de juegos,
los privados, es decir los que distraían a los niños, a los jóvenes o a los ancianos y las
diversiones públicas, que son las que proporcionaba el Estado o los magistrados a todo
el pueblo.12
Juegos de niños:
Como en todas las partes juegan a hacer de pequeño lo que ven hacer a sus
padres o mayores, así y al ser un pueblo labrador y pastor, juegan a guardar ovejas:
recogiendo unas piedrecillas en un tiesto, a recoger agua corriente en sencillas balsas, a
edificar casitas, es decir igual que se ha jugado en la calles de nuestros pueblos hasta
hace bien poco.
Las niñas se entretenían con sus muñecas. La mayor parte de las muñecas
conservadas se han encontrado en sepulcros infantiles.
Conocían también las marionetas, por medio de un hilo se ponían en movimiento
y danzaban. También jugaban y se entretenían con animales, así enganchaban ratones
uncidos a carritos minúsculos, después cuando iban creciendo a perritos o corderos, e
incluso a falta de ellos los arrastraban otros niños, mientras el organizador del grupo se
montaba en el carro y hacía de auriga. Otros juegos son el escondite: uno de los niños se
sitúa en un rincón, o se tapa los ojos, mientras sus compañeros buscan un refugio donde
ocultarse. El que es sorprendido y cogido en su escondite pasa a ser el investigador del
siguiente juego. También jugaban a “pares y nones”, a la “gallinita ciega” a “cara o
cruz” a los “aros”, otros juegos eran imitaciones de los actos de los mayores: jugaban a
cartagineses y romanos, simulando batallas, organizaban entradas triunfales, desfiles de
12 Nota de los autores: Por falta de espacio sólo expondremos los primeros.
Imagen 9 Muñeca marmillum.com/tienda/images/FANGUETTI/pupa-2.jpg
La vida y costumbres de los romanos
XVII
magistrados, a jueces, a jefes y emperadores, a montar a caballo, haciendo unos de
cabalgadura y otros de jinetes.
Juegos de los jóvenes:
Conforme iban creciendo, también cambiaban sus entretenimientos. Los jóvenes
gustan de hacer deportes como: equitación, natación, lanzamiento del disco, y de
jabalina. La natación era un deporte común siendo muy rara la persona que no sabía
nadar. La gimnasia era parte de la educación de los jóvenes y buscaba el desarrollo
equilibrado del cuerpo y del espíritu. Otros ejercicios deportivos, que también servían
de entretenimientos son la “Lucha” en la que combatían cuerpo a cuerpo en un duro
forcejeo, las carreras, en grupos o individuales, los saltos, y el lanzamiento de jabalina
como en nuestros tiempos.
Sin distinguirse mucho en la música los jóvenes romanos cantaban y bailaban. Un
hombre serio no podía bailar en público y la designación de bailarín era considerado
como una injuria.
Los juegos de los ancianos: 13
“Tengan para si los jóvenes las armas, los caballos, las jabalinas, los dardos,
la caza, las carreras; a nosotros los viejos de entre todos los juegos déjennos los dados
y las tabas”. Esta frase de Catón resume el divertimento de los ancianos en la época
romana.
Las tabas son huesos de las patas de los animales como las ovejas, los carneros,
las cabras que tienen seis caras pero las dos extremas más alejadas, no se cuentan,
porque al echarlas al aire difícilmente pueden quedar apoyadas en ellas, las otras cuatro
caras dos eran más anchas que las otras. Ordinariamente se usaban los huesecillos
indicados pero los ricos utilizaban otras semejantes hechas de marfil, de cristal o de
otras sustancias preciosas.
13 Guillen J. Vida y costumbres de los romanos II. La vida pública
Imagen 10 Tabas www.tiermes.blogia.com/.../20061112174526-tabas.jpg
La vida y costumbres de los romanos
XVIII
5. Bibliografía
Libros:
Guillen J. Vida y costumbres de los romanos I. La vida privada (1977) Salamanca:
Ediciones Sígueme
Guillen J. Vida y costumbres de los romanos II. La vida pública (1998) Salamanca:
Ediciones Sígueme
Espinós J.; Masiá P.; Sánchez D.; Vilar M.; Así vívian los romanos ( ) Madrid:
Ediciones ANAYA
Petit P. Historia de la antigüedad. (1962) Barcelona: Ediciones Labor
Provanni C. La vida en el pasado. El imperio romano y la Europa medieval. (1991)
Madrid Ediciones ANAYA.
Revistas:
La aventura de la historia nº 71. Arlanza ediciones. Madrid 2004
Tarraco. Biografía de una ciudad. Suplemento nº 1 revista Clío.2001
Imágenes:
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Provanni C. La vida en el pasado. El imperio romano y la Europa medieval. (1991)
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Provanni C. La vida en el pasado. El imperio romano y la Europa medieval. (1991)
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Informe sobre la realización y resultados del trabajo de Investigación: “La vida de los romanos”
Los “romanos” somos un grupo de alumnos, todos chicos, del mismo Instituto y
curso del que se han presentado otros trabajos. Fuimos, de los pocos, que elegimos un
tema de Historia a pesar de que los contenidos de esa parte de la asignatura no los
empezábamos hasta el mes de Marzo. Eso fue una dificultad añadida a las normales.
Partíamos de lo aprendido en los últimos cursos de Primaria.
Como decimos en el prólogo del trabajo, no fue difícil decidirse por el tema. En
un pueblo cercano al nuestro (Los Corrales de Buelna), nosotros somos de Cartes,
todos los veranos tiene lugar la “representación” de las llamadas “Guerras Cántabras”
entre Cántabros y Romanos. Eso no hizo interesarnos por la vida en Roma a lo largo de
su historia y dominio.
Teniendo más o menos claro el esquema, rápidamente obtuvimos información y
la redactamos. Pero nos sirvió de muy poco. Nuestro profesor, Eduardo, nos dijo que
era información muy general, de la que se puede encontrar fácilmente en los libros de
texto y no tenía nada de original y nuevo. Debíamos buscar fuentes más completas. En
el Departamento de latín y griego nos proporcionaron los “superlibros” de José Guillén
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y, al verlos, casi nos desmayamos. Luego vimos que no era tan difícil extraer
información. Están muy bien contados. Con la nueva información redactamos el
segundo borrador y nos pasamos de páginas y, además, era confuso en su lectura. En el
tercer intento tuvimos que prescindir del apartado de “los juegos públicos” y reordenar
el esquema.
Una vez finalizado somos conscientes de que predomina la explicación sobre las
imágenes pero, al menos, esperamos que sea de interés.
Como decimos en el prólogo, más que las ruinas, los romanos nos dejaron
formas de vida que permanecen heredadas a lo largo de más de dos mil años. Dice
nuestro profesor que en los estudios de Derecho, los futuros jueces y fiscales, estudian
una asignatura que se llama Derecho Romano y que esa es la más clara muestra de lo
que llaman “romanización”.
Como los demás compañeros, hemos aprendido mucho. En primer lugar, a
trabajar en grupo, algo que ya da problemas. El que lo hace de una manera, al que le
gusta de otra, el que nunca puede…Aquí Íñigo ha sido el “jefe” y de él nos hemos fiado
y nos ha organizado.
Por último, no dejar de hablar de la importancia de algo que antes “pasábamos”.
Nos referimos a fijarnos en los autores de los libros, revistas, páginas web, fotos. Nos
dimos cuenta que nosotros lo primero que hicimos en el borrador fue poner nuestros
nombres. Entonces el profe nos dijo: “Os dais cuenta, eso es dejar clara la propiedad
intelectual “ ¿Os gustaría que os copiaran vuestros compañeros sin decir de dónde se
copia?
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