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LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA DEL FIN DEL TIEMPO Domingo, 28 de junio de 2009 San Antonio, Texas, Estados Unidos Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

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MIRANDOEL CUMPLIMIENTODE LAS PROFECÍAS

Miércoles, 21 de Enero de 2009Chicago, Estados Unidos

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

LA VENIDADEL SEÑOR

Y LA GRAN COSECHADEL FIN

DEL TIEMPO

Domingo, 28 de junio de 2009

San Antonio, Texas, Estados Unidos

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel yexacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lotanto cualquier error en este escrito es estrictamenteerror de audición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 31

invitación para estar en ella (la persona que a continuación

estaré dejando aquí). Y en cada país estaré dejando a la

persona correspondiente para que le indique a las personas

que recibieron a Cristo hacia dónde dirigirse para colocarse

las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre

del Señor Jesucristo.

Que Dios les bendiga a todos y les guarde, y continúen

pasando una tarde llena de las bendiciones de Cristo nuestro

Salvador. Dejo con ustedes al reverendo Jacobo Charnichard

con ustedes; Jacobo es Santiago y es Israel también.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y nos veremos

en la tarde, Dios mediante.

“LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA

DEL FIN DEL TIEMPO.”

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.30

El agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que

nos limpia de todo pecado. En el bautismo en agua la persona

se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y

resurrección; cuando la persona recibe a Cristo como

Salvador, muere al mundo; cuando la persona es sumergida

en las aguas bautismales por el ministro, tipológicamente está

siendo sepultado; y cuando el ministro lo levanta de las aguas

bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida

eterna con Cristo en Su Reino eterno.

El bautismo en agua ha estado siendo efectuado desde la

antigüedad. Juan el Bautista predicaba y bautizaba a las

personas en el Jordán. Aun el mismo Jesucristo fue donde

Juan estaba predicando y bautizando, entró a las aguas para

que Juan lo bautizara. Y Juan le dijo: “Yo necesito ser

bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?”

Cristo le dice: “Deja (o sea, no discutas), nos conviene

cumplir toda justicia,” y entonces Juan lo bautizó.

En estos días que estábamos en Jerusalén fuimos también

al lugar donde Juan bautizó a Jesús. Si Jesús, para cumplir

toda justicia, fue necesario que fuera bautizado, cuánto más

nosotros; por lo tanto nos conviene cumplir toda justicia.

Bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos.

Y que Cristo los bautice con Espíritu Santo y Fuego y

produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Ustedes que

están en otras naciones y tienen allí las facilidades de los

bautisterios para ser bautizados en estos momentos. Y ustedes

que están aquí presentes pueden ser bautizados en la iglesia,

el auditorio o congregación donde tienen los bautisterios, ya

que aquí no hay bautisterios disponibles. Y nos

continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso

Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.También nos continuaremos viendo esta tarde, en la

actividad que ya está programada, la cual le van a reiterar la

LA VENIDA DEL SEÑORY LA GRAN COSECHADEL FIN DEL TIEMPO

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

Domingo, 28 de junio de 2009

San Antonio, Texas, Estados Unidos

Muy buenas días, amables amigos y hermanos presentes,

y los que están a través del satélite Amazonas o de

internet en diferentes naciones; es para mí un privilegio

grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con

ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la

Palabra y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Aprecio y agradezco mucho el respaldo que le están dando

al mega proyecto La gran Carpa-Catedral, en Puerto Rico, y

también el respaldo que le están dando a AMISRAEL.

Para esta ocasión leemos en Santiago, capítulo 5, verso 7

al 8, donde nos dice de la siguiente manera:

“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del

Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la

tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia

temprana y la tardía.

Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros

corazones; porque la venida del Señor se acerca.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos

permita entenderla.

Nuestro tema es: “LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA

GRAN COSECHA DEL FIN DEL TIEMPO.”La Venida del Señor. Este tema es muy importante, para

no solamente el Cristianismo, sino para el Judaísmo y todas

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4

las demás religiones, y para todas las esferas de la sociedad:

la esfera política, la académica, la artística también, todas esas

esferas serán impactadas con este gran evento prometido en la

Escritura, el cual conocemos como la Venida del Señor; pues

conforme a la promesa divina habrá una gran cosecha, y todo

esto está prometido para el fin del siglo (en otros lugares nos

habla del fin del mundo). Y en San Mateo, capítulo 24, el

Señor Jesucristo nos habla de la Venida del Señor, y también

en San Mateo, capítulo 13. Conforme a la lectura que tuvimos

de la Venida del Señor y la gran cosecha en el fin del siglo, en

San Mateo, capítulo 13, Cristo nos dice, del verso 30 y luego

versos 37 en adelante (de San Mateo, capítulo 13), dice:

“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega;

y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged

primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero

recoged el trigo en mi granero.”

Luego, los discípulos, más adelante, cuando ya fue

despedida la gente, preguntan a Cristo aparte lo siguiente;

dice, capítulo 13 verso 36 en adelante:

“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y

acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la

parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena

semilla es el Hijo del Hombre.

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del

reino, y la cizaña son los hijos del malo.

El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin

del siglo; y los segadores son los ángeles.

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en

el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de

su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen

iniquidad,

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 29

que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión. Los que

están en otras naciones también puestos en pie; y ahora con

nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos

cerrados, repitan conmigo esta oración los que han venido a

los Pies de Cristo en esta ocasión.

Señor Jesucristo, escuché la predicación de TuEvangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con todami alma, creo en Tu primera Venida, creo en Tu muerte enla Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación pormis pecados. Reconozco que soy pecador y necesito unSalvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibocomo mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdonesmis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, yme bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo seabautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí elnuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivirContigo por toda la eternidad. Sálvame, Señor, Te lo ruegoen Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos

decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió

de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me

limpió de todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros

pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado. Y

ahora, pueden ser bautizados en la iglesia, ya que aquí no

tienen bautisterios, pueden ser bautizados en la Iglesia cuando

tengan la primera oportunidad.

En Chile están aquí reunidos también, en las demás

naciones, Chile y las demás naciones, pueden ser bautizados

en estos momentos. Y que Cristo los bautice con Espíritu

Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo

nacimiento.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.28

para que Cristo le reciba en Su Reino, para lo cual puede

pasar aquí al frente; si hay alguna persona aquí o en las demás

naciones que están conectados poro el satélite Amazonas o

por internet, pueden venir a los Pies de Cristo para orar por

ustedes.

Vamos a pedirle a los que están en las cámaras que nos

indiquen en los demás países cuando estén listos para la

oración por los que están viniendo a los Pies de Cristo.

Vamos a pedirle que nos den una imagen, si es posible, de

Villahermosa o de Venezuela, o de algún país; de Chile

también. Los que sí es posible conectarse, y también por

teléfono que nos digan cuando estén listos allá para la oración

por todos los que están viniendo a los Pies de Cristo en los

diferentes lugares.

Acá todos son creyentes, y si hay alguno que todavía no

ha recibido a Cristo, tiene la oportunidad de recibirlo en estos

momentos.

La bendición más grande que un ser humano tiene es

recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador, y es la

única esperanza de Vida eterna. No hay otra forma en que el

ser humano pueda obtener la Vida eterna y la inmortalidad

física. Cuando Cristo resucite a los muertos creyentes en Él

en cuerpos eternos y a los que estén vivos los transforme,

para eso tienen que ser personas creyentes en Cristo, para

poder recibir esa o esas bendiciones.

Nos pueden avisar por teléfono desde Chile y de

Villahermosa también, y de cualquier otro lugar para orar por

las personas que han venido a los Pies de Cristo. Cristo tiene

mucho pueblo aquí en San Antonio, Texas, y en todas las

naciones también, y los está llamando en este tiempo final, los

está colocando en Su Redil, que es Su Iglesia; los está

colocando en Su Cuerpo Místico de creyentes.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 5

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el

crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino

de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”

En este pasaje de esta parábola, Cristo dice que para el fin

del tiempo esta parábola va a tener el cumplimiento de la

cosecha del trigo, que son los hijos del Reino (o sea,

recogimiento de los hijos del Reino), los cuales vendrían a

formar la Iglesia del Señor Jesucristo. Dice:

“...la siega es el fin del siglo; y los segadores son los

ángeles.”

Y ahora, esto va a ser una señal muy grande, que estará

identificando el fin del siglo para todos los lectores de la

Biblia. Por lo tanto, no deben fallar en ver el tiempo en que se

estará viviendo cuando aparezcan los ministerios de los

ángeles a cargo de llevar a cabo esa cosecha. El trigo dice que

son los hijos del Reino, los hijos del Reino van a ser recogidos

en el fin del siglo.

Y ahora, tenemos también otra parábola en este mismo

capítulo 13, versos 47 al 50 de San Mateo, donde Jesucristo,

dice:

“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red,

que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen

lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.

Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán

a los malos de entre los justos,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el

crujir de dientes.”

Los malos van a ser echados en ese horno de fuego

durante el tiempo llamado y conocido por el Cristianismo,

como la gran tribulación. Es el tiempo del cual habla

Malaquías en el capítulo 4, versos 1 en adelante, donde dice:

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y

todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán

estopa; aquel día que vendrá los abrasará (o sea, los

quemará), ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni

raíz ni rama.”

¿Y qué será con los buenos: con el trigo, con los hijos del

Reino?

“Mas a vosotros (esto es para los hijos del Reino)... más

a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia,

y en sus alas traerá salvación.”

El Sol de Justicia es el Mesías. El mismo Cristo dijo:

“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en

tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (San Juan,

capítulo 8, verso 12).

El nacimiento del Sol de Justicia es la Venida del Mesías,

la Venida del Señor.

“...y en sus alas traerá salvación.”

Traerá la resurrección de los muertos creyentes en Cristo

en cuerpos glorificados y la transformación de los creyentes

en Cristo, los cuales obtendrán un cuerpo glorificado, eterno,

inmortal, incorruptible, como el cuerpo glorificado del Señor

Jesucristo. Eso es de lo que habla el apóstol Pablo en Primera

de Corintios, capítulo 15 [verso] 49 en adelante, cuando dice:

“Y así como hemos traído la imagen del terrenal,

traeremos también la imagen del celestial (o sea, traeremos la

imagen de Cristo).

Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no

pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la

incorrupción.”

O sea, que para entrar al Reino de Dios físicamente,

necesitamos un cuerpo incorruptible, un cuerpo inmortal, un

cuerpo glorificado.

“He aquí, os digo un misterio...”

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 27

capítulo 32, versos 24 al 32 del Génesis, del cual Jacob se

agarró, lo cual es tipo y figura de lo que va a pasar en este

tiempo final. Y el Ángel le decía: “Suéltame que raya el

alba,” estaba rayando, ya estaba viéndose la claridad por el

Éste, y el Ángel tenía que irse; como tendrá que irse ese

Ángel que viene con el sello del Dios vivo, que es el Elías en

su quinta manifestación, que viene para llamar y juntar las

tribus de Israel.

Buscar, llamar y juntar, las tribus perdidas con la tribu de

Judá y la tribu de Benjamín; en palabras más claras: juntar el

reino del Norte con el reino del Sur, para la restauración del

Reino de David o Reino de Dios en la Tierra.

Estamos en un tiempo muy importante que por la elección

divina nos ha tocado a nosotros vivir. Este es el tiempo más

importante de la historia de la raza humana, este es el tiempo

en que muchos seres humanos obtendrán la inmortalidad

física; y eso sí que es un evento grande.

Y para los que ya tienen bastante edad y estén vivos en

esos momento y sean transformados, para ellos tiene mucho

pero que mucho más valor, más importancia; y para mí

también, ¿y para quién más? Para cada uno de ustedes

también.

Estamos en un tiempo en que Cristo por medio de Su

Espíritu Santo en el Día Postrero, bajo el mensaje del Día

Postrero, está llamando y juntando a todos los escogidos que

faltan por venir a los Pies de Cristo y venir a formar parte de

la Iglesia del Señor Jesucristo.

Cristo está completando Su Iglesia. Yo escuché Su Voz

y lo recibí, y Él me colocó en Su Cuerpo Místico de

creyentes, que es Su Iglesia, ¿y quién más? Cada uno de

ustedes también.

Si falta alguno por venir a los Pies de Cristo, puede

hacerlo en estos momentos y estaremos orando por usted,

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26

Reino de David en este planeta Tierra. Sin ese Mensajero,

Israel no sabe qué hacer, y mucho menos el Cristianismo.

Ese mensajero tendrá de parte de Dios la comisión

correspondiente al Día Postrero para la restauración de las

tribus perdidas que escucharán la Voz de Dios, la gran Voz de

Trompeta, la Trompeta final, y responderán a ese llamado.

Eso está aquí en Isaías, capítulo 27, verso 12 en adelante,

dice:

“Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el

río Eúfrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de

Israel, seréis reunidos uno a uno.

Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran

trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la

tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto,

y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.”

El recogimiento de las tribus perdidas es por medio de

esta gran Trompeta que será tocada, lo cual será la proclama

del Evangelio, de las buenas nuevas de Reino de Dios lo cual

será la restauración y para la restauración del Reino de David

en la Tierra.

Y ahora, todo eso está ligado a la Venida del Señor con

Sus ángeles para la gran cosecha del fin del tiempo.

Antes se llevará a cabo la cosecha de los creyentes en

Cristo, de los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, los

cuales cuando estén viendo, ya resplandeciendo el sol por el

Este, por Israel... aunque no vean el sol todavía, recuerden

que hay una claridad siempre por el Este cuando ya va a

amanecer. Cuando estén viendo esa claridad, cuando estén

viendo ese acercamiento, cuando estén viendo ustedes que los

judíos le pegan la vista a un hombre que tendrá un ministerio

y que estará proclamando la paz imperecedera, recuerden:

está por amanecer para Israel.

Como le dijo el Ángel que le apareció a Jacob en el

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 7

Este es un misterio muy grande para el ser humano. Será

el misterio en que un grupo de personas, que ya murieron, van

a regresar a la Tierra en el Día Postrero en cuerpos eternos,

cuerpos inmortales y jóvenes como el cuerpo de nuestro

amado Señor Jesucristo. De esto fue que Cristo habló cuando

dijo en San Juan, capítulo 6, verso 39 al 40:

“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de

todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite

en el día postrero.”

La resurrección de los muertos creyentes en Cristo está

señalada por el mismo Cristo para el Día Postrero. Y luego el

otro verso siguiente, verso 40, dice:

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo

aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le

resucitaré en el día postrero.”

Fue establecida la resurrección de los muertos en Cristo

para el Día Postrero. ¿Quién lo estableció? Dios. Pues también

en Daniel, capítulo 12, nos habla de una resurrección, cuando

se levante el Arcángel Miguel, que es el Arcángel que está por

los hijos de Israel.

Y ahora, veamos a continuación lo que sigue diciendo San

Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 51, donde

nos detuvimos. Vean, dice:

“He aquí, os digo un misterio...”

Es un misterio muy grande, es un tiempo muy importante

para la familia humana, en donde millones de personas van a

obtener la inmortalidad física, pues van a obtener un cuerpo

eterno, un cuerpo inmortal, un cuerpo glorificado, un cuerpo

interdimensional como el cuerpo glorificado de Jesucristo; y

ese será la corona de la creación encabezada por el Mesías

Príncipe.

Ahora, ¿para qué tiempo San Pablo señala que será ese

misterio manifestado? Cristo dijo que será para el Día

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8

Postrero, el Día Postrero contando desde Adán hasta este

tiempo final. Vean, un día delante del Señor es como mil años

y mil años como un día; un día de Dios para los seres

humanos son mil años, o sea, es un milenio. De Adán hacia

acá ya han transcurrido conforme al calendario gregoriano,

que es el que comúnmente se usa en Europa y Norteamérica

y la América Latina, ya han transcurrido seis mil años, y ya

hemos entrado al milenio séptimo; y así como la semana tiene

siete días, los días postreros de la semana son: el quinto día,

que es el jueves; el sexto día, que es el viernes, y el séptimo

día, que es el sábado, y último día de la semana.

Delante de Dios, los días postreros son: quinto milenio,

sexto milenio y séptimo milenio. Por esa causa el apóstol San

Pablo en Hebreos, capítulo 1, nos dice de la siguiente manera,

y vamos a ver lo que Él dice en este estudio bíblico que

estamos teniendo:

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas

maneras en otro tiempo a los padres por los profetas...”

¿Cómo es que Dios ha hablado? Por medio de los

profetas.

“...en estos postreros días...”

Ahora está diciendo: “En estos postreros días (el tiempo

que estaba viviendo San Pablo),” lo estaba identificando ya

como los postreros días o días postreros.

“En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo (o

sea, por Jesús), a quien constituyó heredero de todo, y por

quien asimismo hizo el universo.”

El heredero de toda la creación es Jesucristo, el Hijo de

Dios; y por medio de Él Dios creó todas las cosas. ¿Y cómo

puede ser posible esto si Él nació en Belén de Judea? Lo que

nació en Belén de Judea fue Su cuerpo físico. Pero Su cuerpo

angelical, que es el Ángel del Pacto que le aparecía a los

profetas y que le apareció a Moisés, y por medio de Moisés

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 25

perdidas, y la unión de las tribus perdidas con las dos tribus:

la tribu de Judá y la tribu de Benjamín; o sea, el reino de

Norte, reino de Israel o reino de Efraín, siendo juntado con el

reino de Judá para esa restauración, para poder ser restaurado

el Reino de David en la Tierra. Dice:

“Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,

y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo

venga y hiera la tierra con maldición.”

O sea, que antes de Dios herir la Tierra con la maldición

que está señalada, el juicio divino cayendo sobre la

humanidad, antes de eso, enviará Elías.

Ahora, el ministerio de Elías ha estado otras veces aquí en

la Tierra: en Elías Tisbita, se repitió en Eliseo, se repitió en

Juan el Bautista y se repitió en el reverendo William

Branham. Ya cuatro veces el ministerio de Elías se ha estado

manifestando en la Tierra; y estará por quinta ocasión, y

estará acompañado con el ministerio de Moisés; por lo tanto

será la ocasión más grande de la manifestación del ministerio

de Elías junto al ministerio de Moisés.

Así que, todo esto está señalado para el tiempo de la

restauración de todas las cosas, y Elías vendrá para restaurar

todas las cosas, dijo Jesús.

“A la verdad, Elías viene primero y restaurará todas las

cosas.” [San Mateo 17:11].

Ese Elías que por quinta ocasión... en el cual por quinta

ocasión estará el ministerio de Elías manifestado, estará

ligado al pueblo hebreo. Será el que Dios usará para

bendición del pueblo hebreo. En palabras más claras: ese es

el Elías que Israel está esperando. El Elías que vendrá

proclamando la paz imperecedera, la cual solamente surgirá

en el Reino del Mesías.

Así que él conocerá todo el mecanismo relacionado a la

paz permanente para el pueblo hebreo, y la restauración del

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24

Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las

plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho

Jehová de los ejércitos.”

Durante el Reino milenial los hijos e hijas de Dios

caminarán sobre las cenizas de los malos, porque estarán

muertos, quemados, serán ceniza y caminaremos sobre las

cenizas de los que morirán durante la gran tribulación.

“Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual

encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el

día de Jehová, grande y terrible.”

O sea, que antes de comenzar la gran tribulación estará

Elías, el profeta, en la Tierra; por eso es que el pueblo hebreo;

por eso es que los judíos no creen a los predicadores del

Cristianismo, sino que ellos están esperando un hombre en el

cual estará el ministerio del profeta Elías, y el cual estará

proclamando la paz imperecedera; y ese profeta estará bien

fundamento en la Escritura; ellos lo van a conocer. Él es el

único que va a saber cómo predicarles, cómo hablarle a los

judíos. Y él es el único que sabrá cómo anunciarles la forma

en que Israel, Jerusalén la capital, va a tener la paz y de ahí va

a salir para todas las naciones.

Él aparecerá antes que venga “el día de Jehová grande y

terrible,” o sea, antes que llegue la gran tribulación. Elías

pertenecía a las tribus del Norte, que son llamadas las tribus

perdidas. Vigilen, porque por ahí... porque están esparcidas

por el mundo entero, y a él es que le toca recoger esas tribus

perdidas y unificarlas con las otras dos tribus: la tribu de Judá

y la tribu de Benjamín. Lo cual representó el profeta Elías

cuando para el reto que se efectuó en el monte Carmelo buscó

doce piedras, representando con cada piedra a cada tribu, y

restauró el altar que estaba arruinado.

Ahí tenemos en tipología, la restauración de las tribus

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 9

libertó al pueblo hebreo, ese cuerpo angelical, llamado el

Ángel del Pacto, es eterno. Por eso Jesús podía decir: “Antes

que Abraham fuese, Yo Soy.” ¿Cómo era Él? Era el Ángel del

Pacto, era antes que Abraham y era antes que Adán también.

Con ese Ángel del Pacto era que Adán hablaba. ¿Pero no era

con Dios? Claro que sí, Dios estaba dentro de ese cuerpo

angelical.

Por eso siempre que aparecía el Ángel de Dios a los

profetas, ellos decían: “He visto a Dios cara a cara,” porque

habían visto al Ángel de Dios donde estaba morando Dios. Es

el Ángel del Pacto un cuerpo angelical de otra dimensión, en

palabras más claras: es un hombre de otra dimensión.

Y ahora, fue todo creado por medio de Él, ¿y para quién?

Para Él. El Trono celestial, el Trono de Dios, es el Trono del

Ángel del Pacto; y cuando se hizo carne Su velo de carne fue

conocido por el Nombre de Jesús. En ese velo de carne estaba

Dios, el Padre, y estaba el Ángel del Pacto, el cuerpo

angelical de Dios. Por eso Jesús decía: “Yo no hago nada sino

lo que veo al Padre hacer.” Y también decía: “El Padre que

mora en mí, Él hace las obras.” San Juan, capítulo 14 y otros

pasajes bíblicos de San Juan y de los demás libros del

Evangelio. También Él decía en San Lucas, capítulo 4 [verso

18]:

“El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido...”

Y comenzó a enumerar las cosas para las cuales Él había

sido ungido. Aun cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús, vio

al Espíritu Santo que descendió sobre Él. La primera vez en

que Padre, Hijo y Espíritu Santo, lo encontramos frente a los

seres humanos caminando en un cuerpo humano, en medio de

la familia humana, en la tierra de Israel, y en otros territorios

a los cuales Él visitó.

Ahora, continuamos leyendo, dice [Hebreos 1:3]:

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10

“El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen

misma de su sustancia...”

¿Cuál es la imagen de Dios? Cristo. Él es la imagen

misma de Su sustancia; y la imagen es el cuerpo angelical. Es

ese Ángel del Pacto, el Espíritu Santo; un espíritu es un

cuerpo de otra dimensión; y el Espíritu Santo es ese Ángel del

Pacto que aparecía a los profetas, es el mismo varón con el

tintero de escribano en Su cintura que aparece en Ezequiel,

capítulo 9.

Ahora, estamos viendo quién es Jesucristo. Por eso Él

podía decir: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” (San Juan,

capítulo 8, versos 56 al 58).

Y ahora, encontramos también aquí en Colosenses,

capítulo 1, verso 12 en adelante, que nos dice:

“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos

para participar de la herencia de los santos en luz (los santos

en luz tienen una herencia: la herencia de Dios. Son herederos

de Dios, son herederos de la Vida eterna);

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y

trasladado al reino de su amado Hijo.”

Dios nos ha libertado del reino de las tinieblas, del reino

del maligno, y nos ha colocado, nos ha trasladado del reino de

las tinieblas al Reino de Jesucristo, el Reino de Su Hijo.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de

pecados.

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda

creación.”

Y ahora, Él es el primero en todo, Él es el primogénito,

por lo tanto el Heredero de los Cielos y de la Tierra; y no

solamente eso, Él es el Unigénito; o sea, que de Él y a través

de Él vinieron a existencia todas las cosas, toda la creación.

Y ahora, veamos, sigue diciendo:

“Porque en él fueron creadas todas las cosas...”

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 23

malo, que es la clase de espíritu malo, peor de todos, el de

epilepsia, y quedó libre el joven y feliz su padre; porque hay

felicidad para los padres cuando sus hijos que están enfermos,

son sanados. Todos los padres queremos que nuestros hijos

estén en buena salud.

Ahora, cuando ya fue hecho ese milagro, dice la Escritura

que se acercaron a Jesús Sus discípulos, en el capítulo 17,

verso 10 al 13 de San Mateo, dice... Corrijo: fue antes de

echar fuera el espíritu malo, pues cuando estaban bajando del

monte, al bajar del monte, dice verso 9:

“Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó,

diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del

Hombre resucite de los muertos.

Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por

qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías

venga primero?”

Estaban viendo a Elías con Moisés en el Monte de la

Trasfiguración al lado de Jesús.

“Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene

primero, y restaurará todas las cosas.”

Aquí Jesús está hablando de la restauración de todas las

cosas, está hablando de acuerdo a lo que dice el profeta

Malaquías (esto está aquí en Malaquías). Jesús no podía

salirse de lo que ya estaba anunciado; pues Él mismo estando

en Su cuerpo angelical, y por medio de Él mismo fue que Él

le habló estas cosas al profeta Malaquías y a través de

Malaquías las habló al pueblo.

Vean aquí, nos dice Malaquías, capítulo 4, verso 2 en

adelante:

“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol

de justicia, y en sus alas traerá salvación (esa es la Venida

del Señor); y saldréis, y saltaréis como becerros de la

manada.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22

Reino de Dios en la Tierra, que será la restauración del Reino

de David. Para la restauración de todas las cosas será el

tiempo de la Venida del Señor. Y Cristo dijo: “Porque el Hijo

del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles

y entonces pagará a cada uno según sean sus obras.” [San

Mateo 16:27].

Así que la Venida del Hijo del Hombre, la Venida del

Señor es con Sus Ángeles como fue mostrada en el Monte de

la Transfiguración en San Mateo, capítulo 17, versos 1 al 9,

en donde aparecieron, a cada lado de Jesús, dos personajes

que ya habían ministrado en la Tierra, los cuales fueron

Moisés y Elías. Ese es el Orden de la Venida del Señor para

el Día Postrero.

Estarán en la Tierra nuevamente los ministerios de Moisés

y de Elías operando; esos son los ministerios de los Ángeles

del Hijo del Hombre enviados para llamar y juntar a los

escogidos, llamar y juntar a las doce tribus de Israel, todos los

miembros de las doce tribus de Israel. Y son enviados esos

ministerios con gran Voz de Trompeta, o sea, con el mensaje

del Evangelio del Reino, ¿para qué? Para la restauración del

Reino.

Y ahora, cuando Jesús, Pedro, Jacobo y Juan bajan del

Monte de la Transfiguración, se encuentran que los otros

discípulos tienen un problema grande en la parte de abajo del

monte, en donde un padre de familia trae a su hijo, que era

atormentando por un espíritu epiléptico, y le pide a Sus

discípulos que echen fuera ese espíritu, y ellos no pudieron.

Y entonces el padre de familia viene a Jesús y le habla del

problema de su hijo, y que lo trajo a Sus discípulos y ellos no

pudieron echar fuera ese espíritu malo, y ahora le pide a Jesús

que lo ayude. Y le dice Jesús: “Si puedes creer, todo es

posible para el que cree.” El hombre le dice: “Si creo, ayuda

mi fe, ayuda mi incredulidad.” Y Jesús reprendió ese espíritu

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 11

Eso es muy importante entenderlo. No es que apareció

Cristo y habían aparecido otros personajes, o el Universo,

sino que el Ángel del Pacto surgió, vino de Dios, salió de

Dios; y de Dios a través del Ángel del Pacto salió, surgió toda

la creación. Él es el primero en todo, y a través de Él fue que

Dios creó todas las cosas; por eso es el Unigénito.

Y ahora, podemos ver por qué dice:

“Porque en él fueron creadas todas las cosas...”

Para que lo entiendan más claro en una ocasión Jesús dijo

en San Juan, capítulo 12, verso 24:

“...si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda

solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”

Cristo está representado en el grano de trigo, por lo cual

Él tenía que morir para que pudieran surgir a la Vida eterna

muchos granos de trigo, o sea, muchos hijos e hijas de Dios,

lo cuales estaban en Cristo.

Así como en un grano de trigo está una planta de trigo

con muchos granos de trigo. Y cualquier persona mira el

grano de trigo, y dice: “Yo no veo nada,” pero si un agricultor

mira, puede decir: “Yo si veo una planta de trigo con muchos

granos de trigo, y aún veo más: veo esas plantas de trigo con

muchos granos de trigo, que luego al producirse esos granos

de trigo van a ser cosechados, y van a ser sembrados y van a

surgir más plantas de trigo con millones de granos de trigo.”

Y puede ver una cosecha de millones de granos de trigo,

puede ver una siembra también que llene un país completo o

muchos países. Y todo surgiendo de un solo grano de trigo.

Así es el Cristianismo. Todo estaba en Cristo y de Cristo es

que han surgido todos los creyentes en Cristo. Los cristianos

vienen de Cristo.

Y ahora, encontramos que son esos granos de trigo que

tienen la promesa para el fin del tiempo, en donde serán

recogidos para ser colocados en el alfolí de Dios.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12

Ahora, veamos a continuación el pasaje que estamos

leyendo, dice:

“Porque en él fueron creadas todas las cosas (no

solamente los seres humanos, sino el Universo completo), las

que hay en los cielos y las que hay en la tierra (¿ve?), visibles

e invisibles...”

Porque hay un mundo visible y hay un mundo invisible.

El invisible fue primero. La Escritura dice en Hebreos,

capítulo 11: “Lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”

Así que, dice:

“...visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean

principados, sean potestades; todo fue creado por medio de

él y para él.”

Hay potestades, principados, arcángeles con multitud de

ángeles. Esos arcángeles tienen el principado, son los

Príncipes de esas multitudes de ángeles; por eso nos habla del

Arcángel Miguel y lo muestra como Príncipe o principal, el

cual está de parte del pueblo hebreo. Recuerden que las

naciones dicen: “Nosotros tenemos como protector al

arcángel tal, o a tal persona, tal personaje.” El ángel guardián

de Israel es el Arcángel Miguel. Cualquier nación quisiera

tener un ángel guardián como el Arcángel Miguel con todo

Su ejército.

Ahora, podemos tener una expliación más clara del

porqué hay tantas naciones que llevan cientos y miles de

años, y no han logrado llegar a ser del primer mundo. Israel

nació en el año 1948 como un Estado libre y soberano, y es

de primer mundo. Hay algo invisible en favor del pueblo

hebreo, y eso es el Arcángel Miguel con todo Su ejército.

Y también hay una bendición y una maldición con

relación a la forma de ver y tratar al pueblo hebreo las demás

naciones, y los individuos. Dice: “El que te bendiga, será

bendito; y el que te maldiga, será maldito.”

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 21

Nombre del Señor y el Nombre del Padre. Todo esto está

prometido para este tiempo final, en donde la señal del fin del

siglo estará siendo vista cuando vean al Ángel, al Mensajero

(ángel significa: “mensajero”)... al Mensajero de Israel, el

Mensajero enviado a Israel, que viene con el sello del Dios

vivo; Él viene con el Espíritu Santo en Él.

El mismo Espíritu que estuvo en los profetas del Antiguo

Testamento, el mismo Espíritu que estuvo en Jesús, el mismo

Espíritu que estuvo en los apóstoles, el mismo Espíritu que

estuvo en los mensajeros de cada edad, ese mismo Espíritu

estará en ese Mensajero a Israel; y estará con el mensaje de la

gran Voz de Trompeta, que es el mensaje del Evangelio del

Reino. Por eso es que San Pedro hablándonos en el libro de

los Hechos, nos dice que es necesario que el Cielo retenga a

Cristo hasta cierto tiempo. Dice, capítulo 3, verso 19 en

adelante, dice:

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean

borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia

del Señor tiempos de refrigerio,

y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;

a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta

los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que

habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido

desde tiempo antiguo.”

¿Hasta cuándo el Cielo tiene que retener a Cristo? Hasta

que llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas: la

restauración de los miembros de la Iglesia de Jesucristo a la

Vida eterna física, porque ya tienen vida eterna espiritual,

pero le falta la Vida eterna física, para lo cual recibieran un

cuerpo fisco, eterno, glorificado. Para la restauración –

tiempo para la restauración de las tribus perdidas; tiempo de

la restauración de las doce tribus siendo restauradas, juntadas.

La restauración también – tiempo para la restauración del

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20

naciones.

“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol,

y tenía el sello del Dios vivo (el Sello del Dios vivo es el

Espíritu Santo: ‘...y no contristéis al Espíritu Santo de Dios,

con el cual fuisteis sellados para el día de la

redención.’Efesios 4:30)...”

Será un hombre, un profeta que Dios va a levantar para

llamar y juntar las doce tribus de Israel.

“...y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se

les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los

árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los

siervos de nuestro Dios.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro

mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.”

Ese es el Ángel que viene con la gran Voz de Trompeta,

de la cual Cristo dijo: “Y enviará sus ángeles con gran voz de

trompeta, y juntarán a sus escogidos, de un extremo del cielo

hasta el otro (o de un extremo de la Tierra hasta el otro).”

Ese es el mensajero de Israel que viene con el Sello del

Dios vivo, viene con el Espíritu Santo, viene con el Ángel del

Pacto en Él manifestándose, para hacer ese llamado final.

¿Con qué lo hace? Con el mensaje de la gran Voz de

Trompeta, con el mensaje de la Trompeta final, el mensaje de

la Trompeta del año del jubileo, el mensaje del Evangelio del

Reino. Dice, luego Apocalipsis capítulo 14, verso 1 en

adelante:

“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre

el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que

tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.”

Ya ahí están llamados y juntados, y con el conocimiento

del Nombre del Cordero y del Nombre del Padre escrito en la

frente, o sea, con el conocimiento ya en sus mentes del

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 13

Así que es una bendición grande bendecir Israel, orar por

la paz de Israel, orar por la paz de Jerusalén, y respaldar a

Israel en todas las formas posibles, buscando la paz de

Jerusalén, para que de ahí se extienda la paz para todo el

Medio Oriente y para todas las naciones. El que no pueda

bendecir a Israel, no puede ayudar a Israel. Tampoco que lo

maldiga, tampoco que lo critique, tampoco que se ponga en

contra; pues nadie quiere maldición para sí.

Sigue diciendo... hablando de Cristo, dice:

“Y él es antes de todas las cosas (antes de toda la

creación, Jesucristo es), y todas las cosas en él subsisten (Él

es el que le da continuidad de existencia de vida);

y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el

principio, el primogénito de entre los muertos, para que en

todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda

plenitud.”

Toda la plenitud de Dios habitó en Cristo: Padre, Hijo y

Espíritu Santo, todo estaba allí presente en la persona de

Jesucristo en medio del pueblo hebreo.

“Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas,

así las que están en la tierra como las que están en los cielos,

haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños

y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora

os ha reconciliado

en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para

presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de

él.”

Aquí podemos ver que la Venida y muerte de Cristo en la

Cruz del Calvario tuvo un propósito: fue para ser perdonados

y limpios de todo pecado, y reconciliados con Dios. Fue para

llevar a cabo esa Obra de Redención, para que así todo ser

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14

humano tenga el Sacrificio de Expiación por sus pecados.

Ahora, continuamos con la Escritura que estábamos

leyendo hace unos minutos, de Primera de Corintios, pues nos

detuvimos en el verso 51 (lo vamos a leer de nuevo para

refrescar la memoria):

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos;

pero todos seremos transformados...”

La promesa es que vamos a ser transformados y vamos a

tener un cuerpo eterno, un cuerpo inmortal, un cuerpo joven

y glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo.

“...en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final

trompeta; porque se tocará la trompeta...”

Y ahora, aquí nos está diciendo San Pablo cuándo va a

ser. Y Cristo había dicho que será en el Día Postrero que Él

va a resucitar a los muertos creyentes en Él. Por lo tanto, la

gran Trompeta o la final Trompeta va a estar sonando en el

Día Postrero, que es el séptimo milenio de Adán hacia acá.

“...porque se tocará la trompeta...”

Y por lo tanto va a haber alguien que la va a sonar: la

Trompeta del año del jubileo, que es la predicación del

Evangelio del Reino en el Día Postrero; pues Cristo dijo en

San Mateo, capítulo 24, verso 14:

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el

mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces

vendrá el fin.”

El Evangelio que Cristo predicaba, y Juan el Bautista, era

el Evangelio del Reino. Pero cuando fue rechazado Jesús, fue

rechazado el Reino; y allí cuando Cristo fue crucificado se

detuvo la semana número setenta en la mitad.

Recuerden que cada semana de esas setenta semanas de la

profecía de Daniel, capítulo 9, cada semana corresponde a

siete años, son semanas de años. Siendo setenta semanas son

cuatrocientos noventa años, y el Mesías Príncipe tenía que

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 19

siglo, enviará el Hijo del Hombre a Sus ángeles.” Y ahora

vamos a ver con más detalles estos ángeles de los cuales

Cristo habló en diferentes ocasiones. San Mateo, capítulo 24,

versos 30 al 31, dice:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el

cielo...”

Así como hubo una señal en el Cielo cuando Jesús nació,

habrá una señal en el Cielo para la Venida del Hijo del

Hombre.

“...y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y

verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo,

con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y

juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un

extremo del cielo hasta el otro.”

Estos ángeles son los dos Olivos de Zacarías, capítulo 4,

verso 1 al 14; y Apocalipsis, capítulo 11, versos 3 en adelante

(3 al 14). Son los ministerios de Moisés y Elías repitiéndose

en el Día Postrero para llevar a cabo la cosecha. Dice que

“enviará a Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta y juntarán

a Sus escogidos.” Esos escogidos ahí, son los judíos, los

hebreos que van ser llamados y juntados en el Día Postrero,

y que aparecen en el capítulo 7 de Apocalipsis, el cual vamos

a leer para que tengamos el cuadro claro de lo que estará

pasando en este tiempo en el cual nos ha tocado vivir. Dice

Apocalipsis, capítulo 7, versos 1 en adelante:

“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los

cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos

de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la

tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.”

Soplar viento sobre la Tierra es guerra. Para que no

surgiera una tercera guerra mundial antes de tiempo están

esos Ángeles deteniendo los vientos, los ejércitos y sus

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18

imponía.

Así que, podemos ver que para ese tiempo hubo algo allí

en el orden sacerdotal que no estaba bien, pero todo obra para

bien; tenía que el Mesías morir para que nosotros podamos

vivir eternamente, y para que Israel pueda existir y pueda

tener una restauración del Reino de David que será la

restauración del Reino de Dios en la Tierra.

Ahora, podemos ver que estamos ya llegando a los

últimos tres años y medio de las setenta semanas de la

profecía de Daniel. Este tiempo será en el cual Dios va a

tratar con el pueblo hebreo, y por consiguiente va a concluir

Su trato con y entre los gentiles; va a completar Su Iglesia, va

a resucitar a los muertos creyentes en Él en cuerpos

glorificados, y va a transformar los que estén vivos en la

Tierra. Dice [Primera de Corintios 15:52]:

“...a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y

los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros

seremos transformados.

Porque es necesario que esto corruptible se vista de

incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

Y cuando esto corruptible se haya vestido de

incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,

entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es

la muerte en victoria.”

Y ya de ahí en adelante no habrá muerte para los

creyentes en Cristo que van a estar con cuerpos eternos,

cuerpos glorificados como el cuerpo glorificado de Jesucristo

nuestro Salvador. El cuerpo glorificado que tiene Cristo ya no

puede morir más, no puede morir, está glorificado para toda

la eternidad.

Y ahora, marcará el tiempo final, marcará el Día Postrero,

marcará el fin del tiempo o fin del siglo, lo que Cristo dijo

que estaría aconteciendo. Cuando dijo: “Así será en el fin del

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 15

venir; y en la semana número setenta, o sea, después de siete

semanas de años y sesenta y nueve semanas de años, como lo

dice aquí la profecía dada por el Arcángel Gabriel al profeta

Daniel. Vamos a leerla para tengamos el cuadro claro,

capítulo 9, verso 21 en adelante, dice:

“Aún estaba hablando en oración, cuando el varón

Gabriel...”

Vean, el varón Gabriel, el Ángel Gabriel, es un hombre

un varón de otra dimensión, de la dimensión de los espíritus

de Dios.

“...a quien había visto en la visión al principio, volando

con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la

tarde.

Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel,

ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.”

Este Ángel conoce los misterios de Dios, tiene acceso al

Libro de la verdad, y es un maestro, viene para darle sabiduría

y entendimiento al profeta Daniel. Así que con lo que le va a

explicar y le va a abrir también el entendimiento, la mente, a

todas estas cosas que van a suceder, Daniel va a obtener una

sabiduría y un entendimiento de cosas que los seres humanos

no comprendían. Va a entender un Programa Divino que Dios

estará llevando a cabo con el pueblo hebreo. Dice:

“Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he

venido para enseñártela, porque tú eres muy amado...”

Un ángel decirle a una persona: “Tú eres muy amado,”

¿amado dónde? En el Cielo. Amado por Dios, amado por los

ángeles, amado por todas las huestes celestiales. Y ahora el

viene para enseñarle (un maestro de las cosas de Dios, de la

ciencia de Dios es este Ángel Gabriel):

“...entiende, pues, la orden, y entiende la visión.

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y

sobre tu santa ciudad (o sea, sobre Jerusalén y sobre su

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16

pueblo, el pueblo judío, el pueblo hebreo), para terminar la

prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad,

para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la

profecía, y ungir al Santo de los santos.

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden

para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías

Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas...”

Siete semanas y sesenta y dos semanas de años, vean,

sesenta y nueve semanas en total son cuatrocientos ochenta y

tres años. Tenían que transcurrir cuatrocientos ochenta y tres

años hasta que el Mesías Príncipe se presentara en Su

ministerio terrenal.

“Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden

para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías

Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se

volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

Y después de las sesenta y dos semanas...”

Y antes de las sesenta y dos transcurren siete, que en total

son sesenta y nueve, después de esas sesenta y dos semanas,

(añadiéndoles las siete primeras) se quitará la vida del

Mesías. Por lo tanto, se quitará la vida del Mesías en la

semana, ¿cuál? Número setenta.

Él comenzó Su ministerio en la semana número setenta,

y a la mitad de esa semana, que son tres años y medio, porque

la semana completa tiene siete años (son semanas... es una

semana de años); a la mitad de la semana, a los tres años y

medio de ministerio, Cristo murió en la Cruz del Calvario. Y

ahí se detuvo la semana número setenta, porque son semanas

de años de trato de Dios con el pueblo hebreo.

Ahí se detuvo, y luego más adelante, se abrió la

Dispensación de la Gracia y comenzó con los judíos y luego

pasó a gentiles bajo la predicación del Evangelio de la Gracia;

y así la Dispensación de la Gracia ha impactado a todas las

LA VENIDA DEL SEÑOR Y LA GRAN COSECHA . . . 17

naciones bajo la Tierra. Para lo cual Cristo les dijo:

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda

criatura.

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que

no creyere, será condenado.” Tan simple como eso. [San

Marcos 16:15-16].

Y ahora, le quedan tres años y medio al pueblo hebreo de

trato con Dios bajo el programa de las setenta semanas, le

queda la mitad de la semana número setenta; y esa cantidad

de años corresponde al tiempo llamado “la gran tribulación,”

en donde Dios juzgará a todas las naciones, y vendrá el juicio

divino sobre todas las naciones, sobre el reino de los gentiles,

que fue representado en la estatua que vio el rey

Nabucodonosor, y que luego la vio el profeta Daniel, y se la

interpretó: que tenía la cabeza de oro representando a

Nabucodonosor y su imperio; el pecho y los brazos de plata,

representando por el imperio medopersa; y el vientre y los

muslos de bronce representado al imperio griego; y las

piernas de hierro y los pies hierro y de barro cocido (las

piernas de hierro del imperio romano).

Y luego que el imperio romano cayó, luego pasó a la

etapa de los pies de hierro y de barro cocido, que es la etapa

en la cual todavía está viviendo la humanidad bajo el reino de

los gentiles.

En el tiempo de las piernas de hierro, el imperio romano,

fue que Cristo apareció en la Tierra dos mil años atrás, y ese

imperio fue el que crucificó a Cristo por medio de su ejército,

a petición de líderes religiosos del Judaísmo que no estaban

de acuerdo con Cristo, y aun el sumo sacerdote era colocado

por el emperador, y no era realmente una persona como lo era

Aarón, y los hijos o hijo de Aarón; o sea, que era un hombre

puesto por el imperio romano, por el gobierno romano, que

tenía que responder a todo lo que el imperio romano le