2/12/2015 La suerte del reloj ­ Un concierto de don Higinio­ Cambio de Michoacan

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La suerte del relojUn concierto de don Higinio Miércoles 2 de Diciembre de 2015Gonzalo Trinidad Valtierra

En el quinto año del siglo XX nació, en Yahualica, Jalisco, quien sería más tarde conocido como el mejor violinistade México: Higinio Ruvalcaba. Boxeador aficionado también, sus potentes manos son prueba de ello. ¿Hace faltadestacar algún otro rasgo para verlo con claridad? Rostro cuadrado, frente amplia, mirada franca; en fin, elcompositor de la “Danza gitana” fue homenajeado por el violinisita Sergei Gorbenko y la pianista Irina Shishkinaen la Escuela Superior de Música, precisamente en la Sala Angélica Morales, el 27 de noviembre.

¿Qué pueden hacer las palabras para transportar al lector al corazón de la música? No mucho, nada. Seríaentonces esta línea la última al respecto. Mejor callar que llenar una hoja de bobadas pero algo se tiene que decirpara que el lector –quien tiene la última palabra– decida si bien vale la pena escuchar a Ruvalcaba. Sea: no sepuede hacer que alguien prefiera tal o cual música.

En un artículo publicado en 1988, Yehudi Menuhin (violinista) preguntó, en relación con el artista, si éste puedecontentarse con hacer carrera o debe ser un fermento, un despertador de conciencias, un revolucionario. Sin ir tanlejos, dejemos que los artistas respondan eso. Entre tanto pensemos que un hombre común y corriente, sinpretensiones artísticas, un profano, puede convertirse en un fervoroso espécimen de esos que aman la música debuena estofa. Un melómano, o más: un melomaniático.

Pongamos por ejemplo la “Danza gitana” de Ruvalcaba. Al escucharla uno se olvida de responder preguntascomo la de Yehudi. La mente se desliza hacia la efervescencia de la música. Se deja llevar, como se dicecomúnmente. ¿Quién la lleva y a dónde? He hecho un experimento: familiares y amigos se han sentado aescuchar la “Danza”, ninguno se ha negado, ni se ha resistido a su encantamiento.

¿Quién y a dónde? Ruvalcaba es el responsable de ese rapto. Bajo su influjo la vida recia, viril, honesta yseductora se despliega de una manera indescriptible. Después de la última nota sólo se podrían articular palabrasinconexas. Hay algo en su música que despierta, en quien la escucha y se deja seducir, una pasión tremenda,diría hostil, pues un hombre poseído por la música puede reaccionar de manera imprevisible.

Volviendo a Yehudi, y a reserva de las opiniones profesionales, creo que una de las virtudes de un músico esreconciliar al ser humano con la vida. Quizá no se trate de una virtud, sino de un poder que se manifiesta despuésde mucho trabajo. Lo que le cuesta al músico un esfuerzo virtuoso, un escritor lo consigue por el camino del dolory la experiencia. El músico es como el dios Pan o quizá se parezca más al Daimón del Banquete de Platón, sermítico que enlaza el mundo divino (de los dioses felices) con la esfera humana (plagada de sufrimientos y trabajo).

Se intuye un conocimiento de la vida detrás de las notas. Exprimirle al alma los sonidos con los que la música seenhebra es un don. De alguna forma nuestro violinista nació con un destino preclaro, como los héroes griegos. Su“Canción triste” y su “Romana” insisten en ello.

Hace 115 años nació Higinio. Sería una sorpresa muy grata el encontrarse un día con una colección de discosque le rinda honor a su trabajo. A fin de cuentas eso es lo único que queda de cualquier hombre, la huella de sutrabajo. Nadie puede ser juzgado sin antes poner sobre la balanza sus obras y sus hazañas. De esa forma hastael hombre malvado tendría un juicio verdadero y justo. ¿Cuál es –nos preguntamos– ese juicio? El tiempo.

Impreso el Miércoles 2 de Diciembre de 2015 desde dsl­189­135­224­234­dyn.prod­infinitum.com.mx Consulte esta información en línea en: http://www.cambiodemichoacan.com.mx/editorial.php?id=12487

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