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0 LA SUERTE DE LOS ESPAÑOLES EN COLOMBIA DURANTE EL PROCESO DE INDEPENDENCIA 1810-1830 * JEAN PAUL DE ANGELO RUIZ MARTINEZ La hacienda de trapiche que es la más pingüe se ha secuestrado en el día se halla deteriorada, cuando no en la mitad en una tercera parte, respecto de cómo se hallaba cuando mi marido emigro o cuando se secuestro; y si continua en manos de la persona que la tiene según lo que la experiencia enseña, dentro de muy poco […] apenas quedarán los escombros, y lo más sensible será que no haya contra quien repetir para las perdidas y que ni el estado le aproveche después de haber quedado reducidos a la mendicidad una familia americana que por muchos capítulos es digna de la consideración del gobierno, sin que se le pueda atribuir otra culpa ni defecto que haber tenido la desgracia de depender de un europeo. Fernández (1820, fol. 3230) Responde a la pregunta 102. ¿Qué pasó con todos esos militares españoles de alto rango que fueron capturados por los criollos? (María José Cabrera Agreda, Grado 5, Pasto, Nariño). INTRODUCCIÓN Durante el proceso de Independencia se generaron profundos cambios políticos, sociales y culturales en la sociedad neogranadina, aunque sobre dichos aspectos y en general sobre el período de la independencia la producción es abundante, “se nota la escases de estudios que […] expongan las actitudes y tendencias del lado español; es decir, el reverso de la medalla; que […] estudien con serenidad la otra cara de la Historia, hasta el momento muy olvidada” (Ocampo, 1984, Tomo II, p. 52). * El presente artículo es resultado de la investigación desarrollada gracias al apoyo del Historia Hoy: Aprendiendo con el Bicentenario de la Independencia; es preciso reconocer que sin la doctora Lucía Duque Gómez este escrito no hubiera sido posible, y que me encuentro en deuda con el doctor Bernardo Tovar Zambrano, quien con su permanente crítica generó las inquietudes que originaron la investigación, así como con Cristian Salamanca, quien colaboró activamente durante el desarrollo del proyecto; destaco el importante papel de instituciones como el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional, la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Portal de Archivos Españoles, pues sin su labor sería imposible investigar en Colombia. No está de más señalar que los errores e inconsistencias del presente artículo son únicamente responsabilidad del autor.

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LA SUERTE DE LOS ESPAÑOLES EN COLOMBIA DURANTE EL PROCESO DE INDEPENDENCIA 1810-1830*

JEAN PAUL DE ANGELO RUIZ MARTINEZ La hacienda de trapiche que es la más pingüe se ha secuestrado en el día se halla deteriorada, cuando no en la mitad en una tercera parte, respecto de cómo se hallaba cuando mi marido emigro o cuando se secuestro; y si continua en manos de la persona que la tiene según lo que la experiencia enseña, dentro de muy poco […] apenas quedarán los escombros, y lo más sensible será que no haya contra quien repetir para las perdidas y que ni el estado le aproveche después de haber quedado reducidos a la mendicidad una familia americana que por muchos capítulos es digna de la consideración del gobierno, sin que se le pueda atribuir otra culpa ni defecto que haber tenido la desgracia de depender de un europeo.

Fernández (1820, fol. 3230)

Responde a la pregunta 102. ¿Qué pasó con todos esos militares españoles de alto rango que fueron capturados por los criollos? (María José Cabrera Agreda, Grado 5, Pasto, Nariño).

INTRODUCCIÓN

Durante el proceso de Independencia se generaron profundos cambios políticos, sociales y culturales en la sociedad neogranadina, aunque sobre dichos aspectos y en general sobre el período de la independencia la producción es abundante, “se nota la escases de estudios que […] expongan las actitudes y tendencias del lado español; es decir, el reverso de la medalla; que […] estudien con serenidad la otra cara de la Historia, hasta el momento muy olvidada” (Ocampo, 1984, Tomo II, p. 52).

* El presente artículo es resultado de la investigación desarrollada gracias al apoyo del Historia Hoy: Aprendiendo con el Bicentenario de la Independencia; es preciso reconocer que sin la doctora Lucía Duque Gómez este escrito no hubiera sido posible, y que me encuentro en deuda con el doctor Bernardo Tovar Zambrano, quien con su permanente crítica generó las inquietudes que originaron la investigación, así como con Cristian Salamanca, quien colaboró activamente durante el desarrollo del proyecto; destaco el importante papel de instituciones como el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional, la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Portal de Archivos Españoles, pues sin su labor sería imposible investigar en Colombia. No está de más señalar que los errores e inconsistencias del presente artículo son únicamente responsabilidad del autor.

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En ese contexto, partiendo de las preguntas ¿qué sucedió con los españoles residentes en Colombia después de la Independencia? ¿Fueron fusilados, devueltos a España, encarcelados o los dejaron vivir libremente respetándoles sus vidas?” (Guzmán Polo, 2009), surge el presente escrito, el cual pretende dar cuenta de los diferentes acontecimientos que ocurrieron a los denominados españoles. Partimos de la premisa de que durante la Independencia, los españoles fueron dejando su lugar en la sociedad, pasando de ser sujeto privilegiado a ser perseguido como enemigo extranjero para, por último, una vez consolidada la independencia de la República de Colombia, volver a ser habitantes amigables y respetados. Para tal fin se recurrió a la consulta de expedientes el en AGN, como los fondos Embargos1, Secuestros2 y Misterio de Hacienda3, entre otros. Igualmente nos remitimos a publicaciones seriadas de la época de las cuales se entrega relación en los anexos, así como otras fuentes publicadas como Del 11 de Octubre de 1819 y otros días (De Mier, 1972)y Los emigrados de 1819 (Cuervo, 1919, p. 40). La investigación se centra en un amplio período de tiempo —no sólo de 1810 a 18194, pues hasta 1830 se puede conocer realmente que ocurrió— para poder mostrar tanto a los españoles durante el proceso de Independencia como durante los primeros años de la la Gran Colombia y durante la separación de la misma, aunque la documentación refiera mayoritariamente al período de Reconquista (1815-1819). Para el desarrollo de la investigación es necesario comprender las transformaciones territoriales que la hoy Colombia ha sufrido en su historia. Esto no quiere decir que se omita el virreinato del Nuevo Reino de Granada, la Gran Colombia” y la confederación granadina, pero en la investigación se fijará un límite en el actual territorio colombiano. Luego de la introducción presento una aclaración de lo que representó el rotulo de español, considerando la ambivalencia del término dependiendo de quién lo usara. Así mismo, presento una breve aclaración de los diferentes términos como prisión, embargo, secuestro, y para cada uno de ellos, algunos autores representativos de cada tema. Luego presento una problematización del hecho de ser catalogado como español durante el proceso de Independencia, para lo cual recurro a la figura del odio a los españoles, dividiéndolo en tres etapas que son Primera República, Reconquista e Independencia.

1 Archivo General de la Nación [AGN] (Fondo Embargos, SAA-I.11). 2 AGN (Fondo Secuestros, SAA-I.31 y SCS.EOR.119). 3 AGN (Fondo Ministerio de Hacienda, SR.61). 4 “La independencia no presenta por consiguiente las características propias de una época […] en realidad su manifestación es casi momentánea. La larga duración de la aspiración a la independencia […] se encuentra incrustada en la misma época colonial, con una manifestación sistemática desde mediados del siglo XVIII, y una explosión crítica en la década de 1810-1819” ver: (Ocampo, 1969).

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En un primer intento se buscó abordar de manera independiente la emigración, la prisión, la ejecución, el secuestro y la naturalización, pero al estar intrínsecamente relacionados, y no pudiéndose entender uno sin el otro, decidí hablar de ellos en conjunto alrededor de cada una de las etapas, tal como se hizo en el capítulo referente al odio a los españoles. En último lugar están las conclusiones, en las que recojo lo que considero útil del presente escrito. En los anexos, se encuentran las fichas que permiten comenzar la elaboración del listado de españoles y patriotas afectados por la guerra. Aunque no se puede equiparar al conocimiento que hay del asunto en México, sí es un primer paso para que en posteriores investigaciones se pueda completar dicho inventario. TÉRMINOS El español Entre las definiciones más básicas tenemos: —Español peninsular: era aquel a quien la documentación generalmente se refiere como español, gachupín, peninsular, nacido en los dominios españoles en la Península Ibérica. Podía haber nacido en las islas Canarias en cuyo caso se le denominó indistintamente español, y canario; para gozar del estatus de español el individuo debía cumplir con los requisitos del estatuto de limpieza de sangre, es decir, demostrar descendencia de cristiano viejo probando pureza racial y religiosa (Monsalve, 1930)5. —Español americano: como español americano o criollo se consideró a los habitantes de origen español nacidos en las posesiones de ultramar, es decir, a quienes reunían todos los requisitos para ser llamados españoles, que al nacer en los territorios ultramarinos recibieron un trato más duro de parte de la autoridad española, con una serie de limitantes para su acceso a cargos públicos. Generalmente, desde la Península se asimilaron como inferiores, aun cuando estos criollos hijos de españoles hicieran todo por hacer valer su estatus (Penzini, 1931)6. Es necesario tener presente que “[…] la palabra español se confundió a menudo abusivamente, cuando convino a la política, con la de realistas” (Blanco, 1942, p. 270). En el presente escrito no pretendo crear la falsa imagen de que todo lo español necesariamente implicó adicción a la causa del rey, pero sí que con la radicalización de la guerra el reconocimiento como peninsular o americano fue la diferencia que justificó la expulsión o la permanencia en el territorio. 5 Nota del editor: Referencia incompleta en el original y en proceso de verificación por los autores. 6 Nota del editor: Referencia incompleta en el original y en proceso de verificación por los autores.

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Los patriotas usaron el término español peninsular para referirse a sus enemigos, y el término criollo para referirse a ellos mismos, a los líderes de las jóvenes repúblicas hispanoamericanas; de tal manera que mientras a ellos les llamaban insurgentes, ellos se nombraban a sí mismos como Americanos, en la distinción realizada por los Americanos el término no respondía únicamente al lugar de origen, sino principalmente a la posición y actividades que hubiesen adoptado durante el período; para el propio Simón Bolívar no había inconveniente en contar entre sus propias filas con españoles buenos, recordando siempre que:

[…] no eran enemigos todos a quienes quedara el rotulo de español, sino aquellos que merecían ser fusilados por absolutistas, por colonialistas, y sobre todo en retaliación. Por servir al imperialismo europeo; pues para los patriotas mientras los españoles buenos “no han tenido parte en los ministerios de iniquidad” (Caldas, 1810).

Los españoles malos, y en general todos los adictos a la causa del rey, eran el enemigo. Para los españoles peninsulares, español americano era todo español que habitara las posesiones ultramarinas, y debía por tanto subordinación a su rey. En el mismo sentido, los emigrados de la España peninsular que habitaban Inglaterra consideraban a los españoles americanos como una facción española en América “falta de luces para establecer un gobierno liberal fuerte y estable”7. En el presente escrito se tendrán en cuenta las diferentes interpretaciones sobre los términos, pero con la consideración de que la mayor parte del material consultado tiene su origen en América. Por esto, el término español irá en concordancia con la definición americana, según la cual, como ya he mencionado, refiere al origen y a la toma de posición durante el conflicto. Prisión La prisión entendida como pena de privación de la libertad no fue ajena al proceso de independencia. Tanto patriotas como realistas acostumbraron apresar a sus enemigos. No pretendo en el presente escrito hacer la historia de las prisiones en Colombia, pero sí es necesario señalar cómo esta figura fue determinante durante la Independencia. Emigrados Como emigrado se denomina a la persona obligada a salir de su territorio, principalmente por causas políticas (Heredia, 1997). 7 Ocios de los Españoles emigrados (1824, agosto), tomo II, (n.o 5), p. 21.

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Sobre los españoles emigrados de Hispanoamérica, el primer estudio que merece ser destacado es el de Harold Sims,(1995) La expulsión de los españoles de México 1821-1828, que indagó sobre los efectos de la expulsión de los españoles y evaluando el daño ocasionado a la economía y a la sociedad. Este trabajo tiene, además, unos importantes listados de emigrados de México. Este aporte lo continua Edmundo Heredia (1997) en Los Vencidos. En este trabajo estudia a los realistas en toda Hispanoamérica y sostiene que no todos los vencidos emigraron o sucumbieron, que muchos permanecieron en América y que de éstos los que más padecieron fueron los que habitaban la Nueva Granada o Venezuela. Jesús Ruíz de Gordejuela (2006), en La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-1836, identifica y cuantifica la mayor parte de los españoles expulsados de México entre 1820 y 1831. Los anteriores constituyen los únicos estudios exclusivamente dedicados a la emigración de españoles como grupo después de la Independencia. En los mencionados estudios, Colombia y Venezuela se mencionan como el lugar más adverso a los españoles debido a la radicalización de la guerra. El fenómeno de la emigración durante la guerra no era nuevo entonces. Es bien sabido que durante las guerras los habitantes huían por su vida. En cuanto a esto encontramos dos tipos de emigración: —Emigración interna: como su nombre lo indica, se refiere a la emigración dentro del mismo territorio hacia otra provincia o hacia territorios selváticos donde la autoridad no llega. —Emigración externa: cuando no sólo se huye del lugar de habitación, sino que se busca refugio en territorio extranjero. A pesar de las generalidades que he intentado plantear, es necesario considerar que el proceso de independencia no fue homogéneo. La emigración y el odio responden a su momento específico según sea la Primera República, la Reconquista o la consolidación de la Independencia. Fusilados Fusilar, pasar por armas, ajusticiar, ejecutar y otros fueron términos usados para nombrar el hecho de dar muerte al reo. Durante el período se ha estudiado el fusilamiento de patriotas, pero ¿dónde queda el de españoles? Aunque la información es escasa, es conocido el fusilamiento de los reos de la Batalla de Boyacá. En la descripción de dicho evento, recogido por Enrique Otero de Acosta en el Boletín de historia y Antigüedades en el artículo “Fusilamiento del oficial realista don Carlos Ferrer y Xiques” (1944, pp. 507-514), y por José Monsalve en Las crueldades de Bolívar (1927, pp. 402-420), se menciona que los españoles intentaron enlodar el nombre de Bolívar. Dichos artículos dialogan con el estudio que aparece en Credencial Historia

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“Santander y las ejecuciones” (Ruíz, 1992, pp. 12-14), que recoge la historia de las ejecuciones a los españoles. Secuestrados

Que el Gobierno español confisca y ha confiscado siempre los bienes de todos los que han sido fieles a la causa de Colombia o que permanecen entre los colombianos, aun cuando no hayan defendido sus causas con las armas, sino que solo se han sometido al Gobierno. 2- Que por una justa represaría puede el gobierno de Colombia hacer lo mismo con los bienes de los españoles o americanos que han sido fieles a la causa de España […] aún cuando no hayan tomado las armas, ni dado auxilio contra Colombia8

Los términos embargo y secuestro fueron usados indistintamente para referirse a la retención de bienes ordenada por un juez competente. Respecto a este tema, Blas Bruni (1965) en Los secuestros en la guerra de Independencia, presenta un análisis jurídico sobre los embargos y confiscaciones dentro del período de la Gran Colombia. Cabe anotar que el objeto de estudio es Venezuela, pero las normas entre 1821 y 1830 que refiere son aplicables también a Colombia. Pero no analiza un solo caso particular. Por su parte, José Manuel Restrepo (1942), Osvaldo Díaz (1967) y muchos otros mencionan la junta de secuestros, pero no dentro de un estudio sistemático que está por hacer. El secuestro de bienes fue la medida consecuente con la prisión o la emigración durante el período, como señala Blas Bruni. De que resulte necesario remitirse a dichos expedientes para comprender el fenómeno de la emigración. Pero hay que tener cuidado, pues los embargos realizados durante la Primera República continuaron su curso procesal durante la Reconquista y durante la Independencia, y sus causas eran la emigración o la participación en el bando opositor al que tuviese el poder en determinado momento. Naturalizados La carta de Naturaleza fue en tiempos de Felipe II “la única vía legal, para que los extranjeros, que reuniesen ciertas condiciones, pudiesen vivir, tratar y contratar en las indias” (Morales, 1980, p. 47). En la República de Colombia se conservó esta figura, sujeta a las instrucciones sobre el decreto de expulsión, y se entregó la carta sólo a quien probó su adhesión a la causa de la Independencia desde 1810. La exigencia de Cartas de Naturaleza a los españoles demuestra que en sólo doce años, desde 1810 a 1822, habían pasado de ser un sector privilegiado de la sociedad a ser considerados extranjeros que deberían salir del territorio aun cuando se hubiesen mantenido al margen de la guerra. Estas políticas en contra de los españoles fueron medidas de seguridad y retaliación. 8 “Ley del 29 de Julio de 1824 sobre embargos y secuestros”. Ver: Bruni (1965, p. 85).

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Bajo estas condiciones es necesario tener en cuenta que no todos los españoles fueron afectados por la Ley de Expulsión. Hubo excepciones, como por ejemplo en el caso del oficial catalán José Sardá, gobernador de la Provincia de Cartagena encargado por Bolívar de la dirección militar para la campaña en Riohacha y Santa Marta (Rivadulla & Navarro, 1992, p. 94), quien permaneció en el territorio de manera “pacífica y pública”, hasta la muerte de Simón Bolívar en 1830. El fenómeno de la naturalización, a diferencia de los anteriores, ya no se encuentra por la dinámica del enfrentamiento, sino por el final del mismo y la victoria del bando patriota. En este contexto, los españoles que habían emigrado de costa firme encontraban un panorama en el que no esperaban una nueva reconquista de América, por lo cual preferían permanecer en países que tuvieran relaciones de comercio con las repúblicas americanas, para de esta manera poder tener contacto con sus familias. El odio Para referirme al odio a los españoles, primero considero necesario recordar que en la Nueva Granada y Venezuela los habitantes de origen español tomaron parte activa en la Independencia, perteneciendo generalmente al bando realista. Este bando, aplicando las leyes de Partidas de Alfonso el Sabio9 sobre la ejecución como pena por traición, castigó a poblaciones enteras durante la expedición del capitán Diego Monteverde, así como durante el régimen del terror sembrado por el general Pablo Morillo durante 1816. De esta forma replicó la costumbre española de “sostener la autoridad del gobierno por medio de la horca y el garrote” (Monsalve, 1927a, p. 61). Basta imaginar el impacto ocasionado a los patriotas por noticias que se referían a que los prisioneros eran encadenados y, tras las victorias realistas, pasados a cuchillo; o el impacto sobre el mismo Simón Bolívar al enterarse de la ejecución de Antonio Nicolás Briseño, su “compañero de exilio en la Nueva Granada” (Lynch, 2006), para comprender el alcance del odio. Durante el proceso de Independencia podemos diferenciar tres etapas del odio a los españoles. La Primera República Los choques entre españoles y americanos en la Nueva Granada entre 1810 y finales de 1815, como los ocurridos en el Cabildo de Santa Fe generaron un odio moderado. En este período no fueron recurrentes la confiscación de bienes ni el enfrentamiento directo contra

9 Ley I del Título I: “Qualquer home que fiziese alguna de las maneras de trayción que disiemos en la ley ante desta, o diere ayuda o consejo que la fagan, denben morir por ende, et todos sus bienes deben ser de la cámara del rey, sacada la dote de su mujer, et los debdos”.

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un enemigo español, aunque en este período comenzó la emigración de españoles que huían de los enfrentamientos de la Primera República. Por su parte, en territorio venezolano, luego de la expedición de 1812 del capitán Diego Monteverde, el 15 de junio de 1813, Simón Bolívar declaró la guerra a muerte en Trujillo, Venezuela. Incitó a castigar como traidor a la patria a todo español que no conspire contra la tiranía a favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces. La guerra a muerte fue un movimiento táctico (Arismendi, 1941, p. 50) que permitió construir la identidad americana, obligando a españoles y americanos a tomar partido. Reconquista Los hechos anteriormente mencionados fueron radicalizando la guerra, pero el decreto de la guerra a muerte en el territorio del virreinato de Nueva Granada no causó la misma radicalización que ocasionó el régimen del terror establecido por Pablo Morillo. Debido a las acciones del General “el conflicto se salió por primera vez del cuadro armonioso pintado por los ejércitos realistas y patriotas bajo los rasgos de la guerra cívica” (Thibaud, 2003). Pablo Morillo, con el asedio a Cartagena de Indias entre agosto y diciembre de 1815 inició la “más grande represión al pueblo granadino, conocida como el Régimen del Terror”(Ríos, 2004). En este período, mediante medidas gubernativas Morillo reprimió a la población utilizando las figuras que le brindaba el gobierno militar, como el concejo de guerra, el concejo de purificación y la Inquisición. La prisión y ejecuciones a que sometió a las principales figuras de la causa de la Independencia no significaron el fin de la huida española del territorio del virreinato de Nueva Granada. En este contexto, como afirma Clement Thibaud, la radicalización de la guerra de Independencia en Nueva Granada y Venezuela hacía un llamado a la masacre del enemigo, y con ésta se formaba identidad. La victoria de los americanos del 7 de agosto de 1819 en la Batalla de Boyacá permitió a Bolívar el acceso directo a Bogotá y a sus recursos. Las autoridades y españoles salieron con tal prisa que dejaron abandonados, a merced de los patriotas, todos los intereses del rey. Conseguida la Independencia, los españoles buscaron refugio en plazas realistas o en las cercanas islas extranjeras para evitar la brutal represión de los vencedores. Finalmente la situación se hizo irreversible y decidieron instalarse en las Antillas o viajar definitivamente a España (Ruiz, 2007, p. 27). Independencia Sellada la Independencia con la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, se codifica la expulsión y expropiación. Pero el odio va disminuyendo conforme avanza el reconocimiento como república soberana, y se hace notar la necesidad de mano de obra, de capitales y conocimiento. Ya en 1831 Venezuela, la cuna de la guerra a muerte, pretendía

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promover la inmigración de españoles a su territorio. Para tal fin, se detuvieron los embargos sobre sus propiedades.

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PROCESO Primera República En la Primera República, caracterizada por el establecimiento de autoridades de carácter local como las juntas provinciales, los enfrentamientos por el control del poder entre las provincias desembocaron en las primeras medidas de embargo y secuestro de bienes en Panamá. Sobre los bienes de Cartageneros, dicha medida ordenaba: “Art. 1: toda propiedad de vecino o morador de las provincias insurgentes y con particularidad de la de Cartagena sea raíz, mueble, crédito activo o de cualquier otra clase … reservándose el nombre de los delatores para evitar disgustos”10. No sólo se perseguía a los vecinos de provincias enemigas. En el expediente del 22 de febrero de 1811 en la Provincia de Cartagena, en el cual la junta de dicha Provincia ordenó la captura de “algunos individuos de la vecindad con las sirvientas miras de difundir por las Provincias interiores las perjudiciales ideas de discordia y desunión”11, y el respectivo embargo de sus pertenencias. Dicha medida era dirigida contra Celedonio Gutiérrez de Piñerez, Pantaleón Germán Rivas, Nicolás Boleto, Joaquín Najera, Presbítero Juan Fernández de Sotomayor, Pedro Manuel Nájera, Hermógenes Cruz, Bernardo de la Torre, Bernardo Pereyra, Francisco Molina, Felipe Sánchez de Movellan, José Luis Muñoz Zambo, Luis Galván, El Carpintero Trespalacios, Fabián Calafate, Francisco Duran, José de los Santos iglesias (Negro) y José María Vides (mulato carpintero). Todos ellos habían emigrado a través de Mompox por la vía de Ocaña para cumplir su cometido. Si bien ellos no son categorizados en la documentación como españoles ni realistas, la temprana orden permite evidenciar cómo el enfrentamiento político trascendió el campo judicial, lo que a su vez motivó la emigración, que incrementó los embargos y secuestros. Hacia el 30 de diciembre de 1814, la Junta de Santafé emitió una orden contra los españoles europeos. En dicha orden, el primer antecedente de esta clase, se expresa que todos los europeos deben presentar pasaporte dentro de los ocho días siguientes12. Benito San Juan, estando preso, se vio obligado a solicitar la aprobación de su permanencia en el territorio, a la que alega tiene derecho, pues a pesar de estar “injustamente” preso, él declara: “[…] nunca he sido opuesto al sistema de la libertad, a nadie he seducido con ejemplos ni concejos, mi conducta ha estado distante de ellos […] solicito se me entreguen los bienes embargados, pues después de mi prisión mi familia se halla padeciendo”13. En la totalidad de los expedientes de secuestros aparece la familia como argumento. Esto fue recurrente para solicitar permanencia en el territorio o devolución de bienes. Como desarrollaré más adelante, la familia se vio no sólo vulnerada durante la Independencia por muertes y por la escasez y las contribuciones forzosas. Los hombres, al ver la llegada de 10 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 484-485). 11 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 436-448). 12 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 769-771). 13 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folio 769).

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tropa enemiga, emigraban para no ser capturados. Con su emigración se embargaron sus bienes, con lo que sus familias en ocasiones quedaron en la miseria. Sin embargo, en muchas ocasiones los bienes regresaron a la familia del embargado14. Se encontraron casos de emigración de presbíteros durante la Primera República, como por ejemplo Rafael Lazo de la Vega15, quien ejercía su labor en Cundinamarca y a quien se le incautaron libros. Policarpo Ximenes, presbítero de Cundinamarca, cumpliendo el bando de orden de la Gobernación General para que se denuncien los bienes y caudales de los españoles y americanos que existen en países enemigos, informó el 4 de julio de 1815 la ubicación de dichos libros, solicitando su remate para satisfacer las deudas del emigrado. Resultó interesante cómo ya hacia octubre de 1815 aparecieron casos como el de María Francisca de Rada, vecina de Barranquilla, quien según certificación del alcalde José María Rada,

ha sufrido quebrantos y vejaciones en su persona y bienes, desde que dio principio la supuesta independencia y venida de las tropas de la ciudad de Cartagena a contra la plaza y provincia de Santa Marta, teniéndose por sospechosa, a causa tener tratos en conjunto con sus propiedades con las de Manuel de Ibarra, que tenía en este vecindario su residencia, y por Español fue perseguido y secuestrados sus bienes y propiedades16.

Reconquista Ya en 1815 el balance de fuerzas había cambiado. Pronto llegaría el ejército expedicionario y restauraría la autoridad real rápidamente. En ese contexto, el virrey Montalvo, el 6 de septiembre de 1815, emitió una circular, en la que se decretó que “los bienes de Cartagena pasaran al caudal del Rey […] y se decretarán embargos a todos los que emigraron a la llegada de los ejércitos del Rey”17. Una vez Morillo se estableció, con la centralización del poder en el gobierno militar y la apoyado en instituciones como la junta de secuestros, pretendió cumplir una doble labor: de financiación del ejército expedicionario y de castigo sobre quienes se levantaron en contra de los deseos de su majestad. En este punto no quiero hacer un recuento de la totalidad de la normatividad aplicada por Morillo, pues en el caso de los embargos y secuestros ya está hecho en la obra de Blas 14 Con esto no quiero insinuar que no hubo cambio de titulares de derecho. Los haberes militares demuestran que sí hubo cambios en los titulares de la propiedad, usando bienes como medio de pago, pero los expedientes muestran que no fue la regla general. Faltan estudios sobre haberes militares que determinen cuán significativa fue dicha adjudicación. 15 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 773). 16 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 857-859). 17 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folio 876-878).

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Bruni. Igualmente, los estudios sobre Pablo Morillo desarrollan el tema ampliamente. Por el contrario, me interesa en cambio señalar el efecto de la Reconquista en los secuestros. Con la Reconquista comenzó un momento de gran actividad de la junta de secuestros, en el que se continúa el proceso regular sobre los bienes que ya se encontraban embargados. Como era de esperar, se aceptaron los reclamos de los afectados y se articularon con el concejo de purificación realizando embargos y persecuciones a insurgentes. Entre dichos casos encontramos a Francisca Urquijo, vecina de Barranquilla, quien solicitó en julio de 1816 la devolución de sus bienes, argumentando que por declararse “adicta al gobierno monárquico español, por esta razón sufrí algunas vejaciones, solicita devolución de sus pertenencias por estar ausente a la llegada del ejército español”18. Para poder regresar y asentarse tranquilamente disfrutando sus bienes, lo primero que tenían que hacer era probar debidamente su adhesión al gobierno español, tal y como hizo el comerciante español vecino de Antioquia Manuel María Bonis, a quien le habían embargado mil doce pesos y algunos productos19. En un interesante caso de migración interna hacia los montes encontramos a Cándido Nicolás Girón20, que fue durante corto tiempo capitán de la provincia del socorro; a él le embargaron sus bienes y se declaró emigrado, pues estaba refugiado en los montes a la llegada de las tropas realistas. El 24 de enero de 1817 se publicó el indulto hacia él. Regresó y presentó una larga lista de testimonios que argumentaban un principio de buena fe y que sólo duró un mes en el cargo. De tal manera, con el indulto le fueron regresados sus bienes. Como este caso, encontramos diferentes personajes que argumentan o buena fe o que no emigraron voluntariamente, como el caso de Gregorio Cormieles21, quien emigró pero argumentó que fue llevado por los españoles a la fuerza en calidad de preso. Por poco no pudo regresar, pues el navío en el que se dirigían a España fue abordado por piratas. Otros, por el contrario, no fueron indultados. Aun así pudieron regresar, pagar una fianza y gozar de sus bienes. Tal es el caso de Pantaleón Gutiérrez22, vecino de la capital, quien en 15 de agosto de 1816 se encontraba preso, pero ante su inminente liberación, se otorgó fianza para recuperar el dominio de la hacienda La Serrezuela, por solicitud de su esposa Isabel Rodríguez de Lago.

18 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folio 884). 19 AGN (Fondo Embargos, tomo I, folios 198-233). 20 AGN (Fondo Embargos, tomo V, folios 95-108). 21 AGN (Fondo Embargos, tomo V, folio 389). 22 AGN (Fondo Embargos, tomo III folio 1-43).

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En la parroquia de Gigante en la provincia de Neiva encontramos el caso de José María Flores23, que fue capitán y teniente coronel de los insurgentes, y aun así se le impuso una multa de mil pesos que entregó para recuperar el dominio sobre la Labranza Cagüal y tierra del potrero de San Jacinto. Como los anteriores son varios los casos. Dado su número, basta con anotar que en la Reconquista los castigos cayeron sobre el lado patriota, de manera que los españoles tuvieron la opción de volver, aunque eso no significó que lo hicieran. De varios se perdió cualquier noticia y aparecían en los expedientes únicamente como emigrados. Y aunque sus familias reclaman los bienes para no caer en mendicidad, por lo general se aplicó el procedimiento regular: avaluó, depósito y remate. Durante el proceso los acreedores, la esposa y los posibles herederos reclamaban sus correspondientes partes. Sin embargo, por la coyuntura de la época y la escasez de numerario, los bienes terminarían en la mayoría de ocasiones siendo usados posteriormente como haberes militares, pero durante esta etapa estaban en depósito o arriendo, y en diversas ocasiones, el arriendo recaía sobre los familiares del embargado. Es necesario señalar que en la Reconquista el ejército expedicionario, compuesto con un importante número de españoles peninsulares, instauró un régimen en el cual los españoles que habían permanecido en el territorio se sintieron vulnerados en diferentes ocasiones. Según ellos, eran vistos y tratados como traidores por los miembros del ejército. Como prueba de esto, se encuentra el siguiente testimonio. José María Márquez en calidad de vocal tesorero de la junta de secuestros dice a propósito de una veeduría aplicada a su labor en julio de 1816:

Las mayores persecuciones allanamientos y tropelías de los funcionarios en la pasada revolución hasta llegar al extremo de conducírseme al sacrificio, del cual solo un impulso soberano pudo librarme en ocasión que otros Europeos contra quienes se dirigía toda violencia y crueldad, estos disfrutaron de no experimentar semejante borrasca ni el más leve perjuicio en sus personas ni saqueadas sus casas como lo experimentaron los que condujo el infame Bolívar y sus secuaces según público y notario24.

Como señala Márquez, había un malestar sobre la manera como el gobierno militar actuaba sin tener en cuenta los padecimientos a los que se vieron sometidos quienes fueron fieles a la causa del rey. Desafortunadamente, no contamos con listados completos de presos del período que no fuesen patriotas. Este período de todos modos resultaba más beneficioso para los españoles que el anterior. Como prueba de ello encontramos el testimonio de don Félix de Palas, vecino de Cartagena a quien los insurgentes tuvieron preso 137 días. Éste solicitó se le devuelvan los

23 AGN (Fondo Embargos, tomo III folios 602-624 y 631-636). 24 AGN (Fondo Secuestros, tomo II, folios 259-­‐ 281).

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bienes que le expropiaron los insurgentes y señaló que su estado de tranquilidad se acabó cuando

apareció Simón Bolívar con su ejército a atacar a Cartagena, este pirata terrestre tenía muchos partidarios le hicieron creer que yo había formado un plan para destruirlo, y de las resultas me sentencio a muerte en cualquier parte que me hallase, y la confiscación general de mis bienes […] mi casa de sitio fue también saqueada en el mismo mes de diciembre de 1812 porque yo me fui para santa marta, la destrucción no baja de 30.000 pesos […] si las cosas se quedan en este estado, yo quedo en la miseria, y ellos llenos de risa, no será extraño que apetezcan que vuelva aquel tiempo en que llamaban libertad el poder quitar impunemente el producto del trabajo ajeno, tiempo en que los hombres de bien han estado arrinconados, arruinados, afligidos y perseguidos25.

Independencia Con la Batalla de Boyacá en 1819 y la derrota de las tropas comandadas por Barreiro, los patriotas lograron garantizar su acceso a Santafé, y con esto, se presentó la emigración definitiva de españoles. Con la simple noticia de la victoria de Simón Bolívar, en Santafé las autoridades comenzaron su huida. Tal fue su prisa que dejaron los dineros de la casa de la moneda. En la tabla 1 se listan parte de los emigrantes, cuya particularidad radica en la posición social que ocupaban. La información que aparece en Los emigrados de 1819 (Cuervo, 1919, p. 40) es la siguiente: TABLA 1. Listado de oficiales que huyeron de Santa Fe luego de la victoria de Bolívar Nombre Profesión Situación Observaciones Manuel Martínez de Aparicio

Coronel Huido

Juan Barrera Comisario Huido

Campo de batalla Boyacá (p. 4)

Pablo Hilario Chica

Oidor Emigrado

Miguel Novas Oidor Emigrado

Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p. 7)

Carlos Joaquín de Urisurri y Elispuru

Director general de rentas de la Nueva Granada

Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p. 8). Desesperación dejan dinero.

25 AGN (Fondo Secuestros, tomo I, folios 166-171).

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Juan José Francisco de Sámano y Uribarri de Rebollar y Mazorra

Virrey Nueva Granada

Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (pp. 6-8). Desesperación dejan dinero.

Antonio Gonzáles

“Confesor de Samano”

Emigrado Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda para huir de Santa Fe ( p. 11)

Joaquín del Barco

Canónigo Emigrado– Muerto

Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda para huir de Santa Fe (p. 11). Muere en el camino (p. 13).

Antonio de León (alias el Indio)

Canónigo Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir de Santa Fe( p. 11)

Andrés Rosillo Fernando Caicedo y Flórez

Compañero de Coro de los canónigos anteriormente mencionados desterrados en España desde 1816 (p. 11).

Joaquín Domínguez Duquense

Prisionero Cárcel Puerto Cabello también desde 1816 (p. 12).

Joaquín Bautista Pey

Muerto en cautiverio

Cárcel de Santa Marta (p. 12).

Lorenzo Marroquín de la Sierra

Emigrado-Muerto

Muerto a la llegada a Honda (p. 13).

José María Marroquín

Emigrado (p. 12)

Andrés Marroquín

Emigrado (p. 12)

Francisco de Sales Marroquín

Emigrado (p. 12)

Juan Antonio Marroquín

Escondido Junto con su madre en un convento de monjas (p. 12-13).

Juan Daglade Emigrado Carta escrita por

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Daglade que habla de las penurias de la emigración (pp. 13-14).

Andrés de Urquinaona

Emigrado-Muerto

José Maréa Márquez

Emigrado–Muerto

Nicolás de Ugarte

Emigrado-Muerto

Huidos por el camino a Honda, pero murieron en el viaje (p. 13).

Sebastián de Calzada

Oficial Emigrado Hizo volar el Azerrio, fabrica de pólvora (p. 15).

Juan Manuel García de Tejada

“Redactor de la Gaceta de los expedicionarios” (p. 15)

Eduardo Sáenz Alcalde Manuel Urbina Alcalde Fernando de Benjumea

Alcalde

José María Barreiro

Teniente Prisionero– fuscilado.

Prisionero de la Batalla de Boyacá, 11 de octubre (p. 38).

José Bauza Gobernador Emigrado Remplazado por Pedro Fortoul (p. 26), tenemos confirmación de Bauza en los periódicos.

José Francisco Malpica

Fusilado Prisionero de la Batalla de Boyacá, 11 de octubre (p. 38).

Dichos sujetos no son los únicos afectados con la Batalla de Boyacá. Con dicha noticia y el camino que seguían las tropas patriotas, hacia septiembre de 1819 sujetos como Sebastián de Calzada, Gobernador de Popayán, emigró; de la misma manera lo hicieron Carlos Torra, gobernador de Antioquia, y José Busa, gobernador de Pamplona. Cabe señalar que Carlos Torra, aunque logró escapar de un encuentro con soldados patriotas, se le confiscaron catorce cargas de moneda acuñada26. De esta manera se comenzaron a presentar casos de oficiales realistas incorporados al ejército patriota. En cuanto a esto, remítase a los anexos.

26 Gaceta de Santafé de Bogotá. (1819, agosto 15; 1820). No 4 y 6.

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Dicho efecto de emigración no fue el único resultante de la Batalla de Boyacá. En la misma se apresaron junto a Barreiro:

“[…] su segundo en el mando, el coronel Francisco Jiménez, oriundo de Panamá. El teniente coronel Antonio Gallazo de Cartagena, lo mismo que el teniente Santiago Molinos. El teniente Antonio Hidalgo de Quito, y los tenientes Ramón Abreu y Hermenegildo Bravo son de Tunja y Neiva. Hay además cinco venezolanos, un puertorriqueño y uno Guayana. Los demás, españoles. El boticario Alfonso Ortiz y tres civiles, que tomaron armas en la batalla y de ello responden. Entre los peninsulares se destaca el coronel Antonio Plá, capturado cuando trataba de entrar a Santafé por Monserrate” (Forero, 1969, p. 51).

Dichos capturados tendrían un lamentable final. Considero importante destacar la relación que aparece en “Del 11 de octubre de 1811 hasta nuestros días” (De Mier, 1972, p. 27) TABLA 227. Relación de los oficiales que se hallan en el Cuartel de Cazadores, con expresión de las prisiones y calabozos. Calabozos Clases Nombres Prisiones

Coronel José María Barreiro Un par grillos Coronel Franciso Jiménez Una cadena Teniente coronel Antonio Plá Un par grillos Teniente coronel Antonio Galluzo Un par grillos Sargento mayor Juan Figueroa Un par grillos Capitán mayor Pascual Abril Sin prisiones Capitán Joaquín Echagaray Un par grillos Capitán Antonio García Un par grillos

1.º

Teniente Pedro Palacio Sin prisiones

Gracias a la relación de emigrados y a la relación de presos, podemos sustentar que con la Independencia corría riesgo la vida de los españoles que habían tomado parte en el gobierno del rey. Pero éstos no huyeron llevando necesariamente a sus familias. Por el contrario, en los expedientes encontraremos cómo las familias compuestas por sus mujeres e hijos quedaron en el territorio donde habitaban, esperando clemencia por parte de los patriotas. Dichos familiares de emigrados la encontrarían, pues no se tomaron mayores represalias contra ellos más allá del secuestro y embargo de bienes. Pero los presos de

27 Nota del editor: Referencia incompleta en el original y en proceso de verificación por los autores.

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la Batalla de Boyacá, que se encuentran en la mencionada relación, no contaron con suerte. Fueron ejecutados por las siguientes razones28: Sin importar el lugar en el que éstos fueran liberados, seguirían representando una amenaza para la causa republicana, que luego de la Batalla de Boyacá, aún no se establecía de manera contundente. Nada garantizaba que estos soldados realistas olvidaran la causa por la que tanto habían luchado, así que era imposible verlos como poco menos que una amenaza. La acción en sí misma (la ejecución), sólo era una faceta más de la dinámica de la Guerra a Muerte, de la cual tanto se habían hecho benefactores los realistas. La anterior determinación de ejecución no fue característica de la Independencia, como sí lo fue de la Reconquista. Los patriotas estaban más interesados en consolidar el éxito de su causa que en tomar venganza. Como prueba de ello, en la legislación recogida por Blas Bruni, encontramos apartes del reglamento para la comisión de secuestros. Dicho reglamento explica muy bien cómo la persecución de los bienes de los españoles y en general de todos los que hayan huido con la entrada de las tropas republicanas se hizo de manera rigurosa, pero en ningún momento interrumpiendo la tradición de respetar la dote y los derechos de los acreedores. Es más, según el Reglamento para el conocimiento de las causas sobre reclamaciones de bienes secuestrados, firmado por Bolívar en junio de 1819 en Guayana, a los herederos directos de los bienes secuestrados se les devolverán los bienes, previa extracción del tercio y del quinto que deben entrar en la hacienda pública. Dicha determinación se aplicó, asumiendo que los que tenían derecho sobre los bienes embargados deberían cancelar ellos mismos el tercio y el quinto. Con esa interpretación se complicaba bastante la recuperación de los bienes. Tal es el caso que inició el presente artículo, en el cual María Jacinta Fernández, esposa del emigrado Simón García, en carta del 7 de noviembre de 1820 en la Mesa de Juan Díaz al comandante militar y político reclamó que, debido a la exigencia del tercio y quinto para recuperar su trapiche, se ven ella y sus hijos en calidad de huérfanos y mendigos, pues no hay numerario y no tiene cómo conseguirlo, ni aún si se le diera a administrar el trapiche. Ahora bien, sabiendo que hubo prisioneros y fusilados por participar con las armas en la causa del rey, que hubo embargos y éstos tuvieron el carácter que se ha mencionado y que las familias de los que emigraron permanecieron en el territorio que habitaban ¿Qué paso entonces con los emigrados? 28 “El Gral. de División F. P. Santander, Vicepresidente de Cundinamarca presenta al gobierno de la república y a los pueblos del mundo civilizado los motivos y razones que le obligaron a ordenar la ejecución de 38 oficiales españoles prisioneros de la campaña de 1819, verificada en la ciudad de Bogotá el 11 de octubre del mismo año”. Ver: Santander (1820, p. 36).

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Los emigrados salieron por diferentes rutas, siguiendo las trazadas por el comercio hacia el mar. Una vez allí se dirigieron a Cuba, para de allí o Jamaica pasar a España, o eso dicen los testimonios. Pero es llamativo cómo Manuel Gonzales, secretario de Estado español, en 1827 remitió una serie de oficios a los embajadores españoles en Londres, París, Cerdeña, Turín y Bélgica, en los cuales les ordenó censar los españoles americanos29 que se encontraran en el extranjero e invitarlos a regresar a la Península con sus caudales. El conde de Ofalia, embajador en Londres, remite carta de un español en Londres:

Los emigrados de la América que se hallan en los países extranjeros para que pudiesen restituirse a la España conviene que la Conducta de su gobierno, la estabilidad y tranquilidad del Reino les agruyese cierta seguridad y confianza sin la cual no es probable que se muevan de los puntos de su residencia. El que esta escribe se ha ocupado en estudiar el carácter de la gran mayoría que compone su número con la que está íntimamente relacionado ya por estrechas relaciones de comercio […] esta porción de individuos […] permanezcan en países extranjeros constándole, como le consta, que están generalmente disgustados y todos ansiosos por reconcentrarse con sus familias y bienes en el seno de su patria común30.

El conde de Ofalia, frente a la negativa de los españoles de a ir a la Península, anota que:

No dejo tampoco de conocer que algunos de ellos no pueden, aunque quieran, establecerse actualmente en España, porque desde Francia e Inglaterra, como países neutrales pueden continuar sus relaciones de comercio y de familia con la América Española, donde otros son también propietarios sin exponerse a los riesgos de confiscación por los gobiernos insurgentes, y de estar incomunicados con sus familias y sus apoderados en América31.

La respuesta del embajador en Francia es similar, no así los de Cerdeña, Turín y Bélgica que responden no tener conocimiento alguno de españoles de América en los territorios donde ejercen. Al respecto comenta la publicación seriada Ocios de los Españoles Emigrados en una “rápida ojeada sobre la República de Colombia”32. Los gobiernos europeos, a excepción de 29 Refiriéndose como americano no sólo a los que hubiesen nacido en ultramar, sino también a la totalidad de los que emigraron debido a la Independencia. 30 Archivo General de Indias [AGI] (Fondo Estado, 96, n.o 38). “Lista de españoles emigrados de América en Londres”. 31 AGI (Fondo Estado, 96, n.o 38). “Lista de españoles emigrados de América en Londres”. 32 Ocios de los Españoles emigrados (1824), tomo II, (n.o 7), p. 29.

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España, han guardado neutralidad frente a la guerra de independencia, por lo que es una república interesada en hacer negocios, con una constitución democrática y en la que los extranjeros gozan de libertad de comercio. Por supuesto, en dicho relato hablan desde Inglaterra. Para los liberales emigrados de España la Independencia es resultado de los desaciertos de la monarquía española. Aun así, se puede ver que ya en 1824 Colombia era vista como una oportunidad de negocios. Y como es obvio, no volverían a España, pues ésta era considerada enemigo. Ahí sus mercancías y correspondencia eran revisadas y tenían dificultades para llegar a la República de Colombia, inconveniente que las mercancías desde Francia o Inglaterra, según los embajadores, no tenían.

A pesar del aparente contexto de aceptación de los españoles en la República de Colombia, el decreto sobre expulsión de extranjeros, de septiembre 18 de 1821dictaba:

“El poder ejecutivo […] procederá […] a expulsar del territorio de Colombia: 1- A todos los que habiendo emigrado con los españoles al tiempo de la entrada de armas de la República, hayan vuelto y mantenido una conducta sospechosa al gobierno. 2- A todos los que aunque no emigraron están marcados por su conducta anterior, por sus empleos, destinos y servicios hechos al Gobierno Español” (Villegas, 1919, pp. 67-68).

A éste siguió el decreto de marzo 15 de 1822, que determinó que de los españoles “aquellos que no contasen con carta de naturaleza […] debían presentarse de inmediato a la autoridad policial. El paso siguiente era la expulsión” (Heredia, 1997, pp. 67-69). Los anteriores decretos presentan una clara contradicción con el reglamento de secuestros firmado por Bolívar en 1819 y con la opinión de los españoles residentes en Inglaterra y Francia. Esto se explica en que era un joven gobierno y aún continuaba la guerra contra las tropas españolas en el continente, pero en el territorio estudiado en el presente escrito, el que hoy corresponde a Colombia, dichos decretos no cambiaron lo que venía ocurriendo, es decir, la reclamación sucesiva de bienes por parte de familias de españoles. Aunque no hubo emigración de españoles de la Península a territorio colombiano, la situación respecto del ciudadano español perdió importancia mientras se consolidaba el poder republicano. De tal manera, en 1830 se promovió la emigración de éstos hacia territorios que les fueron hostiles mientras la guerra a muerte, como el caso venezolano.

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CONCLUSIONES Con el anterior escrito, que no resuelve aún el vacio historiográfico, se plantea un tema de estudio descuidado en Colombia; aunque no se logra individualizar a cada uno de los españoles y qué le pasó en especifico a él o a su familia, es un primer intento por rescatar del olvido una de las consecuencias de la Independencia, que fue el drama al que se sometió un importante sector de la sociedad. Posteriores estudios que tengan acceso a otras fuentes de documentación podrán complementar los nombres de cada uno de los emigrados, presos y ejecutados, bien sean españoles o americanos. Se puede concluir que los españoles perdieron todo privilegio durante el proceso de Independencia. Aun así, eso no significó que la República de Colombia se instituyese en territorio vedado para ellos, pues muy temprano se empezó a plantear la necesidad de incluir a los españoles dentro de la vida republicana. Pero como consecuencia de las huellas de la Reconquista y la postura enemiga que asumió el gobierno español, para los españoles el proceso marchó bastante lento, pero en la práctica, al haber emigrado, quienes habían tomado parte activa en la confrontación bajo la bandera realista, sus familias huérfanas pudieron en algunos casos recuperar los bienes. Los que quedaron pudieron continuar con sus vidas, incomunicados con la Península, pero comunicados con los españoles que se encontrasen en otros territorios como Inglaterra y Francia, desde donde esperaban poder regresar a su terruño, que no era España, donde no encontraban seguridad, sino las tierras americanas donde estaban su familia y sus negocios.

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ANEXOS: Biblioteca Luis Ángel Arango (Fuentes primarias Publicadas)

Del 11 de octubre de 1819 y otros días33

• Relación de los oficiales que se hallan en el Cuartel de Cazadores, con expresión de

las prisiones y calabozos.

Calabozos Clases Nombres Prisiones Coronel José María Barreiro Un par grillos Coronel Francisco Jiménez Una cadena Teniente coronel Antonio Plá Un par grillos Teniente coronel Antonio Galluzo Un par grillos Sargento mayor Juan Figueroa Un par grillos Capitán mayor Pascual Abril Sin prisiones Capitán Joaquín Echagaray Un par grillos Capitán Antonio García Un par grillos

1.º

Teniente Pedro Palacio Sin prisiones Capitán Plácido Domínguez Un par grillos Capitán Vicente Savalces Un grillete Capitán Domingo Gaudet Un grillete Capitán Ventura Molinos Un par grillos Teniente Juan Parrillas Un par grillos

2.º

Teniente José Beltrán Un par grillos Teniente Francisco Guzmán Sin Prisiones Teniente Cristóbal Bárcenas Un par grillos Teniente Cristóbal Prado Un par grillos Teniente José Coletes Sin Prisiones Teniente Isidro Rojas Un par grillos Teniente Antonio Hidalgo Un par grillos Teniente Juan Galey Sin prisiones Teniente José Sanabria Un par grillos Teniente Jerónimo Palomino Un par grillos

3.º

Subteniente José Arriaga Una Cadena Subteniente Bernardo Labrador Un par grillos Subteniente Mariano Jiménez Un par grillos Subteniente Antonio Portillo Un par grillos Subteniente Fernando Chamorro Un par grillos Subteniente Santiago Molinos Sin prisiones Subteniente Esteban Quero Sin prisiones

Subteniente Ramón Abreu Un par grillos

33 Fuente: De Mier, Jose M. Del 11 de octubre de 1819 y otros días. Bogotá, Colombia. 1972. p.27

Page 28: La suerte de los españoles en Colombia durante el proceso de

1

Subteniente Hermenegildo Bravo Un par grillos Subteniente Casimiro Veloz Un par grillos Religiosos Fray Pedro Villajoyosa Sin prisiones Religiosos Fray Serafín de Caudete Sin prisiones Religiosos Fray Francisco de Muros Sin prisiones Boticario Alonso Ortiz Sin prisiones Paisanos Felipe Manrique Sin prisiones Paisanos Rufino Riveros Sin prisiones Paisanos Juan Francisco Malpica Sin prisiones

4.º

Paisanos Blas García Sin prisiones En el Hospital Subteniente Manuel Molinos Sin prisiones

Page 29: La suerte de los españoles en Colombia durante el proceso de

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Biblioteca Luis Ángel Arango (Sala Raros y Manuscritos)

Los emigrados de 181934

Nombre Profesión Situación. Observaciones. Manuel Martínez de Aparicio

Coronel Huido

Juan Barrera Comisario Huido

Campo de batalla Boyacá (p.4).

Pablo Hilario Chica

Oidor Emigrado

Miguel Novas Oidor Emigrado

Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p.7).

Carlos Joaquín de Urisurri y Elispuru

Director general de rentas de la Nueva Granada

Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p.8). Desesperación dejan dinero.

Juan José Francisco de Sámano y Uribarri de Rebollar y Mazorra

Virrey Nueva Granada

Emigrado Luego de las noticias provenientes de Boyacá (p.6-8). Desesperación dejan dinero.

Antonio Gonzáles Confesor de Samano Emigrado Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir de Santa Fe ( p. 11)

Joaquín del Barco Canónigo Emigrado- Muerto

Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir de Santa Fe ( p. 11). Muere en el camino (p.13)

Antonio de León (alias el Indio)

Canónigo Toma a pie la senda escabrosa del camino a Honda, para huir de Santa Fe ( p. 11)

Andres Rosillo Fernando Caicedo y Flórez

Compañero de Coro de los canónigos anteriormente mencionados desterrados en España desde 1816 (p.11).

Joaquín Domínguez Duquense

Prisionero Cárcel Puerto Cabello también desde 1816 (p.12).

Joaquín Bautista Pey

Muerto en cautiverio

Cárcel de santa Marta (p.12)

Lorenzo Marroquín Emigrado- (p.12) ) Muerto a la llegada a

34 Cuervo, Luis Augusto. Los emigrados de 1819. Bogotá, Colombia. Editorial Arboleda & Valencia. 1919. p.40. (Publicación ordenada por el Honorable Consejo Municipal de Bogotá. Misceláneas 784)

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de la Sierra Muerto Honda (p.13) José María Marroquín

Emigrado (p.12)

Andrés Marroquín Emigrado (p.12) Francisco de Sales Marroquín

Emigrado (p.12)

Juan Antonio Marroquín

Escondido Junto con su madre en un convento de monjas(p.12-13)

Juan Daglade Emigrado? Carta escrita por Daglade que habla de las penurias de la emigración(p.13-14)

Andrés de Urquinaona

Emigrado–Muerto

José María Márquez

Emigrado-Muerto

Nicolás de Ugarte Emigrado-Muerto

Huidos por el camino a Honda, pero murieron en el viaje (p.13)

Sebastián de Calzada

Oficial Emigrado Hizo volar el Azerrio, fábrica de pólvora (p.15)

Juan Manuel Garcia de Tejada

Redactor de la Gaceta de los expedicionarios (p. 15)

Eduardo Sáenz Alcalde Manuel Urbina Alcalde Fernando de Benjumea

Alcalde

José María Barreiro

Teniente Prisionero–fusilado

Prisionero de la Batalla de Boyacá, 11 de octubre (p.38)

José Bauza Gobernador Emigrado Remplazado por Pedro Fortoul (p.26), tenemos confirmación de Bauza en los periódicos.

José Francisco Malpica

Fusilado Prisionero de la Batalla de Boyacá, 11 de octubre (p.38)

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Periódicos Biblioteca Luis Ángel Arango

1. Gazeta de Santafé, capital del Nuevo Reyno de Granada. (Jun. 13, 181) Jul. 24,

1817)

2. Gazeta de Santafé de Bogotá. ( Ago. 15, 1819-Dom. 6,1820)

No Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones 1 1819 Ago. 15 Españoles que no

emigran ante la llegada de tropas a Boyacá.

5-8

2 1819 Ago. 22 Movimiento de tropas (Venezuela) y relación del estado actual de las batallas en Buenos Aires.

3 1819 Ago. 29 Lucas Gonzales, gobernador del Socorro. Huido al saber de lo acontecido en Boyacá. Se inicia persecución.

9 Organización político-administrativa de los estados antes de un encuentro nacional(p.9)

4 1819 Sept. 5 • Sebastián de Calzado, gobernador de Popayán emigrado.

• Carlos Torra, gobernador de Antioquia. Huido.

• José Busa, gobernador Pamplona. Emigrado.

• Lista de oficiales realistas

14 14 – 15 14 16

Lista de Ascensos militares (p.16)

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incorporados al ejército patriota.

5 1819 Sept. 12 Anotaciones sobre el desarrollo de las guerras que tenían origen en Venezuela, Buenos Aires, Chile. Perú […] etc.

6 1819 Sept. 19 • Continuación noticia Carlos Torra, logar escapar de un encuentro con soldados patriotas, pero se le confiscan catorce cargas de moneda acuñada.

• Caicedo huye ante el movimiento de tropas cerca de Popayán.

24 24

7 1819 Sept. 26 Listado de Muertos en batallas (p.27), se recomienda escanear.

8 1819 Sept. 30 Baja de sueldos para cubrir costos de la guerra, se reducen a la mitad ( p.33).

9 1819 Oct. 10 El gobernador del 38 Bolívar resalta

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Chocó, Aguirre y Bullarino, huye por movimiento de tropas patriotas.

importancia de la Educación en la configuración de la nación(p.37)

10 1819 Oct. 17 • Decreto que establece la manera como se pueden reclamar los bienes secuestrados.

• Lista de oficiales y soldados prisiones en la acción militar de San Juanito.

41 43

Proclama de Santander sobre los problemas de la circulación monetaria(p.42)

11 1819 Oct. 17 Menciones a la figura e importancia de Bolivar.

12 1819 Oct. 24 • Bolívar decreta devolución de bienes secuestrados.

• Carta de Lucas Gonzales, ex gobernador del Socorro emigrado.

53 56

13 1819 Oct. 31 Exposición del estado del comercio en la capital (p.59), revisar, listado de firmantes que se declaran a favor de la causa patriota. Se

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recomienda escaner.

14 1819 Nov. 7 Burlas contra Morillo, ej: “ Morillo podria decir: vine, vi y me volvi.”

15 1819 Nov. 14 Nuevamente se hace un recuento de las noticiasque tiene cabida en el resto de Hispanoamérica.

16 1819 Nov. 21 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

17 1819 Nov. 29 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

18 1819 Dic. 5 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

19 1819 Dic. 12 Relación de la importancia y la forma de incentivar el desarrollo del Observatorio y Bibliotecas (p.85)

20 1819 Dic. 19 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior.

21 1819 Dic. 26 Francisco Zorrillo, preso.

89-90

22 1820 Ene. 2 Nada relevante, en su mayoría se relacionan

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noticias del exterior.

23 1820 Ene. 9 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

24 1820 Ene. 16 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

25 1820 Ene. 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

26 1820 Feb. 6 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior. Último número que responde al nombre de “Gazeta de santafé”, desde el siguiente se presenta como “Gazeta de la ciudad de Bogotá capital del departamento de Cundinamarca”

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3. Gazeta de Santafé de la ciudad de Bogotá capital del departamento de Cundinamarca

No. Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones 1 1820 Feb. 13 Capitán Linares y

teniente Cabrera, prisioneros luego de combate (Españoles)

108

2 1820 Feb. 20 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior.

3 1820 Feb. 27 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

4 1820 Mar. 3 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

5 1820 Mar. 12 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

6 1820 Mar. 19 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

7 1820 Mar. 26 8 1820 Abril 2 Laureano Ruiz huido en

el Magdalena. 133

9 1820 Abril 10 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior

10 1820 Abril 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

11 1820 Abril 29 Lista de prisioneros de guerra, se menciona al General Balverde.

152

12 1820 Mayo 7 13 1820 Mayo 14 14 1820 Mayo 21 15 1820 Mayo 28 16 1820 Jun. 4 Proclama del Indulto por

parte de Bolívar. 173

17 1820 Jun. 11 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior

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18 1820 Jun. 13 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

19 1820 Jun. 25 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

20 1820 Jul. 2 Ley sobre repartición de bienes nacionales entre servidores de la patria.

187

21 1820 Jul. 9 Nada relevante, en su mayoría se relacionan noticias del exterior.

22 1820 Jul. 16 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

23 1820 Jul. 23 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

24 1820 Jul. 28 Nada relevante, continúa la tendencia del número anterior.

4. Gazeta de la ciudad de Bogotá capital de la República de Colombia

Nota: Sólo existen tres noticias de importancia para el tema del artículo. De igual manera, el contenido de los periódicos gira en torno a lo que vendría hacer el desarrollo del Congreso de Cúcuta de 1821 y las pugnas existente entre Nariño y Santander, al igual que un recuento de noticias del extranjero. No. Año Mes Día Noticias Españoles Páginas Observaciones ---- 1820 Sept. 24 Invitación a los emigrados de

costa firme para que regresen 166-168

---- 1820 Dic. 3 Carta interceptada. Es de un Español a un canónigo emigrado de Buga.

206-207

---- 1820 Dic. 17 Suplemento relacionado con el armisticio y la guerra. Intervienen Morillo y Bolívar.

Entre las páginas 216 y 217