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1 Documento de Trabajo 03/2009 La Subsunción del Trabajo al Capital El caso de los Obreros Rurales de Nuristan Marcela Ruggeri 1 Mayo de 2009 1 Marcela Ruggeri es Licenciada en Ciencias Sociales (Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, 2002) y posee un Diplomada de Especialización Profesional en Antropología Sociocultural Latinoamericana (Universidad Bolivariana de Chile y Fund. UNIDA, 2008). Trabaja como analista independiente desde Dubai (Emiratos Árabes Unidos). E-Mail: [email protected]

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Documento de Trabajo 03/2009

La Subsunción del Trabajo al Capital

El caso de los Obreros Rurales de Nuristan

Marcela Ruggeri1

Mayo de 2009 1 Marcela Ruggeri es Licenciada en Ciencias Sociales (Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, 2002) y posee un Diplomada de Especialización Profesional en Antropología Sociocultural Latinoamericana (Universidad Bolivariana de Chile y Fund. UNIDA, 2008). Trabaja como analista independiente desde Dubai (Emiratos Árabes Unidos). E-Mail: [email protected]

La Subsunción del Trabajo al Capital: los Obreros Rurales de Nuristan.

Lic. Marcela A. Ruggeri 2

Nota del CEMOC Las opiniones expresadas por los autores representan las visiones e ideas de los mismos y no los de la esta institución o los de la institución para la cual ellos puedan trabajar a menos que así sea expresado en forma explícita. Abstract

Durante el siglo XX, se produjo una degeneración patológica de la violencia política, tanto por la acción de grupos rebeldes como de fuerzas estatales, desapareciendo así todo límite convencional en un contexto de creciente anomia social. El fenómeno se popularizó con la profusa difusión dada por la prensa, concitando además el interés de sectores académicos y científicos. Sin embargo, el tema se aborda generalmente de forma aislada, generado conocimientos especializados pero desconectados entre si, lo que ha menguando en su comprensión, al privarlo de una perspectiva sistemática. En este, se pretende analizar sistemáticamente la situación de los obreros rurales de Nuristan, identificando aquellos condicionantes que podrían haber forzado la inserción de éstos en relaciones de diversa naturaleza conectadas, directa o indirectamente, con el tráfico del opio o grupos terroristas, como al-Qaeda. Palabras Claves: Afganistán, Nuristan, Actividad Económica, Violencia política.

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La subsunción del Trabajo al Capital: el caso de los obreros rurales de �uristan.

1. Introducción Según Comas D´Argemir2 las políticas neoliberales aplicadas tanto al ámbito rural como urbano, transformaron radicalmente la forma de organización, dando origen a una pluralidad de bases económicas en las cuales la articulación de una misma persona, grupo doméstico, unidad de trabajo o comunidad local con diferentes tipos de actividades, se fundan en relaciones de producción de distinta naturaleza. Justamente, esta pluralidad, es la que nos permite observar como los grupos domésticos se insertan en situaciones heterogéneas, lo que lleva a pensar al proceso de subsunción del trabajo al capital, como un proceso no lineal, atravesado por múltiples condicionantes. A partir de las consideraciones precedentes, se pretende analizar la situación particular de los obreros rurales de Nuristan, identificando los eventuales condicionantes que podrían haber generado cambios que forzaron la inserción de éstos, en relaciones de diversa naturaleza, conectadas de manera directa o indirecta, con actividades u organizaciones ilegales, como el cultivo del opio o grupos terroristas, como Al-Qaeda. Para ello, se tomará en cuenta información producida por diversas fuentes oficiales, de organismos internacionales, de ONG que actúan en la región, como también la información obtenida a partir de encuentros mantenidos con refugiados nuristanis3 en Pakistán: Chitral y adyacencias; poblaciones de Anish, Brun, Batrik, Krakal; y asentamiento nuristani de Sheikhanandeh.4 Es objetivo que, la observación del tema desde una perspectiva diversa sirva como punto de inflexión, a partir de la problematizacion de determinadas cuestiones que no han sido revisadas en profundidad, dejando de lado así, un análisis reflexivo de aquello que llamamos “realidad social”. 2 COMAS D’ARGEMIR, D., Antropología Económica, Cáp. III, Ed. Ariel. Antropología, Barcelona, 1998.citado en PRESTA .S y LANDABURU, L. Elementos para la reflexión en torno al concepto de

unidad domestica urbano rural, en el contexto del paradigma �eo Liberal., UBA. 3 Se agradece a Khalil Khan , Nassir Said Khan y Walid Ayub Khan ,Talassim Khan y de Manzoor Ullah en las diferentes villas de la zona, y de Anwar Hussein desde Drosh a Peshawar, por la colaboración en las traducciones del nuristani, kalash, chitrali y pashtun. 4 FRECHTLING, J- SHARP, L. Ed. User-friendly Handbook for Mixed Method Evaluations, NSF Program Officer Conrad Katzenmeyer, Directorate for Education and Human Resources, Division of Research, Evaluation and Communication, National Science Foundation , 1997, Washington DC.

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2. Marco teórico. a) La Unidad Doméstica y su relación dialéctica, en el marco del paradigma capitalista La unidad doméstica es considerada por la Antropología Económica como la forma organizativa en la cual la familia trasciende fronteras históricas y sociales. Desde esta base, se plantearon diferentes modelos alternativos de racionalidad, producción, intercambio, distribución y consumo; pero en este ensayo, se considerará a la unidad doméstica como incluida en el sistema formal a través del salario percibido por alguno de los integrantes de la familia, e inserta al circuito productivo del sistema capitalista, a partir de la producción, el intercambio y circulación de bienes de uso como de cambio. La heterogeneidad de situaciones por las que atraviesa la unidad doméstica en la reproducción ampliada de capital, lleva a considerar a la subsunción del trabajo al capital, como un proceso no lineal (subsunción formal, en términos del análisis clásico, de Karl Marx), sujeto a múltiples determinaciones5. El concepto de pluralidad de bases económicas, como decíamos, da cuenta de la búsqueda que los actores deben llevar adelante a fin de lograr su permanencia en el sistema. Al respecto, algunos autores como Presta y Landaburu, aseguran que en casos estudiados, esta pluralidad implicó la fragmentación hacia el interior de la unidad doméstica, siendo este marco donde la lógica del capital adquirió su máxima expresión, debido a la exacerbación de las prácticas individuales al disolverse la concepción de totalidad de dicha unidad.6Veremos que en el caso aquí observado, se verifica esta fragmentación, fundamentalmente porque en la relación dialéctica planteada entre las unidades domésticas y el capital, el proceso de subsunción debe ser considerado, no sólo como un proceso lineal de subordinación de las unidades domésticas al capital, sino además, como un proceso en el cual estas se apropian de distintos aspectos de la lógica de este último. Complejicemos un poco más los conceptos; pensemos a estas unidades como insertas en el marco del paradigma capitalista neoliberal, vale decir en aquel contexto histórico social desplegado a partir de los acuerdos celebrados entre los aparatos financieros de EEUU y las Instituciones del Bretón Woods. El Consenso de Washington, causó un gran impacto e incluso muchos de sus efectos (la reforma del Estado y la supremacía de la lógica de la competencia como guía del mercado, considerado como ente regulador de los distintos órdenes sociales; las consecuencias de la concentración económica, ajuste, precarización del empleo, caída de los salarios, exclusión y desigualdad social) son hoy motivo de profuso debate. Estos datos son indicativos de las modificaciones en el marco general, pero no debemos dejar de recordar que las políticas macro-económicas modifican profundamente las prácticas sociales, alterando las interrelaciones cotidianas del conjunto social, forzando además la irrupción de nuevas estrategias de supervivencia, con el objetivo de inserción en el sistema. 5 TRINCHERO. De la Economía política a la Antropología Económica: trayectorias del sujeto

económico. En: Antropología Económica. Ficciones y producciones del hombre económico. Buenos Aires, Eudeba ( 1998) 6 PRESTA, S.R. y LA�DABURU, L. “Elementos para la reflexión en torno al concepto de unidad

domestica urbano-rural en el contexto del paradigma neoliberal”, VI RAM, 16,17, 18 Nov.05, Dpto.de Antropología Social. FMCE-UDLAR, Montevideo, Uruguay, 2005

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b) Subsunción del trabajo al capital La Antropología Económica ha estudiado la categoría marxista de ´´subsunción del trabajo al capital ´´ abriendo la posibilidad a un análisis lógico e histórico de la supeditación del proceso del trabajo a la dinámica del capital. Gordillo7 señala que la expansión del capital llevó, no sólo a la destrucción y proletarización de los sistemas domésticos, generándose modalidades de subsunción formal y real, sino que además condujo a la preservación, transformación y recreación de estos sistemas, como sectores insertos en sus circuitos de acumulación y subsumidos a su dinámica, a través de las mediaciones del mercado, y con ella a la subsunción indirecta formal y real. Estas categorías fueron desarrolladas posteriormente por Gutiérrez Pérez y Trapaga Delfín8, quienes sostuvieron que la subsunción formal es directa, mientras que la subsunción real es indirecta porque está mediatizada por las reglas del mercado y posee a su vez., dos momentos: la subsunción indirecta formal, y la subsunción indirecta real. En la subsunción indirecta formal se da la separación del productor doméstico de la propiedad económica, no jurídica, de sus medios de producción, y no hay alteración del proceso de trabajo, lo que hace que la subsunción tenga un carácter extensivo. En cambio, en la subsunción indirecta real, se lleva a cabo: una transformación tecnológica radical del proceso laboral doméstico, la introducción de formas intensivas de producción y el pleno acceso del campesino a la modernidad capitalista9. Recordemos que Kart Marx10 plantea que el proceso de trabajo subsumido formalmente al capital, se define por la escala, por la amplitud de los medios de producción y por la cantidad de trabajadores bajo el mando de un mismo capitalista. En cambio, en el proceso de subsunción real del trabajo al capital se transforma de raíz el modo de producción en si, la productividad del trabajo y la relación entre el capitalista y el trabajador, y la plusvalía producida es relativa, cuando en la subsuncion formal es absoluta.

7 GORDILLO, G. Procesos de subsuncion del trabajo al capital en el capitalismo periférico, en TRINCHERO (comp.) Antropología Económica ,Vol. II, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1998 8 Citado por PRESTA y LNDABURU, Ob. Cit. 9 GUTIERREZ PEREZ y TRAPANAGA DELFIN, en GORDILLO, Ob. Cit. 10 MARX, K. El Capital, capitulo VI ,Siglo XXI, México, 1981

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3. Contexto General: Afganistán desde 1978 al presente.

En 1978 la URSS depone a Mohammad Daoud, a cargo del gobierno afgano desde 1973 cuando expulsó del poder al rey Zahir Shah, estableciendo un gobierno republicano. Cuando en 1979 la amenaza de una insurgencia tribal contra el gobierno comunista se hizo latente, Moscú decidió la invasión desplegando 80.000 soldados, sobre territorio afgano. Una década de guerra de guerrillas y dos regímenes pro-soviéticos, no fueron suficientes para acabar con la oposición a la ocupación llevada adelante por los “basmachis”, respaldados en forma encubierta por EEUU, Arabia Saudí y Pakistán.

Grupos insurgentes más importantes durante la oposición a la invasión soviética

La URSS acepta en 1988 la creación de un estado afgano neutral y sus tropas abandonan el país en 1989, quedando como saldo miles de muertos y de 5 a 6 millones de refugiados.

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El acuerdo de 1988, no logra salvar las diferencias entre el gobierno y los mujahideen, y en 1992, Afganistán entra en un periodo de guerra civil que terminó desbastando la economía. Entre los líderes de las diferentes facciones en lucha se encontraban Ahmad Shah Massoud, de la etnia tajik; Gulbuddin Hekmatyar, pashtun; y Abdul Rashid Dostum, uzbeco. Alianzas temporales no lograron poner fin a las luchas entre los bandos, que continuaron hasta que en 1996 los Talibanes ganaron control sobre la mayor parte del territorio. A pesar del apoyo inicial, cuando los Talibanes no aceptaron entregar a Osama Bin Laden luego del atentado del 11-9-2001, EEUU cambia de estrategia invadiendo el país junto a la OTAN, provocando el colapso del gobierno talibán y la creación de una fuerza de ocupación. Los líderes en el exilio firman en diciembre de 2001 el Acuerdo de Bonn, formando un gobierno interino encabezado por Hamid Karzai, un pashtun moderado, posteriormente consagrado como presidente en las elecciones de 2002. Una nueva constitución redactada especialmente por una Loya Jirga convocada ad-hoc, es ratificada a principios de 2004, y a fines de ese año, Karzai es elegido como presidente de la Republica Islámica de Afganistán.

Mapa geográfico del poder: “Los Señores de la Guerra”, 2002

Mas allá de las formalidades, lo real fue que los señores de la guerra siguieron manteniendo su control sobre amplias zonas del país, por lo cual a pesar de los esfuerzos y la ayuda internacional, Karzai no llegó a resolver los profundos problemas económicos y sociales que asolaban al país. La erosión de su imagen y la percepción de su falta de capacidad para lograr una cohesión social básica, se hizo notar en la elección parlamentaria de septiembre del 2005, cuando los señores de la guerra se vieron fortalecidos en ambas cámaras de la Asamblea Nacional. Al Acuerdo de Bonn que cesó en esas elecciones, le siguió el Afganistán Compact en rigor desde enero 2006, que pretende asegurar hasta 2010, todo lo concerniente a la asistencia internacional para el desarrollo económico, la seguridad, la protección de los Derechos Humanos, como así también la lucha contra la corrupción y el tráfico de drogas. Mientras tanto, los Talibanes han intensificado su actividad, ganando control sobre amplias zonas del país. Como se verá, los acontecimientos se han desarrollado sin que hasta el presente se hayan encontrado soluciones que pusieran coto al proceso gradual de desintegración del estado y

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sus instituciones, generado por las presiones constantes sufridas a partir del estado de conflicto, de ocupación y de guerra civil, que hoy se traduce en una realidad caracterizada por la anomia social, de la cual el crecimiento patológico de la violencia, es un síntoma más. En lo económico, con toda lógica, la situación no difiere al cuadro general, y aunque se suele decir que las estadísticas siempre son inexactas, de una cosa si se puede estar seguro: Afganistán ha sido y es, uno de los países más pobres del planeta. Sería extenso desarrollar la cuestión, sin embargo es útil prestar atención a dos ítems11, a fin de comprender los impactos consecuentes de los eventos citados, que produjeron, entre otros, un efecto cascada hacia nuevos mercados laborales. Colapso del sector privado. Antes de 1979, el sector privado era muy activo, principalmente debido a la actividad agrícola, la industria a pequeña escala y el comercio. En los ’80 la mayoría de las industrias fueron nacionalizadas; algunas empresas tradicionales, como las del rubro textil y la elaboración de alfombras, migraron a países vecinos y otras se vieron forzadas a cerrar debido a la escasez de ventas. La producción cayó un 95% en el período 1979-2002; la participación del sector privado pasó de un 60% a un 21%, recobrándose magramente en 2005 cuando llegó a un 26%. Hoy, la construcción y los servicios, se sostienen mayormente por la fluctuación del capital proveniente de la asistencia económica de organizaciones internacionales, los aportes de donantes extranjeros canalizados a través de las ONG, y por los fondos provenientes de la comercialización del opio. Entre los servicios, predominan el comercio y transporte, a los cuales se sumaron nuevos sectores, como las telecomunicaciones y la banca, que han ayudado a incrementar la actividad privada. La manufactura, limitada a productos tradicionales elaborados a pequeña escala como la elaboración de alfombras, artículos de cuero y los frutos secos, se concentra en las zonas de Kabul, Herat y Mazar-e-Sharif. La carencia de infraestructura adecuada (especialmente energética), el limitado acceso a la tierra y a la financiación, se presentan como impedimentos claves para el desarrollo del sector; a estos se debe sumar la corrupción, como un obstáculo percibido como crucial a la hora de iniciar inversiones de todo tipo. El agro y el cultivo de la amapola. Los datos demuestran que no hay gran inequidad o alta concentración., en relación a la propiedad de la tierra (al menos en aquella apta para el cultivo): en 2007, de 1.28 millones de fincas aptas para cultivo, un 73% tenia 5 ha o menos y sólo un 5.4% más de 20 ha. Siendo los arriendos poco usuales, en la mayoría de los casos la misma es trabajada por sus propietarios12.(Anexo 5) Luego del 2000, muchos agricultores desplazados durante el régimen Talibán retornaron a sus parcelas, pero los terrenos minados, la destrucción de los sistemas de irrigación, habían provocado que grandes extensiones fueran inservibles, afectando también al pastoreo del ganado. Por esa época un 10% de los propietarios tenía hipotecada su propiedad, 3% de la tierra cultivable, reduciéndose en 2005 un 1%. 11 UNITED NATIONS OFFICE FOR DRUGS CONTROL AND CRIME PREVENTION, Illicit drugs

situation in the regions neighboring Afghanistan and the response of ODCCP, October 2002. 12 MALETTA, H. “Arable Land Tenure in Afghanistan in the post-Taliban Era”, African and Asian Studies, Vol. 6, 2007.Available at SSRN: http://ssrn.com/abstract=908669

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A la difícil situación imperante se sumó la sequía del 1999-2000 y una plaga de langostas, que terminaron desbastando al ámbito rural reduciendo la producción de todo tipo de cultivo, lo que causó por ejemplo, que los Kuchis modificaran sus costumbres, buscando actividades sedentarias. La contundencia de la situación se hace evidente, si pensamos que este país netamente agrícola, que empleaba un 80% de la fuerza laboral aportando una contribución al producto interno bruto equivalente al 50% GDP (2004-2005, 38%)13 llegó a tener la mitad de sus tierras aptas sin cultivar, por causa del limitado abastecimiento de agua. (Anexo 8) La característica de los suelos, mayormente de mala calidad, hace que su agricultura sea de subsistencia. Junto a los cultivos “legales” (trigo, vegetales, viñedos, arroz, cebada, maíz, frutas y papas) también se ha desarrollado un mercado “ilegal”: Afganistán es el mayor productor de amapola a nivel mundial con un volumen de 6.000 toneladas anuales, suma que representaba en 2002 un 90% del abastecimiento total del planeta (en 2005, un 87%).(Anexo6)

Producción de opio en Afganistán, en toneladas métricas (1980-2002)

En 2003-2004 se obtuvieron 4.200 toneladas, las hectáreas cultivadas casi se triplicaron en relación a período anterior, y el valor estimado se más que duplicó en relación a mediados de los ’90. El programa creado con el objetivo de lograr el reemplazo con otros cultivos legales, comenzó a mostrar algunos avances en el período siguiente, con la reducción de un 21% del área de cultivo (aunque la producción sólo cayó un 2.4%). Ciertamente, la diversificación se incrementó con la prohibición, y el gobierno anunció que se había logrado el reemplazo por el trigo en tres de las provincias con mayor área de cultivo ilegal, restringiéndose la expansión a otras debido a la carencia de transporte e infraestructura para irrigación. Pero el problema es mucho mayor ya que los efectos macro-económicos del cultivo de la amapola son enormes. 13 LIBRARY OF CONGRESS, FEDERAL RESEARCH DIVISION, Country Profile: Afghanistan, May 2006.

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A saber: • Genera una gran demanda agregada • Aumenta la balanza de pagos • Incrementa los fondos disponibles del gobierno gracias a lo obtenido por los pagos

efectuados por la compra de productos importados, para su producción Sin embargo, como gran porcentaje de lo obtenido por su comercialización es invertido en el exterior o está destinado a la importación de productos para su post-producción, el impacto macro-económico positivo total, es limitado. Frente los cambios producidos por las diversas coyunturas económicas o por la prohibición, la economía del opio se ha mostrado extremadamente flexible: la disminución del cultivo en una provincia, provoca el aumento en otras. En cuanto a la variación del precio del opio seco, se refleja una fragmentación del mercado a nivel regional, ya que el valor del kilo es diferente dependiendo de la zona, de las fluctuaciones del volumen producido en ella (mayor riesgo, por un mayor control, etc.), y también, según de los precios en los mercados de los países vecinos, por ej. Irán . Opio fresco al tiempo de la cosecha

102 U$S el kilo -más alto que en el año anterior -2 a 3 veces más que la segunda mitad de los ‘90 - más bajo que en 2001- 2003 (300 U$S el kilo)

Opio seco 138 U$S el kilo

-Variación: Relativamente estable 2004, U$S 142// 2005, U$S 138 -Fragmentación regional: …Menor precio al norte, 112 U$S, reflejo del fuerte incremento pccion …Mayor precio al centro, 235U$S, donde cesó la pccion. …Mayores precios al este, por las actividades de apoyo a la ejecución de la ley …Mayor precio al oeste, 164 U$S, por los altos precios del opio en Irán

Fuente: United Nations Office on Drugs and Crime, 2005 En relación al mercado laboral se puede decir que, en las áreas rurales la producción del opio sigue siendo una de las principales fuentes de empleo: es un trabajo intensivo y más rentable que la producción de otro cultivo. La cantidad de familias, que en 2006 estaban implicadas en el cultivo, variaba según las diferentes fuentes. Según UNODC 2005:

• Familias involucradas 309.000 (-13% en relación a 2004 , con 356.000) • Aproximadamente 2.000.000 personas involucradas • El 8,7 % población total de Afganistán • Un 11,2% de la población rural total

En un estudio conducido por la Oficina de Control de Drogas y Prevención del Crimen de ONU junto al Banco Mundial, se llegó a una conclusión que mueve a la reflexión: los esfuerzos en la erradicación tienden a afectar en mayor medida a trabajadores rurales y

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pequeños productores, a quienes carecen de apoyo político, o a quienes no pueden pagar sobornos14. Considerando la relevancia económica del negocio del opio, sin duda el acabar con la producción requerirá no sólo de estrategias inteligentes, muy conectadas a la realidad sobre el terreno, sino que además, las mismas deberán ser pasibles de ser sustentadas en el tiempo. SIG�IFICACIO� DE LA ECO�OMIA DEL OPIO: Cuadro General

2004 Variación en 2004

2005

Cultivo total de amapola por hectárea

131.000 ha -21% 104.000ha

Promedio de producción

32 Kg./ha 22% 39 Kg./ha

Promedio de producción de opio en relación al Porcentual mundial

4.200 mt. 87%

-2.4% 4.100 mt. 87%

Número de familias involucradas en el cultivo Número de personas involucradas en el cultivo Porcentual en relación a la población general

356.000 2.3 millones 10%

-13% 309.000 2.0 millones 8.7%

Promedio del precio de la amapola fresca, en época de la cosecha

92 U$S/Kg. + 11% 102 U$S/Kg.

Promedio del precio de la amapola seca, en época de cultivo

142 U$S/Kg. -3% 138 U$S/Kg.

GDP Afganistán 4.7 billones U$S

+10.4 5.2 billones U$S

Valor total de las exportaciones de opio a países vecinos Porcentual del GPD Ganancias trafico a los traficantes Valor percibido por los agricultores por la producción

2.8 billones U$S 61% 2.2 billones U$S 600 millones U$S

-3.6% -2.7% -6.6%

2.7 billones U$S 52% 2.14 billones U$S 560 millones U$S

Ingreso per familia, relacionado con el opio Ingreso per capita, relacionado con el opio GDP de Afganistán : Ingreso per capita

1.700 U$S 260 U$S 206 U$S

+6% 1.800 U$S 280 U$S 226 U$S

Ingreso indicativo del opio, por hectárea

4.600 U$S +17% 5.400 U$S

Fuente: Summary Findings of Opium Trends in Afghanistan, 2005.United Nations 14 UNODC, “Afghanistan Opium Survey “ Septiembre 2006; UNODC/WORLD BANK, “Afghanistan’s

Drugs Industry –Industry, Structure, Functioning, Dynamics, and Implications for Counter-�arcotics

Policy” citados en “Asian Development Outlook,2007”

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4. Topografía social, política y económica. �uristan.

a) Mapa social y político “Nuristan” es la “Tierra de los Iluminados”. No siempre se llamo así ya que allá por 1890, antes de la conversión al Islam, la región era conocida como “Kafiristan”, en persa”Tierra de los no creyentes”. Ubicada al NE del país y al sur de las cadenas montañosas del Hindukoosh, es un área escarpada y de difícil acceso de aproximadamente 9.225 kilómetros cuadrados15. Anteriormente formaba parte de las provincias de Konar y Laghman, por lo que se puede decir que es una de las más recientes “velayat” de Afganistán. Dividida en 8 distritos, con capital en Paroon, está representada ante el gobierno central por Jamaluddin Badre. La población asciende a 130.964 personas16(51% hombres, 49% de mujeres); en su enorme mayoría profesan el Islam 17 y habitan, predominantemente en las aéreas rurales. Étnicamente es la provincia con mayor homogeneidad, por lo cual no hay grandes enfrentamientos interétnicos, aunque si existen frecuentes problemas surgidos a partir de conflictos en relación a los límites de las parcelas, el mantenimiento o acceso a los canales de irrigación, etc. Colectivamente denominados “nuristanis”, los principales grupos son los kats, kunish, pashayi, wama y paroni. A su vez, estos grupos están divididos en 6 tribus: la más grande es la Katta (38%) distribuida por Waigal, Wamma y Do Aab; los Kalash (30%) en todo Nuristan; Ashkori o Wamayee (12%) situadas en Wama; Kam (10%), con residencia en Kamdesh, Barg-e-Matal, Kantewa y Mandol; y Satra (5%) presentes en toda la provincia, como la de los miembros de la tribu Parsoon (4%)18.(Anexo 4) 15 AIMS, AFGHANISTAN INFORMATION MANAGEMENT SYSTEM, DE LA UNDP 16 CSO, CENTRAL STATISTICS OFFICE Y UNFPA, “Socio Economic and Demographic Profile”,

Kabul, 2005. 17 Indices a nivel del pais: un 80-85% pertenece a la vertiente suní, y un 19% a la chií .Fuente: LIBRARY OF CONGRESS, Federal Research Division ,“Country Profile: Afghanistan May 2006”, Washington,2006 18 BIDDULPH, J. “The Tribes of Hindoo Koosh”, Sang-e-Meel Publications, 2001, Lahore; CSO-UNFPA Socio Economic and Demographic Profile, 2003; MINISTRY OF RURAL REHABILITATION AND DEVELOPMENT AND DE CSO,” The �ational Risk and Vulnerability Assessment 2005”, June 2007.

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También encontramos a los Kuchis, pueblos nómadas, migrantes por la región según la temporada. Es de resaltar que en este grupo se evidencian las tasas más altas de analfabetismo de la región: sólo un 4.2 % de los hombres y mujeres, puede escribir o leer, muy por debajo del índice general ( 25% de analfabetismo: 31% hombres , 19% mujeres).A su vez, dentro del ítem general, el grupo más vulnerable es el de la franja de población de 15 a 24 años: un 25% de los hombres y sólo un 9%, entre las mujeres, saben leer o escribir. Estos índices no escapan a la situación general: a la dificultad de acceso debido a las características topográficas, debe sumarse la enorme carencia de infraestructuras y servicios, producto del desinterés, inacción o falta de recursos gubernamentales, lo que repercute en la educación, la salud, el acceso a agua potable, caminos, etc. haciendo muy difícil el desarrollo sostenible de la comunidad en general.

• Si tomamos en cuenta los servicios a nivel educativo, podemos decir que el principal problema es la accesibilidad, ya que la mayoría de las escuelas se encuentran a más de 10 Km. de las villas mas pequeñas, aunque también se traslucen determinadas cuestiones culturales y religiosas reflejadas en la menor tasa de escolaridad femenina: a las 142 escuelas de nivel primario y secundario (de las cuales el 72% son escuelas sólo para varones), concurren un 64% de estudiantes varones.

• En relación a la salud, la situación es aún más difícil ya que de los 263 poblados, 14 cuentan con centros de salud y sólo 3 tiene dispensarios, y hay un hospital, de 10 camas para toda la provincia. En la mayoría de los casos deben recorrer más de 10 Km. para acceder al servicio en los centros de salud (64%) o en los dispensarios (92%). Esto se refleja en altas tasas de mortalidad durante el parto, o en el éxito de la medicina natural, como método de curación más extendido.

La situación en estas zonas parece detenida en el tiempo, como si hubiera sido olvidada por el resto del mundo; todo parece mucho más complicado de ser concretado, incluso cuando hay vocación o interés político: en 2005, las cuatro ONG internacionales trabajando en la zona, Swedish Commitee for Afganistán, Afghan Aid, MADERA y PRT -en Kunar y Laghman- veían limitada su tarea por los problemas de accesibilidad y falta de seguridad, lo que determinó que decidieran suspender sus proyectos. Más éxito tuvo una campaña a nivel nacional encabezada por su primer gobernador, Tamiz Nuristani, pero sólo se logró la construcción de caminos entre Nangarej a Mandol, y desde Chapa-Dara a Titan-Dara. Esta falta de integración de la provincia al contexto nacional, dista de haber sido completada. Ello repercute no sólo en la calidad de vida de sus habitantes, sino también en el plano político, ya que aunque se han establecido formalmente las estructuras gubernamentales, el poder se mantiene fragmentado entre diferentes grupos, algunos de naturaleza extremadamente sensible (traficantes de armas, de drogas, organizaciones terroristas). Así las cosas, determinados factores como la complejidad de las alianzas o la inaccesibilidad a sus lideres, impiden el análisis profundo de la fragmentación, en su real dimensión. Sin embargo, y a fin de no dejar abierta la posibilidad a conclusiones simplistas con las que se tienda a “naturalizar” la cuestión, vale hacer unas precisiones. Hay una relación inmanente

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entre lo social y los procesos de construcción de significados19: la sociedad entendida como

una relación histórica de producción, es constituyente de subjetividades. Esos significados construidos, circulan en los discursos, en la historia relatada, y en estas remotas regiones dan cuenta de epopeyas históricas libradas contra ejércitos invasores, convirtiendo a la lucha contra “los otros” como la forma más básica de unión y solidaridad. Por eso, no es extraño que los nuristanis se hayan sumado a la jihad contra las fuerzas soviéticas (1979 a 1989). La creación de una región semi-autónoma en el valle de Bashgal, el “Estado Revolucionario Islámico de Afganistán” o Dawlat (Dawlat-e-Inqilabi-ye-Islami-je-Nuristan) bajo la conducción del Emir Mawlawi Afzal muestra esa tendencia a la fragmentación política20. Si la forma moderna de la individualidad es real y tiene sentido respecto de las particulares condiciones sociales y productivas bajo las que aparece, o sea es expresión de un estado de dichas relaciones, no nos debería hoy sorprender la presencia de adherentes al Hezb-e-Islami, Jamiat-e-Islami, Lashkar-e-Toiba o a al-Qaeda, además de los mullahs Panjpiri21 , ya que en nada han cambiado las relaciones sociales y de producción sobre el terreno. b) Los �uristanis La unidad doméstica tiene características particulares y distintivas, propias del contexto étnico-religioso. La “casa” trasciende a la estructura familiar nuclear, pasando a estar conformada por los individuos de la familia extendida: el jefe de la familia, su esposa sus hijos y las esposas de sus hijos, y los nietos. Las hijas, que pasan a formar parte de la familia del esposo, no suelen vivir junto a sus padres luego de su casamiento, a no ser que la posición de su familia o clan, sea de mayor rango debido a la situación económica, social o religiosa dentro de la comunidad. Dentro de este pequeño universo, tanto el tiempo, como el espacio, los roles y las prácticas están estructurados rígidamente: el tiempo, se rige por las horas correspondientes a los 5 rezos diarios; el espacio público-privado está marcadamente limitado en función de género; los roles y las prácticas, según edad y sexo; mientras que las estaciones, determinan el tipo de actividad en el trabajo en el campo o la migración hacia otras zonas. La satisfacción de las necesidades del grupo (implícita es la obligación de mantenimiento de los ancianos, por lo cual no hay sistema previsional, jubilaciones, pensiones) es soportada de la siguiente manera:

• 88% por los propios cultivos y animales; • 57% percibido por remesas provenientes del exterior; • Renta por labores no agrícolas, el comercio y servicio, o por actividades relacionadas

al opio. El trabajo en el campo, la principal fuente de ingresos, se realiza de manera muy rudimentaria, y salvo las tierras en zonas ribereñas a los ríos de mayor calidad, las demás son resultado de la labor continua y ardua del agricultor. Los cultivos del maíz, trigo y mijo, 19 Seminario “Violencia Política y Derechos Humanos”, dictado por Isabel Piper Shafir (ARCIS-Chile) en el marco del Programa de Estudios de Postgrado de CLACSO, Buenos Aires, 2006. 20 RASANAYAGAM, A. “Afghanistan. A modern History”, ED. Tauris,New York, 2005 21 KLIMBURG, M. “The situation in �uristan”, Central Asian Survey, 2001.

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están generalmente a cargo de las mujeres (un 76%), mientras que el pastoreo y la cría de ganado, vacas, cebú, cabras y ovejas, es responsabilidad de los hombres. Organizados en 5 cooperativas agrícolas integradas por 316 miembros, la producción a nivel industrial, fundamentalmente la del algodón, azúcar, sésamo, tabaco, olivo, no es de gran volumen; a menor escala, se produce miel y artesanías (alfombras). Como es de notar, el empleo estatal no está entre las fuentes de ingresos de relevancia. Siendo su estructura incipiente, diremos que es básica, y con una planta de reducido tamaño: 2039 empleados, entre ellos un 17% de personal contratado. El salario en la familia se socializa pasando a pertenecer al grupo, no a quien efectivamente lo percibe; esto compensaba la eventual falta de trabajo que podía sufrir alguna de las familias integrantes del clan extendido (por fluctuaciones relacionadas a la estacionalidad, etc.) por ello, a pesar del desempleo, la familia casi siempre contaba con recursos para sostenerse. Sin embargo, esta situación parece estar cambiando ya que en 2005 se incrementó no sólo el número de unidades familiares que declararon haber tenido dificultades para obtener recursos que le permitieran cubrir el consumo diario (87%), sino también la cantidad de los que recibían algún tipo de ayuda (60.121 personas, un 46%). Hubo iniciativas encaminadas al sostenimiento y fomento de la actividad agrícola, y un 60% declaró haber tomado algún crédito para inversión (actividad agrícola, 21%), pero en posteriores censos esas familias declararon haberlos usado para hacer frente a gastos de consumo diario o para costear servicios de salud. Así, siendo el salario el sostén del grupo familiar extendido, y la agrícola la principal actividad económica, no es de extrañar que los problemas suscitados en el sector hayan repercutido fuertemente, privándolos de esos ingresos indispensables. El desempleo comenzó a incrementarse, conformando un contexto peligroso; mientras el gobierno, desbordado, intentaba resolver otras cuestiones, supuestamente más acuciantes. c) El opio y su significación económica en la región Época Talibán. Cuando se retiraron las Fuerzas del Norte, se comenzó con una serie de reformas a diferentes niveles, afectando tanto el plano económico como social. Esto alteró el delicado equilibrio económico de las unidades domésticas, ya que se vieron forzadas a cambiar sus prácticas y hábitos como consecuencia del reforzamiento del rol masculino como proveedor, debido a la veda del trabajo a la mujer que quedó recluida al ámbito familiar (“purda”, literalmente “cortina”, reclusión de la mujer). En este nuevo escenario de poder, también se replantearon los marcos relacionales, surgiendo diversos pactos entre los talibán y los grupos de poder, entre ellos aquellos involucrados en el cultivo y producción de la amapola; estos acuerdos implicaron la participación en la renta final a cambio de protección y libertad de movimiento (libertad que incluía, por supuesto, la posibilidad de forzar, intimidar, a los productores si ello era necesario).Todo este proceso produjo:

• El aumento del área cultivada (llegando a un pico de 91.000 ha. en 1999) y el reemplazo de otros productos, debido a la alta rentabilidad por hectárea del cultivo ilegal (muchas veces ejerciendo coerción sobre los productores, por parte de los traficantes);

• Esta especialización de la producción, generó un replanteo general del proceso de comercialización desarrollando a tal fin una red más adecuada a esta ampliación del

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mercado, abriendo laboratorios, organizando el transporte de manera más eficiente para asegurar la fluidez del tráfico hacia Asia Central;

• Finalmente, también introdujo nuevas condicionantes al mercado laboral, obligando la inserción de los obreros rurales, en la red más extensa del tráfico ilegal.

Contexto Post-Talibán. Los talibanes fueron derrocados por las fuerzas aliadas. Estas iniciaron una serie de reformas a todo nivel con el objeto de reorganizar el país; paralelamente, como se ha visto, comenzó el ingreso de capitales que activaron determinados sectores. Uno de los sectores en el cual se comenzó a intervenir fue el agrícola, a fin de erradicar por completo los cultivos ilegales. En 2001, a pesar de la prohibición, el flujo desde el país se mantuvo pero disminuyó el área de cultivo (90.583 ha. en 1999; 82.171 ha. en el 2000; 7.000 ha. en 200122), aunque ésta se incremento posteriormente a partir de 2002, como muestra el siguiente cuadro. (Anexo6) Cultivo de amapola, 1994-2005 (hectáreas) 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 71.000 54.000 57.000 58.000 64.000 91.000 82.000 8.000 74.000 80.000 131.000 104.000

Fuente: United Nations, Office on Drugs and Crime, 2005 En una encuesta se preguntó a 2.064 agricultores de 1.180 villas, los motivos para suspender, reducir o aumentar el cultivo; 1.922 agricultores (93%) admitieron la reducción o la suspensión del cultivo, y sólo 151 (7%) reconocieron un incremento. Entre las razones que los agricultores esgrimieron para reducir el cultivo encontramos:

• Miedo a la erradicación (70%), a la prisión (40%), y a otras consecuencias, derivadas de la violación a la proscripción del opio (31%)

• Razones religiosas: “es haram o pecado en Islam” (31%)

Las razones, para continuar con los cultivos, fueron:

• El alto precio del opio, en comparación con otros productos (42%) • Para cubrir los gastos de la familia (34%) • El alto costo de las bodas (26%) • La mayor demanda (24%)

Esa pequeña variación en el cultivo, sumado al declive en la producción, hacía estimar que en 2005 el nivel global de cultivo bajaría un 16% y la producción un 3%; mientras que la proporción de Afganistán, permanecería en un 87%. Las provincias más importantes según el volumen aportado son: Helmand (25 %), Kandahar (12%), Balkh (10%), Farah (10%), Badakhshan (7%); a los fines de este trabajo resaltaremos las situaciones en Badakhsan, ubicada al norte de Nuristan; Kunar y Laghman al sur; y Nangarhar, al sur de éstas. En 2004/05 se verificaron variaciones en Kunar, Laghman y Nangarhar (segundo índice en importancia en todo el país), resultados que reflejan las actividades de los gobiernos 22 UNITED NATIONS OFFICE FOR DRUGS CONTROL AND CRIME PREVENTION, Illicit drugs

situation in the regions neighboring Afghanistan and the response of ODCCP, October 2002.

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provinciales para lograr la erradicación (Nangarhar concentró un 46 % de éstas), y los fondos de asistencia para desarrollos alternativos (infraestructura, empleos, agricultura y financiamiento rural).La UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime) cubría cerca de 100 proyectos, con un presupuesto decenal de 1.2 billones de U$S. Logros período 2004/05 y el volumen de los aportes para reforzar el desarrollo.

Provincias: Aportes para Desarrollos alternativos 2005/06 (millones U$S)

Variación en el área de cultivo

Erradicación 2005

�° has 2005 Relación 2004/05 Total en has Badakhshan 47.3 7.370 -53% 144 Kunar 8.3 1.059 -76% 126 Laghman 13.0 274 -90% 360 Nangarhar 70.1 1.093 -96% 1.860 �uristan 5.7 790 +103 % 0

Fuente: United Nations Office on Drugs and Crime, 2005 Los datos que se muestran de Nuristan, sirven para esbozar un argumento que explique las razones del aumento que, aunque no es relevante en el volumen total, no deja de ser significativo en si mismo (zonas más activas fueron Mandol y Barg-e-Matal). Básicamente, los intentos de erradicación en las provincias vecinas, la falta de controles y la escasez de aportes para el desarrollo de otros programas, llevaron a que se incrementara el cultivo en la región, reflejándose esa flexibilidad del mercado del opio, de la cual hacíamos referencia. d) �uevas oportunidades “laborales” emergentes Tareas agrícolas relacionadas con el cultivo ilegal. El cultivo de la amapola requiere 350 días de trabajo por hectárea, el trigo necesita de 51 días por hectárea, o sea que el trabajo es intensivo. Un 11.2% de la población afgana se dedica al cultivo, pero en ese ítem no están incluidos los trabajadores rurales migrantes. Por ejemplo, en 2004, en Nangarhar el 35% de la fuerza laboral era provista por este grupo, pero la declinación en un 96% del cultivo, redujo la demanda de trabajadores para la cosecha sin que paralelamente hubieran surgido muchas otras oportunidades laborales; de todas maneras estos trabajadores, continuaban cumpliendo este rol en otras provincias. Ahora bien, si a la situación imperante ya descripta en Nuristan, le sumamos esta mano de obra itinerante volcándose al cultivo en la provincia entenderemos que, el aumento en la producción y lo poco significativo del número de hectáreas cultivadas, no llegaron a ser suficientes como para paliar el desempleo creciente entre los residentes permanentes de la zona, que tuvieron que buscar otras formas de inserción al mercado laboral. Actividad criminal relacionada al tráfico ilegal de madera. Hay que dejar claro que, más allá de las referencias citadas, en Nuristan no hay una economía del opio importante, ya que sus particulares condiciones topográficas, climáticas hacen poco propicio el cultivo siendo más favorable, por ejemplo, la actividad maderera debido a la existencia de enormes ejemplares de cedros y otras especies en la zona de coníferas (a 2.100- 3.000 mts d altitud). Las imágenes de satélite muestran que en 1977, un 60% de la superficie de Nuristan estaba cubierta por bosques y un 17% tenia bosques de baja densidad. 25 años después, la superficie del bosque asciende a 14%, mientras que la del bosque de baja es de 20% (Anexo 9 y 10): esta “depredación” lisa y llana, ha sido producto de la actividad organizada en torno al tráfico ilegal de madera a Pakistán y demás países árabes.

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La ausencia de controles, la corrupción policial, la difícil accesibilidad a estos parajes, son los factores que se han conjugado, abriendo el juego a los señores de la guerra, varones del tráfico, y comerciantes inescrupulosos del exterior, que han centrado su actividad en la tala del bosque nativo y el tráfico de la madera, para su posterior comercialización. Para ello, se han organizado como una verdadera organización mafiosa; algunos analistas sostienen incluso que en realidad no habría actividad insurgente en Nuristan, sino ataques organizados por estos grupos, con el objetivo de mantener el estado de caos y violencia en la región, lo que sin dudas los beneficia23. En 2003, Yusuf Nuristani formó una comisión nacional, con la intención de crear un Parque Nacional para proteger la diversidad biológica y prevenir la degradación del bosque, pero esta iniciativa se congeló. Participación en grupos insurgentes El estado de vulnerabilidad de su población, sumado a la sensación de frustración y desazón, conforman la base de un terreno más que propicio para los señores de la guerra o grupos insurgentes, interesados en mantener un estado de cosas favorable a sus intereses. Hemos visto que en el pasado hubo en la zona una importante presencia de organizaciones que impusieron su fuerza, incluso desafiando al poder central, como el caso de Mawlawi Afzal y la creación del Dawlat. Los Talibán poco tuvieron que hacer en el área ya que los grupos que capitalizaban el poder eran el Hezb-i-Islami de Gulbuddin Hekmatyar, y los nuristanis, encabezados por Afzal24 . Haji Ghafour, comandante del Hizb-i-Islami en la zona, era considerado el señor de la guerra de más influencia, seguido por Afzal con mayor poder en las zonas del este; mientras que al oeste reinaba el general Dod Mohammad, que adhería a la Alianza del Norte. Luego de los eventos que se sucedieron a la derrota talibán, Afzal huyó a Pakistán, donde recibió el apoyo y protección de Lashkar-e-Toiba (LeT). El Lashkar-e-Toiba, habría surgido en la provincia de Kunar en los ’90, con el objetivo de sumarse a la Jihad contra los soviéticos; posteriormente cambiaron de escenario sumándose a la causa del Kashmir. La ocupación de Afganistán por las fuerzas aliadas, motivó su regreso al país. Desde 2002, se denominan Jamaat-ud-Dawa. Sus áreas de influencia eran Kunar y Nuristan pero según la información recibida, su base sería Barg-e-Matal, desde donde daban sostén a las actividades de Al-Qaeda, tanto a nivel regional, como en el vecino Pakistán. Por eso cita con frecuencia a esta zona, como uno de los refugios de Bin Laden25. Mas allá de todas las informaciones y rumores circulantes, se puede decir que la única acción concreta a gran escala en la zona hasta 2006, fue la operación “Mountain Resolve” iniciada a fines de 2003, con el despliegue de 1.000 soldados americanos destinados a la búsqueda y captura de Bin Laden y Gulbuddin Hekmatyar. Esta ausencia de controles, seguramente benefició a los grupos insurgentes (Talibán, Al-Qaeda, Hezb-i-Islami, Lashkar-e-Toiba, además de grupos locales y algunos chechenos y 23 Daily Outlook Afghanistan, April 16, 1005, citado en “�uristan: Insurgent Hideout in Afghanistan”, The Jameston Foundation. 24 Hubo una guerra entre ambos bandos y triunfo Afzal con la ayuda talibán. Sin embargo, tuvo que cesar con el cobro de impuestos a la gente, ya que los Talibán temieron que la población diera su apoyo a las fuerzas de la Alianza del Norte. 25Al momento de los primeras entrevistas celebradas para esta investigación, conducidas en el área de Chitral, el Valle de Bumburet, cercanías a los pasos de Sherasingh An y Ustui An, George Bush comunicó a la prensa internacional revelaciones de la CIA, que daban cuenta de la presencia del líder de Al-Qaeda, justamente en Chitral. Ver: http://www.cnn.com/2006/WORLD/asiapcf/08/23/bergen.binladen/index.html

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uzbekos pertenecientes al Islamic Movement of Uzbekistan-IMU) que incrementaron su actividad, con el consiguiente un aumento de victimas entre las fuerzas de la coalición, lo forzó un aumento significativo de la presencia americana en 2007, como lo muestra el siguiente cuadro26.

2006 2007

Resultados relacionados a la violencia insurgente: -Ataques insurgentes - por mes- en todo el país -Muertes por los eventos violentos -Bajas de las fuerzas aliadas

425 4.400 87

548 (+30%) 7.700 personas 232

Presencia Aliada: -En todo el país -Este de Afganistán

1 brigada

25.000 soldados (15.000 OTA� y 10.000 US) 2 brigadas (8.000 soldados)

Fuente: The Associated Press, Nov. 11, 200727 26 STRAZIUSTO, J. “Deaths mark grim afghan, Iraq Milestone”, The Associated Press, November 11, 2007 27

En una entrevista del New York Times a Frank Urbancic Jr., este da cuenta de un incremento de 53%, en 2006(Reporte del Departamento de Estado U.S.).El artículo es interesante, porque además recuerda la famosa controversia surgida por declaraciones de Colin Powel en 2004, que merecieron la crítica de dos expertos en el tema, Alan Krueger de Princeton, y David Litin, de Stanford. Ver http://www.nytimes.com/2007/05/01/washington/01terror.html

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5) Conclusiones provisorias El 4 de julio de 2008, 2 vehículos circulaban por un camino del distrito de Waygal, en la

provincia de �uristan. Eran parte de varias familias que se estaban auto-evacuando, ya que

las fuerzas de la OTA� así se lo habían ordenado atento a que los soldados americanos iban

a llevar adelante una operación contra los talibanes. Ellos obedecieron pero nunca

sospecharon que iba a suceder, lo que finalmente sucedió: los vehículos fueron

bombardeados por los helicópteros de las fuerzas aliadas. Murieron 22 personas, entre

ellas muchas mujeres y niños.

La operación fue posteriormente reconocida por la ISAF (International Security Assistance

Force), pero aseguraron que no tuvieron ninguna noticia de muertes de civiles.

Este evento podría ser sólo una información más; una entre tantas otras de las que llegan diariamente a las redacciones de los periódicos, de las organizaciones humanitarias… Podría engrosar los datos disponibles con los que se elaboran las estadísticas, que luego pasan a engrosar sólidos y concienzudos reportes, que terminan descansando sobre los escritores de gobernantes, líderes políticos, legisladores, o expertos en el tema. En este caso, la cita tiene otra intención; aquí se pretende recuperar trozos de esa tragedia concreta, de personas concretas que viven y mueren a diario en un escenario patético y cruel de injusticia y desprotección, que intentan sobrevivir atrapadas en ese rol no querido que las ha convertido en víctimas de aquellos que dicen “protegerlas”, de los que dicen representarlas en su fe, de los…Víctimas del sistema, del cual no pueden huir, ni escapar, quedándoles la única opción de vivir o sobrevivir o morir, calladamente, como le sucede a tantos en el mundo de hoy. Este documento propuso un tema específico: la situación de los obreros rurales de la provincia de Nuristan, tomando como punto de partida conceptos de la tradición marxista, desarrollados por la antropología económica. La elección del foco de atención, no fue azarosa, sino guiada por el relato de personas concretas, de sus vivencias directas o sobre las experiencias relatadas a ellos por sus familiares o conocidos, a quienes tuve oportunidad de entrevistar en ocasión del trabajo de campo realizado en la zona limítrofe afgano-pakistaní a fines de 2006; hecho que ha motivado el recorte temporal, tomando por ello como referencias los datos y eventos anteriores y/o inmediatamente posteriores a esa fecha. Por ello, si algún lector pretende encontrar en este trabajo un análisis de la situación actual, seguramente se sentirá decepcionado, a no ser que entrevea que, la explicación del presente estado de cosas, tiene en parte su origen en esa mirada pretérita propuesta. Desde un abordaje multidisciplinar, se intentó describir el cuadro general que permitiera identificar aquellas situaciones heterogéneas en las que se han visto insertos estos grupos domésticos, atento a que el proceso de subsunción del trabajo al capital, como hemos dicho, no es un proceso lineal sino atravesado por múltiples condicionantes. Así, la experiencia empírica, permitió dar cuenta de diferentes aspectos que, observados superficialmente, podrían parecer escindidos pero que, sin embargo, se encuentran articulados entre ellos, por ej. la situación económica imperante y la irrupción de un “mercado laboral” a partir del reclutamiento de organizaciones mafiosas o terroristas. Profundicemos este punto para ejemplificar lo dicho: si alguien nos pidiera que imaginemos las razones de la participación de determinado sujetos en actividades de grupos fundamentalistas violentos, seguramente asumiríamos y juzgaríamos a ésta acción como una

decisión deliberada, originada en una elección voluntaria basada en posiciones religiosas íntimas y profundas transmitidas y aprendidas culturalmente, cuyos resultados son además

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valorados y sopesados por el que las perpetra, por lo que habría no solo responsabilidad sino acuerdo moral, de su parte. Sin embargo, no siempre las cosas son tan claras: según los relatos recibidos, en muchos casos, los obreros rurales expulsados de la actividad agrícola, se vieron compelidos a la búsqueda de nuevas formas de subsistir, debido a la carencia de ayuda oficial y el desempleo creciente en el sector agrícola. Como hemos visto, entre la pluralidad de bases económicas en este momento histórico nuristani, estaba el cultivo agrícola ilegal, la participación en el tráfico ilegal de madera, además de la colaboración con organizaciones violentas. Es necesario aclarar además que, esta elección no siempre fue resultado de la elección, como estrategia para obtener recursos, sino que, en algunos casos, fueron coaccionados en forma directa, ya que si no colaboraran inmediatamente eran considerados espías de la coalición, adeptos al gobierno, etc. con lo cual su vida y la de sus familias, corría peligro. Recordemos que entrar a una organización de esta naturaleza, no implica necesariamente el convertirse en “terrorista”; hay un serie de etapas que se dan desde el involucramiento mas básico, de manera indirecta, hasta la participación personal (“poniendo el cuerpo”) en actividades concretas, encaminadas al cumplimiento del objetivo propuesto por un grupo terrorista, o sea aquellas adecuadas a la concepción general que se tiene de él: uso o amenaza

de violencia como medio para alcanzar algún tipo de efecto dentro del contexto político (definición muy general, pero indicativa del consenso mas amplio y aceptado al que se llega sobre “que es“ el terrorismo, ya que si se intenta ir mas allá de esta descripción, surgen desacuerdos)28 Básicamente entonces, podemos decir que, no serian iguales ni los objetivos, ni las motivaciones que podría tener un obrero rural desempleado que acepta cuidar una “casa segura”, sin tener mucha noción de lo que la organización planea al otro lado mundo; que la elección racional motivada ideológicamente, de un empresario que decide aportar dinero a la causa, o colaborar en el lavado de dinero destinado a la concreción de actividades, conocidas o no por él, a diferente escala. Por ello decimos que el eventual involucramiento de nuristanis (y sus familias), no implicaría necesariamente su reclutamiento como militantes, sino que los mismos pasarían a convertirse en pequeñas piezas del enorme engranaje (informantes, correos, proveedores de alimentos, vigilantes, etc.), recibiendo en contrapartida un ingreso monetario, además de protección y/o determinado status social de poder dentro de su grupo social. Absolutamente bizarro, dirán, pero es real. Esto es un ejemplo de subsunción del trabajo al capital a la máxima expresión: no sólo el obrero entrega su fuerza laboral al ‘empresario”, que se queda con el plusvalor, sino que además, en esa relación entrega su propia vida (caso similar seria el caso de obreros rurales peruanos contratados por empresas multinacionales de seguridad, como la Blackwater, que fueron reclutados para trabajar en Iraq29). 28 HORGAN, J. “Psicología del Terrorismo. Cómo y porque alguien se convierte en terrorista”, Gedisa, Barcelona, 2005. 29 En Perú, la oficina se llama Triple Canopy; con sucursal en Lima, la dirigen los americanos Jay Franklin Bryant, Armand Leon Gadoury y Herbert Terrence Williams (agencia IPS). Esta y otras empresas, reclutan obreros o ex militares que han participado en actividades anti-subversivas dado los altos índices de desempleo y los bajos sueldos. El ofrecimiento de un salario mensual de 1000 dólares mensuales es un factor de atracción que atrae a cientos de peruanos que no siempre conocen el riesgo de muerte que corren en Irak o Afganistán. Se calcula que desde 2005, han sido reclutados más de 1000 peruanos, pero se desconoce el número de muertos o heridos. Generalmente, les dicen que cumplirán tareas de seguridad pero, la relatora del Grupo de Trabajo sobre Mercenarios, Amanda Benavides de

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“Con esta división del trabajo por una parte, y la acumulación del capital por otra, el

trabajador depende cada vez más sólo del trabajo, y de un trabajo muy preciso, muy

desequilibrado y maquinal. Del mismo modo que se le reduce espiritual y corporalmente a

máquina (..) termina convirtiéndose en una actividad abstracta y en un vientre (…)La

división del trabajo a la vez que produce la competencia no sólo entre los hombres, sino

también entre las máquinas, hace así mismo del trabajador un ser cada vez menos completo

y más dependiente. Puesto que el trabajador se halla degradado a máquina, la máquina

puede oponérsele como competidor (...) La máquina se acomoda a la debilidad del hombre,

para convertir al hombre débil, en máquina”30

En esta situación, podemos ver que no hay comprensión, ni voluntad, ni libertad: hay constricción producto de un determinado estado de situación en la que el hombre débil es

convertido en máquina. Problematizando esa idea inicialmente asumida, podemos llegar a diferenciarnos de las conclusiones que tienden a “naturalizar” los fenómenos sociales, a partir de las cuales se atribuyen culpas, se exige el cumplimiento de las responsabilidades, etc. sin tener en cuenta que esas son conclusiones relativas, absolutamente personales. Una forma para corregir estos desfasajes, seria asumir una posición relativista aceptando que los criterios de “verdad” son obra nuestra, por lo tanto tan contingentes y relativos como nuestras propias contingencias, también cambiantes. Entender que las personas y la sociedad, no somos entes autónomos sino productos de relaciones sociales constituyentes, no ayuda a entender el proceso dialéctico, relacional, que motiva el hecho de que sea impensable la existencia de la realidad social, independiente de nuestras prácticas: nosotros construimos nuestra realidad y ella nos construye a nosotros (lo que pensamos, actuamos, sentimos, etc.). Así, la sociedad como una relación histórica de producción constituye subjetividades, por ello, la forma moderna de individualidad sólo es real y tiene sentido respecto de las particulares condiciones sociales y productivas bajo las cuales aparece, y es expresión de esas relaciones. El escenario social descrito, ese en el cual están insertas las unidades domésticas nuristanis, está cruzado por relaciones profundamente injustas donde la dominación y explotación del poderoso sobre el débil son norma corriente; con el caos, la anomia, la fragmentación del poder como síntomas de este estado de situación. En este marco, el fenómeno de la violencia y sus significados, es construido a través de prácticas sociales que adquieren sentido en una matriz de relaciones de poder imperante en determinado momento histórico31. Estas relaciones de poder, son las que definen la violencia, le otorgan un valor, un conjunto de significados, de justificaciones ideológicas:

• Es reprobable, por violenta, la resistencia de los pobladores de Nuristan a las fuerzas de ocupación, lo que los convierte en “supuestos” adherentes a grupos fundamentalistas, fanáticos que odian a la cultura occidental, lo que los convierte en enemigos

• Es justificado el ataque de helicópteros contra un vehículo repleto de mujeres, porque

el objetivo final es la protección de la población. Diremos: son contingencias necesarias en la guerra contra el terror que amenaza a la humanidad toda

Pérez, tras una visita realizada a este país en enero 2007, señaló que eran entrenados para disparar y a

veces han usado sus armas. Ver: http://alainet.org/active/20648&lang=es 30 MARX,K. “Manuscritos Económicos Filosóficos (1844)”, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/44mp/ 31 Ibañez, T, “Psicología social construccionista”, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 1994.

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Estas prácticas, como vemos, están atravesadas por una dimensión discursiva inherente a toda práctica política, dimensión que permite no sólo comprender y analizar los recursos que reproducen y justifican la violencia, sino también identificar los procesos por lo cuales se generalizan las formas de entender y experienciar la realidad, que mantiene a los grupos inmersos en relaciones violentas. En todo proceso, la existencia de violencias parciales (violencia doméstica, religiosa, etc.) es “naturalizada”, perdiendo su carácter esencialmente político y su relación con las prácticas sociales que las constituyen, ocultando las estrategias y mecanismos de poder, lo que aumenta su eficacia de control. Recordemos que luego del tremendo atentado a las Torres Gemelas, el público americano asumió la idea de la violencia islámica como un fenómeno natural, inherente a la propia naturaleza del Islam. En ese escenario, habría sido difícil reclamar de su parte el reconocimiento del carácter político de las causas que habían en parte desencadenado esa violencia. El “natural” apoyo a invasión en Iraq o en Afganistán, al aumento del presupuesto dedicado a la defensa, al recorte de sus propias libertades civiles a instancia de propuestas del gobierno con el objetivo de prevenir la amenaza terrorista sobre su territorio, son consecuencia de esa eficacia de control a la que se hace referencia. El hecho es que, todo esto afectó la vida del ciudadano americano, pero además dio justificación ideológica a la violación sistemática de los derechos humanos más básicos de la población iraquí o afgana, causado la muerte de miles (sin olvidar, los efectos sobre sus economías, o la usurpación de sus recursos, como en el caso de Iraq). El fenómeno terrorista, como cualquier tipo de violencia, no tiene justificación; pero si es posible, además de urgente y necesario, el analizarlo teniendo en cuenta las redes que lo constituyen: sin dejar de lado su especificidad, hay que situarse en una posición de constante movimiento entre los mecanismos globales y los ejercicios locales, movimiento que no puede eludir las relaciones de poder32 ni los intereses ocultos tras de ellas. o creo que sea posible demostrar la falsedad de una ideología, lo que si se puede es

producir un mundo en el que dicha ideología, carezca de sentido.

Es noble reconocer que esta es una primera instancia de reflexión, por lo que seguramente adolece de elementos que ayudarían a una comprensión más acabada del tema. De todas maneras, la incorporación de las formas de subsunción al análisis de estas realidades, tal vez aporte una nueva dimensión para contemplar la construcción de las relaciones de poder y la resignificación de las formas de subordinación a las que estas unidades domésticas se han visto sometidas, colaborando así a la desmitificación de ciertas visiones “naturalizadas” como base fundamental para la construcción de un abordaje critico de los tiempos que nos tocan vivir.- 32 FOUCAULT, M. “La historia de la sexualidad”, Siglo XXI, Buenos Aires,2008

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• Referencias Documentales -Asian Development Bank, “Asian Development Outlook, 2007.Islamic Republic of

Afghanistan”, 2007. -Ministry of Rural Rehabilitation and Development,”The �ational Risk and Vulnerability

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La Subsunción del Trabajo al Capital: los Obreros Rurales de Nuristan.

Lic. Marcela A. Ruggeri 26

• A�EXOS

1) MAPA POLITICO DE AFGA�ISTA�

1 Badahšan 18 Kunar

2 Bādgīs 19 Qundūz

3 Baġlān 20 Laġmān

4 Balh 21 Lawgar

5 Bāmiyān 22 Nangarhār

6 Daikondi 23 Nimruz

7 Farāh 24 �uristan

8 Fāryāb 25 Urūzgān

9 Ġaznī 26 Paktiyā

10 Ġawr 27 Paktīkā

11 Hilmand 28 Panjshīr

12 Herāt 29 Parwān

13 Jawzjān 30 Samangān

14 Kabul 31 Sar-e Pul

15 Kandahar 32 Tahār

16 Kāpīsā 33 Vardak

17 Hawst 34 Zābul

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2)TOPOGRAFIA

3)DE�SIDAD DE POBLACIO�

4)DISTRIBUCIO� ET�ICA

La Subsunción del Trabajo al Capital: los Obreros Rurales de Nuristan.

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5) ACTIVIDAD ECO�OMICA Y USO DE LA TIERRA

6) PRODUCCIO� DE OPIO E� 2002

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7) CO�FLICTO Y POBLACIO� VUL�ERABLE

8) I�DICADORES COMBI�ADOS DE VUL�ERABILIDAD: Minas terrestres, salud y alimentos

La Subsunción del Trabajo al Capital: los Obreros Rurales de Nuristan.

Lic. Marcela A. Ruggeri 30

9) ZO�AS FORESTALES: �URISTA�, KU�AR y �A�GARHAR, 1977-2002

10) MODIFICACIO� DE ZO�AS FORESTALES: �URISTA�, KU�AR y �A�GARHAR, 1977-2002