La Sana Doctrina 1

La Sana DoctrinaMarzo-Abril 2018

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LA SANA DOCTRINA Revista bimestral publicada por asambleas

congregadas en el Nombre del Señor Jesucristo enVenezuela.

Año LVII Nº 354Marzo-Abril 2018

Redactores:

Guillermo Williams (Fundador: 1958-61)Santiago Saword (1961-76)Santiago WalmsleyAndrew Turkington (Redactor)

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Contenido

Artículos:

La Doctrina de Cristo (23).............3

Samuel Rojas

Creced............................................7

Andrew Turkington

El Feminismo...............................10

La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (VIII)A. J. Higgins

¿Día del Señor o Séptimo Día?....15

Gelson Villegas

El Sermón del Monte (22)............19

Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7David Gilliland

Lo que Preguntan:........................22

• ¿Qué significa la Cena del Señorpara una hermana?

Página Evangelística:

Un Libro sobre la Agricultura......24

Portada: De: Pixabay.com

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La Doctrina de Cristo (23)Samuel Rojas

l milagro divino más sobresalientedel Antiguo Testamento es elcruce del Mar Rojo descrito en

Éxodo capítulo 14; veinte veces es men-cionado después de esta Escritura en elA.T. ¡Suficiente para que el pueblo deIsrael nunca dudara de su Dios! ¡Cuántomás confianza firme hemos de tener loscristianos de esta Dispensación cuandodisponemos del milagro más sobresa-liente de todos! La Resurrección delSeñor Jesucristo es el acto sobresalientedel poder de Dios en el N. T. El apóstolPablo no ahorra palabras para describir lamagnitud del poder de Dios exhibido enla resurrección de Cristo, en Efesios1:19-23; nos levanta a las inmensidades ya las infinitudes. Leamos atentamente ynotemos:

E

a) las cuatro palabras que definen elpoder de Dios: “poder” (v.19a) =dúnamis, fuerza / poder milagroso /poder inherente; “operación” (v.19) =enérgeia, energía operativa / poder enejercicio; “poder” (v.19b) = krátos,potencia, vigor, poder manifiesto;“fuerza” (v.19) = ischuos, fuerza /fuerzas / poder como una dotación.

b) las dos palabras que lo describen:“supereminente” (v.19) = huperba-llon, (literalmente) lanzar más allá de

la marca usual, (metafóricamente)superioridad, excelencia, habla delpoder que está más allá de lasmedidas, superabundante, más quesuficiente, incomparable; “grandeza”= mégethos, magnitud.

c) los cinco verbos en tiempo aoristo quelo despliegan: “la cual operó enCristo”; “resucitándole de losmuertos”; “sentándole a Su diestra”;“sometió todas las cosas bajo Suspies”; “lo dio por Cabeza sobre todaslas cosas a la iglesia (asambleadispensacional)”.

Se ha citado este pasaje de la Escrituraa propósito porque hace el enlace entreSu resurrección y el siguiente punto aconsiderar.

Su Ascensión y Oficio Actual

Cuarenta días después de SuResurrección el Señor Jesucristo dejó laTierra y arribó al Tercer Cielo. LaEscritura presenta solo una Ascensiónfísica de Él. Algunos, por interpretar malSus palabras a María (Jn.20:17, “No Metoques”), al contrastarlas con las que ÉLexpresó en Luc.24:39 (“...palpad...”), hansupuesto que Él ascendió al cielo elmismo Domingo cuando resucitó ytambién 40 días después. Pero no hay

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“otra” Escritura que compruebe eso. La“mención total” de las Escrituras señalaun solo Ascenso a los 40 días. Física-mente permaneció en la tierra hasta subirfísica, real y evidentemente a la gloria.

El estudio de esta acción es tambiénsobremanera cautivadora. Para compen-diarla consideramos los siguientesaspectos:

1. La Certeza de Su Ascenso

El testimonio de las Santas Escriturasno deja dudas que Él subió al Cielocorporalmente; es un hecho históricoindudable. El registro detallado de Suascenso a la gloria aparece en más de unpasaje.

Los Cuatro Evangelios. Dos Evange-listas, Marcos y Lucas, incluyen el sucesoen sus escritos (Mr.16:19; Luc.24:50-51con Hech.1:9-11); y, los otros dos, Mateoy Juan, escriben claramente en plenoconocimiento de esto (Mat.24:30; 28:20;Jn.20:17). Por otro lado, Mateo no lomenciona directamente porque Él es elRey, Quien mantiene Su reino espiritualaquí en la Tierra y está continuamentecon Sus súbditos. Juan, quien enfatiza enSu Deidad, no lo menciona directamenteporque Él es Omnipresente, está en elCielo (3:13; 14:3c) y en la Tierra, y entodas partes a la vez. Además, eterna ypermanentemente, está “en el seno delPadre” (Jn.1:18).

Las Nueve Expresiones. El testimonio delas Escrituras es de testigos ocularesfieles, dignos de confianza y seguros. Nose trata de hombres dormitados o

somnolientos, ni imaginaciones basadasen sueños experimentados por mentesenfermizas. Lo que ellos vieron, esoexactamente testificaron. Y, el cúmulo desus testimonios tiene una fuerzairrefutable.

Evidentemente, al Él subir y serocultado por una nube (no, cualquieranube; sino la de la Majestad y PresenciaDivinas, la Shekinah), Él no sedesvaneció o desapareció. Él está arribaen gloria. La Escritura es enfática ydetallada en esto.

(i) Él “fue recibido arriba en el cielo”,Mr.16:19; Hech.1:2,11,22; 1Tim.3:16. Elcielo Le dio la bienvenida que la Tierrano dio, ni siquiera Su propio pueblo(Jn.1:10).

(ii) Él “fue llevado arriba al cielo”,Luc.24:51. El verbo implica “serconducido a un lugar más alto”: ¿porquién, o quiénes? Sabemos que el almade Lázaro fue llevada por los ángeles(Lc.16:22), y los ángeles son descritoscomo “carros de Dios” en el Salmo de laAscensión (68:17), precisamente.

(iii) Él “fue alzado”, Hch.1:9. Por laporción de Ef.1 citada al comienzo deeste artículo, comprendemos que el poderde Dios es el medio por el cual el Señorfue alzado de la tierra al cielo.

(iv) Él “subió a lo alto”, Ef.4:8. Asícomo Su resurrección (Jn.10:18), Suascensión no solo es atribuida al poder deDios sino al poder personal del MismoSeñor Jesucristo, Quien es Uno con elPadre (Jn.10:30–en esencia).

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(v) Él “traspasó los cielos”, Heb.4:14. Élviajó a través del cielo atmosférico, y delcielo sideral, hasta el Tercer Cielo. Pasópor territorio enemigo (Ef.2:2; 6:12) pero,a diferencia de Dan.10:13, nadie podíaimpedirlo pues son enemigos derrotadospor Él en la cruz (Col.2:14-15;Efe.4:8a,b).

(vi) Él “subió por encima de todos loscielos”, Ef.4:10. Como el Victorioso ycon Su propia autoridad ascendió másarriba que todos los cielos.

(vii) Él fue “hecho más sublime(encumbrado) que los cielos”, Heb.7:26.Por decreto divino del Dios que estáplenamente satisfecho con Quien Él habíaenviado a la tierra. No hay otro lugar másalto que el lugar donde Él está.

(viii) Él “...entró...en el Cielo mismo”,Heb.9:24. En Su ascenso entró alSantuario Eterno, el lugar de la moradaeterna de Dios.

(ix) Él, “habiendo subido al cielo, estáa la diestra de Dios”, 1Ped.3:22. El lugarque Él ocupa es el de suprema autoridady preeminencia en el cielo. El escritor a“Los Hebreos” Le presenta allí, sentadoen el mismo trono de Dios, en vista de laPurgación de los pecados que Él efectuó(Heb.1:3), de Su Sumo Sacerdociocelestial (8:1), de Su sacrificio final yperfecto que ËL ofreció (10:12), y porhaber sufrido la cruz (12:2).

2. El Cumplimiento de Su Ascenso

Era necesario que se cumplieran todaslas cosas escritas de Él, Luc.24:44. Y, Su

Ascenso a la gloria del Cielo era una deestas cosas profetizadas.

En la Ley de Moisés: la entrada delsumo sacerdote Aarónico con la sangredel macho cabrío en el Lugar Santísimodel Tabernáculo (o del Templo) cada Díade Expiación (Lev.16) es tipo de laentrada de Cristo en el Cielo mismosegún es demostrado en la Carta a losHebreos (9:11,12; 8:2). La Ascensión deCristo es el glorioso cumplimiento de esetipo.

En los Profetas: Isaías 52:13 secumplió exactamente en Su ascenso a ladiestra de Dios en el cielo. Era necesarioque se cumpliera esta profecía, lo cualexactamente sucedió (Fil.2:9).

En los Salmos: Siete veces soncitadas o referidas en el NuevoTestamento las palabras del Salmo 110:1.El apóstol Pedro enfática y específi-camente las relaciona con Su ascensióndesde la primera vez cuando predicó enpúblico (Hch.2:34,35,36).

Las mismas Palabras del Señor:además de las palabras del A.T., el SeñorMismo había predicho Su ascensión:Jn.6:62; 7:33; 14:2,3; 16:28; 20:17. Y,Sus palabras fueron cumplidas conprecisión.

3. Las Consecuencias de Su Ascenso:

Su Ascenso al Cielo trajo conse-cuencias Para Él Mismo, y para Nosotros.Considerémoslas.

Para Él Mismo:

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(i) Reinvindicación: Él había sido despre-ciado y aborrecido en la tierra (Is.49:7;53:4) pero en el Cielo ha sido bienvenido(Hch.2:36; 4:11). Ha sido justificado enla esfera espiritual. Ha sido puesto muyen alto.

(ii) Glorificación: ha retomado la gloriaSuya, la cual dejó al encarnarse y venir aeste mundo (Jn.17:5). ¿Por qué, pues, Élsolicitó al Padre que Le glorificara conesa gloria que era, y es Suya? Porqueahora Su Hijo eterno es también Hombrey era necesario que fuera Dios MismoQuien Le exaltara por Su diestra (Hch.2:33a). Además, nuevas glorias Le hansido conferidas (Jn.13:31,32; Fil.2:9-11).

(iii) Pre-Eminencia: como Cabeza de laIglesia (Asamblea dispensacional) Édisfruta de preeminencia en los Suyossegún la voluntad del Padre, Col.1:18.Empero, Su supremacía se extiende muypor encima de toda forma de gobierno,autoridad y poder, sea presente o futura,sea sumisa u hostil (Ef.1:20-21; Fil.2:10;1Ped.3:22).

Para Nosotros los Creyentes:

(i) El Descenso del Espíritu Santo:mientras el Señor no retornara al cielo, elEspíritu Santo no podía venir. Pero, 10días después de Su ascensión, fue cumpli-da la Promesa del Padre y del SeñorMismo (Jn.7:39; 16:7). Cuando eso secumplió, se convirtió en una evidenciairrefutable de Su alta exaltación(Hch.2:33).

(ii) Los Dones impartidos: después queÉl ascendió entonces dio dones a los

hombres. Los dones necesarios para eldesarrollo y bienestar de Su Iglesia(Ef.4:8-13).

(iii) La Presencia y Ayuda Continuasdel Señor: Sus palabras en Mat.28:20 ylas palabras de Mar.16:19-20 nos dejanmuy claro que, aunque Él está ausentefísicamente, no hay ni un solo día, ni unsolo momento, en los cuales Él no esté anuestro lado y nos ayude. Lo que Él hizodurante los 40 días antes de ascender,después de resucitar, fue un anticipo de loque él hace hoy en gloria. Ya conside-ramos esto más adelante.

(iv) La Seguridad de Nuestro Ascensoy Entrada al Cielo: Él entró comoPrecursor (Heb.6:20); por tanto, ¡nosotrostambién entraremos en el cielo! Así loprometió, Jn.14:3. Y, así será por laeternidad, 1 Tes.4:17. Él no está prepa-rándonos lugar; Él lo preparó por SuAscensión. En el contexto de Juan caps.13,14,15,16,17, “irse” para Él no era queÉl moriría (lo cual sucedió), ni que Élresucitaría (lo cual también aconteció),sino “ir al Padre” después de consumar laobra de la redención y resucitar podero-samente de entre los muertos.

¡Oh qué triunfo más brillante!En el cielo un hombre entró,y es allá representantede su pueblo a quien salvó.

Santo amor fue reveladopor el hecho de la cruz,y Jesús ha demostradosu justicia en plena luz.

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Lo Esencial para el Crecimiento

Para que haya crecimiento en uncuerpo, tiene que estar vitalmente unido ala cabeza. “Asiéndose de la Cabeza, envirtud de quien todo el cuerpo, nutrién-dose y uniéndose por las coyunturas yligamentos, crece con el crecimiento queda Dios” (Col. 2:19). “Crezcamos entodo en aquel que es la Cabeza, esto es,Cristo, de quien todo el cuerpo, bienconcertado y unido entre sí por todas lascoyunturas que se ayudan mutuamente,según la actividad propia de cadamiembro, recibe su crecimiento para iredificándose en amor” (Ef. 4:15,16). Esimposible que haya verdadero creci-miento en un inconverso, porque no estáunido a la Cabeza. Pero el genuino cre-yente sí tiene esa unión vital con Cristo,de Quien recibe su crecimiento. ¿Estásseguro que estás unido a la Cabeza?

La Esencia del Crecimiento

El crecimiento espiritual en el cre-yente no es el desarrollo de su propio egoy personalidad, sino el crecimiento deCristo en su vida. El Señor Jesucristodijo que “entre los que nacen de mujer nose ha levantado otro mayor que Juan elBautista”. ¿Cuál era el secreto delcrecimiento fenomenal de este siervo deDios? Él pudo decir en cuanto a Cristo:“Es necesario que Él crezca, pero que yomengüe” (Jn. 3:30). Al dar más y más

lugar al Señor en nuestra vida, y menoslugar a nuestro propio Yo personal, habráverdadero crecimiento espiritual.Apreciado creyente, ¿puedes decir comoel apóstol Pablo: “ya no vivo yo, masvive Cristo en mí” (Gál. 2:20)?

El Equilibrio en el Crecimiento

Así como sucede en el crecimientonormal de un niño, debemos crecerequilibradamente. “Creced en la gracia yel conocimiento de nuestro Señor ySalvador Jesucristo” (2 Ped. 18:20). Estoes como el crecimiento de un árbol: lagracia es como las raíces del árbol, quecrecen profundamente, y el conoci-miento es como las ramas que crecenhacia arriba. Si un árbol crece muchohacia arriba sin que crezcan sus raíceshacia abajo, se cae fácilmente. Igual-mente, si aumentamos mucho nuestroconocimiento teórico del Señor, sin pro-fundizar nuestra comunión con Él y laexperiencia práctica de lo que hemosaprendido, corremos el riesgo de unacaída espiritual. El consejo de la Palabraes: “siguiendo la verdad en amor,crezcamos en todo en aquel que es laCabeza, esto es, Cristo” (Ef. 4:15). Elapóstol Pedro habla de siete aspectos quedeben desarrollarse en el creyente paraque haya un crecimiento equili-brado:“Poniendo toda diligencia por estomismo, añadid a vuestra fe virtud; a lavirtud, conocimiento; al conocimiento,

CrecedAndrew Turkington

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dominio propio; al dominio propio,paciencia; a la paciencia, piedad; a lapiedad, afecto fraternal; y al afecto frater-nal, amor” (2 Ped. 1:5-7). ¿Hay equilibrioen tu crecimiento espiritual?

Lo que Estimula el Crecimiento

¿Qué es lo que nos puede ayudar acrecer espiritualmente? No hay “trucos”para lograr un crecimiento instantáneo. Esun proceso que lleva su tiempo, pero hayalgunas cosas que nos pueden ayudar acrecer constantemente.

“Desead, como niños recién nacidos,la leche espiritual no adulterada, para quepor ella crezcáis para salvación” (1 Ped.2:2). Un buen apetito por la Palabra deDios producirá crecimiento en el creyen-te. La figura de niños recién nacidos no essolamente para los nuevos creyentes; todocreyente debe tener esa misma avidez poralimentarse de la Palabra, que tiene elniño recién nacido por la leche materna.¿Cómo está tu apetito?

“Permaneced en mí, y yo en vosotros.Como el pámpano no puede llevar frutopor sí mismo, si no permanece en la vid,así tampoco vosotros, si no permanecéisen mí” (Jn. 15:4). En esta porción elSeñor habla de dar fruto, más fruto,mucho fruto y fruto permanente. Esteprogreso solamente es posible si perma-necemos en Él, es decir, gozando de unaíntima comunión con el Señor. Comopámpano, ¿estás recibiendo esa rica saviade la vid para poder crecer y dar fruto?

El Señor ha dado dones a la iglesia:evangelistas, pastores y maestros, “a finde perfeccionar a los santos” (Ef. 4:11-

16). Además de nuestro propio ejercicioen las Escrituras, debemos aprovechar lacapacidad que el Señor ha dado a otrospara que podamos crecer. Es importanteasistir a los cultos normales y tambiénreuniones especiales de ministerio yconferencias y escuchar con mucha aten-ción las enseñanzas. También hay muchomaterial escrito por esos hermanos que elSeñor ha capacitado que vale la pena leercon interés. ¿Estás aprovechando esosdones para crecer?

El ejercicio físico es indispensablepara el crecimiento saludable del niño, yel ejercicio espiritual para el crecimientodel creyente. El escritor a los Hebreoslamenta no poder avanzar en sus enseñan-zas porque ellos todavía eran como niñosy no tenían la capacidad para asimilar loque él quería enseñarles. Los que hanalcanzado madurez, son “los que por eluso tienen los sentidos ejercitados en eldiscernimiento del bien y del mal” (Heb.5:11-14). Apreciado hermano, ¿estásejercitándote en obedecer y poner enpráctica todo lo que has aprendido de laPalabra de Dios, para estimular tucrecimiento?

Lo que Estorba el Crecimiento

Algunos niños no crecen porque sealimentan de chucherías y luego no tienenapetito por el alimento saludable. Elapóstol Pedro nos aconseja que: “Dese-chando, pues, toda malicia, todo engaño,hipocresía, envidias, y todas lasdetracciones, desead, como niños reciénnacidos, la leche espiritual no adulterada,para que por ella crezcáis para salvación”(1 Ped. 2:1). Además de las cosas men-

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cionadas, hay muchas “chucherías” quepueden quitar nuestro apetito por laPalabra de Dios, como la televisión, elinternet, el cine, revistas mundanas, etc.,y estorban el crecimiento espiritual denuestra alma. Hermano, ¿qué pudieraestar estorbando tu crecimiento? ¡Yasabes qué debes hacer con esas cosas!¡Deséchalas!

La Evaluación del Crecimiento

El médico sabe discernir si un niño hatenido un crecimiento normal o sí estáraquítico. Si se alimenta bien de la lechematerna, en asunto de meses ya puedeasimilar alimento sólido. Volviendo alcaso de los hebreos, el apóstol lesreclama: “Debiendo ser ya maestros,después de tanto tiempo, tenéis necesidadde que se os vuelva a enseñar cuáles sonlos primeros rudimentos de las palabrasde Dios; y habéis llegado a ser tales quetenéis necesidad de leche, y no de alimen-to sólido. Y todo aquel que participa de laleche es inexperto en la palabra dejusticia, porque es niño; pero el alimentosólido es para los que han alcanzadomadurez” (Heb. 5:12-14). Los corintiostampoco habían crecido mucho, porque elapóstol Pablo tiene que reclamarles: “Demanera que yo, hermanos, no pudehablaros como a espirituales, sino como acarnales, como a niños en Cristo. Os di abeber leche, y no vianda; porque aún noerais capaces, ni sois capaces todavía (1Cor. 3:1,2). Hermano, tú que tienes añosde creyente, ¿puedes asimilar el alimentosólido de la Palabra de Dios, es decir, lasdoctrinas desarrolladas en las epístolas,etc.?

Otra evidencia de que ha habidocrecimiento en la vida del creyente es elfruto que está llevando. Así como elpámpano reproduce el mismo fruto de lavid, el creyente que está creciendo va areproducir las mismas características deCristo, es decir, va a ser más semejante aÉl. ¿Estás manifestando más y más en tuvida el fruto del Espíritu: “amor, gozo,paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,mansedumbre, templanza”?

Cuando no hay el debido crecimiento,se va a manifestar carnalidad en nuestrasvidas. “Sois carnales; pues habiendo entrevosotros celos, contiendas y disensiones,¿no sois carnales, y andáis como hom-bres? Porque diciendo el uno: Yo cierta-mente soy de Pablo; y el otro: Yo soy deApolos, ¿no sois carnales?” (1 Cor. 3:3,4).Es lamentable cuando hermanos de añosen el Señor comienzan a pelear, comohacen los niños por un juguete. Los añosno implican necesariamente madurez.¿Ha habido verdadero crecimiento espiri-tual en tu vida?

El Efecto del Crecimiento

Un niño que crece normalmente pron-to podrá pararse firme. El resultado delcrecimiento espiritual es que ya no sere-mos “niños fluctuantes, llevados pordoquiera de todo viento de doctrina” (Ef.4:14). El apóstol Pedro también anima alcreyente a crecer para no ser arrastradospor el error de los inicuos y caer denuestra firmeza (2 Ped. 3:17). Un creyen-te que ha crecido es un creyente estable,bien fundamentado en la doctrina, yconstante en su ejercicio en relación conla casa de Dios. ¿Soy así?

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La Exhortación a Crecer

Finalmente, notemos, hermanos, queel crecimiento es algo que se nos manda:“Antes bien, creced en la gracia y elconocimiento de nuestro Señor ySalvador Jesucristo” (2 Ped. 3:18). No esalgo opcional, no es meramente unasugerencia. Aunque Dios es el que da elcrecimiento, nos toca a nosotros tener ladiligencia de deleitarnos en la Palabra de

Dios y meditar en ella de día y de noche.Así seremos como árbol plantado junto acorrientes de aguas, que da su fruto en sutiempo, y su hoja no cae, y todo lo quehace, prosperará (Salmo 1). ¿Vamos aobedecer la exhortación?

La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (VIII)

El FeminismoA J Higgins / Trad. D R Alves

Truth & Tidings, Worldview

Sus raíces

A la luz de la Escritura, ¿qué debe sernuestra percepción del movimientofeminista? ¿Cómo evaluamos la igual-dad y la importancia de la feminidad porun lado y por otro el modo de pensar queprevalece en la sociedad? Nos asedia nosólo “el movimiento feministaevangélico” sino también un intento dejustificar bíblicamente la participación demujeres en las iglesias locales. ¿Qué estáescrito?

Hay una enorme diferencia entre serfemenina y ser feminista. La primera esel cumplimiento de lo ideal para elgénero. Dios la formó para ser “ayudaidónea” al varón que creó. La feministaes una enemiga formidable de todo loque Dios dispuso que fuera una mujer.

¿Cómo ha llegado a ser el movi-miento feminista una fuerza de cambiode mayor consideración en nuestrasociedad occidental? Este movimiento noes un fenómeno del siglo 20. Tuvo susraíces en la presión para dar el derechode voto a la mujer en muchos países en elsiglo 19. Recibió su gran ímpetu, sinembargo, en el siglo 20 y estáprogresando “a millón” en el 21. Muchosnombres y varias causas –algunas muyjustificadas– pueden ser vinculados conel movimiento. Por supuesto,aborrecemos la mutilación de jóvenes enciertos países como parte de un rito, elcomercio de esclavas, el abuso del sexo,la mano de obra explotada donde mujerestrabajan por una miseria, y cualquier otrasubesti-mación de la mujer en lasociedad.

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El movimiento feminista, sin embar-go, va mucho más allá de estas realidadesy aun ha penetrado lo que llamamosahora “el feminismo evangélico”. Vamosa explorar aquí sus conceptos centrales.Al hablar del feminismo evangélico,queremos decir la promoción de igualdadde papeles y no simplemente de personasen la iglesia local, de parte de evangélicosprofesantes.

En América del Norte el concepto depapeles iguales en instituciones “religio-sas” comenzó en los años 1950 y 1960 enlas denominaciones protestantes demayor influencia. Ese modo de pensarentró en grupos conservadores y evangé-licos en los años 80 y 90. No pocasmujeres, y varones también, se han unidoa la causa y han intentado justificarla conbase en la Escritura, como veremos.

Su razón

El corazón natural es contario a Dios,sea el corazón de varón o de mujer. Seexpresa con rechazar cualquier papel queDios haya asignado o con abusar esafunción. El fracaso del varón no justificala respuesta de la mujer, pero sí revelacuán fácilmente puede ocurrir. Por estotenemos que confesar que una de lasinfluencias que ha estimulado la rebeliónde mujeres contra el papel “conven-cional” y la Escritura que les correspondeha sido la arrogancia de, y el abuso departe de, la especie masculina. Alconfundir su responsabilidad de conduciry cuidar con su señorío y el controlcorrespondiente, a veces los hombres sehan señoreado sobre las mujeres de formadespiadada. Algunos han supuesto que,

por cuanto Dios asignó el liderazgo a losvarones, ellos son intrínsecamente supe-riores en conocimiento y habilidad. Estedesconocimiento de la absoluta igualdadde la mujer como hecha en la imagen deDios ha resultado en frustración y enojode parte de muchas.

Al combinar aquella frustración con larebelión contra Dios que es nata en elcorazón humano, se establece la matrizideal para dar lugar a un movimientocontra la opresión injusta. No estamosintentando justificar las posturas radicalesdel feminismo, pero es esencial reconocerque el pecado y fracaso de parte del varónha dado una oportunidad para la rebelióndel corazón humano y el despliegue de laoposición satánica a todo lo que es deDios.

Si bien hay varias traducciones deGénesis 3.16, “tu deseo será para tumarido, y él se enseñoreará de ti”, elversículo da a entender el comienzo de unproblema bilateral: el abuso de parte delvarón y la competencia de parte de lafémina. De manera que, aun cuando elproblema exista hoy, la semilla fuesembrada hace siglos en el Huerto.

La estrategia y astucia de Satanás essubyacente a todo esto y coordina elescenario. Opuesto a Dios a partir de sucaída, la estrategia del diablo ha sido lade quitar del mundo toda traza de Dios ysu modelo. El orden en la creación,matrimonio, familia, papel del varón ypapel de la mujer – todo se deriva de laPalabra de Dios y sirve de recordatorio ala humanidad que el Creador tienederechos en su creación. Al introducir la

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evolución, Satanás ha permitido alhombre excluir a Dios de su creación. Alredefinir el matrimonio, ha cortado elenlace a su definición bíblica y su ordendivino. Al revertir o hacer menos claroslos roles definidos para hombres ymujeres, él ha manchado el cuadro queDios tenía en mente proyectar.

Su base

Escritores evangélicos han intentadojustificar de varias maneras que lasmujeres ocupen puestos de liderazgo enlas iglesias. Lo que sigue es una muestrade algunos de sus argumentos espurios.

Los tiempos han cambiado. Uno de losargumentos avanzados por aquellos quequisieran ver un mayor papel para lamujer en la iglesia es que la época es otraahora. Poca educación, junto con opre-sión masculina, mantenía a la mujer detiempos bíblicos en sujeción, pero ahoraestamos “alumbrados”, las mujeres hanestudiado y son capaces de ser líderes. Elproblema con esto es que, cuando Pablodefine los papeles, él no alude al nivel deinstrucción ni de inteligencia, sino aldesignio divino. Además, Lidia, Febe yotras en la Escritura no encajan en elpatrón de mujeres oprimidas. El cristia-nismo elevó la posición de la dama y ledio una dignidad que la cultura prevalenteno proporcionaba.

La trayectoria de la verdad. Uno delos argumentos más sutiles ha sido lo quese llama la trayectoria de la verdad. Laidea promocionada aquí es que el NuevoTestamento no es definitivo sino sólodemuestra hacia dónde progresaba la

doctrina. Así, en el Antiguo Testamento ylos primeros días del Nuevo Testamento,las mujeres estaban subyugadas de untodo por los varones en su prejuicio ymaldad. El Señor Jesús inició el procesode liberar a la mujer por sus acciones,tales como hablar a la samaritana, serconsiderado con Marta y María, etc. Laasamblea novotestamentaria amplió laapreciación de las mujeres, mencionandosu servicio y labor en Filipenses 4.3 yRomanos 16. Hasta allí, bien. Pero luegoentra la hipótesis de una trayectoria quedice que los derechos de la mujer estabanenrumbados a reconocer la plena igualdadde las mujeres en su valor y rol nadadistintos en la iglesia.

Esta teología liberal suena factiblepero adolece de varias fallas. Su errorprincipal es que invalida la Palabra deDios. Se nos permite decidir el rumbo delas cosas y “añadir” a la Palabra. Siaplicáramos esta teología a otras áreas,¿adónde nos llevaría? El Antiguo Testa-mento limitaba la venganza personal a“ojo por ojo”. El Nuevo nos manda a novengarnos en ninguna circunstancia,Romanos 12.17 a 21. El próximo pasosería el de premiar y promover el mal. ElAntiguo Testamento permitía la poliga-mia pero nunca la sancionó. El NuevoTestamento enfatizó una esposa, así quela trayectoria es de varias a una, ¡y elúnico otro posible es no tener ninguna!No parece ser una buena idea para nutrirnuestras escuelas dominicales.

Si el Nuevo Testamento no es precep-tivo para nosotros, estamos a la derivapara saber qué le agrada a Dios. Hay

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principios en la Escritura que requierendiscernimiento para ser aplicadoscorrectamente, pero cuando hay unprecepto claro, no podemos interpretarloa la ligera como parte de una trayectoria.

La verdad ha sido malinterpretada. En realidad hemos interpretado errónea-mente todos esos textos donde Pablolimita el papel de las mujeres – o así nosdicen. Por ejemplo, 1 Timoteo 2.12 noquiere decir que una mujer no puede seruna líder en la asamblea; solamentequiere decir que no debe usurpar aquellaautoridad. Si se le da ese lugar, no hayproblema. La dificultad es que “ejercerdominio” tiene el sentido de “tener” y notiene nada que ver con usurpar.

También nos dicen que lo que Pabloprohibía en Corinto (14.34) era parlotearen segundo plano, y no el predicar enpúblico. El problema aquí es que no haymanera que permita usar callen ysilencio para apoyar esta interpretación.Dar estas palabras este sentido a lo largodel capítulo resultaría en confusión total.

Pablo aborrecía a las mujeres. Final-mente, cuando se reconoce que los demásrazonamientos no son válidos, hay eseque a Pablo no le gustaban las mujeres.Tenía un prejuicio personal y amargocontra ellas. Posiblemente él tenía unamadre mezquina y austera; posiblementeen un tiempo estaba casado con unamujer que lo abandonó. Usted podráinsertar el porqué. Pero cualquiera laexplicación que se abogue, a la postrepone en duda la interpretación de laEscritura. No se trata de una historianarrativa como las que encontramos en el

Antiguo Testamento – una guerra, uncaso de incesto o de adulterio; sobre ellaspodemos hacer juicios morales. Aquí setrata más bien de una orden prescriptivapara una asamblea.

Sus resultados

Son importantes los resultados de lainfiltración del modo de pensar feministaen los círculos evangélicos. Hemos sidopreservados en gran medida, pero seríainsensato imaginar que el modo de pensarde la sociedad en general no podríaencontrar una entrada en una asamblea. Simerecen medallas de oro por sus hazañasgimnásticas aquellos que justifican,torciendo la Escritura, el matrimonioentre personas del mismo sexo, entoncesaquellos que apoyan el liderazgo de partede mujeres merecen una medalla de plata.

El primer y evidente resultado delliderazgo de parte de mujeres en unaiglesia local es que se derriba el ordendivino. Este orden no es una preferenciaindiscriminada o caprichosa de parte deDios, sino está diseñado para la bendiciónnuestra y la gloria suya. El ordenestablecido por Dios contiene tanto unpatrón como una figura. Data desde supropósito original en la creación delseñorío conferido al varón. Tambiénpresagia la relación entre Cristo y suIglesia. Desfigurar el orden es desfigurarla figura.

Al sucumbir a la presión de lasociedad y permitir eliminar la distinciónentre papeles, también estamos haciendoconcesiones y negando la Escritura.Cuando transigimos la verdad, noscolocamos en una pendiente resbaladiza y

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la verdad se convierte en un bien quepodemos vender para el beneficio propio,una aprobación social o por conveniencia.Cuales administradores de la verdad deDios, 1 Corintios 4.1, y colectivamente“columna y baluarte de la verdad”,debemos reconocer que la verdad no es“nuestra” para negociarla. Toda verdad esde Dios y en el fondo se relaciona con suHijo. ¡La fidelidad es el mandato paranuestra mayordomía!

El gran deseo de Satanás es quitar lainsignia divina del mundo de Dios. Cualdios de este siglo, él está intentandoelaborar y moldear todo a su imagen.Todo “éxito” en derrumbar el ordendivino hace ver que el mundo está cadavez menos consciente de Dios. Asignarliderazgo a mujeres en la asamblea esotro intento de lograr esto.

Papeles bíblicos

¿Cuáles son, entonces, los rolesbíblicos que profesamos? ¿Cómo percibi-mos el papel de las mujeres en laasamblea local y en la sociedad?

Efesios 5.22 a 6.9, la sección en lacual Pablo, por el Espíritu de Dios, tratalas relaciones personales, está antecedidapor el v. 21: “Someteos unos a otros en eltemor de Dios”. Algunos no consideranque ésta es una declaración general sobretodas las relaciones personales, pero sinduda cabe textualmente mucho mejor conlo que sigue que con lo que va antes. Enla porción paralela en Colosenses,antecede la sección sobre relacionespersonales la afirmación que “Cristo es eltodo, y en todos”, 3.11, enfatizando suseñorío.

La insinuación es que todos somosllamados a un papel de sumisión. Losesposos, líderes en la asamblea, padres ymaestros – todos se someten al Señor.Nadie está exento de la sumisión.Ninguno de nosotros no está sujeto a laPalabra de Dios o las demandas de suseñorío. Un esposo se somete al Señor y,como consecuencia, trata a su esposaconforme con los vv 25 a 29. Los líderesen una asamblea se someten al Príncipede Pastores y, de la misma manera, tratana la grey según sus mandamientos, Juan21.13 a 17. Los amos reconocen quetienen un Amo, un hecho que regula sumodo de conducirse con sus trabajadores.

Hay, además, una definición clara delos papeles en la Deidad. El Hijo haasumido un lugar de sumisión al Padre, 1Corintios 11.3, 15.28. Esto anula de unavez cualquier idea de inferioridad en lasumisión. Por consiguiente, la sumisiónde una mujer a un varón no conllevaningún pensamiento de inferioridad. Hayuna absoluta igualdad ante Dios conrespecto a lo que es una persona y susbendiciones.

En la esfera del hogar, una mujer debeser una ayuda en el sentido bíblico (yedénico). La sumisión es una actitud quele permite a Dios determinar nuestrasvidas en todo papel en el cual nos pone.Es el concepto de valor igual pero rolesdistintos en la economía divina. Traba-jando juntos como cabeza y ayuda, cadacual “somete” sus intereses personalespara el bien del matrimonio.

En la asamblea local, todo el liderazgoen funciones espirituales es la

La Sana Doctrina 15

responsabilidad de los varones. En lo queno es espiritual (la cocina, la decoracióndel local, etc.) sin duda se puede asignar alas mujeres estas responsabilidadesesenciales. Cada asamblea debe actuardelante del Señor en esto.

En una asamblea local, en la medidaen que los varones y las mujeresencuentran sus papeles y los cumplensegún lo establecido por Dios, la

asamblea testifica de la verdad delseñorío en un mundo de desorden. Cadacual tiene una esfera de servicio conarreglo a cómo está trazada en laEscritura, y cada uno puede hacer unaporte inestimable a la congregación. Lashermanas no son menos importantes quelos hermanos, y debemos manifestar estotanto en nuestras palabras como ennuestra actitud los unos con otros.

a pregunta y el tema queabordamos tiene su enormevigencia en nuestros días, dado el

hecho de encontrar continuamentepersona quienes, profesando ciertaparcialidad religiosa, pretenden enseñarque los creyentes de la Iglesia estánllamados por la Biblia a guardar elsábado.

L

Si duda, lo anterior es una merapretensión o, más exactamente, unverdadero atentado contra la sanainterpretación de Las Sagradas Escri-turas, las cuales, en temas como el queestamos tratando, presentan un lenguajeclaro y sin ninguna opción para decir quetal o cual texto quiere decir otra cosa quelo que literalmente está diciendo.

Como ejemplo de lo antes dicho,podemos citar la porción de Éxodo31:16-17: “Guardarán, pues, el día dereposo los hijos de Israel, celebrándolo

por sus generaciones por pacto perpetuo.Señal es para siempre entre mí y los hijosde Israel; porque en seis días hizo Jehoválos cielos y la tierra, y en el séptimo díacesó y reposó.”

Notemos con cuánta claridad el textodice que son los hijos de Israel quienesestán llamados a guardar el día de reposo;establece por cuánto tiempo lo han deguardar, es decir, por susgeneraciones…para siempre; declaraque es un pacto perpetuo y una señalentre Dios y los hijos de Israel, y terminaindicando la razón por la cual esa naciónha de guardar el sábado: porque en seisdías Dios trabajó en la obra de la creacióny el séptimo día cesó y reposó.

Ahora, tocante a la razón por la cuallos hijos de Israel deben guardar elsábado, alguien podría argumentar que,puesto que Dios es Creador de todos losseres humanos, todos, judíos y no judíos,

¿Día del Señor o Séptimo Día?Gelson Villegas

16 La Sana Doctrina

están llamados a guardar el séptimo día.Ciertamente, es este un argumento queresponde a la lógica humana, pero norespeta la totalidad de lo que la Escrituradice sobre el tema. A la luz del NuevoTestamento, el verdadero creyente, queno vive según la ley dada por Dios parasu pueblo Israel, tiene un perfecto yeterno descanso en Cristo. Es decir, sureposo no está ligado a la Creación, sinoa la Redención que nuestro Salvadorefectuó en la cruz. Cuando Dios el Padredescansó de la creación, estaba diciendoque su perfecta obra creadora estabaterminada. También Dios el Hijodescansó de la obra de la Redención:“habiendo efectuado la purificación denuestros pecados por medio de sí mismo,se sentó a la diestra de la Majestad en lasalturas” (Hebreos 1:3), diciendo con elloque la perfecta obra de la redenciónestaba completamente consumada.

Ahora, la palabra sábado significa“descanso” o “cesación” y, como ya hasido notado, un judío, en conformidad ala ley del Antiguo Testamento, entiendeese descanso como una realidad física,es decir, debe descansar, no hacer ningúntrabajo material durante todo un día de 24horas. Para un creyente que camina a laluz plena de la revelación del NuevoTestamento, ese descanso es una benditarealidad espiritual. Cada creyente recuer-da el momento cuando descansó enCristo, como él mismo dice: “Venid a mítodos los que estáis trabajados y carga-dos, y yo os haré descansar” (Mateo11:28).

Aunque pensamos que la porciónantes citada (Éxodo 31:16,17) es de unaclaridad meridiana, es de provechomencionar la otra razón por la cual loshijos de Israel deben guardar el sábado:“Acuérdate que fuiste siervo en tierra deEgipto, y que Jehová tu Dios te sacó deallá con mano fuerte y brazo extendido;por lo cual Jehová tu Dios te hamandado que guardes el día de reposo.”(Deuteronomio 5:15).

Así pues, si alguien en nuestros díasinsiste en la obligatoriedad de guardar elsábado, a lo menos debe probar quepertenece a ese pueblo que, habiendo sidoesclavo en Egipto fue sacado al desiertorumbo a la tierra prometida.

Ahora, sería muy sospechoso si elNuevo Testamento guardara silenciosobre el asunto, pero es por medio de lapluma del gran apóstol Pablo quenosotros encontramos, a lo menos, doscitas imposibles de eludir. Cuando estegran hombre de Dios escribe a loscreyentes en Galacia, les reprocha:“Guardáis los días, los meses, los tiemposy los años” (Gálatas 4:10). Sin duda,“días” se refiere a los sábados, en elsentido que ya hemos notado en elAntiguo Testamento. Ahora bien, sisolemne es este reproche, preocupante es,también, el contexto de estas palabras,pues, en el verso anterior, el apóstol lespregunta: “¿cómo es que os volvéis denuevo a los débiles y pobres rudimentos,a los cuales os queréis volver aesclavizar?”; y el en verso 11, segura-mente con un dejo de tristeza, les dice:

La Sana Doctrina 17

“Me temo de vosotros, que hayatrabajado en vano con vosotros”.

De nuevo, cuando el apóstol trata conlos creyentes en la ciudad de Colosas,vuelve sobre el tema. En capítulo 2 de lacarta a los Colosenses y verso 14, lesrecuerda que “el acta de los decretos quehabía contra nosotros” (la ley) ha sidoanulada y quitada del medio por el valorde la obra de la cruz. En el versosiguiente (15) exalta la rotunda victoriade Cristo sobre los poderes espirituales demaldad, “triunfando sobre ellos en lacruz”, de modo que el creyente unido aCristo está conectado a estas victorias yes llamado y capacitado para ser vence-dor sobre todo sistema legal-ritual-religioso que quiera montarse sobre sushombros para esclavizarle. Todavía más,nadie tiene el derecho de juzgar alcreyente, quien es salvo y libre porgracia, por no someterse a las obser-vancias de la antigua ley judaica: “Portanto, nadie os juzgue en comida o enbebida, o en cuanto a días de fiesta, lunanueva o días de reposo” (Col. 2:16).Completa el expositor sagrado suenseñanza (en verso 17), diciendo quetodo ese sistema que los judaizantesquieren introducir en el ámbito Cristiano,no es otra cosa que sombra de unarealidad que se concreta en Cristo.

Entonces, ahora, es necesariopreguntarnos, ¿qué del domingo o primerdía de la semana? ¿Podemos presentar,en el Nuevo Testamento, alguna porciónbíblica donde haya el mandamiento deguardar el día domingo? No, jamásencontraremos esa cita, pues el día

primero de la semana, o domingo, no esun día para ser guardado en el sentidoque el Antiguo Testamento se refiere alsábado o séptimo día. El día del Señor, odomingo, no es un día de “cesación” o“reposo físico”, sino un día relacionadocon una intensa actividad espiritual ydevocional que tiene como centro al Sermás maravilloso de los siglos: nuestroamado Salvador y las glorias de laredención y resurrección.

En el Nuevo Testamento vemos lapráctica de los creyentes de la primitivaiglesia concerniente al primer día de lasemana. Notemos que la primerareunión del Salvador resucitado con susdiscípulos fue el primer día de lasemana: “Cuando llegó la noche de aquelmismo día, el primero de la semana,estando las puertas cerradas en el lugardonde los discípulos estaban reunidos pormiedo de los judíos, vino Jesús, y puestoen medio, les dijo: Paz a vosotros” (Juan20:19).

Observemos, también, que la segundaocasión donde el Señor y sus discípulosestán reunidos, otra vez, es el primer díade la semana: “Ocho días después,estaban otra vez sus discípulos dentro, ycon ellos Tomás. Llegó Jesús, estando laspuertas cerradas, y se puso en medio y lesdijo: Paz a vosotros” (Juan 20:26).

La tercera ocasión dominical (¡y deuna importancia capital para la nuevadispensación de gracia!) la encontramosen Hechos capítulo 2, es decir, en elevento de la inauguración de la Iglesia,cuando el Espíritu Santo vino a morarcorporativa y permanentemente en la

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Iglesia. Al respecto, si el lector tiene ladelicadeza de leer en Levítico 23:15-23,se dará cuenta que el día de Pentecostésera domingo. Ahora, cuando llegamos aHechos capítulo 20, han pasado yamuchos años de aquellas primerasreuniones dominicales, no obstante, elapóstol llega a Troas y él y sus compa-ñeros se unen a la congregación de esalocalidad para celebrar la Cena del Señory, preguntamos, ¿cuál fue el día cuandose reunieron? “El primer día de lasemana, reunidos los discípulos parapartir el pan, Pablo les enseñaba”(Hechos 20:7).

Ahora, cuando seguimos caminando através del libro de Los Hechos de losApóstoles, encontramos un evento deinnegables proporciones en lo que toca alas prácticas que la iglesia habría de tenerpor toda esta dispensación de gracia. Nosreferimos al concilio en Jerusalén, talcomo nos es presentado en el capítulo 15del libro de Los Hechos, donde encontra-mos los lineamientos apostólicos para lasiglesias de entre la gentilidad, es decir,para los creyentes no judíos de entretodas las naciones.

En esa ocasión “…algunos de la sectade los fariseos, que habían creído, selevantaron diciendo: Es necesariocircuncidarlos, y mandarles que guardenla ley de Moisés” (Hechos 15:5) –lo cuallógicamente incluía la estricta observan-cia del sábado. Ante esta pretensión selevanta la voz autorizada de Pedro,diciendo: “¿por qué tentáis a Dios,poniendo sobre la cerviz de los discípulosun yugo que ni nuestros padres ni

nosotros hemos podido llevar?” (Hechos15:10).

Luego, otro de los líderes en aquellareunión, Jacobo, dice: “…juzgo que no seinquiete a los gentiles que se convierten aDios, sino que se les escriba que seaparten de las contaminaciones de losídolos, de fornicación, de ahogado y desangre” (Hechos 15:19,20). Y, pregunta-mos, ¿qué pasó con el mandamiento deguardar el sábado? ¿Se le olvidó el asuntoa Jacobo? No, en absoluto, no fue ningúnolvido, sino la plena convicción que Diosno estaba imponiendo ese yugo de la leydel Antiguo Testamento a los creyentes dela Iglesia en este día de gracia.

Finalmente, la reunión concluye conun acuerdo que interpretó perfectamentela voluntad de Dios en cuanto a lasprácticas de los creyentes de la Iglesia delNuevo Testamento “…ha parecido bien alEspíritu Santo, y a nosotros, no impone-ros ninguna carga más que estas cosasnecesarias: que os abstengáis de losacrificado a ídolos, de sangre, deahogado y de fornicación; de las cualescosas si os guardareis, bien haréis.Pasadlo bien” (Hechos 15:28,29). Otravez, salta la pregunta, ¿por qué losapóstoles no aprovecharon ese conciliopara recalcar la obligatoriedad de guardarel sábado? Sencillamente porque eso noestaba en la mente de Dios y, porsupuesto, no podía estar en la mente deaquellos canales que Dios usó paraexpresar su voluntad.

Igualmente, detalle importante es que,cuando Pablo instituye la ofrenda ocolecta para los santos, establece que

La Sana Doctrina 19

“Cada primer día de la semana cada unode vosotros ponga aparte algo, segúnhaya prosperado” (1 Corintios 16:2).Preguntamos, ¿por qué la ofrenda cadaprimer día de la semana? Sin duda,porque cada primer día de la semana loscreyentes de las iglesias locales sereunían para celebrar la Cena del Señor,haciendo memoria de Aquel quien losamó y lavó con su sangre, memoria hechahasta que Él venga. Si el día grande yvigente para los creyentes de la primitivaiglesia hubiese sido el sábado, ¿creenustedes que la ofrenda para los santos sehubiese establecido el primer día de lasemana y no en el séptimo?

Lo anteriormente dicho a la luz delTexto Sagrado es la verdad clara ysencilla sobre el tema, la mentira de lospropagandistas de la observancia delsábado en los días presentes se materia-liza en afirmar que fue el Emperador

Constantino el Grande quien decretó eldomingo como día que los cristianosdebían guardar. Tan grande y antihistóricamentira se cae con únicamente percibirque ya los sencillos y verdaderoscreyentes llevaban casi tres sigloscongregándose cada primer día de lasemana para partir el pan, haciendo asímemoria de su Amado Salvador. Es unpecado de los líderes religiosos tener asus feligreses en ignorancia de lasverdades bíblicas, pero es un doblepecado tenerlos en ignorancia acerca delos hechos de la historia secular. Porfavor, miren un momentito por la ventanade la Historia y aprendan que antes deConstantino el pueblo de Dios llevabasiglos usando el domingo como día deactividad devocional.

De “¿Qué Dice la Divina Respuesta?”

El Sermón del Monte (22)Transcripción de Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7

David Gilliland

Estudio #8: Mateo 6:19-34 (cont.)

El Pecado del Afán

Es obvio que este tema estáestrechamente vinculado al anterior.

De nuevo debemos enfatizar inme-diatamente que el Señor Jesús no estáapoyando cualquier irresponsabilidadcuando repite tres veces: “No os

afanéis”. Dos textos a considerar alpensar en esto son: “Porque si alguno noprovee para los suyos, y mayormentepara los de su casa, ha negado la fe, y espeor que un incrédulo” (1 Tim. 5:8), y“Porque también cuando estábamos convosotros, os ordenábamos esto: Si algunono quiere trabajar, tampoco coma” (2Tes. 3:10). Se espera que trabajemos paratener, y poder dar a otros. Pero es muy

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relevante la exhortación de Pedro:“Echando toda vuestra ansiedad sobre él,porque Él tiene cuidado de vosotros” (1Ped. 5:7). Ya que Dios cuida de losasuntos de mi vida, yo no debo afanarmepor ellos. ¡Es así de sencillo!

La palabra “ansiedad” significa serhalado en dos direcciones. Se espera quesoltemos uno de los lados y sirvamos alotro, es decir sirvamos solamente a Dios.

a. El afán es injustificado. ¡El Señor noconstruye nidos para los pájaros!Cuando necesitan abrigo y un lugarpara poner sus huevos y sus crías –lasiguiente generación– se espera queconstruyan sus propios nidos. En elver. 26 se presenta un argumento delmenor al mayor. Si Dios alimenta lasaves que no siembran ni siegan nirecogen en graneros, ¿cuánto másalimentará Él a nosotros que sembra-mos, segamos y recogemos en grane-ros? Así también en relación con loslirios en el ver. 28, que no trabajan nihilan. Este pasaje estimula el trabajoordinario para proveer lo necesariopara la vida, dependiendo a la vez delSeñor para proveer para nosotros. Elafán no se justifica porque el Dios quecuida de la creación, cuida a Sus hijos.

b. El afán es improductivo, v. 27. EnLuc. 12:15 se repite esta idea, y lapalabra “estatura” allí significa “edadcompleta”, y se utiliza en Heb. 11:11de Sara que dio a luz “fuera del tiempode la edad”. La figura tiene que ver conextender la vida, no la estatura. ¡Muypocos quisieran añadir un codo a suestatura! El Señor está hablando de

algo deseable, no algo que nos daríapena. Está hablando de añadir un codoal intervalo de nuestra vida. Y noimporta cuánto nos afanemos, nopodremos vivir ni un día más. Dehecho, si nos afanamos, ¡es posible quevivamos un día o varios días menos!¡Reducirá nuestras vidas!

Dependemos de Dios para las cosasmás importantes y preciosas en la vida:la salud y la salvación. Sin embargo,insistimos en afanarnos por las cosasde menor importancia. Esto no tienesentido.

Luego, después de mencionar lasaves en el v. 26 y las flores en el v. 28,Él hace referencia a la hierba, o a lavegetación en general en el v. 30. Amenudo era cortado y puesto a secarpor un día, y usado como combustible.Su argumento es que, si Dios dedicatanto cuidado a la hierba que solamen-te va a durar unos pocos días y luegoser quemado, cuánto más tendrá Élcuidado de Sus hijos que morarán parasiempre con él y tienen importanciaeterna.

c. El afán también es indigno deaquellos que son súbditos del reino,porque al afanarse están viviendo conlas mismas ambiciones que los genti-les. ¡Ciertamente no debemos vivircomo los paganos!

“Los gentiles buscan todas estascosas” (v.32), refiriéndose al vestido yal alimento. En la sociedad actualmuchas personas son casi fanáticas encuanto a lo que visten y lo que comen,de sus modas y de sus alimentos. El

La Sana Doctrina 21

Gálatas 6:2 dice: “Sobrellevad los unoslas cargas de los otros, y cumplid así LALEY DE CRISTO” y 1 Corintios 9:21: “alos que están sin ley, como si yo estuvierasin ley (no estando yo sin ley de Dios, sinobajo LA LEY DE CRISTO), para ganar alos que están sin ley”; entonces, lapregunta es: ¿en ambos pasajes laexpresión LA LEY DE CRISTO tiene elmismo sentido, o, acaso, difieren ensignificado?

El contexto de Gálatas 6 tiene que vercon levantar, restaurar, al caído mostrando,de esta manera, el amor y compasión delCristo por los caídos. Entonces la ley deCristo aquí es la ley del amor y de lacompasión que el Señor Jesucristo practicóy predicó.

1 Corintios 9 presenta la condescen-dencia del apóstol hacia otros, sin que élniegue su condición y convicción de estarbajo la ley de Dios, que él llama, por igual,la ley de Cristo. Y todo a fin de ganarlos

Lo que preguntan

mundo gasta sus energías ansiandoesas cosas, como se puede verfácilmente observando sus propagan-das. ¡Pero nosotros no debemos ser así!

La moda. En cuanto al vestido, elCristiano no debe vestirse como lo haceel mundo en sus modas indecentes; suvestimenta no debe ser insuficiente, nidebe vestirse con ropa andrajosa. Yasabemos claramente estas cosas, perotambién debemos preocuparnos por Cris-tianos que se visten lujosamente. Esto esmundanalidad en una de sus formas másperniciosas. Somos muy débiles en estepunto. ¡Cuántos de nosotros al compare-cer ante el tribunal de Cristo tendremosque dar cuenta por tanto dinero quegastamos en ropa, aún cada año! 1 Tim.2:9 dice claramente que no debemos usarvestidos costosos! Es preocupante veralgunos con 3 o 4 nuevos trajes cada año,especialmente cuando hay muchos queri-dos creyentes en el mundo que, desde quepueden acordarse, no han tenido unanueva muda de ropa.

Todos somos probados en estas cosas,y es igualmente pecaminoso criticar aotros en cuanto a todo esto. De hecho, esdifícil saber qué es más malo –serculpable de tal extravagancia o mirar,contar y hablar de los que la practican.Ambas actividades son carnales y nodebemos ser culpables de ninguna.

Pero debemos pensar seriamente encuanto a este asunto. Podemos estarcontristando al Señor en esto. ¡Cuidadocon vivir para las nuevas modas!¡Pensamos que el v. 29 se podría aplicar aalgunas personas a veces: “ni aunSalomón con toda su gloria se vistió asícomo uno de ellos”! Aunque el Señor

provee un nuevo traje para los lirios cadaaño, ¡es porque los anteriores ya tuvieronsu vida útil, están desgastados y no sepueden volver a usar!

El Alimento. Todos tenemos que comerpara vivir, y hay muchas ocasionescuando es bueno salir a comer comofamilia o en ocasiones especiales. Pero,existe una manía inmensa en el mundopor salir a comer, y muchos vivenpensando en qué restaurante van a comerel próximo fin de semana. ¡Mientras másgrande y costoso, mejor! La mayoría deesas grandes comilonas son sencillamenteun malgasto para el Cristiano. Eso esvivir como los gentiles. ¡Siempredebemos recordar que hay muchosCristianos, y muchos otras gentes en elmundo, que tienen hambre!

¡En marcado contraste al hambre estála glotonería! Por supuesto, que esto secondena en las Escrituras como unpecado. “Porque el bebedor y el comilónempobrecerán” (Pr. 23:21).

Estas cosas son un asunto deconciencia. No podemos interferir en lamayordomía de otros creyentes en estosasuntos. Pero cuando consideramos unpasaje como este, nos correspondeseñalar lo que creemos que son debili-dades frecuentes en el testimonio.

“Mas buscad primeramente el reino deDios y su justicia”. Nosotros tenemosambiciones más elevadas, v.33. Debemosvivir para el reino de Dios y Su justicia.Todas nuestras posesiones debenemplearse en el servicio y el avance deese reino eterno.

El reino de Dios tiene que ocupar elprimer lugar; así este versículo se puedeemplear en el evangelio. Sin embargo, en

22 La Sana Doctrina

el contexto, el Señor está enseñando a susdiscípulos que en su mayordomía de lascosas materiales –alimento, trabajo,vestido- todo debe ser usado rectamentepara el progreso del reino. Si pudiésemosmantener a través de la vida el punto devista que tuvimos del reino cuandofuimos salvos, viviríamos más para esereino. El día que creímos, hubiéramosentregado todo para tener un lugar en esereino. Si retuviéramos ese deseo y anhelopor el reino durante nuestra vida, nospreservaría de todas las formas dematerialismo y mundanalidad.

“Y todas estas cosas os serán añadidas”.“Todas estas cosas” son las necesidadesde la vida. Pero hay creyentes en elmundo quienes buscan el reino y estascosas no les han sido añadidas, porqueestán viviendo en hambre y pobreza. ¿Porqué? Pablo conocía lo que era estar ennecesidad, y aprendió a contentarsecualquiera que fuere su situación (Fil.4:11). También puede ser cierto que sitodos los creyentes en la tierraestuviésemos buscando el reino de Dioscon tanta diligencia como debemos, nohabría creyentes necesitados, y muchosotros serían aliviados de su necesidad.Estaríamos pendientes de que otros quesabemos que están necesitados seanayudados, y habría una distribución másequitativa de las cosas materiales.Nosotros, en el mundo occidental,tenemos mucho más de lo quenecesitamos. Hablamos de muchas cosascomo necesidades absolutas –losmicroondas y lavadoras –¡pero seríancosas sumamente lujosas para la vastamayoría de personas en la tierra!

Debemos tener ejercicio paraequilibrar la balanza en la medida en queel Señor nos apareje. Si regresáramos alprincipio de distribución como fuepracticado por los primeros Cristianos enlos Hechos, sería para nuestro beneficioespiritual. Sin duda eso es lo quedeseamos para cada uno de nosotros alfinal de este estudio.

Lo que preguntan

¿Qué significa la Cena del Señorpara una hermana?

(Extracto de una carta escrita por unahermana joven. Traducida del inglés)

“Por muchos años no comprendía quépapel debía yo desempeñar en la reuniónde adoración. Creía que, al nopermitírseme hablar, mi contribución a laCena del Señor consistía en escucharatentamente las contribuciones verbalesde los hermanos, y en cantar los himnoscon los demás. No me daba cuenta queyo también era llamada a tomar una parteen la adoración que se estaba ofreciendoal Señor.

Al fin, sin embargo, comencé acomprender que mi culto no era menosgrato o significativo porque lo ofrecía ensilencio. Tenía tanta responsabilidad deprepararme en mente y corazón para elPartimiento del Pan como cualquiera delos hermanos varones. Como ellos, yotambién necesitaba dedicar tiempo para

La Sana Doctrina 23

anteriormente. Ya su duro corazónse había derretido. “Señor Jesús”,dijo, “vengo ahora mismo”, y Aquelque nunca rechazó a nadie le recibiócon brazos de amor abiertos. Aqueldía el campesino encontró descansoy paz en el Salvador.

Apreciado amigo, ¿has comen-zado a leer el Nuevo Testamento conseriedad? Es el mensaje de Diospara ti. Descubrirás que nos diceque, aunque nosotros no hemosamado a Dios, sin embargo, Él nosamó tanto que dio a Su propioamado Hijo para morir por nosotros,para que nuestros pecados pudiesenser perdonados y fuésemos hechosaptos para estar en Su santapresencia. No solamente eso, sinoque nos dice que, al poner nuestraconfianza en Él, llegamos a ser hijosde Dios. Ahora tenemos un Padreamante al cual podemos ir en todasnuestras dificultades; podemostraerle nuestras alegrías y nuestrastristezas. Y un día pronto iremos anuestro hogar en el cielo para estarcon el Señor en la casa de Padre.

¡Qué tesoro tenemos en el NuevoTestamento! ¡No lo tire en unescaparate! ¡Léalo!

De: “Mensajes del Amor de Dios”

Un Libro sobre laAgricultura

(viene de la última página)

meditar en la Palabra antes del culto. Comoellos, yo también era llamada a la adoraciónactiva antes que a la observación pasiva. Laspausas en la reunión eran oportunidades paraque yo contribuyera al culto con mi propiaadoración silenciosa del Señor. El hecho deque nadie sino Dios oiría mis oracionesninguna diferencia hacía. El Espíritu Santopodía usar esa oración como unacontribución al conjunto devocional. Y enverdad, mi silencio me daba una libertad,facilidad y pureza de oración que laparticipación audible nunca alcanzaría. Esmás, descubrí que, si tenía algúnpensamiento precioso acerca del Señor queno podía compartir audiblemente, el EspírituSanto se encargaría de mover a algún varóncompetente a expresar ese mismopensamiento. La primera vez que estosucedió, resultó para mi corazón en unaverdadera confirmación del poder y de ladirección del Espíritu Santo, y un motivoadicional para rendir gracias y alabanza aDios.

Ahora veo que como mujer tengoprivilegios especiales en el culto en nadainferiores a los de los varones. Estos, quetienen la responsabilidad de participaraudiblemente, pueden ver su adoraciónensombrecida por el nerviosismo ocorrompida por el orgullo. Yo, sin embargo,puedo adorar a Dios con todo el corazón,puedo percibir el ministerio del EspírituSanto en la Cena del Señor de una maneraespecial, y puedo saber que mi silencio meestá obteniendo un galardón especial.”

De “Congregados en Mi Nombre”

24 La Sana Doctrina

Un Libro sobre la Agriculturaamón trabajaba en una librería, ysu jefe le regañó porque los librosestaban desordenados en las

repisas. Le dijo que debía ordenarlossegún su tema: Viajes, Religión, Agricul-tura, Biografías, y así sucesivamente.

RRamón trabajo por un buen rato

ordenando los libros, pero después secansó y, con apenas un vistazo al título, locolocaba en cualquier lugar. Casi habíaterminado cuando agarró un pequeñolibro negro. Abriéndolo para ver de quétrataba, leyó las palabras: “El Sembradorsalió a sembrar”. Másabajo en la página vio:“espinos…buena tierra…dio fruto, cuál a ciento,cuál a sesenta, y cuál atreinta por uno.” Ramónpensó: “Este debe ser unlibro sobre la agricultura”,y lo puso en la repisa respectiva.

No mucho tiempo después entró uncampesino en la librería y pidió un librosobre tierras y cultivación. Ramón pensóqué podía ofrecerle sobre ese tema, y derepente se acordó del librito negro. Seríajusto lo que el agricultor necesitabaporque hablaba de semillas, de tierras ycómo obtener una buena cosecha. Elcliente confió en la palabra de Ramón ycompró el libro de una vez para ayudarlecon su trabajo.

Aquella tarde el campesino se sentó ensu casa para leer su libro, pero cuando loabrió, descubrió para su disgusto que eraun libro religioso. Él no tenía ningún

interés en la religión y tiró el libro en elescaparate, muy molesto con el joven dela librería que se lo había vendido.

Algunos años después, cuando elcampesino estaba muy enfermo, le pidió asu esposa que le trajera algo para leer.Ella pensaba que él había leído todos loslibros que tenían, pero mirando en elescaparate, vio el pequeño libro negroque había sido tirado allí hace años.“¿Has leído éste?” le preguntó.

Entonces él se acordó cómo el jovende la librería le había engañado y cuán

molesto estuvo en aquellaocasión. Pero, como no habíamás nada para leer, decidiómirarlo. Él no sabía que era unNuevo Testamento, pero locomenzó a leer, y encontrandoque era interesante, siguióleyendo.

Entonces llegó a las palabras del SeñorJesucristo: “Venid a mí todos los queestáis trabajados y cargados, y yo os harédescansar” (Mateo 11:28). Se detuvo ameditar en esto, y luego siguió leyendo,hora tras hora. Todo era nuevo para él, yestaba fascinado con el nacimiento delSalvador, Sus maravillosos milagros ySus enseñanzas. Sobre todo, fueimpresionado con Su muerte en la cruz ySu resurrección.

Cuando llegó a Juan 6:37 y leyó estaspalabras: “al que a Mí viene, no le echofuera”, se acordó de la invitación: “Venida Mí”, que le había impactado

(continúa en la pág. 23)