p o r R o d r i g o C a y r e s

MÁS ALLÁ DE LOS CONCEPTOS

p o r

R o d r i g o C a y r e s

12

Nota: Esta versión de «La Rueda del Samsara», que se puede ver aquí, pero de un

tamaño mayor y con el espléndido colorido que la caracteriza, la podrá encontrar el

lector en la siguiente página Web: www.ageac.org/imagenes/ruedadelsamsara.htm

«¿Habéis oído hablar de las doce causas del Ser? ¿Qué sabéis sobrelas cuatro nobles verdades?

Es obvio que las doce Nidanas y las cuatro verdades caracterizanespecialmente al sistema Hinayana.

Pertenecen ellas a la sabia teoría de la corriente de la ley deencadenamiento que produce merito y demérito, y que finalmentemanifiesta el Karma en la plenitud de su poder.

Es un sistema que tiene por basamentos las famosas leyes detransmigración, retorno y recurrencia».

(V.M. Samael Aun Weor,«Mi Regreso al Tíbet»,Cap. 46, «Las DoceNidanas»).

11

El Buddha flota en el cielo, fuera de la rueda, apuntando la lunallena. En la concepción budista el Samsara corresponde al planetaTierra; la luna, por ubicarse fuera de nuestro planeta, representa laliberación del Samsara. Así es cómo las enseñanzas del Buddha lle-van a la liberación final.

Desde un punto de vista alquímico, y de acuerdo con algunas versio-nes del dibujo, vemos dentro de la luna a un conejo, ambos símbolosdel Mercurio; el Buddha señala esos elementos como que diciendo:«El camino es ése».

A la izquierda y a la derecha de Yama podemos ver las «Tres Monta-ñas» que nos llevan a la liberación final.

Podemos ver a Yama sentado sobre una piel de tigre (símbolo delSer). Como el Maestro Samael nos dijo en el Pistis Sophia: «El poderrostro de León o rostro bestial y sus emanaciones hacen sufrir a PistisSophia» (Capítulo 39). (Véase, para comprobar los dos últimos pun-tos, la versión del dibujo que aparece en la página siguiente).

CO N C LU S I Ó N

Contemplando la rueda como un todo, nos damos cuenta de:

1. Cuán preciosa es la vida en el reino humano, ya que es el únicotipo de renacimiento que posibilita escaparnos de la rueda delSamsara;

2. La impermanencia o inestabilidad de todo en el Samsara: nadapermanece, nada es eterno, todo es mutable y perecedero;

3. Cómo la Ley del Karma sostiene todo el Samsara;4. Que hay sufrimiento en todos los reinos del Samsara: ésa es la

Primera Noble Verdad enunciada por el Buddha.

3

LA RUEDA DEL SAMSARA

SU M A R I O

La Rueda del Samsara enseña de una forma simbólica el conocimientobudista relacionado al ciclo de nacimientos y muertes al que estamossometidos. Es también llamada «La Rueda de la Vida» o«Bhavachakra».

OR IGE N

Esta figura es generalmente encontrada en la entrada de los monas-terios tibetanos. Sus ilustraciones representan simbólicamente los doceeslabones (Nidanas) que producen el retorno incesante de las criatu-ras en diferentes reinos, los seis reinos de la existencia cíclica y lostres venenos de la mente.

Según las tradiciones, la Rueda de la Vida fue dibujada por primeravez en tiempos del Buddha Sakyamuni. Un rey llamado Udayanahabía regalado al rey Bimbisara de Magadha un valioso manto dejoyas. Como Bimbisara no tenía algo de equivalente valor para retri-buir al rey Udayana, pidió al Buddha que le diese un consejo sobrecómo podía corresponder a tan preciado regalo. Entonces el Buddhale dio las orientaciones precisas para trazar la Rueda del Samsara.

Se dice que cuando el rey Udayana recibió el dibujo, al estudiarlo sedio cuenta de la impermanencia de todo en la vida, y ésto le llevó aun elevado grado de realización espiritual.

10

vejez y la muerte (el cadáver se encuentra envuelto y en la posi-ción fetal, listo para el próximo nacimiento y futuras miseriasen uno de los seis simbólicos reinos del Samsara).

Esas escenas encierran las enseñanzas budistas sobre la ley de enca-denamiento y las doce Nidanas que garantizan que la rueda del Sam-sara se mantenga siempre en movimiento.

YA M A

La rueda es sostenidapor un terrible mons-truo con tres ojos yuna corona de crá-neos. Él es Yama, elDios hindú de la Ley.Los budistas adopta-ron esa representa-ción hindú de la Leydel Karma. Corres-ponde a Anubis. Nadaescapa a su visión,pues esta dotado delojo de la clarividencia.

Los cinco cráneos ensu cabeza indican quesolamente a través dela muerte de los cincoKleshas (causas deldolor), que son la ig-norancia, el egoísmo,el deseo, la aversión yel apego a la vida, podremos libertarnos de la rueda del Samsara.

4

EL CE NT RO

En la parte central de la rueda vemos eleje del Samsara: la Ignorancia (repre-sentada por el cerdo), el Deseo (repre-sentado por el gallo) y la Aversión (re-presentada por la serpiente). En budis-mo esas tres fuerzas son llamadas «lostres venenos de la mente».

Los tres están relacionados mutuamen-te, siendo que la ignorancia es la raízmisma del deseo y de la aversión; es poreso que las colas de la serpiente y del gallo están en la boca del cerdo.En otras variaciones del dibujo vemos a cada animal mordiendo lacola del otro, simbolizando de esa forma que cada veneno alimentalos demás.

Alrededor del eje vemos un círculo dividido en dos mitades, una blancay otra negra. En la blanca vemos la evolución y en la negra vemos lainvolución.

LO S 6 RE I N O S

Los rayos de la rueda la dividen en seis regiones.

DevasEn el tope están los Devas o Dioses, en su cielo; un lugar lleno de lujo,placer y comodidades. Es el Nirvana en su aspecto inferior.

AsurasA la derecha (siguiendo el sentido de las agujas de un reloj) están losAsuras, celosos de los Devas; ellos son los Magos Negros que comba-

9

su desasosiego, la mente es controlada por el «Yo», y por eso sólopercibe nombres y formas (la realidad última de los fenómenosno es percibida por la mente).

5. Una casa con seis ventanas: representa a los seis sentidos decognición (para los budistas, la mente también es un sentido,además de la vista, oído, olfato, gusto y tacto); debido a que lamente se haya atrapada por los conceptos de «nombre-y-forma»,quedamos condicionados por los sentidos de percepción exter-na. (En algunas variaciones de este dibujo vemos una casa concinco ventanas y una puerta, pero representan igualmente losseis sentidos).

6. Un hombre abrazado a una mujer: representa el contacto conel mundo externo; debido a los sentidos, viene el contacto.

7. Un hombre con una flecha en su ojo: representa las impresio-nes que recibimos a través de los sentidos y que nos producensensaciones; debido al contacto con el mundo físico, recibimosmúltiples impresiones que hieren nuestros sentidos y nos produ-cen sensaciones (al no transformarlas, muchas veces nos causandolor).

8. Un hombre sentado embriagándose: representa la sed de vivir,la pasión por la vida; debido a las diversas sensaciones, devienela sed de experimentar, de saborear, de vivir. (En algunas varia-ciones de este dibujo vemos a una mujer ofreciendo bebidas a unhombre).

9. Un mono cogiendo frutas en un árbol: representa el apego y eldeseo de acumulación; debido a la pasión por la vida, surge elapego a la misma y a las cosas. (En otras versiones de este dibujoaparece una mujer en vez de un mono).

10. Una mujer embarazada: representa la existencia, o el poten-cial de volver a vivir; debido al apego a la vida, deviene el poten-cial para la existencia.

11. Una mujer dando la luz a un niño: representa el nacimiento;debido al potencial de vivir, el niño viene a la luz.

12. Un hombre cargando un cadáver para el crematorio: repre-senta el envejecimiento y la muerte; debido a la vida, viene la

5

ten a los Devas. Es interesante que haya un árbol cuyas raíces se en-cuentran en su reino, pero cuyos frutos sólo son accesibles a los De-vas. Su estado men-tal se halla repre-sentado por unhombre que intentacortar el árbol conun hacha.

PretasDebajo del reinoanterior vemos losfantasmas ham-brientos, o Pretas.Ellos se encuentranen un estado perma-nente de hambre yde sed que jamáspueden ser calma-das. Sus vientreshinchados jamás pueden ser saciados por la cantidad de alimentosque ellos son capaces de ingerir a través de sus pequeñas bocas ydelgados cuellos. Los pequeños frutos de árboles enanos están prote-gidos por espinas y ramas puntiagudas. Todo lo que tocan se vuelvefuego o suciedad.

NarakaEn la parte más baja vemos el infierno mismo, con seres atormenta-dos por el hielo o por el calor, sufriendo muertes horribles. Es el opuestodel cielo de los Devas.

TiryakArriba y a la izquierda de lo anterior vemos al reino de los animales,en su constante búsqueda por alimentos, devorando a otros animalesu otras formas de vida, y al mismo tiempo evitando ser devorados.

8

bón anterior y, al mismo tiempo, sirve de causa para el eslabón si-guiente. Cada eslabón se llama «Nidana». Empezando por la partesuperior de la rueda, y siguiendo también el sentido de las agujas deun reloj, vemos:

1. Un viejo ciego cargando un palo: representa la ignorancia, laceguera espiritual; debido a ello, sufrimos.

2. Un alfarero con su torno y unos cacharros: representa el deseode actuar, de hacerse sentir. Moldeamos nuestro destino a travésde nuestros pensamientos, palabras y acciones; debido a la ce-guera espiritual, queremos actuar, hacer cosas a nivel horizon-tal, es decir, intrascendentales.

3. Un mono saltando de rama en rama: representa la mente des-asosegada; debido al deseo de actuar, la mente nunca está en paz.

4. Un barco con dos pasajeros y un conductor: el conductor re-presenta al «Yo» y los pasajeros al «nombre-y-forma»; debido a

6

(En algunas versiones de este dibujo de la Rueda del Samsara, el reinode Tiryak se encuentra donde se encuentra el de Pretas, y viceversa).

ManushyasEncima del anterior vemos el reino humano. En la figura vemos a loshumanos ocupados en comer, beber y reproducirse. Los enfermos re-ciben cuidados, se vuelven flacos y viejos, y finalmente son visitadospor la muerte. También vemos algunos humanos estudiando el Dhar-ma, las enseñanzas de tipo superior que nos permiten escapar a esteinterminable ciclo de muerte y renacimiento.

Esos seis reinos representan los diferentes estados posibles dentro dela rueda del Samsara. Nosotros nunca permanecemos para siempreen un solo reino, ni mismo en el reino de los Devas (el Nirvana en susentido inferior).

Para los budistas, nosotros somos partes del incesante ritmo de lanaturaleza que fluye a través de nosotros como a través de todo, elconstante movimiento de todo: el subir y bajar de las mareas, el mo-vimiento del río y del aire, nuestra respiración misma, los pensa-mientos que van y vienen... Crecimiento y destrucción son partes deun mismo proceso, tornando y retornando en interminables ciclos.

Ofrecemos resistencia a eso manifestando nuestro apego a la fanta-sía de que somos criaturas estables y que las circunstancias que nosrodean son permanentes. La frustración que conlleva esa ficción es elsufrimiento inherente al Samsara, fundamentado en la ignorancia.Dejar tal fantasía y apego a un lado, y no ofrecer resistencia a eseincesante fluir de todas las cosas, es el camino hacia la liberación.

Más allá de este Maya (manifiesto en el permanente movimiento decreación y destrucción) se encuentra la paz y la felicidad, intocadaspor la muerte y el renacimiento. El hecho de que no podemos mirarlo que se encuentra más allá del Samsara, se debe a nuestra propiaignorancia y a la falta de una visión clara. Debido a esa falta de

7

sabiduría, nos apegamos al Ego como si fuera real e inmutable. Igno-rancia es parte del Ego, su madre de hecho.

Con el pasar de los siglos, el Ego no puede resistir más que una piedraen la corriente de un río, una hoja en medio del viento, un guijarro enla orilla de una playa, o una nube en el cielo. O como dijo el Buddha:

«Así debéis mirar todo este mundo pasajero:una estrella al amanecer, una burbuja en la corriente,un relámpago en una nube de verano,una llama parpadeante, un fantasma y un sueño».

En la rueda del Samsara nada es estable. Hay sufrimiento por do-quiera. Los méritos de los Devas eventualmente se agotarán, y ellostendrán que reencarnarse en el reino humano, con la consecuenteposibilidad de quedarse. Ellos sufren por conocer esta verdad, puessaben que tarde o temprano tendrán que abandonar el Nirvana.

Los Asuras sufren por no poder gozar de los frutos del árbol de lavida; además están llenos de odio y de envidia. Los fantasmas ham-brientos están absortos por la insaciable búsqueda por comida y be-bida. Los que están en el infierno sufren lo indecible, y no logranescapar del dolor y del miedo en sus mentes. Los animales sufren ensu permanente lucha por tragar y no ser tragados. Los humanos, aun-que en este reino haya la posibilidad de escapar de la rueda, estántambién absortos en sus múltiples deseos y condicionamientos egoi-cos, sus actividades rutinarias, esperanzas y miedos.

LAS 12 NI DA N A S

La rueda que rodea a los seis reinos está dividida en doce imágenesencadenadas, formando doce eslabones de una cadena. En cada es-labón vemos una escena que representa las consecuencias del esla-

6

(En algunas versiones de este dibujo de la Rueda del Samsara, el reinode Tiryak se encuentra donde se encuentra el de Pretas, y viceversa).

ManushyasEncima del anterior vemos el reino humano. En la figura vemos a loshumanos ocupados en comer, beber y reproducirse. Los enfermos re-ciben cuidados, se vuelven flacos y viejos, y finalmente son visitadospor la muerte. También vemos algunos humanos estudiando el Dhar-ma, las enseñanzas de tipo superior que nos permiten escapar a esteinterminable ciclo de muerte y renacimiento.

Esos seis reinos representan los diferentes estados posibles dentro dela rueda del Samsara. Nosotros nunca permanecemos para siempreen un solo reino, ni mismo en el reino de los Devas (el Nirvana en susentido inferior).

Para los budistas, nosotros somos partes del incesante ritmo de lanaturaleza que fluye a través de nosotros como a través de todo, elconstante movimiento de todo: el subir y bajar de las mareas, el mo-vimiento del río y del aire, nuestra respiración misma, los pensa-mientos que van y vienen... Crecimiento y destrucción son partes deun mismo proceso, tornando y retornando en interminables ciclos.

Ofrecemos resistencia a eso manifestando nuestro apego a la fanta-sía de que somos criaturas estables y que las circunstancias que nosrodean son permanentes. La frustración que conlleva esa ficción es elsufrimiento inherente al Samsara, fundamentado en la ignorancia.Dejar tal fantasía y apego a un lado, y no ofrecer resistencia a eseincesante fluir de todas las cosas, es el camino hacia la liberación.

Más allá de este Maya (manifiesto en el permanente movimiento decreación y destrucción) se encuentra la paz y la felicidad, intocadaspor la muerte y el renacimiento. El hecho de que no podemos mirarlo que se encuentra más allá del Samsara, se debe a nuestra propiaignorancia y a la falta de una visión clara. Debido a esa falta de

7

sabiduría, nos apegamos al Ego como si fuera real e inmutable. Igno-rancia es parte del Ego, su madre de hecho.

Con el pasar de los siglos, el Ego no puede resistir más que una piedraen la corriente de un río, una hoja en medio del viento, un guijarro enla orilla de una playa, o una nube en el cielo. O como dijo el Buddha:

«Así debéis mirar todo este mundo pasajero:una estrella al amanecer, una burbuja en la corriente,un relámpago en una nube de verano,una llama parpadeante, un fantasma y un sueño».

En la rueda del Samsara nada es estable. Hay sufrimiento por do-quiera. Los méritos de los Devas eventualmente se agotarán, y ellostendrán que reencarnarse en el reino humano, con la consecuenteposibilidad de quedarse. Ellos sufren por conocer esta verdad, puessaben que tarde o temprano tendrán que abandonar el Nirvana.

Los Asuras sufren por no poder gozar de los frutos del árbol de lavida; además están llenos de odio y de envidia. Los fantasmas ham-brientos están absortos por la insaciable búsqueda por comida y be-bida. Los que están en el infierno sufren lo indecible, y no logranescapar del dolor y del miedo en sus mentes. Los animales sufren ensu permanente lucha por tragar y no ser tragados. Los humanos, aun-que en este reino haya la posibilidad de escapar de la rueda, estántambién absortos en sus múltiples deseos y condicionamientos egoi-cos, sus actividades rutinarias, esperanzas y miedos.

LAS 12 NI DA N A S

La rueda que rodea a los seis reinos está dividida en doce imágenesencadenadas, formando doce eslabones de una cadena. En cada es-labón vemos una escena que representa las consecuencias del esla-

5

ten a los Devas. Es interesante que haya un árbol cuyas raíces se en-cuentran en su reino, pero cuyos frutos sólo son accesibles a los De-vas. Su estado men-tal se halla repre-sentado por unhombre que intentacortar el árbol conun hacha.

PretasDebajo del reinoanterior vemos losfantasmas ham-brientos, o Pretas.Ellos se encuentranen un estado perma-nente de hambre yde sed que jamáspueden ser calma-das. Sus vientreshinchados jamás pueden ser saciados por la cantidad de alimentosque ellos son capaces de ingerir a través de sus pequeñas bocas ydelgados cuellos. Los pequeños frutos de árboles enanos están prote-gidos por espinas y ramas puntiagudas. Todo lo que tocan se vuelvefuego o suciedad.

NarakaEn la parte más baja vemos el infierno mismo, con seres atormenta-dos por el hielo o por el calor, sufriendo muertes horribles. Es el opuestodel cielo de los Devas.

TiryakArriba y a la izquierda de lo anterior vemos al reino de los animales,en su constante búsqueda por alimentos, devorando a otros animalesu otras formas de vida, y al mismo tiempo evitando ser devorados.

8

bón anterior y, al mismo tiempo, sirve de causa para el eslabón si-guiente. Cada eslabón se llama «Nidana». Empezando por la partesuperior de la rueda, y siguiendo también el sentido de las agujas deun reloj, vemos:

1. Un viejo ciego cargando un palo: representa la ignorancia, laceguera espiritual; debido a ello, sufrimos.

2. Un alfarero con su torno y unos cacharros: representa el deseode actuar, de hacerse sentir. Moldeamos nuestro destino a travésde nuestros pensamientos, palabras y acciones; debido a la ce-guera espiritual, queremos actuar, hacer cosas a nivel horizon-tal, es decir, intrascendentales.

3. Un mono saltando de rama en rama: representa la mente des-asosegada; debido al deseo de actuar, la mente nunca está en paz.

4. Un barco con dos pasajeros y un conductor: el conductor re-presenta al «Yo» y los pasajeros al «nombre-y-forma»; debido a

4

EL CE NT RO

En la parte central de la rueda vemos eleje del Samsara: la Ignorancia (repre-sentada por el cerdo), el Deseo (repre-sentado por el gallo) y la Aversión (re-presentada por la serpiente). En budis-mo esas tres fuerzas son llamadas «lostres venenos de la mente».

Los tres están relacionados mutuamen-te, siendo que la ignorancia es la raízmisma del deseo y de la aversión; es poreso que las colas de la serpiente y del gallo están en la boca del cerdo.En otras variaciones del dibujo vemos a cada animal mordiendo lacola del otro, simbolizando de esa forma que cada veneno alimentalos demás.

Alrededor del eje vemos un círculo dividido en dos mitades, una blancay otra negra. En la blanca vemos la evolución y en la negra vemos lainvolución.

LO S 6 RE I N O S

Los rayos de la rueda la dividen en seis regiones.

DevasEn el tope están los Devas o Dioses, en su cielo; un lugar lleno de lujo,placer y comodidades. Es el Nirvana en su aspecto inferior.

AsurasA la derecha (siguiendo el sentido de las agujas de un reloj) están losAsuras, celosos de los Devas; ellos son los Magos Negros que comba-

9

su desasosiego, la mente es controlada por el «Yo», y por eso sólopercibe nombres y formas (la realidad última de los fenómenosno es percibida por la mente).

5. Una casa con seis ventanas: representa a los seis sentidos decognición (para los budistas, la mente también es un sentido,además de la vista, oído, olfato, gusto y tacto); debido a que lamente se haya atrapada por los conceptos de «nombre-y-forma»,quedamos condicionados por los sentidos de percepción exter-na. (En algunas variaciones de este dibujo vemos una casa concinco ventanas y una puerta, pero representan igualmente losseis sentidos).

6. Un hombre abrazado a una mujer: representa el contacto conel mundo externo; debido a los sentidos, viene el contacto.

7. Un hombre con una flecha en su ojo: representa las impresio-nes que recibimos a través de los sentidos y que nos producensensaciones; debido al contacto con el mundo físico, recibimosmúltiples impresiones que hieren nuestros sentidos y nos produ-cen sensaciones (al no transformarlas, muchas veces nos causandolor).

8. Un hombre sentado embriagándose: representa la sed de vivir,la pasión por la vida; debido a las diversas sensaciones, devienela sed de experimentar, de saborear, de vivir. (En algunas varia-ciones de este dibujo vemos a una mujer ofreciendo bebidas a unhombre).

9. Un mono cogiendo frutas en un árbol: representa el apego y eldeseo de acumulación; debido a la pasión por la vida, surge elapego a la misma y a las cosas. (En otras versiones de este dibujoaparece una mujer en vez de un mono).

10. Una mujer embarazada: representa la existencia, o el poten-cial de volver a vivir; debido al apego a la vida, deviene el poten-cial para la existencia.

11. Una mujer dando la luz a un niño: representa el nacimiento;debido al potencial de vivir, el niño viene a la luz.

12. Un hombre cargando un cadáver para el crematorio: repre-senta el envejecimiento y la muerte; debido a la vida, viene la

3

LA RUEDA DEL SAMSARA

SU M A R I O

La Rueda del Samsara enseña de una forma simbólica el conocimientobudista relacionado al ciclo de nacimientos y muertes al que estamossometidos. Es también llamada «La Rueda de la Vida» o«Bhavachakra».

OR IGE N

Esta figura es generalmente encontrada en la entrada de los monas-terios tibetanos. Sus ilustraciones representan simbólicamente los doceeslabones (Nidanas) que producen el retorno incesante de las criatu-ras en diferentes reinos, los seis reinos de la existencia cíclica y lostres venenos de la mente.

Según las tradiciones, la Rueda de la Vida fue dibujada por primeravez en tiempos del Buddha Sakyamuni. Un rey llamado Udayanahabía regalado al rey Bimbisara de Magadha un valioso manto dejoyas. Como Bimbisara no tenía algo de equivalente valor para retri-buir al rey Udayana, pidió al Buddha que le diese un consejo sobrecómo podía corresponder a tan preciado regalo. Entonces el Buddhale dio las orientaciones precisas para trazar la Rueda del Samsara.

Se dice que cuando el rey Udayana recibió el dibujo, al estudiarlo sedio cuenta de la impermanencia de todo en la vida, y ésto le llevó aun elevado grado de realización espiritual.

10

vejez y la muerte (el cadáver se encuentra envuelto y en la posi-ción fetal, listo para el próximo nacimiento y futuras miseriasen uno de los seis simbólicos reinos del Samsara).

Esas escenas encierran las enseñanzas budistas sobre la ley de enca-denamiento y las doce Nidanas que garantizan que la rueda del Sam-sara se mantenga siempre en movimiento.

YA M A

La rueda es sostenidapor un terrible mons-truo con tres ojos yuna corona de crá-neos. Él es Yama, elDios hindú de la Ley.Los budistas adopta-ron esa representa-ción hindú de la Leydel Karma. Corres-ponde a Anubis. Nadaescapa a su visión,pues esta dotado delojo de la clarividencia.

Los cinco cráneos ensu cabeza indican quesolamente a través dela muerte de los cincoKleshas (causas deldolor), que son la ig-norancia, el egoísmo,el deseo, la aversión yel apego a la vida, podremos libertarnos de la rueda del Samsara.

«¿Habéis oído hablar de las doce causas del Ser? ¿Qué sabéis sobrelas cuatro nobles verdades?

Es obvio que las doce Nidanas y las cuatro verdades caracterizanespecialmente al sistema Hinayana.

Pertenecen ellas a la sabia teoría de la corriente de la ley deencadenamiento que produce merito y demérito, y que finalmentemanifiesta el Karma en la plenitud de su poder.

Es un sistema que tiene por basamentos las famosas leyes detransmigración, retorno y recurrencia».

(V.M. Samael Aun Weor,«Mi Regreso al Tíbet»,Cap. 46, «Las DoceNidanas»).

11

El Buddha flota en el cielo, fuera de la rueda, apuntando la lunallena. En la concepción budista el Samsara corresponde al planetaTierra; la luna, por ubicarse fuera de nuestro planeta, representa laliberación del Samsara. Así es cómo las enseñanzas del Buddha lle-van a la liberación final.

Desde un punto de vista alquímico, y de acuerdo con algunas versio-nes del dibujo, vemos dentro de la luna a un conejo, ambos símbolosdel Mercurio; el Buddha señala esos elementos como que diciendo:«El camino es ése».

A la izquierda y a la derecha de Yama podemos ver las «Tres Monta-ñas» que nos llevan a la liberación final.

Podemos ver a Yama sentado sobre una piel de tigre (símbolo delSer). Como el Maestro Samael nos dijo en el Pistis Sophia: «El poderrostro de León o rostro bestial y sus emanaciones hacen sufrir a PistisSophia» (Capítulo 39). (Véase, para comprobar los dos últimos pun-tos, la versión del dibujo que aparece en la página siguiente).

CO N C LU S I Ó N

Contemplando la rueda como un todo, nos damos cuenta de:

1. Cuán preciosa es la vida en el reino humano, ya que es el únicotipo de renacimiento que posibilita escaparnos de la rueda delSamsara;

2. La impermanencia o inestabilidad de todo en el Samsara: nadapermanece, nada es eterno, todo es mutable y perecedero;

3. Cómo la Ley del Karma sostiene todo el Samsara;4. Que hay sufrimiento en todos los reinos del Samsara: ésa es la

Primera Noble Verdad enunciada por el Buddha.

p o r

R o d r i g o C a y r e s

12

Nota: Esta versión de «La Rueda del Samsara», que se puede ver aquí, pero de un

tamaño mayor y con el espléndido colorido que la caracteriza, la podrá encontrar el

lector en la siguiente página Web: www.ageac.org/imagenes/ruedadelsamsara.htm

p o r R o d r i g o C a y r e s

MÁS ALLÁ DE LOS CONCEPTOS