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Nº 166 abr-jun 2020 LA REVISTA DE LA PÁTRIA GRANDE Imagem capa: edição s/Foto RapedEyeiStock

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  • Nº 166abr-jun 2020

    LA REVISTA DE LA PÁTRIA GRANDE

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    Para onde caminha a humanidade...

    Nossa Casa Comum, meio ambiente, proteger a vida e a natureza, sustentabilidade, mãe terra, cuidar, políticas ambientais, bioeconomia, economia de Francisco, eco-nomia verde, Amazônia, povos originários, aquecimento global, acidentes ou desastres ambientais, poluição, água, oceanos, alimentação saudável, consumo, reduzir, reutilizar, reciclar, educação ambiental, ecossocialismo, bem-comum, Covid-19... Essas são algumas das palavras ou expressões-chave que são apresentadas, enfatizadas e que provocam a nossa reflexão e debate nesta edição 166 da Revista Novamerica.

    Numa perspectiva críti-ca bastante contunden-te, o tema Nossa Casa Comum: meio ambiente em questão é analisado por vários/as especialis-tas, estudiosos/as que vivem e pesquisam em diferentes países que integram o continente latino-americano cari-benho. No momento em que o mundo, a Mãe Terra, vive uma pandemia causada pela violência do coronavírus SARS-COV-2, nossos/as colabo-radores/as foram convidados/as e, generosamente, em momento de significativo isolamento social, aceitaram a expor suas ideias sobre as diversas questões que nos afligem, que nos deixam indignados/as, mas que também nos mobilizam, nos motivam, “nos empurram”, na pers-pectiva de contribuir com alternativas que possam ser efetivas para a construção de uma humanidade “outra”. Uma humanidade menos desigual, menos consumista, menos egoísta, mais fraterna, mais solidária, mais justa, mais democrática, mais digna para todos/as. Uma huma-nidade que respeita, valoriza e incorpora o “Outro” na sua pluralidade e que tem a “Vida” de todos e todas, ou seja, a Vida do e no Planeta Terra no centro de suas preocupações, e de suas ações.

    Temos a certeza de que cada um/a dos/as profissionais que contribuíram para a construção dessa edição o fizeram tendo em mente a importância e a necessidade de chamar a atenção para os comportamentos, para as atitudes, deci-sões, escolhas - sejam daqueles que detêm o poder, sejam da sociedade civil como um todo - que têm gerado muitos,

    inúmeros dos problemas, das dificuldades, das tragédias, das guerras, enfim, o caos que hoje os seres humanos estão enfrentando. O caos que compromete a vida de todos/as nós, das futuras gerações, da nossa Casa Comum. Mas temos também a convicção de que escreveram alimentados pela esperança de que é um momento de intensa aprendizagem e de oportunidades para -individual e principalmente de modo coletivo - seja qual for o lugar que ocupamos e/ou o papel que desempenhamos no mundo - tomarmos cons-ciência e agirmos em outra direção, na direção que supere

    o estado de barbárie e/ou de caos em que nos encontramos para avançar no sentido da construção e conquista de uma humanidade “outra” e não seria de-mais repetir, ao contrá-rio, acreditamos que é fundamental repetir, como um mantra: uma humanidade menos desigual, menos consu-mista, menos egoísta, mais fraterna, mais so-lidária, mais justa, mais democrática, mais digna

    para todos/as, Uma humanidade que respeita, valoriza e incorpora o “Outro” na sua pluralidade e que tem a “Vida” de todos e todas, ou seja, a Vida do e no Planeta Terra no centro de suas preocupações, e de suas ações.

    Caros leitores e caras leitoras da Revista Novamerica, desejamos que esta edição encontre todos e todas bem de saúde. Até aqui, nunca tínhamos tido a experiência de preparamos uma edição cercados/as por um contexto que tanto nos afasta, mas que muito nos aproxima. Muito mais do que apresentar diagnósticos e sugerir caminhos de solução relacionados à preservação da vida em nossa Casa Comum (objetivo registrado quando planejamos esta edição em setembro de 2019), nossa intenção, agora, é que possamos reconhecer que há esperança, mas que é preciso adotar outra postura diante da vida, mudar o rumo da nossa trajetória, da nossa caminhada. Assim como os cientistas ainda não sabem tudo sobre o Covid-19, mas que, coletivamente, estão buscando saber como prevenir, cuidar e curar de um modo mais efetivo, nós, também -em colaboração e diálogo- podemos buscar construir um mundo outro. Acreditem: é possível.

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  • Nuestra Casa Común, medio ambiente, proteger la vida y la naturaleza, sustentabilidad, madre tierra, cuidar, políticas ambientales, bioeconomía, economía de Francisco, economía verde, Amazonía, pueblos originarios, calentamiento global, accidentes o desastres ambientales, contaminación, agua, océanos, alimentación sana, con-sumo, reducir, reutilizar, reciclar, educación ambiental, ecosocialismo, bien común, Covid-19… Esas son algunas de las palabras o expresiones clave que se presentan en-fáticamente y que nos mueven a la reflexión y al debate, en esta edición 166 de la Revista Nuevamerica.

    Desde una perspectiva crítica bastante contundente, el tema Nuestra Casa Común: medio ambiente en cues-tión, es analizado por varios/as especialistas y estudiosos/as que viven e investigan en diferentes países que integran el continente latinoamericano caribeño. En estos momen-tos en que el mundo, la Madre Tierra, vive una pandemia causada por la violencia del coronavirus SARS-COV-2, nues-tros/as colaboradores/as son invitados/as a participar de la revista y, generosamente –teniendo en cuenta este momento de significativo aislamiento social– aceptaron exponer sus ideas sobre los diversos asuntos que nos afligen, que nos indignan, pero que también nos movilizan, nos motivan, nos “empujan”, con la visión de contri-buir con alternativas que puedan ser efectivas para la construcción de una humanidad “otra”. Una humanidad me-nos desigual, menos consumista, menos egoísta, más fraterna, más solidaria, más justa, más democrática, más digna para todos/as. Una humanidad que respeta, valora e incorpora al “Otro” con toda su pluralidad y que tiene la “Vida” de todos y todas, o sea, la Vida del y en el Planeta Tierra, en el centro de sus preocupacio-nes y de sus acciones.

    Estamos seguros de que cada uno/a de los/las profesionales que contribuyeron a la construcción de esta edición, lo hi-cieron teniendo en cuenta cuán impor-tante y necesario es llamar la atención hacia los comportamientos, las actitu-des, las decisiones y elecciones –sea de aquellos que tienen el poder, sea de la sociedad civil como un todo– que han

    generado muchos e innúmeros problemas, dificultades, tragedias, guerras, en fin, todo el caos que enfrentan hoy los seres humanos. El caos que compromete la vida de todos/as nosotros/as, de las futuras generaciones, de nuestra Casa Común. Pero tenemos también la convicción de que escri-bieron alimentados por la esperanza de que el presente es un momento de intenso aprendizaje y de oportunidades –individual y, principalmente, colectivamente– sea cual sea el lugar que ocupemos y/o el rol que desempeñemos en el mundo– para que tomemos consciencia y actuemos en otra dirección, una dirección que supere el estado de barbarie y/o de caos en que nos encontramos, para avan-zar hacia la construcción y conquista de una humanidad “otra”. No estaría demás repetir –al contrario, creemos que es fundamental repetir, como un mantra– una humanidad menos desigual, menos consumista, menos egoísta, más fraterna, más solidaria, más justa, más democrática, más digna para todos/as. Una humanidad que respeta, valora e incorpora al “Otro” con toda su pluralidad y que tiene la “Vida” de todos y todas, o sea, la Vida del y en el Planeta

    Tierra, en el centro de sus preocupacio-nes y de sus acciones.

    Estimados lectores y lectoras de la Revista Nuevamerica, deseamos que esta edición los encuentre a todos muy bien de salud. Hasta el presente, nunca habíamos pasado por la experiencia de preparar una edición cercados/as por un contexto que tanto nos aleja y que mucho nos acerca. Mucho más que presentar diagnósticos y sugerir caminos de solución relacionados a la preservación de la vida en nuestra Casa Común (objetivo que fue registrado cuando planeamos esta edición en septiembre de 2019), nuestra inten-ción ahora es poder reconocer que hay esperanza, pero que se hace necesario adoptar otra postura frente a la vida. Es necesario cambiar el rumbo de nuestra trayectoria, de nuestro andar. Así como los científicos aún no saben todo sobre el Covid-19, pero colectivamente están buscando saber cómo prevenir, cuidar y curar de un modo más efectivo, también nosotros, en colaboración y diálogo, podemos buscar construir un mundo “otro”. Créanlo, es posible.

    Hacia dónde va la humanidad...

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    Entrevista Josefina Espaillat • República Dominicana Nuestra Casa Común: el medio ambiente en cuestión Nossa Casa Comum: o meio ambiente em questão (pág. 15)

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    pág. 24

    Reencuentro con la Madre Tierra: tarea urgente para enfrentar las pandemiasAlberto Acosta • Ecuador

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    Amazônia queimando. O covid-19. Fantasmas do futuro climático? Carlos Afonso Nobre • Brasil

    pág. 39

    Todo está interligado en nuestra Casa Común Rosa Ramos • Uruguay

    pág. 34

    Proteger a vida: cuidar da Casa Comum! Susana Sacavino • Brasil

    pág. 44

    Economia de Francisco: a construção do bem comum Ladislau Dowbor • Brasil

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    Um cisne verde nada bucólicoCecília Botana • Brasil

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    pág. 50

    Accidentes ambientales: una realidad que desafía nuestra Casa Común Leonarda Acevedo • República Dominicana

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    A recorrência dos desastres da mineração no BrasilAndréa Zhouri • Brasil

  • pág. 59

    De medio ambiente y alimentación a “cuarto ambiente” con inseguridad alimentariaEinstein Tejada Vélez • Bolivia

    pág. 68

    Hacia la defensa de los pueblos originarios y la Amazonía, desde un enfoque descolonizadorRaquel Z. Yrigoyen-Fajardo • Perú

    pág. 78

    ECOssocialismo ou barbárie? Apontamentos em tempos de pandemiaJaqueline Girão • Brasil

    pág. 63

    pág. 83

    pág. 84 Mosaico

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    pág. 64

    A importância de políticas públicas para a preservação do meio ambienteDaniel Fonseca de Andrade e Paulo Roberto Cunha • Brasil

    pág. 73

    A última gota suja: a poluição dos oceanos, devemos remediá-la imediatamente

    Jannine Marquez Lencina Avila • Brasil

    Agrotóxicos: la revolución verdeLeonarda Acevedo • República Dominicana

    UMA: una universidad para la vidaPatricia Rossano Martínez - México

    pág. 58

    pág. 77

    Daño ocasionado por la explotación a cielo abierto de la Minera San Xavier o New Gold

    María Susana Gutiérrez Márquez • México

    Reduzir. Reutilizar. Reciclar. REPENSAR.Jannine M. Lencina Avila • Brasil

  • novamericaR E V I S T A E n t r e v i s t a

    Josefina Espaillat

    C iudadana de la “Casa Común”. Ingeniera Agrónoma, Maestría en Recursos Naturales, especialidad en Manejo de Cuencas Hidrográficas. Trabaja en la Fundación REDDOM como coordinadora de Inversiones Compartidas y Especialista en Manejo de Cuencas.

    [email protected] x República Dominicana

    Nuestra Casa Común: el medio ambiente en cuestión

    Nuestra “Casa Común” y todo lo que la compone, ¿está amenazada de extinción? En otras palabras, ¿nuestra Casa Común está en peligro? Justifique su respuesta.

    Sí, está en peligro y la situación que estamos viviendo con el Covid-19 lo ha puesto de manifiesto, ya que hay más de 200 países afectados hasta el momento. Ante esta pandemia, los sistemas de salud de países que se suponían estables no han podido atender a los casos que se han registrado. Ha sido necesario recluirnos en las casas para reducir los contagios. La economía de los países afectados se ha paralizado prácticamente. Se han cerrado las fron-

    teras, los vuelos se han reducido al mínimo. Se ha puesto de manifiesto la fragilidad de la vida.

    Asimismo, los científicos del clima (IPCC) nos han alertado sobre el cambio climático abrupto que se está generando, fruto de los patrones dominantes de producción y consu-mo centrados en la quema de combustibles fósiles que generan el calentamiento global y que ponen en peligro toda la vida. Sus efectos a nivel de sequías más intensas y prolongadas, huracanes más frecuentes y devastadores, presencia de nuevas enfermedades y elevación del mar con las pérdidas de costas, son situaciones que atentan contra la vida humana y la Casa Común en su conjunto.

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  • Uno de los principales desafíos que tenemos es el cambio climático por sus graves consecuencias para la vida. Ningún país es inmune a los efectos del cambio climático y estos repercuten directamente en la economía, la salud, la seguridad y en la producción de alimentos, entre otros muchos aspectos.

    novamericaR E V I S T A

    En su carta encíclica Laudato Si, el Papa Francisco nos com-parte su apreciación de este peligro cuando se refiere a la contaminación y al cambio climático, a la cuestión del agua, a la pérdida de la biodiversidad, al deterioro de la calidad de vida humana, a la degradación social, y a la inequidad planetaria, entre otros. El Papa Francisco nos alerta sobre cómo estos cambios no están orientados al bien común ni a un desarrollo humano sostenible e integral. “El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad”.

    ¿Qué desafíos debemos enfrentar para preservar nuestra “Casa Común”?

    Uno de los principales desafíos que tenemos es el cambio climático por sus graves consecuencias para la vida. Nin-gún país es inmune a los efectos del cambio climático y estos repercuten directamente en la economía, la salud, la seguridad y en la producción de alimentos, entre otros muchos aspectos. Reducir la temperatura del planeta es la tarea central. No obstante, aún no se ha logrado en el nivel deseado la meta de reducir 2 grados C y aumentar 1.5 gra-dos C, según el Acuerdo de Paris a que llegaron los países que son parte del Convenio Marco de Cambio Climático. Lo que está de fondo, es que los países no quieren detener lo que consideran su desarrollo económico. Se necesita de la investigación y de la creatividad en el desarrollo de proce-sos de transformación de los sistemas de energía, además del desarrollo de programas integrales de adaptación para la prevención de desastres y migraciones.

    Otro desafío es la inequidad planetaria. Poblaciones sin ac-ceso a agua potable, a la seguridad alimentaria, a la salud e higiene, a la energía, a la vivienda, con sistemas educativos muy precarios y sin acceso a un empleo digno. El 0.7% de la población mundial controla el 45% de las riquezas, mien-tras el 71% de la población mundial solo participa del 3% de las riquezas. Hay países que hacen un consumo excesivo de los bienes económicos y naturales mientras otros carecen de lo esencial para vivir dignamente. Hay poblaciones que migran de los países empobrecidos a países que fueron sus colonizadores. Asimismo, a nivel de la tecnología y el conocimiento, encontramos regiones y países que se sirven de esa tecnología y de ese conocimiento para su propio beneficio, y muchas veces son elementos de exclusión y opresión para otros pueblos y naciones. Esta inequidad y asimetría ponen en peligro la vida en la Casa Común. Ello

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  • La Agenda 2030 es civilizatoria porque pone a las personas en el centro, tiene un enfoque de derechos y busca un desarrollo sostenible global dentro de los límites planetarios. Es universal ya que busca una alianza renovada en la que todos los países participan por igual. Es indivisible ya que integra los tres pilares del desarrollo sostenible - económico, social y medioambiental.

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    novamericaR E V I S T A tiene que movernos a buscar nuevas formas de convivencia que tengan como principios fundamentales: la dignidad de la persona humana, el bien común, el destino universal de los bienes, la subsidiaridad y la solidaridad. En resumen: la Tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. De ahí que no podamos estar tranquilos mientras tantos seres humanos son excluidos, postergados y considerados como descartables para el sistema económico actual.

    Un tercer desafío que veo es aplicar una ecología integral que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales, porque todo está interrelacionado, somos parte del todo y el todo es superior a las partes. Adhiero a esta definición de Xavier Meriño, miembro de Justicia y Paz de Girona, España; “La ecología integral es una actitud ecológica radical que quiere luchar por un cambio de las ideas profun-das que sostienen la civilización actual y configuran nuestra relación con la naturaleza, relación que nos ha llevado a la situación actual que roza el desastre y nos puede llevar a una catástrofe. La ecología integral cuestiona toda una serie de aspectos de nuestro mundo: la importancia absoluta que tienen los problemas económico-materiales; la posibilidad de un crecimiento sostenido e ilimitado; la creencia de que la tecnología podrá resolver todos los problemas; un sistema económico que no cuantifica ni valora los costes ecológicos; la gran ignorancia sobre la complejidad de la vida; la sacralidad de la materia y la fuerza espiritual del universo.”.

    Es fundamental buscar soluciones integrales que conside-ren las interrelaciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. Son urgentes las acciones para generar una cultura del cuidado y del respeto del planeta como microorganismo viviente. Que tenga en cuenta el conocimiento y la investigación de sus ecosistemas, así como la importancia de los servicios ecosistémicos que

    proveen para garantizar la vida. Que el uso sostenible siempre considere la capacidad de regeneración de cada ecosistema en sus diversas áreas y aspectos. Esta ecología integral incorpora una visión más amplia y compleja de la realidad y se auxilia de la ecología económica, la cual considera la protección del medio ambiente como parte integral del proceso de desarrollo y no de forma aislada.

    Otro aspecto clave de la ecología integral es todo lo re-lacionado a fortalecer el sistema institucional que va del grupo primario, la familia, la comunidad local, la nación, a la vida internacional. Que a cada nivel asumamos las responsabilidades que nos corresponden. Si queremos ser capaces de regresar a nuestra Casa Común, la naturaleza, de la cual nos autoexiliamos, es preciso que nos planteemos una reconversión radical de nuestros estilos de vida, de nuestra mentalidad, e incluso de nuestra espiritualidad.

    ¿Qué importancia, papel o significado tiene la Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable de la ONU?

    Es un importante y significativo documen-to que direcciona la acción de los países miembros de la ONU hacia el desarrollo sustentable. Las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas toman el rol central. Como bien se le ha llamado, es una hoja de ruta que, en 2015, 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas adoptaron como agenda global.

    La Comisión Económica para América Lati-na y Caribe (CEPAL) considera que la Agen-da 2030 es civilizatoria porque pone a las personas en el centro, tiene un enfoque de

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  • Es una agenda ambiciosa que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible

    (ODS) y 169 metas que buscan erradicar la pobreza, combatir las desigualdades y

    promover la prosperidad, al tiempo que protegen el medio ambiente de aquí a 2030. En su elaboración y aprobación

    hubo una participación activa de muchos de los países miembros de la ONU.

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    novamericaR E V I S T A derechos y busca un desarrollo sostenible global dentro de los límites planetarios. Es universal ya que busca una alianza renovada en la que todos los países participan por igual. Es indivisible ya que integra los tres pilares del desarrollo sos-tenible - económico, social y medioambiental - presentando así una visión holística del desarrollo. La erradicación de la pobreza y la reducción de desigualdades - prioridades para América Latina y el Caribe - también son temas centrales en esta agenda que busca “no dejar a nadie atrás”.

    Es una agenda ambiciosa que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que buscan erra-dicar la pobreza, combatir las desigualdades y promover la prosperidad, al tiempo que protegen el medio ambiente de aquí a 2030. En su elaboración y aprobación hubo una participación activa de muchos de los países miembros de la ONU porque incluyó un proceso de trabajo inclusivo de evaluación de los objetivos de desarrollo anteriores a nivel local y nacional, por temáticas y sectores.

    En la cumbre sobre los ODS, celebrada en septiembre de 2019, el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sos-tenible solicitó un decenio de acción y resultados en favor del desarrollo sostenible, y se prometió movilizar la finan-ciación, mejorar la aplicación a nivel nacional y reforzar las instituciones para lograr los objetivos en la fecha prevista, el año 2030, sin dejar a nadie atrás.

    Las acciones se desarrollen a tres niveles: acción a nivel mundial para garantizar un mayor liderazgo, más recursos y soluciones más inteligentes con respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; acción a nivel local que incluya las transiciones necesarias en las políticas, los presupuestos, las instituciones y los marcos reguladores de los gobiernos, las ciudades y las autoridades locales; y acción por parte de las personas, incluidos la juventud, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector privado, los sindicatos, los círculos académicos y otras partes interesadas, para generar un movimiento imparable que impulse las trans-formaciones necesarias.

    Ciertamente la Agenda 2030 y sus ODS han logrado una buena aceptación a nivel de muchos países porque las agendas nacionales los han incorporado y se monitorea su cumplimiento a través de entidades gubernamentales y de la sociedad civil (academias y ONG). Asimismo, para la aprobación de proyectos se toma en cuenta su alinea-miento con las estrategias nacionales y los ODS.

    En la Cumbre de los ODS se presentaron los exámenes nacionales. Voluntarios de 142 países dan testimonio de los esfuerzos realizados a nivel nacional para dar prioridad a la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los planes y políticas nacionales y para reunir a todos los sectores de la sociedad en la tarea común de hacer realidad la Agenda 2030.

    Teniendo en cuenta el debate sobre meio ambiente/nuestra “Casa Común”, le pedimos que presente breves reflexiones a partir de algunas palabras o expresiones significativas.

    Políticas Públicas - Partimos de entender las políticas pú-blicas como procesos decisionales en contextos complejos y de múltiples actores que definen los fines y la estrategia de intervencion estatal. En este sentido, muchas problemá-ticas que generan o agravan los problemas ambientales, como el combate a la pobreza, el cambio climático, la contaminación de la atmósfera, del suelo y las aguas, el acceso a agua potable, la seguridad alimentaria, entre otras, los estados las enfrentan a través de políticas públi-cas, teniendo como referencia los convenios y acuerdos internacionales que han firmado y ratificado, así como la legislación nacional.

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  • Para implementar estas políticas, algunos países requieren de mecanismos y subsidios para acceder a transferencias tecnológicas, asistencia técnica y recursos financieros. De ahí la necesidad de alianzas globales para apoyar el desarrollo sustentable. Que los países que disponen de más recursos financieros apoyen a los que tienen menos.

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    novamericaR E V I S T A Aunque queda mucho por lograr en esta dirección, cabe destacar que muchos países cuentan con políticas públicas para la adaptación a las nuevas condiciones climáticas y para la mitigación de las emisiones en los sectores indus-trial, de transporte, de energía, de producción agrope-cuaria, de vivienda, así como acciones en la protección de corales y humedales. Las agendas de desarrollo nacionales que se alinean con las metas de la ONU, expresadas en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), son ejemplo de políticas públicas que tienen un seguimiento desde los ministerios y desde la sociedad civil. Pero sigue siendo evidente que el desarrollo económico en su interés de maximizar los ingresos no respeta muchas de las políticas de preservación y protección de bienes comu-nes como los bosques, el agua y los suelos. Vemos el caso de mi país, República Dominicana, en donde el Ministerio de Medio Ambiente estimula la siembra de monocultivo como el aguacate (palta) en un parque nacional; donde el Banco Agrícola, una entidad gubernamental descentralizada, otorga préstamos a productores agrícolas para la siembra de tayota (Sechiumedule) en laderas de fuertes pendientes y en suelos poco profundos; donde se otorgan concesiones para la construcción de hoteles en zonas costeras frágiles con presencia de manglares.

    Urge elevar la consciencia a través de la información y la educación de los tomadores de decisiones para que, comprendiendo la fragilidad de la Casa Común, elaboren y procuren aplicar medidas para su real protección y cuidado. El principio que sostiene que quien contamina paga (que trata de establecer un marco de responsabilidad ambiental y sirve para la prevención y reparación de los daños am-bientales provocados por un operador), está pendiente de aplicación en muchas empresas y actividades públi-cas. Tareas pendientes en políticas públicas en muchos

    países es el aprovechamiento de las energías renovables, viviendas ecológicas, transporte limpio, manejo de aguas residuales, entre otros. Para implementar estas políticas, algunos países requieren de mecanismos y subsidios para acceder a transferencias tecnológicas, asistencia técnica y recursos financieros. De ahí la necesidad de alianzas globales para apoyar el desarrollo sustentable. Que los países que disponen de más recursos financieros apoyen a los que tienen menos.

    Sustentabilidad - El término sustentabilidad me pone en contacto con este hermoso pero desafiante párrafo del tex-to de la Carta de la Tierra: “La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, que contenga todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la vitalidad de la Tierra, de su diversidad y belleza es un deber sagrado”.

    En el apartado II - Integridad Ecológica, la Carta de la Tierra aporta principios y valores para restaurar y mantener la sustentabilidad de Nuestra Casa. Entre ellos, destacamos:

    - Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológi-cos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida. En ese sentido, es importante: (a) adoptar, desde todos los niveles, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambien-tales como parte integral de todas las iniciativas de desa-rrollo; (b) establecer y salvaguardar reservas viables de la naturaleza y la biosfera, incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los sistemas de vida de la Tierra, se mantenga la biodiversidad y se preserve nuestra herencia natural; (c) promover la recuperación de

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    Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario. Por eso es fundamental (a) reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y consumo y garantizar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos.

    novamericaR E V I S T A especies y ecosistemas en peligro; (d) controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados, que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la introducción de tales orga-nismos dañinos; (d) manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan sus posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas; (e) dirigir la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen serios daños ambientales.

    - Evitar dañar como el mejor método de protección am-biental y cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución. Esto significa: (a) tomar medidas para evitar daños ambientales graves o irreversibles, especial-mente cuando el conocimiento científico al respecto sea incompleto o esté inconcluso; (b) hacer que asuman todas las consecuencias de una actuación a quienes argumenten que el desarrollo de cierta actividad no causará ningún daño ambiental significativo y, si se produjera, proceder para que los responsables reparen dicho daño; (c) ase-gurar que en la toma de decisiones sobre las actividades humanas se contemplen las consecuencias acumulativas, las a largo plazo, las indirectas, de larga distancia y las glo-bales asociadas; (d) prevenir la contaminación del medio ambiente de todo el planeta y no permitir la acumula-ción de sustancias radioactivas, tóxicas u otras materias peligrosas; evitar actividades militares que deterioren el medio ambiente.

    - Adoptar patrones de producción, consumo y reproduc-ción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.

    Por eso es fundamental (a) reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y con-sumo y garantizar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos, (b) actuar con moderación y eficiencia al utilizar la energía y tratar de de-pender cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y la eólica; (c) promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías ambientalmente sanas; (d) internalizar la totalidad de los costes ambientales y sociales de bienes y servicios en el precio de venta y posibilitar que los consumidores pue-dan identificar productos que cumplan con las más altas calidades sociales y ambientales; (e) asegurar el acceso universal a la asistencia sanitaria que fomente la salud reproductiva y la reproducción responsable, (f ) adoptar formas de vida que pongan su énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia de bienes materiales en un mundo finito.

    - Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y pro-mover el intercambio abierto del conocimiento que se adquiera, así como su extensa aplicación. En ese caso, es necesario: (a) apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo; (b) Aceptar y preservar los conocimientos tradicionales y la sabiduría espiritual de todas las culturas que contribuyan a la pro-tección ambiental y al bienestar humano; (c) asegurar que toda información de importancia vital para la salud huma-na y la protección ambiental, incluyendo la información genética, sea de dominio público.

    Biodiversidad - La biodiversidad, o diversidad biológica, es el conjunto de todos los seres vivos del planeta, el am-biente en el que viven y la relación que guardan con otras especies. Este término refleja la cantidad, la variedad y la variabilidad de los organismos vivos. Incluye la diversidad dentro de las especies, entre especies y entre ecosistemas.

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  • La biodiversidad se encuentra en todas partes, tanto en la tierra como en el

    agua. Incluye a todos los organismos, desde las bacterias microscópicas

    hasta las más complejas plantas y animales. Desempeña un papel

    importante en el funcionamiento de los ecosistemas y en los numerosos

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    novamericaR E V I S T A La biodiversidad se encuentra en todas partes, tanto en la tierra como en el agua. Incluye a todos los organismos, desde las bacterias microscópicas hasta las más complejas plantas y animales. Desempeña un papel importante en el funcionamiento de los ecosistemas y en los numerosos servicios que proporcionan. Entre estos, se encuentran el ciclo de nutrientes y el ciclo del agua, la formación y retención del suelo, la resistencia a las especies invasoras, la polinización de las plantas, la regulación del clima, el control de las plagas y la contaminación.

    Contamos con un importante instrumento de política global que es el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) presentado para la firma el 5 de junio de 1992 en la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, y que entró en vigor el 29 de diciembre de 1993. A la fecha cuen-ta con el apoyo de 193 Partes, o sea, con el apoyo de 193 países miembros de la ONU. Es un tratado internacional jurídicamente vinculante con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible.

    El órgano rector del CDB es la Conferencia de las Partes (COP). Esta autoridad suprema de todos los Gobiernos (o Partes) que han ratificado el tratado se reúne cada dos años para examinar el progreso, fijar prioridades y adoptar planes de trabajo. Contamos con grandes pulmones reple-tos de biodiversidad, como la Amazonia, la cuenca Fluvial del Congo o los grandes acuíferos y los glaciares, de gran importancia para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad.

    No obstante contar con el CDB, la pérdida de la biodi-versidad es una realidad que preocupa. Los principales factores que desencadenan la pérdida de biodiversidad

    son: la modificación del hábitat (por ejemplo, la fragmen-tación de los bosques), la introducción y propagación de especies exóticas invasoras fuera de su área de distribución habitual, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación, especialmente la provocada por el abuso de los fertilizantes, que se traduce en un exceso de nu-trientes en los suelos y el agua. Los principales daños a los ecosistemas marinos provienen de la contaminación que llega por la deforestación, de los monocultivos agrícolas, de los residuos industriales y métodos destructivos de pesca, especialmente del uso de cianuro y de la dinamita.

    A propósito del Covid-19 y de la presencia de centenares de microbios patógenos en regiones donde nunca antes habían sido advertidos, estudios indican que podrían estar relacionados con la desforestación, la urbanización y la industrialización desenfrenada. Con esos actos hemos dotado a esos microbios de medios para llegar hasta el cuerpo humano y adaptarse. Fenómeno que se ha venido a llamar “salto de virus entre especies”.

    Es necesario invertir mucho más en investigación para comprender mejor el comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Asi-mismo, cada territorio tiene la responsabilidad de inventa-riar la biodiversidad con que cuenta y definir estrategias y políticas para su protección, especialmente de las especies en peligro de extinción.

    En 2010, fue acordado por las Partes, en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Es un marco de acción de-cenal para que todos los países e interesados salvaguarden la diversidad biológica y los beneficios que proporciona a las personas. Este plan contiene 20 metas, conocidas como las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, y las mismas

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  • La decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un problema importante que aqueja a todos los continentes. Solo el 3% del agua en el mundo es potable y la consumimos más rápido que lo que la naturaleza demora en reponerla. Se estima que, en 2050, al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por la escasez recurrente de agua.

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    novamericaR E V I S T A están organizadas en cinco objetivos estratégicos: (1) abor-dar las causas subyacentes de la pérdida de diversidad bio-lógica mediante la incorporación de la diversidad biológica en todos los ámbitos gubernamentales y de la sociedad; (2) reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la utilización sostenible; (3) mejorar la situación de la diversidad biológica salvaguardando los ecosistemas, las especies y la diversidad genética; (4) aumentar los beneficios de la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas para todos y (5) mejorar la aplicación a través de la planificación participativa, la gestión de los conoci-mientos y la creación de capacidad.

    Mirando hacia el futuro, el Plan Estratégico propone: “para 2050, la diversidad biológica se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para todos.”

    Agua - el agua es un bien común y su acceso en calidad y cantidad, un derecho humano. Ella cubre más del 70 % de la superficie terrestre. Fue en el agua donde comenzó la vida en la Tierra, así que no sorprende que todo lo que está vivo en nuestra Casa Común necesite agua.

    El objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) se refiere a Agua Limpia y Saneamiento. Parte de reconocer que la escasez de agua afecta a un 40% de la po-blación mundial, una cifra alarmante que probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales, pro-ducto del cambio climático. La decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un problema importante que aqueja a todos los continentes. Solo el 3% del agua en el mundo es potable y la consumimos más rápido que lo que la naturaleza demora en reponerla. Se estima que, en 2050, al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por la escasez recurrente de agua.

    El agua es, de hecho, muchas cosas: es una necesidad vital, un hogar (porque alberga millones de especies, desde organismos minúsculos de dimensiones micrométricas hasta mamíferos como las ballenas que pueden alcanzar los 30 metros de longitud y las 200 toneladas de peso), un recurso local y global, un corredor de transporte y un regulador del clima. Para seguir disfrutando de los be-neficios del agua limpia y de unos océanos y ríos sanos, necesitamos un cambio fundamental en la forma como usamos y tratamos el agua.

    Los océanos y los mares también desempeñan una función crucial en el clima mundial: son el mayor sumidero de carbono y capturan el dióxido de carbono de la atmós-fera. Las corrientes oceánicas ayudan a calentar y enfriar diferentes regiones, haciéndolas más habitables. El agua es vida (AEMA CONFENCE, 2018).

    El agua potable y limpia representa una cuestión de pri-mera importancia porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los sistemas terrestres y acuáticos. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas (Laudato Si, 2015). Otra situación a la que hay que ponerle atención es al proceso de privatización de este escaso recurso, convirtiéndolo en mercancía según la lógica del mercado. Esto aumenta la deuda social con los pobres que no tienen acceso a agua potable.

    Acciones necesarias para proveer agua en cantidad y calidad a las personas pobres requieren de inversiones en infraestructuras para el acceso a agua limpia, higiene y saneamiento. Asimismo, es necesario procesos educa-tivos que concienticen a la población para que hagan un

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  • El crecimiento verde significa fomentar el crecimiento y el desarrollo económico y, al mismo tiempo, asegurar que los bienes naturales continúen proporcionando los recursos y los servicios ambientales, de los cuales depende nuestro bienestar.

    novamericaR E V I S T A uso correcto y sabio de este escaso recurso. También es necesario formar recursos locales para el tratamiento de las aguas y el mantenimiento de los sistemas rurales, y aplicar políticas públicas para la protección y conservación de las fuentes y para su uso equitativo, dando prioridad al consumo humano.

    ¿Cuál es el rol de la sociedad civil -colectiva e individualmente- en lo que se refiere al respeto al ciudadano y/o a la preservación de nuestra “Casa Común”?

    La sociedad civil colectiva y local juega un rol muy im-portante de defensa de la Casa Común y de respeto al ciudadano/a. Muchos proyectos que atentan contra las reservas de bosques, fuentes de aguas, parques nacionales son detenidos por la activa participación de la Sociedad Civil organizada en grupos ecológicos ambientalistas y academias de ciencias. Sus aportes de información e in-vestigaciones contribuyen a que las poblaciones afectadas en sus recursos naturales se movilicen y juntos reclamen ante las autoridades competentes para que esos empren-dimientos no se realicen. Cabe destacar, en este punto, los movimientos sociales ambientalistas, de los pueblos indígenas y de los sin tierra. Países como Brasil, México, Colombia, Bolivia han estado a la vanguardia de ese tipo de movimientos. Otra iniciativa que partió de la sociedad civil es la Carta de la Tierra con aportes importantes a nivel global y local. Su propuesta ha sido acogida por la UNESCO y por muchos gobiernos y ciudadanos del planeta.

    Otras organizaciones se interesan por realizar estudios que publican o por difundir la importancia de la preservación del ambiente, la reducción de la contaminación ambiental, la conservación de la biodiversidad y el establecimiento de áreas especiales protegidas. Con eso contribuyen a la formación ciudadana para que se haga un uso sabio y sustentable de los recursos naturales. Muchas veces, estas organizaciones actúan como consejeros, consulto-

    res ambientales para grandes empresas y los gobiernos o como mediadores entre entidades gubernamentales, políticos, empresarios, científicos, grupos ambientalistas y habitantes locales.

    Antes de terminar, nos gustaría que hablara de un tema muy actual: la economía verde

    El crecimiento verde significa fomentar el crecimiento y el desarrollo económico y, al mismo tiempo, asegurar que los bienes naturales continúen proporcionando los recursos y los servicios ambientales, de los cuales depende nuestro bienestar. Para lograrlo, debe catalizar inversión e innova-ción que apuntalen el crecimiento sostenido y abran paso a nuevas oportunidades económicas. La economía verde se define como aquella que se traduce en “la mejora del bien-estar humano y la equidad social, reduciendo significativa-mente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas”.

    Río+20 (2012) puso la “Economía Verde en el contexto del Desarrollo Sostenible y la Erradicación de la Pobreza”. Su documento final, “El futuro que queremos”, menciona la economía verde como “una de las herramientas importan-tes disponibles para lograr el desarrollo sostenible”. Una economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza mejorará nuestra capacidad para efectuar una ordenación sostenible de los recursos naturales con menos consecuencias negativas para el medio ambiente, mejorará el aprovechamiento de los recursos y reducirá los desechos. Abarca una gran canti-dad de aspectos que van desde: la eficiencia energética en edificios nuevos y existentes; tecnologías de energías renovables, como eólica, solar, geotérmica y de biomasa; tecnologías de transportes sostenibles, como vehículos híbridos, ferrocarriles de alta velocidad y sistema de buses de tránsito rápido; la “infraestructura verde” de recursos naturales, incluyendo agua dulce, bosques y suelos; y la agricultura sostenible, incluyendo la producción orgánica.

    Las actividades del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA GEI) incluyen brindar asesoría a los países interesados en enverdecer, es decir, en aplicar la economía verde en sus economías. La producción de

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    Referências

    CEPAL - Comisión Económica para América Latina y Caribe.

    Disponible en: https://www.cepal.org/es/temas/agenda-2030-de-sarrollo-sostenible

    AEMA CONFENCE, 2018. Disponible en: https://www.erm.com/events/aema-conference-2018/

    Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable de la ONU. Disponible en: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/developmen-t-agenda/

    Carta Encíclica Laudato Si del Santo Padre Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común, 2015. Disponible en: https://www.oas.org/es/sg/casacomun/docs/papa-francesco-enciclica-laudato-si-sp.pdf

    Indicadores de Evaluación de la Economía Verde (IEV). Disponible en: https://www.cepal.org/sites/default/files/courses/files/2018-01_1.1_metodologia-indicadores-economia-verde.pdf

    Boff, Leonardo. Cuanta sostenibilidad tolera la economía verde. 2012. Disponible en: https://www.surysur.net/leonardo-boff-cuanta-soste-nibilidad-tolera-la-economia-verde/

    La Economía Solidaria se presenta como alternativa a la economía verde.

    Se crearán articulaciones globales contra la mercantilización de los bienes

    y servicios vitales como agua, suelos, semillas, selvas, océanos y otros,

    entendidos como bienes comunes de la humanidad.

    productos de investigación como el Informe de Econo-mía Verde, la serie de informes sobre la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB, por sus siglas en inglés) y el Informe de Trabajos Verdes. Incluye también el compromiso de los socios para promover e implementar eficazmente estrategias de economía verde.

    Los Indicadores de Evaluación de la Economía Verde (IEV) están organizados en cuatro (4 grupos) interrelacionados y en un grupo más de indicadores de contexto: (1) el con-texto económico, demográfico y social para el desarrollo sostenible; (2) la productividad de los recursos ambientales y de la economía; (3) la base de activos naturales; (4) la dimensión ambiental de la calidad de vida; (5) las oportu-nidades económicas y respuestas de política.

    A pesar de buscar un nuevo paradigma, la economía verde mantiene el mismo modo de producción capitalista básico. Esto dará el aval para que las empresas hagan negocios con los bienes y servicios naturales. Se creará una Organización Mundial del Medio Ambiente, en la línea de la Organización Mundial del Comercio. Los empresarios van a presionar a los gobiernos para que no interfieran en los negocios de la economía verde. Quieren el camino libre pues se trata de una economía de bajo carbono y, por eso, ecoa-migable, aunque dentro del modelo vigente (Boff, 2012). La Economía Solidaria se presenta como alternativa a la economía verde. Se crearán articulaciones globales contra la mercantilización de los bienes y servicios vitales como agua, suelos, semillas, selvas, océanos y otros, entendidos como bienes comunes de la humanidad.

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    Os cientistas do clima (IPCC) alertaram sobre a mudança abrupta do clima

    que está sendo gerada pelos modelos dominantes de produção e consumo

    que focam na queima de combustíveis fósseis, os que geram o aquecimento

    global e colocam em perigo a vida.

    A nossa “Casa Comum” e tudo que a compõe estão ameaçados de extinção? Em outras palavras, a nossa Casa Comum está em risco? Justifique sua resposta.

    Sim, corre risco. E a situação que estamos vivendo com a Covid-19 o evidencia. São mais de 200 países afetados até o momento. Diante desta pandemia, os sistemas de saúde de países supostamente estáveis não conseguiram atender os casos registrados. Foi necessário que nos fechássemos em casa para reduzir os contágios. A economia dos países afetados ficou praticamente paralisada. Fecharam-se as fronteiras, os voos foram reduzidos ao mínimo. Ficou em evidência a fragilidade da vida.

    Do mesmo modo, os cientistas do clima (IPCC) alertaram sobre a mudança abrupta do clima que está sendo gerada pelos modelos dominantes de produção e consumo que focam na queima de combustíveis fósseis, os que geram o aquecimento global e colocam em perigo a vida. Seus efeitos, como as secas mais intensas e prolongadas, os fu-racões mais frequentes e devastadores, as novas doenças e a elevação dos mares, com a consequente perda de costas, atentam contra a vida humana e contra a Casa Comum de maneira geral.

    Nossa Casa Comum: o meio ambiente em questão

    [email protected] x República Dominicana

    Josefina Espaillat

    Em sua encíclica Laudato Si, o Papa Francisco compartilha sua apreciação sobre esse perigo quando menciona a con-taminação e a mudança climática, o problema da água, a perda de biodiversidade, a deterioração na qualidade da vida humana, a degradação social e a desigualdade plane-tária, entre outros. O Papa Francisco nos alerta a respeito de como essas mudanças não visam ao bem comum nem a um desenvolvimento humanos sustentável e integral. “A mudança é algo desejável, mas torna-se preocupante quando acaba na deterioração do mundo e da qualidade de vida de grande parte da humanidade”.

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  • Outro desafio é a desigualdade planetária. Populações sem acesso a água potável, a segurança alimentar, a saúde, a higiene, a energia, a moradia, com sistemas educativos muito precários e sem um trabalho digno. 0,7 % da população mundial controlam 45% das riquezas, enquanto 71% da população mundial só participam de 3% das riquezas.

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    Que desafios precisam ser vencidos no sentido da preservação de nossa “Casa Comum”?

    Um dos nossos principais desafios é a mudança climática, por causa das graves consequências para a vida. Não há país que seja imune aos seus efeitos. Os efeitos repercutem diretamente na economia, na saúde, na segurança e na produção de alimentos, entre outros aspectos. Reduzir a temperatura do planeta é a principal tarefa, no entanto, essa meta ainda não foi atingida no nível desejado de menos 2 graus C e 1,5 graus C acima. Isso, segundo o Acordo de Paris assinado pelos países que fazem parte do Convênio Marco de Mudança Climática. O problema de fundo é que os países não querem parar o que consideram seu desenvolvimento econômico. É necessário pesquisa e criatividade no desenvolvimento de processos de transformação dos sistemas de energia, e de desenvol-vimento de programas integrais de adaptação para a prevenção de desastres e migrações.

    Outro desafio é a desigualdade planetária. Populações sem acesso a água potável, a segurança alimentar, a saúde, a higiene, a energia, a moradia, com sistemas educativos muito precários e sem um trabalho digno. 0,7 % da po-pulação mundial controlam 45% das riquezas, enquanto 71% da população mundial só participam de 3% das riquezas. Há países que consomem de forma excessiva os bens econômicos e naturais, enquanto outros carecem do essencial para viver dignamente. Há populações mi-grantes dos países empobrecidos que se transladam aos países que foram seus colonizadores. Do mesmo modo, e falando em tecnologia e conhecimento, encontramos regiões e países que se servem dessa tecnologia e desses conhecimentos para seu próprio benefício e muitas vezes se trata de elementos de exclusão e opressão para outros povos e nações. Essa desigualdade e assimetria colocam em risco a vida na Casa Comum e deveria nos impulsionar

    a procurar novas formas de convivência, cujos princípios fundamentais sejam a dignidade da pessoa humana, o bem comum, o destino universal dos bens, a subsidiariedade e a solidariedade. Em resumo: a Terra é essencialmente uma herança comum e seus frutos devem beneficiar a todos. Por isso, não podemos ficar tranquilos enquanto tantos seres humanos são excluídos, postergados e considerados como descartáveis pelo sistema econômico atual.

    Um terceiro desafio é aplicar uma ecologia integral que in-corpore, de maneira clara, as dimensões humanas e sociais. Isso porque tudo está inter-relacionado, todos fazemos parte do tudo e o tudo é superior às partes. Adiro a esta definição de Xavier Meriño, membro de Justiça e Paz, de Girona, Espanha: “A ecologia integral é uma atitude eco-lógica radical que quer lutar por uma mudança das ideias profundas que sustentam a civilização atual e configuram a nossa relação com a natureza, a relação que nos levou à situação atual que limita com o desastre e pode nos

    conduzir a uma catástrofe. A ecologia integral questiona uma série de aspectos do nosso mundo: a importância absoluta que é dada aos problemas econômicos-materiais; a possibilidade de um crescimento sustentável e ilimitado; a crença de que a tecnologia poderá resolver todos os problemas; um sistema econômico que não quantifica nem valoriza o custo ecológico; a grande ignorância sobre a complexidade da vida; a sacralidade da matéria e a força espiritual do universo”.

    É fundamental procurar soluções integrais que considerem as inter-relações dos sistemas naturais entre si e as desses com os sistemas sociais. Urgem as ações que gerem uma cultura do cuidado e do respeito para o planeta como mi-crorganismo vivo. Que levem em conta o conhecimento e a pesquisa dos seus ecossistemas, assim como da importân-cia dos serviços ecossistêmicos que provêm para garantir a vida. Que o uso sustentável sempre considere a capacidade

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  • e apresenta uma visão holística do desenvolvimento. A erradicação da pobreza e a redução das desigualdades - prioridades para a América Latina e o Caribe - também são temas centrais nessa agenda que tem como visão “não deixar ninguém para trás”.

    É uma agenda ambiciosa que inclui 17 Objetivos de Desenvolvimento Sustentável (ODS) e 169 metas que visam erradicar a pobreza, combater as desigualdades e promover a prosperidade, ao tempo que protegem o

    A Agenda 2030 é civilizatória porque coloca as pessoas no centro, seu foco são os direitos e busca um desenvolvimento sustentável global dentro dos limites planetários. É universal porque busca uma aliança renovada e nela todos os países têm igual participação. É indivisível porque integra os três pilares do desenvolvimento sustentável: econômico, social e do meio ambiente.

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    de regeneração de cada ecossistema em suas diversas áreas e aspectos. Essa ecologia integral incorpora uma visão mais ampla e complexa da realidade e se auxilia da ecologia econômica, a que considera a proteção do meio ambiente parte integral do processo de desenvolvimento, e não parte isolada.

    Outro aspecto chave da ecologia integral é tudo o relativo ao fortalecimento do sistema institucional que vai do grupo primário, a família, a comunidade local, a nação, até a vida internacional. Que a cada nível assumamos as responsabili-dades que nos cabem. Se quisermos ser capazes de voltar a nossa Casa Comum, a natureza, da que nos auto-exilamos, é preciso que nos questionemos sobre uma reconversão radical dos nossos estilos de vida, da nossa mentalidade e também da nossa espiritualidade.

    Qual a importância, papel ou significado da Agenda 2030 para o Desenvolvimento Sustentável da ONU?

    É um importante e significativo documento que conduz a ação dos países membros da ONU para o desenvolvimento sustentável. Desenvolvimento em que as pessoas, o planeta, a prosperidade, a paz e as alianças ocupam o papel central. É um guia, como foi chamado, que, em 2015,193 países membros da Organização das Nações Unidas adotaram como agenda global.

    A Comissão Econômica para América Latina e o Caribe (CEPAL) considera que a Agenda 2030 é civilizatória por-que coloca as pessoas no centro, seu foco são os direitos e busca um desenvolvimento sustentável global dentro dos limites planetários. É universal porque busca uma aliança renovada e nela todos os países têm igual participação. É indivisível porque integra os três pilares do desenvolvi-mento sustentável: econômico, social, do meio ambiente,

    meio ambiente para daqui a 2030. Na sua elaboração e aprovação houve a participação ativa de muitos dos países membros da ONU. Foi incluído um processo de trabalho, inclusive, de avaliação dos objetivos de desenvolvimento anteriores no nível local e nacional, por temáticas e setores.

    Na cúpula sobre os ODS, celebrada em setembro de 2019, o foro político de alto nível sobre o desenvolvimento susten-tável solicitou um decênio de ação e resultados a favor do desenvolvimento sustentável. Também se fez a promessa de mobilizar o financiamento, de melhorar a aplicação no nível nacional e de reforçar as instituições com o fim de atingir os objetivos na data prevista, o ano 2030, sem deixar ninguém de lado.

    As ações são desenvolvidas em três níveis: a ação no nível mundial para garantir uma maior liderança, mais recursos e soluções mais inteligentes a respeito dos ODS; a ação no nível local inclui as transições necessárias nas políticas, nos orçamentos, nas instituições e nos marcos reguladores dos governos, as cidades e as autoridades locais; a ação por parte das pessoas, incluída a juventude, a sociedade civil, os meios de comunicação, o setor privado, os sindicatos, os círculos acadêmicos e outras partes interessadas, para gerar um movimento incessante que impulsione as trans-formações necessárias.

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  • Para implantar essas políticas alguns países requerem mecanismos e subsídios para ter acesso a transferências tecnológicas, assistência técnica e recursos financeiros. Daí a necessidade de alianças globais para apoiar o desenvolvimento sustentável. Que os países que possuem mais recursos financeiros apóiem àqueles que têm menos.

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    De fato, a Agenda 2030 e seus ODS foram bem aceitos em muitos países, já que as agendas nacionais os incorporaram e está se monitorando seu cumprimento através de entidades governamentais e da sociedade civil (academias e ONGs). Do mesmo modo, para a aprovação de projetos se leva em conta o alinhamento com as estratégias nacionais e os ODS.

    Na cúpula dos ODS foram apresentados os exames na-cionais. Voluntários de 142 países são testemunhas dos esforços realizados no nível nacional para dar prioridade à integração dos ODS nos planos e nas políticas nacionais e para reunir todos os setores da sociedade na tarefa comum de fazer realidade a Agenda 2030.

    Tendo presente o debate sobre meio ambiente/nossa “Casa Comum”, pedimos para você apresentar breves reflexões, provocadas por algumas palavras ou expressões significativas.

    Políticas Públicas - Partimos do entendimento de que as políticas públicas são processos de tomada de decisões em contextos complexos e de múltiplos atores que definem os fins e a estratégia de intervenção do estado. Nesse sentido, muitas problemáticas geradas ou agravadas pelos problemas ambientais, como o combate à pobreza, a mu-dança climática, a contaminação da atmosfera, do solo e das águas, o acesso à água potável, a segurança alimentar, entre outras, são enfrentadas pelos estados por meio de políticas públicas, levando em conta convênios e acordos internacionais que assinaram e ratificaram, e levando em conta a legislação nacional.

    Embora ainda falte percorrer um longo caminho nessa direção, cabe destacar que muitos países contam com políticas públicas para se adaptar às novas condições climáticas e para mitigar as emissões no setor industrial, de transporte, de energia, na produção agropecuária, na moradia, assim como ações para a proteção de corais e pântanos. As agendas nacionais de desenvolvimento que estão alinhadas com essas metas da ONU, expressas na Agenda 2030, e os ODS são exemplos de políticas públicas que são seguidas desde os ministérios e desde a sociedade civil. No entanto, continua sendo evidente que o desenvolvimento econômico que procura maximizar os lucros não respeita muitas das políticas de preservação e proteção de bens comuns como as florestas, a água e os solos. É possível ver no meu país, República Dominicana, que o Ministério de Meio Ambiente estimula o plantio de monocultivos, como o abacate, em um parque nacional; o Banco Agrícola, uma entidade governamental descentrali-zada outorga empréstimos a produtores agrícolas para o plantio de tayota (Sechiumedule) nas ladeiras íngremes e nos solos pouco profundos, onde se outorgam concessões para a construção de hotéis em áreas costeiras frágeis com presença de manguezais.

    É imperioso que aqueles que tomam decisões se conscientizem por meio da informação e da educação, para que ao compreender a fragilidade da Casa Comum possam elaborar e aplicar medidas para sua real proteção e cuidado. O princípio que afirma que aquele que contamina deve pagar (que trata de estabelecer um marco de respon-sabilidade ambiental e serve para a prevenção e reparação dos danos ambientais provocados por um operador) está pendente de aplicação em muitas empresas e atividades públicas. Algumas ações pendentes, dentro das políticas públicas de muitos países, são o aproveitamento das energias renováveis, as moradias ecológicas, o transporte limpo, o manejo de águas residuais, entre outras. Para im-plantar essas políticas alguns países requerem mecanismos e subsídios para ter acesso a transferências tecnológicas, assistência técnica e recursos financeiros. Daí a necessidade de alianças globais para apoiar o desenvolvimento susten-tável. Que os países que possuem mais recursos financeiros apóiem àqueles que têm menos.

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  • Adotar modelos de produção, consumo e reprodução que

    salvaguardem as capacidades regenerativas da Terra, os direitos

    humanos e o bem-estar comunitário. Por isso, é fundamental reduzir, utilizar

    e reciclar os materiais usados nos sistemas de produção e consumo, e garantir que o lixo residual seja

    assimilado pelos sistemas ecológicos.

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    Sustentabilidade - O termo sustentabilidade me conecta com este maravilhoso, porém desafiador parágrafo da Car-ta da Terra: “A capacidade de recuperação da comunidade de vida e o bem-estar comum da humanidade dependem da preservação de uma biosfera saudável que contenha todos seus sistemas ecológicos, uma rica variedade de plantas e animais, terras férteis, águas puras e ar limpo. O meio ambiente global, com seus recursos finitos, é uma preocupação comum para todos os povos. A proteção da vitalidade da Terra, de sua diversidade e beleza é um dever sagrado”.

    No ponto II - Integridade Ecológica, a Carta da Terra aporta princípios e valores para restaurar e manter a sustentabili-dade da Nossa Casa, entre os que destacamos:

    - Proteger e restaurar a integridade dos sistemas ecológi-cos da Terra, com especial preocupação pela diversidade biológica e pelos processos naturais que sustentam a vida. Nesse sentido, é importante: a) adotar, desde todos os ní-veis, planos de desenvolvimento sustentável e normas que permitam incluir a conservação e a reabilitação ambiental como parte integral de todas as iniciativas de desenvolvi-mento; b) estabelecer e salvaguardar reservas viáveis da natureza e da biosfera, incluindo terras silvestres e áreas marinhas, de modo que sejam protegidos os sistemas de vida da Terra, que seja mantida a biodiversidade e que seja preservada nossa herança natural; c) promover a recupe-ração de espécies e ecossistemas em perigo; d) controlar e erradicar os organismos exógenos ou geneticamente modificados, que sejam danosos para as espécies nativas e o meio ambiente. Além do mais, prevenir a entrada desses organismos danosos; e) manejar o uso de recursos renováveis como a água, a terra, os produtos florestais e a vida marinha, de modo que não sejam afetadas suas possibilidades de regeneração e a saúde dos ecossistemas seja protegida; f ) direcionar a extração e o uso dos recursos não renováveis, como minerais e combustíveis fósseis, de

    tal forma que seja minimizado seu esgotamento e não sejam causados sérios danos ambientais.

    - Evitar ferir é o melhor método de proteção ambiental e quando o conhecimento for limitado, proceder com pre-caução. O que significa: a) adotar medidas para evitar danos ambientais graves ou irreversíveis, especialmente quando o conhecimento científico sobre o tema for incompleto ou estiver inconcluso; b) fazer com que aqueles que argumen-tam que o desenvolvimento de uma certa atividade não irá causar nenhum dano ambiental que seja significativo assumam todas as consequências dessa atuação. Caso o dano aconteça, proceder para que os responsáveis o reparem; c) assegurar que quando forem tomadas decisões a respeito das atividades humanas sejam contempladas as consequências acumulativas, as que são em longo prazo, as indiretas, as de longa distância e as globais associadas; d) prevenir a contaminação do meio ambiente de todo o planeta e impedir o acúmulo de substâncias radioativas, tóxicas ou outras matérias perigosas; e) evitar atividades militares que possam deteriorar o meio ambiente.

    - Adotar modelos de produção, consumo e reprodução que salvaguardem as capacidades regenerativas da Terra, os direitos humanos e o bem-estar comunitário. Por isso, é fundamental: a) reduzir, utilizar e reciclar os materiais usados nos sistemas de produção e consumo, e garantir que o lixo residual seja assimilado pelos sistemas eco-lógicos; b) atuar com moderação e eficiência no uso da energia e tentar depender cada vez mais dos recursos de energia renováveis, como a solar e a eólica; c) promover o desenvolvimento, a adoção e a transferência equitativa de tecnologias ambientalmente saudáveis; d) internalizar a totalidade dos custos ambientais e sociais de bens e serviços no preço de venda, e possibilitar aos consumido-res que possam identificar produtos que cumpram com a mais alta qualidade social e ambiental; e) assegurar o acesso universal a uma assistência sanitária que promova a saúde reprodutiva e a reprodução responsável; f ) adotar

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    A biodiversidade está em todas as partes, tanto na terra como na água. Inclui a todos os organismos, desde as bactérias microscópicas até as plantas e os animais mais complexos. Desempenha um papel importante no funcionamento dos ecossistemas e nos numerosos serviços que proporcionam.

    formas de vida que coloquem sua ênfase na qualidade de vida e na suficiência de bens materiais num mundo finito.

    - Impulsionar o estudo da sustentabilidade ecológica e promover o intercâmbio aberto do conhecimento que for adquirido, assim como sua extensa aplicação. Nesse caso, é necessário: a) apoiar a cooperação internacional científica e técnica sobre sustentabilidade, com especial atenção para as necessidades das nações em desenvolvimento; b) aceitar e preservar os conhecimentos tradicionais e a sabedoria espiritual de todas as culturas que contribuam para a pro-teção ambiental e o bem-estar humano; c) assegurar que toda informação de importância vital para a saúde humana e a proteção ambiental, incluindo a informação genética, seja de domínio público.

    Biodiversidade - A biodiversidade ou diversidade biológi-ca é o conjunto de todos os seres vivos do planeta, o am-biente em que vivem e a relação que mantém com outras espécies. Esse termo reflete a quantidade, a variedade e a variabilidade dos organismos vivos. Inclui a diversidade dentro das espécies, entre espécies e entre ecossistemas. A biodiversidade está em todas as partes, tanto na terra como na água. Inclui a todos os organismos, desde as bactérias microscópicas até as plantas e os animais mais complexos. Desempenha um papel importante no funcionamento dos ecossistemas e nos numerosos serviços que proporcionam. Entre esses serviços, é possível mencionar o ciclo de nu-trientes e o ciclo da água, a formação e retenção do solo, a resistência às espécies invasoras, a polinização das plantas, a regulação do clima, o controle das pragas e da poluição.

    Contamos com um importante instrumento de política global: o Convênio sobre a Diversidade Biológica (CDB), apresentado para ser assinado no dia 5 de junho de 1992,

    na Cúpula da Terra, celebrada no Rio de Janeiro, e que pas-sou a vigorar no dia 29 de dezembro de 1993. Atualmente, conta com o apoio de 193 Partes, isto é, com o apoio dos 193 países membros da ONU. É um tratado internacional juridicamente vinculado a três objetivos principais: a con-servação da diversidade biológica, a utilização sustentável de seus componentes e a participação justa e equitativa dos benefícios que derivem da utilização dos recursos genéticos. Seu objetivo geral é promover medidas que levem a um futuro sustentável.

    O órgão que rege o CDB é a Conferência das Partes (COP). Essa autoridade suprema de todos os Governos (ou Partes) que ratificaram o tratado se reúne a cada dois anos para examinar o andamento, estabelecer prioridades e adotar

    planos de trabalho. Contamos com grandes pulmões ple-nos de biodiversidade, como a Amazônia, a bacia Fluvial do Congo ou os grandes aquíferos e os glaciares, de grande importância para a totalidade do planeta e para o futuro da humanidade.

    Apesar de contar com a CDB, a perda de biodiversidade é uma realidade que preocupa. Os principais fatores que de-sencadeiam a perda de biodiversidade são: a modificação do hábitat (por exemplo, a fragmentação das florestas), a incorporação e propagação de espécies exóticas invasoras fora de sua área de distribuição habitual, a exploração excessiva dos recursos naturais e a poluição, especial-mente a provocada pelo abuso dos fertilizantes, o que se traduz num excesso de nutrientes nos solos e na água. Os principais danos aos ecossistemas marinhos são causados pela contaminação provocada pelo desmatamento, pelos monocultivos agrícolas, pelos resíduos industriais e pelos métodos destrutivos de pesca, especialmente o uso do cianureto e da dinamita.

    Muito a propósito da Covid-19 e da presença de centenas de micróbios patógenos em regiões onde nunca antes tinham sido percebidos, estudos indicam que podem

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  • A decrescente disponibilidade de água potável de qualidade é um

    problema importante que afeta a todos os continentes. Só 3% da água

    do mundo é potável e a consumimos a uma velocidade maior a que demora a

    natureza para repô-la. Estima-se que, no ano 2050, ao menos uma de cada quatro

    pessoas será afetada pela escassez recorrente de água.

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    estar vinculados ao desmatamento, à urbanização e à in-dustrialização desenfreadas, sendo que dotamos a esses micróbios dos meios para chegar ao corpo humano e se adaptar. Fenômeno que se tem chamado de “salto do vírus entre espécies”.

    É necessário investir muito mais em pesquisa para compreender melhor o comportamento dos ecossistemas e analisar adequadamente as diversas variáveis de impacto de qualquer modificação importante do ambiente. Do mesmo modo, cada território tem a responsabilidade de inventariar a biodiversidade que possui e de definir estra-tégias e políticas para sua proteção, especialmente a das espécies em perigo de extinção.

    Em 2010, foi acordado pelas Partes, no CDB, o Plano Estra-tégico para a Diversidade Biológica 2011-2020. É um marco de ação decenal para que todos os países e interessados salvaguardem a diversidade biológica e os benefícios que proporciona às pessoas. Esse plano possui 20 metas, conhe-cidas como as Metas de Aichi para a Diversidade Biológica e se organizam em cinco objetivos estratégicos: 1) abordar as causas subjacentes da perda de diversidade biológica por meio da incorporação da diversidade biológica em todos os âmbitos governamentais e da sociedade; 2) reduzir as pressões diretas sobre a diversidade biológica e promover a utilização sustentável; 3) melhorar a situação da diversidade biológica salvaguardando os ecossistemas, as espécies e a diversidade genética; 4) aumentar os benefícios da diversi-dade biológica e os serviços dos ecossistemas para todos; 5) melhorar a aplicação através do planejamento participativo, a gestão dos conhecimentos e a criação de capacidade.

    Numa perspectiva de futuro, o Plano Estratégico propõe: “para 2050, a diversidade biológica é valorizada, conservada, restaurada e utilizada de forma racional, mantendo os ser-viços dos ecossistemas, sustentando um planeta saudável e brindando os benefícios essenciais para todos”.

    Água - A água é um bem comum e o acesso a ela com qualidade e quantidade, um direito humano. Ela cobre mais de 70% da superfície terrestre. Foi na água onde começou a vida na Terra, por isso não surpreende que tudo aquilo que está vivo na nossa Casa Comum precise de água.

    O objetivo 6 dos ODS se refere à água limpa e saneamento. Parte de reconhecer que a escassez da água afeta 40% da população mundial, um número alarmante que deverá crescer com o aumento das temperaturas globais, devido à mudança climática. A decrescente disponibilidade de água potável de qualidade é um problema importante que afeta a todos os continentes. Só 3% da água do mundo é potável e a consumimos a uma velocidade maior a que demora a natureza para repô-la. Estima-se que, no ano 2050, ao menos uma de cada quatro pessoas será afetada pela escassez recorrente de água.

    A água é, de fato, muitas coisas: uma necessidade vital, um lar (abriga milhões de espécies, desde organismos minús-culos de dimensões micrométricas até mamíferos, como baleias que podem atingir os 30 metros de longitude e as 200 toneladas de peso), um recurso local e global, uma via de transporte e um regulador do clima. Para continuar desfrutando dos benefícios da água limpa e de oceanos e rios saudáveis, precisamos de uma mudança fundamental em relação à forma como usamos e tratamos a água.

    Os oceanos e mares também desempenham uma função crucial no clima mundial: são o maior sumidouro de car-bono e capturam o dióxido de carbono da atmosfera. As correntes oceânicas ajudam a aquecer e esfriar diferentes regiões e, portanto, as tornam mais habitáveis. A água é vida (AEMA CONFENCE, 2018).

    A água potável e limpa é uma questão de principal impor-tância porque é indispensável para a vida humana e para sustentar os sistemas terrestres e aquáticos. Um problema

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  • O crescimento verde implica ter crescimento e desenvolvimento econômico e ao mesmo tempo assegurar que os bens naturais continuem proporcionando os recursos e os serviços ambientais dos quais depende o nosso bem-estar.

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    particularmente sério é a qualidade da água disponível para os pobres, o que provoca muitas mortes todos os dias. Entre os pobres são frequentes doenças vinculadas com a água, incluídas as causadas por microrganismos e por substâncias químicas (Laudato Si, 2015). Outra situação que merece a nossa atenção é o processo de privatização deste escasso recurso, o que o torna mercadoria, segundo a lógica do mercado. Isso aumenta a dívida social com os pobres que não têm acesso a água potável.

    Ações necessárias para prover água em quantidade e qualidade para as pessoas pobres requerem de investi-mentos em infra-estrutura para que se possa ter acesso à água limpa, à higiene e ao saneamento. Do mesmo modo, são necessários processos educativos que conscientizem a população para ela fazer um uso correto e sábio desse escasso recurso. Também é preciso formar recursos locais para o tratamento das águas e a manutenção dos sistemas rurais, para aplicar políticas públicas para a proteção e conservação das fontes e para seu uso equitativo, dando prioridade ao consumo humano.

    Qual o papel da sociedade civil - coletiva e individualmente - no que diz respeito ao cuidado e/ou à preservação de nossa “Casa Comum”?

    A sociedade civil coletiva e local desempenha um papel muito importante na defesa da Casa Comum e do respeito ao cidadão ou cidadã. Muitos projetos que são um atentado contra as reservas de florestas, fontes de água, parques nacionais são detidos pela ativa participação da sociedade civil organizada em grupos ecológicos ambientais e pela participação das academias de ciências. Suas contribuições de informação e pesquisa ajudam a que as populações afetadas nos seus recursos naturais se mobilizem e recla-mem juntos, diante das autoridades competentes, para que esses empreendimentos não sejam realizados. Cabe destacar os movimentos sociais ambientalistas dos povos indígenas e dos sem terra. Países como o Brasil, o México,

    a Colômbia, a Bolívia estiveram na vanguarda desse tipo de movimentos. Outra iniciativa que partiu da sociedade civil é a Carta da Terra. Esta faz aportes importantes no nível global e local. Sua proposta foi acolhida pela UNESCO e por muitos governos e cidadãos do planeta.

    Outras organizações têm se interessado em realizar estu-dos que publicam ou divulgam sobre a importância da preservação do ambiente, sobre a redução da poluição ambiental, a conservação da biodiversidade e sobre o estabelecimento de áreas especiais protegidas. Com isso, contribuem para a formação cidadã, para que haja um uso sábio e sustentável dos recursos naturais. Muitas vezes essas organizações atuam como conselheiros, consultores ambientais para grandes empresas e para os governos, ou como mediadores entre entidades governamentais, políticos, empresários, cientistas, grupos ambientais e moradores locais.

    Para concluir nossa conversa, gostaríamos que você falasse sobre um tema que está na ordem do dia: economia verde.

    O crescimento verde implica ter crescimento e desenvol-vimento econômico e ao mesmo tempo assegurar que os bens naturais continuem proporcionando os recursos e os serviços ambientais dos quais depende o nosso bem-estar. Para conseguir essa meta, é necessário catalisar investi-mento e inovação que apóie o crescimento sustentável, e que se abra passagem a novas oportunidades econômicas. A economia verde é definida como aquela que se traduz na “melhora do bem-estar humano e a equidade social, reduzindo significativamente os riscos ambientais e as escassezes ecológicas”.

    Rio+20 (2012) colocou a “Economia Verde no contexto do Desenvolvimento Sustentável e a Erradicação da Pobreza”. Seu documento final, “O futuro que queremos”, menciona a economia verde como “uma das ferramentas importantes disponíveis para obter o desenvolvimento sustentável”. Uma economia verde, dentro do contexto do desenvolvi-mento sustentável e da erradicação da pobreza, irá melho-rar nossa capacidade de efetuar uma ordem sustentável

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    [...] A cultura ecológica não pode ser reduzida a uma série de respostas urgentes e parciais aos problemas que aparecem em torno da degradação do ambiente, do esgotamento das reservas naturais e da contaminação. Deveria ser um olhar diferente, um pensamento, uma política, um programa educativo, um estilo de vida e uma espiritualidade que conformem uma resistência diante do avanço do paradigma tecnocrático. Não sendo assim, também as melhores iniciativas ecologistas podem acabar presas dentro da própria lógica globalizada. Buscar unicamente um remédio técnico para cada problema ambiental que surgir é isolar coisas que na verdade são entrelaçadas e esconder os verdadeiros e mais profundos problemas do sistema mundial.

    (Cf. Carta Encíclica Laudato Si, do Papa Francisco, sobre o cuidado da Casa Comum, p. 88)

    dos recursos naturais com menos consequências negativas para o meio ambiente. Irá melhorar o aproveitamento dos recursos e ficarão reduzidos os resíduos. Abrange uma grande quantidade de aspectos que vão da eficiência energética em prédios novos e já existentes; tecnologias de energias renováveis, como eólica, solar, geotérmica e de biomassa; tecnologias de transportes sustentáveis, como veículos híbridos, trens de alta velocidade e sistema de ônibus rápidos até a “infra-estrutura verde” de recursos naturais, incluindo água doce, florestas e solos; e a agricul-tura sustentável, incluindo a produção orgânica.

    As atividades do Programa das Nações Unidas para o Meio Ambiente (PNUMA GEI) inclui dar assessoria aos países interessados em enverdecer, isto é, aplicar a economia verde em suas economias. A produ-ção de produtos de pesquisa, como o Relatório de Economia Verde, a série de relatórios sobre a Economia dos Ecossistemas e a Biodiversidade (TEEB, por suas siglas em inglês) e o Relatório de Trabalhos Verdes. Implica também o compromisso dos sócios na promoção e imple-mentação eficaz de estratégias de economia verde.

    Os Indicadores de Avaliação da Eco-nomia Verde (IEV) se organizam em quatro grupos inter-relacionados e em um grupo de indicadores de contexto: 1) o contexto econômico, demográfico e social para o desen-volvimento sustentável; 2) a produ-tividade dos recursos ambientais e da economia; 3) a base de ativos naturais; 4) a dimensão ambiental da qualidade de vida; 5) oportunidades econômicas e respostas de política.

    Apesar da procura de um novo paradigma, a economia verde mantém o mesmo modo de produção capitalista básico. Isso dará o aval para que as empresas façam negó-cios com os bens e os serviços naturais. Será criada uma Organização Mundial do Meio Ambiente, seguindo a linha da Organização Mundial do Comércio. Os empresários irão pressionar os governos para que não interfiram nos negócios da economia verde. Querem o caminho livre, já que se trata de uma economia de baixo carbono e, por isso, eco-amigável, mesmo dentro do modelo em vigor (Boff, 2012). A Economia Solidária é apresentada como alterna-tiva da economia verde. Serão criadas articulações globais contra a mercantilização dos bens e serviços vitais como água, solos, sementes, selvas, oceanos e outros, entendidos como bens comuns da humanidade.

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    O neoliberalismo, o produtivismo, o extrativismo e o consumismo desenfreados nos levaram à mercantilização da vida e a um sistema econômico desigual e depredador. No entanto, dentro desse contexto, é possível ver o surgimento de visões alternativas, procedentes de povos indígenas, movimentos sociais e ecologistas, que tendem à transformação socioecológica vital e dão vida ao Bom Viver. Este promulga os Direitos da Natureza, os que se centram nos ecossistemas e nas coletividades.

    El neoliberalismo, el productivismo, el extractivismo y el consumismo desenfrenados nos condujeron a la mercantilización de la vida y a un sistema económico inequitativo y depredador. Sin embargo, dentro de este contexto, es posible ver el surgimiento de visiones alternativas, procedentes de pueblos indígenas, movimientos sociales y ecologistas, que tienden a una transformación socio-ecológica vital y dan vida al Buen Vivir. Este promulga los Derechos de la Naturaleza, los cuales se fijan en los ecosistemas y en las colectividades.

    novamericaR E V I S T A Reencuentro con la Madre Tierra:

    tarea urgente para enfrentar las pandemias

    Alberto Acosta

    Economista ecuatoriano. En la actualidad es profesor universitario, conferencista y sobre todo compañero de lucha de los movimientos sociales. Ministro de Energía y Minas del Ecuador (2007).

    Presidente de la Asamblea Constituyente del Ecuador (2007-2008) x Ecuador x [email protected]

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  • Consumismo y productivismo que arrasan con los recursos del planeta y que liquidan los equilibrios ambientales. Tecnologías que, en lug