la paranoia galopante - revistadelauniversidad.unam.mx · los complots y secretos ocultos. dice dan...

1
110 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO Se trata de un autor de novelas que no me gustan aunque tienen gran popularidad. Su madre se dedicaba profesionalmente a la música. Su padre era un destacado profe- sor, autor de un libro de textos sobre mate- máticas avanzadas. En ese marco se estimu- la una mentalidad atenta a las teorías de los complots y secretos ocultos. Dice Dan Brown, autor de El Código Da Vinci: “Mi infancia estuvo llena de cazas del tesoro, cru- cigramas, acertijos y rompecabezas. Cada mañana de Navidad, mientras la mayoría de los niños encontraban regalos bajo el ár- bol, yo tenía mapas del tesoro que, si re- solvía, me llevaban hasta un lugar secreto de nuestra casa donde mis regalos estaban escondidos”. En los años universitarios, el interés por ver códigos ocultos en todas partes se nu- tre en una Nueva Inglaterra en donde los estudiantes se incorporan a fraternidades clandestinas y a logias masónicas. En esa at mósfera conoce el mundo que desarrolla- rá en sus novelas. Una mañana, los agen tes del Servicio Secreto llegaron al campus uni- versitario para apresar a un estudiante. Su delito: la noche anterior se le había ocurri- do enviar un correo electrónico diciendo que le hubiera gustado “matar a Clinton”. A Dan Brown no le importó tanto la cap- tura de ese joven. Le fascinó la forma en que se había obtenido la información. Comenta Brown: “No pude evitar pre- guntarme cómo el Servicio Secreto había aislado ese único mensaje entre los millo- nes que hay en Internet. Empecé a hacer algunas búsquedas en organizaciones pa- ra saber cómo conseguían sus datos de in- teligencia y lo que descubrí me alucinó”. Ahí estaba la base de una futura novela so- bre el espionaje electrónico (La fortaleza digital, 1998). Esa alucinación salta de la literatura nue- vamente a la realidad. En 2013, un joven experto en informática llamado Edward Snowden da a conocer el nivel de invasión a la privacidad que lleva cabo la NSA (Agen- cia de Seguridad Nacional de Estados Uni- dos). De acuerdo con Snowden, el espiona- je que se está realizando hoy en día se filtra prácticamente en todos los medios que usa- mos para comunicarnos: “La NSA ha creado una infraestructura que le permite interceptar casi cualquier co sa. Con esta capacidad, la gran mayoría de las comunicaciones humanas son automática- mente procesadas sin blancos específicos. Si quisiera ver tus correos electrónicos o el te- léfono de tu esposa, sólo necesitaría utilizar estos mecanismos de intercepción. Así, pue- do obtener tus correos, contraseñas, registros telefónicos, números de tarjetas de crédito”. Se puede hackear la información de cual- quier sospechoso potencialmente peligroso para Estados Unidos. El alcance es trans- nacional: Google, Yahoo, Facebook, Skype, YouTube, Apple y Microsoft no pueden darnos plena garantía de privacidad. Cuan- do navegamos inocentemente por Inter- net en la tranquilidad y soledad de nuestra casa, no nos damos cuenta de que el Big Brother orwelliano puede estar observando. De hecho, Snowden plantea que existe un programa denominado El Informante Sin Fronteras, que procesa en tan sólo un mes 97 mil millones de datos que provienen de todas las redes informáticas del planeta. Lo alucinante es cómo se extrae lo relevante para fines de espionaje dentro de ese rom- pecabezas que mira y escucha todo. Lo alu- cinante es saber que eso ya pasaba de algu- na manera desde los años noventa, cuando Dan Brown era un estudiante sospechosis ta, jinete de la paranoia galopante. Atestiguó algo que parecía una trama de novela saca- da de la manga. No sabía lo que Woody Allen nos enseñó: “La paranoia consiste en conocer todos los hechos”. La paranoia galopante José Gordon

Upload: ngotuong

Post on 19-Jan-2019

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

110 | REVISTADE LA UNIVERSIDADDE MÉXICO

Se trata de un autor de novelas que no megustan aunque tienen gran popularidad. Sumadre se dedicaba profesionalmente a lamúsica. Su padre era un destacado profe-sor, autor de un libro de textos sobre mate-máticas avanzadas. En ese marco se estimu -la una mentalidad atenta a las teorías delos complots y secretos ocultos. Dice DanBrown, autor de El Código Da Vinci: “Miinfancia estuvo llena de cazas del tesoro, cru -cigramas, acertijos y rompecabezas. Cadamañana de Navidad, mientras la mayoríade los niños encontraban regalos bajo el ár -bol, yo tenía mapas del tesoro que, si re -solvía, me llevaban hasta un lugar secretode nuestra casa donde mis regalos estabanescondidos”.

En los años universitarios, el interés porver códigos ocultos en todas partes se nu -tre en una Nueva Inglaterra en donde losestudiantes se incorporan a fraternidadesclandestinas y a logias masónicas. En esaat mósfera conoce el mundo que desarrolla -

rá en sus novelas. Una mañana, los agen tesdel Servicio Secreto llegaron al campus uni -versitario para apresar a un estudiante. Sudelito: la noche anterior se le había ocurri-do enviar un correo electrónico diciendoque le hubiera gustado “matar a Clinton”.A Dan Brown no le importó tanto la cap-tura de ese joven. Le fascinó la forma enque se había obtenido la información.

Comenta Brown: “No pude evitar pre -guntarme cómo el Servicio Secreto habíaaislado ese único mensaje entre los millo-nes que hay en Internet. Empecé a haceralgunas búsquedas en organizaciones pa -ra saber cómo conseguían sus datos de in -teligencia y lo que descubrí me alucinó”.Ahí estaba la base de una futura novela so -bre el espionaje electrónico (La fortalezadigital, 1998).

Esa alucinación salta de la literatura nue -vamente a la realidad. En 2013, un jovenexperto en informática llamado EdwardSnowden da a conocer el nivel de invasión

a la privacidad que lleva cabo la NSA (Agen -cia de Seguridad Nacional de Estados Uni -dos). De acuerdo con Snowden, el espiona -je que se está realizando hoy en día se filtraprácticamente en todos los medios que usa -mos para comunicarnos:

“La NSA ha creado una infraestructuraque le permite interceptar casi cualquier co sa.Con esta capacidad, la gran mayoría de lascomunicaciones humanas son automática -mente procesadas sin blancos específicos. Siquisiera ver tus correos electrónicos o el te -léfono de tu esposa, sólo necesitaría utilizarestos mecanismos de intercepción. Así, pue -do obtener tus correos, contraseñas, registrostelefónicos, números de tarjetas de crédito”.

Se puede hackear la información de cual -quier sospechoso potencialmente peligrosopara Estados Unidos. El alcance es trans-nacional: Google, Yahoo, Facebook, Skype,YouTube, Apple y Microsoft no puedendarnos plena garantía de privacidad. Cuan -do navegamos inocentemente por Inter-net en la tranquilidad y soledad de nuestracasa, no nos damos cuenta de que el BigBrother orwelliano puede estar observando.De hecho, Snowden plantea que existe unprograma denominado El Informante SinFronteras, que procesa en tan sólo un mes97 mil millones de datos que provienen detodas las redes informáticas del planeta. Loalucinante es cómo se extrae lo relevantepara fines de espionaje dentro de ese rom-pecabezas que mira y escucha todo. Lo alu -cinante es saber que eso ya pasaba de algu-na manera desde los años noventa, cuandoDan Brown era un estudiante sospechosis ta,jinete de la paranoia galopante. Atestiguóalgo que parecía una trama de novela saca-da de la manga. No sabía lo que WoodyAllen nos enseñó: “La paranoia consiste enconocer todos los hechos”.

La paranoia galopanteJosé Gordon