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Un equipo de científicos en el frío continente de laAntártida descubre a una granprofundidadlosrestosdeunacivilizaciónextinguidahacemásde900000años.Sindudaalgunaestacivilizacióneramásavanzadatecnológicamentealanuestradehoydía.

Losbuscadoresdescubrenbastantescuerposencerradosenun«abrigo»subterráneo,debajode lacapaglaciar.Barjavel teje lasbasesdeunahistoriadeamory laponecomohiloconductorparadescribirestafabulosacivilizaciónperdida.

Lahistoria es similar a la deunRomeoy Julieta intertemporal, enriquecidapor lacienciaficcióndelautor.

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RenéBarjavel

LanochedelostiemposCienciaficción-GrandesÉxitos(Ultramar)-15

ePubr1.7Titivillus15.06.2020

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Títulooriginal:LanuitdestempsRenéBarjavel,1968Traducción:DosiaPiñeiroPearsonEditordigital:TitivillusePubbaser2.1

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AAndreCayatté,padredeestaaventuraeinspiradordeestelibro,selodedicoconmiamistad.

AEstela,miEléa.

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Mibienamada,miabandonada, perdida, tehedejadoallí, a lo lejos en elfondo delmundo, he vuelto ami habitación de hombre de ciudad, con susmuebles familiares sobre los cuales tantas veces he posado mis manoscariñosas,consuslibrosquemehannutrido,consuviejacamademaderadecerezosilvestredondehedormidomiinfancia,ydondeestanoche,envanohebuscadoelsueño.Ytodoesteambientequemehavistocrecer,darunestirón,hacermeyo,meparecehoyextraño,imposible.Estemundoquenoeseltuyosehatornadounmundofalso,enelcualmilugarnuncaexistió.Sinembargoesmipaís,loheconocido…Será preciso reconocerlo, volver a aprender a respirar en él, a hacer mitrabajodehombreenmediodeloshombres.¿Serécapaz?

Llegué anoche por el jet australiano. En el aeropuerto de Paris-Nord, unajauría de periodistas me esperaba, con sus micrófonos, sus cámarasfotográficas,susinnumerablespreguntas.¿Quépodíacontestar?Atitodosteconocían,habíannotadoelcolordetusojossobresupantalla,laincreíble distancia de tumirada, las formas turbadoras de tu cara y de tucuerpo.Aúnquienesno tehabíanvistomásqueunasolavez,no tepodíanolvidar. Yo los sentía, detrás de sus reflejos de curiosidad profesional,secretamenteemocionados,destrozados,heridos…Peropuedeserquefuesemi propia pena que yo proyectaba sobre sus rostros,mi propia herida quesangrabacuandoellospronunciabantunombre…He vuelto a mi cuarto. No lo he reconocido. La noche ha pasado. No hedormido.Detrás de la pared de vidrio, el cielo que era negro se ha vueltodesconocido,lastreintatorresdeLaDéfensesetiñenderosa.LatorreEiffely la torre Montparnasse hunden sus bases en la bruma. El Sacre-Coeurparece una maqueta de yeso posada sobre algodón. Bajo esta bruma,intoxicados por sus fatigas de ayer, millones de hombres se despiertan, yaextenuadosdeantemano.Del lado deCourbevoie, una chimenea alta despide un humonegro que lanoche trata de retener. Sobre el Sena, un remolcador pega su grito demonstruo triste. Sientounescalofrío.Nunca,nuncamás tendrécalor enmisangreyenmicarne…

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EldoctorSimon,conlasmanosenlosbolsillos,lafrenteapoyadasobrelapareddevidriodesucuarto,observaParís,enelcualcomienzaadespuntareldía.Esunhombre de treinta y dos años, alto, delgado,moreno.Está vestido con unpullovergruesodecuellovuelto,colorpantostado,unpocodeformado,gastadoenloscodos,yunpantalónde terciopelonegro.Suspies estándescalzos sobre la alfombra.Losrulosdeunabarbacorta,castañaocultanpartedesurostro;eslabarbadealguienqueladejócrecerpornecesidad.Debidoa losanteojosquehausadoduranteelveranopolar,elhuecodesusojosesclaroyfrágil,vulnerablecomolapielcicatrizadadeunaherida.Su frente ancha,unpocodisimuladapor losprimerosmechonesde supelocorto,esligeramenteconvexasobrelosojos,yatravesadaporunaprofundaarrugadesol.Suspárpadosestánhinchados,elblancodelosojostienepequeñasestríasrojas.

Nopuededormir,yanopuedellorarmás,nopuedeolvidar,esimposible…

Laaventuracomenzóporunamisióndelasmásbanales,larutina,locotidiano,loordinario.Hacíaañosqueeltrabajosobreelcontinenteantárticonoerayaasuntodeintrépidos, sinodesensatosorganizadores.Se tenía todoelmaterialquehacía faltaparalucharcontralosinconvenientesdelclimaydeladistancia,paraconocerloquese buscaba aprender, para asegurar a los investigadores un confort que hubiesemerecidoporlomenostresestrellas,ypersonalnecesariocompletoposeyendotodoslosconocimientosindispensables.Cuandoelvientosoplabademasiadofuerte,unoseencerrabaylodejabasoplar;cuandosecalmaba,volvíaasalirycadacualejecutabaloquedebíahacer.Sehabía recortadoelcontinente sobreelmapa,comosi fuerantrozosdemelón,ylamisiónfrancesasehabíainstaladodemanerapermanenteenlabasePaul-EmileVictor,habíadivididosutrozoenpequeñosrectángulosytrapeciosque exploraba sistemáticamente el uno después del otro. Ella sabía que allí no sepodíaencontrarmásquehielo,nieveyviento,viento,hieloynieve.Ypordebajo,rocasytierracomoentodaspartes.Ellonoteníanadadeexaltante,perosinembargoeraapasionante,porqueseestabalejosdelóxidodecarbonoydelosatascamientos,yademás uno se hacia la ilusión de ser un pequeño héroe explorador, desafiandohorriblespeligros;ytambiénporqueseestabaentreamigotes.

Lamisión acababa de terminar la investigación del trapecio 381, el expedienteestaba cerrado, un duplicado enviado a la Sede de París, y había que pasar a lasegundaparte.Burocráticamentedeberíaseguirsedel381al382,perosinembargonosehacíaasí. Interveníanlascircunstancias, los imponderables,y lanecesidaddeunmínimumdevariedad.

Lamisiónacababaprecisamentederecibirunnuevoaparatodesondeosubglacialdeconcepciónrevolucionaria,cuyoconstructor,pretendíaserácapazdedetectarlosmínimosdetallesdelsuelobajounespesordevarioskilómetrosdehielo.LouisGrey,el glaciólogo, de treinta y siete años, catedrático de geografía, estaba ansioso deprobarlocomparandosutrabajoconeldelassondeadorasclásicas.Sedecidió,porlo

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tanto,queungrupoiríaalcuadrado612alevantarunplanodelsuelosubglacial,queestabasituadoapenasauncentenardekilómetrosdelPoloSur.

En dos viajes, el pesado helicóptero depositó sobre el lugar de operación a loshombres,susvehículosytodoelmaterial.

El sitio ya había sido sondeado a «grosso modo» con los métodos y aparatoshabituales. Se sabía que profundidades de 800 a 1000 metros de hielo estabancercanasaabismosdemásde4000metros.AlosojosdeLouisGrey,elloconstituíauncampodeexperienciaidealparaprobarelnuevoaparato.Eraesto,pensabaél,loquehabíamotivadosuelección.Hoyendía,nadieseanimaacreerlo.Con todo loque se ha relevado desde entonces. ¿Fue una casualidad, lo que hizo venir a estoshombresaestepuntoprecisodelcontinente,antesqueaotrolugarcualquieradeestedesiertodehielo,másgrandequeEuropaylosEstadosUnidosjuntos?

MuchosespíritusseriospiensanahoraqueLouisGreyysuscompañerosfueron«llamados».¿Porquéprocedimiento?Estonuncahasidoaclarado.Nisehadiscutidosemejante cosa.Había problemasmuchomayores ymás urgentes por elucidar. LaverdadesqueLouisGrey,oncehombresytressnowdogsseposaronexactamenteenelsitiodondehacíafalta.

Ydosdíasdespués,todosestoshombressabíanquehabíanidoalencuentrodeunacontecimiento inimaginable.Dos días…¿Cómohablar aquí de días y noches?Seestabaaprincipiosdediciembre,esdecirenplenoveranoaustral.Elsolnoseponíajamás.Dabavueltasalrededorde loshombresy loscamiones,sobreelbordedesumundo redondo, como para vigilarlos de lejos y por todos lados. Pasaba hacia lasnuevedelanochedetrásdeunamontañadehielo,reaparecíahacialas10asuotroextremo, y hacia medianoche parecía a punto de sucumbir y desaparecer bajo elhorizonte que comenzaba a tragarlo. Se defendía hinchándose, deformándose, sevolvía rojo, ganaba la batalla y retomaba lentamente sus distancias y su ronda decentinela.Recortabaalrededordelamisiónuninmensodiscoblancoyazuldefríoysoledad. Del otro lado, más allá de esos bordes lejanos sobre los cuales montabaguardia,detrásdeél,estabalaTierra,lasciudadesylasmuchedumbres,yloscamposconvacas,pasto,árbolesypájarosquecantaban.

El doctor Simon tenía la nostalgia de ello.No hubiera debido encontrarse allí.Terminaba una estadía de tres años, casi ininterrumpida, en las distintas basesfrancesasdelaAntártida,ysesentíamásquecansado.Hubieradebidotomarelavióna Sydney. Se había quedado a pedido de su amigoLouisGrey, para acompasar lamisión,pueseldoctor Jaillon, su reemplazante, estabaocupadoen labaseconunaepidemiaderubeola.

Estarubeolaeraincreíble.CasinuncahayenfermosenlaAntártida.Sediríaquelosmicrobiostemenalfrío.Losmédicosraravezatiendensinoaaccidentados.Yaveces los congelamientos de los recién llegados que todavía no saben evitar lasimprudencias.Porotraparte,larubeolahadesaparecidocasicompletamentedelafaz

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delatierradespuésdelperfeccionamientodelavacunabucalquelosbebéstomanensusprimerasmamaderas.

Apesardeestasevidencias,habíarubeolaenlaBaseVíctor.Aproximadamente,unodecadacuatrohombres,tiritabadefiebreenlacama,supieltrasformadaenungéneroapintas.

Louis Grey tomó un puñado de sobrevivientes, entre los cuales se hallaba eldoctor Simon y los embarcó apresuradamente hacia el punto 612, deseando que elvirusnolossiguiera.

Sinohubiesehabidorubeola…

Siesedíaenvezdetomarelhelicóptero,mehubiesesubidoconmispertenenciasalaviónparaSydney,sidesdeloaltodesudespeguevertical,antesdequesealzararugiendohacialastierrascálidas,hubiesedichoadiósparasiemprealabase,alhielo,almonstruosocontinentefrío,¿quéhubieseacontecido?

¿Quiénhubieseestadocercadeti,mibienamada,enelmomentoterrible?¿Quiénhabríavistoenmilugar?¿Quiénhabríasabido?

¿Eseserhubieragritado,aulladoelnombre?Yonohedichonada.Nada…Ytodosecumplió…Desdeentonces,merepitoamímismoqueerademasiadotarde,quesihubiese

gritado,nohubiesecambiadonada,quesimplementeestaríaagobiadobajoelpesodeuna desesperación inexplicable. Durante esos segundos, no habría habido bastantehorrorenelmundoparallenartucorazón.

Esesoque repito sincesar,desdeesedía,desdeesahora:«Demasiado tarde…Demasiadotarde…Demasiadotarde…».

Peropuedeserqueseaunamentiraqueyomasticoyrumio,de lacual tratodenutrirmeparaintentarvivir…

Sentado sobre una oruga del snowdog, el doctor Simon soñaba con unamedialunamojadaen la tazadeuncaféconcrema.Mojada, jugosa,ablandada,comidaasorbos, a la manera de un hombre tosco. Pero de un tosco, parado frente a unmostradorparisiense,conlospiesenlaranura,codocontracodoconlosrezongonesdelamañana,compartiendoconelloselprimerplacerdeldía,quizáelmásgrande,eldedespertarsetotalmente,enestelugardelprimerencuentroconlosotroshombres,enlatibiezaylascorrientesdeaireyelmaravillosoolordelcaféexpreso.

Yanopodíamáscontodoestehieloyeseviento;eseviento,esevientoquenocesaba nunca de presionar sobre ellos, sobre todos los hombres de la Antártida,siempredelmismo lado, con susmanosempapadasenun fríode infierno,que losempujaba a todos incesantemente, a ellos y sus barracas, y sus antenas y suscamiones,paraquesefueranydespejaranalcontinenteylodejaransólo,aélysuhielo mortífero, consumar eternamente en la soledad sus monstruosas bodascongeladas.

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Eranecesarioserverdaderamentetestarudopararesistirasuobstinación.Simonhabíallegadoalfindelasuya.Antesdesentarse,habíaposadounacobijadobladaencuatro sobre la oruga del snowdog, para que la piel de sus nalgas no se quedaraadheridaallíconsuslip,sucalzoncillodelanaysupantalón.

Estaba de cara al sol y se rascaba las mejillas en el fondo de su barba,persuadiéndoseasímismoqueelsollocalentabaapesardequeledispensabamásomenostantascaloríascomounalinternaakeroséncolgadaatreskilómetros.

Elvientotratabadedoblarlelanarizhacialaorejaizquierda.Diovueltalacabezapararecibirelvientodelotrolado.Pensabaenlabrisadelmar,denocheenColbiller,tantibia,yqueunoencuentratanfrescaporquehahechomuchocalorduranteeldía.Pensaba en el increíble placer de desvestirse y de sumergirse en agua sintransformarse en un témpano, de estirarse sobre los cantos rodados hirvientes…¡Hirvientes!…Lepareciótaninverosímilqueserióburlonamente.

—¿Ahorateríessolo?—dijoBrivaux—.Noestásmejor…¿Estásincubandolarubeola?

Brivaux había llegado detrás suyo, con la sonda apoyada sobre su vientre ycolgadadeunalargacorreaquepasabapordetrásdelcuellodesuchaquetaenpieldelobo.

—Estabapensandoquehaylugaresenelmundodondehacecalor—dijoSimon.—No es rubeola, es meningitis… No te quedes sentado así, te vas a helar el

bazo…Mira,venunpocoaveresto…Le señalaba el cuadrante de la sonda, con su hoja registradora ya en parte

enrollada.Eraelmodelocorrienteconelcualacababadehacerunaprospeccióndelsectorquelehabíandestinado.

Simonselevantóymiró.Noeramuyconocedordelatécnica.Elmecanismodelcuerpo humano, le eramás familiar que el de un simple encendedor de gas. Perohabíatenidotiempoentresañosdefamiliarizarseconlosdibujosquetrazaba,sobreelpapelmagnético,el interruptorautomáticodegrafitode las sondasportátiles.Separecíaengeneral,alcortedeunterrenosindelineamiento,oaundeslizamiento,oacualquiercosaquenosepareceanada.

Ahorabien,loquelemostrabaBrivaux,separecíaaalgunacosa…¿Aqué?Anadaconocido,anadafamiliar,pero…Suespírituhabituadoahacerlasíntesisdelossíntomasparaextraerdeellosun

diagnóstico,comprendiódegolpe loquehabíade insólitoenese levantamientodelsueloglaciar.Lalínearectanoexisteenlanaturalezavirgen.Tampocolalíneacurvaregular.Elsuelobrutalizado,maltratado,mezcladoporlasformidablesfuerzasdelaTierra,portodosladosestotalmenteirregular.Ahorabien,loquelasondadeBrivauxhabía inscriptoenelpapel,eraunasucesióndecurvasyderectas. Interrumpidasyrotas,peroperfectamenteregulares.Queelsuelopudierapresentarsemejanteperfil,eracompletamenteimprobable,yaunimposible.Simonsacólaconclusiónevidente:

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—Hayalgoatrancadoenestechisme…—Ytú,¿tienesalgodeatrancadoahídentro?Brivauxsegolpeabalafrenteconlapuntadesuíndiceenguantado.—Estechirimbolofuncionaalpelo.Yoquisierafuncionartanbiencomoélhasta

miúltimodía.Esahíabajodondehayalgoquenomarcha…Golpeólasuperficiedelhieloconeltacóndesubotaforrada.

—Unperfilsemejante,noesposible—dijoSimon.—Yasé,notieneelaspectodeserverdadero.—Ylosotros,¿quéhanencontrado?—Nosénada.Lesvoyadaruntoquedetrompeta…Se subió al snowdog-laboratorio, y tres segundos más tarde, la sirena aullaba,

llamandoalosmiembrosdelamisiónajuntarseenelcampamento.Estabandetodosmodoscomenzandoaregresar.Primerolodosequiposdeapie,

consussondasclásicas.Despuéselsnowdogquellevabaadelante,enunaarmazónmetálicaentresusdosorugas,elemisorreceptordelanuevasonda.Uncablerojoloenlazaba al puesto de mando y al registrador, en el interior del vehículo. Estabanigualmente dentro del vehículo, Eloi el mecánico, Louis Grey, impaciente porconocer los resultados del nuevo instrumento, y el ingeniero de usina que habíallegadoconélparamostrarlesufuncionamiento.

Eraunmuchachoalto,delgado,másbienrubio,demodalesmuyfinos.Dabalaimpresión,porsuelegancianatural,dehaberhechoconfeccionarsuvestimentapolarenlacasaLanvin.Losantiguosnopodíandejardesonreír,mirándolo.Eloilohabíaapodado«Comexquis»,loqueleibaperfectamente.

Se bajó del snowdog en silencio, escuchando con un aire reservado lasapreciaciones de Grey sobre su «utensilio». Según el glaciólogo, la nueva sondadesvariabacompletamente.Élnohabíavistonuncanilamásantiguachatarradibujarunperfilsemejante.

—No has vuelto de tu sorpresa… —dijo Brivaux, que esperaba cerca delsnowdog-laboratorio.

—¿Erestúelquehallamado?—Soyyo,papá…—¿Quépasa?—Entra,yaverás…Yvieron…

Ellosvieronloscuatrorelevamientos,loscuatroperfiles,todosdistintos,ytodosparecidos.Eldelasondanuevaestabainscriptosobreunfilmde3mm,Greylohabíaseguidosobrelapantalladecontrol.Losotrosmiembrosdelamisiónlodescubrieronsobrelapantalladellaboratorio.

Aquello que las tres otras sondas habían dejado suponer, el aparato nuevo lodemostrabaconlaevidencia.Hacíadesfilarsobrelapantalla,conunaclaridadqueno

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dejaba lugar a dudas, perfiles de escaleras derribadas, de paredes rotas, de cúpulashundidas,debalaustradashelicoidalestorcidas,todoslosdetallesdeunaarquitecturaqueunamanogigantescaparecíahaberdislocadoytriturado.

—Ruinas,—dijoBrivaux.—Noesposible…—respondióGreyconunavozqueapenasosabahacerseoír.—¿Yporqué?—preguntóBrivaux,tranquilamente.BrivauxerahijodeunpaisanomontañésdelaSaboya,elúltimodesupueblito

que continuaba criando vacas, en vez de ordeñar a los turistas parisiensesamontonados de a diez por metro cuadrado de nieve o de hierba pelada. Brivauxpadre,habíarodeadosutrozodemontañadeunalambretejidoypostes«Prohibidoentrar».Enestaprisiónvivíaenlibertad.

Suhijohabíaheredadodeél losojos azul claro, los cabellosnegrosy labarbarojiza,suhumorparejoysuequilibrio.Veíalasruinas,comotodoslosqueestabanahíyquesabíaninterpretarunperfil,yquesinembargonocreíanenellas.Élsícreíaporque las veía. Si hubiese visto a su propio padre bajo el hielo, se hubiesesorprendidounsegundo,luegohabríadicho:«¡Vayaespapá…!».

Pero losmiembrosde lamisiónnopodíandejarderendirsea laevidencia.Loscuatrorelevamientosserecortabanyseconfirmabanlosunosalosotros.

EldibujanteBernardfueelencargadodehacerunasíntesis.Unahoramástarde,presentabasuprimerbosquejo.Noseparecíaanadaconocido.Eraenorme,extraño,desquiciado.Eraunaarquitecturatitánicadestrozadaporalgomásgrandetodavía.

—¿Aquéprofundidadestánestoschismes?—preguntóEloi.—¡Entre900y1000metros!—dijoGreyconunaire furioso, como si hubiese

sidoelresponsabledelaenormidaddelainformación.—¿Quieredecirqueestánahídesdehacecuántotiempo?—Nosepuedesaber…Nuncahemosperforadotanhondo.—Perolosamericanoslohanhecho—dijososegadamenteBrivaux.—Si…Losrusostambién…—¿Hanpodidofecharsusmuestras?—preguntóSimon.—Siempresepuede…Esonoquieredecirqueseaexacto.—Exactoono,¿cuántohancalculado?Greyseencogiódehombrosdeantemano,porloabsurdodeloqueibaadecir.—Alrededorde900000años,conunossiglosdeaproximación…Hubieronexclamaciones,luegounsilencioestupefacto.Loshombresreunidosen

el camiónmiraban sucesivamente el bosquejo de Bernard y las últimas líneas delperfil,inmóvilessobrelapantalla.Degolpeacababandecomprenderlainmensidaddesuignorancia.

—Es imposible—dijoEloi—. ¿Sonhombres losquehan fabricado eso?Hace900000años,nohabíahombres,nohabíamásquemonos.

—¿Quiéntehadichoeso,tudedomeñique?—dijoBrivaux.

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—Loquesabemosdelahistoriadeloshombresydelaevolucióndelavidasobrela tierra—dijo Simon—, no es mayor que el tamaño de un excremento de pulgasobrelaplazadelaConcorde…

—¿Ybueno?—dijoEloi.—SeñorLancieux,pidodisculpasasuaparato—dijoGrey.Lancieux,«Comexquis».Nadieteníaganasdellamarloasí,aunmentalmente.No

cabíanmásenlacabezadeesoshombreslasbromasdecolegialesquedecostumbrelosayudabanasoportarelfríoylalarguradeltiempo.

ElmismoLancieuxyanoseparecíamásasusobrenombre.Estabaojeroso, lasmejillas ásperas, aspiraba un cigarrillo apagado y torcido, y al escuchar a Grey,meneabalacabezaconaireausente.

—Esunamecánicasensacional—decíaelglaciólogo—perohayotracosa…Noleprestanatención.Muéstresela…Ydígalesloquepiensadeella…

Lancieuxseapoyósobreunbotónderebobinado,luegosobreelbotónrojo,ylapantallaseiluminó,mostrandodenuevoellentodesfiledelperfildelasruinas.

—Esahíquehayquemirar—dijoGrey.Sudedomostraba,enlapartesuperiordelapantalla,arribadeltrazadodesigual

del subsuelo, una línea rectilínea apenas visible, finamente ondulada, de unaregularidadperfecta.

Efectivamente, nadie le había prestado atención, pensando que quizá fuera unalíneadereferencia,unamarcaocualquiercosa,peronadasignificativo.

—Dígales…—repetíaGrey—.Dígalesloqueustedmehadicho.Aestaalturadelascosas…

—Preferiría —dijo Lancieux, con voz molesta—, hacer primero una nuevaprueba.Ningunadelasotrassondasloharegistrado…

Greylecortólapalabra:—¡Nosonlobastantesensibles!—Puedeser—dijoLancieux,convoz suave—.Peronoes seguro…Quizá sea

solamenteporquenoestánreguladossobrelafrecuenciaexacta…SelanzóconBrivaux,enunadiscusiónenlacualintervinieronprontolosotros

técnicosdelgrupo,cadaunosugiriendolasmodificacionesqueconveníahacerlealassondas,segúnsuopinión.

EldoctorSimonllenósupipaysalió.

No soy un técnico. Nomidomis enfermos. Tratomás bien de comprenderlos.Perohayquepoderhacerlo.Soyunprivilegiado…

Mi padre que eramédico en Puteaux, veía desfilar en su consultorio amás decincuentaclientespordía.¿Cómopodersaberloqueson,loquetienen?Sólocincominutosde examen, la pinzaparaperforar la tarjeta, lamáquinadediagnóstico, larecetaimpresa,lahojaS.S.,laestampillaquepaga,elselloquesecolocayseacabó,váyaseavestir,queentreelsiguiente.Odiabasuprofesión,talcomoélysuscolegas

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seveíanobligadosaejercerla.Cuandosemepresentó laocasióndeveniraquí,mepresionócontodaenergía.¡Vete!¡Vete!Tendrásunpuñadodehombresparacuidar.¡Unaaldea!Podrásconocerlosatodos…

Se murió el año pasado, agotado. Su corazón le falló. No tuve ni siquiera eltiempodellegar.Sindudanuncaseleocurrióperforarsupequeñatarjetapersonal,ydeslizarlaen la ranurade sumédicoelectrónico.Perohabíapensadoenenseñarmeciertas cosas que había aprendido de su padre, a su vezmédico en Auvernia. Porejemplo,tomarelpulso,mirarunalengua,yelblancodeunacórnea.Esprodigiosoloqueunpulsopuederevelarsobreelinteriordeunhombre.Nosolamenteelestadomomentáneo de su salud, sino sobre sus tendencias habituales, su temperamento yaun su carácter, sea este superficial o profundo, agresivo o imposible de provocar,rectooladino,pacíficoocombativo,suaveoáspero,segúnpasedelargooquesedéaires.Existenpulsosdistintos:delsanoydelenfermo,deljabalíydelconejo.

Tengotambién,porsupuesto,comotodoslosmédicos,unaparatodediagnosticoy pequeñas tarjetas. ¿Qué médico no lo tiene? Sin embargo no lo uso sino paratranquilizaraaquellosque sientenmásconfianzaen lamáquinaqueenelhombre.Acá,felizmente,nosonnumerosos.Acá,eselhombrequiencuenta.

Cuando Brivaux dejó la chacra de su padre para ir a Grenoble a seguir unosestudios que lo entusiasmaban, tranquilamente había trastornado los programas yhabíaquemadolasetapas.Egresadoelprimerodelaescueladeelectrónicahabiendoganadoun año, habría podido trasformar su diplomade ingeniero en unpuente deoro. Porque, le explicaba al doctor Simon, su amigo: «hacer electrónica acá, esentretenidísimo… Se está a dos dedos del polo magnético, en pleno vaivén departículasionizadas,enplenosoplodelvientosolar,yunacantidaddecosasextrañasque todavía no se conocen. Eso hace una ensalada interesante. Uno se puedeingeniar…».

Extendíalosbrazosenposiciónhorizontalyagitabalosdedos,comoparainvitaralascorrientesmisteriosasdelaCreaciónapenetrarensucuerpoyrecorrerle.Simonsonreía, imaginándolo como el Neptuno de la electrónica, de pie en el polo, suscabellosplantadosenlastinieblasdelcielo,subarbarojizahundidaenlasllamasdelaTierra,susbrazostendidosenelvientoperpetuodeloselectrones,distribuyendoalanaturalezalosflujoseinflujosvivientesdelplaneta-madre.Peroeraenlostrabajosmenudosdondemanifestabaserunaespeciedegenio.Susdedosgordosyvelludoseran increíblemente hábiles, y su ciencia asociada a un instinto infalible, le decíaexactamenteloquehabíaquehacer.Élsentíalacorrientecomolosanimalespercibenelagua.Ysusdedos,inmediatamente,lefabricabanunatrampaeficaz.Trescabosdehilo, un circuito, y él torcía, reunía, pegaba, soldaba, un soplo de humo, un olor aresina, y ya estaba; un dial comenzaba a animarse, un arabesco palpitaba sobre lasuperficiedelapantalla.

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Elproblemaque leplanteóLancieux,paraélnoera tal.Enmenosdeunahorahabíamanipuladolastressondasclásicas,ylosequiposvolvíanafuncionar.Loqueellas iban a buscar era tanpasmosoque seguramentevolverían sin solución.SalvoLancieuxqueconocíabiensuaparato,todoelmundopensabaquelapequeñalíneaondulada era efecto del capricho de la nueva sonda. Un «fantasma» como dice lagentedetelevisión.

Cuandoellosvolvieron,elsolsedejabacortarporlamontañadehielo.Todoeraazul, el cielo, las nubes, el hielo, el vaho que despedían sus narices, sus caras. Elanorak de Bernard era color ciruela. No volvían con las manos vacías. La líneaonduladasehabíainscriptosobresusbandasregistradoras,bajolaformadeunalínearecta.Menos«detallada»,habíaperdidosupequeñorizado.Peroestabaahí.Habíanencontradobienloquefueronabuscar.

ComparandosusrelevamientosconeldeLancieux,Greyhabíapodidolocalizarun punto preciso del suelo subglaciar. Lo proyectó sobre la pantalla del snowdog.Parecíarepresentarungigantescopedazodeescalera,volcadoyroto.

—Mishijos—dijoGreyconunavozsintimbre—,ahí…hayahí…Tenía en su mano izquierda un papel que temblaba. Calló, carraspeo. Su voz

quedóopaca.Golpeólapantallaconelfolletoarrugado.Tragósaliva,yexplotó:—¡Gran Dios, mierda! ¡Es pura locura! ¡Pero existe! ¡Las sondas no pueden

volverseidiotas,lascuatro!¡Nosolamentehayruinasdenoséqué,peroenmediodeeste guijarral, ahí, en ese lugar, justo ahí, hay un transmisor de ultrasonidos quefunciona!

Eraeso, lapequeña líneamisteriosa,erael registrode laseñalemitidaporestetransmisor que funcionaba, con la lógica, desde hacíamás de 900000 años…Erademasiadoenormeparasercreíble,nosremontábamosmásalládelahistoriaydelaprehistoria,sederribabantodaslasteoríascientíficas,yanoestábamosaIaescaladeloqueestoshombressabían.Elúnicoqueaceptabaelacontecimientoconplacidez,eraevidentementeBrivaux.Elúnicoquehabíanacidoysehabíacriadoenelcampo.Losotrosenlasciudades,habíancrecidoenmediodeloprovisorio,deloefímero,deloqueseedifica,seincendia,sederrumba,cambia,sedestruye.Él,enlavecindaddelasrocasAlpinas,habíaaprendidoacalcularalogrande,yaencararladuración.

—Todosnosvanatomarporlocos—dijoGrey.Llamóalabaseporradioypidióelhelicópteroparallevaralgrupodevueltacon

urgencia.Perosehabíaolvidadodelarubeola.Elúltimopilotodisponibleacababadecaer

encama.—EstáAndréqueandamejor—dijoelradiotelegrafistadelabase—,dentrode

tresocuatrodíasselopodremosmandar.Pero¿porquéquierenvolver?¿Quépasa?¿Hayfuegoenlabanquisa?

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Greycortó.Estabromaestúpida,habíasidodemasiadoutilizada.Diezminutosmástarde,eljefedelabase,PontaillerMismo,volvíaallamarmuy

inquieto.Queríasaberporquélamisióndeseabavolver.Greylotranquilizó,peroserehusóadecirlecosaalguna.

—No basta con que te lo diga, es preciso que te lo muestre —dijo—, sinopensarásquetodosnoshemostrastornado;mándanosbuscarencuantopuedas.

Ycolgó.Cuandoelhelicópterollegóalpunto612,cincodíasmástarde,Pontaillerestaba

adentro,yfueelprimeroensaltaratierra.Los hombres de Grey habían pasado esos cinco días en una excitación y una

alegríacrecientes.Pasadalaestupefaccióndelprimermomento,habíanaceptadolasruinas, aceptado el transmisor, los habían hechos suyos. Su mismo misterio y suinverosimilitud los exaltaba como niños que entran en un bosque donde las hadasexisten verdaderamente. Y ellos habían acumulado los relevamientos y lasgrabaciones.Bernard, sobre lascoordenadassuministradasporelaparato, trabajabaenunaespeciedeplanaudaz,llenodeincógnitasydeespaciosenblanco,peroqueya tomaba el aspecto de un paisaje fantástico, mineral, desierto, destrozado,desconocido,peroHumano.

Brivaux se había agenciado un magnetófono y lo había acoplado a la nuevasonda.Obtuvounabandamagnéticayconvidóasusamigosaveniraescucharla.Nooyeronnada,luegonada,ytodavíanada.

—Hayclavossobretuaparato—gruñóEloi…Brivauxsonrió.—Todoestaráensilencio—dijo—.Ustedesnopuedenoírlosultrasonidospero

estánahí,selosgarantizo.Paraoírlos,seprecisaríaunreductordefrecuencia.Yonolotengo.Nolohayenlabase.HabráqueiraParís.

Habrá que ir a París. Fue igualmente la conclusión de Pontailler, cuando lopusieronalcorriente;alprincipiorehusóydespuésloaceptófrentealaevidenciadeldescubrimiento. No se podía hablar de esto ni por radio, con todos los oídos delmundo escuchando día y noche los secretos y las charlas. Había que llevar losdocumentosa la sededeParís.El jefedeExpedicionesPolaresdecidiría aquiénoqué comunicaría. Mientras tanto, cada uno debía callarse. Como decía Eloi «estocorríaelriesgodeserunacosasensacional».

He tomado el avióndeSydney.Condos semanas de retrasoy con el deseodevolver muy pronto. Ya no estaba aguijoneado por el anhelo del café con crema.Realmentenohabíaallá,bajoelhielo,algomuchomásexcitantequeelolordelcaféydelosparisiensesmallavadosenlamañanatemprana.

Elaviónsubiósobresusoplo,comounapelotitadeplásticosobreunchorrodeagua,ydiounpocovueltasobresímismoalabúsquedadesurumbo,luegolanzóunrugidoysaltóhaciaelnorteyhaciaarriba,enunapendientede50grados.Apesarde

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los asientos reclinables y rellenos como una nodriza, produce un efecto extraño elsubir a una inclinación y a una aceleración semejantes. Pero es un avión que notransportasinoaveteranosaguerridos,yquenocorreelriesgoderompervidriosconsus«Bangs».Luegolospilotossedanelgustodedemostraratrevimiento.

Me transportaba con mis baulitos metálicos y mi portafolio, este últimoconteniendo, ademásdemi cepillodedientesymispijamas, losmicrofilmsde losrelevamientosydelplanaudazdeBernard,labandamagnéticaycartasdeGreyydePontaillerautenticandotodoeso.

Llevabatambiénsindarmecuentaelvirusdelarubeola,queibaadarlavueltaalmundo bajo el nombre de rubeola australiana. Los laboratorios farmacéuticos hanfabricadoatodaprisaunanuevavacuna.Hanganadomuchodinero.

Nohe llegadoaParís sinodosdíasdespués. Ignorabaque sehabíahechomuydifícilatravesarlosocéanos.

En nuestro aislamiento de hielo habíamos olvidado los odios miserables yestúpidos del mundo. Éstos se habían inflado y endurecidomás aún en estos tresaños.Lamonstruosaimbecilidaddeloshombresevocabaenmílaimagendeperrosenormes encadenados los unos frente a los otros, cada uno tirando de su cadena,gruñendodefuriaynopensandomásqueenromperlaparairadegollarelperrodeenfrente. Sin razón. Simplemente porque es otro perro. O quizá porque le tienemiedo…

Leí los diarios australianos. Había pequeños incendios bien alimentados en elmundo,unpocoportodoslados.HabíancrecidodesdemipartidaparalaAntártida.Ysehabíanmultiplicado.Sobretodas lasfronteras,amedidaquese levantabanlasbarreras aduaneras, las barreras policiales las reemplazaban. Desembarcado en elaeródromodeSydney,nofuiautorizadoniasalirdeél,niareembarcarme.Faltabanoséquévisadomilitarenmipasaporte.Necesité treintayseishorasdegestionesfuriosasparapodertomaralfineljetcondestinoaParís.Temblabaquemetieranlasnarices enmismicrofilms. ¿Quéhubieranpodido imaginarse?Peronadiemepidióque abriera mi portafolio. Lo mismo hubiera podido transportar planos de basesatómicas.No les interesaba.Eranecesarioelvisado.Era laconsigna.Eraestúpido.Eraelmundoorganizado.

EncuantoSimonhubodesempaquetadoelcontenidodesuportafolio,Rochefaux,el jefe deExpedicionesPolares Francesas, tomó el asunto con su energía habitual.Tenía cerca de ochenta años, lo que no le impedía pasar todos los años algunassemanasenlaproximidaddeunoodelotropolo.

Sucaracolorladrillo,coronadadecabelloscortosdeunblancoresplandeciente,sus ojos azul cielo, su sonrisa optimista, lo hacían idealmente fotogénico en latelevisión, que no perdía una ocasión de hacerle entrevistas, de preferencia conprimerosplanos.

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Esedía, convocó a todas, las delmundoentero, y toda la prensa al finalizar lareunión de laComisión de laUnesco.Había decidido que el secreto había duradobastante, y tenía la intención de sacudir laUnesco, comoun foxterrier sacude unapata,paraobtenertodalaayudanecesaria,yenelacto.

En una gran oficina del séptimo piso, organizadores del Centro Nacional deInvestigaciones Científicas acababan de instalar aparatos bajo la dirección de uningeniero.RochefauxySimondepiefrentealgranventanalmirabanadosoficialestrotarsobrecaballoscolortostado,enlaperspectivarectangulardelpatiodelColegioMilitar.

LaplazaFontenoyestaballenadejugadoresdepetancaquesoplabansusdedosantesderecogersusbochas.

Rochefauxgruñóysediovuelta.Nolegustabannilosociososnilosmilitares.Elingenieroleinformóquetodoestabalisto.LosmiembrosdelaComisiónempezaronallegaryatomarsulugaralolargodelamesa,frentealosinstrumentos.

Eran once, dos negros, dos amarillos, cuatro blancos, y tres cuyo color iba delcafé con lecheal aceitedeoliva.Pero susonce sangresmezcladas enunacopanohubiesen hecho más que una sola sangre roja. En cuanto Rochefoux comenzó ahablar,suatenciónysuemociónfueronúnicas.

Dos horas más tarde, sabían todo, habían visto todo, le habían hecho cienpreguntasaSimon,yRochefouxsacabadeducciones,mostrandoenunapantallaunpuntodelmapaqueestabaproyectadoahí:

—Acá,enelpunto612delContinenteAntártico,sobreelparalelo88,bajo980metrosdehielo,hayrestosdealgoquehasidoconstruidoporunainteligencia,yesealgo emite una señal. Desde hace 900000 años, esta señal dice: «Estoy aquí, losllamo,vengan…».Porprimeravez,loshombresacabandeoírla.¿Vamosatitubear?Hemos salvado los templos del valle del Nilo. El agua que subía, en el dique deAssuan, nos empujaba desde atrás. Acá, evidentemente no hay necesidad, no hayurgencia.Perohayunacosamásgrande:estáeldeber.Eldeberdeconocer;desaber.Nosllaman.Hayqueir.Estoexigerecursosconsiderables.Francianopuedehacerlotodo.Ellaharásuparte.Lespidealasotrasnacionesdeunirseaella.

El delegado norteamericano deseaba mayor precisión. Rochefoux le pidió quetuvierapaciencia,ycontinuó:

—Esta señal, ustedes la han visto bajo la forma de una simple línea inscriptasobre un cuadriculado. Ahora, gracias a mis amigos del C.N.R.S. que la hanauscultadodetodaslasformasposibles,selasvoyahaceroír…

Lehizounaseñalalingeniero,queconectóunnuevocircuito.Sobrelapantalladelosciloscopio,huboprimerounalíneatendidacomolacuerda

«Mi»deunviolín,mientrasqueestallabaunsilbidosobreagudoqueleprovocóunamueca a Simon. El negro más blanco pasó su lengua rosada sobre sus labiosagrietados. El blanco más rubio puso el auricular derecho en su oreja y lo agitóviolentamente.Losdosamarilloscerrabancompletamentelasranurasdesusojos.El

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ingeniero del C.N.R.S. dio vuelta lentamente un botón. El sonido sobreagudo sevolvió agudo. Los músculos se distendieron. Las mandíbulas se descrisparon. Elagudobajómaullando,elsilbidosehizountrino.Laconcurrenciaempezóatoserycarraspear.Sobrelapantalladelosciloscopio,lalínearectaeraahoraondulada.

Lentamente,lentamente,lamanodelingenierohacíabajarlaseñal,delagudoalgrave, toda laescalade las frecuencias.Cuando llegóal límitede los infrasonidos,fuecomounamazadefieltrogolpeandocadacuatrosegundoselcuerodeuntamborgigantesco.Ycadagolpehacíatemblarloshuesos,lacarne,losmuebles,lasparedesde laUnesco hasta sus fundamentos. Era igual al latido de un corazón enorme, elcorazóndeunabestiainimaginable,elcorazóndelaTierramisma.

Títulosdelaprensafrancesa:«Eldescubrimientomásgrandetodoslostiempos»,«Unacivilizacióncongelada»,«LaUnescovaaderretirelPoloSur».

Títulodeundiarioinglés:«¿Quiénoqué?».Una familia francesacenando: losVignont.Elpadre, lamadre,elhijoy lahija

estánsentadosdelmismoladodelamesaensemicírculo.Lapantalladetelevisión,colgada de la pared, frente a ellos, difunde el diario televisado. Los padres songerentesdeunatiendadeventasdelaUniónEuropeadeZapatos.LahijasigueloscursosdelaEscueladeArteDecorativo.Elhijovarezagadoentreelsegundoytercerañodebachillerato.

Lapantalladifundelaentrevistaaunaetnólogarusa,trasmitidadirectamenteporsatélite.Ellahablaenruso.Traduccióninmediata.

—Señora,ustedhapedidoformarpartedelaexpediciónencargadadeelucidarloquellamanelmisteriodelPoloSur.¿Esperaentoncesencontrarrastroshumanosbajo1000metrosdehielo?

Laetnólogasonríe.—Sihayunaciudadnohasidoedificadaporpingüinos…Nohaypingüinostan

alSur,nohaymásquepájarosbobos.Perounaetnóloganoestáobligadaasaberlo.EntrevistaalsecretariogeneraldelaUnesco.AnunciaquelosEstadosUnidos,la

U.R.S.S., Inglaterra, China, Japón, la Unión Africana, Italia, Alemania, y otrasnaciones,hanhechosaberqueaportaránsuplenoconcursomaterialalaempresadedescongelar el punto612.Lospreparativosvan a ser acelerados.Todo estará en ellugardelaobraparaelprincipiodelpróximoveranopolar.

EntrevistasalosquecaminanporlosChampsElysées:—¿SabedóndequedaelPoloSur?—Bueno…hum…—¿Yusted?—Bueno…esporallá…—¿Yusted?—EsalSur.—Bravo.¿Legustaríair?

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—Este…No,porsupuesto.—¿Porqué?—Bueno,hacedemasiadofrío.Enlamesaensemicírculo,lamadreVignontmenealacabeza:—¡Loquepuedenserdetontosparahacersemejantespreguntas!—diceella.Reflexionaunsegundoyagrega:—Sobretodoquenodebehacermuchocalor…Vignontpadreobserva:—¡Lo que va a costar de dineros!… Harían mejor en construir playas de

estacionamiento…LapantallaproyectaelplanaudazdeBernard.—Sinembargo,escuriosoencontraresoeneselugar—dicelamadre.—Noesnuevo—dice,lahija—,esprecolombino…Elhijonomira.EstácomiendoyleyendolasaventurasendibujitosdeBillyBud.

Suhermanalosacude.—¡Miraunpoco!Esdivertidoycontodo,¿no?—Sonidioteces—contestaél.

Una máquina monstruosa se hundía en el flanco de la montaña de hielo,proyectandodetrássuyounanubedepedazostrasparentesqueelsolatravesabaconunarcoiris.

Lamontaña ya estaba perforada todo alrededor por unas treinta galerías en lascuales habían sido instalados, en pleno corazón del hielo, los almacenes y lasemisoras de radio TV de la Expedición Internacional Polar, en siglas EPI. Era unnombrebello.LaciudadenlamontañasellamabaEPI1ylaqueestabacobijadabajoelhielodelaplanicie612sedenominabaEPI2.

EPI2comprendíatodaslasotrasinstalaciones,ylapilaatómicaquesuministrabala fuerza, la luzyelcalora lasdosciudadesprotegidas,yaEPI3, laciudadde lasuperficie, compuestadehangares,devehículosyde lasmáquinasqueatacabanelhieloentodaslasformasquelatécnicahabíapodidoimaginar.Nuncaunaempresainternacional de una amplitud tal había sido realizada. Parecía que los hombres,aliviados,hubiesenencontradolaocasióndeseadaparaolvidarlosodios,yfraternizarenunesfuerzototalmentedesinteresado.

Francia era la potencia invitante, el francés había sido elegido como idiomadetrabajo.Peroparahacerlasrelacionesmásfáciles,elJapónhabíainstaladoenEPI2,unaTraductorauniversaldeondacorta.Éstatraducíainmediatamentelosdiscursosydiálogos que le eran trasmitidos, y emitía la traducción en diecisiete idiomas ydiecisiete largos de ondas diferentes. Cada sabio, cada jefe de equipo y técnicoimportantehabíarecibidounreceptornomásgrandequeunporoto,ajustadoallargode onda de su lengua materna, que guardaba permanentemente en su oído, y unaemisora alfiler que llevaba prendida sobre el pecho o sobre el hombro. Un

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manipuladordebolsillo,chatocomounamoneda,lepermitíaaislarsedelaalgarabíade lasmilconversaciones,cuyasdiecisiete traducciones seentrecruzabanenelétercomounplatodeespaguetideBabel,alavezquenorecibíasinoeldiálogoenelcualéltomabaparte.

La pila atómica era americana, los helicópteros pesados eran rusos, la ropa deabrigo acolchada era china, las botas finlandesas, el whisky irlandés y la cocinafrancesa.Habíamáquinasyaparatosingleses,alemanes,italianos,canadienses,carnede la Argentina y fruta de Israel. El acondicionamiento de aire y el confort en elinteriordelEPI1y2eranamericanos,ytanperfectosquesehabíapodidoaceptarlapresenciadelasmujeres.

Elpozoestabacavadoenelhielotraslúcido,enlaverticaldelpuntodondehabíasidolocalizadalaseñaldelaemisora.Teníaoncemetrosdediámetro.Unatorredehierroparecidaaunderriklodominaba,trepidantedemotores,humeantedevapores,que el viento trasformaba en echarpes de nieve. Dos ascensores llevaban a loshombresyelmaterialhacia lasprofundidadesdelcorte,quese internabanunpocomáscadadíahaciaelcorazóndelmisterio.

Amenosde917metros,losminerosdelfríoencontraronenelhieloaunpájaro.Erarojo,conelvientreblanco,laspatascolorcoral,unpenachodelmismocolor,

despeinado, el pico amarillo, achaparrado, entreabierto, los ojos rojizos y negrosbrillantes. Con sus alas a medio desplegar, distorsionadas, su cola levantada enabanico, sus patas endurecidas como frenando, tenía el aspecto de debatirse en unvendavaldevientoqueveníadesdeatrás.Estabaerizadocomounallama.

Recortaron alrededor suyo un cubo de hielo y lomandaron a la superficie. Elcomitédirectordelaexpedicióndecidiódejarloensuembalajenatural.Fuepuestoenuna refrigeradora trasparente, y los sabios empezaronadiscutir sobre su sexoy suespecie.LaTVpropalósuimagenenelmundoentero.

Quincedíasdespués,enplumas,enfelpa,enseda,enlana,enduvet,enplástico,enmadera,encualquiercosa,habíainvadidolamodaylastiendasdejuguetes.

Enelfondodelpozo,lasperforadorasdehieloacababandealcanzarlasruinas.

El profesor Joao de Aguiar, delegado del Brasil, presidente en ejercicio de laUnesco,subióalatribunafrentealaconcurrencia.Estabavestidodefrac.Enlagransaladeconferencias,sehallabanesanochenosólolossabios,losdiplomáticosylosperiodistas, sino también el «Tout Paris» muy parisiense y el «Tout Paris»internacional.

PorencimadelacabezadelprofesorAguiar,lapantalladetelevisiónmásgrandedelmundoocupabacasi toda lapareddel fondo. Ibaa recibirymostrar en relieveholográfico laemisión trasmitidadesdeel fondodelPozo,emitidapor laantenadeEPI1,yrelanzadaporelsatéliteTrio.

La pantalla se iluminó. El busto gigantesco del presidente apareció, en coloressuaves,unpocofavorecido,yenperfectorelieve.

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Losdospresidentes,elpequeñoencarneyhueso,ysuimagengrande,levantaronlamanoderechaenungestoamistosoyhablaron.Estodurósieteminutos.Heaquíelfinal:

«…Asíqueunasalahapodidosertalladaenelhielo,enelcentromismodelasruinas extraordinariasqueéste tieneaúnprisioneras.Salvoalgunosde losheroicospionerosde la cienciahumanaquehan cavado elPozo con su técnicay su coraje,nadie en elmundo las ha visto todavía.Y en unmomento, elmundo entero, va adescubrirlas.Cuandoyoapoyesobreestebotón,graciasalmilagrodelasondas,allá,enelotroextremodelatierra,losproyectoresseiluminarán,ylaimagenrevelada,dela que fue quizá la primera civilización delmundo, volará hacia los hogares de lacivilizacióndehoyendía…Esconunaprofundaemoción…».

En su pequeña cabina, el supervisor vigilaba sobre la pantalla de control laimagendelpresidente.Ambasbajaronelpulgaralmismotiempo.

Enelextremodelmundo,lasaladehieloseiluminó.LoprimeroquevierontodoslosespectadoresdelaTierrafueuncaballoblanco.

Estabadepie,justobajolasuperficiedelhielo.Seleveíadelgado,grande,estirado.Parecíaestarsecayendodecostado,relinchandodemiedo,loslabiosestiradossobrelosdientes.Sucrinysucolaflotando,inmóviles,desdehacía900000años.

El tronco quebrado de un árbol gigantesco estaba tirado al través, detrás suyo.Entrelapalmadesufollaje,alfondodelasala,aparecíanlasfaucesabiertasdeuntiburón. Un tramo de enorme escaleras, o de gradas amarillas bajando de laoscuridad,sehundíaenlanoche.

En frente, una flor resplandeciente, grande como un rosetón de catedral,desplegabalastrescuartaspartesdelacarnaduradesuspétalospurpúreos.

Sobresuderecha,selevantabauntramodetabiquedestrozado,colorverdepasto,deunamateriadesconocida,nocompletamenteopaca.Seabríaenellaunaespeciedepuertaodeventana,atravésdelacualestabanproyectados,inmóviles,unpequeñoroedorconlacolacomounpincel,conlaspatasenelaire,yunabandadadeerizosazules.Másabajo,comenzabalacúspidedeunalargapistahelicoidalhechaconunmetalqueseparecíaalacero,situadaenlabrumalechosadeunmundohelado.

Lasegundaoperacióncomenzó.Untubodeairefuedirigidohaciaeltabiquequecontenía el trozo de pared. A los ojos del mundo entero, el primer fragmento delpasadoenterradoibaaserliberado.

Elairecalientesurgióyseestrellócontraelhieloquecomenzóachorrear.Unachupadoraaspirabaelvaho,otraabsorbíaelaguadelalicuefacciónmandándolaalasuperficie.

Lapareddehielo se derritió, retrocedió, se acercó elmuroverdey lo alcanzó.Sobre las pantallas, la imagen combada, deformada por las pequeñas lentejuelasrelucientes de las cámaras blindadas, mostró este fenómeno increíble: la pared sefundíaalmismotiempoqueelhielo…

Loserizosyelroedor-de-patas-en-el-airesederritieronydesaparecieron.

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Elairecalientehabía invadido toda la sala.Todas lasparedeschorreabanagua.Deltecho,cataratascaíansobreloshombresconescafandra.Laspalmasdelárbolsefundieron, lasfaucesdel tiburónsefundieroncomounchocolatehelado.Dospatasdelcaballoysucostadosefundieron.Elinteriordesucuerpoapareció,rojoyfresco.Laflorpúrpurachorreóaguaensangrentada.Elairetibioalcanzóeltopedelapistahelicoidaldeacero,yelacerosefundió.

Títulosenlosdiarios:«Lamásgrandedesilusióndelsiglo»,«Laciudadenterradanoeramásqueunfantasma»,«Millaresgastadosenunespejismo».

UnaentrevistatelevisadaaRochefouxpusolascosasensupunto.Élexplicóquelaenormepresiónsoportadadurantemilenioshabíadisociadoloscuerposmásduros,hasta en sus moléculas. Pero el hielo mantenía en sus formas primitivas el polvoimpalpableenelcualsehabíanconvertido.Derritiéndoseéste,losliberabayelagualosdisociabaylosarrastraba.

—Vamosaadoptarunanueva técnica,—agregóRochefoux—.Recortaremoselhieloconlosobjetosquecontiene.Norenunciamosadescubrir lossecretosdeestacivilizaciónquenosvienedelanochedelostiempos.Eltransmisordeultrasonidoscontinúaemitiendosuseñal.Seguiremosbajandohaciaél…

A 978 metros debajo de la superficie de hielo, el Pozo alcanzó el suelo delcontinente.Laseñalproveníadelsubsuelo.

Despuésdehabersehundidoenelhielo,elPozosehundióenlatierraydespuésen la roca. En seguida esta última apareció dura, vitrificada, como cocida ycomprimida, y fue endureciéndose de más en más. Pronto, su consistenciadesconcertóalosgeólogos.Presentabaunadureza,unacompacidaddesconocidaentodoslosotrospuntosdelglobo.Eraunaespeciedegranito,perolasmoléculasquelo componían parecían haber estado «ordenadas» y acomodadas para ocupar unmínimumdeespacioyofrecerunacohesiónmáxima.Despuésdehaberquebradounacantidaddeútilesmecánicos,vencieronalaroca,ya107metrosdebajodelhielo,sellegó a la arena. Esa arena era un contrasentido geológico. No debería de haberseencontrado allí. Rochefoux, siempre optimista, dedujo que entonces había sidollevadaaesesitio.Eralapruebadequeseestabasobrelabuenapista.

Laseñalseguíallamando,siempremásabajo.Habíaquecontinuareldescenso.Secontinuó.

Desdequehabíanllegadoaestepunto,estabanobligadosaencofrarelpozoaunantesdecavarlo,hundiendounacamisametálicaenlaarena,tansecayblandacomoladeunrelojdearena,yquefluíacomoagua.

A diecisiete metros por debajo de la roca, un minero se puso a hacer gestosfrenéticosyagritaralgunacosaquesumáscaracontralatierrahacíaincomprensible.Loquequeríadecir,esquesentíaalgodurobajolospies.

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Lachupadorahundidaenlaarenasepusodeprontoachillaryvibrar,ysutuboseaplastó.

Higgins,elingenieroquevigilabadesdeloaltodeunaplataforma,paróelmotor.Se reunió con losmineros, y comenzó a quitar los escombros con precaución pormediodeunapala,luegoconlamano,despuésconlaescoba.

Cuando Rochefoux bajó, acompañado por Simon y Brivaux, la encantadoraantropóloga Leonova, jefa de la delegación rusa, y el químico Hoover, jefe de ladelegaciónamericana,encontraronenelfondodelPozo,despejadodelaarenafina,unasuperficiemetálicaligeramenteconvexa,lisa,decoloramarillo.

Hooverpidióquepararantodoslosmotores,hastalaventilación,yquecadaunoseabstuvieradehablarodemoverse.

Huboentoncesunsilencioextraordinario,protegidodelosruidosdelatierraporcienmetrosderocayunkilómetrodehielo.

Hoover se arrodilló. Se oyó crujir su rodilla izquierda. Con el índice dobladogolpeólasuperficiedemetal.Nohubomásqueunruidoblando:eldelacarnefrágildeunhombreconfrontadoconunobstáculomasivo.Sacódesumaletínunmartillode cobre y golpeó el metal, primero levemente, luego a grandes golpes. No huboningunaresonancia.

Hoover gruñó, se inclinópara examinar la superficie.Ésta noguardabaningúnrastrodelosgolpes.Tratódesacarunamuestra.Perosutijeradeaceroaltungstenoresbalósobrelasuperficieynoconsiguióhacerlemella.

Derramó entonces encima diferentes ácidos que examinó después con unespectroscopioportátil.Selevantó.Estabaperplejo.

—Nocomprendoquélovuelvetanduro—dijo—.Esprácticamentepuro.—¿Lo?,¿quélo?¿Cuálesesemetal?—preguntóLeonovaexasperada.Hoover eraungigantedepelo colorado, barrigónybonachón, demovimientos

lentos. Leonova era delgada, morena y nerviosa. Era la mujer más bonita de laexpedición.Hooverlamirósonriendo.

—¡Qué!¿Ustednolohareconocido?¿Usted,unamujer?…¡Esoro!…Brivauxhabíapuestoenmarchasuaparatoregistrador.Elpapelsedesenrollaba.

Ladelgadalíneafamiliarseinscribíasinunacurva,sinunainterrupción.Laseñalveníadelinteriordeloro.

Fue despejada una superficie mayor. En todas direcciones continuabahundiéndose en la arena. Parecía que el pozo había llegado a una gran esfera, noexactamenteensupartesuperior,sinounpocoalcostado.

Sedespejóelpuntoaltodelaesferayselasobrepasó.Fuejustoentoncesquesehizoelprimerdescubrimientorevelador.Enelmetalaparecíanunaseriedecírculosconcéntricos; el más grande medía alrededor de tres metros de diámetro. Esoscírculos estaban compuestos de una hilera de dientes agudos y grandes, inclinadoscomoparaatacarenelsentidodeunarotación.

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—Separecealaextremidaddeunaexcavadora—dijoHoover—.¡Parahacerunagujero!¡Parasalirdeadentro!…

—¿Ustedcreequeeshueco,yquehayalguien?—dijoLeonova.Hooverhizounamueca.—Hahabido…—Yagregó:—Antesdepensarensalir,hacíafaltaqueentraran.¡Debehaberunapuertapor

algúnlado!…Dos semanas después del primer contacto con el objeto de oro, los diversos

instrumentosdesondajehabíanproporcionadobastantesdatosparaquesepudieransacardeellosconclusionesprovisorias:

Elobjetoparecíaserunaesferacolocadasobreunpedestal,eltododispuestoenunbolsónllenodearenacavadoenlarocaartificialmenteendurecida.Lafinalidaddela arena era sin duda la de aislar la cosa de las sacudidas sísmicas y de todos losmovimientosdelterreno.

La esfera y su pedestal parecían ser solidarios y no formar más que un solobloque.Laesferatenía27,42metrosdediámetro.Erahueca.Elespesordesuparederade2,92metros.

Emprendieronlatareadedespejarlaarenayvaciarelbolsónrocoso,paraliberarelobjetodeoroporlomenoshastalamitad.

Paramaterializarloquerepresentanlos27metrosdediámetrodelaEsfera,hayquedecirqueeslaalturadeunacasade10pisos.Yconsiderandoelespesordesupared,habíatodavíalugarensuinteriorcomoparaunacasade8pisos.

Encuantodescubrieronlapuerta,unpisoprovisoriofuecolocadoparaacogeralossabiosytécnicosquebajaronenunajaulaguiada.

Brivaux paseó un pequeño aparato con un cuadrante a lo largo de toda lacircunferencia.

—Estácompletamentesoldado—dijo—,entodosuespesor.—Denosustedel espesordelcentro—pidióLeonova.Élposó suaparatoenel

centrodelcírculoyleyóunnúmerosobreelcuadrante:2,92metros.EraelespesorgeneraldelapareddelaEsfera.—Una vez la olla llena, han soldado la tapa —dijo Hoover—. Tiene más la

aparienciadeunatumbaquedeunrefugio.—¿Ylaperforadora?—dijoLeonova—,esparahacersalir¿qué?¿Elgato?—Seguramentenohabíagatosenesaépoca,milinda—dijoHoover.Con su cordial mala educación americana que se había agravado con los

numerosos años vividos en París, en el Barrio Latino y en Montparnasse, quisopasarleelíndicedebajodelmentón.Suíndiceteníalasdimensionesyelcolordeunasalchicha,conpecasypelosdorados.

Furiosa,Leonovapegóalamanoquesedirigíahaciasucara.—¡Ellamemordería!—dijoHoover sonriendo—.Vamos, linda, subamos.Pase

ustedprimero…

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La jaulapodía contenerdospersonas, peroHoover contabapor tres.Levantó aLeonovacomosifueraunramodefloresylaposósobreelasientodehierro.Gritó:

—¡Suban!—La jaula comenzó en seguida a subir. Hubo un estrépito y gritos.AlgogolpeóaHoover.Cayóhaciaatrásysucabezapegócontraunobstáculoduroyrugoso.Oyóuncrujidodentrodesucráneoysedesvaneció.

Despertó en una camade enfermería. Simon, inclinado sobre él, lomiraba conunasonrisaoptimista.

Hooverpestañeódosotresvecesparaliberarsedeunaespeciedeinconscienciaypreguntóbruscamente:

—¿Lachica?Simonmeneólacabezaconunamuecatranquilizadora.—¿Quépasó?—preguntóHoover.—Undesmoronamiento…todalaparedporencimadelcorredorsehacaído.—¿Hayheridos?—Dosmuertos…Simonhabíapronunciadoesaspalabrasenvozbaja,comosituvieravergüenza.Losdosprimerosmuertosdelaexpedición…UnminerodelaIsladelaReunión,

yuncarpinterofrancés.Compañerosdeldeber,quetrabajabanenelencofrado.Había también cuatro heridos de los cuales un electricista japonés en grave

estado.ElCorredorestabaseñaladoenelcroquisconlaletraD.Enlaparedderoca,éstedibujabaunaaberturaquedebíahabersidorectangular,y

estaballenaconunamezclacaóticaderestosderocas,conunaespeciedecementoydemoldesmetálicosretorcidosyvueltosasuorigenmineral.EntreestaaberturaylapuertadelaEsfera,sehabíanencontrado,mezcladosenlaarena,lamismaclasederestos, que se empaquetaron cuidadosamente y fueron enviados a la superficie confinesdeexamenydeanálisis.

El Corredor había sido nombrado así porque los sabios pensaban que era laterminacióndeunpasaje,perosusproporcioneshacíanpensarmásbienenelperfildeunasaladedimensionesbastantegrandes.Sealoquefuere,eraapartirdeahí,quelos hombres del pasado—si se trataba de hombres ¿pero de qué otra cosa podíatratarse?— habían excavado y endurecido la roca, traído la arena, y construido laEsfera. Era el cordón umbilical a partir del cual ésta se había desarrollado en suplacenta rocosa. El Corredor venía de alguna parte, y podía llevar allí. Lo iban adespejar,introducirseenéleiraver…

¿PerodespuéslaEsfera?ExplorarlaEsferaprimero,habíadecididolaasambleadelossabios.

—Yyo,¿quétengo?Hoover quiso palparse el cráneo, pero sus dedos no llegaron hasta su cabeza.

Habíaentreellosyellaelespesordeunapósito.—¿Estárajada?—preguntó.

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—No, el cuero cabelludo está abierto, el hueso magullado, y un pedacito degranitohundidoeneloccipital.Selohesacado.Nohabíaperforadoelhueso.Todoandabien.

—Brurrush—dijoHoover.Sedistendióyserecostóconsatisfacciónsobrelaalmohada.AldíasiguienteasistíaaunareunióndeinformaciónenlaSaladeConferencias.CuandosubiósobreelpodioparatomarsulugarenlamesadelComitédirectivo

delEPI,huboprimerounaoleadaderisas.Sehabíalevantadodelacamaparavenir,y se había puesto únicamente su salida de baño. Era de color frambuesa, con unsembrado demedias lunas azules y verdes. Su voluminoso vientre le levantaba elcinturón,cuyaextremidadcolgabahastasusbotasdeentrecasa,enpieldeosoblanco.

Suapósitoredondo,enformadeturbante,rematabasuairedeMamamouchidelenfermoimaginario,puestoenescenaenGreenwichVillage.

Rochefoux,quepresidía,selevantóyloabrazó.Unestallidodeaplausoscubriólaoleadaderisas.TodosqueríanmuchoaHoover,yleagradecíanquefueradivertidoenmediodeldrama.

La sala estaba llena.Además de los sabios y los técnicos venidos de todas lasfronteras,habíaahí,unadocenadeperiodistasrepresentandoalasgrandesagenciasdelmundo,queenlaTribunadelaPrensa,disponíandecascostraductores.

Sobreunagranpantalla, detrás del podio aparecióunavista general del bolsónrocoso,iluminadoporlosreflectores.

Unos treinta hombres se ajetreaban, en vestimenta anaranjada o roja, un cascosobre la cabeza y una máscara colgando del cuello, lista para ser utilizadainmediatamente.

Lamitad superiorde laEsfera, emergiendode la arenayde susbases,brillabasuavemente,enormeytranquila,amenazadoratambién,porsumasa,porsumisterio,porlodesconocidoqueocultaba.

Con voz cantarina, un poco monótona, Leonova explicó los trabajos, y latraductora se puso a cuchichear en todos los oídos, en diecisiete idiomas distintos.Leonovacalló,sequedóunmomentosoñadora,ycontinuó:

—NoséloquelessugierelavistadeestaEsfera,peroamí…mehacepensarenunasemilla.Enlaprimavera,lasemilladebegerminar.Laperforadoratelescópica,esel tallo que tienequedesarrollar y perforar el caminohasta la luz, y el «pedestal»hueco está ahí para recibir los escombros… Pero la primavera no vino… Y elinviernoduradesdehace900000años…Sinembargonoquiero,yonopuedocreerquelasemillaestémuerta…

Casigritó:—¡Estálaseñal!Unperiodistaselevantóypreguntóconelmismomodovehemente:—¿Entonces,quéesperanustedesparaabrirlapuerta?Leonova,sorprendida,lomiróycontestóenuntonoquesehabíavueltohelado:

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—Nolaabriremos.Unmurmullo de sorpresa recorrió a la concurrencia. Rochefoux se levantó—

sonriendo—ypusolascosasensupunto.—No abriremos la puerta —dijo—, porque es posible que un dispositivo de

defensaodedestrucciónestéadheridoaella.Abriremosaquí.Conunavarilladebambútocósobrelaimagen,unemplazamientoeneltopede

laesfera.—Perohayunadificultad.Nuestrasperforadorasconcabezadebrillantehanroto

losdientessobreestemetal.Ynosefundeconelsopleteoxhídrico,omejordichosefunde pero se vuelve a cerrar nuevamente. Como si se hendiera una carne con unescalpelo, y que la carne se cicatrizara inmediatamente detrás de la hoja. Es unfenómenocuyomecanismonocomprendemos,peroquesucedeaescalamolecular.Para hacer un rumbo en este metal, debemos atacar a nivel de las moléculas, ydisasociarlas.Esperamosunsopletenuevoqueutilicealavezelláseryelplasma.Encuantolohayamosrecibido,emprenderemoslaoperaciónApertura.

El pozo de hielo y de roca se prolonga en un pozo de oro.Un agujero de dosmetrosdediámetrosehundeenlacortezadelaEsfera.Enelfondodelagujero,enunaluzdorada,uncaballeroblancoatacaelmetalconunalanzadeluz.Vestidodeamianto,conmáscaradevidrioydeacero,eselingenieroinglésLister,armadodesuplaser.Unavozexplicaque lapalabraplaserhasido formadapor laconjuncióndedospalabras:plasmaylaser,yqueelmaravillososopletequeseveaquítrabajando,sedebealacolaboracióndelasindustriasinglesasyjaponesas.

Sobrelapantalladetelevisiónlaimagenretrocede,descubriendolapartesuperiordel pozo de oro. Sobre la plataforma que lo rodea, técnicos anaranjados y rojossostienenloscables,dirigenlascámarasolosreflectores.Elcalorquesubedelpozohacechorrearelsudorsobresusrostros.

Lapantallaesplegadiza,suspendidabajounasombrillaalbordedeunapiscinaen Miami. Un hombre gordo y congestionado, vestido con un bikini sintético,repantigadoenunahamacaalsoplodeunventilador,suspiraypasasobresupechounatoallaesponja.Lepareceinhumanomostrarsemejanteespectáculoaalguienqueyatienetantocalor.

ElcomentaristarecuerdalasdificultadesconlascualeshantropezadolossabiosdelEPI,enparticular lasdificultadesclimáticas.Enesemomentoheaquíelestadodeltiempoquereinaenlasuperficie,porencimadelacantera.

Sobre la pantalla, una terrible tormenta barre el EPI 3. Vehículos fantasmastrasladandeunedificioalotro,sussiluetasamarillas,borrosaacausadelanievequeelvientollevaenlíneahorizontala240kmporhora.Eltermómetromarca52gradosbajocero.Elhombregordocongestionadosehavueltolívido,ycastañeteándolelosdientes,searrebujaconsutoalla.

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Enunacasajaponesa,lapantallahareemplazadosobreeltabiquedepapel,alatradicionalestampa.Ladueñadecasaarrodillada,sirveel té.Elcomentaristahablaquedo.Dice que en el fondo del Pozo ya no haymás que algunos centímetros deespesoryqueunagujerovaaserhoradadoparapermitirintroducirenelinteriorunacámara de televisión.Dentro de algunos instantes, los honorables espectadores delmundoenterovanapenetrardentrodelaEsferaconlacámara,yconocerporfinsumisterio.

Leonova, en buzo de amianto, se ha reunido con Lister en el fondo del Pozo.Hoover, demasiado voluminoso, ha debido quedarse arriba con los técnicos. Se haacostadosobresuvientrealbordedel fosoygritasus recomendacionesaLeonovaquenoleoye.

Ellaestáarrodilladaal ladodeLister.Unaespeciedeescudoblindadocolocadofrenteasusmusloslosprotege.Elvástagodellamarosapenetradentrodeloro,quehierveysedesvaneceenolasdeluz.

De pronto estalla un aullido sobreagudo. La llama, las chispas, el humo, sonviolentamente aspirados desde abajo. El pesado escudo cae sobre el suelo de oro,Leonovasedesploma,Hoovergritaymaldice,Listersesujetaalplaser.Untécnicoyahacortadolacorriente.Elaullidosevuelveunsilbidoquepasadelagudoalgraveyluegosedetiene.Leonovaselevanta,sequitalamáscarayhablaensualtoparlante.AnunciaconcalmaquelaEsferaestáperforada.Contrariamentealoquesehubiesepodido creer, debe hacer más frío en el interior que en el exterior, lo que haprovocadounaviolentasuccióndeaire.Ahoraelequilibrioestárestablecido.Sevaaredondearelagujeroybajarlacámarafotográfica.

SimonestásobrelaEsfera,alladodeHooverydeLanson,elingenieroinglésdelaTVquedirigelabajadaconungruesocable.Laextremidaddeésteseencuentraperforada con dos lentejuelas superpuestas: la del reflector miniatura, y la de laminicámara.

EnelfondodelPozo,Leonovaagarraelcableconsusdosmanosenguantadas,ylo introduceenelagujeronegro.Cuandohapenetradomásomenosunmetro,ellalevantalosbrazos.Lansoninterrumpelaprogresióndelcable.

—Todoestálisto—lediceaHoover.—Espérenme—diceLeonova.Vuelveasubirsobrelaplataforma,paramirarcontodosloshombrespresentes,la

pantalladelreceptordecontrol,colocadaalbordedelPozo.—Adelante—diceHoover.Lansonsevuelvehaciaeltécnico.—¡Luz!…Sobreelpisodeoro,elojodelreflectorseenciende,eldelacámaramira.

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Laimagensubealolargodelcable,atraviesalatormenta,brotadesdeloaltodelaantenadeEPI1haciaTrioinmóvilenelvacíonegrodelespacio,rebotahacialosotrossatélites,ycaecomolluviahaciatodaslaspantallasdelmundo.

Laimagenaparecesobrelapantalladecontrol.Nohaynada.Nadamásqueunlentoremolinogrisáceoquetrataenvanodeatravesarlaluzdel

minireflector.Separecealesfuerzoinútildeunfarodeautomóvilenunasábanadenieblalondinense.

—¡Tierra!—gritaHoover—.¡Horribletierra!…Son los torbellinos provocados por la succión de aire que han provocado estos

remolinos…Pero¿cómohapodidolamalditatierrapenetrarenestabenditaEsferatanherméticamentecerrada?

Undifusorlecontesta.EsRochefouxquehabladesdelaSaladeConferencias.—Hagasaltarrápidamenteelfondodelacaja—dijo—.Yvayaaver…

El fondo del Pozo estaba abierto. Sobre la plataforma, el equipo de avanzadaestabalistoabajar.ComprendíaaHiggins,Hoover,Leonova,Lansonysucámarasinpelícula, el africanoShanga,el chinoLao,el japonésHoi-To,el alemánHenckelySimon.

Resultaba peligroso que hubiese demasiada gente. Pero se tuvo que darsatisfacciónalassusceptibilidadesdelasdelegaciones.

Rochefoux, que se sentía muy cansado, había cedido su lugar a Simon. Lapresenciadeunmédico,porotrapartepodíasermuyútil.

Siendo el más joven Simon, solicitó y obtuvo el favor de ser el primero endescender.Estabavestidoconunmamelucodecolorlimón,concalefacción,botasdefieltro gris y gorro de astracán. Un termómetro explorador había revelado en elinterior37gradosbajocero.Elmédicollevabaunalámparafrontal,unamáscaradeoxígeno colgando del cuello, y en la cintura un revólver 9mm que había queridorehusar,peroqueRochefouxloobligóaaceptar:Nosesabíahaciaquéibaabajar.

Unaescalerametálica,querealizabalasvecesdeantena,estabafijaalbordedelPozoycolgabasobrelodesconocido.Simonsepusoelcascoysemetió.Seleviodesaparecerenlaluzdorada,luegoenelnegro.

—¿Quéves?—gritoHoover.Hubounsilencio,luegoelaltoparlantedijo:—¡Estoyparado!Hayunpiso…—¡SantoDios!¿Quéesloqueve?—preguntóHoover.Nada…Nohaynadaquever…—¡Yavoy!—dijoHoover.Se ubicó sobre la escalerametálica. Sumameluco era rosa. Llevaba un bonete

tejidodelanagruesaverde,coronadodeunpompónmulticolor.—¡Vaahacerresquebrajarsetodo!—dijoLeonova.—Nopesonada—contestó—.Soycomouncopograndedenieve…

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Ajustósumáscaraybajó.Lanson,sonriendo,dirigióhaciaélsucámara.

Estabadepie sobre el pisodeoro, en lapieza redondayvacía.Un levepolvoextendía sus velos a lo largo del muro circular de oro, ahuecado con millares dealvéolosqueparecíanhechosparaconteneralgo,ynoconteníannada.

Losotrosbajaban,miraban,secallaban.Elpolvocasiinvisibleestorbabaelhazde luz de las lámparas frontales, y bordeaba con una aureola nuestras siluetasdisfrazadas.

Luego vinieron los dos electricistas con sus reflectores a baterías. La granclaridadtrasformólapiezaenloqueera:simplementeuncuartovacío.Enfrentemío,unaporcióndelmuroeralisa,sinalvéolos.Teníaunaformatrapezoidal,unpocomásanchaabajoquearriba,conunligeroestrangulamientoalamitaddelaaltura.Penséquepudieraserunapuerta,avancéhaciaella.

Esasícomodimisprimerospasoshaciati.

Nohabíaningúnmediovisibleparaabrirestapuerta,siesqueerauna.Nimanija,ni cerradura. Simon levantó sumano derecha enguantada, la posó sobre la puerta,cercadelborde,aladerecha,yempujóhaciaadentro.Elbordedelapuertaseseparódelaparedyseentreabrió.Simonquitósumano.Sinruido—ysindisparador—lapuertavolvióexactamenteasulugar.

—Ybueno,¿quéesperamos?—dijoHoover—.Vamos…PorestaralaizquierdadeSimon,espontáneamentelevantósumanoizquierday

laposósobreelbordedeeselado.Ylapuertaseabrióalaizquierda.Sin demorarse en admirar esa puerta ambivalente, Hoover la empujó a fondo.

Quedó abierta. Simon hizo señas a un electricista, que levantó su reflector, y lodirigióhacialaabertura.

Eraladeuncorredordevariosmetrosdelargo.Elpisoeradeoroylasparedesdeunmaterialcolorverdequeparecíaporoso.Unapuertaazuldelmismomaterialcerrabael fondodel corredor.Otrasdosestabancolocadasa laderecha,yunaa laizquierda.

Simonentró,seguidoporHoovereHiggins,ydetrássuyolosdemás.Cuandollegóalaprimerapuertaparó,levantólamanoyempujó.Sumanoenguantadasehundióenlapuertaypasóaltravés…Hoovergruñódesorpresaehizounmovimientoparaacercarse.Sumanoenorme

rozóaHiggins,queparaguardarelequilibrio,seapoyócontraelmuro.Higginspasóatravésdelapared.Gritó,y la traductorapegóelmismogritoen losauriculares.Huboun ruidode

choquesordoalgunosmetrosmásabajo,ylavozdeHigginscalló.

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El choque había desquiciado las paredes. Se les vio estremecer, doblarse,agobiarse, derrumbarse suavemente en masas blandas de tierra, descubriendo unabismo de oscuridad, atravesado por los reflectores, donde otras paredes caían sinruido, revelando todo un mundo en tren de desvanecerse, muebles, máquinas,animales inmóviles, siluetas vestidas, espejos, formas desconocidas, que sedesarmaban,resbalabanalolargodesímismas,caíanenmontonessobrepisosquesecombabanysedeshacíanasuvez.

Desdeel fondode laesferadondese reunían todasestascaídasblandas,subíanespirales grises y espesas como un cúmulo de tierra. Los sabios tuvieron justo eltiempodever aHiggins losbrazos en cruz, el pechoatravesadoporuna estacadeoro.Luegolanubeloenvolvióycontinuósuascenso.

—¡Máscaras!—gritóHoover.Apenassehabíancolocadolasmáscarascuandolanubelosalcanzó,losenvolvió

llenandolaEsfera.Seinmovilizaronsobreesesitio,noanimándoseamoversemás.Noveíannada.Estabansobreunapasarelasinparapetoaochopisossobreelvacío,envueltosenunanubeimpenetrable.

—¡Arrodíllense!¡Despacito!—dijoHoover—.Encuatropatas.Esasí comoalcanzaron, lentamente,palpando losbordesde lapasarela, la sala

redondayluegoelexteriordelaEsfera.Emergieronunoauno,llevándoseconsigojironesoecharpesdetierra.Elpozodeorohumeaba.

Dos hombres con escafandras, y encordados, bajaron a buscar el cuerpo deHiggins.Unpastorcelebróunoficiofúnebreenlaiglesiabajoelhielo.Unacruzdeluzsehabríahaciaelcielo, talladaen labóveda traslúcida.LuegoHigginsmuerto,hizohacia laCiudaddelCabo, su país, el viaje aéreo a la inversa de lo quehabíahechoHigginsvivo.

Laprensasedeleitó:«LaEsferamalditahagolpeadodenuevo»,«LatumbadelPoloSur,¿matarámássabiosqueladeTutankamon?».

En el restaurante de EPI 2, los diarios, que acababan de llegar, por el últimoavión,pasabandemanoenmano,Leonovamirabacondespreciounsemanarioinglésconelencabezamiento:«¿QuéfantasmaasesinomontaguardiadelantedelaEsferadeOro?».

—Laprensacapitalistadelira—dijo.Hoover, sentado frente a ella, derramaba un litro de crema sobre un plato de

choclodesgranado.—Sabemosdesobraquelosmarxistasnocreenenlosobrenatural—contestóél

—,pero espere unpocoque el duendevengade noche a hacerle cosquillas en lospies…

Tragóunacucharadadechoclosinmasticarlo,yprosiguió:—HaysindudaalgoquehaexpelidoaHigginsaltravésdelapared,¿no?

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—Es el vientre de usted que lo empujó… ¿No tiene vergüenza de transportarsemejantehorrordelantesuyo?Noessolamenteinútil,sinopeligroso…

Élsegolpeósuavementelapanza.—Estodamiinteligencialaqueestáahí…Cuandoadelgazo,mevuelvotristey

tantontocomocualquiera…EstoyafligidoporHiggins…Nohubieraqueridomorircomoél,sinhabervistolacontinuación…

HabíanintroducidoenlaEsferaunaenormemangueradeaire,queaspirabahaciafuera. El aire que echaba a la superficie se recibía en bolsas que lo tamizaban. Elpolvorecogidoeraenviadohacialoslaboratoriosque,enelmundoentero,trabajabanparalaexpedición.

Cuandolasbolsasnorecogieronnadamás,elequipopunteropenetródenuevoenlaEsfera.

Los reflectores estaban dirigidos en todas direcciones, dentro de una atmósferainteriorvueltatrasparentenuevamente.Laluzreflejada,quebrada,irradiadaentodaspartes por el mismometal, inundaba de reflejos auríferos una arquitectura de oroabstractaydemente.

Enelderrumbamientodelmundocerrado, todo loqueestabacompuestopor lamisma aleación que la externa, había subsistido. Pisos sin paredes… escaleras sinbarandas, rampas que no llevaban a ninguna parte, puertas abriéndose en el vacío,cuartoscerradossuspendidos,unidoslosunosalosotros,sostenidos,apuntaladosporvigas caladas o por contrafuertes livianos como huesos de pájaros componían unesqueletodeoro,liviano,inimaginablementebello.

CasienelcentrodelaEsfera,unacolumnalaatravesabaverticalmentedeunladoal otro. Era, o contenía, la perforadora. En su base, apoyada contra ella, y parecíasoldadaaella,selevantabaunaconstruccióndenuevemetrosdealto,másomenoscerradaherméticamente,enformadehuevo,conlapuntaenelaire.

—Hemosabiertolasemilla,esteeselgermen—murmuróLeonova.Unaescalera,cuyosescalonesdeoroparecíanmantenersesolosenelaire,partía

delemplazamientodelapuertaenlapareddelaEsfera,atravesabaelairecomounsueñodearquitecto,y terminabaenelHuevo,a las trescuartaspartesdesualtura.Lógicamente,enesteemplazamientodebíasituarselaabertura.

Desdepisosapasarelasyescaleras,porcaminosaéreos,losexploradoresbajaronhaciaelHuevo.Yencontraronlapuertaenellugardondepensabanencontrarla.Erade forma ovoide,más ancha hacia abajo. Cerrada, por supuesto, y no presentandoningúndispositivoparasuabertura.Peronoestabasoldada.

Resistióatodaslaspresiones.Simon,comounchiquillo,sacóuncortaplumasdesubolsillo,ytratódeintroducirlahojaenlaranuracasiinvisible.

Lahojaresbalósinpenetrar.Elcierreeradeunhermetismototal.Hooversacósumartillode cobreygolpeó.Al igualque laparedde laEsfera, producíaun sonidosordo.

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LohicieronbajaraBrivauxconsuaparatoregistrador.Lalíneadeultrasonidosseinscribiósobreelpapel.

LaseñalproveníadelinteriordelHuevo.

DesdelaSaladeConferencias,sabiosyperiodistasseguían,sobrelapantalla,eltrabajo de los equipos en el interior de laEsfera.Carpinteros posaban pasarelas, yapuntalabanescaleras.HooveryLanson,asistidosporelectricistas,seocupabandelapuertadelHuevo.LeonovaySimonacababandellegarpormediodeunaescalera,aunasaladeorosuspendidaenelvacío.

La atmósfera estaba clara. Ya nadie usaba máscara. Con mil precauciones,Leonovaempujólapuertametálicadelasalaredonda.

Seabriólentamente.LeonovaentróysehizoaunladoparadejarpasaraSimon.Sevolvieronhaciaelinteriordelasalaymiraron.Noestaba iluminadasinopor los reflejosquedejabapasar lapuertaabierta.En

estapenumbradeoroseencontrabanseissereshumanos.Dosestabandepieylosmirabanentrar.Eldeladerecha,enungestoinmóvil,los

invitaba a venir a sentarse en una especie de asiento horizontal del cual no seapercibíaelsoporte.Eldelaizquierdaabríalosbrazoscomoparaestrecharlosenunsaludodebienvenida.

Losdosestabanvestidosconunamplioypesadoropajecolorrojoquellegabaalsueloyocultabasuspies.

Unbonetechicoigualmenterojolescubríalacabeza.Loscabelloslisos,castañosenuno,rubiosenelotro,lescaíanarasdeloshombros.

Detrásdeellos,doshombresdesnudossentadosfazafazsobreunapielblancaseentrecruzabanlosdedosdelamanoizquierdaylevantabanladerecha,conelíndicetenso.Puedeserquefueraunjuego.

Leonovaenfocósuaparatofotográficoydisparóeldoblefogonazodelflashláser.Todalaescenafueviolentamenteiluminadaduranteunmilésimodesegundo.Simontuvoeltiempodeadivinarotrosdospersonajesperolaimagenseborróensuretina.Y la escena se borró almismo tiempo. Como si el choque de la luz hubiera sidodemasiado violento para ellos, los trajes, luego la substancia de los personajes sedescolgaronyresbalaronhechopolvo,ydejandoaldescubiertoespeciesdemotoresyarmazones metálicos. Después, a su vez estos esqueletos, se derrumbaronsuavemente.Enunossegundos,nosubsistiódelgrupo,enelpolvoqueselevantaba,sinoalgunosarabescosdehilosdeoro,sosteniendodeaquíydealláunaplaqueta,uncírculo,unaespiral,suspendidos…

Leonova, ySimon se apresuraron en salir, y cerrar la puerta de la pieza con lanubedetierraquelallenaba.Sesentíanfrustrados,comocuandounosedespiertaenmediodeunsueñoquesesabenovolveráaverjamás.

Depie frente a la escalerade la puertadelHuevo,Hooverdaba informacionessobre los trabajos de su equipo. En la Sala de Conferencias, los periodistas

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observabanlapantallagrandeytomabannotas.—¡Lahemosperforado!—dijoHoover—.Heaquíelagujero…Supulgargordoseposósobrelapuerta,cercadeunorificionegroenelcualél

podríahabersehundido.—Nohahabidomovimientodeairenienunsentidonienelotro.Elequilibriode

laspresionesinternasyexternasnopuedeserefectodelacasualidad.Enalgunapartehay un dispositivo que conoce la presión externa y actúa sobre la presión interna.¿Dóndeestá?¿Cómofunciona?¿Lesgustaríasaberlo?Amítambién…

RochefouxhablóenelmicrófonodelamesadelConsejo.—¿Cuáleselespesordelapuerta?—Cientonoventaydosmilímetros,compuestosdecapasalternadasdemetalyde

otramateriaquepareceserunaislantetérmico.Hayporlomenoscincuentacapas.—Esunverdadero«milhojas».Vamosamedirlatemperaturainterior.Untécnicointrodujoenelorificiounlargotubometálicoqueseterminaba,enel

exterior, por una esfera graduada. Hoover echó una mirada sobre esta última,bruscamenteparecióinteresadoynolequitólavista.

—¡Y bueno, mis hijos! ¡Esto baja!… ¡Baja!… todavía… todavía… Estamos amenosde80…menos100…120…

Cesódeenumerar lascifrasysepusoasilbardeasombro.La traductorahablódentrodelosdiecisieteauriculares.

—¡Menos 180 grados centígrados!—dijo la imagen de Hoover en la pantallagrande—.¡Escasilatemperaturadelairelíquido!

LouisDeville,elrepresentantedeEuropress,quefumabauncigarronegro,largoydelgadocomounespagueti,dijoconsubelloacentomeridional:

—¡Quédivertidos!¡Esunfrigorífico!Vamosaencontrararvejascongeladas…Hoovercontinuaba:—Queríamosintroducirunaganzúadeaceroeneseagujero,ytirardeéstapara

abrirlapuerta.Peroconelfríoquehaceahídentro,laganzúaseromperácomounfósforo.Vaasernecesarioencontrarotracosa…

Otracosa,fuerontresventosasneumáticasgrandescomoplatos,aplicadassobrela puerta y unidas a un gato-tractor, éste a su vez fijo en un armazón de vigas dehierroarbotantesalrededordelHuevo.Unabombachupóelairedelasventosascasihastaelvacío…Éstashubieransoliviadounalocomotora.

Hoovercomenzóahacergirarelvolantedelgato.EnlaSaladeConferencias,unperiodistaingléspreguntóaRochefoux:—¿Ustednotemequehayaundispositivodestructoraquí?—No lohabíadetrásde lapuertade laEsfera.Recién lohemossabidocuando

estuvimosdentro.Nohaymotivoparaquehayaunoacá.ElComitéestabareunidoensutotalidadfrentealapantalla.Lasalaestaballena

yafiebrada.Aunlosqueteníanocupacionesenotroladoveníanaverrápidamenteen

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quéseestaba,yvolvíanasutrabajo.Sólo Leonova, demasiado impaciente paramirar de lejos, había acompañado a

Hoover y sus técnicos. Simon estaba junto a ellos, con dos enfermeras, pronto aintervenirencasodeaccidente.

Sobrelapantalla,laimagendeHooverdiovueltalacabezahaciasuscolegasdelComité.

—Hedadoveinte vueltas al volante—dijo—.Eso representa 10milímetros detracción.Lapuertanosehamovidoniunápice.Siinsistoahora,sevaadeformaryromper.

—¿Continúo?—¿Está seguro de que las ventosas no corren el riesgo de desprenderse? —

preguntóIonescu,elfísicorumano.—ArrancaríanmuybienalPoloSur—dijolaimagendeHoover.—Esnecesarioabrirestapuertadeunmodouotro—dijoRochefoux.SediovueltahacialosmiembrosdelConsejo.—¿Quépiensanustedes?¿Sevota?—Hay que continuar —dijo Shanga levantando la mano. Todas las manos se

levantaron.Rochefouxlehablóalaimagen.—Proceda,Joe—ledijo.—O.K.—contestóHoover.Tomóconlasdosmanoselvolantedelgato.EnlacabinadeTV,Lansonempalmóconlaantenadeemisión.Detrásdeuntabiquedevidrioinsonoro,unperiodistaalemáncomentaba.Enlatribunadelaprensa,LouisDevilleselevantó:—¿PuedohacerleunapreguntaaMr.Hoover?—dijo.—Acérquese—dijoRochefoux.Devillesubiósobreelpodioyseinclinódirectamentesobreelmicrófono.—SeñorHoover,¿meoyeusted?LaimagendeHooverasintióconlacabeza.—Bueno—dijoDeville—.Hahechounboqueteenelhielo,haencontradouna

semilla.Hahechounagujeroenlasemilla,haencontradounhuevo.Ahora,segúnsuparecer,¿quévaaencontrar?

Hooverlehizofrenteconunaencantadorasonrisasobresucaragorda.—¿Nuts?—dijo.LoquelaTraductora,conunmillonésimodesegundodetitubeo,tradujoenlos

audífonosfrancesespor:«Clavos».Nohayquepedirledemasiadoauncerebroelectrónico.Paraconservarlaimagen

redonda,uncerebrodehombrehubiesequizátraducido«ciruelas».Devillevolvióasulugarfrotándoselasmanos.Teníaunabuenacrónicaparaesta

noche,aunsi…

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—Atención—dijoHoover—,creoqueestamos…Hubo bruscamente en el difusor un ruido parecido al de una tonelada de

terciopeloqueserasga.Abajo,enlapuertaaparecióunarendijaoscura.—¡Seabrepordebajo!—dijoHoover—.Despeguela1yla2.¡Pronto!Lasdosventosassuperiores,llenasdeaire,cayeronalextremodesuscadenas.Quedaba solamente la ventosa de abajo. Hoover giraba el volante a toda

velocidad.Huboun arpegio desgarrador, como si todas las cuerdas de un piano serompieranunatrasotra.Lapuertayanoresistiómás.

Enunosminutos,losaccesosalapuertafuerondespejados.Leonova y Simon se pusieron sus escafandras. Eran semejantes a los de los

astronautas,únicoscapacesdeprotegerloscontrael frío reinantedentrodelHuevo.LoshabíanhechotraerporeljetdesdeRockefellerStation,labaseamericanaparalapartidaa la luna.Seesperabanotrosdeorigen rusoyeuropeo.Porelmomentonohabíamásqueesosdos.Hooverhabía tenidoquedesistirde introducirsedentrodeunodeellos.Porprimeravez,desdequehabíasobrepasadoloscienkilos,lamentabasuvolumen.Fueélquienabriólapuerta.Sepusoguantesdeamianto,introdujolasmanosenlarendija,alrasdelúltimoescalóndelaescalera,ypegóuntirón.

Lapuertaselevantócomounatapa.

Heentrado,ytehevisto.Yhesidopresode inmediatoporeldeseo furioso,mortaldeechar,dedestruir

todos los que, aquí, detrás demí, detrás de la puerta, en la esfera sobre el hielo,delante de las pantallas del mundo entero, esperaban saber y ver. Y que iban a«verte»,comoyoteveía.

Y sinembargo, yoquería tambiénque te vieran.Deseabaqueelmundoenterosupiesecómoerastú,maravillosamente,increíblemente,inimaginablementebella.

Mostrarte a todo el universo, el tiempo de un relámpago, luego encerrarmecontigo,solo,ymirarteportodalaeternidad.

Unaluzazulproveníadelinteriordelhuevo.Simonentróelprimero,yacausadeestaluz,noencendiósuantorcha.Laescaleraexteriorsecontinuabaenelinterioryparecía interrumpirse en el vacío. Sus últimos escalones se recortaban en siluetasnegrasyterminaban,másomenosalamitaddelaalturadelhuevo.Abajo,ungrananillometálicohorizontalestabasuspendidoenelvacío.

Eraésteelqueemitíaesaluzdiáfana,omejoresaluminiscenciasuficienteparaalumbrartodoentornosuyo,aunaorganizacióndeaparatoscuyasformasparecíanextrañas, porque eran desconocidas. Fustes e hilos los ligaban entre sí, y todosestabanenciertomodovueltoshaciaelanillo,pararecibiralgodeeste.

Elgrananillo azulgiraba.Estaba suspendidoenel aire, sostenidopornada, encontactoconnada.Todoelrestoestabaestrictamenteinmóvil.Élgiraba.Peroeratanliso y su movimiento tan perfectamente ejecutado sobre sí mismo, que Simon lo

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adivinómásqueverloynopudodarsecuentasielanillogirabamuylentamenteoaunavelocidadconsiderable.

Desdeelexterior,Lanson,quehabíabajadodelasaladeconferenciasparavigilarsuscámaras,encendióunreflector.Susmilvatiosabsorbieronlaluminiscenciaazul,hicierondesaparecerlamecánicafantasmagóricayrevelaronensulugarunabaldosatrasparenteque,ahorareflejabalaluzfuerteynodejabadiscernirloquehabíadebajosuyo.

Simonseguíaparadosiempresobrelaescalera,acincoescalonesporencimadelsuelotrasparente,yLeonovaadosescalonesmásarribaqueél.

Cesaronalmismotiempodemirarelsuelobajosuspies,levantaronlacabezayvieronloquehabíafrenteaellos.

Lapartesuperiordelhuevoconstituíaunasalaconcúpula.Sobreelpiso,frentealaescalera,estabancolocadosdoszócalosdeorodeformaalargada.Sobrecadaunode esos zócalos descansaba un bloque de unmaterial trasparente igual a un hieloextremadamentetraslúcido.Ydentrodecadaunodeesosbloquesseencontrabaunserhumanoacostado,conlospieshacialapuerta.

Una mujer, a la izquierda. A la derecha, un hombre. No había lugar a dudasporque estaban desnudos. El sexo del hombre estaba erguido como un avión quelevantavuelo.Supuñoizquierdoestabaposadosobresupecho.Sumanoderechaselevantabaoblicuamente,elíndicetendido,enelmismogestoquelosjugadoresdelasalaredonda.

Laspiernasdelamujerestabancruzadas.Susmanosabiertasdescansaban,launasobre la otra, justo por debajo del pecho. Sus senos eran la imagen misma de laperfeccióndelespacioocupadoporlacurvaylacarne.Laspendientesdesuscaderaserancomolasdeunadunaamadaporelvientodearena,quehatardadounsigloparaconstruirla con su caricia. Susmuslos eran redondos y largos, y el suspiro de unamoscanohubiese encontrado lugarparadeslizarse entre ellos.Elnidodiscretodelsexo estaba hecho de rulos dorados, cortos y crespos. De sus hombros a sus piesparecidos a flores, su cuerpo era de una gran armonía donde cada nota,milagrosamenteafinada, seencontrabaenconcordanciaexactaconcadaunade lasdemásycontodas.

Noseveíasucara.Comoladelhombre,estabacubiertahastaelmentón,poruncascodeoroderasgosestilizados,deunabellezagrave.

Lamateriatrasparentequelosenvolvía,alunoyalotroeratanfríaqueelaireasucontactosehacíalíquidoychorreaba,haciendoalosdosbloques,comounencajequebailaba,sedespegaba,caíayseevaporabaantesdetocarelsuelo.

Acostados en esos estuches de luz cambiante, estaban por sumisma desnudez,revestidosdeunesplendordeinocencia.Supiel,lisaymatecomounapiedrapulida,teníauncolordemaderacálida.

Apesar de que fueramenos perfecto que el de lamujer, el cuerpo del hombredaba la misma impresión extraordinaria de una juventud nunca vista. No era la

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juventud de un hombre y de unamujer, sino la de la especie. Esos dos seres erannuevos,conservadosintactosdesdelainfanciahumana.

Simon,lentamente,tendiólamanohaciaadelante.Yentreloshombresqueenesemismomomento,mirabansobresuspantallasla

imagendeestamujer,queveíanesossuaveshombrosrellenos,esosbrazosredondosencerrandocomoenunacanasta losfrutoslivianosdelossenos,ylacurvadeesascaderasdondesevertíalabellezatotaldelacreación,¿cuántosnopudieronimpedirasumanoelgestodetenderse,paraposarseallí?

Y entre las mujeres que miraban a ese hombre, ¿cuántas ardieron del deseoatrozmenteirrealizabledeacostarsesobreél,deplantarseydemorirahí?

Huboenelmundoenterouninstantedeestuporydesilencio.Hastalosviejosylosniñoscallaron.Luegolasimágenesdelpunto612seapagaron,ylavidacomúnempezó de nuevo, un poco más nerviosa, un poco más agria. La humanidad pormedio de un poco más de ruido, se esforzaba por olvidar lo que acababa decomprender, mirando los dos Nacientes del Polo hasta qué punto era antigua, ycansada,aunensusmásbellosadolescentes.

Leonova cerró los ojos y sacudió la cabeza en su casco. Cuando levantó suspárpados,ellayanomirabaendireccióndelhombre.Bajó,yempujóaSimonconsurodilla.

Sacódesubolsounpequeñoinstrumentoconuncuadrante,diounospasosylopusoencontactoconelbloquequeconteníaalamujer.Sequedópegado.Ellamiróelcuadrante,ydijoconvozneutradentrodesumicrófonodevisera:

—Temperaturaenlasuperficiedelbloque:272gradoscentígrados,bajocero.HubomurmullosdesorpresaentrelossabiosreunidosenlaSaladeConferencias.

Eracasielceroabsoluto.LouisDeville,olvidandosumicrófono,selevantóparagritarsupregunta:—¿PuedepreguntarlealdoctorSimon,mientrasquelosmira,sicomomédicoél

piensaquepuedenestarvivos?—¡Nosequedencercadelosbloques!—dijolavoztraducidadeHooverenlos

auricularesdeSimonydeLeonova—.¡Retrocedan!¡Más!¡Susescafandrasnoestánhechasparasemejantefrío!…

Recularonhaciaelpiedelaescalera.SimonrecibiólapreguntadeDeville.Eseinterroganteseloformulabaasímismo,desdehaciaunmomento,conansia.Primeronohabíatenidodudaalguna:estamujerestabaviva,ellanopodíaestarsinoviva…peroeraundeseo,nounaconvicción.Ybuscabaahorarazonesobjetivasparacreerlo,o para dudar de ello. Las enumeró en su micrófono, hablando sobre todo para símismo.

—Estabanvivoscuandoelfríolostomó.Elestadodelhombreloprueba.Tendiósubrazoacolchadoendireccióndelsexooblicuodelhombre.—Esunfenómenoqueyasehabíaconstatadoenciertosahorcados.Demostraba

unacongestiónbrutal,yun reflujode lacorrientesanguíneahacia lapartebajadel

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cuerpo. De ahí vino la leyenda de lamandrágora, esa raíz de forma humana, quenacíabajolashorcas,delatierrasembradaporelespermadelosahorcados.Podríaser que una congestión análoga se haya producido en el curso de un enfriamientorápido.Ellonohapodidoacontecersinoenuncuerpotodavíavivo.Peroesposiblequeuninstantedespuéshayasobrevenidolamuerte.Yaunsiesosdosseresestabanenunestadodevidadetenida,perodevidaposibledespuésdesucongelación,¿cómopodemossaberenquéestadoseencuentranhoydespuésde900000años?

EldifusordelaSaladeConferencias,quetrasmitíadirectamentelavozdeSimon,revelóensusúltimaspalabraslaangustiadeljovenmédico,ycalló.

ElfísicojaponésHoi-To,sentadoenlamesadelConsejo,hizonotar:—Habríaquesaberaquétemperaturaseencontraban.Nuestracivilizaciónnoha

conseguidojamásobtenerelceroabsoluto.Peroparecequeesagentedisponíadeunatécnica superior.Puede ser quéhayan llegado…el cero absoluto es la inmovilidadtotal de las moléculas. Es decir que ninguna modificación química es posible.Ninguna transformación aun infinitesimal… Ahora bien, la muerte es unatransformación. Si en el centro de esos bloques, este hombre y esta mujer seencuentranenelmismoestadoqueenelmomentoenquefueroninmersos.Ypodríanquedarasíportodalaeternidad.

—Hayunamaneramuysencillade,sabersiestánmuertosovivos,—dijolavozdeSimoneneldifusor—.Ycomomédico,estimoqueesnuestrodeberhacerlo:Hayqueprobardereanimarlos…

Considerablefuelaemociónenelmundo.Losdiariosgritabanenenormesletrasdecolor:«Despiértenlos»,obien:«Déjenlosdormir».

Segúnlosunososegúnlosotros,seteníaeldeberimperiosodetentardetraerlosa la vida, o si no, no se tenía, en absoluto, el deber de perturbar la paz en la cualreposabandesdeuntiempoinverosímil.

A pedido del delegado de Panamá a la O.N.U., la Asamblea de las NacionesUnidasfueconvocadaparadeliberar.

Escafandrasespacialeshabíanllegadoa612,peroningunateníalasdimensionesdeHoover.Seencargóunasobremedida.Esperandosullegada,asistíaimpotenteyfurioso, desde lo alto de la escalera de oro, a los trabajos de sus colegas, y sedesplazabadentrodelHuevocontorpeza,laspiernasabiertasylosbrazosrígidos.Lahumedad de la Esfera penetraba en el Huevo y se condensaba en una nieblacompuesta de copos imperceptibles. Se había formado escarcha sobre toda lasuperficieinternadelapared,yunacapadenievepulverizada,móvilcomoelpolvo,recubríaelsuelo.

Apesardesusescafandras,loshombresquebajabandentrodelHuevonopodíanpermanecermásqueuntiempomuycorto,loquevolvíadifícillaprosecucióndelasinvestigaciones.Sehabíapodidoanalizar lamateria transparentequeenvolvíaa losyacentes.Eraheliumsólido,esdecir,uncuerpoquenosolamentelosfísicosdelfrío

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nohabíanconseguidoobtenernunca,peroquepensabanqueteóricamentenopodíaexistir.

LanieblaheladaquecolmabaelHuevoocultabaenpartealhombreylamujer,desnudosde lamiradade los equiposque trabajabana su lado.Parecíanescudarsedetrás de esta bruma, tomar nuevamente sus distancias, alejarse en el fondode lostiempos,lejosdeloshombresquehabíanqueridoreunirseconellos.

Peroelmundonolosolvidaba.Lospaleontólogosaullaban.LoquesehabíaencontradoenelPolonopodíaser

cierto. O entonces los laboratorios que habían hecho los cálculos de las fechas seequivocaban.

Se había examinado el barro del deshielo de las ruinas, los residuos de oro, latierra de la Esfera. Por todos los métodos conocidos, se había determinado suantigüedad.Másdecienlaboratoriosdetodosloscontinenteshabíanhechocadaunomás de cien medidas, llegando a más de 10000 resultados concordantes, queconfirmaban los 900000 años aproximadamente de antigüedad del descubrimientosubglaciar.

Estaunanimidadnohacíamermarlaconviccióndelospaleontólogos.Gritaban:superchería, error, distorsión de la verdad. Para ellos no había duda: menos de900000añoseramásomenoselprincipiodelPleistoceno.Enesaépocatodoloquepodía existir enmateria de hombre era el Australopiteco, es decir, una especie deprimatelamentable,alladodelcualunchimpancéhubierahechofiguradecivilizadodistinguido.

Esasinstalacionesyesosindividuosquehabíansidoencontradosbajoelhielo,oerafalso,obienerareciente,obienveníadeotraparteyhabíasidocolocadoallíporimpostores. No podía ser cierto. Era imposible. Contestaciones de transeúntesinterrogadosalasalidadelsubterráneoenSaint-Germain-en-laye:

ElreporterodeTV:¿Ustedpiensaqueesciertooquenoloes?Unseñorbienvestido:¿Queesciertoqué?ElreporterodeTV:Loschirimbolosbajoelhielo,alláenelPolo…Elseñor:¡Oh!,sabeusted,yo…¡Tendríaqueverlo!ElreporterodeTV:¿Yusted,señora?Unamuyviejaseñora,maravillada:—¡Sontanhermosos!¡Sontanextraordinariamentehermosos!¡Sonseguramente

verdaderos!Unseñorflaco,moreno,friolento,nervioso,seposesionadelmicrófono.—Yodigo: ¿Por qué los sabios quieren siempre que nuestros antepasados sean

horrendos?Cro-Magnonycompañíatipoorangután.LosbisontesqueunoveenlasgrutasdeAltamiraodeLascauxeranmásbellosque lavacanormanda,¿no?¿Porquénosotrosno,también?

En la O. N. U. la Asamblea se desinteresó súbitamente de los dos seres cuyasuertehabíamotivadolaconvocación.

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El delegado de Pakistán acababa de subir a la tribuna e hizo una declaraciónsensacional.

Los expertos de supaís habían calculado cuál debía ser la cantidaddeoroqueconstituíalaEsfera,supedestalysusinstalacionesexteriores.Habíanllegadoaunacifrafantástica.¡Habíaahí,bajoelhielo,cercade200000toneladasdeoro!Esdecir,más que la suma de todo el oro contenido en todas las reservas nacionalesindividuales,losbancosprivadosyentodaslascuentasyclandestinas.¡Másquetodoelorodelmundo!

¿Por qué se había ocultado esto a la opinión? ¿Qué preparaban las grandespotencias? ¿Se habían puesto de acuerdo para dividir esta riqueza fabulosa, comoellas compartían todas las otras? Estamasa de oro era el fin de lamiseria para lamitadhumanaquesufríatodavíahambreyfaltadetodo.Lasnacionespobres…lasnaciones hambrientas, exigían que este oro fuera troquelado, dividido y repartidoentreelloshaciendolaprorratasegúnelnúmerodesupoblación.

Losnegros,losamarillos,losverdes,losgrises,yalgunosblancosseirguieronyaplaudieronfrenéticamentealPakistaní.LasnacionespobresformabanenlaO.N.U.una muy grande mayoría que la habilidad y el derecho de veto de las grandespotenciasteníanarayademásenmásdifícilmente.

Eldelegadode losEstadosUnidospidió lapalabray laobtuvo.Eraunhombrealtoydelgado,quellevabaconairecansadolaherenciadistinguidadeunadelasmásantiguasfamiliasdeMassachusetts.

Conunavozsinpasión,unpocovelada,declaróqueélcomprendíalaemocióndesucolega,que losexpertosde losEstadosUnidosacababande llegara lasmismasconclusiones que los de Pakistán, y que se preparaba justamente para hacer unadeclaraciónaeserespecto.

Pero, agregó, otros expertos examinando las muestras del oro del Polo habíanllegadoaotraconclusión:eloronoeraoronatural,eraunmetalsintético,fabricadocon un procedimiento del cual uno no se podía ni dar una idea. Nuestros físicosatomistas sabían también fabricar oro artificial, por transmutación de átomos. Perodifícilmente,enpequeñacantidad,yaunprecioprohibitivo.

El verdadero tesoro enterrado bajo la nieve, no era entonces que tal o cualcantidaddeorofueraconsiderable,sinolosconocimientosencerradosenelcerebrodeestehombreodeestamujer,oquizádelosdos.Esdecir,nosolamentelossecretosde la fabricacióndeloro,del ceroabsoluto,delmotorperpetuo,pero sindudaunacantidaddeotrostodavíamuchomásimportantes.

Lo que se ha encontrado en el punto 612—prosiguió el orador—, permite enefecto suponer queuna civilizaciónmuy adelantada, sabiéndose amenazadapor uncataclismoquecorríael riesgodedestruirlaenteramente,pusoabuenrecaudo,conun lujo de precauciones que quizá agotó todas sus riquezas, a un hombre y a unamujersusceptiblesdehacerrenacerlavidadespuésdelpasodelazote.

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No es lógico pensar que esta pareja fue elegida únicamente por sus cualidadesfísicas.Elunooelotro,olosdos,debenposeersuficientecienciaparahacerrenacerunacivilizaciónequivalenteaaquelladelacualprovienen.Esestaciencialoqueelmundodehoydebepensarencompartir,antesquecualquierotracosa.Paraeso,hayquereanimaraquellosquelaposeenyhacerlessitioentrenosotros.

—Iftheyarestillalive—dijoeldelegadochino.Eldelegadoamericanohizoun levegestocon lamano izquierda,yesbozóuna

sonrisa,queagregadolounoalootro,significabamuycortésmente,peroconuntotaldesprecio:

—La Universidad de Columbia está perfectamente equipada en sabios y enaparatos para realizar esta reanimación.LosEstadosUnidos se proponen entonces,convuestroacuerdo,irabuscaralpunto612alhombreylamujerensusbloquesdehielo, trasportarlos con todas las precauciones necesarias y la mayor celeridadposible,hastaloslaboratoriosdeColumbia;sacarlosdesulargosueñoyacogerlosennombredelahumanidadentera.

El delegado ruso se levantó sonriendo y dijo que él no dudaba ni de la buenavoluntad americana ni de la competencia de sus sabios. Pero laU.R.S.S. poseíaigualmente,enAkademgorodok,lostécnicos,losteóricosylosaparejosnecesarios.Ellapodía,también,encargarsedelaoperación.Peronosetratabaenestemomentocapital para el porvenir de la humanidad, de hacer la sobrepuja científica y dedisputarseunaposturaquepertenecíaatodoslospueblosdelmundo.LaU.R.S.S.proponía entonces dividir la pareja, ella misma se hacía cargo de uno de losindividuos,ylosEstadosUnidosseocuparíandelotro.

Eldelegadopakistaníexplotó.¡Elcomplotdelasgrandespotenciasserevelabaaplena luz!Desde el primerminuto habían decidido atribuirse el tesoro de 612, yafuese un tesoromonetario o un tesoro científico. Y, compartiendo los secretos delpasado, compartirían también la supremacía del porvenir, como ellas ya poseían ladel presente. Las naciones que se asegurarían el monopolio de los conocimientosenterradosbajoelpunto612poseeríanundominiodelmundototaleinconmovible.Ningúnotropaíspodríajamássustraerseasuhegemonía.Lasnacionespobresdebíanoponersecontodassusfuerzasalarealizacióndeesteabominableproyecto,aunquedebiesen quedar para siempre en su caparazón de helio esos dos seres humanosvenidosdelpasado.

Eldelegadofrancés,quehabía idoa telefonearasugobierno,asuvezpidió lapalabra.Hizonotar,tranquilamente,queelpunto612seencontrabaenelinteriordela lonja del continente antártico que había sido atribuido a Francia. Es decir, enterritorio francés.Ydeesehecho, todo loquesepodíadescubrirallíerapropiedadfrancesa…

Searmóunbuenjaleo.Delegadosdegrandesypequeñasnacionesseencontraronestavezdeacuerdoparaprotestar,reírburlonamenteosimplementehacerunmohíndivertido,segúnsugradodecivilización.

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Elfrancéssonrióehizoungestoapaciguador.Cuandorenaciólacalma,declaróqueFrancia,anteel interésuniversaldeldescubrimiento,renunciabaasusderechosnacionales y aun a sus derechos de «inventor», y depositaba sobre el altar de lasNacionesUnidas,todoloquehabíasidoencontradoopodríaserencontradotodavíaenelpunto612.

Ahoraeranaplausoscortesesquesugestoseesforzabaenhacercesar.Pero…pero…,sincompartirlostemoresdelPakistán,Franciapensabaquehabía

quehacertodoparaimpedirqueellosfueranjustificados,tanpococomolopudieronser.Noeran solamenteColumbiayAkademgorodokqueestabanequipadaspara lareanimación.SepodíanencontrarespecialistaseminentesenYugoslavia,enHolanda,lasIndias,sinhablardelaUniversidadárabeydelmuycompetenteequipodeldoctorLabeau,delhospitalVaugirardenParis.

Francianodescartabaporelloalosequiposrusosyamericanos.PedíasolamentequelaelecciónfuesehechaporlaAsambleatodaentera,ysancionadaporvotación.

Eldelegadoamericanoseadhirióenseguidaaestapropuesta.Paradejareltiemponecesario a estas candidaturas competentes de manifestarse, pidió un cuartointermediohastamañana.Estofueaprobado.

Lostratossecretosylosregateosibanacomenzarinmediatamente.Por una vez, la TV funcionaba en sentido inverso. Trio, desde lo alto del éter,

devolvía hacia la antena de EPI 1 las imágenes de la O.N.U. En la Sala deConferencias, los sabios que no estaban ocupados con tareasmás urgentes habíanseguido los debates en compañía de los periodistas. Cuando estuvo terminado,Hoover,conungestodelpulgar,apagólapantallagrande,ymiróasuscolegasconunapequeñamueca.

—Creo—dijo—quenosotrostambiéntenemosquedeliberar.Rogóalosperiodistasdetenerabienderetirarse,ylanzóporlosaltoparlantesun

llamadogeneralatodoslossabios,técnicos,obrerosybracerosdelaexpediciónparaunareunióninmediata.

Al día siguiente, en el momento que se abría la sesión de la Asamblea de laO.N.U.,uncomunicadoprovenientedelpunto612,fueremitidoalpresidente.

Al mismo tiempo se difundía por todos los medios de informacióninternacionales.Sutextoeraelsiguiente:

«Los miembros de la Expedición Polar Internacional han decidido porunanimidadlosiguiente:

1.Niegana todanación, sea ricaopobre,elderechode reivindicarparaun finlucrativo,elmenorfragmentodelorodelaEsferaydesusaccesorios.

2.Sugieren,siellopuedeserútilalahumanidad,queunamonedainternacionalsea creada y garantizada por ese oro, con la condición de que quede donde está,considerandoqueno serámásútil nimás “congelado”bajounkilómetrodehielo,queen103sótanosdelosbancosnacionales.

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3. No le reconocen competencia a la ONU, organismo político, en lo queconcierneatomarelasuntodelaparejaenhibernación.

4.Noconfiaráesaparejaaningunanaciónenparticular.5.Pondránadisposicióndelahumanidadentera,elconjuntodelasinformaciones

científicasodecualquierotroordenquepuedanserrecogidasporlaExpedición.6. Invitan a Forster, de Columbia, Moissov, de Akademgorodok, Zabrec, de

Belgrado,VanHoucke,deLaHaya,Haman,deBeyrouth,yLabeau,deParís,avenirareunirseurgentementeenelpunto612,contodoelmaterialnecesarioparaprocederalareanimación».

FuecomosihubierandadounpuntapiéalavisperodelaO.N.U.Losvidriosdelpalaciodevidriotemblaronhastaelúltimopiso.EldelegadodePakistánestigmatizóennombredelosniñosquesemoríandehambreelorgullodelossabiosquequeríancolocarseporencimade lahumanidad,ynohacíanmásqueexcluirse.Hablóde la«dictaduradeloscerebros»,declaróqueerainadmisible,ypidiósanciones.

Después de un apasionado debate, laAsamblea votó el envío inmediato de uncontingentedeCascosAzules al punto612para tomarposesión, ennombrede lasnaciones,detodoloqueallíseencontraba.

Doshorasmástarde,laantenadeEPI1pedíayobteníauncorredorinternacional.Todaslasemisoras,privadasonacionales,interrumpieronsustransmisionesparadarimágenesvenidasdelPolo.Fue lacaradeHoover laqueapareció.El rostrodeunhombre gordo, pronto a sonreír, cualquiera que fuese la emoción que trataba deexpresar.Perolagravedaddesumiradaeratalquehizoolvidarsusmejillasrosadasyrubicundasysuscabellosrojospeinadosconlosdedos.Dijo:

—Estamosemocionadísimos.Profundamenteemocionadosperodecididos.Sediovueltahacialaderechaylaizquierdaehizounaseñal.La cámara retrocedió para permitir a los que se acercaban, de aparecer en la

imagen.EraLeonova,Rochefoux,Shanga,LaoTchang.Vinieronacolocarsealladode Hoover, dándole la caución de su presencia. Y detrás de ellos la luz de losreflectores revelaba los rostros de los sabios de todas las asignaturas y todas lasnacionalidades, que desde hacía meses luchaban con el hielo para arrancarle sussecretos.Hoovercontinuó:

—Ustedesven,estamostodosaquí.Ytodosdecididos.Nopermitiremosjamásalascodiciasparticulares,nacionalesointernacionalesponerlamanosobrebienesdeloscualesquizádependelafelicidaddeloshombresdehoyydemañana.Detodoslos hombres, y no solamente de algunos de tal o cual categoría. No tenemosconfianza en la O.N.U. No tenemos confianza en los Cascos Azules. Sidesembarcanen612,dejaremoscaerlapilaatómicaenelPozo,yloharemossaltar…

Quedó unmomento inmóvil, silencioso, para dejar a sus oyentes el tiempo dedigerir la enormidad de la decisión tomada. Luego se eclipsó y dio la palabra aLeonova.

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Elmentóndeéstatemblaba.Abriólabocaynopudohablar.LamanogordadeHoover se posó sobre su hombro. Leonova cerró los ojos, respiró hondo, volvió aencontrarunpocodecalma.

—Queremos trabajar aquí para todos los hombres —dijo—. Es fácilimpedírnoslo.Nodisponemosdeun tornillonideunamigadepanquenonosseaenviadapor talocualnación.Bastaconcortarnos losvíveres.Nuestroéxito,hastaahora,hasidoelresultadodeunesfuerzoconcertadoydesinteresadodelasnaciones.Es necesario que este esfuerzo continúe con lamisma intensidad. Ustedes puedenobtenerlo,ustedesquemeescuchan.Noesalosgobiernos,nialospolíticosquemedirijo.Esaloshombres,alasmujeres,alospueblos,atodoslospueblos.Escribanasus gobernantes, a sus jefes de Estado, a los ministros, a los soviets. ¡Escribaninmediatamente,escribantodos!¡Puedentodavíasalvarlotodo!

Ellatranspiraba.Lacámaralaenfocómásdecerca.Seveíaelsudorcomoperlassobresucara.

Unamanoentródentrodela imagen, tendiéndoleunpañuelodecoloramarillo.Ellalotomó,sepalmoteólafrenteylasalasdelanariz.Siguióhablando:

—Sidebemosrenunciar,noabandonaremosaquiensabequién,lasposibilidadesdeconocimientos,quemalempleados,podríanagobiarelmundobajounadesgraciairreparable.Sinosobliganairnos,nodejaremosnadadetrásnuestro.

Sediovueltallevándoseelpañueloalosojos.Lloraba.En casi todas partes donde la televisión era un monopolio del Estado, la

transmisión con la llamada de los sabios había sido cortada antes del final. Perodurantedocehoras, laantenaEPI1continuóbombardeandoalsatéliteTriocon lasimágenesgrabadasdeHooverydeLeonova.YTrio,objetocientíficoperfectamentedesprovistodeopinión, las retransmitiódurantedocehorasasusgemelosyprimosquecircundabanelmundo.

Aproximadamente los dos tercios de éstos emitían con bastante potencia comopara ser captados directamente por receptores particulares. Cada vez que lasimágenes aparecían de nuevo, la Traductora cambiaba las palabras en un idiomadiferente. Y al final aparecían los dos seres del pasado, en su belleza y su esperainmóvil,talescomolapantallaloshabíamostradolaprimeravez.

Laemisiónsesuperponíaalosprogramasprevistos,mezclabatodoyterminabapasandofragmentos,yeracomprendidaporquienesqueríancomprenderla.

Enlamediajornadasiguiente, todaslasestacionesseencontraronbárbaramenteatascadas.EnlosmáspequeñosvillorriosdeAuverniaodeBeluchistán,losbuzonesdesbordabandecartas.Apartirde losprimeroscentrosdeconcentración, los sacospostales,lassalasderecepciónestabanllenashastaeltecho.Alnivelsuperioreralainundacióntotal.

Los poderes públicos y las compañías privadas renunciaron a transportar esecorreomáslejos.Noeranecesarioleerlo.Suabundanciaerasusignificado.

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Porprimeravez,lospueblosexpresabanunavoluntadcomún,porencimadesusidiomas,desusfronteras,desusdiferenciasysusdivisiones.Ningúngobiernopodíairencontradeunsentimientodetalamplitud.Instruccionesnuevas,fuerondadasalosdelegadosdelaO.N.U.

Unamociónfuevotadaconentusiasmoyporunanimidad,anulandoelenvíodelosCascosAzules y expresando la confianza de las naciones en los sabios deEPIparallevaracabo…,etc…,paraelmayorbien…,fraternidaddelospueblos…etc.delpresenteydelpasado,puntofinal.

Losreanimadores,aquieneselcomunicadodelossabioshabíahechounllamado,llegaronconsusequiposysumaterial.

SobrelasindicacionesdeLabeau,loscontratistasdeldeberconstruyeronlasaladereanimaciónenelinteriormismodelaEsfera,másarribadelHuevo.

Ungraveproblemaseplanteabaalosresponsables:¿Porquiénempezar?¿Porelhombreoporlamujer?

Con el primero que trataran, forzosamente, se iban a correr riesgos. En ciertomodo«hacerselamano».Elsegundo,alcontrario,sebeneficiaríadesuexperiencia.Habíaquecomenzarporlotantoconelmenosvalioso.Pero¿cuálera?

Para el árabe, no había duda: el único que contaba era el hombre. Para elamericano, era con respecto a la mujer que se debían tomar las más respetuosasprecauciones, aun arriesgando para ello la vida del hombre. El holandés no teníaopinión;elyugoslavoyelfrancés,apesardequesedefendíandeello,negándolo,seinclinabanhacialapreponderanciamasculina.

—Misqueridoscolegas—dijoLabeauenelcursodeunareunión—,ustedes losabencomoyo, loscerebrosmasculinossonsuperioresenvolumenyenpesoaloscerebrosfemeninos.Siesuncerebroloquenosinteresa,mepareceentoncesqueesalhombrealquedebemosreservarparalasegundaintervención.

Pero,personalmente—agregósonriendo—,despuésdehabervistoalamujermeinclinaríafácilmenteapensarqueunabellezatal,tienemásimportanciaqueelsaber,porgrandequeéstesea.

—No hay razón—dijoMoissov—, para que tratemos uno antes del otro. Susderechos son iguales. Propongo que formemos dos equipos y operemos al mismotiemposobrelosdos.

Era generoso, pero imposible. No había bastante lugar, no había suficientematerial.Ylosconocimientosdelosseissabiosnoestaríandemássumándose,paraaportarlucesenlosmomentosdifíciles.

En cuanto al raciocinio de Labeau, era válido para los cerebros de hoy. Pero¿quiénpodíaafirmarqueenlaépoca,delacualproveníanesosdosseres,existieseladiferencia de peso y de volumen? ¿Y si existía, que no fuese en esemomento, alcontrario,afavordeloscerebrosfemeninos?Lasmáscarasdeoroqueocultabanlas

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doscabezasnopermitíannihacerunacomparaciónaproximadadesuvolumen,ypordeducción,desucontenido…

El holandés Van Houcke era un especialista notable en la hibernación de losleonesdelmar.Manteníaunoenhibernacióndesdehacíadoceaños.Localentabaylodespertabacadaprimavera,lohacíadisfrutardealgunosarenquesydespuésdequehabíadigerido,lorecongelaba.

Pero fuera de su especialidad, era un hombre muy ingenuo. Confió a losperiodistaslasincertidumbresdesuscolegasylespidióconsejo.

Por intermediodeTrio, losperiodistas,encantados,expusieron la situacióna laopiniónmundial,y lehicieron lapregunta:«¿Porquiénsedebecomenzar?¿Porelhombreolamujer?».

Hooverporfinhabíarecibidosuescafandra.Selapuso,ybajódentrodelHuevo.Desaparecióenlaniebla.Cuandovolvióasubir,pidióalConsejoautorizaciónparareunirseconlosreanimadores.

—Hayquedecidirse—dijo—.Losbloquesdeheliodisminuyen…Elmecanismoquefabricabaelfríocontinúafuncionando,peronuestraintrusiónenelHuevolehaquitado parte de su eficacia. Si ustedesme lo permiten les voy a darmi opinión.Vengodemirardecercaalhombreylamujer…¡Diosmío!¡Québellaes!…Peroahíno está la cuestión. Ellame ha parecido estar enmejor estado que él. Él presentasobreelpechoyendiferenteslugaresdelcuerpo,ligerasalteracionesdelapiel,quesonquizásignosdelesionesepidérmicassuperficiales.Opuedeserquenoseanada,nolosé.Perocreofrancamente,digoquecreo—esunaimpresión,nounaconvicción—, que ella es más resistente que él, más capaz de aguantar vuestros pequeñoserrores,siloshacéis.Ustedessonmédicos,mírenlosdenuevo,examinenalhombrepensandoenloqueacabodedeciros,ydecídanse.Enmiopinión,esporlamujerquehayquecomenzar.

EllosnibajarondentrodelHuevo.Habíaquecomenzarporalguien.SeadhirieronalaopinióndeHoover.

Así,mientrasquelaopiniónpúblicaseapasionaba,quelamitadmachoylamitadhembradelahumanidadseerguíaunacontralaotra,quelasdiscusionesestallabanen todas las familias, entre las parejas; que los estudiantes y las estudiantesentablaban batallas campales; los seis reanimadores decidieron comenzar por lamujer.

¿Cómohabríanpodido saber si cometíanun error trágico, yque si al contrariohubiesenelegidodeempezarporelhombre,todohabríasidodiferente?

Lamangadeairefuedirigidaalbloquedelaizquierdaycomenzóaverterairealatemperaturadelasuperficie,queestabaa32gradosbajocero.Elbloquedeheliosereabsorbióenalgunosinstantes.Pasódirectamentedelestadosólidoalgaseosoydesapareció, dejando a la mujer intacta sobre su zócalo. Los cuatro hombres enescafandraque lamiraban seestremecieron.Lesparecíaqueahora, completamente

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desnudasobreelzócalodemetal,envueltaenlosremolinosdelabrumaglacial,elladebía sentirun fríomortal.Cuandoalcontrario,yahabíaentradosensiblementeencalor.

Simon estaba entre los cuatro. Labeau le había pedido, en razón de susconocimientossobreproblemaspolares,ydetodoloquesabíayasobrelaEsfera,elHuevoylapareja,quesejuntaraalequipodereanimación.

Diolavueltaalzócalo.Sosteníatorpementeensusguantesdeastronauta,unpardegrandespinzascortantes.PorunaseñalquelehizoLabeau,lastomóconlasdosmanos,seinclinóycortóuntubometálicoquesujetabalamáscaradeoroalaparteposteriordelzócalo.Labeauconinfinitasuavidad,tratódelevantarlamáscara.Nosemovió.Parecíasoldadaalacabezadelamujer,apesardeestarvisiblementeseparadaporunespaciodealmenosuncentímetro.

Labeauseenderezó,hizoelgestodequedesistía,ysedirigióhacialaescaleradeoro.Losotroslosiguieron.

Nopodíanquedarsemástiempoallí.Elfríopenetrabaenelinteriordesustrajesprotectores.Nopodían llevarsea lamujer.A la temperaturaenqueestaba todavía,corríanelriesgodequesequebrasecomovidrio.

Lamanga de aire, teledirigida desde la sala de reanimación, continuó pasandolentamente sobre ella, bailándola en un chorro de aire que hicieron calentarpreviamenteaveintegradosbajocero.

Algunas horas más tarde, los cuatro volvieron a descender. Sincronizando susmovimientosdeslizaron susmanosenguantadaspordebajode lamujerheladay lasepararondelzócalo.Labeauhabíatemidoquesepudieraquedarpegadaalmetalporel hielo, pero esto no sucedió y las ocho manos la levantaron, rígida como unaestatua, y la llevaron a la altura de sus hombros. Luego los cuatro hombres sepusieron enmarcha, lentamente, con el enorme temor de dar un paso en falso. Lanieve polvorosa les golpeaba las pantorrillas y se abría frente a sus pasos como sifuera agua.Monstruosos y grotescos en sus escafandras, figurasmedio borrosas acausa de la bruma, tenían el aspecto de personajes de pesadilla, llevando a otromundoa lamujerensueños.Subieron laescaleradeoroysalieronpor laaberturaluminosadelapuerta.

Lamangade aire fue retirada.Elbloque trasparenteque contenía al hombre,yquehabíadisminuidomuchoenelcursodelaoperación,dejódereducirse.

Loscuatroentraronen la saladeoperacionesydepositarona lamujer sobre lamesadereanimaciónenlacualellaseencastró.

Nadapodíaahoradetenerelfataldesarrollodelosacontecimientos.

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Enlasuperficie,laentradadelPozohabíasidorodeadaporunedificioconstruidodeenormesbloquesdehielo,queporsupropiopesosoldabalosunosalosotros.Unapuerta pesada, sobre rieles, cerraba su acceso. Al interior se encontraban lasinstalaciones de sopladores, las estaciones de enlace de la TV, del teléfono, de laTraductora, de la corriente, de la luz y fuerza, los motores de los ascensores ymontacargas, y la estación de partida, las baterías de acumuladores de socorro aelectrólisisseca.

Delante de las puertas de los ascensores, Rochefoux enfrentaba a la jauría deperiodistas.Habíacerradolaspuertasconllaveycolocólasllavesensubolsillo.Losperiodistasprotestaronviolentamenteen todos los idiomas.Queríanvera lamujer,asistir a su despertar. Rochefoux, sonriendo, les declaró que eso no era posible.Aparte del personal médico, nadie, ni él mismo, era admitido en la sala deoperaciones.

ConsiguiócalmarlosprometiéndolesqueveríantodoporlaTVinterior,sobrelapantallagrandedelaSaladeConferencias.

Simon y los seis reanimadores, vestidos con guardapolvos de color verde congorrosdecirujano,laparteinferiordelacaracubiertaporunbozalblanco,botasdealgodón y de tela igualmente blancas, guantes de látex rosa, rodeaban lamesa dereanimación.Unamanta termógenaenvolvíaa lamujerhastaelrasdelmentón.Lamáscara de oro aún cubría su cara. Por las aberturas de la cobija salían hilosmulticoloresqueseconectabanaaparatosdemedida,alascorreas,loselectrodos,lasventosas,lascalibradorasaplicadasendiferenteslugaresdesucuerpohelado.

Nueve técnicos, vestidos con guardapolvos amarillos y enmascarados comocirujanos, no sacaban losojosde encimade los cuadrantesde los aparatos.Cuatroenfermerosytresenfermerasdeazulsemanteníancadaunoenlaproximidaddeunmédico,listosaobedecerrápidamente.

Labeau, reconocible por sus enormes cejas grises, se inclinó sobre la mesa ynuevamentetratódesacarlacáscara.Consiguiómoverla,peroéstaparecíasujetaporunaespeciedeejecentral.

—¿Temperatura?—preguntóLabeau.Unhombredeamarillocontestó:—Cincosobrecero.—Soplador…Unamujerdeazultendiólaextremidaddeuntuboflexible.Labeaulointrodujo

entrelamáscarayelmentón.Presiónciengramos;temperaturamásquince.Unhombredeamarillogiródospequeñosvolantesyrepitiólascifras.—Mande—dijoLabeau.Seoyóunligerosonidosilbante.Aireaquincegradosfluíaentrelamáscarayel

rostrodelamujer.Labeauseenderezóymiróasuscolegas.Sumiradaeragrave,al

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bordedelaansiedad.Lamujerdeazul,conunacompresadegasalesecólafrentemojadaporgotasdesudorcomoperlas.

—¡Pruebe!—dijoForster.—Unosminutos—dijoLabeau—.Atenciónaltop…top.Fueronminutosinterminables.Losveintitréshombresymujerespresentesenla

sala,esperando.Sentíanelcorazóngolpearensutórax,ysentíanelpesodesucuerpoendurecer sus pantorrillas como si fueran de piedra. La cámara 1 dirigida hacia lamáscaradeorotrasmitíalaimagengigantescasobrelapantallagrande.

Un silencio total reinaba en la Sala de Conferencias, nuevamente llena hastareventar. El difusor trasmitía las respiraciones demasiado rápidas detrás de lasmáscarasdehilo,yellargosoplodebajodelamáscaradeoro.

—¿Cuánto?—dijolavozdeLabeau.—Tresminutosydiecisietesegundos—dijounhombredeamarillo.—Pruebe—dijoLabeau.Se inclinó nuevamente sobre lamujer, introdujo la punta de los dedos bajo la

máscara,yapoyósuavementesobreelmentón.Elmentón cedió lentamente.La boca, que no se podía ver, debía estar abierta.

Labeau tomó lamáscaracon susdosmanos,ydenuevo,muy lentamente, tratódelevantarla.Yanohubomásresistencia…

Labeau suspiró, y bajo sus gruesas cejas sus ojos sonrieron. Con el mismomovimiento,sinapuro,consintiólevantandolamáscara.

—Erabienloquepensábamos—dijo—,máscaradeaireuoxígeno.Ellateníauncabodentrodelaboca…

Levantó totalmente lamáscara y la dio vuelta. Efectivamente, en el sitio de labocaseencontrabaunaprotuberanciahueca,conunreborde,enmaterial traslúcidoqueparecíaelástico.

—¿Ven ustedes?—dijo a sus colegas,mostrándoles él a todos el interior de lamáscara.

Peroningunomiró.Mirabanlacara.

Primerovi tubocaabierta.Elhuecooscurodetubocaabierta,yel festóncasitrasparente de los dientes delicados que se veían arriba y abajo, sobrepasandoapenaselbordede tus labiospálidos.Comencéa temblar.Hevisto,enelhospital,demasiadas bocas así abiertas, las bocas de los cuerpos cuyas células acaban deabandonar de golpe el soplo de la vida, y que súbitamente no sonmás que carnevacía,presadelaleydegravedad.

PeroMoissovhacolocadosumanocomounacopabajotumentón,hacerradosuavementetuboca,haesperadounsegundo,yharetiradosumano.

Ytubocapermaneciócerrada.

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Suboca cerrada—nacarada por el frío y la sangre que se había retirado—eracomoelbordedeunaconchafrágil.Suspárpadoserancomolargashojascansadas,cuyas líneas de pestañas y cejas les dibujaban el contorno conun trazo de sombradorada. Su nariz era delgada, derecha, con aletas ligeramente curvadas y bienabiertas. Su pelo castaño cálido parecía frotado con una luz de oro. Rodeaban sucabezaunasondulacioneschicasconreflejosdesol,quecubríanenpartelafrenteylasmejillasynodejabanaparecerdelasorejasmásqueellóbuloizquierdo,comounpétalo,enelhuecodeunbucle.

Hubo un gran suspiro de hombre que trasmitió el micrófono, y con el cual laTraductora no supo qué hacer. Haman se inclinó, apartó el cabello y comenzó acolocarloselectrodosdelencefalógrafo.

ElsótanodelInternationalHoteldeLondreseraapruebadelabombaA,peronodelaH;decenizasradioactivas,peronodeunimpactodirectosuficientementesólidoparadarsatisfacciónaunaclientelaricaqueexigíalaseguridadalmismotiempoqueel confort, visiblemente blindado como para asegurar la protección e inspirarconfianza. El Sótano del International Hotel de Londres, por su arquitectura, susburletes y su hormigonado, reunía las condiciones ideales de volumen, deinsonorizaciónydefealdadparaconvertirseenun«shaker».

Así es como llamaban a las salas de más en más vastas donde se reunían losjóvenes,chicasymuchachosdetodaslasclasessociales,deriqueza,ydetodogradodementalidad,paraentregarseencomúnabailesfrenéticos.

Ellos y ellas, llevados por su instinto hacia un nuevo alumbramiento, seencerraban,antesde laexpulsión,dentrodematricescálidasysemioscuras,donde,sacudidosporpulsacionessonoras,perdíanlosúltimosfragmentosdeprejuiciosydeconvencionalismosqueaúnlesquedabanadheridosaquíyalláenlasarticulaciones,enelsexooenelcerebro.

ElsótanodelInternational,deLondreseraelmásvastoshakerdeEuropayunodelosmás«calientes».

Seismilmuchachosychicas.Unasolaorquesta,perodoceparlantesiónicossinmembranaquehacíanvibrarenbloqueelairedelsótanocomosifueraelinteriordeun saxo-tenor. Y Yuni, el patrón, el animador, el gallo de Londres, 16 años, pelocortado al ras, anteojos gruesos como un terrón de azúcar, un ojo bizco, otrodesorbitado.Yuni,quehabíaconvencidoalconsejodeAdministracióndelhotelquelealquilaranelsótano,estabaallí.Niunanotallegabahastalaclientelaquecomíaodormíaenlospisos.Peroellabajabaavecesparahacersesacudirlastripas,yvolvíamaravillada y espantada por el espectáculo de esta juventud al estado de materiaprima,ensuefervescentegestación.Yunidepiefrentealtecladodelasonoridad,enel púlpito de aluminio colgado de la pared por encima de la orquesta, una orejaescondidaporunenormeaudífonocomounacoliflor,escuchabatodaslasorquestas

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del éter, y cuando encontrabauna animada, la conectaba sobre los altoparlantes enlugar de la orquesta de ellos. Con los ojos cerrados, escuchaba: con una oreja, elenormeruidodelsótano,conlaotra,trescompases,veintecompases,doscompasesrecogidosdelinasequible.Devezencuando,sinabrirniunojo,dabaungritoagudoylargoquechisporroteabasobreelruidodefondocomovinagreenunaplanchadefreír.Depronto,abriódesmesuradamentelosojos,cortólasonoridad,ygritó:

—Listen!Listen!Laorquesta calló. Seismil cuerpos sudorosos se reencontraron de pronto en el

silencio y la inmovilidad.Mientras que tras el estupor, la conciencia comenzaba arenacerles.Yunicontinuaba:

—Newsofthefrozengirl!Silbidos,insultos.¡Cállate!¡Nosjodemos!Andaacalentarlas¡Querevientes!Yunigritó:—¡Bandadaderatas!Escuchen.ConectólaB.B.C.Enlosdocealtoparlantes,lavozdellocutordeturno.Llenóelairedelsótanoconunavibraciónmuyelevada:—Estamos difundiendo por segunda vez el documento que nos ha llegado del

punto612.Constituyeciertamentelanoticiamásimportantedeldía…—Escupidas.Silencio.Elcieloentróenelsótanoconelincreíblefrotarlejanode

unamultitudquecaminadescalzaenlanoche:elruidodelasestrellas…LuegolavozdeHoover.Comojadeante.Quizáasma.Oelcorazónenvueltoen

demasiadagrasayemoción.—AcáEPI,enelpunto612.Hooverhabla.Soyfeliz…muyfeliz…deleerlesel

comunicadosiguienteprovenientedelasaladeoperación.«Elprocesodereanimacióndelsujetofemeninoprosiguenormalmente.Hoy,17

denoviembre,alas15y52,horalocal,elcorazóndelajovenmujerharecomenzadoalatir…».

Elsótanoestallóenunrugido.Yuniaullómásfuerte.—¡Cállense!¡Ustedesnosonmásqueprostitutos!—¿Dóndeestánsusalmas?¡Escuchen!Le obedecieron. Obedecían a la voz como a la música. Con tal de que fuese

fuerte.Silencio.LavozdeHoover.—… primeros latidos del corazón de esta mujer han sido grabados. No había

latidodesde900000años.Escúchenlo…Esta vez, verdaderamente, los 6000 callaron. Yuni cerró los ojos, la cara

iluminada.Escuchabalamismacosaenlosoídos.Oía:Silencio.Ungolpesordo:Vum…Unosólo.SilencioSilencioSilencio…Vum…Silencio,Silencio.

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Vum…Vum…Vum…vumvum,vum,vum…Elbateristadelaorquestacontestó,suavementeencontrapunto,conelpie,consu

caja. Luego le incorporó la punta de los dedos. Yuni superpuso la orquesta y lasondas.Elcontrabajoseagregóalabateríayalcorazón.Elclarinetegritóunalarganota,despuésprorrumpióenunaalegreimprovisación.Lasseisguitarraseléctricasylos doce violines de acero se desencadenaron. El baterista golpeó sucesivamentesobretodoslostambores.

Yunigritócomodesdeunminarete:—She’sawaaake!…Vum!Vum!Vum!Los6000cantaron:—She’sawake!…She’sawake!…Los6000cantaban,bailaban,alritmodelcorazónqueacabadenacer.Asínacióelwake,elbailedeldespertar.Quelosquequieran,quebailen.Quelos

quepuedendespertarsesedespierten.

No. Ella no estaba despierta. Sus largos párpados aún los tenía bajos sobre unsueño interminable. Pero su corazón latía con un poderío tranquilo, sus pulmonesrespirabanconcalma,sutemperaturasubíapocoapocohacialadelavida.

—¡Atención! —dijo Labeau— inclinado sobre el encefalógrafo. Pulsacionesirregulares…¡estásoñando!

¡Ellasoñaba!Unsueño lahabíaacompañado,acurrucado,heladoenalgúnsitiode su cabeza, y ahora calentado, volvía a florecer. ¿Florecer en qué imágenespasmosas? ¿Rosas o negras? ¿Sueño o pesadilla? Las pulsaciones del corazónsubieronbruscamentede30a45,lapresiónsanguíneadiounrepunte,larespiraciónseaceleróysehizoregular,latemperaturaascendióa36grados.

—¡Atención! —dijo Labeau—. Pulsaciones de predespertar. ¡Ella se va adespertar!¡Sedespierta!Retireeloxígeno.

Simonquitóelinhaladoryselotendióaunaenfermera.Lospárpadosdelamujerseestremecieron.Unadelgadaranurasombreadaapareciódebajodelospárpados.

—¡Lavamosaasustar!—dijoSimon.Arrancóelbozaldecirujanoqueleocultabalaparteinferiordelacara.Todoslos

médicosloimitaron.Lentamente, los párpados se levantaron. Los ojos aparecieron increíblemente

grandes.Elblancoeramuyclaro,muypuro.Elirisdilatado,unpocoeclipsadoporelpárpadosuperior,eradeunazuldecielodenochedeverano,sembradodelentejuelasdeoro.

Losojospermanecíanfijos,mirabanaltechoquerealmentenoveían.Luegohubounaespeciedecrujido,ellafruncióelceño,susojossemovieron,miraronyvieron.PrimerovieronaSimon,despuésaMoissov,Labeau,lasenfermeras,todoelmundo.

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Unaexpresióndeestuporinvadióelrostrodelamujer.Tratódehablar,entreabriólaboca,peronoconsiguiódominarlosmúsculosdesulenguaydesugarganta.Emitióunaespeciedetos.Hizounenormeesfuerzoparalevantarunpocolacabeza,ymirótodo.Ellanocomprendíadóndeestabayteníamiedo,ynadiepodíahaceralgoparatranquilizarla.Moissov le sonrió. Simon temblaba de emoción. Labeau comenzó ahablarle muy suavemente. Recitaba dos versos de Racine, las palabras másarmoniosas que idioma alguno haya jamás reunido: «Ariana, mi hermana, de quéamorherida…».

Eralacancióndelverbo,perfectayapaciguadora.Perolamujernolaescuchaba.Seveíaelhorrorque la sumergía.Tratónuevamentedehablar, sinconseguirlo.Sumentónsepusoatemblar.Cerróotravezlospárpadosysucabezarodóhaciaatrás.

—¡Oxígeno!—ordenóLabeau—.¿Elcorazón?—Conregularidad.Cincuentaydos…—dijounhombredeamarillo.—Desvanecida…—dijo Van Houcke—. Le hemos dado un tremendo susto…

¿Quéseesperabaencontrar?—Escomosidurmieranasuhijayqueéstasedespertaseenmediodeunabanda

debrujospapúas…—dijoForster.Los médicos decidieron aprovechar su desvanecimiento para transportarla a la

superficie, donde una sala más confortable la esperaba en la enfermería. Fueintroducidaenunaespeciedecapullodeplásticotrasparentecondobleparedaislante,alimentadoconaireporunabomba.Ycuatrohombreslallevaronalascensor.

Todos los fotógrafos de la prensa abandonaron la sala del Consejo paraprecipitarse a su encuentro. Los periodistas estaban ya en las cabinas de radiotelefoneando al mundo lo que habían visto y lo que no habían visto. La pantallagrandemostrabaloshombresdeamarillosacándosesusbozales,desconectandosusaparatos. Lanson borró la imagen de la sala de trabajo, y la reemplazó por la quemandabalacámaradevigilanciadelinteriordelHuevo.

Leonovaselevantóbruscamente:—¡Miren!—dijo,apuntandoalapantallaconsudedo—.SeñorLanson,céntrela

sobreelzócaloizquierdo.La imagendelzócalovacíogirósobresueje,seagrandóysedibujódetrásdel

ligero velo de bruma. Se vio entonces que uno de sus costados faltaba. Toda unaparedvertical sehabíahundidoenel suelo,dejandoendescubiertouna especiedeestanterías metálicas sobre las cuales estaban posados objetos de formasdesconocidas.

Enlasaladeoperaciones,lamujeryanoestaba,perolosobjetosencontradosenel zócalo la reemplazaban sobre la mesa de reanimación. Habían retomado unatemperaturanormal.Constituían,enciertaforma,el«equipaje»delaviajeradormida.

Ya no eran los médicos quienes rodeaban la mesa, sino los sabios mássusceptiblesporsuespecialidad,decomprenderelusoyel funcionamientodeesos

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objetos.Leonovatomóconprecauciónunacosaqueparecíaserunavestimentadobladay

ladesdobló.Eraun rectángulodeunacosaquenoeranipapelnigénero,decoloranaranjado,conmotivosamarillosyrojos.Elfríoabsolutolahabíaguardadoenunestado de conservación perfecta. Era flexible, liviana, tenía «caída», y parecíaresistente.Habíavarios;decolores,formasydimensionesdiferentes.Sinmangas,niaberturadeninguna especie, ni botonesni broches, ni lazos, absolutamenteningúnmediopara«ponérselos»osujetarlos.

Se pesaron, se midieron, se numeraron, se fotografiaron, se tomaron muestrasmicroscópicasconfinesdeanálisis,ysepasóalobjetosiguiente.

Erauncubodepuntasredondeadas,de22centímetrosdearista.Llevaba,adosadoaunadesuscaras,untubohuecocolocadoendiagonal.Eltodoeracompacto,hechodeunmaterialsólidoyliviano,deungrismuyclaro.Hoi-To,elfísico,lotomóenlamano,loobservólargamente,yluegomiróotrosobjetos.

Habíaunacaja sin tapaqueconteníavarillasoctogonalesdediferentes colores.Tomóunaylaintrodujoeneltubohuecoadosadoalcubo.Enseguida,unaluznaciódentrodelobjeto,yloiluminósuavemente.

Yelobjetosuspiró…Hoi-To tuvo una sonrisa forzada. Sus delicadas manos posan el tubo sobre la

mesablanca.Ahora el objeto hablaba.Una voz femenina hablaba en voz baja en un idioma

desconocido.Unamúsica se oyó, como el soplo de un viento ligero en un bosquepobladodepájarosyarpas.Ysobrelacarasuperiordelcubo,comoproyectadadesdeelinterior,unaimagenapareció:elrostrodelamujerquehablaba.SeparecíaalaquehabíanencontradoenelHuevo,peronoeraella.

Sonrióyseborró,reemplazadaporunaflorextraña,quesefundióasuvezenuncolormovedizo.Lavozdelamujercontinuaba.Noeraunacanción,noeraunrelato,eraalavezelunoyelotro,erasimpleynaturalcomoelsonidodeunarroyoodelalluvia.Y todas las caras del cubo se iluminaronpor turnoo juntas,mostrandounamano, una flor, un sexo, unpájaro, un seno, un rostro, unobjetoque cambiabadeformaydecolor,unaformasinobjeto,uncolorsinforma.

Todos miraban, escuchaban, embargados. Era desconocido, inesperado, y almismo tiempo los afectaba profunda y personalmente, como si este conjunto deimágenesydesonidoshubierasidocompuestoespecialmenteparacadacual,segúnsus aspiraciones secretas y profundas, al través de todas las conversaciones ybarreras.

Hooverseagitó,carraspeoytosió.—Extrañotransistor—dijo—.Parenesechirimbolo.Hoi-Toretirólavarilladeltubo.Elcuboseapagóycalló.

Enlapiezadelaenfermeríacalentadaa30grados,lamujerdesnuda.

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Lamujernuevamentedesnudaestaba,tendidasobreunacamaestrecha.Electrodos,placas,brazaletesfijosensusmuñecas,ensussienes,ensuspies,en

sus brazos, la conectaban por espirales y zig-zags de hilos, a los aparatos devigilancia.

Losmasajistasmasajeabanlosmúsculosdesusmuslos.Unmasajistalohacíaconlosmúsculosdesusmandíbulas.Unaenfermerapasabasobresucuellounemisorderayos infrarrojos. Van Houcke le palpaba suavemente la pared del vientre. Losmédicos, las enfermeras, los técnicos, traspirando en la atmósfera recalentada,nerviososporestedesvanecimientoqueseprolongaba,miraban,esperaban,dabansuopiniónenvozbaja.Simonmirabaalamujer,mirabaalosquelarodeaban,quelatocaban.Apretabalospuñosylasmandíbulas.

—Los músculos responden —dijo Van Houcken—. Se diría que estáconsciente…

Moissov vino a la cabecera de la cama, se inclinó sobre la mujer, levantó unpárpado,elotro…

—¡Está consciente!—dijo—. Cierra los ojos voluntariamente…Ya no está nidesvanecidanidormida.

—¿Porquécierralosojos?—preguntóForster.Simonexplotó:—¡Porquetienemiedo!¡Siqueremosquedejedetenermiedo,hayquedejarde

tratarlacomounanimaldelaboratorio!Hizoungestocomoparaborrarlascincopersonasreunidasalrededordelacama.—Quítensedeahí.¡Déjenlatranquila!—dijo.VanHouckenprotestó,Labeaudijo:—Puedeserquetengarazón…HaestudiadodosañospsicoterapiaconPerier…

Quizáestámáscalificadoquenosotros,ahora…Vamos,saquentodoeso…Ya,Moissovsacabaloselectrodosdelencefalograma.Losenfermeros liberaban

elcuerpoextendidodetodoslosotroshilosquepartíanhaciaélcomounapresaenuna telaraña.Simon tomó la sábanaempujadahaciaatrásy la subiódelicadamentehasta loshombrosde lamujer,dejando losbrazosafuera.Ella teníaeneldedodelmedio de la mano derecha, un pesado anillo cuyo chatón tenía la forma de unapirámide truncada.Simon tomó laotramanoentre las suyas, lamano izquierda, lamano sin anillo, y la retuvoen las suyas comose tieneunpájaroperdidoqueunotratadetranquilizar.

Labeau,sinruido,hizosalirlosenfermeros,losmasajistasylostécnicos.Deslizó una silla cerca de Simon, retrocedió hasta la pared e hizo signos a los

otrosmédicosdeimitarlo.VanHouckenseencogiódehombrosysalió.Simonsesentó,descansósobrelacamasusmanos,queteníasiempretomadasa

la de la mujer, y comenzó a hablar. Muy suavemente, casi cuchicheando. Muysuavemente,muycálidamente,muytranquilamente,comoaunniñoenfermoalcualhayquellegaratravésdelosterroresdelsufrimientoydelafiebre.

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—Nosotrossomossusamigos…—dijoél—.Ustednocomprende loqueyo ledigo,perocomprendequelehablocomoaunamigo…Somossusamigos…Puedeabrirlosojos…Puedemirarnuestrascaras…Noqueremossinosubien…Sepuededespertar…Somossusamigos…Queremoshacerlafeliz…Laqueremos…

Ellaabriólosojosylomiró.

Abajo, habían examinado, pesado,medido, fotografiadodiversosobjetosde loscualeshabíancomprendidoonosuuso.Eraahoraelturnodeunaespeciedeguantemitóndetresdedos,elpulgar,elíndiceyunomásgrandeparaeldedodelmedio,elanularyelauricularjuntos.Hooverlevantóelobjeto.

—Guante para la mano izquierda —dijo, presentando el guante a la cámararegistradora.

Buscóconlamiradaeldeladerecha.Nohabía.—Rectificación—dijo—.¡Guanteparamanco!…Empujósumanoizquierdaalinteriordelmismo,quisodoblarlosdedos.Elíndice

quedó rígido, el pulgar giró, los otros tres dedos solidarios se replegaron hacia lapalma.Hubo un choque amortiguado, luminoso y sonoro, y un aullido.El rumanoIonescu,quetrabajabafrenteaHoover,volabaporlosaires, losbrazosabiertos, laspiernas torcidas,comoproyectadoporuna fuerzaenorme,e ibaaestrellarsecontraaparatosquedestrozó.

Hooverestupefacto,levantósumanoparamirarla.Enunestrépitodesgarrador,lapartesuperiordelmurodeenfrenteylamitaddeltechofueronpulverizados.

Éltuvojustamenteelreflejoacertado,justoantesdehacervolarelrestodeltechoysupropiacabeza,estirólosdedos…

Elairecesódeserrojo.—Wellnow!…—dijoHoover.Teníaalextremodesubrazoestirado,comoun

objetoextrañoyhorrible,sumanoizquierdaenguantada.Éstatemblaba.—Aweapon…—dijo.LaTraductoratradujoendiecisieteidiomas:—Unarma…

Ellahabíavueltoacerrarlosojos,peroyanoeraparaesconderse,eraporlasitud.Parecíaabrumadaporuncansancioinfinito.

—Habríaquealimentarla—dijoLabeau—.¿Perocómosaberloquecomían?—Ustedeslahanvistotodosbastanteparasaberqueesmamífero—dijoSimon

furioso.—¡Leche!Secallódegolpe.Todosestuvieronatentos:ellahablaba.Suslabiossemovían.Hablabaconunavozmuydébil.

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Paraba.Volvíaaempezar.Adivinabanquerepetíalamismafrase.Abriósusojosazules, y el cielo pareció haber llenado el cuarto.Miró aSimony repitió su frase.Frente a la evidencia de que no tenía ninguna posibilidad de hacerse comprender,volvióacerrarlosojosycalló.

Unaenfermeratrajounbolconlechetibia.Simonlaagarró,ytocósuavementeconsutibiezaeldorsodelamanoquedescansabasobrelasábana.

Ella lomiró.Laenfermera le levantóelbustoy lasostuvo.Quiso tomarelbol,perolosdelicadosmúsculosdesusmanosnohabíanaúnvueltoaencontrarsufuerza.Simon alzó el bol hacia ella. Cuando el olor de la leche llegó a su nariz, tuvo unsobresalto,unamuecadeasco,yseechóhaciaatrás.

Mirabaalrededor suyoy repetía lamisma frase.Buscabavisiblementedesignaralgunacosa…

—¡Esagua!¡Quiereagua!—dijoSimon,súbitamentecaptadoporlaevidencia.Erajustamenteloquequería.Bebióunvasoylamitaddeotro.Cuando se hubo acostado nuevamente, Simon puso su mano sobre su propio

pechoydijosuavementesunombre.Repitió dos veces el gesto y el nombre. Ella comprendió. Mirando a Simon,

levantólamanoizquierda,laposósobresupropiafrenteydijo:—Eléa.Sindejardemirarlo,volvióarepetirsugestoydijosuavemente:—Eléa…

LoshombresquehabíanretiradoelcuerpodeIonescuparallevárselo,tuvieronlaimpresiónderecogerunsobredecauchollenodearenaypedregullo.Teníajustounpoco de sangre en las fosas nasales y en la comisura de los labios, pero todos sushuesosestabanquebrados,yelinteriordesucuerporeducidoaunapapilla.

Habían pasado varios días desde entonces, pero Hoover se sorprendía todavíamirándosefurtivamentelamanoizquierda,ydoblandotresdedoshacialapalma,elíndiceyelpulgartensos.SientoncesseencontrabaenlaproximidaddeunabotelladeBourbon, o en su defecto de una de scotch, o aún de un cognac cualquiera, seapresuraba en buscar allí un reconfortante, del cual tenía gran necesidad. Le eranecesariotodosuvoluminosooptimismoparasoportar lafatalidadquehabíahechodeél,dosveces,enpocassemanas,unasesino.Porsupuestoquehastaentoncesélnohabíamatadoanadie,perotampocohabíamatadonada,niunconejoenunacacería,niungobiopescando,niunamosca,niunapulga.

El arma y los objetos todavía no examinados habían sido prudentementecolocadosenelzócalodondehabíansidoencontrados.Loscompañerosreconstruíanla sala de reanimación y los técnicos reparaban lo que podía serlo, pero variosaparatos estaban enteramente destruidos, y había que esperar que fuesenreemplazadosparacomenzaroperacionessobreelsegundoocupantedelHuevo.

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La mujer —Eléa— puesto que ese parecía ser su nombre rehusaba todos losalimentos. Se probó de introducirle una papilla en el estómago por medio de unasonda.

Ellasedebatiótanviolentamentequehuboquemaniatarla.Peronoconsiguieronabrirlasmandíbulas.Huboquehacerpenetrarlasondaporlanariz.Apenasestuvolapapillaensuestómago,lavomitó.

Simon, en un principio, había protestado contra esas violencias, luego se habíaresignado.El resultado lo convencióque él había tenido razónyque éseno era elbuenmétodo.Mientrassuscolegasllegabanalaconclusiónqueelsistemadigestivode lamujer del pasado no estaba hecho para digerir los alimentos del presente, yanalizabanlapapilladevueltaenlaesperanzadeencontraralgúndatosobresujugogástrico,élserepetíalaúnicapreguntaque,asumododever,contaba:

—Cómo,cómo,¿cómocomunicar?Comunicarse,hablarle,escucharla,comprenderla,saberquécosaslehacíanfalta.

¿Cómo,cómohacer?Oprimidaensuchalecodefuerza,losbrazosylosmuslossujetosporcorreas,ella

yano reaccionabamás. Inmóvil, lospárpadosdenuevocerrados, sobreel inmensocielodesusojos,parecíahaberllegadoallímitedelmiedoydelaresignación.Unaaguja hueca hundida en el pliegue del codo de su brazo derecho, dejaba fluirlentamenteensusvenaselsueroalimenticiocontenidoenunaampollasostenidaenel poste de la cama. Simonmiró con odio este aparejo bárbaro, atroz, que era sinembargoelsolomedioderetardarelmomentoenquemoriríadehambre.Élnopodíaaguantarmás.Habíaque…

Salióbruscamentedelcuarto,luegodelaenfermería.Talladaenel interiordelhielo,unavíadeoncemetrosdeanchoportrescientos

metrosdelargoservíadecolumnavertebralaEPI2.LehabíanpuestoelnombredeAvenidaAmundsen,enhomenajealprimerhombrequellegóalPoloSur.Elprimeroporlomenoshastaaquísecreía.Callescortas,ylaspuertasdeledificioseabríanalaizquierdayaladerecha.Algunaspequeñasplataformaseléctricas,bajas,congruesosneumáticosamarillos,servíanparatransportarelmaterial,segúnlanecesidad.Simonsaltó sobre una de ellas, abandonada cerca de la puerta de la enfermería y apoyósobrelapalanca.Elvehículosepusoenmovimientoconunronroneodegatogordosaciadodelauchas.Peronopasabandequincekilómetrosporhora.Simonsaltósobrelanieveásperay sepusoa correr.LaTraductora estaba casi a la extremidadde laavenida.LuegoestabalaPilaAtómica,despuésdeunvirajedecientoveintegrados.

PenetróenelcomplejodelaTraductora,abrióseispuertasantesdeencontrarlabuena,respondiendoconungestodefastidioalos«¿Usteddesea?»yalfinsedetuvodentrodeunapieza estrecha cuyapareddel fondo, la paredde la banquisa, estabaacolchada de espuma de goma y de plástico y cubierta de lana.Otra pared era devidrio y otra de metal. Frente a éste se extendía una consola cubierta como demosaicos con cuadrantes, botones, palancas, indicadores luminosos, micrófonos,

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pulsadores, tabletasextensibles.Frentea laconsola,unsillónde ruedas,y sobreelasiento,Lukos,elfilósofoturco.

Teníalainteligenciadeungenioenuncuerpodeestibador.Aúnsentado,dabalaimpresióndeunafuerzaprodigiosa.Elasientodesaparecíabajolamasademúsculosdesusnalgas.Parecíacapazdellevarsobresusespaldasuncaballoounbuey,olosdosalavez.

Es él quienhabía concebido el cerebrode laTraductora.Los americanosno locreyeronposible, los europeosnohabíanpodido, los rusoshabíandesconfiado, losjaponeses lo habían adoptado y le habían dado todos los medios necesarios. ElejemplardelEPI2 era eldécimo segundoquehabía sidopuesto en serviciodesdehacíatresañosyeraelmásperfeccionado.Traducíaadiecisieteidiomas,peroLukospor su parte conocía unos diez, o quizás veinte veces más. Era un genio para ellenguaje comoMozart lo había sido para lamúsica. Frente a una lengua nueva, lebastabaundocumento,unareferenciapermitiendounacomparación,yalgunashoraspara adivinar y súbitamente comprender su estructura, y familiarizarse con suvocabulario.YsinembargoluchabaenvanofrentealdeEléa.

Disponíadedoselementosde trabajoqueestabanahí, colocados frente a él: elcubocantante,yotroobjeto,nomásgrandequeunlibrodebolsillo.Sobreunodesuslados chatos se desenvolvía unabanda luminosa cubierta de líneas regulares.Cadalínea estaba compuesta de una seguidilla de signos que parecían constituir unaescritura. Imágenesvisiblesen tresdimensiones, representandopersonasenacción,acabandehacerdeesteobjetoelequivalentedeunlibroilustrado.

—¿Entonces?—preguntóSimon.Lukos seencogiódehombros.Desdehacíadosdías,dibujaba sobre lapantalla

registradorade laTraductoraunosgruposde signosqueparecíanno tenerningunavinculación los unos con los otros. Este extraño idioma parecía compuesto depalabrastodasdiferentesyquenoserepetíanjamás.

—Hayalgoquesemeescapa—gruñó—.Yaéstatambién.Palmeóconsupesadamanoelmetaldelaconsola,luegodeslizóunavarillaenel

estuche del cubomusical. Esta vez fue una voz de hombre que se puso a hablar-cantar,yelrostroqueaparecióeraeldeunhombre,imberbe,congrandesojosazulclaro,ypelonegrocayéndolehastaloshombros.

Puedeserquelasoluciónestéahí,dijoLukos.Lamáquinaharegistradotodaslasvarillas.Hay47.Cadaunaincluyemilesdesonidos.Laescrituratienemásdediezmilpalabrasdiferentes.¡Quécantidaddepalabras!…

—Cuandohayaterminadodehacérselas tragar, tendráquecompararlas,unaporuna,yporgrupos,concadasonidoycadagrupodesonidos,hastaqueellaencuentreuna ideageneral,unaregla,uncamino,algoparaseguir.Laayudaré,porsupuesto,examinandolashipótesisyproponiéndolealgunas.Ylasimágenesnosayudaránalosdos…

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—¿Dentrodecuántotiempopiensallegaraunresultado?—preguntóSimonconansiedad.

—Puedeseralgunosdías…Algunassemanassifarfullamos.—¡Ella se habrá muerto—gritó Simon—, o vuelto loca! ¡Hay que acertar en

seguida! ¡Hoy, mañana, dentro de algunas horas! Sacuda usted sus máquinas.¡Movilicetodalabase!¡Haybastantestécnicos,aquí!

Lukos lo miró como Menuhin lo haría si alguien le pidiese que sacuda suEstradivariusparahacerlotocarmásligeroun«prestissimo»dePaganini.

Mi máquina hace lo que ella sabe hacer —dijo—. No son técnicos lo quenecesitaría.Tienebastantes.Necesitaríacerebros…

—¿Cerebros?¡Nohayunlugardelmundodondelosencontraráreunidosmejoresque acá! Voy a pedirle al Consejo una reunión inmediata. Usted expondrá susproblemas…

—Son cerebros pequeños, doctor, pequeñísimos cerebros de hombres.Necesitarían siglos de discusiones antes de ponerse de acuerdo sobre el sentido deunacoma…Cuandodigocerebro,esaldeéstaquepienso—acariciónuevamenteelbordedelaconsola,yagregó—yasussemejantes.

UnnuevoS.O.S.partiódelaantenaEPI1.Pedíalacolaboracióninmediatadelosmásgrandescerebroselectrónicosdelmundo.

Las contestaciones llegaron en seguida y de todos lados. Cada ordenadordisponiblefuepuestoaladisposicióndeLukosydesuequipo.Perolosqueestabandisponibles no eran evidentemente ni los más grandes ni los mejores. Para éstosúltimos se consiguieron promesas. En cuanto tuvieran un instante libre, entre dosprogramas,conelmayorgusto,seharíaloimposible,etc.

Simonhizoentrar tres cámarasenel cuartodeEléa.Hizoapuntaruna sobreelplieguedelcododondesehundíalaagujadispensadoradelsuerodelúltimorecurso,la otra sobre los ojos cerrados, con lasmejillas ahora hundidas, la tercera sobre elcuerpodenuevodesnudo,ytrágicamenteenflaquecido.

HizomandaresasimágenessobrelaantenadeEPI1,haciaTrio,hacialosojosylasorejasdeloshombres.Yhabló:

—Ellavaamorir—dijo—.Vaamorirporquenolacomprendemos.Semueredehambre,yladejamosmorirporquenolacomprendemoscuandonosdiceconquélapodríamos alimentar. Va a morir porque aquellos que podrían ayudarnos acomprenderla,noquierendistraerunminutodetiempodesuspreciososordenadores,ocupadosencompararelpreciodecostodeunbulóndecabezaoctogonal,coneldeunodecabezahexagonal,oacalcularlamejordistribucióndeloscontrolesdeventadepañuelosdepapelsegúnelsexo,laedadyelcolordeloshabitantes.

—Mírenla,mírenlabien,nolaveránmás,vaamorir…Nosotrosloshombresdehoy,hemosmovilizadounpoderíoenormeylasmásgrandesinteligenciasdenuestro

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tiempo para ir a buscarla en su sueño en el fondo del hielo, y para matarla.¡Deberíamostenervergüenza!

Callóunmomento,yrepitióconvozquedayagobiada:—Deberíamostenervergüenza…JohnGartner,P.D.G.delaMecánicayElectrónicaInternacional,violaemisión

ensujetparticular.IbadeDetroitaBruselas.Dabainstruccionesaloscolaboradoresqueloacompañabanyalosquerecibían,delejos,suconversaciónencódigo.Pasabaa30000metrosporencimadelasAzores.

Estaba tomando su desayuno.Acababade sorber conunapajita la yemadeunhuevopasadoporaguacocidoenunaenvolturaesterilizadatrasparente.Estabaahoraocupadoconeljugodenaranjayelwhisky.Dijo:

—Thisboyisright.Vergüenzadebemostenersinohacemosnada.Dio inmediatamente orden de poner a la disposición de EPI todas las grandes

calculadorasdelTrust.HabíasieteenAmérica,nueveenEuropa,tresenAsiayunaenÁfrica.

Sus colaboradores enloquecidos le expusieron que iba a causar perturbacionesespantosas en todos los dominios de la actividad de la firma. Luego necesitaríanmesesparareponerse.Yhabríaestragosquenosepodríanreparar.

—Noimporta—dijo—.Vergüenzadebemostenersinohacemosnada.Eraunhombre, y verdaderamente sentía vergüenza.Era igualmenteunhombre

eficaz,yunhombredenegocios.Dioinstruccionesparaquesudecisiónfuerallevadaalconocimientodetodoelmundoportodoslosmedios,yenseguidalosresultadosfueronlossiguientes:

Eneldominiodelaeficacia,ladecisióndelP.D.G.delaMecánicayElectrónicaIntercontinentalhizoquelosnegociosaumentaranel17%.

Eneldominiodelosnegocios,lapopularidadylasventasdelaM.E.I.produjouna reacción en cadena. Todos los grandes trusts mundiales, los centros deinvestigación, lasuniversidades, losministros,elPentágonomismoyelBuróRusode Balística hicieron saber a Lukos, en las horas siguientes, que sus cerebroselectrónicos estaban a su disposición. Que tuviera a bien, solamente, si ello eraposible,apurarse.

Era una recomendación irrisoria. Todos, en 612, sabían que luchaban contra lamuerte.Eléa sedebilitabadehora enhora.Había aceptadoprobarotros alimentos,perosuestómagonolosaceptaba.Yellarepetíatodoeltiempolamismaseguidillade sonidosqueparecían componerdospalabras, quizás tres.Para comprender esastrespalabras,latotalidaddelosmássutilestécnicosdetodaslasnacionestrabajabanparaello.

DelextremodelaTierra,Lukosprobóyconéxito lamásfantásticaasociación.Sobresusindicaciones,todaslasgrandescalculadorasfueronenlazadaslasunasconlasotras,porhilo,sinhilo,ondas, imágenes,ondassonoras,conrelee,de todoslossatélites estacionarios. Durante algunas horas, los grandes cerebros al servicio de

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firmascompetidoras,deestadosmayoresenemigos,deideologíasopuestas,razasconodios, estuvieron unidas en una sola inmensa inteligencia que circundaba laTierraenterayelcieloalrededorsuyo,conlareddesuscomunicacionesnerviosas,yquetrabajaba con toda su capacidad inimaginable sobre el objetivo minúsculo ytotalmentedesinteresadodecomprendertrespalabras.

Paracomprenderlas, erapreciso saber todoel idiomadesconocido.Extenuados,sucios, los ojos enrojecidos de sueño, los técnicos de la Traductora y los de lasemisorasyreceptorasdeEPI1luchabancontralossegundosycontraloimposible.Sinparar, inyectabanenloscircuitosdelCerebroTotal, jornadasnuevasdedatosyproblemas, todos aquellos que la Traductora había examinado ya, y las nuevashipótesisdeLukos.Elcerebrogenialdeesteúltimosehabíadilatadoalamedidadesuinmensohomólogoelectrónico.Secomunicabaconélaunavelocidadinverosímil,frenada únicamente por las exigencias de las emisoras y las estaciones de enlacecontra las cuales se enfurecía. Le parecía que hubiera podido pasarse de ellas,entenderse directamente con el otro. Esas dos inteligencias extraordinarias, la quevivíaylaqueparecíaviva,hacíanalgomásquecomunicarse.Estabanenelmismoplano,porencimadelosdemás.Ellassecomprendían.

Simon iba de la enfermería a la Traductora, de la Traductora a la enfermería,impaciente,regalandoalostécnicosextenuadosquelomandabanapasear,yLukosqueyanilecontestaba.

Enfin,hubounmomentoenque,bruscamente,todoseaclaró.Entrelosmillaresde combinaciones, el cerebro encontró una lógica, sacó las conclusiones con lavelocidad de la luz, las combinó y las probó, en menos de diecisiete segundos,entregóalaTraductoratodoslossecretosdelidiomadesconocido.

Luegosedeshizo.Alosreleeselescortólacorriente,losenlacescayeron,larednerviosatejidaalrededordelmundoserompióysereabsorbió.DelGranCerebro,noquedó más que sus ganglios independientes, vueltos a ser lo que eran antes,socialistas o capitalistas, comerciantes o militares, al servicio de intereses y dedesconfianzas.

EntrelascuatroparedesdealuminiodelasalagrandedelaTraductorareinabaelmás absoluto silencio. Los dos técnicos de servicio en las consolas registradoras,miraban a Lukos que posaba sobre la chapa receptora, la pequeña bobina dondeestabanregistradaslastrespalabrasdeEléa.Unmicrófonolashabíarecogidoensucuarto,talcomoellalaspronunciaba,demenosenmenosfuerte,demenosenmenosamenudo…

Hubounpequeñochasquidosecoalcolocarlaensulugar.Simon,condosmanosapoyadassobreelrespaldodelasilladeLukos,seimpacientabaunavezmás.

—¡Entonces!…Lukos bajó el conmutador de arranque. La bobina parecía hacer un cuarto de

vuelta,peroellayaestabavacíayempezabaa tabletear.Lukosextendió lamanoy

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desprendió la hoja sobre la cual la Traductora acababa de entregar, en un micro-segundo,latraduccióndelmisterio.

LeechóunaojeadamientrasqueSimonselaarrancabadelasmanos.Simonleyólatraducciónfrancesa.Consternado,mirabaaLukosquemeneólacabeza.Éstehabíatenidotiempodeleerenalbanés,inglés,alemányárabe…

Retomólahojayleyólacontinuación.Eralamismacosa.Elmismoabsurdoendiecisieteidiomas.Noteníamássentidoenespañolqueenrusoochino.Enfrancésdaba:decomida-máquina.

Simonyanoteníamáslafuerzadehablarenvozalta.—Vuestroscerebros…—dijo,suvozeracasiunmurmullo—,vuestrosgrandes

cerebros…sonmierda…La cabeza gacha, la espalda encorvada, arrastró los pies hacia la pared más

próxima,searrodilló,seacostó,volviólaespaldaalaluzysedurmió,lanarizenelrincóndealuminio.

Durmiónueveminutos.Despertóbruscamenteyselevantógritando:—¡Lukos!…Lukos estaba allí, ocupado inyectando en la Traductora pedazos del texto

encontradosenelobjeto«paraleer»,ydescifrandolastraduccionesentregadasporlaimpresora.

Erantrozosdeunahistoriadeestilosorprendente,desarrollándoseenunmundotanextrañoqueparecíafantástico.

—¡Lukos!—dijoSimon—,¿hemoshechotodoesoparanada?—No—dijoLukos—,mire…Letendiólashojasimpresas.—¡Es texto, no es jeringonza! El Cerebro no era idiota, ni yo tampoco. Ha

comprendidobienel idioma,ymiTraductora lohaasimiladoperfectamente.Ustedveellatraduce…fielmente…exactamente…decomida-máquina.

—Decomida-máquina…—Quieredeciralgo…¡Ellatraducepalabrasquequierendeciralgo!…—¡Nocomprendemosporquesomosnosotroslosidiotas!—Creo…yocreo…—dijoSimon—.Escucha…Alrenacersuesperanzasepusodeprontoatutearlocomounhermano…—¿Puedesconectaresteidiomaconalgunodetuslargosdeonda?—Notengoningunolibre…—¡Liberauno!¡Suprimeunalengua!—¿Cuál?—¡Noimporta!¡Elcoreano,elcheco,elsudanés,elfrancés!—Sepondránfuriosos.—¡Mala suerte,mala suerte, que se enfurezcan! ¿Tú crees que es elmomento

parapreocuparsedeunafurianacional?—¡Ionescu!

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—¿Qué?—Ionescu…Estámuerto…¡Eraelúnicoquehablabarumano!—Suprimoelrumanoytomosulargodeonda.Lukosselevantó,susillóngimiódefelicidad.—¡Aló!Elgiganteturcogritabaenunteléfonointerno,separadopormediotabique:—¡AlóHaka!…¡Duermes,benditoDios!Rugióysepusoainsultarloenturco.Unavozsomnolientalecontestó.Lukoslediolasinstruccioneseninglés,luego

sediovueltahaciaSimon.—Dentrodedosminutosestálisto…Simonseprecipitabahacialapuerta.—¡Espera!—dijoLukos.Abrió un placard, tomó de un casillero unmicroemisor y un audífono con los

coloresrumanos,yselostendióaSimon.—Toma,paraella…Simontomólosdosaparatosminúsculos.—Ponatención—dijo—, ¡que tubenditamáquinano sepongaa aullarle en el

tímpanos!—Loprometo—dijoLukos—.Lavigilaré…Unasuavidad…nadamásqueuna

suavidad…Tomóensusdosmanosduras,comoladrillosarticulados,lasdosmanosdelque

sehabíavueltosuamigoduranteesashorascomunesdeunmonstruosoesfuerzo,yselasapretóafectuosamente.

—Teprometo…Anda.Unosminutosmás tarde,SimonentrabaenelcuartodeEléa,despuésdehaber

alertadoaLabeau,quienalertabaasuvezaHooveryLeonova.La enfermera sentada a la cabecera de Eléa leía una novela de una colección

sentimental.SelevantóalverabrirselapuertaylehizoaSimonseñasdeentrarensilencio. Tomó un aire profesionalmente preocupado al mirar la cara de Eléa. Enrealidad le importaba poco, estaba todavía absorbida en su libro, la confesióndesgarradoradeunamujerabandonadaporterceravez,sangrabaconellaymaldecíaaloshombres,comprendidotambiénalqueacababadellegar.

Simon se acercó hacia Eléa cuyo rostro hundido por la desnutrición habíaconservado su color cálido.Las aletasde lanariz sehabíanvuelto traslúcidas.Losojos estaban cerrados. La respiración levantaba apenas el pecho. Él la llamósuavementeporsunombre.

—Eléa…Eléa…Lospárpadosseestremecieronligeramente.Estabaconsciente,ellalooía.LeonovaentróseguidadeLabeauydeHooverquellevabaenlamanounfajode

ampliacionesfotográficas.SelasmostródelejosaSimon.Éstehizoconlacabezaungestodeasentimiento,yconcentrónuevamentetodasuatenciónsobreEléa.Posóla

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microemisorasobrelasábanaazulmuycercadelacarademacrada,levantóunbucledecabellossedosos,dejandoaldescubiertolaorejaizquierdaigualaunaflorpálida,eintrodujodelicadamenteelaudífonoenlasombrarosadadelconductoauditivo.

Eléa tuvounprincipiodereflejoparasacudir lacabezayrechazar loquequizáfueraelcomienzodeunanuevatortura,perorenunció,agotada.

Simonlehablóenseguida,paratranquilizarla.Ledijomuybajito,enfrancés:—Ustedmecomprende…ahoramecomprende…YeneloídodeEléaunavozmasculinalecuchicheóensuidioma:—…ahoraustedmecomprende…mecomprendeyyopuedocomprenderla…Losqueobservabanvieronsurespiracióndetenerse,luegocontinuar.Leonova, llena de compasión, se acercó a la cama, tomó la mano de Eléa y

comenzóahablarleenrusocontodoelcalordesucorazón.Simon levantó la cabeza, la miró con ojos feroces y le hizo señas de que se

retirara.Ellaobedeció,unpocodesconcertada.Simontendiólamanohacialasfotos.Hooverselasentregó.

HuboeneloídoizquierdodeEléaunaoladecompasiónsoltadaatodavelocidadporunavozfemeninaqueellacomprendía:yensuoídoderechountorrenterocosoqueellanocomprendía:Despuésunsilencio.Luegolavozmasculinasiguió:

—¿Puedeustedabrirlosojos?…¿Puedeabrirlosojos?…Pruebe…Élcalló.Elloslamiraron.Suspárpadostemblaban.—Pruebe…Otravez…Nosotrossomosamigossuyos…Coraje…Ylosojosseabrieron.Uno no se acostumbraba. Uno no podía acostumbrarse. Nunca se habían visto

ojostangrandes,deunazultanprofundo.Sehabíanempalidecidounpoco,yanoerael azul del fondo de la noche, pero el azul de después del crepúsculo, del lado dedondeviene lanoche,despuésde la tormenta,cuandoel fuertevientoha lavadoelcieloconlasolas.Ypescadosdeorohanquedadoenganchados.

—¡Mire!…¡Mire!…—decíalavoz—.¿Dóndeestálacomida-máquina?—Dormir…Olvidar…Morir…—¡No! ¡No cierre los ojos! ¡Mire!… ¡Mire!… todavía…Éstos son los objetos

quehansidoencontradosconusted…Unodeellosdebeserlacomida-máquina.—¡Mire!Se losvoyamostrardenuevo…Sive la comida-máquina, cierre los

ojos,yvuélvalosaabrir…Alasextafotografía,ellacerrólosojos,ylosvolvióabrir.—¡Rápido!—dijoSimon.LealcanzólafotoaHooverqueseprecipitóafueraconelpesoylavelocidadde

unciclón.Era uno de los objetos todavía no examinados, que habían colocado sobre el

zócalo,alladodelarma.

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ConvieneexplicarrápidamenteloquehizotandifícileldescifrarycomprenderelidiomadeEléa.Esqueenrealidad,noesunalengua,sinodos:lalenguafemeninayla masculina, totalmente distintas la una de la otra en su sintaxis como en suvocabulario.Porsupuesto,loshombresylasmujerescomprendenunayotraperoloshombres hablan la lenguamasculina, que tiene sumasculino y su femenino, y lasmujeres hablan la lengua femenina, que tiene igualmente su femenino y sumasculino.Yenlaescritura,esaveceslamasculina,otrasveceslafemeninaqueseemplean,segúnlahoraolaestacióndondesedesarrollalaacción,segúnelcolor,latemperatura,laagitaciónolacalma,segúnsealamontañaoelmar,etc.Yaveceslasdoslenguasestánmezcladas.

Esdifícildarunejemploentrelalengua«él»ylalengua«ella»,puestoquedostérminos equivalentes no pueden ser traducidos sino por la misma palabra, y elhombre diría: «que es necesario sea sin espinas», la mujer diría: «pétalos del solponiente» y el unoy el otro comprenderían que se trata de la rosa.Es un ejemploaproximativo:entiempodeEléaloshombrestodavíanohabíaninventadolarosa.

«Decomida-máquina».Eranbientrespalabras,pero,segúnlalógicadelidiomade Eléa, era también una sola, lo que los gramáticos hubieran llamado un«sustantivo» y que servía para designar «lo-que-es-el-producto-de-la-comida-máquina».

Lacomida-máquina,erala-máquina-que-produce-lo-que-uno-come.Estaba colocada sobre la cama, frente aEléa, que habían sentado y que estaba

sostenida por almohadas.Le habían dado la «vestimenta» encontrada en el zócalo,peroellanohabíatenidolafuerzadeponérsela.Unaenfermerahabíaqueridopasarleunpullover,peroellahabíatenidounreflejoderetroceso,yenlacaraunaexpresióntal de repulsión que no se había insistido. La habían dejado desnuda. Su bustoenflaquecido, sus senos livianos vueltos hacia el cielo, eran de una belleza casiespiritual, sobrenatural. Para que no se enfriara, Simon había aumentado latemperaturadelcuarto.Hoovertranspirabacomouncubodehielosobrelaparrilla.Ya había mojado su saco, pero las camisas de todos los otros estaban como paraestrujar.Unaenfermeradistribuyótoallasblancasparasecarselascaras.Lascámarasestaban allí. Una de ellas irradió un plano grande de la comida-máquina. Era unaespeciedemediaesferaverde,salpicadaconunagrancantidaddecoloresdispuestosenespiraldesdesucúspidehastasubase,yquereproducían,envarioscentenaresdetonalidadesdiferentes,todosloscoloresdelespectro.

Enlacúspidehabíaunbotónblanco.Labasedescansabaenunzócaloenformadecilindrocorto.Eltodoteníaelvolumenyelpesodelamitaddeunasandía.Eléatrató de levantar sumano izquierda.No consiguió.Una enfermera quiso ayudarla.SimonlaalejóytomólamanodeEléaenladeél.

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Un primer plano de la mano de Simon sosteniendo la mano de Eléa yconduciéndolahacialaesferacomida-máquina.

UnprimerplanodelacaradeEléa.Desusojos.Lansonnopodíadesprendersedeellos. Siempre una y otra de sus cámaras, obedeciendo a sus impulsossemiconscientes volvían a fijarse sobre la noche insondable de esos ojos deultratiempo.Nolosenviabaalaantena.Losguardabasobreunapantalladecontrolparaél.

LamanodeEléaseposósobrelacimadelaesfera.Simon la guiaba comounpájaro.Ella teníavoluntad, perono fuerza.Él sentía

dondeellaqueríair,loquequeríahacer.Ellaloguiaba,éllallevaba.Eldedomayorseasentósobreelbotónblanco, luego rozó laspinceladasdecolor,ydeaquíydeallá,arriba,abajo,enelmedio…

Hooveranotaba los coloresenun sobrehúmedo sacadode subolsillo.Peronoteníaningúnnombreparadiferenciar los tresmaticesdeamarilloqueella tocóunodespuésdelotro.Renunció.

Ella volvió sobre el botón blanco, se quiso apoyar, no pudo. Simon apoyó. Elbotónsehundióapenas,hubounlevezumbido,elzócaloseabrióyporlaaberturasalió un pequeño plato de oro rectangular. Contenía cinco esférulas de materiatraslúcida,vagamenterosa,yunminúsculotenedordeoro,dedosdientes.

Simon tomóel tenedorypinchóunade laspequeñasesferas.Opusouna ligeraresistencia,luegosedejóatravesarcomounacereza.LallevóaloslabiosdeEléa…

Abriólabocaconesfuerzo.Lediotrabajovolveracerrarlasobreelalimento.Nohizoningúnmovimientodemasticación.Seadivinabaquelaesferasederretíaensuboca.Luegolalaringesubióybajó,visibleenelcuelloadelgazado.

Simonseesponjólacara,yletendiólasegundaesférula…Algunosminutosmás tarde, ella utilizó sin ayuda la comida-máquina, rozó las

distintaspinceladas,obtuvoesferasazules, lasabsorbiórápidamente,descansóunosminutos,luegoaccionónuevamentelamáquina.

Ella recuperaba sus fuerzas a una velocidad increíble. Parecía que pidiese a lamáquina,másque la comida, loque lehacía faltapara sacarla inmediatamentedelestado de agotamiento en el cual se encontraba. Ella rozaba cada vez pinceladasdiferentes, obtenía cada vez un número diferente de esferas de distinto color. Lasabsorbía, tomaba agua, respiraba profundamente, descansaba algunos minutos, yvolvíaacomenzar.

Todoslosqueestabanenelcuarto,ylosqueseguíanlaescenasobrelapantallaen laSaladeConferencias,veían literalmentecómolavidarenacía,veíansubustodesarrollarse, susmejillas rellenarse, sus ojos nuevamente adquirir el color oscuro.Comida-máquina era una máquina de comer. Era quizá también una máquina decurar.

Lossabiosdetodaslascategoríashervíandeimpaciencia.Lasdosmuestrasdelacivilización antigua que habían visto manifestarse: el arma y la comida-máquina

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excitaban locamente su imaginación. Deseaban ardientemente interrogar a Eléa yabrirestamáquina,lacualporlomenos,noerapeligrosa.

En cuanto a los periodistas, después de la muerte de Ionescu, que les habíaprovistosensacionalismoparatodaslasondasytodoslosimpresos,veíanencantados,enlacomida-máquinaysusefectossobreEléa,unanuevafuentedeinformaciónnomenos extraordinaria, pero esta vez más optimista. Siempre lo inesperado, blancodespuésdelnegro;estaexpedicióneradecididamenteunbuennegocioperiodístico.

Eléa, por fin apartó la máquina y miró a todos los que la rodeaban. Hizo unesfuerzoparahablar.Fueapenasaudible.Volvióaempezarycadaunoentendióensulengua:

—¿Ustedesmecomprenden?—Oui,Yes,Da,Sí…Meneabanlacabeza,sí,sí,sí,comprendían…—¿Quiénessonustedes?—Amigos—dijoSimon.Pero Leonova no pudo más. Pensaba en una distribución general de comida-

máquinaalospobres,alosniñoshambrientos.Preguntóenérgicamente:—¿Cómofuncionaeso?¿Quémeteusteddentro?Ellapareciónocomprenderoconsideraresaspreguntascomoelruidohechopor

unniño.Siguiósupropiaidea.Preguntó:—DebíamosserdosenelRefugio.¿Estabasola,yo?—No—dijoSimon—,erandos,ustedyunhombre.—¿Dóndeestá?¿Hamuerto?—No.Todavíanolohemosreanimado.Hemoscomenzadoporusted.Eléa calló un momento. Parecía que la noticia, en vez de alegrarla, hubiera

reavivadoenellaalgunapreocupaciónsombría.Respiróprofundamenteydijo:—ÉlesCoban.Yo,Eléa.Ypreguntódenuevo:—Ustedes…¿Quiénesson?YSimonnoencontróotrarespuesta:—Nosotrossomosamigos…—¿Dedóndevienen?—Delmundoentero…Estopareciósorprenderla.—¿Delmundoentero?Nocomprendo.¿SondeGondawa?—No.—¿DeEnisorai?—No.—¿Dedóndeson?—YodeFrancia,elladeRusia,éldeAmérica,éldeFrancia,éldeHolanda,él…—Nocomprendo…¿EsqueahoraeslaPaz?

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—Hum—dijoHoover.—No—dijoLeonova—,losimperialistas…—Cállese—ordenóSimon.—Nosotrosestamosobligados—dijoHoover—adefendernoscontra…—Salgan—dijoSimon—.Salgan.Déjenossolosacáanosotroslosmédicos…Hooversedisculpó.—Somosestúpidos…Discúlpeme…Peromequedo.SimonsevolvióhaciaEléa.—Lo que han dicho no tiene significado —declaró—. Sí, ahora es la Paz…

EstamosenPaz.UstedestáenPaz.Notienenadaquetemer…Eléaexhalóunsuspiroprofundodealivio.Perofueconunavisibleaprehensión

quehizolapreguntasiguiente:—¿Tienennoticias…noticiasdelosGrandesRefugios?¿Hanresistido?Simoncontestó:—Nosabemos.Notenemosnoticias.Ella lo miro atentamente, para estar segura que él no mentía. Y Simon

comprendióquenopodríadecirlenuncamásotracosaquenofueraverdad.Eléa comenzó una sílaba, luego paró. Tenía una pregunta que hacer que no se

animabaahacer,portemoralarespuesta.Miróatodoelmundo,despuésdenuevoaSimonsolamente.Lepreguntómuysuavemente:

—¿Paikan?Hubo un corto silencio, luego un clic en los oídos, y la voz neutra de la

Traductora —la que no era ni voz de hombre ni de mujer— habló en diecisieteidiomasenlosdiecisietecanales:

—LapalabraPaikannofiguraenelvocabularioquemehasidoinyectado,ynocorrespondeaningunaposibilidadlógicadeneologismo.Mepermitosuponerquesetratadeunnombre.

Eléalooyótambiénensulengua.—Claroqueesunnombre—dijoella—.¿Dóndeestá?¿Tienennoticiasdeél?Simonlamirómuyserio.—Notenemosnoticiasdeél…¿Cuántotiempocreeustedhaberdormido?Ellalomiró,inquieta.—¿Algunosdías?—dijo.—Más…—contestóSimon.Nuevamente lamiradadeEléadio lavueltade ladecoracióndelambienteyde

los personajes que la rodeaban. Volvió a sentir la desorientación de su primerdespertar, todo lo insólito, toda la pesadilla. Pero no podía aceptar la explicacióninverosímil.Debíahaberalgunaotra.Tratódeaferrarsealoimposible.

—Hedormido,¿cuánto?…¿Semanas?…¿Meses?…LavozneutradelaTraductoraintervinootravez:

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—Traduzcoestoaproximativamente.Apartedeldíayelaño,lasmedidasquemehan sido inyectadas son totalmente diferentes de las nuestras. Son igualmentedistintas para los hombres y lasmujeres, diferentes para el cálculo y para la vidacorriente,diferentessegúnlasestaciones,diferentessegúnlavigiliayelsueño.

—Más…—dijoSimon—.Muchomás…Hadormidodurante…—¡Atención,Simon!—gritóLabeau.Simoninterrumpióyreflexionóunossegundos,preocupado,mirandoaEléa.LuegosevolvióaLabeau.—¿Ustedcree?—Tengomiedo…—dijoLabeau.Eléa,ansiosa,repitiósupregunta:—¿Hedormidodurantecuánto tiempo?…¿Comprendenmipregunta?…Deseo

saberdurantecuántotiempohedormido…Deseosaber…—Nosotroslacomprendemos—dijoSimon.Ellacalló.—Hadormido…Labeaulointerrumpiónuevamente:—¡Noestoydeacuerdo!Puso la mano sobre su micrófono para que sus palabras no llegaran a la

Traductora,nilatraducciónalosoídosdeEléa.—Levaadarustedunshockterrible.Esmejordecírselopocoapoco…Simonestabasombrío.Fruncíaelentrecejoconairetestarudo.—Noestoyencontradelosshocks—dijocerrandoéltambiénsumicrófonocon

la mano—. En psicoterapia se prefiere el shock que limpia, a la mentira queenvenena.Ycreoqueahoraestáfuerte…

—Deseosaber—volvióaempezarEléa.Simonsevolvióhaciaella.Ledijobrutalmente:—Ustedhadormido900000años.Ellalomiróconestupefacción.Simonnoledejóeltiempodereaccionar.—Le podrá parecer extraordinario. A nosotros también. Es la verdad, sin

embargo. La enfermera le leerá el informe de nuestra Expedición que la haencontradoaustedenelfondodelcontinentehelado,yeldeloslaboratorios,quehanmedidocondiversosmétodoseltiempoquehapasadoallí…

Hablaba con un tono indiferente, escolar,militar, y la voz de la Traductora secalcabasobrelasuya,calma,indiferente,enelfondodeloídodeEléa.

—Estacantidaddetiemponotienemedidacomúnconladuracióndelavidadeun hombre, y aun de una civilización.No queda nada delmundo en que usted havivido.Niaunsurecuerdo.EscomosihubiesesidotransportadaalotroextremodelUniverso.Debeaceptaresa idea,aceptar loshechos,aceptarelmundodondesehadespertado,ydondenotienesinoamigos…

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Peroellayanooía.Estabaseparada.Separadadelavozensuoído,deeserostroquelehablaba,deesascarasquelamiraban,deesemundoquelaacogía.Todoesosealejaba,seborraba,desaparecía.Nolequedabamásquelaabominablecertidumbre,puesellasabíaquenolehabíanmentido,lacertidumbredelabismoatravésdelcualhabíasidoproyectada,lejosdetodoloqueerasupropiavida.Lejosde…

—¡Paikan!…Aullando su nombre, se irguió sobre la cama, desnuda, salvaje, soberbia y

alargadacomounanimalperseguidoamuerte.LasenfermerasySimontrataronderetenerla.Ellaselesescapó,saltódelacamaaullando:

—¡Paikan!…Corrióhacia lapuertapasandoentre losmédicos.Zabrec,que tratódecercarla,

recibiósucodoenlacaraylasoltóescupiendosangre;Hooverfuelanzadocontraeltabique;Forsterrecibió,sobresubrazotendidohaciaella,unpuñetazotanduroquecreyótenerunhuesoroto.

Ellaabriólapuertaysalió.Los periodistas que seguían la escena, sobre la pantalla de la Sala de

Conferencias, se precipitaron en la Avenida Amundsen. Vieron la puerta de laenfermeríaabrirsebruscamente,yEléacorrercomounaloca,comounantílopequeelleónvaalcanzar,haciaadelante,derechohaciaellos.Ellosleinterceptaronelpasoyllegósinverlos.Gritabaunapalabraquenocomprendían.Losfogonazosdoblesdelos flashes de láser, brotaron de toda la línea de fotógrafos. Ella pasó al través,volteandoatreshombresconsusaparatos.Corríahacialasalida.Llegóaéstaantesdeque lahubieranalcanzado, enelmomentoque lapuerta corrediza se abríaparadejarentrarunaorugadeabastecimientoconducidaporunchoferarropadodesdelospieshastalacoronilla.

Afuerahabíaunatempestadblanca,unaventiscade200kilómetrosporhora.Loca de angustia, ciega, desnuda, ella se hundía en el filo del viento, cortante

comocuchillas.Éstepenetrabaensucarneaullandodealegría,lalevantaba,yselallevabaensusbrazoshacialamuerte.Ellasedebatió,selevantó,golpeóelvientoconsus puños y su cabeza, lo rechazó de su pecho gritando más fuerte que éste. Latormentaleentróporlabocayledevolvióelgritoensugarganta.

Secayó.Larecogieronunsegundodespuésyselallevaron.

—Yo se lo había prevenido —dijo Labeau a Simon, con una severidad queatemperabalasatisfaccióndehabertenidorazón.

Simon,sombrío,mirabaalasenfermerasrestregar,friccionaraEléainconsciente.Murmuró:

—Paikan…—Debeestarenamorada—dijoLeonova.Hooverrióburlonamente.

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—¡Unhombredelcualseseparóhace900000años!—Ellaseseparóayer…—dijoSimon—.Elsueñonotieneduración…ydurante

lacortanoche,laeternidadsehaalzadoentreellos.—Desgraciado…—murmuróLeonova.—Yonopodíasaber—dijoSimonenvozbaja.—Mihijo—expresóLabeau—,enmedicina, loquenosepuedesaber,sedebe

suponer…

Yolosabía.Mirabatuslabios.Loshevistotemblardeamoralpasodesunombre.Entonceshequeridoseparartedeél,enseguida,brutalmente,que túsepasque

estabatodoterminadodesdeelfondodelostiempos,quenoquedabanadadeél,niaunungranode tierra enalgunapartemil vecesarrastradapor lasmareas y losvientos, nadamás de él y nadamás del resto, nada de nada…Que tus recuerdosestabansacadosdelvacío,delanada.Quedetrásdetinohabíamásquetinieblas,yquelaluz,laesperanza,lavidaestabanaquíennuestropresente,connosotros.

Hecortadodetrásdeticonunhacha.Tehehechosufrir.Perofuistetú,laprimera,pronunciandosunombre,quienmehabíastrituradoel

corazón.

Losmédicostemíanporlomenosunaneumoníaycongeladuras.Notuvonada,nitos,nifiebre,nielmenorenrojecimientodelapiel.

Cuandorecobróelconocimiento,sevioquehabíaaguantadoelshockydominadotodassusemociones.Yanohabíasobresurostromásquelaexpresiónpetrificadadeunaindiferenciatotal,parecidaaladelcondenadoaperpetuidad,enelmomentoqueentraasuceldadelacualsabequenosaldrájamás.Ellasabíaquelehabíandicholaverdad.Quisosinembargotenerlaspruebas.Pidióoírel informedelaExpedición.Perocuando laenfermeraempezóa leer,hizoungestocon lamanoparaalejarlaydijo:

—Simon…Simonnoestabaenelcuarto.Despuésdesubrutalintervenciónquehabíaestadoapuntodeterminartanmal,

los reanimadores lo consideraron peligroso, y le prohibieron de ocuparse más deEléa.

—Simon…Simon…—repetíaella.Lobuscabacon lamiradaen lapieza,por todos lados.Desdequehabíaabierto

losojoslohabíavistosiemprecercasuyoyestabahabituadaasucara,asuvoz,alaspreocupacionesdesusgestos.Yeraélquienlehabíadicholaverdad.Enestemundodesconocido,alfinaldeesteviajepavoroso,éleraunelementoyaunpocofamiliar,unapoyoparasumanosobrelaribera.

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—Simon…—Creoqueseríamejorirabuscarlo—dijoMoissov.Vino, y comenzó a leer. Luego descartó el papel y contó. Cuando llegó al

descubrimientodelaparejaenhibernación,ellalevantóunamanoparaquesecallara,ydijo:

—Yo soy Eléa, él es Coban. Es elmás grande sabio de Gondawa. Sabe todo.Gondawaesnuestropaís.

Ellacallóuninstante,despuésagregóenunavozmuybajaquealaTraductoralecostótrabajooír:

—HubiesequeridomorirenGondawa…

DuranteeldesmayodeEléa,Hoover,sinelmenorescrúpulohabíamanipuladolacomida-máquina.Eratambiéndelosquelahabíanvistofuncionarsobrelapantalla,ansiosodesaberapartirdequémateriasprimasfabricabaesasdiferentesclasesdealimentos que, en sólo unos cuartos de hora habían dado aEléa,mediomuerta, lafuerzaparaprecipitarsehacialatormenta.

Sobre la superficie lisa de la esfera y del cilindro, no habíamás que una tomaposible,unsolopuntodemandoydemanipulación,elbotónblancodelacima.

BajolamiradahorrorizadadeLeonova,Hooverlohabíaapretado,dadovueltaala izquierda, a la derecha, tirado para arriba, dado vuelta para la derecha, para laizquierda…Yloqueesperabasehabíaproducido;elcasquetedelamediaesferasehabíalevantadoconelbotón,comounacampanaparaqueso,descubriendoelinteriordelamáquina.

Ésta, colocada sobre una pequeñamesa quirúrgica, entregó susmisterios a losojosdetodos,yconestehechosevolvióaúnmásmisteriosa.Puestodoelinteriordelamediaesferaestabaocupadoporunmecanismoincomprensible,quenoseparecíaa ningún otro montaje mecánico o electrónico, pero más bien hacía pensar en unbocetoenmetaldelsistemanervioso,ynohabíalugarenningunaparteparalamenormateriaprima,yafueseenpedazos,engranos,enpolvooenlíquido.Hooverlevantólamáquina,lasacudió,lamiróbajotodossusángulos,hizopasarlaluzaltravésdelenmarañamiento inmóvildesusfiletesdeoroydeacero,se lapasóaLeonovayaRochefouxquelamiraronasuvezdetodaslasmanerasenqueesposiblemirarunobjetomaterial,abiertocomoundespertadorsinsucaja.Nohabíaenningunaparterastrosdesalesminerales,azúcar,pimienta,carneopescadoynisiquierasitioparaéstos.Visible,lógica,absurdayevidentemente,estamáquinafabricabaloselementospartiendodelanada…ycontinuabafabricándolos…

Hoover,habiendocolocadoensulugarelcasquetehemisférico,hizolosmismosgestosquehabíavistohaceraEléa,yobtuvoelmismoresultado:elpequeñocajónseabrió,yofreciólasesférulascomestibles.Estavezeranverdepálido.Hoovertitubeóuninstante,luegotomóeltenedordeoro,pinchóunaesfera,yselametióenlaboca.Esperaba una sorpresa extraordinaria. Quedó decepcionado. No tenía mayormente

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gusto.Noeraniparticularmenteagradable.Hacíapensarenlechecuajadaenlacualhubiesenmojadolimadurasdehierro.LeofrecióaLeonovaparaprobar,ellarehusó.

—Haríamejor—ledijo—endarlasaanalizar.Eraelbuensentidocientíficoquehablabaporsuboca.Envueltasenunahojade

plástico,lasesférulassalieronparaellaboratoriodeanálisis.Hubo un primer resultado, que no dio más que banalidades. Había proteínas,

cuerpos grasos, glucosas, toda una gama de sales minerales, vitaminas, yoligoelementosenvueltosenmoléculasqueseparecíanalasdelalmidón.

Luegohubounarectificación.Unanálisismásexhaustivopermitióencontrarunasmoléculasenormescasisemejantesacélulas.

Despuésvinounasegundarectificación;¡esasmoléculassereproducían!Entonces,apartirdelanada,lacomida-máquinafabricabanosolamentemateria

nutritiva,sinomateriaanálogaalamateriaviva.Eraincreíble,eradifícildeadmitir.EncuantoEléaaceptódecontestara laspreguntas,ellosseatropellaronunosa

otrosparasaberelporquéyelcómo.—¿Cómofuncionalacomida-máquina?—¿Ustedlohavisto?—¿Peroenelinterior?—Enelinteriorfabricaelalimento.—¿Perolofabricaconqué?—ConelTodo.—ElTodo.¿QuéeselTodo?—Ustedlosabe…Esloquelohafabricadoaustedtambién.—ElTodo…elTodo…¿NohayotronombreparaelTodo?Eléapronunciótrespalabras.Vozimpersonaldelatraductora:—Laspalabrasqueacabandeserpronunciadassobreelcanaloncenofiguranen

el vocabulario que me ha sido inyectado. Sin embargo, por analogía, creo poderproponer la traducción aproximativa siguiente: la energía universal. O quizá: laesenciauniversal.O: lavidauniversal.Peroesasdosproposicionesmeparecenunpoco abstractas. La primera es sin duda la más cerca del sentido original. Seprecisaría,paraserjusto,incluirtambiénlasotrasdos.

¡La energía!… ¡La máquina fabricaba materia a partir de la energía! Esto eraimposible de admitir, ni aun de realizar en el estado actual de los conocimientoscientíficos y de la técnica. ¿Pero era preciso movilizar una cantidad fabulosa deelectricidadparaobtenerqué?Unapartículainvisible,inasequibleyqueseesfumabaenseguidadeaparecer.

Estaespeciedemediomelón,que teníaaspectodeun juguetedeniñounpocoridículo,sacaba,ahorade lanada,con lamásperfectasencillez, laalimentaciónentantacantidadcomoselepedía.

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Labeautuvoquecalmarlaimpacienciadelossabios,cuyaspreguntascabalgabanenelcerebrodelaTraductora.

—¿Conoceelmecanismodesufuncionamiento?—No,Cobansabe.—Porlomenos,¿conoceustedelprincipio?—SufuncionamientoestábasadosobrelaecuaciónuniversaldeZoran…Ellabuscabaconlosojosalgo,paramejorexplicarloquequeríadecir.VioaHooverquetomabanotassobrelasmárgenesdeundiario.Tendiólamano.

Hooverledioeldiarioyelbolígrafo.Leonova,rápidamente,reemplazóeldiarioporunblocdepapelenblanco.

ConlamanoizquierdaEléatratódedibujar,detrazaralgo.Noloconseguía.Seexasperaba.Tiróelbolígrafo,pidióalaenfermera:

—Demesu…su…Imitabaelgestoquelehabíavistovariasveces,depasarseellápizderougesobre

loslabios.Sorprendida,laenfermeraselodio.Entoncesconuntrazograso,consoltura,Eléadibujóobreelpapelunelemento

deespiral,quecortabauna«s»rectayqueconteníadosrasgosbreves.LetendióelpapelaHoover.

—ÉstaeslaecuacióndeZoran.Seleededosmodos.Se lee con las palabras de todo elmundo y se lee en términos dematemáticas

universales.—¿Puedeustedleerla?—preguntóLeonova.—Puedoleerlaenlaspalabrasdetodoelmundo…Seleeasí:«Loquenoexiste,

existe».—¿Ydelaotramanera?—Nolosé.Cobansabe.

Como ellos habían tomado ese compromiso, los sabios de EPI habíancomunicadoa todosaquellosqueen todas lasnacionesdelmundoerancapacesdesaberycomprender,cuantoellossabíanyesperabansaber.Lalenguagondaestabayaenestudioennumerosasuniversidades,ylahumanidadenterasabíaqueestabaenlavísperadeunaconmoción sensacional.Unhombredormido,yque ibaadespertar,explicaríalaecuacióndeZoranquepermitíaextraerdelsenodelaenergíauniversal,lo necesario para vestir a los que estaban desnudos y alimentar a los que teníanhambre. Se acabarían los conflictos atroces por lasmaterias primas, se acabaría laguerra del petróleo, y las batallas por las llanuras fértiles. El Todo iba a dar todo,graciasalaecuacióndeZoran.Unhombrequedormíaibaadespertarseeindicarloquehabíaquehacerparaquelamiseriayelhambreyelsufrimientodeloshombresdesaparecieranparasiempre.

Iba a sucedermañana. La sala de operaciones estaba reconstruida, los últimosaparatosacababandellegarenreemplazodelosquefuerondestruidos.Elequipode

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técnicosseatareabaporponerlosensulugaryconectarlos.Lasegundaoperaciónibaapodercomenzar.

La tormenta se había calmado. El viento soplaba aún, pero a esas latitudes,150kmesunabrisaamistosa.Eraenmediode lanoche,elcielodespejado,estabacolorazulpizarra.Elsolrojoreptabasobreelhorizonte.Enormesestrellas,aguzadasporelviento,tachonabanelcielo.

DoshombresquehabíantrabajadohastatardeenlaEsfera,salierondelascensor.EranBrivauxy suasistente.Estabanextenuados.Teníanprisapara ir aacostarseydormir.Habíansidolosúltimosensubir.Yanoquedabanadieabajo.Brivauxcerrólapuertadelascensorcon llave.Salieronde laconstruccióndeparedesdenievey sehundieronenelviento,vociferandoimprecaciones.

Eneledificiovacíoynegro,unamancharedondadeluzseencendió.Detrásdelapiladecajonesdedondesehabíansacadolosúltimosaparatosllegados,unhombreencuclillasseenderezócastañeteando losdientes.Ensumano la lámparaeléctricatemblaba. Estaba ahí desde hacía más de una hora, acechando la subida de lostécnicos,yapesardesuvestimentapolar,estabatransidodefríohastaloshuesos.

Fuealascensor,sacódeunbolsillounmanojodellavesycomenzóaprobarlasunaporuna.Lacosanomarchaba,temblabademasiado.Sesacólosguantesysoplósobre sus dedos entumecidos, se golpeó el torso con los brazos, dio unos saltos insitu.Lasangrelevolvíaacircular.Empezódenuevosusensayos.Porfindioconlallave.Entróenelascensorytocóelbotóndebajada.

Enlaenfermería,SimonmirabadormiraEléa.Noladejabamás.Encuantosealejaba,ellaloreclamaba.

Ala indiferenciaglacialenlacualsehabíaencerrado,sesumaba,cuandoélnoestabaallí,unaansiedadfísicadelacualexigíaserinmediatamenteliberada.

Élestabaallí,ellapodíadormir.Laenfermeradeguardiadormíabien,sobreunadelascamasplegadizas.Desdeunalámparaazul,encimadelapuertabajabaunaluzmuy suave.Enesta casi nocheapenas luminosa,Simonmirabadormir aEléa.Susbrazosdescansaban,distendidos,sobrelacobija.Habíaconcluidoporaceptarponerseunpijamadefranela,muyfeoperoconfortable.Surespiracióneracalmaylenta,surostrograve.Simonseinclinó,acercósuslabiosalaafinadamanodededoslargos,casihastatocarla,peronofuemáslejosyseenderezó.

Luegosedirigióalacamadesocupada,seacostó,setapóconunacobija,suspiródefelicidad,ysedurmió.

Elhombrehabíaentradoenlasaladereanimación.Fuederechohaciaunpequeñoplacard metálico y lo abrió. Sobre un estante se encontraban legajos. Los hojeóapartando al pasar algunas páginas que fotografió con un aparato que llevaba alhombro, y puso todo en su sitio. Luego se dirigió hacia el receptor de la TV devigilancia. Su pantallamostraba permanentemente el interior delHuevo. La nueva

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cámara,sensiblealosinfrarrojos,eliminabalabruma.Vioclaramentealhombreensubloquedeheliocasiintacto,yelzócaloquehabíasostenidoaEléa.Elcostadodelzócaloestabasiempreabierto,ysobrelosestantesreposabantodavíaalgunosobjetosqueEléanohabíareclamado.

El hombre accionó los botones de telemando de la cámara. Obtuvo el zócaloabiertoenprimerplano,accionólapalancadeascenso,yreconocióporfin,enprimerplano,loquebuscaba:elarma.

Sonriódesatisfacción,ysedispusoabajardentrodelHuevo.Sabíaquereinabaallí un frío peligroso. No había podido procurarse una escafandra de astronauta;tendría que procedermuy rápidamente. Salió de la sala de operaciones.Alrededorsuyo,elinteriordelaEsfera,débilmenteiluminadoporalgunaslamparitaseléctricas,separecíaalesqueletodeunpájarogigantesurrealista,mediosumergidoenlanochedel inconsciente. Para ahuyentar el maleficio del silencio total, el hombre,voluntariamente, tosió. El ruido de su tos llenó la Esfera como un fogonazo, sedesgarró en los festones de las vigas y de los arbotantes, dio contra el cascarón yvolvióhaciaélenmillaresdetrozosderuidosquebrados,agudos,agresivos.

Hundió bruscamente el gorro sobre sus orejas, se envolvió el cuello en unabufandagruesa,sepusolosguantesforradosmientrasbajabaporlaescaleradeoro.

UndispositivoeléctricopermitíasoliviarlapuertadelHuevo.Apretóelbotón.Lapuertaselevantócomouncaparazón.Élsedeslizóalinterior.Lapuertayasecerrabadetrássuyo.

Fue sorprendido por la bruma que la cámara infrarroja no le había mostrado.Estabacoloreadadeunazulirreal,porlaluzquesubíadelmotormóvil,atravésdelsuelotrasparenteylacapadenievepulverizadayazul.Linternaenmano,precedidoporuncírculodeluzblancaopaca,bajóconprecauciónlaescalera.Sintió,amedidaque bajaba, un frío atroz congelarle los tobillos, las pantorrillas, las rodillas, losmuslos,elvientre,elpecho,lagarganta,elcráneo…

Habíaqueprocederrápido,rápido.Supiederechoalcanzóelsuelobajolanieve.Después el otro. Dio un paso hacia la izquierda e inspiró por la primera vez. Suspulmonessecongelaronenunbloque, trasformadoenpiedra.Quisogritar,abrió laboca.Sulenguaseheló,susdientesestallaron.Elinteriordesusojossedilatóysevolviósólido,empujandolosirishaciaafueracomohongos.Aúntuvotiempo,antesdemorir,desentirlagarradelfríotriturarlelostestículosycongelarleelcerebro.Sulinternaseapagó.Todosevolviósilencio.Élcayóhaciaadelante,en lanieveazul.Tocandoelsuelo,sunarizsequebró.Elpolvodenieve,uninstantelevantadoenunaligeranubeluminosa,volvióacaer,ylocubrió.

Porlamañana,elcameramanquesemarchababostezandoalreceptordelaSaladeOperaciones,seasombródeencontrarsobrelapantalla,envezdelplanogeneraldelHuevo,unprimerplanodelarma.

—¡Hayunhijodeputaquedescompusomiaparato!—dijo—.¡Sonotravezesoselectricistas!¡Lesvoyaplantarunasfrescascuandobajen,loscabrones!

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Mientras protestaba manipulaba los comandos para volver la imagen al planogeneral. Es así como vio entrar por la parte inferior de la pantalla, una manoenguantadaquesalíadelanieveconlosdedosseparados.

Cuandoloshombresconcascos,revestidosdelaescafandraespacial,sacaronelcadáver fuera de sumortaja blanca de nieve fina, a pesar de sus precauciones, subrazo derecho levantado con la mano abierta como una señal se rompió. Con lavestimenta que lo envolvía, cayó como una rama seca, y aún se rompió en cuatropedazos.

—Lamentomucho—dijoRochefouxalosperiodistasyfotógrafosreunidosenlaSaladeConferencias—tenerqueparticiparleslamuertetrágicadevuestrocamaradaJuanFernández,fotógrafodeLaNación,deBuenosAires.

—Se ha introducido clandestinamente dentro del Huevo, sin duda para tomarfotografíasdeCoban,yelfríolohamatadoantesdequehayatenidotiempodedartrespasos.Esunamuerteatroz.Nomecansaréderecomendarlesqueseanprudentes.Noleocultamosnada.Nuestromayordeseoes,alcontrario,quesepantodoyquelodifundan por todos lados. Les ruego no tomenmás semejantes iniciativas, que nosolamente sonmuy peligrosas para ustedes, sino que comprometen gravemente eléxito de las operaciones delicadas cuyo resultado puede trasformar enteramente lasuertedelahumanidad.

Pero un telegrama de LaNación trasmitido por Trio hizo saber que ese diarioignorabatododeJuanFernández,yquenuncahabíaintegradosupersonal.

Entonces recordaron el testimonio del cameraman, que había visto en primerplano el arma. Se registró el cuarto de Fernández. Encontraron tres aparatos defotografía,unoamericano,unochecoyotrojaponés;unaemisoraderadioalemana,unrevólveritaliano.

LosresponsablesdeEPIylosreanimadoressereunieronlejosdelacuriosidaddelosperiodistas.Estabanconsternados.

—Esunodeesoscretinosde los servicios secretos—dijoMoissov—.¿Dequéserviciosecreto?Nolosé,ustedestampoco.Sindudanuncalosabremos.Tienenencomún la estupidez y la ineficacia. Gastan una ingeniosidad prodigiosa pararesultadosqueno superanelvolumende la cacadeunamosca.Laúnicacosaquelograneslacatástrofe.Tenemosqueprotegemosdeesosroñosos.

—Sonmierda—dijoHooverenfrancés.—Noeslamismapalabraenruso—dijoMoissov—,peroeslamismamateria.

Desgraciadamente, voy a vermeobligado a usar palabrasmenos expresivas, ymásvagas,yquenomegustanmuchoporquesonmuypretenciosas.Perohayquehablarconlaspalabrasquesetienen…

—Vaya, vaya no más —dijo Hoover—, no tantas historias. Este pequeñomacabeonosenmierdaatodosdelamismamanera…

—Soymédico—continuóMoissov—.Ustedes,ustedesson…ustedessonqué…—Laquímicaylaelectrónica…¿cómopuedeestojodernos?Haydetodoacá.

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—Sí—contestóMoissov—.Sin embargo, somos todos iguales…Tenemosunacosaencomúnqueesmásfuertequenuestrasdiferencias:eslanecesidaddeconocer.Los literatos llaman eso el amor a la ciencia.Yo lo llamo curiosidad.Cuando estáacompañadaporlainteligencia,eslamayorvirtuddelhombre.Pertenecemosatodaslasdisciplinascientíficas,atodaslasnaciones,atodaslasideologías.Austedesnolesgustaqueyo seaun rusocomunista.Amínomegustaqueustedes seanpequeñoscapitalistas,imperialistaslamentablesyestúpidos,adheridosalagomadeunpasadosocialenvíasdepudrirse.Peroyosé,yustedessabenquetodoesoestásuperadoporlacuriosidad.Ustedesyyoqueremossaber.QueremosconocerelUniversocontodossussecretos, losmásgrandesy losmáspequeños.Yyasabemospor lomenosunacosa,esqueelhombreesmaravilloso,queloshombressondignosdelástimayquecadaunopornuestrolado,ennuestrotrozodeconocimientosynuestronacionalismomiserable,sóloesparalahumanidadparaquientrabajamos.Loquehayporconoceraquí es fantástico. Y lo que podemos sacar para el bien de la humanidad esinimaginable.Perosidejamosintervenirnuestrasnaciones,consuidiotezsecular,susgenerales,susministrosysusespías,¡todoestarájodido!

—Se ve bien —dijo Hoover— que sigue los cursos marxistas de la tarde…Siempre tienen un discurso a mano. Pero, por cierto, usted tiene razón. Es mihermano. Tú eres mi hermanita—dijo pegándole una palmada sobre las nalgas aLeonova.

—Ustedesunchanchogordo,innoble—contestóella.—PermitanaEuropa—dijoRochefouxsonriendo—,haceroírsuvoz.Tenemos

oro. El que hemos recortado perforando el cascarón de la Esfera. Cerca de 20toneladas.Conesopodemoscomprararmasymercenarios.

Shanga,elafricano,selevantóenérgicamente.—¡Estoyencontradelosmercenarios!—dijo.—Yotambién—agregóelalemánHenckel—.Noporlasmismasrazones.Pienso

solamente que están minados por cochinos espías. Nosotros debemos organizarnuestrapolicíaynuestradefensa.QuierodecirladefensadeloqueseencuentraenlaEsfera.Elarmay,sobre todo,Coban.Mientrasestéenestadodecongelamientonocorre peligro alguno. Pero las operaciones de reanimación van a comenzar. Latentación será grande de secuestrarlo antes de que hayamos podido comunicar susconocimientosatodos.Nohayunanaciónquenohagaloimposibleporasegurarselaexclusividaddeloquecontengaesacabeza.LosEstadosUnidos,porejemplo…

—Porcierto,porcierto—dijoHoover—laU.R.S.S.…Leonovasaltó:—¡La U. R. S. S.! ¡Siempre la U.R.S.S.! ¡China también! ¡Alemania!

¡Inglaterra!¡Francia!…—¡Ah,eso!—dijoRochefoux,sonriendo—.HastaSuiza.—Metralletas,revólveres,minas—expresóLukos—,yopuedoencontrar.—Yotambién—asintióHenckel.

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SalieronesemismodíaparaEuropa.LesacoplaronaShangayGarret,elasistentedeHoover.Seconvinoquenosesepararíanjamás.Asílalealtaddecadaunodeellos—delaquenadiedudaba—estaríagarantizadaporlapresenciadelosotros.

Con algunos revólveres y fusiles de caza que se encontraban ya en la base, seorganizóunturnodeguardiadedíaydenochecercadelascensoryelcuartodeEléa.Dos hombres, técnicos o sabios,montaban guardia a la vez.Un «occidental» y un«oriental». Estasmedidas fueron decididas por unanimidad, sin discusión.Dada laenormidad de lo que estaba en juego, nadie, a pesar de no dudar del otro, osabatenerleconfianzaanadie,niaunasímismo.

Elhuevo.Dosreflectoresiluminanlabruma.LamangadeaireestádirigidaalbloquedeCoban.Aquélseahueca,sedeforma,

seabsorbe,desaparececomounhaloqueseborra.En la sala de trabajo, los reanimadores atraviesan uno por uno la cámara de

esterilización,seponensuguardapolvoyguantesasépticos,atansusbotasdegénerodealgodón.

Simonnoestáconellos.Está juntoaEléa,enlaSaladeConferencias.Sentadosolo con ella sobre el podio. Delante suyo, sobre la mesa, el revólver que le hanconfiado.Sumiradavigila sincesar a losasistentes.EstáprontoadefenderaEléacontracualquiera.

Delantedeellaestánexpuestosdiversosobjetosdelzócalo,queellahapedido.Está calma, inmóvil. Los bucles de sus cabellos castaños con reflejos de oro soncomounmarapacible.Sehapuestola«ropa»encontradaenelzócalo.Hacolocadosobresuscaderascuatrorectángulosdoradillosdeestematerialsedosoquesepareceaungénerofino,fluido,peroquetienecaída.Lelleganhasta lasrodillasycuandocamina,descubrenlapiely larecubren,comoalas,comoelaguamovedizabajoelsol.Haenrolladoalrededordesubustounabandalargadelmismocolor,quemoldeasutalleysushombrosydejaadivinarbajoelgénerolossenoslibrescomopájaros.

Todoestosesujetaporunnudo,unahebilla,unapasadaporarribaypordebajo,porunmilagro.Es a la vezmuycomplicadoy simple, y tannatural que sepodríapensarqueEléahubonacidoconella,yquetodosytodaslosquelahanvistoentrarysentarse,tienenlahorribleimpresióndeestarvestidosconbolsasdeharina.

Ellahaaccedidoacontestaratodaslaspreguntas.Eslaprimeradelassesionesdetrabajodestinadasainformaraloshombresdehoysobreloshombresdeanteayer.

El rostro de Eléa es helado, sus ojos parecen puertas abiertas sobre la noche.Calla.Susilenciosehaextendidoatodalaconcurrenciayseprolonga.

Hoovercarraspeoruidosamente…—Brrreuff—dice—.Ybueno,¿sicomenzáramos?…Lomejorseríaempezarpor

elcomienzo…Siustednosdijeraprimeroquiénes,suedad,suoficio,susituacióndefamilia,etc…Enpocaspalabras…

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Milmetrosmásabajo,elhombredesnudohaperdidosucaparazóntrasparenteyalcanzadouna temperaturaquepermiteque se le transporte.En labrumabrillante,cuatrohombresembutidosenrojo,botas,cascosesféricosenplástico,lentamenteseacercanaélysecolocandeambosladosdelzócalo.

En la puerta del Huevo, dos hombres vigilan metralleta en mano. Los cuatrohombres en la bruma se agachan, deslizan bajo el hombre desnudo sus manosenguantadasdepiel,decueroydeamianto,yesperan.

Delante de la pantalla del puesto en la sala de trabajo, Forster, atento,mira laimagendeellos.Estánlistos.Élmanda.

—Becareful.Softly…One,two,three…Up.Encuatroidiomasdiferentes,laordenllegaalmismotiempoaloshombres,que

seenderezanlentamente.Un resplandor azul, fulgurante, mil veces más potente que la luz de los

reflectores, estalla bajo sus pies, les quema los ojos, llena el Huevo como unaexplosión, se escapa por la puerta abierta, invade la Esfera, sube dentro del Pozocomosifueraungéiser…Luegoseapaga.

No había ningún ruido.No eramás que una luz. Sobre el suelo delHuevo, lanieveyanoeraazul.Elmotorquedesdelaeternidadfabricabaelfríoparamantenerintactoslosdosseresvivosquelehabíansidoconfiados,enelmismosegundoquelehanquitadosurazóndeser,sehadetenido,sehadesintegrado.

—YosoyEléa—dijoEléa—.Minúmeroes3-19-07-91.Yheaquímillave…Muestra sumano derecha, los dedos replegados, elmayor separado y curvado,

para hacer resaltar el chatón de su anillo, en forma de pirámide truncada. Parecetitubear,luegopregunta:

—¿Ustednotienellave?—¡Claro que sí!…—contesta Simon—. Pero me temo que no sea la misma

cosa…Sacadesubolsillounmanojo,losacudeylocolocafrenteaEléa.Ellalomirasin

tocarlo, con una especie de inquietud mezclada de incomprensión, luego hace ungestoque,alosojosdetodossignifica«alfinyalcaboquémeimporta»yprosigue:

—Nací en el refugio de laQuinta Profundidad, dos años después de la terceraguerra.

—¿Qué?—dijoLeonova.—¿Quéguerra?—¿Entrequiényquién?—¿Dóndeestabasupaís?—¿Quiéneraelenemigo?Laspreguntasestallandetodoslospuntosdelasala.

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Simon se yergue, furioso. Eléa se pone las manos sobre las orejas, hace unamuecadedolor,ysearrancaelaudífono.

—¡Perfecto!¡Estámuybien!¡Lohabéislogrado!—diceSimon.LetiendelamanoabiertaaEléa,quienposaenellaelaudífono.Lehaceseñasa

Leonova:—Venga—ledice.Leonovasubesobreelpodio.Tomaungrangloboterrestreposadosobreelpisoy

locolocasobrelamesa.—Saben bien que Eléa no sabe manipular el aislador—les dice Simon a los

sabios.—¡Ella recibe todas sus preguntas a la vez! ¡Ustedes lo saben! ¡Lo habíamos

previsto!¡Sinopuedenrespetarunpocoladisciplina,estaréobligado,comomédicoresponsable, de prohibir estas sesiones!…Les pido que dejen a la señoraLeonovahablarportodosustedes,yhacerlasprimeraspreguntas.Luegootrotomarásulugar,yasísucesivamente.¿Deacuerdo?

—Tienesrazón,muchacho—dijoHoover—.Anda,anda,quehablepornosotroslaqueridapaloma…

Simon se volvió haciaEléa, en sumano abierta, le tiende el audífono. Eléa sequedauninstanteinmóvil,luegotomaelaudífonoylodeslizadentrodelaoreja.

Elhombreestátendidosobrelamesadeoperaciones,sehallaaúndesnudo.Losmédicos, los técnicos con máscaras se afanan en torno suyo y, fijan sobre élelectrodos, brazaletes, brazales, canilleras, todos los contactos que lo conectan conlos aparatos. Almohadones son colocados bajo el brazo derecho amedio levantar,todavíarígidocomohierro,yencuyamanoeldedomayorllevaelmismoanilloqueEléa.VanHoucke,conprecaucionesdeniñera,envuelveenpaquetesdealgodónelpreciososexoerguidooblicuamente.Apesardesusprecauciones,harotounamechadepelocrespo.Diceimprecacionesenholandés.LaTraductorachilla.

—No importa—expresa Zabrec—, eso, eso volverá a crecer. Mientras que elresto…

—¡Miren!—hace notar de repenteMoissov.Muestra un punto sobre la paredabdominal.

—¡Yahí!…Elpecho…—¡Yahí!Elbícepsizquierdo…—¡Mierda!—diceLabeau.

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Eléa mira el globo terráqueo, y lo hace girar, perpleja. Se diría que no loreconoce. Sin duda las convenciones geográficas de su tiempo no eran lasmismasquelasnuestras.Quizánocomprendaloquerepresentanlosocéanosazules,enlosmapasdesuépoca,figurabanporejemploenrojooblanco…¿Puedeserqueelnorteestuvieraabajoenvezdearriba,oalaizquierdao,aladerecha?

Eléa vacila, reflexiona, tiende el brazo, hace girar el globo, y sobre su cara seadivinaqueporfinloreconoce,yqueellatambiénveladiferencia…

Tomaelgloboporelpieylohaceoscilar.—Así—dice—.Eraasí…Apesardesuspromesas,lossabiosnopuedenretenerexclamacionesahogadas.

Lansonhadirigidoelenfoquedeunacámarahaciaelglobo,ysuimagenseinscribeahora sobre la pantalla grande. El globo desequilibrado por Eléa tiene siempre sunortearribaysusurabajo,peroestándesplazadosenaproximadamente40grados.

Olofsen, el geógrafo danés, impreca. Siempre había sostenido la teoría tancontrovertidadeunbasculamientodelgloboterrestre.Habíatraídopruebasmúltiplesque le habían sido refutadas una por una. Él lo ubicaba en épocas remotas en lahistoriadelaTierra,ylosuponíamenosimportante.Peroestosnosonsinodetalles.

—¡Tienerazón!Nohacenfaltamáspruebasdiscutibles:¡Heaquíuntestigo!EldedodeEléaseposósobreelContinenteAntárticoysuvozdijo:—Gondawa…Sobre el globo que Leonova sostiene en la posición que Eléa le ha dado,

GondawaocupaunlugaramediocaminoentreelPoloyelEcuador,enplenazonatemplada caliente, casi tropical. Eso es lo que explica esa flora exuberante, esospájarosdefuegoencontradosenelhielo.Uncataclismobrutalhahechogirarlatierrasobre un eje ecuatorial, trastornando los climas en pocas horas, quizá en pocosminutos, quemando loque era frío, helando loque era caliente, y sumergiendo loscontinentesbajolasaguasdeenormesocéanosarrancadosasuinercia.

—Enisorai…Enisorai…—dijoEléa.Buscaenelgloboalgoquenoencuentra…—Enisorai…Enisorai…HacegirarelgloboentrelasmanosdeLeonova.Laimagengrandedelglobogira,

proyectadasobrelapantalla.—Enisorai,eselEnemigo,…Toda la sala mira la pantalla grande girar la imagen donde Eléa busca y no

encuentra.—Enisorai…Enisorai…¡Ah!La imagen sedetiene.LasdosAméricasocupan lapantalla.Pero el vuelcodel

globo terráqueo las ha colocado en una extraña posición. Se han inclinado, la delnortehaciaabajo,ladelsurhaciaarriba.

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—¡Ahí!—diceEléa…—Ahífalta…SumanoapareceenlaimagensosteniendountrazadorqueSimonlehadado.El

fieltro del trazador se posa en la extremidad del Canadá, pasa por Terra-Nova,dejandotrassuyounlargotrazorojoqueavanzahastaelmediodelAtlánticoyvaaunirse,medianteunalíneaquebrada,alaAméricadelSurenlapuntamásavanzadadelBrasil.LuegoEléacubredeplumeadorojotodoelespaciocomprendidoentresutrazoylascostas.Llenandoel inmensogolfoqueseparalasdosAméricas,hacedeéstas últimas un solo continente macizo cuyo vientre llena la mitad del AtlánticoNorte.Dejacaereltrazador,posalamanosobrelagranAméricaqueacabadecrear,ydice:

—Enisorai…Leonovahaposadoelglobosobrelamesa.Unmurmullodeexcitaciónremueve

nuevamentelasala.¿Cómoesposiblequeunabrechasemejantehayapodidoabrirseen ese continente? ¿Es el mismo cataclismo que ha provocado el hundimiento deEnisoraicentralyelvuelcodelaTierra?

Atodasesaspreguntas,Eléacontesta:—Nolosé,Cobansabe…Coban temía…EsporquéhizoconstruirelRefugio

dondeustedesnosencontrado…—Cobantemía¿qué?—Nosé…Cobansabe…Peroyopuedomostrarles…extiendelamanohacialos

objetoscolocadosdelantesuyo.Eligeuncírculodeoro,lotomaconlasdosmanos,lolevantaporencimadelacabezayselocalza.Aplicadospequeñasplaquetasasussienes.Otrarecubresufrentesobrelosojos.Tomaunsegundocírculo.

—Simon…—dice.Élsevuelvehaciaella.Eléalecolocasobrelacabezaelsegundocírculo,ycon

unmovimiento del pulgar, baja la plaqueta frontal, que viene a cubrir los ojos deljovenmédico.

—Calma…—diceella.Apoyasuscodossobrelamesa,ycolocasucabezaentrelasmanos.Laplaqueta

frontal suya ha quedado levantada. Baja lentamente los párpados sobre sus ojosazulnoche.

Todas lasmiradas, todas las cámaras están enfocando aEléaySimon sentadosuno junto al otro, ella acodada sobre su mesa, él erguido en su silla la espaldaapoyadaenelrespaldo,losojostapadosconlaplaquetadeoro.

Elsilencioestalqueseoiríacaeruncopodenieve.YderepenteSimontieneunsobresalto.Selevellevarlasmanosabiertasdelante

suyo,comoparaasegurarsede la realidaddealgunacosa.Seendereza lentamente,cuchicheaalgunaspalabrasquelaTraductorarepitetambiéncuchicheando:

—¡Yoveo!…¡Yoentiendo!…Grita:

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—¡Veo! ¡Es elApocalipsis!Una llanura inmensaquemadaviva…vitrificada…¡Ejércitoscaendelcielo!Armasquevomitanmuertedestruyenaéstos…¡Caenmástodavía!… ¡Como nubes de langostas! ¡Escarban la tierra! ¡Se hunden!… ¡Laplanicieseagrieta.Separteendos…deunapuntaaotradelhorizonte!

¡El suelo se levanta y vuelve a caer!… ¡Los ejércitos están destrozados! ¡Algosaledelatierra…al…al…algoinmenso!¡Unamáquina…unamáquinamonstruosa,unaplaniciedevidrioyaceroseseparadelatierra,selevanta,vuela,sedesarrollasedilatallenaelcielo!…¡Ah!…¡Unrostro,unrostrometapaelcielo!…

—¡Estámuycercademí!¡Seinclinasobremí,memira!Esunacaradehombre.Susojosestánllenosdedesesperación…

—¡Paikan!—gimeEléa.Sucabezasedeslizaentresusmanos,sutorsosetumbasobrelamesa.Lavisión

desapareceenelcerebrodeSimon.

Cobansabe.Sabelomejorylopeor.Sabequéesestamonstruosamáquinadeguerraquellenabaelcielo.Sabecómosacardelanadatodoloquelesfaltaaloshombres.Cobansabe.¿Peropodrádecirloquesabe?Losmédicoshanencontradolesionessobrecasitodalasuperficiedesutorsoyde

sus brazos, muchos menos en la parte inferior del cuerpo. Han creído estar enpresenciadecongelamiento,elhombrehabiendosoportadomenosbienquelamujerelenfriamiento.Perocuando lehansacado lamáscara,handescubiertounacabezatrágicadelacualelcabello,laspestañasylascejashabíansidoquemadosarasdelapiel.Porconsiguiente,noeranrastrosdecongelamientolosquecubríansuepidermisysucara,sinoquemaduras.Oquizáslasdoscosas.

Lehanpreguntado aEléa si ella sabía cómohabía sidoquemado.No lo sabía.Cuandosedurmió,Cobanestabacercadeella,enbuenasaludeintacto…

Losmédicoslohanenvueltodepiesacabezaconapósitosantinecrosantes,quedebenimpediralapieldestruirsecuandorecuperesutemperaturanormal,yayudarlaareconstruirse.

Cobansabe.Aúnnoessinounamomiafríaenvueltaenbandeletasamarillas.Dostubosflexibles,trasparentes,deslizadosdentrodelasaletasdelanariz,salendelosapósitos. Hilos de todos los colores surgen de espiras amarillas a lo largo de sucuerpo y lo conectan con los instrumentos. Lentamente, lentamente, los médicoscontinúancalentándolo.

La guarda del ascensor ha sido revestida con un dispositivo de trampa, en laescotilladeentradadelaEsfera.Lukoshadispuestoallídosminaselectrónicasquehatraídodesumisiónyquehaperfeccionado.Nadiesepuedeacercarsinhacerlasestallar. Para entrar en la Esfera, hay que llegar a la parte inferior del Pozo, ypresentarse a los hombres que están de guardia a la salida del ascensor. Ellos

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telefonean al interior, donde tres médicos y varios enfermeros y técnicos velanpermanentemente sobre Coban. Uno de ellos baja un interruptor. La luz roja queguiñaparaseñalarlatrampaseapaga,lasminassevuelveninertescomoplomo.YasepuedebajardentrodelaEsfera.

—Coban sabe… ¿Piensa usted que este hombre representa un peligro para lahumanidad,opiensaalcontrarioquelevaadarlaposibilidaddehacerdelaTierraunnuevoEdén?

—Yo,elEdén,bueno…¡unonohaestadoallí!¡Nosesabesieratanformidable!…

—¿Yusted,señor?—Yo,esetipo,ustedsabe,esdifícildeprever…—¿Yustedseñora?—¡Yoloencuentroapasionante!Estehombreyestamujerquevienendetanlejos

yqueseaman.—¿Ustedcreequeseaman?—¡Porsupuesto!…¡Ellarepitetodoeltiemposunombre!…¡Paikan!¡Paikan!…—Creoquehacealgunaspequeñasconfusiones,peroen todocaso, tiene razón,

¡esmuyapasionantetodoeso!…—Yustedseñor,¿encuentratambiénqueestoesapasionante?—Yonopuedodecirnada,señor,soyextranjero…ElseñorylaseñoraVignont,suhijoysuhijacomenpapasfritascondulceenla

mesa en forma de media luna delante de la pantalla. Es una receta de la cocinanutritiva.

—Esestúpido,hacerpreguntassemejantes—dicelamadre—.Apesardequesisepiensa…

—Ese tipo —dice la hija—, yo lo mandaba de vuelta al frigorífico. Nos lasarreglamosbiensinél…

—¡Ysinembargo!…—contestalamadre—.Nosepuedehacereso.Suvoz es unpoco ronca.Piensa en cierto detalle.Y sumaridoyano es tan…

Recuerdosleconmuevenlasentrañas.Unagranangustialetraelágrimasalosojos.Sesuenalanariz.

—Meparecequemehevueltoaagarrarlagripe,creo…La hija está en paz por ese lado. Tiene los amigotes de laAcademia deArtes

Decorativosqueestánquizámenosprovistosqueesetipo,peroenciertodetallecasivalentantocomoél.Enfin,nocompletamente…Peroellosnoestáncongelados…

—No se le puede volver ameter en la heladera—dice el padre—, después detantodinerocomosehagastado.Esorepresentaunainversión.

—Pormí,puedereventar—gruñeelhijo.NodicelomismocuandopiensaenEléadesnudasoñandodenoche,ycuandono

duerme,espeor.

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Eléaaceptóconindiferencia,quelossabiosexaminaranlosdoscírculosdeoro.Brivauxhabíatratadodeencontrarlesuncircuito,conexionesoalgunacosa.Nada.

Los dos círculos con sus plaquetas temporales fijas y la sin frontal movibleestabanhechasdeunmetalmacizo,ningunaespeciedeaparejointerioroexterior.

—No hay que engañarse —dijo Brivaux—, es electrónica molecular. ¡EstechirimboloestancomplicadocomounaemisorayunreceptordeTVreunidos,ytansimplecomounaagujadetejer!Todoestáenlasmoléculas¡Esformidable!¿Cómocreo yo que funciona?Así: cuando te pones el círculo alrededor de la cabeza ésterecibelasondascerebralesdetuencéfalo.Lastrasformaenondaselectromagnéticas,que emite, yo me pongo el otro chisme. La plaqueta bajada, funciona en sentidoinverso.Recibelasondaselectromagnéticasquetúmehasenviado,lastrasformaenondascerebrales,ymelasinyectaenelcerebro…

—¿Meentiendes?Amiparecer,deberíaserposibleconectarestosobrelaTV…—¿Qué?—No soy brujo…Pescar las ondas en elmomento que son electromagnéticas,

ampliarlas, inyectarlas en un receptor de TV. Eso daría seguramente algo. ¿Qué?Puedeserqueunapapilla…Puedeserqueunasorpresa…Vamosaprobar.Esposibleonoloes.Detodasmaneras,noesdifícil.

Brivaux y su equipo trabajaron apenas un medio día. Luego su asistente, secolocó el casco emisor. Resultó a medio camino entre la sorpresa y la papilla.Imágenes,sincontinuaciónnicohesión,avecessinformasprecisas,unaconstrucciónmentaltaninestablecomolaarenasecaenlasmanosdeunniño.

—No hay que tratar de «pensar» —dijo Eléa—. Pensar es muy difícil. Lospensamientossehacenysedeshacen.¿Quiénloshace,quiénlosdeshace?Noelquepiensa. Hay que acordarse. Memoria. La memoria solamente. El cerebro registratodo,aunsilossentidosnoprestanatención.Hayqueacordarse.Evocarunaimagenprecisaenuninstantepreciso.Ydespuésdejarhacer,elrestosigue…

—¡Vamos a comprobarlo!—dijo Brivaux—. ¡Pon eso sobre tu cabecita!—leexplicóaOidle,lasecretariadelaoficinatécnicaqueestenografiabalasperipeciasdelosensayos—.Cierralosojosyacuérdatedetuprimerbeso.

—¡Oh,señorBrivaux!—¿Yqué?¡Notehagaslabeba!Ellateníacuarentaycincoañosyseparecíaaunguardiainmóvilenvísperasde

su jubilación. La habían elegido entre otras porque había hecho viajes a pie y eratodavíajefadeexploradores.Noleteníamiedoalmaltiempo.

—¿Ahora,yaestá?—Sí,señorBrivaux.—¡Vamos!¡Cierralosojos!¡Acuérdate!Hubosobrelapantallamóvilunaexplosiónroja.Luegonada.—¡Cortocircuito!—dijoGoncelin.

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—Demasiada emoción —opinó Eléa—. Hay que traer la imagen, peroolvidarse…Pruebendenuevo.

Probaron.Ytuvieronéxito.

Para la segunda sesiónde trabajo, ademásdeLeonovayHoover,Brivauxy suasistentesehabíainstaladoalladodeEléaySimon.

BrivauxestabasentadojuntoaEléa.Manipulabaunmontajecomplicado,nomásgrandequeuncubodemargarinayquecoronabaunramilletedeantenasmásaltasqueundedomeñique,ytancomplejascomolasantenasdelosinsectos.Elmontajeestaba conectado a un pupitre de control delante de Goncelin. Un cable salía delpupitrehacialacabinadeLanson.

—La tercera guerra ha durado una hora—dijo Eléa—. Después Enisorai tuvomiedo.Nosotrostambiénsinduda.

—Paramos.Hubo800millonesdemuertos,lapoblacióneramenosnumerosaenEnisorai.LapoblacióndeGondawaestababienprotegidaenlosrefugios.Peroenlasuperficie de nuestro continente no quedaba nada, y los sobrevivientes no podíanvolverasubiracausadelasradiacionesmortales.

—¿Radiaciones?¿Quéarmashabíanutilizado?—Bombasterrestres.—¿Conoceustedsufuncionamiento?—No,Cobansabe.—¿Conocesuprincipio?—Se fabricaban con unmetal sacado de la tierra y que quemaba, destrozaba y

envenenabaaunpormuchotiempodespuésdelaexplosión.Vozimpersonaldelatraductora:—He traducido exactamente las palabras gonda, y ello da bien las palabras

«bomba terrestre». Sin embargo, en adelante, reemplazaré este término por suequivalente«bombaatómica».

—Nací —dijo Eléa—, en la Quinta Profundidad. Subí a la superficie por laprimeravezcuandotenía7años,aldíasiguientedemiDesignación.Nopodíasubirhastatantonotuvieramillave.

Hoover:—¿Peroenfin,quéesestabenditallave?¿Paraquélesirve?Vozimpersonaldelatraductora:—No puedo traducir «bendita llave». La palabra «Bendita» tomada en este

sentidoespecialnotieneequivalenteenelvocabularioquemehasidoinyectado.—Estamáquinaesunverdaderovigilante—dijoHoover.LamanoderechadeEléadescansabasobrelamesa,losdedosextendidos.Lanson

dirigió lacámara2sobre lamano,conel«zoom»sacadoa fondo,agrandandoaúnmáslaimagendelpupitre.Lapequeñapirámideapareciósobrelapantallagrande,ylacolmó.Eradeoro,yenestaescala,sepodíaobservarquesusuperficieeraestriada

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yestabarecortadaconsurcosminúsculosyconhendidurasdeformasirregularesyavecesextrañas.

—La llave es la clave de todo—dijo Eléa—. Está instituida cuando cada unonace.Todaslasllavestienenlamismaforma,perosontambiéntandiferentescomolosindividuos.Ladistribucióninteriordesus…

Vozimpersonaldelatraductora:—La última palabra pronunciada no figura en el vocabulario que me ha sido

inyectado.Peroencuentroenellalamismaconsonanteque…—¡Déjenosdejoder!—dijoHoover—.Digaloqueustedsabe,yparalodemás

nonoshagamás…Él calló antes de decir la palabrota que le venía a los labios, y terminó más

tranquilamente:—¡Nonoshagatranspirarmás!—Soyunatraductora—contestólaTraductora—,nosoyunaPitonisa.Todalasalarióacarcajadas.HooversonrióysevolvióhaciaLukos.—Lofelicito,suhijatienegracia,peroesunpocoplantadoradefrescas,¿no?—Esmeticulosa,essudeber…Eléaescuchabasintratardecomprenderesasbromasdesalvajesquejugabancon

laspalabrascomoloschicosconlaspiedritasdelasplayassubterráneas.Querieran,quelloraran,queseenojaran,todoesoleeraigual.Leeraindiferente

también continuar hablando cuando se lo pedían. Explicó que la llave llevabainscriptoensusustancia,todoelbagajehereditariodelindividuoysuscaracterísticasfísicas y mentales: Era enviada al ordenador central que la clasificaba, y lamodificabacadaseismeses,despuésdeunnuevoexamendelniño.Alossieteaños,elindividuoeradefinitivo,lallavetambién.EntoncesteníalugarlaDesignación.

—LaDesignación,¿quées?—preguntóLeonova.—El ordenador central posee todas las llaves, de todos los seres vivientes de

Gondawa,ytambiéndelosmuertosquehanhechoalosvivos.Lasquellevamosconnosotros no son sino copias. Todos los días, el ordenador compara entre ellas lasllavesdesieteaños.Conocetododetodos.Sabeloquesoyyo,ytambiénloquevoyaser.Encuentraentrelosmuchachosloquesonyqueserán,loqueconviene,loquemehacefalta,loquenecesitoyloquedeseo.Yentreesosvaronesencuentraaquelparaquienyosoyyseréloqueleconviene,loquelehacefalta,loquenecesitayloquedesea.Entoncesnosseñalaelunoalotro.

—El muchacho y yo, yo y el muchacho somos como una piedra que ha sidodividida en dos partes, y esparcida entre todas las piedras partidas del mundo. Elordenadorhavueltoaencontrarlasdosmitadesylasjunta.

—Esracional—diceLeonova.—Pequeñocomentariodelapequeñahormiga—dijoHoover.—¡Déjelaseguir,pues!¿Quéhacenconesosdoschicos?Eléaindiferente,comenzóahablardenuevo,sinmiraranadie.

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—Loseducanjuntos.Enlafamiliadelunoy luegoladelotro,despuésenuna,después en la otra. Adquieren juntos los mismos gustos, las mismas costumbres.Aprenden juntos a tener las mismas alegrías. Conocen juntos cómo es el mundo,cómoes lamujer,cómoeselvarón.Cuandovieneelmomentoenqueflorecenlossexos,elloslosunen,ylapiedrajuntadasesueldaynohacemásqueuno.

—¡Soberbio!—dijoHoover—.¿Yeso tieneéxitosiempre?¿Vuestroordenadornoseequivocanunca?

—Elordenadornopuedeequivocarse.Avecesunchicoounachicacambian,osedesarrollandemaneraimprevista.Entonceslosdospedazosyanosonmitades,ycaenaparte.

—¿Ellosseseparan?—Sí.—¿Ytodoslosquesequedanjuntossonfelices?—Todoelmundonoescapazdeserfeliz.Hayparejasquesimplementenoson

desgraciadas. Las hay que son felices, y otras muy felices. Y hay algunas cuyaDesignaciónesunéxitoabsoluto,ysuuniónparecehabercomenzadoenelprincipiodelavidadelmundo.Paraesas,lapalabrafelicidadnobasta.

—Son…LavozimpersonaldelaTraductoradeclaróentodaslaslenguasqueconocía:—Nohayunapalabraensulenguaparatraducirlaqueacabadeserpronunciada.—Usted misma —preguntó Hoover—, era no-desgraciada, feliz, muy feliz o

bien…LavozdeEléaseheló,sehizoduracomounmetal.—Yonoera—dijo—,nosotroséramos…

Los detectores sumergidos a la altura de las costas de Alaska anunciaron alEstadoMayor americano que veintitrés submarinos atómicos de la flota polar rusahabíanatravesadoelestrechodeBehring,dirigiéndosealsur.

Nohuboreacciónamericana.LasredesdeobservacióninformaronalEstadoMayorrusoquelaséptimaflota

americanadesatélitesestratégicosmodificabasuórbitadeesperaylainclinabahaciaelsur.

Nohuboreacciónrusa.ElportaavionessubmarinoeuropeoNeptunoI,encruceroalolargodelascostas

deÁfricaoccidental,sesumergióypusoproaalsur.Las ondas chinas se pusieron a aullar, revelando a la opinión mundial esas

maniobras que todo el mundo aún ignoraba y denunciando la alianza de losimperialistas que navegaban de común acuerdo hacia el continente antártico, paradestruirallílamásgrandeesperanzadelahumanidad.

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Alianzanoeralapalabraexacta.Conveniohubierasidomásjusto.Losgobiernosde lospaíses ricos sehabíanpuestodeacuerdo, fuerade lasNacionesUnidasparaprotegerapesarsuyoalossabiosysumaravillosoyamenazadortesoro,contraunaincursiónposibledelmáspoderosodelospaísespobres,cuyapoblaciónacababadesobrepasarlosmilmillones.Ytambiéndeunpaísmenospoderoso,menosarmadoymenos decidido. Lamisma Suiza, había dichoRochefoux, bromeando.No, seguroqueno,Suizano.Eralanaciónmásrica:lapazlaenriquecía,laguerralaenriquecía,y la amenaza de guerra o de paz la hacía más rica. Pero cualquier otra repúblicahambrientaocualquiertiranonegro,árabeuorientalreinandoporlafuerzasobrelamiseria,podríaatentarcontraEPIenungolpedefuerzadesesperado,apoderarsedeCobanomatarlo.

El acuerdo secreto había descendido desde los gobiernos hasta los EstadosMayores. Un plan común había sido trazado. Las escuadras marinas, submarinas,aéreasyespacialessedirigíanhaciaelcírculopolaraustralparaconstituirjuntas,alaalturadelpunto612,unbloquedefensivoy,sifueranecesario,ofensivo.

Losgeneralesylosalmirantespensabancondesprecioenesossabiosridículosysuspequeñasmetralletas.Cada jefedeescuadra teníaporordennodejar, aningúnprecio,aesteCobanescaparsehaciaelvecino.¿Paraello,acasolomejornoeraestarahítodosjuntosyvigilarlo?

Habíaotrasinstruccionesmássecretas,quenoveníandelosgobiernosnidelosEstadosMayores.

Laenergíauniversal,laenergíaquesetomadetodaspartes,quenocuestanada,yque fabrica todo, era la ruina de los trusts del petróleo, del uranio, de todas lasmateriasprimas.Erael finde loscomerciantes,esas instruccionesmássecretas,noeranlosjefesdeescuadrasquelashabíanrecibido,sinoalgunoshombresanónimos,perdidosentrelatripulación.

EllosdecíantambiénquenohabíaquedejaraCobanescaparsealodelvecino.Agregabanquenodebíairaningunaparte.

—¡Ustedesunbruto!—dijoSimonaHoover—.Absténgasedehacerlepreguntaspersonales.

—Unasobresufelicidad,nocreía…—¡Sí!Ustedpiensaperoaustedlegustahacerdaño…—¿Quieretenerlaamabilidaddecallarse?—exclamóSimon.SevolvióhaciaEléaylepreguntósideseabacontinuar.—Sí—contestóEléa,conlaindiferenciaquelehabíavuelto—.Lesvoyamostrar

miDesignación.Estaceremoniatienelugarunavezporaño,enÁrbolyEspejo,encadaunadelasprofundidades.YohesidodesignadaenlaQuintaProfundidad,dondenací…

Tomóel círculodeoroposado frente a ella, lo levantó sobre su cabezay se lopuso.

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Lansondesconectólascámaras,enganchóelcabledelpodio,yconectóelcanaldesonidoconlaTraductora.

Eléa,lacabezaentrelasmanos,cerrólosojos.Una ola violeta invadió la pantalla grande, expulsada y reemplazada por una

llama anaranjada. Una imagen confusa e ilegible dejó de aparecer. Ondas ladesgarraron.La pantalla se volvió rojo vivo y se puso a palpitar comoun corazónenloquecido.Eléanoconseguíaeliminarsusemociones.Selevioenderezarelbustosinreabrirlosojos,inspirarprofundamenteyretomarsuposiciónprimera.

Bruscamente,sobrelapantalla,hubounaparejadeniños.Selesveíadeespaldas,ytambiéndefrenteenuninmensoespejoquereflejaba

unárbol.Entreelespejoyelárbol,ybajoesteúltimoydentrodelmismo,habíaunamultitud.Ydelantedelespejo,aalgunosmetroslosunosdelosotros,cadacualdepiefrenteasuimagen,habíaunaveintenadeparejasdeniños,coneltorsodesnudo,concoronasypulserasdefloresazules,vestidosconunafaldacortaazulycalzandosandalias.Ysobrecadaunodelostiernosdedosdesuspiesyenloslóbulosdesusorejas,estabapegada,ligerayvellosa,unaplumadepájarodorado.

Lachicueladelprimerplano, lamásbellade todas,eraEléa, reconocibleysinembargodistinta.Distintanotantoporrazonesdeedadcomoporlapazyalegríaqueiluminabasucara.Elmuchachoqueestabadepiecercadeella lamiraba,yella lomirabaaél.Erarubiocomoeltrigomaduroalsol.Suscabelloslisoscaíanderechosalrededor de su rostro hasta los hombros delgados, donde los ya bien torneadosmúsculosinsinuabansuforma.SusojoscoloravellanamirabanenelespejolosojosazulesdeEléa,ylesonreían.

Eléaadultahabló,ylaTraductoratradujo:—Cuandoladesignaciónesperfecta,enelmomentoquelosdosniñossevenpor

primeravez,ellossereconocen…Eléa-niñamiraba al chico y el chico lamiraba a ella.Eran felices y bellos. Se

reconocían como si siempre hubiesen caminado al encuentro el uno del otro, sinapuro y sin impaciencia, con la certeza de encontrarse. Elmomento del encuentrohabía venido, estaban el uno junto al otro y se miraban. Se descubrían, estabantranquilosymaravillados.

Detrás de cada pareja de niños estaban las dos familias. Otros niños con susfamiliasesperabandetrásdeéstos.Elárbolteníauntroncomarrón,enormeycorto.Susprimerasramascasitocabanelsueloylasmásaltasescondíaneltecho,siesquehabíatalcosa.Elfollajeespeso,deunverdeestriadoderojo,hubiesepodidoocultarun hombre de pies a cabeza.Un gran número de niños y de adultos descansaban,acostadososentadossobresusramas,osobrelashojascaídasenelsuelo.Losniñossaltaban de rama en rama, como pájaros. Los adultos llevaban ropa de diversoscolores, unos enteramentevestidos, otros—mujeres y hombres—solamentede lascaderashastalasrodillas.Algunosyalgunasnollevabanmásqueunabandaflexiblealrededor de las caderas. Algunas mujeres estaban enteramente desnudas. Ningún

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hombre lo estaba. No todos los rostros eran bellos, pero todos los cuerpos eranarmoniososysanos.Todostenían,conpocavariante,másomenoselmismocolordepiel.Habíaunpocomásdediversidadenloscabellos,queibandelcolororopuroalrojizoyalcastañodorado.Parejasdeadultossetomabandelamano.

Al final del espejo apareció un hombre ataviado con un vestido rojo que lellegabahastalospies.Seacercóalaparejadeniños,parecíallevaracabounacortaceremonia, luego los despidió asidos de la mano. Otros dos niños vinieron areemplazarlos.

Más hombres de rojo vinieron desde el final del espejo hacia otras parejas deniñosqueesperabanyquesefueronunosinstantesmástardeigualmentetomadosdelasmanos.

UnhombrederojollegódelextremodelespejoyseacercóaEléa.Ellalomiróenelespejo.Éllesonrióysecolocódetrássuyo,consultóunaespeciedediscoquellevabaenlamanoderechayposósumanoizquierdasobreelhombrodeEléa.

—TumadretehadadoelnombredeEléa—dijo—.HoyhasestadoDesignada.Túnombrees3-19-07-91.Repítelo.

—3-19-07-91—dijoEléa-niña.—Vasarecibirtullave.Tiendelamanofrenteati.Tendiólamanoizquierda,abiertaconlapalmahaciaarriba.Laextremidaddesus

dedosvinoatocarsobreelespejolaextremidaddelaimagendeellos.—SoyEléa3-19-07-91.La imagende lamanoenelespejopalpitóy seabrió,descubriendouna luzya

apagadayalvolveracerrarsedejócaerunobjetoenlapalmatendida.Eraunanillo.Unanilloparaeldedodeunniño,coronadoporunapirámidetruncacuyovolumennoexcedíaelterciodelausadaporEléaadulta.

Elhombrederojolotomóyselopasóeneldedomayordelamanoderecha.—Notelosaques.Crecerácontigo.Crececonél.Luegovino a colocarsepordetrásdel varón.Eléamiraba al hombrey al niño-

muchachoconojosinmensos,queconteníancadaunolamitaddelaaurora…Sucaragraveestabailuminadaporlaconfianzayelarrebato.Estabaigualalaplantanueva,henchidadejuventudydevida,queacabadeperforarlatierraoscura,ytiendehacialaluz,laconfianzaperfectaytiernadesuprimerahoja,conlacertezadeque,prontohojatrashoja,ellaalcanzaráelcielo…

Elhombreconsultósudisco,pasósumanoizquierdasobreelhombroizquierdodelvarónydijo:

—TumadretehadadoelnombredePaikan…Una explosión roja rasgó la imagen e invadió la pantalla, ahogó el rostro de

Eléa-niña,borróelcielodesusojos,suesperanzaysualegría.Lapantallaseapagó.Sobreelpodio,Eléaacababadearrancardesucabezaelcírculodeoro.

—Seguimossinsaberparaquésirveesajodidallave—refunfuñóHoover.

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Hetratadode llamarteanuestromundo.Apesardequehasaceptadocolaborarconnosotros,yquizáaúnacausadeello,yoteveíacadadíaretrocederunpocomáshacia tu pasado, hacia un abismo.No había pasarela para salvar el precipicio. Nohabíanadamásdetrásdetiquelamuerte.

Hehechotraerdelcabo,parati,cerezasyduraznos.He hecho traer un cordero del cual nuestro chef ha sacado para ti costillas

acompañadasde algunashojas de lechuga romana, tiernas como recién arrancadas.Hasmiradolascostillitasconhorror.Mehasdicho:

—¿Esunpedazocortadodeunanimal?No había pensado en eso. Hasta ese día, una costillita no era más que una

costillita.Contestéunpocomolesto:—Sí.Túhasmiradolacarne,laensalada,lasfrutas.Mehasdicho:—¡Ustedessonanimales!…¡Comenpasto!…¡Comenárboles!…Tratédesonreír.Contesté:—Somosbárbaros…Tehehechotraerrosas.Túhascreídoqueesotambiénlocomíamos…

Lallaveeralaclavedetodo,habíadichoEléa.Los sabios y los periodistas amontonados en la Sala deConferencias pudieron

darsecuentadeelloenelcursodelassesionessiguientes.Eléaadquiriendopocoapoco el dominio de sus emociones, pudo contarles y mostrarles su vida y la dePaikan, lavidadeunaparejadeniños transformándose enunaparejade adultosyocupandosulugarenlasociedad.

Después de la guerra de una hora, el pueblo de Gondawa había quedadoenterrado.Losrefugioshabíandemostradosueficacia.ApesardeltratadodeLampa,nadie se atrevía a creer que la guerra nunca más recomenzaría. La sensatezaconsejabaquedarseenel refugioyvivirenél.Lasuperficieestabadevastada.Eranecesarioreconstruirtodo.Lasensatezaconsejabareconstruirelrefugio.

El subsuelo fue cavado más aún en profundidad y en extensión. Suacondicionamientoenglobólascavernasnaturales, los lagosylosríosnaturales.Lautilizacióndelaenergíauniversalpermitíaaprovecharunpodersinlímitesyqueeraaprovechablebajotodaslasformas.Seutilizópararecrearbajotierraunavegetaciónmásricaymásbellaquelaquehabíasidodestruidaarriba.

Enunaluzsemejantealaluzdeldía,lasciudadesenterradasseconvirtieronenramilletes de flores, en zarzales, en bosques. Especies nuevas fueron creadas,creciendoaunavelocidadtalquehacíavisibleeldesarrollodeunaplantaounárbol.Máquinasmuellesysilenciosassedesplazabanhaciaabajoyentodaslasdirecciones

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haciendodesaparecerdelantesuyo,latierraylaroca.Lasmáquinasreptabansobreelsuelo,sobrelasbóvedasylasparedes,dejándolaspulidasymásdurasqueelacero.

Lasuperficienoeramásqueunatapa,perosesacópartidodeella.Cada parcela intacta fue salvaguardada, cuidada, acondicionada en centro de

diversiones.Ahí,sisetratabadeunpedazodebosque,serepoblabadeanimales:enotrositio,seveíauncursodeaguacuyasriberasestabanpreservadas,unvalle,unaplaya sobre los océanos.Se levantaron construccionespara jugar y arriesgarse a lavidaexteriorquelanuevageneraciónconsiderabaunaaventura.

Debajo,lavidaseordenabaysedesarrollabaenlarazónylaalegría.Lasusinassilenciosasy sin residuos fabricaban todo loque loshombresnecesitaban.La llaveeralabasedelsistemadedistribución.

Todo ser viviente de Gondawa recibía cada año una parte igual de crédito,calculada según la producción total de las usinas silenciosas. Este crédito estabainscripto en su cuenta, administrado por el ordenador central. Era ampliamentesuficiente como para permitirle vivir y aprovechar todo lo que la sociedad podíaofrecerle.CadavezqueunGondadeseabaalgonuevo,ropa,unviaje,objetos,pagabaconsullave.Doblabaeldedomayor,hundíasullaveenunemplazamientoprevistoaesteefectoyensucuentaenelordenadorcentralenseguidaseledescontabaelvalordelserviciosolicitado.

Algunosciudadanos,deunacalidadexcepcionalcomoeraCoban,directordelaUniversidad,recibíanuncréditosuplementario.Peronolesservíaprácticamenteparanada, pues sólo un pequeño número deGondas conseguía agotar su crédito anual.Paraevitar laacumulaciónde lasposibilidadesdepagoentre lasmismasmanos, loquequedabadecréditoseraautomáticamenteanuladoal findecadaaño.Nohabíapobres, nohabía ricos, no habíamás que ciudadanos quepodíanobtener todos losbienes que deseaban. El sistema de la llave permitía distribuir la riqueza nacionalrespetandoalmismotiempolaigualdaddederechodelosGondas,yladesigualdaddesusnaturalezas,cadacualgastandosucréditosegúnsusgustosysusnecesidades.

Una vez construidas y puestas enmarcha, las usinas funcionaban sinmano deobrayconcerebropropio.

Noeximíanaloshombresdetodotrabajo,puessiellasasegurabanlaproducción,quedaban por desempeñar las tareas de lamano y de la inteligencia. CadaGondadebía trabajar media jornada cada cinco, este tiempo, pudiendo ser repartido enfragmentos.Silodeseaba,podíatrabajarmás.Podíasiqueríatrabajarmenosonada.El trabajo no era remunerado. El que elegía trabajar menos, veía su créditodisminuidoenproporción.Alqueelegíadenotrabajar,lequedabaconquésubsistiryofrecerseunmínimumdesuperfluos.

Las usinas estaban ubicadas en el fondo de las ciudades, en su profundidadmayor. Estaban unidas, adosadas, conectadas entre sí.Cada usina era una parte detoda la usina, que se ramificaba sin cesar en brotes de nuevas usinas y quereabsorbíanaquellasqueyanosatisfacían.

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Losobjetosquefabricabanlasusinasnoeranproductosdeensambladura,sinodesíntesis.Lamateriaprimaeralamismaentodas:laEnergíauniversal.

Lafabricacióndeunobjetoenel interiorde lamáquina inmóvilseparecíaa lacreación del organismo increíblemente complejo de un niño en el interior de unamujer,apartirdeesecasinadaqueesunóvulofecundado.Pero,enlasmáquinas,nohabíacasi,nohabíanadayapartirdeesanadasubíahacialaciudadsubterránea,enun chorro múltiple, diverso e ininterrumpido, todo lo que era menester para lasnecesidadesylosplaceresdelavida.Loquenoexiste,existe.

La llave tenía otro uso, igualmente importante: ¡impedía la fecundación! Paraconcebirunniño,elhombreylamujerdebíanquitarseelanillo.Siunodelosdosloguardaba,lafecundacióneraigualmenteimposible.Elniñonopodíanacersinoeradeseadoporlosdos.

ApartirdelgrandíadelaDesignación,elmomentoenquelorecibía,unGondanose sacabanunca suanillo.Y todoa lo largode susdías, él leprocurabacuantonecesitaba,ocuantodeseaba.Eralallavedesuvidaycuandoéstaseterminaba,elanilloquedabaensudedoenelmomentoenquelodeslizabanenlamáquinainmóvilquedevolvíaalosmuertosalaEnergíauniversal.Loquenoexiste,existe.

Asíque,elinstanteenquelosdosesposossequitabanelanilloantesdejuntarseparahacerunniño,estababañadodeunaemociónexcepcional.Sesentíanmásquedesnudos, comosi sehubiesenquitadoel cuerode supiel almismo tiempoqueelanillo.De pies a cabeza se tocaban en carne viva. Entraban en comunión total. Élpenetrabaenellayellasefundíaenél.Parasusdoscuerposelespaciosevolvíaelmismo.Elniñoestabaconcebidoenunaúnicaalegría.

La llave bastaba paramantener la población deGondawa a un nivel constante.Enisorainoteníallaveynolaquería.Enisoraipululaba.Enisoraiconocíalaecuaciónde Zoran y sabía utilizar la Energía universal, pero se servía de ella para laproliferación y no para el equilibrio. Gondawa se organizaba, Enisorai semultiplicaba. Gondawa era un lago, Enisorai un río. Gondawa era la sensatez,Enisoraielpoderío.Estepoderíonopodíahacersinoexpandirseyejercersemásalládesímismo.EranlosaparatosdeEnisoraiquesehabíanposadolosprimerosenlaLuna.Gondawa lo había seguido rápidamente, para no dejarse anular. Por razonesbalísticas,lafazestedelaLunaconveníaperfectamentealdespeguedelosaparatosde exploración hacia el sistema solar. Enisorai construyó allá una base, Gondawatambién.Laterceraguerraestallóenesesitio,porunincidenteentrelasguarnicionesdelasdosbases.EnisoraiqueríaserelúnicoenlaLuna.

Elmiedopusofinalaguerra.EltratadodeLampadividiólaLunaentreszonas,una«gonda»,una«enisor»yuna«internacional».Éstaseencontrabasituadaaleste.Las dos naciones se habían puesto de acuerdo para construir allí una base dedespeguecomún.

Los otros pueblos no tenían un pedazo de Luna. A ellos no les importaba.RecibíandeEnisoraiodeGondawapromesasdeprotecciónymáquinasestáticasque

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proveían a sus necesidades. Los más hábiles recibían de ambos. También habíanrecibido de ambos muchas bombas durante la tercera guerra. Pero menos queGondawaymuchomenosqueEnisorai.

Enisorai tenía una población demasiado numerosa como para poder ponerla alreparo,perosufecundidad,enunageneración,habíareemplazadoalosmuertos.Porel tratadodeLampa,EnisoraiyGondawasehabíancomprometidoanousarnuncamáslas«bombasterrestres».Lasquequedabanfueronmandadasalespacio,enórbitaalrededordelSol.Lasdosnaciones,porotraparte,habíanasumidoelcompromisodeno fabricar armas que sobrepasaran en fuerza destructiva a aquella que había sidocolocadafueradelaley.

Pero un formidable poderío de expansión inflaba a Enisorai. Ésta se puso afabricararmasindividualesutilizandolaenergíauniversal.Cadaunadeestasarmasteníaunafuerzadechoquelimitada,peronadapodíaresistirasumultiplicación.Ycadadíacrecíaelnúmerodesusejércitos.Elríoimpetuosodelavidaenexpansiónllenaba de nuevo su lecho, pronto a desbordar. Entonces el Gran Consejo deGondawa decidió sacrificar la ciudad del medio, Gonda 1. Fue evacuada yreabsorbiday,ensuemplazamientosubterráneo,lasmáquinassepusieronatrabajar.YelConsejoDirectordeGondawahizo saber alConsejodeGobiernodeEnisoraiquesiunanuevaguerraestallaba,seríalaúltima.

Asíenunasesióntrasotra,porlosrecuerdosdirectosdeEléa,proyectadossobrelapantalla,yporlasmúltiplespreguntasqueselehacían,lossabiosdeEPIaprendíana conocer este mundo desaparecido, que había resuelto ciertos problemas quepreocupaban tanto al nuestro, pero que parecían arrastrados como él de maneraineludiblehacialosenfrentamientosquesinembargonadarazonablejustificaban,yquetodopodíapermitirimpedir.

Muy pronto se hizo evidente que no se podían entregar directamente a la TVpúblicalosrecuerdosdeEléa,ensutotalidad.Eranecesariohacerunaelecciónentrelasimágenesqueproyectaba,porqueEléaevocabasinelmenorreparolosmomentosíntimosdesuvidaconPaikan.Porunaparte,asociabaalabellezadePaikanyalasuya,yasuunión,altivez,gozoynovergüenza;yporotraparte,ellaparecíarevivirdemás enmás sus recuerdos para símisma, sin preocuparse de los asistentes queescrutabantodoslosdetalles.Además,loshombresdehoyerantandiferentesdeella,tanatrasados,tanextrañosensuspensamientosysucomportamiento,queleparecíancasitanlejanosy«ausentes»comoanimalesuobjetos.

Ellaevocabalosmomentosmásimportantesdesuexistencia,losmásfelices,losmásdramáticos,pararevivirlosunasegundavez.Seentregabainterminablementeasumemoria,comoaunadrogaderesurrección,ysóloaveceslasondasrojasdelaemoción conseguían arrancarla de allí. Y los sabios descubrieron poco a poco,alrededordeellaydePaikan,elmundofabulosodeGondawa.

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Sobre su caballo blanco de pelo largo, delgado como un lebrel, Eléa galopabahaciaelBosqueSalvado.HuíadePaikan,huíariendoparatenerladichadedejarsealcanzar.

Paikan había elegido un caballo azul porque sus ojos tenían el color de los deEléa.Galopabajustodetrásdeella,ylaalcanzabapocoapoco,yhacíadurarelgozo.Sucaballotendiósusollaresazuleshacialalargacolablancaqueflotabaenelvientode la carrera. La extremidad de los largos pelos sedosos penetró en las delicadasaletasdelhocico.Elcaballoazulsacudiósulargacabeza,ganómásterreno,mordióabocallenalallamadepelosblancos,ytiróparauncostado.

Elcaballoblancosaltó, relinchó,corcoveó,coceó.Eléa lo teníaagarradoporelpelode la criny lo apretabacon susmuslos robustos.Se reía, saltaba,bailabaconél…

Paikan acarició al caballo azul y le hizo soltar prenda. Entraron al paso en elbosque,elblancoyelazul,al ladounodelotro,calmados, traviesos,mirándosedereojo.Susjinetesestabantomadosdelamano.Losárbolesinmensos,sobrevivientesde la tercera guerra, levantaban en enormes columnas sus troncos acorazados deescamasmarrones.Apartirdelsuelo,parecían titubear,esbozandouna ligeracurvaperezosa,peronoeramásqueunimpulsoparalanzarsevertiginosamenteenunsaltovertical y absurdo hacia la luz que sus propias hojas rechazaban. Muy alto, suspalmas entrelazadas tejían un techo que el viento agitaba sin cesar, perforandoagujeros de sol, que en seguida volvían a tapar con un ruido lejano como de unamultitudenmarcha.Loshelechosrastreroscubríanelsueloconunaalfombraáspera.Las ciervas oceladas lo rascaban con su cascopara descubrir las hojasmás tiernasque levantaban con la punta de los labios y arrancaban con una brusca torsión delcuello.El aire caliente olía a resina y hongos.Eléa y Paikan llegaron al borde dellago. Se deslizaron de sus caballos y éstos se volvieron al bosque, al galope,persiguiéndose como colegiales.Había un poco de gente en la playa.Una enormetortuga extenuada, fisurada, gastada sobre todos los bordes de su caparazón,arrastrabasupesadamasasobrelaarena,conunniñodesnudosentadoensulomo.

A lo lejos, sobre la otra orilla, que la guerra había devastado, se abría el granorificiodelaBoca.Seveíasurgirdeéstaobajarhaciaellaamanojosdeburbujasdetodosloscolores.Eranlosaparatosdedesplazamientoacortay largadistanciaqueemergían deGonda 7 por las chimeneas de partida, o que volvían a ella.Algunospasabanabajaalturaporencimadellago,conunruidodesedaacariciada.

Eléa y Paikan se dirigían hacia los ascensores que perforaban la arena, en laextremidaddelaplaya,comolaspuntasdeunatadodeespárragosgigantes.

—¡Atención!—dijounavozenorme.Éstaparecíaquevenía,almismotiempo,delbosque,dellagoydelcielo.—¡Atención!¡Escuchen!TodoslosseresvivientesdeGondawarecibiránapartir

de mañana, por vía del correo, el arma G y la semilla Negra. Sesiones deentrenamiento del arma G tendrán lugar en todos los centros de recreo de la

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Superficieydelasprofundidades.Losseresvivientesquenoasistanaellasveránensu cuenta debitado un centavo por día a partir del decimoprimer día de laconvocación.Escuchen,estáterminado.

—Estánlocos—dijoEléa.ElarmaGeraparamatar,laSemillaeraparamorir.NiEléaniPaikanteníanganasnidematarnidemorir.Despuésdehaberhecholosmismosestudios,habíanelegidolamismacarrera,la

deIngenierodelTiempo,parapodervivirenlaSuperficie.HabitabanunaTorredelTiempo,encimadeGonda7.

Para irse a casa, hubieran podido llamar un aparato. Prefirieron volver por laciudad. Eligieron un ascensor para dos cuyo cono verde brillaba suavemente porencima de la arena. Hundieron cada uno su llave en la palanca de comando, y elascensor se abriócomouna frutamadura.Penetraronen su tibieza rosada.El conoverdedesapareciódentrodelsueloquesecerróencimasuyo.SalieronenlaprimeraProfundidaddeGonda7.Sesirvieronnuevamentedesusllavesparaabrirlaspuertastrasparentesdeunaccesoala12.ªavenida.Eraunavíadetransporte.Susmúltiplespistasdepastoconfloressedesplazabanaunavelocidadcrecientedelexteriorhaciaelmedio.Árbolesbajos servíandeasientos,y tendíanel apoyode sus ramasa losviajeros que preferían quedar de pie. Vuelos de pájaros amarillos, semejantes agaviotas,luchabanenvelocidadconlapistacentral,silbandodeplacer.

Eléa y Paikan salieron de laAvenida de laBifurcación del Lago y tomaron elsenderoqueconducíaalascensordesuTorre.Unarroyuelonacidoenlabifurcacióncorríaalolargodelsendero.

Pequeñosmamíferosrubios,convientreblanco,nomásgrandesquegatosdetresmeses, vagabanpor el pasto y se escondían detrás de lasmatas para acechar a lospescados.Teníanlacolacortaychata,yunabolsaventraldedondesalíaavecesunacabecita pequeña con ojos dulces y maliciosos, que mordisqueaba una espina depescado. Soplando, ss-ss-ss-ss, vinieron a jugar entre los pies de Eléa y Paikan.Vivazmenteseapartabancuandoelbordedeunasandaliaestabaapuntodepisarlesunapataolacola.

Gonda7habíasidocavadabajolasruinasdelaGonda7delasuperficie.DelaantiguaciudadnoquedabanmásquegigantescosescombrosencimadeloscualesseerguíalaTorredelTiempocomounaflorenmediodeloscascotes.Eneltopedesulargotalloseabríanlospétalosdelaterrazacircular,consusárboles,sucésped,supiscinaysumuelledeatraqueubicadoalreparodelviento,queenestelugar,soplabadeloeste.

Rodeadoporlaterraza,eldepartamentoseabríasobreellaportodosloscostados,medios tabiques curvos, redondosmásomenos altos interrumpidos, lodividían enpiezas redondas, ovoides, irregulares, íntimas y sin embargo no separadas. Porencima del departamento la cúpula-observatorio coronaba la Torre con un círculotrasparenteapenasahumadodeazul.

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Elascensordesembocabaenlapiezadelcentro,cercadelafuentebaja.Alentrar,Eléa abrió con un gesto la puerta de espejos. El departamento se unificó con laterraza,ylabrisaligeradelatardelovisitó.Algasmulticoloressebalanceabanenlascorrientestibiasdelapiscina.Eléasedespojódelaropaysedeslizóenelagua.Unamultitud de pescados agujas, negros y rojos, vinieron a picotearle la piel, luego,reconociéndola,desaparecieronenuntremolar.

Enlacúpula,Paikanechóunvistazoparaasegurarsedequetodoandababien.Nohabía aparejo complicado, era la cúpula misma que constituía el instrumento,obedeciendoa losgestosyalcontactode lasmanosdePaikan,y trabajandosinélcuandoseloordenaba.Todoandababien,elcieloestabaazul,lacúpularonroneabasuavemente.PaikansedesvistióysereunióconEléaenlapiscina.Alverloellarióysezambulló.Élvolvióaencontrarladetrásdelosvelosirisadosdeunpezindolente,quelosmirabaconunredondoojorojo.

Paikan levantó los brazos y se deslizó detrás suyo. Eléa se apoyó contra él,sentada,flotante,ligera.Paikanlaapretócontrasuvientre,seimpulsóhaciaarribaysudeseoerguidolapenetró.Reaparecieronenlasuperficiecomounsolocuerpo.Élestabadetrásdeellayélestabaenella,ellaacurrucadayapoyadacontraél.Paikanlaapretóconunbrazocontrasupecho,ylapusodecostadocomoél,mientrasqueconsubrazoizquierdosepusoanadar.Cadatracciónloempujabaenella,ylosacercabahacialaplayadearena.Eléaestabapasivacomounrezagocálido.Llegaronalbordeyseposaron,amediasfueradelagua.

Ellasintiósuhombroysucaderahundirseenlaarena.SentíaaPaikanadentroyafuera de su cuerpo. Él la tenía cercada, encerrada, sitiada, había entrado como elconquistador deseado delante del cual se abre la puerta exterior y las puertasprofundas.Yélrecorríalenta,suave,largamentetodossussecretos.

Bajosumejillaysuoreja,ellasentíaelaguatibiaylaarenabajarysubir,bajarysubir. El agua venía a acariciar la comisura de su boca entreabierta. Los pescadosagujatemblabanalolargodesumuslosumergido.

Enelcielodondelanochecomenzaba,algunasestrellasseencendían.Paikanyacasinosemovía.Estabaenellacomounárbolliso,duro,palpitanteysuave,unárbolde carne bien amado, siempre ahí, vuelto más fuerte, más suave, más tibio y deprontoardiente,inmenso,encendidorojo,quemandosuvientreentero,todasucarneysushuesosinflamadoshastaelcielo.Ellaapretóconsusmanoslasmanoscerradasquerodeabansussenosygimiólargamenteenlanochequevenía.

Una inmensa paz reemplazó la luz. Eléa se volvió a encontrar alrededor dePaikan. Él seguía estando en ella, duro y suave. Ella descansó sobre él como unpájaroqueseduerme.Muylentamente,muysuavemente,élcomenzóaprepararleunnuevogoce.

Ellos dormían sobre el pasto de su cuarto, tan fino y suave como el vello delvientre de una gata. Una cobija blanca, apenas posada sobre ellos, sin peso, tibia,

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adoptabasuformaysutemperaturaalasnecesidadesdesuquietud.Eléasedespertóunmomento,buscólamanoabiertadePaikanyarrebujóenellasupuñitocerrado.LamanodePaikansecerrósobreéste.Eléasuspiródefelicidadysevolvióadormir.

Los aullidos de las sirenas de alerta los hizo ponerse de pie con un salto,espantados.

—¿Quésucede?¡Noesposible!—dijoEléa.Paikan hundió su llave en la placa de la imagen. Frente a ellos, la pared se

encendióysecavó.Elrostrofamiliardellocutordepelocoloradoaparecióenella.—… Alerta general. Un satélite no registrado se dirige hacia Gondawa sin

contestaralaspreguntasdeidentificación.Vaapenetrarenelespacioterritorial.Sicontinúa sin responder,nuestrodispositivodedefensavaaentrarenacción.Todoslos seres vivientes que se encuentren afuera deben dirigirse inmediatamente a lasciudades. Apaguen todas sus luces. Nuestras emisiones de la superficie estánsuspendidas.Escuchen,estáterminado.

Laimagenenlaparedseacható,vinoapegarseenlasuperficieyseapagó.—¿Hayquebajar?—preguntóEléa.—No,ven…Tomólacobija,envolvióaEléaylallevóalaterraza.Sedeslizaronentrelashojasbajasdelaspalmerasdesedayfueronaapoyarseen

laelevadarampadelaborda.El cielo estaba oscuro, sin luna. Las innumerables estrellas brillaban en el

firmamentoconundestelloperfecto.Losfocosluminososdelosaparatosdevuelo,multicolores,pareciendomásomenosgrandessegúnsualtitud,modificabansurutayparecíanaspiradosporunacorrientequelosllevabatodosenlamismadirección,ladelaBoca.

En el suelo, la alerta había despertado a los habitantes de la casa de recreo,amarradosenlaplanicie,oentrelasruinas,enloslímitesdelaguaydelservicio.Suscáscarastraslúcidasposabansobrelanochelaluzdesusformas:pescadodeoro,florazul,huevorojo,husoverde,esfera,estrella,poliedro,gota…

AlgunasestabanlevantandovueloytomandoelcaminodelaBoca.Lasotrasseapagaronrápidamente.Unaserpienteblancaquedóencendidaalumbrandounapareddestrozada.

—¿Quéesperanesosparaapagar?—De todas maneras es inútil… Si es un arma ofensiva, tiene muchas otras

manerasdeencontrarsuobjetivo.—¿Creesqueesuna?—Sola,espocoprobable…Delantedeellos,derepente,untrazoluminososubiódesdeelhorizonte.Luego

dos,despuéstres,cuatro.—¡Estántirando!…—dijoPaikan.

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Losdosmiraronalcielodondeyanadaaparecíamásque la indiferenciade lasestrellasalfondodelinfinito.

Eléaseestremeció,abriólacobijayapretóaPaikancontraella.Muyarriba,hubobruscamenteunanuevaestrellagigante,quesedestrozóyseexpandióenunacortinalentadeluzrosa,ionizada.

—¡Yahíestá!…Nopodíanerrarle…—¿Quépiensasqueera?—No lo sé… Reconocimiento, quizá… o bien simplemente un desgraciado

carguerocuyassirenasestabanatascadas…Entodocaso,era,yanoesmás.Las sirenas los sobresaltaron de nuevo. Uno no se acostumbra a ese horrible

ruido. Anunciaban el final de la alerta. Las luces de las casas de recreo seencendieronunastrasotra.AlolejosunvuelodeaparatosseelevódelaBocacomounmanojodechispas.

Sobre la pared del cuarto, la imagen renació y cavó el muro. Eléa y Paikandeseabantenernoticias,perodespuésdeestaintrusióndelabsurdoydelhorrorenladulzuradelanoche,éstalesparecíatanfrágil, tanpreciosa,quenoqueríandejarla.Paikanhundiósullaveenlaplacadelarampa.Laimagendejólapareddelcuartoysalió. Paikan la dirigió dandovuelta la placamóvil, y la instaló en el follaje de lapalmeradeseda.Sesentóenelpasto,deespaldasalarampa,Eléaapretadacontraél.Labrisadeloeste,apenasfresca,dabavueltasalrededordelaTorreyveníaabailarensuscaras.Lashojassedosastemblabanyflotabanenelvientoliviano.Laimageneraluminosayestableensustresdimensionesycolores,ellocutordepelocoloradohablabacongravedad,peronoseentendíaunasolapalabradelasquepronunciaba.Uncubonegronacióenelfondodelaimagen,invadiótodoelhazreceptoryborróallocutor.El rostro nervioso de un hombremuy joven apareció en el cubo. Sus ojosmarronesencendidosdepasión,suscabelloslacios,casinegros,nocaíanmásabajoquesusorejas.

—¡Unestudiante!—dijoEléa.Hablabaconvehemencia.—…¡LaPaz!¡ConservemoslaPaz!¡Nadajustificalaguerrajamás!¡Peronunca

seríamásatrozyabsurdaquehoy,enelmomentoenqueloshombresestánapuntodeganarlabatallacontralamuerte!¿VamosamasacrarnosporlospradosfloridosdelaLuna?¿PorlosrebañosdeMarteysuspastoresnegros?¡Absurdo!¡Absurdo!¡Hayotros caminoshacia la estrellas! ¡Dejena los enisoresmordisquear el espacio! ¡Nocomerán todo!Déjenlospelearcontrael infinito ¡Llevamosaquíunabatallamuchomás importante! ¿Por qué el Consejo Director nos deja en la ignorancia de lostrabajos de Coban? Se los digo, en nombre de aquellos que desde años atrástrabajaban a su lado: ¡Ha ganado! ¡Está hecho! En el laboratorio 17 de laUniversidad, bajo la campana42, unamosca vive desdehace545días ¡Su tiemponormaldevidaesde40días!¡Vive,yesjoven,essoberbia!HaceunañoymediohabebidolaprimeragotaexperimentaldelsuerouniversaldeCoban.Dejen trabajara

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Coban. Su suero está a punto. Las máquinas van a poderlo fabricar pronto. Noenvejeceránmás.Lamuerteestará infinitamente lejos.Salvosiosmatan. ¡Salvosihayunaguerra!¡ExijandelConsejoDirectorquerehúselaguerra,quedeclarelaPazaEnisorai!¡QuedejentrabajaraCoban!¡Queél…!

Enunabriry cerrardeojos, su imagen se redujoal tamañodeunaavellana,ydesapareció.Elhombredepelorojofueensulugar,primerounfantasmatrasparente,luegounaimagenfirme.

—…disculpenestaemisiónpirata…Elcubonegroloabsorbiótotalmente,revelandodenuevoaljovenvehemente.—…bombardeos en órbita lejana, ¡pero han inventado algo peor!, El Consejo

Directorpuededecirnos¿quéarmamonstruosaocupaelemplazamientodeGonda1?¡Losenisoressonhombrescomonosotros!Quéquedarádenuestrasesperanzasydenuestrasvidas,siésta…

Elcubosevolviónegronuevamente,seaplastóensusdosdimensionesyelbustodellocutortomósulugar…ElpresidentedelConsejoDirectoroshabla.

ElpresidenteLokanapareció.Surostromagroestabagraveytriste.Sucabellerablancacaíahastasushombros,estandoelizquierdodesnudo.Subocafina,susojosdeunazulmuyclarohicieronunesfuerzoparasonreírmientraspronunciabapalabrastranquilizadoras.Sí,habíahabidoincidentessobrelazonainternacionaldelaLuna,sí,losdispositivosdedefensadelContinentehabíandestruidounsatélitesospechoso,sí, el Consejo Director tuvo que tomar medidas, pero nada de todo esto eraverdaderamente grave. Nadie deseabamás la paz que los hombres que tenían pormisióndirigirlosdestinosdeGondawa.Seharíatodoparapreservarla.

—Cobanesmiamigo,casimihijo.Estoyalcorrientedesustrabajos.ElConsejoespera el resultado de sus experiencias sobre el hombre para ordenar, si ellas sonpositivas, la construcción de la máquina que fabricará el suero universal. Es unainmensaesperanza,peroellanodebeapartarnosdenuestravigilancia.EncuantoaloqueocupaelemplazamientodeGonda1,Enisorailosabe,ylesdirésolamenteesto:esunarmatanaterradora,quesusolaexistenciadebegarantizarnoslapaz.

Paikanposósumanosobrelaplacademandoylaimagenseapagó.Amanecía.Unpájaroparecidoaunmirlo,perocuyoplumajeeraazulylacolacrespa,sepusoasilbar desde lo alto del árbol de seda.De todos los árboles de la terraza y de susarbustos en flor, pájaros de todos los colores le contestaron. Para ellos, no habíaangustia,nieneldía,nienlanoche.

NohabíacazadoresenGondawa.

LospradosfloridosdelaLuna…LosrebañosdeMarteysuspastoresnegros…Los sabiosdeEPIpidieronexplicaciones,Eléahabía idoa laLunaenviajede

placerconPaikan.Ellaselaspudomostrar.Ellosvieronlos«pradosfloridos»,ylosbosques de árboles finos, frágiles, con delgados troncos interminables,desarrollándoseenespigasomatasqueloshacíanparecerinmensasgramíneas.

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Vieron aEléa y Paikan, descendidos del avión que los había llevado con otrosviajeros,actuarcomoniñosconladébilgravedad.Tomabansuempujeconalgunospasosgigantes,saltabanjuntosagarradosdelamano,atravesabanlosríosdeunsolosaltoliviano,seelevabanalacimadelascolinasoarribadelosárboles,seposabansobre sus espigas cubiertasdegranosdepolengruesos comonaranjas, se sacudíanparahacerlosvolarennubesmulticolores,sedejabancaercomounalluviadecopos.

Todoslosviajeroshacíanlomismo,yelnavíoparecíahaberdesembarcadounacargademariposasfugacesquesealejabandeélentodaslasdirecciones,seposabanaquíyallá,enlacampiñaverde,bajouncieloazulprofundo.

A pesar del poco esfuerzo que necesitaban, estos juegos cesaban muyrápidamente pues el aire enrarecido les traía sofocación. Los viajeros calmaban sucorazón sentándose al borde de los arroyos, o caminando hacia el horizonte queparecíasiempretancercano,tanfácildealcanzaryquehuíacomotodohorizontequeserespeta.

Pero su proximidad y su curvatura visible procuraba a los paseantes unasensaciónquelasdimensionesdelaTierranolespermitíaexperimentar:lasensaciónalavezexcitanteypavorosadecaminarsobreunabolaperdidaenelinfinito.

Lossabiosnovieronenningunaparte,enesasimágenes,elrestodealgúncráter,nigrandenipequeño…

EléanoconocíaMarte,dondenosehabíanposadohastaahoramásquenavíosdeexploradoresymilitares.Peroellahabíavisto«pastoresnegros».¡Yhabíareconocidoauno,aunacá,enelEPI!

La primera vez que se había encontrado con Shanga, el africano, habíamanifestadosusorpresa,ylohabíaseñaladoconpalabrasdelascualeslaTraductoradio la interpretaciónsiguiente:«ElpastorvenidodelNovenoPlaneta».Fueprecisoun largo diálogo para comprender, primero, la costumbre Gonda de contar losplanetasnoapartirdelSol,sinopartiendodelexteriordelsistemasolar.Luego,queel susodichosistemanocomprendíaparaellosnueveplanetas sinodoce,o sea tresplanetas más allá del maléfico y ya tan lejano Plutón. Esta noticia lanzó a losastrónomosdelmundoenteroenabismosdecálculos,devanasobservacionesydediscusionesagrias.Queesosplanetasexistiesenono,elnoveno,entodocaso,enlacabeza de Eléa, era Marte. Ella afirmaba que estaba habitado por una raza dehombres de piel negra, de quien los navíos gondas y enisores habían traído variasfamilias.Antesdeesonoexistíasobrelatierraningúnhombredecolornegro.

Shanga quedó muy impresionado, y con él todos los negros del mundo, queconocieron rápidamente la noticia. ¡Raza desdichada, su vagabundeo no habíacomenzado con los mercaderes de esclavos! Ya, en el fondo de los tiempos, losantepasados de los desgraciados arrancados del África, habían sido ellos mismosarrancados de su patria del cielo. ¿Cuándo pues se acabarían sus infortunios? Losnegrosamericanosse juntabanen las iglesiasycantaban:«¡Señor,hacedcesarmis

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tribulaciones!¡Señor,llévamedenuevoamipatriacelestial!».Unanuevanostalgianacíaenelgrancorazóncolectivodelarazanegra.

Despuésdehabersealimentadoybailado,EléayPaikansubieronporlapequeñarampainteriordelaCúpuladetrabajo.Arribadelatabletahorizontalensemicírculoque se extendía todo a lo largo de la pared trasparente, haces de ondasmostrabanimágenesdenubesdiversas,enevolución.UnodeellosinquietóaPaikan.DespuésdeconsultarconEléallamóalaCentraldelTiempo.Unanuevaimagenseencendióporencimadelatableta.Eraelrostrodesujefedeservicio,Mikan.Parecíacansado.Suslargoscabellosgrisesestabansinbrillo,ysusojosenrojecidos.Saludó.

—¿Ustedestabaencasa,anoche?—Sí.—¿Vio eso?…Me traemuy tristes recuerdos. Es cierto que ustedes no habían

nacidoningunodelosdos.Nosepuedesinembargodejarleshacerloquelesdélagana,aesoscochinos.¿Porquémellamó?¿Algunacosa?

—Unaturbulencia.Mire…Paikan alzó tres dedos e hizo un gesto. Una imagen desapareció, enviada a la

CentraldelTiempo.—Veo…—dijoMikan—.Nomegustaeso…si ladejamos,vaamezclar todo

nuestrodispositivo.¿Quéposibilidadestieneustedenesesector?—Lapuedoderivar,oborrarla.—Ande,borre,borre,nomegustaeso…LaimagendeMikandesapareció.LaTorredelTiempodeGonda7ydetodaslas

semejantes mantenían por encima del continente una red de condicionesmeteorológicascontroladas,cuyoobjetoeradereconstruirelclimatrastornadoporlaguerra,parapermitiralavegetaciónrenacer.

Unsistemaautomáticoasegurabaelmantenimientodelascondicionesprevistas.ErararoquePaikanyEléatuviesenqueintervenir.Ensuausencia,otraTorrehubiesehecholonecesarioparadestruirderaízestepequeñociclónperturbador.

Unacasaderecreoenformadeconoazulpálidosedesvióalaalturadelacúpulay fue a posarse cerca de la autorruta destrozada, cuyas doce pistas arrancadas, sedilatabanenunramilletetendidohaciaelcielo.Nosehabíanreparadolasautorrutas.Lasusinasnofabricabanmásvehículosrodantesorastreros.Lostransportesdebajotierra,pistas,avenidasoascensores,erantodoscolectivos,ylosdelasuperficietodosaéreos. Podían sobrevolar el suelo a sólo algunos centímetros o a alturasconsiderables,acualquiervelocidadyposarseencualquierparte.

Las parejas de la generación posterior a la guerra que utilizaban las casas derecreonoaprovechabanmuchosusposibilidades.Noseanimabanaaventurarselejosde lasBocasmás de lo que harían si fueran jóvenesmarsupiales lejos de la bolsamaterna.Esporesoqueseveíantalesconcentracionesdecasasmóvilesenlosbordesoaunenmediodelasruinasdelasciudadesantiguas,querecubríangeneralmentea

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lasciudadessubterráneas.LosGondasdemásedad,queguardabanelrecuerdodelavidaexterior,recorríanelcontinenteentodoslossentidos,alabúsquedaderestosdelasuperficie,aúnvivos,yvolvíanaenterrarseconlavisióndelhorrordelosespaciosvitrificados,yeldesgarrantepesardelmundodesaparecido.

Eléamirósihabíallegadoelcorreo.LacajatrasparenteconteníadosarmasGconsu cinturón y dos esferas minúsculas que debían contener cada una una SemillaNegra.Habíaademástresplaquetascorreo:dosdeellasdecolorrojo,elcolordelascomunicacionesoficiales.

Abriólacajaconsullave,tomóconrepugnancialasarmasylasSemillas,ylasposósobreunamesa.

—¿Vienesaoírelcorreo?—ledijoaPaikan.ÉstedejóalaCúpulacontinuarsutrabajosolayseacercó.Tomólasplacasrojas,frunciendoelceño.Unallevabasunombreyelsellodel

MinisteriodeDefensa,laotraelnombredeEléayelsellodelaUniversidad.—¿Quéesesto?—preguntó.PeroEléayahabíaintroducidoenlaranuradellectorlaplaquetaverdesobrela

cualhabíareconocidoelretratodesumadre.Lacaradeestaúltimasematerializóporencimadelplatillo-lector.EraunrostroapenasmásviejoqueeldeEléayalcualseparecíamucho,sóloquemenosinteresante.

—Escucha,Eléa—dijoella—,esperoqueestésbien.—Yo igualmente.PartoparaGonda41,y estoy sinnoticiasde tuhermano.Ha

sidomovilizadoenplenanocheparaconducirunconvoydetropasalaLuna,ynohadadoseñalesdevidadesdehaceochodías.Naturalmentequetodoesosonhistoriasdemilitares. No pueden desplazar una hormiga sin hacer unmisterio demamuth.PeroAneaestásolaconsubebé,yellaseinquieta.¡Podríanhaberesperadounpocotodavíaantesdesacarselasllaves!Haceapenasdiezañosquehansidodesignados.Procuren no imitarlos, tienen bastante tiempo para ello, ¡no es precisamente elmomentoparafabricarhijos!¡Enfin,esasí,quéselevaahacer,voyparaallá.Lesdarénoticias.Ocúpateunpocodetupadre,nomepuedeacompañar,estámovilizadoensutrabajo!¡CreoqueelConsejoylosmilitaresestánlocos!Enfin,asíes,unonopuederemediarlo:andaaverloyprestaatenciónaloquecome,cuandoestásolotocacomida-máquinadecualquiermanera,noprestaatenciónanada,esunniño.Escucha,Eléa,heterminado.

—¡Forkanmovilizado!¡Tupadretambién!¡Esincreíble!¿Quépreparan?Nerviosamente,Paikanhundióunadelastabletasrojasenellector.Elemblema

de la Defensa apareció por encima del platillo: un erizo hecho bola, cuyas púaslanzabanllamas.

—Escuche,Paikan—dijounavozconindiferencia…Eraunaordendemovilizaciónsobreellugardesutrabajo.Lasegundatabletarojaintroducidaenellectormaterializóporencimadelplatillo

elemblemadelaUniversidad,queeraelsignodelaecuacióndeZoran.

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—Escuche,Eléa—dijounavozgrave—,soyCoban.—¡Coban!SurostroaparecióenellugardelaecuacióndeZoran.Todoslosseresvivientes

deGondawaloconocían.EraelhombremáscélebredelContinente.LeshabíadadoasuscompatriotaselSuero3,quelosvolvíarefractariosatodaslasenfermedades,yelSuero7,quelespermitíarecuperarrápidamentesusfuerzasdespuésdecualquieresfuerzoquehubieranhecho,tanto,queelequivalentedelapalabracansancioestabaenvíasdedesaparecerdelidiomagonda.

Ensucaradelgadademejillashundidas,susgrandesojosbrillabanconlallamadelamoruniversal.EstehombrenopensabasinoenlosotroshombresymásalládeloshombresenlaVidamisma,ensusmaravillas,yensushorrores,contraloscualesélluchabapermanentemente,contodasuinteligenciaycontodassusfuerzas.

—Escuche,Eléa—dijo—,soyCoban,Hequeridoinformarlapersonalmente,queapedidomío,ustedestáafectada,encasodemovilizacióntotal,aunpuestoespecialenlaUniversidad,cercamío.Nolaconozcoydeseoconocerla.Leruegopresentarseal Laboratorio 51, lo más pronto posible. Dé su nombre y su número, y laintroduciránenseguidaadondeestoy.Escuche,Eléa,laespero.

EléayPaikan semiraron sin comprender.Había enesemensajedos elementoscontradictorios:«Ustedestáafectadaporpedidomío»y«yonolaconozco…».Habíasobretodolaamenazadeestarmovilizadosenpuestosalejadoselunodelotro.Nosehabían separado nunca desde su designación. No podían encarar semejanteposibilidad.Lesparecíainimaginable.

—IrécontigoaveraCoban—dijoPaikan—.Sitieneverdaderamentenecesidadde ti, le pediré que me tome a mí igualmente. En la Torre cualquiera puedereemplazarme.

Erasimple,eraposiblesiCobanloquería.LaUniversidaderaelprimerpoderdelEstado. Ningún poder administrativo o militar podía mandar sobre ella. Poseía supresupuestoautónomo,suguardiaindependiente,suspropiasemisorasynoteníaquerendircuentasanadie.EncuantoaCoban,apesardequenoocupabaningúnpuestopolítico, el Consejo Director de Gondawa no tomaba ninguna decisión grave sinconsultarlo.YsiteníanecesidaddeEléa,Paikan,quehabíarecibidoexactamentelamismaeducaciónylosmismosconocimientos,podíatambiénserleútil.

De todas maneras, nada apuraba, la idea misma de la guerra era unamonstruosidad absurda, no había que dejarse contagiar por la nerviosidad oficial.Todos esos burócratas encerrados en sus palacios subterráneos habían perdido elsentimientodelasrealidades.

—Deberíansubirmásamenudoavertodoesto…—dijoEléa.Elsoldelamañanaalumbrabaelcaosderuinasdominadoaloesteporlamasa

enormedelestadiodemolidoydestrozado.Aleste,laautorrutatorcidasehundíaenlaplaniciedereflejosvítreos,sobrelacualniunabriznadehierbahabíaconseguidocrecer.

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PaikanpusosubrazoalrededordeloshombrosdeEléaylaatrajohaciasí.—Vamosalbosque—dijo.Hundiósullaveenlaplacadecomunicación,llamóalparkingdelaProfundidad

y pidió un taxi. Unosminutosmás tarde, una burbuja trasparente venía a posarsesobrelapista.Pasandofrentealamesa,Paikantomólasdosarmasysuscinturones.

VolviósobresuspasosparainformaralaCentraldelTiemposobresuausenciaydeciradóndeiba.Nopodíaahoraausentarsesinavisar,estabamovilizado.

—Noticed?They’realllefthanded!…—dijoHoover.Hablaba en voz baja a Leonova, tapando sumicrófono con lamano. Leonova

comprendíamuybienelinglés.Eracierto.EllolesaltabaalavistaahoraqueHooverselohabíadicho.Sesentía

avergonzadadenohaberseapercibidoporsísola.TodoslosGondaseranzurdos.LasarmasencontradasenelzócalodeEléa,yeneldeCobanquehabíasidoabiertoasuvez,eranenformadeguantesparalamanoizquierda.

Y la imagen en la pantalla grande en estemomento,mostraba aEléa yPaikanentrenándose entre otrosGondas al uso de armas semejantes.Todos tiraban con lamanoizquierdaablancosdemetal,dediversasformas,quesurgíanbruscamentedelsueloyqueresonabanbajoelimpactodelosgolpesdeenergía.Eraunejerciciodedestreza, pero sobre todo de control. Según la presión ejercida por los tres dedosdoblados,elarmaGpodíacurvarunabriznadepastoopulverizarunaroca,destrozarunadversario,osimplementematarlo.

UnblancoovaladoseerguíadeprontoadiezpasosdePaikan.Eraazul, loquesignificabaquehabíaquetirarconunmínimumdepoderío.Enunrelámpago,Paikanhundiósumanoizquierdaenelarmasujetaasucinturaporunaplacamagnética,laarrancó, levantóelbrazoy tiró.Elblancosuspirócomounacuerdadearpaapenasrozadayseescamoteó.

Paikan se puso a reír. Se había reconciliado con el arma. Este ejercicio era unjuegoagradable.

Unblancorojolefuepropuestocasienseguida,almismotiempoqueunoverdese erguía a la izquierda de Eléa. Ella tiró efectuando un cuarto de vuelta. Paikansorprendido, tuvo justo el tiempo de tirar antes que los blancos desaparecieran. Elrojoresonócomountrueno,elverdecomounacampana.Detodosladoslosblancossurgíandelterrenoyrecibíangolpesviolentos,papirotazosocaricias.Elclaroenelbosquecantabacomounenormexilófonobajoelmartillodeunloco.

UnaparatodelaUniversidadsobrevolóelclarodelbosque,maniobrandounpocosobreelmismositioyluegoseposódetrásdelostiradores.Eraunaparatorápido.SeparecíaalapuntadeunalanzacoronadaporunfuselajetrasparenteestampadoconlaecuacióndeZoran.

Dosguardiasuniversitariosbajarondeél,conpectoralyfaldónverdes,elarmaGsobre el lado izquierdo del vientre, una granada S sobre la cadera izquierda, la

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máscara nasal colgando como collar. Llevaban el peinado de guerra, los cabellostrenzadoshaciaatrás,sujetosporunahorquillamagnéticacontraelcascocónicodeanchosbordes.Ibandeungrupoalotro,interrogandoalostiradoresquelosmirabanconsorpresaeinquietud;nohabíanvistonuncaguardiasverdestanbienarmados.

Losdosguardiasbuscabanaalguien.CuandoestuvieroncercadeEléa:—BuscamosaEléa3-19-07-91—dijeron.Habían estado en la Torre, y encontrándola vacía se habían informado en la

CentraldelTiempo.CobanqueríaveraEléasindemora.—Voyconella—dijoPaikan.Losguardiasnoteníanlaconsignadeoponerse.Elaparatoatravesóellagocomo

una flecha hasta la Boca, y bajó verticalmente en la chimenea verde de laUniversidad.DisminuyólavelocidadenladesembocaduradeltechodelParking,seacercóalsueloenlapistacentral,tomóunavecinalysepresentódelantedelapuertadeloslaboratoriosqueseabrieronycerrarondetrásdeél.

LascallesylosedificiosdelaUniversidadsedestacabanporsusencillezsobrelaexuberancia vegetal del resto de la ciudad.Acá, las paredes estaban desnudas, lasbóvedassinunaflorounahoja.Niunornamentosobrelaspuertastrapezoidales,nielmásmínimoarroyuelo en el suelode la calle blancadonde el aparato seguía sucurso, ni un pájaro en el aire, ni una cervatilla sorprendida en un recodo, ni unamariposa, ni un conejo blanco. Era la severidad del conocimiento abstracto. Laspistasdetransporteteníanasientosfabricadosyrampasmetálicas.

Eléa y Paikan fueron sorprendidos por la actividad anormal que reinaba en lacalledebajodeellos.Guardiasdeverdeenuniformedeguerra,loscabellostrenzadosyconcascosenlacabeza,sedesplazabanenplenapista,sinasombrarsedeverpasarporencimadesuscabezasesteaparatoalcuallacallenormalmenteleestabavedada.Señalesdecolorpalpitabanencimadelaspuertas,llamadasdenombresydenúmerosresonaban, ayudantes de laboratorio, vestidos color salmón se apuraban en loscorredores,suslargoscabellosenvueltosenmantillasherméticas.NoeraelbarriodelosEstudios,peroeldelosTrabajoseInvestigaciones.Ningúnestudiantearrastrabaporahísuspiesdesnudosysuscabelloscortos.

Elaparatoseposósobrelapuntadeunaencrucijadaenformadeestrella.UnodelosguardiascondujoaEléaallaboratorio51.Paikanlossiguió.Fueronintroducidosenunapiezavacíaenmediodelacual,unhombrevestidodecolorsalmón,depie,esperaba.LaecuacióndeZoran,selladaenrojosobreelladoderechodesupecholodesignabacomojefedelaboratorio.

—¿UstedesEléa?—preguntóél.—SoyEléa.—¿Yusted?—Paikan.—¿QuiénesPaikan?—SoydeEléa—dijoPaikan.

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—SoydePaikan—dijoEléa.Elhombrereflexionóunmomento.—Paikannohasidoconvocado—dijo—.CobanquiereveraEléa.—YoquieroveraCoban—contestóPaikan.—Levoyahacersaberqueestáustedacá.Vaaesperar.—AcompañoaEléa—dijoPaikan.—YosoydePaikan—dijoEléa.Hubounsilencio,luegoelhombreprosiguió:—Le voy a avisar aCoban…Antes de verlo, Eléa debe pasar un test general.

Aquíestálacabina…Abrióunapuertatraslúcida.Eléareconociólacabinaestándarenlacualtodoslos

seresvivientesdeGondawaseencerraban,almenosunavezporaño,paraconocersuevoluciónfisiológicaymodificar,sieraelcaso,suactividadysualimentación.

—¿Esnecesario?—preguntóella.—Esnecesario.Eléaentróenlacabinaysesentósobrelasilla.La puerta se cerró nuevamente, los instrumentos se iluminaron alrededor suyo,

relámpagos de color brotaron frente a su cara, los analizadores ronronearon, elsintetizador restalló. Estaba terminado. Ella se levantó y empujó la puerta. Éstapermaneciócerrada.Sorprendidaempujómásfuerte,sinresultado.

Llamó,inquieta:—¡Paikan!Delotroladodelapuerta,Paikangritó:—¡Eléa!Trató nuevamente de abrir, ella adivinaba que había una cosa terrible en esta

puertacerrada.Gritó:—¡Paikan,lapuerta!Élseprecipitó.Ellaviosusiluetaaplastarsecontraelpaneltraslúcido.Lacabina

seestremeció,susinstrumentosdestrozadoscayeronalsuelo,perolapuertanocedió.DetrásdelaespaldadeEléa,eltabiquedelacabinaseabrió.—Venga,Eléa—dijolavozdeCoban.

Dosmujeresestabansentadas frenteaCoban.UnaeraEléa,otra,morena,muybella, de formas más llenas, más opulenta. Eléa era el equilibrio en la medidaperfecta,laotraeraeldesequilibrioquedaelimpulsohacialariqueza.MientrasqueEléaprotestaba,reclamabaaPaikan,exigíadereunirseconél,laotrahabíacallado,mirándolaconcalmaysimpatía.

—Espere,Eléa—dijoCoban—,espereasaber.Llevaba el vestido severo de los ayudantes de laboratorio, pero la ecuación de

Zoran,sobresupecho,estabaimpresaenblanco.Caminabadearribaabajo;lospies

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desnudos como un estudiante, entre sus mesas-pupitres y la red de alvéolos queconteníavariasdecenasdemillaresdebobinasdelectura.

Eléacalló,demasiadopositivaparaemperrarseenunesfuerzoinútil.Escuchó.—Ustednosabe—dijoCoban—,loqueocupaelemplazamientodeGonda1.Se

lovoyadecir.EselArmaSolar.Apesardemisprotestas,elConsejoestádecididoautilizarlasiEnisorainosataca.YEnisoraiestádecididoaatacarnosparadestruirelArmaSolarantesdequelautilicemos.Dadasucomplejidadylaenormidaddesusdimensiones,senecesitarácasimediodíaentrelainiciacióndelprocesodearranqueyelmomentoenqueelArmasaldrádesualojamiento.Esduranteestemediodíaquesejugarálasuertedelmundo.PuessielArmalevantavueloypega,serácomosielSolmismocayerasobreEnisorai,Enisoraisequemará,sefundirá,chorreará…Perola tierra entera sufrirá el choque de rebote. ¿Qué quedará de nosotros después dealgunossegundos?¿Quéquedarádelavida?…

Cobancalló.Sumiradatrágicapasabaporencimadelasdosmujeres.Murmuró:—Quizánada…nadamás…Comenzódenuevosupaseodeanimalprisioneroquebuscaenvanounasalida.—YsilosenisoresconsiguenimpedirlasalidadelArma—dijo—,ladestruirán,

yanosotrostambién.Sondiezvecesmásnumerososquenosotrosymásagresivos.No podemos resistir a su multitud. Nuestra única defensa contra ellos era deinspirarlesmiedo,¡peroleshemosdadodemasiadomiedo!

—Nosvana atacar con todos sus recursos,y siganan,nodejaránnadadeunarazaydeunacivilizacióncapazdefabricarelArmaSolar.EsporelloquelaSemillanegrahasidodistribuidaaloshabitantesdeGondawa.Paraquelosprisioneroselijan,si ellos lo desean, morir por su propia mano antes que sobre las hogueras deEnisorai…

Eléaseirguió,combativa.—¡Esabsurdo!¡Eshorroroso!¡Esinmundo!¡Sedebepoderimpedirestaguerra!

¿Porquénohaceustedalgoenvezdegemir?¡SaboteeelArma!¡VayaaEnisorai!¡Loescucharán!¡UstedesCoban!

Cobanseparófrenteaella,lamirógravemente,consatisfacción.—Ustedhasidobienelegida—dijo.—¿Elegidaporquién?¿Elegidaparaqué?Nocontestóaestaspreguntas,sinoalaprecedente.—Yohagoalgo.TengoemisariosenEnisoraiquehan tomadocontactocon los

sabiosdelDistritodelConocimiento.Elloscomprendenlosriesgosde laguerra.Sipuedentomarelpoder,lapazestásalva.Peroquedapocotiempo.TengocitaconelpresidenteLokan.VoyatratardeconvenceralConsejoderenunciaralArmaSolar,ydehacerlo saber aEnisorai.Desgraciadamente tengoencontramíoa losmilitares,quenopiensanmásqueenladestruccióndelenemigo,yelministroMozran,quehaconstruidoelarmayquetienedeseosdeverlafuncionar,sifracaso,hehechotambién

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otra cosa y es por ello que han sido elegidas ustedes dos y otras tres mujeres deGondawa,quierosalvarlavida.

—¿Lavidadequién?—¡Lavida,nomáslavida!…sielarmasolarfuncionadurantealgunossegundos

másdeloprevisto,latierraestaráestremecidaaunpuntotalquelosocéanossaldránde sus fosas, los continentes se partirán, la atmósfera alcanzará el calor del acerofundidoyquemarátodohastaenlasprofundidadesdelsuelo.Nosesabe,nosesabedónde se detendrán los desastres. A causa de su poderío aterrador,Mozran no hapodidojamásprobarelArma,aunenunaescalareducida.Nosesabe,perosepuedepredecirlopeor.Loquehehecho…

—Escuche,Coban—dijounavoz—,¿quieresaberlasnoticias?—Sí—contestóCoban.—¡Helasaquí!Las tropasenisorasenguarniciónsobre laLunahan invadido la

zonainternacional.UnconvoymilitarsalidodeGonda3hacianuestrazonalunarhasidointerceptadoporfuerzasenisorasantesdealunizar.Hadestruidounapartedelosasaltantes. La batalla continúa. Nuestros servicios de observación lejana tienen laprueba que Enisorai ha hecho volver sus bombas nucleares puestas en órbitaalrededor de Sol, y las ha dirigido hacia Marte y la Luna. Escuche, Coban, estáterminado.

—Hecomenzado…—dijoCoban.—Yo quiero volver junto a Paikan —dijo Eléa—. Usted no me deja otra

esperanzamásquemorir,omorir.Quieromorirconél.—Yohagoalgo—dijoCoban—.Heconstruidoun refugioque resistiráa todo.

Lohehechoguarnecerdesemillasdetodaclasedeplantas,deóvulosfecundadosdetoda clase de animales e incubadoras para desarrollarlos, de diez mil bobinas deconocimientosdemáquinassilenciosas,deútiles,demuebles,detodaslasmuestrasdenuestracivilización,detodoloquehacefaltaparahacerrenacerotrasemejante.Yen el centro colocaré a un hombre y una mujer. El ordenador ha elegido cincomujeres, por su equilibrio psíquico y físico, por su salud y belleza perfecta. Hanrecibidolosnúmerosde1al5porordendeperfección.Lanúmero1murióanteayerenunaccidente.Lanúmero4,estáenviajeaEnisorai,nopuedevolver.Lanúmero5habitaGonda62.Lahemandadobuscartambién.Temoquenollegueaquíatiempo.Lanúmero2esusted,Lona,lanúmero3esusted,Eléa.

Calló un segundo, tuvo una especie de sonrisa cansada, se volvió a Lona, ycontinuó:

—Naturalmente, no habrámás que unamujer en elRefugio. Será usted,Lona,vivirá…

Lona se levantó, pero antes de que tuviese tiempo de hablar, una voz se leadelantó:

—Escuche,Coban,aquíestánlostestdeLonanúmero2.Todaslascondicionesexigidas, presentes al máximum, pero metabolismo en evolución y hormono-

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equilibriotrastocado;Lonanúmero2estáencintadedossemanas.—¿Losabíausted?—preguntóCoban.—No—dijoLona—,peroloesperaba.Noshabíamossacadolasllaveslatercera

nochedeprimavera.—Losientoporusted—dijoCobanseparandolasmanos—.Estolaelimina.El

hombrey lamujer colocadosenelRefugioestaráncolocadosenhibernaciónenelfríoabsoluto.Esposibleque suembarazodañeel éxitode laoperación.Nopuedotomareseriesgo.Vuélvaseasucasa.Lepidoguardarsecretoduranteundíasobreloquehedicho,aunconvuestroDesignado.Enundía,todosehabráproducido.

—Mecallaré—contestóLona.—Lacreo—dijoCoban—.Elordenadorlahadefinidoasí;sólida, lenta,muda,

defensiva,implacable.Hizo una señal a los dos guardias de verde que estaban cerca de la puerta. Se

apartaronparadejarsaliraLona.ÉlsediovueltahaciaEléa.—Seráentoncesusted—ledijo.Eléa se sintió convertirse en un bloque de piedra. Luego su circulación se

restablecióconviolencia,ysucaraenrojeció.Seesforzóporconservarlacalma.OyódenuevoaCoban:

—El ordenador la ha definido aquí: equilibrada, rápida, obstinada, ofensiva,eficaz.

Ellasesintiódenuevocapazdehablar.Atacó:—¿PorquénodejóentraraPaikan?NoirésinélavuestroRefugio.—Elordenadorhaelegidolasmujeresporsubellezaysusalud,yporsupuesto

tambiénpor su inteligencia.Haelegido loshombrespor susaludysu inteligencia,peroantetodoporsusconocimientos.EsprecisoqueelhombrequevuelvaasalirdelRefugiodentrodealgunosaños,puedeserquedentrodeunsigloodos,seacapazdecomprendertodoloqueestáimpresosobrelasbobinas,yaún,sifueraposible,sabermásqueellas.Supapelnoserásolamenteeldehacerhijos.Elhombrequehasidoelegido debe ser capaz de hacer renacer elmundo. Paikan es inteligente, pero susconocimientossonlimitados.NosabríaniaúninterpretarlaecuacióndeZoran.

—Entonces,¿quiéneselhombre?—Elordenadorhaelegidocinco,comoparalasmujeres.—¿Quiéneselnúmerouno?—Soyyo—dijoCoban.

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—Enisorai, era ya usted —dijo Leonova a Hoover—. Ustedes eran ya losamericanos puercos, los imperialistas tratando de tragarse al mundo entero y susaccesorios.

—Miencanto—dijoHoover—,nosotros,americanosdehoydía,nosomosmásque europeos desplazados, vuestros primitos de viaje…Me gustaría que Eléa nosmuestreunpococómoeralajetadelosprimerosocupantesdeAmérica.HastaahoranohemosvistomásqueGondas.Enlapróximasesión,lepediremosaEléaquenosmuestrealosenisores.

Eléa lemostróa los enisores.Ellahabía idoconPaikanenviaje aDiédohu, lacapitaldeEnisoraicentral,paralafiestadelaNube.Sacóparaelloslasimágenesdesumemoria.

LlegaronconEléaenunaparatodelargadistancia.Enelhorizonte,unacadenademontañasgigantescasescalabaelcielo.Cuandoestuvieronmáscerca,vieronquelamontañaylaciudadnohacíanmásqueuno.

Construidaenenormesbloquesdepiedra,laciudadseacercabaalamontaña,larecubría, la sobrepasaba, tomaba apoyo sobre ella para proyectar hacia lo alto sulanzaterminal:elmonolitodelTemplo,cuyacúspideseperdíaenunanubeeterna.

Vierona losenisores trabajarydivertirse.Lasnecesidadesde lapoblaciónerantanconsiderablesysucrecimientotanrápido,que,aunenesedíadelaFiestadelaNube, no podían parar de edificar. Sin cesar, incansablemente como hormigas, losconstructoresagrandabanlaciudad,tallabancalles,escalerasyplazasenlosflancostodavíavírgenesdelamontaña,edificabanmurallas,casasypalacios.Noutilizabanmásherramientasquesusmanos.Llevabansobreelpecho,colgadadeuncollardeoro, la efigie de la serpiente llama, símbolo enisor de la energía universal.No erasolamenteunsímbolo,sinosobretodountrasformador.Ledabaalquelousaba,elpoderdedominarmuysencillamenteconsusmanostodaslasfuerzasnaturales.

Sobre la pantalla grande, los sabios de EPI, vieron los constructores enisoreslevantarsinesfuerzobloquesrocososquedebíanpesartoneladas,posarlosunossobreotros,ajustarlosentresí,darlesforma,modificarlos,centrarlosconelfilodelamano,alisarlosconlapalma,comosifueramasilla.Entrelasmanosdelosconstructores,lamateria se tomaba imponderable,maleable, dócil. En cuanto dejaban de tocarla, lapiedrarecobrabasudurezaysumasadepiedra.

LosextranjerosinvitadosalaFiestadelaNubenoestabanautorizadosaaterrizar.SusmáquinasdebíanquedarseenlaestaciónaéreaenlasinmediacionesdeDiédohu.Sus filas curvas en distintas alturas componían en el cielo como las gradasmulticoloresdeunextrañocircocolocadosobreelvacío.Frenteaellosselevantabael Templo, cuya flecha, construida de un solo bloque de piedra, más alto que losrascacielosdelaAméricacontemporánea,hundíasupuntaenlaNube.Unaescaleramonumentaltalladaensumasa,lacircundabaenespiral.Sobreestaescalera,desdehacíahoras,unamuchedumbresubíahacialacúspidedelTemplo.Subíalentamente,

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consupropiagravedadpesandosobresusmúsculos,mientrasqueentodoslosotroslugares,enlascallesylasescalerasdelaciudad,losenisoressedesplazabanconunasolturayunavelocidadquerevelabasudominiodelagravedad.Lamuchedumbredela escalera, componía, por el conjunto colorido de sus vestimentas, la efigie de laserpiente-llama.Lacabezadelaserpienteondulabasobrelaescalera,alaizquierda,ala derecha, y seguía subiendo.Su cuerpo continuaba enrollándose en los escalonesalrededordelaFlecha.Debíacomponersedevarioscentenaresdemilesdepersonas,quizásunúmeropasabadelmillón.

Porlasaberturasdelaparatoentrabalamúsicaqueritmabalosmovimientosdelaserpiente.Eraunaespeciedelentojadeoqueparecíaemanardelamontañaydelaciudad,yquelamuchedumbre,ladelaFlecha,ladelasescalerasydelascalles,laquesubía,laquemiraba,laquetrabajaba,acompañabaconprofundossonidosdesugarganta,manteniendolabocacerrada.

Cuando lacabezade la serpientealcanzó laNube,el sol sehundíadetrásde lamontaña:lacabezadelaserpienteentróenlaNubeconelcrepúsculo.Lanochecayóenpocosminutos.Reflectores,instaladosentodalaciudad,iluminaronlaFlechayelgentío que la rodeaba. El ritmo de la música y el canto se aceleraron y la flechacomenzóamoverse, amenosque fuera laNube.Sevioa laFlechahundirseen laNubeolaNubehundirsesobrelaFlecha,retirarse,volveracomenzar,demásenmásrápidamente,comoporuninmensoacoplamientodelaTierraydelCielo.

El jadeo de la música se aceleró, aumentó de potencia, golpeaba los aparatosestacionadosenelcielocomoolasydislocabasusalineamientos.Enelsuelotodoslostrabajadoresabandonabansutrabajo.Enlospalacios,enlascasas,enlascalles,sobrelasplazasloshombresseacercabanalasmujeresylasmujeresaloshombres,porcasualidad,simplementeporqueeranlosmáscercanosaellos,ysinsabersieranbellos o feos, viejos o jóvenes o quienes eran, se agarraban y se abrazaban, seacostabanahímismoenel lugarenqueseencontraban,entrabanjuntosenelritmoúnicoquesacudíaalamontañayalaciudad.LaFlechapenetróenteraenlaNube,hastasubase.Lamontañaseresquebrajó, laciudadsesolivió, liberadadesupeso,prontaahundirseenelcielohastaelinfinito.LaNubellameó.Estallóentruenosdecataclismos,luegoseapagóyseretiró.LaciudadpesódenuevosobrelaMontaña.LaFlechaestabadesnuda.Nohabíayanadiesobrelagranescaleradepiedra.Todaslasparejasacostadassedesuníanyseseparaban.Hombresymujeresse levantabanalelados y se separaban. Otros se dormían sobre el mismo lugar. Durante algunosinstantes de una brevedad sofocante, habían participado todos juntos del mismoplacer cósmico. Cada uno de ellos había sido toda la Tierra, cada una de ellas elCielo.Eraasíunavezporaño,entodaslasciudadesdeEnisorai.Duranteelrestodelosdíasylasnoches,loshombresenisoresnoseacercabanalasmujeres.

LossabiosdeEPIinterrogaronaEléa.¿Quésehabíahechotodalamultituddelaescalera?

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—La Flecha se dio a la Nube —dijo Eléa—. La Nube se dio a la EnergíaUniversal.Todoslosylasquelacomponíaneranvoluntarios.Habíansidoelegidosdesdesuinfancia,seaporquepresentaranalgunadeficienciadelamenteodelcuerpo,aun ínfima, sea, al contrario, porque eranmás inteligentes,más fuertes,másbellosque la medianía de los enisores. Criados en función de ese sacrificio, habíanaprendido a desearlo con todo su cuerpo y todo su espíritu. Tenían derecho asustraerse a ello, pero unnúmeromuypequeñousaba de ese derecho.Así, la razaenisora se mantenía en una calidad de nivel constante. Pero ese sacrificio, sinembargo,nobastabaparacompensarlanatalidadqueprovocaba.DurantelafiestadelaNube,eranconcebidosveintevecesmásenisoresquelosqueperecíansobretodaslasFlechasdelContinente.

—Pero—dijoHoover—,todasesasbuenasmujeresdebíanparirtodaselmismodía.

—No—contestóEléa—,eltiempodelagestación,enEnisorai,variabadeunaatres estaciones, según el deseode lamadre y según su edad.Comousted lo habrávisto no había Designación, por lo tanto nada de parejas, nada de familias. Loshombresylasmujeresvivíanmezclados,enestadodeigualdadabsolutadederechosydedeberes,enlosPalacioscomunesoenlascasasindividuales,comolodeseaban.LosniñoserancriadosporelEstado.Noconocíanasumadre,yporsupuesto,menosasupadre.

Apesardequeelaparatosemantuvieselejosporencimadelamuchedumbreatravésde suventanamáspróxima, los sabioshabíanpodidover endetalleungrannúmerodecarasdeenisores.Teníantodoselpelonegroylacio,losojosoblicuos,lospómulossalientes,lanarizaguileñaarribayaplastadaabajo.Eranindiscutiblementelosantepasadoscomunesdelosmayas,losaztecas,ylosotrosindiosdeAmérica,yquizátambiéndelosjaponesesyloschinos,ydetodaslasrazasmongoloides.

—¡Ahíestán,vuestrosimperialistas!—dijoHooveraLeonova.Suspiró,luegoagregó:—Espero que nos guardarán menos rencor ahora, por haber tratado un poco

duramenteasusdescendientes.

—Noeslavidaloqueustedquieresalvar,sinolasuya—dijoEléa—.YhahechobuscarporelOrdenador lascincomujeresmásbellasdelcontinente,paraelegir laqueloacompañará.

—Mire—dijo Coban con una gravedad triste—, a la que hubiese elegido desalvarconmigosihubiesecreídotenerelderechodehacerlo…

Activóunhazdeondas.EncimadelamesaapareciólaimagendeunaniñitaqueseparecíaextraordinariamenteaCoban.Derodillassobreuncuadrodecéspedcercadel lago de la Novena Profundidad, ella acariciaba un cervatillo de ojos pintados.Largos cabellos negros como de varoncito caían sobre sus hombros desnudos. Sus

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brazosgrácilesseanudabanalrededordelcuellodelanimalquelemordisqueabalasorejas.

—EsDoa,mihija—dijoCoban—,tienedoceaños,yestásola.Todaslaschicasdesuedadtienendesdehacetiempouncompañero.Peroellaestásola…Porqueescomoyo,unano-designada.Elordenadornohapodidoencontrarmeunacompañeraquemehubiesesoportadoyquenomehubieseirritadoporlalentituddesuespíritu.Una cierta vivacidad de las facultades mentales condena a la soledad. He vividoalgunosperíodosconviudas,conseparadas,conno-designadastambién.LamadredeDoaeraunadeellas.Suinteligenciaeragrande,perosucarácteratroz.ElOrdenadornohaqueridoagobiaraningúnhombreconella.Acausadesuinteligencia,ydesubellezalepedíquemehicieraunniño.Aceptóconlacondicióndequedarsealladomío para criarla. Lo creí posible.Nos hemos sacado nuestras llaves.Algunos díasdespués tuvimos que separamos. Era bastante inteligente para comprender que nopodíaencontrarlafelicidadalladodenadie,niaundesucriatura.Cuandonació,ellamelaenvió.

EraDoa…Doa,asuvez,harecibidodelOrdenadorunarespuestanegativa.Sucarácteres

muy dulce, pero su inteligencia es superior a la mía. No encontrará su igual enningunaparte.Sivive…

LavozdeCobanseahogó.Borrólaimagen.—¿NocreeustedqueamoaDoaporlomenostantocomoustedquiereaPaikan?

¿Nocreequesiyoobedecieseamotivosegoístas,esaellaaquienencerraríaenelRefugio? ¿O queme quedaría, cerca de ella abandonando con alegríami lugar alnúmero2?Pero conozco al número2, sé lo quevalen sus conocimientos y lo quevalenlosmíos.ElOrdenadorhatenidorazóndedesignarme.Nosetratayadeamor,ni de sentimientos ni de nosotros mismos. Estamos frente a un deber que nossobrepasa.Tenemos,ustedyyo,quepreservarlavidauniversal,rehacerelmundo.

—EscúchemebienCoban—dijoEléa—,meimportapocodelmundo,delavida,deladeloshombresydeladeluniverso.SinPaikan,nohaymásuniverso,nohaymás vida. Deme a Paikan en el Refugio, y yo os bendeciré hasta el fondo de laEternidad.

—Nopuedo—respondióCoban.—¡DemeaPaikan!¡Quédesejuntoasuhija!¡Noladejemorirsola,abandonada

porusted!—Nopuedo—dijoCobanamediavoz.Su rostro expresaba a la vez su resolución y su infinita tristeza. Este hombre

estaba al final de un combate que lo dejaba destrozado, pero su resolución estabatomada, una vez por todas. No había podido construir un Refugiomás grande. Elgobierno,totalmenteabsorbidoporGonda1yelmonstruocolosalqueseagazapabaenél,sehabíadesinteresadodelproyectodeCoban,lohabíadejadoprocederperosehabía rehusado a ayudarlo.Era laUniversidad sola la quehabía hecho elRefugio.

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Esta fabricación, este alumbramiento había movilizado todo su poder energético,todoslosrecursosdesusmáquinas,desuslaboratoriosydesuscréditos.Eraelfrutoúnico de una planta enorme. No contendría más que dos semillas, una tercera locondenaríaaperecer.Aunpequeña.AunDoa.Nopodíacobijarmásqueaunhombreyunamujer.

—¡Entoncestomeotramujer!—gritóEléa—.¡Haymillones!—No—dijoCoban—,nohaymillones,habíacinco,ynoquedamásqueusted…

El Ordenador la ha elegido porque es excepcional. ¡No, no otra mujer, y no otrohombre,esustedyyo!Nohablemosmás,leruego,estádecidido.

—Ustedyyo—dijoEléa.—Ustedyyo—contestóCoban.—Loodio—dijoEléa.—Yonolaamo—contestóCoban—.Esoimportapoco.—Escuche,Coban—dijounavoz—,elpresidenteLokanquierehablarleyverlo.—Loescuchoylomiro—dijoCoban.LaimagendeLokansurgióenunrincóndelapieza.Cobanladesplazó,paraque

hicierafrente,delotroladodelamesa.Lokanparecíaagobiadoporlaangustia.—Escuche,Coban—dijo—.¿Dóndeestánsusenviadosparatomarcontactocon

loshombresdelDistritodelConocimientodeEnisorai?—Esperouninformedeunmomentoaotro.—¡No se puede esperarmás! ¡No se puede!Los enisores bombardeannuestras

guarniciones deMarte y de la Luna con bombas nucleares. Las nuestras están enmarchayvamosaretrucarles.Pero,poratrozquesea,aúnnoesnada.Elejércitodeinvasiónenisorestásaliendodesusmontañashuecasyemplazándoseensusbasesdepartida. ¡Dentro de algunas horas, va a caer sobreGondawa! ¡Al primer despegueseñaladopornuestrossatélites,yodesencadenolapuestaenmarchadelArmaSolar!¡Pero soy como usted, Coban, le tengomiedo a este horror! ¡Puede ser que hayatodavíatiempodesalvarlaPaz!Elgobiernoenisorsabequeelenvíodesuejércitosignificarálamuertedesupueblo.Pero,oleimportapoco,obienesperadestruirelArmaantesdesudespegue.¡Kutiyuestáloco!¡SolamentelagentedelDistritopuedeensayar de convencerlo, o dederrocarlo! ¡Nohaymásque lamitaddeun instanteparaperder,Coban!¡Lesuplicotratedeentrarencontactoconellos!

—Nopuedoalcanzarlosdirectamente.VoyallamaraPartao,enLamoss.Laimagendelpresidenteseborró.Cobanhundiósullaveenunaplaca.—Oigan—dijo—,quieroveryoíraPartao,enLamoss.—PartaoenLamoss—dijounavoz—.Llamo.CobanexplicóaEléa:—Lamosseselúnicopaísquequedaráneutralenesteconflicto.Porunavezno

tendrámucho tiempoparaaprovechardeello…Partaoesel jefede laUniversidadLamo.Esél,micontactoconlagentedelDistrito.

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PartaoaparecióyledijoaCobanquesehabíapuestoencontactoconSoutakuenelDistrito.

—Yanopuedehacernada…estádesamparado.Lovaallamardirectamente.UnaimagenmacilentaseencendióalladodeladePartao.EraSoutaku…entoga

ygorroredondodeprofesor.Teníaelairedeuntrastornado,hablabahaciendogestos,segolpeabaelpechoymostrabaconundedotensoaalgunacosaoalguienalolejos.Noseoíaunapalabradeloquedecía,superficiesdecolorescambiantescortabansuimagenentrozos,temblaban,sejuntaban,seseparaban.Luegodesapareció.

—Nopuedodecirlenadamás—dijoPartao—.¿Quizábuenasuerte?…—Estavez—contestóCoban—,nohabrásuerteparanadie.LlamóaLokanylopusoalcorriente.Lokanlepidióquefueraajuntarseconélal

Consejoqueibaareunirse.—Vengo—contestóCoban.Se volvió hacia Eléa, que había asistido a la escena sin decir una palabra, sin

hacerungesto.—Ya está—dijo con voz glacial—, ahora sabe adónde estamos. No hay lugar

para lossentimientos.EntraremosestanocheenelRefugio.Misasistentes lavanapreparar.Recibirá,entreotroscuidados,laúnicadosisexistentedelsuerouniversal.Hasidosintetizado,moléculapormolécula,enmi laboratoriopersonal,desdehaceseis meses. La dosis precedente, soy yo quien la ha probado. Estoy listo, si pormilagro no sucediese nada, habrá obtenido de ser la primera en disfrutar de lajuventudeterna.Enesecaso leprometoque ladosissiguienteseráparaPaikan.Elsuerolepermitirápasarsininconvenientesatravésdelfríoabsoluto.Lavoyaconfiaramishombres.

Eléase levantóycorrióhacia lapuerta.Golpeóaunguardiaen lasien,conungolpeterribledesumanoizquierdacerrada.Elhombrecayó.ElotroasiólamuñecadeEléayselasujetófuertementeenlaespalda.

—¡Lárguela!—gritóCoban—.¡Lesprohíbodetocarla!Leshagaloqueleshaga.Elguardialasoltó.Ellaseprecipitóhacialapuerta.Peroéstanoseabrió.—Eléa—dijoCoban—,siustedaceptaeltratamientosindebatirse,sintratarde

huir le autorizaré a volver a ver a Paikan antes de entrar en el Refugio. Ha sidollevadoalaTorreyestáinformadodeloquehasidodeusted.Esperanoticiassuyas.Leheprometidoquelavolveríaaver.Siustedprotesta,sisedebate,correelriesgodecomprometersupreparación,lahagoanestesiar,ynolovolveráaverjamás.

Eléa lo miró un momento en silencio, respiró profundamente para retomar elcontroldesusnervios.

—Puedehacervenirasushombres,nomemoverémás.Cobanapoyósobreunaplaca.Unapartedel tabiquesecorrió,descubriendoun

laboratorioocupadoporguardiasyayudantesdelaboratoristasentreloscualesEléareconocióaljefedellaboratorioqueloshabíarecibido.

Elhombreleindicóunasillafrenteaél.

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—Venga—dijo.Eléa se adelantó hacia el laboratorio.Antes de dejar el escritorio deCoban, se

volvióhaciaél.—Loodio—dijoella.—CuandosalgamosdelRefugio sobre laTierramuerta—lecontestóCoban—,

nohabrániodioniamor.Nohabrámásquenuestrotrabajo…

Ese díaHoi-To había bajado dentro delHuevo con elmaterial fotográfico queacababaderecibirdelJapón,enparticularreflectoresconluzcoherentepormediodeloscualesesperabapoderiluminarlaSaladelMotor,altravésdelalozatrasparente,yfotografiarlo.

Alpararseelmotordelfríosehabíaapagado,ylaSalaporencimadelalozaeraahoraunbloquedeoscuridad.Latemperaturahabíasubidorápidamente,lanieveylaescarchasehabíanfundido,elaguahabíasidoaspirada,laparedyelsuelosecadosconairecaliente.

Mientras que, los ayudantes colgaban los reflectores en trípodes bajos, Hoi-To,maquinalmentemirabaalrededorsuyo.Lasuperficiede lapared leparecióextraña.No estaba pulida, tampoco era mate, sino como tornasolada. Pasó sobre ella susdedossensibles,luegolasuñas.Éstasrechinaron.

Hizo dirigir un reflector sobre la pared, una luz rajante; miró con una lupa,improvisóunaespeciedemicroscopioconunteleobjetivoylentejuelas.Nolequedómásduda:lasuperficiedelaparedestabagrabadaconinnumerablesestrías,Ycadaunadeesasestríaseraunalíneadeescrituragonda.Lasbobinasdelectura,enlasaladelosalvéoloshabíanestadodescompuestasporeltiempo,perolapareddelHuevo,enteramente impresa con signosmicroscópicos, representaba el equivalente de unabibliotecaconsiderable.

Hoi-To tomó inmediatamente algunos clisés, con ampliación máxima, endiferentespuntosdelapared,alejadoslosunosdelosotros.Unahoramástardeéllosproyectabasobrelapantallagrande.Lukos,muyexcitado,identificólosfragmentosdelrelatohistóricoydelostratadoscientíficos,unapáginadediccionario,unpoema,undiálogoqueeraquizáunapiezadeteatroounadiscusiónfilosófica.

LapareddelHuevoparecíaserunaverdaderaenciclopediadelosconocimientosdeGondawa.

Uno de los clisés proyectado constaba de numerosos signos aislados, en loscualesLukosreconociósímbolosmatemáticos.RodeabanalsímbolodelaecuacióndeZoran.

Eléasedespertóacostadasobreunaalfombradepiel.Descansabasobreunlechosuaveytibioposadosobrelanada,ellaflotabaenunestadoderelajacióntotal.

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Habíasidoexaminadadepiesacabeza,pesadacasialaprecisióndeunacélula,alimentada,dadadebeber,masajeada,compensada,acunadahastanosermásqueuncuerpoconelpesoexactamentebuscado,ydeunapasividadperfecta.

LuegoCobanquehabíavuelto, lehabíaexplicadoelmecanismodecierreydeabertura delRefugio, almismo tiempoque le administraba élmismo, en formadehumo para respirar, de aceite sobre su lengua, de neblina en sus ojos, de largasmodulaciones de infrasonidos sobre las sienes los diversos elementos del suerouniversal. Ella había sentido una energía nueva, luminosa, invadir todo su cuerpo,limpiarlodesusúltimos replieguesde lasitud, llenarlahasta lapielconun impulsoigualaldelosbosquesenlaprimavera.Sehabíasentidoponerseduracomounárbol,fuertecomountoro,enequilibriocomounlago.Lafuerza,elequilibrioylapazlahabíanconducidoirresistiblementealsueño.

Sehabíadormidoenelsillóndellaboratorio,acababadeabrirlosojossobreestaalfombra, en una pieza redonda y desnuda. La única puerta se encontraba frente aella. Delante de la puerta un guardia vestido de verde, sentado sobre un cubo, lamiraba. Tenía agarrados con la punta de los dedos un objeto en vidrio hecho dedelgadostubosentrelazadosenvolutascomplicadas.Lostubosfrágilesestabanllenosdeunlíquidoverde.

—Puesto que ya no duerme—dijo el guardia—, le prevengo: si usted trata desaliralafuerza,abrolosdedos,estosecaeysedestroza,yustedduermecomounapiedra.

Ella no respondió. Ella lo miraba. Movilizaba todos los recursos de suinteligenciahaciaunsoloobjetivo,saliryreunirseconPaikan.

El guardia era grande, ancho de hombros, corpulento. Sus cabellos trenzadosteníancolordebroncenuevo.Estabaencabezaysinarmas.Supescuezoeracasitananchocomosucaramaciza.Constituíaunserioobstáculofrentealaúnicapuerta.Alfinaldesubrazomusculoso,ensumanoruda,teníaesteobjetoinfinitamentefrágil,obstáculoaúnmásserio.

—Escuche,Eléa—dijounavoz—,Paikanpideverlayhablarle.Nosotrosse lopermitimos.

LaimagendePaikansealzóentreellayelguardia.Eléasaltósobresuspies.—¡Eléa!—¡Paikan!Estabadepie en la cúpulade trabajo.Ellaveía cercade él un fragmentode la

tabletaylaimagendeunanube.—¡Eléa!¿Dóndeestás?¿Dóndevas?¿Porquémedejas?—¡He rehusado,Paikan! ¡Soy tuya! ¡No soyde ellos! ¡Cobanmehaobligado!

¡Meretienen!—¡Vengoabuscarte!¡Destrozarétodo!¡Losmataré!Blandiósumanoizquierda,hundidaenelarma.

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—¡Túnopuedes!¡Nosabesdóndeestoy!¡Yotampocolosé!¡Espérame,volveréati!¡Portodoslosmedios!

—Tecreo,teespero—dijoPaikan.Laimagendesapareció.ElguardiasiempresentadomirabaaEléa.Depieenelcentrodelapiezaredonda,

ellalomirabayloevaluaba.Diounpasohaciaél.Él agarró lamáscaraque teníacolgadadel cuelloy se la

colocósobrelanariz.—¡Cuidado!—dijoconvozgangosa.Movióconprecaución,elentrelazamientofrágildelostubosdevidrio.—Teconozco—dijoella.Lamiróconsorpresa.—Túytussemejanteslosconozco.Sonsimples,sonvalientes.Hacenloqueles

mandan,noselesexplicanada.Ella hizo deslizarse el extremo de la cinta azul que le envolvía el busto, y

comenzóodesenrollarla.—Cobannotehadichoquevasamorir…Elguardiaesbozóunasonrisa.Eraguardia,estabaenlasProfundidades,nocreía

ensupropiamuerte.—Va a haber una guerra y no quedarán sobrevivientes. Tú sabes que digo la

verdad,vasamorir.Ustedesvanamorirtodos,exceptoCobanyyo.Elguardiasupoqueestamujernomentía.Noeradelasqueserebajanamentir,

cualquiera sean las circunstancias. Pero debía estar equivocada, hay siempresobrevivientes.Losotrossemueren,yono.

Ahorasutalleestabadesnudo,yellacomenzabaadesatarlabandaendiagonaldelacinturaalhombro.

—Todo el mundo va a morir en Gondawa. Coban lo sabe. Ha construido unRefugio que nada puede destruir, para encerrarse. Ha encargado al Ordenador deelegirlamujerqueencerraráconél.Esamujersoyyo.¿SabesporquéelOrdenadormehaelegidoentremillones?Porquesoylamásbella.Túnohasvistomásquemicara.Mira…

Elladesnudósusenoderecho.Elguardiamiróestacarnemaravillosa,estafloryestafruta,ysintióelruidodelasangregolpeandoensusoídos.

—¿Medeseas?—dijoEléa.Continuaba lentamente de descubrir su busto. Su seno izquierdo estaba todavía

rodeadoamediasporelgénero.—SéquéclasedemujertehaelegidoelOrdenador.Pesatresvecesmipeso.—Unamujercomoyonohasvistonunca…La banda entera se deslizó al suelo, descubriendo el seno izquierdo. Eléa dejó

colgarsusbrazosalolargodesucuerpo,laspalmasdelamanomediovueltashacia

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adelante,losbrazosunpocoseparados,ofreciendosubustodesnudo,elesplendordesussenosproporcionados,llenos,suaves,gloriosos.

—Antesdemorir,¿medeseas?Levantólamanoizquierda,ydeunsolomovimientohizocaerlavestimentaque

lecubríalascaderas.Elguardiaselevantó,dejósobreelcuboeltemible,frágil,amenazadorobjetode

vidrio,searrancólamáscaraylatúnica.Conjuntoperfectodemúsculosequilibradosypoderosos,sutorsodesnudoeramagnífico.

—¿TúeresdePaikan?—dijo.—Leheprometido:portodoslosmedios.—Teabrirélapuertayteconduciréafuera.Élsesacóelfaldón.Estabandepie,desnudosunofrentealotro.Ellaretrocedió

lentamente,ycuandotuvolaalfombrabajosuspiessepusodecuclillasyseacostó.Élseacercó,poderosoypesado,precedidoporundeseosoberbio.Élseacostósobreellayellaseabrió.

Ella losintiópresentarse,anudósuspiesen lascaderasdeély loaplastósobreella.Élentrócomounabiela.Ellatuvounespasmodehorror.

—¡SoydePaikan!—dijo.Ella le hundió sus dos pulgares a la vez en las carótidas. Él se sofocó y se

retorció. Pero ella era fuerte como diez hombres, y lo tenía sujeto con sus piesanudados, con sus rodillas, con sus codos, y sus dedos hundidos en sus cabellostrenzados.Ysuspulgaresinexorables,endurecidoscomoelaceroporlavoluntaddematarlo,privabanasucerebrodelamenorgotadesangre.

Fueunaluchasalvaje.Enlazados,anudadoselunoalotroyenelotro,rodabanporelsueloentodaslasdirecciones.LasmanosdelhombreseaferrabanalasmanosdeEléaytiraban,tratabandearrancarlamuertedesucuello.Ysubajovientrequeríavivirtodavía,vivirtodavíaunpoco,vivirlosuficientecomoparairhastaelfinaldesuplacer.Susbrazosysutorsoluchabanporsobrevivir,ysuscaderasysusmuslosluchaban,seapresurabanparaganarledemanoalamuerteenvelocidad,paragozar,gozarantesdemorir.

Una convulsión terrible lo puso tieso. Se hundió hasta el fondo de la muerteenganchadaalrededorsuyoyvacióenungocefulgurante,interminablementetodasuvida. La lucha terminó. Eléa esperó que el hombre se volviese ante ella pasivo ypesado comouna bestiamuerta.Entonces retiró sus pulgares hundidos en la carneblanda.Lasuñasestaban llenasdesangre.Abriósuspiernascrispadasysedeslizófueradelpesodelhombre.Ellajadeabadeasco.Hubiesequeridodarsevueltacomounguanteylavartodoelinteriordesímismahastaloscabellos.Recogiólatúnicadelguardia,serestrególacara,elpecho,elvientre,latirósucia,ysevistiórápidamente.

Seaplicó lamáscarasobre lanariz, tomó la frágilconstruccióndevidrioyconprecauciónempujólapuerta.Éstaseabrió.

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ElladabasobreellaboratoriodondeEléahabíarecibidolapreparación.Eljefeylos dos ayudantes de laboratorio estaban inclinados sobre una mesa. Un guardiaarmadoestaba,depiefrenteaunapuerta.FueelprimeroenveraEléa.Dijo:

—¡Cuidado!Levantólamanoparaponersesumáscara.Ellatiróelobjetodevidrioasuspies.Sequebrósinruido.Instantáneamente,la

piezasellenódeunabrumaverde.Elguardiaylostreshombresenvestiduracolorsalmónsedesplomaronsobresímismos.

Eléafuehacialapuertaytomólasarmasdelguardia.

No soy un adolescente romántico.No soy una bestia congestionadagobernadapor suestómagoy su sexo.Soy razonablemente razonable, sentimental y sensualycapaz de dominar mis emociones e instintos. He podido soportar rápidamente lavisióndetuvida,lamásíntima,hepodidoverestebrutoacostarsesobreti,entrarenlasmaravillasde tucuerpo.Loquemeha trastornadoes loquehe leído sobre turostro.

Hubieses podido no matar a ese hombre. Te había dicho que te acompañaríaafuera.Nopuedeserquemintiera,peronoeraparaasegurar tuhuidaque lohasmuerto, esporqueestabaen tuvientreyno lopodías soportar.LohasmuertoporamoraPaikan.Amor.Esapalabraquelatraductorautilizaporquenoencuentraelequivalentedelvuestro,noexisteenvuestralengua.Despuésdequetehevistoviviral lado de Paikan, he comprendido que era una palabra insuficiente. Nosotrosdecimos«laamo»,lodecimosdelamujerperotambiéndelafrutaquecomemos,delacorbataquehemoselegido,ylamujerlodicedesulápizlabial.Dicedesuamante«esmío»…túdiceslocontrario:«yosoydePaikan»yPaikandice:«soydeEléa».Tú eres de él. ¿Conseguiré alguna vez desligarte? Trato de interesarte en nuestromundo, te he hecho escucharMozart yBach, te hemostrado fotografías deParís,Nueva York, de Brasilia, te he hablado de la historia de los hombres, de la queconocemos y es nuestro pasado, tan breve al lado de la duración inmensa de tusueño.Fue,envano.

Escuchas, miras, pero nada te interesa. Estás detrás de un muro. No tocasnuestrotiempo.Túpasadotehaseguidoenelconscienteyenelsubconscientedetumemoria. No piensas más que en sumergirte en él, en volverlo a encontrar, enrevivirlo.Elpresenteparatiesél.

UnaparatovelozdelaUniversidadsehabíaposadosobrelapistadeaterrizajedela Torre. Los guardias que habían bajado de él registraban el departamento y lacúpula.Sobrelaterraza,cercadelárboldeseda,CobanhablabaconPaikan.AcababadeexplicarleporquéteníanecesidaddeEléa,yanunciarlesuevasión.

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—¡Ha destruido todo lo que le impedía pasar, hombres, puertas y paredes!Hepodidoseguirsurastrocomoeldeunproyectilhastalacalle,dondesehatornadountranseúntelibre.

LosguardiasinterrumpieronaCobanparahacerlesaberqueEléanoestabanieneldepartamentonienlacúpula.Lesordenóregistrarlaterraza.

—Dudomucho de que esté allí—le dijo a Paikan—. Ella sabía que yo veníaderechohaciaaquí.Peroyoséqueellanotienemásqueundeseo:reunirseconusted.Vendráoleharésaberdóndeestá,paraquesejunteconella.Entonceslaagarraremosdevuelta.Esinevitable.Perovamosaperdermuchotiempo.Siellalollama,hágalecomprender,dígaledevolveralaUniversidad…

—No—contestóPaikan.Cobanlomirócongravedadytristeza.—Ustednoesungenio,Paikan,peroesinteligente.YustedesdeEléa.—SoydeEléa—dijoPaikan.—Siellaentraenelrefugio,vivirá.Siellanoentra,morirá.Ellaesinteligentey

resuelta. ElOrdenador ha hecho una buena elección, acaba de probarlo. Puede serqueapesardenuestravigilanciaconsigareunirseconusted.Entoncesletocaaustedconvencerladequedebevolverjuntoamí.Conmigovivirá;conustedmorirá.EnelRefugio, es la vida. Fuera del refugio, es la muerte dentro de algunos días, quizáalgunashoras.¿Quéprefiere?¿Quevivasinusted,oquemueraconusted?

Estremecido,torturado,furioso,Paikangritó:—¿Porquénoeligeotramujer?—Yanoesposible.Eléaharecibidolaúnicadosisdisponibledelsuerouniversal.

Sinesesuero,ningúnorganismohumanopodríaatravesarelfríoabsolutosinsufrirgravesdaños,yquizáperecer.

LosguardiasvinieronadecirleaCobanqueEléanoestabaenlaterraza.—Estáenalgúnladoenestaproximidad,esperaquenoshayamosido—dijo—.

LaTorrequedarábajovigilancia.Ustedesno sepueden reunir sinque lo sepamos.Pero si pormilagro consiguieran hacerlo, acuérdese que tiene la elección entre suvidaysumuerte…

Cobany losguardiasvolvieronalaparatoqueseelevóalgunoscentímetrosporencima de la pista de aterrizaje, dio vuelta sobre elmismo lugar y se alejó con lamáximaaceleración.

Paikan se acercó a la rampa ymiró en el aire. Un aparato con la ecuación deZoranestampadadescribíacírculoslentosalrededordelaverticaldelaTorre.

Paikan activó la pantalla de proximidad y la dirigió hacia las casas de recreoapoyadasenelsueloalrededordelaTorre.

Por todos lados vio caras de guardias que lomiraban al través de sus propiaspantallas.

Entróeneldepartamento,abrióelascensor.Unguardiaestabadepieenlacabina.Cerró la puerta, rabioso, y subió a la cúpula. Se plantó en medio de la pieza

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trasparente, miró al cielo puro donde el aparato de la Universidad seguía girandolentamente, levantó los brazos en cruz, los dedos separados, y empezó a hacer losgestosanunciadoresdelatempestad.

Frenteaél,bastantealto,unapequeñanubeblanca infladanacióenel azuldelcielo.UnpocoportodosladosenelcielodelaTorrenacieronpequeñasnubecillasblancas encantadoras, que trasformaban el cielo en un gran prado florido.Rápidamente,sedesarrollaronysejuntaron,noformaronmásqueunamasaqueseespesóyvolviósenegra,y sepusoadarvueltas sobre símismabramando truenosprisioneros. El viento curvó los árboles de la terraza, alcanzó el suelo, aullódesgarrándosesobrelasruinasysacudiólascasasderecreo.

Lacaradeljefedeservicioapareciósobrelatableta.Parecíaenloquecido.—¡EscuchePaikan!¿Quésucedeallí?¿Quéesestetornado?¿Quéestáhaciendo?

¿Sehavueltoloco?—Nohagonada—dijoPaikan—.¡Lacúpulaestábloqueada!¡Envíemeeltaller,

pronto!¡Noesmásqueuntornado,perosevaavolverunciclón!¡Apúrese!Eljefedeservicioescupiópalabrasdesagradablesydesapareció.La nube que remolineaba se había vuelto verde, con bruscas iluminaciones

interiores púrpuras o lilas. Un ruido aterrador, continuo, bajaba hacia la tierra, elruidodemiltruenoscontenidos.UnhazderelámpagosperforólasuperficieygolpeóelaparatodelaUniversidad,quedesaparecióenunallama.

En el estrépito que se oyó y que estremeció la Torre, Paikan bajó corriendo aldepartamento,yenlaterrazasesumergióenlapiscina.

Eléa estaba allí, hundida en la arena, la cara recubierta con la máscara ydisimuladabajolasalgas.ViollegaraPaikanquelehacíaseñas.Surgióentoncesdesu escondite, y subió con él a la superficie. Trombas de agua caían de la nube,llevadas por un viento arremolinado que sacudía las casas de recreo sujetas a susanclas.Una ráfaga se enrolló alrededor de la Torre y trató de arrancarla. LaTorregimióy resistió.El viento barrió el árbol de seda que subió descabellado, hacia lanube,ydesaparecióenunagujeronegro.

Paikanhabía llevado con él aEléahasta la cúpula.Lapartebajade lanube laacababa de alcanzar, y se rajaba sobre ella, mezcla de viento aullante, de brumaopaca, de lluvia y de granizo, iluminado por la sucesión de los relámpagos. Ellosacababandehebillar el cinturóndel armacuandovieron llegar a losdel taller, quepegaron sus narices contra un vidrio de la Cúpula. Paikan abrió. Dos reparadoressaltaron adentro de la Torre, acompañados por los aullidos y los cañonazos deltornado.

—¿Quépasa?—preguntóunodeellos,espantado.Envezdecontestar,Paikanhundiósumanoenelarma,ytirósobreelAlmadela

Cúpula que retumbó, gimió y se aplastó. Agarró rápidamente a Eléa, la proyectóhaciaelángulodelavión taller, saltódetrásdeellaydespegóenseguida,mientras

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que ella con mucho trabajo cerraba el vidrio cónico. El taller desapareció en laespesuradelanube.

Era un aparato pesado, lento, poco manejable, pero que no temía a ningunaespecie de huracán. Paikan destrozó la emisora que señalaba constantemente laposicióndelaparato,giróenlanubequecrepitabaalrededordeellos,yseubicóenelcentroquesedesplazabahaciaeloeste,siguiendoelimpulsoquelehabíasidodado.LaCúpulaaniquilada,seprecisaríalaintervencióndelasotrasTorresparamodificarelcursodel tornadoyneutralizarlo.Esto ledejababastante tiempoparaejecutarelplanquePaikanproponíaaEléa:

La única solución para ellos era dejar Gondawa y alcanzar Lamoss, la naciónneutra.Paraello,habíaqueromperlapista,aterrizar,posarse,ytomarunaparatodelargadistancia.Nopodíasacarunosinodelparking,enlaciudadsubterránea.

Los aparatos de la Universidad no se atreverían a arriesgarse con un temporalsemejante, por temordever perturbado su campodeno-gravedad, yde caer comopiedras.Peroseguramentehacíanunabuenavigilancia todoalrededor.Había,pues,quealcanzarelemplazamientodeunascensorquedándosedisimuladosporlanube,yprotegidosporlarondadelrayo.

Paikanhizobajaralosdeltallerallímiteinferiordelanube.Elsuelo,barridoportorrentes de lluvia, destellaba a apenas diez altos de hombre, bajo la luz de losrelámpagos.Era la gran llanura vitrificada.Los últimos ascensores deGonda 7 nodebíanestarlejos.Eléaviosurgiraunoenlabruma.Paikandepositóbrutalmentealosdel taller.Apenas llegadosal suelo, salieroncorriendoyapuntaronsobreél susdosarmasalavez.

Elvientoaullantellevósupolvo.Eraun ascensor rápidoque ibadirectamente a la 5.ªProfundidad.Esono tenía

mayor importancia, cada Profundidad tenía su parking. Tomaron la cabina deasistenciainmediata.Cuandoelascensorseabrióparadejarlossalir,estabanlavados,secos,peinados,cepillados.Habíanpagadoconsullave.

EnlaAvenidadelTransportelamuchedumbreparecíaalaveznerviosayalelada.Imágenessurgíanportodosladosparadarlasúltimasnoticias.Habíaquehundirsullave en la placa-sonido para oír las palabras.Apoyados en la rama elástica de unárbol, sobre la pista de gran velocidad, ellos vieron y oyeron al presidente Lokanhacer declaraciones tranquilizadoras.No, no era la guerra. Todavía no.ElConsejoharíatodoloposibleparaevitarla.PeroacadaservivientedeGondawalerogabanquenosealejaradesupuestodemovilización.Lanaciónpodíatenernecesidaddetodosellosdeunmomentoaotro.

Lamayorpartedelosgondas,hombresymujeres,llevanelarmaenlacinturay,sinduda,disimuladaenalgunapartedesupersona,laSemillanegra.

Lospájarosquenoconocíanlasnoticias,lospájarosjugaban,silbandodeplacer.Eléasonrióylevantóelbrazoizquierdoalaverticalporencimadesucabeza,conelpuño cerrado, y el índice horizontal.Unpájaro amarillo frenó en plenovuelo y se

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posósobreeldedotendido.Eléaloatrajoalaalturadesucara,yloapoyócontrasumejilla.Erasuaveycaliente.Ellasentíasucorazónlatirtanrápidamentequesediríauna vibración.Ella le cantó unas palabras de amistad.Él respondió con un silbidoagudo,saltódeldedodeEléaasucabeza,lediounoscuantospicotazosenelcabello,aleteóysedejóllevarporunvuelodepájarosquepasaba.EléaposósumanoenladePaikan.

BajarondelaAvenidahastaelparking.Eraunbosqueenabanico.Lasramasdelosárbolessejuntabanporencimadelasfilasdeaparatosestacionados.

Laspistasconvergíanhacialarampadelachimeneadepartida.Delachimeneadellegada,queseabríaenelcentrodelbosque,caíanaparatosdetodoslostamañosqueseguíanlaspistasderetorno,paraconseguirunrefugiodebajodelashojas,comoanimalesenreposodespuésdelacarrera.

Paikaneligióunodedosplazasvelozydelargadistancia,ysesentóenunodelosasientos,Eléaalladosuyo.

Hundiósullaveenlaplacadecomando,esperandoparaindicarsudestinoquelaseñalazuldelaplacasepusieraaguiñar.Laseñalnoseencendió.

—¿Quéesloquepasa?Retirósuanillodelaplacaylohundiódenuevo.Laseñalnorespondió.—Pruebalatuya…Eléaasuvezhundiólallaveenelmetalelástico,perotambiénsinéxito.—Estáaveriado—dijoPaikan—.¡Otro,pronto!…En el momento que se levantaban para salir, el difusor del aparato se puso a

hablar.Lavozlospetrificó.EraladeCoban.—Eléa,Paikan,sabemosdóndeestán.Nosemuevanmás.Losmandobuscar.No

puedeniraningunaparte,hehechoanularsuscuentasenelordenadorcentral,yanoobtendránnadamásconsus llaves,no lespuedenservirparanada, solamenteparadelatarlos,¿quéesperanaún?,nosemuevan,losmandobuscar…

No tuvieron necesidad de ponerse de acuerdo, saltaron fuera del aparato y sealejaronrápidamente.Delamanoatravesaronunapistadelantedelasnaricesdeunaparato que frenó en seco, y se internaron bajo los árboles. Millares de pájaroscantabanentre lashojasverdesopurpúreas,alrededorde las ramas luminosas.Lossonidos,silbantes,apenasaudiblesdelosmotoresenralentí,componíanunruidodefondo que apaciguaba e incitaba a no hacer nada, a esperar, a confundirse con laalegríadelospájarosydelashojas.Enlaluzverdeydorada,llegaronalfinaldeunanuevafiladeaparatosdelargadistancia.Elúltimoacababareciéndetomarsulugar.Unviajeroseapeó.Paikanlevantósuarmaytirócondébilpoderío.Elhombrefueproyectadoyarrojadoalsuelo,muerto.Paikancorrióhaciaél,lotomóporlasaxilas,lo arrastró debajo de una rama baja, se agachó sobre él. Le dio mucho trabajoarrancarlesullave.Elhombreeragordo,suanilloestabahundidoensucarne.Tuvoqueescupirsobreeldedoparaconseguirhacerloresbalar.Cuandoelanillocediópor

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fin,yaestabalistoparacortarleeldedo,lagarganta,cualquiercosa,contaldepoderllevaraEléalejosdeCobanydelaguerra.

Subieron en el aparato aún caliente, y Paikan hundió la llave en la placa decomando.Envezdelaseñalazul,fueunaseñalamarillalaquesepusoapalpitar.Lapuertadelaparatosecerróconunportazo,yeldifusordeabordosepusoaaullar:«¡Llaverobada!¡Llaverobada!».Alexteriordelamáquinaunabocinachillaba.

Paikan abrió la puerta. Saltaron afuera y se alejaron al reparo de los árboles.Detrás de ellos la bocina continuaba su llamado chirriante, y el difusor gritando:«¡Llaverobada!¡Llaverobada!».

Los viajeros que se dirigían a los aparatos o salían de ellos prestaban pocaatención al incidente. Preocupaciones más graves los hacían apurar el paso. PorencimadelaentradadelasTreceCalles,unaenormeimagenmostrabalabatalladelaLuna. Los dos campos se bombardeaban con sus armas nucleares, erizándola dehongos, cavando gigantescos cráteres, fisurando sus continentes, vaporizando susmares,dispersandosuatmósferaenelvacío.Lostranseúntesseparaban,mirabanuninstante, partían de nuevo más rápidamente. Cada familia tenía un aliado o unparienteenlasguarnicionesdelaLunaodeMarte.

En elmomento en que Eléa y Paikan semetían en la decimoprimera calle, lachimeneadelparking dio paso a un racimo de aparatos de laUniversidad, que sedirigíanhaciatodaslaspistasytodaslasentradas.

La decimoprimera calle estaba llena de una multitud febril. Grupos seaglomerabanfrentealasimágenesoficialesquetrasmitíanlasnoticiasdelaLunaolaúltimadeclaracióndelPresidente.De tiempoen tiempo,alguienquenohabíaoídosuspalabras,hundíasu llaveen laplaca-sonido,yLokanpronunciabaunavezmáslasmismaspalabrastranquilizadoras:

—Aúnnoeslaguerra.—¿Qué les hace falta?—gritó unmuchacho flaco con el torso desnudoy pelo

corto.—Yaeslaguerrasiunolaacepta¡Digannoconlosestudiantes!¡Noalaguerras!

¡No!¡No!Su protesta no logró ningún eco. Las gentes cerca de él se alejaron, y se

dispersaronsoloso tomadosde lamano.Teníanconcienciadequegritarnoosí,ocualquierotracosa,yanoserviríaparanada.

Eléa y Paikan se apuraban hacia la entrada del ascensor en común, esperandodeslizarse entre lamultitud para llegar a la superficie.Una vez afuera, algo se lesocurriría.No tenían tiempodepensarahora.Losguardiasdeverdeaparecíanyaalfinaldelacalle.Formabanunabarreradetresenfondotodoaloanchodelarutayavanzabanverificando la identidaddecadauno.Elgentío se inquietabay seponíanervioso.

—¿Québuscan?—¡Unespía!

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—¡Unenisor!—¡HayunenisorenlaQuintaProfundidad!—¡Todouncomandodeenisores!¡Saboteadores!—¡Atención!¡Escuchenymiren!La imagen de Coban acababa de surgir en medio de la calle. Se repetía cada

cincuenta pasos, dominando lamultitud y los árboles, repitiendo elmismogesto ypronunciandolasmismaspalabras.

—Escuchenymiren.SoyCoban.BuscoaEléa-3-19-07-91.Heaquísucara.UnretratodeEléatomadounashorasantesenellaboratorio,saltóenellugarde

Coban.EléasevolvióhaciaPaikanyescondiósurostroenelpechodeéste.—¡Notemas!—ledijosuavemente.Leacariciólamejilla,deslizóunamanodebajodesubrazo,desatólaextremidad

delabandadesubusto,ledesnudóunhombro,yconlaparteasísuelta,leenvolvióel cuello, elmentón, la frentey los cabellos.Eraunarregloque loshombresy lasmujeres usaban a veces, que no llamaría la atención y que le dejaba pocasprobabilidadesdeserreconocida.

—Buscoaestamujerparasalvarla.Siustedessabendóndeestá,señálenla.Perono la toquen… ¡Escuche, Eléa! Sé que usted me oye. Señálese con su llavehundiéndola en cualquier placa. Señálese y no se mueva más. Escuchen y miren,buscoaestamujer:Eléa-3-19-07-91…

Unhombrelahareconocido.Esunosinllave.Lahareconocidoporsusojos.Nohayunazul tanazulen losojosdeningunaotramujer,nienGonda7,niquizáentodo el continente. El hombre está apoyado contra la pared, entre dos troncostrepadores,bajolasramasdedondecuelganlasmáquinasdistribuidoresdeagua,dealimentos y de mil objetos necesarios o superfluos que se pueden obtener con sullave.Élnopuedeyaobtenernada.Esunparia,unsinllave,notienemáscuenta,nopuedevivirsinodelamendicidad.Tiendelamano,ylagentequevieneaservirseenelbosque,delasmáquinasmulticolores,ledanelfondodeuncubilete,ounpocodecomida que come o mete en su bolsa colgada de la cintura. Para esconder lavergonzosadesnudezde sudedo sin anillo,usa alrededorde la falangede sudedomayorunacintanegra.

HavistoaEléaacurrucarsecontraPaikanyéstedisimularlelacara.Perocuandoella ha levantado la cabeza para mirar a Paikan, él le ha visto los ojos, y hareconocidolosojosazulesdelaimagen.

Losguardiasdeverde se acercaban lentamente, inexorablemente.Cadapersonainterpeladahundíasullaveenunaplacafijadaenlamuñecadelguardia.Aquélla,decada persona buscada, se quedaría hundida y fijada, haciéndola prisionera. Eléa yPaikansealejaron.Elsinllavelossiguió.

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No habían tomado nunca el ascensor común, frecuentado sobre todo por losmenosbiendesignados,losquenosetomabandelamano,yteníannecesidaddelacompañía de los demás. Supieron que no lo tomarían tampoco ahora, las puertasgiratoriasnodejabanpasarmásqueunapersonaalavez,consullavehundidaenlaplaca…

No tomarían este ascensor, ni ningún otro, ni las avenidas de transporte, nicomida,nibebida.Nada.Yanopodíanobtenerningunacosa.UnaimagengigantescadeEléallenóbruscamentetodoelanchodelacalle.

—La Universidad busca a esta mujer, Eléa 3 - 19 - 07 - 91. La busca parasalvarla.Silaven,nolaagarren,nolatoquen.Síganlayseñálenla.Labuscamosparasalvarla.Escuche,Eléa,séqueustedmeoye,señáleseustedmismaconsullave.

—¡Ellosmemiran!¡Ellosmemiran!—dijoEléa.—No—contestóPaikan—,notepuedenreconocer.—Lareconoceránporsusojos,cualquieraqueseasudisfraz.Mirenlosojosde

estamujer.Labuscamosparasalvarla.—¡Bajalospárpados!¡Miraelsuelo!Unatriplefiladeguardiasdeverdedesembocóenelcrucedeladecimoprimera

calle y la transversal, y se adelantó al encuentro de los otros. No había másescapatoria.Paikanechóunamiradadesesperadaalrededorsuyo.

—Mirenbienlosojosdeestamujer…Cadaunodelosojoseragrandecomounárbol,yelazuldeliriseraunapuerta

abiertaenelcielodelanoche.Laslentejuelasdeorobrillabanenelloscomofuegos.Laimagengirabalentamenteparaquecadaunopudieraverladefrenteydeperfil.

Agobiadaporestapresenciadesmesuradadeellamisma,Eléabajaba lacabeza,crispabasumanosobre lamanodePaikanque laarrastrabahacia laspuertasde laAvenidaconlaesperanzadepoderescabullirseporlasalida.

Laimagenimpalpablelescerrabaelcamino.Llegaronmuycerquitadeella.Eléaparóy levantó lacabeza.Desde loaltodesucaragigantesca, susojos inmensos lamirabanenlosojos.

—Ven…—dijosuavementePaikan.Laatrajohaciaél,yellasepusonuevamenteacaminar:unanieblatemblorosade

mil colores la envolvió, habían entrado dentro de la imagen. Emergieron de ella,frente a las puertas de acceso a laAvenida. Los batientes de la salida se abrieronbruscamentebajólapresióndeunamultituddeestudiantesquecorrían.Muchachosymuchachas todos teníanel torsodesnudo,extremadamenteflaco.LasmuchachassehabíanpintadosobrecadasenounagranXroja,paranegarsufemineidad.Nohabíamás varones ni mujeres, no había más que rebeldes. Desde el comienzo de sucampaña,ellosayunabanundíasobredos,yel segundodíanocomíanmásque laraciónenergética.Sehabíanvueltoduros,ylivianoscomoflechas.

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Corrían acompasando la palabra «Pao» que significa «no» en las dos lenguasgonda.PaikanyEléasesumergieronentreellosacontracorriente,parallegaralosbatientesdelapuertaantesdequesecerrase.

—¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…Losestudiantes losatropellabany losarrastraban,yellosvolvíanacorrerhacia

adelanteapartandolamultitudcomounaestrave.Losestudiantessegolpeancontraellos,sedeslizabanaladerechayalaizquierda,parecíannoverlos,alucinadosporelhambreyporsugritorepetido.

—¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…Alcanzaronporfinlapuerta.Perounbloquelallenóydesbordó,empujándolos

haciaatrás.EraunacompañíadeguardiasdeblancodelapolicíadelConsejo,codocontracodo,lamanoizquierdaarmada.

Fría,eficaz,sinemoción,laPolicíaBlancanosemostrabasinoparaproceder.SusmiembroseranelegidosporelOrdenadorantesdelaedaddelaDesignación.

Norecibíanllave,noteníancuentadecrédito,estabaneducadosyentrenadosenuncampamentoespecialdebajodelaNovenaProfundidad,justodebajodelcomplejodelasmáquinasestáticas.Nosubíannuncaa laSuperficie, raravezporencimade lasmáquinas.SuuniversoeraeldelGranLagoSalvaje,cuyasaguasseperdíanen lastinieblasdeunacavernainexplorable.Sobresusriberasminerales,elloslibrabansincesar batallas despiadadas los unos contra los otros. Peleaban, dormían, comían,peleaban, dormían, comían. La alimentación que recibían trasformaba su energíasexualdesaprovechadaenactividaddecombate.CuandoelConsejo losnecesitaba,losmandabaencantidadmásomenosimportantedondelaurgenciasehacíasentir,comoun organismomoviliza sus fagocitos contra un forúnculo, y todo volvía a lanormalidad. Estaban cubiertos de pies a cabeza, con unamalla dematerial blancoparecidoacuero,quenodejabalibremásquelanarizylosojos.Nadiehabíasabidonunca cuál era el largo de su pelo. Llevaban dos armas G, igualmente de colorblanco,unaenlamanoizquierda,laotrasobreelvientredelladoderecho.Eranlosúnicosquepodíanhacerfuegoconlasdosmanos.ElConsejoloshabíalanzadoenlaciudadparaliquidarlarevueltadelosestudiantes.

—¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…Elbloquedeguardiasblancosseguíasaliendo,compacto,desdelosbatientesde

la Avenida, y avanzaba hacia los estudiantes cuyos faldones multicoloresremolineaban en la calle, subiéndose a los árboles. La multitud sintiendo venir elchoque,disparabahaciatodaslassalidasposibles.Bloqueadaporlosguardiasverdesenladosextremidadesdelacalle,ellarefluíahacialasentradasdelosascensoresdelaAvenida.Una imagennuevadelPresidentesurgióde labóveda,horizontal, largacomolacalle,extendidasobrelamuchedumbre,yhabló.

Una imagenparlante sin llave era tan extraordinaria que todo elmundoparóyescuchó.Hastalosguardias.

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—Escuchen y miren… Les informo que el Consejo ha decidido enviar alConsejerodelaAmistadInternacionalaLamoss,rogandoalgobiernoenisorenviarallí su ministro equivalente. Nuestro objeto es tratar de limitar la guerra a losterritoriosexteriores,eimpedirqueseextiendaalaTierra.¡LaPaztodavíapuedesersalvada!… Todos los seres vivientes de las categorías de 1 a 26 deben dirigirseinmediatamenteasuemplazamientodemovilización.

Laimagensediovueltacompletamenteyempezódenuevosudiscurso.—¡Escuchenymiren!…lesinformo…—¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…Losestudianteshabíanformadounapirámide.Enlacúspide,unamuchachacon

lossenosrayados,ardientedefe,gritaba,conlosbrazosencruz:—¡Pao!…¡Pao!…¡Noloescuchen!¡Novayanasusemplazamientos!¡Rechacen

la guerra, cualquiera que sea! ¡DiganNo! ¡Obliguen alConsejo a declarar la Paz!¡Sígannos!…

Unguardiablanco tiró.Lamuchachadesaparecióen lamejillade la imagendeEléa.

—Buscamosaestamujer…Losguardiasarremetierontirando.—¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…¡Pao!…Lapirámidevolóenpedazosqueeranmuchachosymuchachas.Paikanquisohundirsumanoenelarma,peroyanoestabaensucintura.Lahabía

perdido,sindudaenelmomentoenquehabíacreídocolocarlaensulugar,saltandodelaparato.Lamasablancacompactadelosguardiasibaaalcanzarlos, lamultitudhuía, los estudiantes pegaban su grito de rebeldía. Paikan aplastó a Eléa contra elsuelo y se tiró sobre ella. Un guardia blanco los alcanzó corriendo a grandeszancadas.Paikanleagarróalvuelolapuntadeunpiey lodiovueltaconungolpeseco.Eltobilloserompió,elguardiacayósingritar.Paikanlehundiósurodillasobrelasvértebrascervicalesytiró,consusdosmanos,lacabezahaciaatrás.Lasvértebrassequebraron.Paikan levantó lamano izquierda inerte,armada,yplegóa fondo losdedos enguantados en el arma.Un puñado de guardias voló y se aplastó contra lapared, y la pared pulverizada desapareció en una nube… Por detrás de la brechaabierta, las pistas de la Avenida desfilaban. La muchedumbre, Paikan y Eléa enmediodeella,seprecipitaronallí,gritando.Paikanllevabaelarmadelmuerto.Losguardiasblancos,indiferentes,continuabanconcalma,sutareadeexterminio.

Abandonaron la Avenida en el Círculo del Parking. El Parking era la únicaesperanza, la única salida. Paikan había pensado en otramanera de procurarse unaparato.Perohabíaquellegaraél…

EnelcentrodelCírculoselevantabandocetroncosdeunÁrbolRojo.Unidosensubase,seevadíanencorolas,se juntabanporsusramascomunescomoniñosquehacenunaronda.Muyalto,sushojaspurpúreasocultabanlabóveda,yseestremecían

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bajolamultituddepatasydeloscantosyalasdepájarosescondidos.Alrededordesu pie común daba vuelta un arroyuelo, en el fondo del cual pequeñas tortugasluminosas levantabancon suscabezaschatascantos rodadoscasi trasparentes,parabuscargusanosylarvas.Eléasearrodillóalbordedelarroyuelo.Tomóaguaconsusmanosyhundióallísuboca.Laescupióconhorror.

—VienedellagodelaProfundidad—dijoPaikan—.Túbienlosabes…Ella lo sabía pero tenía sed. Esta maravillosa agua clara era amarga, salada,

pútrida y tibia. Era imbebible, aun en el minuto de la muerte. Paikan levantósuavemente a Eléa y la apretó contra él. Tenía sed y tenía hambre; estaba másafectadoqueella,porquenoteníaelsosténdelsuerouniversal.Delasramasencimadeellos colgabanmilmáquinasque lesproponían, encambiantes colores, bebidas,alimentos,juegos,placer,necesidad.Sabíaquenoteníanielrecursoderomperunauotra,puesensuinteriornohabíanada.Cadaunafabricabaloqueteníaquefabricar,apartirdelanada.Conlallave.

—Ven—dijoPaikancondulzura.Agarrados de la mano, se acercaron a la entrada del Parking. Tres filas de

guardiasverdesformabanbarrera.EncadacallequeterminabaenelCírculo,unafilatriple avanzaba, rechazando delante suyo multitudes nerviosas y de más en másdensas.

Paikanhundiósumanoenelarma, ladespegódesucintura, sevolvióhacia laentradadelParkingylevantóelantebrazo.

—¡No!—dijoEléa—.Tienengranadas.Cadaguardiallevabaenlacinturaunagranadatrasparente,frágil,llenadelíquido

verde. Bastaba que una sola se rompiese para que toda la muchedumbre fuesedormidainmediatamente.EléallevabaalrededordelcuellolamáscaraqueyalehabíaservidoenlaUniversidadyenlasprofundidadesdelapiscina,peroPaikannoteníaninguna.

—Puedoquedarmedosminutossinrespirar—dijoPaikan—.Pontumáscara.Ycuandohayatirado,lánzate.

UnaimagendeEléaseiluminóbruscamenteenmediodelÁrbolRojoylavozdeCobanseelevó:

—Nopodrándejarlaciudad.Todaslassalidasestánvigiladas…Eléa,dondeseaqueesté,ustedmeoye.Señáleseconsu llave.Paikan,pienseenellaynoenustedmismo.Conmigoeslavida,conustedeslamuerte.Sálvela.

—¡Tira!—dijoEléa.Élrespiróafondoytiróconmedianapotencia.Losguardiassedesplomaron.Algunasgranadassequebraron.Unabrumaverde

llenó de golpe el Círculo hasta la bóveda. La muchedumbre cayó de rodillas, setumbó, y quedó tendida.Del techo de hojas de doce árboles, decenas demiles depájaroscayeroncomocoposde todoscolores, troqueladospor labruma.YaPaikantirabadeEléacorriendohaciaelParking.Élcorría,dandozancadassobreloscuerpos

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tendidos,yrenovabapocoapocoelaireque llenabasuspulmones.Tropezócontraunarodillaplegada,hizo«¡ha!»,inspiróapesarsuyo,sedurmiócomounbloque,yllevadoporelenvión,hundiólacabezaadelanteenunvientreacostado.

Eléalodiovuelta,lotomódebajodelosbrazosysepusoaarrastrarlo.—¡Nollegaráahacerlosola!—dijounavozgangosa.Cercadeellaestabaparadoelsinllave,lacaratapadaconunamáscaramodelo

viejo,emparchadaysujetaporligadurasdeemergencia.SeagachóytomólospiesdePaikan.

—Poraquí—dijo.Condujo a Eléa y su fardo hacia la pared, en un recodo entre dos troncos

separadores.PosóaPaikanymiróalrededorsuyo.Nohabíaunsoloservivientedepiealalcancedelavista.Sacódesuforjaunavarilladehierroforjada,lahundióenunagujerodelapared,diovueltayempujó.Elpaneldelmuroentrelosdostroncosseabriócomounapuerta.

—¡Pronto!¡Pronto!…Unaparato de laUniversidad aterrizaba a la entrada del Parking.Levantaron a

Paikanyentraronenelagujeronegro.

Eldespertareratanbruscocomolacaídaenelsueño.Encuantofuesustraídoalainfluencia de la bruma verde, Paikan abrió los ojos y vio la cara de Eléa. Estabaarrodillada cerca de él, tenía su mano derecha entre las suyas, y lo miraba conangustia.

Viéndolodespertar,suspiródefelicidad,lesonrió,abandonósumanoyseapartóparaqueélpudieseveralrededorsuyo.

Élmiró y noviomás que gris. Paredes grises, el suelo gris, la bóvedagris.Y,frente a él, la escalera gris. Suficientemente ancha para dar salida a unamuchedumbre, subía desierta, vacía, desnuda, interminablemente, en el gris y elsilencio,ydesaparecía.

Sobre la izquierda,otraescalera, igualmenteanchayvacía,bajabaenrollándoseenelgrisquelaabsorbía.Tramosmásangostosycorredoresenpendientecavabanlas paredes en todas las direcciones, hacia abajo, hacia arriba. Una capa de tierracubríauniformementeelsuelo,lasparedesylasbóvedas.

—¡Laescalera—dijoPaikan—.Lahabíaolvidado!—Todoelmundolahaolvidado—contestóelsinllave.Paikanselevantóymiróalhombre.Tambiénéleragris.Suvestimentaysupelo

erangrises,ysupieldeunrosagris.—¿Esustedelquemehatraídoacá?—Sí,conella…¿Esaellaquebuscan,noescierto?Hablabaamediavoz,sinbrillo,sintimbre.—Sí,esamí—dijoEléa.

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—Nopensaránenseguidaenlaescalera.Nadielausadesdehacemuchotiempo.Laspuertashansidoclausuradasydisimuladas.Lesdarátrabajoencontrarlas.

Treshombressurgieronensilenciodeuncorredorendeclive.Viendoelgrupo,separaronunosinstantes, luegoseacercaron,miraronaEléayPaikanysefueronsinpronunciarunapalabra,porlosescalonesprincipales,haciaarriba.Eranunpocodegrismoviéndoseenelgrisinmóvil.Sehacíandemenosenmenosvisibles,demásenmáspequeñoshacialoalto,grissobregris,indiscernibles.Selesdescubríadegolpe,porque uno de ellos, en vez de continuar derecho, había dado un paso hacia elcostado,puntogrisquesemovíasobreelgris;después,nadamásqueelgrisquenosemovía.Suspiessobrelosescaloneshabíanaplastadolatierrasindesplazarla.Ellase volvía a inflar lentamente detrás de ellos, borrando la huella de sus pies, de supaso,desuvida.

Latierranoerapolvorienta,sinoafelpada,compacta,sólida.Especiedealfombraaireada,frágil,estable,eraelforrodeesterevésdelmundo.

—SiustedquieresubirhastalaSuperficie—dijoelhombre,consuvozqueerajusto (apenas justo) lo suficientemente fuerte para que se le oyese—, hay 30000escalones.Necesitaráundíaodos.

Paikancontestóahogandoinstintivamentelavoz.Elsilencioeracomounpapelsecanteenelcualsetemenoírlaspalabras,hundirseydesaparecer.

—LoquequeremosesllegaralParking—dijo.—EldelaQuintaProfundidadestállenodeguardias.Habríaquesubirobajarde

unaProfundidad.Bajarserámásfácil…El sin llavemetió lamanoen su alforja, sacódos esférulasde comiday se las

tendió.Mientrasquelasdejabandisolverensusbocas,limpió,conelfilodelamano,la tierra que acolchaba a una especie de cilindro que bordeaba, a la altura de unhombre,ellargodelapared,yhundióenéldosvecesunacuchilla.Undoblechorrode agua empezó a correr Eléa con la boca abierta, se precipitó bajo la delgadacolumnatrasparente.Seahogó,tosió,estornudó,riódefelicidad.Paikanbebíadentrodesusdosmanosahuecadas.Apenashabíanapagadosused,cuandoeldoblechorrodisminuyóysesecó:elconductodeaguahabíareparadosuescape.

—Beberán nuevamente agua más lejos—dijo el hombre—. Apurémonos, hayquebajar300escalonesparallegaralaSextaProfundidad.

Tomó la escalera de la derecha. Ellos lo siguieron. Él casi corría sobre losescalones, con una seguridad nacida de su larga práctica con la escalera y suvestimentadetierra.Atravesóunestrechorellano,tomóunaescaleraperpendicular,luego otra, otra y otra. Daba vueltas a la izquierda, a la derecha, bifurcaba,zigzagueaba,sintitubear,cayendoybajandodepisoenpiso,siempremásabajo.

Delamano,EléayPaikanbajabandetrásdeél,sesumergíanenlaespesuragris.A veces encontraban, cruzaban o pasaban a otros sin llaves silenciosos, que sedesplazabansinprisa,solosoporpequeñosgrupos.Elcomplejodelaescaleraerasuuniverso. Este cuerpo abandonado, vaciado, este esqueleto hueco, vivía por su

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presencia furtiva. Habían practicado aberturas clandestinas, vuelto a abrir puertasdesconocidaspor lascualesseescurríanenelmundodel ruidoydelcolor, justoeltiempo necesario para procurarse lo indispensable, por la mendicidad o la rapiña.Luegovolvíanalinteriordelgris,delcualhabíantomadomásomenoselcolorido.Latierradelsueloahogabaelruidodelospasos,ladelaparedeldelaspalabras.Elsilencioquelosrodeabaentrabaenellosyloshacíacallar.

Aturdidos, corriendo, saltando escalones, Eléa y Paikan seguían a su guía quearremetíahaciaadelante.Lesexplicabatodo,conalgunaspalabras,trozosdefrases,apenashabladas,comocuchicheadas.Hablabadelhambrecuandolagentedelcolornoqueríadar.Entoncesestabanreducidosacomer«pájarosredondos».Mostróunoquehuíadelantedeellos.Eragrandecomounpuño,eragris,noteníaalas.

Paraatravesarunrellano,corrióatodavelocidadsobresuspatasflacas.Llegadoarribadelosescalones,seprecipitó,ocultósucabezaysuspatasbajolasplumas,yrodó,rebotó,comounapelotahastaabajo.

Vieron varios que rascaban el suelo, y extirpaban con la punta del pico unosgusanos grasosos verdegris, que cavaban sugalería en el espesor de la tierra y senutríandeella.

Eléa conservaba sus fuerzas y su aliento, pero Paikan tuvo que detenerse.Descansaronunosminutos,sentadosalpiedeuntramodeescalera.Enunrecododelrellano, ardía una pequeña llama. Tres sombras silenciosas en cuclillas cocinaban«pájaros-redondos»,queteníanagarradosporlaspatassobreunfuegodebastara.ElhorribleolordelacarneasadallegóhastaélydionáuseasaPaikan.

—Sigamos—dijo.En el momento que se levantaban, grandes golpes resonaron en una de las

paredes.Las tres sombras silenciosas se fugaron llevandosuspresasmediocrudas.Unfragmentodelmurovolóenpedazos.

—¡Rápido!—dijoelsinllave—.¡Esunaantiguapuerta,lahanencontrado!…Losempujódelantesuyohaciaarriba.Volvieronasubireltramodeescalonesde

cuatroencuatro.Sobreeldescanso,elpaneldelaparedsedesmoronóylosguardiasdeverdeentraron.

Los tres fugitivos corrían a toda velocidad por un corredor en pendiente,expulsandodelante suyounabandadade«pájaros-redondos»que rodaban, sacabansus patas, para acelerar su velocidad, y se lanzaban de nuevo, de más en másrápidamente,sinunpiardeespanto,redondos,rodantes,silenciososygrises.

Enelfondodelcorredor,delantesuyo,lavozdeCobanseelevó.Estabaahogada,descarnada por los fieltros de tierra, parecíamuy próxima y venía, extenuada, delfondodelmundo.

—EscucheEléa,sabemosdóndeestá.Nosemuevamás,nosreunimosconusted.Nosemuevamás,eltiempoapremia…

El ruido del sordo pisotear de los guardias venía hacia ellos, detrás suyo, porencimadeellos.Elsinllaveparó.

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—Estánportodoslados—dijo.Paikanhundiólamanoenelarma.—¡Espere!—dijoelhombre.Searrodilló,hizounagujeroconlasmanosenlaalfombradetierra,pegósuoreja

contraelsueloyescuchó.Selevantódeunsalto.—¡Sí!—dijo—.Tireacá.AlvenirarefugiarsedetrásdePaikan,mostrabaelsuelodesnudo.Paikantiró.Elsuelotembló.Panesdetierrarasgadosvolaronporelaire.—¡Másfuerte!Paikantiródenuevo.Elsueloseabriórugiendo.—¡Salte!El sin llavedioel ejemploy saltóenel abismodesdedonde subíaun ruidode

agua.Saltarondetrássuyoycayeronenelaguaamargaytibia.Unacorrentadamuyfuertelosllevó.EléasubióalasuperficieybuscóaPaikan.Elaguaeraligeramentefosforescente,másbrillanteenlosremolinosylostorbellinos.ViolacaradePaikanque emergía. Sus cabellos brillaban con una luz verde. Él le sonrió y le tendió lamano.Eltechoendeclivesehundíaenlacorriente,quesedesagotabaporunsifón.Enelcentrodeltorbellinoaparecióunabolabrillante:lacabezadelsinllave,levantólamanoehizoseñasdequesezambullíaydesapareció.EléayPaikancomenzaronaarremolinarseyfueronaspiradosporlaprofundidad.Delamano,laspiernasflojas,sinpeso,sehundíanenelenormeespesordeunmúsculodeaguapalpitanteytibia.Caíanaunavelocidadfantástica,girabanextendidosalrededordesusmanosjuntas,daban virajes que los tiraban contra paredes afelpadas de millares de raicillas,emergían en lo alto de una curva, respiraban, y volvían a partir, aspirados,arrastrados, siempre más abajo. El agua tenía un gusto de podredumbre y salesquímicas.EralacorrientegrandesurgidadelaPrimeraProfundidad.Alasalidadellago,atravesabaunamáquinaestática,queleagregabalaalimentaciónrequeridaporlasplantas.Bajabaluegodepisoenpiso,dentrodelosmurosydentrodelossuelos,ybañabalasraícesdetodalavegetaciónenterrada.

Unacaídaverticalseterminabaporunampliovirajeyunavueltaasubir,quelosproyectabaenmediodeungéiserdeburbujasfosforescentes.Encontraronelaireenlasuperficiedeunlago,quefluíalentamentehaciaunportalsombrío.Unamultituddecolumnas torcidas, lasunasgruesascomodiezhombres,otrasdelgadascomo lamuñeca de una mujer, bajaban del techo y se hundían en el agua donde seramificabanysedesarrollaban.

Eraunpuebloderaícesrelucientes.Sobreunadeellas,torvo,estabasentadoelsinllave.Lesgritó:—¡Suban!¡Rápido!Eléa se izó hasta una lazada casi horizontal, y arrastró a Paikan, sobre quien

pesaba ya el cansancio. El agua relucía y chorreaba sobre las largas serpientes

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vegetalesconunruidoacariciante.Desdeelportalsombríollegabadevezencuandoelrumorsordodeunremolino.Unaluzpálidasubíadesdeelagua,sedeslizabaentrelasraíces,fría,viscosa,verde.Detodaspartesdellago,puntosluminosos,deunrosavivo, acudían hacia los remolinos que dejaban los tres fugitivos.Hubo por debajosuyo,muypronto,unaebullicióndeluzrosafrenética.Devezencuando,algunasdeesas gotas vivas saltaban fuera del agua como chispas, trataban de adherirse a laspiernasdesnudasquecolgabanfueradesualcance.Eranpescadosminúsculos,casicortadosendosporsubocaabierta.

—Los pescados amargos —dijo el sin llave—. Si le toman el gusto a usted,acabancontodo,hastalosmismoshuesos.

Eléaseestremeció.—¿Perohabitualmentequécomen?—Raícesmuertas, todoslosdesechosquellevalacorriente.Sonlimpiadores.Y

cuandonohayotracosa,secomenentreellos.SevolvióhaciaPaikan,golpeóconelpuñoeltechoquetocabaconlacabeza,y

dijo:—¡Parking!…LasraícesquesebañabanenellagoeranlasdelbosquedelaSextaProfundidad.Paikanlevantósuarmaytiróentredoshilerasderaíces.Unaporcióndel techo

saltó.Porlabrecha,unárbolgigantesederrumbólentamente.Susramasarrastrabanunaparatoenelcual seagitabandossiluetasclaras.Secayóenel lago,yelárbolinclinadolohundióylomantuvoenelagua.EraunaalanchaamotordelapolicíadelConsejo, ocupadapor guardias blancos.Enun relámpago rosa, losmillonesdepescados lenticulares se precipitaron sobre ellos y los atacaron por la porcióndescubiertade su cara, sehundieronpor susojos al interiorde su cabeza,ypor lanarizdentrodesupechoydesuvientre.Elaparatosellenódeaguaroja.

Seguidos del sin llave,Eléa yPaikan treparon a lo largo de las raíces y de lasramas,ypusieronpiesobreelsuelodelParking.Losestudianteslibrabancontralosguardias blancos una batalla sin esperanza. Habían encontrado, en un aparato decargabloqueadoporlaguerra,barrasybolasdeoroquedebíanservirparaedificarsobrelaLunamáquinasestáticas.Conéstasbombardeabanalospolicías,corriendoydisimulándosedetrásdelosárbolesylosaparatos.Eranarmasirrisorias.Avecesunadeellasdabaenelblancoyrajabauncráneoconunrayodeoro,perolamayoríanoalcanzabasuobjetivo.

Las filasde lospolicíaspenetrabanentre losárbolescomoserpientesblancasytiraban al bulto. Agarraban a los estudiantes en plena carrera y los arrojaban,dislocados,entrelostroncosoentreelfollaje.

Lasramascrujíanycaíanaparatosqueestallabanenpedazos.Todoslospájarosdel Parking habían abandonado el bosque y daban vueltas bajo la bóveda en unaronda enloquecida, erizada de piares de espanto. Atravesaban la imagen delConsejeroMilitar,conelpelonegrotrenzado,queanunciabalanegativadelgobierno

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enisor de enviar un ministro a Lamoss. Ordenaba a todos los seres vivientes deGondawaadirigirseasuspuestosdemovilización.Laimagensiniestradelhombreflacoseapagaba,yreaparecíaunpocomáslejos,recomenzandosuanuncio.

PorencimadelaentradadelasDoce-Calles,dabavueltasunaimagendeEléa,uncuartodevueltaalaizquierda,aladerecha,alaizquierda,aladerecha…

—La Universidad busca a esta mujer, Eléa 3 - 19 - 07 - 91. Ustedes lareconocerán por los ojos. La buscamos para salvarla. Eléa, identifíquese con sullave…

Alextremodeunapista,cercadelachimeneadedespegue,unapequeñacantidaddegentehabíabloqueadounaparatode formaoblonga, inusitadoenGondawa.UnciudadanodeLamoss,queloocupaba,fueextraídodeélconviolencia.Gritabaqueno era enisor, que no era un espía, que no era un enemigo. Pero la multitud nocomprendíalalengualamoss.Ellaveíalavestimentaextraña,elpelocortadoalras,la cara de color claro, y gritaba: «Espía», «A la muerte». Comenzó a golpear.Algunosestudiantesvolaronaauxiliaralhombre.Losguardiasblancoslossiguieron.El lamoss despedazado, desgarrado, en jirones, hecho papilla bajo los pies de lamuchedumbre rabiosa. Los estudiantes furiosos aullaban contra el horror y laimbecilidad. La muchedumbre gritaba: «¡Estudiantes! ¡Espías! ¡Vendidos a lamuerte!». La muchedumbre arranca, rasga los faldones de los estudiantes y lasestudiantes,lesarrancanlospelos,lasorejas,losojos,lossexos,losguardiasblancostiran,barrencontodoelmontón,todoelrincón,todoelmundo.

Elsinllavetuvounasonrisatriste,hizoungestoamistosoasusdoscompañeros,ysealejóendireccióndelasDoce-Calles.EléayPaikanseapresuraronenllegarauna zonamás tranquila delParking.La segunda fila de aparatos de larga distanciaestabacasidesierta,apacible.Unaparatoqueacababadellegarseubicabaensusitio.Paró, se posó, su puerta se abrió, un hombre apareció.En elmomento de bajar sedetuvo,sorprendido,paraescucharlosgritosdeviolenciayloschoquessordosdelasarmas.Losárbolesleimpedíanver,peroeltumultollegabahastaél.Saltóatierra.

—¿Quépasa?—preguntóaPaikan.Éste, por toda respuesta, levantó hacia él sumano izquierda enguantada con el

armablanca,yconlamanoderechalearrancósuarma,quetiróalolejos.—¡Vuélvaseasubir!¡Pronto!Comprendiendodemenosenmenos,elhombreobedeció.Paikanlehizosentarse,

letomólamanoyhundiósullaveenlaplacaelástica…Interminable esperadeun instante de silencio.Luegobruscamente el indicador

luminoso palpitó. Paikan dio un profundo suspiro y con sumano derecha cerró labocadelhombre.

—¿Destino?—preguntóeldifusor.—Lamoss,primerparking.Hubouncortoronroneoseguidodeunruido«clap».—Créditosuficiente.Destinoregistrado,retiresullave.Partida…

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Paikan arrancó al hombre de su asiento y lo arrojó fuera, gritándoleagradecimientoydisculpas.Yalapuertasecerrababruscamente,elaparatodecolaba,girabasobresímismo,yalcanzabalapista.Sedirigióhacialarampadesalida.

Eldifusordeabordohabló:—¡LaUniversidadbuscaaEléa3-19-07-91,Eléaidentifíqueseconsullave!

…Lachimeneadepartidaaspiróalaparatoquebrotóhaciaarriba.SaliódelaBoca

ysubióenlanocheexterior.Desdequevivíanenlasuperficie,EléayPaikanhabíanperdidolacostumbrede

la luzperpetuade lasciudadesenterradas.EradedíacuandodejaronelParking,ypensabanencontrareldíaenelexterior.PerolaTierrayelSolhabíancontinuadosucarreraylanochehabíallegadoconsuspueblosdeestrellas.Seacostaronunojuntoal otro sobre el lecho del aparato, y de lamano, sin decir una palabra, se dejaroninvadirporladulzurayelsilencioinfinitos.Ascendíanenlanocheylapaz,haciauncieloestrellado;seolvidabandelaTierraydesushorroresabsurdos.Estabanjuntos,estabanbien,cadainstantedefelicidaderaunaeternidad.

Sepusieron loscírculosdeorode loscualesestabaprovistoel lecho,y losdosbajaronlaplacafrontal.Teníantantolacostumbredecomunicarseasí,quecadaunopodíarecibirdelotroelcontenidodesumemoria,almismotiempoquesinnecesidadde pensar, le participaba lo que contenía la suya. El intercambio se efectuabaconstantemente.

Seponíanloscírculos,cerrabanlosojos,bajabanlaplaca,yenseguidanoteníanmásqueunasolamemoria,unsolopasado.Cadaunoevocabalosrecuerdosdelotrocomo si fueran propios. Ya no eran más dos seres que creen conocerse y seequivocan,sinounsolosersinrastrosdesombra,solidarioysólidofrentealmundo.AsíPaikan supo sobre todo el proyectodelRefugio, y de cada instante vividoporEléa entre elmomento en que los habían separado y en el que se habían vuelto ajuntar.Asísupocómohabíarecobradosulibertad.Informadoporellamisma,sufrióporEléa,sinreprocheysincelos.Nohabíalugarentrelosdosparasentimientosdeeseorden,puescadaunoconociendoelotro,locomprendíacompletamente.

Sesacaronalmismotiempoloscírculosdeoroysesonrieron,enunacomunióntotal, una felicidad perfecta de estar juntos, de no ser más que uno en su mutuoconocimiento,ydosparacompartirlaymultiplicarsusgoces.Comodosmanosdeunmismocuerpoqueacaricianelmismoobjeto, comodosojosquedanalmundo suprofundidad.

Eldifusordeabordohabló:—Estamosalcanzandoelnivel17,vamosacomenzarelvuelohorizontalhacia

Lamoss.Marchaautorizada:velocidad9a17.¿Quévelocidaddeseanustedes?—Elmáximum—dijoPaikan.—Máximum,velocidad17,registrada.Atenciónalaaceleración.

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Apesardelaviso,eldesplazamientohorizontalapretóaEléacontraelfuselaje,ehizorodaraPaikanporencimadeella.Éstasepusoareír,tomóconsusdosmanossuslargoscabellosrubiostodavíahúmedos,lemordisqueólanariz,lasmejillas,loslabios.

Nopensabanmásensusinfortunios,enlasamenazas,enlaguerra.Volabanhaciaun área de paz. Quizá momentáneo, precario, ilusorio, y donde los múltiplesproblemassepresentarían,en todocaso,paraellos.Peroestaspreocupacioneseranpara mañana, para después. Vivir las desgracias de antemano, es soportarlas dosveces.Elmomentopresenteeradealegría,nohabíaqueemponzoñarlo.

Fuecortadobruscamenteporelalaridodelassirenasdealertaeneldifusor.Helados,seenderezaron.Unaseñalrojaguiñabaenlaplaquetademando…—Alertageneral—decíaeldifusor.—Todoslosvuelosestánanulados.VolvemosalParkingporelcaminomáscorto.

Debendirigirseinmediatamenteasusemplazamientosdemovilización…El aparato viró y comenzó una bajada vertiginosa en oblicuo. En el suelo, al

través del fuselaje trasparente, se veía elballet enloquecido de las casas de recreoacercarseaunavelocidadenaumento,yelembudodelaBocaaspirar lasburbujasluminosasquerevoloteabanporencimadeella,esperandosuturno.

Elaparatodisminuyódevelocidadyvinoatomarsulugarenlaronda.Todoslosaparatosdelasuperficiehabíanrecibidolaordendevolverse.Casasomáquinas,eranmillares en dar vueltas por encima de la Boca que aspiraba losmás cercanos. Larondacubríatodoellagoyelbosque.

—NosllevandevueltaalaCiudad,alatrampa—dijoEléa—hayquesaltar.Estabanenesemomentosobrevolandoellagoavelocidadreducida,aunaaltura

razonable para poder dar un salto. Pero las puertas estaban bloqueadas durante elvuelo. Ya abandonaban el lago, y sobrevolaban la masa compacta de los árboles.Paikantiródelaplacademando.Elaparatoséencabritóeinicióunasubida,volvióabajar,subióbalanceándose,perdiendoalturacadavezmás,alamaneradeunahojade otoño que cae. Pasó rozando la cima del bosque, subió nuevamente, bajó ydestrozólacopadeuntroncogigantecoronadodepalmeras.Sequedóplantadoallícomounamanzanasobreunlápiz.

Estabanacostadoselunojuntoalotroalbordedellago,sobreelpastoquebajabahasta la arena.Lamano deEléa estaba en la dePaikan. Sus ojos grandes abiertosmirabanlanochelímpida.LaBocahabíaabsorbidolosúltimosrezagados,elcielonoofrecíayanadamásquesusestrellas.Noveíanotracosa,ycontinuabanenmediodeellas,enlainmensapazindiferentedelespaciosuviajedeesperanzainterrumpido.

Frente a ellos, al ras del lago, la Luna se levantaba en su cuarto menguante.Estaba hinchada, como envuelta en algodón, deformada, rojiza. Fulguracionespurpúreasiluminabansincesarsupartesombría.Ellabrillabaavecestodaenteracon

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unbreveresplandorsemejantealdelSol.Eralaimagensilenciosadeladestruccióndeunmundo,propuestaaloshombresporloshombres.

Aquímismo,antesdelfindelanoche…Sinmoversemás, sinmirarse, enlazaron sus dedos y sus palmas una contra la

otra,estrechamente.Detrássuyo,enelbosque,uncaballorelinchósuavemente,comoparaquejarse.

Un pájaro,molestado en su sueño, pió y se volvió a dormir. Un aire liviano pasósobresuscaras.

—Podríamospartiracaballo…—MurmuróPaikan.—Parair¿adónde?…Yanadaesposible,ya…Seacabó…Sonreíaenlanoche.Estabaconél.Cualquiercosaquepasara,lepasaríaaélcon

ella,aellaconél.Hubounrelinchomáspróximo,yelruidoblandodepisadasdecaballosobreel

pasto.Se levantaron.Elcaballo,blancoa la luzde la luna,vinohastaellos,paróymeneólacabeza.

Ellahundiósumanoensuslargospelos,ylosintiótemblar.—Tienemiedo—dijoEléa—.Tienerazón…Ellaviolasiluetadesubrazoextendidodarlavueltadelhorizonte.En todas las direcciones, la noche se iluminaba con fulgores breves, como

tormentaslejanas.La batalla… en Gonda 17…Gonda 41…, Han debido desembarcar por todos

lados.Unretumbarsordocomenzabaaseguiralosrelámpagos.Llegabaininterrumpido

portodalacircunferenciadelcírculodelcualelloseranelcentro.Hacíasensibleelsuelobajolospies.

Despertó a los animales del bosque. Los pájaros volaban, se enloquecían porencontrarlanoche,tratabandevolverasunido,segolpeabancontralasramasylashojas.Lasciervasoceladasdelbosquesalieronyvinieronaagruparsealrededordelaparejahumana.Hubotambiénuncaballoazulinvisibleenlanoche,ylospequeñosososlentosenlosárbolesconsuchalecoclaro,ylosconejosnegrosdeorejascortas,cuyacolablancaseagitabaarasdelsuelo.

—Antesdelfindelanoche—dijoPaikan—,yanoquedaránadavivoacá,niunanimal, ni una brizna de pasto. Y los que se creen protegidos allí abajo, tienensolamenteunaprórrogadealgunosdías,puedeserquedealgunashoras.

—QuieroqueentresenelRefugio.Quieroquevivas.—¿Vivir?…¿Sinti?…Ellaseapoyócontraélylevantólacabeza.Élveíalanochedesusojosreflejar

lasestrellas.—NoestarésolaenelRefugio.EstaráCoban.¿Piensasenello?Élsacudiólacabezacomopararechazarestaimagen.

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—Cuandonoshayamosdespertado,yodeberéhacerlehijos.Yoque todavíanoloshe tenidode ti, yoque esperaba…Estehombre, dentrodemí, incesantemente,parasembrarmesushijos,¿noteimporta?

Éllaestrechóbruscamentecontrasí,luegoreaccionó,seesforzóporcalmarse.—Estarémuerto…desdehacemuchotiempo…desdeestanoche…Una voz inmensa y descarnada salió del bosque. Los pájaros se volaron,

golpeándoseensuvuelocontratodoslosobstáculosdelanoche.TodoslosdifusorestrasmitíanlavozdeCoban.Éstasemezclabaysesuperponíaasímisma,vibrabayseesparcía sobre la superficiede lasaguas.Elcaballoazul levantó lacabezahaciaelcieloylanzóungritocomounatrompeta.

—Eléa,Eléa,escuche,Eléa…Séqueustedesestánenelexterior…Ustedestáenpeligro… El ejército de invasión aterriza sin parar… Ocupará pronto toda laSuperficie…Identifíqueseenunascensorconsullave,eiremosabuscarlaallídondesea que se encuentre…No tardemás…Escuche, Paikan, ¡piense en ella!… Eléa,Eléa,ésteesmiúltimollamado.Antesdequeterminelanoche,elRefugiosecerrará,conustedosinusted.

Luegofueelsilencio.—SoydePaikan—dijoEléaconunavozbaja,grave.Ellasecolgódesupescuezo.Él puso sus brazos alrededor de ella, la levantó y la acostó sobre el blando

colchóndepasto,entre losanimales.Éstosseapartaronformandocírculoalrededordeellos.Llegabanotrosdelbosque,todosloscaballosblancos,losazules,losnegros,máspequeños,quenosedistinguíanbajolaluna.Ylaslentastortugassalíandelaguapara juntarse a ellos. La luz de los horizontes palpitaba alrededor suyo en lasextremidadesdelmundo.Estaban solos juntoa lamurallavivientede los animalesquelosprotegíanylostranquilizaban.Éldeslizósumanobajolabandaquecubríaelpecho de Eléa e hizo florecer un seno entre dos bucles. Posó sobre él su palmaredondeada y lo acarició con un gemido de felicidad, de amor, de respeto, deadmiración,deternura,conunagradecimientoinfinitohacialavidaquehabíacreadotantabellezaperfectayselahabíadadoparaqueélsupieraqueerabella.

Yahora,eralaúltimavez.Posósobreélsubocaentreabierta,ysintiólasuavepuntavolversefirmeentresus

labios.—Soytuya…—murmuróEléa.Élliberóelotrosenoyloestrechótiernamente, luegodesatólavestiduradelas

caderas.Sumanocorrióalolargodelasmismas,alolargodelosmuslosydetodaslaspendientesquelallevabanalmismopunto,alapuntadelbosquecortodorado,alnacimientodelvallecerrado.

Eléa resistía al deseo de abrirse. Era la última vez. Había que eternizar cadaimpacienciaycadaliberación.Ellaentreabriójustoparadejaralamanoellugarparadeslizarse,parabuscar,paraencontrar,lapuntadelapuntaydelvalle,laconfluencia

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detodaslaspendientes,protegido,escondido,cubierto,ah…¡descubierto!,elcentroardientedesusgoces.

EllagimióyposóasuvezlasmanossobrePaikan.El horizonte retumbó. Un resplandor verde convirtió en verde un tropel de

caballosblancos,quebrincabansindesplazarse,asustados.Eléanoveíayanada.PaikanveíaaEléa,lamirabaconsusojos,consusmanos,

consuslabios,sellenabalacabezaconsucarneyconsubellezayconelgocequelarecorría,lahacíaestremecer,learrancabasuspirosygritos.Ellacesódeacariciarlo.Susmanossinfuerzacayeronsobreél.Losojoscerrados,losbrazoscaídos,ellanopensabamás,nopensabamás,eraelpastoyellagoyelcielo,eraunríoyunsoldefelicidad. Pero aún no eran más que las olas antes de la ola única, la gran rutaluminosamúltiple hacia la única cumbre, elmaravilloso camino que ella no habíanunca recorrido tan largamente, que él dibujaba y redibujaba con susmanos y suslabiossobretodoslostesorosqueellaledaba.Ylamentabanotenermásmanos,máslabios para hacerle por todos lados más goces a la vez. Y él le agradecía en sucorazóndesertanbellaytanfeliz.

De un solo golpe, el cielo todo entero volvióse rojo.El tropel rojo de caballospartióalgalopehaciaelbosque.

Eléa ardía. Jadeante, impaciente, ya no era posible, ella tomó en susmanos lacabezadePaikandesuavescabelloscolordetrigo,queellanoveía,quenopodíavermás, loatrajoasí,subocasobre lasuya, luegosusmanosbajarony tomóelárbolamado,elárbolofrecido,acercadoyrehusado,ylocondujoasuvalleabiertohastasualma.Cuandoélentró,ellatuvounestertor,murió,sederritió,sedesparramóporlosbosques,sobreloslagos,sobrelacarnedelatierra.Peroélestabaenella.Paikanlallamabaalrededorsuyo,conlargosllamadospoderososquelatraíandevueltadelosextremosdelmundo,Paikan,lallamaba,laatraía,lavolvíaajuntar,laendurecía,laapretabahastaqueelmediodesuvientreatravesadodellamaradasestallaseenungoce prodigioso, indecible, intolerable, divino, bien amado, ardiente, hasta laextremidaddelamenorparceladesucuerpoquelasobrepasaba.

Susdoscarascalmadasdescansabanunacontralaotra.LadeEléaestabavueltahaciaelcielorojo.LadePaikanbañadaenelpastofresco.Noqueríaaúnretirarsedeella.Eralaúltimavez.Pesabasobreellajustolosuficienteparatocarlaysentirlatodoa lo largode supiel.Cuando ladejara seríapara siempre.Nohabríamásmañana.Nadavolvería a comenzar.Estuvoapuntodedejarse llevarpor ladesesperaciónyponerse a aullar contra la absurda, la atroz, la insoportable separación. Elpensamientodesumuertepróximaloapaciguó.

Unapesadadetonaciónhizotemblarelsuelo.Partedelbosqueseincendiódeunsólo golpe. Paikan levantó la cabeza y miró, en la luz danzante, la cara de Eléa,estababañadaporunagrandulzura,lapazgrandequeconocendespuésdelamorlasmujeresquelohanrecibidoydadoensuplenitud.Elladescansabasobreelpastocontodo su cuerpo enteramente distendido. Apenas respiraba. Estaba más allá de la

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vigiliayelsueño.Estababienportodoslados,ylosabía.Sinabrirlosojos,preguntómuysuavemente:

—¿Memiras?Élrespondió:—Eresbella…Lentamente,labocaylosojoscerradosseconvirtieronenunasonrisa.El cielo palpitó y se fundió. En un aullido, una bandada de soldados enisores

mediodesnudos,pintados,ensusasientosdehierrosurgióenlasalturasdelanocheinflamada,ycorrióoblicuamente,porencimadel lago,hacia laBoca.De todas laschimeneas, las armas de defensa tiraron. El ejército aéreo fue asolado, dispersado,arrasado,devueltohacialasestrellasenmillaresdecadáveresdislocadosquerecaíanen el lago y el bosque.Los animales corrían en todos sentidos, se tiraban al agua,volvían a salir de ella, daban vueltas alrededor de la pareja, bailando deenloquecimiento.Unaseriedeexplosionesaterradoraslevantóelbosqueincendiadoy lo proyectó por doquier.Una rama antorcha cayó sobre una cierva que pegó unsalto fantástico y se zambulló. Los caballos en llamas galopaban y coceaban. Delcielounnuevoejércitobajóaullando.

Paikan quiso irse de Eléa. Ella lo retuvo.Abrió los ojos. Lomiró. Ella estabafeliz.

—Vamosamorirjuntos—dijo.Éldeslizósumanoenelarmaabandonadasobreelpasto,seretiró,yseenderezó.

Ellatuvoeltiempodeverelarmaapuntándole.Gritó:—¡Tú!—Vasavivir—lecontestó.Ytiró.

Loqueaconteciódespués,EléalodescubrióalmismotiempoquelossabiosdeEPI. El arma la había abrumado, pero sus sentidos habían continuado recibiendoimpresiones,ysumemoriasubconscienteatrapándolas.

Susoídoshabíanescuchado,susojosentreabiertoshabíanvisto,sucuerpohabíasentidoaPaikanajustaralrededorsuyoalgunasvestimentas,tomarlaensusbrazosycaminarhacialosascensoresenmediodelinfiernodesencadenado.Habíahundidosullaveenlaplaca,perolacabinanosubía.Habíagritado:

—¡Coban!¡Lollamo!¡SoyPaikan!LetraigoaEléa…Hubounsilencio,gritódenuevoelnombredeCoban,elnombredeEléa.Una

señalverdesepusoapalpitarencimadelapuerta,ylavozdeCobansonó,borrada,cortada,aratosahogada,otrasvecescomoelsonidodeunalenguadeacero:

—Tarde… bien tarde… enemigo… penetrado en Gonda 7… su grupo deascensoresaislado…voyatratarbaje…envíouncomandoatravesarelenemigoasuencuentroidentifíquese…suanillo…todaslasplacas…repitoenvío…

Lacabinadelascensorllegóyseabrió.

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El suelo se levantó con una explosión aterradora, el techo del ascensor fuepulverizado, Eléa arrancada de los brazos de Paikan, el uno y el otro levantados,enrollados,arrojadosalsuelo.YlosojosdeEléa,inconsciente,veíanelcielorojodelcualbajabansincesarnubesdehombresrojos.Ysusoídosescuchabanelaullidoquellenabalanocheenllamas.

SucuerposintiólapresenciadePaikan.Sehabíareunidoconella.Latocaba.Susojos vieron la cara angustiada esconder el cielo e inclinarse hacia ella. Vieron sufrente, herida, sus cabellos rubiosmanchados de sangre. Pero su conciencia estabaausente,yellanoresintióningunaemoción.SusoídosescucharonlavozdePaikanquehablabaparatranquilizarla:

—Eléa…Eléa…Estoyacá…Tevoyallevar…a…elRefugio…Vivirás…Lalevantóylacargósobresuhombro.ElbustodeEléacolgabaenlaespaldadePaikan,ysusojosnovieronnadamás.

Sumemorianoregistrómásqueruidos,ysensacionesdifusas,profundas,queentranen el cuerpo por toda la superficie y el espesor de su carne, y que la conscienciaignora.

Paikanlehablaba,yellaoíasuvozentrelasexplosionesylascrepitacionesdelbosquequeardía.

—Tevoya llevar…Voyabajarenelascensor…por laescalera…Soy tuyo…Notemas…Estoycontigo.

SobrelapantallagrandedelaSaladelConsejo,nohabíamásimágenesprecisas.Enlamesadelpodio,Eléaconlosojoscerrados,lacabezaensusmanos,dejabaquesumemoria liberara lo que había registrado.En los difusores estallaban estrépitos,explosiones, gritos horribles, el fragor de temblores de tierra. Sobre la pantalla, elcircuito-imagentraducíalosimpulsosrecibidosporlosderrumbamientosdecoloresgigantescos,caídasinterminableshaciaunabismosulfuroso,erupcionesdetinieblas.Era el retorno de un mundo hecho pedazos hacia el caos que precedió todas lascreaciones.

Ydespuéshubounasucesióndegolpessordosyafelpados,demásenmáscerca,demásenmáspoderosos.

Eléa parecía molesta, incómoda. Abrió nuevamente los ojos y se arrancó elcírculodeoro.

Lapantallaseapagó.Losgolpessordoscontinuaron.YderepentefuelavozdeLabeau:—¿Oyen?¡Essucorazón!Hablabadirectamentedelasaladereanimación,portodoslosdifusores.—¡Hemostriunfado!¡Vive!¡Cobanvive!Hoover se levantó de un salto, gritó «¡Bravo!» y se puso a aplaudir. Todo el

mundo lo imitó. Los viejos sabios y aun los más jóvenes, los hombres y algunasmujeres entre ellos, se aliviaban gesticulando con grandes gritos, delmalestar que

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sentíandevolverse a encontrar entre sí, amirarse los unos a los otros, despuésdehaberoídoyvisto juntossobre lapantalla lasescenasmás íntimasevocadaspor lamemoriadeEléa.Simulabannodarleningunaimportancia,estarhastiadosdetodo,deconsiderarloconunpuroespíritucientífico,odetomarloenbroma.Perocadaunoestabaprofundamenteconmovidoensuespírituysucarne,yencontrándosedegolpenuevamente en el mundo de hoy, no se animaba más a mirar a su vecino quientambiéndesviabasumirada.Teníanvergüenza.Vergüenzadesupudoryvergüenzade su vergüenza.Lamaravillosa, la total inocencia deEléa lesmostrabahasta quépunto la civilización cristiana había—desde San Pablo y no después de Cristo—pervertidocondenándolos, losgocesmásbellosqueDioshayadadoalhombre.Sesentían todos, aun los más jóvenes, semejantes a pequeños viejecitos salaces,impotentesymirones.ElcorazóndeCoban,aldespertarse,acababadeahorrarlesesepenosomomentodemolestiacolectiva,enque lamitaddeellosenrojecíay laotramitadpalidecía.

ElcorazóndeCoban latía, sedetenía,volvíaacomenzar, irregular,amenazado.Los electrodos de un estimulador, fijados sobre su pecho por medio de vendas,intervenían automáticamente cuando el paro se prolongaba, y la sorpresa de unchoqueeléctricohacíavolverafuncionarelcorazónconelsobresalto.

Los médicos alrededor de la mesa de reanimación, tenían caras preocupadas.Bruscamente, loque temían, seprodujo.La respiracióndeCoban sevolviódifícil,gorgoteante, y los vendajes sobre la boca se tiñeron de sangre ¡Suero!Acuéstenlosobreellado.¡Coagulante!Sondabucal…

Lospulmonessangraban.

Sincesaruninstantesusatentoscuidados,porencimadelyacentequeliberaban,manipulaban,aliviaban,losreanimadorestuvieronunconciliábulo.

Si lahemorragianosedetenía,esque lasquemadurasdel tejidopulmonarerandemasiado graves para cicatrizarse. En ese caso, había que abrir a Coban yreemplazarlelospulmones.

Objeciones:Demora inevitable para hacer venir pulmones nuevos (tres pares, para más

seguridad)delBancoInternacionalórganos: llamadaporradio,embalaje, transportealavión,travesíaGinebra-Sydney,transborde,travesíaSydney-EPI:todo20horas.

—Noseolvidelostrámitesmilitaresdemierda…Lospapelesdeaduana…—Nomeimaginoquevana…—Todoesposible.Calculeeldobledetiempo.—Cuarentahoras.Mantener a Coban con vida durante ese tiempo. Necesidad de sangre para

transfusión. Test Sanguíneo de la sangre de Coban, inmediatamente. Grupo ysubgruporojos,grupoysubgrupoblancos.

Unenfermerodespejólamanoyelplieguedelcodoizquierdo.

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Mismoproblemaparalaoperación:sangreencantidad,prevereldoble.Otroproblemaparalaoperación:unequipoquirúrgicoespecialistaentrasplante

deórganos.Moissov:Nosotrostenemos…Forster:Nosotrospodemos…Zabrec:Ennuestropaís…Labeau: Imposible. Demasiado riesgoso. Nada de manos nuevas. Sobre todo

manosarmadasdecuchillos.Operaremosnosotrosmismos, enenlacede televisiónconlosequiposfranceses,americanosydelCabo.Nosotrospodemoshacerlo.

Pulmónartificialparaconectarenelcircuitosanguíneodurantelaoperación.Hayunoenlaenfermería.

—¿Porquénoutilizareseaparatoenseguida?DejardescansarlospulmonesdeCobanypermitirlescicatrizar.

—Nosecicatrizaránsinorecibensangre.Debencontinuarfuncionando.—Securanonosecuran,hayquecorrerelalbur.

Resultadosdelostestssanguíneos:gruposysubgruposdesconocidos.Lasangreanalizada(Coban)coagulatodaslassangrestestigos.

—¡Sorprendente!—¡Esunasangre fósil! ¡Noolvidenqueeste tipoesun fósil! ¡Vivo,pero fósil!

Desdehace900000años,lasangrehaevolucionado,mishijos.—Nohaysangre,nohayoperación.Lasituaciónestásimplificada.Osecuraose

muere.—Estálamuchacha.—¿Quémuchacha?—Eléa…Puedeserquesusangresirva.—¡Nuncasuficienteparaunaoperación!—Habríaquesangrarlaafondo,yesonobastaría.—Quizá. Ligando todo y muy rápido. Con el pulmón artificial en circuito en

seguida…—¡Novamossinembargoaasesinaraestamuchacha!—Ellareaccionaríapuedeser…Ustedhavistocómoserecupera…—Essualimento…—Oelsuerouniversal…—Olosdos…—Me opongo… Saben bien que ella no podría refabricar su sangre lo

suficientementepronto.Ustedespidenqueselasacrifique.¡Yomeopongo!—Esmuybella,escierto,peroanteelcerebrodeestetipo,ellanotienenadaque

hacer.—Lindaonolinda,noeslacuestión:estáviva.Somosmédicos,novampiros.

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—Siempre se puede hacer el test de su sangre con la de Coban. Eso no noscompromete a nada. Tendremos sin duda necesidad de que nos dé un poco, si élcontinúasangrando.Sinhablardeoperación.

—Deacuerdo,sobreesodeacuerdo,completamentedeacuerdo.

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El mismo día, Coban resucitado, Coban en peligro de muerte, la ecuación deZoranexplicadaoperdidaparasiempre.LasmultitudesmásobtusascomprendieronquealgofabulosamenteimportanteparaellasseestabajugandocercadelPoloSur,enelinteriordeunhombrequelamuertereteníadelamano.

—Tratendecomprenderloquepasaenelinteriordeestehombre.Eltejidodesuspulmones está quemado, en parte destruido. Para que pueda volver a respirarnormalmente, a sobrevivir, y vivir, es necesario que lo que le queda de ese tejidoregenere lo que ya no existe. Él duerme todavía.Comenzó a dormir hace 900000años y continúa. Pero la carne de su cuerpo está despierta, y se defiende. Y si élestuviesedespierto,esonocambiaríalascosas.Nopodríahacernadamás.Noesélquien manda. Su cuerpo no lo necesita. Las células del tejido pulmonar, lasmaravillosas pequeñas usinas vivientes están fabricando a toda velocidad nuevasusinas que se les asemejan, para reemplazar a aquellas que el frío o la llama handestruido. Al mismo tiempo, hacen su trabajo ordinario, múltiple, increíblementecomplejo, en los dominios químicos, físicos, electrónicos, vitales. Ellas reciben,eligen, trasforman, destruyen, retienen, rechazan, reservan, dosifican, obedecen,ordenan,coordinanconunaseguridadyunainteligenciapasmosa.Cadaunadeellassabemásquemil ingenieros,médicosyarquitectos.Sonlascélulascomunesdeuncuerpoviviente.Nosotrosestamosconstruidosporeso,millaresdemisterios,millaresde complejos microscópicos obstinados en su tarea fantásticamente complicada.¿Quiénlasmandaaesasmaravillosaspequeñascélulas?¿EsustedVignont?

—¡Oh!,señor…—No las de Coban, Vignont, sino las suyas. Las de vuestro hígado, ¿es usted

quienlesordenahacersutrabajodehígado?—No,señor.—¿Entonces,quiénlasmanda?¿Quiénlesordenahacerloquetienenquehacer?

¿Quiénlashaconstruidocomoeranecesarioparaqueellaspuedanhacerlo?¿Quiénlashapuestocadaunaensulugar,envuestrohígado,envuestropequeñocerebro,enlaretinadevuestrosojos?¿Quién?¡Conteste,Vignont,conteste!

—Nolosé,señor.—¿Nosabe?—No,señor.—YotampocoVignont.¿Yquésabeapartedeeso?—Estee…—Nosabenada,Vignont…—No,señor.—Dígame«nosénada».—Nosénada,señor.—¡Bravo!Mirea losotros, se ríen,hacenburla,creensaberalgunacosa.¿Qué

sabenVignont?

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—Nosé,señor.—Nosabennada,Vignont.¿Quédibujohayenelpizarrón,loreconoceusted?—Sí,señor.—¿Quées?Dígales.—EslaecuacióndeZoran,señor.—Escúchelos reír, esos idiotas, porque se ha equivocado con una consonante.

¿Creequesabenmásqueusted?¿Creequelasabenleer?—Noseñor.—Ysinembargosesientenorgullososdesímismos,seríen,hacenburla,secreen

inteligentes,lotomanaustedporunidiota.—¿EsustedidiotaVignont?—Meimportauncomino,señor.—Muybien,Vignont.Peronoescierto.Ustedestáinquieto.Sedice:«puedeque

sea idiota». Yo lo tranquilizo: ¡No es idiota! Está hecho de las mismas pequeñascélulasqueelhombrecuyopulmónestásangrandoenelpunto612,exactamentelasmismas con las cuales estaba hecho Zoran, el hombre que encontró la clave delcampo universal. Millares de pequeñas células inteligentes en sumo grado.Exactamentelasmismasquelasmías,señorVignont,ylasmíassoncatedráticasenfilosofía.¿Sedacuentadequeustednoesunidiota?

Ahítiene,eseeselidiota:JulioJaimeArdillon,elprimerodesdeelsextogrado,¡grancabeza!Creequesabealgo,creequeesinteligente.¿Ustedesinteligente,señorArdillon?

—Bueno…yo…—Sí,lopiensa.Ustedcreequeyobromeoyqueenrealidadpiensoqueustedes

inteligente. No, señorArdillon, creo y sé que es idiota. ¿Sabe leer la ecuación deZoran?

—No,señor.—Ysisupieseleerla,¿sabríaloquesignifica?—Creoquesí,señor.—¡Ustedcree!…¡Ustedcree!…¡Quésuerte!¡EsunArdillonpensante!Tendría

enelbolsillolaclavedeluniverso,laclavedelbienydelmal,lallavedelavidaydelamuerte.¿Quéharíausted,señorArdillonpensante?

—Estee…—Ahíestá,señorArdillon,ahíestá…—General,¿oyólasnoticias?—Sí,señorpresidente.—Este…¿Co…cómo?—Coban…Coban,lohandespertado.—Lohandespertado.—¿Quizávayanapodersalvarlo?—Puedeser…

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—¡Estánlocos!—Estánlocos…—¿Estechirimbolodeecuación,ustedcomprendealgo?—Yo,ustedsabelasecuaciones…—¡AunenelC.N.R.S.nolacomprenden!—¡Nada!…—¡PeroespeorquelaBomba!—Peor…—Porotrolado,quizátengaalgodebueno…—Puedeser…—Peroaunestobueno,tambiénpuedeteneralgodemalo.—Malo,malo…—¡PienseenlaChina!—Piensoenella.—¡Póngaseensulugar!—Esunpocogrande…—¡Hagaunesfuerzo!¿Quépensaríausted?Pensaría:Otravezsonestoscochinos

deBlancosquevanaponerlamanosobreestetrasto.Enelmomentoquelosíbamosa igualar,quizápasarlos,vana tenernuevamentemilañosdeventaja.Nodebeser.Notienequeser.«EsoesloquepensaríasiustedfueraalaChina».

—Evidentemente…¿Creequevanasabotear?—Sabotear,quitar,atacar,masacrar,nosénada.Quizánada.¿Cómosaberconlos

chinos?—Comosaber…—¿Cómo,comosaber?Es suprofesión, lade saber.Usteddirige losS.R.Los

S.R.sonlosserviciosdeinformación.¡Nosolvidamosdemasiado!—¡Ustedeselprimero!¡VigilealaChina,general!¡VigilealaChina!Esdeahí

quevendrá…

La fuerza internacional aeronaval estacionada al norte de laTierraAdelaida sedesplegó en las tres dimensiones en forma de escudo, y quedó en estado de alertaveinticuatrohorassobreveinticuatro.

Teníaojosenelaireyporencimadelaire,yoídoshastaelfondodelocéano.

CuandolosojosdeEléavierondenuevo,elpresidenteLokanestabadepieenelcentro de la imagen. A la izquierda, en el borde de la vista del ojo izquierdo, seencontrabaCobanquemirabaaLokanyloescuchaba.Yaladerecha,lamitaddelacaradePaikanseinclinabahaciaella.

Lokanparecíasumergidoencansancioypesimismo.

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—Han tomado todas las ciudades del Centro —decía—, y Gonda 7 hasta laSegunda Profundidad… Nada los para. Matamos, matamos, sus pérdidas sonfantásticas… Pero su número es inimaginable… Llegan olas y olas sin cesar…Ahora, todas sus fuerzas convergen hacia Gonda 7, para destruir el Consejo y laUniversidadyhaciaelArmaSolarparaimpedirledeserlanzada.HemoshechosaltartodaslasavenidasquellevanhaciaelArma,perocavanportodoslados,pormillonessu pequeño túnel.Nopuedo acelerar el despegue.Sinceramente, no puedodecir siconseguiremosdetenerlosporsuficiente tiempo,osi llegaránalArmaantesdequehayasidodisparada.

—¡Lodeseo!—dijoCoban—.¡Sitenemosqueserdestruidos,porlomenosqueelrestoviva!¿QuiénessomosnosotrosparacondenaramuertealaTierraentera?

—Ustedespesimista,Coban,noserátanterrible…—¡Serápeorquetodoloqueseimagina,yustedbienlosabe!…—Yanosénada,noimaginonada,yanopiensonada.Hehecholoqueteníaque

hacercomoresponsabledeGondawa,yahoranadiepuedeparar,nisaberloquevaapasar…Estoyextenuado…

—¡EselpesodelaTierramuertaqueloaplasta!—¡Esfácildecirlo,Coban!Sonfácileslasbellasfrasescuandounoestálejosde

la acción… Cuídese bien, Coban, ellos acaban de lanzar un nuevo ejército sobreGonda7.Nosvanaatacarconfuror.Nopuedohacernadaporusted,tengonecesidaddetodoslosrefuerzosdequedispongo.Ustedtienesuguardia…

—Estáenplenocombate—dijoCoban—.Nosotroslosmantenemos.—Adiós,Coban,yo…Lokandesapareció.Noerasinounaimagen.Cobansecolocóenelcentrodela

visiónyseacercóaEléa.Hizounaseñalaalguienqueellanoveía.—Escuche,Eléa,simeoye,noestéasustada—dijo—.Vamosahacerlebeberun

líquido de paz, que hará dormir no solamente su espíritu, sino cada parcela de sucuerpo,afindequeniunacélulaseestremezcacuandoelfríolatome.

—Estoycercatuyo—dijoPaikan.ElcuerpodeEléasintióqueleintroducíanuntuboflexibleenlaboca,lagarganta

yelestómagoyquelehacíanfluirunlíquido.Surebeliónfuetalqueledevolvieronlaconciencia.Retomóelconocimiento.Quisosentarseyprotestar,peroderepenteyanotuvomásnecesidaddeello.Ellaestababien,todoestababien.Maravillosamente.No teníaniganasdehablar.Noeranecesario.Cadaunodebíacomprenderlacomoellacomprendíaacadacualytodo.

—¿Sesientebien?—preguntóCoban.Ellanilomiró.Sabíaqueélsabía.—Sevaadormir, totalmente,muysuavemente.Noseráunsueñolargo.Aunsi

duermedurantealgunossiglos,noserámáslargoqueunanoche.—Unanoche,unadulcenochedesueño,dereposo…

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—¿Has oído? Nada más que una noche… Y cuando te despiertes yo estarémuertodesdehacetantotiempoqueyanotendráspena…Estoycontigo.Estoycercadeti.

—Desnúdelaylávela—dijoCobanasusasistentes.Paikanrugió.—¡Nolatoquen!Él se inclinó sobre ella y le quitó los jirones de vestimenta que todavía le

quedaban. Luego derramó sobre ella agua tibia, la lavó suavemente, con lasprecaucionesdeunamadrehacia su reciénnacido.Ella sentía sobre supersona lasmanosamadas,estabafeliz.

—Paikan,soytuya,dormir…Veía toda la sala alrededor suyo, estrecha, de techobajo, conunapareddeoro

convexa, perforada por una puerta redonda. Ella oía el ruido de la batalla que seacercabaenelespesorde la tierra.Todoesoestababien.La imagenensangrentadadeljefedelosguardiasapareció.Habíaperdidosucascoylamitaddelapieldelacabeza.Elhuesosangraba.

—HanperforadolaTerceraProfundidad…EstánsubiendohaciaelRefugio…—¡Defienda el Refugio! ¡Traiga de vuelta todas sus fuerzas alrededor de él!

¡Abandonetodoelresto!Elguardiaverdeyrojodesapareció.Latierratemblaba.—Paikan,llévela,vengaconmigo.—Ven, Eléa, ven, te llevo, estás en mis brazos. Soy yo quien te lleva. Vas a

dormir.Estoycontigo.Ella no quería dormir, no todavía, no completamente, todo era suave alrededor

suyo,todoestababienenlosbrazosdePaikan…Ensusbrazosbajóunaescaleradeoroyfranqueóunapuertaigualmentedeoro.

Todavíaalgunosescalones.—Acuéstelaaquí,lacabezahaciamí—dijoCoban—.Losbrazossobreelpecho.

Bien…EscucheMoissov,¿meoyeusted?—Looigo.—MándemelaimagendeGonda1.Quieroestarinformadohastaelfinal.—Selaenvío.LabóvedadelRefugiosevolvióuna llanura inmensa.Delcielode fuegocaían

guerreros rojos.Ensumultitudverticalelchoquede lasarmasdedefensacavabanenormesagujeros,perodelcielosurgíanotrosyotrosyotros.Llegadosalsueloeranbarridosporlosfuegoscruzadosdelasarmasenterradas,losnuevoscadáveresibanareunirseconlamultituddanzantedelosmuertossacudidossincesarporelchoquedelasarmas.Lossobrevivientessehundíaninmediatamenteenelsuelo,decuclillasenelasientoquelesabríaunPasaje.

El suelo se defendía, explotaba, se levantaba en abanicos, proyectaba entre losdesechosdesupropiacarneasusagresoresdislocados.

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Eléa pensaba que todo eso estaba bien. Todo estaba maravillosamente bien…bien…bien…

—Seestádurmiendo—dijoCoban—.Levoyaponerlamáscara.Dígaleadiós.Ellaviolallanuraabrirsedeunapuntaalaotradelhorizonte,rechazandohacia

sus bordes los montones de muertos y de vivos con las rocas y la tierra. Unamaravillosaygigantescaflordemetalydevidriosurgiódelatierraabiertaysubióhasta el cielo.El ejército que caía desde las nubes fue apartadoy rechazado comopolvo.Laflorfantásticaseelevóyseabrió,desplegóalrededorsuyopétalosdetodoslos colores, descubriendo su centro, su corazón más trasparente que el agua másclara. Ella llenaba el cielo, en el cual continuaba subiendo y comenzaba a girardespacito, luego ligero, ligero, de más en más rápidamente… Estabamaravillosamentebien,estoybien,bien.Mevoyadormir.

ElrostrodePaikanborrólafloryelcielo.Éllamiraba.Erahermoso.Paikan.Nohaymásqueél.

—SoydePaikan.—Eléa…Soytuyo…Vasadormir…Estoycontigo…Ellacerrólosojosysintiólamáscaraposarsesobresucara.Eltuborespiratorio

se apoyó sobre sus labios, los abrió y entró en su boca. Oyó entonces la voz dePaikan…

—¡Noseladoy,Coban!¡Selahetraído,peronoseladoy!¡Noessuya!Noseránuncasuya…Eléa,mivida,sépaciente…Nadamásqueunanoche…Estoycontigoportodalaeternidad.

Ellanooyónadamás.Nosintiónadamás.Suconcienciaestabasumergida,sussentidos se anularon. Su subconsciente se hundió. Ella no fuemás que una brumaluminosa,dorada,liviana,sinformaysinfronterasqueseapagó…

Eléasehabíaquitadoelcírculodeoro.Lamiradafijaperdidaenelinfinito,másallá del presente, silenciosa, como una estatua de piedra, ofrecía un rostro de unafuerza trágica tal, que nadie se animaba a moverse, decir una palabra, romper elsilencioconunatosouncrujirdesilla.

Fue Simon el que se levantó. Se colocó tras ella, puso las manos sobre sushombrosyledijosuavemente:

—Eléa…Ellanosemovió.Élrepitió:—Eléa…Simonsintióloshombrosestremecersebajosusmanos.—Eléa,venga…Lacalidezdesuvoz,elcalordesusmanosatravesaronlasfronterasdelhorror.—Adescansar…

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Ellase levantó,sevolvióhaciaély lomirócomosi fueraelúnicoservivienteentre losmuertos…Él le tendió lasmanos.Ellamiróesamano tendida, titubeóuninstante, luego puso en ella la suya…Unamano…La únicamano delmundo, elúnicoauxilio.

Simon cerró lentamente sus dedos alrededor de la palma colocada en la suya,luegosepusoacaminarysellevóaEléa.

De la mano, bajaron del podio, atravesaron juntos la sala, su silencio y susmiradas.Henckel,sentadoenlaúltimafila,selevantóylesabriólapuerta.

En cuanto hubieron salido, las voces se elevaron, la algarabía llenó la sala, lasdiscusionesnacieronentodoslosrincones.

Cada uno había reconocido en las últimas imágenes la escena que había sidotrasmitidaaSimoncuandoseencasquetóelcírculoreceptor.Ycadaunoadivinabaloque debía haber pasado después: Paikan saliendo del Refugio, Coban bebiendo ellicordelapaz,desvistiéndoseyacostándosesobresuzócalo,bajandosobresucaralamáscaradeoro,elRefugiocerrándose,elmotordelfríoponiéndoseafuncionar.

DuranteesetiempoelArmaSolar,siguiendosucursoaéreo,alcanzabaelcenitdeEnisoraiyentrabaenacción.¿Cuálhabíasidoexactamentesuefecto?Nosepodíanhacermásqueconjeturas.«ComosielSolmismoseposarasobreEnisorai…»,habíadichoCoban.Sindudaunrayodeunatemperaturafantástica,fundiendolatierraylasrocas, licuandolosmontesy lasciudades,socavandoelcontinentehastasusraíces,cortándolo en trozos, tomándolo, dándolo vuelta como una carreta de infierno, ysumergiéndoloenlasaguas.

Y lo que había temido Coban se había producido: el choque había sido tanviolentoquehabíarepercutidosobretodalamasadelaTierra.Éstahabíaperdidoelequilibriodesurotaciónyseenloqueciócomountrompoderribado,antesdevolveraencontrar un nuevo equilibrio sobre bases distintas. Sus cambios de giro habíanrajadolacorteza,provocadoentodaspartessismosyerupciones,proyectadofueradesus fosas oceánicas las aguas inertes cuya masa fantástica había sumergido ydevastado las tierras.Habíaquever, sinduda, eneste acontecimientoelorigendelmito del diluvio que se encuentra hoy en día, en las tradiciones de los pueblos entodas partes del mundo. Las aguas se habían retirado, pero no en todos lados.Gondawaseencontrabacolocada,porelnuevoequilibriodelaTierra,alrededordelnuevo Polo Sur. El hielo había embargado e inmovilizado a las aguas del ras demarea que barrían el continente. Y, sobre esa explanada, los años, los siglos, losmilenioshabíanacumuladofantásticosespesoresdenieve trasformadosasuvezenhieloporsupropiopeso.

Eso,Cobanlohabíaprevisto.Surefugiodebíaabrirsecuandolascircunstanciashubieranhechoquelavidaenlasuperficie,fueranuevamenteposible.Elmotordelfrío debía detenerse, lamáscara debía devolver la respiración y el calor a los dosyacentes, la perforadora abrirles un camino hacia el aire y el sol. Pero las

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circunstancias nunca se habían vuelto favorables. El Refugio se quedó como unasemillaperdidaenelfondodelfrío,ynohubieragerminadonuncasinoporobradelacasualidadylacuriosidaddelosexploradores.

Hooverselevantó.—Propongo—dijo—,querindamoshomenaje,enunadeclaraciónsolemne,ala

intuición, la inteligencia y la obstinación de nuestros amigos de las ExpedicionesPolaresFrancesas,quehansabidonosolamenteinterpretarlosdatosinhabitualesdesus sondas y sacar las conclusiones que ustedes saben, sino también sacudir laindiferenciaylainerciadelasnacioneshastaqueseunieranynosenviaranaquí.

LaasambleaselevantóyaprobóaHooverconaclamaciones.—También—dijoLeonova—,hayquerendirhomenajealgeniodeCobanyasu

pesimismo que, conjugados, le han hecho construir un refugio a prueba de laeternidad.

—O. K., hermanita —contestó Hoover—. Pero fue demasiado pesimista. FueLokanquienteníarazón.ElArmaSolarnohadestruidotodalavidaterrestre.¡Puestoqueestamosaquí!Hahabidosobrevivientesvegetales,animales,hombres.Sindudamuy pocos, pero era suficiente para que todo volviera a comenzar. Las casas, lasfábricas, los motores, la energía en botella, todos los benditos chirimbolos de loscuales vivían habían sido destrozados, aniquilados. ¡Los sobrevivientes cayeron detrasteenlatierra!¡Completamentedesnudos!¿Cuántoseran?Quizáalgunasdocenas,dispersadosen loscincocontinentes. ¡Másdesnudosque losgusanosporqueyanosabíanhacernada!Teníanmanosqueno sabíanutilizar. ¿Qué séhaceryoconmismanos,señorHoover,cabezón?¿Ademásdeencendermicigarrilloypegarleseneltrasero a las chicas? Nada. Cero. Si tuviera que agarrar un conejo corriendo parapoder comer, ¿ve qué cuadro sería? ¿Qué haría si estuviese en el lugar de lossobrevivientes? Comería insectos y frutas cuando fuera la estación de ellas, yanimalesmuertoscuandotuvieralasuertedeencontrarlos.Esoesloquehanhecho.Aesohancaído.Másabajoqueloshombresprimitivosquehabíancomenzadotodoantesdeellos,másabajoquelosanimales.Consucivilizacióndesaparecida,sehanencontrado como caracoles a los cuales un pillete hubiera roto y arrancado lacaparazón para ver cómo están hechos por dentro. Mire, caracoles deben haberconsumido bastantes, eso es más fácil. Espero que hubiera muchos caracoles. ¿Austedlegustanloscaracoles,hermanita?Hanvueltoaempezardesdeelpeldañomásbajo de la escalera, y han vuelto a hacer toda la subida, se han caído amitad decamino y han comenzado otra vez, y vuelto a caer, y obstinados y testarudos, lacabezaerguida,volvíanarecomenzarasubir,yyoiréhaciaarriba,¡ymásaltoaún!¡Hasta las estrellas! ¡Y así están! ¡Helos aquí! ¡Somos nosotros!Han repoblado elmundo, y son tan idiotas como antes, aprontándose para hacer volar de nuevo elboliche.¿Noeslindoeso?¡Eseeselhombre!

Fueungrandíadeexaltaciónydesol.

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Afuera,enlasuperficie,lavelocidaddelvientohabíabajadoasumínima,nomásde ciento veinte kilómetros por hora, con momentos de calma casi total,inverosímiles,debenignidad inesperada.Desencadenabasus furoresmuyaltoenelcielo,lolimpiabadelamáspequeñanube,delamásínfimapizcadebruma,lohacíabrillardeunazul intenso, todonuevo,alegre.Ylanieveyelhieloestabancasi tanazulescomoél.

EnlaSaladelConsejo,laasambleahervía.Leonovahabíapropuestoalossabiosdeprestareljuramentosolemnedeconsagrarsusvidasalucharcontralaguerraylaestupidez,ysusmásferocesformas,laestupidezpolíticaylaestupideznacionalista.

—Abrázame,hermanitaroja—habíadichoHoover.Yagreguemos,laestupidezideológica.Y lahabía apretado contra supanza.Ellahabía llorado.Los sabios, depie, los

brazos extendidos, habían jurado en todos los idiomas, y la Traductora habíamultiplicadosusjuramentos.

Hoi-ToentonceshabíapuestoasuscolegasalcorrientedelostrabajosdelequipoqueintegrabaLukos,yquetrazabaelrelevamientofotográficodelostextosgrabadosenlapareddelRefugio.Acababadeterminarelrelevamientodeuntextodescubiertodesdeelprimerdía,cuyotítulohabíaencontradoytraducido:«TratadodelasleyesUniversales»,yqueparecíaser laexplicaciónde laecuacióndeZoran.Frenteasuimportancia,LukosibaaencargarseélmismodeproyectarlosdosclisésfotográficosenlapantallaanalizadoradelaTraductora.

Eraunanoticiadeextraordinariaimportancia.AunsiCobansucumbía,sepodíaesperarcomprenderalgúndíaelTratadoydescifrarlaecuación.

Heathselevantóypidiólapalabra.—Soy inglés—dijo—, y feliz de serlo. Pienso que no sería completamente un

hombresinofuerainglés.Huborisasyunosabucheos.Heathcontinuósinsonreír:—Ciertoscontinentalespiensanqueconsideramosatodoslosquenohannacido

en la isla Inglaterracomomonosapenasbajadosdel cocotero.Losquepiensanasíexageran…ligeramente…

Estavezlasrisasdominaronelambiente.—Es porque soy inglés, feliz de haber nacido en la isla Inglaterra, que puedo

permitirme de haceros la propuesta siguiente: escribamos, nosotros también, untratado, o mejor dicho una declaración de la Ley Universal. La ley del hombreuniversal.Sindemagogia,sinbla-bla,comodicenlosfranceses,sinpalabrashuecas,sin frases majestuosas. Está la Declaración de la O.N.U. No es más que mierdasolemne.Todoelmundoseríedeella.Nohayunhombreentrecienmilqueconozcasuexistencia.NuestraDeclaracióndeberágolpear el corazónde todos loshombresvivientes.Notendrámásqueunpárrafo,quizáunafrase.Habráquebuscarbien,paraponer las menos palabras posibles. Dirá simplemente algo así: «Yo, hombre, soy

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inglésopatagónicoy felizde serlo,pero soyante todounhombrevivo,noquieromatar,ynoquieroquemematen.Rechazolaguerra,seacualesfueransusrazones».Esoestodo.

Sevolvióasentaryllenósupipacontabacoholandés.—¡VivaInglaterra!—gritóHoover.Lossabiosreían,seabrazaban,sepalmeabanlaespalda.Evoli,elfísicoitalianosollozaba.Henckel,elalemánmetódico,propusonombrar

unacomisiónencargadaderedactareltextodelaDeclaracióndelHombreUniversal.Enelmomentoenquelasvocescomenzabanaproponernombres,ladeLabeau

surgiódetodoslosdifusores.Anunciaba que los pulmones de Coban habían cesado de sangrar. El hombre

estaba muy débil y todavía inconsciente, su corazón latiendo irregularmente, peroahorasepodíaesperarsalvarlo.

Eraverdaderamenteungrandía.HooverlepreguntóaHoi-To,sisabíadentrodecuánto tiempo Lukos habría terminado de inyectar en la Traductora, las fotos delTratadodelasLeyesUniversales.

—Dentrodealgunashoras—dijoHoi-To.—Entonces dentro de algunas horas, podremos saber, en diecisiete idiomas

diferentes,loquesignificalaecuacióndeZoran.—Nolocreo—contestóHoi-Toesbozandounasonrisa—.Conoceremoseltexto

de enlace, el raciocinio y el comentario, pero el significado de los símbolosmatemáticos y físicos se nos escapará, como se le escapa a la Traductora. Sin laayudadeCoban, senecesitaríauncierto tiempoparavolveraencontrarel sentido.Peroevidentementesellegaría,ysinduda,bastantepronto,graciasalosordenadores.

—Propongo—dijo Hoover—, de anunciar por Trio que daremos mañana unacomunicación al mundo entero. Y de prevenir a las universidades y centros deinvestigación, que tendrán que registrar un largo texto científico del cualtrasmitiremoslasimágeneseninglésyfrancés,conlossímbolosoriginalesenlenguagonda. Esta difusión general de un tratado que conduce a la comprensión de laecuación de Zoran hará, de un solo golpe, imposible la exclusividad de suconocimiento. Se habrá vuelto, en algunos instantes, el bien común de todos losinvestigadores del mundo entero. En ese mismo momento, desaparecerán lasamenazasdedestrucciónydesecuestroquepesansobreCoban,ypodremosinvitaraesa repugnante asamblea de chatarra militar flotante y volante que nos vigila, sopretextodeprotegernos,adispersarseyvolverseasuslares.

La propuesta deHoover fue adoptada por aclamación. Fue un día grande, unalarga jornada sin noche y sin nubes, con un sol dorado que paseaba su optimismotodoalrededordelhorizonte.Alahoraenqueseeclipsabadetrásdelamontañadehielo,lossabiosylostécnicosprolongaronsueuforiaenelbaryenelrestaurantedeEPI 2. La provisión de champagne y de vodka de la base, mermó esa nocheseriamente.

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Yel scotch y elbourbon, el aquavita y el schlivovitz derramaron su ración deoptimismoenlacalderaborboteantedelaalegríageneral.

—Hermanita—dijoHooveraLeonova—,soyunenormesolterónasqueroso,yustedesunhorriblecerebromarxistaflacuchón…Nolediréquelaamoporqueseríaabominablementeridículo.Perosiaceptarasermimujer,leprometoperdermipanzayquellegaríahastaelextremodeleer«ElCapital».

—Es usted odioso —dijo Leonova sollozando sobre su hombro—, usted esatroz…

Ellahabíabebidochampagne.Noteníacostumbredehacerlo.Simonnosehabíasumadoalaalegríageneral.HabíaacompañadoaEléahastala

enfermería y se había quedado con ella.Al entrar al cuarto, ella se había dirigidoderecho a la comida-máquina, había tocado ligeramente tres teclas blancas, yobtenido una esférula de un rojo sangre que había ingerido en seguida,acompañándola con un vaso de agua. Luego, con su indiferencia habitual a lapresenciaajena,sehabíadesvestido,ycompletamentedesnuda,sehabíadedicadoasutoilette,ysehabíaacostadoenlamismaforma,yamediodormida,sindudabajoelefectodelaesférularoja.Desdequesesacóelcírculodeoro,Eléanopronuncióningunapalabra.

La enfermera había seguido el último episodio del recuerdo, en la Sala deConferencias. Lamiró con lástima. El rostro de la jovenmujer dormida, quedabapetrificadoenunagravedadtrágicaqueparecíamásalládetodoslossufrimientos…

—Pobrecita,—dijolaenfermera—.Seríamejorquelepusiesesupijama.Correelriesgodeenfriarse.

—No la toque, duerme, está en paz—contestó Simon a media voz—. Tápelabien,yvigílela.Yovoyadormirunpoco,amedianochemeharécargodelaguardia.Despiérteme…

Reguló el termostatopara aumentar ligeramente la temperaturadel cuarto, y seacostó todo vestido sobre su estrecha cama. Pero en cuanto cerró los ojos, lasimágenescomenzaronadesfilarbajosuspárpados.EléayPaikan.Eléadesnuda,elcielode fuego,elentreverodesoldadosmuertos,Eléadesnuda,EléasinPaikan,elsuelodestrozado,lallanurapartida,elArmaenelcielo,Eléa,Eléa…

Selevantóbruscamente,conscientedequenosepodríadormir.¿Somnífero?Lacomida-máquinaestabaallí,sobrelamesita,alalcancedesumano.Tocóligeramentelastresteclasblancas.Elcajónseabrió,ofreciéndoleunaesférularoja.

Laenfermeracondesaprobaciónlomirabaproceder.—¿Vaacomereso?¡Puedeserqueseaveneno!Norespondió.SieravenenoEléa lohabía tomado,ysiEléasemoría,élyano

tendría deseos de vivir. Pero no creía que fuese veneno. Tomó la esférula entre elíndiceyelpulgaryselapusoenlaboca.Estallóbajosusdientescomounacerezasin carozo.Le pareció que todo el interior de su boca, de su nariz, de su gargantaestabansalpicadosconunasuavidadofensiva.Noeradulcedegusto,noteníaningún

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gusto,eracomo terciopelo líquido,erauncontacto,unasensacióndeunasuavidadinfinita,queseexpandíaypenetrabaenelinteriordesucarne,atravesabalasmejillasyelcuelloparallegarhastalapiel,invadíaelinteriordesucabeza,ycuandolatragó,lebajóportodoelcuerpoylocolmó.Sevolvióaacostarsuavemente.Noestabaconsueño.LeparecíaquepodríacaminarhastaelHimalayayescalarloabrincos.

Laenfermeralosacudió:—¡Doctor!¡Pronto!¡Levántesepronto!—¿Qué?¿Quépasa?Miróelrelojluminoso.Marcabalas23horas17minutos.—¡Yolehabíadichoqueeraveneno!¡Bebaestorápido!Él rechazó el vaso que le tendía. Nunca se había sentido tan bien, eufórico,

descansandocomosihubiesedormidodiezhoras.—Entonces,sinoesveneno,¿quélepasaaella?—Eléa,Eléa.Se había despertado, los ojos completamente abiertos, la mirada fija, las

mandíbulas crispadas. Accesos bruscos de temblores le sacudían todo el cuerpo,Simon la destapó y le tocó los músculos de los brazos y de los muslos. Estabancrispados,tensos,atenazados.Lepasólamanofrentealosojosquenoparpadearon.Encontró su pulso con dificultad bajo losmúsculos endurecidos de lamuñeca. Losintiófuerte,acelerado.

—¿Quées,doctor?¿Quétiene?—Nada—dijo con dulzura Simon, volviendo a subirle las cobijas—. Nada…

Másquedesesperación…—Pobrecita…¿Quépodríamoshacer?—Nada—contestóSimon—,nada…HabíaconservadolamanoheladadeEléaentrelassuyas.Sepusoaacariciarla,a

masajearlasuavemente,amasajearelbrazoendurecidosubiendohastaelhombro.—Lovoyaayudar—dijolaenfermera.Diolavueltadelacama,ytomólaotramanodeEléa.Elbrazodeéstatuvoun

sobresaltoderegresión.—Déjela.Déjelaconmigo.Déjenos.Vayaadormirasucuarto…—¿Estáseguro?—Sí…Déjenos…Laenfermera juntósuspertenenciasysalió lanzandoaSimonuna largamirada

sospechosa.Élnoseapercibiódeello.ContemplabaaEléa,surostropetrificado,susojosfijos,enloscualeslaluzbrillabasobredoslagosdelágrimasinmóviles.

—Eléa…—dijoconvozmuyqueda—,Eléa…Eléa…Estoyconusted…Pensó bruscamente que no era su voz la que oía sino la voz extraña de la

Traductora…Lavozdeél,quelellegabaporelotrooído,noeramásqueunruidoconfuso,extraño,quesuatenciónseesforzabaeneliminar.

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Conprecaución,lequitóelaudífonodelaoreja.Sumicro-emisorahabíaquedadoenganchadaasuropacolocadaenlasilla.Sesacóelsuyo,pinchadoalpulloverylometióenelfondodesubolsillo.Ahoranohabíamásmáquina,másvozajenaentreellayél.

—Eléa… Estoy con usted… sólo con usted… por la primera vez… quizá laúltima…Yustednomecomprende…Entoncesselopuedodecir…Eléamiamor…mibienamada…tequiero…miamor,amor…quisieraestarcercatuyo…sobreti…en ti suavemente… tranquilizarte, calentarte y calmarte, consolarte, te quiero…nosoymásqueunbárbaro…unsalvajeatrasadocomoanimalesypastoyárbol…notetendré jamáspero teamoteamo…Eléa,miamor…eresbella túereselpájaro, lafruta,laflor,elvientodelcielo,nuncatetendré…losé…,peroteamo…

LaspalabrasdeSimonseposabansobreella,sobresucara,susbrazos,sussenosdesnudados, se posaban sobre ella como pétalos tibios, como una nieve de calor.Sentía en sumano la de ella que se suavizaba, veía su cara ya no tensa, su pecholevantarse más pausadamente, más profundamente. Vio sus párpados bajarse muylentamentesobrelosojostrágicos,ylaslágrimasporfinfluir.

—Eléa,Eléa,miamor…vuelvedelmal…vuelvedeldolor…vuelve,lavidaestáacá,tequiero…,eresbella,nadahaymásbelloquetú…elniñodesnudo,lanube…elcolor,lacervatilla…laola,lahoja…larosaqueseabre…elolordelapescaydetodo elmar…Nada es tan hermoso como tú…el sol de primavera sobre nuestrasmargaritassilvestres…elcachorrodeleón…lasfrutasredondas,lasfrutasmadurasalsol,lasfrutastibiasdelsol…nadaestanhermosocomotú,Eléa,Eléa,miamor,mibienamada…

Sintió lamano de Eléa estrechar la suya, vio su otramano levantarse, posarsesobrelasábana,tocarlo,agarrarloyconungestoinhabitual,conungestoincreíble,traerlohacíaellaycubrirsussenosdesnudos.

Élcalló.Ellahabló.Dijoenfrancés:—Simon,tecomprendo…Hubouncortosilencio.Luegoagregó:—SoydePaikan…Desusojoscerrados,laslágrimascontinuabancorriendo.

Túmecomprendes,túhabíascomprendido,quizánotodaslaspalabras,perolassuficientesparasabercuánto,cuántoteamaba.Teamo,amor,amor,esaspalabrasnotienen sentido en tu idioma, pero tú las habías comprendido, sabías lo quequeríandecir,loqueyotequeríadecir,ysinotehabíantraídoelolvidoylapaz,tehabíandado,llevado,posadosobretibastantecalorparapermitirtellorar.

Habías comprendido. ¿Cómo era posible? Yo no había contado, ninguno denosotros había contado con las facultades excepcionales de tu inteligencia. Nos

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creemosenlacumbredelprogresohumano,¡somoslosmásevolucionados!,¡losmásagudos!,¡losmáscapaces!Elbrillanteresultadoextremodelaevolución.Despuésdenosotros,puedeser,quehaya,quehayasindudaalgomejor,peroantesdenosotros,vamos, ¡no es posible!A pesar de todas las realizaciones deGondawa que tú noshabías mostrado, no nos podía venir al espíritu que ustedes fuesen superiores. Suéxitonopodíasersinoaccidental.Ustedesnoseraninferioresporqueestabanantes.

Esta convicción de que el ser humano en cuanto a especie se mejora con eltiempo, viene sin duda de una confusión inconsciente con el hombre en cuantoindividuo.Elhombreesprimerounniñoantesdeserunadulto.Nosotros,hombresdehoy,somosadultos,losquevivíanantesquenosotrosnopodíansersinoniños.

Peroseríaquizábueno,seríaquizáelmomentodepreguntarsesilaperfecciónnoestáenlainfancia,sieladultonoessinounniñoqueyahacomenzadoapudrirse…

Ustedes,en las infanciasdelhombre,ustedesnuevos,ustedespuros,ustedesnogastados,nocansados,nodestrozados,noestragados,noagobiados,ustedes,¿quénopodríanhacerconsuinteligencia?

Desdehacíasemanasescuchabasporunoídolasfrasesdelidiomadesconocido,elmío,pormivozquetehablabatodoeldíadelamañanaalanochecercaencuantonodormíasyauncuandodormías.Porquelaspalabrasquetedecíaeranunamaneradeestarcontigo,máscercadeti,miamor,mibienamada.

Y por el otro oído escuchabas lasmismas frases traducidas, el sentido de esaspalabras te llegaba sin cesar al mismo tiempo que las palabras, y tu maravillosainteligencia consciente, subconsciente, no lo sé, comparaba, clasificaba, traducía,comprendía.Túmecomprendías…

Yotambién,yotambiénmiamor,habíacomprendidoysabía…TúerasdePaikan…

Lukos había terminado. La Traductora había tragado, asimilado y traducido endiecisiete idiomas distintos el texto del Tratado deZoran. Pero, obedeciendo a losimpulsosdadosporLukospordecisióndelConsejo,guardabalastraduccionesensumemoria,para imprimirlasodifundirlasmás tarde,cuandose lepidiera.Solamentehabía inscripto en un film magnético las imágenes de las traducciones inglesa yfrancesa.Losfilmesesperabanenunarmarioelmomentodeladifusiónmundial.

Lahoraseacercaba.Losperiodistaspidieronvisitara laTraductoraparapoderdescribirasuslectoresyoyenteslamaravillaquehabíadescifradolossecretosdelamásviejacienciahumana.EnausenciadeLukos,quecontinuabadentrodelHuevoconHoi-To, el relevamiento fotográfico de los textos grabados, fue su adjunto elingenieroMourad,quelosguióenlosmeandrosdelamáquina.Hooverhabíaqueridoacompañarlos,yLeonovaacompañabaaHoover.Pormomentos,éltomabasumanomenudaenlasuyaenorme,obieneraellaquienenganchabasusfrágilesdedosenlosenormesdedos.Yavanzabanasí,delamano,comodosamantesdeGondawa.

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—Aquí está—dijoMourad—el dispositivo que permite inscribir las imágenessobre los films. Sobre esta pantalla las líneas de los textos aparecen en caracteresluminosos. Esta cámara TV los ve, los analiza y los trasforma en señaleselectromagnéticasqueinscribesobreunfilm.Comoustedesven,esmuysimple,eselviejosistemadelmagnetoscopio.Loqueesmenossencillo,eslamaneracomoselasarreglalaTraductoraparafabricarloscaracteresluminosos.Es…

ComoMouradnohablabamásqueelturcoyeljaponés,Hooverhabíadistribuidoalosperiodistasunosaudífonos,parapermitirleacadaunooírlasexplicacionesensupropioidioma.YLouisDevilleoyóenfrancés:…es…¡mierda!¿Quées?

Enuncentésimodesegundoadmiróque laTraductora tuvieseunconocimientotan íntimodel idioma francés, y resolviópreguntarle aMouradcuál era el términoturcocorrespondiente.Debíasersonoroypintoresco.Unsegundomás tarde,yanopensabamásenesas futilidades.VeíaaMouradhablarlealoídoaHoover,Hooverhacerle señas de que no comprendía,Mourad tirarle de lamanga ymostrarle algodetrásdelacámararegistradoraTV.AlgunacosaqueHoovercomprendióenseguiday que los periodistas más cercanos, que miraban al mismo tiempo que él, nocomprendían.

Hooversevolvióhaciaellos.—Señores,tengonecesidaddehablarenprivadoconelingenieroMourad.Nolo

puedo hacer sino por intermedio de la Traductora. No deseo que oigan nuestraconversación. Les ruego entregarme sus audífonos, y tengan a bien salir de lahabitación.

Fue una explosión de protestas, una tormenta verbal en el seno de la reina delverbo. ¿Cortar la fuente de información justo en el momento en que quizá seprodujera algo sensacional? ¡Ni pensarlo! ¡Jamás en la vida! ¿Por quiénes nostomarían?

Hooversepusovioletadefuror.Vociferó:—¡Ustedes me hacen perder tiempo! ¡Cada segundo tiene a lo mejor una

importanciafantástica!¡Simesiguendiscutiendo,losembarcoenunjetylosmandotodosdevueltaaSydney!¡Devuélvanmeeso!

Tendiólasmanosahuecadas.Por el estado en que estaba, él, el bonachón, comprendieron que el asunto era

grave.—Lesprometotenerlosalcorriente,encuantosepa.Desfilarontodosfrenteaélyleentregaronlasconchasmulticolorestodavíatibias

del calor de sus cabezas. Leonova cerró la puerta sobre el último, y se volvióvivamentehaciaHoover.

—¿Quées?¿Quépasa?Losdoshombresyaestabaninclinadossobrelasentrañasdelacámaraydiscutían

rápidamenteentérminostécnicos.

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—¡Sabotaje!—dijoHoover—.¡Lacámarahasidotoqueteada!¿Veestehiloahí?,noeseldelmagnetoscopio.¡Hasidoagregado!…

Adherido al del magnetoscopio, se confundía con él, y el hilo clandestinopenetrabaalmismotiempoqueelotro,enelagujerodeltabiquemetálico.

ProntoMouraddestornilló cuatro tornillos de cabeza cruzada, y tiró hacia él laplaca de aluminio pulido. Las entrañas del magnetoscopio aparecieron. Vieron enseguida el objeto insólito: una valija de tamaño mediano, en imitación de cuero,banal, color tabaco.El hilo suplementario entrabayotro salía de ésta, subía enunrincón,perforabaeltecho,sejuntaba,sinduda,poralgúnartificioastuto,aunamasametálicaexteriorquedebíaservirdeantena.

—¿Qué? —preguntó Leonova, lamentando no ser más que una antropólogaignorantedetodaslastécnicas.

—Unaemisora—dijoHoover.Estabanabriendo lavalija.Ésta revelóunadmirabledispositivodecircuitos,de

tubosydesemiconductores.Noeraunaemisoracomúnderadio,sinounaverdaderaestaciónemisoradetelevisión,unaobramaestrademiniaturización.

Conungolpedevista,Hooverreconociólaspiezasjaponesas,checas,alemanas,americanas, francesas, y admiraba a pesar suyo la extraordinaria disposición quehabíahechocaberentanpocoespaciounaeficaciasemejante.Elhombrequehabíaconfeccionado esta emisora era un genio. No la había conectado sobre el circuitoeléctrico general. Una pila y un trasformador le daban la potencia necesaria. Esolimitabasuduraciónysualcance.Nodebíapodersercaptadomásalládeunradiodeunmillardekilómetros.

HooverexplicótodoesorápidamenteaLeonova.Probólapila.Estabacasivacía.La emisora ya había funcionado. Incontestablemente ésta había expedido hacia unreceptorsituadosobreelcontinenteártico,ocercadesuscostas,lasimágenesdelatraduccióninglesaofrancesa,oquizádelasdos.

Eraabsurdo.¿Porquéprocurarseclandestinamentetraducciones,puestoqueibanaserdifundidasenelmundoentero,dentrodealgunashoras?

Lalógicaconducíaaunarespuestaaterradora:Siungrupoounanaciónesperabaasegurarse laexclusividaddelaecuaciónde

Zoran, él o ella debía hacer lo posible, para impedir que quien fuese, llegara aconocer el tratado de las Leyes Universales o cualquier otra explicación de lafórmula. Para eso, quienes habían instalado la emisora, y expedido hacia lodesconocidolasimágenesdeltratadodebíanigualmente,ydeinmediatodestruirlosfilmsmagnéticossobreloscualesel textograbadohabíasidoregistrado;destruireltexto grabado mismo; destruir las memorias de la Traductora que guardaba lasdiecisietetraducciones.

YmataraCoban.—¡SantoDios!—dijoHoover—.¿Dóndeestánlosfilms?

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MouradloscondujorápidamentehacialaSaladelosarchivos,abrióunarmariodealuminio,agarróunadeesascajasenformadegalletaquedesdelainvencióndelcinematógrafosirvendereceptáculoydedepósitoparalosfilmsdetodaclase,yquesonvoluminosas,incómodas,ridículas,peroquenohansidonuncamejoradas.Tuvo,comose tiene siempre,muchadificultad en abrirla, se rompióunauña,maldijo enturco,ydijomásmalaspalabrasunasegundavezcuandoconsiguióabrirlayvioelcontenido:eraunapapillabarrosadedondesalíanfumarolas.

Habíanvolcadoácidoen todas lascajas.Filmsoriginalesymagnéticosnoeranmásqueunapastamalolientequeempezabaachorrearportodoslosagujerosdelascajas,cuyometalhabíasidotambiénatacadoporelácidoydestruido.

—¡EnnombredeDios!—dijoHooverunavezmásenfrancés.Preferíablasfemar en francés.Suconcienciadeprotestante americano se sentía

menosmolesta.—¿Lasmemorias?¿Dóndeestánlasmemoriasdeestaputamáquina?Era un largo corredor de treintametros, cuya pared de la derecha era de hielo

afelpadoyeldelaizquierdaconstituidoporunarejametálicaenlacualcadamallatenía la dimensióndeundiezmilésimodemilímetro.Cada cruce erauna céluladememoria.Habíadiezmillonesdebillones.Estarealizacióndelatécnicaelectrónica,apesardesucapacidadprodigiosa,noerasinembargomásqueungranodearenaallado de un cerebro vivo. Su superioridad sobre el vivo era la velocidad. Pero sucapacidaderalofinitoalladodeloinfinito.

Alentrar,delprimergolpedevistadescubrieron las incongruenciasquehabíansidoagregadasalaobramaestra.

Cuatrodiscos,bastanteparecidosa lascajasdeguardar losfilms.Cuatrominasiguales a las que defendían la entrada de la Esfera. Cuatro monstruosos horroresaplicadoscontrael tabiquemetálico,sujetosaélporsucampomagnético,yqueloiban a pulverizar con toda la Traductora, si se trataba de arrancarlos, o quizásimplementeacercarseaellos.

—¡EnnombredeDios,ennombredeDios!—dijoHoover.—¿Tieneustedunrevólver?SedirigíaaMourad.—No.—¡Leonova,deleelsuyo!—Pero…—¡Déselo!¡Carajo!¿Ustedcreequeeselmomentodediscutir?LeonovatendiósuarmaaMourad.—Cierrelapuerta—dijoHoover—.¡Quédesedelante,nodejeentraranadie,ysi

insisten,tire!—¿Ysiestoestalla?—preguntóMourad.—¡Ybueno,estallaráustedcontodo!¡Noseráelúnico!…—¿DóndeestáeseidiotadeLukos?

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—EnelHuevo.—Ven,hermanita…Laarrastróconlavelocidaddelvientoquesoplabaafuera.Latormentasehabía

declaradoenelmomentoenqueelsolestabamásaltoenelhorizonte.Nubesverdeslo habían tragado, luego el cielo.El viento se rasgaba contra todos los obstáculos,atrancaba la nieve del suelo paramezclarla a la que traía, y fabricar con ellas unaescofina afilada, cortante. Se llevaba los desechos, las inmundicias, los cajonesabandonados,lostonelesllenosyvacíos,lasantenas,losjeeps,arrasabacontodo.

Elguardiándelapuertalesimpidiósalir.Aventurarseafuerasinprotección,eramorir.Elvientolosibaaenceguecer,asfixiar,romper,llevar,hacerlosrodarhastaelfinaldelfríoydelblancomortífero.

HooverlearrancóalhombresuboneteyselohundiósobrelacabezaaLeonova,le sacó los anteojos, guantes, anorak, y envolvió a la delgada jovenmuchacha, laempujó sobre una plataforma eléctrica cargada de toneles de cerveza, y apuntó surevólveralguardián.

—¡Abra!Elhombre,estupefacto,apoyósobreelbotóndeabertura.Lapuertasedesplazó.

El viento lanzó un clamor de nieve remolineante hasta el fondo del corredor. Laplataformapacienteylentaentróenlatormenta.

—¡Peroustednoestáprotegido!—gritólavozagudadeLeonova.—Yo—tronólavozdeHooverenlatormenta—,tengomipanza.Delante de ellos y detrás, todo era blanco. Todo blanco, a la izquierda, a la

derecha,delante,abajo,encima.Laplataformasehundíaenunocéanoblancoquesedesplazaba aullando como mil automóviles de carrera. Hoover sintió la nieveplantificársele sobre las mejillas, petrificarle las orejas y la nariz. El edificio delascensorestabaatreintametrosjustoenfrente.Treintaveceseltiempodeperderseydedejarsebarrerpor lasfaucesdelviento.Habíaquemantener laplataformasobreunatrayectoriarectilínea.Élnopensómásqueeneso,olvidósusmejillasysunariz,la piel de su cráneo que empezaba a helarse bajo el pelo encasquetado de hielo.Treintametros.Elvientoveníade laderechaydebíadesviarlos.Hoover seafirmócontra viento y pensó de golpe que el aceite de su revólver iba a congelarse y loencasquillaríapormuchashoras.

—¡Aférrese a la dirección! ¡Con las dosmanos! ¡Ya está! ¡No se desvíe ni unmilímetro!¡Sujetefuerte!

Tomóconsusdosmanosdesnudasyasinsensibilidad,lasmanosenguantadasdeLeonova,lascerrósobrelabarradeladirección,encontró,palpando,elrevólverenelestuche colgado de su cintura, lo sacó, consiguió abrir el cierre relámpago de subragueta.Unahordadeloboslemordióelvientre.Introdujoelarmaensuslip,quisovolveracerrarlo.Lacorrederadelcierreescapódesusdedosentumecidos,lanievebloqueó los eslabones, entró por la abertura. El frío alcanzó sus muslos, su sexo,hasta el armaquehabíaquerido cobijar en la partemás calientede supersona.Se

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estrechócontraLeonova,laapretócontrasuvientre,comodefensa,comoobstáculo,como escudo contra la tormenta.Rodeó a lamuchacha con sus brazos, y puso lasmanos sobre las suyas alrededor de la barra de dirección. El viento trataba dearrancarlosdesutrayectoriaparatirarlosalolejosquiénsabedónde,lejosdetodo.Lejosdetodo,noerankilómetros.Algunosmetrosbastabanparaperderlosfueradelmundo, en la tormenta sin morada, sin límite, sin punto de referencia, cuyoparoxismoestabaentodoslados.Podíancongelarseadiezpasosdeunapuerta.

Ladeledificiodelascensorquedabaaúninvisible.Sinembargoestabaahí,muycerca,delante,ocultaporelespesordelanieveiracunda.¿Onohabíanacertadoylaplataformaestabaderivándosehaciaeldesiertomortalquecomenzabaacadapaso?

Hoover tuvodegolpe la certidumbredequehabíandejado atrás suobjetivo, yquesicontinuaban,tanpococomofuese,estabanperdidos.PesósobrelasmanosdeLeonovayfrenóafondo,fazalviento.

Elvientodefrentesecolóbajolaplataformaylalevantó.LostonelesdecervezaylapanzadeHooverlatiraronnuevamentealsuelo.Leonova,enloquecida,largólabarra.Sesintióarrastradaygritó.Hooverlaapretóylapegócontraél.Laplataformaabandonadaasímismahizounavueltaenredondo,conlapartetraseraalviento.Dosbarriles de cerveza eyectados desaparecieron rondando en la tormenta blanca. Elvientohundiósushombrosbajoelvehículodesamparado, lo levantódenuevoy lovolteó.HooverrodósobreelhielosinsoltaraLeonova.Unbarrildecervezapasóapocoscentímetrosde sucráneo.Laplataformavolcada,desplazada, llevada, se fuecomounahoja.ElvientohizorodaraHooveryLeonovaprendidadeél.Chocaronbrutalmentecontraunobstáculoqueresonó.Eraunagransuperficierojavertical.Eralapuertadeledificiodelascensor…

Elascensorestabacalefaccionado.Lanieveyelhieloadheridosalosplieguesdesuropase fundían.Leonovasesacó losguantes.Susmanosestaban tibias.Hooversoplabasobre lassuyas.Peroéstasquedaban inmóviles, lívidas.Nosentía tampocosusorejasnisunariz.Ydentrodeunosminutoshabíaqueactuar.Nosesentíacapazdeello.

—Desevuelta—dijoél.—¿Porqué?—¡Desevuelta,granDios!¡Siempretienequediscutir!Ella se sonrojóde furia,estuvoapuntode rehusarse, luegoobedecióapretando

losdientes.Éltambiénlediolaespalda,consiguióhundirsusdosmanosdentrodelslip,yaprisionarel revólverentresuspalmasysacarloparaafuera.Se leescapóycayó.Leonovatuvounsobresalto.

Empujó hacia adentro los faldones de su camisa, agarró la corredera del cierreentresusdosíndices.Sabíaqueloteníaapresado,peronolosentía.Tiróhaciaarriba.Se leescapó.Volvióacomenzar,dosveces,diezveces,subiendocadavezalgunos

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eslabonesmásdelcierre.Tuvoporfinunaspectomáspresentable.Miróelindicadordebajada.Estabanamenosde980.Estabanporllegar.

—Levanteelrevólver—dijo—yonopuedo.Ellasevolvióhaciaél,inquieta.—¿Susmanos…?—¡Después veremos mis manos! ¡No tenemos tiempo!… Levante ese

chirimbolo…¿Sabeusarlo?—¿Porquiénmetomausted?Manejabaelarmaconsoltura.Eraunapistoladegruesocalibrearepetición,un

armadeasesinoprofesional.—Sáqueleelseguro.—¿Ustedcreeque…?—Nocreonada…Temo…Tododependeráquizádeunadécimadesegundo.Elascensorfrenóalllegaralostresúltimosmetrosyseparó.Lapuertaseabrió.Eran Heath y Shanga que estaban de guardianes de las minas. Miraron

estupefactossalirdelacabinaaHooverempapado,hirsuto, llevandoalfinaldesusbrazos lasmanoscomopaquetes inertes,yLeonovablandiendounaenormepistolanegra.

—What’sthematter?—preguntóHeath.—¡Nohaytiempo…!¡Denmeconlasalapronto!Heathhabíarecuperadosuflema.Llamóalasaladerecuperación.—Mr.HooveryMissLeonovawanttocomein…—¡Esperen!—gritóHoover.Trató de tomar el combinado, pero su mano no era más que un paquete de

algodónyelinstrumentoseleescapó.Leonovalotomóyselotuvosujetofrenteasuslabios.

—¡Aló!AcáHoover.¿Quiénmeoye?—Moissovescucha—respondióunavozenfrancés.—¡Conteste!¿ViveCoban?—¡Sí!Vive.Claro.—¡Nolopierdamásdevista!¡Vigileatodoelmundo!¡Quecadacualvigileasu

vecino!¡VigileaCoban!¡Alguienlovaamatar!…—Pero…—Nopuedoconfiarenustedsolo.PásemeaForster.—ElseñorHooverylaseñoritaLeonovaquierenentrar.RepitiósugritodealarmaaForster,luegoaLabeau.Acadaunolerepetía:—¡AlguienvaamataraCoban!Nodejeacercarseanadie,¡noimportaquiénsea!Agregó:—¿QuéestápasandoenelHuevo?¿Quéveustedenlapantalladevigilancia?—Nada—dijoLabeau.

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—¿Nada?¿Cómonada?—Lacámaraestáaveriada.—¿Averiada?¡Puchadigo!¡Abralasminas!¡Pronto!LeonovadevolvióelreceptoraHeath.Elguiñorojoseapagó.Elcampodeminas

estabadesconectado.PeroHooverdesconfiaba.LevantólarodillayletendiósubotaaShangaconlasolturadadaporveintegeneracionesdeesclavistas.

—Tirademibota,chico.Shangatuvounsobresaltoyretrocedió.Leonovasepusofuriosa.—¡Noeselmomentodesentirsenegro!—gritóella.Dejóelrevólver,tomólabotaconsusdosmanosytiró.Ya no buscaba comprender, tenía total confianza enHoover, y sabía hasta qué

punto.Cadafracciónínfimadesutiempoeraesencial.—Gracias,hermanita.¡Acuéstensetodos!Dioelejemplo.Shanga,asustado,loimitóenseguida.Heathtambién,conelaire

denohacerlo.Leonova,derodillasteníatodavíalabotaenlamano.—Tíralaenelagujero…ElagujeroeralaaberturadelaescaleraquereuníaelfondodelPozoalaEsfera.

Lasminasestabanenlaescalera,debajodelosescalones.Leonovaarrojólabota.Nosucediónada.

—Vamosair.Sácamelaotra,ysácatelastuyas.Debemossersilenciososcomolanieve.Heath,ustednodebedejarentrarmásanadie,¿oye?Nadie.

—¿Peroqué…?—Dentrodeunmomento…Losbrazosseparadosdelcuerpo,paraquesusmanosdoloridasnotocarannada,

penetrabanyaenlaescalera,conLeonovadetrásdeél…

EnelHuevo,habíaunhombreacostadoyunhombredepie.Elhombreacostadoteníauncuchilloclavadoenelpechoysusangreformabaenelsuelounapequeñalagunaenformadeburbujadedibujosanimados.Elhombredepieteníauncascodesoldadorqueocultabasurostroypesabasobresushombros.Teníaagarradoconlasdosmanoseltubodelplaser,ydirigíaelextremodelallamasobrelaparedgrabada.Elorosefundíaychorreaba.

Leonova tenía el revólver en su mano derecha. Temió de no tenerlo bastantesólidamentesujeto.Leagrególamanoizquierda,ytiró.

Sustresprimerasbalasarrancaronelplaserdelamanosdelhombreylacuartaledestrozó lamuñeca,casicortándole lamano.Elchoque loechópor tierra, la llamadelplaserleasóunpie.Aulló.Hooverseprecipitó,yconelcodocortólacorriente.ElhombredelcuchilloenelpechoeraHoi-To.

El hombre con el casco de soldador era Lukos. Hoover y Leonova lo habíanreconocidoencuantolohabíanvisto.NohabíadoshombresdeesaestaturaenEPI.Deunapatada,Hooverlehizosaltarelcasco,descubriendounacarasudorosaconlos

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ojos en blanco. Bajo el efecto del horrible dolor de su pie reducido a cenizas, elcolososehabíadesvanecido.

—¡Simon,ustedqueessuamigo,pruebe!…Simonintentó.SeinclinósobreLukosacostadoensucuartodelaenfermería,yle

suplicó que le dijera cómo desconectar las minas pegadas a las memorias de laTraductora, yparaquienhabíahechoese trabajo insensato, y si era él soloo teníacómplices.Lukosnocontestó.

Interrogado sin cesar por Hoover, Evoli, Henckel, Heath, Leonova, desde quehabía recuperado el conocimiento, había confirmado solamente que las minasexplotaríansiselastocaba,yqueexplotaríanlomismosinoselastocaba.Perohabíarehusadodecirdentrodecuánto tiempo,y rehusado toda respuestaacualquierotrapregunta. Inclinado sobreél,Simonmirabaesacara inteligente,huesuda, esosojosnegrosquelomirabanfijosintemor,nivergüenza,nifanfarronería.

—¿Porqué,Lukos?¿Paraquiénhashechoeso?Lukoslomirabaynocontestaba.—¿Noespordinero?¿Túnoeresunfanático?¿Entonces?…Lukosnocontestaba.Simonevocabalabatallacontrael tiempoquehabíanlibradojuntos,queLukos

habíadirigido,paracomprenderesastrespalabritasquepermitiríansalvaraEléa.Esetrabajo extenuante, genial, esa abnegación totalmente desinteresada, era bien él,Lukos,quienloshabíaprodigado.¿Cómohabíapodido,después,asesinarunhombre,ycomplotarcontralahumanidad?¿Cómo?¿Porqué?¿Paraquién?

LukosmirabaaSimonynocontestaba.—Perdemos el tiempo—dijo Hoover—. Dele una inyección de pentotal. Dirá

todoloquesabemuysimpáticamenteysinsufrir.Simonseenderezó.Enelmomentoenquese ibaaalejar,Lukos,consumano

sana,fuertecomoladecuatrohombres,leagarróelbrazo,lovolcósobresucama,learrancóelrevólvermetidoenlacintura,seloapoyócontrasupropiasienytiró.Eldisparosalióoblicuamente.Lapartesuperiordesucráneoseabrióylamitaddesucerebro fue a formar una especie de abanico rosa, que se posó en óvalo esparcidosobrelapared.Lukoshabíaencontradoelmododecallarseapesardelpentotal.

Los responsables de EPI, en el curso de una reunión dramática, decidieron, apesar de su repugnancia, hacer un llamado a la Fuerza Internacional apostada a lolargodelascostasparabuscar,capturarodestruir,aquienoaquieneshabíanpodidorecibir la emisión clandestina. A pesar de que los barcos más próximos estabandemasiado lejos para recibir las imágenes, era probable que fuera un elementosecreto, destacado de una de las flotas que se había acercado, a una distanciasuficientecomoparacaptarlaemisión.

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Probable.Peronoseguro.Unpequeñosubmarinoounanfibiomar-tierrahabríanpodido introducirse entre las mallas de la red de vigilancia. Pero, aun si era unelementodelaFuerzaInternacional,sólolaFuerzamismapodíaencontrarlo.Habíaque contar con las rivalidades nacionales que iban a aguzar el celo de lasinvestigaciones,ydelavigilanciarecíproca.

RochefouxentablóconelalmiranteHuston,queeraeldeguardia,undiálogoporradio difícil y grotesco, por las interrupciones de la tormenta magnética queacompaña a la tormenta con sus voces burlonas. Huston terminó sin embargo porcomprender,yalertóatodalaaviaciónytodalaflota.Perolaaviaciónnopodíahacernadaenmediodeestafuriosapapillablanca.Losportaavionesestabancubiertosconnieve, todas las superestructuras acolchadas con diez veces su espesor de hielo.NeptunoIsehabíapuestoalreparosumergiéndose.Noeraelcasoparaéldequedarenlasuperficie.Conangustia,Hustonsediocuentadequenolequedabaotromediode acción que la jauría de los submarinos soviéticos. ¡Si era para ellos queLukoshabíatrabajado,quéironíaresultabamandarlosalacacería!Ysieraparanosotros,siLukoseraunagentedelF.B.I.,queelPentágonoignoraba,¿noerahorrible lanzarlosrusoscontragentequedefendíanalOccidente,yalacivilización?

¿Ysieraparaloschinos?¿Paraloshindúes?¿Paralosnegros?¿Paralosjudíos?¿Paralosturcos?Siera,siera…

Un militar, por alto que sea su grado, tiene siempre la paz espiritual de ladisciplina.Hustoncesódehacersepreguntasasímismo,dejódepensar,yaplicóelplanprevisto.Despertóasucolega,elalmiranterusoVoltov,ylopusoalcorrientedelasituación.Voltovno titubeóunsegundo.Enel instantedio lasórdenesdealerta.Losveintitréssubmarinosatómicosysuscientoquince lanchaspatrullerasamotor,hicieronrumboalsur,seacercaronalascostashastael límitedela imprudencia,ycubrieroncadametroderocaodehielosumergidos,conunareddeondasdetectoras.Sobremilquinientoskilómetros,nilavibracióndeunasardinaseleshubierapodidoescapar.

Hubounhuecoen la tormenta.Elvientosoplabacon lamismafuerza,pero lasnubesylanievedesaparecieronenelfondodelcieloazul.NeptunoIrecibióórdenesde entrar en acción. Subió a la superficie, el estrave frente a las olas. Los dosprimeros helicópteros salidos de sus bodegas fueron lanzados almar aun antes dehaber abierto sus paletas. El almirante alemánWentz que comandaba el Neptunoempleó su última arma: los dos aviones-cohetemetidos en el fondo de sus tubos.LlevabanunrosariodebombasHminiaturas,ybajosusnarices,losdosojosdeunacámara estereoscópica emisora. Penetraron en el viento como balas. Sus cámarasmandaronhacia los receptores delNeptunodos cintas continuadas de imágenes encoloresyenrelieve.

Todoel estadomayordelNeptunoestabapresente en la saladeobservaciones.HustonyVoltovhabíanarriesgadolavidaparavenir,paraver,yvigilarse.

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No mejor que cualquiera de los oficiales presentes, eran ellos capaces dereconocerlasimágenesquedesfilabansobrelapantalladeizquierdaosobreladeladerecha, y de saber la diferencia entre un pájaro bobo emperador y una ballenaencinta. Pero los detectores electrónicos, ellos sí eran capaces. Y de pronto, dosflechas blancas aparecieron sobre la pantalla derecha. Dos flechas en el ánguloderecho que convergían una hacia la otra, y designaban el mismo punto, y sedesplazabanconélyconlaimagen,delaizquierdaaladerechadelapantalla.

—¡Paren!—gritóWentz—.Agrandamientomáximo.Sobrelamesa,delantedeél,unapantallahorizontalseiluminó.Pegósucaraala

lupa estereoscópica. Vio una parcela de la costa venir hacia él, agrandarse,agrandarse. Vio en una caleta desgarrada, en el fondo de la bahía, bajo algunosmetros de agua clara hirviente, un huso ovalado, demasiado regular en su formaydemasiadoquietoparaserunpescado…

En el submarino minúsculo, los dos hombres pegados el uno contra el otroestaban impregnados por un olor húmedo de sudor y de orina.No habían previstoparaellosunavejigareceptora.Noteníanmásremedioquecontenerse.Nolohabíanpodidohacer,acausadelatormentaquelosbloqueabadesdehacíadocehorasbajocincometrosdeagua.Parasalirdelacaleta,habíaquepasarporencimadeunfondoqueestabaasólodosmetrosdeprofundidad,llegaralasuperficieypasarmuyjusto.Conviento,eraunamaniobradesesperada,que tenía tantasprobabilidadesdeéxitocomounamonedatiradaalairedecaerdecanto.Aunarrebujadoenlomáshondodelas irregularidades de la ribera, el pequeño submarino no estaba al reparo. Segolpeabacontra las rocas, raspabael fondo, rechinaba,gemía.Elprecioso receptorquehabíaregistradolasconfidenciasdelaTraductoraocupabaunterciodelvolumendelsumergible.Losdoshombres,piescontracabeza,unoenloscontrolessobrelaspalancasdemandosdelaparato,elreceptor,noteníanlugarniparahaceruncuartodevueltasobresímismos.Lasedlessecabalagarganta,latranspiraciónempapabasus mamelucos, las sales de la orina les ardían los muslos. El tanque de oxígenosilbaba bajito. No tenía depósitomás que para dos horas. Decidieron salir de esteatolladero,costaraloquecostara.

Enlasaladereanimación,losmédicosylosenfermerosnoseacercabanaCoban,sinodedosalavez,cadaunovigilandoalotro.

EnelHuevo,losestragoscausadosporlallamadelplasereranconsiderables.Eltexto del Tratado había desaparecido casi completamente. Casi. Quedaban algunosjirones.PuedeserquelosuficientecomoparaproporcionaraunmatemáticogenialconquéhacersurgirlaluzquealumbraríalaecuacióndeZoran.Puedeser.Puedeserqueno.

No había aparato levanta-minas a bordo de ningún navío de la FuerzaInternacional.UnllamadolanzadoporTrio,habíaalertadoalosespecialistasdelosejércitos ruso, americano y europeo. Tres jets arremetían hacia EPI, llevando los

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mejores levanta-minas militares. Venían del otro hemisferio, al máximum de suvelocidad. No podrían aterrizar sobre la pista del EPI. Tenían que detenerse enSydneyyconfiarsusocupantesajetsmáschicos.Aunaestosúltimoslatormentalesocasionaba dificultades terribles. Podrían quizá posarse. Quizá no. ¿Y dentro decuántotiempo?Muchotiempo.Demasiadotiempo.

El ingeniero jefe de la Pila atómica que proporcionaba la energía y la luz a labase, se llamabaMaxwell. Tenía treinta y un años y pelo gris. No bebíamás queagua.Aguanorteamericanaque llegabacongeladaenbloquesdeveinticinco libras:losEstadosUnidosmandabanhieloalPolo,esterilizado,vitaminado,adicionadodeflúor,deoligoelementos,yunrastrodeeuforizante.MaxwellylosotrosamericanosdeEPIconsumíanunagrancantidad,comobebidayparalavarselosdientes.Paralahigieneexterior,tolerabanelaguadelhielopolarfundido.Maxwellmedíaunmetronoventa y nueve, y pesaba sesenta y nueve kilos netos. Se tenía muy erguido, ymiraba a los demás humanos de arriba abajo a través de la parte inferior de susanteojosbifocales,sinelmenordesprecio.Setomabatantomásencuentasuopinión,porquehablabapoco.

Vino a reunirse con Heath, que había acompañado a Lukos a Europa, para lacompra de armas, y le preguntó despreocupadamente precisiones sobre la potenciaexplosivadelasminaspegadasalaTraductora.Heathnopudoafirmarnada,porquefue Lukos quien había cerrado trato con un comerciante belga. Pero Lukos habíadichoquecadaunadeesasminasconteníatreskilosdeP.N.K.

Maxwell emitió un ligero silbido. Conocía el nuevo explosivo americano.Milveces más poderoso que el T.N.T. Tres bombas igualan nueve kilos de P.N.K.,igualannuevetoneladasdeT.N.T.UnabombadenuevetoneladasexplotandoenlaTraductora, ¿cuáles serían sus efectos sobre la Pila atómica vecina, a pesar de suespesoblindajedehormigónydealgunasdecenasdemetrosdehielo?Enprincipio,detrásdelescudodehielo,elhormigóndebepoderaguantar,perohayunaposibilidadde que la onda de choque quebrante la arquitectura de la pila, haga saltar lasconexiones, provoque fisuras y escapes de líquido y de gas radioactivos, y quizá,entableunareacciónincontroladadeluranio…

—HabríaqueevacuarEPI2yEPI3—dijoMaxwellsinlevantarlavoz—.Aunseríaprudenteevacuarlabasetodaentera…

Unos minutos más tarde, las sirenas de alarma urgente, que nunca habíanfuncionado hasta ahora, aullaron en los tres EPI. Y todos los puestos telefónicos,todos los difusores, todos los audífonos en todos los idiomas pronunciaran lasmismaspalabras:«Evacuaciónurgente.Prepárenseaevacuarinmediatamente».

Darlaorden,prepararse,evidentementeeraotracosa.Peroevacuar¿cómo?

Latormentaazulcontinuaba.Elcieloestabaclarocomounojo.Elvientosoplabaa220kmporhora.Peronollevabamásnievequearasdelsuelo.

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Labeau, que había abandonado la sala de reanimación desde hacía apenas unahora,yacababareciéndedormirse,habíasidosacadodesucamaporHenckel,quelopusoalcorrientedelasituación.Hirsuto,extraviadodecansancio,telefoneóalasala.Abajo,enlaotrapuntadelalínea,Moissovmaldecíaenrusoyrepetíaenfrancés:

—¡Imposible!¡Ustedbienlosabe!¿Quémepide?¡Esimposible!Sí,Labeau lo sabía bien.Evacuar aCoban. Imposible.Arrancarlo en su estado

actual, al bloque de reanimación, era matarlo tan certeramente como cortarle lagarganta.

Milmetrosdehieloloponíanasalvodetodaexplosión,perosilasinstalacionesdelasuperficieestallaban,endiezminutosperecería.

MoissovyLabeautuvieronlosdos lamismaidea.Lamismapalabra lesvinoaloslabiosalmismotiempo:transfusión.Sepodíaintentar.LapruebadelasangredeEléahabíasidopositiva.

Viendo que el estado deCoban se estabilizaba, luegomejoraba lentamente, losmédicoshabíanreservadoestaoperaciónparaelcasodeunaagravaciónbrutalodeunanecesidadurgente.Necesidadurgente, era el caso.Si se ensayaba laoperacióninmediatamente,Cobanpodía,enalgunoscuartosdehora,sertransportado.

—¿Y si la Pila se enciende antes? —gritó Maxwell—. ¡Las minas puedenreventarenseguida,enalgunossegundos!…

—¡Y bueno, mierda, que estallen! —gritó Labeau—. Voy a ver a la chica.Todavíafaltaqueacepte…

Como los otros reanimadores, él estaba alojado en la enfermería.No tuvomásquedaralgunospasosparallegaralcuartodeEléa…

La enfermera, aterrada, estaba haciendo su equipaje.Tres valijas abiertas sobredos camas, cien objetos y ropa interior que ella agarraba, descartaba, dejaba caer,amontonaba,consusmanostemblorosas.Gimiendo.

SimondecíaaEléa:—¡Muchomejor!Eramonstruoso guardarla aquí. Por fin va a conocer nuestro

mundo. No es solamente un paquete de hielo en nuestros tiempos de hoy. NopretendoqueseaelParaíso,pero…

—¿ElParaíso?—ElParaísoes…,demasiadolargo,esdemasiadodifícil,ydetodasmanerasaún

noesabsolutamenteseguro,yciertamentequenoeseso…—Nocomprendo.—Yo tampoco. Nadie. No piense más en ello. No la llevo al Paraíso. ¡París!

¡París!¡Lallevo!¡Diránloquequieran,yolallevoaParís!Es,es…Nopensabaenelpeligro.Nocreíaenél.SabíasolamentequellevabaaEléalejos

desutumbadehielo,haciaelmundovivo.Teníadeseosdecantar.HablabadeParíscongestos,comounbailarín.

—Es…es…ustedverá,esParís…Nohayfloressinoenlosnegociosdetrásdevidrios,perohay también losvestidos, flores, lossombreros, flores,el jardínde las

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tiendas,entodoslados,flores,medias,pantalonesdenylon,impermeables,paraguas,amarillas,naranjas,azules,vestidos,unpocomucho,apasionadamente,jamás,nada,jamás, jamás, el más bello jardín del mundo para la mujer, ella entra, elige, ellamismaesflor,florflorecidadeotrasflores,¡esParíslamaravilla,esahíquelallevo!…

—Nocomprendo.—Nohayquecomprender,hayquever.Paríslacurará.Paríslacurarádelpasado.FueenesemomentoqueentróLabeau.—¿Quiere—le preguntó a Eléa— aceptar de dar un poco de sangre aCoban?

Solamente usted lo puede salvar. No es grave, no es doloroso. Si usted acepta,podremos transportarlo. Si rehúsa, él perecerá. Es una intervención sin ningunagravedad,quenoleharáningúnmal.

Simonexplotó. ¡Ni sediscutía! ¡Él seoponía! ¡Eramonstruoso! ¡Que reviente,Coban!Niunagotadesangre,niperderunminuto,Eléa ibaapartirconelprimerhelicóptero,elprimerjet,elprimeronoimportaqué,elprimero.Yanodeberíaestarallí,ellanovolveráabajaralPozo,ustedessonmonstruos,notienencorazón,tripas,sonunoscarniceros,ustedes…

—Acepto—dijoEléa.Sucaraeragrave.Habíareflexionadoenunossegundos,perosucerebroibamás

ligeroqueunsesolentodehoyendía.Habíapensadoyhabíadecidido.Aceptabadarsu sangre a Coban, el hombre que la había separado de Paikan, y tirado al otroextremodeunaeternidadenunmundosalvajeyfrenético.Aceptaba.

Losdoshombresenelsubmarinodebolsillo,piescontracabeza,lacabezaentrelospiesdelotro,piessudorosos,piesmalolientes, losdoshombres,entreellosdos,untejidometálicoacolchadodegomaespumaflexible,suave,elásticaperohaciendotranspirar, transpirarhorriblemente, losdoshombresbloqueadosen su sudor, en suorina, la piel ardida, el interior de su nariz quemado por su olor, los dos hombresarriesgabaneltodoporeltodo.Sisequedabanallí,eltanquedeoxígenoagotado,yanopodríanirse,nopodríansumergirse.Estabanpresos,niquépensar,horrible,decirtodo,confesar,monstruoso.Aunsimerehúso,pentotal.Aunsinpentotal,ellosmiran,mehacenhablar,un tacazosobre losdedosde lospies,yogrito, insulto,nopuedoquedarmeeternamentesinhablar,ellosescuchan,sabendedóndevengo,ellossaben.

Irse,hayqueirse.Doshorasdeoxígeno.Cincominutosmortalesparaatravesar lapasada.Queda

una hora cincuenta y cinco minutos de inmersión. Es una oportunidad escasa,estrecha.El submarinograndenos traga.Oel avióngrandeme rodea.Si ellosnoserran,quizálatormentasedetengaypodamoscontinuarsobrelasuperficie.Nohayalternativa.Partir…

Partieron.Unaolalostirócontralaroca.Volvieronacaeryrebotaroncontralarocadeenfrente.Volvieronacaercontraelfondo.Elchoquefuetal,queelhombre

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que tenía la cabeza dada vuelta hacia la popa tuvo los cuatro incisivos inferioresrotos.Aullódedolor,escupiósusdientesysangre.Elotronooíanada.Dentrodesusanteojos receptores veía el horror desencadenado.El viento arrancaba la superficiedelmar y la lanzaba, toda blanca, hacia el azul del cielo. En el momento en querecaía,crispósusdosmanossobreelcomandodeaceleración.Lapartedeatrásdelhusodeaceroabolladoescupióunenormechorrodefuegoysaltódentrodelasolaspropulsadoalmáximodesupropiaenergía.

Peroelchorroyanoeraderecho.Loschoquescontralasrocashabíantorcidolatoberade escape.El chorro se desviabahacia la izquierday rugía en tirabuzón.Elsubmarinosepusoaretorcersesobresímismocomounamecha,pegandoalosdoshombres contra sus paredes, viró en cien grados, y se echó contra unamuralla dehielo. Penetró en ella la profundidad de un metro. Se desmoronó sobre él y lodestrozó.Elvientoyelmarsellevaronenunaespumarojaalosdesechosdecarneymetal.Lascámarasdelosdosavionescoheteregistraronyexpidieronlaimagendelchoqueydeladispersión.

Labasehormigueaba.Lossabios,loscocineros,losbarrenderos,losenfermeros,lasmucamashabíanarrojadoapresuradamentesusmáspreciadaspertenenciasenlasvalijasdistendidas,yhuíandeEPI2y3.Lossnowdogslosrecogíanalasalidadelasconstruccionesy los transportabanhasta lasentradasdeEPI1.Enelcorazónde lamontañadehielo,retornabanaliento,sucorazónsecalmaba,sesentíanseguros.Secreían…

Maxwell sabía bien que no era cierto. Aun si la Pila no explotaba, si estabasolamentefisuradayseponíaaescupirsuslíquidosygasesmortíferos,elvientolosibaallevaryembadurnarelpaisajehastalamontañadehieloquelospararíaensucarrera horizontal y se atiborraría con ellos. El viento, aquí, soplabamás omenosfuerte.Perosiempresoplabaenlamismadirección.Delcentrodelcontinentehaciaelborde.DeEPI2haciaEPI3.Inexorablemente.Yanoibasalirnadiedelasgaleríasdelamontaña.Yrápidamente,lasradiacionesentraríanporelsistemadeventilaciónqueatrapaba el aire por medio de veintitrés chimeneas. Se daría el lujo de recoger almismotiempotodaslasporqueríascarcomidasyvomitadasporlaPilareventada.

Maxwellrepitióconcalma:—¡Esmuysimple.Hayqueevacuar…!—¿Cómo?Ningúnhelicópteropodíasaliralaire.LosSnowdogs,siacaso,podían

penetrarenlatormenta.Habíadiecisietedeellos.—HabíaqueguardartresparaCoban,Eléaylosequiposdereanimadores.—Másbiencuatro,iránapretados.—Mejor,esolosmantienecalientes.—Quedantrece.—Malnúmero.—Noseamosestúpidos.

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—Treceopongamoscatorce,adiezpersonasporvehículo…—¡Pondremosveinte!—Bueno,veinte.Veintevecescatorce,¿hace…hacecuánto?—Doscientosochenta…—Elefectivodelabase,desdeelfindelostrabajosgrandes,estáreducidoamil

setecientos cuarenta y nueve personas. ¿Eso hace cuántos viajes? Mil setecientoscuarentaynuevedivididopordoscientosochenta…

—Sieteuocho,pongamosdiez.—Bueno, es factible.Seorganizaunconvoy, los snowdogsvanadepositar sus

pasajerosyvuelvenabuscarotros…—¿Adóndevanadepositarasuspasajeros?—¿Comodónde?—ElrefugiomáscercanoeslabaseScott.Aseiscientoskilómetros.Sinotienen

dificultades,necesitarándossemanasparallegar.Ysilosdepositanfueradelrefugio,secongelaránentresminutos.Amenosqueelvientosecalme…

—¿Entonces?—Entonces…—¡Esperar!¡Esperar!,cuandopuedeestallar…—¿Quésesabe?—¿Cómoquésesabe?—¿Quién ha dicho que lasminas iban a explotar, aun si no se las tocaba? Es

Lukos.¿Quiénnospruebaquehadicholaverdad?Noexplotaránquizásinoselaszarandea. ¡No lasmaltratemos! Y aun si revientan ¿quién nos asegura que la Pilasufrirádeterioros?Maxwell,¿puedeustedafirmarlo?

—Ciertamente que no. Afirmo solamente lo que temo. Y pienso que hay queevacuar.

—¡Puede ser que no se mueva nada, su Pila! ¿Usted no puede hacer algo?¿Protegerlamás?¿Quitareluranio?¿Vaciarloscircuitos?¿Haceralgo,pues?

MaxwellmiróaRochefoux,quelehacíaesapregunta,comosilehubiesepedidosipodía,levantandolasnarices,sinmoversedesusilla,escupirsobrelaluna.

—Bueno… bueno… no puede, yame lo imaginaba, una Pila es una Pila…Ybien,esperemos…Latregua…Loslevantaminas…Loslevantaminasvanallegarseguramente.Perolacalma…

—¿Dóndeestánesosmalditoslevantaminas?—Elmáscercanoestáatreshoras.Peroseposará¿cómo?—¿Quédicelaoficinameteorológica?—Lameteorológica,somosnosotrosquieneslesuministramoslasinformaciones

parasusprevisiones.Sileanunciamosqueelvientosecalma,ellanosdiráquehayunamejoríaeneltiempo.

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Alolargodelhombreenvuelto,acostadacontraél,Eléaesperaba, tranquila, losojos cerrados. Su brazo izquierdo estaba desnudo, y el brazo del hombre teníadestapado algunos centímetros a la altura del pliegue del codo. Los cuatrocentímetrosaldescubiertoestabanmarcadosporplacas rojasdequemadurasenvíadecicatrización.

Estaban todos ahí, los seis reanimadores, sus asistentes, los enfermeros, lostécnicos,ySimon.Nadietuvoniporuninstantelaideadeiraponerseasalvoenlamontañadehielo.Si lasminasy laPilaestallaban,¿qué lepasaríaa laentradadelPozo?¿Podríanalgunavezvolverasalir?Nipensarenesto.Habíanvenidodetodosloshorizontesdelatierraparavolveralavidaaestehombreyaestamujer,habíantenido éxito con la mujer, tentaban con el hombre la operación de la últimaposibilidad dentro de los límites de un tiempo desconocido. Disponían quizá dealgunas horas, quizá de algunos minutos, no lo sabían, no había que perder unsegundo,ynocomprometernadaapresurándose.EstabantodosligadosaCobanporloslazosdeltiempo,paraeléxitooparaelfracaso,quizálamuerte.

—Cuidado,Eléa—dijoForster—,relájese.Lavoyapincharunpoco,nolevaadoler.

Pasósobreelplieguedelcodounalgodónimpregnadodeéter,yhundiólaagujahueca en la venahinchadapor el torniquete.Eléano sehabía estremecido.Forsterquitó el torniquete. Moissov puso el transfusor en marcha. La sangre de Eléa,bermeja,casidorada,aparecióeneltubodeplástico.Simontuvounestremecimiento,ysintiósupielerizarse.Suspiernasseaflojaron,susoídoszumbaronytodoloqueveíasevolvióblanco.Hizounenormeesfuerzosobreelmismo,paraquedarsedepie,ynodesplomarse.Loscoloresretornaronasuvista,sucorazónlatióviolentamenteyrecobrósuritmo.

Eldifusoranuncióenfrancés:—AcáRochefoux.Una buena noticia: el viento disminuye. La velocidad de la

últimaracha:doscientosochokilómetrosporhora.¿Enquéestán?—Empezamos—dijoLabeau—.Cobanvaarecibirlasprimerasgotasdesangre

enalgunossegundos.Al mismo tiempo que contestaba, despejaba las sienes del hombre momia,

limpiabacondelicadezalapielquemada,yleceñíalacabezaconuncírculodeoro.Le tendió el otro a Simon.Las quemaduras profundas del cuero cabelludo y de lanucahacíandifícillaaplicacióndeloselectrodosdelencefalograma,yaleatoriassusindicaciones. Los círculos de oro, con un médico en la recepción, podíanreemplazarloventajosamente.

—En cuanto el cerebro vuelva a funcionar, usted lo sabrá—dijoLabeau—.Elsubconscientesedespertaráantesquelaconciencia,ybajosuformamáselemental,la más inmóvil: la memoria. El sueño predespertar no vendrá sino después. Enseguidaqueustedtengaunaimagen,dígalo.

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Simonsesentósobrelasilladehierro.Antesdebajarlaplacafrontalsobresuspárpados,miróaEléa.

Ellahabíaabiertolosojosylomiraba.Yhabíaensumiradacomounmensaje,uncalor, una comunicación que él no había visto nunca. Con… no lástima, sinocompasión.Sí,eraeso.Lalástimapuedeserindiferente,oaunacompañaralodio.Lacompasión reclama una especie de amor. Ella parecía querer reconfortarlo, decirlequenoeragrave,yqueélsecuraríadeello.¿Porquéunamiradaasíenunmomentosemejante?

—¿Entonces?—preguntóLabeau,bruscamente.LaúltimaimagenquehabíarecibidofueladelamanodeEléa,bellacomouna

flor,ligeracomounpájaro,queseabríayseposabasobrelacomida-máquinapuestaasualcance,afindequeellapudieraextraerlonecesarioparasostenersusfuerzas.

Yluegonohubomásnadaqueesatinieblainteriordelavisiónanulada,quenoesoscuridad,sinounaluzeclipsada.

—¿Entonces?—repitióLabeau.—Nada—dijoSimon.—Elviento está a190—dijo el difusor—.Si calmaunpocomás aún, seva a

comenzarlaevacuación.¿Enquéestánustedes?—Leagradeceríamosquenonosmolestaramás—dijoMoissov.—Nada—dijoSimon.—¿Corazón?—Treintayuno.—¿Temperatura?—34,7°.—Nada—dijoSimon.

Un primer helicóptero levantó vuelo, cargado de mujeres. El viento nosobrepasabalos150kmporhorayavecesbajabaa120.UnhelicópterodespegódelabaseScottparavenirabuscarlaspasajerasamediocamino.Losdosaparatossedieroncitasobreunventisquero,quesedeslizabaenunvallebastanteresguardado,perpendicularalviento.PerolabaseScottnopodíaservirsinodeenlace.Noestabahechaparacobijaraunaaglomeración.TodaslasunidadesdelaFuerzaInternacionalsusceptibles de acercarse a las costas sin demasiado riesgo, se lanzaban hacia elcontinente. Los portaaviones Americanos y el Neptuno soltaron verticalmente susaviones que arremetieron hacia el EPI. Tres submarinos de carga rusos, porta-helicópteros, subieron a la superficie a lo largo de la base Scott. Un cuarto, en elmomentoqueemergía,fuecortadoendosporlaproasumergidadeuntémpano.Sumotor atómico revestidodecementobajó lentamentehasta el limo tranquilode lasgrandesprofundidades.Algunosahogadossubieronalasuperficieentrelosdesechosflotantes,fueronvapuleadosporlasolas,yvolvieronahundirse,repletosdeagua.

—Corazóncuarentayuno.

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—Temperatura35°C.—Nada—dijoSimon.

El primer equipo, de levanta minas se había posado en Sydney y vuelto adespegar.Eranlosmejores,eraningleses.

—Yaestá—gritóSimon—.¡Imágenes!OyólavozfuriosadeMoissovyenelotrooídolaTraductoraqueletraducíade

nogritar…Oíaalmismotiempo,enelinteriordesucabeza,nacidodirectamenteensu cerebro sin intervención de los nervios acústicos, un tronar sordo, golpes,explosiones,vocesapagadas,comoenvueltasennieblasalgodonosas.

Las imágenes que él veía eran imprecisas, difusas, que se deformabanconstantemente,yparecíanvistasaltravésdeunacortinadeaguacolorlechosa.Perocomo él ya había visto esos lugares, los reconocía. Era el Refugio, el corazón delRefugio,elHuevo.

Tratódedecirloqueveíaenvozalta,peromoderada.—No nos importa un carajo lo que usted ve —dijo Moissov—. Díganos

simplemente:«Noestánítido»,«noestánítido»,después«nítido»cuandolosea.Yluegocállesehastallegaralsueño.Cuandosepongachiflado,delirante,yanoserálamemoria pasiva, será la memoria enloquecida: el sueño. Sucederá justo antes deldespertar.Señálelo.¿Hacomprendido?

—Sí.—Usteddiga:«Noestánítido»,luego«nítido»ydespués«sueño».Essuficiente.

¿Comprendió?—Hecomprendido—contestóSimon.Yunossegundosmástarde,dijo:—Nítido…Veía, oía nítidamente. No comprendía, pues no había circuito de Traductora

intercalado entre los dos círculos de oro, y los dos hombres que veía hablaban engonda.Peronoteníanecesidaddecomprender.Eraclaro.EnelprimerplanoestabaEléadesnudaacostasdasobreelzócaloconlamáscaradeorocolocadasobresucara,yPaikanqueseinclinabahaciaella,yCobanquegolpeabaelhombrodePaikanyledecíaqueyaeratiempodeirse.YPaikansevolvíahaciaCoban,ylozarandeaba,loempujabalejos.YseinclinabasuavementesobreEléa,yponíasuavementesuslabiossobre su mano, sobre sus dedos, pétalos alargados, descansados, dorados, pálidos,floresdelirioyderosaysobrelapuntadelossenosdescansandoapacibles,suavesbajo los labioscomo…ningunamaravillaenelmundode lasmaravillas, fuera tansuaveytiernobajosuslabios…Luegoposabasumejillasobreelvientredesedaporencima del césped de oro discreto, tanmedido, tan perfecto…en elmundo de lasmaravillas ningunamaravilla era tan discreta y justa, enmedida y en color, en sulugarysusuavidad,alamedidadesumanoqueposó,ydesumanoquelocubrió,

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arrellanóensupalmaconlaamistaddeuncordero,deunniño.EntoncesPaikansepusoa llorar,ysus lágrimascorríansobreelvientredeoroydeseda,y losgolpessordosdelaguerradestrozabanlatierraalrededordelRefugio,entrabanporlapuertaabierta,llegabanhastaél,seposabansobreél,yélnolosoía.

CobansevolvióhaciaPaikan,lehablóylemostrólaescaleraylapuertayélnooía.

Cobanloasiópordebajodelosbrazosylolevantó,mostrándoleenelcielodelHuevolaimagenmonstruosadelArma.Éstallenabalanegruradelespacio,yabríanuevas hileras de pétalos que cubrían las constelaciones. El estrépito de la guerrallenaba el Huevo como el tronar de un tornado. Era un ruido ininterrumpido, unaasonadadefurorcontinuo,querodeabaelHuevoylaEsferayllegabahastaellosatravésdelatierrareducidaapolvodefuego.

Erahora,erahora,hora,decerrarelRefugio.CobanempujabaaPaikanhacialaescaleradeoro.Paikanlogolpeósobreelbrazoparadesprenderseysesoltó.Levantósumanoderechaalaalturadesupecho,yconelpulgar,hizoinclinarsuanillo.Lallave.Lallavepodíaabrirse.Lapirámidegirabaalrededordeunodesuslados.EnlacabezadeSimonhubounprimerplano,elinmensoplanodelanilloabierto.Yenlabase despejada, en el pequeño receptáculo rectangular, vio una semilla negra.Unapíldora.Negra.LaSemillaNegra.LaSemillademuerte.

El primer plano fue barrido por un gesto deCoban.Coban empujaba a Paikanhacia laescalera.SumanoatropellóelcododePaikan, lapíldorasaltó fueradesualojamiento, se volvió enorme en la cabeza de Simon, llenó todo el campo de suvisióninterna,volvióacaerminúscula,imperceptible,perdida,ydesapareció.

Paikan,aquienlehabíanrobadoEléa,robadosupropiamuerte,Paikanallímitedeladesesperación,estallóenunfurorincontrolable,segóelaireconsumanocomounhacha,ygolpeó,luegogolpeóconlaotramano,despuésconlosdospuños,luegoconlacabeza,yCobansedesplomó.

Eltronarfuriosodelaguerrasevolvióunaullido.Paikanlevantólacabeza.LapuertadelHuevoestabaabierta,yeneltopedelaescaleratambiénloestabaladelaEsfera.Másalládelagujerodeoro,habíallamaradasencendidas.Secombatíaenellaboratorio. Era menester cerrar el Refugio, salvar a Eléa. Coban había explicadotodoaEléa sobre el funcionamientodelRefugio,y toda lamemoriadeEléahabíapasadoaladePaikan.Élsabíacómocerrarlapuertadeoro.

Volóporlaescalera,ligero,furioso,gruñendocomountigre.Cuandollegóalosúltimospeldaños,vioaunguerreroenisorintroducirseenlaentradadelapuerta.

Tiró. El guerrero rojo lo vio y tiró casi al mismo tiempo. Se retrasó en unafraccióninfinitesimaldetiempo.Estafracciónagregadaacadadíadurantemillaresde siglos, no habría podido constituir un segundo más al final del año. Pero fuesuficienteparasalvaraPaikan.Elarmadelhombrerojodespedíaunaenergíatérmicapura, calor total. Pero cuando apoyó sobre el gatillo no era ya más que un trapoblandoquevolabaparaatrásconsucuerpodestrozado.ElairealrededordePaikanse

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volvió incandescente y en elmismo instante se apagó. Las pestañas, las cejas, loscabellos,lavestimentadePaikanhabíandesaparecido.Unmilésimodesegundomásy no habría quedado nada de él, ni aun un rastro de cenizas. El dolor de su pieltodavíanohabíallegadoasucerebro,yyagolpeabaconelpuñoelaccionamientodelapuerta.Despuéssedesplomósobrelosescalones.Elcorredorperforadoenlostresmetrosdeoro,secerrócomounojodegallinaquetuviesemilpárpadossimultáneos.

Simonveíayoía.Oyólainmensaexplosiónprovocadaporelcierredelapuerta,quehizovolarloslaboratoriosytodoslosalrededoresdelRefugioporkilómetrosalaredonda,pulverizandoalosagresoresylosdefensoresyenterrándolosenunacoladaderocasvitrificadas.

Oyó las voces de los técnicos y de los reanimadores que, de pronto, se poníanansiosas:

—Corazón40…—Temperatura34,1°.—¿Presiónarterial?—8-3,8-2,7-2,6-1…—SantoDios,¿quépasa?¡Sevieneabajo!¡Senosva!—EralavozdeLabeau.—Simon.¿Siguenlasimágenes?—Sí.—¿Nítidas?—Sí…Veía nítidamente a Paikan volver a bajar en elHuevo, inclinarse sobreCoban,

sacudirloenvano,auscultarsucorazón,comprenderqueéstesehabíadetenido,queCobanestabamuerto.

Veía a Paikanmirar el cuerpo inerte, mirar a Eléa, levantar a Coban, llevarlo,tirarlo fuera del Huevo… Veía y comprendía, y sentía en su cabeza el horriblesufrimientoenviadoporlapielquemadadePaikan.VeíaaPaikandenuevobajarlosescalones,tambalearsehastallegaralzócalovacíoyacostarseenél.Vioelrelámpagoverde iluminar elHuevo, y la puerta comenzar a bajar lentamentemientras que elanillosuspendidoaparecíabajoelsuelotrasparente.

VióaPaikan,enunúltimoesfuerzo,bajarsobresurostrolamáscarademetal.Simonsearrancóelcírculodeoroygritó:—¡Eléa!Moissovloinsultóenruso.Labeau,inquieto,furioso,preguntó:—¿Quélehadadoausted?Simonnocontestó.Veía…VeíalamanodeEléa,bellacomounaflor,livianacomounpájaroposadasobrela

comida-máquina…Con el anillo inclinado, la pirámide de oro tumbada sobre un costado, y la

pequeñacavidadrectangularvacía.Ahí,eneseesconditedeberíahaberseencontrado

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laSemillaNegra, la semilla de lamuerte.Yano estaba allí.Eléa la había tragado,llevandoasubocalasesférulasdealimentotomadasdelamáquina.

Había tragado la Semilla Negra para envenenar a Coban, dándole su sangreenvenenada.

PeroeraaPaikanaquienestabamatando.

Podíasoírme.Aúnpodíassaber.Yanoteníaslafuerzademantenertuspárpadosabiertostussienessehundían,tusdedosseponíanblancos,tumanoresbalabaycaíadelacomida-máquina,perotodavíaestabaspresente.Oías.Yohubiesepodidogritarlaverdad,gritarelnombredePaikan,hubierassabidoantesdemorirqueélestabacercade ti,quesemorían juntoscomo tú lohabíasdeseado.Peroquepesadumbreatroz,sabiendoqueustedespodíanvivir.Quéhorrorelsaberqueenelmomentodedespertarsedesemejantesueño,élmoríadetusangrequehubiesepodidosalvarlo…Habíagritadotunombre,eibaagritar:«EsPaikan».Perovitullaveabierta,elsudorsobretussienes,lamuerteyaposadaenti,posadasobreél,lamanoabominabledeladesgraciahacerradomiboca…

Sihubiesehablado…SihubiesessabidoqueelhombrecercadetieraPaikan,¿tehabríasmuertoenel

espanto de la desesperación o podías acaso salvarte todavía tú y él contigo? ¿Noconocíasalgún remedio,nopodías fabricarcon las teclasmilagrosasde lacomida-máquina un antídoto que hubiera expulsado la muerte, fuera de vuestra sangrecomún, de vuestras venas empalmadas? ¿Pero te quedaba aún bastante fuerza?¿Podíastodavíamirarla?

Todoestomelohepreguntadoenalgunosinstantes,eraunsegundotanbreveytanlargocomoellargosueñocualtehabíamossacado.Ydespués,porfinhegritadodenuevo.PeronohedichoelnombredePaikan.Hegritadohaciaesoshombresquelosveíanmoriralosdosyquenosabíanelporqué,yseenloquecían.Leshegritado:«¡Novenquesehaenvenenado!».Ylosheinsultado,heagarradoalmáscercamío,noseyacuálera,lohesacudido,lehepegado,nohabíanvistonada,tehabíandejadohacerlo,eranunosimbéciles,asnospretenciosos,cretinos,ciegos…

Yellosnomecomprendían.Mecontestabancadaunoensuidioma,yyonoloscomprendía. Labeau era el único, y arrancaba la aguja del brazo de Coban. Y éltambiéngritaba,mostrabaconeldedo,dabaórdenes,ylosotrosnocomprendían.

AlrededordetiydePaikan,inmóvilesyenpaz,habíaunalocuradevocesydegestos,yunballetdeguardapolvosverdes,amarillos,azules.

Cadaunosedirigíaatodos,gritaba,mostraba,hablabaynocomprendía.Laquecomprendíaatodosyaquienestodoscomprendíannohablabayamásen

losoídos.Babelhabíarecaídosobrenosotros.LaTraductoraacababadeexplotar.MoissovviendoaLabeauarrancar laagujadelbrazodelhombre, creyóque se

había enloquecido, o que lo queríamatar. Lo apresó y golpeó.Labeau se defendíagritando:«¡Veneno,veneno!».

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Simon,mostrandolallaveabierta,labocadeEléadecía:«¡Veneno,veneno!».Forstercomprendió,gritóeninglésaMoissovarrancándoleaLabeaumaltrecho.

Zabrecinterrumpióeltransfusor.LasangredeEléadejódefluirsobrelosapósitosdePaikan. Después de algunos minutos de confusión total, la verdad atravesó lasbarrerasdelosidiomasydenuevotodoslosobjetivosconvergieronhaciaelmismofin:salvaraEléa,salvaralquetodosmenosSimon,creíanserCoban.

Peroyahabíanidodemasiadolejosensuviaje,casihabíanllegadoalhorizonte.Simon tomó la mano desnuda de Eléa y la colocó en la mano del hombre

vendado. Los otros miraban sorprendidos, pero nadie decía nada. El químicoanalizabalasangreenvenenada.

Delamano,EléayPaikanfranquearonlosúltimospasos.Susdoscorazonessedetuvieronalmismotiempo.

CuandoestuvosegurodequeEléanolopodíaoírmás,Simonmostróalhombreacostadoydijo:

—Paikan.Fue en esemomento que las luces se apagaron. El difusor había comenzado a

hablar en francés. Había dicho: «La Tra…». Y calló. La pantalla de TV quecontinuabavigilandoelinteriordelHuevocerrósuojogris,ytodoslosaparatosqueronroneaban,tableteaban,tremolaban,crepitaban,callaron.

Amilmetrosbajoelhielo,laoscuridadtotalyelsilencioinvadieronlasala.Lossobrevivientes,depie,sepetrificaronenelmismositio.

Para losdosseresacostadosenmediodeellos,elsilencioy laoscuridadyanoexistíanmás.Peroparalosvivos,lastinieblasquelosenvolvíandegolpeenlatumbaprofundaeranelespesorpalpablede lamuerte.Cadaunooíael ruidodesupropiocorazóny la respiraciónde losdemás,oíaelmoverde las telas, lasexclamacionescontenidas, laspalabrascuchicheadas,ypor sobre todo lavozdeSimonquehabíacallado,peroquetodosseguíanoyendo:

Paikan…EléayPaikan…Su historia trágica se había prolongado hasta este minuto, en que la fatalidad

embravecidaloshabíagolpeadoporsegundavez.Lanocheloshabíavueltoajuntarenelfondodelatumbadehieloyenvolvíaalosvivosylosmuertos,losligabaenunbloque de desgracia inevitable cuyo peso los hundiría juntos hasta el fondo de lossiglosydelatierra.

La luz volvió, pálida, amarilla, palpitante, se apagó de nuevo y se encendiónuevamenteunpocomásviva.Semiraron,sereconocieron,respiraron,perosabíanqueyanoeranlosmismos.Retornabandeunviajequecasinohabíatenidoduración,perotodos,ahora,eranhermanosdeOrfeo.

—¡LaTraductorahaestallado!¡TodoEPIestáenelaire,lapareddelhangarestáabiertacomounaavenida!

EralavozdeBrivauxqueestabadeguardiaenloaltodelascensor.

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—La electricidad ha fallado. La Pila debe haber recibido un choque. Los heempalmadocon losacumuladoresdelPozo.Haríanbiendesubiry rápido.Peronocuenten con el ascensor, no hay bastante corriente, tendrán que aguantarse lasescaleras.¿Enquéestánconeltipoylatipa?¿Sontransportables?

—Los dos tipos se hanmuerto—dijoLabeau con la calma de un hombre queacabadeperderenunacatástrofeasumujer,sushijos,sufortunaysufe.

—¡Mierda! ¡Valía la pena haber hecho tantas cosas! ¡Y bueno, piensen enustedes!¡YmuevanlastabasantesdequelaPilasepongaabailarlabourrée!

Forstertradujoeninglésparalosquenohabíancomprendidoelfrancés.Losqueno comprendían ni el uno ni el otro, entendieron los gestos. Y los que no habíancomprendido nada, habían comprendido que había que salir del agujero. Forsterdesarmódefinitivamentelasminasdelaentrada.Yaalgunostécnicossubíanhacialaabertura de la Esfera. Había tres enfermeras, una, la asistente de Labeau, teníacincuentaytresaños.Lasotrasdos,másjóvenes,llegaríansindudaarriba.

LosmédicosnoseresignabanadejaraEléayPaikan.Moissovhizoungestodeque se podrían llevar atados sobre las espaldas, y agregó algunas palabras en unhorrible inglésqueForster interpretó como:«Por turnos».Milmetrosde escaleras.Dosmuertos.

—¡LaPilaestárajada!—gritóeldifusor—,estápartida,escupeylargahumoportodoslados.¡Evacuamosenplenacatástrofe!¡Apúrense!

ÉstaeralavozdeRochefoux.—AlsalirdelPozo,diríjansehaciaelsur,denlelaespaldaalemplazamientode

EPI2.Elvientollevalasradiacionesenlaotradirección.Helicópterososrecogerán.Les dejo un equipo acá para esperarlos, pero si estalla antes de que ustedes hayansalido,noloolviden:plenosur.Voyaocuparmedelosdemás.Haganpronto…

VanHouckehablóenholandésynadieloentendió.Entonces, repitió en francés que su opinión era que había que dejarlos allí.

Estabanmuertos,nosepodíahacernadaporellosniconellos.Ysedirigióhacialapuerta.—Lomenos que podemos hacer—dijo Simon— es volver ponerlos donde los

encontramos…—Asílopienso—dijoLabeau.SeexplicóeninglésconForsteryMoissov,queestuvierondeacuerdo.Primero

colocaron a Paikan sobre sus hombros, y le hicieron volver a bajar y recorrer elcamino por el cual lo habían izado hacia sus esperanzas, depositándolo sobre suzócalo.

LuegofueelturnodeEléa,lallevaronentrecuatro,Labeau,Forster,MoissovySimon. La depositaron sobre el otro zócalo, cerca del hombre con el cual habíadormidodurante900000añossinsaberlo,yconelque,sinsaberlo,sehabíahundidoenunnuevosueñoquenotendríafin.

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En elmomento que ella pesó sobre el zócalo con todo su peso, un relámpagodeslumbrantesurgióbajóelsuelotrasparente,invadióelHuevoylaEsfera,yalcanzóaloshombresylasmujeresprendidosdelasescaleras.Elarosuspendidoretomósucurso inmóvil, elmotorvolvióa su tareaun instante interrumpida:Envolver enunfríomortal el fardo que le había sino confiado y guardarlo al través de un tiempointerminable.

Rápidamente, pues, el frío ya los embargaba, Simon desenvolvió en parte lacabeza de Paikan, cortó y arrancó los apósitos, a fin de qué su cara estuviesedescubiertaalladodelacaradescubiertadeEléa.

Elrostroliberadoapareció,muyhermoso.Susquemadurasyacasinoseveían.Elsuero universal llevado por la sangre de Eléa había curado su carne mientras elveneno le retiraba lavida.Eranelunoyelotro increíblementebellosyestabanenpaz.UnaneblinaheladainvadíaelRefugio.Delasaladereanimaciónllegabantrozosdelavozgangosadeldifusor:

—¡Aló!¡Aló!…¿Todavíahayalguien?…¡Apúrense!…Nopodíandemorarsemás.Simonsalióelúltimo,subiólosescalonesdeespaldas,

apagóelreflector.Tuvoprimeramentelaimpresióndeunaoscuridadprofunda,luegosusojosseacostumbrarona la luzazulquebañabadenuevoel interiordelHuevo,consuclaridadnocturna.Unadelgadafundatrasparenteempezabaaenvolverlosdosrostrosdesnudos,quebrillabancomodosestrellas.Simonsalióycerrólapuerta.

UnininterrumpidoiryvenirseefectuabaentrelosPortaaviones,lossubmarinos,lasbasesmáscercanasylosalrededoresdelEPI.

Sincesar,loshelicópterosseposaban,sereabastecíandecombustible,volvíanasalir. Un embudo despedazado, sucio con desechos de toda clase, brillante conpedazosdehielo,marcabaelemplazamientodelEPI2.

Fumarolas salían de éste, y el viento rabioso las recogía a ras del suelo y lasllevabahaciaelnorte.

Pocoapoco,todoelpersonalfueevacuado,yelequipodelPozosalióasuvezyfuerecogidoensutotalidad.Laenfermeracincuentonahabíasidodelasprimerasenllegararriba.Eraflacaytrepabacomounacabra.

Hoover yLeonova se embarcaron con los reanimadores en el último vuelo delúltimo helicóptero. Hoover, de pie frente a un ojo de buey estrechaba contra si aLeonovaque temblabadedesesperación.Élmiraba conhorror labasedevastadayrezongabaenvozbaja:

—¡Quédesastre,santoDios,quédesastre!Los siete miembros de la Comisión encargada de redactar la Declaración del

HombreUniversalseencontrabanrepartidosensietenavíosdistintos,ynotuvieronlaocasióndevolverseaencontrar.Nohabíayanadiemásentierra,ynohabíaenelcielosinoaviones,agranaltura,prudentes,quedabanvueltasalolejosconservandoaEPI 2 en el campo visual de sus cámaras. El viento soplaba nuevamente en una

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tormenta furiosa, más fuerte a cada segundo. Barría los restos de la base, llevabapedazos de muchas cosas, multicolores, hacia horizontes blancos, a distanciasdesconocidas.

LaPilaestalló.Las cámaras vieron el hongo gigantesco, apresado por el viento, torcido,

inclinado,desgarrado,destripadohastaelrojodesucorazóndeinfierno,llevadoenpedazoshaciaelocéanoylastierraslejanas.NuevaZelanda,Australia,todaslasislasdel Pacífico se encontraron amenazadas. Y en primer lugar la flota de la FuerzaInternacional. Los aviones volvieron a bordo, los submarinos se sumergieron, losbarcosdesuperficiehuyeronaplenamarchaendireccióncontrariaalviento.

A bordo del Neptuno, Simon contó a los sabios y los periodistas que allí seencontraban,loquehabíavistodurantelatransfusión,ycómoPaikanhabíatomadoelsitiodeCoban.

Todaslasmujeresdelmundolloraronfrentealaspantallas.LafamiliaVignont,comíaensumesaenformademedialuna,mirandoelhongo

descabelladocomolaserpientesdelasgorgonasquemarcabaelfindeunaaventuragenerosa. La señora Vignont había abierto una gran caja de ravioles con salsa detomate,loshabíahechocalentaralbañomaríaylossirvióensucajamismaparaquese conservaran más calientes, decía ella, y en realidad porque así te andaba másligero, no ensuciaba una fuente, y entre nos, la etiqueta le importaba un bledo.Despuésdelaexplosión,élpusolacaradeunhombrequetomaunairemelancólicoparapronunciarpalabrasdepesaryluegopasaaotrasnoticias.Desgraciadamentenoeranbuenas.Sobre el frentedeManchuriahabíaque temer.EnMalasiaunanuevaofensiva de… En Berlín el hambre debido al bloqueo… En el Pacífico las dosflotas…EnKuwait el incendio de los pozos…En el Cabo, los bombardeos de laaviación negra… En América del Sur… En el Mediano Oriente… Todos losgobiernos hacían lo imposible para evitar lo peor.Enviados especiales se cruzabanconmediadoresentodaslasalturas,entodaslasdirecciones.Seesperabamucho.Lajuventudestabainquietamásomenosentodaspartes.Nosesabíaloquequería.Ellatampocoseguramente.Losestudiantes,losobrerosjóvenes,loscampesinosjóvenes,ylasbandasdemásenmásnumerosasdejóvenesquenoerannadayquenoqueríanser nada, se reunían, se mezclaban, invadían las calles, las capitales, cortaban lacirculación, cargaban sobre la policía gritando: ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! En todos losidiomas,esoseexpresaporunapalabritaexplosiva,fácildegritar.Logritabantodos,sabíaneso,sabíanquenoquerían.Noseadvirtióexactamentecuálesfueronlosquecomenzaronagritarel«¡No!»delosestudiantesgondas.

—¡Pao! ¡Pao! ¡Pao! ¡Pao!, pero en unas horas toda la juventud del mundo logritaba,frenteatodaslaspolicías.

—¡Pao!¡Pao!¡Pao!¡Pao!EnPekín,enTokio,enWashington,enMoscú,enPraga,enRoma,enArgel,en

elCairo:

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—¡Pao!¡Pao!¡Pao!¡Pao!EnParis,bajolasventanasdelosVignont:—¡Pao!¡Pao!¡Pao!¡Pao!—Esosjóvenes,yolospondríaalaburar…—dijoelpadre.—Elgobiernoseesfuerza…—dijolacaraenlapantalla.Elhijoselevantó,tomósuplatoyselotiróalacara.Gritó:—¡Viejoidiota!¡Ustedessontodosunosviejosidiotas!¡Loshandejadoreventar

consusidioteces!La salsa chorreaba sobre la pantalla irrompible. La cara triste hablaba bajo la

salsadetomate.El padre y lamadre, sorprendidos,miraban a su hijo transfigurado. La hija no

decía nada, no escuchaba nada, estaba absorbida por su vientre que no paraba derecordarlanocheanteriorpasadaenunhoteldelacalleMonge,conunespañolflaco.Todasesaspalabras,¿cuentanparaalgo?Suhermanogritaba:

—¡Volveremos!¡Lossalvaremos!¡Encontraremoselantídoto!Yonosoymásqueunidiota,peroloshayquesabrán.¡Selessacarádelamuerte!¡Noqueremosmuerte!¡Noqueremosguerras!¡Noqueremosvuestrasidioteces!

—¡Pao!¡Pao!¡Pao!¡Pao!—gritabalacalledemásenmásfuerte.Ylossilbatosdelapolicía,losestallidosblandosdelasgranadaslacrimógenas.—¡Yosoyzonzoperonosoyunidiota!—Lasmanifestaciones…—dijolacara.Vignonthijoletirótodalacajadelosraviolesysalió.Diounportazogritando:—¡Pao!¡Pao!¡Pao!¡Pao!Looyeronenlaescalera,luegoseconfundióconlosdemás.—¡Cómoesdeestúpidoestemuchacho!—dijoelpadre.—¡Québuenmozoestá!—dijolamadre.

FIN

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RENÉBARJAVEL(24deenerode1911-24denoviembrede1985)fueunescritor,periodistaycríticofrancés,famosoporsersupuestamenteelcreadordelaparadojadel abuelo, expresada en su libro Le voyageur imprudent (El viajero imprudente,1943).RenéBarjaveleselautordevariasnovelasdesuspenso,peroes sobre todoconocidoporsusobrasdecienciaficción,quesuelentrataracercadelacaídadelacivilización por culpa de la tecnología, la locura de la guerra y la naturalezaindestructibledelamor: (Ravage,LeGrandSecret,Lanuitdes temps,Uneroseauparadis). Su escritura es poética, onírica y a veces filosófica. Algunos de estostrabajostienensusraícesenunpoéticoyempíricointerrogantesobrelaexistenciadeDios(NotablementeLaFaimdutigre).Barjavelmurióen1985yfueenterradoconsusancestrosenelcementeriodeTarendol,frentealmonteVentoux.

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