la niña y el sabio

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Cuento infantil. Filosofía del Derecho para niños.

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  • La nia y eL sabio

  • La nia y eL sabio

    ernesto segu

    Editorial dunkEnBuenos Aires

    2014

  • Hecho el depsito que prev la ley 11723Impreso en la Argentina 2014 Ernesto Segue-mail: [email protected] 978-987-02-7613-5

    Impreso por Editorial DunkenAyacucho 357 (C1025AAG) - Capital FederalTel/fax: 4954-7700 / 4954-7300E-mail: [email protected] web: www.dunken.com.ar

    Contenido y correccin a cargo del autor

    Segu, Ernesto La nia y el sabio. 1a ed. - Ciudad Autnoma de Buenos Aires: Dunken, 2014. 64 p. 23x16 cm.

    ISBN 978-987-02-7613-5

    1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Ttulo CDD A863

  • Dedico este cuentoa quienes suean

    con un mundo mejor,ms digno, ms justo,

    ms tolerante, menos violento,ms humano, ms bello.

    De tus sueos de hoyy de la nobleza y generosidad de tu simiente,

    depende ese lejano y mgico por-venir.

    ErnEsto sEgu

  • La nia y eL sabio

    Ciudad desconocida ao 3001.

    El 6 de julio del ao 3001, en un pueblo diezmado ubicado en la soledad de un enorme desierto, alguien se acerc rpidamente a una pequea casa derruida. Fugazmente se inclin frente a su puerta y des-liz por una hendija un colorido sobre. En el interior de la insignificante vivienda se encontraban un hombre y una mujer en expectante silencio.

    Al sentir el ruido del papel en la hendija ambos se sobresaltaron. Eran conscientes de que el da ese da haba llegado y que de in-mediato deberan tomar una decisin trascendente sobre la vida de la pequea Beln.

    Ella de escasos siete aos dorma sin preocupaciones descono-ciendo los cambios radicales que se avecinaban en su vida.

    Los padres tomaron la carta del suelo y en un estado de profunda conmocin procedieron a leer su contenido. Apenas un rengln rasgado con una casi borrosa tinta deca lo que no queran escuchar: Lleg la hora de enviar a la nia con el Emisario.

    Ambos saban que no estaba en sus facultades desobedecer la lac-nica orden. Miraron por el cerrojo de la puerta y vieron tenuemente que un hombre de larga capa aguardaba firmemente del otro lado.

    Sabiendo que no podan hacerlo esperar se acercaron a la camita de la nia. Se miraron fijamente a los ojos durante unos segundos que sin-tieron como una eternidad y, a modo de consuelo, el hombre le dijo a su mujer: Es por su bien, conocer un mundo diferente y se enriquecer con los nuevos conocimientos. Retenerla en este pueblito diezmado aunque

  • 10 ERNESTo SEGu

    pudiramos sera un acto de egosmo. Le espera un nuevo horizonte y una nueva sabidura. Tal vez luego vuelva con nosotros para ayudarnos.

    Dicho esto despertaron dulcemente a Beln y le dijeron que se aprestara para un largo viaje.

    La nia que siempre haba confiado en sus padres ni siquiera se sobresalt cuando escuch que tena que partir. Saba que siempre la ha-ban cuidado con especial esmero y que fuera donde fuera estara bien.

    Los padres la vistieron pobremente. Haba sido un da caluroso y agotador y en verdad en ese pueblo desrtico nunca haban sentido fro.

    Los tres se dirigieron a la puerta. La madre al llegar le deposit un suave e imperceptible beso en la frente. La emocin la embargaba.

    El padre fingiendo una templanza que no tena la abraz cal-madamente como si hubiera olvidado que el Emisario, de larga capa, esperaba a escassima distancia.

    La puerta se abri. El rechinar de los herrajes oxidados desde haca siglos no se pudo evitar. Era parte de los ruidos cotidianos de ese per-dido pueblo.

    El tiempo se agotaba y ambos padres empujaron con delicadeza a la pequea hasta que esta qued al lado de quien la haba venido a buscar. ste que cumpla estrictas rdenes no evit un gesto comprensivo y caballeresco hacia los padres. Fue un sedante blsamo para los aturdidos sentimientos que estallaban en sus pechos.

    En silencio y con una leve inclinacin de cabeza el caballero se despidi. Tom con firmeza y dulzura a la nia y la mont en su corcel alado. un pas muy lejano los esperaba a ambos y una misin deba ser cumplida.

    La nia que segua casi dormida apoy su cabeza sobre la espalda del caballero y sus dos frgiles bracitos se asieron de un rgido y grueso cinturn de cuero que el Emisario portaba en su cintura.

  • 11LA NIA y EL SABIo

    Al parecer la suavidad del abrazo reconfort al jinete. Todo per-mita pensar que era una sensacin nueva y gratificante para l. En esa poca la dulzura era algo que haba desaparecido en el fondo de los tiempos.

    Sin esperar ms y con un imperceptible movimiento de las riendas, el corcel elevose en vuelo.

    Los padres abrazados fuertemente uno al otro no pudieron con-tener el llanto. Era su nica hija. Sin embargo una luz de esperanza brillaba en sus ojos. Era de esperar que la nia algn da volvera.

    Todo transcurri entre estrellas y firmamento y antes de que la nia despertara el emisario dirigi su cabalgadura alada al destino prefijado. Al llegar desliz suavemente su mano izquierda hacia atrs y con un delicado movimiento despert a Beln de lo que ella crea que era un sueo.

    Haba razones para creerlo. Haban llegado a un lugar muy diferente del que haba conocido durante su corta vida. No haba casas derruidas, ni herrajes oxidados. Era un lugar lindo pero deshabitado. Se encontra-ban al pie de una colina.

    Solo haba un anciano all. Pareca que haca tiempo que esperaba.Se dirigi decididamente al Emisario y con su ayuda descendieron

    a la nia a tierra firme. Ambos se miraron fijamente. un halo de respeto marcaba la relacin entre ambos. No necesitaban hablar. Cada uno saba qu tenan que hacer.

    El anciano que tena toda la imagen de un sabio tom la mano derecha de la nia y con una voz casi imperceptible le pidi que lo acompaara. Los esperaba una larga, desconocida y enriquecedora trayectoria juntos.

    El anciano que se llamaba Toms pareca tener ms de ciento cincuenta aos. Su piel arrugada no disimulaba sin embargo la indis-cutible estirpe que posea.

  • 12 ERNESTo SEGu

    Sin mirar hacia atrs se alejaron del Emisario (cuya sonrisa de-mostraba satisfaccin por la travesa cumplida). Resueltamente el sabio Toms se dirigi a lo que pareca ser la entrada de un largusimo tnel que naca precisamente en la ladera de esa imponente montaa.

    En modo alguno se poda visualizar el final de ese tnel. Todo haca pensar que estara muy pero muy lejos. o que quizs no tena salida alguna.

    Ingresaron a la caverna. Beln empez a mirar sorprendida el in-terior. Resplandecientes lucecitas se vean por doquier. Trozos de agua cristalina reflejaban la luz que se filtraba por misteriosos y pequeos lugares. No se entenda cmo poda suceder esto si estaban debajo de toneladas de piedras.

    Hacia la derecha del tnel corra un manantial y en sus bordes ver-des trboles y flores daban un toque de alegra al lugar. Por una de esas rarezas no se vean pjaros ni palomas que abrevaran all. Sin embargo y muy a lo lejos se escuchaban suaves trinos y melodiosos arrullos que alegraron la sonrisa de la pequea. Eran una presencia imperceptible pero innegable.

    Resueltamente el anciano comenz a caminar por el primer sendero que se abra a la derecha. La nia resueltamente lo acompa. Saba que el anciano cuidara de ella. Esa tranquilidad en poco tiempo des-apareci cuando comenz a escuchar un fuertsimo ruido que vena de afuera. De inmediato percibieron una extraa vibracin y el suelo co-menz a moverse en forma muy preocupante. La nia abraz al anciano y ste calmndola le dijo:

    No temas. Hay un volcn en esta montaa y ha comenzado a vo-mitar su lava. Apresurmonos a entrar un poco ms por este sendero y quedaremos protegidos de la furia del volcn!

    La nia no se hizo esperar y sus cortas piernitas ensayaron una abrupta carrera hacia el interior. El anciano la sigui calmadamente hasta que Beln cansada se detuvo debajo de una pequea e irradian-

  • 13LA NIA y EL SABIo

    te entrada de luz. Era un brillante reflejo desconocindose por dnde entraba y de dnde vena. El anciano al llegar al lado de la nia atin a mojarse las manos en el manantial y le refresc el rostro no sin notar que la nia se sacuda asustada.

    Por qu estoy temblando? pregunt Beln.El sabio anciano le contest:Hoy has sentido un sentimiento desconocido para ti que se ha

    apoderado de tu corazn. Es el miedo y es una de esas oscuridades que nos paralizan. Debemos aniquilarlo y por ello debemos recorrer ahora el sendero de la valenta y debemos transitarlo juntos. Si logramos llegar a su final seremos libres del miedo.

  • eL sendero de La vaLenta

    Habiendo ingresado en el sendero de la valenta Toms le dijo a Beln:

    Mi tarea es acompaarte por este sendero y por los otros seis que tiene esta montaa. Si conseguimos recorrerlos todos y cruzar las rejas que hay en el fondo de cada uno de ellos sers feliz y podrs dar felici-dad al mundo. Si no lo logramos pereceremos aqu adentro y nadie se acordar de nosotros.

    La nia que no dejaba de temblar no lograba entender cmo su vida haba cambiado en tan poco tiempo y por qu precisamente ella tena que recorrer esos senderos.

    El anciano sabiendo de los fantasmas que de improviso comenza-ron a acosar a la nia le habl suavemente para calmarla.

    La verdad es que el mundo hace largos siglos que perdi sus va-lores ms esenciales. La paz se transform en guerra y el planeta est prcticamente destruido. El amor se convirti en odio y nadie ayuda al prjimo. La justicia fue cada vez peor administrada y se juzg al hombre como una cosa. La comprensin se transform en indiferencia y a nadie le interes saber qu le aconteca a sus congneres. Todo se redujo a una lucha por la sobrevivencia a cualquier precio y llamar humanos a esos seres se ha convertido en una ficcin.

    Los hombres se desmoronaron hasta sus ms bajos peldaos y el Ser Superior viendo que la humanidad iba a desaparecer te ha encomen-dado a ti que la salves.

    A m?

  • 15LA NIA y EL SABIo

    S, a ti.y cmo podra hacer semejante tarea si solo soy una pequea de

    siete aos?Precisamente por ello has sido una de las elegidas. An no ests

    contaminada y tienes toda la dulzura y sencillez de una nia. Por mi parte tengo la obligacin de guiarte por estos senderos. A tu dulzura le sumaremos la sabidura que me han dado los aos y juntos intentaremos cumplir con este recorrido. ojal que podamos terminarlo!

    Qu es lo primero que debemos hacer?Sentarnos a descansar y pensar, despus del mal momento que

    pasamos cuando la entrada de la caverna se tapon de rocas.La nia cuyas piernitas no paraban de temblar, acept de buen grado

    la invitacin, se sent cerca del manantial y tom unas flores aterciope-ladas que crecan a sus costados.

    Cmo se llaman estas flores?Pensamientos contest Toms y van a ser uno de los alimentos

    que tomaremos a lo largo de nuestro camino. Est probado su valor nu-tritivo y permitir darnos fuerzas para el largo recorrido que nos espera.

    Podremos cumplirlo?Depende ms de ti que de m. yo ser tu consejero, maestro y

    gua pero la decisin de cruzar cada una de las puertas de rejas que hay al final de cada sendero es exclusivamente tuya. No puedo obligarte a que lo hagas. Ni siquiera puedo hacerlo solo. Cuando lleguemos al final de cada sendero tendrs que estar preparada para tomar la decisin de cruzar o quedarte prisionera en esta caverna. El mundo podra llegar a perder la esperanza que ha depositado en ti.

    Por qu debemos ir siempre juntos? Aunque sea te podras salvar t. El mundo resguardara al menos la sabidura que posees.

    Sera un grave error! El saber, cuando no est acompaado de la bondad y del bien, hasta puede ser destructivo. No basta saber. Hay que

  • 16 ERNESTo SEGu

    querer y querer con un amor puro que sirva de fiel brjula a nuestros conocimientos. ya tuvimos largos siglos de guerra y de pseudo ciencia y aprendimos que el solo saber puede terminar matando y destruyendo incluso los caracteres ms elementales del hombre. T habrs visto esos seres cuasi-animales que se fabricaron en los laboratorios para trabajar sin pensar. Pobres seres que pululan por el planeta. Nosotros somos la esperanza de salvar todo lo valioso que hay en el hombre y que prcticamente ha desaparecido de la faz de esta tierra.

    Est bien! Seguir tus consejos y ver si puedo asumir las decisio-nes que deba tomar aunque me resulta extrao verme en esta situacin siendo tan pequea. Mis padres nunca me hablaron de esto y no s si tendr fuerza para cruzar todos los senderos que me dices que debemos cruzar. En verdad tengo mucho miedo.

    Es lgico. Tu vida ha cambiado. Estamos prisioneros en esta caver-na. un terremoto se desat a nuestras espaldas y no sabes qu es lo que te espera. Por eso el primer obstculo que debemos superar es precisa-mente el miedo, recorriendo este sendero de la valenta.

    y cmo har eso Toms?La mejor forma de dejar el temor es comprenderlo.Se puede comprender el miedo?A medias! Es un sentimiento que la razn no puede encapsular.

    Los sentimientos transitan por el corazn y no por la mente. Compren-derlo en realidad no se puede, pero podemos intentar visitarlo con una tenue luz, a ver qu descubrimos en l.

    Hagmoslo rpidamente porque casi no puedo pensar.ello es precisamente el efecto ms nefasto del miedo. te para-

    liza. no te deja pensar. te oscurece el corazn y termina agobiando tu mente.

    Toms hizo una pausa ante un nuevo ruido que invadi la caverna y hablndole a la nia le dijo:

  • 17LA NIA y EL SABIo

    Mira cmo las paredes de la caverna se van acercando y amena-zan con aplastarnos!

    Corramos para salir!, dijo apresuradamente Beln.El anciano sabio sigui de buen grado los pasos de la pequea.

    Vio que por primera vez en sus ojos brillaba una actitud decidida que antes no tena.

    La carrera de Beln se vio cortada por una gruesa reja. La custodia-ba un hombre enorme. La nia qued atnita. Ni siquiera haba imagi-nado tantas dificultades.

    Volviendo sobre sus pasos fue en busca de un consejo sabio de Toms.

    Qu debo hacer Toms?Debes convencer al guardia de que has superado el miedo.Cmo lo hago?Hay dos caminos: uno es tener fuertes ganas de vivir. otro es la ira.

    Si quieres vivir, debes sacar de ti todo aquello que te lo impide, todo lo que te bloquea, todo lo que te paraliza. Cuando comienza en ti tu lucha interior por sacarlo de tu corazn viene en tu ayuda la ira. una gran fu-ria contra aquello que te inmoviliza es el mejor antdoto contra el miedo.

    yo nunca tuve ira!vas a necesitarla para luchar por aquellas cosas que valen la

    pena! No te enoja pensar que tus padres viven en un pueblito triste rodeado de personas que no se hablan, faltos de todo afecto. Hasta las plantas all mueren y los pjaros cuando emigran ni siquiera hacen escala en l. Todo es triste, lgubre y carente de vida.

    yo nunca lo haba advertido con tanta claridad porque no haba otra cosa con qu comparar. Ahora que veo la belleza de este sendero, la frescura de su manantial, la luminosidad de esos cristales y escucho a lo lejos el canto de unos pjaros, comprendo que hay otro mundo

  • 18 ERNESTo SEGu

    diferente y deseo fervientemente que mis padres tambin puedan dis-frutar de un mundo as.

    y no te enoja el pensar que nada de ello poseen y que si no hace-mos algo por cambiarlo el pueblito, en ese rido desierto, ser una triste muralla que les asfixiar por el resto de sus das?

    En verdad siento por primera vez dentro de m un fuego interior que me da fuerza para luchar por cambiar todo lo que antes vea como normal y ahora recin ahora advierto que es muy triste y deprimente. Mis padres merecen un mundo mejor!

    Slo tus padres merecen una vida mejor? interrog rpidamente el anciano a la nia.

    Pensndolo bien, no. Como mi mundo en estos escasos 7 aos slo transit en compaa de mis padres solo pens en ellos. Ahora creo que nadie merece la soledad, ni la incomprensin, ni el silencio, ni la indife-rencia. Es de creer que el amor que me dieron siempre mis padres debe reinar a lo largo y ancho de este mundo.

    Precisamente por ello reflexion Toms estamos hoy aqu. Te-nemos esa tarea por cumplir.

    Nosotros dos cambiaremos al mundo? pregunt Beln.No es tan as. Pero juntos podemos salir de este tnel y, si lo logra-

    mos, algo importante podremos hacer.Estoy decidida a hacerlo.El soldado que custodiaba la reja haba estado escuchando atenta-

    mente la conversacin entre el anciano y Beln y rpidamente se per-suadi de que pese a sus escasos 7 aos, tena una actitud valiente y generosa que la haca digna de seguir su camino. Sin dudarlo el soldado se dirigi a ambos y abriendo la reja les dijo: ya estn preparados para ir al siguiente sendero, que la suerte los acompae. El anciano tom de la mano a la nia y juntos siguieron el camino.

  • eL sendero de La verdad

    La caverna poco ms all se comunicaba con otro sendero tan lindo como el anterior pero con caractersticas ms solemnes. Era el sendero de la verdad. No dudaron en ingresar en l. Al hacerlo Toms pareca estar en su propia casa. Es que toda su vida se haba dedicado a buscarla y haba hecho de la verdad su pasin y su culto.

    La nia, imbuida de las vibraciones del nuevo sendero, enseguida ensay su primera pregunta:

    Existe la verdad?Toms no dud en contestarle: Seguro que existe pero no es fcil

    encontrarla.Por qu?Porque requiere una actitud especial de espritu.Cul actitud?una bastante difcil de hallar en nuestros das: hay que querer

    a la verdad aunque no siempre nos convenga lo que nos ensea. No to-das las verdades son iguales. Algunas nacen en el mundo exclusivo de las cosas y por no tocarnos tan directamente tienen mayor aceptacin. otras se refieren al mundo interior de los hombres, a sus convicciones, actitudes y creencias. Pueden ofender a quienes no quieren escucharlas. Hace ya siglos que el hombre se ha encerrado tanto en s mismo que mira la verdad desde su particular ptica. Es lo que antiguamente se llamaba ideologa y era la forma ms bochornosa de aniquilar la verdad. Los intereses egostas, la cortedad de miras, las luchas por el poder, el deseo de aplastar al prjimo, produce la asfixia de la verdad.

  • 20 ERNESTo SEGu

    Todo ello fue fuente fecunda de la incomprensin. Incluso hubo guerras para imponer verdades por la fuerza. Fueron siglos de oscuridad que nos han llevado a donde estamos.

    Pero la verdad no debe respetarse porque vale en s misma?Veo, Beln, que tu agudeza crece minuto a minuto y ya haces pre-

    guntas como si fueses una adulta. Es verdad, la verdad tiene valor propio y vive en las mentes de las pocas personas libres que an habitan este planeta. Son los sabios que aman la verdad y tienen fuerzas para resistir el poder de los gobernantes que quieren someterlos a sus deseos. ya quedan muy pocos sabios. Somos una especie en extincin.

    No se podr cambiar esta situacin tan lamentable? pregunt la nia.

    Precisamente para ello estamos transitando las entraas de esta montaa. Si logramos salir de ella algo importante podremos hacer. Llevar luz a los oscuros corazones que siempre han rechazado la verdad que se opona a sus intereses mezquinos. Tal vez logremos quitarles las vendas que ciegan sus ojos.

    Beln cada vez ms entusiasmada pregunt: Podremos cumplir con tan importante tarea?

    El anciano la mir fijamente: Todo depende de ti le dijo con dul-zura Recuerda que yo slo puedo aconsejarte, pero las decisiones de recorrer cada uno de estos senderos es slo tuya. No puedo decidir por ti. Toda mi vida am la verdad. Hoy te toca amarla a ti, sin frenos ni cortapisas.

    No me ser difcil. Mis padres an limitados por la pobreza del pueblito donde vivamos siempre la quisieron y por ello nunca recibie-ron beneficio alguno del poderoso de turno.

    T tienes esa misma conviccin? pregunt Toms sin quitar la mirada del rostro de Beln.

  • 21LA NIA y EL SABIo

    Nunca lo haba pensado. Mi mundo infantil nunca me haba puesto ante semejante pregunta. Pero hoy noto que no soy la misma que ayer y que en muy poco tiempo he madurado a pasos agigantados. Creo que ya estoy pensando como una mujer adulta.

    No te apresures tanto. No es malo que tu mente crezca pero siem-pre debers resguardar la libertad y la sencillez de la niez en el lugar ms exquisito de tu corazn. Recuerda que no basta la verdad, es necesario quererla y para ello debes tener un alma libre de egosmo. La maldad no deber entrar nunca en ella. El peor virus que carcome la verdad es la pobreza de espritu. Quien tiene un espritu mediocre, sin ambiciones espirituales, embriagado de omnipotencia, nunca llega ni a los contornos ms superficiales de la verdad. Hay que tener pasin por ella, dedicarle toda la vida y aceptarla aunque no convenza a los po-derosos de turno. Slo el espritu libre, abierto a la verdad es tierra frtil para que ella germine y florezca. Lo dems es desierto improductivo; aridez y desolacin.

    ya conoc el desierto y ahora conozco el vergel de este sendero. La frescura de su manantial, el verde de sus plantas y la luz, que se irradia por todos lados, me han permitido comprender que la aridez aniquila la vida y yo amo la vida mucho. Mis padres me ensearon a amarla pese a todo lo que sufrieron y quiero algn da volver con ellos para hacerles conocer un mundo distinto que nunca antes conocieron.

    El anciano no pudo contener una sonrisa de satisfaccin y en forma enigmtica le dijo: Tal vez tu sueo se haga realidad

    Beln capt la luz de esperanza que brillaba en los ojos del anciano. Sinti que reciba una nueva razn para seguir luchando. Gestos de com-prensin se cruzaron espiritualmente entre ellos. La nia se sinti cada vez ms cerca de su sabio gua. ya no dudaba que estaba en manos de un buen hombre que la acompaaba no slo por deber sino tambin por amor. Era como la imagen del tierno abuelo del que le haban hablado tanto sus padres pero que ella nunca conoci.

  • 22 ERNESTo SEGu

    Mientras todo esto aconteca, los pasos de ambos viajeros subterr-neos los acercaron a la segunda reja. sta no estaba custodiada por nin-gn soldado. A su lado haba un hombre mayor sentado en un pequeo escritorio enfrascado en la lectura de un gruessimo libro.

    Qu hacemos ahora? pregunt Beln.Algo muy fcil, contest Toms. Ese hombre, que ves estudiando,

    es un viejo alumno mo. Es un verdadero amante del saber. Ha dedicado toda su vida al estudio y conoce rpidamente los corazones de quienes quieren la verdad. Tiene fe en mi palabra. La fe tambin es un cami-no para llegar a la verdad sobre todo a aquellas verdades inasibles a nuestra mente e invisibles a nuestros ojos.

    Dicho esto ambos se acercaron al estudioso lector. Toms lo salud con aprecio. El hombre se puso de pie y estrech su mano con inocul-table satisfaccin y respeto. Haba reencontrado a su maestro luego de tantos aos.

    Toms le cont en voz pausada todo lo que la nia haba aprendido a lo largo del sendero de la verdad y el hombre asinti con alegra. Pocos haban recorrido ese sendero y aprendido tanto pese a la corta edad de Beln.

    Mir con deleite a la nia y advirti que sta estaba creciendo a pasos agigantados. sera sin duda una vehemente defensora de la verdad por encima de los intereses de los poderosos. Se haba hecho acreedora a trasponer la reja y el hombre no dud en abrirla para que el sabio y la nia prosiguieran su viaje. Bien merecido lo tenan, pens con satisfaccin.

    Bast una mirada para despedirse. Los viajeros continuaron su tra-vesa que cada vez traa ms alborozo a Beln.

  • eL sendero de La justiCia

    un paso ms all naca el tercer sendero el de la justicia que ge-ner fuertes vibraciones en el corazn de Beln.

    La nia hasta su llegada a la caverna nunca se haba planteado el tema de la valenta (porque antes no haba conocido el miedo) ni el de la verdad (porque era un tema an laborioso para su corta edad) pero siempre haba sentido que existan reglas para ser justo con los de-ms. Se lo hizo saber a Toms.

    Es natural que sientas una conmocin interna. Estamos en el sen-dero de la justicia y el sentimiento de justicia nace con nosotros. es innato. El Ser Superior lo pone en nuestro corazn apenas retoa nues-tra vida porque la razn ms importante para luchar es la justicia. Gracias a ella el hombre se parece a su Creador aunque la historia de la humanidad nos ensee que no hubo peores administradores de tan preciado valor que los propios hombres. Lamentablemente se contamin con la soberbia, la estulticia y la embriaguez del poder. El Juez humano quiso asemejarse al Creador y juzg al prjimo con altanera como si fuera superior a l. olvid que la humildad y la comprensin deben acompaar al acto de juzgar y as la justicia se convirti en algo inso-portable: un laberinto oscuro, un poder irracional, un instrumento del autoritarismo represivo Sirvi lamentablemente para hacer sentir a algunos que podan imitar el poder de Dios, porque se creyeron dioses. Qu necios!

    Se olvidaron de que eran simples hombres y en ese ensoberbeci-miento desfiguraron la tarea divina convirtindola en una deplorable caricatura. No siempre fue as. No todos los jueces cayeron en ese error.

  • 24 ERNESTo SEGu

    Los hubo justos pero fueron los menos. Por falta de justicia el mun-do est hoy como lo vemos. El hombre ha sido su peor depredador.

    Tan fcil es destruir? pregunt asombrada Beln.La ignorancia, la violencia, la intolerancia y el odio tienen un poder

    destructivo enorme. No hay lmites en la depredacin. Todo vale.Pero el hombre no ha comprendido que al destruir a su prjimo

    termina destruyndose a s mismo?Es una aguda pregunta, sentenci Toms. A los hombres les

    cost muchos siglos entenderlo pero, cuando lo comprendieron, los efectos de su mal ya eran prcticamente irreversibles. Por eso hoy el mundo est en estado casi vegetativo. Cada uno protege lo poco que obtiene de la pobreza material del planeta. De la riqueza espiritual hace largusimo tiempo se olvidaron sin advertir que la ausencia de una aniquilaba necesariamente a la otra. Cuando el hombre se limit a la simple materialidad perdi su propia humanidad. l mismo se transform en una cosa y como cosa hasta su dignidad tuvo pre-cio. ni siquiera leyeron a Kant y por eso hoy se arrastran por el mundo sin dignidad. slo pelean para sobrevivir. Los animales tienen hoy ms dignidad que el hombre. Son fieles y leales. Sera un buen comienzo que el hombre empezara a aprender del animal y a vivir en armona con la naturaleza. Tan profunda fue su cada al infinito abismo de su degradacin y envilecimiento!

    Nunca pens que el hombre pudiera aprender de los animales reflexion Beln. Podra por ejemplo aprender de ellos qu es la justicia?

    El sabio se qued asombrado por la perspicacia de la pequea. Cada vez haces preguntas ms agudas! Ha madurado mucho tu inte-lecto en muy corto tiempo! Tus adelantos son sorprendentes!

    La nia esboz una sonrisa en signo de satisfaccin. Le agradaba el anciano sabio y estaba plenamente consciente de que la llevaba por

  • 25LA NIA y EL SABIo

    buen camino. Se hizo un breve silencio luego del cual Beln insisti con su pregunta.

    el sabio estudi su respuesta.Pues, mira, pequea mente privilegiada en rigor de verdad los

    animales no saben lo que es la justicia pero tienen comportamientos que hacen pensar que en alguna medida es parte de su instinto. Piensa en dos caballos a los que no se les dan raciones iguales de avena o en dos perros que reciben caricias diferentes del mismo amo. De alguna ma-nera le harn saber a ste que estn disconformes y pugnarn por llegar primero a la comida o a la suave mano que los acaricia. No aceptan el trato desigual y precisamente la igualdad es uno de los componen-tes esenciales de la justicia. Igualdad y justicia son trminos que se relacionan entraablemente pero no basta la cercana de sus conceptos para definir a la justicia. A decir verdad los hombres an no se han puesto de acuerdo sobre su significado porque es ms un sentimiento que un concepto. todos los valores se captan por va emocional. No niego que en mis largos aos de vida he reflexionado una y otra vez sobre la justicia pero no he podido hallar un concepto omnmodo. uno muy cercano a la verdad lo dio un filsofo en un lejano pas llamado Argentina. All se dijo que la justicia es la igualacin de las des-igualdades y creo que si bien no es una definicin completa mucho hubiese cambiado la historia del mundo si los gobernantes lo hubiesen aplicado en sus reinos.

    Imagnate un pas donde a todos se los tratara como a iguales! Dnde no hubiese discriminacin, ni desprecio, ni indignidad!

    Imagnate un pas donde todos los nios tuvieran igual posibilidad de alimentarse! Cuntas muertes se hubieran evitado por desnutricin!

    Imagnate un pas donde todos los hombres tuvieran igual posibili-dad de acceso a los cargos pblicos! Se evitara uno de los peores tipos de corrupcin; aquella que nace cuando el funcionario se enquista en el poder.

  • 26 ERNESTo SEGu

    Imagnate un pas donde todos tuvieran igual acceso a la cultura! Se evitara el analfabetismo y el estigma que de por vida lleva el iletrado en la sociedad. No podra ser tratado con la indignidad que hoy se ve, ni el planeta estara hoy tan radicalmente dividido entre dominadores y dominados.

    Imagnate un pas donde los hombres pudieran acceder igualita-riamente a la vida espiritual! No se habra deshumanizado nuestra especie.

    Imagnate un pas donde todos tuvieran igual derecho a la procrea-cin e igualdad de recursos para alimentar y educar a sus hijos! Piensa en todos esos niitos descalzos que viven en la calle sin techo ni hogar. Que subsisten de lo que pueden tomar de algn comercio o de los restos de la basura. Algunos incluso se alimentan con ellos!!! Ningn go-bernante se ocupa de esos nios. No tienen ni la posibilidad de votar y, por lo tanto, creen que no valen nada!!! Cunta inhumanidad! Cun profundo es el precipicio en el que la humanidad ha cado!

    Todas estas injusticias y muchas ms se remediaran con una bue-na dosis de igualdad. Te das cuenta hasta qu punto la igualdad interesa a la justicia y qu luminoso que es ese concepto de que la justicia es la igualacin de las desigualdades? Adems de un concepto tendra que ser la principal preocupacin y gua de los gobernantes.

    Lamentablemente la hipocresa hace que la pregonen en sus campa-as, pero cuando llegan al poder que enmaraa todo slo benefician a sus allegados. Es la prostitucin ms grave de la justicia: Dar a los ami-gos a costa de quitarles bienes esenciales a quienes no los han adulado!

    Hasta el derecho de los pobres a recibir comida de los gobernantes se ha condicionado a la entrega del voto a la claudicacin de la propia dignidad. no hay indignidad ms deleznable que quitarle a un ser humano la libertad de elegir! Qu es un hombre sin libertad?

    Escucha Beln: si la igualdad es un componente esencial de la justicia, tambin lo es la libertad. Sin igualdad social y sin libertad po-

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    ltica, la justicia no puede ni siquiera nacer al mundo. Resulta, pequea discpula, que la vida de un individuo est condicionada por el poder existente en la sociedad donde vive: el poder poltico, el poder econmi-co, el poder militar Tambin el poder que es propio de una ubicacin privilegiada dentro de la propia estratificacin social. Quien nace en cuna pobre ya padece una severa mutilacin de su libertad. Sufre una implacable incapacidad que le restringe, cruelmente, las posibilidades de elegir. Tambin la pobreza (material, social, cultural) lo inserta impiadosamente en un peldao de inferioridad. No tiene iguales dere-chos aunque el orden jurdico nacido del poder as lo declame. Podemos ingenuamente creer que un hombre pobre tiene la posibilidad real de acceder, en igualdad de condiciones, a la educacin, a la alimen-tacin e, incluso, al poder poltico para cambiar la injusticia que reina en este mundo? Luego de reflexionar sobre estas cuestiones, llegu a la conclusin de que la libertad y la igualdad se imbrican ntimamente. sin igualdad no puede haber libertad y sin la una ni la otra no puede haber justicia. Este valor esencial se nutre tanto de la igualdad como de la libertad. Es como el templo filisteo que demoli Sansn: se apoya en dos columnas centrales. Cuando stas se resquebrajan el templo de la justicia se desploma. Nada queda de ella en pie.

    La libertad condiciona nuestra vida. Si quien tiene el poder para re-conocerla nos la coarta o aniquila carecemos de justicia. Quien no tiene libertad cae en la esclavitud que es la forma ms cruel de perder la dig-nidad. sin libertad somos cosas y como tales el poderoso pretende sobornar al carenciado. No es precisamente esto lo que ocurre cuando el poder compra con unas migajas el voto del indigente? Por ello me he convencido ntimamente que el poder autoritario se retroalimenta hasta la ms repulsiva omnipotencia. Aniquila la libertad del ciudada-no, lo esclaviza, compra su voto y se inmortaliza en el poder desptico que todo lo fagocita inhumanamente.

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    La justicia est condicionada por el poder y muchos gobiernos se la apropian como si fuera propia.

    Los hombres, advirtiendo la voracidad insaciable que vomita el poder, inventaron sistemas para limitarlo en alguna medida. Muchos siglos de historia transcurrieron y todava no han hallado un sistema perfecto y eficiente para evitar los desbordes del poder.

    Sin embargo algo consiguieron con la repblica y la democracia. Con la primera fraccionaron el poder para equilibrarlo con recprocos frenos y contrapesos y con la segunda se lo dieron a quienes representan la voluntad de la mayora. De tal modo la daga del poder perdi algo de su filo y es menos peligrosa.

    Al dividirse el poder unos necesitan a los otros y para obtener su consenso se ven obligados a conceder dosis de justicia.

    El poder debe sustentarse en la justicia. Cuando no lo hace correc-tamente corre el riesgo de derruir el cimiento donde se posa. Por ello en la democracia el gobernante se ve compelido a ser justo (o, al menos, a aparentarlo) so riesgo de perder el consenso del pueblo y desplomarse estrepitosamente.

    Bueno, dijo Toms, lleg el momento de sintetizar todo lo que ha-blamos sobre la justicia y para ello nada mejor que recurrir al agudo pensamiento de otro iusfilsofo: Carlos Santiago Nino.

    En breves y preciosas pinceladas Nino ense que la justicia con-siste en una distribucin igualitaria de la libertad. Reflexionando sobre su pensamiento llegu a un concepto semejante. Para mi existe justicia poltica cuando el poder garantiza el efectivo respeto de la liber-tad en forma igualitaria y equilibrada a todos los ciudadanos.

    Slo hay justicia cuando el hombre tiene una dosis de libertad tal que guarda proporcin y equilibrio con la que poseen sus congneres. Si la distribucin es desigual, la libertad de unos invaden daosamente la libertad de los otros y all entonces no habra justicia. La justicia

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    exige una porcin equilibrada de las libertades propias de cada ciudadano de modo tal que la de uno no aniquile la del otro. deben ser equivalentes.

    La justicia es como un pndulo sobreelevado que se desplaza hacia un lado y hacia el otro en un horizonte igualitario distribuyndola a to-dos con merituada y reflexiva equidad. La coexistencia exige igualdad de derechos y de obligaciones. Si la libertad la posee alguien en demasa es porque a la que le es propia le ha sumado la que le sustrae a otro conciudadano y all, Beln, no puede hablarse de justicia sino de la-trocinio. Dar a cada uno lo suyo conlleva la delicada tarea de asignarle a cada cual la porcin de los derechos que le corresponde pero nada ms que ellas. el que tiene lo que no le es suyo comete una usurpa-cin que aniquila la igualdad y mancilla la libertad. Por ello, tener un derecho propio conlleva como contracara la obligacin de respetar los atributos del otro. La justicia es como una moneda: tiene dos caras y ambas estn unidas indisolublemente. La una no vale sin la otra. La moneda de una sola cara es una moneda falsa. Carece de todo valor. La justicia sin libertad y sin igualdad es falsaria. Es una justicia falsificada y el que pretende imponerla es un gobernante impostor. El tiempo es quien se encarga de destronarlo.

    El primer deber de todo gobernante es garantizar la libertad y ani-quilar las desigualdades. Entronizar la libertad es tarea menos compleja que instaurar la igualdad. Esta faena poltica es mucho ms ardua. Ello es as porque como ya te he dicho Beln, no hay peor desigualdad que la pobreza. El gobernante que durante su mandato no estructura la economa para tomar radicales medidas contra la pobreza, y tiene altos ndices de mortalidad infantil, comete el ms repugnante acto de injusticia. Viola los Derechos Humanos. Quien deja morir a un nio de hambre no tiene piedad en su corazn. De su descalificable omisin puede deducirse que su carrera poltica no fue por amor al bien comn sino por su mezquina apetencia al poder y a la riqueza.

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    En rigor de verdad es difcil encontrar un poltico que no sea rico aunque, gracias a Dios, hay dignas excepciones. Sin embargo he cono-cido a gobernantes que han robado las partidas presupuestarias para los comedores infantiles, o sea que le han robado la comida a los ms dbiles, a los indefensos, a los desposedos. Puedes imaginarte un la-trocinio tan artero y vergonzoso cometido con la indecente conciencia de la impunidad? Cmo puede ser que an no se halla ideado un siste-ma poltico que realice un control efectivo contra la corrupcin de los funcionarios?

    Cualquier ladrn comn trata de ocultar su accionar porque sabe que los jueces penales pueden encarcelarlos e, incluso, en algunos ca-sos, no tan comunes, se avergenzan de ser delincuentes (!!!) porque son concientes que la hombra de bien les exige esforzarse por ganar honestamente su propia comida. Sin embargo asombrosamente-es di-fcil encontrar ese sentimiento de vergenza en el poltico deshonesto. Tampoco encontramos en l el temor a ser penalizado. La corrupcin es tan grande que el gobernante de turno no quiere que se investigue a quien rob en su anterior mandato para as garantizarse igual impunidad cuando l deje el poder. Por eso se ha dicho con sabidura que no hay peor delito que el que se comete con la conciencia de su impunidad. Pero esta conciencia adulterada y esta es su mayor depravacin acalla, silencia y mata a aquella otra conciencia que el Creador puso en nuestro corazn y por la cual el hombre honesto se inhibe espontneamente de violar los derechos del prjimo.

    Nos encontramos as ante una paradoja asombrosa: el delincuente comn, a veces, se avergenza de sus actos pero el delincuente que acta desde el poder ni siquiera se sonroja por sus delitos (!!!).

    Cmo puede dormir con su conciencia quien utiliza el poder para robar?

    Pero quiero que sepas Beln, que hay delitos mucho ms graves que el robo y que tambin los poderosos lo han cometido. Me refiero a las

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    infames violaciones de los derechos humanos. Han existido gobernantes que ni siquiera han tenido coraje para torturar y matar pero poseyeron una morbosa inteligencia para crear un sistema de violaciones sistem-ticas dentro del cual el sadismo de cientos de represores se agigant, de un modo tal, que ni siquiera es imaginable en la bestia ms feroz. Los animales no matan por placer, ni por ideologa, ni por odio, ni por per-versidad. Matan para alimentarse siguiendo un instinto visceral con el que nacen. en el hombre en cambio la perversidad no le es innata. es deliberadamente adquirida y es la patologa ms severa que pue-de enquistarse en la mente y en la conciencia humana.

    Ha habido muchos gobiernos que violaron los derechos humanos y que cometieron genocidios. El ms conocido fue el rgimen nazi, pero tambin hubo un pas lejano donde los atroces mtodos de destruccin se asemejaron en mucho a ese gobierno alemn. Me refiero a la Argentina, donde desde una cpula militar, en forma premeditada y sdica, no slo se mat a miles de ciudadanos sino que, incluso, se degrad en forma impensable a las mujeres y se robaron nios, muchos de los cuales que-daron en manos de los mismos represores. Puedes imaginarte, Beln, un sistema tan perverso?

    El sadismo es uno de los peores vicios morales y el hombre ins-tintivamente tiene repugnancia de l. Pero cuando se institucionaliza el terrorismo de estado se selecciona deliberadamente a personas mentalmente enfermas para torturar y matar, porque no es comn en el hombre hacerlo sin frenos inhibitorios. Pero lo cierto es que cuando logran superar ese primer valladar de su conciencia su mente adquiere una fiereza descontrolada y pueden cometer los actos ms atroces sin remordimiento alguno (!!!).

    De todos los gobiernos el que ms daa a la justicia son los que violan los derechos del hombre porque no hay mayor iniquidad que aniquilar la dignidad del otro. Peor aun es exigirle incluso la propia reverencia. Al genocida no le basta la violencia descontrolada. Quiere,

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    adems, que el sometido sea genuflexo porque se sienten dioses; dioses del odio y de la destruccin.

    Como ves Beln, la justicia, en rigor de verdad, es frgil como un cristal porque puede romperse en miles de astillas todas ellas muy filosas, todas ellas muy punzantes, todas ellas muy hirientes. Por eso la justicia, si bien es como un cristal traslcido, tiene una contextura lbil y dbil. Cuando se quiebra pierde toda su nobleza y dignidad. En verdad no es como aquel cristal que deja pasar la luz (cual pris-ma resplandeciente); que puede fundirse y luego hacerse otro tan bueno como el originario. el de la justicia es difcil de reconstruir cuando se lo quiebra y despedaza. su ser exige inalterabilidad y firmeza sin la cual pierde su virtud suprema: su neutral impar-cialidad. De all que es tan grave que el poder poltico la manipule. No han faltado gobernantes de turno que han pretendido gobernar al Poder judicial y han buscado someter a los jueces. Apetecieron elegir magistrados genuflexos y en la medida que lo obtuvieron han matado a la Repblica. No por casualidad se ide como contrape-so un sistema de divisin de poderes porque slo cuando el poder es controlado por otro adopta un comportamiento acorde a la ley y al Estado de Derecho.

    Los hombres habiendo conocido los excesos del poder crearon la ley porque es ms fcil que sta, lejos de los vaivenes propios de los intereses circunstanciales, regule la vida de los sbditos con mayor equidistancia e imparcialidad. Por el contrario cuando los intereses mezquinos del gobernante entran en conflictos con el bien comn, el que detenta el poder, como bien se ha dicho, tiende a abusar de l.

    Beln segua atentamente las lecciones de su Maestro. Era obvio que en sus ciento cincuenta aos se haba dedicado a estudiar. De all en parte su sabidura. Digo en parte porque no basta estudiar en los libros para ser sabio. Cuando mucho, con el estudio, el hombre se convierte en un respetable cientfico.

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    La sabidura empez a explicar Toms slo la dan los aos vivi-dos en armona con las leyes de la naturaleza, en armona con uno mis-mo y en armona con el Creador. La sabidura se logra a veces cuando se llega a la ancianidad. sin embargo los hombres actuales desprecian al anciano. Lo mandan impiadosamente a oscuros albergues para que se marchiten y agonicen all sus ltimos das de vida. No slo no valoran todo lo que podran aprender de ellos sino que adems demues-tran un claro menosprecio por la virtud del agradecimiento. Cunto le deben a sus padres, a quienes abandonan en su vejez a un destino tan cruel! La misericordia es una buena palabra que hace siglos que no figu-ra en los diccionarios, igual que la comprensin, el respeto y la gratitud. En estos das est reunida una Comisin de solemnes eruditos. Estudian la necesidad de abolir la palabra AMoR!

    No los critico sentenci Toms. Si advertimos la deshumaniza-cin que nos rodea muy pronto ser un trmino intil. Amar a quin?

    Beln se excit y adopt una postura adversa: Crees que mis pa-dres no me criaron con amor?

    Toms sinti el enfado de la nia en la pregunta. No haba querido herirla. Nuevamente tuvo que estudiar la respuesta porque mereca una contestacin justa y bondadosa.

    En modo alguno dudo del amor de tus padres. Si no te hubieran querido tan dulcemente no habran sido elegidos para colaborar en esta difcil misin. Tus padres saben dar amor pero son una excepcin al desamor que hoy reina en ese lacerante mundo.

    Tanto t como yo hemos sido convocados por el Supremo Hacedor para cambiar una situacin que ya no resiste ms. o la cambiamos o el mundo perecer.

    Me entusiasman tus palabras, Toms. Siento un fuerte calor en mi corazn que me ha convencido de que vale la pena intentarlo con todas las fuerzas dijo con innegable conviccin, la noble Beln.

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    Eso se llama pasin. Es la pasin sana, la que busca ayudar al pr-jimo en forma desinteresada, por el simple e impetuoso deseo de hacer el bien.

    Es una forma de hacer justicia? pregunt con brillo en los ojos Beln.

    en efecto. ninguna justicia se puede lograr si en el corazn del justo no reina la pasin. La justicia no es para los tibios, los indife-rentes o los indolentes. el sentimiento de la justicia exige la firme conviccin y el vehemente impulso de ungirla y consagrarla.

    y qu pas con esos jueces que desde siglos atrs vienen admi-nistrando mal la justicia como t me has contado? atin a interrogar la nia.

    Precisamente perdieron la pasin por ser justos. Administraron un bien espiritual como si fuese un bien material. una simple cosa. Se preocuparon por contar sus sentencias (para cumplir con las estads-ticas) sin importarles si el contenido de ellas tena poco que ver con la justicia. En esa profesin tan digna aconteci algo inslito que nunca vi en otras ciencias y artes. Nunca vi a un pintor al que le resultara indife-rente la belleza ni un msico que no ansiara la armona ni un cientfico que no amara la verdad. Pero s conoc jueces que renegaron de la jus-ticia por simple apata burocrtica. Peor an fueron aquellos jueces que se pusieron a disposicin del gobernante de turno y resolvieron sumi-samente conforme a sus mandatos. Vendieron su conciencia y el ciu-dadano comn, que fue en busca de justicia, sufri una decepcin tras otra. A medida que las desilusiones se acumularon con los aos, viendo que nada podan cambiar, recurrieron a la violencia que es pura sin-razn y reduce al hombre a una brutal prdida de espiritualidad. Descendieron a oscuros stanos morales y quedaron muy por debajo de la especie animal. Los animales en cambio nunca claudicaron de sus instintos y por ello de alguna manera se gobiernan con reglas ms

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    previsibles. La fiereza, la ferocidad, son trminos que hoy debe aplicarse al hombre y no a las nobles bestias.

    Es obvio continu Toms que no todos los jueces se volvieron burcratas. Algunos llegaron con sanas intenciones a sus despachos. Poco a poco muchos de ellos fueron desplazados por la propia cor-poracin. Eran molestos. La justicia de sus sentencias patentizaba la mediocridad de las que se dictaban en las oficinas contiguas. Haba que echarlos y poco a poco los fueron fatigando hasta que varios optaron por alejarse de la administracin de justicia. Su digna tarea se haba convertido en un trabajo moralmente insalubre, contaminante y hasta daoso para su familia. El sentido de impotencia y frustracin frente a la corporacin les fue entrecerrando los prpados, la sonrisa desapareci de sus labios y la angustia invadi sus corazones. Pronto advirtieron que nada podan hacer y prefirieron seguir luchando por la Justicia desde fuera de la institucin. Muchos lo consiguieron para bien de la sociedad.

    La nia sinti una sensacin nueva en su vida. Su estmago se con-vulsion y comenz a tener arcadas. Qu me pasa, Toms?

    Has sentido, por primera vez, la repugnancia.Esta es la justicia humana? pregunt.En gran parte s. Todava quedan unos pocos hombres de buena

    voluntad que quieren modificarla. Son pocos y no tienen la fuerza nece-saria para tan titnico emprendimiento.

    Quieres que los ayudemos? le pregunt Toms a la nia.La respuesta de Beln no se hizo esperar: Lo deseo con todas mis

    fuerzas. No puedo tolerar que exista tanta crueldad entre los hombres. La justicia debe reinar en el mundo y estoy dispuesta a hacer todo lo necesario para que ello ocurra aunque me cueste la vida.

    Has tomado una decisin muy valiente para tu escasa edad, le dijo con indisimulado afecto el anciano sabio.

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    No poda hacer otra cosa. Por lo que he aprendido contigo en estos das he comprendido que la mayora de los males humanos se nutren de la indiferencia.

    Has dicho una sabia verdad! el mal lo hacen unos pocos ante los ojos indiferentes de una aptica mayora. No han entendido que si la injusticia an no ha penetrado en sus casas pero s en las de al lado pronto llegar a la de ellos. Cun necios han sido!

    El sabio maestro y su pequea discpula pronto dieron con la reja que cerraba la salida del sendero de la justicia. un nio de doce aos la cuidaba. Ello asombr a Beln que le pregunt a Toms:

    Por qu un nio cuida este sendero tan importante?Esta pregunta es fcil de contestar le dijo el sabio anciano. es

    ms sencillo encontrar mil nios justos que un adulto con vo-cacin de serlo. Todos nacemos con buenas intenciones. En forma innata queremos la justicia. Luego con los aos los intereses sr-didos y mezquinos entran en colisin con este noble sentimiento y muchos ya no desean la justicia plena sino la que conviene a sus intereses!!! Entonces muere la justicia en el corazn del hombre. Los nios en cambio estn llenos de anhelos y esperanzas y rara vez claudican del ideal de luchar por un mundo justo. Las frustraciones posteriores, la maldad contagiosa, la violencia latente y la lucha por sobrevivir en este mundo infra-humano los hace desistir de sus idea-les y as es como ese sentimiento tan noble termina abandonando el corazn que lo albergaba. se nota en la mirada. Si tomas las fotos de varias personas de distintas edades irs viendo que sus ojos pierden ese brillo interior que dan los ideales puros. La mirada queda como perdida en la lejana, no expresa gran cosa ni comunica nada. Nada positivo se ve en ella y los ojos se tornan opacos como si la vida nada tuviera que ver con ellos. Son como cristales quemados con cido. Han perdido su transparencia y la indolencia se enquista en miradas que nada ven.

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    La ceguera moral termina aniquilando esos sentimientos tan nobles. Debemos luchar para reconquistar el amor a la justicia, dijo el sabio.

    Beln, viendo que la reja estaba cada vez ms prxima, le pregunt a su anciano gua:

    Cmo haremos para cruzarla?Ser muy fcil, sentenci Toms. El nio que la custodia se limita-

    r a mirar tus ojos. Si ve que la luz de la justicia los ilumina no dudar en abrir la reja.

    Dicho esto ambos viajeros llegaron al lado del joven custodio. Tal como haba dicho Toms, el nio mir los ojos de Beln y un indescrip-tible gesto de satisfaccin aflor en su rostro.

    Haca largo tiempo que no vea unos ojos tan cristalinos y res-plandecientes. es un honor para m abrirles la reja y permitirles continuar el camino. Les deseo que logren terminar la travesa porque el mundo necesita el regreso de seres justos y puros para devolver la hu-manidad y la dignidad al hombre. Hago votos para que todos los sanos sentimientos y deseos que veo en tus ojos se puedan cumplir lo antes posible. Feliz viaje!

    Dicho esto tom una larga llave y la introdujo en el cerrojo. La reja se desliz sin ruido alguno y los viajeros agradecidos continuaron el camino.

  • eL sendero de La bondad

    un nuevo sendero se present frente a Beln y Toms: era el sendero de la bondad.

    Cuando ingresaron en l, Beln se sinti como en un lugar conocido. No lograba entender cmo poda conocerlo si nunca haba estado all. Se lo hizo saber al anciano. Toms no demor su respuesta:

    Es obvio que debes sentir los afectos de tu hogar. Tus padres siem-pre fueron bondadosos contigo y por eso te sientes como en tu propia querencia.

    Ahora entiendo, dijo la nia. Haba algo familiar en este sendero. Me siento muy cmoda en l.

    No todos se sentiran por igual. Quien no tiene bondad en el cora-zn puede sentir un fuerte rechazo en un lugar as.

    Por qu? inquiri Beln.tu pregunta requiere una contestacin compleja porque hay

    una serie de controles que tiene nuestro corazn que empiezan a funcionar cuando la bondad se desva de su camino. el Creador nos crea buenos. venimos a este mundo como seres puros, no con-taminados. La contaminacin viene despus por obra del hombre que acepta su propia denigracin. Lo cierto es que cuando decide desviarse de su camino empieza a funcionar una especie de alarma de incendio que nos avisa que algo anda mal y que si no recurri-mos rpidamente a solucionarlo, todo se perder. esa alarma que los hombres llaman culpa, ha sido puesta por el Creador para ayudarlos a reencauzar la rectitud en sus vidas. es un sistema de

  • 39LA NIA y EL SABIo

    seguridad que te advierte sobre el peligro de la cada al mostrarte la profundidad del precipicio. Cuando el hombre deja de ser justo, cuando deja de ser bondadoso, cuando repudia el bien, cuando oculta la verdad, cuando pierde su humanidad desde lo ms pro-fundo de su corazn sale una voz interior que le advierte su error y le reprocha el propio dao que se est haciendo. es la voz de la conciencia y siente culpa por los errores cometidos. algunos inteli-gentes la escucharn a tiempo y regresarn sobre sus propios pasos. La mayora no lo hace. son necios que llevan el resto de sus vidas un eco crtico en su corazn que les recuerda la necesidad de volver a los primeros principios: a la justicia y al bien.

    Ahora entiendo ms claramente por qu fui elegida para esta ta-rea. Porque los nios son ms confiables que muchos adultos y porque pese a nuestra corta edad podemos llevar nuevas esperanzas a este mundo. Todo se va aclarando da a da y cada vez tengo ms ganas de ayudar en todo cuanto se me pida. Vale la pena luchar por un mundo mejor!

    Me alegra la firmeza y reciedumbre de tus convicciones dijo Toms. Creo que podrs hacer muchas cosas buenas y para ello quiero hablarte un poco de la bondad. Hay varias voces dentro de nosotros. Son guas de nuestra conciencia. Ellas marcan los caminos por donde debemos transitar frente a cada imponderable que se nos presenta en la vida.

    No sabemos qu nos ocurrir maana pero nuestra conciencia ya sabe con anticipacin qu es lo correcto frente a cada contingencia. De all que sea tan importante escuchar siempre esa voz interior que todos tenemos. Ella nos dir qu es lo bueno y nos indicar lo que no lo es.

    El bien existe fuera de nosotros? pregunt Beln.Vuelves a hacer preguntas difciles. Me esforzar en contestarte.

    En primer lugar hay un mximo Bien a quien le debemos todo. Es

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    nuestro Creador. l es el bien y de all se irradia el bien al mundo pero depende de los hombres aceptarlo o no. En los ltimos siglos po-cos abrieron el corazn para recibirlo, se perdi toda espiritualidad. El bochornoso resultado est a la vista de todos. El mundo se marchit espiritualmente y la vileza se enquist en el planeta y ha diezmado las ganas de vivir. Apenas si se vive entre angustias y lgrimas. Muy pocos como tus padres siguieron abiertos al bien y por ello fueron elegidos para que t una flor que germin llamativamente en una ciudad desrtica fuera quien recorriera estos senderos. Nuestra misin es recorrerlos todos para llevar la justicia, el bien, la verdad, el amor al resto del mundo.

    Cmo sabr si llega ese da que estoy cumpliendo con la deli-cada tarea de llevar el bien? pregunt Beln.

    Tu voz interior te lo dir. Todos nos damos cuenta por lo de-ms cundo algo es bueno y cundo es malo. un test para verificarlo es preguntarnos si lo que hacemos favorece la vida o si por el contra-rio la destruye. todo lo que resguarda o acrecienta la vida es bue-no. todo lo que la daa, destruye o denigra es malo. El Creador nos dio la vida para que la cuidemos en todos sus aspectos incluyendo el espiritual. Lamentablemente la mayora no supo ir ms all del barniz superficial de lo material. el bien igual que la semilla no germina en la superficie seca y calurosa, necesita hundir sus races en la nutritiva humedad de la tierra. en el hombre el verdadero nu-triente es su alma, all estn las riquezas que el Creador coloc en su corazn. Muchos la han dejado morir y hoy deambulan tristemente por el planeta. No tienen norte ni rumbo y giran en crculos concn-tricos cavando con sus propios pies un pozo cada vez ms profundo donde se van hundiendo ms y ms sin posibilidades de salir de l.

    Por suerte muchos no han seguido este camino de denigracin. Han luchado como tus padres por conservar acorazadamente los Valores trascendentes y estn dando ejemplo al mundo. Debemos aumentar estos

  • 41LA NIA y EL SABIo

    ejemplos. tu tarea ser predicar en el desierto hasta que vuelva a renacer el vergel.

    Tendr fuerzas para hacerlo?, pregunt, no sin inquietud, la nia.Seguramente asinti Toms. Toda la fuerza que necesites te

    ser otorgada si llegamos al final del ltimo sendero. Quien quiere luchar por un mundo ms bueno y ms justo merece recibir la fuerza para hacerlo. Por lo dems, no olvides que tu primer bautizo ya lo has recibido cuando recorrimos el sendero de la valenta y salimos airosos de l. Hasta ahora todo lo hemos ido logrando y ello es la mejor seal de que podremos cumplir exitosamente las etapas finales. Preprate alegremente para ellas! ya estamos casi al final de este sendero del Bien y hay una bondadosa anciana cuidando su reja.

    Ambos se acercaron a esa mujer de plateados cabellos y agradable sonrisa. Al ver a los senderistas sus ojos brillaron con una luz muy es-pecial: era la luz de la esperanza.

    Han llegado aqu antes de lo que yo esperaba! les dijo dulcemente.Es que la nia que me acompaa que se llama Beln ha sido

    muy inquieta en toda esta travesa y me ha trado a pie firme a lo largo de todos los senderos que ya atravesamos. El optimismo la invade y no ve el momento de salir a ayudar al prjimo dijo Toms.

    Eso es precisamente la bondad y el modo ms eficiente de hacer el bien dijo la anciana mientras, con su frgil mano, acariciaba suave-mente la cabeza de Beln.

    Al sentir la mano de ella la nia no pudo contener las lgrimas. Re-cord de inmediato las caricias de su madre siempre tan dulce y com-prensiva y por un momento se le hizo presente su imagen, su mirada, su tibieza, su proteccin su amor.

    La anciana se dio cuenta de inmediato de ello y acercndose ms la abraz dicindole:

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    Este abrazo te lo manda tu madre que te da nimo para que sigas. Tu tarea es sumamente importante. Muchos te lo agradecern.

    La nia se sinti reconfortada y no sabiendo cmo agradecerle le dio un beso en la mejilla a la anciana. Fue un beso de despedida porque la reja se abri sola y Toms y Beln se dirigieron al prximo sendero que se avecinaba: el de la armona.

  • eL sendero de La armona

    Los viajeros empezaron a escuchar una melodiosa, aunque silvestre, msica. La luz se intensificaba, el agua del manantial corra ms a prisa y el verde de las pequeas plantas que crecan en sus orillas era ms in-tenso. Era obvio que este nuevo sendero estaba lleno de vida. De mucha vida alegre, inquieta, bulliciosa, contagiosa

    Beln estaba muy atenta y apenas ingresaron en este sendero em-pez a escuchar con ms nitidez la msica. sta provena del canto de muchos y multicolores pjaros que iban y venan por encima de sus cabezas. otros estaban en el manantial. Agitaban sus alas y las mojaban para refrescarse. Al salir del agua daban pequeos saltitos dando el aspecto de pequesimos nios envueltos en un paal. En las plantas predominaba el color verde, pero no faltaba el rojizo, el amarillo y hasta el dorado. Todas se las vea en perfecta salud y parecan decir, con sus brillos tan llamativos, que la vida las acompaaba plenamente.

    Mirndolas de cerca se vean pequeas langostitas que saltaban de una rama a otra sin lastimar ni una sola. Cada uno viva su vida en una forma tan armoniosa entre s que pareca lo ms comn del mundo.

    Beln nunca haba visto semejante espectculo. Acostumbrada a la aridez de su pueblo natal no dejaba de admirar ese bosque liliputiense que este sendero le ofreca tan generosamente.

    Qu aprenderemos aqu? interrog a Toms.Muchas cosas respondi el sabio Todas tan fciles como necesa-

    rias. En primer lugar estamos aprendiendo que muchsimos seres que habitan este pequeo lugar pueden vivir en armona unos con los otros y que ello lo pueden hacer sin causarse dao alguno. En segundo lugar

  • 44 ERNESTo SEGu

    es fcil advertir al instante que quien vive en armona con el mundo que lo rodea tiene una vida ms plena. Mira la elegancia de las plumas del ruiseor, la dulzura de sus trinos, la alegra que se advierte en ellos y la contagiosa pasin que transmiten por la vida que le ha dado el Creador. Mira tambin las plantas: tienen un colorido exuberante, una vitalidad excepcional, una fortaleza especial en sus tallos donde se hamacan sus flexibles hojas. y qu me dices de las langostas y grillos que viven en armoniosa comunidad llenos de hijos y de retoos a quienes cuidan con especial esmero. todo es felicidad y esa felicidad viene de la armona con la que han decidido vivir.

    Advirtiendo estas dos primeras cosas enseguida nos damos cuenta de una tercera: quien vive en armona con sus allegados y tiene una vida ms plena, es el primero en beneficiarse porque encontr algo que muchos han buscado como una panacea pero nunca lo han encontrado.

    Qu es Toms?Algo que te parecer muy sencillo pero que es muy difcil encon-

    trar: la propia armona interna, la paz interior.Tan difcil es hallarla? pregunt Beln.Por lo que me han enseado los aos, parece que es as. tan

    preocupado ha estado el hombre buscando satisfacer su codicia con bienes materiales que se olvid de su propia espiritualidad, se alej de su Creador, y as perdi esa paz interior sin la cual nada exterior es valioso. Muchos tardaron aos en descubrir que cuando poseyeron todo cuanto se haban propuesto, sintieron dentro de s un vaco abismal que les gener una angustia agobiante. Tenan bienes materiales pero haban perdido la capacidad para disfrutarlos. Se sintieron muy frustrados y la vida los dej en medio de una encrucijada, lo material no los haca felices y lo espiritual lo haban perdido tanto tiempo atrs que ya no saban por qu camino regresar para encontrarlo. Todos fueron lamentos al viento y voces sin respuestas.

  • 45LA NIA y EL SABIo

    Se puede hacer algo por remediar la estupidez humana? pregunt decidida Beln.

    s. el hombre tiene que volver a sus inicios, tiene que volver a su esencia, a su humanidad. tiene que reencontrarse consigo mismo si quiere ser nuevamente feliz. tiene que recuperar su identidad perdida. tiene que volver a su mismidad.

    Lo podrn hacer Toms? interrog la nia.Muchos ya estn incapacitados para hacerlo solos. Estn como

    si sus piernas estuviesen paralizadas para caminar. en rigor de ver-dad tienen entumecidos el corazn y la mente y ello los ha dejado al margen de toda posibilidad de recuperar su dignidad. Solo lo puede salvar una intensa reflexin interna y una profunda e inclaudi-cable decisin moral de cambiar. Recin cuando adopten est valiente actitud se los podr ayudar a rehacer el camino que tan errneamente han recorrido.

    y qu haremos nosotros? cuestion la nia.Ayudaremos pero slo a aquellos que, escuchando la profunda voz

    de su conciencia, decidieron recuperar su propia dignidad. es intil la ayuda dada a quien no la desea. La bondad no logra entrar en el cora-zn del soberbio, del omnipotente, del que ni siquiera se arrepiente de sus errores. Ayudaremos a los sensatos y reflexivos y as mejoraremos el mundo.

    Estoy pensando en lo que me enseas y creo que si logramos resta-blecer la armona en el corazn de cada uno de ellos el mundo mejorar notablemente. Si usamos un poco de imaginacin no ser difcil pensar que las ciudades del desierto se irn transformando en bellos y lumino-sos bosques llenos de trinos y arrullos, llenos de vida, llenos de ganas de vivir con toda la felicidad que es posible cobijar en nuestro corazn.

    Toms se deleitaba con cada palabra de su pequea discpula. Era conciente que en los pocos das que llevaban juntos, la nia candorosa

  • 46 ERNESTo SEGu

    que haba conocido se haba convertido en una decidida mensajera y que estaba capacitada para la tarea que le tocara emprender.

    Los pjaros parecan guiar a los viajeros. Volando delante de ellos los llevaron hasta la reja de ese sendero de la armona.

    Llamativamente nadie cuidaba esa reja. Slo haba un letrero que deca:

    Si amas la vida,Si amas a quienes te rodean,Si deseas vivir en armona con ellos,y si vives en armona contigo mismo,pasa entre mis barrotes que ninguno te lastimar.

    Ambos miraron la reja y si bien los barrotes no estaban muy cerca unos de los otros no dejaban pasar ni siquiera el cuerpo de Toms que era el ms delgado de ambos.

    Esta circunstancia no atemoriz a ninguno de los dos. El primero en intentarlo fue la nia que ponindose de perfil se acerc a las va-rillas de la reja. Cuando las fue a tocar not con asombro que la puerta se abra sola. Empujndola suavemente se abri del todo y Toms y Beln pasaron cmodamente por ella. Tambin pasaron los pjaros y las palomas en alegre vuelo. No bien lo hicieron, una rfaga de viento cerr la puerta.

    Beln por curiosidad la toc y vio que estaba fuertemente trabada. Era obvio que slo dejaba pasar a los justos de espritu.

    otro nuevo sendero esperaba.

  • eL sendero deL amor

    Al seguir el camino un sendero brillante los esperaba all cerca. Era el sendero del amor. Los pjaros se les haban anticipado y aleteaban alegremente. Pareca un da primaveral.

    Beln nuevamente sinti el calor de su hogar Cmo olvidar el amor que con tanta devocin sus padres le haban dado todos estos aos!

    La nia no pudo menos que emocionarse recordndolos y la mano de Toms se apoy suavemente en su cabeza en gesto de comprensin y asentimiento.

    Haban llegado al final de uno de los ltimos senderos. All apare-cieron varias personas con sinceras manifestaciones de afecto. Hasta los esperaba un banquete servido que mal no vena luego de tantos das de caminata.

    La mesa estaba puesta bajo la fresca sombra de unos avellanos. Tambin haba unos sauces que abrevaban en el manantial. Los pjaros posados en sus ramas se ocupaban de la msica y un olor exquisito lleg a los viajeros. Suaves almohadones los esperaban y no demoraron en sentarse.

    Los anfitriones fueron prudentes y dejaron que los visitantes comie-ran pausadamente antes de iniciar una fructfera charla.

    Para que negar que Beln tom los platos con rapidez y a Toms despus del almuerzo se le notaba un poco abultado el estmago. Casi se podra decir que haba engordado en un da lo que no haba hecho en aos.

  • 48 ERNESTo SEGu

    Todo era comprensible: las jornadas haban sido agradables pero cansadoras. Para el maestro, por tanto ensear. Para la alumna, por tanto aprender.

    Luego del almuerzo una mujer tom un arpa y cant dulces melo-das para los visitantes. El espritu de ambos se reconfort. Haban lle-gado como a un oasis y all recuperaron fuerzas para los ltimos tramos de su camino.

    Los anfitriones saban que haban recibido a un sabio y se deshacan en ganas de hacerle preguntas. No hizo falta.

    Beln tom la palabra y les hizo un pormenorizado detalle de todo lo que haba transcurrido desde la entrada a la caverna y lo aprendido a lo largo de cada uno de los senderos. Ellos escucharon atentamente. No podan creer que en tan poco tiempo la nia (salida de un desconocido desierto) hubiera podido aprender tanto del sabio, especialmente, en lo que a sentimientos se refiere.

    Los anfitriones conocan el mundo exterior y sus miserias y bien se daban cuenta que todos los pobres de espritu que lo habitaban haban cado en esa miseria y mediocridad humana por no haber aprendido a tiempo las lecciones que la nia ya saba. Pronto se dieron cuenta de la importancia de un gua espiritual y de la importancia de tener una vida recta para el propio bien. Pensaron: es mejor respetar la verdad que alabar la mentira; defender la justicia que claudicar de ella; poner bondad en el corazn y no la hiel del egosmo; vivir en armona y no en angustiante conflicto; tener amor y marginar el odio destructivo. Despus de todo pensaron con acierto el odio es una daga de dos filos que a la larga termina aniquilando la pro-pia vida.

    El odio es la contraluz del amor. Nace por mil razones, muchas de ellas espurias.

    A veces se gesta dentro del vientre de la mezquindad y del egosmo.

  • 49LA NIA y EL SABIo

    Tambin la pedantera y la vanidad son formas de odio y menospre-cio al prjimo. muchos hombres se aman a s mismos. No saben que Narciso muri por su propio egocentrismo embelesado neciamente en su efmera imagen que termin fagocitndolo a l mismo.

    Quin se ama slo a s mismo desprecia a los dems. Peor an: tan magnificente se siente que su idolatra desemboca en un descalifi-cable sentimiento de superioridad. Desea dominar a todo el mundo que lo rodea y si es posible someterlo.

    Algunos hombres descubrieron al endiosarse a s mismos que la forma ms rpida de dominar es el poder del dinero. El dinero es ms poderoso incluso que el poder poltico porque puede comprar al que gobierna. Los gobernantes por su lado sabiendo esta triste verdad y deseosos de permanecer en el poder, extendieron sus avarientos brazos al dinero. Es la forma de permanecer enquistado en l. Por ello las rela-ciones entre el poder econmico y el poder poltico son tan carnales. uno desea al otro como la imagen al espejo.

    No es casual que as sea. El espejo tiene plata para generar su bri-llo y cuando la plata est en juego, el hombre mediocre piensa solo en si y olvida al prjimo. El dinero envilece, deshumaniza y asfixia los sentimientos nobles. es difcil encontrar un rico que ayude al pobre, aunque hay dignas excepciones.

    No por casualidad se posee la riqueza. Generalmente es el resultado de una voracidad compulsiva que seduce y embriaga. La ebriedad quita al hombre su nota ms distintiva: su racionalidad. El ebrio solo quiere permanecer abrazado a la bebida y el rico quiere abrazar su riqueza. Tanto uno como el otro no tienen lmites a sus apetitos. Siempre quie-ren ms. Nada le conforma y en esa carrera desenfrenada se olvidan del amor al prjimo y el egosmo anida en sus corazones. Es un nido de serpientes porque tiene un veneno que aniquila. Por dinero se daa, se destruye, se mata

  • 50 ERNESTo SEGu

    Es tal el afn de tener ms, que el esclavo del dinero comercia hasta la dignidad humana. La propia y la ajena.

    Se comercia la droga que mata la mente y el cuerpo y hasta se compran y venden nios para fines incalificables. Tal es el grado de perversin que el dinero puede enquistar en el corazn del hombre!!!

    Quien tiene amor, por el contrario, comparte lo que tiene. Es ge-neroso y benevolente e incluso da primaca a los deseos del otro sobre los propios. Ello se ve en el amor de los padres hacia sus hijos. Dan sin medida y sin esperar compensacin alguna. el verdadero amor abreva en el altruismo.

    Ante tales enseanzas Beln pregunt Los padres nada esperan de sus hijos?

    Como siempre eres aguda en tus preguntas, respondi Toms. En efecto, los padres esperan una respuesta especial de sus hijos: el amor de ellos. Es que este sano sentimiento exige un feed back afectivo que lo nutra y enriquezca. El amor es como una flor: con agua abre sus ptalos y resplandece. Sin amor la vida se marchita y agoniza.

    Cuando el amor es verdadero produce un estado espiritual muy especial. Se llama felicidad. Se es feliz cuando el amor anida en el ser amado. Cuando ese amor es a los hijos la felicidad tiene alas. Se lo cobija de pequeo en el nido para que luego vuele por s mismo hasta las ms altas cumbres.

    Cuanto ms alto es el vuelo, mayor es el orgullo de los padres.El amor se nutre de la fortaleza pero se ejercita ms cuando hay

    debilidad en el otro. Es ms fcil amar al fuerte. mayor virtud hay en el amor al dbil. Por ello no hay mayor amor que el que se da a los hijos (que nacen indefensos a un mundo que no conocen) y al an-ciano porque cuando llega a su ms alta espiritualidad se debilita su cuerpo.

  • 51LA NIA y EL SABIo

    Antiguamente los hombres adoraban a los ancianos porque res-petaban la sabidura por ellos adquirida con su largo trajinar por este mundo. Luego vino la ciencia y los necios creyeron que sta poda suplir las sabias enseanzas que dan las vivencias vitales. Dejaron de admirar al anciano. An ms: lo despreciaron (!) porque su rica espiritualidad no condeca con los apetitos materiales. Cerraron sus odos a sus reflexivas enseanzas y a su aquilatada espiritualidad. All nacieron unos vergonzosos albergues donde los depositaron para siempre jams.

    Quien ama al dbil en cambio admira al anciano porque su de-bilidad fsica no empece su fortaleza espiritual. Cuando ms se debilita el cuerpo ms se fortifica el alma. Es all donde ella adquiere todo su temple y esplendor. La paz interior se logra con el devenir de los aos cuando se aprende cules son los verdaderos valores que perduran. Los valores son los luceros que iluminan el camino de los proyectos vitales que cada cual elige para demarcar su destino.

    La sabidura nace de la reflexin y nadie puede reflexionar en el bullicio del mundo actual. Por ello hay pocos sabios y muchos soberbios engredos de s mismos.

    Para llegar a la sabidura dijo Toms hay que amarla y all ve-mos como las enseanzas de un sendero se entrelazan con las del otro. De cada uno de ellos hemos ido aprendiendo y veo Beln que tambin t te ests volviendo sabia pese a tu corta edad. Amas la verdad, amas a tus padres, amas al prjimo. Todo este amor ser tu brjula y tu espada para cumplir la misin que te han encomendado.

    Esta era la leccin del sabio y as la comprendieron los anfitriones agradeciendo a Toms sus enseanzas recibidas indirectamente del ameno relato de Beln. ojal ellos tambin lo hubiesen aprendido a los siete aos!

    Todos se sentan muy unidos luego de esa leccin. Se senta una tibieza especial, comunicativa, como si todos fuesen parte de una mis-

  • 52 ERNESTo SEGu

    ma familia. En realidad lo eran: eran de esas familias que no los une la sangre; de esas familias que se eligen por algo muy especial que los amalgama: el amor y disfrute de compartir todo, de dar todo con filan-tropa por el pleno y simple placer de ayudar a los dems sin inters ni contraprestacin alguna.

    este es el verdadero amor dijo Toms y tomando a Beln de la mano saludaron con gran amor a todos ellos que corrieron a abrir la ltima reja con un gozo y una felicidad nunca vistos.

  • eL sendero de La fe

    Beln no sala de su xtasis. La felicidad la saciaba y era conciente de que de alguna manera estaba llegando al final de su travesa. Quera saber qu tendra que hacer despus y la curiosidad la tena extraordi-nariamente atenta. Vio que Toms se diriga resueltamente al sendero de la Fe.

    Es el ltimo sendero le indic el sabio. En este sendero est tu l-tima decisin de salir o no de l. Si salimos tendremos cosas importantes que hacer en el mundo. Si no lo hacemos podrs vivir feliz aqu dentro. ya has visto que hay gente muy buena que nos cuidar. La decisin es tuya.

    Beln qued en silencio. Nunca haba pensado en quedarse dentro de la caverna por muy bonita que fuese y por muy buenas que fuesen las personas que all haba conocido. Quera ver a sus padres. Saba que la extraaban y ella a ellos. Podra hacerlo algn da?

    Toms sigui caminando como distrado por el sendero de la fe. Al fondo de l no haba luz. todo estaba oscuro.

    Pronto la invit a Beln a que lo acompaara. Se fueron aproxi-mando al oscuro lugar y pronto advirti la nia, con sorpresa, que la salida estaba cerrada por grandsimas rocas. Eran muy parecidas a las que haban tapado das atrs la entrada de la caverna. Preocupada le pregunt a Toms:

    Esta salida est tapada igual que la entrada?Exactamente, respondi el sabio anciano. Son las mismas piedras

    que el volcn lanz sobre la entrada. en verdad estamos en el mismo lugar por donde ingresamos das atrs.

  • 54 ERNESTo SEGu

    Cmo puede ser esto? inquiri la nia.El anciano tom un tiempo para contestar. Luego, al fin, dijo:Todos los senderos giran sobre el mismo eje central de la montaa.

    Hemos recorrido un enorme crculo y por ello llegamos precisamente al punto de partida.

    t sabas esto? pregunt Beln.s dijo el anciano pero no quise decrtelo antes de que asu-

    mieras con decisin la valenta, te decidieras a luchar por la ver-dad, amaras con pasin la justicia, llenaras tu corazn de bondad, sintieras la armona en tu propio ser y recordaras la importancia del amor ese dulce sentimiento que te dieron siempre tus padres.

    Habiendo aprendido todo ello ahora ests preparada para enfrentar esta realidad y tienes la fuerza para cambiarla.

    Para hacerlo hay que regresar a los primeros principios y por eso hoy estamos en el mismo lugar donde comenzamos. Estamos en la puer-ta de entrada y con las mismas piedras del volcn que la bloquean con toneladas inamovibles.

    Qu hacemos Toms? pregunt Beln que vea que sus sueos estaban frenados en forma brutal. Ahora que me has preparado para luchar por un mundo mejor y estoy decidida a hacerlo. Tendremos que cruzarnos de brazos esperando que algn nuevo sismo corra las piedras de all?

    Nada de eso! dijo con enrgica voz el sabio anciano Por ello estamos en el sendero de la fe.

    Qu es la fe? pregunt la nia.es la creencia ms radical que puede tener el hombre. es creer

    sin ver. Es una persuasin interna y arraigada de que podemos hacer lo imposible que podemos incluso superar las leyes de la naturaleza en casos excepcionales cuando el Bien y la Justicia lo requieren. Es creer que nuestro Creador nos ayudar en aquello que solos no podemos

  • 55LA NIA y EL SABIo

    hacer y que esa ayuda ser de tal magnitud que podr modificar el obstculo ms inconmovible. Es creer que nuestros sueos se podrn realizar pese a todo. Es confiar todo nuestro ser en Dios y encomendarle que nos ayude con la fuerza que solo l posee.

    Dicho esto Toms se dirigi a la nia y le dijo: Si crees en tu Crea-dor, si crees que vale la pena salir de esta caverna para luchar por la verdad, la justicia, el Bien, es decir, por un mundo mejor, pon toda tu fe en Dios y pdele con humildad de nia y corazn de valiente que saque esas enormes piedras de la entrada y te deje salir. El mundo te espera.

    La nia escuch todo lo que el sabio le dijo. Su cara enrojeci, su corazn palpit muy fuertemente y una violenta emocin la sacudi. Sus labios comenzaron a rezar con tal ahnco que la caverna comenz a moverse. A cada movimiento sobrevena otro mayor y en poco tiempo todo se convirti en un tembladeral. En minutos las piedras empezaron a caer y la entrada de la caverna dej entrar luz del exterior. el milagro de la fe haba ocurrido una vez ms.

    El anciano tom como el primer da la mano de Beln y salieron al exterior.

    La nia con sorpresa encontr al mensajero de larga capa mon-tado en el caballo alado.

    Has estado siempre aqu? le pregunt la nia.El caballero ri de buen grado y le dijo:En todos estos das no he parado de ir de aqu para all. Varias

    nias de siete aos llev en mi montura a varias montaas y tantos otros sabios les han estado enseando la importancia de preservar los valores esenciales de la vida humana. T eres la primera en salir y la primera que debo trasladar a cumplir la misin de ensear con de-cisin y valenta lo que es la verdad, cun importante es la justicia y que tan necesario es el Bien. Solo as la humanidad vivir en armona

  • 56 ERNESTo SEGu

    y los desiertos volvern a ser bellos vergeles llenos de vivaces plantas y armoniosos trinos. Quieres viajar conmigo a tu destino?

    S! contest Beln sin dubitar.El sabio entonces la tom suavemente de la cintura y la subi al

    alado corcel del mensajero.Dnde iremos dijo la nia?El mensajero mir al sabio y sonriendo le contest:Te espera un pueblo semi destruido en medio de un desierto. All

    hay mucha gente que ayudar y hay dos personas que te esperan con mucho amor: tus padres. Se alegrarn mucho de verte!

    Dicho esto y con un imperceptible movimiento de riendas, el corcel elevose en vuelo directamente hacia la casa de Beln.

    nuevas y ricas experiencias la esperaban.

    que as sea.

  • ndiCe

    La nia y el sabio ..................................................................................9El sendero de la valenta...................................................................... 14El sendero de la verdad ....................................................................... 19El sendero de la justicia .......................................................................23El sendero de la bondad ...................................................................... 38El sendero de la armona ..................................................................... 43El sendero del amor ............................................................................. 47El sendero de la fe ............................................................................... 53

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