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EllegtÚJo andalaJí
La Medicinaen al...Andalus
~JunlJl UE ~nn~LU(I~
COHWERiA DE CUl1llllA
Edita:Junta de Andalucía, Consejeria de Cultura
Coordinación editorial e ilustraciones; Inmaculada CortésMaquetación: Grupo sur - F3DDiseño portada: Rosa Mérida. Grima ComunicaciónImpre~ión:Copartgraf
Reservados todos los derechos.Prohibida la reproducción total o parcial sin la debida autorización.
ISBN,84-930615-2-2Depósito Legal, GR-1752-99
lO Fundadón El legado andalus{e/ Mariana Pineda s/n. Edif. Corral del Carbón.18009 Granada1H., (958) 22 59 95 / Fax, (958) 22 86 44e-mail: [email protected] in Spain
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INDICE
El patrimonio científico de al-Andalus. Su elaboración y transmisión .
C~mjlo Alvarez de Morales, Emilio Malina López
Noticias médicas en fuentes ¡rabcs sobre al-Andalus .
Juan Castilla Brazales
El hombre ante la enfermedad '. '. ' o •••• , .. o., ••••••••••••••••••••••• o •••••••••••••• o ••••••••••••••••••••••••••••• o •••••••••••••• , •• • •••••••••• , ••• " ' •••••••••••••••••••••
Camilo Alvarez de Morales
La prevención de la enfermedad en el al-Andalus del siglo XII .
Carmen Peña, Fernando Girón, Michel Barchin
La asistencia al enfermo en al-Andalus. Los hospitales hispanoinusulmanes .
Francisco Franco Sánchez
Farmacología andalusí , .
Luisa Fernanda Aguirre de Cárcer
La medicina estética, una hermana menor de la medicina científica .
Rosa Kuhne Brabant
La odontología en al-Andalus .
Elolsa Uavero Ruiz
La. magia en la mcdicim de los musulmanes andalusíes, los mudéjares y los moriscos ..
Joaquina Albarradn Navarro
E.sencia y estructura de la lncdicina de Averroes .
Miguel Crnz Hernández
La triaca o antídoto universal: La triaca de Avcrroes : .
Marfa de la Concepción Vázquez ele Benito
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29
69
89
135
173
197
209
223
237
255
La medicina árabe-andalusí y el desarrollo de la medicina hebrea medievai ,................................................................ 265
Ron Barka;
El sanador morisco entre el empirismo y la ciencia médica escolástica , ..
l...uis Garda Ballester
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LA ODONTOLOGÍA EN AL-ANDALUS
E/olsa LLA VERü RUIZUniversidad de las Palmas de Gran Canaria
L OS diccionarios especializados definenla odontología como el"estudio de losdientes, de sus enfermedades. y trata
miento de las mismas". y la estomatologíacomo "la rama de la medicina que estudia laboca y sus enfermedades".Así pues, en las páginas que siguen, nos vamos a ocupar tantodel estudio de los dientes como de las restantes estructuras que existen dcono de la cavidad bucal, es decir, de cuestiones buco-dentalcs0.10 que es 10 mismo, de odontoestomatología.
En cuanto al marco espacio-temporal enel que nos vamos a mover, como se especificaen el título, no es otro que la España musulmana, al-Andalus, durante los siglos II-VIIIde la hégir'd./Vm-XIV de la era crü.riana.,
Desgraciadamente, el tema de las afecciones buco-dentales no ha merecido, en toda l:thistoria de la literatura médica, tanto orientalcomo occidental, una atención especial porparte de los autores árabes y, por tal ra~ón, nodisponemos de tratados especificas sobre estas cuestiones. Seguramente, porque consideraban que tcxhs las afecciones de 1.:1. boca tcrnan unos síntomas demasiado evidentes y noera preciso ocuparse de ellos, según reconocen la mayor parte de los médicos árabes de l.:aépoca.
Sin embargo, algunos historiadores actuaJes han pretendido justificar esta falta de documentación argumentando que la odontologia era considerada como un arte secundario más que como una especialidad médica y,por ello, era un desprestigio ocup;lTSe de estascuestiones, para eso estaban los barberos y lossangradorcs (alfagemes). Bien es verdad queno podemos hablar de la odontoestomatologíaen estos términos -sobre todo con el concepto de especialidad que hoy día tenemos-,pero tampoco acaba de ser cierto que fueranúnicamente los barneros y los sangradores losúnicos que se ocuparon de estos temas, comocomprobaremos en las páginas siguientes.
Aunque, como ya he dicho, me voy a centrar sólo en al-Andalus, me parece significativo señalar que entre los autores orienta.les sólohay noticias de seis obritas -dos de las cualesson tnducciones del griego- que estén dedicadas expresamente a temas buco- dentales:Kitab ji Nab5t al-asna" (Libro de las Plmltas I~tí
les para los dientes) de Hipócrates (m.c. 377a.c.); Kit5b iI~ ... FI-m~ ya ',; du Ji-l-líla wa-l- _astl:n (Libro ... Acerca de las afwones de las enda.s y de lo. di""es) de Filagrio (s. IV d.C.);J(jt5b fi I-Siw1ik wa-I-sunnün5t (libro acerca delempleo del Mondadientes y los detltlfricos) de IbnMasawayh (m. 243/857); Qawlfi /¡if?a/-a.sn'nwa-isti $l~ 1)i-ltlf (En. 'tomo a la salud y la relajación de los dientes) de l:Iunayn b. I~q (m. 260/873)'; 7adblra!-asinna ('Hatdmiento de los dientes) de Ibn M'ssa (m.e. 275/888); y Ris./afi lOaras (Eplstola acerca de fa dentera) Qus l:I b.L¡¡q' (m.c. 300/913).
Sin embargo, eno no quiere decir que nodispongamos de un precioso matúial al respecto. Por fortuna. los grandes médicos árabes, a quienes tanto debe la ciencia cristianamedieval y renacentista se han ocupado ensus obras --en mayor o menor mcdida- de laboca, de los dientes y de las principales afecciones de ambos. Por supuesto, me f.."5toy refiriendo a 'A.!J b. R2bban aI-Tabari (m. 247/861) Ysu Fimaws al-1)ikma (Paraiso de la sahiduría),aAbü Bakr Mul)ammad b. Zakariy:l:'a1Razi (Razés) (m.c. 320/932) y su Ki"b all;fflwlji l-tibb (Lfbro de Lo esencial etl medicina),a 'A.!J b. al-'Abbas al-Mayiis! (HalyAbbas) (m.c.380/990) y su f(jtiib aI-Ma/akI(Ubro de El ReaO,y a Ab¡¡ 'A.!J al-J:Iusayn b. 'Abd All.h b. Si""(Avicena) (m. 428/1037) y su Ki"b al-Qiinünfi I-pbb (Ubro de la.s Leyes en medidna)'.
En cuanto a al-Andalus, por desgracia, notengo conocimiento de que se compusieraningún tntado específico sobre odontoestomatologia pero, al igual que ocurría entre losautores orientales, también aquí nuestros gnn-
des médicos se ocuparon de estas cuestionesy, a veces, con gran éxito y repercusión comoes el caso de aI-Zahrawi, al que nos referiremos más adelante con mayor detenimientoJ .
Es preciso, pues, recurrir 3 estas obras decarácter más general: recetarios, enciclopedias,tratados de patología y tratados de cirugía,básicamente, para extraer 13 información quenos permita adentrarnos en el tema que nosocupa4 •
Indudablemente, el material de trabajopodna ser mucho más amplio si 10 que se pretendiera aqlÚ fuese hacer una historia generalde la odontoestomatologia andalusí. Para poder agotar definitivamente el tema sería necesario consultar la producción de todos losautores andalusíes en todas las ramas del saber,no sólo en medicina, puesto que en cualquiera de esas obras podría encontrarse alguna alusión interesante para nuestro estucüo, comoya se ha apuntado con anterioridad. Sin embargo, mi objctivo es presentar un taumende cuáles eran los conocimientos médicos queexistían en al-Andalus sobre cuestioncs bucodentales y, por ello, he seleccionado a.quellasobras que considero .representativas de la medicina andalusí,las cuales contienen información suficiente para alcanzar 105 fines deseadoss. Estas obras son:
- Kitffh al-1lz$r{lí-man (ayiza 'an a/-ta'lf(Libro de la Disposici6n para quienes tlO soncapaces deformarse por si mismos), del grancirujano cordobésAbu l-Qasim al-Zabr~wi (m.c. 404/1 013)':
- Ki"b a1- WisM (Ubro del. Almohada). delmédico, farmacólogo y geópono toledano lbn W.fid (m. 476/1074)'.
- Kítib al-Taysirji l-mudawat wa-l-tadbir (L'bro de la SímplífiCiJo6n en el tr~tdmíento yla dieta), del gran médico sevillano AbüMarwan Ibn Zuhr (Avcnzoar) (m. 557/1162)' .
- Kitiib al-Kulliy" fi I-pbb (Libro de la.s
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Generalidades eu medicina), del gran médico,jurista y filósofo cordobés lbn Rwd(Averme,) (m. 595/1198)' .
- Kitáb. al-lsliq$iI' wa-J·jbram Jr (ilay al-jira1;Ját wa-I-awram (Libro de la Indagadón exhallstiva y la confirmación probada en eltmtamienro de las heridas y los tllmores), delcirujano leY.lntino, afincado en Granada, Mubammad al-Safra (m. 761/1360)" .
- Kitáb 'Amal man tahba li-mar¡ 1)abba (Libro de la Prádica de la medicina para. quienlo des«) ,del gran poligrafo granadino Ibnal-Jatib (m. 775/1374)".
Antes de pasar a analizar las informaciones que nos proporcionan los autores mencionados, quiero insistir en que nos encontramos en una época en la que los conocimientos científicos, en gcncr:tl, dist:l.n mucho delos que existen en la actualidad, aunque hemos de establecer una razonable diferenciaentre los médicos -con mnyor o menor preparación teórica- y los curanderos o sangrado-res (alfagemes) -cuyas actuaciones eran absolutamente intuitivas o empíricas-o
Precisamente, al-Zahr~wI critica .a estosúltimos en uno C;ie sus textos, al hablar de unaextracción ·dentaria:
"No obstante, cuando el enfermo decidasu extracción, conviene que te aseguresbien de cual es la muela enferma, ya que,con frecuencia, el dolor engaña al enfermo quien piensa que éste se encuentra enla muela sana y se la saca; sin embargo, eldolor no desaparece h.asta que es extraídala muela cnfcrma.Y ya hemos visto hacereso, algunas veces, a los alfagemcs.(...) Conviene que .actúes con acierto alprofundizar en la incisión alrededor de laencía, por cada lado, y que tengas cuidadopara que no se rompa la muela (...). Debesprocurar no ser tan osado ni tan atrevidoen tu actuación como los alfagemes, quienes al realizar las extracciones no tienenen cuenta todo lo que acabamos de describir, pues es frecuente que la gente actúe con tanta osadía que es tacil que se lesrompan las muelas y queden en la encíatodas sus raíces, O parte de ellas".
El problema e.'l aún mayor cllando a la falta de conocimientos se le añaden también la
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falta de escrúpulos. como lo demuestra la siguiente anécdota recogida por el historiadory médico cordobés lbn Yul9ul (m.p.384/994)que, si bien no se refiere a ningún personajeandalusí, nos pone de manifiesto como entodos los tiempos ha habido charlatanes quese burlan de los males ajenos y las graves consecuencias que ello conllev;¡, no sólo a nivelmonetario sino también fisico:
"(...) Había un hombre, alrededor del cualrevoloteaba un grupo de necios, que decía: provengo de AJepo y he conocido aGaleno, quien me transmitió todos sus conocimientos. Lo que os voy a mostrar esun mcdicamento útil para las muelas cariadas; y el villano había preparado una bola.hecha de pez y alqui,tcin, y la había colocado sobre las ascuas. Luego atrajo hacialas brasas la boca en la que estaban lasmuelas cariadas, con toda su imención; elpaciente no tuvo más remedio que cerrarlos ojos y el charlatán aprovechó este momento para 'esconder en su boca unos gusa'nos que había preparado de antemano,los cuales sacó 'posteriormente de la bocadel dueño de las muelas. Cuando hizo eso,los necios le arrojaron todo lo que llevaban consigo. Sin embargo, el charlatán aúnfue más lejos llegando a cortar las venasque no estaban sobre ninguna articulación.Cuando vi eso, continúa Galeno, me di aconocer a la gente diciendo: yo soy Galeno y éste no es más que un necio, (un completo embustero). Luego me guardé de ély le conté lo sucedido al sultán. quien 10eliminó (...)12".
Pero pasemos ya. al análisis de los textosseleccionados para saber cuál era el grado de
.preparación que tenían los médicos andalusíes.Los conocimientos sobre anatollÚa son
bastante elementales y apenas cncontramosreferencias a este respecto: sólo algunos detalles sobre el número y la naturaleza de los dientes, y una breve descripción de la lengua y susfunciones.
En el primer caso, al enumenr las piezasdentarias, como parte integrante de los huesos de la cabeza, nos dice Averroes:
"Los dientes son treinta y dos, dieciséis encada maxilar; de éstos hay dos incisivos in-
teriores, dos incisivos exteriores, dos caninos, cinco muelas en el lado derecho y cinco muelas en el izquierdo, aunque tal vezel número de muelas sea menor, reduciéndose a cuatro. Las raíces de las mudas dc lamandíbula -superior son tres en cada lado,o tal vez cuatro, y las raíces de las muelasde la mandíbula inferior son dos, o tal veztres; el resto de los dientes tienen una solaraíz (...)".
Vemos que, :1 pesar de no establecerse,como era de esperar, la distinción entre lospremolares (4 en cada maxilar) y los molares(6 en cada maxilar), sí coincide el número t~tal
de dientes y su distribución. Las dudas deAverrocs sobre el número de los molares, porotra parte. parecel1lógicas si tenemos en cuentaque el tercer molar (muela cordal o del juicio) no se desarrolla en el hombre hasta laedad adulta.
También, los médicos andalusíes, eranconscientes de la diferente naturalcza de losdientes según la edad de las personas, en función de las aJteraciones que la complexiónhumana experimenta con el paso del tiempo.Todo ello sólo viene a demostrarnos, comopodemós comprobar en el texto de al-Zahra:wJ:que se reproduce a continuaCión, la fidelidadcon que se segUían las teorías galénicas sobrelos humores y los temperamentos:
"Existen cuatro tipos de dientes: los dientes de los niños, los de los jóvenes. ros delas personas adultas y los· de los ancianos.Los primeros son unos dientes que estánen continuo crecimiento hasta que la persona cumple los veinte años, nonnalmente. La complcxión de la persona es caliente y húmeda.Los dientes de los jóvenes son los que yaestán acabando su crecimiento, concluyéndolo hacia los cuarent::l años, frecuentemente. La complexión de estas personases caliente y seca.Los dientes de los adultos son los que yahan .comenzado su declive y su deterioro;lo más habitual es que esto suceda hacialos sesenta años. La complexión de estaspersonas es fría y seca.Los dientes de los ancianos son los que yahan perdido la fuerza, lo cual suele suceder hacia los ochenta años y hacia el 6nal
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de la vida.Y la complexión de estas personas, finalmente, es fría y seca, porque sushumores están constituidos por deshechosenfermos, mucosos y fríos.Así pues,a los dientes infantiles corresponde el crecimiento y ef poder de la sangre;a los dientes juveniles el poder de la bilisamarilla; a los dientes adultos el poder de
la bilis negra; y a los dientes vicjos el poder de la flema".
Respecto ;1 la anatomía de la lengua, lasinformaciones son menos precisas, describiéndola como una carne blanda en la que existennumerosas venas, arterias y nervios; encimade ella, hay un hueso recubierto por el ~lodel paladar y, debajo dos orificios cuyos conductos van a formar una bolsa en la que seencuentran 1::Is glándulas salivares. En cuanto
a su utilidad para el cuerpo humano,sólo se lereconocen dos funciones: ser la portadora delsentido del gusto y la que nos permite articu~
lar las palabras, sin hacer ninguna referencia a
la importancia de la lengua paca masticar ydeglutir los alimentos.
El resto de las informaciones pert~ecen
todas a temas de patología buco-dental ya quetr:ltan. básicamente, de las distintas enfermedades que pueden afeetae a estas partes delcuerpo y del modo de tratarlas. La terminología empleada por todos los autores es bas
tante elemental, es más descriptiva que especializada, 2unque creo que, en algunos casos,se puede adaptar a la terminología actual y,por ello, voy a tratar de hallar un camino intermedio entre ambas épocas. Es decir, voy apresentar una clasificación de todas la afec'ciom:s a partir de Wl esquema actualizado pero
Extmwón de una muela. Mil/el Library de &l4nbul.
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respetando los términos que aparecen en lostextos andalusíes para, de este modo, poderapreciar mejor la importancia de la documentación presentada.
Las afecciones mencionadas son de muydiversa índole y, aunque algunas de ellas podrían ser incluidas en más de un apartado, lashe reagrupado del modo siguiente:
1) Infecciones odontológicas2) Infecciones de la cavidad bucal3) Anormalidades en el des.'lrrollo4) Lesiones patológicas5) Lesiones traumáticas6) 0= patologías
En el apartado 1 son mencionadas las siguientes afecciones: caída de dientes y muelas, caries dental, dentera, dolor de dientes ymudas, movimiento de dientes y muelas, ysarro dental.
En el apartado 2: aftas -que pueden afectar a los labios, a la lengua y a toda la superficie bucal-, botorcs -que pueden afectar tamoa los labios como a toda la superficie bucal-,corrupción -que puede afcctar tant9 a lascncías como a toda la superficie bucal, inflamación de encías (gingivitis) y labios, piorrea,postemas en la lengua, y pústulas- que pueden apa"recer tanto en los labios como en todala superficie bucal.
En- el apartado 3: atrofia dd gusto y delhabla, crecimiento anormal de dientes y muelas, crecimiento anormal del frenillo, crecimiento excesivo de las encías, disminución dela carne de las encías, engrosamiento anormalde la lengua (glositi~), grandeza de lengua, ypequeñez de lengua.
En el apartado 4: cáncer -sólo se menciona ellabial-, fistulas bucales, gangrena labial,grietas -que pueden afecrnr tanto a los labioscomo a la lengua-,llagas -que pueden aparecer tanto en las encías como en toda la superficie bucal, hemorragias, llagas malignas -especialmente, las que afcctan a la superficieb.ucal-, nódulos labiales, quistes en la lengua,torcedura de boca,tumores -que pueden afectar a las encías, a los labios, a la lengua y a todala superficie bucal-, y variccs labiales.
En el apartado 5: dislocación de mandíbula, y fiactura dc mandíbula.
Y, finalmente, en el apartado 6: ablandamiento -que puede afectar a las encías y a la
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lcngua-, abundancia de· flujo salivar (sialorrea),aspereza de lengua, escasez de flujo salivar(sialosquesis), humedad nociva que afecta a (asencía, mal aliento (halitosis), y pesadez de lengua.
En gencral, todos los autores son poco explícitos a la hora de definir cualquiera de lasafecciones mencionadas pues consideran quetodas ellas son suficientemente' conocidas y,por ello, se limit.1n sólo a nombrarlas. No obstante, resulta curiosa la diferenciación quc scestable ya, en esta época, entre el dolor de dientes -dolor (way ? provocado por alguna sustancia, caliente o fría, por gases, por caries, etc.,que afectan al diente- y _la dentera -dolor(ta'allum) que se produce al masticar y cuyacausa es)a ingestión o el vómito de sustanciasácidas-o
También; es de destacar la importancia quese le concede a la liinpieza de boca, en general, y'a la eliminación del sarro en los dientes,en particular, como vemos más adelante.
Además de los tratamientos terapéuticos,de los que nos ocuparemos más adelante, enc.ontramos bastantes referencias de caracterprofiláctico y cosmético: por ejemplo, hay recetas para limpiar y blanquear los dientes; paralimpiar las encías y favorecer su crecimiento;para fortalecer los dientes, las encías y las Illuelas; para prevenir la infecciones bucales; paraperfumar el aliento y para teñi.r de rojo loslabios.
Las principales recomendaciones que hacen los médicos cuando existe cualquier tipode afección dental son las siguientes: evitar losvómitos, no hablar mucho, no morder sustancias duras o viscosas -como huesos de frutas yresinas-, evitar la alternancia entre lo calientey lo fria y procurar no aplicar fomentos calientes a los dientes si no es dos horas antes O
después de las cernidas. También, se aconsejacubrir el entorno del diente cuando se debatratar algún problema del mismo, y procedercon suavidad en los empastes, ya que eso provoca dolor. Respecto a las ~emás afecciones,110 hay consejos generalizados de carácter preventivo ya que, al ser tan diferentes unas deotras, cada una de cUas deberá ser tratada deacuerdo con sus características especí6cas.
Ninguno de los autores es demasiado explícito al hablar de la etiología de las enfermedades aunque, salvo en los casos evidentesde causas externas como, por ejemplo, las grie-
tas labiales o las fractur<!.s, continúan aplicando la teoría humoral y el tratamiento de lasenfermedades con sus contrarios -tanto a nivel de medicación como de alimentaciónpara rectificar los humores que se hayan endesequilibrio y que producen la enfermedad.Es decir, que las enfermedades de origen caliente se combatirán con medicamentos o alimentos de naturaleza fria,las húmedas con 10seco,las secas con lo húmedo, y las frias con 10caliente.
También, en este punto, siguen todos lospreceptos hipocráticos y están todos de acuerdo en que lo más importante y lo primeroque hay que hacer es suprimir la causa queorigina la enfermedad ya que, en muchos casos, eliminada la causa, desaparece la consecucncia, es decir, la dolencía.
Por ejemplo, si los dientes se caen a causade una infección en las encías, se recomiendael empleo de dentífricos que contrarrestendicha infección para evitar así la caída. Aquítenemos la receta de uno de estos dentífricos:
"Se tom~ un mrt (arrelde) de cal viva pulverizada y medio rart de sal. Se vierte sobre ambos agua hasta -que los cubra undedo por encima y se deja tres días. Luegose coloca en un trapo tupido que se tuercepara sacar el agua, no cesando de hacerlohasta que el agua salga pura. Se coloca entonces en un recipiente de cobre rojo quese pone sobre el fuego y se hace hervirhasta que se quede seco. Se remueve y,cuando se espese, se le echa agua de granada ácida o agua de uva ácida,_ en cantidad de un cuarto de rart, una uqiyya (onza)de agua de manzana ácida y otra de zumode uva. Se bate perfectamente hasta quetome una consistencia semejante a la miel,se coloca en un recipicnte y se frotan losdientes con eso, enjuagando las pústulasde la boca con agua caliente cn la que sehayan hervido semillas de albahaca y zumaque. Si quiere Dios~ ¡ensalzado sea!"
Respecto a Jos tratamientos, en general, laprimera cuestión que hay que señalar es que :.no todas las afecciones son tratadas de un mismo modo y, por tanto, es preciso estableceruna clara diferencia entre la patología general-que se dedica a solucionar problemas máselementales y que utiliza, casi siempre, una
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Primera parte de la Ma~la dedicadd a iLz cirngla deal-Zahr:Iwl.
terapéutica alimentaria, farmacológica y máscon.'iervadora-, y la patología quirúrgica oralo maxilofacial-que engloba una serie de enfermedades y procedimientos más complejos,~omo pueden ser las extlOlccioncs dentarias y
la manipulación de las infecciones, los quistes.los rumores, y las malformaciones y alteraciones en el desarrollo, etc., que no han podidoser resueltas mediante la alimentación y/o lafarmacoterapia-.Este último punto es común
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a todos los autores: sólo debe emplearse la cirugía cuando todo lo demás no ha surtidoefecto, ya se trate, por ejemplo, de curar unasimple grieta en los labios, de combatir undolor de muelas, de solucionar un problemade crecimiento excesivo de carne en la cncíao de eliminar unos quistes en la lengua, comose puede comprobar a continuación:
"Suelen aparecer en los labios unas grietasque reciben el nombre de "pelos", y estoocurre, de una manera especial, en los labios de los niños. Es frecuente que al tratar dichas grietas (...) este tratamiento nosurta efecto, entonces, debes calentar uncauterio pequeño y afilado (...), cuya parte interna estará tan afilada como un cuchillo; colocarlo, caliente, con ligereza, enel seno de las grietas hasta que la cauterización llegue al fondo de las mismas; después, lo tratarás con el cerato hasta que secure, si Dios quiere.Cuando existe algún dolor de muelas, procedente de una causa fría, o éstas tienenalguna ca~ies sin que les resulte provechoso el tratamiento farmacológico debGs cauterizarlas aambos lados; ésta cauterizaciónpodrá realizarse con manteca o con fuego.y la carne excedente se trata con medicamentos repelentes fuertes y se cicatriza conlos polvos; si esto no hace efecto, deberásemplear el bisturí.Los quistes se tratarán con medicamentospungentes y desecantes, tales como la sal yel tomillo; si esto no hace efecto, deberásemplear el bisturi".
Sin. embargo, es muy frecuente buscar uncamino intermedio entre la farmacología y lacirugía,propiamente dicha, empleando la sangría -bien mediante el corte de las venas correspondientes (flebotomía), utilizando sanguijuelas o sirviéndose de ventosas13
-. y las purgas, como complemento a la terapéuticafarmacológica.
De todos es conocido el abuso que, tantoen la Antigüedad como durante toda la EdadMedia, las distintas civilizaciones hicieron deeste método y los grandes petjuicios que estoocasionaba a la persona afectada. La creenciageneralizada era que la mayor parte de las enfermedades provenían de un exceso de sangre en el cuerpo y que al disminuir el volu-
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men de sangre, éste se purificarla y el enfermo sanaría aunque éste, en ocasiones, moríaantes por desfallecimiento que por la propiaenfermedad.
Respecto a los tratamientos, es preciso distinguir entre aquéllos que corresponden a lamedicina convencional y otros métodos alternativos -por emplear términos actuales--.
Los tratamientos convencionales que seprescriben para combatir las afecciones bucodentales son naturistas, es decir, se sirven desust.'lOcias naturales. Dentro de esta predilección por 10 natural, predomina la terapéuticaalimentaria sobre la farmacológica y, en estaúltima, el empleo de los medicamentos simples sobre los compuestos. Como ya hemoscomentado, con anterioridad, sólo se recurre,a la cirugía cuando todos los demás procedimientos no han dado resultado. Por tanto, tam,bién nosotros, nos ocuparemos de la terapéutica quirúrgica en la parte final del trabajo.
Entre los tratamientos menos convencionales, o alternativos, se encuentran las prácticas de carácter religioso (medicina del profeta) 'y las de carácter mágico y superticioso(jawa¡¡).
En cuanto a la alimentación del enfermo,se procura siempre que esté adecuada al tipode enfermedad que padece pues, según tengaun origen frío o caliente, húmedo o seco, seránecesario que ingiera alimentos calientes, mos,secos o húmedos, respectivamente, para contrarrestar las causas que están provocando laenfermedad. Por ejemplo: para las afeccionesde complexión caliente, se tomarán sustanciasrefrescantes como, por ejemplo: hortalizas,zumaques, agraces o polluelos en vinagreta;para las de complexión fríá, sustancias calientes, tales como: legumbres y otros productossecos, fritos, asados, pan de arroz, miel y huevos pasados por agua; para las de complexiónhúmeda, sustancias desecantes del tipo de: sal,mostaza y arcilla; para las de complexión seca,sustancias húmedas, tales como: aceites, cerasy grasas; para los dientes móviles, sustanciasastringentes y ácidas, etc.
También, se tienen en cuenta los efectosdirectos que, desde el punto de vista físico, hacausado la enfermedad sobre el paciente y, así,cuando se trata de una fractura de mandíbula,se le reco~endaque evite masticar cualquiertipo de alimento y que siga una dieta blanda,a'base de alguna sopa suave, o similares.
En cuanto a los tratamientos farmacol6 ....gicos son muy variados: en total, teniendo encuenta todas las recetas que se utilizan, sonempleadas más de trescientas sustancias -principalmente de origen vegetal, aunque talll"bién las hay de origen mineral y animaJ-.Ofrecer aquí el listado de todas ellas alargaríainnecesariamente este trabajo y, por eso, Illevoy a limitar a comentar, a modo de ejemplo,sólo aquéllas que nos pueden resultar másconocidas y que, al mismo tiempo, son empleadas con mayor frecuencia -ya sea de forma aislada o mezcladas con otras-o Se trata delas siguientes: azúcar, miel, sal, vinagre, opio ybeleilo.
1aI vez le pueda sorprender al lector quese emplee el azúcar y la miel para tratar estetipo de afecciones, principalmente, cuandotodos sabemos los efectos nocivos que el consumo de estas sustancias tiene para la dentadura. Sin embargo, la explicación es facil yaque a ambas sustancias se les atribuyen propiedades detergentes, desecativas y resolutivas. Entre sus principales utilid'ldes y form:lsde empleo se encuentran las siguientes: parélcombatir la dentera, frotar el lugar con mird;para,evitar la caries,emplear un dentífrico elaborado con hojas y frutos de zarza y azúcar, ocolocar sobre el diente eléboro blanco amasado con miel; para el dolor provocado por lacaries, hacer gotear sobre el diente una mezcla caliente de alumbre y miel; para evitar lacorrupción en los dientes, el ungüento egipcio, cuyos ingredientes son: vinagre, miel y
cardenillo; y, para evitar las aftas procedentesde la bilis amarilla,. frotar sobre ellas azúcar depilón, alumbre y vitriolo.
En cambio, el empleo de la sal y el vinagreparece estar mucho másjustificado, sobre todoporque ambas sustancias continúan empleándose aún en nuestros días en la medicina popular pues tienen propiedades astringentes,corrosivas, resolutivas, detergentes y cicatrizantes, aunque el vinagre, además, se empleacomo refrescante y desinfectante.
19uahnente, resultl fícil de entender el empleo del opio y del beleño, ya que ambos tienepropiedades analgésicas, narcóticas y cahnantes.
Las principales utilidades y formas de empleo del azúcar y la miel son las siguientes:para combatir el dolor de origen mo, podemos emplear alumbre quemado y purificadocon vinagre y sal, o amasar semilla de beleño
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Aglya quirrlrgicl1, s. XlI-Xlll pr«edenle del MlUeoA rqlleológjaJ de Aliamle.
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y opio con un concentrado de uva o miel; siel dolor es de origen caliente y existen palpitaciones, habrá que emplear opio y cocimientoo raíz de beleño con vinagre; para combatir ladentera, resulta de mucha utilidad aplicar saldirectamente con la mano o masticar o frotarlos dientes con nueces, almendras, aveUana,~ yfrutos similares, y, también, masticar verdolaga;y para facilitar la cicatrización de las heridas,después de una extracción dcntaria o cualquier otra"intervención quirúrgica, es beneficioso enjuagarse la boca con vinagre. con salo con una mezcla de ambos.
El resto de los tratamientos son muy similares a los mencionados, sólo varía el númerode sustancias empleadas, la forma de utilizarlas y la finalidad con que se emplean pues hayalgunos tratamientos que son comunes a varias enfermedades y otros que son específicospara una concreta.
De todos ellos, además de los mencionados, me parece interesante comentar el sistema empleado por los médicos andalusíes pararealizar los empastes dentarios ya que, a diferencia del actual,_ no utiliza amalgamas sinoalquitrán y otras sustancias vegetales. Por ejemplo: agalla de tinte; mirra; semilla de puerroamasada con alquitrán; mecercón y. leche delechetrezna, amasadas con alquitrán; almizcley almáciga; almáciga y alumbre; y vitriolo rojoegipcio mezclado con resina de terebinto.
También, resulta especialmente curioso untratamiento para acelerar el crecimiento de losdientes elaborado a base de juncia, manteca yaceite de azucena: después de mezclarlo todo,se unta sobre el diente para que éste crezcamás deprisa.
Como ya hemos comenudo, hay otras ocasiones en qut::" al igual que sucede en nuestrosdías, se recurre aprácticas menos convencio- .nales, como se puede comprobar en los siguientes ejemplos:
Para combatir la caries dental14 :
"Tomado de Ibrarnm b.Mu~mmad quiendij<?: Los compañeros del Enviado de Dios-Dios le bcngida y lo salve- cogieron granizo para él -Dios le bendiga y lo salveque lo comió y dijo tEsto evita la caries.",
Contra el dolor de dientes ls :
"Tomado de 'Ibn 'Abbas que contó queun hombre se quejó al Enviado de Dios -
Dios le bendiga y lo salve- de dolor demuelas y él -Dios le diga y lo salve- lehizo un encantamiento diciendo: c¡Cálma;'te, oh viento.Yo te calmo c;on Aquél quecalma todo lo que hay en los cielos y en Intierra, que es Dios, el Oyente, el Omnisciente». Dijo aquello siete veces, y el hOl1l~bre curó, eligiendo los musulmanes, desdeentonces, aquel encantamiento contra eldolor de muelas~
Se quejó 'Abd AUah b. Rawa al Enviadode Dios de dolor de muelas y él dijo: lCAcércate aAquél que me envió la verdad; yo loexhortaré en favor tuyo. Nadie puede hacerlo sino aquél que. descubre el mal•. Luego colocó su manto sobre la mejilla en 1;1
que tenía el dolor y exclamó: «Aleja de élel dolor [¡oh Dios!], pues te exhorta tuprofeta, el bendito, el mcquí, el siervo deDios». Dijo esto siete veces y Dios lo curóantes de que terminara".
Otros métodos alternativos para combatirel dolor de muelas son, por ejemplo, haceruna escarificación alrededor del diente cOllunos huesos afilados pasados por estiércol delobo; aplicar sobre el diente articulación devaca, después de quemada y mezclada con algún jarabe. La dentera, por ejemplo, se cm"colgando del cuello de quien la tiene un hueso de persona muerta.
También hay algunos otros tratamientoscuriosos que, aunque los propios autores nolos clasifican de "mágico-superticiosos", bienpodríamos considerarlos más dentro de esteapartado que del de la medicina convencional. Entre ellos, podemos destacar los siguientes: provocarle el eructo a la persona afectadade caries después de haber comido ajo, parasolucionar su problema; morder una vara dericino hasta que desaparezca el dolor de dientes; utilizar un dentífrico elaborado con cabezas de sardinas saladas, harina y cebada -quemadas y amasadas con mic1-, disuelto en zumode uva y un poco de vinagre, para limpiar yfortalecer los dientes; o este otro dentífrico, abase de posos de orina de ~ños mezcladoscon cal viva, arsénico y granada, para favorecer el crecimiento de las encías.
En cuanto a la terapéutica quirúrgica, podemos decir que el único que la utiliza entoda su magnitud es al_Zahrawy16, aunque,siempre que puede, trata de evitarla, sobre todo
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R.tprtSetltaá&n de al·ZAhrálvi. Biblioteca Nadonal deMadrid.
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cuando se trata de extraer alguna pieza dentaria. En este punto, es absolutamente conservador y, por ello, insiste constantemente en elperjuicio que la extracción tiene para el organismo:
"Es co~veniente que emplees todo tipode recursos en el tratamiento de las enfermedades de las muelas y renuncies a suextracción pues, una vez extraídas, no pueden ser sustituidas por nada ya que se tratade una sustancia noble, incluso cuando setrate de una extracción forzosa".
Así pues, encontramos multitud de recetas para tratar de solucionar los problemasdentales antes de que sea inevitable la extracción de cualquier pieza,'por ejemplo:
Receta de una untura que se aplica sobrela muela cariada, la cual no se volverá acariar después de eso y se quedará comC).estaba antes.Se toma ajenuz, se hierve, se machaca convinagre muy ácido y se coloca sobre ellugar cariado pues, así, la caries no aU~llen
tará, como he dicho.Otra receta de Galeno, que te evitará tener que extraer la muela con el instrumento metálico.En primer lugar, acércate y limpia toda laparte que hay alrededor del diente, circundándolo; luego, toma vitriolo rojo, agallade. tinte verde, estafisagria, alumbre delYemen,azufi-e sin quemar o pimienta blanca. Pulverízalo todo, mézclalo perfectamente y úntalo sobre la muela. Si lo amasas con alquitrán te resultará de mejor calidad.Receta de un dentífrico de al-R1izi útilpara la caída de los dientes.Se toma balaustra, alumbre, sukkl7 , gomade acacia y orobanca, en la misma proporción.Se machacan y se frotan con eso las raícesde los dientes que se mueven.
También, en esta misma línea de preservación de las piezas dentarias, encontramos unamagnífica descripción sobre cómo reforzar laspiezas que se mueven para evitar que se caigan:
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Cuando las muelas delanteras se ·estremecen y se mueven, a consecuencia de algúngolpe o alguna caída; el enfermo no escapaz de morder sobre lo que está comiendo, para evitar que éstas sc le; caigan; y noles resulta provechoso el tratamiento conlos medicamentos astringentes, la únicasolución que tienen es reforzarlas con unhilo de oro o de plata -aunque es mejor elprinlero, ya que la plata forma cardenillo yse corrompe, cuando han pasado algunosdías, mientras que el oro permanece inalterable, nunca le sucede eso-. El hilo debetener un calibre intermedio, proporcionado a la anchura del intervalo que hay entre las muelas.La forma de- realizar el entrelazado es lasiguiente: toma el hilo e introdúce!o doblado entre las muelas sanas; luego, entre..,.teje con uno de los dos extremos del hiloentre las muelas que se mueven -sea una omás de una- hasta que llegues con el entretejido hasta la muela sana que hay al otrolado; después, vuelve entretejiendo haciael lado por el que comenzaste. Tu manoejercerá una presión suave y firme, hastaque no se muevan las muelas' en absoluto,y la ligadura del hilo la debes hacer juntoa las raíces para que no se suelte. Luego,corta uno de los extremos del hilo, preferiblemente con unas tijeras, únclo con elotro, trénzalos ambos con las pinzas, ocúltalos entre la muela sana y la muela móvil,para que no arañen la lengua, y deja loque has reforzado de ese modo. Si se desatara o se cortase el entrelazado vuelve aatarle otro hilo; esto le servirá el resto desu vida.Y ésta es la figura de las muelas y laforma del entrelazado entre las dos muelassanas y las dos muelas móviles, como verás.
Otra veces se soluciona el problema de losdientes móviles mediante la cauterización delas encías:
Cuando se relajan las encías, a causa de lahumedad, y se mueven las muelas sin queles resulte provechoso ningún tratamientofarmacológico, debes proceder del modosiguiente: coloca la cabeza del enfermo entu regazo, protege el cauterizador (....) situando una cánula sobre la muela, intro-
duce en ella cauterizador y procura no precipitarte. Mantén tu mano de este modo un
poco, hasta que el enfermo sienta que el calor del fuego ya ha llegado a la raíz de bmuela;luego,retíra tu mano y vuelve a aplicar el cauterizador varias veces, según elobjetiVó que quieras conseguir. Después, elenfermo se llenará la boca con agua de sal,la retendrá durante una hora y,luego,la arrojará. De este modo, la muela que se movíaquedará .6,rme, la encía relajada se fortaJecc
. rá y la humedad corrupta se secará.
También se recurre a la cauterizacióncuando existen fuertes dolores de muelas queno remiten con otros tratamientos:
Receta para cauterizar las muelas, cuandoexiste en ellas un dolor y una punzada intensos y no les hace efecto ningún medicamento.Se toma aceite de oliva, 1 onza; y mejorJna seca o su agua y alharma, se toma decada una una medida de 1112 adarmes.Se machaca y se hierve todo en el aceitede oliva; luego, se coloca en dos agttias,poniendo en cada una de ellas una porción del tamaño de un grano de pimienta,se toma una cánula de cobre o de hierro yse coloca sobre la muela; después, se calienta una de las dos agujas,sumergiéndola en el aceite de oliva -que estará al fuego- y se coloca sobre la muela en la cánula. Cuando se enfríe una, se tomaci la otra,que estará caliente. Se repetirá la operación seis veces y, así, el dolor se mitigarácompletamente. Debes procurar que elhierro caliente no toque la encía porquela quemaría. Éste es un experimento queno falla nunca.
Pero, cuando, agotados ya todos los recursos, no queda más remedio que extraerla, insiste al-Zahrawl en que se tomen todo tipode precauciones,.como ya hemos comentadocon anterioridad, porque el dolor puede engañar al enfermo y éste pedir que se le extraiga la muela sana en vez de la enferma.
Los métodos para realizar las extraccionesson varios, lUlas se sirven de la farmacologíay, los otros, de la cirugía.
En cuanto a las recetas más habituales parahacer salir los dientes, sin necesidad de recurrir a la cirugía, se encuentran las siguientes:
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Receta de un medicamento. que hace salirlos dientes sin dolor.Se toma harina de alcarceña, tamizada ylimpia, se amasa con leche de las plantascon látex, se aplica sobre la muela,se coloca encima de ella una hoja de correhuelay se deja actuar durante una hora.Receta de un. medicamento que extrae las
muelas.Se toman raíces de coloquíntida, se macha
can perfectamente con vinagrc.luego,se limpia la muela y se unta sobre ella durantetres o cuatro días, pues eso la arrancará.Otro que deshace las muelas.Se toma harina de trigo, el peso de 2adarmes, y se amasa con leche de las plantas con látex; se coloca sobre el diente y lamuela y se deja sobre ella durante un peóodo de tres horas, pues eso los deshace ylos hace salir.
Respecto a las técnicas quirúrgicas, en general, debemos decir que son bastante cuidadas, exactas e innovadoras para la época en laque nos encontramos, siglo X, y prueba deello es que toda la cirugía posterior se ~asó enellas. También, es de destacar la gran perfección de todos los instrumentos utilizados -lamayor parte de los cuales podemos encontrarhoy en la consulta de cualquier dentista o en
cualquier quirófano-, cuyas figuras hemospodido conocer gracias a la minuciosidad coneJ propio al-Zahriiwi nos los describe en suKitab 01-Tai'!f. A este respecto, el autor dejabien claro que s610 va a incluir aquellos instrumentos que utiliza con mayor frecuencia yllama la atención sobre la importancia de quesea el propio médico el que se diseñe el ins:"
trumeJital necesario para cada caso:
Debes saber que los instrumentos de lasmuelas son numerosos, así como el restode los instrumentos, apenas se pueden enumerar; y que el artesano experimentado yhábil en su arte ha de inventar sus propiosinstrumentos de acuerdo con las necesidades de su trabajo y de las propias enfermedades, porque hay muchas enfermeda
des para las que los Antiguos no menciomuan instrumentos debido a la diversidad
de sus clases.
En cuanto al resto del material quirúrgicoes bastante pobre: no hay referencias a mesas
o sillones de operaciones -casi todas las intervenciones buco-dentales se realizan apoyando al enfermo en el regazo del médico o contra la pared-; no hay referencias a sistemas especiales de iluminación ---se recomienda la iluminadón solar- y los apósitos y vendajes sonde los tejidos que usualmente se empleabanpara la ropa de vestir -algodón o lino-.
Respecto a las precauciones que debe (O
rnar toda persona que vaya a realizar cualquier
intervención quinírgica, cabe señalar el cuidado que hay que tener a la hora de realizarcualquier corte, para evitar que se produzcaalguna hemorragia, y la conveniencia de proteger las heridas, para evitar que se peguen laspartes qüe no deben, como podemos comprobar en la siguiente operación de frenillo:
Este ligamento, que aparece debajo de lalengua, puede ser congénito -la personanace con él- o adquirido -a consecuenda de la cicatrización de alguna herida-.La forma de operar en él es la siguiente:abre la boca del enfermo -:-estando su cabeza en tu rczago-, levanta su lengua ycorta ese ligamento nervioso, a 10 ancho,
hasta que la lengua quede liberada.Pero, si existe alguna dureza y nadulación-habiéndose producido esto a consecuencia de la cicatrización de alguna herida-,debes sujetarlo con un gancho' y rajarlo, alo ancho, hasta que elligam~nto esté cortado y los nódulos se hayan disuelto. Debes procurar que la raja no profundicedemasiado en la carne, no vayas a cortarallí alguna arteria y se produzca una hemorragia. Después del corte, el enfermose enjuagará la boca con agua de rosas ocon vinagre yagua roa. Luego, colocarásun apósito de lino debajo de la lengua, dcual deberá retener el enfermo cada noche para evitar que se le pegue por segunda vez.Si se produjera alguna hemorragia, debescolocar vitriolo pulverizado sobre el lugar; si no consigues cortar la sangre, cica
triza el lugar con un cauterio lenticularque es el adecuado para eso. Luego, conti
núa tratándolo hasta que se cure.
También, tienen clara ya los autoresandalusíes la diferencia entre un tumor (benigno), que tiene curación, y un cáncer, al que
Asa de presión estriada reaUzada en bronce y utilizadahabitualmente como instrumento quinírgko. MuseoArqueológico Nadorlal.
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es mejor no acercarse, como podemos comprobar en la siguiente operación de un tumorlingual:
A veces, aparece debajo de la lengua untumor parecido a una "rana" pequeña, quele impideTealizar su función natural, el cual,en ocasiones. crece hasta llenar la boca. La
-forma de actuar en él es la siguiente: abrela boca del enfermo -de cara al sol-, observa el tumor y, si ves que tiene un coloroscuro o negro, está duro y el enfeemanotiene en él ninguna sensibilidad. no ]0 toques porque se trata de un cáncer. Pero, sies de color blanco y está húmedo, debessujet:nlo con un gancho, rajarlo con unbisturí fino y liberarlo por cada lado; sibrotara mucha sangre. en el momento enque estás realizando esta operación, coloca sobre él vitriolo pulverizado hasta quese corte la sangre; y. luego, continúa contu trabajo hasta que lo extraigas completamente. Después, el paciente se enjuagarála boca con vinagre y sal y, posteriormente, seguirás aplicándole el tratamiento apropiado para eso, hasta que se cure.
Volviendo a los problerp.:;¡s dentales, es interesante la importancia que se da a la limpieza de la boca y a la eliminación del sarro, asícomo la precisión de los instrumentos empleados para este fin:
A veces se acumulan en la superficie delos dientes, por dentro, por fuera y entrelas encías, unas costras ásperas y feas decolor negro, amarillo o verde que llegan aprovocar la corrupción de las encías y queafean los dientes.Es conveniente que sientes al enfermo delante de ti -con su cabeza en tu regazo- yfrotes con arena la muela y el diente en losque veas las costras, o algo similar, hastaque no quede ni r.lstro de aquello; y 10mismo harás con lo negro, lo verde, loamarillo o cualquier otra cosa extraña, hastaque esté limpio. Todo eso debe desaparecer de los dientes en el primer raspado pero,si no fuera así, vuelve a aplicar el raspadorotro día, o dos, o tres, hasta que alcances elobjetivo deseado.Debes saber que las muelas necesitan unraspador con diferentes figuras y numero-
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sas formas, en función del objetivo que tepropongas. Lo más importante es que elraspador con el que se raspen las muelaSdesde el interior sea diferente al que seutiliza para el exterior, y el que se utilicepara raspar entre las muelas tenga otra figura.Y éstas son las diversas figuras de todos los raspadores que debes tener preparados.
También,se establecen diferencias entre laforma de realizar una simple extracción dental, en la que no hay problemas añadidos, y lade extraer las raíces de las muelas cuando, porcualquier motivo. se han partido al extraerlasy ha quedado algún trozo en la cncía, o cuando se ha fracturado o se ha extraído algúntrozo de mandíbula junto con la muela. Es deespedal interés el cuidado que pone en proteger la muela, cuando está cariada, para queno se parta al apretar sobre ella:
Cuando hayas verificado personalmentecual es la muela enferma, dcbcs hacer unaincisión alrededor del diente sirviéndotede un bisturí y haciendo un poco de fuerza a fin de separar cada lado de la encía;luego, lo moverás -con tus dedos o conunas tenazas fi~-, primero poco a poco,a fin .de estrcmecerlo, y, después, emplearás unas tenazas mayores para hacer másfuerza -la cabeza del enfermo estará entretus rodillas y lo habrás preparado para queno se mueva-; finalmente, extraerás lamuela con mucho cuidado para que no serompa. En el caso de que no saliera, y sóloen ese caso, toma alguno de los instrumentos que se emplean en estos casos, introdúcelo con cuidado debajo de la muela,por cada Jada, e intenta moverla como hiciste al principio.Si la- muela estuviera perforada o cariada,es conveniente que rellenes dicho orificiocon un trapo -apretándolo fuertementecon el extremo de una soncb fina-, a finde que no se rompa en el momento deapretar sobre ella con las tenazas. Conviene que seas certero~al profundizar en laincisión alrededor de la encía y tengas cuidado para no se te rompa la muela y quede algún trozo de ella que le provoque. alenfermo podredumbre, ya que.esto sería'peor que la enfermedad inicial.
Procura no ser tan osado ni tan atrevidoen tu actuación como los alfagemes, quic~nes al realizar las extracciones no tienenen Cllene. todo lo que acabamos de dC's~
cribir, pues es frecuente que la gente actúe con tanta osadí~ que es ficil que se lesrompan las muelas y queden en la ellcí~
todas sus raíces, o parte de ellas. Tambiénpuede ocurrir que,jumo con la muela, seextraiga algún trozo de mandíbula -coSo.'que hemos visto en ocasiones-oLuego, el paciente se enjuagará la boc;,¡,después de la extracción, con algún jarabeo con vinagre y sal. Si se produjese unahemorragia, lo que es frecuente, mach;¡cam un poco de vitriolo y rellenarás conél el lugar; si el vitriolo no te resultara útil,cauterízalo.
En los casos en que, comp hemos visto, sepresenta alguna extracción dificil, se prep;-¡Tllpreviamente el diente con algún tratamientofarmacológico para facilitar la extracción. Porejemplo:
Se toma pelitre, raíces de coloquíntida,cortezas de mecercón, cortezas de miz dealcapa~ro, cortezas de raíz de moral, raízde asafetida, arsénico,leche de lechetrezn:lo de adormidera, de cada uno 1 ~arte.
Se machaca todo con vinagre acre,luego,se deja al sol dutante tres días, machacándolo dos veces cada día, y se forman unaspíldoras, que se machacarán con vinagre,cuando se necesiten, y con las cuales seuntarán las raíces de los dientes. La unturnse hará, después de haber realizado una escarificación, durante unos cuantos dbs,varias veces cada día, ya que, así, se facilitala extracción de los dientes y de las m':lelas.
También encontramos otI25 recetas mucho más simples con esta misma utilidad:
Se toman raíces de coloquíntida, se m;¡chacan perfectamente con vinagre,luego,se limpia la muela y se unta sobre ella durante tres o cu~tro días, pues eso la arrancará.Se toma pelitre, se deja macerar en vinagre acre durante cuarenta días, luego, semachaca y se aplica sobre el diente que se
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quiere extraer -teniendo cuidado de notocar el resto de los dicntcs-, pues eso facilita su extracción.
Ya para finalizar,me referiré a la reimplantación de piezas dentarias. No podemos asegurar, de manera categórica, que esta técnicase practicara ya en esta época, pero existenindicios de que alguna vez se intentó volver areponer la propia muela que se había caído y
de que se realizaron implantes a partir de huesos de animales, como podemos comprobar acontinuación:
También puedes reponer una o dos muetas, después ,de que se hayan caído, en susrespectivos lugares realiz~mdo el entrelazado que hemos descrito y éstas se quedarán fijas; pero eso sólo lo podrá realizar unartesano diestro y meticuloso. A veces, setalla algún hueso de vaca, se le da la formade la muela, se coloca en el hueco que lami~lna dejó y se realiza el entrelazado talcomo dijimos, de este modo sc queda fija.
Conclusiones
Después del estudio presentado, podemosterminar diciendo que la odontocstomatologíafue un arte quc no se practicó de forma específica en al-Andilus, aunque casi todos losmédicos se ocuparon de ella en sus composiciones, sobre todo a un nivel práctico: recetaspara preservar la salud dental.
En general, se siguen aplicando las teoríasde los grandes médicos clásicos, tanto griegoscomo árabes, a las que no se aportan grandesnovedades desde el punto de vista de la anatomía, la patología y la farmacot~rapia.
La cirugía, en cambio, experimenta en estaépoca grandes avances, gracias al buen hacery la constante preocupación de al-Zahr;¡wl,quien demuestra constantemente.sus gnndcsconocimientos de anatomía y de técnicasinstrumentales.
Se tratan de conservar por todo los medios las piezas dentarias, retrasando lo másposible la extracción de las mismas.
Los reimplantes dentarios se practicaronde forma muy aislada ya que se considerabauna operación que entrañaba mucha dificultad y que sólo podía ser llevada a cabo por unartesano diestro y meticuloso.
Las principales reco·mendaciones cuandoexiste cualquier tipo de afección dental sonlas siguientes: evitar los vómitos, no hablarmucho, no morder sustancias duras o viscosas, y evitar la alternancia entre lo caliente ylo frío.
Instrumental
NASR, S. H., Islami, sciena.An llfllstrated study. Inglaterra, World of Islam Festival PubJisbingCompany Ltd., 1976,p. 171, fibrura "107.
jACQUART, D., La médedne, entre p. 128-129, figs.S Y 6, reproducción de instrllmental de alZahrawI.
ZOZAYA, J., "Instrumentos quirúrgicos andalusi..", BA Ea, 20 (1984), p. 255-229.
El legado dentfjico atldalusl, catálogo de la exposición presentada en el MuseoArqueológico Naciona! (Madrid, abril-junio 1992), Ministeriode Cultur.!. (Centro Nacional de Exposiciones) y Ministerio de Asuntos Exteriores (Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe),Madrid, 1992, pp. 269-288 (concretamente enla-p. 278 hay unas para muelas; también podriaservir, p. 279 Yen p. 286).
Notas
1. El contenido de esta obra. puede verse en:CELENTANO, G., "Le petit traité def;lunayn b. Isbaq sur la prophylaxie et la·thérapie des dents",Amb¡,o,21 (1974), 245251.
2. Otto Spies publicó, en el año 1966, un valioso artículo sobre este tema (Sildhoffi ArciJivFiir CesclliciJlc der Medizin und der Natunvissenschaften, vol. 46, cuaderno 11, Wiesbaden)que, dos años más tarde, fue ampliado y publicado en árabe con el título tibb al-asnan'inda al· 'aralJ, Dicho artículo contiene unasinopsis de la odontología, a partir de los a.utares árab~s. algunos textos del Firdaws al~likma. de al-Tabari, del Kiláb al· 'Umda ji l.yiraha de lbn al-Quff(m.685/1286) y de 01·DU5tir al·blmaristani de Ibn Abli I-Bayan(m.634/1236), y diversos tratamientos prácticos de los dientes. Cfr. SPIES. o.,"La odontología árabe", Revista del IlIslituto Egicpio deEstudios Islámicos, 14 (1968), 199-230.A pesar del tiempo transcurrido desde su publicación, son también de gran interés los tr.l.
bajos de.KHALIFAH,E.S.,"Ar.!.bian description of dental caries in the tenth century",The journol of the Americon Dental Assodation
Varilla quinh:,,!ica, s. XlI·XIlf..Musco arqtleo16glco deAlicatlte.
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LA MEDICINA ENAL-ANDALUS---------~-------------~-----------~-
artd (he OtI/ItI/ Cosmos. 24 (1937),1847-1852, cíll! de la Naturaleza tn aI·Amlalus. Jextos y Es· lta~t. Matbü'3cAk3dimiyya :11-MamJaka alquien recoge algunos fragmemos de alguna ludios Ul, ed. por E. Gan:Í3 Sánchcz, Granada MagribiY~11990.de las obras mencionadas; KHALIFAH,E.S., 1994, p. 79-119; Y"Estudio farmacológico También su padre.Abii 1·'A12 (m. 525/1131).:md HADDAD, S.1.. "Dental glcanings from de la Maq51a XXI del Kit~ al·'J~y de 011- menciona en su Kitif6 al-Muytlrmbit 20 ren-Ar::abian Medicine". 'J71tJollmal ofd/tAmmam Zahr3w¡". Ciencias de la Natura/un fll al· w pan combatir divetS3s afecciones buwIxural A5Socialion anJ Ihe ~ntQl Cosmos, 24 Andalus.Talos y Estudios IV, cd. por C. Álvarez. denalcs,cfr.AIlO L- 'ALA' ZUHR,Kit3ft "l·(1937), 944-955, en la misma línea que el de MoraleJ, Cnnaw, 1996, p. 235-255. Muyarmb5t (Ubro tle fas expfflcndas mMint().:unerior; y ROSENTHAL, E, "llibliograp- 5. En algún caso, me ha parecido oportuno re- Edici6n, tr.lducciÓn y estudio por C. Álv.ln-'"hica! notes on medieval Muslim dentistry", coger información de algún otro autor y así Millán. Madrid, 1994.BIIUetil1 of tl.e lliltOry of IIIctlicitle, 34 (1960), lo especifico en la correspondiente nota. 9. Ed. crítiC'3 por ].M· Fórneas y c. Álvarez d.·52-60, quien, adenili de la relevancia de los 6. I)e eJe obr:l: se han utilizado tres texros dis- Morales, 2 vo4., Madrid 1987.textos médico! ~n el eswdio de la odonto- tintos pertenecientes, "respectivamente, a la 10. Ed. Y trad. de LLAVERO RUIZ, E., VII fr.,.
logia, también, comenta el interés que pue.,. maq:rla 1 de su K. al·TttVif. que es una inrro- tado dc o'nlgfa 'fispalloámbe dd sixlo XI V: IJden suscitar algunas obras de poesía, de juris- ducción general a toda la obra (edición de "J(jtlb al-/stiqp"'de M¡l1)drll",ad al-Sa}i'a.EtIiprudencia o de fISionomía, entte otras, ya que M. al-JauabI. "Muntajabn nun al-maq:ilat ;:.l- ción critica y traducción española con g1~1
en rodas ellos se pueden recogen, en OC25io- üla: ou'lüm.:ir':Imma", en al-Tibb wa-l-a tibbJ' rio de términos técnicos y sustancias, 2 vok.nes, anécdot:ls curiosas a esre respecto. Ji /·Anda(us al-i115tlfiyya, Beirul 1988,1, p.134- Granada 19K9 (microficha).
3. Además de )os textos que se incluyen en este 140); a la maq5fa 11, dedicada a la definición y 11. &l. de VÁZQUEZ DE BENITO. M. C ..trabajo, puede ~ultar de interés para c1lec- clasificación de las enfermedades (edición de Salamanca, 1972.(or con~ultarlos trabajos de GROSS, G."L'art M. al-Jattibi, "A(lsn:if al-amri wa- 'al;¡:ll1:Itu- 12. Cfi:.IBN YULYUL, Talklq!ft al-a tibb¡'II'lr-1dentairc chez les :lrabes. La chirurgie h¡¡ ti Kitib al· Ta~rif', en il/· pbb wa·l-a ribblf', 1, /;lIlkallll'. Ed. F. Sayyid, El Cairo, Instiltlld'Abulcasis", L'Odollwlogie Z" série, vol. 9 pp. 144-210); a la m(lq5/a XXI, dedicada cx- Franlj"ais d' Archéologie Oriental, 1955 {"C;,·(1899),455-464, YNIEL, CH.,"L'l chirurgie presamente a los medicamentos de la boca, Ileraciones de médicos y sabios". Intr., trnd. ~
dentaire d'Abulcasis comparée ;¡ celle des los dientes y la lengua (ms. n" 134 de la Bi- estudio por E. Llavero Ruiz. Memoria de 1..1maures du Trarza", RCLllle de Stolllatologie, 18 blioteca Real de Rabat,p. 118-160 -Vid.AL- cenciatura presentida en la Universidad d,·(1911),169-180 Y 222-229, ya que, a pesar JAn-A.I3T,M., Ca/alagues oflhe Uoyil/ UbTary, Granada en 1979 (inédita).), p. 43, dentro .1,·del tiempo transcurrido desde su publicación, vol. 11: Seetioll oJ tite Mamuaipls cif Mcdednc, la biografia n" 15 dedicada a Galeno (m: ,no han perdido actualidad, pues csdn dcdi- PllflTlI/(/cy alltl Allied &icllcl!5. Rabat 1982, p. 200 d.C.).cados a :maliza"la obra de este autor. 73-, y ms. n" 502 (Colección Banr Aga) de la 13. Este es el procedimiento recomendado cuall
4. Ya, en otras ocasiones, me he ocupado de es~ Biblioteca Sulayrnaniyy:l de ESl'ambul - Vid. d().el enfermo es un nmo, seguramente, PUltos temas, como se puede comprobar en mis AL-ZAHRA.WT, (11.- '/a~T!ffj-l1Iall 'apiza 'at/ (1/- considcrnrlo menos agresivo.siguientes trabajos:"Afecciones dentales más t(l'/Ij. Frankfurt t986 (prol. F. SEZGIN), 11, p. 14. Cfr. ION f:"IABTD, MlIjlfl~rft I-ribb (OJnlpl'llhabituales en los tcxtos médicos hispanoára- 100-112); y a la IHilq!f/(I XXX, dedicada a la dio de mediej"a). Introducción, edición críticlbes", Bolerln de la Asodación Espaiio/a de cirugía (edición de M.S.Spink and G.L.Lewis. y traducción de C. Álvarez de Morales y l·ÓriclltClU11aS, 27 (1991),33-52; "Afecciones Alb//casis. On SrlTgeTY alld iJlJtmmellts. Berkeley Girón hueste. Madrid, 1992, p. 71. 18 v.buoles en algunos rextos médicos andalusÍes", & L05 Angeles 1973). 15. fbirlem, p. 120, 43 f.
Cietlcias de la Natllmleza ell al-Andalus. Textos 7. Traducción de ÁLVAREZ DE MORALES, 16. El resto de los médicos no pa5:m de peqm'y Es/lidios 1/, ed. por E. Carda Sáncbez, Ma- c., El "fibra de la a{mofuzda" de Ibll W5Jid de ñas esarifiociones o algun.a cauterización.drid, 1992, p. 221-255; "Los elementos de "/o/edil (Rcatario midiro ára~ del siglo Xl). 17. Medicamento compuesto de agalla de tilllt·.matcria médica de 1:1 MnqNa XXI del Kir¡b 1hlcdo, 1980. pasas, mirobilano émblico, aceite de oliva \al·Ta$riJ de al-Z:J,hrJwi y sus fuentes", Cit'lI- 8. Ed. Muammad b. 'Abd A1Lah al-Rawd:i.ni, almi7.cle.
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