la matanza de san ignacio río muerto

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martires

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La matanza de San Ignacio Ro Muerto

Revelaciones de un sobreviviente

El profesor Heriberto Garca leyva revel la relacin que tuvieron los campesinos con las organizaciones guerrilleras, la presencia de representantes de Lucio Cabaas y de varios estudiantes del Quinto en las tomas de tierra.

Tomado de: Jos Luis Jara / CagatintasDia de publicacin: 2014-12-08

Si al profesor Heriberto Garca Leyva no se le hubiera atorado una bala en su rifle M1, durante los trgicos acontecimientos de San Ignacio Ro Muerto, ocurrida el 23 de octubre de 1975, no viviera para contarlo.

l y Juan Leyva se parapetaron detrs de un "vochito". Juan quiso aprovechar un momento para salir corriendo, pero una rfaga de metralla lo detuvo en el intento.

El maestro rural quiso entonces intentar la huida por el lado opuesto del carro compacto, pero recibi un balazo en la pierna. Se devolvi y al momento de llegar al otro extremo del vehculo, otro tiro le roz el cuerpo muy cerca del corazn.

El profesor opt por el enfrentamiento pero no pudo seguir disparando porque se le atoraron los tiros. Justo cuando se agach para cambiar de cargador, una bala atravez la ventana del carro, precisamente donde segundo antes asomaba su cabeza. El profesor se tir al suelo y qued quieto... muy quieto.

El jefe de la judicial del estado, el teniente coronel Francisco Arellano Noblecia, lo dio por muerto y orden el cese al fuego. Alguien despus descubri el truco y lo aprehendieron. Se lo llevaron a torturar y luego a la crcel. Pero a los das, en libertad por rdenes de Luis Echeverra, demand el desafuero del gobernador Carlos Armando Biebrich Torres y la desaparicin de poderes del estado. Biebrich das despus renunci al cargo.

No fuimos vctimas, supimos lo que hicimos

El profesor Heriberto Garca habl de los sucesos que estuvieron antes y despus de la matanza de San Ignacio Ro Muerto. Y lo hizo con lujo de detalles.

Desde antes de entrar en la entrevista formal, el profesor quiso puntualizar la opinin de los protagonistas de esa historia que marcaron el rumbo poltico sonorense.

Nunca fuimos vctimas, ni lo aceptamos, apunt Heriberto. Su punto de partida para sostener esta opinin es que todos los del movimiento estuvimos muy conscientes de las implicaciones y nos decidimos a luchar.

En su charla revel varias cosas importantes, como por ejemplo, la relacin que tuvieron los campesinos con las organizaciones guerrilleras, la presencia de representantes de Lucio Cabaas y de varios estudiantes del Quinto, la normal rural que se encuentra en Navojoa, en el movimiento de solicitantes de tierras agrcolas que se gener en ese ao, a raz de que se modific la ley agraria que permiti la entrega de tierras de propiedades que superaran las cien hectreas por propietario.

En esa trifulca, asever que as como cayeron seis campesinos en ese conflicto, tambin le dieron piso a algunos soldados y policas municipales.Heriberto Garca tiene 60 aos, de tal forma que en 1975 andaba en los 24. Es originario de un poblado que se llama El Polvorn, en el Municipio de San Ignacio Ro Muerto.

Se form como maestro rural en la normal de El Quinto donde particip en diferentes movimientos estudiantiles y estableci relacin con grupos armados, con la Liga Comunista 23 de Septiembre y de otras organizaciones polticas de izquierda.

Ya como egresado trabaj en la ciudad, pero decidi regresar a San Ignacio Ro Muerto, como director de una escuela en el poblado Singapur.

Record que el 20 de octubre de ese ao, fue a despedirse de sus alumnos, de los padres de familia. Les dije que buscaran un nuevo maestro porque no saba si iba a regresar de esa invasin.

Lo que pas antes

Para abordar el tema, el profesor Heriberto Garca abord los antecedentes al 23 de octubre de 1975En lo general vivamos en un absoluto autoritarismo en lo nacional; en lo local estbamos peor, muy compenetrados de un caciquismo que era irracional, de soberbia, de los grandes ricos contra los obreros, los campesinos.

Tenan algunas centrales obraras y campesinas para podernos controlar y utilizarnos como carne de can de votos y de cualquier situacin de beneficio para ellos.

Incluso, se aprovechaban de los jornaleros que pasaban al otro lado, porque primero los expriman en los campos algodoneros.

Esto creaba bastante incomodidad. La mayora de los trabajadores del campo y la ciudad no tenia seguro social. Y a pesar de que se haba atravesado por una revolucin mexicana, aqu no habamos avanzado mucho.

Lo nico que pas en Sonora fue el traspaso de tierras, porque los apellidos de los dueos eran los mismos. Las cosas llegaban a tal grado que el latifundio simulado se dio en uno de los predios que invadimos, donde el dueo era una nia de 9 aos, porque estaba simulando el latifundio de su padre.

Los apellidos eran italianos, alemanes y griegos.

A Sonora le impact el 68 mexicano. Se dio la incursin de jvenes en la lucha armada.Nosotros dijo el profesor- nos dimos a la tarea de buscar a los grupos ms accesibles a organizarse.Y entre ellos se encontraban los solicitantes de tierra, porque por ese entonces el presidente de la Repblica Luis Echeverra lvarez manej mucho la posibilidad del reparto de tierra.

Con la ley agraria se habl de que no habra ms de cien hectreas por persona.

El profesor record que en ese tiempo, se dieron a la tarea de organizar el movimiento tomando en cuenta que se enfrentaran a las organizaciones campesinas oficiales, como la CNC y la CCI.

Nosotros record- hicimos una organizacin autnoma que se llam Comit Particular de Dotacin de Tierras de San Ignacio Ro Muerto.

En la misma manera en que realizaron gestiones para la gente del movimiento, se organizaron para la lucha, porque existi un engao por parte de la Secretara de la Reforma Agraria.

En esta dependencia se impuls la entrega de documentos de solicitantes de tierra, con determinados requisitos, pero a final de cuentas, el nico que tena el poder para decidir una dotacin era la firma del presidente de la repblica.

Heriberto Garca relat que ellos se dieron cuenta del engao cuando se reunieron con el presidente Luis Echeverra en Los Pinos.

Esa reunin se dio a principios de 1975. Los solicitantes de tierra de San Ignacio se fueron en tren hasta Guadalajara y de ah se trasladaron a la ciudad de Mxico.

La peticin fundamental que llevaron los campesinos solicitantes, fue el decreto presidencial que los beneficiara con la dotacin de tierras.

Pero en el debate se encontraba el asunto del amparo que interpusieron los dueos de la tierra. Con esta medida, se truncaba cualquier lucha de los campesinos porque se tardaba en resolver aos y aos, al grado que las personas involucradas llegaban a morir, sin que avanzara el expediente en el proceso jurdico.

En la reunin que sostuvieron en Los Pinos, Luis Echeverra les hizo ver que el problema no era la ley, que el problema era el gobernador Carlos Armando Biebrich, porque era el representante de los terratenientes y tena que responder a quienes lo patrocinaron.

Cuando el entonces gobernador Carlos Armando Biebrich sali de la reunin que tuvieron los solicitantes de tierra de San Ignacio Ro Muerto con Luis Echeverra lvarez, presidente de la repblica en 1975, les dijo el mandatario en un tono irnico: ah est la versin oficial del estado.

El coraje de los campesinos del comit de este municipio sonorense, no se poda aguantar. Aguantaron las siguientes palabras del entonces presidente de Mxico. Les dijo: entonces no hay nada ms que platicar. De mi parte, voy a buscar las ventanas para arreglar este asunto poltico.

Esas palabras, asunto poltico, fue el motivo del profesor Heriberto Garca Leyva para preguntarle a Echeverra:

-Es poltico el asunto?

-Pues un tanto tcnico porque hay que cuidar la relacin poltica para que no se perjudiquen ustedes le respondi el presidente.

-Muchas gracias seor presidente le respondi el dirigente de los campesinos. Si el asunto es poltico, usted va a tener noticias de nosotros muy pronto.

El profesor Heriberto Garca Leyva relata estos hechos que ocurrieron a principios de 1975, en una reunin que sostuvieron los solicitantes de tierra de san Ignacio Ro Muerto con el presidente Luis Echeverra en Los Pinos.

l junto y Juan Leyva encabezaron esa reunin por parte de los solicitantes de tierra. Se tuvieron quetrasladar en tren para llegar a este evento, que fue interpretado por los campesinos como una seal para orientar el movimiento de solicitantes de tierra en aquel ao.

En la entrevista, el profesor record que esa reunin fue clave, porque entendieron el inters poltico del presidente de la repblica en esa transicin: golpear al gobernador sonorense y a los grupos empresariales de Monterrey, entre otros, en la transicin presidencial que dominaba a sus anchas el mandatario de la nacin.

El dirigente de ese movimiento, entrevistado a casi 34 aos de la masacre, record varias veces las palabras que le dijo a Echeverra: Si es poltico, muy pronto va a tener noticias nuestras.

-Quines encabezaban el movimiento?

-ramos una cantidad de vecinos de San Ignacio. De los directivos estuvo en la reunin Juan de Dios Tern Enrquez, que cay en la masacre, y su servidor.

-Volvamos al principio, porque para llegar con el presidente de Mxico, se organizaron y semanifestaron antes

-S, hubo un momento que tenamos que llegar a cierto lmite de gestora y de resistencia, de soportar y organizarse a contra corriente. Fue de 1970 a 1975.

Abund en la historia del movimiento:

La organizacin que se gest en san Ignacio no era de las que protestaban de momento. Seguimos una lucha pacfica por aos. Nuestros abuelos fueron solicitantes de tierra y muchos de ellos murieron peleando, de tal manera cuando a nosotros nos toc no nos tembl la mano.

Esa reunin con Luis Echeverra fue en noviembre de 1974. El presidente nos recibi en Los Pinos y empezamos a tener el dilogo. Tenamos esperanzas de que el presidente resolviera el problema, porque estaba en sus manos firmar el decreto para dotarlos de tierra.

-Cul era el impedimento del presidente?

-El impedimento lo representaban grupos econmicos sonorenses muy fuertes, que estaban relacionados con grupos de Monterrey, de Guadalajara, como hasta la fecha lo siguen estando.

-Quines estaban al frente de los grupos sonorenses?

-El lder de entonces de los agricultores, que tena miles de hectreas, con sistemas de riego, con cantidades enormes de maquinarias, todo ello distribuido entre sus familiares, para simular el latifundio, era Jaime Vargas Martnez, pap del que fuera secretario de Hacienda de Jos EduardoRobinson Bours y tambin candidato perdedor a la alcalda de Cajeme en las elecciones pasadas, Ernesto Vargas Gaytn.

Eran los dueos de los bancos del estado. Estaba el pap del ex gobernador, don Javier Robinson Bours y el dirigente de la pequea propiedad en Cajeme,Adalberto Rosas Lpez.

Ellos lanzaban constantes amenazas a los trabajadores del campo. Y las cumplan como patrones.

Por eso, los solicitantes de tierra estbamos organizados en los municipios de Bcum, cerca de Cajeme, en Guaymas

-En todo el sur del estado?

-La verdad que no haba muchas organizaciones por fuera de la CNC y la CCI, las centrales oficiales. Como organizaciones independientes estbamos nosotros en San Ignacio Ro Muerto y algunas organizaciones disidentes de las organizaciones oficiales del campo 30, el Tobarito y otros pueblos.

A esta altura de la entrevista, el profesor Garca Leyva volvi a otra escena de la reunin que sostuvieron con Echeverra en agosto de 1974 y de la ley agraria que sali entonces donde sealaba que ningn propietario de tierras podr tener ms de cien hectreasNosotros dijo- le preguntamos a Echeverra si la ley agraria no poda ser aplicada en Sonora porque puede ser detenida por grupos econmicos y polticos, a pesar de que estn comprobados los latifundios encubiertos.

Record que en la reunin le dijeron a Echeverra que la situacin estaba difcil, que la cosa se poda poner difcil y que no podran controlar a la gente, ni detener el apoyo que le pudieran dar a los grupos guerrilleros que estaban incursionando en la entidad.

Entonces record el profesor-, el presidente dijo que eso era otro asunto y pas a otro punto. Y para ello, dijo que afuera de la sala se encontraba el gobernador Carlos Armando Biebrich Torres.Lo hizo pasar y el presidente le pregunt al gobernador delante de nosotros que si qu pensaba del problema de los solicitantes de tierra.

La respuesta que dio Biebrich fue en el sentido de que la solucin era muy sencilla, siempre y cuando se cuidaran las relaciones del Estado con los grupos de agricultores e industriales de Sonora.

El profesor record que en esos momentos, ellos no dijeron nada.

"Nos dio coraje", coment.Echeverra despidi a Biebrich y se qued con los campesinos de San Ignacio Ro Muerto. Les dijo que el asunto era poltico.

Los campesinos se regresaron. Antes Heriberto dijo a Echeverra muy pronto va a saber de nosotros y empezaron a orquestar el movimiento de los campesinos del sur de Sonora para 1975.

Ahora, sentado, con 57 aos a cuestas, record que la poltica que siguieron en el movimiento campesino fue irse por la lgica de que si era poltico el asunto, pues habra que presionar polticamente; si el grupo de terratenientes estaba presionando, pues los campesinos tenan que presionar.

A los dirigentes del movimiento les lleg informacin de la divisin poltica que se estaba gestando en el mbito nacional, en vistas de la sucesin presidencial.

Y al decir del profesor rural, ellos le entraron a la lucha poltica pero sin abandonar sus demandas.

Se reunieron con los grupos opositores del gobernador sonorense. Platicamos con Augusto Gmez Villanueva revel el profesor-, pero tambin con los grupos de Lucio Cabaas, con gente de Genaro Vzquez, con representantes de izquierda ms moderados como Heberto Castillo.

-Y a esa reunin con Echeverra, en noviembre del 74, qu sigui?

-La respuesta que nos dio Echeverra ya la conocamos algunos dirigentes, pero queramos que la gente se diera cuenta, que viera que el problema era poltico.

-Qu sigui?

-De noviembre del 74 a octubre del 75 nos dedicamos a organizar a los solicitantes de tierra.

Supimos de la inmensidad del problema, conocimos, sabamos de las reacciones que podamos ocasionar. Nos dimos a la tarea de organizar los expedientes e investigar la existencia de latifundios simulados.

La estrategia que seguimos fue la de organizar la toma de tierras, en aquellos predios donde se tena la seguridad de que eran parte de latifundios simulados.Era el caso del predio El Chaparral que estaba a nombre de una nia de 9 aos de edad, hija de Eric Martn Dengel, y el campo San Isidro, de la seora Rosala Toledo Viuda de Parada, en San Ignacio Ro Muerto.

El 20 de octubre de 1975, alrededor de 400 personas decidieron tomar estos predios, encabezados por Juan de Dios Tern y el profesor Heriberto Garca Leyva.

El Zapata de SonoraLa existencia de grupos armados en Sonora

Por Jos Luis Jara

Le decan el Zapata de Sonora porque se pareca mucho a Emiliano Zapata.Era un tipazo que en 1975 tena 26 aos.Sobre todo, era un campesino autodidacta. Alto y moreno, sencillo en su vida que en sus ratos de ocio se iba a trabajar en la pizca del algodn.En estos trminos, el profesor Heriberto Garca Leyva describe a Juan de Dios Tern Enrquez, el dirigente principal del movimiento de campesinos de San Ignacio Ro Muerto.Tena tres hijos y era una familia muy unida, sobre todo alrededor de Juan, porque era de una sencillez en su persona, pero siempre con un carcter fuerteEl profesor Heriberto Garca dijo que el dirigente principal del movimiento fue Juan de Dios y l, como asesor, porque se desempeaba como director de una escuela primaria en el poblado Singapoor.La estrategia que siguieron los campesinos de San Ignacio Ro Muerto, despus de la reunin que sostuvieron con el presidente Luis Echeverra lvarez, fue la de organizar las tomas de tierras.En eso se llevaron en los meses de noviembre y diciembre de 1974, organizar a la gente. Igual en 1975, el trabajo poltico de los campesinos fue la organizacin para solicitar tierras.El profesor Garca Leyva reflexion ahora, casi a 34 aos de la masacre de San Ignacio Ro Muerto: la verdad es que los campesinos, Juan, yo y los dems, supimos de antemano la inmensa responsabilidad y de la inmensidad que representaba el problema, porque ante toda demanda de tierras, los latifundistas sonorenses buscaban el amparo inmediato de los tribunales agrarios.-Hubo contacto con los grupos guerrilleros de entonces?

Con la pregunta, el profesor se acomoda, como para respaldar su cuerpo y lo que va a decir.-Si mira, esto nunca lo habamos dicho porque hasta hace poco, todava era una informacin muy difcil de proporcionar, porque de por s estamos etiquetados como gente no apta para sus intereses-Cmo se da esta relacin?-La relacin vino de tiempo atrs, des la etapa en que era normalista del Quinto. Nosotros ramos de los estudiantes socialistas de Mxico de las normales rurales.Lucio Cabaas, que estaba al frente de un grupo guerrillero en Guerrero, mand a uno de sus hermanos, a Pablo Cabaas, al Quinto.Pablo estudi en el Quinto para maestro rural con Heriberto Garca Leyva, quien tambin mantuvo contacto con Genaro Vzquez, tambin de Guerrero.Heriberto Garca Sali del Quinto en 1970, pero la relacin con esas personas se mantuvo.Nosotros habamos aprendimos que la guerrilla se encontraba firme en Guerrero, Oaxaca, Michoacn. Tenamos esa idea, pero nosotros ramos una especie de grupo moderado entre ellos.Heriberto record que la gente nuestra era ms pragmtica, tener un sueldo, un nivel de vida, porque tenamos esperanza de mejorar, de ser productores agrcolas y no concebamos la lucha armada como medio para resolver los problemas del pas..En ese proceso, surgieron grupos disidentes en el seno de las organizaciones campesinas oficiales. Disidentes de la CNC y la CCI se decidieron a tomar tierras, de tal suerte que durante la organizacin del movimiento de solicitantes de tierra, el profesor tuvo que viajar de San Ignacio Ro Muerto, al Tobarito, a Villa Jurez-Con qu gente de a Liga 23 de Septiembre se reunieron?-No recuerdo nombres completos, pero eran muchos los que participaban en el movimiento campesino. Yo era el nico maestro en el movimiento.-Se armaron los campesinos?-Para cuando lleg el 20 de octubre, da que programamos la invasin de tierras, nunca descartamos la enorme posibilidad de contrabandear armas del otro lado, de Estados Unidos, porque sabamos que las cosas podan llegar a un enfrentamiento.La misma gente nos ayudaba a comprar. Trajimos rifles R15, que equivalen a las AK47 pero que dispara en cantidades ms grandes.Haba apoyo de la base para comprar armas. Haba conciencia del peligro. Sabamos todo eso porque conocamos a la gente.Algunos compaeros de San Jos de Bacum, gente de izquierda y gente que se dedicaba al negocio de armas, nos vendan las armas. Llegamos a recolectar armas entre la poblacin. Recuerdo que hasta un 30-30 nos llev la gente.El profesor Heriberto ya tena experiencia en la organizacin de movimientos. Conoca muy bien la operacin de los organismos sociales, al grado que integraron un equipo de contra espionaje, que se dedic obtener toda la informacin de los latifundistas sonorenses, que en ese tiempo utilizaron a todos los medios de informacin para atacar al movimiento campesino. Era un equipo de inteligencia que les sirvi para contactarse con personajes de la vida poltica nacional, que fueron del grupo opositor al gobernador de Sonora.Entonces, el plan que empezaron a poner en marcha fue la toma de tierras. Escogieron el 20 de octubre de 1975 para invadir unos predios en san Ignacio Ro Muerto.Juan de Dios, el profesor Heriberto y los campesinos solicitantes de tierra, saban que esos predios tenan dueos, pero tenan la certeza de que era parte de la simulacin del latifundio de una familia de apellido alemn.Todo ello porque las demandas de entrega de tierras y acabar con el latifundio simulado, era una promesa presidencial, pero que en Sonora enfrent serios obstculos con los grupos agricultores de la localidad y el gobernador Carlos Armando Biebrich Torres.

Historia de la matanza de San Ignacio Ro Muerto (Parte II)San Ignacio Ro Muerto: surge la organizacin independiente de los campesinosEl juego de la sucesin y el inters de Echeverria por derrocar a BiebrichMuchas gracias seor presidente le respondi el dirigente de los campesinos. Si el asunto es poltico, usted va a tener noticias de nosotros muy pronto.

Jos Luis Jara

Cuando el entonces gobernador Carlos Armando Biebrich sali de la reunin que tuvieron los solicitantes de tierra de San Ignacio Ro Muerto con Luis Echeverra lvarez, presidente de la repblica en 1975, les dijo el mandatario en un tono irnico: ah est la versin oficial del estado.

El coraje de los campesinos del comit de este municipio sonorense, no se poda aguantar. Aguantaron las siguientes palabras del entonces presidente de Mxico. Les dijo: entonces no hay nada ms que platicar. De mi parte, voy a buscar las ventanas para arreglar este asunto poltico.Esas palabras, asunto poltico, fue el motivo del profesor Heriberto Garca Leyva para preguntarle a Echeverra:-Es poltico el asunto?-Pues un tanto tcnico porque hay que cuidar la relacin poltica para que no se perjudiquen ustedes le respondi el presidente.-Muchas gracias seor presidente le respondi el dirigente de los campesinos. Si el asunto es poltico, usted va a tener noticias de nosotros muy pronto.El profesor Heriberto Garca Leyva relata estos hechos que ocurrieron a principios de 1975, en una reunin que sostuvieron los solicitantes de tierra de san Ignacio Ro Muerto con el presidente Luis Echeverra en Los Pinos.l junto y Juan Leyva encabezaron esa reunin por parte de los solicitantes de tierra. Se tuvieron quetrasladar en tren para llegar a este evento, que fue interpretado por los campesinos como una seal para orientar el movimiento de solicitantes de tierra en aquel ao.En la entrevista, el profesor record que esa reunin fue clave, porque entendieron el inters poltico del presidente de la repblica en esa transicin: golpear al gobernador sonorense y a los grupos empresariales de Monterrey, entre otros, en la transicin presidencial que dominaba a sus anchas el mandatario de la nacin.El dirigente de ese movimiento, entrevistado a casi 34 aos de la masacre, record varias veces las palabras que le dijo a Echeverra: Si es poltico, muy pronto va a tener noticias nuestras.

-Quines encabezaban el movimiento?-ramos una cantidad de vecinos de San Ignacio. De los directivos estuvo en la reunin Juan de Dios Tern Enrquez, que cay en la masacre, y su servidor.-Volvamos al principio, porque para llegar con el presidente de Mxico, se organizaron y semanifestaron antes-S, hubo un momento que tenamos que llegar a cierto lmite de gestora y de resistencia, de soportar y organizarse a contra corriente. Fue de 1970 a 1975.Abund en la historia del movimiento:La organizacin que se gest en san Ignacio no era de las que protestaban de momento. Seguimos una lucha pacfica por aos. Nuestros abuelos fueron solicitantes de tierra y muchos de ellos murieron peleando, de tal manera cuando a nosotros nos toc no nos tembl la mano.Esa reunin con Luis Echeverra fue en noviembre de 1974. El presidente nos recibi en Los Pinos y empezamos a tener el dilogo. Tenamos esperanzas de que el presidente resolviera el problema, porque estaba en sus manos firmar el decreto para dotarlos de tierra.-Cul era el impedimento del presidente?

-El impedimento lo representaban grupos econmicos sonorenses muy fuertes, que estaban relacionados con grupos de Monterrey, de Guadalajara, como hasta la fecha lo siguen estando.-Quines estaban al frente de los grupos sonorenses?-El lder de entonces de los agricultores, que tena miles de hectreas, con sistemas de riego, con cantidades enormes de maquinarias, todo ello distribuido entre sus familiares, para simular el latifundio, era Jaime Vargas Martnez, pap del que fuera secretario de Hacienda de Jos EduardoRobinson Bours y tambin candidato perdedor a la alcalda de Cajeme en las elecciones pasadas, Ernesto Vargas Gaytn.Eran los dueos de los bancos del estado. Estaba el pap del ex gobernador, don Javier Robinson Bours y el dirigente de la pequea propiedad en Cajeme, Adalberto Rosas Lpez.Ellos lanzaban constantes amenazas a los trabajadores del campo. Y las cumplan como patrones.Por eso, los solicitantes de tierra estbamos organizados en los municipios de Bcum, cerca de Cajeme, en Guaymas-En todo el sur del estado?-La verdad que no haba muchas organizaciones por fuera de la CNC y la CCI, las centrales oficiales. Como organizaciones independientes estbamos nosotros en San Ignacio Ro Muerto y algunas organizaciones disidentes de las organizaciones oficiales del campo 30, el Tobarito y otros pueblos.A esta altura de la entrevista, el profesor Garca Leyva volvi a otra escena de la reunin que sostuvieron con Echeverra en agosto de 1974 y de la ley agraria que sali entonces donde sealaba que ningn propietario de tierras podr tener ms de cien hectreasNosotros dijo- le preguntamos a Echeverra si la ley agraria no poda ser aplicada en Sonora porque puede ser detenida por grupos econmicos y polticos, a pesar de que estn comprobados los latifundios encubiertos.Record que en la reunin le dijeron a Echeverra que la situacin estaba difcil, que la cosa se poda poner difcil y que no podran controlar a la gente, ni detener el apoyo que le pudieran dar a los grupos guerrilleros que estaban incursionando en la entidad.Entonces record el profesor-, el presidente dijo que eso era otro asunto y pas a otro punto. Y para ello, dijo que afuera de la sala se encontraba el gobernador Carlos Armando Biebrich Torres.Lo hizo pasar y el presidente le pregunt al gobernador delante de nosotros que si qu pensaba del problema de los solicitantes de tierra.La respuesta que dio Biebrich fue en el sentido de que la solucin era muy sencilla, siempre y cuando se cuidaran las relaciones del Estado con los grupos de agricultores e industriales de Sonora.El profesor record que en esos momentos, ellos no dijeron nada."Nos dio coraje", coment.Echeverra despidi a Biebrich y se qued con los campesinos de San Ignacio Ro Muerto. Les dijo que el asunto era poltico.Los campesinos se regresaron. Antes Heriberto dijo a Echeverra muy pronto va a saber de nosotros y empezaron a orquestar el movimiento de los campesinos del sur de Sonora para 1975.Ahora, sentado, con 57 aos a cuestas, record que la poltica que siguieron en el movimiento campesino fue irse por la lgica de que si era poltico el asunto, pues habra que presionar polticamente; si el grupo de terratenientes estaba presionando, pues los campesinos tenan que presionar.A los dirigentes del movimiento les lleg informacin de la divisin poltica que se estaba gestando en el mbito nacional, en vistas de la sucesin presidencial.Y al decir del profesor rural, ellos le entraron a la lucha poltica pero sin abandonar sus demandas.Se reunieron con los grupos opositores del gobernador sonorense. Platicamos con Augusto Gmez Villanueva revel el profesor-, pero tambin con los grupos de Lucio Cabaas, con gente de Genaro Vzquez, con representantes de izquierda ms moderados como Heberto Castillo.-Y a esa reunin con Echeverra, en noviembre del 74, qu sigui?-La respuesta que nos dio Echeverra ya la conocamos algunos dirigentes, pero queramos que la gente se diera cuenta, que viera que el problema era poltico.-Qu sigui?-De noviembre del 74 a octubre del 75 nos dedicamos a organizar a los solicitantes de tierra.

Supimos de la inmensidad del problema, conocimos, sabamos de las reacciones que podamos ocasionar. Nos dimos a la tarea de organizar los expedientes e investigar la existencia de latifundios simulados.La estrategia que seguimos fue la de organizar la toma de tierras, en aquellos predios donde se tena la seguridad de que eran parte de latifundios simulados. Era el caso del predio El Chaparral que estaba a nombre de una nia de 9 aos de edad, hija de Eric Martn Dengel, y el campo San Isidro, de la seora Rosala Toledo Viuda de Parada, en San Ignacio Ro Muerto.El 20 de octubre de 1975, alrededor de 400 personas decidieron tomar estos predios, encabezados por Juan de Dios Tern y el profesor Heriberto Garca Leyva.

San Ignacio Ro Muerto ( X )

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Levntate y mira la montaade donde viene el viento, el sol y el agua,t que manejas el curso de los ros,t que sembraste el vuelo de tu alma.Levntate y mrate las manospara crecer estrchala a tu hermano,juntos iremos unidos en la sangrehoy es el tiempo que puede ser maanaVctor Jara

Rubn Duarte Rodrguez Dossier PoliticoDia de publicacin: 2013-06-10

Al general Francisco Arellano Nobleca, Jefe del Estado Mayor Policial con el gobierno perredista de Marcelo Ebrard, comandante de la Polica Federal Preventiva (PFP) con el presidente Vicente Fox, entre muchos otros cargos que ha desempeado, se le acusa de ser el responsable directo de la masacre de siete campesinos sonorenses conocidos como los mrtires de San Ignacio Ro Muerto.El crimen, que fue cometido el 23 de octubre de 1975, ocasion la cada fulminante del gobernador Carlos Armando Biebrich y encendi la mecha de las grandes movilizaciones campesinas que desembocaron al ao siguiente en el decreto presidencial de Luis Echeverra, mediante el cual se expropiaron 100 mil hectreas en los valles del Yaqui y del Mayo para entregarlas a los campesinos de los grupos solicitantes de tierra, en el que, a la postre, sera el ltimo acto significativo de la malograda reforma agraria.En su libro Biebrich, crnica de una infamia, publicado a finales de 1978, el periodista Jess Blancornelas relata que, una madrugada, la dirigente campesina Rosa Delia Amaya le avis por telfono los planes para la invasin de las tierras en San Ignacio Ro Muerto.Rosa Delia encabez uno de los grupos muy numerosos por cierto- que entre la noche del 19 de octubre y la madrugada del 20 invadieron grandes, muy grandes extensiones agrcolas propiedad de los hombres pudientes de Cajeme... Otro de los lderes en la invasin fue Juan de Dios Tern, quien adems haba sido el enlace entre Celestino (Salcedo Monten, lder de la CNC) y los estudiantes normalistas de El Quinto, famosos en aquel entonces por su radical lnea izquierdista que llegaba a los linderos de la guerrilla , escribi entonces el co-director del semanario Zeta de Tijuana.La obra, escrita por encargo para probar la inocencia del ex gobernador Carlos Armando Biebrich frente a la matanza que finalmente lo oblig a renunciar a su puesto, es rica en detalles que acusan directamente a Arellano Nobleca como el principal orquestador y ejecutor de ese crimen.Blancornelas nos cuenta que el gobernador, presionado por los organismos de agricultores, dio instrucciones al Procurador de Justicia del Estado, Miguel ngel Corts, para organizar el desalojo y la aprehensin de los campesinos invasores.Luego Biebrich llam a su jefe de la Polica Judicial, el joven teniente coronel Francisco Arellano Nobleca... (que) parti hasta San Ignacio Ro Muerto acompaado de unos setenta agentes judiciales a los que se sumaron otros tantos militares al mando del coronel de caballera Juan de Dios Calleros Avia , prosigue el relato.El desalojo se inici a las cinco de la maana y al llegar los policas y soldados al Block 717, Arellano Nobleca amenaz a los dirigentes del movimiento Juan de Dios Tern Enrquez y a Heriberto Garca Leyva, que representaban a unos trescientos solicitantes de tierra y quienes acudieron desarmados a parlamentar.-Traigo una orden de aprehensin para ustedes y tambin para que desalojen estos terrenos- fue la orden del jefe judicial.-No seor, de aqu no saldremos!- le respondi Garca Leyva-No, de aqu no salimos!- se le unieron en coro los dems campesinos.Blancornelas cita una nota del peridico Exclsior de la ciudad de Mxico, firmada por el reportero Guillermo Mora Tavares, que incluye declaraciones del campesino sobreviviente Miguel ngel Robles, que le dijo a Arellano: No queremos pleito, estamos desarmados. Lo que queremos es la tierra, pero si quieren matarnos, si vienen a eso, aqu estamos, mtenos como perros. Se alejaron un poquito y empezaron a disparar... Juan de Dios Tern alz los brazos en seal de rendicin y se acerc hacia el coronel Arellano Nobleca a expresarle que abandonara el predio para no exponer a la gente. Pero no lo dej hablar. Lo acribill.La balacera dur dos minutos. Los muertos y heridos cayeron de un solo lado, acribillados por balas disparadas por rifles M-1, arma reglamentaria del ejrcito. Los muertos fueron Juan de Dios Tern, Rafael Lpez Vizcarra, Gildardo Gil Ochoa, Miguel Gutirrez, Rogelio Robles Ruiz, Benjamn Robles Ruiz y Enrique Flix Flix.Unos recibieron el disparo en la nuca, cuando los tenan hincados. Otros en la sien. A Manuel Gutirrez en el costado izquierdo, a la altura de la cintura. A Rogelio Robles Ruiz en la cabeza, de arriba hacia abajo. Le sali poco arriba de la nuca. Otro en el pecho, tambin de arriba a abajo , detalla Blancornelas de acuerdo con los certificados de autopsia emitidos por los doctores Gustavo Ayala Leyva y Eduardo Escalante, del Cuerpo Mdico Legista de Ciudad Obregn.Adolfo Hernndez, otro de los invasores, narr cmo Juan de Dios Tern, lder del grupo y de 27 aos, fue ametrallado cuando estaba rendido con las manos en alto. A los otros los ametrallaron por la espalda. A Benjamn Robles lo tiraron como un perro. Lo dejaron desangrarse hasta que muri , consigna el reportaje citado.Blancornelas asegura que el gobernador le orden a Arellano el desalojo y la aprehensin de los dirigentes de la invasin advirtindole que no utilizara la violencia y no respondiera a las agresiones. Culpa entonces al general de Divisin Hermenegildo Cuenca Daz, en ese tiempo secretario de la Defensa Nacional, quien supuestamente orden al jefe de la Zona Militar, General Juan Belmonte Aguilar, la evacuacin a como diera lugar. En apoyo a estas afirmaciones asegura que tanto Arellano como Belmonte le confesaron bajo presin a Biebrich haber recibido esas rdenes del general Cuenca Daz. Otro argumento que presenta como prueba de sus aseveraciones, es que al da siguiente, sin haber renunciado a la jefatura de la PJE, Arellano fue dado de alta en las Guardias Presidenciales. En esta misma lnea, el periodista menciona a Augusto Gmez Villanueva, entonces Secretario de la Reforma Agraria (SRA); a Celestino Salcedo Monten, Alfonso Garzn, Humberto Serrano y Juan Rodrguez, quienes formaban parte del llamado Pacto de Ocampo, y al subsecretario de la SRA, Flix Barra Garca. A todos ellos los consider parte de la conspiracin que fragu la matanza con el nico objetivo de quitar a Biebrich de la gubernatura.Los testimonios coinciden en que Arellano Nobleca asesin a traicin a Juan de Dios Tern y que, como jefe del operativo, fue tambin el que dio la orden a los policas y soldados de disparar sobre los campesinos inermes. Pero a quin obedeca Arellano Nobleca? No eran acaso sus jefes el gobernador Carlos Armando Biebrich y el procurador de justicia del estado Miguel ngel Corts?Los asesinatos de los campesinos de San Ignacio Ro Muerto no fueron acaso la continuacin de la misma poltica de mano dura de Biebrich que condujo en febrero de 1974 a los asesinatos de los estudiantes Jos Shepperd y Andrs Pea?El general VS El ImparcialUn reportaje de Juan Ruiz Healy[1]publicado en noviembre de 2001 sealaba que el diario La Crnica de Hoy public una entrevista con el comisario general y coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Polica Federal Preventiva (en el sexenio de Fox), el general Arellano Nobleca, en la que ste ltimo acus al peridico El Imparcial de Sonora de haber recibido dos cheques girados por el narcotraficante Rafael Caro Quintero, a nombre de Impresora S.A. de C.V., razn social del diario, por 66.6 millones de pesos y 2.6 millones de dlares, en 1981 y 1983, respectivamente. Al da siguiente, Jos Santiago Healy Loera, declar que la acusacin era "una burda maniobra del general que pretende desviar la atencin de un hecho histrico an no esclarecido". Se refera ni ms ni menos que a la matanza de San Ignacio Ro Muerto. El Imparcial hizo una serie de investigaciones sobre la participacin de Arellano en ese hecho sangriento; segn Healy Loera, esa fue la razn por la que decidi arremeter contra la cadena periodstica de la que entonces era presidente y director general.Arellano Nobleca argument en la entrevista de La Crnica de Hoy que el trabajo del diario sonorense es parte de una campaa orquestada por el narco en contra suya. En entrevista le preguntaron al general:-Por qu slo murieron campesinos y ningn agente result herido (en la masacre de San Ignacio)?-Porque los campesinos saben arar la tierra, no combatir, y nuestra gente estaba preparada-respondi.-Quin se lo orden?-El gobernador (Carlos Armando Biebrich), y el procurador Miguel Angel Corts Ibarra, que ahorita es procurador otra vez (en el sexenio del gobernador Armado Lpez Nogales.-Qu pas despus de las muertes?-Nada, si lo que queran era que cayera Biebrich.Dice Ruiz Healy que el caso de los campesinos asesinados en San Ignacio Ro Muerto lleg a Los Pinos, cuando el entonces secretario particular del presidente Vicente Fox, Alfonso Durazo Montao, recibi a una comitiva de familiares y testigos que le exigieron se castigue a los culpables de la masacre, y obtuvieron la promesa de que habra solucin justa para los que murieron en San Ignacio, pero especialmente, que no habra impunidad.Por su parte, el general declar que le "llamaron personajes muy importantes del Congreso de la Unin para proponerme que me rena con los seores (de El Imparcial), pero no veo para qu, ya dijeron de m lo que quisieron en sus peridicos ni modo que vayamos a hablar como cuates, con un apretn de mano y un abrazo y que cada quien se quede con sus golpes."Lo cierto es que un jefe policiaco con la trayectoria criminal y represiva de Arellano Nobleca lo mismo ha servido a gobiernos priistas, panistas y perredista.Prueba de ello fue su participacin en el diseo de la estrategia del operativo represivo del 1 de diciembre de 2012, ejecutado con lujo e violencia en la toma de posesin de Enrique Pea Nieto como presidente de la Repblica (1DMX).Lo cierto es que un jefe policiaco con la trayectoria criminal y represiva de Arellano Nobleca lo mismo ha servido a gobiernos priistas, panistas y perredistas, y lo ha hecho por ms de 45 aos en la ms completa impunidad, durante los cuales ha sido Coordinador General de las Fuerzas Federales de Apoyo y Comisario General de la Polica Federal, Jefe del Estado Mayor Policial de la SSPDF, agregado militar en las Embajadas de Mxico en Argelia, Siria e Irak. De hecho el general fue el formador de las primeras Fuerzas Federales de Apoyo en la extinta Polica Federal Preventiva, que en su momento estuvo integrada por militares y marinos.Entre los operativos en que Arellano estuvo al frente de las Fuerzas Federales de Apoyo destacan la recuperacin de las instalaciones de la UNAM en el 2000; la reunin del Foro Econmico Mundial en el 2001 y la reunin de la Organizacin Mundial del Comercio en el 2003 ambas en Cancn, y la Cumbre de las Amricas que se realiz en Monterrey en el 2004.

Las expropiaciones de 1937Rogelio ArenasMartes 05 de Novimiebre de 2013

Pascual Ayn iba a Hermosillo, a Mxico en un peregrinar sin fin, pese a la oposicin de la Compaa Richardson y de agricultores reacios como J. M. Parada, Ignacio Pesqueira, F. Antonio Astiazarn, Crisgono Elizondo, Luis Arturo Romo, y entre otros Ziba O. Stocker, mencionados en junio de 1937 por el peridico Heraldo del Yaqui como los principales opositores al reparto agrario, sin contar con que tambin el Gobernador Romn Yocupicio era enemigo acrrimo del ejido colectivo como se rumoraba que iba a ser repartida la tierra.

Con todo y sus oposiciones, el 31 de octubre de 1937, aquellos huarachudos que abrieron las tierras a golpe de hacha, machete y hoces, reciben de manos del Presidente Lzaro Crdenas la constancia de una parcela -13 primeras agrupaciones- que sera, para bien o para mal, su patrimonio. Hubo algunos agricultores que se solidarizaron con la peonada e incluso los ayudaron de diferentes formas, inclusive con dinero, pero otros inversionistas no quedaron contentos, cosa lgica, pues nadie quiere soltar lo que ha tenido siempre.

Lector amigo, te doy a conocer aqu un reportaje publicado en Revista de Revistas en 1938 a escasos meses del reparto agrario. Lo firma Concepcin Orozco de Martnez en donde, segn ejemplifica, fue una infamia lo que se hizo en el Valle; lo curioso es que todava el pen convertido en agricultores no reciba liquidacin alguna de su escaso tiempo como ejidatario y ella hace una burda defensa de los agricultores. Lelo por favor y saca tus conclusiones y vers como se cambia la historia, igual que ahora; dependiendo del billete es el sesgo que se da:

Frente a las Tribus Yaqui

Reportaje de Concepcin Orozco de Martnez.

Pancho Pluma Blanca, coronel y jefe de las tribus yaquis, bronceado por el sol, me sale al encuentro al visitar su hermoso valle, muy suyo porque el Valle del Yaqui, ese valle que en otros tiempos yo recorra teniendo que llevar una bandera blanca, por lo temible que era no hace muchos aos, en que Pluma Blanca, rebelde con sus muchachos como l les dice a sus bravos hombres, porque sabrn mis lectores que un indio yaqui peleando vale por diez soldados, no queremos nayaritas. sabes que en nuestras tierras no se vive con cuatro hectreas, y mejor se vive con los grandes jornales que pagan los agricultores?

Y el hombre, quemado por el sol, prosigue con una simptica charla, con un pistoln que me infundi el miedo de otros aos, cuando reconcentrado en su rebelda, pues hace quince aos que lo conozco, sabio como es en el perfecto conocimiento de la regin, tanto l como sus tribus, opinan que el Valle del Yaqui tiene tierras de gran extensin, y su problema no consiste en fraccionarlas, ya que hay tierras para todos. El problema es el agua, una presa cuanto antes, pues en el Valle del Yaqui no hay latifundistas.

Casi todos los agricultores sonorenses lo son en pequeo y esto consta de constante trabajo y esclavitud; los que tienen ms extensiones son los seores B. F. Brunck, Jr., Aza J. Brunck, H. C. Grigsby, O. Herold, Fred C. Hetschel, W. A. Ryan, J. J. Ryan, Z. O. Stocker, de origen norteamericano y mucho muy antiguos en el Valle, y en todos los aos que han ocupado para abrir y acondicionar estas tierras que fueron montes y en las que han invertido grandes capitales y han gastado ms energas para formar un emporio de trabajo que se ha traducido en grandes beneficios al Estado, bienes que en su mayor parte salen avante en sus egresos.

Porque as es, Sonora toda se arruinara con el fraccionamiento del Valle del Yaqui, porque del Valle se sostiene. Estamos viendo ahora secos y enmontados otra vez los campos que han repartido, por ejemplo: Esperanza de los seores don Jos Mara y don Gerardo Parada, el Campo No. 1, del seor Jorge Parada, el 28 y el 29 del ms constante y honrado agricultor don Jess Antonio Parada, hombre de avanzada edad que ha acabado su vida en el trabajo con todos sus hijos porque tiene numerosa familia; pues bien, estos campos los vi hermosos y florecientes hace dos aos y ahora hice una visita y los encontr secos, llenos de troncos, porque ni los troncos quitan los agraristas, y uno de estos campos se lo rentaron a un alemn.

Los campos refaccionados de que hablo ya no se siembran, o los que conoc y que me cautivaron, hoy me entristecieron, estuve de visita en Esperanza, y ms me sorprendi ver la nobleza de los que fueron dueos, pues don Gerardo Parada con su esposa e hijitos que qued all nicamente en la casita que edifico para su hogar, reciba en los momentos en que yo los visitaba ayer, a un agrarista que fue pen de l, y con curiosidad reporteril por conocer el objeto, me acerqu oyendo que le peda a don Gerardo un peso por tener a su esposa enferma, a lo que don Gerardo le deca:

Pues las tierras que te dieron, hombre? Qu haces que no las siembras? Por qu las tienes abandonadas?, Y le contest:

-Jefe, no tengo dinero, era mejor cuando usted las tena, entonces nada nos faltaba y tenamos nuestro buen jornal de $2.65 diarios, en otras partes si se costeaba; aqu no.

Bueno, hombre, toma el peso.

Me desped de mis buenos amigos los esposos Parada, hacindome conjeturas del porvenir que le aguarda a este hermoso valle. Hay tanto que escribir al respecto, aunque es de sobra conocido cmo algunos agricultores que por lo regular nunca invirtieron gran cosa en la ciudad para revertir otra posible expropiacin, misma que se dio en 1976 con Luis Echeverra en la presidencia. Ni los ejidatarios, siempre mangoneados por lderes nefastos, fueron capaces de seguir sosteniendo en toda su pujanza el llamado granero de Mxico, aunque tambin influyen hasta la fecha factores naturales climticos y econmicos (TLC).

Todo esto da como resultado lo que hoy queda de aquel hermoso Valle del Yaqui con una economa que raya en la miseria en nuestra ciudad, otrora prspera Cananea, y que da pbulo a una vida de inseguridad y drogadiccin en la mayor parte del pueblo.

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Leopoldo Santos Ramrez Dossier PoliticoDia de publicacin: 2013-07-18

El 19 de noviembre de 1976 en el sur de Sonora se hizo uno de los repartos agrarios ms importantes en la historia del campo mexicano. 42 mil hectreas de riego fueron repartidas a 8 mil ejidatarios formndose 79 ejidos colectivos. Fue la culminacin de un proceso de lucha que vena dndose en el campo sonorense desde haca veinte aos. En ese lapso, los campesinos y los trabajadores agrcolas incluyendo a los del Valle del yaqui y el Valle del Mayo sostuvieron una enconada lucha por el reparto agrario, contra la burguesa terrateniente que detentaba ilegalmente extensiones de tierra por fuera de la ley, y contra el Estado mexicano. Los campesinos, antes como ahora, en sus gestiones se encontraban con la maraa burocrtica que en coalicin con la burguesa rural detena las resoluciones sin llevarlas a efecto.Uno de los estudiosos que sigui este largo proceso hasta la reparticin de tierras y agua de 1976, calific a este hecho como el paso en la lucha por un pedazo de tierra, a la apropiacin del proceso productivo, (Gordillo, 1988). Aunque los veinte aos de lucha representaron un esfuerzo y resistencia enormes para campesinos y jornaleros, 1975 y 1976 fueron los aos decisivos, pues la burguesa sonorense, sobre todo la de Ciudad Obregn se enfrent con las medidas reformistas del presidente Luis Echeverra para el campo mexicano. Se trat tambin de una pugna poltica que hizo crisis ante la sucesin presidencial, la nominacin de candidatos y el hecho de que Carlos Armando Biebrich Torres entonces gobernador de Sonora se puso al lado de Moya Palencia, en contra de la lnea que estaba marcando la presidencia y que favoreca a Lpez Portillo. Esto, junto a la crisis econmica de ese momento en Mxico, abri una coyuntura poltica y social por donde se colaron las demandas campesinas que entonces tuvieron ms perspectiva de triunfo.En ese contexto de no entendimiento entre la burguesa agrcola y el poder central el 22 de octubre de 1975 se produjo la invasin al predio de 400 hectreas denominado San Ignacio Ro Muerto por un grupo de campesinos y jornaleros a quienes se les haba dotado de esos terrenos que pertenecan al latifundista Miguel Dengel, maosamente titulados a nombre de su hijo de 9 aos de edad. Los litigios de aos en reforma Agraria y en tribunales haban mantenido estancadas las resoluciones y su ejecucin. A pesar de que campesinos y jornaleros invasores mantenan plticas con las autoridades federales, el gobernador Biebrich orden el desalojo. Al enfrentarse, en la refriega murieron 6 campesinos y un nmero indeterminado de soldados y policas judiciales, bajas no reconocidas oficialmente. Pero el episodio habra de traer repercusiones profundas para el Valle del Yaqui y para el Estado de Sonora entero.

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(San Ignacio Ro Muerto)

Leopoldo Santos Ramrez Dossier PoliticoDia de publicacin: 2013-07-26

En efecto, la invasin al predio de Miguel Dengel en octubre de 1975 en San Ignacio Ro Muerto, present una faceta comn para los movimientos sociales de esa poca. Se trataba de una lucha de clases entre una masa de trabajadores agrcolas, y por el otro lado sus adversarios, la elite de terratenientes de Ciudad Obregn, en alianza con el gobierno estatal de entonces, Carlos Armando Biebrich. Pero se daba tambin en medio de una contienda entre los potentados agricultores sonorenses y el gobierno de Luis Echeverra. El fondo de esa contienda consista en resolver la pregunta de cmo controlar la rebelin de los minifundistas y trabajadores del campo sonorense. El gobierno del centro pugn porque se hicieran algunas concesiones al movimiento campesino con el objetivo de apaciguarlo, y al contrario, los detentadores de la economa agrcola del Yaqui, no estaban dispuestos a ceder un pice de sus posesiones. Inclusive los empresarios agrcolas de Sinaloa que enfrentaban problemas similares cedieron a la peticin de entregar tierras y agua a los agraristas, pero en Sonora, los obregonenses se negaron tajantemente. De esta manera la pugna alcanz niveles insospechados entonces, porque se produca en medio de la campaa por la sucesin presidencial para el perodo 1976-1982.La invasin del predio de San Ignacio Ro Muerto contra el latifundio de Dengel, ubicado a pocos minutos de Ciudad Obregn se produjo porque desde el ao de 1954 el entonces gobernador Ignacio Soto haba dotado esas tierras a los campesinos y trabajadores agrcolas que la haban solicitado, organizados en el Comit de San Ignacio, medida con la cual se afectaba a la compaa constructora Richardson, que los detentaba. Pero al querer ejecutar el decreto, mediante una maniobra las tierras haban sido fraccionadas, quedando posesionados ilegalmente los terratenientes.Ahora, 2013, cuando los agricultores del sur del estado protagonizan una nueva lucha, revisar los antecedentes de los aos setenta puede ayudar a ubicar cules son los objetivos reales de ese grupo poderoso que a travs de la historia ha podido imponer sus condiciones en el estado de Sonora. Por supuesto, la catalogacin de agricultores solo se utiliza como un medio de identificacin, pues en realidad su naturaleza es ms compleja; son inversionistas que diversificaron sus actividades desde los aos sesenta a otros ramas de la economa, comercio, industrias, especuladores, agentes de trasnacionales, grupo de presin econmica y polticos, etctera.En las crnicas de la poca recogidas por dos investigadores de alto nivel se seala el ambiente de tensin que se viva con distintas invasiones en el Mayo y en el Yaqui, y la exigencia de los agricultores de eliminar a los dirigentes campesinos que encabezaban las invasiones, exigencias que aparecan encubiertas bajo firmas de comentaristas como Francisco Urea de El Imparcial, y de los diarios ms desprestigiados de Ciudad Obregn. Aunque los invasores del predio de San Ignacio estuvieron siempre dispuestos al dilogo y Juan de Dios Tern, dirigente de la invasin junto con Benjamn Robles, pidieron a los judiciales y al ejrcito calmar las cosas, los policas tenan rdenes de asesinar precisamente a esos dirigentes campesinos. Para ese efecto, Carlos Armando Biebrich puso al frente de los judiciales a Francisco Arellano Nobleca, el mismo que en 1973 tom la Universidad de Sonora, y llevaba en su cuenta varios asesinatos. Junto a los dirigentes murieron tambin cuatro campesinos. La Secretara de Gobernacin explic as la matanza, cuando ya la mayora de los invasores estaban convencidos de la legalidad de su desalojo, uno de los lderes, Heriberto Garca, de manera agresiva instig a sus compaeros para que no se salieran del predio, al mismo tiempo que haca uso de su pistola y comenzaba a disparar, haciendo lo mismo con rifles sus compaeroshubo necesidad de repeler la agresin, (Gordillo, 1988, 74) . Una versin distinta sostiene el profesor Heriberto Garca, versin localizable en redes sociales del internet y en entrevistas publicadas por Dossier Poltico en este ao.De cualquier forma, en el estudio Movimiento campesino en Sonora, su autor recogi la versin de primera mano en entrevistas con campesinos y organizaciones de trabajadores agrcolas que coincidieron en sealar que se trat de un asesinato premeditado, dirigido principalmente contra los dirigentes, (Jimnez 1976, 67-68).El enfrentamiento entre Echeverra y los empresarios agrcolas tuvo como consecuencia la cada del gobernador Biebrich, an as, el grupo de empresarios de Ciudad Obregn continu su ofensiva. Hicieron alianza con los empresarios de Monterrey opuestos a la poltica echeverrista y lograron el apoyo de las organizaciones patronales y del por entonces recientemente creado Consejo Coordinador Empresarial, CEE. Algunos de los activistas contra la campaa de NO al reparto agrario, aparecen ahora como defensores de los derechos del agua de los yaquis. Por ejemplo, en esa ofensiva, el 17 de julio de 1976 la COPARMEX llev a cabo una reunin empresarial con 200 representantes de todas las cmaras de patrones en Ciudad Obregn. La reunin fue presida por Adalberto Rosas Lpez, presidente del Centro Patronal del Valle del Yaqui, y activista de la campaa antiagrarista, (Gordillo, 1988). Esa fue una plataforma central para impulsar la candidatura a la presidencia municipal de Cajeme que el peln Rosas gan aos despus. De all transit por varios partidos buscando la gubernatura de Sonora primero por el PAN, sin lograrlo.Cuatro de las consecuencias del asunto de San Ignacio Ro Muerto que habamos anunciado en el artculo anterior se resumen en lo siguiente: cay el gobernador Biebrich, instrumento de los empresarios obregonenses y subi a la gubernatura el senador Alejandro Carrillo Marcor sin ligas con los latifundistas. La segunda consecuencia importante fue el reparto agrario de 1976 en medio de una tensin social sin precedentes en el Valle del Yaqui. La tercera consecuencia fue la creacin de la Coalicin de los Ejidos Colectivos que dio lugar a varias formas de organizacin de los ejidatarios para la produccin. La cuarta consecuencia fue que los empresarios obregonenses casi en masa renunciaron al PRI, aunque regresaran ms tarde.Una diferencia entre la actuacin de los empresarios obregonenses de finales de la dcada de los setenta y los de hoy, consiste en que ahora en la causa de NO al Novillo, los empresarios tienen por delante a una parte de los yaquis, la parte que precisamente tiene antecedentes en los "paticys", yaquis pristas de los cuales hemos reseado su actuacin en artculos anteriores.En este punto es importante no perder de vista que a veces los conflictos sociales adquieren formas engaosas que solamente es posible despejar con un anlisis metdico. Lo que ocurre con el acueducto es algo sintomtico de los conflictos que sobre la apariencia exterior esconden otras facetas e intenciones. Dado que en el fondo del proyecto del acueducto se enfrentan dos elites de la oligarqua sonorense, ser por dems importante dilucidar qu agendas tiene cada una de ellas, y a ese propsito irn mis colaboraciones siguientes.NOTA: para la elaboracin de este artculo consult los libros anotados abajo y que estn disponibles en lnea. Es importante que los lectores interesados en profundizar sobre el tema tambin los consulten. Esa es la nica manera en la que se puede garantizar un mejor entendimiento de los intereses que se juegan en el Yaqui, pero usted, amigo lector, ser quien decida.Gordillo, Gustavo. 1988. Campesinos al asalto al cielo: una reforma agraria con autonoma. Mxico: Siglo XXl-UAZ.Jimnez Ricardez Rubn. 1976. Movimiento campesino en Sonora. Cuadernos polticos, nm. 7, Mxico: ERA.

BIEBRICH. CRNICA DE UNA INFAMIA

Autor: Jess Blancornelas.Es posible considerar que el adecuado funcionamiento del sistema de reparto del poder pblico, que se estableci en el pas a partir de 1929, requiere de la estricta observancia de cierta reglas bsicas que son por naturaleza inviolables. Es posible encontrar ciertas reglas polticas informales que no se encuentran formalizadas en ninguna parte y que de expresarse en forma explcita seran rechazadas de inmediato por casi todos los actores polticos del pas.Las reglas no escritas de la vida poltica mexicana eran tajantes. El sistema poltico prista del siglo xx oper bajo el principio de que se trataba de reglas implcitas y, ms importante, que todo el andamiaje legal del pas desde la Constitucin hasta la ltima ley reglamentaria no era ms que una mera formalidad que se poda violar a voluntad.A diferencia de otros actores polticos, Biebrich no comete el error que nuestro sistema poltico no perdona: Hablar. Todo mundo sabe que el silencio para los polticos en desgracia puede tener su premio en uno o dos sexenios.Al cuestionarle a Biebrich si l haba sido amigo de Luis Echeverra lvarez contest: Fui su colaborador. Verdad a medias, pues medio mundo saba que Biebrich no era slo amigo de Echeverra, era su protegido, su amigo, su maestro, su gua y su Presidente.Licenciado en derecho por la Universidad de Sonora, Lder Juvenil del P.R.I. en su estado, Diputado Federal y cuando Echeverra llega a la Presidencia quera para su amigo y colaborador lo mejor, lo ubico en un puesto clave: la Subsecretaria de Gobernacin.Al acercarse la postulacin de candidato al Gobierno de Sonora, le ordena al Secretario de Gobernacin: dgale a Biebrich que se prepare, va a Sonora como Candidato.Seor Presidente, existe un grave problema, Biebrich no tiene la edad-.No, Seor Secretario, ese no es problema. Hblele al Gobernador y que se modifique la Constitucin local.De esta manera tan atropellada Carlos Armando Biebrich con tan solo 33 aos fue investido Gobernador por el Estado de Sonora.Jess Blancornelas periodista de El Imparcial, de Hermosillo, diario bajo las rdenes del gobernador de Sonora y amigo ntimo de ste, establece los hechos que suscitaron la renuncia de Biebrich.Todo empez exactamente el 18 de junio de 1974. Ese da se escribi la cada de Biebrich.ya estamos cansados de tanto funcionario cabrn, de tanto funcionario hijo de la chingada y de tantas promesas, remach el campesino aquel.Echeverra levant a medias el brazo derecho y con la palma, como si un agente de trnsito estuviera marcando el alto, peda sin palabras al campesino que se calmara.Estos hombres han sido engaados y burlados. Nada de lo que usted les prometi hace un ao se ha cumplido, dijo Biebrich.Ni Gmez Villanueva, ni Cervantes del Ro, ni Brauer, ni Rovirosa Wade, podan creer lo que escuchaban. Cmo poda un simple gobernador, un minsculo gobernador enjuiciarlos a ellos, unos seores secretarios y para colmo presidenciables?.Seran ya las acometidas de Mario Moya Palencia otro presidenciable, de quien Biebrich pareca ser el principal apologista?.Gmez Villanueva no perdonara. Coment los hechos ampliamente con Porfirio Muoz Ledo -otro presidenciable, y junto con el general Hermenegildo Cuenca Daz instrumentaron la venganza, en complicidad con Celestino Salcedo Monten.Con tal de acabar con Biebrich, el consentido del seor Presidente, llegaran a lo inconcebible: al crimen.Y la venganza no tardo mucho, el 23 de Octubre de 1975 al desalojar los predios del Yaqui las fuerzas policiacas del Gobierno de Sonora asesinan a 7 campesinos.El Presidente ya no quera escuchar a Biebrich. No le atendi ninguna llamada. El complot entraba en accin.El libro de Blancornelas tiene agilidad periodstica, y busca probarnos de Biebrich su rectitud, lealtad y honestidad en su paso por la poltica nacional. Es posible que Biebrich, dentro de las caractersticas de nuestro sistema poltico, haya sido o sea una persona de reconocida capacidad e inteligencia, por lo menos arriba de la gente que lo vilipendi y acab.A pregunta expresa de un reportero del peridico Exclsior, Biebrich responde: La historia habr de emitir su juicio sobre el Presidente Luis Echeverria.Bien, no se necesita esperar mucho tiempo para que la historia pueda emitir un veredicto, que hasta hoy para todos (y aqu si se puede incluir a todos) los mexicanos es un hecho: El sexenio de Luis Echeverra lvarez fue un gobierno populista y demaggico, con un terrible despilfarro en el gasto pblico y el inicio de la carrera ascendente del endeudamiento y la inflacin.Tal vez el peor dao que sufri el pas como consecuencia de la era de las reglas no escritas es que nadie puede creer en las leyes escritas en la actualidad. En lugar de ver a una ley como una norma de carcter obligatorio, el mexicano la ve como una gua, cuando no como una aspiracin. Nadie se siente obligado a cumplir con la ley, mxime cuando observa que muchos otros no lo hacen y que, en la peor de las circunstancias, siempre se puede negociar la aplicacin de la ley, contradiccin absoluta con la existencia de un rgimen de legalidad.