Mercado

Un mercado reúne a los compradores y a los vendedores de un bien para determinar las condiciones del comercio, como por ejemplo, el precio y la cantidad vendida.

La clasificación de Stakelberg

De las clasificaciones más simples para definir las estructuras de la competencia es la de Stakelberg. Su sencillez radica en el elemento básico que se adoptó para la diferenciación. Se trata del número de los que intervienen en el mercado, tanto del lado de la oferta (vendedores) como del lado de la demanda (compradores). Esa forma de analizar el problema se hizo clásica. Aunque excesivamente llano por dejar de considerar otros elementos también importantes para la diferenciación, tal clasificación se convirtió en la matriz de planteamiento teórico posterior.

Según su proposición, las estructuras de mercado prevalecientes en la realidad no se limitan a los casos extremos de la competencia perfecta (base de los economistas liberales de los siglos XVIII y XIX) y del monopolio (que se tomó, especialmente, en cuenta a fines del siglo XIX). Entre esos os extremos hay varias situaciones intermedias, definidas a partir del número de quienes ejercen las actividades de oferta y demanda.

Teniendo en cuenta únicamente el número de compradores y vendedores, la competencia perfecta estaría caracterizada por el gran número de participantes de ambos lados. En contraste, de acuerdo con la hipótesis que existe un gran número de compradores enfrentándose con un solo vendedor, se presentaría una situación típica de monopolio, invirtiéndose las posiciones; con gran número de vendedores pero con solo un comprador, se presentaría una situación de monopsonio. Diametralmente opuesta a la situación de competencia perfecta, también podría tenerse el caso extremo definido como monopolio bilateral, en donde se enfrentarían en el mercado solamente un vendedor y un comprador.

Clasificación de Marchal

Dicha clasificación, aunque más completa y explicativa, parte de la misma línea de diferenciación que adopta Stakelberg. El número de quienes intervienen en el mercado también es el principal elemento diferenciador.

Usando su propia terminología, Marchal admite que la oferta y la demanda pueden presentarse en tres formas: atomizadas, moleculares y monolíticas, conforme a la estructura de mercado que se trate.

Existen cuatro elementos para diferenciar las estructuras del mercado que son cuatro y definen situaciones distintas que son:

1.- Competencia Perfecta2.- Monopolio3.- Oligopolio4.- Competencia Monopolística

La ley de la demanda

La demanda dirigida a determinado producto se puede definir como las diferentes cantidades que los consumidores estarán dispuestos y en condiciones de adquirir, en función de los diferentes niveles de precios posibles, en determinado tiempo.

Un simple examen de esa definición nos lleva a admitir, como punto de partida, que la demanda esta representada por una serie de posibles alternativas, que siempre correlacionan las diferentes cantidades demandadas con los diversos niveles de precios presentados.

Esta serie de posibles alternativas varía inversamente con el nivel de los precios. De hecho al considerar la demanda de mercado en un producto cualquiera (resultante de la suma de demandas individuales), veremos que en condiciones normales, las cantidades demandadas dependen de los diferentes niveles de precios de mercado, generando un comportamiento modelo, según el cual cuanto mas bajos se presenten los precios, más altas serán las cantidades demandadas.

Como estas (QD) dependen directamente del nivel de los precios (P), podemos decir que hay una relación funcional de dependencia entre las variables QD y P.

Esa relación se expresa matemáticamente mediante una función elemental, cuya notación es:

QD= f (P)

Esta función tiene como objeto caracterizar la relación de dependencia entre los precios y las cantidades demandadas. Cuando se representa como una ecuación matemática, dicha relación entre las variables consideradas puede describir una rama de hipérbola o también una función lineal de pendiente negativa. Dichas funciones matemáticas aparecen mejor desarrolladas en los textos especializados en análisis macroeconómicos.

Volviendo a la función definida, si colocáramos las cantidades demandadas en el eje horizontal de un sistema cartesiano; representado los precios del eje vertical, obtendríamos cuerva descendiente, resultando del principio general ya definido: cuantos mayores sean los precios, menores serán las correspondientes cantidades demandadas.

La reacción característica de los consumidores ante los niveles de los precios puede explicarse debido a tres razones. La primera es del dominio general: los precios son un obstáculo para los consumidores; cuanto mas altos sean sus niveles, menor será el número de consumidores dispuestos y realmente aptos para entrar en el mercado. Cuando los precios son mas bajos, el obstáculo que representan puede ser cambiado por un numero mayor de consumidores lo que, consecuentemente, eleva el numero teórico de las cantidades demandas.

La segunda explicación esta en el efecto de sustitución: cuando el precio de determinado artículo aumenta, permaneciendo invariables los precios de productos similares, los consumidores rápidamente tienden a sustituirlo, ocasionando entonces una reducción en las cantidades demandadas de dicho producto. Significa que las posibilidades de cambio en el potencial de demanda hacia los productos que los

sustituyen actúa reduciendo el nivel de las cantidades demandadas, como una reacción inmediata a los incrementos de los precios.

La tercera explicación es de carácter subjetivo y representa uno de los aspectos analizados por los autores de la segunda mitad del siglo XlX, que contrariaron los enfoques objetivos desarrollados por las escuelas clásica y socialista. Según esta explicación, cuantos mayores sean las cantidades disponibles de cualquier producto, menores serán los grados de su margen de utilidad. En otras palabras: cuando un consumidor posee un si la unidad de cualquier producto, verdaderamente es elevado al grado de utilidad atribuido; sin embargo, a medida que va suponiendo de más unidles de ese mismo artículo, la utilidad de cada unidad adicional ira disminuyendo y puede llegar hasta grados negativos. Esto ocasionara que el consumidor solo adquiera unidades adicionales, si los precios registran bajas. En caso contrario, no estará dispuesto a incesar en ele mercado y volver a adquirir el producto.

Las tres explicaciones anteriores van en un mismo sentido. Todas conducen al principio expuesto inicialmente, cuyo temor vale la pena repetir y señalar.

La ley de la oferta

La oferta de determinado articulo puede ser definida como las diferentes cantidades que los productores estarán dispuestos y aptos a ofrecer en el mercado en función de los distintos niveles de precios posibles, en determinado tiempo.

Un análisis simplificado de esta definición nos indica, inicialmente que la oferta esta reprensada por una serie de posibilidades alternativas que siempre correlacionan las diferentes cantidades ofrecidas por las estructuras de los costos de los productores.

Esa serie de posibilidades alternativas se modifica en razón directa de la variación de precios. Realmente, si analizamos la oferta de mercado de cualquier producto (resultante en la suma de las ofertas realizadas por los diversos productores que compiten en el mercado), notaremos que las cantidades ofrecida en condiciones normales dependen de los diferentes niveles de precios definidos, generando una escala-sistema, que indica sucesivos aumentos en las cantidades ofrecidas en función de incrementos sucesivos en los niveles generales de precios.

Teniendo a la vista esos conceptos fundamentales y sabiendo que las cantidades ofrecida (QO) dependen directamente del nivel de los precios (P), podemos afirmar que hay una relación funcional de dependencia entre las variables QO y P. Esa relación, ejemplifica como procederemos en el campo de la oferta, también puede expresarse matemáticamente por una función elemental, cuya ecuación es la siguiente:

QO= f (P)

Esta formula tiene la finalidad de caracterizar las relación de dependencia entre precios y cantidades ofrecidas. Cuando se representa como una ecuación matemática, esa relación de dependencia entre las variables consideradas puede describir un área de parábola o una función lineal de pendiente positiva.

La diferencia esencial en relación con la curva de la demanda reside en que, en el caso de la oferta, las variaciones en las cantidades están directamente relacionadas con los cambios en los niveles de los precios; por consiguiente, las curvas de la oferta y la demanda son gráficamente opuestas. Colocando las cantidades ofrecida en el eje horizontal y los niveles de precios en el vertical, la curva resultante será ascendente, ya que los precios mas altos constituyen un estimulo al incremento de las cantidades que los productores estarán dispuestos a ofrecer en el mercado.

Bibliografía:

Introducción a la Economía

José Paschoal Rossetti

Decimoquinta Edición

Editorial Atlas 1991